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¿CÓMO ES CRECER EN LA VIDA DE FE?

Sobre los procesos de maduración en la vida cristiana. Por Emmanuel Sicre Sj


En nuestra vida, a medida que vamos creciendo, es necesario cotejar que la fe vaya al ritmo de los cambios que experimentamos a todo nivel: corporal, mental,
moral, psicológico, social, etc. ¿Qué significa esto? Que no lleguemos a ser adultos con fe infantil, por ejemplo, o que no le pidamos a un niño que viva la fe como
una persona experimentada, o que le exijamos a un adolescente que no haga crisis de su imagen de Dios por miedo a que deje de creer.

principalmente por la voz del espíritu del amor que


La fe es una dimensión humana, dinámica y personal, susurra en su conciencia y lo invita a discernir siempre de
heredada que crece junto a la comunidad/familia que la mano con otros. Por eso, la actitud madura no se casa con
convive con la presencia viva de Dios en medio de ella. Sin ninguna ideología y supera las polaridades meditando en su
comunicación de la fe no hay fe porque la fe es la comunicación intimidad qué es lo que está en favor de la vida real habitada
que Dios hace de su propia vida al hombre. Es decir, la relación por Dios. Es una actitud que discierne, por eso relativiza lo
que Dios establece con nosotros haciéndonos experimentar su inmediato y toma distancia para saber que todo le es lícito,
amor nos abre al misterio de confiar en él. pero no todo le es conveniente, como enseña san Pablo (1Co
10, 23).
En efecto, se trata de vivir de
manera fecunda los cambios que La madurez espiritual se reconoce en
experimentamos en nuestras una mirada sabía que distingue las
etapas de la vida junto con la dificultades de las posibilidades, que
experiencia religiosa del Dios de no transa con el error, pero que
Jesús. Y es que ese Dios nos comprende profundamente a quien se
acompaña de manera real en cada equivoca porque conoce su propia
momento de nuestro caminar por fragilidad, y no podría juzgar mal a nadie
este mundo y está bogando porque dado que se siente incapaz. Es una
crezcamos sanamente, superando hermosa actitud de compasión por el otro
las crisis y dándonos sentido a cada y por sí mismo que termina por hacer lo
cosa que vivimos. Pero, ¿cómo es que Dios hace.
una actitud madura de fe?
Una actitud madura de fe encuentra que la realidad está La actitud madura, pues, está abierta a las diversas
habitada por el Espíritu de Dios y no se escandaliza de la personalidades y no ve que ninguna sea superior a otra, las
libertad del hombre, sino sólo con aquello que atenta contra la encuentra ubicadas en sus múltiples sitios en favor de la
dignidad de cualquier criatura. Quien va madurando en la fe existencia humana, aun cuando esto le demande una paciencia
ha logrado descubrir que la ley es una amiga en la que infinita. Por eso, aborrece la división y busca la armonía en
apoyarse en determinados momentos, pero se rige el amor más allá de las diferentes opciones que cada uno
va tomando en la vida. En esto consiste su humildad. historia el que acompaña al hombre en su camino. Confía en
Comprende, también, de modo equilibrado y en libertad, la los procesos lentos, amplios, serenos que marcan los hitos en
necesaria institucionalidad de los grupos humanos. Es una la vida. Confía en el hombre, en su capacidad de pedir perdón,
actitud que toma conciencia de las deficiencias que tiene toda de animarse a ser mejor, en su solidaridad. Confía en que será
realidad, pero no se queja como si fuera imposible vivir con la parte de una historia y no su dueño, de ahí que pueda
carencia. La acepta y convive sanamente con la duda y la comprometerse con los demás en el tiempo. Confía en
incertidumbre, hasta con humor. Por ello, genera respaldo Jesucristo que vino a rescatar a todo hombre existente sobre
y apertura en donde se desenvuelve. la Tierra para llenarlo de vida y felicidad, y cuenta con él para
llevarlo a cabo.
Ritualmente logra acoger el misterio de la comunicación
espiritual que se da en los múltiples símbolos religiosos, en la Por último, existe en la persona que va madurando en la fe
liturgia celebrada, en la fiesta y en el sufrimiento compartido un sentido creciente de la gratuidad en el amor. Ama sin
con los más débiles. Asume sin problemas la dimensión poseer al otro, por eso se entrega sin esperar nada a cambio
antropológica del hombre1 que lo hace un ser ritual. Es capaz para sí, sino para los demás. La persona con una fe así se
de distinguir en una imagen, en una expresión artística o convierte en un servidor fiel que no manipula con su servicio,
metafórica una referencia a algo que está ahí, pero, al mismo sino que acepta darse sin condiciones hasta perder parte de su
tiempo, va más allá. Es decir, logra trascender lo meramente ser para encontrarse plenamente vivo en esa donación de sí.
racional para entregarse afectivamente a una experiencia que ¿Acaso no nos recuerda esto a Cristo? Pues sí, una fe que
no siempre controla, pero lo involucra en una dinámica madura poco a poco ha logrado en la persona que el proceso
abrasadora. de cristificación se encarne transformándolo en otro Cristo
capaz de hacer presente la fuerza arrolladora del espíritu que
Un rasgo profético2 propio de la actitud madura de un hace del mundo un lugar y un tiempo más justo, más pacífico y
creyente es la confianza. Confía en que es el Dios de la más humano para cada uno de nosotros.

1La antropología (del griego ἄνθρωπος ánthrōpos, «hombre (humano)», y λόγος, logos, 2 Qué anuncia una situación mejor: es esperanzador.
«conocimiento») es la ciencia que estudia al ser humano de una forma integral

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