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Realizado por: Vanessa Carolina Sangronis Valbuena.

U.E.P Santa Luisa de Marillac.

2do. Grado Sección: B.

Tema: Efemérides de Venezuela. Mes Enero.

6 de Enero: Día de Reyes

Luego de la Navidad, la fecha más importante a celebrar es el Día de Reyes, en

el que los Reyes Magos que llegan del lejano Oriente visitan al Niño Jesús en su

lugar de nacimiento.

La celebración se realiza todos los 6 de enero, y es un día de alegrías y de

compartir entre familiares y amigos. A lo largo y ancho de nuestra querida

Venezuela, se ha mantenido la costumbre o tradición de conmemorar el día de

Los Reyes Magos, una festividad que trasciende de generación en generación.

Es un día muy especial para todos los niños que esperan ansiosos la llegada de

estos tres personajes para recibir sus presentes.

6 de Enero: Día Nacional del Deporte

El 6 de enero es la fecha en la cual conmemoramos el “Día del Deporte”, no

obstante, es importante destacar, que los orígenes de esta actividad se remontan

a la época de la colonia, justamente en la segunda mitad del siglo XVI, cuando

comienza el proceso de introducción del ganado en el país. Es en estos

momentos, nace entonces el coleo (por muchos llamado el deporte nacional), y

que forma parte de la categoría de “deporte ecuestre”, pues consiste en vencer

a un toro, tumbándolo, por la cola, desde la monta de un caballo. Este deporte

surgió de las reconocidas “faenas” llaneras – agropecuarias. Junto con el coleo


surgieron algunos juegos tradicionales; que hoy son consideradas en muchos

casos, disciplinas, como por ejemplo, las bolas criollas.

Esta ceremonia nació el 6 de enero de 1945 en la iglesia de la parroquia La

Pastora de Caracas, donde para la fecha el párroco Francisco Castillo Toro

convocó a los deportistas a un funeral en memoria a los jugadores de béisbol:

Salvador Argüelles y José Pérez Colmenares, conocido como “El Terrible” y

quién conformaba el equipo venezolano que ese año buscaría el título en el

campeonato mundial de béisbol, que se efectuaría en el estadio de San Agustín

en Caracas.

10 de Enero de 1860: Muerte de Ezequiel Zamora}

Militar, dirigente popular y primer caudillo social del siglo XIX; líder del Partido

Liberal, al lado de Juan Crisóstomo Falcón y Jefe del Movimiento Federalista.

Ezequiel Zamora nació en la población de Cúa, estado Miranda, el 1º de febrero

de 1817. De él dice Gil Fortoul que «tuvo todas las cualidades buenas o malas

del héroe popular: bravura, fanatismo partidario, constancia indomable, odio

sincero o, como él mismo de decía, horror a la oligarquía».

Perteneció a una clase social conocida con el nombre de «blancos de orilla». Al

trasladarse a Caracas continúa la escuela primaria al estilo de Lancaster.

El 7 de septiembre de 1846 Zamora se alza en Guambra, utilizando las

consignas: Tierra y hombres libres, Respeto al Campesino y Desaparición de los

Godos, ganando la devoción popular y el nombre de «General del Pueblo

Soberano».

El 20 de febrero de 1859 estalla en Coro la Guerra Federal con Juan Crisóstomo

Falcón a la cabeza como supremo caudillo del movimiento. Zamora se une a


Falcón a quien de inmediato lo nombra Jefe de Operaciones de Occidente. Como

brazo ejecutor de la Guerra Federal desarrolla una gran actividad y gracias a su

carisma logra organizar un ejército popular a favor de los federalistas. El 4 de

junio de 1859 recibe el título oficial de «Valiente Ciudadano».

Tres meses dedicó Zamora a la organización de las tropas para lo que sería la

batalla decisiva, como en efecto lo fue el 10 de diciembre de 1859, la famosa

Batalla de Santa Inés, donde es derrotado el ejército centralista. Después de esta

acción Zamora se dirige al centro del país y en el asalto a la ciudad de San

Carlos, Estado Cojedes, el 10 de enero de 1860 muere el General Ezequiel

Zamora, uno de los líderes de la Federación, durante la Guerra Federal. La bala

que asesinó a Zamora no se supo nunca de dónde partió; algunos afirman que

provino del bando enemigo; otros sostienen que fue de sus propios compañeros

de armas.

14 de Enero: Día de la Divina Pastora

El sentido del título de Pastora es esencialmente misionero. Así como jesús es

el Buen Pastor que siempre está pendiente de su rebaño, también su Madre,

María, cuida de las ovejas de su hijo donde quiera que se encuentren. Los

miembros de la orden capuchina que vinieron a América, trajeron consigo la

nueva advocación, que formó parte de las enseñanzas catequéticas capuchinas

entre los grupos indígenas.

La devoción se fue extendiendo a diversas partes: entre ellas se propagó en la

Isla Trinidad y a mediados del siglo XVIII, la devoción fue llevada también a

Colombia.
En Venezuela, la devoción se extendió a los llanos de Caracas con la llegada de

los capuchinos hacia el año 1706. Uno de esos capuchinos fue Fray Marcelino

de San Vicente, prefecto de las misiones de los llanos de Caracas.

Al correr del siglo XVIII, los padres capuchinos dieron a conocer la Divina Pastora

entre los aguerridos gayones de las sabanas de Bobare. Fue emblema de la

gesta pacificadora de los indios de los llanos y los gayones de Santa Rosa.

En cuanto a la providencial adquisición de la imagen ha surgido una leyenda que

se ha repetido de una generación a otra, y hoy es una verdad aceptada entre los

habitantes de Baquisimeto.

Aconteció que el cura de la iglesia de la Inmaculada Concepción de esta ciuda,

deseando proveer a su iglesia con una imagen de la Divina Pastora, encargó su

escultura. Al mismo tiempo, el Padre Sebastián Bernal, párroco del Pueblo de

santa Rosa del Cerrito, quiso también para la suya una imagen de la Inmaculada

Concepción. Ambos sacerdotes, de común acuerdo, hicieron su solicitud al

mismo escultor, con la finalidad de dotar a la feligresía para la celebración de las

fiestas anuales del 8 de diciembre. Pero ocurrió una equivocación que muchos

señalan como providencial; el cajón contenía la imagen de la Divina Pastora fue

dirigido al Padre Bernal y el de Inmaculada Concepción, al vicario de

Barquisimeto. Cuando el Padre Bernal en Santa Rosa, se dio cuenta del error,

ordenó que la caja fuera cerrada y que la llevaran de inmediato a su destino:

Barquisimeto. Cuando el indio que tenía el encargo de devolver la imagen trató

de levantarla del suelo y cargarla, notó que se había vuelto muy pesada y por

más esfuerzos que hizo, no pudo moverla del sitio donde estaba. El padre Bernal,

sorprendido, comunicó al vicario la noticia para que éste resolviera como

superior, qué hacer en ese caso. El Vicario, enterado del hecho, dijo que por él,
la Divina Pastora manifestaba a las claras su voluntad de que su imagen

permaneciera en santa Rosa, y que alli se le rindiese culto y veneración. Desde

entonces la imagen se quedó para siempre en la Iglesia de Santa Rosa desde

que allí llegara providencialmente poco después del año 1736.

15 de Enero: Día del Maestro

El 15 de enero de 1932, en la sede del antiguo «Colegio Vargas», ubicado

entonces en la esquina de Cují, se fundó la Sociedad Venezolana de Maestros

de Instrucción Primaria, que cuatro años más tarde se convirtió en la Federación

Venezolana de Maestros. Su primer Presidente fue el notable educador y

dirigente gremial Miguel Suniaga. Luis Beltrán Prieto Figueroa fue el Secretario

de esta primera Directiva, y más tarde lo eligieron tercer Presidente de la

Sociedad como sucesor de Roberto Martínez Centeno.

El Presidente Medina Angarita decretó el 13 de enero de 1945 la celebración del

Día del Maestro el 15 de enero de cada año, como un homenaje permanente a

los educadores venezolanos. Esta celebración se trasladó en 1952 al 29 de

noviembre, natalicio de Andrés Bello, por su condición de maestro del Libertador.

A partir de 1959 se vuelve a la fecha fijada por Medina, la del 15 de enero. La

idea inicial había surgido en el seno de la Primera Convención del Magisterio,

celebrada en Caracas entre el 25 de agosto y el 5 de setiembre de 1936. Esta

Asamblea soberana creó la Federación Venezolana de Maestros, cuyo primer

Presidente fue Luis Beltrán Prieto Figueroa.

23 de Enero de 1957: Fin de la dictadura de Pérez Jiménez

El 23 de enero de 1958, un movimiento cívico-militar derrocó al gobierno de

Marcos Pérez Jiménez, quien abandonaría el país con rumbo a República


Dominicana a bordo del avión presidencial la «Vaca Sagrada». El antecedente

más cercano de dicho acontecimiento se produjo el primero de enero del mismo

año, cuando aviones de guerra surcaron los cielos despertando a toda Caracas.

El asombro fue mayúsculo, incluso para los propios partidarios del gobierno, ya

que hacía exactamente un mes, se había efectuado un plebiscito para prolongar

el mandato de Pérez Jiménez, darle cierta solidez a su régimen y legitimidad

ante las Fuerzas Armadas. Sin embargo, a pesar de que el alzamiento fue

develado, a medida que se fueron revelando los nombres de los implicados se

pudo apreciar cuán extendido y profundo era el malestar entre los oficiales de

las tres fuerzas. Por tal motivo, aunque el golpe fracasó no fortaleció al gobierno,

sino que aceleró el proceso de deterioro que terminaría 23 días más tarde con

su caída. Esto último fue producto de una acumulación de oposiciones que, al

final convirtieron el derrocamiento de la dictadura en una causa nacional.

31 de enero: Muerte de José Félix Ribas

Nació el 19 de septiembre de 1775 en Caracas, cuando la ciudad formaba parte

de la Capitanía General de Venezuela , área administrativa del Imperio Español.

Fue el último de once hijos de una distinguida familia caraqueña fundada por don

Marcos José de Ribas y Béthencourt Rodríguez de Talavera y Llerena, y por

doña Petronila Herrera de las Mariñas Mesones y Liendo; pertenecientes a la

oligarquía criolla de la época colonial. Su padre nativo de la isla de Tenerife (Islas

Canarias,España) , fue Regidor y Alcalde Ordinario del Ayuntamiento caraqueño.

Era hermano del teólogo Francisco José Ribas. Se casó el 1 de febrero de 1796

con María Josefa Palacios Blanco Gil de Arratia y Herrera, tía de Simón Bolívar.
Durante la independencia, participó en numerosas batallas, pero el episodio más

importante fue el de la Batalla de La Victoria (12 de febrero de 1814) en donde

logró parar a las fuerzas realistas de José Tomás Boves con unas tropas poco

experimentadas formadas principalmente, por jóvenes estudiantes y

seminaristas que Ribas había logrado reclutar y en cuyo preámbulo pronuncio la

famosa arenga: «No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer».

Ribas fue capturado por los realistas en los alrededores de la ciudad de Valle de

la Pascua. El Justicia Mayor de Tucupido, Lorenzo Figueroa Barrajola quien

reclamó al prisionero como suyo, ordenó su muerte el 31 de enero de 1815,

dentro de grandes vejaciones fue trasladado a la Plaza Mayor de Tucupido en

donde fue fusilado. Al pie de un árbol a escasos metros de la mencionada plaza

su cuerpo fue desmembrado, la cabeza frita en aceite fue enviada a Caracas,

donde cubierta con el gorro frigio que solía usar Ribas, la colocaron en la Puerta

de Caracas dentro de una jaula en el camino para La Guaira, sus brazos y

piernas colocadas en los cuatro puntos cardinales del pueblo en represalia a los

patriotas de la zona.

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