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LA ENSENANZA PRIMARIA A TRAVES DE LOS PLANES Y PROGRAMAS ESCOLARES EN LA EDUCACION ESPANOLA DURANTE EL SIGLO XIX. (Desde el Reglamento general de Instrucci6n Piiblica de 1821 a La Ley de Instruccién Primaria de 1868) Alejandro AVILA FERNANDEZ Laenseftanza primaria a través de los planes y programas escolares cn la legislacién espafiola durante el siglo XIX. (Desde el Reglamento General de Instruccién Piiblica de 1821 la Ley de Instrucci6n Primaria de 1868) por Alejandro Avila Feméndez. (*), 1. TRIENIO CONSTITUCIONAL: PRIMERA LEY GENERAL DE EDUCACION (29 DE JUNIO DE 1821) La proclamacién de la Constitucién de 1812, nuevamente tras el pronunciamiento en 1820 de Rigo, va a dar lugar a un periodo de tiempo (tres afios), TRIENIO CONSTITUCIONAL, de gobiemo liberal. Con cl triunfo de esta revolucién liberal en 1820 y el restablecimiemto de Ta Constitucidn', va a establecerse, por fin, aunque por breve tiempo, y tras sucederse distintas Comisiones de InstrucciGn Pablica, la ordenacién general dc! sistema educativo y a promulgarse la que viene siendo considerada como [a primera ley general de educacién. Tales el Reglamento General de Instrucei6n piblica, aprobado por Decreto de las Cortes de 29 de junio de 18217, Reglamento que se ocupaba de la ensefianza en todos sus grados, ademas de crear la Direccién General de Estudios (Titulo VIII, arts. 92-107). Respetaba y se atenfaal Titulo 1X de la Constitucién de Cédiz.(1812) El Informe Quintana de 1813,al igual queel Proyecto de Decreto de 1814 sirvieron de base fundamental, aunque con ligeras variantes para el recién nacido Reglamento que cstable- ce en su Titulo I como bases generales de la ensefianza piblica, la necesidad de una instrucci6n piblica, universal, uniforme y gratuita, y al mismo tiempo admitir la libertad de enseftanza, pero Jimitad para la enseftanza universitaria®, no para la enseftanza primaria y secundaria, Es en esto n Jo que mayormente difieren el Informe de 1813 y Proyecto de Decreto de 1814 con cl actual Reglamento de 1821* (+) Profesor Titular del Departamento de Teoria c Historia de Ia EdueaciGn de la Facultad de Filosofia y Ciencias de Ja Bducacién de la Universidad de Sevilla " Restablecida la Consttaci6n, la educacién va a ser competencia de la Cémara legislativa, La educacivn va a pasar de Gracia y Justicia al Ministerio de Gobsernacién, Ruiz. Berio, Julio: Politica escolar de Esparia en el siglo XIX (1808-1833), Madrid, C:S.LC. 1970, p59. Puelles Benitez, Manuel de: Ideologia y educacién en la Espaka Contenpordnea. Barcelona, labor, 1980, p72. Lépez del Castillo, M’Teresa:“Planesy programas escolares en Ia legslacisn esparola". Bordon, N°. 242 y 243 (1982, p.136). *Alvarer de Morales, Antonio: Génesis de la Universidad espavila. Madrid, Instituto de Fs 1972, Pp. 291-294, “Si el reglamento se atienc al esprit del proyecto de 1814 por lo que respecta ala gratuidad de la instruccién pablica, 215 radios Administrativos, En este Reglamento se regula tanto la ensefianza publica como la privada. EL Reglamento establecia en su Titulo Il, articulo noveno, que la ensefianza se divide en primera, segunda y tercera, dando forma legal a una estructura inexistente formalmente en el Antiguo Régimen. Era, pues, algo de loque hasta ahora se habfacarccido: un plan general deenseflanza, ordenado en grados y con la coherencia interna propia de un sistema educativo* Especificamente, en lo que concierne a la Primera Ensefianza este Reglamento dedica el Titulo Il,articulos 10120, en los cuales se copiacasi textualmente el Proyecto de Decreto de 1814. Lattinica diferencia digna de notarse respecto al Proyecto de Decreto de 1814 ¢s la relativa alla educacidn de las mujeres (Titulo X, arts. 120 y 121) en la que, junto ala lecuuray escriura, aparece aqui el cansar como contenido de su enseflanza; el proyecto de esta disposicisn era atin més progesivo y proponia que la enseftanza de las niflas, acemés de Tas labores propias del soxo, siguicra e] mismo plan que la de los nifios. De todos modos no result6 tan liberal, y tuvo también sus restricciones, puesto que asf como se manda establecer escuelas para los nifios en todos los ‘Ayuntamientos, la propuesta de creacién de escuelas de nifias se confia a las Diputaciones, y solamente en aquellos “parajes en que deban situarse”, y que se consideran adecuados, Io que demuestra que la enseftanza de las mujeres no se concibe como “universal” y “obligatoria”®. En cuanto la enseftanza de los nifios se considera que debe incluir el aprendizaje necesario para leer y escribir correctamente, las reglas clementales de la Aritmética y un “catecismo que ‘comprenda brevemente los dogmas de la religidn, las maximas de buena moral y los derechos y obligaciones civiles”. El Reglamento no fue bien recibido porque: 1)Nopodfa complaceral sector absolutista, para quien la nstruccién pablicano era sino una peligrosa “novedad”. 2) No podia satisfacer las aspiraciones de los exaltados, puesto que el Reglamento aunque recogia ideas liberales se apartaba un tanto del liberalismo radical o democratico. 3) Para el sector de los afrancesados, el reglamento era considerado como irrealizable. Conclusién: El Reglamento era el esbov0 0 la primera muestra de lo que legaria a ser la educacin en manos del liberalismo moderado. Promulgado estando en el poder los doceahistas, conserva atin viejos principios del liberalis- ‘mo radical, si bien es realmente significativo el tratamieto que en el texto legal se did a la libertad de ensefianza, Puede decirse que en el reglamento de 1821 comienza esa tendencia al pacto oa la transaccién con la Iglesia en materia de ensefianza, que va a caracterizar a la politica de los moderados espafioles. Una de las grandes virtudes del texto es, sin duda, el establecimiento de un sistema educativo articulado en tres grados de ensefianza que se presuponen entre sf. Esta idea, de clara inspiracién francesa permitiria una minima racionalizacién del cadtico especticulo que la educacién presen- taba en el Antiguo Régimen’, se separa en cambio poo que te fire al princpi dea liberad de ensfiaza... sesablecen sti restriciones porlo oe resposa al jercico dela tercera enseanca,(Porgu esias diferencias importantes espectoa IBL4. Nor remimoe 2V"Diano de Sestones elas Cones La seein parlirnntaria del Replameno nos muceia la existencia de es enden Glas claramente direncads la de os pardaios de lalibenad de enseRanea alia tly como preconizabacl proyecto de 1814; lade los perdarios de lainatruceén poblic en egmen de monopaloextatalnggando de exe moto la ibomad Ac enschana; la de los paaros de una ibenad de enseinraprtca abelian la primer segunda entehazas, bs Lbenad limita para la ensetancauniverstari..En todo caso, lo que impona resales gue perddalaunidad de criteriode 1814 la bond de enseBanca se aa configorarys, » pando 1821, comeoun pacipio potmico cake que noabandonadacta ness ia. De or prt debe subrayne también ques parr de 1821 el eardterseol6picn gue ‘odo proyecio cicativo se va amanifestar con agble clad on ola polica educa dl iberalismo espa listorlade la Educacion en Bopada. Madd, MECC. 1979, Tero Il ppl7-19. le enter, M.: Ob. ct pp.7-78 * Léper del Casio, MCT. OB cit pp. 137-138 "Pate Beater, M. Ob. ct. pp. 79°80 216 Uno de los aspectos que merecen especial atencién es ell de /a ensefianza gratuita. Nuestros liberales eran conscientes de las gravisimas dificultades existentes para la implantacién de la instrucei6n publica en un pais donde apenas existfan establecimientos publicos, era muy exiguo.l niimero de escuelas piiblicas de primeras letras; sin embargo, los liberales eran conscientes que carecfan de los medios mas elementales para alcanzar no ya la “gratuidad en todos sus grados, sino ni siquiera la gratuidad de la enseftanza primaria Durante el Trienio Constitucional, los Ayuntamientos se hicieron cargo de las escuelas de primeras letras, a él se traspasaron los beneficios anteriores y él se encarg6 de sufragar los gastos ue le correspondian*, El reglamento, estaba necesitado de una serie de disposiciones complementarias para ¢garantizar su desarrollo y aplicaci6n, lo que la reaccién absolutista impediria totalmente en 1823. Fue, pues, un texto que no ilegé a aplicarse, aunque sent6 las grandes bases de la educacién liberal que, con las modificaciones propias de la evolucién histérica, se reincorporarian definiti- vamente a nuestra legislacién por medio de la Ley Moyano. En onereto, parael desarrollo de este Decreto o Reglamento eno que conciernea la Primera Enseftanza, la Direci6n General de Estudios elaboré un Proyecto de Reglamento General de Primera Ensefianza que se ha de obervar en todas las escuelas de primeras letras de la Monarquia espaiiola, presentado a las Cortes el 16 de marzo de 1822; Io redactaba la Direccién General de Estudios y lo firmaba José Mariano Vallejo, como vocal Secretario interino de la misma, El Proyecto fue aprobado, mediante discusién parlamentaria, con carécter interino el 29 de junio, publicéndose por Real Orden el 30 de septiembre del mismo afio, para que se aplicaseen forma que hoy Iamariamos experimental, notificando las dificultades que pudieran encontrarse en. su ejecucién’. Como el régimen constitucional fue proscrito al afo siguiente, niel Proyecto deReglamento, niel Plan Met6dico, pudieron ser efectivamente aplicados, ya que fueron aprobados interinamente en los ultimos meses del Gobierno Costitucional, por lo que no hubo tiempo para comprobar los frutos y desarrollo de este plan de primera enseffanza que, te6ricamente no tenia grandes deficiencias y suponia un gran avance para el caosen el que se encontrabaentonces la organizacién de la ensefianza primaria, Quizé de haber tenido tiempo de ponerlo en préctica se hubiera visto que resultaba uidpico en muchas cosas, asf como que no era tan liberal como se suponfa. Saenz Rico y Ruiz, Berrio, coinciden en destacar su importancia como el primer paso de la ensefianza centralizada, uniforme, dirigida y controlada por el Estado, paso que habrian de seguir ‘en él futuro tanto los gobiernos absolutistas como los liberales'', Ruiz Berrio, especifica que la consecuencia importante que tuvo fue la de introducir el centralismo en la ensefianza, con carécter muy exagerado Los legisladores posteriores en la llamada época absolutisia, criticaron acerbadamente la centralizacién, pero en la préctica la hicieron suya, aunque cambiando de nombre a los organismos y sistemas que la debian cumplir. 2, LA “OMINOSA DECADA” (1823-33): EL PLAN Y REGLAMENTO DE ESCUELAS DE PRIMERAS LETRAS DEL REINO DE 1825 (PLAN CALOMARDE) La segunda reacciGn absolutista fue més dura y mas extensa que la primera; una vez més se intent6 volver ala situacidn anterior, a 1808. Obviamente, se procedi6 a derogar el Reglamento de. 1821, ademas de la Constitucién de 1812 y, por supuesto, las disposiciones de los liberales y se *Ruiz Berri, Julio: “Las dotaciones de centros docentes en la economfa escolar de principios del siglo XIX". Revista, Espafiola de Pedagogia. N? 98, (1967), p-109. Leper del Castillo, MT. Ob cit p.138. ‘®Saenz-Rico Urbina, Alfredo: La educacién general en Cataluka durante ef Trienio Constitucional (1820-1823). Barcelona, Universidad, 1973, pp.495 ss. ™ L6pez del Castillo, MT Ob. ct. p.143, 217 produce una fuerte reaccién, que en el Ambito educativo se expresa en los Planes de Calomarde. Va a comenzar la que hist6ricamente ha sido denominada la “Ominosa Década”. La Direccién General de Estudios fue suprimida y Quintana, su presidente, fue desterrado!. En efecto, en lugar de una nueva ley o reglamento general de estudios, se elaboran tres planes distintos para los tres niveles de ensefianza”. En 1824, el 14 de octubre , se promulgael Plan literario de estudios y arreglo general de las univeridades del Reino, bajo la firma de Francisco Tadeo de Calomarde, El objetivo politico del Plan era claro: climinar de la Universidad todo atisbo de pensamiento liberal", Lacaracteristica més destacada de estos planes es su extraordinaria meticulosidad. La ideade “uniformidad” proclamada por los liberales para asegurar el derecho de los ciudadanos a una educacién igual, a partir de este momento es utilizada para asegurarse el control de la ensefianza ¢ impedir la infiltraci6n de ideas liberales 0 doctrinas contrarias a la ortodoxa’s, Promulgado el Plan sobre las Universidades, restaba, para completar la reforma de la censefianza, la elaboraci6n de otro plan que regulara los estudios que se realizaban antes de llegar a la Universidad. Por ello Calomarde, decidido a regular todos estos extremos, una vez. que la Comisién hubo terminado su trabajo sobre las Universidades, le encargd que preparase a continuacién un Plan para las Escuelas de Primeras Letras’ Dicho Plan fue promulgado por Decreto Real el 16 de febrero de 1825 con el nombre de Plan y Reglamento de Primeras Letras del Reino". Sil proyecto de Reglamento de 1822 era el primero en su género que se redactabaen Espafa con cardcter de ley, éste que nos ocupa era el segundo, y el primero en cuanto a plan nacional de primera ensefianza que estuo vigente en nuestro pais. Da cierta estructura ala ensefianza primaria en Espafia, ya que tuvo efectividad durante 10 afios. En él se recogen incluso algunas de las ideas propuestas durante el Trienio liberal, ya que se observaen varias cuestiones una identidad con el INFORME de Quintana referente a este apartado de la instruci6n primaria: la creacién de una Junta Superior de Instruccién de todas las escuelas de primeras letras y de unas Juntas de capital y otras de pueblo, dependientes de aquella; el estable- cimiento de una escuela en cada lugar con més de 50 habitantes; el comprender los estudios que en as escuelas debian realizarse: leer escribir, las cuatro cuentas aritméticas, son puntos claros en los que existe concordancia entre ambos textos. La ensefianza de las primeras letras era mucho menos comprometida que la universitaria, y por tanto, era ms factible Mevar a ella las nuevas ideas-que circulaban por el mundo. En cambio, desde el punto de vista pedagégico resulta regresivo respecto al Proyecto de Reglamento y al Plan Metédico de 1822, que preconizaba ya el método simulténeo para la censefianza de la Lectura y escritura y prohibja tajantemente los castigos corporales oen palabras de Cossio y Luzuriaga: “Aunque su cardcter es mas politico y burocrdtico que profesional acusando desconacimiento u olvido de los principios pedagdgicos, einspirandose en las ideas reaccionarias de aquella época (exige, por ejemplo, la profesi6n de la fe catélica a los maestros para confiarles la direcci6n de una escuela), se ve ya en este Plan el deseo de hacer prevalecer muchas reformas dignas de encomio para aquel tiempo, sobre todo por lo que toca a organizacién y administracién de la ensenanza™. "= También se suprime el Ministerio de Gobemacin, implantindose el de Gracia y Justicia, Historia de la Bducacin en Espasa: Tome Il, p.19. ixfiews ' Lépez del Castillo, MT-: Ob. cit. p.144, ' Alvarez.de Morales, A.: Ob. cit. p.73. Todo el Plan y comentarios al mismo pueden consultarse en: LUZURIAGA, Lorenzo. Documento para la historia escolar de Esparia, Madrid, Centro de Estudios Hist6ricos, 1916, Tomo Il,pp.XX-XXVII y 188-230. ™ Cossio y Luzuriaga: La ensedanta primaria en Espafta. Madrid, Imprenta del Colegio de Sordomudos y Ciegos, 1855, pp.246.247. 218 Cuando las Juntas encargadas de llevarlo a cabo quisieron empezar a funcionar plena y activamente (@ pesar de haber fucionado durante casi toda Ja década, aunque no a pleno rendimiento), ya habia terminado el reinado de Femando VII. Antes les fue imposible, porque el trabajo que tenfan que realizar era improbo y las condiciones politicas de 1a nacién no se lo facilitaban por las continuas revueltas que con uno w otro signo se produofan constantemente. 3. LA REGENCIA: PLAN DUQUE DE RIVAS (1836): 2* LEY GENERAL DE EDUCACION PUBLICA 0 LA CONFIGURACION ESTRATIFICADA DE LA ENSE- NANZA PRIMARIA. I* LEY DE INSTRUCCION PRIMARIA (1838) A. El Plan Duque de Rivas (1836) ‘Ya estamos en 1833. La muerte de Fernando VII y el comienzo de la primera guerra carlista inolina la balanza del poder hacia los liberales espatioies que van a estar definidos en los partidos: el partido moderado que viene a ser el fruto de la fusién de los afrancesados 0 carlotercistas con los viejos doceafiistas, Laaltemnativaes el partido progresista 0 alaizquierda del partido moderado, ‘que hereda las aspiraciones més puras del liberalismo politico de los exaliados 0 radicales, confi- gurdndose como la antitesis del moderado y que nace en 1837. Laevolucién politica y social a partir de la muerte de Fernando VILen 1833, marca un nuevo rumbo también en la educacién. Los liberales en el poder van a aplicar, en parte, el programa trazado por las Cortes de Cadiz, pero con importantes modificaciones que responden alas ideas e intrereses de! liberalismo moderado. Enel campo de la ensefianza elemental (parvulos y primaria), la gran figura inspiradora de las principales disposiciones y realizaciones del periodo, hasta su muerte en 1849, es D. Pablo Montesino, cuyas ideas pedagégicas dejarén impronta perdurable en la educacién espafiola. Ya durante los afios de Ia Regencia se publican varias disposiciones que seran un claro antecedente de la Ley Moyano, en la que se consagra el sistema educativo hasta finales del siglo XIX y gran parte del XX. EI 21 de octubre de 1834, siendo primer ministro Martinez de la Rosa, se publica la Instruccién parael régimen y gobierno de las escuelas de primeras letras delreino,preparado pot tuna Comisi6n de la que formaba parte Montesino, siendo D. José Moscoso de Altamira Ministro El Plan se encuentra en Historia de la Educacién en Espata. Tomo ll, p. 118-144, 220 a la autoridad civil local un certificado de buena Conducta, y participe por escrito a la misma autoridad el ramo de que proponga ensefiar. - E] Plan regula la. ensefianza privada en los dos primeros niveles educativos, en contra- posicidn al Reglamento de 1821 que la regulaba Solo para la tercera ensefianza. - Secreaen la capital del Reino una Escuela Normal con independencia de las que puedan crearse en las provincias. - Respecto a la educaciOn femenina, aunque sigue teniendo un cardcter marginal, se coneibe yacomo equivalentea la de losnifios, sibien “con as modificaciones y en la forma conveniente al sexo”, A2. Planes de 1821 y 1836: Aspectos comparativos Si comparamos este plan con el de 1821, observamos algunos cambios significativos: 1) En primer lugar, hay una esiratificacién de laenseftanza que se corresponde con una es- tratificacién econémica de la sociedad, ya que la enseftanzza primaria superior esté reservada a los que pueden pagarla, lo que refleja bien el cambio de la ideologia liberal de la primera época al pensamiento del liberalismo moderado, basadoen la sociedad de clases yenel sufragio censitario, frente al sufragio universal. En esta misma linea cabe sefialar la desaparicin de la enseflanza de Jos derechos y obligaciones del ciudadano, en realidad, los nifios que solo tuviesen la enseftanza primaria dificilmente iban a poder ejercer estos derechos). En cuanto alas materias de la ensefianza primaria elemental, se incorpora la gramdtica castellana, Laensefianza primaria superior contiene una ampliacién del curriculum con sentido cminen- temente préctico, comocorrespondeala clase de personasacomodadasa que iba dirigida. El mismo sentido de aplicacidn, a que se refiere el articulo 9: “En las escuelasde aldeas y poblaciones rurales se cuidaré de instruir a los nifios en algan trabajo manual, cultivo de Arboles u otras labores del ‘campo, segin las producciones de cada época”. Se trata, en suma, de un plan adaptado a la nueva estructura de la sociedad y a la ideologia dominante, por lo que, con ligeras modificaciones va a perdurar en sus lineas generales, a través de disposiciones sucesivas. B. La ley “Someruelos” de instruccién primaria: 1838 Elgobiemo progresista que sustituy6al ministerioISTURIZ, restablecis la Direccién General de Estudios, presidida ahora por Quintana, encomendandole a la mayor urgencia la preparacién de tun nuevo plan para el proximo curso escolar. Disponiendo de poco tiempo, la Direccién decidié prescindirde la enserianza primaria, que quedaba igual queen el Reglamento general de instruccisn piiblica de 1821, y sobre la base del Plan Calomarde de 1824, retocar las ensefianzas secundaria y universitaria. Como el “arrreglo provisional” de 1836 no satislizo a nadie y como el deterioro de la enseitanza, no sujetaa ningdin plan moderno, eracvidente, los moderados de nuevo en el poder bajo la presidencia de D. Narciso de Heredia, conde de Ofalia, decidieron acometer la empresa de un proyecto de ley que sentara las bases del nuevo edificio de la ensefianza liberal. No obsatante, vigente la Constitucidn de 1837, ésta devolvié la educaci6n a la competencia de las Cortes, por lo que el nuevo ministro de la Gobernacién, el marqués de Someruelos, en el gabinete del conde de Ofalia crey6 que era conveniente remitir a las Cortes dos proyectos de ley distintos, uno dedicado ala ensefianza primaria que logré su objetivo en 1838-, y otro relativo a la ensefianza secundaria ¥ superior, sobre las bases del plan del duque de Rivas, que no prospers®. Al fin y al cabo lo que ® Historia de la Educacién en Espaia. Tomo Ul, p25. 221 se intents fue aprobar una Ley General de EducaciGn, pero las luchas entre las diversas tendencias liberales en el Congreso y en el Senado hizo que el propio Someruelos, decidiera retirar por completo el proyecto discutido sobre ensefianza secunaria y universitaria que eran los debatidos. Mejor fortuna tuvo el proyecto dedicado a la Instrucci6n primaria, que se convirtis en ley, aunque soloaprobandolacomo Plan Provisional de Instruccién Primaria de 1838" ElPlan habia sido preparado por la misma Comisién que habfa claborado las instrucciones de 1834 y que se publicé en 31 de octubre de ese aflo. El proyecto presentado por la Comisién fue el aprobado, ‘aunque, como dicen Cossio y Luziriaga ,{ue “empeorado por las Cortes”. ‘La Ley de 21 de julio de 1838, llamada Plan provisional, responde, pues, 2 los criterios del moderantismo espafiol en esta materia: Mas espectficamente, reproduce, a veces literalmente (por ejemplo, loscinco primeros articulosde la Ley en relaciGn.con loshomGlogos del Plan, donde existe tuna literalidad casi absoluta) las grandes lineas y contenidos del Plan del duque de Rivas de 1836, sobre la ensefianza primaria, Este Plan provisional de claro entronque, como ya hemos dicho, con el del duque de Rivas, estuvo durante casi veinte afios y fue en gran parte asumido por la Ley Moyano. C, Plan 1836 Ley 1838: Aspectos diferenci: lores. Presentan, sin embargo, algunas novedades dignas de mencién, por ser diferentes, y que venian a acentuar la Ifnea politica del moderantismo, éstas son: LEY 1838: - Una mayor centralizaci6n de la ensefianza al disponerse que la direccign y el gobierno de la instruccién primaria corresponde al Gobierno (art.27). PLAN 1836: -EIPlande 1836 extendia esta facultada las “comisiones de provincias, partido y pueblo"(ar.22). Otras notas diferenciadoras: Plan 1838: - Mayor limitacién de la libertad de enseftanza, = Certificado de buena conducta y peticién escrita. Ley 1838: - Haber obtenido titulo de maestro correspondiente al grado de escuela que quiera establecer(art.25). - Se acentiia el cardcter restrictivo de la gratuidad en Ja enseftanza primaria, pues mientras que los niflos pobres serdn todos admitidos en Ia escuela elemental, para acceder a la escuela primaria superior, tanto en el Plan “sereservarn en las escuclas primarias un mimero de plazas gratuttas de 1836comoen para losnifios quea juicio de la comision local hubiesen sobresalido la Ley de 1838: en los exémenes de las escuelas elementales, y anuncien talento y aptitud”, Como podemos comprobar ambos textos aparece cierto cardcter restrictivo, que en la ley de 1838 lo que es atin més, porque al final del art. 18, Titulo II, sedice: “Estas plazas no excedern nunca de la décima parte de los nifios contribuyentes que asistieron a la escuela superior”. ‘Obviamente, la escuela primaria superior se reservaba ya para las nuevas clases medias. Por tiltimo, tanto la Ley de 1838 como el Reglamento del mismo aifo, que Ia desarroll6, pusieron especial énfasis en la instruccién moral y religiosa, de tal modo que, sin llegar a los extremos de los planes de Calomarde, bien puede decirse que el liberalismo moderado avanzaba a pasos agigantados hacia un acuerdo con la Iglesia en materia de educacién?®. resenta novedades, ademés, como la referencia a las escuelas de parvulos y adultos, que por ‘primera vez aparecen en a legislacidn -Titulo IX, arts. 36y 37- (recordemos que ia primera escuela %Cossio y Luzuriage: Ob, cit. p29. Historia de la Educacién en Espafa, Tori Il, pp-26-21. 222 de parvulos se abrid en 1838), y el reconocimiento expreso de 1a obligacién que tienen los padres de procurar instruccién a sus hijos, confiando la vigilancia de esta obligaci6n a las comisiones locales. En loque respectaallas materias de ensefanza, estaley reproduce casi integramente el plan del dugue de Rivas, con la tinica diferencia de que la Gramdrica castellana es sustituida por elementos de gramdtica, y se omite la quimica en la ensefianz.a primaria superiror. D. El Reglamento de Escuelas Pablicas de Instruccién Primaria Elemental de 26 de noviembre de 1838. Dicho Reglamento es més conocido como Reglamento Montesino, que tal como dice su Preambulo, va a servir “para que el Gobierno de $.M. pueda emplear provisionalemente y con utilidad el plan de instrucci6n primaria en virtud de la Ley de 21 de julio de 1838, se hace preciso el reglamento que determine por una parte el régimen correspondiente alas escuelas puiblicas cen que se ha de dar esta instrucccién conforme a dicho plan, y contribuya por otra a que la ense- fhanza en estos establecimientos sea tan eficaz y dtil como con viene a los adelantamientos intelec- twales y morales del pueblo, y a la ulterior prosperidad general", Este reglamento tiene especial interés por su contenido pedagdgico y porque, al no haberse publicado otro reglamento general de escuelas hasta 1967, ha estado vigente, al menos en teoria, durante mas de un siglo. ‘Veamos algunas, aunque més sobresalientes, de sus caracteristicas: Establece una clara distincidn entre las escuelas de instruccién primaria superior y las de ensefianza elemental, tnicas a las que se dirige el Reglamento, Por otra parte, considera menos urgente claborar un Reglamento para las escuelas superiores, dado que es dificil que cxistan “por falta principalmente de buenos maestros para ellas hasta que se hayan formado en las Escuelas Normales” (que efectivamente se crearon al affo siguiente). En cuanto a los métodos, distingue los métodos generales, de direccién y arreglo de individuos, secciones, clases, ctc., de los particulares, para cada materia de ensefianza. Respecto a los primeros analiza las ventajas del sistema individual, simulténeo y mutuo, inclinindose decididamente por cl segundo. Seftala también la conveniencia de la graduacidn de los niflos y de la enseftanza, esbozando un programa sumario para cada una de las divisiones. Prescribe incluso una graduacién flexible, ya que en el articulo 72 dice: “Los discipulos de tuna misma secoiGn de escritura pueden corresponder a diferentes secciones de lectura’”. En cuanto a los métodos particulares para la ensefianza de la lectura y escritura, merece la pena destacar dos criterios pedagdgicos realmente innovadores para la época y que mantienen hoy todo su valor: que la lectura sea desde el primer momento comprensiva y que el aprendizaje de la lectura y escritura sea simulténeo. En el Predmbulo critica la enseftanza puramente mecénica de la lectura, préctica habitual en la poca, y razona la necesidad de una lectura comprensiva. En la escritura debe aspirarse a que los alumnos adquieran “una forma de letra igual, limpia, legible y agradable ala vista, sin especiales adornos”, y que lleguen aescribir con claridad, soltura, expedicién y ortografia lo que se les dictare”. Recomienda como material de ensefianza de uso colectivo las lecciones impresas en cartelones o tableros, y para uso individual, ademds de libros, l4pices y papel, las pizarras y los bancos de arena para los més pequefios. Respecto a los libros, otra innovaciGn casi revoluciona- ria: “No se designardn en lo sucesivo libros determinados, sino que serdn elegidos por el maestro, de acuerdo con la Comisién local, las mejores obras a medida que vayan publicdndose. Deberan, idem *Ibidem, p.155. 223 sin embargo, las Comisiones locales dar conocimiento a las de provincia, sin cuya aprobacién no continuard el uso de ‘Concede gran importanciala formacién religiosa y moral para la que da importantes consejos. Asimismo considera como objetivos fundamentales de la educacién el aseo y la urbanidad. Para estimular el aprendizaje de los alumnos recomienda que no se prodiguen las recompen- sas, para que no pierdan estimacién. No rechaza totalmente los castigos corporales; aunque recomienda, desde Inego, mucha moderacién en su aplicacién. La comprobacién del aprendizaje mediante los examenes ocupa un lugar preferente en el Re- ‘glamento, considerdndolos un medio adecuado para elevar el bajfsimo nivel de laenseflanza y para que el Gobierno conozca el estado de la instruccién. En resumen, a pesar de las limitaciones que el propio Reglamento conticne, se trata en conjunto de un texto muy avanzado para su tiempo, y silo comparamos con el Plan de Calomarde, publicado solo trece afios antes, vemos que se ha producido un cambio sustancial en el enfoque y el espiritu de la ensefianza primaria, coherente con el cambio social y politico que est experimen- tando la sociedad espaftola. Para la aplicacién de la Ley de 1838 se dicts también otra disposicién legislativa: El Reglamento de las Comisiones de Instruccién Primaria de 19 de abril de 1839, aunque no cabe duda que el que tuvo especial interés tanto por su contenido académico como institucional fue el de 1838, bien llamado Reglamento Montesino. 4, EL PLAN DE ESTUDIOS EN LA LEY MOYANO (1857) 4.1. Antecedentes Los planes, proyectos, reformas, etc. que se van a ir produciendo a partir de la Ley de 1838 de Insirucei6n Primaria, no vana poner sus miras en la Instruccidn primaria expresamente, excepto el Proyecto de Ley de Alonso Martinez del afio 1855. El primero en darse es el proyecto del Ministro de la Gobernacién, Fernando Infante, durante la Regencia del general Espartero (1840-1843). El fracaso del proyecto de ley de Instruccién Piiblica de Someruelos, a pesar de los notables esfuerzos realizados por los moderados, dejaba la ensefianza en manos del Plan Calomarde, tan lejos del espfritu puiblico de la nueva época. Promulgada la Ley de 1838 sobre la instrucci6n primaria, la confusa,situaci6n en que se encontraba la ensefianza secundaria recabé Ia atencién delos diversos gobiernos que se sucedieron desde la caida del conde de Ofalia. Regia, en este grado de ensefianza, el “arreglo provisional” de 1836 que habia tendido a unificar los estudios de la ensefianza media. Pero, como el mayor problema residfa en la necesaria, independencia de los Institutos respecto de las Universidades, por Real Decreto se procedié a la creacién de diversos Institutos, precisamente a través del camino previsto por Someruelos en su proyecto de Ley mediante la transformacién de los colegios de Humanidades. De este modo se implants por decreto, como un hecho consumado, la creacién de los Institutos. La Regencia de Espartero trajo consigo el dominio de los progresistas y con ellos la preocu- pacién por la ensefianza secundaria. De ahi que los progresistas acometicran siendo Fernando Infante, minisiro de la Gobernacién, la elaboraci6n de un Proyecto de Ley que, siguiendo el ejemplo de la Ley de 1838 sobre la ensefianza primaria, pudiera conseguir la aprobacién, el Gobierno utiliz6 la técnica de no presentar un plan exhaustivo que diera lugar a miiltiples debates, sino un texto con los principios fundamentales que debfan regir las enserlanzas secundaria 0 terciaria. A pesar de ello, sin duda por los miltiples problemas préoticos que surgieron, las Cortes no Iegaron a discutirel proyecto. Se produjo la caida del Gobierno justamente cuando €ste lo presen- taba”. 7 Alvarez de Morales, A.: Ob. cit. pp. 142-146, 224 El siguiente es el Plan Pidal de 1845, en plena década moderada después de la Regencia de Espartero. EI moderantismo proseguird en su labor de establecer los cimientos firmes de la educacién como institucién social, aunque considerdndola como instrumento de poder, dia a dia, cada veu mAs. Deahfqueel nuevo Gobierno moderado, presidide pot Gonzdlez Bravo, encargaraal Consejo de Instruccién Piiblica (que suplia a la Direccién General de Estudios, suprimida por Espartero) laelaboraci6n de un proyecto general que regulara lasensefianz.as secundaria y superior.La verdad esque, regulada la enseflanza primaria por la Ley de 1838, las enseflanzas intermedia (asf llamada desde el Proyecto Infante) y universitaria necesitaban de una verdadera ordenacién. Fue Pedro José Pidal, el nuevo Ministro de la Gobernacién, que bajo ta direccién de su Ministerio se aprobs por Real Decreto de 17 de septiembre de 1845, el Plan General de Estudios, ‘més conocido como el PLAN PIDAL, aunque la persona a quien se le considera autor ¢ inspirador del proyecto fue Antonio Gil de Zdrate, que demostré una gran capacidad y un gran conocimiento de los problemas educativos, En la regulacién de la ensefianza media se observa de nuevo la influencia del Plan del Duque dde Rivas, y la ensefianza universitaria es regulada bajo los principios ya conocidos de uniformidad y centralizaci6n’. E1Plan Pidalesrevisadoa través de la reforma, la primera, de 1847, con la legadade un nuevo Ministro del recién formado Ministerio de Comercio, Instruccién y Obras Pablicas, ROCA TO- GORES, Marqués de Molins, retocando el Plan Pidal laperfeecién de los estudios, la consolidacién de la disciplina escoléstica y la seriedad de los exémenes. Narvéez. form6 Gobierno, poniendo al frente de la cartera de Comercio, Instruccién y Obras Publicas a Manuel Seijas Lozano, asi que en 1850, se promul gaba un nuevo plan que, al igual que elde 1847, contenia grandes elogios para el Plan Pidal. La inica novedad importante era la reforma de la segunda ensefianza, que perdia el carcter de estudios prepatatorios para las facultades mayores. EI Plan de 1850 tenfa una finalidad modesta, al igual que el de 1847, pretendia solo perfeccionar el Plan de 1845, al que pretendié reformar, afiadiéndole un cardcter de formacién religiosa a la segunda ensefianza’®, Por fin, llegamosa un proyecto, el titimo antes de la Ley Moyano que intent6 reformar, 0 mas. bien, dejar sentado algunos de los aspectos anteriores de las ensefianzas primaria, secundaria y terciaria; estamos hablando del Proyecto de Ley de Instrucci6n Pitblica del Ministro de Fomento, ‘Alonso Martinez, durante la revolucién progresista en el bienio 1854-56. EI Proyecto de Alonso Martinez del afio 1855, es importante porque recoge las grandes innovaciones que el iberalismo llev6 a la enseftanza y, ain cuando no llegariaa ser discutido, paso al texto articulado de la Ley Moyano. El proyecto no tenfa como misién reformar la Instrucién Pablica, sino la roglamentacién vigente sobre esta materia fuera una ley. . 1Los principios en que se asentaba el proyecto eran los de generalizacién absoluta de la insiruccién primaria; es decir, facilitar a todos gratultamente 1a primera ensefianza La segunda ensefanza debia también generalizarse, para lo cual no debia estar dirigida ex- clusivamente a preparar los estudios de tercers ensefianza, La tercera enseanza se dirigia a preparar para cl ejercicio de las profesiones. 4.2, La Ley Moyano: Afio 1857, Liquidado el bienio progresista, los moderados volvieron al poder constituyendo un gobierno, presidido por Narvéez y cuya cartera de Fomento iba a ser ocupada por el antiguo catedrético y % Historia de la Educacién en Espa. Tomo 11,29. ® Alvarez de Morales, A. Ob. cit. pp-175-176. 225 rootor de las Universidades de Valladolid y Madrid, D. Claudio Moyano; el cual también considers asico un Proyecto de Ley de Instruccién Piiblica. “Moyano pretirié elaborar una ley de bases para evitar complicaciones y trabas en los debates -parlamentarios, por tanto, en las bases se enunciaban las ideas funadamentales en que se debja basar Ta organizacién de la instruccién publica en Espafia, y aprobadas éstas por las Cortes, el Gobierno pasarfa a elaborar una ley de acuerdo con la autorizacién recibida, ‘Moyano intentaba, como los Ministros anteriores, no de reformar la instruccién piblica sino darle un cardcter definitivo a la lesgislacién vigente sobre la materia, El Proyecto de Ley quese basaba en el plan de 1845, noera mas que una transcripci6n del Plan del Duque de Rivas de 1836, y ef proyecto de ley presentado al Congreso por el Marqués Someruelos en 1838; asf lo declaraba Alejandro Olivain, miembro de la comisi6n que dictami l proyecto, ademas del Reglamento de 1821. Al fin y al cabo la Ley Moyano se ibaa limitar a recoger las experiencias existentes, No era, pues, una I¢y innovadora, sino una ley que venia a satisfacer los deseos de estabilidad. Dicho proyecto contaba como uno de Ios factores positivos para que saliera adelante la conviccién comin a todos los partidos de que era preciso acabar con la continua reforma educativa: habfa que estabilizar un aspecto tan importante como la educacién de la infancia y de la juventud. En cuanto a [a ensefianza primaria o estudios primarios, que es el objeto de nuestro estudio, tras la promulgacién de la Ley de Instruccisn Pablica de 9 de septiembre de 1857 (que tal como hemos dicho esta ley no fue innovadora sino que representaba el resumen y consolidacién de las instituciones y teorias educativas del periodo anterior), respecto al Plan de Estudios encontramos pocas diferencias: = Se mantiene la division de la enseftanza elemental y superior. - Lacnsefianza elemental es definida como obligatoria(art. 7°) ®°, para todos los espafioles -de 6 a 9 afios,- y “se dard gratuitamente en las escuelas pablicas a los nifios cuyos padres, tutores 0 encargados no pueden pagarla, mediante certificacién expedida al efecto por el respecto cura parroco y visada por el alcalde del pueblo (art. 9°)". -Se amplian ligeramente las materias de ensefanza, como 1a Religién, afiadiéndosele fa la Historia Sagrada, Nociones de Agricultura, Industria y Comercio, segtin las localidades para la ensefanza elemental. + Para la enserianza superior: La Agrimensura. En cuanto alos libros de texto, se establece que deberdn ser elegidos de entre las listas que publique cl Gobierno cada tres afios. (art. 86, Titulo V)®. -Por otra parte, elart. 84, Titulo V, dice que: “El Gobierno publicard programas generales para todas las asignaturas correspondientes a las diversas ensefianzas, debiendo los pro- fesores sujetarse a ellas en sus explicaciones", Este propésito nunca se cumpli6 por lo que se refiere a laenseftanza primaria, pero se reiteraré ‘muchas veces en disposiciones posteriores, sin que, al parecer, se encontrara nunca tiempo, opor- tunidad o interés para realizarlo. 5. LA LEY DE INSTRUCCION PRIMARIA DE 2 DE JUNIO DE 1868 Con la Ley Moyano queda fijado el curriculum de ta primera ensefianza hasta finales de siglo, ya que la Ley de Instrucci6n Primaria de 2 de Junio de 1868, firmada por el Minisiro de Fomento, Severo Catalina, tuvo brevisima vigencia. Merece la pena sefialar que esta Ley, justamente tachada de reaccionaria, es relativamente % Historia de a Bducacién en Espaia. Tomo Il, p.245. 2 Ibidem, p.246. Ibidem, pp.264-268. ” Historia de la Bducacién en Espaia. Tomo Tl, p.264. 226 progresista en el Plan de Estudios, al suprimir la divisi6n entre enseftanza elemental y superior, y ailadir algunas materias, como el “canto”, que por primera vez aparece en el Plan de Estudios. Incluso elevaba un afio la escolaridad obligatoria, puesto que fijaba la edad para la instruccién primaria de los seis a los diez afios, si habfa escuelas de parvulos, y de cinco a diez, en los pueblos donde no las hubiera. Triunfante la revolucién de Septiembre, el gobierno provisional derogaestaLey por Decreto- Ley de 14 de Octubre de 1868, restableciéndose la legislaciOn anterior, excepto.en algunos puntos: cenla absoluta libertad que se reconoce a los espafiolesa abrir sin necesidad de titulo oautorizacion previa, y la libertad de todos los maestros para emplear todos los métodos que crean mejores en el, ejercicio de su profesién, Por otro Decreto-Ley, de 21 de Octubre del mismo affo se extiende la libertad de ensefianza a todos los grados, y en su articulo 16 dice: “Los profesores podrén seftalar el libro de texto que se halle més en armonfa con sus doctrinas y adoptar el método de enseftanza que crean mas conveniente” 227

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