Nosotros, los Anarquistas
nuestras banderas negras, cuáles son los principios que hacen a nuestras acciones.
Tenemos un ideal ultra, de justicia, irremplazable. Dentro de él caben hasta los sueños
más líricos, esos que tocan el sol y flamean gentiles sobre las nubes. Hemos hendido el futuro,
la puerta oscura de todas las imposibilidades. Y, hendidas, parecen surcos que esperan los
sembradores.
No hubo hasta ahora doctrina que albergara más rebeldes y más santos, más hombres de
acción y ensueño, superadores de ciencias y artes. En cada anarquista vibra un pensamiento
creador, una cuerda de arco tensa que envía flechas al futuro. Las flechas son las ideas. A veces
son las cabezas también, voladas de entre los hombros como flores guadañadas bajo el sol...
¡Juventud, juventud, juventud! Nosotros, los anarquistas, somos la claridad de la Tierra;
poseemos el divino arte de crearnos nuevos, de nuevo. Nuestras ideas son, más que deducción
de libros, vibraciones de la carne eterna, insometible, inmortal: palabras vivas, de vida.
Torrentes de idealidad, de cauces que cantan a la presión de las aguas, somos nosotros, los
anarquistas. El más humilde y sencillo, tiene un pensamiento propio, un sueño en flor, una
idea en grano, por médula.
Libres, audaces, resueltos, conquistaremos la Tierra.
¡Verán, verán! Ahora silbamos al viento las flechas de nuestras ideas. Ya silbaremos los
hechos. Y las cabezas también.
¡Nosotros, los anarquistas!
Rodofo González Pacheco.
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Queríamos traer algunos textos para aclarar cuáles son las ideas detrás de
Queríamos además, explicarlo fácil, decir y que se entendiera. Ojo, fácil no
quiere significar simplificado en el sentido de recortado, no queríamos sacarle la
profundidad al pensamiento. Es posible hacerlo, no sé si lo hemos logrado.
Sí queremos aclarar algo de entrada, una cosa que nos aleja y es el espanto de
periodistas, estudiantes, historiadores y observadores en general.
Las ideas anarquistas son ideas-fuerzas, se puede transmitir solo la cáscara a
través del papel.
¿Cómo se explica la solidaridad?, no se puede realmente, uno la entiende solo al
ser solidario o cuando alguien lo es con uno o cerca de uno.
Así, para con todo lo libre de lo que nos ocupamos acá.
Lo anárquico no es la sumatoria de las ideas expresadas, más la historia y más
las reflexiones de los anarquistas, siempre es algo más.
Algo que en realidad no es nada difícil de entender, pero que hay que estar. No es
necesario ser o definirse anarquista, solo hay que estar.
Repito, no es difícil o inaccesible, no es una cosa de elegidos o algo así, es algo
que se entiende y se crea en la vivencia.
Nuestros principios no los hemos inventado nosotros, la solidaridad, el respeto,
el apoyo mutuo y el antiautoritarismo son de todos y por eso mismo tenemos
confianza.
Están ahí, siempre han estado, desde el primer rebelde.
Círculo Anárquico Villa Española
Montevideo
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 ¿Qué es la anarquía?
Definir qué es la anarquía es muy difícil. Lo primero ha saber es que significa ausencia,
negación de poder, de gobierno.
A través de la historia muchos han soñado y vivido sin autoridad o poder, así que la
anarquía es tan vieja como las personas.
Muchos hombres y mujeres han vivido en asociaciones libres, sin estado o ejércitos.
Muchos han vivido también libres, defendiendo o peleando por su libertad. Tan vieja como la
opresión es su fuerza contraria, la rebelión. Siempre que hay esclavitud existe el instinto y la
idea de escapar, de ser libres, existe entonces la anarquía.
Los tipos de dominación han cambiado a lo largo de la historia: amos y siervos,
esclavistas y esclavos, patrones y obreros. Todas son formas distintas, pero en ninguna hay
libertad.
La anarquía es la negación de cadenas, de gobierno, no importa que tipo de gobierno, que
tipo de cadena.
La tensión que cada uno tiene con el poder es anarquía.
Uno no es libre del todo, talvez nunca, pero esa fuerza hacia liberarse y desarrollarse
existe en todos.
La anarquía nos puede llevar a reflexionar que habiendo comida suficiente para todos, el
hambre es un crimen y los ricos y sus defensores unos criminales.
También que habiendo tierra y casas para todos, el no tenerlas es otro crimen que la
sociedad comete.
La anarquía es la ausencia de toda autoridad y la expresión de la vida sin límites
impuestos.
¿Es posible la anarquía?, ¿la libertad sin autoridad?
La anarquía siempre está, existe en cada individuo que pelea contra cualquier opresión
sin generar a la vez opresión a otros.
Además claro, ha habido muchos ejemplos distintos de experiencias de mucha gente
practicando la anarquía, viviendo de forma igualitaria, compartiendo y siendo fraternos unos
con otros. Ninguna experiencia será perfecta jamás, pero eso no es importante, lo hermoso es
la experiencia misma. Pero hay que saber que si las experiencias grandes han acabado, ha sido
por las fuerzas de la opresión, el estado, la iglesia, el capital u otro poder.
Y es que la libertad total encuentra siempre muchos enemigos. Al romper con las
desigualdades impuestas como sexo, país, raza, etnia, género, los anarquistas proclaman que
tales divisiones son estúpidas y solo sirven para justificar que unos pisen a otros. Todas las
personas son únicas y ninguna es superior a otra, no importa donde nació, su color de piel o
riqueza que tenga.
Las experiencias anárquicas son demasiadas y diversas para poder resumirlas acá.
Abarcan ateneos libres, escuelas libres, comunidades de todo tipo, experiencias de
autogestión agrícola, etc. Nuestra historia está repleta de experiencias y en cada lugar se han
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La Contradicción Anarquista
Unos compañeros han dicho que no hay muchos anarquismos, que en realidad hay
algunas corrientes, lo diferente está en cada persona, eso sí, cada uno es distinto, pero no tanto.
También hay otros, algo repetido más veces, que dicen que hay tantos anarquismos como
anarquistas
Las dos cosas son ciertas, coincidentia oppositurum.
Las ideas anarquistas han sido, son y serán amplias, eso es del todo cierto.
Ahora, anarquistas, esos rebeldes simples y complejos a la vez ocupan todo el arco que
forma el espectro del rebelde, del libre pensador.
Han salido anarquistas de las capas altas de la sociedad, Kropotkin era un príncipe y dejó
todos sus privilegios para pelear con los desposeídos. También y sobre todo, han sido los
anarcos de lo más hondo, de la capa más pobre de la sociedad. Durruti era un trabajador de
León, Ravachol un hijo de la pobreza parisina, los ejemplos son demasiados, éstos son solo
algunos nombres conocidos.
También el mundo de la anarquía, la savia libre ha sido encarnada por distintos tipos de
personalidades, de caracteres, pero con el común espíritu de búsqueda de libertad.
Hubo ácratas dispuestos a volar hasta el último ladrillo de la injusta sociedad, asociales
por convicción, también, compañeros que alzaron la dinamita en mano, contra la clase de los
explotadores, dispuestos a morir y matar para acabar con la guerra social que a tantos deja sin
comer y sin futuro. También pacifistas anárquicos incapaces de levantar un puño contra nadie
por el respeto profundo que tenían por la vida, pero siempre de acción en acción, porque
igualmente malo como matar es el no hacer nada por cambiar el mundo en el que se vive.
Así mismo ha habido, hay y habrá compañeros que acumulan todos los errores y
prejuicios de la sociedad. Un anarquista no es alguien liberado, es alguien libre porque pelea
contra los prejuicios y los errores que la sociedad produce y que él mismo tiene.
La anarquía tiene esas cosas, gente que ha preferido morir a vivir esclavo, gente que ha
hecho comunidades en donde vivir las ideas al máximo rompiendo los esquemas mentales y
autoritarios, gente que se ha animado a decir lo que nadie se atrevía. Así mismo, los que han
vengado la memoria de miles perdiendo o poniendo en riesgo su propia vida por personas que
ni siquiera conocían pero que consideraban sus hermanos. Simon Radowitzky es talvez el
nombre propio más conocido y querido por una época en el Río de la Plata. Teniendo apenas
17 años vengó la matanza que había hecho el coronel Falcón a cientos de obreros. Su amor
rompió las nociones de patria y miedo para bien fuerte que no todos soportan quietos las
matanzas y el despotismo del poder.
Lo que es indudable, es que como un río sano y vivo, en el mundo de la anarquía hay
mucha diversidad pero también algo en común, algo que une a todos los anarquistas. Aquello
que hace decir “éste es un anarquista” independientemente de la definición que tenga de sí
mismo. Ese algo es el amor a la libertad que hace al ácrata actuar, despreciar el miedo o las
consecuencias y meterse, decir, participar y actuar para lograr la potenciadora libertad, cada
vez más amplia, cada vez más profunda.
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 Horizontalidad:
La horizontalidad es una forma de organizarse no-jerárquicamente. La organización
horizontal se basa en entender, respetar y potenciar las diversas capacidades y acuerdos y no
sobre ningún tipo de imposición.
La organización horizontal no significa que todos sean iguales en el sentido que a esto
dan los poderosos, sino todo lo contrario, todos los integrantes son distintos y eso da la riqueza
a la organización, lo obviamente atacado en este tipo de organización es la imposición o
creación de algún rol de imposición de uno sobre el otro.
Siempre un acuerdo de varios individuos para los anarquistas involucra el libre acuerdo y
la posibilidad cuando uno lo cree necesario de cambiar de opinión.
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desarrollado cosas distintas a la vez.
Los anarquistas y las anarquistas han estado presentes en las rebeliones y revoluciones,
siempre peleando por alcanzar la máxima libertad sin tomar o buscar el poder.
La anarquía siempre es una posibilidad, no importa que poder se quiera imponer, ella se
hace fuerte en la solidaridad y en lo rebelde que hay en cada persona.
Para todo poder religioso, económico o político siempre hay rebeldes capaces de
enfrentarlo.
¿Qué queremos?, ¿qué defendemos los anarquistas?
Los anarquistas queremos revitalizar los códigos, los valores que aún quedan en nuestros
barrios. La solidaridad, el apoyo mutuo, el valor para enfrentar a los opresores y sus
alcahuetes. Seguimos condenando al patrón, al botón, al manda-preso, y a esa mentalidad
autoritaria en general.
Peleamos para asociarnos libremente, hacer que ni el estado ni nadie nos robe o violente,
para que desaparezcan el ejército, la policía y los patrones.
Peleamos para amar libremente, que a nadie le falte un lugar donde vivir y para construir
una vida que no esté amenazada por industriales y empresarios que solo quieren dinero y
poder.
Tenemos un mañana tan grande como seamos capaces de pelear.
Nosotros odiamos tanto mandar como ser mandados y como se trata de libertad,
queremos todo y no negociamos nada.
Los anarquistas no tenemos una Biblia, no hay un libro en donde se explique todo. Son
años de experiencias distintas y hasta contradictorias. Hombres y mujeres peleadoras y dignas
que van construyendo sus vidas en libertad.
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Principios de Base
Como en la naturaleza, las ideas son más ricas, sanas y fuertes en tanto más diversas. Las
ideas que tienen los anarquistas también son muy variadas, aunque existen principios
comunes que hacen a todos los anarquistas. Éstos se entrelazan unos con otros, pero
intentaremos hacer una separación para explicar un poco.
Libertad:
La libertad es el principio básico y motor de todo el pensamiento anarquista, ácrata,
libertario.
La libertad como desarrollo amplio y profundo.
La libertad para pensar, actuar relacionarse.
La libertad rompe toda relación de dominación. Los anarquistas la proponen para lograr
el más amplio desarrollo de la personalidad.
Además, la libertad de los demás potencia la de uno, pudiendo llevar la relación al
máximo de desarrollo.
Antiautoritarismo:
La anarquía es la negación del gobierno, del poder, o sea, las relaciones de dominio.
Los anarquistas están en contra de la autoridad, de toda autoridad. No entendiendo, claro
está, la autoridad en el sentido de competencia, el zapatero sabe de zapatos y siempre será
conveniente escucharlo si uno intenta reparar uno.
Por éste principio, el anarquista se opone a mandar tanto como a ser mandado.
Solidaridad / Apoyo Mutuo / Reciprocidad:
Éstos han sido los instrumentos únicos e insustituibles para relacionarse libremente y
lograr asociaciones más abiertas, placenteras y fuertes.
En tiempos de división, de una división maquetada y creada por el poder, el apoyo mutuo,
la solidaridad, el hacer por el otro, entendiendo y sintiendo un hermano y no hacer algo por el
otro para obtener beneficios más tarde, es un arma contra la dominación. La solidaridad
potencia la libertad, la autoconfianza, y es un antídoto para acabar con las relaciones regladas
por el dinero.
Eso que hace entender al otro como un igual, encontrarle un valor al otro más allá de
fronteras estúpidas, más allá de colores de piel o cultura es la puerta a romper las cadenas
sociales.
Mientras que para los poderosos y sus alcahuetes somos todos capital humano o somos de
un país u otro, para los anarquistas la gente es gente y punto. No niegan las diferencias que
todos tienen, sino que consideran eso como lo rico y disfrutable. Cada individuo es un ser
único y no vale por clasificaciones autoritarias, que son hechas para los intereses de los
capitalistas.
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Acción directa / Delegación:
La acción directa es hacer uno mismo las cosas.
El no delegar es un instrumento para el desarrollo de los individuos, los grupos y las
comunidades. Estos desarrollan por sí mismos la responsabilidad y sus otras potencialidades.
Así, uno hace, una asociación hace, una comunidad hace y nadie decide por ellos.
Individualismo:
El individuo es el punto de partida para las asociaciones libres y/o sociedades humanas
libres.
La anarquía involucra el más amplio respeto al individuo, a su particularidad, sus
aptitudes y experiencias que los hacen únicos.
Este principio no niega la realidad social, las influencias de ésta, todo individuo es un
producto social. Tampoco niega la potencialidad que implica el juntarse muchas personas,
simplemente alerta y potencia el hecho de que cada uno es importante, necesario y un valor en
sí para cualquier rejunte humano.
Coherencias entre Fines y Medios:
El hacer cualquier cosa en contra de los principios que uno mismo supuestamente tiene
para lograr un fin es un contrasentido muy característico de los milícos y los políticos.
Para los anarquistas tiene que haber coherencia entre lo que uno quiere lograr y lo que
hace.
Para el pensamiento militar las personas son prescindidles de frete a un “fin superior”, no
así para el pensamiento ácrata.
Por esta razón, los anarquistas no buscan ni quieren el poder, ni mandar ni ser mandados.
Este principio genera la imposibilidad para un anarquista de construir poder o asociarse
con cualquier poder. Generar un órgano de poder es un contrasentido para un ácrata.
El poder es una relación de dominación, una relación en la que se cristaliza la autoridad
de una persona o grupo sobre otro.
Autogestión / Autonomía:
Para el pensamiento anarquista, cada individuo y cada grupo genera sus propias reglas y
formas de hacer las cosas y nadie de afuera tiene que imponérselas. Esto no se confunde con
participar, ayudar o influenciar a otros, la cosa es la no-imposición.
La autogestión es una forma organizativa, los individuos que se juntan, gestionan por sí
mismos sus actividades.
De aquí se desprende el hincapié de los anarquistas en proponer la autoorganización en
todos los ámbitos sociales.
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