You are on page 1of 20

!

!
!

Aner%González%
%
¿Qué era discipular en el tiempo de Jesús?1

Pedro S. Williamson

Hace varios años, le preguntaron a Billy Graham: "Si usted fuera el pastor de una
gran iglesia en una ciudad importante, ¿cuál sería su plan de acción?". Graham
respondió: "Convocaría a un pequeño grupo de ocho, diez o doce hombres
alrededor mío para reunimos unas horas por semana... y para pagar el precio.
Compartiría con ellos todo lo que tengo durante algunos años; luego tendría, en
efecto, doce ministros en la congregación, ellos podrían, a su vez, tomar a otros
hombres y enseñarles. Conozco iglesias que lo están haciendo y eso está
revolucionándolas".

Jorge Martín, en La Parroquia de Hoy (Today's Parish), propone un plan similar


para resolver la inminente escasez de líderes. Martín señala el ejemplo de Jesús
en la formación de los doce y dice:

"Quizás los pastores debieran pensar que van a quedarse sólo tres años más en
sus parroquias como pastores y que, cuando se vayan, nadie vendrá de otro lugar
a cubrir su puesto.

Si actuaran como si esto fuera a ocurrir, agrega, "pondrían la máxima prioridad en


la selección, motivación y entrenamiento de aquellos líderes laicos que tomarán la
barca. Los resultados de tres años continuos de este enfoque serían muy
significativos. Hasta revolucionario".

En estos últimos años muchos cristianos se han vuelto a interesar por el método
de Jesús para entrenar hombres para el ministerio. La falta de obreros cristianos,
el descontento con la preparación académica para el ministerio, la necesidad de
entrenar a los laicos, la necesidad de líderes cristianos que puedan funcionar en
las comunidades como ancianos, son todos factores que han influido para que la
atención de la iglesia se dirija a la relación de Jesús con sus discípulos.

Hay una gran variedad de interpretaciones sobre el discipulado. Hace algunos


años este lema suscitó bastante controversia en la irrupción de la renovación
carismática. Algunas personas han cuestionado lo apropiado de estas relaciones
de formación, esta metodología, en manos de otro líder que no sea Jesús mismo.
Otros se han valido de ella como solución para muchos de los problemas de la
iglesia.

!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
1
!Apuntes!Pastorales,!Volumen!VI!–!Número!2;!!Oct:Nov!!88;!p.6!
Sugiero que veamos tres relaciones de formación: la relación rabino-discípulo, la
relación de padre-hijo entre los judíos en el tiempo de Jesús, y la relación líderes
de la iglesia primitiva y los hombres a quienes ellos entrenaban.

DOS SIGNIFICADOS

Como cristianos modernos, cuando pensamos en "discípulos", tendemos a pensar


sólo en aquellos doce de Jesús. Pero el Nuevo Testamento se refiere también a
los discípulos de los fariseos y los de Juan el Bautista (Mt. 9.14, 22.15-16; Mr.
2.18; Le. 11.1).

En aquellos tiempos, la relación maestro-discípulos era, entre los judíos, forma


más común de preparar a los hombres para los roles de liderazgo religioso. A
pesar de que la palabra griega para discípulo quería decir simplemente "alumno",
en el Nuevo Testamento tienen siempre una mayor connotación. Los discípulos a
los que se alude en el Nuevo Testamento eran, en cuanto a la relación con sus
maestros, más bien aprendices.

Ahora bien, el Nuevo Testamento usa también el término discípulo para todos los
que creen en Jesús, de modo que la palabra es usada de dos formas: una, en
forma especial para aquellas personas que seguían a un maestro tal como Jesús
o Juan el Bautista a todas partes, en una relación explícitamente de formación
como aprendiz, y otra, para denominar a todos los que aceptaban el evangelio y
se convertían en cristianos. El no reconocer estos dos sentidos de la palabra
discípulo en el Nuevo Testamento ha sido una fuente de confusión para muchos,
especialmente al interpretar Mateo 28: "Id y haced discípulos a todas las
naciones". Algunos concluyen que todo cristiano debería ser discipulado en la
misma forma que los doce. Otros, queriendo cubrir la necesidad de formación e
instrucción que tiene todo nuevo cristiano, han aplicado el término "enseñanza del
discipulado" a la enseñanza básica de la evangelización, al llamado a un
compromiso total. En consecuencia, se ha desarrollado un concepto del
discipulado, a mi modo de ver, diluido, que tiene sólo un leve parecido con aquella
relación de Jesús con sus discípulos.

RABINOS Y DISCÍPULOS

Recientemente encontré información útil sobre la naturaleza del discipulado en los


tiempos de Jesús en un artículo titulado Las relaciones entre maestro y discípulo
en la Era Talmúdica, de Moisés Aberbach. Como lo describe el autor, lo que llama
la atención sobre el modelo de educación rabino-discípulo es en cómo estaba
ligada la enseñanza a una relación personal, de compromiso, entre el estudiante y
el maestro. A pesar de que se conocía el aprendizaje autodidacto, se lo
desaprobaba, ya que podía terminar en aberraciones.
La enseñanza que recibía un discípulo de su maestro era mucho más que un
estudio académico e iba mucho más allá del aula de clase. El discípulo pasaba el
mayor tiempo posible con su maestro y a menudo vivía con él en la misma casa.
Aberbach dice: "Se esperaba que los discípulos no sólo estudiaran la ley y todas
sus ramificaciones, sino también que se familiarizaran con un tipo específico de
vida, lo que sólo podía realizarse estando constantemente pendientes de su
maestro... Los rabinos enseñaban tanto con ejemplos como con preceptos. Es por
esto que los discípulos necesitaban anotar tanto los hábitos y conversaciones
diarias de su maestro, como su enseñanza".

Los alumnos trataban a sus maestros con la mayor deferencia y respeto. "Seguir"
a un maestro significaba aceptar su enseñanza, pero cuando lo acompañaban, se
suponía que los discípulos caminaban literalmente detrás de él, hacia un lado o el
otro. Los alumnos también servían a su maestro en muchas formas prácticas,
desde acomodar los bancos en el cuarto que se usaba para la enseñanza hasta
cocinar para él; también el ayudarlo en las casas de baños era un servicio
comúnmente asociado con el discipulado.

A pesar de la subordinación y de las costumbres respetuosas que caracterizaban


a la relación entre el maestro y el discípulo, ésta no era para nada distante o
meramente formal. El maestro trataba de criar a sus discípulos como hijos: los
cuidaba, proveía para ellos (generalmente el rabino costeaba esta educación) y
alababa o amonestaba a sus discípulos según su parecer. Aberbach describe a la
relación como muy estrecha y caracterizada por un profundo amor paterno filial. El
resumen estándar de las responsabilidades del discípulo era que todas las
obligaciones que él tenía con su padre le correspondían para con el maestro.

Después de completar sus entrenamientos, se esperaba que los discípulos se


convirtieran en maestros y transmitieran la enseñanza recibida a otros.

JESÚS Y LOS DOCE

Cuando examinamos los evangelios a la luz de esto, podemos reconocer varias


cosas que nos son familiares. Jesús se ocupaba de que sus discípulos
aprendieran estando con El y observando lo que El decía y hacía. Ellos vivían con
El y viajaban con El. Era una relación de compromiso. Los discípulos de Jesús
dejaban a sus familias, amigos y ocupaciones para seguirlo y aprender de El. Es
muy posible que muchas de las costumbres respetuosas que caracterizaban a las
relaciones de los rabinos y sus discípulos se daban también entre Jesús y los
doce. Los evangelios indican que los discípulos de Jesús le servían de varias
maneras: comprando comida, preparando la pascua y pagando el impuesto del
templo, por nombrar unas pocas instancias (Jn. 4.8, Mt. 26.17, Mt. 17.24-27).
Vemos la misma meta en la relación de Jesús con sus discípulos. El desea que
ellos entiendan y transmitan sus enseñanzas y que, en un cierto sentido, tomen su
lugar, "un discípulo... después de que se ha preparado bien, será como su
maestro" (Lc. 6.40 BDLA). "Como me envió el Padre, así también yo os envío".
(Jn. 20.21) "El que a vosotros oye, a mí me oye, y el que a vosotros desecha, a mí
me desecha" (Lc. 10.16).

Por supuesto que la relación de Jesús con sus discípulos se diferencia en formas
diversas e importantes de las relaciones de otros rabinos con sus discípulos. El
requería de sus seguidores más de lo que cualquier rabino se hubiera atrevido a
pedir; por otra parte, nunca pretendió que sus discípulos tomaran totalmente su
lugar. "Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro
Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a
nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis
llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo" (Mt 23.8-10).

PREPARÁNDOSE PARA SER HOMBRE

Entre los judíos del Antiguo Testamento, como entre los del siglo I, era la madre la
que cuidaba, enseñaba y educaba tanto a los niños como a las niñas durante sus
primeros años de vida. Pero a partir de los cinco o siete años, el padre toma el rol
principal en la educación de los varones. Estos estaban todo el tiempo con sus
padres. Por ejemplo, si el padre de un niño era herrero, el niño iba con él y lo
ayudaba, haciendo cosas muy simples mientras era pequeño y asumiendo más y
más responsabilidades a medida que iba creciendo. El hijo tenía así la posibilidad
de observar cómo se desenvolvía su padre en cada circunstancia de la vida, a la
vez que aprendía el oficio de él. El padre le enseñaba al hijo mostrándole lo que él
mismo hacía. Jesús alude a esta dimensión de la relación entre padres e hijos
cuando dice: "Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él
hace" (Jn. 5.20). El ideal de un padre era criar a un hijo que fuera igual a él.

PAPA, EL MAESTRO

Las Escrituras enfatizan el rol que tienen los padres en la educación de sus hijos.
Cuando Dios instruye a Israel acerca de la Pascua, ordena que los padres
expliquen a sus hijos cómo los sacó el Señor de Egipto (Ex. 13.14). El sería la
fuente principal de enseñanza sobre la fe de la familia, la historia del pueblo y
sobre asuntos de comportamiento: "Pregunta a tu padre, y él te declarará" (Dt.
32.7; ver también Dt. 6.6-7,20-25, Ex. 13.13-15). El libro de Proverbios está lleno
de exhortaciones a los hijos a que presten atención a la instrucción de sus padres;
y a los padres, a que enseñen a sus hijos (Pr. 1.8, 3.1; 19.18, 29.17. La palabra
para "disciplina" y "corregir" tiene aquí también el significado de instruir). El diálogo
entre el hermano mayor y el padre al final de la historia del Hijo Pródigo (Lc. 15)
ilustra el tipo de relación que existía entre padres e hijos en los tiempos de Jesús,
El hijo mayor se queja por la fiesta que le hacen a su hermano y objeta que él ha
sido tratado mal, ya que "todos estos años te he servido y obedecido". Estas eran
las obligaciones que un hijo, aun de adulto, tenía para con su padre mientras
viviera en la casa de éste.

El padre le responde diciendo que las circunstancias justificaban la celebración, y


que él no había faltado a sus obligaciones para con su hijo mayor: "Hijo, tú
siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas". El había compartido todo
con su hijo mayor. Lo que le pertenecía al padre era virtualmente de su hijo, y
cuando el padre muriera, el hijo heredaría todo lo de su padre.

¿DISCÍPULOS EN LA IGLESIA?

Cualquiera sea la idea que nos hayamos formado sobre la relación de Jesús con
los doce y la formación que los padres daban a sus hijos, queda por hacer una
pregunta: ¿Hay un lugar para este método intensivo de formación de líderes en la
iglesia o la formación que dio Jesús a los doce fue único, así como único es el rol
de esos discípulos en la historia de la salvación y en la iglesia? ¿Es que el
carácter de Jesús lo calificaba únicamente a él para hacer discípulos de esta
manera?

La historia de la iglesia primitiva nos muestra que los primeros cristianos


empleaban relaciones de formación como las que hemos estado examinando. A
pesar de que el Nuevo Testamento sólo usa una vez el término discípulo para
describir la relación de los cristianos con otro que no fuera Jesús (Hch. 9.25),
muestra claramente a Bernabé enseñando a Pablo y éste a Timoteo, Tito y
probablemente a otros.

"TIMOTEO, HIJO MIÓ"

Pablo se llevó a Timoteo de Listra para que viajara con él y lo asistiera en su


ministerio. Timoteo se quedó con él varios años. Durante ese tiempo, fue enviado
a varias misiones y finalmente se le dio la responsabilidad de la iglesia en Éfeso.
Es a Timoteo, el discípulo graduado, a quien Pablo dirige las dos cartas que llevan
su nombre.

Pablo lo consideraba como a su hijo y él veía a Pablo como a su padre en el


Señor (1 Ti. 1.2, 18). Pablo se sentía con libertad de darle órdenes a su discípulo
sobre el gobierno de la iglesia en Éfeso (1 Ti. 1.3, 18; 5.3, 9,17). Timoteo estaba
bajo su autoridad en el ministerio; la iglesia de Éfeso se hallaba bajo la supervisión
final de Pablo.
El aconsejó a Timoteo sobre cómo manejar diversas relaciones con la gente, así
como aconsejaría un padre a su hijo: "No reprendas al anciano, sino exhórtale
como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; a las ancianas, como a
madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza" 1 Ti. 5.1-2. Le da
directivas personales sobre su salud. No trata de persuadirlo sino que
directamente le dice lo que debe hacer: "Ya no bebas agua, sino usa de un poco
de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades". 1 Ti. 5.23

En otra parte. Pablo lo exhorta personalmente sobre un área de debilidad: "Por lo


cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la
imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino
de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar
testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones
por el evangelio según el poder de Dios" (2 Ti. 1.6-8). Timoteo, como muchos
siervos de Dios, tenía un problema de confianza y una tendencia a no manejar las
cosas de la manera directa que era apropiada.

Pablo le recuerda a Timoteo que continúe por el camino que él le mostró por
medio de su ejemplo y enseñanza: "Retén la forma de las sanas palabras que de
mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por el
Espíritu Santo que mora en nosotros" (2 Ti. 1.13-14); "Pero tú has seguido mi
doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones,
padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra;
persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. Y también todos
los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; mas
los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo
engañados. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo
de quién has aprendido" (2 Ti. 3.10-14).

JUAN, POLICARPO, PAPIAS

Más allá de la información dada por el Nuevo Testamento, hay considerable


evidencia de que al menos algunos de los doce tomaron discípulos. Por ejemplo,
parece que hubo una relación de formación entre Pedro y Marcos, y Juan y
Policarpo; a su vez Policarpo, antes de terminar su vida como mártir, les comunicó
a Ireneo y Papias lo que había recibido. Era una práctica común que los obispos,
maestros y monjes tomaran discípulos a quienes ellos formarían.

¿QUE ES ESTA RELACIÓN?

A este punto sería útil identificarla característica común de las relaciones entre
rabinos y discípulos, padres e hijos, y líderes de la iglesia primitiva tales como
Pablo y líderes pastorales jóvenes como Timoteo. Esto va a aclarar lo que quiero
decir con "relación de formación".

Primero, el propósito de estas relaciones era preparar a alguien para un rol similar
al de la persona que está enseñando. Así se preparaba a los hijos para asumir las
responsabilidades del hombre y de la paternidad; Timoteo y los doce fueron
preparados para los roles de liderazgo cristiano.

Segundo, en la relación había un orden definido: una persona instruía y la otra


aprendía. La persona que era instruida servía a la persona que lo instruía y recibía
directivas personales de él. La relación de formación suponía un grado de
dirección personal mayor que la del pastoreo normal.

Tercero, gran parte de la formación se daba a través del instructor, viviendo su


vida y haciendo su trabajo en la presencia de la persona que recibía la instrucción.
Durante el tiempo que pasaban juntos, la persona que daba instrucción buscaba
enseñar por medio de su ejemplo, y la persona que lo recibía buscaba modelarse
según su maestro.

En cuarto lugar, una responsabilidad importante del instructor era el enseñar. En


todos los ejemplos que hemos considerado en este artículo, la enseñanza era
tomada de las Escrituras; cómo conducirse en la vida diaria y cómo hacer lo que
hacía el instructor, ya fuera carpintería, hilandería o pastoreo, era lo que el
discípulo asimilaba.

Finalmente, la relación entre el instructor y su discípulo era profunda, estrecha y


personal. En estos ejemplos, era análoga a la relación entre un padre y un hijo.
Dado que el propósito de la relación era la formación, la fase de instrucción era
temporaria, aunque se establecía un vínculo para toda la vida, siendo paralela a la
relación de un hijo adulto con su padre.

UN MÉTODO PARA HOY

Pienso que las ventajas de las relaciones de formación son obvias. ¿Cuántos hijos
se beneficiarían con una relación de este tipo con sus padres? ¿Cuántos líderes
cristianos podrían alcanzar la madurez más rápidamente y con menos problemas
si se practicara este tipo de entrenamiento con ellos? No importa que otros
argumentos puedan ser aducidos por su utilidad; si Jesús se valía de estas
relaciones para entrenar a los primeros líderes de la iglesia, debería motivamos a
considerarlo seriamente y comenzar a desarrollar la forma práctica de hacerlo.
La Gran Comisión la fuerza que impulsa la misión de la iglesia

Mateo 28: 18-20

Toda la creación
La autoridad Toda potestad me es dada en el está bajo el
cielo y en la tierra Señorío universal
de Cristo

Todo ser
El alcance …haced discípulos a todas las humano es
naciones… objeto del plan
de Dios para el
mundo

Evangelización
La Id…bautizándolos…enseñándoles Y
estrategia todas las cosas que os he discipulado
mandado

La presencia del
El poder Yo estoy con vosotros todos los Espíritu Santo en
días hasta el fin del mundo la vida de la
iglesia
Qué es el discipulado

EL DISCIPULADO ES UN PROCESO EN EL CUAL LOS


CREYENTES SON CONDUCIDOS POR OTROS HACIA
UNA TRANFORMACIÓN ESPIRITUAL COMPLETA Y ASÍ
REPRODUCIR LA VIDA MISMA DE CRISTO

Sabiduría%
Carácter%

Ministerio%
Relaciones%interpersonales%

La meta del proceso discipular

Ser
Romanos Efesios Colosenses Gálatas
8: 29 4: 13 1: 28 4: 19 semejante
Hacer Maduro o Maduro o Formado o a
semejante o perfecto perfecto completado
igual Cristo
PRINCIPIOS PARA LA FORMACIÓN DE DISCÍPULOS: El MODELO
DE JESÚS

! Jesús llamó a hombres


para compartirles su vida y
su misión.
Selección hombres fueron su método ! Jesús utilizó el principio de
Lucas 6: 12-16 concentración. Se
concentró en un grupo
pequeño para entrenarlos.
! Jesús pasó tiempo con sus
discípulos para influir en
permaneció con ellos ellos.
Asociación (Mr. 3: 14) ! El discipulado es una
relación
! Jesús los llamó para
desarrollar una relación de
Consagración Exigió obediencia amor.
(Jn. 15: 10) ! La obediencia que Jesús
exige es radical
! Toda la vida de Jesús se
caracterizó por la entrega
Comunicación Se entregó así mismo total de sí mismo por los
(Jn. 20: 21) demás.
! Jesús demandó lo mismo
de sus discípulos.
Demostración Les mostró como vivir ! Jesús modeló todo lo que
(Jn. 13:15) después exigió a sus
discípulos
! Los discípulos primero
observaron a Jesús
Delegación Les asignó trabajo actuando.
(Mr. 6: 7-13) ! Luego Jesús les ordenó
algunas tareas y los envío
a cumplirla.
! Jesús los cuidó
permanentemente.
Supervisión Los vigiló sin cesar ! Los corrigió por su actitud
(Mr. 6: 30) ante el éxito y los animó
ante el fracaso.

! Jesús tenía una visión de


multiplicación muy clara.
Reproducción Esperaba que se ! Los discípulos fueron
reprodujeran entrenados para transmitir
(Mt. 28: 16-20) a otras generaciones todo
lo que aprendieron.

Adaptado!del!Plan!Supremo!de!Evangelización!por!Robert!Coleman.!
EL CARACTER DE CRISTO EN LOS DISCIPULOS DEL REINO

Mateo 5: 3-12
1. Manifiesta dependencia absoluta de Dios (3)
Qué significa: Reconocer su completa insuficiencia espiritual, condición que los
impulsa a depender solo de la misericordia de Dios. No pretenden ser mejores que
otros. Reconocen su propia impotencia y recurren a la gracia y omnipotencia de
Dios (Is. 57:15; 66: 2; Sal. 34: 6).

2. Es sensible ante el sufrimiento que le rodea (4)


Qué significa: se identifican con el dolor del prójimo, asumen un compromiso
concreto con el sufrimiento humano como resultado de su comunión con Dios,
tiene angustia por el pecado propio y social. Es arrepentimiento que es lo
suficientemente sincero para que produzca un cambio en el modo de vivir (Sal.
119: 136; Mt. 9: 36)

3. Se conduce con una actitud y conducta mansa (5)


Qué significa: Ser humilde, dócil, sereno, paciente, con dominio propio, afable
antes otros, sin venganza, sin mala intención y sin violencia.

4. Revela intensa necesidad de justicia (6)


Qué significa: Tiene un deseo vehemente, fervoroso porque la justicia divina
impere en la vida de sus semejantes. Anhelan ver honradez, integridad y rectitud
en la sociedad. Tienen una vocación por luchar a favor de los maltratados y
abandonados

5. Es compasivo (7)
Qué significa: es perdonador, paciente y benigno con los demás, especialmente,
los inmaduros, sufridos y necesitados. Ayuda al necesitado a salir de sus
dificultades. Muestra compasión hacia los pecados de los demás. (cf. Mt. 6: 14-15;
9: 12-13)

6. Posee un corazón puro (8)


Qué significa: Pureza moral, sincero de motivos y pensamientos, irreprensible,
limpio, sin contaminación, tiene la conciencia limpia.

7. Trabaja por la paz (9)


Qué significa: Pacificador, no pacífico, trabaja activamente por la paz, armonioso,
reconciliador, perdonador (Lc. 17: 3)

8. Sufre constantemente por hacer lo correcto (10-12)


Qué significa: Sufre por hacer lo justo, recibe constantemente oposición y la
hostilidad de los demás, perseguido por la justicia y por Cristo (2 Ti. 3: 12; 1 P. 4:
12-14)
El modelo de Pablo

2 Timoteo 2: 1-2

En el modelo del apóstol Pablo encontramos algunos principios sobre el


discipulado que debemos considerar:

1. Se desarrolla una relación personal profunda.


El maestro y el discípulo desarrollan una relación intima y permanente. Los
pronombres tú y mí, indican una relación personal, de mucha confianza y
amor entre ellos. Cf. Mr. 3: 14

2. La relación tiene el propósito de dejar un legado.


Un encargo indica poner algo al cuidado de alguien, es el depósito de una
encomienda que se deja a los sucesores. Pablo en 2 Ti. 3: 10-11, presenta
un resumen de todo lo que incluye ese encargo o legado que dejó en la
vida de su discípulo.

3. Se realiza un proceso de selección.


El discipulador tiene que elegir hombres que hayan mostrado fidelidad y
que sean dignos de confianza. Solo hombres fieles y maduros pueden
formar a otros discípulos (Ef. 4:11-12; Col. 1:28).
Algunas cualidades que se deben buscar en los candidatos son las
siguientes:
! Buena disposición a servir
! Perseverancia
! Lealtad
! Integridad
! Sumisión

4. Se enfoca en la multiplicación.
La selección de hombres fieles tiene el enfoque multiplicador. El discípulo
recibe un encargo que debe transmitir responsablemente a otros.

Pablo% Timoteo% Hombres%fieles% Otros%


La estrategia discipular desde la iglesia local

Efesios 4: 11-16

Cristo otorga a la iglesia los dones


espirituales necesarios para hacer
Los discipuladores (11)
discípulos

Adiestrar (perfeccionar o restaurar) a


todos los creyentes
El objetivo del discipulado (12)

Quiénes deben participar (13, Toda la iglesia (note los adverbios


“todos”)
16)

Cuál es la meta (13, 15) Ser semejante a Cristo

Todos realicen el ministerio


Todos crean lo mismo
Qué resultados se esperan (12,
Todos maduren en Cristo
15, 16) Todos crezcan armoniosamente

Toda la iglesia creciendo hacia la madurez en Cristo


y muchos preparándose para el liderazgo
2 Timoteo 3: 14-17

Los padres (14, 2 Ti. 1: Es un proceso donde


5) participa la familia y la iglesia.
Los maestros
Los líderes de la iglesia
(2 Ti. 3: 10-11)

Los discípulos “hombre de Dios” (17) Todos los creyentes

Características:
Toda la biblia (16) Revelada por el Espíritu
Recurso principal
Santo
Útil, provechosa, eficaz

Enseñar: impartir el Propósitos: (15, 17)


conocimiento de Cristo La Salvación por medio de
Redargüir: refutar el Cristo
error, Convencer de la Apto: Bien ajustado para un
Metodología mala conducta determinado quehacer
Corregir: Enderezar lo Equipado: Bien pertrechado,
torcido habilitado
Instruir: Educar en lo Para hacer toda clase de
necesario para hacer el bien
bien

Doctrina correcta (cf. 3: 10)


Forma de vida santa
Propósito de vida claro y
Perseverancia en todo enfocado
Resultado deseado lo aprendido (14) Confía en Dios.
Soporta a los demás, resiste
las presiones
Ama al prójimo
Sufre por Cristo (3. 11-12)
Una guía para el crecimiento cristiano

NIVEL 1: Seguridad, identidad, comunión y libertad


Objetivos Temas Estrategias
1. Tiene seguridad de 1. Creación y caída 1. Contacto personal
salvación del hombre. con su discipulador
2. Se apropia de su 2. Evangelio de 2. Discusión en grupo
nueva identidad en Jesucristo 3. Lecturas
Cristo 3. Mi nueva identidad 4. Memorización
3. Desarrolla una 4. Los recursos 5. Proyectos
relación intima con espirituales (Elaboración de
Dios. (Espíritu Santo y la trabajos escritos y
4. Obtiene libertad fe) ministeriales)
espiritual 5. Las disciplinas 6. Sesión de
5. Conoce a sus espirituales liberación espiritual
enemigos 6. Las ordenanzas
espirituales 7. El pecado
6. Asume el 8. Nuestros enemigos
compromiso por su
propio desarrollo
espiritual
Recursos Tareas Compromisos
1. Biblia 1. Elaboración escrita 1. Entender los temas
2. Libros básicos del testimonio fundamentales
3. Guías personal 2. Cumplir con las
4. Videos 2. Memorizar citas establecidas
versículos claves 3. Hacer las tareas
3. Compartir su asignadas
testimonio 4. Actuar con
4. Realizar cada diligencia.
semana la lectura 5. Orar todo el tiempo
panorámica de la por el proceso.
Biblia
5. Tener su tiempo
devocional
6. Preparar su historia
de vida.
7. Compartir
regularmente un
tiempo con su
discipulador

Conflictos a resolver:
Inseguridad de salvación, analfabetismo espiritual, engaño, miedo, rebeldía, rechazo,
culpa, indefensión espiritual, hábitos y fortalezas espirituales, control demoníaco, falta
de perdón, legalismo
NIVEL 2: Madurez, amor y poder

Objetivos Temas Estrategias


1. Camina bajo el 1. Dios, Cristo y el 1. Contacto personal
control del Espíritu Espíritu Santo con su discipulador
2. Vive por fe 2. Cómo vivir por fe 2. Discusión en grupo
3. Interpreta y aplica 3. Interpretación 3. Retiros espirituales
correctamente la bíblica 4. Lecturas
Palabra de Dios 4. La plenitud del 5. Entrenamientos
4. Desarrolla Espíritu Santo 6. Proyectos
relaciones sanas 5. La perspectiva de (Elaboración de
con los demás la cruz. trabajos escritos y
5. Se integra a la vida 6. Los recursos del ministeriales)
de la iglesia cristiano (La
6. Refleja el carácter verdad, la oración,
de Cristo la armadura de
7. Resiste al enemigo Dios)
7. La iglesia su
naturaleza y
misión.
8. El amor
9. La santidad
10. La guerra espiritual
Recursos Tareas Compromisos
1. La Biblia en varias 1. Dedicar un tiempo 1. Mantener las
versiones. semanal para disciplinas
2. Una concordancia estudiar la Biblia. adquiridas
3. Un diccionario 2. Comunicar el 2. Desarrollar las
bíblico evangelio a otros. relaciones
4. Un comentario 3. Compartir con su personales en el
bíblico discipulador ámbito de la iglesia.
5. Cursos bíblicos 4. Servir al prójimo 3. Integrarse a la
6. Guías 5. Interceder por la iglesia con sus
7. Videos obra de Dios dones para servir
8. Libros (diferentes 6. Hacer las lecturas por medio de un
formatos) asignadas ministerio
7. Cuidar a su familia 4. Asumir la
8. Adorar a Dios en responsabilidad de
forma personal y producir frutos
comunitaria. espirituales
Conflictos a resolver:
Carnalidad, patrones de pensamientos equivocados, conflictos con otros,
insensibilidad al Espíritu, pasividad, acusación, falta de integridad, orgullo, traumas
emocionales
NIVEL 3: Servicio, multiplicación y victoria

Objetivos Temas Estrategias


1. Desarrolla y pone 1. La dotación 1. Contacto personal con
al servicio del reino ministerial discípulos
de Dios su dotación 2. El reino de Dios. 2. Discusión en grupos
ministerial 3. La misión de Dios 3. Entrenamientos
2. Ejerce una 4. El llamado de Dios especiales.
influencia 5. Poder y victoria en 4. Escuelas teológicas o
transformadora y Cristo misioneras
se multiplica en la 6. Principios de 5. Lectura de libros
vida de otros liderazgo en la especializados
3. Se integra a un Biblia. 6. Proyectos ministeriales
ministerio enfocado 7. La segunda venida de corto y largo plazo.
en el llamado que de Cristo 7. Mentoría.
ha recibido de Dios 8. El discipulado 8. Retiros espirituales
4. Se mantiene
aprendiendo
constantemente
5. Desarrolla un alto
nivel de
conocimiento
bíblico
6. Logra plenitud de
vida y alcanza un
alto grado de
realización,
felicidad y paz
interior
Recursos Tareas Compromisos
1. Libros 1. Elaborar una 1. Tener el propósito bien
2. Cursos varios declaración de establecido de terminar
3. Guías llamamiento personal bien su vida al servicio
4. Videos 2. Diseñar un plan de de Dios.
vida y ministerio que le 2. Asegurarse de dejar un
permita dejar una legado espiritual en
herencia espiritual otros y en su familia.
3. Fortalecer cada día la 3. Mantenerse enfocado
profundidad de la hasta el final en la
relación con Dios misión que recibió del
4. Pasar tiempo con sus Señor.
discípulos para animar, 4. Procurar experiencias
capacitar y acompañar de renovación espiritual
su ministerio. cada cierto tiempo
5. Desarrollar estudios de
temas fundamentales
Conflictos a resolver: Desaliento, estancamiento, frustración, incompetencia, ausencia
de frutos, inseguridad hacia el futuro, culpabilidad
La imitación como una característica esencial del discipulado en
el Nuevo Testamento

1 Co. 4: 16 “Por tanto, os ruego, que me sigáis imitando”


1 Co. 11: 1 “Sed imitadores de mi, así como yo de Cristo”
Fil. 3: 17 “Hermanos, sed imitadores de mí, y observad a los que así se conducen
según el ejemplo que tenéis en nosotros”
Fil. 4: 9 “Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced, y el
Dios de paz estará con vosotros”
1 Tes. 1: 6 “Y vosotros llegasteis a ser imitadores nuestros y del señor, habiendo
recibido la Palabra en mucha aflicción, con gozo del Espíritu Santo.
2 Tes. 3: 7 “Porque vosotros mismo sabéis de qué manera debéis imitarnos, pues
no vivimos desordenadamente entre vosotros”
2 Ti. 3: 10-11 “Pero tú has seguido de cerca mi enseñanza, mi manera de vivir, mi
propósito, mi fe, mi longanimidad, mi amor, mi paciencia, mis persecuciones, mis
sufrimientos…
2 Ti. 3: 14 “Pero tú persiste en lo que aprendiste y fuiste persuadido, sabiendo de
quienes aprendiste,”
He. 6: 12 “que no seáis perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la
longanimidad heredan las promesas”
He. 13: 7 “Acordaos de los que os dirigen, quienes os hablaron la Palabra de Dios;
considerad cuál haya sido el resultado de su conducta e imitad su fe”
3 Jn. 11 “Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de
Dios, el que hace lo malo, no ha visto a Dios”
¿En qué consiste la imitación?
En practicar o esforzarse en hacer lo mismo que su maestro, imitar su modelo.
Según Fil. 4: 9: Primero, debe obedecer lo aprendido de sus maestros, sus
enseñanzas, las verdades del evangelio, y segundo, debe seguir con fidelidad su
ejemplo en todo lo que le vea hacer, reproducir su modo de vivir.

¿A quién debemos imitar?


1. A Dios, a Cristo (Ef. 5: 1; 1 Co. 11: 1; Jn. 20: 21). Un verdadero discípulo
es un seguidor, uno que va detrás de su maestro, le acompaña y le imita en
todo. Cristo también imitaba al Padre (Jn. 5: 19)
2. A los Padres (2 Ti.1: 5)
3. A los maestros (1 Tes. 1 : 6; 2 Ti. 3: 10, 14; 1 Co. 4: 16; 11: 1)
4. A los líderes (He. 13: 7)
¿Qué debemos imitar?
1. Las doctrinas, las enseñanzas que la iglesia sostiene como verdaderas.
2. La manera de vivir
3. Los propósitos de la vida
4. La confianza en Dios
5. La paciencia con la gente
6. El amor
7. La fortaleza para soportar las dificultades
8. La manera de padecer la persecución
9. La forma de sufrir (cf. 2 Ti. 3: 10-11; Hch. 14: 22)

La imitación es una forma bíblica del seguimiento a Cristo, se requiere que el


discípulo se esfuerce, en aprender lo que se le enseña o modele, imitarlo y
reproducirlo, y luego, se preocupe en dar un buen ejemplo a otros con la totalidad
de su conducta.

El maestro deberá cuidar sus creencias, sus valores, sus prioridades, sus
actitudes, su carácter, su forma de hablar y de hacer las cosas. El Nuevo
Testamento muestra que quienes sean reconocidos como líderes en la iglesia,
debe ser ejemplos para los demás.

¿Qué debemos modelar?


En 1 a Timoteo 4: 12, el apóstol Pablo nos invita a vivir irreprochablemente en
cinco áreas:

1. En el modo de hablar
2. En su conducta, todo su modo de vivir.
3. En su amor: Sin egoísmo, generoso, compasivo y paciente.
4. En su fe, es decir en su fidelidad a Cristo
5. En su pureza personal, apartado del pecado,

Todos los seguidores de Cristo debe ser ejemplos unos a otros

You might also like