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. w. V. QUINE

LA RELATIVIDAD
ONTOLOGICA
y OTROS ENSAYOS
Los derechos para la vesión castellana del libro
de W V. Quine: Ontological Relativity and Other Essays,
publicado por Columbia University Press, Nueva York,
© 1969, W V. Quine,
son propiedad de Editorial Tecnos (Grupo Anaya, S. A.)
INDICE
Traducción por .
Manuel Garrido y Josep Ll. Blasco

El autor ha leído y revisado personalmente PREFACIO , Pág. 9


la presente versión castellana
1. HABLANDO DE OBJETOS ... 13
2. RELATIVIDAD ONTOLÓGICA 43

l.a edición, 1974 3. NATURALIZACIÓN DE LA EPISTEMOLOGÍA 93


l.a reimpresión, 1986
z- reimpresión, 2002 4. EXISTENCIA y CUANTIFICACIÓN ... • .. 121
5. GÉNEROS NATURALES •.............. 147
6. OBJETOS PROPOSICIONALES •...... ,. 177
IN DICE ANALÍTICO •.................... 203

Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está


protegido por la Ley, que establece penas dé"prisión y/o multas,
además de las correspondientes indemnizaciones por daños y
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comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra litera-
ria, artística o científica, o su transformación, interpretación o
ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comuni-
cada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.

© EDITORIAL TECNOS (GRUPO ANAYA, S.A.), 2002


Juan Ignacio Luca de Tena, 15 - 28027 Madrid
ISBN: 84-309-0513-8
Depósito Legal: M. 3.116 - 2002

Printed in Spain. Impreso en España por Femández Ciudad


3
NATURALIZACION
DE LA EPISTEMOLOGIA *

La epistemología se ocupa de la fundamentación


de la ciencia. Concebida de este modo amplio, la epis-
temología incluye, como uno de sus departamentos, el
estudio de la fundamentación de la matemática. Ha-
cia principios de siglo pensaron los especialistas que
sus esfuerzos en este particular departamento se ha-
llaban en trance de alcanzar un éxito: la matemá-
tica parecía reducirse por completo a la lógica. En
una perspectiva más reciente, esta reducción parece
poder ser mejor descrita como una reducción a la
lógica y a la teoría de conjuntos. Esta corrección es,
epistemológicamente, una decepción, ya que la firme-
za y evidencia que asociamos con la lógica no pueden
. ser reclamadas para la teoría de conjuntos. Pese a
todo, el éxito alcanzado en la fundamentación de la
matemática sigue siendo ejemplar, comparativamen-
te a otras pautas, y podemos iluminar de alguna ma-
nera el resto de la epistemología mediante el recurso
de trazar paralelos a este departamento.
Los estudios sobre fundamentación de la matemá-
tica se dividen simétricamente en dos clases, con-
ceptual y doctrinal. Los estudios conceptuales se ocu-
pan del significado, y los doctrinales, de la verdad.
Los estudios conceptuales se ocupan de clarificar con-

• Versión castellana de. M. Garrido.


94 LA RELATIVIDAD ONTOLÓGICA
NATURALIZACIÓN DE LA EPISTEMOLOGÍA 95
ceptos definiéndolos, unos en términos de otros. Los
estudios doctrinales se ocupan de establecer leyes pro- las que tienen la mayoría de los teoremas matemá-
. bandoías, unas sobre la base de otras. Idealmente, ticos que de ellos se deriven. Además, sabemos, por
los conceptos más oscuros serían definidos en térmi- la obra de GODEL, que ningún sistema axiomático con-
nos de los más claros, al objeto de maximizar la cla- sistente puede cubrir toda la matemática, ni aunque
ridad, y las leyes menos obvias serían probadas a renunciáramos a la autoevidencia. En la fundamen-
partir de las más obvias, al objeto de maximizar la tación de la matemática, la reducción continúa sien-
certeza. Idealmente, las definiciones generarían todos do matemática y filosóficamente fascinante, pero no
los conceptos a partir de ideas claras y distintas, y las proporciona lo que el epístemólogo desearía qU~ ~ro-
pruebas generarían todos los teoremas a partir de porcionase: no revela el fundamento del conocimien-
verdades autoevidentes. to matemático, no muestra cómo es posible la certeza
Los dos ideales están vinculados. Porque si se de- matemática.
finen todos los conceptos usando algún subconjunto Una idea útil subsiste, pese a todo, con relación
más favorecido de ellos, se muestra por tal modo cómo. a la epistemología en general, en esta dua.lidad de
traducir todos los teoremas a estos términos más fa- estructura que tan particularmente conspicua fue
vorecidos. Cuanto más claros sean esos términos, más para la fundamentación de la matemática. Me refi~ro
ve~oSími1será que las verdades que se expresen por a la bifurcación en una teoría de conceptos, o de SIg-
ellos sean obviamente verdaderas, o derivables de ver- nificado, y una teoría de doctrina, o d~ verdad;. por-
dades obvias. Si, en particular, los conceptos de la que esto no es menos aplicable a la epistemología del
matemática fuesen todos reducibles a los claros tér- conocimiento natural que a la fundamentación ~e la
minos de la lógica, entonces todas las verdades de matemática. El paralelismo es como sigue. Del ~s.mo
la matemática se tornarían en verdades de la lógi- modo que la matemática ha de reducirse .a la 10gIC~,
ca; y, con seguridad, todas las verdades de la lógica o a la lógica y la teoría de conjuntos, así el conocí-
son obvias, o por 10 menos potencialmente obvias, esto miento natural ha de basarse de alguna manera en
es, derivables de verdades obvias por pasos individual- la experíencía sensible. Ello significa explicar la ?O-
mente obvios. ción de cuerpo en términos sensoriales; he aquí el
De hecho, sin embargo, este particular resultado lado conceptual. Y significa justificar nuestro ~on~-
nos ha sido negado, ya que la matemática sólo se re- cimiento de las verdades de la naturaleza en térmí-
duce a la teoría de conjuntos y no a la lógica pro- nos sensoriales; he aquí el lado doctrinal de la bifur-
piamente dicha. Tal reducción comporta, asimismo, cación. . . t
un incremento de claridad, pero únicamente por cau- HUME consideró la epistemología del conocirmen o

sa de las interre1aciones que emerjan, y no porque natural desde ambos lados de la bifurcación, el con-
los términos últimos del análisis sean más claros ceptual y el doctrinal. Su manipulación de la parte
que los demás. En cuanto a las verdades últimas , conceptual del problema, la explicaci~n del ~uer~o
los axiomas de la teoría de conjuntos, tienen éstos en términos sensoriales, fue audaz y simple: ídentí-
menos evidencia y certeza para ser recomendados que ficó a los cuerpos sin reserva con las impresiones sen-
sibles. Si el sentido común distingue entre la manza-
96 LARELATIVIDAD
ONTOLÓGICA NATURALIZACIÓN
DELAEPISTEMOLOGÍA 97

na material y nuestras impresiones sensibles de ella especíñcar una palabra o frase sinónima; lo único
fundándose en que la manzana es una y duradera que necesitamos es mostrar, por cualesquiera medios,
mientras las impresiones son muchas y fugaces, en: cómo traducir todas las sentencias completas en las
tonces, sostiene Hum, tanto peor para el sentido co- que deba usarse el término. La desesperada medida
mún: la idea de que sea la misma manzana en una de HUMEy JOHNSONde identificar a los cuerpos con
y otra ocasión es una vulgar confusión. impresiones cesó de ser el único modo concebible de
La misma concepción de los cuerpos fue expuesta que tuviera sentido hablar de cuerpos, aun dando por
C~i u~ ~iglOdespués del Tratado de Hum:, por el PriS~ concedido que las impresiones fuesen la única rea-
tino f11osofo americano ALEXANDER BRYANJOHNSON 1
lidad. Uno podría intentar la tarea de explicar el dis-
"La palabra hierro denomina una asociación de vísta curso sobre los cuerpos en términos del discurso sobre
y tacto", escribió JOHNSON. impresiones traduciendo sus sentencias completas so-
¿ y qué decir del lado doctrinal, de la justificación bre cuerpos en sentencias completas sobre impresio-
de nuestro conocimiento de las verdades sobre la na- nes, sin por ello equiparar, en absoluto, a los cuerpos
turaleza? Aquí Hura perdió toda esperanza. Al iden- con ninguna otra cosa.
tíñcar a los cuerpos con las impresiones, logró cons- Esta idea de la definición contextual, o reconoci-
truir con éxito algunos enunciados singulares sobre miento de las sentencias como vehículo primario del
cuerpos como verdades indubitables, ciertamente; significado, era indispensable para los desarrollos
como verdades sobre impresiones, directamente cono- subsiguientes en la fundamentación de la mate-
cidas. Pero los enunciados generales y los enunciados mática. Estaba explicita en FREGE y alcanzó su
singulares sobre el futuro no obtuvieron ningún in- pleno florecimiento en la doctrina de RUSSELLde
cremento de certeza al ser construidos como si fuesen las descripciones singulares como símbolos incom-
sobre impresiones.
pletos.
Por el lado doctrinal, no veo que hayamos llegado La definición contextual era uno de los dos recur-
hoy más lejos de donde nos dejó Hum:. La situación sos de los que podría esperarse que tuvieran un efecto
humeana es la situación humana. Pero por el lado con- liberador sobre el lado conceptual de la epistemología
ceptual ha habido progreso. Aquí el paso crucial ha- del conocimiento natural. El otro es el recurso a los
cia delante fue dado, ya antes de los días de ALEXAN- fondos de que dispone la teoría de conjuntos como
DERBRYANJOHNSON, aunque JOHNSON no lo emuló. Fue conceptos auxiliares. El epistemólogo que se propone
dado por BENTHAlIrI con su teoría de las ficciones. El suplir las deficiencias de su austera ontología de im-
paso de BENTHAlIrI fue el reconocimiento de la defini- presiones sensibles con estos conceptos auxiliares de
ción contextuaj, o lo que él llamó paráfrasis. Advirtió la teoría de conjuntos se ve súbitamente enriqueci-
que para explicar un térmíno no necesitamos especi- do: ya no cuenta sólo con sus impresiones, sino con
ficarle un objeto al que hacer referencia, ni siquiera conjuntos de ellas, y conjuntos de conjuntos, y así
sucesivamente. Las construcciones en fundamenta-
1 A. B. JOBNSON, A Treatise on Language (Nueva York 1836. ción de la matemática han mostrado que tales ayu-
Berkeley, 1947). ' • das de la teoría de conjuntos constituyen un poderoso
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aditamento; al fin y al cabo, el glosario completo de con la epistemologia del conocimiento natural en su
conceptos de la matemática clásica puede ser cons- aspecto conceptual.
.truido a partir de ellas. Así equipado, nuestro episte- Dar cuenta del mundo externo como un construc-
mólogo puede no necesitar ni ídentíñcar los cuerpos to lógico de datos sensibles, tal era, en términos de
con impresiones ni acudir a una definición concep- RUSSELL, el programa. Fue CARNAP, en su Der logische
tual; puede albergar la esperanza de hallar en alguna Auttxu: tier Welt, de 1928, quien más se acercó a su
sutil construcción de conjuntos sobre conjuntos de ejecución. .
impresiones sensibles una categoría de objetos que Esto era del lado conceptual de la epistemología.
disfruten cabalmente de las propiedades formales que ¿Y qué había del lado doctrinal? Aquí la situación de
él precisa para los cuerpos. HUltIEpermanecía inalterada. Las construcciones de
Estos dos recursos tienen muy desigual estatuto CARNAP nos hubieran permitido, supuesto que hubie-
epistemológico. La definición contextual es inataca- ran llegado a completarse con éxito, traducir todas las
ble. Las sentencias a las que se ha dado sentido como sentencias sobre el mundo en términos de datos sen-
sentencias completas son indiscutiblemente significa- sibles o de observaciones, más lógica y teoría de con-
tivas, y el uso que hacen de sus términos componen-o [untos. Pero el mero hecho de que una sentencia esté
tes es, por tanto, significativo, sin que importe dispo- expresada en términos de observación, lógica Y teo-
ner de traducción alguna para esos términos aislada- ría de conjuntos, no significa que pueda ser probada
mente. A buen seguro que HUMEy A. B. JOHNSON ha- a partir de sentencias de observación por lógica y ~eo-
br1an usado gustosamente la definición contextual si ría de conjuntos. La más modesta de las generaliza-
hubieran pensado en ella. El recurso a los conjuntos. ciones sobre rasgos observables incluiría más casos
de otra parte, es un drástico paso ontológico, una reti- de los que su emisor hubiera podido tener realmente
rada de la austera ontología de las impresiones. Hay ocasión de observar. Se reconoció que el proyecto de
filósofos que preferirían mejor postular' abiertamente fundamentar la ciencia natural sobre la experiencia
los cuerpos que aceptar todos estos conjuntos, que inmediata de una manera firmemente lógica carecía
comportan, después de todo, la total y abstracta onto- de toda esperanza. La exigencia cartesiana de certe-
logía de la matemática. za había sido la motivación remota de la epistemolo-
Este punto, sin embargo, no Siempre ha estado gía, en su doble aspecto conceptual y doctrinal; ~ero
muy claro, debido a los decepcionantes indicios de a esta exigencia se la vio como una causa perdida.
continuidad entre la lógica elemental y la teor1a de Investir a las verdades de la naturaleza con la plena
conjuntos. Por esta razón se creyó una vez que la autoridad de la experiencia inmediata era una em-
matemática se reduce a la lógica, esto es, a una lógíca presa tan desesperada como la de investir a las ver-
incuestionable e inocente, heredando tales cualida- dades de la matemática con la obviedad potencial de
des. Y por esta razón, probablemente, fue del' agrado la lógíca elemental.
de RUSSELL el recurso a los conjuntos, como también ¿QUé es, entonces, 10 que hubiera podido motivar
a la definición conte:x:tual cuando se encaró, en our los heroicos esfuerzos de CARNAP en la parte concep-
Knowledge 01 tne External World y en otros lugares, tual de la epistemología, cuando la esperanza de cer-
100 LA ~LATIVIDAD
ONTOLÓGICA NATURALIZACIÓN
DELA EPISTEMOLOGfA 101

teza de la parte doctrinal había sido abandonada ? correcto. Si hay un modo de hacerlo, hay también
Habia aún dos buenas razones. Una era que podría otros, pero cualquiera de ellos hubiera sido un gran
'esperarse que tales construcciones suministrasen y logro.
clarificasen la evidencia sensorial para I3. ciencia, aun- Pero ¿por qué toda esta reconstrucción creadora,
que los pasos de inferencia entre la evidencia senso- por qué todas estas pretensiones? Toda la evidencia
rial y la doctrina cíentíñca no alcanzasen a llegar a que haya podido servir, en última instancia, a cual-
la certeza. La otra razón era que tales construcciones quiera para alcanzar su imagen del mundo, es la es-
profundizarían la comprensión que tenemos de nues- timulación de los receptores sensoriales. ¿Por qué no
tro discurso sobre el mundo, aun dejando aparte las ver simplemente cómo se desarrolla en realidad esta
cuestiones de evidencia; hubieran hecho que todo dis- construcción? ¿Por qué no apelar a la psícologta? Una
curso cognítívo resultase tan claro como los términos tal entrega de la carga epístemológíca a la psicolo-
de observación y la lógica y, he de añadir con pesar, gía es un paso que en anteriores tiempos no estaba
la teoría de conjuntos. permitido, por su condición de razonamiento circu-
Fue triste para los epistemólogos, tanto para HUME" lar. Si el objetivo del epistemólogo es validar los fun-
como para los demás, tener que admitir la imposibi- damentos de la ciencia empírica, el uso de la psico-
lidad de derivar estrictamente la ciencia del mundo logía o de otra ciencia empírica en esa validación
externo a partir de la evidencia sensorial. Dos prin- traiciona su propósito. Sin embargo, estos escrúpulos
cipios cardinales del empírísmo permanecían siendo, contra la circularidad tienen escasa importancia una
empero, irrebatibles, y así permanecen hoy dia. Uno vez que hemos cesado de soñar en deducir la ciencia
es que la evidencia, cualquiera que ésta sea, que hay a partir de observaciones. Si lo que perseguimos es,
para la ciencia, es evidencia sensorial. El otro, al que sencillamente, entender el nexo entre la observación
volveré más tarde, es .que toda inculcación de signi- y la ciencia, será aconsejable que hagamos uso de
ficados de palabras ha de descansar, en última ins- cualquier información disponible, incluyendo la pro-
tancia, en la evidencia sensible. De ahí el continuo porcionada por estas mismas ciencias cuyo nexo con
atractivo de la idea de una toatsctu: Aufbau. en la que la observación estamos tratando de entender.
se expusiera explicitamente el contenido sensorial del Pero queda una razón diferente, no conectada con
discurso. los temores de circularidad, para seguir apoyando la
Si CARNAPhubiera llevado a cabo con éxito, y en- reconstrucción creadora. Quisiéramos poder traducir
teramente, una tal construcción, ¿cómo hubiera po- la ciencia a la lógica, y a términos de observación y
dido decir si esa construcción era la correcta? Esta teoría de conjuntos. Ello sería un gran logro epíste-
cuestión no hubiera tenido. lugar. CARNAPperseguía mológíco, porque mostraría que todos los demás con-
10 que llamaba una reconstrucción racional. Cualquier ceptos de la ciencia son teoréticamente superfluos.
construcción del discurso ñsícalísta en términos de la Los legitimaría -hasta el grado en que los conceptos
experiencia sensible, la lógica y la teoria de conjun- de la teoría de conjuntos, la lógica y la observación
tos hubiera sido considerado como satisfactorio si hu- sean de suyo legítimos- mostrando que cualquier
biera conseguido que el discurso ñsícalísta resultase cosa que pudiera ser hecha con un aparato podría,
102 LA RELATIVIDAD ONTOLÓGICA NATURALIZACIÓN DE LA EPISTEMOLOGÍA 103

en principio, ser hecha con el otro. Si la psicología traducir sentencias que contuvieran a ese término
misma pudiera proporcionamos una verdadera re- en sentencias equivalentes en las que dicho término
ducción traslacional de este género, le daríamos la no apareciese. De otra parte, la reducción de formas
bienvenida; pero, ciertamente, no puede, porque no de tipo liberalizado de CARNAP no dan, por 10 general,
crecemos aprendiendo definiciones del lenguaje ñsíca- equivalencias; dan implicaciones. Explican un térmi-
lista en términos de un lengua] e previo de teoría de no nuevo, aunque sólo parcialmente, especificando al-
conjuntos, lógica y observación. Habría aquí, pues, gunas sentencias que están implicadas por sentencias
una buena razón para persistir en una reconstruc- que contienen ese término, y otras sentencias que im-
ción racional: deseamos establecer la inocencia esen- plican sentencias que lo contienen.
cial de los conceptos físicos, demostrando que son Es tentador suponer que la aceptación de las for-
teoréticamen te dispensab1es. mas de reducción en este sentido liberal es, justa-
El hecho es, sin embargo, que la construcción que mente, un paso más en la liberación comparable al
CARNAP esbozó en De, loqische Autbaú der Welt no anteriormente dado por BENTHAM al aceptar la defi-
proporciona tampoco una reducción tras1acional. Ni. nición contextual. El primer y más austero género de
siquiera la proporcionaría aunque ese esbozo llegase reconstrucción racional pudiera ser representado como
a ser completado. El punto crucial surge cuando CAR- una historia de ficción en la que imaginásemos a
NAP explica cómo asignar cualidades sensibles a po- nuestros antepasados introduciendo los términos del
siciones en el espacio fisico y en el tiempo. Estas asig- discurso fisicalista sobre una base fenomenalista Y de
naciones deben hacerse en forma tal que satisfagan, teoría de conjuntos por medio de una sucesión de
lo mejor posible, ciertos desiderata por él estableci- definiciones contextuales. El nuevo Y más liberal gé-
dos, y a medida que aumenta la experiencia, dichas nero de reconstrucción racional es una historia de fic-
asignaciones han de ser revisadas para su adapta- ción en la que imaginamos a nuestros antepasados
ción. Este plan, aun siendo iluminador, no ofrece cla- introduciendo estos términos por medio de una suce-
ve alguna para traducir las sentencias de la cien- sión, más 'bien, de forma.') de reducción del tipo más
cia en términos de observación, lógica y teoría de con- débil.
juntos. Pero esta comparación no es feliz. El hecho es,
Debemos desesperar de cualquier reducción de esa más bien, que el primer y más austero género de re-
índole. CARNAP la abandonó hacia 1936, cuando, en construcción racional, donde reinaba la definición,
"Testability and meaníng" 2, introdujo las llamadas no representaba, en absoluto, historia alguna de fic-
.formas de reducción de un tipo más débil que la de- ción. No era ní más ni menos que un conjunto de
finición. Las definiciones habían mostrado cómo tra- direcciones -o 10 habría sido si hubiera tenido éxi-
ducir sentencias en sentencias equivalentes. La de- to- para actualizar en términos de fenómenos Y teo-
finición contextual de un término mostraba cómo ría de conjuntos todo 10 que actualizamos en térmi-
nos de cuerpos. Hubiera sido una verdadera reducción
por traducción, una legitimación por eliminación. De-
2 Philosophy 01 Science, 3 (1936), pp. 419-471; 4 (1937), pp.
jinire est eliminare. La reconstrucción racional por la
1-40.
104 LARELAT.nnDAD
ONTOLÓGICA NATURALIZACIÓN
DELAEPISTEMOLOGÍA 105

posterior y más laxa reducción deformas de CARNAP tonces que los significados empíricos de los enuncia-
no hace nada de eso. dos típicos sobre el mundo externo son inaccesibles
. Mitigar la demanda de definición, y apelar a un e inefables.
género de reducción que no elimina, es renunciar a ¿Cómo puede explicarse esta inaccesibilidad? ¿Ba-
la última ventaja que resta de las que suponíamos que sándonos, simplemente, en que las implicaciones ex-
tenía la reconstrucción racional sobre la mera psico- perienciales de un enunciado típico sobre cuerpos son
Iogía, a saber: la ventaja de la reducción traslacional. demasiado complejas para una axiomatizaciónfinita,
Si todo lo que esperamos es una reconstrucción que por larga que ésta sea? No; yo tengo una explicación
vincule la ciencia a la experiencia por procedimien- diferente. Es que el enunciado típico sobre cuerpos
tos explícitos, más débiles que la traducción, entonces no tiene un fondo de implicaciones experienciales que
parecería más sensato apelar a la psicología. Mejor es pueda llamar suyo propio. Una masa sustancial de
descubrir cómo 'se desarrolla y se aprende de hecho teoría, tomada en conjunto, tendrá, comúnmente, im-
la ciencia que fabricar una estructura ficticia que pro- plicaciones experienciales; así es como hacemos pre-
duzca un efecto similar. dicciones verificables. Podemos no ser capaces de
El empirista hizo una importante concesión cuan- explicar por qué llegamos a teorías que hacen predic-
do desesperó de deducir las verdades de naturaleza a ciones con éxito, pero llegamos a tales teorías.
partir de la evidencia sensorial. Al desesperar ahora Algunas veces, asimismo, una experiencia implica-
de traducir estas verdades en términos de observa- da por una teoría no alcanza a presentarse y, enton-
ción y auxiliares lógico-matemáticos, hace otra im- ces, idealmente, declaramos falsa a la teoría. Pero el
portante concesión. Pues supóngase que mantenemos, fallo falsifica sólo un bloque de la teoría considerada
con el viejo empirista PEIRCE,que el verdadero sig- como un todo, una conjunción de múltiples enuncia-
nificado de una sentencia consiste en la diferencia dos. El fallo muestra que uno o más de esos enuncia-
que produciría su verdad en la experiencia posible. dos es falso, pero no muestra cuál. Las experiencias
¿No podríamos formular en una sentencia en lenguaje predichas, las verdaderas y las falsas, no están impli-
observacional de un capítulo de longitud toda la di- cadas por ninguno de los enunciados componentes de
ferencia que pueda producir en la experiencia la ver- la teoria más que por otro. Los enunciados componen-
dad de una sentencia dada, y no podríamos entonces tes no tienen, sencillamente, Significados empíricos,
tomar todo esto como la traducción? Aun suponien- de acuerdo con el patrón de PEIRCE;pero una porción
do que la diferencia que la verdad de la sentencia suficientemente inclusiva de la teoría lo tiene. Si po-
pudiera producir en la experiencia se ramificara in- . demos, en absoluto, aspirar a una suerte de logischer
definidamente, podríamos aún acariciar la esperanza Aufbau tier Welt, ésta debe ser una construcción en la
de abarcarla en su totalidad en las implicaciones ló- que los términos propuestos para ser traducidos en
gicas de nuestra fórmula de un capítulo de longttud, términos observacionales y lógico-matemáticos sean
justo del mismo modo que podemos axiomatizar una teorías, generalmente muy amplias, tomada cada una
infinidad de teoremas. Al abandonar la esperanza de como un todo, mejor que meros términos o sentencias
una tal traducción, el empirista está concediendo en- cortas. La traducción de una teoría sería una axioma-
106 LA RE~ATIVIDAD
ONTOLÓGICA NATURALIZACIÓN
DELAEPISTEMOLOGÍA 107

tización laboriosa de toda la diferencia experiencial Para un mentalista acrttíco no existe amenaza de
que produjese la verdad de la teoría. Sería una extraña tal indeterminación. Todo término y toda sentencia
traducción, porque traduciría el todo, pero ninguna de es una etiqueta adherida a una idea, simple o com-
las partes. Podemos hablar mejor, en tal caso, no de pleja, que se almacena en la mente. Si, de otra parte,
traducción, sino simplemente de evidencia observa- tomásemos en serio una teoría verificacionista del
cional para teorías; y podemos, siguiendo a PEIRCE, significado, la indeterminación aparecería como in-
llamar a esto, todavía con justicia, el significado em- eludible. El Círculo de Viena adoptó una teoría verifi-
pírico de las teorías. cacionista del significado, pero no la tomó lo suficien-
Estas consideraciones suscitan una cuestión filo- temente en serio. Si reconocemos con PEIRCEque el
sófica relativa a las traducciones ordinarias no filo- significado de una sentencia atiende exclusivamente
sóficas, como, por ejemplo, del castellano al arunta a lo que contaría como evidencia de su verdad, y si
o al chino. Porque si las sentencias castellanas de una reconocemos con DUHEMque las sentencias teoréticas
teoría tienen su significado sólo en tanto que reunidas tienen su evidencia no como sentencias aisladas, sino
en un cuerpo, entonces sólo podemos justificar la tra- sólo como bloques más grandes de la teoría, entonces
ducción al arunta de las mismas en tanto oue reuni- la indeterminación de la traducción de sentencias
das en un cuerpo. No habrá justificación para empa- teoréticas es la natural conclusión. Y la mayoría de
rejar las sentencias componentes castellanas con las las sentencias, aparte de las sentencias de observa-
sentencias componentes aruntanas, salvo en el su- ción, son teorétícas, Recíprocamente, esta conclusión,
puesto de que resulte, correctamente, la traducción una vez se la abraza, sella el destino de cualquier no-
de la teoría como un todo. Cualquier traducción de ción general de significado proposicional, o sea, de
sentencias castellanas a sentencias aruntanas será tan estado de cosas.
correcta como cualquier otra, en tanto en cuanto las ¿Debería persuadirnos la inconveniencia de esta
implicaciones netamente empíricas de la teoría con- conclusión a abandonar la teoría verificacionista del
siderada como un todo sean preservadas en la traduc- significado? Ciertamente no. El tipo de significado
ción. Pero es de esperar que muchas formas diferentes que es básico para la traducción y para el aprendizaj e
de traducir las sentencias componentes, pese a diferir del propio lenguaje, es necesariamente significado
individualmente de modo esencial, arrojen las mismas empírico y nada más. Un niño aprende sus primeras
implicaciones empíricas para la teoría considerada palabras y sentencias oyéndolas y usándolas en pre-
como un todo; las divergencias en la traducción de sencia de los estímulos apropiados. Estos han de ser
una sentencia componente podrían ser compensadas estimulos externos, ya que han de actuar a la par
por la traducción de otra sentencia componente. En sobre el niño y sobre el hablante de quien el niño
esta medida no puede haber fundamento para decir aprende 4. El lenguaje es inculcado y controlado so-
cuál de las dos traducciones, manifiestamente dife- cíalmente ; la inculcación y control afecta estricta-
rentes, de sentencias individuales es la correcta 3. mente a la adscripción de sentencias a estimulación

3 Véase más arriba pp. 14 Y ss. 4 Véase más arriba p. 45.


108 LA RELftTDnDAD
ONTOLÓGICA NATURALIZACIÓN
DE LA EPISTEMOLOGíA 109

compartida. Los factores externos pueden variar ad les y lógico-matemáticos. y la imposibilidad de esta
libitum sin perjuicio para la comunicación, en la me- suerte de reducción epistemológica disipó la última
dída en que la adscripción del lenguaje a estímulos ventaja que la reconstrucción racional parecía tener
externos no sea perturbada. A buen seguro que no sobre la psicología.
tiene uno otra opción que la de ser empirista en cuan- Los filósofos han desesperado, acertadamente, de
to concierne a la teoría del significado língüístíco. poder traducirlo todo en términos observacíonales y
Lo que acabo de decir sobre el aprendizaje infantil lógico-matemáticos. Han desesperado de ello aun sin
se aplica igualmente al aprendizaje, por parte del lín- haber. reconocido como razón de tal irreductibilidad
guista, de un nuevo lenguaje en campo. Si el Iínguísta que los enunciados no tienen, ni con mucho, sus acer-
no se apoya en lenguas afines para las cuales ya exis- vos privados de consecuencias empíricas. Y algunos
ten prácticas de traducción aceptadas, entonces no filósofos han visto en esta irreductibilidad la banca-
tiene otros datos que las concomitancias de la profe- rrota de la epistemología. CARNAPy los demás positi-
rencía nativa y la situación estimulativa observable. vistas lógicos del Círculo de Viena habían condenado
No es maravilla que exista la indeterminación de la ya al término "metafisica" a un uso peyorativo, en
traducción -porque, sin duda, sólo una pequeña frac- tanto que connotativo de falta de significado; y el
ción de nuestras proferencias dan cuenta de la estí- término "epistemología" le siguió los pasos. WITTGENS-
mulacíón externa concurrente. No se discute que el TEIN y sus seguidores, principalmente en Oxford, ha-
línguísta lleve a término su cometido traduciéndolo llaron una vocación filosófica residual en la terapia:
todo inequívocamente; pero sólo a base de adoptar curando a los filósofos de la ilusión de que existían
muchas opciones arbitrarias -arbitrarias , incluso , problemas epistemológicos.
aunque inconscientes- a lo largo del camino. ¿Arbi- Pero pienso que en este punto puede ser más útil
trarias? Por tal significo que otras opciones distin- decir, mejor, que la epistemología todavía sigue, si
tas hubieran podido dar también, correctamente, lu- bien con una nueva formulación y un estatuto clari-
gar a todo resultado que sea, en principio, susceptible ficado. La epistemología, o algo que se le parece, entra
de ser sometido a cualquier género de comprobación. sencillamente en línea como un capítulo de la psico-
Permítaseme poner en relación, en un orden dife- logía, y, por tanto, de la ciencia natural. Estudia un
rente, algunos de los puntos que he tratado. La consi- fenómeno natural, a saber, el sujeto humano fisico.
deración crucíaí en que se apoyaba mi argumento en A este sujeto humano se le suministra una cierta en-
favor de la indeterminación de la traducción fue que trada, experimentalmente controlada -por ejemplo,
un enunciado sobre el mundo no tiene siempre, o ciertos patrones de irradiación de diferentes frecuen-
usualmente, un acervo separable de consecuencias cias-, y cumplido el tiempo este sujeto devuelve como
empíricas a las que pueda llamar suyas. ESta conside- salida una descripción del mundo externo tridimen-
ración sirvió también para dar cuenta de la imposi- sional y su historia. La relación entre la magra entra-
bilidad de una reducción epístemológíca aue fuese de da y la torrencial salida es una relación cuyo estudio
suerte tal que toda sentencia resultase - igualada a nos apremia por, en parte, las mismas razones que
otra sentencia construida en términos observaciona- apremiaron siempre a la epistemología; vale decir, al
110 LAR~ATIVlDAD
ONTOLÓGICA NATURALIZACIÓN
DELAEPISTEMOLOGÍA 111

objeto de saber cómo se relaciona la evidencia con la de la vieja amenaza de circularidad, pero ahora que
teoría, y de qué manera la teoría de la naturaleza que hemos dejado de soñar en deducir la ciencia a partir
uno pueda tener trasciende cualquier evidencia dis- de los datos sensibles, no hay nada incorrecto. Perse-
ponible. guimos un entendimiento de la ciencia como una ins-
Tal estudio podría seguir incluyendo, pese a todo, titución o progreso en el mundo, y no pretendemos
algo parecido a la vieja reconstrucción racional, cual-· que ese entendimiento vaya a ser mejor que la ciencia,
quiera que sea el grado en que tal reconstrucción sea que es su objeto. Esta actitud es, de hecho, la ya
practicable; porque las construcciones imaginativas urgída por NEURATH en los días del Círculo de Viena,
pueden aportar indicios de los procesos psicológicos con su parábola del marino que ha de reconstruir su
reales, de una forma muy parecida a como pueden barco mientras flota en él.
hacerlo las simulaciones mecánicas. Pero una conspi- Una de las consecuencias de considerar la epíste-
cua diferencia entre la vieja epistemología y la em- mologíacon una perspectiva psicológica es que ello
presa epistemológica en este nuevo planteamiento resuelve un viejo y pertinaz enigma de prioridad epis-
psicológico es que ahora podemos hacer libre uso de temo lógica. Nuestras retinas son irradiadas en dos
la psícoíogta empírica. dimensiones y, sin embargo, vemos las cosas como
La vieja epistemología
. aspiraba a contener , en un trídímensíonales sin inferencia consciente. ¿Qué es
sentido, a la ciencia natural; la construiría, de alguna lo que cuenta como observación: la recepción bidi-
manera, a partir de datos sensibles. La epistemología mensional inconsciente o la aprehensión trídímensío-
en este nuevo planteamiento está, por el contrario nal consciente? En el antiguo contexto epistemológico
.contenida en la ciencia natural, como un capítulo de la forma consciente tenía prioridad, porque habíamos
la psicología. Pero el viejo contenimiento sigue aún de justificar nuestro conocimiento del mundo exterior
siendo válido, a su manera. Investigamos cómo el su- por reconstrucción racional, y ello exige consciencia.
jeto humano, que es.obíeto de nuestro estudio, postula La consciencia dej a de ser exigida cuando abandona-
los cuerpos y proyecta su fisica a partir de sus datos, mos el intento de justificar nuestro conocimiento del
y apreciamos que nuestra posición en el mundo es, jus- mundo externo por reconstrucción racional. Lo que
tamente, igual a la suya. Nuestra propia empresa cuenta como observación puede ahora ser establecido
epistemológica, por lo tanto, y la psicología, de la en términos de la estimulación de los receptores sen-
cual constituye un capítulo, y la totalidad de las cien- soriales, dejando que la consciencia salga por donde
cias naturales, de la cual constituye una parte la psí- pueda.
cología, todo ello es nuestra propia: construcción o El reto de la psicología de la Gestalt al atomismo
proyección a partir de estímulacíones parecidas a las sensorial, que parecía tan relevante a la epistemología
que asignamos a nuestro sujeto epistemológico. Hay, de hace cuarenta años, queda de igual modo invali-
pues, un contenimiento recíproco, si bien en diferen- dado. Dejando de lado la cuestión de saber si son los
tes sentidos: de la epistemología en la ciencia natural átomos sensoriales o las formas gestálticas lo que fa-
y de la ciencia natural en la epistemología. vorece a la vanguardia de nuestra conciencia, lo que
Esta interacción es, de nuevo, una reminiscencia hoy mejor se considera ser la entrada de nuestros me-
112 LA ~LATnnDAD ONTOLÓGICA NATURALIZACIÓN DE LA EPISTEMOLOGÍA 113

canísmos cognitivos son, simplemente, las estimula- minos vagos, lo que deseamos de las sentencias de
ciones de nuestros receptores sensoriales. Las viejas observación es que sean las que estén en más estre-
paradojas sobre datos inconscientes e inferencia, los cha proximidad causal con los receptores sensoriales.
viejos problemas sobre cadenas de inferencias que Pero ¿cómo puede medirse tal proximidad? La idea
habría que completar, son cosas que han dejado de puede ser reformulada de este modo: las sentencias
importar. de observación son sentencias que, en nuestro apren-
En los viejos dias antípsícologtstas la cuestión de dizaje del lenguaje, están máxímamente condiciona-
la prioridad epístemológíca era materia de debate. das por estímulacíón sensorial concurrente más bien
¿Qué es, epístemológícamente, anterior? ¿Son las for- que por información colateral almacenada. Imagine-
mas gestáltícas anteriores a los átomos sensibles por- mos, pues, que se ha emitido una sentencia para que
que son observadas, o deberíamos favorecer los áto- arrojemos nuestro veredicto acerca de si es verdadera
mos sensibles por alguna razón más sutil? Ahora que o falsa; que se la ha emitido para nuestro asenti-
se nos permite acudir a la estímulacíón física, el pro- miento o disentimiento. Entonces esa sentencia es
blema desaparece; A es epistemológicamente anterior una sentencia de observación si nuestro veredicto de-
a B si A está causalmente más cerca que B de los pende sólo de la estimulación sensorial presente en el
receptores sensoriales. O, lo que de alguna manera es momento.
mejor, hablar explícitamente en términos de proximi- Pero un veredicto no puede depender de la estímu-
dad causal a los receptores sensoriales y dej ar de ha- lación presente con exclusión de la información alma-
blar de prioridad epístemológtca. cenada. El mero hecho de que hayamos aprendido el
Hacia 1932 hubo un debate en el Círculo de Viena lenguaje presupone un considerable almacenamiento
sobre qué es lo que debía coritar como sentencias de de información, y de información sin la ~ual no esta-
observación, o Protokoüstitze 5. Una posición fue que ríamos en situación de arrojar veredictos sobre sen-
tenían la forma de informes sobre impresiones sen- tencias, aunque fuesen observaciones. Evidentemente,
sibles. Otra era que se trataba de enunciados de una debemos hacer más flexible nuestra definición de sen-
especie elemental sobre el mundo externo, por ejem- tencia de observación, que leeremos así: una senten-
plo: "Hay un cubo rojo sobre la mesa". Otra, la de cia es una sentencia de observación si todos los vere-
NEURATH, era que tenían la forma de informes sobre dictos sobre ella dependen de estimulación sensorial
relaciones entre percipientes y cosas externas: "Otto presente y no de información almacenada que vaya
ve ahora un cubo rojo sobre la mesa". Lo peor de todo más allá de lo suficiente para la comprensión de la
era que parecía no haber modo objetivo de fijar la sentencia.
materia: no había modo de. dar un sentido real a la Esta formulación plantea otro problema: ¿cómo
cuestión. hemos de distinguir entre la información que basta
Intentemos ahora considerar sin reservas esta ma-
teria en el contexto del mundo externo. Dicho en tér-
¡, para la comprensión de una sentencia y la Informa-
ción que va más allá? Es el problema de la distinción
1: entre verdad analítica, que resulta del mero signifi-
¡ cado de las palabras, y verdad sintética, que depende
5 CARNAP y NEURATH en Er1oenntnfs, 3 (932), pp. 204-228.

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!
114 LARELATIVIDAD
ONTOLÓGICA
~'
NATURALIZACIÓN
DELAEPISTEMOLOGÍA 115
de más que el significado. Ahora bien, yo he mante- de observación son aquellas sobre las que todos los
nido durante largo tiempo que esta distinción es Ilu- miembros de la comunidad estarán de acuerdo bajo
soría. Cabe dar, sin embargo, un paso que tiene sen- una estimulación uniforme. ¿Y cuál es el criterio para
tido, en favor de tal distinción: de una sentencia que ser miembro de la misma comunidad? Simplemente
es verdadera por el mero significado de sus palabras la fluidez general del diálogo. Este criterio admite
se debería esperar, al menos si es simple, Que sea sus- grados y, por supuesto, podemos provechosamente to-
crita por todos los hablantes avezados de -la comuni- mar la comunidad en un sentido más restringido en
dad. Tal vez pueda prescindirse, en nuestra definición unos estudios que en otros. Lo que cuenta como sen-
de sentencia de observación, de la controvertida no- tencias de observación en una comunidad de especia-
ción de anal1ticiqad, en favor de este sencillo atributo listas no podría contar siempre para una comunidad
de la aceptación por toda la comunidad. más amplia.
Este atributo no es, sin duda, una explicación de No hay, por lo general, subjetividad en la formula-
la anal1ticidad. La comunidad podría estar de acuerdo ción de las sentencias de observación, tal y como
en que ha habido perros negros, aunque nadie que. ahora las concebimos; usualmente, versarán sobre
hable de anal1ticidad podría llamar a esto analítico. cuerpos. Puesto que el rasgo distintivo de una senten-
Mi rechazo de la noción de anal1ticidad significa, jus- cia de observación es el acuerdo intersubjetivo bajo
tamente, no trazar Iínea alguna entre lo que basta estimulación concordante, la probabilidad de que su
para la comprensión de las sentencias de un lenguaje objeto sea corpóreo es mayor que la contraria.
y todo lo que, además de eso, la comunidad esté de La vieja tendencia a asociar sentencias de obser-
acuerdo en ver. Dudo de que pueda establecerse una vación con una materia sensorial subjetiva queda un
distinción objetiva entre el Significado y una tal in- tanto teñida de ironía cuando reflexionamos que se
formación colateral que sea compartida por la comu- estima asimismo que las sentencias de observación
nidad.
han de ser el tribunal intersubjetivo de las hipótesis
Volviendo entonces a nuestra tarea de definir las científicas. Esa vieja tendencia era debida al impulso
sentencias de observación, tenemos lo siguiente: una de fundamentar la ciencia en algo más firme y ante-
sentencia de observación es aquella sobre la que todos rior a la experiencia del sujeto; pero nosotros hemos
los hablantes de una lengua dan el mismo veredicto desechado ese proyecto.
cuando se da la misma estimulación concurrente. El desplazamiento de la epistemología de su viejo
Para exponer el asunto negativamente, una sentencia estatuto de filosofía primera desencadenó, como vi-
de observación es la que no es sensible a diferencias mos, una ola de nihilismo epistemológico. Esta dispo-
de experiencia pasada dentro de la comunidad ha- sición de ánimo se reflej a de alguna manera en la
blante. .
tendencia de POLÁNYI, KUHNy RUSSELLHANSONa mi-
Esta formulación está perfectamente de acuerdo nimizar el papel de la evidencia y acentuar el rela-
con el papel tradicional de la sentencia de observa- tivismo cultural. HANSONse aventuró, incluso, a des-
ción como tribunal de apelación de las teorías cientí- acreditar la idea de observación arguyendo que las
ficas. Porque, por nuestra definición, las sentencias llamadas observaciones varían de observador a obser-

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116 LA RELATnnDAD ONTOLÓGICA NATURALIZACIÓN DE LA EPISTEMOLOGÍA 117
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vador con la cantidad de conocimiento que los obser- la tradicional: las sentencias de observación son el
vadores traigan consigo. El fisico veterano dirige la receptáculo de evidencia para las hipótesis científi-
mirada a un aparato y ve un tubo de rayos X. El cas. Su relación con el significada es también funda-
neófito, al mirar al mismo punto, observa, más bien, mental, puesto que las sentencias de observación son
"un instrumento de cristal y metal, repleto de cables, las que estamos en posición de aprender primero, ya
reflectores, tornillos, lámparas e interruptores" 6. La sea como niños, ya como lingüistas de campo. Porque
observación de un hombre es para otro hombre un las sentencias de observación son precisamente las
libro cerrado o vuelo de la fantasía. La noción de que podemos correlacionar con circunstancias obser-
observación como la fuente imparcial y objetiva de vables en el momento de la emisión o del asentímíen-
evidencia para la ciencia está en bancarrota. Aho- to, independientemente de las variaciones en las his-
ra bien, mi respuesta al ejemplo de los rayos X fue torias pasadas de informantes individuales. Ellas pro-
insinuada ya un poco antes: lo que cuenta como una porcionan el único acceso a un lenguaje.
sentencia de observación varia con la amplitud de la La sentencia de observación es la piedra angular
comunidad considerada. Pero siempre podemos obte- de la semántica. Porque es, como vimos, fundamental
ner un patrón absoluto tomando todos los hablantes para el aprendizaje del Significado. También es don-
de la lengua o la mayoría '7. Es irónico que los filóso- de el significado es más firme. Las sentencias a un
fos, encontrando a la vieja epistemología insostenible nivel más alto en las teorías no tienen consecuencias
en su totalidad, reaccionaran repudiando una parte empíricas que puedan ser llamadas propiamente su-
sobre la cual sólo ahora se ha proyectado clara luz. yas; comparecen ante el tribunal de la evidencia sen-
La clarificación de la noción de sentencia de ob- sible en agregados más o menos inclusivos. La senten-
aervacíon es buena cosa, porque esta noción es fun- cia de observación, situada en la periferia sensoria!
damental en dos respectos. Ambos se corresponden con del cuerpo científico, es el mínimo agregado verifica-o
la dualidad que subrayé al principio de este artículo: ble ; tíene un contenido empírico de su propiedad y-
la dualidad entre conceptos y doctrina, entre conocer lo luce en su manga.
lo que una sentencia significa y conocer si es verda- El predicamento de la indeterminación de la tra-
dera. La sentencia de observación es básica para am- ducción tiene escasa incidencia en las sentencias de
bas empresas. Su relación con la doctrina, con nuestro observación. La equiparación de una sentencia de
conocimiento de lo que es verdadero, es, con mucho, observación de nuestro lenguaje con otra sentencia
de observación de otro lenguaje es, en su mayor parte,
. 6 N. R. HANSON,"Observation and interpretation", en S.
MOllGKNBESSU, compUador, Philo80phll 01 Science TOday (Nue- un asunto de generalización empírica; es un asunto
va York, Basic Books, 1966). de ídentidad entre el rango de estimulaciones que
7 Esta matización abre margen 'a la posib1l1dad de casos provocarían el asentimiento de una sentencia y el
'desviados, como el enfermo o el ciego. Alternativamente, tales
casos pueden ser excluidos, ajustando el nivel de fluidez del rango de estimulaciones que provocarían el asenti-
dilUogo por el que definimos la mísmídad del lenguaje. (Por miento a la otra 8.
haberme facWtado esta observación y por haber 1nfluido tam-
bién en aspectos más sustanciales del presente articulo, quedo 8 Cfr. QUINE,Palabra y objeto, versión castellana de M. Sa-
en deuda con BuaTONDUBEN.) cristán, Barcelona, Labor, 1968, pp. 43-48 Y 81.
l18 LA RELATIVIDAD
ONTOLÓGICA NATURALIZACIÓN
DE LA EPISTEMOLOGÍA 119
.'

No chocaría con las ideas preconcebidas del viejo Existe también el área que el psicólogo DONALD
Círculo de Viena el decir que la epistemología se con- T. CAMPBELLllama epistemología evolucíonísta 9. En
vierte ahora en semántica. Porque la epistemología este área hay un trabajo de HÜSEYIN YILMAZ que
permanece centrada, como siempre, en la evidencia, y muestra cómo hubiera sido posible predecir rasgos es-
el significado permanece centrado, como siempre, en tructurales de la percepción del color a partir de su
la verificación; y la evidencia es verificación. Lo que valor de supervivencia 10. Y un tópico más enfática-
es más probable que choque con esas ideas preconce- mente epístemológíco que la evolución ayuda a clari-
bidas es que el significado, una vez que vayamos más ficar es la inducción, ahora que hemos proporcionado
allá de las sentencias de observación, deje, por lo ge- a la epistemología los recursos de la ciencia naturaí " ..
neral, de tener una' aplicabilidad clara a sentencias
simples; y también, que la epistemología se funda con
la psicología, al igual que con la lingüística.
Esta supresión de fronteras podría contribuir, me
parece, al progreso de investigaciones de naturaleza.
científica que tienen interés filosófico. Un área posi-
ble son las normas perceptuales. Considérese, para
empezar, el fenómeno língüístíco de los fonemas. Al
oír las míríadas de variaciones de los sonidos hablados,
nos formamos el hábito de tratar a cada uno como
una aproximación a una u otra norma entresacada
de una lista finita de ellas -sobre treinta en total-,
constituyendo, por así decirlo, un alfabeto hablado.
Todo discurso hablado en nuestro lenguaje puede ser
tratado, en la práctica, como una secuencia de justa-
mente esos treinta elementos, rectificando así peque-
fías desviaciones. Ahora bien, fuera del ámbito del
lenguaje hay probablemente asimismo, en total, sólo
un alfabeto más bien limitado de normas perceptua-
les, hacia las cuales tendemos inconscientemente para
9 D. T. CAMPBELL, "Methodological suggestíons from a com-
rectificar todas las percepciones. Estas normas, una parative psychology of knowledge processes", en tranuru, 2
.vez se las identificase experimentalmente, podrían ser (1959), pp. 152-182.
10 HÜSEYIN YILMAZ,"On color vísíon and a new approach to
tomadas como bloques epístemológícos de construc-
general perception", en E. E. BERNARD Y M. R. KARE,compila-
ción, como los elementos operativos de la experiencia. dores, Biological Prototypes and Synthetic sustems (Nueva
Puede que demuestren ser en parte culturalmente va- York, Plenum, 1962); "Perceptual ínvaríance and the psycho-
riables, como lo son los fonemas, y en parte univer- physícal law", en Perception and Psychophysics, 2 (1967), pp.
533-538.
sales. 11 Véase "Géneros naturales", capitulo 5 en este volumen.

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