You are on page 1of 6

UNIDAD 20

1) VENTAJAS Y CELERIDAD PROCESALES PARA EL COBRO DE LOS TÍTULOS DE CRÉDITOS.


El decreto cambiario N 59665/63 regula los distintos medios de obtener el cobro de una letra de cambio o en su caso
pagaré en el caso que la letra no sea aceptada o pagada por los obligados al pago (girado, avalista).

Las acciones cambiarias son los medios judiciales por medio de los cuales se puede obtener el cobro de los títulos
de crédito. La acción cambiaria es aquella que se fundamenta en el papel de comercio, en tanto título de crédito
abstracto, formal y completo, que es además constitutivo y dispositivo del derecho de crédito en él representado. Es
el medio del cual puede servirse el acreedor cambiario para obtener la satisfacción de su crédito. La acción cambiaria
es directa o de regreso. Directa: contra el aceptante y sus avalistas, es decir contra los obligados directos. De
regreso: contra todo otro obligado(endosantes, el librador y los otros obligados arts. 46 y 47 dec Nº 5965).

La acción cambiaria, como pretensión sustantiva puede intentarse en un proceso ejecutivo como en un juicio
ordinario. El actor es quien puede elegir entre la vía rápida y expeditiva otorgada por el primero o por la amplitud e
irrevisibilidad propia del segundo.

El art. 60 del citado decreto establece que la letra de cambio debidamente protestada es título ejecutivo para accionar
por el capital y accesorios. Es decir que otorga la vía ejecutiva para el cobro de la letra de cambio o pagaré.

Dados los caracteres propios de los títulos de crédito: Necesariedad, literalidad, autonomía, abstracción, formalidad,
completitividad, formalidad, independencia, etc. (Ver bolilla XV), el acreedor cambiario, consta con un título
ejecutivo.

El juicio ejecutivo es un proceso de conocimiento abreviado regulado en el Código de Procedimiento de la Provincia


de San Juan. Dentro de los títulos ejecutivos, el código enumera a los títulos de crédito. Se caracteriza por ser de
plazos breve, los medios de prueba son limitados. Las defensas o excepciones que puede oponer el demandado
también se encuentran circunscriptas a las establecidas en el citado código. La sentencia que dicte el juez es formal
cosa juzgada formal, significa que puede ser revisada por un juicio ordinario posterior. El conocimiento del juez se
reduce, en principio a examinar el título para ver si cumple con los requisitos de fondo y forma para merecer la tutela
privilegiada que indica la vía ejecutiva, la ley presume, dados los caracteres del titulo que el ejecutante es el
portador legitimo que inicia la acción, le asiste el derecho, como acreedor de cobrar, por lo que ordena el pago del
crédito.

Este proceso se encuentra sometido a trámites específicos, distintos a los del proceso ordinario. Su sumariedad
(brevedad) está dada por las circunstancias de que el juez debe circunscribirse al examen del título y a un número
limitado de defensas. Este juicio carece de aptitud para el examen y solución total del conflicto y la sentencia que en
el se dicta sólo produce eficacia de cosa juzgada formal.

Es un proceso de ejecución, su objeto consiste en lograr la satisfacción de un crédito que la ley presume existente
en virtud de la peculiar modalidad que reviste el documento que lo comprueba. El efecto inmediato de la pretensión
consiste en un acto conminatorio (intimación de pago) y un acto coactivo sobre el patrimonio del deudor (embargo).
Luego de analizar los requisitos de admisibilidad del título que se pretende ejecutar, el código de proc. de San Juan
prevé el dictado de una sentencia (llamada ejecutiva monitoria) y a trabar embargo ejecutivo sobre bienes del deudor
(sean muebles o inmuebles). Esa medida de embargo ejecutivo la otorga el juez en la primera resolución que dicta,
cuando se promueve la ejecución en virtud del título que se acompaña al demandado. Dada la presunción de certeza
que los títulos ejecutivos ostentan, el otorgamiento de esta clase de embargo no requiere, el otorgamiento de
contracautela. Los efectos que la traba de esta medida produce es el de individualizar y afectar uno o más bienes del
deudor, asegurando que el importe resultante de su eventual realización (subasta judicial) se destine a la satisfacción
del crédito que el acreedor ejecuta. Una vez dictada la sentencia monitoria el deudor tiene un plazo de cinco días
para manifestar su oposición a la misma , planteando defensas y excepciones previstas por la ley. Tales defensas
son limitadas, sólo pueden referirse exclusivamente a las derivadas del título, (inhabilidad del título o falsedad) y no
pueden hacer referencia al negocio o relación causal que dio origen al documento que se ejecuta.

La celeridad del trámite, la limitación de defensas y de pruebas que puede oponer el demandado ejecutado, la
posibilidad del dictado del embargo contra bienes del deudor a fin de garantizar el efectivo y rápido cobro del crédito
que se ejecuta, son las ventajas procesales de ejercer la acción cambiaria por medio de la vía ejecutiva monitoria
prevista en el ordenamiento procesal vigente en la Provincia de San Juan.

1
2) ALTERACIÓN DE LOS TÍTULOS DE CRÉDITOS:
Concepto.

Consiste en una modificación material del título valor que cambia la manifestación literal hecha en él por alguno de
sus firmantes. Se da cuando el tenor literal de un título o de alguna obligación cartular es modificado mediante
adiciones, sustituciones y supresiones (de palabras, sellos o signos, etc). No hay alteración cuando un título firmado
en blanco se llena en forma contraria a lo pactado.

El Decreto 5965/63 en su Art. 88: “En caso de alteración del texto de la letra de cambio, los que hubiesen firmado
después de la alteración quedan obligados en los términos del texto alterado; los firmantes anteriores responden en
los términos del texto originario. Si no resultase del título o no se demostrase que la firma fue puesta antes o después
de la alteración, se presume que ha sido puesta antes.”

Si un pagare presenta enmiendas no salvadas que afectan elementos esenciales, cuya omisión importa la nulidad del
título como tal y las demás obligaciones cartulares no se puede hablar de una alteración y no se aplica el art. 88, las
alteraciones a las que hace referencia tal articulo son verdaderas falsificaciones del título por las que se cambian
elementos o modalidades de la obligación contraída por los firmantes del mismo (similar regla se encuentra en el art.
7 con respecto a las firmas falsas, se incapaces o de personas imaginarias), fundamentan estos dos artículos el
principio de la autonomía de los títulos de créditos, por lo que cada obligación asumida en la letra por un firmante
tiene existencia propia y es independiente de las otras obligaciones que figuren en el título, este principio favorece las
exigencias del comercio cambiario y la circulación de los títulos.

Efectos jurídicos

El art. 88 antes citado hace presumir que la alteración es posterior a las firmas cambiarias, salvo que resulte lo
contrario del propio titulo o que el portador demuestre que la firma del obligado cambiario contra el cual acciona es
posterior a la alteración.

De ahí se puede inferir que si el titulo presenta a simple vista huellas de alteración, corresponde al portador
demostrar que fueron efectuadas con anterioridad a la suscripción por la persona demandada. Si, por el contrario, el
titulo es formalmente impecable, el portador se encuentra amparado por la presunción de regularidad del documento
y compete al demandado probar que se ha producido una alteración posterior a la inserción de su firma.

3) PROCEDIMIENTO DE CANCELACIÓN DE LOS TÍTULOS DE CRÉDITOS:


Concepto

Decreto-Ley 5965/63 Art. 89. – “En caso de pérdida, sustracción o destrucción de una letra de cambio, el portador
puede comunicar el hecho al girado y al librador y requerir la cancelación del título al juez letrado del lugar donde la
letra debe pagarse o ante el de su domicilio. Deberá ofrecer fianza en resguardo de los derechos del tenedor. La
petición debe indicar los requisitos esenciales de la letra y, si se tratase de una letra en blanco, los que sean
suficientes para identificarla. El juez, previo examen de los antecedentes que se le proporcionen acerca de la verdad
de los hechos invocados y del derecho del portador, dictará a la brevedad un auto indicando todos los datos
necesarios para individualizar la letra de cambio y disponiendo su cancelación; también autorizará su pago para
después de transcurridos sesenta (60) días, contados desde la fecha de la última publicación del auto respectivo, si la
letra ya hubiese vencido o fuese a la vista o desde el vencimiento, si éste fuese posterior a aquella fecha y siempre
que en el intervalo no se dedujese oposición por el tenedor. El auto judicial deberá publicarse durante quince días en
un diario del lugar del procedimiento y en uno del lugar del pago, si no fuese el mismo, y notificarse al girado y al
librador. No obstante la denuncia, el pago de la letra de cambio al tenedor antes de la notificación del auto judicial
libera al deudor.”

La necesidad de la posesión del título es uno de los pilares fundamentales en que se asienta el derecho cambiario.
Sin embargo, el propio sistemas normativo prevé la situación del sujeto que en alguno momento pierde la posesión
del titulo, por cualquier causa, y mediante un procedimiento excepcional, denominado cancelación, le posibilita la
readquisición de sus derechos.

La cancelación es un instituto que tiene por objeto producir la ineficacia de los títulos perdidos, robados o destruidos,
posibilitando que el portador afectado por el evento readquiera los derechos cartulares mediante un procedimiento
judicial.

2
La cancelación es un instituto propio de los títulos a la orden como por ejemplo la letra de cambio y aun cuando ésta
se expida con la clausula “no a la orden”, la cancelación es admisible ya que la clausula no le quita al titulo el carácter
de circulante (según Bonelli).

Finalidad (Legón)

La finalidad de este instituto es defender al propietario del titulo contra el poseedor de mala fe y se inspira en los
siguientes principios:

 Asegurar al titular de la letra el medio de obtener su pago


 Garantizar a quien paga la validez de su pago
 Proteger el derecho de quien ha adquirido la letra de buena fe

Procedimiento (Escuti)

Como la legitimación para ejercer los derechos cartulares surge de la apariencia formal emergente de la cadena
regular de endosos, inclusive cuando se trata de un titulo robado o perdido, sin perjuicio de la especial situación del
portador, el instituto debe conciliar un aspecto mayor de intereses.

En efecto, si un titulo extraviado o robado circula a non domino, su adquirente de buena fe –y sin culpa grave- y los
sucesivos portadores están protegidos por la ley.

En este caso los intereses en juego son: a) el del ex portador; b) el de los obligados cambiarios, y c) el del actual
poseedor del titulo, legitimado con una cadena regular de endosos.

Por ello, quien inicia un procedimiento de cancelación puede ver frustradas sus expectativas si aparece el actual
poseedor que recibió el titulo de buena fe y con arreglo de la ley de circulación.

El art. 89 del decr. Ley 5965/63, al regular la cancelación, hace referencia a los títulos perdidos, extraviados,
destruidos o sustraídos. Respecto del concepto de deterioro, es necesario señalar que comprende tanto el deterioro
total como parcial que hace perder eficacia al titulo por afectar elementos esenciales.

El mencionado art. Establece que el afectado puede notificar, por cualquier medio, al girado y al librador del titulo, No
obstante tal notificación, el pago del titulo al portador legitimado por una cadena regular de endosos, libera al deudor
a quien, por el solo hecho de tal notificación, no se considera de mala fe. El deudor puede y debe pagar el titulo antes
de ser notificado judicialmente de la resolución de cancelación y queda liberado. (art 89, decr. Ley 5965/63).

Tal notificación es una facultad y de ningún modo constituye requisito previo para iniciar el procedimiento de
cancelación.

El pedido de cancelación debe efectuarlo el ex portador ante el juez competente, que es el del lugar del domicilio del
cancelante o el del lugar de pago, aunque es conveniente hacerlo ante este ultimo.

La petición debe contener los requisitos propios de toda demanda judicial e indicar todos los requisitos esenciales del
titulo. En ese sentido, es conveniente reproducir los mas exactamente posible el documento, incluyendo endosos,
avales, etc. Si se trata de un título firmado en blanco, el actor debe señalar, aunque esto puede ser algo dificultoso,
las circunstancias necesarias para poder identificarlo.

Además el peticionante tiene que ofrecer fianza en garantía de los eventuales derechos del poseedor actual del titulo,
cuya cancelación se solicita, la que subsiste hasta que se produzca su prescripción.

El art 89. Antes mencionado establece que el juez, previo examen de los antecedentes sobre los hechos invocados y
el derecho del portador, debe dictar, si lo estima procedente, un auto indicando todos los datos necesario para
individualizar el titulo, disponiendo su cancelación y autorizando el pago de él después de un determinado lapso.

La resolución de cancelación tiene carácter provisional. Y solo adquiere el de sentencia definitiva en caso de que no
se formule oposición o se la rechace.

Debe notificarse el auto de cancelación al girado, haya o no aceptado, y al librador del titulo, y si con posterioridad de
ella éstos lo abonan, el pago carece de efectos liberatorios, aunque se lo haga a un portador de buena fe.

Además, el auto cancelatorio tiene que ser publicado íntegramente durante 15 días en un diario del lugar de pago
(art. 89 in fine, decr. Ley 5965/63) y en el domicilio donde se efectuó el procedimiento si fuere distinto de aquél.

A partir del ultimo edicto, comienza a correr el termino para que el auto pueda adquirir el carácter de sentencia
definitiva (art 92, decr. Ley 5965/63), y dentro de ese término, el portador del titulo puede formular oposición a la
cancelación (arts. 89 y 90, decr. Ley 5965/63)

3
En los casos de títulos vencidos, a la vista o en blanco, el portador puede oponerse a la cancelación dentro de los 60
días del ultimo edicto. En los títulos a cierto tiempo vista (no presentados para su vista), dicho plazo comienza a
correr una vez transcurrido un año, desde la fecha de creación del documento.

El art. 90 del decr. Ley 5965/63 dispone que la oposición puede deducirla el portador ante el juez del lugar donde el
titulo debe pagarse, aunque la cancelación hubiese sido resuelta por el juez del domicilio cancelante. Además, este
articulo establece que la oposición se sustancia con el que promovió la cancelación, con noticia al girado y al librador,
quienes, al igual que cualquier otro obligado cambiario, están facultados para intervenir en el procedimiento.

La oposición solo puede ser deducida por el portador del titulo, sea el ultimo endosatario o cualquier obligado que
haya abonado su importe, y es imprescindible la presentación del documento.

Al actor le basta presentar el titulo y que de él surja su legitimación con una cadena regular de endosos. En efecto, se
presume su buena fe (art. 2362, Cod. Civil viejo) y es al cancelante a quien compete destruir tal presunción,
demostrando la mala fe del portador o que incurrió en culpa grave al adquirir el titulo, para lo cual dispone de libertad
probatoria. En síntesis: el cancelante tiene a su cargo la prueba de la mala fe o culpa grave del oponente.

Si se hace lugar a la oposición, la cancelación queda sin efecto de pleno derecho y el oponente, como portador
legitimo del titulo, puede ejercer todos los derechos cartulares. Además, si el obligado al pago ha depositado el
importe del titulo, el oponente vencedor estará habilitado para percibir los fondos.

El Art. 92 dispone que transcurrido el termino de 60 días sin haberse deducido oposición o rechazado ésta por
sentencia definitiva, la letra queda privada de toda eficacia y el “que haya obtenido la cancelación puede,
presentando la constancia judicial de que no se dedujo oposición o de que ésta fue rechazada definitivamente, exigir
el pago, y si la letra fuese en blanco o no hubiese vencido aún, exigir un duplicado. Este deberá pedirse por el
portador desposeído a su endosante y así sucesivamente de un endosante al que le precede, hasta llegar al librador.”

El portador vencido en la oposición pierde todo derecho contra el solicitante de la cancelación: hay cosa juzgada.

El portador de buena fe que no se opuso a la cancelación, puede requerir la restitución de las sumas que
eventualmente haya cobrado indebidamente al cancelante. La acción no es cambiaria y tiende a lograr la restitución
del importe pertinente utilizando el titulo valor cancelado como simple documento probatorio.

(Legón)

El procedimiento presenta dos fases: la primera tiene por objeto obtener, en vía de jurisdicción voluntaria, el decreto
de cancelación provisional del titulo; la segunda, substanciar y decidir la controversia suscitada por algún tercero que
se oponga a la cancelación decretada (DE J. TENA, mexicano)

Etapas

A) Quien puede iniciar el procedimiento: la ley indica que el portador es el legitimado para dar comienzo al
procedimiento de cancelación. El termino se interpreta en sentido amplio, es decir que está habilitado todo sujeto
que pueda considerarse portador legítimo de la letra de cambio (se admite al endosatario en garantía o en
procuración).
El escrito de petición debe contener la mención de los requisitos esenciales de la letra y tratándose de letra en
blanco, los que sean suficientes para identificarla.

B) Juez competente: el juez letrado del lugar de pago de la letra o el juez del domicilio del portador desposeído.

C) Fianza: el portador debe ofrecer fianza en resguardo de los derechos del tenedor, la cual debe ser seria y
suficiente, cubriendo cualquier riesgo.

D) Examen y resolución del juez: recibido el escrito, el juez debe efectuar las averiguaciones convenientes sobre la
verdad de los hechos y sobre el derecho del portador, la cual surgirá frecuentemente de los mismos elementos
aportados por el recurrente.
Si la averiguación resultare positiva, debe dictar una resolución a la brevedad que contenga los datos de la letra
para su identificación, la resolución de cancelación de la letra y la autorización para el pago después de los 60
días contados desde la fecha de la ultima publicación del auto, si la ltera hubiese vencido o fuese a la vista; o
bien desde la fecha de su vencimiento, de ser ésta posterior a la publicación y siempre y cuando no se deduzca
oposición por el detentador. Dicha resolución deberá notificarse al girado y al librador. Si no se notifica y la letra
es pagada, el pago es valido.

E) Publicación: la resolución judicial debe publicarse en un diario del lugar del procedimiento y en uno del lugar de
pago durante 15 días. Si los lugares coinciden, solo es necesaria la publicación en un diario.

4
F) Autorización del pago: transcurrido el termino de 60 días, la resolución judicial autoriza el pago. Una vez que sea
firme, la sentencia substituye a la letra de cambio extraviada que queda sin eficacia. Provisto de dicha resolución
judicial, el dueño podrá ejercitar definitivamente todos los derechos cambiarios que le correspondían en el
momento en que la perdió. Pero al ocupar el lugar de la cambial, la sentencia no adopta ciertamente sus
caracteres, por lo que el propietario no podrá transmitirla por endoso, ni adquirir sobre la sentencia nuevos avales
o aceptaciones de naturaleza cambiaria. El plazo de 60 días es de carácter perentorio (caduca automáticamente
por determinación de la ley).

G) Pago anterior a la notificación: el art 89, decr. Ley 5965/63, in fine, establece que, a pesar de la denuncia que el
portador del titulo puede hacer al girado y al librador, el pago de la letra al detentador, antes de la notificación de
la resolución judicial al girado y al librador, libera al deudor. Esta disposición esta dirigida a proteger al nuevo
portador de buena fe del titulo, y al mismo deudor que con el simple aviso que le ha sido dado por el portador, no
debe estar obligado a suspender el pago del titulo.
El deudor debe, antes de efectuar el pago, establecer la continuidad de los endosos y la identidad del portador.

Efectos Jurídicos (Fernando Legón)

La ineficacia de la letra de cambio por efecto de la cancelación se produce ipso jure transcurrido el plazo de 60 días,
de no mediar oposición, o una vez rechazada la oposición por sentencia definitiva.

Quien ha obtenido la cancelación puede, presentando la resolución judicial y un certificado del secretario del tribunal
competente que compruebe no haberse deducido oposición o presentando la sentencia definitiva que rechaza la
oposición, exigir el pago en caso que la letra haya vencido. Si la letra es en blanco o no ha vencido puede exigir un
duplicado que será entregado por el librador. En estos casos de excepción, la ley concede el derecho al duplicado al
portador desposeído, el cual puede tener particular interés en hacer circular la letra.

Derechos del tenedor que no dedujo oposición: los derechos que eventualmente pudiera tener el poseedor no tienen
naturaleza cambiaria y están regidos por las reglas y principios del derecho común. En consecuencia, el portador de
la letra cancelada sólo podrá hacer valer su derecho frente a quien obtuvo la cancelación por medio del juicio
ordinario.

Su importancia

Procedimiento en la letra de cambio, el pagaré y el cheque

Procedimiento letra de cambio y pagaré (ídem procedimiento)

Procedimiento en el cheque (Régimen jurídico del cheque- Zamudio, Radich, De las Casas)

Se aplica supletoriamente el procedimiento de cancelación cambiaria para la letra de cambio y el pagaré.

El BCRA, en ejercicio de sus facultades reglamentarias, establece cuales son los recaudos a seguir en su sección 7
ante los supuestos ya mencionados e implementa los recaudos administrativos que el girado debe realizar.

El titular o portador desposeído debe

a) Comunicar de inmediato a la entidad la contingencia ocurrida, telefónicamente o por otro medio apropiado.
Normalmente es por medio de una nota firmada por el titular de la cta. Cte bancaria o el representante legal de la
persona jurídica en su caso. La nota es provisoria hasta que llegue la denuncia policial. En el caso del tenedor
desposeído, él comunica al librador o al endosante –y así hasta llegar al librador- de la pérdida o sustracción del
cheque y éste ultimo comunica a su banco ordenando el no pago del mismo.

b) Ratificar personalmente, en el día, la denuncia en la casa donde esta radicada la cuenta, mediante la nota “ut-
supra” con los siguientes datos mínimos: denominación de la entidad y de la casa en que esta abierta la cuenta,
número y denominación de la cuenta, motivo de la denuncia, tipo y números de documentos afectados, nombres
y apellidos completos de los denunciantes, tipo y numero de los documentos.

c) Agregar, entro de las 48 hs. hábiles de presentada la nota del punto a), el acta de la denuncia policial y/o penal,
según la tipificación de lo acaecido.

5
La denuncia policial la debe realizar aquel a quien se le ha extraviado o sustraído el documento.

El banco, cuando recibe el aviso por parte del librador del cheque, está obligado a:

a) Rechazar el pago de los cheques o certificados normativos de registración y la registración de CHPD, bajo
responsabilidad del denunciante, que se presenten al cobro o registración, respectivamente, reteniendo el
correspondiente documento.

En el motivo de rechazo debe indicar que fue una orden de no pagar; también, en su caso, indicar que la firma
libradora es desconocida, y si tiene o no fondos disponibles.
b) Fotocopiar por duplicado el anverso y reverso del cheque o certificado nominativo transferible rechazado,
debiendo mencionar expresamente que la fotocopia es copia fiel del original firmado por el responsable del
girado.
Dicha fotocopia certificada es devuelta a la persona que presentó el cheque para su pago. El banco debe
identificar al presentante del cheque o certificado normativo transferible rechazado, quien deberá firmar al dorso
de la correspondiente fotocopia, con indicación del documento de identidad exhibido

Una vez finalizada la operatoria con el presentante del cheque para su pago, el banco debe, según el caso, ya
sea sustracción o adulterio, o extravío, realizar los siguientes pasos:

a) En caso de denuncia de sustracción o adulteración: remitir el cheque o certificado normativo transferible


rechazado retenido al juzgado interviniente y archivar las actuaciones vinculadas a la denuncia recibida y a los
rechazos efectuados por tal motivo.

b) En caso de denuncia de extravío:

 Cuando la entidad, como consecuencia de rechazos anteriores vinculados con la misma denuncia, tenga
conocimiento del juzgado interviniente: remitir el cheque o cnt rechazado retenido a dicha sede y archivar las
actuaciones vinculadas a la denuncia recibida y a los rechazos efectuados por tal motivo.

 Cuando el banco desconozca el juzgado interviniente: solicitar fehacientemente al cuentacorrentista, dentro


de las 48 hs. Hábiles bancarias de producido cada rechazo, que en el termino de 10 días corridos contados
desde dicha fecha acredite la formulación de la pertinente denuncia ante el juez competente, mediante
presentación de copia autenticada. Si el cuentacorrentista acredita dicha formulación, remitir el cheque o cnt
rechazado retenido al juzgado interviniente en la causa.

You might also like