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TEMA 1. RAÍCES HISTÓRICAS DE LA ESPAÑA CONTEMPORÁNEA: DE LA ANTIGÜEDAD A LA EDAD MODERNA.

1.- EL PROCESO DE ROMANIZACIÓN Y CRISTIANIZACIÓN EN LA HISPANIA ROMANA.


□ La romanización es el proceso de adaptación de los pueblos de la Península Ibérica a las estructuras
económicas, sociales, políticas y culturales de la civilización romana, que se manifestó en la penetración de
rasgos romanos que se sobreimpusieron a los indígenas. La presencia romana en la Península se inició con
el desembarco de Escipión en Ampurias (218 a. C.), en el contexto de la II Guerra Púnica que enfrentaba a
Roma y Cartago. Tras su triunfo sobre los cartagineses, los romanos consiguieron ocupar las costas
mediterráneas del este y el sur peninsular, iniciando así la conquista de Hispania, proceso que se prolongó
por espacio de dos siglos (218 a. C. – 19 a. C.). La segunda etapa de la conquista se caracterizó por las
guerras contra los pueblos de la Meseta (guerras lusitanas y guerras celtibéricas) que terminaron con la
muerte del lusitano Viriato y la caída de Numancia, capital de los celtíberos, lo que supuso el sometimiento
a Roma de los pueblos del interior peninsular. A finales del siglo I a. C. el emperador Augusto sometió a
cántabros y astures, incorporando a Roma las tierras del norte y finalizando la conquista de la Península.
□ La administración romana de los territorios hispanos fue evolucionando a lo largo del tiempo. Hacia el 197
a. C., el territorio hispánico controlado por Roma se dividió en dos provincias: Hispania Citerior (valle del
Ebro y litoral levantino) e Hispania Ulterior (sur peninsular). En el 27 a. C., Augusto reestructuró
territorialmente Hispania, con la creación de tres provincias: la Bética, de carácter senatorial, la Lusitania y
la Tarraconense, ambas sometidas directamente al poder imperial. En el siglo III d. C., Diocleciano dividió la
Tarraconensis en Tarraconensis, Carthaginensis y Gallaecia y convirtió a Hispania en una diócesis, incluida
en la prefectura de las Galias. En el siglo IV d. C. se creó la provincia Baleárica, estableciéndose la división
definitiva de la Hispania romana.
□ Junto a los aspectos administrativos, la romanización engloba todos los factores económicos, políticos y
culturales propios de la civilización romana: legislación, uso del latín, desarrollo de la vida urbana, obras
públicas y costumbres romanas.
□ Un elemento fundamental de la romanización fue el religioso. Los romanos impusieron el culto al
emperador. La religión romana se extendió por Hispania, mientras que soldados, funcionarios y
comerciantes introdujeron otros cultos de origen oriental, entre ellos el cristianismo. La difusión del
cristianismo en Hispania está rodeada de tardías leyendas y tradiciones no demostradas históricamente,
como la improbable venida del apóstol Santiago o la discutible llegada de San Pablo a las costas de la
Tarraconense.
□ Desde el punto de vista económico, Hispania pasó a formar parte del Imperio romano como una colonia
que exportaba materias primas (metales preciosos, aceites, esclavos...) e importaba productos
manufacturados de Italia y de las provincias orientales del Imperio.
□ El proceso de romanización se desarrolló a partir de la ciudad romana, con la fundación de colonias y la
promoción de antiguos núcleos al estatuto municipal. A partir del Imperio, la romanización se aceleró desde
que Vespasiano dio entrada en la organización política imperial a numerosas familias de las provincias del
Imperio y Caracalla concedió la ciudadanía romana a todos los hombres libres.
□ La romanización fue importante y rápida en la zona costera mediterránea y en el valle del Guadalquivir,
entre las tribus iberas que habían logrado un mayor grado de civilización; sin embargo, apenas alcanzó a los
pueblos del área cantábrica.
□ En cuanto a la evolución de las primitivas comunidades cristianas, la persecución de Decio les obligó a
elegir entre la apostasía o el martirio, optando muchos por el martirio y la de Valeriano provocó la
ejecución del obispo de Tarraco, san Fructuoso. Diocleciano protagonizó la persecución más duradera,
extensa y cruel, con un elevadísimo número de mártires. Sin embargo, el número de los cristianos, lejos de
disminuir, no cesaba de crecer. Hacia el 305 d. C. se celebró en la ciudad granadina de Iliberis (Elvira) el
primer concilio de los cristianos hispanorromanos. El Edicto de Milán (313 d. C.) puso fin a las persecuciones
y concedió a los cristianos el derecho de practicar su culto, lo que contribuyó a la expansión y consolidación
del cristianismo en la Península.

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TEMA 1. RAÍCES HISTÓRICAS DE LA ESPAÑA CONTEMPORÁNEA: DE LA ANTIGÜEDAD A LA EDAD MODERNA.

2.- AL-ANDALUS. EL REINO TAIFA DE TOLEDO.


□ La invasión musulmana de la Península Ibérica se inició en el contexto de la crisis política del reino visigodo
de Toledo. La llegada al trono de Don Rodrigo fue contestada por los hijos del anterior monarca, Witiza,
quienes pidieron ayuda a los beréberes del Norte de África, ya islamizados, para derrocarle, y en el año 711,
Tariq, lugarteniente de Musa, gobernador de Kairuán, desembarcó en Gibraltar. Rodrigo, que en ese
momento se encontraba combatiendo a los vascones, se dirigió rápidamente a Córdoba, pero fue derrotado
y muerto a orillas del río Guadalete. Esto supuso el fin del reino visigodo y el comienzo de la invasión
musulmana de la Península Ibérica.
□ La conquista se prolongó entre el 711 y el 718. Tras la conquista musulmana, la Península Ibérica se
convirtió en una provincia (Al-Andalus) del imperio islámico, gobernada por valíes dependientes del califa
de Damasco (Emirato Dependiente de Damasco).
□ La caída de la dinastía de los Omeya en Damasco y su sustitución por la dinastía de los Abasíes tuvo
repercusiones en Al-Andalus, ya que un miembro de la dinastía derrocada, Abderramán, huyó a Al-Andalus,
se adueñó del poder y proclamó un emirato independiente (756), que sólo acataba la autoridad religiosa del
califa de Bagdad. Abderramán I fundó el Emirato de Córdoba, consolidando el nuevo Estado andalusí
mediante el aumento de la recaudación de impuestos, la formación de un sólido núcleo de fieles que
ocuparon los cargos públicos y la organización de un ejército integrado por mercenarios beréberes y
eslavos.
□ Ante la crisis del Emirato, Abderramán III tomó los títulos de califa (“sucesor del Profeta”) y de “príncipe de
los creyentes”, con lo que asumía no sólo el poder político, jurídico y militar, sino también el religioso,
iniciándose el Califato de Córdoba (929-1031). Abderramán III acabó con las rebeliones internas que
debilitaban Al-Andalus, frenó el avance cristiano por la meseta norte y transformó a reyes y condes
cristianos en vasallos suyos, obligándoles al pago de tributos. El Califato de Córdoba representó el período
de máximo apogeo económico, político y cultural de Al-Andalus, reflejado en la construcción de la ciudad-
palacio de Medina Azahara y en las sucesivas ampliaciones de la mezquita de Córdoba. Durante el reinado
de Hisham II, el poder efectivo fue ocupado por Abu Amir (Almanzor), constructor de una auténtica
dictadura personal, basada en sus éxitos militares. Tras la dictadura militar de Almanzor, se inició la crisis
del Califato que culminó con su desaparición en 1031 y la fragmentación política de Al-Andalus en los
llamados reinos de Taifas.
□ Uno de estos reinos de taifa fue el de Toledo, creado por el visir toledano de origen bereber al-Zafir en el
1031 y que se convirtió en el más extenso de los reinos andalusíes, ya que incluía casi toda la meseta sur y
los valles medios del Tajo y el Guadiana. Su sucesor al-Mamún se ganó el apoyo castellano por el pago de
las parias y afianzó su poder haciéndose con el valle del Henares y las tierras alcarreñas, contuvo a las
tropas del reino taifa de Badajoz en Talavera y desde tierras de Cuenca se anexionó el reino taifa de
Valencia.
□ La fragmentación política de Al-Andalus posibilitó el avance de los reinos cristianos del norte y la sumisión
de los reinos de Taifas. La conquista de Toledo por Alfonso VI (1085) y el hundimiento de la línea defensiva
del Tajo obligó a las taifas a pedir la ayuda de los almorávides, procedentes del norte de África, quienes
unificaron Al-Andalus y lograron contener el avance de los cristianos hacia el sur (batalla de Sagrajas, 1086).
□ Pero a mediados del siglo XII el poder almorávide se desmoronó, surgiendo los segundos reinos de taifas.
Hacia el 1147, tuvo lugar la invasión almohade, nuevo imperio islámico norteafricano, quienes no sólo
unificaron nuevamente Al-Andalus, sino que hicieron frente a los cristianos, a los que derrotaron en la
batalla de Alarcos (1195). La reacción cristiana se materializó en la victoria de las Navas de Tolosa (1212),
que supuso una nueva división de los dominios musulmanes en los llamados terceros reinos de Taifas, entre
ellos el reino nazarí de Granada, cuya existencia se prolongó hasta 1492, cuando fue conquistado por los
Reyes Católicos.

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3.- RECONQUISTA Y REPOBLACIÓN.


□ Conocemos con el término de Reconquista al proceso de expansión territorial de los núcleos cristianos de la
Península Ibérica a costa de los territorios peninsulares dominados por el poder islámico (Al-Andalus), entre
comienzos del siglo VIII (batalla de Covadonga) y finales del siglo XV (conquista del reino nazarí de Granada).
Paralelamente al avance militar tuvo lugar el fenómeno de la Repoblación, consistente en la ocupación de
aquellas tierras que se habían mantenido deshabitadas tras la conquista musulmana o que los reyes
cristianos habían conquistado a Al-Andalus.
□ En una primera etapa, que abarca desde el nacimiento de los núcleos de resistencia y su articulación
política (primera mitad del siglo VIII) a la descomposición del califato de Córdoba (1031), se incorporaron al
dominio cristiano las llanuras semiabandonadas del norte del Duero y la Plana de Vic, junto a algunas
ciudades del noreste (Gerona, Barcelona). Para que estas tierras se repoblasen, el rey, o el conde,
concedían a los campesinos la propiedad de un territorio sin dueño con la obligación de roturarlo y
cultivarlo. Estos repobladores procedían de las tierras altas de la cordillera cantábrica o de los Pirineos y
entre ellos también había numerosos mozárabes que huían de Al-Andalus. El resultado de este tipo de
repoblación, llamado presura (aprisio en Cataluña), fue la existencia de comunidades de campesinos libres
que eran propietarios de pequeñas parcelas de tierra (alodios). La primera repoblación masiva se realizó en
las regiones despobladas del valle del Duero a mediados del siglo IX y fue estimulada por los reyes
asturleoneses.
□ La ruptura de la unidad de Al-Andalus y el surgimiento de los reinos de taifas marca el comienzo de la
verdadera ofensiva cristiana que tiene su primer gran hito en la conquista de Toledo por Alfonso VI (1085) y
la consiguiente ocupación del valle del Tajo. Paralelamente, los reyes de Aragón se acercaban al Prepirineo
(Huesca) y los condes de Barcelona llegaban a Tarragona. La invasión almorávide paralizó la expansión
cristiana, pese a que Alfonso I de Aragón conquistó Zaragoza y el valle medio del Ebro en las primeras
décadas del siglo XII.
□ La quiebra del poder almorávide (mediados del siglo XII) posibilitó una nueva ofensiva de los cristianos:
Ramón Berenguer IV completó el dominio del valle del Ebro (conquistas de Tortosa y Lérida), Alfonso II
conquistó Teruel y Alfonso VIII de Castilla ocupó Cuenca (1177).
□ La invasión de los almohades provocó un nuevo freno al avance de la reconquista, pero tras su derrota en la
batalla de las Navas de Tolosa (1212), se inició la fase más espectacular de la reconquista cristiana: Alfonso
IX de León se expandió por la actual Extremadura, Jaime I de Aragón incorporó a sus dominios las islas
Baleares y el reino de Valencia (1238) y Fernando III de Castilla conquistó la Andalucía Bética (Córdoba,
Jaén, Sevilla) e incorporó el reino de Murcia.
□ Posteriormente, Alfonso X completó el control del territorio bético con la conquista de Cádiz y afianzó el
dominio castellano sobre el reino de Murcia. En el siglo XIV, Alfonso XI derrotó a los benimerines en la
batalla del Salado y conquistó Algeciras, lo que proporcionó a la Corona de Castilla el control del Estrecho
de Gibraltar. Sólo quedaba en poder musulmán el reino nazarí de Granada que subsistió hasta la época de
los Reyes Católicos, quienes pusieron fin a este largo proceso en 1492.
□ A partir del siglo XI, las nuevas tierras, con el Tajo como frontera, experimentaron una repoblación
compleja. Por una parte, los reyes favorecieron la repoblación concejil por medio de fueros y privilegios,
otorgados a ciudades y villas que quedaban excluidas de la jurisdicción señorial. El objetivo era atraer
colonos a las nuevas tierras conquistadas, lo que explica las ventajas que se otorgaron a los que decidieron
acudir a esos territorios. Durante el siglo XIII, coincidiendo con los grandes avances de los reinos cristianos,
se generalizó el sistema de los repartimientos. Los nobles y las Órdenes militares, consiguieron, mediante
este sistema, que consistía en concesiones de tierras que la monarquía realizaba entre los que habían
intervenido en la conquista, grandes territorios e impulsaron una colonización en que la escasez de
población favoreció su carácter latifundista y su explotación ganadera.

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4.- LA CONSTRUCCIÓN DE LA MONARQUÍA AUTORITARIA DE LOS REYES CATÓLICOS.


□ En 1469 habían contraído matrimonio el príncipe Fernando de Aragón, heredero del rey Juan II, y la
princesa Isabel de Castilla, hermana del rey Enrique IV. A la muerte de Enrique IV, Isabel se proclamó reina
de Castilla (1474), pero una parte de la alta nobleza, apoyada por Portugal, reconoció a Juana, hija del
difunto monarca, como heredera de la corona, lo que provocó una guerra civil. Después de la decisiva
batalla de Toro (1476) y la firma con Alfonso V de Portugal del Tratado de Alcaçovas, Isabel fue finalmente
reconocida como reina en 1479. Por su parte, Fernando se convirtió en rey de Aragón el mismo año, a la
muerte de su padre.
□ Mientras que la Corona de Castilla tenía una estructura política claramente unitaria, los territorios que
integraban la Corona de Aragón (Aragón, Cataluña, Valencia, Mallorca, Cerdeña y Sicilia) constituían
diferentes Estados con sus propias leyes y órganos de gobierno. A lo largo de su reinado, los Reyes Católicos
aceptaron esta pluralidad de Estados y no dejaron de reconocerla en todos sus documentos. La unión de las
dos coronas, Castilla y Aragón, fue personal (unión dinástica) y nunca se constituyó una unidad política y
administrativa común a ambas.
□ Isabel y Fernando coincidían en la necesidad de completar la unificación territorial de los reinos hispánicos
como base indispensable para consolidar y estructurar un Estado fuerte y poderoso. Así, Castilla se
anexionó el reino nazarí de Granada en 1492, completando la Reconquista. Asimismo, Fernando de Aragón,
siendo regente de Castilla tras la muerte de Isabel, incorporó Navarra en 1512.
□ Los Reyes Católicos pretendieron la creación de una monarquía autoritaria, que se impusiese sobre las
fuerzas que en la Edad Media habían disminuido el poder de la Corona (fundamentalmente, la nobleza) y
que dotase a la Monarquía de unas instituciones eficaces para afirmar la autoridad real y que permitiesen
aumentar su control sobre el Estado.
□ Una figura importante en el progresivo aumento del poder real en Castilla fueron los corregidores,
encargados de trasladar a las autoridades locales las órdenes de la Corte, al tiempo que ejercían funciones
judiciales, recaudaban tributos y detentaban la comandancia militar del territorio bajo su jurisdicción
(corregimiento). En cada uno de los territorios de la Corona de Aragón se instituyó el cargo de virrey, como
representante del monarca que, en su nombre, ejercía la plenitud de los atributos reales.
□ Se incrementó el papel del Consejo Real de Castilla, como instrumento para fortalecer la acción política
de los reyes, ampliando sus atribuciones al dotarlo de capacidad de decisión sobre algunos temas
judiciales y administrativos. La progresiva burocratización de la monarquía llevó a la creación de otros
Consejos, cada uno de ellos con funciones específicas: Consejo de Aragón, Consejo de la Inquisición,
Consejo de las Órdenes Militares... Tanto el Consejo Real como los restantes Consejos poco a poco
fueron asumiendo funciones legislativas, mientras las diferentes Cortes iban perdiendo su función y
cada vez se reunían menos.
□ En 1480 avanzó la racionalización de la administración de justicia mediante la reorganización de las
Audiencias y la creación de la Cancillería, mientras que en Aragón continuó actuando el Justicia Mayor,
como mediador en los conflictos entre el rey y sus súbditos.
□ La reforma de la Hacienda se inició con su reorganización mediante la creación, en 1476 de dos organismos:
la Contaduría Mayor de Hacienda, dedicada a la recaudación de los impuestos y la Contaduría General de
Cuentas y Resultas, encargada del control de ingresos y gastos. También se creó la Santa Hermandad, una
fuerza militar al servicio de la Corona, que actuaba en todo el reino y ejercía funciones de vigilancia y de
tribunal de justicia.
□ Un objetivo prioritario de la nueva monarquía fue la uniformización religiosa, para lograr la unidad de sus
súbditos en torno a la fe católica. Para lograr este objetivo se adoptaron una serie de medidas:
reforzamiento del Tribunal de la Santa Inquisición, convirtiéndolo en una institución financiada y dirigida
por la monarquía, orientada a perseguir la herejía y a la masa de judíos conversos a los que se acusaba de
mantener sus antiguas prácticas religiosas; la expulsión de los judíos que no aceptaron convertirse al
catolicismo (1492); y la imposición de los bautismos obligatorios a los mudéjares.

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