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Refrigeración y medioambiente

Escrito por: Revista Mundo HVACR Cambio climático, Medioambiente

La refrigeración es necesaria para la vida cotidiana, dependemos de ella para la conserva de


alimentos, y climatizar espacios, sin embargo algunos de los elementos del proceso resultan
nocivos para nuestro planeta.
Por David Garza Castaño
Si bien es cierto que los refrigerantes son indispensables, también es verdad que causan daño en
la atmósfera, siendo la reducción de la capa de ozono uno de los aspectos más perjudiciales,
seguido del efecto invernadero que contribuye al calentamiento del planeta.
Actualmente el mundo globalizado ha incrementado el uso de gases refrigerantes ya que no sólo
se utilizan para conserva alimenticia, sino en acondicionamiento de espacios, autos, edificios y
hogares, por lo que las posibilidades de que estos gases terminen en la atmósfera son cada vez
mayores.
Los refrigerantes del tipo CFC utilizados en refrigeración por compresión, son especialmente
dañinos para la capa de ozono, su potencial agotador de la capa es de 1.0 y de acuerdo al
protocolo de Montreal estos refrigerantes ya deben estar fuera de producción y uso en los países
industrializados, mientras que en naciones en vías de desarrollo deberán estar fuera de
producción y uso en este año 2010.
En el caso de los refrigerantes HCFC, (sustitutos de los CFC) son menos dañinos para la capa de
ozono, con un potencial agotador de la capa de ozono de 0.05 y tienen una fecha más alejada
para su cese de producción y uso (2030).
Otro impacto ambiental de los refrigerantes CFC y HCFC es el incremento del efecto invernadero.
Por ejemplo, el CFC12 tiene un potencial de destrucción de la capa de ozono de 0.95 y un
potencial de efecto invernadero directo en 20 años de 7100 mayor que el del CO2. Otro ejemplo
es el HCFC 22 que tiene un potencial de destrucción de la capa de ozono de 0.05 y un potencial
de efecto invernadero directo a 20 años de 4200 mayor que el CO 2.
¿Cómo afectan estos refrigerantes a la capa de ozono?
La atmósfera es la capa de aire que rodea a la Tierra, cuyo objetivo es proporcionar oxígeno
necesario para la vida a la mayoría de los seres vivos. Este sustrato incluye a la troposfera,
estratosfera, mesosfera, termosfera y exosfera. La capa de ozono (O 3) es una barrera que impide
en 95% el paso de radiación ultravioleta hacía la superficie y se encuentra a una altura entre 20
y 30 mil metros sobre el nivel del mar.
Este compuesto químico (ozono) se forma a partir del oxígeno gas O 2 residente en la atmósfera
por medio de un proceso fotoquímico donde la luz ultravioleta actúa como catalizador para
provocar que las moléculas de oxígeno gas se disocien en átomos de oxígeno en su estado
fundamental (formula 1). Después rápidamente se combina con moléculas de oxígeno no
disociadas formando ozono y desprendiendo energía que es captada por otra molécula que
acompaña al oxígeno como el nitrógeno (fórmula 2).
Fórmula 1. O2(gas) + luz ultravioleta solar2 O Fórmula 2. 2O + 2 O2(gas)2O3 (gas) +
estado fundamental desprendimiento de energía.

Las moléculas de O3 son inestables y cuando la luz ultravioleta choca con el ozono, se separa en
sus reactivos originales O2 y O formándose un ciclo de la naturaleza. El problema es que algunas
actividades de los seres humanos como la refrigeración por compresión utilizan compuestos
químicos (como los refrigerantes) que rompen este ciclo.
Refrigerantes del tipo CFC contienen cloro (CCl2F2) que al subir a la estratosfera se encuentra con
radiación solar, provocando el desprendimiento del cloro de su molécula (fórmula 1), que luego
actúa como catalizador para descomponer la molécula de ozono en oxígeno y el cloro se combina
con un oxígeno momentáneamente (fórmula 2). Por último, el compuesto formado por el cloro y
oxígeno se encuentra con otro oxigeno reaccionando y liberando nuevamente el cloro más una
partícula de oxígeno biatómico (fórmula 3).
Fórmula 1. CCl2F2 + luz ultravioleta Fórmula Fórmula 3. ClO + OCl +
solarCClF2 + Cl 2. Cl + O3(gas)ClO + O2 (gas) O2(gas)
Estas reacciones derivan de refrigerantes que contienen cloro y que en presencia de luz
ultravioleta lo liberan.
Al respecto de este panorama nada alentador, algunas de las medidas que las empresas
fabricantes, distribuidoras y clientes finales podemos llevar a cabo son:
1. Evitar que los refrigerantes vayan a la atmósfera, y que si esto se diera fuera únicamente por
derrames accidentales en lugar de prácticas inapropiadas de manejo de gases, tales como la
purga de sistemas utilizando el refrigerante en lugar de hacer vacío.
2. Utilizar gases que no afecten la atmósfera. Sin embargo tales aún no existen, y todo lo que se
ha podido desarrollar son gases refrigerantes con menor impacto a la atmósfera.
3. Los gases refrigerantes deben ser comprimidos a presiones mayores para que puedan tomar
el calor necesario y reducir la temperatura en su entorno, aunque más presión implica mayores
posibilidades de fuga.
4. Las empresas fabricantes de equipos de refrigeración y gases usados en los equipos, pueden
contribuir en la mejora continua de sus productos, mejores materiales de fabricación, mejores
procesos de producción, y cambios en los diseños de los equipos de refrigeración.
5. Los técnicos, empresas de mantenimiento y reparación de equipo, deben aplicar métodos
adecuados de mantenimiento para evitar fugas y purgas deliberadas al medio ambiente.
6. Los maestros deben poner énfasis en la educación de los alumnos para crear una conciencia
de conservar el medio ambiente y nuestra vida en el planeta.
7. Los gobiernos deberían crear protocolos, leyes y campañas para informar a la sociedad de
estas nuevas disposiciones en cuidado del O 3, así como vigilancia permanente para que se
cumplan.

El 16 de septiembre es el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono proclamado


por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1994.

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REFRIGERACIÓN, GASES
FLUORADOS Y EFECTO
INVERNADERO

Desde hace unos años se vienen desarrollando unas férreas normativas en el uso de determinados gases
fluorados. Dichos gases se usan para labores de refrigeración, tanto fijas como móviles, en diferentes
ámbitos. Desde la firma del protocolo de Kioto, en 1997, la Comisión Europea se comprometió a
minimizar y regular más su uso.
Esto se debe principalmente a que esos gases son muy dañinos para el medioambiente, destruyen la capa
de ozono y favorecen la aparición del famoso efecto invernadero, que acaba por elevar las temperaturas
del planeta provocando el cambio climático.
Entre las labores de disuasión del uso están la subida del IVA, que recomendó la propia UE, y que nuestro
Gobierno puso en marcha en 2013 de manera indirecta, a la venta de refrigerantes fluorados. Otra de las
medidas que se tomaron, tanto desde Europa como desde España, fue la obligatoriedad de utilizar
personal cualificado para instalación, reparación y montaje de sistemas de climatización, medidas que en
algunos casos ya venían reflejadas en la normativa de Reglamento de Instalaciones Térmicas en los
Edificios (RITE).

Revisiones de aparatos con gases fluorados y el compromiso de


Europa
La obligatoriedad de reparación de fugas en el plazo de un mes también contribuye a elevar el control
sobre el tema, así como la periodicidad de realizar revisiones cada 6 ó 12 meses a aquellos aparatos que
lleven una carga superior o igual a 3kg de gases fluorados.
El compromiso de Europa de acabar paulatinamente con estas emisiones ha provocado la creación de
otros refrigerantes mucho más respetuosos con el medioambiente. Gracias a estas medidas, poco a poco
lograremos un confort interior completamente respetuoso con el exterior.

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__________-Seguridad en
refrigerantes: hacia una nueva era
JUL 03, 2015, 15:11 PM0
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A pesar de sus propiedades superiores, el uso de refrigerantes naturales se ha visto
obstaculizado, debido a las preocupaciones de seguridad que en muchas ocasiones no se
tratan adecuadamente. Contar con las medidas necesarias ampliará la posibilidad de
contar con mejores procesos, de un mayor cuidado al medioambiente y de contar con
técnicos mejor capacitados
Redacción
Aunque algunos refrigerantes cuentan con excelentes capacidades de rendimiento,
protección al medioambiente, entre otros, el tema de la seguridad siempre pone en jaque
a los trabajadores, ya que desafortunadamente en México no se cuenta con la capacitación
necesaria en este tema. En el caso de los refrigerantes naturales, los cuales se busca
ocupen un mayor lugar entre los productos para refrigeración y aire acondicionado,
gracias a sus propiedades superiores, su uso se ha visto obstaculizado, en gran medida,
por las preocupaciones de seguridad que muchas veces no se tratan de forma adecuada.
Por ello, en este artículo se ofrecen información acerca de medidas de seguridad, procesos
y muchos aspectos más por considerar para trabajar de manera adecuado con estos gases
refrigerantes.
Sustitución de HCFC en sistemas de refrigeración y AA
Antes de llevar a cabo cualquier manipulación de refrigerante es importante consultar con
el fabricante para verificar que el refrigerante alternativo es apropiado para instalarse en
cierto equipo.
Procedimiento (en un equipo de refrigeración estándar de capacidad media, de 5
toneladas)
 Revisar las condiciones del equipo (presión de succión, la presión de descarga y la temperatura
del evaporador) con el fin de tener un diagnóstico de éste
 Recuperar el refrigerante y realizar el pesaje para conocer la carga del equipo
 Revisar el aceite y el drenado del compresor
 Cargar el compresor con aceite, agregando la misma cantidad que retiró o la cantidad que indique
la mirilla del compresor
 El lubricante debe ser polioléster (POE), con la viscosidad apropiada
 Cambiar los filtros deshidratadores
 Realizar el vacío hasta llegar a 250 micrones
 Verificar que no haya fugas en el sistema
 Cargar el refrigerante HFC en el sistema de refrigeración; se sugiere 90 por ciento de carga en
relación con el refrigerante HCFC que se retiró
 Poner en marcha el sistema y verificar las condiciones de operación
Los refrigerantes hidrocarburos (HC) están aprobados para utilizarse en equipos de
refrigeración y aire acondicionado que han sido diseñados, fabricados y aprobados para
el uso de dichos refrigerantes.
R-600a (isobutano) y el R-441A (mezcla) sólo pueden utilizarse en refrigeradores o
congeladores de uso doméstico diseñados y fabricados para usar estos refrigerantes y cuya
carga de gas refrigerante no sea superior a 57 gramos
R-290. Es posible emplearlo únicamente en refrigeradores o congeladores de alimentos
de venta al por menor diseñados y fabricados para usar tal refrigerante, siempre y cuando
sean de tipo autocontenido y la carga de gas refrigerante no sea superior a 150 gramos
R-407A. Es una mezcla de R-32 al 20 por ciento, R-125 al 40 por ciento, R-134a al 40
por ciento, y tiene un PCG igual a 2 107. No es un gas que afecte a la capa de ozono; sin
embargo, es un gas transitorio por su elevado PCG. No está diseñado para utilizarse en
instalaciones de aire acondicionado o en evaporadores inundados. Su nivel de seguridad
es A1. La temperatura de descarga es menor, comparada con la del R-22, aunque la
presión de descarga es mayor, sobre todo cuando se tienen temperaturas ambiente
elevadas. Se debe lubricar con polioléster y se carga en fase líquida, ya que es una mezcla
zeotrópica. Este refrigerante es casi igual al R-22 si se le compara con el resto de las
mezclas disponibles; sin embargo, tiene un deslizamiento de 10 °F

R-422D. Es una mezcla de R-125 al 65.1 por ciento, R-134a al


31.5 por ciento y R- 600a al 3.4 por ciento. Su PCG es igual a 2 230. Por su alto PCG se
trata de un gas transitorio, que se puede usar para que los equipos en buenas condiciones
finalicen su tiempo de vida útil. El R-422D es un refrigerante para media y baja
temperatura que provoca pérdida de potencia al sustituir al R-22 en un sistema, lo que se
traducirá en un incremento del tiempo de operación del compresor. El hidrocarburo (R-
600a) que tiene el R-422D en su fórmula ayuda a promover el retorno del aceite en
sistemas lubricados con aceite mineral o aceite alkilbenceno. Algunos componentes del
sistema deberán cambiarse en caso de presentar problemas de caída de presión. En
sistemas de refrigeración grandes, que presenten un diseño complicado de tuberías y que
contengan un volumen grande de refrigerante, será necesario retirar el aceite mineral o el
aceite alkilbenzeno y sustituirlo por el aceite polioléster
R-407F Es una mezcla de R-134a al 40 por ciento, R-125 al 30 por ciento y R-32 al 30
por ciento.Tiene un elevado PCG igual a 1 824. Por su alto PCG es un gas transitorio que
se puede usar para que los equipos en buenas condiciones finalicen su tiempo de vida útil
El cambio a R-407F es otra opción, ya que tiene un parecido en la capacidad de
enfriamiento al del R-404A. También reduce significativamente el Potencial de
Calentamiento Directo de una instalación, de 3 922 a 1 824. Puede utilizarse en
aplicaciones de media o de baja temperatura. Tiene todas las propiedades necesarias para
ser considerado una opción para la actualización de instalaciones existentes de media o
de baja temperatura, con poco o ningún cambio en cuanto al diseño de la instalación
R-422B. Es una mezcla de R-125 al 55 por ciento, R-134a al 42 por ciento y R-600a al
3.0 por ciento. Presenta un PCG igual a 2 080. Por su alto PCG es un gas transitorio que
se puede emplear para que los equipos en buenas condiciones finalicen su tiempo de vida
útil. Es un refrigerante HFC fácil de usar y no daña la capa de ozono; originalmente
diseñado para reemplazar al HCFC-22 en los sistemas de enfriamiento de agua de
expansión directa (ED) existentes. Puede usarse en sistemas de aire acondicionado
residencial y comercial, así como en sistemas de refrigeración de temperatura media
R-407C. Es una mezcla de R-32 al 23 por ciento, R-125 al 25 por ciento y R-134a al 52
por ciento. Presenta un PCG igual a 1 774. Por su alto PCG es un gas transitorio que se
puede emplear para que los equipos en buenas condiciones finalicen su tiempo de vida
útil. Está diseñado como reemplazo para el HCFC-22.
Tiene un significativo deslizamiento de temperatura, por lo que no es adecuado para
equipos con una gran carga de refrigerante o con acumuladores de succión, como las
unidades de condensación, los sistemas centralizados y ciertos refrigeradores. En otras
aplicaciones, el deslizamiento de temperatura todavía deben considerarse el diseño y el
servicio. Es necesario lubricar con polioléster y se carga en fase líquida, ya que es una
mezcla zeotrópica. El sistema pequeño no significa que el sistema físicamente sea
pequeño, sino que el sistema es simple, autocontenido; es casi seguro que habrá dificultad
para cambiar un componente o el aceite, como el caso de equipos autocontenidos,
cubicadoras de hielo, sistemas de aire acondicionado de ventana o minisplits. La facilidad
con la que se realizará el retrofit dependerá de la buena elección del refrigerante sustituto.
Mientras que el sistema grande cuenta con muchos componentes, tiene un acceso sencillo
a éstos y el cambio de aceite es sencillo. En general, tales equipos requieren de
mantenimiento preventivo o un mantenimiento más complicado, en comparación con el
de un sistema pequeño. El cambio de refrigerante precisa un proyecto; una evaluación
planeada con anticipación implicará más trabajo. Además, el análisis del rendimiento que
tendrá el refrigerante sustituto es de vital importancia, ya que, en todos los casos, el
cambio tendrá como consecuencia la pérdida de capacidad del sistema de refrigeración.
En caso de cambiar un compresor durante el servicio, el sistema podrá cargarse con un
refrigerante sustituto si el compresor está cargado con lubricante polioléster.
Apropiada selección de sustitutos
El técnico que realice el servicio a un equipo con un refrigerante de nueva generación
debe:
 Ser capaz de identificar el tipo de refrigerante o mezcla de refrigerantes de una instalación, con
base en la comparación de temperaturas y de presiones de trabajo del que será sustituido, y las
que presentan los que pueden utilizarse
 Saber cómo realizar la selección del fluido más adecuado para cada aplicación.
Para la selección adecuada de un refrigerante se deben considerar los siguientes criterios
Termodinámicos
 No tener presiones excesivas de condensación; es decir, no debe sobrepasar los 362 psig
 Poseer un bajo punto de ebullición
 Temperatura crítica alta
 Alto calor latente de vaporización
 Bajo calor específico del líquido
 Bajo volumen específico del vapor
 Volumen y potencia bajos por cada tonelada de refrigeración
 Tener un Coeficiente de Desempeño Alto (COP, por sus siglas en inglés)
Nota: No aplica a R-410A y R-32, debido a las presiones que manejan estos gases, ni a hidrocarburos, por
su inflamabilidad
Medioambientales
El cloro, esencialmente presente en los CFC y, en menor medida, en los HCFC, afecta
gravemente al ozono estratosférico y presenta una larga duración de vida en la atmósfera.
El exceso de estos gases impide la salida de la radiación terrestre de gran longitud de
onda, lo que aumenta el efecto invernadero y el calentamiento global
Seguridad. Las medidas de seguridad son de suma importancia; sin embargo, deben estar
controladas cuando el sistema se encuentre en sitios abiertos al público; por ejemplo, en
las instalaciones que utilizan equipos de climatización
Toxicidad. Se trata del nivel tóxico del refrigerante cuando se inhalan sus vapores. Se ha
adoptado una clasificación de productos tóxicos en la que se sitúan los refrigerantes.
Inflamabilidad. Sustancias candidatas a ser excelentes refrigerantes, como
hidrocarburos, son altamente inflamables, por lo que es importante aplicar las medidas de
seguridad
Metales. El refrigerante no debe tener ninguna acción sobre los metales con los cuales
entra en contacto dentro del circuito frigorífico.
Aceites y lubricantes. Su selección se basa en tres aspectos esenciales: físico, que
corresponde a las condiciones de miscibilidad del refrigerante utilizado y del lubricante;
químico, que se refiere a las acciones recíprocas entre el refrigerante y el lubricante, y
mecánico, que trata de asegurar la lubricación deseada de un par de metales en
movimiento relativo, en presencia de refrigerante y en las condiciones de empleo:
temperatura y presión de contacto
Estabilidad térmica de la molécula. La molécula de refrigerante debe soportar sin
descomponerse la acción de las temperaturas, en ocasiones bastante elevadas, que se
producen en el curso de su evolución en el ciclo termodinámico
Eficacia de los intercambios térmicos. Éste es un criterio de gran importancia, dado que
una máquina frigorífica o una bomba de calor comprenden, al menos, dos importantes
intercambiadores: evaporador y condensador. La eficacia depende de diversos parámetros
del refrigerante: la conductividad térmica, especialmente la del líquido; la densidad; la
viscosidad dinámica, que debe ser, en la medida de lo posible, reducida para mejorar el
intercambio de calor y la tensión superficial, magnitud física que aparece cuando existen
superficies de separación entre el líquido y el vapor, común en los evaporadores y
condensadores
Fugas. Los numerosos lugares de fugas potenciales son, en general, orificios de muy
pequeñas dimensiones que se ven obstruidos por tapones de aceite retenidos por las
fuerzas capilares. Si existen fugas, es preciso detectar su presencia. Ésta se torna muy
difícil cuando el fluido es prácticamente inodoro, como en el caso de los refrigerantes
fluorados.
Los refrigerantes halogenados se detectan mediante dispositivos que conducen sus
moléculas sobre una superficie caliente, que las descompone y libera los halógenos del
compuesto. La presencia de estos átomos de halógeno actúa sobre el elemento sensible
del detector. Con los refrigerantes clorados se detecta el cloro, que es fácilmente liberado.
Hay modelos disponibles para montaje en ambiente, en conducto y especiales para
válvulas de seguridad. Los detectores pueden funcionar de forma independiente,
conectados a una unidad de supervisión o a un sistema de monitoreo
Económicos. El costo del refrigerante es clave para la elección del fluido, por lo que debe
ser preferentemente bajo y su disponibilidad suficiente para cubrir las necesidades de los
instaladores.
Equipo y herramientas requeridos para la manipulación
*Unidad de recuperación
*Tanque recuperador
*Bomba de vacío de doble estado
*Detectores de fugas
*Vacuómetro
*Voltímetro digital con termómetro integrado
*Manifold (juego de manómetros)
*Bomba de aceite
*Prensa para hacer conos en la tubería
*Expansor de tubo
*Cortadores de tubo
*Báscula digital
*Identificador de refrigerantes
*Filtro deshidratador para la recuperadora de gas refrigerante
*Lámpara de luz ultravioleta
*Pinzas piercing (pinzas pinchadoras)
*Tanque de nitrógeno
*Regulador de nitrógeno
Manejo seguro
Para usar los refrigerantes naturales con seguridad es esencial entender su inflamabilidad,
peligros y los aspectos críticos relacionados con ellos.
 Garantizar que el sistema es a prueba de fugas y lo suficientemente estable a lo largo de su vida
útil; cuando se presente una fuga de refrigerante natural, los responsables de la instalación del
equipo deben asegurarse de que la ignición de dicha fuga no sea posible, mediante, por ejemplo,
la eliminación de posibles fuentes de ignición
 Garantizar la seguridad de los equipos que utiliza al entrar en contacto con sustancias inflamables;
es decir, que el equipo debe estar diseñado y construido de manera tal que las fugas y, por tanto,
las condiciones de inflamabilidad se eliminen en la medida de lo posible en la práctica; esto puede
lograrse a través de diseño, ventilación y ciertos sistemas de protección
 Protección de los trabajadores que puedan entrar en contacto con sustancias inflamables en su
lugar de trabajo, principalmente.
Además de los tres aspectos mencionados, es necesario conocer y tomar en cuenta los
siguientes:
Contención. Las sustancias inflamables tendrán que estar dentro de un contenedor
debidamente diseñado y construido, ya sea un cilindro o un sistema de refrigeración. Si
la sustancia se fuga, el contenedor debe impedir que se extienda a otras áreas
Fuentes de ignición. Asegurarse de que todas las fuentes de ignición evidentes y no
evidentes han sido aisladas de los equipos y las zonas de manipulación. Las fuentes de
ignición pueden variar mucho, desde chispas de electricidad en los equipos o herramientas
de corte y soldadura, hasta superficies calientes, llamas descubiertas de equipos de
calefacción, cigarros, entre otros
Ventilación. Debe haber ventilación adecuada en el sitio donde las sustancias inflamables
se almacenan y utilizan. Una buena ventilación significa que cualquier vapor que surja de
una fuga o liberación se dispersará con rapidez. Además, es importante tener en cuenta la
gravedad de las consecuencias de la ignición de una sustancia inflamable. Es de vital
importancia que la cantidad de sustancia inflamable y el medio dentro del cual se lleva a
cabo sean monitoreados para evitar accidentes. Estas consideraciones son necesarias
desde la selección del equipo, hasta la fase de diseño y la instalación, ya que las
características de diseño pueden afectar el nivel de seguridad en una etapa posterior
Normas de seguridad. La clasificación de sustancias más ampliamente utilizada se
encuentra bajo la responsabilidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En
ella, las sustancias peligrosas se clasifican de acuerdo con sus principales peligros; sin
embargo, en la industria de la refrigeración y el aire acondicionado se aplica un esquema
de clasificación diferente. A la mayoría de los refrigerantes se le asigna una clasificación
de seguridad que está en función de la toxicidad y de la inflamabilidad. El sistema de
clasificación que se ha adoptado mundialmente es el Estándar 34 de la American Society
of Heating Refrigerating, and Air-Conditioning Engineers, ASHRAE
Clasificación de toxicidad. Se basa en qué tanta toxicidad se ha identificado en
concentraciones menores a 400 ppm, tomando en cuenta los datos utilizados para
determinar el valor límite umbral, menos el tiempo ponderado promedio (TLV-TWA, por
sus siglas en inglés). La toxicidad se clasifica en: 1. Clase A. Refrigerantes en los que se
ha observado toxicidad de 400 ppm o mayor 2. Clase B. Refrigerantes en los que se ha
observado toxicidad de 399 ppm o menor 5.7.6
Clasificación de inflamabilidad. La clasificación de inflamabilidad depende de que las
sustancias puedan o no encenderse en pruebas; si es así, se debe conocer el límite inferior
de inflamabilidad (LFL, por sus siglas en inglés) y el calor de la combustión. Hay tres
clases de inflamabilidad: 1. Clase 1. Los refrigerantes que no muestran propagación de la
llama cuando se prueban en el aire a 60 grados centígrados (°C) y a presión atmosférica
(no propaga la flama) 2. Clase 2. Aquellos refrigerantes que exhiben propagación de la
llama cuando se ensayaron a 60 °C y a presión atmosférica, pero poseen un límite de
inflamabilidad superior a 3 por ciento en volumen y un calor de combustión menor a 19
000 kJ / kg (baja propagación de flama) 3. Clase 3. Refrigerantes que presentan
propagación de llama cuando se someten a pruebas a un temperatura de 60 °C y presión
atmosférica, con un límite de inflamabilidad igual o menor a 3.5 por ciento en volumen,
o un calor de combustión igual o superior a 19000 kJ / kg (alta propagación de flama)
Dado que todos los refrigerantes naturales (R-290, R-600a, R-1270) tienen un TLV-TWA
de 1000 ppm o más (dependiendo de la fuente de información), se clasifican por toxicidad
bajo la Clase A. Aunque estos refrigerantes presentan propagación de flama al exponerse
a condiciones atmosféricas normales, y su LFL típicamente oscila 2 por ciento con calor
de combustión alrededor de 50 000 kJ / kg. Así, de acuerdo con la clasificación de
inflamabilidad, los hidrocarburos pertenecen a la Clase 3. En general, esto los define con
una clasificación de seguridad tipo A3, según las normas pertinentes. En comparación,
los refrigerantes CFC, HCFC y HFC más comunes, así como el R-744 (bióxido de
carbono) tienen una clasificación tipo A1, aunque algunos HFC tienen una clasificación
A2. Pocos HCFC y HFC tienen una clasificación B1, mientras que el R-717 (amoniaco)
cuenta con una clasificación B2. No existen refrigerantes con clasificación B3 (aunque
puede ser posible en ciertas mezclas). Por lo general, una clasificación mayor –que es la
toxicidad de Clase B en lugar de la Clase A, y la inflamabilidad de Clase 3 en lugar de la
Clase 1– significa que el sistema de refrigeración requiere diseños más precisos, con el
fin de controlar el mayor riesgo presentado por el refrigerante.
Medidas de seguridad
Equipo de protección personal. Los ojos y la piel de las manos son las partes del cuerpo
más fáciles de dañar cuando se trabaja con gases refrigerantes. Protegerlas de manera
adecuada es básico para evitar daños irreversibles. Al igual que en la construcción de
instalaciones eléctricas, la instalación de un sistema de refrigeración o de aire
acondicionado requiere práctica y preparación. Los riesgos van desde lesiones por
quemaduras durante el proceso de soldado, al tocar la línea de la descarga de los
compresores cuando se encuentran trabajando, por descargas eléctricas; lesiones en la
cintura al cargar (lumbalgia), hasta la posibilidad de que el minisplit o el equipo que se
esté instalando resbale y caiga sobre la cabeza o en uno de los pies. Para disminuir la
posibilidad de una lesión grave en caso de sufrir alguno de estos incidentes debemos
utilizar equipo de seguridad personal en todo momento.
Pies: zapatos de seguridad. Calzado de uso profesional que brinda protección en los dedos
mediante la incorporación de elementos de resguardo que protegen al usuario de las
posibles lesiones causadas por accidentes en los sectores de trabajo. Están equipados con
topes que ofrecen protección contra impactos con un nivel de energía de 200 J en el
momento del choque y frente a la compresión estática bajo una carga de 15 KN (Norma
EN 345)
Cabeza: casco de protección, Clase “E”. La función del casco de seguridad es proteger
la cabeza de posibles golpes. Lo hace distribuyendo el impacto del golpe en una superficie
mayor.
Oídos: tapones auditivos. Trabajar con equipos de refrigeración y de aire acondicionado
expone a los trabajadores a ruidos elevados que pueden dañar el oído de forma
permanente. Dependiendo del nivel de ruido se pueden utilizar desde tapones desechables
auditivos, hasta orejeras electrónicas.
Ojos: lentes de seguridad. Tienen como función proteger los ojos de cualquier impacto o
de la salpicadura de algún producto irritante (gas refrigerante o refrigerante líquido,
lubricante, limpiador de condensadores, etcétera). Generalmente, están fabricados en
policarbonato
Manos: guantes. Los guantes antiácidos son útiles cuando trabajamos con ácidos para
limpiar condensadores, evaporadores, entre otros. Los guantes de mecánico, que son
resistentes al aceite y al agua, son muy útiles para el trabajo de un técnico en refrigeración
Protección lumbar: Faja de seguridad. En el trabajo de la refrigeración y del aire
acondicionado es común sufrir alguna lesión en la cintura, lo que puede incapacitar a un
trabajador por varios días.
Vestimenta: ropa de algodón. La camisa debe ser de manga larga, debido a que el trabajo
se realiza en equipos cuyo voltaje de operación rebasa los 100 volts. Esta especificación
proviene del Standard NFPA 70E, que trata de la seguridad eléctrica en lugares de trabajo
Medidas de seguridad al buscar fugas
No se debe utilizar oxígeno ni otro gas combustible o de una mezcla de ellos para
presurizar un sistema de refrigeración, ya que estos gases provocan una reacción
explosiva al estar en contacto con el aceite del sistema o del compresor de refrigeración.
Tampoco se debe usar el compresor de refrigeración con el propósito de elevar la presión
del sistema en busca de fugas y mucho menos utilizar gas refrigerante. Al utilizar
nitrógeno gaseoso para presurizar el sistema de refrigeración siempre se debe utilizar el
regulador de nitrógeno para poder cargar el sistema que se encuentre bajo prueba.
Siempre que transporte o mueva de lugar un cilindro de nitrógeno debe hacerlo con el
capuchón del cilindro. Si la válvula del tanque de nitrógeno se rompe o el tanque es
degollado, la liberación inmediata y repentina del gas comprimido puede convertir al
cilindro en un proyectil con la suficiente fuerza para penetrar un muro de tabique.

Clasificación de refrigerantes de acuerdo a su impacto en la capa de ozono


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Antes de la introducción de clorofluorocarbonos (CFCs)


en la década de los 30, la mayoría de los refrigerantes comúnmente eran utilizados era el aire;
el amoniaco; bióxido de azufre; bióxido de carbono, y cloruro de metilo. Hasta que en 1986, los
gases hidrocarburos halogenados no tóxicos y no inflamables, con varios potenciales del
agotamiento de ozono se empezaron a utilizar en forma casi exclusiva en los sistemas de
refrigeración de compresión de vapor para aire acondicionado.Â
El impacto del agotamiento de ozono de cloroflourocarbonos y de hidroclorofluorocarbonados
(HCFCs) desde que la década de los 80 provocó una decisión mundial para dejar de utilizar estos
refrigerantes. Se realizó una nueva clasificación de refrigerantes en seis grupos basados
principalmente en el agotamiento de ozono que sería útil para el reemplazo de los
cloroflourocarbonos por otro refrigerante alternativo.
Hidrofluorocarbonados (HFCs)
El HFCs contiene sólo hidrógeno, flúor, y átomos de carbón y no contienen átomos de cloro, por
lo tanto son ambientalmente seguros y no provocan el agotamiento de ozono. Ellos son
designados por el prefijo HFC; HFC-134a que es una alternativa atractiva y a largo plazo para
reemplazar Cloroflourocarbono-12 (CFC-12) e intercambiar compresores a tornillos y
centrífugos. Además es la alternativa a largo plazo para HCFC-22. El HFC-134a no es inflamable,
tiene una toxicidad muy baja, en el estándar de ASHRAE 34-1997 se muestra la calificación de
seguridad.

El HFC-134a tiene una masa molecular de 102.3 en vez de CFC-12 que la masa molecular de
120.93. En una temperatura de condensación de 100°F (37.8°C), el HFC-134a"™s se
condensa a una presión de 138.83 psia (abs 957kPa.), mientras que en el CFC-12"™s es de
131.65 psia (908 abs de kPa.).

Azeotrópicos HFC
Azeotrópico son mezclas de componentes de múltiple volatilidades que se evaporan y
condensan como una sustancia simple y no cambia su composición volumétrica ó temperatura
de saturación cuando se evaporan ó condensan a presión constante.

El HFC-507 es una mezcla de refrigerantes de HFC-125/HFC-143a (45/55) de agotamiento de


ozono igual a cero. Es un refrigerante alternativo a largo plazo para reemplazar al
cloroflourocarbono 502 (CFC-502) y CFC-12 en sistemas de refrigeración de baja temperatura
cuya temperatura de evaporación es de 10°F (12.2°C). y necesita un lubricante sintético de
petróleo. Según el estándar ANSI de ASHRAE 34- 1997, HFC-507 se permiten las designaciones
alternativas para el HFC-507A, que es una mezcla de refrigerantes de HFC-125/HFC-143a
(50/50). Los resultados de las pruebas que compararon el CFC-502, y, la capacidad de
refrigeración de HFC-507 estaban entre 0.95 y 1.05. El HFC-507 tuvo una eficiencia de energía
de 0.87 a 0.97 comparado al CFC-502.

Semi azeotropico
Son refrigerantes con características similares a los Azeotrópicos . El HFC es una mezcla
refrigerante de agotamiento de ozono cero y tiene los cambios bastante pequeños en la
temperatura volumétrica de composición o la de saturación. El semi azeotropico o HFC-404A y
HFC-410A requieren un lubricante sintético en vez del petróleo mineral y no son tóxicos ni
inflamables con una clasificación de la seguridad de A1/A1.

El HFC-404A es un refrigerante alternativo a largo plazo para el CFC-502 y el CFC-12, ambos


en sistemas de refrigeración de baja temperatura. El HFC-404A tiene una temperatura de 0.9°F
(0.5°C) durante la evaporación y una temperatura de 0.6°F (0.33°C) durante la
condensación.
En el año 1995 se comparó al HFC-404A con el CFC-502 y resultó que el HFC-404A tuvo la
misma evaporación levemente más alta la capacidad de condensación y más baja la evaporación
de las temperaturas. La eficiencia de la energía es de 0.89 a 0.99 y se encontraron en la
evaporación diferente temperaturas Tev y, al bajar la Tev, baja la proporción de la eficiencia de
energía, a causa de la proporción más alta de la presión de compresor.

El HFC-410A es una mezcla de HFC-32/HFC-125 (50/50) con agotamiento de ozono cero y un


HGWP de 0.43. Es un refrigerante alternativo a largo plazo para reemplazar HCFC-22 y el CFC-
502. El HFC-410A tiene una temperatura de 0.2°F (0.11°C) durante la evaporación y
la condensación. El desplazamiento de compresor, cfm/tonelada (L/kW de s), para el HFC-
410A está acerca del 50 por ciento menos que para el HCFC-22; y la presión de descarga para
130°F (54.4°C) está acerca de 490 psia (3379 abs de kPa.), que es mucho más alta que la
del HCFC-22. Para una eficiencia de energía más alta, los fabricantes de este refrigerante
recomiendan utilizar compresores rotativos.
Zeotrópico HFC
Son mezclas de componentes de múltiple volatilidades que se evaporan y condensan como una
sustancia simple y "œsi"• cambia su composición volumétrica ó temperatura de saturación
cuando se evaporan ó condensan a presión constante.El HFCs es las mezclas refrigerantes de
agotamiento de ozono de cero que tiene la temperatura más alta durante la evaporación y la
condensación. El zeotrópico HFC-407A y HFC-407C requieren también de un lubricante
sintético de petróleo, en vez del petróleo mineral; y son no tóxicos ni inflamables con una
clasificación de la seguridad de A1/A1.

El HFC-407A es una mezcla de HFC-32/HFC-125/HFC 134a (20/40/40) con agotamiento de


ozono de cero con un HGWP de 0.49. Es un refrigerante alternativo a largo plazo para el CFC-
502 y CFC-12 en sistemas de refrigeración de baja temperatura. El HFC-407A mostró una
reducción en la transferencia de calor en el evaporador de un sistema de baja temperatura
durante las pruebas. El desempeño del sistema de HFC-407A era el más bajo comparado con el
HFC- 404A y el HFC-507.

El HFC-407C es una mezcla de HFC-32/HFC-125/134a (23/25/52) de agotamiento de ozono de


cero con un HGWP de 0.38. Es un refrigerante alternativo a largo plazo para reemplazar HCFC-
22 y CFC-502. Las comparaciones entre el HFC-407C y el HCFC-22 durante las pruebas dieron
como resultado que para enfriar y calentar, la proporción de la capacidad varió de 0.93 a 1.06, y
la de energía de 0.94 a 0.97. Los coeficientes de calor de transferencia en un tubo durante la
evaporación y la condensación dieron valores del 85 a 95 por ciento.

El HCFCs y su Zeotrópico HCFCs contienen hidrógeno, cloro, flúor, y átomos de carbón y no son
completamente halogenados. El HCFCs tiene una vida mucho más corta que los
cloroflourocarbonos y causa mucho menos agotamiento de ozono (0.02 a 0.1 ODP) y son
designados por el prefijo HCFC. Su consumo se planifica para ser reducido empezando
gradualmente desde el año 2004 y descartarlo completamente en el 2030 en los países en vías
de desarrollo.

El HCFC-22 tiene un ODP de 0.05 y un HGWP de 0.40, no es inflamable y tiene


una clasificación de seguridad A1. También es parcialmente miscible con el petróleo mineral.
En 40°F (4.4°C), su evaporación es de 82.09 psia (566 abs de kPa.), y en 100°F (37.8°C)
la presión de condensación es de 201.5 psia (1389 abs de kPa.). El HCFC-22 tiene un
desplazamiento más pequeño de compresor entre el HCFCs y cloroflourocarbonados. Todos
estos factores lo hace una alternativa provisional para reemplazar CFC-12. HCFC-22 que eran
refrigerantes utilizados en unidades pequeñas y de tamaño mediano en la década de los 90 en
los Estados Unidos.

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Los nuevos refrigerantes no dañan a la capa de ozono,
pero… ¿Qué ocurre con el calentamiento global?

Antes de contestar a la pregunta debemos conocer que es el “Efecto invernadero” principal


responsable del calentamiento global que se está produciendo.

Todos sabemos que dentro de una zona acristalada (o con plásticos como ocurre en algunos
invernaderos) hay un aumento de temperatura muy fuerte con respecto a la zona que lo rodea,
¿a qué es debido? Los cristales dejan pasar la longitud de onda de la luz visible (que hace que
se caliente el interior) pero no deja salir la longitud de onda infrarroja de los elementos que se
encuentran dentro, en consecuencia, es como un pozo sin fondo donde entra mucho calor en
forma de radiación y no sale con lo que poco a poco se produce un aumento considerable de la
temperatura. El hecho anterior es lo que se conoce como “Efecto invernadero”.

Por otro lado, nuestra atmosfera se comporta como ese cristal de manera que si hay ciertas
partículas (como CO2 y algunos refrigerantes también) estas dejan pasar la radiación visible
pero no dejan salir la relejada por el planeta con lo que se está produciendo el fenómeno del
calentamiento global del planeta.
Los refrigerantes fluorados (HFC) usados hoy en día no dañan la capa de ozono ya que están
exentos de cloro, pero sin embargo si contribuyen al efecto invernadero por lo que debemos
seleccionar los menos dañinos.

¿Y qué refrigerantes son los menos dañinos?

Dentro de los gases de efecto de efecto invernadero deberemos elegir los que tengan menor
“potencial de calentamiento atmosférico” o PCA. Este valor nos dará una idea de lo dañino que
pueden llegar a ser alguno tipos. El impuesto a los gases fluorados está relacionado con ese
valor por lo que poco a poco deberemos tender a los que menos tienen para salvaguardar el
ecosistema y nuestro bolsillo.

A modo de ejemplo os vamos a indicar los valores de algunos refrigerantes puros y mezclas:

PUROS PCA MEZCLAS PCA

R-23 12000 R-404A 3784

R-32 550 R-407A 1990

R-41 97 R-407C 1653

R-125 3400 R-407F 1705

R-134 1100 R-410A 1975

R-134a 1300 R-417A 2235

R-152a 120 R-417B 2923

R-143 330 R-422A 3043

R-143a 4300 R-422D 2623


R-227ea 3500 R-424A 2329

R-236cb 1300 R-426A 1382

R-236ea 1200 R-427A 2013

R-236fa 9400 R-428A 3495

R-245ca 640 R-434A 3131

R-245fa 950 R-437A 1684

R-365mfc 890 R-438A 2151

R-442A 1793

R-507 3850

Como podemos comprobar los, en su época llamados, gases ecológicos como el R410A o el
R407C tienen un PCA muy alto. El sustitutivo natural en los equipos nuevos es el R32 del que
ya hablamos en otro momento en la siguiente entrada:

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