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VI Domingo

de Pascua
Las LECTURAS de esta semana

Mayo
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LUNES, 22 DE MAYO

Hch 16, 11-15. El Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pa-
blo l Sal 149. El Señor ama a su pueblo l Jn 15, 26 - 16, 4a. El Espíritu de la ver- Hch 8, 5-8. 14-17 l Les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.
dad dará testimonio de mí. Sal 65 l Aclamad al Señor, tierra entera.
1 Pe 3, 15-18 l Muerto en la carne pero vivificado en el Espíritu.
MARTES, 23 DE MAYO Jn 14, 15-21 l Le pediré al Padre que os dé otro Paráclito.

Hch 16, 22-34. Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia l Sal 137. Tu
derecha me salva, Señor l Jn 16, 5-11. Si no me voy, no vendrá a vosotros el
Paráclito.

MIÉRCOLES, 24 DE MAYO

Hch 17, 15. 22 - 18, 1. Eso que veneráis sin conocerlo os lo anuncio yo l Sal 148.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria l Jn 16, 12-15. El Espíritu de la ver-
dad os guiará hasta la verdad plena.

JUEVES, 25 DE MAYO

Hch 18, 1-8. Se quedó a vivir y trabajar en su casa, y discutía en la sinagoga l


Sal 97. El Señor revela a las naciones su salvación l Jn 16, 16-20. Estaréis tristes,
pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.

VIERNES, 26 DE MAYO

Hch 18, 9-18. Tengo un pueblo numeroso en esta ciudad l Sal 46. Dios es el rey
del mundo l Jn 16, 20-23a. Nadie os quitará vuestra alegría.

SÁBADO, 27 DE MAYO

Hch 18, 23-28. Apolo demostraba con la Escritura que Jesús es el Mesías l Sal
46. Dios es el rey del mundo l Jn 16, 23b-28. El Padre os quiere porque vos-
otros me queréis y creéis.

Le pediré al Padre que os dé otro Paráclito


OBISPADO DE PALENCIA
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El Espíritu Santo les ayudará a los apóstoles, y nos ayuda hoy a nosotros, a en-
tender y a realizar la misión que Jesús nos ha confiado. Sin el Espíritu Santo en
S la Iglesia, en las distintas comunidades y en los mismos cristianos, no es posible
i me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre
conocer ni profundizar en la persona y en la
que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíri-
obra de Jesús; ni tampoco darle a conocer a

Y
tu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo
los demás.
conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros
y está en vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Den-
tro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis,   
también hoy podemos seguir unidos a
porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre,
Cristo, entre nosotros y con el Padre, a tra-
y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y
vés del amor: «si me amáis guardaréis mis
los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y
mandamientos; el que acepta mis mandamien-
yo también lo amaré y me manifestaré a él.
tos y los guarda, ése me ama; al que me ama
lo amará mi Padre y yo también lo amaré». El
Juan 14, 15-21

amor de Dios y el amor a Dios y a los herma-


nos es lo que nos puede mantener íntimamen-
te unidos. El amor es la mejor medida de nues-

J
Unidos para siempre tra unión con Cristo. El que no ama, no puede
permanecer unido a él.
esús se sigue despidiendo de los suyos y les habla, a la vez, de seguir unidos
cuando él se vaya al Padre. Celebrar la Pascua es algo más que alegrarnos por
la resurrección de Jesús. El Resucitado nos
invita hoy a una comunión vital, a un admi-
rable intercambio de unidad y de amor entre ACLAMAD AL SEÑOR, TIERRA ENTERA
el Padre que le ha enviado, entre él mismo y
sus seguidores: «yo estoy con mi Padre, vos- Aclamad al Señor, tierra entera;
otros conmigo y yo con vosotros». Pero tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria.
¿cómo mantenernos unidos a Jesús, entre
nosotros y con el Padre, si él se va? El Evan- Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras,
gelio de hoy nos da una doble respuesta: por tu inmenso poder tus enemigos te adulan!».
unidos a través del Espíritu Santo y a través

E
del amor. Que se postre ante ti la tierra entera,
que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre.
  
l gran don y la gran presencia que Jesús Venid a ver las obras de Dios,
nos dejó fue precisamente el Espíritu sus temibles proezas en favor de los hombres:
Santo: «Yo pediré al Padre que os dé otro transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río.
Defensor que esté siempre con vosotros, el Alegrémonos en él.
Espíritu de la verdad». Aunque Jesús se vaya,
no estarán huérfanos de él; el vacío dejado Con su poder gobierna eternamente;
por su presencia física será llenado por la sus ojos vigilan a los pueblos, para que no se subleven los rebeldes.
presencia íntima y misteriosa del Paráclito.

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