You are on page 1of 43

Doctrina

PROTECCIÓN DEL AMBIENTE. AMPARO


AMBIENTAL Y ACCIONES ORDINARIAS

Por el Dr. José Luis CORREA

SUMARIO: I. .Derechos de última generación. II Normativa aplicable


a la Defensa del Medio Ambiente. III. La Ley de Ambiente de la
Provincia de Mendoza Nº 5961 de 1992, Reglamentada por Decreto
2109/94. IV. Aplicación de las normas del Amparo. V. Marco legal
del ambiente Ley 25.675 de 2002. VI. Acción de Amparo, la cesación
de actividades generadoras de daño ambiental colectivo.

I. Derechos de última generación.


Como derechos de última generación y a los fines de proteger el
Medio Ambiente en la República Argentina y en Mendoza en particular,
se han sancionado leyes, se ha modificado la Constitución Nacional,
se han aceptado e incorporado los Tratados de Derechos Humanos
que obligan a procedimientos sencillos, celeros, con respeto del debido
proceso, ante jueces imparciales e independientes, se ha adherido al
Protocolo del Salvador, y cada día existen mayor cantidad de entidades
privadas, con reconocimiento estatal que protegen el ambiente.1 ¡El
cambio climático por el calentamiento global es una lamentable
realidad!2. La retracción de los glaciales en el mundo, en Argentina3 y

1
San JUAN PABLO II, Noviembre 1989, “Cuando el hombre está en paz con la naturaleza se
encuentra en paz consigo mismo y así integra su paz con la creación que lo antecede.
2
Protocolo de Kioto sobre el cambio climático es un protocolo de la Convención Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y un acuerdo internacional que tiene
por objetivo reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan el
calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), además
de tres gases industriales fluorados: hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y
hexafluoruro de azufre (SF6), en un porcentaje aproximado de al menos un 5 %, dentro del
periodo que va de 2008 a 2012. El ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton firmó el acuerdo
pero el Congreso de su país no lo ratificó por lo que su adhesión sólo fue simbólica hasta 2001
en el cual el gobierno de Bush se retiró del protocolo, según su declaración, no porque no
compartiese su idea de fondo de reducir las emisiones, sino porque considera que la aplicación
del Protocolo es ineficiente (Estados Unidos, con apenas el 4 % de la población mundial,
consume alrededor del 25 % de la energía fósil y es el mayor emisor de gases contaminantes
del mundo e injusta al involucrar sólo a los países industrializados y excluir de las restricciones
a algunos de los mayores emisores de gases en vías de desarrollo (China e India en particular),
lo cual considera que perjudicaría gravemente la economía estadounidense. La Unión Europea,
como agente especialmente activo en la concreción del Protocolo, se comprometió a reducir

13
José Luis Correa

Chile4, el uso indebido por la Barrick5, el descongelamiento de Groenlan-


dia, Círculo Polar Ártico, los vuelcos de petróleo6 es el fenómeno natural
más evidente. ¡Las generaciones futuras pagarán el precio de los
desmanes del presente! En Argentina se ha intentado mitigar con
normativas jurídicas, sin mucha aplicación en la práctica. Se ha adherido
también a la Convención de Río respecto al desarrollo sustentable y a
la soberanía absoluta, cuidadosa, inteligente de los recursos naturales.
Ello ante el temor fundado que potencias de Europa Central, pregonan
la calidad de “bien universal” de la Selva Amazónica, el Mato Grosso y
las reservas acuíferas de algunos países, entre ellos en Argentina el
acuífero Guaraní, el más grande del mundo.

sus emisiones totales medias durante el periodo 2008-2012 en un 8 % respecto de las de


1990. No obstante, a cada país se le otorgó un margen distinto en función de diversas variables
económicas y medioambientales según el principio de «reparto de la carga». Fue prorrogados
en el 2013 por ocho años, con metas concretas al 2020. Sin embargo, este proceso denotó un
débil compromiso de los países industrializados, tales como Estados Unidos, Rusia, Japón y
Canadá, los cuales decidieron no respaldar la prórroga
3
BELLOTTI, Mirta Liliana, Minería a cielo abierto versus glaciares en alerta roja, Revista de
Derecho de Daños, pág. 391, 2011-1, Responsabilidad objetiva por el daño ambiental rubizal-
Culzoni Editores, Santa Fe 2011
4
La Corte de Apelación de Copiapó fallo unánime (causa rol 436-2013), los ministros del
tribunal de alzada Pablo Krumm, Antonio Ulloa y el abogado integrante Sebastián del Pino,
rechazaron la acción cautelar presentada en contra de determinación de la Comisión Ambiental
del Atacama que -el 22 de octubre de 2013- calificó favorablemente el proyecto.El tribunal
había ordenado en abril paralizar el proyecto minero binacional Pascua-Lama entre la Argentina
y Chile por la contaminación que esto produciría. La Corte Suprema de Chile ratificó ese fallo y
el trabajo de la Barrick Gold deberá suspenderse hasta que se tomen las medidas necesarias
para proteger el medioambiente. La decisión por parte de la Corte de suspender el proyecto
responde a un recurso judicial presentado por las comunidades indígenas diaguitas. Entre las
irregularidades que denunciaban, se encontraban la destrucción de glaciares y la contaminación
de las aguas.
5
C.S.J.N. Barrick Exploraciones Argentinas S.A. y otro c. Estado nacional s/acción declarativa
de inconstitucionalidad 03/07/2012, LA LEY24/07/2012,7, LA LEY 2012-D, 546, ED23/08/
2012,14,DJ 10/10/2012,38, AR/JUR/29188/2012
6
La Cía. Petrolera. Shell en Magdalena Provincia de Buenos Aires en 1999; El desastre del
Exxon Valdez fue un derrame de petróleo provocado por el petrolero Exxon Valdez tras
encallar el 24 de marzo de 1989, con una carga de 11 millones de galones/ 41 millones de litros
de crudo, en Prince William Sound, Alaska, vertiendo 37.000 toneladas de hidrocarburo.; el
enorme derrame en el Golfo de México El desastre ambiental de Texaco, hoy Chevron, en la
selva ecuatoriana que entre 1964/1984 contaminó 1.500.000 de hectáreas. Fue demandada
por treinta mil aborígenes, condenado a las empresas por 9 mil. Millones y un juez norteamericano
del Distrito Sur de Nueva York, Lewis Kaplan, suspendió la sentencia. O el desastre producido
por British Petroleum o BP, se le ha pedido a pagar un récord de 4,5 mil millones dólares multa
por su participación en el derrame largo de tres meses. Sin embargo, parece que fue sólo la
punta del iceberg. Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia
en los Estados Unidos y la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) en México se ha
encontrado que la misión de la limpieza parece haber hecho el desastre aún peor - 52 veces
peor, para ser exactos. En el transcurso de los tres meses que el petróleo estaba goteando en
el Golfo de México, 4,9 millones de galones de petróleo se derramaron en el Golfo. El desastre
del Prestige hace referencia al accidente del Prestige y su posterior hundimiento en 2002, así
como a la marea negra que provocó y que afectó a 2000 kilómetros de costa española y

14
Doctrina

II. Normativa aplicable a la Defensa del Medio Ambiente.


A. Constitución Nacional. Ambiente Sano, Competencia Nacional
dictar normas; provincias complementan.7
Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibra-
do, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas
satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las
generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental
generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establez-
ca la ley. Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a
la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del
patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información
y educación ambientales. Corresponde a la Nación dictar las normas
que contengan los presupuestos mínimos de protección, y a las provin-
cias, las necesarias para complementarlas, sin que aquellas alteren
las jurisdicciones locales. Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de
residuos actual o potencialmente peligrosos, y de los radiactivos. El
artículo 41 C.N8.
De acuerdo a la normativa mencionada se trata de materia
administrativa de ejercicio conjunto, que las provincias no se han
reservado para sí, siendo competencia de la Nación donde las provincias
pueden dictar normas complementarias.
a. Acción de amparo9. Protección derechos que protegen al
ambiente, la competencia, usuario y consumidor.
La Constitución Nacional ha previsto que: “Toda persona puede
interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista

francesa. El 13 de noviembre de 2002, el petrolero monocasco Prestige se accidentó en una


tormenta mientras transitaba cargado con 77 000 toneladas de fuelóleo frente a la costa de la
Muerte, en el noroeste de España, y tras varios días de maniobra para su alejamiento de la
costa gallega se acabó hundiendo a uno 250 km de la misma. El vertido de la carga causó una
de las catástrofes medioambientales más grandes de la historia de la navegación, tanto por la
cantidad de contaminantes liberados como por la extensión del área afectada, una zona
comprendida desde el norte de Portugal hasta las Landas de Francia. El episodio tuvo una
especial incidencia en Galicia, donde causó además una crisis política y una importante
controversia en la opinión pública.
7
ROSATTI, Horacio, La tutela del medio ambiente en la Constitución Nacional argentina ,
pág.7, Revista de Derecho de Daños, 2018-3 Daño ambiental, Rubinzal Culzoni, Editores,
Santa Fe 2008.
8
Derecho Ambiental y de los Recursos Naturales, Obra Colectiva de MATHUS ESCORIHUELA,
Miguel (Director), FURLOTTI., Silvina, GONZÁLEZ DEL SOLAR, Nicolás, LAGO, Daniel, RUIZI
FREITES, Santiago, MOYANO Almilcar, PINTO, Mauricio, MARTIN Líber, TORCHIA., Noelia, Artes
Gráficas Unión. Mendoza 2006, el amparo y la protección de los intereses difusos pág. 112
comentando la evolución constitucional el fallo Katán c. P.E Nacional del 10/5/1983 y el fallo
Víctor Hugo Morales de la provincia de Mendoza por la laguna Llancanelo. Califican la acción
como el medio más idóneo de defensa, con legitimación amplia.
9
Derecho Ambiental y de los Recursos Naturales, Obra Colectiva de MATHUS ESCORIHUELA,
Miguel (Director), ob.cit pág. 206

15
otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades
públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione,
restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta,
derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o
una ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la
norma en que se funde el acto u omisión lesiva. Podrán interponer esta
acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los
derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al
consumidor, así como a los derechos de incidencia colectiva10 en
general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones que
propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará
los requisitos y formas de su organización. Art. 43
Por supuesto ha conferido acción de amparo pues ha garantido a
todos los habitantes el goce del derecho a un ambiente sano, equilibrado,
apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas
satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las
generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental
generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo
establezca la ley. Ha otorgado competencia a la Nación para dictar las
normas que contengan los presupuestos mínimos de protección, y a
las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquéllas
alteren las jurisdicciones locales.
Las exigencias constitucionales de procedencia del amparo son: a)
Un acto de autoridad pública o de particulares; b) Arbitrariedad o
ilegalidad manifiesta; c) Lesión, restricción, alteración o amenaza, actual
o inminente de derechos y garantías constitucionales; d) que no exista
otro medio judicial más idóneo. De tal manera, como exigencia mínima
para que proceda la protección judicial de los derechos debe acreditarse,
al menos que el perjuicio, el daño o la lesión al derecho o a la garantía
constitucional es actual o inminente. Esa relación entre sujeto y daño
debe tener una mínima fundamentación, al menos como una amenaza
10
SOLA., Juan Vicente, “Las acciones de clase en el derecho argentino”, La Ley 12 de
mayo de 2004.Sostiene que el art. 43 ha creado las acciones de clase: Norma operativa plena
que no requiere de norma inferior que la ponga en vigencia. Los casos típicos en cuya defensa
se puede plantear la acción de clase en situaciones que por su complejidad de derecho y
prueba quedan fuera de la acción sumarísima del amparo tradicional que debe resolverse a
través del proceso ordinario. Así por ejemplo en los derechos de incidencia colectiva en
general. Aparecen cuando se dan tres situaciones básicas un gran número de individuos
situados en forma similar respecto a un tema común muy grande. La pérdida sufrida por cada
uno de los actores es relativamente pequeña y el tercero es que los costos administrativos y
judiciales para cada acción individual sean relativamente altos. Son típicas acciones de clase
las destinadas a cualquier tipo de discriminación, las referidas a la defensa de medio ambiente,
a la defensa de la competencia y al usuario o consumidor.
Doctrina

potencial pero inminente. El art. 43 C.N. no alcanza para justificar la


impugnación de cualquier ciudadano de una medida que sea ilegal, si
no acredita la menos sumariamente cómo lo afecta personalmente y
aunque sea en una mínima proporción.11
La Constitución, los Tratados de Derecho Humanos ha previsto la
obligación de proveer de recursos sencillos, rápidos, ante tribunales
independientes
B. Convención Americana sobre Derechos Humanos San José,
Costa Rica 7 al 22 de noviembre de 1969 (Pacto de San José). 12
a. Protección Judicial: recurso sencillo y rápido.
1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a
cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes,
que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun
cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio
de sus funciones oficiales.
2. Los Estados Partes se comprometen: a) a garantizar que la
autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado decidirá
sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso; b) a
desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y c) a garantizar el
cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en
que se haya estimado procedente el recurso.
b. Garantías Judiciales. Plazo razonable art. 8.
Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, indepen-
diente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustan-
ciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral,
fiscal o de cualquier otro carácter.
c. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea
General en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966
a. Igualdad ante los tribunales y Cortes de Justicia. Imparcia-
lidad.
Señala el art. 14 1. Todas las personas son iguales ante los tribunales
y cortes de justicia. Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente
11
S.C.J.Mza. Expte.: 57597 - Pelaytay Angélica c. Gobierno de la Provincia de Mendoza
acción de Inconstitucionalidad. 10/07/1997
12
Derecho Ambiental y de los Recursos Naturales, Obra Colectiva de MATHUS
ESCORIHUELA, Miguel (Director), ob.cit pág. 219

17
José Luis Correa

y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente


e imparcial, establecido por la ley, en la substanciación de cualquier
acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determina-
ción de sus derechos u obligaciones de carácter civil. La prensa y el
público podrán ser excluidos de la totalidad o parte de los juicios por
consideraciones de moral, orden público o seguridad nacional en una
sociedad democrática, o cuando lo exija el interés de la vida privada de
las partes o, en la medida estrictamente necesaria en opinión del tribunal,
cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiera
perjudicar a los intereses de la justicia; pero toda sentencia en materia
penal o contenciosa será pública, excepto en los casos en que el interés
de menores de edad exija lo contrario, o en las acusaciones referentes
a pleitos matrimoniales o a la tutela de menores.
D. Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre.
a. Derecho de justicia. Procedimiento sencillo y breve.
El art. XVIII. Establece que toda persona puede ocurrir a los tribunales
para hacer valer sus derechos. Asimismo debe disponer de un
procedimiento sencillo y breve por el cual la justicia lo ampare contra
actos de la autoridad que violen, en perjuicio suyo, alguno de los
derechos fundamentales consagrados constitucionalmente.
E. La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH).
Es un documento declarativo adoptado por la Asamblea General de
las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), el 10 de diciembre de
1948 en París; en ésta se recogen en sus 30 artículos los derechos
humanos considerados básicos, a partir de la carta de San Francisco
de 1945.
a. Recurso efectivo.
Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales
nacionales competente, que la ampare contra actos que violen sus
derechos fundamentales reconocidos por la Constitución o por la ley.
Art. 8
b. derecho de ser oído públicamente.
Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a
ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e
imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para
el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal. Art. 10
F. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea
General en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966

18
Doctrina

a. Derecho a ser oído públicamente.


Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia.
Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas
garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial, estable-
cido por la ley, en la substanciación de cualquier acusación de carácter
penal formulada contra ella o para la determinación de sus derechos u
obligaciones de carácter civil. La prensa y el público podrán ser excluidos
de la totalidad o parte de los juicios por consideraciones de moral, orden
público o seguridad nacional en una sociedad democrática, o cuando
lo exija el interés de la vida privada de las partes o, en la medida
estrictamente necesaria en opinión del tribunal, cuando por circunstan-
cias especiales del asunto la publicidad pudiera perjudicar a los intereses
de la justicia; pero toda sentencia en materia penal o contenciosa será
pública, excepto en los casos en que el interés de menores de edad
exija lo contrario, o en las acusaciones referentes a pleitos matrimoniales
o a la tutela de menores. Artículo 141.
G. Convención Sobre los Derechos del Niño.
a. Contaminación del medio ambiente.
a. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al disfrute del
más alto nivel posible de salud y a servicios para el tratamiento de las
enfermedades y la rehabilitación de la salud. Los Estados Partes se
esforzarán por asegurar que ningún niño sea privado de su derecho al
disfrute de esos servicios sanitarios. b) Combatir las enfermedades y
la malnutrición en el marco de la atención primaria de la salud mediante,
entre otras cosas, la aplicación de la tecnología disponible y el suministro
de alimentos nutritivos adecuados y agua potable salubre, teniendo en
cuenta los peligros y riesgos de contaminación del medio ambiente.
Art. 24
H. Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.13
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo, Río de Janeiro del 3 al 14 de junio de 1992.
a. Desarrollo sostenible, vida saludable y productiva en armonía
con la naturaleza. Derecho soberano a aprovechar sus propios
recursos.
Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones
relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida
saludable y productiva en armonía con la naturaleza. De conformidad

13
LLORET, Juan Sebastián, Río +20 y la justicia ambiental argentina Sup. Amb. 3/05/2012, 4
AR/DOC/2064/2012

19
José Luis Correa

con la Carta de las Naciones Unidas y los principios del derecho interna-
cional, los Estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus
propios recursos según sus propias políticas ambientales y de desarro-
llo, y la responsabilidad de velar por que las actividades realizadas dentro
de su jurisdicción o bajo su control no causen daños al medio ambiente
de otros Estados o de zonas que estén fuera de los límites de la jurisdic-
ción nacional.
El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal que responda
equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las
generaciones presentes y futuras
Para alcanzar el desarrollo sostenible y una mejor calidad de vida
para todas las personas, los Estados deberían reducir y eliminar las
modalidades de producción y consumo insostenibles y fomentar
políticas demográficas apropiadas.
b. Participación de todos los ciudadanos14 y adecuada informa-
ción.
El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la
participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que
corresponda. En el plano nacional, toda persona deberá tener acceso
adecuado a la información sobre el medio ambiente de que dispongan
las autoridades públicas, incluida la información sobre los materiales y
las actividades que encierran peligro en sus comunidades, así como la
oportunidad de participar en los procesos de adopción de decisiones.
Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la partici-
pación de la población poniendo la información a disposición de todos.
Deberá proporcionarse acceso efectivo a los procedimientos judiciales
y administrativos, entre éstos el resarcimiento de daños y los recursos
pertinentes. Los Estados deberán promulgar leyes eficaces sobre el
medio ambiente. Las normas, los objetivos de ordenación y las
prioridades ambientales deberían reflejar el contexto ambiental y de
desarrollo al que se aplican. Las normas aplicadas por algunos países
pueden resultar inadecuadas y representar un costo social y económico
injustificado para otros países, en particular los países en desarrollo.
c. Legislación nacional relativa a la responsabilidad y la indem-
nización respecto de las víctimas de la contaminación y otros daños
ambientales.
Los Estados deberán desarrollar la legislación nacional relativa a la
responsabilidad y la indemnización respecto de las víctimas de la

14
CORREA. José Luis, “Audiencia Públicas”, LLGran Cuyo 2000, pág. 260

20
Doctrina

contaminación y otros daños ambientales. Los Estados deberán


cooperar asimismo de manera expedita y más decidida en la elaboración
de nuevas leyes internacionales sobre responsabilidad e indemnización
por los efectos adversos de los daños ambientales causados por las
actividades realizadas dentro de su jurisdicción, o bajo su control, en
zonas situadas fuera de su jurisdicción.
d. El bien ambiental es colectivo.
Lloret15 comentando la Convención de Río, sostiene que el bien
ambiental es colectivo. El Documento oficial argentino para Río+20, se
describe una crisis ambiental actual, que se debe a la irresponsabilidad
de los patrones dominantes de producción y consumo, evidenciando
los límites del crecimiento. No se trata sólo de una crisis ecológica,
sino del resultado de procesos históricos de exclusión económica,
política, social y cultural únicamente remediable con equidad. La justicia
social es la condición sine qua non de la sustentabilidad. Según el
Principio 11 de la Declaración de Río, los Estados deberán promulgar
leyes eficaces sobre el medio ambiente. Ahora bien, el Principio 13
condiciona esa legislación nacional en lo relativo a la responsabilidad y
la indemnización, poniendo énfasis en las víctimas de la contaminación
y otros daños ambientales. Entonces son los afectados los que están
en el centro de la preocupación, la razón de los mecanismos para la
prevención y para juzgar la degradación a la sanidad ecológica (art. 30
LGA). Lógicamente, el derecho a un ambiente sano cual derecho
fundamental, es humanista y protectivo.
El bien ambiental es colectivo y la toma de decisión de su uso debe
ser democrática: bajo el mayor y más intenso conocimiento y participa-
ción de la sociedad posible. Para ello los Estados deben poner la
información a disposición de todos. Esto debe encontrar réplica en los
procesos jurisdiccionales donde la información debe alumbrarse: los
jueces ya no hablan solo mediante sus decisiones sino que se
comunican con la sociedad mediante sus gestiones procesales
oficiosas.
e. Justicia ambiental participativa. Audiencias Públicas16:
El Principio 10 resulta contundente en su primera afirmación: el mejor
modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de

15
LLORET, Juan Sebastián, Río +20 ob.cit
16
CARNOTTA, Walter, F. Las audiencias públicas en las causas ambientales. Pág. 349.
Revista de Derecho de Daños, 2018-3 Daño ambiental, Rubinzal Culzoni, Editores, Santa Fe
2008. CORREA, José Luis, Las Audiencias Públicas, oc.cit 260

21
José Luis Correa

todos los ciudadanos interesados17, en el nivel que corresponda. Toda


actividad que encierra peligro ecológico obliga a posibilitar. Ahora bien,
la R.A. hano ha conferido efecto a las decisiones de las audiencias
públicas, lo que es un error grosero. Escuchar y no remediar o sirve
para nada. Las audiencia debieran tener efectos mediatos, (como los
dictámenes) y para apartarse de sus conclusiones la decisión sujeta al
concomiendo público debiera ser fundada, alegando las razones del
apartamiento.
I: Protocolo de El Salvador.18
Protocolo adicional a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos en materia de Derechos económicos, sociales y culturales
a. Derecho a un Medio Ambiente Sano.
Toda persona tiene derecho a vivir en un medio ambiente sano y a
contar con servicios públicos básicos. Los Estados partes promoverán
la protección, preservación y mejoramiento del medio ambiente.
J. Ley de Defensa del Consumidor.19
La ley 26.361 ha modificado la ley Nº 24.240. Ha establecido normas
de Protección y Defensa de los Consumidores.
a. Ha creado acciones Judiciales. Legitimados consumidor,
usuario, asociaciones, autoridades, Defensor del Pueblo y M°
Público.
Sin perjuicio de lo dispuesto en esta ley, el consumidor y usuario
podrán iniciar acciones judiciales cuando sus intereses resulten
afectados o amenazados. La acción corresponderá al consumidor o
usuario por su propio derecho, a las asociaciones de consumidores o
usuarios autorizados, a la autoridad de aplicación nacional o local, al
Defensor del Pueblo y al Ministerio Público Fiscal.
b. Normas del proceso. Proceso de conocimiento más abre-
viado.20
En las causas iniciadas por ejercicio de los derechos establecidos
en esta ley regirán las normas del proceso de conocimiento más

17
MARTÍN; Santiago J, El derecho de libre acceso a la información pública, en la obra
colectica Derecho Ambiental, (su actualidad de cara al tercer milenio) JIMÉNES, Eduardo Pablo,
Coordinador, Eidar, Sociedad Anónima Editora, Comercial, Industrial y financiera Buenos Aires
2004, pág. 289.
18
Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo de San Salvador” aprobado por Ley
24.658.
19
CORREA, José Luis, Acciones de Incidencia Colectiva. Modificación de la Ley de Defensa
del Consumidor. La Ley 12 de noviembre de 2008. CORREA, José Luis, Acción colectiva:
requisitos imprescindibles para su admisión LLGran Cuyo2011 (diciembre), 1142, AR/DOC/
3348/2011
20
ARAZI, Roland, El Derecho Procesal Ambiental, pág. 83. Revista de Derecho de Daños,
2018-3 Daño ambiental, Rubinzal Culzoni, Editores, Santa Fe 2008.

22
Doctrina

abreviado que rijan en la jurisdicción del tribunal ordinario competente,


a menos que a pedido de parte el Juez por resolución fundada y basado
en la complejidad de la pretensión, considere necesario un trámite de
conocimiento más adecuado.
III. La Ley de Ambiente de la Provincia de Mendoza Nº 5961 de
199221, Reglamentada por Decreto 2109/94.
1. Concepto de ambiente.22
La ley mendocina, de muy buena factura, ha definido el ambiente,
entorno o medio: como el conjunto de elementos naturales o inducidos
por el hombre que interactúan en un espacio y tiempo determinados;
fragmentado o simplificado con fines operativos, el termino designa
entornos más circunscriptos, ambientes naturales, agropecuarios, urba-
nos y demás categorías intermedias. 23
Ha previsto la necesidad conservación; el uso y manejo racional
del ambiente en tanto dicha utilización no lo degrade ni sea susceptible
de degradarlo. Así también la preservación: el uso del ambiente sin uso
extractivo ni consuntivo o con utilización recreativa y científica restrin-
gida; se ha ocupado de la contaminación ambiental. Ha calificado como
nocivo al agregado de materiales y de energía residuales al entorno o
cuando estos, por su sola presencia o actividad, provocan directa o
indirectamente una perdida reversible o irreversible de la condición
normal de los ecosistemas y de sus componentes en general, traducida
en consecuencias sanitarias, estéticas, recreacionales y ecológicas
negativas e indeseables. Y por supuesto de la ha referido a la
degradación: el deterioro de los ecosistemas y sus componentes en
general; y del agua, el aire, el suelo, la flora, la fauna y el paisaje en
particular, como resultado de las actividades que alteran o destruyen el
ecosistema y/o sus componentes;
2. Defensa jurisdiccional del ambiente24 Intereses difusos o
derechos colectivos. No ha previsto amparo colectivo.
A los fines de evitar la confusión con otros remedios individuales

21
GIANELLA. Horacio Carlos, Responsabilidad por daño ambiental en la Provincia de, pág.
527. Revista de Derecho de Daños, 2018-3 Daño ambiental, Rubinzal Culzoni, Editores, Santa
Fe 2008.
22
Derecho Ambiental y de los Recursos Naturales, obra colectiva de MATHUS ESCORIHUELA,
Miguel (Director), FURLOTTI., Silvina, GONZÁLEZ DEL SOLAR, Nicolás, LAGO, Daniel, RUIZI
FREITES, Santiago, MOYANO Almilcar, PINTO, Mauricio, MARTIN Líber, TORCHIA., Noelia, Artes
Gráficas Unión. Mendoza 2006,pág. 13 considera el ambiente como un sistema como un
derecho autónomo
23
Derecho Ambiental y de los Recursos Naturales, obra colectiva de MATHUS ESCORIHUELA,
Miguel (Director), ob.cit pág. 206
24
Responsabilidad por daño ambiental en la Provincia de Mendoza, pág. 527. Revista de
Derecho de Daños, 2018-3 Daño ambiental, Rubinzal Culzoni, Editores, Santa Fe 2008 GIANELLA.

23
José Luis Correa

como son las inmisiones, ha calificado como situaciones subjetivas


colectivas los derechos a defender 25 Dado la importancia y complejidad
del ambiente, ha previsto las acciones de protección y reparación, con
aplicación supletoria de las normas del amparo. El legislador ha
considerado que las acciones ambientales eran procesalmente
complicadas, necesitaban de gran número de pruebas y ha enviado su
gestión al procedimiento ordinario, pero aplicando las leyes del amparo.
Por eso ha sido necesario recurrir a la legislación nacional que si lo
prevé.
La ley mendocina ha dispuesto la defensa de los “intereses difusos
colectivos”. Solo ha previsto las acciones ordinarias de protección y
reparación, disponiendo la aplicación de las normas de la acción de
amparo, en todo aquello que no esté previsto en la norma.
El art. 16 establece que la presente ley se aplicara para la defensa
jurisdiccional: de los intereses difusos y los derechos colectivos26,
brindando protección a esos fines al medio ambiente, a la conservación
del equilibrio ecológico, los valores estéticos, históricos, urbanísticos,
artísticos, arquitectónicos, arqueológicos y paisajísticos; y a cualesquiera
otros bienes que respondan en forma idéntica necesidades comunes
de grupos humanos a fin de salvaguardarla calidad de la vida social.
Gordillo, además de hablar de la distinción del derecho subjetivo e
interés legítimo menciona los derechos subjetivos de incidencia colecti-
va, incorporados por el art. 43 de la C.N. La nueva Constitución no se
limita al derecho de la no discriminación, al medio ambiente, a la compe-
tencia, al usuario y al consumidor, incluyendo los derechos de incidencia
colectiva27.
Admitir estos derechos importa por un mínimo de congruencia
interpretativa reconocer también legitimación judicial para su defensa y
ejercicio.
Gozaíni distingue entre intereses y derechos. Distingue además
entre los intereses difusos que corresponden a los sujetos de un grupo
indeterminado, de los derechos de incidencia colectiva que reconocen

Horacio Carlos, cita el fallo YPF Soc. en J., Asociación Oikos Red Ambiental, c. Gobierno de
Mendoza
25
SAFI, Leandro K. Amparo ambiental, LA LEY 09/04/2012,7,LA LEY2012-B,469
26
GOZAINI, Osvaldo Alfredo en el libro “Ley de defensa del Consumidor”. Ley 24.240
modif. por leyes 24.568 24.787 24.999 y 26.361. “Protección Procesal de Usuarios y
Consumidores”, Rubinzal-Culzoni Editores, Mayo 2008, pág. 350..
27
GORDILLO., Agustín, “Tratado de Derecho Administrativo”, T 2da Edición La defensa del
usuario y del administrado, Prólogo de Jorge A. Sáenz, 9ª. edición, Fundación de Derecho
Administrativo, Buenos Aires 2009, pág. II.1

24
Doctrina

a un sector particular del gravamen. La Constitución Argentina ha


incorporado los derechos y garantías de incidencia colectiva, tanto en
su faz sustantiva como procesal. No se limitan a lo dispuesto por el art.
43 con el derecho a la no discriminación, al medio ambiente, a la compe-
tencia, al usuario y al consumidor, sino que en la última parte refiere a
los derechos de incidencia colectiva en general. Una de las renovaciones
procesales del siglo XX ha sido crear una nueva categoría de personas
legitimadas para defender derechos que siendo propios, también
extendía su tutela a terceros no identificados que dieron en llamarse
derechos de pertenencia difusa o derechos de incidencia colectiva. Con
estas acciones se facilita el acceso a la justicia28
El tránsito de la protección individual llevó a la tutela de los derechos
difusos, que se evidencia en la protección de conflictos de masa, donde
una generalidad de perjuicios, pues, no tienen un particular damnificado,
sino un grupo o categoría social recibe el derecho del proceso. Son los
derechos a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, los
derechos del consumidor de bienes y servicios, los derechos que
provienen del arte, los derechos de la raza y de las culturas
3. Acciones de protección y/ o reparación por daños colectivos:
desequilibrios ecológicos o de sustentabilidad ambiental.29
La ley prevé dos tipos de acciones colectivas. La acción de protec-
ción y la de reparación de los daños causados.30 Así expresa que cuando
por causa de hechos u omisiones se generare lesión, privación, pertur-
bación o amenaza en el goce de intereses difusos y derechos colectivos
que produzca o pueda producir desequilibrios ecológicos o de la susten-
tabilidad ambiental o afecten valores estéticos, urbanísticos, arquitectó-
nicos, paisajísticos u otros bienes vinculados al resguardo de la calidad
de vida de las personas, podrán ejercerse ante los tribunales correspon-
dientes:
a) la acción de protección para la prevención de un daño grave
inminente o la cesación de perjuicios actuales susceptibles de prolon-
garse;31
28
GOZAINI, Osvaldo Alfredo en el libro “Ley….ibídem. GORDILLO, Agustín, “Tratado de
Derecho Administrativo”, ibídem pág. III 1.
29
CAFFERATTA Néstor A, ¿Qué es el daño ambiental? – Revista de Responsabilidad Civil y
Seguros, Año XVI - N° 6 - junio de 2014
30
Derecho Ambiental y de los Recursos Naturales, obra colectiva de MATHUS ESCORIHUELA,
Miguel (Director), FURLOTTI., Silvina, GONZÁLEZ DEL SOLAR, Nicolás, LAGO, Daniel, RUIZI
FREITES, Santiago, MOYANO Almilcar, PINTO, Mauricio, MARTIN Líber, TORCHIA., Noelia, Artes
Gráficas Unión. Mendoza 2006,pág. 120
31
-Cámara 1a de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minas, de Paz y Tributaria de
Mendoza..Asociación Oikos Red Ambiental c. Provincia de Mendoza, 12/09/2003, LLGran Cuyo
2003 (octubre) , 632 con nota de Miguel MATHUS ESCORIHUELA AR/JUR/2085/2003 La función
preventiva que caracteriza al sistema de protección del medio ambiente y de resarcibilidad de

25
José Luis Correa

b) la acción de reparación de los daños colectivos para la reposición


de las cosas al estado anterior al menoscabo. Art. 17
a. Necesidad de Grupo titular de un derecho subjetivo colec-
tivo.32
Para ejercer las acciones mencionadas el grupo, titular de un derecho
subjetivo colectivo, derecho o interés difuso debe tener identificación
con un grupo de sujetos pertenecientes a un grupo indeterminado,
mientras que los derechos de incidencia colectiva reconocen y definen
a un sector particular del gravamen. Los intereses difusos no tiene un
titular efectivo, sino varios que consiguen algo así como cuotas
indeterminadas del interés que persiguen (medio ambiente, ecología,
salubridad etc.), en tanto los derechos de incidencia colectiva, que
pueden protegerse a través de asociaciones o grupos que asumen la
representación correspondiente al interés asegurado, como son los
derechos del consumidor, defensa de la competencia, discriminación
etc.33
b. Activismo de la Corte en materia ambiental.
La C.S. ha asumido un activismo plausible en materia ambiental. En
julio de 2004 dictó sentencia en una demanda done un grupo de vecinos
que residen en la Cuenca Matanza-Riachuelo interpusieron demanda
ante contra el Estado Nacional, la Provincia de Buenos Aires, la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires y 44 empresas para obtener indemnización
por daños y perjuicios sufridos como consecuencia de la contaminación
de la Cuenca, cese de la contaminación y recomposición del medio
ambiente. En julio de 2008 la Corte dictó la sentencia en la que se
determinó la responsabilidad que les cabe al Estado Nacional, la provin-
cia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en las
acciones destinadas a un mejoramiento de la calidad de vida de los
habitantes, la recomposición del ambiente y la prevención de daños
futuros. La Corte, en un increíble y beneficio activismo judicial, estableció

los daños supraindividuales (colectivos o difusos) no permite considerar punto de partida para
contar el plazo del artículo 13 de la ley 2589/75, modificada por ley n° 6504/97 a una actuación
que sólo compromete individualmente a quien luego se hace cargo de reclamar por intereses
difusos; es decir, que trascienden la individualidad (del fallo de primera instancia).2 - Mientras
exista la posibilidad de impedir el daño Potencialmente colectivo existirá plazo legal para acceder
al amparo que se ejerce, por autorización constitucional —art. 43, Constitución Nacional—,
en representación de personas indeterminadas (del fallo de primera instancia).
32
CORREA, José Luis, Acción colectiva: requisitos imprescindibles para su admisión LLGran
Cuyo2011 (diciembre), 1142, AR/DOC/3348/2011. CORREA, José Luis, Acciones de Incidencia
Colectiva. Modificación de la Ley de Defensa del Consumidor. La Ley 12 de noviembre de 2008
33
CORREA., José Luis, “Acciones de incidencia.. ob.cit...CORREA, José Luis, Acción
colectiva: requisitos imprescindibles ob.cit

26
Doctrina

un programa de intervención que obliga a la Autoridad de la Cuenca


Matanza-Riachuelo (ACUMAR a seguir un cronograma de actuación
de medidas que se vinculan a: a) producción y difusión de información
pública; b) control de la contaminación industrial; c) saneamiento de
basurales; d) extensión de obras de aguas, cloacas y desagües
pluviales; e) realización de un plan sanitario de emergencia; f) adopción
de un sistema internacional de medición para evaluar el grado de
cumplimiento de los objetivos.
A fin de asegurar la correcta ejecución de la sentencia, la Corte delegó
el proceso de ejecución al Juzgado Federal de Primera Instancia de
Quilmes que tiene que controlar el cumplimiento de la sentencia.
Asimismo, creó un Cuerpo Colegiado conformado por el Defensor del
Pueblo de la Nación junto con ONG, que se habían presentado en
carácter de terceros con el fin de fortalecer y habilitar la participación
ciudadana en el control del cumplimiento del fallo.(con voto de Lorenz-
etti)34 entiende que los derechos de incidencia colectiva son claramente
operativos, por los que los jueces tienen obligación de darle eficacia,
siempre que se den tres requisitos: 1) la existencia de un hecho único
o complejo que causa una lesión a una pluralidad relevante de derechos
individuales; 2) la pretensión debe estar concentrada en los efectos
comunes y no en lo que cada individuo puede peticionar; 3) la consta-
tación de una clase de afectación del acceso a la justicia queocurre
cuando la lesión individual no justifica el costo de litigar por sí mismo 35.

34
C.S.J.N. 24/02/2009, Halabi, Ernesto c. P.E.N. Ley 25.873 DTO. 1563/04,8. LA LEY 02/03/
2009 , ha sostenido: “frente a la falta de una ley en nuestro derecho que reglamente el ejercicio
efectivo de las denominadas acciones de clase —en el caso de derechos de incidencia
colectiva referentes a intereses individuales homogéneos—, el art. 43 de la Constitución
Nacional es operativo y es obligación de los jueces darle eficacia cuando se aporta nítida
evidencia sobre la afectación de un derecho fundamental y del acceso a la justicia de su titular,
pues donde hay un derecho hay un remedio legal para hacerlo valer toda vez que sea
desconocido, principio éste del que ha nacido la acción de amparo, ya que las garantías
constitucionales existen y protegen a los individuos por el solo hecho de estar en la Constitución
e independientemente de sus leyes reglamentarias, cuyas limitaciones
35
SARAVIA FRIAS, Bernardo - CHILLER, Leandro, “A propósito de una reciente sentencia
sobre acciones de clase”, LA LEY, 2008-C, 313. Comentan el fallo de la C.N.A. en lo Comercial,
Sala E, 6/12/2007. Damnificados Financieros Asociación Civil p/ su defensa c. Merril Lynch
Argentina S.A. y otros. Una Asoc. Civil de consumidores arrogándose la representación de un
número indeterminado de inversores en títulos públicos emitidos por el Estado Argentino antes
el default en el 2001, interpuso reclamo judicial contra cuatro entidades financieras que los
habrían comercializado, requiriendo el reintegro de una suma equivalente a las cifras líquidas
perjudicadas, sea de capital y/o intereses. El eventual éxito a su vez implicaba una posterior
acción de daños y perjuicios contra los bancos en base al mal asesoramiento. La Asoc.,
pretendió la restitución del capital y los intereses y eventualmente una acción de daños y
perjuicios por mal asesoramiento

27
José Luis Correa

4. Acciones para paralizar hechos que afecten el ambiente.


Prohibición de la explotación minera con sustancias químicas.
Ha completado las acciones de protección, permitiendo paralizar
los proceso contaminantes que alteren el ambiente, el entorno, el
equilibrio, señalando que sin perjuicio de cualquier otro supuesto que
corresponda las acciones de protección de los intereses difusos y
derechos colectivos procederán, en particular, a los fines de paralizar
los procesos de emanación o desechos de elementos contaminantes
del medio o cualesquiera otras consecuencias de un hecho, acto u
omisión que vulneren el equilibrio ecológico, lesionen, perturben o
amenacen valores estéticos, históricos, artísticos, arqueológicos, paisa-
jísticos otros bienes vinculados al resguardo de la calidad de vida de
grupos o categorías de personas. art. 18. Podría por ejemplo pararse
la tala de árboles para construir rutas, el desmonte, la tala indiscriminada.
En Mendoza por Ley 772 se encuentra prohibida: la explotación
minera a cielo abierto con el uso de sustancias químicas como cianuro,
mercurio, ácido sulfúrico, y otras sustancias tóxicas similares en los
procesos mineros metalíferos de cateo, prospección, exploración,
explotación y/o industrialización de minerales metalíferos obtenidos a
través de cualquier método extractivo36.La ley se vale de una argucia,
pues se habla de preservación del agua, elemento escasísimo en
Mendoza, en lugar de prohibir la minería, que podría entrar dentro de las
lesiones a los derechos de ejercer industria lícita.
5. forma de reparación: reposición de las cosas al estado
anterior.37
Ha establecido como primera medida de reparación la reposición
de las cosas al estado anterior que tendrá lugar siempre que sea
posible reparar en especie al menoscabo. En particular, consistirá en
la adopción de las medidas idóneas para recomponer el equilibrio de
los valores ecológicos y otros bienes comunes a la colectividad
perjudicada. art. 19. El sistema de reparación ideal del medio ambiente
es aquel que restituye las cosas, objetos o bienes al estado anterior a

36
Ley 7722. Provincia de Mendoza , Artículo 1° - A los efectos de garantizar debidamente
los recursos naturales con especial énfasis en la tutela del recurso hídrico, se prohíbe en el
territorio de la Provincia, el uso de sustancias químicas como cianuro, mercurio, ácido sulfúrico,
y otras sustancias tóxicas similares en los procesos mineros metalíferos de cateo, prospección,
exploración, explotación y/o industrialización de minerales metalíferos obtenidos a través de
cualquier método extractivo.
37
PELLE, Walter David, El daño ambiental en el Derecho Civil Argentino y comparado en la
obra colectica Derecho Ambiental, (su actualidad de cara al tercer milenio) JIMÉNES, Eduardo
Pablo, Coordinador, Eidar, Sociedad Anónima Editora, Comercial, Industrial y financiera Buenos
Aires 2004, pág. 289.

28
Doctrina

aquel en que aconteció el daño. En doctrina se la ha denominado a


este tipo de reparación “Reparación in natura” o “Reparación quo ante”,
siendo el término más apropiado para denominar a este tipo de repara-
ción “Restitutio in pristinum”, pues este último vocablo se utiliza para la
reparación de daños ambientales, no solo abarca la restitución de las
cosas a su estado anterior, sino que engloba la prevención de futuros
daños, gracias a la adopción de medidas correctoras. De esta forma,
la “restitutio” debe ser siempre la primera medida que ha de procurarse
cuando se produce un daño al ambiente, y únicamente cuando dicha
reparación sea imposible de realizar, ya sea por la irreversibilidad del
daño, o bien, por un costo económico desproporcionado e irracional,
se aplicarán otras formas de reparación del entorno. Si bien es cierto,
la reparación in pristinum es la forma idealizada de reparar el daño
ambiental, la misma acarrea una serie de dificultades tanto en su planea-
miento como en su ejecución, entre ellas: el margen de discrecionalidad
con que generalmente se cuenta a la hora de realizar las obras que
recomponen el ambiente, o bien, la de encontrar y armonizar los diferen-
tes criterios técnicos y científicos sobre la forma de llevar a cabo a
reparación, y por último y la más importante, la dificultad que acarrea
cualquier recomposición al estado anterior de las cosas, por la falta en
muchas ocasiones, de conocimientos científicos acerca de cómo era
el entorno antes del hecho acaecido. Es así como, bajo ciertas
circunstancias donde los daños no son excesivos, el criterio técnico y
científico establece que es mejor dejar que la misma naturaleza se
encargue de su regeneración, y aplicar otras formas de reparación del
ambiente.38
6. Legitimados activos: Autoridades locales, Fiscal de Estado,
agrupaciones reconocidas por la autoridad de aplicación.
A los efecto de iniciar las acciones ordinarias colectivas la ley ha
concedido legitimación activa a las autoridades públicas, Nacionales,
Provinciales, Municipales, al Fiscal de Estado y a las agrupaciones
privadas legalmente reconocidas, constituidas para la defensa de los
intereses colectivos, con una antigüedad no menor de un (1) año y
adecuadamente representativas del grupo o categorías de interesados,
están legitimados indistinta y conjuntamente para proponer e impulsar
las acciones previstas en esta ley. Art. 20

38
SÁNCHEZ, A.J, La “restitutio in pristinum” como mecanismo deseable para la reparación
de los daños causados al medio ambiente, Medio Ambiente y Derecho, Revista Electrónica de
la Universidad de Sevilla, 2002 . Mario Peña Chacón Reparación y valoración económica de los
daños causados al medio ambiente, Consultor Legal Ambiental Internet).

29
José Luis Correa

El Código Civil prevé dos clases de personas jurídicas. Las públicas


y las privas. El art. 33 del Código Civil establece: Las personas jurídicas
pueden ser de carácter público o privado. Tienen carácter público: 1. El
Estado nacional, las provincias y los municipios.2. Las entidades
autárquicas.3. La Iglesia Católica. Tienen carácter privado: 1. Las asocia-
ciones y las fundaciones (ley 19.386) que tengan por principal objeto el
bien común, posean patrimonio propio, sean capaces por sus estatutos
de adquirir bienes, no subsistan exclusivamente de asignaciones del
Estado, y obtengan autorización para funcionar La autorización a que
hace referencia la norma, es la que otorga la Inspección General de
Justicia conforme al Art. 10, inc. a) de la Ley N° 22.315.
7. La reforma incorpora las acciones de incidencia colectiva.39
La Constitución Argentina ha incorporado los derechos y garantía de
incidencia colectiva, refiriéndose tanto en su faz sustantiva como
procesal. No se limitan a lo dispuesto por el art. 43 con el derecho a la
no discriminación, al medio ambiente, a la competencia, al usuario y al
consumidor, sino que en la última parte refiere a las derechos de
incidencia colectiva en general40. La defensa de los derechos comprende
los mencionados en art. 43 y remite a los nuevos derechos y garantías,
pues de ellos es de lo que se trata de derechos de alcance genérico,
más los que surgen de los tratados de derechos humanos. Tenemos
una remisión a todos los derechos de incidencia colectiva de los arts.
36 a 42 y de los Tratados de Derechos Humanos, como: e) el derecho
a la salud y al medio ambiente sano (arts. 41 y 43) y se complementa
con la garantía de la audiencia pública.41
La jurisprudencia entiende que el artículo 43 de la CN., en su inciso
segundo textualmente incorporara a las asociaciones que defienden
derechos de incidencia colectiva, con la condición de que se encuentren
debidamente registradas. Los intereses tutelables, correspondiente a
pluralidad de sujetos, grupos, clases, o categorías de personas, incluso
a la comunidad en general, llamados intereses difusos, son asumidos
o por asociaciones o entes representativos de un determinado interés,
o por alguna magistratura, como el Ombudsman, o el Defensor del
Pueblo. (art. 86 CN). Los derechos colectivos, de incidencia colectiva,

39
CORREA, José Luis, Acciones de incidencia colectiva. ob.cit LA LEY 2008-F, 1106. VIEL
TEMPERLEY, Facundo, “Acciones colectivas: dificultades prácticas”, L.L. 15 de mayo de
2008.
40
GORDILLO., Agustín, “Tratado de Derecho Administrativo”, Tº 2, “La defensa del usuario
y del administrado”,4 edición, Fundación de Derecho Administrativo”, Buenos Aires 2000, pág.
II 7.
41
GORDILLO., Agustín, ibídem.

30
Doctrina

o más precisamente de pertenencia colectiva, reconocen un grupo


particular o individualizado que sufre el gravamen, dando lugar en la
legislación comparada, en general a la ‘class actions’, del derecho inglés.
En cambio los derechos o intereses de incidencia colectiva, son los
que pueden protegerse a través de asociaciones o grupos que asumen
la representación correspondiente al interés agraviado. Inclusive se ha
otorgado legitimación a los gremios42.
8. Medidas previas cesación. Suspensión. Contracautela.
Antes de la notificación de la demanda, el juez podrá ordenar de
oficio o a petición de parte, las medidas que se consideren necesarias
tendientes a la cesación de los perjuicios actuales o potenciales al
ambiente. Tiene una situación similar a las acciones procesales adminis-
trativa donde está prevista además de las medidas cautelares comunes,
la suspensión de la ejecución de las decisiones administrativas43.
Podrá fijar una contra cautela a cargo del peticionante, merituando
la magnitud del perjuicio actual o potencial y los daños que la medida
pudiera causar al accionado. Cuando se tratare de hechos, actos u
omisiones de órganos o agentes de la administración pública, el juez
requerirá de ésta un informe detallado relativo a los fundamentos y
antecedentes de las medidas impugnadas y la evaluación del impacto
ambiental pertinente, y en su caso, la D.I.A. art. 21.
La Contracautela que es obligatoria y patrimonial en el derecho de
daños, pasa a ser facultativa y cuando es exigida basta la caución
juratoria, pues se trata de derechos de grupos donde está interesado el
orden público.
9. Impulso del Ministerio Público ante la falta de legitimación.
El art. 22 dispone que aun cuando el juez considere que el
accionante carece de legitimación activa para la interposición de las

42
S.C.J.MZA, 20/10/2003, 74.029 caratulada: “SUTE C/ D.G.E. s/ Acción de Inconsti-
tucionalidad”.
43
CORREA. José Luis, “Suspensión de la ejecución del acto administrativo”, en el libro “La
protección del Administrado”, Ed. Ciudad Argentina, Buenos Aires 1996, pág. 197/ 270.y
comentario de fallo Asset Recoverty Trust Agrupation c/Fondos Residuales de los Bancos de
Mendoza S.A. y Previsión Social S.A.s/suspensión de la ejecución del acto” “Suspensión de la
ejecución del acto administrativo”, en la Revista Jurisprudencia de Mendoza, de la S.C.J,Mza.,
Nº 55, abril de 2.000, pág. 200. El Código Procesal Administrativo (Ley 3918) prevé: art. 22 - sin
perjuicio de las medidas precautorias que fueren procedentes conforme a lo dispuesto en el
art. 76 de este cuerpo legal, previa, simultanea o posteriormente a la interposición de la acción,
podrá solicitarse al tribunal la suspensión de la ejecución de las disposiciones administrativas
involucradas en ella. El tribunal resolverá la solicitud en el plazo de tres (3) días, previa vista
por dos (2) días a la demandada. art. 23 - procederá la suspensión cuando “prima facie” la
disposición sea nula o pueda producir un daño irreparable si apareciere como anulable. art. 25
- al disponer la suspensión el tribunal podrá establecer que el peticionante deba rendir caución
y, en su caso modo y monto

31
José Luis Correa

acciones previstas, podrá ordenar el impulso del proceso a cargo del


ministerio público, cuando la acción interpuesta este verosímilmente
fundada.
La ley 800844 ha establecido la estructura y las funciones del Ministerio
Público. Conforma y desarrolla sus funciones en el ámbito del Poder
Judicial, con atribuciones orgánicas y autonomía funcional. Son funciones
del Ministerio Público Fiscal, velar por la observancia de la Constitución
Nacional y de Mendoza y de las leyes dictadas con arreglo a la misma
Interviene en las causas contencioso administrativas, de acuerdo a lo
que establezca la ley respectiva. Intervenir en defensa de los bienes o
intereses difusos, de conformidad con lo dispuesto por las leyes.
10 Denuncia y Legitimación para demandar de Fiscalía de Esta-
do45, por los hechos u omisiones por personas físicas que lesionen
el ambiente.
La ley 6686 ha previsto que las personas físicas podrán denunciar
los hechos, actos u omisiones que lesionen su derecho a la preservación
del ambiente por ante la Fiscalía de Estado, la cual dará intervención al
Ministerio de Ambiente y Obras Públicas, o quien lo suceda, para que
en un plazo improrrogable de diez (10) días remita un informe detallado
de las actividades denunciadas y la evaluación de su impacto real y/o
potencial sobre el ambiente. (art. 23 reformado por ley 6686). Una vez
recibido el informe la Fiscalía de Estado dispondrá de un plazo de diez
(10) días para interponer las acciones que estime pertinentes.
En realidad la Constitución ha encargado al Fiscal defender el
patrimonio del fisco, que será parte legítima en los juicios contencioso
administrativos y en todos aquellos en que se afecten intereses del
Estado.

44
Principios que regulan su actuación: Ejercerá sus funciones con arreglo a los principios
de unidad de actuación, dependencia jerárquica, legalidad, oportunidad y objetividad. 1) Unidad
de actuación: el Ministerio Público es uno y será representado por cada uno de sus integrantes
en los actos y procesos en que actúen. 2) Dependencia jerárquica: se organiza jerárquicamente
y cada magistrado controla el desempeño de quienes lo asisten y es responsable por la
gestión que tienen a su cargo. 3) Legalidad y oportunidad: el Ministerio Público Fiscal ejercerá
la acción penal y requerirá la justa aplicación de la ley, sin perjuicio de solicitar a los tribunales
la suspensión total o parcial de la persecución penal en los casos que sea procedente. 4)
Objetividad: el Ministerio Público actuará de un modo objetivo, fundado en el interés social y en
la correcta aplicación de la Constitución Nacional, de los Tratados Internacionales, de la
Constitución Provincial y de las leyes.
45
Ley 728. Facultades del Fiscal de Estado Mendoza, 3 de Octubre de 1918. B.O.: 10/10/
1918 Artículo 9. En los juicios en que el interés del Fisco, o de la Constitución, o de la ley, haya
intervenir al Fiscal de Estado ante los jueces o tribunales, los agentes fiscales o el Fiscal de
Cámaras y Procurador de la Corte, respectivamente, actuarán como colaboradores o auxiliares
del Fiscal de Estado a cuyo efecto procederán de acuerdo. Si hubiere divergencia de opinión
el Fiscal de Estado asumirá la personalidad de aquellos, debiendo la disparidad de criterio ser
fundada por el agente fiscal, por el Fiscal de Cámara o Procurador de la Corte.

32
Doctrina

IV. Aplicación de las normas del amparo.46


La Ley de Ambientes de Mendoza es de 1992, anterior a la Reforma
Constitucional de 1994, a la sanción de la ley N° 25.675 “Política
ambiental”, a la Ley de Defensa del Consumidor N° 24.240, de 1993 y
su modificatoria N° 26.361 del 2008, y sin embargo ya había creado las
acciones colectivas de protección y reparación dándole un régimen
especial y celero.
¡Creemos que no lo suficiente! Sin embargo con las medidas
cautelares otorgadas se puede paliar, suspender, reparar los daños
ambientales. Pero, además ha previsto en el art. 25 que en los demás
aspectos no regulados por el presente título, serán aplicables las
disposiciones del régimen general de amparo. A diferencia de la ley de
ambientes nacional no ha creado el amparo colectivo.
Los problemas ambientales son de difícil evaluación por la cantidad
de pericias técnicas que se necesitan, y por eso se considera aplicable
el C.P.C. acción ordinaria, pero acelerada con las normas del amparo
a. Normas del amparo provincial.
La Ley 6.504 del año 1997 modificó el decreto ley 2589/75-” que
dispone que podrá interponerse acción de amparo en contra de todo
hecho, acción u omisión emanado de órganos o agentes de la adminis-
tración pública provincial o municipal o de personas físicas o jurídicas
particulares que, en forma actual o inminente y con ostensible arbitrarie-
dad o ilegalidad, altere, amenace, lesione, restrinja o de cualquier modo
impida el normal ejercicio de los derechos expresa o implícitamente
reconocidos por las constituciones nacional o provincial, un tratado o
una ley, con exclusión del derecho a la libertad física.”
La CSJN47 ha sostenido desde hace tiempo que la cuestión ambiental
comprometida “supera los intereses de las partes y conmueve a la
Comunidad entera al encontrarse en tela de juicio la posibilidad cierta
de preservar el medio ambiente y, en consecuencia, el presupuesto
mismo del ejercicio de cualquier derecho” Dice Pinto, resulta manifiesta
la vinculación entre el derecho a un ambiente sano y equilibrado que
reconoce actualmente el art. 41 CN y la acción de amparo como
mecanismo protectorio. No sólo por la previsión expresa que en el texto
del art. 43 CN existe en torno a la interposición de dicha acción en lo

46
PINTO, Mauricio, La acción de amparo ante daños ambientales REVISTA DE DERECHO
Ambiental” doctrina, Jurisprudencia, Legislación y práctica, Director Néstor A. Cafferatta,
Abeledo Perrot, Abril/junio 2012
47
CSJN, 17.11.1994; autos “Louzan Carlos A. c/Estado Nacional – Ministerio de Economía y
Servicios Públicos s/amparo”, LL 1995-2-1167).

33
José Luis Correa

relativo a los derechos basados en el ambiente, sino además por la


evolución que importó el reconocimiento histórico en argentina del dere-
cho al ambiente, el que primeramente se cristalizó a partir de diversos
precedentes judiciales dictados en ese tipo de procesos de tutela, para
luego dar lugar a regulaciones específicas en las diversas jurisdicciones
provinciales. Como veremos, en la regulación positiva el proceso de
amparo conlleva no sólo la prevención de inminentes afectaciones de
derechos garantidos constitucional o legalmente, sino también la
restitución de derechos ya afectados, lo que en la especie se manifestará
en mecanismos de protección que procuran el cese de las causas que
importan el menoscabo ambiental, e incluso –con los límites que puedan
importar este tipo de procesos- la recomposición del menoscabo ya
producido. por ello, compartimos con Cafferatta que en manos de jueces
abiertos, el amparo ambiental se ha tornado en una institución
intrínsecamente útil para cubrir el funcionamiento de los derechos e
intereses colectivos , seguramente porque –como observa Kemelmajer-
en el Derecho Ambiental, como en otras áreas (violencia familiar,
publicidad engañosa, etc.), la necesidad de medidas urgentes se
potencia, a punto tal que es frecuente pedir este tipo de medidas dentro
de los procedimientos de amparo que, en sí mismo, tramitan por carriles
rápidos, al menos en teoría.
b. Innecesaridad de Contracautela.
Como el amparo tienen por objeto al presentar la acción la defensa
del medio ambiente, derecho expresamente protegido por el art 41 de
la CN. Este no es solo un interés de los amparistas, sino un interés de
incidencia colectiva (art. 43 de la CN) o interés difuso. Existe amplia
jurisprudencia en esta materia según la cual puede otorgarse la medida
cautelar sin contracautela atento a la naturaleza y finalidad de la entidad
que representa, en el caso,…., previstos, fomentados y protegidos por
la Constitución Nacional (14º.Juzgado Civil, causa N°127937 “Prodelco
C/EPREP/Acc. Declarativa, Med Prec”;126317 Prodelco Municipalidad
de Maipú P/ Amparo Ambiental. Confirmada por la Excma. Cámara Civil
el 3 de mayo de 1998.).
c. Competencia de los jueces civiles.
Serán competentes para entender en las acciones de amparo, los
jueces en lo civil, comercial y minas, de primera instancia con competen-
cia territorial en el lugar en que el hecho, acto u omisión que se impugne
se haya ejecutado o deba ejecutarse. En los departamentos donde no
existan tales jueces, podrá ocurrirse ante la justicia de paz letrada del

34
Doctrina

lugar, siempre que el recurrente se domicilie en tal departamento y el


hecho, acto u omisión que se impugne se haya ejecutado o deba
ejecutarse en el mismo
d. Legitimación: deber de todos los habitantes de preservar el
ambiente.
Complementariamente, en el campo del derecho al ambiente
receptado por el artículo 41 de la Constitución argentina, se estableció
una suerte de “carga pública ambiental”: el deber de todos los habitantes
de preservar el ambiente. De este modo, un “tercero” (persona, grupo,
asociación, etcétera) que reclamara o peticionara por el efectivo
cumplimiento de una ley de Orden Público que protege el medio ambien-
te, no estaría haciendo más que ejercer legítimamente su derecho a un
ambiente sano y al mismo tiempo cumpliendo con el deber que
estableció claramente el constituyente reformador. Por ello, su interven-
ción en ningún modo podría ser declarada inadmisible sobre la base
argumental de la falta de legitimación. Cabe destacar al respecto la
legitimación conferida al vecino en el leading case Schroder”48 (sin
perjuicio de los lineamientos establecidos en los casos Kattan, en la
Justicia Federal o el famoso caso “Morales Víctor Hugo c/ Gobierno de
Mendoza p/ acción de amparo” por el cual se dispuso la primera defensa
de la Laguna de Llancanelo en nuestra Provincia, elogiado por Bidart
Campos como sano activismo judicial, con legitimación procesal para
los intereses difusos..49
e. Las vías paralelas: no existe obligación actualmente de agotar
vías administrativas.
e1. La célebre discusión acerca de las denominadas “vías paralelas
o alternativas” ha quedado definitivamente zanjada después de la
reforma constitucional de 1.994, que en su art. 43 se refiere sólo al
caso de vías judiciales más idóneas50.
e2. Sin perjuicio de lo expuesto, en el sentido de que no existe
obligación actualmente de agotar vías administrativas, ya se había
señalado que el agotamiento previo de las acciones administrativas o
judiciales previstas como vías normales para la impugnación del acto,
no es necesario cuando la remisión del examen de la cuestión al
procedimiento ordinario pueda causar un daño grave o irreparable.

48
CNFed. Contenciosoadministrativo, sala III, setiembre 8-994. – “Schroder, Juan c. Estado
Nacional -Secretaría de Recursos Naturales-”, considerando IV.b),
49
1a Instancia Civil, Comercial y Minas N. 4, Mendoza., Morales Víctor Hugo y otro c. Prov.
de Mendoza 2/10/86. ED 123-536, con nota de Germán J. BIDART CAMPOS, Intereses Difusos
y Medio ambiente.
50
ARRABAL, Olga; El Amparo en la Reforma de la Constitución Nacional en “La Reforma
Constitucional Interpretada”, Sarmiento García y Ots., Depalma, 1.995, pág.188).

35
José Luis Correa

e3. En efecto, con anterioridad a la reforma constitucional de 1994,


tanto la doctrina como la jurisprudencia ya se habían expedido acerca
de la falta de idoneidad de las denominadas “vías paralelas”, señalando
que:. “...De exagerarse el principio de que la existencia de la vía paralela
torna improcedente el amparo, se podría llegar a la conclusión de que
el amparo no es viable nunca, (...) en consecuencia, es preciso depurar
aquél principio para situarlo debidamente y hacerlo funcionar con exac-
titud51.-
e.4. En el mismo sentido se manifestó a su turno Seisdedos al
señalar: “Es válido sostener que el amparo procede cuando la remisión
a los procedimientos ordinarios implique una verdadera denegación de
justicia, cuando a través de ellos se obtenga una declaración sin eficacia
actual, cuando se reconozca un derecho o, en fin, se obtenga una
resolución impracticable. En otras palabras, cuando se frustre el derecho
o se torne 13ilusorio” 52
e.5. La S.C.J.Mza. en fallo:”Asset Recoverty Trust Agrupation c/
Fondos Residuales de los Bancos de Mendoza S.A. y Previsión Social
S.A.s/suspensión de la ejecución del acto”53, de fecha 28/06/99, ha
dejado definitivamente aclarada la situación respecto de que no existe
obligación de agotar vías administrativas, criticando duramente la actitud
de aquella jurisprudencia que “...sigue fantasmagóricamente instalada
entre algunos jueces provinciales que rechazan el recurso de amparo
fundados en la existencia de vías administrativas...” (CFR: Revista del
Foro, 1.999, Tomo 38, Ed.Dike, pág.234 y sgtes.)
e6. No cabe duda que esta acción, conforme los términos de los no
existe obligación actualmente de agotar vías administrativas, nuevos
arts. 41º y 43º de la Constitución Nacional y la Ley nº 5.961, es la única
que garantiza una solución “expedita y rápida”, ya que, las otras vías
judiciales que pudieran existir, en modo alguno pueden calificarse como
“más idóneas” que el amparo para resolver esta grave situación.
f. Plazo de interposición: ausencia de caducidad por normas
de orden público
La acción intentada se interpone debe interponerse dentro del plazo
de diez días corridos de haberse conocido la lesión o presunta lesión al

51
BIDART CAMPOS, J. Germán; Régimen Legal y Jurisprudencial del amparo, pág. 161.
52
SEISDEDOS, Felipe, Notas Acerca de las Vías Previas en el Amparo, en Jurisprudencia de
Mendoza, Segunda Serie, Nº 26, p. 169).
53
CORREA. José Luis, “Suspensión de la ejecución del acto administrativo “,comentario de
fallo Asset Recoverty Trust Agrupation c/Fondos Residuales de los Bancos de Mendoza S.A.
y Previsión Social S.A.s/suspensión de la ejecución del acto” “”, en la Revista Jurisprudencia
de Mendoza, de la S.C.J.Mza., Nº 55, abril de 2.000, pág. 200.

36
Doctrina

ambiente. No obstante lo expuesto, conforme lo sustentado por la juris-


prudencia, el plazo de caducidad establecido por las normas procesales
resulta inaplicable para los amparos ambientales, en razón de que en
la materia se encuentra en juego intereses colectivos y normas de orden
público que devienen en la inaplicabilidad del precepto procesal, por lo
que no existe tal plazo de caducidad. Dijo la Cámara concretamente:
“esta Cámara, atento al bien público que trata de resguardar el amparista,
consideró que era admisible la acción intentada, aunque se haya
demorado en el tiempo 54 Cámara Civil Primera se ha pronunciado, en
favor de su admisibilidad aunque se haya producido la caducidad del
plazo de diez días que determina el artículo 13 de la ley de amparo.
Apoya su decisión en el alto valor de los bienes en juego (económicos
y ambientales) y en que el bien jurídico que trata de resguardar la
amparista se encuentra reconocido y tutelado por tratados internaciona-
les y por nuestra Constitución. Por mi parte comparto plenamente la
idea de que la categoría de los daños que la amparista intenta proteger
justifica que se despejen los obstáculos formales hacia la tutela
jurisdiccional, argumento autosuficiente para desestimar la pretensión
de extemporaneidad que alientan los demandados. Sin embargo me
permito, humildemente, aportar la idea de que la función preventiva que
caracteriza al sistema de protección del medio ambiente y de
resarcibilidad de los daños supraindividuales (colectivos o difusos)55
g. Procedimiento de la acción de amparo.
Dentro de las veinticuatro (24) horas corridas de recibida la demanda,
el juez examinara su competencia y la observancia de los requisitos,
mandando subsanar los defectos u omisiones formales de que adole-
ciera la presentación, bajo apercibimiento de desestimarla sin más
sustanciación.” Pero en este caso. En la causa “Asociación de Superfi-
ciarios de la Patagonia c/Yacimientos Petrolíferos Fiscales y otros”
dictada el día 29 de agosto de 2006, la Corte Suprema de Justicia
54
C.C.S. 1ª de Mendoza “Asociación OIKOS Red Ambiental c/ Gobierno de Mendoza p/
acción de amparo”, autos Nº 80.866 / 36.237, originarios del Décimo Quinto Juzgado Civil,
Comercial y Minas, de la Primera Circunscripción Judicial, por sentencia de apelación contra la
resolución de primera instancia de fecha 31/07/2.003, el plazo de caducidad establecido por
las normas procesales resulta inaplicable para los amparos ambientales,en razón de que en
la materia se encuentra en juego intereses colectivos y normas de orden público que devienen
en la inaplicabilidad del precepto procesal, por lo que no existe tal plazo de caducidad. Dijo la
Cámara concretamente: “ esta Cámara, atento al bien público que trata de resguardar el
amparista, consideró que era admisible la acción intentada, aunque se haya demorado en el
tiempo (ver en especial fs.383 vta./384 de autos)”.
55
STIGLITZ Gabriel, “El daño al medio ambiente en la Constitución Nacional”, p. 317/321 de
la obra colectiva Responsabilidad por Daños en el Tercer Milenio, Abeledo Perrot, Bs. As.,
1997)

37
José Luis Correa

estableció, en general, el alcance de los institutos del Código Procesal


Civil y Comercial de la Nación a la luz del nuevo paradigma ambiental
surgido mediante la reforma constitucional de 1994 y consolidado con
la sanción de la ley 25.675, a saber: a.. Que toda reinterpretación debe
respetar la garantía de la defensa en juicio. b. Que la ley 25.675,
interpretada sistemáticamente con lo dispuesto por los artículos 42 y
43 de la Constitución Nacional, pone en evidencia que la línea directriz
hermenéutica en estos casos se centra en la protección del medio
ambiente como bien social de disfrute general e intergeneracional. No
es posible contemplar esta clase de litigios a la luz de una concepción
diádica propia del derecho patrimonial. c. Que los principios de
prevención, precautorio, de progresividad , de responsabilidad y de
solidaridad56 -según lo establece el artículo 4 de la ley 25.675, imponen
que no deban ser trasladadas directamente y sin mayor consideración,
las pautas propias del derecho patrimonial individual para la considera-
ción de pretensiones que alcanzan al medio ambiente como un bien
indivisible. d. Que las disposiciones del Código Procesal Civil de Mendo-
za, de aplicación supletoria, deben ser interpretadas de tal manera que
no resulten enfrentadas al diseño procesal específico que la ley 25.675
h. Notificación de la demanda, sentencia, mandamiento de
ejecución.
Tanto la notificación de la demanda como el mandamiento que haga
cumplir la sentencia, se diligenciaran en el plazo de un (1) día por la
oficina centralizada de notificaciones y medidas judiciales o por el
receptor u oficial de justicia ad hoc que el juez designara entre su
personal, o por el juez de paz respectivo, o por las autoridades policiales
del lugar, o por telegrama colacionado cuando la parte interesada
suministrase los fondos.” Se aplican supletoriamente las normas del
C.P.C. en cuanto sean compatibles.
i. El amparo ambiental y los otros procesos aplicables a los
procesos colectivos.57
Ha dicho la doctrina que es común que gran parte de las acciones
ambientales por cese del daño ambiental colectivo se encuadren en el
proceso de amparo. Sin embargo la Ley General del Ambiente,
solamente hace referencia a la referida acción en el último párrafo del
56
MOSSET ITURRASPE., Jorge, “La solidaridad en el daño ambiental colectivo”, Revista de
Derecho de Daños, pág. 9 2011-1, Daño ambiental rubizal-Culzoni Editores, Santa Fe 2011
57
RODRÍGUEZ, Carlos Aníbal, Procesos colectivos por daño ambiental, LA LEY 14/05/2014
,8,Corte Suprema de Justicia de la Nación ~ 2014-03-06 ~ Asociación Argentina de Abogados
Ambientalistas c. Provincia de Santa Cruz y otros s/ recomposición ambiental, cita Online: AR/
DOC/1260/2014

38
Doctrina

art. 30, ley 25.675, cuando dice: “Art. 30: Sin perjuicio de lo indicado
precedentemente toda persona podrá solicitar, mediante acción de
amparo, la cesación de actividades generadoras de daño ambiental
colectivo”. Aguilar58considera que el amparo ambiental, es autónomo y
distinto a los demás amparos. Necesita una regulación específica. Hasta
tanto sea regulado deberá aplicarse la normas y plazos vigentes en
cada jurisdicción.
Es decir que el proceso de amparo (la acción popular en los procesos
por cese del daño ambiental colectivo), lejos está de ser el único proceso
posible para la defensa de los bienes colectivos ambientales. En mi
opinión y a criterio de la Corte es el tribunal quien debe determinar el
proceso más adecuado a los fines de la protección del ambiente, dado
el principio cuasi-inquisitivo que caracteriza al proceso ambiental.
Rojas59 califica al amparo como acción esencialmente protectoria, con
tutela judicial diferenciada no solo por el trámite expedito, sino además
por la restricción que se produce en el conocimiento con el que debe
decidir la jurisdicción
A manera de ejemplo en el caso “Mendoza”60, la Corte ha determinado
que una acción iniciada por daños y perjuicios, se termine sentenciando
como el de “un proceso urgente y autónomo” (Fallo citado del 8/7/2008,
consid. 15).Es decir que el amparo (establecido en el art. 30, párr. final,
ley 25.675) solamente es admisible:”...en la medida en que la pretensión
referida sólo podría ser receptada por el Tribunal cuando por el camino
procesal, rápido y simple, previsto en el último párrafo del art. 30, ley
25.675, cual es, la acción de amparo, se pueda llegar a un conocimiento
adecuado de la situación, y se vislumbre la posibilidad de hacer cesar y
revertir de manera inmediata las causas generadoras de la afectación
que se invoca; entendida dicha inmediatez como la posibilidad de lograr
el fin expuesto en el menor tiempo posible”.
El aporte de la Corte y su interpretación en ambos temas en el
proceso colectivo ambiental ayudan y son valiosas en la interpretación
del Proceso Colectivo que preceptúa el art. 43, Constitución Nacional,
y en la incompleta regulación del Proceso Colectivo Ambiental por daño
ambiental colectivo que establece la Ley General del Ambiente (ley

58
AGUILAR, Mariano, “El amparo y la justicia ambiental”, con la colaboración de María Luján
Pérez Terrone, Presentación del Dr. Oscar H. Garzón Funes, Prólogo del Dr. Raúl Al Montenegro,
Cathedra Jurídica Buenos Aires 2010
59
ROJAS, Jorge A, “El amparo y el proceso colectivo” en la Revista de Derecho Procesal,
Procesos Colectivos, 2011-2, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe 2011, pág. 101.
60
C.S.J.N. 08/07/2008, Mendoza, Beatriz Silvia y otros c. Estado Nacional y otros, LA
LEY23/07/2008, 7 AR/JUR/3913/2008

39
José Luis Correa

25.675). finalmente resaltar una vez que el Proceso Ambiental en general


es un instrumento o medio para cumplir un objetivo que hace al “orden
público” de nuestro derecho; al que todos estamos obligados (art. 41,
Constitución Nacional) es decir Asegurar la preservación, conservación,
recuperación y mejoramiento de la calidad de los recursos ambientales,
tanto naturales como culturales, en la realización de las diferentes
actividades antrópicas y la calidad de vida de los habitantes y demás
objetivos de política ambiental nacional que establece el art. 2º, ley
25.675.
Aguilar61 considera que la forma más clara de preservar el ambiente
y su defensa en los tribunales se exterioriza a través de la acción de
amparo ambiental, previsto en el art. 43 de la C.N. y en defensa del art.
41 de la C.N.
Es una creación autónoma efectuada por los constituyentes de 1994,
quienes desde el juego armónico de los art. 41 y 43 articularon claramente
su establecimiento y dieron el puntapié inicial para el amparo ambiental
como una forma rápida y más o menos formal, con la que se puede
acceder a la justicia para lograr la inmediato cese o la suspensión de
las actividades que puedan infligir un daño al ambiente o a la vida de
cualquier especie que, tal vez, sea irreparable.
V. Marco legal del Ambiente Ley 25.675 de 2002.62
a. Competencia Nacional
Varios años después de la sanción provincia Ley 5961 de 1992, se
sanciona la ley Nacional en el 2002. La norma ha declarado la
competencia nacional para la protección del ambiente, dándole
participación complementaria a las provincias. Fue sancionada en plena
época menemista, cuando el país privatizaba las empresas del Estado,
con una amplia competencia nacional para evitar que las provincias
pudieran alterar la explotación de los operadores extranjeros.63

61
AGUILAR, Mariano, “El amparo y la justicia ambiental”, con la colaboración de María Luján
Pérez Terrone, Presentación del Dr. Oscar H. Garzón Funes, Prólogo del Dr. Raúl Al Montenegro,
Cathedra Jurídica Buenos Aires 2010
62
GARCIA MINELLA, Gabriela, Ley General del Ambiente, en la obra colectica Derecho
Ambiental, (su actualidad de cara al tercer milenio) JIMÉNES, Eduardo Pablo, Coordinador,
Eidar, Sociedad Anónima Editora, Comercial, Industrial y financiera Buenos Aires 2004, pág.
19.,
63
RODRÍGUEZ SALAS, Aldo, resumiendo el fallo C.S. del 01/11/2011, Asoc. Arg. de Abogados
Ambientalistas, c.Buenos Aires Provincia y otros,, La Revista del Foro de Cuyo, T° 118, Número
Especial, Derecho Ambiental, ha sostenido que en el precedente de fallos 318:992 el Tribunal
dejó establecido que corresponde reconocer a las autoridades locales la facultad de aplicar
criterios de protección ambiental que consideren conducentes para el bienestar de la comunidad

40
Doctrina

Es lamentable la gestión de Repsol en la provincias petroleras, y en


Mendoza, contaminaron la cuenca hidrográfica del Río Mendoza, que
riega el 50% de los viñedos de alta calidad, localidades como Luján,
Lunlunta, Agrelo, Vizcacheras, de igual contaminación produjeron en
Tupungato y Malargüe que padecen la consecuencia de pozos petrole-
ros o de purga, que vierten desechos, que tardarán siglos en mitigase64.
Igual calificativo merece SAUR empresa operadora de agua y sanea-
miento, pues nunca invirtieron en mitigar los efectos contaminantes de
las aguas servidas. Las plantas depuradoras de líquidos cloacales
reutilizan el 37% de las aguas negras, con plantas en Paramillos y
Campo Espejo (Las Heras).Los establecimientos depuradores de San
Martín, Palmira, Junín y Rivadavia abarcan toda la zona Este. La
depuradora de San Rafael atiende la zona Sur. Lo propio hace San
Carlos para todo el Valle de Uco, mientras que la planta de Costa de
Araujo atiende la zona Norte. Uspallata, en tanto, se encarga de la alta
montaña. Los sectores que no tienen cloacas utilizan el sistema de
pozos sépticos. Todas estas plantas no han funcionado bien ¡Nunca
han funcionado, y las empresas extranjeras volcaban los efluentes
crudos a los cauces hídricos!
b. Daño ambiental.65
Ley establece los presupuestos normativos y del daño ambiental.
Recuerda la doctrina que la C.S. a partir del fallo Mendoza, se pronunció

para las que gobiernan, así como valorar y juzgar si los actos que lleva a cabo sus autoridades
en ejercicio de poderes propios, afectan el bienestar perseguido. Tal conclusión procede de la
C.N. la que si bien establece que le cabe a la Nación dicta las normas que contengan los
presupuesto mínimos de protección, reconoce expresamente las jurisdicciones locales en la
materia, las que no pueden ser alteradas (art. 41 tercer párrafo, fallos 318.992 considerando
7, 329:2280 entre muchos otros
64
MATHUS ESCORIHUELA, Miguel, Tutela judicial del ambiente, LLGran Cuyo 2003 (octubre),
631. Las razones valederas para que nuestros tribunales hayan coincidido en proteger a uno
de los humedales más importantes de América. La Reserva Llancanelo es de enorme importancia
por su riqueza faunística, es zona de invernada, paso y cría de más de 130 especies. Junto
con su flora, conforma un Banco Genético que nutre a otros ecosistemas de nuestro país y del
extranjero (hasta el hemisferio Norte), preservando la biodiversidad. Tiene un indudable valor
científico, cultural y turístico, aún insuficientemente aprovechado. De su cuidado y de la
protección que se brinde a los recursos hídricos superficiales y subterráneos que alimentan el
humedal, depende la permanencia e integridad del espejo de agua, y la preservación de la
cobertura vegetal, la diversidad biológica en la bioregión y el equilibrio de todo el ecosistema.
Por sus particulares condiciones ambientales, es un ecosistema frágil carente de un sólido
equilibrio natural. Es sin duda, una parte muy valiosa del patrimonio público provincial, que
enriquece nuestro entorno y el hábitat de la población provincial, contribuyendo a su calidad de
vida. Por estas razones, la Unión Internacional para la Conservación dela Naturaleza (UICIN) la
incluyó en la lista de los 63 humedales más importantes del mundo. En virtud de la adhesión de
nuestro país al Convenio Ramsar por Ley 23.919, nuestro país y el Gobierno Provincial, han
asumido el compromiso Internacional de elaborar y aplicar un plan de acción, para conservar
y favorecer el humedal en el marco del desarrollo sustentable de la naturaleza. El asunto en

41
José Luis Correa

sobre la prioridad absoluta de prevención del daño futuro ya que actos


continuados seguiría produciendo la contaminación del Riachuelo. El
principio protectorio fue receptado luego en Salas diciendo que el princi-
pio protectorio genera una obligación de prevención extendida y anticipa-
toria del funcionario. Luego en el fallo Asoc. Multisectorial del Sur en
defensa del Desarrollo sustentable, contra Comisión Nacional de
Energía Atómica, dijo que el principio protectorio es de derecho sustanti-
vo66 Por ello el art. 27 le exige al Estado y a los particulares, adoptar
conductas de defensa del ambiente, ante la amenaza, riesgo o peligro,
lo que genera mandas de hacer y no hacer, a cuyo fin deberá tenerse
presente que dichos principios tiene fuerza vinculante y producen
obligaciones de parte del funcionario. Por eso el art. dice:- El presente
capítulo establece las normas que regirán los hechos o actos jurídicos,
lícitos o ilícitos que, por acción u omisión, causen daño ambiental de
incidencia colectiva. Se define el daño ambiental como toda alteración
relevante que modifique negativamente el ambiente, sus recursos, el
equilibrio de los ecosistemas, o los bienes o valores colectivos. El princi-
pio protectorio lleva a sostener que la responsabilidad ambiental es: a)
precautoria; b) preventiva, c) de recomposición; d) de compensación
ambiental y e) indemnizatoria.67
c. Presupuesto mínimo.
La ley ha puesto como límite los presupuestos que deben tenerse
en cuenta respecto al ambiente, refiriendo a la C.N. que garantiza la
preservación del ambiente. Entiende por presupuesto mínimo, estableci-
do en el artículo 41 de la Constitución Nacional, a toda norma que conce-
de una tutela ambiental uniforme o común para todo el territorio nacional,
y tiene por objeto imponer condiciones necesarias para asegurar la
protección ambiental. En su contenido, debe prever las condiciones

análisis tuvo vasta repercusión hace tres años, cuando tuvo conocimiento público el propósito
de la Empresa Repsol/YPF/Alianza -aprobado por el Gobierno- de iniciar un Plan de Perforaciones
para la extracción de Petróleo en el área, mediante la aplicación de una nueva tecnología de
búsqueda y extracción -supuestamente inocua para la vida del ecosistema- con el objeto de
llegar a 80 perforaciones. El anuncio tuvo trascendencia y generó encontradas opiniones. Es
de esperar que el fallo recaído, reconduzca a su cauce legal la cuestión, y que los planes de
las empresas citadas, se adecuen al marco jurídico vigente, sin vulnerar los intereses y el
patrimonio provincial.
65
CAFFERATA., Néstor., Responsabilidad del Estado por daño ambiental Los daños al
ambiente y su reparación, pág. 163. Revista de Derecho de Daños, 2018-3 Daño ambiental,
Rubinzal Culzoni, Editores, Santa Fe 2008.
66
CAFFERATA., Néstor., Responsabilidad del Estado por daño ambiental, Revista de Derecho
de Daños, 2010-3 Responsabilidad del Estado, Rubinzal Culzoni, Editores, Santa Fe 2010, pág.
303.
67
Íbídem

42
Doctrina

necesarias para garantizar la dinámica de los sistemas ecológicos,


mantener su capacidad de carga y, en general, asegurar la preservación
ambiental y el desarrollo sustentable. Art.6º
d. Principios Política ambiental.68
La interpretación y aplicación de la presente ley, y de toda otra norma
a través de la cual se ejecute la política Ambiental, estarán sujetas al
cumplimiento de los siguientes principios:
Principio de congruencia: La legislación provincial y municipal referida
a lo ambiental deberá ser adecuada a los principios y normas fijadas en
la presente ley; en caso de que así no fuere, éste prevalecerá sobre
toda otra norma que se le oponga.
Principio de prevención: Las causas y las fuentes de los problemas
ambientales se atenderán en forma prioritaria e integrada, tratando de
prevenir los efectos negativos que sobre el ambiente se pueden producir.
Principio precautorio: Cuando haya peligro de daño grave o irrever-
sible la ausencia de información o certeza científica no deberá utilizarse
como razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función
de los costos, para impedir la degradación del medio ambiente.69
Principio de equidad intergeneracional: Los responsables de la
protección ambiental deberán velar por el uso y goce apropiado del
ambiente por parte de las generaciones presentes y futuras.
Principio de progresividad: Los objetivos ambientales deberán ser
logrados en forma gradual, a través de metas interinas y finales, proyec-
tadas en un cronograma temporal que facilite la adecuación correspon-
diente a las actividades relacionadas con esos objetivos.
Principio de responsabilidad: El generador de efectos degradantes
del ambiente, actuales o futuros, es responsable de los costos de las
acciones preventivas y correctivas de recomposición, sin perjuicio de
la vigencia de los sistemas de responsabilidad ambiental que correspon-
dan.
Principio de subsidiariedad: El Estado nacional, a través de las
distintas instancias de la administración pública, tiene la obligación de
colaborar y, de ser necesario, participar en forma complementaria en el
accionar de los particulares en la preservación y protección ambientales.
Principio de sustentabilidad: El desarrollo económico y social y el
aprovechamiento de los recursos naturales deberán realizarse a través
de una gestión apropiada del ambiente, de manera tal, que no comprome-
ta las posibilidades de las generaciones presentes y futuras.

68
MÜLLER, Enrique C, Los principios del Derecho Ambiental, pág. 97. Revista de Derecho
de Daños, 2018-3 Daño ambiental, Rubinzal Culzoni, Editores, Santa Fe 2008.
69
. GOLDENBERG Isidoro H. y CAFFERATTA Néstor A., J.A., 6-11-2002, pag. 3).”

43
José Luis Correa

Principio de solidaridad: La Nación y los Estados provinciales serán


responsables de la prevención y mitigación de los efectos ambientales
transfronterizos adversos de su propio accionar, así como de la
minimización de los riesgos ambientales sobre los sistemas ecológicos
compartidos.
Principio de cooperación: Los recursos naturales y los sistemas
ecológicos compartidos serán utilizados en forma equitativa y racional,
El tratamiento y mitigación de las emergencias ambientales de efectos
transfronterizos serán desarrollados en forma conjunta.
e. Principio precautorio Nuevo fundamento del derecho de
daños.70
Hace tiempo Cafferatta e Isidoro H. Goldenberg, han sostenido que
el principio precautorio constituye un nuevo fundamento de la responsabi-
lidad civil por daños, fundado en los presupuestos de peligro (riesgo,
amenaza, factor objetivo) de daño grave o irreversible, y la falta de certeza
científica o ausencia de información.
Se trata de un principio de derecho, y como tal vinculante u obligatorio,
que produce como lo sostiene la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
una “obligación de previsión anticipada y extendida en cabeza del
funcionario público”, pero que alcanza en primer lugar, a los particulares,
o titulares del emprendimiento (obra o actividad) que introduce semejante
riesgo en la comunidad.
Es por lo expuesto, un principio sustantivo o estructural del Derecho
Ambiental. Así produce un cambio profundo, en el régimen de responsa-
bilidad jurídica, invirtiendo carga de la prueba (aunque se discute si en
forma absoluta o relativa, contingente o casuística), traslada el beneficio
de la duda, y lleva a una actuación enérgica, temprana, precoz, de
evitación del daño ambiental, por parte de los operadores jurídicos en
general (en especial, la Autoridad de Aplicación o Competente, en sede
administrativa, y el Juez o Tribunal, en sede judicial).
f. Carga de la prueba
El principio precautorio, constituye el principio paradigmático del
derecho ambiental. Y que está claro que su estructura compleja, difícil
en su contextura, deberá utilizarse con prudencia, que lleva a la
necesidad de realizar un prolijo estudio e investigación de las fuentes,
acumular información (evaluar riesgos), para reducir la incerteza a su
máxima expresión, pero insistimos con la importancia de este principio
que diferencia nuestra disciplina del resto del ordenamiento jurídico.

70
CAFFERATTA, Néstor A., El principio precautorio en el derecho ambiental, RCyS 2014-I, 5,
LA LEY19/02/2014,1, LA LEY 2014-A ,821

44
Doctrina

Se ha suscitado a partir de la formulación de este principio, un rico


debate procesal sobre las consecuencias del mismo con relación a la
carga de la prueba. La cuestión es, ¿el principio precautorio invierte o
no la carga de la prueba? “Cuando haya peligro de daño grave o
irreversible, la ausencia de información o certeza científica no deberá
utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces
en función de los costos para impedir la degradación del ambiente”
(artículo 4º, Ley 25.675), ¿lleva necesariamente a asignar la carga de la
prueba al titular de la actividad tan temida? ¿O en todo caso, esta regla
de inversión de la prueba en estos supuestos, es absoluta o es relativa?
La mayoría de la doctrina (Lorenzetti, UICN, Unión Europea) sostiene
que invierte la carga de la prueba con un criterio casuístico (habrá que
ver caso por caso), otros en cambio creen que este principio no sólo
invierte la carga de la prueba, sino también el estado de juridicidad.
Quien desarrolla una actividad de riesgo de daño grave o irreversible
ambiental, incurre en una situación de estado antijurídico, hasta que
demuestre lo contrario (Antonio H. Benjamin).
VI. Acción de amparo, la cesación de actividades generadoras
de daño ambiental colectivo.
Toda persona podrá solicitar, mediante acción de amparo, la cesación
de actividades generadoras de daño ambiental colectivo.
1. Diferencia entre amparo e inmisiones.
Safi,71 distingue el amparo de las inmisiones. Hay necesidad de
distinguir lo que es propio de un conflicto ambiental colectivo, respecto
de aquello que hace a un conflicto vecinal de alcance más reducido. En
el amparo colectivo se busca preservar o recomponer el ambiente
colectivo (art. 41, 43-2 CN.), en las inmisiones se busca hacer cesar o
indemnizar la molestia individual (art. 2618 CC). El régimen de protección
ambiental se pone en juego en supuestos de afectación colectiva, no
llegando a comprometerse frente a las situaciones de afectación
exclusivamente individual que —aún referidas al entorno— se limitan a
las relaciones entre vecinos. El verdadero sentido de la implementación
del nuevo régimen de protección ambiental se encuentra en conferir
tutela a situaciones de afectación colectiva que antes no tenían cabida
en el ordenamiento (cfr. art. 27 LGA.), y no en atender las situaciones
más reducidas de afectación individual que desde siempre hallaron
adecuada tutela a través de las vías del derecho tradicional (vgr. art.
71
SAFI, Leandro K. Amparo ambiental, LA LEY 09/04/2012,7,LA LEY2012-B,469

45
José Luis Correa

2618 CC.). No se trata de desconocer la amplitud de la legitimación


colectiva instaurada para la tutela del bien ambiental, ni de negar su
operatividad, sino de recordar que esa legitimación grupal no está prevista
para la defensa de cualquier derecho, sino sólo para la afectación de
los derechos de incidencia colectiva, (31) relativos a bienes difusos o a
intereses individuales homogéneos, presupuesto esencial para la
invocación de la investidura que permite promover un proceso colectivo.
Por su parte, pareciera que no resulta suficiente con invocar el solo
quebrantamiento de la legalidad urbano-ambiental o de las normas de
convivencia para tener por configurado un supuesto de afectación de
incidencia colectiva, al menos por ese solo dato y sin consideración de
las consecuencias perjudiciales de la pretendida actividad antirregla-
mentaria. A este respecto tendemos a considerar que una cosa es la
antijuridicidad de la conducta y otra cosa distinta es el daño que efectiva-
mente se puede producir por el quiebre de la legalidad.
Trigo Represas72 señala “El tema de la defensa del ambiente resulta
ser muy amplio, ya que comprende desde los grandes problemas del
equilibrio ecológico y de la conservación de los recursos naturales, hasta
los más pequeños, pero no menos importantes, derivados de la
convivencia, que afectan a los individuos en particular”.
2. Daño ambiental. Derechos de incidencia colectiva, Efectos
expansivos de la sentencia.
La Constitución Nacional admite en el segundo párrafo del art. 43
una tercera categoría de derechos, conformada por aquellos de
incidencia colectiva referentes a intereses individuales homogéneos —
tal el supuesto de derechos personales o patrimoniales derivados de
afectaciones al ambiente y a la competencia, de los derechos de
usuarios y consumidores y los derechos de sujetos discriminados—,
en cuyo caso existe un hecho, único o continuado, que provoca la lesión
a todos ellos y por lo tanto es identificable una homogeneidad fáctica y
normativa que lleva a considerar razonable la realización de un solo
juicio con efectos expansivos de la cosa juzgada que en él se dicte,
salvo en lo que hace a la prueba del daño. Art.27.
Respecto a la legitimación, la prueba, los efectos de la sentencia
dice Douglas Price73 una hipótesis (que no podré desarrollar in extenso)
guía este trabajo: así como ha sido menester ampliar las potestades
72
TRIGO REPRESAS, Félix, “La defensa del ambiente en la Provincia de Buenos Aires”, JA.
1998-IV-1048).
73
DOUGLAS PRICE Jorge E. Alcances de la sentencia, criterios de prueba y ejecución de
las decisiones en el proceso ambiental. La Ley derecho ambiental, Fundación ambiente y
recursos Naturales. En homenaje a nuestro fundador. Guillermo J. Cano. Buenos Aires - lunes
2 de junio de 2014 año XXI N° 1

46
Doctrina

del Tribunal para decidir la inclusión de legitimados activos o pasivos,


fue necesario ampliar sus facultades sobre la producción y evaluación
de prueba y, correlativamente, rediseñar la etapa de ejecución. En suma:
estamos ante los cambios derivados de la extensión o expansión de la
cosa juzgada. Sabemos que este cambio proviene del reconocimiento
de un tipo de derechos denominados difusos; reconocimiento que, a
su vez, proviene de la aceptación de un fenómeno surgido a partir de
los cambios de la modernidad: la colectivización del riesgo. Fue
necesario revisar esa doctrina y admitir que la sentencia pudiera
extenderse más allá de aquellos límites. Las sentencias pueden ahora
tener no solamente efectos inter partes sino también erga omnes según
como esté planteado el caso y la naturaleza de los derechos en juego;
aun cuando la misma noción de erga omnes deba ser matizada. Otro
cambio, congruente con el de la expansión de la cosa juzgada, consiste
en flexibilizar los criterios de adopción, adquisición y valoración de la
prueba. En efecto: si analizamos el modo en que se ordenan, adquieren
y examinan pruebas científicas en procesos judiciales ambientales,
podríamos hallar un mínimo común denominador: a) el tribunal dispone
pruebas de oficio; b) la prueba debe satisfacer altos estándares
científicos; c) debe producirse sin las demoras procesales habituales
en los procesos interindividuales y d) debe examinarse o valorarse
teniendo como criterio decisorio el principio precautorio (aun en hipótesis
de incertidumbre científica
a. C.S.J.N. Mendoza Norma Beatriz. Riachuelo.74
El Superior Tribunal empezó advirtiendo los problemas de las
acciones colectivas en el amparo ambiental. En un caso gravísimo de
contaminación ambiental que hace peligrar la vida 75Conforme el principio
según el cual la recomposición y prevención de daños al ambiente obliga

74
C.S.J.N. 08/07/2008, Mendoza, Beatriz Silvia y otros c. Estado Nacional y otros, LA
LEY23/07/2008, 7 AR/JUR/3913/2008..
75
Cuenca Matanza Riachuelo, una de las más contaminadas del mundo. La contaminación
del Riachuelo alcanza niveles críticos en los cursos medio y bajo del río y tiene consecuencias
directas sobre la salud y la calidad de vida de los habitantes de la zona. Años de imprudencia,
abandono y desidia han convertido al río y a su zona de influencia en un ícono nacional de la
contaminación e injusticia ambiental. La situación actual es alarmante. En la zona afectada
viven 5 millones de habitantes, de los cuales el 35% de la población no tiene agua potable y el
55% no posee cloacas. La Cuenca atraviesa 14 municipios e incluye a la Ciudad de Buenos
Aires. Actualmente, se estiman más de 20.000 industrias y de servicios establecidas en el
territorio de la Cuenca. En el año 2004 un grupo de vecinos interpuso una demanda contra el
Estado Nacional, la Provincia de Buenos Aires, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires y 44 empresas por daños y perjuicios sufridos a raíz de la contaminación del Riachuelo.
El 20 de junio de 2006, la Corte Suprema de Justicia de la Nación se declaró competente en la
causa e intimó a los demandados a que presenten un plan de saneamiento de la cuenca.
Finalmente en julio de 2008, la CSJN dicta una sentencia histórica, en la cual ordenó a los tres
Estados demandados a sanear el Riachuelo.

47
José Luis Correa

al dictado de decisiones urgentes, definitivas y eficaces, la sentencia


de la C.S.J.N. resuelve de modo definitivo la pretensión relativa a la
recomposición y el resarcimiento del daño de incidencia colectiva
derivado de la contaminación causada por la cuenca hídrica Matanza-
Riachuelo, orientándose su objeto decisorio hacia el futuro y fijándose
los criterios generales para que se cumpla efectivamente con la finalidad
indicada, pero respetando el modo en que se concreta, lo que
corresponde al ámbito de discrecionalidad de la administración.
Las características típicas de todo proceso colectivo, la excepcional
naturaleza de una causa cuyo objeto procesal es la tutela del bien
colectivo —en el caso, por contaminación del río Matanza-Riachuelo—
y la necesidad de encauzar su trámite mediante un procedimiento útil y
eficiente que no frustre ni distorsione los ingentes intereses
comprometidos ni el adecuado y oportuno ejercicio por el Tribunal de
su jurisdicción constitucional, justifica que todo lo concerniente a dicha
substanciación, a la citación de los emplazados y a las contestaciones
de la demanda de acuerdo a los arts. 338, 339 y 356 del Cód. Procesal
Civil y Comercial de la Nación, se supedite a reglas que deberán ser
observadas para la concreción de los actos comprendidos en las etapas
indicadas.76
b. C.S.J.N 29/12/2008, Salas, Dino y otros.77
Si los hechos que se denuncian en la acción de amparo, a raíz de
los cuales se atribuye responsabilidad a la Provincia de Salta por no
haber cumplido con sus obligaciones legales, tanto por acción como
por omisión, al otorgar autorizaciones de desmonte y tala y tolerar las
prácticas realizadas en zonas de su jurisdicción de manera clandestina,
lo cual —según entienden los actores— lesiona, restringe, altera y
amenaza sus derechos y garantías consagrados en los artículos 16,
17, 29, 31, 41, 42, 75, inciso 17, de la Constitución Nacional, en la Ley
General del Ambiente, 25.675, y en instrumentos internacionales,
corresponde que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ejerza el
control encomendado a la justicia sobre las actividades de los otros
poderes del Estado y, en ese marco, adopte las medidas conducentes
que, sin menoscabar las atribuciones de estos últimos, tiendan a
sostener la observancia de la Constitución Nacional, más allá de la
decisión que pueda recaer en el momento de expedirse sobre su

76
SOLA., Juan Vicente, “Las acciones de clase en el derecho argentino”, La Ley 12 de
mayo de 2004.
77
C.S.J.N. 29/12/2008, Salas, Dino y otros c. Provincia de Salta y Estado Nacional, Sup.
Adm.2009 (febrero) ,49, LA LEY 2009-A , 420, DJ 18/03/2009 , 660 ED 235, 1176, AR/JUR/
17616/2008

48
Doctrina

competencia para entender en el caso por vía de la instancia prevista


en el artículo 117 de la Ley Fundamental.
3. Procedencia del amparo mediante acciones conlectivas.78
Fallo Halabi.79
Se han creado jurisprudencialmente la acciones de incidencia colecti-
vas por ley 26.361 del 2008 y la Corte les ha dado contenido sustancial
y procesal en Halabi, Salas, Mendoza etc. Así ha dicho que derechos
de incidencia colectiva que tienen por objeto bienes colectivos (art. 43
de la C.N.) son ejercidos por el Defensor del Pueblo de la Nación, las
asociaciones que concentran el interés colectivo y el afectado.
Rojas80aclara que el proceso colectivo no solo puede tramitar por vía
del amparo. La característica esencial que distingue al amparo de otras
acciones, es que se trata de un proceso de índole protectorio de ahí
que sea procedente cuando la arbitrariedad y la ilegitimidad aparezcan
manifiestas. Para la procedencia del amparo debe tratase de una
vulneración ostensible de garantía constitucionales, pues la razón de
ser del amparo no es someter a la vigilancia judicial el desempeño de
funcionarios y organismos administrativos, ni el control o acierto o error
con que cumplen sus funciones, sino proveer el remedio adecuado
contra la arbitraria violación de los derechos y garantías reconocidos
por la Constitución81
Desde nuestro punto de vista, la rapidez del tipo de procedimiento
propuesto parece ser —por principio— contradictoria con la magnitud
e importancia de la cuestión que se presupone debe ventilarse dentro
de una acción colectiva, a los fines de que se justifique la adopción de
dicho tipo de acción judicial extraordinaria. Entre todas las limitaciones
y dificultades que genera la aplicación de un proceso sumarísimo, o las
normas que rigen la acción de amparo, a los pleitos de esta naturaleza,
la imposibilidad de obtener una resolución previa a la excepción de falta
de legitimación activa es una de las más importantes y criticadas. La
ausencia de excepciones previas en el marco del amparo y del proceso
sumarísimo. Muchas de las normas que han dado impulso al concepto
de acción colectiva propugnan la aplicación de procedimientos abrevia-
dos, como el amparo y el proceso sumarísimo82
78
SOLA., Juan Vicente, ibídem.
79
C.S.J.N. Halabi, Ernesto c. P.E.N. Ley 25.873 DTO. 1563/04, LA LEY 02/03/2009 , 8
80
ROJAS, Jorge A, “El amparo y el proceso colectivo” en la Revista de Derecho Procesal,
Procesos Colectivos, 2011-2, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe 2011, pág. 101.
81
VIEL TEMPERLEY, Facundo, Acciones colectivas: Dificultades prácticas LA LEY 15/05/
2008,1, LA LEY 2008-C ,996.
82
AGUILAR, Mariano, “El amparo y la justicia ambiental”, con la colaboración de María Luján
Pérez Terrone, Presentación del Dr. Oscar H. Garzón Funes, Prólogo del Dr. Raúl Al Montenegro,
Cathedra Jurídica Buenos Aires 2010.

49
José Luis Correa

Aguilar82 lo califica como un proceso colectivo, que protege los intere-


ses difusos o colectivos, pertenecientes a una serie indeterminada de
personas, no unidas por un vínculo jurídico determinado concerniente a
bienes invisibles.83
1. Competencia ordinaria. Amplitud de prueba. Extensión de
fallo.
La competencia judicial ambiental será la que corresponda a las
reglas ordinarias de la competencia. El acceso a la jurisdicción por
cuestiones ambientales no admitirá restricciones de ningún tipo o
especie. El juez interviniente podrá disponer todas las medidas
necesarias para ordenar, conducir o probar los hechos dañosos en el
proceso, a fin de proteger efectivamente el interés general85. Asimismo,
en su Sentencia, de acuerdo a las reglas de la sana crítica, el juez
podrá extender su fallo a cuestiones no sometidas expresamente su
consideración por las partes.art. 32
2. Responsabilidad objetiva. Indemnización depositarse en el
fondo de compensación.
El que cause el daño ambiental será objetivamente responsable de
su restablecimiento al estado anterior a su producción. En caso de que
no sea técnicamente factible, la indemnización sustitutiva que determine
la justicia ordinaria interviniente, deberá depositarse en el Fondo de
Compensación Ambiental que se crea por la presente, el cual será
administrado por la autoridad de aplicación, sin perjuicio de otras
acciones judiciales que pudieran corresponder. Art.28. Asi lo sostiene
Garrido Cordobera86
83
CASSAGNE, Juan Carlos. El amparo ambiental y la legitimación para accionar,LA LEY1997-
A,56, Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Entre Ríos, sala I en lo penal
(STEntreRios)(SalaIPenal) ~ 1995/06/23 ~ Moro, Carlos E. y otros c. Municipalidad de Paraná.
AR/DOC/21443/2001.La disección del art. 43 de la Constitución Nacional conduce a reconocer
que: a) Se amplía la legitimación pasiva al admitirse el amparo contra actos y omisiones
provenientes de los particulares; b) Se mantiene el criterio acerca de la legitimación que venía
exigiendo la jurisprudencia para ser parte en una acción de amparo individual al considerar que
solo se hallaban habilitadas a recabar la protección jurisdiccional sólo las personas afectadas
en el círculo de sus intereses personales y directos (v. gr. casos “González Gass” y “Pardo”,
resueltos por la sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
Federal de la Capital). En tal sentido, el art. 43 es terminante y solo concede la acción al
afectado; c) Por último, se consagra una legitimación especial para accionar en defensa de
intereses colectivos a favor del Defensor del Pueblo y las asociaciones de bien público
legalmente reconocidas que propendan a la defensa en el caso, de los derechos que protegen
al ambiente.
85
GONZALEZ ZAVALA, Rodolfo M, Nuestro incipiente proceso ambiental”, Revista de
Derecho de Daños, pág. 189, 2011-1, Responsabilidad objetiva por el daño ambiental rubizal-
Culzoni Editores, Santa Fe 2011.
86
GARRIDO CORDOBERA”, Revista de Derecho de Daños, pág. 127, 2011-1, Responsabilidad
objetiva por el daño ambiental rubizal-Culzoni Editores, Santa Fe 2011

50
Doctrina

3. Responsabilidad civil o penal, independiente de la administra-


tiva. Presunción iuris tantum de responsabilidad.
La exención de responsabilidad sólo se producirá acreditando que,
a pesar de haberse adoptado todas las medidas destinadas a evitarlo y
sin mediar culpa concurrente del responsable, los daños se produjeron
por culpa exclusiva de la víctima o de un tercero por quien no debe
responder. La responsabilidad civil o penal, por daño ambiental, es inde-
pendiente de la administrativa. Se presume iuris tantum la responsa-
bilidad del autor del daño ambiental, si existen infracciones a las normas
ambientales administrativas.
4. Legitimación para accionar87. Defensor del Pueblo, Asocia-
ciones, Estado nacional, Provincial o Municipal88. Damnificado
directo.
Producido el daño ambiental colectivo, tendrán legitimación para
obtener la recomposición del ambiente dañado, el afectado, el Defensor
del Pueblo y las asociaciones no gubernamentales de defensa
ambiental, conforme lo prevé el artículo 43 de la Constitución Nacional,
y el Estado nacional, provincial o municipal; asimismo, quedará
legitimado para la acción de recomposición o de indemnización
pertinente, la persona directamente damnificada por el hecho dañoso
acaecido en su jurisdicción. Deducida demanda de daño ambiental
colectivo por alguno de los titulares señalados, no podrán interponerla
los restantes, lo que no obsta a su derecho a intervenir como terceros.
Art.30.
5. Responsabilidad solidaria si no fuere posible determinar la
medida del daño; extensión a las autoridades de personas
jurídicas.
Si en la comisión del daño ambiental colectivo, hubieren participado
dos o más personas, o no fuere posible la determinación precisa de la
medida del daño aportado por cada responsable, todos serán
responsables solidariamente de la reparación frente a la sociedad, sin
perjuicio, en su caso, del derecho de repetición entre sí para lo que el
juez interviniente podrá determinar el grado de responsabilidad de cada
persona responsable. En el caso de que el daño sea producido por
personas jurídicas la responsabilidad se haga extensiva a sus
autoridades y profesionales, en la medida de su participación. Art. 31.
87
AMSLER, Eric, “El legitimado activo en el proceso de amparo ambiental, ¿Hacia una acción
popular de ampro ambiental” en la Revista de Derecho Procesal, Procesos Colectivos, 2011-2,
Rubinzal-Culzoni, Santa Fe 2011, pág. 101
88
ANDRADA, Alejandro Dalmacio,El Estado como legitimado activo en la defensa del ambiente.
“, Revista de Derecho de Daños, pág. 251, 2011-1, Responsabilidad objetiva por el daño
ambiental rubizal-Culzoni Editores, Santa Fe 2011

51
José Luis Correa

6. Medidas cautelares.
En cualquier estado del proceso, aun con carácter de medida
precautoria, podrán solicitarse medidas de urgencia, aun sin audiencia
de la parte contraria, prestando debida caución por los daños y perjuicios
que pudieran producirse. El juez podrá, asimismo, disponerlas, sin
petición de parte. La C.S. en los fallos Mendoza89, Halabi90, Salas91 ha
intervenido en forma directa reclamando el cese de los daños
ambientales.
7. Las medidas precautorias y la tutela judicial efectiva.92
El proceso precautorio persigue como fundamento el principio de la
tutela judicial efectiva, con rango constitucional, debido a la incorporación
a nuestra carta magna del tratado de derechos humanos conocido como
el Pacto de San José de Costa Rica.
En ese sentido el art. 8, inc. 1º de la Convención Americana de
Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), directamente
aplicable conforme al art. 75, inc. 22 de la Constitución Nacional pres-
cribe; “toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías
y dentro de un plazo razonable por un juez o tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la
sustanciación de cualquier acción penal formulada contra ella, o para
la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral,
fiscal o de cualquier otro carácter...”.
Se trata de un derecho reconocido por la Constitución como conse-
cuencia misma del Estado de Derecho, en el que se elimina la auto-
tutela. Son los órganos judiciales quienes dirimen las controversias pues
poseen el monopolio de la administración de justicia.
Enseña la doctrina que el derecho a la tutela judicial efectiva, genuina
expresión al derecho a la jurisdicción contiene dos elementos:
a) una formal, consistente en un proceso constitucional que tutele
determinados derechos y garantías;
b) otro sustancial, que procura que la cobertura jurisdiccional tenga
la suficiente celeridad, para que la pretensión esgrimida, no se torne

89
C.S.J.N. 08/07/2008, Mendoza, Beatriz Silvia y otros c. Estado Nacional y otros, LA
LEY23/07/2008, 7 AR/JUR/3913/2008.
90
C.S.J.N. Halabi, Ernesto c. P.E.N. Ley 25.873 DTO. 1563/04, LA LEY 02/03/2009 , 8
91
C.S.J.N. 29/12/2008, Salas, Dino y otros c. Provincia de Salta y Estado Nacional, Sup.
Adm.2009 (febrero) ,49, LA LEY 2009-A , 420, DJ 18/03/2009 , 660 ED 235, 1176, AR/JUR/
17616/2008.
92
DJIVARIS, Jorge, El proceso cautelar y la tutela judicial efectiva como bases fundamentales
del estado de derecho, Sup. Esp. Cámaras Federales de Casación. Ley 26.853 23/05/2013,65,
AR/DOC/1751/2013.

52
Doctrina

ilusoria o de imposible cumplimiento, dejando al justiciable en un total


estado de indefensión.
No es ocioso recordar que es en nuestra Carta Magna donde se
cristalizan los límites al poder del Estado, mediante la división de sus
funciones; y es en definitiva nuestra Constitución Nacional la que apare-
ce como valla fundamental para contener los impulsos y desvíos
evitando caer en la ilegalidad, el abuso o el autoritarismo de turno.
Se puede advertir la importancia del proceso cautelar en los procesos
constitucionales para la protección de los derechos fundamentales,
como el amparo, hábeas corpus y hábeas data, en los que la suspensión
de los actos (en sentido amplio) provenientes de autoridad o de
particulares (en ciertos casos), constituye frecuentemente una decisión
primordial, de tal suerte que sin su otorgamiento puede la vulneración
ser irreversible o mermar la eficacia del fallo protector, por lo que es
necesario en ciertos casos la dación de medidas cautelares no sólo
conservativas, sino de carácter innovativas al coincidir en parte con en
todo con la eventual sentencia estimatoria.
La tutela cautelar en relación con el derecho sustancial, constituye
una tutela mediata, pues más que hacer justicia contribuye a garantizar
el eficaz funcionamiento de la justicia. Si todas las providencias
jurisdiccionales son un instrumento del derecho sustancial que se actúa
a través de ellas, en las providencias cautelares se encuentra una
instrumentalidad clasificada. Son un medio predispuesto para el mejor
éxito de la providencia definitiva, que a su vez, es un medio para la
actuación del derecho.
Así, el derecho a obtener una medida cautelar forma parte
necesariamente del derecho a la tutela judicial. Mediante este derecho
se tiende a asegurar el cumplimiento futuro de la sentencia a dictar y si
ello no se da, entonces no podríamos hablar de una verdadera tutela.
La tutela cautelar se presenta desde la óptica del sujeto necesitado
de tutela (“el justiciable”) como una auténtica garantía de obtener la
tutela efectiva y definitiva de sus derechos, en todos aquellos supuestos
en los que el tiempo necesario para obtener la razón constituye fuente
potencial de ineficacia de aquélla.
8. Dictámenes emitidos por organismos del Estado. Fuerza
probatoria.
Los dictámenes emitidos por organismos del Estado sobre daño
ambiental, agregados al proceso, tendrán la fuerza probatoria de los
informes periciales, sin perjuicio del derecho de las partes a su

53
José Luis Correa

impugnación. Art.33. Rojas comenta las dificultades probatorias del


proceso ambiental.93
9. Sentencia. Efectos erga omnes.94
La sentencia hará cosa juzgada y tendrá efecto erga omnes, a
excepción de que la acción sea rechazada, aunque sea parcialmente,
por cuestiones probatorias. Comadira y Lagarde adhieren a la tesis
que propicia los efectos absolutos, esto es, erga omnes, de la decisión
judicial que declara la inconstitucionalidad de una ley o la nulidad de un
acto de carácter genera No hay margen para el error del efecto erga
omnes en las sentencias anulatorias, pues sería impensable sentencias
contradictorias del mismo tribunal 95García de Enterría señala que 96 la
anulación de una disposición o acto, producirá efectos para todas las
persona afectadas hayan sido o no parte. Esto es: tienen un alcance
erga omnes. Quienes no han sido partes pueden promover incidente
de ejecución para que ésta les sea aplicada según procedimiento
incidental. Igual procedimiento y efectos debe aplicarse a los actos de
masa, que refieren a los supuestos que una misma disposición o
resolución administrativa sea objeto de una multiplicidad de recursos.
Por ejemplo una regulación en materia de personal de valores
catastrales, impuestos sobre inmuebles etc. Los problemas se suscitan
en materia tributaria y de personal al servicio de la Administración Pública.

93
ROJAS; Jorge A., Dificultades probatorios y excepciones en la defensa del ambiente”,
Revista de Derecho de Daños, pág. 251, 2011-1, Responsabilidad objetiva por el daño ambiental
rubizal-Culzoni Editores, Santa Fe 2011.
94
GOZAÍNI, Osvaldo Alfredo, “Sobre sentencias constitucionales y la extensión erga
omnes”, L.L.8/8/2007. Los fallos de los tribunales constitucionales tiene efecto expansivo de
la cosa juzgada, son retroactivas, obligando a la revisión de las situaciones pasadas como una
manifestación de justicia intrínseca al fallo.; afectan derechos consolidados, tiene efectos
derogatorios o anulatorios de las leyes cuya inconstitucionalidad declaran. Las sentencia
dictadas en los sistemas difusos no pueden tener efectos retroactivos, no afectan derechos
adquiridos, hace solo cosa juzgada en la parte dispositiva. En la Argentina la sentencia
constitucional puede alcanzar a terceros, si es que se los ha notificado y emplazado previamente;
salvo en procesos colectivos o aquellos donde la tutela se dispensa hacia intereses difusos,
donde los problemas de legitimación resuelven la crisis de identidad permitiendo la expansión
de la cosas juzgada. Quien quiera aprovecha los beneficios expansivos, debe concurrir a los
tribunales y acreditar la personalidad que invoca.
95
COMADIRA, Julio Pablo, LAGARDE, Fernando M, “La cosa juzgada en el proceso
contencioso administrativo”, en la obra colectiva “Tratado de Derecho Procesal Administrativo”,
Juan Carlos CASSAGNE, Director, Tomo II, la Ley 2007, pág. 142, señala que la sentencia que
declara la nulidad de un reglamento hace cosa juzgada respecto a la administración y los
terceros que no fueron parte en el pleito, de modo tal que, en otro litigio, no puedan las partes,
ni el juez plantear el debate sobre la legalidad de la norma.
96
GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo, RAMÓN FERNÁNDEZ, Tomás, Notas de Agustín Gordillo,
1ra Edición Argentina, Thomson-Civitas, La Ley 2006, pág. 665.comenta el art. 72 párrafo 2 L.J.
(ley de enjuiciamiento contencioso).

54
Doctrina

Cuando la sentencia admita acciones de ilegitimidad por anulación de


normas ilegales, tendrá efectos inmediatos, de carácter general, es
decir que no tendrá consecuencia sólo para la parte que lo ha interpuesto
sino también para todos lo que se encontraren ligado por la misma
norma invalidada judicialmente. Declarada la invalidez de una norma,
la misma no podrá serlo solamente para el accionante sino que será
aplicable a todos los ligados por la misma norma invalidada. La sentencia
no podrá asemejarse a un dictamen y menos a una simple opinión. Si
el poder judicial ha enjuiciado la norma y ha resuelto que esta debe ser
anulada como tal deberá ser respetada. La sentencia siempre es un
juicio obligatorio. La experiencia sobre la ejecución de las sentencias,
severa y detallista en los códigos locales, comprueba que el acatamiento
de los fallos no significa simplemente una cuestión de conducta personal
y responsable de los funcionarios públicos; tampoco puede hablarse,
en esta cuestión, de la supremacía del poder judicial sobre el poder
administrador, cuando lo que se trata es de imponerla validez de una
norma, fundada siempre en la jerarquía esencial de la Constitución (art.
31). Los problemas que se podrían plantear son de temores de no
obediencia, y el temor es sólo desconfías por la falta de la posible
garantía.
Asimismo, en su Sentencia, de acuerdo a las reglas de la sana crítica,
el juez podrá extender su fallo a cuestiones no sometidas expresamente
su consideración por las partes. Siempre que sean efectos colaterales
del daño demandando. No podía ser, creemos, sobre hechos que no
fueron debatidos.

55

You might also like