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Claudio Naranjo: "La educación

transmite una mentalidad patriarcal,


obediente, con una moral autoritaria-
represiva"
por MARCO FAJARDO 8 enero, 2018

En la siguiente entrevista, el destacado siquiatra chileno desmenuza la educación global


actual, analiza el modelo chileno y propone cambios para que deje de estar al servicio del
statu quo. "Decimos que hemos progresado científicamente, pero éticamente hemos
degenerado", asegura. "Para que una persona se sienta bien, tiene que estar en relaciones
sanas. Los que tienen mucho dinero no lo saben, porque el dinero es la adicción más terrible,
peor que la cocaína o la heroína. Hace que la gente se sienta satisfecha y se les endurece el
corazón".

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El siquiatra Claudio Naranjo (Valparaíso, 1932) es uno de los más destacados participantes
del Congreso del Futuro, el evento que reunirá a conocidos científicos y especialistas a
partir del próximo 15 de enero.

Aunque se interesa en una variedad de temas, una de sus mayores preocupaciones es la


educación, que según él actualmente, no sólo en Chile, sino a nivel planetario, es funcional
al statu quo al formar, tal como en el siglo XIX, gente obediente para el mercado laboral.

También es uno de los principales exponentes de la sicología transpersonal, la cual define


como una corriente que reflexiona sobre el espíritu, con un interés en las diversas religiones
y sus maneras de pensar, e interesada en un proceso de transformación del hombre para que
deje de ser una larva que sólo piensa en comer y se convierta en una mariposa que alegre la
vida, según una metáfora que cita él mismo.

En el Congreso del Futuro, Naranjo será parte de la charla "La política de la consciencia",
el 16 de enero, a las 10:25, en el Teatro San Ginés (Mallinkrodt 76, Barrio Bellvista), en
una época de grandes y veloces cambios tecnológicos.

"La conciencia es nuestra última esperanza. La humanidad podría ser un gran organismo
que funciona como un todo, con una función colectiva, como las neuronas del cerebro",
pero para resolver los problemas, tal como ellas, es necesario que se comuniquen.

Todo en un mundo donde hay una "retórica de la democracia", pero no un mundo


verdaderamente humano en las relaciones de unos con otros.

"Decimos que hemos progresado científicamente, pero éticamente hemos degenerado",


sentencia. "Para que una persona se sienta bien, tiene que estar en relaciones sanas. Los que
tienen mucho dinero no lo saben, porque el dinero es la adicción más terrible, peor que la
cocaína o la heroína. Hace que la gente se sienta satisfecha y se les endurece el corazón".
La educación actual
-Usted ha sido muy crítico con la educación actual, no sólo de Chile, sino del mundo.
¿Sigue con su diagnóstico?

-Yo digo que la educación es el socio invisible del complejo industrial militar y financiero.
Sirve para transmitir una mentalidad que yo llamo "patriarcal" para crear gente obediente,
supuestamente moral, pero con un tipo de moralidad que produce lo contrario, más
criminalidad que virtud. Una moral autoritaria represiva.

-Hay algunos modelos educativos alternativos, como los Waldorf y Montessori. ¿Van
en esa misma dirección o son realmente diferentes?

-Yo propongo una educación que va incluso más allá que esas corrientes. Esas corrientes
son bien intencionadas y tienen sus virtudes, pero mi crítica va a lo que es la educación de
las mayorías. Waldorf y Montessori sirven a unas minorías, ¿pero qué pasa con la
educación de la masa, de los países? La educación no sirve al desarrollo humano, no se
propone desarrollar a la gente como gente, sino sólo darle informaciones. Sirve a que uno
sirva para un trabajo, para que uno pase pruebas, pase exámenes, para que habiendo tenido
buenas notas tenga posibilidad de entrar a un trabajo, pero debería ser para formar seres
humanos.

-¿Podríamos decir que la que tenemos es la misma educación del siglo XIX, aunque
estamos en el siglo XXI?

-Claro que sí, es la más retrógrada de todas las instituciones. Muchas instituciones cambian,
pero la educación, no. Creo que no cambia porque está haciendo muy bien lo que se
propone secretamente, que es que se mantenga el statu quo.

-Sobre el futuro, ¿es optimista o pesimista? ¿Cree que esto puede cambiar en algún
momento, y qué sería necesario para que eso ocurra?
-No sé si va a cambiar la educación institucional, si van a cambiar los ministerios y sus
directivas, si va a cambiar el poder transnacional. Puede ser que la educación instituida no
cambie, que sea demasiado difícil cambiarla. Pero en ese caso la comunidad instituirá una
educación más a la medida de lo que necesita la gente. Así como la gente ya no va a la
iglesia como hace un siglo, la gente ya no irá a las escuelas.

Fotografía: Agencia UNO

-Es decir, en última instancia es responsabilidad de nosotros, del pueblo, de la


sociedad.

-Creo que el pueblo va a tener que asumir muchas funciones que los gobiernos o el poder
no asumen, o asumen falsamente.

Finlandia y el modelo chileno


-En Chile se habla mucho del modelo de Finlandia. ¿Es algo diferente o parte de lo
mismo?

-Creo que es mejor. Hay más atención a los seres humanos, pero no lo conozco
detalladamente. En general en los países nórdicos más cuidado. La educación del resto del
mundo exige mucho, pero cuida poco. Mucho paternaje y poco maternaje, como si no fuera
importante para las personas recibir cuidado y amor. En Suecia la política está muy
orientada hacia ese cuidado, se considera una buena inversión, que da muchos frutos cuidar
a los jóvenes, cuidar a las madres para que los niños reciban buena atención materna, por
ejemplo, al no tener que volver al trabajo tan pronto.

-¿Cómo se imagina una escuela ideal? ¿Que los niños vayan media jornada, que haya
10 en un aula?

-Sería una educación probablemente más corta de lo que es actualmente. Hoy la educación
soluciona el problema de los padres que no pueden darle atención a los hijos porque tienen
que estar trabajando. El sistema lo ha dispuesto de esa manera, para que alguien más se
haga cargo de los hijos. Es como si le tomara la economía los hijos a los padres y les
impidiera lo que tienen naturalmente como los así llamados primitivos, que aprenden
dentro de la comunidad y la familia todas las cosas importantes.

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