You are on page 1of 10

Rancagua, treinta y uno de octubre de dos mil diecisiete.

VISTOS :
Que en estos antecedentes Rol ingreso Corte N° 734- 2017, la defensa
de los imputados Ang élic a Paz Osorio Osorio y Jorge Patric io Rivas
Zaballa dedujo recurso de nulidad en contra de la sentencia dictada por el
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santa Cruz con fecha doce de
septiembre del año en curso, en los autos RUC 1600861053-7, RIT 81-2017,
que los condenó como autores de un delito de robo con violencia calificado,
previsto y sancionado en el artículo 433 N° 3 en relaci ón con los art ículos
432, 439 y 397 N° 2, todos del Código Penal, cometido el 12 de septiembre
de 2016 en la comuna de Santa Cruz, a sufrir, la primera, la pena de once
años de presidio mayor en su grado medio y el segundo, la pena de veinte
años de presidio mayor en su grado máximo, más las accesorias legales y las
costas de la causa.
Declarado admisible el recurso, se procedió a su vista en la audiencia
del día 13 de octubre recién pasado, con la comparecencia de la defensa, del
Ministerio Público y del abogado querellante, quedando la causa en acuerdo.
Y CONS IDE RA ND O:
PRIME RO: Que el recurso de nulidad invoca de manera conjunta la
causales previstas en las letras e) y f) del artículo 374 del C ódigo Procesal
Penal. La primera de ellas se invoca en relación con los artículos 342 letra c) y
297 del mismo Código, en razón de que la apreciaci ón de la prueba efectuada
en la sentencia contraviene principios de la lógica, en particular, el de no
contradicción.
Argumenta el recurrente que la sentencia yerra en la valoraci ón de la
prueba, en los siguientes aspectos: a) deduce que la v íctima sufri ó la
sustracción de sus especies por parte de los acusados, a pesar de que aquella
no apreció la sustracción, a partir de la propia deducci ón de la v íctima; b) tal
deducción infringe el principio de contradicci ón, por cuanto se estableci ó que
las especies no le fueron sustraídas, sino que retiradas por la propia polic ía y
además su testimonio no fue sostenido en el tiempo, como lo entiende el
WZWLCXQEXT

tribunal, destacando que la víctima reconoció que no usaba billetera, siendo el


propio tribunal quien entrega razones de porque el ofendido no fue coherente
en sus diversas declaraciones. Ante tal panorama, el tribunal debi ó concluir
que al no existir un relato sostenido en el tiempo no era posible concluir la
existencia del robo. Agrega el recurrente que el testimonio de la v íctima
tampoco resultó objetivo, dado que no se ajust ó a los t érminos de la acusaci ón
en cuanto a las especies sustraídas. Y finalmente, el recurso destaca que el
relato del ofendido carece de corroboración periférica, no siendo posible
concluir que sus zapatos fueron hallados en el domicilio de los acusados, por
cuanto la víctima no los reconoció al no serle exhibidos tales especies ni sus
fotografías.
En cuanto a la segunda causal de nulidad, ésta se basa en la infracci ón
al principio de congruencia, previsto en el art ículo 341 del C ódigo Procesal
Penal, por cuanto al dar por concurrente la agravante del art ículo 449 bis del
Código Penal, el tribunal excede con creces la acusaci ón e incorpora
elementos nuevos, como el concierto previo y la distribución de funciones, lo
que se aprecia en el considerando undécimo de la sentencia.
Pide el recurrente que se acoja el recurso, se anule el juicio oral y la
sentencia y se disponga la realización de un nuevo juicio ante un tribunal no
inhabilitado.
SEGUNDO: Que, en cuanto a la primera causal, prevista en el
artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal, en relación con los art ículos
342 letra c) y 297 del mismo cuerpo legal, cabe recordar que para que esta
Corte se encuentre en condiciones de efectuar un control, como tribunal de
nulidad, sobre la valoración de la prueba efectuada en la sentencia penal,
resulta indispensable, acorde con lo dispuesto en el art ículo 360 del C ódigo
Procesal Penal y dado el carácter extraordinario de este recurso, que la parte
recurrente precise al formalizar su arbitrio las reglas fundamentales de la
lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicos que
habrían sido desatendido por los jueces de la instancia, siendo del caso
recordar que los primeros tradicionalmente se han entendido referidos a los
principios lógicos de identidad, contradicción, tercero excluido y raz ón
suficiente.
Tal exigencia debe ser cumplida de manera estricta en el recurso, por
cuanto tal como lo destaca Maier: "no se trata de que el tribunal de casaci ón
WZWLCXQEXT

valore nuevamente la prueba del debate, que no ha presenciado, actividad que


le está prohibida, sino, antes bien, de que el imputado demuestre -no s ólo
argumentalmente-, a través del recurso, que el sentido con el cual es utilizado
un elemento de prueba en la sentencia, para fundar la condena, no se
corresponde con el sentido de la información, esto es, existe una falsa
percepción del conocimiento que incorpora "se observa ya que es el
condenado el que ataca la sentencia y, por ende, es él, tambi én, quien soporta
la carga de verificar estos extremos, de tornar plausible los errores gruesos del
fallo respecto de la reconstrucción histórica" (Derecho Procesal Penal, ob. cit.,
pp. 722-723).
TERCERO: Que, en la especie, si bien el recurso denuncia que la
sentencia ha infringido el principio de no contradicci ón, el recurrente no
explica adecuadamente porqué los razonamientos que estima err óneos
infringirían dicho principio lógico, limitándose a señalar en qu é consiste tal
axioma, evidenciándose más bien que lo que intenta es cuestionar la
ponderación que hizo el tribunal de la prueba rendida en el juicio y, en
particular, las conclusiones a que arribó a partir del relato de la v íctima, el
que en concepto del recurrente sería insuficiente, reproche que, sin embargo,
excede del ámbito del control de la motivaci ón que se puede efectuar a
propósito del recurso de nulidad, lo que obsta a la procedencia de la causal
invocada.
CUARTO: Que, en todo caso, cabe precisar que el principio lógico de
no contradicción implica que todos los argumentos que sustenten una
sentencia deben ser compatibles entre sí, de modo que no se puede afirmar y
negar a la vez una misma conclusión, pues la existencia de dos juicios
contradictorios hace que ninguno de ellos pueda ser verdadero.
En la especie, de las extensas motivaciones contenidas en el
considerando noveno de la sentencia recurrida, que es precisamente el
cuestionado en el recurso, no se aprecia que los jueces del grado hayan
incurrido en alguna infracción a dicho principio al valorar la prueba rendida.
Por lo demás, las contradicciones que conllevan una infracci ón a la l ógica
deben presentarse entre las diversas motivaciones del fallo, sin que resulte
correcto justificar una desatención a tales principios en eventuales
contradicciones en las declaraciones de la víctima, como al parecer lo entiende
el recurrente, pues lo que se juzga a trav és del recurso de nulidad es el
WZWLCXQEXT

razonamiento del tribunal y no la prueba en s í misma; dicho de otro modo, el


control de la motivación es un “juicio sobre el juicio”, a diferencia del juicio
de mérito, que es un “juicio sobre el hecho”.
QUINTO: Que, sin perjuicio de lo anterior, la sentencia contiene una
profusa, completa y coherente fundamentación sobre las razones por las que el
testimonio de la víctima fue suficiente, acorde con el resto de la prueba de
cargo, para dar por acreditado tanto el hecho punible como la participaci ón de
los imputados en el mismo, lo que queda en evidencia de lo largamente
explicado en los motivos noveno y décimo de la misma, todo lo cual da cuenta
del cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 342 letra c) del C ódigo Procesal
Penal.
En efecto, los jueces del tribunal oral, luego de referir el testimonio de la
víctima Juan Ortiz Contreras y de hacerse cargo de sus falencias, como el
haber bebido alcohol y no recordar el momento de la sustracci ón debido al
ataque, mediante explicaciones lógicas y apegadas a los hechos de la causa,
dieron cuenta de los medios de prueba que permitieron ratificarlo en sus
aspectos sustanciales, dentro de los que cabe destacar los dichos de los testigos
Johana Fierro y José Toledo, personas del círculo cercano del afectado, quienes
reconocieron como de propiedad de la víctima los zapatos que fueron hallados
en el domicilio de los acusados, aspecto que el tribunal valor ó como
preponderante para establecer la participación de los acusados en el delito de
robo con violencia y del que extrañamente la defensa no se hizo cargo ni
cuestionó en su recurso.
Por lo demás y tal como lo razona la sentencia recurrida, cabe recordar
que los acusados, aunque con una finalidad exculpatoria, reconocieron haber
agredido a la víctima -cuyas lesiones por lo demás no fueron materia de
discusión-, aceptación que, unida a los otros elementos de cargo que destaca el
fallo, en particular, al hallazgo de una especie sustra ída en poder de los
acusados, permitió a los sentenciadores arribar a la convicción de condena,
desarrollando razonamientos coherentes y que no contrar ían los l ímites de
valoración que establece la ley.
SEXTO: Que en cuanto a la causal prevista en el art ículo 374 letra f)
del Código Procesal Penal, ésta consiste en la infracción al principio de
congruencia, reconocido en el artículo 341 del mismo Código.
WZWLCXQEXT

Al respecto, cabe precisar que esta regla fija el alcance del fallo penal,
en cuanto a su ámbito máximo de decisión, el que debe corresponderse con el
hecho descrito en la acusación y cuya base de interpretaci ón, al decir del
profesor Julio Maier "está constituida por la relaci ón del principio con la
máxima de la inviolabilidad de la defensa. Todo aquello que en la sentencia
signifique una sorpresa para quien se defiende, en el sentido de un dato con
trascendencia en ella, sobre el cual el imputado y su defensor no se pudieron
expedir (esto es, cuestionarlo y enfrentarlo probatoriamente), lesiona el
principio estudiado" (Derecho Procesal Penal, Tomo I, Fundamentos, Editores
del Puerto, 2° edición, 3° reimpresión, año 2004, página 568).
Por ello, para que la referida causal pueda ser atendida, se requiere que
la variación fáctica consignada en el fallo tenga una idoneidad y gravedad tal
para viciar el pronunciamiento, lo que acontecerá cuando medie una
alteración trascendental de circunstancias aptas para sorprender a la defensa,
que de haber sido conocidas, le habr ían permitido representarse otros
elementos probatorios y/o argumentos, adecuando su alegato en lo material y
técnico o bien, al mismo imputado para ejercer su derecho a ser o ído sobre
otros supuestos. Entonces, el reconocimiento de este principio supone que se
haga conocer al imputado oportunamente y en forma detallada los hechos que
constituyen la base y naturaleza de la acusación, lo cual implica que pueda
contar con información suficiente para comprender los cargos y para preparar
una defensa adecuada.
S ÉPTIMO: Que, en la especie, la defensa sostiene que la infracci ón al
principio de congruencia, se produce al dar por concurrente la agravante del
artículo 449 bis del Código Penal, pues se la da por acreditada en base a
hechos no contenidos en la acusación, en especial, en lo que dice relaci ón con
el concierto previo y la distribución de funciones.
Al respecto, cabe precisar que la acusación se bas ó en los siguientes
hechos: “Con fecha 12 de septiembre del año 2016, a las 02:15 horas de la
madrugada, aproximadamente, en circunstancias que la v íctima don Juan
Alberto Ortíz Contreras, de 59 años de edad, transitaba por la v ía p ública, al
llegar a la intersección de calle Alberto Edwards y Santa Matilde de la
comuna de Santa Cruz, fue interceptado y abordado por los dos imputados
Jorge Rivas Zaballa y Angelica Osorio Osorio, procediendo a abalanzarse
sobre la víctima con la intención o móvil de sustraerle las especies . Con dicho
WZWLCXQEXT

fin, lo agreden con golpes de pies y puño, asimismo lo agreden con arma
blanca y un elemento contundente, recibiendo la víctima, a raíz del ataque
alrededor de 14 estocadas en su cuerpo, lesiones consistentes en “toraco
abdominal, trauma abdominal y lesiones en el cráneo occipital”. A ra íz de ello
la víctima queda gravemente herida.
Finalmente los imputados logran sustraerle especies, tales como un par
de zapatos, su reloj, dinero en efectivo $70.000, las llaves, carnet, chaleco,
pantalones y camisa; Debido a la gravedad de sus lesiones, fue derivada la
víctima en primera instancia al hospital de Santa Cruz, para posteriormente
ser trasladado a la Clínica Indisa en la ciudad de Santiago. La v íctima a
consecuencia de la agresión tuvo lesiones de carácter graves, que afectaron la
zona abdominal, así como el hígado, estomago, píloro, vesícula biliar, entre
otras zonas, lesiones que en definitiva pusieron gravemente en peligro su vida ”.
Tales hechos fueron calificados de robo con violencia calificado, ilícito
previsto y sancionado en el artículo 433 N° 3 en relaci ón con los art ículos
432, 436 inciso 1º y 439 del Código Penal, en grado de consumado, en el cual
cupo a los imputados, participación en calidad de coautores, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 15 N° 1 del Código Penal. Y en cuanto a las
modificatorias de responsabilidad penal , se pidió respecto de ambos acusados
la agravante contemplada en el artículo 449 bis del Código Penal.
Ahora bien, la sentencia, luego de valorar la prueba, con apego a las
pautas contenidas en los artículos 342 letra c) y 297 del C ódigo Procesal
Penal, dio por establecidos los siguientes hechos: “El 12 de septiembre de
2016, aproximadamente a las 2:15 horas de la madrugada, en circunstancias
que la víctima Juan Alberto Ortiz Contreras, transitaba por la v ía p ública, al
llegar a la intersección de las calles Alberto Edwards y Santa Matilde de la
comuna de Santa Cruz, fue interceptado por los acusados Angélica Paz Osorio
Osorio y Jorge Patricio Rivas Zaballa, quienes se abalanzan sobre él con la
intención o móvil de sustraerle las especies que portara, agrediéndolo con un
arma blanca y un elemento contundente, específicamente un palo. A ra íz del
ataque la víctima recibió alrededor de 14 estocadas en su cuerpo, que le
provocaron lesiones en su zona tóraco abdominal, y además sufrió una herida
en la región cráneo occipital izquierda producto del golpe con el palo . Los
imputados lograron en este contexto sustraerle especies, tales como un par de
WZWLCXQEXT

zapatos que en ese momento calzaba, su carn é de identidad y una suma no


determinada de dinero. Debido a la gravedad de sus lesiones, la v íctima fue
derivada en primera instancia al Hospital de Santa Cruz, para posteriormente
ser trasladado a la Clínica Indisa en la ciudad de Santiago. A consecuencia de
la agresión tuvo lesiones de carácter grave que afectaron su hígado, estómago,
píloro, vesícula biliar, entre otros órganos, las que pusieron gravemente en
peligro su vida”.
Luego, en el motivo undécimo, la sentencia impugnada dio por
acreditada respecto de ambos acusados la agravante contemplada en el
artículo 449 bis del Código Penal, esto es, haber actuado el imputado
“formando parte de una agrupación u organizaci ón de dos o m ás personas
destinada a cometer dichos hechos punibles, siempre que ésta o aqu élla no
constituyere una asociación ilícita de que trata el P árrafo 10 del T ítulo VI del
Libro Segundo”.
Para dar por concurrente dicha circunstancia modificatoria los jueces
consideraron que ambos acusados intervinieron directa y simult áneamente en
la comisión del ilícito, pues, como lo expresó la v íctima, fue abordado por
ambos, siendo sujetado por la espalada por la mujer mientras que el hombre
le propinaba un sinnúmero de estocadas, a lo que agreg ó la agresi ón con un
palo por parte de su atacante femenina, circunstancia esta última que incluso
fue reconocida por la propia Angélica Osorio.
En razón de ello la sentencia concluye que: “ambos acusados
distribuyeron funciones al momento de cometer el ilícito, pues Ang élica Osorio
procuró impedir la resistencia de la v íctima al golpearlo con el objeto
contundente y sujetarlo por la espalda mientras era apu ñalado por Jorge
Rivas, para luego sustraerle dinero y especies, evidenci ándose as í que sumaron
fuerzas para su cometido delictual. Las acciones coordinadas entre ellos
disminuyeron ostensiblemente la capacidad de defensa del afectado, sin
perjuicio que, como se ha dicho, pusieron de manifiesto su concierto para
delinquir en este caso particular”.
Por último, sostuvieron que de acuerdo a lo anterior “Se configuraron
de este modo los presupuestos que recoge esta agravante, la que busca
sancionar con mayor rigor a quienes cometen un delito vali éndose de la
superioridad numérica, ya sea aumentando la indefensión de la v íctima y/o
asegurando el resultado y su propia impunidad, todo lo que en este caso pudo
WZWLCXQEXT

apreciarse”.
OCTAVO: Que de lo consignado en el motivo que precede, queda en
evidencia que la sentencia, al dar por concurrente la agravante en comento,
no excedió el contenido fáctico de la acusación, en aquellos aspectos que
resultan penalmente relevantes, por cuanto en ella se precisa que ambos
acusados interceptaron, se abalanzaron y golpearon a la v íctima, para lograr la
sustracción de las especies que ésta portaba, hechos a partir de los cuales el
tribunal concluye que se configuran los presupuestos que hacen procedente la
agravante, como son, la superioridad numérica, el aumento de la indefensi ón
de la víctima y el aseguramiento del delito y la impunidad.
De este modo, al dar por establecido la secuencia y la forma en la que
los acusados ejecutaron las acciones descritas en la acusación, t ópico a
propósito del cual se hace referencia a la distribuci ón de funciones, el fallo no
hizo más que precisar cómo se materialización los hechos atribuidos en el libelo
de cargo, precisión que, en ningún caso, pudo importar alguna sorpresa
probatoria para la defensa, por cuanto tales afirmaciones de la sentencia se
basaron en los dichos de la víctima, lo que sin duda fueron conocidos desde la
etapa de la investigación, tanto es así que los acusados dieron una versi ón
alternativa para retrucar su incriminación, todo lo cual permite descartar la
pretendida infracción al principio de congruencia.
NOVE NO: Que, en conclusión, no siendo efectivos los vicios que se le
imputan a la sentencia impugnada, sólo cabe rechazar el recurso interpuesto.
Por estas consideraciones, y de conformidad, además, con lo dispuesto
en los artículos 36, 297, 342 letra c), 359, 360, 372, 374 letras e) y f), 375, 378
y 384 del Código Procesal Penal, se rec haza , sin costas, el recurso de
nulidad deducido por la defensa de Ang élica Paz Osorio Osorio y
Jorge Pat ricio Riv as Zaballa en contra de la sentencia dictada por el
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santa Cruz con fecha doce de
septiembre del año en curso, en los autos RUC 1600861053-7, RIT 81-2017,
la que, por ende, no es nula como tampoco el juicio oral que le sirvi ó de
antecedente.
Regístrese, notifíquese y comuníquese por correo electrónico.
Redacción del Ministro Sr. Pedro Caro Romero.
Reforma Procesal Penal Nº 734-2017.
WZWLCXQEXT

No firma el Ministro señor Pedro Caro Romero, no obstante haber


concurrido a la vista y acuerdo, por encontrarse haciendo uso de permiso en
conformidad al artículo 347 del Código Orgánico de Tribunales.
Michel Anthony Gonzalez Carvajal Alvaro Eduardo Barria Chateu
Ministro Abogado
Fecha: 31/10/2017 17:08:20 Fecha: 31/10/2017 15:33:26

WZWLCXQEXT
Pronunciado por la Primera Sala de la C.A. de Rancagua integrada por Ministro Michel Anthony Gonzalez C.
y Abogado Integrante Alvaro Barria C. Rancagua, treinta y uno de octubre de dos mil diecisiete.

En Rancagua, a treinta y uno de octubre de dos mil diecisiete, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la
resolución precedente.

WZWLCXQEXT

Este documento tiene firma electrónica y su original


puede ser validado en http://verificadoc.pjud.cl o en la
tramitación de la causa.
A contar del 13 de agosto de 2017, la hora visualizada
corresponde al horario de verano establecido en Chile
Continental. Para Chile Insular Occidental, Isla de Pascua
e Isla Salas y Gómez restar 2 horas. Para más
información consulte http://www.horaoficial.cl.

You might also like