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papeles Diosito

CRISTIANISME I JUSTÍCIA
nos acompaña
siempre
o el credo de los pobres

Suplemento del Cuaderno núm. 162 de CiJ - (n. 198) - Julio, 2009
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Al acabar un curso de formación cristiana para adultos en un barrio popular de


Cochabamba, Bolivia, una mujer que asistía al curso exclamó: «¡Diosito nos
acompaña siempre!». Esta exclamación constituye una verdadera profesión de fe,
semejante a la de aquella mujer que mientras Jesús hablaba le dijo: «¡Feliz la que
te dio a luz y te crió!» (Lc 11,27).

En Bolivia, como en otros países de Llamar a Dios “Diosito” está muy le-
América latina, el pueblo es muy aficio- jos de concebirlo como el Primer motor
nado a los diminutivos: el pan es “pane- inmóvil, la Causa de las causas, el Ser ne-
cito”, el café es “cafecito”, el papá es “pa- cesario y Absoluto, el Ser del cual no se
pito”, el soldado es “soldadito”, el cura es puede pensar nada mayor, como lo for-
el “padrecito”, la religiosa es la “madre- mularon filósofos helénicos o escolásti-
cita”, incluso el muerto es un “muertito” cos medievales. No es tampoco el Dios
y si el muerto es un niño, es un “angeli- tremendo y fascinante, ni el “totalmente
to”… Estos diminutivos significan fami- Otro” de los fenomenólogos de la reli-
liaridad, cercanía, cariño, algo entrañable gión.
y sencillo. En este contexto se puede com- Tampoco es el Dios que algunos teó-
prender que también Dios sea llamado logos llaman el Misterio absoluto y sin
“Diosito”. orillas, el Dios siempre mayor, el Dios in-
accesible envuelto siempre en la tiniebla Resucitado, el que nos permite gritar
de la incognoscibilidad infinita. No es el ¡Abba! o ¡Padre! (Rm 8,15; Gal 4, 4), el
Dios “omnipotente y sempiterno” al que que nos permite llamar a Dios, “Diosito”.
invoca de ordinario nuestra liturgia en sus Pero este Diosito, añadía la sencilla
oraciones. Menos aún “Diosito” es el mujer cochabambina, “nos acompaña
Yahvé terrible que se manifiesta entre ra- siempre”.
yos y truenos en el Sinaí, ni es el Juez cas- No es un Dios que permanece invul-
tigador implacable de muchas predica- nerable e insensible en la lejanía, como
ciones moralizantes o de la misma pintura los dioses del Olimpo, ni nos deja aban-
del juicio final de la Capilla Sixtina. donados a nuestra propia suerte, como
Tampoco es el Dios del credo Niceno- náufragos en medio del mar de la vida, si-
constantinopolitano. no que camina con su pueblo, escucha el
“Diosito” es un Dios cercano, fami- clamor de los oprimidos en Egipto, acom-
liar, bueno, perdonador, misericordioso, paña a los Israelitas en su marcha por el
que desea que seamos felices, que tenga- desierto, en su historia de luces y sombras
mos vida en abundancia. Es el mismo y les hace retornar del exilio de Babilonia
Dios al que Jesús llamaba Abbá, es decir a Palestina.
“papito”, incluso en Getsemaní en sus Es el Señor resucitado que se juntó co-
momentos de angustia ante la cercanía de mo peregrino desconocido a los discípu-
su pasión (Mc 14,36). “Diosito” refleja los de Emaús, les explicó las escrituras y
una imagen paterna y también materna compartíó con ellos el pan (Lc 24, 13-35).
de Dios, porque como dice el profeta, Es el Señor que dijo que estaría siempre
aunque una madre se olvidase de sus hi- con nosotros hasta el fin de la historia (Mt
jos, él no se olvida de nosotros (Is 49, 15), 28, 20) y a través del Espíritu acompaña
él tiene entrañas de misericordia, nos cui- a la Iglesia en su peregrinación, guía a la
da, nos protege, está siempre cerca de humanidad y llena el universo, como el
nosotros. No es el Dios abstracto de la Vaticano II ha enseñado, al hablar de los
mística renano-flamenca sino más bien el signos de los tiempos (GS 11). En él exis-
Dios que Teresa de Lisieux descubrió en timos, nos movemos y somos, como afir-
su pequeño camino de la infancia espiri- mó Pablo en el areópago de Atenas, ci-
tual. tando a algunos poetas griegos (Hch
Indudablemente, esta imagen del 17,28).
“Diosito” está estrechamente ligada a la “Diosito” nos acompaña siempre a lo
encarnación y nacimiento de Jesús, cuan- largo de nuestra vida, en momentos de fe-
do la Palabra eterna se hace carne y habi- licidad y de turbación, y no nos abando-
ta entre nosotros (Jn 1, 14), se despoja de nará en el momento de nuestra muerte,
su gloria y se hace semejante a nosotros porque es el que resucitó a Jesús de entre
(Fil 2, 6-7). Es una imagen que nace de la los muertos y también resucitará nuestros
contemplación de Jesús niño, el Niño pobres cuerpos mortales (Rm 8, 11; Flp 3,
Manuelito, como le llama el pueblo, el 21). ¿Quién nos podrá apartar del amor de
Dios hecho pequeñez humana, que el Dios? (Rm 8, 28-39). “Diosito” funda-
pueblo creyente adora en la noche de menta nuestra esperanza, porque nos
Navidad y venera en los pesebres de sus acompaña siempre, es el Dios-con-nos-
casas. Es, sin duda, el Espíritu del otros.
Muchos teólogos han buscado una Evangelizamos al pueblo, enseñamos
fórmula breve del cristianismo que com- catecismo, predicamos, hacemos teología
pendie el credo y responda a nuestros dí- y pastoral con conceptos y lenguajes ela-
as. “Diosito nos acompaña siempre” pue- borados por sabios y letrados, que muchas
de ser una fórmula breve que resume toda veces presentan una imagen de un Dios
la revelación bíblica expresada a través Todopoderoso y Omnipotente más cerca-
del sentido de la fe del pueblo sencillo. na a los señores feudales y reyes de la tie-
Algunos biblistas afirman que el centro rra, a los terratenientes y grandes empre-
de la revelación no es afirmar que Dios sarios y financieros, a los ricos y
existe, sino que Dios acompaña siempre poderosos del Primer mundo, que al Dios
a su pueblo. Esto el pueblo pobre y sen- clemente y compasivo Padre de Jesús, el
cillo no lo ha aprendido de libros o cursi- Dios de los pobres, el Dios del Magnificat
llos, lo ha experimentado en su propia vi- que derriba a los poderosos de sus tronos
da. “Diosito nos acompaña siempre” y exalta a los humildes, el Dios que
resume en lenguaje popular gran parte de Simeón descubrió en el templo en aquel
la historia de salvación bíblica. Es una Niño que una pareja campesina ofrecía al
versión popular del evangelio, es como el Señor (Lc 2, 22-35). Nuestro Dios, el que
credo de los pobres. predicamos y enseñamos en el catecismo,
La exultación mesiánica de Jesús muchas veces está muy alejado del
quien lleno del gozo del Espíritu bendijo “Diosito” del pueblo sencillo.
al Padre porque había ocultado los miste- Tal vez por esto el pueblo pobre y sen-
rios del Reino a los sabios y entendidos y cillo se aleja de la Iglesia oficial y vive su
se los había dado a conocer a los peque- fe un tanto al margen de la institución, de
ños (Lc 10, 21), no ha sido tomada de- manera informal. Y tal vez por esto el
masiado en serio ni por la Iglesia en ge- mismo Primer mundo siente un rechazo
neral, ni por la teología en concreto. Estos de esta imagen de Dios.
pequeños y sencillos son lo que Eduardo En cambio a Jesús de Nazaret, el pue-
Galeano llama “los nadies”, Jon Sobrino blo le entendía. Hablaba con autoridad
“las víctimas” y Gustavo Gutiérrez “los pero de forma sencilla, con parábolas, con
insignificantes”; son los que no tienen po- ejemplos caseros sacados de la vida, con
der ni saber, los que no cuentan. Pablo nos imágenes populares, del campo, del tra-
dirá que estos pobres y despreciados a los bajo, de la vida familiar.
ojos del mundo han sido escogidos por ¿Entiende el pueblo sencillo de hoy la
Dios para confundir a los sabios y pode- liturgia, las homilías, las encíclicas del
rosos del mundo (1 Cor 1, 26-31). magisterio de la Iglesia? ¿Le falta al pue-
Esta sabiduría cristiana popular, fruto blo inteligencia para comprender, o más
de la connaturalidad que tiene el pueblo bien a nosotros, nos falta comprensión
con el evangelio de Jesús, de su sentido profunda del evangelio para poderlo trans-
de la fe, del que habla el Vaticano II (LG mitir a los pobres? Evangelizar a los po-
12), no la tenemos de ordinario muy en bres es uno de los grandes signos mesiá-
cuenta. No nos acabamos de creer que el nicos (Lc 7, 22). Pero ¿cómo evangelizar
Espíritu hable por los pequeños y senci- a los pobres? ¿No habría que partir de sus
llos y que ellos posean la unción del necesidades vitales, de sus mismas viven-
Espíritu (1 Jn 2, 20.27). cias y de sus expresiones de fe popular?
Pero además la expresión “Diosito Una vez más es verdad que los pobres
nos acompaña siempre” es un desafío y nos evangelizan, nos ofrecen una imagen
un grito profético para los sectores del diversa de Dios, que podrá y deberá sin
Primer mundo, también de América lati- duda ser profundizada, iluminada por la
na, para quienes Dios ha muerto, o es al- fe y la razón, ser nuevamente evangeli-
go que pertenece a la época pre-industrial zada, pero que posee la verdad y la sabi-
y pre-cientifica, algo absurdo, un residuo duría propia del credo de los pobres. Los
cultural ante el cual vale más ser escépti- pobres son un lugar teológico y herme-
cos e indiferentes, mantener una duda me- néutico privilegiado para comprender el
tódica, permanecer en un prudente y có- evangelio. No acabamos de aceptarlo. Y
modo agnosticismo, guardar silencio. menos aún cuando es una mujer pobre la
Para muchos no es “políticamente co- que a veces nos evangeliza… El obispo
rrecto” hablar de Dios, ni confesar públi- poeta Casaldàliga que vive entre los in-
camente que uno es creyente. Uno se ex- significantes del pueblo, lo ha expresado
pone a recibir críticas o, lo que es peor, a rotundamente:
recibir una sonrisa, mezcla de extrañeza y
compasión. El Espíritu
Frente a estos sectores ilustrados, el ha decidido
pueblo pobre y sencillo confiesa que Dios administar
realmente existe y nos acompaña siem- el octavo sacramento:
pre. No es un enigma, nos es un absurdo, ¡la voz del Pueblo!
es un misterio de cercanía y bondad, es
“Diosito”. Víctor Codina, sj.

Imprime: Edicions Rondas S.L. - ISSN 1135-7584 - D. L. B-45397-95

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