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Civilizar.

Ciencias Sociales y Humanas


ISSN: 1657-8953
revista.civilizar@usa.edu.co
Universidad Sergio Arboleda
Colombia

Dávila Cruz, Carlos Alberto; Munévar Quintero, Claudia Alexandra; Giraldo Quintero,
Rodrigo
Territorios, margen y los mapas de la fragmentación. La creación de sujetos de desarrollo
y sujetos de marginalidad
Civilizar. Ciencias Sociales y Humanas, vol. 17, núm. 32, enero-junio, 2017, pp. 93-104
Universidad Sergio Arboleda
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=100253055006

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Civilizar Ciencias Sociales y Humanas 17 (32): 93-104, Enero-Junio de 2017
DOI: http://dx.doi.org/10.22518/16578953.820

Territorios, margen y los mapas de la fragmentación.


La creación de sujetos de desarrollo y sujetos
de marginalidad1
Territories, margin and fragmentation maps.
The creation of subjects of development and subjects
of marginality
Recibido: 07 de abril de 2016 - Revisado: 22 de julio de 2016 – Aceptado: 13 de septiembre de 2016.

Carlos Alberto Dávila Cruz2


Claudia Alexandra Munévar Quintero3
Rodrigo Giraldo Quintero4
1
El presente artículo se deriva del
Resumen proyecto de investigación titulado:
El artículo tiene como objetivo problematizar las condiciones de los sujetos que están “Conflictos y movimientos sociales
sometidos a contextos socioeconómicos a través de la dicotomía desarrollo/progreso. de jóvenes en contextos de vulnera-
Para ello, en primer lugar, se conceptualizó sobre las diferentes posiciones teóricas bilidad en la eco-región Eje Cafetero:
hacía un proceso de constitucionalis-
sobre el territorio a partir de sus concepciones físicas, sociales y antropológicas. En mo popular”. Financiado por la Uni-
segundo lugar, se problematizó sobre la teoría de progreso y crecimiento gestada por el versidad de Manizales, Manizales,
modelo de desarrollo, la cual ha reconfigurado la noción de “sujetos de derechos” para Colombia.
emerger de sí “sujetos de desarrollo”. Finalmente, se plantea la existencia de escenarios
2
Abogado. Docente investigador. Fa-
cultad de Ciencias Sociales y Huma-
de vulnerabilidad y marginalidad, que dan origen a sujetos marginales, producto de los nas de la Universidad de Manizales.
límites y los fragmentos de los territorios y los márgenes que los deshumanizan. Magíster en Derecho. Doctorando en
Estudios Territoriales de la Universi-
Palabras clave dad de Caldas.
Territorio, desarrollo, vulnerabilidad, marginalidad, sujetos. Correo electrónico: cadavilac@uma-
nizales.edu.co
3
Abogada. Docente investigadora.
Abstract Facultad de Ciencias Jurídicas de
The article aims to problematize the conditions of subjects who are subjected to la Universidad de Manizales. Espe-
socioeconomic contexts through the development / progress dichotomy. For this, in the cialista en Derecho Administrativo.
Magíster en Desarrollo Sostenible y
first place, it was conceptualized on the different theoretical positions on the territory
Medio Ambiente. Estudiante doctora-
from its physical, social and anthropological conceptions. Secondly, the theory of do en Desarrollo Sostenible.
progress and growth developed by the development model has been problematized, Correo electrónico: cmunevar@uma-
which has reconfigured the notion of “subjects of rights” to emerge from themselves nizales.edu.co; claumunevar@gmail.
com
“subjects of development”. Finally, there are scenarios of vulnerability and marginality, 4
Abogado. Docente investigador.
which give rise to marginal subjects, product of the limits and fragments of the territories Facultad de Ciencias Jurídicas de la
and the margins that dehumanize them. Universidad de Manizales. Especia-
lista en Derecho Constitucional. Ma-
Keywords gíster en Derecho. Doctorado (e) en
Derecho.
Territory, development, vulnerability, marginality, subjects.
Correo electrónico: rodrigogiraldo@
hotmail.com
Para citar este artículo use: Dávi-
la, C., Munévar, C., & Giraldo, R.
(2017). Territorios margen y los ma-
pas de la fragmentación. La creación
de sujetos de desarrollo y sujetos de
marginalidad. Civilizar Ciencias So-
ciales y Humanas, 17(32), 93-104.
Doi: 10.22518/16578953.820
94 Carlos Alberto Dávila Cruz - Claudia Alexandra Munévar Quintero - Rodrigo Giraldo Quintero

Introducción derechos, construidos y de-construidos, desde


los escenarios de desarrollo y marginalidad.
El presente artículo se realiza en el marco
de la investigación “Conflictos y movimientos Del Territorio del Capital a los
sociales de jóvenes en contextos de vulnera- Territorios Margen
bilidad en la eco-región Eje Cafetero: hacía
un proceso de constitucionalismo popular”. El A través de la historia, el capitalismo
contexto de la reflexión se fundamenta desde ha demostrado la capacidad que tiene para
las conclusiones de la investigación, alrededor construir no solo la historia del ser humano y
de dos elementos: el territorio y sus sujetos. El de la naturaleza, sino el poder de organizar el
primer elemento, asocia lo que los geógrafos, territorio en el afán de superar los obstáculos
juristas, sociólogos y antropólogos han querido que proponen los sujetos mediante las
comprender como las dos imágenes que repre- luchas sociales y de esta manera mantener su
sentan el territorio y el mapa (Fraser, 2008). Es- concepción hegemónica de mundo. El modelo
tos en algunos casos, han intentado identificar capitalista no se ha tratado simplemente
mediante el segundo, la existencia de un solo del mantenimiento del “interés económico-
orden territorial, sin embargo, la evocación de corporativo de la clase en el poder sino de hacer
estas dos imágenes empieza a representar ten- hegemónico su proyecto cultural” (Jiménez &
siones producto de las luchas sociales a favor Novoa, 2014, p. 7).
de la defensa del mismo. Estas luchas socia-
les se ven representadas por aquellos sujetos Como es lógico esto ha recreado una
que se apartan de los modelos fijados según serie de transformaciones no solo del modelo
los lineamientos del desarrollo, el progreso y capitalista, sino que ha conducido a que las
el crecimiento económico. En este sentido, la luchas sociales produzcan modificaciones en
condición de sujetos de derechos queda reza- las concepciones de mundo, generando con
gada a las condiciones políticas, económicas y esto tendencias en las reivindicaciones de sus
sociales planteadas por los intereses del capital, derechos. En las décadas finales del siglo XX
las cuales esbozan nuevas identidades y nuevos se recrean con claridad dichas tendencias, pues
escenarios de realización asociados a la vulne- al lado de los derechos sociales, económicos
rabilidad, el desarrollo y la marginalidad. y culturales aparece el territorio como valor
agregado a las luchas de los movimientos
El proyecto responde a una postura sociales, los indígenas, afros y excluidos de las
hermenéutico-comprensiva planteada desde la ciudades empiezan a recrear una nueva clase de
sociología jurídica. Lo hermenéutico viene a ser justicia denominada “justicia territorial”, que
una visión de mundo, que desde la perspectiva no es otra cosa que el reclamo de hombres y
del territorio conforman el presupuesto de mujeres de construir su propia territorialidad
análisis alrededor de la creación de categorías de y territorialización1, dos categorías que entran
sujetos de desarrollo y sujetos de marginalidad. en tensión con los intereses del Estado-nación,
Desde la sociología jurídica, el estudio se representado por el capital nacional y los
enfoca al análisis del territorio desde el orden intereses del capital transnacional.
macro-social, asociando su visión desde la
complejidad y multiplicidad de las dimensiones Así, las dos caras del territorio, capital y
socio-territoriales y espacio-temporales; y movimientos sociales definen la complejidad y
desde el orden micro-social, considerando el multiplicidad de las dimensiones socio-territo-
territorio no solo como una estructura física, riales y espacio-temporales, lo anterior condu-
sino una construcción humana, desplegada y ce a mirar al orden territorial en un momento
realizada desde las acciones de los sujetos de histórico específico que muestra “la correlación

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de fuerzas presentes en la sociedad”, la cuales Ahora bien, si los movimientos sociales


expresan lo que Massey ha denominado como y las empresas transnacionales al ser actores y
“geometrías de poder”. Para Massey (2012) los sujetos necesitan construir espacios y territorios
efectos de la modernidad estableció en el mun- que garanticen su existencia, hay que preguntarse
do relaciones de poder/conocimiento, las cuales sobre la intencionalidad del sujeto, pues es
se ven reflejadas en la geografía que nació de esta la que “vincula al sujeto con el objeto y el
antiguas geografías de “poderes coloniales y pensador con el objeto pensado” (Santos, 1996,
espacios colonizados” (p. 137). En este sentido, p. 74), así la intencionalidad de los sujetos que
se considera al territorio no como una estructu- grafean el territorio debe ser entendida como
ra física donde se desarrolla las relaciones y las “la propiedad del pensamiento y de la ideología
tensiones sociales y se emplaza el modelo de mediante la cual el sujeto delibera, planea,
desarrollo productivo del capital, sino que cons- proyecta la significación y, por consiguiente, la
tituye una construcción humana, donde los su- interpretación, se realiza mediante los procesos
jetos desde sus valores y acciones inducen una de producción del espacio y en la compresión
materialidad y una subjetividad propia al terri- de esos procesos” (Mançano, 2011, p. 26).
torio que lo hace histórico y dinámico, es decir,
“un lugar que se construye, se de-construye y se Por lo tanto, el espacio y el territorio
re-construye” (Jiménez & Novoa, 2014, p. 8). son producidos por los movimientos sociales a
la luz de relaciones de poder que les permite
De lo anterior resulta necesario dar inicio a los actores (Estado, movimientos sociales y
a una reflexión sobre el territorio. Para Lefebvre capital) planear, deliberar, proyectar y dirigir
(2013) el territorio “es la materialización de la sus intencionalidades frente a la producción
existencia humana”, este significado conduce a de un orden territorial, puesto que el poder de
la problematización no solo del concepto, sino significar e interpretar “expresa la intensión, la
de las realidades territoriales que presentan pretensión del sujeto por apropiarse del territorio
los Estados contemporáneos, puesto que desde un acto de construcción y significación”
para el mundo capitalista los espacios son (Mançano, 2011, p. 26). En palabras de Massey
fragmentados rompiendo con la totalidad del (2012), los sujetos recrean el imaginario de
mismo. Es por eso por lo que se parte de la lugares defendibles que no es otra cosa que
concepción que plantea Milton Santos (1996), dualidad espacial materializada en la libertad
en la cual contempla la naturaleza y la sociedad, espacial y el derecho al propio lugar.
entendiendo que el espacio es “un conjunto de
sistemas de objetos y sistemas de acciones, que De este modo, los sujetos expresan un
lo forman de modo inseparable, solidario y acto político que les permite la libertad de
contradictorio” (p. 51). producir sus significaciones y representaciones
que no son otra cosa que prácticas espaciales
Para Mançano (2011) por sistemas de y territoriales. A partir de las representaciones
objeto se comprenden “los elementos naturales los sujetos elaboran una triada conceptual
y los objetos sociales, o los objetos producidos compuesta por las prácticas espaciales y
por mediación de las relaciones sociales, que territoriales, las representaciones del espacio
modifican y transforman la naturaleza, lo y el territorio, y los espacios y territorios de
que explica su indivisibilidad”2 (p. 25). Si se la representación, dándole a cada una de estas
mantiene la idea de espacio de Santos y de dimensiones un tipo de espacio y de territorio.
Mançano se debe mantener el principio de que Lefebvre (2013) presenta tres tipos de espacios:
el territorio es una construcción a partir del “el espacio percibido, el espacio concebido y el
“espacio geográfico y que el espacio es anterior espacio vivido” (p. 15), categorías que pueden
al territorio” (Raffestin, 1993, p. 144). ser dadas para el territorio, es decir, si el espacio

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es anterior al territorio, se puede hablar de un además del miedo diseminado por los medios
territorio percibido, concebido y vivido3. de comunicación con el único fin de someter las
ideas revolucionarias del momento.
La relación de estos espacios y territorios
como producción de los sujetos y actores Si bien las sociedades están penetradas
se construye desde las tensiones entendidas por el consumo, la producción y la comunica-
como resistencias y pugnas. La sociedad ción, y estos tres elementos son tomados como
capitalista, desde el poder del capital, creería formas de obtener libertad, el elogio al miedo
que las resistencias serían resueltas a favor del termina siendo más poderoso que los antiguos
espacio y el territorio concebido, sin embargo, nacionalismos; en términos de Touraine (2000),
el espacio y el territorio vivido, aquellos donde “fingir que una nación o que una categoría so-
se “encuentran los lugares de la pasión y de la cial tenga que elegir una categoría universalista,
acción” (Lefebvre, 2013, p. 16), no se someten destructora, y la conservación de una diferen-
ante las acciones y pasiones del capital, lo cual cia cultural absoluta es una mentira demasiado
contribuye a que no se pueda ver como un gruesa como para no cubrir intereses y estrate-
ejercicio de homogenización, sino que resalta gias de dominación” (p. 201).
la pluralidad del territorio.
El empezar a reconocer la existencia de los
De los territorios de las resistencias a territorios de las resistencias, como producción
los territorios de las re-existencias social de prácticas que tensionan las prácticas
de la gubernamentalidad, es decir, las razones
impuestas por el Estado mediante los derechos
Las nuevas formas de ordenar el territorio
liberales y ahora desde el neoliberalismo, abre
gestadas por los grupos que ejercen el dominio
la posibilidad de ver al territorio no solo como
se ven confrontadas por procesos de resistencia uso, esto es, “desde su utilidad como recurso”,
social popular, si bien existen dichos procesos sino también el territorio usado, esto es, “en su
también hay que reconocer que son pocos a la totalidad, como espacio que expresa las diversas
luz de la crisis política y económica que enfrenta maneras que tienen los sujetos de existir sobre
el Estado-nación colombiano, la producción de el territorio” (Jiménez & Novoa, 2014, p. 21).
ordenes territoriales y espaciales a partir de
la acumulación del capital ha permitido que De esta manera, el territorio usado es el
dentro del territorio nacional se geste lo que territorio de la re-existencia, donde los seres
Jiménez y Novoa (2014) han denominado como humanos se transforman a partir de la construc-
las “geografías de las resistencias populares”, ción de la manifestación de sus territorialida-
término acuñado como una nueva configuración des, es la puesta en escena de la subjetivación,
en nuestra América, dada la incapacidad de entendiendo que esta es la “penetración del su-
los grupos dominantes de generar procesos de jeto en el individuo y por consiguiente la trans-
inclusión política, social y económica. formación del individuo en sujeto” (Touraine,
2000, p. 209). En este sentido, los territorios de
Lo anterior ha conllevado a las ciencias re-existencia, no solo son la muestra de terri-
sociales a preguntarse por la necesidad del naci- torialidades en disputa, sino la correspondencia
miento del sujeto, puesto que el poder del capi- de la conducta personal y de los roles sociales,
tal ha vuelto a la construcción de ideologías que es decir, la entrada de la subjetivación en la de-
instauran gobiernos con ciertas características fensa y en la construcción del territorio destru-
despóticas, como lo diría Touraine (2000) “re- ye el yo, como forma de resistencia al indivi-
curren a la creación de comunidades encerradas dualismo a través de valores que recaen en el
en su tradición, en sus formas de organización territorio producto de las interacciones sociales
social o en las creencias religiosas” (p. 201), y las acciones políticas de los sujetos.

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de desarrollo y sujetos de marginalidad

Para Touraine (2000) “el yo se quiebra: miento moderno y antropocentrista, sino que
por un lado el sujeto y por el otro el sí mismo” además ha fijado los estilos y formas de vida de
(p. 209), es decir, el sí mismo (self) asocia la na- las personas, apropiándose de los imaginarios e
turaleza con los objetos construyendo los espa- ideales sociales e instalando en ellos ideas ra-
cios y por ende los territorios, así como el su- cionalistas y los valores propios de la moderni-
jeto asocia individuo y territorio. Así, el sujeto dad (Munévar & Giraldo, 2015). No obstante,
construye prácticas territoriales en la medida que este discurso también ha perpetrado las políti-
se propone objetivos, hacia los cuales debe estar cas económicas de los países, cuyas finalidades
dirigida una acción y la utilización calculada de y metas se han inscrito bajo los ideales del pro-
unos medios, en términos de Foucault, la postu- greso impuesto por las lógicas del desarrollo;
ra política del sujeto recrea la elección de unas lógicas y políticas que explican “las razones
determinadas estrategias que “permitan la eficaz que tuvieron tantos países para comenzar a con-
articulación entre medios y fines o en su defecto, siderarse subdesarrollados” y “cómo ‘desarro-
el uso de los efectos imprevistos para un regla- llarse’ se convirtió para ellos en problema fun-
mento de los propios fines” (Castro, 2015, p. 36). damental […]” (Escobar, 2007, p. 23).

De lo anterior se puede colegir que el in- En este sentido, el discurso desarrollis-


dividuo conduce la unidad del espacio, “mez- ta buscó trascender de la dimensión teórica a
clando la vida y el pensamiento, la experiencia la dimensión legal. Las políticas económicas
y la conciencia” (Touraine, 2000, p. 207), mien- no podían solo depender de la voluntad de los
tras tanto, el individuo que se transforma en su- gobiernos para adaptarse a ella; resultaba in-
jeto que se caracteriza por el paso del ello al yo, dispensable fijar modelos y sistemas de creci-
significaría la apropiación, el control sobre el miento económico que correspondieran a las fi-
territorio vivido, insertándose en las relaciones nalidades propias del desarrollo, cuyo máximo
sociales que no son otras que las territorialida- respaldo lo constituyera la figura de la legalidad
des que se encuentran en disputa. investida no solo de la validez normativa, sino
de un mando de autoridad en cabeza del Estado.
Como lo afirma Sousa (2010):
Por lo tanto, las territorialidades en dispu-
ta implican la tensión, el conflicto y la confron-
[…] Todo el Estado es de derecho y todo
tación frente al modelo de desarrollo impuesto
derecho es del Estado […]. Es también una
por el modelo capitalista y frente al uso y orde- simetría muy problemática […] porque afir-
nación del territorio, es decir, el individuo que ma la autonomía del derecho con relación a
es el sujeto mínimo, aquel que es explotado, do- lo político en el mismo proceso en que hace
minado y expropiado de su territorio, al erguir- depender su validez del Estado (p. 106).
se propone desde su territorialidad y territoriali-
zación, un nuevo uso y sentido de los territorios En este sentido, la vía legal ha pretendido
y un rechazo frente a la consideración de ser “legitimarse” para estandarizar las políticas y
un sujeto de un desarrollo ajeno a sus propias estrategias de desarrollistas, que en su intento
formas de progreso, concentrado en la materia- de reconocer las diferentes formas de desarrollo
lización de ese individuo, sin la consideración y vínculos con la naturaleza, ha fracasado, no
de sus propias identidades. solo al confundir las diferencias sustanciales
entre la legalidad y la legitimación social4, sino
Desarrollo y otras formas de desarrollo. también al intentar imponer de forma general y
La creación de nuevos sujetos sin atender las especificidades de cada cultura
o pueblo, los parámetros por los cuales un país
El desarrollo no solo se ha consolidado alcanzará los índices de crecimiento económico
como una invención teórica fruto del pensa- y las metas de progreso; metas generalmente

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disfrazadas en discursos orientados a lo social por los costos de una sociedad consumista,
y lo ambiental, tratando de corresponder a esa cuyo reconocimiento de daños, impactos o
tautología definida por el desarrollo sostenible5. afectaciones pretenden trasformar al sujeto y a
sus identidades.
Acompañados de estas contradicciones
conceptuales y teleológicas, se suma el estigma La trasformación del sujeto no solo se
generado a las manifestaciones de otras formas de genera desde su reconocimiento, sino también
desarrollo que se oponen o contradicen a la única desde su estigmatización, toda vez que, quien
forma de progreso impuesta por las tendencias no quiera sujetarse a los postulados del desarro-
desarrollistas. Este tipo de manifestaciones llo, será un enemigo del mismo; concepción po-
luchan contra el reduccionismo que solo logra lítica definida por Schmitt (1999), como amigo
ver a través del crecimiento económico, medido y enemigo, cuyo alcance de su significado “po-
bajo los parámetros de la utilidad, el desarrollo see una estructura lingüística y lógica diferente
y progreso de los pueblos, ignorando la historia dependiendo de las diversas lenguas y grupos
marcada por cada ideología y cosmovisión, que lingüísticos” (pp. 134-135). Las estigmatizacio-
por ir en vías paralelas, difícilmente encajarán nes pueden dar lugar a la creación de identida-
en la única teoría predicada por el desarrollo. des, donde el “progreso, en resumen, ha dejado
de ser un discurso que habla de mejorar la vida
La existencia de otras formas de de todos para convertirse en un discurso de su-
desarrollo, evidencian diferentes tipos de luchas pervivencia personal” (Bauman, 2013, p. 27),
y confrontaciones de sujetos que han sido y donde la identidad “se nos revela sólo como
marginalizados por esa estructura que materializa algo que hay que inventar en lugar de descu-
las formas de vida bajo el signo de la utilidad y brir” (Bauman, 2010, p. 40).
que los quiere convertir en sujetos de desarrollo,
fijando una relación indecidible entre la persona y Este tipo de redefinición del ser humano
el progreso, pero no como fin, sino como medio. como sujeto de desarrollo, constituye el esce-
Como lo manifiesta Moreno (2014), “colocar nario perfecto para un modelo económico que
al ser humano en el centro del DS [Desarrollo más que satisfacer necesidades básicas, las in-
Sostenible]”6 (p. 195), tiene unas implicaciones venta, pese a que muchas son de alcance inma-
importantes en la compresión del concepto, terial, el modelo económico pretende suplirlas
toda vez que el ser humano es convertido como por bienes materiales.
“piedra angular” en el discurso del desarrollo
social. Moreno (2014, citando a Sen, 1997), Una de las paradojas que encontramos al
establece que con referencia a la expresión de analizar, por ejemplo, la tesis de la supuesta
“capital humano”, el autor lo define como un “desmaterialización” de la economía […], es
concepto que “se concentra en el carácter de que precisamente en las sociedades ricas se ha
producido una tendencia creciente a satisfacer
agentes (agency) de los seres humanos, que
las necesidades no materiales a través del con-
por medio de sus habilidades, conocimientos
sumo material (o mejor, a intentar satisfacer-
y esfuerzos, aumentan las posibilidades de las, porque los satisfactores pueden ser “fal-
producción” (p. 196). sos satisfactores” que producen frustración)
(Martínez & Roca, 2001, pp. 18-19).
Esta noción de la persona, reconfigura su
reconocimiento como un sujeto de derechos, Dichos satisfactores han logrado tal fuerza
para considerarlo como un sujeto del desarrollo, que no solo se han materializado a través de po-
toda vez que, al examinar la carga lingüística del líticas económicas y jurídicas, sino que lograron
alcance de su definición, convierte su esencia y perpetrar los imaginarios e ideales de vida bajo
su espíritu en un signo de materialidad, valorado la noción de una cultura occidentalizada, que

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busca alcanzar a costo de su propia identidad las ciones que animan el centro de este complejo
metas fijadas por el desarrollo y que marginali- es implantar un modelo de gobierno exclusi-
za y excluye a aquellos sujetos que luchan por vamente orientado a los beneficios (que tan
mantener sus vínculos con la naturaleza y fijar a fácilmente avanza en circunstancias extraor-
dinarias) también en el día a día cotidiano del
través de ella, sus propias formas de desarrollo y
funcionamiento del Estado; esto es privatizar
su propia construcción de territorio. el gobierno (p. 35).

Escenarios y sujetos de marginali- No obstante, la vulnerabilidad existencial,


dad en contextos de vulnerabilidad. diríamos, normal, forma parte de la vida misma,
incluso, encuentra sentido en nuestras propias
La vulnerabilidad humana es innata a la catarsis donde nos enfrentamos a temores y fa-
propia condición del existir. En tal sentido, es lencias. Sartre (1947) resume el existencialismo
precisamente el acto de habitar el mundo el que en la siguiente frase: “Así, el existencialismo se
hace de todos los sujetos que vivimos –incluidos aferra a la idea de una naturaleza humana, pero
los no humanos–7, sujetos apreciables, es decir, esta vez no es una naturaleza orgullosa de sí
que valemos la pena per se, porque somos misma, sino una condición temerosa, incierta y
valiosos por nuestra condición humana. No desamparada” (p. 96).
obstante, el hecho de nuestra condición innata
como seres humanos también hace que seamos
Entendiendo lo anterior, al contrario de la
vulnerables por naturaleza. La vida en sí, es
vulnerabilidad natural, encontramos otra de ca-
un asunto complejo de sobrellevar y por eso
rácter superficial o propicia. Esta se desarrolla
cada uno de nosotros, dependiendo de nuestras
igualmente en contextos de habitar en el mundo,
creencias, ideologías, culturas y formas de ser,
surge igualmente a partir de la idea de la simple
somos universos autónomos e indiscernibles.
exposición, pero adicionalmente, no solo somos
vulnerables por existir, sino que también lo so-
Ahora bien, los seres humanos nos torna- mos cuando nos conducen a escenarios de vulne-
mos expuestos ante las inclemencias del mundo rabilidad. En este último aspecto, no hablamos de
y de la vida, sobre todo, en sociedades marcadas un asunto de direccionamiento propio de la vida,
por el temor, la incertidumbre y la exposición. sino de agentes externos que generan entornos
Dicha situación se caracteriza por albergar una
para crear artificialmente la vulnerabilidad. Es
sociedad del riesgo, entendida por Beck (2002)
así pues que se deben señalar a los responsables
como: “un peculiar estado intermedio entre la
de esa “vulnerabilidad propiciada”. Para efectos
seguridad y la destrucción” (p. 215).
de este artículo, los propiciadores, autores in-
telectuales o generadores de la vulnerabilidad,
Naomi Klein (2007), ha denominado a pueden ser múltiples, conscientes o no. Estos, es
la sociedad del riesgo como la “Doctrina del decir, los arquitectos vulneradores, son diversos,
Shock”, y la ha descrito como la existencia actúan en la psique de los sujetos a partir de una
de una falta de empatía de ciertos sectores u aparente aceptación, en tanto los sujetos vulnera-
oligopolios empresariales por la humanidad. Al bles o vulnerados, parecen autónomos y con ple-
respecto, dice que: na consciencia de su libre albedrío, sin embargo,
voluntaria o involuntariamente –en los peores
En apenas unos años, el complejo ha extendi-
casos– se pretermiten los referentes de dignidad,
do su presencia en el mercado bajo distintas
y cambiantes formas: desde las luchas contra
los derechos humanos, precisamente allí donde
el terrorismo hasta las misiones de paz in- ocurren las peores exacciones.
ternacionales, desde la seguridad municipal
hasta la reacción con motivo de los desastres Ahora bien, partiendo del concepto de
naturales. El objetivo último de las corpora- vulnerabilidad viene la pregunta: ¿Por qué el ser

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humano y social se siente vulnerable? La res- Buena parte del análisis acerca del con-
puesta a este interrogante tiene claras perspec- cepto de la marginalidad ausculta algunas ra-
tivas de orden psicológico o psicoanalítico, que zones del concepto de ciudadanía, no desde
prima facie no interesan por el momento en este la perspectiva tradicional occidental y jurídica
análisis, pues la respuesta que se quiere generar institucional, como algo bondadoso, sino más
es de orden socio-político. La hipótesis que se bien como un discurso carente de respeto a la
generará en el presente estudio parte del presu- alteridad, poco altruista y ególatra, que discurre
puesto que la mencionada vulnerabilidad –tanto en las tramoyas legislativas. La situación del
la natural como la artificial–, tienen su génesis marginal (el no ciudadano), independientemen-
en la marginalidad; entendiendo por esta, una te de su nacionalidad, su calidad de trashuman-
suerte de abandono u ostracismo voluntario de te allende a la comunidad de naciones en los
sujetos que se auto marginan, en un ejercicio tiempos del capitalismo y la globalización, es
bien de “humanofobia” –en los casos más ex- antagónica con el concepto de ciudadanía, que
tremos–, o simplemente no se sienten cómodos es claramente excluyente y humanamente dis-
en el mundo que habitan, se asimilan más libres criminatoria del humano no legalizado, como
en marginalidad. No obstante, la marginalidad si este, el pseudociudadano, fuera un enfermo
como un escenario de conflicto (armado, social, (positivismo biológico). Así las cosas, aquel
político, ambiental, etc.) plantea retos distintos, que aun teniendo cédula de ciudadanía al inte-
pues se constituye en un campo de violencia, rior del país, se entiende como un perseguido,
imposición y saqueo. Es pues allí donde apare- un marginal, un invisible, una suerte de extrate-
ce un problema, cuando se margina al pobre, al rrestre etiquetado previamente por un software
opositor, al otro. perverso llamado ley.

Respecto a la perspectiva social del con- En relación con la marginalidad, se puede


cepto de marginalidad, Campos (1971) estable- entender un fenómeno inmanente al sistema
ce que su origen tiene lugar en los “asentamien- capitalista y se engendra en el mismo, luego,
tos urbanos periféricos a las grandes ciudades la marginalidad es un proceso apenas natural
[…] y que carecían a simple vista de las más en este tipo de sociedades de consumo y de
mínimas condiciones de habitabilidad” (p. 75). intercambio de bienes y servicios. Al respecto
No obstante, como lo establece el mismo au- se dice que:
tor, condiciones similares se encontraban en los
centros de las ciudades, dando lugar al concepto Para la perspectiva crítica (asociada a la co-
de “poblaciones marginales, refiriéndose a to- rriente de pensamiento histórico-estructural),
dos aquellos agrupamientos humanos que esta- la “marginalidad” está inserta en la estructura
ban en una situación de privación, respecto de productiva de la sociedad; por lo tanto, esta
los sectores más acomodados de la sociedad” problemática debe ser entendida como un fe-
(p. 75). Sin embargo, dichas condiciones de pri- nómeno estructural y estable de la sociedad
vaciones, no resultaban exclusivas de los secto- capitalista, en virtud del cual un sector impor-
tante de la población está al ‘margen’ o en ‘el
res urbanos,
margen’ del sistema social ‘a causa del capi-
talismo’. […] Esta situación social no permite
[…] la población rural que presentaban caracte-
que dicha población pueda gozar plenamente
rísticas semejantes o peores a las que se podían
de los beneficios que genera la riqueza social:
encontrar en los asentamientos que rodeaban a
educación, vivienda, salud, etc. (Enríquez,
las ciudades. Fue así como se percibió que la
2007, p. 63).
marginalidad estaba íntimamente relacionada
con la falta de participación de los individuos,
tanto en lo que hacía a la toma de decisiones Entendiendo que existen escenarios de
como a la posesión de bienes (p. 75). marginalidad, también es cierto que dichos

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Territorios, margen y los mapas de la fragmentación. La creación de sujetos 101
de desarrollo y sujetos de marginalidad

lugares8 no serían posibles sin aquel sustrato Conclusiones


fundamental que los hace posibles, es decir, sin
los sujetos, pues son estos quienes visibilizan Así las cosas, podemos concluir que,
los escenarios de marginalidad desde el punto aunque la novedad del capitalismo en la
de vista de la existencia, de los sentidos, del geopolítica de la globalización radique en la
vivir. Sujeto entendido como aquel ser humano capacidad que tiene éste en la acumulación por
que se conoce a partir de sus relaciones sociales, desposesión, los territorios de la re-existencia
no simplemente quien se autoconstruye a partir plantean luchas urbanas y agrarias que trazan
de sus solipsismos y referentes de identidad. nuevas propuestas de ordenes territoriales,
confrontando la imposición de orden que
Un sujeto en contexto de pobreza, es instaura el Estado-nación y el poder del capital.
pues susceptible de constituirse en marginal; al La transformación del territorio no solo debe
respecto, Campos (1971) menciona lo siguiente: ser vista como la simple evolución de un
espacio físico, sino como la transformación del
Íntimamente asociada a este enfoque de la individuo a sujeto, donde este último impugna
marginalidad, está la noción de la pobre- los procesos de asimetría que tienden a
za. Más aún, para determinados autores es profundizarse con la arremetida usurpadora de
esta condición la que determina a distintas
las prácticas capitalistas y donde su identidad
condiciones como marginales. Para Welnes
como sujeto no son fijadas por los parámetros
Benjamin, por ejemplo, la pobreza, “… sigue
siendo el único criterio objetivo a que tiene de los modelos de desarrollo.
derecho la experiencia directa y que autoriza
tal vez todas las interpretaciones e inferencias Los territorios que emergen dentro del
que jalonan la literatura sociológica sobre el Estado colombiano, se enfrentan a resistencias
tema” (pp. 77-78). en donde los movimientos y las organizaciones
sociales sustentan sus luchas de sus territoriali-
Ahora bien, en tal sentido, un sujeto dades históricas, es decir, las construidas desde
marginal es aquel cuyos espacios son los que las genealogías territoriales, entendiendo que
ocupa en las periferias y las semiperiferias, es estas son la oposición a los proyectos de sabe-
decir, quien no posee los mínimos derechos res, del ser y del poder basados en la jerarquía
existenciales y humanos, que se desvirtúa de los poderes propios del capital. En palabras
superficialmente, por otros, siendo a su vez de Castro (2008): “una especie de tentativa de
etiquetado como un desarraigado, un marginal, liberar de la sujeción a los saberes históricos,
un invisible. Dicha deconstrucción no se da solo es decir, de hacerlos capaces de oposición y de
de sujeto a sujeto, sino que en esto juega un papel lucha contra la coerción de un discurso teórico,
preponderante adicional, el sistema económico unitario, formal y científico” (p. 37). Coerción
y político con todas sus cargas históricas e no solo amparada en la legalidad de las normas,
incidencias en sociedades contemporáneas sino en la fuerza vinculante en la identidad del
marcadas por el caos. Al respecto, Díaz (1997) individuo, al cual absorbe o marginaliza.
habla de una sinrazón histórica y reseña como
uno de los componentes intrínsecos de la Se puede concluir entonces que el concep-
perversión neoliberal de que “‘el derecho al to de marginalidad guarda una estrecha relación
desarrollo es una excrecencia de la mentalidad con lo sistémico, es decir, obedece más –por lo
tercermundista’ (Peter Berger). Sin embargo, menos inicialmente– a causas estructurales de
esta actitud despectiva y depredadora frente al orden macro que a aspectos relacionados con
Tercer Mundo, se contradice con el principio las interacciones sociales o el comportamiento
de cohesión económica y social dentro de los cotidiano de los individuos en contextos reales,
países desarrollados” (p. 540). por lo menos en el plano social. Sin embargo,

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se desprende de allí, de las neosociedades pos- “El espacio percibido debe entenderse
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industriales y capitalistas, pues son estas las como el espacio de la experiencia material, que
que llevan a explicaciones tanto de los sistemas vincula la realidad cotidiana (uso del tiempo) y
productivos como del habitar en el mundo. Ese la realidad urbana y agraria (redes y flujos de
universo conflictivo, donde desde lo cotidiano personas, mercancías o dinero que se asientan
se empieza a categorizar o etiquetar bajo “X” en y transitan el espacio), englobando tanto la
o “Y” conceptos. Al respecto, lo que hacen el producción como la reproducción social. El
cine, la televisión y en ocasiones la literatura, espacio concebido es el espacio de los expertos,
es llevar las relaciones del conflicto armado los científicos, los planificadores, el espacio
desde la quimera social del “sueño americano” de los signos, de los códigos de ordenación,
que esa sociedad posfordista ofrece, la misma fragmentación y restricción. El espacio vivido,
que lleva al sujeto marginal a una sin salida, al es el espacio de la imaginación y de lo simbólico
plano del amigo-enemigo, en un reduccionismo dentro de una existencia material, es el espacio
schmittiano que no atiende a causas de orden de usuarios y habitantes, donde se profundiza
estructural sino a simples emotivismos acendra- en la búsqueda de nuevas posibilidades de la
dos en la venganza. Esos escenarios del esno- realidad espacial” (Lefebvre, 2013, p. 16).
bismo y la egolatría, alimentan de forma fatal la
pobreza como el primer rasgo descriptivo, a su Como lo expresa Durán (1997): “No
4

vez que el más espeluznante de eso denomina- se puede omitir que el derecho no se agota en
do marginalidad. el derecho positivo […] sino también desde
la legitimidad del contenido de las normas
Notas jurídicas; y también desde la aceptación de
dichas normas por parte de los miembros del
Se debe entender por territorialidad
1 grupo” (p. 33).
como la dimensión espacial de los actores y
valores que estos atribuyen al espacio interve- Strange y Bayley (2012), definen por
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nido y la territorialización como al conjunto de desarrollo sostenible como aquel que “cubre las
acciones implementadas por estos actores en necesidades del presente sin poner en riesgo la
nombre de sus valores (Monnet, 2010, p. 27). capacidad de las futuras generaciones de cubrir
las propias. […] Un elemento central del desa-
2
Para Mançano (2011), “la indivisibilidad rrollo sostenible es la necesidad de considerar
es una palabra clave porque une los sistemas de ‘tres pilares’ en conjunto: la sociedad, la econo-
objetos con los sistemas de acciones de modo mía y el medio ambiente” (pp. 32-35).
contradictorio y solidario, lo que se expresa
en los conflictos generados por las diferentes La expresión “centro”, no solo hace
6

intencionalidades” (p. 25). En nuestro caso, referencia a la perspectiva humanista que “erige
la intencionalidad del capital y las de los al hombre como valor supremo al que habrán de
movimientos sociales en la creación de sus supeditarse todas las cosas” (Lezama, 2014, p.
espacios, no podemos separar los sistemas de 119), sino como un medio para alcanzar los fines
acciones y de objetos producidos por estos, pues de progreso que son fijados por los parámetros
es allí donde se marcan las tensiones producidas del mercado y la utilidad.
por los sujetos que entablan relaciones sociales,
es decir, el espacio se construye como campos Al respecto menciona Zaffaroni (2012)
7

que se mantienen en movimiento, construyendo que: “[…] Aunque el spencerianismo contem-


historia, produciendo no solo espacialidad, poráneo no lo diga expresamente y aunque
sino diferentes territorialidades y por ende oculte con sumo cuidado el nombre mismo de
territorios. Spencer –que en tiempos actuales sería polí-

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Territorios, margen y los mapas de la fragmentación. La creación de sujetos 103
de desarrollo y sujetos de marginalidad

ticamente incorrecto- no es posible negar que Campos, J. (1971). El concepto de marginali-


sus consecuencias últimas serían que los verda- dad social en América Latina. Revista
deros titulares plenos de derechos sólo pueden Integración, 8, 75-95. Recuperado de
ser los humanos superiores, aunque de esa con- http://www20.iadb.org/intal/catalogo/
dición se deriven obligaciones éticas de piedad Revista_Integracion/documentos/e_RE-
para los inferiores y los animales, pero sin exa- VINTEG_008_1971_Estudios_03.pdf
gerar, porque la filantropía exagerada puede lle-
var a privar los inferiores del derecho a hacerse Castro, S. (2008). Genealogías de la colombia-
fuertes en la lucha por la supervivencia” (p. 42). nidad. Colombia: Instituto Pensar; Ponti-
ficia Universidad Javeriana.
8
Acerca de los lugares, dice Marc Auge
(1992) lo siguiente: “El lugar y el no lugar son Castro, S. (2015). Historia de la gubernamen-
más bien polaridades falsas: el primero no queda talidad. Razón de Estado, liberalismo
nunca completamente borrado y el segundo no y neoliberalismo en Michel Foucault.
se cumple nunca totalmente: son palimpsestos Colombia: Siglo del Hombre Editores.
donde se reinscribe sin cesar el juego intrincado
de la identidad y de la relación. Pero los no Díaz, P. (1997). Estado y Tercer Mundo. El
lugares son la medida de la época, medida Constitucionalismo. Colombia: Temis.
cuantificable y que se podría tomar adicionando,
después de hacer algunas conversiones entre
Durán, P. (1997). Notas de Teoría del Derecho.
superficie, volumen y distancia, las vías aéreas,
España: Universidad Jume I Castello.
ferroviarias, las autopistas y los habitáculos
móviles llamados ‘medios de transporte’
Enríquez, P. (2007). De la marginalidad a la
(aviones, trenes, automóviles), los aeropuertos
exclusión social: un mapa para recorrer
y las estaciones ferroviarias, las estaciones
sus conceptos y núcleos problemáticos.
aeroespaciales, las grandes cadenas hoteleras,
Fundamentos en Humanidades, 8(15),
los parques de recreo, los supermercados, la
57-88.
madeja compleja, en fin, de las redes de cables o
sin hilos que movilizan el espacio extraterrestre
a los fines de una comunicación tan extraña que Escobar, A. (2007). La invención del tercer
a menudo no pone en contacto al individuo más mundo. Construcción y deconstrucción
que con otra imagen de sí mismo” (pp. 85-86). del desarrollo. Venezuela: Fundación
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