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MANUAL COMPLETO
ENCUADERNADOR
MANUAL COMPLETO
DEL
TEÓRICO Y P R Á C T I C O .
CONTIENE:
El modo de Alzar, Satinar, Glasear, Plegar, Coser, Cortar,
Encuadernar de v a r i a s m a n e r a s , Jaspear y dorar
los cortes y las pieles , preparación de los colores y á c i d o s .
Dorar y h a c e r r e l i e v e s con p l a n c h a s
en los lomos y cubiertas, etc.
AUMENTADO
M. SABREL.
v\f>fa//-
(Tercera ©dioion).
MADRID
L I B R E R Í A DE C U E S T A
Calle de Carretas, nüm. Q
1883
ES PROPIEDAD DE M. SAURÍ.
SECCIÓN P R I M E R A .
SECCIÓN II.
Del S a t i n a r y Glacear.
2.° G l a c e a r el papel.
SECCIÓN III.
D e l P l e g a r y de la P l e g a d o r a . (1)
S E C C I Ó N IV.
Del E n c u a d e r n a d o r á la rústica.
A u n q u e no sea absolutamente indispensable que u n libro se
ponga á la rústica antes de encuadernarlo en pasta, pudiendo
el operario reducir el libro en pliegos al salir de las manos del
alzador, sin embargo como las más de las veces sucede que los
libreros venden sus obras á la rústica, y que no es sino en
casos poco frecuentes que las hacen encuadernar para satisfa-
cer al comprador que las pide con este requisito, vamos á h a -
blar del arte de la encuademación á la rústica.
E n c u a d e r n a r n n libro á la rústica, es r e u n i r todos sus plie-
gos, coserlos juntos, siguiendo u n cierto o r d e n , á fin de que la
lectura siga sin interrupción ni claros. Cuando todos los plie-
gos están cosidos, se cubre el libro con u n pliego de papel de
color ó una cubierta impresa. Esta operación es m u y sencilla
en el dia; no exige, como en otro tiempo, un instrumento p a r -
ticular, que era el lelar del encuadernador (cosedor.)
Antes de encuadernar u n libro á la rústica, los pliegos han
- 26 —
sido alzados y doblados, conforme lo hemos indicado en las
secciones precedentes.
Guando se quiere poner u n libro á la rústica, se registra si
los pliegos están colocados unos sobre otros, según la serie de
las signaturas y de los redamos; y si todos los pliegos c o r r e s -
ponden al mismo tomo, ó á la misma obra, como lo hemos i n -
dicado para el alzador y la plegadora. Esto se comprueba con
facilidad porque la signatura debe estar al pié de la p r i m e r a
página de cada cuaderno; si sobre uno ó varios no se e n c o n -
trase, se deberían volver á doblar de nuevo, y se colocarían
del modo correspondiente si es que no lo estuviesen. Este r e -
gistro se hace con prontitud y facilidad: se toman con la mano
derecha los pliegos que deben componer el libro, por el ángulo
superior del lado opuesto al lomo, se levantan lo necesario
p a r a poder leer la signatura empezando por el p r i m e r cuader-
n o , se sueltan sucesivamente los cuadernos uno tras otro, e n -
tonces se leen las signaturas en el orden natural alfabético ó
aritmético, 1, 2 , 3, 4, 5, 6, etc. hasta el último. Esta opera-
ción se llama Registrar ó pasar.
Antes de coser el l i b r o , se toma u n montón de dos, tres ó
cuatro volúmenes, se ponen en la prensa entre dos tablas,
haciendo de modo que el lomo presente su cara, y se le dan
dos golpes de sierra á una distancia r e g u l a r según los tamaños,
para que al acto de coserlos, sea con mas prontitud é
igualdad.
Después se separan los volúmenes y se les pone las
guardas.
Entonces el operario pone este montón sobre la mesa en
que trabaja y lo coloca á su izquierda, con el p r i m e r cuaderno
encima. T o m a con la mano izquierda este p r i m e r cuaderno, lo
cubre con la guarda (1), y lo pone sobre la mesa, de modo que
E n c u a d e m a c i ó n á la r ú s t i c a con m á q u i n a .
S E C C I Ó N V.
Del E n c u a d e r n a d o r .
§ PRIMERO.
il) Hoy dia casi no se baten los libros, sino los de rezo, como los
misales, breviarios, diurnos, etc.. por ser de papel terso; pues que
las ediciones que se h^cen ahora, como están t i r a d a s en papel conti-
nuo, no necesitan el batir; sólo sí e s t a r en prensa a l g u n a s horas-
De modo que las reglas que se dan, sólo sirven para las ediciones
antiguas.
— 3!) —
Lido por igual eu todas sus partes. E n g e n e r a l , los libros que
deben encuadernarse en pasta, se baten más que los de r ú s t i -
ca; y cuando los pliegos de las postetas se separan, se para el
batir, para reunh'los, á lin de quedar el todo en igual v o l u -
men y evitar las proeminencias, que producen surcos en los
libros mal batidos, y causan muy mal efecto en la e n c u a d e r -
nacion.
P a r a los libros en que la encuademación debe ser lina, se
coloca á c a l a lado de la posteta una g u a r d a , se bate, se pasa
en seguida el p r i m e r cuaderno bajo de la posteta y se pospone,
después se hace lo mismo con el segundo, y así consecutiva-
mente hasta llegar al último, batiendo cada v e z .
E l operario debe tener mucha atención á que el mazo caiga
bien á plomo sobre la postela, de lo contrario se expondría á
pellizcarla y c o r t a r l a .
Después de esta operación, se comprueban de n u e v o , para
asegurarse de que los cuadernos no se han d e s a r r e g l a d o .
Cuando las postetas están concluidas, el operario las coloca
entre dos tablas del tamaño del v o l u m e n y las pone á la p r e n -
sa, una encima de otra. Las aprieta fuertemente, y las deja de
este modo el mayor tiempo que puede, uo'bajando de tres á
cuatro horas. A liu de prensarlas todo lo posible, á más de la
barra para apretar la p r e n s a , se emplea u n molinete que a u -
menta considerablemente su f u e r z a .
E n el dia son m u y pocos los libros que se baten á la p i e d r a ;
en g e n e r a l , se pasan por el cilindro y quedan con m a y o r p e r -
fección y consistencia. P a r a efectuar esta operación hay varias
máquinas de diferentes sistemas, pero las mejores son del
sistema inglés, por su sencillez y prontitud de sus movimientos,
lo que abrevia en poco tiempo el trabajo que antes se n e c e s i -
taba semanas enteras para ejecutarlo. No seria e x t r a ñ o que
se adoptase una máquina sobre el modelo de las m a z a s - p i l o -
nes de las h e r r e r í a s , semejantes á las que usan los b a t i d o -
res de oro en P a r í s , las que podían aplicarse para batir los
— 40 —
libros con g r a n ahorro de tiempo, dejándolos con la mayor
perfección.
§ V. ASERRAR.
4
- 50 -
ENLOMADURA Á LA INGLESA.
5
— 66 —
CUCHILLO.
PARA EL AMARILLO.
PARA EL ENCARNADO.
COLORES LÍQUIDOS.
6
- 82 -
JASPEADO DE FANTASÍA.
JASPE DE ORO.
§ XIII. DE LA CABEZADA.
§ XIV. AFINAR.
PERGAMINO.
D e la p r e p a r a c i ó n de l o s i n g r e d i e n t e s .
D e los E n c a r n a d o s .
D e l o s d e m á s colores.
DE NUEZ.
NÚMERO 1 5 . D E LA POTASA.
MÁRMOLES ARBORESCENTES.
Observación General.
5 0
Color pardo.
MÁRMOLES DORADOS.
S E C C I Ó N VI.
D e la m e d i a e n c u a d e m a c i ó n .
SECCIÓN VII.
Del c a r t o n a j e a l e m á n , l l a m a d o á l a Bradel.
CARTONAJE EN COMISURA.
SECCIÓN V I I I .
Preparación de la cera.
Buena g o m a laca 25 g r a m o s .
J a b ó n de Venecia 8 »
SECCIÓN IX.
(1) El oro se puede sacar del librito sin necesidad de poner la hoja
sobre el almohadón. Se cortan unos papeles que sean algo mayores
que la hoja de oro, y se frotan sobre la cabeza apoyados con la palma
de la mano; el pelo les impregna de cierta crasitud que a t r a e el oro.
Entonces se va llenando el librito de tantos papeles como hojas de
oro haya, se prensa con la palma de la mano y cada papel queda con
su hoja de oro p e g a d a . Entonces se coloca el oro donde se quiere,
cortando cada papel al tamaño que se necesite, sea para colocarlo
sobre los cortes ó sobre el lomo y cubierta. De este modo no se d e s -
perdicia tanto oro, y se hace la operación c^n mayor facilidad.
- 173 —
tre profundamente y manche de amarillo los m á r g e n e s del l i -
bro. Cuando el corte está bien seco, se quita de la prensa de
cortar y se pone en la de d o r a r , entre dos chillas estrechas,
para que el color no penetre en el m a r g e n ; entonces se le rasca
con igualdad teniendo cuidado de no tocar el corte con los d e -
dos á fin de evitar la crasitud de los mismos, que impediria se
fijase el o r o .
Después se hace otra operación, y es: Se toman algunas ce-
bollas blancas en una servilleta, y se e x p r i m e n sacando todo
el zumo posible. Después de bien bruñido el corte, se dan tres
ó cuatro manos del zumo de cebolla, y cuando están secas se
frotan con retazos finos hasta que el corte queda brillante. E n -
tonces se halla preparado para aplicarle el o r o , lo que se hace
pasándole antes una mano de clara de h u e v o , batida con dos
veces su v o l u m e n de agua hasta la consistencia de huevos n e -
vados; del líquido que resulta es lo que se aprovecha colándolo
por u n lienzo.
P r i m e r a m e n t e se da una mano de esta clara sobre el corte,
con un pincel fino y plano; cuando está seca, se frota l i g e r a -
mente con un puñado de retazos finos, hasta que queda del todo
lustroso. E n s e g u i d a s e le da una segunda mano y se le aplica
el oro. Se debe evitar el pasar el pincel muchas veces sobre
una misma parte, porque el líquido haría burbujas y el oro no
quedaria impregnado sobre el corte.
Se conoce cuando está seco y á punto de b r u ñ i r cuando el
oro toma u n tinte uniforme y brilla por todas partes. Entonces
se le pasa u n lienzo fino en que se haya frotado cera v i r g e n
sobre la superficie, á fin de que el b r u ñ i d o r no tropiece, y se
bruñe como el anterior.
Cortes cincelados.
Corles camaleón.
Dorar el terciopelo.
De otro modo.
G r a s a de gallina 125 g r a m o s .
Z u m o de cebolla m a r i n a . . . 30 »
Pomada de rosa 30 »
3 claras de huevo.
SECCIÓN X.
SECCIÓN- X I .
Encuademación gráfica.
los colores, para jaspear los cortes de los libros y los colores
de las cubiertas.
4 . S i r v e en hojas, en lugar de la tela, badana, b e c e r r o , et-
A
SECCIÓN X I I .
Del azufrado.
Del cloro.
SECCIÓN XIII.
D e l a e n c u a d e m a c i ó n de a l g u n o s l i b r o s g r a n d e s
y voluminosos.
SECCIÓN XIV.
De las encuademaciones extranjeras.
SECCIÓN XV.
Encuademación mecánica.
L o s señores G . T r i n k y L. H e i t k a m p , de N u e v a Y o r k , son
los inventores de una máquina para recortar la canal de los
libros, cuyo croquis (fig. 76) bastará para dar idea de la misma.
Gompónese esta máquina de u n banco a, en cuya superficie
descansa una tabla 6, sujetada con el tornillo d d, para darle
una posición bien horizontal. Sobre esta tabla se coloca el v o -
lumen para hacerle la canal. U n pequeño apretador con t o r n i -
llo e, instalado sobre la tabla sujeta fuertemente el libro, m i e n -
tras que la chilla /', colocada en el lomo y apretada por medio
de u n tornillo, contribuye á su inmovilidad.
E n seguida se acerca el cuchillo g, compuesto de una hoja
cuyo bisel está debajo, y cuyo lomo es redondo, según la e n -
corvadura que quiera darse á la canal. Esta hoja es detenida
por tornillos sobre u n aparato cuyas extremidades ofrecen la
misma c u r v a que el lomo de la hoja del cuchillo, más bien d i -
cho, son la continuación de aquélla.
A d e m á s , el filo de este cuchillo tiene una f o r m a algo curva
de u n extremo á o t r o , mientras que el lomo está pulimentado
con g r a n esmero. Este cuchillo y su aparato pueden dar v u e l -
— 2ti2 -
tas sobre u n eje que iorraa el punto central de su encorvadura,
siendo movido por la palanca h. F i n a l m e n t e , es móvil y con
correderas^ como el cuchillo c o m ú n .
P a r a trabajar con esta máquina se coloca el volumen sobre
la tabla, con el cuchillo que toque el sitio donde ha de empezar
la canal. Se deja u n instante en dicho sitio, luego se i m p r i m e
al cuchillo u n movimiento de avance y retroceso, y las hojas se
v a n cortando. Cuando el operario conoce que el cuchillo ya no
m u e r d e , le i m p r i m e un suave movimiento de rotación por m e -
dio de la palanca h ó de otra manera más delicada, prosiguien-
do de esta suerte hasta que el cuchillo, en su movimiento p a r -
cial de rotación, haya recortado convenientemente la canal.
Conviene observar que no sólo el cuchillo recorta la canal,
sino que además la pule interiormente y le da brillo por medio
de su lomo perfectamente liso y compacto.
E s t a máquina es bastante ingeniosa; haremos notar, empe-
r o , que u n solo cuchillo no puede recortar con perfección las
canales de libros de diferente g r o s o r , y que tal vez seria n e -
cesaria una serie de cuchillos de hoja y mango encorvados
adaptados á los diferentes espesores de los volúmenes.
Noticias diversas.
VOCABULARIO
de las palabras técnicas empleadas en el arte de
la encuademación
DEL
R A Y A D O R D E P A P E L
PAU A
SOCIEDADES PARTICULARES,
OBRA ÚTIL
CAPÍTULO P R I M E R O .
Be los Utensilios.
C A P Í T U L O II.
De las plumas-
Las plumas para el rayado se hacen de plancha de latón que
no sea m u y fuerte á (in de que tengan flexibilidad al pasar s o -
bre el papel con objeto de no r o m p e r l o .
Se toma de lo ancho del latón u n a tira de cuatro c e n t í m e -
tros de ancho, se señala por la mitad á lo largo y en una de
aquellas dos mitades se le señalan las plumas á ocho milíme-
tros de ancho cada u n a ; la otra mitad de la plancha sirve para
quedar fija y asegurada en el plumero. Con las tijeras se cor-
tan las plumas quedando en paraleló-gramos de ocho m i l i - ,
metros de ancho y dos centímetros de l a r g o . Entonces se
toman los alicates de pico de pato y se van doblando las p l u -
— 297 —
mas por el medio hasta la mitad de su l o n g i t u d , dejando á la
parte superior, el receptáculo en forma de triángulo para r e -
cibir la tinta, dejando la parte inferior que remate en punta,
con un poco de sesgo por la parte de detrás, para que las p l u -
mas queden bien sentadas sobre el papel en el acto del r a y a d o .
S e g ú n el tamaño del rayado, se señalan y se cortan las p l u -
mas de más ó menos ancho y se hacen á tiras ó pedacitos suel-
tos de tres, cuatro y cinco plumas, pues siendo del mismo a n -
cho del pautado, en el acto de colocarlas en el plumero se
arreglan los unos pedazos al lado de otros, hasta que lleguen
á la distancia que se necesita.
P a r a las rayas dobles de cabeceras y en las líneas divisorias
de cuentas, su ancho ha de ser de unos cuatro milímetros,
á fin de poder formar líneas dobles m u y ajustaditas.
P a r a los rayados de lápiz con cabecera ó sin ella, es m u y
ventajoso que los moldes sean de una sola tira, por cuanto se
a h o r r a mucho tiempo en su colocación, en el p l u m e r o .
Después de haber rayado, deben limpiárselas plumas con un
cepillo algo fuerte al objeto de evitar la h u m e d a d , que echaría
á perder las plumas, y la parte superior que es de plancha,
con un trapo.
C A P Í T U L O III.
De los paños.
CAPITULO V.
Máquina para rayar.
C A P Í T U L O VI.
Del modo de rayar.
FIN.
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tü Espibel Victoria 8.
Manual completo del Encuadernador.
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Fig 23
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ÍNDICE
de lo contenido en esta obra.
Pá«
Prólogo
Sección primera.—Del alzador ó acoplador.
Sección 11.—Del satinar y g l a s e a r . .
2.° Glasear el papel.
Sección III.—Del plegar y de la plegado
Sección IV.—Del Encuadernador á la rú tica
E n c u a d e m a c i ó n á la rústica con máquina
Sección V.—Del E n c u a d e r n a d o r .
§ Primero. . . .
§ II. R e g i s t r a r ó pasar. . .
§ I I I . Colocación de las l á m i n a s .
§ IV. Batir el libro
I V. A s e r r a r . . . . . . .
Ç V I . Del coser
í¡ V I I . P r e p a r a r el libro para la enlomadura. P e g a r las g u a r d a s
de color
§ V I I I . Hacer puntas a los b r a m a n t e s
'§ IX. Del carton, del modo de cortarlo y de pegarlo al libro
Maquina para cortar los cartones..
Modo de colocar los cartones.
§ IX. E n l o m a d u r a á la francesa.
Enlomadura á la española.
Enlomadura á la inglesa..
§ X. Preparación para el recorte.
§ XI. Del recorte
Descripción de la prensa de corlar, de su ingenio y de su cu
chillo
Modo de c o r t a r l o s libros.
Máquina para cortar los libros y el papel
§ XII. J a s p e a r ó pintar los cortes. .
De los colores y del modo de emplearlos.
Para el amarillo
P a r a el encarnado. .
Para el u/.ul con reserva..
Colores líquidos.
P a r a los j a s p e a d o s
J a s p e a d o con el arroz.
J s s p e a d o de fantasía.
Juspe de oro
§ X I I I . De la cabezada.
§ XIV. Afinar
§ XV. Sesgar, pegar la cartulina y las p u n t a s de pergamino.
§ X V I . Cortar y chiflar las pieles
20
— 306 —
Pia
§ X V I I . Cubrir el libro. . S3
P e s a r los ángulos ó puntiis SIS
Pni'» el remote de la cabezada !>!)
Kneordelar y desencordelar HH
§ X V H I . Jaspeado de las cubiertas 103
De la preparaeion de los ingrediente» i"''
N.o 1 Para el negro Klí
IS'. 2 Para el color de violeta
0
105
•N.° 3 Azul químico IU¡>
De los encarnados • 10'i
N.° -i Del encarnado común Klfi
N.° 5 Del encarnado lino llamado carey lüíi
N.° (i Del encarnado escai-lata ó hermoso carey 107
De los demás colores Kb
N.° 7 Del color de naranja ' . 107
N.° 8 Del amarillo en caliente. 107
N " 9 Dei amarillo en frió IOS
N o 10 Del color leonado I"S
N.° 11 Del coloi'pardu, ó del corteza verde de nuez. . . . i!!8
De los preparativos químicos 10!)
N.° 12 Del agua fuerte ó ácido nítrico 1UU
N.° 13 Disolución del estaño en el «JÍIIII regia, conocida bajo el
nombre de cornuosicion para la escarlata 10!)
N . ° 1 \ Otra composición para la escaríala. . . . . . 112
N " I:". De la potasa 112
N." líi Del agua para jaspear . . . 112
N.° 17 Preparación de la clara de huevo 113
Del modo do jaspe-'r el libro. 113
De lo~ instrumentos necesarios paia el jaspeado. . . . lis
N." A Madera de noirnl 115
N . " B Madera de caoba. 117
N C Madera del limonero
0
II'
N.° I) Madera de lobanillos 118
Iablación de los mármoles .118
N.° li Mármol imitando la piedra de Levante lili
N.° F — , la áimtn vorde II»
N"G — ' la acuta azul ! I¡)
N." II — •• la agatina 121)
N." 1 — la ái-ata rubia 12(1
•N." .1 — el p'edrusco. . . . 1211
N°K — el pórfido vetado 121)
N.o I, — el pórfido de ojo de gallo . 121
N.'M — el ojo de gallo á pequeñas golas 121
N. N
11
— el pórfido encarnado 122
N." O — el granito .122
N." P — el pórfido verde \%i
Mát moles arborescentes 12.1
Observación general. . 123
§ XIX De los tintes iguales ó realzados con o r o . . . . 12Í
1. Color de tierra tic Egipto .121
2. Colorde pasa de Corinto 121
3. Color verde. - • . • • • 125
— -4. Color azul .125
5. Color pardo 12ü
(i. Color de cabeza de negro 12Í1
7. Colorgris de perla l2fi
Mármoles dorados- 127
— 307 -
Pág.
8. Color de lapis lázuli.. • -127
9. Mármol de oro 128
Observaciones llenera les sobre el contenido de este último pár-
rafo. . L
129
§ XX. De los íidornos puestos sobre las cubiertos y de los t e -
juelos para los rótulos 131
1.° De los adornos puestos en las c u b i e r t a s . •. . . . 131
2.° Tejuelos para los rótulos. . 134
'§ XXI. Preparación para el dorado . . . 13?
^ XXII. Bruñir los coi-tes niarmolados ó j a s p e a d u s . . . 139
t) XXIII. Pi-iixnr la uuarda 141
tj XXIV. D e l b r u ñ i r • 147
J} XXV. Del barniz 150
Sección VI.—De la media encuademación. , 152
Sección VIL—Del cartonaje alemán, llamado á la Bradel . . 154
Cartonaje en comisura. . . . . . . . . . 160
Sección VIII.—De los cortes jaspeados 161
Preparación de la goma 1113
— de la hiél de buey 164
— de la cera. . . . 164
De los colores 165
Preparación de los colores 165
— de la artera para j.ispear 165
Sección IX.—Del dorado y del relieve 168
§ I," Dorado sobre cortes. • 169
— sobre los cortes blancos 170
— otro .modo de dorar los c o r t e s . . . . . . 171
— nuevo método para dorar los cortea. . . . . 172
— sobre cortes después de jaspeado 173
— sobre cortes a d a m a s c a d o s 17-4
— lnbrnr los c o r t e s después de d o r a d o s . . . . 174
— sobre cortes, con paisajes t r a n s p a r e n t e s . . . 175
Cortes cincelados. . 175
Cortes camaleón 176
§ 2 ° Del dorado sobre el lomo y las cubiertas . . . . 176
Del taller del colocador de oro 177
Del taller del dorador. 1SL
Dorar el terciopelo. . .19)
Observaciones generales.sobre e'l d o r a d o . . . . . . 191
Prensa para dorar y hacer relieves. . . . . . . 193
Modo de separa'- el oro de lus algodones y trapos que lian ser-
vido para el dorado. , 194
§ III. Del componedor 196
§ IV. Del relieve 197
^ V. De la combinación de los bierrus. . . . . . 200
§ VI. N u e v o s procedimientos para durar los libros, albums,
c a r t e r a s , el cuero, percalina, papel, pergamino, el ter-
ciopelo y la seda. 201
. De otro modo . .* 206
Sección X. — Descripción de los utensilios de que se sirven el en-
cuadernador, el jaspendor y el dorador 206
Taller del encuadernador 206
Taller del dorador. 209
Sección XI.—Nuevas invenciones pura la encuadern-iciou. . 214
Encuademación grálica. 214
Preparación para la percalina, tela y seda, en las encuader-
naciones y obras de carton 210
Empleo de In g u t t a - p e r c h a en Ins encuademaciones. . . 216
Medio de p r e s e r v a r los libros de la polilla y gusano?. . .217
Modo de preservar los libros de la humedad '¿18
Sección XII.—De los medios d e quitar las m a n c h a s que se
encuentran sobre los papeles, los libros, las e s t a m p a s , etc. 21S
§ I. De los medios de emblanquecer el papel amarillento
por su vejez 219
§ II. De los medios de quitar las m a n c h a s de tinta, aceite,
grasa, etc., de sobre el papel 222
§111. De las operaciones que se requieren para lo que acaba-
mos de describir 224
Del azufrado 224
Del cloro , 225
De la disolución del álcali cáustico 226
Del cloruro de cal. , 22fi
Aparato para emplear el cloruro d e c a í y el álcali cáu.-iico. 227
Sección XIII.—Déla encuademación de algunos libros gran -
des y voluminosos. . • . 231
E n c u a d e m a c i ó n de los libros en blanco y r a y a d o s . . . 235
Sección XIV —De las e n c u a d e m a c i o n e s extranjeras. . . 23li
Desencuadernado!! de los libios 237
Modo de desencuadernar un libro encuadernado. . . . 237
Nuevo descubrimiento para dar un olor permanente de cue-
ro de Rusia á toda clase de encuademación. . . . 238
Preparación del aceite odorífico del abedul. . . . . 239
Aplicación del aceite á la encuademación 239
Sección XV.—Encuademación mecánica 241
Máquinas para batir. . 242
Máquina para a s e r r a r ó hacer muescas en el lomo, . . 245
Máquina para coser 246
Novísima máquina para coser l i m o s 251
A p a r a t o para clavar corchetes . 253
Máquina para coser cuadernos 255
Máquina para volver los lomos á los libros 255
Para tenir y pulir los cortes de los libros 25(i
Máquina para enlomar 257
Máquinas para recortar 258
Máquina para recortar la canal 2(JL
Máquinas para dorar y para hac'er relieves. . . . . 262
Noticias diversas 265
Vocabulario de las palabras técnicas empleadas en el arte de
la encuademación 280
Mannal del rayador de papel. 201
Prólogo.. . 293
Capítulo primero.—De los utensiliu- '295
Capítulo 11.—De las plumas 2%
Modo de arreglar el molde 297
Capiculo I I I . — De los fíanos 298
Colocación de los paños 29J
Capitulo I V — D e las tintas para él r a y a d o . . . . . 300
Capítulo V.—Máquina para rayar ,301
Capitulo VI.—Del modo de r a y a r 302
índice de lo contenido en esta obra 305
JOSEP P O R T É - L L I B R E T E R - BARCELONA