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Ejemplo de lo que digo es que hay árboles que todavía se conservan y dan
frutos después de más de mil años. Su cultivo se extendía principalmente por
toda la zona mediterránea de Europa, África y Asia menor y posteriormente se
produjo su expansión a América después del S.XVI.
De este modo la aceituna se ha aprovechado para extraer el aceite que se
puede obtener de ella, así como de su consumo directo. Y como tal, debido a
ese consumo directo se necesitan algunos trucos para poderlas conservar
correctamente. Y de eso es lo que os hablaremos hoy en otra de nuestras
guías paraaprender a cocinar.
No todas las aceitunas que se cultivan son aptas para consumir directamente, de
hecho solo algunas se pueden, el resto se utilizan para hacer aceite. Lo que las
hace ser especialmente aptas para consumir en mesa es su contenido graso, el
tamaño del hueso, la cantidad de pulpa, las características de la piel que las
recubre, etc.
Por lo tanto una aceituna de mesa debe tener un contenido graso medio, hueso
pequeño y liso que permita que la carne de la aceituna se desprenda
fácilmente y de ese modo poder degustar la pulpa que tendrá que ser sabrosa
y firme con la piel fina.
Estas variedades suelen ser la Manzanilla, la Gordal, Hojiblanca, Cacereña,
Aloreña, Carrasqueña, Morona, Verdial, etc. Además atienden a diferentes
colores: verdes; negras naturales, que van desde negros rojizos, violetas,
negro verdoso o castaño oscuro; las negras, son olivas maduras muy poco
amargas gracias a una solución alcalina; y de color cambiante, que son de
color rosado, rosa vino o castaño y se recogen antes de que completen la
maduración.
Comenzamos por limpiar las aceitunas verdes, siempre con agua sin cloro,
paraeliminar la suciedad. Luego, las llevamos a un recipiente con agua y
abundante sal. Preferentemente, utilizaremos sal gruesa, ya que no contiene
agregado de yodo que las perjudica. Debemos dejarlas allí durante dos o tres
días, y pasado este tiempo, escurrimos el agua pero conservando la sal en el
recipiente. Volvemos a agregar agua y un poquito más de sal gruesa, y
dejaremos allí otros tres días.
Finalmente, eliminamos el agua, enjuagamos las aceitunas y agregamos
algunos dientes de ajo machacados (según la cantidad de aceitunas), junto con
uno o más limones y naranjas cortados en trozos, algunas zanahorias,
pimientos rojos crudos (sin semillas), y unas hojas de laurel, un puñadito chico
de clavos de olor, algunas guindas para dar buen sabor (si son en conserva,
mejor, si no: en vinagre), y algunas cebollitas en vinagre. Dejamos allí y
cerramos el recipiente, para asegurar una buena conserva.