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En el presente trabajo se analizara el gobierno de Alan García Pérez en el periodo

1985-1990 y cuál fue su política económica que adopto y cuáles fueron las causas
de la inflación, la cual llevo al Perú a una catástrofe económica.

Cabe mencionar también cuando se habla del gobierno de Alan García, siempre
se hace referencia a los famosos balconazos y paquetazos. Pero ¿Cómo llega
al poder Alan García?, ¿Por qué un programa económico que da en un inicio
buenos resultados, se derrumba? Estas son algunas de las preguntas a las que se
intentará encontrar respuesta en el presente trabajo.
Cada vez que se desea revisar libros sobre este tema de los paquetazos o de
¿Cómo se encontraba la situación económica en esos días?, se encuentra que lo
explican con números, cuadros estadísticos o revisando los efectos
macroeconómicos en esos días.

Con el presente trabajo veremos los efectos de estos paquetazos en


la población de menores recursos tomando como ejemplo el de Noviembre de
1988, no tanto en cifras o cuadros estadísticos, más bien de cómo enfrentaban
estos golpes inflacionarios o ajustes la población en los mercados y en la calle,
que fueron una constante desde Julio de 1988.
Empezó el 28 de julio de 1985 y culminó el 28 de julio de 1990.

Nacido en Lima, 23 de mayo de 1949 es un abogado, sociólogo y peruano.


Fue presidente del Perú en dos mandatos no consecutivos: de 1985 a 1990 y
de 2006 a 2011.

En su vida política, ha sido además diputado constituyente (1978-


79), diputado (1980-85), y senador vitalicio(1990-92). Como miembro del Partido
Aprista, fue instruido por el fundador Víctor Raúl Haya de la Torre, siendo uno de
sus pupilos predilectos; ha ocupado diversos cargos partidarios y es en la
actualidad el presidente de su partido. Desde sus inicios se caracterizó por su
destacado verbo y oratoria.

Llegó a la presidencia en las elecciones generales de 1985, en donde ganó en


primera vuelta. Esta primera gestión de gobierno se caracterizó por la peor
crisis económica en la historia del país con una insólita hiperinflación, un
recrudecimiento de los embates del terrorismo liderado por Sendero Luminoso, y
por diversos actos de corrupción que involucraban a gente del régimen que
repercutió en un gran descontento social. Las diversas acusaciones provocaron
que en 1991 fuera retirado temporalmente del Senado para llevarle a cabo una
investigación.

Producido el autogolpe del 5 de abril, y el asalto por parte de militares a su casa,


escapó hacia Colombia y Francia. Además se le reabrieron todos los procesos que
ya habían sido sobreseídos por el Poder Judicial en 1991 y se le declaró reo
contumaz. A la caída del régimen fujimorista, García retornó al país para
postular en 2001; sin embargo, fue vencido por Alejandro Toledo, durante cuyo
gobierno (2001-2006) fue el líder de la oposición. Triunfó en las elecciones de
2006 al derrotar a Ollanta Humala (UPP) en segunda vuelta.
En los primeros días del gobierno, el ministro de economía, Luis Alva
Castro anunció que se cancelaría la deuda externa que ascendía a 14 mil millones
de dólares "sin sacrificar más al pueblo y sin aceptar las condiciones propuestas
por el Fondo Monetario Internacional.

En un comienzo, las medidas adoptadas dieron resultados positivos. Ya en


setiembre de 1985, la inflación bajó a 3,5 % (comparado con 12,5 % en abril del
mismo año). Hacia el segundo trimestre de 1986, la economía dio señales de clara
recuperación. Los sectores que dependían de la demanda interna (manufactura,
construcción, agricultura) crecieron, no así los sectores dedicados a la exportación
(minería, pesca). En 1986, la economía creció 10 %. Fue el mayor crecimiento
desde los años 50, con ello García disfruto entonces de una popularidad récord
en América Latina. Cuando la capacidad de gasto del estado fue agotada
entonces comenzaron múltiples problemas.

El primer problema fue que a pesar de la reactivación económica, el Estado casi


no percibía mayores ingresos, Otro problema consistía en que, después del gran
crecimiento de 1986, la capacidad productiva de la modesta industria nacional
estaba llegando a sus límites. Hacían falta inversiones para instalar nuevas
capacidades y así continuar con la reactivación. Para ello, era necesario recurrir a
inversiones y préstamos extranjeros.

La poca confianza de la ciudadanía en las políticas económicas del Gobierno


condujo a que, hacia fines de 1986, muchos cambiaron sus intis por dólares
temiendo - y, al mismo tiempo, originando - una devaluación del inti. El paquete de
medidas adoptadas por García incluía el congelamiento del tipo de cambio inti-
dólar. Pero tal congelamiento tendía a ser artificial en tanto la demanda real de
intis iba perdiendo cada vez más terreno frente al dólar. Este cambio se vio
reflejado en la tasa de cambio libre, aquella de los cambistas de la calle, paralela
al cambio oficial.

Durante su gobierno, Alan García aplico una serie de medidas de corte heterodoxo
para poder superar la crisis heredada de otros gobiernos, entre las cuales
tenemos:
 La congelación de todos los precios, esta medida debía cumplir un papel
coordinador de precios, el gobierno esperaba que no hubiera más inflación, siendo
cualquier aumento en algún precio señal de incremento en el margen de
ganancias.
 Devaluación de la moneda y reducción de la tasa de interés, según
la teoría ortodoxa la tasa de interés no debía afectar al ahorro, ya que éste no
depende de ella, más bien del nivel de ingreso generado por la
mayor rentabilidad de las actividades productivas.
 Incremento en las remuneraciones, reducir la inflación sin reducir la capacidad
adquisitiva era uno de los grandes deslindes respecto a los ajustes ortodoxos del
pasado.

Estas medidas conformaron el eje principal del programa económico, ya que en


ésta, el aumento de los costos de insumos importados ocasionados por la
devaluación y el aumento otorgado a los trabajadores seria compensado por la
reducción de la tasa de interés efectiva, aunque esta medida se orienta al logro de
una redistribución en la estructura de costos de las empresas la cual implique
trasladar los recursos de las actividades especulativas, las cuales están alentadas
por las altas tasas de interés, lo que a su vez permitirá un crecimiento
del consumo interno.
Este programa económico tuvo algunos rasgos del experimento heterodoxo, los
cuales mencionaremos a continuación:
 La política de congelación de precios que afecto a un conjunto bastante amplio de
bienes.
 El tratamiento de la deuda externa, solo se destinó el 10% del valor total de
las exportaciones para pagarla.
 La elevación de la tasa de cambio real, ya que la reactivación de la economía
necesitaba de un ajuste expansivo de la balanza de pagos.
 El incremento de los impuestos de los combustibles, ya que eso podía financiar el
déficit fiscal.
 La restricción monetaria, el BCR buscaba contrarrestar el efecto monetizador de
la dolarización, dicha institución elevo la tasa de encaje marginal, pago una alta
remuneración al sobre encaje para otorgar préstamos al sector privado.

Los principales resultados del programa de emergencia de agosto de 1985 fueron:


la reducción de la inflación, el impacto recesivo inicial, la desdolarización,
el mantenimiento del superávit comercial externo y la elevación de RIN, la
probable neutralidad distributiva, la reducción del déficit fiscal respecto del PBI y
una mejora de los términos de intercambio a favor de la agricultura.
La política aprista no solo pretendió elevar la demanda a través del consumo, sino
que busco mejorar la distribución del ingreso a favor de los asalariados,
empleando más la capacidad instalada, es decir, más trabajadores menos costos
unitarios.
Para estos efectos, se dictaron diversas medidas, las cuales tenían la tendencia a
reactivar la economía. Entre las cuales tenemos:
 La eliminación del IGV de algunos productos.
 La reducción de la tasa de interés.
 El otorgamiento de facilidades a empresas.
 La concesión de reintegros tributarios.
 La exoneración de pagos a derechos arancelarios y de impuestos
de importación de máquinas.
 La creación de líneas de crédito preferencial.

Para los apristas lo que debía impulsar la demanda interna era, el otorgamiento de
préstamos a los trabajadores del sector público y puesta en marcha el programa
de empleo masivo.
Una de las claves para reactivar posiblemente la economía era el consumo de
la clase asalariada, ya que este era el encargado de ampliar el mercado y
encabezaba el crecimiento inmediato. La lentitud de la reactivación y el
desabastecimiento de alimentos a principios del año 86, obligo al gobierno a
aplicar un nuevo paquete de medidas para impulsar la producción.
Las reservas del sistema bancario habían crecido hasta marzo de 1986 gracias a
la desdolarización y la adquisición acelerada de dólares, empezaron a decaer de
manera continua, dicha caída se agudizo desde mediados de 1987.
El superávit comercial externo se acabó a mediados de 1986, se restringió
las importaciones y se comenzó a generar otro superávit comercial, pero en el
segundo semestre de 1987, la expansión de la demanda interna, la fuerte caída
del tipo de cambio real, las expectativas de futuras devaluaciones elevaron
bruscamente las importaciones llegando a un déficit comercial que se mantuvo
hasta el tercer trimestre de 1988.
El problema fiscal acompaño al externo durante 1987, las tasas de interés del
sistema bancario fueron modificadas en dos oportunidades, configurándose a
partir de julio una estructura de tasas activas con niveles inferiores a las del año
de 1986 para operaciones de corto y mediano plazo. Se produce un violento
desembalse económico, el cual origino que la inflación se elevase de forma
alarmante. Se registró una desaceleración del crecimiento de la producción.
En setiembre de 1988, la economía entro en crisis, el desarrollo de un proceso
inflacionario que no podía ser atacado con medidas tibias y graduales, el gradual
ismo y la indexación de precios de la economía podían conducir a un fenómeno
de hiperinflación con Recesión.

En 1987, el peligro de una crisis en la balanza de pagos y en las reservas


internacionales era evidente. Sin embargo, el Estado Peruano siguió confiando en
un crecimiento económico rápido hasta 1988. Al mismo tiempo, tuvieron que
aceptar la devaluación del inti, la subida de sueldos y de precios.
En líneas generales, la política económica del Estado Peruano empezó a caer en
contradicciones. Por un lado, el Gobierno buscaba el contacto directo con los
empresarios importantes (llamados los doce apóstoles) con el fin de persuadirlos a
invertir en el desarrollo de la capacidad productiva. Por otro lado y en su
necesidad de aumentar los ingresos del Estado, supuestamente obligó, a
comienzos de 1987, a las empresas a prestarle dinero al Estado.

En concreto, las empresas fueron forzadas a comprarle al Estado Peruano bonos


obligatorios por un valor que llegaba hasta el 30% de las utilidades brutas que las
empresas habían obtenido en 1986. Con esta medida, el Gobierno provocó
airadas reacciones en el sector empresarial. Al poco tiempo, algunas empresas
fueron exoneradas del pago obligatorio y finalmente el programa fue cancelado.

Este tipo de marchas y contramarchas, de reacciones sobre hechos ya


consumados, de pasividad frente a los peligros venideros contribuyeron a la
percepción de que la política económica del Gobierno estaba siendo improvisada
y, sobre todo, perdiendo el control. La situación se agudizó con la renuncia, en
junio de 1987, del Ministro de Economía Luis Alva Castro.

Al finalizar el año 1987, la crisis ya era evidente: La inflación empezó a galopar


(114,5 % en diciembre del 1987), la producción y, por consiguiente, la reactivación
económica se había estancado y la balanza de pagos tuvo, en 1987, un saldo
negativo de 521 millones de dólares, el hueco más grande desde 1981.
Consecuentemente, las reservas internacionales siguieron decayendo. A falta de
dólares, el Banco Central se vio atado de manos en el control de la tasa de
cambio.

Obligado por las circunstancias a un cambio de rumbo, el gobierno recurrió, a fines


de 1987, al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM) en
busca de préstamos. El experimento heterodoxo había llegado a su fin. En octubre
de 1987, el gobierno procedió a devaluar el inti en 24 %. Los llamados paquetazos
siguieron dándose, de forma periódica, hasta setiembre de 1988, llevando a una
gran recesión económica. Pero García seguía sin aceptar la necesidad de una
línea clara

El equipo económico de García intentaba persuadir a García de la necesidad de


un shock ortodoxo: Déficit cero a través de aumentos fuertes de impuestos y
tarifas y la eliminación de subsidios. Pero García, temiendo el costo político de tal
decisión, sólo accedió a un camino medio sin resolver el problema de fondo: Un
Estado en bancarrota (déficit fiscal) y una economía que importaba más de lo que
exportaba (déficit comercial).

Los resultados están en la memoria colectiva de todos los peruanos: Inflación a


niveles astronómicos, escasez de alimentos y otros productos básicos y el
derrumbe de la aprobación de Alan García. Fue recién hacia fines de 1988 que
García se convenció de la necesidad de una “guerra frontal” contra la crisis
económica. El nuevo Ministro de Economía y Finanzas, tuvo la ingrata tarea de
anunciar, ahora sí, el shock económico, el seis de setiembre de 1988.

El plan, denominado Plan Cero, contribuyó a generar una inflación aún mucho
mayor, sobre todo en relación con los productos importadas. Así, por ejemplo, el
precio de los productos farmacéuticos subió 600 % y el de la gasolina 400 %.
Además, se eliminó el sistema del control de precios con excepción de 42
productos básicos.

Las esperanzas del APRA estaban ahora cifradas en el Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional. Si bien hubo conversaciones, el Perú no llegó a recibir
préstamos. Ello se debió, también, a que el Perú aún adeudaba 600 millones de
dólares al FMI y 400 millones al Banco Mundial.

A partir de setiembre de 1988, la inflación se convirtió en lo que los economistas


denominan Hiperinflación Ese mes, los precios subieron 114 %. Fue el mes con
mayor inflación en el gobierno de García y, probablemente, en la historia del Perú.
Y el shock parecía llegar muy tarde. En todo caso, no pudo controlar la inflación.
Un largo paro en la industria minera contribuyó a que las exportaciones cayeran
aún más agravando así el déficit comercial. Las reservas internacionales, por su
parte, se aproximaban a cero.

El 22 de noviembre de 1988, García lanzo otro “paquete” con medidas muy


similares.

El aumento del desempleo y la caída drástica de ingresos fue el costo social del
desastre económico provocando el surgimiento de un sector informal de
proporciones nunca antes vistas. Además, el Estado en bancarrota ya no pudo
cumplir con sus obligaciones en materia de asistencia social, educación, salud y
administración de justicia.

Los años 1989 y 1990 pueden ser narrados de forma breve, pues no se
produjeron cambios sustanciales. La economía se recuperó levemente y las
reservas internacionales también. Las importaciones se contrajeron y las
exportaciones subieron, sobre todo por el aumento de precio de los productos
mineros en el mercado internacional.

Bajo el mando del nuevo Ministro de Economía la inflación cayó, pero no de forma
sustancial. La tasa anual de inflación fue de 2000% en 1989. Los últimos meses
de 1989 fueron usados en gastar las magras reservas internacionales para
reactivar en algo la economía en vista de las prontas elecciones. Así, en marzo de
1990, las reservas internacionales eran de apenas 190 millones de dólares.

Entre 1988 y 1989, la inflación incrementó en un 4497.3%.


Gráfico que representa la inflación en el Perú durante el primer gobierno de García
y 1991.

A pesar de todas las medidas que el gobierno tomó para intentar mejorar la crisis y
reducir la hiperinflación, algunos de estos cambios causaron lo opuesto, poniendo
al país en una peor situación.

El programa de ajustes a corto plazo tuvo tres objetivos fundamentales:


 Detener el proceso inflacionario y recesivo.
 Terminar con la perdida de divisas.
 Crear un contexto de estabilidad y confianza.

Esto permitiría un normal desempeño de los agentes económicos.


El programa de ajuste constaba de dos partes:
 Destinar las medidas necesarias para cerrar la brecha cambiaria y fiscal, con el fin
de que el Banco Central de Reserva pudiera reducir drásticamente su emisión
inorgánica.
 El congelamiento de precios por 120 días, a contar después de 10 días de ajustes
privados, se congelarían así los costos de producción, los precios finales, se
reduciría la inflación. Pero el gran incremento de los precios en el sector privado
imposibilito sostener el programa, el gobierno lo suspendió el 21 de setiembre. El
temor del sector privado de perder ingresos ante la inflación, produjo un
comportamiento defensivo que contribuyo al resultado inflacionario en setiembre.

La liberación de los precios tras suspender el congelamiento fue parcial, ya que


hubo precios controlados que siguieron congelados. Para preservar la solidez de
las cuentas externas se tomaron medidas arancelarias y para-arancelarias que
tenían como objetivo proteger la industria nacional. Se aumentó
el financiamiento de las exportaciones así como el porcentaje de libre
disponibilidad.
Una de las primeras medidas que Alan García aplico al iniciar su mandato fue,
congelar los ahorros en dólares de los pequeños ahorristas, solo les permitían
sacar el dinero en soles al tipo de cambio que era menos de su valor real, fue así
como la clase media perdió la confianza en el ahorro que era la base fundamental
para el bienestar familiar.
A raíz de que el presidente Alan García se negaba a pagar la deuda externa, el
Perú fue declarado como inelegible como acreedor ante organismos
internacionales y se nos negaron los créditos, con esto empezó la terrible inflación.
A fines del año 1985, se establecieron modificaciones tributarias orientadas a
reordenar y simplificar el sistema tributario, fue necesario mejorar la capacidad del
poder adquisitivo de la población, para esto, se procedió a aumentar el ingreso
mínimo vital y reajustar las remuneraciones.

Casi al final de su gobierno y desesperado porque ya no había fondos en el tesoro


público, intento estatizar la banca, seguros y las financieras.
Durante su gobierno destrozo y desapareció dos monedas: el nuevo sol, que se
devaluó, a raíz de eso tuvo que inventar el inti, que equivalía mil soles, pero eso
no quedo ahí, la inflación siguió y el inti se empezó a devaluar y eso produjo que
inventara una nueva moneda: el nuevo sol.
La terrible inflación empobreció y afecto más a la clase proletaria, se hizo común
el trueque de mercancías, debido a que los billetes que se tenían se devaluaban
de la noche a la mañana.
Alan García creo un impuesto de 1% a los cheques bancarios, esta medida causo
que la mayoría de personas cancelaran sus cuentas corrientes, lo cual produjo
que el país retrocediera a la era pre-industrial. Se creó el dólar MUC para las
importaciones, que era más barato que el dólar bancario, el resultado de esta
creación fue que algunos importadores del entorno presidencial, los cuales
accedían al dólar MUC inflando los montos necesarios, el excedente iba a parar a
manos de funcionarios públicos.

Esta época se vivió bajo el mando de Alan García; quien tuvo un pésimo
gobierno. Aquí están algunas cifras que se dieron durante su mandato:
1.- Se incrementó la gasolina en 30 %; el servicio postal y telefónico 20 %; agua
potable y alcantarillado 10 %.

2.- Se devalúa el dólar en 12 %; el dólar MUC (moneda única de cambio), se fija


en 13.95 intis y el dólar financiero en 17.5 intis por dólar norteamericano. Después
de año y medio del gobierno aprista, los desequilibrios macroeconómicos se
hacían insostenibles.

3.- El aprismo aplica la política de precios con 4 categorías: el controlado


propiamente dicho, los de régimen especial, los regulados y los supervisados.

4.- Ese gobierno siempre recurrió a los recursos del Estado para impulsar un
funcionamiento privado a corto plazo compatible con una baja inflación aparente.
Después de 2 años de experimento de una política económica improvisada, el
gobierno aprista de Alan García fue autodestruyéndose. Las empresas no
invirtieron en el país y sólo se limitaron a aumentar la producción y los precios.

5.- A partir del tercer año de ese gobierno o desgobierno vinieron las reacciones
de la población frente a los ajustes de los llamados “paquetazos”, seguido de las
colas que tenían que hacer todos para conseguir una cierta cantidad de productos
de primera necesidad como son leche, pan, arroz, azúcar.
6.- A todo eso se sumó la especulación por parte de los comerciantes para
proteger su capital.

7.- Desde Mayo de 1988 que comenzaron los “paquetazos”, los ajustes en la
economía nacional se fueron incrementando.

8.- El tipo de cambio se devaluó en 227 % para gran parte de las partidas de
importación y se subieron aún más los precios públicos.

9.- A nivel político se observaba una situación crítica y compleja por efecto de las
drásticas medidas, la reducción de los ingresos, la estatización de la banca, el
incremento de la burocracia.

10.- Los economistas señalaron que se estaba a las puertas de un manejo


hiperinflacionario de la economía peruana.

11.- Los efectos de la desastrosa política aprista se mostró no sólo con las colas
interminables para conseguir los productos alimenticios, sino que se produjeron
huelgas, desabastecimiento, violencia, especulación.

12.- Alan García hizo un anuncio el 19 de Noviembre de 1988, de que se iba a


tomar nuevas medidas y que se iba a retirar de la política al finalizar su mandato.
Mandó otro paquetazo de ahorcamiento a la población y mintió porque no se retiró
de la política.

13.- En los diarios capitalinos sólo se informaba de huelgas, de colas para


conseguir cualquier producto. Pequeños empresarios entraban en colapso y las
familias sufrían todas las consecuencias.

14.- Los barcos con productos, varados en el puerto se negaban a descargar


hasta que no se les pagara. Las divisas se agotaron por el mal uso. Las colas se
alargaban y multiplicaban.

15.- El 22 de Noviembre de 1988 aparece Sendero Luminoso, iniciando el


derrumbe de 32 torres de alta tensión, dejando sin luz a poblaciones desde
Chiclayo hasta Marcona.
16.- “La población limeña ha entrado en un estado de shock. La contaminación del
agua potable, el avance de la violencia, la falta de electricidad, la ausencia de pan
y transportes, las alzas, la crisis política, todo eso condensado en un solo día era
demasiado”.

17.- Alan García siguió una política egocéntrica, caudillista y un


extremado centralismo político. Los analista de esos años afirmaron que el
gobierno aprista dejó al Perú en un colapso.

 Inflación acumulada: 2,178.482 %


 Remuneraciones y consumo per cápita por debajo del 50 %
 El índice de pobreza sólo en Lima Metropolitana ascendió a 43 %
 Las reservas internacionales netas del BCRP (Banco Central de Reserva
del Perú) cayeron de 894 millones de dólares en Julio de 1985 a 105
millones de dólares a Julio de 1990.
 El nivel del subempleo ascendió a un desastroso 73 % al término del
gobierno aprista.
 La producción agrícola nacional cayó ostensiblemente y la importación de
productos aumentó un 49%
 El número de horas perdidas por conflictos laborales con el gobierno,
aumentó de 6 millones en 1985 a 124 millones en 1990.
 El gasto social cayó estrepitosamente.
 El ingreso per cápita cayó en un record, nunca antes visto
 Como consecuencia del mal manejo del gobierno aprista, el Grupo Andino
redujo la inversión en el Perú
 Durante ese gobierno de Alan García, el Perú apenas recibió inversión
extranjera debido a su desastroso manejo de la economía.

Esto es una breve reseña de lo que se vivió en el Perú a mediados de los años 80,
ya que como principal consecuencia de acuerdo a nuestro tema, fue una inflación
de 2,178.482 % considerada una hiperinflación y la más alta a lo largo de la
historia peruana.

Lamentablemente la terrible inflación empobreció y afectó más a la clase proletaria


que a cualquier otra, se hizo común el trueque de mercancías ya que los billetes
que se tenían en la mañana perdían su valor adquisitivo en la tarde.

Afortunadamente, la realidad actual es distinta, ya que el Perú muestra un gran


crecimiento económico.
En julio de se llevó a cabo el XVII Congreso de la Internacional Socialista en la Ciudad
de Lima, este fue el primer congreso que la organización celebró en el continente americano.
Días antes de la inauguración oficial, se produjo la Matanza de las prisiones, el gobierno
retomó a la fuerza distintos penales controlados por terroristas, lo que dejó una gran cantidad
de muertos y heridos. En el congreso de la organización internacional, Alan García estuvo
acompañado por el ex canciller alemán, Willy Brandt, el ex presidente venezolano, Carlos
Andrés Pérez, el revolucionario nicaragüense, Bayardo Arce Castaño y el ex ministro
español, Enrique Barón.

El 18 de junio de 1986 se sublevaron en los penales del Frontón y San Juan de


Lurigancho terroristas que habían sido capturados. En respuesta a esto el estado
peruano y el presidente Alan García enviaron a la Marina de Guerra y al ejército al
Frontón y a Lurigancho respectivamente. El resultado fue la muerte de más de 300
entre amotinados y militares.

Alan García empezó su gobierno con una aprobación del pueblo muy alta, ya que
al principio logró contener la inflación y parecía que la economía mejoraba. Sin
embargo su desaprobación fue creciendo a medida de que el Perú caía en crisis.
Su intento de estatizar la banca causó una gran resistencia de derecha,
comandada por Mario Vargas Llosa y el FREDEMO. La escasez de bienes, la
constante devaluación de la moneda y el descontento general más el miedo al
terrorismo causaron que para el fin de su gobierno el descontento de los peruanos
sea inmenso.
La actividad terrorista alcanzó su pico en el gobierno de Alan García, y los
atentados fueron cada vez más graves. Sobre todo cuando se dio el motín de los
penales, Sendero Luminoso puso varias bombas en la ciudad de Lima durante los
80s en Embajadas, Bancos, Aeropuerto, etc. Se vivía con miedo en general, con
apagones y toque de queda.

Las consecuencias de la crisis afectaron en especial al pueblo peruano, el cual no


encontraba bienes básicos como leche, harina, azúcar o arroz, y además su
capital se vio reducido gracias a la devaluación de la moneda peruana frente al
dólar.

Las relaciones exteriores fueron en general malas, pues se dejó de pagar la deuda
externa y se rechazó la ayuda del FMI al principio. Prueba de esto es que las
exportaciones cayeron y los capitales de inversión extranjeros fueron casi nulos.

En mi opinión, esta matanza fue un claro abuso de autoridad por parte de los
agentes del Estado, ya que asesinaron brutalmente a los internos amotinados,
quienes ya se habían rendido y estaban controlados. A pesar de que hicieron un
escándalo en el penal, no me parece que la matanza haya sido una acción justa y
menos algo que un Estado debe realizar. Lo peor fue que se dice que fue una
orden directa de Alan García que no se dialogue con los internos.
Las causas que originaron la inflación más alta fueron los malos manejos de nuestra
economía por parte del presidente Alan García, las consecuencias de la inflación
trajeron más pobreza al país, se devaluaron y desaparecieron dos monedas, y muchos
otros desastres que a continuación se mencionaran:

 Se incrementó la gasolina en un 30%, el servicio postal y telefónico en un


20%, agua y alcantarillado en un 10%.
 Se devalúa el dólar en un 12%, el dólar MUC se fija en 13.95 intis y el dólar
financiero en 17.5 intis por dólar americano.
 El tipo de cambio se devaluó en 227% para gran parte de las partidas de
importación y se subieron aún más los precios públicos.
 Los economistas señalaron que se estaba a las puertas de un manejo
hiperinflacionario de la economía peruana.
 Había escasez de alimentos y otros productos básicos, seguido de las colas que
se tenían que hacer todos los días para conseguir una cierta cantidad de
productos de primera necesidad como son leche, pan, arroz, azúcar.
 El nivel del subempleo ascendió a un desastroso 73 %.
 La t7hynb5 p06t’ujgfr4errible inflación empobreció y afectó más a la clase
proletaria que a cualquier otra, se hizo común el trueque de mercancías ya que los
billetes que se tenían en la mañana perdían su valor adquisitivo en la tarde.
 La inflación acumulada fue Inflación acumulada: 2,178.482 %.
 CARABTREE, John: Alan García en el poder: Perú 1985-1990. Ediciones Peisa,
Lima 2005.
 RPP Noticias. Entrevista al presidente Alan García
Pérez. http://www.rpp.com.pe/portada/politica/37304_1.php
 ALMANAQUE MUNDIAL 1997
 http://elapraenelpoder.blogspot.com/
 http://alangarciapresidente.blogspot.com/
 http://es.wikipedia.org/wiki/Primer_Gobierno_de_Alan_Garc%C3%ADa_P%C3%A
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