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Descubrimiento del electrón
En 1897, J. J. Thompson anunció el descubrimiento de una partícula
cargada negativamente a la que llamó electrón. Fue capaz de deducir
también la relación entre la carga de una partícula (e) y su masa (m).
Los electrones son elementos cargados negativamente que van orbitando
alrededor de un núcleo como si se tratara de planetas orbitando alrededor
del Sol. El conjunto de núcleo y electrones forman el átomo como
descubrirá más adelante Rutherford.
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El descubrimiento de la constante de Planck y la
teoría cuántica
En 1900, el físico alemán Max Planck formuló que la energía se
emite en pequeñas unidades individuales conocidas como cuantos.
Descubrió una constante de carácter universal conocida como la
constante de Planck, representada como h.
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Fisión nuclear
A finales de 1938, en los umbrales de la Segunda Guerra Mundial,
un equipo de investigadores alemanes en el Káiser Wilhelm Institut de
Berlín, integrado por Otto Hahn, Fritz Strassmann, Lisa Meitner y Otto
Frisch, interpretó el fenómeno de la fisión nuclear, a través de la
identificación del elemento bario como consecuencia de la escisión del
núcleo de uranio.
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Fisión nuclear espontánea
En este tipo de reacciones no es necesaria la absorción de
un neutrón exterior. En determinados isótopos del uranio, y sobre todo
del plutonio, tienen una estructura atómica tan inestable que se fisiona
espontáneamente.
Masa crítica
La masa crítica es la cantidad mínima de material fisionable para
que se mantenga una reacción nuclear en cadena.
Una esfera tiene la superficie mínima posible para una masa dada,
y por tanto, reduce al mínimo la fuga de neutrones. Si además
bordeamos el material fisionable con un reflector de neut rones se
pierden muchos menos neutrones y se reduce la masa crítica.
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Fusión nuclear
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varios laboratorios e institutos europeos y por el Lawrence Berkeley
Laboratory americano.
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Las reacciones de fusión nuclear pueden emitir o absorber energía.
Si los núcleos que se van a fusionar tienen menor masa que el hierro se
libera energía. Por el contrario, si los núcleos atómicos que se fusionan
son más pesados que el hierro la reacción nuclear absorbe energía.
Densidad del plasma suficiente para que los núcleos estén cerca unos de
otros y puedan generar reacciones de fusión nuclear.
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Para que tengan lugar estas reacciones debe suministrarse a los
núcleos la energía cinética necesaria para que se aproximen los núcleos
que se van a fusionar, venciendo así las fuerzas de repulsión
electrostáticas. Para ello se necesita calentar el gas hasta temperaturas
muy elevadas, como las que se supone que tienen lugar en el centro de
las estrellas.
Por este motivo, teniendo en cuenta, que tres cuartas partes del
Planeta están cubiertas por agua, se considera la fusión nuclear cómo
una fuente de energía inagotable.
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Radiactividad
Radiactividad es la propiedad que presentan los núcleos atómicos de ciertos
isótopos de modificar espontáneamente su constitución, emitiendo
simultáneamente una radiación característica.
La Radiactividad fue descubierta por el científico francés Antoine Henri
Becquerel en 1896. El descubrimiento tuvo lugar de una forma casi ocasional:
Becquerel realizaba investigaciones sobre la fluorescencia del sulfato doble de
uranio y potasio y descubrió que el uranio emitía espontáneamente una radiación
misteriosa. Esta propiedad del uranio recibió el nombre de radiactividad.
Radiactividad natural
Es la que manifiestan los isótopos que se encuentran en la naturaleza.
En 1896 Becquerel descubrió que ciertas sales de uranio emitían radiaciones
espontáneamente, al observar que velaban las placas fotográficas envueltas en
papel negro.
Hizo ensayos con el mineral en caliente, en frío, pulverizado, disuelto en
ácidos y la intensidad de la misteriosa radiación era siempre la misma. Por tanto,
esta nueva propiedad de la materia, que recibió el nombre de radiactividad, no
dependía de la forma física o química en la que se encontraban los átomos del
cuerpo radiactivo, sino que era una propiedad que radicaba en el interior mismo del
átomo.
El estudio del nuevo fenómeno y su desarrollo posterior se debe casi
exclusivamente a los esposos Curie, quienes encontraron otras sustancias
radiactivas como el torio, polonio y radio. La intensidad de la radiación emitida era
proporcional a la cantidad de uranio presente, por lo que dedujo Marie Curie que la
radiactividad era una propiedad atómica.
Marie y Pierre Curie al proseguir los estudios encontraron fuentes de
radiación natural bastante más poderosas que el Uranio original, entre estos el
Polonio y el Radio.
La radiactividad del elemento no dependía de la naturaleza física o química
de los átomos que lo componen, sino que era una propiedad radicada en el interior
mismo del átomo.
Sabemos que la radiación emitida por una desintegración puede ser de tres
tipos: alfa, beta y gamma; además también hay que considerar hoy la emisión de
neutrones:
La radiación alfa (ðð ð está formada por núcleos del isótopo 4 de helio, es decir
está constituida por una radiación corpuscular, en la que cada corpúsculo está
formado por dos protones y dos neutrones. Ello significa que tiene una masa
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atómica de 4 unidades y una carga eléctrica de 2 unidades positivas. Estos protones
y neutrones formaban antes parte del núcleo que se ha desintegrado.
La radiación beta (ðð ð está constituida por electrones, lo que significa que es
también de naturaleza corpuscular, en la que cada corpúsculo tiene una masa
atómica de 1/1800 aproximadamente, y una carga de 1 unidad negativa.
Posteriormente, se descubrió la radiación beta positiva, semejante a la beta pero
con carga positiva. Está formada por positrones procedentes de transformación de
un protón en un neutrón. Son electrones resultantes de la desintegración de los
neutrones del núcleo:
neutrón→ protón + electrón + neutrino
Debido a su carga es desviada por campos eléctricos y magnéticos. Es más
penetrante, aunque su poder de ionización no es tan elevado como el de la radiación
ð.
La radiación gamma (γðð es de naturaleza electromagnética, semejante a la luz
ordinaria, pero con mucho menor longitud de onda. Es, por lo tanto, de naturaleza
ondulatoria, carente de masa en reposo y de carga. Esta radiación tampoco existía
antes en el núcleo, sino que es energía que se emite como consecuencia de un
reajuste energético de núcleo.
Radiactividad artificial
Es la que ha sido provocada por transformaciones nucleares artificiales.
Se produce la radiactividad inducida cuando se bombardean ciertos núcleos
estables con partículas apropiadas.
Si la energía de estas partículas tiene un valor adecuado penetran dentro del
núcleo bombardeado y forman un nuevo núcleo que, en caso de ser inestable, se
desintegra después radiactivamente.
Fue descubierta por los esposos Curie, bombardeando núcleos de boro y
aluminio con partículas ð. Observaron que las sustancias bombardeadas emitían
radiaciones después de retirar el cuerpo radiactivo emisor de las partículas ð de
bombardeo.
El estudio de la radiactividad permitió un mayor conocimiento de la estructura
del núcleo atómico y de las partículas subatómicas. Se abre la posibilidad de
convertir unos elementos en otros. Incluso el sueño de los alquimistas de
transformar otros elementos en oro se hace realidad, aunque no resulte rentable.
Todos los isótopos naturales situados por encima del bismuto en la tabla
periódica son radiactivos; además, existen isótopos naturales radiactivos del
bismuto, el talio, el vanadio, el indio, el neodimio, el gadolinio, el hafnio, el platino,
el plomo, el renio, el lutecio, el rubidio, el potasio, el hidrógeno, el carbono, el lantano
y el samario. En 1919, Rutherford provocó la primera reacción nuclear inducida
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artificialmente al bombardear gas nitrógeno corriente (nitrógeno 14) con partículas
alfa; comprobó que los núcleos de nitrógeno capturaban estas partículas y emitían
protones muy rápidamente, con lo que formaban un isótopo estable del oxígeno, el
oxígeno 17. Esta reacción puede escribirse en notación simbólica como:
ðN + ðHe ð ðO + ðH
Hasta 1933 no se demostró que estas reacciones nucleares podían llevar en
ocasiones a la formación de nuevos núcleos radiactivos. Los químicos franceses
Irène y Frédéric Joliot-Curie produjeron aquel año la primera sustancia radiactiva
bombardeando aluminio con partículas alfa. Los núcleos de aluminio capturaban
estas partículas y emitían neutrones, con lo que se formaba un isótopo de fósforo
que se desintegraba por emisión de positrones, con un periodo de
semidesintegración muy corto. Los Joliot-Curie también produjeron un isótopo de
nitrógeno a partir de boro, y uno de aluminio a partir de magnesio. Desde entonces
se han descubierto muchísimas reacciones nucleares, y se han bombardeado los
núcleos de todos los elementos de la tabla periódica con distintas partículas, entre
ellas partículas alfa, protones, neutrones y deuterones (núcleos de deuterio, el
isótopo de hidrógeno de número másico 2). Como resultado de esta investigación
intensiva se conocen en la actualidad más de 400 elementos radiactivos artificiales.
Esta investigación se ha visto favorecida por el desarrollo de aceleradores de
partículas que comunican velocidades enormes a las partículas empleadas en el
bombardeo, con lo que en muchos casos aumenta la probabilidad de que sean
capturadas por los núcleos utilizados como objetivo.
El estudio de las reacciones nucleares y la búsqueda de nuevos isótopos
radiactivos artificiales, sobre todo entre los elementos más pesados, llevó al
descubrimiento de la fisión nuclear y al posterior desarrollo de la bomba atómica
(véase Energía nuclear; Armas nucleares). También se descubrieron varios
elementos nuevos que no existen en la naturaleza. El desarrollo de reactores
nucleares hizo posible la producción a gran escala de isótopos radiactivos de casi
todos los elementos de la tabla periódica, y la disponibilidad de estos isótopos
supone una ayuda incalculable para la investigación química y biomédica (véase
Isótopo trazador). Entre los isótopos radiactivos producidos artificialmente tiene
gran importancia el carbono 14, con un periodo de semidesintegración de 5.730 ±
40 años. La disponibilidad de esta sustancia ha permitido investigar con mayor
profundidad numerosos aspectos de procesos vitales, como la fotosíntesis.
En el análisis de activación de neutrones se coloca una muestra de una
sustancia en un reactor nuclear para hacerla radiactiva. Detectando los tipos de
radiactividad asociados con los radioisótopos correspondientes es posible encontrar
impurezas que no pueden ser detectadas por otros medios. Otras aplicaciones de
los isótopos radiactivos se dan en la terapia médica (véase Radiología), la
radiografía industrial, y ciertos dispositivos específicos como fuentes de luz
fosforescente, eliminadores estáticos, calibradores de espesor o pilas nucleares.
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Usos pacíficos y peligrosos de la energía
Pacíficos
Con la intención de suavizar esta situación, se organizaron una
serie de conferencias internacionales de carácter técnico sobre los usos
pacíficos de la energía nuclear. En esta ocasión, las conversaciones entre
los países desarrollados con un importante potencial atómico fueron un
completo éxito.
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Tratado definitivo de No Proliferación Nuclear
En 1967, el OIEA organizó un grupo de análisis de todos aquellos
problemas técnicos que pudiera contener un Tratado de No Proliferación
Nuclear, que entraría en vigor en 1972.
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Peligrosos:
Peligro de la radioactividad
● Seres humanos y otros seres vivos no tienen sensores para la radioactividad.
● Heridas por exposición, inhalación o ingesta.
● Radiación radioactiva es energética y puede alterar la información genética.
● Provoca cáncer, malformación en los fetos.
Basura nuclear: problema sin solución
● La fisión nuclear produce basura radioactiva.
● El peligro mortal para los seres vivos por la radioactividad de basura dura
centenares de miles de años.
● Ningún país en el mundo tiene solucionado técnicamente el problema de
almacenar basura nuclear por un millón de años en un lugar seguro.
● La basura requiere vigilancia permanente.
● El transporte de basura nuclear es un peligro y es caro.
La energía nuclear fomenta la expansión del armamento atómico
● Países, que hace poco tiempo tienen armas nucleares, comenzaron con
programas civiles de energía nuclear.
● Armas nucleares desestabilizan el mundo. (Pakistán, Irán, Corea del Norte).
● Plantas de energía nuclear son objetivos del ataque de terroristas y naciones
en guerra. (Slowenia, Irak, Irán).
Reservas de uranio están limitadas
● Las reservas de uranio conocidas (4.7 millones toneladas) alcanzan sólo para
abastecer las plantas nucleares existentes por 65 años sin nuevas plantas (como la
energía fósil).
● Los “reactores reproductores rápidos”, con los que se pretendía prolongar
temporalmente las reservas, han fracasado por motivos técnicos y económicos.
● La humanidad quedará sólo con las energías renovables.
Hay dos tipos de peligros relacionados con la energía nuclear. El primero
sería un accidente que resulte en la pérdida del control sobre la reacción de fisión
en cadena. El peligro aquí es que el calor producido sobrepasaría la capacidad del
refrigerante del reactor para hacerle frente, provocando la reacción nuclear. Esto
podría causar fallos del sistema que liberen radiactividad en el medio ambiente. En
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el caso de un fallo extremo, el resultado sería una fusión nuclear, donde el material
nuclear reacciona quemándose o fundiéndose a través de su recipiente de
contención, en el suelo y, luego en la napa de agua. Esto arrojaría una enorme nube
de vapor radiactivo y desechos a la atmósfera. Los accidentes de este tipo tienen el
potencial de liberar radiactividad en un área inmensa. Un pequeño y bien contenido
accidente podría contaminar la planta de energía, mientras que uno mayor podría
resultar en la propagación por todo el mundo. El segundo peligro se deriva de la
eliminación de los residuos del reactor. Los combustibles gastados de una central
nuclear son altamente radiactivos y tóxicos. Un accidente o un ataque con los
residuos radiactivos es probable que contamine un área estrictamente local.
El aspecto más significativo de un accidente nuclear es la duración potencial
increíble. Los materiales radiactivos siguen siendo tóxicos durante siglos o milenios,
y tienen el potencial de hacer que las zonas contaminadas sean peligrosas o
inhabitables durante períodos extensos de tiempo.
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