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Lea el capítulo 9 de Fe y posmodernidad, y conteste las siguientes preguntas:

1. ¿Cuáles son los dos extremos en la relación entre la fe cristiana y la consejería?


Por un lado parece haber psicólogos cristianos que en su consultorio tienen el
diploma enmarcado en la pared, pero han decidido que, de hecho, la gente necesita
el Evangelio para solucionar sus problemas. La consulta se vuelve un espacio para
evangelizar y dar consejería bíblica. Esto levanta dudas con respecto a la ética
profesional. En el otro extremo están los psicólogos que separan rigurosamente su
práctica profesional de su fe cristiana. En el consultorio manejan los conceptos y
prácticas aprendidos en la Universidad y en la iglesia son cristianos que se orientan
por la Biblia. Todo lo que hemos dicho en los capítulos anteriores debe levantar la
pregunta si tal acercamiento es una opción para el cristiano.

2. ¿Cuáles son las dos razones principales de la reserva frente a la sicología que
existe entre muchos evangélicos?
Fe y psicología

3. ¿Cuáles son los tres modelos para relacionar la fe cristiana y la sicología?, según
Jones y Butman.
En un primer nivel se trata de incorporar principios éticos cristianos en la práctica
de la psicología –el respeto por la persona, la empatía, el calor humano, etc. Con
excepción de algunas terapias, el aporte no sería mayor, ya que la ética profesional
del psicólogo tiende a ser ejemplar (a veces el consejero pastoral tiene más para
aprender del psicólogo, en cuanto a principios éticos, que viceversa). Otro nivel de
relacionar fe y psicología es mirar las dos como complementarias. Se mira la
psicología como teoría y práctica científica que es neutral con respecto a la religión,
con lo cual se permite una coexistencia pacífica entre ambas. La propuesta que aquí
sugerimos es llamada por Jones y Butman, la «cristianización de la ciencia».

4. ¿Qué lugar tienen las Escrituras en la ciencia?, según el autor.


Las Escrituras son para nosotros como lentes por medio de los cuales observamos la
realidad. La Escritura ha de brindar los control beliefs –las convicciones
fundamentales, a la luz de las cuales evaluamos cualquier teoría.

5. ¿Qué podemos aceptar como cristianos en la teoría de Skinner?


El modelo conductista

6. ¿Qué podemos aceptar en la teoría sicológica de Freud?


Pero parece que el remedio para Freud está en llevar a la superficie el dolor oculto
en el subconsciente, o la idea reprimida, y confrontar a la persona con su dolor, para
lograr la superación del problema.

7. ¿Cuáles son las observaciones que hace el autor acerca de la imagen de Dios en el
hombre?
1. Una observación inicial es que hemos de buscar la imagen y semejanza de Dios
en eso que distingue al ser humano de los animales. En apariencia física y
estructura biológica no difiere tanto de los animales, pero de los animales no se
afirma que llevan la imagen de Dios. Luego es más bien lo que el ser humano
tiene de característico y distintivo frente a los animales lo que representa esta
imagen de Dios. El ser humano se presenta como un ser auto-consciente, como
un ser racional, afectivo y volitivo, un ser que ama, reflexiona y determina sus
propias acciones de acuerdo a propósitos y pensamientos determinados. Se
distingue por ser «persona» y es su personalidad lo que le hace un ser a imagen
de Dios.
2. Además es propio decir que las palabras «imagen» y «semejanza » se usan en el
Antiguo Testamento para hablar de imágenes fundidos o tallados, imágenes de
ídolos, representaciones de dioses, reyes u otros seres. Una «imagen» en este
sentido «representa» a alguien. Es por eso que los paganos adoran a sus
imágenes, porque representan a un dios.
3. Luego es importante observar que el ser humano a imagen de Dios es creado
varón y hembra (v. 27). No es como ser singular, individual, sino como ser-en-
relación, como varón y hembra que el ser humano es imagen y semejanza de
Dios. Y es aquí donde cobra especial significado el plural usado en el v. 26:
«Hagamos» y «nuestro». Es un plural que no puede ser una referencia a ángeles
que participen con Dios en la obra de la creación, siendo que el acto de «crear»
es algo exclusivo de Dios en la Biblia. Este plural indica algo en cuanto a Dios
que sólo en el Nuevo Testamento se aclara.
4. Ya mencionamos que los términos de «imagen» y «semejanza» son propios de
la idolatría, de imágenes tallados y fundidos, hechos para representar a algún
dios. Todos conocemos estatuas de este tipo provenientes de las culturas
indígenas paganas precolombinas. Cuando nosotros vemos una imagen en oro
de algún dios chibcha no es sino una pieza de arte indígena. Pero para el chibcha
que hizo esta imagen representaba a su dios, se inclinaba delante de la imagen y
le rendía culto. La diferencia es importante. Para nosotros, la estatua ya no es
«imagen y semejanza» de un dios –es apenas una obra de arte indígena. Ha
perdido el valor intrínseco que tenía para el chibcha, porque nosotros ya no lo
vemos en relación con el dios que representaba para él.
5. Parece que es en este último sentido que el N.T. habla de la restauración de la
imagen de Dios por medio de Cristo (Col. 3:10). Es claro, por lo que dice el
A.T. (p. ej. Gn. 5:1 9:6) que el ser humano no perdió del todo esta imagen de
Dios en la caída. Sigue siendo persona, con infinitud de dones naturales. Sigue
siendo responsable por esta tierra. Sigue siendo persona-en-relación. Pero perdió
su relación con Dios. Y es esta relación que es restaurada en Cristo. La demanda
del Antiguo Testamento, «santos seréis porque yo Jehová vuestro Dios soy
santo» (Lv. 19:2) y toda la historia de Israel sólo sirven para mostrar que el ser
humano es incapaz de reflejar el carácter de Dios. En Cristo Dios nos da por
gracia lo que no podemos conseguir por nuestro propio esfuerzo, y además Dios
nos da el Espíritu Santo para que pueda crecer una personalidad nueva y
transformada dentro del pecador.

8. ¿Cuáles son las tres relaciones fundamentales del hombre?


1. En primer lugar está la relación con Dios. El ser humano es creado a imagen y
semejanza de Dios. Es criatura. Dios es su creador y su benefactor. Es Dios
quien le provee el ambiente perfecto. También es Dios quien le da órdenes,
quien le da oficio y quien le da una prohibición. No solamente le da todo lo que
necesita para que su vida sea realmente «buena», sino que además le exige
obediencia. Desde un principio la relación con Dios es una relación heterónoma
en que se afirma la autoridad de Dios. El ser humano no es autónomo.
2. En segundo lugar está la relación del ser humano con la tierra, con la
naturaleza y toda la creación. Su nombre genérico, «Adán» (hombre), expresa su
relación con la tierra porque «tierra», en hebreo, es Adamá. El hombre es «terrestre».
Además se nos informa que es creado para labrar la tierra. El trabajo no es
resultado del pecado, sino que el trabajo productivo es parte del mismo
propósito de la creación del ser humano. Es creado con aptitudes y destrezas
para trabajar, hacer, formar, y realizarse al lograr objetivos concretos. Su
relación con la naturaleza creada se expresa también en su señorío sobre los
animales. Aquí en Génesis 2 se da expresión concreta a este señorío cuando el
hombre da nombres a los animales. «Dar nombre» implica una relación de
propiedad y autoridad. Es como ser trabajador y señor sobre la creación que el
ser humano se realiza como imagen de Dios, mayordomo y lugarteniente de
Dios en la tierra.
3. La tercera relación que es central en Génesis 2 es la relación con la mujer, con
el co-hombre, con su compañero(a) o prójimo. El ser humano es un ser-en-
relación, es co-hombre. La persona humana es siempre prójimo. No existe como
individuo. No es bueno que esté solo. Desde el tiempo de Adán, toda persona es
nacida de otros seres humanos y necesita siempre de otros. Toda su existencia es
una existencia en relación.

9. ¿Qué enfatiza el Antiguo Testamento acerca de la naturaleza del hombre?


Especialmente el Antiguo Testamento enfatiza la unidad de la persona como ser
(alma) viviente (Gn. 2:7).

10. ¿Qué dice el autor acerca de la aparente tricotomía (cuerpo, alma, y espíritu)
del Nuevo Testamento?
1 Ts. 5:23), utiliza «cuerpo» para hablar de la persona entera (Ro. 12:1 y 1 Co.
15), y «carne» para hablar del viejo hombre. No identifica «espíritu» con la
razón y el término «alma» se usa a menudo para hablar de «vida». Al lado de la
lista de «cuerpo, alma y espíritu», encontramos otras listas, como en Marcos
12:30 donde se habla de «corazón, alma, mente y fuerzas».

11. ¿Qué es el «corazón» según el uso del A.T.?


El centro de operaciones en el ser humano es el corazón (del corazón «brotan los
manantiales de la vida» Pr. 4:23). A través del Antiguo Testamento lo vemos
como sede de la reflexión, de la voluntad, de la vida, del amor, de los afectos y de
las emociones.

12. Cuando el N.T. habla de «mente», ¿a qué término del A.T. es equivalente?
A “corazón”

13. ¿Qué relaciones del hombre fueron afectadas por la caída? El pecado daña
las tres relaciones fundamentales de la vida del ser humano, su relación con
Dios, su relación con el prójimo y su relación con la tierra en el trabajo.
14. ¿Cuál es la cuarta relación que desarrolló el hombre como consecuencia de la
tentación y la caída?, según el autor.
La relación consigo mismo.

15. ¿Cuáles son las relaciones del hombre que son restauradas en Cristo?
Podemos encontrar también sanidad en la relación con los demás, en la relación
con la tierra en el trabajo (el trabajo como servicio y como medio para glorificar
a Dios), y en la relación con nosotros mismos.

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