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Robert Adams
Robert: Hay algunos de ustedes que vienen aquí a oírme hablar. Esto no es
exactamente correcto. El mensaje se encuentra entre las palabras. Las palabras en
sí están bien, pero el mensaje real está en medio, en el silencio, en la quietud.
Ahí es donde la realidad es. Cuanto menos hables más consigues. Aprende a
estar en silencio. Aprende a encontrar tiempo en casa, donde no hables. El
mundo continuará sin ti. No tienes que preocuparte. El poder que dirige este
mundo no necesita de tus consejos. Cuando te quedas quieto, en silencio,
estableces una conexión con un gran poder, y entonces las cosas suceden.
Me gustaría reconocerte, no por tu nombre, sino simplemente reconocerte. Hay
quienes creen que en el estado trascendental no te preocupas por nada ni por
nadie. Esto no es cierto. Yo soy consciente de cada uno de ustedes. Soy más
consciente de ustedes de lo que se imaginan. Puede que no hable con algunos de
ustedes o no diga nada, pero sé todo sobre ustedes.
¿Cómo les veo? Es verdad que veo todo como consciencia. Imaginen la
consciencia como una pantalla gigantesca y ustedes son imágenes en la pantalla.
De esta manera yo soy consciente de que soy la pantalla y ustedes son imágenes
de mí mismo. Sólo hay un Ser y yo soy eso. Por lo tanto soy consciente de
ambos, de su apariencia existente en la pantalla, y de que son la pantalla, o la
consciencia, pero todavía se ven a sí mismos como una imagen, como un cuerpo,
mientras que yo les veo como consciencia y también como la apariencia que
ustedes ven, como un cuerpo. Pero yo sé la verdad. Por lo tanto, soy consciente
de ustedes.
Hay algunos de ustedes que vienen a verme desde muy lejos. Tenemos gente
aquí que viene de San José, Santa Cruz, San Diego y otros lugares lejanos. Estoy
al tanto de eso.
El jueves fue un día de lluvia, pero tuvimos bastante gente aquí. Es por eso que
he explicado, lo primero es lo primero. Si estás realmente interesado en tu vida
espiritual, si realmente deseas trascender el cuerpo, tienes que hacer de esto lo
primero en tu vida. No puedes comparar el satsang con ver la televisión o ir al
cine o jugar a los bolos o cualquier otra cosa. Si pones el satsang en la misma
categoría, entonces hay una confusión total dentro de ti, y ni siquiera sabes lo
que quieres. Pero, donde pones tu energía, donde pones tu fuerza de vida, lo que
persigues con todo tu corazón, con toda tu alma, eso es en lo que en última
instancia te conviertes.
Les estoy agradecido. Estoy agradecido con quienes me apoyan financieramente,
que ponen dinero en la caja. La mayoría de ustedes se dan cuenta de que esta es
mi única fuente de ingresos en este momento. Se lo agradezco. Recuerda siempre
que lo que des de ti mismo, te lo estás dando a ti mismo, porque sólo hay un Ser.
Cuando das tu amor, tu alegría, tu verdad, tu felicidad, tu dinero, o lo que sea, es
como si tu mano derecha se lo diera a tu mano izquierda.
Si apartas todo espacio y todo tiempo sólo habría una sola persona. La razón por
la que aparecemos como muchos, es debido al tiempo y al espacio, a maya, a la
ilusión. Parece como si hubiera tiempo y espacio. Por lo tanto hay muchos. Pero
a medida que vas dentro de ti mismo, a medida que comienzas a identificarte con
la consciencia pura, el tiempo y el espacio parecen desaparecer, y dondequiera
que mires, te ves a ti mismo, porque no hay sitio para nadie más. Sólo hay un
Ser. Es por eso que nunca debes estar enojado con nadie, nunca juzgar a nadie,
nunca estar disgustado con nadie ni reaccionar a nadie, porque realmente te lo
estás haciendo a ti mismo.
Lo que tiene que suceder sucederá. Tu trabajo es no reaccionar. Tu trabajo
consiste en comprender que todo está predestinado. Estás en el lugar correcto en
el que se supone que tienes que estar. Si hay algo que aparece en tu vida que no
te gusta, es un error tratar de cambiarlo. Lo adecuado es ir dentro de ti mismo y
ver la verdad dentro de ti mismo. Y entonces los cambios apropiados vendrán
por sí mismos. No cambies a nadie. No cambies nada. No reacciones ante nadie,
no reacciones ante nada. No vivas en el pasado y no te preocupes por el futuro.
Permanece en el eterno ahora, donde todo está bien.
Así que yo les reconozco. Después de todo ustedes son yo y yo soy ustedes. No
hay diferencia. Les amo a todos, porque amo al Ser. El amor y el Ser son
sinónimos. Y puesto que el Ser es omnipresente, ¡cómo puedo no amaros! El
amor es la consciencia, la realidad absoluta. Todos somos eso.
¿Por qué ven a los demás? ¿Por qué ven situaciones perversas? ¿Por qué ven
todas estas cosas viles que parecen ser evidentes?
Tus ojos están hechos para ver, pero para ver la verdad, mientras que con la
mayoría de las personas los ojos ven un objeto y envían el mensaje al cerebro, de
acuerdo a su programación, y reaccionan en consecuencia. Cuando comienzas a
darte cuenta de que todo es un juego, nadie nace, nadie muere, y nadie prevalece.
Sólo hay Dios, la conciencia pura.
Se pueden usar muchos métodos para reconocer esta verdad. Es por esto que
comparto esto con ustedes. No todo el mundo puede practicar atma-vichara,
auto-indagación. Así que comparto estos métodos con ustedes. Hay muchas
cosas que ustedes deberían hacer. ¿Cuántos años más crees que vivirás en tu
cuerpo? ¿Por qué ir tras las cosas fugaces que cambian y desaparecen. Olvídate
de tratar de ganar la lotería. Olvídate de quién te ha herido. Olvídese de tus
pecados de omisión y comisión. Suéltalo todo. Sé tú mismo. No reacciones ante
el mundo. Ni siquiera reacciones a tu propio cuerpo. Ni siquiera reacciones a tus
propios pensamientos. Aprende a ser el testigo. Aprende a estar aquietado.
Sé que a veces te levantas por la mañana y te sientes mal. Puedes sentir
depresión, puedes sentir el inconsciente colectivo del mundo, que es una
vibración negativa. Debes librarte de inmediato de esto dándote cuenta de que
esto no es la verdad de mí. La verdad de mí es que yo soy amor, soy consciencia,
soy la realidad absoluta. Identifícate con la verdad de ti mismo. No permitas que
tu mente te cuente ni un ápice de pensamiento negativo. Contente. No importa en
qué situación estés. No creas y pienses: "Bueno, cuando las cosas se pongan
mejor voy a tener tiempo para hacer esto". No hay tal cosa. Tienes que empezar
dónde estás. Tienes que ser tú mismo ahora y siempre. Las cosas nunca van a
cambiar.
Deshazte de tu arrogancia. Desarrolla la humildad. Sé humilde. Con esto no me
refiero a convertirte en un felpudo para que las personas te pisen. En la humildad
hay fuerza. Comprendes la verdad, por consiguiente no te involucras en
pequeñeces, en tonterías. La verdad siempre prevalecerá, a pesar de las
apariencias.
La gente se aburre, y luego comienzan una guerra. Esto llega a ser muy
emocionante para algunas personas. Algo que hacer, para deshacerse de su
aburrimiento. Ahora la guerra ha terminado y se aburren de nuevo, siempre en
busca de emociones, buscando algo fuera de sí mismos. Les puedo asegurar
amigos míos que no hay nada fuera de ustedes mismos. Recuerden que todo el
mundo es una proyección de su mente. Nunca olviden esto. Son ustedes los que
hacen que el mundo sea real. La imagen del mundo es muy fuerte en la mente, y
cuanto más fuerte es la mente, más real es el mundo. Es por esto que en todas las
enseñanzas superiores se nos dice que tenemos que destruir la mente.
¿Qué quieren decir con eso?
La mente es conocida por ser un conglomerado de pensamientos sobre el pasado
y preocupación por el futuro. Eso es todo lo que la mente es. Cuando empiezas a
comprender tu verdadera naturaleza, la mente se calma y vuelve al corazón,
donde se supone que debe reposar. El corazón es el Sí mismo (el Ser). Por lo
tanto, la mente se convierte en el Ser. El Ser es lo universal. Lo universal es la
realidad absoluta, que se traduce en dicha, felicidad. Por lo tanto tu vida puede
ser dichosa mientras estás todavía en el cuerpo.
No tienes que renunciar a nada en realidad. Simplemente tienes que poner todo
en la perspectiva correcta. Puedes trabajar, puedes jugar, puede ir de vacaciones,
puedes hacer lo que quieras, pero siempre serás consciente de la verdad de tu ser,
eso es todo. No pienses que cuando alguien alcanza la liberación tiene que ir a
vivir a una cueva y olvidarse del mundo. Por el contrario, estás en el mundo pero
no eres del mundo. Ve a través de las apariencias y sé feliz.
Sentarse en Silencio
Robert: La mayoría de vosotros ha venido aquí a oírme hablar, y yo os digo que
sentarse en silencio es más potente que cualquier palabra que nunca se pueda oír.
Si has viajado sólo para oírme hablar te vas a decepcionar, porque yo no soy un
orador, no soy un conferenciante y realmente no tengo nada que decir. Pero sin
embargo, la mayoría de vosotros funciona escuchando a la gente hablar. Piensa
en retrospectiva. ¿Cuántos maestros has escuchado durante tu vida? Literalmente
cientos. ¿Cuántos libros has leído, y dónde estás? ¡Aquí!
Si las charlas y los libros te hubieran hecho algún bien no estarías aquí en
absoluto. Estás aquí porque todavía estás buscando, estás tratando de encontrar
algo externo a ti mismo y no puedes hacer eso. Lo que estás buscando, ya lo eres.
No hay ningún lugar a donde ir y no hay nada que hacer. Todo ya es. No hay
nadie que pueda cambiarlo por ti.
Cuando te sientas en silencio tienes que lidiar con tus propios pensamientos. A la
mayoría de las personas no les gusta hacer esto, por tanto quieren oírme hablar.
Cuando hayan terminado aquí se van a casa y ven la televisión, y escuchan a
otros hablar. Luego hablan con sus familias, se van a ver una película y no hay
nada más que hablar, hablar, hablar, hablar, hablar. No te lleva a ninguna parte.
A muchos de vosotros no os gusta sentarse en silencio porque tu mente te ataca.
Te presenta todo tipo de cosas sobre el pasado y las preocupaciones sobre el
futuro. Así que quieres estar entretenido. Quieres oír buenas palabras,
conocimiento profundo.
No hay conocimiento profundo. No hay buenas palabras. Todo lo que te han
enseñado es una mentira. La única verdad que existe es tu Ser, pero ¿quién es el
Ser? El Ser eres tú, tal y como eres. El error que comete la mayoría de la gente es
que quieren cambiarse a sí mismos.
¿Cómo puedes cambiarte a ti mismo? Crees que tienes problemas, o piensas que
tienes una mente mala, o piensas que algo está mal y quieres cambiar eso. No
existen esas cosas. No hay nada que cambiar. Eso es lo que quiero decir cuando
digo: "Sé tú Mismo, tal como eres". Tu Ser, tal como eres, es espontáneo, vive en
el ahora, no tiene tiempo para preocuparse o pensar. Cuando eres tu Ser eres
Dios, eres consciencia, eres la realidad absoluta. Tú eres siempre tú mismo.
Nunca fuiste nadie más. Nunca has sido otra cosa. Tu naturaleza es divina. No
eres lo que aparentas ser. Lo único que tienes que eliminar es la apariencia, o la
creencia en la apariencia, porque la apariencia es falsa. La mayoría de vosotros
todavía creen que son los fenómenos cuerpo-mente. No importa cuántas veces os
diga que no sois el cuerpo-mente, seguís todavía identificados con el cuerpo y la
mente, eso es falso, eso no existe.
Pero, ¿qué es este cuerpo al fin y al cabo? Si miras tu cuerpo con un microscopio
electrónico, verás billones y billones de átomos. ¿Qué es un átomo? La ciencia
nos dice que un átomo tiene un protón, que es el centro, y electrones que se
arremolinan alrededor de los protones. Tu cuerpo parece estar hecho de billones
y billones de átomos, lo que significa que siempre está en un estado de flujo. Tú
no eres tan sólido como crees. Nada en el mundo es sólido.
Ahora bien, lo más sorprendente de todo esto es que tú eres el microcosmos en el
macrocosmos. Lo que significa que eres un pequeño universo en un vasto
universo. Si te fijas en el universo, está compuesto por galaxias y sistemas
solares. En cada galaxia hay billones y billones de sistemas solares. ¿Qué es un
sistema solar? Es un sol con planetas girando a su alrededor. ¿No es eso igual
que el átomo? Es por eso que en las Escrituras se dice: "Vivimos en el cuerpo de
Dios", porque todo el universo parece ser un ser pulsante. Un ser que palpita,
respira. ¿Puedes imaginártelo? El universo en realidad respira igual que tú
respiras.
Tu eres una réplica del universo. Si fueras del tamaño de un átomo en tu cuerpo,
estarías en un universo. Podrías mirar hacia arriba y verías soles, estrellas,
planetas, pero todo eso estaría teniendo lugar en tu cuerpo. Es alucinante. Así
que no eres lo que pareces ser. Por lo tanto, cuando digo que tú no eres el cuerpo
no es sólo algo espiritual, es científico. Hay espacios entre los átomos así como
hay espacios entre los átomos que ves en el cielo, los planetas. El espacio entre
las moléculas, y los átomos y los electrones es lo que llamamos espacio. Eso es
lo que vemos con nuestros ojos, el espacio, pero ¿es realmente espacio?
Los sabios nos dicen que en realidad es consciencia. ¿Qué es la consciencia?
Algo que es consciente. Lo que esto significa es que hay una fuerza de vida que
es el sustrato de toda existencia. ¿Qué es esa fuerza de vida? ¿Cuál es la causa de
la creación? ¿Que está en el fondo de todo esto? La respuesta, mis queridos
amigos, sois vosotros. Tú eres la causa de toda la creación, y no existes como tú.
Por lo tanto la creación como aparenta ser tampoco existe. En otras palabras, la
creación sólo existe porque tú existes. Cuando te vas a dormir por la noche ¿qué
ocurre con la creación? Ya no existe para ti. Sé que puedes decir: "Bueno, yo sé
que está ahí de todos modos". No, no lo sabes. ¿Quién lo sabe? Estás en un
estado de sueño profundo. En lo que a ti respecta estás muerto. Eso es lo que
pasa cuando llega el momento de abandonar tu cuerpo. Te conviertes en la
consciencia misma.
La diferencia entre el sueño y estar realizado es que cuando estás dormido estás
realizado, pero no eres consciente de ello. Cuando estás realizado, eres
consciente de todo el juego. Así que ya ves, cuando te das cuenta realmente de
que estás hecho de átomos, billones y billones de átomos, no eres quien crees
que eres. Has sido engañado. ¡Despierta!
¿Por qué debes despertar? Cuando te fijas en el mundo de hoy, y ves lo que está
ocurriendo, llegas a estar completamente confundido. No tienes ni idea de por
qué hay guerras, inhumanidad del hombre hacia el hombre. Va a haber una
guerra civil en Rusia. Están luchando en América del Sur. En África hay
disturbios. No parece que haya paz en ninguna parte. Sin embargo, la realidad es
el amor. La realidad es la paz. La realidad es infinita felicidad.
No tiene ningún sentido. ¿Cómo puede la realidad ser felicidad, amor y paz,
cuando contemplas el efecto de la realidad, que parece ser el caos y la confusión
y la inhumanidad del hombre hacia el hombre? Porque has sido hipnotizado.
¿Alguna vez has visto a un hipnotizador? Un buen hipnotizador puede
hipnotizarte y hacerte creer casi cualquier cosa. La hipnosis universal se llama
maya. Me hace creer que soy Robert y que tengo una vida que vivir. Te hace
creer que eres Joan, o Fred o Henry o Mary y que tienes una vida que vivir. Te
preocupas por tu vida. No tienes paciencia. Siempre quieres cambiar las cosas,
hacer las cosas mejor, mejorar esto y mejorar aquello. Es todo una broma. No
puedes mejorar nada.
La única cosa que puedes hacer es despertar. Cuando despiertas ves el mundo
como un reflejo, como un reflejo en un espejo. El espejo es siempre el mismo,
nunca cambia. Los reflejos cambian. La pregunta es por supuesto, ¿por qué hay
reflejos? ¿De dónde vienen? Y como sabes, mi respuesta es que no existen. Es
una analogía que te doy para hacerte entender de dónde viene todo. Sólo la
realidad existe y tú eres eso. Sólo la consciencia existe y tú eres eso. Sólo el
amor existe y tú eres eso. Si sólo te dieras cuenta de quién eres serías la persona
más feliz que jamás haya existido, y quiero decir feliz, totalmente feliz, felicidad
inmutable. ¿Existe tal cosa? Sí existe. La paz inmutable. El amor inmutable. Pero
has optado por identificarte con maya, con la irrealidad, y así piensas que sufres.
Crees que tu vida no es lo que debería ser. Te comparas con alguien más. Deseas
hacer cambios. Como ya sabes, al realizar esos cambios sólo duran un corto
tiempo, entonces vuelves a donde estaba antes.
El sabio, por lo tanto, realmente no parece que quiera cambiar nada. Se vuelve
tranquilo. Tiene paciencia. Trabaja sobre sí mismo. Observa sus pensamientos y
sus acciones. Se observa a sí mismo enojarse, se observa a sí mismo deprimirse,
se observa a sí mismo sentir celos y envidia y demás. Poco a poco se da cuenta
de que "Eso no soy yo. Eso es la hipnosis, es una mentira". No reacciona a su
condición. En la medida en que no reacciona a su condición, en esa medida llega
a ser libre. Ya no importa lo que alguien más esté haciendo. No se compara con
nadie. No compite con nadie. Simplemente se mira a sí mismo. Se observa a sí
mismo. Ve la confusión mental. No corre por ahí gritando: "Yo soy la realidad
absoluta. Yo soy Dios. Yo soy la consciencia". Más bien, ve [comprende] de
dónde viene y deja a todos los demás en paz.
Este ser se desarrolla a un ritmo acelerado. No hay ninguna diferencia en qué
situación difícil se encuentre un ser así. No importa, porque tal ser ya es libre.
Cuando la mente reposa en el corazón, eso significa que la mente ya no sale más
hacia el exterior para identificarse con el mundo, cuando la mente reposa en el
corazón hay paz, hay armonía, hay puro ser. Cuando permites que tu mente salga
fuera de tu Ser (de ti Mismo) ella comienza a comparar, comienza a juzgar,
comienza a sentirse ofendida, y no hay paz. No hay descanso.
¿Cómo comenzar? Bueno, primero te das cuenta del lugar en el que estás en este
momento, ya sea que pienses que es bueno o malo, ya sea que pienses que estás
feliz o triste, ya sea que pienses que eres rico o pobre, que estás enfermo o sano,
el lugar donde estás en este momento es tu lugar correcto. Ese es el comienzo.
Deja de tratar de ser otra persona. Deja de tratar de cambiar tu vida. Estás en tu
lugar correcto, en este momento, tal y como eres. Si puedes llegar a ser feliz y
estar en paz en el lugar donde estás ahora, de repente encuentras que las
circunstancias cambiarán a tu favor, y entonces de nuevo estarás en tu lugar
correcto. Sea cual sea el cambio que venga en lo que a tu cuerpo-mente se
refiere, estás en tu lugar correcto. Cuanto más puedas ver esto, te des cuenta de
esto, más puedes ver lo que acabo de decir intelectualmente, inteligentemente,
más tranquilo te vuelves, más patrones kármicos comienzan a desprenderse y
empiezas a despertar.
Puede ser gradual al principio. Te das cuenta de que las cosas que solían
molestarte, ya no te resultan molestas. Te das cuenta de que la gente con la que
vives, los conflictos que habéis tenido, se detienen porque tú has parado. Ya no
tratas de vengarte. No tratas de salirte con la tuya. Ya no tratas de encontrar el
libro adecuado, o el maestro adecuado, o lo que sea adecuado. Permaneces
centrado. Permaneces libre. Cuando algo se presenta, ya sea bueno o malo, sólo
tienes que sentarte donde estás y preguntarte, "¿A quién le sucede esto?" y te
ríes, porque te has separado de tu cuerpo-mente y empiezas a darte cuenta de que
tu cuerpo-mente está pasando por la experiencia, pero tú no.
Así que no hay nada de qué preocuparse. No hay nada que temer. No hay nada
que pueda molestarte. No hay nada que pueda hacerte daño. Te das cuenta de que
lo que alguien haga a tu cuerpo, físicamente, o con palabras, o de otra manera,
nunca puede hacerte daño, porque tú no eres tu cuerpo. No importa lo que te
digan, no importa lo que veas con tus ojos, nunca puede afectarte, porque no eres
tu mente. En realidad has separado tu Ser de tu cuerpo y tu mente.
Eso es sólo el comienzo. Cuando vas más allá, tu cuerpo y tu mente son
desechados. No quiero decir que te mueras. Me refiero a que son cada vez menos
importantes para ti, y ya no te identificas con ellos en absoluto. En realidad
sabes, y sientes, y experimentas, que tu cuerpo y mente no existen, sin embargo,
tú existes. Tú no existes como tu cuerpo o tu mente. Existes como realidad
absoluta, como consciencia, y ya no crees que tu cuerpo y tu mente son una
modificación de la consciencia. Simplemente sabes que no hay cuerpo ni hay
mente. Tú eres sin-ego. No hay ninguna razón para que tu cuerpo, tu mente o el
mundo existan.
Al principio puede que sientas esto levemente, pero te darás cuenta de que
cuanto mayor es la sensación, mayor es la felicidad. Están empezando a fundirte
en la consciencia. Estás comenzando a sentir la realidad. El mundo sigue su
curso, la gente hace lo que siempre hacen, sin embargo, tú los ves de manera
muy diferente. Ya no ves el mismo mundo que solías ver. Es como leer una
revista. Las imágenes de una revista están delante de ti, pero tú no eres la revista
y no eres las imágenes. Quién eres todavía puede ser un misterio. Recuerda,
siempre y cuando puedas expresarlo, eso no eres. Por lo tanto no vas por ahí
diciéndole a todo el mundo: "Yo soy la realidad pura", o "yo soy la consciencia".
Permaneces en silencio. Por sus frutos los conoceréis. Te conviertes en una luz
en el mundo de la oscuridad. Automáticamente la gente se acerca a ti y
simplemente se sienten bien al estar cerca de ti. Has encontrado la paz. Siempre
ha sido tú. En realidad no has encontrado nada. Sólo te has dado cuenta que eres
el Ser.
Ahora vamos a hablar de ti. Piensa acerca de tus experiencias por un momento,
lo que te está ocurriendo personalmente en tu vida, las cosas que te preocupan,
las cosas que te molestan, las cosas que te hacen llorar. ¿Cómo puedes permitir
que las cosas te controlen? Eso es lo que se llama blasfemia. Siendo el Dios que
eres, crees que alguien o algo puede hacerte llorar, puede molestarte, puede
hacerte sentir mal, puede hacerte desear hacer cambios.
A modo de ejemplo, hay muchas personas que vienen a mí todos los días o que
me llaman por teléfono y me preguntan: "Robert, ¿cuándo vamos a tener un
lugar que sea nuestro? Deberíamos ir al bosque en algún lugar y estar en paz o
tener un ashram en algún lugar lejano en el bosque o en la selva". Y mi respuesta
es siempre la misma. Si no estás en paz ahora, no vas a encontrar la paz, no
importa a donde vayas, porque donde quiera que vayas, tienes que llevarte a ti
mismo contigo. ¿Qué te hace pensar que vas a encontrar la paz? Si eres un
creador de problemas, si eres un propagador de chismes, ¿crees que el cambio va
a cambiarte? Quizás al principio, pero pronto estarás haciendo las mismas cosas
que siempre haces. Estarás inquieto, encontrarás defectos, buscarás razones para
maldecir a la gente, estar molesto con los demás.
Así que yo te digo, quédate donde estás. Una vez que hayas encontrado tu Ser y
hayas encontrado la semblanza de paz y armonía, entonces mira a dónde quieres
ir, pero no vayas a ninguna parte hasta que te hayas encontrado a ti mismo.
Vosotros y yo conocemos a personas que vienen a Los Angeles por un tiempo,
entonces todo les sale mal y se van a otro lugar, a San Francisco, entonces todo
les sale mal y se van a Oregón, todo les sale mal y se van a Nueva York. Esto
nunca se termina. Nunca se han visto a sí mismos por lo que son. Ellos
simplemente organizan y hacen cambios.
Es por eso que la semana pasada os pedí que durante una semana os hicierais la
pregunta, "¿Quién soy yo?" Cada vez que algo sucede en tu vida, en lugar de
tratar de cambiarlo o realizar alguna acción en su contra, simplemente
pregúntate: "¿Quién soy yo?" Cada vez que tu mente comienza a pensar
pregúntate, "¿Quién soy yo?" Cada vez que oyes malas noticias en la TV, cuando
te sientas molesto, pregúntate: "¿Quién soy yo?" Eso es todo lo que tienes que
hacer. No vayas más lejos que eso. Ahora, lo que me gustaría hacer es escuchar
los resultados de ese experimento.
¿Quién quiere decirme o decirnos lo que sucedió durante la semana? Al
plantearte la pregunta a ti mismo: "¿Quién soy yo?" ¿A quién le gustaría decir
algo acerca de eso? (pausa) No respondáis todos a la vez. [...]
La Felicidad Suprema
Una Conversación Con Robert Adams
Robert Adams pasó tres años con el sabio contemporáneo Ramana Maharshi,
desde 1947 hasta la muerte de éste en abril de 1950. Robert ha estado llevando
a cabo reuniones en el área de Los Angeles durante nueve años.
Robert Adams: Hay una cosa que puedo decirle con seguridad. Todo está bien.
Todo se desarrolla como debe ser. Le puedo decir que realmente no hay nada
malo en ningún lugar. Si usted piensa que tiene un problema, ese es el error -
pensar que tiene un problema. Tan pronto como deja de pensar, todo irá bien.
Interlocutor: ¿Todo no va bien mientras pensamos?
R: Sí, pero usted no lo sabe. Algunos de nosotros no pensamos en ello, diciendo:
"Tengo un problema", o "Estoy implicado en algo que no puedo controlar, que es
más grande que yo", o "Algo me duele", o "Siento ira". ¡Pero le puedo asegurar,
no hay nada malo! Todo lo que tiene que hacer es observarse a sí mismo. Tan
pronto como su mente empieza a pensar más allá de su nariz, agárrelos - no su
nariz, sino sus pensamientos. Usted puede agarrar también su nariz si quiere
(risa). Agarre sus pensamientos con la mente, y termine con ellos de cualquier
manera posible, ya sea mediante la observación de los pensamientos o mediante
la práctica de la auto-indagación y preguntando a quien les acontece. Cualquier
cosa que necesite hacer, no se permita pensar. Si su mente no piensa, usted será
sumamente feliz. Usted tendrá una felicidad pura.
Algunas personas me preguntan: "Robert, ¿por qué no habla simplemente de la
verdad más elevada todo el tiempo?" Algunos otros me dicen que hablando de tal
manera no pueden entender lo que estoy diciendo (risa). Así que ese es el dilema.
Hago lo que tengo que hacer. No hago planes. Todo es improvisado. No tengo
ensayos.
Un hombre me llamó ayer diciéndome que había estado practicando durante dos
semanas, recibió un seminario y pagó 700 dólares, y todavía no se había
realizado. Recibo llamadas como esta todo el tiempo. Lo que usted dice
determina la respuesta que le doy. Pero hay una respuesta estándar. Piense en la
pregunta: "¿Cuándo (yo) me convertiré en auto-realizado?" Antes de contestar a
esta pregunta, suelo preguntar: "Por favor, dígame qué quiere usted decir con
'yo'?" Luego también pregunto, "¿Qué quiere decir con 'Auto-realización'?" Por
lo general, se callan, así que finalmente pregunto: "¿Quién cree usted que es el
'yo'? ¿Quién quiere convertirse en Auto-realizado?"
Si usted no puede hacer nada más, ríndase a la consciencia. Por rendición, me
refiero a rendir o entregar su ego, sus problemas, sus emociones, sus miedos, sus
frustraciones y su ira. Renuncie a todo. Diga: "¡Tómalo, consciencia!"
No se deje llevar por sus emociones. Deténgase en el centro y observe. Observe
sus emociones dominándole. Observe sus temores controlándole. Observe su ira
surgiendo. No trate de detenerla, simplemente mire y observe. Mire
inteligentemente y dese cuenta de quién es el que se está enfadando. No es usted.
Ni siquiera es su ego, porque no hay ego. No es su cuerpo, porque no hay
cuerpo. No es su mente, porque no hay mente. Por lo tanto, ¿qué es lo que está
produciendo su enfado? Nada.
Estaba hablando de todas las llamadas telefónicas que he estado recibiendo. La
gente todavía pregunta lo que pienso acerca de este o aquel maestro, esta o
aquella persona, o por qué no habrían de ir a ver a otros maestros también.
Realmente no sé qué decir. Ustedes tienen que hacer lo que tienen que hacer. Les
puedo decir que cuantas más personas consulten, más confusos se volverán. No
me importa si no vuelven nunca por aquí otra vez porque no estoy buscando
nada.
Si usted encuentra a un maestro que le parece tener una afinidad con él, debería
quedarse por un tiempo. Si corre de un maestro a otro, se volverá totalmente
confuso o desorientado. Cada maestro tiene su sitio. Usted se sentirá atraído por
la persona con quien tiene que estar tanto tiempo como sea necesario. Depende
en donde está su consciencia.
I: Robert, en toda la literatura espiritual se hacen distinciones entre un camino
gradual y la iluminación instantánea. Todo esto acerca de pasar por etapas - no
puede relacionarlo. Simplemente no tiene ningún sentido para mí.
R: ¿Qué es lo que no puede relacionar?
I: Me refiero a la idea de pasar de una etapa a la siguiente etapa.
R: Esto es para la persona que trata de esforzarse. La verdad es que no hay nada
que pasar. Parece que algunas personas, que necesitan comprender estas cosas y
las investigan por sí mismas, serán ayudadas a ver de dónde vienen. Tal vez
usted no lo necesita.
I: El estado de felicidad del que habla yo no lo llamaría felicidad. El estado
parece muy por encima de la felicidad. La felicidad como lo opuesto a la
tristeza.
R: Tiene razón.
I: La tristeza incluso podría entrar en ese estado que eres Yo y sería
simplemente algo que estaba pasando sin identificación.
R: Tiene razón. A modo de ejemplo, puedo llorar en un funeral, pero me doy
cuenta quien está llorando. Puedo tener tristeza si quiero pero nunca estoy
realmente triste.
I: El estado de mente no-apegada, sería realmente lo más cercano a eso, ¿no es
así?
R: Es cierto. Estoy buscando las palabras para describir las cosas. Más
importante aún, siempre hay felicidad total. No se trata de felicidad humana.
Para la mayoría de la gente para ser feliz, tiene que haber una persona, un lugar o
cosa implicada en su felicidad. En la verdadera felicidad, no hay cosas
involucradas. Es un estado natural. Usted permanecerá en ese estado para
siempre.
I: Desde el punto de vista de la práctica, me he dado cuenta de que no importa
qué estado surja, el problema es si estoy dispuesto a soltarlo. ¿Es importante
para mí estar en mi estado emocional? La respuesta es que de todos modos no
hay nada que se pueda hacer, ya que viene y va.
R: Actúe como si hubiera algo que pueda hacer, a pesar de que no hay nada que
pueda hacer. Si usted ve pasar por la sala a un hombre hambriento, no piense que
no hay nada que pueda hacer. Dele un pedazo de pan.
I: Pero en ese estado de la mente que surge, las emociones surgen, las
percepciones surgen, no hay nada que puedas hacer.
R: Excepto observar. Sólo observa. Sólo observa. Otra cosa a tener en cuenta es
la siguiente: si usted estuviera aquí en calidad de visitante, teniendo solamente
una reunión conmigo, y nunca me volviera a ver, y le expusiera la verdad más
elevada y me marchara; usted diría que eso es estupendo. Pero cuando le veo dos
o más veces por semana, empiezo a conocerle muy bien, y todo lo que digo es
para ayudarle a crecer porque eso es lo que se necesita en ese momento, ya que
voy a estar con usted de nuevo. A las personas que estaban con Ramana
Maharshi como devotos, él no les explicaba la verdad absoluta todo el tiempo. Él
les hablaba como una persona común y corriente. Les preguntaba por su
bienestar, su salud, sus problemas, y les daba consejos prácticos. Él no diría:
"Nada importa, porque nada existe". Ellos tenían problemas. Así que les hablaba
de forma práctica.
I: Si no vemos progreso dentro de nosotros mismos y vemos que estamos
continuamente enfadándonos, no deberíamos dejar que eso nos moleste.
R: Siga observando, siga mirando, siga centrado en el Sí mismo (1), y no habrá
nadie para preguntar quién está molesto o quién no está molesto. Usted sólo hace
esa pregunta cuando su atención está más en el molestar que en el Sí mismo. Si
usted cambia su atención hacia el Sí mismo, vea qué ocurre.
I: La cuestión es, ¿es eso gradual?
R: Para algunas personas. Depende de cuánto tiempo le dedicas a ello.
I: No podemos simplemente desconectar nuestras emociones. Cuando voy a
trabajar a veces, encuentro tal intensidad allí, con gente regañándose unos a
otros, me quedo atrapado en ello. Por supuesto que me doy cuenta, por lo
general después de lo ocurrido, y me pregunto, "¿Desaparecerá esto
gradualmente permaneciendo en mí mismo, o voy a despertar algún día de
repente?"
R: Por la mañana, cuando abres por primera vez los ojos, ese es el momento de
trabajar en uno mismo. Pregúntate a ti mismo: "¿Quién soy yo? ¿Cómo he
llegado aquí? "Reconcíliate contigo mismo. Si haces esto lo primero al
despertarte, el día entero será bueno, sin estos problemas. Simplemente no vaya
directamente a trabajar. Levántese una hora antes si es necesario. Véase a sí
mismo por lo que es, y dese cuenta de la verdad. Céntrese en el Sí mismo.
Pregúntate a ti mismo: "¿Quién soy yo?" y espera. Concéntrese en la fuente del
"Yo Soy", o dígase a sí mismo: "Yo Soy, Yo Soy", y luego vaya a trabajar.
Entonces podrá ver los cambios. Usted construirá un poder que llevará con usted
durante todo el día.
I: Seguir a ese "Yo" hasta su fuente, encontrar el "Yo" mediante la auto-
indagación y permanecer con él parece dar a entender la no existencia,
apatridia.
R: No se preocupe por no existir. Simplemente observe el "Yo", y vea que va
hacia el corazón.
I: ¿No es tanto un seguimiento, sino que sucede por sí mismo?
R: Sucede por sí mismo.
I: Cuando contemplo el "Yo Soy", ¿quiere decir que yo ya soy el Sí mismo?
R: Así es.
I: Robert, es porque tenemos el concepto de que no somos el Sí mismo que
hemos pasado por alto el hecho de que hemos permanecido en el Sí mismo todo
el tiempo. Como Ramesh Balsekar ha dicho, sólo tenemos la duda de que no
somos el Sí mismo, pero la verdad es que siempre lo hemos sido.
R: Exactamente. Cuando no vemos esto, pasamos por todos estos problemas y
jugamos a todos estos juegos, hasta que nos damos cuenta de que somos el Sí
mismo. Luego esto es ello.
I: Si no tenemos el Sí mismo y estamos diciendo: "Yo soy ello", ¿cómo evitamos
que lleguemos a repetirlo como un loro?
R: No se convierte en una repetición como un loro si lo hace con la respiración.
Cuando inhale, diga "Yo". Cuando exhale, diga "Soy". Un cambio sutil de
energía se produce en el Sí mismo, y usted será más pacífico, estará más
tranquilo, y muy pronto perderá toda identificación con su cuerpo y mente. Usted
permanecerá como "Yo Soy".
I: Robert, cuando hacemos la auto-indagación, en realidad es el primer paso
para encontrar el "Yo". Cuando desarrollamos un sentido de permanecer en el
"Yo", no hay mucha necesidad de indagación porque vamos directamente a la
permanencia.
R: La auto-indagación no tiene un comienzo. Si practicas "Quién Soy Yo",
parece simple, pero es muy poderoso. Sólo diga: "¿Quién Soy Yo?" a
continuación haga una pausa, y después diga de nuevo: "¿Quién Soy Yo?"
Nunca responda a la pregunta. Sólo siga repitiendo: "¿Quién Soy Yo?" Con el
tiempo, algo sucederá.
I: Yo me pregunto, si se desarrolla un sentido de auto-permanencia (permanecer
en el Ser), se puede ver que los estados vienen y van, observar la identificación
con el ego, y entonces la auto-indagación no es necesaria si puedes ir
directamente a eso.
R: Si usted permanece en el Sí mismo, no hay ego que observar – sólo hay el Sí
mismo. Usted observa el ego con la mente, no con el Sí mismo. Si permanece en
el Sí mismo, no hay nada más. Ha concluido. Está terminado. Todo lo demás es
de la mente. Cuando digo permanecer en el Sí mismo, quiero decir olvidar todo y
ser uno mismo. No hay nada más que saber en ese punto.
La felicidad eterna
Robert: Cuando Henry me invitó por primera vez a su casa para tener este
satsang, me dijo, "Robert vamos a llenar este lugar para ti. Vamos a tener cientos
de personas". Y yo dije: "Henry, no queremos cientos de personas. Queremos
sustancia. Queremos calidad no cantidad. Queremos unos cuantos buenos
devotos que quieran despertar en esta encarnación y ser libres y liberados". Así
que Henry dijo: "Bueno, ¿qué sucedería si viene mucha gente?" Así que le
contesté: "Sabré exactamente qué decir, así que no volverán de nuevo". Y eso es
lo que ha estado sucediendo.
La mayoría de las personas son buscadores. Ellos van de un movimiento a otro,
de un maestro a otro. De una conferencia a la siguiente y nunca practican nada.
¿Cómo esperan llegar a alguna parte? Queremos hacer algo positivo aquí y hacer
que algo suceda de modo que no tengas que volver una y otra vez... y jugar al
juego de la vida una y otra vez.
¿Qué es lo que todo el mundo quiere realmente de la vida? ¿Qué es lo que todo
el mundo está buscando? ¿Qué es lo que la gente realmente quiere más que
cualquier otra cosa?
Y la respuesta es la felicidad. Todo lo que haces es por la felicidad. Te casas para
ser feliz. Te divorcias para ser feliz. Tienes un trabajo y vas a trabajar, para que
puedas ganar dinero y te traiga felicidad. Pero como todos sabemos nunca es
duradera. Lo que realmente queremos es la felicidad eterna. La felicidad que
dura para siempre. La felicidad que no cambia. Queremos la felicidad eterna.
Piensa en eso, la felicidad completa. La felicidad que nunca desaparece.
Ahora la pregunta es: ¿Existe tal cosa? Y si es así, ¿cómo la consigo? Bueno, la
respuesta a la primera pregunta es sí, existe tal cosa y la consigues al no permitir
que tu mente salga al mundo. Manteniendo tu mente en el corazón. Cuando tu
mente sale por el mundo lo estropea.
Es como el sol. El sol siempre brilla. A veces, las nubes cubren el sol. ¿Pero
decimos que no existe el sol? Sólo los hombres ignorantes dirán que no hay sol.
Somos conscientes de que las nubes han cubierto el sol. Y después de un rato las
nubes se disiparán y tendremos la felicidad de nuevo. Porque el sol volverá a
brillar de nuevo.
Es exactamente lo mismo con la felicidad. Hemos permitido que nuestra mente
nos haga creer que las condiciones externas pueden hacernos felices. Tenemos
que aprender de la manera difícil, que no es verdad. Las condiciones externas
solo nos pueden traer miseria.
Lo primero que tenemos que entender es esto: que todo en este universo,
galaxias, estrellas, planetas, soles, lunas, personas, lugares, cucarachas, animales,
minerales, son todos una manifestación de tu mente, incluso Dios, es todo una
proyección de tu propia mente. Tú has inventado tus propios Dioses con tu
mente. Y es este Dios el que te trae la miseria, porque ves a este Dios como a
Santa Claus. Cuando no se cumplen tus deseos te enfadas, y culpas a Dios. Ni te
imaginas siquiera que has creado tu propio Dios a tu propia imagen. Todo, todo,
es una proyección de la mente.
Entonces, ¿cómo alcanzar la felicidad?
Permitiendo que tu mente vuelva dentro de ti mismo y repose en tu corazón. La
felicidad es tu naturaleza divina. La felicidad es lo que eres. Sin embargo, sólo
puedes saber esto cuando tu mente está tranquila y en silencio. En ese momento
le da lo mismo lo que está pasando en el mundo. Estarás feliz, dichoso y
tranquilo.
Como ejemplo: Una persona compra un billete de lotería, porque quiere ganar la
lotería. Sigue comprando billetes de lotería todas las semanas. La mente se ha
ido, se ha ido al mundo y te ha dicho que puedes ganar la lotería. Así que
comprar billetes de lotería desde hace años. Y estás ansioso, estás estresado,
estás afligido, eres infeliz, porque estás comprado billetes de lotería. Tu objetivo
es ganar la lotería. Después de diez años de comprar billetes de lotería por fin
alcanzas tu objetivo, ganas cuarenta millones de dólares.
Después de que el entusiasmo se desvanece, algo extraño te sucede. Te sientes
tranquilo, te sientes dichoso, te sientes feliz y no tienes idea de lo que ha
ocurrido. Crees que el haber ganando el dinero es lo que ha hecho que te sientas
feliz. Pero no lo es.
Lo que ha ocurrido es simplemente esto: Una vez que has alcanzado tu objetivo,
te vuelves tranquilo, te aquietas. No hay objetivo por el que luchar. Por lo tanto,
tu corazón ha excluido tu mente. Tu mente ha vuelto a tu corazón. Eres feliz
automáticamente. No tiene nada que ver con el dinero o las ganancias.
Ahora, ¿cuánto tiempo dura esto antes de que tu ego comience a jugar juegos
contigo otra vez? Así que empiezas a pensar para tí mismo, mis parientes y mis
amigos sólo vienen a verme porque quieren mi dinero. No he pagado el IRS
(impuestos). Probablemente se llevarán (el fisco) la mitad de todo y sólo me
quedarán veinte millones. La gente puede tratar de secuestrarme y pedir un
rescate, ¿qué voy a hacer? Así que contratas a un guardaespaldas. Construyes
una cerca alrededor de tu casa y tu felicidad se ha ido. Pero cuando construyes
una cerca alrededor de tu casa y contratas a un guardaespaldas te sientes feliz de
nuevo, ya que has alcanzado otro objetivo. La razón de tu felicidad es porque de
nuevo tu mente ha vuelto de nuevo a tu Ser. Y tu Ser es feliz por naturaleza, pero
tú crees que la razón de tu felicidad es porque te sientes seguro y así continúas.
Arriba y abajo como un yo-yo. Eres feliz cuando alcanzas un objetivo o meta y
eres miserable cuando estás buscando algo.
El mundo exterior no puede traerte más que miseria. Tenemos que aprender esta
lección de la manera difícil, lamentablemente.
Aquí hay otro ejemplo: Una persona que quiere casarse, que quiere una pareja.
Se pone a buscar y no está contento hasta que encuentre la pareja adecuada. Va
de una persona a otra, de una persona a otra. Entonces, finalmente, va al bar
adecuado y encuentra a la persona adecuada y dice: "Esta es la chica que quiero
o este es el chico que quiero". Y piensa que es feliz. Una vez que has dejado de
pensar y de conseguir y de buscar de nuevo la mente regresa al corazón. Cuando
la mente está de nuevo en el corazón automáticamente eres feliz. Pero piensas
que es porque has encontrado a la pareja adecuada.
Entonces, ¿cuánto tiempo dura esta felicidad?
Tu ego toma el control de nuevo y empiezas a pensar. Me pregunto si mi pareja
tiene un nuevo amigo, un nuevo novio, una nueva novia. Me estoy cansando de
él o ella, voy a ir en busca de otra persona. Se está haciendo aburrida la vida con
esa persona y eres miserable otra vez, hasta que vayas a buscar a alguien más.
Cuando encuentras otra persona, te sientes feliz por un momento, o por un día, o
por una semana, o por un mes, o por un año. Tu mente ha regresado de nuevo al
corazón. Esa es la única cosa que te hace feliz, porque la felicidad no se puede
encontrar en el mundo. Porque el mundo no es lo que crees que es. El mundo no
es real por sí mismo, pero Brahman es real. Brahman es el mundo. El mundo
sólo es real cuando te das cuenta de que el mundo es Brahman. Brahman es la
consciencia.
¿Cómo es esto?
Es como una pizarra. Imagine la pizarra como la consciencia. Puedes dibujar
imágenes en la pizarra. Imágenes de galaxias, de pirámides, de estrellas, de
gusanos, de personas. ¿Son los dibujos reales? Los dibujos sólo son tan reales
como la pizarra, ya que sin la pizarra no podrías tener los dibujos. Así que los
dibujos representan el universo. La pizarra representa la consciencia. A
continuación, borras todos los dibujos y dibujas un bebé. Borras el bebé, y
dibujas un niño crecer como una persona joven. Borras al joven y dibujas una
persona joven que crece hasta sus cincuenta y sesenta años. Luego borras eso y
dibujas otra persona moribunda, la misma persona.
Pero, ¿qué ha pasado con la pizarra todo este tiempo?
Nada, la pizarra sigue siendo la misma. El universo cambia, la gente cambia.
Uno nace, crece, muere, pero la consciencia es siempre la misma. El problema es
la identificación errónea. Estamos identificándonos con las imágenes, con el
mundo, con la creación. No nos identificamos con la consciencia. Cuando te
identificas con la consciencia, la creación se convierte en una película (imágenes
en movimiento). Viene y se va, pero no reaccionas. No reaccionas a las cosas
buenas y no reaccionas a las cosas malas. Ambas son dos caras de la misma
moneda y ambas son impostoras, ilusiones. Es como un sueño.
Me puedes decir a mí, "Robert esto parece ridículo, ¿cómo puede ser el mundo
como un sueño?"
Bueno, piensa en ello de esta manera. Cuando sueñas. Cuando estás soñando,
¿no proyectas todo el universo en ese sueño? En ese sueño tienes una estrella,
tienes una galaxia, tienes una luna, tienes un sol, tiene casas, tienes gente, tienes
océanos, lo tienes todo en el sueño. ¿De dónde viene?
Es increíble cómo tu mente inconscientemente cuando estás soñando puede
manifestar todas esas cosas. Y también tú mismo estás en el sueño. Te ves en el
sueño como a un bebé. Vas creciendo, te vas al ejército, entras en guerra, quedas
herido, vuelves a casa en una silla de ruedas y luego te casas, tienes hijos. Todo
esto está ocurriendo en el sueño. Entonces, un día hay un terremoto. Los
edificios se caen, el suelo se abre y se traga a la gente y estás gritando y luego
me ves. Yo estoy muy tranquilo y digo: "No te preocupes amigo, es sólo un
sueño". Pero me miras como si estuviera loco. Y dices: "¿De qué estás hablando,
no ves lo que está pasando, la tierra se ha abierto y se está tragando a la gente y
me estás diciendo que esto es un sueño? ¡Debes estar mal de la cabeza!" Y yo te
digo, "Amigo ten calma, es sólo un sueño", pero no me crees. Entonces la tierra
se abre donde tú estás y te empieza a tragar y entonces sucede algo curioso. ¡Te
despiertas!
¿Qué pasó con todos mis problemas? ¿Qué pasó con mi cuerpo mutilado? ¿Qué
pasó con el terremoto?
Has despertado. Ya no es un sueño. Ahora estoy sentado aquí diciéndote que tu
vida es como un sueño y que no te preocupes, no tengas miedo. Sino que estés
tranquilo y sepas que yo soy Dios. Que comprendas que eres consciencia. Que
eres la conciencia pura. Que eres la realidad absoluta, que eres el Parabrahman,
que eres sat-chit-ananda, pero no me crees. Crees que eres mortal. Te identificas
con tu consciencia del cuerpo. Te identificas con los acontecimientos de este
mundo. Y tu mente siempre está maquinando, siempre planeando, siempre
queriendo ser más grande de lo que eres. Pensando que algo está mal y que vas a
corregirlo. Tienes arrogancia y beligerancia. Porque no crees en tu verdadera
naturaleza y esto es debido otra vez a que tu mente ha salido al mundo en lugar
de dejar que tu mente repose en tu corazón.
Aquí hay otro ejemplo: Imagina que eres un hombre que va por el sol. Y en el
sol hay 60 grados. Ahora el sol y el calor representan la mente que sale al
mundo. Te empiezas a abrasar, ves una sombra de un árbol. Corres debajo de la
sombra del árbol y te sientes cómodo, relajado y en paz y feliz. Pero después de
un tiempo te olvidas de eso y quiere un poco más de sol. Así que sales al sol. Y
te estás abrasando y sudando de nuevo. Esto es equivalente a que te has
establecido en el mundo y has quedado atrapado por los acontecimientos del
mundo. Atrapado en tus problemas personales, creyendo que tu vida es
importante como es. Pero luego ves la sombra de un árbol de nuevo y recuerdas
lo bien que te sentías, así que vas de nuevo a la sombra del árbol y te sientas
debajo de él y te sientes refrescado de nuevo, fresco y tranquilo y feliz. Pero sólo
un tonto y un imbécil volvería hacia al sol a quemarse y luego volver a la sombra
y estar en calma. Y luego salir al sol y quemarse. Sólo un tonto o un loco haría
eso. El sabio se quedaría bajo el árbol y estaría tranquilo y fresco.
Ahora echemos un vistazo a tu vida. ¿Cuántos problemas cree que tienes? ¿Crees
que algo está mal en tu vida porque quieres más de algo que no estás
consiguiendo? La única razón por la que crees que tienes un problema es porque
el mundo no está cambiando de la forma que tú quieres. Es la identificación
errónea. Tienes que comenzar identificándote con la consciencia, con la realidad
absoluta y no con tus asuntos cotidianos. Entonces, ¿cómo alcanzas la felicidad?
¿Cómo puedes hacer que tu mente no salga?
Sencillo. No reacciones a nada. No pienses más allá de tu nariz. No permitas que
tus pensamientos te atrapen y te digan nada. Incluso si parecen correctos.
Cuando veas una situación, buena o mala, no reacciones. Si ganas la lotería y
ganas cuarenta millones de dólares, no reacciones. Te darás cuenta que traerá sus
propios efectos. Vivimos en un mundo de dualidad. Por cada algo bueno hay
algo malo. Por cada algo malo hay algo bueno. Por algo que sube hay algo que
baja. Así es como funciona el mundo. Si llegas a un extremo que llamas bueno,
tendrás que experimentar el equivalente que es malo, que llamas malo. En
realidad no existe lo bueno ni lo malo. Pero tu mente lo hace así.
Así que el primer paso es no reaccionar, te conviertes en el testigo del despliegue
del mundo. Te das cuenta de que todo es el Ser y yo soy eso. Eres testigo de todo
en el mundo, pero no te involucras. Cuando digo que no te involucras no me
refiero simplemente a quedarte en casa y sentarte en la bañera y no hacer nada.
Me refiero a que tu cuerpo ha venido a esta tierra para hacer algo. Y tu cuerpo
está bajo sus propias leyes del karma. Pero ¿para quién existe el karma, para ti o
para tu cuerpo? Sólo para tu cuerpo. Por lo tanto, si te identificas con tu cuerpo
sufres. Si te identificas con tu Ser, que es la consciencia, siempre eres feliz.
Entonces, si eso se te hace difícil, practicas atma-vichara, la auto-indagación.
Cuando tu mente empieza a pensar, pensar, pensar, pensar, pensar en el bien y el
mal, sólo tienes que hacer la pregunta, "¿A quién vienen estos pensamientos?"
No contestas, simplemente te planteas la pregunta a ti mismo. Todo sucede
dentro de ti mismo. "¿A quién vienen estos pensamientos?" La respuesta
eventualmente te llegará. "Estos pensamientos vienen a mí. Yo los pienso. ¿Yo
los pienso? ¿Yo? ¿Quién es este yo? Bien, ¿cuál es la fuente del yo?" Te aferras
al yo, pero no te concentras en el yo, te concentras en la fuente. "Bien, ¿cuál es la
fuente del yo" Porque parece que todos mis problemas están adheridos al yo.
Porque yo digo: "Yo me siento mal. Yo me siento molesto. Yo me siento
enojado. Yo me siento engañado. Yo me siento emocional", o incluso "yo me
siento bien. Yo me siento feliz", esa es la felicidad humana. Te sientes feliz
porque alguien te dio algo que te gusta o alguien hizo algo para ti. Eso es tan
malo como sentirse deprimido. Yo siento esto y yo siento aquello, yo siento que
soy un Jñani, yo siento que no soy un Jñani, yo siento todo tipo de cosas. Pero
siempre hay yo, yo, yo.
Si investigas descubrirás que todo está adherido al yo. Y si te deshaces del yo,
todos tus problemas, todo el mundo, todo el universo, Dios y todo lo relacionado
con él, desaparecerá. Y la fuente será tu verdadero Ser que es consciencia pura,
la unidad final, el nirvana, vacuidad. Este es tu verdadero Ser. Y verás el mundo
como tu Ser.
Seguirás viendo el mundo, pero lo verás de manera diferente. Nada volverá a
molestarte otra vez. Porque te darás cuenta de que el mundo es tu Ser. ¿Cómo
puedes estar molesto con tu Ser? Te has convertido en una encarnación del amor
divino, la felicidad, la inteligencia pura, la conciencia última,sat-chit-
ananda, Parabrahman, que es omnipresencia. Entonces, ¿cómo puedes estar
enojado o molesto por cualquier cosa si tú eres la consciencia pura?
Simplemente no puedes. ¿Ves lo que estoy diciendo?
Si aprendes a identificarte con la consciencia, siempre serás feliz. Si sigues
identificándote con las condiciones del mundo o con tu cuerpo o tu mente, serás
miserable y tendrá rachas cortas de felicidad, cuando las cosas salen como
quieres. Pero entonces no confiarás en la gente. Vas a sospechar de los motivos
de todo el mundo y sentirás que algo va mal. Si quieres saber si eres unJñani o
no, pregúntate: "¿Cuándo fue la última vez que vi algo mal? ¿Cuándo fue la
última vez que algo no estaba bien, cuando tuve un mal pensamiento, cuando
creía que alguien me estaba haciendo algo, o cuando me enfadé?", y esto te dará
una buena tendencia de donde vienes.
Lo que ves en ti mismo, lo ves en todos los demás. Si estás auto-realizado,
entonces sabes que tu Ser es omnipresente y sólo puedes ver amor, paz, armonía
y felicidad en todo el mundo. La elección es tuya. La única libertad que tienes en
este planeta, en este universo, es tomar la decisión de ir hacia adentro y no
reaccionar ante cualquier condición.
Todo lo demás acerca de ti está predestinado. Todo lo demás acerca de ti
es prarabdha karma. Incluso cuando levanto mi mano así, es kármico. Pero,
¿qué tengo yo que ver con mi mano? Yo no soy mi mano, no soy mi cuerpo, no
soy mi mente, yo-soy lo que yo-soy. La conciencia absoluta, la inteligencia pura,
la realidad absoluta, el Parabrahman, el nirvana. Yo soy ilimitado, yo soy
innacido, yo soy inmortal. El agua no puede ahogarme y el fuego no puede
quemarme. Esa es mi verdadera naturaleza. Encuentra tu verdadera naturaleza
amigo mio y siempre serás feliz. Om shanti.
Creencias y predeterminación
Robert: Qué bien estar de nuevo con ustedes, los días pasan muy rápido. Los
años pasan volando. Tu vida pasa volando. Antes de que te des cuenta estarás
fuera de tu cuerpo y ¿dónde estarás? ¿Dónde estarás? Esto está determinado por
lo que sabes. Si sabes quién eres, no estarás en ninguna parte. Si piensas que
sabes quién eres, estarás en alguna parte. A dónde vamos depende de nuestros
pensamientos. La mente es la misma, incluso después de la así llamada muerte.
Tus pensamientos determinan adónde vas.
Por ejemplo: Si crees en el cielo y el infierno. Si crees en el infierno más que en
el cielo, te encontrarás después de salir de tu cuerpo en una situación infernal.
Pero tú has creado esa situación. Nadie te envía allí. No hay nadie que te envíe a
ningún lugar. Tú creas el lugar al que vas por lo que sabes. Si crees que mereces
ir al cielo te encontrarás en un lugar celestial. Pero eso es sólo por un corto
tiempo. Entonces la ley del karma se hace cargo y te lleva donde se supone que
debes estar. Puedes encarnar en este planeta de nuevo. O puedes ir a un planeta
diferente.
Por lo tanto, la persona inteligente, no quiere ir a ninguna parte. La persona
inteligente nunca muere. Porque la persona inteligente nunca ha nacido. No hay
ningún lugar adónde ir y no hay nada que hacer. Simplemente te fundes en la
consciencia. Te conviertes en consciencia. Te conviertes en omnipresencia y
siempre eres feliz.
Por lo tanto, para un Jñani no hay nacimiento y no hay muerte. No hay un venir y
no hay un ir. No hay absolutamente nada. Pero la nada a la que me refiero se
llama consciencia-dicha. La nada a la que me refiero es, tú no pierdes tu
individualidad, tu individualidad se expande y te vuelves omnipresente.
Ahora puede que hagas la pregunta, "¿Cómo puede la individualidad de cada uno
expandirse de la misma manera? ¿Entonces habrá miles de millones de
individualidades?" ¡No! Sólo hay una individualidad y ésta es el Ser (Sí mismo).
Y ésta eres tú. Tú eres la realidad última. Pero ahora mismo con tu mente finita
es difícil que lo comprendas. Es por eso que tienes que entender que tú no eres tu
cuerpo-mente fenoménico. En cuanto te deshaces del concepto de cuerpo-mente,
eres libre.
Por lo tanto, trabaja en ti mismo. El sadhana espiritual que haces, es simplemente
despertar. Despertar al Ser, a la realidad una. En la realidad una puedes tener un
cuerpo o no tener un cuerpo, no hay diferencia. Pero incluso si tienes un cuerpo,
realmente no tienes un cuerpo. El cuerpo sólo aparece al no-Jñani. Parece como
si el Jñani tuviera un cuerpo. Parece como si el Jñani estuviera haciendo algo.
Pero el Jñani no hace nada. El Jñani está inmerso en la consciencia y se ha
convertido en el Ser, la realidad total, la inteligencia pura, la conciencia absoluta,
el sat-chit-ananda.
Muchas personas me hacen esta pregunta, así que lo que voy a hacer es haceros
la pregunta y la pregunta es la siguiente: "Si es cierto que todo está
predeterminado, es decir, cuando levanto mi brazo de esta manera, eso ha sido
predeterminado. Si esa es la verdad, ¿qué importa lo que yo haga? ¿Qué pasa si
yo mato a alguien o engaño a alguien o robo a alguien? ¿Qué diferencia hay si
como carne o no? Si todo está predeterminado lo voy a hacer de todos modos.
¿Por qué tengo que comportarme? ¿Quién me lo puede decir? Desde las
enseñanzas, ¿quién me lo puede decir?
¿Cuál es la respuesta, adivinen?
SA: ¿Se puede decir que retrasa el despertar porque crea más karma negativo
que tiene que ser experimentado?
R: Es cierto, estás en el camino correcto. ¿Más respuestas?
SK: ¿Por lo que haces ahora, estás creando un karma futuro o predestinado, por
así decirlo?
R: ¿Pero si todo está predestinado, qué diferencia hay?
SK: No lo sé, no necesariamente acepto lo que dices, literalmente, en ese nivel.
R: ¡Fuera! (Risas) Bueno me alegro de que no te vayas.
SE: Tu castigo también está destinado, eso también. Si matas entonces las
consecuencias también están ahí, la sociedad te mata. Realmente no importa de
una manera u otra.
R: De acuerdo. ¿Alguna otra respuesta brillante?
SR: Sólo puede no haber diferencia si sabes que no hay diferencia, pero si no
sabes que no hay diferencia, si estás bajo los límites o la ilusión de que hay
karma habrá una diferencia.
R: Esa es la respuesta, tienes razón, exactamente. Si tienes la consciencia de un
Jñani esa pregunta nunca aparece. Es sólo para el ajñani (no-Jñani), que surge
esa pregunta. Porque el ajñani está sujeto a las leyes del karma, Ishvara. Es
Ishvara quien reparte el karma. Siempre y cuando creas que eres la consciencia
del cuerpo-mente, estás bajo las leyes del karma. Y todo lo que le hago a él,
viene a mí. Tengo que pagar por todo. Todo lo que haga a otra persona siempre
vuelve. Así que el ajñanipromedio, el no-Jñani o la persona promedio, siempre
están acumulando karma, simplemente reaccionan. Por eso, la única libertad que
tienes es comprender que tú no eres el cuerpo y guardar silencio o no reaccionar
ante cualquier condición. Pero eso no es sólo físico, es mental.
Hay muchas personas que se sientan en una postura de meditación durante días,
pero su mente va de acá para allá. La mente nunca se detiene. La mente no sabe
la diferencia entre el cuerpo actuando o el cuerpo no actuando. La mente se
mueve por los mismos pensamientos que tienes. Es sólo cuando los
pensamientos paran, cuando cesan, que la mente deja de moverse. Y cuando la
mente deja de moverse, todo el karma cesa. Cuando no hay karma estás fuera de
la jurisdicción del Señor del karma, Ishvara. Ishvara ya no tiene ningún poder
sobre ti. Te has convertido en Ishvara y no estás bajo ninguna ley. Así que no
hay nada que puedas hacer y eres libre. Ya no hay nacimiento ni muerte para ti.
Ya no hay ningún ir y venir. Tus acciones se convierten en acciones sin valor, ya
que la acción sólo es vista por el ajñani. En realidad, el Jñani no realiza ninguna
acción.
En otras palabras, todo lo que vemos es una ilusión óptica. Esto es por lo que el
mundo es una broma, una broma cósmica. Porque lo único permanente en el
mundo es el cambio. Todo cambia continuamente en este mundo, sobre todo tus
pensamientos. Tú ya lo sabes, un minuto estás pensando una cosa y al minuto
siguiente estás pensando en otra cosa. Y de alguna manera, si quieres encontrar
la libertad y la liberación en esta vida, tienes que ralentizar tu mente y parar tus
pensamientos. Son tus pensamientos los que te mantienen en la esclavitud. La
única cosa en que tus pensamientos piensan, es en el pasado y en el futuro. Pero
de alguna manera tienes que llegar a estar centrado en el momento y llegar a ser
totalmente espontáneo.
Sé que parece una especie de locura cuando se piensa en ello. Porque te dices a ti
mismo: "Bueno, ¿no tengo que planificar mi futuro? ¿No tengo que aprender las
lecciones de mi pasado? ¿No tengo que trabajar hacia mi meta, lograr algo en
este mundo?" Todas estas son tendencias humanas. Suena muy lógico cuando se
piensa en ello. Pero date cuenta de lo que he dicho, "¡Cuando se piensa en ello!"
Ahora, ¿qué crees que pasaría si no tuvieras pensamientos? Puedo asegurarte que
tu vida sería mejor de lo que nunca ha sido en el mundo. Tendrías una vida mejor
que la que has tenido en tu vida.
Tomemos ese árbol de ahí afuera. Ese árbol no puede pensar y, sin embargo, ha
estado aquí quizás durante cientos de años. Todas las hojas se caen y crecen
nuevas hojas. Tomemos una semilla, una semilla de rosa. Si una semilla de rosa
fuera capaz de pensar como nosotros, probablemente diría algo como esto:
"¿Quieres decirme que me voy a convertir en una hermosa rosa? Eso parece
imposible. Yo soy solamente una pequeña semilla. ¿Cómo puede una semilla
convertirse en una rosa? No parece lógico". Por esos mismos pensamientos, la
semilla se destruiría a sí misma. Nunca se convertiría en una rosa. Pero como no
puede pensar se convertirá en una rosa según las leyes de la naturaleza.
En el mismo caso, cuando piensas, ¿qué es lo que piensas? Piensas en tus
comodidades corporales. Piensas en comida, alojamiento, trabajo y dinero, salud
y lo que sea. Son esos mismos pensamientos los que te mantienen alejado de tu
mayor bien. Si fueras capaz de parar tu mente de pensar, un poder misterioso se
haría cargo de todo y descubrirías que por no pensar estás en una mejor posición
como nunca has estado en tu vida. Pero cada vez que piensas te preocupas, ¿no?
Te preocupas por el futuro. Te preocupas por la crueldad del hombre hacia el
hombre. Te preocupas si tu relación va a durar. Si vas a ser despedido de tu
trabajo. Si esto va a suceder, si aquello va a suceder. Esos mismos pensamientos
causan que esas cosas sucedan.
Por lo tanto, te corresponde a ti girar la mente dentro de sí misma. Cuando la
mente se vuelve hacia sí misma, reposa automáticamente en el centro del
corazón y el centro del corazón no es más que la consciencia. La consciencia es
tu verdadera naturaleza. La consciencia es omnipresencia. Entonces te conviertes
como en una pantalla gigante. Una pantalla de cine universal gigante. Y todas las
imágenes del mundo y el universo se superponen sobre ti. Despiertas al hecho de
que eres la pantalla y la pantalla es la consciencia o pura conciencia. Y te das
cuenta de que todo es una proyección de tu mente. Que todo es el Ser. Y puedes
decir sinceramente: "Todo lo que contemplo es el Ser y yo soy eso".
La experiencia de Robert
Robert: Pregúntate: "¿Qué estoy haciendo aquí en este satsang?" ¿Por qué has
venido? Pregúntate a ti mismo. ¿Has venido a observar al orador, para
compararlo con otros oradores, o estás cansado de juegos y quieres ponerte
manos a la obra? ¿Cuál es la verdadera razón por la que vienes esta noche? ¿No
tienes otro sitio a dónde ir? ¿Has visto todas las películas, todos los programas de
televisión? ?¿Buscas una nueva cara? Pregúntate a ti mismo.
Tu vida es muy corta. ¿Qué estás haciendo con ella? A menos que despiertes en
esta vida, volverás una y otra vez, y seguirás jugando este juego una y otra vez,
hasta que llegue el día cuando despiertes. La única libertad que tienes es volverte
hacia adentro y no reaccionar a las condiciones.
Por lo general yo no hablo de mí mismo, pero recibí una llamada interesante hoy
de una mujer de Santa Cruz que me dijo: "Robert, si no dices algo sobre ti
mismo, nadie sabrá de dónde vienes. Ellos pensarán que has sacado esta
información de un libro o de otro maestro. No sabrán que viene directamente del
Ser". Así que pensé en esto, y durante unos minutos voy a hablar de mi vida
hasta la edad de catorce años.
Nací el 21 de enero en Manhattan, Nueva York. Desde el principio, y desde que
tengo uso de razón, cuando estaba en mi casa, un pequeño hombrecillo —de
unos dos pies de alto— con una barba gris y el pelo blanco solía aparecerse
delante de mí en el otro extremo de la cuna, y hablaba algo que era un galimatías
para mí. Pensaba que esto era normal y que todo el mundo tenía esta experiencia.
Por supuesto, siendo un niño no entendía nada de lo que decía. Fue sólo después
de unos años, cuando empecé a leer libros que me di cuenta de que esa persona
era Sri Bhagavan Ramana Maharshi. Se estuvo apareciendo ante mí hasta que
tuve unos siete años de edad, y luego se detuvo.
Entonces me pasó algo muy interesante. Siempre que quería algo, un caramelo,
un juguete, y decía el nombre de Dios tres o cuatro veces, aparecía de alguna
parte. Por ejemplo, si quería una barra de chocolate decía: "Dios, Dios, Dios";
alguien me lo traería o vendría de algún lugar. Cuando fui a la escuela no solía
estudiar. Cuando teníamos un examen decía, "Dios, Dios, Dios", y las respuestas
venían. Una vez quise tocar el violín y mi madre me dijo que sería muy difícil
para mí tocarlo, así que no me iba a comprar uno. Entonces dije: "Dios, Dios,
Dios", y unas horas más tarde apareció mi tío, que yo no había visto en cinco
años, y me trajo un violín. Pensó que necesitaba un violín. Y esto continuó
mientras yo iba a la escuela.
Cuando tenía catorce años, ocurrió un fenómeno extraño. Estaba en mi clase de
secundaria. Había alrededor de treinta y cinco niños. El nombre de la profesora
era la Señora Riley. Ella pesaba trescientas libras, y cuando se enfadaba solía dar
saltos arriba y abajo, así que por supuesto solíamos hacerla enojar. Lo que hice
una vez fue pedir prestado una horquilla a una niña. Había una bisagra en la parte
trasera de su asiento. Metí la horquilla en la bisagra y producía un sonido agudo
que la volvía loca. Ella no sabía de dónde venía el ruido y saltaba arriba y abajo,
un fenómeno muy interesante.
De todos modos, era el final del trimestre, y estábamos haciendo los exámenes
finales. Entonces tenía un examen de matemáticas. Nunca lo estudié, por lo que
no sabía nada. Así que dije: "Dios, Dios, Dios". En lugar de venir las respuestas,
la habitación se llenó de luz, una luz brillante, mil veces más brillante que el sol.
Fue como una bomba atómica, la luz de la bomba, pero no era una luz ardiente.
Era un hermoso resplandor, brillante y cálido. Sólo de pensar en eso ahora me
hace detener y maravillarme. Toda la habitación estaba inmersa en la luz, todos,
todas las cosas. Todos los niños parecían ser miríadas de partículas de luz, y
luego me vi a mi mismo fundiéndome en una especie de ser radiante, de
consciencia. Me fundí en la consciencia. No fue una experiencia fuera del
cuerpo. Una experiencia fuera del cuerpo es cuando el alma abandona tu cuerpo.
Esto era completamente diferente. Me di cuenta de que yo no era mi cuerpo. Lo
que parecía ser mi cuerpo no era real. Y fui más allá de la luz en la pura
consciencia radiante. Me volví omnipresente. Mi individualidad se había
fusionado en pura dicha absoluta. Me expandí, me convertí en el universo. La
sensación es indescriptible. Era una dicha total, alegría total.
Lo siguiente que recuerdo es que la profesora me sacudía. Todos los estudiantes
se habían ido. Yo era el único que quedaba en la clase. La profesora me sacudía,
y regresé a la consciencia, la consciencia humana. Ese sentimiento nunca me ha
abandonado.
Ahora, ¿qué tiene esto que ver contigo? Todo, porque cuando yo digo: "Tú eres
la realidad absoluta, la dicha absoluta", cuando digo "todo esto es el Ser y yo soy
eso", yo-soy abarca a todo el mundo, a todas las cosas. "Yo soy eso" abarca a
todo el universo. Yo soy eso, la inteligencia pura, la realidad última, sat-chit-
ananda, Parabrahman. Estoy hablando desde mi experiencia. La muerte se
convierte en una broma, no existe tal cosa. Tu verdadera naturaleza es la
inmortalidad. Tu verdadera naturaleza es la pura felicidad, la unidad última. Esto
es lo que realmente eres. Despierta a eso y sé libre.
¿Cómo despiertas? Bueno, en realidad, ya estás despierto, pero estás soñando y
no lo sabes. Es como cuando vas a dormir y sueñas que hay un terremoto. Todo
el mundo está muriendo a tu alrededor, y yo vengo y te digo: "Esto no es real.
Estás teniendo un sueño, ¿no lo sabes?" Y me dices, "Estás loco, Robert. Esto no
es un sueño, esto es real. ¿No puedes ver el terremoto? ¿No ves a la gente morir
a tu alrededor?" Pero yo digo: "¡No, es un sueño!" Te niegas a creerme.
Entonces, de repente, te despiertas, te encuentras en este mundo. La única
diferencia entre este mundo y el mundo del sueño es que este mundo dura un
poco más de tiempo, pero es un sueño. El mundo no es real por sí mismo.
La realidad última, la inteligencia pura, el vacío, el espacio —esa es la realidad.
Es como una pantalla gigante que ocupa todo el universo. Esa pantalla es la
consciencia, y todos los mundos, los planetas, los soles, las personas, son las
imágenes de la pantalla. Si la pantalla no existiera, no podría haber ninguna
imagen. Por lo tanto, no puedes decir que las imágenes son reales. Ellas sólo son
reales mientras persista la pantalla. Pero si se quita la pantalla no hay lugar para
mostrar las imágenes. De la misma manera, tu verdadera naturaleza es la
consciencia, la consciencia pura. Tu cuerpo se superpone sobre la consciencia.
Has cometido el error de identificarte con el cuerpo y la mente. Por lo tanto, el
cuerpo y la mente parecen controlar tu vida. Pero tan pronto como cambias de
identidad, tan pronto como empiezas a identificarte con la consciencia, todo
cambia para ti. Te vuelves feliz, pacífico, alegre, dichoso. Sucede por sí mismo.
Todo lo que tienes que hacer es cambiar de identidad, identificarte con la
realidad.
¿Cómo haces eso? Cada imagen que viene a tu mente, niégala. Te das cuenta de
que no es la verdad, y hazte la pregunta, "¿A quién viene? A mí". Aférrate a ese
"mí". Encuentra la fuente del mí. La fuente del mí no es otra que tu Ser. Una vez
que realizas la identidad y despiertas a tu Ser, todos tus problemas se han
acabado.
Piensa en los problemas que estás pensando en estos momentos. ¡Piensa! ¿Quién
tiene un problema? Tu verdadero Ser no puede tener un problema, porque es
consciencia y bienaventuranza. El problema viene para el ego. Sólo el ego tiene
un problema, nada ni nadie más. Todo lo demás es libre, feliz, sin problemas.
Descubre quién eres, descubre tu Ser. Salta dentro de ti mismo. Sé tu Ser. Sé
libre.
Nada existe como parece, nada. Todo es consciencia, y todo es una imagen
superpuesta en la consciencia. Todos tus pensamientos, todo lo que pasa por tu
mente, no tiene ninguna base, ninguna causa, ningún ego. Todo lo que ves es una
proyección de tu propia mente. Puedes poner fin a esa situación mediante la
búsqueda de la fuente de tus pensamientos. ¿De dónde vienen tus pensamientos?
Averígualo. Vete a tu interior. Pregúntate a ti mismo.
Comienza por la mañana en cuanto salgas de la cama. Presta atención a tus
pensamientos. Observa lo que estás pensando. Observa lo que estás haciendo.
Sea lo que sea que viene a tu mente, hazte la pregunta, "¿A quién viene? Yo
pienso esto". Sigue al yo-pensamiento hasta la fuente. Aférrate al yo y espera.
No hagas nada. No hagas absolutamente nada. Quédate quieto. Cuando venga
otro pensamiento, utiliza el mismo procedimiento. "¿A quién viene esto? ¿A mí?
¿Quién soy yo?" Sigue al yo-pensamiento hasta la fuente. No hagas nada.
Permanece en el silencio. No trates de analizar nada. No trates de llegar a
ninguna conclusión. Si tu mente se pone a argumentar, pregúntate: "¿Quién está
argumentando? Yo soy". Todo pertenece al yo. Todo el universo está unido al
yo. Cuando encuentras la fuente del yo, todo lo demás desaparece. Encuentra la
fuente del yo y sé libre.
La vida es realmente simple. ¿Por qué hacerla complicada? ¿Por qué permites
que todos tus pensamientos te controlen, te controlen, te controlen? ¿Por qué te
entregas a tus pensamientos? Si quieres ser libre, tienes que dejar de pensar,
completamente, totalmente. Cuando tus pensamientos vienen a ti, no importa lo
que te digan, tienes que preguntarte, "¿A quién vienen estos pensamientos?
¿Quién les da nacimiento? ¿Yo lo hago? Bien, ¿quién soy yo?" No permitas que
tus pensamientos sean tu Maestro. Lo que tú llamas realización es sólo la mente
vacía. Cuando tu mente está vacía todo sucede por sí mismo. La Realidad
resplandece. Cuando tu mente está llena de basura, te conviertes en beligerante,
arrogante, salvaje, y no tienes paz. Así que obsérvate a ti mismo, vigila tus
pensamientos. Mira adonde te llevan. Toma su control, y sé libre.
Yo no soy un orador, no doy discursos, no doy sermones. Sólo estoy aquí a
vuestra disposición. Por lo tanto, si hay alguna pregunta, estaré encantado de
responder si puedo. Sed libres de hablar de cualquier cosa que queráis sobre la
vida espiritual...
Todo es un sueño
Robert: Siempre llevo a mi perro a dar un paseo por la mañana y me voy al
parque, donde me encuentro con gente interesante. Hay una pequeña anciana que
pasea en el parque conmigo de vez en cuando. Tiene bastantes inclinaciones
espirituales, y tenemos discusiones. Esta mañana me hizo una pregunta muy
interesante, vamos a centrarnos en eso.
Ella me preguntó: "Robert, dices que el mundo son fenómenos y está en continuo
cambio, cambio, cambio. Y también dices que la consciencia es la realidad, el
sustrato de la existencia. Entonces, podemos afirmar que el mundo está
cambiando porque podemos verlo, pero ¿cómo podemos confirmar la
consciencia? ¿Cómo sabemos que no está cambiando?" Y pensaba que era una
pregunta muy interesante. Ahora sabes que tú existes, ¿verdad? Todo el mundo
es consciente de su propia existencia. Cuando vas a dormir, y estás en el estado
de sueño profundo, todavía existes, pero el mundo no.
Y en lo que a ti respecta, el mundo sólo existe cuando estás despierto. Pero en
cuanto te vas a dormir, el mundo ya no existe para ti, y estás en un estado de
sueño sin sueños. El estado de sueño sin sueños es como Jñana, auto-realización,
excepto que tienes consciencia. Pero no se puede negar que existes, porque
cuando te despiertas dices: "Yo dormí bien".
El estado de sueño sin sueños es como una persona que ha muerto. Te da una
idea de lo que sucede cuando te mueres, por así decirlo. Estás en un estado de
sueño sin sueños, y por lo general permaneces así durante doscientos o
cuatrocientos años, tiempo de la tierra, antes de hacer cualquier otra cosa. Así
que el primer estado de consciencia es el sueño sin sueños y tú existes en el
sueño sin sueños.
Y tú también existes cuando sueñas. Echa un vistazo a tus sueños. Una persona
sueña que está casado, y su esposa tiene cáncer. Ella se está muriendo de cáncer.
Y ambos vienen a verme. Él dice: "¿Qué debemos hacer? Mi esposa ha tenido
diez operaciones, y se muere de cáncer".
Y yo digo: "Lo única cosa apropiada que hacer es volverse hacia el interior, y no
reaccionar ante ello, porque todo está determinado antes de nacer." Ellos me
miran y dicen: "Eso no es una respuesta práctica. Queremos algo práctico".
Y yo digo, "Eso es lo mejor que puedo hacer. Es un sueño. Anímese. Va a
despertar pronto". Pero eso no es lo suficientemente bueno para ellos, que están
atrapados en un sueño.
Ahora recuerda, estás soñando el sueño, todo está sucediendo en el sueño. En tu
sueño hay un cielo, hay flores, hay luna, hay personas, igual que en el mundo. Y
el sueño parece ser externo a ti, pero si investigas, verás que el sueño está
teniendo lugar en tu mente. Mientras estés soñando todavía existes como el
soñador.
Y en el sueño alguien se te acerca y te dice: "Mira, va a haber una recesión. Va a
haber una quiebra bancaria". Y tienes dinero invertido en acciones y bonos,
planes de jubilación y todo lo demás. Todo está a la baja. Tú preguntas: "¿Qué
debo hacer?"
Los dos deciden: "Vamos a ir a ver a Robert". Así que vienes a verme, y yo digo:
"Bueno, puedes hacer dos cosas. Puedes coger tu dinero y vamos a construir un
gran ashram para ayudar a otros a ver la verdad de que es sólo un sueño o dar
todo a los pobres, a los sin techo, y no tendrás ningún problema". Así que ambos
dicen "¿Qué? ¿Estás loco?"
Esa es una reminiscencia de una historia de Jesús. Si recuerdas la historia de
cuando Nicodemo fue a ver a Jesús. Nicodemo era un fariseo muy rico. Le daba
vergüenza ir a escuchar a Jesús, porque los de su clase nunca escuchaban nada de
esas cosas. Nunca salían, eran unos snobs. Una noche oscura él se escapó, y se
acercó a Jesús y le dijo: "Maestro, ¿qué debo hacer para entrar en el reino de los
cielos?" (Entrar en el reino de los cielos significa simplemente estar auto-
realizado.) Y si recuerdas, Jesús dijo: "Entrega todos tus bienes a los pobres, y
sígueme". Nicodemo no podía manejar eso y se fue. Y ese fue el final de eso.
Así que volvamos al sueño, y les decimos a las dos personas: "Esto es sólo un
sueño, ¿no lo veis? No os lo toméis tan en serio". Ambos se van. Entonces
alguien más viene a mí en un sueño, y dice: "Robert, tengo mucha rabia dentro
de mí. No confío en nadie. No tengo amigos. Me siento inferior y tengo una
autoestima muy baja. ¿Qué debería hacer?"
Y yo le digo, "Vuélvete hacia tu interior, y serás libre y liberado, porque todo es
un sueño". Y él dice: "No puedo hacer eso, quiero una respuesta práctica". Y se
va. Así que estás aquí teniendo un sueño todo este tiempo, pero luego te
despiertas, y todo se ha ido. Esto nunca ocurrió. Tu esposa nunca tuvo cáncer.
Nunca hubo una recesión. Y nunca estuviste furioso. Pero aún existías mientras
estabas teniendo un sueño.
Conque existías durante el sueño profundo sin sueños, y existías durante el
sueño, y ahora estás despierto, y aún existes. Así que ya ves que la parte de ti que
existe es permanente. Se trata del Yo-soy, el Ser. Es la consciencia. Todo lo
demás es ilusión, viene y va. Siempre está cambiando, cambiando, cambiando.
Tú eres real, lo que pareces ser es falso. Identifícate con lo real, no con lo falso.
No aceptes nada que veas como realidad. La única libertad que tienes es volverte
hacia el interior, y no reaccionar ante cualquier condición, y estarás a salvo.
Algún día despertarás de este sueño, porque esto es también un sueño, y serás
libre.
Así que vamos a hablar de ti. Mira todos los problemas que piensas que tienes.
¿De dónde vienen? ¿Cómo llegan? ¿Por qué estás molesto por ellos? Piensa en
todas las posesiones que tienes miedo de perder. Piensa en todas las
enfermedades que piensas que vas a coger, o que crees que tienes. Miras al
mundo y te vuelves enfermo porque no te gusta lo que ves. Tienes que
preguntarte: "¿Para quién es el mundo? ¿Para quién son estos problemas? ¿Para
quién es el enojo? ¿Soy yo realmente el hacedor? ¿Soy el cuerpo? ¿Soy la
mente? ¿Qué soy yo?" Pregúntate a ti mismo.
Ahora bien, ¿cómo piensa un Jñani? Te lo puedo decir. Supongamos que hay un
hombre, es un Jñani, él es el gerente de un banco. Tiene dos hijos que los ama
mucho. Un día, los dos hijos van a Nueva York en avión y el avión se estrella.
Los dos hijos mueren. Él se encarga de los preparativos del funeral, va al
entierro, y cuando todo ha terminado vuelve a trabajar como si nada. Su esposa y
sus amigos y familiares se acercan a él, y lo miran y dicen: "Eres un cabrón sin
corazón, ¿cómo puedes tratar a tus hijos de esa manera? ¡Ellos te amaban tanto, y
tú los amabas! Parece que no te importa que hayan muerto. Nunca has derramado
una lágrima. No estabas acongojado en el funeral. ¿Cómo puedes ser así?" Y él
sonrió y dijo: "Sentaos conmigo. Dejadme que os explique", "Un día antes de
esto tuve un sueño y en ese sueño, yo era un rey, y estaba casado con una
hermosa princesa. Tuvimos seis hijos encantadores. Yo solía ir a cazar y pescar
con ellos, y realmente nos amábamos mucho. Entonces un día hubo un huracán,
y los seis de mis hijos murieron. Pero entonces me desperté!" Así que mi
pregunta para vosotros es: "¿Por quién debo llorar? Por los dos hijos que
murieron en este sueño, o por los seis hijos que murieron en el pasado sueño?"
Así es como un Jñani ve las cosas.
¿Qué piensas de esto? No tenía nada que ver con ser cruel. Esto no tenía nada
que ver con no tener compasión. Hay una gran compasión, pero hay una
sabiduría más profunda, un conocimiento más profundo. No hay tal cosa como el
nacimiento, y no hay tal cosa como la muerte. Nadie nace, nadie muere, y nadie
prevalece en medio. Nada de lo que aparece, existe. Sólo el Ser existe. Y todo
esto es el Ser, y Yo soy eso.
Tú eres la realidad absoluta, la unidad final. Tú eres la consciencia, el vacío, sat-
chit-ananda. Esa es tu verdadera naturaleza. ¿Por qué no morar en ella, y ser
libre? ¿Por qué pensar en otras cosas? Incluso mientras estoy hablando con
vosotros, algunos de vosotros estáis pensando en otras cosas. No lo podéis evitar.
Es la fuerza de la costumbre.
Vacía tu mente. Quédate en silencio, y todo sucederá por su propia cuenta. No
hay nada realmente que tengas que hacer, sólo estar en silencio, quieto.
Permanece en silencio y conoce que Yo soy Dios. Yo-soy como el Ser. El Ser es
omnipresente. Esto significa que todo el mundo, y todas las cosas, tanto sensibles
como insensibles, es Dios, o la consciencia. Acepta eso y sé libre.
¿Por qué pensar en otras cosas? ¿Por qué preocuparse por tu cuerpo o tu mente, o
el mundo? ¿Por qué preocuparse por uno mismo? Deja de tratar de resolver
problemas. Esto no significa que no vas a hacer nada, porque como te he dicho
tantas veces, tu cuerpo va a realizar los actos que vino a hacer aquí. Si está
destinado a ser un contable, vas a ser un contable. Si está destinado a ser un
predicador, serás un predicador. Si está destinado a ser una persona sin hogar,
serás una persona sin hogar. Pero tú no tienes nada que ver con eso en absoluto.
Porque tú eres el Parabrahman, la realidad absoluta, y no tienes absolutamente
nada que ver con el funcionamiento de tu cuerpo o tu mente.
Deja que tu mente diga y piense de la forma que quiera, solamente no te
identifiques con ella. Deja que tu cuerpo haga lo que debe, pero no reacciones a
él. Todo sucederá por su propia cuenta, cuando dejas que tu mente piense por su
propia cuenta, los pensamientos comienzan a disiparse, y pronto tienes una
mente vacía. Una mente vacía es consciencia, realización. Eso es todo lo que
tienes que hacer - tener una mente vacía. Pero siempre y cuando creas que "yo
soy el hacedor", y te esfuerces por tener una mente vacía, nunca lo harás, porque
el esfuerzo hace la mente más fuerte. Más bien, observa tus pensamientos,
observa a la mente pensando, y déjala sola. No te identifiques con tus
pensamientos, o con tu cuerpo, porque en realidad no hay cuerpo y no hay
pensamientos, porque sólo hay el Ser, y tú eres eso.
Todo está bien, y todo se desarrolla como debe. No hay errores. Nunca se ha
cometido ninguno, ninguno se está cometiendo, y ninguno jamás se cometerá.
Todo es percepción. Es la forma de percibir las cosas. Por ejemplo, cuando me
miráis, ¿qué veis? Si se lo pregunto a cada uno de vosotros me daréis siete, ocho,
nueve respuestas diferentes, pero la verdad es que os estáis viendo a vosotros
mismos. Yo soy simplemente un espejo de vuestro propio reflejo, pero soy un
espejo autosuficiente. Así que todo esto está teniendo lugar como una imagen en
mí mismo. Todas las experiencias de la vida son imágenes en la pantalla de la
eternidad. La pantalla es real. Las imágenes cambian. La consciencia es la
pantalla. Cuando te identificas con la consciencia te vuelves la consciencia.
Cuando te identificas con la imagen intensificas la imagen, y te preocupas, y te
inquietas, y tienes miedo y tienes todo tipo de experiencias.
Tan pronto como comienzas a identificarte con la realidad, con la consciencia,
todo miedo te abandona, toda duda desaparece, todo falso pensamiento se va, y
te vuelves libre. Pero esa es la única elección libre que tienes. Todo lo demás ha
sido predeterminado.
La libre elección de nuevo es: ¿con qué te vas a identificar, con la imagen o con
la pantalla? Si te identificas con la consciencia ya nunca vas a reaccionar a las
condiciones, porque comprendes que todas las cosas duran un breve periodo de
tiempo, y luego desaparecen. Por consiguiente nada te irrita, nada te altera, nada
te incomoda, porque ahora estás apareciendo sólo como una imagen y pronto
desaparecerá.
Mira este planeta que ha estado aquí por miles de millones de años. Han habido
civilizaciones en este planeta durante miles de millones de años, y vienen y se
van. Tuvimos civilizaciones en este planeta que aventajaron nuestra existencia
hoy. Todos se fueron, ni rastro. A decir verdad, hace un par de años han habido
unas excavaciones en Egipto de una ciudad que fue enterrada hace unos 5.000
años. Lo único que queda es una señal. Han descifrado la señal y decía: "Mi
nombre es Rey fulano-de-tal, y esta es mi ciudad que perdurará para siempre".
Así que hoy pensamos que vamos a hacer de este un mundo mejor en el que
vivir, y vamos a salvar al mundo, y así sucesivamente. El mundo tiene su propio
karma colectivo. Está pasando por una fase. Tu trabajo consiste en salvarte a ti
mismo. Si te encuentras en un edificio en llamas, no te paras a admirar los
cuadros en la pared, sino que sales del edificio lo más rápido que puedas. Por lo
tanto, cuando sabes que tienes poco tiempo en esta existencia no te paras a jugar
los juegos de la vida, tratas de encontrarte a ti mismo y volverte libre lo más
rápido que puedas.
No hay problemas
Robert: Buenas noches. Es bueno estar de nuevo con ustedes, y sé que algunos
de ustedes no pueden esperar hasta que empiece a hablar, pero os digo en verdad,
que es en el silencio donde se recibe el mejor mensaje. El silencio es otro
nombre para Dios. Quietud es un nombre para la consciencia, la paz. Todo se
encuentra en el silencio, no tanto en las palabras, en la quietud. Deberían tratar
de estar en silencio durante todo el tiempo que puedan, especialmente cuando
están en casa. Traten de sentarse en el silencio y la tranquilidad durante todo el
tiempo que puedan. Es en el silencio donde recibirán el mensaje. Es en el
silencio donde la conciencia pura se revela. Nunca tengan miedo de sentarse en
el silencio. Es su mayor baza.
Recibo muchas llamadas telefónicas. Una de las peticiones más frecuentes que
recibo es cómo resolver problemas personales. Tuve una esta mañana, una
llamada telefónica. Y esta persona tenía tantos problemas, a pesar de que había
estado meditando desde hace veinticinco años todavía tiene problemas. Sólo hay
una forma de eliminar todos los problemas. No importa lo grande que pueda ser
el problema. No importa qué tan grave creas que es. Hay una manera de eliminar
todo. Y esa manera es darse cuenta de que "yo no soy el hacedor". En otras
palabras, el problema no tiene absolutamente nada que ver contigo, aunque lo
parezca, es sólo una apariencia.
¿Qué es un problema realmente? Un problema es algo que no va como tú
quieres. El mundo no gira de la manera que tú quieres, eso es un problema. Las
cosas no están yendo en la dirección que te gustaría o que las cosas están
ocurriendo sin que tengas el control, por lo tanto crees que tienes un problema.
Pero si te fijas en cualquier individuo de esta tierra, el problema de unas personas
normalmente no es el problema de otras personas.
¿De dónde vienen estos problemas? Se nos ha dicho lo que es bueno y lo que es
malo, así que si no tenemos lo bueno que pensamos que deberíamos tener,
tenemos un problema. Pero en realidad, nada es bueno y nada es malo, sino que
el pensamiento lo hace así. Por lo tanto, si te deshaces de tu mente, no tendrás
ningún problema. El principal aspecto de nuestra enseñanza es aniquilar la mente
y el ego. Cuando la mente y el ego son trascendidos un poder misterioso se hace
cargo y cuida mejor de ti de lo que podrías hacer tú mismo. Pero antes, la mente
y el ego tienen que irse.
Es difícil para la mayoría de los estadounidenses hacer este tipo de cosas porque
se nos ha enseñado a utilizar la mente. La mente lo es todo y la mayoría de
ustedes creen que si no usan la mente serán como vegetales.
Por el contrario, ¿qué es la mente? Es sólo un conglomerado de pensamientos del
pasado y del futuro. Por lo general, te preocupas por el pasado y tienes miedo del
futuro. Porque la mente nos presenta todo tipo de cosas, no sólo de esta vida,
sino de experiencias de vidas pasadas, samskaras, tendencias que tienes.
Si comienzas a darte cuenta de que "yo no soy el hacedor" ¿dónde está el
problema? Para empezar, el universo es tu amigo y no puede hacerte daño. El
sustrato de toda existencia es el amor. Por consiguiente, si desarrollas una
consciencia de amor, no habrá problemas, porque el amor cuidará de todo. El
amor es lo mismo que la conciencia absoluta, inteligencia pura. El amor es lo
mismo queParabrahman. Una vez más, es el sustrato de toda existencia. Así que
si tienes suficiente amor no hay problema.
El único problema surge cuando crees que eres humano y piensas que eres el
hacedor, en otras palabras, cuando crees que si no hago esto o aquello algo
terrible va a suceder. Pero de nuevo, el algo terrible es sólo una idea
preconcebida, no es la verdad. Algo terrible es algo que te han lavado el cerebro
para creer. Crees que tienes que vivir de cierta manera y si no puedes vivir de
esta manera, es terrible. Crees que tienes que tener ciertas posesiones, ciertas
cosas en tu vida. Si no las tienes es terrible. Cuando empiezas a comprender lo
que significa "yo no soy el hacedor", te liberas de todos los problemas.
¿Qué quieres decir cuando dices: "Yo no soy el hacedor?" (Y esto es lo que
deberías hacer cada vez que piensas que tienes un problema.) Para empezar,
primero te das cuenta de que todo, y me refiero a todo, estaba determinado antes
de venir a esta tierra. Todo ha sido planeado para ti. Hasta el día en que vas a
dejar el cuerpo. Todo está predestinado. Si aceptas esto y sientes esto, ¿dónde
está el problema? ¿Qué es lo peor que te puede pasar en la vida? Si realmente lo
analizas, no es tan malo. Parece algo malo, pero no lo es. Y recuerda cómo
funciona la apariencia. Es como la serpiente y la cuerda. Un hombre sale de la
bañera en la oscuridad y pisa una cuerda y él piensa que es una serpiente y tiene
un miedo tremendo. Cuando se entera de que es sólo una cuerda el miedo se
disipa así como el problema de tener miedo otra vez.
Así que, en la misma instancia, cuando crees, y crees, y piensas, y piensas que
tienes un problema, es como la serpiente y la cuerda. En realidad no es un
problema, es sólo una idea preconcebida de lo que va a pasar si no consigues lo
que quieres. Porque de nuevo has sido educado para creer que tu vida tiene que
ser de cierta manera, cuando en realidad no tiene por qué ser de ninguna manera.
Por ejemplo, si voy a casa esta noche y me entero de que un ladrón ha robado en
mi casa, y se ha llevado todo de mi casa, ¿es eso un problema? Todo ha sido
predestinado. Esto fue determinado antes de venir a esta tierra en mi cuerpo. No
voy a reaccionar negativamente. No reaccionaré en absoluto. Porque siento que
yo soy el universo y todo está bien. No hay errores. Por lo tanto, bendeciré al
ladrón, no hay problema alguno. Si voy caminando por la calle y un coche se
salta un semáforo en rojo y me golpea, no es culpa del conductor. Todo ha sido
predestinado. Entonces, ¿por qué me voy a enfadar? La cuestión es que todo,
todo lo que te ocurra, ha sido determinado de antemano. No hay nada malo ni
equivocado.
Entonces, ¿cómo debo manejar las cosas? El primer concepto es darte cuenta de
que "yo no soy el hacedor". Cuando te das cuenta de que no eres el hacedor
significa que tu cuerpo está pasando por la experiencia, pero tú no. Lo siguiente
que haces es que te preguntas: "¿Quién está teniendo esta experiencia? ¿A quién
viene? Viene a mí. Siento la depresión. Me siento herido. Me siento mal. Siento
que me han robado o golpeado con un coche. Estoy enfadado. Estoy furioso.
¿Quién es este yo? ¿Cómo puede ser que el yo sea tantas cosas, enfadado,
deprimido, herido, furioso?" Por tanto te aferras a la sensación del yo. Te aferras
a ese sentimiento y lo sigues hasta su fuente. Cuando lo sigues hasta su fuente, la
fuente del yo es siempre la consciencia o conciencia absoluta. Pero ahora, la
única manera de seguirlo hasta su fuente es olvidarte de tu problema, ya que no
puedes hacer dos cosas a la vez.
Por lo tanto, tienes que apartarte resueltamente de tu problema, totalmente lejos
del problema, como si no existiera, y aferrarte al yo. Aférrate al yo que piensa
que tiene un problema. Tan pronto como empiezas a aferrarte al yo, el problema
comenzará a disiparse por sí mismo, y tú comenzarás a reír, lo harás. Porque es
prácticamente imposible que tu Ser real tenga un problema. Porque tu Ser real es
omnipresente, absoluto. Tu verdadero ser es vacuidad, nirvana, inteligencia pura.
Tu verdadero Ser es omnipresente, está presente en todas partes al mismo
tiempo. Cuando comprendes quién eres, nunca nada te molestará de nuevo.
Ahora la gente me pregunta: "Si desarrollo un sentido del yo y lo sigo hasta su
culminación, ¿significa que nunca tendré un problema de nuevo?" Y tengo que
reír cuando la gente me pregunta eso, porque tan pronto como te identificas con
el yo, es el yo el que tiene el problema. Así que cuando dices: "¿Nunca tendré un
problema de nuevo?" estás rechazando tu propio propósito. Porque el yo está
lleno de problemas, no sólo de esta vida, sino de existencias anteriores. El truco
está en seguir al yo hasta su fuente, y entonces el yo desaparecerá totalmente,
completamente, absolutamente. Y cuando el yo desaparece, también lo hace el
problema. En otras palabras, el mundo no cambia, pero tú sí. Tus reacciones
cambian. Al igual que la pantalla y sus imágenes. Cuando llega el momento en
que has trascendido el yo, te conviertes en la pantalla y en las imágenes
mostradas en la pantalla. Lo que significa que el mundo no cambia. Todo en el
mundo se presentará ante ti como siempre lo hace, pero será como el agua en la
espalda de un pato. No estará apegado a ti nunca más. Ahora estarás identificado
con la pantalla, o con el Ser.
¿Estoy siendo claro en esto? En otras palabras, la pantalla y las imágenes son lo
mismo, pero la pantalla es consciente de sí misma y también de sus imágenes, y
no se ve alterada por el tipo de imágenes que muestras. Puedes mostrar un atraco
a un banco que está teniendo lugar en la pantalla, un asesinato que está siendo
cometido, personas haciendo el amor, casas quemándose, guerras estallando.
¿Cómo afecta todo eso a la pantalla? Nada. La pantalla no se ve afectada, sin
embargo, las imágenes cambian, una tras otra.
De la misma manera, tu Ser es como la pantalla. Nunca se ve afectado por
problemas de ninguna clase ni de ningún tipo. Los problemas se encuentran
sobre la pantalla, vienen y van, pero tú sigues siendo el Ser para siempre. Tú
nunca cambias.
¿Cómo comienzas a ser de esta manera? Cada vez que piensas que tienes un
problema debes preguntarte: "¿A quién viene el problema? Después de todo, yo
no soy el hacedor. Yo no soy el cuerpo. Yo no soy la mente. Así que ¿A quien
viene el problema?" Y, por supuesto, la respuesta será: "A mí. Yo siento este
problema. El problema viene a mí". Te aferras al yo, permaneces en el yo, y vas
profundizando, y profundizando, y profundizando dentro de ti mismo,
permaneciendo en el yo-consciencia. Mientras haces esto todos los días, cada vez
que aparece un problema, pronto llegará finalmente el día en que trasciendes tu
sentido del yo. Lo trasciendes totalmente. El sentido del yo desaparece y te
convertirás en la consciencia pura. Eso es todo.
Yo no soy el cuerpo
Robert: Me limito a expresar lo que siento. Yo soy la conciencia Absoluta. Yo
soy sat-chit-ananda. No me refiero a Robert. Me refiero a Yo-soy y recuerdo que
Yo-soy incluye a todo el mundo aquí. Yo-soy la unidad final. Nunca he nacido y
nunca podré morir. Yo soy dicha total, felicidad infinita, conciencia divina,
inteligencia pura. Este es el Yo Soy.
"Yo no soy el cuerpo", para la mayoría de la gente significa simplemente esto:
"Yo no soy mi cuerpo". Pero soy una parte de mi cuerpo, especialmente aquellos
de nosotros con un trasfondo judío-cristiano. Decimos: "Mi cuerpo es el templo
del Dios vivo y Dios reside dentro de mí". Esto puede ser verdad hasta cierto
punto, pero no es la verdad última. La verdad última es exactamente lo que dice:
"Yo no soy mi cuerpo". En otras palabras, mi cuerpo no existe, pero no hay dos
de nosotros. No hay Yo-soy y mi cuerpo o no hay Dios y mi cuerpo. Dios no
reside en mi cuerpo. Simplemente no hay cuerpo. Ningún cuerpo existe. Por lo
tanto, Yo-soy, es ese Yo-soy. Tú eres consciencia justo como eres, pero no eres
el cuerpo. En otras palabras, quien cree ser el cuerpo, es la consciencia. No hay
el cuerpo y la consciencia. Hay el cuerpo como consciencia y el cuerpo no existe
de la forma en que aparece.
A modo de ejemplo: Tomemos una sala de cine, tenemos las imágenes en
movimiento en la pantalla. No se ve la pantalla porque está cubierta por las
imágenes y ni siquiera piensas en la pantalla. No tienes ni idea de que hay una
pantalla porque no piensas en ella. Estás pensando acerca de las imágenes. Te
sumerges en la película, comienza, se desarrolla y termina. Pero sin embargo, sin
la pantalla, no habría película. Así que podemos decir que la película no es la
realidad. La pantalla es la realidad. Y cuando las imágenes cubren la pantalla, la
pantalla sigue siendo la realidad. Sin embargo, las imágenes dan una apariencia
semejante a la realidad.
Un ejemplo de esto es cuando te levantas e intentas agarrar las imágenes en la
pantalla, ¿que obtienes?. Estarás agarrando la pantalla, porque las imágenes no
existen. Y así ocurre con nosotros. Todo lo que ves, todo lo que aparece son
imágenes, o lo que se llama imaginación falsa y la única verdad sobre estas
imágenes es la consciencia. Todas estas son imágenes cósmicas en la pantalla de
la consciencia, y eso es todo. Tú y yo, las sillas, el sofá, el cielo, la luna, el
universo son simplemente imágenes, apariencias, ilusiones ópticas. La verdad es
que tú eres la consciencia, pero no puedes verte a ti mismo debido a maya, la
gran ilusión. Así que crees que eres el cuerpo y eres el hacedor.
Una vez más, es como la película y la pantalla. Te ves envuelto en la película y
comienzas a sentir la película. Has olvidado que hay una pantalla y la pantalla es
la realidad, pero estás totalmente envuelto en la película. Y puedes decirme todo
sobre la película. Pero no puede decirme nada sobre la pantalla. La única vez que
recuerdas que hay una pantalla es cuando la película ha terminado y aún así no
pones ninguna atención sobre ella porque te levantas y vuelves a casa. Pero
recuerda, si no fuera por la pantalla, no habría película. Así que si no fuera por la
consciencia, no habría imágenes. La consciencia es real, las imágenes son falsas.
Las imágenes van y vienen, cambian continuamente, constantemente. Pero la
consciencia sigue siendo la misma todo el tiempo. La consciencia es como el
vacío, como el espacio vacío y tú eres eso. Yo-soy el que (Yo) soy, ese es el
significado de esto. Yo soy conciencia absoluta.
Así que dices, "Bueno ¿cómo puedo sentir todas esas otras cosas? ¿Cómo puedo
sentirme mal? ¿Cómo puedo sentirme herido? ¿Cómo puedo sentir mis
problemas?" La razón por la que sientes estas cosas es debido a la identificación
errónea. No estás identificado con la pantalla, estás identificado con las
imágenes. Y siempre que crees que eres una imagen como en la película, vas a
sufrir en consecuencia.
El secreto es, por tanto, soltar y relajar la mente. Identificarse con la consciencia
y no con la imagen que es llamada falsa imaginación. Pero es posible que me
digas, "Veo a mis semejantes sufriendo. Hay una guerra que estalla en Irak. Todo
tipo de inhumanidad del hombre contra el hombre está sucediendo a mi
alrededor. ¿Es eso falso?" Siempre y cuando creas en ello, entonces es real para
ti. Por lo tanto no voy a decirte que es falso porque crees en ello.
Una vez más, es como la persona en la película. Les digo que la pantalla es la
realidad, pero dicen: "No, las imágenes son reales, puedo verlas, ¿no puedes ver
a una persona matando a otra? ¿Y alguien muriendo de cáncer? ¿Y una bomba
que cae sobre la ciudad? ¿Cómo puedes decir que no es real?" Así que voy y
retiro la pantalla y no hay más que un borrón. Eso es lo que pasa cuando te
despiertas. El sueño humano se ha terminado. Se convierte en nada más que un
borrón. Y te ves inmerso en la realidad. La realidad se convierte en dicha,
felicidad, eterna alegría, sat-chit-ananda.
La pregunta entonces es: ¿Cómo me identifico con la consciencia?
Sólo hay un camino y es aquietar tu mente. Tu mente tiene que estar inactiva, en
silencio. Cuando la mente está en silencio la realidad brilla por sí misma. Pero
siempre que aceptas imágenes, las imágenes son los problemas, las cosas que ves
con tus ojos y tus sentidos, y piensas que son reales. Las cosas que sientes. Esto
se llama falsa imaginación. Y porque sientes estas cosas entonces sufres en
consecuencia.
El secreto es trascender esos sentimientos y de nuevo la única manera de
trascender esos sentimientos es aquietar la mente. ¿Cómo aquietar la mente?
Tomando tiempo para estar tranquilos en silencio. "Estad tranquilos y sabed que
Yo soy Dios". Y si no puedes estar tranquilo en silencio por ti mismo hay varios
métodos, el más elevado es la auto-indagación. Simplemente pregúntate, "¿De
quién es la mente que no se aquieta? ¿Quién siente todas las imágenes? ¿Quién
sufre? ¿Quién se enfada? ¿Quién se identifica con el mundo?"
Una vez más no cometas el error de creer que no eres el cuerpo como mencioné
al principio. Creyendo por tanto que estás separado; que hay dos tú. Crees que
hay el cuerpo, y esto es lo que la gente avanzada creen esto ahora. Ellos creen
que no son el cuerpo, que el cuerpo se extingue por sí mismo y hace lo que
quiere. Pero ellos son algo más. Esto no podría estar más lejos de la verdad. Sólo
hay una unidad final. ¡Una! Nunca hay dos. Nunca hay el cuerpo y tu Ser. Sólo
hay el cuerpo como tu Ser. Y al ver esto, el cuerpo se desvanece y desaparece.
Desaparece porque nunca existió. Lo que existe siempre debe existir. Lo que
nunca existió debe desaparecer. Es por eso que el cuerpo envejece y muere,
porque para empezar no es real, es una ilusión.
Por lo tanto, el verdadero tú es exactamente lo que eres ahora mismo, el Ser. Tú
eres el Ser. Tú no eres el cuerpo, sino que eres el Ser. Es uno, no dos. El cuerpo
no existe. Si viajas por el desierto y ves una masa de agua, compara la masa de
agua con tu cuerpo. Crees en ella porque la ves. Sin embargo, cuando te acercas
no está ahí, es una ilusión óptica. ¿Verdad? Lo mismo ocurre con tu cuerpo que
lo ves, lo llevas, crees que es tuyo y te has identificado con él. ¿Por qué?
Debido a tu mente. Tu mente es la culpable. Cuando la mente se calma, se
aquieta, todo desaparece y te conviertes en el Ser, que tú realmente eres de todos
modos. Tienes que usar cualquier método que tengas para aquietar la mente.
Debes preguntarte: "¿Quién soy yo? ¿Cuál es la fuente del yo? ¿De dónde
vengo?" Y a continuación sigue al yo a su culminación. El yo se convierte en el
espejismo, no existe. Cuando sigues al yo en lo profundo de tu corazón,
descubrirás que el yo nunca existió. Recuerda también, que todo lo demás está
apegado al yo. Cada problema, el ego, la mente, todo está apegado a este yo. Así
que cuando el yo es trascendido, también lo es todo lo demás y eres libre.
Pero esta noche el punto importante es este: Cuando dices: "Yo no soy el
cuerpo". Date cuenta de que no hay dos, sólo hay uno. Esto significa que la
apariencia de un cuerpo no existe en la realidad. Tú eres consciencia, tú eres el
Ser y esa es la única realidad y nada más existe.
No hay nacimiento
Robert: Piensa y hazte la pregunta, "¿Por qué he venido aquí hoy? ¿Para qué
hemos venido a una habitación tan calurosa? Podríamos haber ido a nadar, a
jugar a los bolos, podríamos estar en casa viendo la televisión, pero algo nos ha
motivado a venir aquí, ¿qué?" Pregúntate a ti mismo.
Hay un poder misterioso que motiva a la gente a hacer lo que hace. Algunas
personas se sienten motivadas a ir a una casa de mala reputación. Algunas
personas se sienten motivadas a ir al cine. Algunas personas se sienten motivadas
a ir a reuniones espirituales, ¿qué es lo que provoca esto? ¿Quién hace que esto
suceda? Podemos decir que Dios lo hace, pero, por supuesto, Dios está dentro de
ti mismo y algunas de las cosas que haces, nunca permitirías que Dios te dejara
hacerlas, si Dios es tú mismo. Por lo tanto, tendríamos que decir que es tu karma.
Es tu karma el que te motiva a venir aquí o ir a otro lugar. Cuando llegas a una
reunión como ésta puedes estar seguro de que has estado trabajando en ti mismo
en vidas pasadas. Has estado practicando durante muchas vidas. Recuerda que
esto no es una iglesia, y esto no es una enseñanza, es una confesión de la
realidad.
Cada vez que utilizo el pronombre "Yo", no me refiero a mí mismo, me estoy
refiriendo a Yo-soy. Así que cuando me refiero a mi confesión, me refiero a
nuestra confesión, omnipresencia. Recuerda que cada vez que use la palabra
"Yo", significa omnipresencia. Por lo tanto, yo estoy aquí para acusarme, de
realidad absoluta, de ser no nacido, de unidad final, de inteligencia pura, de
vacuidad, de nirvana. Os confieso todas estas cosas. Vamos a reflexionar sobre
estas cosas mientras meditamos juntos.
[suena la música entonces Robert continúa]
Si realmente quieres arrepentirte, simplemente siéntate en meditación
silenciosa y ve la realidad perfecta en el interior, cualquier conducta
errónea sólo surge en el pensamiento erróneo, y al igual que la mañana
es debida antes a la salida del sol, puede ser perfectamente eliminada a
través de la luz y la sabiduría benevolente.
Om shanti, shanti, paz.
Cuando meditamos de esta manera, es con el fin de vaciar la mente. La mente es
como un cubo de basura. Está llena de ideas preconcebidas, pensamientos,
conceptos, no sólo de esta vida, sino de vidas anteriores. Hay un montón de
cosas en esa mente. En verdad no hay mente, pero siempre y cuando estás
expresando conceptos, ideas, opiniones, entonces estamos hablando de una
mente.
Cuando te sientas en meditación silenciosa y miras tus pensamientos, observa
cómo van y vienen. Observa el tipo de pensamientos que vienen a ti. No
tratamos de cambiarlos. No repetimos afirmaciones. Simplemente observa los
pensamientos y se irán por su propia cuenta.
Esta es la forma de tratar con la mente. Observa tus pensamientos, conviértete en
el testigo de tus pensamientos o pregúntate, "¿A quién vienen estos
pensamientos?" uno o el otro. Si haces esto con regularidad, llegará el día en que
serás totalmente libre y te darás cuenta y entenderás lo que quiero decir cuando
digo: "Tú eres no-nacido, tú eres el nirvana, vacuidad".
¿Qué quiero decir cuando digo que eres no-nacido?
Bien, las opiniones que expreso, no tienen por qué ser aceptadas. Recuerda que
estoy hablando a mi Ser. Yo-soy está hablando y Yo-soy es el infinito, la
realidad absoluta. Y te digo en verdad que Yo-soy no nacido, todo es no-nacido.
Toma un árbol por ejemplo, ¿qué da nacimiento a un árbol? Una semilla, ¿de
dónde viene la semilla? ¿De otro árbol? ¿De dónde viene el árbol? De otra
semilla, y vuelves así con lo mismo y no hay ninguna respuesta, no termina.
Tomemos por ejemplo, las criaturas, como gusanos, cucarachas, chinches,
¿quién les dio nacimiento, originalmente? ¿De dónde vienen? Las flores, la luna,
el sol, la tierra, las estrellas, los seres humanos, las ideas, la intuición, la
discriminación. Te digo que ninguna de estas cosas existen. Nada ha nacido
nunca.
Es una premisa falsa en lo que crees. Cambiar lo malo en bueno, querer
experiencias positivas, todo son tonterías. La razón por la que no quieres una
experiencia negativa se debe a que nunca has tenido una experiencia positiva. No
hay nacimiento. ¿Qué ha dado nacimiento a cualquier cosa? ¿De dónde viene?
¿Sabes lo que es cualquier cosa? No tienes ni idea de lo que es cualquier cosa,
sólo le das un nombre. Por ejemplo, un gato, ¿qué es un gato? No tienes ni idea.
Estaba aquí cuando viniste a la existencia y lo llamamos un gato. ¿Por qué no lo
llamamos un árbol? Lo llamamos un gato. Damos nombres a todo. Ese es el
primer error, porque ninguna cosa es, lo que parece ser. Por tanto, la primera
regla del verdadero camino espiritual se llama ignorancia divina. Ignorancia
divina.
No tienes ni idea de lo que algo es, simplemente asumes que lo sabes. Quieres
actuar de forma inteligente, imaginar que sabes algo. Así que estudias
duramente, para aprender la existencia relativa. Pero de lo que no te dan cuenta,
es que te estás estudiando a ti mismo derecho a la tumba. Aprenderás y
estudiarás y al parecer llegarás a ser algo, y te harás viejo, y cada vez más viejo y
antes de morir te preguntarás de qué va todo esto.
No tienes ni idea de lo que algo es, pero te digo una vez más, todo es no-nacido.
Nada existe realmente y la única explicación es, es como un sueño. Cuando
tienes un sueño, ¿le das nacimiento a todo? El sueño simplemente comienza, con
todo lo que aparece. Tu no lo inicias, o lo terminas. El sueño simplemente
comienza de la nada y continúa hasta que te despiertas.
Al estado de vigilia se le llama el sueño mortal. Estamos soñando el sueño
mortal.
Todas las cosas que te interesan, todos sus temores, todas tus frustraciones,
bienes y males, todas tus alegrías y tristezas, es todo un sueño. Y cuanto más te
apegas a él, más humano te vuelves. Es como estar apegado a un sueño del que
nunca despiertas y sigues viviendo el sueño. Por consiguiente, creas tu propia
reencarnación, porque estás apegado a la persona, lugar y cosa. Y esto te atrae de
nuevo a un cuerpo, una y otra y otra vez hasta que aprendes a soltar, hasta que
empiezas a practicar, la vacuidad.
Recuerda, no hay ser y no hay no-ser. No hay nacimiento y no hay muerte. El
hecho de saber esto te trae una semblanza de paz. Sólo pensar en estas cosas te
hace feliz. Pero está más allá de la felicidad humana. Está más allá de la paz
humana. Está más allá de la risa. La risa es cuando el cuerpo está feliz con algo.
Cuando te das cuenta de que no hay cuerpo, ¿dónde está la risa? ¿Dónde está el
llanto? ¿Dónde va a entrar el ser impersonal? Ninguna de esas cosas existen.
Por lo tanto te haces la pregunta: "Entonces ¿existo yo?" Tienes que preguntarte:
"¿Qué quiero decir con yo? ¿Existo como un ser humano? ¿Como mecanismo
que reacciona? Como una persona que se enciende y se apaga?" Ese es un
concepto falso. Se llama falsa imaginación. Te imaginas un mundo poblado por
insectos, árboles, la luna, el sol, los seres humanos y todo lo demás que parecen
existir y que discriminas. Te gusta esto, odias esto, disfrutas esto, desprecias eso,
pero yo te digo que tienes que ir más allá de estos conceptos si deseas ser libre.
Sólo imagínate lo tranquilo que te sientes cuando tu mente deja de pensar, deja
de intentar cambiar las condiciones, deja de intentar vengarse, para luchar por tus
derechos. ¿Qué derechos? No tienes derechos. Como ser humano tienes
derechos, y siempre tendrás que luchar por ellos, porque parecerá que alguien
está tratando de quitártelos, pero en realidad no hay derechos. No hay nada que
defender. Puedes preguntar, "Bueno, ¿qué soy, nada?" No, la vacuidad no es
nada (ninguna cosa). Se llama vacuidad porque significa que nada existe como
aparece. Pero hay algo, una fuerza misteriosa que es la encarnación del amor,
compasión, paz, felicidad, alegría, dicha. Sin embargo, esas palabras no tienen
sentido. No le hacen justicia porque hay mucho más detrás de eso. Tienes que
experimentarlo para entenderlo. Tienes que experimentar para ir más allá de la
causa.
La metafísica te enseña, hay una causa para todo, pero eso es infantil. La causa
no existe. Nunca hubo una causa, porque tendría que haber habido alguien para
hacer la causa, para producir la causa y, por supuesto, la mayoría de las personas
le llaman Dios. Ahí entramos en la dualidad, en la separación. Decimos que Dios
hizo a la causa y nosotros estamos experimentando el efecto. Así que te
pregunto: "¿De dónde vino este Dios que hizo la causa? ¿Y quién hizo a Dios?"
Todo son conceptos, todo es pensamiento relativo. No trates de entender esto con
tu mente finita, no puedes. Lo infinito no puede comprender nunca lo finito o lo
finito no puede comprender nunca lo infinito. Son dos cosas diferentes.
Baste decir, que tú como tú, existes ahora como vacuidad plena. Eres inteligencia
pura, conciencia pura, la realidad absoluta, el nirvana. ¡Justo como eres ahora
mismo! No pienses en ello, si piensas en ello lo echas a perder, justo como eres
en este momento. Tú eres inteligencia pura, realidad absoluta, tú eres lo no
nacido, pero cada vez que viene un pensamiento a tu mente lo echas a perder.
Cuando te despiertes enseguida por la mañana, entre esos pocos segundos de
levantarte, despertarte. Justo antes de despertarte, es cuando estás en tu estado
verdadero. Acabas de abrir sus ojos y no has pensado aún ni un solo
pensamiento, sin embargo, dura unos pocos segundos. Piensa en ese momento,
¿no te sientes realmente bien en esos pocos segundos, antes de empezar a pensar
acerca de las actividades del día?, esa es la realidad.
Trata de darte cuenta de ese momento mañana por la mañana, tan pronto como
abras los ojos. Antes de que venga un pensamiento. Ese es tu verdadero estado y
eso es lo que eres. Olvídate de tus problemas. Hay un poder que sabe cómo
cuidar de todo por ti, si tú se lo permites. Tienes que permitirlo. Tienes que
rendir o entregar tu ego, tu orgullo, tus conceptos, tus opiniones, tus preguntas,
tus respuestas, todo tiene que ser entregado y el poder trabaja por su propia
voluntad.
Un gran Maestro dijo: "No os preocupéis por lo que debéis comer, por lo que
debéis vestir, adónde debéis ir, sino buscad primero el reino de los cielos y todas
estas cosas se os darán por añadidura", es la misma cosa . Pero, ¿con qué
frecuencia piensas? La mayoría de la gente piensa a cada momento, siempre
estás pensando, preocupado, tratando de corregir algo, tratando de entenderlo. Y
eso es lo que evita el reino de los cielos.
Entonces, qué hacer, nada. No trates de arreglar nada. Ni siquiera trates de
cambiar. Simplemente que seas tu Ser, tal y como eres en realidad. Deja el
mundo solo. Deja las cosas solas, deja la gente sola.
Así que dices, "¿Cómo puedo existir? ¿Tengo que ir a trabajar? ¿Tengo que
mezclarme con la gente? ¿Tengo que tomar decisiones?" No tengas miedo. Harás
todas esas cosas, pero será diferente. Comprenderás totalmente que tú no eres el
hacedor. Tu cuerpo vino a esta tierra para hacer algo y hará su tarea. Tú no tiene
absolutamente nada que ver con eso. Deja de luchar, deja de intentar hacer que
las cosas sucedan, mantén tu mente en tu Ser.
¿Qué quiero decir cuando digo: "Mantén tu mente en ti mismo?" Tu verdadero
Ser es tu corazón, no tu corazón humano, sino tu corazón espiritual. Tu corazón
es Dios. Mantén tu mente establecida en Dios en tu corazón. Si quieres en
principio utilizar tu imaginación, puedes imaginar una esfera de luz blanca en tu
corazón en el lado derecho de tu pecho, tu corazón espiritual. Y deja que todos
tus pensamientos se fundan en tu corazón.
En otras palabras, no dejes que tus pensamientos vayan hacia el exterior. Cuando
tus pensamientos se dirigen al exterior se producen condiciones. Cuando
mantienes tus pensamientos centrados en tu corazón, de repente encuentras la
paz, la felicidad pura viene por sí misma. Tenemos que dejar que el poder que no
entendemos cuide de nosotros. Este poder misterioso sabe cuáles son tus
necesidades.
Recuerdo la primera vez que vi una foto de Ramana Maharshi en mi
adolescencia y tenía que ir a la India a verlo. No tenía ni idea de cómo, ¿por qué?
No tenía dinero. Un par de meses más tarde, mi tía murió y me dejó catorce mil
dólares. Y dejé a mi familia y me fui a la India. No sé por qué. Y ha sido así toda
mi vida. Así que he aprendido a entregar mis necesidades, mis deseos, mi ego, al
poder que conoce el camino. Y este poder siempre te llevará sobre un torrente de
bienaventuranza para tu mayor bien, si lo permites. Pero tienes que ser humilde y
tienes que abandonar el miedo. Haces esto mediante estos métodos que
enseñamos, a través de la auto-indagación y siendo el testigo.
Robert Adams
Devoto de Bhagavan vivió en el Ashram de Ramana desde 1947-1950
Yo generalmente no hablo acerca de mí mismo, pero hoy recibí una interesante llamada
de una señora de Pensilvania, “Robert, si no dices nada sobre ti, nadie conocerá de
dónde vienes. Pensarán que obtuviste esta información de un libro o de otro maestro.
No conocerán que viene directamente de Ser”. De modo que pensé sobre esto, y (decidí
que) por unos minutos hablaría de mi vida hasta la edad de catorce años. Eso te aburría
bastante.
Nací el 21 de Enero en Manhattan, Nueva York. Desde el mismo comienzo, tan lejos
como puedo recordar, cuando estaba en mi cuna, un hombrecillo con barba gris y pelo
blanco solía aparecer delante de mí al otro lado de la cuna, alrededor de dos pies de alto,
y hablándome un galimatías. Apareció ante mí hasta que tenía alrededor de siete años,
y luego paró.
Entonces me sucedía algo muy interesante. Siempre que deseaba alguna cosa, una
barrita de caramelo o un juguete, yo decía el nombre de Dios tres o cuatro veces y
aparecía de algún lugar. Por ejemplo, si deseaba una barrita de caramelo, decía “Dios,
Dios, Dios”. Alguien me lo traía o venía de algún lugar.
Cuando iba a la escuela, nunca solía estudiar. Cuando teníamos un examen decía “Dios,
Dios, Dios”, y las respuestas venían. Una vez quería tocar un violín, y mi madre me dijo
que sería demasiado difícil de tocar para mí, de modo que ella no me lo compraría. Así
pues dije “Dios, Dios, Dios”, y unas pocas horas más tarde mi tío, a quien no había visto
en casi cinco años, apareció y me traía un violín. Pensó que necesitaba un violín. Esto
continuó así mientras yo estuve yendo a la escuela.
Cuando tuve catorce años, sucedió un extraño fenómeno. Estaba en mi clase de escuela
de bachillerato. Había alrededor de treinta y cinco niños. El nombre de la profesora era
Doña. Riley. Pesaba alrededor de 130 Kgs. Y cuando se enfadaba, solía dar saltos. Así
pues, por supuesto, solíamos enfadarla.
(Risas) Lo que solía hacer era pedir prestado una horquilla del pelo a una chica y había
una bisagra en el respaldo del asiento. Metía la horquilla en la bisagra y la hacía vibrar y
ella se volvía loca. No sabía de dónde venía y se ponía a saltar; un fenómeno muy
interesante. (Risa)
La habitación entera estaba inmersa en luz, todos, todas las cosas. Todos los chicos
parecían ser miríadas de partículas de luz, y entonces yo me encontré a mi mismo
fundiéndome en el Ser radiante, en la Consciencia. Me fundí en la Consciencia. No fue
una experiencia fuera del cuerpo. Una experiencia fuera del cuerpo es cuando tu alma
deja tu cuerpo. Esto fue completamente diferente. Comprendí que yo no era mi cuerpo.
Lo que parecía ser mi cuerpo no era real. Fui más allá de la luz dentro de la Consciencia
radiante pura. Divina omnipresente. Mi individualidad se había fundido en la pura dicha
absoluta. Me expandí. Devine el universo. El sentimiento es indescriptible. Fue total
dicha, total alegría. La siguiente cosa que recuerdo fue la profesora sacudiéndome.
Todos los estudiantes se habían ido. Era el único que quedaba en clase. La profesora
estaba sacudiéndome y yo volví a la consciencia, la humana consciencia. Ese
sentimiento jamás me ha dejado.
Segunda Historia.
También narrada por Robert, cubre más de lo mismo y luego continúa la historia hasta
el momento que terminó con Bhagavan en el ashram de Ramana.
Cuando iba a la escuela realmente nunca encajaba porque siempre estaba soñando
despierto. Tenía extrañas experiencias. Me sentaba en clase y era consumido en la
consciencia. Devenía omnipresente. Tenía experiencias fuera-del-cuerpo. Tan solo me
fundía con la consciencia. No entendía lo que sucedía.
Cuando tuve alrededor de catorce años, fui a una biblioteca para hacer una reseña de un
libro. Pasé por la sección de filosofía y vi un libro sobre maestros de yoga. Por
entonces ni tan siquiera sabía lo que eso significaba. Abrí el libro en una página y allí
estafa la foto de Ramana Maharshi. Mi cabello se puso de punta, porque era la misma
persona que se me aparecía cuando era un bebe en la cuna. Desde entonces nunca he
sido el mismo.
Pregunta: ¿Fue eso lo que te condujo a Ramana Maharshi?
Robert: Más tarde, si. De hecho fui a Self Realisation Fellowship en Encinitas. Fuí a
ver a [Paramahamsa] Yogananda. Fuí iniciado e iba a hacerme monje, pero después que
Yogananda me hablara, dijo “Robert tú no perteneces a aquí, tú tienes que conseguir tu
propio vía. Ve a India.
Así hice. Fuí al Ashram de Ramana. Eso fue en 1.947 o 1.948. Yo confirmé mis
sentimientos. Siempre desde que nací jamás había creído que era un cuerpo.
Regresé a la escuela e hice creer que yo era normal, sea lo que sea eso.
Pregunta: ¿Cuándo viste por primera vez a Ramana Maharshi, te recordó a la persona
con la que tenías comunicación de bebé?
Robert: Buenas tardes. Es bueno verte de nuevo. Quien siempre está aquí de nuevo.
Por favor, no seas impresionado por alguna de las cosas que pueda decir. Yo no soy un
maestro, ni un conferenciante, ni un ministro (pastor religioso). Soy meramente unas
gafas de mirar para que puedas ver tu propio reflejo. Lo que piensas de ti mismo ves en
mí. Puede que diga ciertas cosas a las que no estás acostumbrado. Sopórtame. No
deberías aceptar nada que yo diga ni deberías creer nada que diga hasta que seas capaz
de probarlo por ti mismo. Simplemente doy mi confesión, que no soy el cuerpo, ni la
mente, ni el mundo fenoménico, que Yo soy inteligencia pura, realidad absoluta, sat-
chit-ananda, mente divina, no nacido, vacuidad. Cuando uso la palabra “YO soy” no me
estoy refiriendo a Robert. Estoy refiriéndome a “YO SOY EL QUE SOY”,
omnipresencia, el infinito.
Tuve muchas llamadas de teléfono de gente preguntándome toda clase de preguntas.
Una pregunta que la mayoría de la gente continua preguntándome una y otra vez es,
“¿Qué puedo hacer para resolver mis problemas? ¿Puedes darme una afirmación, un
mantra, una meditación, un ejercicio de respiración, algo que pueda usar?”
Estas cosas tienen su lugar, pero no te despertarán a tu Ser verdadero. En todas las más
altas escrituras está escrito que la vía del advaita Vedanta o jnana marga es solo para las
almas maduras.
¿Ahora qué significa eso? Es para aquellos que en tiempos de vida previa ya han
realizado sadhanas, ejercicios de respiración, técnicas de yoga, etc.., y ahora ya están
preparados a despertar a través de este tipo de enseñanza. Y las escrituras Budistas
declaran que aquellos que quieran hacer yogas, o ejercicios de respiración son los de
mentalidad simple e ignorantes (se ríe). ¿Ahora bien, qué quieren decir con esto? Con
esto no quieren insultarte sino que se refieren a aquellos quienes están apegados al
mundo, aquellos que creen que el mundo es real y a quienes sienten el tirón del mundo.
Desean usar toda clase de trucos para librarse ellos mismos de sus problemas pero no
para ser totalmente libres.
¿Ahora, qué enseña jnana marga? Enseñamos simplemente esto: no aceptes nada a
menos que puedas demostrarlo. No creas nada a menos que puedas usarlo por ti mismo
y puedas ver que es verdad. Hacer afirmaciones, mantras, ejercicios de yoga, etc.., no te
despertarán. Empiezas desde el principio. Tú simplemente te admites a ti mismo que
existes. Esta es la verdad. ¿Existes, no es verdad? Así te dices a ti mismo, “Yo existo.
Conozco esto con seguridad. Yo existo. Esto es todo lo que sé. Soy ignorante de toda
otra cosa, pero yo sé que existo porque aquí yo soy.”
Y, cuando te mantengas diciéndote esto, “Yo existo”, comienzas a poner más espacio
entre “Yo… existo”. Deciros eso a vosotros mismos: “Yo…existo…, Yo…existo.”
Si haces esto correctamente, pronto encontrarás que “yo” y “existo” son dos palabras
separadas. En otras palabras, vendrás a la conclusión que tú existes como “Yo”.
Tendrás que preguntarte, investigar, ¿Quién es este “Yo” que existe? ¿Qué es Yo?
Nunca respondas. Vendrá a ti por sí mismo. Cuando duermes y despiertas, dices, “Yo
dormía”. Y cuando estás despierto, por supuesto, dices, “Yo estoy despierto”. Pero ese
“Yo” está siempre allí.
Empiezas a indagar dentro de ti mismo, ¿Qué es este “Yo” que existe todo el tiempo?
Existe cuando estoy dormido, cuando estoy despierto, cuando sueño. ¿Quién es este
“Yo”?
Y ahora la indagación empieza. “¿De dónde viene este “Yo”? ¿De dónde vino el
“Yo”?”
Y esperas un poco, y repites la misma pregunta, ¿De dónde viene el “Yo”?
Mientras haces eso, sigue el “Yo” profundo, profundo dentro. Te mantienes siguiendo el
“Yo”. Vas más profundo y más profundo dentro del “Yo”.
¿De dónde viene este “Yo”? ¿Quién es este “Yo”?
Cualquier respuesta que venga a ti es la respuesta equivocada. No la aceptes pero no la
niegues. Simplemente déjala a un lado. Y continúa con la auto-indagación. “¿Quién soy
“Yo”?
Y espera. Y pregunta de Nuevo, ¿”Quién soy Yo”? No es un mantra.
¿De dónde vino el “Yo”? ¿Cómo llegó allí? ¿Quién le dio nacimiento? ¿Cuál es la
fuente del “Yo”?
Continua morando en el “Yo”.
Cuando continuas este proceso algún día algo sucederá. A algunos les viene como una
explosión dentro, donde todos tus pensamientos son borrados. Para que veas, “Yo” es el
primer pronombre, y cada pensamiento que tienes en el mundo está atado al “Yo.” Estos
son secundarios. Piensa en eso. Cualquier cosa que digas sobre ti mismo tiene “Yo” en
ella. Todo en el mundo es sobre ti mismo.
“Yo” voy al cine. “Yo” voy a jugar a los bolos. “Yo” tengo ganas de llorar. “Yo” me
siento terrible. “Yo” me siento maravilloso. “Yo” me siento enfermo. “Yo” me siento
bien. Hay siempre un “Yo”, “Yo”, “Yo.”
¿Qué es este “Yo.” Todas las cosas están apegadas al “Yo.” Subsecuentemente, cuando
el “Yo” es borrado, todo lo demás es borrado y los problemas se terminan. Todos los
pensamientos van con el “Yo”.
Ahora, no hay respuesta a “¿Quién soy Yo?” Cuando obtengas la respuesta habrá
vacuidad, un vacío. Serás lo no nacido. Pero no es un vacío como tú piensas. No es
vacuidad como piensas. A falta de una palabra mejor puedes llamarlo, bienaventuranza,
nirvana, sat-chit-ananda, dicha, consciencia, realidad absoluta. No importa que nombre
le des. Devendrás eso y no habrá explicación. Tan solo devendrás eso y sentirás una
profunda paz que nunca has sentido antes. Sentirás una dicha que es incalificable.
Intentarás explicártelo a ti mismo y a tus amigos pero no puedes. Porque lo finito no
puede comprender lo infinito. No hay palabras.
Por ejemplo, si dices, “Bien hoy voy a practicar el pensamiento “Yo”, luego voy a ir a
la bolera, luego voy a ver la televisión, mañana haré lo mismo”.
¿Qué va a pasar en un caso como ese? Muy poco. Pero si pones tu energía en ello y
practicas cada oportunidad que tengas y pones esto lo primero en tu vida, verás
sorprendentes resultados. Pero tienes que ponerlo lo primero en tu vida.
Piensa justo ahora. ¿Qué es lo primero en tu vida? No me lo digas sino tan solo piensa.
¿Qué viene primero en tu vida? ¿Puedes llevarlo contigo cuando mueras? ¿No ves ahora
que vives en un mundo de cambio constante? Qué la única cosa permanente en la vida
es el cambio. Todos los hechos cambian. Solo la verdad es real. Y la verdad es personal.
Tienes que encontrarla por ti mismo. Un devoto o estudiante sincero pondrá esto
primero en su vida y luego él o ella empezará a ver resultados. Pero si todavía estás
preocupándote y temiendo algo y piensas que otras obligaciones vienen primero,
entonces tienes que trabajar en ti mismo.
Esto es por lo que, con gran compasión, te doy ciertas cosas que puedes hacer antes que
entres en la Auto-realización. Justo antes que devengas Auto-realizado empiezas a
sentir ciertas cosas. Y son los cuatro principios que te di la semana pasada. Vienen
automáticamente a ti. Pero, como mencioné el último domingo y jueves, sobre el
despertar, tienes que devenir consciente de esos principios. No puedes pensar en ellos
solo en tu tiempo libre. Tienes que arreglarte para persuadir a la mente. Tienes que
persuadir a tu mente a pensar en los cuatro principios tan pronto como abras los ojos por
la mañana.
Así pues tienes que hacer dos cosas. Cuando abras tus ojos puedes o preguntarte, ¿De
dónde vino el “Yo”? ¿Quién soy Yo que durmió la noche pasada? ¿Quién soy Yo que
acabo de despertar? ¿Quién soy que existe ahora?
O puedes pensar en los cuatro principios. Lo que sea conveniente para ti. Pero si deseas
la Auto-realización, y deseas devenir libre, y deseas liberarte del océano del samsara, y
devenir dichoso, entonces depende de ti. Puedo compartir estas cosas contigo pero no
puedo hacerlas por ti. Es igual que llevarte a una mina de oro pero tú tienes que cavar
por ti mismo. ¿Qué viene primero en tu vida? ¿Lo que sea primero en tu vida, eso es lo
que devienes. Al final vas a tener que dejar tu cuerpo, tus pensamientos, tus posesiones,
tus seres queridos. Al final vas a dejar todo. La persona sabia busca la verdad ahora, e
intenta devenir libre ahora.
(1) Tienes un sentimiento, una comprensión completa, de que todo lo que ves, todo en
el universo, en el mundo, emana de tu mente.
(2) Tienes que tener un fuerte sentimiento, una profunda realización, de que eres no-
nacido. No has nacido, no experimentas una vida, no desaparecerás, no mueres.
(3) Eres consciente, y tienes una profunda comprensión, de que nada tiene ego.
(4) Tienes una profunda convicción, una profunda comprensión, un profundo
sentimiento de lo que realmente es la Auto-realización de la noble sabiduría.
Tan pronto como abras tus ojos por la mañana (hablaré en primera persona) tienes que
decirte, “Siento, me doy cuenta y comprendo, que todo, todo, (di todo dos veces), es
una proyección de mi mente”. Y piensa en lo que eso significa. Olvida los otros tres.
Trabaja en eso.
“¡Todo¡ ¡Todo¡ siento, me doy cuenta y entiendo que todo es una proyección de mi
mente.
Y luego puedes pensar en los problemas que tengas, si tienes alguno, y decirte, “¿Si
todo es una proyección de mi mente, de dónde vienen estos problemas?
Entonces comprendes, “Por qué, vinieron de mí. Los proyecté. Los creé.”
Y entonces dices, ¿Quién es este “Yo” que los creó
¿Ve? Ahora estas llegando a la parte jugosa, la sustancia
“Quién es “Yo” que creó toda esta ilusión en mi vida? ¿De dónde viene? ¿Quién le dio
nacimiento? Mi mente. ¿De dónde viene mi mente? El “Yo”. ¡Porque ambos son lo
mismo¡. El “yo” y mi mente son lo mismo.
Y es toda una revelación.
Piensa a lo largo de estas líneas. “¿De dónde viene la mente/yo y a quién viene?”
Y profundiza, profundiza dentro de ti mismo. Si los haces correctamente, comprenderás
que no hay ningún “yo”, no hay mente, de modo que no hay problema y se acabará,
empezarás a reírte. Realmente empiezas a reírte de ti mismo.
Dirás, “Pensar que yo temía esto y temía eso”. Y una vez que entras en esa consciencia
algo sucederá que de hecho te aliviará físicamente de tu problema, o lo que pienses es
un problema.
En tanto creas que en tu mente hay un problema, sea pequeño o grande, no importa,
ambos son lo mismo, en tanto que crees que tienes un problema, tendrás un problema y
crecerá. No podrás cambiarlo. Puede parecer que lo cambias, pero, cuando pruebas a
trabajar con el problema mismo, se vuelve en otra cosa de peor naturaleza. Nunca
pruebes a trabajar con el problema. En lugar de eso, pregúntate de donde vino el
problema.
“¿Cómo lo obtuve? ¿Cómo obtuve este nacimiento? ¿De dónde vino?
¿Quién es “mi”, “mío”, “Yo”? “Yo soy “mi”. Quién soy “Yo” qué tiene este problema?
Y en tanto que te haces esta pregunta, comenzarás a sentirte mejor y mejor. Realmente
comenzarás a sentirte mejor, y como te sientes mejor, el problema se hace menos y
menos importante y se desvanecerá. Esto es una gran psicoterapia. Funciona. Si los
psiquiatras dieran esto a los pacientes, no tendrían que darles ninguna droga.
“Yo soy el cuerpo” es tan solo una idea. Pero al creerla, la mente establece un principio
de separación entre un “yo” y “lo demás” que superpone a la Unidad primordial. Esta
separación ilusoria nos trae todo tipo de sufrimientos, que terminan cuando descubrimos
nuestra verdadera identidad.
“Ustedes, que son esclavos del yo que le prestan servicio de sol a sombra, que viven
con un miedo constante al nacimiento, enfermedad, vejez y muerte, reciban las buenas
nuevas: Su cruel amo no existe”. Buda
Extraído del libro “Silencio del corazón”, de los diálogos de Robert Adams*
¿QUÉ ES EL YO?
No se trata de “enviar” la idea del yo de vuelta a la Fuente. Simplemente tienen que
preguntarse qué es el yo. Y se darán cuenta de que, después de todo, es solo un
pensamiento. Obsérvense. Cuando abran los ojos, comiencen a darse cuenta de que
antes de despertarse estaban en un estado total de paz, de ausencia de pensamientos.
Pero ahora dejaron que se instale la idea del yo y están pensando en su cuerpo y en el
mundo. Verán que digo “la idea del yo”. Les estoy dando una pista. El yo no existe.
Darse cuenta de esto los hará felices. Sabrán que no hay nada que pelear. En otras
palabras, cuando se den cuenta de que el yo es un pensamiento, su mente se silenciará y
el yo desaparecerá automáticamente.
EL RETORNO A LA FUENTE
En el sueño profundo no tienen "yo" porque retornó a su Fuente. Están totalmente
felices pero inconscientes. Cuando logren lo que se llama Liberación o Iluminación,
significa que el “yo” retornó a su Fuente mientras están despiertos. Ya no queda nadie
para pensar. Ya no hay nadie para preocuparse, inquietarse o sentirse desgraciado. Se
habrán fusionado con el Infinito, con el Omnipresente Ser. Si entienden esto y si lo
practican, se volverán los seres más felices del mundo. Porque mientras buscan a la
Fuente del yo, comenzarán a sentirse cada día mejor. Los viejos pensamientos se
desvanecen. El viejo yo se disuelve. Y se liberan.
Luego empezarán a ver todo en este universo como una imagen en la pantalla, y ustedes
son la pantalla. Nunca más estarán preocupados. Nunca más tendrán miedo. Entenderán
la plenitud de todo. Todo está bien. No hay errores.
EL MÉTODO
Apenas se despierten, inmediatamente antes de que los pensamientos empiecen,
identifíquense con el Ser. ¿Cómo? Simplemente díganse a sí mismos: “yo….yo”. Es
todo lo que tienen que hacer. Si vienen pensamientos pueden preguntarse: “¿a quién
vienen? Vienen a mí. ¿Y quién soy yo? ¿De dónde viene la idea del yo?” Y quédense en
silencio. Hagan esto todos los días cada vez que puedan, especialmente a la mañana
apenas se despiertan. Porque si lo postergan para más tarde, Maya (ilusión) se volverá
más fuerte y se aferrará a ustedes, envolviéndolos en el juego de la vida. Pero si
recuerdan constantemente que todas las cosas mundanas están ligadas al yo, se volverán
hacia dentro. Y el yo volverá a su fuente
LA DEVOCIÓN
Si son bhaktas (devotos) no tienen que seguir esta práctica. Todo lo que deben hacer es
entregarse, entregarse completamente, lo cual los conducirá al mismo destino. Pero si
son aspirantes al camino del conocimiento y quieren acabar con esto ya, aférrense al yo,
síganlo hasta la Fuente y vuélvanse completamente libres.
El Arte de la Rendición
¿A quién debo rendirme? A tu Ser. El Ser que es omnisciente, omnipotente. El Ser que lo
Impregna Todo. El Ser que es la Unidad Final, Conciencia Pura. Sat Chit Ananda.
Ríndete a ese Ser, porque tú eres realmente Eso.
Y si te sorprende lo que has oído, comienza haciendo precisamente eso. Mientras estás
en el trabajo, mientras estás lavando los platos, mientras estás viendo la televisión,
siempre recuerda rendirte. Y un día el maestro interior tirará de tu mente hacia dentro,
hacia la Fuente y Despertarás. Serás liberado. Serás el Ser. Entonces eres Libre.
No hay nada en este mundo o en cualquier otro lugar que pueda afectarte o causarte daño
a menos que te lo creas. El progreso del mundo se compone de creencias mentales. Todo
lo que contemplamos es una proyección de la mente, y como cambia constantemente, no se
puede decir: "Esta es la realidad." Por ejemplo, tu cuerpo no es el mismo que era hace 10
años, o hace 20 años, o cuando fue concebido. ¿Cómo puedes decir por lo tanto que tu
cuerpo es real?
Sobre la impermanencia
El mundo no es el mismo que era hace veinte años, todo ha cambiado. Entonces, ¿cómo
es posible que digas que el mundo es real? La mayoría de nosotros tiene miedo de tratar
esta cuestión... porque empezamos a sentir que nada es permanente, y esto da miedo. Si
nada es permanente, entonces ¿quién soy realmente? ¿Qué soy yo? ¿De dónde vengo?
¿Cuál es el origen de mi mismo? Estas preguntas sólo pueden ser respondidas por ti.
Algo hermoso
Hay algo más hermoso, más grandioso, más maravilloso de lo que podrías imaginar, que
existe dentro de ti, que es el sustrato de toda existencia. Sin embargo, para sentir esta
alegría, esta felicidad, con el fin de hallar la liberación total de las llamadas cargas de la
vida, tienes que profundizar en ti mismo. Tienes que renunciar a algo. No puedes
quedarte como estás, con la misma disposición, los mismos valores, las mismas ideas
preconcebidas, los mismos conceptos y ser libre. No puedes hacer esto. Tienes que dar
media vuelta y abandonar totalmente todas tus ideas acerca de lo que es la vida, rendir
totalmente tu ego, tu mente, tu cuerpo.
Sólo el Ser es suficiente. No siendo esto, no siendo lo otro. Sólo Ser.
El secreto de la paz de la mente es no identificarte con nada que no sea tu Verdadero Ser.
¿A quién rindes esto? A tu Ser …. la única carga que has tenido siempre es tu mente. No
hay ninguna otra carga. Mira si puedes parar tu mente por unos segundos y observa lo
tranquilo que estás. Cuando no hay pensamientos no hay temores ni preocupaciones. No
hay ansiedad, ni deseos, ni necesidades, ni codicia, ni dolor, ni enemigos. Es la mente,
los pensamientos, lo que causa que estas cosas venga hacia ti. En realidad nosotros
creamos estas condiciones. Nosotros creamos nuestra propia realidad. Piensa en el tipo
de vida que estás viviendo hoy, tus posesiones, tus amigos, tus seres queridos, tu empleo.
¿Estas cosas vienen hacia ti gracias a la suerte o el azar? Por supuesto que no. Has
creado todas las cosas por ti mismo, porque has creído en el falso yo, y te has imaginado
que eres un ser humano que tiene que pasar por experiencias. Te han lavado el cerebro
desde que eras pequeño para creer en las cosas que crees hoy.
Ir hacia dentro
Por lo tanto, si realmente quieres la libertad, la liberación, no la busques. No hay lugar
donde encontrarla. Porque ya existe dentro de ti mismo. Tú ya eres Eso. Entonces,
¿dónde puedes ir a buscarla? ¿Quién puede dártela? Si quieres agua, abres el grifo. No
miras el grifo y lloras y gritas: "Quiero agua". Abres el grifo y tienes agua. Sin embargo,
cuando eras un niño pequeño, no sabías cómo abrir el grifo.
Entonces, si querías beber, llorabas y pataleabas, y tu mamá o papá abría el grifo y te
daba de beber. Por lo tanto, para beber de la fuente de la vida eterna, que es tu realidad,
tienes que abrir el grifo. Tienes que volverte del revés. ¿Puedes imaginarte cómo te
verías del revés? No sería una visión agradable.
La elección
La mayoría de nosotros creemos que si escuchamos la palabra correcta, si despertamos a
través de la Gracia de un Sabio, seremos libres. Esto es cierto en algunos casos. Pero
estas personas de las que has leído en los libros sagrados que fueron tocados por la
Gracia de un Sabio, estas personas han hecho sus deberes, antes de ese acontecimiento. Tienes
que quererlo por ti mismo, y cuando lo quieres intensamente, algo te sucederá. Cuando
deseas la liberación más que cualquier otra cosa en la vida, has comenzado a dejar tus
historias.
No eres lo que crees que eres. Investígalo, averígualo, descúbrelo por ti mismo.
No eres lo que crees que eres. Debes dejar de identificarte con tu humanidad.
Debes dejar de creer que eres de carne y hueso, y que tienes 80 años, etc.,
viviendo en esta tierra. Porque en verdad no existe la tierra tal y como aparece.
Tú no existes tal y como apareces. Y lo que tú llamas problemas, situaciones, no
son lo que parecen. Debes ir más allá de ello. Averígualo. No me creas.
Descúbrelo por ti mismo. Sumérgete en lo profundo de ti mismo. Trata de
comprender que no eres el cuerpo. Es posible que parezca que tienes un cuerpo,
pero no eres el cuerpo. El mundo no es el mundo que crees que es. Nada es lo
que parece.
Una pregunta que me hacen una y otra vez es: "Mientras practico la auto-
indagación, atma vichara, Jnana Marga, ¿cómo voy a actuar en el mundo? ¿Qué
voy a hacer en el mundo mientras sigo practicando? ¿Cuál debería ser mi
actitud? Si todo está predestinado, va a ocurrir de todos modos, así que ¿qué
debería hacer en el mundo?" Bueno, es cierto que todo está predestinado, pero
debes actuar como si no. Debes olvidarte de eso, y no pensar "No importa lo que
haga. Puedo ser malo o puedo ser bueno, ¿cuál es la diferencia? Si está
predestinado, se supone que tengo que hacerlo de todos modos". Por el
contrario, actúa como si estuvieras tomando tú la decisión y tendrás que sufrir
las consecuencias de lo que haces. Así es como debes actuar en el mundo.
Debes desarrollar bondad hacia todos y hacia todo, no sólo hacia los seres
humanos, sino hacia los animales, los vegetales, los minerales. Debes tratar a
todo con bondad. Debes adquirir una buena disposición y dejar de enojarte.
Debes desarrollar alegría dentro de ti mismo, humildad. No debes estar
preocupado por lo que el mundo está haciendo. No debes estar preocupado por
lo que parece que te está ocurriendo. Pero cada reacción tuya debe estar basada
en el amor, la paz, la bondad, la compasión.
¿Por qué hago lo que estoy haciendo aquí? ¿Por qué estoy aquí sentado
hablando? ¿Qué quiero? No estoy buscando nombre ni fama. No estoy buscando
ser reconocido como nada. Es sólo un acontecimiento. Nunca lo pedí. Esto
ocurre por sí mismo. Mis experiencias sobre la auto-realización, nunca las pedí,
nunca fui tras ellas. Se desarrollaron por sí mismas. Esto significa que todo el
mundo puede experimentar la auto-realización. Pero tienes que tomarlo con
calma. Tienes que dejar de luchar con el mundo y dejar de luchar contigo
mismo. Deja que las cosas se desarrollen como sea. No reacciones.
Las señales de progreso espiritual son que: Todavía puedes enfadarte, todavía
puedes molestarte, pero ahora eres consciente de ello. Antes de esto, antes de tu
práctica, digamos que dejabas que tu ira te dominara por completo. Te
convertías en tu ira. Pero ahora cuando practicas la auto-indagación "¿Quién soy
yo?", observas que cuando te enfadas sabes que estás enfadado. Y empiezas a
reírte de ti mismo, y el enfado se va. Te das cuenta de que todas tus emociones y
todos los estados de ánimo que has tenido toda tu vida están disminuyendo. Y
cuando la situación te pone frente a una condición negativa, eres capaz de
observarla y no reaccionar de inmediato. Ves, te vuelves consciente.
Te das cuenta de que hay una guerra en Irak, la gente está muriendo. ¿Pero cuál
es la verdad acerca de esto? ¿Cuál es la realidad acerca de esto? Y la respuesta
llega, yo soy. Yo soy es la realidad. Entonces ¿de dónde viene la guerra? ¿De
dónde viene la inhumanidad del hombre? ¿De dónde vienen todas estas cosas
viles del mundo? Y a medida que sigues preguntando, te darás cuenta de que no
tienes nada que ver con estas cosas. Sin embargo, todas estas cosas están unidas
al yo. La guerra, la mala disposición, el mal genio, la ira, todo pertenece al yo.
Entonces empiezas a conocer, "Veo la guerra, la siento, me siento mal".
Empiezas a conocer que cuando sigues al yo hasta el centro del corazón todo
desaparece. La razón de que todo desaparezca se debe a que para empezar nunca
fue real. Lo que es real nunca puede desaparecer.
La razón por la que puedo decirte verdaderamente que el mundo no es real, que
es como una burbuja, como un sueño, que la desarmonía no es real, que tu
cuerpo no es real, es porque de alguna manera he podido ver el cuarto estado, y
experimentado el cuarto estado, más allá de la vigilia, el sueño y el sueño
profundo. Y ese cuarto estado es la realidad, mientras que todo lo demás parece
ser la realidad. Por lo tanto, la guerra parece real, muy real, el mundo parece
real, tu cuerpo parece real, pero tú no eres eso. Tú estás más allá de eso. Sin
embargo, si no has experimentado este estado de consciencia, nunca puedes
saber que existe.
Así que de alguna manera me doy cuenta de que soy como la pizarra. Y todos
estos acontecimientos se superponen en la consciencia. La pizarra es la
consciencia y yo soy eso. Todos estos acontecimientos son como reflejos en el
espejo. No puedes apropiarte de ellos. Sólo puedes apropiarte del espejo. El
espejo es siempre el mismo. La pizarra es siempre la misma, la consciencia es
siempre la misma. Pero alguien pregunta: "Eso está bien en cuanto a la pizarra y
al espejo se refiere. Pero ¿cómo aparecen estos acontecimientos? ¿Cómo
aparece este mundo?" Y la mejor analogía que puedo darte es debido al hecho
de que la mayoría de estas cosas son inefables, de los reinos superiores. No hay
palabras para expresarlas. No hay nada que puedas hacer para explicarlo, pero
son una analogía. Y la analogía es del mundo de los sueños.
Vas a dormir esta noche y sueñas que hay una guerra, y estás en el ejército y que
estás luchando, por ejemplo, con los iraquíes, y te hieren. Entonces vengo yo y
te digo, "Esto no es real. Nunca has sido herido, y nunca has luchado. Nadie está
matando y nadie ha sido asesinado". Y luego dices: "Lo han hecho. Te lo
demostraré". Y me disparas. Y parece que estoy muerto. Pero luego te
despiertas. Todo esto era un sueño. Nunca existió.
Es difícil deciros que el mundo es un sueño, porque parece muy real, y algunos
de vosotros realmente sentís el mundo muy profundamente. Pero yo os digo que
cuanto más profundamente te involucras en el mundo, más te controla el mundo,
y más difícil es desprenderse. Esta es la razón por la que la auto-indagación se
llama el camino directo, ya que se considera que es la forma más rápida para
despertar. Simplemente obsérvate cada vez que afrontas una situación en el
mundo, y pregúntate, "¿A quién viene esto?"
Digamos que estás viendo la televisión esta noche, y que estás viendo a todos
esos soldados perder la vida. En lugar de sentir la situación, pregúntate: "¿Quién
siente esto? ¿Quién ve esto de esta manera? ¿Quién piensa que es real?" Por
supuesto tienes que hacer esto por ti mismo. No dejes que te oigan otras
personas. Te enviarán a la "granja feliz". Simplemente mira la situación, trata de
comprender que es una parte del sueño, y aunque lo sientas, a pesar de todo no
es real. Este es el principio de la sabiduría, cuando puedes al menos decirte esto
a ti mismo.
Por lo tanto lo que deben hacer es someterse a Dios. Ellos deben decir algo
como esto: "Dios, no tengo ni idea de lo que está pasando. Yo no sé si esto es
real o no. Ayúdame a saberlo. Me entrego a ti totalmente, por completo, en
cuerpo, mente y alma. Haz conmigo lo que quieras. Revélame la verdad", y
esperas. De repente, comenzarás a sentirte muy feliz. Y si practicas lo
suficiente, sometiéndote a Dios, entregándote por completo, llegará el día en
que empieces a sentir que el Dios al que te has estado entregando no es otro que
tú mismo, y podrás practicar la auto-indagación.
Ahora bien, si ni siquiera puedes hacer eso, si no puede someterte a Dios, debes
practicarmantras, cantar Kirtans, rezar, pero haz algo. No dejes pasar un día en
el que no hagas algo. Si tienes que rezar, reza. Si puedes someterte a Dios
completamente, hazlo, pero la vía superior y directa es la auto-indagación. Pase
lo que pase en tu vida, veas lo que veas, pregúntate: "¿A quién viene?"
No trates de analizar la condición. A la mayoría de vosotros os gusta hablar
acerca de vuestra condición. Digamos que estás pasando por algún tipo de
bancarrota. ¿Te vas a quedar lamentándote? Haz todo lo mejor que puedas, pero
no te detengas en la condición. Medita en tusat-chit-ananda. Medita en tu
conciencia pura. Medita en Dios.
Si tienes que hacerlo, imagina tu corazón en el lado derecho del pecho. Estoy
hablando de tu corazón espiritual. No tiene nada que ver con los chakras o tu
corazón físico. El corazón espiritual está en el lado derecho del pecho. ¿Por qué
está ahí? Bueno, míralo de esta manera. Cuando hablas de ti mismo, siempre
señalas el lado derecho del pecho, ¿no? Digamos que, alguien dice: "Oye, tú". Y
tú dices: "¿Quién yo?" y señalas el lado derecho de tu pecho, porque ahí es
donde está tu corazón espiritual. Lo haces sin darte cuenta. No piensas en ello,
pero lo haces porque es ahí donde reside tu corazón espiritual.
Puedes ver una bola de luz blanca en tu corazón espiritual, una esfera de luz,
brillante y radiante. Y en el centro de la luz, puedes ver a tu santo o Sabio
favorito. Si eres tal vez de la tradición judía, puedes ver a Moisés, si quieres.
Los cristianos pueden ver a Jesús. Los árabes pueden ver a Alá o Mahoma, lo
que les plazca. El que signifique algo para ti. Sólo por hacer eso, sentirás una
sensación de paz y alivio, y te sentirás bien.
Así que volviendo a la realidad, este mundo y este universo y todo en él es como
un sueño. ¿De dónde ha venido el sueño? De la mente. ¿De dónde ha venido la
mente? ¿Del Ser? ¿Por qué vendría la mente del Ser? No viene. La mente nunca
existió.
Cuanto más piensas en las palabras para explicar estas cosas, más confundido
estás. Es por eso que es importante, cuando acudes a un maestro, asegurarte de
que el maestro ha sido capaz de darse cuenta de esto por sí mismo, y no es algo
que haya leído en los libros o escuchado en alguna otra parte. Esa es la única
manera de poder cruzar el océano de la ilusión. Con una persona que ha estado
allí.
Así que puedes tener una buena sensación al salir de la oficina y sentirte como si
hubieras sido ayudado. Pero como sabéis, desaparece en breve o se convierte en
un problema diferente, debido al hecho de que sólo has podido ser ayudado a
nivel del terapeuta. Lo que él o ella ve no importa.
Lo mismo sucede con la vida espiritual. Todas las respuestas están dentro de ti
mismo. Si eres sincero, y si de verdad quieres despertar con todo tu corazón y tu
alma, el gurú dentro de ti te conducirá a un gurú fuera de ti. Y el gurú del
exterior empujará al interior, y el gurú del interior empujará al exterior, y
despertarás.
Así que tienes que analizar tu vida ahora mismo y ver de dónde vienes. No te
engañes. No juegues contigo mismo. Mira dónde estás realmente, lo que
realmente quieres, lo que realmente estás buscando. Y trata de entender que uno
de estos días, vas a dejar todo atrás, tal vez mañana, la próxima semana, el
próximo mes, el próximo año.
Libertad
Les doy la bienvenida de nuevo. Buena noches. Hmm.., tengo un micrófono Zen
esta noche. Ha trascendido.
Tal vez el mundo sea así. ¿Lo es? Como siempre digo, ¿por qué deberías
creerme? Hay métodos para descubrir esta verdad por sí mismo. A medida que
avanzamos a través de las vicisitudes de la vida tenemos todo tipo de
experiencias, algunas buenas y otras malas. Este es un mundo de dualidad. Por
cada avance hay un retroceso. Por cada arriba hay un abajo, y así
sucesivamente. Lo que esto significa es que si experimentas una cosa, tienes que
experimentar algún día lo contrario.
Esto no significa que sea en una vida determinada. Quizás puedes ver ahora por
qué algunos niños nacen en familias empobrecidas, en familias en Camboya,
Vietnam, Irak, y nunca encuentran días de paz. Mientras que otros quizás han
nacido en los Estados Unidos, en familias ricas. Nunca tienen que trabajar un
día en sus vidas. ¿Es esto buena y mala suerte? ¿Hay alguna razón para esto?
Tan pronto como haces eso, debes preguntarte: "¿Quién es este yo que está
despierto? ¿Es el cuerpo? ¿Quién está despierto?" Dices: "Yo he dormido". El
mismo yo que está despierto es el mismo yo que ha dormido. Y luego dices "yo
he soñado". Una vez más es el mismo yo. El yo está siempre presente. Uno se
pregunta, "¿Quién es este yo? ¿De dónde viene? ¿Cuál es su fuente?" Te aferras
al yo. La forma de aferrarse al yo es planteando la pregunta: "¿Quién es yo?" Sé
que no suena como un correcto inglés [o español en este caso]. Eso es si te
refieres al yo como un cuerpo. Preguntas, "¿Quién es yo?" o "¿Quién soy yo?" y
te quedas en silencio.
Permanecer en el yo
Robert: Espero que no hayáis venido aquí para oírme hablar. Esa es la peor
razón que podéis tener para venir aquí. Satsang no es hablar. Satsangsignifica
estar, estar con el Ser. No mi ser, o tu ser, sino el único Ser. Por lo tanto cuando
vienes al Satsang estás con el Ser, o estás con Dios, siendo Dios de nuevo tú
mismo. No hay una conversación habitual ocurriendo en Satsang, sólo unas
cuantas preguntas. Todo el mundo por lo general se sienta por ahí haciendo lo
que tiene que hacer. Pero no importa lo que yo diga, todo el mundo me mira
para que suceda algo. Queréis oír una charla. Así que voy a hablar un poco. Mi
objetivo es agradar.
Una pregunta que frecuentemente me hacen por teléfono o en persona es esta,
"Robert, ¿cómo ves el mundo?" ¿Cómo se supone que veo el mundo? Alguien
me dice: "Yo sé que tú ves la consciencia, no nos ves a nosotros". Si yo no os
viera no sería capaz de funcionar. Por supuesto que os veo. Otra persona dice,
"Él ve luces brillantes e imágenes sagradas". Una vez más, si yo viera luces
brillantes e imágenes sagradas sería atropellado por un camión. Veo
exactamente lo que vosotros veis, nada. La única diferencia es la siguiente. Yo
miro el mundo y me río, porque me doy cuenta de que yo no sé, o yo no pienso.
Pero entonces alguien dice: "Ese es un buen ejemplo, pero cuando yo veo el
mundo él no cambia para mí, como cambia para usted cuando se enciende la luz
y ve que es realmente una cuerda. El mundo sigue siendo el mismo para mí ya
sea que haya luz u oscuridad o lo que sea. ¿Cómo se explica eso?"
Así que de nuevo la respuesta es esta. Estás viendo el mundo como el agua en el
espejismo. El agua no cambia, pero la primera vez que ves el agua en el
espejismo tratas de tomarla pero lo que te encuentras es arena. Después de eso
sabes que es un espejismo, pero siempre aparece como agua. No cambia como
la cuerda en la serpiente. Siempre se ve agua. Sólo que ya no reaccionas ante
ella nunca más. Cuando caminas por el lugar donde el agua se encuentra en el
espejismo, te ríes, te das cuenta de que el agua no es real. Y así el Sabio ve el
mundo exactamente de la misma manera. El mundo ya no engaña al sabio. Es
como el agua en el espejismo. Él participa del mundo, pero no se deja engañar
por el mundo. El mundo no tiene ningún interés para él. Porque la identificación
es con el Ser, con la consciencia.
"Esos son grandes ejemplos, pero yo no lo veo así", dices. "Estoy identificado
con el mundo y me duele porque el mundo me afecta", dices. "Las cosas me
afectan. Cuando veo la inhumanidad del hombre hacia el hombre, lloro. Cuando
veo una película divertida, me río. Cuando consigo lo que quiero de la vida, soy
feliz. Cuando no lo consigo, estoy triste. Por lo tanto, estos ejemplos y todas
esas cosas que me hablas, no me hacen ningún bien".
¿Cómo haces progreso? Usando los libros sólo como referencia. Practicando los
métodos que comparto contigo. Practicando la auto-indagación. Observándote a
ti mismo a través de las experiencias de la vida y no reaccionar. ¡Observa cómo
te deprimes! ¡Observa cómo te enojas!. No lo niegues, sólo observa. Y si te
observas a ti mismo correctamente de esa manera tranquila, puedes preguntarte,
"¿Quién se enoja? ¿Quién se siente deprimido?" y seguir hasta el final. Haz esto
una y otra y otra vez, tantas veces como sea necesario. Un día, la ira te dejará,
las depresiones te dejarán, tus pensamientos te dejarán. Y simplemente serás.
Hasta que eso ocurra no te engañes. Maya es muy poderosa. Maya es la aparente
realidad del mundo. Siempre y cuando creas que eres el cuerpo, entonces el
mundo será muy real para ti. Es por eso que debes trabajar en ti mismo primero.
Recuerda que tu cuerpo, así como todo el universo, es una manifestación de tu
mente. Por lo tanto, cuando la mente comienza a disolverse, así también lo hará
tu cuerpo, y lo mismo ocurre con el universo. También recuerda que cuando
todo se disuelva no ves la consciencia. Como mencioné al principio, no vas
caminando por ahí viendo el espacio vacío. Una persona incluso me dijo que
había leído en un libro en alguna parte que un Sabio camina por ahí en una
niebla y ve a las personas como niebla. ¿De dónde sacan esas ideas?
Te recuerdo de nuevo. La única diferencia entre el Sabio y tú mismo es que tú
ves el mundo y te identificas con él. Crees que es real. Un Sabio ve el mundo y
él sabe que es una superposición sobre la consciencia. Así que él se identifica
con la consciencia. La consciencia no es una cosa. No se puede describir. No es
lo opuesto del mundo, y no es un objeto, y no hay ningún veedor que la vea. La
consciencia es otra palabra para ser. ¿Ser qué? Ser nada.
Ahora vamos más allá del reino de la creación, donde se convierte en inefable e
indescriptible. Es por eso que sólo podemos explicarte lo que la consciencia no
es. La consciencia no es el mundo. La consciencia es autosuficiente, realidad
absoluta. Eres tú mismo cuando no te identificas con el mundo, y que sólo le
ocurre a la persona común cuando se está quedando dormida y cuando se está
despertando. En ese momento eres consciencia. Pero la sensación te abandona
casi de inmediato. Comienzas a identificarte con el mundo. Te olvidas de la
realidad.
Es difícil ser totalmente honesto con uno mismo, sin embargo, esto es
exactamente lo que tienes que hacer. Olvídate de ser un jñani, o iluminado, o
tener la auto-realización. Tengo demasiadas peticiones así. La gente me llama
de todo el mundo y me dicen que están auto-realizados. Así que ahora yo digo,
"Bueno, ¿qué quieres que haga?" Quieren la confirmación. Así que estaba
pensando en imprimir unos certificados, y enviárselos ― Esto es para
informarle que usted está ahora auto-realizado. Enhorabuena.
Olvídate de esas cosas. Ni siquiera lo desees. Sólo haz el trabajo y te
sorprenderás. Cuanto más lo quieres, más se te escapa. Y eso es natural, porque
te estás persiguiendo a ti mismo. Estás tratando de atraparte a ti mismo cuando
ya estás atrapado. Así que cuanto más te persigues a ti mismo, más rápido
escapas de ti mismo. Deja de hacer eso.
Robert: Om, shanti, paz. Buenas tardes. Les doy la bienvenida de todo corazón.
Es bueno verles de nuevo. Es muy loable de su parte que puedan estar aquí esta
noche. Después de todo, ustedes podrían estar viendo la televisión, podrían estar
saliendo con su novia o novio, podrían ir a ver una buena película, podrían ir a
emborracharse.
Estudiante: Entonces, ¿qué estoy haciendo aquí? (los estudiantes se ríen)
R: No lo sé. Pregúntate a ti mismo. Pero decidiste venir aquí y eso significa
algo, no para mí, sino para ti mismo. Esto significa que estás cansado del
mundo, hasta cierto punto. Esto significa que te das cuenta de lo que este mundo
realmente es. No es malo, no es bueno. Esto significa que quieres despertar, así
que hay algo dentro de ti que te empuja. Todo lo que tienes que hacer es relajar
tu mente ruidosa y permitir que suceda, eso es todo. No tienes que pasar por
rituales, iniciaciones o cualquier otra cosa. Simplemente tienes que aquietar tu
mente y todo se hará cargo de sí mismo.
Déjame hacerte una pregunta. ¿Cuál crees que es la diferencia entre esta
enseñanza, Jnana Marga, y el resto de los yogas, la oración, las religiones y lo
que sea?
¿Cuál es la diferencia básica? ¿Quién me lo puede decir?
Tomemos el raja yoga, el camino de los ocho miembros, ahora bien estas cosas
son buenas. No hay nada malo en estas cosas. No voy a denigrarlas. Pero tiene
que haber alguien que aprenda las jamas, nijama, las virtudes. Hay alguien que
está aprendiendo todas estas cosas. El yo ha aprendido a ser virtuoso. Tomemos
el Kundalini yoga. Me estoy centrando en los chakras, en cada chakra. Siempre
hay un yo, yo, yo. Tomemos la oración. Estoy orando a Dios. Una vez más no
hay nada de malo en estas cosas, pero la razón por la que llamamos a éste el
camino directo es porque ésta es la única enseñanza que investiga el yo. No
estamos interesados en los efectos. Cualquiera que pueda ser el efecto, nos
damos cuenta de que el yo está detrás de él. Nos damos cuenta de que si
encontramos el yo, y le seguimos hasta su origen, todo lo demás será eliminado
y seremos libres. Es por esto que se llama el camino o vía directa.
También ¿cuál es la diferencia entre la meditación y el Jnana Marga, porque
supongo que la mayoría de ustedes se dan cuenta de que en este camino no es
realmente necesario meditar? ¿Cuál es la principal diferencia entre la
meditación y este camino?
SJ: Tiene que haber alguien para meditar.
Por ejemplo, si tienes un resfriado por lo general dices, "yo tengo un resfriado".
Sólo que ahora te observas a ti mismo y te reirás, porque dirás, "yo tiene el
resfriado". Suena como un mal Inglés. "Yo tiene el resfriado. No tiene nada que
ver conmigo. Así que ¿de dónde viene el yo que tiene el resfriado?" Y a
continuación sigues al yo que te llevará a la fuente, porque no hay yo y no hay
resfriado.
Puedes utilizar este método para todo. "Tengo hambre". Bueno pues te observas
a ti mismo, y te das cuenta de que yo tiene hambre. Yo no es mi verdadero Ser.
Yo tiene hambre, pero mi verdadero Ser nunca puede tener hambre. Yo estoy
cansado, yo estoy deprimido, yo soy feliz, yo me siento guapo, yo me siento de
maravilla. Es todo lo mismo. Siempre que te refieras a tu cuerpo estás
cometiendo un gran error. Sepárate a ti mismo del yo.
En realidad, el cuerpo humano no puede estar en silencio. Hay algo más que
entra en el silencio. No tiene nada que ver con tu humanidad. Es sólo después de
tal vez años de meditación en vidas anteriores, que puedes estar lo
suficientemente maduro como para saber realmente lo que significa este camino.
Cuando te doy estas prácticas, no es para ti como ser humano. Parece que las
experimentas como ser humano, pero te puedo asegurar que tu humanidad no
tiene nada que ver con eso. Cuando entras en el silencio entras en una paz
profunda, consciencia dichosa, conciencia pura. Eso es lo que es el silencio. No
es estar callado. Es más allá de eso. No es sólo aquietar la mente, como yo digo
todo el tiempo. Es comprender que no hay mente que aquietar. Cuando te das
cuenta de que no hay mente, te conviertes automáticamente en el silencio.
Cuando todavía piensas que tienes una mente, harás todo lo posible para
calmarla o aquietarla, y no puedes.
Si crees que tienes algo que superar, si crees que tienes que trabajar en ti mismo,
que tienes que hacer algún tipo de esfuerzo, será difícil. Después de todo, ¿quién
hace el esfuerzo? El ego, ¿quién te está diciendo que tienes que superar todas
estas cosas? La mente, piensas que tienes que superar tus malos hábitos, que
tienes que superar el karma pasado, que tienes que superar los samskaras. Es
todo una mentira.
Me doy cuenta que a veces hablo de estas cosas. Parece una contradicción, pero
estoy compartiendo con ustedes la verdad más elevada. No hay samskaras que
superar, porque nunca existieron. No hay karma que superar, porque no existe.
Pero para aquellos estudiantes inmaduros, tienen que trabajar en algo, así que se
les explica que hay karma, que hay samskaras, que hay tendencias latentes que
se han apoderado de ti, y tienes que trascenderlas. Sin embargo, les estoy
diciendo una mentira. Pero realmente necesitan escuchar eso en este momento
de su evolución, de lo contrario no podrían trabajar con otra cosa.
Pero la verdad es que no tienes nada que superar. Piensa en eso. Si tuvieras
alguna cosa que superar nunca lo conseguirías, porque es la naturaleza de la
mente jugar contigo. En cuanto superaras una cosa, otra cosa aparecerá, y
tendrás que superar esa otra. Cuando superas esa, otra más aparece. Digamos
que tienes el hábito de la bebida, y dices, " tengo que superar esto". Puedes
superarlo. Esto te produce mal genio. Entonces tienes que superar el mal genio.
Esto te lleva a decir mentiras. Entonces tienes que superar el decir mentiras.
Esto nunca se termina hasta que empiezas a darte cuenta de que no tienes nada
que superar.
Míralo de esta manera. Siempre que sientas la consciencia del cuerpo, y siempre
que tu mente, por así decir, todavía tenga el poder de hacer que te sientas de esta
manera o de esa manera, entonces tienes que hacer alguna práctica. De lo
contrario tu cuerpo-mente te controlará. La práctica más elevada es atma-
vichara, la auto-indagación. La razón por la que les estoy hablando de esta
manera esta noche, es porque puedo sentir que todos los que están aquí han
experimentado muchos caminos y no son unos recién llegados, por lo que están
preparados para esto. Están preparados para saber que no hay práctica, no hay
Dios, no hay iluminación, no hay vidas pasadas, no hay tú, y eres libre.
La gente todavía quiere saber, cuando todo se ha ido, ¿qué es lo que queda, cuál
es el substrato, la causa, la causa subyacente de toda la existencia? Tiene que
haber algo que mantiene todo junto. ¿Quién lo dice? No hay nada que juntar.
Recuerda también, que lo finito no puede comprender lo infinito. Así que
cuando digo que no hay nada que juntar, quiero decir que no hay nada que las
palabras puedan describir.
Puedes preguntar entonces: "¿Qué estoy haciendo aquí con ustedes?" Yo soy su
Ser. Puedo verlo claramente. No hay diferencia entre ustedes y yo. Cuando te
sientes deprimido, cuando te sientes enojado, cuando te sientes de mal humor, es
a mí al que sientes. Cuando te sientes feliz, cuando te sientes iluminado, cuando
te sientes hermoso, es también a mí al que sientes. Todo esto es el Ser, y yo soy
eso.
Algunos de ustedes todavía piensan que estoy hablando de Robert. Pero Robert
no tiene nada que ver con esto. Estoy hablando de la omnipresencia. Estoy
hablando de la nada (ninguna cosa). Y pienso que seguir hablando es una
pérdida de tiempo.
(silencio)
Esto no quiere decir que la consciencia manifiesta estas cosas. Como siempre he
explicado, la consciencia se contiene a sí misma, y sólo se manifiesta a sí
misma. Estas cosas son como ilusiones ópticas. En realidad no existen, al igual
que los sueños en realidad no existen. En el sueño haces cosas, vuelas desde
Nueva York de regreso a California, experimentas todo tipo de cosas en tu vida,
y todo parece ser real. Pero te despiertas y la burbuja estalla.
Así que supongo que la única diferencia entre tú y yo es que yo siempre soy
consciente de eso. Si fueras siempre consciente de ello, no tendrías miedo. El
miedo sólo aparece cuando crees que el mundo es real. Cuando el mundo resulta
ser una ilusión, ¿dónde está el miedo? ¿Qué pude perturbarte en el mundo, si
sabes que el mundo no es más que un sueño?
Puedes decir: "Bueno, puede ser un sueño, pero no quiero ser herido en el
sueño. Quiero que mi sueño sea tranquilo y fácil. Quiero ser feliz y armonioso y
saludable". Si piensas en esos términos, quiere decir que no eres consciente
todavía de lo que es la consciencia. La consciencia trasciende todo eso. La
consciencia es armonía divina. Ninguna de esas cosas existen.
Me doy cuenta de que es difícil de comprender. Puede parecer que las peores
cosas les suceden a mi cuerpo, a mis asuntos, a mi vida, pero sin embargo soy
consciente de que no están sucediendo. No estoy imaginando que no están
sucediendo. No estoy reprimiéndolas. No me estoy diciendo a mí mismo:
"Robert, tienes que ver sólo lo bueno". Está más allá de todo eso. No hay bueno.
No hay malo. Es una total libertad, liberación total.
Míralo de esta manera. Tienes una idea de lo que es Dios porque Dios ha sido
grabado en tu cabeza desde que eras un niño pequeño. ¿Puedes imaginar a Dios
teniendo miedo, de algo? ¿O a Dios pasando por algún tipo de experiencia? ¿O a
Dios diciendo: "Esto es bueno, esto es malo, esto está bien, esto está mal,
prefiero tener esto que eso?" No hay dualidad en Dios.
Así que el universo es la unidad final. La unidad final es otra palabra para la
armonía divina. Está más allá de todos los conceptos y las ideas preconcebidas.
La mente humana no puede comprenderla. Baste decir que todo está bien. Es
cuando empiezas a aquietar la mente que te acercas cada vez más a esta
comprensión. Es cuando los pensamientos comienzan a detenerse, a calmarse,
que te vuelves más consciente de que todo está bien y la realidad viene a ti por
sí misma. Mientras sigas manteniendo la identificación con el mundo y las cosas
de este mundo, nunca puedes saber la verdad acerca de ti mismo.
Y de nuevo puedes decir: "Bueno, tengo que funcionar en el mundo. Tengo que
trabajar, tengo que tener una familia, tengo que cuidar de mis intereses". ¿Quién
dice que no? Pero todo eso no tiene nada que ver contigo.
Tienes que entender que tu cuerpo cuidará de sí mismo. El sueño continuará por
sí mismo. Harás lo que sea que hayas venido a hacer a esta tierra, sin que
pienses en ello, sin que trates de hacer que algo suceda, sin que trates de arreglar
algo en este mundo. Esto es lo que quiero decir cuando digo: "Sé tú mismo.
Sólo sé tú mismo. Vive en el eterno ahora". Eso es ser tú mismo. Sé espontáneo.
Deja que el mundo se desarrolle como debe ser. No tengas prejuicios. Mira todo
de manera fresca y nueva, con asombro. Ten veneración por toda la vida, y
pregúntate, "¿Quién soy yo?" Entonces las cosas empezarán a suceder.
Lo más cerca que puedes llegar a tener una experiencia de quietud mental, es
cantando. El canto tiene una vibración en el sistema nervioso que hace que la
mente realmente se calme. Hay muchas personas que no pueden hacer atma-
vichara, auto-indagación demasiado tiempo. Y para aquellas personas que están
practicando la auto-indagación, a veces deben tomarse un descanso. Así que pon
una cinta de cantos y cantad junto con ella para vosotros mismos, o en voz alta,
y encontraréis que profundizáis más adentro de vosotros mismos y la mente
comienza a aquietarse, tranquilizarse, calmarse. Así que vamos a hacer eso
ahora mismo, ¿de acuerdo?
(Cantando) [...]
Algunas personas me dicen que les gusta más las conversaciones que cualquier
otra cosa que hagamos. Otras personas me dicen que les gusta más cantar. Otras
personas me dicen que les gusta más las preguntas y respuestas. Otras me dicen
que les gusta más el silencio. Recordad lo que es esto. Esto es satsang. No es
una conferencia o un festival musical. Todo lo que hacemos es importante,
incluso si hablo acerca del tiempo y nada más. El estar en satsang es lo que hace
que algo tenga lugar dentro de tu consciencia y te eleve a lo más alto.
Había una vez un hombre santo que murió y fue al cielo. Llegó a las puertas del
cielo y golpeó la puerta. Y Dios salió y dijo, "¿Qué quieres?" Y el hombre santo
dijo: "Yo soy tu siervo. He llegado". Y Dios le dijo: "Lo siento, no hay lugar
para ti aquí. Adiós", y se fue.
De nuevo el hombre santo dijo: "¿Qué es esto? He hecho todo lo que he podido.
Voy a sentarme en esta puerta, y voy a quedarme aquí por toda la eternidad
hasta que descubra cuál es el problema". Así que se sentó durante años y siglos,
reflexionando. "Yo he confesado mis pecados a Dios. Yo he confesado mis
buenas obras a Dios. Yo quiero entrar en el cielo. Espera un minuto, ¿quién es
este yo? ¿Quién es el yo que cometió pecados? ¿Quién es el yo que hizo buenas
obras? ¿Quién es el yo que quiere entrar en el cielo? ¿Quién soy yo?" Y, de
repente, se echó a reír. Cayó en la cuenta. Daba vueltas por el suelo de la risa y
se levantó y golpeó la puerta. Y Dios vino y le dijo: "¿Quién eres tú?" Y él dijo:
"Yo soy tú mismo". Y Dios abrió la puerta y dijo: "Entra. Nunca hubo un lugar
aquí para ti ni para mí."
Ahora recuerda, esto no te da licencia para salir por ahí a lastimar a la gente y
robar bancos, y hacer lo que crees que quieres hacer, ya que no importa. Eso no
es lo que estoy diciendo en absoluto.
Tu trabajo es evitar que la mente divague. La mente tiene que estar en tu poder,
para que deje de pensar. Para que pare de enloquecer. La mente no es tu amiga.
Te hace humano. Hace que creas que eres un cuerpo, que estás separado. En
cuanto ves que tu cuerpo es una emanación de tu mente, que no tiene existencia
en absoluto, excepto en tu mente, comienzas también a ver que el cuerpo del
universo es lo mismo que tu cuerpo. Por consiguiente es una manifestación de la
mente. Esto produce una semblanza de libertad. La cadenas comienzan a
romperse, cuando puedes ver esto. Ves el mundo y te das cuenta de que el
mundo es el Sí mismo. Yo soy ese Sí mismo. No hay nada más.
Quieres compartir esta verdad con tus amigos, con tu familia y con tus
compañeros, pero no puedes, porque no hay palabras para describir esto. Mires
donde mires, ves la libertad. Mires donde mires, ves el amor. Todas las
trivialidades se han ido. Los prejuicios se han disipado. No tienes nada que
temer y nada por que luchar. Todo está bien.
Se presenta como una idea. ¿Alguna vez habéis visto esas caricaturas con una
bombilla brillante sobre la cabeza cuando alguien tiene una idea? Algo así te
sucede a ti. Es como si hubieras despertado de un largo sueño. En este despertar
no hay pasado y no hay futuro. Sólo hay seidad. Te has convertido en ti mismo.
No te has convertido en algo exterior o algo extraño. Simplemente has
despertado a ti mismo, y te sientes maravillosamente.
Tienes que preguntarte, "¿Quién creo realmente que soy?" Y puedes contar la
cantidad de penas o alegrías o esfuerzos humanos por los que has pasado. Si
crees que eres un humano, entonces experimentarás la felicidad humana, la
tristeza humana, pasarás por las experiencias humanas. Nunca puedes conocer al
Sí mismo de esa manera. Pero tan pronto como dejas de reaccionar a tu bondad
humana...
Hay gente que me dice: "Yo nunca he tenido un mal día en mi vida". Así que yo
les digo: "Estás igual de atascado tanto en tus días buenos como en tus días
malos. Porque la realización no es tener días buenos". Trata de entender que la
bondad humana no tiene nada que ver con esto. La bondad humana es kármica,
y cuando los patrones kármicos desaparecen experimentarás lo contrario.
Quieres ir más allá, más allá de todo entendimiento, más allá de todo
pensamiento conceptual, más allá de todos los conceptos intelectuales, más allá
de lo que es conocido por el hombre, y por supuesto eso es el silencio.
Si algo viene después de eso, indaga, "¿A quién ha venido esto?" Yo no soy esto
y yo no soy eso, "yo soy". Incluso si la palabra Dios viene después de Yo soy, tu
mente te está gastando una broma. Pregunta: "¿A quién viene esto? ¿La palabra
Dios?" Yo soy será suficiente. Que todo lo que tienes que ser es Yo soy. Todo lo
demás es redundante, superfluo. Si tu mente te dice: "Yo soy el cuerpo", indaga
de nuevo, "¿a quién le viene esto?" Cualquiera palabras que aparezcan en tu
mente, deshazte de ellas. Escucha el silencio. Escucha el Yo soy.
Yo Soy es Brahman
Ahora puedes ver por qué el silencio es el último maestro. Mientras utilices
palabras te confundes a ti mismo y confundes a los demás. Pero a medida que te
vuelves silencioso el verdadero Sí mismo llega a ser dominante y el yo personal
se precipita de nuevo en el corazón. Por lo tanto, aquellos de vosotros que
habláis demasiado os dais cuenta de que sois los que están más confusos, porque
las palabras sólo confunden. Y recuerda de nuevo que como crees que eres el
cuerpo, el tiempo y el espacio existen para ti y en ese espacio y en ese tiempo
hablas con palabras. Tienes que hablar a unos y a otros, para que algunos otros
que parecen ser como tú escuchen tus palabras y luego reaccionen. Son felices si
les dices algo bonito y se enojan si les dices algo feo y la vida sigue.
Así que la razón por la que venimos al satsang es para comprender que no hay
cuerpo, no hay mente, sólo hay el Sí mismo. El Sí mismo no puede explicarse
con palabras, sólo puede ser experimentado como ser puro. Y ese ser es la
consciencia, esa consciencia es conciencia pura, que es la realidad absoluta que
da como resultado la felicidad o dicha.
Es por eso que me oyes decir muchas veces que la primera señal de progreso en
el camino espiritual es cuando empiezas a sentir una paz profunda dentro de ti.
Esa es la felicidad de la que estoy hablando. Tal vez no la has experimentado
por completo, pero sientes una profunda paz que nunca has sentido antes. Las
cosas que solían molestarte cesan. Las personas que te hacían enojar ya no te
hacen enojar. Ellos no han cambiado, tú has crecido. Las palabras se vuelven sin
sentido. Comienzas a pasar más tiempo contigo mismo y llegas a ser muy, muy
feliz. Surge entonces la pregunta, ¿quieres decir que si me convierto en un
realizado tengo que estar conmigo mismo? ¿Tengo que ser un ermitaño? Más
bien, estoy hablando de eso mentalmente.
Aquellos de vosotros que creéis o pensáis que tiene que huir del entorno o de
ciertas personas, porque te vuelven loco, estas personas son una bendición
disfrazada. Porque te hacen ver a ti mismo.
Te hacen ver que no estás en paz contigo mismo. ¿De verdad crees que si vas a
un monasterio o a un ashram o a una cueva estarás en paz? ¿Si no puedes estar
en paz en una fiesta? ¿No lo ves? Donde quiera que vayas tienes que llevarte a ti
mismo contigo. Y si no estás en paz donde estás, si vas a una cueva para vivir
contigo te volverás loco. ¡Tu mente te expulsará de tu mente! (risas ) ¡Lo que es
bueno!
El mundo es tu laboratorio, donde practicas sobre ti mismo. No trates de escapar
del mundo. No trates de cambiar las cosas, sino obsérvate a ti mismo, observa lo
que eres por completo. Observa las cosas que te molestan. Observa el número de
palabras que empleas durante el día. Cómo hablas y hablas y hablas y hablas y
hablas y hablas. Observa cómo reaccionas a lo que la gente te dice.
Ahora que comparto esto con vosotros, ¿qué pensáis personalmente que sois? El
primer error que cometes es creer que eres el yo personal. Identificación con el
cuerpo. Ese es tu primer error. El segundo error es que tu mente se identifica
con el mundo. Y el tercer error es que tu mente y tu cuerpo reaccionan a tu
entorno.
Así que comencemos con el cuerpo. Te dices a ti mismo: "Yo existo, no hay
duda acerca de esto, yo existo. Pero, ¿quién es este yo que existe? Es el yo
personal. Sin embargo, cuando me voy a dormir no soy consciente de ese yo,
pero todavía sigo existiendo a pesar de que estoy dormido. Y cuando estoy
soñando, sueño sobre todo tipo de cosas. Sin embargo digo que yo soñé." El yo
siempre persiste para recordarte que eres el yo. Y sigues identificado con el yo,
la mayor parte de su vida.
Entonces puedes decir: "Yo soy la fuente". Porque en ese momento te darás
cuenta cuando digas: "Yo soy", que ya no te estás refiriendo a tu cuerpo, que no
te estás refiriendo a la mente. Te refieres a Dios, a la conciencia pura, a la
consciencia, a la realidad absoluta. En ese estado ni siquiera piensas en esas
palabras. Porque como he mencionado antes esas palabras sólo existen en el
tiempo y el espacio. Y en tu realización comprendes que no hay tiempo ni
espacio. Así que no hay palabras, sólo hay la fuente y te vuelves libre y
liberado.
Señales de progreso
Robert: Será mejor que tenga cuidado con lo que digo. Se están grabando cintas.
Son luego transcritas en lecciones y tengo que vigilar mi boca.
SM: Son geniales. Cada vez que las leo saco más provecho de ellas.
Ahora puedes ver por qué algunos Santos y Sabios se vuelven silenciosos y no
hablan durante años y años, tal vez nunca, porque se dan cuenta de que hablar es
una pérdida de tiempo. Si no me crees, piensa atrás en tu propia vida. Desde que
eras un niño, mira todas las palabras que has utilizado, todas las palabras que
han salido de tu boca. ¿Qué han hecho por ti?
Para saber de lo que estoy hablando tienes que girar hacia dentro. Tienes que
verte a ti mismo por lo que eres. Tienes que dejar de pensar que eres Roberto, o
Jaime, o Juan, o María, o cualquier otra persona, y empezar a comprender que
eres consciencia. No tienes ninguna forma. No estás limitado. No tiene marcas
distintivas. Eres la libertad total, como el aire, como el espacio, y sin embargo
eres consciente.
Otra razón por la que no deberías reaccionar ante cualquier condición antes de
que esto te suceda, es porque no ves el cuadro completo. Imagina que te
despiden de tu empleo. Te sientes molesto. Has estado trabajando durante
veinticinco años y ya no tienes un puesto de trabajo. La persona promedio
podría llegar a estar muy disgustada. Pero, cuando observas, y te das cuenta, ya
sabes, como lo que mencioné el domingo pasado, estás simplemente mirando a
través del ojo de la cerradura y estás viendo limitadamente. Estás limitado.
Porque sólo puedes ver una parte a través del ojo de la cerradura, y la parte que
ves es que te despidieron de tu trabajo. Pero al expandir tu consciencia es como
abrir la puerta, y entonces ves una imagen completamente diferente. Ves que
kármicamente te mereces haber sido despedido, no importa lo que parezca. Y a
medida que avanzas hacia adelante, si nos fijamos veremos que si hubieras
permanecido en ese trabajo, el edificio habría estallado, y habrías sido destruido
físicamente. Y a medida que sigues mirando verás que nadie muere, nadie es
destruido, la vida nunca comenzó y la vida nunca acabará. Ahora puedes ver
todo el cuadro.
Es por eso que una persona que está en el camino espiritual gradualmente
comienza a expandir su consciencia y la puerta se abre cada vez más. Eres capaz
de ver más claramente. Por lo tanto no te sientes perturbado porque las cosas no
son como parecen. El resultado final es que no ocurre nada. Nunca nada
comenzó, nada continúa, y nada acabará. Tú eres simplemente consciencia
dichosa. Eres Sat-Chit-Ananda, Parabrahman. Eres un ser divino espiritual. El
agua no se puede ahogar y el fuego no se puede quemar. Nunca has nacido.
Nunca puedes morir. Tu verdadera naturaleza es el Ser, y el Ser es el Ser de
todo, y todo está bien.
Robert: Alguien me dijo la semana pasada, "Robert, diste una gran charla el
domingo, y probablemente atraerás a millones de personas". Se equivocaba en
ambos casos. En primer lugar, yo no doy charlas. Tienes que llegar a un punto
en el que estés cansado de escuchar charlas. Entonces comenzarás a avanzar en
la práctica espiritual.
Mientras desees todavía escuchar charlas tienes un largo camino que recorrer
antes de que despiertes. No es la charla lo que va a hacerlo por ti. Es un clic que
tiene lugar dentro de ti cuando estás en el estado correcto de consciencia (1).
El satsang te brinda el estado correcto de consciencia, sin palabras, sólo ser,
entonces todo sucede por sí mismo. Pero si vienes a escuchar una charla te
vuelves intelectual, conceptual... ideas, palabras y eso causa confusión.
Entonces, ¿qué actitud debes tener? Incluso cuando me escuches hablar no
debes creer que estoy hablando. Debes abrir tu corazón y permitir que tu
verdadera naturaleza se exprese, y lo hará, si le permites que lo haga.
Quizás puedas decir que soy un espejo para ti. Lo que ves en mí es lo que eres.
Y mientras meditas en ti mismo vas a comenzar a verme como a tu Ser (Self).
Porque en verdad sólo hay un Ser. Y tú eres eso. No esperes nada, y tendrás
todo. Sé espontáneo. Preocúpate sólo del presente. Olvida el pasado y no te
preocupes por el futuro. Sé lo que eres, la realidad absoluta.
Es como esto. Imagina que estás mirando a través del ojo de una cerradura y
todo lo que puedes ver a través del ojo de la cerradura es a alguien que es
asesinado por alguien más. Ves a un hombre matar a una mujer a través del ojo
de la cerradura, y todos tus conceptos giran en torno a eso. Así es como vemos
el mundo, a través del ojo de una cerradura. Vemos una parte de la imagen. Pero
digamos que abres la puerta en vez de mirar por el ojo de la cerradura. Podrías
mirar hacia la izquierda, y ver tal vez en una vida anterior a la mujer matando al
hombre. Es a la inversa. Ahora, en esta vida el hombre está matando a la mujer,
y entenderías lo que está pasando. De ahí irías hacia adelante. Podrías mirar a la
derecha y ver que los dos están juntos de nuevo, riendo y pasando un buen rato,
y te darías cuenta de que nadie ha matado y nadie ha muerto. Es todo un juego.
Podrías ver el cuadro completo. Pero mientras estés mirando sólo a través del
ojo de la cerradura vas a tener una visión limitada de las cosas y harás juicios
parciales.
Es por esto que se nos dice que no juzguemos, porque sólo tenemos una imagen
limitada. Cada cosa que ves en tu vida la estás mirando a través del ojo de una
cerradura. Cuando despiertas la puerta se abre, eso es todo. Entonces
comprendes por qué todo está sucediendo, y de dónde viene. Esta es la razón
por la cual los sabios permanecen tan tranquilos y nunca reaccionan ante nada.
No es porque no les importe. Ellos ven la imagen completa. La puerta se ha
abierto para ellos. Y ven a la persona que gana la lotería y tiene cincuenta
millones de dólares. Se lo han ganado, en algún lugar, de alguna manera. No
hay tal cosa como la suerte y no hay tal cosa como la casualidad. Y luego ven la
imagen final, cuando despiertan, y se ríen de todo el juego. Porque nadie ha
perdido nada y nadie ha ganado nada.
Así que despertar no es algo que tienes que buscar. Despertar no es algo que
alguien te puede dar. Despertar es tu verdadera naturaleza. Es tu verdadero Yo.
Tú ya estás despierto, pero crees que estás dormido. Crees que eres un ser
humano, que eres el hacedor. Crees que todas tus experiencias son reales. Y
entonces, si vas un poco más alto, crees que todas tus experiencias son
kármicas. Pero yo os digo: no hay karma, y no hay experiencias. Tú eres
brillante y resplandeciente tal como eres. Pero si quieres jugar al juego del
karma, puedes hacerlo. Es un juego.
Entonces, ¿de dónde viene (el karma)? Lo creaste con tu mente. Hay personas
que enseñan cursos sobre el karma, la reencarnación y que creen que eso es
todo. Así que, naturalmente, tú creas tu propio destino. Y la broma es que sigues
regresando una y otra vez, y otra, y otra, y otra, y otra vez, teniendo todo tipo de
experiencias, hasta que en un siglo a partir de ahora, o mil millones de años a
partir de ahora, te cansas de jugar el juego. Y dices: "Espera un minuto. Me
parece que estoy dando vueltas en círculo. ¿Alguna vez se acabará?" Y luego,
finalmente, te preguntas, "¿Para quién es el juego? ¿Quién cree en su
humanidad? ¿Quién cree en sus experiencias ? ¿Quién es el que parece sufrir o
quién es el que parece ser feliz?"
Uno va al médico y dice: "Me duele el brazo cuando lo muevo así". Así que, el
médico dice, "Pues no lo mueva así". Y eso es lo que todos hacemos. Estamos
buscando respuestas por medios externos, y nunca puedes obtener una respuesta
a tus problemas o cualquier cosa del mundo, porque el mundo cambia
continuamente. Una vez la respuesta puede ser de una manera y en otro
momento la respuesta puede ser de otra manera, según las circunstancias,
dependiendo del momento.
Tú no quieres usar ese método. Lo que quieres decir a ti mismo es, "Esto no
tiene nada que ver conmigo. Yo se siente mal. Yo se siente bien". Esto no es un
mal inglés, es sólo para mostrarte como hablar a ti mismo. El yo está separado
de ti. Tú no tienes nada que ver con el yo. Simplemente puedes ver que resuelve
tu problema. Si lo intentas verás que tengo razón. Cuando estés deprimido,
cuando te sientas de mal humor, cuando sientas que algo está mal, cuando te
sientas enojado, o lo que sea, pregúntate "¿Quién siente esto? Yo". Y luego te
das cuenta de que, "yo no tengo (tiene) nada que ver conmigo".
¿De dónde viene el cuerpo? Si el cuerpo no existe, ¿por qué lo veo? Pregúntate
a ti mismo: "¿Quién lo ve?" y volvemos de nuevo al yo-personal. Porque la
respuesta es, "yo lo veo. ¿Quién soy yo?" Has vuelto otra vez al yo-personal.
¿No lo ves? Si el yo-personal se ha ido no hay cuerpo, no hay mente, sólo hay
consciencia. Pero siempre que creas que hay un cuerpo, hay un yo-personal. Por
consiguiente no puedes decir: "Yo soy la consciencia apareciendo como un
cuerpo". Eso es erróneo. La consciencia no aparece como ningún cuerpo. No
tiene por qué. La consciencia es siempre conciencia pura autosuficiente. Es algo
de lo que ni siquiera podemos hablar, porque no hay palabras para describirla.
Es algo que tienes que descubrir por ti mismo. Pero te puedo decir sin lugar a
dudas que no tiene nada que ver con tu cuerpo. No tiene nada que ver con tus
experiencias. No tiene nada que ver con el karma. No tiene nada que ver con tu
Dios. No tiene nada que ver con el universo. No tiene nada que ver con la auto -
realización o la liberación. Simplemente es. Y está más allá de nuestro
pensamiento finito. No hay palabras para describir el infinito.
Basta con que te deshagas de todos tus conceptos de cuerpo, mente y yo. Todo
ocurrirá por sí mismo. Tu trabajo consiste en eliminar el concepto del yo. Tu
trabajo consiste en deshacerte de la idea de que tú eres un cuerpo, y que eres una
mente, y que eres un hacedor. Recuerda siempre, lo que parece ser un cuerpo
hará lo que tiene que hacer por sí mismo, pero no tiene nada que ver contigo. Si
sólo puedes verlo de esa manera por un día, te sorprenderás por lo que te ocurra.
Prueba este experimento mañana. Cuando te levantes y acabes de abrir los ojos
y salgas de la cama, no pongas ninguna atención a ti mismo como un cuerpo. En
otras palabras, simplemente vuélvete totalmente consciente (mindful), al igual
que se enseña en el budismo. Obsérvate a ti mismo levantarte de la cama.
Obsérvate ir al baño. Obsérvate lavarte los dientes. Lo que estoy tratando de
decir es que tu cuerpo hará todo sin tu ayuda. Es solamente cuando te identificas
con el cuerpo, o como el cuerpo, que los problemas comienzan. Pero si no te
identificas con el cuerpo serás feliz. Porque la felicidad es tu verdadera
naturaleza. Realmente feliz. No feliz porque algo salió de la manera que te
gusta. Serás feliz-feliz por ninguna razón. Simplemente serás feliz. No se trata
de que vayas por ahí riendo todo el tiempo, o volverte histérico. Simplemente
sentirás una alegría innata. Sin embargo tu cuerpo parecerá que se ocupa de sus
propios asuntos.
Es como el ejemplo que os di del ventilador eléctrico. Cuando lo desenchufas,
las aspas todavía siguen girando. Así que cuando practicas ese experimento, y
no pones atención a tu cuerpo, lo desenchufas y observas a tu cuerpo ocuparse
de sus asuntos. Se ocupará de sus asuntos, siempre que tenga que hacerlo, hasta
que llega el momento en que se para y se cae y te deshaces de él.
O las aspas pueden dejar de girar antes de que el cuerpo caiga, y te sumerges
totalmente en el Ser. Entonces es un juego completamente diferente. Te
conviertes en algo difícil de explicar, porque tú ya no eres el cuerpo, sin
embargo, el cuerpo aparece ahí porque la gente puede verlo. Parece que es real.
Pero tú sabes, sin sombra de duda, que no hay nadie, no hay nadie en casa. No
hay mente y no hay hacedor. Y la gente que te habla y te dice: "Pero yo te veo
haciendo. Te veo pensando y veo tu cuerpo". Así que les das el ejemplo del
ventilador eléctrico. Cuando se desenchufa, las aspas todavía siguen girando
(hasta que se paran). Así que veis que el cuerpo todavía está funcionando. Lo
que ha sucedido es que has entrado en el cuarto estado de consciencia, más allá
de la vigilia, más allá del dormir, más allá del soñar. Has expandido tu
conciencia.
Así que lo que trato de decir es esto. Tú no tienes que tener miedo de perder
algo si entras en el cuarto estado de consciencia. Algunas personas dicen que
tienen una familia y pueden pensar: "Entonces, perderé interés en mi familia,
perderé interés en mi trabajo, perderé interés por mis hijos, perderé interés..." no
funciona de esa manera. Tu cuerpo seguirá siendo el mismo que era antes, en
cuanto a las apariencias se refiere. Harás un mejor trabajo que nunca antes en tu
vida. Serás más cariñoso. Serás más amable. Tendrás una gran compasión en lo
que a tu cuerpo se refiere. Sin embargo, te darás cuenta de que, "Yo soy el Ser.
Yo soy es el Ser", es lo mismo. "Yo soy el que (yo) soy". Quedará muy claro
para ti y harás que tu vida sea simple. No encontrarás ningún defecto. No
reaccionarás. Serás simplemente el Ser, y serás más feliz de lo que nunca lo has
sido en tu vida.
Pero, de nuevo, no hay nada que tengas que abandonar. No hay nada que tengas
que perder. Algunas personas piensan que te volverás asqueado del mundo, y
que te convertirás en un ermitaño. Eso no es cierto. ¿Te das cuenta?, para
volverte asqueado del mundo, tiene que haber alguien ahí que se vuelva
asqueado. Y si no hay nadie en casa no puedes estar asqueado de nada. Así que
cualquiera que se acerca a ti y te dice: "Yo estoy iluminado y odio el mundo. Ya
no tengo nada que ver con la gente. Voy a vivir ahora por mi cuenta"..., no
puedes más que sonreírles, y darte cuenta de que están peor de lo que estaban
antes, porque todavía hay ahí un yo-personal. Ellos dicen, "(Yo) tengo que estar
solo. (Yo) tengo que escapar del mundo y (yo) tengo que ir a vivir a la cima de
una montaña".
Un ser auto-realizado puede estar en cualquier lugar. No le importa el lugar
donde vive. Puede estar en el mercado y ser tan feliz como si estuviera viviendo
en un ashram. No hay ninguna diferencia. Él está en casa en cualquier parte que
esté y siempre está lleno de alegría. Puede esta en Irak y ser bombardeado. No le
importaría. Es bombardeado, es bombardeado; no lo es, no lo es. No hay
preferencias. Todo está bien y todo se desenvuelve como debe.
Entonces surge la pregunta: "¿Por qué tengo que pasar por todo esto para llegar
a ser auto-realizado?" Esta es realmente una pregunta ignorante. Recuerda que
tu verdadera naturaleza es luz, consciencia, sat-chit-ananda. No estás tratando de
ser auto-realizado. Simplemente quieres deshacerte de las cosas que te dicen que
no lo eres. Porque alguien te ha dicho, o has leído en un libro, o debido a una
anterior sadhana que has practicado, que para estar liberado tienes que poner fin
al sueño de maya. Y has declarado lo que es maya, te das cuenta de que todo es
ilusión, quieres que termine. Así se pones la práctica lo primero en tu vida. Lo
que sea lo primero en tu vida en este momento es lo que eres. Piensa lo que es
importante para ti y esa es tu vida, porque lo has elegido.
Pero si quieres liberarte y despertar a tu Ser entonces negarás todo lo que tenga
que ver con el yo-personal, mentalmente. Comienza en tu mente. No trates de
cambiar las cosas físicamente. Recuerda que si tratas de cambiar las cosas
físicamente tienes que sufrir las consecuencias. Todo comienza y termina en tu
mente.
Comienza por preguntar o buscar el yo, ¿dónde se va cada noche cuando te vas
a dormir? ¿A dónde voy yo? ¿Y de dónde surge? En cuanto te despiertas, en ese
instante, no hay yo, pero en cuanto tomas consciencia de todos tus problemas,
todas tus preocupaciones, todas tus cosas del mundo, el yo se ha despertado. Yo
siento esto, yo siento lo otro, yo siento todo. ¿Dónde estaba el yo antes de eso?
¿Adónde se fue antes de que despertaras? Y cuando te estás quedando dormido,
lo mismo. Como sabes antes de quedarte dormido, el yo te abandona. ¿Adónde
se fue? Y te quedas profundamente dormido sin el yo. Cuando piensas en estas
cosas, cuando reflexionas sobre el yo, esto es pura meditación. Esta es la más
alta meditación, seguir al yo hasta su fuente.
¿Quién necesita esas cosas mundanas? ¿Quién se siente herido cuando se han
perdido? ¿Y quién se siente feliz cuando las tienes? Observa tus apegos. Sé
consciente de lo que realmente eres. Mira lo que más te molesta, lo que más te
enoja, lo que te hace enfadar, lo que te perturba. Obsérvate a ti mismo. Y
siempre date cuenta, y te lo repito una y otra vez, y te hablaré de ello todo el
tiempo, siempre date cuenta de que lo que le está ocurriendo al yo no eres tú. Tú
no eres el yo. Eres consciencia. Eres sat-chit-ananda. Eres la realidad absoluta,
conciencia pura. Esa es tu naturaleza real y eso es lo que eres. No eres el yo. Y
la forma de descubrir tu verdadera naturaleza es siguiendo al yo-personal hasta
su fuente. Encontrar la fuente de donde surge el yo, y encontrar la fuente donde
el yo desaparece. Al practicar estas cosas estás practicando pura meditación, y
serás libre.