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INTRODUCCIÓN

En nuestro país, tal como lo indican las cifras oficiales y lo señala el plan nacional contra la
violencia hacia la mujer (2009-2015), los primeros actos infligidos contra las mujeres son la
violencia familiar, el feminicidio, las violaciones sexuales, la trata, el hostigamiento sexual, la
violencia por prejuicio, entre otras.

La violencia contra la mujer es un problema mundial, histórico y estructural, porque a lo largo de


la historia se ha podido constatar que la mujer cumple un rol determinado socialmente, aunque
las culturas por su dinamismo cambien, en consecuencia, este problema no puede ser asumido
de manera aislada como situaciones que se desencadenan únicamente entre determinadas
personas, culturas y comunidades, lamentablemente constituye una violación contra los
derechos humanos.

Hasta hace poco, el concepto de violencia contra la mujer era muy difuso y controvertido, debido
a que algunos actos que hoy son considerados agresiones en el pasado eran plenamente
aceptados por la sociedad. Sin embargo, el aumento de la participación de la mujer en la vida
social, laboral y política de igualdad en educación, permitió que salgan a la luz casos de violencia
que hasta entonces habían permanecido escondidos.

La violencia contra la mujer por parte de su pareja está generalizada en el mundo, según la
declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la eliminación de la violencia
contra la mujer elaborada el 20 de diciembre de 1993, define este tipo de agresiones como todo
acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener corno
resultado un daño o sufrimiento físico para las mujeres. Según las Naciones Unidas, al menos
una de cada tres mujeres en el mundo experimenta violencia en alguna etapa de su vida, sin que
los gobiernos tornen las medidas necesarias de prevención, sobre todo en las naciones en
desarrollo, un ejemplo de esto es Etiopía donde el 60% de mujeres son víctimas de violencia por
sus parejas. Más de un tercio de las mujeres a nivel mundial fueron víctimas de violencia de
género, según un informe de la ONU 2015, Según un estudio mundial de datos disponibles, el
35 por ciento de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de
su pareja o violencia sexual por parte de una persona distinta a la pareja. Sin embargo, algunos
estudios nacionales demuestran que hasta el 70 por ciento de las mujeres ha experimentado
violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental durante su vida.

Los fenómenos de actos de violencia en la pareja, cruzan múltiples variables que dificultan su
estudio que debe ser comprendido y abordado de manera integral, por tratarse de un tema de
aproximación científica es prácticamente inicial en muchos países a nivel internacional y
nacional. Según el informe de la organización panamericana de la salud 2015 encontró que
entre el 17% y el 53% de las mujeres en 12 países latinoamericanos sufrieron violencia física en
algún momento de sus vidas, la mayoría de las veces de su cónyuge o de un familiar.

Según el informe de la organización panamericana de la salud 2015 encontró que entre el 17%
y el 53% de las mujeres en 12 países latinoamericanos sufrieron violencia fisica en algún
momento de sus vidas, la mayoría de las veces de su cónyuge o de un familiar. Bolivia registra
el mayor de los índices, ya que el 53% de las entrevistadas reconoce haber sufrido algún tipo de
violencia física.
En el Perú y el mundo existen aún concepciones culturales patriarcales que crean inequidades
de género y, consecuentemente, propician la violencia contra la mujer, la cual muchas veces se
desarrolla dentro del mismo hogar. La violencia doméstica contra la mujer, que puede ser
propiciada por cualquier miembro del hogar, así como la ejercida específicamente por la pareja
íntima, puede ser clasificada de manera general en tres grupos: física, sexual o emocional,
siendo que las prevalencias de sufrir algún tipo de estas oscilan entre el 20 y 60% en diferentes
países de Latinoamérica y del mundo, incluyendo el Perú, donde la prevalencia de violencia
contra la mujer ejercida por la pareja íntima, foco del siguiente estudio, llega al 61% en algunas
provincias.

Según Castro (Cuba-2012), la prevalencia reportada de violencia contra la mujer a nivel mundial
presenta cierta variación en un determinado rango, reportan prevalencias superiores al 50% (en
Chile 60%, Costa Rica 54%, México en zona rural 57% y urbano 56%.). Los índices más bajos
se encuentran en Europa, Estados Unidos, Canadá, Australia y Japón en un 3%. ( 6 ) 2 El centro
de Emergencia Mujer 2015 a nivel nacional, reporto 22,889 casos atendidos de víctimas de
violencia familiar y sexual, de los cuales el 50% correspondieron a casos de violencia psicológica,
el 38 % a casos de violencia fisica y el 12 % a violencia sexual a nivel nacional. La última encuesta
demográfica y de salud familiar del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) señala que el
74.1% de los hogares del país es afectado por violencia familiar, según indicó el director ejecutivo
de Salud Colectiva de este organismo, Yuri Cutipe. Detalló que este problema comprende la
violencia contra la mujer, el maltrato infantil y violencia contra el hombre, entre otras formas de
agresión, y se expresa con más énfasis en las regiones.

Según el reporte del Centro de Emergencia Mujer (CEM), en Loreto hay dos denuncias diarias
por violencia familiar uno en Iquitos y otro en el interior de la región, eso significa que hay
aproximadamente 700 casos al año denunciados, pero que existen miles de casos en anonimato,
donde las victimas mujeres no rompen el silencio de denunciar oportunamente. En la región de
Loreto 2015, no hay una cifra exacta del nivel de violencia familiar. La Policía Nacional del Perú
mediante el Departamento de Familia recibió 711 denuncias de mujeres que sufrieron actos de
violencia por parte de su pareja en la comisaria de mujeres del distrito Iquitos, es) Considerando
que la violencia contra la mujer es una práctica consciente, orientada, elaborada, aprendida de
generación en generación. y legitimada por quienes se sienten con más poder que otros, con
más derecho para intimidar y controlar; por otra parte, la mujer violentada tiene por lo general un
funcionamiento familiar disfuncional, además tomando en cuenta la dinámica familiar y el tipo de
relación que existe entre sus miembros, frente a esta particularidad, hemos considerado
necesario realizar el presente estudio de investigación y plantea el siguiente problema:
1. CONCEPTOS GENERALES
1.1 VIOLENCIA
Es la cualidad del violento o la acción o efecto de violentar o violentarse. Lo violento
por tu parte, es aquello que esta fuera de su natural estado, situación o modo; que
se ejecuta con fuerza, ímpetu o brusquedad; o que se hace contra el gusto o la
voluntad de uno mismo. La violencia por lo tanto es un comportamiento liberado, que
puede provocar daños físicos o psíquicos al prójimo.
Es importante tener en cuenta que, más allá de la agresión física, la violencia puede
ser emocional mediante ofensas o amenazas. Por eso la violencia puede causar
tanto secuelas físicas como psicológicas.
La violencia busca imponer u obtener algo por la fuerza.
Recordando así a Mahatma Gandhi, uno de los máximos exponentes de la no
violencia y del pacifismo, reconocía que no existe ninguna persona completamente
libre de violencia, ya que esta es una característica innata de los seres humanos
La Organización mundial de la salud define la violencia como: El uso intencional de
la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra
persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de
causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastorno del desarrollo o privaciones.

1.2 VIOLENCIA DE GENERO EN EL PERÚ


Una de las formas más comunes de violencia de género o contra la mujer es la
infligida por su marido o pareja masculina. Esto contrasta sobremanera de la
situación de los hombres, muchos más expuestos a sufrir agresiones de extraños o
de conocidos de la personas de su círculo íntimo. Este comportamiento incluye:
agresiones físicas, maltrato psíquico, relaciones sexuales forzadas y otras formas
de coacción sexual, diversos comportamientos dominantes.
Según el Instituto Nacional de Estadística e informática, la violencia física contra la
mujer ejercida alguna vez por parte del esposo, según ámbito geográfico en el año
2014, según residencia en el área urbana se encuentra con un significativo
porcentaje de 32.8% y en el departamento de Apurímac con un elevado porcentaje
de 46.7%.
No cabe duda que la violencia basada en genero está dirigida principalmente a las
mujeres, pues las afecta de manera desproporcionada o exclusiva, también
consideramos la violencia basada en genero a todo acto dirigido contra cualquier
persona que pretende confrontar el sistema de género, con el fin de encauzarla y
someterla a tal sistema.
Así, la violencia basada en genero puede referirse a una amplia gama de situaciones
que van desde la violencia conyugal y otras formas de violencia que se dan en la
intimidad del espacio familiar.
La gravedad y la prevalencia de estas conductas de violencia requieren redoblar
esfuerzos para dar avances hacia su disminución y su completa erradicación. Al
ministerio de la Mujer y poblaciones vulnerables, como órgano rector en los temas
de igualdad de género y violencia, le corresponde ser el principal impulsor de las
políticas públicas dirigidas a enfrentar a la violencia basada en género.
El Perú presenta índices de prevalencia de violencia contra la mujer muy altos en
comparación con lo que ocurre en otros países.
2. VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

La violencia contra la mujer (VCM) es definida como cualquier acto de violencia


basada en el género que produzca o pueda producir daños o sufrimientos físicos,
sexuales o mentales en la mujer, incluidas las amenazas de tales actos, la coerción
o la privación arbitraria de la libertad, tanto en la vida pública como en la privada. La
VCM abarca también la violencia física, sexual y psicológica que se produce en el
seno de la familia y en la comunidad en general, incluidas las palizas, el abuso
sexual de niñas, la violencia relacionada con la dote, la violación marital, la
mutilación genital femenina y otras prácticas tradicionales dañinas para la mujer, la
violencia no conyugal y la violencia relacionada con la explotación, el acoso sexual
y la intimidación en el trabajo, en las instituciones educativas y en cualquier otro
lugar, el tráfico de mujeres, la prostitución forzada y la violencia perpetrada o
tolerada por el Estado. La violencia contra la mujer es una de los mayores daños
que se infringe a la sociedad porque daña a la familia, donde la mujer cumple un rol
fundamental como fuente de vida y de amor.

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