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Investigación y autoría
Esmeralda Ruíz
Coordinación Proyecto
Rocío Mojica
Coordinadora Programa Colombia
Save the Children Reino Unido
Nelson Ortiz
Oficial de Derechos
Unicef Colombia
Coordinación Editorial
Angélica Gutiérrez
Oficial de Comunicación e Información para América del Sur
Save the Children Reino Unido
Diseño y Diagramación
Carlos Monroy Rubiano
Fotografías
William Torres - Unicef Colombia
Jenny Mathews - Save the Children Reino Unido
“Las fotos no corresponden a niños trabajadores domésticos”
Impresión
Gente Nueva Editorial
Save the Children Reino Unido. Oficina para América del Sur
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia - UNICEF
Oficina de Area para Colombia y Venezuela
Bogotá D.C., Colombia - Octubre de 2001
Todos los derechos reservados.
CONTENIDO
Presentación ................................................................................................... 7
Primera parte
Introducción ................................................................................................................... 11
Presentación ................................................................................................................... 62
Bibliografia ...................................................................................................................... 99
2. Ese mundo llamado Ciudad Bolívar. Análisis del contexto .................................... 117
Cuadro No. 1
Población participante en las investigaciones según localidades
Ciudades Bogotá Soacha Ciudad Cali Bucara- Totales
Población Bolívar manga No. %
Niñas o jóvenes mujeres 70 20 91 100 41 322 81.1
Niños o varones jóvenes - - 36 - - 36 9.1
Empleadores 10 - - - 6 16 4
Familiares - - - 2 12 14 3.5
Empleadas adultas - 9 - - - 9 2.3
Totales 80 29 127 102 59 397 100 17
Agenda Seminario-
Taller, ob. cit.
Los procesos de selección de la población corresponden a las condiciones generadas por
el trabajo comunitario realizado en las respectivas localidades por los equipos de investiga-
ción y a las posibilidades de establecer nexos con los diversos grupos poblacionales.
Pese a la voluntad expresa en el taller inicial por parte de los cuatro equipos de investi-
gación de incorporar al estudio las experiencias de niñas, niños y adolescentes, solamen-
te en el caso de la investigación realizada en Bogotá-Ciudad Bolívar -la cual se concentró
en población escolarizada, esto es “población cautiva” en razón de su vinculación a insti-
tuciones escolares- se encontraron varones vinculados al servicio doméstico en hogares
ajenos y, como lo describe el estudio, en labores diferentes a las realizadas por las muje-
res; en las demás ciudades todas las experiencias corresponden a población femenina.
Para el estudio realizado en Bogotá-Soacha una parte de la población se contactó con
base en el conocimiento de su vinculación al trabajo doméstico obtenido por estudiantes
en prácticas de Trabajo Social en los barrios donde residen sus familias, otras fueron
contactadas a través de empleadores y otras en escuelas nocturnas, parques e iglesias
de la ciudad18.
En el estudio realizado en Bogotá-Ciudad Bolívar la población se seleccionó a partir de
un censo realizado con 1.658 estudiantes (hombres y mujeres) matriculados/as en cua-
tro colegios de la localidad y se llevaron a cabo conversaciones complementarias y re-
uniones con madres de familia con profesores y profesoras y con funcionarios públicos
de la zona.19
En el caso de Bucaramanga la población se identificó mediante visitas casa por casa y
a un colegio de la localidad y por aportes de niñas conocidas de las investigadoras.20
Para el estudio realizado en Cali la población se identificó a partir de las relaciones pre-
existentes con mujeres vinculadas a procesos comunitarios, en especial inmigrantes y
trabajadoras del hogar, con albergues para adolescentes embarazadas y con colegios de
la localidad.21
En todos los casos el principal criterio de selección de la población participante fue el
interés por compartir su experiencia y por participar en las diversas actividades orienta-
das a obtener la información, procesarla y consolidarla. También en todos los casos operó
el mecanismo conocido como “bola de nieve” que permite “echar a andar” el tema y las
personas interesadas se encargan de “pasar la voz” e ir construyendo redes de comuni-
cación e intercambio sobre él.
Si bien este tipo de selección de la muestra no corresponde a los criterios de represen-
tatividad estadística requeridos para los estudios cuantitativos, y por lo tanto restringen
las posibilidades de generalización, si obedecen a los criterios de representatividad de los
estudios de caso o de las investigaciones cualitativas en tanto dan cuenta de diversas
expresiones de la realidad a partir de las historias particulares o las realidades locales. La
importancia de este tipo de investigaciones es creciente cuando se trata de dar cuenta
18
BELLO ALBARRACIN de las implicaciones de problemas sociales sobre grupos poblacionales específicos.
y otras: ob cit, 3-4
19
LOMBANA y PAVAS:
ob cit, 28 -30 1.3 Orientaciones metodológicas: El carácter cualitativo de los
20
LELIEVRE y ORTIZ: estudios, las aproximaciones cuantitativas y el problema de la
ob. cit. , 6-7
representatividad. La relación investigación-acción
21
TALLER ABIERTO:
ob. cit., 12-13
El carácter oculto e invisible del trabajo doméstico, la subvaloración social y personal
que conlleva y el poco tiempo que ha pasado desde que se reconoce en el ámbito legal y
normativo, unidos al cuestionamiento creciente del trabajo infantil, a la condición de ex-
plotación que lleva consigo y a la función restrictiva que ejerce sobre los derechos de la
infancia, son algunas de las condiciones que dificultan la realización de estudios sistemáti-
cos sobre el trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos.
La necesidad de realizar estudios cuantitativos sobre el problema como condición para
identificar su magnitud, visibilizar su extensión y obtener datos concretos para su análisis
y para la determinación de criterios, políticas y acciones, va de la mano con la necesidad
de acopiar información cualitativa que de cuenta de las diversas expresiones del proble-
ma, de sus implicaciones sobre la vida cotidiana de quienes encuentran en el trabajo
doméstico en hogares ajenos una opción laboral o una posibilidad de subsistencia y de su
significado para la construcción de la individualidad y para el ejercicio de la autonomía,
esenciales en el proceso de construcción de cada sujeto en particular y de la sociedad en
su conjunto.
Las investigaciones objeto de esta sistematización aportan algunos referentes cuanti-
tativos sobre el trabajo doméstico infantil y juvenil, enriquecidos con los aportes deriva-
dos de los análisis de contenido propios de los estudios cualitativos en los cuales, el relato,
la narración y la observación sistemática arrojan elementos de conocimiento y análisis
que no sería posible identificar desde un interés cuántico. Cada una de las localidades en
las cuales se realizaron estas investigaciones puede asumirse como “un estudio de caso”22,
que arroja información útil para la comprensión del problema y de sus implicaciones so-
bre los sujetos, las instituciones y los procesos y prácticas sociales.
Estos estudios de caso son de carácter exploratorio, constituyen una primera aproxi-
22
Teniendo en cuenta
que "El propósito del
mación al problema del trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos en dichas estudio de caso no es
localidades y sientan las bases para posteriores estudios sobre el tema. En tal sentido los la representación del
criterios de selección de la población y los procesos de obtención de datos no se rigen universo sino la re-
presentación del
por criterios de representatividad estadística. Se trata de asignar valor a las personas caso, del tema, del
participantes en cuanto tales, a sus sentimientos y emociones y a las reflexiones que se problema" como afir-
ma Robert E. Stake
derivan de experiencias particulares para descubrir sus nexos con proyectos de desarro-
en un artículo sobre
llo social con sentido humano23 e histórico, en los cuales las dimensiones de largo plazo el tema. Véase: DEN-
tengan efectos directos y explícitos sobre el mediano y el corto plazo, esto es, sobre el ZIN, Norman K. &
Yvonna S. Lincoln
presente.
(editors), Handbook
Desde esta perspectiva, los procesos de investigación se rigen por los postulados que of Qualitative Re-
search, SAGE Publi-
animan la investigación-acción-participativa, IAP, en virtud de los cuales a la vez que se catios, California,
asume a la población como sujeto en condiciones de conocer y analizar críticamente su 1994, 245.
propia historia y la de la sociedad en la cual está inmersa, se privilegia la dimensión trans- 23
Parodiando la expre-
sión de Manfred Max
formadora del conocimiento, esto es, la necesidad de articularlo de manera estrecha y
Neef, en su artículo
directa con la generación de alternativas de acción frente a los problemas objeto de "Desarrollo sin senti-
estudio24. do" publicado en:
Revista Número No.
Tres características se destacan como comunes a los procesos de investigación realiza- 11, Santafé de Bogo-
dos en las diferentes localidades: tá, Septiembre a no-
viembre de 1996
• La creación de espacios de palabra en los cuales la población participante en los estu- 24
Véase: FALS BORDA,
dios ponía en circulación su pensamiento y sus propuestas, a través de entrevistas, Orlando y Anisur
Rahman, Acción y
grupos focales o talleres lúdicos y proyectivos. Conocimiento., Ci-
• El establecimiento de puentes de comunicación entre la población participante orien- nep, Bogotá, 1985
25
BELLO ALBARRACIN
y otras: ob cit, 3.
26
LOMBANA y PAVAS:
ob cit, anexos.
27
LELIEVRE y ORTIZ:
ob. cit.
28
TALLER ABIERTO:
ob. cit.
2. Niñez, género, trabajo doméstico en
hogares ajenos y derechos humanos
La configuración del trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos como pro-
blema supuso -desde el primer taller- reconocer las diversas acepciones y significados
que cada grupo de investigación le confiere a los conceptos de infancia y juventud,
trabajo doméstico y hogares ajenos, así como su relación con una perspectiva que de
cuenta de sus relaciones con las diferencias de género, clase, etnia y generación. Se
trataba de construir unas bases comunes para el abordaje de los conceptos centrales del
estudio teniendo en cuenta la trascendencia del oficio de nombrar y de asignar significa-
dos para la búsqueda de explicaciones a los problemas y para la generación de alternati-
vas de acción frente a los mismos.
En esta perspectiva este capítulo se organiza en una secuencia expositiva conformada
por cuatro movimientos:
El primero parte de la dimensión subjetiva del problema respondiendo a la pregunta
¿Qué se entiende por niñez, adolescencia y juventud en el contexto de esta investiga-
ción?.
El segundo establece un nexo entre la dimensión subjetiva y las condiciones objetivas
en las cuales está inmersa respondiendo a la pregunta ¿Qué incidencia tienen las condi-
ciones de género, clase, etnia y generación en el trabajo doméstico infantil y juvenil? esto
es, ¿a cuáles niños y niñas se refiere este estudio?.
El tercero se concentra en la dimensión objetiva del problema al responder a la pre-
gunta ¿Qué se entiende por trabajo doméstico en hogares ajenos? precisando los signi-
ficados socio económicos y culturales que tiene denominar una actividad y tipificar el
lugar donde ésta se realiza.
El cuarto, identifica la dimensión ética imprescindible para abordar el problema de in-
vestigación y permite, de una parte, establecer los nexos entre éste y los complejos
procesos de construcción y reconocimiento de los derechos humanos, de manera espe-
cífica de los derechos de la niñez y, de otra, responder a la pregunta ¿Qué significa pensar
el trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos desde una perspectiva animada
por el fortalecimiento de los valores de justicia y equidad, libertad y solidaridad?
SIMILITUDES DIFERENCIAS
- Invisibles en el diseño de políticas - La niñez es transicional, no
- No se cuentan en las estadísticas permanente
- No tienen representación en el diseño de - La delegación de poder de los
políticas establecidas “en pro de sus intere- niños se encuentra más circuns-
ses” crita. Por ejemplo, por los
- La “niñez” como el género se construyen derechos parentales y la inma-
socialmente durez biológica
- Son grandes grupos sociales pero tratados - La frontera entre los adultos y
como “minorías” los niños es menos clara que la
- Se consideran “improductivos” que existe entre hombres y
- Ambos sufren opresión mujeres
- Ambos deben asumir costos - Todos hemos sido niños
desproporcionados de los programas de - Es menos claro que los niños
austeridad/ajuste representen sus propios intere-
- A ambos se les niega la participación en la ses, en ausencia de un movi-
toma de decisiones miento político equivalente al
- Los efectos de ignorarlos son a corto y a movimiento de las mujeres
largo plazo.
Las mujeres y los niños a menudo se han considerado como individuos con intereses
en conflicto, lo cual se centra en el hecho de que, en lo fundamental, los niños son
vistos como un asunto de las mujeres -en el nacimiento, la maternidad, la protección y
la crianza-, de que los infantes se constituyen en uno de los principales elementos de la
“doble carga” de labor productiva y doméstica por parte de las mujeres. El estatus
social inferior de las mujeres también se considera un factor de estancamiento que
proviene en gran medida de su estrecho nexo con los bebés y los niños... “ 40
Las categorías género y generación tienen, por tanto, una íntima relación y llevan
consigo un potencial sinérgico que anima el reconocimiento y valoración de otras múlti-
ples diferencias. La afirmación anterior “no es lo mismo ser/hacerse niño que ser/hacerse
niña” desencadena otras afirmaciones consecuentes que actúan como un entramado de
40
Relatoría Seminario- relaciones para seguir preguntándose ¿de qué niño, de qué niña se trata?, porque tam-
Taller..., ob.cit. poco es lo mismo ser niño, blanco, ilustrado y rico que ser niña, negra, analfabeta y
pobre. Y aquí cabe registrar las afirmaciones que al respecto hiciera en mi calidad de
facilitadora del Seminario-taller:
“El debate entre sexo y género es un recurso analítico que ha posibilitado visibilizar reali-
dades que hasta ahora fueron pensadas simplemente ligadas al orden de lo establecido, de
lo dado, de lo inmodificable y frente a las cuales se pudo poner a circular, y cada vez circula
con mas fuerza, la pregunta del ¿por qué?, la pregunta ¿de qué igualdad estamos hablan-
do?. La intención con estas reflexiones es analizar el significado que tiene pensar las catego-
rías de identidad y de género para el reconocimiento y construcción de sujetos de Derecho
y por lo tanto, para la construcción de sujetos autónomos si asumimos la autonomía como
la condición para el ejercicio y el reconocimiento de los Derechos.
mos de la balanza; las otras tres se colocan al servicio de uno de los opuestos en razón de
la fuerza que cada uno de ellos logre desplegar en el movimiento que las pone en acción.
Si el trabajo doméstico se entiende como “aquel que se realiza en el hogar para man-
tener y reproducir la fuerza de trabajo, es decir para reparar la energía de los miembros
de la familia que cumplen labores productivas o de los que se preparan a hacerlo..”.47
48
Véase al respecto: podemos observar que en los diversos escenarios en los cuales circula el trabajo domés-
HELLER, Agnes, So- tico, las tensiones atrás enunciadas son puestas en movimiento en relación directa tanto
ciología de la vida co-
tidiana, Península, con el lugar en el cual se realiza como con las condiciones y los intereses que animan a
Barcelona, 1977 quienes confluyen en la ejecución de las actividades que lo constituyen o a quienes se
49
Lo que en psicología acercan a él para preguntarse sobre su función su significado.
social se reconoce
como principio de te- Si se tiene en cuenta que la vida cotidiana es la esfera por excelencia de la imitación, la
rritorialidad (al refe- repetición y el sostenimiento del mundo que nos es dado48 y que las labores domésticas
rirse a la seguridad
que representa para corresponden en su totalidad al ámbito de la cotidianidad, puede afirmarse que la tensión
cada ser el transitar mantenedora se pone en acción con la fuerza de la tendencia dominante en la vida huma-
por lugares conoci- na, y también en las dinámicas de la sociedad y de la naturaleza, a reproducir lo estableci-
dos), en sociología
como la "resistencia al do49. Así, la activación de la tensión transformadora está mediada por la capacidad de poner
cambio", en psicoa- en cuestión la cotidianidad, de criticarla, de proponer alternativas y en ello, las tensiones
nálisis los "mecanis-
indagadora, movilizadora y creadora se activan al servicio de la transformación; de lo con-
mos de defensa" y en
física como "principio trario, operan también, pero del lado del mantenimiento, de la resistencia al cambio o de la
de acción y reac- generación de cambios aparentes que no tocan los cimientos de la cotidianidad.
ción".
50
Imposible por cuanto En este contexto es necesario preguntar: ¿Cómo operan dichas tensiones cuando el
la contratación de un trabajo doméstico se realiza en el propio hogar y cómo cuando se realiza en hogares
alguien para realizar ajenos? ¿Qué dinámica se genera en la movilización de tales tensiones cuando el trabajo
el trabajo doméstico
desplaza hacia otra doméstico es realizado por niñas, por niños, por mujeres jóvenes o por hombres jóve-
persona -en este nes?. Si bien el capítulo siguiente dará cuenta de los principales hallazgos al respecto, a
caso la contratada- la
partir de resultados que arrojan las investigaciones objeto de ésta sistematización es
realización de tareas
que podrían ser asu- posible formular una hipótesis respecto a cada pregunta:
midas individualmen-
te o redistribuidas La primera tiene como premisa el reconocimiento del carácter transformador de los
entre los integrantes procesos de redistribución social, económica, política y cultural, lo cual permite asumir que,
del hogar o de la fa- cuando el trabajo doméstico se realiza en hogares ajenos las probabilidades de que la ten-
milia.
sión transformadora entre en acción y logre poner a su servicio a todas las demás son
51
Si bien toda acción
humana y toda pala- menores que cuando éste se realiza en el propio hogar, toda vez que, en el primer caso, la
bra que la represen- mediación del salario, pago o retribución mantiene la concentración de los quehaceres del
ta constituyen una
hogar en manos de la o las personas a quien o a quienes se le/s paga por realizar el trabajo,
huella en la historia
personal de todo ser, siendo la redistribución del trabajo doméstico en este caso un imposible50, mientras que en
las acciones y las pa- el segundo caso, al no existir mediación salarial, la redistribución de los quehaceres del
labras que acompa-
hogar entre los distintos miembros que lo componen es por lo menos una posibilidad.
ñan el advenimiento
al mundo y los múlti- La segunda tiene como premisa el reconocimiento del significado determinante de las
ples ritos de iniciación
en la vida social en los experiencias de la infancia en la construcción de la identidad, mediante los complejos
primeros años (infan- procesos de socialización a través de los cuales cada niña y cada niño se introduce en el
cia en sentido amplio) mundo, lo descubre, lo interioriza y asume posiciones frente a él. Esta premisa permite
son huellas mas pro-
fundas y más fuer- suponer que cuando el trabajo doméstico en hogares ajenos lo realizan quienes se en-
tes. cuentran en las primeras etapas de su ciclo vital, todos y cada uno de los eventos que
52
Entendiendo la auto- concurren en el trabajo doméstico se incorporan en la vida de cada niña, de cada niño,
nomía en su triple di-
como improntas constitutivas de su identidad, de su particular manera de ser y hacer en
mensión de reconoci-
el mundo51; allí no existen posibilidades de que la tensión transformadora entre en acción
y logre poner a su servicio a todas las demás, por cuanto la fuerza de la tensión mante-
nedora que comporta relaciones de subordinación y dominación es determinante. Podría
decirse que entre menor sea la edad de las trabajadoras domésticas, de los trabajadores
domésticos, mayor es la fuerza de la dominación, de la sumisión y menores las posibilida-
des de construcción de la identidad, la individualidad y la subjetividad autónomas52.
miento del sí mismo/
Más aún, si se tiene en cuenta que uno de los principales indicadores del ingreso a la
del sí misma, de for-
vida adulta, y con él del reconocimiento de la mayoría de edad, es la capacidad de tomar mación del criterio
decisiones, ¿cómo puede darse o desarrollarse dicha capacidad en un trabajo en el cual la moral -que orienta la
capacidad de optar-
posibilidad de decidir está reducida a su mínima expresión o incluso no existe? y de construcción del
Por todo lo anterior, analizar la realidad de las y los trabajadores domésticos que parti- sentido ético -que
orienta la capacidad
ciparon en estas investigaciones supone necesariamente asumir una perspectiva de de- de actuar en conse-
rechos, y de manera específica para el caso que nos ocupa, de derechos de la niñez. cuencia con los valo-
res morales, asu-
Antes de desarrollar los fundamentos de esta perspectiva, hay que exponer dos razo- miendo la existencia
nes por las cuales en esta sistematización se optó por la expresión “hogares ajenos” y no de los otros/las
otras-.
“hogares de terceros” también utilizada con frecuencia para precisar de qué tipo de tra- 53
"Después de haber
bajo doméstico se habla. La primera es que la diferenciación entre el yo y los otros, el yo usado con entusias-
y las otras, lo propio y lo ajeno son procesos determinantes en la construcción de iden- mo durante la reunión
el término TIHT (tra-
tidad y en la dinámica de la socialización primaria; la segunda porque la designación hoga- bajo doméstico infan-
res de terceros resulta ambigua, da lugar a preguntas como la que se formulara en la til en hogares e ter-
reunión técnica de Lima53. Si bien puede haber otras expresiones como “trabajo en casa ceros) recibí una pre-
gunta muy genero-
de particulares” en las cuales el debate sobre quien es “el particular” podría arrojar nue- sa: ¿y por qué de ter-
vas luces en la construcción de sentido sobre esta actividad, no logra la claridad o la ceros y no de segun-
precisión que permite la expresión hogares ajenos que, en mi criterio, tiene un potencial dos? Aquí decimos en
casa de particula-
liberador para visibilizar las diferencias, condición imprescindible para la construcción de la res..." MOCKUS, An-
autonomía y con ella de la igualdad real; por ello, la expresión hogares ajenos como tanas: Síntesis, En:
categoría analítica tiene especial significado cuando se trata de transformar concepciones CASTRO ROJAS,
Adriana Lucía (Edito-
que durante milenios legitimaron a las mujeres, las niñas y los niños como seres tutelados, ra y compiladora).
apropiados por otros (los padres, los mayores), durante mucho tiempo imposibilitadas "Memorias Reunión
para ser propietarias de bienes y cuestionadas como poseedoras de criterio propio. Técnica Internacional
Niñez Trabajadora en
el hogar de terceros",
2.4 La categoría derechos de la niñez como perspectiva Lima, Perú, 20, 21 y
22 de Septiembre de
analítica e interpretativa de los hallazgos obtenidos que 1999, Coedición OIT,
confiere sentido ético a las orientaciones y propuestas que de IPEC, Save the Chil-
dren, Colombia y
ellos se derivan. UNICEF, primera edi-
ción, septiembre de
Las niñas y los niños, esos “sujetos inesperados” que acaban de irrumpir en la historia 2000, 224
como tales, por cuanto se necesitaron milenios para que su condición de sujetos fuera 54
Vienen al caso las pa-
reconocida y asumida social y culturalmente, son hoy sujetos de derechos. Se necesita- labras del maestro
Estanislao Zuleta:
ron largos, lentos e intensos procesos sociales para que tal reconocimiento fuera una "... es casi una burla
realidad. Se necesitaron también complejos movimientos locales, nacionales e internacio- para una población
nales para que tal reconocimiento fuera convertido en normatividad. Y aún hoy se con- decir que todos los
ciudadanos son igua-
tinúan necesitando intensos, persistentes y continuos procesos sociales para que lo con- les ante la ley si son
templado por la ley y por la normatividad sea incorporado a la vida; es decir, retorne a la iguales ante la vida:
¿Qué dice la Ley?
cotidianidad enriquecido y transformado54.
Anatole France dijo
La normatividad consagrada en las disposiciones nacionales e internacionales en mate- en el siglo pasado:
"Queda prohibido a
ria de derechos de la niñez expresa el reconocimiento de los niños y las niñas como
sujetos de derecho55 y se constituye en un recurso de primer orden, tanto para el análisis
de la realidad que viven amplios sectores de población infantil y juvenil, como para la
formulación de alternativas de acción frente a las condiciones concretas de amplios secto-
res de población infantil y juvenil cuyas condiciones, no solo distan sustancialmente de lo
establecido en leyes, normas, convenciones y convenios sino que incluso las contradicen.
ricos y pobres dormir El carácter de sujeto de derecho de cada niño y de cada niña es hoy incuestionable en
bajo los puentes".
los terrenos axiológicos y jurídicos. Sin embargo en el terreno de la vida social, las distancias
Desde luego solo les
quedaba prohibido a con relación a la normatividad, tanto en su introyección subjetiva como en su efectividad
los pobres, porque y en su cumplimiento, son aún muy grandes: Las niñas y los niños, y la población adulta,
los ricos no se van a
dormir bajo los puen-
desconocen, ignoran o pasan por alto las disposiciones; razones de índole socioeconómica,
tes. Si no hay igual- psicológica, ideológica o cultural sustentan de modo sistemático el incumplimiento de las
dad ante la vida, la leyes, decretos, convenios y convenciones relativas al trabajo infantil las cuales, en la prác-
igualdad ante la ley
se convierte en una
tica, entran en contradicción con lo establecido, e incluso legitiman socialmente el oculta-
burla. Pero la igual- miento de lo que en un momento de la historia se construyó -también socialmente-
dad ante la vida es como un valor y como un principio.56 Y en ésta contradicción radica una de las principales
algo que es necesa-
rio conquistar. Es una dificultades para que las formulaciones y propuestas en materia de eliminación y erradica-
tarea, no es un de- ción del trabajo infantil sean asumidas en la realidad como objetivos deseables y como
creto ... es una bús- decisiones políticas articuladas a la creación de condiciones para alcanzar dichas metas.57
queda". En: ZULETA,
Estanislao: Colombia: Algunos apartes de las memorias del Seminario-taller de iniciación de las investigaciones
Violencia, democracia
y derechos humanos.
objeto de esta sistematización ilustran los planteamientos anteriores:
Altamir, Bogotá,
“Las niñas trabajadoras domésticas tienen un casi absoluto desconocimiento de sus
1991
55
Una caracterización
derechos como niñas, mujeres y trabajadoras, lo que constituye un daño significativo a
y análisis de dicha su integridad personal, determinado por la interiorización de la subvaloración y la discrimi-
normatividad, de sus nación, llevando a las niñas a vivir con profundos sentimientos de inferioridad por el resto
alcances y sus límites
puede estudiarse en:
de su vida a menos que tengan posibilidad de reconstruir su historia.
RUIZ GONZÁLEZ, Es-
meralda: Los dere-
Las dudosas condiciones de contratación, las extensas jornadas laborales, la carencia
chos de la niñez tra- de la seguridad social y protección, la imposibilidad de estudiar, la falta de descanso, los
bajadora doméstica malos tratos y los abusos sexuales, la baja o inexistente remuneración, las relaciones de
desde la legislación y
la jurisprudencia,
servidumbre o semiesclavitud, la negación o subvaloración de sus culturas propias, el
Save The Children alejamiento de sus familias son situaciones que van en contravía de la vigencia y aplica-
U.K, Bogotá, Junio de ción real de los derechos contemplados en la legislación nacional e internacional a favor
2000
del desarrollo integral de la población menor de edad..”
56
Sobre los valores
como motores de la María Inés Cuadros de Save the Children, al presentar la posición de su institución con
historia de la huma-
nidad, su construc-
respecto al trabajo infantil planteaba:
ción y fortalecimien-
...Estamos analizando una serie de estudios de la OIT en los cuales se muestra que al
to y su ocaso u ocul-
tamiento puede con- parecer, lo que se aporta económicamente a la familia no es tan alto, y en esto tendría-
sultarse: HELLER, mos que indagar más.¿Cuánto está aportando realmente el niño o la niña y qué sucede-
Agnes: Historia y Vida
Cotidiana, Grijalbo,
ría si no aporta a la familia?. Porque en el caso de trabajo doméstico, la impresión que
Barcelona, 1985 tenemos es que aunque la niña no aporte en términos económicos, la familia deja de
57
Guardadas propor- responsabilizarse de la niña.
ciones tales contra-
dicciones se aseme- No solo como SAVE THE CHILDREN, sino como acuerdo mundial, consideramos que el
jan a las que se pre- trabajo infantil nocivo y de alto riesgo debe ser eliminado en el mundo (el convenio 182
sentan con las dispo-
siciones relativas a la
del año pasado es el convenio vigente en este momento en el mundo y allí están consig-
prevención del mal- nados los acuerdos que existen).
El trabajo nocivo significa que es perjudicial para el niño, que es una explotación laboral
y económica, y que como personas no les permite el acceso a la educación. Cualquiera
de estos trabajos que vulnere los derechos, es un trabajo nocivo. El análisis que hacemos
es que habiendo unas categorías tan graves de explotación, en estos momentos hay
que focalizar nuestros esfuerzos en esas graves explotaciones y alto riesgo de los niños.
También creemos que hay un tipo de trabajo infantil que puede ser benéfico en términos
educativos y sociales, que puede llegar a desarrollar la autoestima, facilitar el respeto de la
comunidad, de la familia, que ayuda a participar a los niños dentro de las relaciones socia-
les. Aceptamos que hay ese tipo de trabajo que es menor en términos generales y que
casi no está asociado ni con pobreza, ni con desigualdades sino que es un trabajo casi
siempre mas focalizado en los niños de las clases medias, o en el aprendizaje del oficio de
sus padres en unas condiciones aceptables. Ahí recalcamos que la apreciación del niño
sobre su propio trabajo es muy importante y en ese sentido, creemos lo mismo, que hay
que escuchar a los niños, a las niñas y a sus familias. Ese es un punto central cuando
vamos a hacer algún tipo de trabajo tanto de conocimiento como de intervención.
Las intervenciones que se realicen, deben basarse en un cuidadoso análisis y esto
significa analizar todo tipo de factores que empujan y atraen a los niños y niñas hacia el
trabajo infantil. Mirar aspectos como el por qué se les contrata (¿será que consideran que
es más barato ese trabajo?, ¿será que piensan que los niños son mas diestros haciendo
eso?, etc). Si no se planifica bien se llega a intervenciones que pueden ocasionar condicio-
nes más riesgosas.
En el momento de hacer la intervención debe haber un análisis que propicie el inter-
cambio de saberes y se permita conclusiones consecuentes con ese intercambio.
Desde Save the Children se reconoce que el trabajo infantil constituye un tema impor-
tante tanto para el hemisferio norte como para el hemisferio sur. No es el norte mirando
al sur. Ambos hemisferios están expuestos a riesgo y explotación.
Con relación a la investigación, es esencial el monitoreo cuidadoso del impacto de las inves-
tigaciones e intervenciones. La investigación es necesaria para comprender mejor el significa-
do del trabajo en la vida de los niños y las niñas en contextos particulares, y para desarrollar
criterios profundos de evaluación de riesgos a los cuales se enfrentan los niños y las niñas
en los diferentes tipos de labor. Este es el punto del cual creemos que hay que arrancar.
Son necesarias las definiciones claras de prioridades y metas por parte de las organiza-
ciones relacionadas con el trabajo infantil para identificar áreas de interés común y desa-
trato infantil, la vio-
rrollar acciones conjuntas. En consecuencia, es necesario desarrollar una acción coordi- lencia intrafamiliar y
nada en los temas de trabajo infantil en el ámbito internacional, regional, nacional y local. la violencia contra la
Creemos que tenemos el deber de desempeñar un papel de promoción de tales nexos, mujer, frente a las
cuales aún se esgri-
de manera que logremos algunos acuerdos fundamentales entre la sociedad civil, las men razones mora-
agencias de las naciones unidas, los gobiernos y los propios niños y niñas trabajadores. les, culturales, ideo-
Esta ha sido la reflexión desde la posición de Save the Children y más ampliamente de la lógicas o socioeconó-
micas para justificar
alianza Save the Children en cuanto a trabajo infantil” 58. prácticas que lesio-
nan la integridad físi-
La discusión sobre la relación trabajo doméstico infantil y juvenil y derechos humanos ca y psicológica de
está mediada por la palabra, el sentimiento y las propuestas que nacen de la capacidad maltratadas/os y
que niñas y niños desarrollen para leer su propia historia, conferirle significado y derivar maltratadores/as
de ello acciones y propuestas consecuentes. Está mediada también por el debate sobre
58
Relatoría Seminario-
Taller, ob.cit
los márgenes de discusión derivados de la legislación misma, de sus imprecisiones, sus
laxitudes y sus silencios: ¿Qué se entiende por “las peores formas de trabajo infantil”? y
de manera más específica: ¿Es el trabajo doméstico una de las “peores formas de trabajo
infantil”?; más aún, si se tiene en cuenta que la expresión “lo peor” es ante todo compa-
rativa, ¿cuáles son los parámetros para determinar “lo peor” ante la diversidad de condi-
ciones de vida de niños y niñas?
Al respecto, declaraciones de expertos defensores de los derechos de la niñez dan
cuenta de las labores que concurren en esta calificación y que como tales niegan o res-
tringen el ejercicio de los derechos:
“... Entre la normativa internacional tenemos el recientemente aprobado Convenio
OIT No. 182 sobre la Prohibición de las peores formas de Trabajo Infantil y la acción
inmediata para su Eliminación. ¿A qué ocupaciones alude el vocablo peores formas de
trabajo infantil? Básicamente a las siguientes actividades realizadas por menores de 18
años de edad: “a) todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud,
como la venta y el tráfico de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo y
el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños
para utilizarlos en conflictos armados;... d) el trabajo que por su naturaleza o por las
condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la
moralidad de los niños” (art. 3); señalándose que todo miembro que ratifique dicho Con-
venio se compromete a adoptar medidas para la prohibición y eliminación de estas for-
mas de trabajo infantil”.59
Al mismo tiempo que se hacen explícitas estas características en las cuales están pre-
sentes las condiciones de servidumbre, las labores que atenten contra la salud y el traba-
jo obligatorio, se reconoce que “... Esta tipología de trabajos extremos parece recoger
sólo un sector del trabajo doméstico; aquel mencionado antes sobre el trabajo forzoso
de niñas que se ofrecen a adultos no familiares. No obstante que en el proceso de debate
sobre el nuevo convenio OIT organizó (Ginebra, Junio 1997) una mesa de discusión
59
ALARCON GLASINO- sobre trabajo infantil invisible y trabajo doméstico, desde el Convenio aprobado difícil-
VICH, Walter. Aspec- mente se puede catalogar el trabajo doméstico como una de las formas extremas de
tos legislativos sobre
el trabajo doméstico
trabajo infantil.... El trabajo doméstico en hogares de terceros, por su dificultad de regu-
infantil en América lar y porque no siempre necesariamente significa explotación, desde mi percepción que-
Latina", en: CASTRO daría fuera del ámbito del Convenio sobre las formas extremas del trabajo infantil..”.60, lo
ROJAS, Adriana Lu-
cía (Editora y
cual confirma la necesidad de conocer, describir y analizar, con la participación activa de
compiladora)."Memorias las niñas y los niños que asumen dichos trabajos, las implicaciones que tales experiencias
Reunión Técnica In- tienen sobre sí mismos, sobre sus derechos fundamentales y sobre los procesos de so-
ternacional Niñez Tra-
bajadora en el hogar cialización. Es importante lograr mayores precisiones tanto en la normatividad como en
de terceros", Lima, las propuestas que las instituciones y entidades presenten a los gobiernos para hacer
Perú, 20, 21 y 22 de efectiva por lo pronto la meta de eliminación de las peores formas de trabajo infantil.
Septiembre de 1999,
Coedición OIT, IPEC, El mismo autor citado anteriormente afirma: “...que la determinación específica de qué
Save the Children,
Colombia y UNICEF, ocupaciones concretas serán admitidas como formas extremas de trabajo infantil es
primera edición, sep- tarea de las autoridades nacionales de cada país que ratifica el mencionado Convenio.
tiembre de 2000, pg., Esto deja una puerta abierta donde es posible generar una demanda social para que la
100
actividad del trabajo doméstico en casa de terceros, cuando es realizado por niños, pue-
60
ALARCON GLASINO-
VICH, íbid. da ser considerado nacionalmente como una actividad extrema y, por ello, prohibida..”.61
61
ob. cit., 100-101 En Colombia se “...prohíbe expresamente el trabajo de menores de 14 años sin refe-
62
ob. cit., 103
rencia particular al servicio doméstico” 62 lo cual hace más difícil aún generar acciones en
defensa de los derechos de quienes trabajan en este campo, la duda sobre el impacto de
dicho trabajo en el ejercicio de los derechos se ampara en las imprecisiones del significado
del trabajo doméstico para los mismos.
Además, como lo señala el mismo autor “...El incumplimiento de las legislaciones nacio-
nales vigentes es generalizado... la trabajadora doméstica en la práctica cotidiana, está
sometida a los acuerdos a que llegue particularmente con su empleador” 63 y ante ello,
Colombia no constituye ninguna excepción. Se podría agregar a este enunciado que en
el caso del trabajo infantil doméstico, los acuerdos sobre los términos de la relación con-
tractual -si se puede llamar así- se establecen por lo general a través de la familia, con lo
cual se configura una condición de trabajo obligado o incluso forzoso.
Tampoco es Colombia una excepción al análisis que a renglón seguido se plantea sobre
la carencia de efectividad de la exigua legislación vigente: “Dicha inobservancia de la
normativa vigente creemos se debe a las siguientes razones: a) carencia en las legislacio-
nes, o en su reglamentación de sanciones ante el incumplimiento de la norma; b) dificul-
tad de las autoridades públicas de ejercer en control de las condiciones de trabajo, cuan-
do el lugar donde se labora es un espacio privado como los hogares; c) el predominio de
una actitud ciudadana de complacencia ante el trabajo infantil y una suerte de arreglo
cultural donde, tanto las niñas como sus patrones, aceptan convivir bajo relaciones ser-
viles en las cuales dominan los acuerdos personales antes que las leyes”.64.
Así lo demostraba en su intervención en este mismo evento el investigador Jorge Iván
Bula, de UNICEF, cuando afirmaba que “... El entorno macroeconómico descrito, tradu-
ciría las condiciones del trabajo doméstico infantil en largas jornadas de trabajo, aisla-
miento de la familia y de los amigos, trato discriminatorio en el uso de los recursos e la
familia, posible maltrato, posible abuso sexual, remuneración por debajo del mínimo legal
o no remuneración del todo, ausencia de seguridad social (incluso cuando la ley obliga) y
posibles relaciones de servidumbre.... Los imaginarios sociales sobre el trabajo infantil
doméstico en hogares de terceros, llevan a que éste se perciba como una oportunidad
que permite a la niña mejorar sus condiciones de vida y que la prepara para la vida
(trabajo reproductivo). Por otra parte, el hogar receptor es visto como un benefactor
que está haciendo un favor para mejorar las condiciones de vida de la niña. Igualmente
las niñas son consideradas económicamente inactivas, toda vez que su trabajo no gene-
ra valor agregado y es considerado una actividad normal para las niñas de bajos ingre-
sos”.65
Todos estos planteamientos dan cuenta de que, al mismo tiempo que el trabajo do-
méstico en general, el trabajo doméstico en hogares de terceros en particular y de ma-
nera especial el trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos, es puesto en 63
ob. cit., 107
cuestión en las declaraciones de principios, se ignoran o se desconocen sus implicaciones 64
íbid.
en las dimensiones concretas del hacer y del acontecer de cada niña y cada niño, de cada 65
BULA, Jorge Iván:
joven mujer y cada joven varón. Es imprescindible que dichas implicaciones sean descu- Formulación de polí-
ticas públicas y niñez
biertas, nombradas y repensadas sin cesar en cada realidad, a partir de la vivencia de
trabajadora en hogar
quien las experimenta, para hacer posible el encuentro entre lo deseable y lo soñado en de terceros. Hacia la
materia de construcción de la identidad y las condiciones que permiten la realización de erradicación progre-
siva del trabajo infan-
tales deseos y sueños.
til y el cumplimiento
de los derechos de
los niños, en: ob. cit,
pag. 128
3. Un camino obligado para la subsistencia y
una socialización para la sumisión
Síntesis de los principales hallazgos
En este capítulo se espera dar cuenta de los principales hallazgos que ofrecen las inves-
tigaciones realizadas sobre condiciones concretas del trabajo doméstico infantil y juvenil;
empecemos registrando la cifra calculada recientemente sobre la cantidad de trabajado-
res domésticos menores de edad en Colombia: “En 1999 cerca de 323 mil niñas y niños
entre 5 y 18 años estaban vinculados al servicio doméstico, aislados y ocultos al interior
de los hogares en donde son empleados” 66. Si bien las 332 niñas y los 36 niños partici-
pantes en estos estudios constituyen apenas el 0,11% del total calculado en el país, sus
palabras y sus experiencias tienen sentido y significación en el contexto de violencias,
pobrezas e inequidades del país; cobran el sentido que en realidad debería tener cada
vida humana para una nación y la significación que, por lo menos en lo ideal, debería
otorgársele a las condiciones de vida y de crecimiento a cada una de las mujeres y a cada
uno de los hombres que la habitan.
De allí que las palabras de quienes se han desempeñado como trabajadoras domésti-
cas en hogares ajenos, actúen como puerta de entrada a este diagnóstico que ofrecen
los estudios. Ellas han experimentado en su propia historia la tensión entre necesidad y
libertad, en cuanto es la necesidad de acceder a los recursos básicos para su subsistencia
y/o la de sus familias la razón fundamental que las obliga a incursionar por espacios y
actividades que -en el momento actual de la historia de la humanidad por los valores que
ha construido-, deberían estar reservados a la población adulta, y en cuanto, al mismo
tiempo, son los sueños con hacer realidad lo que las condiciones objetivas tienden a
convertir en un imposible, los que sustentan y soportan las múltiples tensiones y dificulta-
des que comporta el correr el riesgo de trabajar como empleadas domésticas desde su 66
CASTILLO, ob. cit.,
mas tierna infancia; son los anhelos de libertad los que incluso llegan a permitir que los 25.
abusos, los malos tratos, las discriminaciones y las dificultades se conviertan en un moti- 67
Utilizaremos de modo
preferente la expre-
vo que alimenta los sueños de poder volar. sión niñas y jóvenes
Una vez puestas en escena palabras ilustrativas del sentir y del pensar de las participan- por las razones de
prevalencia de la con-
tes sobre sus vivencias en trabajo doméstico, se presentan los principales hallazgos co- dición femenina de
munes a la totalidad de entrevistadas67. Después se identifican las principales diferencias éste trabajo en la his-
en la percepción de sus vivencias explicadas por las condiciones particulares en que se toria y en nuestro
contexto particular.
desenvuelven cuando esta realidad es asumida desde la experiencia de trabajadoras do-
mésticas niñas y jóvenes vinculadas o no a la educación formal, cuando la modalidad del
trabajo es interno o por días, cuando el trabajo se realiza en hogares de diversos estratos
socioeconómicos, cuando las vivencias corresponden a experiencias de trabajo en la
gran ciudad o en ciudades intermedias y cuando los contrastes culturales se acrecientan
por la diversidad de los grupos étnicos de procedencia.
Cuatro variables actúan como referente transversal de la caracterización lograda en este
capítulo: a) la dinámica de los procesos migratorios del campo a la ciudad, b) las caracterís-
ticas de los procesos de movilidad inter e intra barrial, c) las condiciones étnicas y d) las
particulares experiencias de los casos referidos a población en situación de desplazamiento.
La categoría género mantiene su condición de actuar como criterio transversal en éste
estudio, dando cuenta de sus posibilidades y sus límites para el estudio del trabajo do-
méstico en tanto la categoría mujer continúa siendo necesaria para el análisis, interpreta-
ción y búsqueda de alternativas consecuentes con las metas de justicia social y equidad
de género que alimentan los intereses investigativos.
Cuadro No. 3
Modalidad de trabajo de la población trabajadora doméstica en hogares
ajenos entrevistada según localidades
Localidades Bogotá Soacha Ciudad Cali Bucara- Totales
Bolívar manga
Modalidad No. % No % No. % No. % No. % No. %
Por horas - - - - 2 4,9 2 0,6
Por días 24 34,3 2 10 127 100 23 23 12 29,3 188 52,5
Internas 46 65,7 18 90 - 77 77 27 65,8 168 46,9
Totales 70 100 20 100 127 100 100 100 41 100 358 100
Obsérvese como varía también esta modalidad por regiones, si bien en Cali, Bucara-
manga, Bogotá y Soacha son mayoría las trabajadoras internas (77%, 66%, 66% y
90% respectivamente), en comparación con las otras modalidades en Bogotá es mayor
la vinculación por días.
Cuadro No. 4
Jornadas laborales de la población trabajadora doméstica en hogares ajenos
entrevistada según localidades
Localidades Bogotá Soacha Ciudad Cali Bucara- Totales
Bolívar manga
Jornadas No. % No % No. % No. % No. % No. %
4 o menos - - - - 2 4,9 2 0,6
4 a 8 horas 24 34,3 2 10 127 100 23 23 12 29,3 188 52,5
Más de 9 h. 46 65,7 18 90 - 77 77 27 65,8 168 46,9
Totales 70 100 20 100 127 100 100 100 41 100 358 100
El cuadro No. 4 permite observar que para una amplia proporción de niñas y jóvenes
entrevistadas, las jornadas laborales superan las ocho horas de trabajo legalmente esta-
blecidas para cualquier trabajador en Colombia, lo cual atenta no solo contra los dere-
chos de la niñez sino contra los derechos laborales y contra los derechos humanos.
Las jornadas de trabajo superiores a las ocho horas diarias son consecuencia directa
del tipo de vinculación como trabajadoras internas e indirecta, pero están muy relaciona-
das con el desconocimiento del derecho al tiempo libre, al descanso y a los demás dere-
chos de la niñez ya referidos de manara persistente en diversas investigaciones.
Los testimonios muestran que la jornada laboral es expresión de fenómenos como la
sobrecarga de responsabilidades, la asignación de tareas como el cuidado de otros niños
u otras niñas y la apropiación de los cuerpos y voluntades de las niñas y niños trabajado-
res, en tanto no hay cuidado, e incluso muchas veces, ni percepción del cansancio que
se convierte en necesidad corporal de destinar un tiempo al dormir, como tampoco hay
conciencia por parte de las empleadoras y los empleadores y muchas veces ni siquiera de
las mismas niñas y jóvenes, de los límites de tiempo de la jornada laboral.
84
Además del estudio
referido en la cita an-
terior, véase al res-
pecto: BELLO ALBA-
RRACIN, Martha Nu-
bia, MOSQUERA,
Claudia y otros, Re-
latos de violencia.
Experiencias e niñas
y niños en situación
de desplazamiento,
coed. Universidad
nacional de Colom-
bia, Fundación Dos
Mundos y AVRE, Bo-
gotá, 1999
4. De la formulación de los derechos a su
aplicación
-Conclusiones y recomendaciones-
El camino recorrido por las aproximaciones al trabajo doméstico infantil y juvenil en
hogares ajenos en cuatro ciudades de Colombia permitió descubrir a través de la infor-
mación obtenida, nuevas/viejas razones que sustentan -en este caso particular- lo que
los convenios internacionales ya declararon al promulgar los derechos de la niñez y con-
vertido mas adelante en disposiciones legales nacionales: que la relación niñez y trabajo
es, en la actualidad, una ecuación carente de sentido humano y social.
Pese a ello, es una ecuación que sigue transitando por diversos lugares del territorio
nacional y que toma cuerpo en las vidas cotidianas de los “cerca de 323 mil niñas y niños
entre 5 y 18 años”100 que se calculaban para el año de 1999 como trabajadores domés-
ticos en hogares ajenos. Estos datos, producto de aproximaciones estadísticas, develan
una realidad que los estudios de caso van corroborando y descubriendo, no sin dificul-
tad, en razón del carácter oculto e invisibilizado de lo doméstico y de su ubicación en el
llamado “ámbito privado”. Una realidad en la cual los relatos tanto de quienes han asumi-
do sus roles de trabajadoras domésticas desde sus primeros años como de quienes la
viven como empleadoras o patronas, permiten reconocer que el trabajo doméstico in-
fantil y juvenil en hogares ajenos implica contradicciones y contrasentidos.
Contradicciones entre el reconocimiento de los derechos de los niños y las exigencias
de unas condiciones sociales en las cuales este quehacer, que no se corresponde con el
deber ser, se convierte en un portador de ilusiones y de sueños, en un activador de
fantasías para niñas y jóvenes que, por razones siempre ajenas a sus voluntades se ven
compelidas a asumir roles que sus contemporáneas no tienen que asumir.
Contrasentidos, en tanto el trabajo doméstico infantil en hogares ajenos, se convierte
para estas niñas y jóvenes en un nuevo agente de socialización, que en muchos casos,
por las relaciones propias de éste trabajo, se convierte en un agente de socialización para
la sumisión que legitima el sufrimiento y el sacrificio. otros, ob. cit.
Tales contradicciones y contrasentidos se constituyen en base para que las recomenda- 101
Relatoría Semi-
ciones y propuestas se orienten en direcciones que permitan construir caminos en los
cuales las acciones de corto plazo que necesariamente continuarán teniendo carácter re-
medial tengan un contenido sinérgico, es decir, capaz de potenciar en el corto, el mediano
y el largo plazo, el ejercicio de la totalidad de los derechos de la niñez. Ello implica asumir
como una responsabilidad social, como un deber personal y como un derecho subjetivo la
generación de procesos que, en el corto y mediano plazos, se orienten hacia la eliminación
progresiva de todas las formas de trabajo doméstico infantil en hogares ajenos.
Los cuatro estudios realizados ofrecen propuestas y alternativas que permiten dar
contenidos a tales procesos, teniendo en cuenta algunas condiciones que surgen como
recomendaciones a partir de las experiencias vividas en la experiencia de investigación:
a) La participación de las niñas y jóvenes que trabajan en hogares ajenos es condición
fundamental para poner en circulación sus palabras, sus pensamientos y sus pro-
puestas de tal forma que éstas sean la base para la formulación de las políticas y las
acciones relativas a las condiciones de su trabajo y al ejercicio de sus derechos.
b) La generación de acciones orientadas a lograr el fortalecimiento personal de las niñas
y jóvenes trabajadoras en hogares ajenos, a posibilitar la reconstrucción crítica de sus
historias vitales y a ponerlas en común para descubrir la articulación entre las historias
personales y las historias sociales, es condición básica para derivar de ellas acciones
colectivas que incidan en la formulación de políticas relativas al trabajo doméstico
infantil y juvenil.
c) El diseño de procesos de sensibilización de las familias contratantes orientados al reco-
nocimiento de los derechos de la niñez es condición necesaria para ampliar los niveles
de conciencia individual y social sobre las implicaciones presentes y futuras del ejerci-
cio de tales derechos; allí cabe considerar los vecindarios, barrios o conjuntos residen-
ciales y las organizaciones sociales presentes en las comunidades como vehículos para
dicha sensibilización.
d) La construcción de una voluntad política en los ámbitos gubernamentales de los niveles
locales, regionales y nacionales, que permita reconocer el trabajo doméstico infantil y
juvenil como un problema es una condición necesaria para incorporarlo de manera
explícita en los planes de desarrollo locales, ante el cual se formulen alternativas de ac-
ción en las instituciones ejecutoras de las políticas sectoriales de salud y de educación.
e) El fortalecimiento de los procesos de comunicación entre las entidades del orden na-
cional y las organizaciones internacionales que promueven acciones en defensa de los
derechos de la niñez, es condición básica para fortalecer el intercambio de experien-
cias con otros países en materia de trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares
ajenos, de tal forma que Colombia logre insertarse efectivamente en la dinámica que al
respecto viene desarrollándose en el contexto latinoamericano.
f) Establecer nexos entre las acciones y políticas que se impulsen en materia de trabajo
doméstico infantil y juvenil en los niveles subjetivos, comunitarios, institucionales, gu-
bernamentales y no gubernamentales es una condición para construir propuestas
que permitan conectar las dimensiones personales y sociales, poblacionales y guber-
namentales y los niveles locales, regionales, nacionales e internacionales.
g) Formular políticas, diseñar programas y desarrollar proyectos animados por procesos
de participación social, de educación comunitaria y de movilización de recursos en
materia de trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos es condición funda-
mental para hacer visible el trabajo doméstico infantil y volverlo palabra; para consti-
tuir el trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos en problema generador
de interrogantes y para desarrollar acciones progresivas y sistemáticas que actúen
como engranaje de un movimiento social en el que se reconozca que el ejercicio de
los derechos humanos pasa por el reconocimiento cotidiano de los derechos de la
niñez, los cuales se niegan mientras subsistan formas de trabajo doméstico infantil en
hogares ajenos.
Las condiciones anteriores se apoyan en el desarrollo de procesos en los cuales se
construyan alternativas de investigación e intervención que permitan divulgar las dispo-
siciones legales que protegen el trabajo doméstico juvenil -a partir de la edad legalmente
permitida- en hogares ajenos, analizar sus implicaciones y sus efectos sobre el ejercicio de
otros derechos de los y las jóvenes y sobre sus condiciones de vida, generar espacios
sociales que consulten las experiencias y las propuestas de adolescentes y jóvenes cuan-
do se definen normas, políticas y programas relativos al mismo.
Todo ello conlleva la necesidad de generar un engranaje que consulte las diferencias de
edad para la definición de políticas, estrategias y acciones en las cuales la eliminación
progresiva del trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos se construya me-
diante procesos legales, educativos, culturales y de creación de formas de conciencia
colectiva que sustenten el cumplimiento de los convenios y acuerdos, el seguimiento y
control de las disposiciones legales y la incorporación de las metas de eliminación del
trabajo doméstico en la construcción de valores.
Algunas de las conclusiones del Seminario-taller en el cual se pusieron en común las
investigaciones realizadas, actúan como recomendaciones finales en este trabajo de sis-
tematización.
En ellas se incluyen las bases para lo que en dicho taller se denominó “construir una
matriz de triple entrada” que permita formular proyectos de acción en las dimensiones
socioculturales, psicoafectivas, socioeconómicas y sociopolíticas que confluyen en el es-
cenario del trabajo doméstico infantil y juvenil en hogares ajenos y relacionar tales pro-
yectos tanto con las actoras y actores que confluyen en dicho escenario como con las
entidades gubernamentales del orden local, departamental y nacional que definen y eje-
cutan las políticas sociales en los sectores educativo y de salud, y con las organizaciones
internacionales que trabajan por los derechos de la niñez.
A manera de ejemplo se registran los principales elementos que intervendrían en un
ejercicio participativo de construcción de dicha matriz, mediante el cual se logre darle el
contenido específico en relación con el tiempo y el lugar en donde se realicen las acciones,
así como con las condiciones concretas de las personas e instituciones que convergen en
el desarrollo de las mismas.
Se trata de considerar los componentes de esta matriz tanto en sí mismos -es decir
identificando la especificidad de cada uno de ellos y su dinámica interna- como en sus nexos
y relaciones con los demás, de tal forma que las acciones que se emprendan en el proceso
de erradicación progresiva del trabajo doméstico infantil en hogares ajenos estén animadas
por una perspectiva interactuante, relacional e integral. Los elementos a incorporar para
dotar de contenido las categorías allí incluidas están registrados en las memorias del taller
antes mencionado; se transcriben apartes de las consideraciones finales por cuanto sinte-
tizan las propuestas y recomendaciones resultantes de estos estudios:
“... Se considera que las propuestas deben estar dirigidas a distintos auditorios
entre estos: las Jóvenes y niñas que trabajan en el servicio doméstico, familias em-
pleadoras, las familias de origen, la opinión pública en general... también al sector
Dimensiones y relaciones a considerar en un proceso participativo orientado
a la dignificación del trabajo doméstico y a la erradicación progresiva del
trabajo doméstico infantil en hogares ajenos
educativo y el sector salud y a los organismos representativos del Estado y del Go-
bierno, que tienen a cargo la política pública y en especial la política pública de familia
en lo relacionado con población infantil y juvenil... y... a las organizaciones interna-
cionales en la elaboración de recomendaciones al Estado colombiano para que tome
responsabilidad sobre la problemática. Organizaciones como UNICEF y Save the
Children a través del conocimiento de las investigaciones pueden fortalecer su inter-
locución con el Estado a fin incidir en los proyectos de desarrollo local, regional y
nacional para que incluyan programas que prevengan la migración por falta de op-
ciones para la población infantil y juvenil.
Además que se planteen alternativas para quienes ya están vinculados al trabajo do-
méstico teniendo en cuenta que: el sector educativo puede ser trabajado en dos aspec-
tos: uno... en relación con el problema de un sistema educativo que no logra la retención
de la población en edad escolar y no resulta adecuado a las necesidades de esta pobla-
ción... y otro en relación con las instituciones escolares mediante el apoyo a educadores
que tienen relación directa con el menor trabajador y las familias empleadoras, donde
tienen la posibilidad de sensibilizar y reflexionar sobre la situación... la comunidad educati-
va tiene que verse en dos sentidos, la que se ubica en los lugares de origen y la de la
familia empleadora. La primera tiene que ver con la creación de mecanismos que disminu-
yan sistemática y progresivamente la oferta de población infantil y juvenil para el trabajo
doméstico. La segunda con la reflexión y transformación de las relaciones entre la traba-
jadora doméstica y los integrantes de la familia empleadora.
En cuanto a propuestas inmediatas:
• Trabajos alrededor de los medios de comunicación, con campañas de sensibilización
frente a las condiciones indignas del trabajo doméstico, que permitan resignificar el
trabajo doméstico... utilizar medios como el periódico del vecindario y la comunidad
educativa, con el diseño de materiales visuales (afiches, carteleras) en los conjuntos
residenciales.
• Generar estrategias que favorezcan la comunicación de las jóvenes y las niñas con sus
familias, de manera que se disminuya uno de los problemas más graves a que se ven
sometidas como es el aislamiento y el rompimiento de sus redes de apoyo.
• Establecer mecanismos y competencias para ejercer denuncias y garantizar el respe-
to como trabajadoras, para el caso de las mayores de 14 o 15 años.
• Proporcionar un espacio como punto de encuentro y creación de redes sociales.
• Para llegar a la erradicación del trabajo doméstico infantil un primer paso es la preven-
ción, que debe estar relacionada con los lugares de origen, teniendo presente que
este sería un proceso que sólo se lograría a largo plazo.
• Establecer metas en estos niveles tendría que atravesar las dimensiones afectiva y
subjetiva como sujetos emocionales y políticos; esto significa construir ciudadanía, ya
que las empleadas no cuentan con un lugar que les permita tomar decisiones sobre sí
mismas ni expresar lo que sienten. Subir los niveles de escolaridad donde vayan liga-
dos la dimensión política y la apropiación de derechos, uno de ellos el derecho a ejer-
cer la ciudadanía
• Darle importancia al trabajo infantil en condiciones de riesgo como un problema que
puede afectar a toda la sociedad, de manera que trascienda los debates de lo privado
y se relacione con la forma como concebimos la infancia...
• Los estudios de adolescencia son muy pocos... siendo ésta una etapa que se pasa tan
rápido se le ha restado importancia... Realizar un trabajo con este tipo de población,
requiere mostrarles alternativas, la experiencia que se ha tenido con los jóvenes de
Soacha muestra que es difícil convocarlos y mantenerlos en un trabajo, además, ellos
han asumido su vida aceleradamente, por embarazos prematuros, conformación de
hogares a edad muy temprana y los problemas de la sobrevivencia que priman sobre
cualquier programa de capacitación o de formación.
• La profesionalización del trabajo doméstico a partir de la edad establecida legalmente...
ubicarlo en una relación contractual... llamarle empleo de manera que cuente con las
garantías de tipo salarial y legal, donde exista una cualificación de las chicas que están
realizando el trabajo doméstico, no sólo para el desarrollo del trabajo en sí mismo, sino
en la búsqueda de dignificación de condiciones para ellas mismas... la profesionalización
debe estar dirigida a quienes estén realizando este trabajo y a la población adulta que
permita ver este empleo como un trabajo que cuente con las garantías legales.
• ... para la población entre 14 y 18 años que no lo ven como una posibilidad sino como
algo que les toca realizar, se requiere plantear alternativas para que puedan cumplir
con sus expectativas,... reconociendo que estos son ideales a largo plazo puesto que
la realidad les hace permanecer en estas condiciones y ahí lo que se puede plantear es
la modificación de las relaciones laborales.
Este tipo de trabajo está marcado por relaciones serviles lo cual es un problema de
orden socio cultural; posibilitar alternativas pasa por la transformación de las relaciones
entre hombres y mujeres; es también un problema de mercado y esto se traduce en una
oferta de niños y jóvenes que vienen desde el campo o que están en los sectores popu-
lares y se contratan a cualquier precio para labores domésticas; es un problema que se
tiene que plantear desde la política pública, disminuir la oferta requiere que sean retenidos
por el sistema escolar y esto va unido a la política pública de familia frente a lo cual se
deben plantear acciones en inmediato, mediato y largo plazo.
Los elementos histórico-culturales conciben el trabajo doméstico asociado al servilis-
mo, este aspecto necesita ser revaluado en el plano de lo laboral; en la práctica se ha
visto que no existe mayor diferencia entre la joven que tiene una relación contractual y
la que no, puede que tenga condiciones labores más favorables pero las relaciones de
trabajo son casi las mismas; estandarizar las jornadas laborales es parte de la dignifica-
ción, crear mecanismos de representación e interlocución de las empleadas y en este
sentido hay una propuesta muy concreta y es la creación de un centro de atención ya
que no existe un lugar donde ellas puedan colocar una denuncia, encontrarse con perso-
nas que vivan su misma situación, recibir orientación legal y asesoría.
Trabajar con esta matriz significa considerar las dimensiones socio-económica, socio-
cultural, psico-afectiva y socio-política para darle sentido a la dignificación y erradicación
del trabajo doméstico y comprender el sin sentido del trabajo infantil.
Entre las acciones inmediatas por realizar están:
• Proporcionar mecanismos para que las niñas y jóvenes accedan al conocimiento de
derechos y favorecer los espacios de denuncia, encuentro, empoderamiento y brin-
dar alternativas de formación en habilidades para la vida.
• Se propone dar continuidad al trabajo con esta población, puesto que se ha iniciado
un proceso de sensibilización, se necesita trabajar para sustentar la segunda parte del
proyecto con propuestas concretas a seguir.
• Socializar los resultados de estas investigaciones de manera que los informes locales
puedan alimentar otro tipo de publicación a nivel nacional, esto sería muy valioso,
puesto que existe muy poca bibliografía sobre el tema, es una manera de empezar a
socializar en el ámbito intelectual y de la política.
• Estos informes cuentan con relatos de vida que pueden permitir otro tipo de análisis
como fuentes de nuevas investigaciones, pueden ser fuente de consulta tomando las
respectivas medidas de anonimato de las protagonistas, estos documentos podrían
ser incluidos en los centros de documentación de Genero de la Universidad Nacional,
de Save the Children y de UNICEF.
• Difundir esta información y comprometer a quienes pueden trabajar alrededor de
esta problemática como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para que lo in-
cluya dentro de sus políticas de acción.
La actual situación del país, que se caracteriza por las deficientes condiciones de los
sectores rurales y populares de las ciudades, sumada al incremento de la violencia, entre
otros aspectos por la agudización del conflicto armado, hace que aumente el número de
menores que salen de sus hogares e ingresan al mercado laboral a través del servicio
doméstico.
Las menores de edad que ingresan al trabajo doméstico lo hacen en condiciones no
dignas que atentan contra sus derechos, autoestima y su desarrollo integral, puesto que
no cuentan con ningún tipo de regulación efectiva que pueda colocarlo en la categoría
de empleo y se fundamenta en relaciones de servilismo.
Si bien el trabajo doméstico infantil no debe existir bajo ninguna condición, debe ser
erradicado por constituirse en una forma de violación de los derechos de este sector de
la población, la población juvenil accede a éste presionada por su situación económica
precaria en su grupo familiar, por lo tanto, se tiene que pensar en la dignificación de
condiciones de trabajo de quienes lo están ejerciendo y mecanismos de prevención y de
mejoramiento de condiciones de vida en los lugares de origen que permitan la erradica-
ción de este tipo de trabajo a largo plazo.
En las historias de las jóvenes existen diferencias en las representaciones de pequeña y
gran ciudad; en la primera parece que las chicas logran fácilmente encontrar una red
social que las protege la cual les permite entrar en contacto con otras personas que están
en su misma situación esto contribuye a disminuir el aislamiento social. Para quienes han
pasado por la experiencia en ciudades más pequeñas se manifiesta la añoranza de espa-
cios de encuentro.
En casos como Bogotá, donde la ciudad es vista como insegura tanto por los emplea-
dores como por las trabajadoras existe mayor dificultad para crear redes de apoyo y se
incrementan la exclusión y el aislamiento social al moverse en relaciones mediadas por la
desconfianza, sin embargo, las grandes ciudades resultan atractivas para ellas porque
consideran que tienen mayor oferta de trabajo, mejores condiciones se salario y de
seguridad social y porque existe la representación de mejoramiento de estatus al llegar a
ciudades como la capital.
La representación de una ciudad peligrosa y la desconfianza de los empleadores limita
el acceso a los espacios públicos, aunque Bogotá tenga una oferta grande a nivel recrea-
tivo, que puede ser muy barata y a la que las chicas podrían acceder, el temor les impide
hacer uso de la misma. Es ahí donde impera la necesidad de plantear alternativas, crear
espacios donde puedan socializar y disminuir las relaciones de desconfianza mutua que
caracteriza la relación empleador-empleada, así como las inseguridades que se derivan de
la forma como se percibe el medio.
Elementos como el estrato y la escolaridad influyen en la forma como se asumen las
relaciones entre empleadores-empleadas, en Bogotá en los estratos 4 y 5 ven a las chicas
como empleadas en términos contractuales sin desconocer que aún persisten condicio-
nes indignas en el trabajo, valoración que aumenta cuando este trabajo permite realizar
los proyectos de vida de mujeres profesionales o que trabajan fuera de su hogar. Por el
contrario se evidencian relaciones de mayor maltrato cuando las empleadoras permane-
cen siempre en el hogar.
Aunque se han dado algunos cambios en la valoración del trabajo doméstico, prevalecen
en estas relaciones formas sutiles de servidumbre e inequidad social que no permiten a
quienes se dedican a este trabajo la construcción de proyectos de vida que hagan posible
definirlo como una opción laboral digna o acceder a otros de acuerdo con sus expectativas.
La invisibilización del trabajo doméstico es un problema que se hace evidente en las
mismas luchas por los derechos de los niños y las mujeres y debería incluirse en eventos
como los que se realizan “El Día Internacional de la Mujer” o “El día del niño y de la niña”
puesto que las condiciones en que se hace el trabajo doméstico reproduce muchas de
las formas de exclusión y discriminación.
Recomendaciones
• Integrar la mirada de género en los procesos educativos, la búsqueda de equidad no
sólo en el trabajo doméstico sino en todo tipo de trabajo que involucre población
infantil y juvenil con una perspectiva más amplia. Para el caso de las desescolarizadas
se tiene que motivar al acceso a la educación, lo que requiere un trabajo con las
familias empleadoras.
• En las comunidades de origen, especialmente las rurales, existe la noción que la niña
debe salir, adquirir una experiencia, desenvolverse más, desprenderse de la familia,
esta situación genera la importancia de un trabajo de investigación e intervención que
proporcione un cambio en la representación de niño y joven en sus lugares de origen
debido a que los patrones culturales en estas regiones determinan la maternidad y
conformación de hogar temprana (13 o 14 años), por lo tanto las madres motivan a
sus hijas para que salgan y así no repitan sus historias.
• Promover en las universidades la reflexión alrededor de la temática, propiciar el de-
bate y motivar la realización de trabajos de investigación – acción que lleven a la
creación de políticas Estatales y metodologías de intervención, análisis críticos y
políticos proyectados a la erradicación del trabajo doméstico infantil... adelantar pro-
cesos con las organizaciones comunitarias en los lugares de origen, de manera que
incluyan en los proyectos de desarrollo local líneas de intervención a jóvenes y ado-
lescentes... Vincular al ICBF en el programa de salud reproductiva y socializar con los
padres de familia los riesgos a los que se ven expuestos las chicas al ingresar a los
trabajos domésticos en una casa de familia....Trabajar en el campo de los derechos
humanos y la conciencia de derecho en todos los niveles, los empleadores, las em-
pleadas y la sociedad en general, y enfatizar en el mejoramiento de relaciones
laborales....Realizar campañas que tiendan a la dignificación del trabajo doméstico
mediante el establecimiento de mecanismos que permitan la redistribución del mis-
mo de manera que la persona que sea contratada no tenga que realizar todas las
actividades que le competen al grupo familiar para que no asuman jornadas de
trabajo superiores a las reglamentadas.
• Es importante incluir la variable de género en el análisis de las relaciones que se produ-
cen alrededor del trabajo doméstico, dado que la relación se ha estructurado desde
una visión empleadora- empleada, por lo que se hace necesario entrar en otras mira-
das que integren al grupo familiar en esta relación, por otra parte también se plantea
nario-Taller Tra- la necesidad de trabajar para que las actividades domésticas dejen de ser actividades
bajo Doméstico asociadas exclusivamente con la mujer y empiecen a participar otros miembros. Esto
Infantil y Juvenil no quiere decir que el trabajo doméstico se debe acabar sino el replanteamiento de
en hogares aje-
nos en Colombia. sus funciones, sobre todo de aquellas que lo convierten en excluyente o le dan un
Puesta en común matiz de servilismo. Se retoman casos de países desarrollados donde existe reconoci-
de las investiga- miento del trabajo doméstico, sin embargo, se anota que esto no sucede porque
ciones. Encuentro
de Investigado- exista otra concepción sobre él sino que se debe a la oferta y la demanda ya que
ras. Santafé de Bo- existen mayores posibilidades de trabajo, mientras que en el caso colombiano se pre-
gotá, viernes 15 y
senta un alto número de mujeres migrantes, campesinas que asumen el trabajo do-
sábado 16 de sep-
tiembre de 2000. méstico como una estrategia de sobrevivencia para sus familias. Aunado a ello las
condiciones socioeconómicas en las regiones donde habitan hacen que se convierta
en una forma de acceder a nuevas expectativas y superación de su situación.” 198101
De manera inmediata, se considera imprescindible dar continuidad a los procesos de
intercambio e interacción iniciados tanto por parte de los cuatro grupos de investigación
participantes en estos estudios como entre estos y la población participante en sus res-
pectivas localidades.
Las investigaciones permitieron poner en circulación el tema del trabajo doméstico
infantil y juvenil en hogares ajenos en las localidades en donde se realizaron y al mismo
tiempo movilizaron en las niñas y jóvenes sus necesidades y sus deseos de pensar en sus
propias experiencias y la posibilidad de compartirlas.
Tales posibilidades a su vez potencian la realización de otras experiencias similares en las
que el interés investigativo esté estrechamente conectado a los intereses de interven-
ción, confiriendo sentido práctico al conocimiento.
Así mismo se recomienda la creación de espacios de encuentro y de palabra en los
lugares en los cuales se realizaron estas investigaciones. Para ello, los equipos tienen en
sus propios lugares de trabajo un ambiente favorable para desarrollar esta idea.
Finalmente, es necesario dar continuidad a los procesos de interacción iniciados entre
personas e instituciones interesadas en problematizar el trabajo doméstico infantil en
hogares ajenos en Colombia. Para ello es imprescindible consolidar una red de intercam-
bio de experiencias en esta temática que permita la construcción colectiva y participativa
de las propuestas necesarias para que en Colombia sean cada vez menores los procesos
de socialización para la sumisión y se amplíen los caminos de una socialización para la
autonomía.
NIÑAS Y JOVENES EMPLEADAS DOMESTICAS:
CONDICIONES DE VIDA, DERECHOS Y EXPECTATIVAS.
NIÑAS Y JOVENES EMPLEADAS DOMESTICAS:
Martha Nubia Bello
Trabajadora Social, Profesora de la Facultad de Ciencias Humanas de
la Universidad Nacional de Colombia. Consultora - Investigadora.
- Procedencia
El 41.5% de las niñas encuestadas (29) provienen del departamento de Cundinamar-
ca y de ellas 21 nacieron en Bogotá. Tolima (14 niñas), Boyacá y Norte de Santander
(cada uno con 5 niñas) son los departamentos de origen del 35% de las niñas. El 13.5%
restante proviene de varias zonas del país, 4 niñas de la región Caribe y 5 de los antiguos
territorios nacionales. Las otras 8 vienen de distintos departamentos.
El 51.4% de las niñas (36) nacieron y vivieron su primera infancia en el campo pero de
ellas sólo el 43% proceden de un medio rural, es decir, 30 niñas pasaron directamente de
vivir en una vereda a vivir en Bogotá. Hay 34 niñas que nacieron en un medio urbano102
y 40 que antes de venir a Bogotá no vivían en una vereda sino en el casco urbano de un
municipio o en una ciudad de provincia. En general, el 84.3% de las niñas (59) llegaron a
Bogotá provenientes del mismo lugar en el que nacieron.
En la encuesta se preguntaba por las razones para venir a vivir Bogotá, esta pregunta
admitía varias respuestas. Los resultados señalan que la opción más escogida por las
niñas que no nacieron en Bogotá fue “para mejorar la condición de vida” (61%) y “bus-
car opción de trabajo” (41%). La violencia política y la intrafamiliar fueron señaladas,
cada una, por el 25% de las niñas que respondieron la pregunta. Esta es una de las
preguntas a través de las cuales se ve la pobreza y la falta de alternativas laborales como
uno de los factores fundamentales que expulsa población del campo; muestra también
que la situación económica precaria, inestable y sin perspectivas es más grave que la
violencia política.
Es preocupante que la cuarta parte de las niñas que llegaron a trabajar a Bogotá se
hayan visto obligadas a escapar de una situación de abuso, maltrato y violencia intra-
102
En Colombia se en-
familiar. tiende por urbano
cualquier municipio
- Tipo de vinculación laboral y lugar de residencia y trabajo que tenga más de
10.000 habitantes.
De las 70 niñas encuestadas 46 son internas. De las restantes, 20 viven en barrios de 103
Las entrevistas se
las localidades Ciudad Bolívar, Usme y San Cristóbal y del municipio de Soacha, zonas con
altos índices de NBI, mayor cantidad de barrios ilegales y problemáticas más agudas de
carencia de servicios, desempleo, precariedad en la infraestructura, delincuencia juvenil y
violencia asociada a disputas territoriales. La mayoría de las 46 niñas que viven en el
hogar de sus empleadores habita en las localidades de Teusaquillo, Barrios Unidos, Enga-
tivá y Usaquén.
El 63% de las niñas (44) trabaja en estrato 3 y 4, el 20% (14) en estrato 5 y 6 y el
14.3% (10 niñas) en estrato 2.
- Edad y escolaridad
El promedio de edad cumplida de las niñas es de 16 años, la mayor cantidad de ellas, el
47%, está entre los 16 y los 17 años; el 33% (23 niñas) tiene menos de 15 años.
El nivel más bajo de escolaridad es primaria incompleta, en esta categoría hay 9 niñas
que representan el 13%. El nivel más alto es secundaria completa en 3 casos que repre-
sentan apenas el 4.3%. De las otras 58 niñas, 22 completaron la educación primaria
(31%) y 35 (50%) tienen secundaria incompleta.
22 de las niñas encuestadas (31%) estudian en la actualidad y de ellas 21 hacen el
realizaron con 20 ni- bachillerato. De este dato se puede inferir que las 9 niñas que no terminaron la primaria
ñas con las siguien- abandonaron por completo el sistema escolar y que un porcentaje muy alto de las 22
tes características: que la terminaron no han empezado (y quizás ya no van a empezar) la educación
Cinco niñas tenían 13
años al momento de secundaria.
ser entrevistadas, 4
Es más alto el porcentaje de niñas que estudian entre las que trabajan internas (63%)
niñas estaban entre
los 14 y 15 años, 8 que en las que trabajan por días (36.3%).
niñas tenían 16 o 17
años y 3 niñas habían
De las 48 niñas que no estudiaban en el momento de ser encuestadas 32, es decir, casi
cumplido los 18 años. el 70%, abandonaron los estudios para trabajar. A 12 niñas (el 25%) el sistema escolar no
El grado más bajo de las retuvo. Ellas lo expresan como tener dificultades académicas o no querer seguir estu-
escolaridad es el de
dos niñas que solo
diando.
alcanzaron los gra- Las entrevistas permiten comprender mejor esta situación103. Por un lado, en las es-
dos de tercero y
cuarto, 4 niñas tie- cuelas rurales (y las urbanas de los sectores más pobres) los estudiantes tienen la sensa-
nen primaria, 4 niñas ción de perder mucho tiempo por las características estructurales de dichas escuelas: la
sexto grado, una carencia de profesores suficientes o inestabilidad laboral de los que están, la precariedad
séptimo, tres octa-
vo, 3 noveno, una de recursos económicos, didácticos y locativos y las difíciles condiciones políticas y eco-
décimo y otra once. nómicas de las zonas geográficas en las que se ubican inciden en el incumplimiento del
Once niñas no estu- calendario académico y la discontinuidad de los programas.
dian en la actualidad,
las otras nueve sí Por otro lado, los contenidos de las materias no se ajustan a la realidad cotidiana del
estudian, de ellas
estudiante, no le sirven para comprender mejor o menos aún para solucionar sus proble-
cuatro están en oc-
tavo, noveno y déci- mas inmediatos. Finalmente, en las zonas rurales, el calendario escolar suele interferir con
mo grado. De las cin- las labores agrícolas de la familia del estudiante, éste no está en capacidad de escoger el
co niñas de más baja
estudio por sobre el trabajo que se le asigna.
escolaridad una está
terminando primaria El 96% de las niñas que no están estudiando quiere volver a la escuela. Sin embargo,
y tres iniciaron bachi-
llerato. Cinco niñas
varios factores pueden obstaculizar ese reintegro al sistema educativo: la edad de la niña
proceden del Tolima, con respecto a la edad promedio de sus compañeros de curso, la pérdida de una discipli-
tres niñas son de Bo- na académica, el esfuerzo suplementario que requiere por estar trabajando y la definición
gotá, tres vienen de
municipios de Cundi-
misma del bachillerato que está orientado al ingreso a la educación universitaria y no al
namarca, dos niñas mejoramiento directo de las condiciones de vida.
son indígenas (paéz
- Estado civil y composición de la familia
67 niñas (el 96%) son solteras, dos están casadas y una es separada. 63 (90%) no
tienen hijos y las 7 que son madres tienen cada una un solo hijo.
30 de las niñas (43%) trabajan para sí mismas, no son responsables únicas de la
manutención de nadie. Sin embargo, esto no significa que no ayuden al sostenimiento de
sus hogares104. 27 niñas (38.5%) sostienen a una o dos personas (aquí estarían incluidas
las 7 madres). De las 13 niñas restantes dependen 3 personas (en el 8.5% de los casos)
o hasta 6 (10% de los casos).
La pregunta por la composición de la familia se hizo abierta. Al codificarla se establecie-
ron varias categorías, para cada encuesta podía haber más de un código. El 51.4% de las
niñas (36) proviene de hogares en los que están presentes la madre y el padre. Hay 27
niñas (38.6%) en cuyos hogares la madre es cabeza de familia. 7 niñas tienen padras-
tro105 y 1 madrastra. 44 niñas (el 63%) tienen entre uno y cinco hermanos y 20 (29%)
tienen más de cinco hermanos. 17 niñas (25%) vivían en la casa paterna con otros
parientes, es decir, tenían familias extensas.
- Trayectoria laboral
y kamentza), las de-
Para 34 niñas el que tenían en el momento de ser encuestadas era su primer trabajo. más vienen de depar-
tamentos de la costa
De las 36 que ya habían trabajado el 75% (27 niñas) lo había hecho en el servicio domés- atlántica y de San-
tico y 8 (22%) reportaron como su trabajo anterior vendedoras en establecimientos tander. Entre las 20
públicos. Sin embargo, sólo 1 niña de estas 36 no había trabajado antes en servicio niñas hay 5 niñas en
situación de despla-
doméstico. El 66.6% (24 niñas) había sido empleada en 2 o 3 casas de familia y el 25% (9 zamiento. Dos niñas
niñas) en 4 o más casas. trabajan por días y
las demás son inter-
Las razones más aducidas para el retiro se relacionan con el trabajo mismo: excesivo nas. Cinco niñas lle-
(25%) y mal remunerado (19.4%). Al 19.4% de las niñas le hicieron una mejor oferta, al van trabajando me-
5.6% la despidieron y 2 niñas (5.6%) se retiraron por malos tratos. Las razones de otras nos de un año y seis
más de 3 años. 17
9 niñas (25%) se relacionan con estados anímicos (nostalgia, aburrimiento), con circuns- niñas trabajan con
tancias familiares o porque el trabajo no les gustaba, sin especificar razones. acuerdo verbal con
los empleadores.
La edad promedio en que empezaron a trabajar las 70 niñas es de 14 años, la mayor Seis niñas no sabían
cantidad (el 40%) empezó entre los 14 y los 15 años. El 11.4% de las niñas (8) empezó el estrato de sus em-
a trabajar antes de los 12 años y el 23% entre los 12 y los 13. pleadores, cuatro ni-
ñas trabajan en es-
Al comparar estos datos con los de edad cumplida se encuentra que, en promedio, las trato 2, cinco en es-
trato 3 y cinco en es-
niñas llevan dos años trabajando. En la edad cumplida el 11.4% de las niñas está entre los trato 4.
12 y los 13 años, en la edad de inicio este rango contiene al 23% lo cual permitiría inferir 104
Ver más adelante. El
que las niñas ya no empiezan a trabajar tan jóvenes porque, posiblemente, los factores porcentaje de desti-
que las obligaban se han visto atenuados. nación del salario a
ayudar a la familia es
El 63% de las 70 niñas aceptó el trabajo actual por la mala situación económica de sus del 73%
familias. A este factor se asocian los demás: por salir del pueblo (4.3%), no encontró otro 105
Confróntese este
trabajo (8.6%) o representaba una oferta mejor (8.6%) y por ayudar a la madre (5.7%)106. dato con el las 10 ni-
ñas que abandona-
Estos datos harían pensar que el problema de las niñas trabajando para hogares de ron el hogar por vio-
terceros tiene sobre todo una lectura económica y que es una manifestación de la crisis lencia intrafamiliar.
del campo y de la carencia de empleos para mujeres. También muestra que los menores 106
Recuérdese que el
de edad (hombres y mujeres) necesitan trabajar porque sus familias no disponen de 38% de los hogares
de estas niñas tienen
suficientes recursos para proveer sus necesidades y que el periodo de infancia se acorta a la madre como ca-
por factores económicos. beza de familia
107
Aproximadamente 66
Tres niñas (4.3%) aducen que aceptaron el trabajo por escapar de situaciones de
violencia intrafamiliar. Para algunas de las 8 niñas restantes el irse a trabajar fuera de la
casa representaba una disminución de las obligaciones o atender a una familia menos
numerosa y además ser remunerada por ello. Esta situación está descrita en las entrevis-
tas. Son niñas que suplantan a la madre en las labores del hogar y la crianza de los
hermanos menores. Para las niñas campesinas el trabajo es mayor porque deben cocinar
para peones y colaborar con sus padres en labores agrícolas. Para otras niñas salir del
pueblo representa una oportunidad de superación, de mejorar sus condiciones de vida y
de estudiar.
- Contrato y prestaciones
El 85.7% (60 niñas) no tiene un contrato escrito sino que trabaja según un acuerdo
verbal en el cual el empleador fija unas condiciones que la niña acepta. Este porcentaje es
más alto (91.7%) entre las niñas que trabajan por días que entre las internas (82.6%). La
razón de esta diferencia puede estar en que a las primeras se les paga por día y por tarea
mientras que a las últimas se les paga por mes lo cual crea otras obligaciones para el
empleador así no medie un contrato escrito.
El 91.5% (64 niñas) no tiene cesantías pero el porcentaje es diferente según catego-
ría: el 18% de las niñas internas si las tienen mientras que ninguna de las que trabajan por
días las acumula. Aquí se les está privando de ahorros para vivienda o estudio.
El 92.8% (65 niñas) no tienen primas, sin embargo el porcentaje es más alto entre las
niñas que trabajan por días (95%) que entre las externas (89%). Este dato significa que
las niñas no reciben ingresos extras, sólo se les paga lo que el empleador considera que
vale su trabajo.
- Salud
El 88.5% (62 niñas) no está afiliada a ningún servicio de salud, este porcentaje es
similar en las dos categorías (86.7% internas y 91.7% por días). El 97.14 (68 niñas) no
está afiliada al SISBEN. Este dato es preocupante porque este servicio tiene cobertura
familiar y está dirigido a los estratos de menor ingreso. En este dato puede leerse que las
familias de 68 de estas niñas no tienen ningún servicio de salud.
El 53% de las niñas (37) reporta haberse enfermado en el trabajo, de ellas 19 (el
51.4%) de gripes y el 21.6% de dolores de cabeza. Ninguna enfermedad ha implicado
hospitalización y muy pocas visita al médico.
El 31.4% (22 niñas) han sufrido accidentes en el trabajo. De ellos los más comunes
son quemaduras (41%), cortaduras (27.3%) y caídas (31.8%).
Estos datos podrían leerse de varias maneras: las niñas reciben más una salud curativa
(que se reduce a los primeros auxilios o la medicación) que preventiva. El trabajo repre-
senta exclusivamente una mejora económica pero no tiene incidencia en la persona mis-
ma de la niña. Tienen acceso a un servicio de salud que sólo garantiza preservar la capa-
cidad de trabajo pero que no tiene ninguna connotación de bienestar integral.
- Jornada laboral
Las niñas internas trabajan en promedio 12 horas diarias y 26 días al mes; las niñas
empleadas por día trabajan 10 horas diarias y 22 días al mes.
El 35% (16) de las niñas internas comienza a trabajar a las a las 5 de la madrugada, el
50% (23) a las 6 de la mañana y el 13% (6 niñas) a las 7, una niña (2.2%) trabaja desde
las 4 de la madrugada. El 15% (7 niñas) termina su jornada diaria antes de las 5 de la
tarde, el 35% (16 niñas) termina entre las 6 y las 7 de la noche, el 41% (19 niñas) entre
las 8 y las 9 y el 8.7% (4 niñas) a las 10. Al 17.4% de las niñas internas en ocasiones las
despiertan para realizar algún trabajo. Este dato muestra la disponibilidad obligada de la
niña y la discrecionalidad absoluta del empleador sobre su tiempo.
Aparentemente estos datos, y el de salario, muestran una ventaja de las niñas que
trabajan por días respecto a las internas: ganan más y trabajan menos; sin embargo,
debe contrastarse con el de prestaciones sociales y salud y con la composición del salario.
Por otro lado, ganar a diario significa gastar a diario lo cual es ventaja y desventaja, ta más adelante.
depende desde que punto de vista se analice. Las empleadas adultas consideran que una 110
Código del Menor. Ar-
ventaja de ser interna es que se tienen garantizadas la alimentación y la vivienda pero
que lo mejor de estar empleada por días es la libertad. Las niñas encuestadas resaltaban
la estabilidad y seguridad del trabajo como internas109.
En todo caso es indudable que en cuanto a extensión de la jornada hay explotación
de la trabajadora. El régimen laboral colombiano establece la jornada legal para menores
de edad así: entre 12 y 13 años hasta 24 horas a la semana (4 horas diarias), entre 14 y
15 años hasta 36 h/s (6 h/d) y entre 16 y 17 años 48 h/s (8 h/d)110.
Hay que tener en cuenta que la empleada interna no trabaja todo el tiempo, tiene
ratos libres entre sus diferentes actividades, hay días que trabaja más que otros. Con la
experiencia aprenden a planificar su trabajo y a reducir el tiempo que le requiere. El
problema es que por vivir en el hogar del empleador la empleada está automáticamente
disponible todo el tiempo, incluyendo esos ratos en los que no está haciendo oficio.
Además son lapsos del día discontinuos, dispersos e irregulares por lo cual no puede
utilizarlos en forma sistemática para su propio beneficio. Las únicas que los aprovechan, a
pesar de esas características, son las niñas internas que estudian (14).
- El reclutamiento
Las entrevistas muestran que el mercado del servicio doméstico se mueve por reco-
mendaciones personales y que se forman redes de empleadas y empleadores. Una niña
se emplea porque una mujer de su familia o una amiga ya está enganchada y le consigue
trabajo con amigas o familiares de su empleadora. No son usuales las figuras de un inter-
mediario, un reclutador o una agencia. Una niña consigue trabajo porque otra la reco-
mendó arriesgando su propio puesto o la relación con su empleador.
En muchas ocasiones la madre o la hermana de la niña les consiguen el trabajo, en el
primer caso es una especie de cesión que hace la madre de su hija en beneficio del que la
emplea.
• Situaciones de nuestro país como la crisis del sector agrario, la agudización del con-
flicto armado interno, la pobreza generalizada y la violencia intrafamiliar obligan a
muchas menores de edad a salir de sus hogares y a buscar el trabajo doméstico
como opción de sobrevivencia personal y/o apoyo a la precaria situación económi-
ca de sus hogares.
• La mayoría de las niñas trabajadoras domésticas nacieron y vivieron su primera infan-
cia en el campo y un alto porcentaje pasó directamente de vivir en una vereda a vivir
en Bogotá.
• La edad promedio en que empezaron a trabajar es de 14 años, la mayor cantidad
empezó entre los 14 y los 15 años. El 11.4% de las niñas empezó a trabajar antes de
los 12 años y el 23% entre los 12 y los 13.
• Las niñas internas trabajan en promedio 12 horas diarias y 26 días al mes; las niñas
empleadas por día trabajan 10 horas diarias y 22 días al mes.
• El servicio doméstico interno es un oficio que se ejerce desde las 5 de la mañana hasta
las 10 de la noche, esto es, durante 17 horas diarias. Este dato muestra la disponibili-
dad obligada de la niña y la discrecionalidad absoluta del empleador sobre su tiempo.
• Al relacionar el salario con el promedio de horas trabajadas por una empleada interna
se encuentra que la hora de trabajo vale 388 pesos, esto es, aproximadamente, 20
centavos de dólar. Si el cálculo se hace con las horas/oficio el costo baja a 14 centavos
de dólar. En el mejor de los casos -salario más alto, jornada más corta- la hora resulta
costando 50 centavos de dólar, es decir, $1000.
• El hecho de que el trabajo doméstico se desarrolle en un ámbito privado y que tenga
unas connotaciones de intimidad hace difícil introducir en él conceptos jurídicos.
• El hogar del empleador aparece como un hogar sustituto para la niña; la autoridad de
los padres es transferida al empleador, los padres le delegan sus facultades para dictar
normas, imponer conductas, sancionar o prohibir. Padres y empleadores consideran
que si la niña debe trabajar el mejor lugar para hacerlo es con una familia porque va a
estar protegida, normalizada y vigilada.
• El trabajo doméstico garantiza la supervivencia diaria e inmediata pero no permite
construir proyectos de vida a largo plazo ni acumular excedentes. Una empleada
doméstica muy difícilmente será propietaria de su vivienda o de su propio negocio o
trabajadora independiente
• En la relación empleador-empleada doméstica se mezclan actitudes, valores y con-
ductas de la relación filial, de la fraternal y hasta de la conyugal; en el espacio laboral
se crea un ethos confuso y conflictivo que genera afectos y desafectos que ya
nadie controla y que deforman ambos roles. Esto influye en cómo se identifiquen y
definan categorías como abuso, explotación, maltrato y condiciones laborales. Es
en este punto donde está la imposibilidad de estandarizar el oficio, la remuneración y
la jornada.
• Emplear a una niña para que realice los oficios domésticos resulta “ventajoso” para
sus empleadores porque consideran que son personas sanas, obedientes y maneja-
bles -lo cual significa que no tienen experiencia ni repertorios que les permitan compa-
rar situaciones y formular exigencias o que puedan representar un peligro potencial
para la seguridad del hogar. De otra parte, la juventud garantiza eficiencia, agilidad,
rapidez, buena salud, facilidad para aprender y adaptarse.
• Las cualidades que los empleadores más valoran en sus empleadas son, en ese orden,
la honestidad, la limpieza, la responsabilidad y el deseo de superación. Después figuran
la sumisión, la lealtad, la nobleza, la sinceridad y el respeto. Piden que sean acomedidas,
atentas, juiciosas y que los traten bien. Estos son listados de cualidades que configu-
ran más un relación de servidumbre que una contractual de trabajo como se entien-
de en términos modernos.
• Muy pocas niñas ven en el trabajo un medio para el logro de fines más amplios y
lejanos, el servicio doméstico no tiene posibilidades de ascenso, lo cual es un derecho
del trabajador. No hay diferencia real entre una niña aprendiz o una empleada con
años de trayectoria: de las dos se espera lo mismo. Lo máximo que logra una emplea-
da en años de trabajo es hacer más cosas en menos tiempo y mejor hechas; el
servicio doméstico no representa ni permite una cualificación personal de la empleada.
• La figura de la empleada doméstica y las características del empleador han variado lo
cual incidió en que el trabajo se “humanizara”; ha sido un proceso paralelo y, simultá-
neamente, determinado por la modernización del país, por la extensión de las profe-
siones y los profesionales, por la penetración de los medios de comunicación en el
ámbito de lo privado, por el aumento de la escolaridad, la disminución de las tasas de
fecundidad, la ampliación de la oferta laboral, la urbanización creciente y la expansión
de las capas medias de la sociedad.
• Al parecer en los años 60 y 70 el servicio doméstico era una manifestación de estatus
mientras que ahora es una necesidad que se corresponde plenamente con la crecien-
te profesionalización de las mujeres y de su participación en el mercado laboral.
• Si el trabajo está marcado por relaciones de exclusión, discriminación y subordinación
niega a la niña las posibilidades de un sano desarrollo porque afectará el proceso de
construcción de su identidad al impedirle auto percibirse como persona, autónoma,
capaz y creativa. El trabajo en estas condiciones la condena a aceptar y a “naturali-
zar” una sociedad de ricos y pobres, capaces e incapaces, mejores y peores.
• En el trabajo doméstico infantil se vulneran, además de los derechos de la niñez, los
derechos de las trabajadoras y los derechos de las mujeres
• Las niñas no se reconocen a sí mismas como trabajadoras ni como sujetos de dere-
cho. Este reconocimiento se dificulta aún más cuando el empleador es a la vez parien-
te o allegado de la familia de la niña o cuando ésta no recibe un salario sino que trabaja
a cambio de vivienda, estudio, alimentación o por servir de compañía a una persona.
Al no reconocerse como trabajadoras las niñas se asumen como objeto de un favor o
de una dádiva y eso las coloca en una posición mental, emocional y cultural subordi-
nada, las priva de valía ante sí mismas. Consideran que el gran favor que les hacen es
darles trabajo aunque sean menores de edad y no tengan bachillerato.
• Las niñas en peor situación son las que están solas en Bogotá, tienen a la familia lejos
y además no estudian. Ellas están sometidas al encierro, a la nostalgia y la total mer-
ced del empleador. Son niñas que no tienen tiempo libre porque no pueden emplearlo
en nada, si no trabajan se encuentran con una cantidad de tiempo que no tienen en
qué invertir y que les resulta penoso, pesado y deprimente.
• Las niñas en mejor condición son las que estudian y tienen familia o paisanos en
Bogotá porque eso representa un universo alterno y contrario al laboral, pueden
establecer una diferencia clara y saludable entre trabajo y tiempo libre. Son niñas que
no están privadas de una vida social activa, que tienen contacto con personas de su
edad, que están respaldadas y que pueden ver alternativas a situaciones que las niñas
anteriores no pueden controlar ni alterar.
• Si el criterio para valorar el trabajo infantil no es la remuneración sino su influencia en el
desarrollo de la niña habría que decir que el trabajo doméstico es válido si y sólo si es
un medio para el logro de un fin y si ese fin es el que determina la jornada diaria, la
intensidad de las tareas y la periodicidad. El fin legítimo sería el estudio y, en algunos
casos, la ayuda a la familia. Cuando el fin es estudiar el trabajo doméstico se está
articulando a un proyecto de vida y tiene un carácter temporal.
Recomendaciones
Del estudio realizado, y teniendo en cuenta la complejidad del tema, se desprenden
algunas recomendaciones:
1. Fortalecer y potencializar los factores protectores de las niñas empleadas domésticas
a través de mecanismos jurídicos, educativos y de programas de atención, tales como:
• Informar y sensibilizar a la sociedad respecto a los derechos de la niñez.
• Informar y sensibilizar a los empleadores respecto a los derechos de la niñez traba-
jadora y los mecanismos concretos para viabilizarlos.
• Fomentar mecanismos de sanción y de control social para los abusos cometidos
por los empleadores.
• Identificar, comprender y disminuir los factores y condiciones que determinan que
el trabajo doméstico tenga la connotación de privado y clandestino que conduce
a su desregulación.
2. Crear centros de orientación y apoyo para las niñas empleadas domésticas con las
siguientes funciones:
• Informar a la niñas sobre sus derechos como menores de edad, como mujeres y
como trabajadoras.
• Denunciar abusos y emprender mecanismos jurídicos de sanción.
• Favorecer el encuentro y la comunicación entre las niñas.
• Ofrecer alternativas de uso del tiempo libre.
• Ofrecer alternativas de capacitación y formación.
• Favorecer la comunicación de las niñas con sus familias.
3. Identificar los centros en los que estudian niñas empleadas en el servicio doméstico o
en otras actividades y articularlos a programas orientados a:
• Diversificar contenidos curriculares
• Realizar talleres y otras actividades que generen en las niñas conciencia de ser
sujetos de derecho y conocimientos respecto a las instituciones o autoridades que
tienen la función de tutelar sus derechos.
• Diseñar una política de recreación y uso del tiempo libre que incluya la asistencia
institucionalmente organizada a eventos culturales.
• Crear, aumentar o fortalecer la red social de las niñas y ampliar el espectro de sus
actividades e intereses fuera del trabajo.
4. Establecer contactos con instituciones del Estado y ONGs tendientes a:
• Acercar a la institución nacional, Distrital o local encargada de una problemática
específica a la niña que la padece y propiciar un encuentro fructífero para ambas.
• Fortalecer y racionalizar el trabajo de instituciones locales y ampliar su cobertura a
la orientación de los empleadores.
• Aumentar el número de niñas que conocen y pueden hacer valer sus derechos
como niñas, trabajadoras y mujeres.
• Crear las condiciones para que las niñas puedan retirarse del servicio doméstico sin
menoscabar sus condiciones de vida.
• Financiar investigaciones sobre aspectos o actores relacionados con el problema
del trabajo infantil en servicio doméstico para garantizar un conocimiento más
integral y, en consecuencia, aumentar las posibilidades de acciones eficaces y ra-
cionales.
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Anexos
Condiciones laborales
¿Usted es el primer empleador de su empleada?
¿Su empleada es interna, externa o por días?
¿Qué tipo de arreglo laboral tiene usted con su empleada?
¿Le paga todo su salario en dinero?
Además del dinero, ¿qué más da a su empleada?
¿Le hace descuentos del salario? ¿Por qué conceptos?
¿Su empleada está afiliada a EPS?
¿Recibe prestaciones sociales?
¿Cuántas vacaciones tiene en el año?
¿Su empleada se ha enfermado o accidentado en el trabajo?
Descripción de tareas
¿Qué labores realiza la empleada?
¿Qué labores realizan los miembros de su familia en el hogar?
¿Cómo sanciona o disciplina usted a su empleada?
Trayectoria laboral
¿A qué edad empezó a trabajar fuera de su hogar?
¿Cuál fue su primer trabajo?
¿Por qué aceptó trabajar como empleada doméstica?
¿Cuánto tiempo en promedio dura en un trabajo?
¿En cuántas casas ha trabajado?
¿Qué problemas se le presentan con más frecuencia en su trabajo?
¿Cuál ha sido la experiencia más desagradable que ha tenido en su trabajo?
¿Cuál ha sido la experiencia más agradable que ha tenido en su trabajo?
¿Ha trabajado siempre con contrato, servicio de salud y prestaciones?
¿Qué trato ha recibido en el trabajo?
Experiencia personal
¿Cómo afectó su trabajo a las relaciones con sus padres y hermanos?
¿Cómo afecta su trabajo a las relaciones con su pareja e hijos?
¿Qué dicen sus hijos respecto a su trabajo?
¿Cómo cree usted que su trabajo ha influido en su vida?
¿Qué problemas se presentan en su hogar o en su vida social por causa de su trabajo?
¿Ha tenido oportunidad de cambiar de trabajo?
¿Por qué no cambió de trabajo teniendo oportunidad de hacerlo?
¿Qué siente con mayor frecuencia respecto a sus empleadores?
¿A quién de las personas que conoce le gustaría parecerse? ¿Por qué?
¿Apoyaría usted a sus hijas para que consiguieran trabajo como empleadas? ¿Por
qué?
Datos preliminares:
¿Dónde vivía antes de llegar a Bogotá?
¿Cómo era la vida en ese lugar? (familia, amigos, actividades, uso del tiempo libre)
Trabajo de los padres, ¿la madre fue empleada?
Recuerdos buenos y malos del lugar, nostalgias.
Espacio que ocupaba en la vivienda familiar
¿Cuánto tiempo lleva trabajando para terceros?
¿Quién tomó la decisión de que trabajara?
¿Por qué migró a Bogotá?
Condiciones de trabajo
Labores, peligros, accidentes
Horario de trabajo y de descanso
Salidas y vacaciones anuales
Formas de recreación
¿Dónde duerme, dónde come, dónde se baña?
¿Cuántas personas componen la familia del empleador, dónde viven?
Trato recibido, cómo la disciplinan, quién le asigna trabajo
Nivel socioeconómico
Ingresos de la familia de la niña
Situación de la familia, relaciones, quien es cabeza de hogar
Origen étnico de la niña, diferencias étnicas, religiosas o lingüísticas con empleadores
¿Participó en decisión de trabajar como empleada, por qué lo aceptó?
La diversa y rica literatura sobre el trabajo infantil y juvenil114 tiene en común conside-
rar que situaciones estructurales como la pobreza y la discriminación son su causa princi-
pal.
Cerca de la mitad de la población colombiana se encuentra ubicada por debajo de la
línea de pobreza (Sánchez Ruíz, 2000) como resultado de políticas que disminuyen los
estándares de vida. Estas medidas de ajuste son producto de un proceso de concentra-
ción de la riqueza en pocos sectores, del deterioro del ingreso, la disminución del empleo
y los crecientes niveles de violencia.
Los estratos medios y bajos de la población se han visto obligados a desarrollar estra-
tegias de sobrevivencia o a ingresar al sector informal; en las familias las mujeres, hijos e
hijas han debido cambiar sus formas cotidianas de vida porque han aumentado sus
jornadas de trabajo, no sólo en el hogar sino fuera de él.
Sin embargo, la estructura de la división sexual del trabajo, que le confiere a la mujer
todas las responsabilidades del hogar y cuidado de los hijos/as, no se ha modificado. La
mujer trabaja doble o triple jornada (cuando además del trabajo en y fuera del hogar
asume labores o responsabilidades comunitarias) y los hijos/as abandonan sus estudios o
los combinan con la jornada laboral reforzando el ciclo de la pobreza. Sus posibilidades de
calificación laboral disminuyen y con ellas las oportunidades de ingreso a empleos de
mejor remuneración.
Estas circunstancias obligan a los niños/as y jóvenes a asumir trabajos riesgosos, sin
protección ni garantías legales, que amenazan su integridad y minan su autoestima. El
servicio doméstico es uno de esos trabajos. A su precariedad se suma que es invisible
porque se realiza de puertas para adentro y porque en muchos casos no se considera
trabajo sino una prolongación de las labores domésticas que se realizan en el hogar.
El empleo doméstico debe ser analizado a partir de las consecuencias, positivas o ne-
gativas, que tendrá en la construcción de la identidad y la integridad de los/as niños/as y 114
El lector interesado
jóvenes. Para este análisis son útiles los enfoques de derechos y de género. puede remitirse a la
bibliografía que apa-
El primero permite visualizar la situación de las y los niños que participan en actividades rece al final del texto
incompatibles con su dignidad humana, su salud y educación y con su derecho funda-
mental a ser niños/as. Además permite valorarlos/as como ciudadanos/as plenos/as (San-
tos en García y Salazar, s.f)
El enfoque de género evidencia situaciones de discriminación y vulneración que son
invisibles porque están inmersas en la estructura cultural y mental de todos/as y porque
se consideran “naturales”. Los roles asignados a las mujeres y hombres perpetúan es-
tructuras de poder opresoras y discriminatorias. Este enfoque, además, alerta sobre las
consecuencias de esta estructura y concepción de sociedad en las condiciones de las
mujeres, niñas y jóvenes.
La Localidad de Ciudad Bolívar es la más extensa de Bogotá, ocupa cerca del 5% del
total del área urbana de la ciudad; es la localidad con mayor densidad de población gene-
rada, en alta proporción, por la continua migración que incrementa los barrios subnor-
males. Ciudad Bolívar aporta casi el 40% de la población bogotana que vive en pobreza
y miseria.
Es una de las localidades con mayor cantidad de jóvenes, según estadísticas del De-
partamento Administrativo de Planeación Distrital el 65% de su población tiene entre
cero y 29 años, sobresale el grupo de jóvenes entre 15 y 19 años (12%) seguido por el
grupo de entre 5 y 9 años que representa un 10% del total de la población. En 1999
predominaba la población femenina (51%) sobre la masculina (49%), a excepción del
grupo de nueve años.
Según el Censo de 1993 de las 243.299 personas con capacidad de trabajar el 51%
eran económicamente activas y el 42% inactivas. En el primer grupo el 34% tenía secun-
daria incompleta y el 24% primaria completa. Es de resaltar que de las personas que
tienen educación superior solo el 1.6% son afectadas por el desempleo. Muchas perso-
nas trabajan en el sector informal, en microempresas caseras o vendiendo en las calles;
no tienen seguridad social ni asistencia médica.
El 17% de los hogares vive en hacinamiento crítico y el 84% de sus barrios subnorma-
les se encuentra en zonas de difícil acceso; las viviendas se ubican en áreas de riesgo. Hay
altos niveles de contaminación y destrucción del entorno ambiental por el manejo inade-
cuado del relleno sanitario y por las chimeneas, chircales y canteras que producen conta-
minación auditiva y enfermedades respiratorias, de piel y conjuntivitis.
La localidad ocupa el último lugar en espacios recreativos; según datos del Instituto de
Desarrollo Urbano, y del Instituto para la Recreación y el Deporte, por cada habitante
hay cerca de 0.17 m2 de espacio recreativo total. El crecimiento poblacional de Ciudad
Bolívar es uno de los mas grandes de Bogotá.
Según el Censo de 1993, el 38% de los hogares de la localidad viven en arriendo, el
41% tiene vivienda propia y el 17% aún la está pagando. Los materiales predominantes 115
Esta parte del texto
en la construcción de las viviendas, según el tiempo de permanencia y los ingresos, son está basada en Jara-
tela asfáltica, tablas, plástico, cartones, adobe, bareque y ladrillo. millo (1999).
Los servicios públicos son deficientes y su cobertura es del 81.8%, la más baja de la
ciudad. El 57% del territorio de la localidad está clasificado en alto nivel de pobreza; la
proporción de viviendas inconclusas es del 26%; el sector residencial consolidado repre-
senta tan sólo el 3.8% de viviendas. Los espacios destinados a la recreación y zonas
verdes ocupan menos del 0.07% del área.
El índice de analfabetismo es del 8.25%, más alto que el de Bogotá (4.5%). Los 151
establecimientos educativos oficiales carecen de mantenimiento adecuado y condicio-
nes sanitarias favorables; la educación privada es ofrecida por 190 colegios. Sólo hay
educación básica (hasta noveno grado), la educación media y la preescolar están des-
atendidas.
Sólo el 21% de la población está afiliada al régimen subsidiado de salud. De acuerdo
con información de la Secretaria de Salud en los hombres la primera causa de mortalidad
es la violencia seguida por las enfermedades crónicas como cardiovasculares y tumores;
para las mujeres la tasa más alta esta representada por las enfermedades crónicas.
Todas estas características configuran una realidad compleja; algunos/as jóvenes y
niñas/os se ven atrapadas/os por situaciones sociales, económicas y culturales que les
dificultan la construcción de utopías, deseos y sueños. Sin embargo, en medio de la
precariedad, aparecen y se consolidan diversas propuestas organizativas, culturales y
económicas (formales y no formales) a través de las cuales los y las jóvenes de Ciudad
Bolívar buscan ser reconocidos, y reconocerse, como iguales al resto de jóvenes de
Bogotá y superar el marginamiento y la estigmatización de los que son objeto.
3. Descripción de los hallazgos
Las familias de las personas entrevistadas viven en Ciudad Bolívar hace entre 2 y 10
años; la madre, el padre o ambos proceden de las zonas rurales de departamentos como
Quindío, Tolima, Cesar y región orinoquense; en menor proporción son oriundos de
Bogotá o de municipios de Cundinamarca. Vinieron a Bogotá buscando oportunidades
de empleo o por violencia social.
Las madres trabajan en servicio doméstico, en el hogar, en servicios generales o en
oficios temporales; los padres trabajan en la construcción o el comercio informal, activi-
dades que no ofrecen ningún tipo de estabilidad. El ingreso de la madre, del padre o de
ambos es inferior a un salario mínimo y se destina a alimentación, servicios públicos y
arrendamiento. En estas circunstancias, es comprensible que el trabajo infantil y juvenil
sea una alternativa de subsistencia.
La mayoría de familias habita en inquilinatos, en condiciones de hacinamiento; la coci-
na, el baño y el lavadero son compartidos. Unas pocas familias tienen vivienda propia
aunque en obra negra y en condiciones de sanidad inadecuadas. Algunas mujeres cabe-
za de familia conviven con la familia extensa donde se les asigna una habitación. Compar-
tir espacios y servicios precarios e insuficientes genera incomodidades y conflictos mane-
jados de manera agresiva lo cual crea un ambiente de convivencia hostil y pesado. Las
tensiones que generan las dificultades económicas de estas familias afectan la calidad de
las relaciones.
Las relaciones intra familiares están mediadas por la agresividad y la violencia, el castigo
raya con el maltrato físico, verbal y psicológico. Las relaciones más estables son con la
madre; los padres o padrastros son figuras autoritarias y ausentes en la mayoría de los
casos. La autoridad se le confiere al padre o al padrastro pero el respeto y el vínculo con
el hogar giran en torno a la figura materna. Las pautas de crianza y el manejo de los
recursos que llegan al hogar son asumidos por la madre.
Las madres justifican el maltrato del esposo por la situación económica, el estrés, la
enfermedad o por un poder natural que es necesario respetar y soportar. El jefe o jefa de
familia tiende a ser una figura autoritaria y distante de los intereses de los niños y niñas
que están bajo su tutela; transfiere las obligaciones que le competen como cuidador/a a
las y los hijos mayores que no pasan de los 14 años. Las relaciones entre hermanos/as
suelen ser conflictivas por favoritismos, divergencia de intereses o drogadicción.
- La escuela
Los docentes entrevistados afirman que, en general, el rendimiento académico de las
niñas es mejor que el de los niños porque ellas son más constantes y caseras, los niños
tienen mayor libertad y se les asignan los espacios externos a la casa. Comparándolos
con otros niños y niñas del salón quienes trabajan en servicio doméstico son más juicio-
sos y dedicados pero retraídos, sumisos, tímidos, nerviosos, un poco temerosos, algunas
veces agresivos, disfrutan poco del contacto físico, casi no tienen amigos y llegan cansa-
dos a clase. No manifiestan abiertamente cual es su ocupación, algunos se avergüenzan,
su autoestima suele ser baja.
Se les facilitan más las actividades dirigidas, prácticas y operativas; se sienten mejor
desarrollando tareas relacionadas con su trabajo porque tienen más habilidades y domi-
nio del ambiente (por ejemplo, decorar el salón o actividades de aseo). La creatividad,
imaginación y construcción son más bien limitadas, los niños y niñas tiene un nivel de
pensamiento concreto y práctico, siguen instrucciones pero les resulta difícil crear, esto –
explican los profesores- se debe a la falta de estimulación adecuada y a que aprenden a
seguir los esquemas de la persona para la que trabajan.
Tienden a expresar sus emociones de manera negativa, muestran signos de depre-
sión, aburrimiento y cansancio; generalmente se los ve serios respecto a los otros, se les
nota el esfuerzo que realizan para tener las cosas al día. Dependiendo de la estimulación y
contacto que tengan los padres con ellos y ellas el desempeño escolar es mejor o peor, su
nivel académico fluctúa entre medio y bajo, ningún niño/a trabajador/a en servicio do-
méstico tiene un rendimiento excelente.
A los estudiantes que trabajan en actividades diferentes al servicio doméstico el grupo
les confiere estatus y cierto nivel de poder, ellos se sienten muy seguros de si mismos,
tienen un gran sentido de independencia y en algunos casos se sienten superiores, como
los mayores del grupo.
La jornada laboral y las actividades alternas que realizan no les permiten desempeñarse
adecuadamente en las labores escolares, su nivel de repitencia, está entre cero y tres
años. Su ingreso al sistema escolar fue, en promedio, entre los 5 y 6 años, los/as niños/as
entrevistadas cursan entre tercero y sexto grado.
Las condiciones de trabajo marcan diferencias en el rendimiento académico, la relación
con los compañeros de aula, el comportamiento general y las relaciones con los docentes.
• El rendimiento académico de los/as niños/as que trabajan por horas o por tareas en
casas de familiares con remuneración es adecuado, la pérdida de logros es escasa y el
nivel de repitencia bajo. El apoyo económico de sus padres les garantiza el acceso a
elementos necesarios para el desempeño escolar (uniformes, materiales, refrigerios,
transportes, salidas, etc.) y a libros básicos de consulta (diccionarios, libros de texto,
Biblia, cuentos, etc.). Son niños/as compañeristas y amables con sus iguales, aunque
tienen amigas/os especiales se relacionan fácilmente con otros y otras. Sus relaciones
con los docentes son corrientes, cumplen con sus tareas y como su rendimiento está
dentro del promedio no se asumen como casos especiales. Le dan gran importancia al
estudio porque lo perciben como el medio para acceder a un trabajo. Todos y todas
piensan terminar el bachillerato y seguir estudiando.
• El rendimiento académico de los/as niños/as que trabajan por horas en casas de co-
nocidos o en habitaciones del inquilinato diferentes a las que habitan tiende a ser bajo
respecto al de sus compañeros de curso, el nivel de repitencia es alto en lo cual inciden
los problemas familiares, el desempleo de los padres, la falta de supervisión y apoyo en
la realización de tareas escolares y el traslado de barrio o de ciudad. Las condiciones
económicas de la familia no les permiten tener libros de consulta en la casa, las madres
buscan apoyos en vecinos y conocidos que tienen hijos en cursos más adelantados o
en bibliotecas públicas cercanas a los colegios. Su actitud en al escuela es retraída,
tímida y algo triste, su relación con los compañeros es distante, no entablan relaciones
de complicidad ni tienen amigos especiales, se relacionan con todos y con ninguno,
gustan de los juegos tradicionales y deportes.
• Los/as niños/as acompañantes de una persona de la familia presentan un rendimiento
académico adecuado, escasa pérdida de logros y bajo nivel de repitencia. Los padres
les proporcionan lo necesario para sus actividades escolares. Cuentan con el apoyo y
supervisión de sus padres y familiares para la revisión de su trabajo escolar. Tienen
buenas relaciones con sus compañeros y maestros y quieren seguir estudiando.
• El rendimiento académico de los niños y niñas que viven en casa de familiares tiende a
ser bajo y su nivel de repitencia alto en relación con los de sus compañeros de curso.
Estos problemas se explican por el escaso tiempo que dedican a estudiar, por el can-
sancio físico que les produce trabajar antes y después de la jornada escolar, el bajo
nivel de interés y la depresión. A pesar de que se convino dar prioridad al estudio les
asignan labores que deben desarrollar antes que las tareas escolares. Son retraídos y
distantes, algunos tienen relaciones conflictivas con sus compañeros.
- El proyecto de vida
A la pregunta sobre si su historia es y será igual, mejor o peor que la de su madre la
gran mayoría respondió que mejor porque tienen la posibilidad de estudiar y porque
cuentan con el apoyo de sus padres. Consideran que a los niños y jóvenes de generacio-
nes pasadas se les exigía aún más esfuerzo y trabajo, sobre todo a los que vivían en el
campo. Son conscientes de la dura vida que les ha tocado vivir a sus madres, llena de
sacrificios, maltrato y enfermedad.
La gran mayoría tiene clara la relación entre educación, oportunidades de empleo y
desarrollo; se proyecta a la culminación del bachillerato y al ingreso al mundo del trabajo.
Unos pocos creen tener posibilidades de acceso a la educación superior por el apoyo de
sus padres y “la voluntad de Dios”.
Se imaginan como médicos/as, veterinarios/as, profesores/as, pilotos, conductores de
bus, modistas y amas de casa. A otros/as les resulta difícil proyectarse lo cual se relaciona
con las condiciones socioeconómicas de la familia. Los sueños de la mayoría de niñas y
niños entrevistados hacen referencia no al futuro sino al presente, a lo inmediato y a las
necesidades básicas. Quieren cambiar situaciones familiares que les afectan directamen-
te: el desempleo de sus padres y los conflictos familiares. Expresan la posibilidad y nece-
sidad de terminar el bachillerato para trabajar, ayudar a su familia, en especial a su madre,
y conseguir cosas que hasta el momento no han tenido: alimentación, vestido, vivienda
y recreación.
- Educación
Las jóvenes iniciaron sus estudios a los 6 años y, en promedio, solo han perdido un
año por dificultades familiares y económicas. Han observado un rendimiento escolar acep-
table.
El trabajo en servicio doméstico no ha sido un obstáculo para estudiar aunque reco-
nocen el sobresfuerzo que implica, realizan sus tareas escolares desde las 10:30 p.m.,
después de salir del colegio, hasta cerca de la 1:00 a.m y los fines de semana. Ellas
mismas se pagan su estudio porque los recursos familiares no alcanzan.
En el colegio no les queda tiempo para entablar amistades, se limitan a asistir a las
clases; consideran más importante el estudio pues asumen que una vez terminado el
bachillerato tendrán mejores oportunidades de trabajo. Sin embargo, se sienten cansa-
das por la carga que representa estudiar y trabajar, más aún teniendo en cuenta que el
colegio es rígido en exigencias y horarios... a veces sienten deseos de abandonar los
estudios.
- Proyecto de Vida
Las jóvenes afirman que sus vidas son y serán mejores que las de sus madres porque
ya tienen un nivel educativo más alto y porque no han tenido hijos a temprana edad.
El mayor recurso con el que cuentan para proyectarse en la vida son sus deseos de
superación y la capacidad para sobreponerse a las adversidades. Todas creen que van a
ser profesionales o técnicas y que se desempañarán en trabajos como secretariado o
ventas mientras terminan sus estudios superiores.
Después de ser profesionales desean conformar un hogar con un compañero estable
que brinde seguridad a los hijos/as. Tienen claro lo que implica la ausencia de la figura
paterna en su estabilidad emocional y en su autoestima, por ello consideran de vital
importancia un compañero responsable.
4. Impresiones del viaje…
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ZAMUDIO, Lucero y otros/as (1999). Utilización del tiempo y socialización de género. Centro de
Investigaciones sobre Dinámica Social. Universidad Externado de Colombia.
Anexo 1
I. Datos generales
Nombre ________________________________ Sexo F___ M ____EDAD_____
Colegio y curso _____________________________________________________
Fecha y lugar de nacimiento __________________________________________
Lugar de origen de la familia ___________________________________________
Razones para trasladarse del lugar de origen _______________________________
(Especificar razones económicas, políticas, de violencia, etc.)
Aspectos Socioeconómicos
Describe tu casa (profundizar en material, condiciones generales, tenencia, servicios,
grado de hacinamiento y condiciones alimentarias)
¿Qué actividades laborales y domésticas realizan las mujeres de tu casa?
¿Qué actividades laborales y domésticas realizan los hombres de tu casa?
¿Quién o quiénes llevan la plata a tu casa? (Especificar cuánto da cada miembro y si el/
a niño/a aporta)
¿Qué trabajo es más valorado en tu familia: el de hombres o el de las mujeres? ¿por
qué?
¿Tu cual valoras más?
¿Quienes son mas juiciosos en el trabajo: los hombres o las mujeres? ¿por qué?
¿Qué personas de la casa estudian? (diferenciar hombres y mujeres)
¿En qué gastan la plata que llega a la casa?
¿Quién decide cómo se gasta? (diferenciar hombres y mujeres)
Jornada de trabajo
Tiempos: Descripción de los tiempos y horarios en que realizan cada actividad durante
las 24 horas del día.
• Para internas:
¿A qué hora te levantas?
¿A que hora te acuestas?
¿Cuando ya estas acostada tienes que levantarte a atender a alguien de la familia?
¿Con qué frecuencia?
¿Cuánto tiempo descansas?
¿Consideras que el tiempo que tienes para descansar es suficiente?
¿Quienes trabajan mas: los hombres o las mujeres? ¿por que?
De las labores que desempeñan hombres y mujeres ¿cuáles consideras mas pesadas?
• Para trabajadoras por horas o por días:
¿A que horas te levantas los días que trabajas y los que no trabajas?
Antes de ir al trabajo ¿qué actividades realizas en tu casa?
¿A qué horas llegas a tu trabajo?
¿Cuanto tardas de tu casa a tu trabajo?
¿A qué horas terminas tu trabajo?
¿A qué horas sales de tu trabajo?
¿Cuánto tardas de tu trabajo al colegio?
¿Cuánto dura la jornada escolar?
¿Qué tiempo dedicas para realizar las tareas escolares?
¿A qué hora te acuestas?
¿Consideras que el tiempo que tienes para descansar es suficiente?
Descripción actividades
• Para internas
¿En qué consiste tu trabajo? (descripción detallada de actividades)
¿En qué momentos haces las tareas escolares?
¿Te toca reponer el tiempo de estudio? ¿De qué forma?
¿Qué haces en los tiempos de descanso?
¿Tienes días libres? ¿qué haces y con quién los compartes?
¿Comes a las mismas horas que tus empleadores?
¿Has tenido algún accidente o enfermedad durante el tiempo de trabajo? ¿Fue
causado por las acciones que realizas en el trabajo? ¿Te atendieron o qué hiciste?
¿Consideras que en tu trabajo existe algún riesgo? ¿Te has sentido en peligro?
(profundizar)
¿Te sientes capacitado/a para realizar las actividades del trabajo? ¿Por qué
• Para trabajadoras por horas o por días
¿En qué consiste tu trabajo? (descripción detallada de actividades)
¿Te sientes capacitado/a para realizar las actividades del trabajo? ¿Por qué?
¿Te queda tiempo libre? ¿Que haces? ¿con quién lo compartes?
Espacios
• Para internas
¿Los espacios de la casa son diferenciados para la familia empleadora y para ti?
(especificar cuáles)
¿Cómo son esos espacios? (los propios y los compartidos)
¿Cómo te sientes en esos espacios? (diferenciar y profundizar en el sentido de
pertenencia y apropiación)
¿Cuál es la diferencia en cómo te sientes en esa casa y en la tuya? (profundizar si le
gusta más vivir en donde trabaja o con su familia)
• Para trabajadoras por horas o por días
¿Los espacios de la casa son diferenciados para la familia empleadora y para ti?
(especificar cuáles y en qué momentos)
¿Cómo son esos espacios?
¿Cómo te sientes en esos espacios? (diferenciar y profundizar en el sentido de
pertenencia y apropiación)
¿Cuál es la diferencia en cómo te sientes en esa casa y en la tuya? (profundizar si le
gustaría más vivir en donde trabaja o permanecer donde vive)
VI. Educación
¿A qué edad empezaste a estudiar?
¿Has perdido algún curso? (profundizar si los motivos fueron académicos,
económicos, familiares laborales o por desplazamiento)
El trabajo que desempeñas ¿cómo dificulta o facilita tu estudio?
¿Qué tiempo dedicas para hacer tareas?
¿Qué te gusta más: estudiar o trabajar? ¿por qué?
¿Recibes ayuda u orientación para hacer tus tareas? ¿de quién? ¿con qué frecuencia?
(diferenciar internas y por días)
¿Consideras que vas a pasar el año?
¿Hasta qué nivel de educación quieres llegar?
¿Cómo te sientes con los compañeros de estudio (profundizar en relaciones y
amistades)
¿Consideras que las orientadores/as y profesores/as son un apoyo para ti? ¿en qué
forma?
¿Crees que la educación es importante para tu vida? ¿En qué forma?
¿Tus padres te apoyan en el estudio? ¿Cuentas con ellos para seguir estudiando?
VII. Expectativas y sentimientos de vida
¿Consideras que los niños/as deben trabajar?
¿Cómo te sientes en tu trabajo?
¿Te gustaría continuar en el trabajo que tienes o te gustaría cambiar? ¿Por qué?
Si quieres cambiar ¿qué tipo de trabajo te gustaría conseguir?
¿Consideras que este trabajo es útil para tu vida? ¿De que forma?
¿Qué piensas que pasará contigo dentro de 10 años?
¿Qué te gusta y qué no te gusta de ti mismo/a? ¿Qué cambiarías?.
¿Qué persona/s ha/n sido especial/es para ti? ¿Por que?
¿Qué cualidades te gustaría tener de ellas?
¿Qué es lo que más valoras de ti misma?
¿Cuáles crees que son sus potencialidades y debilidades?
¿Qué piensas de estar solo/a?¿Cómo resuelves las situaciones difíciles? (profundizar)
¿Qué momento o situación difícil has vivido? ¿Son frecuentes los momentos difíciles?
¿Qué momento o situación te hacen sentir a gusto? ¿Son frecuentes?
Unicef- Save the Children U.k - Casa de la mujer
trabajadora - CUT
Guia para la realizacion de entrevista a familias de las/los
niños, niñas y jovenes trabajadores en hogares de terceros
I. Datos generales
Nombre de quien responde:___________________________________________
Parentesco:___________________ Sexo: F_____ M ______ EDAD______
Nombre del niño, niña o joven trabajador/a _______________________________
Fecha y lugar de nacimiento ___________________________________________
Lugar de origen de la familia ___________________________________________
Razones para trasladarse del lugar de origen _______________________________
(Especificar razones económicas, políticas, de violencia, etc.)
Aspectos Socioeconómicos
Descripción física de la casa (material, condiciones generales, tenencia servicios, grado
de hacinamiento, condiciones alimentarias)
¿Quién o quiénes llevan la plata a la casa? (Especificar cuanto aporta cada miembro y
si la niña aporta)
¿Qué trabajo es mas valorado en la familia: el de los hombres o el de las mujeres? ¿por
qué?
¿Cuál valora mas usted?
¿Quiénes son más juiciosos en el trabajo: los hombres o las mujeres? ¿por qué?
¿Qué personas de la casa estudian? (diferenciar hombres y mujeres)
¿En qué gastan la plata que llega a la casa? ¿Quién lo decide? (diferenciar hombres y
mujeres) ¿Por qué?
V. Educación
¿Existe un tiempo para que el/la menor realice las tareas escolares?
¿Usted estimula el estudio de sus hijos? ¿Cómo?
¿El/la niño/a recibe orientación para hacer sus tareas? ¿de quién? (frecuencia y
horario)
¿El/la menor tiene libros de consulta para realizar las labores escolares?
¿Está conforme con lo que se le enseña al niño en la escuela? (profundizar)
¿Hasta qué nivel de educación piensa que el/la menor debe llegar?
¿Hasta qué nivel podría apoyarlo/a?
¿Usted cree que es necesario que las mujeres reciban el mismo nivel de educación que
los hombres? ¿por qué?
¿Es difícil para usted darle estudio a sus hijos?
¿Sabe cómo es el rendimiento escolar de su hijo?
¿Sabe si tiene dificultades tiene para estudiar?
¿Quién asiste a las reuniones de padres de familia?
VI Expectativas y opiniones
¿Considera que los niños y las niñas deben trabajar?
¿Por qué trabaja su hijo?
¿Sabe usted cómo siente el/la menor en el trabajo?
¿Dentro de 10 años que cree que hará su hijo?
¿Qué cualidades y defectos ve usted en su hijo?
¿Cuáles considera que son las potencialidades y debilidades de su hijo?
¿Considera usted que las mujeres deben trabajar? ¿En qué? ¿Por qué?
¿Dialoga usted con su hija? ¿de qué? ¿con qué frecuencia?
¿Ha considerado la posibilidad de que su hijo no trabaje? ¿Qué se requería para que
dejara de hacerlo?
¿Cuáles son sus expectativas para su hija?
Unicef- Save the Children U.k - Casa de la mujer
trabajadora - CUT
Guía para la realización de entrevista orientadores/as y
profesore/as de niños, niñas y jovenes trabajadores en
hogares de terceros
I. Datos generales
Nombre __________________________________ sexo F____ M___ Edad ____
Colegio y curso _____________________________________________________
Información general
¿Sabe cuántos de los niños de su salón o colegio trabajan?
De ellos ¿cuántos trabajan en servicio doméstico?
¿Cómo es el rendimiento de los que trabajan con respecto a los que no trabajan?
¿Qué implicaciones tendrá el empleo en servicio doméstico en la vida de los/as niños/as
que lo desempeñan?
¿Hay mucha deserción escolar por irse a trabajar?
¿Cuál es la tendencia de trabajo de los escolares? (profundizar tipos y ritmos de
trabajo)
¿Conoce las condiciones y términos del empleo doméstico?
¿Ha conocido casos de niños/as discriminados/as por ser empleados/as domésticos/
as? ¿Quién los/as discriminó?
¿En qué se emplean los hombres y en qué las mujeres? ¿por qué?
¿Cuáles de esos trabajos son más valorados y por qué?
¿Quiénes se matriculan más: niños o niñas? ¿Por qué?
¿Quiénes abandonan más el colegio: niños o niñas? ¿por qué?
¿Quiénes rinden más? ¿por qué?
¿Quiénes tienen más tiempo libre? ¿por qué? ¿con quién lo comparten?
¿Por qué cree que los niños y niñas empiezan a trabajar desde temprana edad?
¿Quiénes empiezan a trabajar primero: los hombres o las mujeres? (observar si el
trabajo doméstico en el hogar propio se considera o no trabajo)
¿Emplearía a un menor de edad en su casa? ¿por qué? ¿en qué condiciones?
III. Opiniones
¿Cree que el trabajo infantil es un problema? ¿por qué?
¿Cómo cree que el colegio podría actuar al respecto?
¿Qué podría hacer usted si conociera un caso particular?
¿Cree usted que el trabajo infantil viola los derechos del niño? ¿cómo?
¿El PEI del colegio ayuda a la solución del problema?
¿Cree que el trabajo infantil afecta más a los niños que a las niñas?
¿Cree que emplearse como interno/a sea una solución para un/a menor de edad?
¿Hasta que nivel escolar cree que podrán llegar los niños/as trabajadores?
Unicef- Save the Children U.k - Casa de la mujer
trabajadora - CUT
Guia para la realizacion de entrevista funcionarios/as de
organizaciones locales y comunitarias respecto a la situación
de niños, niñas y jovenes trabajadores en hogares de terceros
Institución _________________________________________________________
Nombre ___________________________ Sexo F___ M____ Edad ___________
Cargo ______________________________________________________
¿Considera que el trabajo de los niños y jóvenes es un problema? ¿por qué?
¿Su institución y su cargo pueden contribuir a la solución del problema? ¿por qué?
Si conociera un caso particular ¿qué podría hacer?
¿Cree que el trabajo infantil viola los derechos del niño? ¿cómo?
¿Su institución tiene algún programa, política, estrategia o proyecto para ayudar a los
trabajadores menores de edad?
¿Considera que el trabajo infantil y juvenil afecta más a las mujeres o a los hombres?
¿por qué?
¿Cree que emplearse como interno/a sea una solución para un/a menor de edad?
¿por qué?
¿Hasta qué nivel educativo cree que puedan llegar los menores de edad trabajadores?
¿Qué posibilidades hay de que su institución diseñe o apoye un programa para
mejorar sus condiciones de trabajo?
¿Qué tendencia presenta el trabajo infantil y juvenil?
¿Qué implicaciones tiene el empleo doméstico en la vida de los/as niños/as?
¿Conoce las condiciones y términos de ese empleo?
¿Ha conocido casos de discriminación a niños/as empleados/as domésticos/as? ¿quién
los discriminó?
¿En qué tipo de empleo se ocupan las mujeres y en cuáles los hombres? ¿por qué?
¿Cuáles de esos trabajos son más valorados y por qué?
¿Quiénes tienen más tiempo libre: los niños o las niñas? ¿por qué?
¿Por qué cree que niños y niñas empiezan a trabajar desde temprana edad?
¿Quiénes empiezan a trabajar primero: los hombres o las mujeres? ¿por qué?
¿Emplearía una menor de edad en su casa? ¿por qué? ¿en qué condiciones?
Anexo 2
Categorías Dimensiones
FAMILIA: Agrupa la informa- HISTÓRICA: Hace referencia a aspectos como origen de
ción suministrada por las la familia, motivos y condiciones de emigración y llegada
niñas, niños, jóvenes y ma- a la ciudad y la zona.
dres de familia. Hace énfa- MATERIAL: situación socioeconómica en la que viven,
sis en la diferencia de per- desempeño de actividades y roles en la dinámica familiar,
cepciones. espacio físico en donde habitan y trabajan.
AFECTIVA: aspectos relacionados con el tipo y calidad
de relaciones familiares y manejo de normas, autoridad
y poder en el interior de los hogares.
EMPLEO: desempeño labo- HISTORICA: antecedentes laborales, condiciones y tér-
ral de los niños, niñas, jó- minos de la historia laboral de los/as miembros de la fa-
venes y las familias. milia y de las/os niñas/os y jóvenes.
MATERIAL: términos y condiciones del empleo que des-
empeñan los/as niños/as y jóvenes.
AFECTIVA: sentimiento respecto a la labor que desem-
peñan, valoración del empleo, relaciones y trato dados
por los/as empleadores/as e impacto del trabajo en sus
vidas
EDUCACIÓN: opiniones de HISTORICA: edad de ingreso escolar, historia escolar (re-
los y las protagonistas, sus pitencia y niveles de atraso escolar).
familias y las profesoras/es MATERIAL: condiciones en que estudian, tiempos, espa-
y orientadoras/es de los co- cios y rendimiento escolar.
legios. AFECTIVA: Apoyo que tienen para el estudio, relaciones
con compañeros/as y profesores/as, valoración que dan
al estudio y expectativas escolares (terminación de ba-
chillerato o no, planes de abandonar el estudio)
PROYECTO DE VIDA: HISTÓRICA: Una pregunta clave en la entrevista fue si
¿Cómo se ven, cómo los su historia es y será mejor, igual o peor que la de sus
ven? ¿A donde quieren y madres. MATERIAL: recursos físicos e intelectuales de
piensan que pueden llegar? los que disponen para realizar su proyecto de vida, áreas
en las que se quieren desempeñar profesional y/o labo-
ralmente AFECTIVA: sueños y aspiraciones, recursos
emocionales con que cuentan para alcanzarlos, autoes-
tima e identidad.
CONDICIONES DE VIDA DE NIÑAS TRABAJADORAS
DOMÉSTICAS EN BUCARAMANGA
Fundación Mujer y Futuro
Isabel M Ortiz
Christiane Lelievre
CONDICIONES DE VIDA DE NIÑAS TRABAJADORAS
DOMÉSTICAS EN BUCARAMANGA
Introducción
116
La metodología pro-
puesta ha sido utili-
En este documento se exponen las condiciones de vida de las niñas y jóvenes meno- zada para realizar
diagnósticos en zo-
res de 18 años que trabajan en oficios domésticos en hogares de terceros y se visibiliza nas rurales en Asia,
un problema que se ha silenciado a pesar de su profunda incidencia en la discriminación África y América La-
social y cultural de las mujeres. Pretende precisar las consecuencias del desempeño de tina. A mediados de
los años noventa el
oficios de adultos, considerados propios del género femenino, desde temprana edad y Banco Mundial utilizó
fuera del hogar de origen. la misma metodología
en comunidades ur-
La investigación fue de tipo cualitativo e involucró diferentes formas de aproximación banas en Jamaica,
a la realidad de las niñas. Puesto que se reconocía la validez y el alcance de la información Colombia y Guatema-
la con el fin de estu-
proveniente de las niñas se utilizó el Diagnóstico Urbano Participativo116 que permite co- diar la relación entre
nocer y ordenar la percepción y el sentir de los participantes en el proceso de investiga- los diferentes tipos
ción. Esta metodología favorece los intercambios entre los integrantes del grupo y permi- de violencia, la po-
breza y el tejido so-
te una participación activa y amena porque tiene en cuenta sus experiencias; además, cial. A este método
en este caso particular, constituyó una ganancia para las niñas porque aprendieron sobre se le llamó Evaluación
sus derechos básicos y la forma de garantizarlos. Urbana Participativa,
EUP. Para este traba-
Para recoger la información de manera participativa se utilizaron los siguientes instru- jo consideramos más
adecuado referirnos
mentos117: a esta metodología
como Diagnóstico Ur-
• Encuestas a todas las niñas y jóvenes del estudio (41)
bano Participativo,
• Aplicación de instrumentos de la metodología Urbana Participativa a todas las niñas y DUP, en la medida que
jóvenes del estudio (41) se hace un diagnós-
tico y no una evalua-
• Entrevistas en profundidad a una muestra de niñas (6) ción. En todo caso, la
metodología provie-
• Entrevistas a empleadoras/es (6) ne del Sondeo Rural
• Entrevista a algunas de las familias de las niñas y jóvenes del estudio (12) Participativo (SRP),
método que permite
Las niñas que colaboraron con el estudio expusieron con gusto y generosidad sus identificar los proble-
puntos de vista sobre sí mismas y el trabajo que desempeñan. Manifestaron su interés mas de la comunidad
y planificar activida-
por participar en eventos que les ofrezcan momentos de crecimiento humano, recrea- des para su solución
ción y convivencia, de los cuales carecen totalmente. Para la Fundación Mujer y Futuro, con la participación
activa de las comuni-
que tiene como propósito lograr mejores condiciones de equidad social y cultural para las
dades campesinas.
mujeres, este estudio plantea el compromiso ético de pensar y desarrollar acciones que 117
Ver los instrumentos
modifiquen las condiciones de vida que vulneran derechos humanos de la infancia y utilizados en los
derechos básicos de las mujeres en la sociedad. anexos.
- Salario
Respecto al salario no hay información de 5 niñas. De las 36 restantes el 55.5% recibe
menos de $100.000, el 38.8% entre 100 y 130.000 y sólo 5.5% recibe más de
$150.000121.
La remuneración más baja es de $1.000 diarios y $20.000 mensuales y la más alta de
$180.000 que sólo reciben dos empleadas. Dos niñas no reciben remuneración en dinero
sino techo y comida una y útiles escolares y transporte la otra.
Las niñas utilizan el dinero que ganan más para ayudar a la familia que para sí mismas,
sólo cuatro piensan en ahorrar.
La distribución del salario concuerda con las razones por las cuales iniciaron su vida
laboral: “necesidad” y “situación económica”. Algunas mencionaron que trabajaban para
“tener sus cosas” lo cual se contradice con el bajo número de quienes gastan su salario
para “comprar sus cosas”. No mencionan gasto de dinero en actividades de tipo recrea-
tivo y pocas invierten lo que ganan en sus estudios.
- Los oficios
Todas las niñas empleadas hacen el aseo, algunas no planchan, unas pocas no coci-
nan y varias cuidan niños además de hacer todos los oficios de la casa. Tres niñas
mencionan que les gusta todo lo que hacen y una menciona que no le gusta nada de
lo que hace. A las que deben atender niños/as les gusta hacerlo porque equivale a
121
El salario mínimo le-
gal vigente para em- jugar con ellos y “maternar” que es una forma de desempeñar el rol femenino más
pleadas de servicio tradicional.
doméstico es de
$180.000, esto es, Las empleadas domésticas tienen exceso de responsabilidad y de trabajo. Son niñas o
Us 85.7.
adolescentes pero responden por casi todas las labores de reproducción de las familias
empleadoras; a eso se añade la ayuda económica que brindan a sus familias para pagar
los servicios, comprar ropa a los hermanos y hacer el mercado. Las madres y padres
empleadores les delegan el cuidado de sus hijos pequeños niños/as y bebés sin percatar-
se, no sólo del recargo de trabajo que les implica sino de que carecen de formación para
dar esa primera educación.
- Jornada de trabajo
Un día en la vida de una menor trabajadora interna
“Me levanto a las 6 de la mañana. Hago café con leche y pan de desayuno, me
recuesto un poco mientras se levantan los niños. Cuando se levantan les doy el
desayuno, luego lavo la loza y después subo y arreglo las piezas, recojo los zapatos
y me pongo a barrer, después trapeo. Lavo el baño y echo la ropa en jabón,
después baño a los cinco niños que cuido, los visto, les doy las onces y hago el
almuerzo. A las doce y media les sirvo a los niños, después los visto para llevárme-
los para el colegio, entran a la una. Cuando vuelvo lavo la loza y hago aseo. Luego,
como a las dos, me pongo a lavar, termino a veces a las cuatro o cuatro y media.
Me baño y me voy a traer los niños. Llego y les hago comida, a las siete les sirvo.
Reposamos un ratico, les pongo las piyamas y les prendo el televisor. Ellos se que-
dan mirando televisión y yo me pongo a lavar la loza. Al rato llega la señora y le
sirvo la comida y después lavo los platos. Como las ocho y media subo con los
niños y me acuesto a dormir con ellos”. *
Las jornadas de trabajo empiezan desde las 4 de la madrugada y pueden extenderse
hasta las 11 de la noche. El tiempo de trabajo diario fluctúa entre 17 horas (4 internas) y
un mínimo de 9 horas (2 por días y 1 interna). De las 32 niñas internas sólo una trabaja
menos de 8 horas diarias, 14 (43.8%) entre 9 y 12 horas diarias, 11 (34.3%) entre 13 y
15 horas y 6 (18.7%) 16 o más horas. De las 8 niñas que trabajan por días el 37.5% (3)
trabaja 9 horas diarias, 25% (2) entre 10 y 11 horas y 37.5% (3) 12 o más. La niña
externa trabaja doce horas diarias.
La modalidad de trabajo interna implica una “disponibilidad permanente” que dificulta
establecer los limites entre trabajar y “vivir con”. ¿Cómo estar en la casa sin hacer nada?
Algunas de las niñas entrevistadas que trabajan internas no pudieron precisar la duración
de su jornada, saben a qué hora deben levantarse y a qué hora suelen acostarse pero no
tienen un tiempo demarcado y regular de trabajo.
- Protección en Salud
Muchas niñas manifiestan tener dolores de cabeza, úlcera, mareo y otras enfermeda-
des que no saben nombrar ni definir lo cual hace pensar que somatizan por no expresar
sus malestares emocionales. Tienen un pensamiento mágico para explicar la enfermedad
o la salud: “por fortuna no me he enfermado”, “gracias a Dios, gozo de buena salud”.
De 41 niñas entrevistadas solo 3 (7.3%) tienen cobertura médica a través del SISBEN, * La joven que hace
las demás carecen de Seguridad Social, es decir, están desprotegidas en caso de enfer- este relato tiene 16
años, no estudia y
medad o accidente. gana $100.000 men-
suales; su empleado-
Para conocer su situación de salud y seguridad social se les preguntó a las niñas qué ra es enfermera, tra-
hacen cuando están enfermas. Las 33 respuestas obtenidas pueden agruparse así: la baja por turnos y es
empleadora las medica (15.5%), les proporcionan asistencia médica (36%), les reducen jefa de hogar.
la jornada o las tareas (6%), no reciben ninguna ayuda ni atención (18%). El 9% tiene
buena salud y el 15% da otras respuestas (“me aguanto”, “acudo a mi mamá”).
Como la gran mayoría de la población colombiana pobre, las niñas empleadas trabajan
en condiciones de indefensión, mientras no se enfermen o accidenten no hay problema.
Por ser menores de edad son más vulnerables que el resto de la población y que la
población femenina trabajadora doméstica. Algunas han manifestado que, aunque lo ha
intentado, su empleadora no ha podido incluirlas en el sistema de seguridad social y
protección en salud; a otras su familia las ha afiliado al SISBEN pero no tienen el carné que
les permita recibir atención médica.
- Expectativas
A excepción de dos niñas que dicen no saber que quieren en el futuro y de otra que
desea “casarse”, las aspiraciones de las jóvenes reflejan sus anhelos de superación aun-
que, a veces, la formulación sea vaga: “ser alguien en la vida”, “estudiar para ser una
profesional” o “ser una persona estudiada”. La pregunta sobre las expectativas para el
futuro les resultó difícil de contestar lo que podría mostrar un impedimento para proyec-
tarse e imaginarse a una edad mayor.
La mayoría indica metas precisas pero que no tienen relación con su situación escolar
actual, por ejemplo, una chica de 13 años y otra de 14, ambas con tercero de primaria y
que abandonaron los estudios quieren ser profesora y enfermera, respectivamente. Otras
dos de 16 años, que tienen quinto de primaria y tampoco estudian, aspiran a ser odon-
tóloga y secretaria. Las jóvenes entrevistadas más que proyectarse o establecer metas,
sueñan y expresan ilusiones.
Las chicas que plantean objetivos más realistas respecto a su situación actual son las
que estudian bachillerato o las que, sin estar en el sistema escolar, plantean seguir estu-
diando y terminar la secundaria. Aunque ninguna quiere seguir en el servicio domésticos
más de la mitad no se está preparando para hacer otra cosa.
Hay que resaltar que aún las niñas que sólo quieren terminar bachillerato tienen poca
probabilidad de lograrlo porque presentan un retraso escolar, que combinado con la
pobreza, las mantiene en el empleo doméstico lo cual se convierte en un serio impedi-
mento para el logro de sus aspiraciones. Ninguna de las jóvenes tiene un nivel de escola-
ridad cursada que corresponda a su edad cronológica, más de la mitad abandonó la
escuela y solo dos estudian de la manera convencional: trabajan por la mañana y van al
colegio por la tarde.
Las respuestas de las niñas entrevistadas y los análisis expuestos a lo largo de este
documento muestran que los derechos consignados en la Convención Internacional de
los derechos de los niños/as resultan afectados casi en su totalidad cuando las niñas se
vinculan al servicio doméstico desde edades tempranas.
Los derechos más seriamente vulnerados son el derecho a la no discriminación, a
vivir y ser cuidadas por sus padres, a estar protegidas de los malos tratos, del abando-
no, la explotación y el abuso sexual y el derecho a un nivel de vida adecuado para su
desarrollo.
Recomendamos:
• Que el tema del trabajo doméstico infantil sea prioritario en los programas para la
infancia del Ministerio de Comunicaciones; que se diseñe una campaña nacional que
haga visible la problemática de las niñas y jóvenes empleadas creando conciencia de
sus derechos vulnerados y bajo un enfoque que supere las concepciones paternalistas
vigentes en la mayoría de los empleadores/as.
• Crear programas informales de atención psicosocial para grupos de niñas empleadas
domésticas, desarrollados por organizaciones no gubernamentales que tengan pers-
pectiva de género y en los que se trabaje el desarrollo humano integral y se apoye a
las niñas en la construcción realista de proyectos de vida.
• Generar acciones afirmativas dirigidas a las niñas de 5 grado con el fin de que no
abandonen la escuela. Esto implica una reforma curricular nacional que se centre en
los intereses reales de los niños y niñas asumiendo las diferencias en los contextos
sociales y culturales y privilegiando el crecimiento humano infantil y juvenil y no la
acumulación de conocimientos académicos.
• Crear programas comunitarios de capacitación en oficios no tradicionales, dirigidos a
mujeres jóvenes y adultas, cuya finalidad sea abrir nuevas oportunidades laborales
para la población femenina superando estereotipos de género.
• Generar estrategias de educación emocional para desaprender el servilismo fortale-
ciendo actitudes de autonomía y liderazgo femenino en las comunidades de estratos
bajos.
• Divulgar la legislación nacional e internacional sobre el trabajo infantil hasta lograr su
erradicación.
• Divulgar, por medio de estrategias formales e informales, la CONVENCION INTERNA-
CIONAL DE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS/AS, con el fin de lograr una apropiación
ciudadana de tales derechos y obtener su cumplimiento.
Finalmente, es urgente que instancias internacionales como UNICEF, SAVE THE CHIL-
DREN y OIT ejerzan veeduría y presión frente al gobierno colombiano con el fin de lograr
una decisión política a favor de la infancia que implique programas y acciones reales de
cumplimiento respecto a las difíciles condiciones de vida de los niños y niñas cuyos dere-
chos son vulnerados.
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En: periódico “Tiempos de Mundo”. Bogotá, 6 de Julio.
UNICEF (2000). Trabajo doméstico infantil. Innocenti digest. Enero.
RICHMAN, Naomi (1997). “Ayudando a niños en circunstancias difíciles”. Manual de Desarrollo uno.
“Comunicándose con los niños”. Manual dos. SAVE THE CHILDREN U.K. Gente Nueva Editorial,
Bogotá, D.C., Colombia.
SAVE THE CHILDREN (1999). Programa para América del sur. No 5, Noviembre.
Anexo
Cuadro No. 1
Relación entre edad actual, edad del primer trabajo y estudio
Nombre Edad Trabaja Escolaridad Estudia
desde los
Yulisa 12 años 11 años 5 primaria No
Carolina 13 años 12 años 5 primaria No
María Isabel 13 años 12 años 3 primaria No
Diana 13 años 12 años 5 primaria No
Naifer 14 años 12 años 3 primaria No
Liliana 14 años 14 años 5 primaria No
Yurley 14 años 10 años 4 primaria No
Nasly 14 años 11 años 7 bchto.(nocturno) Sí
Helena 14 años 14 años 7 bchto. No
Luz Mary 14 años 13 años 5 primaria No
Lina 14 años 13 años 6 bchto. Sí (Sábados)
Yolanda 14 años 12 años 2 primaria No
Oliva 14 años 9 años 3 primaria No
Mónica 14 años 12 años 4 primaria No
Jenny 14 años 12 años 6 bchto. No
Míriam 15 años 12 años 6 bchto. Sí
Mireya 15 años 13 años 7 bchto. Sí
Milena 15 años 8 años 6 bchto. Sí
Luz Dary 15 años 14 años 5 primaria No
Marcela 15 años 13 años 9 bchto.(tardes) Sí
Albanis 15 años 15 años 7 bchto. Sí
Carolina 15 años 11 años 3 primaria No
Ramona 15 años 14 años 3 primaria No
Maryuris 15 años 14 años 7 bchto. No
Marleyda 15 años 14 años 5 primaria No
Belqui Zulia 15 años 12 años 6 bchto. No
Margarita 15 años 14 años 5 primaria No
Jenny Shirley 16 años 13 años 5 primaria No
Blanca Yuli 16 años 12 años 5 primaria No
Yuri 16 años 15 años 5 primaria No
Johanna 16 años 14 años 6 bchto. Sí
Viviana 16 años 16 años 6 bchto. No
Olga Cecilia 16 años 14 años 7 bchto. Sí
Emilce 16 años 12 años 7 bchto. Sí
Lucrecia 16 años 15 años 5 primaria No
Arelvis 16 años 13 años 3 primaria No
Patricia María 16 años 14 años 5 primaria No
María 17 años 15 años 7 bchto. Sí
Nidia 17 años 14 años 7 bchto. Sí
Nancy Esther 17 años 16 años 10 bchto. Sí
Amparo 17 años 17 años 9 bchto. No
Formulario para niñas y niños que trabajan en servicio
doméstico
Esta investigación muestra la compleja y difícil situación que viven las niñas empleadas
en el servicio doméstico en una estructura social como la colombiana, basada en la injus-
ticia socioeconómica y cultural; de igual manera, alerta sobre la permanencia y continui-
dad en el trabajo doméstico de prácticas perjudiciales para el desarrollo de las niñas y,
finalmente, denuncia la grave violación de todos sus derechos.
El objetivo general de la investigación era reconocer, desde una perspectiva de dere-
chos, la situación de las niñas empleadas en trabajo doméstico en hogares de terceros
que viven en la ciudad de Cali, con énfasis en inmigrantes del Litoral Pacifico y de otras
zonas aledañas a Calí y el Valle del Cauca. Se pretendió generar propuestas de alternativas
de intervención que protegieran sus derechos y previnieran los riesgos que afectan ne-
gativamente su desarrollo integral.
Este es un estudio de tipo cualitativo apoyado en la etnografía. Se realizaron entrevis-
tas semidirigidas consignadas en formularios, entrevistas en profundidad recogidas en
audio y encuentro-talleres. Para recoger la información se establecieron relaciones indivi-
duales con cada niña y se desarrollaron actividades colectivas, así se propició un inter-
cambio abierto y flexible, tanto entre el Equipo de Investigación con las chicas como
entre ellas mismas.
Se entrevistaron 100 niñas empleadas en trabajo doméstico en hogares de terceros,
77 de ellas trabajaban internas y 23 por días122. Sus edades oscilaban entre los 12 y los 18
años de edad. La información obtenida fue profundizada con 37 de las niñas; además se
entrevistaron 2 de las madres de este último grupo de niñas.
Las entrevistas se hicieron en las viviendas de las niñas, en los albergues para adoles-
centes embarazadas “La casita de la Vida” y “Hogar Santa Ana”; en los colegios “Semilla
de Mostaza”, “Simón Rodríguez” y “Fray Domingo de las Casas”; en la terminal de trans-
porte intermunicipal, en la estación del ferrocarril, en la sede de Taller Abierto y en un
centro recreativo de la ciudad. A algunas niñas sólo fue posible entrevistarlas en las casas
donde estaban empleadas o en cafeterías cercanas al lugar de trabajo.
Los primeros contactos fueron facilitados por las relaciones previas del Equipo con
mujeres vinculadas a procesos comunitarios - en particular con inmigrantes y trabajado- 122
Ver en el anexo los
ras del hogar - y con personas de los albergues y colegios. Además, en la medida en que instrumentos utiliza-
se vinculaban a la investigación, las niñas ayudaban a contactar a sus amigas y compa- dos.
ñeras formándose así una especie de red de participantes en la investigación.
Los encuentro-talleres se organizaron para intercambiar experiencias e intereses; se
recreó la cotidianidad de las niñas en un ambiente pedagógico. La confianza se generó
alrededor de la música, el baile y el juego; así, las niñas empezaron a hablar del trabajo, la
familia, las aspiraciones y los proyectos de vida.
El estudio se realizó durante cinco meses (abril-agosto de 2000); en los cuatro prime-
ros se hicieron los encuentros, las entrevistas y observaciones de las niñas involucradas
en el proceso, en el último mes se analizó la información y se preparó el informe final. El
análisis se realizó de la siguiente manera:
• Sistematización de la información recogida en las entrevistas semidirigidas.
• Transcripción de las entrevistas consignadas en audio.
• Organización de la información de acuerdo con temas específicos.
• Descripción de la situación de las niñas contrastándola con los derechos y los referen-
tes conceptuales para ampliar su comprensión.
El equipo de investigación manifiesta sus agradecimientos a las niñas que con timidez y
entusiasmo, con sus historias y sus esperanzas, mostraron parte de esa realidad que
asumen con tristeza pero también con fortaleza para superarla. Agradece a las organiza-
ciones que hicieron posible este trabajo; él le permite a Taller Abierto fortalecer su sensibi-
lidad, su conocimiento y sus convicciones y luchas por una vida más justa y digna para
las niñas.
1. Contexto
Cali es la ciudad más importante del suroccidente colombiano, tiene una población de
1.945.994 habitantes de los cuales el 53.23% son mujeres (Secretaría de Salud Munici-
pal, 2000). Es una ciudad receptora de inmigrantes: el 46% de su población ha llegado
de otras regiones. Según la Encuesta de Hogares del Departamento Nacional de Estadís-
tica (DANE, 1994), 99.622 personas provienen del departamento del Cauca (60% muje-
res), 76.478 (54% mujeres) de Nariño y 10.000 (75% mujeres) del Chocó, para citar
sólo los casos de mayor importancia.
Según estudios de la Universidad del Valle y otras entidades, en Cali la migración está en
constante ascenso: en 1985 correspondía al 10.97% del crecimiento total de la pobla-
ción, en 1993 al 15.52% y en 1999 se calcula en un 18%. La ciudad recibe alrededor de
3 familias cada día, más de la mitad (62%) encabezadas por mujeres pobres (Arquidióce-
sis de Cali, 1997). Debido al contexto nacional y regional y a las difíciles condiciones de
vida en el campo y en la Costa Pacífica la situación tiende a agudizarse.
Las inmigrantes exponen las siguientes como las causas de su salida:
• Falta de oportunidades para estudiar y recrearse.
• Carencia de atención en salud y déficit de vivienda.
• Violencia política, social, sexual e intrafamiliar.
• Situación económica precaria, falta de empleo remunerado y subvaloración de las
mujeres.
• Ausencia de políticas estatales en beneficio del campo y de las mujeres.
La inserción de las inmigrantes a la vida urbana generalmente se inicia con su vincula-
ción al empleo doméstico. Según la Encuesta Nacional de Hogares del DANE, hasta el 31
de Diciembre de 1999 en Cali trabajaban en servicio doméstico 49.588 personas. De ellas
el 97.45% eran mujeres que tenían entre 12 y 79 años de edad. El 16.42% correspondía
a niñas entre 12 y 18 años, la mayor parte de este grupo estaba entre los 15 y 18 años.
Las familias de las niñas entrevistadas viven en sectores marginados de la ciudad, más
exactamente en los barrios Brisas del Cauca y Brisas de La Chorrera y en el Distrito de
Aguablanca.
Brisas del Cauca es una invasión ubicada al nororiente de Cali, expuesta a frecuentes
inundaciones porque está sobre la margen del río Cauca. La mayoría de su población es
negra, migrante de la Costa Pacifica, de escasos recursos económicos, limitadas oportu-
nidades para acceder a servicios sociales y vulnerable a problemáticas como delincuen-
cia, drogadicción y pandillas juveniles.
En Brisas de la Chorrera viven migrantes del Cauca y otras zonas rurales; este barrio se
localiza en el suroccidente de Cali, en zona de ladera caracterizada por alto riesgo de
deslizamientos. No tiene alcantarillado ni sistemas de desagüe.
El Distrito de Aguablanca, al oriente de Cali, es una zona de invasiones y urbanizaciones
piratas que data de la década de los años setenta. Está densamente poblado por unas
350.000 personas en su mayoría negros migrantes de la Costa Pacífica.
Pese a las adversas condiciones de vida en estos sectores se encuentran expresiones
comunitarias que intentan construir o rescatar identidad cultural y sentido de dignidad;
son manifestaciones de resistencia frente a las condiciones adversas que imponen la ciu-
dad y las desigualdades sociales.
2. Referentes conceptuales
Para comprender mejor el trabajo infantil y las relaciones laborales que surgen en el
empleo doméstico es importante abordar la situación de niñas empleadas en trabajo
doméstico en hogares de terceros desde un marco que reconozca la injusticia socioeco-
nómica y cultural.
El empleo doméstico en hogares de terceros es la prestación de un servicio personal
que se brinda de manera directa, constante y en condiciones de subordinación a cam-
bio de una remuneración en dinero o especie; comprende las actividades realizadas en
una casa de familia dirigidas a sostener el consumo familiar y la reproducción de la
fuerza de trabajo de una sociedad. En el empleo doméstico se realizan tareas de aseo,
preparación de alimentos, lavado y planchado de ropa y cuidado de niños y niñas,
entre otros oficios.
A quienes residen en el lugar de trabajo se les denomina empleadas internas y a las que
no empleadas por días, estas últimas pueden tener uno o varios empleadores o emplea-
doras.
El trabajo infantil es toda actividad de comercialización, producción, transformación,
distribución o venta de bienes o servicios, realizada por personas que no han cumplido
los 18 años de edad, bien sea que lo hagan en forma independiente o al mando de una
persona natural o jurídica.
El servicio doméstico es una de las peores formas de trabajo infantil ya que, por un
lado, está asociado a prácticas propias de la esclavitud, venta y tráfico de menores,
servidumbre por deudas y trabajos forzosos u obligatorios. Por otro lado, en el empleo
doméstico infantil se desconocen los derechos que promueven y protegen el desarrollo
integral, el ingreso, permanencia y desempeño en el sistema educativo, la recreación, la
práctica del deporte, el aprovechamiento del tiempo libre, el descanso, la familia y a no ser
discriminado.
- La iniciación
Desde temprana edad las niñas asumen responsabilidades, consigo mismas y con sus
familias, presionadas por las precarias condiciones económicas, los conflictos familiares y
las pautas culturales que configuran la niñez, la paternidad y la maternidad como catego-
rías culturales y roles sociales. En múltiples ocasiones el empleo doméstico es una alterna-
tiva frente a la violencia intrafamiliar, el maltrato, la privación y la carencia de expectativas.
En otros casos el ingreso al empleo doméstico responde a una pauta cultural.
Existe una estrecha relación entre las difíciles circunstancias de vida en las familias y
lugares de origen, la migración y la vinculación al trabajo doméstico remunerado; ésta es
la única opción laboral para las niñas que llegan del campo o del litoral pacífico. Así lo
expresan en sus narraciones:
• “Mi mamá se consiguió un marido, entonces me maltrataba mucho, se iba con el
marido y me dejaba con la abuela, me tocaba hacer de todo en la casa. Llegó un
momento en que no aguanté y me vine a conseguir trabajo, tenía 9 años de edad,
me trajo una señora, con ella trabajé 5 años”.
• “Mi mamá no quería darme para la ropa, también me maltrataba, entonces decidí
trabajar cuando tenía 12 años de edad”.
• “Cuando se murió mi abuela me trajeron para acá, donde la prima de mi papá. Un día
ella se fue a trabajar, entonces el marido se metió a la pieza y trató de abusar de mi, me
rasgó la blusa, yo le di con un palo en la frente. De ahí me volví otra vez para el Chocó
pero volví a las mismas, mi hermana a darme palo, golpes, garrote, como si yo no
fuera una persona. De ahí me fui a Condoto para donde una tía, pero también vive en
las mismas. Entonces conseguí el pasaje y me vine otra vez para acá y fui donde mi
tía, el marido comenzó a gritarme que quién me había traído, que me fuera por donde
vine. Comencé a caminar la calle sola y llorando hasta que encontré al joven que me
llevó donde su novia, ahora estoy donde la profesora Marta”.
• “No conocí a mi mamá, después de haber nacido yo ella se murió, mi papá se consi-
guió una mujer, ella no me quiere, me daba mala vida, me pegaba y trataba mal, solo
quería a los hijos de ella, entonces me volé y me vine a trabajar a Cali, llegue a la
terminal y las monjitas me consiguieron trabajo donde la familia Ortiz”.
• “Mi papá se murió y a mi mamá le quedaba muy duro sacarnos adelante. Pensé que
ya era hora de empezar a trabajar para colaborarle a mi mamá, tenía 14 años cuando
empecé a trabajar”.
• “Salí a los 14 años de edad porque me gusta la ciudad, acá el trabajo es más suave, en
la finca es muy duro y no se ve la plata”.
• “Salí de mi casa a trabajar porque uno tiene que salir a botar la ceniza, es un dicho que
tenemos. Es importante conocer otras personas y otras partes”.
• “Mi papá es muy bueno, él nos quiere mucho, él quisiera darme todo para que yo no
tuviera que trabajar, mi mamá trabaja interna en casas de familia, ella es buena, nos
brinda confianza, hace dos meses nos vinimos del Chocó a trabajar para ayudar a la
familia, extraño mucho a mi papá y a mis hermanitos”.
El 3% de las niñas entrevistadas se inició en el trabajo doméstico a los 9 años de edad,
el 46% entre los 10 y 13 años y el 40% entre los 14 y 17 (Ver Cuadro No.6).
El 87% de las niñas consigue sus trabajos por intermedio de familiares y/o amigas,
11% lo hace personalmente y 2% a través de agencias. Solamente el 5% de las niñas
manifestó devengar el salario mínimo legal vigente ($182.070 según la ley)123 (Ver Cuadro
No. 7).
Sólo 52 niñas informaron sobre la ubicación de la casa en donde trabajan, de ellas el
89.34% está al servicio de familias de estratos 3 y 5, es decir, sectores medios y medios
altos. Es de resaltar que el alto número de niñas (48) que no conoce con certeza la
dirección de su sitio de trabajo muestra las dificultades que tienen para ubicarse en la
ciudad.
- Jornada laboral
123
Equivalente a 85.7
La jornada laboral del 62% de las niñas fluctúa entre 9 y 14 horas diarias, el 38% dólares aproximada-
restante trabaja entre 6 y 8 horas diarias. El 77% debe hacer todos los oficios requeri- mente.
dos por la familia empleadora: preparación de alimentos, aseo de la casa, cuidado de la
ropa, atención de niños y niñas, etc. En los demás casos sólo realizan algunas de estas
funciones.
Por lo general las niñas tienen “libre” los domingos cada quince días. La mayoría apro-
vechan el día para estudiar, pasear, bailar, descansar, salir con las amigas y visitar a la
familia. Otras lo dedican a compartir con su hijo, salir con el novio o participar en el culto.
Finalmente, hay quienes expresan no salir de la casa en la que trabajan porque no tienen
a donde ir, no conocen la ciudad ni tienen personas de confianza para pasar el día.
3.5 Expectativas
Las niñas señalaron como aspiraciones laborales futuras las siguientes: estudiar y ser
profesoras, enfermeras, médicas, sicólogas, arquitectas, administradoras de empresas,
policías o militares, modistas, manicuristas, secretarias, actrices, bailarinas, compositoras
o manejar sistemas. El 20% de las entrevistadas dijo no tener claras sus aspiraciones
laborales para el futuro.
• Las relaciones laborales en el empleo doméstico infantil desconocen los derechos que
legislan el trabajo: se presentan servidumbre y sumisión, no hay libertad de expre-
sión, la disponibilidad sobre la vida de la trabajadora es casi absoluta, no se respetan su
intimidad ni sus valores culturales y la remuneración no corresponde al trabajo des-
empeñado.
• Al no existir un reconocimiento del trabajo doméstico, y mucho menos del realizado
por niñas, la legislación lo regula por excepción a los derechos generales contenidos
en el Código Sustantivo del Trabajo. Por ello, al hablar de los derechos de las niñas
trabajadoras hay que remitirse a las normas excepcionales lo cual agrava su situación.
• La baja remuneración del trabajo doméstico realizado por las niñas viola el derecho a
tener un salario mínimo vital, indispensable para la satisfacción de sus necesidades, lo
cual agudiza la explotación de la que son víctimas. Peor aún cuando se desconocen
sus prestaciones sociales y la debida protección a la seguridad y la salud.
• Las niñas están sometidas a jornadas de trabajo que superan las autorizadas por el
Código del Menor, la Constitución y los Convenios Internacionales. Las extensas jor-
nadas, que se constituyen en trabajo forzoso y peligroso para su integridad, vulneran
sus derechos a un nivel de vida adecuado a su condición de menores de edad y al
pleno desarrollo de sus facultades espirituales, morales, físicas y sociales.
• Las labores que deben desempeñar son múltiples, simultáneas y, en muchas ocasio-
nes, peligrosas y superiores a sus fuerzas y pericia lo cual somete la integridad física y
psicosocial de las niñas a un riesgo permanente. De esta manera se incumple lo regu-
lado en los Artículos 14 del Código del Menor y 32 de la Convención sobre los Dere-
chos del Niño, entre otros.
• La situación crítica que viven las niñas, tanto en su núcleo familiar como en el trabajo
doméstico, es un fuerte obstáculo para su acceso, desempeño y permanencia en la
escuela lo que niega, en la práctica, un derecho fundamental de la niñez. Por otro
lado, la carencia de alternativas de educación limita sus proyecciones de vida e impide
la movilidad ocupacional lo cual aumenta la posibilidad de permanecer en el trabajo
doméstico por el resto de sus días.
• A pesar de ser un Artículo fundamental para los trabajadores (44 de la Constitución
Nacional) ninguna de las niñas tiene acceso al régimen contributivo de seguridad social
pues los empleadores o empleadoras no aportan la cuota que les corresponde según
la ley.
• No garantizar la seguridad social de manera universal a las niñas trabajadoras domés-
ticas es una violación del Artículo 2 de la Convención sobre los Derechos del Niño, que
exige la no discriminación por el oficio que se realice, y de los Artículos 26 y 27 que
establecen el derecho a beneficiarse de la seguridad social y el reconocimiento a un
nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social, res-
pectivamente.
• En Colombia el acceso a la salud de quienes trabajan en el servicio doméstico está
regulado por la ley 11 de 1988, reglamentada por el decreto 047 de 2000, que les
obliga a cotizar como trabajadoras independientes sobre la base de dos salarios míni-
mos legales vigentes. Esta investigación muestra que el 95% de las entrevistadas no
gana ni siquiera el salario mínimo, lo cual significa que pierden toda posibilidad de acce-
der al servicio de salud.
4. Conclusiones y recomendaciones
Cuadro No. 2
Lugar de nacimiento
Lugar No. de niñas
Cali 24
Litoral Pacifico (Chocó) 20
Litoral Pacifico (Nariño) 6
Litoral Pacifico (Cauca) 4
Litoral Pacifico (Valle) 1
Veredas del Cauca 29
Antioquia 5
Nariño 1
Valle 7
Sin información 3
Total 100
Cuadro No. 4
Ocupación del padre o padrastro
Ocupaciones No. de niñas
Agricultor 25
Construcción 9
Vendedor ambulante 4
Desempleado 3
Minero 3 Cuadro No. 5
Vigilante 2 Ocupación de la madre
Concejal 2
Mecánico 2 Ocupaciones No. de niñas
Oficios varios 10 Agricultora 48
Sin información 40 Trabajo doméstico 21
Total 100 Vendedora ambulante 5
Empleada en cafetería 5
Minera 3
Operaria 3
Sin información 15
Total 100
Cuadro No. 6
Edades de inicio en el trabajo
doméstico remunerado
Edades No. de niñas Cuadro No. 7
9 3 Salario mensual de las internas
10 4 Salario No. de niñas
11 9 20.000 – 30.000 1
12 13 40.000- 50.000 9
13 20 60.000- 70.000 7
14 21 80.000- 90.000 9
15 14 100.000- 110.000 10
17 5 120.000- 130.000 14
Sin información 11 140.000- 150.000 19
Total 100 160.000- 170.000 3
180.000- 190.000 3
190.000- 200.000 1
250.000 1
En especie 2
Sin información 21
Total 100
Situación de niñas y jóvenes que realizan trabajo doméstico
en hogares de terceros, con énfasis en inmigrantes en Cali
procedentes del litoral pacifico y zonas aledañas de Cali
y el Valle del Cauca
Entrevista 1
1. Identificación
Nombre _____________________________________________ Edad ________
Lugar de nacimiento_________________________________________________
Tiempo de residencia en Cali ___________________________________________
Dirección de la familia _________________________________ Teléfono _______
Dirección del trabajo __________________________________ Teléfono _______
2. Estudios
Está estudiando __ En qué grado __ En dónde ____________________________
Por qué no está estudiando ___________________________________________
Hasta qué año estudió ____ en dónde ___________________________________
Le gustaría seguir estudiando _____ Qué _________________________________
Sus padres y hermanos viven fuera de Cali ___ En dónde (municipio) ___________
(Vereda) _________________ Río ______________ Otro ___________________
Viven en casa propia ___ arrendada __ Otro __ Cuál ________________________
De qué está hecha la casa ____________________________________________
Con quién vive en Cali ____________________________ Barrio ______________
Cada cuánto vista a la familia __________________________________________
Quiénes son los que más pelean en casa __________________________________
Cómo se siente cuando pelean _________________________________________
4. Situación laboral
A qué edad empezó a trabajar ____ Hace cuánto trabaja en Cali _______________
Hace cuánto trabaja en casas de familia _______________
Quién le ha buscado los trabajos _______________________________________
A qué acuerdo llegaron con la empleadora al iniciar el trabajo __________________
__________________________________________________________________
El acuerdo lo hizo con usted ___ Con quién _______________________________
El acuerdo lo escribieron _____________ Se cumple? _______________________
Qué oficios realiza en el trabajo _________________________________________
__________________________________________________________________
A qué hora empieza a trabajar _______ A qué hora termina ___________________
A qué hora del día descansa _____ Qué hace en el descanso __________________
__________________________________________________________________
Trabaja interna ___ Cuáles son sus días de descanso ________________________
Cada cuánto sale ___________________________________________________
Qué hace en los días de descanso _______________________________________
Cuánto le pagan ________ Cada cuánto le pagan __________________________
Son cumplidos _____ Cómo gasta el dinero _______________________________
__________________________________________________________________
Está contenta con su trabajo __ Por qué _________________________________
__________________________________________________________________
Tiene prestaciones sociales _________
Sufre de dolor de cabeza, espalda, sueño frecuente, otros ____________________
Cómo los alivia _____________________________________________________
A qué médico asiste _________________________________________________
5. Proyecciones de vida
Qué le gustaría hacer en el futuro _______________________________________
Quisiera conocer amigas y participar en actividades recreativas, educativas u otras
________________________________________________
Qué días y a qué horas podríamos reunirnos para organizar actividades __________
6. Otros aspectos
Qué derechos conoce _______________________________________________
Cuándo se ha sentido irrespetada por algunos de sus patrones _________________
__________________________________________________________________
Cómo es su cuarto en el trabajo ________________________________________
En qué trabajan sus patrones __________________________________________
Qué otras mujeres entre 10 y 18 años conoce que trabajen en casa de familia