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La normativa al respecto, sin perjuicio de los distintos Acuerdos bilaterales que España tiene suscritos con
otros Países para lo que habría de estarse al procedimiento y condiciones establecidas en cada uno de
ellos, está constituida fundamentalmente por el Convenio de Estrasburgo de 1983 sobre el Traslado
de Personas Condenadas y en el ámbito de la Unión Europea, la Ley 23/2014, de 20 de Noviembre, de
Reconocimiento Mutuo de Resoluciones Penales en la Unión Europea, a estudiarse todo ello en este
tema, no sin antes aludir también, a título informativo a lo siguiente:
• Ratificación del Estatuto de la Corte Penal Internacional por Ley Orgánica 6/2000,
de 4 de Octubre y L.O. 18/2003, de 10 de Diciembre, de Cooperación con la Corte
Penal Internacional
– L.O. 6/2000, de 4 de Octubre, por la que se ratifica el Estatuto de la Corte Penal Internacional
por Instrumento de 19 de Octubre de 2000, entrando en vigor dicho Estatuto, conforme a lo dispuesto
en su Art. 126, el 1 de Julio de 2002. (Disposición de recibir a personas condenadas por la Corte
Penal Internacional, creada en Roma en 1998 a condición de que la pena impuesta no exceda
del máximo previsto en la legislación española).
– L.O. 18/2003, de 10 de Diciembre, por la que se regula la cooperación con la Corte Penal
Internacional, siendo la estructura de dicha Ley comparable a la que se siguió en la L.O. 15/1994,
de 1 de Junio, en la que se reguló la cooperación con el Tribual Penal Internacional para la Ex
Yugoslavia creado en 1993.
Al respecto cabe reseñar así mismo el Acuerdo España-ONU sobre Ejecución de Condenas
Impuestas por el Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia, de La Haya, de 28 de Marzo
de 2000 por el que se aceptan personas condenadas por el Tribunal Penal Internacional con
vinculación a la duración de la condena impuesta, siendo las condiciones de reclusión de acuerdo
con la legislación española con sujeción a la supervisión de dicho Tribunal Penal Internacional.
El referido Convenio “permite que una persona condenada a pena privativa de libertad” en un País
distinto al suyo, pueda ser trasladada a su País de origen para cumplir su pena en él, obligándose
las Partes, (Estado de Condena y Estado de Cumplimiento), a prestarse mutuamente la más amplia
colaboración posible en materia de traslados de personas condenadas de acuerdo con las condi-
ciones previstas en dicho Convenio.
Sus principales características son:
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Los gastos originados por la aplicación del Convenio correrán a cargo del Esta-
do de Cumplimiento, con excepción de los originados exclusivamente en el Esta-
do de Condena.
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Documentación Justificativa
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Ámbito Territorial
Retroactividad
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a) Tramitación: Una vez examinadas por el Jurista las circunstancias del solicitante en cuanto al cumpli-
miento de los requisitos del Convenio de Traslado correspondiente, el Establecimiento Penitenciario
remitirá a la Subdirección General de Cooperación Jurídica Internacional, Ministerio de Justicia, la
solicitud con los datos del interesado, con expresión de certificación sobre el tiempo que le falte para
cumplir la condena, que en ningún caso podrá ser inferior a seis meses.
En cuanto a lo regulado en el Art. 9.3 del Convenio “El cumplimiento una vez efectuado el traslado se
regirá por la Ley del Estado de Ejecución y éste será el único competente para tomar las decisiones
convenientes”, en España dicha Autoridad es la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional conforme
a lo establecido en el Art. 65.2º de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de Julio, del Poder Judicial.
Dicha Ley consta de un total de 200 Artículos, estructurados en un Título Preliminar y 10 Títulos,
así como de 3 Disposiciones Adicionales; 3 Disposiciones Transitorias, 1 Disposición Derogatoria
Única y 4 Disposiciones Finales.
Conforme a su Art. 1, la Ley se basa en la aplicación del principio de reconocimiento mutuo de resolucio-
nes penales en el espacio de libertad, seguridad y justicia de la Unión Europea por el cual, las Autorida-
des Judiciales españolas que dicten una Orden o Resolución incluida dentro de la regulación de
esta Ley, podrán transmitirla a otro Estado miembro para su reconocimiento y ejecución. Asimis-
mo, las Autoridades Judiciales españolas competentes reconocerán y ejecutarán en España den-
tro del plazo previsto, las Órdenes Europeas y Resoluciones penales previstas en esta Ley cuando
hayan sido transmitidas correctamente por la Autoridad competente de otro Estado miembro y no
concurra ningún motivo tasado de denegación del reconocimiento o la ejecución.
Los instrumentos de reconocimiento mutuo regulados en esta Ley son los siguientes (Art. 2):
• La Orden Europea de Detención y Entrega. (Ver Tema I Derecho Penal)
• La Resolución por la que se impone una pena o medida privativa de libertad.
• La Resolución de libertad vigilada.
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Ciñéndonos a la “Resolución por la que se impone una pena o medida privativa de libertad” regulada
en el Título III de la Ley, (Arts. 63 al 92), objeto del contenido del presente Tema, son aspectos más
relevantes de la Ley:
1. Autoridades Judiciales competentes en España para transmitir y ejecutar una Resolución por la
que se impone una pena o medida privativa de libertad.
A. Son Autoridades competentes para la transmisión de una Resolución por la que se impone una
pena o medida privativa de libertad los Jueces de Vigilancia Penitenciaria. En los supuestos en
los que no se haya dado inicio al cumplimiento de la condena, será Autoridad competente el Tribunal
que hubiera dictado la sentencia en primera instancia.
B. La Autoridad competente para reconocer y acordar la ejecución de una Resolución por la que se
impone una pena o medida privativa de libertad será el Juez Central de lo Penal. Para llevar a
cabo la ejecución de la misma, será competente el Juez Central de Vigilancia Penitenciaria.
C. La Autoridad Judicial remitirá al Ministerio de Justicia, en el plazo de tres días desde su emisión o
desde su reconocimiento y ejecución, una copia de los certificados transmitidos o reconocidos en
España.
3. Requisitos:
A. Que el condenado se encuentre en España o en el Estado de Ejecución.
B. Que la Autoridad Judicial española considere que el cumplimiento de la pena en el Estado
del que el interno es nacional facilitará la reinserción social del condenado.
C. Que el condenado preste su consentimiento, salvo que éste no sea necesario.
D. Que no tenga más procedimientos penales pendientes.
4. Consentimiento:
La persona condenada tiene que prestar su consentimiento para ser trasladado al País del que
es nacional para cumplir allí la condena, y deberá estar asistido de Abogado e intérprete en caso de
no conocer el idioma y ser informado en términos claros y comprensibles de las condiciones y
consecuencias del traslado.
• Excepciones al consentimiento: No será necesario que el condenado preste su consentimiento al
traslado cuando:
a) El Estado donde va a ser trasladado sea el de su nacionalidad y en el que ha residido de manera
habitual y tenga allí sus lazos familiares, laborales y profesionales.
b) El Estado al que va a ser trasladado sea al que va a ser expulsado una vez cumplida la Sentencia
por existir una Orden de expulsión, bien en la Sentencia o bien en una Resolución administrativa.
c) El Estado al que va a ser trasladado sea al que el condenado se haya fugado previamente o haya
regresado ante el proceso penal abierto contra él en España o por haber sido ya condenado en
España.
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5. Estados a los que podría ser trasladado: La Sentencia condenatoria sólo se transmitirá a un Estado
y éste podría ser:
A. El Estado del que el condenado es nacional y en el que tenga su residencia habitual.
B. El Estado del que el condenado es nacional y al que, según sentencia o resolución
administrativa, será expulsado una vez puesto en libertad.
C. Cualquier otro Estado miembro de la UE cuya Autoridad competente consienta que se cumpla
allí la condena.
D. Cualquier otro Estado miembro de la UE, siempre que concurra al menos uno de los siguientes
requisitos:
1º) Que el condenado resida de forma legal y continuada en ese Estado durante al menos 5
años y mantenga en él su derecho de residencia permanente.
2º) Que sea nacional de ese Estado pero no tenga su residencia habitual en el mismo.
6. Plazo para el traslado: No podrá ser superior a 30 días desde que exista resolución firme sobre la
ejecución de la Sentencia condenatoria, salvo que por circunstancias imprevistas no sea posible que
se podrá ampliar hasta un máximo de 10 días a contar desde que haya nueva fecha para el traslado.
8. Adaptación de condena:
A. En el caso de que la duración de la condena impuesta en la resolución sea incompatible con la
legislación española vigente en el momento en el que se solicita el reconocimiento de la Resolución
por superar el límite de la pena máxima prevista para ese delito, el Juez Central de lo Penal podrá
adaptar la condena. La adaptación consistirá en limitar la duración de la condena al máximo de lo
previsto en la referida legislación para los delitos por los que el afectado fuera condenado.
B. En el caso de que la condena, por su naturaleza, sea incompatible con la legislación española,
el Juez Central de lo Penal podrá adaptar la condena a la pena o medida contemplada en
nuestra legislación para los delitos por los que el afectado fuera condenado. La pena adaptada
debe corresponder a la pena impuesta en la Resolución Judicial extranjera y, en consecuencia, no
podrá transformarse en pena de otra naturaleza como la pena de multa.
C. En ninguno de estos supuestos podrá la adaptación agravar la condena impuesta en el
Estado de Emisión.
D. Salvo excepciones expresamente previstas (Art. 92), la persona trasladada a España en el marco
de un proceso de reconocimiento y ejecución de una resolución por la que se impone una pena o
medida privativa de libertad no podrá ser procesada, condenada, ni privada de libertad en
España como consecuencia de la comisión de una infracción anterior y distinta de la que
hubiera motivado el traslado.
Desde la Declaración Universal de Derechos Humanos y especialmente a partir del Convenio para la
Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, el cual va a ser motivo de
estudio en este epígrafe, y de la aprobación de las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Detenidos,
se iniciaron distintos procedimientos para el aseguramiento del respeto de los derechos humanos en
general y de los reclusos en particular, refrendados por distintos Convenios, Tratados, Declaraciones,
Recomendaciones y Pactos, a los cuales, considerados más importantes, se han hecho mención en el
presente tema.
En dichos procedimientos, es de resaltar, la importante labor llevada a cabo tanto por Naciones Unidas
como por el Consejo de Europa mediante la creación de diversos Organismos de vigilancia y control, que
si bien no podemos afirmar han erradicado la violación de los derechos humanos consagrados y las
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libertades fundamentales de las personas, sí han infiuido notablemente en su respeto por una cada vez
más acrecentada mayoría de Estados.
Por su parte en el ámbito del Consejo de Europa es de reseñar la Comisión Europea de Problemas
Criminales. La incidencia de las Reglas Mínimas en el ámbito europeo hace que en 1957, el Consejo
de Europa acuerde la creación de un Comité de expertos en materia de prevención del delito y trata-
miento del delincuente, el cual, en su primer período de sesiones celebrado entre el 30 de Junio y el 3 de
Julio de 1958, adopta la denominación de “Comisión Europea de Problemas Criminales”.
Más reciente tenemos el Comité Contra la Tortura creado específicamente para el seguimiento de
las violaciones referentes a la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas crueles, inhu-
manos o degradantes de 1984, transmitiéndose los informes a todos los Estados Parte por el Secretario
General de Naciones Unidas.
En Europa conforme al Convenio Europeo de 1987 para la Prevención de la Tortura y de las Penas o
Tratos Inhumanos o Degradantes, corresponde al Comité Europeo creado al efecto el examinar, por
medio de visitas, el trato dado a las personas privadas de libertad.
• Comité de Ministros. Los Ministerios de Asuntos Exteriores de los Estados miembros representados
por sus propios Ministros o por sus Embajadores acreditados. La Presidencia de este Comité se alterna
cada seis meses.
• Asamblea Parlamentaria. Está compuesta de 318 miembros titulares y otros 318 suplentes elegidos
por los Parlamentarios de los Estados miembros. El número de representantes depende de la demografía
(entre 10 y 18). Se reúne cuatro veces al año durante una semana.
• Congreso de Poderes Locales y Regionales. Creado en 1994. Representa a las colectividades locales
y regionales en el seno del Consejo de Europa. Está dividido en dos Cámaras una para los Poderes
Locales y otra para las Regiones. Tienen 315 miembros titulares y otros tantos suplentes que representan
a las colectividades regionales y locales de los Estados miembros. Se reúnen una vez al año en
Estrasburgo. Las dos Cámaras eligen un Presidente.
• Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Creado después de la Convención Europea de los Derechos
Humanos de 1950 al que haremos especial referencia a continuación.
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• Comisario para los Derechos Humanos. Es elegido por la Asamblea Parlamentaria y se encarga de
promover la educación y sensibilización respecto a los derechos humanos. Puede enviar las
recomendaciones a los Estados miembros y les informa al Comité de Ministros y a la Asamblea
Parlamentaria.
En el ámbito del Consejo de Europa han nacido las Reglas Penitenciarias Europeas, el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos y el Convenio Europeo sobre Traslados de Personas Condenadas.
Se introduce y regula a través del Protocolo n.º 11, el cual ha sido modificado por el Protocolo n.º 14,
siendo ambos Protocolos ratificados por España por Instrumentos de fecha del B.O.E. de 26 de Junio de
1998 y 28 de Mayo de 2010, respectivamente.
Su funcionamiento es el siguiente: