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Modificaciones fisiológicas producidas en el organismo materno por el Embarazo:

La instalación de un nuevo organismo dentro de la madre, desencadena una serie de cambios


de interdependencia biológica mutua, donde habrá modificaciones de adaptación,
compensación, y/o defensa materna. Estas modificaciones las podemos agrupar en generales
y locales.

1) MODIFICACIONES GENERALES:

Modificaciones Circulatorias: en el embarazo se producen una serie de cambios circulatorios


que conducen a una sobrecarga, que si bien en una embarazada normal no representa ningún
riesgo especial, en una mujer con una enfermedad cardiaca puede representar un riesgo
importante de agravación.

Presión Arterial: se admite que las modificaciones de la presión arterial en el embarazo suelen
ser pequeñas y caen dentro de lo que conocemos como variaciones fisiológicas. En general se
acepta que la presión arterial desciende durante el primero y segundo trimestre del embarazo,
y que asciende después, al final de la gestación, hasta alcanzar cifras semejantes a las de no
gravidez.

La gestante normal tiene tendencia definida a disminuir sus valores, en especial la diastólica.
Se tiene como cifras tensiónales de gravidez normales los 120 / 70 mmhg. Si la hipotensión
fisiológica no origina efectos colaterales como mareos, lipotimias, no debe merecer medida
terapéutica. Esta tendencia normal hacia la hipotensión en la embarazada sana, a pesar del
aumento del sistema renina-angiotensiana en la gravidez, se explica sobre todo por la
disminución de la actividad presiva de la angiotensina II, probablemente por un fenómeno de
taquifilaxia.

Frecuencia del pulso: Habitualmente, la frecuencia del pulso se eleva al comienzo del
embarazo y alcanza su máximo hacia la semana 30, y desciende lentamente después para
normalizarse al final de la gestión o durante el puerperio. Algunos autores señalan que esto
sucede si se toma el pulso estando sentada la mujer, pero si se toma estando tumbada o de
lado, el pulso aumenta también, aunque ligeramente en el ultimo trimestre Por termino medio
se acepta que el incremento de la frecuencia del pulso es de 10 latidos por minuto, aunque
algunos autores encuentran cifras de incremento de 15 latidos, y aun mas. Es precisó
reconocer que la frecuencia del pulso de la embarazada es variable; se ha afirmado que el
pulso de la gestante es lábil, cambiante de un día para otro, como su propio humor.

Volumen sanguíneo: Durante el embarazo se produce un aumento del volumen sanguíneo,


que se inicia precozmente, entre el segundo y el tercer mes, habitualmente, y alcanza su
máximo hacia las 34-36 semanas. El incremento total del volumen sanguíneo varia mucho de
unas mujeres a otras (entre 20 y 100%), pero puede calcularse como termino medio en 24-
25%. Diversos autores coinciden en señalar que el incremento máximo medio al final del
embarazo es de 1.654ml.

En el parto hay un aumento del volumen total de sangre, que se calcula en 5% después del
parto vaginal espontaneo, la disminución de la volemia oscila, según los distintos autores,
entre 400 y 800ml, y después del parto por cesárea la disminución alcanza 930 ml
aproximadamente (Pritchard y cols., 1962).

Es interesante destacar que el aumento del volumen plasmático y del volumen globular no
siguen curvas paralelas; el primero aumenta más que el segundo.

El incremento del volumen plasmático en el embarazo varia mucho de unos casos a otros.
Según distintos investigadores depende fundamentalmente del peso y de la talla de la
gestante y del feto y la placenta. Expresados en valores absolutos, se supone que el
incremento medio máximo del volumen plasmático durante el embarazo es de 1.250 ml, si
bien estas cifras, en algunos casos, son muy superiores.

Este aumento alcanza el máximo hacia la semana 34; después desciende lentamente hasta el
final de la gestación, con unas cifras medias de descenso de 100 ml.

El volumen globular aumenta durante el embarazo, pero proporcionalmente menos que el


volumen plasmático, por lo que el valor hematocrito, el número de eritrocitos y la
hemoglobina están descendidos.

Para explicar el aumento del volumen sanguíneo se han esgrimido los siguientes factores: 1)
aumento de la red vascular del útero gestante; 2) creación de la circulación placentaria y fetal,
y 3) factores hormonales. El aumento del volumen sanguíneo se inicia muy precozmente ,
antes de que los primeros factores enumerados puedan justificar su aparición; por ello, se
supone actualmente que en fase precoz, por acción hormonal, se produce una disminución del
tono vascular, con lo que aumenta el volumen intravascular.

En realidad, el normal aumento del volumen plasmático durante el embarazo va acompañado


de cambios del balance de líquidos, en los que participan distintos órganos y sistemas. Las
modificaciones mas importantes son: aumento de la resorción de sodio en los túbulos renales,
que durante el embarazo puede retener entre 500 y 900 mEq, y esta aumentada la secreción
de aldosterona, probablemente por el aumento de estrógenos y progesterona; aumento de la
renina en el plasma, probablemente por estimulo de los estrógenos sobre el sustrato renina y
por la elevada producción de progesterona, El aumento de sodio incrementa la cantidad total
de agua del cuerpo. Además hay una disminución de la reactividad vascular a la angiotensina II,
lo que origina una relajación de las grandes venas y una tendencia generalizada a la distención
venenosa. Se incrementa así la capacidad vascular.

Presión Venenosa: La presión venenosa se mantiene contante con cifras normales, por debajo
de 100mm H2O, durante todo el embarazo, en los brazos y en la mitad superior del cuerpo,
por encima de del útero; en cambio en las piernas y en la pelvis, la presión venenosa se eleva,
en particular en decúbito supino, y a la final del embarazo, a menudo supera los 250 mm H2O.
Este hecho se explica por dos razones fundamentales: 1) La presión mecánica que el útero
grávido y la cabeza fetal ejerce sobre las venas iliacas y la vena cava, y 2) la obstrucción
hidrodinámica que ejerce la desembocadura de las venas uterinas, que tienen igualmente una
elevada presión. El decúbito lateral disminuye la presión de la vena femoral, lo que confirma el
factor mecánico antes señalado.
Como consecuencia de este incremento en la presión venosa en los miembros inferiores,
aparecen varices en los miembros inferiores, en la vulva, vagina y región pubiana por lo
general al final del primer trimestre. Ocasionan molestias que se caracterizan por pesadez
tensión dolorosa, edema y prurito. No siempre desaparecen después del parto, aunque
mejoran, pero se exageran con cada nueva gesta. Las telangiectasias venulares superficiales
también se pueden ocacionar como consecuencia del aumento de la preison venosa aunque
no producen trastornos graves son muy antiestéticas.

Riego sanguíneo regional: El riego sanguíneo del hígado y del cerebro se mantienen constantes
durante el embarazo. En cambio, aumenta el riego sanguíneo renal, también aumenta el riego
sanguíneo en la piel, particularmente en los antebrazos y en las manos. La piel de la gestante y
sobre todo las manos están calientes y pegajosas, y a veces la mujer se siente molesta por el
calor de sus manos. El riego sanguíneo del útero aumenta asimismo durante la gestación, y
probablemente este aumento del flujo uterino constituye la finalidad fundamental de las
modificaciones de la circulación en la mujer gestante. El aumento del riego renal tiene como
finalidad la eliminación de sustancias, mientras que el aumento de riego en la piel produce
calor.

Corazón:

Trabajo cardiaco: El volumen minuto cardiaco aumenta al final del primer trimestre de
la gestación hasta 25-50% de las cifras iníciales. Mas adelante aumenta muy ligeramente en
10% hasta el tercer trimestre. Numerosos autores señalan un descenso del volumen minuto
en las 4-8 ultimas semanas. Sin embrago, este descenso se interpreta actualmente por la
compresión que el útero grávido ejerce sobre la vena cava inferior, dificultando el retorno de
la sangre al corazón derecho, cuando la mujer esta en decúbito supino. En cambio en las
investigaciones realizadas con la mujer en decúbito lateral no se observa disminución del
volumen minuto cardiaco en las ultimas semanas de la gestación, aunque algunos autores
encuentran el descenso en todas las posiciones de la mujer.

Aunque la frecuencia cardiaca esta elevada, como se ha expuesto anteriormente, existe


también un aumento del volumen sistólico.

No se conoce con exactitud la causa que condiciona el aumento del volumen minuto en fase
tan precoz de la gestación, aunque se supone que se origina por acción hormonal (estrógenos).

Durante el parto se produce un nuevo incremento de la sobrecarga cardiaca, condicionado por


los siguientes factores: durante la contracción se expulsan a la circulación general unos 500ml
de sangre, que producen un aumento del volumen minuto entre 15 a 20% sobre las cifras de
reposo. También se eleva la tensión arterial de forma significativa y la frecuencia del pulso al
comienzo de la contracción. El dolor y el miedo pueden también actuar en el mismo sentido.

Después del parto, contracción del útero envía a la circulación general unos 300 ml
aproximadamente de sangre, que en parte es compensada por la hemorragia habitual de los
primeros del puerperio. De todas formas, el volumen minuto se eleva en los primeros
momentos del puerperio.
En el puerperio, la frecuencia cardiaca disminuye, y en algunos días o semanas todo vuelve a la
normalidad.

Tamaño del corazón: Durante el embarazo, al aumentar la presión intraabdominal, el


diafragma se eleva y produce una elevación del corazón: la punta, en lugar de estar en el
quinto espacio intercostal, sube detrás de la quinta costilla, y a veces asciende hasta el cuarto
espacio intercostal.

Actualmente se admite que el embarazo produce un aumento total del corazón, que alcanza
su mayor expresión cerca de la semana 36. Incluso se ha señalado una relación entre el
tamaño del corazón y el peso del recién nacido, afirmando que las madres con corazones
pequeños tienen mayor tendencia a tener hijos prematuros. Las modificaciones señaladas
regresan después del parto.

Es igualmente frecuente (15%, aprox.) la aparición de un soplo sistólico de carácter funcional


generalmente en el segundo mes, de localización variable, puede ser: apexiano, basal, o
mesocardico que persiste durante todo el embarazo y un refuerzo del segundo ruido
pulmonar.

Trastorno del ritmo: a veces aparecen arritmia sinusal respiratoria.

Modificaciones del electrocardiograma: la onda T3 suele invertirse con frecuencia y se


observa variaciones de voltaje en Q3, mientras que el eje eléctrico se desvía hacia la izquierda.

Puede concluirse que durante la gestación existe una sobrecarga funcional para el corazón,
que la mujer normal fácilmente supera pero que si el corazón esta trabajando fuera del
embarazo en el limite de su capacidad funcional, la sobrecarga gravídica puede hacerle
desfallecer.

Como trastornos subjetivos suelen presentarse palpitaciones y disnea, y con menos frecuencia,
precordialgia.

MODIFICACIONES HEMATOLOGICAS: Como ya ha sido expuesto, el volumen globular aumenta


durante el embarazo, pero proporcionalmente menos que el volumen plasmático. Por otra
parte, las necesidades de hierro suelen estar aumentadas en el embarazo por encima de la
cantidad de hierro absorbido. Se comprende así perfectamente que en el embarazo normal
estén descendidos el valor del hematocrito (desde 40-42%, valores de la mujer normal no
gestante, hasta 34%) la hemoglobina (desde 13,7-14 g por 100 ml, en la mujer sana no
embarazada, hasta 11-12 g por 100 ml) y el numero de hematíes (hasta 3.200.000 mm3). Se ha
creado así el concepto de anemia fisiológica de la gestión, y se ha establecido el limite inferior
de la normalidad de la hemoglobina en 11 g por 100 mm3; en 3.200.000/mm3 el de hematíes,
y en 34% el valor hematocrito. Cifras inferiores a las señaladas deben ser consideradas
patológicas. Sin embargo, administrando hierro durante el embarazo, se consigue que al final
de este muchas embarazadas tengan cifras de hemoglobina de 12 g/100 ml poniendo así en
duda el concepto de anemia fisiológica de la gestación y estableciendo el limite inferior de la
normalidad de la hemoglobina de la gestante en 12 g por 100 ml.
La cifra de leucocitos esta ligeramente aumentada, oscilando entre 6.000 y 12.000 pero
durante el parto o inmediatamente después pueden incluso superar los 15.000 y hasta
20.000/mm3.

La velocidad de sedimentación esta aumentada en el embarazo desde el segundo mes hasta el


termino, alcanzando cifras superiores a los 50mm en la primera hora.

Durante el embarazo se produce un estado de hipercoagulabilidad, ya que se modifican


algunos de los factores que intervienen en la hemostasia sanguínea, de los cuales
I,III,VII,VII,IX,X están elevados. (fibrinógeno o factor I, la tromboplastina o factor III, la
proconvertina o factor VII, el factor VIII antihemofilico, la tromboplastina o factor IX, el factor
X de Stuart, las plaquetas y el plasminogeno). Se acepta que estos cambios señalados son
producidos por los estrógenos y la progesterona, originados en la placenta; modificaciones
semejantes sobre factores de coagulación producen la mayoría de los anticonceptivos
hormonales orales. Esta hipercoagulabilidad, garantiza una rápida hemostasia en la superficie
sangrienta, que queda en la pared uterina después de desprendida la placenta.

MODIFICACIONES DE LA FUNCION PULMONAR: el consumo de oxigeno se halla aumentado, la


mayor parte de este incremento esta relacionado con las necesidades metabólicas del
contenido uterino.

 La capacidad vital: suele aumentarse en el embarazo hasta un 15% y su disminución


luego del parto.
 La ventilación pulmonar también se encuentra aumentada se presenta a partir del
primer trimestre y desaparece 15 días después del parto.
 Aumento del volumen minuto respiratorio en las multíparas hasta un 43% y en las
nulíparas hasta un 40%.
 La frecuencia respiratoria aumenta, desde el cuarto mes hasta el parto

El consumo de oxigeno esta aumentado en el embarazo, pero la ventilación pulmonar esta aun
mucho mas incrementada que el consumo de oxigeno, con lo que se produce una
hiperventilación y un descenso de la pco2.

Con frecuencia, la embarazada aqueja disnea. No se conoce bien la causa de la disnea que
aparece durante la gestación. Se ha supuesto que la disnea es la respuesta a una ventilación
inadecuada a la demanda, y en el embarazo existe una hiperventilación con un descenso de la
Pco2 alevolar, que es inapropiado a la demanda.

MODIFICACIONES DEL SISTEMA URINARIO: En el embarazo aparecen una serie de cambios en


el aparato urinario, tanto morfológicos como funcionales, que aunque no modifican
sustancialmente el funcionalismo renal, crean unas condiciones que el clínico debe conocer
para su interpretación correcta.

En el embarazo, habitualmente ambos uréteres y las pelvis renales están dilatados. Estos
cambios probablemente son inducidos por estímulos hormonales, sobre todo por la acción que
también de la progesterona, ya que se inician de forma muy precoz hacia la decima semana.
Pero es probable que influyan factores mecánicos, como la desviación y rotación del útero
hacia el lado derecho, que puede comprimir el uréter del mismo lado, en particular en el borde
de la pelvis. A favor del factor mecánico existe el hecho de la mayor intensidad de los cambios
reseñados en el lado derecho.

Con frecuencia, la dilatación de uréter va acompañada de incurvaciones, que pueden orinar


cierta dificultad en la excreción de la orina. El aumento del diámetro de los uréteres y de las
pelvis renales originan un aumento del <<espacio muerto>> y retardo en la eliminación de la
orina, que puede favorecer la aparición de infecciones urinarias.

El flujo plasmático renal aumenta en el primer trimestre de la gestación: de 600 ml/min de la


mujer no embarazada a 836 ml/min, y disminuye posteriormente de forma lenta hasta el final
de la gestación, en que los valores son semejantes a los de la mujer no embarazada. Se han
atribuido estos cambios al lactogeno placentario. y al aumento del volumen minuto cardiaco ,
aunque no se conocen con exactitud las verdaderas causas. Algunos autores mantienen que el
flujo plasmático renal se mantiene elevado hasta el final del embarazo si se mide con la mujer
tumbada de lado. En cambio disminuye al igual que el filtrado glomerular si se mide con la
mujer en decúbito supino o de pie.

El filtrado glomerular aumenta, igualmente en el embarazo, y alcanza hacia el cuarto mes 150-
180 ml/min/1,73m2. Este incremento de la filtración glomerular, superior al 50%, se mantiene,
según algunos investigadores, casi hasta el final de la gestación. El aumento de la filtración
glomerular introduce una serie de modificaciones:

 Con frecuencia existe glucosuria, lo que se explica por un aumento de la filtración


glomerular, mientras que la capacidad de resorción tubular para la glucosa no suele
modificarse.
 La depuración de la mayoría de los productos de degradación nitrogenados esta
elevada, y con ello se produce un descenso en las cifras de ciertas sustancias como la
creatinina, y la urea en el suero de la gestante; en cambio, la excreción de acido úrico
esta disminuida.
 También durante el embarazo existe un aumento en la excreción de aminoácidos,
cuyas cifras varían bastante de unos a otros, los que puede explicarse por el aumento
de la filtración glomerular
 La excreción de sodio varia en función de una serie de factores, los que inducen la
retención de sodio son: 1) aumento de estrógenos; 2) aumento del cortisol libre en el
plasma; 3) aumento de aldosterona, y 4) posición de la gestante. Se ha demostrado
que en posición de pie y en decúbito supino disminuye marcadamente la diuresis y la
expresión de sodio, en comparación con el decúbito lateral por el aumento de la
presión venenosa en las extremidades inferiores, aunque algunos autores hacen
responsable a la hormona antidiuretica hipofisaria de estos cambios en decúbito. Los
factores que en el antebrazo favorecen la excreción de sodio son; 1) aumento de la
filtración glomerular; 2) aumento de progesterona, que antigeniza a aldosterona, y 3)
alteración del llamado tercer factor.

Durante el embarazo esta aumentada la resina y la angiotensina, aunque no se produce


hipertensión porque esta disminuida la reactividad vascular a la angiotensina.

Tambien durante el embarazo esta aumentada la secreción de aldosterona.


MODIFICACIONES EN EL APARATO DIGESTIVO: Las gestaciones muestran, con frecuencia, en
las primeras semanas fundamentalmente, modificaciones del apetito, bien anorexia, otras
veces aumento del apetito o cambios en la apetencia por los alimentos; el apetito
<<caprichoso>> de las embarazadas rechaza platos, que fuera del embarazo les resultaban
muy apetitosos, o desean comidas fuera de la gestación no les agradaban.

Son frecuentes también las nauseas y los vómitos matutinos, que se han relacionado con las
secreción hormonal de gonadotrofina crónica y aumento de la producción de estrógenos.

En el embarazo aparecen, con frecuencia, tumefacción e hiperemia de las encías que sangran
con facilidad. Estas modificaciones favorecen la aparición de gingivitis, que pueden tener
carácter hipertrófico. Se supone que estos cambios son producidos por el aumento de
estrógenos y gonadotrofina corionica contenidos en la saliva. En ocasiones se originan en las
encías un angiogranuloma, denominado épulis del embarazo, que son proliferaciones de la
mucosa situadas entre los dientes, muy dolorosas y que sangran fácilmente al roce. Si bien la
hipertrofia de las encías regresa habitualmente de forma espontanea después del parto, a
menudo el épulis requiere ser extirpado.

Con frecuencia se observa durante la gestación, particularmente en las primeras semanas,


alteraciones en la cantidad de la saliva secretada, que a unas veces esta disminuida y otras
muy aumentada (sialorrea).

Durante el embarazo, el aumento del volumen del útero desplaza los intestinos y el estomago
hacia arriba. Igualmente, por acción hormonal, sobre todo de la progesterona, se produce una
disminución del tono de todo el tracto gastrointestinal.

Se acepta que durante el primero y el segundo trimestre de la gestación disminuye la


secreción gástrica de acido clorhídrico; también se afirma que la secreción de pepsina esta
reducida, y que el tiempo de evacuación gástrica esta prolongado, mientras que en el tercer
semestre las cifras se normalizan.

Con relativa frecuencia, las gestantes padecen pirosis, fenómeno que se produce
probablemente por el paso o reflujo de las secreciones acidas, del estomago al esófago,
favorecido por la relajación del esfínter del cardias y por la acción que sobre el estomago
produce el aumento de la presión intraabdominal originada por el crecimiento del útero. En
ocasiones, la gestante muestra signos de esofagitis producidos por el reflujo de la secreción
gástrica. Todas estas modificaciones regresan espontáneamente después del parto.

El estreñimiento es muy frecuente en la mujer gestante. Probablemente el factor


desencadenante fundamental lo constituye la disminución del tono y de la motilidad del
tracto gastrointestinal, originado por la secreción de progesterona, pero interviene también un
factor mecánico, produciendo por el aumento del volumen del útero, que desplaza los
intestinos hacia arriba y comprime el sigma y recto y por estímulos neurovegetativos de
predominio parasimpático.

Hígado y vesícula biliar: Las biopsias hepáticas y su estudio, tanto con microscopio
convencional como con microscopio electrónico, no revelan ninguna modificación especial en
la gestación. La mayoría de las pruebas funcionales hepáticas realizadas en las mujeres
gestantes están dentro de los límites normales, aunque algunas de ellas están ligeramente
alteradas.

La vesícula biliar en el embarazo suele estar atónica y distendida, y se vacía con cierta lentitud.
La bilis es habitualmente espesa, y todo parece indicar que la gestación favorece la aparición
de cálculos.

Un número reducido de mujeres gestantes pueden desarrollar colestasis, aquejando prurito


generalizando, que es debido a la retención de sales biliares, aun cuando no aparezca ictericia.
Se supone que la coletasis se origina por acción de las hormonas esteroideas producidas por la
placenta y que en estas mujeres recidiva el cuadro cuando toman contraceptivos hormonales
orales después del parto.

METABOLISMO: Durante el embarazo existen modificaciones del metabolismo que deben ser
evaluadas en sus limites para no interpretar como patológico lo que solo es una adaptación
funcional a la sobre carga gravídica. La mayoría de estos cambios son modificaciones
cuantitativas, y solo es una pequeña proporción existen alteraciones cualitativas.

De forma aproximada se calcula que en el embarazo el metabolismo basal se incrementa en


20%. El aumento medio de peso de la grávida, al final de la gestación, es de 9,5 Kg, de los
cuales aproximadamente 3kg corresponden al feto, 0,4 a la placenta, 0,8 al liquido amniótico,
1 al útero, 0,8 a las mamas y 1,5 al volumen sanguíneo. El resto del incremento del peso de la
grávida no se conoce con exactitud como se distribuye.

A continuación exponemos las modificaciones mas importantes del metabolismo de a


gestante.

Hidratos de Carbono: La glucosa desempeña un papel muy importante en el


metabolismo, aportando material enérgico a los tejidos. Parte de la glucosa absorbía en el
tubo digestivo es utilizada de forma inmediata, pero el material sobrante es depositado en el
musculo y en el hígado en forma de glucógeno, así como en la grasa en forma de triglicéridos.
La insulina favorece el depósito de la glucosa en los tejidos señalados.

Durante el embarazo para favorecer el aporte de glucosa al feto, cuya energía procede casi
exclusivamente de la glucosa.

Existe una disminución de la utilización periférica de la glucosa y, concomitantemente, un


aumento de los niveles plasmáticos de insulina. El descenso de glucosa tras la administración
de insulina esta disminuido, mientras que esta aumentada la respuesta o producción de
insulina a la sobrecarga de glucosa. Existe por lo tanto, cierta resistencia en el embarazo a la
acción biológica de la insulina, lo que se explica si se tiene en cuenta que la planceta parece
que posee un sistema enzimático que realiza una acción destructiva de la insulina y que el HPL
placentario ejerce una acción antagónica sobre la insulina.

Puede haber glucosuria aunque no esta completamente comprobado, hipoglucemia en ayunas


(hipoglucemia de hambre) con liberación de ácidos grasos.
Se entiende entonces que el embarazo actua sobre los hidratos de carbono de forma
semejante como lo hace la diabetes, lo cual tiene como finalidad garantizar el aporte de
glucosa al feto. Por ello algunos autores afirman que el embarazo tiene un efecto diabetogeno,
que la diabetes se agrave durante la gestación, y que en el embarazo puedan aparecer signos
clínicos de diabetes, los cuales desaparecen después del parto.

Lípidos: estan aumentado los lípidos totales y los acidos grasos libres. Existe igual una
predisposición a la formación de grupos cetonicos. Constituye otra fuente de energía para la
madre apartir de los acidos grasos libres, que a su vez, por su elevada concentración, inhiben
la utilización periférica de glucosa (efecto antiinsulinico al igual que HPL)

Proteinas: en el embarazo, desarrollo y el crecimiento del feto y de la placenta, asi


como el crecimiento de ciertos órganos maternos, principalmente el utero, presencian una
elevada síntesis de proteinasy de una suficiente disponibilidad de aminoácidos.

La secreción de insulina que esta elevada, desempeña un papel importante para la síntesis de
proteínas, facilitando el paso de aminoácidos dentro de las células. La concentración de
proteínas totales en el plasma es inferior que en la mujer no embarazada (6,25mg/100ml -
normal). Esta disminuida la seroalbumina, globulinas elevadas (alfa y beta) y gamma esta
disminuida.

Agua y electrolitos: la retención hídrica es un ahecho normal en la preñez fisiológica,


dentro de limites normales. Un 33% de embarazadas normales manifiesta retención hídrica,
mientras que en las embarazadas con hipertensión ese porcentaje se eleva al 48% , el 82% de
las preeclampsias graves hay franca retención acuosa.

El agua se retiene en los 3 compartimientos, intersticial es el que acumula mayor cantidad,


intravascular y en minima parte el intracelular. En total al final del embarazo el organismo
gravido tiene alrededor de 6 a 6 ½ litros. A pesar de este aumento, que es considerado
fisiológico, la paciente no revela edema, el que sí se hara aparente cuando la retención acuosa
sea excesiva.

La acumulación liquida en el espacio intersticial aumenta la presión hídrica de este, que en


condiciones normales no excede de cero; cuando esto ocurre comienza el edema, inicialmente
latente, y luego visible si persiste la retención acuosa.

Metabolismo del sodio: se retiene durante el embarazo en la cantidad necesaria para


mantener la osmolaridad, ante el aumento hídrico expresado. Se calcula que almacena 850
mEq de Na. Se cree que el aumento de la secreción de aldosterona interviene en la retención
de sodio, probablemente junto con la secreción de progesterona aunque esto no esta
totalmente comprobado.

Metabolismo del potasio: se almacena en cantidades aproximadas de 300mEq.

Metabolismo del calcio: se retiene aproximadamente entre 30 y 45 g de calcio. El feto


precisa entre 25 y 30%, lo que hace suponer que el calcio se almacena en cantidades
superiores a las necesidades del feto. El Calcio en plasma se encuentra algo disminuido. Este
descenso es paralelo o probablemente secundario al descenso de las seroalbuminas, en
cambio el calcio libre permanece constante. Cabe destacar que la cantidad de calcio presente
en el suero del es superior al de la madre.

Metabolismo del fosforo: se encuentra unido al calcio, en los huesos. Por ello todo lo
dicho para el calcio es aplicable para el fosforo. El fosforo inorgánico desciende hasta la
semana 30, pero luego asciende y alcanza valores normales

Metabolismo del Magnesio: ligeramente descendidas.

Metabolismo del Hierro: se requiere en total entre 725-900mg de hierro extra, de las
cuales el feto contiene entre 250-400mg, la placenta contiene unos 105mg, y alrededor de
500% son necesarios para cubrir las necesidades de los nuevos hematíes formados.
Trasnferrina serica esta aumentada, mientras que el hierro sérico esta disminuido hasta 70%.

CAMBIOS EN LA PIEL: en la piel y en especial en ciertas regiones (cara, mama, línea media del
abdomen, vulva, ano, cicatrices anteriores), aparece una hiperpigmentacion que se debe al
deposito de gránulos de melanina en los melanóforos de la piel. La causa de este estimulo
pigmentario en regiones selectivas esta relacionada con el aumento progresivo de MSH
(Hormona estimulante de melanocitos), con mayor concentración al termino el embarazo.

En la cara, esta pigmentación oscura se acentúa en la frente, pómulos, mejillas y labio superior,
lo que produce un aspecto muy particular que se conoce como cloasma gravídico o mascara
del embarazo.

En las mamas exagera la pigmentación normal de la areola primitiva, y alrededor de esta se


forma una secundaria, de coloración algo menos acentuada. Lo mismo ocurre con la línea
media del abdomen o línea alba, se convierte en línea parda asi como también en la cicatrices
que pudiera existir en la zona. La producción de estrías de cierta frecuencia en primigesta, que
se localizan en el abdomen, en las nalgas y a veces en las mamas. El carácter de las estrias
gravídicas varia bastante, de uno a otros casos, su longitud oscila entre 2 y 15 cm, y la anchura
entre 2 y 6 mm, superficie lisa, coloración rojo violeta, después del parto, pasado un tiempo
tienen a adoptar un color blanco.

MODIFICACIONES EN LAS GLANDULAS ENDOCRINAS:

Páncreas: existe una hiperplasia de las células B de los islotes de Langerhans.


Consecuentemente, la concentración de insulina elevada en la segunda mitad de la gestación.
Una sobrecarga de glucosa produce un ascenso mas rápido de insulina y mas elevado en
comparación con los valores fuera del embarazo. Existe por tanto una mayor sensibilidad de la
insulina a dosis bajas de glucosa. Probablemente también la concentración de glucagon esta
elevada en la segunda mitad del embarazo.

Hipofisis: existe un aumento de volumen, hiperplasia e hipertrofia. Aunque esta


demostrado que una vez iniciado el embarazo esta no es necesaria para su continuación,
aunque si para el inicio de la lactancia.

FSH y LH: descendidas, no se sabe porque se encuentran descendidas, probablemente


la HCG la inhibe.
GH: conserva sus niveles normales, semejantes a la mujer no gestante

PRL: se elevan, entre la semana 5 y 8 aparece después del ascenso en el plasma del
estradiol y antes de la aparición del lactogeno placentario, aumentan a lo largo de la gestación.
En el momento del parto desciende y una vez terminado asciende nuevamente

ACTH: aumentada, y descenso al final del embarazo

TSH: normal o levemente aumentada.

MSH: aumentada.

Suprarrenal: el volumen de la suprarrenal no se modifica marcadamente durante el


embarazo, sin embargo existe un aumento de cortisol en plasma, estos valores pueden ser
similares a los del síndrome de cushing, pero no presenta manifestación clínica por
encontrarse unido a la poteina del plasma transcortina. (Estrogenos placentarios son los
responsables del aumento del cortisol). Gran parte del cortisol es pasado al feto pero primero
es transformado en cortisona por la placenta y vertida al feto de esta manera.

Tambien esta elevada la secreción de mineralocorticoides tanto la aldosterona como la 11-


desoxicorticosterona , asi como la renina y la angiotensina. Se ha demostrado que la
administraicon de progesterona aumenta los niveles de aldosterona ya que tienen un efecto
antagonico. (La progesterona tiene un efecto natriurico).

Testosterona se encuentra elevada al igual que deshidrotestosterona y androstenodiona

Tiroides: aumentado de tamaño, también se eleva la concentración de hormonas


tiroideas T3 y T4 en suero aunque en algunos casos se encuentra inalterada; el paso de estas
hormonas al feto es prácticamente nulo.

Ovarios: en las primeras semanas la modificación mas importante es la aparición del


cuerpo luteo, el cual es imprescindible para el mantenimiento de la gestación hasta la 7ma
semana. El cuerpo luteo gravídico es muy semejante al cuerpo luteo que aparece en la
segunda mitad del ciclo, puede ocupar mas de la tercera parte del volumen del ovario y ser de
aspecto quístico, su regresión comienza en la semana 10. Como durante la gestación no se
produce la ovulación por ende no hay folículos en via de maduración, solo se presentan
folículos atresicos,

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