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TESTIMONIO
CONCEPTO Y CARACTERES
Concepto.
Conforme a las nociones precedentemente expuestas, cabe decir que
testimonio es la declaración de una persona física, recibida en el curso del
proceso penal, acerca de lo que pueda conocer, por percepción de sus
sentidos, sobre los hechos investigados, con el propósito de contribuir a la
reconstrucción conceptual de éstos. Lo dicho requiere las siguientes
precisiones:
a) En todo caso, debe tratarse de una persona de existencia real, pues sólo
éstas pueden percibir y trasmitir sus percepciones. Las personas jurídicas se
expresan por medio de sus representantes, en cuyo caso serán testigos éstos,
y no aquéllas.
b) La ley dispone que a los fines de la declaración del testigo se libre orden
de citación (de oficio, o por petición del ministerio fiscal o de las partes;
aunque admite la posibilidad de que éste se presente espontáneamente.
CAPACIDAD TESTIFICAL.
La ley se ocupa de establecer una suerte de habilidad general para ser
testigo, a la par que regula una serie de restricciones en cuanto a este
principio.
34. INCOMPATIBILIDADES.
No obstante la amplitud consagrada por el art. 241, hay algunas situaciones
de incompatibilidad que impiden la prestación del testimonio.
a) La condición de juez, fiscal o secretario es incompatible con la de
testigo en el mismo proceso.
1) Si el conocimiento del hecho que se juzga es anterior a su posible
intervención funcional, deberán excusarse de participar en tal
carácter, pues como funcionarios pueden ser sustituidos, no así
como testigos (arts. 55, inc. 1, 71 y 63).
2) Si el conocimiento sobre el objeto de investigación lo han
adquirido en virtud de su intervención funcional, no podrán luego
declarar como testigos en ese mismo proceso. Las hipótesis de
flagrancia calificada de los arts. 371 y 390 no constituyen
excepciones con respecto a este principio, pues si bien los
magistrados podrán declarar como testigos acerca de los hechos
delictivos cometidos en su presencia, su deposición será realizada
en otro proceso, en el cual no tendrán ninguna actuación
funcional.
3) La incompatibilidad alcanza también a los funcionarios judiciales
que intervinieran en forma accidental por exhorto (art. 132).
b) No es posible actuar como testigo y como defensor del
imputado o de las otras partes (actor civil, tercero civilmente
demandado, querellante). Sin embargo, es preciso distinguir lo
siguiente:
1) Si asumió el cargo sin tener conocimiento anterior sobre el
hecho que se investiga, no podrá ser testigo acerca de lo que
haya conocido con posterioridad, por una elemental razón de
secreto profesional (C. Penal, art. 156; C.P.P., art. 244).
Pero podrá, renunciando a su cargo, declarar en favor de su
cliente (previa autorización de éste), sobre hechos o
circunstancias advertidas en el desempeño de su actividad.
2) Si conoció el hecho antes de su designación como defensor,
no podrá intervenir en el proceso en este último carácter, y
deberá declarar como testigo.
3) Pero en ningún caso podrá acumular simultáneamente la
condición de abogado defensor, patrocinante o mandatario,
con la de testigo.
c) Ninguna duda cabe de que el imputado no puede actuar
como testigo en el proceso que se sigue en su contra (art. 18,
C.N.; arts. 296 y ss., C.P.P.).
1) Dije antes que el llamado a declarar sin juramento de
quienes "en el primer momento de la investigación
aparezcan como sospechosos" confiere a éstos calidad de
imputados, pues evidencia una sospecha de participación
delictiva que da nacimiento al derecho de defensa (art. 72):
quien declara como "sospechoso" no puede ser considerado
testigo^'. La no incorporación de esta hipótesis en el art. 249
y la redacción del art. 294 así lo reconocen.
2) Tampoco se le puede recibir declaración testimonial a un
coimputado en la misma causa, aunque no se trate del
mismo delito sino de otro conexo, pues si su declaración no
puede ser testimonio a su respecto, tampoco podrá serlo
para los otros coimputados. Pero si hubiese sido sobreseído o
absuelto con anterioridad, podrá declarar como testigo,
pues ha que dado oficialmente desvinculado de
participación punible en el hecho, y porque en virtud del
principio del Non bis in ídem su testimonio carecerá de toda
potencialidad autoincriminante.
3) Si bien el art. 249 admite la posibilidad de recibir declaración
de quienes, con anterioridad, hayan sido "condenados
como partícipes del delito que se investiga o de otro
conexo", éstos no podrán ser considerados testigos en
sentido propio.
De allí que no se les imponga de las penas del falso testimonio, ni se les
requiera juramento (art. 249).
La disposición tiende a evitar que por una errónea concepción acerca del
secreto se prive al proceso de un testimonio eventualmente valioso, o que
la invocación de la reserva disimule una reticencia a declarar.
Pero, en todo caso, el error del testigo debe ser evidente.
b) Parentesco.
Esta actitud es considerada por la ley como idónea para obligar al pariente
denunciante a declarar luego como testigo, pues seguramente afectó ya
la cohesión familiar.
a) Deber de comparendo.
1) Empero, si reside en un lugar distante del juzgado, sólo podrá ser obligado
a comparecer cuando por "la gravedad del hecho investigado y la
importancia del testimonio el juez lo considere necesario" (en cuyo caso
deberá fijar la indemnización que corresponda). De lo contrario se
encomendará su declaración por exhorto o mandamiento a la autoridad
de su residencia (art. 246).
b) Excepciones.
c) Deber de declarar.
d) Otras obligaciones.
a) Ofrecimiento.
Sobre el punto, es necesario distinguir entre las distintas etapas del proceso:
1) Durante la instrucción, tanto el agente fiscal como las demás partes sólo
tienen la mera facultad de proponer diligencias probatorias (entre las cuales
se puede contar, desde luego, la recepción de testimonios), que no está,
empero, correspondida por un deber del tribunal de recibirlas (art. 199),
correlativo de dicha proposición. Si el juez dispone tomar la declaración, lo
hará más por su pertinencia y presunta utilidad para el descubrimiento de la
verdad, que por corresponder a un derecho de las partes. (Ver n" 13, e.)
b) Recepción.
2. Publicidad o reserva.
Al respecto, corresponde también distinguir las diferentes etapas del
proceso.
A) Durante la instrucción, la recepción de un testimonio será pública para
las partes, con las siguientes precisiones:
3. Oralidad.
c) Valoración.
El C.P.P. regula la estructura del acto por el cual se recibe la declaración del
testigo. Es posible, conforme a ella, distinguir tres momentos:
b) Generales de la ley.
Por otra parte, será útil para conocer circunstancias de interés a los fines de
la valoración del testimonio, tanto en lo referido a la fidelidad de las
percepciones (v.gr., edad, profesión, etc.) como a la sinceridad de su
trasmisión (v.gr., vínculos de parentesco, interés, etc.). También podrán surgir
de este interrogatorio las circunstancias de familia, secreto profesional, etc.,
que impidan la declaración o la tomen facultativa (ver n* 35).
a) Necesidad.
c) Pautas.
No viene al caso repetir aquí las distintas recetas que se ha brindado para
lograr establecer cuándo un testimonio es verdadero y cuándo es erróneo
o mendaz. Sin embargo, puede ser útil sintetizar las pautas más
frecuentemente citadas por los autores, que tienen un común
denominador: parten de la base de que la fe en un testimonio se basa en
"dos presunciones: 1) la presunción de que los sentidos no han engañado al
testigo; 2) la presunción de que [el testigo] no quiere engañar".