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LA OBESIDAD

Es una enfermedad crónica tratable que aparece cuando existe un exceso de tejido adiposo (grasa) en el cuerpo.
Los expertos advierten de que sus efectos más negativos se producen porque actúa como un agente que acentúa y
agrava a corto plazo y de forma muy evidente patologías graves como la diabetes, la hipertensión, las
complicaciones cardiovasculares (especialmente la cardiopatía isquémica), e incluso algunos tipos de cáncer, como
los gastrointestinales.
Con excepción de las personas que son muy musculosas, aquellas cuyo peso supera en un 20 por ciento o más el punto
medio de la escala de peso según el índice de masa corporal (IMC), son consideradas obesas.
Causas
Hay muchas causas implicadas en la aparición del problema. Además de una mala alimentación o la falta de ejercicio
físico, también existen factores genéticos y orgánicos que inducen su aparición.
También pueden influir los factores socioeconómicos. En algunos países desarrollados, la frecuencia de la obesidad
es más del doble entre las mujeres de nivel socioeconómico bajo que entre las de nivel más alto.
El motivo por el cual los factores socioeconómicos tienen una influencia tan poderosa sobre el peso de las mujeres no
se entiende por completo, pero se sabe que las medidas contra la obesidad aumentan con el incremento del nivel
social.
Las mujeres que pertenecen a grupos de un nivel socioeconómico más alto tienen más tiempo y recursos para hacer
dietas y ejercicios que les permiten adaptarse a estas exigencias sociales.
Y, por último, están los factores psicológicos, que durante un tiempo fueron considerados como una importante
causa de la obesidad. Se consideran actualmente como una reacción a los fuertes prejuicios y la discriminación contra
las personas obesas.
Uno de los tipos de trastorno emocional, la imagen negativa del cuerpo, es un problema grave para muchas mujeres
jóvenes obesas. Ello conduce a una inseguridad extrema y malestar en ciertas situaciones sociales.
Síntomas
La acumulación del exceso de grasa debajo del diafragma y en la pared torácica puede ejercer presión en los
pulmones, provocando dificultad para respirar y ahogo, incluso con un esfuerzo mínimo.
La dificultad en la respiración puede interferir gravemente en el sueño, provocando la parada momentánea de la
respiración (apnea del sueño), lo que causa somnolencia durante el día y otras complicaciones.
La obesidad puede causar varios problemas ortopédicos, incluyendo dolor en la zona inferior de la espalda
(lumbalgia) y agravamiento de la artrosis, especialmente en las caderas, rodillas y tobillos.
Los trastornos cutáneos son también frecuentes. Dado que las personas obesas tienen una superficie corporal escasa
con relación a su peso, no pueden eliminar el calor del cuerpo de forma eficiente, por lo que sudan más que las
personas delgadas.
Del mismo modo, es frecuente la tumefacción de los pies y los tobillos, causada por la acumulación a este nivel de
pequeñas a moderadas cantidades de líquido (edemas).
La obesidad es una enfermedad crónica tratable que aparece cuando existe un exceso de tejido adiposo (grasa) en el
cuerpo.
Prevención
Llevar una dieta sana y equilibrada, junto con la práctica regular de ejercicio físico son claves para la prevención de la
obesidad.
Los expertos aconsejan realizar un mínimo de cinco ingestas de alimentos al día en raciones reducidas, así como
seguir un patrón alimentario cercano a la dieta mediterránea, es decir, bajo en grasas y rico en frutas y verduras.
En cuanto al deporte, la constancia es fundamental. La recomendación es practicarlo de forma habitual al menos tres
veces por semana durante 45 minutos. La intensidad debe adecuarse a las necesidades y al estado físico de la persona.
Tipos
La obesidad se clasifica en dos tipos: central o androide y periférica o imoide. La primera es la más grave y puede
conllevar importantes complicaciones patológicas.
La obesidad central localiza la grasa en el tronco y predispone a sufrir complicaciones metabólicas (especialmente
la diabetes tipo 2 y las dislipemias). La obesidad periférica acumula el depósito de grasa de cintura para abajo y
produce problemas de sobrecarga en las articulaciones.
Obesidad mórbida
La obesidad mórbida es una de las enfermedades más características de nuestro tiempo, sobre todo por el número
de complicaciones que tiene asociadas.
Para tratarla es necesario el empleo de cirugía, ya que las dietas no surten ningún tipo de efecto. Las técnicas para
reducirla son de dos tipos: reseccionistas, encaminadas a inducir una mala absorción de los alimentos,
o restrictivas.
Las segundas son menos agresivas, ya que no precisan resecar nada; basta con reducir el tamaño del estómago para
que el paciente no pueda comer grandes cantidades. La cirugía reseccionista es la única forma de que el enfermo
pierda peso en muchos casos de obesidad mórbida.
Con las técnicas reductoras se producen menos efectos secundarios, pero no se pierde peso con la misma facilidad.
Existen tres técnicas quirúrgicas principales para la obesidad mórbida: la gastroplastia vertical o técnica de
Maxon, la gastroplastia con banda gástrica ajustable o el "by-pass" gástrico.
Obesidad infantil
Entraña alteraciones endocrinometabólicas que condicionan un mayor riesgo cardiovascular en la edad adulta.
Estos factores se relacionan, fundamentalmente, con la edad de inicio de la obesidad y con el tiempo de evolución.
Cuando la obesidad se presenta en edades muy tempranas o se extiende durante un tiempo prolongado, el riesgo de
presentar problemas cardiovasculares en la edad adulta es también más elevado.
Los médicos aconsejan que, para prevenir la obesidad en los niños, es bueno que la dieta sea variada y elástica,
reduciendo las grasas de la bollería, pastelería y la comida industrial, en general. También es fundamental que hagan
ejercicio y que sean conscientes de que deben tener una alimentación sana.
Diagnóstico
La forma más común de determinar si un paciente padece obesidad es calcular su índice de masa corporal, por el
cual se obtiene la cantidad de grasa corporal y, dependiendo de los resultados, cuáles son los posibles riesgos para la
salud.
A partir de esto, el especialista podrá determinar si se ha producido algún daño colateral en el resto del organismo y
diagnosticarlo para su tratamiento.
Tratamientos
La mejor forma de tratar la enfermedad es previniéndola y para ello, debe detectarse precozmente en
los pacientes en los que a partir de los 20-25 años comienza a cambiar el peso.
Los médicos consideran que una persona obesa debe ser considerada como un enfermo crónico que requiere un
tratamiento a largo plazo, con normas alimentarias, modificación de los hábitos de conducta, ejercicio físico y terapia
farmacológica.
Los nuevos enfoques terapéuticos están basados en promover una pérdida de peso con programas de control de las
enfermedades y problemas asociados, que dan lugar a problemas vasculares, cardiacos y metabólicos.
El obeso no debe perder kilos sino masa grasa, con pérdidas pequeñas y duraderas que impliquen
una rentabilidad metabólica. Es necesario consolidar la pérdida de peso a largo plazo, y además, reducir el riesgo de
muerte prematura, de enfermedad cardiaca, metabólica y vascular.
En ciertos casos, los médicos pueden decidir que, además de cambiar la dieta y realizar ejercicio físico, es necesario
completar el tratamiento con fármacos, que deben ser administrados con una dieta moderadamente hipocalórica y
equilibrada.
Otros datos
La obesidad puede ser clasificada como leve (del 20 al 40 por ciento de sobrepeso), moderada (del 41 al 100 por cien
de sobrepeso) o grave (más del cien por cien de sobrepeso). La obesidad es grave en solamente el 0,5 por ciento de las
personas obesas.
Algunos investigadores sugieren que, por término medio, la influencia genética contribuye en un 33 por ciento
aproximadamente al peso del cuerpo, pero esta influencia puede ser mayor o menor dependiendo de la persona.

ANOREXIA
Qué es
La anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el
propio enfermo y lleva a un estado de inanición. La anorexia se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por
una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su
peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante
ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.
Normalmente comienza con la eliminación de los hidratos de carbono, ya que existe la falsa creencia de que
engordan. A continuación rechaza las grasas, las proteínas e incluso los líquidos, llevando a casos de deshidratación
extrema. A estas medidas drásticas se le pueden sumar otras conductas asociadas como la utilización de diuréticos,
laxantes, purgas, vómitos provocados o exceso de ejercicio físico. Las personas afectadas pueden perder desde un 15 a
un 50 por ciento, en los casos más críticos, de su peso corporal. Esta enfermedad suele asociarse con alteraciones
psicológicas graves que provocan cambios de comportamiento, de la conducta emocional y una estigmatización del
cuerpo.
Causas
Su causa es desconocida, pero los factores sociales parecen importantes. Aunque hay muchos factores
socioculturales que pueden desencadenar la anorexia, es probable que una parte de la población tenga una mayor
predisposición física a sufrir este trastorno, independientemente de la presión que pueda ejercer el entorno. Por ello
existen de factores generales que se asocian a un factor desencadenante o cierta vulnerabilidad biológica, que es lo
que precipita el desarrollo de la enfermedad.
 La propia obesidad del enfermo.
 Obesidad materna.
 Muerte o enfermedad de un ser querido.
 Separación de los padres.
 Alejamiento del hogar.
 Fracasos escolares.
 Accidentes.
 Sucesos traumáticos.

Síntomas
Esta patología se caracteriza por una pérdida significativa de peso provocada por el enfermo y por
una percepción errónea del propio cuerpo. En consecuencia, los problemas endocrinos se hacen evidentes en
un espacio de tiempo relativamente corto. Los principales síntomas que determinan la aparición de la enfermedad
son los siguientes:
 Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado para la edad y talla del enfermo.
 Miedo al aumento de peso o a la obesidad incluso cuando el peso se encuentra por debajo de lo recomendable.
 Percepción distorsionada del cuerpo, su peso y proporciones.
 Ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos en las mujeres (amenorrea).
Los anoréxicos pueden experimentar una serie de síntomas muy variados: estreñimiento, amenorrea, dolor
abdominal, vómitos, etcétera.
Pero es la familia la que detecta los síntomas que dan la voz de alarma:
 Preocupación excesiva por la composición calórica de los alimentos y por la preparación de los alimentos.
 Constante sensación de frío.
 Reducción progresiva de los alimentos.
 Obsesión por la imagen, la báscula, los estudios y el deport
 Utilización de trampas para evitar la comida.
 Hiperactividad.
A estos síntomas se le suman otros rasgos típicos como la irritabilidad, la depresión y los trastornos emocionales o de
la personalidad. Asimismo, se manifiesta una alteración de la sensación de saciedad y plenitud antes de las comidas,
náuseas, hinchazón, o incluso ausencia de sensaciones. En esta patología también se observan numerosos trastornos
cognitivos que se centran en los alimentos, el peso corporal y el aspecto físico:
 Abstracciones selectivas.
 Uso selectivo de la información.
 Generalizaciones.
 Supersticiones.
 Se magnifica el lado negativo de cualquier situación.
 Pensamiento dicotómico.
 Ideas autorreferenciales.
 Inferencia arbitraria.
En cuanto a las consecuencias clínicas, los síntomas son los siguientes:
 Las pulsaciones cardiacas se reducen
 Se producen arritmias que pueden derivar en un paro cardiaco.
 Baja la presión arterial.
 Desaparece la menstruación en las mujeres (amenorrea)
 Disminuye la masa ósea y, en los casos muy tempranos, se frena la velocidad de crecimiento.
 Disminución de la motilidad intestinal.
 Anemia
 Aparece un vello fino y largo, llamado lanudo, en la espalda, los antebrazos, los muslos, el cuello y las mejillas.
 Estreñimiento crónico.
 La disminución del gasto energético produce una sensación constante de frío.
 La piel se deshidrata, se seca y se agrieta.
 Coloración amarillenta en las palmas de las manos y las plantas de los pies por la acumulación de carótenos en
las glándulas sebáceas.
 Las uñas se quiebran.
 Pérdida de cabello.
 Problemas con los dientes y edemas periféricos. Hinchazones y dolores abdominales.
Prevención
Al tratarse de un trastorno que suele iniciarse en la adolescencia, la observación por parte de la familia es crucial para
detectar en el menor hábitos que supongan una señal de alerta. Estos son algunos factores de riesgo:
 Malos hábitos de comidas: muchos adolescentes comen solos mientras ven la tele o se comunican con sus
amigos vía whatsapp. La falta de horarios fijos y de supervisión por parte de los padres acerca de lo que comen
incrementan las probabiidad de desarrollar un trastorno de la alimentación.
 Mala comunicación con los padres: conocer las preocupaciones de los hijos, sus gustos y su círculo de
amigos puede ayudar a prevenir este tipo de desorden o a detectarlo en una fase inicial.
Tipos
En la anorexia nerviosa se pueden distinguir dos subtipos:
 Subtipo restrictivo: la reducción de peso se consigue mediante dietas o ejercicio físico intenso y el enfermo
no recurre a sobreingestas, atracones o purgas.
 Subtipo bulímico: El enfermo recurre a las purgas aunque haya ingerido una pequeña cantidad de alimento.
Diagnóstico
La anorexia nerviosa se diagnostica, generalmente, basándose en una intensa pérdida de peso y los síntomas
psicológicos característicos. La anoréxica típicaes una adolescente que ha perdido al menos un 15 por ciento de su
peso corporal, teme la obesidad, ha dejado de menstruar, niega estar enferma y parece sana.
Tratamientos
Los objetivos globales del tratamiento son la corrección de la malnutrición y los trastornos psíquicos del
paciente. En primer lugar se intenta conseguir un rápido aumento de peso y la recuperación de los hábitos
alimenticios, ya que pueden implicar un mayor riesgo de muerte. Pero una recuperación total del peso corporal no es
sinónimo de curación. La anorexia es una enfermedad psiquiátrica y debe tratarse como tal. El tratamiento debe
basarse en tres aspectos:
 Detección precoz de la enfermedad: conocimiento de los síntomas por parte de los médicos de atención
primaria y de los protocolos que fijan los criterios que el médico debe observar.
 Coordinación entre los servicios sanitarios implicados: psiquiatría, endocrinología y pediatría.
 Seguimiento ambulatorio una vez que el paciente ha sido dado de alta, con visitas regulares. Las
hospitalizaciones suelen ser prolongadas, lo que supone una desconexión del entorno que puede perjudicar el
desarrollo normal del adolescente. Por ello son aconsejables, siempre que se pueda, los tratamientos
ambulatorios.
El ingreso en un centro médico es necesario cuando:
 La desnutrición es muy grave y hay alteraciones en los signos vitales.
 Cuando las relaciones familiares son insostenibles y es mejor aislar al paciente.
 Cuando se agravan los desórdenes psíquicos.
El tratamiento ambulatorio es eficaz cuando:
 Se detecta de manera precoz.
 No hay episodios de bulimia ni vómitos y existe un compromiso familiar de cooperación.
De esta manera se inicia el tratamiento con la realimentación, que en ocasiones puede provocar molestias digestivas,
ya que el cuerpo no está acostumbrado a ingerir alimentos. Con el tiempo se restablece la situación biológica y vuelve
la menstruación. Después comienza el tratamiento psicológico, que intenta reestructurar las ideas racionales,
eliminar la percepción errónea del cuerpo, mejorar la autoestima, y desarrollar las habilidades sociales y
comunicativas entre el enfermo y su entorno. La familia debe tomar parte de manera activa en el tratamiento porque
en ocasiones el factor desencadenante de la enfermedad se encuentra en su seno y, además, la recuperación se
prolonga inevitablemente en el hogar.

LA BULIMIA
nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que consiste en una falta de control sobre la comida, con una
ingesta de grandes cantidades de alimentos en un corto periodo de tiempo (atracones), acompañada por conductas
compensatorias como consumo excesivo de laxantes o vómitos autoinducidos, lo que la diferencia de otros trastornos
de la conducta alimentaria como la anorexia nerviosa. El enfermo mantiene estas conductas en secreto, por lo que a
veces es difícil que las personas de su entorno detecten el problema.
La bulimia, junto con la anorexia nerviosa, constituyen los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) de más rápido
crecimiento en la población joven, caracterizados por un conjunto de comportamientos dirigidos a conseguir o
mantener lo que el paciente considera como peso aceptable, siguiendo unas dietas totalmente irracionales y con
un angustioso miedo a engordar.
La bulimia no necesariamente conlleva una alteración del peso y genera un sentimiento de culpa y vergüenza.
Se presenta en el 90% de los casos en mujeres; también pueden sufrirla hombres, aunque su proporción es cerca de
diez veces menor, con cifras ascendentes en estas últimas décadas. Es frecuente en adolescentes y en el inicio de la
edad adulta, aunque algunos casos pueden aparecer en la infancia y en mujeres mayores de 40 años. Su prevalencia se
estima en torno a 1-3% de la población, aunque con cifras probablemente no del todo reales pues se suele mantener
oculto, con una clara evolución a la cronicidad. Algunos grupos sociales como modelos, deportistas o bailarinas, tienen
mayor prevalencia de este problema.

Aunque no se ha conseguido encontrar una causa orgánica que origine este trastorno de la conducta alimentaria
(TCA), se cree que existen varios factores que pueden desencadenar la bulimia nerviosa. Por un lado, numerosos
estudios científicos localizan genéticamente el trastorno en el cromosoma 10 de las personas afectadas, con una
alteración en los niveles o en la actividad de sustancias neurotransmisoras en ellas (serotonina, noradrenalina,
dopamina). Por otro, suele haber una susceptibilidad en estos enfermos demostrada seguramente a través de otros
casos familiares o circunstancias determinadas en su ambiente personal.
Una baja autoestima puede conducir a una excesiva preocupación por el aspecto físico, lo que lleva a realizar dietas
restrictivas, que no siempre producen los resultados deseados, alternadas con episodios de consumo incontrolado de
comida, que provocan un desequilibrio metabólico. El paciente tiene sentimientos de culpabilidad a consecuencia del
atracón, y su preocupación por engordar genera otras conductas como el vómito autoinducido y el abuso de laxantes.
El enfermo puede sentirse también presionado por los patrones de belleza considerados lideales por la sociedad, y por
la necesidad de ser delgado y atractivo para sentirse aceptado. Experiencias de rechazo social o un fracaso sentimental
pueden hacerle creer que perder peso es un requisito indispensable para tener éxito.
Otra causa, presente también en el trastorno de anorexia, es una falsa percepción de la imagen corporal: el enfermo se
ve gordo aunque su peso sea normal para su edad y constitución.
Síntomas de la persona con bulimia
 La persona con bulimina tiene una preocupación continua por la comida, y siente deseos incontrolables de
comer, especialmente alimentos con alto valor calórico (hidratos de carbono, dulces...). Consume grandes
cantidades de comida en cortos periodos de tiempo (cada dos horas o incluso menos).
 Para contrarrestar el aumento de peso, el paciente puede provocarse vómitos, abusar de laxantes (forma
purgativa), consumir fármacos que reducen el apetito o diuréticos. Otras veces recurre al ejercicio físico para
compensarlo (formas no purgativas). Hay, pues, que sospechar, cuando una persona se encierra en el baño
nada más terminar de comer.
 Es característico de este trastorno que el paciente padece un sentimiento de culpa, vergüenza o autoreproche
por esta conducta.
 De la misma forma, otros síntomas de bulimia pueden ser ayunar durante largos periodos de tiempo, seguir
dietas muy restrictivas y realizar ejercicio intenso.
 El sujeto manifiesta un fuerte miedo a engordar, fijándose como meta un peso inferior a su peso óptimo.
 La bulimia generalmente se presenta en pacientes con antecedentes previos de anorexia nerviosa, y con un
intervalo entre ambos trastornos de varios meses o años.
 Los pacientes con bulimia manifiestan apatía, fatiga, irritabilidad y cambios en el ritmo del sueño, lo que
genera una pérdida del rendimiento laboral o escolar, y el abandono del cuidado personal.
 Otros síntomas que se pueden apreciar en un reconocimiento médico son: una ligera distensión abdominal con
presencia de estreñimiento, hipertrofia de las glándulas parótidas, pérdida del esmalte dental, lesiones en la
garganta, desequilibrio de electrolitos, edemas en extremidades y abrasiones en el dorso de las manos; todo
esto debido a la inducción al vómito. El uso de laxantes y diuréticos también produce desequilibrio de los
fluidos y electrolitos.
 En los bulímicos se presentan, además, alteraciones endocrinas; en las mujeres es frecuente la aparición de
irregularidades en el ciclo menstrual o amenorrea.
Es necesario emplear un tratamiento multidisciplinario para abarcar todas las complicaciones físicas y psicológicas
que presentan los pacientes de bulimia. El objetivo del tratamiento es que la persona mejore su autoestima y se acepte
a sí misma, para restaurar su equilibrio emocional y que sea capaz de adoptar un estilo de vida saludable.
Durante las últimas décadas se han desarrollado un gran número de estrategias terapéuticas para este tipo de
trastorno. Las terapias más aplicadas son la psicoterapia individual, en grupo, o familiar, los grupos de autoayuda, y el
tratamiento farmacológico.
El método que se utiliza con mayor frecuencia en el tratamiento de esta enfermedad es la combinación de fármacos
antidepresivos con la terapia cognitivo-conductual (TCC).
Los antidepresivos inhibidores de la serotonina (fluoxetina) son eficaces para reducir la frecuencia de los episodios en
los que el paciente come desenfrenadamente durante cortos periodos de tiempo, y los vómitos autoinducidos,
influyendo en la mejoría de la ansiedad, la depresión y el deterioro global, aunque no ayuda a solucionar el problema
de fondo acerca de la sobrevaloración del peso y la figura corporal. Por tal razón, se suelen presentar recaídas a largo
plazo.
La terapia cognitivo conductual, por su parte, es el método más efectivo y el que mejores resultados ha conseguido en
el tratamiento de la bulimia. La terapia cognitivo-conductual, además de mejorar los síntomas, también modifica la
tendencia a realizar dietas extremas e influye en las actitudes hacia el peso y la figura, así como otros síntomas
psicopatológicos como la depresión, la baja autoestima, el deterioro de las relaciones sociales del paciente, etcétera);
de esta forma, los resultados se mantienen a largo plazo.
Finalmente, aunque con menor calado que las personas con anorexia, se necesita una restauración del equilibrio
metabólico y, por tanto, de una rehabilitación dietética para evitar y recomponer aquellos desajustes nutricionales
ocasionados por esta situación.
Hablamos de un peligroso trastorno de la conducta alimentaria, que tanto jóvenes como adultos deberían evitar. Estos
consejos deberían ser tomados en cuenta por todo aquel que quiera prevenir la bulimia:
 Descubre qué te gusta de tu cuerpo, recuérdalo, y potencia ese atractivo con la ropa que mejor se adapte a tu
físico. También puedes disimular los aspectos negativos. Es normal que ciertas partes del cuerpo no te
agraden, y querer mejorar o esconder esos defectos no es malo, siempre que no se convierta en una obsesión.
 No te compares con los demás. El físico es, sobre todo, cuestión de genes, y aunque se puede mejorar
practicando deporte y con una dieta equilibrada, la estructura ósea y la estatura no se pueden modificar.
Aprende a sentirte cómodo con tu físico porque esa seguridad se transmite y resultarás más atractivo.
 Conoce y valora tus cualidades, y muéstralas cuando conozcas gente nueva. Cuando alguien es simpático,
ingenioso, amable, dice cosas interesantes y sabe escuchar, el físico queda en un segundo plano.
 No critiques la apariencia de los demás. Valóralos por sus cualidades y su carácter, al margen de su belleza.
 Si te sientes mal con tu cuerpo, no comiences una dieta por tu cuenta sin consultar primero con un
profesional. No te aísles, habla con tu familia y amigos. Siempre hay alternativas para mejorar sin necesidad de
caer en hábitos perjudiciales para tu salud, que son un problema grave y no una solución.
Existe o debe existir un compromiso de toda la sociedad, medios de comunicación, educadores, etcétera de reflejar los
hábitos saludables de vida no mediante la pérdida de peso o cuerpos delgados, sino sanos. Fomentar el ejercicio
regular y adaptado a cada persona, el consumo de dieta variada y equilibrada, evitando el consumo de alcohol y
tabaco, como pilares de una vida saludable.
La vigilancia familiar y escolar de situaciones de riesgo en etapas como la adolescencia es de vital importancia para
detectar precozmente cualquier inicio de estas conductas.
MAHATMA GANDHI
Mohandas Karamchand Gandhi, también conocido como Mahatma Gandhi, fue un pensador, abogado y
político hinduista, NACIDO EL 2 DE OCTUBRE DE 1869 EN PORBANDAR, INDIA. (Mohandas Karamchand Gandhi;
Porbandar, 1869 - Delhi, 1948) Pensador y líder del nacionalismo indio. Principal artífice de la independencia de su
país (1947), fue la figura más relevante de la escena política y social de la India durante la primera mitad del siglo XX y
una de las personalidades más influyentes de la historia contemporánea.

Gandhi
Gandhi pasó la infancia en un ambiente familiar ordenado y recogido que dejó en él una huella indeleble.
KARAMCHAND GANDHI SU PADRE ERA FUNCIONARIO ESTATAL DE GRADO ELEVADO y su madre conservaba
una fe religiosa apasionada y operante que se remontaba a las antiguas y sagradas tradiciones brahmánicas e hindúes.
Después de haber seguido en su patria un curso regular de estudios y cuando tenía cerca de veinte años, mantuvo
durante tres años un primer contacto directo con la cultura occidental, viviendo en Londres, donde esperaba
perfeccionarse en los estudios jurídicos.

En su juventud, Gandhi fue un estudiante mediocre en Porbandar. Posteriormente en Rajkot, en 1887, logró pasar a
duras penas el examen de admisión de la Universidad de Mumbai, matriculándose en la Escuela de Samaldas,
en Bhavnagar. No estuvo mucho tiempo allí, porque aprovechó la oportunidad que se le presentó de estudiar en
Inglaterra, país al que consideraba como «cuna de filósofos y poetas, el centro de la civilización». Estudió Derecho en
la University College de Londres. Regresó a la India después de lograr su licenciatura para ejercer la abogacía en la
India.

En 1893 Gandhi navegó hacia Sudáfrica a trabajar. Gandhi siempre contaba que la experiencia más decisiva de su vida,
la que lo llevó a ser un líder político de primera magnitud y un defensor tenaz de la igualdad y la fraternidad humanas,
fue mientras viajaba en un tren de Durban a Pretoria, en Sudáfrica. En la mitad del recorrido, un hombre blanco entró
en su posada y le ordenó que se fuera al vagón de equipajes, que ese era el lugar reservado para los “Negros”. Gandhi,
quien tenía billete de primera, se negó. El hombre llamó a la policía y Gandhi fue expulsado del tren en plena noche.
Desde entonces Mahatma Gandhi decidió luchar contra cualquier forma de colonialismo y racismo con las armas de
la no violencia.
1.3. Años en Sudáfrica
Fundó un congreso natal, Allí, en Sudáfrica, Gandhi comprobó en primera persona el fuerte rechazo y odio hacia
los hindúes, lo que le motivó en 1894 a crear un partido político indio que defendiera sus derechos. Tras 22 años de
protestas no violentas en Sudáfrica, Gandhi ganó el poder y el respeto suficiente como para negociar con el general
sudafricano Jan Christian Smuts una solución para el conflicto indio.
El regreso de Mahatma Gandhi a la India en el año 1915 concuerda con el estallido de la primera Guerra Mundial. Ya
era considerado uno de los más grandes defensores de los hindúes. Fue entonces cuando Europa experimentaba la
cúspide de la violencia política de Hitler y Mussolini, cuando Gandhi sembró en sus campañas de desobediencia civil
uno de los mayores éxitos políticos del siglo XX: la independencia pacífica de la India. Recurre una vez más a su fina
psicología, a su amplio conocimiento de la mentalidad británica: en nombre del Fair Play renuncia a combatir contra
los ingleses mientras dure la guerra. A la vez que anuncia su intención de no combatir contra Inglaterra, crea en la
ciudad de Ahmedabad una granja, una institución aparentemente casi monástica donde congrega a sus discípulos. Allá
donde surgen esas pacíficas comunidades de místicos vegetarianos, aparece más tarde bajo la dirección de Gandhi,
una gigantesca revolución. Desde la guerra de Secesión americana, Inglaterra queda sin algodón e India se convierte
en el primer exportador de este producto. La India exporta el algodón en bruto y Gran Bretaña lo convierte en tejidos
dando así trabajo a la población obrera inglesa. Cuando un indio compra vestidos occidentales, está pagando el precio
de oro el algodón que él mismo cultiva. Por eso Gandhi lucha contra la industria textil británica; por eso pide la vuelta
del hilado artesano, por eso prohíbe el uso de vestidos occidentales. Por eso crea la granja en Ahmedabad, ese
monacato que es el polvorín de una gran revolución.

La marcha de la sal, también conocida como the Dandi March y Salt Satyagraha, fue una manifestación dirigida
por Mahatma Gandhi y llevada a cabo entre el 12 de marzo y el 6 de abril de 1930. Esta marcha se convirtió en uno de
los más importantes acontecimientos que condujeron a la independencia de la India del Imperio británico.
Método de lucha
El amor fue el arma política de Gandhi. Sus repetidos y dolorosos ayunos (realizó dieciséis, el último de ellos pocos
días antes de su fin en un intento de conseguir la paz religiosa de toda la India) eran la prueba de una completa
entrega a su causa y consiguieron la devoción de las masas; su palabra apasionada las entusiasmaba, sus plegarias y
sus invocaciones al dios Raro, recitadas en público, conmovían y arrebataban al auditorio.

1.5. Muerte
Unos meses más tarde, el 30 de enero de 1948, Gandhi fue asesinado por Nathuram Godse, un fanático ultra-
derechista hindú relacionado con el gobierno, que encontró en Gandhi un obstáculo para levantar su proyecto del
alzamiento del hinduismo en perjuicio del resto de creencias y religiones. De esta manera, por defender su ideología
de una sociedad igualitaria, Gandhi moriría asesinado a la edad de 78 años.

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