Misión Juvenil 2018 Carmelitas Misioneras
1. VEMOS NUESTRA REALIDAD
 ¿Cómo podemos describir a un joven de 18 años en la
realidad actual?
2. NOS ACERCAMOS A LA VIDA DEL JOVEN FRANCISCO PALAU
- A los 18 años él está en el seminario de Lérida, formándose como
futuro sacerdote, lleva una vida de “estudiante” responsable y
comprometido con su formación.
- Hacia 1832 Francisco Palau, va vislumbrando otras posibilidades, va
encontrando algo que para él sería su proyecto de vida: la vida
religiosa.
Fichas de preparación 3
Escuchemos a Francisco (CD pista n°2)
(En una hoja aparte escribí lo que más te ha llamado la
atención del audio)
DATOS
A los 21 años de edad Francisco Palau da un paso decisivo, opta por
la vida religiosa en la familia del Carmelo Teresiano.
El 15 de noviembre de 1833 hace su profesión en el Carmelo. Pese
al contexto dramático que se iba gestando en España a nivel
político y eclesial.
El 22 de febrero de 1834 recibe la ordenación diaconal en
Barcelona.
3. REFLEXIONAMOS
- ¿Cómo vive Francisco Palau su juventud?
- ¿Qué motivaciones y fuerzas tiene para tomar decisiones?
- ¿Por qué para los jóvenes en la actualidad es difícil tomar
decisiones que comprometan toda su vida?
- ¿Vos tenés un proyecto de vida definido? ¿Ya has encontrado tu
vocación?
- ¿Cómo afrontás las presiones de tus amigos y familiares en la
toma de tus decisiones?
Misión Juvenil 2018 Carmelitas Misioneras Fichas de preparación 3

4. CELEBRACIÓN Y COMPROMISO
- Cada joven elabora una línea del tiempo para ubicar su momento
personal y las alternativas que tiene como caminos a seguir.
- Mirar el horizonte: todos escriben y comparten respecto a cómo se
ven en 5 años a futuro.

Oración

Es el momento, Señor, de orientar mi vida; es la hora de

dar rumbo a mi existencia; estoy en busca de tus pasos, de
tus huellas; quiero dejar atrás mis caminos y entrar por
"tus caminos", quiero decir SÍ al plan de Dios para los
sueños de mi vida.

Aquí estoy, Señor, como Saulo en el camino de Damasco; y

te digo sin rodeos: Señor, ¿qué querés que haga?

Aquí estoy, Señor, con un corazón disponible como el tuyo

y te digo: "Quiero hacer tu voluntad". Señor, ¿qué querés
de mí?, ¿qué me pedís? Señor, ¿cuál es el plan del Padre
para mi vida? Señor ¿cuál es el proyecto que querés que
realice?

Quiero, Señor Jesús, escucharte y dar respuesta a tu

llamada.
Quiero, Señor Jesús, dar todo, quedarme libre para
seguirte.
Quiero, Señor Jesús, arriesgar mi camino con el tuyo.
Quiero, Señor Jesús, dejar mis miedos.
Quiero, señor Jesús, fiarme de tu plan porque me amas.
Aquí me tienes, Señor, para hacer tu voluntad.
“Cuando hice mi profesión religiosa la revolución tenía ya en su
mano la tea incendiaria para abrasar todos los establecimientos
religiosos…No ignoraba yo el peligro apremiante a que me exponía,
ni las reglas de previsión para sustraerme a él; me comprometí, sin
embargo, con votos solemnes a un estado, cuyas reglas creía poder
practicar hasta la muerte, independiente de todo humano
acontecimiento. (Francisco Palau, E.242,10)