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Para el año 2003, cuando apenas contaba con 18 años, Cristiano estaba
dejando Portugal y viajando directamente a Inglaterra para comenzar sus
entrenamientos con un excelente Club, El Manchester United, quien estaba
simultáneamente despidiendo a uno de sus mejores jugadores de la época,
David Beckham.
Siguió su camino hacia la segunda temporada con el club para el 2004. Cada
día iba sumando puntos y convirtiéndose en uno de los mejores jugadores del
fútbol mundial. Su compromiso con el club ya estaba con bases sólidas,
logrando la titularidad en el equipo. Pero él había prometido al club 12 goles
para la temporada, mas solo había logrado hacer 9 en 50 encuentros
disputados. Es por eso que se propuso a mejorar su registro como goleador y
comenzó a entrenar diariamente para lograrlo. Cualquier rato libre servía para
hacer ejercicios y practicar con el balón. Parecía incansable. Día, tarde o
noche; CR7 estaba en constante entrenamiento.
La temporada 2005 – 2006 no comenzó con buen pie para el club. Tuvieron
muchas derrotas. Sin embargo, Cristiano siempre estuvo impecable en su
juego, indistintamente cual fuese el resultado final. Anotó en los primeros
partidos de la temporada de la Premier League (la máxima categoría del
Sistema de Ligas de Inglaterra) el gol número 1.000 del club, sumando para sí
otro logro personal. Esa temporada fue nombrado por la Organización
Internacional de Futbolistas - la FIFPRO - como el Mejor Jugador Joven del
Año.
Portugal pasó a octavos de final y Cristiano tiene que dar la cara nada más y
nada menos que a sus compañeros de Inglaterra. En el mismo estadio, pero el
1 de Julio de 2006, la tensión era evidente. Sin embargo, CR7 hizo lo que tenía
que hacer, jugar con su equipo portugués. Inglaterra no se la dejó fácil pues ya
conocía muchas de las estrategias de él, así que el fuerte marcaje al
mediocampista fue favorable para los ingleses, quienes lograron sacar los 90
minutos de partido sin goles a favor o contra.
Para mayor tensión, tanto para Portugal como para Inglaterra, el juego finaliza
y este se tiene que definir por penales.
Comienza Portugal bajo la responsabilidad de Simao, autor de uno de los goles
contra México, y anota el primer gol del encuentro. Sigue Inglaterra, pero falla.
Es el turno de Hugo Viana, pero falló. Inglaterra logra empatar en el siguiente
turno. La tensión “a millón” en las venas de los presentes. Petit la vió fácil y
pateó, pero el arquero lo atajó y todo seguía 1 a 1. Inglaterra esperaba que
Gerrard le dé la ventaja, pero los nervios le jugaron en contra y falló. Postiga le
otorga el 2do gol a Portugal y la esperanza se aviva para todos. El turno
siguiente, Inglaterra lo desaprovechó, y el marcador seguía 2 a 1. Para cerrar
con broche de oro Portugal envía a Cristiano Ronaldo. Si lograba hacer el gol,
Portugal pasaba a Cuartos de Final. Caso contrario, sería rezar porque
Inglaterra fallara el siguiente turno o seguir con la angustia en otra vuelta. La
mirada fija en el arco. Para Cristiano no había nadie más que él, el balón y el
arco. Un silencio sepulcral dentro del estadio, y la concentración en su máxima
expresión. Suena el pito. Retrocede unos pasos y patea el balón con la
velocidad con la que estaba acostumbrado a hacerlo. ¡GOOOL! No podía ser
diferente. Cristiano lo había hecho otra vez. Los gritos y las lágrimas de todos
salieron casi al mismo tiempo. Su madre no paraba de llorar y reír a la vez.
Siempre lo apoyó, siempre lo acompañó. Ahora su hijito menor era nuevamente
la estrella del juego, y todo el mundo estaba siendo testigo de eso.
Portugal tenía una nueva oportunidad y quiso buscar el tercer lugar del
mundial. Tristemente no pudo alcanzarlo al ser derrotado por Alemania 3 goles
a 1. Tal vez Cristiano deseaba algo más y se reprendía por no haberlo logrado.
Pero obtener un cuarto lugar en su primer mundial a la edad de 20 años
realmente era algo que no muchos han podido lograr.
Y tal vez no besó la Copa como lo soñaba, pero al llegar el momento de los
premios por parte de la FIFA, muchos fueron los halagos para el portugués.
Ese año, por primera vez en la historia la FIFA, se implementó el premio
Gillette al Mejor Jugador Joven. Los participantes, todos los jugadores nacidos
entre el 1 de enero de 1985 en adelante. Seis fueron los candidatos, entre los
que evidentemente estuvo el nombre de Cristiano Ronaldo con el segundo
lugar, seguido de su homólogo Lionel Messi. Esa sería entonces la primera vez
que CR7 y Messi se disputaron un premio. Allí no culminó todo, la página web
oficial del torneo lanzó una encuesta para elegir al equipo más entretenido del
mundial. Luego de semejante juego ante Inglaterra, no fue extraño que
Portugal recibiera el 44% de los votos y ganara la distinción.
Para culminar con los halagos, Cristiano fue incluido en la lista que diseño la
FIFA, con un equipo estelar o equipo soñado donde incluyeron a los jugadores
más destacado de todo el mundial. Allí estuvo su nombre como mediocampista,
al lado de otros reconocidos como el italiano Gianluigi Buffon, el argentino
Roberto Ayala, Fabio Cannavaro, su compañero Ricardo Carvalho, Zinedine
Zidane, Andrea Pirlo; y nada más y nada menos que Luis Figo, su inspirador,
el jugador con que el que soñó de niño ser como él, y ahora años más tarde
estaban juntos aunque fuese en una lista. Pero igualarlo a él con Figo fue algo
que le llenó de mucha satisfacción sin duda alguna.
Definitivamente el año 2006 y particularmente el Mundial de Alemania dejaron
un gran crecimiento en la carrera de Cristiano Ronaldo. El mundo supo más de
ese chico que jugaba en Inglaterra, y los deseos de llevárselo a otros clubes no
se hicieron esperar, más aún luego de las declaraciones de éste al decir
públicamente su deseo de dejar el Manchester United y jugar para un club en
España.
<< No quiero seguir en Inglaterra. Todo el mundo sabe que mi sueño es jugar
en España, el Real Madrid o Barcelona. Son dos clubes que me gustan,
vamos a ver. Mi representante se va a reunir con el presidente del Manchester
en los próximos días para resolver mi situación >>