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MINISTERIOS EN LA UNCIÓN Y LA LLENURA DEL ESPÍRITU

SANTO.
“Y acontecerá en aquel tiempo, que su carga será quitada de tu
hombro, y el Señor romperá el yugo de la esclavitud; y el yugo se
pudrirá delante de la unción”.
Isaías 10:17.

“El Espíritu del Señor está sobre mí,


Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos”.
Lucas 4:18.

Introducción.
El aceite para el motor de cualquier vehículo es fundamental, pues
éste cuando envejece pierde su viscosidad, y puede dañar,
disminuir el rendimiento o destruir el motor. Por eso debe ser
renovado periódicamente. Cuando hablamos del aceite (poder) del
Espíritu Santo, debemos también reconocer la importancia de la
renovación y saber más acerca del tema.

La unción es la habilidad, capacidad o poder dado por Dios al


creyente para la obra del ministerio.

Dios nos da la unción o poder para que sirvamos de manera


efectiva, pues nuestro Dios es sobrenatural y nuestro servicio
también debe serlo. La palabra ungir significa: untar, aplicar aceite.
Antes de Jesús comenzar su ministerio, fue ungido, Hechos
10:38, y se destacan varias cosas aquí:

“cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con


poder; el cual anduvo haciendo el bien, y sanando a todos los
oprimidos del diablo; porque Dios estaba con Él”

“Dios Padre lo ungió,


Fue ungido con el Espíritu Santo y con poder,
Jesús de Nazaret” destaca su humanidad,
Nos enseña un resultado sobrenatural”.
I. El ejercicio de la Unción.
La Unción del Espíritu Santo es la implementación de Dios a
sus siervos para desarrollar un ministerio en el ámbito
sobrenatural, es claro que no podemos encasillar a Dios en
las operaciones humanas o naturales, ya que Dios es espíritu
y opera de forma misteriosa por medio de la potencia del
Espíritu Santo.
También es claro que, para ministrar en el ámbito natural, no
necesitamos la implementación de los dones espirituales; si
Dios determinó repartir estos dones en medio de la iglesia, es
necesario reconocer que los necesitamos para influenciar en
un mundo espiritual y sobrenatural (2 Corintios 10:4).
La unción de Dios viene por medio del poder del Espíritu
Santo en forma sobrenatural y especifica.

 La unción es la implementación del Espíritu Santo al


ungido para obrar milagrosamente en el poder divino.
Jesús dijo claramente: “El Espíritu Santo me ungió”; “y me
envío a”.
La unción tenía una razón de ser y era operar en el poder
del Espíritu las operaciones sobrenaturales y misteriosas
de Dios.

Un ministerio que no se desarrolla en la plenitud de la


unción, es árido y estéril; no produce libertad sino
esclavitud y desgaste.

La unción nos impregna más de la santidad de Dios y de


su poder para ministrar a otros. En el ministerio de la
unción se debe entregar todo de Dios para la necesidad de
nuestro pueblo.

 Una unción que rebosa.


El ejercicio de la unción lo podemos describir
perfectamente a través del Salmo 23:5b “Unges mi cabeza
con aceite; mi copa está rebosando”.
El salmista nos muestra la vida del ungido como una copa
que rebosa; y aquí es donde gran parte de los siervos de
Dios han mal concebido el ejercicio de la unción;
pensamos que la llenura del Espíritu Santo se recibe una
vez y para siempre y perdemos de vista que es un ejercicio
continuo, siempre hemos de ser lleno del Espíritu Santo o
por decirlo de otra manera: debemos mantenernos con
nuestra copa rebosando.
El salmista aquí compara su vida como una copa, que será
llena de aceite hasta rebosar. Si somos comparados con
una copa, donde el aceite es El Espíritu Santo de Dios,
¿Quién no quisiera llenarse con una gran capacidad del
Espíritu Santo, en lugar de llenarse con muy poco?

Muchas personas en el pueblo del Señor, se hayan llenos,


espiritualmente hablando, de muchas cosas del alma, del
mundo y de la carne, por tal motivo, la llenura del Espíritu
de Dios en ellos no es mucha. Si entendemos que somos
llamados a ser una copa, que será llena de la unción de
Dios, debemos de vaciarnos de todo lo que no es de Dios,
para que nada ocupe el lugar en nuestras vidas que El
Espíritu Santo quiere llenar. Entre más anhelemos de Dios,
nuestras vidas como copas de Dios se ensancharán, para
poder recibir más de Él. Dios está dispuesto a darnos de su
Espíritu, hasta donde nosotros deseemos (Juan 3:34).

“…mi copa está rebosando.”


No dice mi copa rebosó, como si se hubiese detenido el
llenar la copa, sino que dice que la copa además de
estar llena, con todo y eso, se sigue rebosando, sin
detenerse.

Grandes hombres de Dios derramaban esa unción de la


cual estaban llenos en su diario vivir, miremos algunos
ejemplos:

 David con sólo tocar el arpa los demonios huían (1


Samuel 16:13 y 18-23).
 Pedro, con su sola sombra, desplegaba tal poder,
que los enfermos eran sanados al simple contacto
con ella (Hechos 5:15).
 Pablo sanaba a los enfermos y liberaba a los
poseídos con tan sólo enviar sus prendas de vestir
(Hechos 19:11-12).
 Jesús destilaba la potencia del Espíritu Santo aun
involuntariamente (Marcos 5:25-30).
 La unción y el Espíritu Santo (Juan 4).

 La mujer de Samaria se encontró con Jesús en el


pozo de Jacob en un día caluroso. Jesús no tenía
una cuerda y un balde para sacar el agua del pozo
por lo que pidió a la mujer tomar una copa de agua
para saciar su sed. En el curso de la conversación de
Jesús con la mujer dijo: "Si conocieras el don de
Dios, y quién es el que te dice:" Dame de beber, tú le
habrías pedido a Él, y Él te habría dado agua viva '
"(Juan 4:10).
 Jesús estaba dispuesto a dar a esta mujer, quien era
una esclava del pecado, corriente de agua. "El que
beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás,
pero el agua que yo le daré será en él una fuente de
agua que salte para vida eterna" (v. 14).
 La fuente es un manantial de agua viva que siempre
está burbujeando, fuente inagotable, siempre fresca.
La idea es que el agua salte y brote. Llena de acción,
no una piscina de agua estancada, sino agua que
brota con energía.
 Jesús pone el manantial en nosotros. El manantial
surge, y va a brotar desde el interior a la vida eterna.

 Jesús en unos cuantos capítulos más adelante nos


dice: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que
cree en mí, como dice la Escritura, de su interior
correrán ríos de agua viva "(Juan 7:37-38). Estos son
los ríos de las profundidades internas de nuestro ser.
Jesús no dijo que sólo un goteo de vez en cuando,
sino los ríos que brotan dentro de ti. En el versículo
siguiente, Jesús nos dice que es la obra del Espíritu
Santo.
 Dios ha hecho todas las provisiones para el creyente
para vivir una vida que se desborda con la gracia de
Dios. El Espíritu Santo bautiza cada verdadero
creyente en el cuerpo de Cristo en el momento que él
o ella creyó en Cristo como su Salvador. Nosotros
recibimos un solo bautismo, pero muchos de los
rellenos del Espíritu Santo. El deseo de Dios es que
nosotros estemos continuamente bajo el control de
su Espíritu.
II. La unción y las sanidades físicas (Hechos 10:38).

Los discípulos del Señor Jesús tenían muy claro de dónde


venía el poder desplegado por su maestro durante su
ministerio terrenal; era la unción del Espíritu Santo de Dios
obrando en su vida y a través de Él. Para la vista humana de
los discípulos, ese poder quedaba evidenciado en las
sanidades que hacía Jesús.
Dentro de las tradiciones de los judíos en la época del Señor
Jesús, el Mesías que estaban esperando, debía ser capaz de:
sanar a los ciegos de nacimiento, limpiar a los leprosos y
resucitar a los muertos; Jesús así lo hizo.
La enfermedad vino como consecuencia del pecado, nuestro
cuerpo fue sujeto a corrupción y muerte; es una herencia que
recibimos en Adán. Debemos considerar la enfermedad como
una maldición, aunque en muchas oportunidades en la
soberanía de Dios sea usada con diferentes propósitos.

Miremos algunas consideraciones sobre la enfermedad.

 Debemos considerar a Dios como una de las fuentes de


enfermedad (Éxodo 25:16), (Job 5:18).
 La enfermedad también puede provenir de Satanás (Job
2:7).
 Muchas enfermedades son fruto del descuido de la
salud o simplemente deterioro de los diferentes órganos
y sistemas del cuerpo.
 Hay enfermedades causadas por factores externos al
cuerpo y del ambiente o por accidentes.
 Hay enfermedades con sintomatología en el cuerpo,
pero su verdadero origen es emocional, también hay
enfermedades producidas por espíritus.

Consideraciones sobre la sanidad.

 Dios es nuestro sanador (Éxodo 25:16), (Salmos 103:3).


 Dios es fuente de sanidad, medicina y curación
(Jeremías 33:6).
 En el sacrificio vicario de Jesús en la cruz, el Señor nos
otorga sanidad (Isaías 53:5), (1 Pedro 2:24).
 Dios siempre ha manifestado interés en sanarnos
(Mateo 8:2-3).
 Ser sano implica un acto de la voluntad de la persona
(Juan 5:6), (Mateo 13:58).
 La fe es factor clave en las sanidades (Mateo 9:28).
 Debemos aprender a confiar y descansar en Dios (2
Crónicas 16:12).
 Dios puede valerse de otros medios para sanar
(Números 21:8-9).
 Los siervos de Dios en la unción del Espíritu Santo son
usados para sanar (Marcos 16:18), (Santiago 5:14-15).
 El Espíritu Santo ha implementado a la iglesia con
dones de sanidades (1 Corintios 12:9).

III. Sanidad divina.

El Espíritu Santo es soberano en actuar poderosamente en


cada caso de enfermedad a la que nos enfrentemos; lo más
importante como ya lo hemos dicho, es dejar que nuestra
copa este rebosando la unción del Espíritu de Dios.
Jesús fue muy claro al decir que Él echaba fuera los demonios
por el dedo de Dios. Es curioso que la palabra de Dios no nos
presenta oraciones de Jesús por los enfermos, por lo general
solo daba la orden de sanidad; La respuesta es que el
maestro vivía con su copa a rebosar.
Si bien es cierto no hay una oración guía a seguir en el
momento de orar por los enfermos, daremos algunas pautas
basados en los ejemplos bíblicos.

 El contacto físico (Mateo 8:3).


Dentro de lo posible poner la mano en el lugar afectado,
sea sensible a la necesidad y el dolor de la persona
enferma.

 Mantenga una buena actitud para orar por los enfermos


(Mateo 8:7).
En muchas ocasiones los milagros no se dan por la
mala actitud y la incredulidad de la persona que ora.

 Reprenda la enfermedad (Mateo 8:15), (Lucas 4:39).


Pida a Dios poder experimentar amor y misericordia por
los enfermos.
Es necesario ser especifico en el caso de que se
conozca la enfermedad.
 Lleve a los enfermos a la acción (Mateo 12:13), (Marcos
2:11).
Ordenes como: extiende tu mano, levántate y toma tu
lecho, ponte en pie y camina.
También se le puede dar órdenes a los órganos
afectados (Marcos 7:34).
 Confronte al enfermo con el gran amor de Dios (Marcos
2:5).
No hay nada más sanador que cuando una persona
experimenta el gran amor e interés de Dios por su vida;
muchas veces cuando la persona es impactada por la
gracia de Jesús, queda sana sin ninguna intervención
humana (Lucas 14:1-6).
 Declare sanidad de Dios sobre la vida de la persona
(Marcos 5:34).
Expresiones como: “Queda sana”, “eres sana”, “Dios te
ha sanado”, “Él se llevó tu enfermedad”; son frases
vitales que alimentan la fe del enfermo.
Lleve también a la persona a confesar con sus labios
que está sana (Romanos 10:11-12).
 Gima en misericordia por los enfermos (Marcos 7:34).
Dios va a usar en sanidades y milagros a personas
consagradas que se consuman en amor por las almas.
 Despierte la curiosidad del enfermo acerca de lo que
Dios puede hacer por él (Marcos 10:51).
 Discierna por el Espíritu Santo el origen de la
enfermedad y de ser el caso expulse todo espíritu de
enfermedad en el nombre del Señor Jesús del cuerpo
de la persona (Lucas 13:10-13).
 Desafíe la fe de las personas (Lucas 17:13-14).
 Sea sensible a los impulsos del Espíritu Santo (Juan
9:7).
Puede suceder que el Espíritu Santo le lleve a orar por
situaciones específicas, situaciones traumáticas del
pasado, pecados inconfesos, ataduras o herencias de
maldición.
 Aprópiese de la autoridad del nombre de Jesús y ayude
a las personas a dar los pasos de fe (Hechos 6:6-8).
 Hable con certeza de lo que Dios quiere hacer en la vida
de las personas, déjele claro que Jesús está interesado
en sanarle; ordene a la persona levantarse de la cama
como un acto de convicción y fe (Hechos 9:32-35).
 Mire a las personas a los ojos y discierna por el Espíritu
los tiempos y las ocasiones de Dios (Hechos 14:8-10).
 Oración de fe e imposición de manos (Hechos 28:7-9).
 Ungir con aceite en el nombre de Jesús (Santiago 5:14-
15)
Claramente, Dios tiene el poder para sanar milagrosamente y
a veces sana aun las enfermedades más graves y mortales.
La sanidad divina es una prueba maravillosa de su gran poder
y amor por los seres humanos y nos demuestra cuán
involucrado está en nuestra vida, nos demuestra que el
Creador no es una Deidad distante e indiferente como algunos
piensan.

IV.Rompiendo las herencias generacionales por medio de la


unción del Espíritu Santo.

Podría definir una herencia generacional como un patrón de


comportamiento que viaja de generación en generación, una
línea generacional de maldición que nos “condiciona o nos
predispone” a repetir conductas “heredadas o aprendidas”.

La palabra de Dios es clara cuando dice que hemos recibido


herencia de pecado en Adán (Romanos 5:12).
Adán después de su caída en pecado comenzó a engredar hijos
a su semejanza, conforme a su propia imagen (Génesis 5:3).
Debemos considerar también que cada uno somos fruto de dos
personas pecaminosas, herederos de una vida física sujeta a
corrupción y muerte; desde el mismo comento de la concepción
tenemos un corazón que tiende a la maldad (Salmos 51:5).
Los discípulos del Señor Jesús tenían dentro de sus
concepciones doctrinales que era posible una herencia de
maldición de viniera de un padre sobre un hijo (Juan 9:2); es
correcto aclarar que si fuera un error doctrinal de seguro Jesús lo
hubiera corregido en el momento.

Es bueno hacer dos aclaraciones:


La herencia generacional “es una tendencia no un determinante”.
Jesús rompe todas estas herencias y las anula por medio de su
obra en la cruz del calvario; pero se hace necesario aceptar el
ofrecimiento de libertad.

 Lleve a la persona a que identifique la herencia de


maldición y que renuncie a ella (Salmo 51:5).
 Concientice a la persona de la esclavitud en la que se
encuentra su voluntad y guíela en una oración de
arrepentimiento y renuncia.
 Que la persona pida perdón por los pecados de sus
antepasados que crea están afectando su vida (Nehemías
1:4-7), (Daniel 9:16).
 Insistir en la oración hasta que nuestro ser se acostumbre a
desechar el pasado.
 Anule en el poder del Espíritu Santo toda tendencia
pecaminosa heredada, toda enfermedad antropológica,
enfermedad genética; anule todo patrón de
comportamiento recibido de generaciones activamente
influyentes sobre la vida de la persona.
 Ordene en el nombre de Jesús que toda cadena
generacional de maldición sea rota por la unción del
Espíritu Santo.
 Declare libertad de toda herencia generacional y lleve a la
persona a apropiarse de ella por medio de la fe (Juan 8:34-
36).
 Se debe hacer un seguimiento pastoral a la persona y
llevarle a involucrarse en los cursos de formación
(TEO101) (Juan 8:31-32).

V. La unción y la destrucción de ataduras.

La atadura se define como esclavitud del pecado en


determinada área del cristiano. La atadura se inicia cuando la
persona se somete al pecado y se esclaviza en ciertas áreas
de su vida (Juan 8:34), (Romanos 6:16).
La cadena de esclavitud comienza a materializarse a partir de
los primeros sometimientos a una conducta pecaminosa, cada
nuevo sometimiento se convierte en un eslabón para formar
una atadura (Romanos 6:12-13).
Una atadura es devastadora espiritualmente, debilita la fe y
mata el deseo de buscar y servir a Dios; introduce a la
persona en un estado de incredulidad y frialdad espiritual.
Además, causa ansiedad, desasosiego y pensamientos
obscenos.
La atadura inclina la voluntad de la persona llevándole a vivir
una vida de esclavitud espiritual.

Niveles de opresión.
 La tentación: Es la instigation que induce el deseo de
algo. Puede tratarse de una persona, una cosa, una
circunstancia u otro tipo de estímulo. La tentación está
asociada a la seducción y la provocación.
La tentación es la incitation a pecar por parte del Diablo
que puede provocar al ser humano para que haga o deje
de hacer algo, aprovechando la debilidad intrínseca del
hombre para alejarlo de Dios (Genesis 3:1-6; Mateo 4:1-
11).
o Hay que resistir al Diablo (Santiago 4:7-8).
o No podemos darle lugar al Diablo (Efesios 4:27).
o Debemos resistir la tentación (Santiago 1:12).
o Hacer oraciones preventivas y evitar la tentación
(Mateo 6:13; Proverbios 6:28).
o Orar y ayunar para no caer en tentación (Mateo
26:41).
o Huya y escápese de la tentación (2 Timoteo 2:22).

 La opresión: La opresión demoníaca puede


manifestarse por medio de enfermedades físicas,
Insomnio, pesadillas constantes, auto-mutilación,
adicciones, apatía e ira hacia Dios, apatía a la oración, a
la lectura Bíblica, interés en sistemas religiosos falsos,
constantes explosiones de ira, altibajos en niveles
emocionales, constante auto justificación, temor,
desesperanza, fijaciones anormales, ansiedad,
depresión, presiones financieras constantes e inusuales
etc.

 Ataduras: son cadenas que atan a una persona y de la


cual no se puede liberar por sí mismo
¿Cómo se forma una atadura?
La atadura se inicia cuando la persona se somete a los
deseos de la carne, y se esclaviza en ciertas áreas.
Las cadenas de la esclavitud comienzan a
materializarse a partir de los primeros e imperceptibles
sometimientos. Cada nuevo sometimiento se convierte
en otro eslabón para formar una atadura. Ejemplo:
Comienza con un “traguito” mensual, luego una botella
semanal, luego cada tercer día, hasta que finalmente se
esclaviza al alcohol día tras día.

Como derribar una atadura:


 Lleve a la persona a que someta cada área de su vida a
Dios.
 Reconocer los pecados ocultos, arrepentirse y confesarlos
al Señor pidiendo perdón (Proverbios 28:13).
 Conducir a la persona en una oración de perdón:
o Pedir perdón a Dios por haberle ofendido (Slm 51:4).
o Que la persona se perdone a sí mismo y deseche
todo sentimiento de inmundicia.
o Que la persona pida perdón a quienes haya podido
herir con su conducta.
o Que la persona se arrope en el perdón de Dios y se
apropie de él (1 Juan 1:7-9).
 Visualizar en la mente la destrucción de la atadura y
declararse libre en el nombre de Jesús de Nazaret.
 Reprender, Atar y Expulsar todo espíritu inmundo asociado
con la atadura y que este causando opresión en la vida de
la persona (1 Juan 4:4).
 Enseñar a la persona a vestirse cada día con la armadura
de Dios y obtener victoria diaria (Efesios 6:10-18).
 Entrega completa del cuerpo a Dios como un sacrificio vivo
y santo a Dios (Romanos 12:1).

VI.La unción y la expulsión de espíritus (Marcos 16:17),


(Lucas 10:19-20).

La liberación es la acción instantánea de desatar y emancipar


una vida del poder del enemigo, quien por medio de espíritus
inmundos ha tenido cautiva a la persona sometiéndola y
reduciéndola a un mundo de oscuridad y pecado. La
liberación se realiza en el nombre de Jesucristo y en el poder
del Espíritu Santo (Lucas 8:18).
No sólo Jesús libero a personas que estaban bajo el poder del
Diablo, también la iglesia apostólica en la autoridad que
habían recibido expulsaban los demonios del cuerpo de las
personas (Hechos 8:7 y 16:16).
A muchos cristianos y al mundo en general no les gusta ni oír,
ni hablar, ni saber sobre este tema; bien sea por miedo,
prejuicio, incredulidad o ignorancia, eso es lógico y normal.
Pero lo que no podemos negar, es que es un hecho y es una
realidad indiscutible.
Debemos recordar, primero que nada, que la Palabra de Dios
es nuestra única fuente confiable de verdad acerca de la
liberación espiritual.

La Biblia nos habla de que alrededor de nosotros existe una


realidad que no percibimos, y que es sobrenatural.

“Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos


para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y
miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo,
y de carros de fuego alrededor de Eliseo.”
(2 Reyes 6:17).

El 20% los milagros en los evangelios, es de Jesús liberando


a varias personas de espíritus malignos. El evangelio de
Marcos está lleno de referencias. Los relatos sobre liberación
de personas endemoniadas son los siguientes: (Mateo 8:16;
Marcos 1:23-27; Marcos 5:1-20; Marcos 7:24-30; Lucas 11:20;
Marcos 9:14-27).
 ¿Quiénes son los demonios?
o Los demonios son ángeles caídos, como indica
Apocalipsis 12:9
o La caída de Satanás del cielo es descrita
simbólicamente en Isaías 14:12-14 y Ezequiel
28:12–15.
o Cuando él cayó, Satanás tomó algunos de los
ángeles con él — un tercio de ellos, según
Apocalipsis 12:4.
o Judas 6 menciona también a los ángeles que
pecaron.
o Entonces, bíblicamente, los demonios son ángeles
caídos que, junto con Satanás, escogieron
rebelarse contra Dios.
o Se denominan "los gobernadores de las tinieblas
de este siglo…huestes espirituales de maldad en
las regiones celestes" en Efesios 6:12
o Y Colosenses 2:15 “y despojando a los
principados y a las potestades, los exhibió
públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”.

 El obrar de los demonios.


o Satanás y sus demonios ahora intentan destruir la
obra de Dios y engañar a todos los que puedan (2ª
Corintios 11:14-15).
o Los demonios son descritos como espíritus
inmundos (Mateo 10:1; Marcos 1:27).
o Espíritus de mentira (1º Reyes 22:23).
o Engañan al mundo (2ª Corintios 4:4).
o Promulgan la doctrina falsa (1ª Timoteo 4:1).
o Atacan a los cristianos (1 Pedro 5:8).

Satanás (adversario) o Diablo (calumniador) como le dice la


Biblia es conocido con otros nombres. El Macho cabrío,
Beelzebú (significaría príncipe del estiércol, o príncipe de las
moscas), El Diablo aparece en la Sagrada Escritura con las
siguientes denominaciones además de las ya dichas antes:
El acusador, Luz Bell, el maligno, Abadón (ángel de la
destrucción), Apolión (destructor), el enemigo, el ladrón, el
hombre fuerte, el tentador, el padre de la mentira, el asesino
desde el principio, el príncipe de este mundo, príncipe de las
tinieblas, príncipe de la potestad del aire, príncipe de los
demonios, la serpiente antigua, el gran dragón, el dios de este
siglo, Belial, el león rugiente, el innombrable.
El gran éxito de satanás es hacer creerle al mundo de que no
existe.

 Causas de posesiones demoniacas.


Estos casos de posesión demoniaca se presentan en
personas no cristianas, que han dado lugar a que
algunos demonios controlen su vida. Miremos algunas
causas:

o Por prácticas de ocultismo (Hechos 16:16).


o Brujería, hechicería, adivinación, agoreros,
sortilegios (Deuteronomio 18:9-14).
o Invocación de espíritu y consulta a los muertos.
o Pactos satánicos
o Música en honor a Satanás
o Adulterio, fornicación, homosexualismo,
lesbianismo, bestialismo, necromancia.
o Idolatría (1 Corintios 10:19-20).
o Falsas creencias y prácticas (budismo, nueva era)
o Almas cazadas (Ezequiel 13:20-21).
o Alcoholismo y drogadicción.

 Pasos para la liberación.


 Que NO hacer.
o No permita que los espíritus hablen.
o No grite, no golpee, nunca vaya solo.
o No empiece a reprender y a echar fuera demonios
cada vez que hay una manifestación física;
simplemente átalos para que no se manifiesten
o La Biblia no nos dice que los incitemos.
o Si es posible, no ministres liberación en público ya
que avergüenza a la persona
o Los demonios quieren atención y están más
propensos a manifestarse en público.

 Que debemos hacer.


o Si la persona está inconsciente, haga que vuelva a
estar consciente.
o Preguntar a la persona si desea ser libre.
o Compartirle de Cristo.
o Descubre las áreas donde al enemigo se le han
dado derechos legales como consecuencia del
pecado.
o Haga que se arrepienta, que perdone y renuncie
con aquello que causó la opresión.
o En el nombre de Jesús, rompa los yugos.
o En el nombre de Jesús, eche fuera a los espíritus
malignos.
o Haga que la persona de gracias a Dios, luego
confirme la liberación.

 ¿Cómo mantener la liberación? (Mateo 12:43-45).


o Use diariamente la armadura de Dios (Efesios
6:13-18).
o Cultive una vida de disciplinas espirituales (oración
y lectura de la biblia).
o Cultive una vida de alabanza.
o Asista regularmente a la iglesia donde le enseñen
a conocer a Dios.
o Testifique acerca de la obra de Cristo en su vida
(Mateo 5:19).
o Rompa todo vínculo con Satanás y sus obras
(Hechos 19:19).

VII. Los dones espirituales y la Unción del Espíritu Santo


(1 Corintios 12:1).
Pablo inspirado por el Espíritu Santo nos dice que NO quiere
que ignoremos acerca de los dones espirituales. Esta
declaración del apóstol va dirigida a cada uno de nosotros y
debemos prestar mucha atención a lo que nos está diciendo.
La ignorancia acerca de los dones es debido al
desconocimiento de las escrituras y el poder de Dios.
Debemos orar para que Dios nos abra los ojos espirituales y
nos muestre todo lo concerniente a los dones del Espíritu
(Mateo 22:29).
Los atributos de Dios son eternos, sus facultades son
constantes y sus habilidades inmutables. Dios siempre es el
mismo. Su poder y sabiduría no han cambiado; más en cada
dispensación ha variado la forma de comunicarlo y su
incidencia.
Los dones son algo nuevo en “la Gracia”, pero el Espíritu que
los genera es el mismo desde la Eternidad; y él está detrás de
todos estos dones, los cuales son ejercitados por aquellos que
les es dada la gracia de administrarlos según los guía el
Espíritu, dador y poseedor absoluto. Ellos son la evidencia
externa de la morada interna del Espíritu, en aquellos que son
llenos del Espíritu Santo. Dados para la edificación de la
Iglesia.
Dios capacita a la iglesia para vivir una vida sobrenatural en
un mundo natural, una persona que no tiene comunión con el
Espíritu Santo nunca podrá trascender en lo sobrenatural. Sin
el Espíritu Santo es imposible cumplir la gran comisión.
El Espíritu Santo es el don de Dios, el regalo del Padre para
sus hijos que se lo piden (Lucas 11:13).
Los dones divinos son repartimientos del Espíritu Santo con el
propósito de perfeccionar la iglesia e implementarnos para
cumplir la gran comisión (Hebreos 2:4).
 El propósito de los dones
El Espíritu Santo reparte los dones espirituales para:
o Adorar a Dios (Romanos 8:26-27).
o Cohesión, unidad e interdependencia el Cuerpo de
Cristo (1 Corintios 12:12-13).
o Como respaldo a nuestro testimonio acerca de
Cristo (Hebreos 2:3-4).
o Aprovechamiento y crecimiento espiritual del
cristiana (1 Corintios 12:7).
o Perfeccionamiento de la Iglesia. Para que sea más
sana, atractiva y muestre el amor de Dios (Efesios
4:11-13).
o Ayudar en la Evangelización del mundo (Marcos
16:15-18).
o Dar visiones y sueños y poder para realizarlos
(Joel 2:28-29).

 El uso de los Dones


o Debemos ser agradecidos por lo que Dios nos da;
un don es una dádiva, un regalo (1 Corintios 12:1).
o Cada cristiano es responsable de su uso, de su
abuso y de su supresión (1 Pedro 4:10).
o No deben descuidarse sino anhelarse y abundar
en ellos (1 Timoteo 4:14, 1 Corintios 12:31 y
14:12).
o Deben usarse bajo la guía y el liderazgo del
Espíritu (Hechos 2: 4).
o Usarse bajo la sujeción a autoridad espiritual y en
orden (1 Corintios 14:40, 1 Corintios 14:32-33).
o Los dones sin el amor no son nada, pero el amor
necesita los dones para manifestarse (1 Corintios
13:1-3).
o Se debe evitar su abuso (1 Corintios 14:27-30).
o Todos los cristianos pueden ser usados por Dios a
través de los Dones que Él les ha dado (1
Corintios 12: 7, 11).
o Mientras más renovemos nuestra mente por la
Palabra de Dios, con mayor libertad fluirán los
dones y menos peligro tendremos de caer en el
error (Romanos 12:2).
o La ignorancia no es espiritual. Ore, estudie,
converse con otros cristianos, lea libros sobre el
tema de los dones espirituales.

 Dones del Espíritu Santo.


Pablo enumera nueve de esos dones los cuales pueden
clasificarse de la siguiente manera:
o Aquellos que imparten poder para saber en
forma sobrenatural: Palabra de sabiduría,
palabra de ciencia, discernimiento de espíritu
(Discreción)
o Aquellos que imparten poder para actuar en
forma sobrenatural: Fe, -operaciones de
Milagros y dones de sanidades.
o Aquellos que imparten poder para hablar en
forma sobrenatural: Profecía, géneros de
lenguas e interpretación de lenguas.

 Dones de Revelación (saber).


o Palaba de Sabiduría: (1 Corintios 12:8).
Es la revelación sobrenatural, por el Espíritu
Santo del propósito divino con el hombre, o con
la Iglesia, usted, etc. Es un don principal, es una
declaración sobrenatural de la mente y voluntad
de Dios, mostrando planes y propósitos futuros
para lugares, cosas e individuos. No es
sabiduría humana. Es cuando Dios muestra al
hombre un vislumbre de algún evento que aún
no ha acontecido, y las razones para y porque
ocurrió.
Al expresarnos ese propósito, se nos muestra
las posiciones que se ocuparan por los hombres
en el futuro, y se nos darán las ordenes e
instrucciones para que esto se lleve a efecto.
Se relaciona mucho con la Palabra de Ciencia.
Puede manifestarse: mediante voz divina
audible, visitación angelical, sueño o, visión o
dones vocales y señalar cosas del futuro.
Ejemplos:
o Para guiar o advertir al pueblo de un juicio (Jonás).
o Revelar a los que va Dios a usar (Hechos 9:13-19)
o Asegurar bendiciones futuras (Génesis 28:10-15 y
12:1-7)
o Para mostrar acontecimientos futuros (1 Tes 4:13-18)
o Para mostrar la Voluntad de Dios en la prueba
(Hechos 27:21-25).
o Para revelar modo y orden aceptables de adoración
divinos (Éxodo 25:40)

 Palabra de Ciencia (conocimiento): “Revelación


sobrenatural del Espíritu Santo de ciertos hechos
pasados o presentes que están siempre desnudos
ante y en la mente de Dios. Es un fragmento del
conocimiento de Dios que por el Espíritu se lo entrega
a un individuo”. No es “conocimiento humano
ampliado”. Es un don de Dios. Es el Señor mostrando
lo que es delante de Él. Los Evangelistas deben orar
mucho por este don, para que les sea revelado lo que
Dios va hacer al predicar, desata los otros dones de
poder. Este don y su manifestación (así como loa
otros) dependen de nuestra relación con Dios y
vienen si esfuerzo natural para recibir. NO es un
conocimiento profundo de la Biblia o la Teología, la
facultad está en Dios.
o Mediante ella Juan estando preso en Patmos,
supo la condición de las Iglesias de Asia.
(Apocalipsis 1, 2 y 3)
o Para delatar a un hipócrita o mentiroso (2 Reyes
5:202-21)
o Para revelar corrupción en la Iglesia (Hechos 5:3).
o Para animar a un desalentado siervo de Dios (1
Reyes 19;14-16)
o Para conocer los pensamientos de los hombres
(Juan 2:24, I Samuel 9:19)
o Para convencer al pecador y llevarlo al camino
(Juan 4:18-20)
o Para advertir a Gobernantes planes contra su
nación. (2 Reyes 6:9-12)
o Para hallar a un hombre o algo oculto (I Samuel
10:22, Hechos 9:11).

 Discernimiento de Espíritu: Es la visión o


percepción sobrenatural en el mundo de los espíritus.
Es confundido el don con “intuición”. Restringido este
don a la revelación solo en el mundo de los espíritus.
Concede una penetración profunda sobrenatural para
obtener información del área de los espíritus que no
se logra con la mente natural. Es un don. Sirve para
manifestar la clase de espíritu que actúa o actuó en
un milagro o en una persona que manifiesta
conocimiento o poder sobrenatural.
Ejemplos Bíblicos:
o Para descubrir a un siervo de Satanás (Hechos
13:9-10)
o Para probar la fuente espiritual de una revelación
extra-bíblica. (1 de Juan 4:1-3)
o Para obrar liberación a los atormentados. (Marcos
5:5, Lucas 13:11-16, Hechos 16).
o Para exponer un error que parece creíble y es
falso. 1 Timoteo 4:1, 2 Pedro 2:1).

 Don de Fe: Es la confianza sobrenatural (pasiva, que


espera) en Dios para lo milagroso. Es una dotación
del Espíritu, por lo cual aquello que es preferido o
deseado eventualmente ocurrirá. Esta seguridad
cubre lo que es bendición, maldición, creación o
destrucción. Los milagros resultantes por este don no
son observables de inmediato. Najo el don de la Fe
se recibe y se disfruta antes las cosas por el Espíritu.
Hay Fe par salvación, Fe como fruto del Espíritu y el
don (diferente de ellos).
Ejemplos Bíblicos:
o Para recibir sustento (1 Reyes 17:3-4 y 19: 4-8)
o Para recibir promesas (Génesis 21:40, Romanos
4:20).
o Para lograr victorias sobrenaturales (Éxodo 17:11).
o Para echar fuera demonios y sanar con la Palabra
(Hechos 19 y Marcos 9).
o Para resucitar muertos (Juan 11).

 Operación de Milagros: Es aquel en el que ocurre


un acto o intervención sobrenatural en el curso de la
naturaleza, dando una suspensión del orden
acostumbrado de las cosas o una interrupción del
sistema de la naturaleza conocido, por un verdadero
acto de poder (que esta fuera de la posibilidad de las
creaturas) Puede ir acompañado por la operación de
otros dones (ciencia, sanidad) Es un don activo.
Ejemplos Bíblicos:
o Para confirmar su palabra (Hechos 13:11-12).
o Librarnos de peligros inevitables. (Marcos 4:35-41)
o Para cumplir sus propósitos (1Reyes 17).
o Para liberar a su pueblo del enemigo (Éx 14:1-16).
o Para proveer para los suyos (Éxodo 17:1-7; 1
Reyes 17:8-16).
o Para resucitar a los muertos (1 Reyes 17:17-24).
o Para demostrar el poder de Dios (1 Reyes 18).
o Enviar juicios y disciplinas divinos (Éxodo 7 al 11).

 Dones de sanidades: Es el poder sobrenatural para


sanar enfermedades en el nombre de Jesús (poder
obtenido totalmente para la Iglesia en la cruz).
Ejemplos Bíblicos: (Marcos 1:40-42, 6:15, 2:1-4,
Juan 5, Mateo 8:14, Marcos 10:46, Hechos 3:1-10,
9:35-39, 5:12-16, 28:8-9, Marcos 3:1-6).

 Diversos géneros de lenguas: Es la exclamación


sobrenatural por el Espíritu Santo en un idioma
desconocido por la persona. Hay diversos géneros:
o Hay lenguas para orar: enriquecen nuestro tiempo de
oración devocional, son lenguas para hablar en el
tiempo de comunión con Dios (1 Corintios 14:2-4).
o Lenguas para el ministerio público: se constituyen en
una señal para los incrédulos; deben usarse en orden
y decencia; no es un show, es una manifestación
sobrenatural del Espíritu Santo. Lo adecuado cuando
se usen las lenguas en público es tener interprete del
mensaje (1 Corintios 14:22 y 27-29).
o Hay lenguas angélicas (lenguaje de ángeles) (1
Corintios 4:1).
o Hay gemir del Espíritu Santo para interceder
(Romanos 8:26-27).
o Hay cantico en lenguas por el Espíritu (1 Corintios
14:15).
o Además, existen lenguas como evidencia inicial
escritural de la llenura del Espíritu Santo (Hechos 1:4-
5, Hechos 8:14-25, Hechos 10:44-46, Hechos 19;1-6).

 Interpretación de lenguas: Es la habilidad dada


sobrenaturalmente por el Espíritu Santo, para decir
una oración o mensaje en el idioma de la audiencia
que ha sido dado antes en lenguas desconocidas
(aun por el mismo). Es la esencia del mensaje y no
traducción literal. No es habilidad natural. Es la
declaración sobrenatural del significado de otras
lenguas. El género de lenguas (proféticas). No
comprensibles a la audiencia más la interpretación de
lenguas hacen el mismo papel que la profecía.

 El don de Profecía: Es una exclamación


sobrenatural por el Espíritu Santo en una lengua
conocida, Es diferente al ministerio profético. El
ámbito de la profecía se circunscribe a 1 Corintios
14:3. Es para edificar, consolar y exhortar (levantar el
ánimo). Todo mensaje debe ser juzgado (1 Corintios
14:29).

Puntos para juzgar el mensaje:


o Su propósito es edificar, consolar y animar.
o Su espíritu o centro es Cristo.
o Produce libertad y no esclavitud.
o Concuerda con la letra y el Espíritu de las Sagradas
Escrituras.
o Si predice algo debe cumplirse.
o Produce vida y no muerte.
o Debe ser confirmada por el Espíritu en nuestro interior y
por medio de la palabra (1 de Juan 2:27).
o Produce en pensamiento y conducta el fruto del Espíritu
Santo.

VIII. Ejercicio Pastoral en la


unción del Espíritu (Salmo 23).

El ejercicio pastoral en la unción del Espíritu Santo es de


mucha importancia para el fortalecimiento, crecimiento y
expansión de la iglesia de Cristo en la tierra. Dios mismo
prometió dar a su pueblo “pastores” conforme a su corazón
que los apacentaran con ciencia y con inteligencia.
El rey David escribe el salmo 23 hablando de Dios como el
pastor por excelencia y allí se nos da las pautas para
desarrollar dentro de nuestros ministerios pastorales en la
unción del Espíritu Santo.
La labor pastoral en muchas ocasiones se torna tediosa por
los pocos resultados que podemos notar en las personas a
quienes atendemos; pero esto también es debido a que
hemos desarrollado este hermoso ministerio en nuestras
fuerzas humanas y no en la plenitud del Espíritu.

Cada pastor debe ser, un pastor de corazón. Sin un corazón


de pastor, probablemente no sea un pastor eficaz. Un pastor
que cuida del rebaño de Dios sin un corazón de pastor,
sirviendo por motivos equivocados y deshonestos, es como
Jesús dijo, solo un “asalariado”.
Un asalariado hace el mismo trabajo que un pastor verdadero,
pero por razones muy diferentes. Ya sea por orgullo, por
buscar riquezas, o aún algún deseo secreto de poder o
autoridad, un asalariado guía en base a sus motivos egoístas.
El verdadero pastor sirve al pueblo de Dios en base a una
deuda de gratitud por todo lo que el Padre ha hecho y está
haciendo en su vida. El pastor fiel desea sobre todas las
cosas, usar sus dones y talentos como un “servicio espiritual
de adoración”. Ambos pastores, el asalariado egoísta y el
sincero, pueden parecer utilizar la palabra de Dios a la
manera de Dios. Sin embargo, con el tiempo, el rebaño
comienza a sentir la diferencia entre los dos. La congregación
del asalariado comienza a sentirse utilizada y manipulada. Las
heridas y necesidades no son atendidas o se hace de manera
forzada y superficial. La predicación se vuelve áspera y
acusatoria. El gozo desaparece de la congregación. El amor y
la gracia no se ven por ningún lado. Qué contraste con
aquellos que son cuidados por un pastor amoroso y fiel. El
pastor que atiende a su rebaño año tras año, alimentándolo
con una dieta constante de la verdad de Dios, encuentra que
con el tiempo, ha nutrido a un grupo de sanos creyentes
maduros, personas que están dispuestas a dar pasos de fe y
a confiar en Dios, soñando grandes sueños. En el rebaño
satisfecho, florece la amistad, se anima a cuidar de la
comunidad, abundan las risas, las heridas emocionales son
atendidas, y la paz prevalece. La predicación del pastor está
marcada por positivas de exhortación, así como de amorosas
advertencias sobre los peligros del camino que tienen por
delante. La compasión fluye libremente. El entusiasmo es
contagioso.
Ser pastor verdaderamente bajo la influencia de la unción del
Espíritu Santo incluye una predicación poderosa, un liderazgo
con visión, nuevos emprendimientos y desafíos ministeriales;
Pero lo más importante es que su compromiso número uno
sea el conocer a Cristo. A menos que estemos dispuestos a
pagar cualquier precio por conocer a Cristo, nuestro ministerio
se colapsará. Nuestros propios sermones se burlarán de
nosotros y nos condenarán por nuestras vidas sin santidad;
nuestra propia visión nos revelará que somos carentes de
poder e inefectivos; los resultados de nuestros planes nos
mostrarán que somos nada más que parlanchines vacíos. El
mismo Señor que murió por nosotros y nos llamó al ministerio
nos hará a un lado, quitará el candelero de nosotros y lo dará
a otro para quien el conocerlo sea más importante que
cualquier cosa en la vida.
 Cuida con amor y dedicación sus ovejas (Prov. 27:23).
 Dedica su vida a sus ovejas (Juan 10:11).
 Sabe perfectamente que el rebaño es de Jesús y no
suyo (Hechos 20:28).
 Apacienta con voluntad dispuesta y no por fuerza (1
Pedro 5:2).
 No es un asalariado que busca su propio bienestar (1
Pedro 5:3).
 Trabaja por el reconocimiento de Dios y no el de los
hombres (1 Pedro 5:4).

La pastoral ungida (Salmos 23).

 Nada me faltara: es un proveedor para sus discípulos, es un


Padre espiritual y ejerce la paternidad en las tres instancias
del amor (Ternura, disciplina y corrección) (Hebreos 12:5-7).
 Es sensible a la necesidad del discípulo y su condición
espiritual (el estado de sus ovejas).

 Delicado pasto me pastoreara: alimenta su rebaño con la sana


doctrina.
 Vive y enseña a vivir en la aplicación de la palabra de Dios.

 Junto a aguas de reposo: lleva a sus discípulos al reposo del


Señor.

 Confortará mi alma: Produce alivio y descanso por medio de


su palabra ungida en el alma de sus discípulos.

 Me guiara por sendas de justicia: enseña a vivir por principios


y prioridades.

 No temeré porque tú estás conmigo: brinda un


acompañamiento permanente al discípulo en cada uno de los
procesos que está viviendo y los tratos de Dios que está
recibiendo.

 Tu vara y tu cayado me infundirán aliento: enseña disciplinas


espirituales y habilita al discípulo para que se defienda del
mundo, la carne y el diablo.

 Aderezas mesa: vive en el poder del servicio; no busca que


sus discípulos le sirvan, sino que vive para servirlos en amor
(Juan 13:1-20); (Lucas 22:24-26); (Mateo 20:28).
 Unges mi cabeza con aceite y haces rebosar mi copa: el
verdadero pastor debe ser una persona que “rebosa” la unción
del Espíritu Santo y la “derrama” sobre la vida de sus
discípulos.

 Un pastor sin la llenura del Espíritu Santo es el peor desastre


que le puede pasar a una iglesia.

Aplicación.
La unción es la implementación del Espíritu Santo sobre la vida del
siervo de Dios para que desarrolle un ministerio integral de fruto y
resultados totales; la iglesia cristiana contemporánea se ha
acostumbrado a vivir desprovista de la llenura del Espíritu de Dios y
es por ello el estancamiento y la sequedad espiritual; hoy más que
nunca necesitamos buscar fervientemente que el Espíritu Santo nos
haga rebosar en la unción para impactar a un mundo esclavo de los
gustos temporales y nocivos; por medio de la unción todos esos
yugos se pudrirán trayendo sanidad, liberación, restauración y
bendición a un mundo sumido en obscuridad y pecado (Mateo 4:16)

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