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Facultad de Desarrollo e Investigación Educativos

Sede Rosario - Campus Pellegrini

Carrera: Profesorado Universitario para la Educación Secundaria y Superior

TRABAJO PRÁCTICO DE PEDAGOGÍA GENERAL

La Educación en la Edad Media

La experiencia en la Escuela Sumerhill

Profesora: Carina Carmen Cáceres

AlumnosCJ1: Albanesi, Luciana


Bernardelli, Maria Natalia
Cintas, Sebastián
Fadar,Mariela
Micozzi,Janina
Perez, Luciana
LA EDAD MEDIA
Breve reseña del contexto histórico.
Entre los siglos V y XIV transcurre en europea el período histórico que se denominará
edad media. Una de sus características fue la sustitución de la mano de obra esclava
por un modo de producción feudal alimentado por los siervos de la gleba, es decir,
afectos a una heredad. El siervo no pertenecía en propiedad al amo pero sí dependía
de éste; pagaba tributos por el uso de molinos, vivienda entre otras necesidades y debía
prestar servicio a su señor.
El señor feudal era quien administraba el feudo (una porción de territorio
económicamente autosuficiente y que pertenecía a un reino) y debía fidelidad y ayuda
militar al Rey por una relación llamada de vasallaje.
Este período histórico es dividido en dos etapas: Alta edad media (Ss. V al XI) y baja
edad media (Ss. XI al XV).
La alta edad madia fue el período histórico comprendido entre la caída del imperio
romano en manos de las tribus germanas en el S. V hasta el inicio de las cruzadas en
el S. XI. Entre las tribus germanas existían diferentes etnias como los alamanes,
teutones, anglos, sajones, francos, godos, vándalos, entre otros, que prontamente
adoptaron la religión cristiana y buscaron casarse con mujeres romanas para poder
legitimar su poder. El que la iglesia mantuviera su sede en Roma y que los germanos
respetaran sus instituciones y asumieran el cristianismo, era de suma importancia
política para ambos. Recibir la gracia de Dios por parte del Papa era legitimar el cargo,
el poder y ser considerado como elegido de Dios.
Entre los siglos V y XIV transcurre en Europa el período histórico que se denominará
edad media. Una de sus características fue la sustitución de la mano de obra esclava
por un modo de producción feudal alimentado por los siervos de la gleba, es decir,
afectos a una heredad. El siervo no pertenecía en propiedad al amo pero sí dependía
de éste; pagaba tributos por el uso de molinos, vivienda entre otras necesidades y debía
prestar servicio a su señor.
El señor feudal era quien administraba el feudo (una porción de territorio
económicamente autosuficiente y que pertenecía a un reino) y debía fidelidad y ayuda
militar al Rey por una relación llamada de vasallaje.
Cultura y educación.
En lo que respecta a la cultura y la educación, la iglesia (luego de posicionarse
políticamente) toma su reorganización, es así que se inicia la formación de la escuela
cristiana que vino a sustituir a la escuela clásica y se dividía en: las escuelas episcopales
radicadas en las ciudades y las escuelas cenobíticas ubicadas en el campo. Los
sacerdotes eran quienes enseñaban en las escuelas públicas religiosas e instruían a los
niños en las letras y en lectura que tenían que aprender de memoria y por repetición
coral en voz alta. Los castigos físicos a los niños y las disculpas públicas de los adultos
ante el error eran considerados normales y útiles. En el siglo IX se establecen tres tipos
de instituciones educativas: una escuela de estado para los laicos, una escuela
eclesiástica a nivel parroquial y a nivel episcopal que estaba reservada a la formación
de los clérigos y la tercera en los monasterios reservada generalmente a los oblatos.
Las artes liberales son agrupadas y definidas como Trívium (gramática, dialéctica y
retórica) y el quadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música). También se
impartía educación física y guerrera desde la niñez.
En las ciudades puertos (burgos) las corporaciones artesanales transmitían los oficios
entre sus miembros que dieron lugar a los gremios de artesanos por oficios.
Alta Edad Media. La escuela Cristiana.
El objetivo fundamental de la Iglesia cristiana era difundir la palabra de Dios y los valores
cristianos en todos los rincones del mundo y mantener y fortalecer la fe de sus fieles,
concentrados en Europa Occidental y Central. Dado que la fe cristiana se fundamentaba
en la Biblia y el Evangelio, la lectura era una habilidad fundamental para comprender los
textos sagrados, o en términos medievales, para alcanzar a Dios. En consecuencia, la
Iglesia asumió el control de la educación en todo el periodo de la Edad Media. Para ello,
la Iglesia se dividía en clero secular (obispados y parroquias) que se encargaban de los
poblados y ciudades, y en clero regular (órdenes mendicantes) que se encomendaban
al ámbito rural.
La educación en la Alta Edad Media residía en tres tipos de escuelas:
Las escuelas para laicos o palatinas fueron fundadas por Carlomagno ya que, el
emperador, era un fiel defensor del cristianismo en general y de la Iglesia en particular.
Estas escuelas es lo más cercano a lo que conocemos hoy como las Universidades.
Estaban regentadas por eclesiásticos, sus enseñanzas se impartían por clérigos,
aunque sus alumnos no tenían que seguir necesariamente la vida sacerdotal. El plan de
estudios variaba muy poco de unas escuelas a otras, si bien el curriculum cambió en los
diferentes periodos escolásticos, comprendían, la gramática, retórica y el
quadrivium (música, aritmética, geometría y astronomía), y hay otros que aparecen más
tardíamente, como son la dialéctica y la lógica
Las escuelas eclesiásticas o episcopales son posteriores al nacimiento de
las escuelas monacales y datan del Siglo VIII. Eran propiamente seminarios de
sacerdotes. Podemos citar por su relevancia las escuelas episcopales de York y
Canterbury en Inglaterra, las de Chatres, París, o Treveris en Francia y posteriormente
las de Santiago, Palencia y Salamanca en España. En cuanto a los textos y libros, los
autores más conocidos y usados por los estudiantes de las escuelas catedralicias eran
prácticamente lo mismo que en los monasterios: la Biblia y los autores clásicos
integraban el principal acervo cultural de sus escritos y bibliotecas.

Las escuelas monacales estaban destinadas a la preparación de niños y jóvenes para


la vida religiosa. Estaban ubicadas en los monasterios y constaban de dos tipos de
escuelas; la Schola interior, reservada a los futuros monjes y la Schola exterior (a partir
del siglo IX) para los jóvenes que deseaban ser sacerdotes. En el contexto medieval, en
el que las invasiones bárbaras y los asaltos y matanzas eran comunes fuera de los
feudos, la vida monástica resultaba muy atractiva. Por ejemplo, si un herrero tenía cuatro
hijos, al menos uno podría dedicarse a la vida monacal y una vez dejado en el
monasterio, el padre no tendría que preocuparse por la manutención de su hijo, pues el
monasterio mismo se haría cargo de él. En éstos, no sólo se recibía una instrucción
formal, sino que también se recibían una serie de preceptos religiosos y se enseñaban
valores y comportamientos morales para llegar a ser un buen cristiano y un auténtico
sacerdote-pastor de los fieles. De hecho, la vida de los monasterios de hoy en día, no
ha cambiado en estos aspectos sustanciales. En primera instancia, funcionan como
internados, es decir, los aprendices de sacerdotes y los sacerdotes-instructores viven
en el monasterio, a diferencia de los griegos y romanos que sólo asistían una parte del
día a la escuela y al gimnasio. Por otro lado, la educación monacal es parte de una
rutina que regula todos los horarios y actividades del día, las cuales no sólo incluyen la
instrucción, sino actividades comunitarias (labores domésticas del monasterio por parte
de los estudiantes, colectas y ayudas a sectores pobres de la región, etc.), oración
(actividad primordial del monasterio) y retiros espirituales para fortalecer la reflexión y la
comunión religiosa.
Un aporte importante del cristianismo en el ámbito educativo fue el mandato " vayan y
enseñen a todas las gentes" .La actitud universal de Cristo, quien, de acuerdo con los
textos sagrados, se preocupaba por todos los seres humanos, no sólo de los judíos,
significó la aportación más trascendente de la educación cristiano-medieval en la
historia. La Iglesia, siguiendo el ejemplo de Cristo, se preocupó por evangelizar,
cristianizar y educar a todos los hombres y mujeres, no sólo a las elites como en Egipto
o sólo a los ciudadanos como en Grecia y Roma, sino también a los extranjeros,
mujeres, esclavos, siervos y todos los grupos marginales.
El espíritu universalista del cristianismo significó una gran transformación en la historia
de la educación universal, pues por vez primera, se consideraba que las instituciones
(en este caso la Iglesia) estaban obligadas a garantizar la educación de todos los seres
humanos, sin importar su clase social o procedencia.
En cuanto a los métodos de enseñanza, resulta interesante la influencia de costumbres
hebreas en estos métodos. En las sinagogas (templo sagrado de los judíos) los hebreos
aprendían la lectura de la Midrash y otros textos sagrados mediante una rígida
memorización y repetición coral, es decir, en forma de cánticos, como en las iglesias
actuales. Ambos elementos fueron adoptados por la educación impartida de la Iglesia,
por lo que la memorización y el canto se convirtieron en rutinas características del
cristianismo desde la Edad Media. Además, también se heredó la costumbre de decorar
las paredes de los templos con imágenes ilustrativas de la vida de los profetas o
personajes de la Biblia, como en muchas iglesias católicas. En cuanto a las áreas del
conocimiento, se aprecia un cambio notable con respecto a la cultura helenístico-
romana, pues la instrucción se concentró en una tradición bíblico-evangélica.
La principal área de conocimiento en la educación de los primeros niveles era el
aprendizaje de la escritura y la lectura. Para la enseñanza de ésta, además de las letras
del alfabeto, se practicaba la lectura en voz alta y en voz baja, hasta que con el tiempo,
se consolidó la lectura en voz baja como una lectura que además, mejoraba la
inteligencia y la disciplina. Las lecturas con las que se practicaba la gramática eran
salmos y sagradas escrituras en general, leyes eclesiásticas y vidas de santos, quienes
servían como modelo moral y de vida. Además, se instruía a los alumnos al desarrollo
de otras habilidades como las matemáticas (cuentas, sumas, restas y otras operaciones
básicas) y la escritura. Además, se enseñaban oficios en los que el trabajo físico era
algo positivo, lejos de ser una labor de segundo rango como en la cultura grecolatina.
De tal suerte, los monjes y novicios, además de aprender las letras, también aprendían
a cultivar los campos, pastorear las ovejas y cuidar el ganado.
Por otro lado, una vez aprendidas las letras, la interpretación de textos también fue otra
habilidad desarrollada en los seminarios. Como la Biblia y las sagradas escrituras
pertenecían a la cultura hebrea, muchos pasajes eran incomprensibles, como las largas
genealogías hebreas o las liturgias de un pueblo lejano y remoto. En ese sentido, los
sacerdotes buscaron nuevos significados en los mismos textos: la interpretación. De
hecho, san Cesáreo sostenía que las escrituras debían interpretarse en tres niveles:
histórico, moral y espiritual. Este principio interpretativo también fue utilizado en los
textos clásicos, convirtiendo a autores romanos como Virgilio o Séneca en promotores
de una moral cristiana.

En cuanto al resto de las áreas del conocimiento, prácticamente se mantuvieron las


mismas y con la misma jerarquía que las disciplinas clásicas, pero siempre bajo una
vigilante moral cristiana.
En el siglo VII, Beda el Venerable sistematizó las disciplinas del saber de la siguiente
manera: “escribir correctamente y pronunciar correctamente lo que se ha escrito (y esto
lo enseña la gramática); demostrar lo que se debe demostrar (y esto lo enseña la
dialéctica); adornar las palabras y las frases (y esto lo enseña la retórica) …Y revestidos
de ellas como armas, debemos acceder a la Filosofía. Otra novedad de la educación
medieval fue la consideración especial a la edad infantil.
Para el cristianismo, a diferencia de griegos y romanos, la inocencia de los niños era
una virtud, pues vivían lejos del pecado y por lo tanto, en comunión con Cristo. Esta
concepción de la edad infantil, llevó al medieval a diferenciar el método de enseñanza
para distintos grupos de edad, hecho único en la historia universal. Por lo tanto, a
diferencia de las escuelas de la Antigüedad, en los que había niños, adolescente y
adultos por igual, la Edad Media se preocupó por dividir la educación de acuerdo con
las edades, para evitar la perversión de los grupos infantiles. Isidoro de Sevilla, una de
las grandes mentes de la Alta Edad Media, sostenía que “La puerilidad es una edad
tierna y pequeña, llamada así por la pureza; en cambio la pubertad es una edad adulta,
que viene de pubis, o sea de las vergüenzas del cuerpo”.1
Con respecto a la pubertad, se confiaba a los adolescentes a un mentor que funcionaba
como guía moral para disuadirlos de caer en las tentaciones carnales. De acuerdo con
los concilios españoles del siglo XII, se reglamentó que los adolescentes “estén
sometidos bajo el yugo de la disciplina eclesiástica, de manera tal que en su edad lasciva
y propensa a pecar no puedan tener ocasión de caer en pecado; por esto, para la
custodia e instrucción espiritual de tales personas, el prelado ha de nombrar a un
hermano de vida absolutamente intachable”.2
En cuanto a las sanciones y castigos por indisciplina, la violencia continuó siendo el
medio principal, aunque a diferencia de la Antigüedad, en la Edad Media se aprecia una
preocupación por disminuir la brutalidad del castigo corporal. Prueba de ello, la jerarquía
de los castigos, los cuales tenían cierta gradualidad. Las sanciones iba desde una
advertencia o dos de manera secreta, hasta la reprobación pública, la excomunión
(exclusión del trabajo, mesa y liturgia), la suspensión del convento y la expulsión
definitiva.
Además, en el año 540, el Papa dictó una serie de reglas para los monasterios, en los
que se toca el tema del castigo corporal: “toda intervención o golpe a personas se dé
solo con la autorización del abad, y somete a la disciplina de la regla a quien golpee sin
moderación a los niños”.3
La Baja Edad Media
Esta etapa de la historia podríamos ubicarla desde el inicio del siglo XI hasta ya fines
del siglo XIV y principios del siglo XV; precisamente el descubrimiento de América
(1492) marca el inicio de la Edad Moderna. Algunos autores consideran que sería una
etapa de retroceso, de adormecimiento cultural, social y económico, teniendo en cuenta
el exaltamiento de lo artístico en la Edad Antigua y al renacimiento en la Edad Moderna.
Hay que considerar que se trata además de un periodo de decadencia del feudalismo,
con el surgimiento del comercio y las ciudades. Como introducción y a los fines
didácticos comenzaremos por enunciar las características generales este periodo:
Ø Invasiones bárbaras por parte de vikingos o normandos: los monasterios se
convirtieron en una excelente alternativa de protección. Cabe señalar que al funcionar
como internado, el monasterio no sólo proveía educación, sino también un techo, un
lugar seguro donde dormir y alimento. De hecho, el término schola, significa lugar de
reclutamiento, en vez de ser un lugar en el que se estudia. Esto nos habla de cómo se
concebía al monasterio en la Edad Media (un lugar de protección y preparación moral,
lejos de ser un lugar en el que se aprende una o varias disciplinas). Ya hacia fines del
siglo XII, se normalizó la educación en los monasterios.
Ø Surgen las cruzadas: Los musulmanes amenazaban con tomar Constantinopla, la
capital del Imperio Bizantino, que era la continuación del antiguo imperio romano, y por
ende, también era cristiano. Los bizantinos pidieron el apoyo del papa, quien invitó a
todos los señores feudales, siempre y cuando tuvieran los medios para hacerlo, a
combatir contra los árabes por la defensa de la cruz cristiana, de ahí el nombre de
cruzados. En ese sentido, la toma de Jerusalén se convirtió en el objetivo final de las
cruzadas.
Ø Como consecuencia de las cruzadas los medievales entran en contacto con el Oriente
y con el mundo. Conocen las especias, el algodón y una gran variedad de artículos a
los que se negarían a renunciar a su llegada a Europa. De modo que a partir de las
cruzadas, Europa comercia con Oriente, lo cual llevaría a cambiar por completo el
sistema feudal.
Ø La gente comenzó a comprar cada vez más los productos de Oriente, por lo que surgió
una nueva clase social: los comerciantes o burgueses.
Ø El desarrollo del comercio, y con éste, el de las ciudades, incrementó el poder del
burgués en detrimento del señor feudal.
Ø En casi toda Europa, el sistema feudal se disolvió en el siglo XIV, debido a una etapa
de guerras, hambrunas y rebelión de los campesinos.
Ø Los campesinos y siervos mejoraron sus vidas gracias a la adquisición de derechos.
Ø Se terminan las guerras, con lo cual se reduce la alta tasa de mortalidad y la población
aumenta considerablemente.
Ø Se inventan los molinos, que aumentan las producciones. Además, los molinos
permiten liberar mano de obra, y de esta manera la gente podía dedicarse a otras
actividades.
Ø Hay avances científicos importantes; aparecerá la imprenta, importante para la
trasmisión de la cultura y el conocimiento, esto supone que el conocimiento pase
también a las clases pobres.
Ø La Iglesia continúa siendo muy poderosa y dominante: seguirá perteneciendo a la
clase alta; pero en esta época van a aparecer grupos dentro de la propia Iglesia que van
a criticar la situación de poder que tiene la misma.

Con respecto a la educación las escuelas, luego de que abren sus puertas inclusive a
los laicos pobres y nace un monopolio eclesiástico de la educación en donde se daba
tanto instrucción religiosa como literaria con el fin último de enseñar la teología.En las
escuelas del clero secular originalmente el maestro era el obispo pero esta función fue
delegada a un Scholasticus o magischola, quien emitía licencias a los maestros para
enseñar, comúnmente llamada “licentia docendi” y cobraba por ello el maestro. Con el
tiempo, estas licencias comenzaron a venderse entre los propios maestros. Dado que
los maestros no cobraban un sueldo, es decir, dependían de las cooperaciones de los
escolares, La consecuencia ultima de esto, fue que se cobrara por el servicio educativo.
Más tarde, hacia fines del siglo XII y principios del siglo XIII, se prohibiría cobrar por
estas licencias, porque excluía a los más pobres del acceso a la educación. A su vez, al
prohibirse la exigencia de una licencia, en distintas comunidades surgieron maestros
liberados del sometimiento feudal y religioso. Se da el nacimiento de los maestros libres,
haciendo énfasis en la enseñanza gratuita de laicos y pobre.
Estos maestros libres empiezan a enseñar fuera de las escuelas eclesiásticas e incluso
fuera de la cuidad; enseñaban primeramente las artes liberales. Luego, se inicia la
enseñanza del derecho romano. Estos acontecimientos, junto con el poderío de las
ciudades portuarias, que favorecidas por el comercio con Oriente, se convirtieron en
áreas política y económicamente poderosas, al punto que comenzaron a interesarse en
fundar centros de instrucción especializados independientes de la Iglesia, van a ir dando
lugar a que empiece la historia de las universidades medievales en las que se enseñaba
principalmente tres disciplinas: artes liberales, medicina, jurisprudencia y más tarde
teología.
La novedad de las universidades en la historia de la educación consistió en que
funcionaron como instituciones exclusivamente dedicadas a la enseñanza de disciplinas
complejas, con una reglamentación que restringía la entrada a estas casas de estudios
por méritos académicos y promotor de nuevas enseñanzas.
Dentro de las universidades aparecen figuras como el rector, los maestros, los
estudiantes, los bedeles que eran mensajeros de los estudiantes y los libreros.
La enseñanza consistía en la lectura de libros y para poder obtener el grado debían
realizar un examen, es decir un interrogatorio de los maestros hacia el estudiante.
La enseñanza en los niveles inferiores era por repetición y por diálogos entre maestro y
alumno.
La escolástica, que fue un movimiento filosófico que, a grandes rasgos, procuró
recuperar los textos clásicos como vía para la comprensión de los textos sagrados y la
verdad religiosa, se cultivó en las universidades a partir del siglo XI hasta el siglo XV.
Como puede verse, la universidad no sólo abrió el camino para una enseñanza superior,
sino que rompió el hermetismo medieval con una breve apertura a los clásicos, lo cual
reflejaba un cambio notable en la sociedad medieval gracias al crecimiento del comercio
con el resto del mundo.
En esta época la educación guerrera se convierte en educación caballeresca en la que
se integran los aspectos intelectuales, los buenos modales y la preparación en la técnica
de guerra. En los primeros años de vida bajo la supervisión de un adulto y adiestrándolo
en diferentes juegos. Como norma a los quince años el niño se convertía en escudero
de algún experto caballero y a los veinte años terminada su educación proclamándose
caballero
Surgen los nuevos modos de producción que requerían ya de un proceso formativo más
allá de la simple observación e imitación, los grupos que ejercen el mismo oficio se
consolidan y se empiezan a regir por estatutos dentro de los cuales se define la forma
de enseñanza del oficio a los discípulos, como el pago y el tiempo de enseñanza.
Cuando un aprendiz entraba bajo la tutela de un maestro se tenía que realizar un
contrato que podía variar de 4 a 10 años y podía prolongarse si el estudiante no pagaba,
los miembros de la comunidad tenían la obligación de hacer aprender el oficio al
aprendiz si el maestro fallecía antes de terminar.
En conclusión, la educación en la edad media recae principalmente en la iglesia. El ideal
educativo era trascender. El contenido de la educación se basó principalmente en la
enseñanza de los artes liberales y las doctrinas cristianas.
La libertad de los maestros para enseñar en diversos lugares a través de la obtención
de una licencia permitió el surgimiento de las primeras universidades.
La agrupación de los productores permite la enseñanza para una especialización en el
trabajo.

Universidades Medievales
La educación de la edad media tuvo una característica importante que fue estar
influenciada por el cristianismo y otras culturas, teniendo un avance tan importante que
empezaron a surgir las universidades.
Estas universidades medievales europeas fueron instituciones educativas de la
cristiandad latina en la Baja Edad Media que sustituyeron a las escuelas palatinas,
monásticas y episcopales existentes desde la Alta Edad Media.

La palabra universidad se deriva de la palabra latina “universitas” que significa


corporación o gremio y, hacía referencia a un gremio de maestros o estudiantes,
“gremios educativos” que formaban a individuos instruidos y capacitados. Fue así
entonces que surgieron las Universidades, cuando profesores y estudiantes
(magistrados y escolares) decidieron organizarse en asociaciones profesionales para
defender sus intereses ante las autoridades de las ciudades.

Eran muchos los jóvenes europeos de la época que empezaban a acudir en masa a
estas instituciones en busca de un título que les abriera el camino del éxito. Las
primeras universidades de la Europa cristiana occidental comenzaron a fundarse en
distintas ciudades a partir, aproximadamente, de 1150, en el contexto del Renacimiento
del siglo XII. No se sabe exactamente cuál fue la primera que se fundó. Se da a veces
la prioridad a la Universidad de Bolonia, Italia fundada por el emperador Federico I
Barbarroja. Luego la Universidad de París, también conocida como La Sorbona,
fundada a mediados del siglo XII por el obispo de la ciudad. En Inglaterra la Universidad
de Oxford fundada en el siglo XIII, es la más antigua y prestigiosa de Inglaterra. En el
siglo XIII existía ya una docena de universidades propiamente dichas. Además de las
mencionadas estaban la de Cambridge en Inglaterra, las de Palencia, y Salamanca en
España, las de Montpellier y Toulouse en Francia, y las de Padua y Nápoles en Italia.
A finales del siglo XIII y principios del siglo XIV se fundaron universidades en Valladolid,
Lisboa, Lérida, Aviñón, Orleáns y Perusa.

Estudiantes y Grados
Los estudiantes llegaban a las universidades habitualmente con catorce años o poco
más, tras haber iniciado los estudios más rudimentarios con maestros que les
enseñaban a leer y escribir y un nivel suficiente de lengua latina. Los estudiantes se
organizaban, según los estudios que seguían, en facultades. Cada facultad está dirigida
por los maestros titulares o regentes, al frente de los cuales se halla un decano.
Posteriormente aparece la figura del Rector.

La universidad medieval se compone de cuatro facultades:


1. ARTE (6 años aprox, de 14 a 20 años),

2. DERECHO o 3. MEDICINA (6 años aprox, de 20 a 26 años)

4. TEOLOGÍA (8 años, la edad mínima para obtener el título máximo era de 35 años)

La primera es la más numerosa y por ella ingresan todos y se dedicaban a los estudios
de Artes Liberales, que comprendían el "trívium”: gramática, retórica y lógica y el
"quadrivium": aritmética, geometría, música y astronomía. Las tres últimas, (derecho,
medicina y teología) son llamadas superiores.

En cuanto a los libros de la época era corriente la venta de copias manuscritas baratas
en letra minúscula. Había escasos y costosos ejemplares escritos con buena letra y
custodiados en las bibliotecas o conservados como verdaderos tesoros por un
particular.
Los métodos de enseñanza en la universidad medieval se pueden reducir a tres:
a. LA LECTIO (LA LECCIÓN): lectura y repetición memorística comentada de un
texto y lección, consiste en la transmisión de los conocimientos ya adquiridos
por otros, es la adquisición de la ciencia a través del estudio de los textos
antiguos
b. LA QUAESTIO (LA CUESTIÓN): en el transcurso de la "lección" van surgiendo
las "cuestiones" en la cual entran ya en juego los instrumentos racionales de
la lógica y de la dialéctica. El hombre reflexivo de la Edad Media no acepta
pasivamente las cosas que lee, sino que analiza críticamente doctrinas y
acontecimientos en busca de la verdad.
c. LA DISPUTATIO (LA DISPUTA): es el "torneo de los intelectuales". Consiste en
la discusión de un problema.
Cuando se consideraban preparados para superar los exámenes correspondientes
(lectura, repetición memorística y su disputatio), alcanzaban el título de bachiller, lo que
solía ocurrir en un plazo de unos seis años. Para obtener la licencia a enseñar, el
candidato era presentado por un profesor, juraba que había asistido a los cursos y que
no sobornaría a los profesores y el día del examen se le señalaba el tema para que lo
preparase por la mañana y lo comentara por la tarde en un lugar público ante un jurado
de maestros y doctores, estos deliberaban y votaban en privado sobre el resultado.
Aprobado el examen el estudiante pasaba a ser licenciado, es decir, con licencia de
enseñar, pero no ejercía la plenitud del profesorado sino hasta ser maestro o doctor,
previa defensa de un tema en público. Al maestro o doctor se le entregaban las insignias
de su función:
 una cátedra,
 un libro abierto,
 un anillo de oro,
 un birrete y
 una toga.

Entonces los títulos que otorgaba eran:


 BACCALAUREUM (BACHILLER)
 LICENCIA DE ENSEÑAR (LICENCIADO)
 MAGISTER (MAESTRO) que en derecho y medicina se llamará DOCTOR, estos
eran los títulos supremos.

Los estatutos prescribían fiestas y diversiones colectivas. Después de los exámenes se


acompañaban obsequios, festejos y banquetes en honor del recién graduado. Los
estudiantes de cada región realizaban danzas y juegos tradicionales como por ejemplo
las corridas de toros por parte de los españoles
Junto a los estudiantes ricos había otros muchos estudiantes que malvivían con escasos
recursos; para proporcionarles alojamiento y comida se crearon, desde mediados del
siglo XIII, los "colegios", instituciones fundadas por ricos donantes. Ricos o pobres, la
mayoría de estudiantes compartían una cultura estudiantil más o menos turbulenta.
Pese a los severos reglamentos de los colegios, a las prohibiciones estipuladas en los
estatutos universitarios y las recomendaciones de los "manuales del estudiante", los
desórdenes debidos a la fogosidad e insolencia de la juventud eran frecuentes en las
ciudades universitarias: alborotos al salir de las tabernas, peleas, altercados más o
menos graves con los burgueses En París, el llamado "Prado de los Clérigos", era, como
su nombre indica, un lugar cerca del Barrio Latino en el que los miembros de la
comunidad universitaria acudían a divertirse en sus ratos de expansión, se sabe,
asimismo, que era un lugar habitual de prostitución y de peleas. La lujuria, la embriaguez
y el gusto por los juegos de apuestas podían ser motivo de fracaso a la hora de obtener
la ansiada licenciatura, que incluía también un examen de "vida y buenas costumbres",
en el que el jurado juzgaba la moralidad del aspirante.
ESCUELA DE SUMMERHILL.
Con origen en Alemania en 1921 y luego instalada en Austria, Summerhill es una
escuela fundada en 1927 por Alexander Sutherland Neill en una casa del mismo nombre
en la aldea de Lyme Regis en el sur de Inglaterra. Es una de las pioneras dentro del
movimiento de las Escuelas Libres. Atiende a niños de educación primaria y secundaria.
Actualmente, marzo de 2015, la directora es la hija de A.S. Neill, Zoë Neill Readhead.1
Pese a la originalidad que caracteriza a la escuela de Summerhill, este modelo educativo
no suele repetirse en nuestra sociedad por dos motivos. Uno de ellos es porque no todas
las personas se paran a estudiar la problemática de las escuelas, como Neill, y en
consecuencia, no se presentan metodologías de enseñanza. La otra razón por la que
las escuelas tradicionales son más frecuentes que aquellas que suponen una novedad,
es que los padres de los niños tienden a preocuparse más por sus calificaciones
académicas que por la felicidad que puedan tener en el centro. Esta creencia está
relacionada con un aspecto de la psicología antigua.

Principios educativos
En “Summerhill” se desarrolla una educación basada en los siguientes principios
pedagógicos que Neill defendió en sus obras:

 Firme convicción en la bondad natural de los seres humanos.


 La felicidad como máxima aspiración de la educación.
 El amor y el respeto como bases de la convivencia.
 La importancia de la corporalidad y la sexualidad.
A partir de estos principios que se relacionan con el pensamiento
de Rousseau y Wilhelm Reich, la escuela funciona con unas características especiales
que la diferencian de las escuelas convencionales. Entre ellas destacan:

 Ausencia de exámenes y calificaciones.


 Asistencia no obligatoria a las clases.
 La asamblea como órgano de gestión.
 Ausencia de reprimendas y sermones.
 Trato igualitario entre niños y adultos.
 No se imparte enseñanza religiosa.

Ideales
Neill establece que la principal meta de una escuela debe ser auxiliar a sus alumnos
para que estos sean capaces de encontrar la felicidad propia y por eso propone un
modelo muy diferente al de las escuelas tradicionales, que según él sólo consiguen
promover una atmósfera de miedo. Para que una persona sea feliz necesita primero ser
libre para escoger su propio camino. Por eso renuncia a cualquier tipo de autoridad
moral o jerárquica.
En Summerhill, ningún adulto tiene más derechos que un niño, todos tienen los mismos
derechos. Todos deben ser libres, entendiendo la libertad como una construcción
colectiva. La libertad no acaba cuando comienza la del otro, como defendían los
iluministas, la libertad precisa que todos sean libres para existir. Neill diferencia entre
libertad y libertinaje. La libertad que se le otorga al niño en esta escuela es beneficiosa
para que descubra cosas por sí mismo y experimente con el entorno, sin embargo, este
modo de vida no significa que el niño pueda faltarle el respeto al maestro o que se
comporte de manera inadecuada.
La pedagogía tradicional supone que los niños tienen una tendencia natural al egoísmo,
siendo necesaria una interferencia autoritaria por parte de la familia y la escuela, para
desarrollar el altruismo. Summerhill parte del mismo supuesto pero no llega a las
mismas consecuencias: el niño es egoísta pero ese egoísmo no es malo en sí mismo.
El egoísmo infantil es una etapa del desarrollo del niño (tesis acorde con las
investigaciones del psicólogo suizo Jean Piaget) que si se desarrolla naturalmente
desemboca en el altruismo; existe un momento en el que el niño necesita de los demás
y entonces su propio egoísmo le abre a la comunidad.
Con matices, se ha desarrollado en distintos lugares del mundo donde existen escuelas
similares a Summerhill. Para Neill, la educación en libertad es posible porque el niño
responde positivamente al amor y la libertad. El origen de los problemas de muchos
niños (y adultos) lo sitúa en la influencia ejercida por una sociedad enferma que
reproduce sus propios miedos y su violencia. Al contrario, el entorno sano que
representa la escuela fundada por Neill es la mejor terapia para curar los problemas de
los niños y, tal vez, de toda la sociedad.
Aunque se ofrecen clases y talleres de todo tipo, Summerhill es sobre todo
una comunidad antes que una escuela. El auténtico aprendizaje se da en la convivencia
de chicos y chicas, el autogobierno y el ejercicio de la responsabilidad. Gracias a una
interacción respetuosa con los demás, los chicos aprenden a vivir en sociedad.
Además, destaca la importancia dada al juego y las actividades artísticas y creativas,
como el teatro la danza. Frente a esto los libros pasan a un segundo lugar en
la educación, y hay materias que desaparecerían por completo, como la religión.
El ámbito donde la horizontalidad implica un gobierno común y compartido de
la escuela es, lógicamente, la asamblea. Ésta es el órgano de gobierno en Summerhill,
con potestad para decidir todo, menos la contratación y sueldo de los maestros.

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