 Estudio Bíblico a las cartas apostólicas de Pedro.

CAPITULO 2:11-18-25 Nuestro sufrimiento y el sufrimiento de Jesús

¨8 siervos,estad sujetos a vuestros amos con todo respeto, no sólo a los que son buenos y
afables, sino también a los que son insoportables19 Porque esto halla gracia, si por causa
de la conciencia ante Dios, alguno sobrelleva penalidades sufriendo
injustamente. 20 pues ¿qué mérito hay, si cuando pecáis y sois tratados con severidad lo
soportáis con paciencia? Pero si cuando hacéis lo bueno sufrís por ello y lo soportáis con
paciencia, esto halla gracia con Dios. ¨
(1 de Pedro 2: 18-20)

En este Párrafo Pedro se dirige a los esclavos creyentes que había en las
congregaciones, y nuevamente recalca la importancia de la sumisión. Algunos cristianos
recién convertidos pensaban que su libertad espiritual también garantizaba libertad
personal y política, esta idea producía problemas para sí mismos y en las iglesias Pablo
trata este problema en 1 de Corintios 7:20-24 y también en la carta a su amigo Filemón.

Mandamiento: ¨siervos, estad sujetos a vuestros amos con todo respeto, no sólo a los
que son buenos y afables, sino también a los que son insoportables¨ (v 19). Debiésemos
considerar este mandato para nuestras vidas. En el siglo XXI nadie quiere someterse a
otros, todos desean la quimera de la libertad absolutas, sin Dios, ni ley, ni rey es el grito de
esta época. Pero el llamado de las escrituras es a estar sujetos (hupotassomenoi que
significa estar ¨alineado bajo de¨), es decir, obedecer a la autoridad con respeto y
solemnidad. El apóstol Pedro observa que la sujeción a la autoridad es el reflejo de nuestro
temor por el Señor, ya que exhorta a las a iglesias que tal actitud temerosa no solo debe ser
vivida con los amos buenos o afables, si no que incluso con aquellos que son insoportables.
En la carta a los Efesios 6:5-9 el apóstol explica la voluntad de Dios en este asunto

Aplicación: ¨Porque esto halla gracia, si por causa de la conciencia ante Dios, alguno
sobrelleva penalidades sufriendo injustamente. 20 pues ¿qué mérito hay, si cuando
pecáis y sois tratados con severidad lo soportáis con paciencia? ¨ (v 19-20). Este texto
nos muestra el camino hacia la aplicación perfecta de todo mandamiento, el sobrellevar
penalidades y el sufrir injustamente se encuentra el ADN del creyente, la razón es que no
pertenecemos a este mundo. Es nuestra vida de piedad la que produce en el mundo una
sensación de debilidad extraña, al parecer somos blanco de injusticias, sumado al hecho
de la labor del enemigo que intenta destruir la obra del Señor en nuestras vidas.

Resultado: ¨Pero si cuando hacéis lo bueno sufrís por ello y lo soportáis con paciencia,
esto halla gracia con Dios. ¨ (v 20 b) A.W Pink dice en su libro ¨Dios está en el trono¨
¨cuando vemos la aparente derrota de los justos, y el triunfo del poder y de la maldad…
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parecería como si Satanás estuviera sacando lo mejor del conflicto. Pero cuando miramos
por encima, y no alrededor, se hace explícitamente evidente un trono para los ojos de la
fe… esta es entonces nuestra confianza: Dios está en el trono¨. La conclusión es que Dios
se complace cuando los creyentes hacen su trabajo de una manera humilde y sumisa para
sus superiores.

¨Porque para este propósito habéis sido llamados, pues también Cristo sufrió por
vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas, 22 el cual no cometió pecado, ni
engaño alguno se halló en su boca; 23 y quien cuando le ultrajaban, no respondía
ultrajando; cuando padecía, no amenazaba, sino que se encomendaba a aquel que juzga
con justicia; 24 y El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que
muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis
sanados. 25 pues vosotros andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto
al Pastor y Guardián de vuestras almas. ¨ (V 21-25)

EL JESÚS SUFICIENTE:

Todo lo que Jesús hizo en la tierra, según se registra en los cuatro Evangelios, es un
ejemplo para que sigamos. Pero es especialmente nuestro ejemplo en la manera en que
respondió al sufrimiento. A pesar de que él no pecó tanto en obra como en palabra, sufrió
a manos de las autoridades. De pronto Pedro recuerda que el en la situación de Cristo
hubiese luchado en vez de soportar la prueba como el relato en donde el corta la oreja de
un guardia. Jesús demostró que una persona puede estar en la voluntad de Dios, ser
amado grandemente por Dios, y sin embargo sufrir injustamente.

La declaración ¨el cual no cometió pecado, ni engaño alguno se halló en su

boca; y quien cuando le ultrajaban, no respondía ultrajando; cuando padecía, no
amenazaba, sino que se encomendaba a aquel que juzga con justicia; ¨ (22 y 23). Nos
habla de la actitud de Jesús frente al sufrimiento, Pedro toma la descripción del siervo
sufriente en el libro de Isaías 53 en donde según los judíos se describía el sufrimiento de
Israel, pero en realidad esta profecía habla acerca de la muerte de nuestro Señor. El autor
Alan Stribbs comenta:

En el caso único de la pasión de nuestro Señor, cuando el inmaculado sufrió como

si fuera el peor de los pecadores, y soportó el castigo extremo del pecado, hay un
doble sentido en que. Él pudo haber reconocido a Dios como el Juez justo. En
primer lugar, debido a que voluntariamente y en cumplimento del propósito

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divino, Él estaba tomando el lugar del pecador y al llevar el pecado no protestó

ante lo que habría de sufrir. En vez de eso reconoció conscientemente que ese era
el castigo justo por el pecado. Así que se entregó para ser castigado y reconoció
que al permitir que tal vergüenza, dolor y maldición cayeran sobre Él, el Dios justo
estaba juzgando con justicia. En segundo lugar, puesto que Él no tenía pecado,
también creyó que a su debido tiempo Dios, como el Juez justo, lo vindicaría como
justo y lo exaltaría de la tumba premiándolo porque había soportado de manera
voluntaria por el bien de los demás, al darle al Padre el derecho de salvarlos por
completo del castigo y el poder de las propias maldades de los seres humanos¨

¨24 y El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos
al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados. 25 pues
vosotros andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y
Guardián de vuestras almas. ¨ (v 24-25)

Jesús murió como sustituto del pecador. Toda esta sección refleja el gran capítulo
del Siervo, Isaias 52, y en especialmente el versículo 5 al 7, pero también el versículo 9 y
12. Jesús no murió como mártir, murió como salvador, como Sustituto sin pecado. La
palabra que se traduce ¨llevó¨ quiere decir ¨llevar como sacrificio¨. Los judíos no
crucificaban a los criminales; los apedreaban hasta que murieran. Pero si la víctima era
especialmente perversa, dejaban el cadáver colgando de un árbol hasta la noche como
marca de vergüenza (Dt 21:23). Jesús murió en un árbol-una cruz- y llevó la maldición de
la Ley contra nuestros pecados (Gal 3:13).
La paradoja de la cruz nunca deja de asombrarnos. Cristo fue herido para que
nosotros pudiéramos ser curados. El murió para que nosotros pudiéramos vivir. Nosotros
morimos con él, y por consiguiente estamos ¨muertos al pecado¨(Rom 6) para que
podamos ¨vivir para la justicia¨. La sanidad que Pedro mencionó en 1 Pedro 2:24 no es
sanidad física, sino más bien la sanidad espiritual del alma (Sal 103:3). Un día, cuando
tengamos cuerpos glorificados, toda enfermedad desaparecerá; pero mientras tanto,
incluso algunos de los más selectos siervos de Dios pueden tener aflicciones físicas.

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Al concluir este pasaje, Pedro alude una vez más a Isaías 53: ¨Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el
pecado de todos nosotros¨ (v.6). Si Dios no hubiese determinado que los pecados de
todos los creyentes debían recaer en Jesús, no habría pastor para llevar el rebaño de Dios
al redil.
La frase porque vosotros erais como ovejas descarriadas describe por analogía el
deambular extraviado, sin propósito, peligroso e inútil de los pecadores perdidos, a
quienes Jesús describió como ¨ovejas que no tienen pastor¨ Mt 9:36. El verbo traducido
habéis vuelto (epestraphête) tiene la connotación de arrepentimiento: apartarse del
pecado y volverse en fe hacia Jesucristo. Pero los lectores de Pedro habían confiado en la
muerte sustitutoria de Cristo y se habían vuelto a Él por salvación. Igual que el hijo prodigo
en Lucas 15:11-32. Ellos se habían alejado de la desdicha de su antigua vida pecaminosa y
habían recibido nueva vida en Cristo. Todos aquellos que son salvos, llegan a estar bajo el
perfecto cuidado, la provisión y la protección del Pastor y obispo de sus almas.

Bibliografía

 Juan R. Sanchez. (2016). 1 Pedro para ti. Poiema Publicaciones.

 Simon j. Kistemaker (1991). 1 y 2 Pedro y Judas. Evangelical Literature League.
 Warren W. Wiersbe. (2013). Esperanzado en Cristo. Editorial Bautista Independiente.
 Macarthur, John. (2004). Comentario Macarthur del Nuevo Testamento, Editorial Portavoz.

Tareas

a) Escribir el Bosquejo del Capitulo 2 de 1 de Pedro.

b) Resumen de 250 palabras del capitulo 2.
c) Analisis exhautivo de las parabolas de la oveja perdida y Juan 10:11-18.

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