Professional Documents
Culture Documents
África y Asia
1-. INTRODUCCION
Las culturas englobadas bajo el término Paleolítico Inferior abarcan desde las apenas esbozadas piezas de la Pebble
Culture hasta los elaborados bifaces achelenses.
El encuadre paleoambiental en el que se desarrollaron los autores de estas industrias era bastante parecido a
algunas regiones de la actual África Oriental. La cubierta vegetal era una sabana abierta, con acacias en zonas secas y
abundantes juncos y gramíneas en los bordes lacustres. Las transgresiones y regresiones de estos lagos demuestran
que hace unos 3 m.a. el clima debía ser mucho más húmedo que el actual, produciéndose una progresiva sequía que
duró según las zonas hasta hace 1,6 m.a.
Durante los períodos húmedos, la fauna era muy abundante compuesta por elefantes, jirafas, hipopótamos,
carnívoros…. Dos especies de homínidos ocupan este período preachelense: el Australopithecus y el Homo habilis.
Los sitios elegidos para vivir solían ser zonas con abundantes recursos naturales, ya que la elección era hecha de
acuerdo a las necesidades de alimento y de materias primas de las comunidades cazadoras-recolectoras.
Las evidencias más antiguas están localizadas en la zona centro-este de África y se corresponden con las del Homo
Ergaster y aunque nos son desconocidas se limitarían a círculos de piedras a modo de paravientos o restos de
chozas, aunque la mayoría de veces dormían al aire libre.
El primer hábitat estructurado se localizó cerca del Lago Turkana en Kenia y no tiene elementos de protección por lo
que se piensa que puede tratarse de un alto de caza. Aquí se encontraron 139 útiles, fundamentalmente choppers y
tiene una antigüedad de 2,5 ma.
En la garganta de Olduvai también se encontró una estación similar a la anterior, con una gran acumulación de
piedras no estructuradas. La datación de este yacimiento es de 1,7 ma.
En un yacimiento de Olduvai (Tanzania) se ha encontrado la evidencia más antigua de acondicionamiento del espacio
de habitación, en esta estación se descubrió una alineación de bloques que formaba un semicírculo y que ha sido
interpretado como un paravientos. Está fechado en 1,8 ma.
Los yacimientos olduvayenses nos hacen pensar que podría existir una cierta permanencia en estos campamentos
base a partir de los cuales se organizarían otros sitios periféricos como son los lugares de caza o despiece.
Los yacimientos de Gabra I a IV y Gambore en Etiopia, fechados entre 1,7 ma hasta 350.000 años, tienen estructuras
circulares hechas a base de bloques apilados en modo de paravientos, y es posible que además tuvieran una
cubierta hecha con ramas, pero no existe ninguna evidencia que afirme esta hipótesis.
En los yacimientos de Gabra I y III y Gambore II, encuadrados culturalmente en el Achelense, aparecen cubetas
excavadas, en algunos casos agujeros de postes y una cierta diferenciación entre las distintas áreas de actividad.
La humanidad descubrió que era más cómodo instalarse en una cueva que dormir en espacios abiertos con refugios
precarios, y posteriormente pasó a ser una necesidad al dominar el fuego ya que la supervivencia del grupo se
comprometía si la lluvia apagaba el fuego por lo que para evitar este tipo de riesgos inventó la “cueva artificial”. Este
espacio construido por el hombre era cerrado por lo que le protegía del viento y la lluvia manteniéndole caliente y
seguro del exterior.
En cuanto al modo de subsistencia, es posible que conocieran el empleo de algunos artefactos con los que cazar
pero también se alimentarían de carroña, tubérculos, bayas y raíces.
La existencia de útiles retocados es una prueba evidente de la presencia humana, ya que no existe ningún animal ni
simio capaz de tallar un chopper así como de trasmitir los conocimientos a sus descendientes. Los choppers,
generalmente bien conservados, nos proporcionan información sobre su tecnología y su posible uso.
Un útil es un objeto transformado por el Hombre para posteriormente ser utilizado. La transformación de la materia
prima es lo que confiere al útil un valor social.
En Hadar aparecen restos muy por encima de los niveles donde hallaron restos de Australopithecus Afarensis, quien
pudo ser el primer tallador aunque no se sabe con certeza. Una de las estaciones clave de la prehistoria africana es la
garganta de Olduvai (Tanzania) cerca del volcán Serengueti, en la que se han encontrado una sucesión de estratos
geológicos (Beds) cuya sedimentación abarca entre 1,8 y 500.000 años. El Bed I estuvo frecuentado por dos especies
de homínidos: el Australopithecus Robustus y el Homo Habilis. En varios niveles de esta Bed I se han encontrado
útiles olduvayenses, considerándose estos niveles como suelos de habitación mientras que otros serían estaciones
temporales de caza.
Se trata de los llamados choppers o bien los chopping tools, aunque algunos autores prefieren los términos de canto
tallado unidireccionalmente (choppers) y canto tallado bidireccionalmente (chopping tools) e incluso Modo 1, con
una antigüedad entre 1,8 y 1,6 m.a.
Generalmente el filo se sitúa sobre uno de los ejes mayores pero también puede localizarse en cualquier punto del
borde de la pieza. Los choppers olduvayenses tienen un ángulo de corte que oscila entre 80º y 100º mientras que
los choppers achelenses lo reducen entre 70º y 80º.
En esta fase inicial no existía un proceso de selección de un tipo de materia prima, simplemente se escogía el canto
más accesible y una vez transformado, se utilizaba con diversos fines: cortar, machacar, golpear… A parte de estos
útiles, también se han encontrado poliedros y lascas sin retoque que sin duda fueron utilizados como herramientas
así como una especie de protobifaces que serían los predecesores de los que van a aparecer en el Achelense.
En un principio se pensó que el autor de esta industria fue el Australopitecus Robustus por encontrarse un cráneo de
este mezclado con industrias olduvayenses, pero finalmente se ha reservado la autoría al Homo Hábilis.
En algunos yacimientos como Melka Kulturé (Etiopía), en los niveles olduvayenses se han encontrado unos útiles
muy parecidos a las “raederas” talladas sobre cantos y cuya función se desconoce. Este yacimiento es considerado la
segunda estación en importancia y se han encontrado chpopers y chopping Tools, además de poliedros, raspadores
muy espesos, mescas y denticulados, con una cronología de entre 1,7 y 1,6 m.a.
PREHISTORIA I – Las primeras etapas de la humanidad
Tema 3 – El Paleolitico Inferior: Conceptos Generales. Primeros estadios de la cultura humana. África y Asia
Otros yacimientos encuadrados en la Pebble Culture africana u Olduvayense que han proporcionado este tipo de
industrias son los de Gamboré 1 y Garva IV en la zona de Melka Kulturé (Etiopía). Con una cronología posterior, están
los de Koobi Fora (Kenia), Sidi Abderraman (Marruecos) o Aïn Hanech (Argelia).
La historia de nuestro antepasado se desarrolló únicamente en África, pero a partir de 1,3 m.a., surgió el gran
conquistador del mundo, el Homo Erectus, que tuvo que adaptarse a todo tipo de medios hostiles o agradables.
La historia del H. Antecessor y del H. Heidelbergensis tuvo lugar en Europa, durante el Mindel y Riss y los
interglaciares Mindel-Riss y Riss-Würm, que se corresponde al periodo entre 1,3 m.a. y 100.000 años. Se supone que
los primeros hombres llegarían a Europa a través del istmo de los Dardanelos en una emigración que no fue notable
en sí. El Homo Erectus, carroñero y cazador, llegó a Europa junto con el león, lobo o la hiena.
A pesar de su desarrollo durante dos pleniglaciares, es posible que evitara las regiones más septentrionales,
cubiertas por el casquete polar, y que sólo accediera por esa zona durante los interglaciares, en los que el clima no
era tan riguroso.
La influencia de las glaciaciones también se notó entre la fauna, existiendo dentro de una misma área especies
adaptadas al clima frío y otras al clima cálido. Con el inicio del Pleistoceno, todavía se encuentran algunos
especímenes de fauna terciaria (tigre de dientes de sable, mastodonte…) pero también surgen otras especies nuevas
(elefante meridional, caballo de Stenan, rinoceronte etrusco…). Con la glaciación Mindel, el elefante meridional se
diversifica en 3 especies que se adaptan a ecosistemas diferentes. En los periodos interglaciares destaca la aparición
del rinoceronte de Merck.
Los autores de la industria achelense reciben diferentes denominaciones según las zonas en las que se han hallado
sus restos, pero actualmente se engloban bajo el nombre genérico de H. Erectus, utilizándose los otros nombres
para diferenciarlos según la zona. De esta forma:
- en China se le llama Sinanthropus,
- en el norte de África Atlanthropus,
- en Indonesia Pitecanthropus, y
- en Europa H. Antecessor y H. Heidelbergensis (a los más evolucionados).
2º El Achelense Medio se desarrolla entre 800.000 y 250.000 años, se puede decir que es el periodo clásico
del Achelense, con numerosos bifaces trabajados sobre núcleos y que progresivamente van adquiriendo mayor
simetría y regularidad en los bordes. Los útiles más característicos junto con los bifaces son los hendedores y los
triedros. La introducción del percutor semiduro o blando permitió tallar útiles sobre lascas, como son las raederas,
raspadores o búriles.
Paralelamente a estas culturas bifaciales aparecen otras que carecen de ellos, como son el Clactoniense, el
Tayaciense o el Levalloisiense, que únicamente presentan cantos trabajados unifacial o bifacialmente y útiles sobre
lascas.
3º El Achelense Superior o final abarca entre 250.000 y 70.000 años. Fundamentalmente es un periodo de
transición en el que conviven elementos industriales propios del Achelense (bifaces muy elaborados) con elementos
típicos del Paleolítico Medio (puntas musterienses). Se generalizan los útiles sobre lascas abundando raederas,
cuchillos y búriles.
En los lugares en los que se ha encontrado restos de hogares, también se han hallado huesos quemados, así el fuego
se realizaba a la entrada de las cuevas, donde se han encontrado restos de muretes y cercos de piedra como
protección contra el viento. Si pensamos que el Homo erectus vivía de la caza, debemos pensar también que sería
nómada, por lo que los campamentos encontrados deben ser interpretados como lugares donde permanecía
durante un breve período de tiempo.
Durante este periodo los lugares de habitación se sitúan al aire libre o en abrigos y cuevas, así:
- en las zonas tropicales donde el clima es más benigno y no existen cuevas ni abrigos en la extensa sabana,
los hábitats son al aire libre, en las orillas de ríos y lagos (Olduvai), pero cuando las condiciones geológicas lo
permitían, vivían en cuevas (Montagu Cave en África del Sur).
- en las zonas más septentrionales existe una mayor proporción de lugares de habitación en abrigos lo que no
significa que no se realizaran campamentos al aire libre en los periodos interglaciares.
En esta época también existen lugares de caza específicos, en los que se han encontrado restos de animales y de
útiles empleados para su caza y despiece (cazadero de Ambrona y Torralba, en Soria).
En algunas estaciones al aire libre, se han localizado estructuras complejas formando cabañas en las que se han
diferenciado distintas áreas para tallar, cocinar o descansar. Las chozas más importantes han sido halladas en Francia
como la de Terra Amata que es la más grande.
Los útiles achelenses son más variados, siendo los más característicos los bifaces, hendedores y otro denominado
“bola”.
Las hachas de mano son muy abundantes y se denominan, generalmente, bifaces ya que el filo cortante está
realizado mediante la talla total o parcial de ambas caras de un canto o núcleo. En África su “soporte” fueron los
cantos rodados con retoque similar a los chopping tools pero de los que se diferencia por su simetría axial. Algunos
bifaces pequeños o estrechos se realizaron sobre grandes lascas.
Este tipo de útiles se han encontrado a lo largo de la costa norteafricana, en las terrazas de los grandes ríos de África
del Sur y en los actualmente secos wadis saharianos.
Los bifaces sobre lascas son más característicos del Achelense Medio y Superior en las zonas de Kenia, Etiopía,
Egipto, etc. Este tipo de útil pudo haberse usado a mano o enmangados y con una doble utilidad: herramienta y
arma.
El hendedor es uno de los útiles más característicos del Achelense africano, aunque se ha encontrado en Europa y
Asia. Se trata de una lasca ancha y espesa, tallada de tal forma que consigue un filo cortante en la extremidad distal
sin estar retocada. Presenta el filo roto demostrando su fragilidad como útil. Se utilizó a modo de gran cuchillo para
cortar las partes blandas de las presas.
La “bola” es un poliedro tallado y golpeado hasta conseguir una esfera pétrea casi perfecta. No se conoce
exactamente su empleo.
Junto a estas características herramientas, también aparecen pequeños útiles tallados sobre lascas, como raederas,
perforadores y cuchillos. Los yacimientos más importantes son Garba XII y Gambores II en Melka Kulture.
No se conocen restos del Paleolítico Arcaico en la región y parece que el Homo erectus fue el primer homínido que
llegó a Asia. Dentro de las industrias achelenses se han diferenciado una facies costera (Sitt Markho (Israel)) y una
facies “graben” (Ubeidiya (Israel)), en el valle del rio Jordán.
En esta fase más inicial el utillaje está compuesto sobre todo por chopping tools, útiles sobre lasca y bifaces de gran
tamaño y filos sinuosos. La constante en la selección de una determinada materia prima para la talla de un grupo de
útiles demuestra la perduración de la tradición.
Durante el Achelense Medio los yacimientos son menos escasos y más ricos en las zonas costeras en detrimento de
las mesetas interiores. Este período situado cronológicamente entre 850.000 y 450.000 años presenta una clara
mejoría de las técnicas de talla y un significativo aumento de los productos realizados con técnica levallois.
Se siguen diferenciando la facies costera y “graben”, así:
- la facies “graben” está presente en los valles de Litani y el Orontes. Los choppers apenas están
representados, destacando los útiles sobre lasca, los bifaces ovales o lanceolados y algunos triedros y
hendedores.
- la facies costera se diferencia por presentar unos bifaces más cortos y de formas redondeadas.
Hay presencia de productos de talla con técnica levallois, algunos quemados indicando la presencia del fuego.
Con el Achelense reciente, las industrias se diferencian por un auge de la talla levallois. Los bifaces se retocan en
todo su contorno y en ambas caras, siendo de menor tamaño, con los bordes simétricos y los filos regularizados.
Se podría añadir una facies denominada “Achelense de los Oueds del desierto”.
También existen otras industrias en los que los bifaces son piezas muy raras y son sustituidas por lascas sin
preparación.
Por último se ha diferenciado un Achelense reciente evolucionado que marca el final de este episodio con una
reducción significativa del tamaño de las industrias, así los bifaces apenas tienen 10 cm de longitud.
El Soaniense antiguo, paralelo al interglaciar Mindel-Riss, se caracteriza por los cantos trabajados: choppers y
chopping tools, núcleos y grandes lascas.
Dentro del Soaniense reciente, con una cronología del Riss y Riss-Würm se han diferenciado dos estadios:
PREHISTORIA I – Las primeras etapas de la humanidad
Tema 3 – El Paleolitico Inferior: Conceptos Generales. Primeros estadios de la cultura humana. África y Asia
- En el primero; los cantos trabajados son mucho menos abundantes, aumentando los núcleos
musterienses y levallois.
- En el segundo; desaparecen los cantos trabajados y predominan los núcleos levallois junto con las
lascas y hojas levallois retocadas.
En la India Peninsular los bifaces poseen una amplia distribución cuya cronología y adscripción a una facies cultural
concreta se ha realizado fundamentalmente por el grado de patinación y por su forma. Así los bifaces muy patinados
y de tipo Abevillense se encuadrarían en un Achelense antiguo mientras que el resto de tipos, mucho menos
patinados y rodados corresponderían al Achelense reciente.
Junto a los bifaces aparecen generalmente unos hendedores que recuerdan a los hallados en África central
Chu-Ku-Tien es el yacimiento más importante para el conocimiento del Paleolítico chino. Abarca un total de 15
estaciones (200.000 años de ocupación esporádica) de las cuales 5 han proporcionado vestigios de presencia
humana. La existencia de niveles cenicientos y sobre todo de hogares nos indican que el sinántropo utilizaba el
fuego. El utillaje está compuesto por numerosas lascas de aspecto clactoniense, algunos choppers y chopping tools
así como bolas y piezas con retoque bifacial. La materia prima utilizada va desde el cuarzo hasta el gres de grano
fino, pasando por el sílex y el cristal de roca.