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EL ASENTAMIENTO HUMANO

EN LA FALDA OCCIDENTAL DEL ACONQUIJA


(CATAMARCA, ARGENTINA)

María Cristina Scattolin


Museo Etnográfico-UBA y CONICET

María Ester Albeck


Instituto Interdisciplinario Tilcara-UBA y CONICET

Revista Shincal, No. 4. 1993-94. (pp.:35-65)


Universidad de Catamarca. Escuela de Arqueología.

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EL ASENTAMIENTO HUMANO
EN LA FALDA OCCIDENTAL DEL ACONQUIJA
(CATAMARCA, ARGENTINA)

María Cristina Scattolin


María Ester Albeck

La naturaleza y la localización de los asentamientos de las sociedades agropastoriles en los


valles del Noroeste argentino varía considerablemente. Esto es motivado por distintos factores, sean
estos naturales o sociales. La altitud, la topografía, la vegetación y otros aspectos biofísicos pueden
producir condiciones para que se desarrollen, al menos potencialmente, distintos patrones de uso
humano del espacio. Múltiples factores económicos y sociales inciden a la vez en la manera en que
se desarrolla y utiliza un área a lo largo del tiempo.
El tipo y estructura del paisaje juega con frecuencia un rol importante en la naturaleza del
patrón de instalación y del patrón agrícola que surge en un área. Al respecto se han efectuado
algunos análisis antropo-geográficos acerca de la localización, tipos de instalación, formas de
adaptación y desplazamientos humanos en algunos importantes valles del Noroeste (Ardissone
1941; Bolsi 1967; Frenguelli 1944), así como estudios de sistemas agrícolas regionales (Raffino
1973).
El área de los valles y quebradas del NOA presenta una gran variedad en cuanto a la
densidad, localización y naturaleza de los asentamientos agro-pastoriles según la composición y
configuración de los micropaisajes desde épocas prehispánicas hasta la actualidad.
La falda occidental del Aconquija (Catamarca) presenta una serie de asentamientos
prehispánicos del Período Formativo (Núñez Regueiro 1974) con un patrón de residencia en aldeas
pequeñas o caseríos, basados fundamentalmente en una subsistencia agropastoril (Scattolin 1990)
cuya ubicación temporal se estima entre comienzos de la era cristiana y el siglo X (Scattolin 1988
ms.). La ocupación durante el siguiente Período de Desarrollos Regionales se observa mucho más
retraída; son escasos los vestigios pertenecientes a tal momento y sólo se presentan en algunos
sectores. En contraste, el área vecina del Valle de Santa María fue densamente poblada como lo
demuestran los importantes sitios arqueológicos que se suceden a lo largo de la cuenca. La
situación en cuanto a la distribución poblacional relativa se mantiene hasta hoy en forma similar,
aunque en un marco histórico-social obviamente distinto.
El propósito de este trabajo es comparar la instalación humana prehispánica con la actual en
la región de la falda oeste del Aconquija, ambas sustentadas en la producción agrícola y ganadera.
Las observaciones y registro de datos se han centrado en algunas facetas del aprovechamiento del
medio natural, entre ellas: la ubicación y uso de las fuentes de agua, la extensión de las superficies
ocupadas y el tipo de emplazamiento. Otro de los aspectos de interés fueron los datos
poblacionales. Aunque son accesibles respecto a la población moderna, presentan limitaciones de
evaluación en relación con la ocupación arqueológica.
En una etapa inicial del estudio se analizaron e interpretaron fotografías aéreas, que han
permitido acceder a numerosos aspectos del entorno biofísico y de la ocupación humana. Tales
datos se han complementado luego con observaciones directas y recolección de información
efectuadas durante visitas a la zona de estudio a fin de esbozar un panorama más acabado de los
asentamientos actuales y arqueológicos.

AREA DE ESTUDIO

La zona considerada, que en este trabajo denominaremos la Falda, se encuentra ubicada en


la parte centro oriental de la provincia de Catamarca, Dptos. Santa María y Andalgalá. Se trata de
una faja de ancho variable que se extiende sobre el piedemonte de la Sierra de Aconquija desde los
27º 5' de Lat S y 66º 5' de Long O a los 27º 15' de Lat S y los 66º 15' de Long O. Dicha faja está
ubicada entre las cotas de 2.500 y 3.100msnm, limitando al norte con el extremo sur del Valle de
Santa María y por el sur con la Sierra de Capillitas y flanqueada por dos importantes unidades
orográficas: la Sierra del Aconquija al ESE y el Campo de Arenal al ONO.

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La Sierra del Aconquija, perteneciente al sistema orográfico de las Sierras Pampeanas,
constituye el rasgo dominante de la geografía de la región. Se extiende por aproximadamente
100km desde el Abra del Infiernillo al Norte hasta el Cerro Negro-Cerro Aspero al sur. (González
Bonorino 1951:9) conformando una porción del límite entre las provincias del Tucumán y
Catamarca. El tramo de la sierra que limita la zona de estudio coincide con la porción de máxima
altura que mantiene nieves permanentes, los Nevados del Aconquija. El Campo del Arenal o de los
Pozuelos es un amplio bolsón de origen tectónico, su cota mínima, 2.300msnm, se encuentra en su
parte NO. Constituye una gran superficie de acumulación de sedimentos provenientes de las
elevaciones que lo circundan.
La Sierra del Aconquija se destaca por su altura. Esta característica juega un importante
papel en el tipo de clima que reina a uno y otro de la Cumbre. "... es quizá la barrera climática más
efectiva que se conoce en nuestro país..." (González Bonorino 1951:9). Quita la humedad a los
vientos procedentes del E, determinando así una enorme diferencia entre ambos faldeos. El oriental
es fértil, con abundantes precipitaciones, anchos y caudalosos ríos y espesa cubierta vegetal. El
occidente en cambio es árido y seco. Las altas cumbres de la sierra permiten la existencia de nieves
perpetuas, concentradas en el Nevado de los Cerrillos (5.550msnm) y el Nevado del Candado
(5.450msnm). El límite de la nieve permanente está a unos 5.200msnm. por lo cual durante el
verano sólo se mantienen manchas de nieve o hielo en las cumbres más elevadas (González
Bonorino 1951:14). Los ríos permanentes de la falda occidental se alimentan del deshielo de estos
nevados.
Las precipitaciones sobre la misma ladera son escasas y casi exclusivamente estivales. No
existen datos fehacientes sobre precipitaciones en la zona de estudio que se halla justo al pie de los
cerros. Sin embargo, " puede afirmarse que éstas no pasan de 250mm en la falda baja y de 100mm
en el centro del Bolsón del Arenal" (op.cit.:5). Ocasionalmente cae granizo y en invierno, nevisca.
La amplitud anual de temperatura es menor aquí que en los valles como el de Santa María; en
general es más frío en invierno y también más fresco en verano. Durante el día , igualmente, las
temperaturas alcanzan cifras altas por la fuerte radiación solar. El cielo se presenta, en general,
despejado.
El banco de nubes que se forma del lado oriental de la Sierra en su movimiento ascendente
cubre las cimas y las parte más alta del pedemonte occidental. Esta neblina se asienta antes de la
salida del sol y a media mañana desaparece. Debido a la evaporación muy intensa hay un déficit
notable de agua por lo tanto el riego es indispensable donde se cultiva.
La zona se ve afectada por fuentes vientos. En verano sopla el Zonda, viento seco y caliente
desde el Norte, que eleva la temperatura (Rohmeder 1943). Involucra principalmente la parte baja
del pedemonte occidental. La parte alta sufre también los vientos del NO, O y SO, fríos y poco
húmedo. En general soplan por la tarde, a partir del mediodía.
Los suelos de la región son arenosos, pedregosos, livianos y permeables, sin llegar a su
madurez. Merced a los chaparrones estivales la denudación es intensa; las precipitaciones, potentes
y breves, se evaporan rápidamente. La erosión de los suelos se intensifica por los fuertes vientos.
La vegetación característica del piedemonte es xerófila, predomina la estepa o matorral
arbustivo (Cabrera 1976), bastante abierto, donde sobresalen las Zigofileáceas (jarillas, maravillas,
retamas). En las partes altas abundan las cactáceas columnares (cardones), un paisaje típico de la
Prepuna.
Los ríos son cursos consecuentes que bajan del frente de la sierra en dirección al Campo del
Arenal (González Bonorino 1951:41-42). La permeabilidad de los sedimentos y el carácter de la
vegetación convierten al piedemonte en área de infiltración del agua superficial antes de alcanzar el
fondo del bolsón (op. cit.:44). De N a S de la Falda encontramos los ríos Tesoro, Del Medio,
Cerrillos, Buey Muerto, Zarzo, Potrerillos, Dos Ríos, Arenal, Las Conchas, Mático y Río Blanco
(fig. 1 y 2).
La ubicación de los asentamientos se da principalmente a la salida de las quebradas de estos
ríos, sobre la franja alta del piedemonte que cae justo por debajo de la línea de los cerros -la
"costa"- o sea, sobre las superficies de acumulación que forman conos de deyección. La parte
superior de estos conoides y algunas zonas elevadas adyacentes ha sido el hábitat elegido por las
poblaciones antiguas y actuales, para establecer su residencia e instalar sus fincas.
La población de la región es escasa. Se encuentra dispersa entre unas pocas localidades y a
la orilla de los ríos (fig. 1 y 2). A excepción de Tesoro Bajo donde habitan cinco familias, en
general, se hallan sólo una o dos por localidad. Existen además lugares que recientemente han sido

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abandonados reflejando el acusado despoblamiento que sufre la región en la actualidad. Las familias
ocupan los puestos de grandes fincas cuyos propietarios residen en Santa María o Buenos Aires.
La principal actividad económica es la ganadería. Se crían cabras, ovejas, vacas, caballos y
llamas. El ganado vacuno aprovecha los grandes alfalfares en la estación fría, practicando una
invernada en las partes alta y una veranada en el Campo del Arenal. La agricultura se practica en
pocos lugares y es de subsistencia. Sólo en Tesoro Bajo se da un mayor énfasis en las actividades
agrícolas llegando a obtener excedentes comercializables. Se cultiva alfalfa como forraje y en menor
escala, papa, zapallo, maíz, ají, poroto, trigo y árboles frutales.
La ruta provincial Nº 63, que une Santa María con Andalgalá, corre paralela al frente de la
sierra y por ella se accede a sendas que la comunican con los puestos actuales.

METODOLOGIA EMPLEADA

Los datos básicos para el análisis de distribución y tipos de instalación derivan


principalmente de las fotografías aéreas y de observaciones efectuadas en el campo. El área de la
Falda esta contenida en un total de 9 fotogramas (Nº 2767-410 a 3 a 11 del Plan NOA I Geológico
Minero. Dirección Nacional de Geología y Minería) en escala 1:50.000, que forman un mosaico de
65 por 25cm. Sobre este mosaico se levantó un mapa planimétrico base (fig. 2) en el que se
representaron:
(1) la línea denominada "costa" que separa los afloramientos rocosos de los sedimentos no
consolidados del piedemonte.
(2) Los remanentes de antiguos piedemontes y otras elevaciones que se encuentran por debajo de la
"costa".
(3) La red de drenaje.
(4) Los asentamientos humanos modernos y arqueológicos.
(5) Caminos.
Este mapa base nos permitió observar los sectores de instalación de los asentamientos
humanos principales; la relación entre ellos y las fuentes de agua y las superficies relativas entre
asentamientos antiguos y modernos. La observación y mapeo de las áreas de ocupación se ha
efectuado sobre fotos ampliadas y sobre el relevamiento parcial o total de algunos sitios en el
terreno.
La altura media de vuelo empleada en el Plan, de 7.500m, permite obtener una escala de
1:50.000. Esta escala media es de relativa exactitud, pues el vuelo o corrida abarca terrenos con
topografía muy irregular; aún en una misma foto hay diferencias de altura del terreno de más de
2.000m. Este tipo de fotografía no es el más adecuado para el trabajo arqueológico para el cual
necesitaríamos escalas menores, pero son las únicas disponibles de la zona de estudio.
Entonces, con objeto de observar con más detalles los sitios arqueológicos se ampliaron dos
de los fotogramas originales (Nº. 2767-410 a 5 y 8) a 4 veces su tamaño original. Tales fotos,
ampliaciones I, cubrían toda la Falda, a excepción de la localidad de Zarzo en la parte media de la
zona de estudios. En ellas se distinguían muy bien las superficies cubiertas con estructuras
arqueológicas y la configuración de los recintos de cultivo; también se visualizan recintos de
habitación mediante lupa de mano. Sin embargo no eran buenos para confeccionar planos de sitios
arqueológicos. Así fue que sobre estas ampliaciones I, se tomaron nuevas fotos, esta vez de los
lugares específicos en que se observaban estructuras arqueológicas. Estas ampliaciones II tuvieron
resultado variado. En algunas se podía ver muy claramente los recintos de cultivo de 10-50m de
diámetro y recintos de habitación hasta de 2m de diámetro. En otras sólo se pudo observar la forma
general de los recintos e indicaciones borrosas de otras estructuras.
La escala correcta de las ampliaciones pudo establecerse mediante mediciones directas en el
campo. La identificación de un recinto in situ, con su correspondiente en la foto permitió tomar una
medida del mismo y así conocer la escala de las ampliaciones. A partir de las ampliaciones II se
elaboraron mapas de sitios.
Los mapas topográficos son de suma necesidad para este tipo de estudio. En la zona de la
Falda se dispone de hojas topográficas a escala 1:100.000 (12e Aconquija y 12d Capillitas, DNGM)
con curvas que equidistan 100 metros y hojas a escala 1:25.000 (Plan Bajo La Alumbrera, DNGM)
con intervalos de 25m. A pesar de que estas escalas no son las más apropiadas para los estudios
arqueológicos se pudo igualmente calcular la pendiente general del terreno de los sitios, que así

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pudo ser usada con fines comparativos entre los distintos asentamientos. Sobre la base del mapa
1:25.000 más exacto, pudimos corregir el dato de la escala de los fotogramas originales, la cual
resultó ser 1:55.000 en vez de 1:50.000. Las ampliaciones I, en lugar de ser 1:12.500, se
corrigieron a 1:13.750. Esto resultó muy importante puesto que los cálculos de superficie de los
yacimientos se efectuaron sobre las fotos aéreas.
Las mediciones de área fueron realizadas con un planímetro manual. Mediante este método
conocimos la mayor parte de las superficies ocupadas. Los sitios de muy pequeña extensión
debieron medirse con escalímetro, pues el planímetro tiene un rango de acción limitado.
Otros datos de interés sobre el ambiente derivan de nuestra propia observación efectuada
sobre las prospecciones (1984 a 1987). Entre ellos se encuentran las características topográficas de
los terrenos donde se emplazan los sitios, las variaciones microclimáticas entre las localidades y
aspectos de la agricultura actual. Estas observaciones se confrontaron con la información
proporcionada por los habitantes de la Falda.
Los datos aportados se basan en las observaciones de la situación actual, sin embargo
nuestro interés se dirige en último término al medio ambiente en el pasado. Ciertos aspectos
climáticos, topográficos, ecológicos que hemos considerado en este trabajo no necesariamente se
han mantenido inalterados por un largo tiempo, en particular durante el tiempo "arqueológico" que
nos incumbe, unos 2.000 años hacia atrás. En este tipo de región se dan ocasionalmente muy
pequeños movimientos geológicos que pueden producir alteraciones muy visibles en la fisonomía
del paisaje, por ejemplo, cambios en la dirección de los cursos de agua (F. Fidalgo, com. verbal).
Asimismo los actuales habitantes nos han comentado el aumento o disminución del caudal de
algunos arroyos, surgimientos de vertientes, mayor cantidad de precipitaciones en otras épocas, etc.
Este carácter dinámico natural de la región impone reservas a la proyección directa de la situación
actual sobre la arqueológica.
Los asentamientos de la Falda se extienden por grandes superficies y es extremadamente
difícil establecer sus límites, esto es, determinar sitios discretos. Dada la inaplicabilidad de una
aproximación orientada al sitio (Zvelebil, Green y Macklin 1992:193), al menos en esta etapa de la
investigación, decidimos tomar como unidad de análisis cada una de las ocho localidades principales
de la región: Tesoro, Cerrillos, Buey Muerto, Zarzo, Loma Redonda, Dos Ríos, Ingenio del Arenal
y Las Conchas. Dentro de ellas hemos determinado algunos sectores cuando fue posible establecer
límites topográficos netos entre ellos y/o espacios intermedios vacíos de restos arqueológicos.
Se han efectuado relevamientos planimétricos en el terreno del sitio Loma Alta de Cerrillos
y sectores parciales en las localidades de Tesoro, el mismo Cerrillos, Loma Redonda e Ingenio del
Arenal. Existe un plano parcial del sector principal de Buey Muerto relevado por Weiser (1924) y
publicado por Raffino (1991:82, fig. 4.4).
Al hablar de "superficie ocupada" nos referimos al conjunto de las estructuras de habitación
y agrícolas, ya sea en el caso arqueológico como el actual. Por otra parte la distinción entre recintos
de habitación y recintos destinados a funciones agrarias se ha efectuado básicamente por el tamaño
y subsidiariamente por la forma y la densidad relativa de restos superficiales. En otro trabajo hemos
presentado los criterios usados en la distinción de ambas categorías (ver Albeck y Scattolin
1984:297-229).
La asignación cronológica de los asentamientos se ha efectuado en base a los restos
arqueológicos (cerámica) de superficie y además se conocen materiales de excavación de Loma
Alta de Cerrillos (Scattolin 1990), Ingenio del Arenal-Faldas del Cerro e Ingenio del Arenal-Centro
(Márquez Miranda y Cigliano 1961), Buey Muerto (González 1977:149 y 1979:10) y de los
cementerios de Tesoro, Zarzo, Ingenio del Arenal y Las Conchas (Weiser 1924). Dichos materiales,
que corresponden a seis de las ocho localidades tratadas por nosotras, permiten asignar a los sitios
al P. Formativo. De las dos restantes, Dos Ríos no fue visitado por nosotras, mientras que se realizó
una corta visita (1984) a Loma Redonda durante la cual se efectuó un relevamiento de un núcleo
habitacional cuyos restos superficiales diagnósticos correspondieron al P. Formativo. Recolecciones
de superficie efectuadas por una de nosotras (MCS) en I. del Arenal-Centro proporcionaron una
fracción menor de fragmentos correspondientes al P. de Desarrollos Regionales, sin embargo las
excavaciones de Márquez Miranda y Cigliano suministraron exclusivamente restos Formativos
(1961). No podemos descartar que haya habido una ocupación durante el P. D. R., sin embargo,
todo hace suponer que la ocupación extensiva de la región se alcanzó durante el Formativo.
A los fines de la comparación entre las superficies ocupadas en el pasado y en la actualidad
debe tenerse en cuenta que todos los campos no son o han sido usados simultáneamente, tanto

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antes como ahora, y por lo tanto hemos comparado las extensiones máximas alcanzadas en ambos
lapsos.

DESCRIPCION DE LAS LOCALIDADES

TESORO

La localidad de Tesoro se encuentra en el extremo septentrional de la Falda (fig. 1 y 2).


Aquí el frente principal de la sierra no se alza directamente a partir del piedemonte sino por detrás
de dos elevaciones menores que se hallan separadas por una angosta quebrada.
Del frente de la sierra bajan dos arroyos, bastantes cercanos uno del otro; al N, el río Tesoro
y al S, el Río del Medio que luego confluyen. El río Tesoro prosigue su curso por una quebradita y
finalmente se abre al alcanzar la zona pedemontana.
Allí se desarrolla un segundo cono de deyección cuyos cauces y cárcavas, al discurrir hacia
el bajo tuercen su curso un poco hacia el N. En virtud de esta disposición topográfica quedan
determinadas dos zonas de relleno sedimentario: una en la parte alta entre la sierra y las dos
elevaciones menores (Tesoro Alto) y otra desde estas dos elevaciones hacia el bajo (Tesoro Bajo).
En la parte alta, la tonalidad oscura que muestran algunos sectores en la foto aérea
evidencian la práctica del riego, lo que aumenta la cantidad de agua en los sedimentos y
consecuentemente prolifera la vegetación. También puede observarse una zona de tono muy claro
que corresponde a sedimentos eólicos. Se trata de una extensión pequeña en relación con otras de
la Falda.
Es probable que Tesoro se halle mejor protegida de los vientos que las demás localidades.
En la parte baja se observan grandes diferencias de tonalidad. Parcelas cuadrangulares con
tonalidades muy claras, se alternan con otras muy oscuras, que pueden indicar distinto tenor de
humedad en los sedimentos o una gran variedad de usos a que han sido destinadas. En Tesoro Bajo
los terrenos se utilizan para cultivo de hortalizas, cereales y frutas. Esto contrasta en cierta medida
con lo que ocurre en otras localidades de la Falda en la que mayormente las parcelas mantienen una
tonalidad oscura más o menos similar, pues la mayoría se destina a pasturas.
En Tesoro Bajo viven cinco familias las cuales son propietarias de la totalidad de las fincas
del lugar. Cultivan pimiento, maíz, papa, trigo, zapallo, vides, durazno. El producto es vendido en
el Valle de Santa María, reservándose sólo una pequeña parte para el consumo familiar. Se trata de
uno de los lugares más prósperos de la Falda.
En Tesoro Alto existen dos casas habitadas (1984). Una se encuentra sobre la margen
derecha del río Tesoro y otra sobre la margen izquierda del Río del Medio. La mayor parte de los
terrenos se destina al pastoreo de ganado vacuno y equino. Se crían también cabras y ovejas y un
propietario lugareño mantiene un rebaño de llamas. Se siembra trigo y maíz, además de papa, pero
sólo para el autoabastecimiento.

Sitios Arqueológicos

Sólo son visibles en Tesoro Alto. Preferentemente se ubican sobre el material de relleno.
Como excepción existen unos pocos corralitos circulares sobre la ladera de la sierra. Tanto el río
Tesoro como el río del Medio presentan estructuras arqueológicas sobre ambas márgenes.

A. Margen derecha del Río Tesoro: al E y N de la casa se extiende la mayor parte de los vestigios
mejor conservados. En el nacimiento del conoide es posible observar una zona de forma triangular
con numerosos restos (fig. 3). Se trata de pircas de piedra que delimitan espacios de forma variada,
principalmente subcuadrangular y poligonal, definiendo recintos que en su mayor parte se adosan
unos a otros. Se presentan aterrazados acompañando el suave declive del terreno. Su tamaño es
variable, comúnmente tienen un largo de 25-35m. Durante una visita al lugar pudimos observar
despedres, molinos de piedra en superficie, y escasos recintos pequeños de 1,50-2m de diámetro.
Hacia el bajo un muro rodea el lugar y hace las veces de contención. Más allá de este muro, hacia el
O, continúan una serie de recintos de tipo similar pero más desdibujados y dispersos. A este lado

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del muro se pueden observar mayor cantidad de recintos pequeños atribuibles a habitaciones. Sobre
la ladera que se alza al NE del sitio se halla un grupo de recintos circulares adosados dispuestos en
forma de arco.

B. Entre el río del Medio y el Río Tesoro: Se trata de un terreno cubierto de una capa de humus y
pasto abundante que es usado como potrero para el ganado y en algunas partes se siembra, por
tanto las estructuras se distinguen dificultosamente. Se presentan en cantidad mucho menor que el
anterior. Son de forma variada y de unos 25m de largo. En la parte más alta del sector se presenta
una serie de recintos cuadrangulares dispuestos en hilera, en sentido longitudinal a la pendiente. Los
recintos pequeños son escasos.

C. Margen izquierda del Río del Medio. Es semejante al anterior pero de menor extensión. Entre los
recintos grandes fue posible distinguir durante una prospección recintos pequeños (habitación), en
grupos de dos o tres y aislados.
Los cálculos de la superficie ocupada por estructuras arqueológicas en todo Tesoro Alto
dieron 32,8ha. La superficie de terreno actualmente usada o regada es de 43,4ha. Debemos tener en
cuenta al analizar estos datos que buena parte de los recintos antiguos se encuentran destruidos por
los potreros actuales y además algunas pircas actuales han sido construidas con piedras antiguas.
Esto es particularmente notable a cada lado del Río Medio. Creemos que las malas condiciones de
visibilidad inciden en las estimaciones de superficie, abundancia y densidad de los sitios.

CERRILLOS

Unos 3km al S de Tesoro se encuentra la localidad de Cerrillos. El río Cerrillos que baja de
la serranía por una quebrada estrecha y empinada se abre al pie de la sierra determinando la
formación de un cono de deyección. Este cono ve impedido su normal crecimiento por una serie de
lomadas elevadas que separan esta localidad de las de Tesoro y Buey Muerto.
Uno de los cursos principales corre contra las lomadas ubicadas al S, al pie de la Loma Alta,
fluye encajonado y conforma la Quebradita Lorohuasi. Generalmente no transporta agua por que
esta se utiliza para riego. El otro cauce importante corre al pie de las elevaciones ubicadas al N del
cono.
Traspasadas las lomadas centrales el cono continúa su desarrollo hacia el bajo. En esta parte
más amplia del piedemonte se observan los relictos de un piedemonte antiguo profundamente
disectado por la erosión.
En la parte alta es muy notable el tono más oscuro de los sedimentos debido a la práctica del
riego, otro tanto sucede hacia la parte baja en un sector cercano a los restos de piedemonte antiguo
(Los Campitos). El diseño de vegetación es denso y regular por estar, ambos lugares, sembrados y
sometidos a riego.
El asentamiento humano actual se ubica en los dos sectores, uno en la parte alta, Cerrillos y
otro en la parte baja, Los Campitos, unidos por un camino de acceso. En la parte alta se encuentra
la única escuela de toda la Falda, la vivienda principal de la finca y dos casas más, donde se hallan
establecidas dos familias. En Cerrillos se encuentra la mayor superficie cultivada con alfalfa de la
zona, destinada al engorde del ganado vacuno. En Los Campitos el agua de riego se esparce por los
cuadros después de recorrer varios kilómetros por un canal con toma en la parte alta, que corre
paralelo al camino y desemboca en un estanque.

Sitios Arqueológicos

Se encuentran en Cerrillos Alto ubicados sobre (I) el material de acarreo reciente y (II)
sobre una serie de lomadas. (1)
I. En el primer caso los asentamientos se encuentran sobre el cono de deyección. En este
localización se halla la mayor parte de los restos arqueológicos de Cerrillos. Consisten en
remanentes de antiguos muros de piedra que delimitan recintos. El terreno está sembrado y
sometido al riego. Lo cubre una capa de vegetación natural o cultivada en la que pastorea el

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ganado. Esta circunstancia actúa en contra de la preservación de los restos, los cuales se presentan
muy destruidos y desdibujados en un suelo humífero. Casi no se halla cerámica en superficie. La
definición de sectores es difícil, sólo pueden ser delimitados aquéllos que están separados unos de
otros por accidentes topográficos (barrancas, elevaciones, etc.).
A. Podemos ubicar el conjunto de mayor magnitud en el sector central del conoide, al E de la
vivienda principal. Este conjunto está compuesto por varios grupos, el mayor de los cuales ocupa
19ha. Posee recintos de forma cuadrangular, poligonal y subcircular, de tamaño bastante uniforme
(entre 200 y 400m²). Entre ellos se presentan en número menor otros más pequeños
correspondientes a unidades de habitación. Los recintos cuadrangulares se disponen en sentido
longitudinal o transversal a la pendiente, nunca en forma oblicua.
B. Sobre el mismo cono de deyección hay otras agrupaciones de recintos que se ubican hacia la
periferia del grupo anterior. Ocupan una extensión menor y están compuestos por recintos de
contorno poligonal y subcircular. El más grande de estos grupos periféricos se ubica en la parte
superior del cono, justo al pie de la sierra. Otro sector se encuentra sobre la margen izquierda del
río principal.

II. Los sitios arqueológicos ubicados sobre las lomadas sólo se localizaron en dos puntos.
C. Sobre la margen derecha del cauce que delimita el cono por el N se observaron unos pocos
recintos adosados en forma irregular . Se presentan muy desdibujados dado que se hallan cubiertos
por una capa de arena eólica.
D. Sobre una de las lomadas que se encuentran al S del cono de deyección se halla otro sitio
arqueológico denominado Loma Alta. Se asienta sobre la angosta elevación, más bien aplanada que
cae en suave pendiente hacia el O y S. Sus límites están dados por dos pequeñas quebradas con
barrancas muy pronunciadas que confluyen aguas abajo del sitio. Una de estas quebradas, la ubicada
al N, es la llamada Lorohuasi. La vegetación es escasa y natural. El yacimiento presenta buen
estado de conservación. Los recintos comprenden formas y tamaños diversos. Las pircas tienden a
ser curvas, adoptando formas irregulares, en general, subcirculares, de un diámetro de una a varias
decenas de metros. Las viviendas se encuentran intercaladas entre los campos de cultivo y adosadas
a ellos. Todo el sitio visto en planta da la apariencia de un retículo muy irregular.
En Cerrillos Alto cabe resaltar la presencia de dos formas distintas de estructuración cuyos
representantes más destacados serían el sector central mayor y el sitio Loma Alta. En el primer caso
las construcciones varían poco en tamaño y se encuentran en su mayor parte adosadas unas a otras,
adoptando formas cuadrangulares y poligonales y en menor frecuencia subcirculares. En cambio, en
el sitio Loma Alta, los recintos son de tamaño muy variado y el contorno que presentan es en
general subcircular, siendo poco frecuentes las pircas de trazado rectilíneo. La variación en el
tamaño de los recintos de la Loma Alta y su distribución aparentemente anárquica contrasta con la
regularidad que presenta el sector central que en partes ofrece el aspecto de verdadero panal.

BUEY MUERTO

Unos 3km al S. de Cerrillos se encuentra Buey Muerto. Está ubicado sobre un angosto cono
de deyección que nace en la confluencia de dos arroyos que bajan de la sierra. Existen dos cauces
principales: el que transporta agua actualmente está ubicado más al N y el otro, ahora seco, corre
contra las elevaciones ubicadas al S. En las fotos aéreas el diseño de vegetación no refleja grandes
variaciones. Sólo se observa una mayor densidad de vegetación en aquellos lugares en donde el
agua actúa modificando el tapiz vegetal.
Los pobladores actuales de Buey Muerto ocupan dos zonas: una alta (2990msnm) y otra
más baja (2840msnm). El asentamiento en el alto es más importante. Comprende varias viviendas,
una capilla, corrales y campos de cultivo. En el bajo no hay pobladores sino un puesto temporario.

Sitios Arqueológicos

A. El asentamiento principal ocupa el área centro-sur del cono, inmediatamente al S y al O de las


instalaciones actuales. Estas se sobreponen sólo en algunos lugares a las estructuras arqueológicas

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resultando de ello una buena conservación de los antiguos sitios de habitación y cultivo. Abarca una
extensión de 82ha. Se compone de amplios recintos de cultivo entre los cuales se encuentran las
unidades de habitación agrupadas en núcleos. La parte mejor conservada se encuentra a ambas
márgenes del arroyo ubicado al Sur. Los recintos agrícolas son en general de tamaño similar a los
del sector central de Cerrillos. Son predominantemente de forma poligonal aunque también
aparecen los de contorno subcuadrangular y en menor medida subcirculares. La gran mayoría de los
recintos se encuentran adosados. En la parte inferior del cono se encuentran algo más dispersos.
Grupos más pequeños compuestos de unos pocos recintos adosados rodean el sector central.
B. Un conjunto independiente se encuentra al pie de una lomada al N del cono (El Arenal de Buey
Muerto). Es de extensión reducida. Se trata de estructuras subcirculares adosadas más pequeñas
que las del sector principal.

ZARZO

Esta localidad ubicada al sur de la anterior (fig. 1 y 2) actualmente está despoblada. Como
en los casos anteriores, desde el frente de la sierra se abre un conoide, surcado por una serie de
cauces que discurren por una extensión pedemontana rodeada de lomadas. Junto al arroyo ubicado
al S de Zarzo se encuentra una superficie de acumulación eólica. El tapiz vegetal se encuentra
menos desarrollado que en las localidades descritas anteriormente tal vez porque la fuente de agua
es menos abundante. Este dato deriva de nuestras propias observaciones y de los informantes
lugareños y es contradictorio con los aforos registrados por Fauqué (1984). Las instalaciones hoy
abandonadas comprenden una casa, corrales y cuadros de cultivo ubicados cerca del frente de la
sierra, o sea en el alto.
Los asentamientos arqueológicos se extienden por la parte más alta y la zona central del
piedemonte y ocupan una extensión de 30 Ha. Son estructuras de la misma clase que las ya
descritas. Se encuentran adosadas en forma continua o en diversos grupos más pequeños. En
general adoptan formas poligonales o subcirculares. El tamaño es similar a los que se encuentran en
el sector central de Buey Muerto. En las fotos aéreas es difícil la visualización de recintos pequeños
(habitación). Sólo fueron advertibles mediante la inspección con lupa de mano unos escasos núcleos
compuestos de varias unidades.
El asentamiento moderno ocupa apenas media hectárea, lo cual contrasta enormemente con
la superficie ocupada por el asentamiento arqueológico.

LOMA REDONDA

Este sitio se ubica sobre un cono de deyección formado por un arroyo que baja del nevado
el cual se abre en dos brazos que limitan al cono por el N y el S. Por encima de los materiales de
acarreo sobresalen algunas lomadas, entre ellas se destaca la "Loma Redonda". En diversos puntos
del perímetro del cono son visibles en las fotos aéreas manchas claras correspondientes a
acumulaciones de arena eólica. Manchas similares se observan en algunos sectores inmediatos al
cauce sur. Los fotos también muestran que en la mayor parte de la superficie del cono el diseño de
vegetación no presenta grandes variaciones si exceptuamos las zonas sometidas a riego y la
presencia de arenales.
El asentamiento moderno se da en dos zonas: una en el Puesto del Medio y otra en el bajo,
Loma Redonda. En Puesto del Medio se encuentra la mayor parte del terreno irrigado utilizado
para el pastoreo. El agua de riego proviene del arroyo que corre al N del cono. Este lugar no se
encuentra habitado en la actualidad. En la parte baja próximo a la ruta, existe un caserío ocupado
por una sola familia. En Loma Redonda y Puesto del Medio existen únicamente cultivos de alfalfa y
aún éstos se encuentran poco extendidos.

Sitios Arqueológicos

Se extienden ampliamente por la parte superior del cono, sobre todo hacia su lado N, a uno
y otro lado de la acequia actual. Se trata de recintos de tipo similar a los ya descritos. La extensión
total mide 64ha.

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Existe una tendencia hacia una ubicación preferentemente longitudinal de los recintos
siguiendo las líneas de los antiguos cauces del cono. Con frecuencia ocupan las hondonadas o
cárcavas, donde seguramente el agua se encauza más fácilmente o se da un mayor tenor de
humedad en los sedimentos.
Aquí se halla los recintos más amplios de toda la Falda. Muchos de ellos alcanzan más de
60m de largo y aún 100m. Estos recintos más amplios se dan mayormente en el sector al S de la
acequia actual.
La forma más común es el cuadrangular y el subcuadrangular, existiendo agrupaciones de
parcelas poligonales y subcirculares, particularmente en los extremos E y O del conjunto. Las
estructuras habitacionales se observan en escasos números en las fotografías aéreas. Un núcleo de
ubicación cercana al asentamiento actual de Puesto del Medio está compuesto de seis unidades
adosadas de forma más o menos circular.
La extensión de los actuales cultivos en Loma Redonda y Puesto del Medio es de 10ha, lo
cual contrasta enormemente con la extensión ocupada por los recintos arqueológicos.

DOS RIOS

Inmediatamente al sur de Loma Redonda se encuentra esta localidad de escasa importancia


en la región. El asentamiento actual es un puesto temporario compuesto por una vivienda, corrales
y cuadros de cultivo. La extensión de la tierra hoy utilizada alcanza las 13ha.
Dos cursos de agua determinan la formación de un cono de deyección . Los ríos corren más
o menos paralelos antes de unirse en un corto brazo que desemboca finalmente en el río proveniente
de Loma Redonda (fig. 1 y 2). Poco más arriba de la confluencia se abre el cono de deyección en el
cual se halla la mayor parte de los vestigios arqueológicos de Dos Ríos. El conoide está limitado al
N por los ríos que proviene de la Loma Redonda y al S por un curso que baja del frente montañoso.
Es particularmente notable la extensión que adquieren los sedimentos de tonalidad clara,
pertenecientes a acumulaciones eólicas poco consolidadas o en movimiento. Las arenas cubren casi
la mitad del cono de deyección, por lo que estimamos que esta localidad se halla fuertemente
sometida a los vientos del N y O.

Sitios Arqueológicos

Los sitios arqueológicos ocupan una extensión que arranca desde el nacimiento del cono por
un espacio de casi 1,5km de largo por 250m promedio de ancho, con un total de 33ha. Los recintos
forman grupos sin llegar a constituir un único conjunto totalmente articulado. Se notan dos sectores
principales: (A) es el mayor ubicado al O de la confluencia, de un largo de 1,2km por 350m de
ancho máximo y (B) al E de la confluencia, mide 700m de largo por 100m de ancho.
El tamaño de los recintos es menor que en Loma Redonda, su disposición es más
desorganizada y la forma general más irregular y variada. Los recintos son subcirculares,
subpoligonales o subcuadrangulares predominando las formas curvas y escaseando los ángulos
netos. En este sector es destacable un pequeño grupo de estructuras subcuadrangulares
encadenadas que también se repite en el extremo inferior del sector al O de la confluencia.
Parcelas aisladas, algunas de gran tamaño pero de similar configuración, rodean los sectores
principales. Fue imposible observar con claridad en las fotos aéreas los recintos pequeños
correspondientes a habitaciones.

INGENIO DEL ARENAL

El cauce principal nace de la confluencia del Río Arenal (Peñas Negras) al N y el Río Peñas
Blancas al S, que provienen del Nevado del Candado. El Río Arenal corre semiencajado entre las
serranías hasta llegar al frente montañoso. Aquí nace el cono de deyección, sobre cuya superficie se
observan evidencias de actividad humana tanto de épocas prehispánicas como de la actualidad.
Ingenio es, y probablemente haya sido también en el pasado, una de las localidades más
importantes de la Falda. Su prosperidad deriva de la relativa abundancia de agua y de su cercanía de

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las fuentes de minerales ubicadas más al S. El río principal es uno de los más caudalosos de la zona,
junto con el de Cerrillos, y ha permitido la instalación de un ingenio de molienda de mineral que fue
usado en épocas históricas (Márquez Miranda y Cigliano 1961). Hoy día ha sido transformado en el
casco de la finca.
La actividad humana también se desarrolla actualmente en dos lugares: uno alto y otro bajo.
En el alto a 3.200msnm se halla el denominado Puesto del Arenal, ocupado transitoriamente. La
parte baja corresponde a la casa principal (El Ingenio) a 2.910msnm, rodeada de un pequeño
caserío en el que viven unas pocas personas encargadas del mantenimiento de la finca.
Los terrenos al SO de Puesto El Arenal presentan mayor humedad (tonalidad oscura) en
coincidencia con un área de quiebre de pendiente, pudiéndose prever entonces la existencia de
vertientes.
El cono de deyección se encuentra dividido por el curso principal en dos mitades casi
simétricas. La meridional presenta una tonalidad más oscura, en particular, en las áreas cercanas al
puesto El Arenal donde aflora la humedad. En general no son frecuentes las acumulaciones de arena
de esa parte del cono, si exceptuamos las áreas más bajas cercanas al Campo del Arenal. En el
sector más elevado las depositaciones más importantes están dadas por el médano ubicado en las
proximidades del Puesto.
En la mitad ubicada al NE del río existen áreas de sedimentación eólica más significativas
que en la parte SO. En la parte central del cono se destaca nítidamente por su tonalidad oscura la
superficie irrigada que rodea la casa principal. La mayor acumulación de arena la encontramos fuera
del cono de deyección propiamente dicho sobre las elevaciones que separan a Ingenio de Las
Conchas. En general se evidencia un diseño de vegetación disperso, más acentuado en las zonas con
arenas en movimiento. La máxima densidad de vegetación la encontramos en los alrededores de los
asentamientos actuales y en las proximidades de los cursos de agua.

Sitios Arqueológicos

El asentamiento arqueológico en Ingenio del Arenal es el más extendido de toda la Falda.


Comprende los siguientes sectores principales:
A. El tramo final de la quebradita que da nacimiento al cono de deyección, sector que se encuentra
bordeado de cada lado por la serranía. Las estructuras arqueológicas se encuentran principalmente
hacia la margen izquierda del arroyo, ocupando un terreno de unos 500m de largo por unos 200m
en su parte más ancha. La distribución es muy dispersa. En las fotografías son poco visibles debido
a que el terreno está cubierto por un médano. Se trata de recintos de forma subcircular y de tamaño
pequeño en relación con otros de la Falda. Es el sitio que Márquez Miranda y Cigliano (1961)
denominaron Ingenio del Arenal-Faldas del Cerro.

B. La parte superior del cono de deyección. Es el más extenso y está dividido en su parte media por
el Río Arenal. La mitad S es mayor y está ocupada más densamente que la mitad N. Mide varios
kilómetros de largo y unos 700m de ancho. El tercio superior ha sido reutilizado en épocas
recientes; se encuentra cercado y sometido al riego y por lo tanto es muy difícil visualizar las
antiguas edificaciones. El resto, en cambio, se encuentra bien conservado. Los recintos poligonales,
subcirculares y subcuandrangulares son los más frecuentes. El tamaño es más o menos uniforme.
Abundan los que se disponen en fila en la misma dirección de la pendiente. La construcción es
densa e interconectada. En las ampliaciones II fue posible localizar por lo menos cinco núcleos de
unidades circulares pequeñas, seguramente de viviendas.
La mitad norte presenta grupos más o menos dispersos en su mayoría adosados en forma
encadenada. Tiene una extensión de 1,5km de largo y un ancho de 300m, pero no está tan
densamente ocupada como la mitad sur y tampoco se observa con tanta nitidez como esta última.
Las formas más frecuentes son las cuadrangulares, poligonales y subcirculares. Corresponde al sitio
Ingenio del Arenal-Centro de Márquez Miranda y Cigliano (1961).

C. Los alrededores de la casa principal. Es poco visible y de extensión muy reducida. Buena parte
está ocupada por las instalaciones actuales. Se trata de parcelas pircadas adosadas o aisladas de
forma subcircular o cuadrangular. El tamaño es variable. Se trata del único caso en toda la Falda en

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que fue posible observar por fotografías aéreas, estructuras de este tipo en una localización en el
"bajo".
Cabe señalar que existen otros dos sitios en relación con el Río Arenal.
D. Uno es I. del Arenal-Médanos en el Campo del Arenal (2).

E. el otro se encuentra a unos 3.700msnm en la quebrada del río, ya en el interior de la sierra, un


lugar de acceso muy difícil.

LAS CONCHAS

La Conchas se beneficia con el aporte de agua de dos cauces que bajan de la serranía,
dominados Las Conchas y Mático (fig. 1 y 2). Los cursos cortos y encajonados reciben el aporte de
los nevados australes del Aconquija. Al abandonar la sierra determinan la formación de dos conos
de deyección separados por una pequeña elevación. En esta localidad son extensas las áreas
cubiertas con medanales; las arenas se encuentran muy cercanas al sitio ubicado sobre el río Mático,
donde la escasa densidad vegetal parece indicar que los depósitos están expuestos a la acción de los
fuertes vientos de la zona, dificultando la instalación de una cubierta vegetal. En el asentamiento
actual cercano al río Conchas los médanos ocupan un lugar menos importante. Las superficies
ocupadas actualmente por los habitantes del lugar presentan por el contrario una vegetación más
densa.
La población actual se dispone en dos zonas ubicadas más o menos a la misma altura en dos
conos de deyección adyacentes. Ocupa algunos caseríos rodeados de corrales y amplias parcelas
delimitadas por pircas. Los propietarios de estos terrenos son los propios lugareños.

Sitios Arqueológicos

Las construcciones, destruidas en parte por las instalaciones recientes, se nuclean


fundamentalmente en las proximidades del río Las Conchas. Los recintos de cultivo se extienden
desde el pie de la sierra hasta una distancia de 1,2km del mismo. Adoptan formas predominante
cuadrangulares orientadas en el sentido de la pendiente del terreno; hay también poligonales. Los
primeros tienden a ubicarse en las depresiones del terreno, encadenados unos a otros. Los del
segundo tipo se encuentran agrupados formando pequeños panales. No nos fue posible verificar la
existencia de recintos de habitación pues la zona no fue prospectada.

EL ASENTAMIENTO Y LAS CONDICIONES DEL MEDIO NATURAL

La Falda constituye una región en la cual la instalación humana se halla influida por la
ubicación de las fuentes de agua. La agricultura debió haber constituido un recurso de suma
importancia a juzgar por la gran superficie que ocupan las estructuras agrícolas. Debido a las
condiciones de aridez la agricultura temporal o de secano es imposible de practicar. Es por eso que
sólo los lugares con fácil acceso al agua fueron los elegidos para establecer los asentamientos
arqueológicos. En casos en que el agua no estuviera lo suficientemente próxima, la construcción de
acequias permitió conducirlas hasta donde era requerida (3).
Las instalaciones arqueológicas por tanto se encuentran en las partes altas del pedemonte
desde la línea del frente hasta no más de 4-5 km del mismo. Más allá de esta faja óptima (4) los
vestigios arqueológicos son raros y de dimensiones insignificantes.
El tenor de humedad de los sedimentos también debe haber sido un factor involucrado en la
localización de los asentamientos aunque depende del factor primordial, esto es, los cursos de agua
permanente. En las fotos aéreas se observa una mayor presencia de humedad en la parte alta de los
conoides. Inclusive son numerosos los recintos de cultivo ubicados en hondonadas que retienen más
humedad.
La presencia de afloramientos rocosos y lomadas contra el frente de la sierra, por encima de
los acarreos recientes es otro elemento a tener en cuenta. Parecen actuar como obstáculo para el
drenaje rápido del agua modificando a la vez el desarrollo natural de los conos de deyección.

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Estas elevaciones se encuentran en las localidades de Tesoro, Cerrillos, Zarzo y Loma
Redonda. El caso más patente es el de Tesoro Alto, el cual se encuentra completamente encerrado
por el frente serrano y las dos elevaciones que se hallan separadas por una angosta garganta que
apenas deja correr el río Tesoro hacia abajo.
Cerrillos, en cambio, sólo está rodeado parcialmente; allí el cono se ve estrechado por sus
dos flancos. Zarzo y Loma Redonda son otros casos en que el desarrollo normal del drenaje y la
retención de humedad están condicionadas por los afloramientos. Estos también actúan como
reparo de los fuertes vientos del N y el O. La zona alta del piedemonte se beneficia además de la
nubosidad matinal que desciende de los cerros y se asienta hasta la media mañana. Esta neblina se
mantiene por más tiempo en los lugares más resguardados como Tesoro Alto, Cerrillos y Loma
Redonda (Puesto el Medio).
La altura sobre el nivel del mar no parece actuar como factor negativo (Cardich 1974,
1980); muy por el contrario las partes altas del piedemonte son las utilizadas para los recintos
agrícolas. Por medio de las fotografías aéreas hemos podido constatar la presencia de un
asentamiento arqueológico -casi con seguridad, recintos de cultivo- en la estrecha quebrada del río
Arenal a unos 3.700msnm ya en el interior de la sierra.
La pendiente bastante abrupta de la Falda, un elemento negativo para la agricultura de zonas
áridas, fue eficientemente controlada. Habiendo agua y terreno suficientes, sólo quedaba evitar la
erosión. Se controló mediante la implementación de un ingenioso recurso técnico: construyendo
recintos cuyos muros transversales a la pendiente actúan como barreras para la erosión a la vez que
crean superficies horizontales aptas para el cultivo.
No poseemos un conocimiento profundo sobre los tipos de suelo para verificar su posible
incidencia en la ubicación de los distintos asentamientos. Sin embargo creemos que su importancia
es secundaria en relación al factor de proximidad de recursos hídricos, que como ya dijimos debió
haber sido determinante. (5)

POBLACION, AREAS AGRICOLAS Y AMBIENTE

Desde nuestro primer acercamiento al estudio de la región nos llamaron la atención las
grandes extensiones que en el pasado se destinaron al cultivo y que hoy se encuentran abandonadas,
un hecho recurrente en gran parte de América (Donkin 1979). Iniciamos nuestro estudio en la Falda
con la hipótesis de que la instalación agrícola antigua era más extendida que la actual y
consecuentemente tratamos de evaluarla.
A fin de comparar las superficies ocupadas en el pasado y en el presente efectuamos
cálculos areales. Las Tablas 1 y 2 dan cuenta de los datos por localidad. Los resultados obtenidos
mostraron -contrariamente a nuestras impresiones previas- una reducción pequeña en la cantidad
total de las superficies ocupadas. Un examen atento de lo que ocurre en cada una de las localidades
puede ayudarnos a comprender este punto.
El Gráfico 1 compara las extensiones ocupadas antiguamente y en la actualidad (Tablas 1 y
2). Sólo en Tesoro y en Cerrillos las superficies actuales superan, y en gran medida, a las
arqueológicas. En el resto de las localidades las superficies arqueológicas ocupan siempre una
mayor extensión que las actuales. Notablemente en esos dos lugares tuvimos inconvenientes en
realizar cálculos areales de las superficies agrícolas antiguas debido a que fue difícil visualizarlas,
tanto en las fotos aéreas como in situ, ya que los terrenos hoy activos han sido instalados sobre las
primeras. En muchos casos se puede constatar, en el terreno, el uso de piedras de pircas antiguas
para la construcción de las modernas. La vegetación espesa y alta de la zonas regadas también
afectó la visualización. En el resto de las localidades esto no ocurrió. El Gráfico 1 da cuenta para
ellas de una marcada reducción de las superficies cultivadas en la actualidad.
Creemos que las superficies arqueológicas de Tesoro y Cerrillos quedan subestimadas por la
escasa visibilidad de los restos, y por tanto la posición de estas localidades en la Tabla 1 puede estar
sujeta a cambios. Por la misma razón, la cifra total de la extensión cultivada en el pasado podría ser
mayor.
El caso de Tesoro y Cerrillos sin embargo no queda suficientemente esclarecido. La gran
desproporción entre las áreas actuales y arqueológicas muestra una situación demasiado extrema
para que sea explicada solamente por la perturbación y escasa visibilidad de los restos. La extensión
de las superficies actuales en ambas localidades difiere enormemente de las restantes; mientras que

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las superficies antiguas de Tesoro y Cerrillos no se diferencian tanto de aquellas de las otras
localidades. En conjunto los datos sobre áreas arqueológicas se muestran más homogéneos.
La Tabla 3 nos proporciona el número de habitantes por localidad. La diferencia de Tesoro
y Cerrillos respecto de las demás es evidente. El Gráfico 2 compara la población y la superficie
cultivada. Tesoro y Cerrillos, con alto número de pobladores presentan las mayores extensiones
activas; les sigue Ingenio, tanto en población como en extensión; y luego continúan las restantes.
Esto parece señalar la cantidad de habitantes incide en la extensión de las áreas cultivadas. La
discrepancia en el mayor número de habitantes de Tesoro pero menor superficie cultivada en
relación con Cerrillos puede ser explicada si se tiene en cuenta que a esta última localidad concurren
personas de Tesoro y Buey Muerto a trabajar como peones, para cuidar la distribución el agua, el
mantenimiento de las acequias y otras tareas agropecuarias, lo que contribuye a que Cerrillos
aumente su extensión agrícola en uso, sobre la base de recursos humanos de otras localidades. Por
lo expuesto pensamos que existe una correlación entre el número de trabajadores y la extensión de
tierra trabajada.
Respecto a la relación entre la superficie cultivada y la población en el pasado por el
momento no podemos establecer comparaciones fehacientes puesto que carecemos de datos
poblacionales seguros de aquella época. Sólo se conoce la cantidad de núcleos habitacionales para
algunos sitios arqueológicos. En Loma Alta (Cerrillos) con 8 ha. ocupadas hay 8 núcleos
habitacionales, habiendo por lo menos 6 recintos de cultivo por cada núcleo. En el sector principal
de Pueblo Viejo de Buey Muerto -más de 20ha- hay por lo menos 10 núcleos habitacionales,
correspondiendo a cada uno de ellos un promedio de 15 recintos de cultivo. En Ingenio el Arenal
Alto que abarca unas 130ha, Márquez Miranda y Cigliano excavaron 15 habitaciones del sitio
Faldas del Cerro y por lo menos 3 núcleos habitacionales del sitio que denominaron "Centro"
(1961). Estos datos parecen indicar que en los sitios ocupados antiguamente hubo una mayor
densidad poblacional que la actual. Sin embargo, tales unidades de vivienda pudieron no haber sido
usados en forma simultánea. Hasta que no tengamos datos acerca de la ubicación temporal de las
viviendas antiguas será imposible por tanto realizar afirmaciones acerca de la población y de las
áreas de cultivo en el pasado.
Empero debemos tener en cuenta los datos aportados por la situación actual. Estos nos dicen que
hay una correspondencia entre la cantidad de pobladores -o tal vez mejor, trabajadores- y la
extensión de las áreas de cultivo. Estos datos sí pueden aprovecharse para, por lo menos, proponer
hipótesis acerca de la situación en épocas prehistóricas, sobre las cuales podemos trabajar.
De todas formas es necesario tener en cuenta el uso al que han sido destinadas antes y ahora tales
áreas. En Cerrillos la totalidad de la superficie activa se destina al cultivo de alfalfa o se riega para
que crezcan pasturas. La finca posee 500 cabezas de ganado vacuno. Ocasionalmente las familias
tienen parcelas de tamaño casi insignificante en las que siembran cereales, papas, zapallos, etc., para
el consumo. En todo Tesoro estos cultivos son abundantes y en Tesoro Bajo una gran parte de las
áreas están ocupadas con frutales y ají.
Suponemos que en épocas prehistóricas la mayor extensión, sino la totalidad debió haber sido
destinada al cultivo de especies para consumo de las poblaciones. La cría de camélidos tendría que
haberse mantenido alejada de las áreas cultivadas aprovechando las zonas de pastoreo adyacentes a
las mismas y también por encima y por debajo de las cotas límites de las áreas cultivadas.
Otro dato para tener en cuenta en la comparación de áreas activas antiguas y modernas se
refiere a la colonización en épocas recientes de terrenos que no muestran o sólo presentan
mínimamente rastros de ocupación humana arqueológica. Esto ocurre en Tesoro Bajo, Los
Campitos, Loma Redonda Bajo, Ingenio del Arenal Bajo entre otros. Estas ocupaciones modernas
se emplazan en general en cotas más bajas.
Los Gráficos 3 y 4 ponen en relación el caudal de agua y el asentamiento humano. Los mismos se
han elaborado según las estimaciones del geólogo L. Fauqué (1984) que obtuvo los aforos de los
ríos mediante un procedimiento puntual el cual, según las apreciaciones del propio investigador,
podría superarse con un escrutinio más confiable basado en tomas de datos periódicas en un plazo
más largo y que eventualmente modificaría los resultados. Los mismos no coinciden totalmente con
nuestras observaciones de campo y con las informaciones de los pobladores que tienen la
posibilidad de apreciar las características ambientales en un plazo más largo. Comentaremos
brevemente tales mediciones y luego nos referiremos a nuestras propias estimaciones.
El Gráfico 3 se refiere al momento presente. Los ríos con mayor caudal de agua (ver Tabla 4) son
los de Ingenio del Arenal, Cerrillos y Zarzo. Cerrillos manifiesta una gran extensión agrícola actual

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concomitante con un gran caudal pero las otras localidades no reflejan la misma relación. Sólo en el
caso de Ingenio Arenal parece manifestarse una tendencia en ese sentido. Zarzo con un gran caudal
presenta la menor extensión agrícola de toda la Falda. El Gráfico 4 compara los mismos caudales
con las antiguas superficies. Claramente no hay una relación directa entre ambas series de medidas.
Ahora bien, las Tablas 5 y 2, dan una estimación cualitativa de los caudales y de las extensiones
agrícolas actuales según propias estimaciones en las que incluimos las informaciones de los
pobladores. Por las razones ya expuestas pensamos que estos datos, aún siendo cualitativos, reflejan
con mayor exactitud los volúmenes de agua de los ríos de la Falda. La Tabla 5 propone caudales
máximos para los ríos Ingenio, Cerrillos y Tesoro y esto se correlacionaría con una mayor extensión
de las superficies de cultivo actual en las mismas localidades (ver Gráfico 5). De la misma manera
las áreas más reducidas responden a caudales medios y mínimos.
Asimismo debemos considerar que los caudales hídricos pueden haber sido diferentes en
épocas prehistóricas. Las correlaciones podrían ser válidas sólo si las condiciones se mantuvieron
igual desde entonces hasta el
presente. Por otra parte ya comentamos que las superficies arqueológicas de Tesoro y Cerrillos
pueden estar subestimadas y por tanto limitan las posibilidades comparativas.
Las Tablas 6 y 7 muestran las pendientes en las áreas de ocupación arqueológica y actual.
Salvo en las localidades de Dos Ríos y Las Conchas, la ocupación arqueológica se asocia a una
mayor pendiente. Esto podría estar indicando una mayor eficiencia en el control de la erosión
prehispánica. La construcción de los antiguos recintos difiere notablemente de la actual. La mayoría
de los potreros actuales se construyen para sembrar alfalfa con el fin de mantener forraje disponible
en épocas de escasez de pastos. Las áreas cercadas son de mayores dimensiones que los antiguos
rastrojos y tienen planta ortogonal. De hecho cumplen funciones de delimitación de parcelas de
pastoreo para el ganado.
La erosión que se intensifica cuando aumenta la pendiente, parece haber sido mejor
controlada en el pasado mediante la construcción de recintos cuyos muros siguen las curvas de nivel
del terreno.
Hemos considerado el factor protección respecto de vientos cuando v.g. se presentan
asentamientos rodeados de lomadas. Asimismo las fotos aéreas advierten acerca de la existencia de
áreas medanosas que indicarían puntos con condiciones ventosas acusadas. Las áreas más expuestas
a los vientos se refleja en el volumen de acumulación de arena eólica; se dan en el sector S de la
Falda. Con pocas excepciones estas áreas medanosas no fueron aprovechadas para el asentamiento
agrícola prehispánico. La Tabla 8 da cuenta de este factor del cual no se han efectuado cálculos
numéricos sino una evaluación cualitativa.
Las condiciones para la instalación humana no son uniformes para todas las localidades de la
Falda. Esto se refleja en el emplazamiento de los sitios de vivienda y las superficies agrícolas
ocupadas tanto en el pasado como en el presente. Los factores naturales considerados fueron:
caudal hídrico, pendiente, exposición al viento, humedad del terreno y humedad ambiente. Su
evaluación ha permitido un conocimiento más profundo de la localización de los sitios y los
patrones de uso del paisaje. Creemos que entre todos ellos, el caudal hídrico tiene una mayor
incidencia en las posibilidades de extensión del sistema de campos agrícolas.
En términos de productividad los factores demográficos resultaron tener una significación
mayor que la atribuida en primera instancia. Por eso entendemos que su incidencia debe ser
evaluada en profundidad por vías de análisis que aún debemos ensayar. En un área como la
investigada en que la escasez y baja densidad de población se une a un bajo nivel de nucleación,
ligeras modificaciones en el tamaño y estructuración poblacional podrían sobrepasar los umbrales
críticos y producir transformaciones. Los factores demográficos tendrán que ser evaluados entonces
toda vez que enfoquemos nuestro interés en la productividad local o regional.
A estos factores ambientales y demográficos debemos sumar los socioeconómicos entre los
cuales debemos contar la proximidad a los núcleos poblados y la propiedad de la tierra, que
consideraremos en detalle más adelante.
La variabilidad de las instalaciones sería la resultante de la combinación diferencial del
conjunto de los factores en juego.

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LA INSTALACION HUMANA ACTUAL Y ARQUEOLOGICA

El patrón de poblamiento de habitaciones dispersas entre campos de cultivo es típico del


Período Agroalfarero Temprano (González 1963) o Formativo (Núñez Regueiro 1974). Las
estructuras arqueológicas comprenden varios tipos. Las que sirvieron de habitación, unitarias o en
grupos, presentan generalmente una planta subcircular, con diámetros de 2-6m. Las destinadas a
tareas agrícolas poseen formas variadas, subcirculares, cuadrangulares; sus dimensiones son
mayores, generalmente tienen diámetros de entre 15 y 30m, aunque a veces sobrepasan los 50m. En
algunos casos existen estructuras de tamaño intermedio.
La mayoría de los yacimientos mantiene, sin embargo, un esquema común de localización.
Como ya hemos dicho, la ubicación de las estructuras arqueológicas se da en la parte más alta de
los conoides, conformándose así una larga faja de instalación arqueológica donde suponemos se dan
las condiciones óptimas para el asentamiento humano y la agricultura.
Pero es obvio que no sólo debemos tener en cuenta la adecuación de esta ubicación para los
fines agrícolas. Está generalmente aceptado que la caza y el pastoreo constituyen formas de
abastecimiento indispensables para las poblaciones agroalfareras tempranas. Aunque no tengamos
todavía pruebas materiales de esto, el estudio de la instalación en relación con el medio ambiente
nos permite afirmar que la ubicación de los asentamientos arqueológicos debe haber permitido el
acceso a diversos ambientes propicios para la caza y la ganadería. En este sentido cabe señalar que
tanto en Campo del Arenal como la parte elevada de la serranía, deben haber sido ambientes muy
propicios para practicar la caza. Asimismo los faldeos bajos de la sierra, cercanos al piedemonte,
pueden haber sido usados como campo de pastoreo de camélidos domésticos, como se hace aún
hoy en algunas localidades.
El esquema económico debe haber estado sujeto a la provisión de estos diversos recursos:
agrícola, pastoreo y caza. En este caso el asentamiento controlaría y fiscalizaría tales actividades.
La parte alta del piedemonte constituye un lugar muy apropiado para el cultivo y a vez se
encuentra próximo a otros espacios económicamente aprovechables (fig. 4).

En la actualidad existe una marcada tendencia al despoblamiento de la región. La ocupación


humana adopta una modalidad de asentamiento en el "alto" y en el "bajo" a la vez. En ocasiones
ambas están unidas por una corriente de agua. Tesoro Bajo, Los Campitos, Loma Redonda y El
Ingenio son todas localizaciones en el "bajo", de una extensión generalmente reducida (fig. 2) (ver
Bolsi 1967:105).
Los Campitos pertenece a la finca "Cerrillos", cuyos propietarios viven en Santa María.
Poseen un numeroso plantel de ganado, por lo que la finca debe mantenerse bien atendida. Loma
Redonda y El Ingenio pertenecen a la enorme finca "El Ingenio" y por ellos pasa la ruta provincial
63 que une Punta de Balasto con Mina Capillitas. Loma Redonda es un puesto de control de la
finca y El Ingenio funciona como casco de estancia. Zarzo, Puesto el Medio, Dos Ríos y El Arenal
pertenecen a la misma propiedad, antes habitados, hoy se hallan abandonados.
El caso de Tesoro Bajo es discordante. Se trata de uno de los lugares más prósperos de la
Falda. Es el que posee más relación con los centros poblados del Valle de Santa María, tanto por su
ubicación, como por las actividades de sus pobladores. Estos son propietarios de sus tierras, a
diferencia de la mayoría de los otros pobladores de la Falda. Gran parte de sus cultivos se destinan a
la venta en los pueblos de Santa María.
Con el asentamiento moderno de la Falda se daría una situación análoga a la observada por
Bolsi (1967) en el Valle de Santa María. El autor establece la relación existente entre la superficie
agrícola, el número de habitantes que puede mantener y el carácter de la propiedad. Las áreas
correspondientes a fincas, donde los pobladores no son propietarios, presentan menos población
que las cultivadas como propias por sus habitantes. El pago de arriendo o la entrega de productos a
los dueños legales reduciría la cantidad de habitantes estables por superficie cultivada. Comparando
Tesoro Bajo con las otras localidades de la Falda, pertenecientes a grandes fincas, vemos que se
repite esta situación. El carácter de la propiedad de la tierra es entonces un factor de evaluación
ineludible al considerar el paisaje humano de una región.
Esta breve descripción de la situación actual muestra que a la vez que se mantienen algunos
puestos en el "alto", varios de ellos importantes, se presentan también establecimientos en el "bajo",

50
no siempre destinados a la agricultura sino también empleados para el control de las grandes fincas,
y todos ellos con mejor acceso a los centros poblados.
Por lo expuesto se observa que el esquema de instalación actual difiere del bosquejado para
el pasado. Si bien la ocupación moderna y arqueológica coinciden en gran parte de las áreas
ocupadas, en la actualidad aparecen áreas utilizadas que no muestran instalación prehispánica.
Algunas de ellas se hallan en relación directa con la ruta que conduce a los centros urbanos más
cercanos. Tenemos así que la ocupación arqueológica se restringe a la parte alta del piedemonte
próximo a la "costa", mientras que el espacio moderno tiende a desplazarse, dándose una ocupación
en el "alto" y otra en el "bajo". El esquema de instalación moderno por tanto introduce
asentamientos bajos conservando el asentamiento tradicional en la faja óptima.
Creemos que para un modo de vida aldeano, como el desarrollado en épocas prehispánicas,
las potencialidades económicas y las posibilidades de comunicación intercomunitaria de las partes
altas fueron mayores o más apropiadas que las del "bajo", por eso encontramos la gran mayoría de
los sitios en esa zona. Hoy las partes altas sufren un creciente aislamiento y parece existir una
tendencia general de migración hacia los centros urbanos. El patrón de asentamiento actual creemos
que refleja de alguna manera tal situación y a la vez muestra una marcada diferenciación del patrón
antiguo.

____________________________________________________________
AGRADECIMIENTOS

A Myriam Tarragó y a los revisores anónimos por la lectura crítica del manuscrito que ayudó a
mejorarlo substancialmente.

NOTAS

(1) La formación de estas lomadas se debe a un corrimiento de grandes masas de material rocoso
desde lo alto de la sierra hacia abajo en un movimiento de gran velocidad. Este fenómeno también
ocurrió en Zarzo y Loma Redonda (Fauqué y Strecker 1987).

(2) Ingenio del Arenal-Médanos (Márquez Miranda y Cigliano 1961) está ubicado fuera del sector
de piedemonte que nos interesa, ya en el Campo del Arenal. Se trata de un sitio incaico cuya
localización debió depender de su relación con la red vial y con la obtención de recursos minerales
primarios.

(3) Se han observado restos de antiguas acequias en relación con los sitios Loma Alta y Loma
Redonda.

(4) El concepto de "faja óptima" ha sido propuesto para el sector oriental de la puna por Ottonello
y Krapovickas (1973).

(5) Recordamos que en el área andina es una práctica común "hacer la tierra" o sea incorporar
sedimentos húmicos o materia órganica de otro lugar en terrenos delgados y pedregosos,
modificando completamente la estructura y textura de los suelos naturales. Ignoramos si este
procedimiento se practica actualmente en la Falda. Debemos tenerlo presente al analizar el pasado.

51
TABLAS ORDENADAS FALDA OESTE DEL ACONQUIJA

1. Tabla ordenada de las superficies de sitios arqueológicos de la faja alta

Localidad has.
I. del Arenal 132,40
Buey Muerto 81,40
Loma Redonda 69,10
Las Conchas 56,00
Cerrillos 40,40
Dos Ríos 33,00
Tesoro Alto 32,80
Zarzo 29,25

Total 474,35

2. Tabla ordenada de las superficies de terrenos de cultivo actual

Localidad has. estim. cualitativa


Cerrillos 200,1 máximo
Tesoro 124,6 máximo
I. del Arenal 56,7 máximo-medio
Las Conchas 16,8 medio
B. Muerto 15,5 medio
Dos Ríos 13,2 medio
L. Redonda 10,5 medio
Zarzo 0,5 mínimo

Total 437,9

3. Tabla ordenada de la población

Localidad habitantes

Tesoro 32
Cerrillos 20
I. del Arenal 5
Las Conchas 4
Buey Muerto 4
Loma Redonda 4
Dos Ríos 0
Zarzo 0

Total 69

52
4. Tabla ordenada de caudales (según Fauqué 1984).

Localidad l/seg.

I. del Arenal 432,00


Cerrillos 347,76
Zarzo 212,40
Dos Ríos 199,08
Tesoro 168,84
Loma Redonda 148,68
Buey Muerto 117,36
Las Conchas 115,92

5. Tabla ordenada de caudales (según estimaciones propias)

Localidad estimación

I. del Arenal máximo


Cerrillos máximo
Tesoro máximo
Buey Muerto medio
Loma Redonda medio
Zarzo mínimo
Dos Ríos mínimo
Las Conchas mínimo

6. Tabla ordenada de las pendientes de sitios arqueológicos

Localidad %

I. del Arenal 10,21


Cerrillos Alto 11
Las Conchas 11,25
Dos Ríos 11,53
Tesoro Alto 12
L. Redonda 12,40
B. Muerto 12,41
Zarzo 12,49

Promedio 11,47

53
7. Tabla ordenada de las pendientes de los sitios actuales

Localidad % Promedio
Bajo 3,12
Cerrillos 7
Alto 10,88
Bajo 9,03
Tesoro 9,51
Alto 10
Bajo 9,09
I. del Arenal 9,54
Alto 10
Bajo 10
L. Redonda 9,54
Alto 9,09
Bajo 8,33
B. Muerto 10,26
Alto 12,19
Zarzo 11,42
Dos Ríos 12,5
Las Conchas 11,52

Promedio 9,78

8. Tabla ordenada del grado de protección

Localidad estimación

Tesoro máxima
Cerrillos media
Buey Muerto media
Zarzo media
L. Redonda media
Dos Ríos mínima
I. del Arenal mínima
Las Conchas mínima

54
BIBLIOGRAFIA
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prehispánicos de Laguna Blanca (Catamarca) mediante el uso de la fotografía aérea.
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55
FIGURAS

Fig. 1. Ubicación del área de estudio.

56
Fig. 2 y 2' (continuación). Falda oeste del Aconquija. Asentamientos actuales y arqueológicos. El
mapa se ha dividido en dos partes que se superponen en los dos símbolos de estrellas.

57
Fig. 3. Tesoro Alto. Sector A. Plano de estructuras agrícolas antiguas.

59
GRAFICOS
Nº 1 a 5.

60

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