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Seducir consciente e inconscientemente

27 agosto, 2013
Posted by Erik360
¿Cómo se produce el proceso en que nosotros, seamos hombres o mujeres,
empezamos a gustar a los demás, los empezamos a parecer interesantes,
atractivos… en definitiva, los empezamos a seducir? Me estoy hartando a
criticar a los “gúrus” de la seducción porque ellos pretenden que liguemos con
chicas desconocidas apenas nos acabamos de presentar. Con mi propia
experiencia personal, me he dado cuenta de que eso no funciona, y he concluido
que los “gúrús” cuyos nombres principales (dos o tres) todos conocemos, no
tienen ni idea de mujeres, ni de ligar, ni de seducir… Para ligar con una mujer o
un hombre, o mejor dicho, para seducirlo, hay que empezar por conocer a
alguien. Precisamente es en este proceso en que conocemos a la otra parte, al
chico o a la chica, es en ese proceso en el que seducimos a ese chico o a esa
chica. Y es que ligar no puede convertirse en algo extrínseco que es indiferente de
nuestra propia personalidad. Más que eso las personas que ligan mucho son
personas que son seductoras de por sí mismo. Y es que tenemos que
distinguir:

-Ligar es el ámbito inmediato por el que nos llevamos a nuestro lado a un chico o
chica que nos gusta

-Y seducir es simplemente el proceso por el que gustamos a los demás, porque


tenemos una conversación interesante, porque tenemos un físico bonito o un
carisma destacado…

Ligar y seducir son cosas distintas. Pero nadie puede tener fácil el ligar si no
es de por sí una persona seductora, interesante, atractiva de alguna
manera. Las técnicas mágicas para ligarque pretenden hacer ligar hasta a
hombres que de por sí no son atractivos ni seductores, no funcionan. Por eso sólo
funciona hacernos a nosotros mismos verdaderamente seductores,contar con
algún tipo de atractivo ante el sexo contrario. Luego sí, es cuestión de “ligar”, de
echarle valor, de ir a por ella o a por él. Un torero se tiene que preparar durante
muchos meses para ser un buen torero. Pero al final llegará la hora de la
verdad, se abrirán las puertas de los toriles por donde sale el toro, y tendrá que
echarle valor y ponerse delante del toro. Ligar es el echarle valor y ponerse delante
del toro. Pero aplicando el pensamiento positivo que usan los gurús de la
seducción del tipo de

“tú puedes, aunque no tengas entrenamiento, tú puedes torear a esa bestia, sólo
es que tú creas que puedes y podrás…”

el torero se va a llevar unas buenas cornadas en esa aciaga tarde… No vale con
querer. Todo no es posible. Dejemos de hacer caso a esos mantras de
estafadores que no tienen ni idea de nada. Se puede ligar, y se puede torear bien.
Pero más nos vale no quedarnos sólo con el momento clave, y ser previamente a
ese momento en el que nos lanzamos al ruedo buenos toreros; o buenos
seductores… Y se seduce de dos grandes formas: a nivel consiente; y a nivel
inconsciente. En este artículo, cómo seducir consciente e inconscientemente.

Diferencias entre seducir y ligar


Hemos empezado preguntándonos cómo y por qué gustamos o no gustamos a
los demás. El “gustar” es un poco lo mismo que yo entiendo por seducir. Cuando
gustamos a los demás, siempre tenemos más posibilidades de ligar con
personas del sexo contrario que nos gustan a su vez a nosotros. Por
supuesto, para encontrar candidatos o candidatas al amor no vale con gustar: hay
que echarle huevos e ir a por nuestro objetivo. Mucha gente poco seductora liga
mucho porque lo intenta mucho; y otros muy seductores no ligan porque
apenas lo intentan. Pero aún así, el porcentaje de nuestros intentos de ligue que
tendrán éxito está marcado por lo que gustamos y seducimos a los demás: cuanto
más gustamos, más porcentaje de intentos de ligue concluirán con éxito.

Si por ejemplo, yo intento ligar dos veces al año y lo consigo una, eso es un
porcentaje de éxito de un 50%.

Pero si yo intento ligar 18 veces al año y lo consigo 3, eso es un porcentaje de sólo


un 17%.

Por tanto, tenemos un chico que sólo intenta ligar 2 veces al año y consigue el
éxito el 50% de las veces.

Y otro chico que intenta ligar 18 veces al año y sólo tiene un éxito de un 17%.

Es evidente que este último chico es mucho más patán y menos seductor.
Pero como lo intenta más, pues liga más. El otro chico a lo mejor con su
porcentaje de un 50% de éxitos, lo intenta poco porque a lo mejor es tímido y
demás… Pero cuando lo intenta lo hace muy bien.

Moraleja de la historia: joder, esas personas que no tienen miedo a que les pille
la vaquilla siempre torean más y consiguen más éxitos aunque toreen mal. El
chico seductor que torea tan poco con mujeres debe de aprender a perderle
el miedo a que lo “empitonen”, porque a lo mejor es muy seductor, pero ser tan
cobarde es algo que lo quita muchas posibilidades, y que de alguna manera lo
hace menos seductor…

Y además, este chico tan seductor que consigue ligar el 50% de las veces que lo
intenta… seduce y gusta a los demás, y por eso tiene un porcentaje de éxito tan
alto. ¿Cual es la clave de este gustar de este chico tan seductor pero tan
poco ligón (porque lo intenta poco)?
Gustar y seducir a nivel consciente e
inconsciente
De alguna manera cuando gustamos (o sea, cuando seducimos) a los demás,
los gustamos a dos niveles distintos:

-A nivel consciente

-A nivel inconsciente

Y es que para seducir y gustar a los demás, tenemos que llegar a sus sistemas
cognitivos y de procesamiento de la información de alguna manera. Y el cerebro
humano tiene dos grandes formas de procesar la información: una forma
consciente, en donde procesamos cosas de las que nos damos cuenta
claramente: y un sistema inconsciente, en donde procesamos datos los cuales
nuestra consciencia no detecta claramente.

Puede parecer que en realidad cuando alguien nos gusta o nos seduce, lo
hace porque ese alguien tiene una serie de características en su forma de
ser, en su físico… que son muy claras y que nosotros captamos de forma
consciente. Pero la mayoría de la gente capta de los demás muchísima
información inconsciente, tanto es así que esta información inconsciente es
responsable en alto porcentaje de que alguien nos guste o no nos guste. De
hecho, a veces cuando alguien nos pregunta por qué nos gusta ese chico o esa
chica tan especial… apenas sabemos qué contestar: nos gusta y estamos
enamorados de ella o de él, pero no sabemos muy bien por qué. Decimos que
tiene un “carisma”, un aura extraño y especial, que no vemos en el resto de
personas. Este carisma es de alguna manera esa atracción inconsciente que las
personas que nos gustan generan en nosotros. Por supuesto, también nos
gustan cosas de los demás que captamos más claramente, como una
conversación interesante, un físico bonito… Y de cualquier forma, no hay nadie
más seductor que aquellos que seducen tanto a nuestra parte consciente;
como a nuestra parte inconsciente. Por eso, para terminar el artículo, hacemos
dos pequeñas listas: una de cosas conscientes con las que seducimos a los
demás; y otra de cosas inconscientes con las que seducimos a los demás.
Así repasaremos nuestra grandes armas de seducción y nos ayudaremos a
hacernos con un arsenal muy poderoso para seducir y para gustar a los demás.

Nuestro atractivo a nivel consciente


1. Seduce una buena conversación, estructurada, bonita, con una entonación
adecuada, con un ritmo adecuado, con un volumen de voz que se adapte a las
circunstancias. Enamoran esas personas que tienen amplios temas de
conversación, que saben escuchar y comprender, que saben interesarse por los
temas de conversación que interesan a los demás…
2. Seduce una persona hermosa, con un buen físico, cuidado, ni demasiado
flacas ni demasiado gordas. Enamoran esos cuerpos grandes pero sin pasarse,
cuerpos atractivos y con esas típicas formas o masculinas o
femeninas. Enamoran las caras vivas, alegres, simpáticas, además de con una
piel cuidada, con unos ojos bonitos, una nariz y un boca bonita.

3. Seduce una forma de ser alegre, activa, equilibrada. Nos enamoran esas
personas que son simpáticas pero que también tienen muchas cosas en su
cabeza y en su alma además de simpatía. Nos enamoran las personas con
buen trato, corteses, agradables… Pero también las personas que luchan por
lo que quieren, que tienen intereses y aficiones, en definitiva, nos enamoran esas
personas que siendo simpáticas y alegres, compensan la superficialidad de esa
simpatía con algo más profundo, como con aficiones interesantes, una
personalidad profunda, una capacidad de captar los matices psicológicos de otras
mentes y por tanto, de empatizar con ellas…

Nuestro atractivo a nivel inconsciente


1. Seduce una forma de hablar profunda, con matices en el volumen, en el tono,
en el ritmo… con temas bien estructurados, y con saltos entre temas armónicos.
Enamora las personas que se interesan por lo que gusta a los demás en la
conversación, y que escuchan a los demás con interés y los hacen sentir a los
demás escuchados y comprendidos.

2. Seducen las personas que cuidan su físico y su estilo. Seducen las


personas que tienen una forma de vestir con estilo propio, o mejor: con estilos
propios, con estilos que la persona va cambiando de vez en cuando para no caer
en la rutina de “siempre lo mismo”. Seducen las personas que impregnan su
vestuario con el simbolismo de su vida, por ejemplo, si queremos ir por ahí con los
amigos a bares, podemos usar un estilo roquero que tiene un simbolismo algo así
como “estoy vivo y alegre, y tengo ganas de disfrutar y de pasármelo bien”. Los
cuerpos cuidados también seducen casi sin darnos cuenta…

3. Seduce una personalidad luchadora y simpática a la vez. Nos tendemos a


enamorar a nivel inconsciente de esas personas que son por un lado tranquilas, de
buen trato simpáticas; pero por otro son personas luchadores, con capacidad para
pelear por lo que quieren. Con amor por la vida, personas leales pero justas,
personas delicadas apero guerreras…

Conclusión sobre seducir consciente e inconscientemente


Si nos damos cuenta, nuestros tres puntos de atraer a nivel consciente son
muy parecidos a nuestros tres puntos de atraer a nivel inconsciente. Esto es
porque comúnmente lo consciente y lo inconsciente se entrecruzan. Digamos
que por ejemplo, cuando alguien tiene una conversación bonita, atractiva, que
sabe escuchar… todos nos damos cuenta de que esa persona es atractiva por
su conversación. Pero a veces no nos damos cuenta de que ciertos elementos de
su conversación se hacen atractivos de forma inconsciente. Por ejemplo, a lo
mejor no nos hemos dado cuenta que nuestro amigo Luis nos cae tan bien porque
él siempre tiende a sacar los temas de conversación que nos gustan a nosotros. O
a lo mejor es que nuestro amigo Luis tiene un ritmo en sus palabras, una cadencia,
un volumen, una finura a la hora de conversar… que casi sin darnos cuenta se nos
hace muy atractivo. Puede que nos demos cuenta de que Luis tiene una
conversación atractiva; pero no sepamos exactamente por qué su
conversación es tan atractiva. Por eso mismo el atractivo consciente e
consciente se entrecruza para conseguir la atracción total. Lo que sí es seguro
es que si aprendemos a atraer al sexo contrario tanto a nivel consciente;
como a nivel inconsciente… nadie será tan seductor como nosotros. Luego
es sólo cuestión de salir al ruedo a ligar… (jo, sí que le estoy yo dando
últimamente a las metáforas taurinas…).

Otraaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Cómo usar el lenguaje corporal y la
comunicación no verbal para atraer mujeres
Vamos a hablar un poco sobre el lenguaje corporal y
su aplicación práctica para atraer y seducir mujeres.
Cuando comencé a interesarme en todo esto de la
seducción y la atracción, una de las cosas que más
me intrigó fue lo relacionado al lenguaje corporal y la
comunicación no verbal. Fue tanta la pasión que
este tema despertó en mí, que busqué estudiar cada
libro, cada artículo, cada cosa que pudiera encontrar
para descubrir los significados ocultos de nuestros
movimientos y gestos… pero esencialmente lo que
quería era ser capaz de leer la mente de otra
persona simplemente observando sus movimientos
corporales. Es un tema fascinante y es algo que
todavía me intriga y me sigue sorprendiendo.
El único problema con la interpretación de los
movimientos corporales de los demás, o el tuyo para
proyectar una imagen agradable, carismática o
sensual, es que la mayoría de estas “pequeñas
señales” son muy difíciles de interpretar.
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Simplemente es muy difícil observar una señal en


particular en la otra persona, o incluso un grupo de
señales, y concluir, con certeza, lo que esa persona
puede estar pensando o va a hacer. Los gestos
corporales y movimientos siempre tienen que ser
vistos en su conjunto, y colocarlos en contexto para
que puedan tener alguna utilidad.
Observar un conjunto de movimientos e intentar
interpretarlos en relación con el contexto es
simplemente demasiada información para que una
persona normal la interprete en el transcurso de sus
interacciones diarias. Después de todo, ¿cómo
puedes pretender ser encantador, ingenioso e
inteligente, si estás obsesionado con cada pequeño
movimiento que realice tu interlocutora en un intento
de averiguar qué está pasando por su cabeza?
“Vamos a ver, se está rascando la nariz, se está
ajustando la falda, está cruzando y descruzando las
piernas… ¡Es para volverse loco!”
Ahora bien, si tuvieras un vídeo, y pudieras ver sus
movimientos una y otra vez, podrías ser capaz de
hacer algunas conjeturas razonables en cuanto a lo
que puede estar pensando. Pero una vez más – es
bastante inútil en la vida cotidiana.
Sin embargo, hay algunas señales que nos pueden
decir muchas cosas – por lo general.
Vamos a analizar seis de las principales señales
corporales y te daré algunas sugerencias sobre
cómo utilizar tu cuerpo con el fin de proyectar una
imagen de encanto y carisma. Estas son cosas muy
simples que puedes hacer para aumentar la
probabilidad de que los demás – especialmente las
chicas bellas – se sientan atraídas por ti. Son
esencialmente movimientos sencillos, que atraerán a
las mujeres como un imán.
Así, sin más preámbulos, veamos cómo usar el
Lenguaje Corporal para atraer mujeres:
1. La Sonrisa
La más simple, obvia y poderosa señal del lenguaje
corporal.
Sonreír transmite, instantánea y claramente muchas
cosas maravillosas acerca de ti. Al sonreír
demuestras confianza, amabilidad, una actitud
positiva, buen humor, y das la impresión de que eres
alguien muy divertido y difícil de ignorar. (Don Juan
nunca pasaba desapercibido).
Sonreír les transmite a las mujeres otra cosa muy
importante de ti. Sonriendo le dices que no eres
peligroso.
Recuerda esto siempre, por lo general tu eres más
grande y más fuerte que la mujer con la que estás
hablando. Así que algo que siempre va a estar en su
mente cuando recién te conozca será “¿Este hombre
será peligroso, violento o loco? ¿Me sentiría cómoda
estando a solas con él? ¿Irá a lastimarme? “
Sonreír ayuda a aliviar este miedo. Y simplemente
aliviándole ese miedo aumenta considerablemente la
probabilidad de que acepte una invitación tuya.
2. Sé abierto y acogedor
Con esto quiero decir que utilices tu cuerpo para
verte como alguien “abierto” y “directo”.
La más obvia postura corporal “cerrada” es cuando
tienes los brazos cruzados delante de ti… esta es
una barrera para mantener a la gente a distancia y
reducir la intimidad en cualquier situación. Una
posición “cerrada” también incluye el colocar frente a
ti objetos, como una cartera, tal vez una copa o
incluso sólo tus manos, entre tú y la persona con
quien estás hablando… nuevamente estableciendo
una barrera para mantener a los demás a distancia.
O una orientación corporal indirecta, como señalar
con los hombros, el cuerpo o la cabeza en otra
dirección, contraria a la persona que tienes en
frente, como queriendo salir huyendo en dirección a
donde apunta tu cuerpo.
Las posturas corporales cerradas son muy comunes
porque sirven para reducir el nivel de intimidad
percibida en una situación. Cuando eres abierto,
mirando directamente al otro con las manos a los
lados, y posiblemente con las palmas hacia arriba y
hacia tu interlocutor, estás exponiéndote o
presentándote ante él. Presentarse a los demás
incluye la posibilidad de ser rechazado. Dado que a
nadie le gusta el rechazo, a menudo las personas
“juegan a lo seguro” cerrándose y, en esencia,
rechazando a la otra persona con su lenguaje
corporal, antes de que el otro sea el que lo rechace.
Aunque esto puede reducir el riesgo en una
situación determinada, es poco probable que sea de
mucha ayuda para transmitir la imagen agradable y
carismática que deseas proyectar. Para utilizar tu
cuerpo de una manera “atractiva”, y para atraer a las
mujeres, debe aprender a mantener una posición
abierta.
3. Contacto Visual
Obvio, poderoso y excitante: el contacto visual es
una de las “armas” más potentes con que cuentas
en tu arsenal de seducción.
El contacto visual directo demuestra confianza en ti
mismo (observa cómo las personas con baja
autoestima suelen evitar el contacto visual directo).
Muestra que estás muy interesado en esa persona y
en lo que está diciendo Es difícil de ignorar. El
contacto visual directo aumenta la excitación
fisiológica: la tuya y la de ella. Y, asumiendo que
estás hablando con una chica que te interesa, el
contacto visual directo te hace más atractivo cuando
tus pupilas se dilatan (las pupilas se dilatan cuando
te atrae una persona, por lo tanto al ella ver tus
pupilas dilatadas inconscientemente sabrá que ella
te atrae).
Sin embargo, no te excedas. Demasiado contacto
visual puede hacerla sentir incómoda, y podría
terminar pensando que eres un bicho raro.
4. Asentir con la cabeza
Muchos no estamos acostumbrados a asentir.
Constantemente tengo que recordarme que tengo
que hacerlo. Pero asentir con la cabeza es un
potente reforzador, que le indica a tu interlocutor
que estás de acuerdo con lo que dice.
Por ejemplo, si la conversación va en la dirección
que quieres, puedes mover la cabeza ligeramente,
para asegurarte que continúe en esa dirección. Si la
conversación comienza a virar en la dirección
equivocada, puedes retirar tu atención, dejando de
asentir, y pararla en seco. Luego utiliza tus
habilidades para apuntar la conversación en otra
dirección más deseable.
Al asentir ánimas a tu interlocutor a seguir
conversando, haciéndole ver que lo que está
diciendo te interesa, que tiene toda tu atención y que
eres alguien que escucha sinceramente a los
demás.
Prueba un sencillo experimento. Escucha a alguien
sin asentir y observa como transcurre la
conversación, quizás notes un silencio incomodo por
parte de esa persona y pareciera que la
conversación se tranca. Luego comienza a asentir
con la cabeza mientras escuchas, y observa cómo
esa persona se anima y se vuelve más entusiasta. El
poder de asentir te sorprenderá.
5. Acércate un poco más
Con esto me refiero a acercártele a tu interlocutora,
bien sea que estés de pie o sentado. Al acercarte
reduces la distancia real y psicológica entre tú y ella,
ayudando a crear una sensación de intimidad. (En
un grupo o multitud, si puedes crear la percepción de
que tú y ella son “nosotros”, habrás avanzado un
gran trecho, mi amigo).
Al acercarte, le estás diciendo que estás muy
interesado en ella y en lo que tiene que decir, más
que en cualquier otra cosa que esté sucediendo a tu
alrededor. Al darle toda tu atención, ella está casi
obligada a darte también toda su atención. Cuando
te le acercas es evidente que estás interesado en
ella y ayuda a aumentar ligeramente su nivel de
excitación, ya que le demuestras que no eres
alguien común.
Lo contrario también es cierto. Mantenerte a
distancia de alguien indica que no estás interesado
en él (o ella) y preferirías estar en otro lugar.
6. Aprende a Tocar
Tocar, si se hace adecuadamente, tiene un efecto
inmediato, casi mágico en la otra persona. Tiene el
mismo poder que la sonrisa y el contacto visual. Si
deseas tener alguna esperanza de llegar a ser el
acompañante de esa bella mujer debes aprender el
arte de tocar seductoramente.
En nuestra sociedad moderna, nos hemos
convertido en personas un poco frías, impersonales,
y distantes, sobre todo en las grandes ciudades. La
mayoría de las personas en nuestra sociedad están
ansiosas por tener contacto con las demás
personas. Tan ansiosos, de hecho, que el contacto
breve, amable, de otro ser humano – especialmente
si es del sexo opuesto – puede enviar escalofríos
por toda la columna vertebral de esa persona.
La clave aquí, por supuesto, es tocar
apropiadamente. Algunas mujeres reaccionarán de
forma negativa si las tocas demasiado o muy pronto.
Es como cuando vas a dar el primer beso, el primer
contacto tiene que hacerse en el momento
adecuado, de forma adecuada – o puedes terminar
echando todo a perder. Siempre presta atención a la
situación y al estado de ánimo de ella. Nunca
fuerces algo si la situación o el ambiente no es el
adecuado.
Puedes juzgar la eficacia de tu toque, y lo bueno que
eres interpretando la situación, por la forma en que
ella reacciona. Si ella no se ve incomoda cuando la
tocas, sabrás que has tenido éxito en tu toque. Si
ella parece tensa o busca alejarse, indica que has
fallado, no la has tocado de manera adecuada y
todavía te toca trabajarla un poco más.
Bueno, aquí lo tienes, ya sabes cómo usar el
lenguaje corporal para atraer mujeres, estas técnicas
te harán mejorar tu relación con el sexo “debil”,
haciéndote encantador y sensual ante los ojos
femeninos.
La práctica hace al maestro, así que empieza ya a
aplicar las técnicas que te he enseñado y ¡luego me
cuentas!
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