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Primicia de los muertos, sabemos por tu gracia ARQUIDIOCESIS DE AYACUCHO

que estás resucitado; la muerte en ti no manda. Parroquia Inmaculada Concepción


Rey vencedor, apiádate de la miseria humana
y da a tus fieles parte en tu victoria santa. VIERNES DE LA VIRGEN DOLOROSA
Celebremos hoy a la Madre Virgen, nuestra fiel compañera de fe; en ella
Segunda lectura comprendemos el inmenso amor de Dios, acompañamos a la Virgen María en
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,1-4): su dolor y su silencio
Ya que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de allá arriba, donde está Liturgia de la Palabra
Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspiren a los bienes de arriba, no a los de Primera lectura
la tierra. Porque ustedes han muerto, y su vida está con Cristo escondida en Lectura del libro de Jeremías (20,10-13):
Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también ustedes Oía la acusación de la gente: «“Pavor-en-torno”, delátenlo, vamos a delatarlo».
aparecerán, juntamente con él, en GSloria. Mis amigos acechaban mi traspié: «A ver si, engañado, lo sometemos y
Palabra de Dios podemos vengarnos de él». Pero el Señor es mi fuerte defensor: me persiguen,
pero tropiezan impotentes. Acabarán avergonzados de su fracaso, con sonrojo
Evangelio eterno que no se olvidará. Señor del universo, que examinas al honrado y
Lectura del santo evangelio según san Juan (20,1-9): sondeas las entrañas y el corazón, ¡que yo vea tu venganza sobre ellos, pues te
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, he encomendado mi causa! Cantad al Señor, alabad al Señor, que libera la vida
cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. del pobre de las manos de gente perversa.
Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto Palabra de Dios
quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos
dónde lo han puesto.» Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Salmo Sal 17,2-3a.3bc-4.5-6.7
Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó
y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no
entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las - Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R
suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también - Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora,
el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues mi baluarte. Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos. R
hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de - Me cercaban olas mortales, torrentes destructores me aterraban, me envolvían
entre los muertos. las redes del abismo, me alcanzaban los lazos de la muerte. R
Palabra del Señor - En el peligro invoqué al Señor, grité a mi Dios:
desde su templo él escuchó mi voz, y mi grito llegó a sus oídos. R
(A partir de hoy al finalizar la Santa Misa se agrega el Aleluya para la antífona
de despedida y para la respuesta del pueblo) Evangelio
+ Lectura del santo evangelio según san Juan (10, 31-42):
S. Pueden ir en Paz, Aleluya, aleluya En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.
R/. Demos gracias al Señor, Aleluya, aleluya El les replicó: «Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre:
¿por cuál de ellas me apedreáis?». Los judíos le contestaron: «No te apedreamos
por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te
Gracias por tu participación, que el Señor te bendiga abundantemente, haces Dios». Jesús les replicó: «¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os digo:
te deseamos felicidad y que este tiempo de pascua la luz del Señor disipe sois dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra
toda duda, toda pena y todo peligro de tu hogar, de tu vida y de tu de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al
familia. Que maría Santísima, la Inmaculada Concepción te acompañe mundo, ¿decís vosotros: “¡Blasfemas!” Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”?
siempre. Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me
creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está DOMINGO DE PASCUA DE RESURRECCION
en mí, y yo en el Padre». Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló
de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes Liturgia de la Palabra
había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: «Juan no Primera lectura
hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad». Y muchos Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (10,34a.37-43):
creyeron en él allí. En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: «Ustedes conocen lo que sucedió
Palabra del Señor en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa
empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza
DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el
Nuestro Señor Jesucristo, como indica la profecía de Zacarías, «entró en diablo, porque Dios estaba con él.
Jerusalén sentado sobre un pollino de borrica, y a su encuentro salió la Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en Judea y en Jerusalén. Lo mataron
multitud con ramos de olivos». colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día y nos permitió
verlo, no se mostró a todo el pueblo, sino a los testigos que él había designado:
Conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén a nosotros, que hemos comido y bebido con él después de su resurrección. Nos
Bendición de los Ramos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha
nombrado juez de vivos y muertos. El testimonio de los profetas es unánime:
Repetimos todos: aquellos que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados.»
Hosanna al Hijo de David, bendito el que viene en nombre del Señor, el Rey de Palabra de Dios
Israel. ¡Hosanna en el cielo!
Salmo Responsorial Sal 117,1-2.16ab-17.22-23
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo 21, 1-11 Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo
Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los
Olivos, Jesús mandó dos discípulos, diciéndoles: - Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
«Vayan a la aldea de enfrente, encontrarán en seguida una borrica atada con su Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. R/.
pollino, desátenlos y tráiganmelos. Si alguien les dice algo contestadle que el - La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa.
Señor los necesita y los devolverá pronto». Esto ocurrió para que se cumpliese No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. R/.
lo que dijo el profeta: - La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
«Digan a la hija de Sión:
 Contempla a tu rey, que viene a ti, humilde, montado Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. R/.
en un asno, en un pollino, hijo de borrica». Fueron los discípulos e hicieron lo
que les había mandado Jesús: trajeron la borrica y el pollino, echaron encima Secuencia
sus mantos y Jesús se montó. La multitud extendió sus mantos por el camino;
algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada. Y la gente que iba Ofrezcan los cristianos ofrendas de alabanza
delante y detrás gritaba: «¡Hosanna el Hijo de David! ¡Bendito el que viene en a gloria de la Víctima propicia de la Pascua.
nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!» Al entrar en Jerusalén, toda la Cordero sin pecado que a las ovejas salva,
ciudad preguntaba alborotada: «¿Quién es éste?
 La gente que venía con él a Dios y a los culpables unió con nueva alianza.
decía:
 «Es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea. Lucharon vida y muerte en singular batalla,
Palabra del Señor. y, muerto el que es la Vida, triunfante se levanta.
«¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?»
Procesión con los Ramos, camino al Templo «A mi Señor glorioso, la tumba abandonada,
Salmo 46 los ángeles testigos, sudarios y mortaja.
Repetimos todos ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!
Los niños hebreos extendían mantos por el camino y aclamaban: «Hosanna al Venid a Galilea, allí el Señor aguarda;
Hijo de David, bendito el que viene en nombre del Señor». allí veréis los suyos la gloria de la Pascua.»
Bendición del agua bautismal - Pueblos todos, extiendan sus palmas, aclamen a Dios con gritos de júbilo:
porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra.
S. Manantiales, bendecid al Señor, - Él nos somete los pueblos y nos sojuzga las naciones; él nos escogió por
R/. ensalzadlo con himnos por los siglos. heredad suya: gloria de Jacob, su amado.
- Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas:
Renovación de las promesas del bautismo toquen para Dios, toquen, toquen para nuestro Rey, toquen; porque Dios es el
rey del mundo: toquen con maestría.
(Todos de pie y con las velas encendidas en sus manos, renuevan las promesas - Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado:
del bautismo). los príncipes de los gentiles se reúnen con el pueblo del Dios de Abrahán,
porque de Dios son los grandes de la tierra, y él es excelso.
Renuncias
Salmo 23
- ¿Renuncian al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios? Repetimos todos
R/. Sí, renuncio. Los niños hebreos, llevando ramos de olivo, salieron al encuentro del Señor,
- ¿Renuncian a todas las seducciones del mal, para que no domine en vosotros aclamando: «¡Hosanna en el cielo!»
el pecado?
R/. Sí, renuncio. - Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la
- ¿Renuncian a Satanás, padre y príncipe del pecado? fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos.
R/. Sí, renuncio. - ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto
sacro?
Profesión de Fe - El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos ni
jura contra el prójimo en falso. Ése recibirá la bendición del Señor, le hará
R/. ¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra? justicia el Dios de salvación.
Todos: - Éste es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
Si, creo. - ¡Portones!, alzad los dinteles, que se alcen las antiguas compuertas: va a entrar
R/. ¿Creen en Jesucristo, su Hijo único, nuestro Señor, que nació de Santa el Rey de la gloria.
María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está - ¿Quién ese Rey de la gloria? El Señor, héroe valeroso; el Señor héroe de la
sentado a la derecha del Padre? guerra.
R/. Sí, creo. - ¡Portones!, alzad los dinteles, que se alcen las antiguas compuertas va a entrar
- ¿Creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la comunión de el Rey de la gloria.
los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la - ¿Quién ese Rey de la gloria? El Señor, Dios de los ejércitos: él es el Rey de la
vida eterna? gloria.
R/. Sí, creo.
- Que Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos regeneró Himno a Cristo Rey
por el agua y el Espíritu Santo y que nos concedió la remisión de los pecados, Todos juntos:
nos guarde en su gracia, en el mismo Jesucristo nuestro Señor, para la vida ¡Gloria, alabanza y honor! ¡Griten Hosanna, y como los niños hebreos al paso
eterna. del Redentor! Digamos: ¡Gloria y honor al que viene en el nombre del Señor!
R/. Amén. Como Jerusalén con su traje festivo, vestida de palmeras, coronada
de olivos, venimos los cristianos en son de romería a inaugurar
Aspersión del Agua bendita tu Pascua con himnos de alegría.
Ibas como va el sol a un ocaso de gloria; cantaban ya tu muerte
R/. Vi que manaba agua del lado derecho del templo, aleluya. al cantar tu victoria. Pero tú eres el Rey, el Señor, el Dios Fuerte,
Y habrá vida dondequiera que llegue la corriente y cantarán: Aleluya, aleluya. la Vida que renace del fondo de la Muerte. Tú, que amas a Israel
y bendices sus cantos, complácete en nosotros, el pueblo de los santos; Dios de resucitó por la gloria del Padre, también nosotros llevemos una Vida nueva.
toda bondad que acoges en tu seno cuanto hay entre los hombres sencillamente Porque si nos hemos identificado con Cristo por una muerte semejante a la suya,
bueno. también nos identificaremos con él en la resurrección.
Al entrar la procesión en el Templo Comprendámoslo: nuestro hombre viejo ha sido crucificado con él, para que
- Al entrar el Señor en la ciudad santa, los niños hebreos profetizaban la fuera destruido este cuerpo de pecado, y así dejáramos de ser esclavos del
resurrección de Cristo, proclamando, con ramos de palmas: «Hosanna en el pecado. Porque el que está muerto, no debe nada al pecado.
cielo». Pero si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él.
R. Hosanna en el cielo. Sabemos que Cristo, después de resucitar, no muere más, porque la muerte ya
- Como el pueblo oyese que Jesús llegaba a Jerusalén, salió a su encuentro, no tiene poder sobre él.
proclamando con ramos de palmas: «Hosanna en el cielo». Al morir, él murió al pecado, una vez por todas; y ahora que vive, vive para
R Hosanna en el cielo. Dios. Así también ustedes, considérense muertos al pecado y vivos para Dios
en Cristo Jesús.
Liturgia de la Palabra
Primera Lectura Salmo 118(117), 1-2. 16-17. 22-23
Lectura del libro de Isaías 50, 4-7
El mismo Seño me ha dado una lengua de discípulo, - ¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!
para que yo sepa reconformar al fatigado con una palabra de aliento. Que lo diga el pueblo de Israel: ¡es eterno su amor!
Cada mañana, Él despierta mi oído para que yo escuche como un discípulo. - La mano del Señor es sublime, la mano del Señor hace proezas.
El Señor abrió mi oído y yo no me resistía ni me volvía atrás. No, no moriré: viviré para publicar lo que hizo el Señor.
Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban y mis mejillas, a los que me - La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular.
arrancaban la barca; no retiré mi rostro cuando m ultrajaban y escupían. Esto ha sido hecho por el Señor y es admirable a nuestros ojos.
Pero el Señor viene en mi ayuda: Por eso, no quedé confundido;
Por eso, endurecí mi rostro como el pedernal, Y sé muy bien que no seré Evangelio
defraudado. + Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 24,1-12.
Palabra de Dios. El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los
perfumes que habían preparado. Ellas encontraron removida la piedra del
Salmo Responsorial 23, 21, 8-9. 17-18a 19-20. sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Mientras estaban desconcertadas a causa de esto, se les aparecieron dos
hombres con vestiduras deslumbrantes.
- Los que me ven, se burlan de mí, hacen una mueca y mueven la cabeza, Como las mujeres, llenas de temor, no se atrevían a levantar la vista del suelo,
diciendo: Confío en el Señor, que Él lo libre; que lo salve, si lo quiere tanto. R. ellos les preguntaron: "¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?
- Me rodea una jauría de perros, me asalta una banda de malhechores; No está aquí, ha resucitado. Recuerden lo que él les decía cuando aún estaba en
taladran mis manos y mis pies. Yo puedo contar todos mis huesos. R. Galilea:
- Se reparten entre sí mi ropa y sortean mi túnica. Pero Tú, Señor, no te quedes «Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores,
lejos; Tú que eres mi fuerza, ven pronto a socorrerme. R. que sea crucificado y que resucite al tercer día». Y las mujeres recordaron sus
- Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos, te alabaré en medio de la asamblea: palabras. Cuando regresaron del sepulcro, refirieron esto a los Once y a todos
Alábenlo, los que temen al Señor; glorifíquenlo, descendientes de Jacob; los demás.
témanlo, descendientes de Israel. R. Eran María Magdalena, Juana y María, la madre de Santiago, y las demás
mujeres que las acompañaban. Ellas contaron todo a los Apóstoles, pero a ellos
Segunda Lectura les pareció que deliraban y no les creyeron. Pedro, sin embargo, se levantó y
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los Filipenses 2,6-11 corrió hacia el sepulcro, y al asomarse, no vio más que las sábanas. Entonces
Jesucristo, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios regresó lleno de admiración por lo que había sucedido.
como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, Palabra del Señor
Hijo de hombre, cuando el pueblo de Israel habitaba en su propio suelo, lo tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y
contaminó con su conducta y sus acciones. Entonces derramé mi furor sobre presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por obediencia la
ellos, por la sangre que habían derramado sobre el país y por los ídolos con que muerte y muerte de cruz. Por eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está
lo habían contaminado. Los dispersé entre las naciones y ellos se diseminaron sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el
por los países. Los juzgué según su conducta y sus acciones. Y al llegar a las cielo, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame: ¡Jesucristo es el
naciones adonde habían ido, profanaron mi santo Nombre, haciendo que se Señor para gloria de Dios Padre!.
dijera de ellos: «Son el pueblo del Señor, pero han tenido que salir de su país.» Palabra de Dios.
Entonces yo tuve compasión de mi santo Nombre, que el pueblo de Israel
profanaba entre las naciones adonde había ido. Evangelio
Por eso, di al pueblo de Israel: Así habla el Señor: Yo no obro por consideración + Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 22, 66; 23, 1-49
a ustedes, casa de Israel, sino por el honor de mi santo Nombre, que ustedes han No encuentro en este hombre ningún motivo de condena
profanado entre las naciones adonde han ido. Yo santificaré mi gran Nombre, C. El Consejo de los Ancianos del pueblo, junto con los Sumos Sacerdotes y los
profanado entre las naciones, profanado por ustedes. Y las naciones sabrán que escribas, llevaron a Jesús ante Pilato y comenzaron a acusarlo, diciendo:
yo soy el Señor -oráculo del Señor- cuando manifieste mi santidad a la vista de S. Hemos encontrado a este hombre incitando a nuestro pueblo a la rebelión,
ellas, por medio de ustedes. impidiéndole pagar los impuestos al Emperador y pretendiendo ser el rey
Yo los tomaré de entre las naciones, los reuniré de entre todos los países y los Mesías.
llevaré a su propio suelo. Los rociaré con agua pura, y ustedes quedarán C. Pilato lo interrogó, diciendo:
purificados. Los purificaré de todas sus impurezas y de todos sus ídolos. S. ¿Eres tú el rey de los Judíos?
Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré C. Le respondió Jesús.
de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. + Tú lo dices.
Infundiré mi espíritu en ustedes y haré que sigan mis preceptos, y que observen C. Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la multitud:
y practiquen mis leyes. Ustedes habitarán en la tierra que yo he dado a sus S. No encuentro en este hombre ningún motivo de condena.
padres. Ustedes serán mi Pueblo y yo seré su Dios. C. Pero ellos insistían:
Palabra de Dios S. Subleva al pueblo con su enseñanza en toda la Judea. Comenzó en Galilea y
ha llegado hasta aquí.
Salmo 42(41), 3. 5bcd; 42, 3-4 C. Al oír esto, Pilato preguntó si ese hombre era galileo. Y habiéndose
asegurado de que pertenecía a la jurisdicción de Herodes, se lo envió. En esos
- Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente: días, también Herodes se encontraba en Jerusalén.
¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios? Herodes y sus guardias lo trataron con desprecio
- ¡Cómo iba en medio de la multitud y la guiaba hacia la Casa de Dios, C. Herodes se alegró mucho al ver a Jesús. Hacía tiempo que deseaba verlo, por
entre cantos de alegría y alabanza, en el júbilo de la fiesta! lo que había oído decir de Él, y esperaba que hiciera algún prodigio en su
- Envíame tu luz y tu verdad: que ellas me encaminen presencia. Le hizo muchas preguntas, pero Jesús no le respondió nada. Entre
y me guíen a tu santa Montaña, hasta el lugar donde habitas. tanto, los sumos sacerdotes y los escribas estaban allí y lo acusaban con
- Y llegaré al altar de Dios, el Dios que es la alegría de mi vida; vehemencia. Herodes y sus guardias, después de tratarlo con desprecio y
y te daré gracias con la cítara, Señor, Dios mío. ponerlo en ridículo, lo cubrieron con un magnífico manto y lo enviaron de nuevo
a Pilato. Y ese mismo día, Herodes y Pilato, que estaban enemistados, se
Lecturas del Nuevo Testamento hicieron amigos.
Pilato entregó a Jesús al arbitrio de ellos
De la carta de San Pablo a los Romanos 6, 3-11. Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los jefes y al pueblo, y les dijo:
Hermanos: S. Ustedes me han traído a este hombre, acusándolo de incitar al pueblo a la
¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, nos rebelión. Pero yo lo interrogué delante de ustedes y no encontré ningún motivo
hemos sumergido en su muerte? de condena en los cargos de que lo acusan; ni tampoco Herodes, ya que él lo ha
Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que así como Cristo devuelto a este tribunal. Como ven, este hombre no ha hecho nada que merezca
la muerte. Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad. Tercera Lectura
C. Pero la multitud comenzó a gritar:
S. ¡Qué muera este hombre! ¡Suéltanos a Barrabás! Del libro de Isaías 55, 1-11
C. A Barrabás lo habían encarcelado por una sedición que tuvo lugar en la Así habla el Señor:
ciudad y por homicidio. Pilato volvió a dirigirles la palabra con la intención de ¡Vengan a tomar agua, todos los sedientos, y el que no tenga dinero, venga
poner en libertad a Jesús. Pero ellos seguían gritando. también! Coman gratuitamente su ración de trigo, y sin pagar, tomen vino y
S. ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! leche. ¿Por qué gastan dinero en algo que no alimenta y sus ganancias, en algo
C. Por tercera vez les dijo: que no sacia? Háganme caso, y comerán buena comida, se deleitarán con
S. ¿Qué mal ha hecho este hombre? No encuentro en Él nada que merezca la sabrosos manjares.
muerte. Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad. Presten atención y vengan a mí, escuchen bien y vivirán. Yo haré con ustedes
C. Pero ellos insistían a gritos, reclamando que fuera crucificado, y el griterío una alianza eterna, obra de mi inquebrantable amor a David. Yo lo he puesto
se hacía cada vez más violento. como testigo para los pueblos, jefe y soberano de naciones. Tú llamarás a una
Al fin, Pilato resolvió acceder al pedido del pueblo. Dejó en libertad al que ellos nación que no conocías, y una nación que no te conocía correrá hacia ti, a causa
pedían, al que había sido encarcelado por sedición y homicidio, y a Jesús se lo del Señor, tu Dios, y por el Santo de Israel, que te glorifica.
entregó. ¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar, llámenlo mientras está cerca! Que
Hijas de Jerusalén, no lloren por mí el malvado abandone su camino y el hombre perverso, sus pensamientos; que
C. Cuando lo llevaban, detuvieron a un tal Simón de Cirene, que volvía del vuelva al Señor, y él le tendrá compasión, a nuestro Dios, que es generoso en
campo, y lo cargaron con la cruz, para que llevara detrás de Jesús. Lo seguían perdonar. Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos
muchos del pueblo y un buen número de mujeres, que se golpeaban el pecho y de ustedes son mis caminos -oráculo del Señor -. Como el cielo se alza por
se lamentaban por Él. Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: encima de la tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a los
+ !Hijas de Jerusalén!, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus caminos y a los pensamientos de ustedes.
hijos. Porque se acerca el tiempo en que se dirá: Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven a él sin haber
¡Felices las estériles, felices los vientres que no concibieron y los pechos que empapado la tierra, sin haberla fecundado y hecho germinar, para que dé la
no amamantaron! Entonces dirán a las montañas: semilla al sembrador y el pan al que come, así sucede con la palabra que sale de
¡Caigan sobre nosotros!, y a los cerros: mi boca: ella no vuelve a mí estéril, sino que realiza todo lo que yo quiero y
¡Sepúltennos! Porque si así tratan a la leño verde, ¿qué no harán con el seco?. cumple la misión que yo le encomendé.
C. Con Él llevaban también a otros dos malhechores, para ser ejecutados. Palabra de Dios
Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen.
Cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, lo crucificaron junto con los Salmo Is 12, 2-6
malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda. Jesús decía:
+ Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen. - Este es el Dios de mi salvación: yo tengo confianza y no temo,
C. Después se repartieron sus vestiduras, sorteándolas entre ellos. porque el Señor es mi fuerza y mi protección; él fue mi salvación.
Éste es el rey de los judíos. - Ustedes sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación. Den gracias
El pueblo permanecía allí y miraba. Sus jefes, burlándose, decían: al Señor, invoquen su Nombre, anuncien entre los pueblos sus proezas,
S. Ha salvado a otros: ¡que se salve a sí mismo, si es el Mesías de Dios, el proclamen qué sublime es su Nombre.
Elegido! - Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso: ¡que sea conocido en toda la
C. También los soldados se burlaban de Él y, acercándose para ofrecerle tierra! ¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión, porque es grande en medio
vinagre, le decían: de ti el Santo de Israel!
S. Si eres el rey de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!
C. Sobre su cabeza había una inscripción: Éste es el rey de los judíos. Cuarta lectura
Hoy estará conmigo en el Paraíso
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: Del libro de Ezequiel 36, 17a. 18-28
S. ¿No eres Tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros. La palabra del Señor me llegó en estos términos.
de manera que en toda la noche no pudieron acercarse los unos a los otros. C. Pero el otro lo increpaba, diciéndole:
Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y el Señor hizo retroceder el S. No tienes temor de Dios, tú que sufres la misma pena que Él? Nosotros la
mar con un fuerte viento del este, que sopló toda la noche y transformó el mar sufrimos justamente, porque pagamos nuestras culpas, pero Él no ha hecho nada
en tierra seca. malo. Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando vengas a establecer tu Reino.
Las aguas se abrieron, y los israelitas entraron a pie en el cauce del mar, C. Él le respondió:
mientras las aguas formaban una muralla a derecha e izquierda. + En verdad te digo hoy estarás conmigo en el Paraíso.
Los egipcios los persiguieron, y toda la caballería del Faraón, sus carros y sus Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.
guerreros, entraron detrás de ellos en medio del mar. C. Era alrededor del mediodía. El sol se eclipsó y la oscuridad cubrió toda la
Cuando estaba por despuntar el alba, el Señor observó las tropas egipcias desde tierra hasta las tres de la tarde. El velo del Templo se rasgó por el medio. Jesús,
la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión entre ellos. con un grito exclamó:
Además, frenó las ruedas de sus carros de guerra, haciendo que avanzaran con + Padre, en tus mandos encomiendo mi espíritu.
dificultad. Los egipcios exclamaron: «Huyamos de Israel, porque el Señor C. Y diciendo esto, expiró.
combate en favor de ellos contra Egipto». Aquí todos se arrodillan, y se hace un breve silencio de adoración.
El Señor dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas se C. Cuando el centurión romano vio lo que había pasado y alabó a Dios
vuelvan contra los egipcios, sus carros y sus guerreros". exclamando:
Moisés extendió su mano sobre el mar y, al amanecer, el mar volvió a su cauce. S. ―Realmente este hombre era un justo.
Los egipcios ya habían emprendido la huida, pero se encontraron con las aguas, C. La multitud que se había reunido para contemplar el espectáculo, al ver lo
y el Señor los hundió en el mar. sucedido, regresaba golpeándose el pecho.
Las aguas envolvieron totalmente a los carros y a los guerreros de todo el Todos sus amigos y las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea
ejército del Faraón que habían entrado en medio del mar para perseguir a los permanecían a distancia, contemplando lo sucedido.
israelitas. Ni uno solo se salvó. Palabra del Señor.
Los israelitas, en cambio, fueron caminando por el cauce seco del mar, mientras
las aguas formaban una muralla, a derecha e izquierda. Aquel día, el Señor salvó LUNES SANTO
a Israel de las manos de los egipcios.
Israel vio los cadáveres de los egipcios que yacían a la orilla del mar, y fue Liturgia de la palabra
testigo de la hazaña que el Señor realizó contra Egipto. El pueblo temió al Señor, Primera lectura
y creyó en él y en Moisés, su servidor. Entonces Moisés y los israelitas Lectura del libro de Isaías (42,1-7):
entonaron este canto en honor del Señor. Así dice el Señor:
Palabra de Dios «Miren a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He
puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará, no
Salmo. Éxodo 15,1b-2.3-4.5-6.17-18. clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha
vacilante no la apagará. Manifestará la justicia con verdad.
- "Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria: él hundió en el mar los caballos No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley
y los carros. El Señor es mi fuerza y mi protección, él me salvó. esperan las islas. Esto dice el Señor, Dios, que crea y despliega los cielos,
- El es mi Dios y yo lo glorifico, es el Dios de mi padre y yo proclamo su consolidó la tierra con su vegetación, da el respiro al pueblo que la habita y el
grandeza. El Señor es un guerrero, su nombre es "Señor". aliento a quienes caminan por ella:
- El arrojó al mar los carros del Faraón y su ejército, lo mejor de sus soldados «Yo, el Señor, te he llamado en mi justicia, te cogí de la mano, te he formé e
se hundió en el Mar Rojo. hice de ti alianza de un pueblo y luz de las naciones, para que abras los ojos de
- El abismo los cubrió, cayeron como una piedra en lo profundo del mar. Tu los ciegos, saques a los cautivos de la cárcel, de la prisión a los que habitan en
mano, Señor, resplandece por su fuerza, tu mano, Señor, aniquila al enemigo. tinieblas».
- Tú lo llevas y lo plantas en la montaña de tu herencia, en el lugar que Palabra de Dios
preparaste para tu morada, en el Santuario, Señor, que fundaron tus manos.
¡El Señor reina eternamente!". Salmo Responsorial Sal 26,1.2.3.13-14
El Señor es mi luz y mi salvación Y continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre
la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de
- El Señor es mi luz y mi salvación. El Señor es la defensa de mí vida, ¿quién alimento. Y a todas la fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos
me hará temblar? R. los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto
- Cuando me asaltan los malvados para devorar mi carne, ellos, enemigos y verde.» Y así sucedió. Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy
adversarios, tropiezan y caen. R. bueno.
- Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no tiembla; Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día.
si me declaran la guerra, me siento tranquilo. R. Así fueron terminados el cielo y la tierra, y todos los seres que hay en ellos.
- Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. El séptimo día, Dios concluyó la obra que había hecho, y cesó de hacer la obra
Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R. que había emprendido.
Palabra de Dios
Evangelio
+ Lectura del santo Evangelio según San Juan (12,1-11) Salmo 104(103), 1-2a. 5-6. 10. 12-14ab. 24. 35
Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien
había reanimado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, - Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres!
y Lázaro estaba con él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo, Estás vestido de esplendor y majestad y te envuelves
auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y con un manto de luz.
la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus - Afirmaste la tierra sobre sus cimientos: ¡no se moverá jamás!
discípulos, el que lo iba a entregar, dice: «¿Por qué no se ha vendido este El océano la cubría como un manto, las aguas tapaban las montañas.
perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?». - Haces brotar fuentes en los valles, y corren sus aguas por las quebradas.
Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y Las aves del cielo habitan junto a ellas y hacen oír su canto
como tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando. entre las ramas.
Jesús dijo: «Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los - Desde lo alto riegas las montañas, y la tierra se sacia con el fruto de tus obras.
pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no siempre me tienen». Una Haces brotar la hierba para el ganado y las plantas que el hombre cultiva.
muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, - ¡Qué variadas son tus obras, Señor! ¡Todo lo hiciste con sabiduría,
sino también para ver a Lázaro, al que había reanimado de entre los muertos. la tierra está llena de tus criaturas! ¡Bendice al Señor, alma mía!
Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos
judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús. Segunda lectura
Palabra del Señor
Del libro del Éxodo 14,15-31.15,1.
MARTES SANTO Después el Señor dijo a Moisés:
"¿Por qué me invocas con esos gritos? Ordena a los israelitas que reanuden la
Liturgia de la Palabra marcha. Y tú, con el bastón en alto, extiende tu mano sobre el mar y divídelo
Primera lectura en dos, para que puedan cruzarlo a pie.
Lectura del libro de Isaías (49,1-6): Yo voy a endurecer el corazón de los egipcios, y ellos entrarán en el mar detrás
Escúchenme, islas; atiendan, pueblos lejanos: de los israelitas. Así me cubriré de gloria a expensas del Faraón y de su ejército,
El Señor me llamó desde el vientre materno, desde las entrañas de mi madre, y de sus carros y de sus guerreros.
pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la Los egipcios sabrán que soy el Señor, cuando yo me cubra de gloria a expensas
sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: del Faraón, de sus carros y de sus guerreros".
«Tú eres mi siervo, Israel, por medio de ti me glorificaré». El Ángel de Dios, que avanzaba al frente del campamento de Israel, retrocedió
Y yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis hasta colocarse detrás de ellos; y la columna de nube se desplazó también de
fuerzas». En realidad el Señor defendía mi causa, mi recompensa la custodiaba delante hacia atrás, interponiéndose entre el campamento egipcio y el de Israel.
Dios. Y ahora dice el Señor, el que me formó desde el vientre como siervo suyo, La nube era tenebrosa para unos, mientras que para los otros iluminaba la noche,
blas. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el primer día. para que le devolviese a Jacob, para que le reuniera a Israel; he sido glorificado
Dios dijo: «Que haya un firmamento en medio de las aguas, para que establezca a los ojos de Dios. Y mi Dios era mi fuerza:
una separación entre ellas». Y así sucedió. Dios hizo el firmamento, y éste «Es poco que seas mi siervo para restablecer las tribus de Jacob y traer de vuelta
separó las aguas que están debajo de él, de las que están encima de él; y Dios a los supervivientes de Israel. Te hago luz de las naciones, para que mi salvación
llamó Cielo al firmamento. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el alcance hasta el confín de la tierra».
segundo día. Palabra de Dios
Dios dijo: «Que se reúnan en un solo lugar las aguas que están bajo el cielo, y
que aparezca el suelo firme». Y así sucedió. Dios llamó Tierra al suelo firme y Salmo Responsorial Sal 70,1-2.3-4a.5-6ab.15.17
Mar al conjunto de las aguas. Y Dios vio que esto era bueno. Entonces dijo: Mi boca contará tu salvación, Señor
«Que la tierra produzca vegetales, hierbas que den semilla, y árboles frutales
que den sobre la tierra frutos de su misma especie con su semilla adentro». Y - A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre; tú que eres justo,
así sucedió. La tierra hizo brotar vegetales, hierba que da semilla según su líbrame y ponme a salvo, inclina a mí tu oído, y sálvame. R.
especie y árboles que dan fruto de su misma especie con su semilla adentro. Y - Sé tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi
Dios vio que esto era bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el tercer alcázar eres tú. Dios mío, líbrame de la mano perversa. R.
día. - Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi
Dios dijo: «Que haya astros en el firmamento del cielo para distinguir el día de juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno me sostenías R
la noche; que ellos señalen las fiestas, los días y los años, y que estén como - Mi boca contará tu justicia, y todo el día tu salvación. Dios mío, me instruiste
lámparas en el firmamento del cielo para iluminar la tierra». Y así sucedió. Dios desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas. R.
hizo los dos grandes astros -el astro mayor para presidir el día y el menor para
presidir la noche- y también hizo las estrellas. Y los puso en el firmamento del Evangelio
cielo para iluminar la tierra, para presidir el día y la noche, y para separar la luz + Lectura del santo evangelio según San Juan (13,21-33.36-38):
de las tinieblas. En aquel tiempo, estando Jesús a la mesa con sus discípulos, se turbó en su
Y Dios vio que esto era bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el espíritu y dio testimonio diciendo:
cuarto día. «En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar».
Dios dijo: «Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía.
vuelen pájaros sobre la tierra, por el firmamento del cielo». Dios creó los Uno de ellos, el que Jesús amaba, estaba reclinado a la mesa en el seno de Jesús.
grandes monstruos marinos, las diversas clases de seres vivientes que llenan las Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía. Entonces él,
aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con alas. Y Dios apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó:
vio que esto era bueno. Entonces los bendijo, diciendo: «Sean fecundos y «Señor, ¿quién es?». Le contestó Jesús: «Aquel a quien yo le dé este trozo de
multiplíquense; llenen las aguas de los mares y que las aves se multipliquen pan untado». Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote.
sobre la tierra». Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo:
Así hubo una tarde y una mañana: este fue el quinto día. «Lo que vas hacer, hazlo pronto». Ninguno de los comensales entendió a qué
Dios dijo: «Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le
y animales salvajes de toda especie». Y así sucedió. Dios hizo las diversas clases encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres. Judas,
de animales del campo, las diversas clases de ganado y todos los reptiles de la después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche. Cuando salió,
tierra, cualquiera sea su especie. Y Dios vio que esto era bueno. Jesús dijo: «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en
Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto
que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con ustedes. Me buscarán, pero
fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo.» lo que dije a los judíos se lo digo ahora a ustedes:
Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y "Donde yo voy, ustedes no pueden ir"» Simón Pedro le dijo: «Señor, ¿a dónde
mujer. Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la vas?». Jesús le respondió: «Adonde yo voy no me puedes seguir ahora, me
tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos seguirás más tarde».
los vivientes que se mueven sobre la tierra.» Pedro replicó: «Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Daré mi vida por
ti».Jesús le contestó: «¿Con que darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te Ésta es la noche en que sacaste de Egipto a los israelitas,
digo: antes que el gallo cante me habrás negado tres veces». nuestros padres, y los hiciste pasar a pie el mar Rojo.
Palabra del Señor Ésta es la noche en que la columna de fuego esclareció las tinieblas
del pecado. Ésta es la noche en que, por toda la tierra, los que confiesan su fe
MIÉRCOLES SANTO en Cristo son arrancados de los vicios del mundo y de la oscuridad del pecado,
son restituidos a la gracia y son agregados a los santos.
Liturgia de la Palabra Ésta es la noche en que, rotas las cadenas de la muerte,
Primera lectura Cristo asciende victorioso del abismo.
Lectura del libro de Isaías (50,4-9a): ¡Que asombroso beneficio de tu amor por nosotros!
Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una ¡Qué incomparable ternura y caridad!
palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como ¡Para rescatar al esclavo entregaste al Hijo!
los iniciados. El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la Necesario fue el pecado de Adán, que ha sido borrado por la muerte
espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me de Cristo. ¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!
tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los Y así, esta noche santa ahuyenta los pecados,
ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes,
defraudado. Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los poderosos.
Comparezcamos juntos. ¿Quién tiene algo contra mí? Que se me acerque. En esta noche de gracia, acepta, Padre santo,
Miren, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará? este sacrificio vespertino de alabanza, que la santa Iglesia te ofrece
Palabra de Dios por medio de sus ministros en la solemne ofrenda de este cirio,
hecho con cera de abejas.
Salmo Sal 68,8-10.21-22.31.33-34 ¡Qué noche tan dichosa, en que se une el cielo con la tierra,
Señor, que me escuche tu gran bondad el día de tu favor lo humano con lo divino!
Te rogamos, Señor, que este cirio, consagrado a tu nombre,
- Por ti he aguantado afrentas, la vergüenza cubrió mi rostro. arda sin apagarse para destruir la oscuridad de esta noche,
Soy un extraño para mis hermanos, un extranjero para los hijos y, como ofrenda agradable, se asocie a las lumbreras del cielo.
de mi madre; porque me devora el celo de tu templo, Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo, ese lucero
y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. R que no conoce ocaso y es Cristo, tu Hijo resucitado,
- La afrenta me destroza el corazón, y desfallezco. Espero compasión, que, al salir del sepulcro, brilla sereno para el linaje humano,
y no la hay, consuelo, y no los encuentro. En mi comida me echaron hiel, para y vive y reina glorioso por los siglos de los siglos.
mi sed me dieron vinagre. R R/. Amén.
- Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza
con acción de gracias. Miradlo, los humildes, y alegraos, buscad al Señor, y SEGUNDA PARTE
revivirá vuestro corazón. Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos. R Liturgia de la palabra

Evangelio Lecturas del Antiguo Testamento


+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo (26,14-25) Primera lectura
En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos
sacerdotes y les propuso: «¿Qué están dispuestos a darme, si se lo entrego?» Lectura del libro del Génesis 1, 1-2, 2
Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando Al principio, Dios creó el cielo y la tierra. La tierra era algo informe y vacío, las
ocasión propicia para entregarlo. tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios se cernía sobre las aguas.
El primer día de los Panes Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le Entonces Dios dijo: «Que exista la luz». Y la luz existió. Dios vio que la luz era
preguntaron: «¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?» buena, y separó la luz de las tinieblas; y llamó Día a la luz y Noche a las tinie-
que hemos celebrado la pasión del Señor, excelso, sacrificado por nuestros Él contestó: «Vayan a la ciudad, a casa de Fulano, y díganle: "El Maestro dice:
pecados, reconciliador y liberador de la humanidad). Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis
discípulos."» Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon
SÁBADO SANTO la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce.
Mientras comían dijo: «Les aseguro que uno de ustedes me va a entregar.»
Vigilia Pascual Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: «¿Acaso soy yo,
Señor?»
Primera parte
 Él respondió: «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a
Lucernario o solemne comienzo de la Vigilia Pascual entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va
Bendición del fuego y preparación del Cirio Pascual a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido.»
Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Acaso soy yo, Maestro?»
(Todos hemos de tener nuestros cirios, preferentemente hecho de cera de las Él respondió: «Tú lo has dicho.»
abejas, para poder acompañar la ceremonia de la luz). Palabra del Señor
(Una vez encendido el cirio pascual todos encenderemos los nuestros y se inicia
la procesión del Cirio) JUEVES SANTO
Llegados a la puerta del templo el sacerdote dice:
MISA CRISMAL
S. Luz del Cristo. La Misa crismal, (Por la mañana en la catedral de Ayacucho) que el Obispo
R/. Demos gracias a Dios. celebra con su presbiterio, y dentro de la cual consagra el Santo Crisma y
bendice los demás óleos, es la manifestación de comunión de los presbíteros
Pregón Pascual con el propio Obispo. Con el Santo Crisma consagrado por el Obispo se ungen
los recién bautizados, los confirmados son sellados, y se ungen las manos de
Exulten por fin los coros de los ángeles, los presbíteros, la cabeza de los Obispos; la iglesia y los altares en su
exulten las jerarquías del cielo, y por la victoria de Rey tan poderoso dedicación. Con el óleo de los catecúmenos, éstos se preparan y disponen al
que las trompetas anuncien la salvación. Bautismo. Con el óleo de los enfermos, éstos reciben el alivio en su debilidad.
Goce también la tierra, inundada de tanta claridad,
y que, radiante con el fulgor del Rey eterno, se sienta libre de la tiniebla TRIDUO PASCUAL
que cubría el orbe entero. MISA VESPERTINA DE LA CENA DEL SEÑOR
Alégrese también nuestra madre la Iglesia, revestida de luz tan brillante; Comienzo del Triduo Pascual. El Señor Jesús, en la noche en que iba a ser
resuene este templo con las aclamaciones del pueblo. entregado, ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del
V/. El Señor esté con vosotros. pan y del vino y los entregó a los discípulos para que comulgaran, mandándoles
R/. Y con tu espíritu. que ellos y sus sucesores en el sacerdocio también lo ofreciesen. Se recuerdan
V/. Levantemos el corazón. en esta Misa: la institución de la Eucaristía, la institución del Orden sacerdotal
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor. y el mandamiento del Señor sobre la caridad fraterna.
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario. Liturgia de la Palabra
En verdad es justo y necesario aclamar con nuestras voces Primera lectura
y con todo el afecto del corazón a Dios invisible, Lectura del libro del Éxodo (12.1-8.11-14):
el Padre todopoderoso, y a su único Hijo, nuestro Señor Jesucristo. En aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto: «Este
Porque él ha pagado por nosotros al eterno Padre la deuda de Adán mes será para ustedes el principal de los meses; será para ustedes el primer mes
y, derramando su sangre, canceló el recibo del antiguo pecado. del año. Digan a toda la asamblea de Israel: "El diez de este mes cada uno
Porque éstas son las fiestas de Pascua, en las que se inmola el verdadero procurará un animal para su familia, uno por casa. Si la familia es demasiado
Cordero, cuya sangre consagra las puertas de los fieles. pequeña para comérselo, que se junte con el vecino de casa, hasta completar el
número de personas; y cada uno comerá su parte hasta terminarlo. Será un R/. Santo es Dios, Santo fuerte, Santo e inmortal, ten piedad de nosotros.
animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito. Lo guardarán hasta el - Yo te sustenté con maná en el desierto; tú me abofeteaste y me azotaste.
día catorce del mes, y toda la asamblea de Israel lo matará al atardecer. Tomarán R/. Santo es Dios, Santo fuerte, Santo e inmortal, ten piedad de nosotros.
la sangre y rociarán las dos jambas y el dintel de la casa donde lo hayan comido. - Yo te di a beber el agua salvadora que brotó de la peña; tú me diste a beber
Esa noche comerán la carne, asada a fuego, comerán panes sin fermentar y hiel y vinagre.
verduras amargas. Y lo comerán así: la cintura ceñida, las sandalias en los pies, R/. Santo es Dios, Santo fuerte, Santo e inmortal, ten piedad de nosotros.
un bastón en la mano; y os lo comeréis a toda prisa, porque es la Pascua, el paso - Yo por ti herí a los reyes cananeos; tú me heriste la cabeza con la caña.
del Señor. Esta noche pasaré por todo el país de Egipto, dando muerte a todos R/. Santo es Dios, Santo fuerte, Santo e inmortal, ten piedad de nosotros.
sus primogénitos, de hombres y de animales; y haré justicia de todos los dioses Yo te di un cetro real; tú me pusiste una corona de espinas.
de Egipto. Yo soy el Señor. R/. Santo es Dios, Santo fuerte, Santo e inmortal, ten piedad de nosotros.
La sangre será su señal en las casas donde estén: cuando vea la sangre, pasaré - Yo te levanté con gran poder; tú me colgaste del patíbulo de la cruz.
de largo; no les tocará la plaga exterminadora, cuando yo pase hiriendo a Egipto. R/. Santo es Dios, Santo fuerte, Santo e inmortal, ten piedad de nosotros.
Este día será para ustedes memorable, en él celebrarán la fiesta al Señor, ley Himno
perpetua para todas las generaciones."» - ¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza! Jamás el bosque dio mejor tributo
Palabra de Dios en hoja, en flor y en fruto. ¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vida empieza
con un peso tan dulce en su corteza!
Salmo Responsorial Sal 115,12-13.15-16bc.17-18 - Cantemos la nobleza de esta guerra, el triunfo de la sangre y del madero,
El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo y un Redentor, que en trance de Cordero, sacrificado en cruz, salvó la tierra.
- Dolido mi Señor por el fracaso de Adán, que mordió muerte en la manzana,
- ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? otro árbol señaló, de flor humana, que reparase el daño paso a paso. ¡Dulces
Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre. R clavos!¡Dulce árbol donde la Vida empieza con un peso tan dulce en su corteza!
- Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles. - Y así dijo el Señor: ¡Vuelva la Vida y que Amor redima la condena!
Señor, yo soy tu siervo, hijo de tu esclava; rompiste mis cadenas. R La gracia está en el fondo de la pena y la salud naciendo de la herida.
- Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. ¡Oh plenitud del tiempo consumado! Del seno de Dios Padre en que vivía, ved
Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. R la Palabra entrando por María en el misterio mismo del pecado.
- ¿Quién vio en más estrechez gloria más plena y a Dios como el menor de los
Segunda lectura humanos? Llorando en el pesebre, pies y manos le faja una doncella nazarena.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios - En plenitud de vida y de sendero, dio el paso hacia la muerte porque él quiso.
11, 23-26 Mirad de par en par el paraíso abierto por la fuerza de un Cordero.
Hermanos: Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez - Vinagre y sed la boca, apenas gime; y al golpe de los clavos y lanza,
se la he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, un mar de sangre fluye, inunda, avanza por tierra, mar y cielo y los redime.
tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi - Ablándate, madero, tronco abrupto de duro corazón y fibra inerte; doblégate a
cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía.» Lo mismo este peso y esta muerte que cuelga de tus ramas como un fruto.
hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza - Tú sólo entre los árboles, crecido para tender a Cristo en tu regazo;
sellada con mi sangre; hagan esto cada vez que lo beban, en memoria mía.» Por tú el arca que nos salva, tú el abrazo de Dios con los verdugos del Ungido.
eso, cada vez que comen de este pan y beben del cáliz, proclaman la muerte del - Al Dios de los designios de la historia, que es Padre, Hijo y Espíritu, alabanza;
Señor, hasta que vuelva. al que en cruz devuelve la esperanza
Palabra de Dios de toda salvación, honor y gloria. Amén.

Evangelio TERCERA PARTE


+ Lectura del Santo Evangelio según San Juan (13,1-15)
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar Sagrada Comunión
de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, (Todos nos acercamos a comulgar con devoción y espíritu humilde, sabiendo
Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto un sepulcro los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la
nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el cabeza a Judas Iscariote, hijo de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que
día de la Preparación, y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús. el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se
Palabra del Señor levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego
SEGUNDA PARTE echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos,
secándoselos con la toalla que se había ceñido.
Adoración de la Santa Cruz Llegó donde Simón Pedro, y éste le dijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?»
Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás
- Miren al árbol de la Cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo. más tarde.»
R/. Vengan a adorarlo. Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás.» Jesús le contestó: «Si no te lavo,
(Cada uno se acerca y besa la cruz haciendo una profunda reverencia) no tienes nada que ver conmigo.» Simón Pedro le dijo: «Señor, no sólo los pies,
sino también las manos y la cabeza.»
Antífona Jesús le dijo: «quien se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque
Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos. Por está completamente limpio. También ustedes están limpios, aunque no todos.»
el madero ha venido la alegría al mundo entero. Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos están limpios.»
Salmo 66, 2 Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo:
El Señor tenga piedad y nos bendiga, «¿Comprenden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman "el Maestro"
ilumine su rostro sobre nosotros y tenga piedad. y "el Señor", y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, les
Antífona he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros; les he
Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos. Por dado este ejemplo para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo
el madero ha venido la alegría al mundo entero. hagan.»
Palabra del Señor
Improperios
Lavatorio de los pies
- ¡Pueblo mío! ¿Qué te he hecho, en qué te he ofendido? Respóndeme Antífona primera Cf. Jn 13, 4. 5. 15
Yo te saqué de Egipto; tú preparaste una cruz para tu Salvador. El Señor, después de levantarse de la Cena, echó agua en la jofaina y se puso a
R/. Santo es Dios, Santo fuerte, Santo e inmortal, ten piedad de nosotros. lavarles los pies a los discípulos. Éste fue el ejemplo que les dejó.
- Yo te guié cuarenta años por el desierto, te alimenté con el maná, te introduje Antífona segunda Jn 13, 6. 7. 8
en una tierra excelente; tú preparaste una cruz para tu Salvador. «Señor, ¿lavarme los pies tú a mi?» Jesús le replicó: «Si no te lavo a ti los pies,
R/. Santo es Dios, Santo fuerte, Santo e inmortal, ten piedad de nosotros. no tienes nada que ver conmigo».
- ¿Qué más pude hacer por ti? Yo te planté como viña mía, escogida y hermosa. - Llega a Simón Pedro y éste le dice: —«Señor, ¿lavarme los pies tú a mi?...»
¡Qué amarga te has vuelto conmigo! Para mi sed me diste vinagre, con la lanza - «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora; pero lo comprenderás más tarde».
traspasaste el costado a tu Salvador. Antífona tercera Cf. Jn 13, 14
R/. Santo es Dios, Santo fuerte, Santo e inmortal, ten piedad de nosotros. Si yo, vuestro Maestro y Señor, os he lavado los pies, cuánto más ustedes deben
- Yo por ti azoté a Egipto y a sus primogénitos tú me entregaste para que me lavarse los pies unos a otros.
azotaran. Antífona cuarta Jn 13, 3532
- ¡Pueblo mío! ¿Qué te he hecho, en qué te he ofendido? Respóndeme. Yo te La señal por la que conocerán que son discípulos míos será que se aman unos a
saqué de Egipto, sumergiendo al Faraón en el mar Rojo; tú me entregaste a los otros.
sumos sacerdotes. Antífona quinta Jn 13, 34
R/. Santo es Dios, Santo fuerte, Santo e inmortal, ten piedad de nosotros. Les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros como yo los he
- Yo abrí el mar delante de ti; tú con la lanza abriste mi costado. amado –dice el Señor.
R/. Santo es Dios, Santo fuerte, Santo e inmortal, ten piedad de nosotros. Antífona sexta 1Cor 13, 13
- Yo te guiaba con una columna de nubes; tú me guiaste al pretorio de Pilato. - Ahora quedan la fe, la esperanza, el amor, estas tres: la más grande es el amor.
Traslado del Santísimo Sacramento escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos sacerdotes de los judíos
dijeron a Pilato:
Antífona S. «No, escribas: "El rey de los judíos", sino: "Éste ha dicho: Soy el rey de los
- Sea por siempre bendito y alabado judíos."»
R/. Mi Jesús sacramentado C. Pilato les contestó:
S. «Lo escrito, escrito está.»
VIERNES SANTO C. Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro
DE LA PASIÓN DEL SEÑOR partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura,
tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron:
PRIMERA PARTE S. «No la rasguemos, sino echémosla a suerte, a ver a quién le toca.»
C. Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi
Liturgia de la Palabra túnica». Esto hicieron los soldados. Junto a la cruz de Jesús estaban su madre,
Primera lectura la hermana de María esposa de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, al ver a su
Lectura del libro de Isaías (52,13–53,12): madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre:
Miren, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho. Como muchos se + «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
espantaron de él, porque desfigurado no parecía hombre, ni tenía aspecto C. Luego, dijo al discípulo:
humano, así asombrará a muchos pueblos, ante él los reyes cerrarán la boca, al + «Ahí tienes a tu madre.»
ver algo inenarrable y contemplar algo inaudito. C. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa. Después de esto,
¿Quién creyó nuestro anuncio? ¿A quién se reveló el brazo del Señor. Creció en sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la
su presencia como brote, como raíz en tierra árida, sin figura, sin belleza. Lo Escritura dijo:
vimos sin aspecto atrayente, despreciado y proscrito entre los hombres, como + «Tengo sed.»
un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual todos ocultan C. Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en
su rostro, despreciado y desestimado. vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el
Él soportó nuestros sufrimientos y soportó nuestros dolores; nosotros lo vinagre, dijo:
estimamos leproso, herido de Dios y humillado, pero él fue traspasado por + «Todo está cumplido.»
nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable C. Entonces, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron. Todos errábamos como ovejas, cada Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran
uno siguiendo su camino; y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes. los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día solemne,
Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca; como cordero pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los
llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían
boca. Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron, ¿quién meditó en su destino? crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le
Lo arrancaron de la tierra de los vivos, por los pecados de mi pueblo lo hirieron. quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el
Le dieron sepultura con los malvados, y una tumba con los malhechores, aunque costado, y al punto salió sangre y agua.
no había cometido crímenes ni hubo engaño en su boca. El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación; verdad, para que también ustedes crean. Esto ocurrió para que se cumpliera la
verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice:
por su mano. Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de «Mirarán al que atravesaron.»
conocimiento. Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo clandestino de Jesús por
Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos. Le daré miedo a los judíos, pidió a Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y
una multitud como parte, y tendrá como despojo una muchedumbre. Porque Pilato lo autorizó. Él fue entonces y se llevó el cuerpo. Llegó también
expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, él tomó el pecado Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una
de muchos e intercedió por los pecadores. mixtura de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo vendaron todo, con
Palabra de Dios los aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos.
beza y le echaron por encima un manto color púrpura; y, acercándose a él, Salmo Responsorial Sal 30,2.6.12-13.15-16.17.25
le decían: Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu
S. «¡Salve, rey de los judíos!»
C. Y le daban bofetadas. Pilato salió otra vez afuera y les dijo: - A ti , Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado;
S. «Miren, lo saco afuera, para que sepan que no encuentro en él ninguna culpa.» tú, que eres justo, ponme a salvo. A tus manos encomiendo mi espíritu:
C. Y salió Jesús afuera, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. tú, el Dios leal, me librarás. R/.
Entonces Pilato les dijo: - Soy la burla de todos mis enemigos, la irrisión de mis vecinos,
S. «He ahí el hombre.» el espanto de mis conocidos; me ven por la calle, y escapan de mí.
C. Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y los guardias, gritaron: Me han olvidado como a un muerto, me han desechado
S. «¡Crucifícalo, crucifícalo!» como a un cacharro inútil. R/.
C. Pilato les dijo: - Pero yo confío en ti, Señor, te digo: «Tú eres mi Dios.»
S. «Llévenselo ustedes y crucifíquenlo, porque yo no encuentro culpa en él.» En tus manos están mis azares; líbrame de los enemigos
C. Los judíos le contestaron: que me persiguen. R/.
S. «Nosotros tenemos una ley, y según esa ley tiene que morir, porque se ha - Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia.
declarado Hijo de Dios.» Sed fuertes y valientes de corazón, los que esperáis en el Señor. R/.
C. Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más y, entrando otra vez en
el pretorio, dijo a Jesús: Segunda lectura
S. «¿De dónde eres tú?» Lectura de la carta a los Hebreos (4,14-16;5,7-9)
C. Pero Jesús no le dio respuesta. Y Pilato le dijo: Hermanos: Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un Sumo
S. «¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios. No tenemos
autoridad para crucificarte?» un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que
C. Jesús le contestó: ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por
+ «No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si no te la hubieran dado de lo alto. eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar
Por eso el que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor.» misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente. Cristo, en los
C. Desde este momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban: días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al
S. «Si sueltas a ése, no eres amigo del César. Todo el que se declara rey está que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a
contra el César.» pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación,
C. Pilato entonces, al oír estas palabras, sacó afuera a Jesús y lo sentó en el se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.
tribunal, en el sitio que llaman "el Enlosado" (en hebreo Gábbata). Era el día de Palabra de Dios
la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía. Y dijo Pilato a los judíos:
S. «Aquí tenéis a su rey.» Evangelio
C. Ellos gritaron: + Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan (18,1–19,42)
S. «¡Fuera, fuera; crucifícalo!» C. En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente
C. Pilato les dijo: Cedrón, donde había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el
S. «¿A su rey voy a crucificar?» traidor, conocía también el sitio, porque Jesús se reunía a menudo allí con sus
C. Contestaron los sumos sacerdotes: discípulos.
S. «No tenemos más rey que al César.» Judas entonces, tomando la patrulla y unos guardias de los sumos sacerdotes y
C. Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús, y él, de los fariseos, entró allá con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo
cargando con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se lo que venía sobre él, se adelantó y les dijo:
dice Gólgota), donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en + «¿A quién buscan?»
medio, Jesús. Y Pilato escribió un letrero y lo puso encima de la cruz; en él C. Le contestaron:
estaba escrito: «Jesús, el Nazareno, el rey de los judíos.» Leyeron el letrero S. «A Jesús, el Nazareno.»
muchos judíos, porque estaba cerca el lugar donde crucificaron a Jesús, y estaba C. Les dijo Jesús:
+ «Yo soy.» C. Él lo negó, diciendo:
C. Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles: «Yo soy», S. «No lo soy.»
retrocedieron y cayeron a tierra. Les preguntó otra vez: C. Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro le
+ «¿A quién buscan?» cortó la oreja, le dijo:
C. Ellos dijeron: S. «¿No te he visto yo con él en el huerto?»
S. «A Jesús, el Nazareno.» C. Pedro volvió a negar, y enseguida cantó un gallo. Llevaron a Jesús de casa
C. Jesús contestó: de Caifás al pretorio. Era el amanecer, y ellos no entraron en el pretorio para no
+ «Les he dicho que soy yo. Si me buscan a mí, dejen que éstos se marchen» incurrir en impureza y poder así comer la Pascua. Salió Pilato afuera, adonde
C. Y así se cumplió lo que había dicho: «No he perdido a ninguno de los que estaban ellos, y dijo:
me diste.» Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al S. «¿Qué acusación presentan contra este hombre?»
criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. Este criado se llamaba C. Le contestaron:
Malco. Dijo entonces Jesús a Pedro: S. «Si éste no fuera un malhechor, no te lo habríamos traído.»
+ «Mete la espada en la vaina. El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿acaso no lo C. Pilato les dijo:
voy a beber?» S. «Llévenselo ustedes y juzgadlo según sus leyes.»
C. La patrulla, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, lo C. Los judíos le dijeron:
ataron y lo llevaron primero donde Anás, porque era suegro de Caifás, sumo S. «No estamos autorizados para dar pena de muerte a nadie.»
sacerdote aquel año; era Caifás el que había dado a los judíos este consejo: C. Y así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de qué muerte iba a
«Conviene que muera un solo hombre por el pueblo.» Simón Pedro y otro morir. Entró otra vez Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo:
discípulo seguían a Jesús. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote y S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»
entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se quedó fuera C. Jesús le contestó:
a la puerta. Salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote, habló a la + «¿Dices eso por tu cuenta o repites lo que otros te han dicho de mí?»
portera e hizo entrar a Pedro. La criada que hacía de portera dijo entonces a C. Pilato replicó:
Pedro: S. «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a
S. «¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?» mí; ¿qué has hecho?»
C. Él dijo: C. Jesús le contestó:
S. «No lo soy.» + «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia
C. Los criados y los guardias habían encendido un brasero, porque hacía frío, y habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es
se calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose. El sumo de aquí.»
sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de la doctrina. Jesús le C. Pilato le dijo:
contestó: S. «Conque, ¿tú eres rey?»
+ «Yo he hablado abiertamente al mundo; yo he enseñado continuamente en las C. Jesús le contestó:
Sinagogas y en el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada + «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo:
a escondidas. ¿Por qué me interrogas a mí? Interroga a los que me han oído, de para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»
qué les he hablado. Ellos saben lo que he dicho yo.» C. Pilato le dijo:
C. Apenas dijo esto, uno de los guardias que estaban allí le dio una bofetada a S. «Y, ¿qué es la verdad?»
Jesús, diciendo: C. Dicho esto, salió otra vez adonde estaban los judíos y les dijo:
S. «¿Así contestas al sumo sacerdote?» S. «Yo no encuentro en él ninguna culpa. Es costumbre entre ustedes que por
C. Jesús respondió: Pascua ponga a uno en libertad. ¿Quieren que deje en libertad al rey de los
+ «Si he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si he hablado judíos?»
correctamente, ¿por qué me pegas?» C. Volvieron a gritar:
C. Entonces Anás lo envió atado a Caifás, sumo sacerdote. Simón Pedro estaba S. «A ése no, a Barrabás.»
en pie, calentándose, y le dijeron: C. El tal Barrabás era un criminal. Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó
S. «¿No eres tú también de sus discípulos?» azotar. Y los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la ca-

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