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UJ~Jl/JI
Poro la &;l(IO guanl1a, la. pacoorpnnultu dt Mm~,
Armando, f"tmondo, lltrnó.n y To.to, rompo11~1'0$ tk mil
batallas y al111u1ns 1;1ctoriu.

Para Auf1!1io. Syro y llronia, discfpulM baluan0$ q 11t


M t:onv1rlitron tn tnantroa.

Poro ti n¡uipo qut su~n''""· con amor trtlU'O, lo l'tdo«16n


d# tll~ libro; Alt>nt, l..flt:lnha, &lal1. •''ª'''ºy Susana

Paro Oro~a. la ml4.fer ll~· /41 n til 110111brea.,


Mll/lf'f' dt tni aln1a.

Ant.e8 d e nwñr, tengo quo cocont.ror alguno nloncro d o


cx¡>resar lo escocia) qua huy en 1ní, algo qu<1 nvncn he dicho,
algo que no CI amor. ni ocho, ru piedad, nj da1preao, s ino el
int.ent0 hálito propio de la V)da, que ,;t"M d~ m~ lejos y que inltOduce en I•
mPRESO EN LA ARCENTl'1A Vida humane la 1nmens1dad Y11.l
trenienda fuerza impan:inl dé la.a C093• no humanas.
Qutt.lo httho ti dtµMlfa
qut Pf"r414~M lo lty 11 123
Ucrtrn.nd Ru1111c.1, Aulobiogro{ta
O 1996. U1111nol S•donarnt'O"O S A
Hu,,.bfrto ( 5.tl, Bur1t011 Au"' Tocruindonoo alguna bbortad, poclt.- deór quo • I pol(OaJ)ál,.,.
e1> la acnaa de la tremenda fueru impnn:tal de las coeM no humanas del
hombre.
ISBN 950-07-llM-9
Priniera Parte

Advertencia para el lect-Or PRÓLOGO


LA HORA DE LOS ARQUEROS
L.,o.¡ numerot: volados remiten a notns agrupachu al final dl' rodl.l c.lPllU·
lo~ loe nunwro1 volüdOI prececl1doe de a.sLerisco corresponden " nottlS al p1t.
En IM noUut, :;¡.;ce Ju nbrc,•iaturo de St.a11dord Editu>n, In t"<hc16n ingle· Comienzo con un cuento de a.rc:o y flecha:
1a de la.iJ obru.t co1npleln1 do Freud. Oloíln, roy de lfé, prepara la liestn del tiempo de c08ocho. En el
pnlncio. en clinu1 de celebración, se sirven n1nnjareK pnro. 108 ilui!trcs
convidados.
Pero, otcnción: un pájnro gigantesco se posn, omcnazüntc, en el
pw1to 1nás nito del t.idificio. Su siniestra sombra atravic1H\ el polio ilu·
minndo por el sol. Oloíln ha olvidado hacer un •ocrilicio n los hechice-
ras, las Eltyé•. Omin08a omisión. Ellas u•ab•n esos pl\jaros malvados
p8rO sus ncfost.o1' misiones.
Ptlnioo y confusión en la co..W. El Rey mandn buscar 11 los Cata·
dores Custodios de la Noche. Primero prueba su punwrfa el CatRdor
de veinte ílochM; luego, el Cazador de cu:lr<'nta ílechM, y linalmcntc
el arquero de cincuenta flechas. Los tres fracasan. Eran arqueros ex·
perimcntadoo, pero cl pájaro gigantesco estaba protegido por el CllCU·
do invisible do las bnuM.
Sólo restaba el humilde arquero de un• lloica ílocha MieotrM
los pnmeros CatRdores Custodios de la Noche 80 ..,foruban en vano,
la madre del arquero de la ílecha SDlitaria habla consultado a un Bo·
l>oloo, que lo dijo:
- Tu hijo e.1tá a un paso de la muerte y a un paso de la riqueza.
Parn que In muerte se transforme en oro es prcciaJo que hogos unn
ofrenda.
El Bnba/ao le mandó sacrificar una gallina y abrirlo el pecho en
el momento o>wcto en que el hijo lanzara su ílocha. En ese momento
el tcmiblo pajarraco perdió la coraza protectora y In íloch a utravesó
su corazón.
En In corte del psicoanálisis desfilaron renombrados arquero•: el
formidable Jon~s, con sus incontables flechas oficiales; los t\J"Chivistas
Ellcnbcr¡¡er y Sulloway; el sombrío Schur, con su biogmílo "psic080·
mática" do Freud': el gran "interpretador" Aniicu; el culto y ve.....itil
Peter Gay: Roudinesco, la maravillosa contadora de histories, que
abrió el pocho del pájaro franc:éo; el poético Rietr; el molvado Ma...on
y el ..cincmn~fico• Sartre••, para mencion1'r a loe pr'incapaJes Ca-

•1 . ~te rc11ero o 1u (Uión pan la pe1iculade Houaton.PtTud (1962).

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z.udorcs CuRtodi08 de la Noche. Pero el cuento ofric.;'lno no nludc n que doee de cara con la frondae1dad de su neuroeis. Para los intelectuales
todos las Occh1uJ previas fuciron 'ncccsariaK pnrn el éxito do ~st.e, que de fuera do la cosa n01tra, lo figura del podre del psicoan!llisis ganó
c-s mi propio intento. mueho en "'coneisteocia de vida", como dice Sartre, que nnlcs lo consi·
Cuando confié a mis col('gns que pensobo escribir uno biografia doraba un frlo y limitado profesor dogmático'3.
de Freud, ellae 80 sobresaltaron por la audacia, por la osadla tal vez. Jones pavimenta la vio regia para la comprensión histórica de
Alguna razón 1.,. ru!lstc: para un psu:oanahota, historizar a F'rcud sig· nuestro héroe. Tiene razón Paulo Sour.a: "la imagen que Wt>emos de
nafica palparlo y auscultarlo; ••gnilica tumbarlo en el diván, escrutar Freud es, esencialmente, lo que nos legó Jones"<. Neces1tamae de él,
su cuerpo biográfico y pasar <"I peine fino en busca de piojos e xisten- sin creer mucho en él, porque (lo ha señalado Pbilip Rícm la ortodo-
ciales. LoR c~crit..ores de ese género son ilns>indosos, y revelan con gus- xia no es má8 que la h crajla dominante'. "Ese mentiroso galés" (asf lo
to intimidade• ••laces, como la operación sin éxito que d<>Bplazó el ell- llamaba Frcud) fue el disdpulo más ortodoxo y, por tonto, el menos
toris de la desvrnturada prin«sa lttarie Bonaparte, c.on la intención veraz. Hombre de las mentiras ciertas y do los milos verdaderos. Yo
de cumr su fn1?1dC•, o la práctica masturbalona de la joven y recata· no lo admiro. Pienso en una anécdota de Oide: ante la pregunta de
dn Anna Freud El biógrafo nato "" un sujeto cruel, ávido do anécdo- cuiil era el mll)'Or poeta fran<ff de todos loe tiempos, Gide suspiró an·
ta•. Podemos hablar, con de Mijolla, de una "pul•ión biográfica... Soy tes de responder. "¡Victor Hugo, lúlaa!" ¿Cuál es el mayor biógrafo de
uno de ellos. Freud? Emest Jones, ¡quó lo va.moe a hacer!
Dudo de quo exista, después de Jesucri•to y el tlo abuelo de Ma· La motivación motiva. La razón principal que me llevó o e&cribir
ríe Bonapart~. un individuo m's biogTafiado que Freud". Mucho se esta biograílo reside en el cruce del de~r con el deseo. Cuando el de-
ho escrito sobn• el padre del psicoanálisis, y ese montón de libros ber se vuelve deseante, proporciona un incentivo tan intenso que no
puede trnnsformnrsc en proV<..:ho mío. Existe la a.néC'dota do Freud l>&"lC". ~ubli~acióo•. Mi dapaeicióo a hilll<>nar se ve facilitada por mi
calificando n Adlcr de pigmeo El arquero do la Oecha solitana, con la ecJect1c1smo 1mperuteote, esa virtud con cara de vicio -o viceversa.
pequefta ayuda de su PC 468, l1ene la enorme ventaja del tremendo y Soy un ecléctico curtido; mo doy el lajo de no pronunciarme porque sé
lrlt.urado terrnplén de documc1\tación previa para catapultarse. que me pronuncio. Por eso vfo.1 mi aprccinción recorre un obnnico quo
La fi¡,>urn do referencia, sin duda, es Erncat Joncs. Como biógrafo va desde el eaearnio hasta lo hagiogralla. Ecléctico en lo medida en
oficial, él tuvo aCCC80 a un ae<!rvo que, por tacto o censura. quedará que nado con la marea trans:fcrencial que me va llevando.
fuera del conoc11ruento público hasta el siglo XXl. Paul 1!<>8.M!n tiene Esta tendencia plantea el tema del plllgio. ¿No "" ~te. acaso, el
razón al decir que • Jones llenó su biograíla de detalles valí...,.,. Fue colmo del eclecticismo? ¿Cómo digerir a Jones, Peter Gay, Didier An·
minucioso hnstn el punto do inhibir a quienes escribirían después de :<ieu, Roazen, Roudinesco, Ellenbergcr, Rioff y Schur, sin indigestar-
ól"". Su Vida y obro de Sigm1111d Freud ticno algo de empresa fo.raóni· se? ¿Cómo hacer un cierto ilegitimo o buso de la producción ajena?
ca¡ cae en la tcntnción de levonl-ür un mausoleo para la veneración de ¿Cuáles scn los limites del dceoro en el jardln de la propiedad privada
lu generaciones futuras. Pocas veces hubo una biografía tan 111com· intelectual?
prometida", con alma de texto apaetólico, expl'<lOlión tan cabal de la le- Ahora bien, considero que plagiar et un crimen ...hediondo• de
yenda y la doctnnn freudianDR &a militancia es su punto fuerte y su menor cuantía . ._Que mo corten la mano...... sería una •luai6n lite-
punto débil Lo8 tres tomos, pubhcados en la década de 1950 arroja· ral, en la medida en que plagiar trae ecoe masturbalon.,., do prácti·
ron uno increíble luz sobre lo "persona" de Freud. Hasta ese ~ornen· ca secreta, de una apropiación imaginario autoerótica - particular·
to, nadie, con In excepción de los familia.res y do algún miembro del m?nte si consideramos quo el plagio más común os ol plagio a uno
cfrculo palacirgo, conocía Ja naturaleza íntima, humana, má.8 que hu· mismo.
mana, de este Conquistador que vino a perturbar la complacencia del El plagio, como todo vicio, fascina. Estoy en buena compañía.
planeta. "Plagiar -le eecribe Freud a Jung-, jqué tentación!.,. Y lo confiesa a
Nunca ~supo tanto de un gran hombre como desde la publica· Fenmczi: "l'engo un intelecto francamente complaciente y una fuerúl
c1ón de la bio¡,'Tllíla de Jon<>S y la Correspond<ncUJ con Fliess. Para los tendencia al plagio...
nnalistar; fuo vejatorio toparse con el fuero fntin10 del Maestro, dán-

. • 2 El em4'.·nLojue:z tS1""M:l1ta l-la1m .Cobn. en su C!tlNJ"O aob~ CNto, caJcu. "3. Ponlab•, en su pretacio al guión de Sarttt, escribe: "Recuerdo haber-
J,\ que en e.te 111rlo el numero do h1.1tonas de Jeaúa alcanza la e3"PMtoA suma le oído dedr eon deleite. mi~nlru leí.a et líbro do Jooes: ·Bnt:N noeotroe, di·
dt• M.'ftenUt n11l Supongamos qua el JUO:z exagere, pero In cifra es elevo.dfaima game, 1 1,1 Froud era neurótico ha.ata la médule·· (Jean Paul Sortre, Fnud.
( 11 . Cohn, O l"fg(l111~,•l0 de Jts111, o no.ioreno, 1989, Jtío de Janeiro, ln1ogo). ol'-m do alma, 1984, Río de Jnneiro, Nova Frontclra, pág. 17).

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Con relación nl terno, Lacan, borgeaianamentc, pienan en un tan, de la1 que n1urmuron con la voz retumbante de los fnnt..asmns"6,
acervo comlln. patrimonio del Otro, donde el :icto plagiario no existe Dic. mil cartas excluidas acompañan el rexto teórico, dnndo pie para
como tal y oólo l!O relaciona con el derecho legislodo de propiedad tn· imaginar un hipertexto totalii.ador.
relectual. O ""ª• M! puodc trasgredir y pisar el a!spod del jardln pri- Existe olra razón, más íntima, para escribir el libro: yo estuve
vado'. Oeleuzc habla de agmciomúmo, una forma válida de apropia- all!. El arquero de una única flecha viv!a en LondrCJ! cuando ae publi-
ción·• deseanre -un plagio amorooo a cielo abierto. có el primer volumen de la biografia de Jones. Resultó el b<1l·Hlltr
Las btOj(r&ÍIM cambiaron de tono según la época La pnmera fue de ese alio en que yo cumplía veintinueve y terminaba mi an6-hsi1 con
la de Willel•, escrita anle1! de 1923, o sea ant.es del dlncer, cuando Paula Heimann, dentro del bando kleiniano.
aún no exi&tft\ In muerte anunciada 10• Historia que tiene au historia. Ocurrió una noche antes de Navidad. Nevaba. La calle estaba
Wittels, disclpulo de la primera hora, fue también uno de loo prime- rCJ!baladiza. Cosi me caigo en la puerta de la casa de Melnnie Klein
ros dCJ!terradoe de la Sociedad Psicoanalítica de Viena, por hnber ea- -"Mra. Klein•, como la llamaba. El resbalón se debió tal vez o los
crito una "'patografio" du Karl Krauss; lo readmitieron uno décndo •nervi08" de mis piernas inqu_ietas~ porque Mclanic KJcin me hobía
más wrde, convertido en biógrafo de FreudH Esta biogrnfín, udomáa invitado o ccnor, junto con mi mujer. Se encontraban tambi~n Emst
de eet.ar bien escrita, no peca de idealización excesiva. Asf, el escalda- F~cud, su espoao, y la bella Joan Rivi~re. Lo gran ccnn comentó con
do Wiltcls udvicrtc: "Frcud se ha transforn1ado en un emperador, en una humean lo sopa húngara. Recuerdo detalles de esn mesa: el aom·
torno del cual estñ tomando forma una leyenda. Rcinn en sus domi- brero de olas grandes de Joan Rivi~re, los cubiertos de plat.n, el pare-
nios, reconocido y absoluto; ho1nbre duro, consagrado o su cauaa" 12• cido de Ernst con su padre, la conversación de gente importante en la
Luego viene From Tlurty Years with Frtud, de Reik, unn óptica más que Frcud crn evocado con nostálgico acento vienés. Oran reunión.
nostálgico que épica, escrita hacia el final de la vido del podre del Frou Ernat l-"rcud estaba sentada a mi lado. En un momento dado,
psicoonáliaiK. Pinta un Jo.. rcud romántico e incompleto, ttin la Acade- t.111 ve. a loo postrCJ!, se inclinó hacia mí y me dijo en voz baja·
mia Espanolo de Ja adolc.sccncio, sin la correspondencia omof08a, sin - ¡Quó linda es su señora! Debe ser una joven judla
Fliess. Hast.a eso monlcnt4, Frcud es un libro abierto misterioeamoo- Dijo eso, juro que lo dijo. Un oído pcrapicaz, como el de Anzieu,
te oerrado. por ejemplo, 1in duda inferiría que lo que quiso nolmtnte decirme
EmCJ!t Joncs da el 1iguiente paso al penetrar en el arca de loe ae- era.
creto.. Quebrado el lacre, el cofre cede parte de su coatenido. J1111to a "Usted, que ha tenido tan buen gusto para elegir lllpoea, aerfa un
esta biografía, la Corrupontknd<i Frtud-Flúu conoce la luz del ella. biógrafo óptimo de mi ouegro.•
El deseo póetumo del Profeeor no fue obedecido. Contra su voluntad Volviendo a la realidad, lo que importa ea que yo eat.Jlba ali! como
en vida, lo familia, o sea Anna Freud, interpnta que el deseo incon• testigo del fin de una época. 1950. Punto importante: onk1 de la bio-
cienre do •u pndrc, en el fondo de los fondos, era M!r '"publicado·. De- grafía de Jonee. Para mí, y para el analista común de Londrea o de
cisión muy valiente? de Anna, tal ve'% no suficientemente reconocida, BuenOll Aires, el único gran amigo de Freud habla sido Brcuer; no ao
en la medido en que ello. también fue medro6a en la censura ulterior. sabia de la cxisrencia de Fliess. En adelante IOll annlistaa tuvieron
Oerhard Fichtncr estima que la producción epistolar frcudiann que aaimilor el impacto de esas revelaciones, y rcsígnificnr In vida
total alcanzo la incrc!blc suma de 20.000 cartas. Fichtner juzgn que privodn del MnCJ!tro.
la mitad de esas cort.ns ao han perdido. Quedan, entonces, 10.000 cor- Soy un MO.list.n de la cuarta o quinta generación. Abroham fuo
tas, de los cuales 4200 fueron publicadas, 3650 se conservan en el mi abuelo. Vi n un Jonca un tonto irónico polemi:t:ar en In discueión
limbo inquieto do los cosas censuradas, y hay que estimar que unas de trobajOll de Bion y Balint. Fui vecino de Mrs. Klein por más de doa
2000 no están totalmente perdidas, aino que, como bct!n de pirat.n, años. Participé en seminarios con Rickmann1 Glovcr y Annn Frcud, y
yacen en 86lanoe polvoricntos•s. Parafraseando el íam080 dictum de más t.Jlrde íntcrcombió correspondencia con Winnicott. Tomó el W coo
Lacan, cabe docir que la correspondencia frcudiana está estructurada Alix Strochey, servido por Mrs. Lindon, la bibliolA!caria del Instituto
como un laberinto, con un código de desciframiento que tiene que dar Británico de Psicoanálisis. Del otro lado del Atlántico, en la cost.JI de
cuenta no Milo de lu cartas que hablan, sino también de IM que fal- la tgo paychology, trabajé, durante más de tres aJloe, en la mi&ma cU-
nica que David Rappaport y Erik Erikson. Tengo una poderosa &rans-
ferencia con el puado, pero, junto con eso, soy un francotirador, un

•4. Fttud M rertero a la '"apropiación• como u~ rno<b.hdadde lol u\llln-


yo. Eit.6 en la natureleu íntima del hombre (vffM lo ConíeNnaa
io. del
xxm. se.. XVI, - · 358-311>. •$. ¡Una carta a Breuer eólo podrá conocerse en el at.o 2102'

12 13
a.rquero{rtt·/Ollll, alguien q~O ruc un.joven ~nRli8ta del tiem~ viejo Tahim de l.opcs, Aurelio Souza, ~Innocl Berlinck y Zefer1no Mocha,
y que ahora ce un v~e)o ann.hstn del t1~n~po JOVC~. Desde ~n mirador tiene la mismo y fértil .. aurn"' tc.rccrmund1Mto De Vicnn ni Cono Sur.
pnnorámico voo el 1t1nernr10 del nlov1m1cnto pe1coanalft1co. Pormo.· Del Danubio Azul a Foz do lguozú.
necl un prol~ngado periodo dentro de la Asociación Psicoonallrica ln- Por ello coincido con el neurobiólogo Francisco Vor~lo cuando,
ttrnacional l/PA), para luego ser agente do cambio con ese huracán hablando de sus primcrBB contribuciones, nfirma que ello.M fueron pe>·
manso que fue el movimiento Plataforma Soy el Anali81a de las sibles •por el hecho de que estaba en lo América Latina, porque era
100.000 horost. un chileno perdido en Santiago. Pero, al mismo tiempo, hnbla todo un
En esta historia miJenorin, Platofornto ec destaca CODl.O un nl.o- fenómeno que se estaba produciendo en mi país y, sinceramente, creo
1n~nto lmport.onto. Fue un grupo de ruptura, originado por analistas que no serlo posible repcn•nr lo nutonomrn lautopoiesisl fuera de ese
lWlianos, frnnC(l8Cs, suizos y argentinos. Bnulco, Kessehnnn y Roths· contexto polltico-social. Si yo me hubiese qucdodo en los ~;•todos Uni·
child fueron los iniciadores. Su primera razón de ser: un cuC8t.iona- dos, como querfa uno do mis profesores, 808pccho que nodo de eso ha-
m1ento radical del psicoanálisis como institución En Buen08 Aires se bría sucedido· 11• Consid,ro que ese '"f,nómeno que se producía en
fonnó un grupo in¡.,grado por cuatro •didactllll• (Marie Langer, Diego Chile" en el plano politico, esUi sucediendo en Latinoamérica en el
y Gilou, García Rcynoso y yo), al que se sumaban Rafael Pai, Baren- campo cultural actual.
blítt Pavlov•ky, Scíarreta, Rozitchncr y loo padres de lo criatura. Las biogrnfTas son nociona1istas de corozón. En el índico analfti·
Fuht'.os arqueros, esta vez arqueros políticos. Recuerdo la noche de co de Petor Gay no hoy lugar para Lacan ni par• Loploncho, Fcdida y
ll<!lícmbre de 1971 en que firmamos nuestro documento do ruptura. Pontalis - lo que es un gran lnpsus. Los franceses, por trndlción, des·
H01<ta entonce>. la IPA había impulsado -que yo sepa- sólo dos ba· conocen In literatura ang108ajona, y as( sucesivamente
jaa; la de Rcích y la de Lacan (11n contar el •olrjomiento" de Wittels). Jones terminó el tercer volumen de •u biogralia en 1957. El ar·
En ese momtnto renunciaban a lo institución n1á..s de cuarenta ana· quero que hoy en mi pienon que éste fue el punto de partido del Re-
lí•tas (entre ellos los cinco didoctns) si se sumaban los miembros de tomo a Frcud que, en los nñ06 60, scrln In primera bandern de Lacan.
Plotaforma y del ~'Tupo hermano Documento. Elle acto fue un pivoto Podemos postular que so entrelazaron dol'l retornos, el teórico y el his·
en la historia d(') movimiento psicoanalítico. Antes de Platofor1na no tórico. No ruo casual que lo biografla oficial se titulara Vula y obra de
exisUa la formación de analista• fuera de lo IPA. Antes, un libro co- Sigmund Preud. El movimiento de vuelta a las fuentco 8C' origina en
mo éste no podrfa haberse escrito. Francia. An~1eu publica El au«>análius d• Freud en 1959, y el Colo-
En los allos 60, Laplancho y Pontalis, en el prol<l@O del DiccUH1a- quio de Bonn•uol se realiia en 1960. Marthe Robcrt lanut ou Rwolu-
r10 del psicoandlisis, escribieron que "'El psicoanálisis nació hoce casi cwn p$icoonoUlica en 1964, 100! Escritos de Lacnn aparecen en 1966, y
tres cuartos de siglo. El ..movhnicnto psiconnoUt.ico• tuvo unn histo- el Vocabuloire Psyclumnlyt1que de Laplancho y Pontalís en 1968. Fi·
ria larga y tormentosa; se crearon grupos do analistas en muchos pal- nalmcnto, en 1969 ve lo luz llcrn1a110 ar1itnal, de Roazcn, ltl. pritnera
ees, doode la divcn1idad de los factores culturales repercutió sobre las crítica institucional al "'1ovimiento Psioonnnlftico 18. En In siguiente
propias concepciones•t•. Como observa Renato P.fegan, loe autore.s década, In •vida y obra• cobra un enorme impulso en 101 manos de
mencionan los erectos de esa d1venidad cultural, pero no extraen las Elisabclh Roudinesco, de Mijolla y René Major. Ellos aportaron su
conclusiones nccesarias 15 • Una de el.l as, la más importante, íue la erudito talento galo, pintando un Freud más descante, más char~
creación dé un movintiento psiconnalítico lntÍl"\OOmcricano. tiano, menos anglosajón.
Esta biogroflo se nutro con las contribuciones de los anolisl.08 del En la historia de las biografias, Anzicu tuvo el mérito de transi·
Hemisferio Sur. Nuestra goografla e historio nos coloca en una posi· tar por un camino diferente, 5X1r una scndn ..psicoanalít.ico." en la que
ción, digamos, versátil. Debcm08 superar el eervilismo del coloniiado la pregunta •¿qué es uno bíografJa psíconnalrtica?* ocupo un lugar
1i.n caer en la idcaliz.ación indigenista. Somos bicéfalos, con u.na cara destacado. Y por si eso fuero poco, él se embarca en el ambici060 pro-
vuelta hacia Europa, mientras que la otra es mti.s umbilical••. Nues- yecto de incursionar por loe meandros de la creación. Coincido con
tro visión del peicoanálísis <l'!ttl excluida del circuito intemncional. El Roudinesco en que ..Uno historia psiconnoUtica no puede prescindir
Frcud visto por Ricardo Avcnburg o ~{arcclo Vinar, Luis Hornstein, de una interpretación psiconnnHtica de In historia" 19 • Ln idea de An-
Juan David Nasio, Fernando Ulloa y León Roiitchner, o por Rcnato zieu de hacer de los sue~os el hilo conductor es bríllnnto. Demostró
Meian, Gan:ia·Roia, Jocl Birman, MDMagno, Urania Tourinho, Syra que el autoanálisis de Freud fue una aut-ObiografJa que norrn la cura
de Freud y el nacimiento del psicoanálisis'°. Aniicu nOO! hoce pensar
en Ellenbe'lter, aunque cetén en las antípodas: el primero pnrte de la
singularidad del sueño; el segundo, de lo universalidad de In culturo.
•6. Titulo de un ortSculo publicndo en lo revisto l'ercurso. Ambos J>OS<lCn un sello de garnntla de seriedad histórica.
14 15
El ~iguiente pn~ fue dado por unn generación de biógrnf06 criti· bas, tales como In •n1c1aci6n, el aullamiento. la pob~za y el ~torno,
cos como Roazcn y Sulloway. Críticos crueles y obstinad08, traen el Estos elementos convergen en el mito de la Fundac•6n.
nlnniqucísmo de los revisionistas. El lrnbojo de Sullowoy, que se pro- Para Hcnri Ellcnberger, Ja leyendo describe a un h~roc solitario
longo en el re<:icn«> libro de Erik Porgc, Vol d'idées, nos muestra un que lucha contra la adversidad y un cjfrcito de enemigos, pero final-
Fliess diferente del convencional. mente triunfa' •. Afirma que la "leyenda (freudiano) exagera conside-
La estrategia de Peter Gay, por su parte, es la del bcsl·seller. El rablemente la amplitud y el papel del nntisemitismo, do la hostilidad
M.1Jt·~ller es un envidiado género li~rario que carga con unn reputa· del mundo univendl.ario y de los supuestos prejuicios victorianos~.
ción injusta. Me guatarlo apropiarme de lo estructura novelesca del Otro caracterlst1cn de la propuesta mlhca consiste en CO!Cwecer gran
libro de Gay. parte del contexto cultural en el cual evolucionó el psicoanálisis. El
En los últimos tic1npos ha apnrccído una nueva vnricdrid de bió- mito exige la originalidad absolut.~ del héroe, a expcnllO• de sus predc·
groío, int.crcsant.c, (>Cligrosa, maldita. Personas jóvcnef', esotéricas, ccsorcs. piuncros, precursores, asociad08, diselpulos, rivales y contem·
con conocimiento de los archivos, que ncct\((cn al P."iconnóliMis por los por:lneos26• Brcucr. por ejemplo, e• rebajado para ennltt'Cer a Freud.
canlinos más insólit.ot. Sujetos que, imngino yo, en las reuniones ori- Esta mistificnción de los grandes honlbrcs es nloncda corriente
f11n3les de los Mi~rcole• se sentirlan como peces en cl 11¡,'Uft. Con ellos en la tradición occidental. En el co11<1 de la saga freudiano, el gigan·
se cierra el ciclo que denomino EJ Slf/IO del Psicoon6li•16 Estoy pen· t.ismo resultante, Aeg\ln Sulloway. te potencia por "'unR circunstancia
aando en Masson y Swoles; GeofTrey Masson llegó desde el oánscrito; unica en la historia de las ciencias: el psicoanálisis es lo primera gran
Peter Swales, vía Gurdjielf y, por increíble que parezca, vla los Ro- teorfa científico en la cual una pnrtc esencial consi8le en presentar
lling Stones. SwnlC'H se autodenomina el "'hii;lOriador punk del pslcoa· híetóricamente In fornla preciso coque debla nacer e1u1 teoría en el
ni\li•is"'I. Él "de<:lnrn In guerra a toda unn profesión-la de los psicoa· cspfritu de su autor-27 , Como lo scnnln Anzicu, Froud ..... descubrió el
nolistns- en Ja medida en que ellos tienen una ignornncin eupina psicoanáJisis a l 1nie1no licmpo que se descubría a sí mi1n11o""l8, Él fue
sobre la persona de Frcud..... Newton, pero lnmbi~n la manuinn. Sofló el psjcoonálieiK y fue soñado
¿Será a.si? por él. Hay una identificación iniciálica del hombro oon su obra. Dado
Sigmund Fnud • El Siglo del P11coon6/isis es unn experiencia ese enlace entre obJeto y sujeto. "cuestionar la leyenda frcudiana a
que cierra 50 años do práctica analltica. En este ballo de P"«>logta veces puede equivaler a cuestionar el fundamento del pensamiento
profunda, aprendí mi oficio en la espiro( de un movimiento doble de freudiano, eventualidad que los d1scfpul06 más celOS011 aólo en raras
identificación y distonciomiento respecto del proyecto de un gran ocasiones estaban dispuestos a encorar"'29.
ho1nbrc. de un genio misterioso. Por olio puedo hacer mfns, por extra· Una part.c importante del mito es el "'descenso n los infiernos"
ño que parezca, las palabras de un Presidente de la l PA: protagonizado por Froud en su autoanálisis. Dice Jones:

Para muchos de noeotros, Sigmund Freud subsiste como un obje- En cl verano de 1897 ... Freud inició su empresa más heroica: el
to perdido, como un coloso inaccesible. del cual tal vez no hemos psicoanálísi• de •u propio inconKiente. Es dificil hoy en día ima·
podido realizar cabalmente el duelo, al menos en su plenitud ginar hasta qué punto fue significativo ese hecho ... En la histo-
cmociooalil. ria de la humanidad, la empresa se intentó muchas veces. Filóoo-
fos y escritores, desde Solón hasta Montaigno, desde Juvenal
Eysenck, que detesta todo lo freudiano, afirma que los psicoana- hasta Schopcnhaucr, pretendieron realizarla, pero sucumbieron
listas somos "'hagiógrofos'"24 • •1 • La scuaoción: pintar ni Profesor con en el esfuerzo*>.
los colores de los ángeles. La truculencia de Eysenck ea poco elegante,
pero la tendencia a idealizar a Freud e. un factor que hay que consi· El autoanálisis, como veremos, ea más y menos que eso; mejor
deror. dicho. es otra coso; es una Mrromienta, según lo Cllt'9Cteriia Feman·
Estamos frente al Mito túl Htroe Citntlfico. ¿Cuáles ll<>n las ca· do UUoa.
r acterlsticas de ese mito? El protagonista pasa por uno ll<!rio de prue- ¿Cómo evaluar los avatares de lo idealización? Tanto Ellenberger
como Sulloway y Rooz.cn ven en el mito freudiano lo ~'Ton contradic·

·1: El propio Freud e.e.nía otra e:xpreaa6n: •hieloriadore1 do la corte de Bi·


1onc10 (carta de Pl'f'ud • fluss t• de m1yo de 1873 Lttt~• d~ ~uneSM •s. Es interaRnte con1igoar que otro milo semej.11nt. ae consLl'\lyó en
1990, Purú, Ca!limard, ...._. 237,: ' ' tomo de la 5-ura d• Pavlov.

16 17
ción psicoonnlftica; llaman la a\,eoción sobre la presencia de fuC'rzas grafla.eo e l arte de ser el otro que soy yo. Esa identificación fascinada
mist1ficndora• que actúan perversamente en la biografla de un hom~ Y fosc1nontc no se encuentra de cualquier modo, en el ocaso de una
breque dechcó su vida o demoler los miros de la culturo ¿Aca80 pue- noche. Ea el ~u.Ita.do de una larga marcha; a veces pienlO que se
de ser do otro modo7 El trabajo historiogTllJico es importanl(' en la trata de una 1n1c1ac16n, en la que la idea de la posesión no está au-
medida en que el mito, como una hinchazón, esconde las 1ri1ta1 de sente. !?" una cooa estoy &egUro: yo no salgo de esto expcricnCla •iCn·
do la mlJ!ma pcM!Ollo
cualquier gesta Pero ellos tienden a subestimar el hecho de que el
mito también e11 lo 110mbra gigante del cuerpo fáct ico Partiendo del O 8Ca que la biografla de Freud es la biografla de mi on61i•i•
con él
capullo mltico se alcanza, por los tortuosos caminos biográficos, la
conquista del gusano de seda. Dicho de otra manera· los mitos. como Para ~scribir uno hifttoria transformadora del psicoandlisis es
los sueftoa, eon indispen&obles en la íabricoción de un perfil de vida. menester 1r dnndo posos al tanteo, pasos casi impoeibles, y 1altar
Por cierto, yo idealizo o Freud. El biógrafo, empero, también pre- afue ra de. la transferencia de discípulo. Escribir de ese modo, enton-
tende abrir el pecho de .su víctima. Invento un nuevo dicho: •Pou.r ces, 1mphcn un proyecto intelectual en el que se inte nto 8nlir de la
écrire une b1ogrophic il faut casser des poitrines". transfor~ncia, n fuerzo de abusar de ella, quebrando el espejo. Hace
El acto de forjor mi universo freudia no genera unn didftctico, uno mucho tiempo que soy onalista y, en In última década, me he prcgun·
"tran•fcrencia de trabajo", que redunda en un tre mendo aprcnd izaje tn~o cómo podrln ncobor todo esto. Más concretamente: ¿•erá que
del psicoonáli•i•. Estoy hablando de un saber a ltamente pcrll-Onal que exrste u11 fi11ol de.011al1sta, así co"!o el final del análiRiR, aunque im·
busca unn •••puesto en el fondo de mi naturaleza P6icoanolftica . Al probable, e~ tcón comcntc posible 9? ¿Existe un momento en que la
mismo tiC"mpo, invento una fioción veraz y feroz de Prcud. t~ansfercnc1n con Frcud acaba y , por definición, se dcija de ser neuró-
tico paro cncr en la cxtrafto locura de la normalidad?
El hombre puede extender al máximo sus conocimientos. con la
impresión de HC:t lo m'8 ob1ctivo posible, pero, en ultimn instan-
cio, aólo produce su propia biograll'a.
NOTAS
Así hablaba N1etuche. Algo semejante dice GloYer·
1 O..rtn.nd Vichyn, "IA poychanalyoe entre la atdM!oloSt• l t l'ht01<>1re"
El ~· ª?imiala de la biogmfla, como el de emba!Mmar, <"ICUlpir &o.u fnl<ntaltMO/• d< l'Hl-r< <h la PoyehaM(y.,, VI, 1993, polf 13? •
o pintar tmt\gcne8. o redactar epitafios, responde a lo intención 2 ~ain de Ml)Ollo, "Freud, la biographie, eoo aulobtographie e - bio-
del nrtistn·biógmfo de reanimar y preservar, paro benefieto de la graph.. , R<•"' lnt<motionak <h la Poyehanaly... VI, 1993, polg 83.
posteridad, e l •emblonlc de aquellos que nlcanznron In fnmo. El 3. P. llA>ltzen, Prrud y.,,. ducfpul.., pág. 32.
superlativo mérito del género biográfico reside en el hecho do que 4. Paulo ~oar Sou:r.a, "Viclal! de Freud", Sigmund P,..ud lt o ¡¡ob1n<I• do
además d e brindar un retrato del biografiado -terre no donde In Dr. Locon, 1989, San Pablo, Edilora Brasilieruio, pág. 144.
escultura no tiene riva1- permite esbozar la trayectoria ettpiri· 6. Recomiendo el excelente libro do Rieff, Freud o la mtnt4t dt un rnora·
li-1tn, Pnidde, DutnOI Airea, 1966.
tunl d91 hóroe. Pero existe un problema: el biól,'Tnfo no puedo ir
más nllá do los lhnites do s u propia comprensión; esto es, no 1>uo· 124. 6. J . O. Nnsio, Cinq Letons sur la théorie de Jacqve• Latt1n 1 1992

·•g
• .,..• •

do ir más ollá de su propia autobiografia31. 7, Cart.t~ do Prcud o Jung del 12 de novieLnbre de 1911, f.'reud·Ju11g, Co·
rrt.spondlnc'o ConipleltJ, 1976, Río de Janeiro, tmago, pág. 524.
En C88 mi•mn lineo surge la noción de la tgo-historia, do N. Por· Sa 8. Cnrt.a de Freud u Perencii del 8 de enero de 1910 S191nund Frtud·
vu, que parto del poatulndo de que "el historiador ilumino la historio ndor forenui, Corre111><>11<Úlnct. 1992, Paru, Calman-Lo~y. pág. 144.
que escribe ... develando su propia historia~. 9. J~ue1 Lacan, D'un Autre o l'outre, 20 d e noviembre de 1968.
Yo, que me 1ic.nto nludido, diría que en esta escaramuz.a de cinco h 10. Prit& Wittela.. Sigmund Fn.ud: hia perM>nality, Jtit lt0<lu11g and hll
años ~io¡,..-4fiC08 íu1 analitado día y noche por Freud Me interpret<\ a "' ool, 1924, Lond,..., Allen & Unwin.
mí.mtBmo al interpretar a Freud. El objetivo biográfico ee n!Crear el
universo que constituye una condensatión simbolizada de ese hom·
bre, de ese acervo, de ese slntoma culturJ.1. El ideal serio cntrnr en
una ei!"tonío envolvente, existencial, poébca, histórica y retórica. ~ • •9_ La KI~ do u.n final <U o.nali..ta surgió en una memo,..blo conversa•
6
~~~n Uran1a Tounnho Pera, fuente mú que inspiradora do un futuro
mo quien afina un in.strumcnto más allá ic la simbiosis Es un ideal
alquimico, lo sé. Pero piénsese que, a diferencia de lo historia. lo bio- - --..,.. cuyo •ítulo • Una l<orlo et. lo f<fi.eid4d.

18 19
11. Bertrund Ykl>yn, ibld,. póg. 136.
12 t'rila W1ttel•, op cit•• p4g. 4.
13: Gtthurd Pic-htner, •LH lettra de Freud en tanl que eoun:e hi.tturi·
Que", Re 11uit lnttrna11onole de l'Hi1toi~ de lo P11<ho.nal_yK, 1989, ll, p6g•

SS-S.14. J t.oplonche y J .·B. Pon~li.1, Dittionano d'I P-•1coondla1i•. 1981, CAPÍTULO 1


Baroe&om-. l..obor. P4a xila.
15. A.en.ato ttleun, •ven une histoire de la psydulnah.sc... Re1,1u~ lnttf'o
not.,,,,al< d< /'HtM°'tt <k lo P1yehonolyst, 1993, VI, "'8 33
POR LA PASARELA DEL SUEÑO
16. Allnn Cut.elnUO\'O, ""Teorla psicanalitica. trabalho muJLid11e1plinar e
reahd.adt lalane>.am<-ricona•, Pr~uno, 1992) alto V,~ 9, p6¡c. 32
17. Ent.rcvi1W con Jo'randsco Vurela, en Rogério da Cott.a tco1np.), Ü· Fijemoe la fecha 1895. Comienza el Siglo del l'l!iooanll.lisis. Como
1nio.N!• do co11/('.mporát1to, 1993, San Pablo, Escut.a, pág. 80. en las pcUculas de suspenso, esta historia secular puede oonto.rl!<l em·
l~. Poul ltoo.zcn, /r1noo Animal, o hi81ória de F~ud t Tou1Jt, 1973, San pczando por el medio. Cinco años después del acto fundonl-0, en el
Pablo, Bn11ilicnto. nuevo siglo, Frcud escribo su carta más famosa:
19. Elist1beth Roudinc&CO, Hi1Jl6ria da psicondUae "ª Frnnfo. A bntnlJ1a
dOll cem an<>1, 1936, 1, Rfode Juneiro, Zahnr, pág. 9.
20. Alnin do Mijollo, ihld., pág. 83. Viena, 12·6· 1900
21. Cit..udo por Jonet A1nlooln1, /n the Freud Arquivc1. 1983, Nuevo York, Berggasl!C, 19.
KnofT, p«lg 134.
22. J. Molcolm, ibfd., p.~g. 135.
23. R. Wo.l1cr1lein, ·ono peychoanalysi,s or manyr, 111/ttnotional Jour· Mi querido Wilhelm:
nol o( P1yeho-A.11otr-... 1988, LIX, N" l, pág. 9. Recibimos visitas de In iamHia. Mi hermano mnyor, Emmanuel.
2'. H J. Eytcnck , Dttod~Mia y calda dtl tm~no fnud,ono, 1988. Bnr· llegó eo vlspems de Pent.ecoslés con Sam, su hijo menor, que ya
ce.lona. N ucva Arlo Thor, p6,g 47. tiene mll.9 do s:; aftoe, y se quedó hasta el miércolee por la noche.
25. H F Ellenbtrg<r, TM 0.-ryo/IM Un'°"'"'"''"• 1970, plig 647 Fue muy agradable, él es una excelente pe~na, o.l erta y vigoro-
26. lbld sa, a pet1ar de aus 68 o 69 aJloe. Siempre significó mucho po.ra mi.
27. Franlc J Sulloway, Fmut, ~ <k J'.,pnt, 1981, Pnrit, Fayard, DC8puéa mi hermano partió para Berlín, doodo la familia tiene
p6g.4. ahom ou cul\MA!I general ..•
28. Ihclier Andeu, A ocdo-andliae de Frnul e o ~ da ptcco1tdl1«.
1989, Artol M~te:U, Porto Alogre, pég. 359.
La vida en Bellcvuo transcurre plaoentcramenle. Laa mallanu y
29. lbld. las noches ton deliciosas, el perfume de las acoc.iaa y jazmínea
30. E.mee:t.. Jones. A vida to obra cú Sigmund Freud, 1989, Rlo de Janei· •ustituyo a loe albumos, las rosas silveatrea flo.-n y todo -has·
ro, lma¡¡o, 1, i>'g. 322. ta yo me doy cuenta- parece estar brotando con vida.
31. Edword Olover en el prólogo de Hilde Abraha.111 y Ern1t Frcud, A
p$ycho-analyt;c d1al<>1ue: tht ltll~r• o{ Sigmund Freud. and Karl Abrohom, Carta extra/la. Carta casi pueril. Podrla haberlo escrilA> un Uo
1907-1926. 1965, Nuevo York, llasic BookB, pág. ix. nuestro de vncocioncs. De pronto, fuera de contexto, el t.ono combia:
32. Fmn~i• Doao, •L'hietoirc devicnt le cnract.Cre psychique de eon ob·
ject."', Histoir-e lnternotio11ale ck la P#Y(hanalyse, 1993, VI , pág. 1-48. Imagino que un din habrá en esta casa una placo do mll.tmol que
digo:

AQUI, EL 24 DE JULIO DE 1896


SE LE REVELÓ AL DR.
SIOMUND FREUD EL SECRETO
DE LOS sumos·•

'l. La .,._..paddn por las placas, por tu Tablu de la 1nmort.oltdad. -

21
20
p el momento las pooibilidades son pocas. Pero cuo.ndo leo loo llevo junto o. uno ventana y examino su gnrganta. Se muestrn re-.
úrtÍmo• hbros poícológicO<S (el Analy.. der Empfindungen de calcitranto. como las mujeres que usan dcntaduro poetiza Plcnso
Mach 0 el Aufbou der Sttle, de Kroell y símil~ que tien~n un que ella no lo necesita Entonces abre bien la boc" y encuentro a
tipO de preocupación análoga a la mía, y veo lo que elloe llenen la. derecha una gran mancha y, más allá, veo formaciones extra-
que decír sobre 101 sueños, me siento satisíecho como el enano ñas, ondulndas, muy parecidas a los cometes de lo nariz y que
del cuento de hadas, p0rque "la princesa no oabe .. "1 ... muestran grondes escaras grisáceas. Llamo ... al Or M , quien
repite el examen y lo confirma ... El Dr. M. parecla diferente de lo
Curioeo contrapunto: el campo está eo Oor, de&bordando prima· habitual, muy pálido, cojo, y sin barba en el mentón ,.. Mi amigo
vera; "llaoto )'O me doy cuenta", profiere Freud con ~ melancólico, a Olto eatá también presente, junto a mi amigo Loopold; él la pcr·
pesar de acr el primero en conocer el secreto de la pnnceM ... pero ea cuto por enc1mn del coM!é y dice: "Ella pre<M!nta uno mocidez oba·
W'I enano. jo, o lo izquierdo (lo que percibo como él, por sobre lo ropar. El
Este sueno, softado para ganar la placa de mármol de la fama, Or.M. dice: "No hay duda, es uno infección, pero también existe
ocupa un lugar cmtral en La inrerprdaci6n de loo srullos'3• Su nom· una discntcrfn, ounquc el veneno será elimina.do .. .•. Inmediato·
bre: el Sueno de la Inyección de Jrma. Sirve de modelo de inwrpreta· mente sabemos también de dónde viene la infección . Mi omigo
ción en el capitulo 11 del libro. Otto lo hob!o nplicado, poco tiempo o~tes, cuando ella so sintió
En el d!a del sueno, Freud sólo tuvo tres pacientes y el fantasma n1al, una inyección con un preparado de Propil, Propilcn ... ácido
de la pobreza merodeaba por el consultorio vac!o. Pobreza y desilni· propiónico ... trimctila1nina (veo la fórmula ;mpreso en gruesos
mo. Un par de meses antes, en una carta a Fliess, despu~• de elogiar caracteres dclnnle de mi). No se aplican tales inyeccionc<! dcscui·
calul'08amente el libro Periodenlthre de su amigc, dice lo siguiente de dndamente... También es probable que la jeringa no estuviese ea·
su propia obra: •Conmigo ea djfercnte. Ningún crftico ... puede ver tcrilizadn"· ••
máe claro que yo la desproporción existente entre loe problemas y mis
reapuestaa, y acrla un castigo apropiado que ninguna de las inexplo- Digamos de cntrodo, con Erikson, que se tratn do "'un auei\o que
radas regiones de la mente que fui el primer mortal en piur, reciba lleva el peso histórico de haber sido soñado para ser aoaliuldo, y ana·
mi nombre u obedeu:a a mis leyes'2. Clara identificación coo Moia61. )izado a fin de cumplir un destino muy particular--.. Por ele camino.
e1 DO podrá ver la Ticl'Ta Prometida y, como en el caso de Colón, ella el deseo puede aolisticane, generando la pregunta: ¿cuál ~ el deseo
no llevará au nombre. llltimo de <M deaco1
Paacmoe a.1 oue6o mel'C!C<?dor de una placa de mármol: Pocas veceo ac vio un sueño tan auscultado. Se prcecnta. como el
mayor acertijo a resolver de la historia del psicoanálisis. El premio:
Un gran vcot!bulo, numeroeos invitados que estamoe rocibicndo. ganar la placa do mármol de las placas de mármol, de8CUbrir la gan·
Entre clloe lrma, a quien llevo aparte, como para responder a su zúo que abre ese enigma, porque el "deseo de lrma" t<>davla hoy en
carta y censurarla por no haber aceptado "mi solución•. Yo le di· día permanece hermético, como una Roseta semide&eifrnda . Razón
go: "Si t<>dov!a sient.es dolorea, es sólo por tu culpa". Ella reepon· para que loo arqueros más renombrados de todas las filiaciones psi·
de: "Si supieras el dolor que tengo en la garganta, el eetómngo, el coanaUticats recogieran el guante: Anzieu, Berenst.cin, Erik.son, Anna
vientre ... mo siento oprimida". Alarmado, la observo. Está pálida Frcud, HirschmOllcr, Kohut. Krüll, Lacan, Leav·i tt, Rooz.cn, Schur,
y edematosa. Pienso que puedo haber omitido algo ... orgánico. La Swolcs, van Vcltzcn, para nombrar los participantes más re<:onocidos
en riguro!IO orden olfnb<\tico.
uno con1tanto en Freud, nun cuando él lo niegué: •No fui realmontA: oinbici~
eo. Buacabn en Ja ciencia la aatiafa«ión que se obtiene durante la invttti1n·
ción y tn el momento del deecubrimiento, pero nunca me conté enlrc quienet •4, Una noca IObre las caracteristtcas de este auc.00. El texW on,rico li&-
no eoport4n la idea de morir 1in que au nombre aparezca grobado en ol¡una ne Ja propitdt\d. dtc ter elu.sivo. C'uando yo estaba en Austen Ragp. Eribon le
piedra• (Carta de F'nud o ~lartha del 9 de setiembre de 1883, S111mund déchcó un arminano. Noa dio lápiz y papel. Después de lec?r el eueAo de Irm.a
F,..ud. Corr.1po11.Un<UJ ~ omor, 1981, lmago, Rio de Janciro, polc. 11). nos pidió que lo &.rUn.cribi1:1·J.moe: con ta mayor 6delid.ad po11ble. Se compro-
•2. IWferenaa al cuea.t.o •Rumpelstiut:ben. de loe bermaMI Grimm, d· bó q_u,. ti t'Ontt-nu!o N muy dificil de retentt. Ni e¡qwera 8é dt'!lempeitid bien
lado por Muaon (CortY•pondlncio Siamund Frtud·W1Jlt,lm Fl1tu, 1986. Dav1d Rappaport, que lenia (ama de babt!r lcldo setenla y cualro vecee Lo
comp.porJ. M M._n, 1.,....,RiodeJaneiro, P'g. 419). ut~rpntoc16n d< to. 1ueilos Haga la prueba. (Erik Erikoon, ..,,,. dreen> •P6-
'3 Ele p1..,., como ~nía que oer, fue coloca.da•• Bellevuo •16 de nl"10 camen oípeychoanal.)'1tia·, Journ.ol of ~ricon Pqchoanal''''· l~. N-2.
ele 1977 ...,._ 5-56).

22 23
Por 18 pru10.rela de est.c sucr\o desfilan 101 personajes centrn.1<.•A de No C8 de cxtruñar. entoncea, que doce dfaa antes del sueño de lrmo,
la vida d<-1 joven Freud. Primero tenemos a ~1artha &mays, eu mu- él e11<:riba: "La mayor parte del tiempo lo carga"" sobrehumana"'.
jer Ello abre lo """""" onírica, junto a au marido, ya que la fiesta del La preocupación científica está prc8Cnte, petrificada en la placa
tueAo e" la de su aniversario. Attirtba había sido alguna vez: una de mármol Freud se queja a Flicsa: "Es una pena que ambos sufra·
pnnC('tla. Ahora, con casi 34 años y reiterados partos, está resignodo- mos de tantas enfermedades cuando tenemoo tanto en la cabeza-S De
mentt' grávida, aguardando a su sexto vástago para fin de año (mejor hecho, Freud había publicado bastonte, y adquirido una sólida rcpu·
dicho: C8lá esperando a Anno Frcud, la que será llamada "la ve•tal !ación loco! como neurologo. Fueron artlculos en revistos especializo-
del pe1coanálisis", hecho que no hey que olvidar). doa y enciclopt.-dias, y dos monogrnfirui, sobre la cocaína y las aía.sios;
¡Sexta hijo! nin1¡unn obra en el sentido pleno del término, salvo los Estudios sobre
Eso b""nvidez es sin dudo deplorada por el progenitor, como pue· la lii81cria. Ideas no le faltaban; los rcoultodos limitados se debían tol
de inferirse de la carta a Fliese, con fcchn 25 de junio de 1895, un vez o uno cic.rta precipitación. No tuvo el cuidado de verificar complo-
m<'ff antes del Rueño de Irma. Comienzo con felicitaciones: "Lns novo- tomente los datos-(caso do la coenina) o de extraer las consecuencias
dade• que me cuentos me hacen saltar de okgria. Si tú realmente ro- quo se imponlan (caso de la neurono) o de resaltar lo esencial (cnl!O de
aolviste el problema de la concepción lo sen, si ho encontrado un mé- las afaoias). lntuia su capacidad; sólo era cue•tión de madurar y regu-
todo onticonocpti,·o), lo único que tienes que hacer es decidir qué tipo lar In marcha de su carácter. Estaba pronto para dar el salto del ti1¡rc.
de m4rmol (!!!( te gusta más. Para mi el dcacubrimiento llega m"""" El e11CCnario del sueño de loo sueños está montado para el noci-
tarde, pero puede ser de utilidad el allo que viene·.$ miento del P01icoanálisis.
Wllhelm Fli""8, amigo amado, alma gemela, otorrino genial, tom-
b1~n mer<lCe •u placa. ¿C<lmo serla <'88 placa? Retomemos las asociaciones Loe rtat.ol diurnos son de una dive,..
sidod extrema. F·reud relató sus a&OCHlciones sobre cada frnse del
contenido manifiC8to. Este sucllo supera lns propias expectativa& del
AQUÍ, F.L25 DE MAYO DE 1895 80ñonlc, prcvnJece sobre nuestro héroe. Él es Freud y sus circunst.nn~
SE LE REVELÓ Al, DK. wn.1H;LM Fi,IESS cins. ~1últiplcs problemas - profcaionnlca, familiares, de salud, cxi&-
El MISTERIO llE 1.A CONCEPCIÓN tcnciolc»- lo atorn1cntan en esa noche de julio. Una paciente que ho·
bfo trolado con aplicaciones do cocofno sufrió una necrosis nasal.
Otro paciente, en viaje a Egipto, tuvo un nuevo acceso que un colega
A todo esto, Ida, la mujer de Flicss, se embaraza. Freud se iden· ignorante tomó como disentería. L88 noticins de su medio hermano
tilica con ella. Hablando del proximo "congreso" -como denominoban Emmanuel no eran buenas: la artritis lo limita. Freud añade que M
a sus encuentro&- anticipa que irá "ávido de todas tus novedades y yo en el 1uct\o 4'> &ea, Breue.r, e.n primer lugar- se parece a au medio-
mismo lleno de rudimentos y gérmenes embrionarios*. hermano•. Lns noticias de FlieM tampoco aon gratas: sufre supura·
Uno de e808 gérmenes embrionarioe et la · -Psicologfa", como él ciones nuales. Frcud también menciona un amigo muerto: Flei.schl,
denominaba a •u Proyttto. "Ln construcción de la ·Psicología, parece que abusó de la cocaína. En lo víspera, una anciana seMra, a la que
que pro~o. Pero todavía no lo sé. Decir oigo ahora serla como mon· oplicabo inyecciones, habla tenido un aloque de flebitis, debido pro-
dar a un feto femenino de seis meses o un baile .. :... Es imposible no bablemente a una jeringa mal cetcrilízada. Finalmente recibió la visi·
pcnsor en ese feto, que será Annn Frcud, cursando su cuarto mes en to de •u o•istente y amigo, el Dr. Osear Rie, pediatra de la fomilin.
el limbo ínlroutcrino6. Otto es "'un brave", como lo llama Lt\can; un "amigazo" que no C-8 por
Frcud piensa en un nombre para su futuro hijo, y pide permiso n intcloctuol, como Breuer, ni có1nplico o In 1nancra de Fliess. Oscor
su amigo ~ra lln.marlo \Vilhclm, Ri fuese varón. En caso contrario, yn Rio y Ludwig Rosenberg, también pediatra, asistentes ambo• de
so ha decidido el nombre do Anna, en homtnl\je a la única hija de Sa· Freud en la Clínica de Niños, l!On Otto y L<.>0pold en el sueño. Todos
muel Hammerschlag, su antiguo profesor do hebreo. Pero, también es loo dbados, por la noche, ellos se reúnen en casa de Leopold Kliniga·
probable que Anna se deba a su hermana celosa y celada, aquella cu- tein, paro jugar al taro!. En C83 oportunidad, Otto, además de rega·
yo piano. como veremos, él desterrort\ de su casa. la.r le un licor de ananás fermentado, lo irritó hablándole de lrma. Esa
S!, Freud deplora la grnvide& y no está dispuesto a llevar olegre- paciente.., habla tomado vacacionca desoyendo la "aolución" propues-
mcnte •<e feto al baile de la vida Scllol de eso es la U>Cal a~ncia de ta por Freud en su análisis. Otto le mformó c¡ue lrma no estaba bien.
cualquier comentario alusivo en Jo.s c:ortrut o Fliess. Cinco hijos son de Freud, aílígido, redactó esa misma noche un informe para Brcuer oo-
por •l una ~ga suficiente, que &e suma a In de sus padres y herma-. bre el caao. E8e pen060 informe - probablemente una "supervisión es·
nas. También es unn mala noticia pnrn Mortha, cansada de portoa. crita"- despertó el reumatismo do •u hombro der<lCho.

24 25
Breucr ee una figuro cJave en Ja fundación del psicoanálisis. AJ.. FinalmenU. el 12 d o julio, doce dlas ante• del 1ueño de lrma,
pna voz freud Jo llamó "llfoe•lro Secret<> de lo Histeria"'º· ·•. Ado· Freud ae queja: · -Nece11to mucha cocaína. También recomencé a fu ..
rnU de maestro, fue nm1f0. ¡eneroso mecenas. fuente de inspiración mar dcopués de dos o treo semanas ... Si tll todavla me lo prohibes,
con ol ca.o de Anna O. Podrfa ser oonsiderado el paradigma de la pt1i· renuncian!: nuevamente... • 1•.
coocurología de la época. Bien: "Un gran vestíbulo. numerosoo invitadoe que recibimos ... •.
Eso misma noche, Frcud escribe otra carta: un billete corto aun· El sueno se presenta oon un montaje que luego utilizará el cine: des·
que revelador a Plicas: •Demonio, ¿por qué no me cscribes?" 1 l. La co· de la primera escena pnnorl.'\micn del gran vcetíbulo, cuando se levan·
rrespondencia con el rinólogo berlinés, como veremos, es rica, ator· ta el U.Ión, hasta el close·up de la garganta do 1rmo, una situación
mentada, reveladora. Un dato para retener: Freud se queja del hcterosetual en la que el mirar juega un gran papel. El primer acto
silencio de su amigo, pero esa vez no le comunica su *sueño". aunque termina en la visión de la garganta ulcerada de lrma, carne de peta·
Fheu, vía la trimetilam1na. era la figura oníríca estelar. El. en el dilla. El segundo acto se abre con esa ineficienU. consulta médica,
•congreso• de Municb, hablando sobre la qulmica sexual, se babia re- donde se babia demasiado y se toca con ma.n os torpH. El drama se
ferido al papel fundamental que desempeftarfa una sustancia oomo la cierra en un nuevo clt»t·up, esta vez de fórmulas. evasivas. enigmáti·
trimctilnmina. ¿Cómo cxpl1cor esta resistencia nntc el •demonio-ana· ca.1: TRIMt."TUAML"'lA.
liota• Flie•s, sino pensando que la inyección do lrmo representa lo Loo pcn!Onajes masculinos entran en ación dellde el principio del
..curn" transferencial? segundo acto. Abundan los fantasmas, oomenzando por el semidiós
Debemos al médico biógrafo Schur otro antecedente del sueño, no caldo, abatido por la cocolna, la triste figurh brillante do Fleischl. Se
mencionado por Frcud 12. Se trata de Emma Eclu!tein. Ella, como lue· destaca Breuer, wstigo de loo errores wrapéuticos de Freud, listo pa·
go veremos, era una paciente de Freud que sufrió unn malograda ope- ra convertirse en objeto de aversión. Tras Brcucr encontramos a Em·
ración a manos de Flieu, quien había dejado una larga tira de gasa monucl. Otto y Leopold eon pcqueftos ollutgOfl. Loopold más pruden·
purulenta en la cavidad naaal. Esa tira de gua, aahtndo de la naria te, mú cuidadoso; Otto, más impulsivo, mtl.s nlpido.
ele Emma Ecbtein, haco penaar en las •grandes escaras (parecidas al &rensU.in sellala la evocación latente, en la elección del seud().
oomete) blanco-grisácea•" que Freud ve en la garganta de lrma. Di· nimo "Lcopold", del viejo bamo judlo de Leopoldatadt, maroo de la ao-
cho concx:ión refuerza el acierto de Eri.kson en cuanto a que el sueño gunda infancia del softante 17 • ti también sugiere que en escena m6-
tenlo el destino de caer en In pesadilla, y que fue una visión terrorffi. dico del suefto oon Otto y Lcopold tiene que ver con la operación de
co que Freud sólo pudo superar gracias a su •fucna pefquiea" 13• Este Emma por Fliess, en la que Freud estuvo presento. Yo encuentro quo
registro es ret.omado por Locan, en 1955, en su Se1ninario JI, donde la cen escena, como veremos más adelanto, mdR bien alude a la opera·
boca abierta de lrma es interpretada como una vagina pavorosa cual ción del glaucoma de Jaoob Frcud, padre de Sigmund, realizada por
cabeza de Medusa". Lacen habla de "confrontación con lo Real", re- Leopold KOnigst.ein, asistido por Koller, míentrM el b.ijo se ocupaba
gistro que tendrá larga vida de In anC!Bt.esia. Kbnipte1n se llamaba Leopold, y 1'9ta asociación mo
Continuemos con loe n•to. diurnos: las "'somatizaciones•. Tene.. parece más pertinente que la del barrio.,_
moe la problemática cardfoca del año anterior, con la triada de arrit- Con In junta médica, presidida por Breuer, el circo está montado
mia, taquicardia y dolor precordial. Junto a eso, F'nlud, en un ca.o ti- y revela ser un proceso judicial, como bien lo señala Anzieu 18• El pun-
pico de identificación cull)08a con el propio Fliea.s, comienza a tener to nuclear del proceso es claramente una cuestión do idoneidad médi·
aupurncioncs nasales. ca . ¿Quión es el culpable del acto iatrogénico? En el primer acto,
Pus y oocalna: "Siguieron algunos pésimos y furiosos dfas en los Froud se defiende: la responsoble es lrmn por no haber aceptado lo
cuales la cocalna en la nariz me ayudó de un modo sorprendente ... aolución. En el segundo acto, se presentan las poricias médicas y se
Al dla siguiente mantuvo la nariz en tratamiento con cocalna ... du- interroga el cuerpo do lo paciente. Todo se explica en el wrcer acto, y
rante ese periodo salió lo que, en mi experiencia, fue una cantidad co- el aue.fto se cierra con el caso reauelto. La culp8 es de la inyección .
piosa de pus espeso y, desde entonces, me siento maravillosamente Laa inyeccjones son siempre peligrosas. Otto abu&a de ellu; además,
bien, como si no hubiese habido nada 1s. ··• .
8

•1. Por otra parte, cea lrmo palpada y pcrcuUdo recuerda. a lítulo de
•5, ¿Por qué secreto? Oochh, el etpectáculo, norrndo por Jones, de lea grandce escenas histérica•
. •e. Pregunta: estas "opllcociones nasa.le.a·. ¿en quó ae diícrencian de •na· on ha SalpCt.riCre, provocodaa por lo. presión en los puntoe histc.rógcnoe. O Hn
nsue~ar· cocaína? quo Llene un fuerte iogr«licnt.e erótico.

26 27
<!I habla llevado licor de onanáa fermentado. "El contrapunw de la co- por lt1aS800 se equivoca gravemente:, ya que él habla directamente de
caína y el •ulfonal, del am1J y el propil Uegó o au fin: Freud encontró lo Srta. Eckstein...
la (ónnula que buscaba""· Todas los candidot.. presentan cunículos convincen~. Me pa.
El tema de la culpa y rcparaci6n, iniciado por Erikson y retoma- rece que el hecho de que Anno Freud optara por Anna Liehteín pe14
do por Anzieu, supone uno. visión kleiniana. "'Frcud se siente ahora en lo historia, pero. por más que refinemos obsc1ivamente nuestra
tan reoponsablo por In _vidn futura de la cunl Mnrtha está grávido, co- dudn, nlnl IXJdrían\os pensar que l.1iss Freud ~uc en ese entonces ea·
mo de su obra. Las furins que d<.'8caban la muerto de c.sa criatura, c<>- lobo en el vientre de su mndN.~ deseaba que l rmo fuese Anno.
mo pago por !<>dos IM culpas del padre, no tienen razón de ser. Ln 'fnmbión es Válido conjeturar que se tratn de una .,.figura com·
f6rm~la lrimetilam!nica de In vida, que Frcud de&cubre, las cortjura. pucsto:"'30, condensación do varios personajes reales, de toda una
La cnalura será W1lhelm o Anna"20. La salída de la culpa está en In conttclnción de persono• "que fueron superpuestas en el trabajo de
reparación. condensación"°' 1. ~tuchos piensan así. lrma es Emma, es Anna, es
Continuando con el elenco del sueño, por orden de aparición en Bcrtba Pappenheim (alia1 Anna 0,l y •otras más". Al fin de cuen·
cscenn, tenemos a la protagonista, Jrma, la paciente amiga de la fa- tas. este sueño es el t'jcmplo má.s acabado del mecanismo de la con·
milia Ella había sido invitada a la reunión quo 10<! Freud dañan tres denaación onírica, en el que la •trimetilaminn"' pone un broche de
dlll8 más t~rde, en el ~umpleoños.de Martha. En esa época Freud yn oro.
conocrn la 1nterferenc1n de lo soc1a1 en Ja rolnción médic<>-pacicnto: Annn O., paciente aupcrestrella de Brcucr, onliga de larga data
~Ouronte. el verano de 1895 tuve en tratamiento psicoanalítico a uno de Mnrthn, también est.obo en lo fiesta del •uefto. Todas ellas pueden
¡oven i;eñora (lrma) que tenla estr<><:has relaciones de amistad conmi· considerarse grandes histéricas históricas. Hay que reparar que una
go Y con los mfos"''· i::1 advierte que esa •mezclo" puede convertirse do ellos tiene como nombre el seudónimo de la otra -y en el sueño de
en "fuente de senlimicnu. embarazosos. El intcres personal del m6- lrma el mole es casi má• importante que el nombre. La primera An·
dico es más fuel'W y su aut<>ridad meno...... na., observa Anzi.eu, es viuda; la segunda enviudó aimbólicamente de
¿Quién es lrma? Gran juego analítico de salón. Anzieu nos dic:e2" Breuer Cuando Abraham, ataos despui!s, le prc¡unló a Freud si en la
que el debate fue y •igue siendo animado. interpretación de esto auefto se había agotado el sentido serual, el
, En primer lugar! entra decididamente en la ore.na el propio An· maestro le respondió: "Lo que está detrás, ocult<>, e• el delirio do
z1cu, arquero de lúc1das flechas autoanaHticns: •No8otros mismos grandeza sexual: las trca mltjcres, M.atbilde, Sophie y Anna, son los
on lo edición de 1975 de la presente obra, propusimos identificar ~ tres madrinas do mis hijos, IY yo las poseo n todasl"32
lrm~ con Anna Ha".'mcrschlag Lichtein. lguol que lrma, Anna es EKt..a "'omnipotencio erótica" revela la identificación con el padro
u.no Joven viuda, amiga de Frcud y de su familia, persona bien cono- de In horda, aquel que poseerá a todas las mltjercs en Tótem y Taba,
cida de Brcuer, una de laa pacientes favoritas do Freud"2A. Prueba "padre del goce impenitente, violador de sua propiu hijas....,.
de peso: una noto al pie de página de La inurp~toci6n d~ los Slll!/loo Hoy una Mathilde en el suefto que no es su hija ni la majer de
h~bla en ~avor .de la elección de Anz.i eu: •Anono ouena como el ape. Breuer. Esa segunda Mathllde entra en el suefto, por vla de las aso-
lhd? ~e ?''.pacie!'le lrma.... Bastaría cambiar "apellido" por "nom- ciaciones de Freud, de la 1igu1entc manera;
bre . M.i h1póteS1s fue adoptada por Hartmann y por la propia Anna
Freu.d"'2•. Anna Hammerschlog Lichtein , entonces, es una fuerte En una ocasión provoqué un serio estado tóxico al prescribir ro-
candidata. pctidas veces una drogo que en la época ern considerada inofcn·
Schur, el prím_ero en revelar el episodio infclit de lo operación do sivn (sulfonal). En con oportunidad me apresuró a pedir ayuda y
Emma Eckstem~ piensa qu.o el sueño reproduoo much08 temas y esce- consuelo a un colega más experimentado. Existe un detalle subsi·
n.as de su calvano fon particular, el tema de la g"80 saliendo de la na· dinrio que confirmo. In. ideo de que tenía cate incidente en mento:
!"l). Ella, como Irma, pttacnta una profusión do slntomas histéricoe mi paciente, que sucumbió por el veneno, llevaba el mismo nom-
Junt<> con males orglinicoa. El propio Freud le examinó nariz y ga,,. bre que mi hija mayor (MathildeJ."
nnta La hipó~is de Emmo fue luego adoptada entre otros por
Roazcn,27 Peter Swales'* y Thoden van Veltzen". ' '
U!la t.ercera posibilidnd, variante de la primero e, inclusive, gran
complacoc1ón de la segundo, es sustentada por Kroll. Según ella An· •s. Vénac particulnrmenl.tl la carta d4!:l 8 do nlano da 1895. Corrtspon·
ra es E~n1a. Freud, en su correspondencia con Fliess, al menci~nnr
a operación de Emma habría utilizado un seudónimo cllníco. Pero sí
dlnr10 S1gmund Frtud. \V1lhe/,,, Flieu, 1986, comp. do J. M. M3880n, lmago,
Rfo de Janc.iro, pág. 118. Mo portee poco probable que Fr6ud hayo. alterado el
•• Mf, lo correspondencia Sismund Freud-Will1tlm Fliess compil~da nombro en una ea.rt.a a. Fli~.

28 29
Loe rec1entH hellazgos de Hirschmtiller, en efecto. ubican a la Yo lanto mi flecha ~n la dirccció11 de este trío: la paciente de lo
Srta." Muthildc S. en lugar dcetocado34. Hirschmüller investigó en cocalna (cuyo nombre d....,nocemoe), Methilde S. y Mathtlde hija, en·
loo archivos del Hospital Psiquiátrico de Vienn, el BaumgartJ\cr Hl>- cnrnan las tres trnns.grCHioncs do Freud: la cocaína. In hipnosis y la
he. encontrando el •iguiente ~1'11(1C<Jdo d~ Admi•i6n de Freud, fecha· pulsión incestuosa.
do en octubre de 1889: Entre la muerte de Mathilde y el aueño de lrma transcurrieron
cinco años. Freud, en el 8Cgundo caso, pide ayuda y teme la critica de
La Srta. Mathilde S ., una joven de 27 aJIOll perteneciente a una Brcucr. Con Mnthilde, el "coleg11 experimentado" fue Mcynert. ¿No
familia distinguido aunque predispuesta a las enfermedadce ner- seni, entonces, que el M del suel\o rep~ta tanto a Breuer como a
viosos, de excelente educación y dntndo do numcroeos talentos, Meynert? La escenn se repite, lo culpa es la m1Sma, la tnmelllamioa
particularmente en el dominio artístico, fue tomada en febrero do tiene que neutralizar el Mulfonal.
1886 por una molancolfa, con tod08 loo íenómen08 de inhibición, A la luz de lo psicosis transfcrencial de Matltildc S., podemos
autoocusación e ideos delirontes mclancóhcos, sin nlucinncioncs pensar en t~munos erotómanos en ·olras· mujeres. Esle arquero tie-
ni trootomoe de la inteligencia ... A partir de julio de 1889 apare- ne dos candidatas. Unn fuerte competidora: Mónica Zajic, la niñera
ció uno manifestación manfnca que fue en aumento, causnndo la católica de los tiempos de Freiberg. Ella, o la manera de Breuer, fue
insociabilidad actual de la pacientc31. •u Maestra Secreta de la Sexualidad..º. En checo las nu'leras 8e lla·
rnnn .. Nnnotf', lo que está muy cerca de ·nnanlis•, que t:'n ale1nán se
Mathilde, internado por Freud, en pleno delirio maníaco, desa· escribe -o.nn.na". Sabem03 que Frcud con1cntó con Flicss la significa-
rrolló una J)8iC08i& transfcrencial, como lo atestigua el siguiente frag· ción -Profunda del sueño que va y viene entre mi ni.Aera (mi madre) y
mento: Martha"" · Una segunda flecha tal vez •ea la más sutil de todas, yo
quo se presenta con la malicia de la carta robada: Minna, la cunada
La paciente, que so jacta de M!r judío, exige ser llevada a presen· de Freud, estaría presente en la trimetilamino . La ~iinna trimclila-
cia del Dr. Frcud; se lira al suelo (cuando este deseo no so lo con- m(nica... Más adelante contaremos la singular y controvertida lustcr
cede), amenaz.a con 1u1cidorae e intenta estrangularse con una rin de esta hermana de Morthn Bcmays, Ja prhncra mujer que tomó
trenzo. de sus cobell08 . .. canta y grita de n1anera erótica. conocimiento del psicoanálisis.
Entonces: Emma • Annn • Anna O. • Mónica Zajic • Amalia • Mio·
Y también; no · Mathilde S., e ntre las mujeres. Luego veremos que lrma también
esFreud.
A poKnr do In contención, logró arroncar8c una trenza con los
diente8. Ninfomanlaco, ruedo por el suelo masturbándose. lla- Sigmund est.11 al bordo de los 40 a~os, edad crucial en la quo mu·
mando al Dr Freud, profesando ser su esclave"'. chos piensan que perdieron el tren de la historia. Erik Erikson, gran
especialista en lns crisis de la v1dn, nos (omiliariz6 con In idea de una
A esta altura, Mathilde S. ce.e en una depre•ión. Fue entonces crisis de In mediana edad on la vida de Freud; en esa crisis la Muerte
cuando Freud prcecribió un tratamiento alternado do sulfonal con hi· amcnazó su temeroso oorazóo.:
drato de cloral. Poco después la pociente muere con un cuadro agudo
do porfirio. Conviene seftolar quo sólo a partir de esta fecha el sulfcr Un hombre como yo no puede vivir Bi1\ una causa, sin una pagión
n&I pasó o M?r considerado una droga peligrosa que lo consuma; un tirano, en las palabras do $chille r. Ho oncon·
Durante el periodo maníaco, Meyncrt, admirado profesor de psi· trado a mi tirano y en su servicio no conozco limites. P.ti tirano se
quiatria d<• Freud, ea llamo.do e11 consulto.. Hirschmüllor concluyo que llama Psicologla. La J)8icologfa siempre fue nu meta distante; pe-
Freud babia hipnotizado a Math1lde S . Es muy probable, como luego ro ahora, con el estudío de lns neurosis, so volvió n1ucho más ac-
veremos, que Meynert no aprobara esa intervención de su disclpulo ... cesible ... Durante las últim93 semanas le dediqué cada minuto
E;stos datos arrojan una nuovu luz sobre ol suef\o do Irmn. yo que libre de mi tiempo a ese trab'IJo. Loa horas nocturna•, de las once
Malbilde S. podrla robarse la escena. Ella fue prácticamente ignora-
do por loe biógrafos. Ant1eu le dedica d08 líneas; •El acto se cierra con
el surgimiento de un segundo trío femenino: la enferma mal tratnda
con coco!na; otra, de nombre Mothjlde, a la que Freud ho.b!a me.lado •9, Bn Cit..'\ opor·l unidad le ccxlo Lni orco o r.1ori11 Auxiliodora Pornan-
con sulfonal, y la hija mayor, también llamada Math1lde que casi dN, de quacn fue la ide.a. Cierto que en alemán TIUMETILANIMA so o•cribe
mucre de d1fterin'"3t. ' ftUCmi..u.tl'.'rifN.

30 31
a las d08 de la mañnno, me encuentran imaginando. trasponien· Freud, t'n el sueño de lrma. no 068 explorar esa vía Él, que reve-
do adivinando y sólo obondono In cnutto cuando e l absurdo me lo con "'admirable falta de pudor"'"9 sus scnt.1nticntos con rclución a
vi~ito. No pida~ de n1f resultados por 1nucllo liernpo"4" (el é nfasis los colegas, CIJ cxtremadnmcntc prudente, cnsi mudo, cunndo se trata
es mio) . del contenido sexual del sucfto. Un análi•i• más profundo revelarla
•u deseo de "todas las mujcrea". Freud , ni.to de Mesmer, hijo de
Ese mucho titmpo es el que transcurre entre la plnca imaginada Chnrcot, bit~ r101n de la cocaína, no desea. ~r cruc::ific:ado. Aunque no
para Flies• y la euya propia. Tiempo que coincide con la gel!lllción de oc trata sólo de reticencias, él apela aqul a la vah06a noción del ·om-
Lo interpretación de los suenos. O sen que el sueño de lrmo. anuncia bligo del sueno•:
el lustro más creativo de In vida de Freud . La carta del "tirano" fue
C54:rita un mes antes del sueno. Tengo In iinpresión de que l a intcrprctnción de cstn pnrl-e de1
¿Cuál es conclusión finol de este sueno inaugural? "Por el mo- sueño no fue llevada a su tl!rn1ino, lo que habría permitido reve-
mento me contento ooo este noción recién adquirida: cuando se sigue lar todo •u sentido encubierto. De haber proseguido mi compara-
el mé~o de interpretación de los sue1'os que expuse aquí, !e verifica ción entre las lres mo.óerct, habrla llegado mucho más lcJ<)OI Todo
que el auci\o realmente tiene sentido y que no es de ningún modo In suer\o tiene por lo menOA un punto insondable, un ombligo por el
expresión do la fragmentación de la actividad ccrebrnl, como sostie· cual se conecta con lo dcsconocido50.
nen los autores. Cuando tcrrnirw el trob4Jo dt interpretación, se perci·
be que el sueilo es una reolitaci6n de dewos'°'43• Freud alude a este desconocido en el cplgrofe de "El Libro de los
Cierto, pero Lacan oc pregunta, con razón, cuál es la importan· sueños", con In frase de Virgalio; ..FlecUre '' nequeo superw, acheron·
cia de e1te rucf\o. Se advierte su desilusión cuando dice; ·¿Cómo es to mOVttbo• (si no puedo concihar o los dioses ce1cstiales, moveré a los
posible que Frcud, que más adelante hablará del deseo inconsciente, del mundo aubtcrráneo). Resulta evidente que el ombligo de """ labe-
aqu' presente, como primer paso de su dcn1ostración, un euci\o que rinto subterráneo está mucho más allá de In lujuria d e Frcud por
se explica totalmente por In satisfacción do un deseo que sólo puede ceas tres muje res que ya aparecen en el sucfao de las Tres Po.reos ...
denominarse preconscicntc o incluso totalmente conscicntc?"4·4 La Luego veremo• que en el ombligo del sueño, junto al sexo, eslá la
respuesta que da el propio La.can es bonita, aunque no totalmente muerte• 10•
convincente. •Este sueilo, en cuanto suefto, está integr8.do en el pro- El sueno de lrma rinde homenaje a las ideas del rinólogo berli·
greso de eu descubrimiento. En segundo lugar, este suefto no ea sola- n&. Freud utilí"" una de ceas ideas, la relación entre la gnrganta (el
mente un objeto que Freud descifra, es unn palabra de Frcud. De ah! "órgano cefálico") y el sexo, deeplazando el contenido ginecológico la-
su valor ejemplar; en cnso cont,r ario, tal vc-z sería menos dcn1ostrati· tente hacia un contenido manifiesto que conRi6t.c en un exomcn de la
vo que otros aucños" 46, lo que parafraseo un poco a Erik.son cuando nariz y la garganta. La segunda gran idea de Fliess, la de 108 perio-
babia del auefto soñado para ser decodificado; o sea, un sueño QU(' dos -ciclos vitales- diferentes en ta mujer y ~I hombre, es introduci·
cobra importancia por su valor histórico y su resonancin aimbóliC"a. da por la trimetilamina, sustancia que estarla en la blll!C do esa ope-
No caben dudBS de que el desciframiento de cele sueno fue una divi· ración.
soria de tas aguas, ya que, treinta y un nf\os más t.orde, él todavía El suel\o bobln con ambitJOltncia, para anticipar un término que
pensaba que -un insight como éste sólo se produce uno vez en In Freud utilizará más tarde. En primer luftOr tenemos la dceostrosa
vida"46• operación en Emma. Anzicu estima que ..-el exornen de lrmo t.ombién
Concuerdo con Garcia-Roza e.n que los elementos que hjeieron parece encubrir el deseo latente de auscultar é l mismo a Ido Fliess,
posible coc iJlliBhl, tomad.,. ai•ladamente, no oon muy novedosos. El antigua paciente de Brcuer. Ella (en el sueno) ee su pacimt.c; Frcud
primero eA la a!innación de que los suei\08 t1enen sentido. Considera~ procura ver el hijo que ella tiene en el vientre. En este pa"4je oc pu~
da en si misma, esta idea es, de hecho, muy antigua. El propio Freud de leer, en filigrana, Ja naturaleza edípica de la •traosfercncin· con
enumero uno serie de autores que, desde 108 tiempos de lns Pirámi· Fliess y la anticipación de su futurodescubrim1ento' 1•
des, afirmnbon que los suenos obedecen o las leyes del espíritu•'. El El sueno de Irme, como objeto simbólico polifacético, oc prest.a a
segundo elemento consiste en suponer que el sueño no es nada más muchas combinaciones. Vcam08 la fórmula do lo. trin1ctilan1ina:
que "'una realización de deseos inconscicntes"'48. Esta tesis también
era conocida por los oniromantcs. El tercer t:lcmento tic.no más nove--
dad: los dCM!OI inconscicntca de los que ae trata son de naturaleza se-
xual, mejor aún, de naturolez.n sexual infantil. En este punto, él no
tiene prccureores. • 10. A.gnde1.e0 esta. sugcrencio a Lucin Andn1dc.

32 33
Aquf encuentro In oportunidad para lanzar uno nechn qut' me·
parece certero, y que n1c llomo In atención porque soy -c:n1'í- el pri ·
mero en nrroJnrln. Yo he dicho de qué se trata: l rma es Frcudºll. ~1r
jor dicho: lrmn ot el Frcud. por venir. La garganta de elln, como lucgu
vcrem08, rcpreacnt.n y anticipa la formación maligno que lo ocechard
a él en el íuturo. Tal vez en el fondo de este suc11o histórico StJ C>n·
cuentre el deseo de mue~. E.•ta pulsión toma.ria In forma de un pac-
Para Lacan ésta e• la fórmula de la infancia de Freud en Freí· to fáuat1co por el quo se entrega la vida a cambio de la fundaaón de
berg. Lotl 3 CH corresponden a las tres familias que componfan el la ciencio del sigloºª'
protogrupo de Freiberg: el matrimonio Zajic, el motnmonio de Em·
manuel Frcud y el nuevo matrimonio de Jacob Freud, con •u• ,....pee.
tivos hijos. Su {'8tructura terciaria también incluirlo, en 1a aobrcde·
terminación, n los treo tipos de neuronas en los cuales Freud pensaba NOTAS
encontrar l o fórmula del aparato nervioso. De hecho, la fórmula apn·
rece por primera vez en una carta a Fliess, tres scmnnns dcJ11pul!R del
suefto02. 1. Cotln do Prcud n Flícss del 12 de junio de 1900 ('orrt1¡>nn(/~11c1 <t
Son Lrlodos dent ro de triad as. Se p ueden completar de In s i· Sigm.unil 1-·reud· \Vilht/ln Plie11, 1986, comp. de J1 ~1. ~1o~on, hnllgo, IUo de
guic1\tC for1no: .Jnncoro. 1MI~ 418.
2. Ct~rtu de Freud o J.""licSH del 7 de rnayo de 1900, ihíd , p:íg. <t ta.
3. SE, IV, pdg 107.
4. Enluion, ih!d . pá¡ 11.
lrma 5. Corlo de Frcud l\ Flieu del 25 de mayo de 1895, J ~t ~1ru•on

~
(cocnp.), op <1/ • páj{. 130.
amiga de lrmn 6, Carli\ de Freud o F1i-del 12 de junio de 1895, 1bld , pi\g 1~2
IAB mujeres 7 lbld
Marthn
8.<'•"" de ~'reud • 1'11- del 13 de aetiembre de 1895. ibld., pq. 120.
9. SE. IV. pdi 112.
10. Ded1cat.ori1 a o~uer de la tradu«ión del hbro de Charcot. J ~t
Brcucr M._n (comp.>, op. ttl , p4c. 20n.

FreudE----los más viejos~ FleiM:hl


11. Cart.ol do Pftud o F1iea del 24 de julio de 1895, 1bód., p6g 135
12. Mu Sc-hur, ¡·~ud. vido e a.gonÚJ, 1981, lmaon Río da Jeneu'O 1
poi¡. 93. e-• ' '
Emmanuel 1.3. Enk Erikaon, "'The drenm apecimen ofpsychoanalyei1·. Jnurnol o(
Amtncnm P•yclaot111alyt11, 19$4, ~ 2, pág. 16.
14.•J. Locon, U Afoi tla11a lo th~ de Freud el don-1 la tN"h11iqut de 1<1
~Otto ¡nycho,.nlytt., S.minoire 11, 1978, Pnrls, Seuil, págit. 177·204.
15. Corta do Freud a Plic1Ja del 24 de enero de 1895, J. ~1 t.ln1u1on
los iguales ~ Lcopold (comp.), o¡>. cit., pág. 107.
Fliess
• 1 t. ln1i1t.o on lo potcmidnd de la idea. y me remonto n llt!rolrto, unn no
vela ~ue etcnb( en 1969, donde digo, hablando dtl 1ucOO, que lm11 OI Frcud
•En 12. El euef\o., como luego veremos, rue tildado de •ncur6tieo• por Jung:
Ast, et aucfto contiene una representación simbólica do au propia hec~nt.o a t•o poco de neuros.i1, me permit.o llo.nl.8.tla lo l'lención llObre rt
l"ltructura... Eso noe aproxima de la visión nieLU1Chew>a del sueno co- de qu. \Llt.ed abre la 11iterpntoci6A de loa we:;Joa Mlm1Uendo f'n t.ono
mo forma de transmisión de una verdadM. El sucfto, para Zarothu.s- ~nto tu pf'Opu• neuro1ia -el 1ue60 de la inyección dé trmn ~. adf'nllfi·
tra. permite anticipar una verdad. Tenemos varios trfos: Oltc>-~ de J ron el neuróUC'O que necetnta tratunifllto. P.tuy ••cnUicotavo·. (Carta
pold-Fhr..e, Brcuer-Fleischl-Emmanuel El ·a·. numero aagrado, __ ':,°;;!~• Fttud del 3 de d1atmbre de 1912. ~11.d..Ju.1111. Corrt•pOttdtn~io
nuin<-ro peñecto, numero edlpico, la ley del temario en la Cábala, rige -·-~. 1976, Rlo deJan•iro, !mago, P'«· 596).

el ~"' d• 1 trma, donde la trimctilamina opera como broche de oro.
35
34
16 Carta de Freud • foiieu del 12 dejun10 de 189G,, ibíd., pág. 133.
53. 01dler Anz1cu. op. c1t , pág. 57
17. 1 SereuUnn~ ·Dt U. p/vn« la/QtU au ('Oftl.tnu manift•lt'"', Bull Pq·
<MI, 197G, N" 336, pép. 674-600. 54. Pnul·Lau,...nl "5soun, rf'<ud • N,.tu«· 1981 ~- ~bl B ·1·
aic, pág. 217, ,oe, •~nra. o, ra.sl. 1tn·
18. Oidier Aniieu, A outo-oná/i14• dt Frt11<1 e a deM!oberta da p•iccuuili«,
1989. Art.. Mtldi<.,, Porto Alegre, ¡M¡;. 47.
19 lbid • ple 48.
20. lbod.
21. SE, IV, p11g. 106.
22. lbid
23. Oidier Anzu.~u. op. tll_, pé.g 77
24. lbíd., po\g. 4~ .
25. SE. IV, pág 115.
26. A.nzieu, op tiL
27. ROAzen, ·St>m~ndditwnnl .. :
28. P. SwaleM, Pr-eud, dohn Weu•r ond tl1c Stotua of Stduc11on. The Role
oftltr Wdch in"'' ConttplrO't o{ Pan/a.y, 1982.
29. Thoden "'º Vellieo, lnno oJ the u:indow. Tlt• fouf'lh scnpl o{
fh!11d'1 IJ1t-'<imtm dtmm, Anuor. /mago, 41, l'or 3, págs. 245-98..
30. J)id1cr Aniicu, op. cit., pág. 44.
31 SE, IV. p.-1~ 292.
32 Corta de F'reud o ¡.bmham d•l 8 de on•ro de 1908, A hyth04nolytoc
D10Wg"e: tht Úllf'r~ ofStll'"""d Jihud a.nd Knrl Abraham, 1901· 1926, 1965,
Nueva York. Bosic: Book8
33 Scr¡e (~Let . Freud t o da(¡o do ¡nicon.o1Wa, Rlo de Jnn~iro. 7...nbar,
,.... 66.
~4 . SE, IV, PllK. 111.
36 !.1td.hildc S. ¿es soltera o caaada? No t.()ncm09 osn inforn1ución.
36. Albnichl HirachmUller, · r...,ud, Meynert et M1lhilde: l'bypn... en
qucstion"', R~vu~ lnt~rnalionoü <k /,o hycluJnolyat, J99J, Vl, J>é.c- 271.
37. Albrecht llirsch1n,lller, '"Frcuds •Malhilde•, (l1n weitcrcr Tagctrc1t
&um lrtna·Tnlum", Jb. P<Y<hoanal., 1998, XXIV, pég•. 129-l;9.
38. ¡.(bredll Honrchmuller, "Freud, Meyn•rt el Mathilde: l'bypnOM en
qucstion", obíd., ll4r 278
39. D1dier Ani1eu, op. cit., pág. 47.
40. Cf. la. )'ft meocion.ada dedie11toria a Urcuer de la tmch.1cci6n del libro
do Ch•rcot; vb!o I• nota 10, 1upTO.
41. Corto do FTeud o Plie88 del 9 de febrero de 1898, J . M. Moa'"'n
!<'Omp.), o¡>. cit., pá¡¡. 299.
42 Carta de Yreud a Pli... do 25 de mayo de 1895, ibld., J>áM. 130
43 SE, IV, p4g 182.
44. J. LMon, op. cit.. pág. 194·5.
45. lbld., pág 195.
46. l'refacio a la Tercera Eclición lngl...,., 1931, SE, IV, pág. uxiii.
47. l.. A. Garc1a·Roza, ª Um mundo attaico de VUIU ~e peua·
ment.os in1pcrfeiUM1·. •~anuacrito 1992, pág. 6.
48. SE, V, pá¡. G89.
49. I~ "- Gara1·Ro&a, 1bld., pág. 3.
50 SE, IV, JMll· 111.
51. Old.icr An1.icu, op. rlt .. pág. 51.
52. Carta do FTeud o t'lieu del 16 do og°'t.o de 1895, J . M. Ma11on
loomp.). op ..~. pug. 136.

36
37
que evaluar quó significaba lo cuestión judía en el Imperio Austro·
Húngaro n rnedindo• del siglo XIX.
1867· fecha clave. La vida dol Pueblo Elegido en Ja Europa Cen-
tral cambia dramáticamente de8pués de la Emancipación de 1867
Francisco José, al renu;nciar al poder absoluto, moderniza el apara·
CAPÍTUL02 to dc,J E•tado Y otorgn igualdad de derechos civiles n Jos judíos. Eso
s1gn1ficn ~1bcrtad .de v1v1endn y circu~ación. Fin del gueto, con KU
LA RUTA DE LA LANA con_finamaento cívico y geogr4fi_co. Abiertos los caminos, los judíos
e~1graron en masa para las (1udades. Aparece un nuevo tipo de
Diáspora que modificó rad1cnlmenle In IVtltanschauung judaica.
Frcud abre conlo sigue MU" notas nut.obiográficns: Los n1crcudcres se •asimi lan" a los tiempos, aprenden el me>do de
ser ~e los burgueses austrfacos, renuncian al tdisl1 •i y cambian de
Nacl el 6 de mayo dc" 1 1856 en Fn'1berg, Morovia, una ¡>«¡ue~a vegt¡mcnta. ~a "europeiza""'"- La asimilación no fue total y lo tra-
ciudad de la actual Chcco.;lovaqurn. Mis padr•• e ran judíoe; yo dic;ión penushó _bl\Jo la forma _d~ un judaí•mo liberal Por otra pnrte,
he seguido siéndolo. Creo que mi ronlilia paterna vi~ió mucho qu1cnes renunciaban a la rehg1ón judío dC'bían, por ley, registrortie
tiempo en la región rennno, en Colonia, y que con motivo do una en uno de los otros cultos establecidos (o""ª• el católico o el prolcs-
persecución contra loo judlos, en el siglo XIV o XV, volvió a Li- t.aot.e).
luania puando por Golitz.ia, rumbo a un país de lengua alcma· _Dos añ~ dcspuéa del nacimiento del padre de Sigmund, en 1817,
na, Austria 1• Ben.J&mín D1sraeh, niño semita de doce n.Aos, recibió el bautismo en
la lgl..,ia Anglicana de Saint Andrew's. Una década más tarde otro
El origen judlo constituye la tarjeta de presenlt\cióo en un texto niño judío, Ka.rl Hcinrich Mnrx, de seis nfioK, también fue bauti~odo,
que aspira a mostrar las rnlc:cs científiCM del psicoanálisis. Ser judlo c.n la pequeña ciudad de Ticr. Estos bautis1nos históricos marcnn el
como punto de partida de su }Ornada En ese sentido, cuando cumple inicio del judío en la culwra europea•.
70 aftoo, Frcud envía a In login Bitoi B'r•th el siguiente mensaje: *De- Antes de la Emancipación, d1gtun0<1 en el siglo XVIII, cinco gru-
bo confesarles que ni la fe ni el orgullo nacional me ligaron al judals- pos de judíoa vivían en la Europa Central. llors-concours encontrn·
mo, pues siempre fui ateo, educado sin religión ... Con todo, aubsis· mos lns Jlnn1adas "'familias toleradas"' - In o ristocrncia del dinero.
tfan muchas COIU que hacían irrcsistJblc p:u-a mí la atracción de los Ejemplo: loe Rolhllehild. Luego vienen lo• sefardíes, comerciant.ea lle-
judlos y el judof3mo: potencias sentimentales 06Curas y grandiosaB, gados de Const.aoünopla, riCOdl en su mayorla; hablan el l•dino, mez.
tanto más podcro<1M cuanto d1flciles do expresar en palabras; la clara cla de Cl!p~ol con nlgo de árabe El resto, In inmensa mayoría erran-
conciencia de lnios fntin1os, la secreto familiaridod de poseer una te, so divide en tres grupos con fronteras fluidas: loti n1crcadcrc3 de
mi.sr.lo arquitectura an{mica'"2. las ciudades, los vendedores tunbulantes y los ca.mpcMinos itinoron·
Roudinesco acota: "'Ser jud{o como •patrimonio g<'-nético-"''· tes. Vivl11n en guetos o de gueto en gueto.
En carta a Ottknr Pfister, Freud tM> pregunta· ·~Por qué el ¡l8iooa- La Emancipación fue el •fruto de una lenta lucha que duró ocrca
nálisis no fue cr<:ndo poT uno de esos innumerables hombres piadosos.• de setenta nAos y que comenzó importada por Napoleón ni derrotar n
por qué fue necesario esperar a un judlo totalmente atoo?"• Esta pre- las Potencias Centrales.,. El Corso dejó su marca, y no cxtralln que
gunta incluye una doble afirn1ación: primero, ern preciso ser judío; Freud lo admirase. En los años si¡,'Uicntcs n las conquista... napoleóni-
segundo, ser un hombre sin fe'. Inquietante eseveroción. Tenemos cas emerge "una Cl!pecie hasta entonces inc'clita": el intelectual judlo
urbano. Personaje brillante, oportunista, inseguro, lleno de culpo,
que, de una manera caricaturcgcn, recuerdo lns oeurotds de carácter
de nuestro siglo'3• Apnroce en los laberintos tortuosos de ese parodig-
• t ¿Es atí? Un pequef\o problcn1n, uno de los tanl<NI en el camino de la
bioerafia de Freud, tftide en que todo u cucc.bon&do por IOll Cazadore1 Cus·
tod101 de daio.. De •hi que, a portar de uf\ reglltro poco l~ble de la audad
de Ftt1berg, Vlod1mir Granoff afirme que Preud ntlci6 ti 6 de marzo, lo que •2 Ou·lec.t.oaJemá.n del aicfn XJV,con nume~ pabbru tn bebrt'O
planteo la c\lestlón do que In madre de S1g1nund &e hobrlo. casado en e&tado . ~'l. Ronat.o ~1e-zo.n e:nracterizn bien <'I Upo pticológico do este int.eh."C'tunl
inlCtNante. Pero lodo hace pena.i.'r que In fecha convenciont\l es la correcta y M1mdndo, "dilacerado por t.cndenci(t.11 oontradictori1111 vncilundo entre uni:t oe·
Preud wria un lAurino de ley (Cf. Théo Pfrimmer, Ptt11d, lttkur d~ lo Bibk, cu_ra fidelidad a1 pueblo perseguido que abundona~a, junto u un ren1ordi·
Pllc. 34) ID.lento •gun1men~ OICW'O nac:do de fllt.e alejami"nlo, y un• inmensa volu.n·

38 39
mn de l'uj<"to :itorn1entado que fu(' Frnnz Knfka ., Se coractcrizn por her ". En losyc•hivd, sólo se e•tudioba el Talmud. Pronto, a los 15
el abandono de lo tradición judfn , y Ruírc In culpo re~ultante de su años, Leopold dC"jó el gueto talmúdico para estudiar ..otrntt ciencias..
o8imiloción l,..a mctamorfoAis. co1no piel de ovcjo, dcbfo s<"r rod1cal, en i=:ragn 1t . Fu~ profc1«>r de hebreo durante veinte or'ios. Este: cuarto
1>ues, según dijo l leine en su célebre frase, "'el bautismo es el pa.sapor~ co.n11no puede denominar.tJe la "salidn curopciinntc". Como fruto de
te que permite entrar C'n la socie<lnd curopcn"8. llcine, que se convir- ese trabn,,o cultural, 1u huo tuvo frente al •antisemitismo· uno ncti·
tió un año después de Karl Marx, afirmaba enfáticnn1entc: "Yo soy tud menos problcmilli<a que In de Frcud ·•. En efe.to, los hombr<s de
boutizndo, no convertido•. Tenía Ru .,pntria 1>ortátit• que era In Biblia; la generación de J=f Br<uer, como Moriz Ben<dikt y Kaiieowiti no
juró ·oomprometersc nrdientemenle con la tau•• de los judfos y llu- se sintieron tan d iscriJninndos. '
char l por Ru igunldad de dcrechoH civiles; ~n los tiempos peores que Por otra parte, el antisemi_tismo furioso comenzó después del
sin duda vt"ndrán, la canalla germana escuchará mi voz, y gritar-O lo Miércole• Negro de 1873, y tr(!(:>Ó en los n~os 80 y 90. Es dificil eva-
bastante fuerte como para que (esa voil penetre en lnK cervccerfas y l~ar la malignidad de cst.• ola racista, ya que 108 testimonios son muy
108 palacios de Alemania". d1vcrgenlcR. Hny autores como Stefan Zweig que afirman no haber
Fn.:ntc n este panoramn, dice Janine Chaseguct-S1nirgel. "'Un ju- experimentado n1olestia racial olgunn 14. En cambio para Bo.ka n ~l ra·
d(o de la diáspora, en las condiciones de Frcod, que no fuese omb1va- cismo fue una pcsad111a 14 • Aquí et oportuno record~r el cuento del lo-
lcntc rcsp<..icto de su identidad judaico. estarla ~implemente al mor· cutor judio tartamudo que •e qucjnbo de ser di•cr iminodo por la BBC.
gen de las leyeK que gobi~rnon 1n psique humnna.. ·&. 9 V1olarh.'I el ExiMtfa una hipersensibilidad que llevó a Breuer a decir •Nuestra
Prin<opio de R<0lidad Las oltemntivn• ernn !re" la rcligio•a, en fa- cpid~rmi:; M~ está volviendo dcn1nsiado scn&iblc y sólo me resta espe-
vor do In fe, oon In segregnción conconlitantc; In HOluc16n as1milncic> rar que los Judfos ttngan una concicncia firme de su propio volor y
n1sta, con la negación parcial <Hcine) o rotol (Marx) de la condición mantcngnn cierta ind1ícrcncia írcnte al juicio de los demás, en lugar
judía y, finnlmcntc, In aalid11 sionista, lodnvrn en el hont00tc, que co- de C".88 aelitud susceptible junto con un aguzado poinl d'liou1U?ur".
mentará a esbozarse o fines de lo década de 1870. Bakan opina que el l>'•coanáJisis puede entenderse oomo una •se--
Quizás cx:isth\ una cuortn solida, más benigno que la pura n~a­ culoriz.ación"' del mi11tieismo judío. E l int.erés por los sueños, por
ción, ejemplificada por el podre de Joscf Brcuer. El hijo tenla lo si- ejemplo. En este punto, Bakan eofr<nta un obstáculo importante: la
guiente que decir de su progenitor; total nuscncia, en los textos íroudjano8", inclusive en In corresponden-
cia, de nada que haga pensar en un diBCUroo ml•lico. Freud, de hecho,
ti pertenecía a la generadón de judios que salieron del guero es- se pronunció rndiealntcnt.c en contra de cunlquicr monifestnción espi·
piritua l para respirar el airo de Occidente ... Es difici1 evaluar la ritualista, aunque eJt cierto que lo hizo refiriéndose a l .. misticismo
energfn espiritual que le fue lransmitida a esa gcneraci611. Cnm· nrio.. , a la JunR. Parn ren1cdiar esa debihdad de su nrgumentación,
bior nuestro dialecto por un nlemán correcto, los labcriotot: del Bakan apela a una tesis ingenioso y tCpicamcnto psicoon a Htica:
guct.o por los mod08 cdu<ados del mundo Oceidcntal, wncr acceso •Frcud tcnfn lo mejor de los razones para no mencionar expresamen·
a lo litcraturn, In poesra y la filosofia de la nación alemana 10• te esta tradición"", porque el antisc1nitismo '"era c.n la época ton int.en-
80 Y difundido que, al 1nd1car In fuente judaica de sus ideas, él hitbrla
Lcopold Breuer, rabino respetado en la comunidad vienC83, ettu- expuesto peligrosamente Rus teorías, c3encialn1cnle polémicas, a una
dió en la célebro yesllivd do Prcsbou ru. donde enseñaba Mosche Sop- oposición inútil y tal vez fatal""
Puedo ser, quión sabe, quizá.
En 1867, fceha de la Emancipación, Freud tenia 11 a~os y Rcna-
lo M ezan observa que el panorama hubiera sido otro de haber nacido
lnd de triuníor del -olro lado.....• <Rcnato ~tezan. Freud, pm«1dor da culturo, una década anlel!, porque habrln tenido d ificultades para ingresar en
1985, San Pablo. OrosilielU!e, l>ág. 64). la Un1verRidad, encontrando allC monifestaciones anliscmita.s más
•.e El h~roe de su novek1 El Qulillo •ioU!nta ro1nper el círt·ulo má,gico
judío"', µrocutundo parecerse lo nláxuno poe1ble n los campet1nos que encuen·
lra en 11ou interminable crunino. Véalé el análi.ti1 que rcaliXfi ~tarthc Roben.
de <'Sta ·a~um1lación· (~1orthe Robert, o·Otd,~ o /.l<>1a. 1974. París. Cel·
n1an-l..t.•vy. pág. 33). •6. En una carta dt Breuer al rrupo milil8nte judío Kadimah, él dice
•6 ·~~mplo cki ambtvalencaa: K8rl ?ttanc. •¿CuáJ e. en B( inisn10 t:I funda· ~uo ea posible acr a lemán y j ud'o ul mismo &iempo, y firma ~rno Joseí
n\tlnt.o do lo religión Jud1n? La nccesidnd pmctica. el egoísmo. Por~ el rnono-- reuer, ~SI'~ JUd0ttua. natU>n~ gtrnt011u. (Carto do J . Breuer n un retpon-
tei!;mo Judio es e.n realidad el polit.e(•1no de hus nocegidndcs n.1úlLiple.J, un mcr 8• nblt de la Asoc1oción Kadimah, c1t.adn por Albrecht H1raicbmUlle.r, JDMf
not.elsmo quo h:.c. de J:a &etnnnt un ob,eto de la loey dh•1na... Artillerla pNada "'""· 19!) 1. Pan•, PUf'. ~. 289).

40 41
duras que Jne mcncionodas en su Aulobiogrofla 16. Pero éJ tombién sagrado del exilio babilónico: •1.n memoria judla está atravesado por
fue objeto do una discriminación sutil: uno pu~a!ada que la tradición llama el 9 de Abo Jurb6 11 , que vio lo
desapanoón del Estado hebreo y el comjenzo de la diásporajudla""'·
La Universidad .•• me provocó de entmda algunos profundo• de- ·En la sel\'"'da mitad del siglo XIX un coplritu renovador ílun>i·
cepciones. Más que nada me prcocupoba ta ideo de que, por per- nó et pensanuonto de Europa. El mundo de El contrato social de
tenecer a la religión judln, coluviesc en situación de inferioridad Rou88eau Y del optimismo liberal se vio tran•formado por una ola de
frente e mis colegas, entre los cuales yo era un extranjero .. . desarrollo tecnológ_ioo"'°. &e giro l"('modeló la tradición cultural y ar·
Nuncn pude comprender por qué debería avergonzarme de mi tístíca, las conc:e(>Clones de la formo y el lengul\je, 106 valores, "inc!UBO
origen o, como yo se comenzaba a decir, de mi ..raza'". Por e8o re-- el aspecto de nue&tras calles, de nuestros casn1t e interiores de noso-
nuncié sin grandes cmocion{ls a la doble nacionolidad que me era tr~ ~ismos"2 1 • Ese siglo, romántico y positivi~tn, controdi~torio, cs-
negada " 17 • qu1zo1de, nos legó algunas de las moyorcs rcalir.acionco y algunas de
ouestru peores pesadillaa.
La agiloción antí•emita ocupaba un lugar destacado en la pla- . El romanticismo se origina en Alemania en el fin du 3iklt ftntc-
taforma polltica de los dos pnrlidos conservadores de la época: el r1or Y florece soberano en toda Europa. En su acepción restricto el
Cristiano-Social y el Pangermj\nico. Loa discurso• inflamados de movimiento estaba constituido por una red de pcqucftoe grupos, ~o
Von Schnor,r cr recibfan grandes titulare• en la prensa, y hubo va- orqu..,tados entres~ de poetas, artiotas y fil68ofoo.
rio• casos de judfoR ocusados de cometer asesinat-011 ritunles y crí- Se suele coMiderar ol romanticismo como una regrctción fren~ al
ntcncs satánicos. El rnovimi~nto Cristiano·Social, con el tenliblc Siglo de las Luces. El palhos romántico exoltoba lo irrncional y et cul·
Lueger a la cabeza, s.e transforrn6 en un partido de masas que reto- ton la singularidad. Mientras que tos enciclopcdisl88 colocaron ni
mó los temas racistas desde uno postura •aria•. Karl Lueger puede Hombre, con H bien ma,)"\l.8CUlal en rl centro dcl uni\'Cl'80, los román·
consideron1c un prohombre del nazismo, por haber sido mae&tro del ticoe pasaron n reverencil\r la Naturaleza, no sólo la Naturaleza Vil!•·
joven Hitler, que lo consideraba "el alcalde más poderoso que jomás ble, sino tambiún la cara oscura de la Luna. Oc ahí el interés por lo
se vio· 1s. que hoy denominamos los rnanifcsLOciones dC'l inconsciente: sucl\os,
Concuerdo con Renato A1ezon en que es posible que el antiaemi- delirios y Jocura en general, genio y figura, parapsicología, los pode-
tisrno estuviera difundido, pero era poco eficaz. En la época , el cen· res mi1teri0806 del dC$tino, la f88Cinación por loo Ouidos magnétioos.
tro del poder polltico tAldavfa pnsaba por el Emperador, figura decla- Así como el Renacimiento descubrió ta antigúedad greco-romana, el
radamente hostil o e•a discriminación, ya que poro él, desde Ja Romanticismo se volvió hocia la Edad Media. Schelling cantó los pro-
óptica de su sangre azul, todos los burgueses, do todas les raz.as, digios que resonaban en la penumbra de las catedralco. La palabra
eron igua1C8 ti fue, en realidad, anti-ftntisemjta. Además, no inte· clave era Wtltonacluluuflll, ocuñada por Wilhelm von Humboldt: una
rcsa tanto si e l racismo fue unn trabn en el pensamiento psicoonalr- oosmovisión que atraía e incomodaba a Freucf22.
tico, como hnsta qué punto el ..semitismo" freudiano so constituyó eo Tol vez la oposición mayor entre la Uustrnción y el Romanticismo
fuente de inspiración. Cuando Max Graf, más conocido como el padre se daba en el dominio del amor y el sexo. Para un Werthcr, paradig·
de Juanito, le preguntó a Freud s1 debla bautizar a su hijo, Freud le ma del héroe romántico, 106 matioee de la pasión eran la sal de In vi·
respondió que no: *'Si no permite que su hijo cre·zcn como judío, le . da. Werther execraba el invento "ilustrado• del "casamiento de lo ra·
impedirá di•frutar do fuentes de cnergln ireemploiables. Como ju· zón". Frente ni ideario burgués, el héroe era un joven trol)(.'Cista, bello
dío, él tendrá que luchar, y ust<!d debe dejar que en él se desarrollen como Byron, dispuesto a do.r su pirueta mortol. Se anuncia un nuevo
todas las fuerias que necesitará en esta lucha. No lo prive de esta tipo de subjetividad, un •espacio psicológioo• cuyo prototipo sera Goyo
vcntaja•at. con 1u -U-ansfonnación• demoníaca23.
Para Frcud la "nrquitecturn anímico" del judío lo dotaba de una . El romanticísmo germánico, en lo pluma de Wilhclm von Sche-
v~nt.aja enraizada. casi lrunarckiana, sobro el "'goy,.. 7 . Lo. idea aparece lling (1775-1854) generó una FilollORa de la Nntural<l'ln, que postula·
rt'itcrada.s veces en su correspondencia con Fcrenczi y Abrahom. Él ba la unidad CJK!ncial del hombre con el cosmos. Una malla de •sim·
Opootaba, vagamente, a lo que se llama el •espirito judío". Algo otj\vi- palla• liga a los seres, los hechos, 106 portentos, en un movimiento
co, transnlilido de generación en generación, que mnntieno el ruego

. •s. Cerard Haddad. El laVo 1legítrmo. Fwntt• tolmúdi«u MI psicoandli·


•1. T~r1nino, un tont.o despectivo. que dct1ino al gantíl "4, 1985, J.,,....lén, l..a S..mana, pág. 25.

42 43
universal del cual el hombre forma parte. De ahí que las ideas de explosiva expansión de Ja horda caucasiana por el planeta. Su hora,
A1csmer sobre el n1agnetisnio animal atizasen el fuego ron1ántico. sin duda, habia llegado.
La visión enaltecida de una naturaleza benévola y divina iba a Europa, centro del mundo, se agrupaba en naciones soberanai;.
Fter subvertido. por el gigantismo de las grandes ciudades, la masifi 4 Inglaterra, con su red ultramarina, era la Potencia hegemónica. Lu&
cación urbana y el ocaso de los pastores. Siglo más proteico que el go venian Francia y el Imperio Austro-Húngaro, mientras que Ale 4

nuestro, acepta ser dividido por la mitad: su gran crisis polftica e mania e Italia todavía "gateaban" rumbo a la conwlidación nacional.
ideológica se produjo en 1848, año de la revolución paneuropea2<. Mo- En el péndulo de la historia, pasada la hora romántica, el faro de
vimiento que recuerda el Mayo francés de 1968. Figuras como Kinkcl, los nuevos tiempos volvió a iluminar l as Luces. El Dios era nhora el
Schun y Watrncr en Alemania, Garibaldi y ~1azzini en Italia, fueron ..dato verificable". Lo oculto, la cosawen-si kantiana, no le interesaba a
algunas de sus cabezas. Vista desde otro siglo, la empresa parece más Augusto Comte, padre de la Filosotla Científica. El Hombre ocupa
ideológica que pol!tica. Revolución que montó la plataforma de Mal· nuevamente el centro del escenario. El positivismo se consagra en
wida von A1cysenburg, pionera del fcn1inismo. En esa cruzada, el pa· grandes templos: las universidades. Casas del Saber, consagradas n
dre de Ferenczi luchó por la liberación de Hungría. Fue tal vez la pri· la exploración científica, cuyo corazón late en los laboratorios, pupila
mera causa popular, en escala internacional, en la cual la juventud de los ojos del positivismo. Estamos al borde de lo que vendrá. El ex·
fue protagonista. El entusiasmo juvenil hizo que el movin1iento se de- ceso de esa corriente será el cientificismo~ El positivismo tuvo un
nominara la ..-Primavera de los Pueblos"'l6, gran mentor: Darwin, aunque no fuese un positlvista militante. El
Lucha contra el orden establecido, contra los privilegios de la origen de la.s especies, perla de la nueva era, p~ponía una t~1ría co-
burguesía. Era la hora de las minorías oprimidas frente a los poderes herente de la razón de nuestra existencia, "'cuestionando frontalmen-
absolutos. Fuera del escenario europeo, mejor dicho, en los márgenc-s te la idea cristiana de la creación".
de la Metrópoli, esa revolución tuvo su expresión más cabal e n las "Yo ya vivía cuando Charles Oarwin publicó su obra S-Obrc el ori·
guerras de emancipación en Latinoamérica. Europa, por su parte, gen de las especies"', rememora Freud setenta y cinco aii?s dc~p~~s
cambiaba con la volubilidad sostenida de un lento caleidoscopio. En del acontecimiento histórico2G. La vida del creador del ps1coanáhs1s
1848 Marx y Engels lanzan el Manifiesto Comuni.sta, anunciando el coinc,i dc con el comienzo de la •revolución darwiniana". En ese tiem·
surgimiento del nuevo proletariado industrial. Emerge una visión se- po, en el mismo siglo contradictorio, surge una forma de pe11sar que
cular materialista. La impresionante producción técnico-científica ge- tiene de romántica la singularidad de sus protagonistas. Nict.zsche,
neró una aceleración hi,st6rico, mutación infraestructura] que se fue yo diría, habla por todos:
expandiendo, con olor a hollín. La Revolución Industrial que acababa
de nacer en Inglaterra cubrió toda Europa y saltó a lo.• Estados Uni· ¿Usted piensa que las ciencias podrían ser lo que son :;in lo~ n'l='·
dos y la costa este del Canadá. La nueva dinámica comercial generó gos, los alquimistas, los astrólogos y los brujo• que lo• precedie-
un salto cualitativo en las fuerzas de producción, multiplicando el flu· ron? Ellos fueron los primeros en crear, a través do sus prorncsas
jo industrial, creando nuevos medios de transporte por los que corría y pretensiones engañadoras, la sed, el ha1nbrc y el gusto por po~
la red en expansión. Se inicia la interconexión de un planeta que, en deres escondidos y prohibidos....
la mente de su profeta, Julio Veme, podía ser recorrido en rnenos de
cien dias. Hoy en día, frente a un nuevo fin de siglo, podemos mirar desde
Serla cuestionable hablar de prosperidad; nuestros bisabuelos vi· cierta distancia el siglo que nos precedió. Podc1nos comparar los tres
vieron tiempos escuálidos, pero los índices de salud y mortalidad últimos fines de siglo. Ellos ~l nuestro inclusive- se caracterizan por
anunciaban un futuro fisiológico más promisorio. La mortalidad in- una ráfaga mística de características románticas, que to1na l a forn\a
fantil cayó sustancialmente, en concomitancia con una migración ma- del posmoderoisroo. En contraste con lo que se podría llamar el r<;
siva desde el campo a la ciudad. Este proceso de urbanización, la se-- rn.anticismo "clásico" del siglo XVIII, los noorrománticos crean el espf-
gunda ola de la Revolución Industrial, alcanzó su máxima expresión ritu finisecular con o sin interlocutor. Para el primero, el ::-ontacto era
en Francia. Resultado: Par{s, en el tiempo e n que Freud la conoció, intimista e idílico; para los neorrománticos In '"elación se ' ..;'•lve co 4

era la primera megalópolis del mundo, con más de dos millones de rrupta, decadenu, y la acompaña un individuali:-11no t·xaltado. i: ucron
ciudadanos. En los suburbios proliferaba una nueva cla$C social: el los tiempos de Narciso. El materialismo secular generó e~c ser.t i·
proletariado. Freud, siguiendo a Le Bon, habla de "'masas". La mayor miento de decadencia que llevó a Ibscn, su 1nayor ideólogo, Profct~
!'atalidad crea una fuerte corriente ntigratoria. ~1jllares de europeos del .Caos Moral, a afirmar: "La gran tarea de nuetitro ticn1po es defi-
invaden Canadá, Estados Unidos, México, Brasil y la Argentina. Van tru1r todaEJ las instituciones vigentes"'nl. El posrnodcrnign\o yn :tpuntn
a Austraha y Nueva Zelanda, e incluso a Sibcria. O sea que hubo una en el horizonte.

44 45
Con ese telón de rondo. vcamow lo poco quc se sabe de loe ant.epa· . El genealogista _Hellrcach trozó el 'ri>ol genealógico familiar, ha·
s&dos de Sigmund Frcud. ' c1endo una 1ndaguc1ón pormenoriznr:i11 en el cementerio de Buczacz.
Comenccmoo por cl padre. Mejor dicho, comencemos por la lana. Parece ser que los Freud \ 1ivicron en Buci.acz (a 60 kiló1nctros ni este
Ella puede ser el hilo conductor poro t<Ucr el relato del mercader Ko· d.e Ty11men1t~) por un tiempo no determinado. Los genealogistoa no
llnmon Jaoob Preud ... Cuondo él nació, In industria textil estaba con· L1encn dudas de que "Freud" deriva do! nombre •Frc1de", do la totnra·
vulsionodo por la tocnologla de IM nuevoo tiempos. Por llD lado se"" buela materna de Jocob Ese nombre fue regisll"ado en 1787 cuando
vt'nta In hi1nnderíl\ rnecdnicn que ngilizo tremendamente lo las nuloridodes de Galil2u\ obligaron a todoe Jos judfos a od¿ptor un
producción. Por el otro, comienza el ftn de esas va.stas ionas libres del apellido"'.
poston.'<l nómade. El campo oe Cl!lrncho, cuadriculado por cercas. El Freidc, lindo nombre. Segun Paul Johnson, para conseguir ope-
pastor de ovejas, Mroc de nuestrClfl cuentos do hados, tiene los dfas llidM bonito.., derivados de ílores o de piedras prcc108as (Lilienlhal,
contados. TrRCtor por pastor. Y los comerciantes de lana -Jacob Rosenlhal) habla que pagar soborn06; los pobres, o los mal visto• JlOr
Frcud entre ellos- intentan amoldarse preca.riomentc a un presente los molhumorados íunClooarios, recibían apellidos tales como Ola·
incierto, que se les eacapa con la aceleración del tiempo'". genstrick (cuerda do ohoreado), Eselkopf(cnbcza de burro>'".
Kallomon Jacob••o Freud nació en Tysmen11z el 18 de diciembre Tenemos entonces a:
d<• 1815. No (Xl6CCIDOI! ningún documento de nrehjvo que digo algo l!O-
brc él. Tysmenatz no tiene r<>gistros ni hístoria calalltral. Eso pequo-
liu ciudnd, empero, crn un oasis intelectunt judlo en la atrasada Oa· Jcsucher, casado con Frcide
litzia, uno de Jos centros CKot.é.ricos de In Oiáspora, conocido por su 1
escuela mística Numerosoe rabiooe y talmudiatas se rormaron en su J06eph, rModo con Ester
yesl1iv6. Según Sajner -<>Specialistn en In prchaslorin frcudaana- la 1
ciudad, en los ticmpoH en que nació Jacob, tenía seis n\U hubit.antcs, Ephro1m, cat'3do con Oébora
de los cuales IB mitad eran judf~.
La lk."Squisn rastrea con un modesto éxito el exilio de los ontcpa·
sados de SigmllDd Frcud por la Europa Oricntnl. Los cominos se cru·
znn en Colonio. Se sobe de un poblado israelita establec1do en el Schlomo, casado con Pcppi
tiempo de los romanos. Cuenta lo leyenda que un dfo el podre de
Frcud se enconl<ó con el secretario de la comunidad judfa de Colonia,
y éste le conftrn16 que el apellido Freud aparecía en loe registros de la
vi~ja ciudBd desde el siglo XIV. Ese, cuenta Ernest Jones, •pareció Joseph Kallamon Jocob Abae
sor <:uri08amente confirmado por el descubrimiento, en 1910. de un
fresco ftrmado por •Freud de Colonia. en la catedral de Brixen, oc·
tual 8f'C88Monc, al sur del Tirot•31 . Blond>8, autor del libro Tysmttmco, opina que Schlomo, padre de
.$egún Jones, •tos primeros huellu de la familia Freud se en· J acob, fue e l primor Preud que dejó Buczacz para instalnr8C en Tys·
cucntrun en Duczncz, aldcn al este de Stonislav, en Oalit2lo"'32. En ~ men1t~, como estudiante de la Y<•hivd. AIU so casó con Pcppi, pasan-
esa segunda encrucijada, lo familia so dividió: una porte marchó a do a v1v1r en la casa de su suegro Su88kind Hoffmnnn. Schlomo po-
Rumania y la otra a Moravia. Ambas romas se mantuvieron en con· acr'! el título de "'rabí"•t1. lo que no significa que ejerciera co1no
lncto. El más conspicuo Frcud ru1nono fue el •medio oeiático" Moriz rabmo. A su propio padre, el bisabuelo de Sigmund, Ephraim, tnrn·
Freud, que sufrla de ·seudologla fanlútica• y se casó con Mitzi, her· btén lo llamnbnn "ro.bf". Estos robles laicos eran personas cultas:rr.
mona de Sigmund33. Swales informa que Peppi le dio a Scblomo tre8 hij06 y una hija.
Jacob ora el primogénito'". El beatjamln, Joscph, fue la ovejo negra de

•g. En la gni..fia al<'tnana, Jacob H cteribo con *k"', pero el padra de Sig·
mund eecnbfa tu nombro con •e~. Aaf Mlá en au lápada de:I Cementerio Ctn· do ~11, Aunque Jaoob sabía hebroo, nunco tuvo derecho al codicio.do Utulo
trol de Viena. ra ':. °'Cofl.llClente o 1ncontaent.emente, J~ e"Dalrgó entone.u a tu hijo Sig-
•10. 1::1 nombre Kftllamon era doteonoeido en lot liempoe en que Jonea ~und Schlomo que continuara esn tradición familiar de erudición'" (Lydia
fferibió •u biocmlia. Conocemoe tu exi.tt.encia grac:iaa a Sajne:r. em, A uü.M ('()l.idiano de F~ud' '"" poci'tnte1, pág. 87).

46 47
In fnrnilia. El ot.ro hijo, Aboc, c..\j; dcAcrit.o por Frcud en estos términos: los tiño ... en ol mismo tugnr, para luego enviarlo8 a Gnlitzin y
"'Nunca menciono o mi tfo de Breslau porque nunca pienso en él ... Es que, en lrucquo, oomereinlízo lana, n1icl 1 cáñamo y sebo, y que co·
un hermano me nor de mi padre. La hi6toria de au familia es muy mcrciontcs extranjeros vienen hasta Frcibcrg paro comprar esog
tn.l<' De los cuntro hij°" sólo una hija es normal, casada en Polonia. art!culos, motivo por el cual o.lquilo un almacén para guardar los
Un hijo es hidrocéfolo y re tardado; otro, quo cunndo joven prometía productos; por et1as razones me parece necesario tener un pcrmi·
bn•tunte, enloqut'Ció a los 19 años, y una hija tambi~n, a los 20 y tan· so de rcsidcncin permanente en Freibcrg4'.
tos. Me habla olvidado do tal forma de este tío que siempre pensé que
mi familia estaba libre do cualquier tara hereditaria·<•'. El viejo mercader apela al peso de sua anos para justifieor el pe-
En esos tiempos, en CSM lugares, los judíos se Q.Saban jóvenes. dido:
El suegro de Sehlomo, Su,...kind HofTmnnn, abuelo materno de Jacob,
t.cnfn o lo sunH> cuar-cnt.n tulOH cuando nació su nieto. El pntrierca Designo a mi nioto Kollonlon Frcud, para que pueda ser nti
Su~•kind HofTmunn era In figura fuerte del clan. Comerciante en la· acompañante. ~I va a dirigir e l comercio exterior, mientras que
na, cáñamo. miel y i;cbo, comenzó a ser viajan!A! en 1808, recorriendo yo me ocupare exclusivamente de las compras y ventas en F~i·
el com1no de Cnhtzia a fttoravia. Schlomo, su yerno, lo acompa~ó a bcrg. Para dicho fin, con""lll'! los pasaportes que acljunto . Por
pnrlir de 1838'º · El pequeño Jacob, en t'<lad temprana, se suma a la estas razones, hogo el siguiente pedido: que la honorable Magis·
corilvnna, en h\ ruta al Sur. Reeorrfon más do 600 ki lómetros en ca· trnturn se digno concederme un Pern1it10 de Tolerancia paro r~i·
rr<:tas tiradBA por jumentos Más de una semano de pol\'O y sol. Un dir en Freiberg hasta la fecha de expiración de nucatro pasapor·
nuevo mundo, b<1JO e l ciclo ""trellado, llC abrió para el joven Kallamon te; o sea. basta el 18 de mano de 1845.
Jneob Freud en In ruta que bordeaba el no Mornvin.
Se desconoce la orientación religiosa de Schlomo, y sólo podemos Frciberg, 24 de junio de 1844
coojetutar la C"ducación que recibió eu primogénito. Sabernos que el Sus8kind HofTn1nnn
nifto Jacob lefa y C$Cribfa hebreo; es muy probable que hoya asistido Kallomon Jacob Freud'13
a una escuela rehgiosa trndicional (herder) y contlf\uo.do los estudios
en unnyeshiuá . Freud, en carta tardfn n Robak, dice: "Acaso le intere- Concedido. Lo corporación de mercaderes de lano de Freiberg
se snbcr quQ mi padre ca do ascendencia jasfdicn"'. 12• 41 • Porcce ser veía con buenos ojos las "'empresas comercinJes e lnduBtriales de los
que en Jacob se produjo un enfriamiento religioso a partir do 1833, comerciantes israclilo.s galitzinnoe, ya que ellos nos brindan ventnjns
acentuado cuando se casó con Sally Ka.nner". . .. que si bien no JJon brillantes, son por lo menos aceptables'""~. Ese
Sabem06 poco o nada de este ca.amiento. Si la fecha regi•t.r ada "permiso do toleranc10· era renovable••. Cuando Jacob Freud hizo su
del nacimiento del primer hijo, Emmnnucl, es correcta. el novio t.e.nfa presentación en el allo 1848, lag autoridades sólo se lo otorgaron por
lo imberbe ednd de 16 a1,os. Quizá fueron bodas do •apuro". como di· tres mcscs. En eso ópoca lns outoridadee municipnlc8 recibieron la
cen la. comodr""º· Seg.lo la investigación de Pctcr Swales, lo pareja orden de expulsar o todos Jos judíos en el término de tres mcscA, ..ei
tuvo otros dos hl)OS que muncron poco despuéa de nacer. ellos no satisfacían las reglamentacionea en materio de pasaporte y
El documento más antiguo donde consta el nombre de Kallamoo polida"" Ese mismo allo, Jacob también 110lieit6 que oe lo autorizara
JRCob Freud se encuentra en una "lista de judloo extraqjeroo do paso • a per manecer en Frcibcrg. En 1852 Jacob figura como titular de un
por Freibcrg, con fecha del 14 de abril de 1844 . Un S<lgundo documen· certificado de domicilio de la comunidad do Klogsdorf, cerca do Freí·
to, redactado en junio de csc mismo ano, escrito por su abuelo, aclara berg. Sl\jner opina que nunca vivió ah!: era más fácil obtener el dere-
el motivo del viaje: cho de residencia en una aldea que en una ciudad. KJogsdorf, enton·
..,,,, como eobeza de puente'".
Por el hecho de que compro Wjidos de lana en Freibcrg ... y que Ese año de 1848 marea la ruptura de Jacob con la tradición orto-
doxa pnrn e ntrar en el mundo oc-cidental. Poseía un ('jcn1plar ilustra·

• 12. De Ju itcctu de l08 lloa11dim, fundado a finee del aiglo lt a.C., con.sa·
grodn o la observoncia estricto del rit\1nl. ",Juaid" si"nifico piadOfJO. Fue In . *13. Eale y otro8 documentos fueron descubiertos por Sajner y Renée
L<>rcera eccta mb1.Llca de Europo. Orient.ol, junto con el franJtismo o el 1habba· ra~lhorn en )03 orthivoe del dh1lrilo de Neu Tit.achcin (Okrcanl Archiv Novy
~~~· ~~ la oetualidad Atthiv01 do Novy Jicin Ccf. el artleu1o de Sajner, ibíd ..
lalnno. Sus micmbroe se oponlan a IOI ettudios seculares y al rncionaliamo
jud100 (Man.in Bubor, W<r. .. 1963. Munld>, Heidelbor¡, llf). 0
48 49
do (hebreo-alemán) de la Biblia de Ludwig Philippson, en tres volú· ta quizás aparezca en el sueño •1851-1856", uno de los "sueños absur-
menes. Krtlll aclara que lp Biblia de Philippson era la favorita de los dos" del autoanálisis, en e l que Freud pregunta a s u padre: "¿Y te ca-
jud!os en v!as de asimilación, admiradores del Siglo de las Luces. En saste dcspuós?"60. 1851 es el año anterior al casamiento de Jacob con
Ja primera página, Jacob trazó s u firma y anotó 1~ f~c~a .. lº de no- Rebecca, y bien puede ser el ailo de la muerte de Sally Kanner. La
viembre de 1848""'. Que haya escrito alU en el frontisplCIO la fecha de pregunta de Frcud tendría sentido, como reproche: ..¿Y te casaste un
la Revolución (en el mismo lugar donde después registrará la fecha año después de la muerte de tu primera mujer?" Otra pis ta so en·
de la muerte de su padre, Schlomo, y la del nacimiento de su hijo Sig- cuentra en la célebre car ta a Fliess del 19 de setiembr e de 1897,
mund) habla de la relevancia de ese año para Jacob. cuando Freud, en el acto de abandonar s u tcoria de la seducción, se
¿Qué sucedió en el año 1848 en la vida de Kallamon J acob? ¿Un consuela recordando "una historiet.a de {su) colección: ·Rebecca, tira
golpe de fortuna? ¿Una conven<ión ideológica al alcanzar la edad de el vestido; ya no eres más novia.-"'6 1•
Cristo? Quizás hubo un gran y oscuro amor. Es.to no~ lleva al te!'lª. de Anzieu también afirma que Freud ..nunca supo de esta tercera
sus mujeres. Como lo señala Max Schur5°, existen chocantes dife- esposa. cuya existencia sospechó, s i le fue ocultada, o reprimió si le
rencias entre los datos ofrecidos por Jones acerca de los lazos conyu· fue comunieade"'62. Pero Anzieu no presenta ninguna prueba de sus
gales de Jacob Freud y los datos catast<ales aportados por Sajner en conclusiones. La mayoría de los bió&'Tafos, después de Sajner, entien-
1968. den que Fre ud, al menos "conscicntcn1entc", no conocía la existencia
Según Erncst Jones, después de la muerte de Sally, en 1852, el de esta mujer "'sandwich" en la vida de su padre•••. Desconocimiento
padre de Sigmund Frcud viajó por Alemania y se casó con la m.adrc que sería significativo, ya que habla de una fractura en el tejido bie>-
de Freud, en 1955." Historia oficial. Hoy sabemos de la eiustencia de gráfico, de un fant.asma en el altillo. Puede ser que el historiador du-
una tercera esposa, segunda en el orden cronolói,rico. Su nombre: Rc- de: el pllicoanalista •sabe" que Freud ·sabia" inconscientemente.
bec:ca. De he<:ho, poco o nada se conoce de Ja vida del viudo Jacob en- La po.•ibilidad de esta olvidable e inolvidable Rcbecca es tema de
tre 1848 y 1852, o sea, entre los 33 y los 37 años. Cuando resurge, en debate. El confiable de Mijolla encuentra que se trata de "la explota·
1852, aparece acompa~ado de sus dos hijos, Emmanucl -ya casado- y ci6n co1nercial de misterios y escándalos"63, pero no aporta datos que
PhiJipp junto a Rebecca, la "'misteriosa"' Rebccca, que recuerda a la respalden s u afirmación. Tres mujeres, por otra parte, no justifican,
heroín~ del libro de Daphne du Maurier. Ella tiene 32 aftos. Por su como pretende de Mijolla, la imputación de que se quiere pintar a Ja-
edad, no podr!a ser la madre de Emmanuel. Por ello la hipótesis de cob Freud como u.n "'Barba Azul"', ni hace n que la historia sea escan-
un segundo casamiento, intermedio, tiene numerosos part1darU>S, co-- dalosa.
menzando por Sajner y Gicklhornsz, seguidos de Schur5 3, Ellenbcr· Podemos imaginar que algún portento ocurrió a fines de 1851,
ger" y, posteriormente, Eissler'>'. Aunque de Mijolla.no concuerde. para usar una fecha onfrica. Sabemos que en 1852 Emmanuel se casó
Para las desconfiadas Mariano Krüll y Renée G1cklhom, se trata con María Kokach, una inmigrante rusa'•&; el propio Jacob le transfi·
de un casamiento hipotético. Puede ser que Jacob, a fin de obtener un rió sus negocios al primogénito, e hizo frecuentes viajes a Viena. Ex·
permiso de residencia, baya hecho pasar a alguien por su legitima es- traña jubilación prematura para un hombre fuerte y vigoroso de 38
posa. De todos modos fue un casamiento efimero. El nombre de Re· años, a punto de- formar una nueva familia con ocho futuros hijos64 .
becca no consta en los registres de 1854$$. Renéc Gicklhom57 no des· En esa época él conoció el brillo de la gran ciudad. Ahí vivía la futura
cru:t.a la posibilidad de que fuera repudiada por estéril; aunque tienei¡ madre de Sigmund Frcud.
que pasar diet años para que se pronuncien los rabinos. . Se llamaba Amalia Nathansohn. Su familia era oriunda de
Es válido preguntar quién sabia y quién no sabia de este matn·
monio, fugaz y sigiloso, guardado bajo siete llaves. Max Schur afirma
que los hijos mayores estaban al tanto. La madre de S1gmund, sin d~­
da, también: ella vivió cuatro afios e n una de esas pequeñas comuni- •1~. Honorio Oelpdo, el pionero del psicoanálisis en América del Sur,
dades de pocas centenas do "patricios" donde tales informaciones se en la biografía de Freud que escribió en 1926, eo Lima, Perú, hablo de lns
~ C8PoSM de Jac()b (no sabemos cóm() llegó a esa oonclu3i6n). Freud lé es·
proporcionan gratuitamente. Schur opina que "'todo hace suponer que ~: "'~ennft.ame corregirlo en dos C.l'T()rc8 históricos que se deslizaron en su
Sigmund no conocfa conscientemente de la existencia de esta tercera re ato b1og-ráfioo: mi padre se casó dos veces y n() tres; él tenía 40 aflos en el
esposa (que, en realidad) seria la segunda)"M. Pero, por eso mismo, :=nto de sus segundas nupcias y mi madre 20, de modo que no puede de·
debemos rastrear cuidadosamente el auto.análisis, las cartas, los s ue· ,ue era un hombre viejo".
ños y los recuerdos encubridores, e n busca de vestigios de este secreto ~ Eata t.taria o t.fary es, C()mo obscf\Ja de t.lijolla, una de las pocas
que "'podría haber determinado su manera de pensar"59 . Intrigante du . totalmente "'mudae,. en la vida de Freud (A. de MijolJa, Ú$ vUiteurs
pesquisa que el propio S<:hur no en1prende. Lanzo mi flecha: una pis- """·págs, 118·9). •

50 51
Brody, en la Gttlitzia oriental. Habla pasado la mayor parlAl de su in- dario cri•tiano, el din de lo muerte de mi podre es el 21 de febre-
fancia en OdessaM. · ro. Y el de su entierro, el 23 de febrero de 1856".
Paul Roazen, que distn de ser un adrnirndor del biógrnfo oficial,
dice: "La biogTafia de Jonea no es muy compleja, psicológicamente Parece poco probable que e l hijo füese a Ty•menit• en la hora de
hablando. Por ejemplo, Jonco aceptó sin reocrvas la descripción que la m~erte Y que haya cumplido con sus deberes filiales, recitando el
Frcud hizo de su propia infancia y de la relación con SU1' padres"'". lfaddish J~,nl<l a In tumba. Krüll piensa que este hecho dejó una mar-
Roat<!n tiene razón . En casa de herrero, cuchillo de palo. Tanl<I Jo- ca en el huo ausente, generado en é l remordimientos por haber aban·
ncs como Pcter Gay, como los bióg'rafos masculinos, comenzando donado 1~ tradición La culpa de Jacob, como luego vel'l!mos, acompa-
por Wittels y terminando por el propio Rooz.en, dejaron ein exami· ftó n su huo S1gmund cuarenta aftos después".
nar las posiblco "rafees ocultas" do ese casamiento. Fueron las mu- De Mijolla o¡>ina quo Schlomo murió de puro amargura. Tanto él
jeres, Robert, Krull, Gicklhom, las que formularon la pregunta me- como su padre -o aea, el abuelo y el bisabuelo de Sigmund- eran
dulnr: ¿en qué condiciones tuvo lugar este matrimonio entre un hombres cultos y piadosos, merecedon;.os como vimos del tllulo de
hombre de 40 ad08 y una "virgen" que tenla menos de veinte? Pnr- rabinos.. ~sn tradición se quebró con el ~ercadcr Jacoh y, más aún,
tamoe de la base de que 108 novios casi no se conocían, ya que, se-. con su h~o Joseph, un fücra de la ley. De Mijolln concluye quo el pa·
gún Snjner", Jacob sólo hizo cuatro cortos visitns a Viena en 1854. dre de S1gmund .~uc -un mujeriego quo 1c casó prematuramente y
El proyecto marital rue un asunl<I acel erado, pues la escena era de pronto tuvo un h1Jo, para dese•perncíón del rabino Schlomo". Enl<ln·
Sally hasta 1852, ain contar con la trayectoria meteórica de Re~ ces, "'con C'I anuncio de un tercer casamiento, y con un bebé en comi-
beccn. no, (Schlomol no pudo aguantar más", exagera de Mijolla, y opt.6 por
¿Se trató enl<lnces do un casamiento por interés? Es posible: la mucrte7'.
era la regla entre los judlos en eoc lugar, tiempo y condición. ¿Por En lo sombro de este luto culposo nació Schlomo Sigismu n d
qué, se pregunta KrUIJ, el •eftor Nathan80hn eligió para la hija o un Freud el 6 de mayo de 1856, dos mC>leS y medio después de la muerte
hombre que podfa oer su podre? ¿No será que los Nathansohn eran de •u ~bu.elo. El hecho de que le haya pucoto al hijo el nombre de su
tan pobres que la novia no tenla dote? Rcnée Gicklhorn responde pod'.': 1nd1ca, parn las Leyes de los Antepasado•, que Jacob "delegó e n
que 11: Amnlia fue "Vendido" por &u padre. Gicklhom piensa tam· su huo la tarea de reparar su propio falta""· ~tino que liga trea ge-
bién que el hombre pintó un Freiberg color de ro•o y quo la joven oc ncro.c1~ea. El ~Clo apattee Vivamente s1mbohzado en eeo página de
desilusionó al descubrir que vivirían en un solo cuarto, mientras la 8 1bha de Phihppson, donde, debajo de In e ntrada sobre la muerte
quo en Viena los Nathansohn tenían un cuarto y medioª. Puede del veneroble Schlomo, Jacob, •con una letra -6t'gún Lydia Flem- li-
ser. Pero Krtlll replica que lo d iíerencia no es tan gundo y, además, geramente l~mula de emoaón"", escribe:
no sobemos cuántos Nathnnsohn se apiftnban en ese cuo.rto y me-
dio. En el siglo pasado, en el confinamiento de los guet<>e, los judíos Mi hijo Schlomo Sigismund noció en el dla l' de Lar de 151616 a
vivfon en cubrculos cstrech08. Con una lente de otro color, se puede las seis y medio de la tarde.
decir que en su luna de miel l a pareja tuvo el privilegio de poseer
un cuarto sólo para ellos• Otra posibilidad: ¿wnla Amft.lia un "de- Como se loo en el rcol<I de la anotación, och o dlas después el b-Obe
foctó escondido"?, se pregunta Kru11 70, yo que las fotos de la época. :;6Samªformar parle de la alianza judía y fue circuncidado por el mo·
-como la tomada en 1864- muestron uno mujer por 1o menos atrae· son Frankl, de Ostrau. Sus padrinos füeron los hijos del rabi-
ti va ~0.dc Cernowitz, Lippa H!>rowitz y eu hcr1nana ?t1irl. En e.se oficio re-
El casamiento tuvo lugar el 29 de julio de 1855 en la sinagoga ~~¡'el sandalt, el ~dnno que-tiene al recién nacido para que el
de Viena. Lo bodn fue celebrada por el rabino reformado Manheí· .._,. realice el corte ntllal, fue Samuel Srunueli7'.
mer'11 .
Antes de que S1gmund nacieoc, murió el padre de Jacoh. Schlo-
mo J"": página muestra. cómo se pasa lo ontórchn del abuelo Schlo-
bre niew Schlomo .s'!P•m~d, ratificando la importancia del nom-
mo se fue sois meses despu~s de lns bodas. El hijo, como ya vimos, t.mb~ padre como •Je 1dent1ficatorio. O sea, que detrás del vendedor
escribió en su Biblia, con ..menudas lctra.s hcbr-eos"72: ~!;: Jacob cncontromos la figllra pntriarcnl de Schlomo.
"Kallamon·~mbién el momcnl<I en que el padre cambia de nombre, y
Mi padre, Schlomo, hijo del rabino Ephraim Freud, entró en su bre judlo tr es:iparcce para no volver nunca. Kallamon era un nom·
morado celestíal en el sexto dfo de la semana, viemea, a las cua- que ai ·¡¡.!d~cionnl, tomod.o, se(!lln algunos, del griego "Kalomyn08",
tro de la larde, el 6 do Adar , de 151616 y füe enterrado en mi ciu·
dad nntal de Tyamenit.z, el 18 de ese mismo mes. Sc(!lln el calen·
f:.
Dlll". com ~uen nombro , Y paro otros derivado del latfn "Coloma·
un en la Europa C..nt.r al, po.rticularmeol<> en Hungria.

52 53
Knllamon noe lleva al extrallo -Sueño de Garibaldi". Se trata de un La figura del padre de Frcud sufrió distoraionea en monos do los
oepécimcn do la serie de "sueños absurdos•' IS, ligadOfl a lo muerte del biógrafos. Conocemos el clisé que pinto a Jncob como un hombre bo-
padre, que merece ocr recordado: nachón, de buen humor, un tanto bobo, cclipsndo por Ja bcllezn y ju·
ventud de la estupenda Amalia Como u.n Garibaldi de pacotilla. De-
Dcapuéa de su muerte mi podre d~aempoftabo un p apel ~lfti_co bemos n su nieta Judith Bernnys-Heller la única descripción do su
con los magiarea, uniéndolos polihca"!ente. Allf (imagen 1nd18· abuelo en vida, que ella ve como un jubilado venerable que Ice el Tal-
tinto) veo uno multitud como en el Re1chstag Y 11na persono de mud en meeedora y a quien, al cner la trude, se puede encontrar en el
pie oobro una o dos aillos; otros l o rodean. Recuerdo que, en su café do! barrio8 1.
lecho de muerte él IJacob) ae parecía mucho a Garibaldi, Y me Uno coAO que Jonea y los biógrafos en general omiten -<:on la
alegra que eso p:.edicción, a pesar do todo, se hoyo realizado". excepción de Dubeovsky y de de Mijolla- es el vigor sexual de Knlla-
mon Jocob, hombre de fuerte constitución flsica y que disfruta do los
"¿Qué puede haber de más absurdo que este sueño?", te pregunta placeres de la carne. El padre de nuestro protagonista se present.tl co-
Frcud, acotando que se produjo: mo un ejemplar robusU> y oaludable, amonte de las mujeres, como lo
prueban su reincidencia marital y la progenie numcrosa•2. De Mijolla
... en la época en que los hllngaros fueron llevados, por obstruc- tiene razón cuando afirma, con ironla gala:
ción parlamento.ria, n un eet..odo caótico, y cayeron en una cruns
do lo cual fueron salvados por Kallamoo Siéll80• Casado a los 17 años, padre a los 18 y 22, casado nuevamente a
los 35, vuelto a casar a los 39, padre una vez más a loe 40 y por
Eoto suello fue interpretado por el propio Freud partiendo de la ocho veces consecutivas, estamos frente n un currkulum uitcu,
idea do que su carácter "absurdo" apuntaba a denigrar al muerto. para no hablar de uno marca deportiva, que no encajo bien con el
Luego retoma.remoe los sueños absurdos; a<¡uf quiero enfatizar el in· perfil de viejo que, o ejemplo de su hijo, evecnmos pfarnenle al
creíble hecho de que Freud, a pesar do su "saber• psicoanolftico, no imaginar o Jncob"".
relacionó ese Kallnmon Széll con el nombre de tu pndre. ¿Cómo es po-
sible que Freud no hiciese la obvio asociación? ¿Cómo es po•ible, por Conviene reparar que en el guión de Sartre para Fn,.d, la peU-
adadidura, que Aiuieu, o Grinstcin, o Jones, o ~ay. no hayan res.uel- cula do Hou&ton, se sugiere quo "'Valdría lo pena hacer ropresontar
to esa chorada? lntriganto ejemplo do amnesia grupal contagi~~a loo doe papel"" por el mismo actor, para marca.r las semcjanus, pero
después de lo repretión del lfder. ~I doto e~ t•~.exlrnño que de My~ también las diferoncias1'. Buena idoa de Sartre: una cuestión de
lla se pregunta, con justa razón, s1 el propio hijo deseonocla el anti· identidad; Si¡mund es un Jncob magnifico.
guo nombre de su podre (el último d ocumento firmado como Knlla-
mon Jecob Frcud data como vimos, de 1859: en ese entonces, Freud Del padre -eegdn Erncst Jonos- Freud heredó ol sentido del hu-
ya era un nillo inteli~te de 3 olios). Por otra parte, °!'.el viaje ICD· mor, el contundente escepticismo en relación con las inconKton·
timentnl de Freud o Freíberg, cuando tenla 17 aJlos, vmó en la casa cias de lo vida, la costumbre de puntuar una moraleja con hiato-
de loa Fluss, viejol amigoe de la familia que conoclan a Jacob como no3 Judaicas., el liberalismo de un librcpcnaador, osí como el gran
Kállamon. Parece imposible que Sigmund dC>1COnocícse el nombre de amor por su esposa. De su madre tomó el "sentimentalismo•. Esa
su podre, lo que serla un bocado de cardenal para Locnn. De alll que palabra, todavfa más ambigua en alemán, deberla probablemen-
"Kallamon• pal<> a ter un aignificnnte clave, y que cabe hablar de Ja· te entenderse como tcmpera1ncnto emotivo feme.ni.no. El intelecto
cob Frcud y de Kallomon Freud, como dos lugares identificatorioe po- era propio de élM.
lare8• 11.
. ~sumiendo: cxiete un Jacob Freud, comerciant..c pobre., optimis-
ta incurable, ineficiente, mercader en lana incapaz de enfrentar el
'16. !lo ta eerie formada por 1.. au•""- del "Conde Tbun', "GoeU>e Y el ~:t"º mundo industrializado, el papá de I~ tradición biográfico ofi-
paralítico·, · oarba Amarina· y, a mi ver, -cierren tos o;o.·, que Preud co!1"'1· ro en marcado contraste, tenemos a Knllamon Janob Frcud, el futu-
deró ..chistoeo• (este aue.ño inicia la lista). Se trato do sucl\oa neuunente hga· tie ~itor do la horda primitiva, el líder garibaldino que armaba su
8
doe a ta muel14 del pedre. n en las noches de luna por los caminos de Galit:iia.
•11. Recomiendo la lectura del capítulo "'Kallamon, Goelhe 1 el rabi.no
Scblomo·, en Ala.in do ~lijollu, IA.1 uisüeur1 du nioí, 1979, Paría, Les &Hes
1 - , p¡lp. 105-42

54 65
• 3:J Co,rtu de 1-'teud u .•"lieitr; del 27 de abril de 1898, Corr('1pontll"""'
NO'TAS S,g,,1und f>rrud.\V1lhf'ln1 flt~tta, 1986, J. ~l . fttasson (con,pJ lrnAt(O ltio de
Janeoro, pug 312 ' •
34 Th J-hwlf, Otr Jutl~n 1m Ataren 1908.
1 SE . XX. p¡\J 7 306 Paul John11on, llu1l6r1a den J~d~u• . Río de Janetro• Jma-
l"'i· 35 1ao7
o-• ~ •
2 SE. XX. p¡\c 274.
3 Eht8b<lh Roudines<O, -i'cltem •Talmud", 1993. úbirot••• 12·5·931 . 36 Stlomo Olond, 1)-.,,.,f'nrco . A m~moriol brooA'. 1974. Tel-Aviv. atado
por Manan• Kr\111, S1Km•n<~ /il$<k Jooió 1979 ParU. Calhmard .... 137
Pario. pá¡. 33 d 37 lbod ' ' ,,.....
4 Carta de Freud o Pft.8'ter del 29 de octubre de 1918, Corrt•pott antt
M s,11n1und F"ud ª'Vt' l~ Puteur Pfi.$W, 1966, Pan• . Galhmard. pd¡c 105: 38. Swnlff, Peter. .. Freud, ?.finn.a Bemays and the conquNL oí Ron1,·
5. Gemrd 1-h\ddad. El Ju.JO ihgllimo. Futnte• tolmud'MA d~l fM-tNOnolr · N~w Amtnron RtTttw. 1982 •
..,,,, 1985. Jeruanlén. t.n Scmnna, pag. 15. 39. Sagrnund ~'A'"ud, Corrt~pondin.cio d~ Amor, cnrt.a a ~1arthtt Bemays
6 1>aul Johnson, H1&tória dos JuMus, R10 de Janc1ro. l mORet. 1987. del 10 de febrero de. 1886, 1981, lma¡."O, R10 de Janeiro p.'11: 250
pág. 311 . 40. P.fur1ono KrUll, o¡>. crl. , págs. 134 y sigs. ' · ·
7. Renoto ~1e1.nn, Freud, um ~11sadordn tulturo. póg. 64. 41 , Corla o A. A. Robok del 20 de febrero de 1930, en S1g1nund Prcud
op. Cll, 1)1.~~. 458.
1

S. Citado por Jlnn110 Arendl, 19f>8, pág. 274.


9 . .J. Chns1~1ct.-Sn1irgcl. •AlgunnA rcOexioneit Mthro lo oc:titt•d de Preud 4 2. Moriono Krllll, op. cit., pág. 134 y sigs.
d unn\le el período nnzi". Reuuc lnternalionole del'J-fixto""' (/(' '" /l3,ytJ1nntdy· 43. Cilndo ¡)(1r KrUll, op. cil., pág. 137.
44. J08oíSajncr, ibld., ptlg. 169.
10. ,Jo11er Breuer, Curriculum uiloe. en J.I. ~tcycl', Jo~¡Jh Un.•11er. 192a,
14', 1, pág. 21. ' r.
pág. ~~.ArchivoM del regiaLro d e Novy Jicin. Citado Por St\jner, lbíd.,
pág1. 9.24,
11. AlbrechL 1-lirtehJuüllcr. JO/le{ 8rTuer. 1991, J>urht. PUP, pú" 2 l 46. P.lar1une Krüll, op. cit., pág. 141.
12 Uernhnrd \Vachstein. Dos Stalul (ur da.1 JJrthou• dfr /11rotlden ui 47. A.rch1voe de Novy Jicin, citado por Sajner, ibid .• pug. t7l
\Vitn; 111•1nt" Urheber und Gutheiftr, 19'.lG. Vicn•'· p:_íg. 34 48. ltlaruane Krull, op. cll., pdg. 143.
13. S. Zwcig, Di.t \Vtll l."On Gutem. 19'25 C 49 A A RoOOk. Frtud1ana.. lnclud1ng unpublulaftl letl~,., from Frtud
14 Oav1d 83kan, F~ud tl la myatiqut JUIW, 1911. l'ar\11, Payot, ambnd«i<, M..... l>'ii 89. '
p6p. 39.... pác. : · ~lax 8chur, Prtud, utdo e ogonia, 1981, lmago. R10 de Jenelro. 1,
15 !bid
16 Renot.o t.lez:an, P•1COnólist.Juda11mo.· l"('#Ondnc1a•, 1988, Sa.n Pa· 51 EmeatJonoo,op cit., l,pdc. 16.
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17 SE. XX. p:lj:o. 8-9. Fttud Fanuly, J01Jrnol of•~ Hi<torJof Medicuo.<, 1970, lCXIV p6p 37..j3
18 llelm $\.oerlin, Mol{ Hitler, Pan•, 1980, p¡\g 67. 53. Mruc Schur, op• .,,., polp. :is...o. ' '
19. Em~•tJones, A t11da e o obro de S1gn1und Frtud, 1989. Kio de Jnnci· 5! Hen~ P. Ell~nbcrger, op. ctl., pág. 354.
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20. P.lolcolm Oradbury, O mundo moderno De: grc111d('a t«rllON"I,
1-~rt
•66
i!·
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J ""· u1~¡;t1, <>o/'<"· Pons, Collimard, 1979, p<\g•. t0.38. '
S11mund
0Lro1

1989, ptlg. 21. · ooef$ajnor, 1b1d., pág. 171.


21. lbld. s7 . Ry J. Cicklhom, ibfd., pág. 41.
22. P.tax Sch eler, Vom Umsturz cllr Werle, 1951, pág. 126. 68. P.tox Schur on cu "'""ª 26
23. PatriciR Vinna Cellinger, "'Ooya: conOilc:ll•, C1ulen101t (/(• 1;r,bjrtiv1dO· 59. !bid. ' r • " l~o· '
ti<, 1993, Son Pnblo, pág. 228. . 60. St;., V, pdg. 435·6.
24. ti. g11enbcl1tt'r. TJ1e V i$1COueryoftht Uncon1r1oua, Nuavn York, Utuuc Pti«. ~~7 Corta do Froud a Flicu del 19 d e setiembre de 1897, op. cit.,
Bookl. 1970,pág. 223.
25. P. t"~to. 1848 dons le monde, le printernp• dfl ~upl1·1, 1948. 198962_ ,.. ,....An~i<"UP, A aulo-anóJtte de Fnud e a fhacobtrlo da p1i~náli.e
D1dier
Artcie
26. St:., lCXll, p.ig. 173. • ~1'"'cu.1t. orto Aleere pág 337 •
27 P. Nieuachc, ..Die frOliebe \Vissen!IChaR.... O C. ltl 63. ..Alunt
srapbc_,. R.t1.u' ¡
d1· P.t1,ollu · '"Fn:ud • a bºtogr::.phu.•.
· · . eon aut.obi()fC1'opl'ue f'- 1e1 bi~
28. Molrolm Brodbury,op. cit., págs. 21, 25
29 Ene Hobibawm, En tomo o los ~M• d~ lo rye,'()/u('J.Ón 111du•l11al,
n"
64 (;,..na. 1 1~rnatu.11nlt d': lo Pl)·chanalyae, 1993, VI. poa: 10 l
Kn.i.11 pnd.. n~ i.~ du('tl) de hl$Wnado!1l.S poco pan11moni01M -C1cklhom
1971, Modnd, S•ilo Veintiuno; S. Zweig, op ctL, p<\11)1. 87·90 ._ "'9nodq d~ lKS~: r";1 1d~,, de la situaoon cconom1aa de Jacob Fttud e~
30 JOMfSt\Jntr, -Sigmund Freuch bun¡en w eeanem Gebuniuorl Frei.. .. qut'I cun 11t.a f'l val ~~- f~xLole un doron>enlo de a1Th1vo de la Ciudad en
b<r¡<Pnborl und xu M5hren·. Clio Medico, 1968 ~~ d• .,." .;;r e."J ... ~rode Joe ¡M'Oduct.o e brut..os ,·end1doe por loe co-
1
31 Em.-t Jones, op. ctL, pág. 15. . ... C9\utrada. f'I" __, •parete en St:xt.o lu1tur enttt loe 18 comeraen·
32. lnformari6n proporcionad3 por la Hñon l..dy Fttud-~lan~.. h1J• de
~ton u y ~tane l""reud, citodl\ en Emes\ Jonet1. op. c1I., pap 1$-16.
57
56
65 EmmJoneo.op. cit. 1, p6a. 16.
66. Paul Roaun, ,..f'ltud y •u• di«ípulOI, 1974, AJjanxa, Buenoe A1res,
pág. 33.
67. Sojner, Jooef, ibfd,. pág. 17L ..
68. Jooeph Cicklhom y Rem!<! G1cklhom, 1b1d., págs. 17·8.
69. Mariano Krüll, op. cit., pág 146. CAPÍTULO 3
70. ibid .. pág. 147. 5· dF d
71 Willy Aron, "Foruichnu11gcn wcgcn opschl.ttm fun 1gmun rcu
un well"• scisJ1ddilchkcil". en Yiuo B!eur, 1971, páp. 266-174.
FREIBERG, EL PAÍS DE
72. Lydia Plem, A 11•do col1d«Jno de Preud ~ .ru.1 pM1entt1, 1986, LOS RECUERDOS ENCUBRIDORES
L&PM, pág. 85. • ··' ,
73. Emat Freud e Jite Gnibrich.Simi1.i1, Sigmu11d farel.A« . ,...1eux, IJlllllJea,
olQ«i. 1979, Pllrio, GalhmJUd. pll¡. 46. Sigismund, al nacer, wnra un cobcllo negro riiado tan frondoso
7.Í. Maria ne Krüll, op. cit.• p6c 150. que su joven madre lo llamó •Negrito••. En el decir de las parteras,
76. AJain de Mijolln, !As v111teun du mo•, 1979, Part'1, Les Bclles "Era un bc!M\ sano y grando". Como David Copperfield, "nació con In
Leurco, pág. 131. cabeza cubierta por una membrana fcta1 92 , lo que se consideró unn
76 Mariano Kndl, op. cit, p!\c. 1'8. sellal de buena estrella. En La intupreta<i6n <k lo1 1ueño1, cuando
77. L)'dio Plem,op. cit•• pág. 84. nu""tro héroe busca una explicación para su• ouellos de ambición, ,..,.
78. E. Froud, op. cit., pág. 46. cuerda que poco después de su nacímiento ·una vieja campo8ina le
79. SE.. IV, págs. 427-3.
profetizó o mi madre, feliz con su primer hijo, que hobfo dado nl mun ~
80. lbid. ..~
81. Judith Bernay•Hellcr, "t'teud's r-.tot.her and Faw.n- . do un gran hombre"' Ella lo creyó.
82. Santio.go Oub<:ovaky. La tripl~ t11cla sexunl de Freud, 1983, Buenos El matrimonio rreud ••instalo en la eolle de los Cerrajeros, N"
Ai,..., La AnlQf'cha. pág. 26- 117, cerco de la iglesia de Freibcrg. Alquilaron un cunrto en uno casa
83. AJain de a.tQolla, Lt1 v111teun du mo., 1979, Peri•. Le1 Btl1es senciUa quo duranl<l cuatro generaciones habla perl<lnecido a la fami-
Lettroo, pá~. 119. ¡ N •• lia Zajic. En ese lugar vino al mundo Sigi•mund. En el clan Zajic to-
84. J. P. $1\rt.re, fln!ud, alt1n da almo, 1986, Rfo de Ja.ne ro, ovn '"ron- dos eran cerrajeros y trabajaban en una frar,ia de la planta bajo. ~I
teina, pág. 22. nació bajo el •imboli•mo del hierro y el fuego 1•
85. Em..,.Joneo,op cit.. l,p6a.17. Parece ser que ambu familias convivfan en armonio. La sellora
Vil<lzolaba Balcarkova, hija de Joham Zajic, deda que su padre recor-
daba que Sig·i smund era uno "'criatura extrnordinariamento activa,
bien desarrollada y con alegria de vivir. Adoraba trabajar en el taller
de lo cerrajerfa, llamando la atención por au habilidad manual y au
fantasía en la fabricación de juguete• de hierro laminado"•. Lo que
re•ulta alt.omcnt.e improbable. Ninglln cerrajero do ley dejnrfo acor-
canea la fra¡ua a un chico de menos de treo allos.
Sajner nos informa que la viejo amistad con Joham Zttjic, seis
•1108 mayor que Sigíamund, continuó por el tCllto do In vida, y que él
(Job.am) fue "un huésped bienvenido en la casa de loo Freud hasta
una edad muy avanzada... Uno de los raroo amigoe de toda la vida.
Sduccde q~o Freud nunca olvidó su lugar de origen, los dult<!ff campo<!
e MoraVJn, lns aguas cantarinas del rlo Lubínu:

Bajo gruesas copas sigue viviendo en mr la criatura feliz de Frei·


oorg, el primogénito de una madre ton joven, que recibió de aquel
8.lre Y do aquella tiena 1.us prime.ras impresione• imborrables".

•t. La ca.u te COt\IC_rva búiaunent.o ino.lt.eroda ha.ata ol día do hoy.

58 59
Jones no cuestiono o ta ..criatura íehz de Freiberg-.., y dC!&Cribe el llevada al cuarto y arrojada sobre la cama por d08 pe-na·
te t b . . ·~· Jes que
lut,rar como parle del boSQuc cncantudo del .universo pnst.oril d~ nucs· 08 n n an picos de pá¡aro. Oe•pcrté llorando y gritando e ínt
troe viej05 1ueiloe'. Dice que Cl!<! prado mágico llegaba hasta el ¡ardln, rrumpí .el sucl\o de mis J)ndreR. Las figuras oxtra.,nmenlc olArg::
donde retozaba el pequeño Sigismund. Según Sojner, que estuvo nlll das Y d1sfr:azadas, con picos de pájaro, fueron tomadas de la Bi-
con e11pírilu crítico de agrimensor, no era tan osí: In callo de los Ce· blia de Ph1/1ppw11. Creo que crnn dioses oon cabC!zas de gavilán
rrajeros no se encontrnba tan cerca del paralso" pcrtcncc1entcs a un bajorrelieve egipcio 12 llo destacado en "Ph'-
1
Frciberg, o sen "f\1ontc-Libre.., era unn pcquci\a ciudad a la vera hppson ·es mio).
de una rut.n comercial nntiquísima. en el camino del ámbar y de las
pieles del Norte, una comunidad de 4500 habitantes fundada en 1213, A partir d? ese sueAo, Freud recuerda "al hijo andrajoso del por·
en los tiempos del rey Lothar". EslA en In ladera de 108 Cárpntus, cer- tero que solla ¡ugnr oon n~tros en el campo que estaba frente a ca-
ca de la actual frontera con Polonia De 108 ca.\l1 cinco mil hobitnnl-OR, sa. Creo que se lla_maba Phtltpp. Es muy posible que haya escuchado
unos 4000 eran cotóliOOI! y el resto •e dividía entre protestantes Y ju- de su ~' por pr~mera vez, la palabra vulgar con que se designa el
dí0$- Algunos kilómetros más al EttlC se c_ncucntra Hcinz.cdorf, cuna comorc10 sexual ... (el énfnsis es do Freudl 13 ·
de Gregorio Mendel, el monje que e•tnble<:16 los fundamentos de la ac: _ Philippson, Philipp, no cabe duda do que se trata de ntttllro Phi-
tual gcnélicalO. La caso de lo~ Zajic ~e erb.ru!a o In so1!'bro de la casi hpp. ~ita, esbelta, vital y sensual, Amaha, en 105 ticmpoe de Frei-
fam08a iglesia gótica cuyo campanano dominaba el v1~toso mercado b~rg, CJercío. un otractivo erótico no sólo sobre su marido, 9ino tom~
central. Lo iglt?fiin cuenta c<ul diez n1tarcs. y está orgnn1zadn en torno btén ~re •u entenado Philipp. Del "Negrito• ni se habla. Imposible
a San Urbano, el caz.ador de antipapas, patrono del lugar. En el cen- no COl\furar In 1mngcn de Yoensta. Tenemos la siguiente cntrnda en la
tro de la plaza l!C puede apreciar una virgen de granito. Mds alltl se Trou1n~eutung: •Es uno. expcrico.cia sin duda cotidiana que el acto
extendían los apacibles "alredcdore• de bosquCR den8"" y cohnns sua- sex~nl .impacta y nngust1a a los n1.,os. Explico <!Sa angustia por una
vcs•tt. cxc1~c1ón S<!Xual qu~ escapa Aau comprensión y que, adc.mt\s, re.suite
Vimos que, cuo.ndo Jacob cnsó con Amnlia, tenía dos hijoe del pri· repnm1da en la m~1da en .que estén involucrados los padn?S"". E88
mer matrimonio· Emm1tnuel, casado y u i;u vci con hijos, y Philipp, Yo_ca•ta ¡udío comphc6 lo VIda del peque/lo Sigismund. Freud en pa·
soltero. Emmanuel re•1día cerca. El! probable que Phtlipp haya vJYido ~es re:vel.adores de La i11Urprctoci.611 de 106 sut11os y en Joe ~menta~
con el padre hasto la llegada de la joven y atractiva madrastra. Em- ~os autobiográficos sobre su infancia, revela mucho más de au rela·
manuel ero má_a viejo que Amalia · 2• Ella ten fo. la misma edad que ción con el podre. Se puede decir que en ol autoanáHsis su madre no
Philipp. Por otra parte, John, hijo de Emmanuel y, por tanto, sobrino ~tra La •rcprimi_da· AmaJia resultó •fundamental en el descubri·
de Sigismuod, era mayor que su joven t'º·
Pora complicor todovfa ~uento del comple¡o de Edipo y en el cucst1onamicnto por bastante
más la troma, la viejn niñero checa de Sigismund. pereona,Je protagó- ~oempa postergado, sobre la fcminidad"1S. Era freno y fcrmento. A di-
n.ico en esta historia, tc.nfa uno edod adecuada para Kcr la espo."a de •renc1a de Jacob y otras figuras parentales, ella aparece raramente
Jacob. fº sus sue"os; es In gran a~scnte en .la Traun1deutung. Amolia, en
En esa marnfta gcncrac1ooal, Philipp es una pieza maestra La a°: tcx~ no puede competlr con la ruñcrn. frecuente compall.eca sc--
leyenda lo caracteriza como el "'pícaro" de la fn1nilia, rnás bien parcci· lS;;~nfrica. Cuando aparece, como en el •recuerdo encubridor.. de
do a la •oveja negra" Joseph Frcud alguien que "no toma nada en "?" ' comparte 8u lugar con otras dos Ílbruras rnaternales. Lo mie-
rio". Carecía do la autoridad que Emmnnucl tcnfn sobre su medio mo •uc00e en el suello de las tres Parcas:
hermano. JnconlCC'Uentc en Ja edad madura, fue rival temible en la
iníancia, lo que le vahó reiteradas entradas en Lti 1nttrprttoc16n ~ :;:'' cst.án las tres majercs de pie: una de ellas es lo duena do ca-
los •~ñOB y en la PsicopaU>logfa de la vtda co11dia11a. Aparece aludi- e-a· Mu~ve algo con las manos como si hiciera lt.nodel~. Dice que
do directomente en el 11guiente registro ..,t!;'º
do 0
180 esperar hasta que esté pronto (indistinto como discu,..
me n~paaento Y me voy, ofendido. Me pongo un sobreto-
El sucfto era sumamente clnro y mostrabo a n1i madre querida
adormcc::ida con una expresión particularmente tranquila., siendo
tn: :ro el pnmero q~c me pruebo mo queda grando. Lo doy vuel-
tiene u~º sorprendido porque est.é forrado de piel. El segundo
ª larga tara aplicado con uo diseño turco. Aparece un ex·

•2. ti t:na.. llt.t-ralmcnt.e. un entcnndo de Anialio. ya que la pnh1bn' dcri· • 3, u .


va dt>l latin on.le·natu, o aica, oaado antes. n hJ)O de raviol, ploto U"picojudlo.

60 61
1
odo una barb• puntiaguda, decla- tenla entre uno y dos años de edod. Se trola de mi sobrino John, un
trof\o que ticlnde ~~ ros~:~n~ lo ~uestro que c8tá todo cubierto año n1ayor, que ahora vive en ~1anchester .,.-23, Y además recuerda:
rondo ser e ucuo. • John era mt\s fuerte que yo y pronto o prendí o deíenderme. J;;ramos
de bordados turcos ..17 inscparable1 y nos querfomos, pero. en ciertos momentos, se~n n\e
. . . del sueno ..me recucrdnn o contaron, comcnz.ábomos a pelear y a acusamos mutuamente"'24.
Primera nsoc1ac'6!': lns tres ~UJC~~monos, y sé que unn de los Uno de los recuerdos más remotos, que luego será, por as( decir,
las tres Parcas que U?JeD lo• d~stmo~re·• que da lo vida y uimbi<'n el el primer op~s coup -o seo, una vivcncio corgadu mnómicamc11tc a
tres In anfitriona del sueño, e~ a~: Las lr<'1! Pan:M recordémoslo, posteriori- se refiere a algo que ocurrió cuando Sil;ismund tenla casi
pr i.;.cr alimento a l~•.Jf";¡" ~~v~rdn: Ulquc•is. que lo ~nrollu, y Átro- t res años. Un din de primavera, In estación de los dientes-de-león, Si·
son Cloto, que hila e o e terno e~oca al mismo \lempo. el hambre gis1nund, junto con John y su hcr1nona Poulinc, unos meses más jo--
pos, que lo corta. •Et 8CDO ma la nnécd~tn picaresca del Joven •que, ven, ¡ugaba en las colino• del rlo Lubina. La ni~a recog{a flores. De
y l a vida"'"· Aqul, dFroudhº'í,f~a de lo bella 11ma de leche que él tuv_o pronto, ¡znsl, los vtlnd>los cayeron sobre ello, arrancándole cruelmcn-
un cierto dla, c':'an o se at6o hnberse nprovechodo mejor de la••- tA! el ramillelé. Vandalismo que dejo marcos. De hecho, tanto la r iva·
en 108 tiempos td08, lamen no Jidnd como las alionz.as giraban fn.>cueotemeow en torno de Pauline.
tuncl~n~t9, vechó más to. idUicn aituación por cnusa de An· •&e trío onginal -eomenta Lydia Flem- influyó on todos los sende-
S1gismund no opro fi d 1858 Demasiado pronto. Anna ros a1ni• tosos y profesionales del Freud adulto: asl fue que Emma
na, au hermana, ~aci_da_ a in~ d~icación exclus1va de una madre Eck•tcin y Sabina Spielrein desempeñaron un popcl importante en
deshizo la fiesta s1mb16t1ca de,• d da en la novela familiar: ¿quién sus omistades apMionadM con Flicss y Jung"".
joven. Con ella, adcm!1-•· nace 0 -"J cob 0 Philipp7 ¿El veterano Ja- John .-t'rá el gran reverlant en la vido de su joven t1o. La ironía
fue el ~dre de esa odPhi''f c;'~:::i:~t":emce de Phihpp como galll.n. Se del de.tino hizo que, cuando Sigmund tenlo 14 ru'º"·
en una visila de
cob o el 1rrcvcrcnt-0 •PP· .. John a Viena, los dos actuaron en la obra de teatro Julio César; Si8-
trota de uno mlstcriosa novela fd''~!~rccto mut.uo. Él ..nunca gustó mund interpretó n Bruto:
S1gismund y Anna: un caso e o relata de sus primeros o.í\os
de ••a hormona"'°. l,o que ella luog Anno nunca olvidó que su her- Desde esa época, Joh.n tuvo numeros.u reencarnaciones quo rcvi·
mue.etra que los celos e.:n rcef:~°.:.ienlrns que todas tos hern:'nn~s vieron 1118 múltiples facetas de su penionalidod, fijadas de modo
mano tA!nla un cuarto 0 P"' d •tono Luego tonemos el ep1•od10 inalterable en nli memoria inconscic.nte26.
80 amontonaban en un ~rcer om;~ le · staba., pero Sigismund se
del p iano. A1ina t¡i.:oba, • lan~=..do co~abandonar la cosa. Anno lo Más nllá de las escaramuzas helero<!Cxuales con Pauhne, es muy
opuso tcrmma.nt<'mcn~. amed celoao• Aqu( eo pcrtincnw prcgun- P<*iblc, dice Krüll, que haya habido juego• h om08cxuale•"· El propio
conaideraba nuton1.ano, pc84h :;. Y 118 tarde le pW!O...., nombre a su Fn-ud es un tanto ambiguo cuando habla de ...relaciones lnt.imas".
tnrso por qué Froud, mue os 08 m • Pasemos a la niñera, personaje pivote en lo primera infancia.
hija menor. . ta recordRrá a 80 sobrlno John como amigo Y Mónica, de apellido Zajic. O sea, del clan de los cerrajeros. Las inves-
Nuestro proUliO'f, b Jochanan en aquella época- El llB•ciooca realizados en 1957 por S~ner, Kalidova y Oicklhorn en
enemi go inseparable .bSe l~~~ado cuando In familia ee instaló en Novy Jicin, en el registro de residentes en Freibcrg, verificaron que
"Jobn• fuo el sobrenom -~º ª1 ~5 de agosto de 1855; ero por lo ta_nto Mónica Zajic era omplendn parn todo servicio en la caso. de ~1oría
Manchcster. Hnbla oac1 sº e d Tenlan -relaciones ianto amiga· F'reud, o ""ª• la '"'posa de Emmanucl. Mónica, entonce•, h!lbr(a sido
nuove meS<.'8 mayo':..,'lue igismu~ · Fliess Freud escribe: "Sé t:>m· 1111• niñera colectiva de Sigismund, John y Pauline". La empicada de
ble• como belicosas . En _uénno ca a compañ~ro de travesuras cuando
8
~~ha_era, según Swalcs, Resi Wittek. A Mónica, Freud la llama
biéo de.de hoce mucho qui era nu "'\la ruñ<'ra prehiRtórica", pero, poro Anna Frcud, aún no tenía cua·
renta añoo en aquella épocaU_ Católica, llevaba al pcqucfto Sigi a mi-

. Rebecc• Bl turco de •roouo alarcodo Y •7 Pe .


•4.Otro J)\1ede ser, como \'"IMOI. .._ · tor Swal y Sajncr <1e9eubneron un documento en las termu ~
barbo en punta"' Philipp. rt' d Gcinsteln osoc•on 'ªtriple imo~n de I~ ..,_ "dMotavia, do fecha 7 de Junto de 1857, donde figura ªAmalia 1-l"C!ud,
1
~ (d~ ~u~ rn~rcadcr .cn lnnu, y su omploudu Rea11i Wittek, de Frt"libcr~
•s. vanos &rQuff'OS. • pa.
madre en Freud con las lree mu..)e:ru qu~

10 cu:daron en Freibcrg. o &eo Ani&
O tüAera ch«a) ""-J':'anane Kru.11, S1g111und, fil• d~ Ja.rob. 1979, Parl•, Gn11imard,
llo, ~iorio (lo cs_pot.o de. Em~o.nl~el) >'.~ 6 ~::n ~uevft York, e~ 1955.
1

•&. A.nna vtvló erun un a1~ o, 1nun


63
62
Hny quien piensa que Mónica Zaji ~ .
más grave. Las referencias basta te e uc despedida por una cau"3
""y le hnblaba de Dios y del fuego eterno del infierno. En \S97, en llevaron a V1u» a postular un ... n n~mel"08a.s a símbolos cristianos
loe 11cmpos del aut.oan:llisis, ~·reud onterTOl!Ó a su madre &Obre lo mu- niilera habria hecho bautiur ~~conocoente ~tiano• en Freud ·• La
¡cr Parece ser que •cuando volvfa de la iglesia, Sigismund r~ab• y verdadero motivo del despido Lo P<!<!Uefto Stgt, Y ése habria sido el
contaba lo que hacía Dios Todopoderooo""'. Amalia la pinta como una sa. Pero creo muy probable ~e que me po.r«e otra flecha caprocho-
•mujer madura, fea y despierta". Ello sedujo a Sigismund, siendo -eo- 1
m~sica co~
junto al perfume mfstico d: es ed mundo a media luz de la catedral
mo luego veremos- compnftcro de juegos sexuales en sus primeros
qu~ u~a ~n
gregoriana de fondo ha doi¡adancra que es el incienso
lancea amatorios. De alll quo c!l lo llome •maestra de la sexualidod""°. olmo de un niño sensible i:J:vr CJO o vívida impresión el
Mónica Zajic, desde otra óptico, serfn el orquetipo de In Crnn Madre rcsc cstn descripción de una Ma n no ten o cuatro años36. Coneidó·
junguinna.
F'reud en el museo de Dresden: donna de Rafael, contemplado por
La niñera fue despedida cuando nació Anna. Philipp la ncul!Ó de
un pequeño robo. Cicatriz doble: In madre pare y la niñero desapare-
ce. EstM pérdidas dejaron una morca indeleble en el ombligo de su puede ~par,
Emana de esteaunque
cuadro yo tuvi~za
una b 11 f nsc1~an~
. ~e la cunl no lliC
paaado. Frcud recuerda haber buscado desesperadamente n la mo- de la Virgen .... Casi contra mi v una seno obJ?C•ón por tralnrsc
que ella era una encantadora y / u~"!d "" me unpuso la ideo de
drc, llorando sin consuelo. Entonce• Philipp, que habla delatado a 1
Mónica, abrió maliciosamente un cajón -un K08Un, en alemAn- para cfo. en n1odo alguno al mundo ~~ .hco ~ul~ro. que no pert.<.-ne--
m08trar que ella no estaba prcaa alli"- Pero el pequeño Sigismund Oaa cure1vas de -Oiñera"' so f lett1al, tuno a nuestro mundo"
aólo ae calmó cuando opart"'ió 1u madre en el vano de la puerta, "lin- nmu .
3
da y ¿Por
C!!bclta'"
qu6 '.Philipp hnbrfo m°"trado un cajón vatio? La respueat.a Tcncmoe una información ·
do la vida de Sigismund en Fr:!'' gtMr" de IOd primeros tres aftoo
llegó ní\os mi\s tarde, en In olla de In Troumdeutung. Cuando Sígis· tentes provienen de La inter re~b~rg. La mayoría de los datos cxis·
mund le preguntó al hermnno por la niilern, éste respondió que esta· de lo uída cotídiana Y la Co~re• c1dn de_ los sutil~, la Psicopotologfa
bn eingekastelt - "encajonnd•"- , oludiendo en chiste ol hecho de catar rea prof~Rionalcs se horrorizarr:Í:~~cto con Fl1~ss: Los historind<r
en In cárcel. La patnbro '"encQjonodn.. tiende un puente ah.11Jivo entre º!'8 onfr1cas, restos diurnos rec de \ e o eso~ nugi:uas que son csc:c·
confino.miento y gravidez. El niño temía que su madre también hu· historial cllnico fantástico Úna ~cr 08 ~lcubndores, y configuran un
b1cae desaparecido poro siempre. Los biógrafos don gran importancia lado oscuro de la memori·a infan':'.ITn~ e relámpagos rescatado• del
a cate momento; Krull va todavfo m6s lejos: "Yo no dudarla en atri- mú lui &obre nuestro hé · e.ro esos fogonazos arrojaron
buir a es...'\ experiencia el origen de la neurosis cardíaca de Freud~ .
33
d.re ob1etnva. roe que cualquier crónica minuciosa de mo·
Lo que es, pienso, una Oecha un tanto fantasiosa.
Luego tenemos la nota al poe de página del capitulo IV de la P..· . Cierta
vicio por unavezvaga
Sigismund entró en e1 cua~ de sus progenitores, mo-
curiosidad
copotolOffla de la uido cotidiana, donde, en relación con ..,te r«uerdo I-
padre &orado. FTeud reeordabn'fi":J!I, ':'1b16 una reprimenda de IU
cupe, papá, le voy a . r ic o en la ocasión: •No se preo-
infantil. Freud acota:
ehein••. Con cxperie~ºc~:rar u~o can1a nueva Y bonita en Ncut.is·
Quien se interesa por In vida mental infantil, íácilmcnt.o adívino· qu~ ~P.rosenta e l filoso ~n~~~e¡antca ~e consolidó Ja ley del padre
rá el motivo profundo del pedido hecho a su hcrmnno mayor: el pnnc1p10 d e placor. No ~a ~o de realidad; la madre sustentaba <•I
niño, que todavía no t.cn(l\ tres años, comprendió que 8U herma· ~re en la ..vida real" eray, ~n cmbnrgo, rnz6n para pensar que su
nita, nacida poco antes, se ho.bfa desarrollado en el vientre de su -<l~lrtll a medindoe del sigl:~sc;,cro ~uc el promedio en la Europa
madre. Él estab• muy l~joe de concordar con e•tc aumento de la ace Jonca- indican que Jacob 'r ore cont.Tario, -wclas )as prucbM
familia, inquieto y de.confiando que el vientre materno pudiese ue un podre afectuoso y tolerante
albergar a otras criaturas También quiso mirar dcnll'O del cajón
'
y recurrió a su her'mano mayor que, como queda claro en otro
material, ocuP" el lugar del padre como rival del niilo A la 8081"'"
cha fundado de que este hermano tenla "encajonada" a la ooile,.. ~El lulo de Vitz, büaclo ..
~ . lel\.ala I• preeeo.cia de peaall"Of_nle ttn el aut.flo de la bfonogntla
desaparecida, se sumaba la duda de que él era quien habla, de ' - .:=::nwn (repetiaón dcli:J:bru 11,ntfil'Abvas comoc~i(tro (porta·
alguna manera, introducido al bebé, recientemente llegado al -..U.."* ~I Conde Thun Y t.1i hijo ~'r'~). Tar',llH~n to1na otroe ejempl~ tn
mundo, en el vientre matcrno'4. l'fud, pég. 143). • miope (ouado por An%ieu. Cln 1u Aulo·

~st.e es el párrafo más k1ciniano que Freud hnyn ciscrito nunca.


65
64
aunque JU 1to y e<:uánime-it. El h\Jo lo consideniiba el ·hombre má.S
pOdcroso, •nb10 y nc:o· de la Tierra. como todo padre tiene que serlo•O. nerot;, que antes veía con buenos
La cicatn• mayor de •• prehistoria quiui rue la muerte de Julius; mano Y Jacob F'reud dio un OJOB i.,. 0 ~ de Su>skind Hoff.
el se¡;undo hi.Jo de Amalia nació en octubre de 18b7 --0 seo, cuondo Si- ger, ""°no fue así''. En este :;::~e j_8!J grados. Poro, pnrn Ellcnbcr:
gi•mund tenla un at'lo y mc<lio- y falleció sets m - mú tarde, de uno documentación que refuta 1 • .....,ner, una .... mú, ~
unn •inflamación intestinal" Momento de "del!C06 moléfiooo y aulén· no OXJstló ~ crisia en la indu.:'nªrgumcnto de ~oncs. Pnrcce Her que
ticos ~loa infantiles"''· No conocemos la duración de la enfermedad época, Particularmente en Brun a textil Morav1a Prosperaba en eaa
ni la reacción de la madre Joncs no hablo del luto materno; en ""°" cerca di; f'reiber¡'I Tomemos el n, la "Manchcstcr morava·, situado
tiempo11 In morlalidad infanhl era muy elevada, pero la pérdida de un la, el Pn.mer amor adol._,,te d~de IRJtaz Fluss, el padre de O~
hijo aiempre. _ 'l'y1men1u, tenla un deJ>68ito m h ud. F1use, lamb1éo originano de
LotJ ttcientes dNCUbrimienl.08 de Pcter S\\•ales•t arrojru-on nueva
lu% oobre este epillod10; un mes nnte8 de la muerte de Julius, otro Ju· b~ud, pe~ con el tiempo, fue~~~~~ pequeí\o que e l de Jacob
nea de IAlJ•dos cuando g 1 punto
,....~...... al de tentt r.
hus, hermano de Amalia, murió de tuberculosis en Vienn, o los veinte Tampoco está Probad~und ¡rcud lo visitó a IOfl 17 •íl011 una a-
aíl.,. de edad'1 Una pérdida doble pera ella Es muy i-1ble que 11 bajo de Jacob Kallamon, ya~~~ ~f::rrocaha~ rril ~ j)el)udicado et tro-
y un ramal del Exp d 1 "" negl'.)Ctos en t.od ¡
muerte del hermano y del hijo mal'C3ran el fionl de la juventud dora·
da de Amalia. La muerte, que se llevó al abuelo Schlomo y a los do& kilómetros de Frei= .,:_,nN<>ri<! llegaba a Oatrau, aitwid: :'.:..lll
dem - e · ....., er encontl'll d
! 6:': .
u~10 -
Julius, se lu.o sentir temprano en la vida de Sigismund Ue.stran un flort'Cimiento de los o . oeumentos de archivo qut.•
Julius no apon>ee en el aut.oan•Lisi.s. Emerge en otro lutiar. en el Tenemos, por ejemplo, el certificado egoca.., en la década de 1850..
olvido del nombre del poeta Juhu• Mosen En esa oportunulad, F'reud que consta que "El señor Jacob Ka de la alealdla de Klogsdort: en el
le ~ribe a Fhess que la causa está en -c¡crtos materiales i1úant1lc8 ~ 18 de d1c1embrc de 1815, Junto ! ' : n Frcud, noci~o en 'l'ys~eniu
qu" hablan deoempeñado su papel en la represión de este nombre-U. athansobn. Y los hijos de esta uni ~ Amalaa F'reud. nacida
Aquf tenn1na una época que luego será reoordoda con interm1na· :~bedrg el 6 de mayo de 1856, Y~~ ~sdmund_ Froud, nacido en
ble noatalgia. Sólo a través de un rodeo, de tu palabras atribuidas a e 1c1embrc de 1858. del m1sm od u • nacida eo Frt-iberg el
"°"
un "¡>.-\ciente ficticio"-<'• el articulo sobro los recuerdos encubndores-
nos enteramos de que la ptrdida de Freiberg habla aido "la catútrofe
original que conmocionó todo [su) existencia,..•. F1n de ese paraiso
perdido. Cuando Sigismund tenla t"'5 años, la familia emigró.
dan n-.. de ""ta unión
leodri • u- l'(>gjdo m o que t.odce los h\Jo¡! que puo·
rcclto a domicilio y mi.,;• -- no entes de esta comuna y tienon d~
fraseriton en todo momento &tilo en nucst
encuentren Ot1o 1
cob Pre 'como represcntani. de la com ra co~una. Además, el in·
upr de ret.idencia,
~

¿Cut! fue el motivo del éxodo? Segun Jones, la 1ttuaa6n ecoo6au- ud Y su eoposa tienen un b una. certifica que •I - o r Ja.
ca de Freibc.rg, relativamente bue1\n hasta 1840. se deterioró con la su -du<ta nada d ..favorabte... uen nombro Y que nunca hubo en
llepda del ferrocarril que iba de \-¡, na a Varoov>a y que pesaba lejos cho Este certilicado d<!9Carta la ~rí
de Freiberg. La pcqueíla ciudad ubicada junto al río Lubina hab10 . no oe sabe, a ••eneta cierta cu'~ead';, la J)Cr11ecuc16n checa. Oc he-
Roazen sugie , a.i 1ueron Jos mob . ..1-1 . .
prosperado anteriormente por ser un punto estrotégloo do la caravana
ele 1.,. men:adereo4'. Jooes pinta el siguiente cuadro: ·La actiVldad de
'•••to de 1 r~ un gran revés financiero Segú Ed ,.,. ...., enl10.
Jacob fue directamenw afectada. Habla. también, olros presagios 1i· =~ equTv:~d':,. ~~ 1:::~·.~;~~nueÍ y PhiLJpp h';~~C:..,~e¡;,",~~
mestroo Uno de Ice resultados de la revolución de 1848-9 íue el esta-
blecimiento dcl nacionalismo checo como poder emergente en la pollti·
ca austriaca, con la con1iguientc hipertrofia del nacionalismo local
.,.,.::o
JIOd e plum"" de avestruz" Ot eanao, dedieadu a la produc-
haber sido el servicio ~lli;:,.motivo, conjeturado por Ronz{'n
....., mar las armas. En aquellos ~fª que hab.1~ t - Freud ftpt~
Ho.sta en Fre1berg, los fabricantes de lcjidos de lann, todos cbcooo, co- iunta"f"'lidad para loe judfosU Se .1 os, el .serv1c10 militar crn una
menmron a murmurar que Ice comerciantes Judios era.a to. rcspon...
bles de la nueva situación precaria""- O sea que In corporación de la· ... Fr., .ane Krun desentems un
•;
~.'&~a':;"° hablaría en favor de la Cº~ toda ~ Í~ia mudó oe
18 e l<lrv1eto m1htnr. En esa
°""las .:i,~· I? ""· Philipp, y otro
..
Otro '8&óones militares...
t!;:,rt"
en la que oe habla de J>ín.
ano, que "tienen que cumplir
lertiu Jl0e1ble motwo ésta •
.g Amaba t.enÍli a.astro hermanoa: llennann y Natham, muc:bo ~ ~°:ran Jos 1>resun~ eelos~~~:c~'¡;'h..ª muy enlc.ica de Mariane
que ella, Adolfo, que Pf'O"l>O'Ó en Cl-aco>u. y •I fallerido JuliUJ<. Según Swe- lllla re1..,;,,ª Ph1hpp, de ser ciert<> co j¡ ti podrlo haber querido
•o
leo. que• bua wia carta 1n4cb1a de Ob"'r a Ben1kld. F'......i .,.¡¡,,.,.i>e • ..._ llay u:a•únlt~ este ~IUmo Y ~ah~.:_ eg6 a concluir, que babia
eu bo Hermann (Mariano Kt1l.ll, op. cu., pá¡ 196).

66
-- d tima co -
,:r;::·
•I • •unto de los ;::'~r:.·
·
la mú plaUBible de tocia.. Se
· En l866, Joacph, hermano de
67
infierno ... ~1l
ligada n ese onguatia·10.
ep1.sodio•1 de vuvnr,
.. ahora superada, lambién está
Jocob frtud, cayó preso por falsificación de rubloe. •fue uM historia
tri•t.e•, ttmemora Sigmund Freud.. , que no •imput.iuba con 1u Uo.
nmer- es el funesto destino d~ 1 castigo -<:<>molo scllaln Thóo
En La 1nttrprttaci6n dt los sueños menciona que loe cabellos de su Pf . El alma condenoda ol infierno· ese .
padre oncanreieron de disgusto en pocos dlas. Jon .. da cuenta del Nuevo Testamento. ~I observa tambo:' grand"8 pecadorca, según el
epu1od10 en un par de lineas><. Una v"1' más, la• invc1tigncion.. de menClonn Frcud -tres oños cu do iéo qu~ la edad equivocado que

~xodo e~ r::~~~:n:!:' ~ic".


Gicklhom''. reaumidaB por Krull, pcnnitieron -\arecer IDI andan· pande a la fecho de In d • ' "". en reahdad tenla cuatro- co
ias de cata oveja negro de la familia. Joseph fue detenido por reeep- otra versión del Mónica Encontro":
cuarenta oño• dcspu~:
ción y venta de rublos falsos. y condenado, con un cómplice, a die• 0
carta a FhellS de 1899, sea,
añoo de prisión, en Viena, el 22 de febrero de 1866 (S1giJlmund tenla
10 nftCMI). "La •operación• -según el Jefe de Policfa- fue montada por
escCM de lo primero infanc~~~as ~·• fantasr~s, deACubrl una
extremlsLo• de origen polaco"'"· La moneda falsa era fabricada en Profundomcntc enterrada b .
lnglnt.crrn, con In complicidad de los 'hijo• del hermano· del ncusa· lleno todos los rcqu isitos en 1n es e los vernttdói< meses) que
do, establecido• en Monchester. Existe In posibilidod, entonces, de mas rcstnnt.cs. Ella es todo al ,:t:l c?nvcrgcn todo" los cn ig-
que Jncob tnmbién estuviese implicado en In •mnfin polnco•. JMeph onturt\l y el rc~lo. At'in me cuesta s o : 1cmpo: sexual, inoccnt.c
fue prc•O en 1865, aunque tal vez e•tc open•tivo ya runcionase en
1859. Do ncuerdo con los documentM de la ópoca, yu hobln billetes
hubic•• dcs~nt.crrodo una vez mtl~rccro. Es como si Schlicmon~
to~ccs conMidcrodo unn gron fáb 1a TroOya, lo quo ero hnslo en·
falsos en 1863· Según esta hipótesis. Emmanuel y Philipp podrían
haber emi~r.1do n Manchcster para eolrar en contMtO con los falsifi·
m1 teorfo en n1i propio cnso u a ... cmostró In rcalidnd do
isolución de mi fobia anteri~ dán~ol_lle, de forma eorpr<'ndcnt.c In
cndore• y pftrticipar en la organización. En tal caso el propio Jacob tanto, era uno fontasla de e': v;,a¡a~
e? tren ... M1 fobia, lopo;
bre, determinada por mi voraci~dr:;.:~~~~ ~nn fobin df' hom-
1
estarla comprometido, puesto que financió el viaje y la 1nstnlación
63
inicia\
S<>• quo •e debiera al racismo, el ..,rvic10 militar, ln.s plumns de
nvc,.lf'll., el adulterio de Amalia, los rubl08 ral-. lo ciel'IO es que no
ae conoce con ccrl"1'3 la ruón ni la rccba de In partida. El éxodo se
la angu•tlo
No rueron tiempos fácil"8.
de Sig11mund en elConcuerd
'nfi d .
con Manane Krull en que
mente a excitación sexual Es d.' iemo. e Breslau no se debió aola·
prodUJO deopués del 11 de agosto de 1859, cuando Amo.ha recibió su
paanportc. y antes del 21 de mano, el din en que au tercera hija, Ro-
~nismo.
el éxodo era tenao, al borde d:.respán~lJ'
..que el clima de loe adultos
100--. No estaban hacu~ndo t.u-
an, nació en Viena. Conlo el ferrocarril no pUaba por Fre1berg, la fa·
~Alsabemos nada de la perm~' a amil1a se mudó 8
comicnz.o de IR migració 1 f: ..
:Po~ad luLcc~ e.ncucntrn fuera denl~n;~':a,e~i es':.,,"~dad .. ¿Por q~ó un~
miha cubrió en carreta los treinta kilómetro• hosta Ostrau, y alll to- Lc1plig Tam
mó el ExpreM> del Norte que iba a Leipzig, pasando por Broslau.
Froud, de varias maneras, habla de In partida como una cala·
Lci '!" !pzig? ¿Permanecieron al rec e f,..,1bcrg o Viena?
pz1g, mC)Jor dicho ese . . d gunos meses o todo el ono 1859?
midad:
Cuando tenlo aproximadamente tres olios, la ramo de In indu•· :.~':nceul~ral de In t;nvcsl~1 ';~ 8 ~':,";.d~ d~ Frciberg, muren el cho·
la a n .en quo el •auloanálisis d m a . A fines de 1897, en un
trio en In cual mi padre trabajaba sufrió una catástroro&•. mnesitt infontil 80 lcvnnt es, e hecho, la coan n1á~ c.scnciol"'"
a en parte, y Frcud r<..-cucrdn· '
AJum después, cuando Jacob sugirió el casamiento con Paul ioe, Má .
Sigrouod relata que su •padre tenla buenas intenciones ni planear di· • tarde,
P<rtó entreenlos
mi libido dos 1~dos .años Y medio de edad, se des·
relociln
cho cMamicnto, quena compensarme por la pérdida !debido al la pri· on m1 matrem, cuando durontc un
m•ro catdstroft qu• ti habla causada en toda mi vida""°·
Infortunio que pasa por el infierno. El primer recuerdo que 11)CU·
pero en ese otoilo autoanalítico de 1897, cuando In amnesia infantil '10. Cambta ndo de aplica, Y abandona d
._ ~nn:t
ae rMga. lo lleva a ese viaje en tren, etapa inicial del éxodo; - •I- F. •or¡>..nd• que Fnoud haya .n.; Hta VOZ el Jl'ftft ansul•r de
• ltltordar. •te f'K'UrtO moderno •Un . vtVl o au pnmera tnfancao 11n co-
Breslau t.ambitn desempe!la un p8pel en mi• recuerdos jnfanti· ~do '*~:, ~ .IOV<n fue de otro .;g';: ';3'!: llepdo • Ftt1btrs Con.,,..
loe.. ht<iroci6(•rlrnl" Ahl vivía Abae ~I -rí ~talmente. 8,..l•u tra un
1... A loo tres años de edad pasé por esa estación cuando parb· 09 y ~rdados-la ...:-. o pnmtdo", eon iu h11&.ona
moe de Freibcrg para Leip<ig, y las llnmn1 do ¡as que vi entonCf'f - • ll<'uropo!A>lógtca.
por primera vez me hicieron pcnur en e1plritu1 ardiendo en el
69
l\R
vin,re nocturno en !Ten de Leipzig a Viena, tuve lo oportunidad de "un perseguidor profesional de 'udl . .
vetla nudani&4. manero má3 trucu1Qnta"''3 J os d1fic1Jmente IC: expresa.ria de
Eso joven del 81 glo xix m e
De Freiberg a Leipiig: lns llomoe infcmoles de Breslau; de Lcip- años. Cabe consignar que la ,;;d só ~n In escuela cuando tenía diez
zig a Viena: Ja visión de la madre desnuda Como si en la C3tela de tos ~o scxunles. Con ella Sigismun': ue •u ~ae.str~ Inicial en asun·
ese tren de emigrantes rurales se acabara la inocencio. do Sigiemund, lección de su vida. "-iando 1 aprendió la pnmera Y más dura
eso inoeencio que luego el padre del ps1coanáJi•is decretará que no cuerda: con e aueño de laa Tres Pa.rcaa, él ..,.
existió, que nunca existe.
Curioso det.alle: Freud se equivoca en cuanto a la fecho de ese Cuando tenla seis anos Y estab . .
acontec1miento. i:I tenía eerca de cuatro años en ess época. Era, por nes de mi madre, ello querln e a r~1b1endo las primeras leccio-
tanto, mayor. más concupisccnt.o. más voyeuristo, cuando vislumbró chos de polvo y debemos, por ia:::;;n:rmc que todos estamos he·
n su madre desnudo y grávida. Interesante que aún a los 4 1 aftos. me agradaba Ycuestioné el dogma' Mo_lver: la berra. La idea no
siendo ya el menos coov('ocional de los exploradores del sexo, optara g6 Jas man08, como si estuviese h . . í ma ro entonces se restre-
por el n1atrcn1 nudam, apoyándose en un lotín más púdico, por su teníu harina en ollas Y me mos1:'1endo ltntxi<ls, excepto que no
condición do lengua muerta". f":'to de la fncción, ,,,{mo Prueba d as escamas de la epidermis,
Fino.lnlentc1 Vi~na. Días acingos. La fam11ia cambiaba de domici· Mi asombro onte esta demostr . e que Pl'OCOOíamos de la tierra.
lio con la frecuencia de los desposeídos. Varias mudanus entre 1860 me resigné a lo que más ta d ación od oculum no tuvo limites y
y 1865, todas ellas en el barrio judlo de Leopold•tadt. Todas ellas en bras •tú debet una muerte arlaº:ant.:.~~~~~freeado por latJ pal'n ..
lo incertidumbre. Leopoldstadt, como barrio, parece un et1Cenario aór·
dido de novela de Dickens, y Sigismund, otra vez como David Copper- tste es uno de los pocos recuerd
field, vive en edificios grises y tn&tes, con el rnncio olor a repollo de la lntencia. La escena, con 3us connot ~ de eu m~dre en el período de
~mos mortales, no hay salida Eac1,ones blbhcas, fue memorable.
angustia suburbana. Es muy probable que su odio sempiterno por
Viena date de ese período en el que lo fnmilio corría el riC&go de caer
al nLvel de IR villa miseria.•.
pierde su inmortalidad. En una ~o~
que los dos afectos involucrados
r
~ora del ~sombro, el nii\o
a p1c de pá¡poa, Frcud añade
El barrio se amontonaba en la e<tremidad norte de lo ciudad, se- tupcfocción Y la resignación p en lo es~cna infantil fueron la es-
parado del centro por un canal contaminado del Danubio. En esa pa~ noda, hay qua aferrar t~o"f: c::cJwr:.
No so debe d~jar esca ..
época, cerca de la mitad de los 15 mil judlos radicados en la Capital de,¡ar r,asar ninguna ocasión 1 ·~ se puede tener ... no se debo
del Vals se conccntrnbn en osa zona. Leopoldstadt, que inclula Bri· tobJe• 6, a VI a es 1-n corta, la muerte inevi-

gittenau y el Prnter, venia siendo un gueto desde la Edad Media... El h' ~hur liga esta Pordbo/o d•I KntXJ .
impacto de la ..invasión isroeHtn". como preícrfan decir los racistas. ••tona blblica; croe que •se u el al interés de Freud por ¡0
ponlo a los judlos asimilados frente al dilema típico de cualquier gue- °'ne·~ antes de haber leído p s~\pensar que 1!1 conocía el texto del
to: lo. •di&eriminoción intcmn". Los recién llegados, desnutridos y mi· t.!mprana el caráct.!r inelucta~I da ~spcare·, Y que "aprendió a edad
seroblee, ..vcnlon do una Europa Oriental aumcrgida en laa tinic· eate e~1sodfo eurgió una im e e a mu~rte~G. •11. Para A.n.zieu, de
blaa·10, y suscitaban una mezcla de compasión y repulsa entre sus da la Vida y la madre que doªlf:~ mi;:::Cna 1nquÁ1etantc: In mndro que
hermanos yo afincados. El joven Sigmund no e•taba libre de tales Rospect.o del lazo u~ ' loto Y troPO&n.
sentimiento&. A los dieci.séis años. de vuelta de una visito a eu Frci- :~judío, debió tener u::'..ª~r:~Ó~~ comenta que Sigismund, "por
berg natal, a.e encontró en el tren con •un viejo judío, altamente res- aui!.°41~xphcar!a la notable represió~admadre carg.a da de ••gnifica-
petable y su vieja ju dia correspondiente, con una hijita melancólica y fi .,8 1s11 -represión que J e cea relación en 80 propio
llena do granos y un hijo imprudente ...". Le describe eu rcchnzo a su d: tod Freud eacribirá: "El ni~~·:ia~ta sin cuestionar en su biogra-
omigo Emil Fluss, también judlo11• Considera que son lo más "inso- ""' a relación amorosa E t . o de la madre es el protol.ipo
portable que se pueda imaginar·. Ese individuo estaba "hecho do la bcont.rarloWft . ncon ror el objeto 8exual os, en suma,
misma ~stora con que el destino hace a la gentuza: astuto. mentiJ"OIO,
mant.e1udo por su cara familia en la convicción de que ea un hombre
de ~lento y, junto con eso, lo libertad do no tener principios ni con·
copetón del mundo. A su lado, completaba el cuadro una cocinera de ~ta
• J l. Cbeet·, . - 1
nona a Pn.1C0c1dad d
Bohemia, dueña de la mds perfocta cara de bulldog que yo haya vi&- ...... ~~a rnuert.ea lo.cinco o!.m_o~n~d·La mayorln do 108niñoe 10
to. Estaba horto de esa ralea.,., Peter Gay tiene razón al aftrmar que con la naturuleza. ---. in uao a.otee ai han a.ido cria-

70 71
b Nathonsohn, el abuelo materno de S1- mos considerar que Freibcrg era una ciudad pequeña, y que el "'cris~
En octubre de 1865, Jaoo . de uno gangrena'°. Su nieto asiste, tiano'" ~r bien podría haber ~udo un vecino.
gismund, mucre a consccuenc~a t coma*' ~ta fue tn primero muerte El período menos conocido de In vida de nue•tro hércc es quizás
impresionado, n los esteft?re9 ~ante rque incluía el sufrimiento de el que va de 1862 a 1872, abarcando la latencia, lo pubertad y la en-
presenciada, do~lemen~ imfª·d de :.:. meses de Alexandr~. La vi~­ trada en lo adolescencia. Lo poco que sabemos noo llega de su herma-
su madre. Amaha •.•t.11 a gr 1t aFueron tiempos sórdidos; v1vlan ap1-
da, Sarah, pasó a vwar oon ~ °:~1 abuelo .obrevino la prisión del \fo
na Anna - testigo tendencioso. Su a rtículo, '"1'1y brothcr, Sig1nund
Frcud", ca poco confiablc87•
ñados. Después de la mue e .6 ' Jooes concluye que Sigismund debe *haber sido un •buen• niño,
Joseph. Gangrc~a~ mucrW y oorr_upc~iR~il<lll""'· El fontas1nn de la ~ nnda rebelde, aficionado • lo lectura y al estudio"". Lo que no quiere
•Entonce8 vinieron largoo "º°:: 'be como "hijo de padres ongi-
brczn siempre presente. Frcud.se <!'~na ucl t\ ·ero de provincia con
decir nada . Una grao laguna curricular cubre In alfabetización y la
escolaridad primaria. Jonca liquida el tema con sólo un párrafo: "Des-
nalmcntc acomod!dEOll quhe;,:;, v~~nc~ un\equ~o ejemplo de lo que pués de las primeras lecciones con su mndrc. e1 padre &e encargó de
bastnnte confort . sa iv.:r "6S su educación. ant~s de rnundarlo u una cscucln particu lar. Aunque
Freud llamorll "Novclo Fa,~1har , dó o la cconomlo familiar. Cuan· autodidacto, [Jacob) era evidentemente un hombre culto, con intcli-
La fertilidad de Ama '" no •Y~ on a Viena sólo tcnlan dos hi· gencu1 y visión superiores ol promedio-81• Jacob Freud, judío en vías
do Jac~ Frcud Y su mujr se ::'~nº;ápido gecu~ncia. entre 1860 Y de nsimilo.ción, no le dio n su hijo In educnción religioso que la trndi·
jos: S1gismund y Anna. ucg .' . tr "cuatro hermonns -Rosa, ción mando. La familia no comia /tosher·12 ni respetaba lns fiestas re-
1866, Sigismund tuvo c¡ue rcc•~;,'.~-~m~n Alexandrc. Según I~ her· ligiosos, excepto un oca.sionnl Sedtr o Peuog.
Mario, Adolfine Y Pouhn<;¡ y~ ~re fue elegido por el propio $1- Annn Bernaye, por su lodo, cuenta que no fue el padre quien edu-
mona Anno.M, el nombre e .exnani\os en una reunión (a.miliar que có a Sigismund: "Mi hermano mayor era el orgullo de la familia. Du-
gismund, que entonces tenfn diez, ó ei nonlbro que proponía el pri· rante todo el periodo co"""'pondiente a lo C1!CUelo primano, mi madre
él mismo habla convocado. Se ac'¡ft añas heroicas. Pequeño con•ue- le dnba ella misma leccionCll en ensa, de modo que él sólo asistió o la
mogénito, JM;!'sando en anltgu~:b:~e perder el titulo de único hijo escuela p\lblica a los diez ruios, al entrar en el liceo"90. Seno de quien
to pnra el hlJO celoso que oca fueren los méritos de su educación, el h~o es que Sigi.l'mund eiem-
varón. medio de la i nfnncia, divide pro amó la lcc:turn. Conocfn los clásicos notes do entrar en la escuela
Un acontecimiento fundamento.1' e 0 di o doce ai'\os cuando y, a los ocho, inicinba su larga aventura con Shakespearc, pero sólo a
lns aguas. Freud recu erda que •debla tener
scoe* En""una ocns1ón,
. a fitn de loo trece leyó su pnmera novela modema
mi padre comenzó! a lldeva~:i,~:~~~:r~o radicalmente paro los judíos Con ttspecto o la en8C'ñanzn rcligi08a, las investigaciones nctua,.
demostrarle que B VI ~ • ' . les no permiten prC!'Cisar cuánto licn1po asistió a la escuela, ni o cuál
en Austria, él contó el s1gu1eote caso. fu•. Sólo AAbemoo que aprendió historia judla a lo largo de sus calu-
d ~ . o pasear p<>r la• calles de la d1ot primarios y secundarios. Ruben Rainey" ha presentado uno te-
Cuando yo era joven, un sá~n o, .º' d con un gorro de piel nue- &i8 bien documentada sobro el asunto. En ella npnreccn los progr-a·
ciudad donde naciste. Iba bien t::~: :~ cristiano y tira mi gorro mu religi~ de la época y las reseñas de los ortlculos de Samuel
vo en In caboz..o. De ~ront.o.~c n rn do la acero, judto!"' . Hammerschlag, el profesor de religión que consideraba a Sigmund
en la alcantanlla, gritando. ¡Fue s· . nd Tuvo la ••· Freud como su hijo.
- ¿Y qué paoó? -pregunta el pequeño ig1smu . Dos_manualea regían esas clases. El primero -por esas vueltas
b"'icnto respuesta: 1 1 ro"> del destino-.era de l.M>pold Breuer, el esclarecido padre de Jooeph
_Nada, b:\ié a la alcantarillo Yreoog e gor · Breuer. E8Cr1to en estilo eintplc, pnra nH'ios, el texto se divídía en dos
es\ .sodio en tomo del cual el P&rtes: In primero trataba de la ltistoria de los judíos hasta el Tal-
Mucho se ~.ª co.mentodo sobre e cphe es~ ntcantorilla nooe su ::ud fsiglo IV d C.); la parte final cubrlo hasta 1860 El segundo
hijo rumió prol11•• tantosfas de ve~;,ª· 'nlrépido semita Anlbal, t •to, mt\!IJ nv~zado, era una antolog1a del pcn~nmiento judío, que
idtn\ificnci6n con la ligur~ ~el ']\ 1 ta~~~é~'el nombre de Alexandr<! .•n
..::,•b~ part1~ulnr del Pueblo Elegido en la Diásporo. Raincy co-
que juró vengar a Cartag~? \~arthe Robert que esta historio n08 ~· obl ta. ~n los tiempos de Frcud, la educoción religiosa era materia
pnro. su hcrn\anO meno~. 1 ~ • Kallnmon Jncob. Elln eol\Je- icatono, tanto en las escuclu públicas como en la privodas•.n
una idea de la apanen~ao. fis1cadde:l~:;'aba ciertas carocterísticns de
\uro que el padre de S1gt•mw> co 1 pecto... que.., t,.,.. •12 Co
•u GaliUlo natal que "pcrmitEfon conoccrni:;:r ~n '::'n din •ilbodo. l)ebe" mida P"t'P&rad& 11guie-ndo los p~pc.os judtoa.
taba de un judlo pindoso de u ropa orie
73
72
Frcud leyó las obras comple ta• de Ludwig Borne a los 13 a~os. NOTAS
Fue un irran deocubrimicnto en el portal de la adolescencia. En una
corta a Ferencz1 et cr1ta en 1919 se refiere al efecto de esn lectura: l. CW. ll· UI, p.og 143
*Muy joven, tal vez al cumplir loo trece alloo, recibf de regalo la obra 2. Emest Jones_ A tuda t oO
de Borne; la lei <0n gran entusiasmo y guardé en mi memoria algu- 1" Imaco, I, P'c. 18. a ro dt S'lmund Ft'fud, 198$, Río de Jane1~
no& de sus !l(!(luellos ensayos, aunque no el dedi<ado a 11 criptomne- 3. SE, IV, P'lg. 192.
1ia u Cuando relel eate último texto, me aorprend1ó comprobar que, 4· J-f Sljner -SÍillluod l"t d
en varios pasajes, coincide palabra por palabra con coeas que yo •iem· berg (Pnbor) uod zu' Aflhtm• ,..., . c~1~~gen zu st1inem Gebru.st.aort. Frei·
5. lbíd ' ....... - 1968, P4. 172.
pre peMé y s ustenté. Él podrla ser, efectivamente, la fuente de mi
originahdnd.... Tal vez este olvido se deba a que Borne fue un judlo 6. Carta al alcalde de •'reibe (P
que se convirtió al cristianismo. S1gmund Frrud Corrt•pondi11c14~ Anbor) del 25 dt octubre de 1931 en
P'c- 250. ~ mtN, 1981 , Río de Jan4 1ro. Jm~go.
En la leyenda freudiana hay por Jo menos dos rcícrencias o éxi·
tol futuroa. Ci<'rta vez, cuando él tenía 11 años, en un restaurante 7. Enl<it J.on.., op. ttt, 1 -. 1, P4. 19
8.J-fSljner, 1bid. , J>Or. 179 •
del PTater, el famoso paseo de Viena, un poeta ambulante aumó au 9. Tomado de Tb Pfri
predicción a la de la campesina al pie d e la cuna El poeta recoma las PU•', pág. 35. mmer, Pr<ud, l«tour <k lo 81bl~. 1982, Parú.
mesas, improvisando sonetos por mont'dos. ·l\1e mandaron -cuenta 10. Roa.ald Clarlc Prt d / !u>m
Freud- que llamara ni poeta a nuestra mesa, y él mo&tr6 su agradecí· Aires, JJrdic. 12. • u ,< brr Y'" cauto. 1985, Planeta. Buel)Qll
miento al mensajero. Antes de preguntar por el tema, reató algunos ll. Pete.r C•y Fryud uma d
versos respecto de mi e, inspirado, declaró que algún dla yo probable- Compa.nhia da.a Letras. 1989 _,,_"~r:º paro 0 no.tao lt!mpo, 1989, San Pablo
mente Mtria ministro"". En el chma liberal de Viena deapu& de 11 12. SE, V, pdc. S83 ' ,..... ~. '
reforma de 1869, dicha profecfa parecla peñectamente sensata90 • 13. !bid.
Si minimiumoo la disparidad d e edadea de loo progenitores y la 14. SE, V, 1>4. 585
pobreza sin hambre. sobresalen los celos pOr los nacimientos de las l5. L,-dio Flem A u1da cot ºd ·
LAPAt., péc. 127. ' l cano <h Pr<ud fl ~u• paci~ntt1, 1986,
hermanas, la culpa por la muerú' del bebé Julius, el episodio er6tico- 16. SE, UI, páp. 303-23
C1t61ico con Ja niftera, la rivalidad con su medio hermano l'tiihpp, el 17. SE, rv, páp. 204-8. .
vandalismo con Pauline, la complicidad con John (paradigma del fu. 18. SE, IV, pág. 204.
turo amigo..-nemigo), y quizá, lo más fue.u de todo, ele Com> pater- l9. SE, IV,"'«> 181-2
no en la alcantarillo. De alll que la mayorla de los biógrafos, analil!-
tas d e profesión, acostumbrados a historiales cllnicoe máa bien ~~ ~· op. <d., pág. 23.
• .,.... 2'31,
pesados, estimen, con Marthc Robcrt, que ~I tuvo •una infnnc1a tn· 22. SE, V, Pfi«. 424
vial ... cuyo& principales acontecimientos podían pasar inadvertidos 1 ,,.J3. Carta do Freud 1 Flieu del 3 10.
los ojos de los adultos". Una infancia que podemos considerar, pani· · Wdlt«m p¡,._ 1986 J M M • Ri!17, c.w..,,,,,,,1dt•<10 S'#"'u•d
fraseando a Winnicott, rawnablemente buena Eso vale para todo e1 24. SE, v, "41. 4Íl3 ' • · .._., o de Janoiro, lruago, pág. 269,
periodo, y es doblemente d.lido para los tres pnmeros Mol, "baña· 25. Lydia Flem, op. át • JJ4c. 85
dos por unn cálida tntimidad familiar, en contacto con lo. naturaleza ~-SE, V,"'-'· 424.
y con toda la hbertad concebible en aquellos bem~.... Conviene ,.... 2i~-:;:-Krúli~Jiüd<J-6, l919 Pana,r-n.-~
cordar que, según la firme y certera convicción del biografiado, ésOO 29. Carta M - (comp:~ op. at, pág. 27 !n. ' - . . . , . , llÓll- 184.
aon los tiempos fundaotes del sujeto barrado. Como luqo ,·eremos. 30 Carta de FreucJ a . , . . doJ 15 de Octubre de 1897 •
Si«tsmund Freud fue un chico mucho más sano que, para dar un ª
3L Carta de Preud ru... c1e1sdeoctubrede1 ' il>ód • ~ 212.
32 e de Preud a Fli... del 15 de OCWhrt de 897, •bid., pág. 269.
ejemplo, Car! Gust.av Jung
~.::::: Preud. Flioosdel 15deoe<u.brede :~· ~ · P4 270.
34. S¡¡ VI l(r\¡U, op. at , pág. 175. • d • P4 272.
" ' -35· p · 'C. Vita,
' ""'· 50-1
S"mund p
3.,~ rtud CAr11tian Un<on.c1ou1, 1988, Cu1líord
. Manan. l(r\¡U .
,.__37. Carta de F • op et., pág. 172.
13 T6ctuca de Borne que aparece tn un rn1ayo titu1udo •Cómo aptl'P-
der a escribir eo lrN dlas·
-._.u reud • ld.tttba del 20 d
ne1a: d.t omor: 1981 Rio de e. <!Jlero de 1883, Si¡¡mund Preud.
' ' J11Mtro, ¡.._ 1>11s- 10«.
74 75
7!>. SE, IV, pdp. 207-8.
33. cw.11. "'"' 221
39. Emetl Jo1\~s. op. cit. , pá¡t. 2 l. 76. l\ta.x Schur, f.'rtud, u1do # aaonia, 1981, Rfo de Joneiro Ima no t
pág. 33. • • • •
40. cw. 11, 1>.lg. 207.
41. Corln de Frcud a Jo"heat del 3 de oclubre de 1887, J . ~t. ~tas.son 77. Oidier Antleu, A aulo·c111dli1t dt flreud r 11 de1to~rlo da psic<uidU«
(comp.), op " ' • pág. 269. 1989, Artes Médicu, Porto Alegre, pága. 260-8. '
42 Pett-r S••ate.. Frrud, Joham Wt1fr and lht: Stolus o/ &duct•on_. TM 78. P. Rieff, J'rwud, 14 TMnt~ dt U.n morol1S10. 1966, Bueno. A1rH. Pai-
rol.t: o( tM Wt1cA 1n tite Conttpl1on o{ Fantu:y. 1982. Nueva York. tdicion del d61, pág. 147.
nutor. 79. SE, XXII, ""· 66.
43. Cnrrn de freud n Fiie,. del 26 de og..to de 1898, J M. Ma1son 80. Mnri•no Krilll, op. cit., P'is- 223.
(comp.), op. <11., 1>ág. 325. 81. cw. 111, p~g. 406.
44. S&, 111 , 1>og. 314. 82. SE, 111, pág. 312
45. Kurt t:iMler, Sigmund ,...f'C!ud, o bJotirophrml Wtch , 1978, Londres. 83. PeU!r Cay, op. cit., pág. 25.
Oeut&ch, pllg 12 84. Anoa Bem-.ye. •!ity brot.her, Sigmund Frcud'", A.~rican Aftrcury,
46. EmHt Jooes, op. cll., P4-25. 1940, póp. 33S..2
47. Henn t". Ellenbcrger, Tht Du;cowryo(tht: Unconsc1ou1. 1970, Baste 85. SE, IV, pdf. 197.
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48. Mnriune Krüll, op. cit.. pág. 201. 87. Annn Bcrnnys, ibfd.
49. Jooef Sl\jner, ibíd., pá¡¡ 176. 88. Emesl Jon~a. op. cit.• pág. 29.
50. lbtd 89. EmestJonu, op. cit. pá¡ 31
51. Paul Ro.zen, Entrev11ta a Edward Bema)'t del 28 de noviembre de 90. Anna O.mayo, ibld., pág 7.
1965, Fnud Y ' " ' d1«fpult», 1974, Bue006 Aira, Alianza, pág 30 91. R. ~t. Ra1ney, ªFreud 8.1 a •tudent oí ttH(ton· perspecla""e• on the
52. lbid bac~grouod aod de;velopmeot ofh11 thought•, Univer11ty of ~lontana, Ptlis.
53. f\.h.r·n1nc KrOll, op. cit., pág. 203. ooun, 1975 (Th. Pf"nmer, op. cit., pá¡¡, 57).
64. lbld. 92. Citado por 1"h. Pfrimer, op. cit., págs. 58-9.
55. SE, IV, pág. 133. 93. Carta de Freud a Ferencii dol 9 de abril do 1919, Sigttu1nd J<'rcud·
56. Eme.t Jones. op. cll , p4g. 17. Sando,. Fertntt.1, CON't•J>Olld(U&Ct, Pari1, Calm&n·l...evy, 1992.
57. R Cic.klboro, Sigmund ¡..,~ud und dt r On•dtroum D1clstung und 94. SE, IV,""'- 192-3.
WahrMtt, Vitna, 1976. 95. SE, IV, pq. 193.
58. t.tanane Krull, op. cit. 96. !-1. Robert, Lo nuol.uc1ón p11toa11alítiM, Afóico, Fondo Nuaonal de
59. Sf:, 111, pág. 312. CulLura, 1978, pár. 35.
60. SE, 111, pág. 314.
61 . Carta. de Freud a Flieu del 3 de dicic1nbre de 1897, J . ~f. l\1asson
(comp.), op. Cll , pág. 235.
62. Th Pfnmer, op. ni., p6g 50.
63. Carta de freud a .,,... del 21 de d1C1tmbre el<> 1899, J M. Masson
(comp.l, op. cll., p~gs. 392-3
64. tt1orionc KrülJ, op. ca., pág. 200.
65. Co.rtn de Freud n Flics.11 del 15 do ociubre de 1897, J . ~t. t.tasson
(comp.), op. <11., pág. 2? l.
66. Can.o de Freud a ti,.., del 3 de octubre de 1897, ibld., pág. 269.
67. Pe1ttC01.op. c11., P'c 28. .
68. Btrtan, Célia, A mulht.rtm Vi(na nO# ttmpoa de Frtud, 1989. Campa-
nas, Papin>t, pág. 77.
69. Mt1rlono Krüll, op. cll., pág. 207. . . .
70. t.lor1ho L. Roscnblit, 1'he Jew• of V1e11n(l, 1865·1914: A1111tul<Jtio11
and lcknlily, 1983. págs. 13-45, 27.
71. C•M de Freud a tlUAt, d•I 18 de ..i1embre de 1872, úllre• tk J<U·
M"', Parit, Calhmard, 1990, poig. 228.
72. lbld
73. Peltt Ca¡i, op. <•L , pág. 35.
74. S&, IV, pág. 205.

76 77
"A ambos lados..- levantaban edificios pubhcos y sólidas casos
l"Cflidencialcs, que celebraban la cultura y el conslltucionalismo libe·
rnl El nuevo teatro público fue concluido en 1869; dos grandes y
pompos08 museo• fueron innugurados doce nftos después"•. Una Brn·
silia babélica, construido por los más brillantes arquitectos de la épo·
en, que levantaron un conjunto imponeot.e do odificios, con unn nle-z..
CJAPÍTULO 4 cla tal de estilos que •orprende que el rceultodo no haya sido un
LAS AVENTURAS8 DE CIPIÓN y BERGANZA coloBal espantajo.
Pero Francisco J~ y Viena no impresionan al joven Sigisn1und,
que opina lo siguiente de la tiudad imperial, en uno carta a su amigo
e.Recuerdan la esttno? E 106 aires el mono 1mo· Em1I Fluss· ""Cuando vengns a Viena no reconocerás el Pratcr. 1Quc
¡:mado por Stanley Kubrick .El hueso vuela :rr el orma ·que lo soca de transformación radicnl' ¡Qué aire distinguido!'" 7 En seguida, pasa n
su vida simic~ca y ese mie:m' acaba de de~u ~utn en una estación es· describir el jubileo de los veinlicinco años de roinndo del emperador
pocial. Hablo do la pelfcul~no hueso se tran•dc/ .~ ocio. ¿Lo mllsica? Frnncisco José de una 1nnncrn má.." pintoresco que respetuosa:
Primero, Zarnthustro, de R1I~ 2001, Odisea L e : un fantástico vals:
el Danubio Azul, de Johann\lchard Sira~••¡, 1~ 3e la alegre sofi&tico· Si dentro de veinte o treinta años lees e.n olgún lugar: "'El lº de
0
ción humana. Las eMfcra11 co.n StrauPl.s'i 8 "' frtvola perfección. Esto moyo de 1873 fue uno de los dios más bellos que n uestro climo
"" lo máximo que se puede dcelestcs "¡" ss~~= de fin de siglo: el centro septentrional haya conocido. La felicidnd proverbial de Su Ma·
supremo del hedonismo mun dec;1 r de. n manes de un Pan• habl· ¡Coitad el emperador Francisco José no lo obandon6 en esa oca·
todo por franceies maleducaunduil, ~in los dc~a Venecia de
lo An1sterdam de loo afto• Gcados. VienR ero d
M•- Polo,
un poco presumida y
a16n solemne. En una carroza descubierta, acompañado por IG-!l
prlncipes más 1mportonles de su época, lo figura caballeresca
ml'ntirosn. Un poco cruel U• 60, u!ln Adnd~~r
Asf pensaba Freud Una c1uda e • q
ª:Chabfa que desconfiar. ovnnzó en medio de uno multitud extático, etc.·. todo escrito en
el estilo de los historindores de la corte de Biz,nncio, no creas nn·
Viena crecía ~on ..truoit. d li ándose cada sctcnto n1'os. da de esto y si en lo que le digo; en ese l ' do mt1yo hacfa un frío
Yn su¡>eraba el nullón de haosa~entc, up e orfa rovcnicntc de las wsi siberiano, uno lluvin democrática enchnrcnba campos y ove·
zonas paupérrimas del lmpc hab!tantes, lu may g.udad de contras· nidas. Su 1'1ajest.nd tnn1bién tenía un aire ton poco caballcrei;co
k'K,luminosamente 86rdidanper10 Aust~o·llUng~cj~ba un c&OM 1ub1i- como el de nuestro ... vend€'dor de escobas, 108 príncipes cxtranjc--
mado: call~:; mifl.crablett, f9.1da. Su arqu~t.ect.urde$ascaradns; burdeles ros parecían reducirtoe o bigotes y condecoraciones Yt en fin, na·
JUnl0 _81 luJO de tiUA catedra rachadas Yll'jl\l' y Al ca irrelevancia de s:us die aplaudía a 1.. altezas apostólicas a no 1er algunos chicos tl"O-
palacios barrocos' C1udaddrales Y la ari•t~es'y onduladas, cuya lu• pados en los árbole1 mientras el pueblo •e protegía bajo
siempre fascinó o los p1ntortad de cohnTs ve . ental de su remota es· pora¡uas y algún sombrero se agitaba para ealudarlo. Se percibe
tlrpc. Hanns Sachs. ese Ltt.itores. ~on ° toque ~~ca un capitulo de 1u .h· ft\calmente que este sincero amigo y narrador no participó de di·
v·1 a No oro uno•¡<>-
bro sobre Frcud'. "Torea diflAbenkunstler, le d
ven cocotte .. ni uno •vieja dificil, comptc~'ldcr. 6 c; ·viejn tnscivn '!
l>iodosa"3, Sachs cuenta u1icja be~to .. , .8100 J~v~noso hum~rist..n J<nrl
cha fiesta. Por lo 1nenos digo que me 1iento muy superior con10
honibre de pe11san1iento y como ciudadnno íntegro, frente a csn
1
Krouss: en el día del ~uici<~ ~na_h1 stor1 n ~e ªcuando el difunto 1nl~
"'troupe" coronada•.

del sueño eterno. lo pnmennc10 Fin&l, en Vicno.. mano estirado, P1 No fue fácil la •doptación de este chico, nncido en la ribera del
d1cndo limosna, de quien Jo ne.ro que encu~ntra es ~ 8 4
110 Lubina, al ritmo de la gTan ciudad. Reiterad .. veces babl6 con
La ciudad de ~a ¡uvenln lo ayud6 • ••br del ~% ~e· rostro para si•"':
6
lllDargura de la Ciudad del Val$: "No se puede dor una idea de la im
pro. "En 1857, el ¡oven emtentud de Freud cam J sé demoli6 lal aoU :'E'";':ue me cau86 Viena Fue algo muy de..gradable" t, le escribe
¡.'Uas fortificaciones del peri emperador. Fra~cisco laºciudadela; en loe "1: ; ~· luss a los 17 aftoo, después de uno visita a Freiberg. La nos·
te años siguientes, fue to pct1mctro histórico dcRin strass-e, uno. v•'cn • Na por los a1'os de In '"criatura feliz de Frcabcrg" era g·rnndc.
nvenida en formo de hcrrac!c tomando forma la 11 . ·smund cntr6
8 , ; d~ª superó In nootnlgia por los bellos bosques junio a mi cnsn,
el LcopoldsUldtcr Rcol u ndorradura. En 1865.' cuan~~m 'girador y Inº!""';. La de, ca~i ~al.cando, 80Ho escapar ..... lO,
ratriz inauguraron solem.ncund ObergynlnOMiunl, e
trasse fue el escenario de hemnement..e nquc
pe ·da"' Ll\ :R1ng
no gron oven• ·
del joven, del rn°
d•'° •can
.... 1 CR<:-!""'J:lCtón cnricntun..-i.scn del jubileo del Emperador c<ulcuer·
...,...,ª
'truón clá•icn de loe historiadores sobre el Imperio Auetro·
y del anciano Proud de las largas cominatas · ta caract.enzoci6n, empero, es injust.a; no refleja la rcali-

79
78
dnd pohtica de los tiempos de la Monarqufa Dual. Se acostumbraba Que yo Cl'\lyera en la inmortalidad d 1 E
pmtar los allos del lniperio como ridkulamente anticu.adoe, nogidoa ra mi familia y quizá para la b e f mperador md1ca que pa-
por una anstocracia barroca y danzante. Craso error. De hecho, como pesar de los conOicta. Y contra?.., a austriaca, el Imperio, o
señola Somaryt•, lejos de ser un anacronismo polftico, el lmperlo cionnlc8, era inmutoblcl.3 icaooes políticas, ROC1aJes y na·
A.atro-Hunpro e1taba a la cabeia en la creación de lo que hoy en
dla llamaríamos -Estado supranacional", que puede ser considerado El siglo XIX fue escncialmcnt . .
el pW>to de partida de la Europa unificada actual. La nu~a constitu- gente de Nación JlO«>nció los m e nac1o_nal~sta. el concepto emer-
ción de 1867. dcspu<!s que Francilco Jesé rcnunaarn al poder absolu- d08 modernos. ~ 1 b gred1cni... mshtuaonalea de 108 Esta·
to, dividía su universo en dos Estados con lOI mismos derechoa, am- e urgués, el poder"" secula.rUa 1 _,.
no"". encarga de la educación y la salud En A t · R Y e ~~ier­
bos sujetos a un aoberano que era Emperador de Austna y Rey CODVtfrle en un norecieote Pode ~ : . us na, e 1 ~ichstadt se
Ap<lO!úllico de HW>gria ' 1 Cada uno de esoe Estad08 .,.,..eln una cultu· sanciona ~I presupuesto. Conqui•~• Ji~~~!:,v~~ue propone leyes y
ro étnica dominante y varia.8 m1norfas. Casi todas estas m¡norfu El "'inado del Emperador duró 68 all • eUu
tran turbuJeotas, con una pe:rversa tradición cismática "'balcAniea*. rio renaam1ento intelertual de Vie ':.:!abiar del e.rtraordmo·
Serbios, crontas, bosnios, siempre fueron un dolor de cabeza para la sé" sería impreciso . na en e empo de Francl6CO Jo.
diplomacia europea La unidad de la 1-0fishcada estructura polltica mú brill te d ,.:!'ª q_ue ~""reinado incluye varios "tiempos• El
an e e...., se ln1C16 en 1890 No ca.be d d d
rq><JSaba en la lealtad al Emperador, junto a una administración pú- dad vienesa de fin de siglo e¡crció una'. n . u • e que la soci.,.
blica eficiente y un ejércit<> con poca erpericncia puo de marctalidad una pnentci6n de inl.elfdual de F'rcu in uenaa pro~unda .,n toda
unponente, con bonitos umformee azules y la caballería mejor monta- Weuunger, de Richard Strau: a ~ d a Wittgenstein, de KaJka a
da de Europa. La complejidad de este edificio polltico llevó a conside- años de la declinación del imperio d::~~::u~:ron durante 108
rar que ~ Imperio era un unprobable castillo de arena, pronto a d...
moronanc ante la primera pleamar. Loa austriacos y húngaros se
c:onsideroban un baluarte en la frontera del mundo avihiado Al Sur El ~=::.•~ó~';"~ó:~~ge 106 Frcud mejora en la dkada del 70
pwüa el Imperio Otomano y la norte despótica del Sult6n ... Por otra ridad, probablemente • bs d Ita, Y Jaeob f!eud conoce cierta Pnl6J»
parte, lo amena.a potencial para la Monarquía Dual Austro-Húnga-
ra, a mediad08 del si¡lo puado, Uegaba del lado de Rusia•>.
chcster 1•. Pero aun d~pu~;~~n
comprar un piano para Anoa-2
.:¡-
los huos .con negoc:i08 en Man.
cr pcrm1t1rse tener ernpleadu,
Este pals, después de que el z;ar Al<UMdro JI cone<dicra en 1861 ron que contenta"'e con un dep!.::"ªr :' ;1 Prater, los Frcud tuvie-
la emancipación a 22 millones de s1ervoe, pasó a tener un ,..pido_. pequeño para eaa familia tan men e S<'IS cuartoe, demasiado
cimient<> industrial y comercial, bajo un régimen autontano con pre- cinco heno ·. numeroea. Loe padres, Alexandre y las
tensiones expansionistas. En Hungria, en particu.lar. laa matan2.8.8 de ·-ritorio•~:S se ap~aban en treo p1eias. Sólo Sigiomund usaba el
loe tiempos de lv"1 el Terrible quedaron grabadu en la memona del la ca11e-11. El=~: Yb:trecho, con una ventana que daba a
pueblo. dormra, estudiaba a TTOUldo de libros, su único IU,Jo. Ahl
El eterno Francisco José había sido noronftdo emperador a loo 18 .,llDd ""'eló ser :,~~~•:,,v~ co~la 8010, sm d~u de lett sig;s-
,.!
allos, en 1848 Durante más de 60 añ08 dominó la política de la Euro-
pa Central, imprinnendo un cuño nacionalista en el Imperio. Mario
- · - un admi bl te e P!"mera m"lP'itud, brillante
trada la noche, bajo ~~cr ~e asund~ón. Estudiaba hasta bien en·
Y,.,..
- Pft'.Íudica.be la . ut e Wla mu1crable lámpara de kerosene
Lan¡er dice en su autobioerofla

Vivl un compl~o de Edipo Jmpenal ... En 1917, afio de la ...,,-olu·


t!:n.an mendigos ae":fu8m~::::'!:)~~e,Loen Inglaterra, hasta el último
0 •11. &
7 • aver¡onuba ""no tener un
ción bolchevique, yo IA?nla aiete añ08 y murió el emperador Pran- e_ Pnmogtn;to ·
cisco José. No lo podla creer; rue nomo si hubiese muerto Dios ... ::io, actuaba en el sco.f';::ti'!""º· era el favorito declarado. Por otro
llcael lzabajo ....,1.,. de Ice h 1nr como un censor puntano. Supervisa.
~lo que no se debla hace ·~~os y d1t1ertaba aobre lo que se de-
•· . 15 añ08, él desaprobó Í~ ermana Anna cuenta que, "tuando
"l. Siltema que ~. pei,. bien o pera mal. la actual e1tructura ~ •do PÍcantes- ,, p G I~ de Baliac y Dumas por t1er d.,.
lo GTllll Bre1aaa. en la que Inglaterra, Galeo. E.mcia e Irlanda del Nort.c ue- eter ay piensa quo "Ja familia aceptaba su
aen un eoberano eomú..o.
•2 ConnU'e' recordar que lol tun:oe aatJ.aroo dos veces la audo.d de Vie-
na. y que la tie¡unda vez., en 1683, cata la saque&n •a. El piano de la .
ducord10.

80
81
dominación pueril con scrcn,idnd, a1imentando sus sentimientos de cuanto al Kriego, que versaba sobre un pasaje de trelnta y tre.s
cxccpcionalidod"20. v~rsos del Edipo Rex, rec1br un "'bueno·, el único de la clase. Tam·
brén , hablo leído ese fr11gmento para mf mismo ... Lo prueba de
En 1865, año de In muerte de Jacob Nothanoohn, su abuelo matemáticas ... fue un éxito total. Me atribuyo un "bueno", por-
mat<>rno, freud entra en el liceo úopoldstiidtcr Real 111'4 Obcrgym· q.uo no conozco todavía In nota exacta. Por último, mi composi-
nas1un1, un año antes de la edad reglamentaria Esto indica que los ción de alernán se vio coronada con un .. cxcclcnten. El tcmn era
estudios roolizados en lo casa con el padre (o lo madro) le brindaron altamente moral· ·¿Qué consideraciones hay que tener en cuenta
una rormación adecuado. Durante los ocho años en el liceo, él fue caoi en In c~ccci6n de una proícsiónr', y puse más o menos lo que te
siempre el primero de la close21 "En el liceo fui el primero de la claoe he escrito hnce dos se.manas, sin que entonces nle cnlificara3 con
durante siete años, mantuve uno posición privilegiado, ca.si nunca d1 un ·excelente...
exámenes"". Los boletines eJ!COlo,..,,,, que él conservó, son ejemplares,
y enorgullccerfan o cualquier mndrejudla"'. Pos~dns los pruebas escritas, Sigmund escribe con el mejor de
Pero •u paso por el licro tuvo dos etapas. Al principio fue rebelde. los esplntus a su compañero Eduard Silberowin:
De nllf el siguiente comentario a Martho:
Estoy tomándome la libertad d o informarte que ayer, 9 de julio
Esto diflcilmcntc se ndivinn o primera visto, pero en In cscueln de 1873, p!\Sé .con mención honorifica mi examen y con la ayuda
yo fui un oposicjonii;ita rcb<>ldc, siempre pronto a defender cual- de Oros, obtenrendo el titulo de bachiller. Fue uno jornada int<>re-
quier posición cxtren1a y generalmente duspucsto a pagar caro santc; mis notas son brillantes: un excelc.nt.c 3icte muy buenos y
por eso. Cuando me promovieron o lo posición de nlumno líder. felicitaciones eo geografia21. '
en la cual permnnecl nños y Mios ... In gente dejó de tener motivos
para quttiarse de mi" Según Jos documentos que exa1ninó Roiney, en el Jicco do Lco-
poldstndt. durante 108 años 1865-70, no había ningún profesor que
. En el _cincuentenario del Leopold81/Jdtu Real 1111d Olx!rsymna· cngc"oro religión judín. Los alumnos de religión ..mosaica• (ése ero e1
siun1,el hceo p1d1ó trabt\jos alusivos o Jos alumo08 <'méritos. Sig- nombre utilizado en In época) seguían el curso fuera de lo escuelo. La
mu.nd Freud fue uno de los convoc.ndos: brografia ilustrado de E. Freud reproduce el bolet.m del padre, firma-
do por Hnmmersehlag2t.
Se tiene una sensación extrai\a cuando, ya avantado en la vida. Hamnlerschlog tuvo una gran influencia sobre el joven Frcud.
se recibo lo orden de escribir una compoRicióo escolar. Uno obe- Ese prof08or de ""'tro sereno 08labo hecho de la m1Bma fibra que los
dece entonce& outomt\ticamentc, como el viejo soldado que se profetas, y en sus ojos ardía una "chispa del mismo fuego que brilla
cuadrl\ si escucha la palabra •¡Arenc1ón'" ...• en el espíritu de los grand"" vident.cs"29.
Mucho se ha discutido sobre los conocimrent06 que freud habrfa
Esa "composición escolar" habla de lo ambivalencia del alumno !<>nido del hebreo. En una carta a Rebak30, afirmó no conocer la len-
respeclo de los profesores, a los cuales "tendía a amar y odiar" por gua de su pueblo, aunque hay quien piensa que esa re.spucet.a fue fru-
partes iguales••. ' to de la irntación del momento. Es muy posible, empero, que la carta
Gracias n la correspondencia coo Fluss y Silbersrein, sabemos de diga la verdad . La Biblia que servía de libro de texto en el liceo era
los resultados final08 de su bachrllerato en dos tiemr- freud escribe una versión alemana, y la orientación liberal de la Kulturgesmtinde
a su amigo Emil Fluss, de Freiberg: tenla un sesgo ..imilacronista, y prestaba poca awnción al estudio de
lo "lengua de lOdl Profot.as"'' · Por otra parte, los manuales de catcqu<>-
El bachillerato ha muerto, viva el bachillerato. Paro ser breve en sis de Loopold Breuer estaban parcialmente escritos <'ll hebreo'2.
las cinco pruebas obtuve las notas de excelente bueno bu~no Uno 1nc6gn1ta importan!<>: el Bor Miúud. Es posible que el joven
bueno. suficiente ... En latfn me tocó un pasaje de VirgiJio que: Frcud haya tenido el Bar Mitzuá que conduce al universo de la tradi-
po; sueru:, habla leido para m1 plae<>r, ... lo que me permitió e&- ción de sus ani.>pasados. Eo la práctica piadosa judaica, el estudio
cr1b1r rápidamente, utilizando sólo In mitad del tiempo acordado rehgioso tiene ollf su momento iniciático. La ceremonia se habría
lo que me~ perder la nota de •muy bueno· ... Ltl gramática la'. realizado en 1869, uno de los años mas mudos en la vida del joven
tina parecía simple, !><'ro°"ª facilidad disimulaba su dificultad, Freud. No t<>nemos datos que confirmen o excluyan el episodio. Se-
rntóo por la cunl le consagró un tercio del tiempo disponible, lo gún Lydin fiem , seria ..sorp~ndcnte que el padre, que Jo circÚncidó,
que resultó en un lamrntabl<' fracaao'. de ahf el "suficiente" ... En que lo inició en la lectura do In Torñ y que respetaba la grandes fiC8-

82 83
Jó'::°e~~:,:u desorrollo fue más calmo que el de la mnyorfo de los
tas del calendario íudfo ... no haya preparado a su hijo poro el rit.o de
p.'8aje·"'· Son embargo, la ausencia de toda mención al Bar Mitzvd
¿Será ur• Estn descripción co
pluma de un ano1isto. y de un anal~;~n~1~na~Ἴ parece iahda de In
en la correspondencia y en los escritos autobiogT'lÚtC08 me porcc:c un ·
dat.o en contro de lo opinión de Flem. Él nunca u.s6 su nombre jud!o y de la noción de rac1o~nhzo.ción y de la 1~ cad1blre de Joncs, invl'ntor
prcc1samenlAl a partir de los 13 años Sigismund paoó a Uamane Sig· de que el cuadro es en general inv . ca e semblante>'. Aparte
mund. Sigmund •uena menos judlo que Sigismund. Ja vida atribulada de Frc-ud inco:":Jm•l, conocc~os concretamente
ventud aercna, trnnquila y, ~re t~o ~:a':i' la hop6W111s de una ¡u·
Hablemos del Ployboy Co•'Oli•r3': el seductor que en sul aventu·
ras o.rnor0808 allcrna damas respetables, solteras o casado.a, con Petcr Gay, por s u lado, pinta una imagen ~:!~~~xunl
beilarinns prost.itutaR y, particularmente, con ta. auae model, la mi·
voraz en 8UH lcelura!J, el adolesc':n~ F•
dinettt vienesa.
1
Ésta puede ser una costurera, una 1nodcsto trabaja- Ambicioso, nparenU>mentc segu d . b .
dllant-e en la escuela y
dora que nd1niro a los jóvenes de vistoso uniforme y amo o alguno con nes paro creer que lo n ardab rcu tenlo todas las rnto-
ta esperanzo de un romo.nce n upcial, aunque gcncr-nlmcntc termina tre que la l!Obrio renlidfc: le ~r':nut~ª ~rrer~ tl~!1!re, lo mtl• ilus·
desplazada por la dote respetable de una virgen respetuoso. Lo •oo. •""' 1 1ese imaginar-· ,
hernia nuslrfocn"3$. El énfnsis cao sobre el adolescent b
Porls y Viena son las capitales del sexo del fin de siglo. El código de la promcea y el brillo y disimulan 1" ue¡•.Y casto. Todos hablan
de ln \:.poca cxigfn. locanianamente, el máximo de conquisto& n los tro héroe40. La moslurb'ación . . pr ct1cas soHlo.rias de nues~
ª?i
hombrea, y lo consecución de amantes di~rctos n In mujer. La scn- Roaz.en cuenta que le oconsc·ó sat~pre ue problemático paro Frcud.
suaHdnd de Vicnn, c1\ contraste con el cancán parisiense, ac cnrocteri· oportunidad le dijo a llitsch:J a IJO que" no se masturboro41. En uno
z.nba por un cierto intimismo hipócrita. La Viena scxuo.1 ero un Parfs cióo ~>n~iale en que hay quemS::~r~r~~!i.,;;~f~lema de lo mMlurba·
de aquello que luego denominará "vi~~ · ~ era~a el flujo pulsionnl
suburbano
Schnit%1er explota literariamente el tema del erotismo vienés en ¿El ¡oven Frcud lo practicaba bº • ·T 1 •
su clállica p1ez.a teatral La Rornh donde, en sucesiv06 diA!ogos amoro- todos los otros, cocaína Y tabaco inclui/os., r.~ , o sea, la ml\drc de
'°"• aporccen lllll relaciones sexuales entre la prootituta y el eoldado, pervcn16n autoerótica, aunque la salid · s1eD?pre co~dcnó esta
el ooldado y la empleada, la empleada y el Ptoyboy Col!GIU!r, el joven ven Sagmund luchó contra la m a~ "practicarla bien· El jo-
caballero y la mujer casada, la mujer casada y su espooo, el espoeo y Eo carta a Flicss diré más tard~~~bacaón Y sucumbió en la lucha
la allot machi. lo su.. mtukl y el poeta, el poeta y la aclri•, In act.n• y cual él adolcclal "° odquiere en la·é n~~ast.en1a masculina lde la
el cando y, finalmente, el conde con la prostituta, ccrrnndo el ciclo de ~ cua ndo el hombro alcanza los 2Ó: e Sa ~ubcrtad y se monifics-
In plusvalln concupiBCCnte, en el carrusel del W"'"• by Nacht. Eote ro- caóo, cuya frocut'ncio. es com lcta a os. u ucntc es la mosturba-
deo valo como telón de fondo para la pregunta: ¿qu6 sabcm06 de la ..,. neurrutt.enia mMCulino,,..t p mente paraJela a la frccut':ncin de lo
xunlidnd delJoncs
joven nos
Freud?
Erncat. 1eg6 la imagen de un ndolcecentc sereno, estu· Loo biógrafos
contramos un Eiff.81cr u . ·~~en 1a •ei:<>t1c?"
no profund· . del joven Frcud . En-
di080, el mejor alumno, orgulloso, idealista, deportista. El hijo ideal Y au lrobnjo do 1899 1o·q le t}ce. La ~xperienc1a amoro•O descrita en
Y¿c':bión , puedo nse~~:..lo u~l~ ~';:,m".[a 1exped.ricncin o~ns~onndn ...
dedicado que todos querrlamos tener:
o puede asegurarlo? ' 1
a e os icz aftos s1gu1cntcs..,.'.
Pnaeor, caminar, constituía su principal diversión en sus ar.os de
estudiante. Le gustaba patinar, pero ese deporte t.odavla estaba •uaencia de referencias~ cue~t1ón cl~ando supone que '"lo cosí lotnl
Cla rk •bordo bien 1 •
en uno faso muy prim_itiva36. :"* fragmentoe autobio mu¡eres . e la adolescencia de Frcudl en
lllportancia de la se ~~fic;8, sugiere que el hombre que reveló In
Buen nadador, devorador de libros; en él: ::te ill'exuodo. o bi~~aq~cº la~n l:S m!1óes mentales ero pnrticular·
un motivo comprensºbl es rucc1 n de sus papeles penonalcs
lu necesidades emocionales que generalmente hacen su apari· 1 emente humano~•.
ción en la adoleaceocia -continúa Emest. Jone&- encontraron su
expresión principalmente en reflexiones ñlooóficas, y después en
una 1Cri• adhesión a los principios de la ciencia. Por lo que sabe- "4. HUachmann, 1-·,.._ud? úf~ ond Ditclh • Amencan
mo1de1ua equilibrados años maduros y de taa aublimaciones . 1mago, pq 141 .
evidentemente bien logradas de su adole8CCDCi•, se puede supO'
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Aquí nos cont.cntamos con repetir la pregunta: ¿cómo oro la se- máticn, sin siquicro el deseado diccionario. Se e8tableció sobre In bo·
xuahdod del joven Freud? ~de textos, probablemente una antología que incluía morctoux choi-
'"" de Cervantes, entro ellos las andanzas de los perroo Cipión y Scr-
A loa 16 oJ\08, tal vez antes, aparece el primer amor, amor que ganza en el hoop1tal de Scvm·•
tiene que acr contado desde un Jugar muy especial, llamado la Acade- . En _la rcparlició!' de papeles, Sigmuod era Cipión. perro de espl·
mia E&pru'lola. ntu crlllco. pedagógico ( para no decir psicológico) y el mils rcnexivo
En algún momento de la adolescencia, aotea de loo 15 tu'loo, Sig· d_c l par; Edua"! ero _Bcrgonza, méa extravertido, casi Ployboy Caoo·
muod Frcud y Eduard Silbersreio fundaron una aocicdad aecret.a, lur; contaba h11tonao humorlslicas y hacia de la vida una alegre
primero llamada SSS (Spanische Sprache Schule) y luego Academia aven~~ra. Cen mujeri.ego que tiene aventuras con la •bella ~leido• y
Espanola Tenlan un acllo y un código secreto, como correoponde a la°"'.º'ª y alegre Gott1ngen•. Freud parece deleitarse con C8lo8 cocar·
toda lo¡,~o que oe respete. Esta sociedad de dos miembroe fue conce- ceos moon~ucnt.cs, aunque la cosa cambia cuando su amigo se com-
bida para el estudio del español, para la invención de mitolo¡,'1ao pri· prom~te seraomcntc. En ese momento, Cipión pronuncia su sermón
vados, paro. promover un estilo expositivo regido por el absurdo y, machista: •un hombre .racional es su propio legislador, confesor, ob--
lasl bul 1101 ltast, para hablar de mujeres. Los estatutos de lo Acade- solvedo~. P~ro un& muJcr. aúrt más, una joven, no posee ningún pa-
mia Espanolo yo estaban consolidados cuando los dos miembros fun· drón ót1co 111noto; sólo puede actuar correctamente ei so 1nnnticno
dadorce inicioron en 1871 una correspondencia que durort\ hnsta ?entro de los ~!¡nites de In convención, acatando lo que la sociedad
enero de 1881, fecha en que se interrumpe sin previo aviso, un par J';'zga cor.re;~ .. Tengo que admitir que esta carta no fovorccc mi le·
do mese• ante• de que Frcud se recibiera do módico. Logia fruto de sis de lo 1n1c1oc1ón acxunl precoz del joven FTcud.
unn on\istod:
La_Acade'!'ia Española trata de mujeres y de libros. En los car-
Fuim06 omigoe en una época en que no se ve ta amistad como un tas a S1Jbcrste1n abundan lns referencias literaria.>. Freud lee o Schi·
p.&soporte o una ventaja. sino cuando se necesita un amigo para ller y Goothe, Heine y Shokespeare. Devora "al viejo Lichtenbcrg con
compartir las cosas. Estábamos juntos, sin exa1erar, toda• las gTan placer·••. Conoce de memoria el segundo volumen de los Ensa·
hor8.8 que no pasáb$mos en los bancos escolares<>. yos de Macauley que Silbenteio le prestó"'. Srückner''. en •u C8ludio
sobre las lectura• de Freud, concluye que cooocla la Ttogonfo y la
Freud HCribc: ·Creo que nunca nos scpararemoe, ya que nos hi· Eunc~o d~I Cr111lan11mo de Feuerbach. Es muy probable que estas
cimoo nmigoo por libre elección y estamoo unidoo uno al ot.ro. y pare- obra.> m•piraran en parte t.anto su critica a la religión como su t.eorla
ce que la naturaleza nos hubiese colocado en la Taerra como herma- de loa suefto• Considórese el siguiente pensamiento do Ludwig
º°" de •angrc. Pienso que hemos alcanzado el punto en que ae ama Feuerbach: "'Dioe .~ lo interior ma~ifestado, la mismidad expresada
al otro tal como él es y no. como antes, par sue cualidades poeit.i· del hombre; lo religión et1 la revelación solemne de los u,soroo ocultos
YOS..46• del hombr:c, lo dcclornción de Jos pensaroientos má.o lntimoa, Ja confc·
Carta reveladora en más de un sentido. La intensidad del pacto 81ón pública de 8U8 secretos do amor"... Si cambiamos "Dios" por "el
anuncia el vinculo oon Flicss. Al mismo tiempo hay sutileza psicológi· ~nconscicnto" y "la religión• por "'el psicoanálisis.. tenemos uno do las
ca en ese párrafo, donde el joven Sigismund ant.icipa al Freud freu· !deas f~ndamcnlalc• d? la psicologia profunda freudinnn. Sin duda lo
di ano. impresionó In afirmación del padre de la antropologfa (ilos6(ica en
Dentro de est.a amistad "Sigísmund" pasa a ser "Sigmund". Antes cuanto a quo, "'los hombres crearon a Dios o su imagen y scmojnn·
de In oporición de las "cartas de juventud", autores corno A.nzicu y za"63: en csn torsión antropológica Dios muere.
Marthe Robcrl pensaban que el cambio de nombro se habla producido
alrededor de los 22 tu'los, coincidiendo con la aparición de sus prim<>- Se sabe mucho do Sigmund Freud; casi nada de Eduord Silben·
ros t.robajos científicos, que fueron firmados •sigmund Freud•. En tein. Cipi~n qucm? lllB cortas de ~u amigo en la primera hoguera de
realidad, en lo correspondencia con su amigo vemos que el cambio de 1~. Péfnmo h6b1to que se repetirá con las cart.as a FliCS8 Silbcrs·
nombro fue gTadual". Firmó Sigmuod por primera VC1 en setiembre tern, .por su parte, las guardó cuidadosamente. Pero, ¡coromba!. co-
de 1872, pero en 1874 Sigísmuod aparece varins veae. Sabemoo, por mo dice Freud en aua cartas~ la castración epistolar nos deja escu·
otra parte. que Freud nunca us6 el "Schlomo·. E3 Upico de un adol.,..
cent.e experimentar con su fuma.
En la primavera de 1871 el estudio del cspru'lol progreaaba en el
oeno de la Acodemia E3pru'lola. Empresa montada sin profC90r ni gra· 'S. En Cervanl.M .. lnlt.aba del boopit.al de Valladol1d

86 87
cbando sólo un J3do del diálogo sofisticado entre dos adolcsccnt<>s crn "'poder conocer con certeza el ambiente y el estado de ánimo del
fuera de serie·•. . otro .....,_ El u:teltly penodica/ anuncia dos desarrolloo importantes
en el futuro: el autoanálisis y la correspondencia con Fliess.
Sabemos, eso si, que Silbcrstein era rumano y que n3ció en 1856 Los dos an1igos tcnfn11 buen oído pnra los idiomoa, y las cnrtas
ocho meses después de Sigtnund. El padre de Edu3rd también esta~ ponen de manifi..to los grandes progresos realizados con el correr del
indircctamentc.'igado al comercio de In lann. ti montó, en los márge- tiempo. Las primeras estaban plagadas de errores. Pero, en honor a
nes del Danubio, una cmpre&a que le pern1iti6 enviar a los hijoM o lo verdad, el español de Cipión crn primitivo. No sólo en la sintaxis;
estudiar en Viena. Durante varios años Eduard y S1gmund fueron hay muchos pasajes donde se nota la ausencia del diccionario. Con
condiscípulos, primero en el Real1f.Ymnosium y después en el frecuencia aparecen palabras que no existen en español Ejemplos: en
Obugymnosium, en la zona cst.c de Loopoldstadt. No se sabe cuándo lugar do "deseo", palabra que será crucial en el futuro teórico de lo
ni cómo comenzó esa amistad. Ya en 1870 eran amigos, porque loa nueva ciencia, encontramos, vfo latín, ..dcsiderio..; en lugar de "'vio-
padres de Frcud, por razones econ61nicas, propusieron tomar a los lan·, •gcigolina", o partir de ..Gc1ge•, violín en alemán; ferrocorril es
hermanos Si.lbcrst.cin - Eduard y Karl- como pensionistas en el nuevo '"cnn1ino do fierm... Pero todos los caminos van n Sevilln.
dcpartam~to que aca~ban do alquilar; pero ese proyecto no prospe- Scvilln, para los miembros de la Academia Españolo, significaba
ró. Es ~1ble que Amolla Frcud, acompañada de un hijo, tal vez S1g. ont.cs que nada "el mundo" y, después, ·v1coa·. Algunos párrafos tie-
mund, v!s1tara la csln.c1ón termal de Roz.nau, cerca de Frcibcrg, don- nen que ser descifrados; e¡emplo; "Mi padre se valió de un ·Ruso• p.1·
de tam~~éo se encontrnba Anna Silbcrstein de Broila, acompañada ro invitar o tu hermano o una visit.a•s.8. ¿Qui(!n es este Ruso? Jacob
de un hyo, quizás Eduard". El hecho es que ambas famihns estre- Ff'C'ud conocía bien a Karl Silbcf1~in y no ne«"Bitaba de un intcrme-
charon lozos en torno del vfncu1o ent.ro los dos amigos. diorio. Po rece ser que Frcud qulso decir "'estratogcma• y, no encon·
En 1874, un año dcspué• do rccibiru, F'rcud lanza un proyecto trondo la pnJabro española, apeló al frnncés, 111ruse". En el código in·
que not1 da uno idea del tiempo febril de la adolescencia y anuncia temo. •principios· eran ln.s jóvenes atrnctivas.
portentos futuroo: La mitología propia que las cartas aWstiguan, parece remontarse
n una visiu1 a F'r<!ibcrg e11 el verano de 1871. Los Freud fueron hués-
N080tros, los miembros de la Academia E$panola, nos contamos pedes de In familia Fluss, a la que conoclan deHdc los licmpos do Re-
entre esos hombres modernos cuya jornada de trabajo abaren bcccn. Tcnlan siete hijoo, entre ellos Giscla, de 12 años, que recibió el
más de 12 horu, Y que por loa noches, o causa do la fatiga acu· insóHto mote de lcliosnuro; era inaudito cortejar n uno mujer ton jo-
mulada, no conocen los sue"os". ven poniéndole un nombre de reptil. Krüll oplnn que lcliosaurn era
otra chica de la región, y puede ser que tenga razón ... Ella, con eu pe·

~-~~
Lo propuesta, ya que elloe están .. en un frenes( de actividad"' es
. d1gree antcdiluv'iono, será la mUJCr "'principio• por excelencia.
El nombre de lctiosaura, par.n los cazadores de rastros antiguos,
se aclara un tanto cuando se deecubre que Cipión firma algunas de
...que cada uno do nosotroo, que •omos los portocstandort.ca do In sus cartas con lo fórmula "Príncipe del Lfas y &!ñor del Cretáceo", y
A E., escriba todoo los domingoe una carta que no será nada me· que denomina .. Iguanodonte• a uo personaje no identificado. Todos
noe que uno enciclopedia completa. Dicha enciclopedia incluirá, estoe nombres provienen de un poema de Joscph Viktor von SchclTel,
en su respeto escrupuloso por la verdad, la norración de todo el Hermnnn Hesse de aquellos tiempos. F'reud, en realidad, siempre
aquello que hicimos y no hicimos, así como todOI nuestros pensa- siguió sintiéndose fascinado por el ticm 1>0 de los Grandes Reptiles"'.
mientos Y.observaciones dignos de ser consignados y, finalmen~ 1 Tarde en la vida escrlbi6: "'Puedo imnginar que hace miJJones de
unn cspec10 de bosquejo de nuestros sentlmicntos ... "56, •~os, en el Período Triásico, todoe los grandes iguanodontes y saurios
estaban or¡,'Ullosos de su raza reptante y contemplaban el futuro sabe
E!' !urna, alp> qu~ podria ser una 1)6icologfa secuenciada de la vi· Dios con qué expectativas de un porvenir graodioso"60.
da cot1dmna. La finalidad de este Wftltly periodical, como él lo llamo, Sigmund volvio a encontrar a gu lct1osourn durante el verano si~
guicntc. Eso vez vaajó s111 &u an'iJ.:O Eduord. Groc1as a In ausencia de
Berganza, él escribió las cartas hnmletia.n as del 17 de agosto y el 4 de

•.a. De ~echo, Fr~ud lel\ía el nial hábito de deet..ruir lo corrospontdencio


QJt.na; ta,mb1én •ueedió con l as cartas de Fliess. El único t'hO inveno se da
coo et ep1.etola.n o Charcoc.·~ud.

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setiembre, donde el amor por ella llevo su timidez ol punw de fusión. ¡Qué carta más extr~fta! Todavfa no dije ni una sola palabro de lo
La prhncra cnrta conlicnza cOn un largo preámbulo en alemán, donde q~e .ocupa IA>do m.' tiempo ... El miércoles pasado, d..pués de es·
finalmente dice que ealá escribiendo con "'uno franqueza que n él mis· cnbarw, ello portió, no sin jugarme una mala pasada''°. Me des·
mote extraitia, en la plena eonfianz.a de quo nadie ajeno leerá esta pedJ con tristeza y fui a Hochwald, mi pequel\o paralao, donde vi·
carta-ti. Luego, para tener mayor seguridad, pasa a la lengua oficial vi I~• ."'ás agradables de 101 horae. Ahl pude apaciguar loa
de la Academia Espallola. senttm1entos que bulllan en mi mente, y sólo me aobresalté lige·
La parte en espallol comienza asf· ra.':' ente ~ua~do 1.a ma.d re de ella pronunció el nombre de Gise-
1a. 1. LR 1nchnaCJ?n hizo su aparición como en un buen dfa de
¿•Vuestra Graela" se acuc.rda de un joven llamado Emil, director p~1r,nnvera; sólo m1 absurdo hnmletismo, mi timidez mentol, im-
de la tintoreria, aquel que intent6, en la época, que yo me aproxi· p1d1~~n que me encontrara cómodo y a gusto junto a esa joven 1
mase a la lctiosaura? Emll Fluss es su nombre". mecho ingenua, medio cultaª
Freud luego se explaya más de una página con les otros herma· Breslau, ciudad fatldica: primero los llamns infernales y el tlo
nos, hasta que finalmente llega a Gisela, el plotA> fuerte: Abae con tu hi.Jo hidrocéfalo; ahora, el lugar imposible de un amor
evanescente~ E~ ~p".ncip.io" perdido. Freud promete detallar la dife-
Sólo puedo decir que surgió en mi una "inclinoción"'8 por la hijo rencia .ent~c '!'' 1~chnac1~n" 12 y otras pa8iones, pero sólo explico que
mayor, llamada Cisela. que va a partir mañana, ausencia que me en la "inchnación por la JOven él "no expcriment6 ningún hiato entre
conferirá una seguridad en In conducto que host.a ahora no he lo ideal Y lo reahdad, y quo serla incapaz de burlarme de Gisela" Se
conseguido. Porque "Vuestra Gracia" sabe, conociendo mi carác· t~atl\ de una perfecta articulación entro nmor y deseo: buena doÍini-
ter particular ... que yo me alejé de ella, en lugar de aproximar· aón del amor cortés.
me y que nadie, ni siqu1cra ello, sabe de lo que sucedió (en mO En la 1egunda parte de la carta, Freud pata a hablar extensa·
más que el Rey de los Turcos. No tengo miedo do parecer ridlculo mente do Eleanoro Flu••, lo madre de Oisela . Comienza diciendo:
ante tUB ojos ..• porque tú saboJ! hasta qué punto IA>do• aomoa lo· "Me parece que tr."nsferl aobre la hija, en lo formo de amistad, el ros·
coa, cstúpídos e idiotasll, pe\A> que me .tru1pira la madre ... E8tA>y lleno de admiración por esta
mUJCr quo n!ngun.o de sus hijos iguala"". Habla maravillas do esa
Lamentación éata que habla do una adolescencia poce tranquila, matrona ~~nsmt\t•ca: es culta, lcfda, tiene el don de la conver&Rción
aunq,ue interesante. De hecho, Gisc1a, en ta mañana sigu.ie.nte, regre- amena, dinge la fábrica con macsltla juntA> al marido y sabe hacerse
só al colegio en llreslou. Lo historia no acaba aqul. El panorama sen· ~~deeer. E~ sus clo'!,.os, Frau Fluss e8 comparada favorablemente
ti.mental se complica: existe más do una forma do interpretar la se-
gunda e.arta, que se abre con un nuevo preámbulo, en el que las
palabras tienen la complicado aerodinámico de un boomtlrcng:
:.u su propia madre: Otras madres -y por qué negar que las nues-
pertenecen al promedio, sin que por ello IAS queramos menes-
o 8C ocupan de la vida corporal de sus hijos, y no eje....,n ningún
poder sobre su desarrollo ospiritual-t'.
'N no me haC<>8 justicia al atribuirme un humor mórbido y triste; En la hora de la confusión, un diente duele. Sigmund bebe para
ponlo a cuenta de mi estilo absurdo que nunca me permite decir
lo que quiero; en la medida en que mi último te llevó a creer lo
que has 1upuesw"'.
,,.,,_ .... o
poeta 'y m'J!:. 1lhmanl, 1990). Joham Oouíried Herder (1744-1803) fue
"Estilo absurdo', lo que un profesor llamó estilo "idiótico~• de 118 , 1 ~ 10 alemán.

Freud. Después de más piruetas, él exclama: 10. ¿Cuél fue?


~ 'll . pC.O... curioea• a tro &emeJant.e
· ocurrió algo mú do treinta atios
Cu.nta Qua,.~d es~ba anahundo el famoeo coeo del Hombre de tu Rlita•
lldlit.aree ~:c;c¿t..e ."se 1inti6 muy impreaionado durante lt\JI maniobr~
- - . St bee P1~ N. mendonó el nombre de Gise.la Fluss (!!Ir. En
•& fncllnaci6n: luego rct.oma.remoe eta polnbra. ._,
-.:ao. de ,que''
roe H y H<nbe·· "Loa ••rnos
• de•d m.Jrac1
. ºón de Freud aluden al
'9. En carta a Emil Fluu, cuando Freud la cuent.a que recibió un exc¡· <SI. ~ p6a, ). habfa aentldo muy atraído por una joven llamada Giaela•
knt~ en elen'Wl. a.Aade: •EJ pro(ceor me dijo ... que poseo lo que Herder auLi ~ 280
ment.e llama etb.lo i.di6',co. o a.ta, un eelalo al ml&IDO tiempo cotft(;t.o Y caf9C"'
terí11~ico* (Carta do Freud n Piusa del 16 de junio de 1873, lAttnl CÜ ....... eleoci6n anadibca de'::;:.:_'-du mú tardo, epa.--.ril como Anl<h·
12. Eoa 'inchnació •

90 91
concilior cl suefto y se aiC'nte mal, a punto de vo1n1Ulr. Eleanora FJuss Co11{ide11ciol
·cuidó de mí como si yo fuese su hijo'". Frcud U!rm1na su.& elogios ex·
trapolnndo: Viena, 18 de setiembre de 1872

Hermosa nunca f~e. aunque en sus ojos brilla un fuego espiri· Querido nuevo amigo,
tunl, una luz interior. La belleza de Gisela también e8 una belle-
za salvaje, casi dirfa una belleza trnciana: tic.ne la nnriz aguile- Cumplo con la promesa de relatarte mi viaje. De \•uelta en mi
i'la, largos cabelloo negros y labios firmes; de •u padre n!Cibió la antiguo domicilio ... sólo Dios sabe qué torbellino me llevó fuera de
piel bronceada y una expresión algo indiferente en el rostro .. No Freiberg .. dejo que todo Ouya, preguntas, cumplidos y folicitacio·
puedo sacar do mi espíritu In imagen de Gisoln. iCarnmba!e& ncs ...a

Tengo una duda: la borrachera, más allá del dolor de muelas Una vez más, como fue el caso con Eduard Silberstein, Frcud pi-
¿fue pnrn olvidor a la hija o poro tener el regazo de la madre? Pos1: de re&erva o. au nuevo amigo, ya que "'voy a c:ontar la verdad 11n reto-
b1ementé no so equivoque quien piense en una complicada transfe- ques y espero que ningún ojo extrafto vea estru¡ lineas• (¿el OJO de G1-
rencia cruzada El propio Freud nos alerta "ponlo a cuenta de mi es- st!la, tl <k Frau Fl111s7). Frcud pa.sn a narror entonces una serie de
tilo obRurdo que nunca me permite decir lo que quiero·. No olvidar aventuras que habla tenido en el tren de regreso. Primero encuentra
que él está en Freiberg - mejor dicho, on Montcltbre•l3, su parníso uno mujer con la coro. deformada por un al>ACeso. Su repugnancia es
perdido. en el ?'omento en que In i1nagcn de la mujer se potencia en tnl que tiene que cnmbiar de asiento. En el próximo compartimiento
ese par femenino que lleva la apuesta erótica a niveles que Joncs. de ese viaje o.tribu lado, en el que lo tormenta interior lo dc•garro,
aparentemente, nunca sospechó. deacubre ese matrimonio ya citado de viejos Judíos y ldnguidos hijos
que despiertan su violento desprecio.
El secreto era fundamental, nndie podía conocer el contenido de El viaje continún. Despu~ de una deliciosa ccrvcia co Prcrau, se
C88.8 c~rtas. Correspondencia ultrnsecreta Me pregunto: ¿qué es más topo con una mujer nerviosa. llena do suspiros y gemidos, que tiene
~.xpl~1v~ p~ra un adoles~nte: el Rmor PQr una joven de 13 años o In el tic de con•ultar todo el tiempo 811 reloj. El tipo de mujer que fre-
mclinnc1ón por una mU,Jer que tiene la edad de su madrt'? La mara- cuentará In sula do espera de su consultorio. Junto a In madre neuró-
villosa Frou Fluss U!nlft 38 opulentos allos en la época Este &mor tica, la hija de 12 aft08, un ángel:
instantáneo, bicéfalo, estival, recuerda al héroe de la novela Catchtr
011 tlot 'Y" de J. O. Salingcr. A partir de Prcrau, dos h odas eatrellns centellearon sobre mf.
~fontelibre en la encrucijada; la familia Flu.88 en la mira. Aquí Aquí ... detente un momento y guarda sllcncio ... eran lns estre-
teo~mos que incluir a ~mi) Fluss, l_)robablementc ~u segundo m'Jor llas de dos lindas pupil&I ... La nül.a oom!a mucho más pausada·
amigo en la adolcscenc1n. Las rcloc1oní's omist-0sos de los Frcud con mente que su madre y, de11pués de cada bocado, dejaba •u• tlmi·
los Fluss databan de antes de que Jacob Frcud dejara Frciberg y per- dos ojos costañ08 vagar por los comensales. Pero incluso antes de
diera su "Kallamon". Es. más que probable que Emil haya jugado con que mi primer apetito estuviese saciado, oun antes de haber te-
S1gi.smund, John y Pauhnn, en los campc<1 en Oor. e1 nació el 8 de oc- nido tiempo para mirar f\jamente el fondo de esos ojos cru¡taños,
tubre de 1856._ de modo que tenla cinco meses menos que Sigismund . la madre ansiosa lo llevó lejos, ju.nt..o con eu hermanita mcnoriO.
. Las fom1has &e mantuvieron en contacto, y Amalia 1-"'reud visitó
var.1as veces Fr~1berg rumbo a la estación termal de Roznau. La El jcven Sigmund Freud llO enamora perdidamente de ese cflmc-
amistad con Em1I Fluss fue retomada en los dos viajes do la adoles- ro ángel y pasa el resto del vi11Je int.entando un encuentro de OJOS- La
cencia. Poco después de In segunda visita, Freud eseribe eu primera carta termino diciendo: "Si qufores un relato completo de la lctíosau·
~·_con fecha del 18 de setiembre de 1872, dos M!manu después de ra, relato qu~ te estoy debiendo, yo no me negaré..., 1• Pero nunca cum-
Jo m1s1vn ya c1tndn a Eduord Silbcrstein. Esa primera carto es impor- plir' esa promesa. Parece ser que algo muy importante sucedió en
tante, no tnnto por Jo que dice, conlo por lo que no dice: 080ll d!as en Montelibre, donde las pulsiones brotaren como un volcán
erótico, como ese absceso, fuente de rt'pugnoncia. Tres mujeres sur-
gen y se entrelazan, suscitanOo la d-.confianza de los biógrafos. Gise-
la, Eleanorn Fluss y ese Anee! Rubio que recuerda las bellas futuras
criaturas arias de In juventud nazi .
•13 •M..,teto~· <Fm, bbre; s.,.. montaAol. en SSS. Años después, a fin de •il!llO, cuando su vida es autobiografla pu·

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creando fantasías que extrañamente no apuntaban a1 futuro, si-
rn, cuando la idea de re.olida~ psíquica finalmente germina, Freud no que. procura~a.n n1ejorar el pasado. ¡Ah, si ... yo hubiese per·
conlo un prestidigitador, usa un recuerdo encubridor personal carnu~ ~anec1do en m1 ciudad natal, creciendo en aquellos campos, vol·
nado y atribuido a "'un hombre de educación universitari~ de 38 viéndome robusto co1no los jóvenes de la casa hermanos de la
años", para hablar de.sí mismo. Un Deckerin11erung, un screcn 1ne· bien amada, si hubiese retomado la profesión demi padre, para
1nory tras otro Decker111nerung. Aquí, el burlador fue burlado por la finaln1ente casarrlle con la joven de la que, por cierto, con el co·
peri~ia detec~ivesea de Bernfeld, antes incluso de que la correspon- rrer de los años, me habría hecho ínti1no! Naturalmente no du-
dencia con Fhess aclarara totalmente el delito de identidad. Bernfcld, daba ni un solo instante de que en las circunstancias ~readas
después de la muerto del Profesor, destapó la olla, y bajo el seudóni- por mi fantasía, yo la a1naría cor~ un amor tan ardiente como el
mo vemos aparecer una bella página de amor de Freud ' " . Vale la pe- q.ue sentía entoncQs ... Puedo recordar con precisión el color ama-
na detenerse en este recuerdo doblemente encubridor de Gisela: r illo de la ropa que ella vestht en nuestro primer encuentro. Du·
rante mucho tiempo, cada vez que veía ese color en algún lugar
El sujeto de esta observación -disimula Frcud- es un hombre de me sentía emocionado'3.
educación universitaria de 38 años72.
~ran amor, amor cretáceo, que necesitó la distorsión de tantos
Luego annde, probablemente pensando en su autoanálisis: es¡>eJOS para finalmente desenn1ascararse. Cosa cu.riosa: el recuerdo
encubridor de 1899 tiene la misma actualidad inmanente la misma
Su p~ofesión se desenvuelve en un área n1uy diferente de la mía; urgencia por el secret<», que la carta de juventud escrita ~r Cipión a
él se rntoresó por los problemas psicológicos a partir del momento su a1nigo Bcrgan.z a"15,
en que fui capaz de ayudarlo psicoanalfticamente con una fobia Amor imposible qiue brilló en una mirada fugaz. Tiembla ante el
de poca intensidad. El año pasado este paciente llamó mi aten· nombre de G1sela. Su "tccuerdo lo hace transgredir. Porque FTeud, al
ción sobre sus recuerdos infantiles, que ya habían desempeñado ponerse la máscara de, ese "hombre de educación universitaria de 38
un papel en su análisis. años", está deslizándo1Se en un delito de ocultación de identidad ma-
quillaje biográfico y albuso de confianza con el lector. Inventa u~a ro.
Una vez montada la fachado, Freud paso al asunto principal: plica de sí mismo.
,. l~ocencia aparte, iesta práctica de montar historiales, .. fals.ifican-
Eran mis primeras vacaciones en el campo -relata el ..paciente•-. d.o b1ograflas, se volv1erá un vicio bastante conlún en 1\uestra profe-
Tenía 17 años. Estaba en la casa de mis amigos que habían as· sión. Aparece en. el priimcr tcabajo de Anna Freud, donde ella pone en
cendido mucho en el mundo desde el tiempo en que nos mudn- ~a de una_paciente S:ius propias fantasías de flagelación. Algo seme-
mos. Podía evaluar el grado de bienestar existente allf y compa· Jante sucedió con Hu~-Helhnuth y su sobrino asesino, y con Melanie
rarlo con nuestro propio estilo de vida (de otrora] . Pero de nada Klein y sus hijos.
vale que trate de eludir por más tiempo lo esencial: debo admitir
que había otra cosa que me excitaba poderosamente. Yo tenla 17 Dejando la cucstiióo ética de lado, ¿qué ocurrió en Montclibre?
añQJl y en la casa de familia donde me hospedaba había una hija P~ra mí, el héroe, en Eau camino, fue puesto a prueba. La tentación de
de 15, por la cual 1nmed1atamente me apasioné. Era la primera G1s~la prometía un rtetorno nostálgico a1 mundo mágico infantil de
vez que mi corazón ardía de una ma_n era tan lntensa, y yo guar- Fre1berg, mundo nata\l de una fami1ia feliz. Por un momento, él estu-
daba completamento el secreto. Pocos días después la joven vol· vo dispuesto a tirar SUI. sueño cultural por la ventana, inclusive abra-
vió a su colegio ... y esta separación, después de tan breve en-
cuentro, no hizo más que exacerbar mi nostalgla. Pasaba una
hora tras otra en la soledad de aquellos magníficos bosques,
*15. Una tercera veersión, en otro registro, aparece en una can.a a ~tar·
t~a:."?Yª t~ cont.é que CGisela. íue mi primer amor, cuando yo apenas tenía
d1ec1Set$ pnmaveras? ¡)No? Bueno, te vas n reír de mi, primero por mi gusto,
•14. Frcud, acgUn Swalcs, intentó supri1nir este artículo de sus obras segundo porque nunca diirigi a la criatura ni siquiera palabras neutrM, y mu•
~m~letas. ~demás, en ediciones posteriores de la interpreW.C.i6n de los sue· cho menos, por lo tanto,l, palabras amables•, miente Freud sin mentir CCart.a
$°"• tntrochoo dos n\Odi6cacionea que podrían traicionar su identidad
(Peter de Frcud a ~tartha del 223 de julio de 1885, S;gmund Freud. C()rre•pondincW
:'"'oles, •Freud, P.linnn and the conqucst of Rome" The Nt1u American Re· de anwr. 1981, )mago, RRío de Ja..neiro, pág. 194).
Ul<W, 1982, pág. 2). '
95
94
UUldO la profesión lanero paterna. con uil de gozar de la simpatla de ta entre loo dos amigos El col\llultorio en cuestión quedaba en Mariat-
KU Dnma. De allí ese pa•aJe"Un tanto cr1ptico de la carta a Sil~rs· herc~1en•trasse, 8. Tres m...., más tarde, Freud te mudaba a su defi·
tllan. en el que mnnifiest.n no harer expcrimClnlado "'ningún hiato en· nillvo lkrggnse 19. ¿Quó puede haber significado, paro un hombre po-
trc el ideal y la realidad'" y sentirse "incapni de burlarme de ctta•1 • . seedor de un rico mundo supersticioso. esta inmolación de una
Si, ól es incapaz de burlarse, porque esa imOJ.(Cn idealmente reo.l, o desesperada neurótica que rnucrc o sus pies? Sólo se puede conjeturar
realmente ideal, se conslitufn en la Prin1era 1'cntaci6n de Sign1ur1d que, 1>nrn Pouline Thcilcr, Cipión y Berganzo ernn nuis que simples
Freud. héroes cervantinos. Cabe ¡l('nsor que Silberstein era uno especie de do-
El color amarillo nbrc otra ventana sobre el dominio de los re- ble complementario de Frcud, de In misma manera que 5.'Ulcbo •casa"
cuerdos encubridores. Tras el vestido amarillo de Gisela se esconde la con Don Quijote. Pero, en ••te
caso, la tragedia Cll)'Ó sobre Dul<:inea.
figura de Pauline, la llObnna dcl ramillete de dienle3 de león a la que,
como vamos, su hermano John y el propio Sigi!4mund habían sometido
o un •atentado• scxuol Entonces la línea scrfa Paulinc - Giscla
IEleanora Fluss - lctiooaura) - llfartha - Grad1va: la mujeres •princi· NOTAS
pio" de su vida, las mujeres de la "inclinación'".

Lo que sigue 1\0 tiene nada que ver con el (\Spfritu de Freiberg. ni 1, Sunliago Dubcovsky, l..a triple vida sexual de Frc¡,d, pág. 20.
con el amor cortés. Al contrario, tenemos unn historia inquietante 2. l~ ::inng Sachs, Frtud, ,\f(Jlftr t111d /t"riend, 1946, IJoit.on, liarvard Uni-
que pone un final siniestro a lo que parece un cuento de hadas de \'eM11ty P·f'CMt .Págs. 18-38
Pnncipes y Saurios. Se troui de otra Pauline 3 lb1d
Sabemos que S1lbe1"11tein e8tudió derecho durante cuatro semea· • lb1d • pág. 29.
trea en Lcipzig, interesado en leona polftkn y social. Luego continuó 5 Ptltr Cay. Frtud, umn &·1dn poro o nOl$0 ltmpo. 1989. San Pnblo.
1us estudios en Vicno, pnra doctorarse en 1879. En un encuentro Componh1• d., L.e1ras, P<llr· 34
emocionado, en vlspero• de la partida de Silbcnitein para Brñila, "Ci· 6. lb1d
pión .. pronunció un pequcno discurso, en el que declaró que el amigo 7 Cnrt...'l de Freud n FluJJ.1. del t• de ninyo de 1873. úllrr• dt.)(!uticiu.
•• c•tabo llevando conoigo la juventud do ól, Frcud'•. Lo que qui•ás 1900, l'url8, Callimard, póg. 237.
ero verdad, como lo a<:~aln Grosskurth: con el fin de la Academia Es· 8. lbfd.
9 . lbíd. pág. 230.
paftolo, Freud "perdió au alegria en la realidad a<:ria del casamiento, 10. SK
de la pobreza y de la ambición frustrada"'•. 11 Pelix Somary. Bn"n~rJJngrn ou.s mertt~m l...tMn. Zuric:h, 1959.
En esa época Eduard Silberstein se callÓ con Pauline Theiler, 12 lfcnri F. EUenbergt1', Tlt.t' /)uw:ot>e
. ryoflhe UM01t1C1ou.. 1970, Bu1c:
unajo\·en neurasténica de Nllud precaria, definida por Freud, en car- Boob. Nueva York, paga 2S9·6C>
ta a l'1artha, como ·uno muchacha rica y burro-n. Peor todavía, uno 13. t.ll1ne LangeT, Altmono. hr•U>no y d•OlOlflO p11coonolíl1M. 1981, 1'1é-
ch1cn problema. xico, Pohoe. pág. 3.
Cuando el estndo psicológico de su mujer empeoró, Eduard man· 14 A Junik y S. Toulm1n, W11t¡¡tnite1n Vienna, 1973, J>OIC-73.
dó n Pauline Theilor ni consultorio de su amigo. El dio de la primero 15. A1nrit•ne Krüll, S1gnuau/, fil•de Jaccl>, 1979, Purís. GaJliniard, págs.
entrevista, ella ordenó u In persona que In ncompnnaba que la cspo· 219·23.
ro.ro en el corredor, pero en lugar de bajar ni consultorio subió al ter- 16. A. Bernayi. "~ly brothcr Sig1nund Frcud". Amcr. Afercury, 1940,
cer piso y desde ah! se tiró por la ventana, muriendo en el acto". Es· pógo. 235-42
17. Cnrui de Freud a Sllboro1Al1n del 9 de setiembre do 1873, L<ttns de
t.a historia fue contada de un modo un poco més plausible por la
nieui de Eduard Silberstein, Rosita Braunste1n Vieyra. Segiln ella, " " -· po¡;. 169.
18 lb1d
Poulinc Theiler •rue trotada sin éxito por un amigo de mi abuelo, 19 l'eter Gay, op. <1t., p6g 30.
S1gmund Freud, y se arrojó de una ventana de la casa de este tlltimo 20. lbfd.
Esta tragedia fue rat.ificoda por Anna Freud. que me invitó a visitar- 2 t R Gicklhum. "'E1ne 1-:p1110de nus Sigmund FroucU ~l1ltelschulu1t ..,
lo en 1982, pocos me8<!8 antes de su muerte"''. En realidad, no se sa· en Un11CN Heimat, 36, P•ig». 1~24
be si el suicidio se produjo nntes o después de que Freud hubiera••· 22. SI;, XX, pág. 8.
lado con la mujer y el relato en el Neuts \Viener Tageblatt no 23. Pcl.Cr Gay,º"· cd., ¡>ág. :J7
nlenciona nombrcs80. 24 Cnrto de Freud o ~tnrtho Uemnyt del 2 de (cbrero de 1886, SCgmund
Sucedió el 14 de moyo de 1891, di"" años después de la ultima cnr- >~rrud C.~tp<>ndin~ia de omor, p¡q:. 241.

96 97
25. SE, XXlll, páJ 241 58. Carta de Freud a Sd~rt:tc1n del 2 de octubre de 1815, útt~• d~.Jt-u·
26· lb•d. pág 242 ...... pág. 174
• "" ' 1·10 de 1873, l..tltrea de ¡eu
. d e1 10 de JU
27, Cnrln de f'rcud n 81IU\l'talc1n . 59. ftfarinne Kri.111, op. e11.
nesse, pÓJCd. 49·50. . . 60. Cnrto de l"rcud a Pti8tcr del 7 de febrero de 1930.
28. E. Freud, Lieux. t••R<IRf•· obpu, 1:>on1, Gnllimard, pág. 41. 61. Carw de ~·rcud del 17 do ng"5to de 1872, /,,,11rcs<kfe11nt"'" p6.g. 43.
29. HointnaJC en oca.1ión de 1a muerte de Jtammerschlae (SE, IX, pág 62. lbfd,
63. lbíd
2.55).30. Carta de F'reud • Robek, S1gmund F1'ud. ~spondln<10 ck º-'· 64. Carta de 1-""reud a S1lbe-rtt<':tn del 4 de Mllcmbre de 1872, Ltttru de
JfUM<M, pág. 44
pág. 262. • h
3 l. R. ~l. Rniney. '"Frcud ll3 u atudent. orrch¡pon: pcrapecliVC8 º.º l e 65. lbíd,, l>Óll'· 45.
background nnd dcvclop1nent of his thought•, Uoivcrgity of ~lontR~o. ~1LSSOu-. 66. lbíd,, pág. 47,
ri, 1975 CTh. Pfnonmcr, Fr.... d, leel•urd• I• 81b/<, 1982, .Pnn1, ~UF, pág. 61). 67, lbíd.
32 Albre<hl Hir.!Chmullcr. Joa[ Br<uu, 1991, 1'11nA. PUF, pág. 72. 68. !bid., J)lla, 48.
33. L. Flem, 1,'ltomni< 1''r<ud, 1991, Pnru, Seuil. pág._ 126 69. Carta dt t'reud a 1'1uu d<I 18 de ..Utmbre de 1872, vllrft d< JtU·
34. Sanhogo Oubcov1ky, l..o lriple c1da airxunl de >"ud, 1983. Buenoe ""-· ¡»¡:. 227.
Aires, Ln Antorcha. pdg. 150. 70. !bid,, pá¡r 229.
35. lb1d .. pjlg. 57. . 71. lbid,, pág. 230.
36. Eii\Cll Joncs, A uldo '"h obro ck S1gnuu1d Fn!ud, 1989, l{ío de Janc1· 72. SE, 111 , 1><1~. 287. I
ro. lmngo, 1, pug 37. 73. lbíd.
37 lb•d • pog. 37 74. !bid • pág. 45
38. Emeat Jones, •Rat1onahtalion 10 ~w-ryday life·. 1908. Papers on 75. Carw de P..,ud a Martha del 7 de f<b"'ro de 1884, C,,,.,.,,pon<llnoo
P$YChoonnf_v111a, 1948. LondrM. Ba1Uiere. Ti.ndt\11 e Cox, páp. 17-31. de amor, pftg 123
39. l'ctcr Gay, op. cit., p<lg 37. 76. lbid,
40. SonLingo Oubcovaky, o¡>. cit., pág. 67. 77. Cart.n de F'rcod a ttlnrthn del 7 de febrero da 1884, Comlf)Oltd.!nc1a
41 . Poul ltoa1.en, Frtud )'sus disc;puloa, 1974, Bueno. Ail'C!8, A1ianzn, d• Omor, pág. 123,
1974. - B 78. Sigmund Jo'reud, Lettrr1 dt)tun~ue. pág 19
42 Corrt1pondtnc1a S1smund P"ud-\V1lhtlm Fl1t••· ~hu\uscnt..o , 79. Rosita Hntunstein Vieyra, "Notice bioif'Oph1que sur Eduf\rd Sdbtts·
1986, Río de Jn.,..ro. •maco.~· 40. t<1n paraa ptt.te-fille·, úllrnd•Jt"""-· pág. 255
43. K. El.Mlt":r, CTUJl1fJ1<Üuk t odoúattn''ª· pag. 44. 80. Phyllu Groukurth. O elrculo .cnt-0, 1992. Río de Janearo, lm.ago,
44. Ronold Clatk, f'rtucl, el hombre y 1u ("(JU.Ja, 1985, Planeta. 8uenoa t>ás 52.
Air.,., pág. 20. S , d
45. Corln do Freud o ~tnrt.ha del 7 de feb1·cro de 1884, 1111nund f rcu •
Cvrt<PO•db1<10 de amor, p;li:a. 122-3.
46 Corto d~ Freud o S1lbt:rst.ein del 9 de ecbembre de 1875, Ltttres dt
)tU. . . . ., pdj¡ 170
47. lbfd • .,.... J!, •
(8, Curta de Freud • Eduard Sdberotoin del 27 de fobrero de 1875. lb1d ,
págs. 133-4.
49. Cnrln de Freud l\ Silberat.eir\ del G de d iciembro de 1874. lbíd.,
pá¡;. 110
50. Carta de Freud a $1lberst<in del 7 de oetiemb..., do 1877, ll>íd,
pág.206
51 p Bn.1ctner. Sigmund Freucú Pnc1al/~Jtturt.
52. 1.udw1g feuertmch, Dol Weun fhn Chn1ttnhuns, 184:1. pág. 243.
53. Ludwig t'cucl'bach, lo tscncia cl"I cr11t1anisn10, t9'1G, 5..,1amanc.-n,
Sígueme, pjlg. 66.
54 .J. &,,nct, "'A íe.milia_ f'reud en Rox.nau".
55. Cruta de Freud 1 S1lbtntein dt-1 4 de tt't.i<':mbre de 1874. Ltllns dt
JtUllU#, pO¡¡o. 9().91.
56. lbfd
57. lbld.

98 99
dos, 1niquidade.s y degeneraciones que pervierten la c1v1hz.ac1ón"". La
teorfa de la '"bcrcnc10..<fcgenerativa" no era tanto una doctrina médi·
ca como un modo de pcn.""r de la época'. Los austrfaCOll, entonces, en·
troron .en una o..Wn rnc1sta. Los cnricoturistas dibujobnn "'banqueros
de nariz ganchudo y cubcllo crespo"*, batiendo alas de bui~res.
CAPÍTULOS Sigmund Frcud comienza su carrera universitaria rclntivamen-
LA SEGUNDA TENTACIÓN DE SIGMUND FREUD tc temprano -a lo!!: 17 ª"ºs-- y la termina relati\•amente tarde con
25 oftos bien cumplido.. Poco dcspu~ de que él ingmiaro en lo 'uni·
vcrsidad, los hcch'!" que llevaron al derrumbe de lo Bolsa provoca·
ron, c~mo hemos v111to, un brote v1ru1cnto de antiscmilisnlo. Esa ola
En la décnd n de 1870, ser libernl "ero bueno. poro los judfos"' · Ln d~ rncu;n:io lo marcó paro el resto do su vida'. Signlund Jo'lrcud reac-
verdad sea dicha, 1'"'rcud siempre ful' un cscéptu:o C:H'I rc1ac16n co~ In ~ 1onó activan:ient.c ontc la arrogancin do In mayorfo cntólica. Por ser
politica; no ero un conservador ompcdemido, poro t.nmpoco encaia.bo Judi?, .lo cons1dcroban nu:lú volkswge/X;rig, que se puc<lc traducir co-
en un ideario 80Ciahsta. Se trata de u.n JOven burgu~s que no trans1~l' mo •Jen~ ~I pueblo •u•triaco•. Pero, como señala Pl'U>r Gay, •él de-
con la inmunidad oristocrálit"a arrogante y menos ttun con la lgl<!'i'Ul clinó dec1d1damente esa 1nv1taci6n a la humildad_ En m's de una
Católica. Romn oro considerado el principal ob•Ulculo P:U:ª la plena oc..1ón Freud declaró preferir esa posición de marginado de la com·
2
integración de IM judíos en In vidn clvica aus.trí.nco " Conviene ~r· pRcta mayoria"lº.
dnr que el sionhs1no todavía no tcnln sustancia JUrf~1co. El sueno del El episodio de Jncob Freud recogiendo mansamcnw el gorro de
retorno a Jcrusoll•n, tan viejo c~mo. In Di.ás~ra, rcc1é~ to1nn forma en 1~ alcont.~nlla fue una de sus ·Escena• Temida•~'. E•ccno que atra·
1897, cuando ttc crea la Organ1r.nc1ón S10~1~ta 1'otund10.~, ~uc propor· v1csa La 1nltrpretocWn de los sueilo1 y que cimentó su coráct.cr. No
ciona oohcn.•nc:u\ poHtica y combustible rehgaoso ol 1novnn1cnto de IOA e xtrafta. e:ntonc<".s, que su hijo ~fartin recuerde que el padn.', en 1901,
Amantes de $1ón . •n Wl pueblo de veraneo de BaVlern, cerca del lugar donde nació Hi·
Fue Theodor Hcnl. cuatro l\11\os menor que Freud. quien le dio
fuerza política o un movimiento de la intclectuahdad francesa, en l~ tler, desban?ó un-""~ de ~rea de diez hombres y algunas mujeres
qu ~ les hab1an gntodo insultos antisemitas a ~fart1n y eu hermano
estela del proceso Orcyfus. Suya fue la idea de tron•íormar ~n renh·
dad el viejo proyecto sionista del Reto~n~ a la T1er:r• Prometida. PI•·
Ohver ; Freud nvonzó furiosamente hacin la pandilla con el bastón
nmcnnzante.11
toforma polttica montada sobro un socu,ltsmo ut.?p1co. A fi nes de 1923, al leer las pruebM de im prenta de lo biogratla
Fueron los liberales quienes en 1867 conccd1cr~n dcre~hos plenOR
los judros de Austria. Estas reforn1as, en últ.1ma 1n~t.anc~a, eran de
de W11t.els, Freud colocó un gran signo de admiración, o sea de proles·
8naturaleza rnA• cosmética que transforma~ora Como die~ A~nold t.a, al margen de la siguiente frase "Su destino de JUdfo ... lo ator·
mentó con sentimiento& de inferioridad. de los cuales n1nglín judío
Schnitzler "'Lo autocracia lim1tadn dio espaao para un const1~aono·
lismo limi'tado·l. Con los nacionolismos if?pcrontcs, el ~ég1men de
ale mán podía escapar"''. Para él, el coraje personal era una cuestión
de honor. Veamos un par de aoécdot.n• IObre su valentfa. Freud CllCri·
Francisco José refrenaba con d 1ficultod los intereses polit1cos en con· be en la Traumdtuturig:
Riel<> y a los grupo• óloicos hostile•. Hervía In caldera de razas. As!,
en tas vispcras del Viernes Negro de 1873, que llevó a la ruma a l Pªj Se d~scutlo en un grupo de est.udinnles alemanes la relación de
drc de Theodor Heril el auslrfnco valsaba alegromcnt.e en la calle, O
!•s c1rutetas noturoJcs con la filosofia. Yo era en la época un joven
borde de un volcán d~ humo azul pront.n a explot.nr. "El alegre apoca· mexpert<> ll~no de doctrinas materialistas, y defendí el punto de
hpsis"' lo llamó llermann Broch d vista matenahsta con vehemencia Uno de mis compafteros. ma·
La calda de la 8-0lsa de V1eno provocó bancarrotas Y corri ••
bancarias en mnsa que arruinaron a especuladores imprudentes. re~
tistns, hombres de negocios, arte8an~ y agricultores despist~dosÍodo
un dra paro otro, escribe Mnx Eyth. los austrfncos ~un pcr~ido ,,5
su dinero o más bien han dcKCubicrto que nuncn tuvieron d1ner<> ·d
• • . · · E
Semejante desastre cxigln un chivo exp1ntor10. ~ es~ ~ 't'A·
nt'lo e lhi~n:!·~érmin~ l-Omndo de He.mán Kcualmann, que deai¡;na un acontcci~
1873, Wilh•lm Marr, periodist.n alemán, creó el U'rmmo ant1sem~a P9rüd reumático reprffent.ab1e de la vida de un sqjeto ~ible punto de
""""4~· pa'; u na R\U1hphcación dram,l1C.fl grupal (Ver Lo
multiplicoci6n
mo" e.n un folleto titulado "La Victoria del Judalsmo sobre el Ge . - • Henuln KeMelmann y Eduardo l'avlovsk;y, Ayllu, 1989~
nismo", que ocusaba a losjudfos de •ser port.ndorco de todos los pee•
101
100
dr que guardase paro sf a.uíli fra.i;es vadas . que no me inspiraban
.., terionnentc demoolro su habilid3d n1ngun respeto, y al otro. que viniese a recibir lo que le espera-
yor y más ~Ocsivo . queo~niz.ar maso.&. cuestionó mi punto de ba Yo estaba totalmente preparado para matarlo, pero él no vi-
Pª;.'.:, coy~t~~~~º:i'~~J~n~hijo pnldigo, hablo cn•do puercos on no. Quedé contento por no haber insultado n n\i vez, algo que
VI 13 sicrnpre se debe dejar o los otros. Con eso ncucrdo de la rejilla
R\I juventud .. . · do In ventilación o ctunbio de la vcnt.ono tcrrninó el primer
· d cspondió ''puerco· octol~.
El joven Freud, .d~ trm~rnme~to apo~~~rn ~~~ ~I hubiese criado
nltntc'" (sautrgob) d1c1cndo que no o sorp Lo aventura continúa. Acude el conductor. llnmndo por Freud, y,
puercos. Los ánim06 ge caldearon: sin tomor partido, le ofr«e otro coche. Frcud lo rechozn. A todo esto,
Indignación general; pidieron que retirara mlB palabras y yo·~~ en In estación siguie nte bajnn unos pasajeros y dt'jon otra \'entano

~:f'a~u~\1~:::ouf~: ~~~';~:~:;,e;~.~nl~s~C:': ::n:;";!~t~·


abierta. Él se sentó •vahentemente al lado d e ella porque se sentla
listo pnra la lucha... Con\ienza el acto segundo. El antisemita, est.n
vez con irónicos buen08 modales, reitera el pedido;
ban 14 •

se~ Fr•:~~:i:.~~~~.~~\~e!~::11•~0:~1~~~~~~~~~~ªn :i
1 "No.. , respondf, ..no lo horó". y le dije que recurriese nl conductor.
O 're Me mantuve firme htustn lo estación siguicnt.c. Uno vez rnás el
Bi\OO en a poca. W d ~-k S'gmund escribe o su novia en el duro conductor se negó n intervenir. pero otro funciono.río, que casual·
tren de regreso de on suc t mente se enteró de In disputa ... decidió que todas las ventanos
in\'iemo de 1883: ~nron que estar cerradas en invierno. Entonces la. cerré. Des-
Oresdcn y Rie&a tuve mi primero gT11n oventurtl, deugrn· pués de esta derroto me parecía que tocio ••taba perdido: una
Ed:~:: co el momento, pero· agradable en visión retrospeclW•. 'N
fresco y procuro abnr ventanas, to-
tempestad de insultos y amenazas cayeron sobre mi, hasta que
me paré, gritándole al lldcr del bando que viniesen conocerme.
:,~~~~ee~~~:~c~~i:.°;~':.odo que en u.n momento dado abrl No tenla cerúlZa alguna del resultado. Lo respuo•la fue que todo
el mundo calló ... y de nllf en más reinó el silencio ... Estimo que
una ventanillo y soquó la cabeza paro resp,rnr un poco.
montuvo mi posición con coraje. usando todos los medios a mi
díopo$ición, y de cualquier modo no baj~ al nivel de ellos. A fin do
Punto de partida d•l incidente: cuentas, no soy ningún gigante, no t.cngo cresta para erizar, ni
Entonces me flTlt.&n que la cierre (e!"' del lado del _viento), ~·:::: dientes para rechinar. ni rugido amenazador. ~1i apariencia no
cialmente un determinado sujeto. Digo que estoy dispuesto ~ ica llama la atención ... pero ellos deben haber notado que yo no le·
cerio si abren otra. del lado opu.esto, ya queaq~:1:: ~:C~.:. y
nla miedo ... 1•
ventana abicrt.& en el coche. r-t1e1\trM prosegu . . ve~
el hombre dijo que oceptaba ~b;i~ ~d~·~~\·.~~;:."~r~~~:iudlo Este incidente beligeronte es el opuesto dramático al gorro en la
a lcantarilla. Sigmund, sin cresta, pero valiente, lucho contra muchos.
de la ventana, llegó~.", i:r•to .: \n odquirió u;, cont orno difo- Vnlo consignar que, en ambas situaciones. padre e hijo son identifica-
inmundo". Con CRO, wua 1a si uac1 . t' mitl\ y
rente. ?-1i primer adversario tamb1ón resultó ~dr an.~scpor los
dos como judfos. En el episodio de Jacob, Murthc Robert consideró
que el gorro lo identificaba. Ahora bien, en el coso del hijo ... ¿será
declaro: ..Nosotros. los cristianos. tenemos cons1. erac• n ioao
otras nonas: 11cria mejor que pena&se menos en su prc;uca~ que IOR alemanes poseen un olíoto racista tan dco~rrollado?
perSO::...

etc .• y murmur~ndo ins~\to8 odecuados a suC:ma de
. ~•ndo odversano aounCló que saltarla por•? ,. M En el ver ano de 1875, Freud fue a visitar a sus hermanos de
a n , m1 -..&- E\ i\ pasado sin 1r tn&U" d anchostcr. Tenía 19 ru'IOOI cuando pisó la \lerrn de sus sueños. Envi·
los asientos para de mostrarme .. etc. a º., • .ó . ~hora .,.toY l &aba a Em~aouel por vivir en Inglaterra y criar a sus hijos lej08 de
1. h b' esc quedado mudo d o pura exc1-ci n,
c~:5'bi~¡o; ~oi t.uvo el menor miedo de aquella ralea: a uno te pe- •• J)<'rsccuc1ones habituales en tierra auKtrío.ca 11 liablando de lo
cuestión judía, Joncs norrn que en 1'1.anchcat<•r loa .hermanos sostu·
¡ 1cr~n largas conversocio1\C8 sobre el pasado de lo fnmilia, evocando
°:. •~mpos nómades en In Gnlitzia de Kallamon .Jocob~ esas convcr·
1 cioncs tuvieron el efecto de suavizar las criticas por el episodio de

103
102
la o.lcantorillo'B. PonlA.!riorrnent.c, en su "'Libro de los st~?i\os•, Freud nñM. más trud;, en uno carta a su novin, hablondo de la~ ·1mpresi~
confesó que solía entrega""" a lo fanlru!la de ~ue era h1¡0 de. Emm•· n.es 1!1delcblcs con que volvió a su caso, añade quo fue .. Una cxpe-
nucl .. lo que hubiese hecho mucho m::\s fácil su traycclor1a en la nenaa que tuvo una influencia dl'cisiva en mi vida-26. Éso fue IR Se-
vida~1t. O sea que Freud tuvo unn doble fanlosfa en su .. novelo fnmi· gunda tentación de Signtund Freud .
liar•: ser hijo de Emmanuel y también de Ph1hpp. l.a primera, desea- ~n esta. t~nlación, el scftuelo era Pouline. la nii\a de las flores
do· la ~gunda. nbo1nioadn. ~ amarillas. La idea familiar· sacarlo del mundo rarefacto de los libros
' Ani... de Viajar, le escribe a Silberstein que está •leyendo histo- con 8us huecas funtaMfas y 1nogros florines. '"Cuando con1probnro~
ria&inglesas, cscribiond? cort~s en inglés, d~clamnn~o ~e~ 1ngl; -eome~ta Freud- la fir·mczo de mis intenciones, abandonaron el
ses, escuchando dei1Cripc1ones inglesas y ansinndo pa1sa¡es. mgleSCB , plan... . En ese proyecto, entonces. el algodón ocupaba el lugar de Ja
para rematar, con típico humor de can scviJlttn0: ..Lo esena~ del \'lA· lana...pero Pauline no era Git1Cla~ .
je a Lnglnlcrrn está fuera dé n1i alcance; lazos controctunlcs •nduwlu· Lo cierto es que varias veces en la vida. cuando el dinero escasea·
bles me ligan o In eocuela de natación de Viena"'°. bn, ól se d!'<:laró ~rrepentido de no haber cmi¡,..,.ado a Inglaterra. Todo
Los Freud de Mnnchester, partiendo del mundo textil, se hablan q~edó en un 0C4l!1onal lllmento, y Freud continuó ligado a su •escuela
diverSificado. Emmnnuc.I, odcmAs de co1nerciar algodón, tenía un ne- Ylcne:sa de natación"'.
gocio al por menor, él era ft11t drokr, y Philipp, conocido como ~lister Ei:neet Jones cierro el episodio de Manchcster con llcmática tru-
Robinson",joyero e importador dofancy food••>. Pcqueft08 empresa- culen~1a: "$1 los encantos ~e ella <Paulinc) hub1"8ell sido iguales a los
"°" modem08, hablan escalado posiciones sociales, se hablan muda-
do a barrios residenciales, y habfan fundado la S0<,th Monchuttr Sy-
de l n JOvon del co1npo (G1selo), rnuchas cosas scrínn diferentes en
nuestro mundo-21
ncwO(lut, la mó• primorosa sinagoga de las Midlands. ~mmanucl, en
1875, vivía en Green Street, un •uburbio de da.so med.10 alta. al sur La. experiencia de Manchcster 1narcn un vuelco decisivo en fnvor
de Mancht'Ster. Philipp, por su lado, se habla ensndo en 1873 con Ma- de lo caencla. ~ ,_ue má.s le impresionó en el paradigma cit'ntífico in-
lilda Frankel, y tenla una hija, Poppy, de menos de dos anos de edad. glés fue el cmp1ru:nno coherente de un 1lndall, la intuición tcmplnda
R~sidía en Ardwick, cerco de Emmanuel22. Sigmund le presenta su de un Huxley y e l t.i:abajo "shcrloekiano• de un Lyell. •volví con poeos
familia .. inglesa" a su amigo Silbcrstcin de lo siguiente manera: ..Son hbl'()e, pero el conoc1m1cnto c1~ntflico que he adquindo tendrá el efec-
d08 herman08 por el lado de mi padre, fruto de su primer casamiento, to de co)ocorme Miemprc del lado de los ingleses en rnis cstudios"30.
que tienen 20 y 22 nllos más que yo. El mayor, Emmanuel , está casa- FTeud comenzaba a inclinarse por Ja aversión británica frente a las
do desdo su juventud . El otro, Philipp, desde hace dos anos y medio. fantasiosas ospoculaciones mctafisicas. ·ocscrco de lo filosofio más
Mis sisters in /ow fcuñadasl son alegres y lindas - una es inglesa, lo que nunca•, le confla a Eduard Silbcrtitein'' ·
que hace la conversación con ella sun1nmcnto agradable ... Tú conoces
a John, él es mglés de la ca~a a los pies, tiene conocimientos técni· No fue un turista. co1nún:
coe y un vocnbula.rio ftupcrior al comón en formación comercial Pau·
line tiene 19 oftos y Bertha, a quien no conoc:h1, 17, y finalmente un No estuve -«incluye Freud- en Londres, Sheffield, Birmingham,
sobrino, un muchacho de 15 allos que responde al nombre de Sa· Oxford, cte., como se espera de quien viajn por placer. Alimento
rnuc.l. .. "'2a . la esperanza de volver a Inglaterra el año que viene...
Tuvo una espléndida reeepción. Emmonuel escribe a la fnmiha
on Vienn: '°NOff han proporcionado un verdadero placer al eoviam?S a Además de los empiristas, con()(ió el mar:••
Si¡¡mund. Él es un espléndido ejemplar de ser huma.no; si yo tuviese
el arte de Dickens, lo convertirla en protagonista de mia obras Las ~~conmover ol poeta que albergas, imagina que vi el mnr, el
descripciones de ustedes son un pálido reOcjo de lo que"" él...""- E~ asus sagrado. ¡Segul las 0181 de In marea y r"""f!f enngr(ljos
eaa atmósfera cordial, se habló de la posibilidad de quo Freud em1· Ycstrollas de mar en la playa!'"
grnra o ese lugar, de que echara rarees en el comercio. De hecho,
Gran Bretaña le ¡,'Ustaba mucho más que su tierra natol, a pesar de &ngu~n de las. f>Oéticu estrellas do mar. AJ allo siguiente disecará
1
.. la neblina y la lluvia. el alcoholismo y el conservadurismo•26. Saete ns en Tn est..c. En el medio está la cuestión vocacional.

•4 Que
•3. Bapcciu, productos oxóticoa, clavo y canclu, delitt1les1tn . yo eepe., e.te íue su primer ~ocuentro con et mar

104 105
Fue la horn do lo duda. No porque lo elección fuese variada: para en una confCrcncia püblica por (J) profesor Carl llrOhl. .., coondo deci-
un Judío vienés, la go.ma de aportunidodcs era reducida industria. dí etttudiar mcdicino'"•O.
conlcrcio, derecho y nlcdicinn". Las d08 primera111 oltemat1vas hnbfno . En reahdad,_él se decidió por la "haatoria natural", lo que serla
• ido definitivamcnw dcseortudas después del "complot de Manchca- b1ologla _hoy en dia. El poder, lo nquezo y la glorío sólo serian In con·
t.cr"'>•. "'Aunque vivi~s.cmoa en circunst.nncias muy lim itadas -nnr,r n sccu~nc1a do que fuera un grnn hon1brc de ciencia. Tendrfu que ser
Freud en au autobiografía-. mi padtt insistia en que. <'n In elección Alguien: "Le IA!ngo miedo a la mediocridad", le e.cribe a Emil Fluss
de profesión, yo siguiese mis propios inclinaciones"". Y acota: •Na en en una noche insomne de 1873", despu~ de haber pasado 106 exám°"
eso época, ni en mi vida postctior, sentí una predilección particulnr ncs ímrues. Pem ¿qu1fo puede tener la seguridad de e•tar labre de el!C
por la car~ra de médico. ?\1e movió, más que nodo, uno especie de cu- fantasma en los tiempos conturbados de la adolescencia?
ri061dad, que se dingfa más o las cuost1ones humanos que a '°"
obje-
tos naturnlcs ... •ll. Esa predilcc:ción paRaba por sus rafees judaicas:
. Veam08 otra versión autobiográfica. n1ás extensa, sobre su elec~
01ón do profesión.
"'1'.1 i precoz coutact.o con la historia bfblicn (cuando a\ín no habfn ter·
minado de aprender e leer) tuvo, como comprendf más tarde, un <!'fcc- Desp_u és de 41 a1,0R de act.-ividad n1édica, n•i autoconocimiento
l<> duradero oobre In du-eeción de mi interés.... me d1oe que nunca fui ."!' médico en el sentado propio de la paja.
En el momento de la elección, también estuvo presente el interés bra. ~te formé en n1echann al verme obljgado o desvut.rmc de mi
80Ciol: "Bnjo la poderosa inOuC'ncia de una an'listad de In escuela con propósito original, y el triunfo en mi vida consiste en haber en~
un ¡oven un poco mayor que yo, desarrollé el d.,_ de eotudiar dero- contrado ~1 camino de .retorno a mi tr{\)'ectoria inicial, después de
cho como él y realizar actividades socintes-n. u~a la~a Y tortu08a )Ornada. No recuerdo haber albergado, en
Ese t.unigo era lleinrich Braun, futuro lfdcr del partido socinldc· mis primeros anos, el menor anhelo de ayudnr a la humanidod
móc:rato austriaco. Do él, cincuenta nftoa más tarde, Freud dijo lo si· gufriento. Mi disposición sádica innotn no c rn 1nuy fuerte de mo.
guiente: ..Conocf a lieinrich Braun el d(a en que recibimos nuestra.a do que no tuve In oportunidad de desarrollar sus dcri~ativoe.
primeras •notas.- y en seguidR nos hicimos amigos inseparables. To- Nunca ..Jugué a k r médico·~ evidenW:meni,e. mi curiosidad infan-
dos las h oras libres después de la escuela los pasábamos juntos ... til iba por otros senderos.
~I reforzó n'li aversión por la escuela y por lo que ahf se enseño, des-
pertando una fuerte tendencia revolucionaria •.. • 38 ·s. Este Broun ¿Cuáles eran esos •cnderoe?
fue quizás el primero de una M!'rie de hombres que influyeron en su
vida. En mi juvent~d, sentía uno inmensa necesidad de comprender
Por otro parte, Sigmund (Ira un joven idenlisla que quería ..c.xa- oigo do_los en1g1nn~ del mundo en que vivirnos 1 y de contribuir
m1oor los documentos milenarios de la naturaleza•. Joven un tanto con algo_n su solución. El medio más promisorio para alcaniar
ajeno al panorama mocrosoc1al circundante. Le confía a Silberstean esa finohdad, en aquel entonc:t?S, era matriculorme en la facultad
quo "en política est.oy tan poco ni corriente de lo que sucede, quo ape- de mcdic1nn, pero ou~ así experimenté sin éxito con lo. biologfo,
nas si puedo tener una opinión"'. Paro concluir: ..Sin dudo soy repubH· lo zoologlo y la quhmca, hosta que por fin, bajo lo influencia d e
cano, en la medida en que considero que la república "" el único régi· ~r\icke, la autoridad que influyó más que cuolquicr otra en mi
mcn r bcional ... Pero de alU n una militancia real en favor do la V1_da, dl'Seubrí Ja fisiología. nunque, en esa época, se hmitaba a lo
i11•tauración de la república ... laoy grt111 trecho" (la basturdilla ""es- h.1stolog!o•>.
pallol de Freudl39. La polltica tuvo su cuarto de hora en 108 alloo re-
beldes, antes de que sufriera la irresistible atrocción de Darwin, tu· O ""'1_que la aversión a la escuela sólo fue superada por la pre·
moda a un ensayo de Coetho. Freud relato: • .. . los teorfns de Darwin, i:,""ª cansmátaca de Brucke sobre el telón de fondo de la Oda goet-
que eran do sumo interés, mo atrajeron podcroanmcntc, pues prome- ano. Esta_ Oda es el retrato romántico de una tierra maternal y g°"
tían un extraordinario adelonto en la comprensión del mundo; y fue noroea, vestida con 106 11<>b.lrbios ropajes de la Selvn Negra.
al olr el bello ensayo de Goethe sobre la Naturaleza, leido en vo• alta Tobl Pero es apócrifa. Se piensa que fue cserita por Georg Christ<>ph
tón. ~r. teólOfC'o auazo, amigo de Ooethe, divulgador del idealismo tcu-
...i':'·
·% ~ud escuchó lo opologlo 11lti11<>nonte de unn noturnleza e roti·
madre que e.nvolvf~. casi asfixiant.ct.3.
•s. H. Oro.un aparece rcpetJdM "'CON en la corno-3pondenoa con S11bt,.. -~ • Natura.l eui! -comienza- "Nao rodea y abnua. Som08 impo-
t.ein (cf. In tnrta del 7 d~ setiembre de 1874, úttrt>• dt JeUn~""'• 1990. l>PrfJ. eti..·.. ~ra ••pararnos de ello e impotentes paro ir mds allá de
GalUmard, pág. 95). · na c"pccae do Yocasta ecológico. 1-' ritz Wíttels comenta con

106 107
penspicacia que cHo Oda parece funcionur como rccuen.to encubridor, En el otMo de 1873, año poco promisorio asc>lodo por la epide·
tapico J)eckcrrnnerung aru1oc:uo que, detrú de su bucólica trrul.sparcn· min de cólera, por In pobreza y por el derrumbe de In Bol•a'• Freud
cia 1 oculta fant.asfas con reR-Onnncins inconfesuble&. in~a en la Uni\'ersidad de Vieno Se matricula en la Facu'ltad de
Los biógrafos se detienen en un episodio que tuvo gran inOucncia A1cdicino. qul' inclufa trcR años de cstudiOft previos - una 1ntroduC'Ción
crl la '"cslruclurt\ definitiva de su ombición""'4)_ Cierta vci:, cuando Si· común para medicino y biologlo .
gismund tenía sicte u ocho n/ios, 11una noche, nnt~1' de ooost.nrn1e, 88· En 108 prin1cr'Off dos años, In elección de temas fue alucinante. En
tisfiee mis necesidades en el dormitorio de mis padres y en la praco- uno carta a Sllberst.ein, Frcud enumera los cuf'80s progra1nadoM: Ann·
cia de ellos. ~li padre, al retarme, exclamó irrlt.ado: .. ¡Este chico tomía de los Vertebrados, Anatomfa de 108 Mc>IW!COS. Opbca (Wórica y
nunca. será noda en lo vide!·~" prAcllca>, F1s1ologfn, Zoologia, Quimica, Laboratorio de Fisioloflfn, Ló-
Ese chico no vale noda. El epit!Odio es recordado como nt10eiac1ón gacA y Ftlo..,ofiR con Brentano Elección voTaz y caótica Corneliua
con ta palabro "onnar en el •ueño del Conde Thum Suefto que mues· Hcin. en s u nlinuciosa traducción de l Jungebr1e{en, estima que cstod
tra eo plenitud la• fantasía• sádico-ul'()traleM y la curio•idad anfonlJI. cursos r<'prescntaban una carga de 51 horas y medin'°. A e.o se sumo
Frcud indicará mu tarde que la verdadera fuente de la investigación 6~ pretensión de entrar en In Facultad de Letras, ·ya que mi inten-
cicnt.Uica broto de la epi8teniofilin infantil. E11te recuerdo lo persiguió ción es cursar las dOI! facultades a l mismo liempo y presentarme den ·
por a.Aos; ero imperativo que lo demostrara al pndre que se hnbfa tro de 3 o 4 años a 108 dos exámenes de doctorado-.'.
equivocado. "Ese chico" t endna que llegar lc¡os, no podía ser un me- Poco después de haber entrado en la Uttiversidnd y do haber sen·
diocre. Los impul806 que lo movlnn en la búsqueda do grandeza eran tido "el lodo duro y pérfido" de Viena, Cip1ón Frcud confla ta siguien-
sumamente complejos. La medicina promell• recompellll88 ¡l6icológi- te fo.ntasfo. a 11u an,igo Bcrganta: ..,,e confieso que hoy en dia tengo
cas que ibnn máa nllá de la s ublimación do In cpistcmofilia primor- más de un idea.!, be sumado un ideal práctico a mi ideal teórico de tos
dio!. Apostaba mélodo y aut-Ocontrol. Ser médico implicaba rigor, vo- añ08 nnt.criores"U Así, si alguien le hubiera preguntado, e l año anto-
rificación empírico, uno. fornlo. de domesticar a lo ya mentado ~ladre n or, cuál era su mayor anhelo, él habría respondido: "'Un laboratorio
Noturaleu cantada por el seudo-Ooet.he. y tit!mpo libro, o u.n navío·7 en el océano, con tod0d5 los instrumentos
¿Cuál crn la 1natcria prima de su ambición? Concordamos con que un .investigador precisa; hoy en día, hago un balance y me pre.
Bemfeld cuando opina que •1as fantas!a• y los ensueft°" de In adoles- gunto s1 no debería pensar en un gran hOR"pital y suficiente dinero pa-
cencia do Frcud ... no anticipan ni futuro creador del psicoanálisia"'. ra erradicar de este mundo todos los malea que amenazan n nuestros
Son mtls propias de un general o un empresario "'que de un oyente, en cuerpos. Inglaterra sería el pals indicado para dicho ambición".,_
jomado completa, de quejas triviales, histonas monótona! y relatos Gran ambición . Para.satisroc.-erlo, ningún transatlántico scrvirfn,
de s ufrimientos irracionnles,..1 . por mayor que fuese: qu11á ~lo la Santa Maria de Colón. Freud se
La.rgo fue el camino del oil\o que devoró la historia d e Thiers, nos preS(lnla como un conqui.slador:
que cnnt.a el poder de Napoleón, y quo se identificó con el mariscal
Mo.ssena, duque de Rivoli y Príncipe do Esling, hasta convertirse en ~ues. la v.ordad es que no soy, de ningún modo, un hombre de
el psicoonalista que admite, de hecho, tener muy poco control 80bre el t1enc1a, 0 .1 un obsen•odor , ni un experimentador, ni un pensador.
s\Qct-0 dcl incoosc.iente, aobre el hombro que está más ncá y más allá Soy, por temperamento, un conquistador-54 •e.
del Principio de Placer.
Elección dificil en lo encrucijada de los 17 allos. Frcud nunca tu· El co~q.uistndo~·filósofo que soñó Aristótell'8. Seña bueno preci-
vo la certezn imperativa de, digamos, un ~.!endel, su cotcrrá.neo, apo- sar la P001c1ón del iovcn Freud frente a la filosofia. Ella ora un peli-
dado el Mozart do la Oenética. Cuando finnlmente se decidió, tuvo
que pl'()panlr a su interlocutor Emil Fluss, previniéndolo: "Si t.e l'()vc-
lo lmi decisión!, ¿no v93 a sentirte defraudado?" -le pregunta dramá-
ticamente a su amigo-. "EntoncCI, allf va: dccidf convertirme en i~· . . . •6. La red do cloncas de Viena era precana. A raí& de esta ~ptdemia ,.
vestigador noturnl". Pero, como c>bserva Peter Oay<t, el vocabulano ~caó la roc:upen1ción del Danubio nzul, el pri1ucr río cont.ominndo dol m~n·
- 1 ee tomaron medidas de unidad bá..icas.
juñdico de cata carta muestra la dificultad de la elección: "Voy• exo- ,,_,_' 7. N~vío 811l dudo 1nap1rodo por el H. At, S. Beogle, en el que viOJ6 1u
mmar los documentos milenarios de lo naturaleza~ quizá me entro· ~ 0 an\'tn entro 1&3 1..S
m eta pc_rsonalm~nte en s u eterno litigio, y compartiré mis victorins •a. "'Conqu1•t.o.dor"' ~tá en eepañolEo "'ªcarta de fin de 1i.ao f"reud
con todos !°" que quieran aprender••. Se advierto la complejidad de .....enta·· ·Acabo d o ndquJrar
· · un Nietzsche de quien espero cnoontrnr
"' ' palo·
ese carácter que npelo a la i ronfa como cimitarra turca, usando el -- ~~u~ de aqutUo que ectá enmudetldo en mi.· •Conquistador" e1
leogull)e de 1u renuncia para hablar de sus futuros logros. ~ n1etl.lfC.betln3.

108 109
otTil tentación casi lM fuerte como 011C:la. Cuando, muchos ai\oe habla ganado una doble reputación de filósofo aristo~lico y psicólogo
W:•!ida
Jfl
tarde Erne•~ Jones le pregunta cuánta filosofio hablo leído en
J<."'~cud rr1:1pondc: .. Muy pQC:o~ cunndo joven sentí una fuerte
empirista Seductora alianza; uno especulación controlada por Ja ob-
scrvncióne&.
:~racciÓn por la espccu.Jac¡ón, pero la refr<'n6 implocab1_emente96&. En En 1873, Brcntuno entro en su cncrucijodo exislcncial: cuelga IOR
.....,.. años, empero, dos penS11dore11 ocuparon un lugar importante en hábitos, lo que le vale la hootilidad declarada del clero y Je cu""t.a la
Rus lecturu8: Lud,vig Feucrbach y Franz Brcntano. . . cátedra universitaria. Llega a Viena como el filósofo polémioo de Eu·
"Entre IA>do• los filósofos -le informó o Edunrd S1lbcr•lem en ropa. Su obra da un giro decisivo en 1874, cutlndo publica loo dos pri·
187f>- Feuerbach es el h<>mbre que más respeto y odmiro•s.. Feuer· meros tomos de su Psicologla desdo el punto de vista tmpfricoM.
bach :ra el campeón del hegeliani~mo de izquierdo~. . El ex podre, mog1stral en retórico, era un "tipo oolosal"" Freud
tt wnía mucho que ('l\Señarlc, tanto en contenido como en estilo. asi8tí6 a todos sus •cminarios y tamb1~n le solicitó entrevistos parti·
Buena parte de tiU.S escrit.os se proponen "'desenmascarar la l.COlogfo"', culurcs. Brentano Ac nutría en las dudas 1nctafisicnK de su tiempo:
ya que afirmaba que la nntropologia era •el secreto de la teologia• creía en un Dios y . ni mismo tiempo. ~spct.n.ba a Dnrwin. EM duda
Jo'reud devoró la Esencia del cristianismo, primera obra de Fcuerbach. franca resonó en el Joven Frcud, que le confin o Berganza: "Yo no soy
La lectura de los Principioa <k 11110 filosoflo del futuro, donde el ti16- mntcrialiRlR, y tanlpoco tcístn"'8.
eofo elabora la noción de que el cristianismo es "'fundamentalmente Él crelo sin cre<'r. pero nunca se convirtió en un hombre de DioB.
una ilusión"'67, no fue, sin duda, inutil, cu11renta oñ0& más tnrde, a la El poder persuasivo del Padre de la Fenomenología fue grande, e hizo
hora de escribir El porVt!nir de una ilusi6n. Se c~nlprcn~e que ~cucr· escornr el navío conceptual del joven . '"Cuando consigue superar loa
btlch fueso objeto de su admiración, dada su radical critica o ~· toda fuertes argurncntos con que Brcntnno le da jaque, Freud vuelve n su
filosofia o casi toda teologia. Se empe~aba en poner de marufiesto incredulidad básico y allí Sé queda Pero Brentano había contribuido
que su ,;lodo de filomlfar ero '"la ~crdader~ tmt~tcsis o!ª especulaci.ón a enriquecer su ~nsnmiento. dejando sedlmentos 1ndeleble3 en su
absoluta inmaterial infoluado ~•. Opositor s1stcmát1co a cualquier mcnte"69.
8i.8temálÍca, "'llegaba'a negar a su filosofla e1 !1ombre de fil~fio". No Para Brenlano, discípulo y rival de Herbort, In acnsación era lo
ec consideraba lil6soío: '"No soy mt\s que uo 1nv~t1gador 1nteleclual base de la Rctl\•idad psíquico •Los fenómenos psíquicoo son represen·
de la naturalczn'°'9 • taciones o reposan en representaciones". De ese modo encabezaba la
Fue una ironla del dCJ1tino que Freud oomentnra a frecuentor lo vanguardia de un rcprcsentocionisnlo radical , que nnticipabn la tco·
metalisica en Ja f'acultad de Medicina, "bastióo do las ciencias natu· ria del significante Cuando Freud, una década y media más larde,
rales"«I. Desde ol comienzo del siglo IA>doo los estudiantes de medici· pono en In base de lo actividad pslqu1ca la Vors~llung, está retoman·
na vieneses tenían que seguir un curso obligatorio d~ inicioci6n. filo- do el camino brentnniano. 1o;1 ex pndrc, adcrnás, tcnfn una pc11chant
116fica'ª · Sin embargo, esta '"obligación fue supr11n1da a parb_r,de lacnniana ni juego de palabro.s, y Preud lo n1cncionn en El chist.e y su
1873""', precisamente en el momento en que la Facultad ~e M".'11ana rrlott6n con lo incon«iente10
obre sus puert.otJ ni joven Conquii:Jt.ador. "¡Notable co1nc1dcnc1a -:ex· Feuerbnch en los libros, Brentano de cuerpo presente.
clama Asaoun-. que, de al¡,ru.na manera, simboliza ln relación amb1va· En 1861 se encontró en la roca calcáreo del jur~•ico superior de
lente de Freud con la filosofia!,... SI asiste IA>daa las semanas, por Solenhofün, una de 108 mejores muestras de dos tipos previstos por el
propio iniciativa, n las .. reuniones de Ice.tura" sobr~ Aristóteles. con· El origen dt las ••Pt•1es. El lvchcreopttry era un eslobón intermedio
ducidas por el mayor maestro do mayéul1ca de su época. Se puede de· pr.ácticamcnt.e perfecto entre oves y reptiles. Ese descubrimiento con·
cir que Brcotano fue el primer pc80 pesado filosófico que Frcud en· tribuyó al reconocimiento entusiasta de los ideas de Darwin11. En
contró en su vida, y qui1.ás el ún1co. . Alemania, a diferencia de Francia donde la teorfa darwininna tardó
En Ja época do ese encuentro, Frani Brentono go.iabn de inmc~ en ocepta~se, quizá por Ja resistencia de los discípulos de Butron, et
ao P""'tigio, al punto de que Joncs comenta 9ue lo •nut.ad de V1enn . bvolu~:onu1mo encontró sucio fértil, gracinM a f.lncckcl y Oegen-
ee apiñaba para asistir o sus conferencias. El llegaba de la U01ve~1· auor º· Ü<'genbauer fue uno de los maestro.! de Carl Claus.
dad de WOrtiburgo, la Sorbonne olemann de los tiempos pos-hegeha· Freud, al regresar de ~tonchcster, comcn:i6 a trabajar con Carl
nos. Su libro,~ la mil/tiple sig11i(icaci611 <kl ser acgún Arist6teles, le Clnus, biólogo importado pnro modomízar el Departamento do Zoolo-

*9 El gran infortunio de Fcuerbec:h en la h.i.t.oriB muchas vecce mezquina t-,K- •~O. Entre los libro.e que 1-'r-éud ao llevó consigo o l...ondrcs hnbrn un
de la fil<>ool"ltl fue •I de haber - blanco de la "momfeni" " ' - " " ' ele MAT"- mp ar d~I é'.OOZ..O d~ anatomf.o comparado de GC"genbaucr

110 111
gto. Clau2' tcnfn íood08 para montar una ~Rtoción experimental d1 t.nr ni cvolunr p<>stcriorm«:"nt.e eS-OH º''ºs inciertos. Puede ser, con10 in·
biologio marllimo en Tr1este. Porte del dinero estnba destinada tt wrpreta Marthe Robert, que se culpara de diletantismo. mejor dicho,
Mubsidíol'l paro estudiantes avcntajadoK. Sig1nund Freud fue uno de -de ese Schlampertt al que se scnlfa propenso"''· De hecho, retoman·
tlJos. Tricste, entonces, fue el primer encuentro con el. l\1cditc1·ráneo do lo metáfora náutica, Frcud ibo a la deriva, sin encontrar su puerto
que tanto cautivara su 1maginaci6n. Claus ern la máxima outoridad seguro. Sólo en el wrcer ofto de la Univertidad encontró en Brúcke el
en hermafroditismo. Los textos de In época estipulaban que lns an- lugar de omarre.
guilas eran hermafroditas. Clnus querln verificar la afirmación de un A fines de 1876, de vuelta de Tricste, Preud entró en el Institu-
biólogo triestino-polaco, Simón de Synk,y, quien sostenía que había to de Pi•iologla de Brücke, que estaba instalado en una antigua fá·
observado gónodns masculinaff en ani,ruilas, lo que rt'ffolvía uno de 10tl br1ca de ~rmas. Predio 08curo y precario que carecía de gas y de
problema• "biológicos más antiguos y deaeoncertantes"'" · ogun corriente. El aguo M! llevaba desdo un pozo del quintal, donde
Parece ser que el M!XO de laa anguilas había desconcertlldo a los uno barraca abrigaba los animales empicados en los experimentos.
investigadores desde AnotótelCl!, ya que, como dice Freud, -Nodie ha· Así y todo, ese instituto era el orgullo de la Escuela de Medicina de
bía encontrado una anguila adulta 1nnsculinn, nadie había visto los Vicna82.
te.stlculos de una anguila, a J)Cf'ar de lns innumerables inveatigacio- Frcud trabajaba con su microscopio instalado en el laboratorio
nes realizadas o lo largo de los siglos"'>. Si Synsky estaba en lo cierto, junlA> .con los otros fomulu. Según Bemfeld, BnJckc prefería que I,.;
cala la idea tradicional de la nnguila conlo ""últín10" nninlal hermafro- estudrnntes desarrollasen sus propios proyectos de inve•tigación, pe-
dita". Aquí cnbe preguntar •i la Oio&n del Destino no le tendió n ro tamb1611 estaba d1spuest-0 a definirles In tarea o los noval-Os Umi·
Preud una trampa simbólica en su elección. Es lo que piensa Bernfeld dos o ind<'<:isos. Nuestro héroe resultó M!r un fomulu• de ese tipo83.
cuando lonza KU flecho esotérica : "'¿No es uno cxtrni\o coinc1dencio Brucke le encal'RÓ una investigación relacionado con la lmtologfn del
que el descubridor del complejo de cn•trnción dedicase su primer tra· sistema nervioso.
bt\JO a 108 testículos auocntes de las anguilas •"'• Peter Gay afirmn Aquf entra en cacenn el Petromyzon En In médulo de este pez
que considerar lu investigación Robre loe testEculos de las anguilas~ perteneciente a los prim1l1vos Cyclostomoteo, Re1ssner había dl"8CU·
mo ejemplo inicial de su interés en la sexualidad -lo que hncc Bcrn· bicrto un tipo especial de célula gigante, de función desconocida. La
feld- -.., una hipótesis infundado.,pu"""' que fue uno Larca impues- misión de f'reud: esclarecer la estructura íana de cana células anóma·
to"1S. ¿No será que la s1ncron1c1dod junguiann n veces funciono? 1...... Tarea modesta pero fascinante. .E:I tuvo la suerte de los pnnci-
LoR primero& esfuerzos fueron un fiasco. 1'Todas lns anguílas di· pinntes: descubrió que 103 células no mielanizadaa de los nervios pos-
eecadas - le escribe a Eduard S1lberslem- son del sexo débil"77 Al ca· teriores so originaban en las células gigantea de Rcissncr. Eran
bo de doe temporadas en Tricste, Frcud puede confirmnr parc101men· homólogas a las célula> ganglionares espinale8 posteriores; abarca·
te las conclusiones de Syrsky. Silbcrstcin recibió una detallado ban una variedad de células unipolares y bipolares que anteriormcn·
descripción de las dificultades •urgidaa de diaecar "cuatrocientas an· te C'ran só~o co~ocidns.cn los vertebrados s uperiores (unipolares) y en
g\lilas y examinarlas bajo el microscop10-TB. Su contacto .con el ~ama· animales 1nfeno""' (bipolares). Aunque este descubrimienl-0 oo expt;.
ble sur" fue ambivalente y ali!, en contraste con la cufona poólaca en case la noluralcin celular, algunas hipótesis corrientes quedaban
las estrelladas playas jnglesa.s, él revela uno cjerta "'neurostcnia•: descortlldas. Frcud presenta su informo y Brücko, satisfecbo, lo pre.
-Soy un individuo afligido por una desafortunada predisposición: en· INtnt.a a la Academia de Ciencias a comienzos de 1887...
cucntro todo habitual y me acostumbro fácilmente n todo; después d~ Para situarn09 mejor; a partir del descubrimiento de Broca, la
18 años de pisar t.ierra firme, me veo súbitamente desplazado u la n · estructuro y función del t.<Uido nervioso ora objeto de un intenso deba·
bera de uno de los más beU08 mares que existen, y élite, puados dos !O., El propio Freud, eo un artículo posterior, sintetizó la polémica:
días, me deja complctnmentc indiferente, como si hubiese no~1do ~n •puéll del reconocimienlA> de las células nerviosas y de las fibras
un barco de peecadores"7•. Aquf Preud está anticipando la epadem•a nerviosas como partes fundnment.nlcs del sistema nervio80, comcnia·
de tedio de fin de siglo. . ron los esfuerzos tendientes a aclarar la estructura más fina do esos
Trieete es lu Perla del Adriático, famosa por sus bellas mu¡eres doe elementos, con la esperan.u de usar el conocimiento de s u cslruc-
Freud repara en las formas femeninas, pero no se aproxima . ..Fisioló- ~ra para el csclarecimienl-0 de su función. Como es bien sabido, has·
gicamtnlc sólo sé que les gusta caminar"', pero, agrega,· con un leve U ahora no se ha alcanzado una comprcnKión s uficiente al respecto.
toque do sadismo:• ... lamentablemente estd prohibido disecar••""' .n autor concluye que las células nerviosas son granuladas, otro
humanos"80.
Contribución meritoria la de encontrar esos testEculos, pero
Freud nunca tomó en serio ese logro. Eicperimentará un cierto malet·
eo:::
::~ que eon ~brilares.; alguien 808ticnc que Jo fibra nerviosa es un
do fibr11lns, otro lo r-epresenta como uno colun1nn lfquida.
uentemen«t, mientras que unos elevan la célula nerviosa aJ

112 113
rango de íu<'nte bu.sica de la aclavidnd nerviosa, otros lo degradan a tos de conducción, t.c'ncmoi; que decir que los con1inos que e11 el neru1o
la condición de m!'ro núcleo de lns vn1nas de Schwnnn"81. t1tdn stporad0$ con(luytn tn la "'lultJ ntru1osa: entonces lo célula
Ademá.8 de este problema estructural, C'St.aba Cln juego uno cueFi· nerviosa pasa o ser el •origen• de todas lus fibras nerviosas anatómi-
tión de grnn porte; el interrogante filogenéhco de 11 las unidad('S bá· camente relacionadas con ('IJo~.
sicas del sistema. nervioso -o sen, las ncuronos- crnn las nlismt.'ltt a lo Como lu<'go "·eremos. más de un -~ vez Freud estu,·o cerca de ol-
largo de la """ala evolutiva. Controvcroia básica. ¿El cerebro del hom- cnrlz.ar el éxito o, nlCJor dicho, la fnma. En este caso se tratnba do la
bre y el del Petromyzon KOn esencialmente i1tUale<1• ¿El homb"' «! un t.oori~ de las nc:uronn"' \Vnldcyer. en 1991, cierra una .serie de descu·
mero superpctro1nyzon? ¿La diferencio era cualitativa o tJólo se lrata· brim1entos que •e hablan iniciado con Broca y pasaba por Forcl y R11-
ba de una suma de complejidades? Muchas imphcociones lilooóficas nlón Y CojaL Ln "neuro1la" U!rnllno acu1\udo por et propio Waldeycr,
sobre el tapete, inclusive In exietcncin de OiOH. esUi en la base de la neuroloefa moderna "Fue la primera vez -se la-
Frcud continun investigando e l Pctromyzon. con un intcreMonte menta Emest Jones- que Freud perdió por estrecho margen la fama
•método embriológico"" Parece> ten<r manOI de hada en el dominio nlundlnl co e l oomicnio de su vida profesional, por no atreverse a so-
de Jns tinturas histológicas. Gracias n la excelencia de sus prepara· guar su pensamiento hasta su conclusión l6gic:a-tt. Vo1\·eremos sobre
dos, pudo concluir que 188 células de Reissner •no son más que célu· este punto a l hoblar de la cocnlna.
las gonglionnrcs espinales que en los vertebrados inferiores ... perma· Su ca~ino de investigador estaba claramente perfilado. Según
necen dentro de la médula cspinnJ"8'l. Do ali! que "e•aS células loo ~otcnd.1doo_. los trobajos publicados entre 1877 y 1883, a partir de
esparcidas (fuera de la médula espinall morquen el camino que los los 1nvcst1gac1oncs sobre el Petrornyzon, entrañan descubrimientos
ganglios esp1nalcK recorrieron durante la evolución.... que. no son nada tri••ialcs. Freud "'<Ordará luego estos tiempos de es·
Se puede especular que esto.is investigaciones CKtán en la pr-chis· t~d1antc como un período d(\ paz interior y gran concentraclóo profe..
torio del concepto de "fijoción" El propio Freud establoce eso cone· s1onal. Estaba en la ruta de lo que yo denominó el "Deber Deaeantc•
xión en la Conferencia XXII, de lns Conferencias de introduc~i6n al o ...a, obedeciendo el dictado de su almat$ '
ps~náli.ai1, donde infiere que, "'en cada pulsión ecxunl particular,
algunas partes quedan atrás, en los cstadi08 iniciolcs de su de•arro-
llo. nlicntrns que otras parte$ pueden haber nlcanzado KU objetivo fi.
naJ"to. Defipués de resumir estos trabajos, acota: "Por eso puedo de- NOTAS
clarar sin reservas que considero posible. paro cada una dt' las
puleiones sexuales tomadas en particular, que una parte permanezca
en un estado preYiO de au deMrrollo, mientras que las rest.anWs al· l. Pct.C!r Gu,y, Frt1HI, uma vida para o 11o.s:so ltmpo, 1989. Son Pnblo
Companhia da.a Letra., pjlg. 37
canzon su fin ... Por eso descnbimos ese rctnrdo en un et!ladio ante· 2. lbíd
rior oomo una fijación; o sea, uno fijación de la pulsióo"91 , 3. A. Schnitzlcr,J11Jren in \Vrfn, pág1. 78-81.
En la polémica lilogenéticn, Freud presentó un segundo informe 4. llermann Broch, Ver nolionolf Zwilt un dit Jud1'11 tm 0Bterreicli
completo sobre el Petromyzon. El estudio, de más de 80 páginos, tie- 1886, citado por ~Gay, op. cll., p6g 34. '
ne 18 de "'seña bibliográfica. La siguiente investigación tuvo el mis· 5. C1tndo en Ucmhnrdt Zeller, Juscnd in \V1en: littrolur 11m 1900.
mo obJetivo, pero esa ve• él mismo elogió el tema. Se trataba de estu· 6. L. _l>oliakov. H UJ.to.re <h 1'011tiknutismt, Pari1. 1976.
diar las células n erviosas del longostln. Examinó los tejidos vivos al do. 7. EJ1MbeLh Roud1ne9e0, ll1•t6na da paacondliN na Fra.11~ A bataJAa
rnicr08C0pio para llegar a la conclusión de que los cilindros asiolcs de ~m ª''°'"·
1986, 1, R(o deJoneiro, Zahar, pág. 9.
las fibras nerviOBn.8 tienen estructura fibrilar. Iba por buen camino· 8. PelerGay, op. etl., pág. 31.
9. SE, XX. poip. 7.9
fue el primero en comprobar csn carnct.críst.icn fundnmcntol del siste-
10. P•tcr Gay, op. <11., pág. 33.
ma nervioso, abriendo las puertas poro la futura tooria de las neuro-
nas. En efecto, lna células y los fibrillas nervioso.& son visualiz.odns - -' !.,.1;_M7art.ln Prcud, S411mund 1''rt11d: mi padre. 1966, Buenos Airc.s., Hor·
- · ....... 1·2.
como una unidad morfológica y fisiológica92. El énfasis del trabajo t:'• arlti~2 ·,:rti W1Lt.els, S1grnund Freu<I: hú Pfr&onal11y, lus teaching and h14
sobre la anotomlo de esa unidad estructural Las consecuencias fi.,o- • .,4• Londres, Alleo & Unwin, págs. 14-15.
lógicos de lo red neuronal no son explicitadas, aunque a posteriori se 13· 8 "•IV, p<lp. 212-3.
puede decir que el as¡>«to dinAmico estabo impUcito. Solamente"/ 14. lbíd.
un pdrraío, en la conferencia sobre Lo esJ,ructuro dt los tltnuntos de ~5i::,.."" do Preud a Martha del 16 de diciembre de 1883, Si¡¡mund
Si-$tema nct1.1ioso, él se aventuro a ir más allá de In anatomía: -Si so- 16. lbid.-dfnc•• el<º"""• 1981, lmago, Río deJane1ro, i>'gl. 101·2.
ponemos que las fibriUu dcl nervio tienen la significación de trnye~

114 115
17. SE. V, páf. «$. . 50. Corto de Frcud n S1lbel'3tcin del 15 de morto de 18'16, ibíd.,
18. t!rnest Jonea. A t1do e 9 obro d~ S111nund FtYud, R10 de Jane1ro, pág 147n.
hnngo, 1989, I, P"i· 36. 61. Cana de Freud a Salberstein del 13 de man.o de 1875 1bíd
19. SE. VI, pág. 219. pág. 142. • •
20. Ca.u de Fttud a Salben;tc.n d•I 6 de op<t<> dr 1873, ltllrts <h .i<u· 52. Corúl do Freud a Silbe11t.cin del 9 de setiembre de 1875, ibíd., pág. 171.
• • - 1990. París, Gnllimard. ~ G3--4 53. lbfd • pág. 171
21. Corta de l''reud R t.1artb~ del 16 do dic1cmbr.: de 1883, Srgmund 64. Carto de ~reud a Pliote del t• de fcbrt.ro de 1900, Co~•pondinc10
f~rtud. Corrcspondlntio d4! 01nor, pág. 102. SiJJmund Ff't!ucl· Wrlhtlm Fli~••. 1986, comp. por J. M. ~1a1eon, lmago. Río de
22. ManaM Krtill, Slllmun,d, fil• dt Ja.00, 1979, Pnri•, Galhmnrd. págs. Jonoiro, pág. 399.
:z:n,3. 65. EmoetJon.,., op. cit., 111. pág. 205.
23. Carta do Prcud a Silbcr.;tcin del 9 de &etiembre de 1815, Uttrt1 d~ . 66. Cana de Freud a Silbentein del 9 de seuembre de 1815, Lfllres dr
ftUlllt.SfU!, pág. 138.
""""""· pégs. 17CH.
24 Anna Berna,y1, ·~ty brother. Sigmund Preud·. Am-tncon Afe"ury, 67. Ludwig Feuerbach, /Jo• Wesen dtn ChtUttnhuna, 1843, pág. iii,
LI. pág. 336. 58. "'""•Gay, op. <11., " "· 43.
25. Corta de Frcud o. S1lbcrste1n del 9 de setiembre de 1883. letlrt1 de 59. Ludwig Feuerboch, PnndpcM de umo filOIO(ia do futuro 1842
J<••-· pá¡¡.171 60. ~· L. Aasoun, f'roud, lo filmofia y'°'fi/6M>(... p.'lg. 14. '
26. Carta de Fttud a Mortba d•I 16 de a¡;oet<> de 1832. citada por Eme.i 61. Eme.tt Jone1. op. cit., 1, pq-. 50.
Joncs. op til., 1, páp. 178-9 62. lbíd
27. Corta de Preud n Silbcrstcin del 3 de ugusto de l875, Uttrts de ftll· 63. P. L. Auoun, op. cit., pdp. 14, 15.
M ..., pole. 168. 64. Erneat Jonea, op. cit., J. pág. 67.
28. O. ttfannon1, FtYUd, d dncubnmKntodel 11tflOll«~nte, ptl¡ 26. 65. P. L. Alaoun, op. cit, P'ic· 17.
29. ~~rnestJon~ op. tri.,(, pág. 38. • 66. F. Ott.ntano, ~ol.~ du po11tl <Ú r;u~ rmptriq,,., 1944, Pañs, Au·
30. Curta de Prcud n $1lbc.-st.ein del 9 de iretiembre de 18*J5, Letlf'fl dt b1er, pág. 102.
J<••--· pág. 172
31. Carta de 1-"'reud a S1lbel"f~1n del 9 de seutmbre de 1875. 1b,d.,
67. Carttl de Frcud n Siloo,..t.cin del 7 de mRrio de 1875, f.,et1r<1 lkjeu·
...- . pág. 136
pi\¡¡. 173. 68. Caru de Freud a Silberwtein del 13 de mano de 1876, abíd.
32. lbíd, pág1. 171-2. 69. Pe.ter Coy, op. cct., pág. 44.
33 EmestJOMS,op. <11, I, p6g 40. 70. SE, VIII, 31n.
34. Emest JonH, ibíd 71. Lucillo B. Ritvo, op. <11 , pég. 25.
35. SE, XX, pjlg. 8; GW, XIV, pág. 34. 72. Ronald Clarll, op cit., p.'\c. 31.
36. SE, XX, pág. 9. 1~. Beobachtungcn Obcr Ceataltung und fcineren D11u des als holden
37 SE, XX, páf. 8. be.chneben C...ppen orvane det Hala. Von Sigmund J-"'"reud, 1tud. med.
38- lbíd. 74. ~rGay.op. <1L, pág 46.
39. Cnrta do f'n)ud n Silberstein, del 7 de marzo do 1875, lellres <k JtU· 75. S. Berofeld, •freud't tc•tntific be01noinp· 1949 Amtr. fm,.,.,. VI
pAgJ, 165·96. e· ' • ......,-. •
~. páJ¡. 139.
40. SE, XX. p4g. 9. 76. ~r Gay, op. <•l., pág. 46.
41. Corta do f'reud o Emil FIUMdel l6do1uniodo 1873, /Lll~•d•J<•· 77 Cana de Fn>ud a Silbe,.tein del 6 de abnl de 1876, IAtt- d• feu-
IH!SN, póg, 243. ,,._, pág:s. 189.90.
42. SE, XX, t>'ll. 253. 78. lbfd., pl\g. 187.
43 l.ucille B RitYO, A 1n/luin~1a de Dorw1n d n Freud , 1992, Río de 79. lbíd., pág. 182.
JMeiro, lmogo, p(i.g. 38. 80. lbíd., polg. 187.
44. Ronald \Y. Clark, /t'n!ud, el l1on1bre y 1u cauM, 1985, Plonclá, Bnrce· 81. M. Roben., La roll0iuc16n p•icoanollti<a, pág. 54.
lona, p6g 25. 82. Emesl Jonea:, op. cit., 1, ~g. 58.
45. 01dier Anz.aeu,A outo-on<il1M de Frrud. 1989. Porto Ale¡re, Art.H : · i.,.S.rnfold, ibld, VI, polg. 175.
Médic.'8, pág. 202. ·., eitt Jones. op. c1l., I, p6g. 59.
46. SE, IV, pág. 216. VI vo 85. Uebcr dcr Ur8prung dar hinterem Nervcnwurzeln im Rueckenmark
47 S. Be:rnfeld, "'Freud'1 lcientdic beginnings·. 1949. Amtr /mago, • w:º Am~l.al (Pet.romyton Plaocri)", A.u• ckn phy1iologiarhen Tn.stituk dtr
pág•. 166-96. "";; vnu,,...,uu, 1877, pág:s. ll>-27.
48. l>et.er Cay, op. cit., 1>ág. 39. Preud ·S. Freud. '"Die.SLruktur der Element.e dea Ncrven.a:y1rtems. von Dr. S .
49 Carta do t'rcud a Ftuss del 1• de 1nayo de 18'13, Ullrtl defeuneue. c.Wot ~ 5zekundar.ar7.t 1m allgcmainen Krankenhnuae·, Noch eintm 1m psy·
pég.116. - n v....... gthnlknen v"""'8. 1884, pégo. 221-9.

116 117
87. i''rank J. Sulloway, Freud, bioJ.ogi•t• ''" l'esp1it, 1981. París, Foyord,
pág. 13. •
88. Ueber Spinalcan.glion uod Rueckenmark des Petn:im.yzon, von S .
Freud, tll. med. A\1.1 dem phya1ologilche ln.alatute der W1eMr Univtr11tát..
1877, p4p. 81-167.
89. s. Freud, •1nh0Jt.sangabo der wis11enschoftlichen•, 1897, lnl. Ztitsch·
ri{I f. P<Y</woMIYf", 1940, pág1. 68-100. CAPÍTUL06
90 SE, XVI, pág. 340.
91 lbid. LOS OJOS DE BRÜCKE
92. Smith Ely, Jclhíe, Slsmund Frtud 41 n«urologi1t. Soñw not~• on hi,a
earlier neuro·bioJoSlcol ond ctinical sludie1, en Journol of Mtntal D11t0$4!,
85, 1937, págs. 696-711. La U11iversidad de Viena, en los tiempos de estudiante de
93. Confereoaa publicada en el Jcltrb/Jdt.tr für Pqc_luotru a eo1nie:nms Frcud, t<>nfa una galaxia de estrella& m~dicas de brillo internacio-
de 18&4 (01e Struktur du Efemt:nle des Nerven.systeme. Von Dr. S. Preud. nal. Ademá• de Carl Claus, recién transferido de Gotinga, se de3ta·
Sekundarart1 im allgemeinen KrankMhaUM). caban Ern•t Brucke y Hermann Nothnagel al frente del Departa·
94. Emest Jonea, o¡>. cit., pág. 62. mento de Medicina Interna, avanzada en elcctrofisiologla 1• A ellos
95. E. Rodrigué, Gigante por su propio noturalezo., 1989, Buenos Aitcs, se sumaba el brillante cirujano Theodor Billroth, pionero de la ciru·
Sudamericana. i¡fa cardiaca e Intimo amigo de Brahms, y el equipo eatable de la
Universidad, formado por disdpulos de Robitansky y Oppolz.er. Esa
docta constelación dobn un aire de distinción intelectual o la provin·
ciana Viena.
El Instituto do BrUcke era In filial vienesa de un nlovimiento
cientifico de grandes dimensiones, conocido como la Escuela de ~1edi·
cina de Helmholtz. La meteórica historia de eoe circulo comienza en
el inicio de la década de 1840, cuando Emil Du Bois-Raymond se en·
cucntra con Ernst BrOcke y los dos se juramentan en torno de uno
misión. Du Bois-Raymond escribirá más !Arde: "Brilcko y yo hicimoo
el pacto de desarrollar cabalmenu esta verdad· ·Más allá de las fuer-
zas 6sieoquímicas comunes, no hay otras fuenas activa.e dentro del
organismo. En los casoe que por el momento no pueden ser •XPlicados
por esas fuerzas, hay que encontrar el medio o la formn espcc(fica de
su acción por el método fisicomotcmático, o poetular nuevas fuerzas
de dignidad igual a IM inherentca • la mat<>ria, reduciblee a las fuer-
zas de atracción y ~pul1ión•.,.
El pacto fue ratificado y sellado cuando Hermann Helmholtz y
Car! Ludwig intcgrnron el Círculo, completando "un grupo con esplri·
tu de cruzada"' positivista'. Ellos pensaban la ciencia en términos ri·
gurosamente mecaniciAlas, aunque este movimiento bU>fisicalista di·
feria considerablemente del materialismo duro de un Vogt o de un
Haeckcl, en la medida en que se cuestionaba el andamiaje epistem~
lógico do In plataforma doctrinaria de estos llllimos. A pesar de ser
radicalmente antivitalista, el grupo se inl.<>re3aba por los problemaA
filosófiCOB de la nawralcu. La cueeti6n de la inmanencia, sin ir mú
l<tjos. Por e.o, decir que la Escuela de Helmholtz era una facción ul·
tromecaniciata, como lo presentan Bernfeld 4 y Assoun6, constituyo
una simplificación injustas.
Du Boia~Raymond, en 1880, enuncia sus célebre& Sitte enigma.a
del mundo; el tex·t o, que pasó a ser el maniflcsto del agnosticismo,

118 119
po~tuln cuáles ton la8 cos~ que ignoramos y que sie1npre iunorare· cia muy real en In que la mirada mortífera había sido 1n de eu mncs-
mos. No tenemos conoc1m1ent.os sobre: tro Freud explica "Brucke había d=ubicrto que algunos vecca yo
llegaba tarde ni laborat<>rio. EntoncCB, un din llegó puntualmente a la
1) el origen del movimient<>; 2) la aparición de In vida; 3) e l ordc· horo de cntroda, y 1nc esperó. Lo que dijo fue sucinto y directo, J)Cro
nnm1cnto finalista de la naturaJezo; 4) lo oparici6n de la &cnsibi· no ertlJ\ las pnJabraB lo importante, sino los temibles ojos atoles, ante
lidnd; 5) el origen de la conciencia; 6) el pcnsamient<> rnc1onal; 7) 106 cuales yo me disolvf. Loe ojoo del gran maestro, maravill""8mente
el origen del lcngu1\je. bellos en su edad nvonzadn ..... 12. Dicen que eran 1dénticos a los del
propio Freud Quienca lo conocieron afirmaban que la mirada del pa-
Du Bois·Reymond era hombre de manifiesws; Br0cke, hombre de dre del psicoanálisis era aguda y ·-rutadora"13.
loboratorio. El prime.ro extrapolo, el segundo no se aventura fuera de La excelencia de un maestro impecable fue necesario. para que
los límites de su praxia. As..~un opina que el contact-O de Fr<.>ud con Freud recibiese su bautismo de fuego. Como seftnla Petcr Gay, ·to
Brücke tuvo un efecl<> moderador "sobre lo que habltlJ\ sido sus pri· que Brucke propon:1onó a Freud, joven pecador, fue el ideal de la au·
meros cntusia&nlos románticos"'. Lo que descubre en loe confcrcncina todiAciplinn profesional en acción· 1•.
del maestro sobre fosiolog!a, en 1874, no es una teoría grandiosa, ele- "En el laboratorio de Ernst BrOcke -le escribe Cipión 11 Ber¡¡an·
vada a dtmensiones C'Oélmol6gica8, sino una fecunda hipótesis genéti- za- finalmente encontré 808iego y ple.na satisfacción•. Se aiente aolo,
co, Ja Jlnvc programático de una práctico experimental. como "la última rosa de verano", pero satisfecho11 • Fueron tiempos de
•En el espfritu de Frcud - reflexiona Jones- cxistJa un clnro con· formnción. Durante seis ni\os trabajó en el microscopio, resolviendo
traste entre Claus y Bruckc: insatisfacción con el primero -aun los problemas que su maestro le planteaba. "Descifrando los rompeca-
cuando fuese un zoólogo de renombro- y admiración por el segundo. ~o• del sistema nervioso, inicialmente de los modestos peces y des-
Como ambos, científicamente hablando, eran de los mismos quilatea, pués de seres humonos, cumpliendo con Jos expectotiva15 y exigencias
C8 probable que nlgún aentimient-0 no profesional entrase en el asun· del severo profesor, Freud se sentfa singularmente fcliz" 16• Como
to"''· • 1• muestra de gratitud, en 1892, Freud le dio a su cuarto hijo el nombre
La transferencia con Brücke podrla calific:anie de omor filial . Pe- de Ernst. "Brucke fue la mayor aut<>ridad que actuó sobre mí" 17•
ro para Pcter Gay, gran parte de este atractivo de Brúcke ae debla Siegfried Bernfcld inveatigó en formn exhaustiva Ja influencia
precisnn1cnte a que •no era como (el) padre• de Freud 9. E·r a, por ul del Maestro oobre Freud 1t. 1'. Jonee, hablando de la •orientación evo-
decirlo~ el antipodre: no tenía lo "'generosa displicenciolt do Knllamon lucionista do Brücke•, escribe: "'Dnrwin habla demostrado que en un
Jacob Freud'º· Jacob era simpático, hedonista, alegre, bonachón, fan- futuro próximo so podrla lograr alguna comprensión concreta del •có-
t.nseador, tal ve'Z un tanto Schnorrer-2, Su ~1aCfltro, en contn\st.e, era mo- de los orfgeoea. Los evolucioni8taS estaban convencidos de que
. meticuloso, preciso; BU rigor llegaba a la pedantería; intimidaba como Darwin ya había contado Wda la hí•torie. Mientnlll 106 entusiastaa y
examinador y jefe exigc.ntett. los escépticos medfon Bus fuerzas, los invcsti.gadorc.s es:toban ocupa·
Los ojos de Brucke. Magnéticos, eiules, aoeradoe, esos ojos en· doe reuniendo loe Arboles genealógfoos, llenando lagunas, reorgani-
traroo mcmorablementc en "El libro de los sueños". En uno de ellos, zando los si8tcmas taxonómicos ..."'20. Lucille Ritvo llama la ate.nc.ióo
llamado Non uixit, un rival es aniquilado con "'una mirada penetran· acerco de que este parrafo, que Joncs cita de Bernfeld, so aplico mils
te-•. Eate sue~o reveló ser un fragmento deformado de una experien- a Claus y sua actividades zoológicas que a Brücke y su interés fisioló-
gico. •No hay pruebM de que la biología darwiniana fuese de especial
interés paro Brückc, como vimos que era para Claus, ... principal
mentor de lo .:revolución do.rwinio.na•W2 1, Ritvo, en efecto, no encon-
•t. Bcmfeld, considerando el hecho de que Clou.s es 20 a.ños mayor que tró referencias a Darwin en los textos de Brücke, ni en loe de Exner o
Prcud, y 8rlicke 40, pienau que "eatl.8 difercpcias do edad corresponden cxne- Flcischl. De hecho, el propio Cleus afirmó que ninglln fisiólogo podria
tamente, por u.n lado, a la e.xistente eot.re f'reud y au medio hermano, Phi~ haber realizado el descubrimiento de Darwin, por carecer de conoci-
hpp, temible rival imag¡nario en la primera infa.noa y, PQf" el otro, a la eii.9-
lonte en\.re Freud y su omniscienle padre" <Bernícld, ~reud's Sc1entific ~ionws gcológicosH. El interés de Claus giraba en torno del orden
O.gínninp", pép. 169-74). Argumento dudoeo, ya que la diferencio de od•d sistemático de las plantas y animales, mientras que el de Brücke, se--
cotr"e8Ponde mú: a la que ttJ.Ate con Emmanuel. gtln eus propias palabras, era "'encontrar In verdadera diferencia en·
'2. O. tal palo ... tre animalt""I y plant.as, estudiando su alimentación, sus proce&08 de
•a. 1';1\ ese auoi\o, crucial en lo relación de Proud con Plicsa, eatdn pro- aeimilación y au modo de crccimiento""13.
tentes todoe loe o;o. supr.ryoieo1. comenzando por Ja mirada de su hermano O sea que Claua no tuvo un Bernfeld que lo proyectara a la bío-
J ul1us. muerto exed.amente 40 at\oe antH grafra oficial de Jone.s. Freud se mantuvo cxtratiamente silencio.so

120 121
con respecto a Clautt. Quiz.á éste fue un individuo dificil, amargado los desfiles frente a la puerta de la Ópera, loa domingos por la mafta·
por la muerto prematura de Iros esposas ... na. .. Fleischl tenía un eapfntu irreverente. vivo y alerta. Su ambi-
El poeitivismo nació ol grito de "¡Ab¡tjo lo Metoflsica!" Su piolo· ción no era la carrera universitaria, de modo que no competía con
formn prospera en fiaico, química, astronomfo y medicina. El pora- Exner.
digmo era la matemático, Reina del Saber. De allí que Comte, prcr Brúcke, Emer, Fleiechl. Un cuarto nombre, que luego se volverá
foto del positivismo, consideró posible dor bases sólidas al estudio per11onaje central en esto historia, fue el de Joscf Breuer, el Dr. M .
del individuo en la sociedad y acuñó la palabro "sociología": la socio- del sucfto de lrma. itl ya no trabltjaba en el Instituto de Brückc, como
logia como una especie do flsica social. Esto recuerda la Psicohistcr parece deaprcnderse de lo biogrnfla de Joncs, pero lo visitaba regu-
rio que Hari Seldon, Mroe de Asimov, so~ara para la Fundación del larmente, y era gran amigo do la plana mayor. Es muy posible que
Futuro. Freud conociera a Breuer dcede 1877, cuando éste dio un curso sobre
El positivismo promovió el espejismo de que el saber cienUfico nefropatSM2t.
baltaba para barrer lo que había de bestial en el ser humano, de que En 1876 Brilckc publira su ópera prima: las Conftnncias S<»re
ero una herramienta paro crear el poco com\ln eentido común con u.n {i1tolO(!fO, basadas en tu cluea que el propio Frcud habla ayudado a
nndamiaje sólido basado en la Razón. Los poeitívistas creían píamen- preparar y en las que habla actuado como asistente. Este grueso ver
te en todo lo que era del orden de lo natural. Lo que el hombre tiene lumen fue su segundo libro de cabecera, sólo dctrá• de El origen de
do natural es bueno24 . En ese punto, cu riosnmcnte, los positivietntt los eaptciu, del •meyor Mneatro de todos". El vitalismo, la filosofla
cro.n románticos. romántico de la naturaler.a, con su poéticc palabreo engañador, era
Los auxiliares del Instituto de Fisiología también dejaron impre- el enemigo por derribar. Baota de tinieblas y do fuerzas ocultas. Pri·
aioncs profundas en Freud. Alll ccnoció a dos persoo¡tjea importantes mcr mandamiento del catoci•mo ideológico de Freud. Su enérgica
en su vida: Emer y Fleiechl Ambos eran a.saatentes de Brücke. Difl· afirmación de que el pslcoan'1isi1 no tiene una vi1ión del mundo p~
cilmcnte se podría encontrar a dos hombrea con temperamentos tan pia, y de que nunca podría generarla, fue su manera de rendir un
opuestos. perpetuo homenaje a sus prof...,res po6itivis1As El poiccanálisis, tal
Sigmund von Exner habla sido su profesor de fisiología de los ór- como él resumió la cuestión en 1932, ªes una parte de la ciencia y
ganos sensoriales. Frcud ee refiere a é l como u.no de los '"hombrea puede adherir a una visión científica del mundo·JO. Lo que era fil080-
quo yo podía admirar y tomar como modelo.... Miembro de una fami· fla se convierte en ciencia .
lio rica, vinculada con lo corto del Imperio Austro·Húnga,.,;i•, figuro En aquella época los eatudiantes de medicino hoclan el servicio
del Tout Viena. Técnico nnto, excelente administrador, de sólida co· militor como asistente" médicos. Frcud tuvo la &uerte de trabajar en
rrcra universitaria. En el futuro ocupará la cátedra de BrUcke como una clínica ambulatoria cerca de la Ringstrasse. Su tarea, en ese a/lo
Profesor Ordi.nariu1 y Director del Instituto de Fiaiología. Pero, más de paz de 1880, consistía en atender a algunos ooldados enfermo• y
allt de la burocra.c ia, merece ser recordado por lu nociones de Bah· huir del tedio. Se desempeM bien en el ámbito militar. y fue dado de
nung ("facilitación" o "huellaí y de "suma de e.icc1t8Clones• que Freud ~a cubierto de bono-. Es curioso que este judlo rebelde e impeni·
retomará en su l'royttto. ~nte lograra elogios marci1le1 de los oficiales superiores por ser
La familia de Emat von Flei8Chl-Monakow, por su parte, era tan •muy confiable y animado•, *humanitario• con 1u1 Pticientes31 . En esa
próspera y renombroda como la de Exner, pero sus conexiones mun- épocn Freud traduce loe onsayos de John Stunrt Míll . Coasiguió este
donas pasaban más por el orte, el mundo de la mú•ica y del t eatro'•. trobajo gracias a una recomendación del yo olvidado Brentano. Es
Figuro byronesca hnslo en su dest.ino trágico, Flcischl impresionó vi· muy probable que Breuer, grnn amigo del filósofo, también le dieae
vamc.nte la lmaginación del joven Freud, abriendo lo ventana inteloe· una mano32,
t.ual de un universo fascinante, que iba desde la equitación y el juego Me.ses sin hacer ab11olutamente nada. Frcud no podía adivinar
japonés del •go• hasta el aAnecrito". "Era el hombro mejor vestido de que, a la sazón, a pocaa cuadras de distancia, Brcucr comenzaba a
tratar a Anna O., una majer cla"·e en su destino.
Anna O.: oportunidad para hablar más de Joeef Breuer. Este
•4, La madre. Ida Flcitchl, reunía en un 1nlón literario a hombre• de hombre pronto se convertirá on gran amigo paterno! y confidente. Ca·
cienc.io, periodistas y llrti1to1, entré los que se encontraban el arqueólogo torco aft08 más viejo que Frcud, era conocido en Viena oomo el hom·
Emnionucl L6wy, la eecrit.orn Uetty Paoli y In gran n1nign y corresponsal do brc de In "Mano de Oro"». Jo0-0f Brcuer era el médico personal de la
Breuer, P.tarie von Ebncr·Etchenbach (Albrecht Hirtcho10ller, Josef Breuir, mayoría do los profcaoros do la Facultad do Medicina, comenzando
1991, Pario, PUF, pág. 36). por el propio Brücke, lo que lo convertía en el cllnico más solicitado

122 123
de todo el Imperio Austro-Hüngaro. Su fama ee basaba en 1u ínfalibi· unn joven dulce y tímida; el tipo de mujer que. como los buenOIJ vmos
hdod paro diagnosticar. Uno de los último• grandes "médicos de ca· de las bodega• de su padre, m~orn con el correr de los añOt1. Freud,
bccera•, hoy en día una especie en vías de extinción. que gustabn mucho de ella, dio el nombre de Mnthilde a su hijn ma·
J oscf, como vimos, era hijo de Lcopold Drcucr, el autor de los ma- yor. En carta n HU suegra, nnuncinndo la llegado do la nietn, dice: "Se
nuales religiosos de Sigmund Freud. Existe un "parocido de cuna• llonla ~1athildc. r1olurlich 42 . El nalurlich dice mucho; significa que no
entre Freud y Breuer: el padre de est.e último, como Jacob, se casó podía ser de otro modo. Freud, en efecto, frecuentaba la ca.Ba de los
ta.rde en la vida, con una tsposa joven· Leopold tenía 49 años; ella, Breuer, quien"" lo hablan adoptado como si fuese de la familia -sin
Bertha Semler, 24. La pn~a tuvo d06 hijoo. J06ef y Adolf. Josef no duda en el lugar de Adolf, el hermano menor muerto.
conservaba ningún recuerdo de au madre, que murió al dnr n luz a su Más allá de los ecos nostálgicos. una serio do punl<>s en común
segundo hijo, "glorificada de juventud y belleza "3'. Lecpcld no se vol· vinculan a Froud y Brcuer. Existe un notable paralelo en la elección
vió a casar, y su suegra se hito cargo de lo c8ila y de lo educación de dél camino profe11ional. De hecho, nmbos renuncian a la carrero uni·
106 niños". Adolf murió de tuberculosis a loe 30 años. ver8itaria, siempre obst.aculiindn por un toque de antiscmitismo•s,
La trayectoria de Breuer mer«:e ser detaUada, ya que él fue, por para dedicarse a lo clínica pravada Digam08 de paso que, cuando
lo menos, lo "parUra• del l"'icoanálisis. Poco se sabe sobre ou infan- ~'reud elaboró su método de tintura de clorato de oro, tenla lo misma
cia, más nllt\ de un par de párrafos de su currículum, escritos a los edad que Brcuer en la época en que estudiab.• el mecanismo de In fie-
ochenta y cuatro aftos. Él lo sintetiza hablando de una aurea medio· bre. Los dos tuvieron los mism08 maestros. Otrn cosa en común: el
criias, lo que parece contatituir un pecado de n1odcstia sazonada con omor por los senderos de los Alpes.
humor. En carta a María Ebne,.,.Eschenbach. •u corresponsal de toda Breucr, eso sr, siempre recibió 01ayor reconocimiento do lo clase
la vida, Brcuer dice que tu\·o una juventud -.muy calma, muy feliz y m6dica. y fue nombrado miembro de la Academia Vienesa de Cien·
muy ordenada"". Excelente alumno, lograba notas máJtimas en grie- cías en 1894, o se:. en el Mo en que ponfan punto final a los E1tud1os
go, geografía y matemáticns, y tenia uno "conducta ejemplar y aten· aobn la hi.<11Ur1a. ~1omeoto en que Breuer y Freud comienznn a ale·
ción concenlrndn"31. jarse. Es muy probable que el reconocimiento ocodémico boyo pcsndo
El joven Josef in¡¡resó en lo universidnd n los 16 nftos y aparente· pnro que este rci:Jpetable supcrmédico del Imperio Austro·l-fún.goro,
mente siguió siendo un estudiante calmo, feliz y ejemplar. Por consi· mic1nbro por su c.nson1iento de unn familia ricn. de Viena, amigo cpis~
dcrar que aun no tenia una edad adecuada para los estudioa médicos, tolar de Brentano, no entrara en la el!CMdaloso cruzada de la et.iol<>-
hizo un afto preparatorio, cul'IOOdo "Historia de la Fil080flo Griega•, gfa sexual de los neurosis. Teorfa que no era de él. A esta altura. co-
"Flsica Matemática· y "Cálculo Diferencial e Integral". Al afio si· moveremos. Anno O. ya no ero !luya.
gujente ingrcl!Ó en la Facultad de Medicino, en la llamado Segunda Los biógrafos llenen tendencia a enfatizar In bondad peroonol y
Escuela Vienesa de Medicino, encabezada por el patólogo Robi· el óxito clínico do Breuer, en detrimento de su correr&co1no invcsti·
tansky. El fomoso Virchow habla apodado o Robitansky "el Linneo de gndor. Él pose(o una excelente mentalidad teórico y era u n fisiólogo
la anatomla patológica". En su cosmovisión médica los sínt-Omos apa· do primera l!neo 'l'iene el mérito de dos impcrtantes hallazg08, adc·
recen "'como los signos necesarios y esencialee para la formación dc1 máa de su pnmcra investigación IObre la tennodmámica corporal.
producto potológico->8. Se p""lenln como el podre de la "anatomía t... El primer deM:ubrimiento de import.0nc1a, realizado aimuJtá·
pognifica•. neamonte pcr Ernst Mach y Crum Brown, se refiere al papel de los
Breoer fue disc!pulo y Mistcnl-0 de Oppclzer, el gran scmiólogo39. cono.les semicir<:ulnres del oído, ecgún la denominada U!orfa dtl n1oui-
En esa posición trabó amistad con Moriz Boncdeck, con el fisiólogo miento endolinfdtú:o del aparato vestibular''. Broucr describió corroe·
Wunderlich y con el cHnico Skorda'º· tomcnte los dis1>osit.ivos rcflejoB mediante los cuales los corpúeculos
Fleischl era integrante conspicuo de eac circulo. Una profunda 11<>nsoriales, en el interior del laberinto, consiguen coordinar la pcotu·
amistad unla a Breuer y Emst Fleischl von Monakow. El grupo, de· ra, el equilibrio y el mo,~miento. También llamó la atención sobre el
nominado "Club de Fisiologlo de Viena•, 1e completaba con Exner, •••lema de otoh"'8, cuya función habla sido subeotimada por Mach y
Anton von Frisch, RudolfCroback y Vinccnt Ctemyº. Do la misma Brown44.
manera quo la muerte do Charcot afectó a J anet, In carrero de El segundo dc8cubrimiento lo llevó a identificar el mecanismo
Breuer se vio alterada por el deceso prematuro de Oppolzor, en 1871,
vfctima de la epidemia cspai'lola de tifus.
Jnsef ae cal!6 "bien· a los 26 años, con Matb.ilde Altmann, hija
menor de un comerciante en vinos. Los AJtmann eran una de las fa· ·s. ~ntraruun~nt.e a to que M piensa. Bre\ler también sufn6 (aunque
milias burguesas judíos ricas de Viena. Mothilde parece haber sido en •1lenaoJ la. v~i11t.udee de la cond1aón de judío (1bfd.• pág. 40).

124 125
autorre¡¡ulador del nervio vogo. Tenln 25 nl\os en la ~poai, curonba el c,.Cuál e ra el r..¡:o fundamental de la biologla de Brcucr?
úllomo año de modicina y trablljaba bajo lo dirección de Ewald He· El lenfo una visión del cuerpo que, en el soglo XX, ibn o de.embo-
ring (du llhl ol nombre del "reíle¡o de Hering·Breuerl''. •EJ ingenioeo car en la lemátíca del feedbach. Lo idea era una autorregulnción de
experimento proporcionó la prueba decisiva respecto do uno de IOM lus funciones corporales, centradas en su utilidad para el orgnnismo.
primeros mocaniRmos de retroacción biológica c1tud1ndos en 108 mn· Breuer habla de "performance telcológica"". Tanto en su trabajo so·
míferos"... bre lo fiebre como en su fi81ologia de la respiración y del aparato V1!$-
En este contexto, Hering, su maestro de fi11iologfa, no puede ser tibulor, csludió diforentes tipos de regulación 1>or rotronlimenta-
ignorado. Diacipulo de Fechner, eminenw miembro de lo escuela de ciónS.2.
Lci¡nig, Hering fue el gran rival de Brucke y de Helmholtz... "Pode- Sulloway considera que "'las invcgtigncioncs fiMiológ1cas de
mos pensar - piensa Hirschmüllcr- que rn aquellos tiempos Breucr Breucr propon:ionarcn IM bases conceptualet para la l<!orfa de avnn·
estaba más cercn do llering que de Brucke"" Ell0& diferían en el iodo que ~I y l'reud elaboraron poKleriormente·~. Esto puede ser
abordaje de los grandes problemn• biológicos. Hering •no veln In vidn una exageración, Sulloway tiende a atribuir más mérit-08 a Breuer y
como un proceso mcc._'\nico, (consideraba) necesario ~n~r su acta· o Flicss, nnvegn.ndo contra Ja corriente biográfica que sncrifica a los
vidad propia, su nutonomfn y su finalidad, tratnndo de cncontror c&- colaboradores en el altar del mito. El enfoque cienllfico de Brcuer, no
tas caracterfsticas generales en todas las manifcstac1onea particula· muy ulejudo del de Charcot, fue •in duda útil parn Freud, un poco
re8"48. Por otra pnrte, juzgnba 11upernda In creencia optimista en el preso en cierto dogmatismo helh.moltziono. .. Brcucr era un fecundo
progreso mecanicisln MI se carocleriza el debale del tmpirismo de la creador do 1ntu1cionc3 cicntíficns y un observador atento-..., nos cuen-
Eacuclo de Hclmholti con el notivismo de llering. que ccnecbia un or- ta Peler Gny. Tenia plenn conciencia de la ma¡:nilud del foso que •c-
garusmo con leyee propias y dispo@ición lel<'Ol>lgica. para lo hipólesis del conocimiento. En su capflulo leórico de E•tud1os
Haciendo historia, se puede decir que lo P•icologia de Fechncr tobrt lo hi1~rio, Breucr cita a Tcseo (Sucilo de uno noche de uerono),
era uno elaboración construida o partir do Herbnrt. Fechncr -ese úl· que dice: "'Lo mejor de eslc género es apenas 1'0mbra"'5oS, y ex-presa la
timo panteísta romántico- fue el primero en aphcar o loe organi~moe cspernnza de que hoyo por lo menos olguoa correspondencia entro la
vivos el principio recién descubií'rt-O de la conservación de la cncrgin. idea de la h1stcr1a que so forma el médico y la oosa en si
~I fue entonces el primer •1nvest1gador entrópico•. Soslenla que ·1,,. En 1881 Cipión se despido de Bcrgllnza. The dream is over. La
movimientos en el sistema nervioso dan origen 11 la ideas". e influyó Academia Española, el Período Llu acabó. La vida va distanciándo-
en Brcucr, que sólo lo considera h.~ comparable a Goethe<t los; <!Ro relación dio todo lo que tenía que dnr. Con el ocaso de eso
Freud, cont.inuando el circuito Hcrbart.--Feehner~Hering-Brcucr, amistad acaba la adolescencia Sevilla vuelve a ser Sevilla, y Viena,
por esa via, aprendió que la mente y el cerebro eat.11\ tan lntimomen- Vienn. Se puede pe08ar, entonces, que el lugar dejado vacanle por
te ligad08 que deben ser considcrndos como doR expresiones del mü1· Eduard Silben1tein pasó a ser ocupado por unn persona que era din·
mo fenómeno. Se puodc hablar con lodo derecho de la "mecánica del mctrnlmentc opuesta: Joscf Brouer.
En ese año Freud rindió loe tres rigoroStJ. o seo, los tres exáme·
facultades tnn en boga en '°"
cerebro". Esa psicologin asociacionistn repudiaba la psicologfa de lns
comienzoo del siglo XIX, y en conlra do
la cual 1lerbort levnnló su "dual i•mo dinámico".
nes linale:s. En el primer rigorosunt, Química, escapó •apenu del de-
sastre por la cl(.lmencia dc:l destino o de los exa1ninudorcs". En el so-
Por otra parto, sabemos poco de la influencia directa de ll cring gundo rigorosuni, de medicina gcncra.1, se descmpctió bien, oblu\'O un
sobre Frcud. Jones menciona quo en 1884, en pleno periodo de lo coca, •satisfactorio", y no le fue aún mejor por no haber estudiado de mc-
Hering "invitó a Freud a trobajar como asi&tcnte suyo en Pragn, sien· morin medicinn lego l. En el tercer r1gorosum, sobre especialidades
do probable, ,, que Breucr tuviese algo que ver eon esa mv1tación•;. 50 médicas, sacó lo nota máxima$S,
A la hora seftalndo, '°"Plldres de GiBela FIUS8, llegados de Mon·
tclibrc, concurrieron especialmente parn In oco.sión.
Recibiroe no hizo gran diferencio. El titulo all<!ró poco su rutina.
Como la correRpondcncitt con Silbcrstein termina un pnr de meses
"6. JoM rivnlidod fue lo cau&n de que Bruckc vet.nse do. vec:et la cnndida· antes de su doctorado, no tenemos detalles de eu estado de ánimo en
lur• de He.ring para la tt-gtanda útNlr-a de fiaiologi'a de la Univcr11idad de
Viena.
•1. F..ste fue el periodo en que Freud buscaba fucnte1 de troba.JO. Stro ·
chey. en el Aplndue A dtl arttculo lll>bre ~I incooeciente. hAbla de la tmduc.
ción de un cn1Qyo de Hcring rt!alizndo por Frcud, en lo que ~ste. en nota al :adue "- Plic'ologúl tiene dtrttho a dar por .enl&da ln exiat.eocia de una aclivi·
PI• de pqin.a, .eñal.a que aerc.u obwrvacioDee de Hering "permí~n •up0ner mtntal 1nc:on1C1enw· (SE, XIV, pég 205).

126 127
NOTAS
esos moment08. Continuó trnbajando junto o Brückc, full tune. por
más de un oi\o. Fue promovido a la posición de "'dcmostrodor•·e. '' Er·
nest Jooes revuaó los orchivoS del Instituto y no enconlró et registro l. Jocqueo N..,,r, l'rtud, l"rn<0<1«unt, 1977, Paru, Gal1lé<>.
de ninguno invootigoción suya durante ese periodo. Complel6 su tro- 2 S . Bc!rní~ld , •f'ttud'1 Sc"•nbfic Beginnings·. AnKrlCOn lm<110. p.ac.
b'IJ<) sobre el longostln en el otoño de 1881. Investigó g......., en el Ins- 173.
tituto Químico do Ludwig. Aunque aficionado a la qulmica, no le gus· 3. Eme1t Jonet. A 111do to obro tk S1gmund FtTud. Rio de Jan(!1f'O, lm:a-
16 ese trablljo. De hecho, posteriormente calificó a 1882 como "el allo go. 1969, 1, "" 63
mis meloncóhco y men08 exil08o de mi vida profesional .... 4 S. Bernftld, ·Freud'1 Klenufic beginnings·, 1949, Amf'r1con lm~o,
En reahdad, Freud estaba mas cerca que nunca de Brucke. Por Vl, páp. 165-96.
eso esperó hostil el final de 1882 para abandonar, por conl!('jo del 5. P.·L-Auoun, ·1,.o1 fundamentos fi1oeófioos del Pf1c:oa.n6l.1.1L1·, H1stont1
dtl Psito0ncilr111, con1p. de Ro1and Ja.c:ard, 1984, Bueno• Airu, Cren1ca,
!tiaestro, ~• cepullo protector del laboratorio, y asumir un puesto su·
pág. 73.
baltemo en el li06pital General de Viena. 6. Albrechi lhrschmüller, Jost{Bn:uer, 1991, Parí., PUF, pág 64,
Decisión fundomental. Cuarenta años dcspu~, en su Autobiogra - 7. P.•L. AMoun, lntroduoOoa cpiskmologi.o freud10110, p{ig 233.
f(a, dice lo siguiente: 8. ErnetL Jonee, op. cit., ti, pág. 52.
9. Pcler Coy, Fnud, un1a uida paro o nosso le1n¡>o, 1989. Snn Publo,
Lo decisivo ocurrió en 1882, cuando mi profesor, o quien yo t.enfn Componhio du1 1"'1ttl\s, pág. 47.
c.n In rnós oltn estima posible, corrigió ta gcncrosn impre visión de 10. SE. XX, J>'\~. 10.
mi pudro, aconsejándome enfáticamente, en visto de 1nl moln si· 11. E. Lc1ky, Tlu1 V1e11no Aftdical &hool of !t1ed1c1nt o( rite 19th Ctt1
tuoción financiera. que abandonara la carrero lcóricn. ~guí eu tury,pág.231
consejo, dejó el laboratorio de fisiología e ingresó en el llospilal L2. SE, V, pá¡1. 521-2
Ocnerut$9, 13 Peter G•y, op. cu., pág. 47.
14. lbld . pó~ 48
15 Ca.u de Fn!ud a S1lberstein del 22 de jumo de 1879.1..<11,,.1 d• J<U·
Veamos eo1te momento más de cerca. Jacob Freud, que, es bueno
reconocerlo, hobla cooteodo los estudios de su hijo, atravesaba """ª" M-. 1990, Paria, Galhmard, Piie- 213.
16. P.wGay,op. tal., pile. 47.
dificultades económicas, después de perder gran parte de au pequello 17. SE, XX. pq 253.
capital en el derrumbo de la Bolsa en 1873. A partir entonce•, la fa. 18. s. Bemftld. 1btd. polp. 165-96.
milía comenW o 1ufrir graves penurias. La cosa estaba negro. con o 19. S BemC.ld, "Pn!ud urh•-' theories and the IChool of Holmholu",
sin el "mito del héroe pobre• del que nos habla Sullowoy. Hay un 1944, l'ly<h1J01UJ/y11< Quor~ny, XIII, N' 3.
"gran trecho" entre lo Academia Española, con •u ..,110 y su blasón, y 20. Emell Jonu, op. cu., I, P'ga. 54-5.
la casa aórdida lucha por la vida de un médico recién diplomado. 21. Lualle B. R1tvo. A ln/lutncio de Dorwin tob~ Frcud. 1992, lm~.
Frcud tenlo ante si une elección dificil: lo práctica cientlficn elitista o Río de Janciro, pá¡. Z9.
la práctica mOdicn paro ganarse la vida. Opl6 por lo ""gundo. 22. lbfd., pág. 211.
Ln pobrci:n ern un factor importante en In cncrucijndo, pero fue 23. Ern1L BrUck<!, Vorlt1ung.-n Ubtr Phy1iologic unter dtnri Auf1itht
la llegado mclAlórica do Martha Bemays lo que cambió su vida. Ln fe- nocla steno¡¡raphi1ehtt1 Aufzt1hnu11gen bearouge114b«n, 1875, 2 t.omo1, Viena,
cha; 10 do junio de 1882. El lugar; el jardln de MOdling. 1\111 Frcud BeaumOller, pi\g. 40.
24. lleckcr, "Ocpoi• do Froud", U!lro f,.udiana, 1989, pág. 61.
declaró su amor y obtuvo un si. Once dlas después, en uno entrevista 25. SE, XX, pd¡¡. 8.
con BrOckc, tomó In decisión de abandonar el lnstit..uto. Sus roz.ones: 26. Slg1nund Exner em eobrino nieto de Frnnz Serophim Exncr, pcdtt~o­
la pobreto, el nmor, la ambición. go reíormi8t.o, ami.RO do Herbart.
En rcolidnd , eu corazón estaba dividido entre el gran amor por 27. Corta do Freud a Martlrn del 27 de junio de 1882, Si¡¡mund frtud
Martha y el omor por lo ciencia (por las anguilas. 106 longostin06, el CorrupondlMio d~ amor. 1981, linago, Rio de Janeiro. pág. 30
corte histológico). Ese pobre corazón enamorado latla ol ntmo de un• 28. I Stone, JU pou&• da <M•I•, 1, pág. 24.
nueva drogo que él acababa de experimentar: la cocalnn. Pero el 29 S lltmfekl, "S1¡¡mund Fnoud, MD, 1882-1885". /nl J. P1y<hoanul.,
amor llegó an~ que la coca. X:XXll, 1951 ...... 217
30.SE,XXlll ...... 181
31. "Qwal1facolJOtU Enaca••", 1886, atado por Peter Gay
32 &m.lJo-.~.<11.,l,r>'g 01.
33 1 St<>ne, ~ <11, I, pdg 31
•3_ Cnr¡o wn)CJant.e el de ,efe de 1'rabaJOI PricUC09.

128 129
34 J Breuer, Curriculum V1«ie,,Lraducído por Obendorr. pdg. 11 .
35. Albrecl>L llon1<hmtJller, op. cit., pdg. 114.
38 Carta de Dnmer o Mario Ebner·E.clicnboch del 16 de abril de 1903
Corre1pondincia d~ Breuer com &fetne Ebner-B.f<A~nbocla, 1966, comp. Po;
Roo.rt Kahn, 1>4. 73.
37. Albrocht J-fuschmullcr, op. ctl. , p4.g 28. CAPfTUL07
38. E. Laoky, Thc V~11na M<dkcl &hool of Medicine of the J9th Cen·
tury, pág. 132.
LA ÉTICA DEL TROVADOR
39. Archivo. de Breut.r, citado por Albrechl Hirschmüllcr op •i't
1>ág 38. ' • • .,
40. Albrecht Hin>chmülltr, op. t11 i>'¡. 33
o. E. Leoky. op. ctt., p~. 538. ' En una tarde fría de abril de 1882, Freud volvfa dcl ln•tituto,
42•. Cana de Freud a Emmeline y Aotinna Berna.ya d<':l L6 de octubre de quoiá deopués de haber teñido 1u milésimo Petromyz.on. Ese dla, en
1887, Si¡/rnund fuud. CorN!spo11dincia de amOI', J)dg. 266. vez de aubir dirt'Ctamente a su cuarto, con\O ac08tumbraba hncerlo, lo
.43. J . Breuer, "U<btt d1er Punklion dcr Bobencanp d.. Ohrlabyrintlll" detuvo In presencia de una alegre joven que mordisqucab:i una man·
Al~'ttnt«h JahrbtJ.cher, 1874, IV. ~ zana. •&a primera visión -<:uent.a Joncs- fue fnt.a1" 1 • La joven du la
44. trnnk J. Sullowoy, F,..ud, ~··de l ....•rit 1981 Pans, ' F•-rd manzana era lttartha Bemays, con 1us veinte primaveraa. La acom·
pág. •7. ...,.,, ' • -- • pallaba Minna, su hennana menor Amigas de Anna. El flechnzo fue
. ~~· J. Breue.r, •Di• Se1~~urun.g dtr Athmu.ng durch den nervU$ va- fulminante.
gu.s, S1t.a.uopbenchte dce ka.1&ef11chen Akndemie dcr \Vis.senahnnen· vol JI En los draa quo siguieron, aemana tras semana, abundaron los
AbLhcolung, págs. 9()9..37. ' · '
encuentros. Encuentros borrruJcosos. con la torpeza de los llmidos.
46. Cranefield. •Joaepb Breuer·. Diclionary of Scientific Biography "Para Freud era máa fácil presentar un Mpccto antiooc:ial y cxcéntri·
1970, 11, pág. 446. '
47. Albrec:bL Hi~Qller, op. cit., pág. 64. co que hacerle la corte abiertamcnto"'. Pretendicnto desmañado. Su
48. Citado por H1111chmüllcr, ibld., pág. 63 conducta repito el •hamlcti•mo• del encuentro con Gioela' 1• Pero lue-
49. Em..tJon..,op. <ÍI, I, pág 375. go cambia, porque •cualquier se.,al de artificialidad en relación c:on
60. JonelJ cita uno carta in6dita de Freud a P..lartho del 27 de mayo de una joven como éso habrfa sido intolerable''.
1884 (Erneet Joo... op ciJ., pq 230). Garboso -aunque esto""ª cuestión de gualo8- y seguro de si mi•·
• 51. Josef Breucr, "ÜOO.r der •·unction der Borgengtlnge der Orfabyrint.- ma, Martha peinaba hacia ntráa su cabello lacio y negro, realzando
hea, M<d1ca/ Jahrl>uch, 1874, Viena, P'ca. 72-1114. su cuello grllcil .
62. Albrocbt Hirschtnüller, op. cU., pág. 112. Según Marthe llob<>rt, la joven, también llamado ·my sw<tl dor·
63. Frank J . Sullowo,y, op. m., pág. 46 lirig girJ•, '"mi dulce novia·...mi bien amada ~1artune•, "'mi bichito va·
64. Peter Gay, op. cit., pág. 74. nidoeo•, -mi princoeita•, ..mi dulce teeoro", •1ni corazoncito", '"mi que-
55.SE, ll, páp. 250-1.
rido amor", "mi Cordclia", •mi Dulcinea•, •mi Evita'", no parece
56. Carta de Freud a Silberotein del 22 do julio do 1879, L<ttreo dc¡eu· justificar ..,mejonte rosario de calificativos y oobrenombres'2. Es 'del·
....... pág. 212.
57. Eme1tJon..,op. cit., páa. 71. gada y delicada, de rasgos fi.noe auoquo insignificantes••. Pero tenía
68. lbld.
59. SE, XX, p<ig. 10

•1. ¿Recuerda el lecc.or la carta o Silber1t.ein?: •t..a inclinnción hoce tu


aparición como en un buen d(a de primaven; sólo m1 abeurdo bamleti.amo.
mi limidez mental, me impidieron encont.ranno cómodo y l\ guito junto o esft
joven, n\odio ingenua, modio culta• (carta de f'Teud del 17 de apto de 1812,
Lettr.. tk.i<uM-, 1990, Paria, G•llimord, i>'g. 43). Hablon pa•odo mi\1 do
dioi afio....
•2 A modo de contraste, humano. tan humano. en 1908, un cuurt.o de si·
glo m.ú lardo, en OCtUJión del Primer Congreeo Psicoanalítico de Saltburco. él
ena.beu su carta con Qn ·~ti querida Vieja· (carta de Preud a ti1nrtba del 29
de abril do 1908, Sigmuncl Freud. Corn1pondint1a dt amor, 1981, lmaco.
R>o deJan•u·o, P'«- 322~ Martha ,.nla a la auón 47 llJ\oo.

130 131
varios pretendientes, lo que llevó al joven Freud a niveles insospecha· te nuestro encuentro e l domingo y haga llegar clandestinamente
dos de celos. Por seducido que estuviese, él no la consideraba bella y, esta audaz carta 10.
con una franqueza desconceft\lnte para un corazón apasionado, le di·
jo lo siguiente: El sigilo es esencial para la audacia del amor cortés:

Sé muy bien que no eres h ermosa, en el sentido e.n que pint.ores y Pero sé que n o puedo dejar de escribirle; eo los pocos minut~s
escultoref; lo entienden; si quieres que dé a las paJabras su senti· que pasaremos juntos no encontraré la colma y tal vez. el ~ra.ie
do estricto, IA!ngo que confesar que no eres una belleza•. necesarios para hablar de todo con us!A!d: las pequeñas intrigas y
planes que su partida para Hamburgo despiertan en mí 11 •
Jones se esmera en describir el noviazgo paso a paso, y relata
que en el último día de mayo tuvieron su primera conversación '"se· Después del sigilo aparece la transformación:
ria", bajando del Kahlenbcrg tomados de Ja mano. En su diario, Sig·
mund se proguntó ese dfa si él podría significar para ella tanto como Querida Martha, ¡cómo ha cambiado usted mi vida! Hoy, en su
ella significaba para él, cuestión que está en la base del ritual de des· casa, fue tan maravilloso estar juntos... 12
hojar la 1nnrgaril.a. Ese día tambi~n interpretó como indiferencia que
Martha se negar a a aceptar el pequer1o rogalo de hojas de roble reco· Luego viene la ética del trovador: •
gidas en el lago de los enan1orados del parque. "Eso hizo que odiase
los robles", h oja por hoja&. ... yo no podría utilizar para mi propio interés los pocos r:nom~n·
Apenas dos días después, el sol volvió a brillar y ella se mostró tos en que EH nos dejará a solas, eso me parecerla una vtolac1ón
encantadora en los bellos bosques de MOdlin g. La naturaleza fue de la hospitalidad y yo no ha ria nada vil cerca de usted •3.
cómplice: encontraron un almendro doble, que los vieneses llaman
Velliebchen y por tradición impone como pronda que se haga un rega· En seguida pasa a describir su amor como vivencia;
lo. Al día siguiente ~1.artha le e nvió una torta hecha con sus propias
manos, para que él Ja "djsccasc". ¿Habrá recordado Freud a las bellas Hubiera deseado que la tarde y el paseo no acabaran nunca. No
mujeres de Tr ieste? El pretendiente, que odiaba los robles, pasó a me atrevo a escribir lo que me conmovió. No podía creer que por
adorar las tortas'. meses no veré sus adoradas facciones ... Tanta esperanza, dudas,
El ritmo se acelera: dos días después, ella cena en la casa de é l; él fe1icidad y privaciones se concentraron en el pequeño espacio de
~ apodera de Ja tarjeta de visita de la joven como souvenir; en agra· dos semanas .. .1 4
decimiento por ese gesto, ella le a prieta la mano por debajo de la me-
sa. El delicioso frisson no pasa desapercibido para las hermanas de El novio "no es vil'\ aunque a l l ado de ella no vale nada: "'Usted
él, y un murmullo disimulado recorre la mesa ovalª. Al dia siguiente va a viajar y tiene que permitir que yo le escriba". Él tiene que ~scri·
salieron de paseo y Martha le contó que babfa recogido para él, en bir "'porque e x-p eri menté la magia de Martha". Aquí, con astucia, se
Baden, una flor de azahar. Animado, en In soledad de su ..escritorio", vale del simbolismo de Ja "envoltura sacra":
él rodacta su primera carta de amor, vertida en el más puro estilo de
los trovadores9. Tengo un pequeño plan . Si acaso una letra masculina extrañaría
en la casa de su tfo [donde e lla iba a pasar las vacaciones), Mar-
My sweel dar/ing girl, '3 tha podría escribir varios sobres con su suave mano y yo llenaría
ese precioso envoltorio con un contenido miserable 15.
comienza la trémula carta. Lo pre<>cupa e l problema del sigilo:
A continuación viene el problema del "tú", de la intimidad:
Todavfo no sé cómo haré para que estas lfneas lleguen a los ojos
de la querida joven: creo que pediré a mis hermanas que contac- No puedo decirle aquf a Martha lo que todavía me falta. No rengo
t en a Eli [Eli Bemays, hermano de Martha], para que é l concier- confianza para completar la frase ... Me permitiró a~.n~s una co:
sa: la última vez que nos vimos yo habría deseado dlngirme a m1
amada, a mi adorada, tratándola de ..tú" y estar seguro de ~na
relación que tal vez por algún tiempo tenga que ser manten1da
•3. En inglés en eJ original. en secrcto16.

132 133
El Du (t~) es el equivalente n la contraseña cátara. Freud da fin mi ónice pensamiento fue que hobrfa que reparar el anillo y que
8ta corto con una pirueta de trovador- "'La consideración de la amiga loe accidentes de ese tipo no pueden evit.M!e"'.
por cota carta implora su Dr. Sigmund Freud• •.
Ea extrailo que, en ese momento, Freud decidi.d amente no encaje
Por Rougcmoot17 sabemos que cxieten las Leys d~mor: Pac1cn· en la categoria de ..hombre sensible•. Se trata, a m1 v~r, más de ~1mu·
c1a, ~feturo, Honra y Secreto. Pac1encío significa paz de esp(ritu. t.fo- loción que de negadón: sin duda au coraz6n •ucumb16 ante el a1mbo-
surn ímplica limites, los límites del equilibrio, la lucha interior por la li•mo de la cosa. ~I "disimula", pero está hablando "trágicamente en
nrmonln. Lo honra da la medida ética del trovador. El secreto, final· serio" sobro el ei.gnificado oculto de ese '"occidente" que pone en riesgo
mente, implica transgresión, porque el omor cortés es transgresor por e l nmor cortés.
su propio naturaleza. Filtro dcstilodo en el boudoir. La not.uro1cza del accidente es nttnnlcnt.e significativa. Joncs na~
El amor cortés engendra símbolos. El anillo fue uno de ellos. Jo· rrn: •1..o que ocurrió fue que un cirujano acababa de introducir el bis·
ne.A nos cuenta que "la respuestn de f\1nrthn n la carta de la envoltura turí en su garganta partt remover un obsccso y, al sentir el dolor,
sacra• fue regalarle •un anillo del padre que le dio la madre -tal vez Freud golpeó la mesa con la mano. En el mismo instante, Martha 08·
oon esa finalidad"'"· El anillo, grande para ella, calzaba en el dedo tab3 ocupada en nada más terrible que oomer un trozo de .torta"2•.
meilique del novio. Por desgracia, se produjo un accidente. De alU la Ahora bien a diferencia de lo que Freud dice de él mJSmo, yo soy
siguiente carta: 1uperaticiooo y~ en la bruja de la aiocronicidad. Ese anillo, al qu~
brane, ¿no estaba hablando de su muerte futura, 45 años més tarde,
Tengo que hacerle una pregunta trégicamente seria. Respónda· de8pué8 de 1ufrir innómeras operaciones en lo región bucal? Tend,....
me por su honor y a conciencia ei n las once del último jueves ae moa ocruiión de retomar el tema fáustico del destino.
einLió menos afecta a mí, o más cnoJnda conmigo que lo habitual, Tres dlru1 después, el sábado 17 do junio, formalizaron el noviaz.
o quizds hasta •infiel .. -como en lo canción •s. Jt. go. Lo fecha será reoordada; celebraron el 17 de cada mes durante va·
rios anos. Lo olvida.r on por primera vez en febrero de 1885. Els~ date
¿Cuál es el motivo de eso ..ccrc1noniosa conjuración de mol nos permite prt."Cis.ar el tiempo durnnto ~I cual el amor co~s reinó en
gusto"?. se pregunta el celoso novio, para luego mentir descarado· estado puro: dos ailos y ocho me..,,., Treinta y dos meses sm que el 00·
mente: raz6n conociera olvidos. Cabe la prer¡unta: ¿qué marcó el fin? Tal vez,
la felicidad misma. En esa época, él se siente "0$pléndidamente bien•.
Porque él!ta es una buena oportunidad para poner fin a una au· i.. noche del 10 de marzo escribe a au enamorada: "El dla de hoy, co-
pen1tic16n. mo aabee, representa una clara línea diviso.¿a ~ mi vida: todas la.a
coe.u antiguas terminaron y estoy en una 11tuac1ón completamente
Se exphca: nueva-U. Un mes después enciendo lo primera gran fogata de 1u1
cartaa ensayoo y papele8. En el cielo del futuro, brilla París.
En ese momento mi anillo eo quebró en el punto en que estaba e,;a fue una de las grandes ccrr<!lpondenciM roménticas de todoe
montado la perla. loe tiempos•>. Philipp Rieff comenta: ·Esas cartas _fuoc~o~an como rc-
velacionca deliberadas de sf miemo, con la audacia 1n1c1al de eu tre...
Lo qoc sigue es increíble en la pluma del hombre que dará al "ne· menda inteligencia sobre el coso ospccíol de esa relación mutuo. Las
te fallido" el estatuto de •acto preciso": cortas do Froud sirven, un doblo propósíto: prepnran a Martha paro
casal'l!C con él y forman parte de un aprendizaje para la larga y tenaz
Debo admitir que mi corazón no sucumbió, ni fui acosado por el lucha con sua sentimientos ...•·•. 24 Concuerdo en que esa correspon-
presentimiento de que nuestro noviazgo no llegará a buen térmi· dencia tiene carécter iniciático. Puede considerarse una incursión
no, ni por ninguna negra sospecha de que usted, en ese exacto profunda en el diálogo del amor, materia prima del psiooanálisis. Alll
mom~nto, estuviese ocupada en apartar mi imagen de su cora·
z6n . Un hombre sensible hubiera experimentado todo e.o, pero

•e. ~I Robtrt ti otra biógrafa que aprocia ette epi.s:t.ol~o amoroeo . Si-·
cün e.llo, la coM't:lpondencia •es digna de l'igumr en la h1stona d~ la hte~tu·
•4, El papel de Ja carta tenia el membrete da Jacob Freud. ra junto a lnt m'• hermosas carto.t de a mol"' (Lo revoJución p1ccooMll11co,
'fi. Canción da EichendorfT. ()(11. urbroc:henen Ri111Jlein.
"'•· 62).
134 135
ee ~icia un tipo de r:eflexión ~ue conduce al propio análisis, a la pos· Luego recuerda el cuento romóntlco de Gocthc sobre e l hombre
ten or correspondencia con Fhes~ y a Jo revelación del poder de In aso- que llevaba a au enamorado en una cajita; saJc a buscar el libro y
ciación libre. Estamos frenw al gran amor del hombre del •iglo con Ja descubre "detrás de cada detalle de ta historio ... unn referencia n
mujer de su vida. Son en total 900 cart41, lo que darla paro dos volú- nOBOtros dos, y al acordarme de la lmporLancio. Q.ue 1ni enomorado
menes. En cllns vemos su Indo fogoso, viril. El cuño tourino, dirán los atribufa al hecho de que yo sea má• alto que ella, tuve que tirar el li-
astrólogos. bro, medio enojado, mOO.io divertido, y confortarme con el pcnsnmien·
Do8 caras se esbozan en esas cruta.s: un perfil sombrfo, volcaln1co, to de que mi ~tortho no es una sirena y sf un hermoso ser huma·
torturado por los celos, a veces cariñoso y sentimental, dotado de un no"'2t.
hum~r feroz; el otro perfil es razonable, un poco demasiado razona- A continuación sentencio:
ble, s1~mprc pronto o reconocer sus errores (Bi se loe demuestran de
modo inequívoco),_con propensión a la pedanterra•'. "Est.as dos caras Cuando amo soy muy exclusivo.
aparecen aJtemabv~me~te o. a veces, eimultáne.ament.e en la miama
curta. Martha conoció pnmero al Freud romántico. L8 opinión do Pe- Freud concluye In carta diciendo: "¡Qué hechiceras son ustedes,
t.er Gay en nada contradice a Marthe Robert: ·~1 se muestra afectuo- Ju mujcrcs1•ao.
eo e íntimo, a v~ 1mp~ls1vo, exigente, exaltado, deprimido, did,cti·
co, rezongón , d1ctntor1nl y, en raros rnon\entos, con1pungido. El amor so quiere reciproco:
Faníarr6n, desatento en su íranquez.a, impiadoso con los 8e:ntimicn-
tos de ella Y aún más con los suyos, llenaba sus cartas con relatos Es preciso que me ames ain ratón, como aman sin razón todos IOll
pormenonzados,_con una atención a las nlinucíos digna de un detecti· que aman, 8implemente porque yo te tun<Y' 1•
ve ···o de un psu:oanalista-H. Yo incluirla uno tercera cara rarn en
Freud: la de un hombre que disfruta do un vino Mosela bien' frío del El amor por cl amor, la primero de Ju Leya d'Amor.
placer de que lo haya afeitado un buen barbero, de un bano de ~gua
fresca ~mado en la casa de Breucr, en la noche más tórrido de un ve-- Cierta ve2, Freud tuvo una fuerte inflamación de garganta que lo
rano vienés. impidió tragar durante varios días. Al recuperarse fue ºatacado por
Freud P8IÓ por los torpes balbuceos de la pasión: un hambre gigantesca, corno un animal que despierta de su hiberna·
cióc>.... A esa hambre la acompallaba una intensa añoranza de su no-
Sabra quo solamente despuOs de que te fueras yo comprenderla via: "'Un gran anhelo, grande no es exactamente la palabra, mejor se-
toda >.a profund}dad de mi felicidad y -¡pobre de mr!- también la rio. declr extrafto, monstruoso, colosal, gigantesco; en suma, uno
ma¡¡n~tud de m1 pérdida. Todavía no consigo entender, y si aque- indescriptible nostalgia de ti'"· Esto nos llevn a la problemática ya
lJa cnJ1tn elegante y eso suave foto no oatuvieecn frente a mf Cl!bozada de la castidad.
pen».rfa que todo ha sido un suello engallador y tendría mied~ Frcud, comenta Perer Gay, "pudo haberse mantenido casto du-
de despertar ... Tu encantador retrato; primero lo subestimó rante ese periodo, no existe ninguna indicación sólida de lo contrario.
cuando tenía e l original junto a mt, pero ahora, cuanto más I~ Pero e l interminable período de más de cuatro ail.os de abstinencia
cont.einplo, más oe asemrja al objeto amado· entonces espero que d<tió su me.r ea en la formación de las tcorlas de Freud sobre )a e t.iolo-
lns raccio~cs pálidas tomen el color de nu~stras rosaa, que los gla sexuol de las neurosis.... JonCl! afirmo que Freud "era monógamo
brazos dehcados oe separen de la superficie y alcancen mi mano· e n gra do bastante inusit.ado'J6. En la contingencia última del sexo, el

c1encu1.1 ¡Poc1enc1nl Soy sólo un símbolo, una sombra l anzada en


P:"ro ~a queri~a f?tografTa no oe mueve, apenas parece decir: 1Pa: orden simbólico no permite pirucLas imaginarias del tipo do estar
•un poco encinta•. Se es o no se es monógamo. Paul Roa.un, por au
el papel, la penlOna verdadera va a volver y entonces podrás olví· lado, considera que Jones estaba en lo cierto al describir a Freud e~
darme otro vezn. mo "casi castoº en su compromiso con Martba... El lado puritano de)
novio era muy fuerte. En unn ocasión Mnrtha QUISO hospedarse en la
Y también· casa de una amiga que. aunque dceposada, •so había •casado-· antes
de la boda'. Él prohibió dicho encuentro". Muchos aftoe después, en
Do tus labios caen rosas y perlua como sucede con la Princesa del 1915, escribió que estaba "a favor de una vida sexual infinitamente
cuento de h~d33, y uno no sabe si es la bondad o Ja inwligencia lo libre, aunque personalmente usé poco de CJ!a libertad". Y agregó una
que predomina en t1. Fue asr como adquiriste el tttulo de Prince- roeerva a esa renuncia: "'sólo en la medida en que me aentf con dere-
sa .. Que las coeu sean siempre asf entre n060t1"0I dosU. cho a tcnorla"33

136 137
..Al con1icnzo de su noviazgo -e11cribc Pa.ul Roozcn- el ardor de ción complct.omente contraria a la del amor cortée con su conau1no-
Freud, o. vt!ccs expansivo, a veces celoso, era evidente; sus cartas lo ción imposible. .
dicen todo. Podemos conjeturar, sin miedo a equivocarnos, que, en el *Tengo tendencia a la tiranía..,.3, escribió al comic~zo del nov~nz~
comienzo de su matrimonio, en 1886, la te.mura de Freud acompañó go, aunque ese autoconoc.imiento1 tal vez fuga.z, no lo ht.Zo menos tirá-
plenamente "" pasión sexuar39• Ea muy posible que un párrafo de nico. Pero el noviazgo surtía efect<> y, en la misma carta en que habla
"El tabú de lo virginidad", artículo ceerito en 1917, se aplique a su de •u despollgmo, añade; "A esto se 1umo el hecho de q~e estoy m~y
propio noviazgo: "'Quien fue el primero en sat.isfnccr el deseo de amor alegre últimamente; me he dejado llevar por una e1pcc1e de ~.~for1a
de una virgen, deseo c:ontcnido durnnl-0 mucho Ucmpo y con grandes juvenil e inmadura que antes me ero completamente extraña : Los
esfuerzos, y que, aJ hacerlo, venció los resistencio.s que se habían for- conflictos reprimidos de au infancia, en los que el amor y el odio se
mado por influencia de su ambiente y su educación, ése es el hombre mezclaban indistintamente, ahora se manifiestan en una •melo.ncoUa
que ella aC(!ptará parn una relación duradera, poe1b1lidad que no vol- alegre" que lo lleva a preguntarse si realmente merecfa a su Martha.
verá a existir para nlng\in otro hombre'".,. Ella era por cierto una princesa! ~ro ~l. duda de.ser reatm~nte un
A ~ortha Bernaye, cinco años 1nc.nor que él, Cfttc cortejo impulsi- prlncipe. Tol vez sea más apropiado decir que ps1codramahzaba lo
v.o le exsgfa to?os los recursos del tacto femenino y, en momentos crí- que Juego tcorizará como retiro de In lí~i?o del y~ del enamorado. La
ticos, la capacidad de defender amistad"" amenazadas por la vorégi- euccióo del amor objeta! chupa el oarc1s1smo, de¡ando al yo exanglle
ne de los celos A juzgar por las cartae de Martha -que Jon .. pudo en el fondo del lago que no reil~a nada.
leer- resulto evidente que ella •10 nmaba verdadero y profundome.n- Freud, como machista de la bel/e tpoqru, aspiraba a tener el com·
te,..0. Parece ser que nunca fue uno novio *derretido". Durante mucho pleto dominio de Martha. E8tá cla"? que cre!a. en el derecho del hom·
tiempo Frcud dudó de que lo amara y, al final del noviazgo, In censu- bre a dirigir la vida de In mUJer. E¡cmplo típico de esa certeza de I~
ró por lo que Uama el pnmum falsum de su relación: el hecho de que •guperioridad masculina" fue su critica o John. Stunrt MiU. tl:l ndm1·
él se hubiera apasionado por ella nueve meses antes -todo un cmba~ raba a Mill, por considerarlo "el hombre del siglo que meJOr superó
ra~ que ella por él, y de que pasó momentos terribles mientras ella tos prejuicioe 1D1peranlee. Pero, en aertU cosas, carecla del sentido
trataba de amarlo41 • del absurdo"'$.
Pero óste es el si1,rno del amor cortés. ¿Cuál ora ese absurdo? .
Las carta.e también aoo un peregrinaje erótico. Cuando aeeiende Era abeurdo que las mujerca pudieran ganar lo mismo que. los
a la torre de Notre Dame, Freud hiperboliza: "Se eubeo treeeicntos hombres. Esta idea, a juicio de Freud, no tenía en cuenta las reohda·
eecalones, es muy oscuro, muy solitario y en cada eocalón yo te habría dcs domésticas; •mantener Ja casa en orden, supervisar y educar a los
dado un beso •i hubierae estado conmigo, y habrfoa Uegado a Ja cima hijos conaUtuye una ocupación de tiempo completo. El hogar~ el 1~­
enloquecido y sin alionto"42. Trescientos besos embriagadores. Ella gar de Jo mujer. Enviar a las mujeres o la lucha por la supervavcncrn
llegaría al co1npanario vibrando e.n un orgasmo gótico. Freud nos r& ea una idea •nbortada.-"'• 6.
velará más adelante el simbolismo de la& torres y del acto de subir es- Y no se contenta con esto.
caleras.
Para finalizar, concuerdo con la legión de comentadores en que Sencillamente esta idea de MiU no puede considerarse humana
las cosas o~ pasaron de be808, aunque un 66culo demorado y Mmedo, ... Realmente~ una idea que nació muerta: Janu.r a las majeres
en el sllcnc10 de la noche, puede llegnr lejos. a la lucha por la existencia, exoctnmento como si ~uescn hom-
El amor como rito do pa&aje. Tengo la impresión de que los bió- brea. Si, por ejemplo, yo imaginase o mi dulce. y gentil muchocha
grafos no 1upieron darle a este amor - tonnentolo, posesivo, celoso, como un competidor, teodrfa que dejar de decir ... que estoy apa·
te"?'bloroso por momentos, a veces líri~ su verdadera dimensión. sionado por ella, y pedi.rle que cambiara la lucha por la tranqwh-
Q_u•:tá se cont.ogiaron del propio novio que, en máa de una ocasión, re-- dad sin competitividad en mi hogar''.
niega de. C8C .amor y culpo n Martha, cnt..re otras cosas, por su fracaso
en el ep1&od10 de la coco. Conviene reparar en que, en los años 20, O también:
cuando Frcud habla del amor y de lo mujer, lo hoce d<'Sde una posi·
En conclusión la nat.ura.leza ha destinado a la mujer, a través
de lo belleza, Ía dulzura y el encanto, a algo más que el trabajo
duro".
u. . ~ 1: ~n lo lit.oraturn nnolftica tambiól\ encuentra 11u lt1gar la iden opue&·
• irueaa mento propuosta por AdJcr: el l'at('nt.lmiento por la desfloración. Estas opiniones sobre la emancipnción de lo mujer eran iguales a

138 139
las de la mo.yoría de los vieneses que tomoban su oervez.a en el Café torvo nmenozondo con dispnrar contra su rival y despul!s contro s{
Kunweil, ol promediar el octavo decenio del siglo pasado. Freud, em- mism~ en el caso en que Sigmund no la hiriera felit El clima empoo.
pero, no crn un hontbre común. Nndic podrfo. haber imaginado, o juz.. raba o 'cada instante, lo que motivó una carc"1ada histérica de ~d.
gar por este manifiesto impecablemente conservador, que él estaba Esa salida extemporánea íuo interpretada como un desafio por Fritz,
por elaborar la Ulc>ria más 1ubvel"8iva, perturbadora y poco convencio- y lo lle»ó a decir que ai él, Wahle, le ordenaba a Martha que acabnro
nal sobre In naturaleza do los seres humanos•'. con eso noviazgo ella lo obedecerla S1gmund se negó a creerlo. Fntz.
Por el momento, Sigmund Freud guardaba n Martha Bernoya en pidió papel y le 'escribió un billete a la dama ~i•put~da "Adorad,:>
esa cajita que era su corazón. El Olpíritu de su rogooidad ""co~ la Martha" comenzaba la misiva, y hablaba de un amor 1mpereoedc~o ·
reflexión, en contraste, ea conservadora. Freud sueña con un hogar Amor a ta medida de los cel1><1 del novio. este rugó la carta. Fnlz,
donde el hombre y la mujer ocupan los lugares rcscrvadOfl por In tra- mortificado sollozó nuevamente. Esto calmó y conmovió a Freud, que
dición a cada sexo. A la ""POfl8 le corresponde la casa la cocina la ro- también ro,;,pió en llapto62• Al día •iguiente, sin embargo, so recrimi-
pa bien apilada en los armarios. El bogar en el que Í;¡ pensab~ posi- nó: "El hombre que tnie lágrimas a mis ojoe tiene que esfonarse mu-
blemente era el de los Fluss en Frciber¡¡, donde Eleanorn madre de cho para que yo lo perdone. Ya no ca mi. amigo y ay de él so se vuelve
Giscla, brillaba como una estrello doméstica de primero 'magnitud. mi enemigo. Estoy hecho de una motena más dura que ól, y cuando
La perspectiva de una vida hogareña era el deleite supremo, y a me- nos enfrentemos vcrA que no es mi iguaJ ...8. .a,
nudo soñaba con "el pequeño mundo de In relicidad". Era optimista: Fritz Wohle en erecto estaba hecho de otra materia, lo cual
"Todo lo que n"""8itamos 80n dOfl o tres l)('Queños cuartos para habi- preocupaba a Fr~ud. De allí' la siguic.nte reflexión: •Pienso c_1ue exiate
tar, comer y recibir visitas, y un hogar en el que la lumbre nunca se una enemistad radical entre los artistas y qwencs se dedican a los
apague. Picnsn en todas loe cosas que esos cuartoe van o tener: me- detalles del trabajo cientflico. Sabemos que ell°" tienen en su orle
sas y sillas, cama, un espejo, un reloj para recordar a la íclfa par.-ja el una ganzóa que abro con focilidad los corozones fe1nen1noe. n;i1entras
J>'.'80 del tiempo; una poltrona para una hora de agradable sueño dcs- que nosotros pennanccemoe desamparado• antc el extrano diseño de
p~crt.o; alfombras para ayudar a lo llau.sfrau a conservar el piso lim- ta cerradurn y tenemos que atormentarn08 para dcacubnr una llave
p_10; ropa blanca atada con lindas cintas en el ropero, un vestido de úl· apropiáda"6-<. • • . •
tuna moda y sombreros con flores artificiales, cuadros en la pared, ?t.tartha~ muy mujer. insistía en que Fr1t.i era sólo unn v1CJ& n1n1s·
vasos para lodos los días y otros pnra el vino y laa ocasiones festivas tad. Ella ya estaba instalada en Wan~1bek, cerca de ~amburgo.
bandejas y platos, una pequeña despensa paro ol caso do tener u~ Freud decidió conseguir dinero de cualquier ma?era par~ or • buscar-
ataque de hambre o por si una vi.tita aparece súbitamente y un ma- la, tomando por asalto el •castillo de Wandsbek; con o sin cerradura.
nojo de llave& enorme y ruidoso-so. ' Fueron días atormentados, en los que se sumió en un-estado do des·
Poco antes del fi.n del gran vuelo amoroso inicial tenemos In his- vario ly) de noche vagaba por las calles d~rante horas ..
toria del hombre-que-besó-a·Martha. Se llama Fritz. Wahle, pintor de Otro rival hecho del mismo moter1nl de los ort1sta8, era ~1ox
proíe&ión y ex proresor de la novia Fritz era compañero del grupo de Maycr mllsico' primo de la novia. Max había sido el primer amor de
Frcud en el Café Kurzweil. Estaba de novio con una prima de Mar-
tba, pero era amigo fraterno de esta última. Una amistad Cntima -<»-
Marth~. Esta ~.. ta hoguera de '°"
ec>los fue atiz~da por Anna, la ce-
losa Anna Frcud. que ma.liciosamcnte hizo men~16n d~ algunas can·
menta Jonea- "'aparentemente sin ningún arrilre pen$1Ú""' · AJ par& cioott que Max compusiera y cantara para su pnma. S1gmuod se eo-
cer, en una .ocasión~ dicroo un beso. Parn empeorar las cosas, esto futtció aún más cuando Max observó que "Martha o...,.,ilaba amor,
había oeurndo el mismo día que la joven rechazó las hojas de roble. de modo que pronto encontrarla un marido-e<. Como si ello fuese una
El reta_blo de los celos estaba montado. Schonberg, en el papel de de ..u muchachas que salen por ahí, a la caz.a de hombres. .
ltfcrcut10, actuó como mensajero, y Freud lo presionó para que le con- Max &Obre Friu, eran demasiado partl 1us cel"". Freud le proh1·
tase lo peor. En realidad, la historia de Fritzy Martha se venía bió a Martha que se refiriera al músico como "Max•; tenla que lla-
arrastrando en una serie de cartas, y Sigmuod juzgaba que el tono de marlo Htrr Mayor. No cabe duda de que el gran trabajo anímico del
la correspondencia era. por lo menos. impropio e incomprensible. noviazgo, como lección de vida, rue elaborar sus cel~: ·No puede ha·
SchOnberg cebó lena al ruego al comentar la extraña conducta de ber nada mál! loco, me dije o mf mismo: has conseguido o la más ado-
Fritz. Freud 1upo que el pintor había Uorado al saber del noviazgo de
su amiga, Y que de..de entonces se quejaba de que las cartas de ~19,..
thn ya no eran las mismas.
Hubo.un encu~ntro en el Caré Kunweil. ScMnberg ofició de árbi- •e. Est.a1 palabta• recuerdan un fo.moso dicho p01t.crior, cuando loco-
tro Y me<hador. Friu ~menta Jooes- se presentó histriónicamentc menta a Ma.rt.hai: ~o no 90'/ un Breuer"

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savcncncios humnnas. Philipp, el viejo_hermano rival, slndduto nn~~·
rabie joven sin ningún mérito de tu parte, y no sobes hacer nodo me- ba de cuerpo presente en esa furia, "'encajonando'" a su or •ng g1r .
jor qua al cnbo de una semana, ... atormentarla con tus celos. La r bajce motivos, en.el ca&tillo de Wandsbek. .
amada 'no debe convertirse en 'u na muitieca de porcelana ... Cuando po Aol y todo, Sigmund no era santo de In devoción de Prou Ber-
una joven como ~1artho gusta de mí, ¿cómo puedo temer a un t.fax nays, esa viuda vivaz y dogmática. Freud le cuenta a M1nna.
Mayer o" una legión de Max Mayers?""
Luego Ulnemoe el caso de Eli, hermano de Martha. Ella habla Bien no quiero que píen""" que siento hostilidad hacia cll~ ... No
confiado a au hermano una cierta cantidad de du>ero reservado para creo ;..,r 1ajusto, veo en eUa a una persona de gran f':'~ mt.cl~
loo muebJ.,.. Eh lo gaat.ó, y al ser interpelado sugirió que loe muebl.,. tual y moral que ae d.,.taca ... capaz de grandes realiZft"!o~es, ·~~
se compraran a p11W>8. El novio, fuera de sí, exigió que Martha le es- un vestigio oiquiera de las debilidades absurdas de las vie¡as ...
cribiera una carta al hermano, en la que éste era tildado de "canalla".
Aun después de lo devolución del dinero, Freud "le hizo prometer a Pero cxist.c un pero:
Martha que romperlo todas Ju relaciones con Eli"~.
Junto a loR celos, estaban las reticencias de Frau Bcrnoys, que ... no 60 puede negar que ella está tomando posición .centro todos
tenlan sentido. Lo8 Bernays gozaban de una posición de mayor pn>s- nosotf08, como una vieja. Como su encanto.Y. eu ~·tohdad h~n du·
pcridnd y pre•tiglo que loo Freud. Bcrman Bernnys, hijo de robino y
podre de Mnrthn, se hnbfn mudado a Viena con el puesto do asistente
rado tnnt.c ex.igo n cambio una plena part1c1pac1ón en la vida -r
0 sólo Jo quo cabe n Jo• viejos- y espera ser el centro, In nutori-
del fomoeo cconomi~to Lorcnz von Stcin. Bcrman muríó sUbitamento, ~ad el fin en si. Todo hombre que ha envejecído honrosom.cnte
en la calle, de un •íncope cnrdínco, a los 53 año•, en 1879, trea oñoe qui~re lo mismo, pero la difere~~ia está en que con lna mlijcrcs
antes del primer encuentro de Martha con Freud. No onbomos cuál no estamoe ncoatumbrodos a eso .
fue el impacto de coto muerte en lo joven de 18 aJloa, ni cómo fue ela-
borado ese duelo. Quiénes eran "tod06 n<M!Otroo"? Sigmund, Martha, lgnaz Y Min-
Lu circunatanciaa de la familia Bemays cambio.ron con la muer- oa f~rmoban un cuarteto inseparable. lgnaz ScMnberg. era nr10 de
te del padre. A partir de ese momento Ja prooperidad de lo fam1ha de- Minna Bemo.y11 que en la época tenía 16 allos. Dos pare.JU ce ~ ru~
clinó, aunque Eh era considerado un administrador eficiente.
Narra Ja leyenda familiar que Prau Bemays, al saber del novfaz-
del amor. La d~11ión de Frou Bemays de partir p~ra Alemania ª::1
duda loe heria a loe cuatro. WondBbek recuerda Ja mfernal Bresla ,
go, Uevó inmediatamente a su hija a Hamburgo, donde perman-ria donde G1sela partió para siempre. . r N
hasta que pudiera realii.arae el casamiento. Justificación: es mejor E melino Bemays recuerda en algo a la fonn1dabl~ Ama 1a at-
mant.c.ncr a la pal'(,'ja separada si parece que el ooviaz.go va a ser lar- banoo~n en Ja tercera edad, aunque Ja "vieja" Emmehne 86!0 tenía
go. Jonea dice que "La Sra. Freud IMartha] me lo contó con una mal entonces 53 alloe. Ella abrigaba dudas sobre el. futuro de .s111!'1und
disimulada admiración por la conducta de<:idida de au madre..•. Frcud y no sin su medida de razón. Era un candidato prom1sono, pe-
Agrega, au> embargo, que "en este caso su memoria debe do haberle ro tod~ hacia pensar que estaba condenado a años de pc~reza. La fu-
jugado una mola puada, pues la mudanza a Wandsbek sólo ae reali- tura suegra rezongaba. Los Bernays tenían mll.s mérito• ~u.e los
zó un año máa tarde, y por razones que no tenfnn nada que ver con el Freud en Ja pirómide del status: Marth.a Bemays tenla presllgto l!O·
noviazgo"'°. La sospecho de que Ja separación fue proyectada por Ja cial, aunquo no dinero; Frcud, ni lo u.no ni lo otro63: Poco ,podr~ cepc·
futura suegro parece carecer de fundamento. Joncs, •por rozones que rar de un padre ochncoso, paupérrimo como el pr~p10 Gnribold1, en el
no se pueden do~·•, omitió un motivo, el más maqu.iavéHco, do ost.a ocaso de su vidn, sin hablar de Ja sombra pohc1nl de Joseph Freud
8<1Parnción. En el seno de la familia Bernays se dirimía una lucha de proyectada desde Scotland Yard. .
poder entro Eli y au madre, y éste maquinó el alejamiento del grupo La siguiente carta, escrita en las v{spc.ras del c0Bam1cnto, reve1!1
familiar para excluirla del comando de las operacionco. Siendo nsl, la muy bien loa sentimientos de Emmeline Bema~s. Sólo Jung, en el • 1-
furia de Freud con Eli estarla máa justificada en la eocala de 108 de- glo eiguicnt.o, e&eribiria una carta tan msolente.

Querido Sigi
•9 Ahora Nbt:mo. que la omisión respondía al deHO de no violentar a Su carta no me espantó ni &1n poc,o y su único paM\ie se~aato .tt.
1.. pnmaa de Anna P-.1. Es1a ínformacióo provi<.ne de lu certu de J.,_ "Estoy preparado para desistir de nuestroe plan.,. matnmon¡a-
a "'1na l'nud dol 23 de abril 1 del 18 y el 26 de r>OYi•mbre de 1952 (alado en les"'. Que u1t.ed, siquiera por un único momento, en tu actua e1
Ebu.bolh Younc·Bruehl,Aono p,.ud. o óU>tfroph;y, ~ 31, 465).
143
142
c1rcunl4tuncins, cuando tiene que dejar el consultorio p0r casi dos noviazgos, Freud est1nu1ba que ft.fartha e Ignaz eran los mejorcg del
meses, pucdn pensar casarse en setiembre seria, en mi opinión, cuartelo, mientras que r-1innn y él mismo eran *solvajenlcnlc pnaio·
un acto irresponi.able de precipitcción . Otra pnlabra scrfo más nales•. Y agrega· "Dos seres parecidos como Minna y yo no ae llevo·
aprop1ndo, pero no la usoié. No daré mi con.sentimiento a acme- rían muy bien""
jantc idea En virtud de eoa calamidad (el servicio militar) su Schonberg, ya en 1882, habla contraldo tuberculosis. AJ principio
supervivencia ("Slá completamente amenazada. y el plnn, en una el mal no fue tomndo muy en serio, a pesar de que lsaac, hennono de
palabro, se ha vuelto impolibk e imprac:ticnble". Minno y Martha, habla muerto de esa enfermedad. En el verano de
1883 el estado de oua pulmones empeoró. Freud lo acompa~a a un
Como s1 ruero poco, Emmeline Bemays continúa spa de Hungría ~I se recupera parcialmente y va a Oxford a pn?pa·
rar un diccionario de sánscrito. Pero el mal avanzaba, trayendo con-
Cuando un hombre sin medios o perspecti"as se compromete con sigo un cambio de carácter, aunque hay quien piensa que su rctrai·
una joven pobre, tácitamente asume, para los aftot venideros, miento fue el intento romántico de un moribundo quo se propon fa
unn pesnda. carga, pero no puede pretender que nadie se sienta deailu•ionar o su novio. ScMnbcrg mucre o comienzos de 1886.
responsable por esa carga. No puede, además, aumentar esa cnr- Frcud le escribe a Minnn una carla singular: "Tu triste romance ter·
g11 casándose por fo ria, que es justamente lo que usted está a minó ... Ahoro qucrrfa pedirte una cosa: procura recobrar un poco do
punto do hacer. la juventud perdido ... do un largo descanso a tus oinocionca, y ven a
Alquilor un dc1>art.amcnto en agosto, poco antes de partir por 5 o vivir oltjún tien\pO con nosotros dos, que somos los personas más
6 scrnonus, CH literalmente tirar dinero por la ventano ... UAtcd allegadas a ti". Termino la carta diciendo: "Te aconsejo que quemes
no tiene motivos pura el mal humor, que rayo en lo pntológico. sus carl.a.8 este mismo invierno, que liberes tu csplritu do todo eso Y
Descarte t..odns sug n1aquinaciones y antes que nndn conviértase pienses en lo lnrga vida que tenemos por delante y en los cosas nla·
en un hombre ai.cnsolo. Ahora parece un chico niimodo que lloro ravillosos y extroordinnrias que aún pueden suceder en nuestro cír-
porque no puedo actuar como quisiera, pensando que asf puede culo. Pronto habrás olvidado la omargura que el recuerdo de él te
coruscguirlo todo. No se enoje por esta última frase, pues ella es provoco y entonces dirés que perdiste a un hombre bueno, noble y
realmente verdadera Reciba con el corazón abierto estas pala· afectuoso ..:. Firmado· "'Tu devoto hermano, Sigmund"6t. Cur'iosn
bnu verdaderamente bien intencionadas y oo pien&e mnJ de carta de )>&ame, realista y, en el fondo, ca.si rr1a· 11 • 'º·
No 88bcmo1 hasta qué punto esta muerte abatió a Minna , que
au fiel Mamll15• luego se empleó como dama de compañia en Bmo, en la casa de una
pe.r iente ricall, Al)8re:ntcmente se resignó a quedar aol~ra Es muy
El énía1111 y loe gntoe llOn de ella. probable quo Ct1ta muerto haya pesado en el ánimo do Emmelino Bel'
¡Quó suegra más formidable! Es evidente que est.c Sigi, a loe ojoe nays, preocupada por el ruturo de sus hijas, huérfanu de padre. De
de Frou Bernayo, no tiene nada de Gokkner. Ella íue otra piedra en alll la opoeición al pobre Sigi.
el camino del noviazgo. Parece ser que la actitud de Martha con su Dada eso oPotición, el •noviazgo tenía que aparecer como un te·
madre, como c"bo a toda joven comprometida, era de soUcit.n obcdien· rrible secreto"'"· Tal vci ese "terrible secreto•, como lo llama Jones,
cia; cumpl!a al pie de la letra la voluntad materna. Freud la consid<>- también ero unn pieia esencial en el juego de las uys d'Amor.
raba por demás obediente. En contraste, Minna, independiente y vo- Las cort.as do lo novio no llegaban a la casa de Frcud, sino a tra-
luntorioso , rnujor fálica en Ja terminología futura, cnfrcntobo a su vés de un asist.cnte del laboratorio del Instituto BrOckc. El secreto era
madre, pora delicia de Sigmund. Subrayando ese contraste filial, él dirrcil de preservar. Sin ir más lajos, pocos d(as después de lo partida
escribo: "'Tll no In nmas mucho y tienes la mayor consideración poro de Mortho, Frcud, en la reunión con sus amigos del Coítl Kurzweil,
con ello; M_innn lo orna, pero no escatima crlticas"66, permaneció preocupado, porque tcm(a que quienes catubon al tanto
Marth n hizo a au hermana confidente de sus primeros cncuen· del secreto-Emil Flusa, entre ellos- lo trnicionaran sin qucrer· 12 •
tro<! con Sigmund. Minna comenta: "El doctor es muy amable al int,e.
º·'
resane tanto por nosotras.. 1 1 . No podía adivinar entoncca que viví·
ria 4 3 afto• en la coso de su cuñado. Durante los a!IO<! de 101 dos
• 11 _Contruta con la carta dirigida a ?\1artha. ~1 atao •ntenor. en Od•
8IÓO d•l 1uidd10 de Nothan Weiu (carta de f'reud a Mari.ha d•I 16 de Mtl...,.
bre de 1883, S.,mund Prrud. ~ncia de amor, Ñ· 79). •
• 10. Eee ·~o noeotnu•. como "'ettmos,. traerá cola. • 12 Un.a vei Por eemana. en el cui. Gempre lranqwJo Cal• Kuriwetl. e.l

144 145
Penosa separación de Jos enamorados. "Las dos semanas sigu1en· bfan, eran casi inexistentes, ya que "'un tt8bOJo sub~lt-::mo perjudic~·
"'ª a la partida de Martha a Wandabek fueron de las peores que elloa
vivieran f.lartha, en cartas múy tiernas y pacientes. consintió en vol·
ria lss oportunidades de casamiento"''· Con todo, M.1tzi, la t.ercera h1·
ja, fue" Paria, donde estuvo un año empleada como gobernanta, lo-
ve..-c -compañera de armas-, como él lo dc.eaba, pero dejando en da· grando enviar a Ja familia la respetable auma de 300 francos. Dolfi
roque no pensaba sumarse a él en un asalto frontal a la familia..,'. -la cenicienta de la casa- quedó como apoye de la madre. Rosa! la llO-
Wandsbek era un castillo remoto, casi inaccesible. Freud era de- gunda hcr·mann, tuvo una seria decepción amorosa Y su medio her·
mneindo pobre para visitar a su novia con frecuencia: no era fácil cec>- mano Emmanuel la invitó a afmcarse en ~1ancbester. .
nomízor, Oorln por florln, el precio del pasaje. Emest Jones, afilando Las cotas mejoraron cuando Anno, In hija ~ayor, se ca~ con Eh.
ol ltlpit, ca lculó que l a pareja estuvo separada durante tres de los El hermano de Martha tenía una bucnn situnc1ón, en términos ~m·
cuatro nftos y medio t ranscurridos entre el prin1er encuentro y ol ca· parativos. En esa época se hizo un reajusto del presup~esto fam1hnr.
samiento. Estima que "En muchas ocasiones hubo dos o incluM> tres Emmanuel 118 umla Ja responsabilidad do nportor 50 h bras onualc.s,
cartAS escritas el mismo día. Misivas largas. Las de cuatro páginRs mientras que 111 cuota de Sii:?'und qu~ó estipulada en 4 dólares. San
eran cortas, algunas llegaban a doce pá¡,onaa y, la más larga de todu esta ayudo exterior, la fam1ha, ese~cu.\lmente pequeño-burgue&a1 co-
alcanzó lu veintidós páginas". rrla un riesgo inminente de prolctanurse.
La pobn!'Ul rebrotó con singular fueru en Jos años del noviazgo. Freud ganaba muy J>OC'.O· Tenla el _subsidio dcl hospital, un cua~
Freud evoca la libertad de las pampu: "El d.i nero es gas hilarante pa· con calefacción y ropa limpta. Al aalano del ~p1tal se sumaba lo que
ra mi Desde mi inf~cia sé que los caballos salvajes, en las pamJ>M, percibla de Jos alumnos, en su mayoria envtados ~r Fle1.schl. Tam·
después de haber sido enlazados por primera vez, quedan con una bién ganaba algún dinero con reseftu para u~a revlSla médica. Mú
cierta ansiedad por el resto de su vida. Conocl la pobreza sin remedio, sustancial.., fueron los ro;yaltie• por la traducaón del libro de Charcot
y ello me nterooriza coostantcmcntc.,". (290 florinc1ll. y hay que agregar los cun!<le sobre anatomlo cerebral,
Freud fue educado -¿domesticado?- en el rigor de Ja escasez. Yo para médicos norteamericanos, que comenzó a dar en .1884.
vimos que Ja pobnna 'sin remedio" nsoló o la familia desde los tíCm · Finnlmcnte, durante los cuat ro oftos en el hosp1t.al yre~d, ~uvo
pos de lo collc de los Cerrajeros. Hubo un pequeño interludio que trn· pacientes po.rt.iculares, la. mayorfn dcrávodOff ~r Breue~. E·n Jun,10 do
jo el piano de Anna y otras satisfacciones, pero el lazo estaba siempre 1884 anunció orgullosamente que habla rcc1b1do al pnmer pa.c1~nte
pronto. Su padre orillaba los 70 años, en franca claudicación. Amalío no enviado por alguien, el que habla oldo hobla~ de ~s descubnm1cn·
Freud hada milagros, secu.n dada por sus hiju. Para empeorar lasco- tos relativos a Ja cocaína; le pagó n Freud 2 Oonnes .
..,., ella lambién contrajo una tuberculoslS gTave. La enfermedad de A cstu magras fuentes se sumaban los préstamos. Brcucr i;ra el
la madre, junto a la ansiedad general, cauaó inevitables gutos cuan- principal mect!nas. Solía prestarle -darle, en reaJ!dad- una cierta
do la paciente tuvo que dejar la tómda V1eno estival y trasladaroe al auma mensual. Este patrocinio coment.6 con el noviazgo Y llegó hss·
campo. Un pronóstico sombrlo llevó a Frcud a escribir que •estaban ta el casa.miento en 1886. En La inUrprttacwn de los siuños en~n·
tratando de mantenerla con vida por algún tiempo". Nadie podio tu· tramoe ta alusión a un amigo que to ay·ud6 durante cuatro o c1nco
poner quo Amalia vivirla sus vigor08os 95 años. Freud hizo todo Jo años". En maye de 1884, calcula Joncs, Ja deuda habla alcanzado la
que pudo, pero podía muy poco. En cens ocosiones le resultaba in.se>- sumo de l 000 florines (400 dólnre•>. hecho que Fn!ud, con un toque
portable ir n su casa y ser testigo de lo miserable 'situación do la fa· Schnorror; no deja de comentar: .. Aumento. mi .autoe;stima el conocer
milio. Lo amorgaba el aspecto macilento de sus h ormon as. Contó mi valor parn alguienlll'791 pensamiento metopslcológ¡camentc corr~
que, cierto vez, invitado a almorior afuero, no podría tragar lo carne to. Esa sumo, fue creciendo año o o.fto, ~asta llegar_a los 2300 n on ·
asado, pensando en el hambre que po8aban sus hermanas'5. Parce.e nea. Deudo. considerable, que acabó mlnando precisame nte su ou·
un tango en la pampa, pero era asl. tocstima. Entonces Freud escribo: "'Breucr ~arece enca~ar c~os
LA solución lógica: poner a todo el mundo a trabajar, pero en préltamoa como una institución regular, pero &lempre mo siento in·
aquella época las cosas no eran tan fáciles. Las posibilidades de en· cómodo con éJ"tO, . . .
-lrar un trabajo adecuado, como laa sufragistas vienesas bien lo aa· Fleiochl fue otro patrocinador. Lo prestó dinero en vanas OCU•<>-
nes y murió antes de que Freud pudiera devolvérselo. Joeef Pancth,
por au port<>, aportó una donación de 600 dólares a fin de abre".'a.r cl
Bund, o aea el srupo •unión·, se reunía huta altas horas de Ja madrupda. noviai¡oi'. Freud, por supuesto, quedó muy contento Y le escnb1ói •
charlando•. nloeofando y jugando al 8J~tez. Enlre los compal\eroe del Bund Martho que parcelan estar entrando en el segundo volumen de un <>-
ettabon Eh O<!mays, los tres hermanoe Wrihle y los tres hcrmnnoe de Oi11ela lletln de fin de siglo. · b·
Fluae YKnofmachtr, además de E<tuanl Silbcretcin. Co1no el mlto del héroe pobro est.á prceento, se pueden perca ar

146 147
enlre ambos hombrea." Pero es mucho más probable que el ment<>r
ciertas imprecisionet Jon~. q~e es nuestra fuente pnncipal, dice que haya encamado las propu1.s resistencias maritales del novio.
Eh -ienfa una bue.no B1tuac16n económica, como admiruatrador de Jos Estar de novio le cambió la vida. El mundo se convirtió en un bo-
bienes de la familia Bcrnays• 1': Cabe entonces pregunt.o.r 3i su her· tln que habla que ganar. El siguiente poso fue ir a ver al grao Noth·
monn, M:irtha Bcrnoye, era tan pobre como Jones lo pinta. Emma~ nngcl. que acababa de llegar a Viena, proveniente de BerHn, para
nucl. c.s suce~ivo1~cn.te d~crito com~ pobre y opulento. Joncs llega a ocupar la cátedra de Medicina Interna. ~'rcud llegó temprano o la ci·
e8Cnb1r que es dificil dectr de qué v1vfn la familia""· Por otra parte ta. Lo casa de Nothnngcl era u.na mansión opulenta, nuevo, con olor
seglln él mismo lo seftala, "pocos jóveneo pobres de a<¡uella época po'. a barniz. .. La salo de espera era simplemente deslumbronte•. En un
drfan haber visto tanto mundo' como Sigmund83, ~I conocfa Man· caballete se podía admirar el enorme rctrot<> de una mujer de notable
chesler, Triesle, Hamburgo, Bruselaa, Gmundem, Teochen, Colonia belleza, de cabelloo -.iros. Nothnagel hace su entrada, descrita con
y, lost but not ltort, Porfs. detalle para que la novia se haga '"una idea•: '"Se siente una gran
Mo.rtba, nos nnrrn Ernest Jone8, '"también encontró un padrino emoción cuando se está en presencio de un hombre que tiene tanto
do cuento .de hadas", uno modesto, pero cuento de hadas a l fin: un tlo p<>dcr sobre nosolro8 y sobre el cual nosotros no tenemos ninguno. El
lo prometió 50 n1nrcoe por trimestre, unos 12 dólares. L.n primavera hombro no es de nuestra raza. Un leftador germánico. Cabello, cal»
d~ 1885 llegó c~n dos golpes de fortuna: la muerte de uno parienta za, mofletes, cuello, totalmente colorados. Dos verrugas enormes: una
d1•tonte que deJÓ a Prou Bemays uno herencia de 376 dólares y la en el rostro, otra en la punta de la nanz; ninguna gran belleza pero,
muerte de Lea LOwb<er, hermana de Emmelioe que le legó loOO d~ sin duda, alguien fuera de lo común""'.
lares a cada sobrina La reacción de Freud fue 'un tant<> tangencial· Freud le con.f!a a Martha que estaba un poco nervioeo, pero "en el
"Sólo las i;>"r&OnBB pobres se sienten embarazadas al recibir algun~ calor de la batalla", se calmó. Eotoncco aa.luda y entrega la tarjeta de
COB&; los neas, nunco"t4, presentación de Mcynert. Sabia lo que contenía: "Caro profesor, le re-
En 1884 era imposible predecir cuándo podrían casnn1c; en mo- conlicndo vivamente ni Doctor Sigmund Freud por su valiosa obra
mcnt'?8 dep~~1v08 Uc~nro~ a ~nsar en un noviazgo de 10 a 15 años. hislológica, y quedarfo agradecido si le concede uña entrevista. Espe·
C08n 1nadm1s1blc, segun m1 arrugo astrólogo, para un t.ourino. Pero en rando verlo en breve. su -Theodor Mcyoert•.
esa época, no era algo inaudito; incluso la irascible Emmelioe Ber- Nothnagel, con uno sonrisa amable, dijo lo que tenla que decir:
nays había estado do novia durante nueve allos. Frcud, traB minucio- •Recibo con mue.ha atención una recomendación de mi colega ?t.tey·
- cálculos, concluyó que, Dios mechan!<!, el purgatorio podrfa durar nert. ¿En qué puedo serlo útil, doctor?".
custro aftos. El sncromento se consuma.río en cuant.o le ratificaron ta La impresión ero buena. Freud comenta que estaba ante ""un
demorada docencia. hombre que siente lo que dice y"""ª sus palabras•. Uno pen1ona "que
En la. espero, el circo clínico estobo montado paro un joven médi- lnspiro. confianza•. Frcud abre e l fuego:
co aguerrido, con buenas c?ncxioncs científicas, discípulo do Charcot - Probablemente usted ya ha adivinado de qué se trato. Dicen
y Brücke, una pcnions tün1da aunque con sentido del humor acorra· que va a contratar un asistente, y también que dentro de poco tendrá
lada pero ambicioaa. Seguía confiando poco en sus habílidad~ médi· un empleo nuevo para ofrecer. También ol decir que da gran impor·
cas, Y repetidas vecee se quejó de &eotirse inadecuado pa.r a lidiar con tancia a la invcatigac1ón cientlfica. R<!alicé algunos trabajoo cientifi·
los pacentes. Todot los hist<>riadorcs consideran que la ctemización cos, pero por el moment<> no tengo posibilidades de continuar, de mo-
del periodo premorital se debió a las finanzas. Pero no por nada do que consideré aconsejable presentarme como candidat<>.
Freud fue~I inventor del Complejo de Edipo. Creo que le resultó difi· - ¿Ha traído algunas separata• de sus trabajos, doctor?
c1l separarse de lo ma~rc. Cierta noche, narra Erncst Joncs, en casa - Sí -dice Freud.
de los Breue~, el novio hablaba de su atribulada novela nupcial. Mientras Nothnagel hojea los papele•, Freud explica su posición:
Cuando Mathilde Breuer entró con brfos en el asunto Joscr exclamó: - Primero estudié 1oologla, despu4!oi fisiología e hice algunas in·
"¡Por. el amor ~e Dios, ~o lo instiguca a casarse!•ao. J;,.,ca interpreta vlllligaciones en hist<>logfa. Cuando el PT<>fesor Brüc.k.e me dijo que no
cata mtervenoón como indicador precoz de un conllict<> en la relación podfa prescindir de ou asistente ... renuncié.
Aquf Nothoagel se explayó:
- No le ocultaré que varias peraonas se disputan este puesl<> y
que, por consiguiente. no puedo darle ninguna espcronzn. No serta
d • 13. S;abc.moe quo EH Bemays amru16 una fortuna an Américo. En 1920 justo. Por eso voy u anotnr su nombre pora el caso de que aparezc,a
onó un m1Uóo de coronaa para íu.ndar uno guardería (carta de Freud a Pfi1· otro empleo. No haré promesas ... Me quedaré con sus trabajos, si no
~r dPfiel 9 de mayo do 1920, Cortt1pon.dancce ck s;gmund FrYud º"e le poi· t1(~:ne ineonvenient.e"'.
ur utu, 1961 , Pario, Callimard, P'J. 121).
149
148
"Todo e11to -ob<lerva Freud- fue dicho de la mo.nera mú Dml8tosa Mejor prcguntarnO<!; •¿Cuál era el deseo de Frcud?". Lo más pro-
quemo es posible reproducir: no fuo rudo; a lo sumo un tanto reser- bable es que hoya tenido la eeperanzn de que Bnlcke, conmovido por
vado, pero siempro cordial""°. · lo precariedad económica de su pupilo. hiciera al(!1ln tipo de cxcop·
Esta entrevista, narrada paso a Pll80, ilustra bien la situación del ción para que cJ promisorio investigador permaneciera en el Institu·
postulan!<> Freud: entonoes ¿qué hacer? t4. Freud no iba en busca de un consejo; deseaba ecducir a su viejo
Una alternativa era emigrar. En la entrevista con Nothnagel ¡efe de los ojos azules. El mero con.oejo recibido d ebe de haber 11do
Freud mencionó la poeibilidad de trabajar en ln•loterra "donde •-n' una amarga decepción. En lo jcrarqufa u.nlversitarin, los asistenta
.
go par1cnt~8 .., . La .d
1 co d e probn,r fortuna en otras
" '
tierras "' •
persistió cst.aban muy por encimo de los demoetrndoree . Ambos asistentes
por algún ~ocmpo. Gran ~ret:'ña •••!"Pro en primer lugar: "Anhelo in· eran desgraciadamente apenas 10 a~os mayores que Freud, y habla
dependcnclB, para seguir mis propios deseos. La imagen de lnglate. pocas probabilidades de que lo muerte los visitara en un futuro razo-
'"!"ª surge an~ ~í con eu ~ria prosperidad, eu generosa coneagra- nable.
aón al ~•en pubhco, el obshnado y """"ible sentimiento de justícia de Uama lo atención que un pupilo brillante de uno de los mayo""'
s~s habitantes ... toda• lns mdeleble11 impresiones de mi viaje de hace institutos de fisiologla de Europa, con varios trabajO<! meritorios pu·
s1c_te añOH, .que tuvo una influencio decisiva en nli vida, despertaron blicados, que contaba con In amistad de Fleischl y el estimulo de
b&JO una viva luz. Estoy volviendo o leer la historia de la isla las Brcuer, tuviera que soportar tantas penurias paro 80b~evivir. Co~n
obras de los hombres que fueron mts verdaderos maestros, tod~ io- dos posibilidades: o en el momenro de la verdad lo consideraban ••m·
B!cscs o ~scoceses; y he ~rdado el que para mi fue el periodo hist;;. ptemente alumno y no disclpulo, o bien habla algo en él que ya iba a
neo más tntcresante: el reinado de los puritan"" y Olivcrio Cromwell contrapelo del orden esroblcc1do. Por eoo no se puede descartar la eu·
y también el grandio•o monumento de e•e periodo - El Pora(so perdí'. gerencia de ese buen biógrafo que fuo Wittels cuando plantea la ~i­
do-, donde recientemente, cuando no me sentí seguro de tu amor1 en- bilidad de un "'cnfrianlicnto con la c\lpula"', aunque nada hubiera
contré consuelo y ánimo. ¿l)ebemoe permanecer aquíJ Marthar"2 cambiado en la superficio''. El famoeo epioodio do los "terribles ojos
En otro momento pensó radicarte en el interior; haría un curso axules de Bnlcke" bien pudo ser el deaplaxamiento de otra "mirada",
br;eve de lres meses d e ob&tetricia y pediatría, para instalane en al· mb seria ·a. En el caso de Nolhnagel, ,. muy probeble que de alguna
gun lugar de la Monarqu!o Dual dondo se hablara alemán: Moravia manera se tran•parentara lo actitud altanera de Proud: "En circuns-
por ejemplo. "Contigo, mi pila de libro41 y un microscopio espero en'. tancios favorables, yo podrfn realizar más que Hermano Nothnagcl, a
contrar consuelo suficiente por haber fracasado en la ci~dad . No se quien me sicnw muy superior"'6. Se puode detectar cierta ambicioso
pa~ece de pobreza en el ine<>rior, ya que alll faltan médicos por do- ironía en la minuciosa dc11tripción que Freud hace del "lellador ger·
qwer. Y no quedaremoa en eJ olvido para siempre pues continuaré minico•, un cierto racismo. .
con mi trobajo.... Apenos tres días dcopués escribe°: "Me siento lleno &e también fue el tiempo de la primera hoguera. Le idea de que-
do energfn y ya no pienso en desistir de mi futuro en Viena..,.. mar su producción escrita es muy antigua. En Freud encontramos
. Pasadu unas semanas, Freud vuelve a ver a Nothnagel n fin de desde muy t-0mprano una pulsión .. piromanfaco". Clnrk nos cuonta
r~ti.rar 1u1 separatas (que, para mé.1 datos, eran originales aio ~ que ya en 1875 planeaba destruir los a.rchivos de la Academia Espa·
p1ao). En la nueva charla obtiene la misma respuesta peoimista. El Ilota, y en setiembre de 1877 le escribió a Silberstein: "Propongo que
maestro podrla darle recomendaciones para Madrid o Buenos Ai- celel>remoe una agradable velada invc:mal y que quememos luego loo
r~s'". O seo q~e ninguno de los dO<! "pesos peoad""" cientffieos C8tnba archivos de lo Academia en un solemne auto de fe,,.••. Otro tanto ma·
d1spucsto a s.nhr del comino burocrático para dorio una mano. quinó respecto de la correspondencia amorosa99.
En la encrucijada vocacional, la fundamenta) conversación con Como scllala Sulloway, en el crisol de la produc~íón inteleclual,
Brücke ocupa el centro. ¿Qué sucedió realmente en ella? "La Pre..n· "existe una poderosa tensión subterránea entre la oncnf:8CJón del os·
tacl6!1 ou~obiográfico no nos dice el Brucke. por propia iniciativa, p1rante al descubrimiento, que apunta al futuro, y la onentac1ón del
ofreaó su influyente consejo, o si Freud le pidió una opinión.... Cree- historiador dirigida al posado••OO. No cabe duda de que nuesn:> héroe
mos qu~ Jo~c& tieno rozón cuando observa: "No vemos cuál podfa ser P""Cía un ll<lntído histórico oguzado, en la medida en que el ps1cooná·
la contribución de BrOcko ni conocimiento de algo que Freud ya scgu·
romcnte anbfa.....

'15. En contra de esta t•i•, tenemoe e.l hecho, como luego veremoe. de
que 8riicke promovíó calurot0mente su beca a París.
•1.t. ¿lnHtginan. a F'rcud como colega de José lngenioro1? '16. En co1t.ellano en el original.

150 151
1..1• procura la recuperación del pasado del sujetA>. Pero en lo que a él procuran obliterar la hlSt.oria a fin de recrearla según su con\•cnien·
concierne trató de dificultar la taren de aus futuros biógrafos. Tres cia ideológica"?'"'. ¿No acrá que Freud en~ró en 1885 en esa ecnda de
veces en la vida, en 1885, 1908 y finoln1entc en 1917, con sus artícu- un ap~•-coup orwellinno (en el doble sentido del térmmol?
los motopsicológicos, eu pasado fue incinerado. Luego veremos que Por otra parte, ¿cuál serla la •perplejidad" de los b iógrafos? _Él
cado auto de fe tuvo &u significado circunetanciaJ. acaba de descubrir Que ..el demonio do un ser humano ce au n\eJOr
Comencemos por la primera hoguera encendida en loe tiempos de parte, es él mismo"to&. Está. pronto a quemar l as naves. Acab~ de re-
la cocalna, un día "ruin y árido" en el que acababa de IA>rlurar a "dos chazar la promisoria invitación de ~1eyne.rt_. •Es verda~. ~vidente~
con~ que mordisqueaban nabos y ensuciaban el piso". e1
le coofia a mente que aún no tengo la beca y los subs1d1os para el vuue; mucha
Martha su intención· gente dirá que ea una locura rechazar un empico que disputé hace un
mes... 1• .
Intención, dicho sea de paso, que terminé de llevar a cabo y de la Repitamos la pregunta: ¿cuál era el. d~l!CO de Freud? .
cuol olgun.aa personas infclieos, que oún no hon nacid~, algún Si pensamos en !Alrminos de posterioridad, Freu d descubrió la oo-
día se quejarán . Como no vas a odivinar a quiénes n1c refiero coínn dos rulos más tordc; lo hipnosis, cuatro; la e t.iologío sexual de
vol'. a decírtelo: son mis biógrafos. Destrur IA>das mio notru! de 1.,.; las neurosis, seis. Ese inve&tigador aventurero, poco convencional,
últimos 14 allos, fueran ellas carta&, "'8úmenes de lrabajoe cien- nie!A> de Mesmer no "calzaba" bien en el ln•titu!A> de Bnlcke. Tal vez
Uficos o los manuxritos de mis monograt188 101. el con01cto cenmtl de Freud no se producla entre la ciencia y el amor,
como creen Jones y Gii)'. Esto es, le acíertan al bul!A>, pero fallan en la
Sólo fueron preservadas las cartas de la familia: suUIC'Za. Esas tensiones estaban presentes, pero las fuerz.aa en pugna
se dobo.n en un nuevo campo de •inclinación .. , para usar el término de
Los tuyas, mi amor, nunca corrieron pcligro·11. la Academia Espafiola, u n campo apenas vislumbrado'"· f!sa incli~a­
ción lo Llevaba hacia el lado de Charcot, hacia el sonambulismo arttfi·
Cu.an~o ~uema au ptl8ado, considero que '"tcxlos mia pensamien- cial de las grandes histéricas. hacia las alteraciones de la con8Cienc.i.a,
toe ~ sent1m1en~ ~bre el mundo en general y sobre mí mismo en con o sin droga. En ese horizonte próirimo ac proyectaba el dcaeo IR·
particular (son) 1nd1gnCM1 de seguir existiendo". Les da un coup d~ conoc:ieote de Freud
grace. Todo tendrá quo ser pensado de nuevo. La decisión, por 1er desgarradora, fue dolorosa: El pr imer P"'!"
ero i.ncvitable: Frcud tenía que capacitarse para abnr un con~ltono
Pero este material cstá asentándose como las nubes de polvo en privado. Necesitaba e xperiencia clínica hoopitalaria. El e1tud10 de la
torno de la Esfinge'º'. medicina en e l Viejo Continente ponía el 1noyor é nfasis en e l nul~ Y
las demost.-aciones· el cstudiantc poco aprendía del quehacer clínico.
¿Premonición? ~I ea la Esfinge, mejor dicho, él.., el héroe que re- Faltaba práctica iU:-.t<> al lecho del paciente, sobraba juntA> al cadáv<;r
ve~a la gran mcógruta De allí que esta carta, probablemente escrita en la fria mesa de mármol. Por eso Freud planeó pasar dos &llos .,_
bajo loe efectos de la cocaína, continúe: viendo y eatudiando en el hospital, inmeno eo 1~ clínica On~ días
después del noviazgo sellado en el Jardín de M6ld1og, Freud ac tnscn·
En cuanlA>_ a 1?" biógrafos (una vez más(, que se atcrmenten, no be on el Hospital General de Viena. . .
tenemos nmgon dcseo de h acer las cosos fáciles para ellos. Todos En ese sombr!o afto de 1882, y d u rantc el pnmcr tiempo en el
tendrán razón cuando expresen au opinión sobre la "'Evolución Hospital General Froud hizo una rondo de especialidades, pasando
del Héroe•, y ya eslcy anticipando su perplejidad•~- de un dcpartamc~to o ot.ro durante tres a.i\os. Prefirió co.mcninr por
cirugfa· el laboratorio lo había formado para un uso eficiente de las
¿Qué significa esta destrucción •i•temática de su propio pasado? manos.' Pero no resultó bien: permaneció 8610 un par de ~eses ~n l_a s
Freud encendió e~as hogueras antes de que pudiese adivinar que su aalas quirúrgicas. Vi1tit6 entonces las 681as de clín1ea méchca, ps1qu1a-
Vlda tenía la consistencia que anticipa In inmortalidad, por más que trlo, derma!A>logfo y ot\olmologfa.
softnro. con placas do mdrmol. ¿No será que Sullowny tiene razón
cunndo especula "que 108 espíritus revolucionarios ... frecuentemente

•ta. Ademú del traba.Jo con Meynert. frcud babia solicitado empleo en
la F\a.ndaa6n Rudolf JUnto • Julius Han,,
'17 Perobutahoyao-.lalu•d•lclía. •19. La misma -.¡nd1MCWn· que lo llevo a apuaonarse por CiMI&.

152 153
Partió de la posición máa aubaltema posible, la de Aspirant una dio de largo aliento. Holllinder se cansa pronto de examinar millare8
..pcc1e de asistente clínico, y fue promovido a S.lwndorortz en :nayo de láminas de cerebros de (et.os, y el proyecto se interumpe, aunque,
de 1~3, al ingresar en el Departamento de Psiquiatrla de Mey- como verem08, más tarde Freud sacó partido de ese esfueno•at.
nert . En ¡uho de 1884 J>&'!6 ª. wr S.lturul~irartz Supuior, para 8 1. El peiquiatra y anatomista general Thcodor Meynert no em me-
cana::ir. f!~almente, al año s1gu1ento, el cochciado título de Prluatdo- noo iluatre que Notbnagel. La obra y la personalidad de Thoodor
zent, poe1~60 que J?rocuraba mú prestigio que salario. t.1eyncrt hablan impresionado a frcud ya en sus tiempo& de ettu-
La Viena médica era sumamente competitiva. No debe extrllllinr- diante. Obstinado, con la meta de uno poicologfa científica, Meynert
nos que, como lo señala Gay, albergaac fantasías hostiles front-0 n co- ern un dctcrminist.a estricto que descartnbu el libre albedrío como
legas que obstaculizaban su cnmino. Como ~l dirá más tarde en su simple iluoión, y consideraba que lo mente obedecía a un orden fun -
Trauntdeutun~: "En cualq.uior lugnr del mundo donde e xista jornr-. damental oculto, el que aguardaba un nnálieis profundo que lo socnra
quin y P!º?>oc•ón, está abierto el camino para deseos que deben de o luz. Alumno y prptcgido del gran IWbilansky, Meynert abrió lo pri-
ser &upnm1d08"101. mera cátedra de psiquiatría de lo Universidad de Viena, en 1870, y
. En setiembre de 1883, des~uét de con~er Jos Alpes por sugert'n· dominó el panorama •psi" hasta su muerto en 1892110• Poderoso, fue
c1~ d~ ~rcucr, ou?~U:O héroe p1d16 el consc10 de su amigo. La viiita criticado en la época precisamenlo por su vuelo especulativo. Se Je ...,.
co1nc1d1ó con _el sw~d10 de su col!'ga Nathan Wei.ss, promisorio neuró- procbaba que hubiera elaborado una "m1tolog!a d.e l cerebro". Kraepo-
1~?¡,,c:uyo óbito de¡aba un espacio t'fl el empinado camino univenita- ltn prcvenfa a los estudiantes que no ·se instalaran apresuradamente
rio . Frcud descartó la posibilidad de ocupar e.;e vacío. Le dijo a en el edificio que Mcynert había erigido en el aire ..." 111• Meynert fue
Breuer que creía ten~r algunos. méritos 161id06, pero no mucho ambi- un buen maeatro de Freud. Su postura filosófica, con su epistemolo-
ción (el talón de Aquiles de We1S1, dicho sea de paso) que no fuera 1 gía pooitiviota, 1610 podía servir como confirmación y estímulo. Una
de caanrsc. C?e insi~tir con la neurología quedaría preso en Viena~ deuda: la noción de un "principio de displacer" y, también, la de "•u-
prolon~ondo mdefin1damente su n.ovioz.go. En cambio, en provincioa n1n de excitaciones". Freud vio en (11, primero, a un admirado protcc·
~!'!:.. nt-0ndcr partos, arrancar dientes y cndcre:zar piernas qucbrn- tor, y dcatpués un obstáculo, má.8 quo un rlvol. Casi desde el comienzo
de eu relación, Freud se quejó de que ero dificil trabajar con eso hon»
. Brcucr propuso una salido intcrmcdía: continuar con lo que ve.nía brc .illcno de manías e ilusiones"; '"no te escucha ni te cntiende" 112• En
hil~1cndo Y permanecer atento a otras l>08ibilidades"2i. Asl, al dfa 8¡. los ot\oa noventa, los dos iban a disput.ar por cuestiones muy paJpi-
gu1ente, Freud le p1Clió al director del hospital que incluyera su nom- tanta: la histeria y la hipnosis.
b"' en el teclor de enfermedades d~I aistema nervioso y del hlgado (1). Es muy posible que el periodo en el pabellón de Meynert haya si-
AcorTBlado entre la m_conmov¡ble burocracia de Ja carrera docen- do el momento del giro ele Freud hacia lo •cooa• psicológica. Ese vera·
te Y I~ logfatíca del casanuento, ae llene la impresión de que a Freud no de 1884 puede considerarse el turning point. No en vano Sartn
no le importaba ~ue el paciente íueao un <>nfermo de la piel, de loo inicia el guión de la pellcula en los viejos corredores del Hoopilal
huooos o de la ve¡i¡¡a, con tal de que acudiera a su futuro conaultorio. General de Vlena. donde dos en.fcrmero8 nevan en camilla a una an·
El panorama comienza a cambiar cuando entra como Seltundorortz ciana que padece de ceguera histérica. La conducen a la sala donde
en el d_cpartamenlo de Meynert. Ali! retomó el contacto con laa per- Freud y Meynert, frente a los estudiontel!, tienen u.na discusión sobre
turbac1on.es corebrales y obtuvo pormiso del jefe para trabajar en •u la validez del discurao histérico (discusión que realmente se produci·
lobo;otorio: Freud le propuso a Hollttndor, aegundo de Meynert, que ni a partir de 1886).
reahzaran ¡untos un trabajo sobro el cerebro del recién nacido. Estu-

NO'l'AS
bit.o·~bfl ~•Lo de Freud a Atan.ha aobre ut.e ami.go que •se ahoro:S en u.n
pPcol!; •
~~ le calle Land" de.muett.ra una comprenhón apzada de la
do para a wiada. • ··· .-us cuahdadtie buen.;" 1 malas se habían combin•· 1 Emtot JO<IM, A <ido ta obro <k Sagmund Frrud, 1969, 1Uo de JaM•·
uo 1nve~fisu_ caída; 1\1 vida. pc;r &1'f dearlo, h3.b1a. sido elabonda por
Fft-ud • Ma~ ::;es Y esl.:t caU.~&roít íue el fin inevitable'"' (carta de "" '""'''"
2. lbld.'· J>'ic. 114.
tlO tk amor, pép 7~)e sct.ombn! de 1811-1, Sq¡mund F1TU<L CormpondJ•· 3 lbld
•2i. Exactrunente lo. 1 •. M. Robert.. IA ret>Olucidn p11eoono.lftu:o, 1978, Fondo Nacional do Cul-
dia antoe. que e Pn>pio Brouer había hecho una década y me- tura, M'xico, pág. 87.

154 155
5. Carta de Fl'cud a l\fartha del 2 de ag<>.tlo de 1882, eit.ada por Jones, 43. Cai-W de Frcud a 1'·J arlha del 22 de agosto de 188a, Sigmund Freud.
op. cit., 1, pág. 113. Corrt1pondi11cia de a1nor, pág. 62.
6. ErneslJones,op. cit., 1, págs. 114~5. 44. lbíd.
7. lbfd.. pág. 115. 45. Carta de Freud a 1'tartha. del 15 de noviembre de 1883, Sigmund
8. lbíd. Freud. Correspondlncia de'amor, pág. 98.
9. lbíd. 46. lbfd.
JO. Carta citada por EmestJoncs, ibíd., 1, págs. 115-!6. 47. lbíd.
11. lbíd. 48. lbid.
12. lbfd. 49. Peter Oay, op. cit., pág. 52.
13. lbíd. 50. Carta de Freud a Martha del 18 de agosto de 1882, Sig1nund FreHd.
14. lbíd. C.OrrespondincitJ de ainor, pága. 47-8.
15. lbíd. 5 L. Ernes-tJones, op. cit. , 1, pág. 122.
16. lbfd. 52. lbid.
17. Denis de f«>ugemont, El an1or y Oc.:id'!nte 1978 Barcelona Kairó8 53. lbfd.
pág. 18. • • • • 54. Cart..a de Freud a l\lart.ha del 8 de julio de 1882, citada por Jones,
18. Em&st(Jones, op. cit., I. pág. 117. ibid., págs. 12 1-2.
19. Cni;ta de f'roud a Mortha del 16 de mayo de 1884, ciU.do por Ern..t 55. lbíd .. 1, pág. 123.
Jones,op. cit., I, ~g. Jl7. 56. !bid.. '· pág. 121.
20. lbfd. 57. Carta do 1'fartho dé fecha incierta, citada por Jones, ibíd., pág. 121.
21. !bid. 58. lbíd., 1, pág. 146.
22. Carta do Freud a Martha del 10 de marzo de 1885. Sigmund Freud. 59. lbíd .. 1, pág. 119.
Correspondinc1a de amor, pág. 165. 60. lbfd.
23. lifartha, como Fliess, consttrvó todas laá cartas, llevándolas ptlra In- 61. Carta de Freud a ~1inna Bemaya del 21 de febrero de 1883, Sigmund
glaterra en 1938. Noventa y Lré8 de esas cartas fueron incluidas en Sigmund FN!ud. Correspondincia ckarnor, pág. 56.
Frt.ud. Corrc.$po.ndéncin de amor. Aproximadamente dos tercios del total está 62. lbid.
guardado baj~ siete llaves a la espera del próximo milenio. 63. Petcr Ony, op. cit., pág. 51.
24. P. R1eff, Freud, la menú de un moralifto, 1966, Buenos Aires, Pai· 64. Carta de Frau Bernaya del 27 de junio de 1886, citada par Ernest Jo·
dóo, p¡lg. 237. nes, op. cit., I, págs. 157..S.
25. M. Robert, op. cü., p¡lg. 89. 65. lbld.
26. P_ctcr Gay, Freud, urna vi.da paro o nosso t~1npD, 1989, San Poblo 66. lbíd., 1, pág. 127.
Companhia d•• Letrns, pág. 50. ' 67. lbíd.
27. Carta de Freud a Marthn del 19 de junio da 1882, Si¡¡mund Froud. 68. !bid.. 1, pág. 174. •
Corre.spondincia de amor. pág. 26. 69. Carta de 1'Tcud a 1''1inna del 7 do febrero de 1886, Sig1nun.d Fnud.
28. lb!d., pág. 27. Corre.spondéncia de amor, pág. 243.
29. lbfd. 70. lbíd.
30. lbíd. 71. Pctcr Swalca, •Prcud, P.1inna Bernays and the conquest of Rome"',
31. Carta de Freud a Martha, dol 16 de enero de 1884, ibfd., pág. 114. New American Reuiew, 1882, pág. 2.
_ 32. Carta de Frcud a A1artba de agosto de 1882, cilada por Jonos, op. 72. Emest J one.s, op. cit., pág. l 19.
cit., I, pág. 178, 73. lbfd., 1, pág. 136.
33. lbíd. 74. Carta de Freud a Flieaíl del 21 de seliembre de 1889.
34. Petar Gay, op. cit., pág. 51. 75. Carta inédita a ~1artha del 10 de agosto de 1884, citada por Jones,
35. Emest Jones, op. cit., 1, pág. 149. op. cit., pág. 168.
36. Paul Roa.zen, Freud y sus di8clpulo$, 1974, Alianza, pág. 72. 76. lbíd.
37. ErncstJones,op. cjt., 1, pág. 123. 77. lbid., 1, pág. 169.
,.L __ 38. Carta de Freud a J. Pulnan1, del 8 de julio de 1915 Sigmund Freud. 78. SE, V, pág. 482.
'-""'f'tSpondi.ncUt de amor, pág. 360. ' 79. ErnestJone.s,op. cit~ , I, pág. 170.
39. Paul Roa:zen, op. cit., pág. 72. 80. lbíd.
40. Emest Jone.s, on. cit. J pág 119 81. lbfd., 1, pág. 171.
41. lbíd. p ' • • •
82. lbíd., 1, pág. 166.
42 83. lbíd., 1, pág. 167.
te · Carta de Freud n Martha del 5 do diciembre de 1885 citada por Pe·
r 0 ay. op. cit., pág. 53, • 84. lbíd., I, pág. 171.

1 56 157
85. Csu't..o do J"raud a l\torthn del 18 de &gofJto de 1882. cilOdo por ErnOlt
Jo ..., ibld., pi\« l~
86 lbld
87. Cruv de Freud a Martha del S de octubre de 1882, S1J1mund P.-.ud
C4t-1Yspondln~•O ~ OMOI", pág. 51.
88. lbíd
89. lbld,P'«. 53 CAPÍTULOS
90. lbld
91 lbld EL SALTO DE GATO
92 C..rta de P'n!ud a Martha del 16 de agooto de 1882, otada por r.,.,,..t
Jon... op. cit • 1, Jll\c 187
93. C..rta de Freud a Martha citada por Em<J1LJonea, 1bíd , I, pág 189 ?tfarthB, novia aplicada, se interesa por la actividad de su novio.
94 . Cert.a de 1-'ttud a Ma.rtha de setiembre de 1882 citada por &me1t J;;ste •explica• su trabajo de la siguiente manera: "Bien ... en primer
Jone1, 1bíd.. l. p¡IR. 189. ' lugar, el cerebro debe ser endurecido (en alcohol, por ejemplo) y, en
95. lbld .. 1. p4g. 73. seguida, cortado en rebanadas finas para ver dónde se encuentran las
96. lbld. fibras y las células en relación recíproca, adónde van los libros, etc.
97. Prilz \Vitt.el8, Sigmun<.l l,.reud: his perM>nality, hi• toochb1g and hi• Llls fibras son los conductos de las diversas pnrtcs dol cuerpo, los cé-
11<hool, 1924, Lond"'8, Allon & Unwin, pág. 20.
98. Cart.n ~o Praud u A1tutha del 2 de febrero de 1886, Sisn111nd Freud l ulas los controlon, do modo que debemos respetar estos estructu·
Cor~11poncUnc10 d~ amor, pág. 241. ra.s"I. Esos "'·respctoblcs" estructuras son, en sumo, los neuronas.
. 99. C.orta de f-'roud a Silbertt.ein del 7 de selien1bre de 1877, itttrra de Ya comentomoe que Froud tiene talento paro los tinturas. J;;¡ mc>-
JtUMIM! 1 pt.\g. 207. dificó lo fórmula do Reichert (me'Zcla de ácido nftrico con glicerina)
100. Sullowll)', Proud, biologi.i• de l'upnl. póg. 6. para preparodoe del tejido nervioso. Usa la nueva fórmula "con la fi.
101 C..rta do Freud • Martha del 28 de abril de 1886, S11mund Prwud. nalidod de preparar de modo seguro y fácil el sistema nervioso cen-
<:cn-upon~.... túª"""· páp. 168-9. tral y periférico de loo vertebrados superiores (ratonC11, con~oo. bovi·
102 Carta do •·n1ud a Martbo &maya del 26 de obnl de 188• 1b1d nos) ... Estimomoo que (el método) facilita considerablemente la
"""· 168-9 ... .. preparación de nervios situados en loo canales ~ y la preparación
103 lbld y de&linde do anastomosis y redes nerviooas"2.
104 Sullowll)', op al., péc. 4. Lo Uamauvo de SWI incurgiones neurológicas es cl apego a la ana·
!05 Carto • Mortha del 31 c1A! marzo clA! 1885, Sfllmund Fr<ud CONT•· tomla. Eaa ftjación en la estructura microscópica ..tática tal ve• le
~··túª"'"'· pác. 167 impidió profundir.ar la fisiología de la neurona. En carta a su amigo
106. Emeot Jonao, op <it., 1, pág. 76.
107. SE. V, p4¡. 484. Knofroacher, Froud dice en 1878: "Me he pasado a otro laboratorio y
108. C..rta de Pl"Oud a Mart.ha del 19 de l!etiembrc de 1883, citada por me estoy preparando para mi propia profesión -mutilando animales o
Emeet Jone1, op. <11., 11, p4g. 208. a.t ormentando "'""" humanos ....... Lll preferencia del ojo sobre lo ma·
109. Carta do Preud o Martha del 2 de julio de 1883, citada por Emeat no -comenta Jonc.t- tal vez fue la causa del poco éxito de Frcud con
Jonco, 1bld., 1, pág. 207. el método experimental. Sus ensayoe "con el dinamómetro para medir
110.~~na l.aky, Die iuiener mtdizinische Schult 1m 19. JohrJu,ndert, la fuerza muscular bajo e l efecto de la cocafna fueron inl.crrumpidos
1965, Colomu, Oraz, p4p. 374·80. ein resultados concluyontes"4 . Lo mismo sucedió con su incursión on
1,11. .Emll Kmopclin, Die Richtungen <kr P8Ythiatri~hen 1'0rsuug, 1887, la fisiolog!a animal en e l laboratorio de Strick er. Esta visito merece
Loipzog, citado por Erna Lc•ky, ibíd., p4g. 377. ser mcncionndo: "'Mi demonio me hizo visitar c1 laboratorio de Strie-
112. Carta de Freud o Mortho del 20 de ng08to do 1883, Bri•f•. p¡lg. 49. ker. Fui bien recibido y me ofrecieron excelentes proyectos. Ahora 08-
toy inmerso en loa glándulas salivares y tengo la certeza de que en·
QOntraré alguno cofu\. El mes que viene iniciaré experimentos con la
eecr«:ión sali..·nr de pe_rroe"$,
Repa~moe en que casi 25 años después, Pavlov -que 1f ero un
gran experimentador- encontró en la saliva de los perroe le llave
maestro de •u teoría de 108 reflejos condicionados. [)eede el punto de
viata de la hllltoria de 1118 ideas, 106 trabajoe de lván Peirov~tcl> Pav-
lov IOn contemporéneoe de los de Frcud y de Janct. El •error de lv"'

158 159
Pctrovitch Pavlov tal vei fue considerar que la ..salivación psíquica", se electrifica, mientras una gigantesca red telegráfica "parlotea" por
como é l la denominó, esto es, el "agua en la boca", era un fenómeno el continente. La tecnología de la ciencia médica da un tremendo sal-
psicológico•. · to aun antes de la llegada de los rayos X. En esa época, la electrici-
Freud nunca fue receptivo a la noción de comprobación experi · dad. tanto la galvánica como la farádica, era la varita mágica de la
mental. En una carta tardía al psicólogo norteamericano Saúl Ro- neurología, no sólo con fi nes diagnósticos, sino sobre todo como prin·
scnzweig, hablando de la situación analítica, nfirn1a que "Ja riqueza cipal recurso terapéutico. Eo el verano de 1883, en la Exposición de
de las observaciones sobre las que se basaban lnucstras) aserciones Electricidad de Viena, se presentó el más sofisticado de estos apara-
las indcpendi•aba de la comprobación experimental"'. Él privilegiaba tos, y Fleischl llevó a Freud a verlo. Había hasta un teléfono interno,
las horas que pasaba fluctuando en Ja escucha analítica•1 instalado especialmente para el evento, que permitía hablar de una
El tema de la ambición merece que nos detengamos en él. Freud sala a otra 12. Frente a esta tecnología de punta, Freud vio la nccesi·
tenía ambición de sobra. Basta pensar en su identificación napoleóni- dad de profundizar en el tema. Fleischl se ofreció a ayuda rlo econó-
ca, en sus fantaslas como Príncipe del Cretáceo, en el futuro estreme- mican1cntc en la compra de los aparatos. Durante más de cinco años
cimien to existencial frente a la Acrópolis, y en el también futuro arri- Freud experi mentó con los flujos galvánicos Yt en 1888, e n carta a
be con Jung al puerto de Nueva York. Es curioso, eso sf, que él mismo Fliess, describe un tratarniento hidroeléctrico en el que "el caso re·
no se considerara ambicioso; más alin, pensaba que su falta de ambi- s ultó bastante simplc" 13. Luego, inspirado en el trabajo de Breuer,
ción era un defecto de carácter. En abril de 1884 escribe: "Lo malo es investigó los cambios que produce la fiebre en la conductividad eléc·
que tengo poca ambición,.. trica del sistema neuromuscular 14 • También llevó a cabo un t,r abajo
En sus rondas Por el Hospital General, Frcud llega al sector del conjunto con KOnigstcin sobre la reacción eléctrica del nervio óptico.
Dr. ~ranz Scholz, d~ndo estudia las enfermedades nerviosas orgáni· No publicó nada en esa esfera. Nunca tuvo mucha fe en los efluvios
~as. Me estoy definiendo cada vez más como neuropatólogo ante mi galvánicos y en 1890 abandonó, con evidente alivio, toda la "parafer-
Jefe"9. Scholz era ..un fósil", pero su indolencia senil tenía por lo me- nalia elktrica" 16. Es interesante una observación que hizo cuando
nos la ventaja del laissez.faire, y los médicos gozaban de amplia li- estaba tratando con elect.ricidad a su primer paciente particular: "en
bertad'º· esos casos -comenta- tratamos mucho más con nuestra personalidad
Además estaba la electricidad, de reciente adquisición en el arse- que con los instrumentos"l6, La transferencia aún se llamaba magne.
nal médico. Sartre, en su guión cinematográfico, monta el consultorio tismo. Para él los aparatos galvánicos valfan tanto como la baqWJt de
de Freud e n esa época de la siguiente manera: ?.1.esmer.
De hecho, en 1883, Fre ud estaba lejos de las neurosis. En su
Un escritorio cubierto de papeles y libros, algunas sillas sin esti· Presentación autobiográfico hay u n párrafo en el que se ufana por
lo definido y un diván contra la pared, frente a la mesa. Un sus pálpitos como ncuropatólogo: "La fama de mis diagnósticos con-
biombo abierto oculta l a pared izquierda, frente a la ventana: firmados post·1norte1n atrajo a numerosos médicos norteamericanos,
ante ésta, una extraña silla ·2, ligada a cables y enchufes que pa- para los cuales di c.onferencias sobre los pacientes de mi sector, en
rece más un instrumento medieval de suplicio que un aparato te- mi inglés pid.gin. Pero yo no sabla nada sobre las neurosis. En cierta
rapéutico ... 11 ocasión p resenté ... a un neurótico q ue sufría d e dolor de cabeza co-
mo un caso de meningitis crónica localizada; todos de inmediato prcr
En 1878 Thomas Alva Edisoo inventó la lamparilla incandes- testaron ..." (el énfasis es mío)l7 •
cente. Con ella la "luz mágica" entra en su mayoría de edad y Europa O sea que en 1883, cuando Breucr le habla sobre Anna O., Freud
""no sabía nada sobre las neurosis". En el año y medio que precedió a
su v isita a París, las investigaciones histológicas estaban en auge.
Experimenta con las células de la médula espinal, la parte del siste-
•1_. Luego veremos que, en la historia del psicoanálisis, una honrosa ma nervioso que aún constituía su principal interés. Para convertirse
excepción ~ est.a post.u ro fueron 10$ experimento& en simbolismo onírico de en un neuropatólogo completo tenía que "ascender por la médula".
~e~:crt Silbcrcr y .los estudios experimeota1ca de Otto POtzl. No podernos Entonces comienza, bajo la supervisión de Brilckc, un estudio de l a
º·VI ar tan~J)OCO el 1n1pacto do los experimentos de Bernhein1 con Jns suges-- estación central radicular: el bulbo raquídeo. En 10$ d°" años quepa-
tione: poeh1p~6tiC!'a d<: Na!lcy.
2d
• taJ Esa silla 1 n1ag¡nann no puede dejar de recordar Ja te1niblc poltrona, só con Meynert, su trabajo fue de primera línea. A la sa.ón -antes del
clásico trabajo de Monakow- la estructura de) paraencéfalo era en
1
?ª a a en un pequefto cuarto vecino al gabinete de Pteud en la que & par-
t •rórtesde.su eánoor de boca, iban a rea.lir.an;e regularmcnte'lo!f ajuatc~ a las gran parte un misterio.
p is qué 1o torturaron. El caso más perfecto de polineuritis aguda ratificada por la au·

160 161
con f.lollbndcr, comenzó a dor frutos. Aquí, en la cuestión del "orden
topsia (el de un jovf.'n ponnderol apareció publicado n comienios de filogcnético'". comicn%a a madurar la noción de .. regresión· (término
1886'" El profeeor $p<'rling, al romentarlo en el Nt11rolotJ•sch•• Z..n· de Hughhngs Jnckoonl, que Freud elaborará en su hbro sobre lns
tralb/att, escribe: '"Se trato de una contribución muy vahOtJn poro afasias
nuestro conoc1m1ento de la polineuritis aguda'"''· El úlhmo articulo histológico, en este periodo de los tintura•,
Poco d.,.pué<I de entrar en el laboratorio de Meyncrt, Preud ba· apareció en un pen6d1co especial sobre otología en setiembre de 1886.
s,indcx;e en uno au~rencia de F1e.ischl de unos años antes, inventó un Es un estudio detnllndo de los orígenes y conexiones del nenno acu...
método para colorear preparaciones del sistema nerviooo con cloruro tico, que demuestra, al pos..r, que los pares craneanoe (V, Vlll, IX y
de oro. El oro nunca oe habla usado en forma de cloruro. Dcsput!s de Xl son homólogos a los ganglios radiculares posteriores de la mt\dula
pocas scmanM de experimenteción, Freud alcan.zó resultedoe oorpren· espinal. En ese estudio, observa Jones, "'aparece uno vet máa ~I as--
dent.cif, y se cntu&U\Smó con este procedimiento que le bnndoba una pecto genético" ...
"imagen marnv1ll~amente nítida y precisa.... Exultante, lo pnmero Posaron los ai\os y Abraham, en el catálogo de un anticuario, en
que h.1zo fue reunir n olgunos colegas, comprometerlos bajo jura1ncnto 1924, encontró In refere ncia al trabajo de 1878 sobre el Pctromyzon;
a guardar el K'Crcto, y concederles permiso para usar el nuevo y mara· ufano, se consideró coleccionista hors concours de la obra dol l\lacs-
villoso cloruro do oro en •u• sectores específicos. En el reparto, a llo- tro71. Frcud, que c•Lnba terminando su Prescn1<1cw11 a11tobiogr6(ico,
ll~ndor lo tocó el cerebro; n i:ustgarte~ la piel; a Ehrmann los gándu· le respondió a vuelta de correo: "La tentativa de identificarme como
las suprarrenales, y n Horow1tz la VOJ1ga21. '"Así, distribuí lns divorsns el autor del trnbajo sobre el ganglio medular del Petromy•on impone
partes ~el cuerpo o lo mo;ncrn de un comandante en jcfc"221 como cobc, una cx.igoncin excesivo a In unidad de mi personalidad. Pero o.sí ticno
acotariamo8, o un ~on9u1sta~or que divide el botín de guerra. que ser, y creo que fui más feliz con ese hoJlotgo que con cualquier
. La competcnc10 histológico era feroz en e"°" tiempos. De nllr su otro"'lll. Aquí cobe la siguiente pregunte: ¿qué papel tuvo el joven in·
prisa por cnvior uno "Comunicación Preliminar· sobre 11u método ol vcstigador del cloruro de oro en el trayecto cientUico posterior? Ese
&ntrolblatt f1JT dit Mtdiziniache'! \Vw.e11$Cho{ltn; tembién logró que camino, ¿fue lineal o diepcrso, quebrado o continuo? Jonct, Bcrnfeld,
su.artículo se pubhcoro fn la revlSta mgle.sa Bratn. En visto. de este Sulloway, ponen el énfa.sis en la continuidad del recorrido; A.8&0un 1
éxito. Brockc vnl1canó erradamente que ·sóto sus diversos y nuevos ~Jario Franc1oni 29 y los epistcmólogos en general, creen en loe 1altos
métodoe le trnerfan fama"". y la. tors1onea eptst<!micas, en las que la palabra de orden aerfa la re-
• Años de1pu~. Frcud escribe: "El bulbo raquídeo es una coea M>- significación, en una BCCuencia regida por el tiempo ret.toactivo de la
na y bella RA?cu<'J'do muy bien cuánto tiempo y preocupación dediqué posteridad
a au estudio anos atn\s. Hoy en d1a, a decir verdad, debo coníeaar que El Entwurf zu Eintr Physiologisch•n Erklórun/l dtr Poych11<htn
º.º conoz.co ~oda que me parcua menos pertinente para la compren· EN1Cheinw•Rtn, de Exner, se publicó un año antes que el Proyecto. Je>-
s1ón patológica de In angustia que el conocimiento de lM traycctoriM nes recuerda que Ex.n cr, "'como Freud, cubre u.o vasto campo; trata
nerviosas que siguen sus cxcltacioneg"'24. temas tales como lo percepción, el juicio, la ideación, el roconocímicn·
~ero, como veremos,, no era e,q~ Jo que Frcud pcnsobo en Jo él»" to y los prl>«!SOR de pensamiento"'°. Ambos postulan la primocla del
ca del Proyecto, ~uc ~nststc, esenc1almente, en la tentativo de cxp~ principio de placer.
sar su teoría ps1cológ1co en un lenguaje neurolót,rico, buscondo en lo Joncs y Bcrnfcld fueron Jos primeros e.n scñalor In importancia
~ntomlo cerebral dntos duros (y no metáforas) para uno psicología de esos u~o• de trabajo en el Laboratorio de llrOcke, junto a Exncr y
cacntíficn. Fleischl . Bcrnfcld so sitúa en una línea empirista cuando da mós im-
Freud dedicó dos años ni estudio del bulbo y publicó tres ortrcu· portonciu o In técnica que n la teoría: "El psicoanAlieis, antes que no·
los que •Crén su• últimos trabajos histológicos. En e•tOS estudios se da, fue unn nueva técnico que permitió iluminar todo uno cotcgorfo
~poyo de nuevo en un descubrimiento de Fleiscbl : In miclíniznción de nuevos dntos, nnt.ce inaccesibles"" 1 • La técnica organizo. los dntos.
o las va1nns mcdulnres de las fibras nerviosas no se produce simul- "Freud inventó el instrumento, que usó para hacer grandes deM:ubri·
láneam~nte, 1ino por ,f!l'Upos eigui~ndo un o~en filogcnético, lo que mientoe, y que le permitió organizar una teorfa y espcculor más allá
rrmltt' RU ~1fcr<'ncaoc1ón La pista embrtológica aportada por de lo cooocido·i2 Pero do allit concluir que "'el descubrimicnt.-0 freu·33
leis.chl 11rv16 de J.'"Ufo para la decodificación annt6m1ca. Entonces, diano fue un resultado casi incidental de la invención frcudiono•
oustiluyendo •l ~ido adulto por un cerebro fetal en el que oólo son hay. como decfa Cipión, un gran tf'eCho. Esta manera de razonar es
v1s1bl.. unos ~ ,~~ 0 • •a-1cu . •
, . J 1os m1ehn1zados •
se obtiene .
una 1mouen tlpica de qu1enea p1en..,n que la histología nació a partir del m1croe-
superior d a l ot1 pt<·pnrad oa ..enmttraJtados de' la..ct secc1one1
. •
tranevtr·
"" ••J.
1
supe icao
r 1 ~~~ro adulto) qu~ sólo permiten una visión topográfica
• ..a 1nvcat1gac1ón de cerebros embrionario,.. 1n•cisda
copio, cuando, e_n realidad, la histología inventó el 1nicf08COP10 para
darse cuerpo
163
162
Existe uno follo fundamental en la concepción de Bemfold y Jo- avance parece rcahu.rse en un con/1nuum ilusorio ~n esto tenemos
n ... Ellos hablan de la revolución freud1ana como la lk'jiioda de algo que concordar con Ailsoun. El papel del observador rct1peclo del objeto
c"pant-01'\amentc nuC\'O, iUn precedentes ni precursores. Pnra Joncs, de la observación cambia con el psicoanálisis. Aparece el sujeto del
virjo militante fiel, el psicoanálisis hace bor-r'Ón y cuenta nueva con la inconsciente, la inc:crtidumbre sobre lo que se llama •yo pienso". Una
hi8torio del pensamiento. Pero, como &ci\nla Assoun, c~o acontecer mutación·•. Más de veinte años después, hablando del dificil coso del
jnM1to no está Joc:oli:tndo "en el niuel ele IO!-t principios t¡Ji1tétnioos, o llcmbre de las Rat88, ~'rcud le escribe a Jung: "¡Qué mala• 9'>n nues·
gen en el registro teórico de ese pensamiento"'l<I. No es lo originalidad trM reproducciones, de qué modo deplornble disecamos los grandes
lo que está en juego. Todo ocurre como si Freud se hubiCOIC opropiado obras de art(l de la naturaleza psíquica!·••
de entrada de un dewrm1nado capital ep18temol6gico - bnlckiano, di· Comprobado el &alto de gato, habrlo que nombrar a algunos pre-
gnmtw'- que le sirvió para el resto de 11u vida, y como s1 ese rondo or- cursores. En esta travcsla genealógico aparece Caru•. 1789·1869,
ganizado de toorfa (po•itivismo del s iglo XIX) se hubiera ut<lizado en médico, pintor, maestro en fisiognón11ca, romáotjco radical, ..gran ad-
lo investigación de todos los fenómenos, haciéndola prosperar consi- mirador de la cicncio goctheann",41 el primero en reo.lizor una pre-
dcroblc mcntc sin que se adoptaran "ueuos principios. Todo e l psioon- scntoción perfecta del inconsciente, en el párrafo de apertura de su Ji.
nálisis, entonces, vivirlo de esa primero renta, percibiendo un lucro bro Psiche:
incesnnle sin necesidad de renovar su empresa inicial". De allí que
"88oun.., hable p1ntorescamenw de un borrot:0 •pÜiúmol6/11co, carne· La clave para el conocimiento de la vida del alma COMCtente yace
teriitt.ción válida 8i definlmos el barroco como encuentro totalizador en el dominio del inconscienw. ~ explica la dificultad de llegar
de Hlilos heterogénl"OI. Jones, que no entro en preciosiMmoe estilísti- a tener una comprensión cabal del secreto del alma. Si fuese
cos, resuelve el problema del turntng J)O;n1 del psicoanáli8i8 conclu- con1pletament.c imposible encontrar e1 inconsciente en el cons·
yendo que F,..¡ud heredó de Brtickc un cierto "espíritu de rigor• teóri· ciente, e l hombre nunca podrfu alcanzar un conocitniento de sf
co, de base fis iológica, en el cual •trutó n1ós tarde de inRcrtar sus misn10. Pero si esto imposibilidod es sólo aparente. lo principal
descubrimientos de orden psicológico"3'. Convengamos en que Freud tarea de la ciencia del a.ln1a es buBCar la manera de que el espCri-
ce mucho más que un discípulo disidcnw de Brucke: "S1 ....,.pé a _, tu del Hombre pul'da descender n •u• profuodidadce<'.
i.nnucncia no fue renunciando a los principios de Brucke . sino am·
plu\ndolos empíricamente a los fenómenos psíquicos, 8in considerar, Para Carus. moefflro de Von Ho.rtmann, la concienc11t ee desarro-
por lo tanto, la anntomla .... Aqul justamente se encuentra el proble· lln gradualmente, pero •icmprc bajo la iníluencia del inconsciente, al
n1a que Joncs ignora ol mencionarlo como hecho. En caMO contrario, que e l sujeto retorno pcriódicamenw cuando sueña. Oc ahí el subtltu·
tcndrla razón Mario OoN?r cuando dice que Freud quizá sen un mero lo Pzyché: Historia de lo cuolllci611 </;t{ alma. Cnrus, adenul• de •freu·
seguidor de Brückc o de Meyncrt, cuyo originnlidad apenas estriba dinno", también fue 111junguiano"', al rorn1ular que el inconsciente indi·
en la oplicación e1np(rico de esos principios a una nueva esfera de fe- vidual está rclacionndo con el inconsciente de todos los hombres43•
nómenos. Pero, entonces, ¿cuál es la identidad epistemológica freu- Von Hartmnnn represento la culmiruición erudilo de In filosofia
dl(U\a? rom6ntica del &iglo XLX. Él describe tres niveles en el 1nconscicntc:
Para Jones serla una metodologfo prestada. una visión conserva· 1) un absolut.o inconM:ientc que constituye ta sustancia del universo y
dora de pequeño investidor. Él no postula un salto copcrnicano. No que es fuente de IR& ot.ros ronnas de inconsciente; 2) un inconsciente
entro e n lo que Onlbicz alguna vez de.nominó la roge frcudinna39. Ro- cn.rusiano, que serla uno instancia dinámica en la génesis del psiquis·
tomnndo Assoun, cabe preguntar si existe nlgo as( como un "cnpital mo, y 3) un inconsciente psicológico, sumergido en e l fondo de nuestro
epistémico". La rico metáfora mercantil sugiere que esos principios vida consciente. Con Corus y Von Hartmann, la •voluntad" de Scho-
son una garantía, 13 bose segura de uno nueva ciencia Lo que. en úJ. penhauer afina su puntorfa y recibe un nombre más adecuado.
hmo instancia, reDeja el parti pri1. a su vez conservador, de los epis-. Schopenhauer, a su vez, publicó au El muntÜJ como volunto".y n·
wmólogos. Tiene •u lógica, anárquica, pero lógica al fin, pen•or que lo pnuntaci6n en 1819, cuando wnla 31 aftos, pero el hbro pasó rnad·
que marca a un hombre como genio es precisamente la producción de vertido. A este hombre la fama le llegó tardiament.c, en 1850. Para él
lo 1n&lito epistémico. Lo nuevo est.á en In simiente y no en el suelo.
Frcud p~uc~, en e l crisol analítico, un hombre desconocido, en una
nuoya dim~ns1ón que constit..ujrá, a port.ir de ese momento, Ja marca,
la d1fcrenc1a en su apucat.a (l6icológica. •a . Robcrt Holl. ·A Revicw of tome or Preud's bioloricol usumpti?n•
Hubo un corte, ain duda. El problema precisamente reside en and their influence 1n hia theoif, P1yt hoonalysis and Curnnl 81olog1cal
que cae corte no es una cosa obvia, sino un sutil salto de gato. El T"""1Jht, ¡>ép. 93. 124

164 165
la voluntad tenía el carácter dinámico de una fuerza Clef[O, de la oosa 19. Emest Jon.tt. op. cit., l. pá;g" 2Q'.)
en el, kantiana, 1eme,¡anlA! a la D1ng eobre la que Freud especulará 20. Eine neue P.ltthode &um Studium dN P'aM.n·erlauf• am Ztntralner-
vensyslem, 'ron Or $_ 1-'reud. Archlv f Anatonlie und Phy.-iologie Anat.omit:·
mtlll de cien rulos de.pué&. El dunli•mo de Schopenhauer reparte las che Abth., 1884, p,'lp 4G:J.460.
fucrzn& irracionolcff en dos instintos: c1 de conservación y el sexual, 21. EmcstJonet1, o¡>. ~d.. l. pág. 213.
siendo el segundo mucho más importan!<> que e l primero. "El hombre 22. Carta de Prcud o ~lurthi\ del 12 de octubre de 1883, ciLodo por Er-
et instinto SC"xual cnrornado ya quo debe su origen a lo. copulación, y nea-l Jones. ibíd., l, pl1,g. 212,
el deseo de sus dcscoR es copular..44 La sexu3lidad serla la mayor 23. Carta o Mertha del 28 de octubru de 1883, citada por Emeot Jones,
afirmación vital y, en ese sentido, In critica de pansexuahsmo le cabe 1b1d. 1, pág. 212.
mtlll a él que a Freud4$. Ellenberger consigna que cst.oo doe grandes 24 SE, XIV. w-. en ..pec;a1, la metapo•cologia.
80litarios ~nfan tres puntos en comun "'una conoeJ)Clón 1rracionalista 25. MonalS<hn{I (ur Oh<Tn~•IAund< , vol. XV, 1886, pág 408
del hombre, uno ídentíficación del impulso vital con la pulsión sexual 26. Emest Jonef, op. cit., 1, pág. 215
y un pesimismo antropológico,.46, ' 27. Cart,, do Abrohom a Freud del 17 de setiembre de 1924, A P8'cho·
<u1<ilylic Dialogue: tlu· l..clters of Sisttu1ncf f'reud and Karl Abrc,ha111, 1907·
1926, 1965, Nuc,•n York, llns;c Book•, p6g 368.
28. Carta de Freud o Abraham, ;bid., páe 369.
29. ~fario l'Tnnc:ioni, •tti.storia" tl 111tu:;11tion épist.émologlque de la psy·
NOTAS chanal)'1Je: filial.ion et ortbo-praxt,•, ~•.:~ lnltmoJWnolt dt l'll1ll01re de la
Piy<honoly«. 1993, VI , págs. 187·96.
30. Emett Jooe11., op et/_, l. pág. 380
l. Carta de f'n'!ud o ~1artb.a del 15 de oclubrc de 188..1, S1gmund /lY'tud. 3 1. S. Bemfcld, •f'reud's scienlific ~ginnings·, 1949, Amtr. !mogo, Vl,
C<>rl'Y!#pondincfri d(• an1or, 1981, lmago, Río do Jnneiro, p~g. 92. ¡><\g•. 165·96.
2. ZentrolblCJll fdr clíe !ledízinÚlChcn \V11uMtho(lcn, XVII, 1879, pág. 32. lbfd .. pág. 184.
468. 33. lbíd.
3 Carta de Freud • W11helm Koop(machcr del 6 de -IO d• 1878, T,.. 34. P.-L. "-""· lntrodUfdo o tputtmol~IO frtudJOno, 1982, Rlo de Ja.
O"#••• o( P.y<htH1no/11u. 1954. Londreo, In-. pág 16n
4. Emest Jon... A tula •a obm tk SJ6mund F<Tud, 1989, Rlo de Janei·
"""°· !mago, pág. 117
35. !bid.,"" 118.
ro, !mago, 1, pdg. 63 36. !bid.
5. Carta de Freud o S1lbe..win del 14 de ogooto de 1878, L<ttr<a túfeu· 37. lbid., p,ig. 117.
rrtstNr, 1990, Parie, Colllmnrd. 38. SE, XX, pi\g. 253.
6. Eli.sabet.h Roudinesco, Hisl6rio da paieanálíse na f'rtar1~a. A bat<Jlho 39. Rolnnd Onlbici, /.o mllhode pr,¡ch<,nalytique et la doclri11c frtudie11 ·
<IN C<m anoo, 1986, 11, llfo de Janeiro, Zohor, pág. 51. nt, (y IJ, 1949, Pnrl1, Denoel.
7. Carta de Preud a Ro••nr•r<ig del 28 do febrm> de 1934, DaYld Shakov 40. Carta de Fi-eud o Jung del 30 de junio de 1909, Fr<ud.Jung, eo........
Y David Rappaport, Frcud• 1nflu~ntt 111 Ant4'ricon P•ycholOQ, 1964, pág pontUnCJO Comphto, 1976, Rio de Jane1ro, lmojCO, pág. 289
12'1n. .Cl. JacquN Le R1der, crítica del libro Vor FtYud. PA1l,,_,,Jr~tft1Chichlli·
8. Carta de Freud a Martha d•I 19 de obnl de 1884, S~mund 1"<Tud. Co- cht Vorous•tzungtn dtr Psyclloonol,H, de \Vilhelm W , Hemec.ltcr, 1991,
""'pondin<ia <h amor, páp. 132-3. Munich, pág. 656.
9. EmcstJonOI, op. cit., 1, pág. 208. 42. C. G. Cnru1, P1yche, zur Entw,rldunssgeschichtt dtr Setlt, 1846,
10. lbfd. Pforihcinl, FlünlmClr o Uoffmann.
11. Jean Paul Sartre, Freucl, aUm do olmo, 1984, Río de Janeiro, Nova 43. Andrew Snmucl1, •Paychologie ootionoJc, nationol-eoclolismo et psy·
Fn>nwira, pág. 165 chologie analytiquo·, Re&Jue lnternat1011olf' c/'Hístoire de lo l'•ychanolyu,
12 ErneotJo..,.,op aL. I, pág. 198 1992, V, pág. 204.
• 13. Carta de Froud a Fhes.s del 4 de ítbtt:ro de 1888, CorJY•pondltl<'o <44. A. Schopenh•ue.r, Die "'ellt ali W11le und Vor1ttllung, JI, pág.
S'lfmund Frtud-WdMlm Flwu, 1986, comp. por J ait. ti.1nuon. lrnago, Río de 456-60
Jono1ro, pág. 22. 45. Luis Graitje1. ·Schopeohauer y Freud·, Acto1 Lu10-E1pañ.ol.o1 de
14. Carta de Froud o f\tartha del 29 de l'unyo de 1884 S11J1nu1td Freud. Nturologtoy P1iqu1olrfo, vol. IX. 1950, pdp. 120-34.
Coi'f'ttlpondtncia df 01nor, pág. 139. ' 46. Henri F. F.llcobcrger, The Di~vcry ofthe. Unoon"'º"'· 1970, Basic
15. SE, XX, PéR. 16. llooiut, Nueva York, pág. 209.
16. Carta de Freud e Mertha del 5 de •Coitó de 1883
17. SE, XX, pág. 12.
l& ~·~Mr M«lu1n1ch~ Woc~n«hnfl 1884, N"' S..10

166 167
Duronte unn ligera depresión debida al cansancio tomó por pri·
mera. vez 0,05 grnmos de muriato de cocaína diluidos en ngun en
una solución del ISI ... Pocos minutos después experimenté uno
sub1ta exaltación y sensación de alivio3.
CAPÍTUL09 No reoultó fácil obtener literatura sobre cata novedad tn lo far·
macopea; fue el propio Fleischl quien le dio una carta de recomendn·
LA DROGA MÁGICA ción para la btbhot«n de lo Gesselshaft der Arzte <Soctodod de M~h·
coal, donde encontró un volumen publicado poco ru>IA!s que cont<>n!o
amplia informoción 80bre el tema.
C 11H ,.N041 "Al principio ~menta Jones- él no esperaba gTRndea resulta·
dos... El grnn obotáculo, en esos años de vacas ílacna, era el CO•to de
El inttnto de Sherlock Holm~s de escapar d~ los t<ntdculos de lo la cocalno, encargada al Laboratorio Merck' 3• Sabia quo el gramo ibn
cocafna ero el tttfuerzo nid-s titdnico quejanids prese,,_crt ... El pri· a costorlo 33 coronns (13 centavos de dólar), y so sintió oterrodo al
"1tr dfn Si11nau11tl Pnuc/ co11sigui6 mesmerizar a Holn1es, que comprobnr que el precio era de tres florines y 33 <'Oronns (1 dólnr con
al1ora dorniitoba en u11 cuarto en el piso superior. E'i Ctlanto Hol· 25 centavos). Pen8ó que con eso terminaría In investigación, perol&
nics se acost6 Cll la cania ele estilo barroco, Freud n1e scrcudi6 la mernriamcnto cncRrgó un gramo e hizo la experiencia de que el ..bri-
1nanJ(a y ordenó: "Rápido, \Vatson, tenernos que reuisar su cqui· llo" de In cocafnn tronAformnra f;U mal hun1or en bucnn diflposición,
pajc•I. concluyendo ..que no hny ningún motivo para prcocuporsc116 •
Aqul tenemos quo hablar de los "problcmos funcionnles• de
El año de 1884 fue cnpitnl en la formación de Frcud. En 1883 ha· t'rcud. Durante muchos años él sufrió depresión, ostonio y npotlo
b!a descubierto el cloruro de oro; al año siguiente le tocó el turno do crónica..s con dispepsia contumaz, síntomas corporales que tueco asu-
las saleo de cocalno Esta droga cambió su vida y, como luego vere· mieron I~ forma de ataques de angustia. Las rcac:c:ioncs neuróticos &e
mos, &u modo de penanr. Tiempos psicodélicos en aguas turbina. Él exacerbaron en au tumultuocso compromiso amof'Of!O. en el quo lo abt-
todavía no conoda a Charcot y el psicoanálisis no era ru siquiera un linencia sedimentaba como neurastenia. La cocaína raolvfo el cua-
ouello. Pero la coco!na fue una ilusión que terminó en pesadilla. dro levantando la depresión y la opresión dispéptica del C!l!tómago.
El intcrt<s aufl'Ó de una monografia del médico alemlln Theodor 'Erneot Jonea le dedica a esta época un cap!tulo que titula· •El
Ascbe.obrandt, que en 1883 describió sus experimentol de adminis· episodio do la cocalno-.. Pareee ser que Freud tuvo un éx.11<> eapect.a-
tración de la drora n soldados en maniobras. Objetivo: combatir lo fa. cular con el nlcaloidc en un caso de catarro gástrico, en et cu&I elimj-
liga'2. En su informe "El efect<> fisiológico y la importancia do lo CO· nó inmediatamcnta el dolor. Su entusiasmo crcda en rápido progre-
calna•, Allchcnbrnndt presenta el caso de un soldado que sufre un sión. En mayo de 1884 le comunica las buenas noticias a Mortha. La
colapso por a¡¡otomient<> durante las maniobras y que, después de to- primera carttl, del dio 21, todavfa ea cauta:
mar •una cuchara sopera que contenla 20 gotas de muria!<> do cocal-
na (0,5:10)", se recupera y continúa marchando varios kilómetros con Le( com~ntarios sobre la cocaína, el eficaz componente do loa ho-
l a pesoda mochila a cuestas2. jas do la coca que los ind!genas de algunas tribuo mascan parn
El 30 do nbril de 188~ Frcud supo por experiencia propio que IVJ. resistir la privación y la fatiga ... Ahora encorguó una pcquolla
chenbra.n dt y los indios del altiplano tenlan razón: cantidad y, por motivos obvios, voy a experimentarlo. en cosoR do
enfcrmcdnd~e del coratón, agotamiento nervioso, cspccinlmonto

• i. &-tan la fórmula de la coc:aína e$tablecida por Loaan. •3, bterdt fue el primer laboratorio que t"Onsiguió •e1tubll1t1t" ~I efecto
•2 t.o. elemane1••empre1e eapeeiah:iaron en la pi11cofarmacolorfa de de la dn>«R LN 801.ucaone. onterio-res eran inestables. inclutive el reputado
"""'"' El...., mila ~l•b~ rue el U80 de las anfelammM por p.lotoo en la S&- vino dt f.larian1 ~1tttk, íundadOf' de la actual fm:na ~htrt.k. Sharpe & Ooh·
gunda Cutrn ftfund1al En 1883, cuando Asc.beobrandt expennK'.nt.abo con me, eemh., •Pabnco el alcaloide cocaína puro, asa como en combanaaón con
la coc.án3 delpufe de m.a.rchu tonadas, W'la AJem.tuúa uo1liceda, en Ju m'1· Ml.do muni'Uco.. con "1do salicilico. con ácido bjdrobrómico. con Aado t.artá-
ooe de Bá1marck. comtnu.ba la e9C&lada militar pna11ana que prenu,naoba rico y con 6ddo cftnco• (E_ !ttt:ttk, •A cocaína e 15ua salM•• en Frtud ~o «JCO/·
laa Blu:lin•11 d<I •ielo XX ••>.Robtr1. Bydt (oomp.), 1989, Rlo de Janeiro, Espa~ e Tempo, p4c. 89).

168 169
en el terrible estado que sigue a la interrupción (del consumo) de que la tomaba, no percibía ningún deseo de volver a tomarla, es-
morfina (como es el caso del Dr. Fleischl) ... Sólo necesitamos un taba diciendo estrictamente la verdad. Como sabemos ahora, se
golpe de suerte de este tipo para montar nuestra casa7. necesita una predisposición especial para incubar la dependencia
a la droga, y Frcud, felizmente, no tenía esa predisposición 13 .
Cuatro días más tarde su entusiasmo crece:
Si esto funciona, voy a escribir un ensayo que espero acabe en·
.. ¿¡Feliznienle no tenlo. esa predisposición!? El propio Freud co·
mentó en incontables oportunidades los tormentos de su tabaquismo.
contrando su lugar en la farmacopea ... También albergo otras Concuerdo con Jones en que no fue cocainómano, pero entró directa-
expectativas e intenciones. Tengo la esperanza de que acabará mente en la propuesta de la droga. En ju.nio de 1883, en medio de la
con los vómitos más rebeldes, aun los que provienen de un dolor lucha por liberarse del cigarro, escribió: "Necesito nlucha cocaína..14 •
intenso. Resumiendo, sólo ahora me siento médico y tengo con- Coca y amor. f'reud suspira, estornuda, moja la pluma para es·
6anta en poder ayudar a los otros•. cribir su centésima carta de amor:
...Freud envió una cierta cantidad de la droga a su novia para for- Ay de ti, mi princesa, cuando yo llegue. Voy a besarte basta que
talecerla y dar rubor a sus mejillas; la ofrecía insistentemente a sus te suba el color y alimentarte hasta ponerte gordita. Y si te OP<>-
amigos y colegas, y también la repartió entre sus hermanas. En resu- nes, verás quién es nlás fuerte: una delicada joven que no quiere
men, a la luz de lo que sabemos hoy en día, Freud estaba convirtién- comer o un hombre grande y salvaje que tiene cocafna en el cuer-
dose en u.n verdadero peligro público... pol5.
Droga mágica. Furor terapéutico. La palabra del día: •esperan·
za". El filtro corría libremente, dándole, como dice Pierre Eyguesier Intrigante billete. Parece una versión surrealista de Caperucita
un .. Efecto de Fortuna"ªº· La verdad es que, durante por lo menos d0: Roja con un final indeclinable: el lobo Freud quiere comerse a su sa~
ce años, 1-Teud tomó cocaína regularmente. '"Entre la cura de Anna O. brosa enamorada. La carta va más allá de mostrar u.na dulce fantasla
y el vivo interés por el método catártico, están los amores de un neu· sádica en estado naciente: da testimonio, en vivo y en directo, de una
rólogo •neurasténico• con una •Substancia mágica•"'l l . producción literaria escrita bajo los efectos de la droga. Sólo con "cecal·
Cabe preguntarse si este entusiasmo no lo llevó a buscar una cla· na en el cuerpo.. un tímido y neurasténico muchacho judío -considera·
ve para su autoconocimiento mediante la inducción de un estado alte- do virgen por muchos- pudo haber escrito ese billete gargantuesco.
rado de conciencia, transitando el mismo camino que Moreau de El arquero de una sola ílccha se pregunta otra vez: ¿es posible
Tours había recorrido cincuenta af\os antes, al consunlir hach1s en su que ese "'hombre salvaje" haya Uegado virgen al casamiento, después
laboratorio. Años cruciales, eo los cuales nace el psicoanálisis. Tal de pasar cuatro años al rojo? Lo veo improbable. Considerémoslo: un
vez se pueda decir que s i los sueños constituyen la Vía Regia para el joven buen mozo de 28 afios, con bellos ojos oscuros, un Ubrepensa·
inconsciente, la cocaína electrificó los rieles·•. Eygucsier concuerda: dor, picaresco ex miembro de la Academia Española, que incinera
"Mi idea es que el encuentro de Freud con la cocaína marca la puerta buena parte de su correspondencia, que luego pasa a ser consumidor
de ent-rada para Ja experiencia psicoanalítica de una manera tan dG- habitual de cocaína y que -como escribe en su artículo 1..o ominoso"-
cisiva como el autoanálisis" 12. en un viaje a Italia rumbeó para el barrio de las prostitutas••. Sería
La idea de que esta droga pesada participe de los orlgenes del demasiada idealización pensar que ese "'conquistador" llegó virgen al
psicoanálisis incomoda. Resulta incómoda particularmente a los espí· casamiento. De hecho, no sé si serla idealizarlo o deformarlo: depende
ritus conservadores que, lógicamente, repudian esa idea de un padre del punto de vista.
~cocai~ómano•. Por eso la postura de Ernest J oncs se revela comple- Por otra parte, los lectores que hayan experimentado con la co·
J&: vahentc y medrosa a l mismo tiempo. Él documenta fielmente el caína concordarán conmigo en que la droga arroja un fuego perverso
episodio de la coca, aunque encuentra lugar para decir: sobre la sexualidad. Es obvio que Jones nunca la usó. La cocaína, re.
pito, es una droga pesada. Freud tenla que saber que estaba jugando
(~ud) no tenía ningún motivo para pensar que su conducta era con fuego•5.
peligrosa, y cuando afirmaba que, a pesar de la frecuencia con

~4. He desarrollado est..o idea en mi Ondino, Supertromp, 1989, Río dé •s. en efecto, como veremos al hablar de las ut.iliza.cioncs de la droga, él
Janetro, lmngo. menciona hu propiedades afrodisiacas.

170 171
Sea como fuere, su vida a1norosa de adolescente no fue gran cosa. llegue tan lejos, ya que no encuentro las condiciones favorables y
Que se sepa: algunos juegos sexuales infantiles, Giscla como estrella no tengo el poder de obtenerlas por la fuerza. Hoy hablo hasta
fugaz, preocupaciones masturbatorias y poco más. Ese poco más, va· por los codos. ¡Hay tantas cosas que quería decirte! ... ?-1i dulce
mos a imaginar que pudo haber sido la visita a un prostíbulo de Man· tesoro, estoy hacióndote confesiones muy estúpidas, sin razón al-
chcster, tal vez con John, alguna escapada en Trieste o en París o al guna, a menos que sea la cocaína la que destraba mi lengua"l9,
Graben, el barrio rosa de Viena, en las sombras de )a noche. No sé.
Me resisto a pensar que el mayor sexólogo de todos los tiempos haya '"Nunca fui joven ... y no consigo envejecer". Ésta no es una carta
sido nada mlis que un tímido y furtivo "'puñetero". común. El propio Jones observa que .isc trata del ntás extenso comen-
tario que Freud hizo sobre él mismo"'20. .
La cocaína también electrifica el romance: "En el jard!n de las prohibiciones, el hombre es cómplice del ra·
yo"2 1• Sicgfried Bernfeld tiene el 1nérito de haber sido el primero en
Si reaJmente iosistes en encontrarme en Ja estación, no puedo considerar la droga, no con10 un mero tropiezo en e l camino (según la
impedirlo. Yo estoy en contra porque no quiero que la estación y interpretación de Jones), sino como una "transgresión crcativa"2'2.
las valijas interfieran nuestros primeros besos. Pero si Jos serios F·r cud, con la coca, siguió por primera vez su propio rumbo. Las in-
hamburgueses no te intimidan y quieres darme un beso al verme vestigaciones realizadas bajo la dirección de Brücke, así corno su tra·
y luego, can1ino a Wandsbck, otro y otro más, etc., entonces estoy bajo en neurología clínica, fueron fundamentalmente conservadores,
de acuerdo. No estaré cansado porque voy a viajar bajo la in· aunque revelen singular talento y originalidad en el detalle. Los obje·
fluencia de la coca, a fin de vencer 1ni terrlble impaciencia'1••6. tivos, los conceptos, la metodología, los interrogantes planteados y
sus respuestas son otros tantos elementos absolutamente alineados
La siguiente larga carta a Martha es muy reveladora. Comienza con el positivismo doctrinario de sus admirados maestros. •En cam·
anunciando que, .. la pi:r.ca de cocaína que acabo de tomar est.á vol- bio, nadie avalaba sus estudios sobre la cocaína ... Aquí Freud trans~
viéndome locuaz, mi mujercita ..: gredió las estrechas fronteras del dominio de la investigación ..."23 •
Assoun coincide: "Ésta es la originalidad del trabajo sobre la cocaína:
Sabías que el hombre es una mei.ela muy extraña: sus virtudes la primera empresa sin patrocinador"2". Entramos en los dominios de
~uentemente estáb en el origen de su perdición, mientras que una "'transgresión de las reglas del juego epistémico, brecha sutil por
sus faltas le dan la felicidad ... Pero si hoy fuese e l último día de la cual se desliza la promesa de autonomía"25.
mi vida y alguien preguntara si yo fui feliz, escucharía de mí un Freud escribe febrilmente su ensayo Über Coca, monografía
sí categórico. Porque nunca dejé de creer que algún día serías apreciada principalmente Por su nivel literario. Lo que no deja de ser
m!a y confié en tu amor ... A fin de cuentas, lo que más deseo es una verdad errada. Este texto redactado en un estilo .isuave que no se
poseerte, y poseerte tal como eres18. encuentra en ningún otro cscrito1126 inaugura una nueva forma de ha-
blar sobre la condición del sujeto parlante. Anna Freud, por su parte,
Luego habla des! mismo: opina que este ensayo está "al borde del entusiasmo•21. Encontramos
allí Jos tres atributos de vivacidad, simplicidad y claridad.,. Joncs co-
¿Piensas realmente que soy simpático? Tengo mis dudas al res- menta: ..En este ensayo hay sobre todo un tono que nunca se repetirá
pecto. Sospecho que las personas encuent·r an en mí alguna cosa en los textos posteriores, una notable combinación de objetividad con
que los desconcierta y eso se debe, en última instancia, a que du- vehemencia personal, como si él mismo se apasionara por el contcni·
rante mi juventud nunca fui joven y que ahora, cuando la edad do"28. Bemfeld va todav!a más lejos, y da ejemplos. Freud, en lugar
madura está a la puerta, no consigo envejecer. Sé muy bien que de decir "una dosis de cocaína• babia de "una dádiva (Gabe) de coca!·
no soy un genio y no comprendo cómo puedo pretender serlo. Ni na•; en ot.ro párrafo celebra "la más espléndida excitación de la dro·
siquiera soy alguien dotado: toda mi potencia de trabajo proviene ga"29. Es fácil pensar que para este trabajo, tan opuesto al de los tes·
de mi carácter y de la ausencia de grandes Oaquezas intelectua· •• \!culos de las anguilas, el autor se inspiró en la mejor tradición de la
les. Pero sé que esta mezcla puede llevarme lentamente al éxito ...
Tal vez con6iga igualarme con Charcot. Eso no quiere decir que

•1. Buen ejemplo del estilo histórico de FToud, tal c:omo es descrito p<>r
Pat.rick ~1ahony en Uma defini~do do estilo de Freud. 1986, Río de Janciro,
"'6. Y, tal vez, su -Wrribte• fobia ferroviaria. lma.go.

172 173
encuC'ntro bajo In influencia de cualquier droga ... Se puede renltz.nr
literatura ro1nánticn germánica. Uber CoctJ inaugura In modolidnd un intenso trabajo mental y fisico sin la menor fntiga Dc~puég de In
expositiva dC'l "'obi"C'rvndor observado•. La experiencia personal con\o p~imera adminiHtrnción, o aun después de repct1da.s d08i8, no surge
materia prinu1 Aunque está a años luz del psicoanálisis. esta mono- rungún deseo dl' m!LI coca1na; se siente al contrario una curiosa aver-
grafin hace JX'n~nr en La 1nttrprttaa6n de los sueñ°": un componente sión por ena-i>.
11ubvennvo se infiltra en ambas obras. Los efectos c!c la coca, pnmero; El párrafo final de Ubu Ceca revela el "error" de Freud En ese
luego los efecto. del recuerdo de los sueños. El riesgo del comprom1110 texto, cocnto "°" pri•o, él concluye: ·La capacidad de la coca!no y sus
autobiográfico eo rl mismo. Eo o.robos escenarios él se LraU. como au· sales, aphcadü en soluciones concentradas, para oncs~inr membra-
1eto. En el cl\llO de lo coc31na, Freud piensa que el akaloode aumenta nas cutáneas y mucosas, sugiere un posible uso futuro, especialmente
la fuerzo muaculor y dit-minuye el tiempo de reacción, Rtnbuyendo en ea.os de mfcccoones locales. Es probable que eo un futuro próximo
eaos dos efectos a una causa psíquica intermediana. Algo ~mejontc se desarrollen algunos otros uaos de la coca!na, b11J1ados en eso pro·
sucede en el plono on1r1co: la asociación libre provoca la intenslfica~ picdnd anestésica""·
ción de las rcpr(l'&entociones inconscientes, propiciando las condicao~ Años dcspu~s. en un demorado apris coup, Frcud IJC recriminó
nes para que entre en ncción un dispositivo creativo30. an1atgonu:!nto que hubiera perdido la fama por un tris. Pero coincido
La m~no¡¡rnfru Re obre con la saga mltica de Manco Ctlpoc, el hijo con Erncat Joncs en que e l autorreprochc estaba mal cncl\minodo.
real del 0108 Sol, que repurt!n la coca como "dádiva de los diORea paro t'reud, coono Moneo C~pnc, tenla una visión exaltada del filtro mági-
aatisfoocr u loe hambrientos, fortalecer a los agotados y hacer que lo• co, del "Elixir de In Virilida.d ..'8 y se puede conjcturor que, oun con to·
desdichados olviden sus pcnas"31 • Freud acota: "Las hojas de cocn do el tiempo o. eu disposición, no hubiese penando en lo uplicnción
eran ofrecidos en sacrificio a los dioses, mascadas durante los ccrc- ~uirúrgicu o.séptico y localizada. tan ajena a sus prcocupocionee toto-
monins rcligi0808, i1\clu.so introducidas en la boca de tos mucrtos ..."32, hz.antcs. Los u808 locnles que tenia en mente sólo se rclocíonoban con
Manco Cápac nfirmoba que el divino hijo del Sol habla deoccndido de mitigar el dolor en infecciones cutáneas. Solamente eso. O sen que
los peñ1111C08 del logo Titicaca en tiempos remotos •trayendo esa vera la cocofnn como nnnlgésico, y no como anestésico. Cuando le su-
planta divino que da fuenas•. .". ' girió al ofirumólogo Konigstein, su amigo de tarot, que el alcaloide ac
. La rula de lo droga pasó por España. Noticias de la planta mo· podrla aphear en loo ojoe, ambos pensaban en calmar loa dolores del
ravilloea Ucgaron a la corte de Felipe V a mediadoe del •iglo XVI en tracoma el celaba interesado, C80 SÍ, en la aplicaoóo ofrodoafoea, CU·
las deacripc1onee del viajero Nicolás Mooardes. Neda .., hizo con ~Uo foriz.a.nte, lejos del bil!ltun"l'1. No fue, entonces, por pura pr«\pitación
~r más de tres siglos, hasta que en 1855, un año ant~s del nnci - que no dCl!Cubnó In ublidad de la cocaína como anestb!ico de los mu-
ouento de Freud, Oardeke extrajo de esas hojas un alcaloide que de- cosas. Estoy de acuerdo con la hija de Koller en que "lo que parece
nominó •er1trox1lon". El proceso fue perfeccionado cinco ai\os mt\s hoy en día Lan obvio no lo era" en la época, ya que las propiedades
tarde por Albert Nicmann, quien le dio el nombre de cocaína o la anestésicos de la cocaína no habían sido advertidas por "Mantcgana,
sustancia obwnidn". Niemann, Moreno y Wóhler"38• Todos ellos invesbgadoreo de pcllO.
Fre.ud, en cuanto a sus propiedades farma.:ológicas, confirmo 1118 Oc hecho, al final del ensayo, Freud presenta "las ulilítnciones
conclue1ones de Mnntcgazza sobre el valor terapéutico del nlcaloido terapéuticas de lo coca". Son siete en total, enumerados por orden
su acc!ón cetimulnntc y n.1 _m ismo tiempo adormecedora del estómago'. de importoncin: 1) como estimulante, 2) en la dispepsia, 3) en la co-
Ta.m~1ón con.fir1no su ut~hda~ ~n la melancoHa ...Es notorio que los qucxia1 4) c.n ol tratamiento de adicciones a lo morfina y el olcohol,
ps1q~atras ta~nc1~ o su d1spos1c16n una gran variedad de drogas pnrn 5) en e l asmo., 6) como afrodisíaco y 7) en último lugar, con\O oncstó·
reducir lo c.xc1tac1ón de los centros nerviosos 1 pero nil\gunn que sirvo. sico local.
para aumentar el funcionamiento reducido de los nervios centra· Examincm08 In poicologla del autorreproche en f'rcud. i::1 eapern-
les•3'. Sobre el modo de actuar de la droga, él prepone la hipótesis, ba olcnnznr unn cierta fama con la cocaína, y no podío imaginar que
después confirmndn. de que la cocaína no incide djrectamentc sobre unn famo. mucho mayor aguardaba a quien In aplico.se como nncste-
el c:erebro, sino que suprime las actividades depf(!S()rt\& de las estimu- sia. Se recrimina cuando lo advierte: ..Sé muy bien cómo me auct"dió
lac1ones corporntes
~ S<?gundo P8!'1• del ensayo trata sobre los efecto8 de la droga, o
part1r_ de obscrvo.caones realiz.ndas en sí mismo y en el consultorio.
Oescnbc la •euforui. duradera que en nada difiere de lo. euíorio nor· •s. Vfue la propaganda de los •vinos ~lariaru· en el hbro de P. Eygu•
mal de la penona IOludable ... Se percibe un aumento del autoeontrol 11er, C~mmtnt l'rtud d~rnnl dro.,..an. Anex:o 11 1983, Pari1, N•varin.
Y. un" mayor votahdad y capacidad de trabajo ... En otras palabras,.., P'g. 44 e·.. '

sigue en un estado M!ncillamente normal, y cuesta creer que uno &e


175
174
-le cutnU. Frcud a Fri.tz \Vitt.els-: el estudio de la coca e ra paro ml de polvo blanco ... diciendo más o n\cnos lo siguiente: ..Espero, en
un -atOJO- que yo estaba ansioso por abondonnr-"'39. realidad creo, que este polvo hará al ojo insensible al dolor"".
E."8 serla la "Tercera Tentación de Freud•. Habla renunciado al
camino ~trecho de la investigación hititológica sobria para tomar un Una rana fue retirada del vivero. envuelta. en un pa.l\o e inmovih·
dcevío transgresor -un *atajo'"- que, n fin de cuentas, le trajo sufrí· iado Cartner continúa:
miento, mientras que otra penronn, su colega Kollcr, alcanzarlo uno
fama internacional como benefactor do la humanidad. Todo e•to, di· Colocamos unas gotas de la M>lución en uno de sus ojoe protuOO-
cho &en de paso, pertenecía a un futuro próximo pero incspcrodo. ronlca. Los reílejos de la córneo fueron testeados a intervalos de
Frcud , sin In menor idea de ese porvenir, pnrtió impaciente, en e l pri· unos pocos segundos. Durante cerco do un nünuto no sucedió no-
mcr dfn do setiembre, para disfrutor sus vacaciones en \Vandsbck, e n do fue ro de lo común. Luego, el E,rrttn momento histórico. Ln rano
Ja hucllu de los húmedos ósculos. dojobo que su córnea fucae tocado ... Cuando el ojo tratado con In
Über Coca, de hecho, n o sólo fue redactado con apuro, sino que drogo ero arañado o pinchndo, ello nos contemplaba en calma,
quedó inconcluso desde el punto de visto expositivo. Así se explico con completa indiferencia, pero reepondio con la agitación hnbi ·
que no tengo un párrafo de conclusión, ni siquiera unas palobros de luol ol menor toque en el otro ojo. La experiencia prosiguió en e l
cierro. El breve ensayo de veinticinco páginas termina con las siete chmo de excitación que lo oportunidad justificaba ... La experien-
utilizac¡onca terapéuticas ya citadas. Freud nunca, ni antes ni des· CUl no duró más de una hora42.
pués, dojó uM obra suya inconclu88 Exí•len cuatro motivos pooiblC8
1) la pn88 de un novio abstinente por ver a su Dama; 2 ) la culpa por Conviene recordar •que a princípioe del siglo XIX. antes de Lister,
el ·desvlo• implícito en el trabl\¡o con una droga de alto riesgo; 31 la el dolor todavfa no había sido dominado; la anestesia general puó a
"'transferencia• con la cocaína, y 4) algo uf como una neurosis de fro· ser empleada, en las intervenciones importantes, a partir de 1847~'.
CMO ante el éxito. Parcoo ser que la cocaína corre por In sangre de quienes la invet·
l\1ientros Frcud celebraba su ccntéHimo beso, la "otra persono .. tigan, porque e l tiempo se acorta otro voz. Koller escribe con mucho
entró en CtJccnn. Carl Kolle r, un nf'io más joven que Freud, tie ne su priMn uno notn preliminar, fechado en setiembre de 1884, que fue lefa
nicho - pcqucí\o aunque segur~ e n In l listorio de In l\1.edicina por ser do en uno Convención d e Ollalmologín e n Heidelberg. Segtln los mi·
el primero que empleó la cocaína como anestésico local. Esto permitió nutos de la Convención, "'El efecto fuo e lcctrizante"44 . Un mes desª
un salto cunlitotivo en la cirugía oculnr. Kollcr e ra médico residente pués, n mediados de octubre. realizó una exposición detallo.do. y
en 01\almolcgfa. ·cierto día -narro Frcud- yo estaba en el palio con definitiva ante la Sociedad Médica de Viena. En e l primer párrafo se
un grupo de colegas, entre ellos e8<l hombre, cuando otro interno pasó deetaco In obcrvoción siguiente; •N080troa, los médicos vieneM.'I, co-
a nuoetro lodo dando señales de intelllO dolor. Le dije ·Creo que pue- nocimos la cocaína gracias a la compilación minuciosa y el interesan-
do ayudarlo-, y todos fuimos a mu hab1tociones, donde le apliqué al- te elll8.)lo terapéutico de mi colega en el Hospital G.!neral, el Dr. Sig·
guou gota.s de un remedio que hizo dC88parecer el dolor instan!Anea· mund Freud·.s.
mente. Expliqué a mis amigos que esa droga e ra el extracto de uno Cuando Freud vuelve de Wandsbck en octubre, encuentra el
planta eudamericana, la coca, que parecía tener poderosas propicda· mundo cambiado por el sensacional hallazgo ollalmológico. La hijo do
des pa.ra aliviar el dolor. El hombre, que tenía un jnterés permanente Koller exclamo: "'Las cosas sucedieron tan velozmente que la &ecuc.nª
por el ojo, y cuyo nombre era Corl Kollcr, no dijo nada, pero pocos me· cio de los aconlccimientos, e inclW!o los hechos que rodearon el dc'8Cu·
sea dcspué• supe que habla comenzado o revolucionar la ciru¡¡la de brimicnto, quedaron desdibujados"''. El Dr. Herman Knopp, oft.nJ.
los ojos con el uso de la cocaína, facilitnndo operaciones que hasto e n· mólogo norteamericano, futuro omigo de Koller, afirma: "Ning\ln
tonccs hablan sido imposiblea,..O. remedio moderno fue recibido por lo clase médica con semejante en·
Y asl fue: Car! Koller Ice el en811,YO de su amigo y la historia nuc- tusiosmo, ninguno se difundió tan rápido y dillcilmente algún otro
vamento te acelera. Esas veinticinco pt\ginas cambiaron su vida. Re-- hayo dcmoatrado tener un campo do aplicación tan amplio como la
~ap.1tulemoe: Freud tomó coca el 30 do abril, y publicó su ensayo en cocalna, el anestésico local que reci•ntcmente ha h echo conocer el Dr
Junto de eoe allo. Koller leyó el ensnyo o principios de agosto y realizó Koller"''.
!u e~nme~to definltivo a fine. de apto. Gartner, que se c:.ons1dera Como vimos, Freud también había llamado la atención de •u
el lltuco tesl.ígo ocular del nacimiento del anC81A!sico JocaJ•, narra· amigo Leopold Konigstein M>bre el poder embotante de la cocalna, y
le había sugerido su aplicación para aliviar el dolor de ciertas cnfcr-
El Dr. Karl Koller entró corriendo en e l laboratorio del Prof. ~cdadea oftálmicas, como el tracoma y la iritis. Leopold K6nig•teín
Stricker, ••có del bolsillo un pcqueno frasco que contcnla un poco siguió e-1109 indicaciones con éxito, y sólo slgunas semanas después

176 177
exwndió el uso de la droga al campo de la cirugia, extirpando el ojo En u.n sentido, In a.mistad sc. ..,,trechó. Cuando Koller se baw a
de un perro con la ao101<>ncia del propio Freud. O sea que Konigstc1n duelo por haber oído llamado "puerco judloº, Freud le eiicribe a Mar-
perdió el tren por t.an poco que entró en litigio. En la reunión del 17 tha: ·c:n esw exacto momento ellOfl l'<tán batiéndose a sable, con con-
de octubre presentó un articulo que describía sus experiencias con la diciones muy sovcr(IS ... Estoy dcmnMindo trastornado parn escribir
cocnrna sin mcncionor a Carl Kollcr. Todo estaba pronto para una de· ulgo ahora, y sólo voy a mandar esta carta después de contarte el re-
sogradable disputa por la prioridod, pero Freud consiguió desactivar eultado del duolo··u. Ese mismo din, de "emociones violentll8", le es-
la bomba, persuadiendo a Leopold Konigstein de que incluyera en su cribe a Koller, onte• del duelo: •Me daría una gran nlegrfa oi acept88e
texto una referencia a la •Comunicación Preliminar" de Corl Koller. mi ofrecimiento de que nos tuteemos fnmiliarmente, como prueba de
En abril de 1885 Jacob Freud visitó a su hijo con una molestia c.n la •incera ami•tad, simpatia y disponibilidad que nos une. Pennlte-
los ojos. Sigmund se mostró inclinado a minimiiar el hecho, pero Carl me desearle que la.a sombras que t.odavfa parecen ame.nazar su vida
Koller, que estaba pre.sen!<>, c.xami.nó a Jacob y diognosticó un glauco- dcsoporezcan y quo usted siempre llCB lo que fue duran!<> las últimu
ma. Pidieron entonces la ayuda do KOnigswin, jefe de Koller, y KO- semanas y dios: un hombre al •ervicio do la humanidad y un orgullo
nigstein lo operó con éxito. En la mesa de operaciones, Cnrl Kollcr, poro sus amigos".''· 64• Hay que rcporar que fuera do lo Acade mia
que adm.inistrabn In nueva ancstesin local con la asistencia de Freud, Española, F reud •ólo se tuteó con Fliess y Kollcr. Ambos son los
ob11Crvó que ali! CBl.Oban presentes las tres personas que hablan par- ""amigos de la coc'dna•. Por otra porte. In hija de Koller encontró, en·
ticipado en la introducción del alcaloide. El hijo sin duda se sintió or- tre los papelee de ou padre, un enaayo de Freud, "Contribución al co-
gulloso: él, a fin d• cuentas, habla llegado a ser alguien''· nocimiento del efecto de la cocaína·, con la siguiento dedicatoria: ·A
A mi juicio t.on1bién existe una secreta conexión entre la droga y mi querido amigo Coca Kollcr.... ¿Hay alguna ambivalencia en este
Jacob Freud. Como luego veremos, en la misma c.nrtn en que Freud mote que anticipa a la Coca-Cola?
onuncia a Flicas lo muerte de su padre, le comenta: '"... t\ propósito, Scgón Bcrnfcld, '"entre ambot ho1nbrcs se ins tnló un cierto con-
dejé completamc•ntc de lado la escoba de la cocalna..8. Oicto, sutil y ca8i inadvertido. En su ogradecimiento n Preµd, Koller
Podría suponerse que Freud quedó muy abatido e irritado consi· comete el error bibliográfico de mencionar la monogrnfla Über Coco
go mismo por la haia~a de Carl Koller. Una vez más lo histérica Dio- como publicada en ogosto de 1884. Freud corrige rápidamente el
"'de la Fortuna lo marcaba en la recta final. Pero no fue as!. Le rela- equivoco.... La teoría de las parapranao tOOavfa no habla sido elabo-
tó el hecho a Martha de la siguiente manera: • M; 84.'1!Unda noticia es rada. El •error" daba una falsa sensación de simultaneidad, pero la
más amena. Un col~ga mío descubrió una notable aplicación de la co- hija de Koller oonaidera que Bem.feld fue demasiado su•picai.
ca en cftalmologfa, y In comunicó ni Congreso de Heidelberg, con gran Hemos visto que, el experiment..nr por primera vez con lo "'Droga
óxito.,9 . Mágica", Freud pcnsnba en la morfinomanía de s u amigo F lcischL
Sólo más larde, después del tu1nult.o ocasionado por lo riña entro Aqul entrara08 en un capitulo importonte: la amistad con un hombre
los dos '"K", Frcud se da cuenta de que openas se lo rcconocia el "'5%> admirable. Admirado inicialmente desde una cierta distancia, Frcud
del mérito• por el dcacubrimiento y "los otros se qucdoban con la par- pn.16 después a conoc:erlo de manera más personal. En una carta a
te del león.... Entonces se deprime y se acusa de negligencia. Años Martha Bernaya, en los albores del noviazgo, exprC8a lo siguienw:
más larde, cuondo los efectos mágico• del filtro de amor ya hablan •Ayer estuve con m1 amigo Ernst. Fleischl, a quien envidiaba hasta
desaparecido, ~I dijo, con poca elegancia: "'Fue por culpo de mi novio hace. poco, antes do conocer a Martha en todos sus aspect.06. Se trata
por lo que no mo hice famoso cunndo todavía era muy jovcn•s1. Er· de un hombre muy distinguido, por quien tanto la naturaleza como lo
nest Joncs , olvidondo las reservas mencionadas, conlcnta: ..así, por educación han hecho lo mejor. Rico, practica todos los ejercicios frsi·
segunda vez en Jo vida, Freud se perdió la fama por un pcto•$2. coa, y tiene una mnrce de genialidad un todos sus rasgos. Fuerte, es·
Freud y Koller eran amigos, tenían Ja misma edod, ambos eran belto, con 1><?1108 sentímientoe, dotado de tOOos los talcnlo8 y capaz de
¡udlos pobres'º· trabajaban en el mismo hospital. ¿Cómo quedaron una opinión original. No desean.sé hasta que nos hicimos amigos Y
•u• relaciones d..pués de la oocalna? pude experimentar una alegrfa pura con su capacidad y reputa·
ci6n-S7.
En otra ocaaión escribe: •1...o admiro ... con una pasión intelectual,
•9, Esta e&eann e1t importante en el imoginario de Frcud . Reaparecerá
en el suefto de lrmA cuondo Leopold y OUC) examinan la zono de nu1eidet en
el toreo de Ju pacicnt.c, y en el suefto do lo l\tC)nografia BoUSnita.
• 10. Koller no pudo leer peraonahnente au -COmun1caci6n Preliminar* *11. El Freud fut.u:-o. ¿no encont.raria aquí un buen d~mplo de forma·
en He1delberg por no t.<'ntt clinie-ro para el pasaje ferroviario rión ttactiva?

178 179
si me pcrm1t.e1 ce.a expresión. Su destrucción me pcrturbnrfn como In No crn solamente dolor y dC8CSperación:
destrucción de un t.cmplo famoso y sagrado. Lo estimo como a una de
las realiiacioncs preciosas de la creación. más que co1no .a un ser hu· En todo momento me preguntaba si en mi vida experimentaré al·
mano, y no tiene!3 por qué sentir ce1os-ss. guoa cosa ton perturbadora e inquietante ... Su conversación,
La trágica historia de Fleischl comienz.a con una sena 1nft'tt16n sus explícacionce de todas las e.osas oscuras J)Olibles, sua juici03
del pulgar derecho, controlda al disecar un cadáver. Porte dd pulgnr sobre lu pen10nu de nuC?$tro círculo, su actividad múltiple inte-
íue amputado . Se formó luego un tejido granular, conocido como "en· rrumpida por C818dos del más completo agoUlmiento, alivtado por
,·encnamiento cadavérico• de Bicha~, y la herida se nbrfa continua- la morfina y la cocalno, todo eso constituye un ensamble que es
mente, en una ult<'rnción ~lde. El profosor Billroth lo operaba por imposible deocnbir".
lo menos dos vecca al año, pero sin resultados positiv°" El dolor era
insoportable. A cauM de las terribles noches en blanco, Fle1ochl co- Este episodio, paradigma del "goce•, dejó una hue llo proíunda en
menzó o u1u1r y o~usar de la morfina. La neuralgia, que lo olormcntó Fn:ud. El fontnsma de Fleisc:hl aparece en el ombligo del •ucno de la
durante n>1la de d1ct años, fue poco a poco derrotándolo. Fn:ud •• per- Inyección de lrma
cató de su cato.do en uno visita realizada en otoño de 1883. "'Dcscon·
solado, le preguntó adónde iría a llevarlo todo eso. Dijo que su&pn· El episodio do lo cocalna continuó arectando la vidn do Frcud. El
dres lo considcrnban un gran savant, por lo que tratnrfn de continuor interés general por el alcaloide iba en aumente. Entonce• decidió
con ~u trabajo mientras ellos viviesen. Una vez muertos, él Re pcgorío reimprimir su ensayo, ahora en forn1a de folleto, con unn tirado. de
un tiro, pueajuzgobn prácticamente imposible seguir por mAa tiflmpo. 500 ejemplares. En esa época, a lgunoo colegas informaron sobre óxi·
No tcnfa sentido intentar consolar a un hombre que ve su sit..unción tos te rapóuticos pnlSuntamente obtenidos con la droga, mientras que
oon tanta claridad""''. otros rueron mtls n:tieentes. Brücke, en su lecho do muerte, probable-
Freud quería ayudarlo. A mediados de 1884 comenzó a admini.. mente habría det11probado la temeridad. Bn:uer, con su habitual cau-
lrarle oocaín&, con la e8peranza de que Fleischl pudiera prescindir de tela, fue uno de los que no se dejaron impresionar, aunque como mó-
la morfina. De hecho, comenzó a ta-atarlo un pnr de semanas dcspuél! dico de la íamiha de los Fleischl estaba al tanto de la intentona•'.
de haber experimentado la droga él mismo". Hubo un breve periodo Toda droga m'gica, como lu estreUas de rock, tiene una aocen•ión
de éxito. Fleitdtl compartió el optimismo iniciaJ"tt. Pero luego empeo- meteórica y una calda no menos espectacular. Preud, t,r·ea anos des·
ró. En una ocasión, f'toeud, que lo visitaba diariamente encontró Ja pués, íue oh.Jeto de acwacionca méa o menos veladas de irresponaabt·
puerta cerrada.y nadie respondía a sus golpes Le pidió ayuda a lidad mc!d1co. A la postre, é l quedó oomo el villano de la pellcula, me-
O~rste1ner y JUntoa echaron la puerta abajo, para encontrar a nospreciado por haber cantado loas a una droga que se e•taba
Fle1ochl dcsínllccicntc, C&8i sin sentido•>. revelando como el "tercer flagelo de la humanidad", deopuéa de In
J oscr Bn:uer, mt!dioo de Flciscbl, tomó medidas para que Obers- morfina y e l alcohol'"· Este hecho, según Byck, explica que el papel
telner entrase en el cuarto diariamente, con una llave maestro. Un08 pionero de Freud en In peicofarmacologfa moderna haya sido olvida-
días después Bíllroth sometió al enfermo a estimulnción clé<:trico bajo do... En julio de 1884 Erlenmeyer escribió una critica mordoi contra
narcosis: el rcsultodo rue desastroso, y el estado de Flcischl se dete- los abusos de lo cocalnu6'. Después de élogiar las cualidadeg litera·
rioró aún más. rias del ensayo fn:udiano, agn:ga: "Él nlCOmienda, sin reservas, el li-
Semana n semana el consumo de la droga aumentaba. "Cierto bre emplee del a lcaloide en el tratamiento del morfinismo.... El pro-
vei Froud pasó lo noche junto a Fleischl , mientras éste permnnccln p io Freud , sólo tnrdlamente, reconoció el peligro de In droga. En
en un bano tibio. Freud escribió que era ca.si imposible describir oigo 1908, en e l coso de Otto Groas, atribuye su comportamiento • .. .n In co-
así, yo que nunca había experimentado nada scmcjant.-0: •se tocaron caína que, como yo mismo bien sé, produce uno paranoia t-Oxico"°''·
todas las notas do In méa profunda desesperación•. esa íue lo prime- El hombre que pn:tcodla beneficiar a la humanidad o, en lodo ca·
ra .de numerosas n oches análogas que él pasó en los dos mese• gi- so, ganar fomn cu.rando la neurastenia y otros morbos nfinca era aho-
gu1eotea-CS. ra acusado de ·creador de flagelos•, de persona irrencxiva e impru-
dente70. Un "peligro público", como dice J ones. Esa incipiente mala

• 12 En O~r do.t Com Fftud canta victoria precipitadamente, hablando


de que el "1>eaente Y• no auardaba cama y podía lrabajar nonnalmt'n~. Du·
rante loe pnmerw dl'.N del trat.am1eoto lomó doels diarias de 3 de do ('0('01
num muna11cum (-sobre• coca~. en Robert Byck, op.~iL , pég 84).

180 181
reputación se vio agravada cuando una paciente mur16 por sobredo- 25. lbíd
sis. •Es dificil determinar hasta qué punto esto afectó el concepto de 26. Potrick ~h•hony, Frcud f'tcrlvo rn, l990, Parí•, Bellc1 Lett.ret,
Freud en Viena· todo lo que él mismo dijo al reai>«to fue que el episo- pág. 33.
dio le acarreó •graves cenauras • ., 1• Las cosas no mejoraron cuando, 27. Anna Frcud, Tite cOMrM pcpe.ra, 1974, Nueva York, New Amt:rican
Lobrary, 1>4. 49
ese mismo año, él apoyó con entusiasmo las ideas do Charool sobre la 28. EmestJones,op. cit., 1, pác. 92.
hipnosis y la histeria mBJ1Culina. Precaria base de su•t.eotación para 29. S. Bernfeld, "0A cstudos de Freud sobre n cocuinn•, en Byck, op. cit.,
lanzar al mundo, al cobo do pocos a~os, sus chocantes teorfns sobre la pág. 30'1.
oexualidad infantil. 30. H. Sehott, •Froud cxpcrimcnt on himeolf wllh eocaine a1 a íoreru·
net", J. lnt llisl0<rt />6ychoonol, 11, páp 7-9.
31. -SObre t\ Coca•, en Robert 8yck, op. cit., con notat de Anna 1'i-eud,
1939, pág. 66.
NOTAS 32. lbíd
33. Robcrt l)yck, op. cit., pág. 1.
34. !bid • pá¡¡ 81.
1 Nícholu Meyu, TM S.0<n·f1<r-«•t Solutil>n, 1975, Londroo, Corone~ 35. lbíd., páp. 74-6.
2. Informe de Al;chcnbrandt., catado por &mfeld, -Os Eltudo. de lo""n!:ud 36. Jbíd .• pá¡¡. 86.
*>brea cocaa.na·. eo Robert Byck, Fnud en cocofna, RCo de Ja.nciro, Eapo~ e 37. Emtoat. Jone.s, op. cit., 1, páp. 94-6.
Terupo, 1989. 38. Hortense Koller-Becker, "'Coca Koller"', en Byck, op. cit., pág. 261
3. lbíd., pág. 73. 39. Em..tJooes,op. cil., I, pá¡. 9-4.
4 Emeot Joneo, A "id<r to obro ~ S'lf"'uná Frtud, 1989, Rlo de Jonei- 40. Cortn do Froud a Mortha del 4 de abnl de 1885, atada por Emm
ro, lmogo, I, pllg. 91. Jooea.op. cit., páa. 98.
5. Corta de Preud a Wíttels del 12 de cUcicmbre de 1923, cílodn en Er- 41. S. llemíeld,·o. ""ludos de l'reud sobre a -..in•". .., R. Byck, op.
ne1t JoOH, 1bíd., I, pág. 90. CÍL , pág. 304.
6. lbíd., 1, pllgs. 89-108. 42. lbld.
7. Carto de l'reud a Martha del 21 de mayo de 1884, Si1mund F.-.ud. 43. J Orgcn Thorwnld, O tkulo dOI coru'11'6<1, 1891, San Pablo, H•muo,
Corre•pondlnci<J d~ amor, 1981, lmago, Rlo de Janeiro. pág 135. Capitulo 11, "O d ..pertar do ~ulo", pll8JI. 97-161.
8. Carta de JJ'reud u. Mart.ba del 25 dé mf\)'o do 1884 , eit.eido en ErnQat. 44. K. Koller, -Vor1Aufige Milt.eilun¡ Obe.r localé Ana.the•ierung am
Jonee, op. ~11., 11, pág. 91. Auge", VeN<1m. el OphtaL Gt..llscho(l, 1884, XVI, pógo. 60-3, citado por Ro-
9. lbíd., 1, pll8JI. 91-2. nald W. Ciar&. Fnud, (/ hombrt y au cou.a, 19.S~. PJanet.a, Barcelona,
10. P. Eygue.ltry Comm~nl Frr.ud ck1,.111t df'06ma.11, Navarin, Paris, 1983, pág. 55.
pág. 23. 45. lbíd •
11.lbld • pá¡ 25. 46. Byck, op. col., pllg. 268
12. lbíd .. p11,. 19. 47. H. Knapp, ..,On cocoinc nnd ita use in opht.almic nnd general s ur·
13. Emcot Joncs, op. cit., 1, pllg. 92. gery", XIII, 1884, atado por 11 Koll•r ll«ker •• 8yck. op. c1L, p4¡. 268.
14. Carta de l'reud a Martha dtl 12 de junio de 1895, Si1muná Pr<ud. 48. Carta de Preud n Fhc•• del 26 de octubre de 1886, C«rtlponálncia
Corrc1pondlncia dt amor, pág. 133. Si.gmund F~ud· Wt.LMlm p¡;f,., 1986, 001np. por J. ht. 1'1auon, lmago, Rfo de
15. Carta de Freud a Martha del 2 de junio do 1884, no incluida en Ja Janeiro, pág. 202.
Corrttponálncio (Em..t Jontt, op. <1L, Polg. 95). 49. Carta do Proud a Mortbo del 10 de octubre de 1884, citada por Er-
16. SE, XVU, pág. 237. ne&t Jooee, oP· ctl., 1, p&lg. 98
17. ErneetJo...,,op, cil., I, pq. 96. 50. Cart.a do Preud o 1'1inna Bernays, del 29 de octubre de 1884, catada
18. Cnrtu de Preud o Mortha del 2 do febrero de 1686, SOGmuná Frtud. por ErnHtJo..,.,,op. c.L, l, pág. 99.
Conn,,omUncia ~ amw, pllp. 240-l. 51. SE, XX, póg. 15.
19. lbíd. 52. EmcstJones, op. cit., 1, pá¡. 96.
20. Emeet. Jonee. op. ct't•• 1, pár. 92. 63. Corta de Preud a Mortba del 6 de en•ro de 1885, Sigmund F.-.ud.
21 OctavWi Pu. ._la Cm:ular".
22. S . llcmfeld, •o. estudos de Freud aobro a cocainn•, en R. Byck, op.
Corf'f,pondJncia ck ontor, pág. 158.
54 Corta de l'reud a Koller dtl 6 de cnuo de 1885, ibld., pi(¡. 159.
<il.. """- 297-321 55. H. Koller Beckcr, "Cooa Koller", en 8y<:k, op. <11., póg. 269.
23. lbfd., P'IP- 316-7. G6. S. Bemfeld, "01 est.udos da Preud 80brc o cocoJna•, ibíd, pág. 300.
. 24. P.·L. AAIOun., lntrodur41> o tpistt!nwJog;o fnudion«, 1982, Rfo de Ja· 57. Corta de t'teud a Martha del 27 de junio de 1882, alada por Emeet
. ..,.., lmqo, " ' ' 130. Jon61, op. cit., l.

182 183
68 lbíd.
69 Eh.sabeth RoudJnflk'O. Hut6ria da psicondil« no F'ro.nfa. A bolo/ha
d.. "'"'º"""· 1986, 1, Río de JaMn'O, Zahar, ~· 18.
60. Em..t Jo..,., op. <lt., P'lg. 100.
61. Robert Byck, op. cit., póg. 3.
62. EméstJonea,op. cU. , I, ~g . 101.
63. lbíd. CAPÍTULO 10
&l. Ibíd.
65. S. Bemíeld, en Byck, op. cit., póg. 300. UN JUDÍO EN LA CORTE DEL REY CHARCOT
66. Robert Byck, op. cit.
67. U<l><r Morp!Uu...,U<ht, 1887.
68. Ut~r Coctzinsuchl. Dtut.«h~ j/ttJi.z.ina«Ar Ztatun1. mayo de 1886 París, meca pgiquilltrica. Buen momenl<> para un breve rclal<> de
"""· 74-112. • la historia de la locura en la prehi.st<>ria del p111eoanálisis. La locura,
e;,,,.,.,.
69. ~arta de Freud o Jun¡¡ del 21 de junio de 1908, r,..ud.Jun11, como obJeto cultural, comicnz.a, como tantas ot.ras historias, en el si-
pondincta Complttto. 1976, Río de Janeiro. lmn,go, J)lfg 204. glo XVI, en la hora de la quiebra de las verdadC8 antiguas, acumula·
10. Emeat Jonea:, op. c11. , J, pág. 104. das durante más de dos milenios. Desde AristótelC8 hasta el Espíritu
71. lbíd.
Santo, todo fue convulsíonodo por esw siglo magnifico, atnvesado
por la osadía do Colón, por el cotruendo de la pólvora y por el Edicto
do Lutero.
Después de este torbellino vino el orden de la racionalidad del si·
glo XVII. "En el tiempo de Shakespeare, loo comew eran todavla co-
sas portA?ntosas••. Pero con la publicación de IOI Pnnapia de NewlA>n
oe aupo que Halley habla caJculado las órbitu de ciertos comew y
que éstos obedecían a hu leyes de la gravedad. El modelo newtoniano
ee aplicó ol cuerpo, y comenzó a constituirse un nuevo saber sobre el
hombre. En el corazón de e•to mecánica, que rc~nc el cielo y la tierra
en una sola constelación, emerge la complejo figuro do Descartes, al
mismo tiempo revolucionario y he.redero del pensamiento de los anti·
guoe. ~I penetra en los dominioe de la subjetividad. El univel"SO de la
reOexión cambia; •e( hombre deja de ser wma y pasa a ser proble-
ma'"'.
¿Qué queda dcspuéa del terremoto? Deatniida la garantía de la
exterioridad, sólo resta la certMa de la intenoridad. ºEn las ceniua
de Dioe y d e las verdadCll establecidas, no quedo más que el "'5C<lpti-
cismo y la ausencia de cualquier garantía"". Montaigne, ese hombre
que nu.nca envejece, mentor de los siglos futuros, inaugura la rcflc·
xión introspectiva•. Descartes hizo de la duda de Montaígne el punto
de partida de su propio pensamiento. Sobre I°" cimientos de la duda,
él erige la certeu incierta del cogüo hecho razón.
La revolución ca..rtaiana inspiró un reparto entre razón y sinra·
zón Según Foucault, éao íue el preciso "momento en que la 1"8%6n pro-
dujo la locura... El loco hace finalmente su aparición bajo la visión
aguda de la racionalidad cartesiana. Para Foucault, anW.S el loco no
eristla: transitaba por uno indefinida región margi.n alizada de la so-
ciedad, una frontera compartida con el lumpen, el vagabundo, el bo-
rracho, el delincuente, el s ifilítico y los últimos leprosos, a punto do
de-eoparecer misterloeamontc del mapa de Europa. La locura. on su
e•pccillcidad, es un producto del siglo XVII. No tenla estatuto come

184 185
tal antes de Dc8Cnrtes de In mi.smo manera que el neurótico actual es ma de la sinro:ión"2, Pero ~1oreau de Tours va aún má& IC'joa. No ea
un fruto del planetnrio írcudiano• 1• ti. nece.sorio un artificio para saber cómo es la locura. Todos enloquccc-
Fue en este universo donde la oposición razón-sinrazón se volvió m08 en nueolrol! •ueftos. "El suefio ea la locura del individuo dormido,
irreduct ible. So estaba de un lado o del otro. En la encrucijada surge y lo• locos son .. ~adores despiertos•. Con esto se anticipa a Jorge
el psicótico modcmo. Emerge oomo objeto del saber y no eólo como di· Luis Bor¡e9.
ferencia. Lo que Oeocartea lleva al discuno filosófico va a con•tatuar Continuando con la galería de antepasados de la snga freudiana,
una realidad que trasciende ese discurso, el cual quedará oomo uno esta vez por el lado de Cbarcot, teoemOll la figura faacinan\4 de ese
de ¡.., regi.UO. de eoa realidad. Deseart.!s, entonces, siguiendo la im· Gran Bnuo que fue Frant Mesmer, austríaco, doctorado en medicina
pecable lógica de Foucault, era un looo que creía ser Ocscartea por la Universidad de Viena. creador de la teoría del magnetismo.ani-
En la encrucijada, lo que distingue al hombre del animal es la ra- mal. $eg\ln él. la• enfermedades nerviosas provenían de un desequJj.
cionalidad: el demente es identificado como animal. Oc alll que los brio en la distnbucaón do un "fluido universal' que corre por los orga·
practicruo psiquit\tricaa domen a las fieras. "La locura más alltl de la nismoe animal y hum.mo. &3e fluido tenia parentesco con el imán; se
sinrazón -o preciso.m ente por ella- es furor"7. ' crela que cmannba del brillo de los ojos, y que bastaba llevar a 108 en·
El loco, como Hujcto civil, es efecto de la convergencia de dos se- ferm08 o un cat.odo de sonambulismo para restablecer el equilibrio de
ries -la serio osilnr y la serie médica- en el sentido de que el hospi- la circulación n1agnética·3.
cio, en Jo terminología foucnultiana, es la gran fá brica poro In mnnu· Mcen1cr wn&iderabe el sonambulismo artificial como u n tipo de
factura do psicóticos, y los psiquiatras sus diligentes operarios. suefto inducido. El me"mcrismo difería de la técnica de l o '''fascin a-
Ltl producción compocla de insania implica un conjunto de prác· ción", empicada por Oonoto, en la cual el poder del hipnotizador so
ticas de dominación, destiladas en la elaboración de un snbor. Pnro aplicaba en e1t.odo de vigilia. El magnetismo animal evolucionó h is-
Foucault -nuestro mentor en e6tos asuntos- eme saber psiquiátrico tóricamente o partir de la antigua práctica del exorciemo: h ablo q ue
esa "mcdicalización de lo ineóLito", según la feliz frase de Rennto Me'. desenmoscoror el mol. La posesión finalment e desapareció, eueti-
ian,• nunca ca cuestionado. La medicina trataba de presentar al looo tuida, en el reino de lu histerias, por la manifestación de la P<'rlO--
como potencialmente pelign>80, y al psiquiatra como guonlián de la nalidad múltiple" . Anna O. fue el paradigma de la po<1eaión mo-
aociedad. El diagnóst100 no era diferencial sino absoluto•. Cu1tod1ar y derna
no curar. El inte.rrogotono ....a diferencia de la anamneais psicoanallti· El div6n de M01mcr era la boq1UI. •En una sala silenciosa, bafta·
ca- era el punto de articulación entre el poder y el snber 1)8'iquiátri· do por una lu• filtrada y suave, se colocaba un gran tonel de madera
COI. Su objetivo: obtener una confirmación, o sea el reconocimiento de cedro, de aproximadamente d0& metros de diAmetro y medio metro
por ~arte del paciente de au propia locura. En la imJ)Ol!ibalidad de de altu.ra •. En el fondo del tonel, lleno de agua, repouban botellu
locahzarla en el cuerpo del individuo. la psiquiatría buscaba eee sobre una mezcla de vidrio molido y limadurao de biem>. Por IO<t orifi·
s~trato en lo familia, en forma de predispoaiciones heredo-degenera- cios de la tapo del tonel ealfan varas de hiem>; una de aus extttmid~·
tivas, que se revelarían a través de recuerdos lnfantilee10. El interro- des estaba eumergidn en el líquido, y la otra, móvil y ofiloda, ae apb·
gatorio era la manera de llegar a esas memorias, y de tal modo noe caba o los cucf'l)08 do loe enfermos. Los pacientes, sentodoe en tomo
a proximom09 a In era freudiano. del tonel, crnn ligados entre si por una cu erda. Pero la acción l!Ólo ac
La prehistoria del psicoanálisis comienza con uno serie do pr-o- volv!n magnóticn cua.ndo Mesmer en persona entraba en el grupo •. .
cursor es d ol siglo XIX. Ya vimos a algun os, como Von Hnrtmann, Entonces tcn (o. lugnt la práctica de la •gran corriente•: l a corriente
Herbort, Cnrus, cte. Por el lado de la psiquiotrio, tcnomOI, en prlmcr del magnetizador, cncontránd08c oon la corr iente qu e provenra do lo
lugar , la figura de Pierre Moreau de Tours, clínico frnncé.8 considero.-
do ~I Claudo ~croan! do la psiquiatría. Como ya dijimOll, él inició uno
~no de oxpcnmcntos con hachís, consumiendo la droga alucinógeno,
igual .q ue nuestro contemporáneo Timotby Leary. Objetivo: producir •2. FA do ¡nl<!rél con1igoa.r que Charcot, en 1857, también con1umi6 ha·
chis con la m1tma dl1poeici6n experimental (Elisobeth RoudinMCO, lli•t6rio
expenmcnt.almente loe elntomas de la locura en sí mismo, adquiricn· da p11con6l1« no Froneo A bot41M dos cem anoi, 1986, t, Río de Ja.ne.1ro,
do de esa manera un saber en carne propia sobre la naturalez.ft Cnt.ie Zaba.r, pdc 31).
•3 "Le propedad dtl cuerpo a.ruma), sensible a la infl~noa de •oe cutt-
poe ee.lestel y a la acaón l"f!dproeai del medio amtñente. poeee d;~CM
eemt-JMLM al un'-n, que me llevaron a hablaT de ...magnetu:mo animal•"' (0.
•t. Tomando t'IM tnn foucaultiano, podemot c:oajetura:r que I• br'UJft n•· fin11Ci6n de t.fMmer, alada por R. Darot.on. La fin dn Lum&i~., lc: mtamttu·
ce al pie de la hocuero m- tt lo ,y,,.oJut1on, 1984. Pañs., Perrin).

186 187
cuba, provocobo en lo cadena humana un verdadero rcnlolino: ojos munica su movimiento al paciente. Nada me irnpido lanzarlo, pero
muy abiertoo, cuellos erguidos, cabezas colganws y el público oobro· puedo c nconlrnr un obfltáculo en el individuo sobre el cu81 nctúo••¡
saltado reía, llorob11, gritaba, entraba en trance y sentía dolores IJC- entonces experimento una mayor o menor resistencia, como cuando
cretos •12, empico mi fucno para levantar un fardo muy pcsado" 11•
Meamer tuvo un éxito •"8Candaloso" en Viena y debió abandonar Deleuze hobla U.mb1én por primera'"'" de la relación, el ropport
su ciudad natal Expulsado, pidió asilo a Luis XVI. A este rey, Umido entre magnetizador y magnetizado: "Cuando se quiere magncl.ltnr eo
y trllglco, le intereoaban las aencias naturales y adoptó al magnetJza. necesario, en pnmer lugar, establecer la re.loción mediante el contac·
dor, otorgllndolo un castillo. El mesmerismo pronto conquista a Jos to, y ésta e.i la ra.ión de que el fluido que parre de mt actlle l!Obre la
º?bles.; la íam09a cubn se convierte en centro de muchM de 1u1 reu- pcrsonn que magnetizo. 81e:ndo necesario que los dos fluid08 ae juntm
niones ~iale.i. Según Roudinesco, "los elegante• "" npaaionabnn por para que tengan el m1t'mO tono de movimiento"20. El mismo '"período·,
la alqu1m1a de 108 •ueftos"1'. El magnetismo y la boqu.i se convirt1e· djria FlicllS. Freud utilizará el término francés ropport en distint.o8
ron en juegos de 11al6n, mientras numerosos charlatanes difundfan Jo lugares; por ejemplo, en s u Contribución a la historia d~l mou,naitnlo
"fiebre mcsmérico• por IWI plazas y los mercados. F.l!te frenes{ erótico psicoanolfttco, donde 1 ~n 1914, en relación con el caso de Annn O., co.
proliferó en oieto nft08 do convulsiones públicas, nlormondo a Jos po- menta: ·ercucr diHponín, para el restablecimiento de su paciente. de
deres .del Estado. Se creó entonces una comisión real paro investigar un ropport .-umnmcnto intenso, una relación en la cual podemos ver
la vnhdc~ de cst.n práctico, que terminó condenada como pecado de el pr-0totipo de lo que llnanamos .. transíerencia."2 1•
~eprovac1ón. Mnsmcr, viejo y pobre, se exilió en Suizo. Pero hnbta de- En el •iglo XIX, "siglo racional que adora lo oculto"2'l, nparecic·
¡~do sus hucllns, y tonla numerosos adeptos. Asl nació el nenmcsme- ron nunlcrosns 8<.'Ct..ns espiritualistas que veían en el ..'trance hipnót.i·
nsmo14. La.s técnicas del ""fluidismo" se vuelven más sofisticada& con co" la posibilidad de comunicarse con los vivos y los mucrt08. Desde
el marq.uéa Chastcn~t de Puységur (1751·1825), que exploro el •so- los tiempos de Me•mer proliferaron ligas maaónicru1 que crctan en el
nambuhsmo magnético.., o sea el sueño hipnótico. El sonambulismo "'fluido cclc~tc universal". En eUas nace el arte de la escritura auio-.
m~ético modifica la U\cnica terapéutica: prescinde de Ja crisis con· mática o psico¡¡raflo, que Janct retomará m'8 tarde. Ludwir B<lme,
vuls1va (cuyo cardcter lascivo había escandalizado al tl'ibunal del en la mismo venn, publicó su bre\'C ensayo El am de e<>nuert1rM tn
Rey>.Y e&lableco una reloción verbal con el pacienl<>, cosa que Mesmer un tur1tor or1g1nol tn trr1 dfo1. En 1920, FTeud, como vimos, re-
prohibía. cuerda haberlo leido en su juventud, y le atribuye un papel original
En .M ancheawr, un cirujano escooés, James Braid (1795-1860), en Ja creación de la técnica p11icoanalftica de las a80C'iaeiont• li-
p"'8enaa el espectáculo realizado por magnetizadores fran~ y se bres23.
convence de la real1d11d de los fenómenos observados, tal como Bren· Uno figuro importante, aunque olvidada, en e1a evoluciól) del
tano, Brcuc~ y el p~pio Freud lo harán cuarenta &1108 mlls larde. El mesmerismo rumbo o la hipn08is, es el Abate de Fario (1756-1819),
~océa comae~zn ~ investigar el asunto y despierta una vez más el que critica la modo espiritualista para concentranse en el aspecto peí·
interés de lo c~cnc1a por lo que él denomina.r á "hipnotismo••$. Braid cológicn del fenómeno. Afirma que el sonambulismo artificial depende
P!antea por P"!"°'ª vez el problema de la naturalcta "íntima• de Jo de facto~ esenciolmcnto psaquicos como la concentración, lo confia.n·
~1pnos1e, cu~1t16~ que Chortok formula en los siguientes términos: za y In convicción. Se trota entonces de un •sonambulismo hlcido-""l4 •
el estado ~1pnóltc~ ¿contiene algo específico, o sólo se troto de los "No puedo concebir que lo especie humana haya llegado a la extrava-
clcm~n~e introducidos por el bipootizador?"18 Se idcntificon como gancia de buscnr lo. causo de est.e hecho en una voluntod externo, en
pecuharododes cspceUicas del fenómeno la hipcrmnesia Ja hipcremo- cubas, en e l color onhnul y en 1nil ridículas extravagancinJJ por e l e&-
tiv1dad Y la regi:e•!ón inducida. a edades pasadas. El val~r wrnpéutico tilo"2S. Él recomiendo ni sujeto que se siente cómodamente, cierro los
~· :;:icas pot<>ncUlhdodcs del hipnotismo fue explorado por la Escuela ojos e intente concentrarse en el sue.rio que vendrá. Luego le ordena;
e ancy. Allt se encuentran las simientes del método colártico de '"¡Duerma!" Lo mera 8ugestión verbal también sirve para despcrto.rlo.
Breuer. En caso de fr~co.ar, &e empica la técnica de hacer que el •ujcto í\je la
"'No ~neta manera, el mesmerismo va transformándose e:n hipn08ÍI. mirada en su propin mano abierta, que luego debe aproximar lenta-
. eceeano -<»nstata Puységur- que yo toque a todo el mundo·
una !1' 1rado, un reato, un acto de voluntad es suficien• ...•11 'C'-a •·n:
deoc1a se pe t · 11.<C • c.;n ..e
parta , rpe ua •n Jean Philippe Deleuze (1753-1835), quien..,
~ ª:;.mu d• la "taumaturgia mesmeriana••1: ·cuando magn.,. *4 , Se~nt.o 1ta01 mú tarde, partiendo de la miam.a comprobldón, ex•
dizo ~ m •ante la voluntad eovfo el fluido hacia mis ma.nog. y me-. preaada ca.ti en lo. muimot \.fnniDOI. Pnud propondrá un1 r.eorii.eción de
an esa ma1ma voluntad le imprimo una dirección, eete nuido ~ esa -fuena• a:>ntnn1 y deecnbu"f. el mocanilmo de la ..reaiatend•*

188 189
mente a sus ojos. El Abate fue el primero en emplear la '"sugestión encuentra Ja proporción de un paciente masculino por cada ~5 muje-
posbipnótica". res. Briquet estima que el mal es endémico en las clases baJaS, más
Eug~ne Azam 0822-1899) difunde las IA?orfas de Braid en el con· común en el campo que en la ciudad, en el Norte que e n el Sur, e n las
tinente, y en 1859 presenta el caso de Félida, la primera histérica es· prost,i tutas de Parfs que en el convento de Amiens. ¿La causa? Emo-
tudiada sistemáticamente. La '"divina" Félida, corno Anna O., pad~e ciones violentas, penas insolubles, conflictos familiared, amor frus·
un "desdoblamiento de la personalidad". trado, en personas predispuestas. Él subraya el factor heredita~.io;
Conviene recordar que el hipnotismo no fue un producto del siglo encuentra que el 25 por ciento de las hisM:ricas tenían a su vez htJ8S
XVIII ni del siglo XIX. Desde la época de los egipcios nace, es olvida· histéricas.
do y vuelve a ser descubierto, como un yoyó que se pone y pasa de Para los psiquiatras, especialmente los franceses, la histeria es·
moda. Tomó múltiples formas, se apeló a muchos fluidos, pero la fór- taba ligada por un lado con las enfermedades magnéticas y, por el
mula básica fue siempre la misma. Por otra parte, el propio hipnoti- otro, con la hipnosis. El sonambulismo histérico espontáneo podla ser
zador, con su capa de mago, no tenla una idea muy clara de lo que es· inducido pero también curado por ese sonambulismo artificial. En la
taba haciendo•s. histeria aparecían con frecuencia s(ntomas como el letargo, la cata·
Como la hechicera, el hipnotizador fue popularizado por la litera· lepsia, la personalidad múltiple. .
tura romántica del siglo XIX. Aquf reina la figura del gran héroe de Briquet descartaba la etiologfa sexual "uterina" de las neuros~s.
El Conde de Montecristo, de Alejandro Dumas. Enclaustrado en el Tanto en él como en Charles Lepois3 1, casi un siglo más tarde, pers1s·
castillo de lf, ese sabio poliglota, alquimista, filósofo y matemático, te el vínculo entre el cerebro y el útero, pero desplazado: el cerebro
transmitió su saber monumental al joven marinero Edrnond Dan«:!s, desempeñaba el papel de distribuidor de un mal cuyo ori\len serl~
preparándolo para realizar "una de las mayores venganzas jamás na- visceral. Ése fue el punto de partida de Charcot, e.n la tradición de Pi· 11
rradas" 26. El Conde de Montecrist,() testbnonia la fascinación de ese nel. É l corta la conexión útero-cerebro: no existen efluvios "mágicos •
siglo obsesionado por el modo iniciátieo de transmisión del saber, del La histeria es una enfermedad nerviosa de origen orgánico. Nada
cual los psicoanalistas somos herederos27 • más. Para defender las nuevas fronteras nosográficas, refutando a1
Los hipnotizadores del siglo pasado tenían sus asociaciones, sus mismo tiempo las acusaciones de simulación, fu~ nec~sa;io descB:rlar
revistas y su ética profesional. Una mujer casada sólo podía ser mag- taxativamente la antigua etiología sexual. Esta torsión charcottana
netizada en presencia del marido. Para ser hipnotizador había que descarta la "cosa genital.. como noxa, creando un nuevo 1.ugar: un "es·
seguir cursos especiales, leer a Mcsmer y Puységur, Dcleuz.e y Aubin pacio psíquico". Desde ese lugar Freud, en un ~.gundo.ttempo, puede
Gauthier28 • La semejanza con el psicoanálisis es todavía nlayor si rcintroducir una "etiología sexual de la h1ster1a , desvinculándola de
pensamos que se planteó incluso la cuestión del magnetizador lego, la anatomofisiologfa imperante del saber médico32•
porque las sociedades médicas entendían que sólo ellas estaban califi· En la primera mitad del siglo XIX, antes de la hegemonía de la
cadas para formar hipnotizadores. histeria otros cuadros (como el sonambulismo espontáneo, el letargo,
Como la hipnosis, Ja hlstcria también es conocida desde los tiem· la catal~psia, la personalidad múltiple, el é xtasis ro9Jlfaoo y la "'.'iSión
pos de Plinio el Viejo. La palabra "histeria", inventada por Hipócra· extát.ica) dominaban la sintomatología clínica cuando Charcot mau-
tes, denota un origen uterino. Hoy en día puede ser definida como la guró el pabellón VII de la Salpétri~re. Todas éstas se contaban entre
enfermedad sin ningún síntoma Upico29. ~1al misterioso como matriz las llamadas "enfermedades magnéticas,.; sus síntomas eran ""extra..
voladora. En la Edad h1edia, las manifestaciones histéricas eran co- vagantes''. pero muy diferentes entre sí. El sonambulismo•. por ejem-
sas del diablo. Ya eo esa época, sin embargo, la opinión médica cues- plo, es lo opuesto del letargo, pero todos estos cuadros tienen una
tionaba la tradición demonológica. Sólo en el siglo XVI pasa a ser gran afinidad con la histeria. . .
considerada una enfermedad del cerebro que puede producirse en El efecto hipnótico, ya instalado en el arsenal terapéutico, constl·
ambos sexos. A partir de Briquet, en 1849, con su Traité de l'hysterie, tuye, según Ja sagaz versión foucaultiana, otro instrumento del poder
es estudiada de manera sistemática. Briquet la define "'como una psiquiátrico: el médico pasa a disponer enteramente del c:uerpo del
neurosis del cerebro, cuyo principal trastorno concierne a la expre· paciente. Ese dominio permite tanto la supresión (temporana) de .sin·
sión de las emociones y pasiones..30. En los 430 casos estudiados, él tomas como la domesticación más sutil del comportamiento. Dicha
domesticación pigmaliónica, reforzada por la neurología, va a tran•
formarse en el grao imperio de Charcot.

. •s. En realidad, hasta hoy e.n cjfa no se sabe muy bien lo que es la hipno- ¡Paria, here iue come!
111ia, comenzando Por ese hueso duro de roer que es la sugestión. "En el último día de agosto de 1885, Freud dejó el Hospital Gene-

190 191
mi de Viena para swmpro, d ..pués de haber vivido y trabajado en él Porfs, entonces, fue su primera Roma. Freud aun C01\tinuaba sus
durante tres años y un me8 Fin de su experiencio médica gencrnli&- invest.agnciones en anatomía cerebral pero, despu& del episodio de la
ta.... cocaína. tl!taba dispuesto a conquistar el mundo Y ese mundo pasa·
f'uc bueno practicar el arte de la espera Surgió una oportunidad bn por el ms6lito lado de loo •trastornos funcionales", nombre que en
quo no implicaba la miscrin en Viena ni arrancar dientes en Moravin, aquellos tiempos recibfan la• neurosis. En ese fin de siglo, la psiquia·
sino, voilll!, ganar una beca y visitar a Charcot en Porís, durante un trio Cl!taba poco desarrollada en Viena. Con Meyncrt las relaciones
semestre. Un conejo inlll!pcrado salió de la galera. Pero no nos apre- ya no eran buenas; ni el propio Nothnagel tenla mucho que ofrecerle.
suremos. Su on1bición aspiraban más que lo que podín brindarle Viena. ''1\ In
El triste estudiante pobre y apasionado no tcnfo recursos para distoncia -<!scribi6 40 añ08 después- brillaba el ¡;rnn nombre de
trulndarse a Paris. En 1885, en vl•pcras de obtener el cargo de Pri- Charcot"37, que acababa de IM'r nombrado titular de In primera Cátc·
vatdoz~nt, Freud solicita uno beca de estudios a Jo Universidad. La dra de Enfermedades Mentales de Occidento.
Casa del Saber proporcionaba apenas un magro estipendio y una h· La Salpétrierc. Roudinceco pinta un escenario •n el que •Jas epi·
cencia no menos magra de 6 meses. La voluntad de viajar. empero, lépti<as contaban pesndillM o viva voz, historias de miembros muti·
era imperiosa, ya quemadas las naves en la última conversación con Indos, de mujPres devorados por una especie de crustáceo con cabeia
Meyncrt. Conseguir In bc<:n no fue fácil. Fleischl, que conocía la situa· de p!\jaro ... Todo parcela •urgir de las tinieblas de In Edad Media"'"·
ción, informó que Ja demorcl1e •1c bab!a sido es~rcpitosnmente desfa· l_.as hi8téricns, continúa In impagable Roudincsco, cuidaban de suK
vorab1c, y la victorio de In sesión de hoy puede ser cxclus!vamcntc conlpni\crns, "simulando nlorovillosamcntc todos los morbos, posef-
atribuida al hecho de que Brücke hizo una npnsionadn defensa su· do.s iX)r In manía espcculnr de mimetizar lo.tt sufrinlicntos de los otros
ya"". Así y todo, pasaron meses antes de que In Tcoororía entregara ... como loo acróbatas y los bufones de otras cortes. empnpadas, au·
1.. fondos. Todo sugiere que una defensa tan calurosa debió respon· llantce y andrajosas, en"(?rtando la locura del mundo y la miseria dol
der a un ataque no menos vehemente, y que la "'malo nota"' de Freud pueblo'1t.
ante el jurado sólo podio ser la incipiente y nefasta fama incubada Cuando Charmt ent.r a en la Salpétri~re. e.ite inmenso hospital,
por la cocaína. llamado la Ciudad de loe Locos, tenía de cinco a ocho mil pacientes.
Finalmente partió porl\ París, haciendo una escalo sentimental La Salpiltrim-e, como su nombre lo indica'1 , lo mismo que el Instituto
en el castillo de la novia en Wnndsbck. Una de las portes más sabro- do BrUcko, era un antiguo arsenal, construido bajo el reinado de Luis
sas do lo corrcspondcncin onlorosa eerá lo rescrvoda o su estada en X!V y destinado a la fnbricnción de pólvora. A lo sazón era el mayor
Parla, In Capital del Amor. hospital de Europa. Chnrcot lo recorre, snln por sula, y hace la si·
El 13 de octubre de 1885 llega a la Garc du Nord, vla Bruselas, guicntc observación: .. Los tipos cUnicos que so ofrecen a la observa-
un joven esbelto y del¡ado de 29 nllos, de cabellos y ojos negros. Se lo ción permiten considerar laa enfermedades de una forma, por así de-
ve perdido en esa multitud, una hormiga más bajo el colosal domo de cir, definitiva, ya que los vocfos [nosográficoel quo ocasionalmente se
c:riltal y hierro". Llegar a Pruú •ignificabn la ronhzacíón de un sue- forman, pronto serán llenados. Estamos en presencia de una suerte
t.o. Sucl\o incierto en eaa fria mañana de otoi\o. Como cuadraba a de Museo Patológico Vivo, con sus c:onsidcrablN recul'llOS•.o. Una es-
uno hormiga pobre, termínó en el Barrio Latino·•. pecie de Tabla Periódica de Mendeleiev psiquiátnca
¿Cuál era el horizonte intelectual de este bccru-io vienés que con· Frcud estaba frente a un "tesoro" de '"desviaciones" humanas,
templaba la ílamante Torro Eiffel con unos pocos francos en el bolsi· prácticon1cntc inagotable. Como visitante, se contagió con el fermen-
llo? Pnris era u.na promesa, uno prueba en su comino. Mos después, to intelectual que animaba o Charcot en su Galoría de l.ocos, al iden·
en el tercer sueño de lo Serio Romana, en relación con lograr lo impo- tificnr y din¡¡nosticar todos los lrastomos mentales posiblca. En aquc·
sible, Froud asocia: '"l'ambién Paris fue durante muchos años la meta lloK dfaa era u.n arte rnro diRCriminar una enfcrmOOod mental de otra
de mi nostalgia, y la felicidad con que pisé por primera ve< el pavi· y diferenciar los '"trastornos íunc1on3lcs· de loe malea flsieos, dado
mento de Paris fue tomada como testimonio de que habrla de cumplir que •1aa autoridades mayorff de Viena estaban acostumbradas a
también otros deseos_,._ daagnoe:t1car la neurastenia con10 un tumor ccrebrar·. exagera Roudi·
nNCO•t,
1,,.. primeros tiempos de Freud en Pnris no fueron fácilC$. Pasa·

'6. Ourunte loa primerns &emnn.a.s vivió en a1 li6t.cl de In Pttix, 5, Jo1p1v1·


10 Roye....COllard, un tellcjól\ 1in salida en la tallo Oay·Louuac. a doe minu·
\OI del Paothéon. Luego pq6 a vivir en el Hótel de Oré•il. roe de Coft •7. Salpltre: nitrato de poltulio.

192 193
bn horas e n loo bares de la Rive Gauche, desdo donde escnbfa a su nas sólo van de a caballo y en carruaje. Las mll)cres elegantes cami-
no\'iO Por lo corre!pondencia con l\.1artha (!lnica fuente de iníor·m a- nan con un aire que da a cnt(!nder que niogo.n ta existencia en este
cioncg de ese pcrCodo), se puede inferir que sufrió una aguda crisis de inundo do cunlqu1cr pe rsono que no sea ellos o sus mnride>f .. ."9 Un
ndaptación en octubre y diciembre de 1885. Chert.ok considero que l~do de la a~enída está formado por un parque extenso 011 el que los
por un momento pensó seriamente en abandonftr Paris•2• Huir delco- niños más hndos hacen girar sus trompos, andan en calrutit.o, asisten
looal museo erótico de la miseria humana. Asl, en una carta a Martha e un espectáculo de pay880s, o pasean en carril.os tirados por cabras
d<'<:lara que, "más allá de alguna utilidad subjetiva y científica, espe- .. Más adelante se llega a la Place de la Concorde en el centro de la
ro ton poco de mi estnda oqul que .. imposible que me desilusione"'· cual se levanta el obeli;sc<> d.e L:uxor . lmaglnate, un 'obelíseo auténtico,
Yo r10 descarto que esa "'crisis"' 1ca en parte un ..fingimiento cpisto- cubierto de hermosa.• mscnpc1on .. de cabeza• de pl\jaro:<, hombreci-
lnr", una formn de atemperar los inevitables celos de Mertho'•. Mar- toe sentados y otros ¡erogllfiC<le ..."".
l ho Bernays, ciudo.dana d e Hamburgo, se siente desde luego omcna· En su lucha solitaria contra las tentnciones sexuales Frcud cm·
1nda por París. ~l. creo, la consuela: "Hoce hoy una semana que te vi plea su tiempo libre en largos paseos que casi siempre t~rn1anan en
por última vez, y todos los dfu pi~nso que voy a verte nuevamente. 1'!" torres de Notre Dame. Ali! sube los 300 peldaflos entro be.os una-
¿llnbrfa sido m<:jor que yo hubiera ido a Berlln? Podrfa pasar todos ginan06, gárgolM y momtruos. "¿En qué so~aba en ese pináculo del
10« domingos contigo, saliendo los sábados por la noche"••. Considero mundo cristínno?", se pregunta Helen Welk~r Puner'º "¿C'.on el he-
<1uc 6st.as son "'pnlobras vanas de nn1or": una forn1n de decir cur\nto la roísmo, las conqui stas, la famn o el amor?" Sabemos que, nftoH des·
nmn. La prueba os que dos dlOJI más tarde, dospué<! de su primero en- pués, en el sucfto l\1ingitorios al aire libro, él ee identifico con Oar·
lr"('v1sta con Chnrcot, cambia do humor y escribe: "'•.. mi estada aquí
vn a valer la pena, ya lo puedo vtrclarament.e~-'.
Un problema, con todo, era la soledad •No tengo a nad1e con
gantúa, el superhéroe, orinando desde eH-o '"pináculo dtil n1undo
cnstiano", montado en las torrea de Ja catedral, inundando o
81enses.
'°"
pari-

qu1c11 hablar•. Se sentía aislado, fa rfullando con acento teutón, un El encanto del gigant<>ICO Louvro. Freud se demora en In .• nnti-
idioma, el francés, en el que "'codo eusurro significa una doceno de co-- g(ledades, en la "multitud de estatuas, lápidas, inscripcionc. y rumas
HOK diferentes""ª· Es preciso recordar el chauvinhuno endémico de los griegas y romnnos. Vi algunns cosas fantá Rtictuncnte bolln.s, dioses
pnrisienses. Pero, 'a la xenofobia gala, él opone la suya: despu~8 de antiguos que representan innumerables épocas, también la famosa
nHifltir a una representación de Carmen, esa ..ópera proletaria·, en~ Venus de l\fiJo, ein brazos• En el piso superior: .. Reyes asiriot, altos
cu~ntra que ·tt\ turba da rienda suelta a los impulsos que nOAOtros como roble., siuet.ando leones como si fueran perritos., animell't!l·hom·
controlamos. NOK privamos para mantener nuC8tra integridnd, nues- brea alados con cabellos belltimente rizados, inscripcionee cuncifor·
tra capacidad de apreciación, nu03tras fuerzas ... Hay una psícologia mes ton nltidas como si hubiesen s.ido hechas o,ycr; bajorrelieves pin-
dC'I ho1nbre eo1nón que difiere considerablemente de la nuestro"'•'. tados en Egípto con colores v ivos, verdaderos colosos, esfinges
¡."rcud camina y camina por las calles de un París recién pavi- auténticas, un inundo como de aueño""49.
rnentado, trolinant la ciudad de arriba abajo, tal vez pensando en su La experiencia fue "'más histórica que eef..ética"'60; inWrprclo que
amigo lkrgnnza, de los tiempooa del entusiasmo, cuando el mundo se se trató de una ..experiencia de v1da~, o sea un viaje en el que la Jma·
llamaba Sevilla. La• primera• impresiones de las calles, a la vuelta 11nación voló a la Mesopotam1a. En el museo hubo, eso si, un choque
d• In Rue du chat qui p&he, la• iglesias, el teatro, las "librcril\8 am- cultural: la ventana arqueológico se abrió de par en par, dnndo naci-
bulantes', los museos, los jardines públicos n lo largo del Seno, tan miento a su futuro interna por In estatuario antigua de In Cuenco del
poco atul como el Danubio. "El paseo que hice hace tres días ... me Mediterráneo. Porls tnmbíón abrió las vcntanrus eróticas, P<Jro ~ste es
llevó por el Quai O'Orsay, donde están los MinisteriOti, pasando por el un asunto delicado. De acuerdo con Chertok, ospecialísta en el París
!Xlme des Invalide•, hasta la Avenue des Champa Elysées, la porte de Cbaroot, fuud tu\'o, •por lo que se sabe, pocas aventura• ~cxuales
máii bella de Parla, como diria John; aquí no hay tiendas y las pen!O- o ninguna.,,1.
Pero del periodo parisiense, eólo i..nemos lrus cartas a Martha, y

•a. Algo an.SloRO sucede e-n In ~Hcu1a cuendu "lorthn se despide de


~t11nlf:Om.ery Chf\...l''h.'ud. en la e«en.a de la e.st.8C'ión Un nO\'iO sueho tn Pa· •9. Pel'O e1 J)Ol:1ble que Freud hayn tomado por a.m:ipncia lo qu~ era alie--
n 111 no puede COl'Tt'r ti nesgo de pintarle ta Ciudad Lu1 ceo color8 ncc.wuva· n.raón: por lo rnenoe eo ese.e aicto, nodM mira a nadi• en el J./~tro do 1..n..
n.i('nle hJmino.io. a •u tnamorada tttlu1da en un sombrio autillo del norte de •to. (Cuí • 1empre inoportuna' No con.1ulW 1u hbro: Fnud. lu• Uftt ond
l-,11n1p.t h,. Mind. 1949, Nueva Ywk, páa 267.

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t''reud no era un fantttico de: la ~erdad eptttt.olor· ~1e parece una in· pultándolo en una dirección en la cual, segUn algunos 1nd1c10~ visi·
J:f'nuidad de Jon<.-8 citar la siguiente carta como prueba de c:aatidad: bles, ya venfo oncaminéndosc: la psicologfa. El estilo cicn\lfico y el
..A.noche John vino n. verme ... y s,ne divirtió que tratara de sondearme encanto personal de Charcot lo sedujeron cl\&i más que el contenido
p&rn saber sl yo tenía una amnnto aqui62. Convengamos en que John de sus conferencias. Las "fuscinnntcs" conferencias eran unn pequeña
no es un sobrino cualquiera. Se trota de su viejo compañero, cómplice obro de arte de construcción y composición: ªel momento en que él
de jue¡ios sexuales infantiles en los campos amarillos en flor. Aunque oparecra más maravilloso ... ero despué• de haberse esforuido, pre-
.. te John sea "lngléa de la cabeza a los pies-$3, estamos en una charla &entando brillontemente au raciocinio con 1a mayor franquez3 sobre
privada entre hombros. Esa pregunta sobre mu¡eres sólo se hace aus dudas y vacilaciones •. ."'".tse fue, precisamente.. uno de los pun·
-pienso yo- cuando hay intimidad y resonancut.. tos fuertes de In retórica del futuro Freud freudiano. Con la misma
Freud, en 188f>, tenía poquísimo dinero. Pnu~rrimo, conlpra una vena, escribe: "Después de nlgunas confcrcncins salgo como si hubic--
plumn más lino pnra "'escribir más en una pábrina y economizar papel ro estado en Nolre Dame. con una nuevo percepción de In perfec·
y correo..,, Hnsl.3 los fósfon>o! tuvo que racionarse. Sólo iba al teatro ción"60. Esta nlonumental metáfora recuerdo otra,, ""la deslrucción de
para ver a ta mornvillosa Sarah Bemhardl, la gran vedettc bisexual, un templo sagTndo"", empicada al hablar de Fleischl. Chnn:ot estaba
interpretando L'Aiglon en el Boulevard, o lao comedias de Moh~re. en su Panteón
que Je parcelan brillantes y que usó como •1occ1onos de francés·. ¿No La "'experiencia" de la hi11teria está ínt1mamentc ligado a una
8Crá que ú rna/adc imaginair<! Jo dio un prenuncio de ese '"médico del
imnginarlo"" por venir? En otrn oportunidad vio Las bodas de Pfgaro,
cpi•odio que Juego será recordndo en el complejo sueño del Conde
Thun.
) •clínica de In miroda"'2, en In que Charcot. -ese ..,visual", como lo de·
nominó Freud- era el paradigma. Tanto el moe•tro como su• discrpu·
loo Janet y Binet fueron también virtu0808 de In "Clínica de In Anam·
ncsis..•12, o seo, de la palabra inductora del médico, que pnv1legia la
Char-col era clínico de clínicos "'En una ocasión -Fttud recuer- escucha. futuro matriz: de la intervención ptJicoanalítica.
do.- cstábamoe en un pequeño grupo, todos CRtudiantcs extranjeros, En el c:élebre cuadro de Brouillet, titulndo Una lecculto el/mea en
\'Cnidos de una fi1'iología germánica acadérn1c.n, y abusábamos de su la Salpetrilre, vemos a Chnrcot presentando un caso de gran histeria
paciencia con nueRLras dudns acerco de sus innovaciones clínicas"5.s. ante la platea compuesta por médicos ftunosOH y escritores de rcnom·
Uno del grupo olzó la voz, diciendo .. Eso no puede ser cierto, contradi· bre, como el binomio Binet-Oaudet. Detrás de ellos, Babin•ki, •u dis-
.., lo ley de You11$·Helmholtz". El Maestro no contestó directamente, cípulo favorito. El Maestro l!OStiene a una mltjer desvanecido, pronta
pero "dijo algo que me impr.,.1on6 mucho; ·Lo tMom, c·..1 bitn, mds a caer en una camilla. La voluptuosa dama tiene los ojos extraviados
ro n Cn1pecM J>a• dUisl~r-·se. y la mano izquierda retorcida en una postura que los méchcos den<>-
Freud describe· a Charcut on los •iguienl<'J! IA!rminos: "M . Charcot minan "puño de tocólogo•. Su corsé blaooo de¡n entrever wno• mórbi-
entró 3 las d1et.; ~M un hombre alto, de 58 aDOK, galera en la cabeza, dos. Su nombro: Blanche. Chorcot la admirnba . Se la llamó la Reino
ojoff negros y curiosamente sunvei; (uno de los cuales no ticno cxpre· do la Sal~tribre, y se prestaba para la demootroción de los tres esl.3·
to1ión y parece extranomente desviado hacia adcntro)' 11 , con una larga di06 de la hitteria63.
melena sujeta detrás de las orftios, bien rasurado, con facciones muy El Maestro se valía de In pintura como método proyectivo de de-
t·xpresivas y labios camOIOB~ en suma, parece un socerdoU!: mundano, mootración. •Et estudio del cuadro de Ruben1 San Ignacio curonda a
de quien se ct1pcra mucha sabiduría ...""'· las~- lo brindaba la oportunidad de dc11Cnbir, con multiplicidad
En las primeras semanna Frcud trabajó en el laboratorio anato- de detalles, lns fases del gran ataque histérico: la fase tpileptoide,
mopatológioo de In Salpetribrc, en el estudio microscópioo de corobros con sus nlovimicntos tónicos, e n la cual la enferma se encoge como
inftmtiles. Tnmbién frecuentó la morgue de Porl•, donde asi•Uó a las una bola; In fo~ de c/ownismo, con sus contorsiones, su postura en
nutopsilll! forenJ<>• de Brouardel Ah! tomó contacto oon las atrocida- gran aroo y aus gritos de odio: la fa.,, posional, acompaftada por acti-
dt"ft cometidas con tos niños, hecho enfatizado por ~1assoo, para ma&- tudes de •uphca y de panll181t oxtáticas, y finalmente el ptrlodo úr-
tmr que Freud estaba al tanto de las tendencias infantíc1dao de la minol ... Él agregó una varlNÚ>d <kmonlaco, en Ja cual la Inquisición
época$&. doS<:ubria loa eeftales de la presencia de Sotonás en el útero de las
El punto de nlutación, sin duda, fue el encuentro ooa el MAcstro.
Su presencio. poderosa lo alejó del microscopio y de Ja morgue, cota- ' mujeres-Gt.

t
• 12. Le •anamncs-is· Mrfl et intento de UNr el interro1iat.orio. no para
·11. V-el 1utnoCiom>looo)OO, SE, IV, 1MIR. 318 extraer ooníe.1onee. y sí como 1n1t.rumento tere~uLioo.

196 197
Frcud adhiere con entusias mo al modelo fisiológico charcotiano un conJunto de sínt.onul.1 bien definidos: Jo h.i stcrio, nos recuerda Fou·
de lo hil!ltcria. ltiomento de fecundación: "'$1 la simiente algún día va cault' '. M? convierte en un producro del deseo del médico. Intentando
8 dnr frutoe. oo lo sé; lo quo 1d s+ con certeza ca que ningún otro ser superar esa impa-. Charcot va a elaborar lo teoría del trauma ~
humonojamás actuó sobre mf de esa manera"65, ~n é.1• en el sistema nervt080 puede actuar unn predisposición here-
¿Cuál era el modelo de la histeria en ese momento áureo de la ditaria que genero ul) estodo hipnótico o seo una alteración de lo
psiquiotrra francesa? Partamos de la base de que lo existencia ·de- concicnci~ que hace a In persona sugesti~nnblc'2. El trauma aparece
mostrado de una lesión nnotó1nico era un factor de gron importancin c.oi:no un inductor permanente, que puede mnnifcJJt.o.rse en una pará-
para lo medicina del siglo pasado. La anatomln patológica comenzaba hs1~, una ceguera o ~unlquier otro síntoma. El estado hipnótico scrrn
a ser vista como el único medio de inclusión de lo medicina e.n el cam· u1\ inductor de ese tapo, sólo que temporario. Ahora bien, en Ja medi·
po de las ciencias exactas Se esperaba del médico que sus investiga· ~a en que ~I t;aumo del que M? trata no es de orden fl•ico, resurge lo
cionea cllnicas fuesen vahdadM por hallazgos anotomoparológicos 1mportanc1a de la anan1ncsis como herramienta cUnica. El paciente
Las enfermedades se d1v1d!an en dos grupos; laa que presentaban pasa o relatar su hisrona pen10nal a fin de que el médico pueda loca-
unl\ 11nt.omatologfa run y regular, con lesiones or¡4nicas, y las otras lizar el momento traumático responsable del mal Le h1sterio casada
-los neurosis- "que ernn perturbaciones sin lesión, y en los cuales Ja con la historia.
sintomotologia no manifestaba la regularidad dcoeada"66• Charcot Lo que Cbarcot no e11peroba era que en eso nnnmncsis la lujurin
comporl<l la creencia en In eficacia de la anatomrn patológica. Además del sexo entrase como temo hegemónico. A partir do nllr estaba "sella·
de neurólogo, él era profesor de unatomra patológico do la Universi- do el pacto entre histcrin y sexualidad, pacto rccueodo tácticamente
da.d de Porís. De hecho, ~n un prln1cr momento pensó que las moni- por Chorcot y que se convertirá en punto de porlidn en la inveshgo·
fe~tnciones histéricas tcn!nn un correlato orgánico. Dcspu~ modificó ción frcudiana"13.
su punto de vista, concluyendo que la histeria, "'como tantas otras es· La teoria del trauma, con •u apertura al domimo de la palabra, va
finges•, era un mal que escapaba a los más peneLrantes estudios ana- a tener una profunda repercusión oobre los e8Critoe iniciales de Freud
t6micos'1. Pero, a pesAr de la ausencia de referencia orgánica, la en- y, paradójicamente, luego se constituirá en escollo en un segundo
fermedad presentaba a sus ClJ08 una sintomatolog!o bien definida, que !tempo de la elaboración de ou propio edificio conttptual. Mientras lo
obcdecfo. a reglas preci! nB Observación importante, pues permite ideo de trauma persiste, In sexualidad infantil y el Echpo no pueden
dcscortnr la hipótesis de aimulnción, el gran cuco de lo. psiquiatría del entror en escena, ya que ln noxn se considero proveniente del extc-
siglo XD(68. r'ior14. La concepción inicial fue explicitada en el nrtrculo que Freud
E•ns reglas precisas procedron de la conciliación de dos verdndCll escribió en 1888 para lo Enciclopedia Vil/arel. Él rccomíenda dos tipo•
opnrentcmente contradictorins· "una pasteuriana, para la cual la hjs- do t.rotamiento básicos; el primero consiste en la inW:mación, en el alo-
tcria ero una afección ncrvio.sa transmisible por vfo hereditaria, y jamiento del paciente do su medio familiar. Objetivo inmediato: cam-
otra neurológica (para In cual M? trataba) de una enfermedad nervio- biar el ambiente y proporcionar condiciones para la hidroterapia y lo
sa completa, autónoma, funcional, aunque sin trezu de lesión•. AJ gimoMia. El segundo hpo de Lratamiento cons11te en la remoción de
separar la histeria de las nfccc1ones anatomopatológicas, Ch=t la las causas psíquicas de los •!ntomas mediante el método catártico de
introduoe en el campo de las perturbaciones fisiológicas del sistema Breuer, que es descrito como una forma de hacer que el paciente, bajo
nervioso y, eo función de eso, busca nuevas formas de intervención el efecto de la hipn08is, so remonte a la prehistoria polquica de su en-
d!nícn. Aqul entra la hipnoois, que le interesa por su proximidad fe. f~rmcd~d, para localizar el ncont.ecimiento trnu1nático que disparó el
nomcnológica a las manifestaciones histéricas. Lo hipnosis. scn1bla.n· dl8turb10. Serla, entonces, uno. anamnes.is hipnótica guiada 75.
to do la historia. La hipnosis, histeria provocada que sirve de "repli· En las sesiones donde las histéricas eran examinadas por Char·
cnnte" por la sintonía fino de sus manifestaciones. cot, •:rcud presenció t.odns las manifestacione11 de la "'gran crisis•,
El Mago de la Sal~tri~re. con golpes de varito y consignas impe- también llamada por BnbiMki •gran hipnosis", carocteriiada por pa·
rattvu, haoe aparecer y de.aparecer, ante un auditorio estupefacro, "!'"'"·anestesias y convulaiones". Como surge de su "Informe sobre
ane1te1tias, cegueras y parálisis. Freud, en 1886, lo confirma: ""Me- m11 estudios en Pam y O..rlrn"", él quedó particularmente imprc8io-
diante el estudio cientrficomente realizado del hipnot11mo ... Chan:ot nado por la fase alucinatona del atoque histénco, y en nota de pie de
logra edificar una especie de teoría de la sintomntologfo histérica""'. i>'gina de su.trad.ucción de las~ du mardi scllal6 que "el núcleo
Como la bruja por el Snnto Oficio. o el loco por el oeilo, la crisis dtl ataque ~stér1co .. . es un rtcutrdo y la vi;tión uJucinatoria de ese
h.iot.éricn paso a ser fabricado con gran regularidod en las presenta· r~ucrdo C8 1mportontc en lu producción de In cnr~rmcdnd"'78. Tam
c1onca clínicas de la Snl~tritir-0. El objetivo de In hipnosis era contro- b~én ~istió a v~rias t1csionce en las que se denu>Stró el Potencial de la
lor lo situación. A travéa de Jo sugestión hipnótico el módico obtieno h1pnos1s como 1nstru1ncnto oxpcriment.aJ. "Ahorn, por primera vez, el

198 199
lncon!:iciente, en el fenóincno de la h ipnoi;is. pasa a ser algo actual, dedicada a la ciencia, la otra al bienestar. AJ entrar se ve el jardín
tangible y pa$ible de experimcntación"19. a través de una triple venlana: los cristales simples están separa·
Habla1'ldo del psicodrarna sexual histérico, Chertok cree que la d~ por vitr3les. Al fondo de las ¡>arcdes laterales, dos grandes bi-
crisis de Freud en París, donde pensó incluso en la alternativa de es· bliotecas llegan hasta el techo, cada una con su escalera para al·
capar, se debió al choque sexual que fue el primer contacto con Ja las· canzar los estantes superiores. A la izquierda de la puerta se
civia de las histéricas· 13. Sartre, por su parte, en el guión de la pelfcu· encuentra una enonne mesa cubierta de periódicos y libros varia·
la, le saca máximo partido teatral a escenas en las que las mujeres dos; frente a la ventana hay mesitas con papeles y clasificadores.
alcanzan violentos paroxis1nos orgásticos. Ernest. Jones piensa en esa A la derecha de la puerta hay un gran ventanal, con vitrales, ante
misma línea cuando dice: "preseociar e l espectáculo provocado por la el cual está el escritorio de Charcot, bastante sencillo, lleno de
palpación de los puntos histerógenos debe de haber provocado una manuscritos y n1ás libros; cerca hay una poltrona y otras sillas.
violenta atracción y rechazo e n Freud"SO. De 1nodo que los dos pien- Las paredes están cubiertas con gobelinos y cuadros ...82
san que ese shotu detonó algo as( como un "'pánico heterosexual~.
Quién sabe, tal vez, quizá. El escenario está 1nontado:
Quince días después de ese improbable conato de fuga, cuando
Charcot lo autoriza a traducir sus Leccio11es de r1eurologfa, él recupe· Pero estarás ansiosa por saber cómo me desempe ñé en tan ilus-
ra su aplomo y de in1nediato suella con la fa1na y la gloria, fantasean- tre compañía. Muy bien; 1ne aproximé a Lépinc, cuya obra cono-
do casarse con la hija del maestro, la robusta y corpulenta Jeanne. cía, y luego hablé con Strauss y Giles de la Tourette'•s. Acepté
Esto nos lleva a uno de los platos fuertes de la estada de Freud en una taza de café ofrecida por la señora Charcot, después tomé
París, la velada social c1'l casa del Maestro: cerveza, fu'!'é con10 una chimenea y me sentí a mis anchas, por-
que el ambiente era muy informal y nos prestaron mucha aten·
.. Richctti, que hasta entonces venía usando ropas desaliñadas, ción a nosotros, los extranjeros ... En un determinado n1omcnto
fue persuadido por su esposa de que se comprara pantalones y un me convertí en el centro. R(lchcttil conversaba cortésmente con
son1brero nuevos; su sastre le dijo que para una fiesta no era ne- la Señorita y la Señora Charco\, y ésta de pronto quedó entusias-
cesario ir de levita¡ por lo tanto, fue el único invitado que no esta- madísima e informó: "Qu/il parle toutes les langues" ... Et vous
ba vestido para la ocasión. 1\1i apariencia era impecable, pero yo Monsieur?..-pregunt6 la Sra. C harcot, dirigiéndose a mí ...Ale-
cambiaría la infeliz corbata blanca por una de las bonitas corba- mán, inglés, un poco de español", respondí.~ francés muy mal".
tas negras de llamburgo. Ta1nbién con'lpré una camisa nueva y ... Charcot agregó: ·u est trop modeste. JI ne lui manque que de
guantes blan008, puesto que el par lavable ya estaba gastado. Me habitrrer un peu l'oreille". Entonces admití que muchas veces sólo
hice recortar la barba, dejándola medio hirsuta, a la moda fran- comprendía medio minuto después, y comparé esta deficiencia
cesa; en total gasté 14 francos para esa noche ... Tomarnos un ca- con la tabes, lo que cayó muy bie n83.
rruaje cuyo costo dividimos. R. estaba terriblemente nervio.so, y
yo muy calmo con la ayuda de una pequeña dosis de cocaína. Fui- "Tabes", ingeniosa salida del Witz freudiano. Con habilidad con-
mos los primeros convidados en llegar después de la cena y pasa- sigu? usar el canal del que dispone para hablar con Charcot: la jerga
mos el tiempo admirando los 1naravillosos salones•14.&1 • módica. Por otra parte, Eyguesier t ie ne razón cuando dice que Ja co-
calna ocupó un lugar dcstacado8<. El propio Freud le rinde homenaje:
La carta continúa con una detallada descripción del gabinete de "Éstas fueron mis hazañas (mejor dicho, Jas hazañas de la cocaína),
Charco\: que me dejaron muy satisfecho"85. En esa reunión, la droga mágica
destrabó s u lengua. Entre los invitados estaban además de Strauss
El gabinete es tan amplio como toda nuestra futura casa, una sala Upinc y de la Tourette, Brouardel, el médico l~gista, Brock, rcnon'l~
digna del mágico palacio donde él vive. Tiene dos partes, la mayor brado astrónomo, y un joven hijo de Daudct. En la reunión siguiente,
Freud _conoció a Alphonsc Daudet en persona: "Un semblante magnl·
fico. Figura pequeña, de cabeza estrecha con una abundante cabello-
"'13. Leon Chertok, '"Freud in Paril{: a crucial st.ogé'", / nt. J. Psychotrrl(zl.,
1970.
.; "'14. Richet.ti era un médico austriaco que ejercía con éxito en Venecia. 1
r-.l Y su rnujer eran amigos de Frcud. que los encontró en Parí.!J. Por otra par- • 15. Oiscipulo d e Charcot que dio su nombro a una de las psi~is más
te, ¿t..cnío t'rcud un deoler en ltl Ciudad Lu7.? cxtrattn.a e inofensivos. caract.cri7.8da por accesos de ooprolnlio.

200 201
ra ntgrn y ondulndo, lnrga barba, rasgos fLnos, voz ~onnnlc, y muy Es algo que co la mucho más hondo: se trata del daimo11 de Frcud.
vivnz en sus movinlicnt.os..M. Jeannc Charcot tocó el piono ft In horn Por otra parte, él tiene el hábito (una forma de coraje) de hablar de
del armagnac. las coso.s que nosotros callamos, de nuestros fanta8e09 Es muy 1irn·
Jeanne tenla veinte años y hablaba alemán corred.amente Bajo pi~, todo• queremos casarnos con la hija del patrón para después
y corpulenta, tenrn un parecido casi ridículo con su pndrc. "'Ahora tnunfor en Hollywood y compartir la cama con Madonno
bien, si yo no estuviera de novio y fuese aventurero. me tentarla Aquí termino.o las andanzas de un judío en la corte del Rey
aprovechar In situación, ya que nada es más peligroso que unn joven Charcol
con 108 rasgos del hombre que admiramos. Entonces me convertirla
en objeto de burla ... me¡or dejar las cosas como están, a fin de cuen·
tas""'. La inefoble Roudmesco no podía dejar de comentar que, •o fin
de cuentos•, fue mCJOr o.s(. No quiero ni pensar lo que hnbñn 1ido de NOTAS
Sigmund Freud sí hubiern cedido a sus tentaciones n1undo.no1. "'En
una mnñonn de prin1nvcra - fantasea Roudinesco- se hnbrfo caso.do
con In hijn del maestro Charcot, una joven gordita, fea y muy rico. El l . Ucrtrond RuNell, H11l6ria do fi'osofia ocidental, 1982, Um11l10, ~A11-
torn Uoiveroídndo de llrMilio, 111, pág. 57.
explorador del inconsciente se hobr hl t ransforn1ndo en e l yerno del 2. J. D. Cnrcío Bocea, Antropología filos6(ica contcrr1poninro, 1982, Bar--
inventor del concepto do neurosis histérica ... "88. ¿Serín perverso de rni rolonn, Anthropo&, CA1>ítulo J[.
parte conjeturar que Houdinesco está pensando en Jncque• Aloín Mi· 3. Koytó, Con11i<Jrra(M110bre Descartes, Lisboa.
Jlcr?· 18 4. Sergio Cordogo, ·o home.m, um homem: du hunu.tni1uno rtnoce11tiat.o u
Ésas ROn lo• "fanta•ías Schnorrer'" típicas de Frcud en In época. ~1ichcJ de 1'1onta.lgne·, ~rt11rbador mund-0 nouo, 1994, Slln Poblo, Elcutn.
Schnorrer se puede traducir como -·m endicante• (Emcst Jonea) o ...pa. 5. 1... A. Cnre1n·Hor.n, ,...rtud e o inconsciente, 1988, Río de Janeiro Zohar
rásito" CSnntia¡¡o Oubcovsky)ll•. Hay algo de ·aprovechodor• en un pdg. 26. • •
Schnor,..r. Se trola, en el caso de Freud, de •fantasías oportunistas". 6. E Rodnguf, "'Pa:icanalite como arte marcial•.
Tenemos un buen ejemplo en s.u relación con los Richett.i El matri · 7. L. A Com•·Roza. op. <iL. pdg. 28.
monio era muy afecto a Freud y no tenia hijos, lo que dcspcrul la fan· 8 . Renato ~fez.an. Frtud. ~nsodor da culturo, 1985, Bru1hento, pég.
tasia de benofic1anie como herede.ro. Otra fantasía de es!Al tipo consui· 103.
tfa en imoginrir la siguiente escena: los caballos de un camutje corren 9. Poucoull, ll1.t6na da lowm. San Pablo, Penpoolh-a, 1993.
desbocados; Sigmund, vohentemcnte y con suma h.obilidad, domina 10. L. A. Cnma·Roza, op at, plg. 29.
11. Honn ~· Ellcnb<rgor. TM Di11COVery o( lh< U•<01t1<1ou•. HYIO, llaoi<:
los anímale• y evito. el desastre. Entonces un mognffico penonajc &ou, Nuevn York. pq. 111.
desciende del carruaje, y le dirige estas palabrrui: "Ha aolvodo mi vi- 12. Zeíenno Rocha, Fr~ud: opr-oximo~s. 1993, Pernambuco, UFPE,
da. ¿Qué puedo hocer para recompensarlo?""' páp. ITl-8.
Tengo unn tcor(o - frcudiana por cierto- según lo cual el lodo
fuerte del hombre es su lodo débil. El saber comón dice que en cosa ' 13. Eli.aabeth Roudine8CO, H1atóna da JMicandli1t no >-.mnra. A baJalha
d01 e.cmº"°"· 1986, JI, Río deJaneiro, Zahar. pág. 88.
de herrero cuchillo de pnlo, lo que intenta explicar que nuestra fuerzo 14. Jaquelinc Corroy, "Peut-on fairc de l'histoiro de l'hipnoser, R~uue
esconde nuCRtrn ílaqueza. Freud es un hombre espléndido que alber- l nternationalt df! l'l/iftou't <h lo Pl)...:hona,yse, 1993, VI, pág. 216.
ga unn cierta • incscrupulosid ad a mbiciosa•. Él mismo re flexiono so- . 16. J. Broid,,Nturo.hJ111nology or tM Rationale o( NtruoutJ Slcep Con1ide·
bre e l asunto: "Pero lo llamativo en lodo esto es que d illcilmcnw oxis· rtd in Rtlotion ";1tJ1 A111n1al Ala,gnetisnt, 1843.
ta a lgo q ue rechace más que e l pensam ie nto d e ser e l protegido de IG. L. Chortok, l'//y¡mo,., 1963, pág. 78.
J7. Citado en Jli•toire do hypnMe en Frona:, 1967.
alguien ... Mí cnrác!Alr se adapta poco $1 p apel de criotura protegi·
18. Alain de ~tijolln, "Loa orígenes de la práctica p11ico1uu1lítico·. lli•k>·
da"9 1• Serlo un error interpretar estas frases como simple negación. na dtl p11coon.db•11, Bucnot Airos, Granica., p..í.g. 28.
19 .Jean Ph11ippc Oelcuz.e, Hittoire critique du mognl t11m4! on1mol
18 19. •
20. lb!d
• 16. Jeanne e.ttt.oba en.a.morada de Léon Daudel, hijo de AlphonM Dau• 21 SE, XIV. 1>4. 12
de1, poro fl pttf•ria o la Dltlla de V-ldOr Hugo CElisabeth Roud1n«<0. H1M6- 22 Alfrod do Vi¡ny. JournoJ d"un potu.
no do P6tCOt16l1« na Fronro. A bol.olho d04 um ono., 1986, vol 1, Z.har, 23 SE, XVIII. P4 265
plg. 321. 24 Jaquth~ CarTOy. •Peut.-on faire de llaistoire de l'hipnOM-r-, &11u~
1llÜ:nt4tKNtal~d~l'H••loc~cklo Pqchanolya. 1993. VI, pc1( 215
•11. FNud u.a el ~rmioo voriu ,-eces en su ClOl'ftt'pondenaa con FhMt.

202 203
25 Abo.lle dt llnrln· IN la cauie du SQmmtil lucuk. ou lf1utl1t de la nalu· 61. Corto de Freud o ~1nrtha del 21 de junio dt! 1882, c1l.tldn por EnH.'•t
"'d~ l'homm«!. l'Ari.t.1906. citado por Alnin de t.tij-oUa, op. tll., pdg. 35 Jont1, op. c11., J
26 El11<1b<Lh Roudoneoro, op. c1l, 1, pág. 51. 62 A Qu1net., ·A hlilena e o olha.~. .Polo, 1987.
27 !bid
23_ Au~n Gauth1tr, 17o11i prot1qw du '""1.lf'nila1~ t du .amnamboult.t·
63 Eh..abelh Roud1neaco,op.
64 Jbld • Piie 40
'''··l. pág. 57.
,,.., Paril. 1845. - . 309-5'1 • 65. Carta dt Jo"ttud a Atan.ha del 24 de no...iembre de ltU~5. !i1RMund
29_ Ph Juhtn. i•appoN frrudi4!n · EUm~nts pour unt tneyclopidtt d~ lo F~ud. C-0NY§pond~ncaa di amor. pág. 219.
poy<Mnol••· Po•"" Kaufmann y colaboradores. 1993, Pan., Bon!Ju, pdf 162 66 L. A. Cama·Roia, op. coL, pég. 32.
30. P Bnquet-. Tra.1tl~lanaqtat/l.Mropiutaq~tk/'huUnt, PaN, 1859 67 K K Lcv1n. F'TPud: a pntMtro psko/1:tgUJ du nitul'Ollt•. 1980, Kío de
31 M. Fouceull, H1Kl0<1'tk la fo/,., París, 1972. Janetro, Zahar. Piie 48
32. Eh.. b<t.h Roudon.,..., op. c11., I, pág. 44. 68. L. A Coraa·Row. op c1/., pdg. 32.
33. Erncal Jont•, A 1.11da e a obra dt Sigmund Frtud, R10 de Jane1ro, 69 Eht.11belh RoudinCIJOO, op. cit., 1, p..~g. 21.
lmugo, 1989, 1, p<I¡. 87 70 SE, 1, P<lc 10.
34. C11ru1 do t"leischl · ~1orxow a Freud, probableo1entc de Junio d<" 1885. 71. f\1 . iloucault, op. td.
35. St1ntingo Ou~vsky, La triple vida $tx11al dt Frt11d. 1983, Duenoa 72. K.. K Lcvin, oP· c1I., pág. 50.
Airea, Lll Anwrcho. f)<lg. 116. 73. L A Ourcio·Hozo, op. <it., pág. 34.
36. Sf~, I V.¡Jdg. 195. 74. O. f\1annoni, J.'reud e a psicanalise, 1976, p(t.g3. 3S·3G.
37. Sf:, XX, pág. 11. 75. Sf;, 1.11ág•. 41·57.
38. 1-:li.suOOlh Roudinc1:1co, op. cit., pág. 17. 76. Ciwdo por Alo in de Mijolln, op. ciJ., pág. 32.
39. lbod. 77. SE, 1, pág. 137.
40. J ~l. Chnn::ot, Ufon• du 1nard1 ó lo Salpétrilrt. vol l. 78. lbld
41. f:hsobclh Roudine1co, op. cd., 11, pág. 88. 79. SE. XIX, pt\g 192
42. L. Chertok, ·Freud in Pans: a crucial sta.ge•, Jnt. J. P1yeh().-onol.• Vol 80 f;m~c. Jone., op_ cit., l. pág. 193.
51, l'artA! 4, ""' 516 81 Cann de Frcud a P.lart.ha de1 20 de enero de 1886, S111mund >'rYud.
43 Cartu de Freud a Mort.ha del 19 de octubre de 1885. S111mund F,.ud Cornt•pon<Unc10 tk omor, pép. 232-4.
Cornt.,,..<Uncw ckamor, 1981 , lmago, Ríode Jan<iro, pég. 207. 82 lbid
44. lbid 83 !bid
45. Carta de Freud a Mortha del 21 de octubre de l88S, 1bid, polg 210. 84 P Eygue-1cr, Commtnl Pnud ckcint drotJl'nlUI, Nava.nn. Pan:t., 1983,
46. Carta de Freud a Minna O.maya, ibi<L pág. 223. pdg.44
47 Carta de Freud a Mart.ha del 5 de diciembre de 1885. ª"'da en Er- 85. Carta de Fr<ud a Man.ha del 20 de entro de 1686. S1grnund >r.ud.
neot Joneo. op cit, 1, pdp. 198-9. Corru,,.,,d<ncia tk omor, pdp. 2324.
48. Cana d• F'reud o Martha del 19 de octubre de l88S,S111mund ~·rtud. 86. !bid
Corre1pondl11tra dt omor, pág. 206. 87. !bid • pág. 235.
49. !bid. pdp. 206·7. • 88. Ehsabeth Roudine-aco, op. cit., l.
50. !bid • pd¡¡. 207. 89. Santin.go Duboovsky, op. cit., pág. 57.
51. L. Chertak, ibld., ptl¡¡. 516. 90. SE, VI, pá¡¡o. 149·50.
52. Corto do 1-" reud n f\1ortho del 26 de noviembre de 188G, S1g1nund 9 1. Corta da fo'reud o ~l ortha del 2 de febrero de 1885, S1g"u'"'' F~ud.
/o'reud. Cor1'!apo1ul~ttcra de Otnor, pág. 221. CorrteJ><»1d~ncia de nn1or.
53. Ct\rtn de Jo"rot1d n Silboratcin del 9 de &ét.ie1nbru do 1875, Lcllrtl de
jeu11e1M, 1990, Porí1, Gollimnrd, págs. 170·1.
54. Cortn de frcud o f\1ort.bo del 15 de octubre de 1885, cilodrt por Er--
neot Jon... op. cít.. 1, f)<lg. 193.
55. SE, 111, pt\f. 12.
56. lbfd
67. Cano de f"reud • ~lnrtha del 20 de octubre de 1885, Si1n1und Frtud.
Corrt,pondlncui d~ omor, páp. 2()8..9.
68. Jefrrey Mouaoo,.rr M....n. El a.aolto o lo wrd4d, 1985, Barttlona,
Se1x Bamil, pq,. 38-19
69 SE.111.polc 18
,
60. C.rta de 1-~tt:ud a ~t artha del 24 de noviembre de 1885, S11mund
FJTud. ~·pondlnao d~amor, pág. 219.

204 205
Mnthilde, nació en elffi casa en octubre de 1887; fue el primor vll•lago
que llegó ni inundo en lo Cosa de Expiación, ratón por In cuo1 el En1-
perador envió un bonito jarrón y una amable carta do fclic1tocionei;
por lo nueva vida que 8C iniciaba en un local donde hobfan pct'\.">Cido
t.ant4s'
CAPÍTULO 11 Las mon1obras militares duraron un mes. El batallón de 1'..rcud
íue env1odo a Olmuu, pequei\a ciudad en Morav1a no muy alcJadn de
LUNA DE MIEL EN LÜBECK Freiberg Semc10 duro para un civil de ciudad, sólo acoetumbrado o
108 - por In R1n¡;strassc. Mucho más pesado que el IM!rv1c10 mih·
lar realizado ec1.s nnos antes. Después de iniciar el dla o los tres v
El c'.l.~nnlit.•nto no fue un acto premeditado. "Siempre Juzgué util media con el toque de diana, marchaba sin cesar hasta un olntucrz~
1ncditnr ((ko( pro"\ y los contras a.1 tomar una decisión d~ poca monto tnrdlo, horo de inlcmr las consultas médicas. Mortha, motcrnolmenw
Pero en cu('tol 1<Hl<.'tJ esenciales, tales como escoger con1pañcrn y profe· solícito. recomiendo: "No marches muy rápido""· En cnrtn H Orcu('r,
stón, 1;1 dctc_•rrn1nnc1ón es inconsciente: sale de alguno porte de nues- Freud obre su atribulado corazón:
tro inlt·rior 'fodns lth; dc."Cii;ioncs trascendentales de nuct1trnK vidnto'
deberíno r<•girfl~ por lnff necesidades interiores, profundas, de nuestra Aquí estoy, ntodo o este horrible agujero -no puedo pcnitor en
naturalt•zn.. 1 • "'N<.•ccKidod interior": Freud está hablando dt.1 In ~tica n i nguno otra manera de describirlo ... Lo único notnblo do CHtn
d1•i:it.•unt('I. ciudad es que ello no tiene idea de lo remoto que es'.
l~n lo
1Jrimov<•rn de 1886, las perspecti\'aS parecían tnn inciC'rt.ns •
como !-lu.·mprt.• ltnbfn que hacer algo. De modo que el domingo de PnK· Pero In cnmpnfta tiene su lodo lúdico:
cua In cd1ciún matutino del /\'eue Freie Press t.raia en sus not1cing lo·
coles un P<'querlo párrafo que dccla: "Herr Dr. $1gmund Freud, Do Jugamos a lo f:UCrra todo el tiempo, una vez. ha~t.8 8in1ulurnOK el
cl'nte dl' Enft•rn1edod<"!ll NC'rviosas en la Universidad. volvió de su sitio o una fortalczo, y est;iy desempei\ando el papel de oíiciol
viajo do ••tudioo en Parfs y il<-rl!n, y atiende las consult.ru! en el Rath· médico, d1htr1buyendo impresos que muestran hcr1da11 hcd1on ·
hau<•I"""º N" 7 entre lo 1 y JOB 2 y media" Breuer y Nothnagel le du. En cuanto mi bota.Llón emprende un a.salto, me tu1nbo con
envían pncientt"9. algunos de los cuales pagan, y aunque continúa con mis hombrea 1obre un terreno pedregoso. Los cartuchos ~n dt
bll"> invci;tigacione~ en <'l nuevo laborat-Orio de anatomía de ~teynert. íoeuco y 108 comandOd!, íal8"8. Ayer el general pasó cabalgando y
su princ1pnl pl'C!O<Upación es gonarse la vida La "Batallo de Viena·, ducr "¡Soldad06' ¿Qué sucederfa si esa munición fuese verdndcm?
como º'"'"be o Martha, conhnuobat. Cuando todo cstoba pront;i poro ¡Nadie est.orla v1vo!-.
la victoria final, otra mala noticia Uega por correo~ Freud <!ti convoca·
do premoturnmente paro. un mes de maniobras en el cjérclto Eao 1m· Pobre Freud, omctrallado en una guerra imoginnrio. ~Ido •u
plicaba gn•t06 en equ1pamicnt4 y también el lucro cesante de más de opinión &obro esw grupo "artificiar llamado ején:ito:
un mes. Él no cstobn dispuesto a permitir que el nuevo hecho obHtO·
cu1izora sus planes. Frou Bernays, por su lado, y como ya vin1os, se Un oficial l'B una criatura miserable. Envidia o 8UK iguo108, obu-
horrorizó por lo dcrnuru y le envió In fulminante cnrtn .. Querido Sigi" sn do sus subordinados y tiembla ante sus superiores; cuanto
que hemos ci•.ndo. más alto está, mllll mic'Clo tiene. Me desagrada proíundonwntc te·
Rci:Jtnbn el problcmo de In vivienda. Los dcparton1cntos que visi- ncr mi vnlor C'scrito en una etiqueta, como si yo ruct4o In 1nuceira
tó estaban fuera de •u alcnncc. Finalmente, Frcud se ente.O de que do olgl)n product4.
era fácil conseguir un departamento en la recientemente construido
Kai.serliclrta S11(tu111.11hauss, conocida como Siunlurhauss ...Casa de 18 A C?ntinunción Freud le confiesa a Breuer, por primera vez, eitn
expiación•, que el Emperador habla erigido en el local del' tnst<:menlA! cosa fntimn que es su neurastenia.
célebre R1n11tlttattr. en cuyo incendio murieron más de qu1n1cntas
pcrl'\OnaR . Poco1 querfan ocupar un edificio marcado por su nefasto Pero serla ingrato no admitir que la vida mihtor, con Hu inev1
p.1sado Freud le preguntó a Martha si ella compartía la supen1t1c16n 1-?-blo "deber", ea muy buena para la neurastenia Ella dc110pnrc·
1mp<"mnw. L.'\ novia u"6 el flamante servicio telegráfiro paro dar 8U c16 en la primera gemana. Toda esta historio está por oc.abar,
acuerdo Se hit.o la reserva El depanamento tenfa cuatro cunrto~ L3 sólo íalton diei dfu ... y habré olvidado esta.s cuntro aemano ..
dírttción : ~lnriotheresi('nstrasse. N• 5 . La hija mayor de Freud. locael,

206 207
Freud volvió a Viena para colgar el uniforme, y partió a \Vands· Treinta AJ\os, ~sa matanza particularmente cruel del siglo XVII, pasó
bck al dla siguiente. Verificó que el sueldo habla sido la mitad de lo a ser el paradigma d~ l~ guerra religiosa que desgarró a Europa. En
previsto. de modo que tuvo que escribir a ~1inna Bcrnays pidiendo di· ella el desastrado Cnst1án IV fue lle vado a capitular en ... iLübeck!
nero prestado para el viaje. Consiguió a duras penas comprar el rcga· Queda abierta la cuestión de si i.~reud capitu la o la lucha continúa en
lo de casamiento: un bello reloj de oro. "Pretendía comprar un collar las playas de Lübeck, playas sobre las que el poeta Pope cantó que en
de coral para su cuñada, pero co1no el embajador portugués no le pa· "'sus eternas sonrisas, su vacío traicionaba"l6,
gó sus honorarios, tuvo que desistir de ese presente"'8. Pocos días después partieron para Travemünde cerca de Lübcck
Hasta el último momento, la religión fue el "punto máximo de ta.m bién en el Báltico, donde pasaron la mayor p~rte de Ja luna d~
teosión"'9 en la pareja. ~1artha pertenecía a una familia religiosa de miel. En ese verano de 1886, la temperatura en todo el norte de Euro-
Hamburgo. Su abuelo había sido amigo de Felix Mendelssohn y gran pa fue una de las más cálidas del siglo.
rabino de la sinagoga mayor de Aussenalster. Los Bernays seguían Luego, de regreso a casa, pasaron por Brünn para agradecer a la
las reglas de una ortodoxia severa, mientras que Frcud era un ateo Ua Lea, que con su regalo de 300 dólares hizo posible el casamiento.
"comecuras", decidido a alejar a su novia de todo ese disparate celes. Finalmente, el l• de octubre do 1886, llegan a Viena, donde "la egposa
'º·
tial Aunque el casamiento civil, en el cual insistió Freud, era sufi· fue calurosan1ente recibida por los amigos de Freud y luego se sintió
ciente en Alemania, la ley austríaca exigía u 11a ceremonia religiosa. enteramente a gusto.., según nos informa Jones, que agrega: ..La es·
El casamiento civil tuvo lugar el 13 de setiembre de 1886, en la alcal- posa tenla entonces exactamente 25 aílos y el marido 30. Pareja bien
día de Wandsbek. "'Sesenta y cinco años más tarde la novia todavía par~1da. Freud e ra buen n1ozo, delgado pero vigoroso, con una caOO.
recordaba vfvidamente el comentario que había hecho el funcionario za bien confor1nada, rasgos regulares y ojos negros brillantes. Medía
acerca de la forma decidida en que ella estampó su nuevo nombre en un metro setenta de altura y pesaba poco más de 64 quilos.
e l registro, sin la menor vacilación ..J 1. Frcud pasó los dos días previos Jones pinta. un casamiento color de rosa: ..Freud por fin había al·
en la casa del tío Elias Philipp, ejercitándose en las oraciones hcbrai· canzado el puerto de la felicidad ansiada. Se conocen pocos casan1icn·
cas que debe ría memorizar para el casamiento religioso. El novio, tos más exitosos. ~1artha resultó ser una excelente esposa y madre.
conjetura Joncs, probablemente tuvo que morderse los labios debajo E·r a una ad1nirabJe administradora -el tipo raro de n1ujer que consi·
del baldaquín ritual do sus antepasados 12 • guc conservar indefinidamente a las emplead as- pero nunca fue una
La cere1nonia fue realizada en la casa de Emmel.ine Bcrnays. Da· Hau~frau que diera más importancia a las cosas que a las personas.
da la simplicidad del ritual, el traje de rigor fue sustituido por levita El bienestar y las conveniencias de su marido siempre ocuparon un
y chistera 13. La pareja, después de la ceremonia, partió para Lübeck, lugar destacado. En los primeros años, él solfa d iscutir sus asuntos
localidad del Báltico renombrada por sus vastas playas en la marca con ella por la noche, pero más tarde no era posible esperar que
baja. Lübeck ocupará un papel importante en el segundo sueño de la acompañase el vuelo de la imaginación de su n1arido•11.
serie romana, interpretado por Crinstein como una forma de alcanzar Luego los hijos comenzaron a Uegar. Despuós de un año, tuvieron
la Tierra Prometida 14 • El flamante matrimonio redactó una carta noticias para la familia. E l 16 de octubre d e 1887, Freud escribe a
conjunta para En\melinc Bcrnays, alternándose en los párrafos, de Frau Bernays y a Minna en \Vandsbek:
una 1nanera que anticipa los "'cadáveres exquisitos" de los surrcalis·
tas''. Jones nos cuenta que la parte de Freud terminaba así: "Dado Estoy terriblemente cansado y todavía tengo que escribir muchas
e n nuestra actual residencia de Lübcck, en el primer día de lo que es· cartas, pero ésta tiene prioridad. Ustedes ya saben por el telegra-
peramos revele ser una Guerra de los Treinta Años entre Sigmund y ma que tenemos una hjjita, Mathilde. Pesa 3 quilos y cuatrocien·
Martha" 15. tos gramO<!••.
¿Por qué guerra? A primera vista, suena a la t"ípica salida de un
marido machista, de los que dicen "mi peor es nada", una salida que Acota:
<'Stá a leguas de las perlas del amor cortés. La cosa resulta histórica-
n1e nte interesante. En primer lugar, set.rata de una obvia alusión al Martha se sintió en seguida muy bien, comió un plato de sopa,
problema religioso, exacerbado por el casamiento. La Guerra de los quedó inmensamente satisfecha cuando le mostraron el bebé y en
m~d10 de la devastación fisica y moral causada por taJ aconteci·
miento, ambos nos sentimos muy felices. Vivo con ella hace 13
me~ y nunc-a cesé de felicitarme por haber tenido Jo osadía de
• l, "Cadáver exquisito", texto grupal en que cada participante escribe la pedirla en matrimonio aun antes de conocerla; desde entonces
frase que se le ocurre. doy valor a la preciosidad que gané, pero nunca la vi tan majes·

208 209
tuOil-3 en su •i1nplicidad y bondad como en eso ocasión crfticn que. está delante de mi, estoy pegando una lámina doblado En codn
a ÍU\ de cutntM, no permite ímgimientos. Estoy muy ícl1z 1• ejemplar eet.á Pl"t'IO un espécimen disecado de la planta, como si
fue1!C un herbario21•
El 6 de diciembre de 1889 nace Jean Martin, MÍ llamado en ho-
menaJe a Cha~t El 19 de febrero de 1891 nace Ohver, ""( llamado Freud neocia •Esa mañana había vist.o uo libro nuevo en la vi-
en homenl\)e a Cromwcll, antiguo héroe de Freud. driera de una hbrerfa, titulado El Gema Cú:'4men. Loe cichlmenea,
Mucha agua corrió Danubio abajo. Freud le escribe a tu nuevo pen&<', son loa Oore1 favoritas de mi mujer, y me reproché por acor-
amigo FhCM: •¿Qu6 ha hecho usted además de la rese~a de m1 traba· darme tan pocos veooe de llevarle las Dores de su guito'''. Otra cade-
jo? En mi caso, "'m'8• significa un segundo varoncito, Olivcr, que ohe>- na asociativa lo llevo al tema de la ambición: "De pronto recordé que
ra tiene tJ"C't mesca'"20. yo había eaerito alguna cosa semejante a una monc¡¡ra{(tl l<H>re uno
Al cuarto hijo lo llamaron Emst, en homenaje a Bruckc; pal!Ó ca· p'4nto, una di11ertación sobre la coca, que había llamado In atención
si inadvertido: au nacimiento, el 6 de abril de 1892, no es mencionndo de Carl Koller sobre las propiedades aneslésicu de lo coca!n•""'· La
en la corl"C8pondencia con Fliess. Sólo hace su debut epistolar cuatro cocalna se vincula con la ambición y ya vimos que él luego culpará a
años más tarde, por unn amigdalitis que comparte con 8U hcrrnnno Marlha por haber arañado la fama sin llegar más lejos. El sentido del
Mar tin•1. Sophic, lu bella Sophie, nacida en 1893, aparece tres ono• sueno es 1>erfcctomcnte claro para Fromm . El espl!cimc11 soco do In
después, pero hace unn entrada triunfa) cuando se caso Rosie, lo her- plontu cxpre&o el conílícto central. "Una flor es símbolo do nmor y
mana de t'reud. ¡t¡ escribió:• ... lo más adorable del CMtllniento .. . fue alegría, espccin.l mcnto cuando es la flor favorita de su mujer ... Pero
n uestra Soplterl, con los cabellos enrulados y una b'llirnalda de no- la planla de coco representa el interés cient!fico y su ambición. ¿Qué
moo)videe en la cnbezn"'22, sucedió con l as norcs del amor? Él las prensó paro colocorlos en un
lt1ucha agua, de hecho, corrió Danubio abajo. Lo majestuoso herbario. Convirtió el a.n1or en tema cientffico, quedando seco y C8t.é·
Princesa Mnrtho se convirtió en Frau Freud, señora hamburlf\-1eea de riJ en su vida conyugal ....
acento cerrado y útero nbierto. El casamiento marca un antes y un El amor. 11.n duda. se marchitó. El amor, canta Viniciua, es eter·
después. Antes, tenemos un novio apasionado. palodfn celoso del no mientro.s dura Pero no coincido con la interpretación de Fromm .
amor que 1!6lo t1e sublima en sí mismo; despu~. un mando e.¡emplar, No creo que él haya 11do dcsviado por el herbario de la ciencia El lér·
de gentil compai\fa, sexualmente tibio. Fromm observo. con ro&ón, mino •inter& c1enUfi.co• no da plenamente cuenta de la encrucijada:
que en las ca.l'IM a Flieu, ese espejo confidencial de Froud, las rola· la apue1ta del Conquistador Froud era mucho más alta, en la btlJlque-
cionea maritales "'nunca son presentadas como fuente 1mportftnte de da del aecreto del alma. Por otra parte, su amor, riwmábco, oc destiló
íelicidad. P.lartha es rara vez: mencionada. salvo en fralCI convencio- en la olucina.n te ami&tad con Flies.s.
oalea"2J. Ella aparece como un dato ginecológico para confirmar las SI, la pa11ón sa marchitó. Lo que, por otra parle, no ee de extra-
tablas do loe bionitmoe do Fliess, en cuant.o a los perfodoe menstruo· ñar. Casi todoe preaupo.nen una Jcy e.ntrópica en el alambique mari-
les. Esto contrasto con el detallismo de Freud cuando escribe sobre tal. El fuego del amor se consume como un petardo, peor todovfa, co~
ideas, pacientes, cigarros, éxitos y reveses. Sus cartas, tan revelado~ mo u n buocopié. Recuerden la famosa carta de la "cocaína en el
ras, hablan con frocucncia del vac!o, del tono gris do la vida cotidiana cuerpo•: "Ay do li, mi princesa, cuando yo llegue. Voy a besarte hasta
de un hombre cuyo demonio lo arrastra a las profuodidadoo do lo ~o­ que qu00e8 bien ruborizada ... "30 La cocaína en el cuerpo ero pasión,
lcdad. Froud trobajoba do ocho a una, almon<aba, daba un poseo, vol· ero. transgre•ión, cron mil bolas de fuego asediando el castillo de
vía n s u conaultorio entro las tres y las n ueve o diez, poro lu~go aten~ Wandsbck.
de r su correspondencia y sus textos hasta bien avaniadn Jo noche. El 8ucño de la Monograrra Botánica fue soñado en marzo de
Las comidos no parecen hober s ido particularmente socinblcs. Un 1898, eo el momento más decisivo del descubridor que descubre y se
buen ejemplo era su C08lumbre "de llevar la última antigllcdad com· descub~. En aua asociaciones. Freud llega final.mente o una eecena
prado, habitualmente uno estatuilla, y colocarla delante do él como origínaria. "'Un dfn, mi padre como parte de una broma. noe entregó a
acompaft.ante durante la comida". Acompañante silencioeo para un mf y a mi hermano mayor ... un libro con láminas en coloret (dcecrip-
hombre lacitumoM ción do un viaje a Peraia). En el plano pedagógico Oa diversión pater·
Concuerdo con Erich Fromm en que "'Ja expresión más clnra de In na).., dificil de ju1tificar. Yo tenla ent.onces cinco alloe, mi hermana
naturalC10 problem4tica de la relación conyugal tal ve• ee encuentra meooe de tre11 y tengo la imagen de nosotros doe, criaturas, e.n el col-
en el auefto do la Monogralla Botánica,.: mo de la olegrla, arrancando una por una las bojas del libro (como oi
fuera una alcachofa). i::1te es el único recuerdo plútico quo me quoda
Yo habla c.1erit.o una monografla sobre una cierta planta El hbro de ese periodo de mi vida. Después, cuando eatudiante, desarrollé

210 211
una predilección man1f'icst.n por coleccionar ... una pasión fovorita, co.. tenso de su vidn, dentro y fuera del consultorio. Freud ae moderniza.
mo la quo en los pensamientos del sueño ya apnrecc en relación con En octubre do 1895 usa su teléfono recién inst.alado, al programar
el ciclamen y la alcachofa Me volví un ratón th b1b/101tco (8tU:htr· una gran fiesta para celebrar los ocho años de su hija l\fothildo'f.
wurm). Desde que kngo uso de raz.ón, siempre reviví esta primero Freud, dicho sea de p880, fue un padre dedicado, virtud que caca·
pasión de mi vida, c:on esta impresión de nii\o o, mejor dicho, reconoz.. sea entre IOdl hombrea famosos:
coque e<1ta cecena míantil es un •recuerdo encubndo,.. do mi b1bliofi·
Ua ultcrior'°'31 Hoy apuntó el pnmer dientecito de Annerl sin ning\ln mol.,..tar:
De recuerdoe encubridores se trata. El recuerdo del vandali1mo Math1lde ""~ m.comparablemente mejor desde que fue retirad~
del libro·alcachofn remite, obviamente, al primer recuerdo encubrí· de la escuela¡ Ohver, en ~a excursión reciente en lo primavera,
dor: el &laque llCXual con John a Paulinc. cuando te arrancaron lu preguntó, con mucha sene<lad, por qué el cucú cstA siempre ca.n·
flores amorilloa. Trna lo desconsideración con ~tnrlhn se esconden tando su propio nombre•'.
fantaslas sádicos contra la mujer. Freud comienza a deshojar su PO·
sado. Coincido con Anzicu en que "el suefto de la Monogrnfla Botánica Y:
retoma e l movimiento interrumpido, desde la aporici61\ del complejo
de Edipo, do lo rc1ncn1oración de su propia sexualidad infnntil•a2. Mi tropa In paso muy bic.n aquf, en circunstancies bosillnlc fav~
rabies. Pt1i mujer, es claro, está bastante inn1ovilizndo, pero,
En el nfto del dcocubrimiento del Edipo, en la Pnscua, Sigmund y npnrlc de ceo, se encuentra bien dispuesta. Recicnto1ncntc mi
su hermano Alcxondcr partieron de la Estación Sur de Viena rumbo hijo Olivcr dcn1ostró hábilmente su característica de conccnt~or­
a Gorizie, donde comino.ron a plena luz del sol entre cruu1s blnnque.n- ~e ~n. el futuro inmc~iato. Un~ tía entusiasmada le preguntó:
das n la cal, bajo árboles cubiertos de pimpollos albo!!, y sorbieron na· Oh, ¿quO co lo que quieres •er? Y él rcspondíó: ·un chico de cin·
ra.njas y frutas fft'CBA. Estaban cerca de lzonzo, ese rio ambnrino que co a.Jlos, tfe, en febrcro"'J8.
1"\ja de 106 Alpes Julian06, rumbo al mar Adriático. La campiña ila·
liana_ ob6crva Frcud, es muy diferente de la austriaca, má.11 intensa. Aquf tenemoe un buen cuadro del hogar en Berg¡¡asse 19. Mar-
más sudada y alegre. Loe dfu son luminosos, festivos Aal llegan a lha ealli "inmovalizoda", los hijos hacen el espectáculo. Ellos, nos
Aquilea, antigua audad romana con su basílica del siglo XJI En el cuenta Emeot J~ne<I, llegaron a ser adultos sanoe y rob.utos, pero de
museo encuentran una colección de estatuas priápicas. "'Una Venus pequeftoe contrll)eron todas lu enfermedades infantile<1 imagínobleo.
que aparta. indignada. la mirada del hijo recién nacido, cuando le Esto era una fuente de constante ansiedad, pues conviene recordar
mucstran su pene". Mál allá encuentran un •l'rfapo viejo cuyoo geni· que en l.• época no babia lralamient<> serológico para malea como la
tales están cubiertos por un Sileno y que, a partir de entonce&, puede escarlatina, lo viruela y el aarampión. Tal vez la difieria era la enfer-
entregarse a la bebido•, y también "un animal alado con un pene pe- medad m6s peligroan antes del descubrimiento por Roux del auero
quel'\ito en el lugar natural, mientras que las propias olas lerminon antidifiérico en 1894...
en pcn~·33. . ¿Cómo vivía Frcud? Berggosse N" 19 era un departamento e•pa·
Freud -escribiendo o su amigo Fliess- concluye: "'Prfopo significn cu>so pero no suficiente para albergar bien a la creciente prole. Poco
la er~ción p<!rmnncnic, una realización de deseo que representa lo de.spués, en~ncea, alquilaron otro departamento en lo planta bajo dol
inverso de lo ilnpotcncia psicológica"'3". mismo ed1fic10. Alll estaban el consultorio, la sala do espera y el gabi·
Volvom°" ni comicnio de esa década. El amor burguOs so consoli· nete do lectura do Freud. Lugar tranquilo, daba a un pcqucfto jard!n
da a linea de 1891, dcapuOs de la llegada de Oliver al mundo. En el en 108 fond08. El Proícsor, como luego será llamado, pasnba en ese lu·
otoño de ese allo los Freud se mudan a Berggase 19, deportamento gar .la moyor parte de su tiempo. Fra.u Fliess conmemoró la ocasión
que será el cuarwl general por 47 allos. Ahl la familia creció y lns fi. enviando uno muestra de sus trabajos manualesto.
nanzas m~joraron. Unos aftos antes, nos cueot.a Jones, las consult.aa Producto l(pico de una familia judía, a Freud le intcreaobo la
en MariathereaienalraJJe sólo ocupaban el mediodía, y duranw algún suya. La pobreta de los aftOdl SO babia pasado, aunque todavla tenla
tiempo Freud se referfa a los pacientes como ·negros", aludiendo a que sustentar a 1ua padrea y hermanas. Alexander ayudaba - proba·
una caricatura del diario Fliq¡tnth Büitur en la que se vela a un león blemente la "mafia• de Mancbester también- pero aun 881 él tuvo
murmurando: "Med1odla, y ningún negro.... Que Freud explique e<1ta que pedirle un pr8t.runo a p¡¡.,.., '
salida racista Hubo, eeo sr, un aa.lto cuantitativo en las ftnanias. e.o un momen-
El apetito del león eotaba saciado en Berggase 19 Fueron aJloo to que no eoUI bien definido. Un abismo separa al Freud de 1883, pa·
atareadoa. La década de 1890 tal vez represente el momento mál tn· radar una fecha, que pasa hambre en la calle, tfe los tiempoe que

212 213
d..cnbc su hijo Martín, en el bbro Sigmund Freud: nu padn, donde 4. &mest Jonea. A r.:1d4 fa obro tk Swmund Prtud, 1989, Rio de Jane1-
nos informa que la familia teoia. a principios de 11glo, •una ~era ro, lma¡o, I, pág. 201. .
que tM!lo cocinaba ... una mucama que sólo servia la me88 y reobla a 6 Correapondéncia en poder de P.htrt.in Freud, c1tad1 por Jones, ibfd.,
póp. 201·2.
loe pacientes ... una gobernanto para los hijos m(\yorcs y una oiJ\ern 6. lb(d.
para los menores, además do uno empleada que vcnfn diariamente 7. lbid.
para todo servicio'°" 1• •
8. Eme•tJenes,op. cít.. pág.167.
Aun as( había que hacer malnbarismo paro estirar los florines.
9. Pcter Gay, Freud, umo vido para o 110110 ttntpo, 1989, San Pablo;
Erncat Jone~ da detolles do la •economía doméstica" del consultorio. Companhia das Letras, póg. 51.
Vemos entonces que •en mll,YO de 1896 su sala de espera quedó vacla 10. lb(d., pép. 51-2.
por primera vez;, y durante semanas no tuvo ningún pacien~ _nuevo. 11 . Emest Jones, op. tll , l. pág. 160.
En noviembre las cosas todavía eran preocupant.ea, pero en diciembre 12 lbid.
trabojó 10 horas diarias, ganando la apreciable auma de 40 dólares•. 13. lbíd., I, ¡de. 159.
En una semana ganó 250 dólarea, trabajando setenta horas, Y obser- 14. Alexander Gnna~in. ~ '"'Aoo tk S¡gmund Frrud, 1981, Siglo XXI,
vó: •uno no gana eso por nodo. Uegar a rico debe &er muy duro·<>. p¡lg 63.
Esos altibajos no contribuían a su tranquilidad espiritual. $eg\1n 15. Curta citada. por Jon(llf en. op. cit., 1, pá.g. 160.
la fam06o •carta de retractación" del 21 de setic1nbre de 1897, una de 16. A. Pope, Epitaph lnte11<led to Sir /$(1Q.C Nf't{Jton .
las conM..~uencias perturbadoras de su ..primer error" era que no se 17. Emest. Jone•, op. cit., 1, pág. 161.
18. Carta de Freud n Em1neline y ~1inno Bernoy1 del 16 de octubre de
scntfa seguro de estar en condiciones de curar los neurosis; o sea, la 1887, Bnefe, pág. 232.
actividad con la que se ganaba la vida43• "En el mea aiguicnte su pre- 19 Cart.a de Freud a Emmclane y ~1inna Bemayt del 16 de octubre de
sentimiento se hizo realidad. Tenla apenas dos pacientes gratuitos, 1887, Scgmwrd Fnud. ~•pondbtcio ~ OtnOI'", 1981, lmago, Río de Janel-
ademd.1 de él mismo: •lo que hace tres, pero no rinde nada;.-..~. Ou·
ro, ""'· 267.
rantc un ado las cosas continuaron mal y tuvo que permanecer en 20 Carta de Freud a Flo.., del 2 de mayo de 1891, C.,,,.l¡)ONÜnt10 S1g·
Viena porque no podJo íalt.ar a un Onico día de lrabl\ÍO. En setiembre, mund Frtud· WilMlm Fl~u. 1986, comp. por J. 1'1. ~tauon, lmngo. Río de Ja·
en contraste, trabajaba arduamente de nuevo, con once horas de psi- neiro, pág. 28.
conndlisis por día. '"Diez o once psicoterapias por dfo. Naturalmente, 21. Carta de Freud o Fliesa del 23 de febrero de 1896, ibíd., pág. 174.
quedo sin habla y medio sordo por la noche"46• 22. Corta de Freud a Flic.. del 17 de mayo de 1.800, ibfd., pág. 188.
"En moyo del mismo afto el trabajo había cafdo a dos horo.s y me- 23. Erich Fromm, Í.A 1n;1i61t de Sismund Freud, pág. 35.
dia por ella, y en octubre estimó que sus ingresos de 106 wtimos seis ~. ErnestJon.... op. cit., /l. pág. 379.
meeea no habían alcanzado para cubrir los gastos. Buscó entonces 25. SE, IV, pép. 169-76
26. SE, IV, pág. 169.
otra fuente de recunios e intentó emplearse en un sanatorio durante 27. lbld.
loo m"""" de verano, pero no lo logró"". 28. SE. IV, pág. 170
Es diRcil imaginar tama.ila volatilidad en Ja clientela. También 29. Erid> Prtimm, op tll , "41. 38.
cuesta creer en el ritmo vertígino&O de "'ciert-06 dío1• de su vida coti- 30. Carta de Freud a ~tartha del 2 de junio de 1884. no incluida en I•
diano . "'Después de hacer d03 visitas profesionales, empezaba a las Corn1/)0IU);w:io (Emest Jones, op. cít., pág. 95).
nueve y, luego de un intervalo de unos 90 minutos n nlodiodfa, termi· 31. SE, IV, pép. 172·3.
naba a las nueve de la no<.'110. A continuación venía In redacción de Lo 32. Didier Anzieu, A outo·o11dli&t. ck Freud «a dtt«>bcrto do psicandli&f,
intlrpre«u:ión de los siuñoa, la correspondencia y el outoanálisis-. 7. 1989, Ario.. Médicas, Pon.o Alegre, pág. 192.
33. Carta de Freud a fo'"lioa1 del 14 de abril do 1898; <A>rrttpondincio
S11mund i'nud·Wili..lm F/14#, pág. 309.
34 !bid.
35. EmeáJones, oP· <11, 1, pág. 161.
NOTAS 36 Carta de Freud a Fli.., del 18 de octubre de 1896, Connpondln«o
S1gmund Frrud· Wili..lm F11-, p<lg. 146.
37. Carta de Freud a Fli ... del 26 de abril de 1896, íbld., pág. 185.
l. T. Reik, Li&tening w1th th~ Third Eor, pág. 7. 38. Carta de Freud a Fiie.. del 16 de agoot.o de 1895, ibid., pág. 137.
2. Corta a Martha del 6 de mt1yo do 1886. 39. flmclli Jones, op. cit, 1, pág. 331.
3. Mortin Freud. Sismu'ld Frtud, mi podre, Hormó, Buenos Airea, 40. lb!d.
pá¡. 27. 41. Véase el capítulo 111 de Marün Freud, op. cit., pá¡¡a. 33-46.

214 215
•2 Erocat Jones, op. cit.. I, pág. 339.
4S. Corta do Preud o Fl1cu del 21 de 8etiembre do 1887, Corrt•ponden·
cia S1gmund Frtud·W,Jh~lm FI•~••· p._íg. 265.
44. Emeat.JoM:1,op. cit. , I, pág. 340.
•5. Carta de fo''reud a f1aeu del 9 de octubre de 1898. Corrt•pondjnc10
Scgmund Prtud- Wi/Atlm Ff,eu, pá.c- 331
46. Emeot Joneo. op <11 • l. pag 340. CAPÍTULO 12
47. lbld
"¿CUÁL ES LA NOVEDAD?"

¿Cuál era entonces el horizonte científico, a In vuelta de París?


Frcud tenlo rozón al decir que "el Psicoanálisis se desarrolló n partir
de uno bose estricto.mente restringida••. La base de caa bosc era la
psioopntologia. Conocer bien la literatura no constitufo uno ,:rrnn hn·
zaña, ya que eso campo aún permanecía bien limitado. Salvo f\.focbiOs
y Lowenfcld, pocos especialistas podían aportar oigo originnl . Los
únicas fuentes do esthnulo eran Breuer, Chareot y Bcrnhcim, en ese
orden. Tal vez Jonet. En su prefacio al libro de Chorcot, wro11s d11
niardi, Freud sei'\nln lns diferencias teóricas de las e8Cuelos y su pro-
pin toma de posición: "Uno caracwrfstica puede ser explicodn por la
evolución histórica de In medicina cl.ínica alemana: la tendencia a la
comprensión fisiológica de los estados patológicos. Las observaciones
clínicas de loa franecscs ciertament.c ganan en independencia .,rr re-
legar los punto@ de VlSta fisiológicos a una posición suboltema .
En el 1n1c10 tenemos uno ducha de agua fria. Freud volvía a Vi~
na trayendo a Charcot. Dio varias conferencias (una de ellu en lo So-
ciedad de l'liquintrfa) proporcionando un relato informal del viaje, di·
sertando sobre el hipnoltsmo y su relación con la histeria Hoblo.r de
hipnotismo, aventuro Jonea, "'no podía haber mejorado 1u posición
junlO o ~1cynert. paro quien el hipnotismo era anotcma'"l.
Finolmente, el 15 de octubre de 1886 pronuncio su esperada con·
ferencio titulodn "'Histerio masculina•, en una de los célebres reunio-
nes de los viernes de la Sociedad Imperial de Medicino. Presento en·
tonces los investigaciones de los últimos tiempos do Chnrcot sobre ol
tema, que ngrupnn los afntomas hjstéricos en cuatro estadios, aca-
bando con In idea de lo simulación. Expone las conclusiones de lo Sal·
~trit!rc en cuanto n que no hay conexión entre histeria y útero, y que
la histeria put.\()o darse tonto en el hombre como en la mujer. Ejem·
plifico cst.c último t.cmn con un caso de histeria masculina, estudiado
por Charcot y que él mismo observó•.
Jones narra que Freud "quedó profundamente afectado por lo
mala recepción do la que hablo sido objeto"; Bamberger (el preeidenl<l
de la reunión) dJjo ctuc, n peNr de su admiración por Charcot. ""no po-
día encontrar nada nuevo para los médicos vieneses en lo que acaba·
ba de eteuchar" Por otro parte, "Meynert, de manera b..tante altiva,
desafió a Frcud a que probara sus palabras preeentando un CBIO de
h~teria mrurcuhna con los •íntomas típicos de<scril49 por Char<Ot...

216 217
Este evento c1 uno de los episodios tomados por Ellcnbc rgcr y conocían desde mucho antes, de modo que Freud pudo haber P•·
Sulloway para demoler el mil.o del héroe en Freud 6• '. Ellenbergcr en- reeido dC'sprecintivo por ju:..garlos ignorant.cs12,
tra en los detalles del caso, describiendo a la Sociedad Imperial de
Médicos (Ka1Mrlicht Ge1U1l$Cho{I dtr Ante), que era una de laa mb Vemos entonces que, frente al mil.o del genio incomprendido en
reputadM asociacionea médiCM de Europa. Una larga li•ta de médi· su tierra, •urce el anli·mit.o de Ellenberger, que pone, en boca de
coo famOIOI hablan UMdo eae podio para anunciar adelantoe cientlfi· Bamberger, el in1ult.o m'ximo que Freud podio recibir "¿Cu'1 e1 la
cos importantes. Ahl fue donde Nitze y Leitcr exhibieron su c i t - novedad?" Me parece vl.lida la critica de este autor, y tambitn válido
pio, Semmelweiu desenmascaró la infección hospitalaria y Koller y lo que él dice de la hiatcria rnllllCUlina, pero hago una lectura diferen-
Konigstein, doe allO<I antes, anunciaron el uso de la c:ocalna en c1rugla te. Aquí opueato mú al mil.o que a la realidad en bruto: hubo oigo de
ocular". rito do iniciación en esa noche de la Sociedad Imperial. El joven que
La afirmación de Bamberger de que "no habla escuchado noda hablaba tan alto de un Sant.o de otras tierrM mercda ser humillado.
nuevo" quedó retumbando fantasmagóricamente en el mil.o del héroe Tenemos un Froud entusiasmado, mcsmerizado, se podría decir, por
freudiano. Parn el mito, Sigmund Freud era el joven cmi8nrio que Charcot. De vuelta de Parls, venia de pasar su luna do miel en las
traía las nuevos verdades que circulaban en la Salpétribre -como lo dunas dorados do LUbeck. La Sociedad Imperial de Mcdícln&.. en e l
existencia de lo hístcrin masculina-, siendo rechazado y vilipcndiodo corazón científico de Vicno, era el locus ideal paro transmitir au nuc--
por un bando de fósiles vieneses. Pero, según Ellenbcrger, no fue asl. vo sobcr, mc-jor dicho, para presentar una nueva verdad sólo vislum·
En realidad, de hecho, los cosas nunca son así. Las minutos do C80 broda. El hecho de que e l podio fuese el mismo donde Koller 8-0 había
reunión dejan en cloro que nadie cuestionó la existencia de In hiHtcrin consagrado dos aftos antes, sin dudas realzaba e l lugar y la ocaoión.
en el hombre como entidod nosológica. Tres de los cuatro orodorcs Era su gron soírée para lanzar su cruzada: esa noche 8-0 proscntabo
(Roeenthol, Lcidesdorf y el propio Bamberger' 1) afirmaron explicita· decisiva en lo "Batalla de Viena": "El martes di una conferencio en e l
mente la realidad de ese cuadro. Meynert, por su lado, ocobnbo de Club do Fisiologla sobre el hipnotismo; fue muy aplaudida. Anuncié
presentar un ca.90 de histeria clásica masculina•. la millma conferencia de aquí a 15 días en el Club de Psiquiatría y en
Ellcnbergnr enumera tres hechos sobre la conferencia del ¡oven el curso de las próximas tres semanas daré otra sobre mis cxperien·
Freud en Viena· ciaa en Paria en la Sociedad Médica (Imperial). De modo que la bata-
lla do Viena marcha a toda máquina...• 13
Primero, Freud no ae había amoldado a las tradicionea de la So- La recepción más bien tibia de Bamberger, que cuel!ltiona la no-
ciedad, las cuales requerían que el conferenciante introchuera al- vedad, y el desafio de Meyncrt de que presentara un caso de hi1teria
go nuevo (he serla el sentido de la observacido de Bamberg<!r)10. masculina o lo Charcot, representaban un balde de agua fria para la
planeada blit<lrnq¡ dcl recién Uegado, que dos díM ant.. de 1u confe-
De modo que hobrfa aido mejor que Freud hubiera presentado un rencia le escribió a Koller: "l'ienes razón al suponer que París signifi·
caso propio, en lugar de referirse a la casuística charcotiana. Esto lle- ca para mt un nuevo comienzo en la vida. Encontré ollf un maoelro,
va al segundo punto: Charcot, cxoctnmentc como lo había imaginado... • 1•
Con o sin mito, fue duro. Primero el fiasco de la cocafnn, luego el
Freud ae apoyó exclusivamente en la autoridad do Charcot en semifiasco de In hipnosis, para darse contra la pared unn voi mdi.s.
una controvcnJin en lo que no parecía captar las sutHcz.ne de sus Freud no percibió "la naturaleza singular de su hallazgo ... Pero
implicocionoelt, el silencio con que míe comunicaciones fueron recibidas, el vacío quo
se formó a 1ni alrededor, las insinuaciones que me rodcnron , hicieron
Para Ellenbergcr el tercer punt.o pesa más: que poco a poco comprendiera que no se p uede esperar que los con·
ccpciones sobro el papel desempeñado por la sexualidad en la eLiolc-
Es muy poeible que fuese irritante para esos neurólogos oír que gfa de las ncurosi1 teogan la misma receptividad que otras comunica·
Charcol había descubierto que la histeria no es fingimiento ni cio.nea. Comprendí a partir de entonces que yo mo contaba entre
una enfermedad de lndole genit.al, hechos éstos que 101 vieneses quienes habían •perturbado el sueño del mundo•, como dice Hel>bel, y
que no podía contar con objetividad y t.olerancia""·
Loa genioe perturban el suello del mundo. El mito del héroe cien·
tf6co, cuyu rafcee ae remontan a la cicuta socri.tica, puando por la
•t. Heumch YOo Btunbtrgv fue UbO de loe profeeore1 de la comJJtón que hoguera que ca.si chamusca a Galileo y que carbonizó a Oíordano
otorgó la - ci. Parfl. Bruno, ligue un camino bien definido. En este ciclo particular, el h6-

218 219
roe sale d e la pobreza, supero el prejuicio racial. te lt'mpla en su es- con otro 3?1igo, el of\almólogo Konigslein. El nuevo trat.tjo rue recibi·
pléndido aislamient<>, para hbrar la batalla final con lu Fuenas Es· do con t1b10...~ ap1ausos en uno noche colmada de expoeiciooes. De mo-
tablccidas. Con o sio mito. Frcud. en este momento tnn particular d~ do que esta ~da reunión no consiguió borrar el gusl<> amargo de
su cnrrcra, comienza a hablar l'U lengua y a hoblor olto; el psicoanáJi· lo pnmera. De hecho, Fl'<lud se peleó con Moyncrt antes del ím de ....,
sis empieza a tener su voz, au mús ica, por lo menos, mientras Ja Jctra nño 1886, ton lleno en contni•tcs.
no csli\ todavra definido. Coíncído con Flcm cuando dice que, "desde Ln disputa de escuclaK, In vieja rivalidad franco-germana fue el
su origen, el psicoanálisis se preacnta como uno nnrrnción en proceso tolón do fondo d o lo reunión del 15 de octubre de 1886, pun'to quo
de escritura, una nove la iniciática escrita en lo primero persona del Ellcnbcrger pasa por alt<>. Chnrcct lo ayudó a cmnnciparse de la nou·
singulor· 1•. Se crea un mundo, y Freud será al mismo tiempo su in· rologin ..Freud, por otrn parte, estaba mal informado sobre el campo
ventor y ou legislador. de la po1cologia acndém1ca contemporánea. Quiiás éaa sea la razón
R<!t<>memos el problema de la hiswna masculino Jones resume por la cual los psicólogos profesionales encontraban (y todavla en·
en un p4rrofo oscuro lo que en realidad fue el quid de la cuestión en cuentran) e xtraña buena porte de la terminologfa psicoanalít ica.
esa n oche; • Por fin, (Freud) mencionó la sugerencia de Charcot de F'ttud, por no tener una formación específica, podio ser descuidado e
que algunos casos do traumatismos vertebrales coue.odos por acciden· 1~prec1so en el uso de lo j<'rgn psicológica. ·Percepción• e •'idea". por
tea fe rroviarios podian ser históricos, punto de viHln norteamericano e.1cmplo1 o veces se confunden.
que estaba siendo cuestionado en Alemania"''· Volviendo a Mcyncrt, ól re presenta a la psicologfo a lemana, o sea
Sulloway 18 concuerda con Ellcnbcrger en que esn reunión resulto o la parte más esclarecida de una psicologfn que se sabe próxima o In
poco inte ligible, si no se define lo que la histeria mosculfoa "abaren· extinción. Joncs tiene rilzón ol suponer que hubo una fuerte pugna
bn" en esa época. gencrncional 24• Parece •er, además, que el Meynerl de la tercera edad
Sucede que en toda Europa, con la tentacular expansión de las no era un hombre fáetl Él<I\ <'8 lo impresión que da la nieta en la bio-
redes ferroviarios (y sus primel"08 desastres),junl<> con In difusión de graíra de su abuelo'$. Hombre sensible, buen po<>ln amatorio, pero co-
las compañías de seguros, noció una nueva enfermedad, denominada rrado írente a los pares y d1stnnte de los alumnos (más próximo a loa
ro1/1ucq 1p1ne (espina del tren), y los peritos en htigioe comenzaron a Stt1nhtgens). Hombre un tanto pomposo, con uno vüuón testaruda-
discriminar entre choque ncrviOM y choque traumático. Los neurólo- mente organicista de los lrMtomos nerviosos. \Va.gncr..Jauregg, con -
gos olcmancs describieron cnsos de trastornos funcionales que resut .. le'!'pori\noo de Frcud, opinaba que •por lo gcnornl, era Meyoert
tabnn en uno neurosis traumática diferente d e In hístcria . Charcot quien tenla la culpa....
negobo lo existencia do los neurosis funcionales traumáticas fuera Pnrccra sentirse trnicionodo por Frcud cuando dijo: "Considero
del campo d e lns histeria•. "Ln e xpresión ·histeria mosculina• se apli· su adhesión a las terapias por la augcstión t.ant.o más extraordinaria
caba a dos cuadros diferentes: la histeria masculina clásica cuya cuan!<> que, al viajar la Parf@), él era un hombre pcñectamente íor·
exiat.encia nadie cuestionaba, y la histeria mascuhna de Ch~t•t mado en fisiologia"27 • Para "t eynert, Freud "era uno de los nues-
q~e al era objeto de violen!<> debate en la época"20, A esa sutilez~ tro11•
d1agn681Jca se reíerfa el deon.fio de Meynert, y no n In exi•tencia de lo Al fiasco en la Sociedad Imperial de Med1e1na •e •umó una
hi11tcrio en el "'sexo fuerte". En ÚJ mterpretación tk lot 1u~ños Freud segunda conferencia, esto vez ante los venerables miembros de la $o.
cuenta que A1eynert, en articulun1 naortis, le. confesó que ~1 mismo era dedo~ Psiqui.átrica do V1enn . Habló sobre la etiolog[a sexual de In
un C.080 clásico de histeria mnacuHna21. La historin Licne nláS sentido h~st~nn, ~fir1éndosc n cxcnvnciones arqueológicas, accidentes ferro·
si pcn11omos que el viejo l\1cyncrt estaba más cerco de lo que se pien- v111r10•, niños seducidos y las fuentes del Nilo28. Krafl't.·Ebing, que
sa de •u •nmado-rival".~ Tienen que haber existido lazos íucrles para ocabobt\ ~e ~scribir su beRt·sellcr titulado Psychopatieren Sexualilf,
que uno relac1.ón termino con una confesión en el lecho de muerte. hace el s 1gu1ente comentario: "'¡Parece un cuento de hodas cientffi.
Fi:eud .., 1deotific6 con su maestro y dio pruebas do canibalismo 1<>!Al- ~i·• Freud, por su parú!, le cscnbe a Fliess: -ruvc una recepción gó-
m1co, como lo demuestra el 11guiente pasaje de una carta a Fliess: hda de esos imbéciles....
"La temana pasada se me coneedió un raro placer: la oportunidad de Jone!: se r:efiere a es.n reunión como otrn prueba del momento de
elegir de la b1blr~a de Meyncrt lo que me conviniese, en cierto mo- mt\x.1mo aversión del e1tobli1hmtnl vienés frente a fuud3 1.
do como un ~alv¡ye que be~ lo 6avia d el cráneo del c.ncmigo~. Inte- Snrtre, en su guión, le saca el máximo provecho a esb escena de
resante prouiew do Tótem y tabú. vetusto repudio psiquiátrico. E.s posible que en este punto, una ve z
. Froud aceptó e l desafio y pr<'l!entó el caso do uno histeria mascu· más: ISO hnya exagerado In vche1nencia de los opositort"8. Frcud no fue
hno un mes más tarde, en uno reunión dirigido esta vc;i por su amigo tan 1nfnmodo como dice In biografía y como Sortro psicodramati2n.
y l<>Cayo Exner. Se trotabn de un paciente atendido en colaboración Ellrnbcrgcr, nuevame nte, rcvi86 lo.s minutas de lo Sociedad Médico y

220 221
r.
señala quo el póblico presente, aunque escéptico, "'no asu1nió nctilu· 8. J.IC!nn P 1-:llcnbcrgcr, op_ cll.• pág. 438.
9. lbld
des de ccn.1ura 11\iuriOftti u ofensiva"J'l. 10. lbld .• püg 44 l.
Coneidero que lo herencia herbart:iana, y además Breucr, consti· 11 lbld
tuyen la •bue restringida del psicoanálisis"33 de la que noe habla 12 lbld
FTeud. ti no invenió el psicoanálisis de la nada. La idea del 1ncon•·
ciente y de lo aexunlidad infantil, así como la noción del origen fun·
' 13. Corto de F"'ud a Martha del 13 de mayo de 1886. S•1mund Fr<ud
Corrt•pondlncso d~ amor, 1981, lmago, RíodeJaneiro. pq. 260.
cional de las neur0111. estaban todas en el mant.a.no del saber, mAdu· 14. Ce.na de P...,ud a Koller del 13 de octubre de 1886 s.,mund Fr<ud.
ras, pront.u para aer cosechadas. ~<Ún<UJ <Ú .,...., ptlg. 263. •
Como yo dijimos, no debe engatiiamos la aparienc1a de eont1nui· 15. SE. XIV, ptlp 21·2.
dad, reconocida por el propio FTeud, cuando declara que puó "de la 16. Lydaa t1em. A "ul.o mt1dtona <h F'rtud ~ aeru J><K~nt~I 1986 Río de
histología del soslcma nervioso a la neuropatología y, en seguida, bajo Jane1ro. U.PAi , ptllf 16. ' '
nuevas influcnci&a, al estudio de las neurosis·$4. Aunque e8C cemino 17. Em.,,tJonca, op. <11.. 1, pág. 237.
18. Fronk J. Sullowoy,op cll., pág. 34.
corresponde a una realid9d panorámica sobrevolada, el recorrido, en 19. J_.~t Chorcot._ •ttitl<'-ria y neurastenia en el hombre"', en Lo1 Jli1t~·
delalle, resulla más lnbcrlntico y accidenlado. En ese recorrido fue rio.s, oom1>. por Souri, pdg.s. 121)-30.
concebido el psicoanáliRie. Pero nació en mil lugares: uno de ellos, co- 20. Henri I"', Ellcnbcrs,:er. op. cit., pág. 439.
mo lo señala Paul·Laurcnt Assoun, fue "el baño cHnico tomado en Ja 21. SE, V, pág. ~38.
Salp(ltri~rc, quo hnco bruscamente abstracto el modelo ncuropntoló· 22. Pronk J, Sulloway, o¡>. cit., págs. 40·1.
gico: abstracto pero no caduco"""· Esos ecos del pasado son sin duda 23. Corto do ~'r<lud 11 l'li.,.. dcl 13 do julio de 1992, Corrt1pond~ncio Sia·
valiosoe. No ce probable que Freud realizara una lectura 8istcmática m~nd Freud· \V1llu:l1n File••· 1986, co1np. por J. ~1. f\.1a88Qn, Jmogo, Río de Ja·
de Herbart. E8 más bien posible que Freud conociese a Horbart vln neoro, llÓK· 32
~feyncrt, y o é21te, o su vez. vía Griesinger, cuyoe textos tenla en alta 24 Erne.l Jone•, op. et/,, 1, pág. 286.
consideración. Mcynert, disclpulo de Herbart, describe dos vect<>rcs 25. Oorn Stocker·~leynert, TM.odor MeyMrt un.d flt•n«- Zt1t. l930.
de energfa. en términos de "ataque• y "defensa•. Elabora el "principio 26. Juhen \Voener.JButtgg, Lebtn«nirinntnu~n. 1950.
27. l'rank J Sulloway,op. c1J, pág. 40n.
de d.isplacer'" berbartinno y, como Freud, habla de "suma de excitacio- 28 SE, 111. ptlp. 191-224
oes•. La mente recibe estfmuloo de dos fuentes, el mundo externo y el 29. Carta de F'roud a Plie1$ del 26 de abril d~ 1896, Corn1pondlnc10
cuerpo, y amboe &on trotados de la misma manera pOr la pg1que. De S'lmund f'.-.ud Wú1"1m FI...,, ptlg. 185.
aJU que para Mcynert todo en el cuel'l)O perlcncce al mundo extenor, 30 !bid.
excepto las propias células cerebrales. 31 Emoot Jonft, op. c1J., 1, ptlg. 267.
El procceo fundamental de esa máquina cerebral ea el reflejo El 32. Honn I' Ellcnber¡er, op. n~
"yo 8"Cundano" aparece como instancia controladora - Meynert usa Ja 33. OW, XII, pág 405.
palabra "inhibitoria" ali! donde FTeud hablará de "represión". "El •yo 34. SE, XX. pái. 1 l
primario• es inconsciente y está allí desde el periodo inicial de Ja vi· • 35. P.·L. ~un, lntrodu~ • •pútemolo¡pa fr<urúono. l981, Rlo de Ja-
ne1ro, lmago, pt1.K. 133.
da, lo que recuerdo el poetulado de que el inconscicnw cs infantil"lt. 36. Emoet Jonoe, op. cit., 1, pág. 376.

NOTAS

l . OW, XII. pá¡. 405


2. Charco<, Polikl1n11tht Vortriige, 1982.
3. Emeel Jone.. A uido ~o obre tk Sigmund Fnud. 1989, Río de Janei·
ro, lmaRO. 1, 1>4. 236.
4. Ibld • 1. ptlc 237
s. Ibld .1. ptla 239
6. Htnn F Ell•nber¡•r, Th< Di«OCJUY o{ th< u-'°"'· 1970, &uic
Boob. N-• York.
7. Frult J . Sulloway, f'r<ud. b1olqfisk cú r ..pnl. 1981, Paria. Fsyud

222 223
a ltura de su forn1nción, pis.a fuerte co el territor io de In hemiplt•jío cc-
rebrnl infantil. Confiado, le comunica a Fliess sus sentin1il'ntos a.guo-
rridos; "l){,ntro do J>OCB• semanas U!ndré el placer de enviarle un pe-
queño libro oobre 1118 ofosios. En él soy muy impúdico, y me lrobo en
lucho con ou am1¡:0 Werrucke' 1, con Lichtheim y con GrtUlhley, y llego
CAPÍTULO 13 hasta n nrañar al poderosf.s1mo Meynert"".
El en•oyo hoce mucho más que arañar a los poderosos, yn que
EL APARATO DEL LENGUAJE cuestiono todo lo neurología localiiacionista en boga Lleva el apro-
p1odo subtítulo de ·un estudio critico·, por consistir en esencia en
unn reviMión rttd1cal de In doctrina wemickeann, en~ncee unive~l­
Tol vei se puedo hablar de un Freud joven pavloviono y de un mente nccptndo
Freud moduro freudiano o de un Freud neurólogo y un Freud peicólo- 1"1ngamos hi8tOr'1n. El estudio de las afasias se inicio en 1861,
go. Hubo un tiempo, empero, en que ambos confluían. En obril de cunndo Broca de•cubre un área del lóbulo frontal del cerebro cuyo le-
1886, cuando asume la dirección en el servicio de ncurologln de In cll- sión causo .. oro.sin motora .. , con grandes perturbaciones en In función
nico de Kasowitz, se abre el periodo áureo neurológico, del que datan del habla. Wcrnickc, lrece anos más tarde, descubre un llre11 s imilar
10<! brillan~• nrtlculO<! sobre la he mianopsio y la hcmi1>lcjlo infnntil, en el lóbulo lCnlporol, cuyo daño provoca "afasia sensorial.., o sen incn·
y quo culminó, cinco nt\os n1ás tarde, con la publicnción del libro 80~ pncidud r>nra comJ)r('ndcr el lenguaje. A partir do cntoncce, loH n curó~
brc los ofosin•. En eso lapso. la his teria quedó rclcgod n. Entre lo logos dcRCubrcn unn serie asombrosa de variedades mixtos. Esos va-
charlo fundnnte con Brcucr sobre el caso de Annn O y el viaje a In riedades, que hicieron lnR delicias de los lingüistas veinte oftos más
Salp~tri(l:rc, el interés se csrumR, ya que siguieron cinco anos de SÍ· tarde, tM>n nfnsio.s pnrcinle& (incapacidad para hablnr C8pont.ánearncn-
lcncio. Hay que esperar hasta 1895 pnra que apor<'ican lot Estudios tc o repetir lna pnlnbras cn1itidas por otro, incnpncidnd para repetir le·
toóre lo hi11ltr10 1. Ahora bien, en esa época, Freud est.oba 1nmer&0 en tras y no palabra•, y asr sucesivomenl<!). Wemicke y Lichthcim deli-
sus trabajos sobr<' la anotomla del cerebro. "En el momento mismo en n earon elaborados esquemas de supuestas conexiones entre los
que se convence definit.Jvamente de la insuficiencia de la explicatlón centros, y po8tulnron todo un mapa localiiador de les1onc.1. Muy pron-
anatómica de lo histeria -<>bserva P.-L. Assoun- continúa buscando to e.tos d1agromo.a 11e volvieron exeesivamente compl(ÜOl!J, un univcreo
en la investigación de la anatomla cerebral la clave de la próximo in- ~bélico donde la regla creaba la excepción. Finalmenw, como b1ro di-
vestigoci6n...'. t..& era la piedra e.n el camino del joven ~ud la ven· JO J oncs, '"Ha 11tuoción tolemaica pedía un Kepler que In 11mphfica·
fi cación histol6ftlca de una intujción que no pcxlfa ser verificada ra"' Freud fue CllC organizador del planetario cc~bral Lo noción es-
En 1891, Freud publica su libro inaugural, meses nnlet de ini- tanca de lrui locahiac1oncs cerebrales quedó impugnado O...poJó a los
ciar su primera 1)8ÍCOlcrapia por el método catártico. Titulo: La con· "centros" de Wcmickc y de Broca de su carácter mítico de ogentca au-
«pci611de101 afasias. Fue dedicado a Breuer. Por un momento pensó to-octunntcs, odclnntando que su importancia era anatómica (derivo·
en Flciechl , que cstnbn en su lecho de muerte. Pero ern .. un gceto da de lo proximidad de las áreas del cerebro) y no fisiológica (derivada
apropiado homenajear a quico había sido generoso en los períodos de la entrada de las fibras provenientes de los núcleO<! ncu•tiC0<1). Con-
más diflcilcs y que le habla dado la clave d e s u obra íutura"3. Ade- tinúa ovanzondo -·itqu( viene el arañazo a Mcyncrt- y cucationo el
más, los d03 C8tnban escribie ndo conjuntamente Sobre cl 1nccc11aisu10 dogma do •u Profesor de Psiquiatrla de que los idcns y rccucrdoe de-
psfquico de los fen61n enos hi.stéricos: con&u11icoci611 pre/i1ni11ar4. ben ff.Cr de8crito8 conlo vinculados a diversas células cerebrales.
Lo co11ccpci61l de los afasias es el más import.nnto de los textos . El _análisis dctollndo do loa casoa publicados mostraba contradic-
ncui;ofisiológícos de Freud. Hay quien dice que este trabajo le nbrió el c~onC'S •nl..<'rnas, lo que llevó a Freud a presentar uno explicación fun·
camino o. Kurt. Ooldetein, punto de partida de nuestro conocimiento c1onal olt:crnoti~n: Partiendo de las dos grandes afasins, lo nlotorn y
a~tual sobro la ciencia del cerebro•. Entre todoa los tcxtoe de tran81· la scnROr1al, eugin ó que todas las subvariedades deberinn ser cxplicn-
c16n, ésto tiene el m~rito de ser cJ que por primera vez lrnla la actavi· das como ftf'OdOA var1nblcs de desorden funcional a partir de un Atta
dad mental. Se puede decir que es la obra freudiano inicial no aólo compromct1dn11•
por I~ lucidez., por el estilo y por Ja argumentación persuaa{vn, slno
tam~1én ~rque rntroduce: una rorma radicalmente nueva de encarar
lo psicológico. E.te ensayo es el m.irador panorámico del inconoc1enw.
Lo pnmern vuelto del futuro caracol teórico.
Freud tiene 3S años y acaba de mudarse a Berggnsse 19 A <.,.ta

.
• 1 FIM!'M •tudiió con \\'ernidte en 13 Uni"'Cl"8idad de BerUn· de aJU lo de
~~~

224 225
¿Qu~ se ('ntícndc por func:ionaJ en este ensayo? Lo intcrncción del da en ngrupnmicntos más funcionales que topográficos. Lo quo anun-
sistemn nc>rviOAO c~ntral Frente a una lesión, 001nento Gorcia·Rozn., cia cinco ni\os ont.cs la8 ideas del Proyecto. Aquí, en In. discuaión con
""el oporat.o reacc:1onarfa como µo todo, de manera 801idnrio, prcsen· Meynert, Freud desarrolla su reflexión fundamental sobro el 11gnifi·
tando un debihtam1cnto en su función, sin demostrar una deficiencia cado de la "afasia agn6sJca", concepción suya de un trastorno funcio-
en •us parte• ao•ladnM... Es«> refutaba la U.sis de Wemickc de que nal del lenguajo que compromete el vínculo asociativo entre la Ding-
los dove..- tro•tornos del lenguaje, observados en la clínica, podían vorst<llung (reprc.eotación de cosa) y la \Vorut<llung (representación
vincularbe con le~iones cerebrales localizadas. de palabra). En el aparato del lenguaje la representación de cosa per-
A la hlpótesia \\'ernickeana, Freud opone un aparato que fun- manece abierta a nuevas impresiones, mientras que In de paln.bra se
ciona en térm1n011 de proceso. Parte de la noción de lo "deaevolucoón" mantieno cerr ada •t.a percepción del objeU> -como n'CUerdn Abler·
del neuropntólo¡;o Hughhngs Jackson. Según esta teorfa, IOll novele<! man- queda por lo tonto siempre abierta a nuevas impreeioncs·1•
más eomple¡Oll y refinados de la habilidad lingufstoca se p ierden pri- Resulta que de lo asociación de esas dos representncionel! (eo@a/palo-
mero, mientros que los más primitivos se conservan un tiempo ma· b ra) surge la "eoncienc10" C&wu$t~in), y su disociación produce "in·
yor, y son los ult1m011 ofcctodos. Aparece aquf por primera vei po8tu- consciencia" (U11bt1uuslae1n).
1ndo un ntcconismo de "'retrogresión", proceso involutivo que sigue un Se planten, entonces, el problema de lo normnl y de lo pnU>lógico,
comino invcr80 ol evolutivo. Para Hughlings Jockson el espíritu hu· ya que en los oct06 fnllid06 del sujeto n ormal p ueden npar~cr altera-
mono prcH-cntnbn uno serie jerarquizada do nivel~ do funcionn1nicn- ciones línguísticas. El discurso del afásico paso a ser conaídcrndo unn
to: los funciooos volur~tn rias ..superiores" cubr(an y do1ni nnbon los genuina por oproxi•. Efectos del sujeto, dirá Nassif, och ento unos más
funcion~s inforiorcs 1º. Frcud señala: ..En la evalunción del opornto tarde 16 • A fin de cucntne, el lenguaje es algo que MO adquiero y el apa·
del leni,ruojl' en condicioneR patológicas, adopt amos co1no pri ncipal rolo dtl lt riguafe CH algo que se construye, "'piet.a por piczo", como pu·
gu!n In doctrino de Hughlings J ackson de que todos los modos de radigma del proceso de aprendizaje. Son éstos los momenU>s en loa
reacción reprcttent.an instancias de la retrogresión funciono) de un que el habla comienzo • hablarse. De esa manera, la problemáliC4 del
aparato alt.antcntc organizado, y corresponden a 108 estados prcvi08 discuno afá•ico nos pone en la senda del discurso hosténeo. De allí
de su d""3rrollo"11 • En esa Une•. la nominación dt ob.J<IOS c. la parte que Eduardo Sonde •firme: "En varios aspecU>s, el texto de las afa·
más delicodn de nucatra evolución lioguí.stica y, por tanto, Jo que su· sias es la más ovanzAda tópica freudiana, principalmente en lo que
fre en pnmer lugar. dice con respecto a ..,le aparato, las asociaciones do objeto y la repre-
Ya en loa páginas iniciales Freud introduce el término Spra- Mmtación-palabrn"••.
chtapparat -·opor oto del lenguaje"- como si se trotara de algo co- En el capítulo quonU> de Afasias, Freud hace el ll«U1ente reau·
rriente paro loe OJOS y ordoo de la época. Este dispooutovo, en la opo· men de •u pooo<ión "Rcchazam06 por lo tan«> las hipóteois seglln IM
nión de Ste1n1el, ·es el hermano mayor del •aparato psfquico." 12 cuales el aparnto del lengu8J• está constituido por dostintoll centl"08,
Puede 1cr descrito como una organización jerárquica de funciones separados por regionCll corticales carentes de función ... Sólo noe res-
con un sustrato orgánico. Freud U>mó este término de Mcynort, que ta concebir la rtgi6n cort,cal túl lenguaje como un drto continuo del
acababa do hablar de un Se/emapparat, "aparato del alma". A ~nr cdrtu, en el interior de lo cual se efectúan, con una complejidad quo
de la novedad, Chorcot, condiscípulo de Broca, ya veinte ni\os antes desafin lo comprene:ión, los asociaciones y las transfcrcncios sobre las
se h ablo nproxomndo o esta noción al estab l~or una ofinidod entre que reP<l'!an las funciones del lenguaje".
las toorln• do! lenguaje y las de la imagen. Apoyándose e11 los ost u· Noce In ideo de un t(}rritorio del lcnguajo, un "área continuo del
dios de Ribot, consideraba q ue la pala bra tiene cuatro elementos: lo córtox", mntríz do In concepción de un campo do osociociones y de
imogc:n auditivo. la hnogcn visuaJ 1 la imagen motora do oriiculación transfcrcncioe 11. Este disposltivo cLif'iere cons iderablemente del modo·
Y Jn imo.gcn motorn g ráficot3, Freud privilegia la imagen oc!lstica; lo wornickouno. La rc prcaentación no está contenida e n In célul a
Chnrcot, lo v1auol. nervioso, ~¡ es pensada COI\ independencia de loe asocincionce. Lo ro--
El propio Mcynert también es c riticado por su especulación de P_resentacoón puede vcne como la diferencio entre dos serica do aso-
que el crr<·bro contienl' una ·proyección de las diverso" partee del ~aci~n~. El ..t~rritorio del lenguaje" es definido oon10 un lugar unita·
cuerpo" Freud apuntó a loe errores de anawmra histológico en que n o e 1nd1v111ble, hech o de diferencias.
esa t"'Or18 k l"Ut1t<·ntoba. Las fibras que entran en los núcleos de la Freud tomó do Brentano el concepU> de ,..pr<Mntac16n Brentano,
mkluln BOn,mna numerosa.a que las que pasan de la médulo al córtex, en la l!noa de Herbart, colocaba la 8<'0saci6n en la bMe de la ac:tovi·
de modo que no puede haber continuidad entre lo pcriforia y el cere- dad psíquica ·i.o. renómenoe psíquicos son representacaonc.s o repo-
bro. Hay oólo uno "proyección" de la periferia en la materia gris de la - en "'P"-·ntacoonc.· Utiliza el término Vom•llu"lf (rep......,nta-
médula ..pina!, acompalloda de una "representación" cerebral, basa· caón> para designar el acto de representar -pero no hay acto de

226 227
repr<-Mentar sin que hnyn tnmbién un obJtto representado. No hay PodemO<I reemplarar &rlfn por Postdam o inten:nmbiar palabras con
pPn:t>pción sin objeto percibido y viceversa 1• un sonido semejante, como Buttcr y MuJttr. o incluso realizar íu.eio-
Las Vorstdlungt11 •on los ladrillos del "aparato del alma" en n"" del tipo Vutter, en lugar de Mutler o Valer Eato ocun-e en peno-
~1eynert. como también Jo serán en Freud. Brentttno, en su memora· nas normales. Cabe decir que Jo que Freud escnbió sobre las "para·
ble polémica con Wundt, rcchaia la analoglo del C'CO entre la fisiolo- praxiu" bien podrla servir de prefacio a su Psicopa/-0/cgfa <k la uida
gfn y In psicología, yo que el fenóme no psicológico no es un mero cotidiano:
cpifcnómcno fisio16gico. ConKidcra que el ..acto psicológico" es inttn·
cionol y no automálioo. "Ean presencia intcncionnl pcrl<tnece exclusi· Las pa ra praxins, ideas y crronis en el uso d o las palabras por pn·
vomcnle a Jos fenómenos psfquicos..i 9. Dicho cnlidod intencional apo· cientes afásicos no difieren del uso incorrecto ni de la distorsión
rece (In el Proyecto co1no unn propiedad de las neuronas omega. de las palabras que las pe<11onas saludables pueden observar en
Cuando Breucr, tn au capítulo teórico de los Estudios, afirmo 8 ¡ mismas en estado de fAtiga, awnción dividida, o bajo la in·
que toda conciencia es conciencia de un ob1eto postula la necesidad de Ouencia de afect<>e perturbadores... "'
un corre1ato objet.al parn el neto de conciencia, aun cuando el objeto
seo un puro objeto de fantasfo, corno los un1com1os de la vida20. Todo Do ah! que esw ensayo aea la mórula, el primer prototipo del P"i·
representación presupone n •u objeto. El sentido de una representa· conn álisis. "Freud no tuvo suer!Al con este libro·• -«>menta Ernest Jo-
ción, sin embargo, no osttl dndo por el objeto y si por la relación oon nes- 11 pesar de q ue muchas de eus conclusiones fueron finalme nte
otrnK rcpresentacioncs·2. aceptadas. La época toduvra no estaba madura para él"."· Tal v ci •e
Frcud distingue trc• tipos de afasias: la afasia verbal, la afa"io pueda pensar que la époeo nu nca está madura parn n adie; mc1or aún,
aain1b6lica y la afasra og116sica; esta últin1n es unn perturbación ex· que el genio, como Mroc de In cultura, hace mnduror el mundo a gol·
trlnseco al lenguaje, !)<!ro que produce un efecto aftls1co. pes. Est imo que, en la tarea de ..arañar al poderosísimo ltieynert•,
En la afasia '"rbal, que podrla Jlama<11e 11mbd/1co, la perturba· Frcud no percibió que 13 layonet.a entraba mú o fondo.
ción afecta los elementoa d e la represeotación-polabra; se trato de Freu d queda perplejo: ")lay algo curiooo e incongruenw entro el
una perturbación del complejo formado dtntro de Ja palabra por las 1prec.io en que se tiene el propio trabajo intelectual y el valor que loe
1mAgenes acústica, motora, escrita y leida. En lo ofosio osimb61ica, Jn otros le atribuyen. Tomemos el caso de ese libro •obre las diplejlas,
perturbación impide la asociación entre el compl('jo de la reprcsenlft· quo compaginé con todo prisa, con un mínimo do interés y esfuerzo.
ción·palabra y la reprcsent41ci6n-objeto. En la afasia agnósico lo que Pue1 bien , loe crfticos vortieroa 106 mejores clogiOll sobni él; los frnn·
cotá comprometido es la relación de la reproscninción do objeto con la co808, en especial, lo el evan por las alt uras. Hoy mismo he encontrn·
cosa, au naturaleza de 8ig110. Se trata de una perturbación del recono- do un libro de Raymond, el •ucesor de Charcot. que simplemente co·
cimiento del objeto. Ln producción de signoo queda fuera del aparato pió e.a obra e n una sección adecuada~ eso sí, con un agradecimiento
de lenguaje. rapetuoeo. Y de las C01aa realmente buenas, como Afasias o (el ar-
La conctpci611 dt la• a{a11a• describe perturbaciones neurol6gi· t kulo IObrel las •ideas obeesiva,a., no puedo cs-pern.r más que un re.
cas; su universo es el lemtono de Ja corteza cerebrnl, de modo que el petable fracaso....
•discurso afásico•, con 1u1 "'efectos de sujeto•, et concebido como con· Freud se most raba profundamente fascinado por la psicopatolo-
8CCucncin del mal funcionamiento del aparato, como un conjunto de cfa cllnica (por la ne urología cl!nica, todo lo contrano). La psicopato-
trastornos que hay que corregir o atenuar21. "MM t.nrde, lo que en ese Jogla como clave pa ra establecer una teorla gene ral de las neurosis:
opnroto apar ece con10 follo será prccisament.c lo que va a tener lnK alll 08taba el quid de lo cuestión. Mientras quo otros e ncaraban 198
nuis i1nportantes consecuencias para el futuro teórico del apar ato del neuroeis como desvl08 du lo norma.!, él p ronto tuvo la intuición de quo
lcnguajc".22 El "discurso ofásico" no alcanzó el estatuto del "discurso por alll pasaba el camino d e acceso a las capuo mós profundas d e la
histérico•, aunque hoy en d(a es evidente que lo anticip.._1. mente. El psicoanálisi•, quo Bleuler posteriormente llamó de "psicolo-
Por parapraxio "debemoo cnwnder uno perturbación del lenguaje cfa profunda", estaba deatinado a inw ntar eso ambiciosa tarea.
en la cual una palabra adecuada es sustituida por otra menos ade-- El propio Freud es muy explícito en loe &tud10. dr< l1l /ústena:
cuoda pero q·u e mantiene uno cierta relación con lo palabra exacta-D •Al realizar este traba,,o, ce claro, debemos mantenernos librea del

• ••2. Tc1nn que luego 11cn\ elaborado por l..acan cuondo hnbla C:e la red de •3, Se tiraron 850 * m1>IAre11, de los cualea H vendieron 257 ole-abo d o
11gn11icontca, y por Oólcuzo on eu t.rorlo de 103 rizo1ntUJ. nune doe. El reeto fuo lrun1formado en pasta d e popel.

228 229
prejuicio teórico de que lidiamos con loe cerebros anormoles de dégi· toón ...neurosis actun1·. el psicoanAh~1R toda\ria no habfa &ido inventa·
Mrt• y dlstqu1l1brt• copaces, gracin.s a un estigma, de echar por tie- do. Así, la neuroti11 de nngustia seria la neurosis oduol de Ja histeria,
rra lRB leyes po1colÓjl'icas comunes que ngen la ligac1on de las ideas, y mientras que la neurastenia oorrt'3ponderio a la neurosis obsesivau.
M quienes una iden fortuita puedo volverse e.xageradomente intensa En este sentido, •tn neurosis actual es lo condición necesaria para la
1tin ningún n1otivo. La cxpcriencio dcn1ucstra que Jo contrario se apli· prrcipitación de los psiconeurosis, 1>0ro no es condición suficie nte; pa·
en n la histeria. Unn vez que dcscubra1nos los motivo" ocultos, que rn eso es prccii:Jo quo hoya uno transposlci6n de la c1Jtoffis Hbidin a l
1nuchas veces pcrn1oncccrán 1nconscicntcs. y los tomen10t1 en cuenta, del cuerpo somático ol registro del cuerpo representado""'.
veremos que nada de enigmático persiste en las ligaciones del pensa· Los otros dos ortfculos mue&tron un considerable avance. En
miento histérico .. -21 •Nuevas observoriones sobre las n<!urop.'1i1cosis de defcnsa"l$. la •de-
En La interpretación de IM •utrlo. Freud p"""'ntarA otro argu- fensa• oomicnu a ser llomada •repre•ión" En Ja práctica IO<I dos tér-
mento conv1ncente contra Ja teoría degenerativa, btuu1ndose en la minos son usados alternativamente; sólo allos despu~ Frcud discri-
gran semejanza entre los sueños y lns neurosis: "Vemos que el mcea· mina las otras defensas. Pero los consideracion es 80bre In neurosis
n iemo psíquico crnplcado por los neurosis no es creado por medio de obsesiva son l aK n1áe innovadoras. Frcud comienza con u na fórntula
In cxistcncio iniciol do un trastorno mórbido que afectu In mente, sino simple: •Las idcnM obKcsivas son invnrioblemente autoccnsuras que
que ya está presente en la estructura normnJ del aparato mentol. Los ((!surgen de lo represión con una forn1n transmutada y que siempre
dos sistemas psíquicos. la censuro que transita entre ellos. el modo se relaciona con algún neto sexun.I qu~ fue realizado con placer en la
como una actividad inhibe y se Rupcrpone a la otro, la conexión de 1níancia~. La idea obsesiva y el aíttto concomitante 10n formacio-
ambas con la conc1~ncia; todo eso pe~ncoe a la estructura normal de nes de conciliación (compromi•o), tomndas tanto del material de las
nuestro aparato mental y los su~ñOI noe muestran uno de los medios repreRentacioncs reprimidas como de las repr-e.sentnciones repre·
que Jlcvan al conocim1cnt.o de dicho cstructura"28. ROr88.
Sueños y •Oxo. ~"ª"eran las palancas. Aquí eocortLrnrnos rnencionndo por p rin1cra vez u n ntecanis mo
De los doce trnbajos aparecido.. entre 1893 y 1898. tres fueron pslquioo básico de toda la tcorlo psiconnalltica: In noción de "forma-
bósi«lS para el de•arrollo de la peicopatología. Son IOOI artículos •w ción de compromiso· y de •retomo de lo rcprimido..:11• Lo formación de
neuropsicosis de deíensa"'29, "'La etiología de la tusteria'"30 y ..Nuevas compromiso es un concepto puente entre la clínica y lo metapsicolo-
ob6ervaciones aobre las oeu.rops1coe11 de defensa'"'. En el primero de gfa. El chiste, el lapsus y el síntoma son formacionc1 de compromi-
ell°", publicado un año antes de IO<I E•tud1°" sobn lo h11t<rw, Freud so'". El síntomo histérico no es ya un producto de la escisión de la
presenta tres formas de histeria: de defensa, hipooide y de retención. conciencia, sino que resulta del retorno de lo reprimido mediante el
Siernprc lo dio rnás importancia o. In primera, que luego desplazó mecan ismo brcucriono de la ..convcl"8i6n•. En estos artículos está fir·
complet.amento n las otros. Aun usí, lo ..huella mnémico" del t rauma mt'mente arroigodn In presencia del inconsciente corno pivote clínico.
permanece aislado dol resto de la mente y puede de hecho formar el Tene mos ahora unn concepción dint\mico (confl ict o) y uno concepción
núcleo de un tiistcma hipnoide S<!Cundnrio. Emest Jonet1 opina que la económica (montoe de afecto), aunque todavía no está po8tulada la di-
n~ón de '"conversión .. deriva de la 1nv~tigación realizada por Freud me nsión tópica ni la cñst.e:ocia del inconsciente como 1istema. En esa
11ete allos antes sobre la naturaleza de las parálisis hi11kricas. En époea Freud dirungue dos tipos de neurosis obsesivaa. En la primera,
- oportunidad expuso sus rar.ones para rechazar lo t.oorla de la his- la autocensura, desplazada de su representación original, se liga a
teria de Janet, que atribuía la enfermedad a una debilidad mentol otra representación asociada, que ya no es u na representación se·
congénita, y aprobó lo ofirmativa de Strúmpcll de que •en In histeria xual• . En el segundo tipo, el acento CllO sob re el ofccto do la au tooon-
In pert urbación reside en la esfcrn pAicoflsica, donde e l cuerpo y la lura que se tra nsforma en otro afecto, en la mayorfn d e loe casos en
mente se encucnlrnn en conexión entro sr31. an1iedad, ve rguenta o "angustia hipocondriaca·••. Este segundo tipo
A es~ altura del pensamiento t.cónco, tenemos el cuerpo y su ro- de ne urosis ol>!ce.iva prenuncia el an•liais más detallado que Freud
pN!M!nlación: el afecto somático y su conversión. B1nnlltl sintetiza el ~alizará en el hutorial del Hombre de 193 Rataa' 1 .
a1unto; •Et regitttro de la repreM'nt.ación se va dehneando como el El a rtícu lo concluye con una CBC1arecedora compar ación de loe
campo teórico donde se insertan las peiconeurosie, de modo que el mecanis mos de la paranoia y los de lo neurosis obse8iv3•2. Ésta fue la
con.copto de defen•a frente a lo 8"xual, t•n el contexto do In represen- prime~a incunión <'n e1 campo de las psicosis. Las ncuroffi&obsesivas,
to.c16n, va pasando ni pr1n1er plano do In teorización frcudiana ..32. del pnmero y dol •egundo t ipo, pueden desarrollar sfntomas de de(Cfl-
En. un campo _tenemos las neurosie actuales; en el otro, las psiccr aa .tccundaria 43 ; constituyen medidos protector as q ue, cua ndo tienen
neurosis. Freud t iende un puente entre unas y otros· codo neurosis hito, adquiere n e l sent ido de la compulsión que florece en los rit ua·
actual tiene su correlato psiconeurólico. Cuando se ncut\ó la expr~ .... Al final del a rticu lo se presenta el caso de paranoia en una majer

230 231
caMdo de 32 aftos. Frwd emplea el termino do "proyección" paro des- 22. t.. A. Gan:on-Rota, op. cit., pag. G6
cribir el mecanismo psicológico 1ná.8 caractcrretico de lo paranoia y 23. Aphost'!ll, págs. 71·2.
24. On Aphafta, p:lg. 13
explico que la oíccción no presenta defensas tSOCundaritll como la neu.. 25 f:m~tJones,op. <11, I, pág. 223
rosiB obsesiva. La razón es que el yo ya no puede prot.eguse, s.ino c¡ue 26. Carta dt- 1-'reud a F11tA1 del 21 de mayo de 1894, Corrt1pon<Unc rn
tiene que modificarse por la aceptación de loe síntomas cnusadoe por Sigmund Preud-\V1lhtlm Fl«t11.1>ág. 74 .
el retomo de lo reprimido, los que constituyen los delirios. El delirio, 27. SE.11. pág•. 293-29<1 .
entonces, sería unn deícnso secundario fracasado. 28 GW, 111, pái. 613: SE, V; viate el Apru'Uldo F, "Conteious and Un-
OOMCIOlll Realoty", r>',p. 610-21.
29. SE, 111, páp. 43-70.
30. SE, Jll, p<lp. 191-223.
NOTAS 31 EmestJonts. op. c1t. l. póg. 28i.
32 J . Binnan, 81t.SOJ0. d~ t.«>ria p11to0nalil1«J, l993·, Río de Janeiro, Za·
bar, ""- 125.
l . SE, !l. páp. 19-305. 33. SE. 111, ptl¡:o. 35-38.
2. P.·L. Assoun, lnlroducfio a epi.8ttmologro freudiona, 1981, Río de J•\· 34. 11. Birnu1n, op. cit.. pág. 125.
nc;,'O, lmngo, pág. 134. 35. S&, 111, pép. 162-8'7.
3 . Ernet:1t Jone1, A vulo to obro ck Sigmund f'n!ud, 1989, Río de Jenti• 36 SE, 111, J>4s 169.
37. SE, m. J>ll#. 161.
"" ' "
4. - págt.2'.!0-1.
· '·U,poip.
SE, 1-19. 38. Pf1rtid¡><lti60 de Hot'1'1tein en C!l trobajo do 1.nplanchc •¡.;1 inconlfticn·
6. P.Craocticld, "'Soolo pl"Oblenlt In writing t hc híst.ory oí ¡uJycboanoly· t.e y Jo. c1Cnicn. peicoonalíticn·. Trabajo drl piicoo.ndli111, 1991, póe. 227.
sis", l'1ychiolry o.n<l ÍI$ Hiatory • ~lethodologiool Probl.enu 1n Rttt0rcla, e<unp 39 SE, 111, pd( 170.
por O. Moria e J . Brand, 1970. <IO. SE, 111. ~· 171.
6. Carta el<! t'ttud a Fil- del 2 de mayo de 1891, Corrupondbo<:ia S•B- 41. Véa.se el\ particular 13 ttlacion entre los 1en1.1micntoa de culpa y lt1.1
mund Prtud-Wtlhe/m F~u, 1986, 001np. por J. ,.t, ~fn&aon, lmnico, Río de Jo· •aJterociones del yo"', ya. deecri1>Ul por primera vez en el "A11u\uscrit.o K.. (Qr
neiro, p¡lg. 23. rn&pondlncio S~¡¡mund Frrud·Wilh.tlm Jo'lit11, pág. 163).
7, ErnestJonm, op. c1L, l, pág. 221. 42 . SE, 111, pdp. 183-5.
8 . K. K. LeYIR. Frrud a pnmáro ,,..colOf/ÍG do. Mu...,..., J>4s. 78. 43. SE, m, poip. 172-3.
9. L. A. Garcu1·Roz.a, lnlrodufdo d mf!taps.ioologu1 freud1ono, /, 1991, Zn·
bar, Rlo de Janciro, 1992, 1>41. 25.
10. ~J. Hughline-s Jackaon, •evolution and Oiaaolution orthe Nervous
S)'tlem", 1884, en S.lttl•d Wnling• of Ho11hling• Jocbon , 11, 1931, pdp.
1~204
11. S. t'ttud, On Ap/uwo, l..ondrot, 1951, pág. 87.
12. E. Stengcl, •A re·cvnluation of fo'roud's book •Oo Aphoslo•. Ita 11igní·
ficnnce íor poychoonalysia", /ni J. Paychoonal, 19'.>4
13. Eliaabelh Roodi._.., Hi"'6n4 da psiconcl/1• na F""'fO- A bota/loo
do$ctm anos, 1986, l, Riodo Janeiro, 7...ahar, pág. 31.
14. A. Ekatcnnan, •A mat.opsicologia de Freud·, en NeurotHJ de tran4fe·
rencla: urna 1iltit11. 1985, p{'lf. 125.
16. J. N..,if, Frrud l'on«n«Unl, 1977, p<lg. 338
16 F.duardo Sande, "A M<lapti<olct•• n<i<> concluula-p<rcl1da d< Frrud",
texto prceentado tn el Espacio ~to@iu.s en setiembre de 1992, Salvador, Da·
h!a, pág. 4.
17. LA. Gordo-Roza. o¡• cit., pág. 37.
18 lbfd.,.,. 57.
. 19 P. Brentano, ~~ du 1'0'111 <k uiu tmpiriq~. 1944, Paria, Au·
bier,J>4s.102.
20. F. Brcnt.ono, · ·nea objcct.s vraiJJ et des objoct.e Octicca" Apóndicc de
1911, en ibíd. '
21 J. N..,.r, op. cit., pjlg. 419.

23~
232
La tórrida noc:hr comenzaba bien

Cenamos en ti piM> de arriba, tn n1angas de camiw (ahora te es-


toy escribiendo con ropas aún más escasas), y entonces comenz.6
una larga eharln módica sobre .. insania mornl", e nfermedades
CAPÍTULO 14 nerviosas y cosos cxtrnños3.

LA CURA POR LA PALABRA Momento antoló«ico, en la cima de la amistad. Bario r...-, cena
tardla entre hombrea -pollo asado, tal vez ensalada de popas, un vino
blanco frl~ en el gabinete del dueno de casa, rodeado• de libros, el
Kraepelin pulla el si¡¡uienk> retrato de la histénea humo az.ul de buenoa cigarros. En el umbral del psícottinálisis, en la
cunfcula vienesa, e l dueño de la cas.n conlicnz.a a rclotar un fascinan-
Ella es esbelta y pálida. Parece nlgo melancólica. con In mirada te coso de histerio. En diciembre de 1880, mient..ras el joven Freud se
baja. Sus dedos, primorosan,cnt-0 cuidados, se enr(l<fon en un lin· nburr(a en el servicio n1i)jt.ar, Bteucr comenzó a trotar n una joven
do pañuelo. Habla en voz baja, hastiada. Al cabo do un tiempo, llamada An.na O., In primera y quid In más íamooa de las grandes
sus párpados tite cierran espasmódicamentc, inclina la cabeza y h,.téricas del planetario psicoanalrllco Su tratamiento duró desde cli·
parece haber cafdo en un 1uel\o profundo. Sus brazos cuelgan c1cmbre de 1880 hJUta junio de 1882, e• el caso milo completo de les
inertes, paralizados 1• pn.•sentados eo les E•tudios4.
Bcrtha Pappenheim'•, alias Anna O., tenla 21 a/los cuando enfer·
En una noche sofocante de eso vcrnno caluroso de 1883, Frcud le mó su padre, en el largo verano de 1880. Joven agraci~dn o i~tcligcn·
CKCribo a su amado en Wandsbek: te, talentosa hija menor, era la favorita del progenitor, $1ogmund
Poppcnheim, adinerado dueño de una tienda tradicional de Viena. De
Hoy fue el día más caluroso, más torturante de toda la t<>mpora· au madre Recha Goldschmidt, tenemos dos venioncs divergente&;
da, realmente quedé agotado. Nec..sitoba algo que me levantase Jones habÍa de ella como •somewhol o{o drogan"'·••
el ánimo, y por lo tanto fu1 a casa de Breuer, de donde acabo de Selma Flieu, que fue dama de compai\la de Rocha durante mu·
llegar. Lo primero que él !tizo fue empujarme a uno bañera de la choe años, habla de la •maravilloso -y muy venerado por mi- madre
que salí rejuvenecido. Mientras aceptaba esa hOJ1piwlidad acuáti· do Bertha"". Breucr, por su lado, en una única reíercncin, piensa que
ca, pensé que Ri mi pequeña ?t1urthn estuviese oque, diría: "'Esto "la alegria (de Annnl nunca fue del gusto de su madre"'. Hirschmü·
es exactamente lo que nosotros necesitamos". Cloro, nli nii\a, y ller, con su cautelo hnbitual, opino que ..las relaciones entre madre e
no importa cuántos años posen, pero vamos a tenerla; el único hija, en la épc>ea, no eran de las mejoreg"8, Finalmente, Peter Gay na-
milagro con el que estoy contando es que continucs amándome rra el caso como 1i S1egmund Pappenheim hubiera sido viudo'. De to-
tanto tiempo'. doo modos, para Anna, la cosa era con el padre. Cuando Siegmund
aún no tenía 56 ar.os, cayó vfctimn de una periplcuretfa masiva de
Los Breuer vivían en Brandsta~te N' 8, en el centro de la ciudad. origen tubcrculooo, con formación do un grave abseeao aubpleural'º .
Brcuer, desde su apartamento, ubicado dos pisos má8 orriba que el En Ja noeho del 17 de junio de 1880, de vacaciones con la familia
do Snmuel Hammcrsehlag, podía ver In espiral de In catedral de San en Jachi, mientras oguardaban lo llegado del cirujono pnra drenar el
Esteban, con su enorme campanario, punto turístico de lo ciudad. La abaceeo, Bertha -.Afina 0.-, junto n In cama del enfermo, tiene su pri·
acomodada familio Brcucr, entre otros lttjos, tenía, como vimos, una mer ataque, alucinando una enorme serpiente negra que avanza so-
bañera, artA!l'acto anhelado por Morthn, y nusenw tanto en In casa de
ella como en la de Frcud''·

•2. Co~m°' por Jones el vcrdod~ro nombre de Anna O. También a,a ..


•t. Los Frcud Y IOtt Bemays se baflnbnn una vez, n veicct doa, Por serna .. bemoe que la fnnH lift Pnppcnhcim ao indignó por Ja rcvclnción. Es curioso
110, en loe bañot1 públieo41 de la ciudnd. t:n loa tiempos del pequcAo Sí.gismund, que la ~pula peicoonolítica, que guonla cierto.a car1.a1 bajo 1ieLO lh'tvea, seo
"cnda dos seman~ dot fue~ cargodol"C!'I llcvabao a Ja cocina uno gran bn- laD lndaecreta en olt'Oe tentidoe.
Aeru de madera, JUnlO con vanos bamle1 dfl tigua caliente y frltt todo era~ ... •a. La Jl.t.ina Victona era Uamade •dra.gón• por st:r uM mujer rormída-
bracio al día sigulenLe" ' 7 eatoritana. a lo Margaret Tbatt:Mr

234 236
bre el lecho potcrno. Aterrorizada, intenta impedir el ataque del ofi· cstodo de Homnolencia fuera de lo normnl, que Breuer llamaba "h1p·
dio. pero siente el brazo paralizado. Sólo atina a rezar e.n inglés. •Et nosis vcspcrnl", y Anna O., "cloud" (nube) 17
eilbato del tren c¡ue traía al cintjono puso fin al maleficio"". Aparecen entonces dos estados de conciencia: uno, absolutamcn·
El epiJOdio alucinatorio fue olvidado y nunca conocido por la fa. te normal; el otro, propio de un cncrf\lmcno rabioso. En el medio, en
mil.ia Bn!Uer nos cuenta en su "Documento de Kre11%1i.ngen" c¡ue An· la frontera, flota la "nube". Estamos ant<> un caso típico de doble per-
na. •rrcnte a una vida monótona, totalmente dedicada a Ja familia•. sonalidad, mol relativamente roro, incluso en esa época en que la his·
acostumbraba refugiarse en covilacionct, víctima de •ausencias• y de t<>ria ae ergura, exuberanlA!.
u.n estado de angustia en el escenario de su ~atro particular" (un El primer acierto IA!rapéutico del médico del Toque de Oro fue
verdadero "home iheater">1". Duronto esas ausencias, que ocpoco o po- vincular el mutismo de Anno con In problemática paterna. Breucr In
coso multiplicnron, aparecían alucinaciones que ella ignoraba en es· incito o hnblar del padre, intervención que da resultado: el muti&mo
todo de vigilia, pero que se ibnn tJuccdiondo con creciente frccuon· cedo sclcctivomcnte. Anna habla, pero sólo en inglés'•. En segundo
cia" 13. Tumbién comenzó a tenor grandes dificultades pnro ingerir lugnr, npoyándose en la hipnosis vesperal espcnUnea, Breuer inou·
alimcnlo8. Breuer caracterizó e8tc pcrfodo, que duró cinco meses, CO· gura lo que se convertiría en su método catártico. Parte de lá obscr·
mo de "'incubación latente" 14 ... Larvada" tal vez sería una mejor ex· vación de que ciertas palabras significativas, emitidas durante In vi·
presión gilin, podían introducirse en la hipnosis espontánea como un grano
w primera consulta tuvo lugar al final de esta fase, cuando loo de nJ"CnD on el ombLigo de una ootra. Lo paciente. girando en tomo de
Pappenheim volvieron a Viena dOllpués de haberse demorado en esos significantes. comenzaba a urchr una historia, primero en jerga
lschl. Breucr no era psiquiatra; íuc consultado como clínico. ~totlvo afé.11ca, y luego •o la manera del libro de 1m<1Benes de Andersen·••
do In con•ulta: una molesta toe nervioea, que llegaba a provocar ago- Al final del ·cuento de hadas• de co.c din, Anna despertaba lranc¡uila
tamiento li8ico. y oerena.
¿Por c¡ué Brouer? Todo indica quo ero el médico de lo fnmilio, ya Mc¡oró considerablemente y luvo el alta el l' de abril. Cinco dio•
c¡uo IOfl Poppenheim y los Breuer cron oriundoe de la dist.anl-0 Prea- dc• pués, muero el padre. Todo el progreso obtenido se fue con el otúd.
~urg y frecuentaban el pequeño círculo Jud!o de la alta bllrgucs!n de Ln pncicntc permanecía ausente, innlcrsn en una indiferencia nutfsti·
Vaenn. Esos lazos explicarían, en porte 4 , su extraordinario intcrós ca en lo que sólo la figura de Brcucr aparecra encaroada: "Yo ora In
por el coao. Comenzó a at<indcrla regularmente y fue presenciando el única persono que e lla rcconocfn ... y 1nientro.s yo estaba presento
desarrollo de una serie avasalladora de 8!ntomas: estrabismo conver- elJa montcn!n un contacto animado con las cosas, salvo en las bruscos
gente, nmbliop!a, dolores en lo región occipital derecha, paresia sevc>- interrupciones ca.usadas por 8\18 •nubes- nlucionatorias-1•.
ra de loo músculos escalenos del cuello (al punto de c¡ue sólo pod!a En la nueva crisis, el alemán materno desaparece. Tiene dificul·
mover la cabeza con la ayuda do l11t1 mano.). El compromiso muscular t.ad para rt"COnocer a las personas. Eso ta.rea ya no era automática; IC
c~fa dla a dla, produciendo contracturas y anestesio del bruo y -Vtfa íonada a realizar un •rec<>«nu1ng worlt- ("'trabajo de reconoc1·
pierna derechos, y luego del miembro inferior izquierdo". Hasta e8e miento"), que funcionaba de la siguiente manera: "Esta persona lleno
momento, Breuer -sorprendentemente a mi juicio- sólo consideraba la nanz .., y m, el cabello as! y aoá, de modo c¡ue debe ser Fulano
las manifestaciones somáticas de la enfermedad. Con el correr del de Tal...·"
tiempo, comenzó a prestarle más awncíón a In vertiente ps!c¡uicn del La cn•is se agravó aú.n más cuondo Kraff\.-Ebing fue llamado en
cuadro, sorprendido tal vez por los "aúbitos cambios de humor de la C?Jl•ult.a21 . La presencia de ese cxtraAo -que no creía en ·rábulas
pacicnlo ... olucinaciooes ... exeitaciones•1s. En ciertos momentos c1entHicas"- la aterrorizó. Annn simplemente no lo veía, no lo enfoco·
Anna arrojaba los objetos de su cuarto contra los pnredes, en un colc>- ba. · Fuo uno auténtica .. alucinación ncgntiva•", comenta Brcucrrl. El
snl otaquo histérico. En las alucionncionos, los dedos de In mono ae btirbudo profesor de sexología, frente o esa joven que lo atravesaba
trnnsfor~oban en serpientes y las uno.e en calaveras. Una afasia gra· con una mirada ciega, le sopló el humo de su cigarro en lo cara. Loe
ve Y mutismo ~mpletaban .el cuadro. En esta segunda etapa, In oin·
tomntologia pohmorfa comienza a reducirse gradualmente a un pa·
trón un1co. De noche, con la caldo del sol, lo paciente entraba co un ...__'5 Bertha. además del alemlln, au l•nKU• matA!ma, hablaba 1nJl4o, ita·
- . kta.h y un poco de hebreo.
•e No f9 de extratiar que un p.1qu1111tra como Chari• Gosbem, evaluan·
do el . .&enal clínico, haya conaidt'!rado quo la paciente era egqu1r.ofttnica
•4 La otra parte corre por cuent.I de lo curiotidad científica de Breuer, (Q', ~ Gotthen, -rhe origina) cAllO mawrinl oí psycboanal11i1·, Am~n ­
alimentada, como luego veremos. por un.a poieíble Uamada tonb"attan.Aforcndal. _ , _ , _ of P..vclua1ry, 1952, CVlll, p¡lf!O. 829-34).

236 237
w~ultod0& fuéron calomat.osoa. Ella h.izo un escándalo, golpeando en bao por lo general doo 8C61one• diarias, dada la gran cantidad de ma-
el pecho de Breuer y cayendo desmayada... Para empeorar las ..,....,., terial producido. Junto a la "h1pnos;s vesperal eoponU!.nea", por prime·
Bruuer tenía que partir de vil'.\ic esa misma noche. A su vuelta~ el cua- ra \'n ee emplea el proced1m1ento hipnótico trunb1fn por la mañana21.
dro h•bla empeorado: "Lo paciente no oomi6 nada durante el periodo, Dedicar varias horns diarias durante mtb de un año -sobre todo
y 1u1 •ausencias• alucionotorias se presentaban plagadas de figuras en caa época- significobn, por lo menos, cualidades roras de pacien-
Lcrroríiicas, cobras y csquclct.os"24. cin, curiosidad y con1prcneión'°. Breuer era un genuino investigador
Por existir riesgo de 8uicidio, se pensó en internarla. Anna O. en del nhno. Los síntomo.s fueron conjurados, uno lrns otro, junto con In
rcolidnd, pasó a vivir en un régimen de h08pitnl do dfa, en una ~illn descargo de los afectos concomitantes. Aqul encontramos el paradig-
junto a la clínica do lnicrlldorf, "donde se beneficiaba do la supervi- ma de lo cura catártica: "En el último día .. IAnna) reproduce la te-
sión del sU.ff do la clínica"'•. Brouer continuaba siendo su médico. r,rorffica alucinación arriba descrita y que constituye la raíz de todo
Poco a poco, Anna fue t'l!Cuperándose en lnz.crsdorf; estaba bien, su enfermedad. lnmeraa en lo escena original, adlo puede pensar y re-
80brc todo en los draa que Breuer la visitaba Su condición una vei zar en mglés; después de lo catarsis, oomienz.a a hoblar alemán Ou1·
mú, mejoró ... hasta las vacaciones de Breuer Cuando ésie volvió, da mento ... Desde entonces goza de perfecta salud-SI.
ca.neo semanas después, de nuevo encontró a la pa.c1ent.e en el mundo Breuer remata lo hiatorio diciendo: .. El síndrome desapareció pa-
de los cobras. El tratamiento se intensifica. Cambio In naturaleza de rn 8icmpre a partir de su dcscripción"'2. Caso curado y acabado. En
loa historias contada• en los "nubes", que abandonan el estilo feérioo In mojor tradición de Anderscn, lo Prince8a Annn O. descendió do su
11
y PR81ln o abordar 01 contenido de las nlucinocione:e y las cosas que cloud, de la mano de su snlvodor, para vivir feliz en In Tierra.
In contrariaron en el transcurso del dfa"".ui. Estos relntos se alineaban A esta altura del relato, Jones "trabajo" lu historia, contando un
con lo. historia conocida de In paciente, lo que fuo decisivo para Ja elo- desenlace diferente. El /Jappy e11d se convierte en lo pesadilla de un
bornc16n del método catártico: la narración de las circunstancias orl· caso íracasado, o casi Snbemos que i:\1albildc, lo mujer de Breuer.
g.n~riu de la aparición de loe sínton1as provocaba su desaparición dctc0n6aba de esa h1st<!nca aparatosa y Ucoa de ortalugios que tanto
El CJemplo más notable íue un paroxismo de hidrofobia. Aunque des- tiempo le tomaba a su marido. El biógrafo oficial opina que esos celos
hidratada y muerta de sed, en el rigor del verano, Anna no podla be- eran JUStificados: "Pareoo IK'r que Breuer incubó lo que hoy en din so
ber ni una gota; el problema se solucionó en el momento catártico en denominarla una fuerte contrntransferencia en relación con su int.cro-
quo recordó que habfo visto o su detestable domo do compañia dejar sontc paciente"33. f\.1ot.hildc, entonces ..pasa a tener oscuros celos. No
quo un perro bebiese do eu vaso. Con la cxtoriorit.oción del asco rc- los demostró abiortnmonlc, pero se volvió infeliz y molhumoradona.1,
prírnido, la hidrofobia dcsnporeció27. En esos '"diálogos c xperimcntn· Brcuor, sensible o lo lormonta conyugal, decidid poner fin al trata·
lea" comienza lo que Annn denominó "'cura por lo polabro"' o tambié.n micolo. Anna O., que estobo entonces bastanlo recuperada, qucdn
'"limpiez.a de chimenea": Brcuer le dio a este método el no~bre erudi- anonadada con la noticio Yo vimos cómo rcoccionabo ante las vaca·
to de "catarsis" o •purgante del alma". Ola a df• ella hablaba de un cioncs del terapeuta, y ctJO. vez el corte era definitivo. La misma noche
trutom~ tras otro, y de esa manera la chimen~n se iba destapando. de la despedida Breucr fue llamado de nuevo a la casa do la paciente,
Lo eaenc1al de ..ta hmp1eu anímica era la emoción expulsada. encontrándola en un estado de gr-an excitación, aparentemente poor
Una lectura ingenua del historial de Anno O puede dar la idea quo nunca. Esa joven que "'parecía ser una criot.uro asexual se encon..
cngnllosa d.• que la cura •• desarroUd do un modo relativamente gro· traba retorciéndose con los dolores de un parto histérico (pseudocie-
duol y ben1gno, scmbrodn do intuiciones 8Cnsocionoles. No fue asf. s is), culminación dramático de una gravidez íonlnsmática que venía
B~~to leer los "Documentos do Kreuzlingcn" pura cambiar do ópti· desarrollándose en respuesto al intenso trabajo cotártico"3$.
ca. . El progreso fue lento y discontinuo, como a t.rovés do un campo Brcuer, profundamente chocado, •procuró colmarla, hipnolizán·
m1nodo. En más de una oportunidad Breuer dC1Jee)X':ra y p iensa en ti- dolo, y después volvió a su casa sudando frlo", exagera Jones. Al dfa
rar lo toa1Ja28. 8iguiente, él y su mujer portieron hacia Venecia, para una segundo.
. En 1882 Anna entra en la 6ltima fase de su enfermedad caractc- luna de miel, de la que resultó In oonccpcidn de una hija. El biógrafo
nia.da por la disociación temporal. Este periodo no está cubierto por oficial agrega que •Ja ni"a que nació en esa.s extra,ftns circunstancias
loe Oocume!'tos do Kreu•hngen•. La principal tarea terapéutica era mam•da Dora l!!I Breuer) se suicidaría en Nueva York, casi 60 a/los
lo reproducc1dn do los alntomrui del perlodtJ d~ 1nc11bocwn. Se realiza. después.... Dicha Dora de triste fin, según Lacen, revela que el deseo
de cmbnrn.arae era do Brcuer. Consecuentemente, él habla de In
'"trons fcre ncia muy 1narcoda de Breuer", porque, "'os claro, Brcuor
amo o su paciente". El vioje u Venecia fue '"la típico salida burgue8R
•1. Not.ns del ea&o to1nadn.1 en el Hospital Bcllcvuc. poro insuflar nueva vida al motrlmonio'"31 .

238 239
L.oR piezas de ese dram::a d e tranKfcrencias. chimeneas, hjdrofc>- Por otro lado. en esa historia de chin1cneos cabe el antipático di·
bln• y celos• encajan e ntre sí y nrt1culnn un maravilloso •ant1cucnto• cho de que "donde hay humo . • Motholde Breuer, en efedA>, tuvo cc-
de hndru1 Lástima que esta historia eea uno frondosa fontru1fa ¡one· loe de Bertho Pappeaheim. Martha y Mathilde eran íntimas. Los cc-
111ana. Eatomos frente a uno de lott mt\" frondosos mitos J)8icoonolfl1· loe de 1u amiga se contagiaron o ~1artha, quien temió que en su c&J.4
C08 Jones fue el agente mitopoyé tico que urdió la tela, y Ellenber¡:er pudiera suceder lo mismo. Freud, alertado, la tranquiliza: -Para que
y Pollock los aguafiestas que pincharon el globo. Jones, en las pala- eso ocurra, es preciso ser un Breuer· (el l!nfasis en -Un" es mfo)'t. Ser
bras do Roudinesco, •rabricó la ho•torio d e la contratransferencia de un Brcuer es lo opuesto a ser un Conquistador. El mensaje C8 claro:
Breucr·3t. La saga de la hija conceb1dn en Venecia y suicidado en los hombres de fibra no huyen frente ni peligro. El Maestro Secreto
Nuevo York no concuerda con los dntoH. La minuciosa investigación de In l listerio no es uno de ellos.
de 1>01Jock muestra que las fechas HOI\ incongruentes"º· Dora nnci6 en JonoH íuc e l artífice de la .. historio d() la fuga a Venecia'\ pero
n1orzo de 1882, tres meses 0111cs de que el padre terminara el trata- Prcud nrrojó leña al fuego. A lo largo do los oños fue dejando CJler toda
miento de Anna. Además, n.o se suicidó en Nueva York : murió en una serie de insinuaciones, cmpcznndo por los Estudios, donde dn o
1938, vfctimn de la Gestapo. Porn completar el equivoco. los Breuer entender que Breuer no consideró el coso desde el punto de vista de
no fu('ron n Italia sino a Gmundcm am Trnnsee·a. una neurosi• sexunJol3. Después, en 1914, en la Contribuci6n o la hi1to-
Oigamos que Jones fraguó In historio LAS mitos .., forjan, pero r10 del movim,.nto psiooanalftKO, planteo la cuestión de la transforen·
no se folsafican. Son construcciones y no ~prt"Sent.ac:iones De lo con· cia erótica de Anna O., diciendo; "Tengo razones para sospechar que,
trano Marco Polo no merecerla el titulo de Padre de la China Lo. cuando todos lo• slntomas fueron •uperodos, Breuer debe de haber
mit08. como los recuerdos encubridoreA. no adulteran con su n~vcr~ dC11Cubicrto otras indicaciones de la mot.1vaci6n sexual de esa t.ransfe..
dod"t. A.1 contrario, se trata de fic:cion<."JI que dejan vislumbrar verdn· renc1&, pero no supo reconocer la ntitumlexo. universal de este ft"nómo-
des ~ostóncas. Como ha dicho Ulloa, el relato es más crefble que el no inesperado ... interrumpiendo eu 1nv4:Stigaeión en ese punto""4 •
pro¡>oo nan-ador. Borges lo sabe. Entre todos los mitos freudianos éste Frcud avanta en la misma dirección en su Presentación oulobio·
es el que transmite la verdad mds inoc('nto: Brcucr se scpo;ó de grd(ica, cuando señala: •una vez con1pletodo e l trabajo catártico, la
Preud por cousa del S<>XO. Cabo decir que Annn O. fue su punto lúcido joven dcsnrrolló un estado de •01nor do trnnsfcrencia•, que IBroucr)
Y su punw ciego. Ella, con su propio nombre, Bcrtho despertó el in- no ruro<:ió con In enfermedad, de modo que ól se alejó aterrado""'· Es·
licrn.o cdlpico de Breuer, evocnndo en ól los anhelos '1atentes por su t.ur ..aterrado• es más fuerte que simplemente .. interrumpir'". El pll80
propio mndre, también llamoda Scrtho, que hobla fallecido en In edod siguiente fue dado en la carta a Stefnn Zweig de 1932, donde f'reud
de los orlgencs. Este ca.so, entonc<'8, p8ll6 o ser el paradigma de oeuro- introduce el tema del embarazo hislénco: "Pude imaginar más tarde
8ll de contnltransferencia, aunque In -ruga a Venecia• oo pase de ser lo que realmente sucedió con la paciente, cuando súbitamente recordé
un mito, mito que puede ser considero.do un producto cultural de to algo que uno vH Breuer me dijo en otras circunstancias. antes de que
ulhma faee de consolidación del psicoanálisis Ahora bien su benefi- comenúramos a colaborar. En lo noche del dla en que todos los •lnto-
cio ~ndorio ca que desvaloriza a Breuer para enaltecer~ Freud. maa de la paciente babíao •ido supnmodos, él fue nuevamente llama·
. En otrruJ palabras, todo mito"" un certero aeú> fallido de la ho•to- do para verln y la encontró confusa, contorsionándose con dolores ob--
na. Lacnn va aún más Jej08, y afirmo que el mito es lo que mejor en- dom1nale1. Interrogada sobre lo que t.enfa. respondió: •iAhoro viene
camo In vcrdad••. •10... el hijo que yo tuve con el Dr. B!·''
Y agrego: ..En ese momento él tuvo en sus manos la llave quo hu·
hiera abierto l as •puertas que conducen a lna Madres•'", pero la dejó
caer,..7 • Msoun, parafraseando o Frcud, seftnla que Breucr no trons·
'8. l!cnri F. Ellcngerbcr: "Thc 11loryor ..
Anno O .... A critieal rcvicw w 1th formó HU ..-h allazgo en dcscubrimicnt.o"'48.
ncw ~nto , J. of Historyof &houlorol St1tntt>1, 1972, págs. 261-79. En líneos genera.les, Breucr, por su propia naturaleza, se carne·
.. 9. Otro tonto aconteció con el malo de "llevar la peste a Eatad~ Uni· teri&ó por una actitud científico cout.a y recelosa frente a una tcorfo
dore , que, co1no luego veremos contó l..ocnn
•to Concord~os con ~can en que ~1 mato intenta dar form.1 ~pica• de gran porte universalista; Freud, en contraste, es més audax. ti 14·
una Meut-naa de v1~a. Por otro lado, no ae p~e disociar ,·erdad de fi«i6n , le• buoca• una fórmula "patolisiológica" única". Es la historia de la
argumc"nto vahdo aempre Que M oon•ndtre que hecho y fantufa no pueden ll"llina y el halcén. En una de las raras carla8 escritas a FliesB, en el
oomperttr hb~mente el m.Qmo }lirdín Por tllo dt1itnto de Heleno l)cutMh
cuando con11dcra 1ndtferent.e que eJ ·oüuio de: una adoleaoente" de Hug·Jit-11·
mulh tea una falsificación, puesto que *c. but-no•. Retomaremos cet.c impor-
tante ~mtt • 1 l Aluíuón a una fraee del Pou1to da Ooothe (Segunda Pru1.c).

240 241
verano de 1895, Breuer afirmó: "El intelecto de Freud está operando Personajes fa1nosos pasaron por su puerta: Nijinski, Husserl,
con toda su fuerza. Yo 1ne siento ... eomo una gallina que pretende 1'•lartin Buber, Karl Jaspers, para mencionar Jos más destacadosU.
seguir a un halcón"'50. Adviértase que éste es el máximo elogio posi· Conocemos la evolución de A.nna O. en Be11cvue gracias al informe
ble. Hirscbmüller dice que en cierta oportunidad Breuer lamentó es- del Dr. Laupus61... Durante las prime ras semanas el cuadro clínico
tar dominado por el Demonio "Pero" 61• Él nunca dudó de la geniaJi· mejoró sensiblemente. Fue posible disminuir la dosis de morfina, lle·
dad de Freud . En una carta a Forel, le escribió: "Yo tuve el único gando a suprimirla"58 • El slntoma más incapacitantc era la neuralgia
1nérito de haber reconocido la importancia de la histeria, tan poco que tomaba la forma de un tic doloroso. Para dicho fin se emplearon
considerada desde el punto de vista médico y cientlfico ... y de haber "'sanguijuelas en los puntos de emergencia de la zona infraorbitaria,
perseverado en niis investigaciones, sin haber permitido que los pre- elect.ricidad continua y farádica, seguida de tratamiento de arsénico
juicios interfiriesen en el examen directo de los dat.os ..."'f>2. Lo que es durante varias semanas. Sin ningún resultado'"S9. Hubo que volver a
mucho, si lo pensamos bien. emplear la morfina. Necesitaba dosis diarias de 70 a 100 miligramos
No me caben dudas de que un ángel justiciero debería conceder a cuando dejó el hospital, por iniciativa materna. Es de notar que, poco
Brcuer una mejor imagen en el panteón psicoanalítico. ~I mismo, al antes de salir del Bellevue, Bertha Pappcnheim expresó el deseo de
hablar·de su fantas1na "-Pero" y al homologarse con una gallina, con· visitar ta tumba de su padre y, a1 mismo tiempo, manifestó su inten-
tribuyó a hacerse la forna de respetable burgués bonachón, medroso, ción de seguir estudios de asistente social, punto de partida de un gi·
sin cojones teóricos, que deja caer la llave maestra a la hora de la de~ ro radical en su vida, y bocado de cardenal para la teorla kleiniana de
finición. Sucesivas generaciones de analistas forjaron la imagen de la reparación.
"'un" Breuer que, tímida y un poco bobamente, acompaña las intuicio- Bertha Pappenheim, además de inteligente, era también muy
nes histéricas de Anoa O. La wat.sonicia de Brcucr realza el brillo atractiva. Dos décadas después de ser tratada por Breuer, se diplomó
sherlock.iano de Freud. como la primera asistente social de Alemania, oonvirtiéndose en una
Por otra parte, el happy end que Breuer da al caso es mentiroso, de las figuras prominentes del movimiento feminista mundial de fin
aunque la palabra pueda parecer demasiado fuerte. Los ·nocumentos de siglo. En estos últimos tiempos, Bcrtha se convirtió en un !dolo de
de Kreuzlinge n" presentan un epílogo muy diferente del descrito en las "eccrfeminislas'\ particularmente después del best-seller de Lucy
los Estudios. A partir de marzo de 1882 -o sea, después del "alta"- Frecman, The story of Anna 0 .60• Fundó asimismo un orfanato en
Anna comenzó a padecer una neuralgia "'tenaz y torturante" del trigé· Francfort, y organizó una ligo de nlujeres judías y una casa de ma-
mino63, junto con "'fuertes ataques que comenzaban con temblores co· dres solteras. Con\o homenaje póstumo se cn1itió un selJo conmemo-
rcicos para terminar en graves convulsiones atctoides..54 . Dada Ja in· rativo con su efigie.61. Es una ironía del destino que una mujer que hi·
tensidad del dolor se le administró morfina, lo que luego degeneró en zo tantas cosas importantes en la vida sea más conocida por las
moñmomanía. Por todos estos síntomas, Anna O. fue internada en el cobras y lagartos de sus delirios.
Hospital Bellevuc el 12 de julio de 1882, poco más de un mes después Estamos en el imperio de la catarsis. Como señala Joncs, i.Binet
que Breuer cerrara su historial. había observado que la t erapia sugestiva era más eficaz cuando la
En esa época, Bellevue era considerado un hospital psiquiátrico atención del sujeto estaba dirigida hacia el momento en que el sínto-
modelo. Fundado por Ludwig Binswanger cuando Freud tenla un ma apareció por primera vez 1 pero, como vimos, nadie antes de
año, pasó a ser dirigido por su hijo Robert en 1880. Éste, hablando de Breuer relacionó ese retroceso asociativo con la abreacción propia del
la filosona psiqujátrjca del padre, pinta una institución que anticipa procedimiento eatártico"62. La mejora sintomática, en todo caso, era
las comunidades terapéuticas de la segunda mitad del siglo XX. Se· notable aunque pasajera, y sólo se mantenía por algunas horas.
gun Robert, el padre "daba cursos de lenguas antiguas y trabajaba Breuer da entonces el siguiente paso, instruyendo al paciente para
con pacientes en el taller de carpinterla y en la huerta". Trataba de que focalice la escena precisa en que aparecieron los síntomas, pero
"hacer de la institución una gran familia que dirigía como un verdá~ junto con las emociones concomitantes. Gracias a esta innovación
dero patriarca"M, •12. consigue que la supresión de los síntomas sea más duradera.
La catarsis (purgación, en griego) es una abreacción en acto, o
8<!9 la descarga de una emoción sofocada. Pero el concepto de catarsis
es tnás que eso, implica un posicionamiento frente a las pasiones.
• 12. Austen Ri~gs, fundador de la comunidad terapéutica que lleva su Aristóteles tomó el término de la medicina de su tiempo, para edificar
nombre, en Stockbrtdge, ft.1assachuselt8, se inspiró en el Hospital Bcllevue au filosofía estética. La manifestación trágica en escena tenía el efec~
(E. Rodrigu6, Biografía de uno comunidad teropiutica, 1965, Buenos Aires, to de purgar las pasiones. Anna O., en esa purificación ritual por la
Eudeba). palabra, ..expectoraba las mucosidades de sus slntomas"63.

242 243
Sin dudn, el rnérito por el empleo de la cura c:otártico fue de 8. AlbrochL H1roch111Ullcr, 1bíd., pág. 139.
Breucr, pero hay que decir qu~ el mundo es pequeño: un úo do la es- 9. Peter Oay, Prtud, umo 1.1ido poro o nos.a lempo, 1989, San Pab1o.
poea de Frcud, el helenist.a Jacob Bemays, entra en la jugada. Juan Companhia d .. l.etru, r>'ga. 7~-6.
Oalma.. llama la ateno6n sobre el hecho que Jaooh S.-mays se habla JO. "Docun>enLO 26 de Kttuzliogen·, Albrec:bt H.irochmdll<r, op t1L, Ple
361.
dedicado al eatudio del conceplo arisrotélico de cat.ani1 dramática, 11. lbld•
...,..umiendo sua ideas en un notable ensay.... Segiln Oalma, lo cal.ar· 12 lbld . P'f. 372.
sis era un temo de moda en los círculos vieneses y parie1en&e&.
13. lbld • ""· 361
Hirschmúller4' corrobora el hecho, señalando que la tesas de Bemaya 14. SE, 11, r>'e 22.
fue objelo de un inlenao debate, y que en un lapso de cinco adoa ha- 15. lbld pd¡. 363.
blan aparecido cerca de 300 publicaciones relacionadas con ella. Todo 16. lbíd., pd¡ 364.
hace pensar que Brcuer y Frcud cooccian el trabajo de BcmnyoeT. 17. SE, 11, ptlc. 26.
El método de Breuer era bastante análogo ni utilizado por Janct, 18. SE, 11, pd¡. 29
por ejemplo en el caao de Lucio. Est.a paciente, en estado segundo, re- 19. SE, 11, pág. 26
vela bajo hipnosis In C•cena central pcrseculoria63. El francés con•i· 20. !bid. . J h ¡ d
dcraba que au m~todo ero semejante al de Brcucr, y rcivindicnbo In 21. ErnR l_.caky, Oit wie11er Medizinischt Schule 1m 1.9 . o r 1u11 · 4!rl,
priorídad&ll, Son abordajes parecidos: en ambos casos •e produce uno 1965, Coloni.-, Oroi, pág. 381, clt.adu por HirachmOUar,op. cit., pág. 143.
supresión sucesivo de los sfntornas, desde los más l'<..\(:iCntcK hoslfi los 22. St:, 11, pág. 27.
23. fbíd., pág. 367.
más nntiguoe. Existe, e.so sr, una diferencia significativa, bien cxplici· 24 . SE. 11, pág. 27.
tadn por llirschmuller: •Para Janet, la búsqueda del síntoma inicial 25. AlbrecM HirochmOllcr, op. cit., pág. 143.
sólo crn importante por solicitar la representación patogénica Lo di· 26. lb!d • pá¡:. 370.
cacia del método catártico, por el contrario, se sust<:nta en el hc;:ho do 27. SE., 11, f>Á/I. 34
quo los elemenlot! pofquiC<l6 escindidos entran en contacto con afcctoa 28. AlbrochL Hirochmuller, op. c1L, pág. 145.
al hacerse con8Cicnta, lo que permite la abrcacción.,•. Lo• palabra. 29. SE, 11, J>ill: 36.
hacen Ja d1fert'.ncio 30. Emel:t Jon•, "'" t•L. 1, s>'g:. 232.
•uno do loe motivos que hicieron de Anna O. una paciente ton 31. SE, 11, pdfl. 40-t.
ejemplar -<>xplacn Peter Gay- es que ella realizaba grnn parte del tre· 32. SE, 11, ~· 40-1.
bajo imagmativo"71 • El discurso histérico inauguró la escucha annlfti· 33. EmesL Jo... op. <•I • 1, p¡lc. 232.
ca. Brcuer alegó un cuart<> de siglo después que su trntamaento "con- 34. !bid.
tenfa el germen del coajunto del poicoanálisis-n. 35. lbld. p11, 232.
36. fbfd J . ~- ' )
3?. JacquCfJ Wcnn, Le tron.ren - Séminaire, livn VIII, 1991, Ptl.1-.., ..,icUI,

NOTAS 38. Amine Aur y AnlOine Sarlti1, Frtud. le# femTM1, I'amour, 1993. Pn •
pilg. 17.
ns, Z'Edition1, pd#. 33. •• lh
39. Eliubath Roudineaco, Hiat6ria da psicanáliM! na Fron~a. A uuto a
1. E. Kracpelin, ·Locura hist.éric..'l", La.s His«Jrio11, cornp. de Jorge Suurí, do.unr ano., 1986, 1, Rto de Janeiro, Jorge Zahar, l , pá~. 26. , .
pág. 147. 40. Goorgc Pollock 1 -i~he pouiblo sig:nificance of c:hildhood objcct,.lo~s an
2. Carta do Froud tl Martha del 13 de julio de 1883, Sigmu11d Prtud. Co· the Joaef Oraucr-Bcrt.ho Pappenheím (Anna 0.) • Sigmund Froud rolataon•·
r~•pondltte1a d~ amor, 1981, lmago, Río de Janeiro, pág. 59. bip•, J. P1hychoonol. Au., 1968, XVI, páp. 711-39. . .
3. lbfd. 41. Jacquo1 IA'con, L'cnCN?rf t:ú lo p$yehanolyae · Le Slm1na1r«, lu.1n
4. SE, 1, páp. 1-313 XVII, Paria, 1991, Seuil, pAg. 127. E
5. EmtatJonw,A v1do ta obro ch Sigmund Prtud, 1989, Rfo deJancaro, 42. Carta in6dita de t'rcud a Mart.ba del lL de noviemb"' de 1883, ,...
!maco, 1, r>Ac 233 Mil Jonee, op_ c11., 1, pAc:. 232
6. Carta de Selma 1'11... a Dora Edi"#"r del 19 de junio de 1936, l'llnd•· 43. SE, 11, ptlc. 210.
d6n Echnaer. Arch1v01 ~tun1cipaJes de Frand'ort.. cii.da por lllrechmUlltt, 44 SE, XJV, P'(. 12
.,, <1/ .• p4¡¡ 139.
-~.~.~~ d
7 "Oocumenio 26 de l(,,,uthngen", His&oria del eaoo de Anna O. para su 46 Cart.a de Preud • Steía.o Zweig del 2 de junio de 1932, Sa1mun
Lratam1ento en el HOJJ)lt.al BeUevue, citada por Albredat }hnlChmOUer, 1btd., ,,.,__ Con-.._,uMIO </eº"""• p4c. 474.
p¡lc. 360. 47. !bid

244 245
48. P.. J... A.Noun, "Loe grand~a de.acubrimientoe del peicoenáliti1" fli•
torfri dtl p11coancfli11a, comp. por R. Jacard, 1, 1982 Barulonn Oro.n°ica r
JlÓJ 151. • . •
49. John Sulhvan, •From Breuer lo FTeud", 1959, P1ychoonal Reu.,
XLVI, p6¡1. 69-90.
50 Cana de Breuer a Plí... del 5 de junio de 1895, atado por E......n Jo-
- . op. <11., 1, "" 248 CAPÍTULO 15
51 Albrechl HorachmUller, Physiol- und P<Y<h.oo.nalyw in Ltb<n und
w.,A. J-f B"""· 1978, Berna, Hans Buber, .,q. 256 BREUER, MAESTRO SECRETO DE LA HISTERIA
52. Carta de 9,....., a P0ttl del 21 de novi<mbre de 1907, atada en Cra·
ne6eld, "Breuer'1 Evaluaboa", págs. 319-20.
. 53. •Documento 34 de Kreuzlinoen·. Albrecht H1rKhmUll<r º''" c1t Para hacerse una idea de la importancia del paso dado por
""· 385. ·~ • • ,. •
Breuer conviene COllJ!iderar el estatuto de la IA!rapia de la histeria en
64. lbíd • pá¡. 378. 1880 en Viena y el resto del mundo, salvo Parla. Las míl curas exis-
~· Robert. Din1wange~, manuscrito sin fecha de 1890, AtthJvOI del Bclle- tenU:s eran ton proteiformcs como inoperantes. Se basaban en dictas,
vuo, Citado por Albrocht H11'8Chmüller, op. cit., pág. 154--5. aguas mincro.~cs y en tr~tamientos .medicamentosos ...nntihistéricoe•:
372.56. •0ocu1nento 26 de Kreutlingen", Albrecht Hirtchn10llcr . . º'"
,,. •it
"' ., -'"
~·., . valerinna, ant1eRpnsm6d1cos1 narcóticos (bromuros, opio, morfi no, clo-
57. Not.t\8 t.omadaa en el Hoapit.al Bellevue. roformo hidroto do cloral), antipiréticos, estimulantes (eslrícnino, ni·
58. Albrochl HírochmOUer, íbíd., pág. 156. canfor y' orsénico), preparados ferruginosos, dit¡it.alina y atropina. E~·
tabon odcmi\s In c lcctroteropia, la hidroterapia, lo bolncariotcrop10
373 .!~· "Oocumenlo 26 de Kreuzlingen·, Albrecht HirochmUll•r, íbíd. pdgo.
(también denominado climotot.crapia), la met.aloteropip. In mngncto·
60. Lucy Fcemnn, Th~•toryo(Anna O.~ 1972. Nueva York. terapia y lo mcco.nowropio (gimnasia, deportes y mas111esl 1•
61. lbld., 1, J"IJ. 233. La hipnosis, por su parte, de moda a comoenZ-08 del s1gl~ KIX._ha·
62. El'Mll JonN, op. cit., 1, pág. 279. bfo caldo en total descrédito. El propio Breuer, en 1868, d1Buad1ó a
63. J. 8ernay1. Z~i Abhandlungcn ü/Hr d4e A.111toU/,«ht Tlt~n~ dt• Mori• ll<>ncdikt de int.cnt.arla con una paciencia de Oppol•er2.
Droma (Eltmtnt.oa de uo escrito perdido de An1t6t.elt1 10bre la teorfa de ¿Entonce>•, por qué cambió de opinión?
Dn.ma del lellrO), 1880.
Es muy poeible que Brentano haya sido el pivote de e.e cambio.
66. A. HlnchmUller, Ph11i.olqgie und Pqcltoonaly• 111 ú~n und Wtr4 El filósofo, además de confiar en su amigo como médico, manienra
Jo«{Bniuro, 1978, P'c 2070.
con él una e.trecha correspondencia. en la que se <bscutían t.cmu 18·
50_ Frank J Sulloway, Fr<ud, 6io/QfíUu ch r.,,,nt
Jlél.67. ..... P••ard
.,, • 1981 • PaJ- ..., • les como el pa.ntclamo de Fechner 1. En 1880 Brentano ·~ int.cr~oó
. 68. Plcun Janet, •ta ~ incor18Cient.a et le dédoubltment do la perw- por el fenóm~no y visitó en Leipzig al famoso mago He1denha1n,
nah~ pe:ndant lo eo·nambouh1me provoqué'", Rtvue Plulo.opluque ~ FroMt. quien le p~nt.6 una serie de experiencias sobre hipnoti.emo.
1886, XXII , pAp. ~. Retomemos la histórica noche de Ja hospil.alidad acuática, en la
69. Henri Jean Barraud, Freud et Ja~t. Étuck comporl J97 J Toulousa que se habló de Anna O. y de "insania moral". Esa expresión, ...insa-
Prival, p<lg. 23. ' ' ' nia moral", mcrooc una digresión nosográfica·2. F\ac un rótulo impor-.
70. Alb,...hl tlírochmOller, op. cit., pág. 249. tant.c, ncuftodo por el psiquiatra inglés JameJ! Cowlcs Príchnrd' en ~a
71. Pctor 011)', op. cit., pág. 75. primera mitnd del siglo lUX. La insania moral anticipa las ncuroa1s
72. Corto do Orcucr a Augusto Forel del 21 de novic1nbra do 1907, cft.oda do nuestro eiglo. La originalidad de este nuevo espacio nosológico
en Cr.o.~oticld, •Joeaph Oreuer cvaluation of his own cootrlbution to peycbon· consisw en que demoren aquello que no es; Richard Hunt.cr e Ido Ma·
nolYll"' , •n ltot. J. PfY<ho-llna/, XXXIX, 1958, pág. 320. calpinc definen insunin moral de la sigujente manera: "'En c.808 ücm-

• 1. a~ntono, fn una carta del 12 de febrero de 1903. eloritt la a¡radttble


Pt'H'b1un del •talo de Bre-UC!:r •que contrasta con todo lo qué té eocuent.ro de
'-rdanano en loe lratodoe filoe6ncos alemane1· (citado por Albrtehl Hirech-
muller, J-f Brt~r. 1991. Pario, PUF. pág. 65).
•2 &xprw1on empleada repebda.s veces pot Freud, part.aculermente en
•u oorrer.piond.-1\t'aa ron Pl1Ne.

246 247
po8 fue un considerable progrceo. casi revolucionario distingujr de lo sentido mnndar a una pcr!Onn joven perfectamente normaJ y tia·
ioennia propiamente dicha los ca1os en que íaltab~ el par dehrio y ludable, no ob$tante una pcquefto debilidad de los nervioo, al
oluc1nac1ón, que siempre habían sido considerados las marcas de lo Asilo para Epilépticos y Débiles Ment.oles y, de esa ma.n era, pn·
locura'"". varia, violentamente de su creencia en el amor, en la justicia y,
El concepto se aproxima al "bovarismo• de la psiquiatrfa france· por lo tanto, en Dios? ... Ahora quo estoy aparentemente curado,
sa El bovansmo tncluye toda una gama de •iJusiones sistemáticas· me 8iento en mi interior más enfermo que nunca .. . Si usted pu~
tJln d<!Hrios; es una estación intermediaria entre lo normal y Jo pora- diese ver en mi interior, vcrfa un agujero negro, donde Ja !lnica
noico•. Pero los avances nosológicos, como todos los adelanlos closifi- luz es un resplandor inícrnal y ordicntc ... Querría huir, pero
cotorios, son armas de doble filo. SI lo antipsiquiatría hubiese nacido ¿adónde? ... Por favor, no me hable más do Jesús ... Aquí est.á ••·
en el siglo pasado, la r..insania moral"' sin duda habría sido uno de suR crito Jesucristo y Amor en todas portes, aunque todo es!<\ lleno
blnnCO!' favoritoa'. precisamcnto por tratarse do un diagnóstico bosndo de odio o iniquidad10.
c.n el signo negativo. En el paquete enlrn un gran abanico de fcnómo--
no8. Cunlquier cosa hecha a contromono del sentido común (lo elec- Lo mnyor(a de estos pacientes crnn mujeres. En cuanto o los
ción de una profesión excéntrica, el amor a primera visto. un gesto hombres, se trataba de persona.s jóvenes, talcntoaas y rebeldes, como
obsceno, hasta un hobby cxlravogante) pod!a ser considerado signo en el caao de Hesse. El propio Freud podrf8 haber sido considerado
de insania moral, por no atenerse n In norma. "victima• de insania moral . Hablando de las críticas que recibe de
El .imp!•cabl~ Jeffrey Mou884\iefT Masson•, en su cruz.ada antítc- Breuer, le C11Cribe a Fliess: "No consigo hacer nada valioso a los ojos
ropéutaca, investigó precisamente en el Bellevue (que, como vimos, (de Breuerl y he desistido de intentarlo. ~I piensa que yo deberla pre-
fue en su momento la vidriera psiquhltTica de Europa) para cuel!tie>- guntarme todos Jos días si estoy sufriendo de insania moral o para~
nar el concepto de insania moral. Resucitó entonces algunos historia· ooin cientUica"'•s
lel!, entro ellos el de la Condesa llona E., paciente en Bellevue entre Cuando Freud decide finalmente abandonar la hipnosis, comicn·
1893 Y 1899. La madre de llona explicó a los médicos que su hijo "lcfn zo a Udior con un nuevo ..juego de íucr!.nlJ" en el interior del psiquis·
"?velas do Zola, habf~ tenido uno relación amorosa con su tutor y a&· mo hun\ono•1. Porque si las histéricos pod(nn recordar las cnu1J08
piraba a 11onnrse. la .vtda dando l~cciones do piano"'. El médico que lo trou1nático.8 do sus síntomas, o pesar de los protestas iniciales de ine>-
atcndfn h.'zo e l siguiente pron6"t1co: "La falla ética más llamativo es cenlc ignorancia, cabía inferir que
lo. ouacncin total de amor a su modrc. Otra indicación de perfidia mo-
ral "" su completa irreligiosidad y su falto de fe en la autoridad ... Se Yo t.:nla que superar una retüstcncia, y la situación me condajo
desprende claramente de estaa reOexiones, obtenidas después de cin· de inmediato a la teoría de que por mtdio d• mi trabajo p•(<¡ucco,
co ~·""•~e observación de la Condesa, que ella padece un caso leve d•bfa •uporar una ~,..,. p•fque«J •n IOI paciUtlU que ,,. oponfa
de •1n1an1a moral-. Está totalmente contraindicado permitirle una o que lo• repn~ntacionea p0totfln1co1 se uoluüun conacuntel
vida independiente"". ''"'"'" rocoroadas) [el énfasiJ .. de Freud(.12
¡No quiero ni pensar lo que habría sucedido si el caso hubiera ai·
do •grave•J Eotamos frente a la piedra fundamental del psicoanálisis. La no-
Conviene detenernos en un episodio trágico, que sólo salió a la ción dinámica de conflicto ...A cae proceso le di el nombre de rtpre·
luz en 196611, cuyo protagonista rue el conocido escritor Hermano Hcs- ei.6n: oro una novedad, nada semejante había sido señalado antes en
so. En 1892, el padre de Hesse crefn quo su hijo tenla una vida acero- la vida montaJ"l3. Lo nuevo ero lu noturalc-za dinámica, conflictiva,
la, "llen~ d<;, ponsa'!'ientos antinaturales poco saludables y de font.o· complementario, de las fuerzas en juego. Est.o idea matriz de defensa
s!os fcbryles . Dec1d1ó, entonces, internarlo, o los quince años de ooad, fue "sin duda la razón del desacuerdo entro Breuer y Freud sobro la
en e l Asilo Stctten. de Epilépticos y Débiles Mentales. Cuando el ado- Importancia de los estados bípooides en la formación del s!ntoma his-
IC11Centc comprendió dónde estaba, quedó aterrorizado. A juicio del di· Wrico"•4
rector del asilo, la manera de fruncir las cejaa del joven Hesse era un 1886 A partir de la crucial cena acuática de 1883, el vfnculo IC
•1.gno pa~omó~co de insania moral, adcmú de que leía a Turguo-
n1ev, una 1n~u~aa notoriamente maléfica. Desde el asilo, Hermano
Hease le ~b1ó a su padre una carta que tiene mucho de grito:
. •a. Can.e de Preud a Fliet1 del 1• do mano de 1$96, Corrt1pond,nt10
Y ahora Je pre~~' sólo como aer humano, porque me permito, Bipu,q P'r'fMd· Wd~lm Fli~••, comp. por J, M. Mttisaon, lmago, Rfo do Jo-
a pcaar de eu op1ru6n Y de mía 15 aftoe, tener una opinión: ¿tiene DOlro, P'c. 176.

248 249
habla consolidado. Freud le escribe a Martha · "Yo estaba tan emocio- de 1892, en el mes de la muerte de Brücke. El 1egundo, escrito por
nado que le revelé nu..,.tro noviazgo. Él me dijo que habla descubierto amboe, en diciembre del m1•mo allo, es máJ! eompleto2". Ese aJlo de
(!O mf, bajo mi aparenle timjdez, a un sujeto valiente. sin miedo. Yo 1892 fue totalmente dcd1c•do a la histeria, comenundo eon la lra·
e1empre pensé que era ~l. pero nunca osé dedrselo a nadie. Me pare- ducci6n del segundo libro de Charcot. que ya trae, en las notos al pie
ce que he heredado do m11 nntepaaados todo el e8plritu rebelde y todo de página, las primeras chiopaa conceptuales frcudianas21 .
Ja. pasión con que elloe defendieron el Templo y con que yo podrfa sa· En In "Comunicación Preliminar""', ellos porten del punto al que
criticar m1 VJda por u.no grnn causa,.1&, ••. habla llegado Charcot: lo incidencia de un trauma mental en la etio·
Brcucr escuchaba los "'voces del inconsciente" de su joven discl- login de la histeria, con la puntualización de que no es el trauma en
pulo. Hasta en Ja primavera de 1889, Sigmund encabeza une carta en si el disparador, sino su rtcutrdo. De ahí Ja femO<Ja frase "el hisWrico
los siguientes t<!rminos: "Queridísimo Amigo y el más amado de 106 sufro de reminisce:nciu-2:3
Hombres•1&. La •comunica.ción Prelirrunar·. como su tftulo lo indica.. procura
Esa amistad babia alcanzado su punto culminante en 1887 describir simplemente loe mecanismos de loe alntomu histéricos Y
Breuer era el padro-amigo! ~la y patrocinador de Freud, solicito con no loo causas de la enfermedad. La parte el!Cnta por Freud contiene
I~ carrera del JOV~n pro~do •. Un gesto de gratitud de Freud consis· aua idees principales en torno de su 6teorfa de la memoria•. El re·
t1ó en dar a su pnmere hyo el nombre de lo mltjcr de Breuer Jo ntra· cuerdo, que es el contenido del ataque histérico, no es en s{ mismo
yente, maternal y solidaria Mathilde". ' cauenl, Rino que •1·cpreeento• el retorno del hecho deílagrador: el
En el inicio do los 0~08 90, Freud intento convencer a Breucr de traumo psíquico. Estf' trau1no charcotiano es definido como una
quo no abandonen lo senda abierta por el caso do Anna O., pero en· aumn de excitacione-8 en el aistema nerviO&O. Eo una nota al pie de
cuentra una fuerte oposición. Joncs narrn que "'Frcud por fin se Me· pá¡ino do Ja traducción del libro de Charcot, Freud comenta: "Tal
guró 'ª·colaboración do e...,uer, quedando entendido que el tema de Jo ve& el ataque histérico debo encararse como un intento de com·
sox'!al1dad pc"':'aneeerfo en segundo plano·••. En carta a Fliess, él plctar la reacción al trauma-2•. O sea, como una tentativa de asími-
ee<:n~: "Te ~bo porque Breuer me manif.,.t6 su disposición a que lación
publiquemos Junlo8 nuestra teorfe pormenoritoda de la abreacción Dos largos aJlos después de la •Comunicación Preliminar" apare-
aal como otros chistes flfiltt) sobre la histeria""· ' cen los memorables Estudios sobre la hi.suriat6, de los cuales Jonce
Seis meses .deapué8 aparece "Sobre el mecani8mo psíquico de fo. dico quo se suele considerar que ellos marcan "'ol nacimiento del psi-
oóme~os hts~éncos - "'?municación Prelim¡nor• -unn especie de car- connálisis~. Por lo correspondencia con Flies8 noe enteramos do que
ta do intención-, publicada en dos partes. ¿Por qut\ fue tan dificil gran parte del libro fue escrito en 1894, afto en que las relacionce en·
convencer a Breuer? Joncs, como vimos, atribuye el problema a Jaco- tro ambos autores se deterioraron rápida.mento. El libro comienza
ao sexual, pero es !>08iblo que también boyan entrado en juego otros con la reimpresión, sin modificaciones, de la .. Comunicación Prelimi-
factores. Uno de elloe, sogún Hirschmuller, pudo ur el hecho de que nar". e incluye cinco e.x~nl08 casos clínicoa y algunoe fragmentos, un
Anna O. no estaba curada. Otro, la falta de call()O: Lucy y Elizabeth ensayo teórico de Breuer y un capitulo final sobre psicoterapia do
fueron tratadas .• n el 1n!A!r:-alo de dos aftoe y medio entre la "Comu· Freud.
n1cac1ón Prelimmar" y el hbro propiamente dicho. Junto a las reti· ¿Cuál fue el punto de partida? Freud Jo expresa del siguiente mo-
ccn~1as de Breuer encontramos el apremio de Frcud uoo de cuyos do: "Brouer babia del!Cubierto en su primera paciente (de psicotera·
mol1v~s ~a ser la aparición, en 18891 del libro do J~et Autonialis- pin) que el intento de revelar la causa determinante de un síntoma
mo PBlcol6g'.co. Urgía presentar el nuevo método catártico para re· ora, ol mismo tiempo, una moniobra terapéutica. Nuostro procedi-
clamar la pnoridad. ' miento consistía eo t.omnr cada síntoma particular e investigar las
. Conocemos dos borrado"'8 preliminare& de la "Comunicación' El circunstancias en que apareció por primera vez ... "'21.
pnmero es un esbow esquemático que Freud envió a Breuer en ju.nio Esto implicaba una inversión programática. Breuer, centrándooe
en la nueva noción de "idea patogénica...,, invirtió el trabajo de Char·
cot. El maestro de la Salpétri~re habla demottrado que induciendo
ciertaa ideas era posible cauu.r síntomas his~ricoe; Breuer probó que
. •4 . Ea interesante el hecho de que Freud 8610 confoaó 1u novia,IMI cati loo slntemas hisUricoe desaparecían al exbumor del inconsciente las
ee11 al'loe dé!puél de iniciarlo. ""'!'>" ideos causales. Hay entonces ideas patológicas o ideas patogénicaa.
'5. Ademáa de Prcud, Oreucr ayud6 a otros jdvonca: do talento conio Do ORO dialéctica nace el psicoanálisis.
Hugo Wolf(Frank Wnlkor, Huso Wol(. a Bio¡¡rap/1y 19•1 Load '·• Dos lineas do pensamiento estaban preaenteo. Por un lado, una
132-3). ' ' V ' reo, y«gl. teoría general de la mento, que portia de loa oueftos; por el otro,

250 251
una investigación sobro la interacción mente·cuerpo. El doble intc· ~r lr(do.s como una noveln. y que, por asf decir, le8 folla el sello de~
ré• por la actividad sexual y los trastornos afásicos deriva del he- nedad propia de la c1cnc1n De allr que tenga que consolarme diciendo
cho de que tanto la sexualidad como el habla tienen componcntca que "" la naturaleza del tema lo que lleva a este resultado, más que
fisicos y mentalea. Son a contecimientos pa1cosomt\ticos. El sfntom& una preferencia persona1·.u.
oít\sico y el síntoma histérico son las claves para resolver el enígmo En la apertura del cnpltulo teórico de loa Estudios sabre la histe-
del hombre. ria, Brcucr es categórico: "En lo que sigue, horé egcasa mención d el
Ya en 1893, en e l artículo sobre las pnrálisia histéricas290 tone· cerebro y ninguna absolut.nmonte de las moléculas. Los procesos psf·
mo• la formulación do quo éstas se dife rencian radicalmente d o lo• quicos serán abordados en e l lenguaje de Ja ptcicologfa; y, en rigor, no
parálisis orgánicas por no seguir la distribución lógica anatómica, si· podría ser de otra manera. Si en vi!% de ·idea• p1U1árnmos a hablar de
?ºel "!'ncep.to '?ental "brnzo". Única explicación posible: el concepto •excitación de la corteza cercbrnl•, esta segunda expresión sólo ten·
bro.zo es disociado dol resto de la conciencia , lo que, en la termin1> drfn tientido en la medido en que bajo ese disíroz reconociéramos a
logia del "aparato del lenguaje" remite a la noción de "afinidad aao- un viejo amigo y !4c1tamen«i restaurásem08 la •tdca•.. Por ello es·
ciot1va•. pero que se me perdone que recurra casi exclu81vnmente a t.érminO'J
En los Estudia& aobre la hi&t~ria los autores inRisten en que el psicológicos"33.
simple recuerdo sin abreacción afectiva "" de poco valor terapéutico. Esta introducción sugiere que él estaba máa inclinado a uo abor-
En la cura entran en juego dos elementos: lo red de asociaciones daje p•icológico de la p•ícopatolog!a que el propio Froud. Strachey lo
mentales>'. los dispos itivos de descarga (n>bia, llanto, gritos, cte.). soalolo en su• Notas del Editorª'. Subrayo que Frcud, en 1895, 'so
Los mecanismos abrcoctivos normales son desactivados cuando uno <1ncontraba a medio comino e n el proceso de pasar, después de eu
situac ión social hace impo11Jible la e xpresión de In e moción. En ese Proyecto, de las explicocionee fisiológicas a 10.IJ explicaciones psicoló-
cuo los reeu~rdos íormnn un conjunto penoso que e l sujeto npnme. g¡c.O!ll. Allí las neul"()."ltis nctuoles recibían una explicación química; las
~sta es la !'nmera vei que el término aparece empleado. Tampoco ps1concurosio, psicológicas,•• términos de •represión". Strachey re-
hoy expresión de afectoo en la condición que Brcuer denominó "••ta· conoce que Freud •negó poco a poco al punto de viota expresado por
do hipnoide•, caracteriz.odo por intensot íanta5eos (similares a lot a..........de que los proc....,,. psíquicos sólo pueden ser tratados en el
"estados hipnóticos" do Charcot) y por "pcnsamiento6 sexualcs•30 lenguaje de la psicologfn ..,., Fue el propio Strachoy quien llamó la
Los Estudios pueden ser leídos de vorios modos. Presentan. en at.cnción sobre una '"notoblc parndoja"36: Brcucr amenaza, más aún,
primer lugar, un interés histórico, en el buen 8entldo del término. 'su- se justifica por u sar uno jerga peicológica, '"pero, en verdad, su capf·
llowoy recuerda quo la histeria "es un tipo d o onfermedod que tulo tc-Orico trata bás icnn1cnt.c sobre las •cxcitnciones intrace rebrn-
n1uchos n e urólogos hoy on dfa rarame nte ven ... Releer estas obscr· le""' trn.zn.ndo paralelos entro el sistema nervioso y las instalaciones
yacioncs si~ifico s~morginc. en un mundo perdido de conducto• eléclricas""7 • O sea que Brcuer, que pretende psicologizar, •neuroto..
1nc~eCbles, siempre b1zarraa-i1. '· En segundo lugar, como dice el pre- giza" •u lenguaje. La paradoja es doble: Freud, por su lado, que se e&-
foao de Freud a la segunda edición, se trata de un manual de psicot+ fuena por eq>licar loe fenómenos mentales en t~nninos fisiológicos.
rapio., de un itinerario t&nico. En el desarrollo de los casos clínicos comprueba que sus C8.IOI clfnicos toman Ja forma de novelas psic:ol6·
presentados, asistimos a una maduración de la Ulcnica, que va dC8de ficaa 1• Strachcy tiene mucha razón. Tras IR paradoja navega un
la sugestión hasta e l abandono de la hipnosia, desde la "cura por la equívoco. Para Sulloway, e l equívoco se explica ·porque !ellos) no e&-
palabra• hasta el. umbral d.e la "asociación libro". En tercer lugar, te- taban de acuerdo sobre lo cuestión de la ctiologfn scxuaJ•39. Freud to-
nernos una cuestión d o estilo. Frcud emite e l comentario clásico: "'Yo ma el modelo fisico.Hstu ni pie de la letrn. lnt.orprctn entonces "'lo in·
no siempre he sido .Psicotcr.npeuta: Como otroa ncuropatólogos, me n uoncio perniciosa de ln scxuo1idad en términos tonto orgánicos
formé en el uso prcc1BO dol diagnóstico y en e l test eléctrico, y aún hoy como poicológicos (capftuloe 3 y 4)". Era esta concepción dualista lo
me aorpre.nde comprobar que los observaciones que redacto pueden que atribuía a la sexuahdod un papel ctiol6g1co especial, química-
mente tangible y eventualmente tóxico. Pero ésto no era el caso con
Breu.r. ti continuaba admitiendo, •con mayor eclect1c1smo psicológi-
co, ""' efectos etiol6g;..,. negativ06 de lo®s los afC'ci<>s (sexualidad,
'6 El DSM llJR ID1agno.ticol and StalWl<OI M anual o( Mental 0.-· traumia. angustia, cólera, rencor, etc.). No debe sorprendemos, en·
df,..J ha deacartado ~• nombre, para retener aólo el róLulo "síntoma de con· tonca, que cuestionosc In WOría puramente tóxica do Frcud sobre
ta. cona~uencios ncuróticnFJ que acarrea e l coitus intcrruptus y In
vcrwi~n", ya que los eíntonuu tláaiCOB hao dcsopnrocido (Ph. Julien, L'apporl
frtudien - tlimenl• p<Jur une tncyclopidit de lo paychC1ncrli1t. Pierre Kouí·
mann y colaborndoreo, 1993, Pnria, BordOB, pág. 162).
::,¡•ac•en'°·
• ma
precoz, prüfiriondo una definición más pRicodinámica del
O sea quo el lobo Freud se ponlo la piol psicológica y la

252 253
ovejn Breuer la pelambro neurológica, pero, controriomenta a lo que dorte o una c:abaña próximo, dejando al marido con Francisca, que
dace Jones, en e!& época. la concepción breueriano del sexo era mú: quedó embarazada.
"P"te:oanalítica" que la de Freud. Prosiguiendo el relnt.o. Katharina evoca experiencias más anti-
Jones menciona que el libro no fue b1t>n recibido por el mundo guas A los 14 años, en plena noche, en otra posada, el hombre se ha·
médico, y acota que •una reseña bastante h°"hl hecha por Strumpcll, bla metido eo la cama de ella y la había man<><1eodo. Con la lengua
el fnmOllO neurólogo alemán, parece haber de11Mimado a los autores. n1ás suelta, la joven cuento otros episodios en los que había tenido
En efecto, Adolf von Strumpcll cuestionó la tcrminologla híbrida que que defenderse del torpe obordaje se•ual del Uo borracho. Ella ya ve·
moncjabn Brcuor, al hoblnr, por ejemplo, de "excitación tónico intro- nro sospechando que oigo ocurría entre el troy l'rancisca.
cercbral". StrOmpcll concluye diciendo que todo se "podrla haoor dí· A esta altura del relato, Katharina deja s~bitamentc de hablar,
cho de un modo mucho m!IJI simple, natural e anlA'ligible""- Ellenb<lr· pareciendo aliviada, casi transformada . Cuando Freud le pregunta
ger, una vez más. ObJeta a Jones. señalando que el libro tuvo una qué parte del cuerpo del tro ella había senbdo en csn segunda noche
buena acogida. Bleuler, en su rt'Seila, manifestó algunas reservas, pe· en la posada, ella sonríe avergonzada. Freud re11liza su inlA'rvención·
ro considerándolo "uno de los más importa.nt.,. ltA>xwol publicados en el 1A>m1ble rostro fáhco de las alucinaciones era el rostro del tfo. MeJOr
1°" ültimos años""· El comentario de Havelock Ellis fue entusiasta ; dicho: era el tfo excitado, pero también el Uo furio!IO que la culpaba
"So ha abierto una puerto", escribió... por haberlo delatado.
La mejor forma do acompañar los Estudws es hacer uso del re· Pa.scmos a considcrocioncs diagnósticas. El 1nnlestar de Kathari·
curRo novelesco. ComenccnlOS, entonces, ~r un moravilloso cuento na resultaba de dos factores: neurosis de an•icdad e histeria. La his·
corto do "análisis salvaje''. maravilloso pero ni fin y al cabo si lvas· terin era ..adquiridn"4-5~ In joven no demostrnbo tener una ..condición
trc'7 : el caso Katharina En toda la obra de Freud no hay oada seme- ncuropática• anlA'rior a lo enfermedad. No habla "mácula heredita·
jonto al encuentro alpino con Ketharina, el más 8intético de su.s hi• ria'"; en ese sentido Freud 8t" distancia de la idea de Charcot, expucs·
torioles clfnicos. ta en las ~ du Mord1, de que la herencia era la verdadera causa
En uoa mañana de llOI, en la alta montalla, Freud emprende la de Ja ht.teria.
-..l11da al monte Rax, uno de los altos paco. de los Alpes austríacos, Este encuentro al pano.., produjo en 1893, m"""" nnlA's del segun·
con famc de tener las edclwcass más blancas. Se detiene en la ladero, do ·congreso• con Flie..; el tiempo del complejo de Edipo y la etiolo-
para descansar. Después continúa ascendiendo hasta la posada de gfa sexual de las oeuro•is aún no había llegado (lo hizo en 1897). En
Saumgartnerha\188. Lo bclle•a del paisaje invito a la contemplación. el inicio de la década del 90, Freud ya sostenla que las neurosis ac-
Su meditación, en la voronda do la posado., es interrumpida por Jo so· tuales -neurosis de ansiednd e histeria de angustio- oran causados
brinn del propietario, con uno trmida pregunto: por la insu.fi.ciencia o nusencin de actividad acxuol; ésto era su teoría
- ¿El señor es médico?« toxicológica.
La joven habla obeervodo, en el registro de huéspedes, el Utulo LoOI arqueros Glenn (1980)" y K. K. Levin (1973)'7 han enfatiza·
do médico junto a la firma de Freud. Eso la lleva a hablar sobre 1u do loe factores edípicos de ..te caso: el deseo mutuo entre Uo y sobri·
"enfermedad de 108 nervioe". Es pálida y acaba de cumplir 18 aftos na, loa celos reprimid°" que en ella suscitaba su rival Frw>cisca, y el
Su tintomatología: falta de aire y la visión de un rostro temible, divi· <Mtt«o por la doble tra1c1ón del tío infiel y la rival. El recurso sobre-
sado en una alucinación que la persigue. Todo habla comenzado dos det.rmioado de la venganzn sirve para prolA'gerla de futuras tenla·
nl\08 antes, cuando unos alpinistas pidieron oigo para comer. Como la aoncs incestuosas. Por todo esto, en lo opinión de Patrick Mahony,
tfo hnbín salido, Ketharinn y su hermano menor fueron a buscar o •Kat.harina puede coneidcrnrRe una hist~rica clósicn con un desarro-
Froncieca, la cocinero. En lo cocina no había nodic. Tampoco estaba llo Precdlpico de la pcnionolidod"4 •. Erikson, en su visión culturalis·
<"I tfo en Ja posada. Los nil\os, entonces, fueron ni dormitorio del hom· ta, concuerda y 81\adc: "llistcria clásica en uno campesina en transi-
bre. L11 puerta estab11 cerr11da. Por la ventano, Katharina lo vio en lo dón a la vida urbana"''·
cama, cubriendo a Frwlcioca. Tuvo un shock. Quedó medio tonta, sin 'daEn realidad, Kathanna no era una simple campcsina. Conocla la
aire. y la c:abeza latiendo. Sus síntomas se agravaron y tuvo que '" . de la ciudad, habla """'dado durante 81108 en Viena. Sabla tocar
auardar cama. Terminó por contarle a la tia lo que había ocurrido. : : :.rummto musical y fue invitada a part1c1par en diversos e\·en-
Gran alboroto. Violentas daMCusiones. Ftnalmenw la Ua decidió mu· ea. Eso exphca el hecho de que, en una &Ola "'sesión•, ella hu·
biooe hablado de cosas Intimas con relativa 1'0ltura. Pienso que pudo
~r •tdo una Lolita. Invc-.Ktigaciones recientes han permitido llenor
::':~:/ saber más sobre el destino de Knthorina. Aparentemente
•1. Pet:er Swales. 8 tener ahogoo y quedó libre de síntomas. Se cosó en 1895 y

254 255
tuvo seis hijos. Freud, Por su parte, no salió totalmente de su vida, ya - ¿Reconoce el rostro? Quiero decir, ¿es un rostro que ya vio en
que fue llamado para ver a una de sus hijas, que tenía fiebre y doler alguna ocasión?
res abdominales, e incluso en 1920, después de tanto tienlPo, atendió -No.
a otro de sus hijos. · - ¿Sabe de dónde vienen sus crisis?
El caso de Katharina, tal vez más que ninb'1.ín otro, ilustra la pro- -No.
sa de Frcud. Mahony50 habla de dos ..tilos, ambos mencionados Por el - ¿Cuándo las tuvo por primera vez?
propio Freud en una carta a Breuer de la época en que preparaban los - Hace dos años, cuando todavía vivla en la otra montai\a con mi
Estudios: "La principal cuestión es sin duda si debe1nos describir el tía".
asunto de 1nanera histórica, iniciándola con los casos clínicos; o si, por
Jo contrario, empezare1nos con Ja exposición dogmática de las teorías Nueva pausa:
e laboradas como explicaci6n"5 1 • Él usa ambos estilos en sus escritos.
El objetivo declarado del discurso histórico es convencer, persuadir. El ¿Deberla intentar w\ análisis? No podía aventurarme a t.rasplan-
relato -pues de narrativa se trata- debe decir lo que ocurrió, pero tar la hipnosis a esas alturas, pero tal vez tendría éxito con una
también reconstituirlo en con1po1lfo deJ lector, que así participa en el simpl e conversaciónM.
desenlace de la aventura dro11rática. Forma interactiva de escribir. Es
posible .Que el estilo histórico -ya presente en la Academia Española- En contraste, en el discurso dogmático, el lector se encuentra
haya tenido otra fuente de inspiración de las Lecons du Mardi de frente a una exposición lógica, redonda y acabada. El estilo dogmáti·
Charoot. Véase lo que Freud tiene que decir al respecto ea una nota a l co, como la espada del matador, remata e l argumento en el momento
p ie de página de su traducción: ..Estas conferencias poseen un encanto preciso. Así será en los dos últimos caprtulos de El poruenir de una
peculiar por el hecho de ser todas ... improvisadas. El profesor no co-- ÜW<ión. No es por casualidad que este tiPo de discurso sea e l preferi·
nocc al paciente que le es presentado. A continuación piensa en voz al- do de un maestro de la retórica como Calvino.
ta frente a su a udiencia, y de tal n1odo pcr1nite que e l público part icipe Fre ud, a l final de su vida, e1\ Nueva.s conferencias de introduc·
en la andadura de sus investigaciones y coajeturas"52. El discurso del ción al psicoanáli$is nos habla más sobre sus métodos de exposición:
propio Frcud se ve atravesado por reflexiones que se dirige a sí n1is1no "Cabe comenzar por lo que todo lector sabe (o piensa que sabe) y con·
y por otras que comparte con e l lector. El siguiente fragmento ilustra sidera como evidente de por sí ... A partir de allf es posible presentar
bien este dispositivo retórico. Ante la pregunta a Katharina sobre sus nuevos datos, de los cuales él 110 tiene conoc·i miento, y prepararlo pa·
s(ntomas, ella habla del ahogo y la presión en los ojos. Freud continúa: r ala necesidad de superar su juicio anterior, buscar nuevos puntos
de viata y considerar nuevas hipótesis. Así podrá participar en la ela·
- ¿Nota alguna otra cosa en la cabeza? boración de una teoría original sobre el a.sunto y lidiar con sus obje-
- Sf, me late como si fuera a explotar. aones durante e l desarollo del propio trabajo conjunto""'·
- ¿Y no se siente un poco asustada cuando eso sucede? Fre ud utilizó este método "'persuasivo• sobre todo en sus confe-
- Siempre pienso que voy a morir. En general soy valiente y ando rencias. Lo encontramos en las Cirtco conferencio:1, pronunciadas en
sola ... pero desde el día en que eso suced ió ao me animo a ir a la Clark Unjversity en 1909, y en las Conferencias ck introducción al
ninguna parte; todo el tiempo me parece que a lguien me está fi•""""'4lisis, leidas ante una audiencia vienesa entre 1915 y 1917.
acech ando y que me va a agarrar de repente. mol crea una relación tra nsferencia} con e l lector67.
Lamen.to que mi escaso alemán no me permita sumarme a quie·
Por lo tanto, éstas crao de hecho crisis de angustia, introducidas nee ae deleitan oon la _P.rosa freudiana. Tomemos a Simmel , que tiene
por las señales de un ¡¡aura" histérica o, más correctamente, se trata- un paladar aguzado: "El !Freudl no se ropetfa, y nunca cedJa a la be·
ba de ataques histéricos cuyo contenjdo era la angust..ia53. Ueza de l as palabr as por su gusto por la retórica. La simplicidad de
IU fraaeolo~a hacía toda la bellcza•68. Eissler observa: "Pienso que
Freud aqu í ~ace una pausa para la reOcxión: ..Pero, ¿no sería ~ coi;aven1e.nte concentrarnos en la lengua froudiana para dar una
probable que hubiese también otro contenido?"' = : :ón ps1cológica del genio de Frcud. Sus capacidades de obser-
di.tpena biexaetitud de su j~icio y su poder de deducción -aunque in-
8
- Cuando tiene u.na de esas crisis, ¿piensa en alguna cosa? ¿Es que ee pa ra la magnitud de su obra- no ocupan a mi ver más
siempre lo mismo? ¿Ve algo? S: pa~l &eC'U.n~ario en relación con au genio cicntÍfico"'69. '
- Sí. Siempre veo una cara horrorosa que me mira de una ma- ta a •u :O~º at~Vlesa a veces un paisaje onfrico, y Freud le comen~
nera terrible ... •go Fbeas: ...La Psicología continúa de manera extraf\a; es-

256 257
tá casi cuncluida, compuesta como en un sueño"60. En marcado con· cia. Pero esa idea no se arntonizabn de manera alguna con mi in·
traste con esa característica un tanto n1esmerizante, su estilo, como tc:nción de visltarte en Csorba ..... !el énfasis es míol~ .
lo observa Joan Rivi~re, ..es d.in..'Cto y franco -consiste en enunciados
desprovistos de adornos-, Jo que demuestra que Frcud tenía concien· Al final de la carta, remata:
cia del lector y del auditorio, corno si se dirigiera directamente a
ellos de una manera accesible"61 • Si1nplificación que clarifica. En Por Lo demás, la etiología de las neurosis 1ne persigue a todas
comparación con Freud, sus disclpul03 no tienen estilo, con la excep- partes, como la canción de ~talborough sigue al viajero inglés.
ción de Lacan•s, Marion r.1ilner, Winnioott, Erikson y, quizá, ?\1asud Recientemente atendí a la sobrina del dueño de la hosteria en
Khan. Rax; fue \lll ca.'o her1nosoGS.
Reton1cmos esta "historia clínica de vacaciones", tratando de adi·
vinar la ..inclinación" de Frcud. Partamos de una larga carta a Fliess: - La cosa se complica: Katharina (etiología de las ncuro•i•) y Mar-
tha (esposa celosa) lo persiguen como la canción de Malborough. Las
Pasaba los días 18 y 19 en una complicada excursión al Monte dos mujeres confluyen en la sensualidad enrarecida de los picos neva·
Rax y sus cercanías, en la nueva posada de la cabaña, cuando en· dos. Esta carta, Por su referencia a la abstinencia scxua1. es conside·
tró en el aposento alguien con el rostro encarnado por causa de la rada una de las primeras indicaciones de desinterés sexual en Freud.
elevada temperatura. Al principio pensé que se trataba de una y ta) vez lo sea, pero hay una complicación: Flicss, el destinatario de
aparición ... 62. lo misiva. Toda su primera parte es una larga justificación por no
acudir a la cita en Csorba. Pri1nero dice que no la hab1a invitado,
A esta 3llu.ra, el lector, que acaba de saborear la terapia alpina, "ella me había seguido", y que él se vio "obligado a proporcionarle ese
piensa -ése fue Jni caso- que se trataba de Katharina. Pero no: placer". Pobrn Mnrtha, ella tiene un crio tras otro. Lo mueve la grati·
tud. uNo creo que le pueda negar ese deseo". Freud es un pozo de jus·
... Al principio pensé que se trataba de una aparición, pero des- tificaciones. Pues bien, en mi flecha, yo colocarla la declaración de
pués reconocí que el bulto era mi n1ujer. ~fartha siempre afirmó abstinencia como una manera de apaciguar los celos de su amigo: ..No
que a ella le resultaba imposible escalar y que no apreciaba la te preocupes, no me acuesto con ella". Algo semejante sucederá, años
permanencia eo la montaña. Pero ahora que me había seguido, después, eo una carta a Emma Jung, donde Freud dice que su vida
soportaba bien el esfuerzo y se mostraba encantada con la vista y sexual se había detenido, co1no una manera de solidarizarse con los
con el lugar. ?.1anifest.ó el deseo de permanecer conmigo varios problemas maritales de Frou Jung. Otro punto por destacar, un he·
días aquí, en la cumbre, donde e) alojamiento es excelente. y 1ne cho obvio y natural que los biógrafos no subrayan: Martha est.á suma-
sentl obligado a proporcionarle ese placer ... (el énfasis en "'me mente celosa de Flicss, sigue a su marido cuesta arriba en e.ia maJdi·
sentí obligado" es míoJ63. ta montaña e insiste en permanecer a su lado, con el ojo avizor. Pero
bajemos al valle y retomemos las historias clínicas.
Llama la awnción ese "me scnU obligado". La perspectiva no le Freud, en toda su obr a, establece una restricción teórica de los
encanta, el .. bulto" no es tan deseado. La carta continúa en el mismo poderes de la razón, pero para él la razón es todo lo que tenemos. Sus
tono: bist.Qrias clínicas son rigurosamente intelectuales eo su tarea de ..ex·
traer el metal puro de los valiosos pensamientos inconscie11te~, de la
No creo que le pueda negar ese deseo. Puedes imaginar!<! lo que materia prima de las asociaciones del paciente" (caso Dora). El caso
hay detrás: la g ratlt.ud, la sensación de volver a la vida de una de Lucy R. es un buen ejemplo.
majer que ahora está libre de la expectativa de wner un hijo ca· - Con Lucy R., Freud abandona la hipnosis y las ..órdenes de cu·
da año, puesto que por el monlento estamos uiuú:ndo en a.bstiMn· ra•. Busca simplemente el ..recuerdo•, el retomo de la imagen pató-
gena . Pa~a esa convocatoria hace presión con la mano en la cabet.a
de la paciente, y Jo dice: ..Usted va a recordar bojo la presión de mis
manos. Cuando esta presión cese, verá algo ante usted o una ideo
Pasará por su cabc•a"'"'. Recu"'o importado de Nancy, de la época en
~8. ~~ahony opina que el ~stilo lar.aniano es ..deliberadamente ambiguo
y pohsé1n1eo, y busca. en lo J)081ble, captar el inconsciente del lector. De modo i ue él llevó allí a una pacicn w en consulta -probablemente CAcilie:-.
que consltluye una especie de •happenlng. en el cual el inconsciente está n 988 ocasión, Bcrnheim le confió que en muchos casos Ja amnesia
permancntemcnt..e presente" <Patrick J . Mahony, Freud. t'icriuain. 1990. Pu· entre la lupn.,..is y el estado normal no era «ita! y que había logrado
ris, l.es Bcll.. Lotres, pág. 28). recuperar loA recuerdos presionando con la mano en la frente Y dan·

258 259
do una orden imperati\•a67 • Para Bernhcim, la hipnosis era esencial· La técnica de la presión persuasiva aparece mejor ilustrada en
n1entc un fenómeno de sugestión; Freud estaba pronto para dar e l uno de los casos menos conocidos de Frcud: el de la Sra. P . J ., consig·
paso siguiente. . nado ea el Manuscrito J. Es muy probable que ella sólo haya concu-
Lucy R., joven gobemaota inglesa al servicio de un rico empresa· rrido dos o tres vec.-es a Berggas.e 19, antes de escapar. Se trataba de
rio viudo, sufría de depresión y síntomas recurrentes taJes como cata· una ca..ntante rccilln casada con un viajante de comercio que tuvo que
rro nas.a.l y torturantes sensaciones olfativas. Objetivo del tratamien· dejarla, por negocios, poeas semanas después de la boda. Cierto dla,
to: conducir a Lucy R. a tomar conciencia de que estaba enamorada sent&da frente al piano, no~tálgica, cantando una aria de Carnr.en, la
de su patrón, y de que eso no la llevaba a ningún lugar. Lo descubrió paciente sufrió un severo ataque de angustia, con opresión precordial
antes de lo que Freud esperaba. Después de un tratamiento do sólo y miedo de enloquecer. Fre,1d l a incita a cantar el aria de Bizet -se
nueve semanas, trataba de la secuencia erótica, JJan1ada seguidilla , del p rimer acto.
Luego le pregunta:
La paciente llegó un día transfigurada. Sonrola y llevaba la cabe- - ¿En qué momento cree que surgió el ataque?
za e rguido. Por un momento pensé que había juzgado mal In si- La paciente considera que fue al terminar el aria. En tonces, ha·
tuación y que e l amor de Lucy R. habla sido correspondido... ciendo presión sobre su cabeza, Freud le pregunta quó pensamientos
encuentra en su n1ente. Nada, la mente en blanco. l\o1ás presión, y ella
Lucy R. explicó: '"produce"' 1norido y nostalgia. Freud infiere que había experimentado
'"una sen:;ación en la parte inferior del cuerpo, con cólicos y una nece+
- No ha sucedido nada extraordinario. Pero usted no me conoce: sidad urgente de orinar-". Ella confirma esa ubicación. Freud conclu·
sien1pre me vio enferma y deprimida, mientras que mi carácter ye: "Se t rataba realmente de un orgasmo"'º· No esclarece cómo llegó
habitual es diferente. alegre y animado. Ayer, al despertar, ya no a esa interpretación, pero debe haber sido un anál isis postura!. La
estaba deprimida y, desde entonces, estoy sintiéndome bien. música volverá a ser usada con Mahler, quince años más tarde.
- ¿Y qué piensa ahora de sus perspectivas en la casa ... ? -inquirió En la mañana del l' de mayo de 1889, cuando esta fecha aún no
Freud. era el Ofa de l Trabajador y se estaban dando los toques finales a la
- Me doy cuenta de que m.i situación no cambiará; pero eao no me Torre Eifl'cl, Freud toma un elegante carruaje ti.nido por dos caballos,
hace más infeliz"9. un fiacre, como cuadra a todo médico que se respete. Su economía es.·
taba más para carruajes de sólo un caballo, los más proletarios Eins-
Freud, en su perplejidad, pregunta: ¡xrenner, pero 1wblesse midicale obligc.
Se dirige a Ja casa de una '"Señora Importante", una a ristócrata
- ¿Y aún está enamorada de su patrón? de origen alemán, que había viajado especialntcntc a Viena para tra·
- Sí, lo amo, pero eso no hace ninguna diferencia. Al final de tarse con JosefBreuer, quien hizo la derivación. Una viudez repenti-
cuentas, en mi interior, yo puedo pensar y sentir lo que quiero·9. na, de más de una década, provocó una depresión acompal\ada de do-
lores y síntomas diversos, como un extraño chasquido de la lengua
O sea: Lucy R. reconoció la realidad. Contrariamente al método que interrumpe su conversación e n Jos momentos menos pensados.
de Breuer, aplicado a Anna O., la cura no venfa tanto del lado de la Eoe chaJ<quido po<lrfa ser identificado coa el grito seco que emite la
expresión libre de las emociones cuanto deJ reconocimien to de la ad· gallareta macho durante la danza nupcial.
versídad. Desde e l inicio, el término freudiano ...análi.sjs" implicaba un "'. El nombre de la paciente: Fanny Sulze,..Wart. Su seudónimo clí-
compromiso racionalista oon la verdad que lo distingula de los proce- 111co: Emmy uon N.; su apellido do casada: Mozer. Emmy von N. ha-
dimientos cal.árticos. As! y todo, el caso de Lucy R. es el menos expre- bia tenido un casamiento breve con un rico industrial que la doblaba
sivo de la colección. ""edad".
Para esa entrevista Freud t enía una novedad en la manga: pen·
Baba usar, por primera vez, el método catártico de Josef Breuer·lo.

•9. En el Ma nuscrito N, donde aparecen en forma condensada sus


ide?at iniciales sobre la melancolía, Frcud habl~ del deseo de muerte d~ las
empleadas que se enamoran del patnSn, y narra el suefto da la criada Lisel -. ~Esté dato no eR totalmente seguro. Strochey, en not..a al pie de pági·
con él y ~tartba (V,ase CQrrc1po11dincio Sigmund Fnud-Wilhelm Pli~ss, 1h>. •que pudo ser la Sru. Cilcilie M. quien tuvo ese honor (SE, ll, pág.
1986, pág. 251).

260 261
Enuny von N. Oh'\IRrdabo al nlédico ~linada en e l divdn, lo cobczo ción peiconlotorn, Freud recurre a Dar.o.·in y e l "'principio de sobr<-•ex·
upoyndn en uno almohada de cuero - elJa no podía od1vinnr quo esa citación· qu<' lleva a tos perros a menear el rabo en presencio del
postura. C8tJ diván, inaugurar ían un nuevo d1spo8it1vo ternpéutico a1no7&. Freud lucha cuerpo a cuerpo para eliminar un síntoma uno-
destinado n tK'r afmbolo de cosas por veojr. La escena eBtnba cosi to- réxico pcrt1noz. Apela a un ultin1átum. suspendiendo la relación
talmente montado Faltaba la asociación libre para el paciente y la bipnóhca
etM:ucba patuva del terapeuta. Frcud, entonces, comienu o hocerle
pregunta.1,_a ma~ajea~te la frente, insistiendo en el interrogatorio, Renuncié e hipnotizarla, le anuncié que le daba 24 horu pare re-
ron""" calidad h1pnót1ca de la voz que luego, en el mismo afto. per- Oe..<t1onar y para convencerse de que los dolores ¡'-8tr1coe prove-
feccionará ct>n loo moesttros hipnotizadores de Nancy nían exclusivamente de sus temores; pasados ocho dlaa, le pre·
Es muy posible que Emmy von N. emitiere •u chn<qu1do nu)X1al· gunt.é 1u continuaba pensando que podfa caer enferma del
lo cierto.,_ que diJo: ' estA)mago dur11nte una semana por haber ingerido o.gua minerol
- No ea necrl'orio que me pregunte todo el tiempo sobre cílto y y una merienda frugal'".
aquello. ¡O~jcmo <0ntarle lo que tengo que decir!
- Eetá bien - reRpondc Freud, presionado por eso 1n uj~r obvia· El ultimátum re•ultó elicat: "La encontré dócil y sumiso", obser-
mente independiente. l..n primera paciente somctidn ol método cntár· va Freud. Pero tiene el cuidado de anotar la fórmula de lu rendición:
ti_c~ cr.n, sin lugnr o du.dn, una arist6crat-a. Oespuótt d<\ ('Rn prinlera
vuoto, é l vuelvo con prisa n su caso y escribo los obscrvocionC'fl ~uK· Cuando la interrogué sobr e el origen de s us dolores gástricos,
citudoR por c"tc trotanlicnto, que promete Kcr npasiononte . Como ello, incupoz de disinlular, n1e respondió: "'Creo que provienen de
opunto Lydio Flc m, "El psicoanálisis aún no he nacido, IX'r<> In invi· mis aprensiones, pero únicamente porque usted lo diccW77 .
tación pnrn concebirlo bien podría ren1ontal'8<' a nqucl 1• d~ n1nyo de
1889'"7 -i. • 11 • Ln personalidad de la paciente le inspira tunto 1nt('réR Lo intervención, en erecto, fue una orden. En esos tiempos oón
que pasorá a verla. todos los días, a veces d06 veces por día - el mi!llmo no circulaba lo transferencia. que abro un espac:10 paro la interpreto·
ritmo de lo ·cura por lo palabra• de Breuer. nueve a1'os nnl('tl ci6n, n1 lo cootr-atransíerencia como espejo cognitivo. Pero 61 está
Día tru dfo. durante siete semanas. Freud va a vi11tarlA dando a prendiendo el orte de escuchar. Ordena, pero ya no antcrroga. De
la vuelta •n 49 dru a un mundo terrorífico de zoofob101 y par(!11...,.1&s nada vale acnb1Uar con preguntas, lo cual sólo provoca chllf<luidoe y,
Loo! pies de laa •111113 se traru;forman en viboras. Un monstruo con ca· a veces lice convulsavoe. Sólo eso. No obstante, esta nueva manera de
beta d• bu11.-., pi<0tea todo el cuerpo de la muJer L.•gart.,., ral.8$ y escuch~r supero el método empleado por Brcuer Hay un d16logo in-
gusanOA Je _solt.on enama?i. De poco sin·cn los u1tenlo8 Wropéuh0!>" teraubJCt1vo. En la innovac16n introducida por Frcud con Emmy, lo.
sea ~n la v1gJlia, Aea bAjo sonambulismo h1pnót1co, para aminorar a~ d1forcocia consiste en la sugestión direcl.a sobre las ideas patógenaa.
pánico. En los momentos agudos de la enfermedad el cuadro de E~ caso y el de Kalho.rina constituyen una •presentación gcnét.iCB"',
Emmy von N rocucrdo el hto.sis maniaco descrito por Pritchl\rd1'4 en la que &e conllerva el orden cronológico de los acontecimientos, 80"'
caracterizado por brotes de incoherencia y confueión elucinnlf'rio' pn la mejor tradición del género policial'8•
Frcud, foecinndo, comenta; "'Todo ocu rre como si exomináramoR a r· En el mismo nfto, otra paciente está en el umbral de l diván. El
chivo• ~rfo<:tnmentc ordenados ... pero lo que hoce e l trabajo nnalrti- historial de la ya mencionada Sra. Cücilje M. tionc un triple intcré•:
co tan d1ílc1l os que el orden cronológico de aparición de 103 incident<>s por la nut.utnl~za 1niHma del trastorno, por el hecho de que n cato pa-
&e encuentro invertido. A medida que penetramos 1nás profundnmen~ ciente Fre ud y Brcucr la trotaron juntos, y porque t'Sto caso "llevó di·
~ en lo conciencio, el rcconociinient.o de los recucrdoe flC vu~lvu ml\s recta mente o lo publicación de nuestra .. comunicnción Prclimi·
d1f!c!I, Y uvonzom?s ~n zigzag como e l ca bollo en el tablero de aje- nar."7•. Sartre exploró ese interés coyuntural asignnndo n Cácilic un
drez Hobln de I~ grieta estrecha d e la conciencia" por la quo t1í'nen papel e~lclnr en eu guión•12.
que posur un COOJuoto tumultuoso de rccucrd06 patógcnoH como ..un El COMO de Cocilie, como vimos, no fue presentado en forma inte-
camello por el qjo de une aguja•. gral. en razón dt' loa lnzos de parentesco existentes. Brcuer, en una
Pnra explicar cita aintomatología en la que pr1n18 unn agita· carta a Forel, confirma lo importancia de la cxperiencio: loe teropcu·

0
~ 12. A unque I• Cacihe de la pelfeula taene algunos de lo. •1ntomu de
0

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ta11 qucdoron impresionados por lo regresión inducida en In pnc1en- •una expresión somática para un8 idcn, emocionalmente motiz.odn
tc80. Lált1ma que no realicen •un relato chnico pormeoorizodo..1 , yo por In aimbohzación"'ª· Al '"sentir· la cttchetada en el rostro, eUa •no
que Freud la conoció •de manera mucho más completa que a cuol- se está tomando libertades con 1&1 palabru, sino simplemente rcv1·
qu1ero. de las otras pacient.ts menc1ooadas en estos estudioe-.i. Aun- viendo .. la1 ""nsaciones a laa que In expresión verbal debe su JU.llfi·
que Freud y Breuer la atendieron JUntos - no se "8be bien con qué 1'" cacáón". Frcud comenta que '"toda.a estftt: sensaciones e inervacionea
gimen- t-Odo hoce pensar que Cncilie, máo que Emmy von N , fue la pertcn<oeen al campo de la .Expre&1ón do lao Emociones• y, como Onr-
Anna O. de Freud: su "prima donnn-U En efecto, dos oftO<! dC!llpUé8 win nos ensenó. consisten en occioncft que originariamente tenfnn
de lo publicación de 1.., Estudun, él le cuenta a Fliess: "Si conocieses significado y servían a un propósito"'2. La neuralgia de Cacilic, de In
a Z v. K ISra. Cáciliel no dudarla. n1 por un segundo de que esa mu· misma manera que la parálisis del bra•o derecho de Anna O.• son
jer podrfn haber sido mi mocstro-&I. Además, lo mismo que Annn O., metáforas filogenéticas. Por otra porte, este t rastorno recuerdo lo
la Sra. Ciicilie fue •tema de consulta• en l a Snlpetribrc. En 1888 afasia asin1b6lica. descrita en su trot.odo sobre las afasias como unn
Chnrcot le c""ribe a Freud· "El nnálio18 delicado y completo que usted perturbación de la relación entre palabra y objeto. Hanna Sega!, por
ha realizado de los fonómenoo poicofisiológicos de la paciente, tan vo- su parte, hablarla de "ecuación simbólica• en la que el súnbolo funcio-
riadoe y complejos, muestra sufic1tn~mente su apego por esa pen<>- na como ob¡eto• 13 •
no interesante. tal como nosotroe nOd apegamos durante su estada en También en este caso Freud comprobó que tenía que ser mtla pa·
Pnrl1-... c1cntc, má1 pasivo, menos directivo. No tre cuestión de irutistir en loe
Anna O. y Cácilie tienen mucho en común. Ambas son ncu. es- 8fntoma. apremiantes. Poco a poco dCJÓ que la propia sujeto eh¡i-
tán doladas de una inteligencia fuera de lo común, con excelente el "toma del din" A fines de 1892, ya habla abandonado totalmente la
memona y talentos artlsticoo veraáblce. Cacilie _..,., realidad la Bnro- hipnosi&; el diván fue el único remanente de esa técnica. L.aa reglo•
ncso Anna von Lieben, según Ju 1nveRt1gaciooes de P. Swalcs- pcrt~­ de la 880CUlción libre aún no e8taban claramenW formuladas. Sm h1p-
neelo o una tradicional e influyento familia judía, hgado o los Pop· noM11J comenzó a valerse del copit.ol rncional de sus pacientes. Míen·
pcnhcim. Une a estas dos pnc1cntcR el polimorfismo s intomático. trua ~uo e l peAe hipnótico '"disimulo* el eíntoma, el psicoanálisis in -
Cttcilic también padece una ncuralgin íncial extremadamente violen· tenta dcKcn1nascar a rlo. El prinlcr<> es cosmético; el segundo,
ta rccmplnznda varias veces ni ui\o por severas ja quecas o, tal vez, quinlrgico83.
ataques do gota. lla estado libre de •fntomns dura nte un rulo, con al· Lo. llltimn paciente de los Estudios, CL\80 en transición, anticipa o
gún cpiRodio de letargo leve. Luego hubo una "abundancia sorp~n­ Dora Elizabeth von R. es la menoo "hipnoidc" de t-Odas. Eota joven de
dcnte de ataques histéricos que In pocicnte puede ubicar con preci- 24 allOI "" quejaba de dolores musculares y de dificultades para ca·
ajón en el pa!lado-M. En un pnmer 1nomcnto se producía un •eMtado mi.narclo hacia con la ~ supenor del cuerpo inclinada hacia •de-
de jlnuno patológico que ella a1•tem,l1camente interpretaba mal y lante, a la manera de Groucbo Marx Oc diagnó&tico clificil, Elimbeth
atnbula a algun acontecimiento banal de las últimas horas· O ""ª fue rotulada de histérica por la •mdelinición de todas sus deacnpcio-
que interpretaba erróneamente el presente en los términoo de un pa· D91 de la natura leza de sus dolorca""'. Serla un ejemplo típico de
8ado delirante . ..A continuac16n aparecían los síntomas histéricos, inaanaa moral.
ncompa.i\ados por una creciente turbación de la conciencia, nl uc1na- "Me embarqué en uno de Jos ca&OI máo arduos que jamás luve, Y
cioncs, dolores, espasmos y largos discursos declamatorios"ª'· •&108 w dificultades pa ra presentarlo no pueden compara111e con las di·
efntomn.s eran seguidos por In c1ncrgcnc:ia, en íorma alucinatoria, do flcultadoa expe rimentadas en su momento•... Freud sospecho quo
unn experiencia pasada q ue hncln posible explicar su estado do cspl· ella conoce la razón d e ser de su mol; éste .. era un secreto y no un
ritu iniciol, y había determioodo 108 efntomas de su ataque actuol-M. cuerpo extrafto..., de modo que prescinde do lo hipnosis. Allí entra·
O.. modo que CAcilie poseía los "doa" personalidades en e l mismo e•· - en la era del psicoanálisis. Freud comenta que éste fue "el pri·
todo de conciencia, escindidas, por asf decir, en el tiempo. Frcud tiene
dudas dio¡¡nósticas: "Pitres3' debe de haber pensado en algo 8"mejnn·
•r an61i•i• integral emprendido por mi, [con el quel llegué a un
~ que más tarde t ransformé en un mét-Odo regular y delibera·
te ni P""'entar su descripción del di/1~ tt:mnisu¡ue...,. En real1dod, el - i e empleado""'.
cuadro, en la medida en que prevalecía la paramnesia recordaba el ¿Cu'1 era el &«reto de Eluabeth? EUa estaba enamorada do un
"delirio IK'n•1Uvo• de Kretoduner "En e"8 fase del trabajo -oboerva
Freud- llegamos finalmente a la reproducción de su neuralgia facial'
Cacilio relnta que tuvo una ri~a verbal con su marido; •de reP<'flle lit'
lleva la mano al rostro, lanzando un gran grito, y exclama· •Fue como ....:.~:,;¡Sosa!. "Notao a reo1><1to do formo~6o do aímbot ..•• A obro dt
uno cachetada en la cara•"'. De modo quo la paciente bsbra crcndo • 1983, Río de J nneiro, lmu10, p6g. 77.

264 266
qucológico. el orqucólogu busca wsoros, el analista rcmu~vc lnstrcs
joven y se culpaba de que una vez, después de haber salido con él, ha- Lo mcmorin e11 C'storin
bía encont.rndo a au odorodo padre en e;;tado grave. Nndie conocía Tal v('t seo més Aintomótico que premonitorio el hecho de que
esoe sc.nlimicntos. Freud conociera a Fliess un mes después del nacim1ento de Mat.lúlde
Ehzabeth, o los trepezones, fue meJorando. Hube 1nnumernbles En ese nusmo a/lo aparece el hbro La concepci6n d• la• afa••o•. dedi-
problemu frun1lio...,., pero la terapia Uegó a un final fohz cado a Breuer Desihmón. ·La recepción do Breuer -le comcnlA a •U
amada M1nna- fue por demás extraña: no me ngrndec1ó; eaU\b:I muy
En la pnmovero de 1894 supe que ella iba a un btule para el cual turbado e hizo wdo tipo de comentarios incomprensiblemcn!Al n'1Jnti-
yo podrfo obtener una invitación, y no dejé escapar 1a oportuni- ,·os; no retuvo nado de bueno; sólo al final, para ..,. agradable, me hi-
dad de ver a n1i ex pnciente pasar girando en una danta anima~ zo el elogio de que eataba bien escrito"'º''.
do". Yo en 1883. cuando ambo< preparaban su "Comunicación Preli·
minor.. , Frcud hnbfo. comenzado a impacientarse porque Brcuer era
~Nu.tstros f!Ocientts sufren de re.minU.Cencias•. Preud otnbuyó lo "un obstáculo a mi progreso profesional en Viena"'"' · Strochey oe pre·
desdicho pecuhor del ser humano al desarrollo diKCOntinuo de lo me- guota cuálc11 scrfnn las divergenci:is cientificas esenciales cnlro ellos.
!°orin, ~uc no es inetin.tiva como en las abejas, pero que es cnsi ton La más conocida podrfa ser descrita como 111estados hipnoidca vtrsus
1nocCC81ble ul rnzonn1n1cnto como el régin1cn de In colmcnn. Lo me- n eurosis de dcfcnt1a".
moria es un dieposit~vo protector para los onimnlcs¡ porn no~otro1:1, Resulto evidente que, en In colaboración de los Estmlíos, el punto
humo.nos, In mcmor1n se levanto como un castillo. que CM tnmbit-n débil era la coexis!Alncia de dos teorías explicotivas: Drcucr optaba
una prisión. por los ªe•tndo• hipnoides"; Freud, por la •represión'. Ese biccfolismo
El progTCSO inicial de F'Teud respecto de Dreuer consistió en lle- no crt'Ó w>n brecha de.de el principio, pero. como Strachoy lo observo
var la lar.a ~ememorati~a 11168 ollá del momento y del •lntoma, atra- en eu.s Nota1 dtl Editor, lna diferencias teóricas yu eran cxplfcitaa en
vesando lo h11~oru_\ de vida del sujeto. Para Breuer. como vimos, bas- el prólogo a In primera edición 10'>. '"·Cada uno tiene ou •caballo de
taba con focahzar lo e5c:ena de la que se tratobo 1 ·representada• en batallaª, aunque por el momento prevalece el acuerdo. Freud cenfio
loe sfntomos n trnvú de ...residuos". Freud cho un paso m68: ro,.trear •en la complcmentariedad de las dos teorías. En tal caso. el clivajc
loe •lntomnt h~•IA los laberintos mAs: remotos Como él dúo después hipn0tde de la conciencia podla ser considerado producto de una ten-
en Con(utncio1 de inlrodU«ión al psu:>00nál1st•, • ... el anillilns de ca- tativa pnmaria de represión (con la excepción de Anna o.r'"'
da síntoma histérico conduce a ~a una cadena de imprctionCA pasa· En aetc texto, ambos autores afirman que la •exa.te.naa de <"ltl.a-
das que ... remontan hasta los pnmeros años de vida, de modo que la dos 1up no1d.. constituye el fundamento y la condición de la hiele·
amnC8la h11~nca puede ser considerada una continuación de la a,m .. ria"'°' Pero F"'ud siempre tuvo dudas. En el capítuiu aobre psicotc·
netul infantil, que a todos nos oculta las impresionct máa remotas de rapta acftala que un acto represor precede a cualquiera do esos
nuestra vida p•fquica"" eotadoe 10>. Un ofto después repudia definitivamente el concepto. En
Frcud define la neurosis como una fijación anacrónico. Al llevar 1~ Be referirá a '"esa infelii idea que me fue unpucstn~ y, en el afto
la taren rcmcmorntiva más allá de la aparición de loe efntomas, en· ligu.1ontc, a uno •idea infeliz y cngañosa"'os. Peor aún; en el caao Do-
cuentrn una folla mnémica universal. La memoria odQuicrc profundi· Í: l'!"mo•; "Ocscorín aprovechar esta oportunidad para afirmar que
dad pal'.11 albergar el inconsciente, y as! pasa a ser el registro cl ave de hipóteo•• de los •estados hipneideB> -que muchos crlticos t.icnden o
I~ condici~n ~u1nan.n. Cualquiera puede rcc:upcror los recuerdos per- encarar como l n pnrto central de nuestro trabajo- provicno entero·
didos. El olvido dejo do estar en función directa del tiempoª. Frcud, menta .do Brcu~r Considero superfluo y engañ080 el empico de esa
como Bcrgtton, o~uceto a In existencia continuo del pnsodo, siempre ..._,ón, por co11&idero.r que interrumpe la oontinuidad del problo-
ree_uperoble. So vm.cula con los poetas románticos, paro quiene• la to-
tah~nd de lo cxpcncncia sobrevive en un •subcon8Cicnt.c" mentol. es·
pec1almente en el periodo de la infancia. Coleridge, el afortunado poe-
ta de Kublo Kon, crcla que "todos 106 pensamientoe son inmortales·,
,;•:·-Si
en .t¡un.u ocasiones se expresan opinione& d1veracntea y l\3Jlt.A
la confianza de Freud en les poderes ilimitados de lo memorio no ora
menor qu.e la del.poeta inglés. Pero, a diferencia de Coleridge, para
Freu~ el p°"ado tiene una connotación negativa; los neuróllC06, oo-
r
•0 _ :nu. "°
no debe ter con¡1derado pruéba de cuolquttr vadlocidn
puntal de vt.lla- ftelulta de las divé~llOU n,aluralOI entn IU
~ ~ -~ dot o~rvadore. que eatán de acuerdo en cuanto• ICNI ~
mo duo en su Pnmera Conferencia,• ... no pueden liberar..- de su pa- -...,~un.Wak:ISE ·aunque no Slempre concuerdan en 1u. in~
sado". Tenor un puado reprimido significa ado!CCX'r de él Razón por - (, • ti, pq. Ulxl.
la cual el trabajo ps1coanal!tico difiere radicalmente del trab'IJO ar-
267
266
ma en cuonto a la naturalQUt del p~o de Ja formacjón de l<M 1into- Frcud, ps1coterapeuta mt\s experimentado, sospechaba la "'rx1s·
mu histA!riCOf:';- 107• ~neis de una interacción de fuerz&B y la intervención de int.encionet
ln,¡W<haa de Freud: el """tndu h1pnmde" está en la blll!C de la no- y propósitoe, como sucede en la v1da normat"'tl•. O sea que le ·nube
ción de "regn<¡16n", desarrollada por el propio Breuer, al preoentar hipnoidc no estaba tan circunscripta En el punto esencial, eso af.
una clara descripción de la naturaleza regresiva de las oluc1onac10- amboe autores concordaban plenament<t: el objetivo era retcatar loa
ne111oe. Breucr habla de c1ertas ideas - ··ideas patógenns,.- que se ca- recuerdos ba¡o efecto de la hipn06..; de c•a manera las idea• pnldt:e-
roctcnian por ser "inadmisib1C1l para lo conciencia"', a pesar do tener naa de¡aban de ser operantes. Ellos •uponían que el trasl<>rno origi-
un ofecto intenso o, m<ljor dicho, procisamente por ello. Esa contribu· na) era un ofecto sofocado, no consciente. Prestando atención a la
ci611 en modo alguno puede ser considcrodu "superOun y engn~oso". historio de los síntomas, el ternpeutn pod!a elimin ar el "trastorno
Será retomada orr Lncan en ol COAO Ajn1~c1 cuando se refiero a •cstn·
dos oniroides" 1 • AJ repudinr loa CRtadOR hipnoides, Freud monto uno
c1nocionol" (conlo era denominado en la época), al evocar vfvidomcn-
tc su recuerdo.
nrquitectura monolítica del yo quo perdurará en sus escritos hnMttl Las diferencias cient(ficas apenas oo bastan para explicar lo
prácticamente el final de su obro, cuando finalmente, en unn incon· amargura con que Freud escribió sobre Breucr en la correspondencia
clusa tercero tópica, introdu~ la t«11&6n del yot10. con •1ie,..'"· Jones intenta justificar esta actitud poco grata, sena.
Las relaciones entre Freud y Breuer constituyen una materia ex· )ando que, en esos años, él se encontraba •tn su periodo más rQ\•Olu-
('('lente para estud1ar la ambivelc-:nci!l. Hubo momentos en que Breuer cionario, tanto a.ntelectual como emocionalmente. El boicot imperante
aceptaba las teorías se.xual"" freud1nnas "No hace mucho tiempo -co· le p rovocó una reacción de desafio. Y cuando mlll necesitaba do un
mC!nt.o. Frcud- Breuer pronunció un gran discurso sobre mf ante Ja compaJlcro con quien compartir esa rebcldla, el único par intelectual
N!ociación Médica de Viena, y se pr...,ntó como un adept<> conwrt1do po11ble1 ae topó con alguien que no h.ocfn máa que minar su ardor, re·
a lo ~t1olog_ta sexual. ~e las ncun~ia. Cuando le a.gradccf en privado, tiránd060 de la lucha""'·
estropeó m1 placer diciéndome: .-¡Poro yo no creo en eso! ... 111. También También lenem06 que ver el fnctor de IOíl temperamenwe en ¡ue-
c•tll In historia de la paciente d~I "osombroso éxito analítico". Cuando go. El '"Ocmo1\lo Pero'" versus el "Demon io Fáustico... Una cosa es
c1Jo lo d~scribió "su ext.roord innrin mcjorfa a Breucr, éste bntió poi· cierto: Annu O., a fin de cuentos, contribuyó nuis al alejaniiento que u
mos vnr1ns veces y exclamó: •Entonc...s, al finaJ, ¡ól está en Jo ci~r una oproximación. La colaboración en los Estudios fue nefnsta.
t.o!11o'" 11 2 A.mbo6 hombres die.ron uno serie de marchas y contranlarchas Freud 1 en su acometida contra todos IC»J 1nolinos eróticos del mundo,
teóríc.u en lo relacionado con la sexualidad y los estados hipnoid<"I. ae malquistó con el generoso mentor que habla presidido los inicios
Pero la divergencia fundamental cala más hondo: Freud intenta de au carrero
convencer a Breuer de que la 8('Xual1do.d entra como oomponente 1rm- Conv1cne recordar que Anna O. fue la primera histér ica de
ducl1ble frente a la propuesta breuenana de psicologiur lo psíquico. Breuer , pero no la única, como ae penoaba. En junio de 1882, o sea
La íormulac1ón de que los pac:totcs enfc-:rman cuando no pueden coincidiendo cun el alta de Bertha Pappenheim, internó en el Belle·
aceptar ciertos aspecto~ del puado es más íreudiana; Jo teonzac1óo .,... a Clara B , hija de un colega, cuya tintomatologfa era semejm1te
breuennna afirmaba la escisión del yo. Para Breuer, el paradigma de a la de Anna O., pero con alternc1onea anúnicas de carácter depres1-
esta condición era la '"auto-hipn08i8 vesperal" de Anna O. Unn tor· YO. Otro cuo: Emma L., oon d.iagnóotico de •melancolía agitada", tra
menta metaps1cológjca se agito sobre los páginas de los Estudios. &ada en •nero de 1884, e Ida G., pariente de Brentano, que tuvo un
Broucr generaliza la t.enuiticn de In histeria a partir do un cun· ll'•ve atüquc bh1térico la noche de bodee 11 •. Están asimismo los ca·
dro poco común: la doble personalidad, también llamada estado••· :"en que Freud y Breuer t rabajaro11 juntos. Además de Cácilic, hu·
gundo o sonambulismo artificial. Bunuel popularizó esto mal en Bt//c otra colaboración importanto. En junio de 1893, según consta en
du ;our. Janet babia de "sonambulismo naturn1•1ia. A partir de o•U! lae •rch.ivos de Bellevue•tt, fueron co!A:!rapeutas de Nina R. Ambos
cundro, ""tudiado por los franccacs, sc puede evaluar el trayecto teó- =b'::, que la neurastenia de la pacicnto tenla un origen mMtur·
nco breucn!-"º• desde los ·Documentos de Krcw:lingen" hasta loe El· o .
llUÚOll, publicados cuatro años mlll tarde. En ese lapso el "elltado h.ip-
noide· se erotiza. caracteriz.ándoe.e como un momento de •¡nienti:a
davognción hgada a pensamiento. 11exuaJes•11c.
En rcnlidad. para Brcuer, má.s que de un estado se trato de un ..__;11. Boto~ de muee:tn· ..Breuer oe un obeUculo a mi pl"CICJ'NO proft)·
*c1e~cnto hipooi~c·: una predlsP:06ici~n del yo a cJivarsc que. o d1f~ _ : Y-tena (29 de eetiembre de 1893); ..No eatuve con Breuer, ni metro-
11116
renc1a de lo que p iensa Janct, no 1mphco degeneración ni tara hetcd1~ ...... : : rul d lntea; eYlt.é un encuentro inneceaa.rio en la caso de un ptt.·
torinl15, • ~.&en cuando, noe con1ult.a 1\ ambot• (16 de abril de 1896).

268 269
Hubo un intenso y fructífero intercambio en el nivel de Ja prácti- fingiendo no haberlo visto. Para mf no se trata de la pérdida de una
ca diaria, qua permite comprender mejor hasta qué punto resultó du· ideaUzación Está allí esa "'púa" previa de ..yo-no·soy-un·Brcucr", que
rala vivencia de "espléndido aislamiento.. cuando esa colaboración se data de los primeros años de la relación y babia claro de un cierto
interrumpió. A pa rtir de 1894 Breuer deja de estar en contacto con la desdén. Breuer recuerda a EngelR, porque los dos bri ndaron ayuda
producción teórica de Fre ud . tste, en carta de Fliess, se lan1enta: económica y fueron intelectuales de talento eclipsados por el genio de
•con10 el contacto científico con Breuer cesó, tengo que depender ex· sus socios. La diferencia está en la edad: Engels era 20 años más jo-
clusivamentc de mi n1is1no, razón por Ja cual el progreso es tan len- ven que 1'1arx; Breuer, 14 más viejo que Frcud.
to"'12L. Conviene recordar que, en el can1po de la clínica, como vimos Freud sólo conseguirá evaluaT a Breuer con ojos más ponderados
en e l sueJio de lrma, Breuer "'supervisaba" los casos que enviaba a su despu és de que su autoanálisis comenzara a surtir efecto, cuando su
discípulo. Conocemos por Brent.ano de las cualidades pedagógicas de amistad con Fliess empezó a declinar y algunas de sus tempestades
Brcuer, y también la sed de conocimiento de Freud. emocionales habrari amainado.
Aquí se puede datar el comienzo del período del "esp léndido ais- ¿Por qué? Allí, en e1 "subconsciente", como diría Janct•11, estaban
lamiento'". Década que fascina a los biógrafos. Este período, como vi· los préstamos de Brcucr. Esa deuda pod!a mitigarse, aunque dejara
mos, estará atravesado por el aut.Qanálisis, por la redacción de La in- marcas, inientras Ja relación era cordial, pero se convirtió en una car·
terpretación de los sue11os y por la correspondencia con Flies~. Son ga insoportable durante la décad& del 90, cuando la amistad se agrió.
t iempos intimistas. que brindan un panorama pormenorizado de Y bajo la a ntigua Ley de la Culpa, la deuda cor royó la gratitud y
Freud en la crisis de la n1cdiana edad. Lo que aparece es un mosaico m'ar ch itó la amistad. No debemos subestimar la dependencia de
contrastante. Cuesta pensar que estan1os lidiando con la vida de sólo Freud respecto de este hombre que fue su "Maestro Secreto de la His·
una persona. Da envidia percibir la c,a ntidad "'espantosa"' (para usar teria". Él consultaba a Brcucr en las encrucijadas. Narra Joncs que
un término de la Acadc1nia Española) de producción intelectual y el "cuando Freud pensó en adoptar la •confesión• protestante para po·
correlato de sufrimiento que acompaña a este momento creativo. der casarse sin tener que pasar por las intrincadas ceremonias judías
Hasta 1907 Breuer continuó creyeodo que el abandono por Freud que t anto odiaba, Brcucr simplemente murmuró: •Muy complica·
del elemento hipnoide no habla sido ventajoso para el psicoanáli- do...12s. Eficiente consejo.
sis1H. Roudinesco observa que "Breuer mostró una cierta repugnan~ Contrariando a Roazen, tengo la impresión de que entre los dos
cia al hablar de Anna O., y enfatizó que e l elemento sexual era poco hombres no e xist!an grandes diferencias de tipo intelectual que pue-
acentundo" 123• En el prefacio de la segunda edición de Jos Estudios dan e xplicar la ruptura que se produjo post.eriormente127• Pero, sean
Brcucr insiste en que hace mucho que ha dejado de ocuparse de es~ cuales fueren las causas de la pelea, el hecho es que la amistad inicial
"asunto", nlinimizando su participación. En el prefacio correspondien· se tra nsformó en intensa aversión. En una carta a Fliess de 1895,
te de Freud1 él, Por el contrario, afirma: "El lector atento encontrará Frcud escribe: "Brouer es como el rey David: se alegra cuando alguien
en germen, e.n este libro, todo lo que fue posteriormente agregado a la mucre" 128. Frase feroz que contrasta con la carta enviada a 1.1artha
teorfa catártica: el papel del factor psicosexual, el del infantilismo, la diez años antes: "'Una vez más, Brcucr procedió de una n1ancra es-
si~ificación de Jos sueüos y el simbo1ismo inconsciente. El mejor con· plóndida e n el caso Fleischl. Decir buenas cosas de él no ba•ta para
se10 que puedo darle a quien se interese por e l pasaje de la catarsis al presentar un retrato adecuado de su carácter; se debe acentuar la au-
psicoanálisis es que comience con los Estudios sobre la histeria y re. sencia de tantas otras cosas maJas.otl29.
corra de tal modo el camino que yo mismo recom~Ju. Por encima de la disputa, la figura de Robert Breuer fue siempre
Hubo, al 6nal, mucho rencor. En la Psicopatologlo. de lo. uida coti- un puente en t re los dos hombres. Robert era el primogénito de
diana, Freud escribe: "Nuestra amistad íntima se convirtió más tarde Bn:uer, sólo t·r es años más joven que Freud. Descrito como tímido y
en un total a lejamiento ... Adoptk la costumbre de evitar su casa y el taciturno, también fue asistente de Nothnagel. Robert, digno hijo de
barrio donde vivía, como si fuese territorio cnemigo"l2S. Territorio
prohibido, territorio fóbico. En esa línea, Roazeo narra un curioso re-
cuerdo de Hannah, nuera de Breuer, 16 quien cuenta que cierta vez,
paseando con su suegro, vio que Freud avanzaba hacia ellos. El viejo ~da ~r Roa~en (F reud y sus discfpuWs, 1974, Buenos Aires, Alianza. pág.
Breuer abrió instintivamente los brazos. pero Frcud pasó de largo, d ~· H1nKhmUller da una versión ligeramente distinl3: el encuent..ro se pro.
al~ en la callo Bcrgguse y Breuer, no instintiva sino deliberadamente. ruo
abri-;:e;;ro d~ Froud, siendo desairado (Comunicación de Tilde Polanski ,
• 72) (Albr«:h t HiN!ChmOllcr, op. cit., pág. 267).
17· 0 · Martín Freud (??).
• 16. Carta de Hannah Breuer a Ernasl t!ones del 21 de abril de 1954, ci~

270 271
eu pAdrc, es recordado '"como un t.eropeuta inventivo, de talento• NO'l'/\S
múlhples" 130. Freud, en 1895, le -ribe a Flieas que Robert Breuer
•ee ma único seguidor en Vieoa'"UI 1 Albrttht Hinchmiil.,.,J..¡ B"'wr, 1991, Parú. PUF. P'g 124
Pero no todas fueron e.pmiu. En 1898, en su articulo "La ICXUft• 2 Mon• Bened1kt, Bldtro<Mrop1<, 1868, Vieno, p(g 417.
hdad en la etiología de las neuro1t1"'"· Freud declara que debe sus 3 J . C. Prichonl, TnatU< on ln«>••ty, Gilbert and Piper, 1835. awdo
"rHultados al nuevo método del psicoanélitis: el prooedim1ento explo- por J . M. M~n.A,foinst TMropy, 1988
ratorio do Jo..r Breuer ... ·•».
Nunca dejó de reconocer el méril<> de • · l. Macalpine y R. Hunwr, Thrtt Hundml Y•ars o( PS)'eh1atry. 1963,
Breuer como "padre del ps1connAhsis". En 1904, por ejemplo, escri· Londru Un1ven1ity Preas, pág. 838.
bicndo sobre sí mismo en tercera persona, asevera que •como roeult.n· 6. Julca de Gaultier, Le Booo-ryame, l 903, Parla, ~~crcure de Franco.
do do uno •ugcrencia peraonal de Brcucr, Freud resucitó ese procedí· 6 . ~J. tifout.9aiefT Atasson, Agtutt"t 1'h"ropy. Emot,onai TJ~ropy a11d thc
miento (usndo con Anna 0.) y lo aplicó o un número considcrnblo de Myth o( 1'1y<hologicol HeoliJ18, 1988, Nucvn York, /\tbeneum, pá¡. 39.
pcrsonaa•t3•. Incluso en una époco. nvnnzndo, en su primera confcrcn· 7. lbld, pile. 39.
cia en In Univeraidad de Clnrk, en los Estados Unidos, llegó al extre- 8. lbfd., póc. 39. B r.
9 . Hfrman Hease, Kindhed und Ju.iend 1:0~ ntu~n:thnhundcrt rit,t
mo de afirmar que "el méril<> por haber creado el psicoanAliois . . no und Ltbf11-1ttugnux 1811· 1895, comp por IU mu,er, N1non He:sae.
e.a mro•lt!; era de Breuer.
JO. H-. 1bid, P'i&· 262
Finalmente, en 1925, en el momento de la muerte do Breuer, 11. S&. XX. .-C. 29.
Freud r«loctó un3 sentida nota nocrológics: "El 20 de juruo de 1925 12 SE, 11, pile. 268.
murió en Viena, a loo 84 aftos do edad, Josef Breuer, creador del m6- 13 SE. XX. pá¡. 30. • . p • ~ rd
todo catártico, cuyo nombre, por dicha razón. quedará ind1eoluble- 14 Pn\nk: J. Sulloway, F~ud, b.olOlllle ~ 1e1pnl, 1981, an•, rn)'a ·•
mcnt.o ligado a los comienzos del psicoanálisia"13'.
Brcuer, por su lado, en 1909 le regala a Freud los manuscril.Oll de pág.:: Cort<t do Freud a Mnrtha del 2 do febrero do 1866, Si¡¡mund F,.ud.
Com!1po11dlnc;o de omor, 1981, hnngo, Río do Jonc1ro, ~g; 240.
la •Comunicación Preliminar", quo habfn conservado. Pero lo ombiva·
lcncio tiene larga vida: co 1912, paro celebrar los 70 a~08 de Breucr, 16. C•rtn de Prcud a 8rouer dcl 3 de m?yo de 1889, 1b1d., pág. 269.
S1grnund Exner organizó una colecto do dinero, con el que 80 conati· 17. Corta de 1'"reud a Emmclino y ~11nnn Bernoye, 16 de oclubrc do
tuyó la Fundación Breuer, de.itinada a promover el desarrollo cicntl- 1887, ibfd ' pá¡. 266. d J .
18. EmHt Jooe' A vida e o obro de Stgmund Frfud, 1989, Río e anea·
fico. Las más eenocidas pcraonalidodes de Viena eentribuyeron, poro
el nombre de Sigmund Freud no figura en la lista. ro, •maco. 1, P'CJ. ~ .
19 Carta de Freud a Flieu de1 28 de Junio de 1892.,
Co ~·
1'1"ftponf,4Cntio
Por último, creo que no ae tomó 1uficieotemente eo cuenta la ac• &puu1d p,.u,J. WuMlm Fliu>, 1986, comp po< J . M. M.....,. !mago, R10 d<!
litud hoebl de Fliess para con Breucr. En 1901, Freud le escribe a 1u
ami,go_•En cuanto a Breuer, ticnN toda la razón con respecto a ett.e ,_..., ""· 31.
20 SE. 1, pép. 147-65.
hormano, pero no eemparto tu d<9dén por la amistad entre loe hom- 21 se, 1. P'P- 133-43.
bres, probablemente porque en el fondo lo aprecio mucho. En mi vida, 22. SE. 11, p(p. 1-18.
como bien eebes, la mujer nunca reemplazó al compañero, al amigo. 23. SE. 11, pá¡. 7.
Si la 1nclinoción·1a masculina de Drcucr no fuese tan bizarra, tan tf· :U. J . M. Char<Ot, PoliAliJluchc VortrlJ/I•, 1892, pág. 107n.
midu, tan contradictoria ... él proporcionaría un bello ejemplo de loa U. SE, 11, pág¡. 1-321
rcnlizocionca en que es posible sublimnr lo corriente androfflicn de 28. EmealJones.op. cil., t, póg. 267.
los hombrca• 1S'. Como veremos con lo enfermedad cardíaca de Freud, 27. SE, 111, págs. 334. . , h·
si~mprc exiRtió un enmarai\ado triA.ngulo •andromico.11 entre ello&
28. Frita Wittela, Sigmund Fnud: hia PtrlQnality. hU TeochÍlllJ nnu ' '
lkllool, 1924, Londres. /\llen & Unwin, pág. 38.
29. SE, I, p4p. 1~74.
ao. SE, 11. pép. 11-3.
ª'· Fnnk J. Sulloway, op. CIL, .,.,. 53
a. SE, 11, P'CJ. 1~1.
al. SE, n. pile. 185.
14. sa. n.
. . llold.
pq. aiv .
•. 81. 11. pá¡. xnv.
•18. •Jnctinación'", ténnino clava to lo Atndcm1a Espattola. 11. llE, JI,""· 29.

272 273
33. lbid. 7' J. C . l'ntchord, op. « I , P"P· 454-458.
39 Frunk J. Sulloway, op. cit., 1>4. ,89. 75 SE. 11, pág. 91
'º· Sulloway, tbld , P"l( '89
41. StrümpeJJ, A., Dtut«h~ ~itschn{l 1''~rwnAtll•lturuk, 1896, VJll.
76 SE. 11, póg• 81·2
77 lbld
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50. P. Mahony, op. <ti , pás. 69. 92 SE, 11, pác. 81.
51 Carta de l'n?ud o B~u<r d•l 29 de junio do 1892, SE, 1. pág. 1'7 93 SE, XVI, pág. 450.
52. SE, 1, pág. 133 94 SE. U, pág. 136
63 SE, JI, pág. 129 95 SE, U, pác. 138.
54. SE, U, pó,f. 126. 96. SE, U, pág. 139.
55. lbíd. 97. SE, 11, pág. 139.
66. SE, XXIII, i>éc. 281. 98. SE, ll, pág. 160.
67. Patri.ek. Mahony, op. cit. 99. SE, XV, polg. 76.
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59. K. R. Ei11ler, Tol~ttl and Gtniu...· th« Pttl~1u1 Ca. o{TOU$lt ago1ml 101. Carta de Freud • n .... del 29 de setiembre de 1893, C<>rre•pontlln·
F,.ud, 1971, Nueva York, Quadrangle Boou. pq. 277 coa S11mund P..ud.Wúhtlm FI-. polg. 56.
60. Carta de F'reud a Flieu dtl 20 de junio dt 1898, Cornspond~nc10 102 SE, 11, ptlg. x:ii
S.,mund F1Tud·W•l~nt Fl..u, pág. 319. 103 Frank J. Sullowa_y, op. col , pág. 69.
61. Joan Rivi~re. •A choncter tnit oí Preud 1•, P~h.oonolyli• t eo,..
0
104 SE, 11, polg. 16.
l•mporary T/u)ught, comp. por J Sut.herland, 1958. p¡lp 145-6, 106. SE, JI, pég. 185.
62. Carta de Freud o Flieu dé1 20 de ago.-lo de 1893 Correspondlnc10 106. Carla de Freud a Fhe.s del 25 de abril de 1900, Cor1T1pontlln<1a
Si¡¡nwnd F,.ud. Wilh•lm Fl•n•, pág. 53. ' S..mund F1Tud· Wi/h<lm n;,.,, pilg. 412.
63. lbld. 107. SE, VU, polg. 29n.
6'. lbld. 108 SE, U, pég. 213.
65. lbld. 109. Jacques Lacnn, *Eetructura de los pe:icosl• po.ranoiCB.8"', 1931, Lo«·
66. SE, 11, pág. 110. llMllM tk• hopita~ d.t Pori1.
67. SE. JI, P'P. llHI. ....._~!º· Eduardo Sand•, •t.a Met.apsicologfa no conc:lutda·perdida de
68. SE, 11, pó,f. 121 .:"" •texto pn!aenlado •• •I Etpaao Moeblua en ..u•mbn de 1992, Sal••·
69.lbíd. • llahJa.
70. Carta de Freud • Pb.., con el Manusmio J tin foc:ha fines de 1895. ..~~ Can.a d e l'n?ud o PI•- del 8 de novtembre de 1895, <Arrnpondln
Corrt1pondincia Sogmund Frtud·Willt<lm Ft..u, pilic.
157. ' .,...,.mund F,.ud·W•lhelm "'""· ptlg. 415.
71. lbíd., pág. 18- 19. -~ 13. Pierre J anet., •ta 1~1 incon.scieotl et. lo d6doublt:ment de la pet·
• ~ ~ant le son ambouh1me p rovoqué·, RetJU~ Ph1/0tlO/)hique <h Fm n·
72. Lydia F1em, A v"'Jt1 cotidiona de Freud e 1eu1 ¡Hltientes, 1986. Río do
Jnnclro, L&PM, pág. 19. • 1
• páp. 428,16.
114 SE, 11, ptlg. 210
73. SE, 11, polg. 55.

274 275
11s se. 11. pág. 2.'lO.
116 S&, XX. p.;g. 23.
117 . ..;mwl Jonett. op. cit., p.ig. 260
118. Albrteht lbn.dlmuller. op nt. PJ•• 19'.?·95.
119 lb1d . p..g 200.
12'1. lb1d, pag 239n.
. 121. ~urt.n de Freud a_Fheu_ del 22 dl' 1un10 de 1&94, Corrt.,pond; 11 r1a
CAPÍTULO 16
S1,:1nund frrud·\V1/hel1n Flttsl, J>UR 86
122 t-:rw1n 11 Atkercknecht, llnd ., p.o_\g 170. EL CORAZÓN PARTIDO
l:l:l ..:111\alX'Lh Hoodinesco, flu1tunt1 do v111cn11álise 11a Franfa. A hnlullu1
úo6 C't'm anos, 1986.1, t<io de Jont·1ro, 'l.ohur, p(lg. 26
124 si-.:. 11, pág. xxxi Monrnii:nc y 1..:1 Boétie, paradigma de la amistad. Montai¡¡nc re·
125 SI::. \"l. pag•. 137..S velo. <'n t'UK Ensay<>$:
126. t-;mee;t Jones, op. c11., l. ~g . 177,
127 J>t1ul RooU!n,op. cll. p.a.: 96 S1 me íoriaran a decir por qu~ lu amo, creo que la única resput.•8·
JU Curta de Fl't'\ld a •lit.• d<"l 13 dt> IM"l1embtt de 1895 C.O,.r.•pMdtn · t.ft COI: "Porque era él. porque era yo" Hay, más allá de m1 racioci·
cut Sl.J[ntti1nd 1-~nud-WilJr.~lm Fllf'6•, pt¡ l:W. ' nio y mag allá de iodo lo que pueda decir. alguna fuena inexph·
129 <:•rt.a de Freud a ~fartha del 6 de Junio de J88S, Cor1Y1pondincio
S1pfftund ftYud W1lhtlm Fl«!A, pa¡ 146
cable del det1tino que promovió nu'-"!ln> unión ... Una am1•tad MI
ii;ólo Me heoe como modelo a sí misma. y sólo puede ser compara-.
130 AJbrechi. 1-larKhmuller,op c1t.• 1>U1t. 5;)
131 <:ol'tJ\ de Freud a Fhe.""" dt"I 16 dí'" octubre de 189.), f:.orrT1poncU11, 1a do consigo misma•.
S1snu11td frt:ud-W1lJ1~/m Fl~ss J)Jg 146
132. Sf:.111, págs. ¡4¡.¡57' Coincido con Masud Kahn cuando dice que la amistad de Frcud y
13a. s~:. 111. p,¡g. 26J. FliC"sJJ fue "'extraordinaria en RUK consecuencias, pues facilitó el noci-
134 , se. vu. pág. 249. micnto d('l psicoanálisis". No on vnno Annn Frcud, t.1ario Bonupor tc
135 S~:. XI. pag. 9. y Kri• titularon Tlie Origins of P11ycl1o·analysis la compilación de lo
136. Sf:. XIX. p.¡¡: 279. co=•pondcncia entre ellos•. GeofTrcy M. Masson3, maestro irocundo
137. ~arto d~ Frcud a _F1i~' df'l 7 de agoato de 1901, Corn1pondlnc-1u de archivos, no exagera cuando nfirmo que "las cartas de Freud a
Scgmund ~n!ud·W1lhelm Fli-. p.ig. 441l Wilhtln\ FliC:"'\ constituyen. aiidadamlnte, el más importante a~rvo
de documentos de la historia del pt1coantlhs1s"'. La Correspondtncra
F"rtud Flu.,., con sus misívu y borrado"'8, et1 el paratexl.o que dialo-
ga con el texto freudiano. Ambos 1nt<>grun un posible hipertexto tola·
h:umte'>.
Ln Corresponchncia es un tesoro. Se trato del destilado de uno
nm1sltld. Anna Freud opina que "'mi padre nunca tuvo otra relación
semejante con un amigo"6. Lacon la llomn .. conversación íundnmcn·
tol"'I'. Jornás el padre de una ciencia confió, tan a biertamente y con
tantos dctolle•, la turbulencia que hablo detrás de su búsqueda. Es·
ta1nos frente n un hombre escandnloso1ncntc íntimo, de uno intimi-
dad <'Opontánea, diferente de los rehlmpagos calculados que enoontra·
mos en aus textos autobiográficos Entramos en la cocina alquímica
de tu cnmción Las cartas cubren el periodo de 1887 a 1904. desde lOll

aobrt la h••""ª· La int<rprttaci6n dt


la vida cot1dwna y el famoso "ca.so Dora"
'°"
31 ha.ta los 48 años de Freud, lapoo en el que dio a luz los E11ud1°"
•lllños, la PsuopatolOflfa dt
I.o amistad rivalizó con el amor Dos añ06 menor, Flieas estaba
más odelontudo en la vida y en In profesión. Sio duda Freud vela en
él uno 1mug.:n realizada de sí mis1no. Su a/kr ego. Observen la grnn
fotof(roflu de los dos nnligos. Como lo aci\nla Monnoni, ..Aunque los

21r. 277
ro,sgos sean diferentes, el parecido impresiona al punto de hacer son- Perfil fascionntc. Surge de la correspondencia que ésto fue un co·
reír"8. t\dcmás, no so nos escapa el jue-go de los significante11 detrás so de íasctnoción inst.ont.ñnea. En el párrafo inicial de eu primero cor·
de Fhcss está Flci"Chl y, todavía más atrás, Fluss, con todas lllS anti- ta, Freud esc:nbe:
guas connotncionM ictiousáuricas ...
Advcrtímo1 otro juego de sígnificanl<!<I· Jacob Frcud y Jocob Esta carta, debo reconocerlo, está motivada por asuntos Pi:<>íesío-
Fhess El podre de Flieu también era comerciante (en cereales); nafos pero me cabe introducirla con la coofe>!ióo de que ohmento
hombre COMiderado honesto pero con poco t.alento pora manc.inr e l di· cspe~ua de dor continuidad a nuestra relación, ya que uated
nero. Quebró en Berl!n en 1877 y se suícidó tirándose deb~o de un ha de¡odo en mi una impresión profunda, quo podria lleva.r me a
tren . Dato sugerente, Fliess nunca reveló el hecho a Fttud, quien dear, g in rodeoo. en qué calegoria humano yo lo s1túo 12
crela que Jacob Flies• habla muert<> de erisipelo'· 10 W1lhelm tenla
20 ai108 en lo época. y todo hace pensar que este duelo fuo mol clabo· Esa ca_rt.a, como observa Peter Gay: -Era, al mismo tiempo, más
rado. En C808 tiempos aciagos, \V1Lhelm, hi.Jo unioo, tuvo que mante- formol y más emocional que el estilo usual de Frcud"1'.
ner a su madre y pagar las deudas del padre. Parece ocr que In carga SI, él quedó profundamente impresion~do. Sartre, maestro del
de Wtlhclm fue mtúl pesada que la de Sigmund. La d1fcrcnc10 <'8lá en momento dtamt\t.ico, monta la escena como sigue:
que Fl!css tuvo éxito al abrir su consultorio. &·gún su nietn, Pouline.
Du·Bots·Rnymond fue el Breuer de Flicss. Ellos conversan note el vano do una. ventann: pocas vcccs Flicss
Aposionndo por Oarwin, Flicss comienza a plnnt.cor unn visión mira de frente o l"rcud: •o diría que contempla el edificio del otro
altemutivo do lo biología en ensayos publicados en In década do 1880. Jodo do la callo. Pero, cuando quiere afirmar o convencer, encara
ft.fae~t~ co cspeculncion.c s espec-t.acularcs, magnificadas en un juego n eu inlcrlocutor más para fascinar que paro obscrvnr. En esos
narc1s11~ta de c..>cos y C8J>Q.108, era ese tipo de persona 11dogmát1camcnte mon1cntoe, el brillo de sus grandes ojos parece casi insoporto-
briHantc• que tonto asustaba a Unamuno. Pero a n080tros, hij08 de blo1'.
Frcud, noe cuesta trnt.orlo con ecunnimidad. sin ningun prcconcepto.
En 1886, Wilhelm, con su con•ultorio ya establecido, se permíte Freud ealt\ nervioso, agitado, siempre sombrío . 1icnte que
t~marte ~n al\o sabático. Visita Nápoles, Capri y Romo, pcrmanc- Fliesa lo subyuga e tntimida:
aendo sel8 meses en la Universidad de Pisa. Va a Pari1, al lnatituto
Pastcur y a la Salpl!tri~re de Cbarcot, y también a Londres Lue¡:o, FREUD con amob1/idod C<Ui 11eroíl, puo la 11tt•'tndod qu• mu.,.
como broche, perma.nece tres meses en Viena, donde, por conl(ljo de tra poro' ton.sigo niumo ~• ~nuranienl~ sinctro, con rol«• pro(un ·
Breuer, asiste a lae el"""• de Freud sobre la anatomla del 1i1tema dor. No llego a comprender que un hombre de su valor, u~ "'!pe-
nervioeo. cialigla de Bcrlfn, haya interrumpido su trabajo paro o.su1t1r a
Se conoc:ieron en uno M>irée en casa de Breuer•l.•t. mil cla!es. Usted sabe que no soy profesor. Soy apenas un cncar-
¿Cómo era Flicss fisicamcnte? ¡¡ndo dc cuf'SOdl.
Sartre, en el guión de la pelfcuJa Freud, lo describe como '"un FLIESS, amable aunqut distonu: Si vengo a usted es porque su
hombre alto, do 34 aft08, vestido con mucha elegancia, bello f08lro d&- reputación llegó a mf1$,
~onloco: bnrbo y cabellos negros, grandes ojos brillantes y autorita·
nos, boca...pcqucfto con un rictus de desprecio; e.se rictua ac debo más Conviene oclnror que Freud no fue la única persono subyugado
o la estructura del rostro que o la expresión gestual""· O sen que s&- por Flicss. El rinólogo había r ealizado una carrera meteórica en lo
rlo un coso do crueldad constitucional. competitiva Bcrl!n y, o los 35 o.ñ os, pasó a ser ~é<hco do modo. Tenla
u.na devota conlianzn en s( mismo, y eso contr1bufa o que el nt\mcro
de sus •euros'" fuese considerable, lo que ratificaba, con lo plusvnlfa
del suceso In convicción de que sus hipótesis eran correct.ns. Incluso
una pacic.~te que, como luego veremos, sufrió consecuencios graves
•1. Swala., por 1u porte, considera que el encuenlro fue en la e.a.a del Ja· debido o un "error" quirúrgico de Fliesa, mantuvo síempre su lealtad
nn¡óloeo Edu.rd Rc°'burs CP•ter Swal.,.., Freud, Fl~u., pamcrck).
•2. Un dolO d...tentido por loa biógrafos ea ta uittenou de Breutr a lu incondicional a él Es particularmente impresionante c:¡ue. como vete~
da.tee de Freud ~w. en can.a a Flie1at e.a 1893, comenta: • e.toy en bueno. mos Karl Abroham -el Santo Tomás del psicoanálisis- hayo caldo
lhma009 con Bnue:r, pero lo veo poco. Se matriculó en m• da.el dtl á..bado"' b'ljo' el infl.Vo del encanto de Fliess durante la fase final de au enfer-
(carto do P'reud • PI- del 27 de noviembno de 1893, <Anapo11dlrr<:ro 5 . medad, en 1925 .
nwnd Freud Wrllrdm Flwa, ~. 61). 18
Ya que hablamos de espejos, conviene contrastar a CO!te Fliess oe-

278 279
ductor con la descripción que Alix Strachcy da de él treinta nllOll más cspcclalidad se cc.ntraba en el órgano mL-d1&dor de las pa~ione11 : la
tar<to: ~Ea encantador y old·fo•hwned, casi un enano con un volumi· nnrii, e lo que vefa romo ombligo neurovo.scular y •órgano scx:ual co-
noso vientre, pero no obeso. Con barba, parece un vien& Oellitteh íáhco.... Fl1~ comenzó a interesa""' por el "reOejo nasal" al descu·
afirma que es Judío..11. Resulla 1nterc1antc esa referencia a In b4Jil brir que muchos smtomas desaparecfan despui!s de aplicar t.ópicoo do
catatura. que contrasta con la .vuuón de Sartre. Porge nos informa coco.rnn tn la mucosa nasal. A partar de esa verificación, identificó
bf
que ,FJ•,esa bfa pad~do en lo infancia una enfermedad que frenó su
1
una nueve enl1dad clínica: la n~uro1111 nasal refl~a. que debfa ser
considerada un •complejo de vnrios s(_ntoma.s, tal como el complejo de
crecam1en~o ..Es ~unoso que ese hecho no fuese registl'ado, tal vez
porque lo 1deahzación de •'reud lo agigantaba. Meun1~re"' Eat.os síntomas podfan ser cefaleas, neuralgias (pnrticu·
Freud Y Flíess! otra sociedad secreto de dos miembros. Los ticm· Jnrmcnt.e In gástrico) y un trnswrno füncionnl de los órganos digesti·
PO~ de In Acodemrn Espaftolo están do vuelto . Cipión es ahoro un vos, rr-spirntorios y cardíacos. Los ór¡::onos sexuales resultaban parti~
psicólogo; Berganza, u_n biólogo. ~s unen los números, el omor por culnrrncntc o.rectados (amenorrea, discntcrfn, cte.) . .. El nómero de
Dorwin y la <:•peculac16n filogenét.1co; pero, por encima de lodo, loe 8fnt.omnR CaJ elevado y no obstnntc debe su existencia a un solo lugar:
u~c la scxuahdad, que ambos ubican <'n el corazón de su.s dcscubrt· la noriz-2tt.
m1entos. Diversas circunstancia.e lil(aban a estas almas gcmelaa· el Era característico de este complc¡o smtomatológico que todos
hecho do ser casi de la misma edad y de haber estudiado con ~"'e esos trastornos desaparecían cuando te anestesiaba con cocaína el
maestro de m~esuos que fue Chorcot, la c:ocaína. la furia de unn área nual rt'llpoosable. La neurosL• reílejo nasal tenía una etiologfa
enorme ambu:16n . Por otr~ parte, en el dominio de la P-'ÍCOpatol~ doble: podfa surgir de alterac1onu or¡6nico• (iníección local) o ser
gfa, ª?'bos eoportaban nanceo purulenta•, jaquecas y una d1spo•i · caUMda por factor<• ixuonwlort• funcionales
c1ón hipocondriaca••. El rinólogo vivía en otra ciudnd, de modo que la relación no •u·
Ade~áa de ser P'.'recidos, se complementan: de alli gran porte de frfn loa fricciones de la vida cotidinno Sus encuentros -ellos loe lln·
la ol-rocc1ón. Los dos Juntos podrfon conquistar el mundo: mnbnn ..congrc.sos'"- se realizaban en lugares seleccionados, y consll-
tufan eventos privilegiados de cinco cstrellos26,
Si existen .dos p~rsonas, uno do los cuales es capaz do decir lo Fli~.., apostaba a lo periodicidad de los ciclos vitales, en tomo de
quo es In vida, ~·entras que In otro es (casi) capaz de decir lo que los cuales se lanzó a especulaciones de alw riesgo. En su monogroflo
ce lo mente, Y s1, además, las dos se quieren mucho ... 11 de 1896, concluye: "Los datos nos llcv1111 o enfatizar otro íactor: junto
con el proceso menstrual de 28 dina existo otro grupo de íenómenoe
Esto los lleva a una "solidaridod biológica secreta• que hace que peri6d1eo1 de 23 días, que rigen o personas de lodos las edades y do
arn~ sientan el bisturí del cinúa~ en el cuerpo "al mismo IJempo y , ambos ~xoa"'. De allí a la noción de "biaexualidad" hay sólo un poso;
prea.sruncn~, en el mismo df~; 1:t;.mamoe y gruñimos por causa del do- loa doa ciclos est.M presentes en ambos aexoa, • ... lo que es congruen·
lo,,..... Eaa 11ntonra carnal s1mb1ótica tal ve• explique Ja s1guicn1h te con nuestra constitución bisexual•
efuStón: ' Este tema de la bi.sexualidad, pilar fundamental de la teorfa
fliess1ana (junto con la noción de periodicidad), luego será el CKena·
Ea. muy irr.a~ional de mi. parte ... pero lo relato como un fenóme- rio del "plagio a Fliess". El propio Freud en In Psicopatolo¡¡lo de lo ui·
no. estoy visiblemente d18gustodo contigo por el hecho de que 08• do cotidiana hablará de la tentación por apropiarse de lo que Fliees
tós n1ol21 • llomo ·sexuoción doble" (Zeigesblec/1tigkeit).
¿Cuál es el valor clínico de los escritos de Fliess? Seglln Kris29,
Siameses geniales y marginales. El aislamiento "t.córico" del bi· en In litcrat.ura especializada alemana se encuentran numerosas re-
"!.,_~1 0 era gra~~e, lo cual llevó a Frcud o decir, en la primavera de ferencias o su trabajo sobre los traRtornos nasales. Hay una rcscf\o
l""", paro deh_c1a de Lacan: 'Tú eres el único Ot.ro"22. En ese punto de G. Hoffer que concluye: "No existe ningún motivo para atribuir
Freud y Mootaigne se parecen. ' una priorldad especial a los trastornos nasales eo comparación con
Fl1- era por cierto un rinólogo muy particular. Pensaba que su otral ca\l888 imtativas en CltrU áreas del cuerpo.....
Para Max Schur, el más médico de loa biógrafos, Fliess estaba en
lo cierto al presuponer una afinidad estructural entre el corpus co•'<r·
no1um del pene y el corpus cawrno.um de la nariz, y también en
•3_·1:4 una pena que amboe 1ufr11mot do tantu enfermedadee cuando cuanto a que la menstruación es acompaAada por hemorragias nota·
ha.y tftnto en nue.etr.a- f~nte• (carta de P~ud a Fli~sa del 13 de mnr-i.o de lea3 1. Adcmá• sabemos por la ncupuntura que el tratamiento de cier·
1895, Corrt1pondenc10 Srgmund Freud·Walh~lm Flitir, pág. l20). tos "punto• gatillo" con anestesio local puede aliviar el dolor neuralgi·
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forme en uno vasto área de la distribución nervioso Tcncn1os una ánimo de un conquistador pronto a dar el salto de gato. Freud se
narii erógcna. Lotl japoneses no Jo ignoran. sentra tonto más herido cuanto que -&eg\in Kria- siempre hobru do ..
La colaboración cientrfica llC inició a fines de 1892 y en loo prime- do el máximo crédito al descubrimiento brcueriano•t_Además la
ros mcees del 93, periodo que Flicss pasó en Viena. Planeaban reah· erudición de Flics.1 era omnívora. Tenía una buena comprcnMión de
zar un estudio CO{\Junto sobre la neurastenia y la ncuroe.i1 de angu.1- las tcori.aciones de Freud y le proporcionaba apoyo e ideu Frcud,
tia. Los Manuscriwe A y B forman parte del proyecto. Proyecto por su lado. lector dedicado y atento de los manuscritos de eu amigo,
ambicl080. qut> querían basar en •aen casos de neurosis de angustia•_ le escribió:
Pora la neuruténia, Freud esperaba ..compilar un numero equivalen-
te de CUOI mascu_linos y femeninos... Una contrapartida nCCCAAria se-- 'N me enseilastc que hay un germen de ventad en cada cre<>nc10
ria una segundo. serie de oen casos de no-neurótj008-s2. popular absunla 13 •
MuchOIO pacientu. Esa casu!stica era dificil de obtener fuera del
ámbito universitario: do allr la necesidad de unir 108 an:h1vos cUntcoo Parece scr que Pliess también lo alertó para que tomara en serio
Fliess, que tcnfo un consultorio floreciente, djsponfn de un n1illnr d~ los chistes••, ••. A él le pertenecen, además de la noción do bisexunli·
ti.chas, cífrn mucho más musculosa que la correspondiente o Tht•re· dad, 108 conceptos de ptrlodo de latencia y sublimaci611. Fliess oportó
siengarden M. Parece ser que Flicss consideraba seriamente la posibi- lo mntcrin primo en In elaboración de esa criatura del deseo (\ue es e1
lidad de abrir un .. policlfnico terapéutico" y "reclutar" discfpulo83'4, bebé pcrvor140 polimorfo. Al principio, como sabemos, Frcud croíu en
Frcud,_por Ru.. portc, cornicnza a "coleccionar" neurdtiemt, en particu- la inocencia iníantil .
lar pacientes en loK que la angustia surge de unn cousn sexuuf"3.5. .Iones y KriA con1:1idcran que la amistad con FliesA •urgió de las
Dado lo cnvorgodura del proyecto, resulta claro que 111 intención ceniz.llR de In relación con Brcuer. Puede ser. Pero la primera curtan
es convencer por la fuerza de los números. El montaje del opnroto es· Flies.'I fue ~8cr1l-n en 1887. mucho antes del distancinmicnto, ont~8
llldístico es do Flict<s. Él se sumerge en una sclva do callOll, mientras que hubie•• oomonuido a aplicar el método catártico. Sobre osl<l pun·
que .Freud va mlla nllá de la nosegTafia. y apuesta al estudio poradig· to subsisl<l una dudo. 4por quó Freud suscribía los ideas deliront<!8 de
mtittco de media docena de histéricas. &a era la prinopal d1ícrenc10 Fliess, parltcularmenw au numerologia? Cuesta concluir que el rinó-
metodológica existente, y fue, tal vez, la razón por la cual la colabora- logo era au Otro de manera tan exclusivo y pertinaz Hoy en d\a,_los
ción no prosperó'". biógrafos conoidcrnn a \Vllbelm Fliess un numerólogo ex~ntr1co.
A linea de Btglo, el vasto espectro de las neurasteniaa incluía las Aunque, créaM> o no, 108 "btorritmos" de Flict!s todav!a dan que ha·
íobi~ y lu monifctt.scaones obsesivas, en un confuso cuadro pejcopa .. blar. En la Copo del Mundo de Italia, en 1990, los pcnód1C08 depon.
tológico. Dentro de cso constelación, Freud realizo lo •mvenoón noso- vos romanOR traían elnborados cálculos de los bionitmOA de IOB once
grá.fica· do la nturoa11 dt ongu.stia31 y la neurosis obsesiva FJiess jugadores de la •aquadro awrro".
por su parte, en su primer libro, concluye que "Gran parte do las p,..,: Por un lodo, esUI el beneficio de la duda. La idea de los ciclO<! se-
tendidas ncurMteniu no son otra cosa que (casos de) ncuroei1 nnAal xuales mosculinos no ern extraña, en vista del ritmo menstrual feme-
reílejo"3t. nino. Havelock Elhs, el torturado investigador del sexo, dedicó un lar-
Frcud 8uecribo ln •innovación" de su amigo, citando, entre Jns go capílulo a los fcnómeoos do la periodicidad •exual, concluyendo
"'soudoncur~stcnioa" lo ..·neurosis refleja nasal de origen orgánico"39. que ..esas ~nt.ntivnK de probnr la existencia de un nuevo ciclo fisioló..
Con lo intención do clarificar la babilonia nosológica do lns nou· gioo merecen un estudio cuidadoso y mayores investigacionCA""8.
rastcnias, 108 dos amigos partían del maestro común, Chorcot. Flicss Los biorrítmos fueron casi un hobby para Frcud, pero nunca más
tomó do In SnlpGtri~re In idea de que existe una jerarqu!o de formas que eso. Él contribuyó 8011cito con datos para la colección de números
clínicas, entre latt: cuolce se pueden reconocer Jo formn tfpica• y J:u
111
probatorios: 108 inl<lrvalos de sus jaquecas, por ejemplo, los ritmos do
"'formas fr~etradns"•O. Freud, por su lado, en el Manuscrito B, habla las eníermedodcs do sus hijos y la tabla de las reglas de Martha. Car·
de formas puras• y formas "'mixtas ..,.•. tas llenas de cifra.8, cálculos, cstadísticas, a veces cx:travogante3, me·
Freud siempre tuvo más detractores que partidorios. Se movía <liante 194 cualea intenta in~ar la periodicidad fiieBSianA a su pro-
en una atmclo!íero médica hostil, al borde del ridículo. En medio de pia tcorla del funcionamiento del aparato ps!quico:
tama.i'io 1ilC'ncio, Fheu el"a exactamente el amigo Intimo que preci-
saba: buen ~ucha, confidente, seguro, catalizador de especulac-10~ Obtuvo de Martha un buen periodo premcnstrual En cuanto a
n.es. Flae~ no ae e.candolizaba por nada. Era un corTcspontal fiel, mi. anoto Ju jaquecas, las secrec::iones nasales y loe acceso. de
siempre d1spue_1to a aplaudir: en ese sentido, lo opueRto a Brcucr miedo a la muerte. como el de hoy, aunque la causa c:ardfaca de
Las dudas CT6n1caa de Breuer representaban una ducha fria para el la muerte de Tilgner probablemenw sea más respon"8ble que la
282 283
fecho. Me ayudaste mucho o recupcrnr lo modoración en mnwria Freud promete abstinencia y, al mismo licmpo, dec1ara sentine
de tnbaco; tombién me siento más osado desdo nuestra entre· mejor, a pesar de fumnr intcnsnmcntc. En au 1nalicin de enfermo, mi~
vu~."" 1 nimiz.a olímpicamente la re1ación entre síntoma cardíaco y clgarroe.
Alude, por primera vez, a u.na nube en la relación con Breuer: "Hoy
Frcud, el gran rncionalieto, estaba atropado en In red de In su- ya estoy cansado de escribir; tuve una detJLDteligencia con Brcuer,
perstición numerológica. Un clásico ejemplo es el do los "2467 erro- que ocasionó la redncción de muchas cartas••. ~I acabó por compor-
res•. Le escribió a Fliess que "'1 mterprctoci6n de los sueños cont.cnfa tarse do modo tan generoso, que todo quedó opacigundo-6'.
e&e número enorme de errores.a. Pero la cifra, lanzada al azar, no po- El tema del tabaco continúo en la carta siguiente. En ella apare-
día habe>r SJdo amroea El 2467, cntonoe'I, pasó por la criba numero- ce una variante cltlsica de lo que Melman denomina el •discureo de
lógico y por un "trabajo detec11vesco"" que aparecerá debidamente los t-Oxicómaoos~: •¿Acaso con11dcras una gran dádivo vivir muchoe
pormenorizado, conlo veremos, en la Psicopatologfa dt la vida cot1· años en un l"Stado mu~ernble?"H
dlono50• La profecfa de que los slntomas cardfnc06 volverfan con redobla-
Es verdad que antes del C&llamieoto, desesperado por encontrar da fuerza &e vio confirmada en abril del afto &i¡niientc. La vfspcra de
viVJenda, cuando luvo que inAtolarse en un lugar de mala estr~lla la carla del 19 de abnl de 1894 , Freud sufrió un •ataque cardiaco·,
Fteud 8upo superar la supenthción. Pero ciertos números le causo: descnlo del siguiente modo:
ban ansiedad . Durante año• cobijó lo ideo obsesivo de que estaba
predestinado a morir a Jos 51 aftos, y después a los 61 o 62. Hnsta el Sobrovino enlonces, repentinamente, un agudo sufrimiento car-
número de teléfono que recibió en 1899 -14362- le p&rcció unn con - diaco, mayor que cualquiero que pude haber tenido cuando fuma-
firmación: publicó Lo 1nterprttaci6n de 1011ueñ~ a los 43 añoa:, y ba. Lo. más violenta arr1tm1a, tensión constante, presión, ardor
pcnsabo que el 62 final era un seguro anuncio de su fin . Cierto vez en lo región cardiaca, puntadas agudas descendiendo por el bra-
analizó In superstición como encubrimiento de sc.ntilnicatos hostiles zo izquierdo y una cierta disnea ... 57
y sus propias SUP<'rtticionea como un deRCO reprimido de inmort.ali:
dad. El autonnábsi•, de hecho, oo lo libe>ró totalmente de e.ia punto Los ataques se prolongan "durante loa dos tercios del dio":
de irracionalidad, considerado un -mist1c11mo especfficamentc JU·
dio•, rC8iduo que lo hacía vulnerable 8 101 más audaccg especuloci~ ... la disnea ... lleva a sospechar una causa orgén1ca. junto con
nes de Fliess. un iJCntimiento de depresión, q_ue asumió lo forma de visiones de
Ml\x Schur, tal vez por haber sido el médico de cabecera de muen.e ...68
Freud, fue el biógrafo que mejor comp~od1ó el paP<'I de Fliess en la
hora de la enfermedad cardiaco". Schur destoca el lado médico de la O...pués de e81At cuadro alarmante, la corta coolinua, y Freud da
<;_orrespondencia, fo.cct.a no considerado por Kris (que cubre el lodo pruebas do no ser un paciente fácil;
c1cotífico de la rcloción) y minimizada por Jones (que encara la enfer-
medad cardiaca como mero detalle somático). Para Scbur, el proble- Es penoso pera un médico que pasa todas las horas del dfa lu-
ma cardiaco fue serio. Apa,_ a fines de 1893, en el m13mo semeortrc chando por conseguir una comprensión de las neuroais no aabe>r
~ .!lue, no por cas~nhdad, inventa Ja expresión ..neurosis de angu1t· &i él está sufriendo una dep..,sión razonable o uno depresión hi-
ba , en el Manuscnto B". Por el tenor de In carta se infiere quo el te- pocondriaca. En una situación como ésta, se necesita ayuda·•. De
ma ya habla sido ~retado, probablemento en el "congreso• de Bcrt- modo que anoche fui a ver o Breuer, y lo dije que, en mi opinión.
hersgarden Dicha carta comienza con una dudosa negación: laa perturbacionee cardíacaR no eran debidas al envenenamiento
por nicotina, 1ino que yo tenla una miocarditis crónica que no po-
No pretendo on absoluto ignorar mis problemas cardíacos. Por el dln tolerar el uoo del humo Me recordó que la arritmia se produ-
nlomcnto elloe vun mucho mejor, no por cualquier mérito mío. jo boatante rcpootioamento en 1889, después de un atnquo de
pues estoy fumnodo mucho, debido a todas las dificultndea, que
han 1udo muy numerosas \\Jtunamente.
Profetiza: •4. Aquí convitlne ~rdar que In. mayon:a de las cartat a. Breuer ttt.tln
bajo alote llnves y quo raci~n aenln oxh.ibidaa en el próximo 11glo.
e""? que ~ego (los problemas cardíacos] volverán a dar seftales •s. Bite lema do la •depresión ra.ion.able• ea rctcm.ado 3G ai\o.1 má1 lOr·
de vida .. de cuando habla de la angu.s,t.ia como lllelial en lnJubición. •In/orno y o.ng1A..i1-0.

284 285
gripe. Tuve, con todo, la oatisfacción de que me dijese que creí• Quendo amigo:
en una o la otra de coa1 h.ipót.esís y que yo debía &0meterme a un
examen médico .. Ahora ll08pecbo de ti, porque kta .,. la prime- Tul elogios son néctar y ambrosía para mí, puee 11é perfectamen·
ro vez, con respecto a mi trastorno, que te vi caer en contrad1c.. te cómo eres parco con el.los - no, para ser mú correcto, cómo t&
c1ón. La última ve• decl8r881Al que era de ori~cn nssal y que a la maa en serio Jo que dicea-. Desde entonces he producido poco,
percusión no se encontraban los indicios de uno corazón nicotíni- preocu1>ado como estoy por la abstinencia ...
oo; nhora n1ucstrns gran preocupación ... mo prohíbes fumar69. Mi estado de salud .. . es el siguiente: desde tu carta, hace dos so-
mnnns, obstincncio, que duró 8 dfns; el jueves siguiente, en un
Ma< Schur60 realiza el estudio morfológico de esta carta para momento de desolación indescriptible, un cigarro ... el jueves si-
concluir que •ta frase en que describe sus síntomns contiene palnbras guiente, otro cigarro ... Se estableció espontáneamente un pa-
d1.-toraionadas o, por lo menos, completamente fuera de lo común trón; un cigarro por semana, para conmemorar tu carta...16
que •ugieren neologi•mos ..1 Da varios ejemplos Además de I~
neologismos, varias fr1111(!8 no llenen sentidofil Estas cartas son productos de un paciente pnvado de la droga,
¿Estado hipno1de? aterrorizado por sus slnt.omae cardíacos, que se aferra a lo que tiene.
Pasado el estado de choque, Frcud se siente "tremendamente ..,. El discurso del adicto, como las "'palabras vanns de amo...- son, repito,
lo ... ot Entra en el tuncl de la privación nicotfn1ca. "'lince siete sen•a· ..conversa (ioda". Oc alH que esa referencia a "arnbrodíR y néctar" que
nos que no furo.o". Estnbn pésimo, "con sCntomnH cardíacos acon1pafln· los biógrafos apuntan como señal de sumisión homosexual, para mí,
do• do depresión blonda, además del terrible sufrimiento do In dado el contexto, represento una 1nanifestación del síndrome de abs·
nbstineneia ... Al cabo do eicte semanas. contrariamente a lo que te tincncia. Él quiere su cigarro semanal y está dispuesto a conceder
prometí. comencé nuevamente a fun1a~. Se justifica· cualquier "301bros1n• p0r el pnvilcgio.
El juego de seducx16o no funcionó. Flicss, que no era tonto, insis-
ll Duranw cs!Al P<'riodo examiné paoenl.., de mi edad en estado tió m una exigencia aún moyor en cuanto al tabaco. Freud respondió
prácticamente idéntico, que nunca baboan fumodo (dos mu¡eres) con uno carta sin fecha - hecho poco frecuen~, aceptando de mala
o que hablan dejado do fumar ... Así qued6 privado de motiva- gana otro periodo limitado do privación, "que espero duro hasta que
ción ... : una persono sólo consigue desistir de oigo cuando e~tá nos encontremos en ag08to~.
firmemente convencido de que eso es la couaa de su enferme· La crisis cardiaca remitió pocos meses después" Algunos oínto-
dad.'• n1as ocasionales aparecieron durante el importante oño de 1895, pero
2) Desde los primero• cigaJTOS quedé en condicooncs de trabajar en su corrcspondencin a 1>nrtir del encuentro con Flicss en agosto de
y pasé a ser dueño de mi estado de ónimo; antee, la vida se m01· 1894 se reOcja una actitud optimista. Freud pota por un momento en
trabo insoportable Tampoco observé ningún n¡rravamie.oto de los el que 11e puede "encontmr placer en el espcdl\culo de la vida....
síntomas d~uéo del pnmer cigarro". $(, la crisis pasó. ?.fax Sthur intenta reconstruir la naturaleza
pl'<!Cita de la enfermedad, "coMCiente de la dificultad de Uegor a un
~ta ca~ es un paradigma de •converso fwda•, como dicen loe diagnóstico diferencial casi 75 años después do los hechos.... Pero
bra11leftoe. Dtscúlpome, Profe•or, pero cuesta creer que usted haya cuenta con la descripción detallada de los o!ntomlll!, t.al como apare-
renlmcnt.c encontrado cooa ca&00. Se trata de la desesperación de un cen en la Cornspondtttcia, junt.o a las referencios, "bastante insufi-
hombro hundido en las tinieblas de la abstincncio. Do ohí que cuando cientes•, que él recogió cuando pasó a ser médico pon!Onal de Freud
Jonca afirma que •es necesario una predisposición espt"Cial para incu- (1928-1939). A eso se suma la historia cardlocn pos!Alrior. Digamos,
bar una dcpondencio o lo droga y Freud, felitmcnte no tenía esto do paso, que su coratón se mantuvo fuerte basta el fino!.
predü1posición"'4, no convcocc, parece un chi8te. '
Flless, por su parte, como buen médico, reepondió con una e.xi- Recapitulemos la ficha clínica: la primera orr;ttmia tuvo lugar
gl!llCia todavia más dr'8toca de que cortara la mcohna. Freud contes- doopuéa de un egtado febril en 1889. En ese momento, Freud casi no
ta con la famosa cru1A del '"néctar•: rogiatró el hecho. Duraot.a el ventno de 1891, a loa 35 años de edad,
aubió al °"fui.in (casi 3500 metros de altura), lo que exigía un buen
<'11tade flsico'º· Se puedo inferir que la crisis cardiaca duró desde fines
dol nllo 93 hasta julio de 1894. Frcud, como vimoo, dumnte varios sc-
.'G, Profi~~ la fórmuln de BnU!:son: la abslincnclo aólo tirve cuando so manos padeció casi dinrinment.e de síntomas que culn\inaron en el re·
conv1(1rt.e en V1c10. gi•tro de Ja carta del 19 de abril: arritmia grave, taquicardia, dolor

286 287
anginoso y disnea discreta. Schur deduce que durante los ataques to, no había miocarditis ... Los acontecimientos que siguieron ha·
más agudos sufrió de taquicardia parox(stica, probablemente con fi. brían de demostrar que Freud tenía un corazón excepciooalmcn·
brilación auricular71 • Diagnóstico reservado, palabras mayores. te sano y quo también podía tolerar cantidades considerables de
Veamos primero los diagnósticos barajados en la época. Freud, nicotinoi6.
médico, estaba entre dos médicos, cada uno con su propio diagnóstico
formado. Breuer, clínico excelente, con su famoso "'Toque de Oro", en Joncs no aclara cómo se manifiest.a esa "psiconeurosis"; además,
Viena, Uegó a la conclusión de que su colega padecfa de una mioca.rdi· es imprecisa su aseveración de que ..parece no haber tenido los sínto·
tis. Flicss, en Berlln, apostaba a la toxicidad de la nicotina. El propio mas de •conversión• que él más tardo sin duda habría clasificado co-
paciente oscilaba en un subibaja obsesivo. La elección no era fácil mo histeria de angustia...77 • No sabemos si se trató de una "'neurosis
desde el punto de vista de la "realización de deseos": concordar con orgá.Jtica" tal como la define JeUife78, o de una somatización de conflic-
Fliess implicaba ampararse en un diagnóstico más bien benigno, pero tos en la línea de la afección psicosomática. Además, como señala
cxigla la rigurosa privación del cigarro. La aceptación del diagnóstico Schur, tampoco saOOmos si Freud, durante los meses de su cardiopa·
de Breuer (enfermedad orgánica) implicaba un pronóstico más som- tía, estuvo o no expuesto a tensiones más fuertes que las habitualesi9,
brío. Privación versus gravedad. Corazón n.icotínico o corazón lesiona· Ello, por otra parte, no serla concluyente, como lo atestiguan los
do. ¿En quién confiar, en la miocarditis brcueriana o en e.I tabaquis· infartos de jubilados que compran su primera caña de pescar y mue.
mo fliessiano? Del lado de Brcuor, la abstinencia completa parecla ren a la orilla del rlo.
menos cseociaJ: "si se está sufriendo una enfermedad incurable, ¿por Entonces ¿cuál, entre los diagnósticos que hemos considerado, es
qué no aprovechar la vida mientras dure?"12 el más probable? Max Schur, el Liebartz de Freud, opina •que el esta-
¿Cuáles son las otras posibilidades diagnósticas? do de Freud se debiera exclusivaniente al tabaquismo no es muy pro-
Schur nos da una clase de cardiología de los años 50, hoy en día bable. Los síntomas de la intoxicación nicotCnica aguda, en ausencia
superada. Parte del hecho de que "el diagnóstico de •miocarditis cró- de aJt.eraciones orgánicas, desaparecen al cabo de pocos días o pocas
nica.. es extremadamente vago"13. semanas, cuando el paciente deja de fumar"'80. La historia posterior
El síndrome de taquicardia paroxística, con o sin fibrilación auri· muestra que el vicio, fiel acompañante por el resto de su vida, no ge-
cular, era bien conocido. Puede aparecer sin ninguna indicación pal· neró reacciones cardiovasculares severas. La taquicardia paroxística
pablc do lesión orgánica"". Su sintomatologla, con todo, no es idénti· "idiopática" también puede ser descartada, ya que tales ataques se
ca a la descrita por Frcud. El dolor anginoso y la disnea pueden ser producen en intervalos variados a lo largo de la vida. Freud vivió 45
explicados por una ..insuficiencia coronaria", provocada por los ata· años más y nunca tuvo otro ataque de taquicardia paroxística con
ques más duraderos. Es poco común que ese tipo de dolor se instale eretismo cardíaco o fibrilación auricu1ar•7 •
de entrada. Para Max Schur, ..una aguda miocarditis posinfecciosa de La cardiologla ha hecho progresos espectaculares en este siglo.
origen inespeclfico es otra posibilidad (muy remota) que hay que con- En 1894 aún no existían el electrocardiograma ni los Rayos X. El
siderar•75. diagnóstico de miocarditis era extremadamente vago. Por otra parte,
¿Qué hacer, para ser fastidiosamente inclusivos, con el bendito el infarto, o sea, la trombosis coronaria, todavía no había sido identi·
"reflejo vasonasal" de Fliess? Ciertas perturbaciones circulatorias ficado como entidad C!$peclíica•1 •
pueden ser precipitadas por eslimuloa sensoriales. El cuadro más oo- Ricardo Nevc.s, médico actualizado y promisorio analista de
mú.n pre~ta sudoración profusa, desmayos, e incluso arritmias. Es· orientación groddcckiana, opina que WJa lesión anatómica duradera,
tos síntomas "reflejos" se dan en los casos agudos y pasajeros. La teo- como un pequeño infarto, es improbable; es posible una alteración del
ría se basaba en dos elementos concomitantes: el reflejo nasal y la ritmo, real o sólo manifestada subjetivamente. Una inflamación au·
infección local. Aquí cabe la pregunta: ¿será posible que la transfe- !-<>inmune transitoria del miocardio, desencadenada o no por virus, es
rencia de Freud haya llegado al extremo camaleónico de que se fabri· improbable pero posible". ¿Quién lo sabrá con certeza? "Los virus y
cara una •enfermedad cardiaca nasal" para agradar a su "doctor'? las bacterias, como dirían Groddeck y Ferenczi, están allí para servir
Pasando al campo de la "conversión", definida como un intento de al deseo de enfermar....
transponer un conflicto psíquico a una resolución somática, tendría· Por otra parte, no se puede descartar la hipótesis de un infarto.
mos quo considerar la posibilidad formulada por Ernest Joncs:

Mirando hacia atrás, se llega a la conclusión de que todas estas


perturbaciones eran, en. esencia, aspectos de su psiconeurosis, •?·Pero Schur no menciona una serie de problemas eardía.oos padecidos
tal vez tenuemente localizada por efecto de la nicotina. Por cier· a partir de 1927, uno de ellos calificado de i.n.fart.o.

288 289
7 . J. IAtcon, Lc'"º' d<.1n1 la tltéone de Fnud ti dan1 la ttrhn1qut' df' In
El hecho de que Frrud respondiera bien n repetidas l!<'ric• de d1gitoli- p!yth11noly« ,¡;;;jnutuurt /{, l957, Puns, Seuil. p6g 150
no, que t.on16 a intervalos durante más de un año, hablo do lo. cxis· 8 Q. f.1onnon1, /o'rru,(, ~/ d~atubnnuenlo df'/ UICOrtM~nft>, 1968, 0uen08
tcncin de una lcsi6n orgánica con deficiencia ventricular 11quicrdo Aire.•, Galerno, pó¡:. 46
temporario Podemos imnginar la obstrucción de una pequet\n nrte- 9 Entrovilta de Pouhnc, nieta de Flits1, con Kurt Eislltt, del 2G dt- ae-
ria, ain m3.)'0r compromiso de Is red coronaria. En ese caso el pacien· bembre de 1964 , alllda por Enk Porge, Vol d'ultt._ 1994, L"t:.p.t<e Anulyt1-
te puede seg\Ur hbrc de síntomas y mantener un func1ona.m1ento nor~ que.......... pia 26
10. Carta d• Preud a t'erenai ~I 10 de enero de 1910, S-und Frrud-
mal del corazón ~ata es la tesis de Max Sehur Yo, por m1 parte. Sandor f"aY.nrzi ConTIPMdetntt. 1992. Calman·Lévy. Pan•. po.p 133-t .
plant.co In H1p6~1s del Corazón Partido. 11. J_.p, S:\l"Ltt, F'rtl.4d, a/~m da alma. 1986, ltio d<' Ja.Miro, NOVft Fron ·
Aunquo Ctltoy de acuerdo con Max Sebur en que no hay que mini-
mizar el rector orgán1co1 conviene indagar cuál era el conflict.o vector ........ "" 181
J2 Carta de F'n·vd a f11eaa del 24 de nO\;embre dt J887, ('.orrt,.pondin·
en la época Sospecho que Preud soportaba cl cstrnngulam1cnto mor· era S11mund ¡.~,'tud · W1/htlru Fhf'$S, pág. 15.
tal de uno t.rllnRÍcrcncin doble, con Fliess y Brcucr. ¿I lasto qué puntn 13. Pet..er Gay, J.'nud, umo 1:ida para o nosso tt1npo. 1989. !;nn Pablo,
In enfermedad pudo haber sido el colosal acting out, oon "?'('ílc¡o vnso- CompanhiB dl\I r.elrf'I, páj? G7'
nns.al'" y todo, de un corazón dividido entre dos 01norce, csclovo dC'< dos 14. J.-r. Sort.... op. Cll' póg. 183.
Scftore•? 15. lbíd • ""~ 189.
L3 •Bnto11n de los Trnnsferencias" fue desgarrodorn. Flicss LlHU~ 16. Cnrtu dt! Alix n Jtl1nee Straehcy del 26 de nn~rzo da 194!5, Olnon11·
mió grnduolmcnte el pnpel hegemónico de médico do cobeccrn que burv·f'rcud, '/'hl' l4.;tt1·r• of Janu.>1 ""'' Al1x Strachey, con1p. l)()r P. i\1elecl y
trata uno enfermedad grave, a lguien en quien se pucdt' confinr, el W.Kcndrick, IU'JO, l.ond,.., Nort<>n, pág. 242.
17 Enk Porl(l', QP r11., pág. 26.
frustrador l'Stricto, ..árbitro" de la vida y la muerte. 'l'odo esto contri· l!i. Cttrt.u de r~reud o f'lie11 del 2 de abril de 1896, C-orf\'1t¡1011d('""'" Sig·
buyó ol cclíp&e definitivo de Breuer, como también a In evolución IOr· mun1l f'nud W1lhtlm ¡.7,,.,,, P..'I; 181.
mcntoe11 de lo nmiBtod con Flicss. 19. Cortu de Fr<>ud o n,c.. d•l 22 do diciembre de IS9'7, 1bíd. pdc 2118
En la époco, oomo vimos, Freud desarrolló una "violenta nntipa· 20 . ('ru'la de Freud a flieq del 6 de no"i~mbre de 1~. abid,. pá¡ 3J4
lfa'" por Brcuer. Pero, observa Jones, •¿cómo puede olgu1tn, con la 21 Can.o de •"reud • Phe11 del 30 de novitmbrtt de 189t4. ibfd.,
conciencaa tranquila, volverse contra una penooa que durante quince péc.336
alloe b1zo tanto para ayudarlo y apoyarlo?""" En el inicio do •u vida, 22 Cem de l'reud a fli-del 21 de mayo de 1894. 1b1d pd( 73
cl 1>«1ucllo F'reud no podla odiar a su padre, y tapaba au hO!!tllidad 23 Carta dt l'rcud a fl1.-. del 29 de . .ticmbre d• 1886. ibíd . J>á« 131
con amor Ahora Ja misma solución era la única poe1btc, pero la reah- 2'4. t; Kn1. Thc Or111in• o( Pl)·cAo-4-noly1;1s. 195-4 Lond~•. la.1a¡:o,
dod externo Ja 1mpcdlo, salvo mediante et artificio de "descomponer a -.23~
la pc1110na poterna en doe, una buena y otra mala. Aal, el odio iba di- 25. lbld
rigido o Brcuer y el amor a Flicss". y el corazón quedó partido por el 26. ~hu Schur, /o'n·ud, t•ulo e cgonia, 1981, Im.a.go. Río de JAntiro, 1,
medio. páp.86-7
21. W.Fhe••· f)1t Bt>11thung~n Zu:Uchtlf J:t.'ou u11d 1«1bl1thtn Gt1eh
lechtM>l'gon "" 1h1'fr bu>log111tht11 Brdtutung da~,.&ttlll, 1897.
28. lbld
29 Kria, op cit., pág 5
NOTAS 30. O. Hoíer, /)u• Kronkhellen d.:r Luftu•ege und dtl J.t11ndhbJ1le, clLodo
por Kri1, lbíd., pág. 5.
31. ~1ax Schur, op. rit. 1, p6g. 83.
1. r.looloignc, !Af E1101•. citado por ~.ta.sud Khon. "l\lontoignu, Roua· 32 ~·1unue<"rito ll, a de febrero de 1893, Cor~ap<>t1dl11c1n S1Rmund
11eou P PrcucJ·, 1'a1Mndlillff; ltorfo, técnica e C080I' cllnictn, 1984, H.ío de Jone1- Freud-W1llu•lrn Pli~-.. pofl 44
ro, Ftonc1aco Alvet, s>áe- J28_ 33 FhNI, Nrut &Hrogt iur Klini• und Thtropie dtr 11a1altn Rt/lt:t·
2 lbld ....,..,.,1893.poij¡.3
3 Cor~spondincio Sig1nund Ft'fud-\Vdltelm Flu'I#, 1986, cotnp. por J 34 C!Drta dt PntuJ a FliraA del 30 de mayo de 1893. Corrt1pondlnt'1a
~f !.f1NOn. lmo¡o, Río de Janeiro. S111mund Frrud-W1/!1.lm F71..,, pág. 50.
4 lbod, pá' 1 35. ManU«nto F.. 1bfd., p.tz 19
S. R Louritau, El d1or10 d~ lo in¡,~s.l1goc16n, 1987 ?.l#JuN. fondo de __ 36 M Scb~r. "Vn d1ulogue llcientifiq~ entro F"'ud e f l - - le projet
Cultura. detuduurla ne...uthtn,. 0993r, en RIHP, 1989, pó¡ 112.
6 Ehu~lh Youns-Bruehl. Anna Pr<ud, a BIOt/roph:¡. 19All, LondrN, 37 SE, 111, pa,. 146.
Sumn11l Book.t, péc. 218
291
290
38. Fliess, Ne~ BeiJróge zur Klinik und Tl1eropie der nasa/en Refle:« 75. !bid., 1, pág. 71.
neurose. p..'\g. 79. 76. EmeslJones, op. cit., l, pág. 314.
39. SE, 111, p,1¡¡. 315. 77. lbid.
40. FliOM, ibíd., páj¡. 73. 78. S. E. Jeliífe, •Psychopat.hology and organic disease", Arc.hives Neuro·
41. "1anu.scrito B, Correspondéncio Sigmund Freud-\Vilhelm Fliess, pág. lo¡¡y & Psychiatry, 1922, VIII, págs. 639·51.
41. 79. Max Schur, op. c.it., 1, páj¡. 74.
42. Kris, op. cit., págs. 12-3. 80. lbld., 1, pág. 72.
43. Carta de Freud a FHess del 30 de junio de 1896. Correspondincio. 81. lbld., ' ·pág. 70.
Sigmund Freud-\Vilh~lm Flieu. pág. 194. 82. En1est.Jones, op. cit., I, pág. 315.
44. Fn:lnk J. Sulloway, J.'reud. biologi.sk ck l'espril, 1981, París, Fayard,
págs. 135-8.
45. He1\ri F. EIJenbcrgeT, Thc duicouery o( the U11consciou$, 1970, Basic
Rooks, Nueva York, págs. 444·9.
46. H . Ellis, Man ond \Voman: a Study on Seco11dary Sexual Characte·
ristics, Londres, 1894, pág. 202.
47. Carta de f'rcud n Fliess del 16 de abril de 1896, Correspondencia
Sigfnund Freud· \Vilhelm Fliess, pág. 182.
48. Carta de Frcud a Fliess del 27 de~"' do 1899, ibld., pág. 369.
49. Peter Cny, op. cit., pág. 129.
50. SE, VI.
51. !\fax Schur, op. cit, 1, págs. 49·77.
52. Pt.tnnuscrit.o O, la etiología de las neurosi6, Correspondi11cio. Sigmu11d
Freud.· \Vilheln1 Fliess, pág. 39.
53. Carta de Freud a Flie8S del 18 de octubre de 1893, ibld., pág. 59.
54. !bid.
55. Charles lo.·telmon, Alcoholi&m(), delinc11encia, toxicon1anfa, urna otro
forma <k gozar, 1992, San Pablo, Es.cut.a.
56. Carta de Freud a Fliess del 27 de noviembre de 1893, Correspon<lln·
cia Sigmund Fret1d-\Vi1Mlm Flie•s. págs. 60-J.
57. Curto de Frcud a F1iess del 19 de abril de 1894. ibid., pág.()/.
58. lbid.
59. !bid.
60. Max Schur, op. ciL, I, pég¡. 53·5.
61. !bid.,!, pág. 55.
62. lbid.
63. Carta de Freud a Flieas del 22 de junio de 1894, Correspondencia
Sign1und Freud· \Vühelm Fliess, pág. 84.
64. F.rnest Jones, A uido e a obra de Sigmu11d Freud, 1989, Río de Janei·
ro, !mogo, l. pág. 92.
65. Carta de Frcud a Fliess del 14 de julio de 1894, Corrospond.!ncia Si11·
mund F,.ud-\Vilhelm Flius, pág. 87.
66. Carta de Freud a Fliess, oin fecha, ibíd., págo. 86-7.
()l. Max Sehur, op. cit., 1, pág. 67.
68. Carta de Freud a Fliess de.l 18 de agosto de 1894, Correspondéflcia
Sigmund Freud· \Vilh<lm l'li<••, pég. 89.
69. J\fax Scbur, op. cit. , 1, pág. 68.
70. lbid., I, pág. 69.
71. lbíd., I, pág. 69.
72. Jbld., l , pág. 70.
73. lhíd.
74. !bid.

292 298
A Jn part\.lisi" vesícnl 8e sumó una obstrucción antcstinol, seguido
de i.ncontincnc10 de 1nowria fecal. Frente a un cuadro que culminn c.n
un derromc a!rcbrul fatal, cabe suponer la existencia de 1ignoe occn-
tuad08 de deterioro psfquico'. Una semana más tarde, Frcud acota·
"Cuando murió, 1u vida estaba acabada desde mucho antca' 1, pero, en
CAPÍTULO 17 mi fuero !nllmo, l<ldo •I pesado fue re<wivado por e<!le aconlA!C1m1cnto...
Krull opino que las ..reacciones de Freud fuC!ron controdicto-
LA MUERTE DEL PADRE rias·•o. Al pnnapio, en esa milifma carta del 15 dcJuho, renuncia a su
esperado encuentro con Fliess: •.. . no me atrevo a aJcjarmo y mucho
menos por dos dlrui, en nombre de un placer al que me gustarfa entre-
P-tonnon1, en un texto clásico, obsen'a que •oonv1en~ diJ1:tangu1r y garme por completo. Encor.lrarme contigo en Berlln, ofrte hablar du·
hasta oponer el "81><>r adquirido por Freud junl<l a figura• como Char- rante algunas horas sobre la nueva magia y, de repente, tener que
oot y Breucr dC'l ft.3\)(-r generado por el deseo inconsciente . rn el cur· volver prcc1pit.ado1nent.e 1 de dfa o de ooche, por causa de noticit\s que
so de su •outoanálie1s•"1. Ese "'análisis originario.. situs el l!la~r t.córi- podrían ser unn falMn nlnrma, es algo que realmente quiero cvitnr"' 11 .
co en uno cunn trnnsferencial. Poco tiempo después, sin embargo, se toma sus vacaciones de verano,
Prcci8t' m08 lo 6poea. En 1896 las finanzas mejoron y Freud co· vacaciones prolongadas en los que, según Jones, fue más lejos y por
mienta o tomn1 KO las grandes vacaciones que Rcrán t'picnf' de los más tit•1npo que nunen 12. Dos 1neses de dolcc fur 11ic11te -critico
años vcnidcroe. Descubre Florencia y queda deslumbrado por lo "m•· KrUU- nlicnLrns su pndro estaba en su "'lecho de nlucrtc".
gin alucinante" de Jo tirrra de Dante Fuera de Ja n1urolln de la ciu De vuelto. Freud lt' escribe a Fliess: "Mi padre porcco c•tor en
dad, en lo Torre del Gollo, •e apasiona por el musco Galileo y pcrsua· orticulun1 morl1a. A veces se muestra confuso y se cncumina directo·
de o su propietario, el Conde Galctti. de que le alquile un cuarto mente hacia uno n~umonía y hacia una fecha fatfdica·•3.
Queda •cuatro dfo" rodeado por tesoros inestimnb1e8 y con uno vista Kallamon Jocob Preud muere antes de que termino el mea, el 26
glonOlla de Flor.ocia.... de octubre de 1896 Freud, en estilo medido, anuncia el óbil<l a Fli""8
Lupr propicio para iniciar ese viaje subjetivo a su" rafees En el
inicio, la aventura AutoanaUtica no tenla. nombre, ni tntrt.\00 en la t»- Ayer enterTamoe al viejo, que falleció en la madru¡¡ada del 23 do
rTespondcncia con Flie-es Su aparición fue insidiosa Hubo, t8o sf, octubre. Se defendió con bravura basta el fin, como el hombre en·
una intcnaón deloberada y una "creciente intuición de ou neceoidad"1 teramente fuera do lo comun que era. Al final partee haber aufri·
Si queremos nuctrear los orígenes remotos ·de e8C con(i~rto para do hemorrogja• menlngeas, (tenla) ataques de somnolencia con
la mAno 1zqu1crda·. como lo denomina ~fan.noni4 , podtmOI tncontrar- una ficbro 1neirphcable, hiperstesia y espasmot>, do los cual"" des-
los en lo prolífica Sc>vtlla de Cipión, donde ya resulta claro que escn· pertaba am fiebre. El último ataque fue seguido por un edema
bir era una fonnn de pensar pulmonor y una muerte serena. f\fe siento desarrnigado14 •
El propio-análisis, como lo denomina Ulloa, tuvo d08 momentos
En una primera fase, la reflexión era oea•ional y fragmentftria. Pode· A continuación agregn:
mos condceoror eso fase con la célebre placa de mármol del ijueilo do
lo Inyección de lrmo ..Tones data su inicio sistemático en julio de La próxima vez escribire más y con mayores detalles; u propd<lil<l,
1897, cuando "cncargoba la lápida de su padre•&. No •nhomOR en qué la ef!Cobo do la cocaína fue enteramente dejada do lado1&.
se boso Joncs pnra dichn observación. La primera r<•fcrcncin en Ru~
cortas ca do agosto de 1897, un mes antes de nbandonor lo leorlo de Primero renuncio ni encuentro con su amjgo, luego rcnuncin a la
la seducción•. cocaCnn. Lo enrio. 1Jiguicnte, del 8 de noviembre, permite percibir Ja
A n>cdiodos de junio Freud recibió la noticia de que •U podre C8· magnitud de esta muerte:
taba enfermo. Jncob tuvo problemas de salud en e l Spo de Baden,
donde quedó 1nlcmado durante dos seman8". El hijo aupo pronto que
rondaba la muerte En carta a Flicss del 15 de juho, da •u pronóotico: • 1 Sobra la bue de ese dato, ~tijolla atima que >.t. . ., en el 1ue~o de
"La s1tuaaón ca la siguiente: el viejo e<!tá con partlh11• do la vejiga y Goethe y el Parahbm, repreeent.a, deuáa d~ ta figura de FbfN, la del caduco
del recto y, al mismo tiempo, mentalmente hipcralerta y eufórico. Y dem.tnte J•cob. en la honti de h11 muerte (Alain de ~tu<>lla, IA.1 t.11#1t~u,.. du
Creo, realmente, que éstos oon sus últimos días. aunque no MI cuánto
tiempo le""""..,·
"'°'· 1979. Pari1, IM s.u.. !Altrel, pág. J 12). Por nu pa....,, cno que -
6-wa l&lllb*n ~-nta a B~uer. Seria el mismo M. del 1uel>o dt '"""
294 295
Por uno de los oscuros camjooe quo están detrás de Ja conciencia Ea interesante que este sucfto reo.parezca transformado en la
oficial, la muerte de mi vi<tio me afe<tó profundamente. Yo lo va. Troum"ulu/18, en el capítulo VI, 1<CC1Ón 111, donde se lo presenta co-
!oraba mucho, lo comprendla a fondo y, con su mezcla peculio.r de mo cti11mplo de representación:
profunda aabiduría y íanlAsbca despreocupación, él tuvo un efoc·
to 1igrufi..tivo en mi vida 11• La noche que prettdió al entierro de mi padre, Yi en el suello una
placo iluminada, una especie do letrero semejante al "Prohibido
En eea misma carta, Frcud cuenta un ..pequeño sueño agrada· Fumar" do las salas de espero de las c•tacionea. Se podía leer:
ble", aparentemente sin advertir, como lo l!<!llala Marthe Robert. 1'. su
conaidernble importancia: Se ruega cerrar loa ojoo
Yo cst.aba en un Jugar donde lelo en una placa: O bien:
Se rue:ga cerrar un ojo'
SE PIDE
QUE CIERRE LOS OJOS. Lo que paao a escribir:

Se ruega cerrar 1"" o.io (s)


~DOd de inmediato el local como Ja peluqucria a la que voy !<>- un
dos loa dlaa. El día del funeral tuve que esperar mi tumo y por
eao llegué un poco tarde al velotorio'•. Mi familia cstabo dcecon· Frcud asocia:
tenta conmigo porque encargué un funeral l!<!ncillo. Estaban tam·
bién un poco ofendidos por mi alTaso. La frase en la placa tiene Cada uno de estas fórmulas tiene un sentido particular y dirigo
un doblo sentido: cada cunl debo cumplir con su deber paro con la interpretación por un camino diferente. Yo habla escogido el
loa mucrt.oa (ur¡ pedido de disculpas, como si yo no hubic8'l reali· ceremonial más simple, sabiendo lo que mi padre pensaba acerca
iado el gesto y necesitara clemencia), y el deber real en si mismo. del tema; algunos parientes lo objetaron, aduciendo lo que dino
El auello, por lo tanto, proviene de lo tendencia al autorrep,rochc la gente. De ali! la expret1ión •cerrar un o~· (o_ sea, ser _indulgcn·
que acostumbra instalarse entre loa que permanecen vívoe s. te). Aquí es fácil de comprender la confusión mtroduc1da por la
•o•. El trabajo del sueño no consiguió encontrar una palabra dnl·
Eate suello OJ<presa la culpabilidad filial por la muerte del padre. ca, pero ambigua, que represenlo.ra ambos pensamientos, do mo-
Culpa todavía más evidente •i, adoptando la óptica de Marthe Ro- do que, en el contenido mismo, Jaa dos ideas aparece.o separ·a ·
bert, co!l,ieturamos que en ese •funeral sencillo" se habla suprimido daaf 1•
total o parcialmente la ceremonía religiosa 1'. Además, como recuerda
Knut, cabe preguntarse por qué Frcud, cliente asiduo de la peluque- E8la inscripción, semejante al Prohibido fumar, tiene-ecg1)n An·
rfa, no le pidió al barbero, sin duda alguien a quien conocía bien, que zieu- ol mismo significado que la Trimotilamina en el sueño de lr·
tuviera en cuenta la situación. ¿Evitación fóbica?'•. 20 La historia se mai2. Do hecho, los dos sueftos están emparentados y son sumamente
repite. E1to muerte recuerda la do Schlomo, en la que su hijo Jacob ricos en asociaciones. El cartel, 'algo que recuerda al · Prohibido Fu·
no asistió al entierro en Tysmcnitz. Entonces., la culpa de Sigmund, mar• do los snlas de espera de laa C8tacioncs•, es desde luego una
horedoro destinado a expiar la falta del padre, se potenciaba con eso alusión directa a la prohibición de íumar impuesta por Flicsa en abril
deuda anterior pendiente con el abuelo. de 1894. Prohibído fumar si no quiere estropearse el corazón y morir
joven La aala de espera también ea una aluoión a su fobia ferroviaria
Y fue en una estación, después del •concreeo" de Berthesgarden, don·
de (!I decidió d<tiar de fumar'•.
•2. Ea posible que -i.e.rte.r-que--e.nt.errar-a-loe-pedrn,.. baya sido un1 de
lu pand• •eecea.u temidas· de FTeud. Tampoco asistini al entierro de 1u
madre; envi6 a 1u bija Anoa en su lugar.
•3. &ato •no querer ver"' fóbico t.ambi6n ff pueo de manifiesto cua ndo •4. E. Buxbaun fue la primera en llamar le. etenci6n aobre 1u alution•
t:a~n la p.a.a de Ja herida de Emma; • ... me IObrevino un mareo... • de eat.o euetio a loe dos principale1 eínt.omRt neuróticoe de PNud (•Preud'•

296 297
Hay que tener presente, hablando de ojos y de culpa, la operación tación, que reaJizan un ordenan1iento finaJ en el n1ontaje del sueño.
del glaucoma del padre, reali.z ada por Konigsteiu con la ayuda de Ko- El re::;to del sueño representaría una nue va desorganización, un nue·
ller. En esa oportunidad fue Koller quien diagnosticó In enfermedad vo contenido.
de Jacob, y no el hijo·&. Porque cabe la pregunta: ¿cuál de las dos versiones revela más?
"Cerrar los ojos• del muerto es el ritual ftru1I de respeto; el último Marthe Robert no tiene dudas: "la versión publicada [en el libro de
deber filial. "Cerrar un ojo" equivale en alemán a "hacer la vista gor- Jos sueños] no dice n1ás, sino mucho menos que el texto destinado a
da", además de las implicaeionC1! cómplices de "guiñar un ojo". El sue- Fliesa·1. el cual, no obstante, ya presenta una ver~ión edulcorada"'2:8.
ño reúne en una fórmula las dos expresiones, de aspecto matemático, Para ella, entonces, la segunda versión serra una elaboración, por asf
semejantes si se las considera al pie de la letra, pero opuestas por su decir "terciaria" del sueño, destinada a disfrazar todavía más los
sentido. El cartel es "un chiste macabro, el primero de los juegos ver· senti~ ientos de culpa. Creo que no t.iene sentido esa conlparación,
bales frecuentes en los sueños del futuro autor de El chiste y su rela- pues cada versión, en la diferencia, refracta más un decir del deseo
ción con lo inconsciente"'23• "Venerar" y, al mismo tiempo, *barrar " a l que nunca se completa. O sea que el sueño continúa. La segunda ver·
padre24• sión habla de la intensidad del trabajo de duelo que está pronto a
Por otra parte, '"cerrar un ojo" significa hacer Ja~ cosas a medias. eclosionar en Jas revelaciones del autoanálisis.
El hijo cumplió de nlanera incompleta sus deberes sagrados para con La placa de mármol, el cartel iluminado, la lápida del padre, son
el padre muerto: "simplificó" las exequias y Llegó tarde a la casa mor· los mojones bidimensionales del viaje introspectivo. Práctica que se
tuoria. El sentimiento dominante de este ""pequeño suefto agradable" incorpora como pieza fundamental en el trabajo do duelo. Este traba·
naufraga en una amarga culpa. jo, con su enigma libidinal, movilizó las tendencias depresivas de
'"Cerrar los ojos.., en el mundo i:.obredeterminado de los sueí\os, Freud. La serie impresionante de sueí\os que se suceden hablan de su
significa Ja prohibición de ver·6; pero, como observo Anzieu, ..desde el sentimiento de culpa, materia prima del autoanálisis de esos tiem·
punto de vista de la técnica psicoanalítica, ..cerrar los ojos• era una pos. Como señala Anzieu, Freud tenía "que rendirse a la evidencia: el
de las indjcacione:; que Freud daba a sus pacientes, en el inicio de In obstáculo no era solamente epistemológico -residía en él"29.
cura"25• Cerrar los ojos para ver mejor el alma.
Syra Tahin Lopei¡ ha elaborado la noción de resto del sueño, efec-
to posterior, póstumo diríamos, del trabajo on!rico. •El resto del sue-
ño es un acto o pensamiento que prolonga el sueño, apareciendo en la NOTAS

--
cotidianidad ... ~Esa continuación del soñar en la vigilia, como el de·
vaneo de Freud al despertar después del sueño de la Monografia Bo- l. O. ~10.nnoni, "L'analyae originelle", en Clefs vour l'imogi.naire, 1969,
tánica" es un proceso inconsciente, Ugado al deseo onírico. O sea que
el resto del sueño "se sirve de elementos del contenido manifiesto pa- 2. E·mest Jones, A 11ido e o obro de Sig1nund Freud, 1989, Río de Jane1·
ra expresar, o mejor, para prolongar e l deseo íneonsciente"'27, En ese .
ro, !mago. I, pág. 336.
sentido, cabe formular que el "segundo suefio", con el cartel optativo, 3. lbíd pág. 323.
representa una elaboración ulterior del deseo onírico que va más allá 4. O. P.fannoni, Ficciones freudianas, 1976, Aiadrid, Fundamentos, pág.
de una elaboración secUJldaria. Este mecanismo actúa en un segundo 74.
tiempo ael trabajo oofrieo, operando sobre el producto de la elabora- 5. Erneat Joncs, op. cit.. pág. 336.
ción de los mecanismos de condensación, de.spJazamicnt.o y represen· 6. Carta de Fraud a Fliesa del 14 de agosto de 1887, Corretpondéncia
Sigmund Freud· Wilhelm Fli.ess, 1986, eomp. por J. M. P.la.sson, Jma.go, Río de
Janeiro, pág. 264.
7. Carta de Freud a Fli... del 15 de julio 1896, ibíd, pág. 195.
dr~am interpret.ati~os in t.he lig~t of his letters to Fliess", BuJJ. Meninger 8. A. P.iijolla., Les 11isiteurs du moi. Las Belle1:1 Lettrcs, Paria, 1979, pág.
Cl11t., W 6, 56-72. Citado por Anz:1eu, A aulo-antílUe de Freud e a descoberro 112.
da psicoanali.st, pág. 80n). 9. Carta de Froud n Flicss del 2 de noviembre de 1896, CorrespondéncW.
•s. E1.1e temo aparece en las asociaciones del sueño de la Monografia Sigmund Frtud· \Vil.lielm Fliess, pág. 203.
Boi.ioica.
'6. ~uérdese que, en el momento crítico de la g~nesis del «tibro dé Jo.,
sueft06", él conffa a Fliess que su autoaná1isis continuaba "'tanteando en una
total oscuridad" (carta de Freud a Flieu del 4 de enero do 1898 Corf't8pon. •1. Este sueño, dicho sea de pruJO, e& el primero que Freud revela a
dlncio. Sigmund Frtud· Wilheint Flitst, pág. 294). • Flicss en su corrnspondencia.

298 299
10. ~1arianc KrUll, Sigmund, f•ls de Jacob, 1979, París, Gallimard,
pág. 67.
11. lbíd., pág. 195.
12. Em..t Jones, op. cit., 1, pág. 336.
. 13. Carta de Freud a Fliess del 29 de setiembre de 1886, Corre•pondln-
cia S1¡¡mund fi'nlud· Wi/Mlm Fli•"· pág. 131.
14. Carta de Freud a Fliess del 16 de octubre de 1896, ibíd .. pág. 202. CAPÍTULO 18
15. Carta de Freud a Fliess del 16 de octubre de 1896, ibíd., pág. 202.
16. Carta de Freud a Fliess del 2 de octubre de 1896, , ibíd., pág. 203. EL PROYECTO, UN TORSO RENEGADO
17. Pi1art.he Robért., D'Oedi~ a Moi'$e, 1974, París, Calman-Levy,
pág. 154.
18. Carta de Freud a Flicss del 2 de octubre de 1896, Correspondéncia El año 1897 fue producti\'O, particularmente en la primavera. Los
Sigtnund Fteud· Wilhelm Flieu, pág. 203. tres últimos Manuscritos (L .. M . y N.) que le envió a Fliess fueron fe-
19. Marthe &bert, op. cit., pág. 157. brilmente redactados en menos de un mes (2, 25 y 31 de mayo)''. An-
20. Mariano KrOll, op. cit., pág. 69. zieu se admira: "Nunca conoció Freud semejante fecundidad"1 . La nu-
21. SE, IV, pág. 318. be del duelo por el padre ya ha vertido sus aguas y el cielo clarea.
22. Oidier Anzieu. A auto--onálise de Freud e a descoberta da psioonáliStt Estos borradores hierven de ideas futuras para la joven ciencia, re-
1989, Art-08 Médicas, Porto Alegre, pág. 80. '
23. lbíd, pág. 80. cién bautizada•2. Las nociones de "fijación" y de ranovcla familiar"' sur-
24. Beatriz Ttl_ber, ..Se niegn honrar, barnlr oJ padre'". gen a la luz del sol.
2,5. Oidier Antieu, op. cit., pág. 81. La propia teoría de la libido, casi estancada desde 1894, entra en
26. S. T. Lopes y E. Rodrigué: Un sonho de final d• onáliu 1984 la espiral creativa, y Freud observa que ...los síntomas, como los sue-
pág. 66. ' • ños, son realizaciones de deseos", que el "mecanismo de la ficción es
27. !bid., pág. 68. idéntico a los de las fantasía~ histéricas", y que "la aparición de la an-
28. Martbe &bert, op. cit., pág. 157. gustia está ligada a esas fantaB!as reprimidas•2. •3.
29. Didier Anzieu, op. cit., pág. 138. Dichas fantasías son sexuales e infantiles. Refutan la versión
convencional de la inocencia de los niños, versión ésta de la que había
partido el propio Freud. La hipótesis de la seducción infantil por par-
te de los adultos se basaba en la creencia de que el niño era pasivo y
asexuado ante el asalto sexual que lo estimulaba precozment.c, es d&
cir a destiempo.
¿Qué constituye un trauma sexual? ¿Cómo sintetizar esa concep-
ción que implosionó con el autoanálisis? Laplanche3 reconoce la su·
matoria de cuatro factores en la constitución del trauma. Prin\cro: la
situación de desamparo (Hil{lossigkeit) del recién nacido. Una inma-
durez psicosexual bien detallada en La eliologia de la histeria, donde

•1. Este huracán afectivo recuerda los tiempos del amor a t-fartha. El
cquivale:nlé al Proyecto serla el manuscrito (desgraciada1nente perdido) titula·
do Abecé (dos6(r.ct> que Freud escribió paro ilustrar a au novia (Eroost Joncs, A
vida e a oóro de Sigmund F,.ud, 1989, Río de Janeiro, lma~'O, 1, pág. 190).
•2. Había quo invanlar la palabro "psicoanáJisis" para ponerle nombre
al aut.oanáliaia.
•a. En el curso del libro t.raducirem()S la voz alemana •PhantasU." como
..fantasía", exoepto e:n uJgunos casos en que utilizaremos "fantasma", por analo-
gía con la traducción francesa del t.énnino. J. Laplanche al&gn que en francés
es preferible ..fantcurru:" porque "fanlaisie" tiene una connotación rosi peyorati·
va, que sugiere algo inconveNente, capricho, excentricidad, algo poco serio.

300 301
Frcu.d h~bla de la ..impo~ncia_ sexual de los niños"". Segundo: el par- permiten olvidar un poco mi soledad y carencia~. O sea, te amo tanto
te11a,re tiene que ser obhgator1amente un adulto. Un adulto perverso que tu felicidad compensa mi ca1vario.
en el doble sentido que luego encontraremos en los Tres ensa,•os: des... Esta relación es una piedra de toque para los biógrafos de la saga
viado en cuanto al objeto (paidofilia) y desviado en cuanto a vla 1ncta. psicoanalítica. En la senda tradicional, Jones, Kris, Schur, Clark, Pe-
Un adulto perverso y, en la mayoría de los casoa, incestuosos. Freud ter Gay, intentando comprender la adoración casi fen1enina del padre
llegó a llamarlo el "padro de la histérica•. Este carácter "pat-Ológico• del psicoanálisis. postula.n un colosal equívoco transferencia!. ¿Las
con10 veremos, bloqueó la reflexión freudiana. ' causas?: un genio necesita de su interlocutor, aunque éste sea, como
El tercer factor es la pasividad del niño con respccl-0 al adulto. dice Jones. '"intelectualmente inferior.. y delirante. Sucede, empero,
~ste t.on1a Ja iniciativa de la palabra seductora o de la violencia libi- que Fliess no era ni bobo, ni loco, ni una oreja pasiva. No quiero decir
dinal. ~l'eud. distingue dos .situaci?n.es: la seducción pasiva (generado- que las t eorías de Fl iess sean ciertas (si se pudiera decir que a lguna
ra de h1stena) y la seducctón activa (generadora de neurosis obsesi· teoría es cierta), pero no eran disparatadas en la época. Freud no fue
va). En este segundo caso se trata de una participación activa un debiloide "transferenciado" por creer en ellas 10. La teor1a naso-ge·
experimentada con placer. Freud señala que "ha encontrado en lodos nital de Mackenzie-~'liess se basaba en los postulados de Haeckel, en
[~usl casos de compulsión un sustrato de stntonias histéricos.., refi- los que los "quimiotropismos eróticos Inasales) eran en la filogll nesis
néndose con eUo a una "escena de pasividad sexual previa a la acción la prirncra fuente de toda atracción sexual en la naturalcza" 11. La
generadora de placer"". El cuarto factor en la teoría de la seducción teoría de la periodicidad se sustentaba en los ha llazgos de Oarwin so-
el aspe.e'"!' ternporal, quedó como una adquisición permanente de! psi: bro el ciclo lu nar y e1 ciclo de las mareas. Además de eso, Flicss, en
coanáhs1s. Se trata de la noción de posterioridad o retroacción (oprés· ese año de 1897, aportó los conceptos de "fijación .. y "zonas erógenas",
coup) del trauma en dos tiempos. El primero es llamado por Frcud es- además de la bisexual idad.
cena del "espanto" (SC'hreck), o trauma originario ".
Esta escena, n1icntras permanece latente, es inocua, pero se Los amigos se encontraron dos veces en 1896, en la Pascua en
vuelve patógena en un segundo tnomento que entra en resonancia Oresde, y al final del verano en Salzburgo. Eventos que son fuente de
asociativa ~on el primero. Tiempo de espanto, ticn1po de represión. Lo r enovación; Frcud los anhela intensamente: º'Mi humor es bien som·
qu~ se repnme es el recuerdo de Ja primera escena ss. brío. No puedo sino decir una cosa, que celebro nuestro encuentro co-
Estamos en la encrucijada: e l Freud blilckeaoo -con la ayuda de mo si fuese a mitigar mi hambre y mi sed."12. Estos ..congresos" no te·
~ha.rcot. >: B~uer, m~. la cocaína y el autoanálisis, en la transferen - n ían l ugar en Viena ni en Berlín; no porque buscaran territorios
cia 1mag1nar1a con F hess- está pronto para transformarse en un neutrales, sino para alejarse de los esposas. La elección de ciudad, las
Freud freudiano. fechas, la duración, e l orden del día, e l cálculo de los "períodos' favo-
Contin:ue!!1os t?n Flicss. Al principio había gratitud y amor de rables para realiza.r los encuentros, eran objeto de insinuaciones, dis·
!X'~~sferenc1a: Me siento espantosamente bien, como nunca, desde el cusiooes, contradicciones, expectativas, que recuerdan los tiempos de
1n1c10 de todo ~I asw1to. No tengo n1ás pus, solan1eotc w1a gran canti· la Academia Española:
dad de socrec1one., n~u~osas. Jamás dudé de tus pequeñas operacio-
nes Y debo a ellas m1 b1enestar"7. Su rce-0nocimiento se vuelve cada Llevaré al congreso:
vez ~ás ..cxuber~nte". El a~o u_>ma una ..coloración prurionaJ". Aquf l. Artlculos de tocador.
Anz1e~ se pe_rm1tc una dosis de 1Tonía: .. FJiess, diríamos ahora con 2. Toallas.
Melan 1e KJe1n, es para él el pecho bueno"s. Por lo tanto: "Cuando 3. Saludos cordiales de todos los Freud.
vuelvo a ver tu letra, tengo momentos de gran alegría (freude) que me 4. Una expectativa tremenda de volver a verlo.
5. El análisis de los sueños.
6. La etiología de las neurosis de defensa.
7. Una conjetura psicológica.
•4, '"HU.te ria del terror'" la denomina J.""reud en el ~1anu.scrito K. '
·~· Después do Freud. Ferenczl fu.o quien más trabajó con la teoria de Ja
~~otJón. F.n su ensayo '"La ~nfusión .~e las lenguas" habla de doe "lengua· Sen por lo tanto sieto cosas'•. De ti espero por lo menos dos:
JCS . el de In t.cnlura (que sena el de.I n1no) y el de la pasión (propio del aduJ·
lo). Pe~ ~nLo Freud como Percnczi estiman que la seduoc:ión siempre cae en
lo pa~ologi~. Para LapJanche, en su revisión de la teoría de la "9<f\1oción lo
q~e está en J!"ego es "la constitucidn del inconsciente en general y de Jo rcPn. . ..6. Sieben S.OcMn (aiet.e cosa.e) es unn expresión alemana que tambi'n
mido en particular". s1gnafica "todo lo que ea necesario para un-determinado fin~.

302 303
l . Pruebas de un ¡l('rlodo de 23 dfas en loo proceaos sexuales. cnto N, donde se discute Jo p&ranoia: "'No 8é si todavía se me ocurrirá
2. Prueba de la nce<>oidad de un periodo qu~ no supere loo tres alguna cosa digna de ser comunicado; no quiero traba,Jar en nada. hi·
meses en las cu""lione1 de amistad. ce o un lado hasta (el libro oobrel el sueño·21 • Eota vM no se queja ni
MllB una tercera· ac recrimina; simplemente no tiene voluntad do trabajar. Pero sueña,
3. Un método prontamente comprens1ble que reforme la socie- y mucho, una sccuenc1n rovclodora que incluyo el suefio de Hella,
dad, con respecto a 108 nervios y miembros" 7, por lo esterilización donde dll8cubre el lazo erótico con Mathilde, •u hija mayor. El autoo·
do las relaciones K-Oxunlce .. .13 náhais, todavía intermit.cnt.c, se nutre de eso proliferación onírica. El
capullo est.1 por ser rasgado.
Aqui, con todo, ca~ un aparte. Confieso que C6C amor entre hom· ~. es la prehistoria del Proyecto.
bres, revelación central de la Correspondencia, me incomoda. No Co El Proyecto es el casamiento improbable de un sapo con una ma·
no tanto) por ser homooexual, sino por el canicter c11S1 ridículo de la npoga Ensayo marcado por au propia lüstona, que le reservó el papel
adoración de Freud. Le que lo Ueva a decir •¡No llevaré más que doo de gran nvenot del p11i-nálisis. Nos llega como un borrador incom·
oldoa atentos y el lóbulo temporal [bienl lubricado para N>Cibir (tua pleto que entra en la lid teórico medio siglo dC!lpuéa de ser esenio.
polabrasl!"" Texto, enton~ H~rolmento ..fuera de lfnca", oomo dice Eduardo V1·
Es curioso que En1est Jones, autor de La concepción de la Modo· dal . Sulloway tiene razón al afirmar que •No hay ningún otro texto,
na por el oldo 16, no rncncionc esta fantasía polpnblc do ser embaraza. en In historia del psiconnálhtis, que haya provocodo un corpus de die·
do por la palabra flicssiano. En el artículo sobro la Madona, el gal~a cueión semejantewtt. Su importancia es tal vez cxogcrada por unos.
hablo del valor aimbóhcc del mensajero en relación con In homoscxuo· que encuentran en él lo íucnte de toda la teorla peicoanalrtica, y mi·
lidod masculina; lo nl.>c(l8idod de un representante, de un mensajero, nimizoda por otros, que lo con.sideran un mero motcriat prepsicoana·
cerno paragolpes entre el yo y el objeto. F1i""" cumple entonceo el pa· Ht.ico'•. Jones lo da.aifica como un desplante o, mejor todavía, como la
pel de puente entre Frcud y el mundo en la cm gla01al del csplénd1do última tentación fisicaliJ!ta. ~ta serla la krttro ttntad6n dt Frtud.
aislamiento. De aUI que: ·Atendiendo a tu pedido, comencé a aialar· El ángel tentador hnbrla aido más Herbart que Brucke. •Pode·
modo todo"' ... '"'No vi más a Breuer ni lo encontré en casa de mis moa encarar -afinna Joncs- la febril redacción del Proyecto dt uno
clientes. Evité cualquier encuentro inútil..."' 1• p1ú:ologfo paro neur6/og08 como un postrero y deaesperado csíucrzo
Digo entonces que mo incomoda en Ftoud un cierto anhelo de en· porn apegarse a In seguridod de la anatomla oorobral-23. Al mismo
trtga pasiva, acrfticn, con una radicalización de In ~runción femeni· tiempo, este ensayo peico·biologistn por cxcclcncio nos muestra a un
nn•. Por otra parte, dn In impresión de que el Flieas adivinado en su Freud que nunca, antes o después, se permitió semejante orgía de
llilcncio epistolar entra en el escenario tran8fcroncin1 como duel'iio do pcnanmicnto especuJntivo, ni siquiera en Md1 alld del principio de
la aituaclón. plactr. El Proyecto íue 1u gran licencia metafi8ica". En esa época, pa·
Maurice Blanchot, en au ensayo sobre la amiatad, habla de la im· rtte leer en dos registroo paralelos: la teorla an'tome>-patológica del
portancia de la sobriedad en la relación entre am...,.. Esa disc:reción cerebro y la clínica. El Proyecto">, esa criatura que Freud Uamó •en·
aqul íalta 17• Estamoo en ,.. tiempos de la bi&eJcualidad. F1icss le 8C8· gendro", ea el íruto de tal hibridación: mitad aapo, mitad mariposa.
ha de pasar la idea en el ultimo "congreso", en Pascua. Freud conclu· ¿Qué significó lo eloboroción de este trobajo? Para Strachey, el
yo quo el lado íemenino es el reprimido: "lo que 108 hombres reprimen 1i8tema teórico allí e&boiftdo no tiene sexo, lo que lo lleva a considc-
es el elemento do pederostia" 13• Flic8", y luego Jung, opinan que e l rorlo un "torso renegado por au creador"28. E8t.á divorciado de Ja clfni·
componente reprimido ca el no dominante. · en. En uno primera lectura, nadie diría que fue escrito después de loa
La relación con FHoaa continúa en pleamar. .. ¡Qué bueno sería Ettudios. Ese carácter ambiguo de í6'!il premonitorio parece haber Si·
que estuvieras más cerca, para poder hablnr ... con mayor facili~ do eompartido por el propio Freud, que, en las carta.a o Flicss, lo pre-
dad1" 11 Y en la próxima corto· "Me paN>Ce eeta.r en un capuUo. ¡Dios aenta o veces como su máll ambiciooo trabajo teórico, y otras le retira
sabe qué animal saldni de éJI""' Todo se detiene después del Man~ todo valor. Su estado de ánimo alterna entre •orgullo y íelicidad" y
"vcr¡Uenza y aflicción"".

•1. Freud transfonna In ~xpre.sión idiomáL1ca Rtform um Haupt und


Gl1Mtrfn (refonnar la cob<!ia y Jo.e: miembrae) en Rtform an Nervtn und •e. Paul Craoefield, pc>r cje:cnplo, hablad~ su '"eícclO provisional y oeíaa·
Glitdtrtn (rcf()nnar IOI ncrvioa y loe miembros). Lo implicación es que 8i w· (P. Cranefield, "SoLnO problern• in writing tho hill.01')' o( psychonnnlysit1·,
f'lit8' «in.t~g't.le un método da C'Onlt'ol de la nutnlídod, hnbrA. rucnoa eníen~to-­ P1ychiatry ond its Hi&tory . f.ftthodological Probl.tm• in R•tearch, oomp. do
dud.. nervJoo.. (tA>mndo do l•• exceleot.oa notas de J . M. Ma810n, pág. 178). O. Moría y J . Brand, 1970, pá¡. 54).

304 305
--i'odo ~plénd1do•, comu?nza una an1mftd(i;ima cartn dr octubre en perros) y no publicó un relato preliminar de su.s descubnmu:nt.os
de 1895: hasta 1923.
El csqucrno del Proyecto anuncia la ciOOrn~tica y la iníorn:iática.
En um1 noche labo1·ioso de la semaoa posada, cuando estaba •u· Podría ser lectura obligatorio de los estudinntcff de ese fnRc1nonte
friendo c•o grado de dolor que brinda IM oondicioncs óptimas para compo que es la lnteligcncio Artificial, en In medida en que aquf se

mis act1Y1dodes mentales, los barreras sllbitamente levantaron. trata de In función del •error" en el pensamiento. El ámbito ocupado
por la ficción neurológica en Clite ensayo sera posteriormente el •uelo
los "eloe cayeron y todo oc volvió transparente, desde los detalles
de las nl'uroRis hasta los determinantcd de la con..~encio• de la mclaJ>8iOOlogta; la exphcacaón neurológica cederá el lugar a un
desciframiento de sentido. Aqu1 lns intuiciones están en germen, Y
Todo ooctya: 1nuchas nociones futuras, consideradas adquisiciones dcfiniti\:as.
oparecen enunciadas por primera vez. en C:Htn Rtllcría de grond~ t.atu·
Los tres ,istcmas de neuronas; los estados libres y ligados de Qq; lares psicológicos futuros
los procesos primarios y secundarios~ la tendencia principal y la Uoa intención contundente que anima el Proytd{> aparece ya en
tendencia de oomprom1"6 del sistema netv1oso; las dos reglas bio- el primero p.'\rrnfo:
lógicas de In atención y la defensa, las caracter(st1c8" de cuali-
dad, realidad y pensamiento; el estado del grupo ps1c011exual; la La finalidad de cst.e proyecto •s estructurar una psicolo¡,óa que
determinación sexual de In represión; y, por fin, los roctorcs que ~a unn c1rnc1n natural: o sen, representar los proccS-OH ~fquicos
dctcr1ninon la conciencia como ruoción de la perctpción, todo como e~tadOH cuantitahvomcnt.e det.érminttdos de parUculas ma-
quedó oorrecto y conhnúa oorrecto hw.ta hoy29. tenales ""peclficas. dando asa a esos pf'OC('1'08 un canicler concre-
to inequ!voco>'.
Pero con el correr de ese otoño de 1895 el entusiasmo va meoª
guando, hasl.f\ que, a Canes de noviembrc 1 Freud confiesa o su omigo: Profeslón newtoniana dt· fe c1entifarista. Un positiv1sn10 rndical
"Ya no entiendo el estado mt)ntal en que rnnquiné la Peicologhl; no después de producir do• cn•aYOJ< matizad08 como Sobre lo C1fasio Y. los
consigo concebir cómo pude infligirtelo con ella. Creo que fuiste de· Estudios sobre la histeria. ¿Un paso atrás en 1u camino o un cunoso
masiado comprensivoº'; para mí, parece haber sido una e1pccie de opn8-ooup de un oprts-<oup? Gan:ia-Ro:ro habla de las •apanencias"
aberración .... del Proyecto. •No es en modo alguno seguro que la filiación 1"6rica de
En el Proytelo podcmo• reconocer, por otra parte, la intención F"reud nos renutA más a uo ltt>rbart que, por ejemplo, a la tradición
clara de fecundar los invcstagociones de Charoot siguiendo ·una espe- aristotélico. de un Brc.ntano•Mi, CarciaaRoz& tJC:tiala, convinccntemen·
cie de econo1nfo de la fuerzo nerviosa•JI. No olvidemos quo Chorcot te, que sus tcxt.o8 anteriores (AfasU:z y Estudios) fueron oscritos en un
enrecia de unn psicología para dar cuento de •u• descubrimientos. En lenguaje •n1ucho más filoeófico que cientificiAto•36. Tambié.n se puede
ese campo, Freud no innovó el pensamiento de su tiempo. Su propia ar,Uir quo una teorla fis1cohsta puede haber cautivado a Freud por
neurología e•taba marcada por esa falencia, que lo Uevaba a buscar 1u efecto eatét1co, por su ml\)e..tuosa s,imphcidad, que recutrda Jo que
en la anatomaa c:enlbral loe dalo8 de una poacología cientffica. La psi- auc:edeni oon la teoría de la ocducción. Herbart es más eucl1d1ono que
cología normal quedaba fuera de la apuesta teórica•'. Su inclusión es Brentano. •
la propuesto del Proyecto. Como lo señala Mannoni: •se trnta, esen· Aquí tal vez convengn cou.iderar la "Polémica de Horbart . Fue
cialmcnte, do llXpresar lo tcorra psicológico de forma tal quo pueda la psicóloga polaca Luise von Karpinsk•" la primera en establecer
leerse l:Omo un lenguaje neurológico, el lenguaje hipotético de una In seme¡onzn entre las ideas do Frcud y las promulgad.. por Her-
neurología todovCa no constltuida-33. En tso eentido, este texto antici· bort setenta ni\os antes - Para Herbart, 101 procesos mentales inª
pa el trabajo do Pavlov, razón por la cual loo reOexólogos lo oonside- consciente1 aon dominado• por un conflicto constante deacrito en
ran el último-<> tal vez el unu:o- trabajo c1entffioo freudiano de algún términos de un inconsciente de intensidad variable - noción sem~
valor. Pavlov, es bueno tenerlo en cuento, sólo encontró ol •reflejo jante a la psicoanalítica de ""conflicto de afectos". Hcrbart. afirma
condicionado"''º en 1903 (al estudiar fistula• de glándulas salivales que los procesos mentales pueden encundrnrsc en leyes cicnt{ficas:
"El orden regular de IR mente humana e• totalmente semejante al
del cielo estrellado". También 80Stiene que la psicología anteeede a
la fisiologfat pensar de otro modo sería invertir el orden natural.
•9_ Lo que 1mphca, creo, que en cartas previ"' Fheu había 11do cntic:o. •un error frecuentemente cometido tanto en épocas antir,uos como
•JO. Pavlov prime.ro lo denominó "'reflejo pr1fquico•. co las más recicnt.cs..38, Por otra parte, Hcr;b art como Froud es radi·

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calmente duali1to. "'Los procesos mentales se caracterizan por un oapectois11 ... Pero no tuve éxito con la elucidación mot.á.n1ca; ni con-
eeíucrzo parn alcanzar el equil1br10 Ccl pr'i ncipio de constancia de trario, me inclino o prestar oídos o la voz &ilenciMa que me dice que
Freud)"l•. mis explicaciones no son suficientes"<M.
Herbart intenta un abordaje matemático de Jo psicológico. En su Sulloway so pregunta: esa ""voz Rilcnciosa" ¿qué part.o silenci6? 45.
Compendio de psicologta y en la P1icologta como citncia rxpetimtn.- Lo que parece más proba.ble es el abandono de una explicación mecá·
ta/ propone una diM:iplina t.ot.almcnte basada en la CXf"'ricncia y, al nico-fisiológica de la represión pawlógica. El principio do inercia neu-
mll!mo tiempo, cuantitativa. Asl, U>da idea (Vors/Lllu'Yf) ea regulada ronal, las barreras de contacU>, la focihtación, la &~IZU'Yf, por si se>-
por un principio d~ outorrrpresentaci6n Cada movimiento de ideas los, no daban cuenta del fenómeno' 12 Faltaba el a~n no formulado
~Ui configurado entre dos puntoo ruos: su estado de completa inhibí· rewrno de lo reprimido.
c16n Y su e8tado de completa libertad, existiendo •un caíucn:o cons- El Proyecto tiene cerca de 100 páginas. ~riw en doo semanas,
tante por parte do todas las ideos para retornar a su estndo de líber· en el ow~o de 1895, do vuelta del "congreso" de &rHn. Freud Jo inicia
tnd total"'º· en e l tren, con entusiasmo febril. El •torso" no tiene título, aunque su
Cada idea, por lo tanto, está dotada de una cierta wtensidad que auwr hablo hablado de un ensayo que se 1Jan1 arfa "P•icologfa para
le permite o no atravesar el umbral de ta conciencia. Si pasa el um- neurólogos". El nombre Proyecro de una psico/cgúl le fue dado por los
bral, es operc1b1da; en caso rontrnrio ~nnanece en estado de tenden- ed1wrcs de On¡¡in• o(psycho-analy1i$.
cia, luchando para hacerse consciente. Esta noción ..,,,¡ rewmada en l..as dos idcaa pnncipales en juego aparecen en el ..,gundo párra·
T6ltm y tabú, con lo coocepcióo del "'tabú-conciencia."'' fo de la intTOducc1ón·
tierbart antictpn de hecho una serie de temas que 1crán traba-
jado~ por Frcud. Es el caso del co11{licto intraps(q111co, que opone l. Lo que distingue la actividad del reposo es de orden cuantitati·
una 1dea repr1m1do n otra que es consciente. Otro tonto sucede con vo: la cantidod (QJ se encuentro sometida a las leyes generales
lo ..,resonancia fieiológica", que es Kemcjantc a Ja •rocil1tación somá- del movimiento. 2 . Las partfculae mat.E!riales de lne que se trata
tica", caracterizada por una calda do la resistencia en el tráfico neu· eon las neurono1 (NJ ..''·
ron al
Hay que decir que esas correspondencias no hecto de Herbart Una cantidad, entonces, circula por una red. Concuerdo con Gar-
un •anticipador" del pensamiento freudiano, ya que FNud articula cia.. Roza en que ninguna de las doe ideas, en sf mismas, traen alguna
eus conceptos en uno teoría integrado do un modo que ce exclusiva· novedad". Ya en 1824 Cabanis f"'n•obo en energfn que circuloba por
mente suyo; él inventa "'otra cosa". Jos nervios. Waldeycr, a su vez. cuatro ai\os antes del Proyecto, "'había
Las ideas mds promfaorias del Proyecto aparcccr~n •n el capitulo identificado Ja neurona como el soporte material y la unidod funda·
Vil del "Libro do los Sueños•, y ali! podemos ver lo que Freud bu.sea· mental del sistema nervioso"... La orib'Ínalidad reside en la articula·
ba: U1! dis~i~vo que íuncionase como una máquina, pero como una cióo realizada por Frcud.
m'quma ficticia, un modelo para armar como di.rfa Cortá.zar sin re- Comencemos por N . Cabe decir que, como unidad del sistema
lación con la lnlma neurológica Dicho arlefact.o era neceeano' para el nemoso, la n•urona ocupa en el Proyecto el lugar de la Vorstdlung
cálculo meta)l81col6gico. La empresa, empero, era prematura para Jo en i\fosw•. Todas loa neuronas aon moño16gicamente iguales. La di·
época. foroncia que Frcud va a establecer entre e llas no es de naturaleza si-
No pensado poro ser publicado, el Proyecto es, como Sulloway no cstructural4 9, Este aparato, dotado de tres sistcmoRde neuronas,
nos lo recuerda, un súper-borrador, nada más que eso. Lo cuarta par· tiene la capacidad de transmitir y transformar cantidad'8 de energía.
te, basta ahora l"'rdida, quedó inconclusa". Ésa serio la cabeza-<> el El modelo se preaenta isomórfico con el sistema nervioso cerebral,
falo- que_ el Ulrso precisaba, una elaboración do la psicopal<>l<>gfo de
la npn•i6n . El 8 de octubre de 1895 Frcud envfa los dos primeros
~adernos a F1iesa, con e) comentano de q,ue el tercer cuaderno con·
tiene realmente la clave del sisl<lmn"': "Y ahora, en cuanto a los dos •11. Es muy poeible, romo observa Sulloway, que el tercer cuaderno tu-
cuadernos de notus, los garabateé por entero en una oola sentada ... y v·icrn Jo fioelid~d du tender un puente entre la. estructuro teórico montada y
en ellos cncontrorás poco de nuevo. Conservo un tercer cuaderno lo clínica. Sería como si Cr\ los E11udiot IObre la hi#teria fnlt.ullo el últ:in\o ta·
que trata de la peicopaU>logla de la repr<!Bión y sólo invc1tiga el tem~ pltulo, yn t'lleril<>. de F'reud.
hasta cierto punto ... Lo que sigue tiendo incoherente no es el meca· •12. El nudo del problema eataba e:n lll erplicación biold«ic.a da la iover-
numo -puedo ser paciente en cuanto a ceo- sino la eluadac16n de Ja tión de kie afectoL EN uunto, en ree.lidad, nunca fue explkado, y retornó en
represión, cuyo conocimienw clínico hao grandes ~ en otros 1914, bo¡o la formo dtl "erugma d•I doelo· (SE. XJV, páp 237..a y 303-9).

308 309
aunqu~ se trata de una fábula neurológica. si pensa1nos desde el pun- acción puede interpretarse como un esbozo de teoría de los instintos
to de vasta de la histología de la época. y, según Laplanchc y PontaHs, se "'podría establecer una aproxima·
,, El texto se divide en tres pa;tc~: la primera es el "Esquema gene- ción entre la teoría freudiano de la acción espec(fica y el análisis del
ral • donde se d~arrollan ~os pr1nc1.pal~ conceptos teóricos; la segun- proceso instintivo realizado por los etólogos"' 13 . La Speze(ische Aktum
d.a trata de la psacopatologia de la histena; la tercera intenta introdu- es acto puro, reacción motora, engrama, iniprinting.
cir los .Procc:S~ psíquicos normales.SO. Estamos frente a una ambiciosa Freud concibe un estado de desamparo original en el punto cero
tt:ntat1va teónca de explicar el funcionamiento normal del alma. Para de la vida. El ser humano, al contrario de los otros animales, nace in-
dicho fin •. Freud parte de un mundo en el que circulan cantidades. maduro, en una condición de total depcndenc.ia respecto de la perso-
Esas cantidades generan la recién formulada •excitación tónica intra- na responsable de cuidarlo. El bebé es incapaz de ejecutar sin ayuda
cerebral" de Brcue,.0'. Ja acción específica que pone fin a la tensión provocada por la acu1nu-
¿Cuáles sen las reglas psicobiológicas en juego en esas cantida- lación de Q~.
des? La ley fundamental del Proy<¡cto tiene que ver con el principio de En la medida en que el principio inercial vacía el aparato, éste,
inercia neuronal, o sea, la tendencia natura) de las neuronas a li- en el nivel cero, no dispondría de energía para las accioTU?s especificas
berarse de tod~ cantidad psíquica, de todo Q11, por medio de una destinadas a satisfacer las exigencias vitales. En el lugar de Q cero,
respu.esta reíle¡a._A esta descarga normal Freud le da el nombre de cJ sistema neuronal procura mantener un nivel de Q lo 1nás bajo posi-
expe_riencia de satr~faccií>n, o sea que la caída de tensión crea la satis- ble, pero operacional. Se trato, entonces, de la ley de La constancia,
facción_ de la necesadnd. El placer es la propia sensación de descarga . que aquí aparece como un principio secundario. Sólo en Más allá clel
La noción de un aparato psíquico neuronal, inspirado en el Seelenap· principio ele placer (1920) Freud elevará este principio a la categoría
parat de Mey'!ert, aparece. por primera vez, como vimos, en el libro de ley fundamental.
sobre lats afasias, donde se habla de la organización jerárquica del El Proyecto introduce la "barrera de contacto• dos afios antes de
•aparato del lenguaje". Esta función primaria de descarga Re encuen· que Shcrrington formulara Ja noción de ..sinapsill'5". Tenemos una
tra en la ba.se del dispositivo. En oposición, y como factor que hace red de distribución de energía. L.-1.s neuronas pueden estar más o me-
más comple1os .Jos fenómenos, tenemos. la función secundaria, que re- nos cargadas de Q. En este contexto hace su primera aparición el tér·
gula los mccan1smos de fuga del orgarus1no ante cantidades excesivas mino Bes.etzung. Besetzung, literalmente ..investidura", es traducido
y, en consecuencia, traumáticas. por Strachey como "catexis".
La fuga ~te el estfmulo, cuyo modelo seña la pata de la rana en Vimos que las "neuronas tienden a liberarse de la Cantidad (Q)".
u.n bafto de ác1d~, sólo sirve para las fuentes de excitación externas. Hay dos tipos de cantidad: la externa y la interna. La externa -lib-
No hay cón10 hUll' del estimulo interno y, por lo tanto, el aparato neu· equivole a la cstimulación sensorial (Q); la interna -ligada- es psí·
ronal so hace má~ compHcado. Los estímulos endógenos básicos son quica (Q71). Esa descarga regulada por el principio de inercia repre-
las grande~ necesidades vitales: hambre, respiración, sexualidad. senta la acción primordial del sistema. A ella se suma la función de
La accl61i especifica es lo necesario para reducir la tensión inter- conservar vías de salida que permitan mantenerse alejado de las
na. La patada de la rana, internalizada. El paradigma es la respuesta fuentes de excitación. Por lo tanto, además de la función de descarga,
rnsb.nt1va de los antmalcs. Las acciones cspec(ficas están en la base hay también una "fuga ante el estimulo"...
de las ~estructur~ dispersiv?-8"· en la medida en que el organismo es- La hipótesis de barreras de contacto supone la existencia de dos
~ cont1n~amentc 1ntercamb1ando energía. Estas acciones incluyen la clases de neuronas: las neuronas permeables y las impermeabks (o
1_ntervenc1ón cxtc~a adecuada que sus.citan las respuestas corpora· "libres" y "'ligadas", en la terminología breueriana). Las primeras no
les. El bebé hambnento llora para obtener, por una int.ervención ex- oponen resistencia al libre pasaje de Q; las segundas modulan el pa-
terna -el pecho de la mad~. la descarga de una excitación de origen saje de la cantidad. Las neuronas impermeables - o "'resistentes"-
1ntern~ -el han1bre. En ese ejemplo, Freud especula que "la imagen quedan •marcadas', "ligadas" después del pasaje de Q, constituyendo
mném1ca deseada es la del pecho materno y sus pe·z ones vistos de asf una memoria". El sistema de neuronas Fes una red simple de
frente, pu.es esp~ra reencontrar un objeto del mismo tipo (que aquelJ transmisión, algo semejante a los hilos que conducen energía eléctri-
que le tr8Jo la primera satisfacción"'52,
En esta occWn. espe.cl{ica primordial oo es exactamente el seno de
la fl!&dre! ? se! el o.bjcto externo, sino el encuentro do ese pecho con
~~ d1spos1c~ón ~u;caonante" del bebé. Winnicott"' hablará aquí de la •ta. "Acción esJ)éeífica" es una expresión actua.lme!'.lte e.n uso entre los
ilusión pr1mana en la que el pecho alucinado "'reviste" el pezón de etólogos (Cf. J. La planche y J.-0. Pontalia, Diccionario de psitoondlUis, 1981,
la madre con los colores de un deseo anterior a cualquier deseo. Esta 8arcelona, Labor, pág. 3).

310 311
ca o, mejor, a libras ópllc"s totalmente bl . aparto pero con dos relaciones necesarias: ca nlimentodo por 4> y le
cuenta de la p~rcepción . El sistcmn '/''::~ª ea.dEste sistema da proporciona a '41 las infor1nnciones que van u constituir In prueba de
• o~ma o por neuronas
111
morcadas. reeistentea cnpnces de al realidad del aporntoOll. OJ utarfa en el ombligo de la red.
ma genera uno memo;UJ neuro••/ Qmda~e.narhon ºunnaciones. El iist.e-
o·ich a h uella neuroMI es·- .
lo que "'ªsu
Fre ue a.
d to !Wcapitulondo, el aporato psíquico está construido por tres si8to-
Exncr. denominó Bahnun ue 8 u • ~ando el térnuno de maa do neuronoe. Las cP cargan pcrc.'Cpción; loe Y', memoria, y las O>.
1
mejor aún, por '"abrir Cíunf~o~. Ln ~:C~ ~ ~~aducir po~ facüitaci6n o, conciencia. Lo percepción fluye por neuronas pcrmeable1, o seat que
rfa un camino Que se hace al andar i c1 n, com~ dice el poeta, se-
oadn retienen ¡ la memoria requiere una captación, u.na marca, una
cam1.n anw. En una ventana, en di,; S:';;u'!,'t! ~le impone al ~~do cierta resistencia neuronal. El tercer sistema inau.guro. el complejo
facr/1/and-0 el •Lonerano de la gota 8¡¡u.
1 teB h gota .., abre camino, ámbito de la cualidad, propio de la conciencio. Desde el punto de vis·
lit.ación purn y Himple. $(' trata de •en d · a nun8 no es unn faci· ta nnatómico, el sisroma et> correspondería a lo mateno gris de la mé-
están difercnciadOB •[A . u:;_a ca ona en la cual las huellas
dula espinal, y el &ÍJ!roma 'I' corresponderla a la materia gri• del C<'re-
de facilitación en~ Ju n~:=~~ :,:, constituida por las diferencias
bro; el primero tiene contacto directo con el mundo externo, y el
Lo cant1dod CQ), entonces ea 1 · ., • segundo carece de ligaciones periféricas••. El sistema m, on contrasto,
neuronal, cnpaz de deRploznmi~nto odener6.o que.circula por In _red no tcndrln referente anatómico. Pero la conciencla, en la medidn en
de inercia, futuro principio de place.y ~argn. regido por el principio
que labora con eaa cualidad que son los sentimientos1 estaría "'locali·
das a cantidades externas muy ine:~SS: ~~~'::as 4>, por ~~r liga- zado • en el corazón. Este aparato ilustra cómo la aubJetividad so
do presentar resiatencia en las barTC d pocu pos1bil1dodes consl·r uye en lo inteñaz del organh~mo con au nmbiente. En las poln-
rior es un torbellino de impactos La ras e contscto. El mundo cxtc-
brna de Lacan, "este apero.to es, esencialmente, una topología do lo
de intensidades más débiles es~bl neuro~as '1'~ recorridos por Qt¡
8
de contactoSS. El sistema 4> ~ucrd<H:en res1tt.e:nc1as en las barreras subjetividad°"2.
ma Y', a un cirNito elect.Tdnico a a un circuito eléctrico; el 8t8l&o
El aparato psíquico del Proyecto es fundamentalmente un aparo·
Ambos sistemas son cieg~ in d • to de niem.oria . El ""yo oficial", como Prc.ud lo denomino en la carta del
do do las cosos. Paca dicho fi~ sccT~~ o darse cucnt.,o" del csta- 6 de enero de 189663, serlo la red neuronal '/'. La función principal
neuronas w (on1~go). Este circuito t.4 luce un tercer a1~tema · las
ro no del yo. Aqul la~ 16 compli'!: en a baso de la conciencia, ~ del 1istema OJ es trananut1r al siat.ema Y' signos de realidad o aignos
de cualidad (Rta/itdts..u:hen o Cuolrtiltsuu:htn). Estoa aignos, pro-
porcionados por las transformaciones en m, permiten o las neuronas
Reunimos ánimo suficiente pn • 4> distinguir lo percepción del recuerdo. Esa función de la conciencia
toma de neuronas [el sistem:~presum1r q~e hay un tercer sis-
ción, pero no como uno re rod ~ue ea excitado con la percep- sobre el yo es denominada attnct6n ¡ntquico... Podríamos pen.sar en
ción producen ¡88 divcrs:s c:c;:i:n.d Y cuyos estsdoa de excita- términos de sintonía fina.
c.ont1eiente16t. a • a es, o sea, la& •~nsaciones Para explicnr el funcionomiento de OJ, Freud apeln al periodo.
Noción fliessiono. "no totalmente clara", se lamenta Strachey". Por
periodo se entiende la cnroctemtica ttmporal del paaaje de Qir. "LOB
Hasta ahora tcníamo• cantidadc (Q) Ah
con la dtmensión de la cualidad C l~d d . ora. nos enfrentamos
°'
neuronas aon incapoce:a de recibir QFJ, pero en compensación se
es cuahdad. OJ hneie posible cea . f1 ua. 1 a ea co~c1cncin. Conciencia apropian del per(odo de excitación . Esta afo<:ción por el periodo, con
sión y el error. s unciones cecnc1ale.s que son Jn ilu- un mínimo do presencia de Qr¡, modula el fundamento de la concicn·
cia°'".
¿Cómo ima¡ínar el aparato bl Garcia-Ro.a interpreta este pasaje afirmando que la respuesta
las contidadea externas?"" Para"":,':'J°sa e de la transfo_n nación de
de OJ está en función no de una cierta cantidad, sino de un periodo,
dad, la carga energética tiene qu~ 80 ':,¡
canllldadcs adquieran cuoli-
ma 'P. AdeméJJ de e 1 . . r av tL menor que en el siste- con lo cual interviene el factor tiempo. Esta temporalidad no es Nldu-
ma 'I' desligado. El ~;t!~~n;1enc1¡ ~ucde funcionar aún con el eiete-- ciblc a cantidad; se trata de tiempo puro, de una temporalidad dis-
_, en a JCra.rqufa neuronal, ee mantiene continua o periódica, pura cualidad°'T. El periodo noa lleva al domi·
nio de la músico. De ali! que sea intercsanto la tesis d e Suzanno K.
Langcr, quien dice que los sentimientos tienen una estructura muai-
caL La músico. y el sentimiento están coostruidos con In preci!ión
• t•. Para el aparato pefq · r
ternoe. Sólo la red de neuroouu~~=tCmuJos endócenoe también eoo ti::- simbólica del diapasón.
En esa problemática de las diferencias, de loe tiempos, de los pe-
312 313
rlod~, Freud Y &rgsoo, por caminos diferentca, levantan tiendas en ca.tcxuls 'P. existentes en determinado momento, t'n 18.8 cuales cabe di-
lo mtSma ~ntera fil~fica Lo psíquico se conat1tuye por la memoria rerenciar una pon:ión ptrrnllncntc de otra var1ab1e•t4 • Su objetivo fun.
E.ta con~oó~ de permanenaa recuerda la teorla de &rgson oobre la damental os dificultar el ~de Q; eo otros palabras: inhibir el de·
coni.ervac16n integraJ del pasado. Para ambos el paudo se conserva feo cua.ndo se trata del pecho alucinado. Este yo nturonal no tiene
f~t-egramente. El olvido et activo y no pas1vo: •oJ,•idamos por cficicn- nada que ver con el yo do la 11Cgunda tópica. Es uno formación partiC\l•
c1a Yno por ~eficiencia•. Finalmente, ellos 001npartcn lo idc.a del en· lnr en el int.rrior del sasteana 'I'. No se trata del yo entendido como •u-
ráctcr se!cct1vo d~ In Jncn1orin. que c-0ncibc.n como un continuo fl11io jcto, cnbolgando barrado en In vida, sino de un dispoo1iLivo de control".
de rnntonal mném1co. """' 1,o función de inhibición dcsempcñadn por el yo nc"ronol v.n n
P~rn &rgson la ~iencin Cll incapaz de pensar In memoria. El mé- ll(lvor o Freud a una de los contribuciones n•l\s inlporlantes del Pro·
todo c1cn_ttfico-deducl.iv~ ca _bueno para canlidudCll para el mundo de vtc:to· la distinción entro proceso prin1-ario y proct10 stcundario. El
lo ex_tenB;•ón, la espac1al1znc1ón de las cosas.w ciencia, o sea la inteh· ·proc:C80 primario es pur& descarga; el sccundano, en la demora, pr~
gres• desde la pcn:rpción ha.sta la inteligencia, permitiendo la cloc·
gcnaa, tac.ne éxito_ con la materia ~ue es su objeto propio- pero fra·
casa ante el espint~, con·~ dimensión temporal Para Bergsoo el caón entre d"ersas vlM de descarga. Como lo oe~ala Anzieu: "Se ad·
tiempo es la sustancia propia de la subjetividad -no entendido co~o vierte que Freud reconoce lo 1m~rt.a.ncia de la producción taírica de
tacm~ cronológico (que en verdad es espacio y no tiempo) sino como Breuer: la cnergla labre caracteriza el pr<><:(>j() pnmario, y la energía
du"!'ci.611, o sea como puro cualidad. La duración no es una sucesión ligada, el proc::ego sccundorio'"7~. RI proceso Keeundario resulta de una
do 1nstan~es, pues en t..'\I coso no habrío sino el presente sino unn trnnsformnción del priinnrio. Son dos etapas en lo diferenciación del
prolongacaón del posnd? que "ve• el futuro. Lo pgCquico es'duración, aporoto psíquico. El suct)o C'S el territorio del procrso primario; la vi·
P:"rquc so tr~ta de un tiempo que es csoncio de la vida. En la dura· gillo, In ntención, el raciocinio y el le1\guajo, do1ninio del proceso BC-
caó~,Puro el pasado está ¡¡ralvido de un presente absolutamente nut>- cundario.
vo • Lo ps:~wco es cualidad y libertad, lo opuesto a cantidad y dt>- En el Proyeclo •e e$boza unn teorla on(nca Freud acaba de so~ar
tcrm1nLSmo .. El pasado no es un presente que pasó, sino que avan:r.o con lm1a; por lo tanto, /Of. 1uttlos son noluocaontt• ck de.seo. Ademáa
Y t\umenta sm cesar, constrvándose inLegramcnte'• Una flecha- 'nA. /41 1<hn• onfrK:o.3 son d' rordcltr alucinatorio. -SC ciC?Tan los ojos y
rlodo no es posterioridad? · •~ 80 alucina; se abren y to p1tnsa ron palabra.,., Este carácter alua·
!!ºª diferencia importante entre Freud y Bcrgson reside en ... na.torio anticipa la noción de regresión. Aquí se retoman las ideas de
~elación entre maúria y 1nernoria, entre cerebro y recuerdo. En el los Estudios, pero ahora se reconoce sólo la "'histeria de defensa"'.
l'f!YCcto, con su red ncuronnl, el soporte cerebral do los procesos psí- Símplificando, A la 1noncrn de Azar y Sarkis, podemos dec.ir que lo
quicos está sobrcntcodi~o. En Dcrgson la annterin gris y la subjotivi· porl<> dedicada a la psicoterapia de la historia "reposo sobre dos pila·
d,nd rormnn dos _series divergentes: materia y memoria ..La vida 38 • ,.,., el slmbolo y el aprls coup"'8• El proceso de oimbolización es des·
c1ende, lo matena cae"'12 ' crito de la siguiente manera "'B tiene ciertoe puntos de contacto con
El aparato así cooL.g urado presenta la o¡guienle dificultad: el g¡,,. A Se produce un acont.ecamu?nto que cong1ste en A+B. A representa
ter,na ~es respo088blc de la percepción, "pero Freud nos dice que el una cirrunstancia acceeoria, mieotrflb que 8 posee lo necesario para
p_nnopao de placcr también se cjercc precisamente sobre Ja percep- producir un efecto duradero. Cuando n!>•irge un recuerdo de ese h<>-
ción, que el proceso prünano apunta a una 1dMtidod de percepción cho todo sucede como•• A hubiese tomado el lugar de B. A, entone...
Para él todo es igual. Siendo así, ¿cómo distinguir cuándo esa idcnti· auetituye a B, y a.'un1c lo función de símbolo"'7•. Frcud verifica empí·
~~d perceptiva se logro de manera alucinatorio o de manera real? El ricamente que este proceso de defensa ante la representación 8 sólo
uubó no sabe ni puedo di•tinguir el pecho rcnl del P-OCho alucinado· se ocurr'-' cuando B está teftido de sexo, lo que ilustro con un fragmento
produce en~oces una frustración, ya que él reacciona ol objeto al~ci· de análisis de una paciente llamada Emn10, que no puede ser otro
nodo como sa fuese rcnl. Estamos ante lo que Lacan, hablando del 111• quo Emma Eckstein, ~r la naturaleza del caso y porque el Proytcto
fan1, •eñnla como la porado;a del principio d• rtalidad'13. Exacta· no eetaba pensado para ••r pubhcado. de modo que el •&eudónimo di·
mtntc en ~ lugar ent~a en acción c1 yo ncuronnl del Proyecto, nico• no era necesano
encargado _de unpechr el di•plaeer. Para dicho ian, una parte del suo!A)- En una recapitulacaón final, podemos decir qun el dispositivo caté
ma Y' se diferencia Y P3.!4 a d~mpeñar la (i11lcidn de illhibici6n del montado. Sucede que el "Engendro'" siente. pel'C'ibc, alucina, recuer-
d~,, cuando se trata de un ob¡cto alucinado. Ese •istema es llamado do, pero no habla·".
'Yo · El >"'•. ~r lo tanto, es una fonnación del sisl.<!ma Y' y no del siste-
ma w. Repatn.. el yo es el sisle1nn 'I'; la conciencio es sistema ., El pri
moro ce dclin1do de In siguiente manera: "!El yoJ "" In totalidad de ¡8 ; • us. Aunque t.o1 va:i •tecribo".
314 315
• Deapués ~el Proyecto, llegaron d!as aciagos. Frcud habla de CJ!e Posndo el temporal, convaJecencia e:n vacaciones: '"En Aus.t'io -es·
vcran~ tr1atc .de .,.!-897, en el que su 00repugnancia o eBcribir Jlegt\ 8 cribe Freud o Fliess el 22 de junio de 1897-, conozco un bo<lque m11ro-
16 villoso, repleto de helechos y hongos, y será preciso que me inicie• en
ser cns1 patológica •. Necos.ita de ese estimulante '"'cariocinético" que
es el c!'cuentro con F'hcss: '"'f'n..ciso un nuevo impulso ven.ido de ti¡ 8 les sccrotoo del mundo de los animales inferiores y en el mundo de los
h~cc tieml?" que ••coto que .me falta. N_uremberg (donde fue deac~­ nillos. Quedaré boquiabierto ante lo que tcndrú que decir"".
b1erta la bu•exuahdodl me hizo avanzar dos meses.... El otro impul- Los hong... está bien, son la pasión de Freud; pero ;.quu!nes oon
sor, la cocal~a, ya habla sido cortado con la muerte de au padre. p8 • esos animal.. 1nfcnores y de qué mundo de los nillos se trato• Froud
:°"º m~se-1 signados por un cortejo de ideas obsesivas, t.endtncio.s
epre111vaa Y el sabor amargo de la incompetencia intclcctuol. Freud
se ~fiere a 10111 "'zona.s crógenas abandonadas• de los ;nfan1, que su
amigo ncobabn de formular. Son las zonas de repre>1ión orgánica del
se diogn<>o1t1ca· "Sufrí uno copecie de ne'"""i•". olfato, punto de partida de •u• especulaciones ulteriores 1obre las
Cuodro olormonte; "Entre mis pacientes quien más me preocup consecuencias de lo postura erecta.
soy yo""· Habla a.r "de ese• paciente: "Mi ~que~a hi•terio nuoqu: De vuelta de Aussie y de encargar la lápida pam la tumba de su
muy ncen~undo ... , ae solucionó un poco má•. El rosto tod~vf8 está podre, el nutoanálisis &e instala como eje dominante. y se produce lo
muy.porohzodo. El lauto)análisis es más dificil que cualquier otro"92, penosa demolición de In teoría de la seducción precoz. A1lf, en el me>-
Po~ mátl desagradable que pueda ser para los ndorodorcs de fdo- mento decisivo de eu inlro6peeción, él conffa a su nmigo el grnn secre-
los ... -dice ese o~orodor de !dolos que fue Jonos.- hay muchos indicios to quo RO venía •inainuondo lentan1ente,. an los últimos rncscs. Lo re·
de quo durontc diez años oprox1madarr:iente, que oborcoron grosso nto· vela brutnl1ncntc en In pri1ncra frase: "'No creo más en mi neurótico
do la década del 90, él sufnó de una psu:oneurosis considerable•8.!. (teorln do In aeducciónl""'- Esa pirueta teórica exigfo unn explicación;
A1lr llegamos a oc~ubro de 1897, fecha del primer aniver8ario de él cornicnio a enunciar lus razones de su incredulidad actuol en U:r--
la m~ertc del pndr('. Frcud tiene 4 1 años, y atravieso la criat-1 de la minos "históricos ... A mi juicio, es posible que haya preaenU\do esa.M
mediano ~dad_ d~ lo vido••, cuando descubre el complejo de Edipo. razones en orden inverso o Ja importancia teórica:
Ésa es la bee~10 que emerge del capullo plurivit<>lino: el hijo parrici-
da. Su neurosis, que toma la forma de neurastenia durante t.l noviaz- El continuo fracaso en mis tentativas de llevar un dnico análi·
go, Y que en 1894 ae "aomatiz.a" en el corazón, ahora preoent.o la im· si817 o una conclu.sióo real, la desbandada dA personas que, por
P_ronta melancóhca de una mhibición intelectual total: "Jomta h bf alglln tiempo, hab(oo estado aferradísimas (al análi1i1l; la falta
Sllíndo •tocado por '!-"ª P<lrálisi.s intelectual panlcida. Eoenbir lo m:no~ de loo éxitos abeolutos con que yo habla contado y Ju p<19ibil1da-
ea es un eupl.Jcao.._. de8 de explicarme de otra forma los éxitos parcial........

la. profundidades de mi propia neurosis se


Fhess entra en el ataque; "Algo proveniente de 1,.. máa r«6 d"
ha rebelado contra e~..:.
quier progrtso en. la comprensión de las neurosis y, de nlg-ún modo
Ésas eran las razones prácticas, personales, del desmorooo.m1en·
to de la Neurótica Luego viene una reOexión, ligada a la oob~eter­
ead tát~ codmpi:onhm'cbt_ido. Eso porque mi parálisis para escribir paree~ minación, matizadn de sentido común:
es 1na a 8 1 1 1r nuestra relación•.
En la mismn cortn Frt' i.1 d comenta '"un sueño interesante sobre Después, In sorpresa de que, en la totalidad de los caooe, los pa-
de_nmbulor entro extraños, total o parcialmente desnudo, y con senti· dres, ain excluir el mío, tendrían que eer acusndoe de pcrvcrKoa;
n:i1cntos do vorgúcnza y angustia 17. Desnudo con las "ropn• imogina- el hoeho de la inesperada frecuencia de la hiawria, con predomi-
nas d~I rey". Croe haberse recuperado gracias a los periodos caros 8 nio procisomcntc de los mismas condiciones en coda caso, nos hn·
8u. anu~: .. Nuovcu~1c~t.o emerjo de las nubes y estoy muy curioao. Al ce penanr en lo poco probable de ••as perversiones tan goncrol i·
mismo t10.,-npo, m1 c,1clo, que estaba en baja, reapareció. (Dín 17 zadoa contro loa niños. La !incidencia) de la pervcroión deberla
menRtruac1ón fomcn1nn en forma más desarrollada con secrccione~ ser inconmcnsurablcmentc más frecuente que la hiAtcrio, por-
:""led8, 11 _veces •~nguinolcntas, antes y después)". Freud está mcns- que, a fin de cuentas, la enfermedad sólo ocurre cuando hay una
on o, diría el n1fto del cuento El Rey está desnu®.... suma do ocontecimicntos y un factor constitucional que debilito
laadefenau12 .

'16. Carta de Preud • f1o- del 18 de junio de 1897 Corrt•poruU


S igmund F,.ud. W1/lwlm FI~•. 1986 eomp de J Al M•~ ¡ o,"'d'º '17. En ()rw1n1 ...• equo Alasson. no se trata de ~o úruoo anl.luua· 1ino
Jane.ro, piic'. 253. • · · · · _ . , meeo. l'UO t
de-nti anAhall·.

316 317
Lo tercero razón contiene el gormen do oosa8 por venir; c808 días hnbfa.n llegado a su fin y él tenia que volver. a s~ con~ición
anterior •too No le veo ninguna gracio a estnll 5\>anaht.aaones do la
.. en tef'C('r Ougar). el ronoc1m1cnto leg'UJ"O de que no hay indica· ..historieta•. Suh"ICro la aigu.icntc interpretación: Frcud. al ncaba~ con
ciones de realidad en el inconscicnt<•, de n1odo quo no tic puedo lo Neurótica, exculpa al padre, pero no quiere que ae ea.se con la inol-
distinguir entro In verdad y la ficción inve1tidru; de afecto (por vidable R<>beeea - aunque Rebecca sea él.
consiguiente. restarla la solución de que la fontasfa sexual se lign La colda do la teoría de In seducción lo llevó a concluir que esos
iov•riabkmeoto al tema de IOll padreR) reloto6 de abuso paterno eran fantalilas, producto do desC(ll! incestuo-
sos infantiles, y no acontecimiento• reales; En .1897, h1 lógica del
F1nalmenU-, tenemos un motivo psicopatológlco: mundo interno fue concebida como una realidad unpenoso! váhdn Y
vigente. aunque anímica, después de lo cual quedobo definido lo que
Cuarto. lo conAidcreción de que , en lo psicO!'i.S má"' profunda, el conocemos como la mtta de la curo psicoano.htica tn finRhdad t.era·
rttuerdo 1nCODJ1Cicnte (de la .OOuccaónl no surge, de modo que el póutica era revelar las íantasíns infanti1e1:1 ocultos tras lna fachadas
secreto de' lns experiencias de In infancia no i'C rev(llu ni Miquicro neuróticas
en el más profundo delirio». Freud con la calda de Jo "Neurótica". comienza por destrozar,
dislocar b~rrnr In viejo teorío, paro reprimir y rcclaborar los frng-
La implosión do In teorfn del ..neoso paterno· fue demorada; vaci· mcntos ~emaocntes. R~torno creativo de lo reprimido. Cada uno de
lante, conoció merchns y cootrarunrchas, y las mo.rchas a veces son los ladnllos de la teoría de Jo 8Cducc:16n sufre entonces un~ u.nnóo .i;
contramarchas. Freud, en el primer momento, queda a lt' den\•&, y di· un destino diferentes. De todos ellos, el elemento que máe progresó
ce: "Ahora no tengo In menor ideo de dónde n1c sitlio, pues no tu\IC fue la noción de op~•<aup, la postenoridad retroactiva'"
éxito en alcanz.or uno comprensi6n teórica de la l't'presión ni dt 'lU in· El abandono de lo toorlo de la •educción recuerda la renuncia a
wrrelaeión de fuel'UIS,... lo hipno1:1is y el finsco del filtro 1nágico cocaínico. Poro el espíritu crea-
F'reud está sin norte, dcsn1anlclado, pero no abatido· "'Si yo estu· tivo renace de las cenizas. Es admirable que Freud reconozca su
viese deprimido. coníuso y ex.bauAto, es.ns dudaa·11 tendrían que ser error, dando un giro red1caJ t.on su 1tanerano teórico, y c::ont1n.úc su c~­
interpretadas como •eñale1 de flaqueza. Yo que me encuentro en el mino. Pero In duda sobre la validez de la teorla de la seducción cont:·
estado opuesto, debo reconocerla• como el resultudo de un trabajo in- nllo en el aire. Tres meses despuéo de la "carto de retractación ,
telectual honesto y vigoroso, y debo enorgullecerme, d.,.pués de haber Freud eocribe 8 niess:
ido tan hondo, de ser todavía capuz de tal crítica-OS. Encima do todo,
e:l impasse le trae unn especie de "'exaltación intclcetuot"'!16: "Ante ti y Mi confianza en lo etiologfa poterna ' 10 aumentó considerable·
yo m11mo, tengo mt\a un sentimiento d~ v1ctor10 que de derrota (lo menw. Eckswin trat.ó dehberadnmente a su paciente. como ~ara
que no es seguro, de.do luego>""'. no dnrle el 1nenor indicio do lo que iría a emerger del 1n~nec!cn­
¿Por qué no es 80guro? ¿Si uno persona reconoce au error, no es te. y en ese procctM> obtuvo, entre otro• cosas. escena.a idénticas
eso acaso una victoria? La corta transrrute una eftpecÍe de euforia pa- con el padre'º'·
tibular, porque es a fin do euenta1 lo mensajero de una defunción: su
"'neurótica.. está muerta y enterrado Hay un clime de conversión es Cabe la pregunto de almo se p011ic1onoba Fliess frenw a la crisis
piritual, ya que 1.a expc.""Ctn.tiva de fama eterna era bellfsima·, pero de su amigo. . .
"'ahora puedo volver a sentirme S08Cg8.do y modl'8to1'. En ese sentido para la historin Cff una pena que Freud hic1cro su
A esta altura Frcud recuerda lo historio de •¡Rebecca. tira el ves· vil\je reltmpago d~ 24 horas después de anunciar su renuncia a la
tido1; tu no estás mruo de oovin•. Para Max Schur, "El oentido de esa teoría de la seducción, ya quo no t..cnemos su réphco ~scnta a 1n ~s­
·historieta.- Judfa es obvio: •'N ya fuiste una novin orgullosa, pc+ro te puesto do FlieRA. Urunn la atención, eso tsf, la au11rnc1a de cualc¡u•er
rnctisto en npuros y el casamiento está cancelado. Tira tu ve8tido de
novia ...• Ma.ssoo cata este fragmento, y agrega. •otra 1ntcrpretaci60,
que croo COrr<.'Cta, fu(• sugcrid3 por Annn Frcud, 9 saber: que Frcud,
con su toorfa de las neurosis, se ttcntfa feliz co1no una novio Ahora •19. Debfrooit la duntn.'16n arlua1 dt. e5t.e concepto• lo looura. de Pr-eud
por l...acon.
•20. "Etlol<>v.{a patc:rnn•: txpresi6n 1dénlicn a la ('mpleudo en cart.I del
• 18. Obsérveee que &e traw de dudtu y no de cooclu&lonee.
28 de abnl de 1sin, al hablar del pac!Nque •mojaba" n 11 htja
md (C<Jrrtspondlnc;a Sigrnund J.~nu.d· W•lhelm P'ltu.s, pl\g. 238).
"°"•u-·
318 319
alusión indirecta en Freud que revele el t.cnor (apoyo. gusto, disgusto) cepción encontrará su p1eno des.arrollo en l>t la historio. de uno 11eu·
de lo respuei¡ta de Fliess ante el colnpse de la Neurótica. ¿Crcfft fl rottU 1nfant1I
que Frcud estaba en lo cier1<> al abandonar la "teoría paterna• o. por En 11egU11do lugar: "La idea que en""" segundo tiempo (del p......,.
lo contrario, pensaba que IM dudu de au amigo eran sólo nubes P•· so de repreeión) el yo sufre una a¡resión, un aflajo de excitación •n·
.uveru? d<!f¡tna ; en la teoría de la seducción lo que resulta traumatiz.ante es
La carta del 21 de setiembre oólo nos da un pequeño andacio. Re· el recuerdo y no el acontecimiento en 1! mi•mo". De alll que Laplan·
capitulemos. Del!pués de decir "no creo más en mi nturc!lico", Froud che concluya que el re<:uerdo casi tiene el valor de realidad ptilqui·
agrega que Fliess •consideró digno de crédito lo que pude contarleº'°'· catot. •21,
A mi juicio, esto permite jnfcrir que Fliess creía en la teoría pero no En tercer lugar, todo hoce pensar que Freud jamás consideró al
lu euscribfa plenamente. No era un bien compartido, como la noción fnntll.14mo oon10 simple eflorcscencin do la vida sexual espontánea del
de bisoxunlidod, n¡cién adoptada. nilio. Pensnbn que e l fantasma o font.nalo inconeciente debía tenor un
Lo que snbemos sugiere que PI ieSJ! iba al frente en el tema de In fundo.mento tlltin10 en el ••terreno de lo rcolidnd". 22 .
scxunlidnd infantil. Sulloway escribe: "Los descubrimientoe de Wil· Recordando este estado de ánimo, rct1ultn interesante observar
hclm Fliess en materia de la sexualidad infantil me llevan n In se· que cxoctnmente uno semana después de In carta, el ateo Frt!ud in·
gund~ cuestión nllativa a la deuda de Fr-eud con él. Si la concepción gresa en la a·nai B'rilh. Concuerdo con Bcmard Nitzchke en que ese
de Fh088 sobre el desarrollo espontáneo de la sexualidad infantil era acto de fihac16n tiene su importancia, aobre todo si pensamoe que la
un baen ~mú:n a ambos, ¿por qué. entonces, Freud llegó a montar la corta del 21 do setiembn¡ lava o Jacob Frcud de toda sospecha pedofi·
U>oría antatt'tica de la seducción en lat neurosis?"'°' Veamos IM dafc- 1ica•01. La e:ntreda en la B'noi B'nth marco.. entonces. un retomo de
rcnciu .. Freud! por su tradición charcot.iaoa, privilegiaba el trauma Freud o la grey judla. No tonto al ¡udal•mo como cosmovisión, aioo a
de la cnotura aoocente; Flicu crclo en la sexualidad infantil "espon- una samplc "'Judniiacióo• como identidod esencial que no se cuestiono.
tánea·. ·curiosamente ~bservn MM80n-, Jos dos hombres nunca es· Se produce un flujo de recuerd08 infontilcs recuperad08. Apar<.'CO
tu\•icron más próximos en sus ideas que en la hora de la rupturn"I04. la madro desnuda en el tren, los escarceos scxuales con la niñero pre·
Ambos se cruzan sin reconocerse. Una vez más, Ja sexuolidod histórica, 108 sentimientos de culpa por In muerte del indeseable her·
trno el equívoco, reiterando Jo divergencia de Freud con Broucr. En mano Juliue, loe andanzas vondálicne con su sobrino John. Él conclu·
oqucll~ ocasión _In ruptura ya so habla inetalndo en las páginas do 106 yo dicjcndo: .. No consigo darte ni siquiera una idea de ta bellezo
E1tud1oa. Convaene recordar quo Jo sexualidad breueriano era más intelectu•I de este trabajo••M.
•psicológica" que la freudiana. En 1914, bajo el rugir de los callones, Freud describió como sigue
En la carta que siguió a la calda do lo Neurótica, dot! 1eman.. su situncjón en ese crucial mes de octubre; '"Cuando la etiologfa se vi·
mu tarde, Frcud hace la primera aluaión al descubrimiento fundante no abl\¡o, victima de su propia improbabilidad ... el resultado fue al
del complejo de Eclipo: "En lot! últimoe cuatro días, mi autoo.né.liaas prinap10 un desalentado espanto. El l"'•COAnálisis se habla remonta·
que con.sidero indispensable para el .,..Jarccimiento de todo el proble'. do, a trav~s de trayectos seguros, huta eaoe traumas sexuales, pero
me, cont,anuó en los sueños y me proporcionó las más valiosas eluci· ést03 no eran verdaderos. La realidad cedió debajo de mis pie•. En
dacion~s e indicios ... Po~er esw en el papel me es más dificil que esa ocasión hubiClle dC11istido de todo do buen grado, exactamente co-
cualquier otra cosa; también me llevarla a demasiadas divagacionca. mo lo hizo mi apreciado predoccaor Breucr cuando realizó su incómo-
Sólo puedo csclorocer que mi viejo no desempeña ningún papel activo do dCllcubrimicnto. Tal vez yo haya persoverndo sólo porque no tenla
en mi Cll80, pero que sin dudo inferí algo &Obre él, a partir do mi mi&- opción y entoncea no podía comenzar ninguna otra cosa• (repárese en
mo .. ."106 Sucede, entonces, quo después do la implosión de la teoría la polobrn •predcccsor'') 109.
d~ la soducción, hubo una gron re<:upernción teórica. Freud empren·
d1ó un reagrupamiento de ruerzo1, rumbo ol descubrimiento de que
detrás do la {icci6n de la histérico so encontraba la fantasfo incon•·
ciente Y In aex_ualidod ~fanlil polimorfa. Además de eso, algunoe elc- •21 Par11 una t>¡>ooici6n actuahuda do IN ideu de !..aplanche IObro ti
mentoA ~aenctales del Freud de la seducción• se encuentran tr••· lema,...._ ti "Repor1aje a Jean Lapho0<he". A-""'6n Ntl'tnlirlo lk "''' °'
pue1to1, como vimos. a las elaboraciones ulteriores de la teorfa kroplO poro CtOdU4<Ú>I. XVlll, 1992, Bu.- Auu, P'gs. 37-57.
l"'iooanalltica. "2''. Ponr"" la fantasla, reduc:ida a •I mL1mo, <0mo lo aeñala Lacon,-..
En primer lugar: •La adeo do que la reprei¡ión sólo puede oom· dl&uolve fáalmente en el humo de lo unaa1n.er10·. El propio Lac:an, en IU ~
prenderse ha~ie~do intervenir varioe tiempos; la fa.se ulterior confie· mento., inlroducirá Ja dimensión de lo 11mb6Jioo pera dar c:uenta •de <?M fun·
re, con posteraondad, su sentido traumático a la primera. •Esta con· demento último· que estructura lo imagtnario.

320 321
El sue~o de la carta a Fliess del 3 de octubre do 1897 arrojo una dos, rlc 1nodo que lo encaro C'Omo un auténtico descubrimiento dt·l
nueva lut y muc..tra, al 1nisnlo tic1npo, lo tortuoso que era el lobcrin- posndo distante.) Y ella me hncía hurlor zehner1·2·1 y dársclOtl ...
to: "El sueño do hoy trajo lo •i&'Uienle, bajo los más extraftos disfra· El suetio podrfa resumirse como "mal trato•. Así con10 Ja vieja ro-
«.'S: ello lla niftcrol era ml maestra en asuntos sexuales y se quejaba ciblo dinero de mi por el mal trato que me dispen.s•ba, hoy l'<'Cibo
de que yo fuera inepto e anca paz de hnct'r cualquier cosa. (La 1mpo- dinero por el maltrato que doy o mis pac1entes 114
tenr1a neurótica siempre opa.rece de esa manera El n1icdo a no ser
capaz de hacer nada en la c11cuela obtiene de ese n1odo su suslrnto se- Dcsca1>eración y esperanza vnn de la mono. Las nltcmativos son
xual.) Al 1nisn10 tiempo yo vcfn el cráneo de un pt:qucño ani1nnl y, en claras en ese scr°""crno-scr: ser un Hamlel o aer un Edipo E:;ta deses..
el suer\o, pe~ en •puerco•. pero en el loutolanáli.,• lo a.ocié con tu peración e"pcraniada es la marca registrada de 13 crent.ividad de
deseo de hace dOOI nños de que yo encontrllJIC en el L1do, como Goethe, Freud A partir de ..e momento él bW!Clltil en la literatura, en loo m1·
un cráneo que me pudiera -lnrecer. No lo encontré Por tanto lfuil tos, el lutcnr donde los hombrea int-entan realizar los t1ucftos irrealizn·
un •cabeza dura• (l itcrolmcntc, un c.."lbcto de wmcrol"''º· bles.
Esta "calx"Zo de carnero" es un buen cjen1plo de condensación. Sa- Cuando el edificio de la Neurótica se desploma, Frcud queda ca•1
bcm"" que a Gccthe se le ocurrió su leona de !ns vértebras craneanas enterTndo bajo el poho del fracaso. Fue <n ese mom<nto, segijn Er·
al recoger en In playa del l.rdo los restos de un cráneo de cordero. La nest Jonc•, cuando alcnnzó su esto.tura plenR o, según r-fo.880-n, cuan·
'"cabeio de carnero.. puede ser al mismo tiempo ~1'a1 de jmpotencia y do inició 8H renuncia inás imperdonable. Partiendo de In "'carta de re.
clnvc nrqucológ1cn pnra dcl4cntcrrar antiguos recuerdos. En ckc mo· tractación" r-1.as..~n ecñnla qul! dicha e.arto. ..aimbolizo el comienzo de
mento Frcud buseu un tel!llmonio del pnsndo que ratifique sus hallnz. una rcconcihación inU'rna con "us colegas y con la tot.nlidnd de la PtJi·
go.s oníricos, y v1s1to. a su madre, quien confirma la historia de la niñe--- quiatna decimonónico Según él. et1 como s1 t'reud los hubiera dicho •
ra ..encnjonada"'lll En la mutmn carta n!toma e) camino de Ed1po Rey: &u& colegas de la Soeredad de P•1qwatria de Viena: •U1t00os, a fin de
cuentas tenían razón; lo que yo tomaba por cierto no era más que un
Descubrí, to1nbién en mi propio cntto, [el fenómeno del nmor a cuento de hadas cicntrfico•""' Freud hobrla retrocedido por cobor·
momá y 106 00106 re;¡¡x.'Cto de papá, y a partir de ohora lo oon•ide. día Pero yo me pregunto: ¿qué era más ofonaivo al esplritu dccimon6-
ro un aconll'C'Ímiento unaversal del inicio de lo infancia ... De ser ruco: que muchos padreA fueran perver&OB o que exiJrutra una gcxua·
llJll, podem"" entender el poder de otraecióo de Edipo Rey, a des· lidad infantil, una concupiscenc1n espontáneo en el infa".$? C.reo que
pc<:ho de !<>das las ob¡ec1ones que In razóo aduce contra el presu· el beb6 perverso Pll mucho más urticante. cosa que. lo hu1tor10. de h•
puesto del dcstino112, publicación de loa T~B ensayo• de teorto 1exuai, dicho sen de paso,
confirma
De Goethe o Edipo y a Hamlet: El posicionamiento osalantc de Freud frente o la leoria de la
scduCX'16n dio lugar n cierta ambiguedad, punto de partida de contro-
Me pasó fugazmente por In cabeza lo idea de que lo mismo esta- versias íuturas, y nutrió una t.ett18 revisionista q.uc cul!ninaría en el
rlo en la baso de Hamlct ... ¿Cómo es que Hamlct, histérico,justi- libro de Masson El aaa/to a la 1J<rdad (Ln rcnunaa de ~ reud a la tco-
6ca sus palabras: "Y nsl In conciencia nos haoo a todos cobardes"? rla de lo oeducción)-20. Este hbro <l!CaOdol_..,. tiene •I mérito della
¿Cómo exp1J<4r su vacilación en vengar al padre a través del ase- mar la al<!nción sobre ese momento de equívoco en la ruta del p11coa·
amato del Uo ...? ¿Cómo lexplicarlol eino por la tortura que sufre nálisis. Resulta extrano que un archivista culto y sofiRticado presente
por el oscuro recuerdo do que él mismo habin pensado en practi· un caso poco coneietcntc y monot-0mático, sin conocer "'ni la primera
cor esa acción contra e l padre. por omor a la mndre ...?113

El sueño habla de su •impotencia actual como 1<>rapeuta•:


Freud en aeu::i coloreado. con sangre menslruul. En est.e punt-0, ~1anr Bal·
mary pien1n que ac troio de una sobrcdet.erminatión que inc1uy4? el uguo ben·
Tal vez de olU proviene n-l l inclinación o creer en Jn incurobilidad dita de la iglesia a In que la nlujcr llevaba al pequeño Sig11mund. (P.t. Onl·
de In histerrn. Además, [In ni~eral me lavaba en un aguo rojiZA mary, L'ltommt oux 1Utlut-s, 1919, ai.da por Art:ueu~A º"lo·andliM <h Prtud
en In que ella se habla bMado ante. (l..a interpretación no es di- to dtxo6'114 do ¡n1tonát1.., 1989, Artes M6dicas. Porto Al"'"', pág. 1451.
Rcir"; no encut·ntro nada semejante <=n la cadena de mis retller· •24. ~foneda de poco valor.
*25. Cf. P.1. Bnhnnry, L'hommt a«x 8lot«tl (1979) y J. "1olcolm, 1i!"1p#le
owr orch111<• p,..wJ. (1986).
•23 No es hnJ)Olible pero tamPoCO fácil pen.aar que la nil'iera bahaba a •26 F.l New YorA Tamt1 lo llamó•¡.;¡ \V1tercate de la ptique".

322 323
palnbra de la tcorla froudiana do la 8educculn•, según ~I juicio exoge- siempre son las 1ná~ picantes) aparece un mcnt1aje enig1nático: '"Lo
rndo de Laplnnchell•. nparición de la biografío de Freud [de Jonesl me llevo n o¡:,'Tegar unn
Lnplancho, en el pope! de abogado del diablo, concluye que lo obscrvaaón que, en caso contrario, 01niliría. La 1niciativo., de hecho,
Neurótico p«isentaba •una gran fuerza y puntos débilca•11 1 . "'Su fuer· ya no es mía. En el primer volumen de la biogmfia. Joncs hace una
za reside en que es una t.eorfa !nllmomentc ligada a los dalo<! de la descripción de mi pndro que le permito al lector psiquiatrn re.alizar 1u
clfn1ca" 118. Porque e608 COROS no crn.n invcntndos; algunos habían Kido diagnói.tico. Al¡:unos leetorce, paro no reconocer Ja incidencia arriba
nt1rrodos desde la veracidad robotiznda de 108 sujetos on trance hip· ffltllCl-Onodu en BUS propÍM (u,milift.8, U\) vez 8C SÍentan tentados OClL•
nóLico. También hay fuerza en la oimplicidnd y la copacidad explicAli· líficar de proyección lo obeervado. ¡..,,,aclaro que, "1guiendo el con&ejo
va del modelo. ampliamente suoccpLible de extensión y ampliación que Frcud da ol nnalist.n de que retome peri6d1camenle •u propio
como todo modelo "ambientalislll•. ' análisis, he claraficado el retrato de 1n1 padre rn dos andlisis serios,
Por otro pnrtc, ante esta seducción perversa tan ubicua. Frcud, hecho• con pericia, el último de ellos, tarde en In vida, con Ruth Mack
como observnmoe. 8C vio llevado a preguntarse cuál era la probnbili· Brunsv.•irk. Además, mantuve una extensa conversación con Freud
d.a d e1tadíshco de que hubiera tantoe padret1 taradoe &ueltoo por la sobre l'U antiguo am1go- 1•
ciudad. Tenemos aquí un argumento simpliata pero cosí inexpugna· Noto ni pie extraña y •ugcstíva. Robcrt Flicss dice quo todo P•i·
ble. Aunque oxiste, otrn vez en lo voz del nbogado del dinblo un con. quialrn puede rcnliz.ar su dingnóttlico n partir del retrato pintado por
trao.rgumc.nto csgrimibtc: el hecho que la hi1teria sen hoy e~ dfn un Emctl Jones, aunque no queda claro sí los d1tJtintos d1ogn6sticos ~­
fenómeno raro se deberla a que '"" padres actuales son menos perver- rían coanridenta Yo, pcnt0nn1ment.c. no extraigo ningun d1agn6st1co,
..,. que nuestros bisabuel°" !lo que es probablemente cierto). y me da la impresión de que los autores, n partir de Erneot Jones, hn·
El problema, en últimn in~tanC'in, contdstfn en decidir a quién hn· blan su1>erficinln1cnte do los "'excentricidades" de Flie8J', con mencio-
bru que croorle. ¿Quién seducen quién? ¿El podre tarado o la hisU\ri· nes al pasar, aqul y allá, de ·delirios' . No quedo claro si Robert Fliea•
ca mentiroea?'21 Freud adopl8 la segunda hipótesis Es probable que critica n Jones por sus revelaciones. E:I dice que. despu~~ de esas ~
el d"""ubrimiento de la ocxuahdad iofanttl, ¡unto a '°"hallazgo• de velac1ones, tiene que hablsr Pero, hnblar ¿de qué? Si entendí bien,
Fh~"!· más la producción de su autoonálisis, hayan •ido los foctorcs est.á diciendo que fue nticesnrio rnucho análisis y mucho elaboración
dcc1s1vos. Tal vez el suefto de Helio -de fines de n1oyo de 1897- re· paro 8uperar su propio trauma paterno.
pN!lentó un punto de inOexión; en él, Freud 1ndentific6 tras su l!Obri· Qué enfermedad es ésa, se prej¡Wlla MatlllOll, inioando •u propia
na Hella. a au hija mayor Mat.luldo como objeto de su; deseoe inoos· pesqu110 Descarta la paranoia, que aeria el diagnóstico inferible a
luOl!Ofl. Dcede e.a ópbw podemo• decir que el motivo de la "cartn do partir do las piat.nR que dn Jones, puos dicho conclusión es improce-
rctrnctoción" ero. excu1pnr a Kollnmou Jacob F·reud . Antes. Froud dente en relnción con lo que Robert Flieos dice en ese capitulo. Se(¡lln
sospechaba de que su padre era culpable, no con relación a él, •ino Maseon Robcrt oe refiere a In "modnhdad particular quo a él le int&-
con au.s hermanos.. resabn 'ta psicoe11 ambu1atona•121. En la vida eocial, el psicótico am-
La hístona de la seducción bene un epílo¡:o abierto por el terrible bulnt.orio es u.no persono normal quo incluso puede ser un gran cien ..
iioNOn. De aquf en más caminaremos por un cnmpo minado de dudas tífico. "Nadie -continúo Masson- , con Ja poflible excepción de los
Y enrodos. Entra en escena Robert Fliess, compañero de camada de familiares m's próximos, sospecho ría que esa personn padece una
Anna Freud y analista de reconocida trayectoria. En el primer volu· psicoo;. que invade la vida aexual. Robcrt proe1gue diciendo quo es
mcn de la sene Eroge~¡zy and Ltbulo, publicado en 1956 él retoma tent.ndor calificar de proyección lo que él observó, o sea, que se trat.n·
la pnmítiva toorfa frcudíana de Ja seducción. Cree quo 106.neuróticos ria de una fontoafa, de una invención. Cuando afirma que ha ._clarifi-
ag~do~ han sido traumotitndos en lo primero infancia por un podre cado el retrato- de su padre quiere docir que In imagen que linalmen·
!>"ICóhco y qu~, en el proceso, fueron golpeadoe, humillados y dafta· te logró recomponer era la de un hombre que abusaba de 106 niñOOI y
doe. Robert FheitS concluye que un hijo de el<? tipo de padre "l>n•o a que loe abordaba sexualmente" 122•
ser víctima de una sexualidad perversa que no respeta lo bamirn del Mnsson concluye quo "Robcrt FlicS>; creía que su pudre lo había
mcceto. El n1 ~0 es seducido de Jas manera.~ nui,s estrambóticM"ll". seducido sexuo.lmente en la in(ancio" 12l. Siendo asf, las coeas se com·
Ahora bien, en una nota de pie de página (estas observaciones plican trágica, irónicamente. Freud conlia •u tesis de le sexualidad
infantil a la pertona menos preparada para escucharlo. Eotoncc:a,
sent.Qncia ~1asson, '"nos cnc01\tramos frente o una de loa pnrcjas más
desoforlunada8 de la historia de los descubrimiento• inteledu•·
•27. ¿Parrlc-idio o ftHcidio?, M pr(l(Untaú Arna Ido Raacovwty <El p•i· les ..• Frcud ero como un del«tive obllinado que sigue loe rostroe de
quumo {<tal, 1960,a- Ai .... Pa1ddo~ un gran crimen y hace partícipe de tlUB conjeturas. aproximaciooe1 y.

324 325
por último. de a u descubrimiento final .o. su mf.\j or amigo que. de he- NOTAS
cho, bien puede haber oído el asesino- 12• Esto recuerdo la h1storin del
vampiro o cargo de un banco de sllngre. Tal vez, quién sabe, quizá l . l)ldie.r AnDeu. A au/(Nlná.li« M Fmul. ta ~n.o da pslCOtuil11t,
Sucede que. en un futuro no muy d¡stante, la figuro seductora 1989 Artes Médic.'lJI, Porto Alegre, pág. 135. .
cambiará de sexo y de intención. El villa.no padre perverso dejo su lu- 2 Manu.o<ril<> N, Corr<.pondlncia Siilmund F.-.ud·Wilhtlm Ft..u. 1986.
gar a la modre •preedfpica". Freudjamát abandonó lo teoría de lo se- comp. de J. M Masoon, lmoeo, Río de Jane1ro, pi\R. 252. . . .
ducción. Lo que de;carla, y no completamente, es el intento de llegar 3 . Jean Lnplanchc, Nu.-vos fun'1011tentos pál'O tl p11eoondlt~1s, la «~u~·
a In escena orig1nnrin, yn que hay una Hcducción a lo cual ningún ser ctdn ong1nona, 1987, Suenoe Ail"ff. Amorrortu Viaae '"La t.eona íreud1a.no
humano escapa~ In seducción de los cuidados maten1os1~. f..reud es· de la 8<'duoci6n res•nngida", págs. 109-119.
cribe: "La relación de un niño con el responsable de cuidarlo le propor- 4. SE, 111. pág. 199.
cionn unn fuente inaKOtablc de excitación sexual y de satisfacción de 5 Jean Leplanthe, op. <11., pq 111
8UJ!"°""" enigenas. Ello es ..,peaalmenw verdadero porque la pcl'l!()o 6. SF:, 111, pág. 169. • ~-
7. Corta de Frcud a Plless del 29 d~ novien1bre de 189!>, ~r1'f11ponf.Kn·
,,.
na que lo cuida ... es por lo general su madre; leila) lo mira coo •enti-
<10 S111mund F.-.ud Wilhdm FllUI, pág 153.
mientos que se originan de su propia vida sexunl: lo ucaricio., lo besa,
lo moce, lrotandolo como sustituto de un objeto sexual comploto"""· 8. l)idier Aoiiou, op. crl., pág. 67. •
9 Carto de Freud a Fhcss del 8 de d¡ciembre d~ 1895, COf'rnpond~ntta
Tenemos, desde fficmprc, uno ..fu~nte sin fin de excitación se-
Srgmund Frcud·Wtllu'1m 1'1ttu, PJC· 15G. ...
xual· Cuando se asume el polimorfismo sexual, ya no se necesita ex- JO. Prank J. Sullowuy. f'rtud. biulogi•lt cll' l'tspn.l, 1981, Purf1. Fa.yt\rd,
plicnr la aparición de un sfntomA de conversión atribuyéndolo n un
succ~o reol traumático. La aeducc1ón poterna deja de ser necesaria. pág. ~~ E. Hocckel. Anlr0po¡:enit odtr Ent1v1tkl11nggc1thitht~ d~• ftltonscl1e",
Basto con creer que toe demonios de la i'exuahdad habiton la inío.n· vol l. págs. 656-7. . r - d'
cia . Todo Jo que se orquesta en torno do las zonas crógenas ~icnc el 12 Carta de f'reud a t-"hctt del 30 de junto dt 1896, ~~•pun tnc1a
exacto valor de un trauma"""· El mundo infantil"" traumático por Sagm1.it1tl l"'rc11d·\V,1Judm l''t,eBS. J>.Ult"· 194. .
su propia natum1ez.a pulsional. El traumu se ha interiorizado; no se 13. CarUI de t'reud n t'liess del 7 do muno de lij96, ~b'.d . pág. 178.
refiere ya n un suceso externo, sino que designo. un acontecer psfquico 14 C.ru de tnud a 1'1,... del 30 de1unlode 1896, 1bid ., pág. 194.
cargado de afecto, centrado en una región erótica del cuerpo: lo que el J5. Ernca'L Jono1, EsB<ly• in Appll«l Psycl1oanaly111, 1923, Londros, llo-
psicoanálisis denominn fa11tosma 121. cartb.16.pág. e ~·
La sedua:ión canalizada por '°" cuidados matemos esUI en el co-
mienzo de las cosas, tras la cortinB de humo imaginaria do las íant.a-
76.
S1gnuu1d ¡.·reud· \Vdhelna P'l1tu, µt1.g. 182.
.
Carta de Fttud a P1ieM del 16 de ubral de 1896, orn1p<>nwt:nt10.

17 . ~taunce Bl3nchol, •A am1z.ade·. PulfJon.al, 1993, San Pablo, VI,


sfo3 sexuales. Asf, en las Nueuas confert11cio'1 dt introducci6n al psi·
ooon6/isi•, leemos: "Aquí la fanta•fa toca el terreno de la realidad pap.11·.1:tanuacrilo ~1, c.:orre1pondént'a Srgmund 1''nud· \Vilhtln1 Flt''"'·
efectiva, pues fue efectivamente lo madre quien, en la reulización de
pág. ~ Cal'UI de Prcud o t1iess dcl 31 do mnyo de 1897, ibíd .. pág. 250.
7
los cuidados corporales, provocó ncee-s.tlriamcnte, y tal vc't incluso
de.spertó por primera vez, sensaciones de placer en el órgano gcni· 20. Corta de t'roud o t' li... del 22 de junio de 1897, ibíd • pág. 265.
taJ ..1". La madre seduce ..ncccsarion1entc", no puede evitarlo. Que las 21 Cana de t'reud. ni-del 8de re1>...ro de 1897, tbtd., pág 230.
madres me disculpen pero, como en el eteorpión del cuento, el "peca- 22. l'ronk J. Sullowny, op. col., pág. 110.
do· está inscrito allí, en la propia naturnleza maternal, como una f:1. 23. E. Joncs. A vida~ a obra de Sigmund Fnud, 1989, Río <M Jane.uro.
talided edfpica !.aplanche ""ñala que Freud •omite nnaliur Jo que lmaco, 1. p;1g. 383.
constítuye est.a universalidad y esta 1nevit.abilidad" de le scduc- 24. E. Joneis, 1bíd.
ción1'°. Omite wmbién extender In seducción precoz ni conjunto de la 25. SE, 1, pép, 295-399.
erogcneidad del cuerpo y, en particular. de los orificios anal y bucal. 26. SE, 1, pág. 293.
Oirute, finalmente, poner en juego el inconsciente de lo madre. Freud 27. An{., pág. 136. ,.__ -·j' .
2.8. Cürt.n de t"reud a FlieN del 20 de octubre de 1895, ..:V.- 1 11!:•,_.-ntu.r
no reubico esta seducción prec:m en el conjunto leórico de •u obra Y~ SigmuM Jo·rtud-W1lh~lm f'lil!u, pág. 147.
cas14 andaba y todavlo anda suelta.
29. lbíd. .
30. Corta de Fnoud a t1-.i.,1 29 de noYt•n>bn de 1-.
- 'b'd ..¿. 1••
1 ' . , ,...... ~.
31. SE, 1, p:lg. 334.
32. O. f\.t•nnonl. El dt.:ubrim1e1Uo d~l incon«Íf.lll~, 1970, p4a • 8·
33. lbíd

326 327
34 SE. l. pó¡. 295. 72. Ucrtrand ltu&iell. op. cit., 111, pág. 34:t
35. L.. A. C11rcia·l(ox.o, /nll'Odu(d.o él ttU!laps1C'Ologia fn•udia110 1, 1991, 73. Cilrcia-Rou. O mol radico/ <tn Fnud, píg. 97
Zahar. 1!10 de Joneito, póe 77. 74 SE, l, páj?. 323.
36. lbód. 75. L. A. Corc1R·Hozo, llreud e o u1conttu!11t<, pác. 56.
37. Karp1n1kn, "'Ucbcr die paychologischcn Cru.ndlogcn dcr Proudi11· 76 Oidier Aniieu, op. cit., póg. 64
11\u.s", ft1ter1r. Ztil«hrifl (Ur P~choonalyM, 1914*, pág. 305 77. SF.. 1, póg 339.
38 E. C. lloring. "Httbart main inOuenee", cap 111 de A H..,ory e( Ex¡><· 78. Anunc Aur y Anto1nc Sarki1, Frtud. lt!t1 ft1'11n~•. l"amour. 1993, Pa-
nmcntal P~holO/fY, 1950.
39. ~~me.at Jones, A 1Jida e o obro de Sigmund ,.-.rtud, 1, pá¡. 372.
rí•.Z'Ecfüions, póg. 64.
79. SE. 1, i>d« 349.
40. E C. llonng, H1Mtoria d< la p<it:OIO(lía up<n-ntal, 1979, México. 80. lb•d
41 SE. XIII, póg. 61 81. Cnrt.a de t-"rcud o t-' liess del 14 de ogost.o do 1897. r"rrespandtttcia
4:l. Ernest Jones, A u1do e a obro d~ $1Jlmu11d 1-'reud, 1, pág. 381. Sig1nund f'rtud·\V1/J1eb11 Flitu. pú.g 262.
43. ~'runk J . Sullowoy,op. cit. 1>4. 117. 82. lbld
44 Carta de Freud • P1ieu del 8 de oct.ubre de 1895. Corraponcüncro 83. EmestJonct-, A f.;1<(a e o obro dt S111,r111nd Ft'f'ud, l. pdi:. 308.
S1gmund F~ud· \tltlhtlm F'l1ess, pág. 142. 84. l::llioU. Jucques, .. LA.1 mort. e~ lu c:risc ou milicu de lo vic", en l'sychn·
45. t'. Sullowoy, op. c1I., pág. 118. naly• du #n11 crtat..ur, 197•
46. SE, 1, P<'i 296. 85. Curta de f"reud a Jo.'hess dtl 22 de Junio de 1897. CnrN!1po11dlnc1a
47. L. A. Como· Roza, op. <11., pág. 79. S1s111und Frrud-\V1ll1cl1n Fl1t88, pág. 255.
48. Citado por L. A. Gnrcia-noz.n, ibíd., pág. 79. 86 Carta de frcud o Flce.. dcl 7 de juico de 1897, ibid. p.1g 256.
49. Corta do Freud • Fliea del 20 do O<tubro de 1895. C<Hnt1pondint14 87 lbld
S1¡¡mund F,.ud W1/h<lm FltUO, pdr. 147 88. Curta de t"~ud o. Jo1iess del 20 de Julio de 1897, ibi'd .• 1>ág. 257.
50. L. A. Garcio.-Rozn, Freud to ltu:onBCitnlt, 1988, fUo de Jnr,ciro, Zn- 89. Corw de t'reud a Flie.. del 22 de julio de 1897, ibíd • póg. 255
hllr, pttg_46. 90. C:.rtade freud a fhou del 21 de ..11embrede 1897. cbkl, ~· 266-6
51 SE, 11 , J>'li 201 91. !bid.
52 SE, l. p¡1g. 317. 92. lbíd.
53. l>onnld \Y. Winn1ootl, ""Trt"n.sitionol objecu nnd Lrunsitionnl pheno- 93. lbfd
n1enn", /nt~rnalttvia/ JournoJ o( Pqchf>.Anal,si.a, 1963, XXVI, pág. 89-97. 94. lb1d., pág 268.
54 SE, 1, p6;. 296. 95. Carta de Freud a f11C88 del 21 de ..Liembro de 1897, 1bíd., púg. 266.
55. SE. 1, pu¡. 381. 96. Ptt. Robert., La rtuoluci6n p1icoa11alltica, 1978, Fondo Nacional de
56. Curcik·ltoin, J;',...ud e o 1ncon1eicntt, pág. 60. Cultura, Méxíeo, pác. 130
57.SE. 97. Corta de Freud a 1'11... del 21 de ..,tt-0mbro de 1897, Corrt1ponct;n
:;8. SE. ero Sigmund F'f'(!ud· \Vill1el,,1 F'litss. pág. 266.
59. SE, 1. pág. 309. 98. lbld., ~ 266.
60. L A. Gurcia-Rou, /ntrodu~4o a rrwtapsu:ologio frrudUJruJ. /, 1991, 99. lbfd., ~ 267.
7.ahar. lbo de J•nc•ro, 1)6&. 106. 100. lbld .. p!lp. 267·8 n.
61 lbíd .. pdg. 96. 101. Carta de Freud o Fli ... del 12 de diciembre de 1897, ibíd., pág. 287.
62. Jnoquea l..ncan, l'éthiqut de lo p1ychanol,M - LA Sémina1rt, l1u~ 102 Carta d• t'reud o Fli ... del 21d. .ebembttd•1887, lbid.. pág. 265
VII, 1986. Pam, S.Uil, p6g. 51 103. Prank J. Sulloway, op. Cit., pág. 191.
63. C..rta de Preud a Fli ... del 6 de enero do 1896, c;,,,,,spondlncia Sis· 104 . •Jcffrey P.1oussa.icff ~1ru.Mon, 81 osaUo a la &Ntrdad, 1985. Burcclono,
tnund f'rtud-\V1/11elm Fl1'''• p,_'\g. 209. Seix llaJTal, pág 148.
64 SE, 1, p;lp. 36().1 106. Carta de Freud o Fliest del 3 de octubre de 1897, Co,.,.,pond;noa
65. SE. l. "41· 307. S1111nund Prtud W1lheln1 Flu!ss, pág. 269.
0

66. SE. 1, póg. 314. 106. Jean Loplancbc. op. cit., póg. 121.
67. L.. A. Oorcia-Kozo, /ntrvd.ufdo a 1nelap1icologio (rrudio.no 1, p.ig 107 Jacquee Le Rider. "'La premiere veniion d'·ActueHM IUT la cuerm
110. et la mort.-·, Rtvut lnttrnotionolt d'Hisl04r( de lo Psychonalyu, 1992, V,
68. L. A. Garria-Roza, ..-lmpre.tdo, tro90 e texto'", Monutterilo, pl\g. 2. págs, 608·9.
69. Bert.rnnd Ru48cll, Hi1t6ria do fil08ofio occidental, 1982 Braailio 108. lbld.
Univeniidode d, Brasilia, pég. 347 ' ' 109. SE, XJV, pág. 17.
70. Cf. ei cap:tu-'o 5 ck Henri Be:rpon, L'lvolutton. criiatntt, 1907 (vcn16n 110. Carta do Frcud o Fliess, portodo del 4 de octubre do 1897. Corr"t•·
castellana: Lo ~uci6n crtodoro., 1912, 2 volúmen«!f, Barcelona Co1mon.a). pondincua Slgrnund Preud· WilMlm Flia6, pdg. 210.
71. L. A. Ourcia·RolJl, "'lntpre..00, tm(O e texto•, Manu.1erÍ10. pdp. 3-4 111. Cena de Freud a Fli ... dtl 15 de octubre de 1897, 1bfd., pq. 273.

328 329
112. lbíd.
113. lbíd.
114 Carta del 3 de octub"' de 1897, ibíd . poli. 270.
115 Jelúey MouaaietTMasson,op c1t, J>ár 35.
116 Jeun Loplanche, op. cit.,~. 124.
117. lbíd., pág. 117.
118 lb1d. CAPÍTULO 19
119 Robert 1'11.... E:""f:'~lly and libido, &,,,. M<11da to tht Theory o(
tht f!1yeh0Mxual lkvtlop1r11',,t oftht• ll•11no,,, 1956. Nueva York fnter Uni~ LA INMOLACIÓN DE EMMA ECKSTEIN
venJ•ty Preq, pá¡c_ 17. ' '
120 lbld., p<\¡r xYiii n
121 JefTrcy ~lou1SaiefTl\fMSon.op. cit., J>áe. 146
12'l. lbíd., pá¡c. 146. En el triste vernno de 1897, con la e>eccpe:ión de una C8colnda ol
123. lbid., pág 144. resbaladizo Schemering junto a su hermano AJexandre, predomina
124 lbld., "" 147. en Freud In exasperación de •us dificultades personales Se debate en
125. Jean Lopl•nche, op. <11., pág. 95. n1cdio de ideas obsesivas, con c.."Oloroción depresiva y sentimientos de
126. S~:. VJJ, 1"1¡¡1. 229-230. fracaso. El 14 de agosto se sobrcsolta y comenta: ..Entre mis pacien·
127 J D: Nouío. L'ltl•l'ne ou l 'tnfont n1o.gni{iq1U tk la Pnclt4 nali« ka, quien m:ls me preocupa soy yo••
1991. Parla, Rh._, ~· SI . ' A n""otros, hijos de Freud, t.nmbién nos preocupa esto neurosis
128. lbíd., PllK SI. de porte más que mediano. Anzicu hace ocrobacituJ para disirnular
129. SE, XXJJ.11ág. 107. tanta palologfa. Apela al siguiento argumento: "Estas dificultadca
130. Jean Loplonche.op <1<, "'4f 125. -dice- pueden ser calificados de Murótict1s, en lo medida en que el
hombre llomodo nor1na1 siempre las soporto pero c11ns nunca revelan
unn estructura psicopatológicn--i. No comprendo bien lo que Anzicu
qui&o decir coo que "'nunca revelan uno estructura psicop3tológica·.
Porque tenerlo, la tienen.
Freud sufrra. El autoanñlisis ogita la fábrica n1i•ma de sus su<>-
ftos El trobAjo de duelo, factor que no podemos sub<Oltimar , moviliz6
aus tendencias dep,.egivM. Además navega en plena crisis de lo m<>-
dionn cdod (41 afto•) y todov!a no ho logrado, como vimos, ninguna
curo psicoonalítico. Tal vcg aquí comience ese intrigante concepto
pronóstico de "anllliais inl(:rminablc· Tampoco conoigue une t.coria
consolidada y naufraga en un mar de dudas l!Obre su idoneidad prof<>-
sionol, como lo atestiguo el sueño de In Cabeza de Cornero.
Por cierto, es blcn sabido que el acto de cre:.lr no es inocuo. Con
frecuencia 1e produce lo que Ellenberger denomina "enfermedad
croodora"' que, como dice el cpfgrofe de La i11terprctaci6n de los sut·
1108, movilizo las region°" infernales Cada uno de loo grandes halla.i·
&"" que irén marcando hilol en su autoané.Jis1s se ve precedido de un
periodo de parálisis. Como lo señnla Anzieu. la última revelación do
08to serio sólo será presentido al terminar In redacción de La inter·
prrtocron de los su•llos, cuando deo(:ubre la navaja do la castración'.

Cierto noche, In semana pasado, cuando cstobn lrabajondo ur·


durunente, atormentado por c&e gran dolor que parece &er el me-
jor estado para que mi cerebro funcione, las barreras &úbitamen·
te se levantaron, el velo se corrió, y tuve una clnra vi8ión, dQsdc
Jos dctollcs do loe neul"08is haato las condicione,. que hnccn posl·
ble la conciencia. Todo parecía encadcnanie, todo el coajunto f'un·
330 ~31
cinnaba bien y luve h\ impresión dc que la Cosa ero entoncel4 Para !.aplanche y Ponto.ha, el outoanáli•1• l'8 la •inveattgnc1ón de
realmente una máqutna•. uno mismo por uno mismo, conducida en forma 1nás o menoe sastcmá·
tica y recurriendo a ciertoe proce808 del n•ét.odo psicoanalítico: asocia·
. Ahora bien. ese bloqueo bajo siete vcloH está íntin1n1ncnte rclo · ción libre, análisis de los suenos, interpretación de comportarnicntos,
c1onado con Flicss: "La imposibilidad de et1eribir que me nfectn parece etc:&. Esta definición enun1cro los ingredicntett sin explic.or el enig·
tener como fin perjudicar nuestras relaciones. De esto no poseo nin· n1a •transferencia)• del dispo&1tivo autoanaUt¡co. Una vez más. ¿el
guoa prueba; se trata de impresiones basuntc oscuras'" au"'3nális1s"" posible?
. Erocat Jones abre "El periodo Flieu· de su biogralTa de la si·
gu1cnte monera: •Llegon10K nquf a la unica cxperiencio realmente ex· Solwra, en el punto de inflexión de lot1 30 anos, Emmn Eckswin
trnordinarin (•n In vida de Frcud. Las circunstancias de su infancia presentaba un cuadro de largo dota en el que era dificil determinar
aunque sin duda psicológicnmente importantes, fueron en i.r nlisma~ los causas orgánicas y psicol6J,rica.s de sus síntomos: in1poeibilidnd ca·
J>?CO comune8 .. pero no extraordinarias. Para un hombre maduro 1í total de andnr desde la pubertad, problemas dige$tiv08 y di•ineno-
b1~n c~ado y con seis hija.. nutrir una amistad apasionada por al: rrea. atribwda a una act.av1dad masturbatoru1 contumaz. Su ca.so pa·
gu1en 1nt.elcctualmc.nte 1nfcnor, subonhnando sus op1n1onc~ a las de? 16 a ser la piedra de toque con la que Freud y Fliess confrontan sus
e.se otro hom~re. es también poco comun, aunque no cntt:rnmc·nte ex· respectivas posiciones. Para el rinólogo, In~ hemorragias confirman
t~ai\o: Pero hbcrarsc do eso yugo por un comino jamás recorrido por su teoría de los perfodos, In excitación sexuol periódica quo produce
n1ngu~ ser h\!rnano, explornndo, en unu ncción heroico., su propin henH>rragias nnsoles o menst,ruolcs. LaMreglas, es bueno recordarlo,
1ncnte 1nconsc1cnt.e, es a lgo cxtraordínorio en el más alto grndo-5. fueron el punto de partida de lo numerologfo fliessiana. Frcud ncept.a
Sí, todo eso _es extrn1'o y también lo eti el comentario de Jones. al principio e8t.a interpretación periódica, aunque sin ol>tener de la
Para él los ln>• ~1empo6 del drama están btcn delim1tndoe: tenemos, paciente las fechas confirmatorillll. Con el correr del tiempo, opta por
pnm~, el apas1onam1ento: segundo. la dependencia y, tercero, la CU· el "'origen h1atérico" de las hemorragias•.
r~ mediante el ~utoanáhsí3. Yo encajaría lna piezas de otro modo: pa· Hasta entonces Fliess, en estos casos, 80 contentaba oon co.uteri·
Rión/depcndo11culfautoanálisie, son el trípode de la curo. Loe tres fac. zor el cornete en los "puntos genitales• de In narit y aplicar cocaína.
l-o~es articulo~ un d_isposítivo mutativo que permite concluir que Pero el t.ratnm1ento n<>-quirúrgico serfa ineficaz si persistfn In mas·
Flicss fue, ol mismo tío;mpo. el síntoma y el analista de ~""ud. turbación, con eu cortejo de gnetralgiu y dismenorreas. Fhess con·
El propio. Fre~d dice· "El verdadero aut.oanálisis es imposible... vence a Frcud de la conve.n1entia de pract.icar una ope.racidn nunca
Después exphcn: . Puedo analizarme sólo por medio de aquello de lo 1nwntada anta: 13 ablación del comete medio izquierdo de la nariz,
q_ue tomo conoc1m1en~ y que v1ene de a.fuero·, y añade entre parénte· rn 11u tercio frontal. Rcsult.odo: la paciente casi muere de una hemo-
tus, a la m..nncra de ~1~boud: ."<Con10 si yo rucse otro)...,, "'Como si yo rragin nasal y queda con el rostro dcs6gurodo.
fuese otro : nllf se dtbUJO la d1olt!ctica simbólica de In trnn3fcrcncio Fue un "'dCbcuído• quirúrgico:
El aut;<>análisis ct1 impo1:Jiblc ... sin fo~licss Fue Mannooi, trobajand~
la nOCJón d• Supuesto Saix'r de Lacan, quien colocó a f1ica en el lu· Queridfs1mo Wi!Mlm:
gar de annlisla ~e Freud Flieos tiene el oído indiscreto del analista.
El oíd~ de e~l<l n_nólogo fue necesario paro el •análisis originario". La Acabo do recibir tu cart a y paso a responderte de inmediato.
redacc16n de La 11ih!rprekJc161& d~ los suenos coincidió con los dos pri· Afortunodomente comicnto a ver por fin las cosas claros en lo
meros atios de nutoanálisis intensivo. En ese período, la 1'rou1ndeu· que concierne a la Srta. Eckswin y estoy en condiciones de pro-
t11ng e~ el lc~to. I~ Corrupof!de11<ia con f'liess el parawxto, y el au- pon:ionartc un relato que, probablemente, te provocará tanto ho-
toaoáhs1s el d1.spoent1vo que dinamizaba el todo. rror como a mf, pero espero que lo supe.rea tan pronto como yo10.
Joneo~ en el capitulo XIV, dedicado al autoané.lisis, escrioo
"(l~- ) paro resaltar que esa jornada no tuvo fin. Sobemos que La mala n oticia era una muy mala noticio. Parece ser quo, des·
continuaba en J 902~ cuan~o. Frcud ron1pió con Fliess. Para ser preci·
sos, él retomó el nutoanális1s n1ás o menos eRporádicamcnlc pero el
..verdadero outoonáHsis>t tuvo lugar entre 1897 y 1902·1. '
Ftren"i. Tomaba •u contratnu\1(erencia como mote·r ia prima pen la rene.
ID6n. Ya •n 1910 le --'be a l'Aud "1'engo ...-noa ele que o61o por lo dwpo-
•tcióo para un autoa.n.üisi.a permanente, que pe.nnat.I eedarecer loe oonOictoe
La pt':f1'0na que trabajó má.t si.st.emát.tca.mente en &u auLOoná.lisis fue inteñon!e 1in nuxslio exterior, lf!: a.lco.nia una curo definitiva del Mf humano~.

332 333
puél de la intervención, Em1na no mejoraba. Pertistía una tumefac- en el o.llar del amor homosexual casto entre Freud Y Fhcss ..."" $<.'u C<J·
ción local, la hemorragia no cedía y de In herida cmMnba un olor féti- mo fuere, ol trío J."'roud ·Emmn-Flicss recuerda el t.rián.:ulo in.rantil
do do irrigación obstruida . Freud le pidió al niédíro que realiznrn un Freud-Puuline-John . en la csccno vandálica en 106 campos de dicn\<11
drenaje, pero el cuadro no se modificó. Ooo días más tarde lo deoper- de león"
taron t'll la madrugada· había recomenzado una abundante hemorra- La confianza en •u amigo queda debil11.ada, aunque la de Emma
gia, acompañada de mucho dolor. Él y el Dr. Rosanes visitaron a la en Frcud y en Flaeo., por increíble que paN'tca, pcrs18tC mt.act.a" Sí,
pac1cnt.c, y la carta pasa a narrar el dct1natre quirúrgico: IR nefasto cirugía 1nnrea el co1nicnzo de In separación de los amigos.
i..i intenci~n del leal Schur, responsable de sacar In• cartas del ca"°
Persistía una hemorragia moderada de la nariz y la boca, y el Emma a lo luz del día, no fue, conscientemente, d..merccer a Freud,
olor fébdo era muy fuerte. Rosan.. hmpió la zona en tomo de la sino mostrar la ía1'C1nante fuerza de la tran8ferencia Yorquc Janel
abertura, rctarsodo algunos coágulos y luego algo parecido a un ~talcolm tiene razón ol comentar que, s1 bien la censura de est..."\s cnr·
hilo. Siguió tirando y, antes que pudic!semos pensarlo dos veces tas no se justificn desde el punto de vista, digamos, erudito, es fácil
extrajo de In cavidad por lo menos n1edio metro de gasa. Un se~ comprender la omif'ión si n08 ponemos en la piel de Anna Fr~ud Y
l(undo después surgió un chorro de 8Mgre. La pacaenw palideció pensam00< en térmmos de candad filial. Esas cartas .revelan ':"'ªfolla
con los ojoe dNencajadClll y sin pulso. ' caractcrológica en Freud que lo lleva a decir, dcspuéo del ep1sod10 de
la gasa, •¡Pensar que es~ accidente s~cedi6.co_ntigo1"", ~o~ lo cual el
¡Medio metro de gasa! Freud se espanta: 6
~nfosis pasn de la tragedia en Rí ol destanotnrao 1atrolf('n1co .

En el momento en que aalió el cuerpo extra6o y vi todo claro ... Una carta clave, por most.ror la ambivalencia en nt.odo naciente.
me 1nvad16 un mareoª" ~1Jentras taponaban la hemorragia 1 com tiene la f<'Cha del 29 de agoste de 1894:
o la habitación conti.gun y bebí una jnrra de aguo. La buenn Frau
D,oktor (prob~blcmcntc In Dra. Thcrcsc ScMcsingcr, hermnna de Qucridisimo nmigo:
Emma) me dio luego uno copa de co~oc y rec:u~ro n1i á.nimoti.
81tn, esto es demasiado. ¿sen\ que va.a a transformarte completa·
Y ociara: mcnt..c en pu8 para mi? Al d1nblo con u.ns cirugfa t.ras otra; ¡acaba
con coo de una vez por todas! (...] ¿Dime, qué puedo hacer a wdo
No fue la sangre le que me abatió: pensé que habíamos cometido esto? Quisiera ser un '"doclor", como dicen, un nu~dico Y un gran
uno injusticiR con eUa Emma no ero anormal en absoluto. sino cu.r odor para entender en HO& asunlol y no dejarte en manQtll ex-
que un pedazo de gasa con yodoformo se deo¡¡aml mientras la tra.ñas en esaa circunstancias. lnícl1zmente no eoy doctor, como
Op<'robas y hobía permanecido alH durante cal.Orce díaa 1mp1· bien sabes. Tengo que confiar en ti en cuanto a eso, como en todo
d1cndo la cicotrizoción .. .12 ' lo demás· necesito wner In esperanza do que sepas tratarte y ton-
gos tan~ éxito en tu propio coso como con los otros casos (inclu.si·
El caso Emma E<:kstcin, como la hbra de carne en el Mtrcoder ve el mio) 17 •
ch Vtntt-10, pesó en la.s relaciones eotre los dos hombres. Freud se
aprewura a asumir la culpo por la nefaat.8 iniciativa. •No sé 31 debo A.nt.cB que nado, existe una cierto exageración moternal, que di·
atribuir a es!<> caso deprimente e l hecho del estado de mi corazón ... simulo rtloctivamcnt.c una rabio. amoroso contenida. Freud se sentía
Volvl a tomar estrofnntina (especie de digit.alinal pura wner un pulse culpable porque, nuevamente, como cuando ~artha l_o siguió n~ mon-
menos débil... El humor y la energía están muy o bos""· Una nube te Rax el matrimonio Freud salió de vacac1ooes mientras Flies.s se
cubro la relación Por un lado, Freud censura veladamente a F11ess opera~. En efecto:
pero lo quej~ es neutralizada por el elogio: 'Para mi sig\Jes siendo eÍ
n1éd1co, el tipo do hombre en cuyas n1anos se puede dcpositnr con No estoy ni un poco ansioso por ir u J..ovr";nO! pero ~1.ar~·º' que
confionzo la vidn de cualquier persona de In famHia"'. Anzieu intcrvie-- tan raramente desea alguno cosa, esta vez U\S1stc en el v10JC y en
ne mclodramálic.omente: •Emma, virgen sacrificadn y ensangrentada hac<'rlo de esa manera 1~
Do alli la presencia de sentimientos de culpa mnl disimulados, y
una nuevo exageración:
2. &ic..e fue el primer deel))ayo de Freud
334 335
L&s personas de carjctor no deberlo.n morar; pAra nuestro dl'"· cas, que me parecen 1nveroslmiles. Goethc murió en _1832. Como
canso, necesitamo. de muchos como tú. Cutnte te debo: consuelo 8U ataque cootra el oeftor M ... tiene que habo,.,... reahzado antetl.
"?mpre':"'ión, estlmul'! éO mi soledad, ..,nlido dado a Ja vido
c1as a ti y, para terminar, la propia &olud que nadie más pod(R
gro: el ectlior ~!... debia entonces ser muy joven . ~1l• parPCió ,·erosim1I
que tuviese dieciocho at.01. No sé bien en qull nr1io estamos. y m1
darme. Gracias n tu ejemplo adquirí intelectualmente Jo fuerzo cálculo zozobra en la ORCuridad . El etaqur, dichn sea de paso, IJC
de ten~r confianza en nli j~icio y, aun cuando estoy aislado, pero encuentra en el bien conocldo artículo sobre In ..Naturaleza"', de
no de ti, enfrentar, como ro, con gran humildad, todas las dificul· Gocthe" .
tades Que el futuro quícra traerl9.
Frcud enfatiza que el proceso formal que prc•ide In elaboración
De pronto hace •u entrada el cáncer: del aucño se fundamenlt\ en el mecanismo de invt>r8ión ·Es absurdo
penRar que Goethc pudiert\ vilipendiar al jovrn. ml<'ntras que cabe
IEI trabajo) es una especie de tejido neoplAl!ico que se infiltra en amaginar que un jo\1cn oto.que a Goc:the, qu~ es un 1nmortal""?S. .
lo ~umano y finalmente I? sustituye ... En ma cnso el trabajo y laa Frcud aquí se ttficrc a uno crítica a Fhese, pubhc8da por alguien
act1v1dade~ lucrabvaa coinciden; me tr:\n1formé completamente muy joven: en e1 suei\o es muy joven el criticado.
en un carc:~noma. Al nooplasma en su estadio de desenvolvin1icn- Por eso este sueno puede ser interpretado como un liberador do
te más reciente lo g~sto beber vino. Hoy 8-0 espere que yo vaya ni pult~ioncs cuando la ~ronsrcrcncia con .F~ies.s co1~licnza n deelinar. El
teatro, pero e~ ca ridículo, como una tentativa de hacer un injer· supuesto saber lliess1nno puede EM?r cntacodo. S1 cmple:11~1os l~ suc·
to en un carcinoma. Nodo prende en él, In duración de mi vido i\08 d~ Frcud, a la mancrn de Anzieu, como una M!'tucnc1a de titulo-
l<lrá la del ncoplasma20. ...,. que presentan loo adelonl.08 en el autoanálisis, cabe decir que el
aueilo de Ja Mooogralle BoUlnico se explaya sobre el problema autee-
Siniestro PIS'IJO desde el oprts coup de au histeria Pinta vivido· rólico de la cocaína, m1entm1 que el sueño de la Críhca a Gaethe ha·
mente el "•íntboma• creador del cual habla Lacan. Hay un hervidero ce referencia e las constcut ncias de haber ""1.rob$,jodo" su transferen·
do ideas nuev_~, esparc.1das en cuadernos, cortas, borradores, trozos cia con el rinólogo. No en vano 1898 es el afto en que el proyectado
de i>:'pel, rem1tid08 .ª Fheu .. Era un crisol compartido, y Freud alentó texto sobre los sueños comienza e peñ~arsc en forma de libro, bajo la
n Fl1css .ª que pubhcnra su informe preliminar &Obre la neurosis no· ..erección permnncntcr de su imaginación. Por ol.rn parte, .Freud bien
1'.1\1 rcfl~JO,. leyó el manuscrito, sugirió alterocíones y propuso incluso puede ser el joven que critico Gocthc, el cual, COI\ su opócnfa Oda a la
In pubhcac1ón de un ensayo en común. Naturaleza, lo llevó a tomar el rumbo que tomó ...
. El aislamiento, como vimoe, es un leitmotiu en la corresponden-
cia, eobre todo en l"" primeros ai\os. As!, en la carta del 25 de abril do La ruptura se prodUJO en Achensre, en el vernno de 1900. No sa·
1894 Frcud habla de una "calma chicha" cicnUfica y oociaJtl que lo bemos exactamente qué ocurrió. La vcnlón ulterior publicada por
cercaba; en.la ca.r ta del 21 de mayo dice: "Ectoy ball1aote solo aqul en Fhess dice que Freud lo atacó violenta e inesperadamente, "lo q~e pa·
la cluc1dac1ón de las neurosis. ~fe consideran como una especie de rece muy improbable•, e8tima Joncs. Según Porgo, !'hess llegó '!'el~·
monomaníaco ..."'22; en la carta del 22 de junio la misma que mencio-- 80 o temer por su vida". Otro. versión narra que Fhess respond1ó a1·
na la prcparació~ de loa Estudios, agrega: ·eásicamente, durante el rodomcntc a algu.n a8 crlticoe a las leyes periódictt.s, afirmando que
dío entero, sólo pienso en las neurosis ..."23 Froud lelo sus propios penoamiontos en sus pacientes. Freud proye<>
. Un euct'\o marca e l comienzo del nn do In transferencia con torio su ldcario personal en el planetario universal de lo cultura.
Fhcu. Al volver de la cnmpaila priápice, cuatro semanas después del ¿Cuál fue el motivo? . . .
•u.eilo de le Monopafla Botánica, Freud tuvo el siguiente, que co· E8 pooible, seftala Jone8, que haya sido prec1p1todn "por une de
m1e~z.a con una advertencia, ya que •se trata de un sueño absurdo la.s raras vlsitas de su hermano Emmanuel.. a Viena en la Pascua,
que Juega con números"; algunos meses antes¡ IU 8Í~CÍÓD invariablemente lfmpida por ~m·
manuel debe de haber sido contrastada con la cada vn más ambava·
El sehor ~f ... , de mi conocimiento, fue criticado en un artfculo por lente actitud en relación con Fliess""'. Joncs no explica de dónde VlC-
Goethe... con una violencia injustificada, según nuestra opinión. no esa idea, pero, siendo osl, resulta de interés que la mencionado
El •.eñor M ... está naturalmente aniquilado por este ataque. Se visita de Emmanuel estó consignada en In memorable carta de la
Q~CJa amargamente ~ los comensales; su voncrnción por Gocthc, placo de mármol, o sea cuando él emplaza su propia placa e~ el lu·
ffln embargo, no ha sido afectada por esto oxpcricncia personal gar de la que le hobla destinado a Fliess por su íutura 1nvenc1ón an·
Yo procuro entoncoa esclarecer un poco las relaciones cronoldgi· ticonceptiva.

336 337
Fhe88, en eu libro Por 1ni propia causa, en lu dlsputa por el ..robo memoria: hobía sido exoct.nmente como mi aJnigo intentó hncér·
de ideo.e... con \Vciningcr y Swoboda e. indirectamente, con Prcud. es- meto recordar 32.
cribe lo 81gtuento·
Píennang y Fhess tomarán este pasaje como prucbn de uno •in·
Con Freud tuve frecuentes reuniones científico en Berlín Viena tenc16n de apropiación indebida por parte de Freud•. El tortuoso de-
Saliburgo, Dr.-sde, Nurembcrg, Breslau, lnnsbruck Ln llltim~ sarrollo del cuo. vuJto en cámara Jenta. envuelve variOI pase.
fue en 1900, en el lago de Achensee. Esa V<.. r...,ud .., comportó Primer paJO En 1900, Hermano Swoboda, en el d1v4n de ~ud,
conmigo con una \·chemencia que era inexplicable Oe~pués de .., 1111Alrp...,18do en funaón de la "disposición bisexual de cado M'r hu·
una lnrga dt1cu8ión, pude darme cuenta de que la animosidad mano·. E• máJ que probable que F'rcud le haya expuefito IM ideu de
~raona..I contra mf provenía de la envidia•. Flieu con ci•rto dctolle. Ese mismo día, Swoboda habla del uunto
con su amigo Otto \Veining-er.
La violenta disputa de Achcnsee fue el final i""medmble de esa Segundo po.o. Otto Weininger publica en 1901 su b..r.stl/cr Stxo
relación. Fin du lot ·Congresos"; nunca más se encontraron Freud. y caráctu, libro que rápidamente adquirió el ••tatuto de ob¡eto do
por su porte, no podfn creer que una amistad Lan voho3n hubiera culto. Este JOvcn judío de 23 años, convertido al cristianí81no, que de·
realment" acnbndo. Ournntc más de dos aftos continuó cmpc~ndo en testaban lo• judíos y lrui mujeres por ib'll81, se suicidó e n Vieno J~
roporor In frocturn, ounquo rcoonociendo que el antiguo intercambio incscs dci;puétt, de un tiro en la cabeza, en la casa de Ooothoven. Wc1-
..c1.c1~tlfico".YO no podrf.a resucitarse. LJegó inclu!KJ a proponer que cs- ningcr habla mostrado a Frcud el manuscrito de su 1ibro, pcnKondo
cr1b1cran Juntos un hbro ttobrc la biscxualidad Wnlo favorito de en conseguir editor. A Frcud no Je gustó el libro, en porticular el cap!·
FHc••: J;;J •e encorJ(nrín do la parte cünica, y Fli""~ de la onntómica y tulo sobre lo historio
biológica. P"ro éste fue inílexible. Sospechaba que éoa ern unn trnm· Tercer pallO. En enero de 1904 Swoboda le env!a o Fliesa •u libro
pa do su ex amigo para quedarse con una parte del botln. Ln corres- Los pulodoa del 0111011i1mo humano y su significación bíoldf¡ico y psi·
pondencia restante sigue siendo superficialmente cordial, cotti afec- cológu:a Fl1c.w aprl>cia la obra, y le envía al autor unn carta om1s~
tuosa, aunque trota de banalidades. La úJtuna c.nrta et un billete de sa. ·~11 má• cordial agradecimiento por el envío de e11t-e libro cauti·
condolenc1ns de d1c1emb"' de 1902, por la.hi¡o de Ido FlíCM, que ha· vante que brindo un eaclnrecimiento original del problemo de los
bfa muerto en el parto; "Entre todos los llpoo tcrnbleo de calamida· per!odO<l-oJ. AdemM, en esa carta habla de Freud, comenlarldo quo
deo, ésa ..,, a fin de cuentas, la prueba men05 severa de todaa..... Ln "tuvo uno d1'pula con el Profesor Freud, que niega la 1nfiuencio de la
muerte 1nícliz de una criatura, eomenta Anzieu. coincide con ta muer- periodicidad....,..., loe fenómenos psíquicos". O sea que, para Porge, al
te de una amo;tad•.
El affa1n del plagi.o de Freud, Weininger y Swoboda, imputado
por Fh..._, puede considerarse un epilogo infausto como fin do eaa
pnncip10 Fl1cu tomn a Swoboda como posible aliado3'.
Cuarto pMO. Ocl>ido en gran parte al éxito de Suo y conlctu,
nombrea de We1nlnger, Swoboda y Fliess comenzaron a 8Cr relaciona-
'°"
!'nUBtad. Elite ruiunto, complicado y tortuoso, tal vez se comp...,nda me- dos por el pllbhco. Aparecen una serie de art!culos en el Nt~r Wttnu
¡or partiendo do un pasaje de Ja Psicoparologla de la uido eo1«110110 : Tageblatt. El tcmn eot.á de moda; ellos son los Tres Mooquctcroo de lo
Bisexuolidod.
Cierto dfo, en el verano de 1901, hice Ja siguiente obacrvacidn o Quinto poso. Flicss, en 1904, finalmente Jcc á \Vciningcr y se
un amigo con quien, en la época. acostu1nbrobn tener un inter- at.Elrra al encontrar sus ideas sobre la periodicidad y In bíscxuolidod
cambio activo de ideas científicas: "Esos probJcmoa de loa ncuro- plagiadW! o ciclo abierto. Consternación.
8Í8 sólo podrán soJucionarse si nos basamos totu l y com plctn· En esa coyunturn recibió Fliess la carta de Frcud del 26 do nbril
!'"c~'? e'! el presupuesto de la bieexualidad original del de 1904, en lo cunl, deepuós de invitarlo a participar en unl\ revista
md1v1duo . A lo que él respondió: "Eso fue lo que yo te dije en que planea lanzar con Adler y Swkel, acota:
Breoluu hoce d08 •~os y medio, cuando dimos aquel paS<?O por la
noche. Pero en ese momento te negasw a oír hoblar del ••unto• Tienes que haber recibido un trabajo del Dr. Swoboda, del cuol
Es doloroso que se nos pida de esa manera que renunciemos o soy, en máR de un aspecto, el inspirador intelectual. aunque no
nuestra originolidod' 1• desearlo ""'el autor"
En un pnmer momento Freud no recuerda esa cooversoc1ón, pero M'• que una gota de agua, eso fue una espoleta Swoboda era
un d.J"'-tpulo de Frcud. A partir de ese momento se for:ma un nu~v.o
··· en el l.ranscur$0 de la semana todo el incídcnto volvió a mi trill.ngulo,°'ª vez pen.eeutorio: Freud·Swoboda-Weininger S.. 1n1·

338 339
cin entonccg unn viva polémica sobre prioridadel'.l y en 1906, A R No 8-0 tti FhcMs rcltba1ó o estuvo cerca. Seo como íuctc, 4.'SC pnM-n,¡e
Pfcnn1ng•. •un periodista amigo de Fliess'", segun Jonea. pero en rca- tiene a su vez un eobor freudiano, sobre todo t:Ji sabcm08, grncina n
lídad el d1~tor de la Biblioteca Real de Berlín, redacta un pan neto
insultante contra Weininger, Swoboda y Freud, titulado "Wilhelm
Porge, que la fr•••1obre los egipcios es de Kepler, lo que recuerdo
ese po..st\je, un poco mcgalomanfaco, del propio Frcud, en el que 11e
~I~~ y tJUt lmitadores• Pfenning sentencia. *No nos compete abnr compara con Copfrn1co y Darwio, aunque la comparación sen váh·
¡u1c10 aobre como usó el proícsor Freud su amistad con flicsa Sólo dnlf_ Esto nos remite, en Unea directa, a la siguiente pregunta de
queren>O• se~alar que el profesor, después de negar que Swoboda Mannoni· •;.Por dónde pasa esa linea sutil que separa el delirio de
fuese duscípulo euyo, se encerró en mct1culoso ailencao sobre el Flicss del •ab(,r de Freud?"'º "•
asunto principal (su conocimiento de la obro de Weininger antes de
su pubhcaciónl, en una actitud que sólo puede aer cahfiC8da de cfni
ca"... Finalmente Fliess publica extractos de la correspondencia de
1904. NOTAS
Frente o e•n acusación de indiscreción, Freud do rodeoo. Admito
que habln comentado la bisexunlidad con Swoboda durante el trata·
miento; ese tipo d<' COfftl8, escribe. es corriente en tod08 loe ont\lisiH. l . Curt.u de Frcud n Fliess del 14 de agosto de 1897, C<JrN!l/XJ1td~11c1a
Swobodo le hnbrfn 1>nsndo la información a Wcinin¡:er, en lo ~poco, Srll"'"'"' /lh!ud \V1JJ1elrn Fl1ts1, 1986. comp. de J. 1\.1. ~lu.tieon, Jinngo, H10 de
preocupndo con ol problema de la sexualidad. "El exti nto Weinini¡er Janciro, pt'1", 262.
2. J)idicr Anricu, A aut<J·<u1dli1e dJt Freucl e a de1eobt•r10 da pstrnridl1se,
ero un lodrón con uno llave que encontró por nht" f'licA.3 no se calmn. 1989. Arte• Médico•, P<>rto Alegre, pág. 137.
Un nn'\igo fnti1no Jo dijo que \Vcinioger le habtn 1nostrndo el 1nnnus· 3. lbíd
crito de Sexo y cordcter a Frcud, sin que éste le advirtiera que ctotobn • Cartu ele Preud a fhess del 20 de octubr~ de 1895. Corrt1/X)ncllncu1
por cometer un robo intelectual. La fea historia se nrrft..14tro S1gmund Jo"'rtud \V1Jhelm Pl1t1111, pág. 1'47.
Esto.mM en unn historia de delirios. con y .-in comillas. Los céle- 5. Emee~ Jonc•. A ci1da to obro tú Sigmund F~ud. 1989, Río do Jonei·
bre11 delirio• de Fhess, a veces son "deliri08•. Depende dcl contexto ro, lmogv. l. M m
Jonc•, Schur, Robert, Gay, por una lado, hablan de un dclano para- 6 Corto de •'reud a fheu del 14 de l\O'\'Íembre de 1897. C«tw1pondin
001de en relación con este tema del "robo de ideas• Tod08 ell 08 m'5 cia S¡gmund Ft"fud-\'t'il~lm Fl~. p&g. 282.
Roazcn, W1ttels y Ant1eu, dejan entrever aquf y alld., la preeenda de 7. 1bod • pllc. :la<>
clugpaa "delirantes" en las nociones de perioclicidad y en la numerole>- 8. J Loplanche 7 J .-8. Pootahs, Dittionano depacoa.o/,.,., 1981, B."·
gia ""'""'ºna en general. El propio Freud seopondria totalmente a ~º""· Labur. ""' 39
9 O.d1t:r An1.1cu, op "''·· páp. 73-4.
esta 1n.srnuación. El, do hecho, sólo percibió el dehrio en las márgenes
del lago Achensee. Pero habla claramente del delirio "'" comill1111. En JO Carta de Freud • Flieu del 8 de mar~ de 1895, CortY1Pondinc1a
Si¡¡mund rrrud W1/helm 1'11-.1. pác. 117.
uno ~arto a.Jun¡¡ C1! explícito.: "Mi ex amigo Fliesa desam>lló una pa- 11. lbíd
ranoia horrible después de hbrarsc de su afecto por mf que era sin 12. lbld.
dudo con8idcrnblc.,,.. ' t3. Carta de •'reud • P!ieM del 11 de abril de 1895, 1bld., pág. 125.
Ahoro bien, ¿íuc un delirio o un ..delirio"? Hay un paeajc en el 1<4. t.torinno KrOll, Sig,.,aund, fils de Jacob, 19791 Porí1, Otdlimord,
prefocio de lo segunda edición de Por mi causa que recuerdo la Oori· pág. 1115.
do paranoia de Schrcbcr: 15. 1'.:t1tc LCrnn ª" Lrat..odo en del.O.lle por titax Schur en •Sorno 1&ddit.ionnl
•Doy R~tulut•" o( th~ *Spttin14rn drec.m o{ psychoanaly1i.1•·, en />6Ychooru1ly·
No me preocupa que mi obra sea leida ahora o •ólo en e l futuro. tis - A Criu1eml l'1yrhol<>lfY, 1966, comp. por R. "t.
Loowanatcin, L. r.t Ncw·
No me mcomodn aguardar un siglo allf donde Oi08 aguardó seis man, M. Schur y A J . Solnit, páp. 45-85.
milª~°"··· Robé el tesoro sagrado de los egipci08 Me l!Ometo a mi
cólern 1agrada 38 ·•.
• . .-lif'll luchord ha~ta au muerte -en 1925- para boc:er ~nocer 1u
teoría de'°" biomlmos. No dejará tampoco de int.ereaane por ti petcoon4Ja·
1ia, y 1u hUo Kot>C'rt. nacido en et mis:mo mes que AAna Freud, lltpr-6 a aer
3. P»'l'I ..,. •""" quo la cita de loo -=rei... . , . _ .. de ~pl•r y que un eonoc-ido pi111coanah1ta \'emoe to.tonces que Jos hijol de O~UC'r y •11ea,
•nu a!ltra" l>U'<I• ~·un a«o fallido (Erik Porge, Vol d'idho, 1994, L
Anal}tlque. Pari1. ¡wig 118).
'P.,._ amboe JlamadOI Robert. permanecerán ctrea de Freud, lo que t.el ve& Mble
de la buena vo1untad de k>I pedrw para con el ex amiro.

340 341
16. Janet ~lalcolm. In tlac Fnud Al"t'hu.ti t• , 1984, Nueva York, Knorr.
l'ie· 48.
17. Carta de Freud o F11... d•I 29 de apto d• 1894, eon.,,,.,,..un<io
S11mund PMU1. \V1/h<lm Plr<u, ptl¡. 95.
18. !bid.
19. Co11a do Frcud e Fil... del l" de cn<ro do 1896, ibíd., pág. 159 CAPÍTUL020
20. Curto de Frcud • ~ire.. del 19 de fübroro de 1899, lbíd., p.-lg. 345-6.
21. Cort<l de Frcud o Plic.. del 25 de abril de 1894, lbíd., pág. 69.
22. Cllrt<l de ~'reud nFlle11 del 21 de m1l)'O de 1894, ibíd., p:lg. 74.
EL LIBRO DE LOS SUEÑOS
23. Carta de Frcud n Flic111s del 22 de junio de 1894 1 1bkl.• pág. 86.
24. SE. v. p<1g 439
25. SE, V, pclg. 440. A medindos de ¡un10 de 1899, Freud env!a a •u amigo una carta
26. Erik Por-ge. Vol didtt•, 1994, l.'Espoct! AnalytJque. Pan.s. ptig 135. reveladora Comienza con una referencia a esa tmnsgresión que fue
27. EmutJo,_,op. <11., I, pág. 316. su trnb!\)o "Sobre los recuerdos encubridorell":
28. W1Jhelm flie.e, In t~ntr Sagt. CH!gtn Otto M'tin1ngtr und Her·
monn Sroobodo, 1906, Berlín, Emil Goldschmidt Los •Recuerdos Encubridores• están en Jeno. con Ziehen; cl vino
29. Carta de Frcud u f•liea del 7 de dicicntbro do 1902, CorresJ>0ncUrtcu1 llegó y está dcscaneo.ndo, conforme a tus instrucci~nes, ~ro ol
S'¡¡mund Freud·H'ilhtf,~t Phess, pág. 459. (libro del) sueño está tomando forma. de rcpcnt.c, son motivo es·
30. Didier Arudau, O(). l'it., p~g. 408. l)<'<:ial, sólo que c•tn vez conflo en él.. Decid( que ~o puedo usar
31. SE, VI, páp. 143-4
32. lbíd.
ningún disfraz .. . pues no soy Jo suficacntcmcnte n~o _como paro
33. Erik l'orgt>, op CI/., pág 77 reservarme mi mejor hnllnigo y, probablemente, el umco du_rade-
34. [bid., pág 78 ro. En este dilema, me comporté como el rab1.no de la historia del
35 Corta de freud a ...,1eu del 26 de abnl de 1904, Corrtspondin~io gallo y de la galhna 1
S1¡¡mund Pr<ud·Wdh<IM f11<u, pág. 402.
36. A. tl Pfennin,g, W1/lt.tlm Preud und «tlMt Nochtntd«Mr, O. \Vt'"'" Ser o no ser. Jugar limpio. mostrar la cara, cueste lo que costare.
gtr und H. Swoboda, 1906, citado por Vioccnt Brome, F~ud on.d has enrly Lo historia del gallo y do la gallina es ejemplar:
ctrcl~: th~ s.1ruutaof1>81Choonoly1i•, 1967, Londrce, Hoinemann, pág. 12.
37. Col1D. de Frcud. Jung dcl 17 do fobrcro de 1908. mud·JU"ll· c .. El matrimonio, que crn ducfto de un gallo y una g~llina, resolvió
rnt1poncl4nci.o C<>n1pletfJ 1 1976, IUo de Jnneiro, t1nn¡;o, pi\¡:. 166. celebrar los dfas santos asando un ave, pero mnr1do y muJer no
38. Wilhelm Fhee.a, op. cil. conseguían decid.iM!C !!Obre a cuál de los doo motar y, en la duda,
39. Erik Por¡e, op <11., prlc. 118. acudieron al rabino: "R<!bb<l, ¿qué deb<lmos hacer?. Sólo tenem~
40. Octave P.lannooi. •L'enalys.e originene·, Cl~f• pou.r l'imogin<.u~ ou un gallo y una galhna Si matamos cl gallo, la gall!"a va a monr
l'outrud,,.,, 1969, Pana, Seull, pdc. 117.
de pena, y si matan1oe la gallina, el gallo va a monr de pena. No
obstante queremos comer un ave en el dra 1anto; cnt.onces.. ¿qu6
vamos a hacer?" El rabino dice: •r.taten el gallo•.

El matrimonio no se confornln:
"Pero en ese caso, Jn gallina va a morir de pena."'

El Rtbbe responde

-Sr es verdad; entooca maten la gallina."


·p~ro. rabino, cJ ga11o va a morir de pena."

El rabino concluye:

-V bien, ¡que muero de pena!"2

342 343
E~~~ !'.1áoc que la fórrnula charcolutna segun In cunl, parn hncer convertirse en unn psicologfn de las prorundido.dct1. Desde cnton·
uno Wrt1lla rl faut c'!sscr dtttt oe._uf~"· Apu~sta radicnl: privilcgil'l ('I de- ces lo toorfa del Kucño continuó siendo lo que hay de m.U, corocte·
seo por sobre cuolqu1er rcmord1m1ent.o S1 eso c11 lo que quleres. bús- rfstico y más ~ungular en In joven ciencia. algo que no tiene con·
calo Ln apu..ta •• alta; el ne..;¡;o, grande. Uno no puede do""' el lujo traportida en el resto de nuestro saber. una porción de t1trra
de <.¡4·r roba~c y dt'.J¡'lr que su obra mu<:ro. Por olm parte, por primera nueva, conqui~lAda a Ja creencia popular y el misticisn1o8.
Y tnl vez unrca vez, Frcud reconoce su culpa por el dh;fraz de "'Sobre
l!'s rC\cucrdos encubridores"'. En su libro la intcrprttación de /ns suc· La p•icologfn de In• profundidades vislumbra In dimensión obi·
nos, N hará lo que hay que hacer: sal del almo Aquf tenemos el eje teórico y programático, en reloc16n
al cual .e configura todo el re•tO. El titulo, aun más en •U alemlln lo-
Eata \º(!'Z abriré camino n la futrza hnsta el fin Ninguno d<' mis cónioo -Trauntdeutt111Jt- sucnn provocativo, como un sortilegio wag·
otro~ t.rabrvo:ot fue tan co1npleta1nenlr 1nío, m1 propio montón de neriano.
r~l1ércol, 1n1 nrbu!litO y, con10 culrninación. unn nuev;.l csp~cies Pero La interpretación de lo8 sueñQS no RC hmlt.o. a los suenos.
nu/u·' Fasc1na como autobiografia. por IK'r casi ~nndalosamente sincera y
-¡oh paradoja!- férrt"amente hermética. Frcud ratifico el aforiemo
"Cuál era t"I ponoramo P~' al final dPI siglo pa11odo? Cunndo rl jo- "Schnorrer• de Oscor W1lde: "Si quiere ser diocret-0, d1gnlo 1-0do".
ven Y dcs~onoc1do Bleulcr HU~tlluyc n Forel en C'I célebre so.nntorio Pclt!r Gay co1ni<:1nzt1. su biogrnfia sct\olondo u.na nnomalía ('(ilto·
Burgholzh, en 1898, la hi•tcrin y el hipnotismo c•l•bnn en baJn, y con rinl. e•tc libro, publicado el 4 de noviembre de 1899, lleva en la porta-
ellcl6 ti<'"..evapor._lbn 1~ famn de.• Charcot. l ••_'\ p31abrn d1."'I día era •p..,ico- da la fecho de 1900 Un caso de posterioridad bibbog«lfica. Pero el
teraptd ~·enft·ld le dedtcn. un ext<>n!W> capitulo a Ja relación médi- s1mboluuno es obvio. El '"Libro de los Sue~os• era "'producto de una
co-pac1~nt:e. Y d1¡.;t1~s.,rue vario~ tipo~ dl' trrapias mt•ntales: girnnl\st.i· menw moldeada en rl siglo XIX que se volvió propicdod -amada, vili·
ca, ~ugrstava, C'n1ot1va y e l m(ltodo de Brc.•ucr·Frcud. pcndiado, pero inseparable- del siglo XX1 •
Jnnrt publicó su best·s~lh•r psicoló~1co Neul'0$1A r ideos fvo.~5 en Aun en la primero edición, el texto prcacnta las idcM psicoonalf-
1898 E•te hbro presenta lo• casos cHn1c"" má• fomosos (Marcclle bcas fundamentall'l! el complcJO de EdJpo, el trabl\)o de la rep1U16n,
.Jushnc Y ~ch1llc,, el J>O!l<!(do por el demonio). En Jo cnciclopcdin d~ la lucho entre d"""° y defensa y un rico material clfmco. Además de
Albert. Roban, ei;i: autor ~pa~, con JURLn razón, como el mayor tera· una manera cervantina, aparecen vividos esbozos dcJ mundo médico
peuto de Europa . Otro hbro importante de fines de siglo fue el de AJ- vienéll. •C-Ontemplnmcs la sociedad austrfncn, otravesodn por el anti-
b<!rt Moti, Investigaciones wbrc la libido snua/7 , donde se postulo la semit1sn10, mientras los intelectuales degustaban 1trodels en loe ca·
evolución ontogen<-t1ca del 1n11.t1nto sexual, una e\•olutión semejante a fés con ¡>arOOes rev.,,t1das de madera oscur•"'º· Y, como broche final
la po.tulada por Freud ""'JX'Ct-O de la p<'rd1da del olfot-O en el hombre de esa opera pnnra, tenemM el monumental capftulo Vil, con su po-
como consccucnc1n de la posición erecta. tencia tl"'6rica y su seca lucidez.
Lo "novelo psicológica• estaba de modo y el caJ!<> Drcyfus, grocins Como dice Roudinesco, "'Este libro es una novelo moderno que
a Zolo. 11c leía como una novela. Antes d~ 1900, ninguo conflicU> im- combina el diario fnhmo, el relato psicológico y la autobiografio Se
portante cont.urb.aba el continente euf'Opt'O. Tod... 18" luchas se libra- ascmcJa a la empresa prousbana como busca del tiempo perdido, a la
ban en I~ penfena. la ""'ist<:ncia de lo• llóers, la Guerra Chino-Japo- cpopeyo joyceana en términos e•téticos y n la dramaturgia brechtia-
nesa, In •nvas1ón de Cobn, nsí corno lo. revuelta de Jos jóvenes y na por In técnica del dista11cian1cnto"ll.
crucle~ Coronclet' 1'urcos. ¡Y, olé!
• El año 1900 fu1• particulormente snn¡:ricnt-0. La rebelión en Su- De hecho, conviene recordar que, luego de la apanción del Pro·
d:ifnc3 no ama1noba, en Pcldn las emb:\Jndas europtas continuaban yodo, Freud entra en un periodo de máxima turbulencia· el Pulodo
s1t!adn" J>O.r lo!t Boxc·rs y se comenzaba n hablar dl•I '"peligro nmnri- <kl Capullo. El climn febril del Proyecto se repite: "En estos último•
ll~. _Etie m1~mo ~r\o del nut·v~ siglo. mucre Nicti.schf.1 y Plank creo In días tuve toda suerte de buenas ideas porn presentnrte, pero cllns
frs1c,1 cuántica .. En IA cncruciJt'ldA, Lo t11t,•rpretac1ón <le lo.s sucrU>Jt e-; vuelven o desaparecer. Es prl"Ci$O esperar la próxinu1 ola que los
~~~t•rdndero pavot.t:· teórico. históric.o y biográfico. Fttud escribirá en traerá de nuevo"" Ln obra puede morir en la playa Pero luego 1-0do
comienza. a encajar mágieam~te. Se da un gran paso con el reoonoci·
mient-0 do que el tteuerdo del •amor a In n>ndrc y los celos por ol pa-
IL~ Trou1.n~t·utung) ocupa un lugar pnrticular rn lo histor'i:. del dre" ero 1nucho más que un rwgo personal de Freud. Asr universaliza
ps1coanáhs1~. n1nrca un hito principal· allí el análisis dio un pn~ una groo intuición,,. '"La pasión por la madre ..... apnrece por primera
drc1~1vo, que lo llevó de M>r un proct'd1miento pt11icotcm~uhoo a vez en la. correspondencia con Pliess, en el otoño de 1897 Ahora, en

344 345
L<i inttrpntaci6n de IOI 1ueños, él la refina •in
hablar todavla del onlnco Una era el simple hecho de que los sueño.. aparecfan cada vez
Ed1po como compl<:¡o: "Edipo, hijo de Layo, rey de Tebas, y de Yoca•· con mayor frecuencia en el tt1ato de los pacientt..'8. En segundo lugar,
Ul, fue abandonado de cnnturn, porque el oráculo le había advertido n teneme>1 su experiencia psiquiátrica de los estado8 alucinatorios. en
Lt\y~ 4:1ue ese niño ~rín el asesino de su padro·1• De esa manc.ra, el los que el••pecto de rcahiación de deseos esUi con frecuencia prc&en·
p~mc1da oracular entro en el capitulo IV, que trota de los sueños tJ. te. E•to fue descrito por Mcyncrt en relación con la condición que él
~1c?s. ~quf ~ab~ con~ig~nr, siguiendo o Luplonche y Pontalis, que dcnon1innba ..amcncin" 111 •
Froud. en n1n~un trnbn.JO presentó uoo exposición sistemático del Además tenemos los '"exposiciones mierdológiens", escritas poco
<O?>Pl~o de Ed1po. Eso falto de lugar C8P.,"'Clfico se produce con Jo ubi· después de que envinro n Fliess el Manuscrito L, donde habla de In
cuidad de las ideas básicas de una ciencia"l6 renliiaci6n de deseos y de lo nrquitectura de la histcrin. Las •cxposi·
. Fre~d '."' habla intcrcaado por los suellos dC<lde que tenla memo- c1onc• mierdológicas", dcsgrncmdnmente perdida• en In segunda ho-
nn de s1 m_1smo. Abundan las referencias onfr1ras en las fraguas de gucro. gon, por su intenc16n, una prolongaca6n duuta del espíritu del
la Acade~1a EspaJ\olo Dos &emanas después de haberse con,.ertido Proyttlo:
en su ºº"ªº• Freud Je e~nbe a 1-tartha· "Tengo sueños descontrola-
dos. Nunca sueño con cosas que me preocuparon durante el dfa a lo l loy te envio la N" 2 de los exposiciones drteklog1oche l"mierdoló-
Rumo con temas que fueron tocados uno vct en su transcurs~·1 y bricns", sería la traducción htcral), unn publicnción intcresnntisi-
de~pués ~esaparecicron,. 1 8• Un año más tnrdc, mencionó un eucfto 1nn editada por mí nli&1no parn un único lector. Ln N,. 1, que nlO
ícltz.q_ue de a.cuerdo con mi cuaderno de suenos que confeccioné n efttoy reservando, contiene sueños desvariados que dificil mente
partir de mi expcricncin, indica viaje"·2. 11. Eee c~aderno desapare- Rerán de tu intcré8. Dcsearfo que me devolvieses estos textos;
ció en el holocausto de la primera hoguera de notas y manu.scrit.08 elloe rorman parte de mt ftutoanálisis, que todavfa continúa tan·
Unn pena. tcando en la más total oocundad20 •
~ primera ind1cac1ón de su interéa por loe sueftos en los textos
~ubltcados aparece en una larga nota al pie de página en el caso de Una vez más, el estiércol do Freud. En medio d e las tinieblos,
t:mm~ von N. En e~la Freud comenta: •ouranto varias semanas, me hubo un Gran SutiU> soii.ndo. Porque hubo un gran sueño, que conju-
v1. ~bhgado a cambiar ma cama habitual por una más dura (servicio ra el "'sentimiento de vcrgUonta del autor"2•. Frcud 8C topa con lo in-
m1htor), en la cual tcnln sueños más numeroso• o más vividos (ya dociblo; indecible en el ~cntido de lo que no se puede revelar, nj si·
q~c) no conseguía un sueno normal profundo. En los quince pri;.;~ro8 quiera -nos recuerda KrOll- a Fliess22•
nnnutos después do despertnr recordaba todos 108 •ueños que hablo El Gran Sueño, el Sue~o Perdido, hubiese sido In nave capitana
tenido durante la noche, y me tomé el trobl\Ío de escribirlos y tratar de JA 1nllrprttaci6n d~ loa tueilo.t. Por ser censurado, el auedo de Ir·
de rcaolverlos. Logré remontar todos eslcl8 1ueños a dos factores (1) mo ocupó su lugar. Entonces, ¿cuál es este aueJ\o que sucumbió bajo
la necesidad de elaborar alguna idea que yo apenas habla abordado la tuera de Fliess? En lo corta del 9 de junio de 1898 leemos: "Mu·
opreo~damente dur1;ntc el dla ... y (2 ) la compulsión de reunir to- chaa grocio.s, también, por tu critica. Sé que e.mprcnd1ste una tarea
da.t las •_deas que pudiesen estar presente• en el mismo estado de inST&ta. Soy lo suficientemente ruonable para reconocer que necesito
conc:iencaa. El ~áctcr sin 8Cntido y contradictorio de los sucf'ios po- de tu ayuda crítiea1 porque, en esta situación, yo mismo perdí el sen·
dio es~: relacionado con lo gravitación descontrolada de este último timicnto de vergüenza que ae oxigo de un autor. Por lo tanto, el sueño
factor · Como se ve, el 1nodclo a1stcmático de La interpretaci6n de cstó condenado~. Froud •derrama una lágrima", por no tener "'espe-
lo~ sue~los todavfa ~8~ diAtante, aunque despunta Ja noción de con- rnnzn de encontrar !otro suei\ol mejor que to tiuatituya"'24 • Se refiere á
dcneoc1ón. Su descr1pc16n de la •asociación por contigujdad• demuet· cuntro ingredientes del gron sueño perdido: 1) "~ti angustia,.; 2)
lrn que él ?º habla salido del estadio de In nnlig\lo y esUitica psicolo- Martha; 3l sentimientos de pobreta; 4) senttrmc apátrida.
¡fo IUIOC18Clonista. Pero tu estilo intimista yo estaba p - t e . El Gran SiuM vuelve a ser mencionado en uno carta del mismo
Hubo dos razones para que Preud se interesara por el material mes "TodaYia no dejé de llorar el sueño perdido. Sin conformarme.
tuve recientemente un suet\o sustituto, en el cual una casa ooru;trui-
da con bloques se deomoronoba (hablamos construido una casa slaa·
tlicht•, y que, por causo de eoo conexión. no podio ser usada). Schur
•t. ~D?dº acota ,F.rneat Jones, esos ~mas pruioron n ser los l'CIJtotJ d;urnoa informo que staallichcs significo majestuoso, imponente, y staatlich,
en e l con~n1 o man1fic1lo del 1ucilo correMpondiente al Est.ndo. h\fi.orc. entonces, que e l Grnn Sueño te.nía
'2 o .
•1 ~.....1·~~as ob3~7uclono3 tuyas eran máe convcncionalea; por ejcntplo,
1
01 ...,._....., as que .u o MI t.ortun1n cuando eetnmoe indigestados".
que ver con sentimientos apátridas. Pero, ¿por quó?
Creo que es pooible oproxímllrSO más a este sueño partiendo de lo

346 347
carúl del 9 de febrero de 1898' "Corre el rvmor de que pronu. se me va a nal; en 6 a1\0A apenas se vendieron 351 CJcmpl8r<'S Rara vez un libro
otorgar el Utulo de prof...,r, en el jubileo del emperador, el 2 de diciem- llln importante tuvo tan poco ceo inicial. Joncs afirma que .. lns rese-
bre. No CJ"OO en eso, pero tuve un sueño delicioso al respc.oeto, el cuaJ, la· ftns fueron cos1 tan demoledoras como lo hubiera sido el completo si·
mentablemonte, no puedo sor publicado, pues su segundo •cntido se lencio"30. El psicólogo Wilhclm Stern proelomó el peligro do "que
desplaza cnt~ mi nificro (modre) y mi mujer y, en rigor, no se puede mentes acriticaR sintiesen placer en p.articipn.r en ese juego con ideas
someter pubhcamente n In propia esJ)068 a""" especie de recriminación y terminasen en completo muit1ci8mO y caótica o.rbitraricda.d"'11 .
[como recomp<nsaj por todOI sus trabajoo y arduos esfuenos"". Aquí cxu1te una exageración debida. una vez más, a la tcndcn~a
_ El e•tilo de la Troumd•utung es!.4 al servicio del mensaje: loa mistificante -o la hagiografla- que continúa el nula del Mroe. El mito
eJemploa son ílustrativOfl y la anticipación de las objeciones desarma que da esplendor ni aislamiento. En la horo de la verdad, lo obro tuvo
a_ la cr(t1cn. El tono coloquial, asr como 181' n1cnciones liternrias, a1i- uno crítica ncgotiva, pero no t.nn hostil como pretenden Joncs tt ~l
vian el J>Cl'O de la lectura. Se cita a Sófocles y Shakcopcarc, Goethc y propio Frcud, en su Autobiogro{lo. Este punto e• explorado. con frui-
~eme, Mozai;t °! Offenbnch, junto a cancione• popularu y chistes ju- ción, por ese archicnemigo del psicoanálisis que fue Eyscnck '2 Según
d1os. Es un YU\JC con guín por su autoanáh.111s, conducido con la mano él la critica de Slem decfa lo 11¡¡uiente: "Lo que me parece mb válido
experúl de un maestro del estilo '"idiót1co•, que ya encontrnmos en las .; el empeño drl outor de no limitarse al u,mo de la cxphcoc1ón de los
cartas de la ~demia Esparlola: sueños ... sino nludir a los multiples hilos. ton poco conocidos, que lle-
von al nl.undo 1nás nuclear de los nfect.oe, y que tal vez hngon com-
El. coajunto es presentado como In fontnsía de un paf't.'<>. En el co- prensible lo fornlnción y selección del matcriol de 1~ imoginoción . En
m1cnio~ el ncgrc;> bo8que de autores (que no alcanzan n ver los ár- otros aspect08 el libro contiene muchos detalles eshmulnntea de alto
boles.>, 1rremed1ablcmente perdjdos en sendas crrndaa. A conti· valor, finas o~rvnciones y puntos de visto leóricos válidOtl¡ pero, por
nu~c16n, un estrecho pa.sajc oculto por donde c:onduz.co al lector encima de todo tenemos material extremod3mente rico de ~uenos
-m1 IUl!fto-mode.lo con sus pec::uhartdodes, detalle=s, 1ndiscrec-10- muy bien reluta'dos, que tendrán la bienvenida de 9uicn dCM--c trab~­
n~ ...-: y, enton~, de sllbito, el altiplano y la Pr<>"'11Jnla: ¿en qué jor en ese can1po"JS_ En verdnd, prefiero -csn• critica de St.-crn al s1·
dltCCC1ón quiere 1r ahoro?H lcncio•3 .
Cierta vez Erncst Jones le preguntó culllca eran sus obras prefe-
El parto füe dificil. Segiln Bertrand Russell, para engendrar una ridas, y Freud fue a la b1bhob!ca y retiró de IOI estantes Lo 111tupre-
obra de gran porte se necesitan, por lo mtnoo, cuatro añoe. Freud in- toci6n de loa autños y lot: Tnt ensayos de teorfo uzual. diciendo:
forma_: •Lo intup~16n dt /O« •U<?ñoo fuo completada en ""' puntoo "'Creo que éote pronto va a oer olvidado, por t<>ner aceptación general,
esenciales a prtncip100 de 1896, pero sólo fue redactado en el verano pero éste (la Troum<kutungl durará mucho más". Despué• rem.ató:
de 18~- ""°"después! en •u Prcsentacitln autobiogr6fico, Freud oo- •Parece ser que es mi destino dcscubnr sólo lo obvio: que los n1ftos
mcn!o.: La i11terpretaci6n de los sueños nsf como mi .. frngmento de tienen sen.socioncs sexuales. lo que cualquier gobernanta 1'0bc, Y que
anáhs1s de un caso de histeria• fueron ret.cnídos por mí, ai no durante los sueños nocturnos son una ttalización de deseos, tal como 106 en-
los 9 allos re<:omendados por Horacio, de cualquier modo por 4 0 5 1ue&ls diumO'•J.4,
añ~, anteo de que los publicase. De hecho, comenta Pet<>r Gay, ªel El Libro tg1pcio <k los •U<?ilo.t comienza con un•"""' de confianza
erugmábco eplgrafe de la E1~ida de Virgilio revela que Frcud estaba en si m1smo.
n_c!'Vloso y, ol 1n1smo tiempo, dispuesto a ('noolcrizarsc. Su 1ntcrpret.a-
c1ón personal del fl.ectere ai ncqueo Superas, Acheronta niovebo Csi no En las páginas que se siguen voy a presentar pruebo• de que
puedo doble.car los poderes superiores, moveré las rcg¡oncs inferna- existe unn técnica psicológica que permite interpretar loe sueños
les) era clara: e&e verso resume su teais fundamental de que Jos de-- y que, con la aplicación de este método, coda sueño se revela ?>"
seos. rechazados •por las autoridades superiores menta.Jet• recurttn mo una estructura pslqu1ca dotada de oenudo, que se puede m-
al submundo mental -al inconsciente- para o.segurar sus p,'..,p.s.itos•. se.rtar en un punto determinado en las actividades m~ntalcs de
Pero el tono tr;uculento de esas palabras, proferidas por uno Juno en- la vigilia".
furecida... 8Ufl"'cre algo más. Condice con su ánimo desafiante...,.
Al _k'Cr lua prvebas en setiembre de 1899, él anticipa que habrá
una griterfn escandalizada: •¡Ahf es cunndo realmente vo"' a oír el •3. Un tipo diferente de otaque provino de otro atttor. El mot.avo'. las in-
clamor!"'28 " d-.cio.,.. d<I hbro. B<lty l'&Mth, •amiga d1IOCU•, ocababa de tnY1udar de
Pero no fue así. Joeeph PantLh y -.e ainbó ofe.ndad~ por la m-enaón de &u marido en el sueño
El Libro tg1pcÚJ <k loo •u•llao29 result6 un rotundo fracuo edito- Non V'"uit•.

348 349
El libro 80 ahre con una reM:r\n histónca, va.i;ta aunque engntlo· Nuestro primer paso en el empico de ese método nos ('nseña que..~
sn. F'reud, que confeccionó In máK cxhau~t1va y pcrtinC'nt..c bibliogm. lo que debc1uos tomar como objeto de muestra atención no es el
fro 80brc laR pnrálisis ct'rcbrah.">S, nhora, frente al acervo onirológico, sucr'o como un todo, sino fragmentos de su contenido El mt!to-
parece aficionado y detiprolijo. Sabemoo. por •u• Olnfidencias a f1i""8, do de interpretación de los sueños que yo practico difiere ... del
que cs«i capitulo fue un "terrible ca.tigo• que lo de¡ó ·complel&mente método popular, lústónco y legendario de interpretación por me·
embotado"31• Es un texto conscrvndor. ?t1ohony ticno rnzón cuando dio del simbolismo, y s~ aproximo a l segundo método. ol del "de•·
senoln que esto resei\n histórico fue una concesión a IOB modelos tro· cifrnmiento",ji.
dicionoles de presentación del género cientifico". "Lo caminat8 por el
booque negro de autores• le sirvió o Freud paro denunciar la abruma- ~'reud emplea la interpretación <n déto1l y no en muue; do eso
dora pobreza de lao t«irfos exiswntcs. Cndn tesis es compatible con manero considero ni i:.uefto en su corñctcr 1núltiplc, como un congio·
la tesis contrnrin. En lo ~seña, Jos oniromnntes de lo Antigüedad ROn merado de formaciones pJJiqulcas. El Ruci\o es reducido operativo~
trotndos con mtl.i corifto Artemidoro de Dalcis y su Oneirocrlt1<0 ocu- mente a sus elementos, que 110n unidades fonica.s y unidades semánll
pan un lugar destacado". Algunos auloTes, como el historiador de la cas. Decir que cada elemento del sucfto opera como un eignificanlt•
ma.¡.tia Alfred Mnury, se salvan. en la nprccioción de Frcud por renh· intplicn que el s~nlido del sueño cst.á oculto... El contenido 1nanifiesto
z.ar expcriencins brillantes con su~ propios Hucños. ' es uno transcripción de los pensamientos oníricos latentes cuya sinta
Moury39 efectuó el eiguientc (\Xpcrimento en 1tí mismo: mientras xis e1 dodo por el inconscit•nte. Lo importante es compr.:ndcr que el
él dormía. un nsistenu- cetimulab3 o perturbaba su suefto con un es· incon~ente no e« una coso en el inttrior de ta cual los pt•nsamientos
t.ínlulo e.xtenor --un ruido, un perfume-, parn obsen·a.r después lo que latcnt.<'a son trnnsformado1 y deformndos; tampoco es oigo conlpnrn·
el suc"o hnbín hecho con osa intervención . Citemos n Prrud: b le a los •profundidades nbh~ales• do cuyas entrañas emergerá un
material mistcrioeo e inaccctuble al p<!nsamiento con.scicntc,... 7 •
~I IMauryl íue esbmulodo con •I olor do ngua de Colonia ~aba Al e•bozo de Leorfa onlnca del Pr&yttto". Freud •ltf'CR• ahora
en El Cairo, en la tienda de Johann Maria Farina- . Se sucedio- -Debo afirmar que los suc1l08 tienen realmente un sentido, y que un
ron absurda9 aventur-as que él no podío reproducir4º. método de intcrprct.orlos es posible,...". Sucede, sin e1nborgo, que ese
sentido no es inmediatamente accesible. El de!t<'O op:1n.'CC disfrazado.
El marqués Hervey do Soint-Oenis''. profesor de chino, precur- Lo que recordo.mos fue deformado. Hay un registro doble: junto al
sor del mov1m1ento surrealista. publicó anónimamente un libro t1tu· sueño recordado tenemos un registro oculto, inconsciente, que preten-
lado Les."'~• et les moyrns ck lto diriger, enteramente dedicado a demos alcanzar por la int.crprctnción. Al matcriol del pri1ncro, Frcud
sus propios suenos, anotndM por ól desde los lrece ol\os do ednd on lo dcno1nina conteraido n1a1tifi.eslo del sueño, y nl del segundo, idtoa o
veintidós cuadernos. El fin perseguido por el autor era nJcanuar el ptnsam1~nlos onlncos laltnl~-49• Descifrar un 8Ueño con.1i11te en reco-
completo "dominio onlnco". La l•yenda cuenta que podla dingir sus rteT el camino que nos lleva desde el conten1do manifiCHto hasta loa
sueftos en el S<'ntido deseado". pensamientos Intentes. Eiw es e l camino de In inttrprelac1ór1. E l tra·
El método del marqu~s fue usndo por el novelista escocés R. L. bajo que transforn>a los pensamientos l&tentel! en contenido manifes-
Stcvcnson, quo utilizaba o I~ pcrl'Onojes de sus sueños como •escrit~ to constituye In tlaborac1611 onirica . Lo elaboración es el opuesto ai·
rea·fontasma•; f'll06 colaboraron en la redacción de 1us obras y a métrico a la interpretación. Una va, In otra vuelve.
ellos•• les debe el argumento del Dr. Jekyll y Mr. Hydt". ' Loa mecanismos fundamentales de esta elaboración son cuatro:
La revisión histórico distingue dos corrientes tradicionales de in· condensación, desplazamiento, representación•& y clnbornción sccun
tcrprctación: el método simbólico y el mótodo del desciframiento«. El daría (ésto en realidad corresponde • un segundo tiempo de la elabo-
sueño bíblico de lns vacos nacas, que José interprel& paro el faraón ración onírica).
es el ejemplo chisico de la vía simbólica. Este método es limitado~ La cond4!n&ac16n opero una reducción: el contenido manifiesto es
impreciso, imposible de gtncralizar. menor que el lotonteº6. Proeede de tres maneros: primero, por 01ni·
• E l segundo m~todo pc.:<>a por lu !'rbitroricdad del código, ya que
trata al suci\o como un tipo de •Cr1ptografro· en el que cada signo
puede ser: traducido por otro. de acuerdo con una cla\'8 íye"'tS. A CAte •• Elemc.nlOJI de esa woría. realirocion de d~. cualidad de pre~ta·
métod~. sm cm~argo, el psicoanálas1e va a aproximarse más. La intcr· ción ulucinatorio. "'compulaión tu1ociativo· diapa.rot.odo y paráliiciA motora.
pretnc1ón freud1o n a también fragmcnl& los suollos en sus elementos •5 f>arsullborlt~il. también traduc:klo como •fi¡uración".
conat1tubvoe: •f> l..o invereo nunca M da· el con~ntdo man•Í*to nu.nca puC'de ser rna·
yor que el latl!nt~. ni liquiel"ti: tn loe larta.mudoe.

350 351
sion: gcJ:Undo. por frngn1cntación de los pcnsomic.nto8 lotcnt.cd; tcrcc-. Finolmcntc tenemos la elaboración secundarlo, que octúo en un
ro, combinondo varios conglomerados de clementot1 en un únic:o ele· segundo tiempo sobre el producto de la elaboración de loe olroo meta·
n1ento del contenido manifiesto. El mecanismo de condensación no es nismos. E.e uo ordcnam1ento final en el mont~e del eucfto'4. Sería
exclu!lvo del auefto; "" lo puede det«tar en la fonnación de loe 1!nto- equivalente al lnlbl\)O con la moviola en el cincmat6graío. Hoy en din,
mu neurótu:..,, en loe lapsus, la poesía y-eobre t<>d~en 108 thaat<>s pensando en l<!rminoe de "'alidad virtual, dirla.moe que Ja oonoplu-
El dt1plazom1ento opera de dos maneras: la primera. por la tia y loe eíec:toe cepecínle• de loe sueños soo loe artificios de la tlobo-
8u8titución de un elemento latente por otro más alusivo; en la se- raci6n au.undario . Sucl\o y cine 500 tan parecidos que intercambiar·
gunda, el acento pasa a otros elementos insignificantes, carentes de los cuí no cuenta como acto fallido. De hecho, nuestros aucftos
importancia Freud cuenta la siguiente anécdota pora C'Jemphficar inventaron el cinc que in,·enta nuestros sueños·•.
el punto"' Hay todav(a otra manera en que los sueñoe tnms:mitcn 1u aocre-
to: 108 símboloe. En las primeras cdicioneo de Lo intupr<JtJcilm de los
En una aldea, un herrero había cometido un en.meo cop1tol El siaíloa, Freud les atribuyó un papel subsidiario. Sólo máa tarde, por
tribunal dt-cidió que debía ser castigedo; pero, con10 el herrero
era el unico en la aldea, e indispensable, y como, por otro lodo,
'·ª
sugcrencio de Stekcl, Rank y Silberer, añadió~ Troumdeutimg
una sección baatonto lnrga sobre el1os. En csaa ultlmoa vcrtuoncs, el
hablo tres •astrea, uno de ellos fue ahorcado en su lugar'>•. simbolismo se vuelve demasiado generalizado para Kcr convincente.
Todo objeto trldimc.neional. cóncavo o convexo, puede ser un t1frnbolo
sexual. Otro tonto sucede ron la única for ma gramatical (adem~s do!
El tcrc~r 1nccnniemo, llamado reprcuntaci6n o cuidado de lo n,. sustantivo) que conoce el inconsciente: el verbo en infinitivo. Todos
presenlobil1dad, monta los pensamientos latentes en irnágcnCH&1. Vie- los procl'sOS que se dirigen a su realización (correr, volar, subir escn·
ne a ser uno variedad de desplazamiento: lerM) •imboliion la culminoción del coito. Hay que dL'Cir que el carác·
ter puramente mecánico de la interpretación de los sfmbololJ nunca
Hay otro tipo de desplazamiento ... que consiste en un cambio de dejó a Frcud totalmente tronquilo.
exprc..1onoa verbales entre los peru¡amienl08 ... Eate M!gundo prn- El suei\o condtnsa las ideas con una •economía ranátíca"".
cechm1ento no &ólo tiene un gran interés teórico, 1ino que nos ayu· Al! lo palabro "Aulodidasker" result.6 ser una condenoatión do
da o comprender la apariencia de absurdo de que el 1ueño se re· •autor", ·autodidacta" y "Lasker", nombre de un polllico liberaljudlo,
Y>tte. El d<!9plazamiento, en erecto, es casi siempre de la 11guiente al cual Frcud aaoció el nombre del socialista Lasalle. Pero fina.l mente
eopeac' una expresión abstracta y descolorida de loe pensam1en· encontró otro nombre escondido en •t.utodidasker", como on8gTama
l08 dcl sueño da lugar a una expresión plástica y concrcta•n aproximado de "l..asker"; el nombro de su hermano >Jexandre, c:onoci·
do en lo familia como >Jex. La ingeniosidad de Ja oonden10ción puede
La condición que permite el pasaje del pensamiento o la imagen &e.r aaombrosa.
es una operación sobro el verbo, ~na vez que el pe:n.sanuC':nto del sue-- Esa gran <>eonomfa no tiene la finalidad única de burlar lo cen·
ño, inutilli.nblc en la forma abstracta, ha sido transformado ~n len· sura: lo oondenooción y el desplazamiento son propicdode. del pcnaor
guaje pict.órico ...... inconsciente. Ambos mecanismos tienen su fundamento en la hipóte·
sis económico. El aparato psfquico es esencialmente colldensador,
cuando no huye. Porque hoy dos modos de burlar ni perseguidor en el
juego de las escondidos: qucdnrsc detrás del árbol o escapar. La con·
•7. La obro de Locnn, con &u te.oria d.tl 1ign1fi.ca.nt~. quo parto do lo bn.sc dcnaación e• quedarse tras el árbol; huir es e l dL'Oplazomionto. El tro·
de que •el inconecicnr.e c11lá estructurado oomo un lenguujo", int.roduco los fi. bajo de desplazamiento e~ el lugar por excelencia de lo cens~ra. C?·
guras de lo me Lt\forn y lo n1etonimia, tomadas de la JingUíeticu •El tueflo roo este mcconi111mo permite que las pasiones escapen a la resu~tcnc1a
-fl!Cnba Lacon et un enjgnm en imágeDe$, y Ju im4gene1 del aucflo tólo de.- movilizoda por lo censura, el soñantc debe asociar con la mayor liber-
ben ser con11derodaa por •u valor 8ignificant.e• (La ;n11an.tio d1 lo 1.-trn en
Écnt•, pó.g . 240). La imagen no~ ella mis mo portadoru de au 11¡nifi~do. tad poeiblc, y el psiconnalista, por su parte, tiene que cmplenr todo.•~
S1.1rufia1nte y 11¡n1ficndo '°"dos órdenes di.1Linloe, col\ltatuyen dOI tta'lU de ingenio interpretativo flotante. "La compren•ión de la rcpreoen~eb1h·
•.rt.~uloo6n pamltla Hay un defili.umiento inceaante del tl{rnifiado ~el dad también dcsempeft• su papel. Las categorfas dadu como c.ertu
llgrufica.nte 7 n 13 red de ~cantes la que va a eocut1tu1_r la ••cnií.cadón
del •uei\(). E.te dHhu.mtento orieina cl efecto de d1"ton16n del cnbltjo del
•ueño. l.oaln Ntm1la la corukn.tot:i6n y el duplatanufnto a la mdd{oro y Ja
Mt"lorum1a '8. Htce anc:uent.a al\ol M aoAaba mucho mú en bla.nco Yne,cro.

352 353
en In vigilia no caben en el ~ueño. l!:ste desconoce In causnlidad la El capitulo VII de LA i11terpretaci611 de los sueilos u el "hcrcdero
contrndicció!'· la identidad y los pcniilamicntos &0n presentados oc;mo dol Proyttto""'; heredero en el acnlido de que en él se retoma el punto
ftgurns, las ideas abstracta~ n través de imdgenea concretas: la 1den do vista metaps1cológico que el Proyecto anuncia. Ese copítulo inau-
de que olgu1cn es superfluo puede ser t.ransmitidn por un ílujo do gura el edilicio de la Primera Tópica. E l nparulo psfquico es definido
aguo que desbordo de una tina"ss. El sueño no tiene ninguna fornlo según el modelo del arco reflejo, pero de un affil que transporta su
directo _de_ expresar lo .n"!tación, y lo hace representando a personos, historia, en la medida en que I~ recuerdos se 1nscriben, en forma de
acont«1m1entos y scnt1nuentos a tra"és do sus opucMtos. huellas n1némicos. originando rnodificacioncs permanentes, orgnniz.a-
Por sobrecleter11iü1aci6n Freud entiende que en lo formación del dns en uno C25tructura que aprende a lidiar con estímulos. LaK neuro-
sueño Y del slntomo entra mds de un determinante. El sentido de un nas Y' adquieren un nuevo ropaje.
sue'i\o nunt;a se agoto en unn únicn int.erpretación. Un mismo el<"· La "'-'Ceión inicial del capitulo VII se llamo "El olvido de los sue-
ment.-0 mnn1fiesto puede n:rnitirnos n clit;tintns series de peni;amicn- ñOfl". Conocemos In io1portnncin que ti('ne el olvido en lo teoría; tanto
tos l~lrntes L8 pl~ralidad de dctermmantes hace imposible ngotar el et así que se ha definjdo &I SUJeto humo.no como "'sujeto del olvido'"
sen~do de un sueno Co de un sfotonu1) en una Un1Cl\ explicnc1ón 0 en Lo historift se vn haciendo csttuctura: el hecho mi$mO de la represión
\':ir1a~. La sobredctern-.innción es el efecto del trabajo de la cond~nsn­ crea una red do recuerdos, tiiCndo el sujeto excl-nlrico o 11u propia con·
c16~: ... los ~fcctos de lo condcnsacuSn pueden ser cxtraonilnarios. Es ciencia. El olvido, lejos de ser un fador negativo, tiene una c:.ondici6n
posible reun1~ en .un cont.e.rudo manifiesto dos sene. de ideos latcnlf:8 poi.itivit: to olv1dndo config1..1ra unA estructuro. Olvidarnos paro recor·
tot.ahncnt.e d1slm1les, de modo_que •e puede obtener uno intcrprctn· dor. En ese pun to In tcorín de In memoria de Frcud modific:n la de
c1ón opnrentc1uentc sntisfactor1a de un sueño, sin advertir la posibili· Bcrgson. en la cunl nada"" olvidado.
d~d de una interpretación do segundo grado"''· El número de del<'r· El tema siguiente del capitulo VII considera el papel de In regre-
m1nac~~nes et 1na¡;~tnble, pero limitado. El nlínin10, según Lncan, es 8ión, y Frcud d~tine córno el pasado se procesa en el pr~nto . E l suc·
de dol!I ..Para ndn.11t1r un síntomn, 8l'O o no neurótico, en lo psicopat& ilo es el fenómeno regresivo protoüpico. de la mh1ma manera que cabe
logia ps1~olft1ca, Freud exige el mínimo de M>bredetcrminacaón decir que la interpretación es un íenómcno prof:TI)Sivo. Más ndcln.nte,
que ~onst1tuyc el doble sentido ... ·~ Pero el inconsciente CA, por su en la Sección C, Freud aborda un punto central de su teoría al definir
propio nnturnleza, un doble sentido. La sobrcdetcrminación no ob"· el deseo como un rnovimiento. como intento de recroo.r una l'Xperien·
t~tc_. no implica independencia. Los diferentes cadenas a~ativas cin -alucinatoria- de satisfacción antenor. So establece una conexión
comc1dcn en mds de un "punto nodal,.'. precisa entre suc1'o y síntoma. Originnrinmcntc, esta sección fue in·
. Lo sobredctcrminoción nos lleva a la cuestión do lo sobreinterpre· cluida en La interpretación de los sueños, pero, c-omo veremos, In par·
toc1-6n. T~o ít~eño "'o.cepta" más do una vertiente interpretativo . te teórica quedó retenido para íundamentar el ""Fragmento de análi·
Fn:ud escribe: .. el m1J>mo sueño puede también tener otra intcrprc· •is" (el case Doral"'. Aqul Freud habla sclamcntc de la realización de
~c1ón, .una •1obreintcrpretnción• ... "60 Y el proceso puede proseguir deseos en los sueftos de ru1gustio. Ea In orquitcctura del capitulo VII
1ndeCin1dan-.entc. El sniliar no conoce principío ni fin no hay una ve,... tcnem°" un hecho metodológico que merece ser realzado· el modo de
dad .inmutable Y esencial que revelor. No hoy sent;do ongmal, lodo trabajar de Freud. Emcst JonC8 comcntn: ·su gran fuerza y, ol mis·
8entido ya es una mt.crpretación·s. mo tiempo. su t1orprendcnte debilidad, resid'n en el extraordinario
Pero, más nllá de toda interpretación, "hoy en lodo sueflo pcr Jo rCtlpeto que le inspiraba ti htt/10 ai1/ado ... El hecho aislado lo íasci·
menos un punto insondable: un ombhgo, por ui decir que ca su lugor naba, no pndla expulsarlo de su <"Splritu sino después de haberlo ex·
de contacto con lo desconocido-6 1• Ese punto quedo ~n Ja oHcuridod phcado... Cada vez que ob6ervoba un hecho simple pero significativo
no pu~c ser dcscifrndo y no puede ugregar nada o.l conocimiento dei acntía y 1111bía que hablo en ti algo de general o de universal, y la idea
contenido onlrí..,.,. L8 aproximación a ese ombligo del sueflo nos JI~ de tratar el punto de modo estadístico le era totalmente extraño ....
va al punt<> de ruptura de la propia interpretnción. Como señala Michcl Lciri•, "Al llevar lo particular hasta el llmi·
te, con f~uencin se toca lo general; ... llevando la subjetiv·i dad a su
colmo, a.lcanzamOOI la ob¡ctividad ....
El aptlrato psíquico está formado por sist.cn1as: el inconsciente. el
. •-9. Recoi.niC'ndo lo lectura da •Bfeo1cnloa de una teorln de la interpreto· preconsci<"nte y el consciente. Este aparato presenta unn orientación
c1ón • do Anzaeu, donde él dice: •f.!ftos do. fadoreil - la trnn.aferencift y la an· progreeivo-regrct!iiva, y lo marca el conflicto e.ntre estas instancit\S, lo
f.e:'P_"daaón- IOn ~utttone11 del aparato psíquico·. Tl'i'u'l&ferencin 8Jgn_ificu que hace que lo concepción tópica sea lni.cparnblc de In concepción di-
111q~u P~~ pn~nnno: 1ntorprcUit'1ón, prooe.so &eeundario (/mago , Rtui'3t4 de námica.
PSl.C(i(J1tdl11u, psiq1110.trla 1 ~icolo¡(ÚJ, 1979, But:not Aira. pdg 101). En la Sección B -"L8 regre•ión"- Freud presento, por primera

354 355
voz, su tóp1en completa del aparato pslquico Existen Mal<>Kfos con el tas como '"huellas mnémicas y n las func1ones relacionadas coo ollas
oporoto óphco, con el esquema del arco reflC'JO e inclueo con Ja estruc- les dnmos el nombre de .. Mcmoria ..1r1 4 •
tura anatómica dol sistema nervioso, pero no caben dudos de que esos Oichll& huellas son modificaciones permanenU.. del •i•tema. Co·
"lugares" o "locolídades" son pslquic°". "Evitaré cuidadosamente la mo el mismo sietemn no podría retener n1odificociones y continuar
tentación do d""'nninar (anotómicamcntel lo locnlización psíquica"•'. siempre abierto n la percepción. o sea, como no podrin desempeftar si·
Frcud 01'3dc: mult.áneamente las funciones de percepción y memoria, se imponía
una distinción -ya presentada en el l'royulo- entre la parte respon·
Estrictomcnlc hablando, no hay necesidad de postular la hipóte· sable de la recepción de e8Hmulos (P) y la parte responsable del al·
si~ de que IOI sisttmas psíquicos "° presenten en un orden espa- maccnamiento de los huellas mnémicas ( M). El esquema inicial, en·
cial. Bastarln con establecer un orden í¡jo p<ir el hecho de que, en l()llees, es modificado como sigue (fig.21:
un determinado proceso psíquico, la excitación pasa a travcs de
IOH Aistcmas en unn secuencio te1nporol dcterminadn68. p Hm' Hm" Mtr

Freud habla de la atemporolidad del inconsciente, lo que se ha


prestado a malentendidos. El quiso decir do.; cosas: primero, que lo
inconsciente no ge debilita por el paso del tiempo y, segundo, que el
deseo es indestructible. Oc esa manera no se entra en la falacia de In
unidimensionalidad del tiempo•'. La atemponilidad es pres-0ntada co-
º.
mo un universal que cualifico lo inconscicnte1 Esto es; la atempora,. Pig. 2
lídad del inconsciente lo espacializ.a7 •. El inconscient.c es eterno, se-
glln la fraso feliz de Althusser12. Asl el sistema P, situado al frente del eparoto psíquico, recibe loo
El aparato pAfquico, entonces, está formado por instancias que estímulos perccptiv<WJ pero no los T'(tgistrn ni loe asocia: tiene que Cff-
permiten un flujo orientado en un determiMdo sentido. La actividad tar permanentemente abierto -~rTMabU, c:omo ya 1e vio en el Pro-
psfquic.n se inicie con los estímulos y termino en una descarga moto- yecto-, lo que seria impo81bJc sl dcscmpetiara t.nmbién las funciones
ra. "'l..o primero que Uama nuesll"t\ atención en cate apnrato es su di· de almacenamiento y de uocíación. Estai< funciones quedan reserva·
rcceionalidad. Toda nuestra actividad pslquica comienza por estlmu- das a IOB •urtemas mnémicos que transforman los estlmulos recibidoe
loe (internos o extemoe) y termina en inen'aciones•''· Lo primera e n huellas permanentes.
rcprcsontación del aparato pafquieo sería, por lo tanto, un conjunto Pero es preciso toda,rfa introducir otra compUcnción en el ceque-
formado por dos aiatemaa: uno que reabe loe cstlmulos, localizado en ma, para dar cuenta de In elaboracWn 011/rica. La elaboración onírica
el extn!mo aenoorial (S1stemn perceptivo - Pcpt), y otro localizado en funciona como una barrera colocada en el extremo motor del aparato,
extremo motor, que da acceso a la actividad motora (Sistema motor - debido a su relación con la ooncicncio. Esta instancio Cns-Pcs ce res·
Mtr). La representación esquemAtica de ese aparato es la siguiente ponublc de "'nuestras acciooet conacientca, voluntarias'"1•. El Hque-
(fig 1): ma final del aparato queda de la siguiente manera (fig 3):

p • p Hm Hm' Hm" les Cns-Pcs

11111111 1 1 1 1 1 1
Fig. 1 Figura 3

Pero este esquema es demasiado •imple y no da cuenta de todos Éste es el preci.80 momento en que el término •incoMCiento• dejo
I°" fenómenos quo Freud p retende explicar, pues 188 pcrcepc.i ones do- de aer empleado como acljelivo para sustantivarse (do• Unb<wu•I•) Y
ben dCJllr u.na marca en el aparato psíquico. Esu marcas son de1eri- designar un sistema del aparato pslquico. El reemplazo de la noción

366 357
descriptivo de incon&e:ient.c por el concepto de 1nconsc1ente Jistl-mico sueno, no ijó)o e~ portador dl' un Rcntido. sino también de un valor: el
m~a uno de IM monlcnt.od fundamentales de lo t.eorizsción frcudia·
na . En el /es Freud localiza el deseo ·formador· de •ueñoe"- El de-
valor del l!('rttido. Tenemos que distinguir el d"'º d•I '"'"º del d•_,
de dormir, "'Los sueños son producciones que eliminan, por el método
f'eO 1nconsc1ente se bgn a pensarn1entos oníricos y busco unn fornHl de de la oufüfücción aluciMtoria, est!mulos po!quicoe perturbadores del
occcso a la C.'Onscicncin78, gracias al debilitnmicnto de la censura du· dorm1r""2, ~fientras que el deseo de dormir pertenece al Pcs-Cns, el
rt\Jlt-0 el dormir "°~ientras qu~ en la vigilia el proceso de exc1taclón se deSL'O del sueño pertenece ni les y es necesariamente infantil
d,esn~rolla l\n sentido pro~s1vo, en el sueño (y lo alucinación) lo ex- L."\ necesidad, nac1da de un estado de tensión inl<'ma, encurntra
c1tac16n regresa, inv1rt1endo el camino, en d1rec:cu\n al extremo scnso. su sotisíacción. coa10 vimos, en la acción especifica que le procuro su
roal del aparato. objeto adecuado; el d"""° <11tll directamente ligado a las hucllaA mn~
Ln_~oción de r~gresión no es nueva, habfo sido empleada por micns y cncuent.ra ;;u roahzf'ción en lo reproducción alucinntoria.
~rcu~r • l.a "'ll.""''ón no•• produce sólo en los •uNlns y en la~ alu- ()eS()O es e•peji•mo El obíeto do la ncces1dnd .,.. un objeto real
c1nac1oncs, también durante la vigilia; b.ay fenómenos psíquicos nor- -la leche, en el caso del bebé-. El obieto se><ual, en cnmb10. no os un
m~IClt rn In& cuales~ observa un movimiento rcgres1\'o d<'l flujo psi· objeto real perdido, sino un objeto fantasmilticu que no puede l!<'r en-
qu 1co:_ la nu~1norio, en prim~r lugnr. contrado ('n la rc-alidnd. Como lo señRla Luis ltomstcin, •cJ niño (c<>-
Vasw com~ un ftnómeno regresivo, el 1ueño <.'Sel result-udo dr la n10 un viejo morxista) no quiere el producto, en este caso In leche, si·
ntracc~ó1~_cJerc!dn por las huella" mnó1nicas de la" experiencias infn.n· no el medio de producc16n (In madre); por e•o, en el compo de la
toles El. 1mán ts un hecho real vivido en la infancia, cuya huella es sexunlidnd. e l objeto que•• busca no es In leche sino In gli\ndul o ma·
re1nvcst1da. La "'escena primaria"' es una escena rea). In fantasía f'61o maria materna""". En este ejemplo lácteo. la le<he es la m~1dad; el
desempeño un papel oecundnno En rigor. Freud 1amt\s consideró la seno alucinado, el deseo. y el berrido imperativo, la demanda.
fonta.sfa,,como "'una s1mplo norcscenc1n de la v1dn sexunl espontáneo El deseo del sueño tiene por lo menos trCJI orígenes po!'iblcs: l l
del n11l~ . Sostenía que el fantasrnn o recuerdo debía tener un funda· Rest-0• d1umo• dcsperwdos durante el din y que no fucl"lln sotisfc·
mento ultimo en el "Wrreno de la reohdad- 11 • En 190~ escribió: •Fui choe. Estos del!C06 son propios del Pc•·C• 2) Restos diurnos •reprimi-
n~á$ ollá de eso toorlo. pero no In abandoné: vale decir que no la con- dos o suprimidos durante el d(R.. , En este caso son deseos pcrtene--
11dero ancorrect&, sino 1.nQOmplet.a"7•. cient.c-s a l Pcs·Cs trnnsferidos ol lc•- 3) Deseos que nada tienen que
~· ret,rrc-.sión, parn Frcud, es el nlecanismo que opera como túnel ver con lo vida diuma sino que pertenecen al /es y nunca emergen
del tíemJ)O En el sucflo no .e produce oólo una regresión a la infancia durante el dín, A cHOS tres origcucs, Frcud anude una cuorta fuente
del indmduo, sino a In propia infnncio de Ja humonidod: de d~ oníricos I~ impulsoa provenientes de eslfmulos nocturnos
~t.rás de In. infancia del individuo vemos el cuadro de una infan·
(hambre, sed,"º"º• et.e.>"'.
No todo estrmulo"" capa• de producir un sueño. Lo que quedó
CIO filo¡¡~nética ... Y pode.moe esperar que el análi~i• de los sucllO!I inlliotisfccho duranto el día pueden lo sumo inducir un sueño, pero
proporc1one un conoc1m1ento de la hertncia arcaica del hombre no producirlo por af solo Los deseos inconscientes aon los únicos que
de aquello que le es cspccíficnmente innntoM. ' tic.nen c.sa capacidad. Pnra que un deseo prcconscientc realice un
sueño es preciso que se apoye en el inconsciente. .. Mi suposición -c...
, En esf.' punto el sucl'lo so encuentro con e l mito· a1nbos son cxpre- cribe Freud- e1 que un d~ consciente 1610 puede tran1formarse en
•1one1 lran8CUlturales del deseo'' ' inductor onírico si logro despertar un deseo il\eon1'cient-O que lo re·
Pero, ¿qué e• el dtM'O pnra Freud? fuerce'"&$.
• El deoco es distinto de la TU'tt•idod y do la dtmonda. La "deman· Una de lns caracterlaticas fundnmcntale~ del deseo inconsciente
da ~ una nece11dad formulado y se dirige al otro. El deseo se dn en es su inde:;tructibihdad En el nivel del sistema incon&e:ieot.e, como
el mvcl do la rcprewntaci6n. E1 un producto fantasmático que. coo- vamos, el pasado se conserva integromentc.
lrar_aamento a 1~ puls1ón, que puede ser 1tatisfecha, Bólo puc-dc ser Freud considera uon objeción obvio a la teoría de Ja realiz.ación
l"llahMdo. Ese h•JO de la fant.asla. quo consLituye la materia prima del de deseos: ¿cómo explicar la pesadilla, el &uer\o intolerable? La ongu•·
tin se debe a ul\n clobornción onírica in~ufici<'nte. La pC!\odilla, sim·
phficando, ~un sueño fracal!ado•O.
A esta altura cabe lo pregunta que so hace Garcia-Roza: ¿o quil!n
•to, En. los E$t1t41<>1,, Brouar hubln do una ·~xcitaci6n rclrógrudn del apa· debe proporcionar placer el sueño? La respueala inmediola ea: al ..,.
reto rn.-ept.ivo.en lo alucuua6n'", Kle. Tttomada por F~ en el Proyttto. ñante. Ocurro, sin cmbnrgo, que todo so"anto anhela, rcpudjn y ccn·
11 R«uerd~ que, en ~.ie t.A.'!Kto. -Contasút • fantumn·. surft su• deseos ¿/\qué oujero debe agradar el 1ue110• ¿Al que desea o

358 359
NOTAS
al que cerusura? El mismo acontecimiento puede provocar placer en el
nivel del shttcmo incon..scicn.tc y ansiedad en el nlvcl del Mist.ema pre-
consciente"'. Ho.y, por tanto, dos de"""s que deben ser sotisfcchos: el t . Carta de Fr<ud o Fli... del 2$ de mayo de 1899. """"'°""'"."º Sl6·
del les y el del C11s·Prc, y ello.. nunca eotán de acuerdo"". mund ¡.·reud· \Vilhtlm /1'11t11, 1986, co1np. por J. tit. f\tnsson, fmni:o, R10 do Jn·
El •Libro d o los suellos" proporciona el torcer modelo de aporoto neiro, pó¡. 354.
psíquico: el primero fue e l aporoto del lengua)< en A(a•io•; luego te- 2. lbíd.
nemos el modelo neuronal del Proyteto; el ten:ero sería lo estructura a1~ •
4 t. u.~·enftld Lthrburh dcr lf"l/IOnttn P#)<t:hothtrop1t rrut eu1cr Cti1t•·
presenltldo en el capítulo VII, modelo que articula los doa anteriores tendei~. Darttellung' 1/t•r Hnuptthat.1oclaen <kr Afedizinititlten P$Ychol0fit,
y que oc aplicarla inclusive al carácter. Freud concluye: "Lo que des·
cribimos con10 nuestro carácter se basa en las marcas mnémícas de Wtt4b>den, 1897. El•- /1
5. P. Jnnel. Nloroie1 t idft1 {IMI. Parú. f'elix A.kan_, 1988. urll·• tr
nuestras impreAiones, incluso de los impresiones que más nos afec- fue en reahdad un tomo reeumido con el titulo de NtufWll ,
tan, las de nuestra primera infancia. que son precisa.mente aquellas 6. A. Robin, Troit~ d• Thirop<uliqiu, Porú, 1898 •
que. en cuanto tales, nunca se hicieron conscicnte3"89_ O sea que el 7. A. 1'toU, UntenrucMn UINrd~ Ub1do«xuail1, Berhn, 1898.
carácter es, en primer lugar, una forma de memoria'°. Hu~tona escri· 8. SE, X.XII, pi!g. 7.
9. Pet.er Gay, Freud, umo vicio paro o no.1so ltmpo, 198 , nn 8 º•
9 s p bl
ta en el cuerpo.
RielT explica· "En 1900, en Lo interpmoci6n <k los sueño•, Freud Con1pnnhia das Letra~. pág 21 .
ya afirmaba quo los sueñotJ tienen un.a función expresiva y simbólica 10 O\lbrov&ky. La 1ripl~ 11uln auu.ol tk Frtu.d. BuenOI AJ~s. 1...a Ant.or·
aun cuo.ndo apareuon en una circunstancia fisiológica. Sin Rdvert.i r ch o, 1883. pág. J 17. ,_ J
clnramonte su propio audacia, él había invertido el viejo concepto fi. 1l. E. Rouchnesoo. H1"4ntt d4 pt.f((ln6/t.« na Franro. A batal.i.o "°'«m
ortos, J, Río deJtlneiro, Jorge Zahnr, 1986, ~· 88. .
loeófico eobre el inconBCiente, al sostener que, lejos de ser un a ficción 12 Cart.tt d e Frt.ud • t1iu.1 del 18 de Junio de 1897, Correepondlnc1a
conveniente, como pensaban los materialistas, era una parte de la Si11mund Ft'tud·Wrlh4!1m 1''lit8S, pág. 253. .
realidad tan cabalmente experimentada como la conciencia. En la 13. Carta de l'reud a Flieood•l 31demnyode1897. 1b1d., pdg. 250.
concepción materialista, la mente es un agente del cuerpo; en la de 14. SE, IV, pág. 261. . ·1 1981
Freud. el cuerpo ex11te como un Alntoma de los demandas menta· 16. J. Laplonchc y J .-8. Pont.alia, Diccionano fk pe1roona ••••. •
leo""· ' 12. Lo conciencia ....,¡ siotomo "'del Proyecto- ea una especie de Barcelona, Labor, pdg. 606. . E
órgano tlenlOrial para captar Ja cualidad psíquica'"· Por otra Indo, Ja 16 Carta de Freud a Manha del 30 de jumo de 1882. atad• por rnest.
conciencia es "'un acontecimiento esporádico'"'9'2. ¿Periódico? A
Jonee, urdo e" obro dt StRn111nd Freud, 1989. Rfo d4' Jnnciro, l mago, 1,
En un cla.r o del bosque de la Traumdeutung tenemos a un Frcud pá1-353.
embarcado en el estudio de una esfera determinada de fenómenos: 17. CW. 11. pág'. 2S2.
los procesoe inconscientee. Pero el objeto del psicoanálisis no es otro 18 SE, 11, pág. 69.
quo la cosa en si. Freud no cotó de estableeer una identificación obs- 19. SE. IV, ptlg. l!M.
20. Carla de t'n!ud a Fli... del 4 de enero de 1898,
--·J• · s·
c.on..,...-=• 16·
tinada entre el 1ncon8ciente y le cosa en sf. Afirma en todo momento
mund Fnud· W1/h<lm n;,.,, pá¡. 292.
que la noturalcz.a íntima del inconacie.nte ""nos ea tan desconocida co- 21 Carla de Fn>ud a Flieudel 9 de junio de 1898. ibld., pág. 316.
mo la realidad del mundo exterior". Continuando el razonamiento de 22: Mariane Krllll. 5'8"'und. fil• dt J°""', 1979, Parll, Callimard. pág. 99.
los epÍJltomólogOll, podemos decir que el peicoanillisio eo una ciencia 23. Corla de Freud a Fli.., del 9 do junio de 1898, C<wrupon<Unoa s.,.
de la nnturaler.n, y tiene por objeto el inconsciente; e l inconsciente es mund Frtud·Wilh<lm Fl~#. ptlg. 316.
la cosa en al, o sea, lo incognoecible. El psicoanillisiJI, en«>nces, seria
24. lbíd d 1898, 'bid
25. Carla de Preud a l'li... del 9 de ícl>rero e
..... ·~
' . .. ,,.... . .,.,.,.
el saber de lo incognoscible. De ese modo penetromos en Ja paradoja
final de Ja epistomologfa r,..,udiana: ea mejor no saber que •e sabe, 26. C••rU de Fnlud o l'li... del 6 de apto de 1899. lbid.• pág. 366.
sabiéndolo. 2'7. Pet.er Gay,op. cit. pág. 110. . --·J• .
2$. Curta de Frcud a Flie11 del 6 de oetiernbre de 1890. C<>r,...,,.,.-ncw
S<trmund Frtud·Wilh<lm Ftial, pág. 310 .•
29. Corta de Frcud u Flie.. d el 27 do ogooto do 1899, 1b1d., pác. 368
30. Emesl Jon.., op. cit., pég. 362. . -•
• 12. ¿El cuerpo como un 1uei\ode Ja mente? 31. \V. St.cm, Mono.ltschrift [/Jr Psyehiotr1e und Nturolog1~. 1901 , ..,...g.
•1a. Esta idea et retomada por Bion en Lt:ornins from txptn'ence. a l ha· 237. Citado po<J..,... op. <it, P'«· 362. . . . -•· 35
blor de un ·aparo Lo pora peniar• (W. R. 8ioo, Warning {rom t~rúnte , 32. H. J. E)'OCnck, D«tulencio y roúl4 <kl imptM ft<udiono. 1988, .,.... ·
1962, LoodrN, Homemann).
361
360
33 Citado por Hans f.y~ncli., Drco.dl'nC'1a y r01dn dt·l 1m~nt) frrudinno, 71 ~ne n.:i.rn. tlq1"ut J'un1 ~'"'°""·~-· qu. 19"'6. r.uu. lnt~·~
Barcelona. Nu(lvn Arl<' Tbor. 1988, pág_ 35 72 L.. Althu.s.cr. '"'l.ídtol<JCle ('l I~,. app._·u•1l~ 1dOOlo¡:tqU('I del Etut. La

1 34 E:me.tJona.op ~,, l.~- '52


3S. SE, IV,~- 101.
36. Cortu de Preud a F'Jil'&S del 5 de diciembre de 1898. Corrt1pondin1:i.a
P~nfltt, 1970.
73 SE. \', P"lf 537
74 SE. V, pag 5311
5'1mund FnuJ-W1llwlm FI~•. p4ic. 336 75 SE,\', pág 540.
37. PatndtJ Mahony. Frcud, l ..·cnl'OI•, 1990, P;uu, Los e..u.,. i..eure.. 76 Lutz Alíttdo Garc1:1·Rou.f'4'. '''-· p&p. 80-1
pág. 197. 77 SE. V. pag 541
38 SI::. IV, P'iC. 4 18 st:. v.""' 541
39 L F A. Mauiy, ú .,,,.,,,,,¡ d In-.. Pano, 187b C'.t..So •n b 81· 79 SE
blooi;rofla de Freud. so st;
40. SI::, IV, pa¡ 25 81 l..uiz. Alfttdo Gllma-Roza. op. ctl., pág. 83
41H~<MS...al·~).... l.nn<Gdl,._•CÍ<lnd1,....,-,1867 82 SE
42. Algo teme,ant.e recomienda el Dun Juan de CaaLnneda· Pdquirir la S.1 L.Homst.. n. /ntroducuon o1,,..coanál""· J>ii. 6"
vlatu.d1tación controlada de laJ monoe duran~ el 1uet\o. 84 SE. V, pá¡; 554
43 C1i.do por D.AJuaru. ""'-ir.U..,. di Frrwl •o dn<obmo do P"''ª SS SE.\'. JXilr SS5.
na/1,., Pono Alogre, A""8 Mt'<l•C81, 1989, p•~ 37 56 st:
44. SE, IV, pág 96 87 Lu•~ Alfredo Gams-Rot.a. op. cit., pág 86
45. SE. IV. l"ic· 98 88 S&, V, p.i¡¡ 569
46 S&, I\", ¡>6p. 103~ 89 SE. V. pac 599.
47. L. A. Garc1a-Ho:c.o. Preud ~o •noon«~ntc. 1988. H10 de JonC!1ro, Zo· 90 l)iona S. Rab1nov1ch, El M.l'rirt~r ~" lo obro. (rrud1ono. al~u,,<1• wn·
bar.-66 du.1'on~•cll1uros. 1991, ButDOI Aires. ~fananual.
48.S& 91 P. IUetr. Fn:ud. lo mvwU' ú un ~J<l'0/.1...:C. pie_ 31 •
49 SE, IV, p.ig. 135. 9'l ~m.rd PommteT, A M&ll'Ollt 1nfont•I d11 psrrono.lrM, 1992, Rto de Jft•
sos& ftOll'O, 7Ahru', pog. 132
51 SE, IV. ""5 217-8
52. S&, V , pága. 239-40.
53. !bid
54 SE. IV, pép. 3:17-8
55. p...,..cay,op. c•L, pog. u9.
56 lbíd., pág, 120
57 SE. n-. p0op. ns.33.
58. Lacan, ªfonchon t-t champ de la parole en p1ychoana1y1e"', en lo
Psy<hoonaly6e, 1956, l. pág. lH
59 SE. V, P'c- 599
60 SE.
61. SE.
62 SE
63 P. lbcoeur, Fr<ud, '"'°'°"°""o ••Wpmof'IO, 1977, Rlo de Jan01ro,
pág. 83
64 SE. VI 1. plp. 3-123
65. i : r - . i - , op
66. ~l.
º' .
l. l"lc 358
Lein•) citado en Rene Loure~u. Ujournal de la 1nv~•liJ1t1lion.

1989,67.
"'' ~V, P'c 536
SE.
68. SE, V, pág. 537.
69. Erik Por¡e, artículo "Tiei:npoe·, L'oppt:>TI f~ud1~n · ÉlirMttl_. pour
.... ~tklo~-· ~ Kaufmaaa ycolabondofts. 1993.
Pan., B«d.u, poc. 425.
70. t-tichelc Porte, "Atcmpc>rali~ • .Hi!lOire et Sfm.iophysique". Ra;;u In·
•m1ol«>NJk tk /"HUI~ tk lo "'7<Jtonol-. VI. i>'I' 177.

362 363
pcrimentoo y fue leido por ou tío psicólogo Paul Janet. El trabajo tuvo
gran repcrcu•ión•. Richet, premio Nobel de Medicina, y Mycra, de la
Royal Soeicty, pamP"icólogos de París y Londres, respectivamente, se
trasladaron a El Hovre para realizar una segundo rueda de experi·
mentos. Charcot lle intcr('I(\ en Janet y también por cauaa de Uonie'.
CAPÍTUL021 Uonie era una especie de Anna O. parapaicológica.
Las experiencias psiquiátricas y po;icológica• en El Hovre fueron
EL GRAN RIVAL decisivas para el vutje vocacional de este filóeofo que, a la tardra edad
de treinta 8608, dCHpués de casado, comienza sus estudios de 1ncdici·
na. En ese nfto de 1889, en ocasión del Primer Congreso lntcrnacio-
Las vidas paralelas de Freud y su archirrival francés Pierre nnl de Hipnoti•mo, probablemente se cruzó con Sigmund Freud en un
Janet, merecen s.cr cotejadas. Paralelismo existencial máa Que cul· corredor del Polais do Moutonblais.
tura!. Jonet nnc1ó en 1859, cuando Sigismund iban cumplir tres Jnnet fue el ~ltímo gran discípulo de Charco!. lngrc8Ó en lo Snl·
a~o8. A~ahn Nnthanson y la grácil Fanny Hummel, Ja madre de ~lribro seis aftos dCl!pués del breve paso de su rival vienés. Su carre-
P1er~o, tienen muchas cosas en común: por empozar, ambos se casa· ro en In Cíudnd do los Locos fue meteórico, a lo cabe2a del lnborotorio
ron ¡óvencs con hombres que las doblaban en cdod. Fanny no tenla de psicoloh>'fa oxpcrinlcnta18. E~ta rica colaboración se vio truncodn en
21 aftott cuando contrajo matrimonio con Pierre Jnnct pndrc, car· 1893, con In prematura muerte del Maestro de la Salpétribro.
gando con sus malhumorados 45 años. Ellas fueron paro usar el Janct se hnbfo int.eresndo por ciertas manifestaciones "'cspontá·
término de Winnicott, madres razonablemente buena~. y Pierre dis- neM" Ugndoe al capiritismo nun antes de conocer n Léonic, Loe f~nó­
frutó de mucho ternura con una madre descrita como "dulce enbio y mcn0& t'A!lpiriti&t.tut cstnbon de moda en Francu.\ en la segunda m1tod
sen&iblc•1 . ' del siglo XlX. V!ctor Hugo participaba de '!'"'iones en las que Sh~ca­
Sigmund y Pierre fueron primogénitos que nacieron en ciudades peare, E9<¡uílo y olnM! prohombres transm1tlo.n, o trnvé8 del médiu.m,
lro.nqutlns de provincia, pora mudarse pronto a WIO metrópoli. Exce- ver..,. en 1mpecablc inglés o quizá griego. De be<ho, ae habla podido
lentca alumnos en el BeCUJ1dario, ambos fueron diaclpuloo de Chorcot verificar que ·aenaitivos" poco cultos escribían textos muy euperiores
Aquí ter,~1nan lns semejanzas. La próspera famd10 de Pierre tenr~ a lo que cabro eapcrar de sua cabezas iletradas. Este fenómeno Uamó
una tnd1a6n ligada a loo libros, la música y la filooolla El clan Ja- la atención de Janet. que utilizó la escritura automática combin6ndo-
net, em!"'renlodo con los Wattcau, engendró un sorprendente nume- la con la hipnos11•. La escritura automática puede ser definida como
ro do psicólogos, entre primos y líos. una acttvidad <'-n la cuo.I el sujeto tiene concicoda de quo cecribc, pero
~oco oe aabe del joven Pierre. i;;1 no luyo las dudas voeacionalea no aabe lo que escribe' '. En la misma linea, para el Congreso lnter·
de S1~und . Cuando, en noviembre de 1885, Frcud entraba en la nacional de Paicologfa Experimental de 1892, Janet desarrolló la t.6c·
SaJpétri~rc, Jancl oca baba de asegurarse una po•ición como joven nica del habla automdtico bajo hipnosis, cerno medio terapéutico para
ap-egado do filooolla en lo ciudad de El Havrc. Sobemos por •u out,o. llegar a las "ideas ftin•"'º· O sea que el frana.. inventó el hablo auto-
b1?gralla que ya mostraba gran interés pcr la invcetigoción psiquiá· mático en 1892, cuando su rival vienés estaba o punto do crear una
traca, Y que posaba buena parte de su tiempo libre corno voluntario varionto del método: lo asociación libre. Ya vimos que Jnnet, que co-
en•! osilo de eso ciudad2. Por otra parte, tal vez llegó o lo psicologfa noclo el trabajo de Brcuer y Frcud, afirmaba que su método de diso·
m&hco como rcspu~stn a una necesidad pert1ona.I: en 1885 murió su ciacidr1 psicoJ6gica anticipaba el niétodo co.t4rtico de Brcucr 11 .
n:aedre, o los 49 nt\os, y Pierre, que ya había atravesado una dcprc- Según Eliiabcth Roudinesco la •sordera del talento literario do
s1ón,o los 15 oftos, dijo más larde que ése íue el periodo más dillcil de Janct 8610 e8 igualada por la insipidM de su estilo"'"· Cree que en ea·
su vida'. to Elizobcth no es justa. La prueba está en que varios de sus cnaoa,
En El Havrc donde comenzó a investigar el fenómeno del tclehip- además de LOOnie, sobrevivieron a la prueba del tiempo. Continuan-
notismo .con la bella LOOnie, una de las más notables médiums de t,o. do el contrapunto con Freud, el Schrebu janetiano aeria Aqwlts, úní·
d08 los tiempos. En una aerie de ezperimentos ae constató que Uon.ie co caso mod~mo de poseaión por el demonio.
~~la con peñceaón las órdenes dadaa a distancio• Janet deacu-
bn6 que su bell!' Uonie habla sido •magnetizada· en el pa..do y
q.ue sus exploraciones actuales eran la repetición de ejercitíOI aote-
noreo dc:iocnt<>o por oecuros hipnotizadores cuyaa obrH hablan caldo • 1. Bate n!CU'90, como luego veremos. fue retomado por Brot.on y IM •u..
en el oJ.,do... Janet escribió un artículo que daba cuenta de estos ex· fftA!t.atu quo, en In ,poca, ~•PftN.J"Oft su recooocimknto a Janet..

364 365
Aq~il.,., • IOll 33 anos, llegó a In Salpétn~re en estado de ogfü1. fluencia de Bcrgson sobre Janct fue J.,rrnndc: la noción dC' "'otcnción n
c1~ fun<>sa, nutoOag~hlnd""c y v~ifcr•ndo blosfemiu.. Estaban pre· la vida" de Bergi«>u 8C: ª"emeja a la "función de lo rea t· janctiann10.

d1nbóbc_o 3. A9w1 .. habfo cambiado de humor después d e un viaje do


~ntcs ~ ats las. mnn1festo.c1on~. ancluso los tstigmu, de In ~i6n Bergson creía en la función fabulodora del inconscuurtc do Janet,
aunque no llan1ora aJ inconsciente por su nombre
n~goc1os, vo1v1éndose tuc1turno e intratable. Ln J)(l6C»i6n propiamen1.e GraciBS a ln lectura renlizodn por Oeleuze de la mctafis1ca berg·
dicha come~z6 c:on un formidable ataque de risa gargantuesca; dos soninna, somo8 testigos de un '"retorno a Bcrgson .., en la med ida C'n
h?ras ~torc1l!ndose entre carcajadas. Luego se tiró o un pozo con Jo., que él recuperó la "precisión fil""66cn" del método intu1th-o' 1. Siendo
pies ato.dos, o modo de ordalía, para saber si ..,taba - 0 no. En asf, es muy po~tb1e que en e l futuro tnmbié n sea rcílotndo Jnnet, ya
prese!'ºª ~el m~1eo no quería hablar ni •• prestaba a la hipnosis. Lo que ambos recorren el mismo c.onüno y pueden ser considerados pio-
terapia no iba o nmgún la do. Así po•oron vari08 mes<'• hasta que Ja. neros de In filooofia de 13s diferencias.
ia
nct, ~ un ~omento diabólico de inspiración, encontró forma do co- Sucede que, como por un pose de magia, J nnet fue borrado del
mun1c~rse, invocando al propio dcn1onio, 801icitando 8u colaboroción mnpo. E.tite olvido cruel intriga o Ellenberiter: '"Es como si una .. n1a-
para ~1pnot1zor ~l paciente. Dicho y hecho. Con la colaboración del no• misteriosn hubiese borrndo In n1c morio de J nnet'"'i1. Ellc nbc rger
~rínc1pc de lna Tinieblas supo que Aquile• había sido infiel a su mu· S<!ñaln que •a lo largo de ou carrera. Jonet encontró tres gmndcs ro-
JCr durante el viaje y, sintiéndose culpable, comentó a soi\a.r con el sistenciaw y conquistó enemigoa implncabJce"U do otros t a ntos fren-
diablo. tes: los pgiquiot.ras; In Jglrsia, por su religiosidad radical, y los pBi·
El delirio del pncicnto crn más que uno. extrapoloción de sus sue-- coanalist.as. Este argumento, con todC'I, no convence. ¿Acaso Freud, su
ñ08, como sucede con loo. deliriOB aleohóheos crónicoc: "Se trutabn de referencial natural, no vivín en un mundo a\Ín más "rcsisteuto~? Jtu-
la comblnac1ón. o sea de la rcneción ante dos tipos de ideas que divi- bo. no cabe duda, uno guerra entre ambos hombres, una lucho. por la
dfan su po~rc m<:_ntc; encontramt4 una mutua interacción del sueño •supcrv1vC'ncja de Ja1 ideos· que terminó con la victorin total de Vie·
~n las resu1t-enc1as de la perl'lOna normal ... Ln c nformcdnd del pa- no . J-lay que tener en cuenta que, en la cnciclopedio. de Robin. en
ciente n o. se cncu~ntra en 18: idea del demonio_ Este pensamiento es 1892, Janet aparece con justa razón como el mayor terapeuta de Eu·
secu~d~o, et la mterpretaaón que le proporcionnn sus crccncios 80 • ropn; esto es, de l mundo2'.
p!rshc1osas. Su verdadera cn!crmedod no era In creencia supcr.;tici<>- No cabe duda de que Jane! fue echfl""dO por la gigan~a sombra
811. Su vordadera enfermedad era el remordimiento"" de Frcud. Los grandes hombres. como los árboles frondO<IOS, son áll08i·
1:8 cu.ra hipnótica tuvo un éxito total, y cuando jonet publicó •u nos por naturnlez.a: ningún rival crece bajo su sombra·2 • Algo seme-
trab'l)o ~n 1884 -cuatro años mll8 tarde- Aquiles lodavfa ..,taba libre jante ocurrió entre Lnmarck y Darwin. El fenómeno apnreco dramáti·
d_e delirí08. En ~te caso, la POt1eoión demonfnca tendría el mismo sen. camcnt-0 ilustrado cunndo se picnira que Frc ud tiene en la Solpétri~re
tido reconst1tut1vo que el delirio schroberiano. una placa que recuerda su breve paso durante el invierno de 1885, y
En e l reverso de ~q~Hes. ~ncmos a P.fadelc1ne, admitida en la ninguna placa hA.cc referencia al trabajo de 1nlÍS de treinta años de J a·
Solp<ltnbre por un delmo místico con éxtasis e n 1896". Mode leine net en el mismo lugar Lo que no deja de ser un oprobio galo.
fascina • Janet, que la "1ltudia duTantc máll de 25 añoa. En tomo de En cM línea, Shakow y Rappaport observan que nume rosos in·
..te caso~ organizo _buena parte de la producción de su libro sobre vcstigadores, entre ellos Janet, •ac·c ptaron inicialmente las id~as
la ongust1a, la historia y el fenómeno religioso obra titulada De la freudianas, pero luego cambiaron de actitud debido a la agresividad
angw¡.tia al hto.sú ' de los discfpulo• de Freud""· En cierta forma, esto continúa suce-
Del. mi1~mo modo que para Frcud In neuroei• era el negativo de la diendo. Roudineseo, por e;cmplo, escnbe: "A partir del ""tud10 de Uo-
pervenJ1ón , para ~anet el fenómeno de la pos(!1116n demoniaco era lo n ic, Janct construyó su método de análisis psicológico en unn pcri;,-
opu~ de la oración 17• En ambas el sujeto deS-Ompcna dos papeles, pcctiva completamente opuesta a lo de Freud. En vci de dirigirse
pero m1cntraa que t'ln la oración la @cgunda personalidad et buena 0 p f'ORl'eSivamente hacia e~ descubrimiento del inconsciente, lo asocin·
santa, c;n la posesión es maligna y escapa al control de dicho s ujeto•• ción libre o el o.n álisis de la trans ferencia, él ge impuso desde el prirl·
Madelc1.ne, cnt.o~ws, cambia de cara, y es alternativa.mento una pe~ cipio reglas metodológica. rígidM, que no tendrían cambios.... Ello es
cadora em~crruda o la propia Maria Santísima .
. En IU ·~t.crés por e l mistic1sn10 Janct fue jnfluido por 8U sran
amigo Hcnn ~crgson, .compañero suyo dC9de loo tiempos de In Ecole
No~al ~upencu.r nacido en el mismo año que é l. Berg60n n su vez •2. Del mitmo modo. Adler. que tuvo cmn &ilo ~n lol 11\oe: 20, t.am.,_fn
· .ded Janct. Ambo& ex~rimen'
sufrió ºla- 1nfluc nc1a ~ ~
.. ron eon e1' h 1pnot.
.
mo. Y u..:rgson a1¡."U1 6 e cerca la.a vici8ltudee del caso Léon1e1•. Lo ¡0 .
1· s-' acabó ten el olvtdo y, ttgUn m11 informes, aó1o hay un par do anah1tas adlc·
rianOfl en Tcl Av1v.

366 367
7, llcnri F. Ellcnbcrgcr, op. cll., pág. 338.
una gran exageración, 9¡ pcnsamOR que en csn época .Jonet oomenzn· s. Ltston l-lnvcn11. "'Pierre Janct'", Tlie Journal o{ Nervou1 and Mt111nl
ba o experimentar con el hnbla automática.
0i......... pég. 257
Freud temla ni francés: "Recícntemente abrí Wl labro publicado 9. >:li...beth Rnudin-•>. op cit. 11, i>'c 39. • .
por Janet, Hy1krú et ultt• fixu, con el corazón en la boca, y lo dejé 10. Pie""' Junet, "'ÉtudOI 1\lr quelquet1 eas d amnée1e ant.érogrode ~unt
de lodo con el pulso tranquilo. e1
no tiene ni una mln1ma ideo do la la n1ulndic de d~~grégration paychologi<¡t1fr, lnttr11otio1to.l C<>nllrt&s of Ex1w·
clavo"27 • n ·menlnl Psy<hol.ogy, 1892, 1..ondres.
L8 obra de Jonet estuvo muy CC!rca de In de Freud. Una de loara· 11 HenriJ•an Barraud,F1"uddJon<I. étudnompart, 1911. TouloUIO,
zones por Ju que Freud preíeria el término "inconsciente" a ·subcons- Privot. pa¡. 23.
ciente• era que Pierre Jonct habla usado el último. Hubo acusacione.i 12. F.li&abot.h R<>udin.-,op. e<t., 11, pág. 43. .
de plagio en ambas direcciones. Pare<:e ser c¡uo en 1911 Jnnct hizo un 13. Pierre Jalnct., .. Un cut de po88Ct1t1ion et exorrhunc modcmc", 8ullc11n
real cafücn:o por leer poicoanálisis, cosa que le resultó prácticam~nte ~ L'Univ<r•iltd.t.yon, 189-1, VIII, pép 41-57.
impo8ible'>. En la década de 1920 decía directamente que Freud pla- 14 !bid.
giabn sus ideas, limitánd°"" a modificar la l<!rminelogfa. ·Se ha dicho 15. Henri F. Ell<'nberger, op. cit., pág. 342.
16. SE, VII, pág. 170.
-esc.ribe Frcud- que viajé a Parla para farniliorizarme con las teorías 17. Pierre Junct.. '"La p1ycbologie do IB croyancc et. le tny8.tid1mc"'. Rf!uue
de Pierre Janet y que después hui con el botín" 28, ·•. ~ Mittp/lyw¡uHt ~ MMJlt, 1936, XUll, pág. 327
Por otra parte, la1 ideas de Pierre Janet, si fueron conocidas y 18 Henn !'. Ell<'nbor¡¡tt, op. cit., P41C 398.
con1ideradaa, t.e.ndñan buena acepttaci6n en la escuela norteamerica· 19. Jean Gu1lton, IA uoca11on de lkrgaon, 1960, Pnri1, Callirnard.
na de la AutononJ/o dtl Yo. comondado por Hartmonn, Kris y Lo· 20. Hcnri ti.... t~llenbcrgcr, op. cit., póg. 354.
wenstein, que no ha prcstndo suficiente atención a lo que podrlo de- 21. cm.. O.leuze, ú b"ll""'úm<, 1966, Parlo, PUF.
nominarse Jo •potologfa de lo normal". 22 Henri F Ell<'nbor¡<r. op. cit., i>'I· 409.
Un hecho que pudo haber contribuido mucho a que se olvtdara al 23 !bid.,"" 407.
fran~ es que éste no aglutinó disclpulos. Alrededor de él no se formó 24. A. Robin, Traité df! thtropeut1que, París, 1~8. . .
nodn parecido n una "'Cnuea". Ln hija de Jonct, Hólt!nc, casado con 25. David Shakow y David Rappaport., Freud 1 lnfluen« u1 American
Edunrd Pichon, lo describe como un hombre tímido. eumamente re-- P<y<hl>h>(a, 1964. pág. 10'1.
servado, con u.n a visión un tanto peicasténica del mundo". ~. Elisabeth Roudi,,_, op. <ÍL, pq. 2A7.
27. Carta do Freud u F1ien del 10 de mano de 1898, Cor~1pondinc10
Sigrnund Frtud· Wilhtlm Fl1e111, 1986, comp. por J. r..1. Piolas.son, lmago, Rto de
Janciro, ptlg. 303.
NOTAS 28 Prn<ntMIÓn aulobulllrQMa, p4g 13.
29. Jean Gu1U.On, op. crL

l . Henri F. F.llenbergor, The di1covery o( thc uncon3ciou1, 1970, On1ic


Boou, Nueva York, pág. 333.
2. Pi•mi Jan&, •Paycbological Autobiography'", A H"lorJ o( Poych•alry
in AutobiciP'ophy, comp. por Car! Murd>iton, 1930, Wo._iar, Ciar!< Univor-
oi\y Pre.8, p<lp. 123-33.
3. Picrro Jane~ •Enlnlviat.a concedido o Fréderic Lefb:vrc el 27 de mano
do 19'l8•, Parlo. Flamroarion, 1933, ""'"· 4U7.
4 Henri F. Ellenbersw. op. cil., .-C. 338.
6. Elizabeth Roudin~eoo. HUl.6nn do psicondliM na Fran~. A bota/ha
®' oem anos, 1986, 1, Río doJaneiro, Zahar, pág. 247.
6. J. Ochorowicz,, De lo IUJUle&lion n1tnt4.le, 1887, Parú. Ooln, pá.c. 118.

•s. Unn excepción: Ja Lectura de Putnam.


Janet entró en la Salp&iWe ""'"'*
•4, Lo quf!I neulta cronológicame:nte absurdo •I t.enemoe en cueot.a que
dol paao de Freud.

368 369
el momento prt.'<11lc..-rto para nlantener largas conve.,.acione1, sobre
todo con psicoanaltslas f'xtranJcl"OS. Part..'CC que fue generoso con 1'U8
noches; tra~nochoba . Jonei'I rememora: "'Varius v~c~ estuve ~on él
hasta las trCOI de In madrugnda ... le resultaba dtflctl rnt<>rrumpir con-
versoc1oncs int.crcsant.ca"ª·
CAPÍTULO 22 Freud era metódico. SeRún Wittels, diritrln sus apetitos. •u•
ªe.mociones volcAnicas·, para ponerlas al servicio de un propósito l.1ni·
EL LIBRO DE LOS ERRORES co: su misión'. Todo en su vida pasó a quedar regimentado. d"."dc el
bigote hast.o el ~xo. Incluso las variaciones que ~nimaban gu Yl~a oo-
tidinnn (laM partidas de tarot, los paseos por Ja ciudad, las vocac1uncs
¿Cómo ern la rutina de trabajo del Frcud urbano? Se levantaba u de verano) respondian o una rutina6. Como dijo su eo~r-ino Ernst
In• siew y atendía a •us pacicntCl! desde las ocho hasUI el mediodía Waldrnger, él vivlo •por el reloj"'. Fue puntual toda su vida. Aun en
A veces, por la mañana bien temprano, en la nlta primavera, camina ~ su lecho de muerte, en setiembre de 1939, se acordaba de .dorle cuer-
bn con su paso corto, cnguftodororncntc rápido, tomando In farnónico da al reloj'. Tal vez necesítabn toda esa rutina para canahzor su tur-
Ringstrasse. El almuerzo era servido puntualmente a la una. La fa bulencia c:rcat.iva3.
miha se reunía en torno de la mesa : Frcud snHn de 1na gabinete, Jone• contabiliza lriunfos, y dcclarn. "La época ahora abordada
Mnrtho se sentaba o la cnbeccrn y la mucama, matcrioliiándose. corrcspond~ a un Frcud ma~uro. Hnbra s.uperndo s"!s inh1bicionee Y
Lrola la fuente con la sopa. La coliflor cst.abn prohibida. El Profesor corr<'~rido sus engnños onteriores. Perfecc•onabn los 1n~tru1nentos .d.e
dclest.aba su olor. Prefería la liebre ol pollo. Ero frugal. Freud. n011 invCJ1l.lgaci6n que habro inventado y estaba en cond1c1onet1 de: u!•h-
dice Jone4, gcncraJmente almorutba en si.lencio1, más au1iente que to· zarlos para la e.xploroción dcl.nllado del nuevo inundo del conoc1n11en-
citurno. Cuando comenzó su pasión de colecc:ion18ta, ncostutnbrabn to.. ."' Los biógrafos en gcnernl coinciden en que ést.e fue el período
llevar a la mesa la úllima anti¡¡Uedad comprada, y ponía la estatuilla más feliz de su vido adulta.
delante de él, como compaftla durante la comida, igual que los ni~os Como Lodo mago de ley •nbc, los dCl!C<l<! tienen el hábiLo de cum-
que llevan avioncitos a la bnñero. Luego, un paseo para cstimuln_r In pbn!e. En el inicio del nuevo siglo "" materiahzó otro gT&D deseo de
digestión Las consultas, ahora que su clieot<>la habla aument.ado, co- Freud: Roma
menzaban a lae tres y se extendlan hasta las nueve de lo noche, hora Según Lydia Plem, "Romo fue una larga jomadn por loo caminos
de la ceno Después de los postres, un rápido juego de cartM con Min- de los suc"os una cNzada consigo mismo, un uuz crucis en la trave-
na o un paseo, que frecuentemente termina.bft en un café, donde po- sío t·rnnsrcre¿cinl, un ::tt;cdio a eso ciudad eternnnlcntc lncostuoso y,
dío leer los periódicos o, en el verano, sorber un helado. Dedicaba el finulmente. un \'Íoje mftico en el interior del vientre materno"~º En
re8to útil de In noche a leer, escribir y redactar su cor~pondcncia su peregnnaci6n erige t-omo puentea los ~u.att'O •ueños de In Sene Ro-
Uno. jom&da de 18 horas como minimo. ma.no, eruto los pantanos del autoonáluns y escribe su Trautt&dcu·
Los domingos eran dla.s diferentes, sin el diván ni los boros de tuq 11 . . .
cincuenta minutos. Por la mañana iba a ver a su madre Varias de Loe cuntro sueños ro1nonos fueron aol'indos entro d1c1er:ribrc de
sus hormonas podlon estor visitando a la formidable Amal ia. Sig- 1896 y enero de 1897. Relativamenle cortos, forman una eene, en la
mund y Alexandre nunca íaltabllO, de modo que •iempre habln una medida en que el anhelo común "" llegor a In Ciudad :Eterna. En los
nutrida plaLea dominical. Freud era un hombre de familia. En esas dos prin1eros. Jo Tlerrn Pron1ctida es divisada desde ICJOS, como el ea·
vi8itas, como ce de suponer, oía más de lo que hablnba2. Cuando ba· pejiamo de un oasis.
bla olg\ln problema oerio, por lo general económico, prefería pondo- Primer suefto:
rarlo con más calma, con el hermano menor. Por lo tarde, ,.{artho ~
cibla a sus visitas -Anna Lichtheim (la candidata a lrma), áertho Sueño que desde le ventana del tren tengo unn vista d~l ~r Y
Hamme-hla¡¡, Frou Kooígstein y los Rosanes- y, como en los viejos el Pucnw Sant'Angelo: después el tren se pone en ~ov1m1en1.? Y
tiempos, si había alguien especial, Freud permanecía algunos miou- • &úbitsmente me doy cuenta de que no puse los p1eA en la ciu-
toe en In 8llla de estar. dad".
En lai; noches de los doming08, su mndro y todaR sus hermanas lo
visitaban paro cenar en familia, pero después de lo comida Frcud EC Freud sólo aporta un resto diurno: ·La vi•ión del sueño es!A co-
retiraba Sí alguna de las mujeres quería hablar con él, tenla quo píadn de un grabado que habla ob.ervado al pasar en la aola de una
buscarlo en su consull<>rio. A partir de 1908, la noche del domingo fue pacicntc 13

370 371
El segundo sueño, probablemente de lo misma semana. continúa con Flieu. Loo rocas son iguales a las de Tepl, cerca de Karlsbad
con el tema de la uri>c inalconuble: -otro balneario- que a su vez se asocia con una historia Schnornr,
historia ésta que aparece variaR veces en In correspondencia con
Alguien mo conduce o uno oolina para mostram1e una Romo me· Flicss"' y det.nllndamente en Lo interpretacid11 de los sueil01: "Un ju·
dio disimulada por Ju neblina y W<luvln ton distonl<> quo me es· dio pobre sube a un exprcao para Karlsbad sin boleto, y ~ada vez que
paoto por la nitidez de la visión. El tontenido de este 1uet\o es e1 descubierto el guarda le da una zurra. En una estaaón de au via
más rico que lo que oqul expongo. Ed fácil reconocer el motivo: d(Jlorosa un conocido lo ve y le pregunta adónde va. ·A Karlobad•,
"ver de lejos la TierTa Prometida•. La ciudad que he vi81o an~ retponde, -con tal que mi conttitución aguante·1 •.
envuelto de ese modo en In niebla ca LObcck; la colina C8lll copia· En segundo lugar, el sellor Zucker-el sellor Azúcar- C8 una fi~­
da de Gleichenberg". rn control del &ucllo. Freud asocia: "El hecho de preguntar el cnmmo
es 1 también, una alusión directo a Roma. El nombre Zuckcr, por su
Griru!lcin 15 y Anzicu 11 n08 recuerdan que Lübcck fue el balneario po rt.e, apunta nuevamente a Korlsbad, donde enviamos n todos los
de la luna de miel, de modo que la Tierra Prometida puede ser vista afectados de diabe~. enfermedad comtitucwnal. En la época de este
como la "tlel'T8-dc-la-promelido·. Anzieu deduce que Uibcck fue el lu· sueño le habla propuesto a mi amigo berlinés que nos encontráramos
gar "donde Freud poseyó por primera vez el objeto de su deaeo·". en Praga para In Pascua. Doblamos, entre otras cosas, hoblar de
Por otra porte, LObcck, como Romo, tiene el poder do In ubicui· osuntos referentes ni azúcar y lo diabctcs"'25,
dnd. Eva ROHonblum •s recuerda una carta do Martha a Froud citada No se anbc cuándo propuso Fliess IA reunión en P·rago . Perece
por Jone.s, donde ella. de pn8co con uno o miga en ese baJnc¿rio del ser que Freud yo la había sugerido en enero de 1897, cuando escribió:
Báltico, tuvo uno íantaflfO de morir ahognda1•. Anzieu comenta •1a •En nuestro próidmo coogreoo. C8pcro que hn,ya rosas importantes pa-
de~abrida respuesta de S1gmund, que comienza con lu palabras ra conversar. Croo que para PBl<:Ua, tal vez en Praga-...
..Su:h d4, Lubtthl· (¡Fi¡ate, Lubcck!J"'". Anzieu lanza entonces una El seftor Azúcar, entonceA, es Ftiess, del mismo modo que, en el
sofisticado Oecha: "Roma. · disimulada •• o sen, ahogado en In niebla. sueño de Im•o, él es el señor Trimctilarnina21 .
represento uno sustitución n1ctonímica do ·~1artha ahogada en el A juicio de Flcm23, Frcud le pide autoriiación o Fliess para en·
mar de LObcck•, El pensamiento latente serla: .Martho podrla haber trar en Roma:
muerto antca de que yo la J)Ol!-Oycra"2 1.
TaJ vez, quién sabe, quid.. ¿Qué tnl diez dlas en R<>ma, para Pal!CUa (noeotroo dos, es da~),
Una C<Nl8 es cierta· los cami.nos a R<>ma pMan por Ulbeck. lnci· si todo marcha bien, si puedo afrontar loo gastos y no talgo lin-
dentalmentc, esta fantasía. de Buicidio es el tlnico registro que ten~ chado o boicouado por cauaa del libro egipcio de los suclloe? ¡Una
mos de algunll inquietud patológica en Frou Freud. promesa do larga data! Trabar conocimiento con las leyes eternas
Gleichcn~crg es otro balneario oustrfooo, en Estirio, lugar que de la vida en lo Ciudad Eterna, por primera vez, no &crfa una
para Freud e1n duda se vincula con la triste figura de Jgn. . ShOm- mala combinacióo29•
bcrg, en la fase terminal de au enfermedad O sea: Gleichcnberg re-
fuerza la tcaia de Anzieu: lgnaz serla otro que no vio su anhelo nup- Amieu interpreta el suello desde la más pura tradición kleinia-
cial satisfecho. Este doble deseo de muerte de Frcud como luego na: "El tercer sueno describe un viltje mltico al vientre pre,en1tnl de
veremos, refuerza la tesis de que él amó n ambas henn~as. la madre, y csw Sr. Azúcar que ól encuentra, y al cual lo pide que le
En el tercer sueño, Froud ya ••tá en Roma: muestre el camino ... podrla ser el pene introyeclado del padre, cuyas
dulzuras hacen que la mad.re se derrita de placer.....
E_n un tercer sueño finalmente estoy en Roma, como el 1uel'\o me
dice. Pero veo, para mi decepción, una e&cena que nada tiene que Pasemos ahora al último 1ueño de la serie romana:
ver con un paisaje urbano: un pequedo rlo con aguas O&CUrns, que
presenta en uno de los lad08 rocas negras y, en el otro, grandes Un cuarto sueño, poco después del último mencionado, me lleva
flores blancas. Veo a un Sr. Zueker ~uo conozco supcrficiolmen· nuevamente a Roma. Veo ""ªes.quina de la calle delante de mi y
31
te- Ydecido preguntarle el camino a la ciudad''. me espanto por encontrar tontos letreT'O$ en alemán .

Esta ve~ Ju a.sociaciooe1 abundan: lu nores blancas en aguas Las primeras asociaciont.:oa del sueí\o muestran que con~inlla e!
negr8:5. le recuerdan loa meravillosos nenúfares de Ravena, ciudad tema del encuentro con Fliesa: •En la vf1pcra le habla esenio a m1
que YlSltó con 1u hermano AJexandre e:n 1896, rumbo a un •congreso• amigo, con unn visión proféticfl, que Pra,ga no sería un lugar muy

372 373
Roma. Freud le confia a fhe1;1 que la Ciudad Eterna resuh6 "demale-
agra.doblo para los via1cros alcmAncff. El sueño expresa, ol n1ismo dora para mi ya que, como bien sa~. fue la reahzaC16n de un deseo
ticmpO. el deseo de enronltarlo eo Roma. en lugar de una ciudad de de larga data-..
Bohenua, y el mtem pro<eni<?nte del tiempo de mis estud1M, cuando
deateaba que 1a lengua alemana fue.-c mejor recibida en Prnga·n. Cu 311do voM de Roma, m1 gu•to por la vida y poT el tra_b!\io esta·
Luego Frcud hace la única referencia. que yu sepa.. a su pnmera len- ba bastante aguzado, mientras que el gusto por el ma.r tino quedó
CU" "Además de eso, yo debo de ha~r comprendido <h<lco •n loe pri- UD poco aleflu.•cio"
meros años de ma infancia, pues nncí en una (X.'Queñn localidnd de po--
blnción eslava, en ~1oravia Una rima infantil. ofda cuando tenia Vuelve cambiado de Roma, no cabe duda. Más deseontc: ahora
diecisiete años, se h.. imprno u.n Íu('l'Um~le t-o mi memona, que codicia el título de Profesor. Los deseos ae cumplen en la hora prea·
hasta hoy en dfa la puedo rccitnr, oun<1uc no tenlro idea de ;cu s1gn1fi· ••· esta ,.""el título fue finalmente obtenido mediante &obomos fcm<>-
cado""" oi~os- El propio Freud da •abrosos detalles~.. }t et!trategia empicada
Como •n el caso del sutllo C.errt' lo• O,os, exi•••
una segunda
ver8i6n de este otro suetao. narrod1.1 o Fliegs en corta del 3 de d1ciem·
en la carta a F11ess del 11 de mano de 1902 .
El nombramiento, perdido en un nrchivo entre telar~i1iia1, se
bre de 1897· arrastraba desde 1897, cuando habfa sido rechazada •u_candidatura
Durante la •amnistla- postenor se nombró • un buen numero de can·
SoM que estaba en Roma. andando por las calles, •orprendido didatos antes excluidos por rozones raciales, ~ro Fre':1d no .estaba
ante el gran número de placas de chape$ y letrero.. de beodas en entre eUo... *Entonces -son las palabras de su h1¡0 t:,1•rtrn- m1 padre
alemán". decidió ·hacer alguna cosa·-•t •Hacer alguna cou 11grufic:a entrar
en el mundo de •las Clffias· .._
Acto segwdo, le confiesa a su amigo: "Mi allMlo de Roma .. pro- Dos pacientes participaron ~n el "'acomodo·. Una de ellas. r ruu.
fuDdamtnte neurótico. E.t.á hgado a m• idolalria de colegial por Anl· Elise, era la ""JlOS* del Ho{rat Gompen, que luego también compa·
bal, el Mroe scmitn, y, do hecho, este ano yo tampoco llegué o Roma, recerj en Bcrggnsc 19. "Frau Ehse fue muy gent!l,_abrató ardiente-
del mismo modo que él no COllSIJUÍÓ conquistarla. partiendo del lago mente la causa y recibió como respuesto (del m1,n~tro) una exere-
Tra.tmeno-J:s. • 1 • Pttud con1idtra que e&La carta dtl 3 de enero es s16n de oorpresa: .,Cuatro años' ;.Y quién"" él.• . Lo que Ue ó a
rneschugene, término fdish quo significo "chiflado". Cabe pre¡,'llnto.rse. freud a comentar: ·El viejo zorro actuó como tu yo fuese un descono-
entonces, ¿cuál era la "chifladura" de Freud en au marcha rumbo a cido"'~:
Roma? •:1· primer paso ••taba dado. Oespuéll se aplicó una segun.da
Se trotn del sufnmicnto de una neurosis transfcreocial En ese •fuerza" Otra paciente, Mario Ferstcl, mUJer del cónsul general, se
sentido, An&ieu ha oblervado que Freud no I• cnotó a Fliess n1 una enteró del asunto y comentó a mover IOOI hilos por cuenta pro¡>•• No
palabra de los tres pnrrlt'ro.. oueños "romanos-... Pero el cuarto sueño so quedó tranquila baila conseguir que la pre. .n~.~ mllllotro
abre las puertas al pasado. Relacionado eon Anfbol viene la historio en una fies1 •
wa• 1..• ), ···•
\,lOIU'
su encanto y le arrancó prom..,as 1 . Pero
u elln1
de Jacob Freud y el gono en la alcantarilla, la rima checa aprendida conocía los enredos del Tout V1eoa ~ promesas 1e as eva e
a loo 17 años aproxima la 1maren de G1..ta FfoM y, por ultimo, la n- viento. Entonces recurrió al oobomo, vahénd""!_ de una ptntura QU4!
volidod con su primo John. En efecto, en la carl4 me1<:l1ugt1re del 3 de estaba en la pared de ou sala, un 8óckho. Le d1JO ol hombre con do·
enero de l897. él escribe a Fliess "Ahora todo me Ueva a la primera sen fado:
parte de la vida, hasta los tres años"".
Finolmont-0, en scliembru de 190l •'reud tomo el tren nocturno "Según están las c:osu, su Excelencia tendrá que contcnl.llrse con
en Trento, cno destino a Roma Lo acompalla su hermano. A la malla· una píntura moderna·, y añadió astutamente: -"Para la galena
na s.t¡wmte, a las liet.c y media, comienu 1u visita por Sao Pedro y que pretende fuDdnr""
el museo del Vaticano, donde admira laJ! obrns de Rafael, el píntor de
Pocas ..,manas después todo el papelerio estaba en ordtn, Y •ta

la--·
• 1. En reolidod Preud~ C<lmo AnCbal. avanzó t:ret veees tobtt Roma. ain
tupenr el 1-,,..__ Para tnW>far en li deb&ll .,..,...,. i..
idtftb(~ heroaca con Anfbal, quien, deepuét de una 1Jene do brillante•
Gt"C:1onet nuhlaret, fuo derrot.odo y perdió un ojo tn toe ~nlllDOI de Eb'u.ria.
eot.o1* renuoci6 e la coaquiaca de Roma 7 t.eralft6 su#• d
paciente llegó radiante a la sesión, blandiendo una carta expresa dtl

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374
. . t ro"'4 ' ..Eso corta marca el comienzo de la oceptnción pllblica,
m1n~e
médico y social del Oamanw profesor. Freud CS<ribc' saron los horas t iguicnt.cs va,gando, perdidos por la ciudad, víctimas
de una inco1nprcn1iblc y negra dcpresjón. Trieste, ciudad del pn.aodo
El W~~ntr·Zt!tur1g. todavía no publicó el nombramiento, pero Ja del hermano mayor, con recuerdos de anguilas y bellao italianao dise-
noticia... se d1fund1ó por Ja ciudad, saliendo de loe centros oficia· codaa. ·Luí'go, llegado el momento -continúa ese mi3mo hermano-
loo. La aclomación pública fue inmensa. Laa felititacionoo y n... fuimoo al m08lrador y aacamos dos pasajes para Atenao como sí fucoe
res estAn ll"gand~ con P<?f'."'ión, como si el papel de la oexuali· la - - más natural, mn contemplar las posibles dificultades y •in dtS·
dad hu~1eoe rec1b1do el sub1to reconocimiento de Su M1VesUld y cutir entre nosotros lu razooes de nuestra decieión 10. Todo ha.ce
la neces1dnd de la terapia psieoanalltica de Jo histeria hubiera si· pensar que esa decisión fue un pasaje al acto.
do aprobado por una mayoría de dos terciOOJ'•. Finalmente, 108 d°" hermnn06 parten hacia Atena• Sigmund, el
hermano moyor, o bordo del navío que los conduce o1 Pirco, IC en-
Resulto dificil ocompa~arlo cuando, acto seguido, dice'. "Por mi cuentra con un osistcnt.c del ilustre Schlicmann, pero por tintidcz no
parte, de buen grodo camb1ruía por cada cinco fclicitocion<!a un caso se aproximo. Frcud, este hombre de 48 años~ ooiromontc del milcnío,
decente Y ndccuodo paro u.n tratamiento extenso". El éxito parece in- todavfa no Liene la medida de su incipiente oclebridod.
comodarlo. Por otro lodo, siente como si hubiese cJoudicodo: El episodio •e prodttjo en la tarde del dfa siguiente. Frente• In
Acrópoli•, slmbolo máximo de la cultura helénica, Sigmund tuvo una
Ococubrl que el Viejo Mundo está regido por la autoridad tal co- sensación de pasmo, '"un cspe<:ic de vértigo cspiritunl y vi.-ccrnl, do
mo el_ Nuevo lo CIJtá por el dólar. Hice mi primera rovcrcn~ia a In tiempo fuero del tiempo, de realidad desrenliindn, mientras &urgía
autondn.d y espero ser rccompensado'7. una idea sorprendente: •iAsí que todo esto existe, tal co1no lo aprendi·
mos en lo cacuclo!·"· Anos después, intentó definir la noturoleia de
~l'eud hablo aprendido mucho con el nuevo oíglo. El júbilo con esa sensación comparándola con la visión de uno criatura impoeiblc,
sordma de CBta carta muestra dos oosas: primero, la importancia que •como si alguien, cruninando por la orilla del lago Loch Nen, divi888C
realmenk atnbulo al titulo de Profesor, y segundo, ..., diluvio de oo- al Monstruo encallado en la playa, lo que lo llevarla o decir: •IEnton-
res va. en contra del mito del •espléndido aislamiento", pintado como ceo•JÚ•I• la Serpiente Marina en la cual nuoca crelmoe•• ..1 Freud, ce>-
Olltra.camo en una caverna. En 1902 Freud ya era un lu>uMhol.d no- mo Hanold en Grod111a, d<9CUbre que la Acrópolis no era un fantaoma
eo Viena, su nombre "'!taba en la boca del pueblo Tal vez se pueda inventado por loe hbroe, aioo que existía realmente, geognlf1<ament.e.
d~r que ese nombramiento mamS el final de 108 tiempoe en que era Aquf se impone la comparación con RomL Tres alloe anteo, cuan-
objeto de burla. do Freud bl\la a Roma, acompañado una ve• mh por ou hermano
Alexandre, le habla "8Crito a Fliess que "Roma fue demoledora .: Pe-
. Ocopu~ de Roma, del status profesoral, de la salida del "esplén- ro continúo: '"Si.n embargo, aunque quedase total y enteramente ab-
dido a1slam1cnto", Aten&JJ. sorto en lo AntigOedad Cpodria haber adorado los restos grotescoo y
. Como dice Flcm, Freiberg, Viena y Londres son la. direcciones mutilad°" del Templo de Minerva, cerca del Foro de Minervo), verifi·
ofic1ales de Frcud, pero Atenas, Roma y Jerusalén triangulon el peri- qué que no coneegufa disfrutar libremente de la segunda Romo (lo
plo de uno gooi¡rollo onírica; eon lugares más entrevisto<! que visto<! mediocvnl, cristiano); la atmósfera me perturbaba ..2.
~·~la do cspcj1•mo y cn.crucijada. Atenas lo fulmina desde lo Acrépo'. Freud denomina ErotfroruJ.ungsgefühl al eentimionto perturbador
is. Jcrusnlón C8 au conttnentc negro, su punto ciego, su •mujer-""'· en la Acrópolis: es un sentimiento do doarcaliiación, quo lo lleva a
Los dos hormnnos llegaron al Lloyd de Tricste y esperaron que dudar do la realidad que tiene frente a si, y a preguntarlo al hermMo
la ~~:'pnftfa do vi~~8 abriese. Hablaban poco, "jn'quictos e indcci· si es verdad que se encuentran en la Acrópolis: "Y nhora, aqut esto·
808 · Tnl vei maJd11cran el momento en que ese ..amigo do negocjos" moa en Atenas y en la Acrópolis•. Realmente hemos recorrido un
~~l. hermano menor, la noche anterior, los habla convencido de que buen trecho. "Se puede comparar este pequefto acontecimiento con
•cieran e.se loco viaje a Grecia•3. Ni siquiera tenían pasaportes. Pa· otro mayor; Napoleón, durante su coronación como Emperador en la
Iglesia de Notrc Dame, oe volvió hacia uno de sus hermanoo ... y ob-
servó: •¿Qué habrfa dicho Monsreur rwtre ~re de todo eato 1i pudiera
estar aquf en el dla de hoy?·"'3
'3. Sabe....., por Marun Freud h ¿Qué habría dicho Kallomoo Jacd> Freud?
C"ialilt.a en Lrana rte·
a,ente de tun.m!° •pode.rooe •uponer que erma.no,
que este Alexa.ndre,_era eepe-
amip de ntroc•oe era un
ete
Eaa digresión napoleónica lleva al sentimiento contrario: Boab-
dil, Rey de ·1oe Moroe, recibe la noticia de la calda de su ciudad, Gra·
nada, y, en su lamento, el poema cuenta:
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din en que hnbla de la suporioridnd de los hijo.; sobre los padres. no
Cnrta.s le fueron venidas h;ga referencia a la trnd1c16n blbhca'°. Jen>ulén, la ciudnd a la que
que la Alhambra era ganada él nuncn irá. En ese sentido, conviene rec.'Ordor que, en la c~rta d<'l 6
IM cana• echó en el fuego de febrero de 1899, cuando la mormitn de Lo inttrpretac•ón de lo_s
y ol 1ncnsajero matarn64. 1 ueño• estabn en plrna ebu1lic16n. le escribió a Fhrss las lrneas s1·
guicntcs, quo lindan con In blasfemia: ·E.l legajo sc<:rct.o cst.J\ cada vez
O sea que Boabdil niegn la <•xistencin de lo capitulaci6n . más grueso y anhela literalmente ser ab1er1o en PMCUa. ¿Cuándo oe-
El episodio.., produjo en 1904. Mucha 3JtU• prui6 bajo el Puente rá posible ir a Romn en P3llCUar Más adelante agr1'"8. como parn en·
~tayor del Danubio ant.cs de que confiara 8U8 sent.imicntos en una fatizar el lodo s.acrrlcgo de la idl"n: "'¡La Pascun en Roma!". en contra·
cortan Romnin Rolland, 32 años más tarde. Rolland, el interlocutor punto herético con "El aM que viene en Jerunlén-.
tnrdlo de esta historia, tiene 70 años, la misma edod que Alexandre. Rcmontnndo la huJtor1n en otra dirección, el "'asombro rn In Acró--
Diez orlos m~nos que: Freud. Segun Pctcr Homans, como luego vcre· polis" es tratado por Frtud por prim('rO vez en uno corta n1uy ~ugc·
rnos, el novelista frnncés fue la última ilusión-dcsllusión de Fteud en rente. dirigid& a Jung, del 16 de abril de 1909, que merece ser citoda
su tentativa de fundirse con la cultura europea. y cristianoss. E~ su ur ex.tenso:
autonnálisi• epistolar, él habla del sentimiento de culpo por haber
triunfodo sobre el padre. Retoma el trauma do esa noche do su ínfnn- Y ahora ejercere el pnV11egio de m11 añOB para volverme locuoz Y
cia en que hobia or·1nado en el cuarto de sus padres y el patriaren Ja. contarle otra oosn que sucedió entro el ciclo y In tierrit., Y que ~o
~b dijo que rrn un pichner que no llcgnrra n nnda: y nhora In Acrópo- se puede comprender Hace unos pocos años d"""ubrl en mí m ...
lis, ¡In Alhombra de sus auci\os! .. Es como ai la ~sencia del éxito mola convicc16n de que mi f'nucrtc ocurriría entre los 61 y lmt ~2
cons .. llera en llo¡ror más lejos que el pndre ... El tema de At.ena• y de oi\os, cdodcs éslas que. en ese momento, 1ne porecron muy d1s·
In Acrópolis, en sC misnio, yn contcnru lo comprobación de lo supcrio-. tantes en el futuro. (Hoy falUln sólo 8 anosl6 1.
ridad del hijo. Nue•tro padre se había dedicado a IOA negOCIOS, no t.e-
nra estudios ICC-Undarios y Atenn8 no podria hnber ,_¡gnificodo n1ucho Esta cnrtn fue cscrltn cerca. de tres semonas antes de que cum·
para ól. Oc rnodo que lo que intcrfcrln nuestra fruicíón en el viaje a pliera 54 anos, y 15 ailos despu~ de su at.aque cardíaco de 1894 El
Atenas era un sentimiento de p1Mod"" texto continuo:
P1cd•d es la palabra justa, una pnlobra pocas veces usada por
Frcud. Piedod kleininna por el triunfo sobre ol padre. La apreciación fui con mi hermano a Grecia y se produjo un hecho absoluta·
de la bellezo de Grecia separa a Freud de su pndre. "Crecin •imboliza mente mif1tcraoso: loe nún1cros 60 y 61. en conjunci611 con l o 2,
lo razón y In imaginación. la adole>iccncia de la humanidad ... Todo comenzaron a surgir en todos las circunsta.nc:iM. e? la de:nomana·
esto aleja o Sigmund de Jncob, un modesto judlo po.ra quien t.anto la cíón de 1ncontobles obJCtos, cspecioJmente en relación con 1?8 me·
cultura clásico. como su n!'e\lperación en las letras germánicas cnre· dios de transpOrte, coda uno de IOK cuales yo anotaba conc1cn~u·
clan do todo interés. Más nún, e• por haber sobido apropiarse de ctta dament.e. Esto me deprimía, y tenla la c•peranio d e un ~..piro
culturo ... por lo que su hijo lo supera en el camino del éx.ito y logra cuando llegáoemos ni hotel de Ate nas, ya que nos destm?ron
una reina mundial-t7 • ' cuartos en el primer piso. Aquí, pensé. no podrltL haber un _oum~·
. ¿Qué hobrll contcmplodo Freud en lo AcrópolU.? ¿Cuál era el ob- ro 61. Y esu.ba en lo cierto, pero me dieron el 31 (que con t.c:-:naa
,J<lto de 1u pa&mo? Creo que ol obJcto de su pasmo era él miemo o me- fotalisto podrln ser considerndo lo mitad de 61 ~ 62), ~ese nume-
jor dicho, su gen.i alidad. Pues csA criatura fnntást·icn lla1noda ia in· ro más joven, más égi1 , rc:-1ultó ser un perseguidor ~un más pcr·
lcrpretocwn de loo sueiloll existía, acababa de ser parida. a1stente que el primero. De.de la época de nuC11tro vU\JC de r<b....,_
La carta a Romam Rolland l.'lmb1én sorprende por lo que no dice. so e l 3 l se npcga fielmente a 1nr, a 1nenudo con un 2 en la
No atribuye ninguno import.ancio a la presencia de su hermano me· v~iodad. Como mi mente también incluye áreas que no son ~el
nor, quo, si pcn.s.an1os en el esccnnrio do esta historia no es un ·ex· todo supersticiosas, intenté en su momento analizar C81t c~ncia,
tra: cualquiera., ya que su nombre es Alexandre. Par~ce que Frcud y aqul está mi conclusión. Fue en 1899 c~undo npore~16 lesa
decido que él no juego níng~n papel en esta saga griega. i::1 sólo dice creencíal. En cu época hubo doe ncon1CC1m1cntoo. En pnmcr lu·
que ellos no hoblaron ni una palabra aobre el viaje. Freud comenta: gor escnbí Lo 1nttrpret.o.ción de. los suenos ... y, en segundo lugar,
"Ese dla, en la Acropolis, yo podrfa haberle dicho a mi hermano .. .""' rccibr un nuevo número de teléfono que todav(a hoy conservo:
Podrln haberlo dicho, pero no lo dijo69. 14362. Es fácil encontl11J' un factor común a...,. doe hechoo. En
También es extraOo, como señala Winter, que Freud, en Jo alto 1899, cuando escribí La inferprclación de los suetlos, tcnfa 43
de la Acrópoh•, no haya P<>noado en Jerusalén . Es curioso que en el
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ai\os. Cabía suponer que los otros nún1eros significasen el fin de Fue en la tarea de escribir La interpretoci6fl de los streflos donde
mi vida, de allí 61o62. Usted deberá admitir que, después de Freud reparó en la significación de ciertos errores banales que co~e­
esa sustitución, esto yo no suena tan absurdo. Además actuaba temos diariamente. A partir del verano de 1889, comenzó o cons1~­
lo influencia oculta de W. Fliess; la superstición se manifestó en nar en sus boletines a Fliess casos curiosos de lo que pasó a denomi-
el ru'lo en que él me atacó62• nar' su "'psicopatología cotidi~na•. El primer ejemplo gi~a en t.orno d~I
olvido del nombre de Julius Mosen... En l a reconstrucción de ese olvi-
La fascinación de los n'1meros, por otro lado, es muy anterjor a do, Freud puede "observar (1) que había reprimido el nombre Mosen
FJiess, y se remonta por lo menos a los tiempos de la Academia Espa· debido a ciertas asociaciones; (2) que el material infantil desempeña-
i\ola. Allí aparece una Teorla de los Números que merece nuestra ba un papel en ese olvido y (3) que en el esfuerzo de re<:ordar, l os
atención: nombres sustitutivos surgían como aproximaciones al nombre repri·
mido67 • Luego siguieron otros ejemplos, principalmente la dlficultad
... me ocupé seria1nentc en el intento de construir un sistema de para recuperar el nombre i.Signorelli". .
nú1neros, debido a mi observación de que todo lo que ocurre en e l Cierta vez durante el verano de 1898, Freud partió con Martha
mundo real tiene su equivalente, yo diría su correlato, en el mun- para el Adriático y la costa Dálmata, pasando por la bélica Bosnia-
do de Jos n'1meros. Los números nacen, mue ren, se casan y se Herzcgovina, que ya entonces estaba creando problemas. Era la se·
matan, como los hombres. La ciudad de los números tiene su no- gunda vez que e l matrimonio Freud viajaba al Sur· 4 • Martha no pudo
bleza, su ejército, sus árboles genealógicos. ¡Poseen una mitolo- seguir el ritmo de su marido y quedó atrá.~. exhausta y .con problemas
gía, e incluso diose.s!63 gástricos. El caminante caminador no se d~tuvo, y _olvidó ~n nombre
propio: 61$ignorclli'". Este lapso, esta formación del inconsciente, &bre
De allí, por ejemplo, que el 31 sca "joven" y "ágil". la Psicopatologfa <k la vida cotiduma ...
Por otra parte, el miedo de Ja muerte se había sumado a la "pie.. Veamos las circunstancias del olvido. Cuando 1'1art.ha queda
dad filial " y la ..culpa del sobreviviente" en la sensación de extrañeza atrás, Freud enlprcndc una excursión por Herzegovina, en territorio
e n la Acrópolis. Vimos desfilar a Boabdil y a Napoleón; Alejandro es- otomano en compañia del abogado berlin~s Freyhnuss. Charlan so-
taba representado en el nombre de su hermano y, en tierras griegas, bre las c¿stumbres de los tul'C<lS que habitan la región. Freud destaca
no faltaba el fantasma de E<lipo, el parricida ... la con.f ianza que tlcnen en los médicos y su resignación frente a la
Frcud no fue un gran supersticioso, pero ar un supersticioso con- muerte. Cuando se anuncia a los familiares que el estado del enfermo
tumaz, del tipo que "'entiende" de números, teme a los espejos rotos y es desesperado, ellos responden: "Scílor (Herrl, no hablemos más de
consul.ta la página del horóscopo. Llama la atención que registrara eso. Sabemos que si fuese posible salvar al enfermo, usted lo haría....
mmuc1osamente cada número. Podemos imaginar esos números per- Freud recuerda otra historia, que no cuenta a su compañero por oon·
secutorios titilando como chispas en las calles de Triestc. sidcrarla escabrosa: los turcos asignan un valor excepcional a los pla-
Tal vez convenga revisa.r la tesis de Bakan64 sobre la relación en· ceres sexualc.,: •El seftor (Herr) sabe bien quo cuando aquello no da
tre cábala y psicoanálisis. El poder mágico de los números cabalísti- máK la vida ya no tiene ningún sentido". La conversación pasa luego
0
cos, rcf~rzados por la numerología fliessiana, desempeñó un papel no a ta p intura. Freud habla del "Juicio Final" en Orvieto, "lo más n~ta­
despreciable en la relación de Freud con esos misterios que estaban ble que jamás vi", que habla admirado el ailo anteno~. Pero, súbita-
entre e l ciclo y la tierra. Mezan, Robert, el propio Jones, tuvieron que mente, Je resulta imposible recordar el nombre del p1nto_r. Pa.~aron
aceptar que el agnosticismo de Freud estaba atravesado por creencias por su cabeza Botticelli y Boltraflio -según le confía a Fhcss- pero
supersticiosas. En rigor, el asombro en la Acrópolis habla del goce ooo la certeza de que eran erróneos..,º. Frente al olvido, Freud, en vez
a~rrado de Freud, .un sentimiento oceánico drásticamente reprimido, de obstinarse en la búsqueda del nombre perdido, inaugura una pos-
s1 es que eso es posible. tura psicoanalítica: deja a su espíritu asociar libre!llentc, tia ~a mane~!'
Diez ru'los antes de la carta a Romain Rolland, Freud había pre- del •nabla automática" de Janet. La palabra olvidada, S1gnorelh ,
sentado una versión sutilmente distinta en El porvenir de uno ilusión: vuelve y "luego el nombre de pila, Luca, prueba que no se trataba de
"Era un hombre ya maduro cuando estuve por primera ve.zen la colina un olvido verdadero t;ino de una represión'"·$.
de la Acrópolis en Atenas, de pie entre las ruinas del templo, mirando
el mar azul. U.o se~timicnto de asombro mezclado ooo alegría"65.
~sa comb1nac1ón de asombro con alegría sugiere una experiencia •4. El año anterior loe espo.soK hnbfnn realizado un 61magnífico'" viaje por
mística. ¿Una experiencia religiosa contrariada? Romain Ro1land di- Ve.necia y Pisa, siguiendo la ruta de A.nibal. . . . .
ría que si. •s. No he encontrado en ningún otro lugar ean d1st1ncaón entro olvido
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FrC'yhnuss, ftu con1pañcro de viajl', tanlpoco hAbfo podido rt•cor-
dnr el nombro del pintor. Aquí Freud llamo In ntcnción sob"' r•c olvi- nado a Frl'ud . Utchcr Anzieu agrega que en In porte 1nferior del fresco
do compnrt1do. que todos hemos experimentado en cicrt.aM s1tunc10· "'Anticristo"', S1~rnort!lli. o modo de ~rma. pint.n su au.torre~rato. Aquf
ne~. El o1vido es contn.gioso' 1 • Lacan encontró en el '"olvido de a dos'" Anzieu lonzn uno flecha C<!rtera; "Sm duda Freud 1e 1de_nl1ficó con él.
una clara man1ícstación de su noción de inten1ubjctividnd7 :t Sigmund y SJRnorclli". Un autorretrato en el auloanáhs18, que com·
Tal \'C&, rn ese campo imantado inteniubJctivo, el n(Jmbre dtl pleta la autohi•tona de la que nos habla Sophie de Muolla-Mclhor".
compa~cro de v1oje no haya sido totalmente inocuo. Se !lomaba Frey· Signorelli es In lrma de los actos fallidos; se convierte en modelo
hauss, palabro con ecos de Freiberg ... de lal"'O outoftnftliZ<1do. Organiza la Psicclagla d~ la Vida cot1d1ano.
El on6h>1• de t'l!e olvido i;e desarrolla exactamente como el de un Puesto que estos fen6menos suceden siempre y con todo e! mundo,
•ueño. La segundo mitad del nombre olvidado, t/11, hab1a 1ubai•t1do Freud OOM1deró importante su valor didáctico para sensibilizar n loo
intacln El corte aícctaba o Signor. "Signor" significo Jfur en nlcm(rn, escéptito8 sobre l:l omnipresencia de l<?S proc:.e sos mcn.tn1es 1ncons~
inicio dt'i lo on(•cdoto turca. reprimida, que habla de! l'cxunladnd y cientes. A vece-e, com~ en l~s Confe~e".clas de l11troduccl611 .~I p-1t1coo·
muerte'. tstn no CH má! que un.a primera razón; el olvido debe ser RO· nálisi111. los nct08 fallidos tienen pnondnd sobre los. sueños . .
bredeterminodo. Esa se¡¡undo razón está en In cadenn Bo en Botti«!· ¿Cuál "" el mensaje central del libro? Resumiendo al máx1m?:
//r, Bosnio, Bollroffio; recuerda a Herr, por 8osni1t·llcrtC!~ovina. Eso ªno exi~tc nin~rún disparate que sea disparatado...,•. Hny un dctcrnu-
explicn ol printcr non1brc de la su~ti tución: nismo, u1\ dorrotcro invisible: la Tierra es rcdondn ounquc no lo ~n­
Sig11orelli - Herr-el/i - Botticc/11. rezco. Eftto libro prcl'cnto un campo en el quo cado. uno 1>ucd.o vcr1fi·
Aún quedo Boltra{fio. Troffio recuerda 'l'rofoi Trníoi es una ni- car directnn1ontc Jo pertinencia del modelo construido n partir do los
den del TiroJ donde Frcud rl"Cibió la. noticia de quo "'un pnciC'ntc que
me hnbfo dndo mucho trabajo dio fin a su vidn por cnusn de un trns-
r sueños y de lo hisl.eriu 79•
La /"1$Ü•opatologfo dt /.o uida cotidil:zno80 ft!:~á cstr~ct.urndo coi.no
tomo sexual incuroblc"''· El t~ma era •muerte y sexo•: con lo" turcos. Lo tnttrprct(Jci6n de los sueños. Expone u1_1a ~ru~ de ejemplos cla.s1p·
con el pocientc su1c1da, y también, acotamos. con su propia 8-exunli- cndos e intcrprttod~. y un capitulo tcónco cierra el desarrollo. En
dad ya claudicanto. Por otra parte, este olvido, como lucftO vercmog, este caso la toorlo e• más fácil, pues los ejemplos hoblan por ·~solos.
tiene aún más senbdo •i sabemos que Freud hnbfn J>llll'ldO ... noche Por ello, en sug clru1<'1 de los sábados por la tarde en el 1100~11.al de
en Trofoi con Minna. Clioicu, parA exponer la doctrina a un ~úblico profano. él siempre
El diligente Anzieu tuvo la envidiable curiosidad de estuduar de comienza citando lapsu.8' 1. Eran más convi.ncentes.
cerea el freoco del que .., trata, y nos ofrece uno de•eripe16n vivida; Freud da fin al mnnu!!Crito en enero de 1901. En el fondo, COll4
"Signorolh es uno de loo primeros grandes ma""t""' do la cocueln Oo- extrn~n. Cllte libro, el más popular de todos, fue un hijo rechnZ<1do.
rent1na quo dibujó el cuerpo humano con un re..11 conoc1m1ento do lo
anntomío. Sus deaoudos muscul05os y enérgicos tienen realismo, y
hacen do él un precursor de Miguel Ángel. El lemn de au ciclo de fres-
coo ·El Juicio Fmnl• debe de haber evocado en Freud ten••• que, b!\)o
[ Cuando estaba leyendo las pruebas, al hacedor no le gustó el produc·
to finol, y vatJCJnó que a nadie le gustarla. Sucede que."EI hbro _d e loo
errores• estaba profundamente vinculado con su relnción clnud1cnnl-0
ron Fliess. "Lo V1do cotidiana - le dice a Flie.,,._ est6 repleta ~e rcfe·
la inOucncin de In oiñcrn, lo habían tocado prccozmcnLc: In n1ucrte rencios a ti; alguna11 cxpr~sas, para las cual~.s "'tll nlo proporc10.nnatc
como castigo, los tormentos del infierno. ¿Cuál es la relnción con In mntcriol otrna ocultos, cuyo origen está en t1. E l cpfgrafc tnmb1~n ""
sexualidad? Los cuerpos vigorosos y adntirobles; Jo1J hontbrcs dcsnu· un rcgnl~ tuyo"''· 1':1 libro es "testimonio del papel que desempeñaste
dos exhibiendo todos lo• detalles de sus órganos genilolc•: las mujc' para mí hasta nhoru..82. . ,
res dcHnudos... unn ncariciondo los senos de la oLro; uno alucinante Lo palnbrn Fc/11/cistung eo alem.ui qwen: d~ir mtl~ que acto fa·
serie do •upliclo• ... mujeres desnudas arrojados ni sucio por dit1blos /lido, ya que no sólo incluye ..ac~os... si~ también 1ntcnc1ones. L9 le~·
verdosOR o violáceos ... un diablo con alas de vampiro abiertas y una gua a lcmono, nu;!diontc el prefijo "'ver , destaca lo que est.os errores
aonriao. obscena ...1c tienen en co1nun:
El poder do sugestión de estas escenas debe de haber impresio-

•6. Así como Jung, fett:n(2.i. Rank y Fede.r n entraron en el p11coan4liad


a trll'ú de Lo ,,.lfrp~tacWn <k w, 1uitños, Bnll se con,•utt6 s:raau • un ac·
-..n1ac1ern· Y,.._6n (carta de l'reud a Fliesa del 22 de Mi<rnbro de l8S6. to fallido <Fran~ J Sulloway, Prtud. biologúu d• 1'.,pnt, 1981, Pañ1, l'a·
°"7npond<n<1a Scpnund Frtud-Wult#/m FI-. 1986, comp por J M M... )-:lnl. pile 3371 • d
IOll. 1....,., R10 de Janoito. prip. 327-8). •1. •Ahora lltna.n •1 aire tantas figuras fantaacnát1ca:t .qu~ nA •• COOOC'9
to tMJOf' ma.n en de etcapftr." FauJ"'°· Segunda Parte. Acto~. 5 Elc:ena.
382
383
Vcrge.wn: Ol\•ido esta idea cuando supone que algunos contenidos pueden hoccreo
Vu•prtchtn: /ap114 /if18uat consciente• debido o un frac<JM> d~ la N!prui6n ·•. O sea que no todo
Vtr/~11t.n: error do lectura acaecer ps{qu1co licnc una causa -¡rracional"'¡ también puede haber
Verxh~1btn: error de escritura un fracaso de lo irracional. No todo disparate es exacto.
Vugrtiftn: error en la acción Estamos fn'n~ a un hbre dramático. El escenario de nueotra vi·
Verl~rtn: extraviar objetos. da cotidiana, iluminada por la interpretación psicoanalítica, ae pue-
bla de decorados con S1mbohzaciones múltiples. Como dice R1eff, "la
An~ de Freud, los fenómenos marginales de la vidn cotidiano concepción ps1coanalllica hace poetas a todos los homb,.,., simbolis-
no_ se hablan agrupado bajo un mismo rótulo conceptual. N11iquiera tas incurables que encuentran secretos desconocidos detrás de cada
ex1Stfa uno ·~corla de los lapsus". Ell06 eran hijos del otar, produc· palabra•.
tos de la foltga ~el aparato del lenguaje, "psicolitos• o lo deriva, Gran, pequc1io libro; peque6o gran libro: es dificil decid~r. Uno
aunque IOtl novelistas y dramaturg0<1 hiciesen buen uso de ellos pa- critica posible es que se presenta como una apologla de lo obvio. Pero
ra dttior entrever los pensamientos secretos do sus héroes. Lo clase fue él mismo el que generó el carácter de fait accompli de eflO obvio.
de los "errores sintomáticos" surgió en virtud de In tcorfo frcudinna . Ellcnbcrgcr comprueba que Goothe, Schopenhouer y el infoltoblc
De nlll que los editores de la Standard Edition necesitaron ocuñur Von Hartmann ya se hablan interesado por los lapsus y hoblon des·
un neologismo en inglés, "paropraxis"t:J• pura dor cuento de In ei· crito los netos follidos como 1nanifcstaciones del inconsciento81. 1-Inne
tuoción. Groas, podre de lo pKicologfa forense, había recopilodo unn Mcrio ,de
Aquí entramos en los vericuetos del libre albcdrfo, como si lo vi· lapsus incrin1inalorios en asuntos policiales, citando(') coso de un 1n·
da fuese uno nntologla de errores. ¿Dónde termino la libertad de In li- feliz impostor que reemplazaba a un testigo y firmó con au propio
bc_~d? Lo que Ml~ e_n juego es el determinismo. No cualquier deter- nombre la dcclnroción falsa... Sin embargo, nada de esto iba mó• alló
m1n1amo: c.l dcterm1n1smo psíquico. de un erudito "créase o no".
Ahora. 8<':f1."Ún lo .nueva teoría. cuando uno se equivoca en una pa- La P81copak>lo¡¡fa de la vida cotidiana es una caja de serprrsa1.
l!'bra, no es uno quien hobla. Uno es hablado. El sujeto, al mi1tmo una antolo¡fa de lapsus, un juego a las escondidas, un coto de caza
tiempo, ""Y no es la persona de la que se trata. Lap1iu en latín 1igni· para futuros arqueros atrevidos. Fue allí donde Peter Swales, como
fica. "'!ft'batón•, "'dcshz". En ese sentido, se puede decir que en peicoa· luego ven'm.., 1nveoügó el aborto de Minna ... . .
rullma se trato de premeditar el malentendido". El texto está C8lli totalmeo~ exento de lenguaJe técmco, y lleno
. A partir de este momento, todo lo que sucede en la mento tiene, de t\ICmplos y anécdota.1, tomados de la experiencia del autor y de ter·
s1 no uno ""ca~·· por lo mcn?5 ·antecedentes significntivoe• en lo ca· ceros; Freud rctcrvo sus interpretaciones teórica.a sobre el dc~rm1 4
dena de 1.. •1gn1fi<ru>tes que ¡alonan nuestra vida. Ese no implica ne- nismo, que es el plato fuerte, para servirlas bien condimenl.odu en el
ceaanamcnte que se pueda dar una explicación para "codo signo• 0 capitulo fino!.
sea que "'cnda ~ÍIJ'.'O pu~a ser s~stituido, mediante uno clnvo prerJa.. En realidad, el lapsus oficio de puente entre este texto y el ensa·
da, por otra s1gn1ficac1ón conocida.... En la medida en que 108 ele· yo sobro el chisto. Los lapsus hacen los majorus chistes espontáneos.
mentos del sueno están wsobredeterminados" -como todo slntomo- como en el cnao del paciente que deja "escapar"' con conMtemoción el
Freud el_ude lo taren, prácticamente imposible, do encontrar unn cou· lapsus do •psicotcrnputn"' en el momento justo. SegUn Anzicu, Ml trn·
so definido porn cndo uno de estos element.>s. Pero el modelo de un ta del momento "()n que la ruptura semántica entre psicoLcropcuto Y
determinismo estricto impregna el producto. Es muy fácil quo un mo· (>ULa es mf\xima"'bt, En esa franja del espectro do lo risible, un sonoro
delo 80 convierto en ley. Por un tiempo 80 alentó la esperanzo de !lo- pedo es paradigmótico, de acuerdo coo la segunda ley de Bcrgsen llO·
gar a ~n~ cxplicoción determinista en el reino de lo. microífsica, en C3· bro lo risa.
cala sunilar a lo q_uc Freud intentó en psicologla. Sucedo quo el hecho En el verano de 1899, mientras revisaba La interpN!laci6n de los
d~ obs.ruor cnmb1a lo naturaleza misma del campo observado, de to sruñ08, Frcud, como vimos, le coment.6 a Fliess que, por más que co·
mismo.. manero que, abusando de Ja analogía, la neurosi1 se vuelve rrigiera el manuscrito, siempre qucdarlan "2467 errores"tcl. El numt>-
DeUTO<l~S _de transferencia al pasar por el diván. En la medido en que ro parece totalmente arbitrario: significaba sólo "em grosSt Numb<r".
la Pn!Cl•1ón_ pcrf~ es u.ncialmtn/t imposible, el determinismo co-
noce 1u límite, dictado, como luego veremos., por las mis~riosas anti·
leyes del azar
~Ea plau.1ble e_xplicar por lo menO<I ciertos acaecerc1 P"lquicos,
no por un motivo, sano por una íalta de motivo? Freud se aproxima a
•s.V- La 1111<rpnt«W.. d< loo •U<ilos, péga. :i.~. donde M ua1a
de loa tíectol de IN eenaaaones corporales aobre el domu.r y ti aue.IW>.

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Pero, al final, ¿por qué 2467? El camino del desciframaC'nto apareció poso más, plantenndo el contrapunto ent,r e Albamo (blanco> y Mon-
dt'llCrito en Psil:opolo/Off{O d~ lo vida cotidumo: Freud leyó que se ju- ttnt>l(ro. .
balnba un general al que habla conocido durante el servicio militar. Veamos un cofto que tiene el eobor de la época. Una paciente de
En cea oportunidad, el general -coronel n la sazón- soHcitó sus servi- Forcnczi no podio rccordor el •nombre del psiquialra Jung (Jungc jo·
cios diciéndole: ""'Nene que curarn1c en ocho días: estoy encargado de ven en alemánl"118, Pasaban por su cobcza los nombres s1gu1entes:
una misión cuyO<I resultados aguardo el EmJl"rador"9 1. Freud, sin du- Kl -- Wildc, Nietzsche. Hauptmann.
da impresionado, •decidió seguir la trayectoria de e.e hombre que Ferenczi comenta. ·Yo no le due el nombre y la invité a asociar li-
hoy (1899) llega a su fin ...12. Su pet1quisa lo llevó a calcular cuándo bremente con cada nombre mencionado·.
podría jubilarse él; los 24 años que U>nla cuando conoció al general, y "Comenzando con Kl- _ ella a•oció inmediatamente con Frou
Jos 43 actuales, mediante una yuxt.opoAici6n y una suma, permitían KI-, diciendo que era una persona afe<:tado, pero que se conservaba
llegar, con el mejor esprritu numerológico, a la cifra 2467 ¡Nos pode- bien a pesar de In edad. •No está envejeciendo•. Con respecto a
n1os imaginar a FlicsA batiendo pnlmns! 93 Nietzsche y \Vildc, In paciente asoció •lnsania•. Luego acotó, impa·
Los cálculos numerológicos de Frcud llevan la intorpretacióo ciente: .:Ustedes. los frcudianos, buscan causas de insnnin hasta que
onotrtica hasta los Umites de la credibilidad Para Rieff, este •para- ustedes mismos enloquecen•, Luego: •No soporto a Nietzsche ni. a
digma del método que a veces Freud aplacó a los sucn .... los actos fa- Wilde No los comprendo, Oí deor que ambos son homosexuales; Wd-
llados y los chistes" padece de un mal encaminado esfuen.o de reftna- de tenla asuntos con gcntejov<n•....
maento lógico094 . Los actos íallidos eran ampliamente discutidos en IBS veladas de
Los núme.roK tcnfon valor de grandeza. Freud crn hijo de una los miércolcs100, Los discípulos recogieron numerosos especímenes.
tradición numerológica. Desde el tiempo de los grondce Proíetas, pa- Sobro todo: Stckc1 y Si1bcrer. Fer••nc:ti, como vimos, llevó su .,Jung'".
sando por e l brillontejudalsmo polaco y portugués del siglo XV, siem- llerbert Silbcrer intentó organizar en formu jerárquicn loa lop•us /in·
pre hubo una t.rndición mística judío relacionada con los números. La ,quo4!101. O sea qur ciertos actos fallidos son más actos fallidos que
Cábala considero que la Torá es el propío Dios. Hay que comprender otros. En ese sentido, consigno tres tipoe de lapsus. Por un lodo tene.
el verdadero sentado de la Palabra· ella es Dios h.,;ho lttro. L.~ letra mos el colmo del ocio fallido, como el de oquel paciente -dignmos que
hebraica también e• cifra, lo que permite a la mlsbco de la Cábala se llame Ramóel- que, rechazando una interpretación, exclama; "Pero
docodificar los miswrios divinos en la combinatoria de los nllmeros. Y no, Ramón~, en Jusar de pronunciar el nomb~ del an;alista En el ~trO
Flicss, como vimos, fue el Gran MaC8tro Secreto de los N\lmeros. extremo aparece el 11cto íallido má• bannl o 1nexpres1vo de todOll: pe-
Más tarde, esto nmor numerológico se enfrió. Joncs cuenta que lícula• en lugar de •sueño". Otro tipo interesante do neto foil ido, bns-
cierta vez Jo preguntó n Freud qué hucín Fliess cuando un ntoque de t.nntc comd.n quo nlerecc un premio especial, se pr<'S<'nta cuando el
apendicitis se producla en un d!a no previsto. "Freud me miro algo 1ujeto enuncin el nombre correcto como si fuese errado y. por la vaci·
burlonnmente y dijo; •Eso no incomodaría a Fliess. Era un matemáti- )ación, el analista infiere correctamente que nlude a olro persona que
co eximio, y mulbphcando 23 y 28 por la djferencia entre los dos y su- tiene el mismo oombrc 10'?.
mando o sustrayendo los resultadoe, o por medio de Clllculos aritméti- Otras veces rl nombre erTado e1 el nombre correcto Veamos un
cos todavía más complicados, él siempre llegaría ni numero que cJcmplo. En uno cortan Janes, Freud "produce• el •iguicnte acto falli-
desea ..."9$. La mntemática es destino. do hablando do un texto de Constonco Long; "El ensayo de Long no
rn~cstra ningún rnstro de la infección suiza, tal vez fue escrito antes
Después de tres capitulas que tr11ton de olvidos de frases, pala- do que usred (en lugor de "ella") hubiese oldo hablar del evangelio d.e
bras e intenciones, llegamos al capítulo sobre "los recuerdos cncu· Jung"'°"· En la próxima carta, Frcud explica ese acto fallado en los••-
bridores". donde 1e presenta detallndnmente el caso de la "niñera guientes témuno&·
encajonada.... El csp!tulo V se inicia con un bonito ejemplo; •un día
-narra Frcud- no pude recordar de qué país es Montc<:nrlo la ciudad Mi interesan le -Vtrschrtiben • dcb<> de haber sul!<atodo •u sospe-
principal. Los nombres sustitutivo" eran: Piedemonre, Albania, cha. Considcrt'. empero, que nn intenté ocultarlo; por lo contra·
Afonteuideo. Albaflia. fue recmplaz.odo en mi mente por Montenegro rio Jla1né su atención. Día.e atrrta cometí e l mismo error con
y luego me da cuenta de que la s!labn •Mont• (pronunciodn -~fon.) Ra~k ... Estnbo quejándome de In irresponsabilidad de Reik y,
se encontraba en todos los nombres sustitutivos, excepto el último. según Rank y Sachs, dije •Rank" en lugar de Rcik 1 °'.
Oc esa manera no n1e fue dificil, partiendo del nombre del Príncipe (
Alberto (Príncipe en ejercicio) encontror el nombre perdido, M6naco. Lo cual -agrego Freud- serla una reprobación iJljuota en el caso
En lu Conftrenc101 <k rntroduoc16n al ps1coan4luur'. Freud da un do Rank, y exige una e>rplicación altematava:

386 387
16 Oidier Anzaeu, A. auto-cmóJ,« ü Pn!ud ro dtll:Obe.rto da ~·condlt«,
E~ un truco de mi inconsciente cambiar el nombre de una pef*>-
1989, Artes Médic.. , Port<> Alegre, pág. 95.
no que no qu1tro por otro mejor (vea el suc1'o de ta Inyección de 17. lbíd •
lrma"•). Rank en lugar de Rcik equivale ol pentamiento: ¿por 18. Eva Roee:nblum. •t..r pre.mier p1u'COW"I p.t')'Chanalytique d un bomme
qui! él no puede ser usted? S.- trata de una krnuro v<lada. Lo relaté pt\r Frcud: rftpport o ion oulo-analyse", Btu~s Pkyelwt.ér., 1973, páge.
mismo sucede en su caso. Ta1 vci recuerde que, después del Con· 61-8
grcsa de hlunich, yo no podía pronunciar el nombre "Jung" y te- 19. Em_J..,..,op. c1/., l, p¡ig. 140
nía que sustituirlo por •Jones•106 (el énfasis en 91.ernuro velodn" 20. Anziou, op. '"·, póg. 95.
es mío). 21 lbld
22. SE, IV, pllp 19Hi. . S
A.hora bien, intente decirle a su ano lista que su lnpsua es una 23. Cario de Ftcud a Pliess del 3 de enero de 1897, Corrupondinct0 .,.
"ternura velada" y verá lo que ocurre. La primera ley de todo acto fa· mun.d Fnud· Willadm Pl~•. pág. 220.
llido es que no puede ser justificado. De acuerdo con la segunda ley, 24. SE, IV, pág 195.
25. SE. IV, páp. 194-5 •
Ja eiplicación serla Hcit.u si Frcud tuviese un arnor homosexual repri· 26. Ca.r1a de Freud a Flo ... del 3 do•nerode 1897, Corrt1pondln<t0 S>1·
mido por Joncs -y no una ternura velada-. lo que me parece alta· mund Freud·W1lhelrn Pltes1, pág. 220.
mente improbable. 27 Anueu, op <i~. pé¡ 103
f'reud apasionado por Jones: un buen chiste Lo que º°"
lleva ni 28. Lyd1a Flem, op. cit., pág. 81. .
próximo capítulo. 29. Cort.o do t'reud u l'lie., del 27 de agotl.O de 1899, CormpomUn<10
Sogmund Frtud-Wolltdm FI...,. palg. 369
30. An11eu, op. ett., pág. 103.
31. SE. IV, páp. 19~.
NOTAS 32 lbod.

34.- · de Freud a n;.., del 3 de enero de 1881, CorrtlJl'Olldlnct0
Carta ·s'11·
1. EmeAl Jonc1, A tuda e a obra ch Sigmun.d Frvud, 1989, Rio de Janti· mund Fr<ud Wi//td'" Flu,., pile. 220.
r<>. lmaco. l. P'IC· 379. 35. lbíd.
2. lbid., 11, pág. 381. 36. Anzieu, op, cit., p6a 106
3 lbíd. 37. !bid . plig. 286. d'
4 . FrilJ: W1ttet., Sigmund Fnud: lu• Ptf'IOnollty, hr1 Ttoch11tg o.nd hit 33. Cart.n de Freud n PliC:ff.11 del 19 de setiembre do 1901, Corrc11pon cll·
School, 1924, Londl"C-I, All<in & Unwin, pt1g. 37. tio SogmUJld Fr<ud Wdltdm Flu•. pile. 450.
5 Em.. t JonN, op. <11 • P'ic· 156. 39 Carta de Fteud a 1'11.., del 11 de man<> de 1902. ibíd., pág. 457.
6. Erm\. \\'aldtnger, •1'ty unc:le S1gmund Preud•, e n 8ooks A.broad, vol 40. !bid. H
XV, pl\J:!I. 78-89.
7 ~fu Schur, FtYud, CJido 1 Qgon,o. 1981, lm•«O· RSo de Janeiro, 111,
plig. SC3.
8. t:i...110 Roith, Oeni¡¡ma tk ~'reud, 1987, lm"i", Río do Joneiro, p6g 19.
-·M. 41 Marun Freud, S11mUJld Frtud mi pcdrt, 1966, Bu•- Alres, or·

Si¡¡muná ¡.•,..ud-Wolltdm FI..... palg. 460.


-• .
~relponu.lnc'a
42. Can.a de •Teud a Plieaa del 11 de marto do 1902, \,;f,H"

9 Em..t Jo..,., op. nt , 11. pie. 11 43. lbíd.


10. t.yd1a F1cm. L 'hon1me F"ud, Scull, Pori•, 1991, pág. 78. 44 . P..1. fo'reud. op. c,_1., pág. 75.
11 . Corl.Q de Freud a Flie.• del 2 de mano de 1899. Co~.tpondlntio 45. Car1a de Frwd a Pli... del 11 de mano do 1902, Corrt1pon4lncoa
Sigmund Fn<ud-Wdlr<lm ,..,..... 1986, oorup. por J. M. Maaon, lma¡o, Rlo de Sigmllnd 1'...n!lld·\'lllhelm Pl,C$S, pág. 458.
Jane1ro, pág. 343. 46. lbíd • pág 458.
12.SE,IV,P'lc. 194 47. lbfd. • "· F ·
13 lbíd 48. L. f'lcm, •Prcud entre Alltbn(!I, Romc et Jlin.&.dalem • nctl(.le ranf<u·
14. lbld. at tk P11<hanalyw. 1983, palg. 593.
15 Ale.ander C~n. J,,,. •u<llOf tk S111mUJld Frtud, 1981. Soglo XXI, 49. SE, XXII, pág. 240.
Mmoo, palg. 63. (iO. lbfd.
51. SE, XXII, palg. 241 d'
52. Cart.n de Preud a Flieu del 19 de IS(lticmbre do 1901, Correspon en·
cia Sogmuná Frtud Wilh.tm Fluu, pág 450
•9. ¿A quién so refiero? ¿A Dreuer, a la propia lrma1 63. S&, XXII, pile. 247.

388 389
~ SE, xxm. p4g 246 90. Carta de Freud a f11M1 del 27 de agoato de 1899, Corn•pondt1Jcu1
65. Peter Homana. ._Tia# tJb!lfly to mourn, ttc. •. R#1JU# lnt~rnolional~ S°'mund Frtud·WdM/m Fl0<u, p!lg. 369.
d 'H ..I0'1Y <k ÚJ Pqcloanaly#, IV 91 SE. VI, pág. 242.
66. SE, XXII, pág. 248 92. lbld.
67. Rcnato ~f eun, Frtud. ptn.ador do <'ulturu, 1985, San Pablo, Brui· 93. SE, VI, p4g¡¡. 242-3.
locnso, p~g. 95. 94. P. Riefr.op. cit., p~. 125.
58. SE, XXII, pág. 244 . 95. Erne•LJ oneo, op. <it .. 1, págs. 295·6.
159 Jenn Pierre \YintA.lr, '" ~f oisés y e1 n1onotef11mo Paironnálisi.s del aul.i· 96. S&, VI, páp. 47·49.
1e1n.ítiamo•, en ¿El J>$1toontil1111 t• una h;8lorio1udlar 97. SE, XV, páp. 111, 114
60. lbld., pág. 101 98 SE, VI, p4p. 26-7.
61 Carta de Freud o Juna d•I 16 de ahn l de 1909, Fr<ud·Juog, e;,,,,.., 99. SE. Vl,pil¡ii 27
pOndlncia C<Jmp/<14, 1976, Roo de Jane>ro, lma¡o, p4p 269-70 100. •Reunión cienttfico del 24 de abnJ de 1907", Actu de la S«ttdod
62. lbld., pág. 270. P-nalit1ca <k Vano, or¡ por H Nunberg y E. t'edem, 1979, Bueooo Al·
63 Carta de Prwd a S1lber1"''º dcl 6 de opW de 1873, wttns d•yu reo, Nuevo Visión, páp. 184· 91
.,.,.., 1989, París. Calhmard, p4g. ~- 101. Herbert. Silbercr, Dtr Zufol und d1t Kobold1trtiche di'• Un~wu.U•
64. Davis Bakan, Frcud ''la mystiq~jui~. 1977, Paria, Payot. t<n, 1921, llcrna, Bircher, 1921.
65. SE, XXII, pág. 26. 102. E.tos ejen1¡>loe: fueron discutidos por mi en Ondina, S upertrontp,
66. Carta de Frcud o Ptie1a del 26 de ugoat.o de 1898, Corre!po11ch?ncia 1989, Hío de Janeiro, lmago.
Si¡¡momd F'r<ud· Wüh•lm Flitu . p4g. 325. 103. Cartn de l'Teud a Joncl del 19 de mano de 1914, Th• Complel< Co
67. lbid. rrt1pond~n« of Sismund Prtud ond Emesl Jom1. 19081939, 1993, Loo.drel,
68 El tema fue lmtOOo tn un corto artículo titulado •Sobre eJ metani.1- Horv•rd Univenity " ' -· pt\g 269
mo pilqui<o de la de•mtmona" CSE, 111, póp 287.JOO). 10.t Carta de Freud o Jo-d•I 25 de mano de 1914, obld. ~ 272
69 SE, VI, pág. 3. 106. lbid.
70. Cana de Freud a ..,,_del 22 de ..uembro de 1898. Corre.pornkn·
<oa S1/(mund F'r<ud· W1/Mlm FI.-••,pilp. 327-8.
71. SE, VI. pág. 62.
72. F.. Porgc, S. romptcr ll'Oll, 1989, Toulou•o. ~;r~o. pág. 11.
73. SE, VI, p4g . 3.
74. Oidier Ani-icu, op. cit.. pág. 260.
75. !bid.
76. Sophie de ~fijolln-~lelhor, •Conatruire 110n hi•toire•, &v~ lnltrtto·
toono/ th l'Hi•U>i,. <k ÚJ Pt,chonaly•, 1993, VI, p6f. 13
77 SE, XV, pógl. 15-82.
78. P. RieO', Frr.ud. la nwnk cú un morol,a.ta. 1966, Buenos Airea. PaJ.
ddo, ""· 12 1.
79 O. t.fannooi, Frvud, ti dtatubrimkn.to <kl 'nton«ttnU 1968 Buenoa
AÁl'OI, Cnlerna, pág. 70. ' '
80. SE, VI, p4p. 1-280.
8 1. O. Monnoni, op. <it. pág. 71.
82. Corta de Freud o Plie1e del 7 de agosto de 189 1, Correspon.dlnc' a
S11Jm11nd F'r<ud· Wi/Mlm
83. SE, VI, xií n.
PI""· p¡!g 448.
84. Catherille Cl&n.n~ V1da1 • kndlu de J~uta Locon, 1983, San Pa·
blo, M°""", pág. 26.
85 SE, IV, pác. 97.
86 P. Rietr, op. cit., pág 130.
87. H enri F. Ellenb«rgcr, Tlit d1.M:OWry oftht. uncon1t1ou&, 1970, Baaic
DooQ , Nueva York, !>'I~. 495.
88. Hans Gross, Handbucl1 fur U n tersuchung11·irJ1tfr, Vcrmehrt.é AuO.,
1894, Craz LeU8Chncr y Lubon•ky,
w
89. 01d1or Aniieu, <Orf>• de /'0<uur<, 1981, Pario, Callimard. pág. 348.

390 391
la allimo parte del libro, y especula l!Obre la e.fi<!cia del "efect<>" cómi·
co. Parte de la "explicación fis1ológica de la nsa ~e Darwm1_ Y do. las
articulaciones de Tbeodor Lip~. Lo teorfn frcud10na do In nsa d1fie·
re de la de Bergson, quien considera que el principio de la risa es_tá
en la op<J8ición entre lo vivo y lo automático (véase el teatro de m~no­
CAPÍTUL023 nctas). Para Freud In risa es el pnrodigmo de la desca~gn psíquica•.
Yo en lo época de loo EstudW. hablo pensado en ellenbir con Breuer
EL LIBRO DE LOS CHISTES una comunicación sobre '1a t.coria de la abreacc1ón que, como nueg...
tros otros chistes, tiono mucho en común con la histeria" 1º. ¿De qué
chistes se trata? .
Frcud prcaenta lo esencial do eus ideas psicoanaUticas funda· La bromo fue tomada en serio. El s!ntoma "risa• exigió mucha re-
mentale& entre 1900 y 1906, en cinco textos: La interprtlaci6n de /03 flexión; transcurrieron cinco al\os, después del libro de 108 sueños, an-
suerl03 (1900), Psicopatologta tk la uida cotidiana, El chiste y"' re/a· tes de que apareciera el libro de loo chistes 11 • •
ci6n con lo incon.scitnte (1905). loe T~• tn&ayos dt ttorta stx.u ol El mayor desafio •metnpflicológicoº era el planteado por el chist.e
( 1906) y el "Fragmento de análisis de un caso de histeria" (caso Dora) obsurdo. ¿Conocen el siguiente?:
(1~06). Esta pcnlalogln constituye un parodigma teórico que le per·
m•t16 transformar uno teor(a de las neurosis en una ciencia del psi· Dol judíos se encuentran en una estación ferroviaria de Gahtzia:
quismo normal•. - ¿Adónde vas? -pregunto uno.
Par-n caracterizar el nuevo parodigmo se puede ha.blor de u.n sis- - A Cracovia -contesta el otro.
tema que combina dos liemi-; en él las causas actual.,. interactúan - ¡Qué gran mentira! -responde el primero- Si dices que vas a
co~ los determinantes infantiles, y participan mecanismos psíquicos Crocovia tú quieres que yo piense que vas a Lcmberg. Pero yo sé
un1vcrsolcs tales corno la condensación y el desplozamicnto, la censu· que vas a' Cracovia. Entonces) ¿por qu é meot"u-me.7n
ra Y la represión. La articulación global de estos íactore1 da cuenta
del comportamiento humano'. Caso sibilino de In cconomla de In doble negación.
Strochey3 cuenta que Flicss, mientras leía loa pruebas de página Como seilala Regina Sarmiento, ºdel sueño al chiste hay un pasa·
de la Troumdtulu"lf. se quejaba de que los suenos estuvieran llenos je importante de lo individuol a lo oocial, del uno al treo""· En el fi.
de Witz; les faltaba seriedad: eran deniasiodo chi•to80S. Freud le res· nal del capítulo V, Freud dice: "El proceso del chis~ en la primero
pondc con una clase 80bre lo represión: pcnona produce placer por la suspensión de la 1nhib1ci~n y la ~l&m•·
nución del gasto local. Pero no parece alcanzar su ~ smo po~ •.nter-
Por cierto ea verdad qu.e el softnnte ea por demás ingcnjoso, pero medio de una tercera persona intercalado, y proporciono un ahv10 ge-
eso no es culpa mía, 01 merece reprobación. Todos los softantes neral a través de la descarga.,.. .
!"'n insoportablemente autilea y necee1tan serlo porque están ba· El •trabajo del chist.e", como et "trabajo" analítico", ncce11la un
JO presión Y porque la vía directa les está vedada ... La suti leza interlocutor. Oo allí la pregunta: •¿Por qué no somos capaces do reír-
manifiesto en todos los procesos está fotimamentc relacionada noo de nuest"°" chiates?"" En la agudeu necettitamoe a un otro co-
con la teorfa del chiste y de lo cómico<. mo puente con nosotros mismos. O sea que la producc:~ón de un chis-
te requiere un terceto: la persona que cuento. el. chiste, la que ea
Strachey crce_que este he<:ho puede haber sido un ract.or precipi- objeto del chiste y la que rfe. Eo cuanto e la cu.,.bón del pta-;:c~ pro-
tante, pero que el mteres de Freud por el W1t:z es mucho mú antiguo vocado por la risa resultante, Sarmiento nos recuerda Q,uc la n89 so
y data de los tiempos de Cipión•. ' produce fácilmente en la tercera persona y no en la primera. Freud
En una carta a Fliess - partenaire de cuentos judl0&- Freud na- desarrolla t.oda una teoría, ICglio la cual el oyente del ch.iste evita un
rra el del ºSchnorrtr que pide dinero al Bar6n para un viaje a Oaten· gasto psíquico, tiene lo posibilidad de descargar enerl¡fn y logra su·
de; el módico lo había recomendado baffos de mor. El Barón respon- primjr una inhibición o uno rcprceíón. La nsa en la primera persono
de que Ostcndc cs. una playo demasiado caí-a; un balneario más sólo aparece después de este desvío, de este pasaje por el tercero,
mod~to serla lo mismo. El SchMrrer rechaza la propuesta con las dondo el otro devuelve al primero la posibilidad de obtener lo que
11gu1entcs palobras: '"Señor Barón, nnda ea demosiado caro pnrn mi busca: el placcr" 16. •
salud"'. Si comparamoo el chiste con el sueño, podemoe deci.r que el suei'lo
El humor vino en la estela de la Troum<ÜulU"lf Freud U.Onza en ea un producto mental completamente ru1ocial; nada hay en ól para

392 393
comunicar a nadie. El chiate, en cambio, et1 la más social de todas las zón directa con el inconsciente. El humor es una defensa contra el
funciones mentales que objehvan la producción de placer. Preud reto- d1aplncer, y la energfa liberada se convierte n su vez en fuente de pla-
manl el tema en P.,"""'t¡fo d• l<u ma.,,,. y an4/itu del yo después de cer Hablando de humor, Freud retomará este t<?mn dos décadas mllJI
una eecala técnica en la noción de narcisismol7 t.arde, en un oorto artJculo titulado "El humor"". !tao fue una de las
El chiste "establece el paradigma de la escucha anaHtica •19 pocas veces que habló del superyó de monern amigable. Asl como el
Frcud recuerda a Shakespcaro": · chist.e ca una contribución del inconscienteZG, el humor debe ser consi-
derado •una contribución hecha a lo cómioo a través do la agencio del
La fortuna de un chisto está en el oído superyó...,_
de quien lo escucha, nunca en la lengua En resumen: Jo agudeza, el chiste, ahorran un gasto en la inhibí·
de quien lo hlzo"'. ción: lo cómico en el pensamiento. el humor en el aentimjento. El
chiste, lo cómico, el humor -dice Freud- "nos llevan de vuelta al esta·
Pre~d parte de la b3$e de que el traba.Jo del <h••k es semejan!<? do de la in(ancia eo que no teníamos conciencia de lo cómico, é:ram08
a_l trobqjo d•I suello: una idea preconsciente .. sometida a una revi- inCRpaces de ser ingeniOIOI y no necesitábamos de) humor para ser
tuón anconSCiente. •La ~mplia ~incjdeocia cnll'c los medios que utili· felices en la vida....
za ~I humor Y los medios oníricos no pueden considerarse un simple •El libro de los chistes" habla del univereo lúdico. Trata de la•
nccadcnte"'ll: Pero, al controrio del sueño, el chiste no procura disfra· fuentes inconscientes del placer eLl los dichos ingeniosos. "El humor
zor ton rnd1calmcnto eus '"alusiones• despinzada& pues un exceso de puede definirse co1no cx¡>rcsión disfrazada de un SC1\timiento profun·
~ísfrnz quita toda la grocio. O sea que un sueño tÍpieo, exitosamente do•2t. Texto apurado que presenta un raciocinio cerrado, casi serio.
1ntcrpretodo, recuerda un chiste mal contado22. La explicación se en· Jonea, en 195-0, lo consideraba el libro menos conocido de Freud y, en
cuenlro en la supresión momentánea del gasto de energía necesaria el campo por él abarcado, el menos explorado por los analistas en ge-
para mantener la represión, en razón de la atracción ejercida por lo neral Posteriormente íue descubierto por doe corrientes que no tie-
oferta de un p/iu de placer (p/o,,.,r onliapodo)" u . nen nada que ver entnt •f· el mi</Jlk group ingléo'O y la escuela laca·
Para eseribir ~I hbro, Freud consultó d1vef'83s antologías de hu· ninna· 1•
mor•• desde Ra~la1s hasta Twam, pasando por Heine y Lich!Almberg. Existe una gramlitaco común del inconscicnt.e, en tomo de cuyo
Partiendo de L1p!'s, 0que define el chiste como •o.lgo cómioo que es en- lógica so organiza el conjunto de los fenómenos aignilicaotes: recucr·
~ramen!Al sub¡etivo , Frcud habla de la téc11ica, e l prop6sito y el objc- do& encubridores, lapsus, errores de lectura y do c.Mcrituro, olvido de
11uo. En el chis~, como en .el juego de palabras, lo técnica más común proyectos y torp<lzas --0 sen el chiste y las tonterías do todos los días.
es lo ~onden.s~ión, mecnnll~mo ya conocido por el análisis de los suc- En ese ámbito de lo común e n el hombre común, el psicoanálisis no
ñ?". En u_n chlSte de mayor complejidad pueden emplearse varios me- eolro en la distinción de lo expresivo y lo intencional. Freud monto
d~o~ técn1~os: d~splazam1c.~nto de una idea esencial eo una idea tri- una M!'ric continua, que va desde lo estrictamente expresivo (palabras
v1a_I, relaciones inesperadas entre cootenid08 d11pares· presentación 11n sentido, elección arbitraria de números), puando por actos al
indirecta por medio de I~ alUBión, de la analogfa y dcl double •nUn-
0
11111mo tiempo intencionales y expresivos (el auefto, el juego, el arte),
dre. Desde el ~unto de visto de la Urukrn:w, cabo una distinción en- hast.a lo casi puramente intencional (un acto de defensa propia). En
tre 108 chistes inocentes, en los cuales sólo está en juego la técnica y principio descarta lo expresivo como fortuito y superficial. Él es utili·
loe 1Alndcnc1osos. Freud divide los tendencio808 en ooscenos y hostil~s taristo: el Rueño sirve para proteger el dormir, y punto31 •
En lod.os los casos, .ol denominador común es el ..placer preliminar"': "Su tendencia a vor unn máxima intencionolidad e n cada acto
Los ch!stes tendenc10808 llevan a una fuento más profunda de placer psíquico supone una racíonolidod demasiado rocionnl tras la irracio-
o portar de temas que eaUn reprimidos. El n1ccnnismo psicológic~ nalidad de la apariencia psíquico""' ' 2 • De alll que no acepte que cier~
ese?c1al de lo chistoso ea la "economía en el gasto palquico" mcdianw
atajos que desafian las leyes de la lógica. &te placer preliminar r<>-
cuerda que "El libro de loe chistes" fue redactado al mismo tiempo 1 Para Lac:an, el libro del Wat: ocupa el tercer lup.r en importancia en·
qu~ los ~ en.sayoa. Ambos manuscritos se encontraban en mesas &n lot textos que hablan de tu manifestacionee del tnconaciente. V~.uc. por
vecinas, de modo que Frcud, según su estado de ánimo, trabajaba a t:Jemplo. "L"lnstance de la lettrc dan& J'inconsci(':nt.", &r1t1, pág. 508n. Tam·
vooce en uno, a veces en otro24. bl~nlaa implicacionca da lo palabra •merdre·, •Re.morque 1ur le raport do
Lo úJtima parte de El chlaie y su relación con lo inconsc.ientt tra- 0.ni•I L8g11ehe", Écrit., p¡lg. 600
to de In na.tura.l eza de lo oomico, desde sus formOJ! ingenuas hasta las 2. Luego veremo1 que el ·;uago del carretel", el rom0to fort..da, pcrfiltt
más sofisticadas. AJ contrario de los chistes, lo cómico no tiene liga- una nueva. teoría del juego

S94 39~
10. Can.n de fo"reud a Phes1 del 28 de JUn10 de 1892, Cor'N!t1po11déru•iá
tos suetios, ni siquiera lo& sueli.os infa.ntilca, sean simplemente juego, Sigmund Fr<ud·W1lhtlm Fli<U. polg. 31 .
esµontaneidad". No obstante, en un pasaje de El chist< y su relacUJn ll. ¡.-;·mc,t.Jones, A 41¡_J0 to obro <lt S1Rmu11d ¡.·rtud, l989. R10 de Jonc1·
con lo incontcitnU, ae sugiere la pos1bihdad de considerar a lguno1 ro. lmngo, 11, poi¡. 336
productos pefquicos como sulicieowmontc motivados por la relajación 12 SE, VIII, ptlg. 6.1. dº
y el juego eapont.á.noo de la mente". Cuando no usamos el aporato 13. Regina Sarmiento. •Et autoan6h11s de Freud, corre.-pon encia y
psfquico paro obtener algún placer urgente, escribe Freud, dejamot eh.11te8':· un 1u~er "rcc-·
u; •v, troi......;o
........, prctentudo en lo 11 Jonu.•dn do CachCK!1ras.
que esw aparato funcione por el mero gusto do hacerlo. Morion Mil· 1991
ncr cita o Merleou-Ponty, que cuenta una fábula sufi: el Maestro está 14 SE, VIII, 1>6g. 165.
riendo solo, y el discípulo lo pregunto por qué está riendo solo. El 15. lb•d
16. fteglnn Sann1cnto, op. aL
Maestro responde: "Estoy riendo eolo por el hecho de estar riéndomo 17 SE, XVUI. p.lg. 126
solo". El sabio placer del sm sentido.
La estétlca, entonces, busca el gozo que se bttice a si mismo, to· 18. !bid.
19 ~·, labourt l...t.>ll. V, 2, cit tn u.
s•·
VIII · 144
.' P"I· · ,
niendo en sí mismo su propio fi.nSG, 'Tratamos de obtener placer de su 20:A.xit'ilprosptrtl' l1t11n tha tar/O{J11rn tllol hto1'311, ntt1er '" th~
propia actividad"3'. Freud SOlllpecha que é<Jta es "la condición general 1-0ngu~IOf h1m thot nw.tn"
que preside toda ideación estética"''· Pero nadie lo siguió en esla ..,,,. 21. SE, VIII, p:\gt. SS.9.
da abierta. Sea como fuere, "El libro de loa chistes" constituye la prin· 22 SE, Vlll, pág. 173
cipnl contribución de Frcud a la cuestión estética. Para Lacan, el 23. SE. XX, pdg. 66.
chiste está en la encrucijada de lo mettlforn y In metonimia. lntrodu· 24 Em.-tJo..., op.cil., 11, pág . 27.
ce el factor "'sorpresa". El chiste aeria una aorpreaa metonímica que, 25. SE, XXI, pág1. 159·65.
2$. SE. VIII, pág 168.
de esa manera, prc"enta en un ..flash la división del sujeto consigo
mi8nlo"38. De ahf su eíect.o iluminador 27. SE, XXI, pá¡. 165.
·Trodultort, troditore"39 • Esle chisto, u.no de los favo ritos de 28 SE, Vlll, pág. 236 . ló · • S d fr.ud
~'reud, podría ser, como observa el "traidor• Strachey, el epígrafe del
29. Phihp R1clT, ·oeurgimcnto do buanetn p~uco g100 , •smun
& 0 ab<n<I~ do Dr. Lo«111. 1989, San Pablo. Bra1>h•nse. P<ll. 97. • •
libro~. Ninguno otro obro do Fl'cud ofreció tontas dilicultodca para 830 "1orion "tilnor •ft papel de la ilusión en 11.\ ror-mac160 de 11mboloe •
la traducción, ya quo la mayoría de los ejemplos son juegos de pala· . ' ' 'I 1~•
en N~vo• d1r«e1on~• ~n ¡ntcoo.na 1.11ts, ~. ~· -•·· 94-119 · Véal<! tamb1h
brns, intraducibles por naturaleza. Pero convengamos eo que St:ra· "'On not. be1ng nble lo J)flint.·.
chey, a pesar de ser justamente criticado, termino siendo el n1eno.s 31 SE, V, págs. 578-80. 6 Ai I' 'd61
traidor de los traidores. 32. RiclT, Frtud, ta n1tnte dt un mornli-""· 1966. uenoa rea, t'H •
p<\g 135.
33. !bid.
34 SE, VIII, pág. 96 _.. •
NOTAS 35, "tony Elkailn e Ieabello St.cn.gen. ·0o ca.snme11t.o doe heu:•.,....neoe •
Sen Pablo, PMi..onal. 1994, L>.111, P"C· 45
l. Fnmk J. SuUoway, F,..ud, 61ologillt <k l'uprit, 1981, Pario, Foyard, 3-0. lbfd.
pág. 343. 37. SE, VIII, pq. 96. . • ~ · _. 84
38. l.tlcü.n, •La poeition de 1'inconSC1ent. , ~crdl, .,...g. •
2. lbld.
3. SE, Vlll, p<lg. 3. 39 SE, VIII, pág. 34.
40. SE, VIII, pág. 6.
4. Carta de Freud a F11... dtl 11 de oetlembre de 1899, c,,,,..1pornllM10
Si¡¡mund Prtud· W1/htlm Flien, 1986, comp. por J. M. M8.180n, lmago, Río de
Jancíro, pág. 372
5. SE, VIII, p<lg. 4.
6. Carta de Freud a FI- del 22 de íunio de 1897, Corre1pondlncia S111·
mund F,..ud· Wilhtlm Plk.,, p<lg. 255.
7. SE, VIII, pág. 146n.
8. Theodor Lopps, &itrli(¡< zur Allh<tik, 1898.
9. P. H. Cut.el, "'Comiq:ue•, L' opporl freud1tn. tUmtnla pour une tncy·
c.lcMdit dt lo plt)'Chano.l~1e, comp. por Pierre Koufmllno, Paria, Bonlu.
1993, pég. 69
397
396
bnrbcro· Jiterolment.c suspiré aliviado cuondo de nuevo vi mi jar·
din b1c~ cuidado, oon sus follajes podados.
La escena evoca sensualidad. el momento voluptuOfK> continüa:
CAPÍTUL024 Viendo el tiempo, que estaba maravill~so, paseé un poco por el
patio, gotándolo. Me sentía cada ve~ m~or ... después ... ~bailo
DORA tibio . a la tarde jugué ni ajedrez en el bar de costumbro ...
Hay ¡ore d• vwn en esta descripción. Llama 1.a atención po~ mos·
Et ~iglo XX se a brió cerrando el aislamiento e-plénd1do y mí.era· trar un todo de Ja personalidad de Fre ud poco vmtado por los b1ógra·
ble. Salido del capullo, Freud lenfa 46 a11os cuando brindó con chrun· fos y, en realidad, también por ól mismo. Si bus~ una. palabra que
paña a la medianoche, celebrando el inicio del año 1900. Atalaya paro defina a Freud, yo dirfa que es sombrlo; una 1ntent1dad lóbrega
cva~un.r e) camino recorrido. Recurriendo a lo proverbial pregunta ocompar\R su figura. Pero c•se velo atormentado a veces se levanta y,
¿quién soy yo?, él ""define, en carta a Fliess, en el segundo mes dol detrés de la AOmbra gris, oparec:e un hombre sensual, conocedor de
nuevo siglo, de la siguiente 1nancra: los placeres de Ja Tierra, mñs tierno, mt\8 infnntil, pronto n de.JiUStar
un buen vino entre la" volutas azules del humo de u.n buen c1garro.
~ue~. Ja v.crdad es que no soy. en modo olguno. un hombre de Un Freud que emerge del "'mundo de los niftos", como en lo fnn1osn
c1cnc1n. 01 un observador, na un experimentador, ni un pcneodor. carta, ya citada, de IOll hongoso•En A'.!"""" concnco un boolque mara·
Soy, por lcmpcran1cnto, un Conquistador' villoso repleto de helechOll y hongos ... •
E~traños penion111es los hongos, esos vegetales féJicos con alma
"Conqui• lodor" está el!Crito t'n c•pru1ol Palabra fuerte con múl· de erección. Hijos de la noche, hablan de los miKl<>rios de!ª conc.ep-
tiples resonancias: la conquista de un nurvo coohncntc d~I corozón tión, y Freud, gran ni~o de 41 nños, querfa que su amigo F11~ss lo un·
de uno mujer o de la centuria que~ inicia. Los conqui~tadorea son ciara en el enigma de la vida. Lndo conmovedor do la .sex~ahdad b';"O·
oudnces, i_nt~pidos. temerarios, oon fama de inescrupulosos. Sus xual de FTeud, •fruto de una voluntad de lo fem~ll.lRO , co~o b1!n
obra.s son ¡uz¡¡oda• por los l't'sultados Así, F~ud acota "Por lo gene- dice Lydia Flem. Lado lúdico que oparcce en el ritual d e la caza. a
ral no se les reconoce mérito,,¡ no tnunían, St no descubren rcalmcnlt los hong06. Anna Freud narn e8ta historia. impregnada do nosttllgm,
algo: en caso contrario son descartadOR sin miramienlOll. Y esto no~ a Lou Andreog-Salom6: ·Frn¡.oinmoe entrnr en el bosque s•n el menor
totalmente inJuPto. En este n1omento la bUCrto me ho abandonado~ yo ruido ain decir palabra, ... para no poner "obreaviso a los hongos.
no descubro nada que valga In pena" Nunc~ hnbluría1nos de esto con personas que no formasen parte de
Freud crer. haber perdido el mapa dol tesoro al entrar en el siglo nue8tro pequeño círculo... .
en el que moriría el conqui•lador de carne y hueso. El 8 de enero de t-1nrtin, el hijo con saudades, cuenta el safor1 de 108 hongos en
1900 le escribe a Fhess: una de lllll mejores pAgiou de sus recuerdos. Encontrar un et1panto-
so hongo moteado ero. el primer paso. Una cr1otura venenosa. co.n
Lo más interesante, pa.ro nosotros, del nuevo siglo tal vez sea ~I manehaa escarlatas tumeíact.o de veneno, que scr1ialnba h\ presencia
hecho de que contiene la fecha de nuestra muerte ..'.2 del SttÍtlpiltz, liter~lment.e el "hongo d e piedra", que era lo que bu•
caban.
llay ~na d06is de humor judío y nan:1sista en esa salida. ¿Acoso
el Conquistador prevé que lo nueva centuria será el siglo del psiooa· Cuando e ncontraba el lugar ideal, mi padre convocaba a • u pe·
nálisia? Su siglo. queña tropa. en lo que cada joven soldado ocupaba su puesto, co-
Hombre ~puesto. Puede ser descrito como un profeMr con encan· mo en un pelotón de infantería bien entrenado, marchando a trR·
lo: hasta el b1got<? y la barba en punta eran sometido• n lo atención véa del bosque. Fingíamos esUlr atacando a un a.nimftl tan ve!o•
d1ano de su bnrbero, el re•ponsable de lo demora el día del funeral como bravío: había tnmbi(:n un concurso pnra d-:s1gnar al mC,Jor
paterno. Una ra,ria a 111artha, de la década anterior, ilus tra bien el cazador. Mi padre siempre ganaba'.
punto. Todo comienza en la ¡>eluquerío
No se trata de •fingir", si.no de otra cosa, más próxima a lastg.ti·
En un santiamén me e ncont ré vestido y 11<>ntado en el eillón del !las morav1llosas quo habitaban los suoiloe de In pequcilo Annn. •g·

398 399
rnund, el podro de In horda, pnrcce imat.ar uno c1«:coa do cozadort'l'I recogiendo fnatillas silvestres, pc~ando o realizando largott camino·
primitivos: se precipita sobre un bonito espécimen, y lo cubre con Mu tas AJ final del verano. en ag~to o comienzos do set~embre, Freud
80mbrcro tirolés. Atropa la pre.a, lanU1ndo una tK'ñal de victoria con vu\jaba con su hermano Alexandrc, y más tarde, a partir de 1909, con
un pcqueóo •ilbato do plata que •aca del bolsillo del chaleco. Y delon· Fcrcnczi, pnrn explorar Italia.
to de sus hijos, cómplices de su plaoer, e l cazador levanta su sombrero
Y muestra la pcquefto bola de color marrón a la que, según Martin, a Freud habló mucho de su soledad t.córica. En una carta a Maríe
veces llamaba "bebé"
"Hongoe comestibles -ret1ume Lydia Flem- y divinidades de pie-
Bonoparte, por e¡emplo, se compara con Einstein, y dioe que
có pnrtido del hecho de que habla una lorga listo do prede<:esores en
éste··•·
dra o torracoto se asocian a los placeres frcudianos"•. La porte lúdica los que podio apoyarse, comenzando por Newton". ti, en cambio, "tu-
que tanto lo odmi~ará en las idas y vueltas del •fort-da" de &u nieto, vo que abrirse camino paso a paso, solo, por una sel,·a enmarai\a·
que ae entrega a Juegos de guerra, y que tambu!n esconde el lx-bé da""· Esa senda estl'C'<ha es narcisista, porque, como lo scftala Paul·
hongo en la barriga de su sombrero. El "hombre del plaoor" que npo· Laurent Assoun: " ... todo lo que procedo del exterior ticno que sor
rece como rorn cstrclln fugaz en una vida casi ein oasis. P~ro a veces integrado obatinadomente en su propio capullo"' 2. De alll que Frcud
los placeres •• combinan: •Recogemoa hongos todos loa dles. En el confiese en una tardla circular, dirigida • los miembros del CorruU\ en
~ri!'ner día de lluvia áré a p1c hasta mi querida Salzburgo, donde la 1927: •No me resulta fácil entror en el pensamiento de los otros; por
ultima vez descubrí antiguo• objetos egipcios. Ellos mo ponen de lo goncral tengo que o.J,ruardnr pnra que se opere el encuentro con los
buen humor y me hablan de tiempos y poíses lejanos .... meandros de mi propio comino'" 13
Para evaluar el a•ance IOgTado en ~ periodo, que podrfamM
Hombre de pasatiempos absorbente•. El alpinismo era una de llamar del "P'reud joven .., comencemos por el término ..ps1COAnális1s•,
sua pasiones. Para el deportisto Marton Frcud "no sena exacto decir empicado, por primero vez en 1896, como y~ vim~, pero.q.ue sólo en
que mi padro era un buen alpínista ... él rcvel~bu loe defectoe propioe 1922 recibe eu definicíón más completa En El pe1coanáhs1s Y la IL'<>-
de loe novicios, en particular el optimi.smo..10. Jugaba un poco de aje- rfa de la libido", él escnbe:
drez, pero abandonó el tablero por completo antes de lo• 50 año•
pues el ju.~o exigí.a mucha conccnt..ración y él prefería ahorrarla par~ Psicoanálisis es el nombre:
otrns nct1v1dade~ 1• Cuando estaba solo, a veces jugaba 101itarios 1 1•) de un método de investigoción de prOCCSOd mentales que de
además del "'"'~p1terno tarot de los sábados. Otro pasatiempo: su pa- otra manera serian casi 1nacces.ib1es;
llón po~ 1";" antigiJedades. Este anhelo arqueológico pesaba en su bol· 2°) de una técnica basodn en esa investigación, pnro el trntn ..
sdlo. S1gu1ó de cerco lo• descubrimiento• de Schlíomann on Troya y miento do los trostornos neuróticos;
de Sír Arthur Evans en Creto. ' 3") de una serie de concepciones poícológic.. adquindas de este
Vemoo que en esoe años del •espléndido aislamiento" el ostna. modo, que se articulan entro sf paro formar progresivamente uno.
mo fue cienUlico y no AOCial. Freud tenln un variado círcu.lo de anus· nueva disciplina c1entfficn 1• .
tadcB, comenzando por los co1npa1'ero8 de tarot. Frecuentaba lo
Sock'<lad B'noi B'rith: participaba en sus reuniones sociales y cultu· La nueva disciplina abaral el triple dominio de la investigación
ralc., que se realizaban quincenalmentc del 1nconsc1ente la clínica de la& neuro•i• y lo teorla poicológica glo-
~.s va('OCiones do vcr~no, ansiosamente esperadas por toda In bal. Esto ya esta'ba clurc en 1896'2. . .
famiho, er~ un asunto seno. Frcud se ei4merabo en los preparativo• Esos lugares son virtual••· No se trato de que exuitnn tres lopoo
desdo la primovera. Les pre•lnba a loa detalles la misma atención de descubrimientos cada uno en su nivel. Por el oontrarao, el pnnca ..
que antes habla dispcn~ado a loe "congTe10S" con •1iess. pal efecto del psi..,,;nálisis ea que vincula inextri"!'ble_mente, ~n una
Llegado el verano, d_esp~é11 de m ..e• do agobiante trabajo, Sig- eficiente máquina do pensar, el método de mvestigac1ón dol 1ncon8·
mund coo M~rtha, los seis hlJ08 y la tlo Minoa y se instalaban en un ciente con In intervención tcrnpéutica y la sistematización coocep·
hotel tranquilo de las montañas -en Bad Gastein o en Ben:htesgar- tuol. Por consiguiente, como lo señala Assoul\ 16 , •Freud no nos pre--
den, en Bavana- para pasar alll semanu corridas, catondo hongos,

·2. Lacan, desde •u aniculaa6n de lo tte.1 con lo ltimbólioo y lo i~~na·


•1_ Eeo ncue'!1a • ~rtrand RuueU, que abandonó las nlnt.emáticat a rio 1 hnblará do lo incontcicnte con\O Jo real, do la clfniefi como lo irnnginano, Y
los 37 onoe por motavos •1milarea:. de 10 teorío conlo lo eiinbólioo.

400 401
11cnta •pnrtes- de In •0088 psicoannlftica•, aano otn101nentos• Jógicos de rulcnto de nsociar au nombro n un gran descubrimiento. La mela: de.-
uno cn1presa fundamentol''. Ante~ de entrar en In naturaleza e-5pt._>cf.. vornr el mundo. Martha fue In primera confidente de"º ambición om..
fica de eea mecáruca, conviene preguntar: ¿descubnmiento de qué? nívora: ·No soy capaz de trobaJar B menos que sea nguijoneodo por
Como lo ecnala Lnncclot \Vhyte en su trobajo L'11fconsc1..cnt grandes esperanzns"ll. Y también: "Soy muy obstinado, muy audaz, y
avor~t Fraud, "en 1870· 1880, la noción de inconsciente se había con· necesito grandes desaflos-n. Los tiempos de la coca lo demuestran
vertido en uoa trivialidod" 11• No hoy que olvidar que el libro de Von con letras do fuego.
Hartmann, Filooo{ía del '""°""""'"'"", hubía sido tm verdadero belt-
Btller ~n la época. Otro tonto succ<lla con In sexunlidad. En los a.ñ os
Un tercer punio está bien senolado por Assoun: "El descubri-
n1icnto se asocia a otra empresa: el impulso tiene que venir del exte-
70 nació lo sexología, en cuanto se reconoce el hecho sexual -en lae rior paro c¡ue Frcud pueda realizar la identidad de su propia búsc¡ue-
manos de Havclock Ellis y Kram-Ebing- como ob¡eto especifico. Jn- da-u. O sea que necesita un precur10r. Todo comienza con Breuer:
clu_so més: estos sexólogos convirt.ieron el sexo en noticia. KTaff't.- "Él leyó pnrn mi, en vnrias 01>0rtunidodcs, frogmentos del hi•torial do
Ebm!l redactó uno enciclopedin de las perversiones, destinada en su enfermo. y yo tuve la impresión de que nun<a se babia dado un pn·
prmcip10 o médi- y juri•tas, que resultó ser otro but-~l/u inston- so tan important<? tn In comprensión de la.a ncurosaa-24. El tdntoma
tánoo. •Se puedo di:eir que Krafll.-Ebing domesticó a Eros, gracias a "hnbla": ése fue el invento freudiano. Necesitó de lo troullllillt breuc-
un .-voycur1smo sut1J.'"1'. r1nnn de la cntar.sid basada en la hipnosis. f:l síntonu.\ tiene un sentl-
Ese autor describ<i lo necrofilia, la flo¡telación, la pedernstia y Jo do. carga con la rern1niscencio. de un hecho traumático. Por primera
b<istiabdad con un léxico ·~septizado" por el sacrosanto lotln. En vez n1guicn piensa <'n la gén~as psíquica del síntoma, génesis que ex..
e~~ ai\oa, Freud fue considerado obsceno, mientras Que Kraffl.- plicn e l trOAtorno en términos de fuerzas y energía. A partir de ese
Eb1ng era un erud ito del sexo...Asistimos hoy en dío -obtccrva Cln. .. momento, Freud bu.sea une teoría general de los neurosis.
vrcul- a una extraña inversión. que hace que quien fue tenido por Repa><'mos el 1tinerano. En el cvmienzo de la de-cada de 1890 te-
ob8ceoo sea considerado un autor muy seno, mientras que el venero· nt-mos un conquisuidor impncicnt.c, o In enza de tesoros. Todavía no
ble profesor de la enciclopedia pal«I n formor parte de las bibliotecns tic no el mopn de Ja isla. W i~do 8" llama ..ScxtJ... Sexo nuís susurrado
do Jos voluptuosos"l9. que hablado Breuer comenu que el "secreto de alcoba" siempre csUI
Havclock ~Uis. por su porte, vivió torturado por el SOJ<O. Homose- pl"C."M'nte en 1os cuoa de neurosis; Chnrcot declara quo en CSOfl casos
xual tan .lll!umJdo como ero posible en los tiempos del V. Profundi8 de • ... .-iempro ... siempre est.á en juego la cosa genital""¡ el fam080 gino.-
Osear W1lde, .l u_ehó con empeno contra los códigos morales victorinn 08 cólogo Chrobak sugiere que la SOJ<ualidad es el único tratamiento pa·
v1gent.!s. Recibió favorablemente lo tooria sexual de Freud y Ja perio- ro ..., tipo de afccc1oncs.
d1r1da.d de Fliess. Ellis, para la cruel Roud1ncsco, ·se asemeja a 108 S1 ellos lo "3blon, ¿por qué nuncn lo dijeron?
h1sténc~s .de fin de siglo; oxperimcntoba en su cuerpo Jos estigmas de Los mo~stroa hacen de cuenta que no aaben El propio Freud •i·
un sufrmu ento que l<lnlo por origen la sexualidad y a partir de él h "·
zo su texto'"'20. •
túa bien el asunto; •Me hablan dicho -acnbe en su Preaentoc'6n ª".
.I tobw¡¡rdf"'4- más de lo que ellos mismos sabían y m~s de lo que esta·
Freud cntr:obo frec_ucnwmente en conflicto con Kratn-Ebing, po- ban dispucsltls a sostener". Pero eso no cayó en ofdos sordos: "'Lo que
ro tenía por Elhs un evidente respeto; fue la llnica persona con la que yo recogí de sus labios durmió inactivo en mi haslá que, graeilll! a lu
ae ca~ duranw el "espléndido aislamiento". investigac·1ones cat.ArtiC3.8, resurgtó como un conoam1ento aparente-
Rep1~mos: ~I psi~éhsis que entra en el siglo XX no es Ja filo- mente orig1nal"2i, De es.a mnnera, lo que era "1Jabido" pasó o ser ..co--
sofla del mcoosc1ente, m lo teoría del hecho sexual. flobla, y muy clo- noc1do". Frcud saco en limpio In etiologfa sexual del drnma humano.
~ornente, ~e esos dos temM, pero inventando lo in.édito. O sea que la Más tarde, lu hil!U!riC88, en la intimidad de la consulta,_ confir-
1nwrven~1ón íreudiana •complicó" la reahdad; el limite entre con•- maron con palabra• y gestos lo que los maestros hablan dicho en
c1ente e tnconscicnt.e quedó cuestionado desde uno nueva versión de charlos secretas e ntre hombres26. Los clases de los martes en la Sal-
lo sexual, generando una acusación de panscxualiemo que pretend(n ~tri~re. como ya vimos, fueron una escalo técnic.a en ese recorrido.
desmerecer la apuesta. El ¡oven Freud se ve rodeado de evidencias: ·oe¡6 el dominio de la
Un genio tiene _rasgos muy pe"'6nalcs. Esto nos lleva a hoblar do hist.eria y comencé R explorar la vida $6xunl de la& •neurastén1ca8•
tres puntot prehn11nares de Ja prehistoria freudiano. En primer Ju- que se amontonabo1\ co gran número en mi consultorio", recuerda h.\
gar, ~bservo~os u~ re~ardo relativo en In identificación del objeto PretenlocWn ª"fobÚ1tJrdfico'n. Todoe los caminos lo llevan a la"""'!"
propio de tu mveet1gaaón . En los comienzos, Freud, como Lao Tsé, na primano•. Él, según la fohz frase de Paul-Laurent A.ssoun, "sufnó
todavía no sabe que.' sabe, n1 83be lo que quiere saber. Camina a tien .. en si mierno la escena primaria de lo seducción de la palabro de lo
188, en busca de su objeto, recorriendo un trayecto ligado al deseo vi- hi•térica" Más alltl de la "verdad histórica" ae encuentro la "verdad

402 403
hi~~1ca", la fabulación mcdu1nte la c:ual ac notifica ta verdad pnra- La verdad histérica nos lleva a Dora, o ni ..triunfo de un frnca-
dó¡1ca del deseo. Nace la •fünto.ra inconsciente". La verdad fontásti- so"31.
camentc inverosímil . Freud se vio "confrontndo con el enigma moder- El .. Cnso Dora .. tiene una historia editorinl curiosa. Pnrcce ser que
no por excelencio, e l límite de lo palabro de lo histérico"23. el manUM:nto fue origínoriamen!Al rechaxado por Brodmann, director
Coincido con Anzieu en que "Freud det<CUbnó el psicoanáh•i• al del Journal fur P$¡ChologU und Nturol"fI~"· Freud intentó entonces
mismo tiempo que se dcscubr!o -<in el doble sentido de la palabra- y ubicar su artículo en el Monallschrifl far Pt;yehiatrw und Neurol<J8"•
que se dc~velaba asf como se descubría"'''· También se puede decir donde lo aceptaron do inmediol-0, pero, inc~plicablcm~nte, é l lo ~acó
que tuvo que inventar el psicoanálisis pora salir de su seria crisis de circuloción. El cn•n.YO quedó •encajonado (como la n1llera ~rehist6-
existencial. rica) durn.n te casi cuatro año&. Algo semejante, por otroe motivos~ ·~­
All°" d1ficiles en los que el placer parecia perdido. Freud se queja cedió con el Moisis al final de su vida. En una carta a Fhess, le exph·
de una abulia total, del trab8JO mecánico, del cuerpo preso en la •te- ca: -Terminé ayer' .. sueños e llist.cria•, y hoy ya eB~Y. sintiendo In
naza" pHicosomático. A esto 8C •umo la muerte del podre en 1896. La falta de nnrcótic08. Se trata de un fragmento del anáhs1s de un cooo
sombr~ del obje~ coc sobre el yo. Una sombro •proustiona", como di- de histeria, en el que las complicnciones se agrupan en torno de dos
ce An%1eu 30. Comienzan a al0rn1entarlo &0mbrfas y precoces ideas de sueños, de modo que es la cootiouacióo de la Traumdtulu~.
decrepitud. A loe 44 allos oe calificó de "v1r.¡o israelita" Freud aclara lurgo la razón de la demora, una razón medio Sch-
Durante la década anterior había otravesado lo fiebre de los Al- norrtr: "El ensayo ya fue aceptado por Ziehcn, que no·~ da cu~n~o de
qu1mi8l.tl8: un esfuerzo intelcetual constontc, que otros sólo conocen que luego le infligiré también la PsícopalolCf!IO de la vida cot1drn11a.
fugazmente. Bcrtrand Russell, también en el umbral del siglo, pasó Por cuánto tiempo Wemecke ty Ziehen) •oportarán esos huevos de
un año frente a u.n o aJuanantc página en blanco. consumiéndose en cuclillo• .. un problema de elloe"".
el inicio de su Pruu:ipia Matlkm6tU:a. tsa fue una de lns razooce para que est.e huevo p.ar~sito tuvi~
En el acto de crear, el carácter de Frcud se consolida en su duali- un periodo de incubación tan prolongado. El hecho ~cRo¡a la depen-
dad. Encarna dos J)CnlOnajes dircreotes, cllsi contradictorios. "Por un dencia de un autor •in éxito do ventas respecto de editores ~'O com-
lado, lencmos el hijo de Jacob Freud, el alumno dr Snmuel Hnm- placientes. Su "Libro de los sueftos" habla tido un fracaso de bbrer!a·
merachlag, el amigo y colaborador de Breucr, el médico ateo que da aólo se vendieron un par de cientos de e¡emplares. Pero habla otros
conferencias en la B'nai B'nlh, el hombre simple que se mantendrá motivos, además de la.o ventas mogras: el peligro de ser criticado po_r
li!!ado P?~ el resto de su vida a los amigoo de tarot. Por el otro, está el indiscreción médico, en una Viena donde eu n?mbre todavía cont1·
haJo csp1r1tual de •padres• cxt.ronjcros que se van llurnnndo FleischJ nuaba siendo un chiste de mal gusto. Eran los tiempos en que Freud
(el OUmpico), Br\lckc, H~lmholtz, Meynert, Charco!; él, por cultura, intentaba ser nombrado profeeor gracias a la astucia de las mujeres.
es hiJ<> de Goethc. de Schiller, de Virgiho, de Sófocles, de Shakespeare No obstan!Al, por encima de todo, estaba el duelo por la pérdida de
y, finalmente ~unq_ue sea uo comienzo fundante- se descubre su pa- Fliess: •Retiré de publicación mi último trabajo porque, poco antes,
rentesco secreto con el hijo fotal del viejo rey Layo, quo lo eleva no so- perdí en ti n mi único público"36. . .
lamente a la glorio tan anhelada, sioo también a un tipo maldito de El ccsoyo fue denominado •Fragmento de anál1s1s de un case de
realezn'".3 1• hiswria"'" La palabra "fragmento" en el titulo era adecuada, ya que
la terapia 'aóto duró once semanu. Tal vez hubiera ~ido prefe~ble el
La histeria, en la nosogrofla ps1coonalftica de Abraham es la plural, pues se trota de una !!Cric de fragmentos, hábilmente h1lvn~o­
más benigna de loa neurosis, en cuanto su punto de ruación ~(! en- dos en torno de dos sueños. No en vano, Frcud le confin a su amigo
cuentra on la fase ffllica, la más cvolucionftda epigcnéticamento. Ln Fliess que "es lo más sutil que ho Cl!Crito hasta ahora·...
escuela norteamericana supone que este trastorno, por su íyación Dora -<in la vido real Ida Bouer- nació en 1882, o aca en la época
~rdia, ee la neurosis más •su~rficial'". Otros, como Fairbaim, W1n- en que Breuer le habló a Freud de Anna O. por primera vez. Llega al
n1cott (y tal vez, aunque no explícitamente, ~felanie Klein), Jo consi- consultorio de Freud en octubre de 1900. Bonita, atroctivo, aún no te-
d~ran. lo neurosis más primitiva, no sólo por su valor funda.nte en la nla 18 onos. Se presenta como unapetm hysreríque. Sus síntomas no
histona dcl,psicoanálisis. sino como bosruncnto de la• estructura.o ob-
sesivos. Lacan va a6n más lcj.,.., y encuentra que el mal histérico, por
su prop14.'dad prol(!1ca de "comod[o", puede acr considerado paradig-
m~ de lNI neurosis; el díuurso histérico estarla en Jo base de todo Ja •a. El eimpático cuclillo ea ul\ pl\jaro Sc:J1norrtr que. <in lupr de con~­
ps1oopntología. La verdad histórica, paru decirlo con polabras de Vo- truir eu nido, pone eu1 huevoe en coaa ajeno. prAClicando poroB1bamo dom -
léry, e• "indefinidamente actual". ciliario
404 405
son muchos, comparados con los de Anno O., o incluso con los de encimo de su cabeza. Frcud h.\ descarto, y hnbln de 8U .. psico111la de
Em_my von R.: toe nerviosa, 1tíonío. ronquera, más un síndrome gene· amo de casa*45 .
rohtado on la zona de la garganta, con múltiples puntos histeróg~ Jltrr K., el villano de la historia, completa el cu~rteto. Tlpico se·
noa. Estas converoiones acompañan la lrí•da clásico de base de lo ductor vienés hace tienlpo que tiene o Dora en la miro. En efocto, el
'"p~queña histerin": depresión, insociabilidad y taedium uitae. Loe primer intenlo de seducción ae produjo cua!'do ello tenía 14 añ~s:
mismos síntomas yo estabnn presen~s dos años anwa cuando Freud abrazó a la joven y la besó como un galán de cinc. Dora tuvo una "vio-
41
reaJizó un primer intento de terapia, del cual tenem¿s pocos datos. lenta reacción de asco y consiguió liberarse del nbrazo" • •
Ahora, ~I cuadro anterior 80 sumaban desmn,yos, probablemente con Octa,.•e Mannoni, en sus "'lnfontainescas" Pic~i~r!CB freud1anas,
convuls1oncs, pensamientos l'Ombríoe e idens de muerte. Esos desmo· atribuye las siguientes palabras a Dora (en carta din¡ida, después d.e
yo1 espasmódicos y una carta de 1uicidio habían llevado al padre n casada, a Frou K.): "Mi padre, sifillhco; mi modre, pobre, una débil
solicitar ayuda nueve.mento. mentol; tú eres adúltera y tu rnarido, un cornudo consciente. ¡Qué co·
Niles do presentar el coso, Freud le rt..:ucrda al lector que, en loa lecci6n!"47
EstudU>S tcbre la hweria, yn habla postulado una etiología troumáti· Relaciones peligrosas. .
ca de las nourosis, y añado la copre..,ncia de un "factor ad1c1onal cuyo Dora conocía perfectamente la rozón de ~u estado. En r~ohdad,
estudio se desarrolló en publicaciones ulteriores, a snber: un trastor 4 ella oólo qucrfa hablar de eso Herr K habla intentado seducirla por
no m la esícr~soxuol"3&. Está refi11éndosc a su trabajo "Lo otiologla segunda v~ abordándola ..,.ualmenlll en un pnseo por la onlla de un
de la histena , en el cual afirma que la enfermedad se orig1na en la lago. Eso habla ocurrido el año an~rior, cuando ella l~~ía 1.6 años.
seducción sexual a una edad precoz (prepubcral). Decir ·un abismo' Ofondida, le propinó una cachct.ada. "1Ton luc¡¡o Herr K.. Lll JOVC~ le
sería cxagornr lo oolu, pero uno buena distancia separo a Annn O. de tenía respeto y le gustaba como amigo de la fom1ho._como tlo, diga·
Dora Ya se babia recorrido un significativo trayecto teórico y t.am· mos. A juzgar por la indignada sorpresa, da la 1m!'res1ón de que Dora
b1én ~nic?• que iba desdo la mano apoyoda en la cabeza hasta la había olvidado el beso robado dos a~os ontes. l..o cierto es quo le cuen·
a.soc1nción labre en un marco transferencia!. ta todo a 80 mad_re. 1''rau Bnuer, o su vez -como Frou ~lotzl en La
~or otro parte, curio..amcnte, Freud no había progresado al mis· roruJ~ le narra el ep111odio al marido. quien pide expbcaa?nes o Htrr
mo ntrno en la esfera diagnóstica, pues fueron dos cnterios obsol<>toa K. t•tc, siguiendo In regla en tales casos, niega cotegóncamcntc Y
loa que lo llevaron. o diagn?sticar histeria: l' ) el hecho de que el padre contraataca: Dora ti('_ne la cobcia Heno de sexo y vivo excitándose con
do ~?ra ero sifüít~co (4!1 aun crefa que la sífilis determinaba una ru,.. lib"'8 lúbric.,...a. Un caso tlpico de insania moral. El ~dre. en la e.~·
pos1c1ón_neuropát1co. una suerte de ..emanación sifiUtica•.)4•, y~) lo crucijada1 opt..a por creerle a Htrr K, y toma 138 acusacaon~ de su htJa
tos nennoaa que,ª"' duda, Je recordaba la de ruina o.•i como fant.ascos. "E•toY seguro -le dice a modo de confidencia a Freud-
Frcud pinta con talento la mise c11 ~ne; presenta a la fan1ilia de de que a 08 tc hecho se deben la depresión, la irritabilidad'! las 1del\S
Doro engastada en In tramo de la Viena de fin de siglo. Los Bauer pa· depresivas de Dora Ella me p~ona para que rompa relaaonca tanto
recen salidoa de un cuento corto de Anhur Sehnitzler o, más especlfi· con Htrr K como, en particulnr, con ~mu K Pero yo no p~cdo hacer
camente, do La ronde. El fragmento clínico abre uno ventonn india· e.so, ya que, en primer Jugar, creo que la historia de las 1ns1nunc.1ones
creta sobre la barroca vida erótica de la alta burguesía en la Capital inmoral"" (de KI constituye una fant.asfa que entró en s~ cabeza, ade-
del Vals. mil estoy hgado a Frau K. por lazos de honorable a.mistad ... Dora,
, Dos matrirnonioa entran en el roman a <l•f. Complicado "paso do· que heredó mi tozudez, se obstino en su odio • IO<! K ...
ble de cuatro personll)es. El padre do Dora mantiene una relación só- Lo que mis enfurece a lo joven es que su padre no le creo ¿No e•
lida y clandestina con Frau K Hace tiempo que se conocen y sus la- eso ¡0 que tada adol"""""le quiere: la verdad? Se trat.a de un caso ti·
~ se ~cicron más fuertes y solidarios durante una enfermedad del pico de ..rencor de lo8 histéricas•.so. También la encolerizó que Htrr
mdustnal, cuand? ella actuó ~mo una devota enfermera. En lo épo· K., en el episodio del lago, se hubiera quejado de quo 1\1 ~no obtenía
ca, Dora había cuidado a los hyos pcqueñO<I del matrimonio K" nado de su mujer": frase ofonsiva, ya que el hombro también la había
El padn; de la pa~eote, Philip Bauer, es un rico empreaario, una empleado en un intento de acducir n la gobernanta, confidente Yaha·
6gura conocida en el 1nap1ente mundo industrial austriaco. Hombre dn de Dora, pero sólo gobernnnta. d
del ~"n. by Noche, había consultado o Freud años antes por una in· La relación de Dora con su aliada da uno pista de lo que ~eu
fecc1ón s1filít1ca. Fuo él quien llevó a Dora a Berggasse 19. denominógiMCO/ill4 de la pacieote•• El amor de Dora a las muJere&
En contraste con este arquetipo de magnate, llama la aW>ción el
papel
4 apagado de •u esposo, dC<lerita como uno frígido nulidad obsesi·
vo •, totaJmentc al 1nnrgen del juego de altn traición que se urde por •4. Eate palabr9 llama la 1te.nci6d. porqu.e freud hobla de •amor a l&I

406 407
A varias mujcre1. Primero estás tf
identificación, uno histérica grav:
te
pués tenemos unn intensa amistad con su .
qu: ·
:'urr~:~ J!:•groso o~ctoDede
oraemo . 8·
scmiverdodC:8. •Ello tenía razón -comenta Freud- aJ pcnMor que eu
padre no quería ír ni fondo de Ja conducta de K., por temor n que 080
perturbara su relación con F'tou K.• Mejor dejar las cosas como esUln
con la goberno.n ta, fi~ra satélite, en 6rbif:~~·t~;.:~1í:I":~~ Tanto Glenn" como Erikson", psicoanalistas culturahsla•. hablan
amorooo Dora dC8CUbnó más tarde que esta m 1 "· de una trama conspirativa. Aqul entra Ja bisexual1dad Freud, en au
rona, •que lela mucho y tenia ideas avanzadas""~'t.,~tero, C8"1 dlte- carta de enero de 1901, llama la awncióo sobre l!8le puntAJ· la inclina-
~rJ::C: 1 .;i5,:1 m~~:~e:~ !pro&'ª ~"!' K. -cu:;:;:raªh~~ ción de Dora por hombres y mujeres. "Se trata de una hUJteria (en
Ja quel la cuc.tión pnncipal ... es el contraste entro una 1nchnac1ón
albo- en U!rm1noe m•· ap . d u so a e ogiar su •adorable cuerpo
"" rop1a os para un amante qu . por los hombres y una inclinación por las mujeres"$'. Sucede que la
dcrrolllda" (aunque no se aepa si tal derrolll exiStió'-'2cppara una nva1 joven histérica está enamorada del tfo transgresor, tema en el que
por Jo Sra K y por 1 be r · ero 1!8te omor
odio: ella ~xigc el deB~i~~ d;~:~:!uego:,.e •~fria Y •e convierte en Frcud insu;to, con poco éxito interpretativo.
K. aJ ostracismo. Lu('"go veremos el man e tntenta llc.vnr n la Sra. Problema central en el análisis de adolesccnteo: ¿de dónde parte
el froc11so teropéutico. papel de este amor gmcoofTlico en la demanda? En 1!8tc caso esUI claro que Philíp Bnuer llevó su hijn o
Frcud con el encargo do convencerla "de que no cxistfn nada má.8 quo
Frcud, cacuchondo ni industrial . amistad en su rcloció1\ con Frau K.r El problen\8 lcropéutico crn no
nea. Comicnta entonces n creer en la ·h~:fª~ª ~n ~1crta!bcontrndíccic>­ caer en el papel ingrnto de lacayo del padre, fuente seguro de trnnsfo·
n1ent.o 1nt\9 8olidorio do la rol . . ona , ~ ,,ora. eso fue el mo·
en .otro l!f.iglo, In t.corfo de In se':t~~ir•co~.naht1 ca &3, En otr~ tablero, rencin ncgolivn.
quién RJ)OfJtor en C'Stn Neurótica In .º e~ ~a nuevamente en Juego. ¿A En ese contexto, Freud encuentra un eslabón imporlnntc de lo
xual, O ÍUO U.08 íantnsfn de Ja jove~;~1st~ realmente un troumo Be-. "discordia• nl interprclnr el asco de Doro como un ejemplo clásico de
trau_mo. · cu ' una vez mt\s, opuesto ni co1\vcrsión hi8térico. Lo acción erótica de K., según Frcud, ·ero. cla-
ramente. una Aitunción que suscitaría en una jovencita inocente de

=
El emprcsnrio 811uor conform ló h b
verdad en su historia de -inverdade:..~ reve . ' a r~ dicho una sola 14 años un cloro seniímiento de excitación snxualº ...
en la cama No habló del romance co~ ~~gida mui.cr no era buena Es muy poaible que, en Ja evaluación de estoe dotoo, él haya sido
paso, hacia l1empo que sabia de esa relación cf ~u ~va.
ma/odrod al interpretar el recbaz.o de Dora como una deíenso neuró-
de ""ª tica. Lo que. 11 8C p1e111a bien. era correcto, en la medida en que. en
:;:'º era, y ten.fa que ser, la joven se sintió en":'rcg":d':ª d ntiado eg111 región, lo cierto es amigo de lo n.eurótico. Pero no se tr11t.aba l!Cllo
cio dneo~~ :'~te~o'~.:S~7!"jt,ba ~~os b~ de Hur K.°.!!~ºco':n~.,'! de""°· puos, si ul fuem Freud estarla a su vez jugando el mismo jue-
oe convertla en cómplice De a11? la ~ ª~ )°r, con su 11lencio ella go del padre: empujarla o los brazos de K. Caerlamos en uno variante
cribe Freud "Dora se v~lvió c6 1• a 'ª · Por mucho tiempo,.,.. de Ja propuesta machista: "Ella, en el fondo, muy en el fondo, que·
E ·k , • • mp ice en esw -a/ftn~·· lo q ría .. ." Enkson habla rcapetuosamenw de Ja incapacidad "cmpáticn"
ri son, iue un clásico ejemplo de fidclid d r l 1 • ue, par.•
da".. , en la cual t.odoo loo adultos la bo b ard aba mente pc~erti­ de Freud para entrar en el turbulento universo de una adolescente:
m a ea an con mentiros y •Freud se negó n reconocer que ella, como adoleaccnt.c, necesit..oba
una orientación cenfinble en un mundo adulto de lobos con piel de
oveja. Necesitaba a alguien capaz de comprender el choque anto Jo
ntujettfJ• Y no, tinlplemenlo do hont l'd d (¡ • •
transformación de un •tío• en ardoroso pretendiente, do nprccior eu
nifico le.abionitnlo. En c:o..U: a Fcren°:ixuFrea1 tt e~n1~0; Ctnocofiliu no 1Jig. indignación por eso abuso de coofiaoza~9. Tal vez oquf Crltra In difi-
c:oeu 80 Pl'elOntan do Ja 8 ¡.,.11ien•~ • ud escnbe: Frecucntemento laa cultad froudíona para comprender a la mujer.
b re se vut-1ve no&urn.lment.e hac· manera:
(>- ""
. una mujer rcc:hazod a por e 1 hom- Erikson 80 refiere en pnrticula.r al papel de In "verdad• en In ado-
1
gintcoO'licoe roprintídoe ... (carta': ~~er, Yen ell~ ioviate loe componente-a lescencia. Pero la visión de Jo verldico en Dora difcrln de la de Frcud:
S1gmund Pnud&ndor Fe-reneri eCorres a Ferencu del 2S de n1ano de 1908, elln buscaba la "verdad híst.órica", y él Ja "verdad psíquica". Este de-
9). Eota probleiruillca llevani a i.:.,.,, ¡xmdam:•. 1992, Calman· Lovy, pi!¡. sencuentro fue un ínctor decisivo de to que Langs denominó ·desa·
0
bOJIJOSt:xuahdad f,tnenln.a limétri de pregunta.ne ll tta.ale f'Mlmtnlo una
""· Jui,. 1<n.1eva. ·0ora ª"'écoph
ca1e· u""" bomooe•uahdod ,,,_.,""" , •...,.
•&_ Pero• intereea.nte ue Y • ago.zuie ÚllllWrt. 1990, pdr. 38).
lianza" terapéutica'°.
Dora habla nacido el 1" de noviembre de 1882, de modo que toda·
via, ya que •cota ·r..o.doe\omF'raid tuvo que atemperar eeta conclusión ot>- vía no tenla 18 ai\oo en In época. ~. basándooe en loe tmbllioo de
acuerdo formal en ti cual ella o!,J%!....ie ya, nunca hablan llopdo a un Tanncr, -llene que en 1900 la edad media de la menarca era de 16
1
su padre, en Pllrbcular .. homiriiaria tntada como un objeto de lnl<que años y 9 m.,...; lrcl alloo más tarde que hoy en d!a. O 11ea que Dora,
• anlA!taJ a~n·cs&. VII. P'c 34 >.' teniendo en cuenta l'U edad, era una Lolita.
408 409
¿Qué es lo que Dom queria? Una casa en llamas. f\1• pRdre, de pie JUnto t11 la cama, me des·
Interrogante que esUI en la base de la pregunta sombríamente p1erta 1'1e visto rápidamente. 1'ti ~adre quiere galv~r su caJi~a
for'!'ul~da por Frcud y 1.uego pregonada por Lacnn: ·;.Qué quiere Ja de joyas, pero mi padro dice: "l>fo '""!!.º
a quemnrmc ¡u_nto a mis
mu¡~r? Sin duda una histérica puede hablar de eso. Aquí empero dCMI hijos por causo de tu caja de joyas . B11J•m"" con pnsa las es·
nos mtcrcs? más invertir lo cuestión y pregunt.nr: "¿Qué es J~ que oo'. caleras, y despierto cuando estaba fuera de In cosn~.
~o no quer1~?" ;Ell~ no quería sólo una reivindicación Ca pesar de In
mterpretac1ón ms1stente do Fr~udl: quería también denunciar y, do .P rcud se centró en la .. cajitn de joyas". Entre sus asociaciones,
esa manera, encontror au 1dcnt1dad sexual. En eso aentido Dora está Dora recordó que Herr K Je hablo regalado una cajita de ésas - un
h~ha d~ la sustoncia de las feministas, con su sensibilid~d para las regalo caro. El analista interviene: la palabra ~chmukko•tchtn (Cl\JI•
d1fcrcnc1as. Freud estaba dispuesto a creer en su historia: sólo eao ta de ¡oyosJ también designa 108 órgai;ios g~nitalca íomenmos. A lo
pero eso no bastaba. ' que ella respondió: "Sabia que iba a dcar eso . .
Masson considera "que una joven de 14 a~os. abordada sexual· "'·O sea que usted sabia• -replica Freud, y te IRnz.a a una 1ntcr·
mente por u1?- hombre que podría ser su padre, con dos hijos, casado pret&c:ión marat.ónica:
con una '!'UJer que está teniendo una relación con su propio pa·
d,rc... 1161 , tic.ne ~do_ el derecho ...natu_raJ" de sentirse conturbada. Lns El •ignificado del suefto queda todavía más doro. Se dice o &í
c1rc~nstnnc~as JUst1.ficnr~nn Jo reacción de Dora, sin tener que apelor 1nisma: '"El hombre e1ttá persiguiéndome, quiere entrar en m1
al d1al!"'óst1co de historia. ¿Acaso Freud esperaba que "ella cediera cuarto, mi -e.aja de joyos• cst.á en peligro y, ai sucede ~lgo mol~.
1n~ncd1ntamcnte, de buen grado, sin ninguna vociloción, a ese atrevi- será por culpa de mi podre•. Por eso adoptó en el sueno una ••·
miento l!Orprendente e inesperndo?"C' Lo que esUI en juego tanto • tuooón que expresaba lo opuesto, un peligro del cual su padre _lo
ra ~10.sson como para Erikaon, es la psicología sexual "'n~rmar·'de salva En esa región del sueño todo~ convertido en. su contra.no,
una odolcscente. luego va a saber por qué. El secreto ciertamente res1de en sumo.·
Aho'? bien, Freud no esperaba nada. Masl!On es un critico agudo dre. ¿Cómo entra aquf tu madre? Ella es, como u&tcd sabe, su an·
Y un ~1sc1plinado hon_ibrc do archivos, pero (lo cual e.s curioso en un titttia rival por las at.cnc1ones de su padre".
e~tud1ante de ~ánscr1to>.conoce poco la "'fili~,rrnna teórica"', prccisa-
mc.nt.o caa rcabdad ~sfqu1cn quo él, por así decir, no vislumbra. 'l'ienc J,,.o dosis interpretativa proselitista continúo; ocupa más de uno
r~zón sólo en la medido en que lo interprct.nción de Froud estaba de•· página del historial:
tinodo ni fracaso. Ese tipo de inter\'eoción creo unn 1nipasse. Pero és-
te es un problema técn!co, y no teórico. También ca un problema éti· Asl -amcluye Freud-, u.ted está dispuesta o dar co':"o presenlAl
co. No me refiero ~l Ju_1c10 moral que se rencja en la indignación de lo que la mujer de él le niega. Aquf tiene un ~n.snm1ento que C8
Mauon por la actitud frente al asedio de K., amo a Ja ética en Ja di· reprimido con tanta fuena que erige la convcn1ión de tod08 los
l'<.'CClón de la cura, o sea al furor curo11dú del analista. elementos en e.us opuestos. Como ya le diJe antes, el sueño con-
. Dora fue un .fracaso terap(-utic:o. En el fracase, Freud aprende ¡8 firma una vez más que está evocando el viejo amor a su pad_r e,
lógica de la histénca. La interpretación del fanta&mn de la paciente para que Ja protejo do su amor por Herr K. Pero, ¿<\ué es lo que
ero corr~a. Lo que se Jloma el timing -o sen el lugnr, el momento, la prueban todos estos csrucn:os? No sólo que tiene miedo de Herr
opo~u~1dad- era e:rónco. Toda buena interpretación necesita técni· K.; usted se teme nun más a sf misma, n lo tentación de entr&
en., tun11111 Y montaJc poético. Petcr Gay contenta: "'Lns interpretacio- garse67.
nes_de Frcud dan la impresión do que él velo en ella ao tanto a una
paciente que pedía ayuda, como o un desafio que debla superar"3 o. "'Dora -concluye Freud- no quiso coincidir conmigo en esta parte
acuerdo con su práctica en la época, Frcud presionaba con sus in·te,. de la interpretación..... . .
pretao~es. En la_mismo línea, Rieff encuentra que, ·a lo largo de ee· Eso postura anallticn, montada en la creenaa de que el ob¡eto de
le anthsa, la paciente formulaba objeciones y Frcud, critico, las con· amor era K.. Je impidió a Freud advertir la importancia del amor de
t~adccía, rematando a.u" jnt.crvenciones con un franco desafio: .¿y Dora por la Señora K. ¿A quién -<1e interroga Lacan- ama ella: a si
n º"'ª' aua recuerdos t1en~n algo que deci.T?.·64 Un combate intclec·
tuo · Este caso. mu~stra, más que cualquier otro, n un Freud polémi·
misma, al ideal del yo encarnado por Frau K., o o llerr K.?

CO~ hoblnddor e mus1tndamente activo. So lo advierte en el análisis del Porn Freud, la inhibición sexual bjs~ri~u no sig_niíica simple·
pnmcro e 1os suefios revclndore8 de Dora. mente un retraimiento poAivo, sino un movun1e.nto nct1v~ de ~pul.s~.
Uno. repulsa tan caracterfatica que 1o lleva a decir· •CJasifioo sm vaca·

410 411
la_r como histérico o todo persona en la cual uno excitación acxu81 cien veces "'¿dóndo cataba In estación?" Siempre rccibín la mi&mn
provoca asco•. rt'Spuest.n '"Cinco minutos". Después vi frente n mí un dc~-»<>..boe..
El gozo del uco. ti estaba en lo cierto al formular que el fantas- que y le h¡ce la mi•m• pregun_ta a un hom~rc. Él n>Spond1ó: Ooe
ma de_ Dora pasaba "po~ ese enigma contradictorio pl'(!Sentado por la horrui y medio mlll" Se ofreció a acompananne Yo lo rechac~ y
his!"na, en la que ~sten el par de opuestos conotltuido por la ne- 8<'gul caminando aola. Vela la estación, pero no podla alcanzarlo
cesidad l<!xual excc•nva y el rechazo exagerado de la BCxualidad"'º· A Al mismo tiempo tenía ese tipo de angustia que 8C siente en loa
eso se suma otro facto:. aqul se plantea un punto que ser4 elaborado sue"os cuando uno queda imposibilitado de a•anzar: Luego ...ta-
posteroo~ente; la art1culac1ón de lo somático con lo polquico. ¿Cuál ba en ca•• Oebl de haber viajado, pero sin advertirlo Fui • la
es la parhc1pnc1ón del cuerpo en la formación del a!ntoma?" En ese portcrln y ¡>regunté cuáles eran las no•edadea. El encargado
lugar~ Freud habla d_e In complacen® somática'•, o aca de la •compli· abrió la puerta y respondió que mi madre y los otroe ya e•taban
<•.dad . de un detenn1nndo órgano en el producto final. "Todo alntoma e-n ~I cementerio.
histérico cntrnña la participación de ambos lados.,2 o sea el mol lla-
mado "'encuentro p&iC080mático". ' ' Era un sueno de fin do análisis. EUa continúa. soln en esta ver·
.La. p~ciento, al di.s cutir la relación de su padre con In Sra . K., ha· sión knfkionn d~I trntnmicnto, en la que los ""cinco 1n~n~~e"' no son
bín uuuetldo en que ero erótica, pero tnmbién en que él era impotcn· locanianoR y simboliion los clásicos cincuenta. En el 1n1c10 del~ se·
te. Esa oparcntc contradicción queda resucita: ella conocla Ja cxiRtcn- sión siguiente, Dora, cosi Ronrlcnte, anuncia que ésa S-O-rá In ólt'!"º·
c1a de otrne formas do satisfacción sexuaJ. Es bueno consignar de Era el 31 de diciembre de 1900. Lindo regalo de año nuevo en siglo
entrada que Frcud, fre~te a la actitud desafianl<l de Dora, se sintió nuevo. Frcud, en unn vnnn apelación final, presenta una vei n'ñs ~u
Jlevado n ser más cxplíc1to con ella que con sus pacientes ontcriores. reconstrucción básica del caso. Comenta: "Ella habla escuchado sin
"Llamo gato al gato", escribe, y explica que ella imagino n la seftorn protestar como de costumbre. Parecía conmovida, se desp1d1ó de In
~ practicando .1• ftlatio con el Sr. Bauer. La paciente lo confirmó t<I· manera dib ami,.t.ol8. con calurosos votos por el fin de ~o - Y no la
c1laf!'Cnte, tosiendo. A esta altura del relato sorpr<"ndc que Freud •i más"ª El •uei\o, entonces, forma parte de la despedida de Dora.
cons1derarn este ensnyo como "lo más sutil que ha et'CnlO huta ese ESO@ cinco m1nuto1 que se repiten '"más de cien veces·, por otra porte,
momcnt<>.,• En reohdnd, ol parecfa una aplanadora hablan de la voracidad de la joven.
Eo la tarea de 1upervisa_r a Frcud, el l<>m?DU! do interpretacio-
nes alanna. También 1mpres1ona su negativa a considerar Ju dudo.a Peter Gay, en uno dr IUS mejores capítul~. traza una mtercMn-
de Dora como algo más que una mera resistencia. •esa fue la conln- te comparación dl• la pcrple¡idad que Freud sintió en ese moment<>,
bucón de Frcud -eJ!Cnbe Pcter Gay- al fracaso finat•". oon el choque anterior, cuando la teoría de ta seducc1ón &e. hizo U\IC)&o
. El fracaso final sobrevino después del segundo suc"º• que ~'reud teniblc'•. En unA revisión cr·(tica de su papel como anolttl~. Freud
interpretará como confirmatorio de su hipótesis de que Dora calaba reconoció f'U error''· En "erdad, "'No habia prestado atención o la•
enamorad_• del Sr. K. P~rtc del significado de este suefto no exige in- primeras B<>ña.les de transferencia". El destino vincular del dueto pa-
~rprctocaón, en la medida en que se trata, como dice l''rcud, do un cicntc·unoli8to todov10 era visto como circunstancia má& que como
sucl\o de venganza": ley La transferencia en tanto atribución de cualidade<! a In figura del
an~list.a, brecho por lo cuol el pasado se actualita, era un fenómeno
Cnminnbn por una ~i.udnd que n o conocla. Vela calles y pasajes sólo vislumbrado. .
qu.c no ~o eran fnm1hares. Después encontré lo casa donde vivEn, Al final Frcud cierra su autocrltica diciendo: "No consegul dom•·
fui n m1 cuarto Y descubrí una carta que mi madre hnbln dojndo nar In trnn~fcrcncio" No se trata, como señala Assoun, ~e untt folla
alll, en In 9uc dedo que, como yo habla abandonado ol hogar, sin técnico 8ino de unn curcncio simbó1ica78. La traosfcrcnc10 no hab(n
e.1 conoc1 m1cn~ de mis padres, ella no habla querido darme la no- entrad~ en el e•taluto de lo simbólico. ..
t1c1a de que m1 padre estaba enfermo. "Ahora murió y puedes vol- En 1900, Freud no habla lidiado todavía con la! com~l11J1dn~•.•
ver•• quieres" Entonces me dirigí a la esla<:ión y pregunté unas antmical de una adolescente, bajo la vigencia de la 1n~er1uón hb1d1·
na! que hace que el amor se convierta fácilmente en odio. Pero el f!"'·
~ fue Importante por constituirse en un tumin.g·po«nt en la c~Jn1ca
psicoanallhca De alU en m6s lo. transferencia ya no_ fue eólo resisten·
cia sano que como ta resistencia en las artes marc1al<?S, IO convi~tó
l~ 1 · - en '1A pemut,eció ......., d J
~· '6191.elO~A "compl-nda IOmática" fue emplNda por f'reud •ntre
en ~o aux1ha.r muy podero&O, cuando puede ser dcscub1erte Y tra u·
-.n.i,.,.· tSE, XI, P'lp. 209-18). o .,.....,..na e a vwón "'Cl)n •1 Po•·
cida para el paciente"".
412 413
El suollo de la Cajita de Joyag también podña ser llamado el sue- Anzieu trato un contrapunto. Lo que en el sueño de lrma era
1lo de la Cosa en LlamaKtO. Ese incendio 84.' presenta como una buena .. un gran hall numerosos convidados ... cte.'\ aquí es 111uno reunión,
"!Ctáforo, indic.ndora de las pnsiones en juego. Recuerda Jo que Nasio 1ncHa o mesa~ de hotel... Luego, uno escena de seducción. 1-'roud lla·
tacn~ que decir sobi;,e la "histcrizoción del n\undo de Ja histérico•. EIJa Oltl a l rma a un ~nparte", realizando en ella un nnálisis ..otorrino·gi·
<"rot1za el mundo. Histeriznr es transformar el cuerpo dol otro en necológico"; en el otro sueño, está la mono •eductora de E L. Por
u.na.antorchn nrdiente"''· Dora asocia que, ni despertar del sueño, último el final en el sueño de lrmo, la fórmula impresa de lo "Tri-
Sintió olor o humo. Vana8 veces se había quejado del olor do los ciga· mctila:nina"; oquí, -Veo algo como el dibuJO d~ dos ojos-SS. Yo Madi·
TTOS d~J Pro~('M)r. La casa en llamas. cntonoo.., bien puede •er el oon- río el sueño Cierren Jos Ojo•, ligado a la muerto del padre, donde
sultono do F reud, donde lo transferencia prende fuego. Conviene re- npnrcce otro cartcr•. .
cord~r que 8U nnoHsta tien~ lo n1isn1a cdod que Herr K. Ln conexión Dora, mujer crucial. Ello e lrmn están en el n<lcleo duro del enig-
erótica Pl!,~c S<'r io~~~rclodo como una nmenaza: 4'e d<!jo si tú no ma Se parecen. En su Psicopato/oglo, Freud revela, en parte, el por-
me besas . Ln pos1b1lidod de esta fonto1la fue considerado por el qué del seudónimo. ¿Por qué Dora? Tenla que ser un nombre poco
propio Frcud; él ¡uzgó que "no había suficienl"5 pruebas" dedas las pretensíoso corriente, y que no llevara nadie de la famaha de él.
•caractcrfst1cn.1 de la trans'4._·rcncia·. e.xp~11ón un tanto ~nigmática Fttud píen~ y p1ens.a y no se le ocurre rungno. Finalmente rt'CUerda
que tal vez •e comprenda 00010 que la verdadera fuerza de e88 fonta· o una tal "Dorn· que era emplenda de su hcrmnno Rosie. EiJn Dora en
•In estaba en 106 objetos originolPs. realidad t.an\bi(!n se llamaba ROAic, como lo patrona, por lo cual se
. Al_fin ol, 01nbos salieron maltrechos dC' un encuentro en el que había cambiado el nombro Frrud, como el jovon Jlanold de lo Gmdi-
1n1plos1o~ó lu transferencia '"Quien, como yo, despierta IOK demonios ,..a, fue lejos pa.rn encontrar lo que estaba cerco
más mnhgnos con que se puede lidiar -evaluó Freud- demonios no Si bien Freud no captó In intimidad de la trama libidinru, este ca-
totalmente domesticados que habitan en lo Intimo deÍ ~r humano
debe estar prcpnredo paro snhr herido do••• contienda""'. Cuillau'.
"° le enseñó o lidiar con la h1•tA!rio ~I no cuc.t 1ona la lógica do Dora,
J)<'ro duda de KUH 1notivos. "'La pnc1ent.e usa idcns de esta clase, innta-
mon _c oncuerda en ••te punto, y el titulo de su trabajo lo d1cu tndo: "La cnbles por el anñliHis, para cnnuiscnror otros quu desea que escapen a
técnica de Frc_ud en 1920, co1no efecto de ap~s-coup tardío dí' un frn· lo crítica y a la conciencia"89. Ella reproclwbn u su podre y o Herr K.
ca•o terap~ut1co, y defensa retardada contra ~J trabajo p•lquico del pnrn ocultar su propio autorreproche. Su "lógico escondía uno pasión
duelo rell\t1vo a Dorn-S.C. más profundn"90
Podemoa decir que •·reud fue capaz de advertir la tTonaferencia La lógica de Dora estA montada sobre la 1dtnti/Wp;i6n hutini:a,
do l~ pac1cnte con él, pero no consiguió reconocer su propin transfe· o Rea una asim1lnc1ón en la btlM! de un elemento común1 . Este proce--
rcnc1a con ello, o sea. lo que ocho aiios mt1.3 t..nrde., denominó •contra· 80 implica que el sujeto se 1dcntafica con el objeto sobre In busc de un
trnnsferencin"'~. deseo comUo reprimido. La identificación con el padre aparece r n to·
Pero serla ingenuo ~s~nunr que Frcud se enamoró do ct'll odoles· dos sus síntonll\8 do conversión, y los celos ocultan su interés por Ja
cente tardío, b<J~1ta y d1fíc1I, por más atractiva que fuese. Por el con- rival. En verdod, la fascinación que ejerce l!Obre lo pacicnw lo ~ftora
trario, el sent1m1cnt;o vincuJar domÍ!1ante pa..rece haber sido negati,·o. K. habla del muitA!rio de su propia feminidad
En ese contexto. es mte~"Ante la pista onlnca f('CC)gida por Anzieu• Robert J . Langs, especiah•ta en "fraca..,.,· terapéuticos91 , habla
en u_n estud10 comparattvo do los sueños, quo liga a lrma con Dora' de dos •deslices" mayores y uno menor en este caso. El primero fue el
Anz1cu recuerda que, en conexión con el comiento de esto nnálisis. hecho de que Frcud habla trai.odo antes ni padre de la paciente, en
Frcud tuvo un sueño, llanlndo sueño de Ju Mcsn de Hotel, cuyn es~
tructura presenta sernejanzas con el sueño de Irma:

Una reunión , mesa o mesos de hotel ... Se come espinocas. La •s. Swale9 complementa CILa tnter))n!tarión a\lC)nendo que la tct\ora E.
L. H ~tinna (Ptt.er J. Swales, l- 1Tud. Joho.nn Wt•fr. and tite Sto11,;1 of SHlut·
Sra ... E. !.:· ~slá sentada a mi lado, vuelta totalmente hoc1• mi, y
0

t1ori. TM Role of tht \Vrtch rn thc Conttption of 1'"nnlC1.y, 1982, Nuevn York,
apoya f~m~harmcnte la mano en mi rodilla. Yo retiro la 1nnno, en pllg. 10).
un mov1mt('nto de defensa. Ella entonce" me dice: "'Usted sienl·
:;r:~uvo t.nn b~llos ojos"'. Entonces veo voga.mentc oigo como el
u¡o de dos o¡os o el contorno de un por de anteojoe".
•9. La idontificRción, paro No1110, no es simple imít.llción, sino uno ttpro-
p1~ción basada en un elemento c:omtin que pennnncce en el incon.cienu. Se
pnxesa tn ti etJ)Kió ps{quio> de un único y mi.timo u\dlviduo. coruo un P~
eo npecffico t"ft ti aiimpa del moonac.ente. Podemoe d«ir que el ll&"nW de la
1dent.aficaáón ea ~1 objeto (Juan J)av<;d Na.sio. 01 flt~ «>ttttilOI fu.nd11m,nlaU
"7. Eo el Conil""!O cle Solzburco en 1908. do ps•condlt«, 1989, Rfo de Janr1ro, Zahar).

414 415
una c1;1ra ontiluetica. Además conocían /lerr K. En realidad, pnra el futuro de Dora si fTeud, en el momento oportuno, lo hubiera brin-
con1phcor lodavío 1nás las cosos, ya bnfttnnte endiabladas el propio dado la intorpretnción mágica capru: de retenerla en el diván. Una P6'"
K había enviado ul padre de Dora a la consulta con Frcud. ' aibilidad es que hubieoc unido fuerzns con au hermano, al que admi·
Un segundo "desli~", como factor de fracaso, fue el interés desu- raba, convirtiéndOI<) eo una militante eocialista. Es poaible. ¿O
sado por el matenal sexual. Frcud lo dice explícitamente: "En C8l<) ca- habria deocmbocado en una vida plena de madre burguesa y ama de
so estaba ansi°"o por someter mis suposiciones lsobre Ja cuestión se- casa no psicótica? Dificil. "'¿Se hobrfa vuelto una mujer <:ontestatarin,
xual) a una pruebo rigurosn~92 . En uno carta n Flicss del 14 de de moral libre, anarquista? ¿Una Dora-Gertrude Stein?'" Chi lo •a.
octubre de 1900, habla de •unn joven de dieciocho allos, que se abrió Quince allos mú tarde intentó volver a Freud; la afonfa y la ron-
suavemente con la colección cxistenw de ganzúu.... Melvin Sharf· quera persi&tfao. Eo 1922, Ida Bauer entra en el co1U1ultorio de Fehx
man sefta1a que et.Ul metáforn traduc:e una visión •sexualizada de esa Deutsch y ésw pronto se da cuenta de que está Crenw a Dora. La p•·
terapio, en la medida en que óRta era concebida como una pcn~tra­ ciente se queja de zumbidos, escucha vocea, ce víctima do una consti-
ción"tt. pación pertinaz. Deagraciada en el casamiento, fruatrada y frígida. le
.un tercer •deelíz•, más iruiidi~ e in~ncluso, pues el tema es ~ tiene rencor a su malogrado marido y siente inquietud por su hijo· 10 •
lém1co, puede encontrarse en el v1eJO prt')u1cio de Frcud acerca del es- En la huella de su madre detC8ta a los hombrea. Durante la guerra
~tut? de la m~er. Ya o:mocemos su posición con respecto a la cman- huye a lo. Estados Unidos, para morir en 1945, en Nueva York, de
c1pac16n femenino. Consideremos el siguiente pasaje: cáncer de colon.

IDoroJ evitaba.las relaciones wcialcs y se dedicaba -en el tiempo


libre que le dC)aba la fatiga y la falta de concentración- a asistir
a conftrenctal paro mUJt,rt8 y lkuar a co.bo estud108 mds s.erios96 NOTAS
(el énfasis es míoJ.

La cuestión •• ¿qué es lo que Frcud quiso decir con "conferencias t . Carta de Freud a Flies.s del i• de febrero de 1900, Corrt.•pondinc•o
para mujeres• CVutua& fur Domen)? En el inicio del siglo, esta Joven Sifmund l'r<ud· Wühtfm l'lota, 1986, comp. por J . •L M - . hna¡o, RJo do
que lefa a l.1-antegazza tamb1lin asistía a encuentros feministas. El Ja.neiro, ~· 399.
2. Corta de Freud o fiie81 del 8 de enero de 1900, ibíd., ptlg. 395.
prejuicio de Freud 80 filtra cuondo cierra In frase refirióndoso a otros 3. Corta citada por Max Schur, Fr<ud. vida e a¡¡onia, 1981, lma¡o, Río
"'estudios más serios". de Janeíro, vol. 1, pq. 40. Esta carta no aparece en la C--.opond<ncio.
El hermano de Dora. Ouo Bnucr, fue un teórico marxista de airo 4 . C.rta do Freud a PI- del 2t do junio do 1897, C«-m~ S11·
vuelo, que formó pnrUi del liderazgo del Partido Socialista Austriaco mu.n d Frtud· Wilhdm Fb~u. pág. 255.
desde 1918 hasta 1934. Los Boucr, entonces, eran uno familia com- 5. Lydia Flem, A u'da cotidwnta dt Frt.ud t 1tu-1 paci.cntc1, 1986, RCo do
plicado pero _talentosa. Hoy en día, casi un siglo después, tal vez po- Joneiro, L&PM, ptlg. 172.
dríamos eqwpara~ a Ida B_au~r con uno adolescente pullk, cuya pos- 6. Eliaabelh Younc.. Bruebl, Ann(I Fnud, a 8i01raph,y 1 1988, Summit.
tura de vanguardia tanto 1mt4 a los adultos. Una jo•·en inteligente Boob, pq. 36.
con ese culto perven!O por la "verdad histórica" de que habla Eriklon. 7. P.tarUo Freud, Stgmund F~ud: mi podn, 1966, Buenot Airea, Hom'li6,
. Joncs la descalifica: "'Doro era una persona desagradable, quo in- 1'4.59.
var1ablomcntc ponfo lo venganza encimo del amor. Fue un motivo de 8. Lydia Flem, op cit., 1>4. 172.
9. Carta de Freud a Plieu d<I 6 de apto de 1899, C«rtfPO"dtnao Sig-
esa ?oturaleza el que la llevó n interrumpir prematuramente el tra-
mwid l'r<ud·Wi/Mlm l'l~a, P'I- 367.
tamiento y.,:.
mentales...
conservar sus síntomas hi1~ricos, tanto fisicos cuento 10. Martan f'J-eud, op. ciL, pjlg. 85.
11. Corta de Freud o Marie Bonaparte del 11 de enero do 1927, citada
Esu- ensayo es admirado hasta por sus detractores. Masson"' ex- por Emel!lt Jonea: A u1'd4 t C'l obra dt Sigmund Fnud, 1989, Rlo de Jonclro,
clam~: •cuando se ha leído, co1no yo leí, centenas de historias cUnico.s lmago.
del s1glo ~ toparse con el caso Dora es como encontrar un oasia en
e_I dC8iert?'"· El C8l!O Dora, en su fracaso, es el primer acto del • Aná·
lisis terminable e ¡nterminabJo•, pero ¡qué médico extl'aordinario tu-
vo ella, capeiz do cont.flr su historia clínico de ese modo! • 10. Pelix Deutach ofinna que cUa •no t.enl11 nada do bueno que decir do
. Julio Kristev•: que, desde los tiempos de la revista Quel Te/ , se tu anáh.U" ("A Footnote to Freud'• ·Fncmtnl of an analytit of o cate of hyo·
tnte~ por la.i guiones pooibloo, se pregunta cuál podria haber sido tena-", p_,.hoon41,ticol Quarurly, 1957, XXVI, pqo. 1~7).

416 417
12. P. L. ~un. "Loo grondoo-..immientA>o del -náh•ll", en Hu· 46. SE, VII, 1>dg.is.
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35. lbld. conól1tt, 1987. Rio ck. Janaro. Zehar, pcl:g. 31.
36. Carta de Freud a Fli... del 11 de ma= de 1902, ~1pondlnc10 72. SE, Vll, ¡klg. 40.
Sq¡m•nd pmuJ.W1IMlm PI""·
37. SE. VII, págo. 3·114.
pág. 457. 73 Carta de Freud a flieu del 26 de ene.ro dt 1901. Co~•pottdlnc10
S1&mund Frtud-Wdladm Flress, pt-1.g. 434.
38. Carta de Freud a Plieu del 25 de ene.ro de 1901, Corrtfpondéncui 74 Peler Cuy, op. <il., P4 233.
S1Rm1md Freud· Wi/11</m PI""· pág. 434. 75. SE. VII, págs. 108-9.
39 SE. VII, pég. 7. w- en eapeaal la nota de p1ede pág. 27. 76. Pel<lr Gay. op. tiL, pág. 239.
40. SE, 111, pdgo. 191-223. 77. SE, Vil, 114. 118.
41. Carta de Frcud o A. Caucber del 10 de junio el<! 1925, pág. 91. 78. Paul·Lnurent Assoun. Fnud ta mulher, 1993, Río de Jon.elro, Za·
42. A.mine Aur y Antoine Sorkis, Freud, lea fen1m~s. l'omour, 1993, P•· bar, pae. ¡¡
ri•, Z'F.ditlooa, P'I· 49. 79. SE VII, l>'IC· 118.
43. Pel<!r Gay, op. cit., pág. 235. 80. ~1 Kanur, •Dora'• lmegtnery: lhe flight from a burning house·,
44. Emeot Joneo, A uido e o obrad< Si#mund p,.ud, 1989, Rlo de Jan... Freu.d ond h111 patu!nt1, pá,p. 72..S2.
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45. SE, VII, pág. 20.
81 J. O Natio, L'hi_.1¡,.u ou l'en(ant magn1ru¡ue tk lo p~hanolyw,
199l. Parí•, Ri VR((')O, pág. 22,

418 419
82. Kanzer, ;bid., i>'g. 74.
83. St;, VII, J>'IJ. 109.
84. Jeen Guillaumin, •A tkhnique de Freud to 1920 to.mtne erret d'a..
J)ri;l-coup tardif d'un 6chec tM-rapeubqua. et. defenae d1ffe~ contn- le tra·
voil psychu¡ue du douil relatif tt Doro·, P6YChl, 'tutkt p1ychanalyt1'ques 1ur
lo rtolih! p1y<hiqut, 1983, Porla, PUF. CAPÍTUL025
85. P«tt Ga7, op. <i~. " " · 240.
86. OW1er Ani1eu, A aul<Nlnó.lut d~ Prtud e (1 ~rt.o da p1iconól1«, LA SOCIEDAD PSICOLÓGICA DE LOS MIÉRCOLES
ptlg. 387.
87. !bid '"'*· 385.
88. lbld ' pég. 388.
89. SE, VII, ptls. 35. De vuelta de su primer viaje a Roma, Frcud plonta la semilla dol
90. P. R.ieff, o¡>. cit., pág. 97. movimiento psicoanalítico:
91. R. J. Lenp, lbld., p4p. 211>-230.
92. SE, Vil, "" ll•. Un cierto número de médicos más jóvenca se ha ogrupado en tor-
93. Carta de Froud a Flie•• del 25 de enero de 1901, Corre1pondin~1a no de 1ní con In intención exprt:'80 de aprender, prtu.-ticar y difun·
Sigmund F,..ud· Wilh•lm Flitu, pág. 428. dir el f)<!icoanillisis. El impul'!O fue dado por un colega que experi·
94. M A. Sharfma.n. •rurther ...nectioü on Dora·, Fnu.d ttltd hU po· mentó en sí m"mo loo efecta! benéficoo de la terapia annlftica 1•
,,,,.,., p4p. •9-50.
95. SE, VI 1, ptlg. 23. De esn manera es recordado el gesto fundador trece aftos m41
96. Emeot Jonea, op. ciL, 11, pág. 261.
97. J . MoUAaitlf ~taaaon. op. cíL, .-C. 46.
tarde. Una indicación sintomática Freud omite el hecho de que eoe
98. lol&NOn e1 injusto el a1glo XIX lU\'O grande.e h1.1torialea clíniC01. El colegn se llnmaba Wilhelm Stekel2•
cierto qua loe ca&N de Jonot, eunquo int.ereaonte1, e.1t4n mal contado&, ti El movimiento gateaba cuando Stckel aparece en escenn. Él fue
bien Irene racuerda a los pert0n.;os de Zola. Ant.o1 I01 c.uot de Pi.nel pa.rean la mano derecha do Freud Estamos en loo tiempoo no baliz.t1dos del
extraldoe de Ju novel.u de Balzac. y la propia Ann.a O. lleve a penar en la paicoanáliatt. El periodo menos documentado va desde el final de la
Bltklro de Hoffinannatahl (Henri P Ellenber¡er, Th• 0111COV<ry o( the U11 correspondencia con Flicae hasta el inicio del intoreombio epistolar
"""""®'· 1970, B,,.lc Boou, Nueva York, pág. 283).
99. J. Kristevo, "Dora ¡¡yn4copbylo", Ma¡¡oz1n< LittJro1n:, 1990, i>'g. 38
con los primeros disclpulos. Luego, a partir de 1906 se coM<!rvan tu
Acto$ tk los Reunionu de loc Mürcolu. El hecho de que hubo una..,.
gunda hoguera, un oegundo momento piromanlaco, en 1907, refuerza
la laguna cpistolnr. En c808 años, como dice O. Mannoni3, el psicoa·
nálisis, n?Cién salido de la CÁSCora del espléndido aislamiento, nú.n no
tenla plumas.
Stekcl no fue el primero, pero él es quien mejor cuento eso pri·
mcr mon1cnto:
Kabanc era un médico brillante, sumamente dotado, que había
renunciado a In carrero ncadé.mico y trobajaba en una institución
para el tratamiento de neurólicoe con electricidad. Él mencionó
un nombre dC8CODocido para mi· Sigmund Freud, que daba clases
semanales en In universidad. Me informó que Froud habla citado
mi trabajo Coilo tn lo infancüi, manifestando el deseo de cono-
cerme Yo no podía penler esa oportunidad'· •t

•t. El )OYen Stekel. en tfocto. había cterito en 1895 un trabajo IObn! el


coito en lo infancia, iMpirado en la obro do Krom·Ebing y en MoU. Freud lo
m4!neiona en '"La etiología de la hist.eritt•, de 1896

420 421
Junto 8 Kahanc tenemos a Rudolf Reitler, quo habña sido el pri· tros se les dio lo modesta denominación de •Sociedad P•icológica de
mer diJ¡cípulo oficial que practicó psic:oanlilÍJ!a, a menO& q_ue.~ pno- los Miércoles".
ridad le hayo corret1pondido o uno mujer, Emm• Eckst<>in. Re!tler Stekel, escribiendo sus memorias, d1n~tico, t:n un hotel de Lon·
era un hombre rcfin<>do, con doi... artísticos. Poco se 88~ de su VJda. drca, poco antes de su muerte. recuerda:
Cuenta la leyenda que Stekel leyó la re~e~a críhcn de Burc~­
hardt 8<Jbre La inurpr<toci6n tk lm 1uel!os e mmed1atame~te ese~· Las primeras reuniones fueron fuente de inspiración. Elegíamos
bió una defensa en el Neues \Viener TtJ8eb/ott, en 1u más tlondo estilo un temo al azar y todos: participábamos vivamente en la discu·
periodfit.ico•. Eeta historia es crono1ó~1camontc 1ncorrecta: la res· sió<>. En la primera noche d1scullmos las implicaciones psicológi-
puesta a la critica existíó, pero fue .acnta dOll allos dospués, cuando cas del fumar. ExisHa una perfecta orquestación entre los cinco
él ya había hecho su breve análisis con FrcudS. . ... eramos p¡oneros en tierra• extraños y Freud era nuestro líder.
En la época Stekel sufría de un incómodo problema nouróllco Saltaban chispas de nucstrall menta y cada noche nos aguardo·
"'cuya nnturalczo -observa Joncs- no es preciso mencionar'", ounq~e ba una revelación IS,
era de índole sexualT. Solicitó la ayuda de f!eud y obtuvo uno me¡~
ría inmediata. El propio Stckel, en su autob1ogralla, dice que su p•n· Stckel pasó a lo historia como el hombre que tenlo un sext.o sen·
co.análiais duró ocho se1ionca8, pero Joncs sospcc~a que se cxl-?nd~ó tido en el universo del simbolismo onírico. e1 consiguió despertar el
mucho más• En 1903 se convirtió en el segundo d1sdpulo que ·~~1a interés de Frcud por el tema En realidad, y haciendo historia, Freud
como psicoonalist.a. Tenfo cierta intimidnd con el Mauatro· er-a el un1- ya había reconocido el factor simbólico en la ..Co1nunicación prelimi·
co que se refería a Freud por el apellid? y no como "Htrr Profeaor'. oar·". pero el ult<>rior método ínterpretatívo propuesto en la Traum·
Stckel era un escritor prolffico. W1ttels, en su b1ogralla, comenta cúutung iba contra cualquier referencia simbólica. El propio Freud,
que "las máquinas impresoras de Europa gemían b'l)O el pe~o de los en reite.radu ocasiones, reconoció su deuda •por lns contnbucioncs de
artículos que Slckel escribía sobre Freud"1º. Roazen lo considera .un Wilheln1 Stckcl" 15 •
escritor de t.alent.o, cuyas descr·1pcioncs clínieas tenínn gran mé~1to. Alfred Adler tcnfa 32 anos cuando en 1902 completó el cuarteto
Su estilo, empero, era se!58cionalista, y su 1ntA!tés por la sexualidad inicial de los acólitos. La leyenda cuenta que Adler envió una carta de
bordeaba lo pomográfico 3. 11 . protesto a la Neue Fre1 Pre1se por una crítico hostil u la Traumdtu·
En 1908 publicó su libro mals importante,, LM ••úidoa
~ t111gus·
tio neuróticos y su tratamiento, con un prefoc1? de Freu~. S1gu1endo
IUll/f, y que Frcud se lo agradeció en una esquela. En verdad, parece
ser que la Ntut Fre1 Prcsu nunca publicó dicha resefta, y no se sabe
una sugerencia del Prof.-, él acuñó la expresión neu.~ll de angu8· en qué circunstanci3S se conocieron los dos hombres".
ti<i, y se puede decir q_uo Stckcl fue el interlocutor pnvilegiaclo en la Adler era un joven mimante, ideólogo de izquierda. La doctrina
euoatión de las neurosu cu:.tuak•. . socialista lo acompañó toda la vida. Esn militancia se reflejo e.n su
En aquello• primeros ai'los, como dice Stekel con 1u grand1lo- primera publicación, escrita n los 28 nñ08, títulada Libro tk 14 solud
euencia habitual, "fui el apóstol de Frcud, que era m1. cns · to"" . tn le pro{uWn de so1tre. Como lo scftalo Selcsnick, ""aus conocimien-
¿Cuál de 106 apó6toles acria? tos de historia. psicologfa y fiJO&Ofia alemana, sus citas de la Biblia,
Como primer discípulo destacado, le corresponderla el lu.gar de Shokespcaro y lns tragedias griegas, junto con au e locuencia de ora-
Simón llamado el Zelote. El celo y el entusiasmo por la creación del dor, explican por qué ocupó aiempre lugar destacado en los grupos a
clrcul; de los .ni<lrcolet1 fueren suyos. De allí nació el hábito de reu· loe que pertcneció" 17 .
nine semanalmente en la sala de espera del Profesor. A los eocucn· Sabemos poco de los primeros anos de su vida. Cuando 61 nació,
Frcud tenla 14 años. Enformizo, padeció de raquitismo y asma en la
primera infancia: ~n uno de mis primeros recuerdos me veo sentodo
en un banco, totalmente fajado por causa del raquimmo deformante,
•2. "Eckste1n tmt.6 dehberAdament.t a una pociente ..: (Carta de Frc~d con mi hermano mayor sentndo frente n mi. e1 ISigmundl podía co-
a Jo"Heu del 12 do diciembre de 1897. Co~1po.ndlnc1a Silmund 1'1Tud.·Wtl·
Mlm F11en, l!la6, comp. por ,J. M. Musoon, !mago, Rro de Jonciro, pág. 287). rrer y saltar sin esfuerzo. Mi familia hizo todo lo posible para ay\ldnr·
•3_ Concuerdo con Rouen en que AUA biatorialee trtll\ un poco pomogril· mo ...•is Comenzó o caminar a los 4 ndOll. "Para mi cualquier tipo de
ficot: recuerdo a una mujer qu<1 tenía una fUoción urcLral y se acntJa fuerte· movimiento representaba tensión y cgfucrzo•lt. La interpretación es
mente 1t.reJcla por un hombr6 con inoontanencla de tt-fl'nte~. Fueron f~hc:es. obvia; los biógrnfos vinculan su pasado eM:rofuloso"• con la idea de la
Pero no puedo Ber ingrato: la leciul'D de la 1~ut1fr frigU14 fue 1~ que me llecvó
a inleretarme por el pe:icoan•liaia. No todOI 101 conuenios ucncn que ser
ejemplares. •4, Adlé:r explica: ""En circunstancia• favorables, c¡en.o. deJectol de una

422 423
..inferioridad de los órgonos", concepto éste que ocupará un lugar cen- Continuondo con los mellizos, a partir de 1905 Adlcr escribe ver-
tral en su aietcma psico16gicu20, 2•. Puede ser. Aunque sueno demo- tiginosamente. casi m4.s que Stckel, e.ni duda como el miembro más
siado aimplitta. activo del grupo. Tal vez se podria ver en él la figura del Judas que
Stekel y Adler tienen perfil de mellizos. Ambos (como Fl-eud) to· presentan los historiadores rc:vieionistas1 esto ca, un apóstol polititft·
nfon padres comecinnt.es (el de Adlcr crn comerciante en granos) y do y radical No debe extrañar que Ja primera biografía de este piooe-
conaiderabnn sus infancias como una sombra infeliz Adolescentes OO. ro se titule Adkr, ap6stol de la libertoá". La mujer de Adler, Rai..
hemios con mucha calle. Am'- estudiaron medicina en la Univen1· Timoíeyevna Epstean , era también una militante que recib{n a
dad de Viena y sintieron la atracción del psicoanálisis al mit1mo ticrn- Trotsky y JofTe en su casa28 • Como activista polftico, y por el don de
po. Además, sus posiciones teóricas se porccen, aunque huy consenso su retórica, él comnndoba la horda de hermanoe en las noches de loo
en cunnto a que Adlcr era mál creativo. Por ejemplo, Adlcr habla del miércoles.
"lenguaje de los órganos', y Stekel de la "jerga de los órganos", el Por temperamento, Frcud y Adler crnn poloa opuestoa. El primo·
"hermafroditismo pslquioo" de Adler es paralelo o lo "bipolaridad se· ro, medido y ceremonioso; el segundo, in1puJsivo, con los acento@ ve·
xuol" s tekclinna, y In tiprotesto nlasculinn" adlcrinna tiene.' estrecho hcmcntes de un orador de barricada2t. Adler, 1egún la opinjón de
semejanza con la •guerra de los sexoo• de Stekel Finalmente, elloo Carl !"'rtmuller, "tenla un perfil de ·hombre oomun., de aspecto casi
concordaban en que la pervcrtión es uno neuroBiS y no, como decfa desahftado">O. En las fotos, y particularmente en un notablo dibujo de
Frcud, el ncgntivo de una ncuroRis22. Horowicz. parece un due~o de burdel ó lo Toulouse·Loutrcc. Por otro
Lo tradición sitúo injustamente a Stekel como el papagayo del parte, tras cea retórica fogosa, eu humor era m'• abierto y sociable
pirata Adler. Personalmente considero que Stekel es el més inte re- que el del Profesor. Freud nftc16 escritor, no necesitaba traducir 1u
sante de los dos, y que dejó uno marca mayor en la t.eorla psicoanall· ~neomieuto para volcarlo al papel; "'Adlcr era un conver1ador nato
tico. El concepto de "b1polaridod" anticipo la noción de ambivalencia. que se negaba a perder tiempo y atención en lo tarea de escribir bien
Su libro Neurosis de onguslia, además do ser un clásico, fue -.el pri- Tenlo instinto de animal pollllco; el Profesor era pehgrosameote
mer manual de psicoterapia-U. •apol!tioo-s1•
Un episodio, narrado por Joncs, •quemó" la reputación de Stekcl. Resulta diflcil precisar cuándo fue perdiendo su encnnto el idilio
Se trata de un ensayo sobre la importancia de los apellidos -del nom· de los miércoles. Sabemos que en 1906 Adler comienza a hablar de
bre del padro- en la elección de profesión. El ensayo preocnta un con· las "bases org~cas de las neul'06is.., y Rank cooaigna, en las Mt11u·
siderable número de pocienta cuyos opellid08 hablan influido dcciS1· l<U de la reunión, que Freud lo asigna una gran importancia a ese
vamcnte en sus vidas. Cuando el Profesor, perplejo, le preguntó cómo trabajo, por introducir el concepto de co1npen.sac16n ligado a la ideo
1
habla conseguido tontos casos, Stekel contestó con una sonrisa: "Son de que "la represión ae efectúo mediante la formación de una super-
tod"" inventados". Freud se ne¡¡ó a permitir su publicación en el Z.n· estructura J>8fquica">2 En esa ocasión, Reitler es uno de loo pocos quo
trolb/alt, de modo que el articulo tuvo que aparecer en otra revista.. cnt1ca la exposición: entiende que Adler coe en una moñología lom·
Me parcee que esta histono está mal contada. Joncs lo incluye brooiana. Cuando en 1907 aparece finalmente el libre sobre la inferio-
porn hablar de la pcraonalidnd de Stekcl, y omite decir que el inci· ridad de loe órgnnos, ol pri.ncipio se lo conaidera el complemento 6sio-
dente ocurrió en 1911, después del Congreso de Weimar, cuando la• lógico de lu teorlu de Freud». De modo que Adler ocupa por un
relaciones del disclpulo con 1u Maestro hablan llegado a su punto tiempo el lugar de Flie.s, al dor cuenta del lado biológico de la tcorlo
mlb bajo. Lo versión de Stekel, por otro parte, es la siguiente: "Debo ":nalrtica. Mos ya al o.no siguiente, en el Primer Congreso Psicoanall·
mencionar un curioso episodio. F·reud vetó un ensayo mfo titulado t1co en Salzburgo, su trabajo -Sadismo en la vida y en la neuroois" co-
"Lo obligación del nombre.... donde yo demostraba, oon muchos ejem· mienta a B<lr visto como una desviación respecto de la ortOOoxia del
ple., que el nombre con mucha fn!CUencul determina la vida del por· momento. A partir do 1910 eue contribuciones tomaron un rumbo
tador. Freud anticipaba que la gente se burlarla de mí y no quiso pu· propio, incompatible con las perspectivas freudinnos. Aquf aparece
blicor el articulo..... una vez mlb el fantoJma llicuiano, ya que el tema era la bisexuali ·
Sospecho que Jones ºinventó" los invenl<l6 de Stekel. Luego rel<>- dad En su ensayo "El hermafroditismo psfquico en la vido y en las
marcmos el ~ma de la ínvenCJón en psicoanálisis. ncurosis"34 , Adlcr, como FlieM, declara que el nourótico sufre de la
represión do au porte femenina, asociada a lodo lo que es d~bil y pro-
blemático. Eata construcción llOCiobiológica explicaba laa neurosis, el
exhibidol>iamo y el fetichismo, ubicando la bisexualidad en el lugar
crislura generen W\8 dltposición para un mftyor rendimiento• CM1nuk1, TI, del complejo do Ed.ipo". De ahr lo ruta de colisión ...
púg. 260. Véate también 1u estudio 10brc "Ju 1nfcrioridod de los órgnnoe"). El foco de la disputo fue la tesis adlcriana de lo protesto masculi·
na, presentada en In reunión del miércolc• 17 de febrero de 1910. Las aionarfan al grupo. Federn, 1egún Weiu, ..a pesar de que Fr~ud lo
objeciones formuladBI por Frcud aparecen en tao M111uUJ1: aceptaba más como colega que como nlumno, tomó para of el papel de
discípulo. Se vera como el -Apóstol Pnblo· do Froud""·
Resulta ímpe>!liblo comportir 103 ideas de Adler, en cuanto él so- ¿Poul Fedem como Pablo? Puede aer, pero el Pablo de los ~11érco­
mete todo el material peicol6gico a puntos de vista biológicoe, y lco, porque, a partir de 1911, ~crá Jonca quien satisfag~ todos los re-
llega de c.811 manera a conclusiones que el material psicológico no quisitos para ser el Gran Predicador. Fue de Federo la idea de home-
justífica... najear ni Profesor, a los 50 años, con lo medalla do Edipo y la
Esfangc"5. Esta medalla presentaba en una cara el perfal del Profosor
Y aquf Fhcss entra en el baile: y en In otra, a Edipo descifrando el enigma de lo Esfinge. Medalla
q~e todo analitJta desea tener en su consultorío. La inscripción en
El ejemplo de Flíess, que propone una tipologfa biológica de lao f¡riego, tomada del Ed1po Rey, pretcndfa ser el elo¡,'10 supremo pnra el
neurosis, íue la perdición de más de un observador. Fliess vera en padre del psicoanálisís: ·~¡ resolvió el famO<IO enigma y íue un hom-
el inconsciente los elementos del sexo opuesto''. bre muy poderoso•. J oneg registra que, al leer la inscripción, Freud
•perturbado, palideció"43 • Y reveló que, .. ."Cuando estudiante en l a
Un año después, Freud tildaba a la toorfa adlcriann de "rcaccio· Universidad de Vieno. acostun1brabo pa.s<.'Or por el grao patio con ar-
noria" y "retrogrado": una poícologfo superficial. Hubo un tiempo, sin cadao, examinando loe busto. de antigu03 luminarias desapattcidas.
embargo, en que él reronoció los tolentos especiales d e Adle r y, de- Tuvo cntonceo la füntasra, no sólo do ver nlll •u propio busto en el (u.
most.rándolc au confianza, lo clig;ó como nnaliato de lo esposa de su turo, lo que no scrfa nnda digno de nota en un e1tudiante ambicioso,
hcrmono Alcxondro. Más importonte aún, como luego veremos. es 1ino que su busto t.eodrla una lnscripción idéntica a la que ahora veía
que Adlcr fue nombrado primer presidente de la Sociedad PsicoonaU- en la medalla""· Extr11ño colJO de sancrOnicid()d, c<plica Jung.
tica de Viena, en 1908. •AJ final do cuentna, ól ca la único personali- Fueron tiempos mágicos. Esto medaJla me induce o lanzar una
dad que tenemos"38, Oecha que no té bien adónde me lleva. El hecho que "Él "'*'lvió el (a.
T&n tarde como en 1933, en 1111 Nuwa• conftrencÜU de introduc- moso enigma .. .•me remite directnmcnte o la noche de Bcllevue, don-
ci6n o/ psicoondlisis. Freud censuró al escritor Emil Ludwig por in- de se le reveló el misterio de los sueftos. SeÍJI aftos paoaron desde la
terpretar la personalidad del Emperador Guillermo 11 con lo óptica placa de mármol hasta la medalla de oro edípica. Tal vez mi Occha
adleriana de la "iníerioridad de los órganos.... La teorfa adleriana pase por el campo de lo sobronaturol. La placa de mármol y la meda-
era exnctamonte opuesta o la suyo. Freud dico: .,-En el lugar de una lla de lo Esfinge cuentan una fábula de portento& que ponen a prueba
psicologla [Adler) nos or.--. en gran parte, una biología.; en lugar de la aululidad de los esdpticos"•. Lo que Freud llamará '"transferencia
una psicología del inconsciente, él nos ofrece u.n a psicología del yo"'''. de pen•amiento". El asombro nquf experimentado también recuerdo
Retrocedamos on el tiempo, a ose primor periodo do los miérco- ese momento de pasmo en la Acrópolis: en ambo.& ocasíonea fue vi&-
les. Poco a poco. nuevos participan~ oomenu.ron a concurrir asidua- lumbrndo el imposible "íanwma de lo real".
mente. En 1906 ya eran más de diez. Entre los acólitos de primera Medio siglo, buen momento paro uno c..ala técnica. El 6 de ma-
hora, olvidados por la historia, tenemos u Hugo •lcllcr, futuro editor yo de 1906, como vimos, Freud completó cincuenta añoa. Tiempo de
de Freud, Alírcd MeÍJll, Guido Brecher, J. K. Fricdyu.ng, R. Urbant.&- plenitud. Entre 1899 y mediados de 1905 había publicado tres t.extoe
chib!ch, M. Steiner, A. von Winteratcin y A. Muthmann. íundamontales: L<l interpretación de los suellos, In Psicopatoloaf() <Ú
Junto a oetos discfpulos anónimos, ya en 1904 aparece Poul Fe- la vida ootidiona y Tre• tnoayos dt ttorla O<XIUll. A ellos ae suman El
dem (1871-1950). Edoordo Weiss, ex paciente y viejo amigo, lo dcacri-
be co·mo -un hombre flaco, calvo, con una frondosa barba negra, ex-
presivos ojos grises y maneros extremadamente gentilcs"<l 1. Ocupó el
cargo de tellorcro. Era un hombre ~til en cualquier grupo, lo que Pi- •s. Tanto Paul Fedem como Eme1l Jone. aon devotos de la -C1uaa· '!
tienen e1 don dal preeente oportuno. Además de la modalla, fue Fedorn y no
chon Riviére llamaba "ciclÍJlto grupal", ce decir, el que carga el piano Joncs (co1no dice la biOifaO"a oficial) quien oolocó la placo, conmemorativa en
o cuaatas. Su participación activo y veraátil en 101 discusiones se ve el lugar de nacimieol.o de l'reud. Amboo. finalmente, comenzaron a dciovuuM
reflejado en las Minutao do la Sociedad. Siempre presento en las no- de Ja ortodoxia en loe ar.o. 20: Jones, en la cuestión de h• sexualidad ícmeni·
chee de los miércoles, en cierta ocasión el Proícsor lo eacribió: "¡Es na~ Fcdcm, en au trabajo precurtar do lo psicología da1 yo que Ha.rtmann Ue-
inaudito que haya íaltado a lo reunión de ayer!" '6 a Eotadoo Unidos.
Hombre leal, su fuerte transferencia filial, mantenida a lo largo •6. E1 bulto de Freud, con ta miama frue, fue emplazado en 195$ en el
de una vida, pesó mucho en los tiempos do crisis que pronto convul- vitjo patio de la Univcraidad, par inicinLiva de Jones.

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~hi•k .Y su relaci6n con lo 1nconsci.ent~, y s u célc-bre C'aso ..Dora·. F1 1u descanso y te la entrego como seftal de amor de tu anciano
nalmento consiguió 1u nombramiento de Profeaor Extraordinario lo padre...
que le brindó el primer CMX?norio oficial para lo.nurse aJ prosehtis~o
de la nuevo visión del hombre. El siguiente gran apóstol salido del cenáculo de loo miércole8 fue
En el portal de la sobidurlo, Freud escribe uno carto muy singu. Otto Rank. Figura clovc en el movimiento psicoonolltico, merece una
lnr cuando concluye el nño: presentación detallada.
Otto Rank leyó La inttrpretaci6n dt 101 1uen1n en 1904 y tuvo
29 de diciembre de 1899 una revelación iniciética: •Ahora lo veo todo claro¡ el proceso del
IX, Berggase, 19 mundo ya no constituye un enigma"''. Tenla vei.n to añoo. El tímido
¡Salve! ¡oven se aventuró a hablarle a Adler, médico de 1u familia, de su inte-
tte en conocer a Freud. Se concertó un encuentro. Otto, con sus an-
El hijo valiente que, bllJO el comando del podre, surgió en el mo- teoJOI de "fondo de botella• y su cora de "ratón de biblioteca•, llevó
mento exacto. consigo el manuscrito de El artúta. Freud rememora: ·cierto dín un
Para ser su asistente y compañero de trnbQJo en la investigación joven que habfa estudiado en una escuela técnica me vino a ver con
dc-1 orden divino. un manuscrito que demostraba una rara co1nprcnaión. Lo insté n
Pero salve también el pad re que, poco ontes, descubrió en sus completar el bachillerato, seguir un cur80 univcr11itario y dedicarse a
cálculos loe aspectos no médicoe de la investigación p1icoonalítica. Nue.stro
Ln clave para reatringir el poder femenino oociedad ganó con él un aecretario celoso, digno de toda confianza, y
Y para lidior con la carga de la sucetióo legftima yo tuve en Otto Rank un fiel auxiliar y colaborador"". Así hablaba
Sin confiar en hu apariencias sensorialea como lo hace la madre. Freud de Rank en 1u •contribución a la hiatoria del movimiento pai·
É:I invoca los poderes más altos para revindicar su derecho su coanalltico•.
conclusión, su creencia y su duda; ' Otto babia nacido en Viena en 1884. Su nombre era Otto Rosen·
Y así, en el comienzo, mira cómo él se oJtn, vigoroso y robusto o ber¡¡. Adoptó el nombre Rank cuando terminaba el siglo. Eisenstein
la altura de la cxigcncio del error, el podre, ' cuenta que la famjlio Rosc.nberg llevaba una vida miserable, de muw
En su desarrollo iofinitnmcnte maduro. chas pcnurioa, debido a un padre brutal y borracho, incapaz de mon·
Que el cálculo resulto correcto y, como legado del trabajo, que ecn tener a majer e hijos••. Cuando Otto tenla 16 alloo, él y su hermano
transferido del padre al hijo, más allá de la ll(Jparnción de los si· rompieron relaciones filiales. Rank escribió en su diario: "Finalmen·
glos. te rompimos con él y ní aiquiera nos aaludamoe•. Ni una palabro
Conjugue en la mente lo que las vicisitud.. de la vida rompen y quebraba el hielo del bogar. "Un joven taciturno en el ailencio de una
eeparan4.S. casa sombr1a• (las palabras son de Anall NinJH. Fue entoncea cuan·
do cambió de nombre, inspirándose en un personaje de lbsen, y •con·
1'1isiva inquietante. crud escrita en clave. Poesfa con cuño bfblioo 1ervondo sólo la letra ·R- de su pasado"'· TaJ\ descubrió su diario
enviada en ocasión del nacimiento de Conrnd, hijo menor de Flicss'. fntimo, que muestra una adolescencia tormooto1Ja. Fragmento del
Exi•tc. un texto scmejanto en la vida de Freud . Cuando Sigmund diario: •Le tengo verdadera aver11ión a cualquier contacto con In gen·
cumplió 35 años, Jacob lo dedicó la biblia fomilinr, con la siguiento to; ceto es, a cualquier contacto físico. Con gran eefuerio tiendo Ja
dedicatoria en hebreo: mano y, si tongo que hacerlo, me Pongo antoe un par de guantoe. Se-
rla incapaz de besar a alguien••f. Bocado de cardona! pora un pal·
Mi querido hijo, coanaliata.
Fue en el séptimo año de tu existencia cuando el esp!ritu de Dioo Autodidacto, devorador de textos filosóficos, M nutria en Scho-
comenzó a guiarte hacia el estudio. Yo dirfa que el espiritu de penhauer y Nietzecho; Suo y cordcúr, de Weinln¡er, era el libro ...,.
Dios te habló: "Lee Mi Libro, as! tendráJ! abiertas las fuentes del ponsable de su aproximación al psicoanálitia"1.
conocim_iento y del inb!lecto•. Se trata del Libro de loo Libros y el Rank era el auxiliar ideal: creativo, aollclto, culto, dedicado. El
manantial que loo hombres sabios abrieron, de donde loo legis la·
dores bebieron loe aguas de su conoc;imionto. Tuviste en ese libro
In visión del Todopoderoso, tú escuchtllltc con buena voluntad, tú
actuasb! intentando volo.r alto, con loa alas del Espiritu Santo... •1. Llama la atención la ca.ntídad de penon.u que, extra6amente, lltP·
Y ohora, en tu trigéeimo quinto aniversario, retiro mi Biblia d~ ton a Freud a tnvfe del mlq!no Wei~.

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"ratón de biblioteca" habla encontrado su "nicho" ecológico, con olor a la cuarta edición de Lo 1nk!rp"'t°"1611 de los 11ttllos (que fueron elimi-
tinta, rodendo de manuscritos, libro.s nuevos y dioses nntiguos. Secre- nados cuando· se prodajo la disidencia final >'".
tario eupcrcficlcnte; gracias a él las Minuta& de Ja Sociednd son pe- Rank -después de la calda de Jung- estaba espe<:"ialmente rndi-
quei\as obras de tute, oegún la opinión de Nunbcrg, que las editó.. cado parA ser el eucesor. un sucesor for1nodo n imagen y 1emcjon1a
Además de secretario do la Sociedad, Rank era secretario perso- del Maestro. Para Roozcn, "La gralitud del disclpulo para con su pro-
nal del Profesor; fichaba libr"Odl, cluificaba las anlij:uedades y agrega- tector era grande. ·Deferencia• scrra un término denlasiado suave y,
ba mawrial bibliográfico paro la cuarta, quinta y sexta ediciones de no obstante, «servilismo• omitir(a e l afán que caracterizaba su cola·
La mterprctacw11 de /0$ suenos'9. En ese período tuvo la eficiencia de boracióo..'.
una 9ombra soHcita~ capaz de ad•vioar la menor intención de ese Freud pensaba que el "pequeno Rank" era el llnico del grupo de
Gran Otro que era su p11trón. Tal vez por eso lo fascinaba tllnto e l te- Viena que ten fa '"futuro científico"'68, Los demás eran me<hocres. En
ma de la •ombra En 1914 publicó Der Dop</gángu, o sea "El doble". ese punto, Jung y Abraham coinciden. Cuando en 1907 Abraham fue
en!Ml)'o que a partir de la sombra y de la imagen en el espejo, hnbla invitado a su primera reunión de 108 miércoles, le comentó de manera
del doble con el que el hombre inventa una "escaramuza" narcisista> impiad...a a su amigo Max Eitingon· "No estoy muy impreo1onado con
cuyo prototipo sería el propio Narciso en un extremo, y el retrato de los odeptos vie neses. Él (Frcud) está mu cho más odelante que los
Donnn Gray en el otro. Rank so extiendo sobro ol "doble" en la Liwra- otros. Sadger e• un talmudista, interprota y observa cada regla del
tura -Goethe, Wilde, Stevemon, Doetoievaky con su novela Dooinic.t- Ma.,.tro con un ngor de judlo ortodoxo. Entre los mi\dicoa, el Dr. Fe-
y en el ritual del hombre primitivo, como "'una enérgico negación dem es quien me dejó In mejor in1preaión. Stekel ca superficial; Ad-
frent.o al poder de la muertc'"63. •10. Por ese camino Oios ee el primer ler, u.nilat<>ral; Wittels, trafica exc:esivamenw con la fraseologfa, los
"doble.... Cabe observar que el ensayo sobre el doble <S ant<>rior al in- otros son insignificantes ...... O seo. unn pandilla de lerdoe y debiloi-
wréa de Jung por la "wmbra". des. Abrahom esUI siendo iajusto. Al leer las contribuciones recogidas
Rank fue pionero en el análisis aplicado. Posteriormente, tam,. en las M1nu1os•11 encontramos un grupo ingenuamente intrépido, con
bién encabc:r.ó la lista de analistas legos que atendlan a pacientes. ideas interesantes, osadas, con altibajOH, grande-zas y mezquindodes.
Casi invisible corno transeúnte institucional, la trayectoria de Otto "En loe trabl\jos psicoanalllicos ulteriores se pierde algo de esa fres-
Rank era muy diferente en el mundo informal de los miércoles. Ali! cura", concluye Michel Schncider"'.
estaba en el claro papel de "hijo adoptivo", de favorito (tal vez fuera el Eitingon, al recordar, aftoe después, 1u primera visita a lo Socie-
Apdetol Juan, aunque feo como un piojo). En la constitución pigmalió- dad, dice que "habla entre 20 y 35 miembros..•; en realidad, rectifica
nica del luo, Freud modeló a Otto. Con la ayuda del Profcoor obtuvo Jonos, sólo se cncontrnban diez pcrwnos pre•entes, aunque e l total
el titulo de doctor en filosolla en 1912. Su talento era obvio. En poco de miembros fuera 32'2. En 1908 ti grupo compró una biblioteca El
tiempo -tiene que admitir Jones- adquirió una •erud.ici6o verdadera- 15 de abnl del mismo año, la Sociedad de loe Miércoles pasó a ser la
mente inmell68·.u "Sociedad PsiconnaUtica de Viena", nombre por el cual se la conoce
Era lógico que los primeros dioclpul08 tuvícran celoe. Freud con- aún hoy. Da la impresión de que Sacho, Wiltcls, tal vez Urbant.&-
tribuyó con un ensayo al libro de Ran.k sobre El mito del nocimunto chitech, Oraf sin dudo, con&iderarlan esos años inlciales con lo nos-
del Mroe y, más aún, incorporó dos textos de su secretario a partir de talgia de una infancia perdida.
De modo que todos los miércoles por la noche, a lo largo del nño
académico, a las nuevo en punto, unas doce personas se reunían tn el
primer piso de Scrggassc 19 Ya habían cenado, pero cir<:ulaban bom-
'8. Nunberc ttcribe: "Ran.k llevó o cabo au bUff con profunda compren- bones y cigarros. La mayorla eran judloe, muchos médicos, pero tam-
1i6n de la mete-na y poniendo de marufietto una gran hab1lidad. No tomaba bién habla filósofos, músic08, historiadores, pedagog08 y hasta algu-
notoe taquigrdficoa ... pero compilaba lo centrol de cada ponencia• CActu ck nos curiosos. Grupo animado. Se sentaban en torno de una larga
la S0<iedad Psicoonalit1ta de Viena. c:omp por H Nunberg: y E. Fedem,
mesn oval. La puerta que daba al consultorio estaba abierta, y en el
1979, Bu~noo Airea, Nueva V'asión, Tomo I, pjlg. 10).
'9. Circulaba la leyenda do que Ro.nk oonoda I• Troumtku,un.g de me- fondo se vela una gran biblioteca de pared a pared. Alguien comenza-
moria. inclu.to con las notas al pme (c:omuniceaón penonaJ de David Rappa· ba con unn e xposición. Leer estabo prohibido. Si alguien lo haclo, e l
port). Profesor le pasaba uno nota: "¿La lectura del menú 1írve para llenar
'10. Locan, <¡uo menciona a Rank varia.e veces en 9\11 &tita. ain duda a el eetómago?""
inap;nS en •te text.o, cua tanto como en eJ a.rtfculo de Henry Watlon, en tu
en..anyo sobro el espejo, que aborda el t..oma dol •mimcLismo· dcsa.m>Uado por
Rank.

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El ritual era singular y un poco inquietante. Huta 1908, todo. rivalizando en le» clichés repetidos mtl veces, como poetas de ll'es po-
los asistentes podlan ven1e llamados a participar. A C8C efectA> habla n1quea10.
una urna con Jos nombres do los presentes. Los favorecidos por lo Este grupo marginal, neurótico, estaba jugando con fuego: con la
suerte hablaban primero. Objetivo: evitar el monopolio de algunos. l('Xualidad. PientO que Swkel fue quemado en esa pira. La polémica
La regla constitula "una importante medida de autocltJciplina.... giraba en tomo de la mascurbación. Eoo nos lleva a un desvlo por loa
Eso ambiente recuerda el retiro en un monasterio, el cónclave do tierras del pecado de Onán.
una sociedad secreta o el ágape en las catacumbas. Mnx Graf, tal vez La Biblia cuenta que Ooán fue castigado por Dioa cuando, des·
más conocido como el pedre de Juanito, "di.sdpulo por encima de toda pué& de la muerte de su herma.n o, se negó a tomar por esposa a la
-pecha de disidencia._, describirá el clima do esas &eoiones de la si· viuda, 8U cuñado, y, en vez do consumor el acto, derrnmó su semen
guiento manera: "Habla en ese cuarto la atmóofora de quien funda una en la tierra.
religión. El propio Frcud era el nuevo profeta, y los disdpuloe, todoe Freud anota;
111spirados y coovictoe, eran sua apóstoloe•.. Pero después de un perio-
do inicial, idílico y de fe inconmovible, llegó la hora de fundar una lglo- Despuntó en mi lo idea intuitiva de que la masturbación es el
•ia. Freud dedicó toda au energfa a esa organW>cióo. Era estricto e in· gran hábito, el "vicio primario", y de que aólo como sustitutos y
ílexible en las exigenaas que 1111ponfa a aus a<'gUidoree, y no permitla succdáneo8 de ella adquieren existencia loo otros vicios -el alco-
desv!os reepecto de la ortodoxia imperante. Bien dispueeto en el ámbi· hol, la morfina, el tabaco y cosas parecid..,.... El papel desempo-
to familiar, era duro e inclemente en la pre!!entación de sus ideas.... ñado por ese vicio en la hl8teria ee inmenso, y tal vez allf se en·
No ea fácil tener un Mae8lro. Los Maestroe vuelan alto, como el cucntre. en todo o en parte, mi gran obstáculo todnvra no
halcón al que se reftrió Breuer, y tienen ¡¡arras afilados. Frcud no fue sup<irado. Y en eso punto surge la duda de sl un victo do C8a es-
una excepción, y demoolraba poca magnanimidad con In originalidad pecie es curable, o 1i el an6lisis y lo terapia deben detenerse en
de sus dilclpuloe. Aunque admirador de la inteligencia y del llllento, este punto y contentarse con tcansformar IA histeria en ncuras·
no digeria con fAcilidad las ideas ajenas. Reconocía cote rasgo suyo: tenin11
'Detesto las ideos de loa otros, cuando ellas me son presenc.adas en
un momento inoportuno". Pero las buenas ideas ajenas nunca llegan ¿Obat.áculo teórico o personal? El hallazgo "intuitivo", en esos
en el momento oportuno. Sucedió entonces que los mejores diaclpuloo t.iempoe del autoanálisis, no dcoca.r la lo idea de que Cl!té hablando do
fueron alejándose. En esos tiempos, pnra Freud, "Lo ps;ycl1analyu su lucha privada con el onanismo. El tema fue muy discutido en laa
c'eat moi11. reunion.. de los miércoles a partir d e 1911. Entre 1911 y 1912 ocupó
Clark aeñala que el Profeaor era una combinación de bnllo inlc· ocho noches, todas ellas agitndos. Las intervenciones par l-On de In
lcctual y rigor ótico. Cierta vez ae debatió un coso do mala conducto enorme difusión de la práctica. Sadger, que íuo el expoeitor principal
profesional y loe colegas preoentes se apresuraron a di11CUlpar al in· en la primera reunión, apunta a una •C'Ol\Stitueión sexual del mastur·
fractor. heud cortó bruocamente el clima permisivo diciendo: "Una bador""', caracterizada por 1) sensibilidad agudizada del pene o del
folta eiempre es moralmente condenable, sean cuales fueron los orf· clítoris; 2) predisposición al erotiomo anal o uretral; 3) predispoeición
¡¡enes peicológicos"ts. al erotismo de la piel, 1... mu0088S y loe mú.sculoe; 4) predispoeicióo a
Una disc.i plina e11partana anuncia tiempos de guerra. En 101 la homosexualidad. Otros factores constitucionales determinan la
miércoleto se babia de un "Estado Mayor", de "compaileros do armas", masturbación en ob'Oe puntoe:: la nariz, el canal auditivo externo, d~
de "'Movimiento", de .. Causa" y , luego, también de ""trn.idores"' y •de· bajo de loe párpados, "od onum ti mamill<U""•. También hay un "tipo
sertorea". onanista•, caracterizado por deac:oofianza, una aspiración mórbida
No cabe duda de que la personalidad carismática del Profesor por lo fáctico y lo veri<Üco, pérdida de ospontaneidad, propicdod en el
brilla.btl como la perla de las perlas. Y no fue sólo Stekel quien entró habla y una compulsión a fijar fechas.
en la exager ación. Hanna Sacha babia de la aiguiente manera de su Se habla predominantemente del carácter nocivo y peligroso de
Maestro y amigo. "Abrir la Troumdwtung fue el momento del destino lo masturbación, como una actividad infamadn'12. Su principal eonsc·
para mf. .. Cuando terminé el libro, había encontrado lo único que ha· cuencia es la •neurastenia se.xua1•14, de&crita por Freud. Tambibl eo
era que lo vida vnliera la pena... ...,
Wittela, por au parte, cuenlll que IOCI disdpulos formaban un "cor·
tejo" triunfal cuando Frcud abandonaba la snln de conferencias tra· • 12. FJemplo, IWik: ·Ee notable ve.rifaur que au:i. todol loe onaniltaa eoo
tondo deliberadtlmente de hacenie notar c:el0808 de todo lo que atn.Ja fil6eofe» (1) propeoooo. la mom .......,..ti.. y, en loo últi.- liemi-. ad-·
la mirada del Profesor. Parece aer que :nemonu.bao las obras de él oanoo de Freud".

432 433
culpan In masturbación de provocar traneformacioncs nnató1nicas en tífica del 15 de enero de 1908, donde Urbontscbitsch habla de • Mis
el aparoto genitourinario, impotencia y, pnrticulnrmente, ejaculoti.o añoe de desarrollo hasta el matrimonio• En esa prcat:nt.ación el rela-
praecox y poluciones noctu_m as. Los sfntomns de la neurastenia t.sm- tor se desnuda sin decoro, hablando de au homosexualidad en la ado-
bién ae presentan en las mltjcres con una práctica masturbatoria ex· lcscenc1a, de su "fijación• en la ftúitw y de sus fantaala.s de embara-
ces.ivo. zarse. Su dcclarnción, como crn de c3pornr, fue recibida con uno
Sorpronde esta actitud ropresiva de In mayorla de los anoliatas lluvia do interprotaciones80• Fuo una masacre, facilitada por el hecho
en los albores del siglo. ExisUa consenso en cuanto a que la moatur· de que Urbantschilllch fuera el único católíco y, además, monarquilta
bación podla desencadenar una neurooi1. Ella conhnuoba siendo el y arilltócrata• 1 • Frente al clama •confesional", Peter Gay señala que
"vicio pnmario", el gran cuco del autoerotísmo. La defensa radical "'Freud observó secamente, en su comentario finol, que Urbants-
que realiza Ste.kcl es absolutamente minoritaria ...Precisamente en· chitsch le habla Ofrocido al grupo una espocio de rognlo. Este lo accp·
tro los onanistas so encuentran los actos soxuales roalmente heroicos. tó sin pestaftear: In Sociedad Psicológica de los Miércoles se jactaba
El hombro sólo experimenta plnccr cunndo ha superado los obslácu· de ese tipo de autooxhibición científica..... Con o sin pe8tañeo, el cru·
los; por eso interviene el sentimiento de culpa entre el acto masturba- po estaba trazando los limites del ps1eoanálisis salvaje, ya que la
torio y su reaUzación-75. práctica grupal de lo asociación libre era una de 188 coracterísticos do
Stckel rebate la tesis scglln la cual lo masturbación genera nou· la secta de los miórcole•.
rastcnio.. Las mujeres no se vuelven fr,gidos por mtusturbarse. ti no Varios factores contribuyoron a la generación de tanta patología.
coincide con Freud en que la ecx:ualidad infantil sea intrínsecamente No ea de descartar el tejido propio del psicoanálisis, hecho de aexo y
nocivo Para Stekel no se trata de determinar el carácter noovo de la tab11 en lllll huellas del E<lipo. Sustancias inflamables. La llamo de
se.i.:uahdad infantil, sino de reflexionar eobrc nuestra actitud írcnt..c a las sectas también depende do la calidad do sus miembros, y el fann·
ella'°. En el terreno minado do Onán, lo roputación de, Stekel quedó tismo acrá tanto mnyor cuanto 1nás marginales sean sus miembros "'y
nuevomcnte comprometida. Según Jones, él hablo recurrido a ~·roud los psicoanalistas eran marginales respecto de la 1ncdicina ortodo-
por padecer ..una coodicióo muy peligrosa'°'". Freud escribe en una xa"*'. La práctica del anll.hs11 podla y oolla salirse do los carriles,
carta a Eitingon1f: "proycct.ando una v1Sión escatológica de la realidad.... Pero no era la
nueva práctica lo que los marginaba; ya lo habío hecho su condición
Alglln día, cuando yo ya no exista -y 1ni discreción me acompniia- de judfos, con femo de malditos. No debo c xtraiior que un ntln1cro
rá a la tumba- resultará manific•to que la afirmación de Stckel sorprendonte de eUoe se suicidara: Federo. Stekel, Kahane" 13, Touak,
&Obre el carácter inofensivo de la masturbación desenfrenada re- Honeg_ger, Silberer. para mencionar a 101 más a>nocidos. Una tesa
posa en una mentira. elevada: Kahano y Stckel, la mitad del cuarteto inicial'".
Lo ortodoxia, los amantes del Danubio Azul, rooccionan frente al
Ptluso; parece tentado, poro desisto: "'Es una pena ... esto es eufi- atentado a las normas. ¿Qué ca esa bando vociferante, que hablo de
cientc." la perveroidad scxual de los niilos? ¿Quiénea son eaos j11clí<ls quo ame-
Lo que no deja de ser caai más indioereto. Stekel, el Bobo de la nazan laa verdadco instituidas? Aqul interviene un efecto bola de nie-
Corte, como tenla que ocurrir, es crucificado en el papel de onanista. ve: la hostilidad del medio rofuena la de8COnfianza de la secta. Pero,
Lo que es injusto, ya que fue el único con un enfoque ratonablc do es· ¿no eon asl todos los grande.o movimienlotl, los quo cambian la foz do
ta cuestión. En este punto soy stekeliano. Imagino que existe unn in· la Tierra? Toynbce hnbló del ciclo de la grandeza y decadencia de los
teresantc maniobra lántrica ma.sturbatorio. grande.o imperios, siempre socavados por los márgenes. La barbarie
En esos tiempos los s!ntomu eran lanzados como gTanadaa para en el meollo de cada avance, desde el profiláctico incendio de Roma
despedaxar el carácter del enemigo. Se intercambiaban insultos gra· hasta el cuello do Maria Antoniet.a.
ves, y ln psicopa.tologfa "pcNKtno1• se convertía en un nrma letal en el
salón lleno de humo donde se hablaba tanto del "puJlctero• Stekcl co-
mo del ..erotismo anal" de Jung.
l..oo! primeros di8dpulos hacen pensar en la Armado Branealcone • 13 Según Fe!i.x Deut&cb, Kahane .e cortó lu venu por eocontral'M en
del cinc italiano. Grupo err6Lioo, talentoso, desastrado y neurótico. exh'ema indigencia (Poul Roazen, Heltnt Jkut1ch . a P1ychoano.ly1t Life.
• Arrogonte Ypeleador", agrego Roazen "· Provenían de los más diver· 1985, Nuova York, Ncw Amcriea.n Ubra.ry, pó.¡. 209).
sos ríncon.es de la fl.Oeicdad. Sus motivaciones eran diversas, pero la • J.C. Por otra parte, no tengo nada cont-m el auicidio, N-pecialmente eo el
m~rfa ounplemcnte estaban preocupados por sus propias neuroeis, cato do Pedt:m. quittn, Mbieodo que •u c::á.nces- era incwab1e.. • mat.6 c&.pu6a
casi siempre de grao porte. Tenemos una muestra en la reunión cien- de dejar 1m papelee en orden.

434 435
Finalmente, no podemos deRcortar 108 "instintos" del fundador. sensocióo de que se salía de un sótano oscuro a la luz del sol Por pri·
No se trota del autoritarismo patemalista, no es ést.e el punto. Esta· mera ve< comprendl el significado de la represión sexual y sus efectoo
rnoe frente a un Conqui!tador que acaba de inventar una nueva íor- en el pensamiento y en Jos actos humanos"91,
ma de religión la1cn, una nueva eausa: la marca del siglo. Después de la univel"8idnd, invariablemente ibo a la c:aan de au
En cana reuniones, lo discusión abarcaba un gran espectro de amigo Lcopold Kllnígstein (el oftalmólogo del episodio de la cocaina),
cuestiones Se podfa abordar cualquier tema; desde la telepaUa hasta para su partida ocmanal de tarot'" Todos los sll.bados por la noche
cl Altísimo". Ali! se presentaban criticas de libros, l!l!peculacioncs so- jugnban con las cartas del tarot marsellés, en la ruc'lla de lo fortuno
bre lo que posteriormente serla el análisis aplicado, presentaciones de u.n juego que a veces se prolongaba haslo el canto del gallo. KJ!.
cl!nicas y problemas teóricos. Los presentca consumlan grandes can· n1ptein babia sido su inioador, junto con nuestro también conocido
lldades de café vienés, con su pesada borra El ProfC80r se encontraba ()1!<ar Rei (el Otto del sueño de lrma). Ludwig Rosenstcin completaba
mucho más •en su caldo" en esa tertulia nocturna que en la univerei· el cuarteto. Los amigos de siempre. En cso atmósfera sólo de hom·
dod. bres, sólo de médicos, cuatro colegas. todos judíos, en tomo del tapete
Freud daba aus conferencias en la umversidad todos loe sábadoe verde, con el humo azul de los cigarros, y bajo el signo de eso carta
o la tarde, de las canco a las sieto, en la vieja clínica psiquiátrica del mnrcada que es "El Loco•. Ellos, JUnto con ,Joham Zajic de Frciberg,
Hospital General. Hablabo sin notas. Sus cabellos negros se cncres· 8Cró.n sus amigos hasta el fin de su vida, hecho Wúco en la hi•toria de
paban con elegancia, •y su& podcro806 ojOB oscuroe dominaban la au· las amistades freudumas. En su caWogo de amigos, aólo loe e.rtraJloa
dicncia con una mez.cla de amabilidad y penetración-. "Su método al planetario psicoanalítico nt.ravesorán las generaciones con él.
expositivo -dice Fritz Wittels- era el de los humanistas nlemancs,
condinlcntado con una retórica informal, apreodidn en Porís"'' · Di·
sertaba sin pomposidad médica Consegula cautivar a la platea du·
ronte doa horas. Tenía una buena impostación. la llamada voz de NOTAS
máscara, y como buen orndor, jugaba con los emociones. Anlcniznba
lo presentación de ideas diflciles apelando a ejemplos gr:lficos. Sacha
cuenta que cierta vez mostró una tarjeta postal c6mjca en la que se l. SE, XIV, pq. 25.
veía a un bobo que intentllba apagar una himpara eléctrica soplando 2. Pewr Gay, F~ud, unin vida paro o noaro tt1npo, 1989, Son Pablo,
Companblo d .. Let.ru, pág. 170.
como si fuese uno vela para rematar el punto: "Cunndo etocamos el 3. O. Mannoru, Flt~wn<•fr<culi4ntU, 19'16. MM!rid, l'undameni.oe.
1lntoma directamente, actuamoo como eae hombre. Es pttetoo bWICAJ' 4. W SLekel, AutOblCflraph;y of W1lh<lm St<k<I: Th• Ll(Nlory o( a P10·
el intenuptot"A. En otra oportunidad, cuando la claoe se transformó n.ttr P~choonalys1, 1950, Nueva York, pág. 104.
en seminario, un oyente describió un experimento de asociación, 5. !bid • pág. 106.
ogrcgando: 6. Franlt J. Sulloway, P,.cuJ, ~- d.t l'<11>ril, 1981, Pari., l'ayanl.
- Por ejemplo, el experimentador dice -Caballo" y el aujeto re•· "'«· 335.
ponde "Biblioteca•. 7. Erncl!L Jonc1, A uida to obro dti Sigmu.nd Freud, 1989, Rfo de Janei·
Froud interviene en el motjor estilo sberloclóano: ro, lmago, 11, pág. 23
- Si no estoy errado, el señor fue oficial de caballería y escribió 8. W. Sldtti, op <U., pq 107.
un libro l!Obre la psicología del caballo. 9. Ern..l Joneo, op. cit., 11, pág. 23.
El ex oficial asintió atónito y el Profesor aclaró: lO. 1-Tit:i Wittcl1., Sigmu11d F,yud: h;a PertonfJlity. hit T~hin1 ond hú
- Usted, sin quererlo, ha proporciona.do la motjor prueba de la de- S<N>ol, 1924, Londno, AJleo &e Uowin.
11. Paul Roa.un. Fnud y IUI di«lpul0$, 1974, Bucnoe Airee, Alianu,
terminación estricta de laa asociadon...-. pág. 239.
Tal vez. quién sabe, quizá. 12. W. Stekel,op. cit., pág. 106.
Pa.rn Reich, otro orador nato, ·sus palabras flulon con claridad, 13. lbíd ' pág. 116.
1implicidad y lógica.... En aquella época, con sWI hombroe cargadoe
de erudito&" y sus manoa caract.eri•ticamcnte tomadas trnJI la espal·
da, él ero una figura corismáticn 1 que abría un mundo nuevo. Su fa·
ma se expandía entre los estudiantes de medicina y de liloeofla. Loa "15. En ol lm~o Austn>-Hllopro el;,_ del tarot era un -tiempo
curiosoa complet.aban la platea. Uno de ellos fue la anarquiJ!ta nor· muy apreciado. El mar.o de ce:t.e juego compttnde, ademál de 56 cartas comu...
t.eamericana Emma Goldmann, becada en Viena. Más tarde, Emma nct, una ecrie de veiole t.riunro., también Uamadoe arco.not;,junto o un triun·
escribió: "Su simplicidad, seriedad y brillo se combinaban para dar la fo •peáal. El Loco, con reglu que ee uemeja.n en algo al wlailt ingl•.

436 437
14. SE, 11, pág. G. 49. So1nucl Elt enatcin, ·o nut.o do nn8thnento do hcrói•, A hist6rto da
15. Párrafo t11f1"'1!"do en 1926, SE, V, pág. 350. psicandlin aira.~• dt u us pioncuw, p..1g. 49.
16. Hcnri F. Ellenberge.r, Thc Diac«~ry ofthe Unoon1e1ou&. 1970, IJ.aa:ic 50. Tlt~diary o(Ana& Nin , 1, pág. 334.
Booka, Nueva Yort, 1>4. 583. 51 Psul Ro.un, op. cit., polc. 416
17 Sbcldon T. Sel ..ruck, "Alíred Adkr", A hu/6n4 do pll<anál•• otra- 52. Jak Jonea, •0t.t.o Rank, o rorgotten hett:1Y- en Co1nmtntory, XXX. N9
~. d~ 11tua pion~1ro1, Alcxander, Eiaenstein y Crotjtthn, 1881 , Río de Jonciro, 3, 1960.
lmago, 1, pág. 96. 53. S.muel Etscnowin. ib!d .. págs. 55-6.
18. A. Adlcr, "Somel.hing about m.)'Y<lll", Ch1/dhood ond Chara<ltr, VIII, 54 Otto Rank. O.r Dopp</¡¡atn1<r. lmago, 111, 1914, Viena.
1930, p<lp. 6-8. 66 t:m..t Jon... op. cit., 11, .,.i,. 184.
19 N. Oennio, "Alíred Ad~r and tbe alyle orlife", Ena>cmur, 35, 1970, G6 Psul Rou.n, op . <iL, polg. 418.
57. lbíd .. p:\g. 419.
""'· 20.
7 t; mo•I Jon... op. cit, 11, p¡\¡¡8. 140-42, 58. Corta d e Froud a Fcrcnczl dcl 12 de morzo de 1911, Sigmund f'roud·
21. Poul Roatcn,op. cit., p<I¡. 204. Sondor Ferenc:ú, Co,.,..,pondanct, 1992, Calnwn· l.evy, pág 274.
22 Henri F. Ellenberger, op cll., P4- 598. 69 Carta de Abmham a E1uoeon del 1" de enero 1908. citada por H11de
23. f'nu WiUell, op. cit. AbrahamcnAbrahom, pág. 73.
24, EmestJo-.op. at., 11, p4g. 145. 60. 1.hchel Schne1der: Alrnutt • de la sot111¿ psychanolytique <U V1tna
25. W, St-0kcl, "Die VcrpOichlung d<!1 Nomens'", 1911, 1Aitscl1r1fl für -~it, ' •
P$JCholhtrnpi.t u1u.l n1tdizinischc l'"Ychologie, JU, págs. 110-114. 61. ,_fax. Eitingon, •Aua der P'r ut.heil der l~ychoa.nalyte• , diacurwo pro--
26. W. Stekel, Autooio((rophy o/ Wilhtlm Stdtl: tht l1(N tory of o P10- nundadoen el anivenario st• de Freud.
nttr Pr.1<h00Mlyll, pil,r. 131. 62. Emeot Joneo. op cit., 11, p<IJ. 25.
27 Phyllis Bottome, Alfrtd Ad/er, Apo•lle o( Frttdom, 1939, Nueva 63. Ronald Clurk, Prtud, ~/hombre y •u cnu$(J, 1985, P1nnct.a BuenO«J
York, O. P. Pulnum & Sons. Ajreo, póg. 217. '
28. Ernc•t Jone1, o¡>. cit., 11, p<lg. 143. 64. Michel Schnelder, op. cit•• pág. iv.
29. Roaren, Psul, op. cit., pá¡ 203. 65 lbld.. ""'· V1
30 C. Furtmuller, "Alfred Adler", en Alfrtd Adhr, Sup<ru>nly and S.. 66 Max Graf, /kou,.._n.,,. o( Pro(uoor Sv:mund Fr<ud. The Pr.1<hoo·
cia/ lnur<u, comp. por"°'°' y lbwena Anabocher, 1964, p¡l,r. 346. nal. Quourly, 1942, 11, pág. 47.
31. !bid. 67. P. Coy, Froud paro h1Btonnd0r<8, 1989, pág. 58.
32. ll<lunión cionlífica del 7 do novfombro do 1906, Acl<ll de ÚJ So<Wdod 68. R<>nald Clork, op. cit., pág. 216.
P$icoanolllico ck Vi#ria, ~· &&. 69. •t Sach1, FrttAd, Ma.a.tt r and Fritnd , l946. Boeton, Harvard Univ.
33 A. Adler, Stud1< Obtr M1Mkrw<niglui1 "°" 0'11an<m, 1907, Berhn.
3-4. A. Adler, •Dcr Psycbi«he Hcnnaphrocht.i.smus 1m Leben und ¡n der "'-· "" 3.
70. Pl'IU Wi1J.el1, op. cit
Neuroeen·. 1910, For11t.hritte chr AfNuin. 71. Carta de Preud a Flicu del 22 de diciembre de 1897, Correipondln·
36. F'rnnk J . Sulloway, op. cit., pág. 411, cia Sigtnund Frtud Wilhtlm Fl1t11, 1986, comp. por J . ~1 . P.1asson, (mogo,
0

36. fleunión cienttfica del 17 de febreto de 1910, Acto.s de la Soc;«Jad Rlo de Janeiro, p<lg. 288.
P"'°"nollti<o de V1<no, 11, pq 67. 72. M1nu1<u <h lo Sociedad Pli<oonol/J~ d< V'Kno, 1, p¡l,r. 312.
37 !bid. 73. lbld, pá¡¡. 3 13.
38. Carta de f'reud a Jung del 3 de agoeto de 1908, Fr<ud.Jung, Corr<,. 74. lbíd .. m, pr11 . 326.
Pondln<in Comphta, 1976, R!o d1Janciro, lmogo, pág. 216. 75. lb!d .. pág. 329.
39. SE, XXII, p41. 66. 76. lbld. , ""'· 63.
40. ll<!unión científica del 12 de mayo de 1911, Atwd< ÚJ Sociedad p,¡. 77. Erneat Jonee, Frtt Au«1al10M, 1959, Buje Boolta.. Nueva York,
ooona111.,. <k v~no. m. ~. 220. .
41. ! . Weiu, •Paul Fedem·, A lti.Jt6rt-o do p$icon.dlt« 0-trovl.• de uus 78. Carta citada por Swphon Kem en "f'reud and th• diJCOvery chtld- or
piontiJW, I, pág. 163. hood soxualtty", 1973, /llsU>ry of Chiltlhood Q11nr1<rly, I, p<lp. 117-41.
42. lbld., pág. 172. 79. Roazen, op. cit., i>'g. 205
43. Emest Jon.., op. cit., 11, i>'g. 29. 80. Reuni6n c:ienlíf'ica del 15 de ene:ro de 1908. Acta. fk la Soci«lod Psi·
44 lbld. -...1/tl(O <k v-. .... l • .,..,._289-93
46. Carta de f'reud a Pliea del 29 de diciembre de 1899,
cin Sil¡mund Ff'<ud-Wühe/m Flieu, págs. 394·5.
c,,,.,.,""",u•. 81. Johanncs Rtichmayr. •Rudolfvoo Urbnn3Chit.Ach·, Reicb, Re1.1ue In·
ternationole d'Hia-toirt de lo P1ychonolyse, 1992, lV, pág. 651 .
46. Emell Jon.. , op. cit, p<I~. 32-3. 82. l'eler Gay, p41. 172. '
47. J-ie Tal\, OtU> Rank, Nuova York , Julíen ~ 1958, pág. 49. . 83. Geor¡e Weitl, •Scientilt.I and &eetariena.: the cue oí peycbOflnaly·
48. SE. XJV. pol1 ~. sitr.J. o(t~ Hillory o(the &ho• U>nJI Sátntt• , 1975, Xl, P'P· ~

4 38 439
84 Jbld. P'\c. 356.
85. Paul lton1..en. op cd , pág. 200.
86 Ron•ld Clork,op <11., pilg.117.
87 Fnti W•tkl1. op.<11., pég 89.
88. llannt S.lcht, op. "''-· plig 44.
89 lbid
90. W1th..lm Rt-tc;h llt1th hablo. d~ Frr.ud, 1970, Barwlona, Anatrra'™-• CAPÍTUL026
91 w,t~l•. op. '"-· P'i¡ 129
92 t: C:oldmon. ¡,..,_, MY Llf<. l. Poi- 173. EL PRINCIPE HEREDERO

Junto a In producción científica, habla que realizar lo tortu06!l e


ingrata toreo institucionalizadora, tarea inicinda en 1907 con uno
cnrto.~circulor, eacritn por Freud en Roma, que Joncs cito íntegra-
mente:

Deseo informar o usted que propongo, en el inicio de esto of\o do


trobnjo, disolver la pequeña Sociedad que acostumbro reunirse
los mi~rcolcs en mi cosa y, neto seguido, tracrln nucvomentc n la
vidn. Uno pequeña notificación enviada antcA del t• de octubre a
nuestro secretario. Otto Rank, bastará para asegurar la renova·
ción de au porticipación; si hasta esa fecha no nos hon ll~gado no-
ticias suyas. presumiremos que la renovación no fue deseada No
necesito rnfotiznr cuán satisfechos quedaríamos con au re1ncor-
pon1c1ón1

Lo carta-cor<ular marca el fin de la SocWJad de lo. Milf'C'O/e1. Por

raba resolver '°"


ese upedoente de disolve r el grupo para volver a formarlo,.., procu-
conflictos que ya hablan aparecido, permitiendo a
loe participnnlc1' rellrane •sin que el alejamiento fuese encarado co.
mo un acto poco amistoso"'. Freud, al final de la carta, propone a loe
amig<>8 fundadores una nueva sociedad con la consigna do repetir ~e
proceso de di•oluc1ón coda tres años"'·
A Joncs lo impresiono la delicadeza de la corta, con au manero
comedido do nccptur separaciones. Es cierto, pero al mismo tiempo,
hoblando del!dc el otro polo do este "siglo de psicoanálisis", no se pue-
de dejar do pcnsor en la larga serie de Actas <k Disoluci611 que slguio·
ron - algunos do ellos precisamente en Roma- ni dejar de rcílexionor,
una vez más, sobro la dificil convivencia grupal del animal 1)8icoo.na-
lrtico
¿Cuál ern el motivo político de Ja circular? Las actas do disolu·
ción se bnsan en la creencia en el Ave Fénix; se perpetra lft mucrt.4.'!

• 1. ·t.. m•nt-r"I ~ltp.nte de aceptar las aeperarione. te tt¡>Jtió de hecho


en 1910, pero no detpu"9" (Erneot Jooes, A cida •a oblO d• &(fMund FtTud,
1989, Río d•Jan..1ro, lmago. U, p4g. 26).

440 441
con In ílusión del renacimiento. Así rue con lo disolución de la lnter· Una figura emerge de las ceniUll! de ln segunda hoguera: Carl
nacional Socialista, realizada por Lenln en 1914; .., decreta el óbito Gu.atav Jung, que entre mareando un nuevo ritmo. Por su cari.ctcr
do lo Segunda lnternncional y se espera que 1urja de las cenizas el indiscutible de favorito, ~I t1ene su lugar aa.ecurado. Jung fue un
magnífico cachorro que terfa la Tercera. En realidad, lo que murió, compoftero destacado en la epopeya freudiana . La vida de eote
t.o..nto en el psicoanáliais como tal vez en el comunis1no. fue la infnncía Príncipe Heredero cnrismñtico y talentoso merece toda nuestra
de un ¡;rupo neurótico, ingenuo e idealista. El neta de disolución mor· atención .
co el comienzo del fin de unn época. . Corl Gu~tav Jung, descendiente del mítico Sigmund Jung, alqui·
El tiro salió por lo culnto. La circular produjo un erecto inverso misto de Mrunz,'2 nace el 26 de ¡ulio de 1875 en Ke•wil, pequeño po-
de lo esperado. No se produjo ninguna de los deserciones deseada• y, blado en las márgenes del lago Constanza, en el Cantón de Tburgo-
de los veintidós miembro• del círculo de los miércoles, sólo cuatro no via. En 1879 la familia se muda al presbiterio del C88tillo de Loufen
se reencontraron en la nueva llOCiedad. Kalulnc, uno de los fundado- que domina lao misteriosas y aombrfao cascadas del Reno. A la saz.ón°
res, se retiró, pero aquellos con quien Freud ya estaba en coníl1cto Freud tenía 19 años, Janet 16 y Adler 5; él fue el "más joven de I~
- Adler y Stekel- continuaron participando. Iban a aparecer disen· ¡randee pioneros de la nueva psiquiabío din4mica·, como Jo denom 1•
11ones teóricas, aunque sólo se hicieron efectivas a portir de 1910. na Ellenberger8.
Ln Sociedad, que tenfo por finalidad dorcnder la tcorla del in- Cerl Custav, único hijo vnrón, nació en uno complicada familia
conscicnto. acabó cnrcdndo en Jas reivindicocioncs do una asociación suizo de origen alemán. El padre, el reverendo Poul Jung, es oonsidG·
do profeeionaJes. En el ciunbio se produjo uno insidiosa transformo- rodo una nulidad por Vincent Brome, en su biogrofln de Jung1•. Cléri-
ción e~ el espíritu del grupo. Antes era de ..guerrilleros", como los go mccUocre, acosado por dudas religiosas, marido insulso, era mnltro ..
dcnom1n6 Fercnczi. Un grupúsculo pronto n 8.Qcar la suerte de unn tado verbalmente por su mujer". Fue capellán del Hoopital Mental de
urna y naociar libremente a altas hor88 de la noche Después de Ro- Friedmatt, en Basilea, hnlla su muerte. El abuelo paterno, Carl Gua-
ma. con el nuevo reglamento. hablaba quien qui11era hacerlo. Lo! ta• Jung (1794-1864), en cambio, es recordado como prohombre de la
ºtímidos y Jos voy<unr pueden hacer semblante·•. Esto en parte se ciudad de Basilea, médico de rama, Gran Maestro de la Orden de los
debe al crecimiento natural de la sociedad. Rick.m ann, en su traba,o Maaones SuiZ06 y Rector de la Universidad. Según la leyenda rami·
•obre la "múltiple-lxx/y psychology"', seftoln que cuando pasan de liar, era nieto ilegitimo de Oo<:tbe. Carl no tuvo la oportunidad de oo-
los veinte miembros, 10111 pequeños grupos, por el ~ero efecto del peso noccr a su abuelo, ya quo éste murió once ai\oe antes de su nacimic.n·
numérico, tienen que ca1nbinr sus reglas, adoptando normas propios to; pero él, como dirín de Mijolla 11 , fue su gran "'fantasma do
del estatuto de las osnmbleas. En ese momento, la Sociedad de los identificación'" en vidn. Cnrl Ouatnv Jung tuuiior tuvo un papel eeme-
Miércoles necesitaba una lista de oradore8 y un secretario adminiB· jante al del abuelo de Freud, el rabino Schlomo Freud. Por otra parte,
trntivo; se convirtió primero en una asociación •reglamentado'", y ese padre insulso, aombrfo y atormentado tal vez ejerció una poderosa
después en un imperio'. Lo. ...horda psicoanaUtica salvaje• como la influencia identificatoria mo/ifl'i lui ya que, como capellán de un asilo
llama Roustang, iñ trans-rormándose en una sociedad bu~rática mental, articuló en vida la religión oon la peiquialria, desbrozando el
de anali•tas. camino para ese gran peic<!logo espiritualista que rue tu hijo.
1-!-ablando del Ave Fénix, la hoguera de 1908, la segunda hoguera Lo madre de Car! GuJtav, Emilie Preiswerk, hija menor del pro-
freud1ana, fue más s1gilosn y, tal vez, intriga más que la de 1885. Por foaor de hebreo de Paul Jung, tiene fama de haber sido la madre que
lo pronto, no conocemos su focha exacta. Sulloway la ubica en 1907· nadie desea tener. Gordo, fea, autoritario y arrogante, nunca podría
Joncs, por su parte, escribe: "En la primavera de 1908, cuando se hi~ haberse candidateado para el papel de Yocasta. Cierta vez, Carl Gus·
cieron arreglos en la crum, Freud destruyó toda su correspondencia nn- tav dijo que ella tenía una doble personalidad: o veees era sen•iblo,
~rior, pero,_desp~és de eso, p~crvó casi todo"'6, Para SuUoway, que
siempre se 1mpac1enua con la ptromanía freudiano. esta quema tuvo
por erecto mistificar o~n más el mito del etpléndido aislamiento.
Freud, en su autobiognlla, habla de diez ailos de aislamiento al ~ '2 Antepasado de Cerl Cu1t.av, activo en Ja pramera mitad del 1iglo
servar que, ºdu.r aote más de una década, después (de la se~aciónl XVIII, conocedor de Paracclto (C. G. Juog, ltltmon~•. DrttJm•. RL{lttlion1,
do B~uer", n~ tuvo 1ntcrlocut.ores7. Lo que es un tanto exagerado: en comp. por Aniola JaJfé, 1989, Nueva York, Random HouM, pág. 233).
~e tiempo Fhess íue estrella de primera magnitud durante más de '3. Alborti Oeri, con1poticro de infancia de Jung, pint.A un cuadro má1
cinco años, Y luego, como nos recuerda Sulloway, Ml aproximaron Gat- potitivo del padre, dcatntondo au.1 cualidades do intcloct.ual. Según él, Paul
t.ol, Swoboda Y Stekcl8 • ~l yo mantenla co~pondencia con Havelock Jung tenía pasión por la "filología s.emítica." ("Alguno• recuerdo• de
Elli• y,• partir de 1904, inició el intercambio epistolar con Bleuler. juventud·, C. G. Jun.g: tnll'ff.ll"M e ~ncontros, 1977. pág. 26).

442 443
capaz de alcanzar habihdadee parapsicológico.o; otrns, se converUa en cuchó, sin ser visto, la conversación de su padre con un amigo de lo.
una mltjer prosaica y vu.1gar. Cuando Jung aún no tenía cuatro añ08. CM& El visitante pregunt.6 por Ja salud de Carl Gu•tav y Paul Jung
Emihe fue hospitaliz.ada vanos meses por una "'crisis nerviosa"', pro- le dyo: •&un aaunt<> lamentable ... sospechan que aea epilepsia $o.
bable ínito de las tormentas conyugales. El milo se smtió abandona· rfa temble ... perdí todo lo que tenla: ¿qué va a 8"r de mi hijo ai 00
do y, a partir de ese momento, "siempre deaconfiar' de la palabra puedo ganarse la vida?""
«8MOr>o'"12. "Fue como si me porticsc un rayo", escribirá Jung en su diario.
El matrimonio Jung tuvo tres hijos: el 1nayor, Paul, vivió sólo Lo nflicción del padre lo impresionó enormemente. Fue impulsora, CO·
d!as en 1873; luego viene Carl Gustav y, por <lltimo, Johanna Gcr- mo los palabras de.spcctivoa do Jacob Freud cuando Sigiamuod orinó
trud, nacida en 1884, nueve años más tarde. en lo alcoba conyugal. Carl Guatav cae en la dura realidad. El miedo
Poco se sabe de la infancia de Carl Gustav Las lagunas biogr6fi· a la pobre•• se mezcla con el deseo de dem08trarlc al padre que esUI
e.as eon inmensas Noe llega como un niño solitario y triste - lo opueb· oqu1v0«1do, que él serla alguien. Corre al gabinet<> paterno, toma Ja
to al Sigismund de Freiber¡. Enfermizo, poco amado por la madre y gra1dllca latina y comienm a estudiar a todo vapor Allí sufre su pri-
acosado "por los íactasmas de las cascadaa del rfo Reno""· Por otra mer desmayo, y cae de Ja silla. Pero no desiste. Se levanta. Otro des·
parte, en contraste con la fea y sucia•• Mónica Zaj1c de Sigismuod, a moyo. Continúa estudiando y desmayándose, catudiando y desma·
Carl Gustav le loo6 en suerte una gobemantajovcn y bonita: •Aún re- yándose. Después de repetidns ce!das, de súbito, ac siente mejor que
cuerdo cómo me alzobn y cómo yo reclinaba mi cabeza en su hombro. nunca. Al relatar este episodio en su autobiogrn!la, Jung comenta:
Tenla cabellos negros y piel cetrina, era muy diferente de mi madre. "Hnb!n aprendido lo que es una neurosis"'ª·
Recuerdo la raíz de sus cabellos ... su orejn .... El tipo de esta mujer ¿Cuál era la ncurot1ia Infantil de Jung? Este nillo solitario, absor-
se convirtió más tarde en uno de los aspectos de mi anima••6... la to durante horas en guerras y castillos, este nillo bizarro, para usar el
quintaesencia de lo femeninoª•. U.rmíno de Bioo, parece padecer una íonna •tcvc~• de autismo infan·
Jung entró en la eacuela con cuatro a~ot. edad precoz en eaos til, t.al como Margarot Mahlc r lo presenta, con "auacnaas", acompa·
llempoe. Desentonaba con los hijos de peocadol"CI de la escuelita ni· 6ada1t o no por aluc1naaones negativas19• Dicho posible ªarra.nquo•
ral. El complejo de Nlpo de otro pozo se agravó aún más cuacdo ruc autista explicarla la &0rprendento ªcura"' posterior, común en estos
enviado a la escuela de Baailea, a los 11 aftos. Fnlgil y retraído, Carl caeo1.
ero el hazmerreír de la cla&o. En su autobiografla cuenta la siguiente Coajuración del sortilegio. •t.a oeurosia íuc mi nuevo secreto, un
anOcdota: estaba en lo plaza do la iglesia, ••J>Cmndo a un compallero, 8ecreto vergonzoso, uno derrota. Entrct.a.nto, ella me encaminaba al
"'do repente un chico mo dio uno trompada que me hizo caer, golpear- nmor por la precisión y a uno diligencia pccuUor. Comencé a ser con·
me la cabeza en la alcantarílla y desmayarme ... En el momento del cicnzudo conmigo mismo ... Me levantaba puntualmente a las cin·
golpe •e me cruzó una idea, con la velocidad del re"mpago: •iAhora ce ....... El cuadro cambió; ahora se trataba de una neurosis obsesiva.
ya no tienes que ir a la e«Uela!.•is A partir de Me momento comenzó Junto con este precoz conocimienl<> de la penuria neurótica, Jung
a tener de.smayce repelidos y no pudo asistir a la escuela por un ..,. toma contacto con el acto de voluntad, como poder originario del al·
m..UC. Se oonsult.6 a médicos y se 808pecbó epilepsia. ma. Do allí que, cuando a I°" 16 años cae en 8\ü manos El lfUllllÜ> co-
Esta alcantarilla junguiana rue tao importante como Ja íreudia· mo uoluntad y como nprtientaci6n, experimenta por Schopenhauc.r
na. Extraña sincronicidad de alcantarillaa en lee que el destino cam· $U primer gran entu8iasmo intelectual, que lo proyecta a un nuevo
bia do dirección. Loo desmayos continuaban. "Durante m's de aeia mundo. Se produce la metamoñosis. Punto de mutación. Emerge en·
meaos falté a las claS-Os, y para ml fue un •regalo•. En libertad, softa- tonccs un joven inquieto y brillante. En su ruta voenc:ional, Jung, co·
ba durante horas en terna on la orilla del lago o en el bosque, donde mo Freud, sintió un grnn interés por las ruinas t\rqueológica8, y
entonces dibujaba. A veces pintaba salvajes escenas de guerra, con hubiera seguido esa romántica carrera de exiatir la facultad corres-
vutios castillos atacados e incendiados ..• iMaravílJ0&0!"" pondiente en la Universidad de Basilea. Su aegunda opción era la
Ellos castillos de ractasfa se dernimbaron cierto dfa, cuando . . zoología, elección que no lo llevarla más allá del pueato de aaistente

.. •4, Sucia ti confiamo1 on el recuerdo freudiano do que lo bañaba en •6. Ea l'C1at.ívament.e común que laa per-&0001 do talonto prosenl.én
l"OJIUI aguas mcn.strualce. ra1go1 autistas (tales oorno cn1imi8mamieoto y un cien.o retardo int<ilectunl)
•5, Anima: pereonJficnción de la natura.laza ícmoninn del inconscicnlo en loa primeros afiOI do vida. Éalo habrla sido al cuo de Suz.anne Longer,
en el hombro. John Oewoy y el propio Oppcnheimer.

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do jnrdln zoológico. ¿Pastor protc1tnnte• Ni pensarlo. La única proí&· catos hombres se entrelazan en unt\ miema ruta curricuJar; Bleulcr
aión que quedaba, con un mín1mo de glamour, era la mechcina, en lo también íue a escuchar a Chan:ot y ea muy probable que loo dos ..,tu·
huella de au íamooo abuelo baatardo. Pero, lo mismo que Preud. él no viernn en la Salpétri~re en el mi•mo afto.
tenJa vocación hipocrática. La mcclic1na le daba la oportunidad de e&- Solterón, Bleuler vivln en la inatitución Caso típico de esos al10-
tudiar C"iencias -&6lo eso. n,.tat que pasan la vida encerradoo con ous locos. Como director do
También tenemos pocoe detallea de Jung como estud.i ante. Su vi· Ja ramosa Montaila MdgU;a psiquiátrica, trataba de comprender loo
da nos llega mucho menos documentada que la de Preud. i:I no tuvo deli.rioe como creaciones con •ntido. Jung asimiló esa postura y mu-
ou Jonea. La biografia más oficial, In de Bennet21, ac basa en una 1<>- cho más, en In atmósfera monástica del BurghOldi. Pensando en vi-
rlc de entrevistas concedidas a edad avnnzada. No conocemos, en par- das paralelas, Bleuler seria el Breuer de Jung (hasta los nombres eon
ticular, el porqué de tamafta anim.,.,idod respecto de ese sujeto p!U!ivo casi homónimos)
e ineficaz que roe su padre. Tonto Blculor eomo Brcucr eo quedaron cortos en su apuesto
Jung tenlo 22 años cuando tomó contacto con el espiritismo de cxi8tcncin1 ; ambos estuvieron cerca, pero perdieron el tren de la hilJ·
Allen Kardoc, y ae interesó en la investigación científica d o los fon· torio. En el caso de Bleuler, Je ocurrió por tomar el psicoanálisis con
tasmao, 108 eoprritus, la telepotla y otras maniíestacionea pnrnnor- lo punt11 de los dedos, castrándolo. Ejemplo: él recorta "auto-erotit·
male1. Al respecto, recuerda; ·~1c a.sombraba la seguridad con (lue mo· y lo convierte en ªautismo.. , eliminando la pimienta sexual del
(la• personas} afirmaban q·uc cosas tales como los fantasmas o las término aut<i•rot/ismo.
meutt que se mueven eran impogiblCB ... Por mi parte, siempre conai- Lo actitud ambivalente de Bleuler -<¡ue cuadra al inventor del
deré e1aa 1uposiciones sumamente atractivas. Añadían una nueva "rm1no ·ambivalencia'"- irritaba a Frc ud, que le escribió a Pfi1ter
dimensión a la vida; el mundo adquirla mayor profundidad y per&· "Tuvo mucho trabajo con Bleuler. No puedo decir que quiero retener·
¡x..ictlva. El riesgo de la experiencia tnt.crior ... es extraño a la rnayo.. lo 1 cuolqurtr precio, ya que a fin de cuentas Jung está mucho mé.1
ria do los hombres"22. próximo 4 mf, pero yo sacrificarla cualquier cosa por Bleuler, sienlpre
Ln. curiosidad por lo oculto so puso do manifiesto casi al mismo que él no perjudico"" nuestra causo""·
tion1po que su contracara científica. Ambos intereses tuncnozaban Frcud ...sacrificaría cualquier cosn•; sí, sacrificó la inocencio del
cntrnr en conOicto. En el ecctor psiquiátrico se puede decir que movimiento, la ética de la fidelidnd. Pin do la infancia, del gesto hl·
Jung tuvo la fortuna de que Eugonc Blculcr -el más dinámico psi· dlco; comienzo de la lnstltucionoUiación, con sus intrigas, sus orti·
quintra do la época- lo aceptase como ayudante en el hO<!pital men· moftas, eus zancadilJas, en el juego del poder. Pero volvamos o
tal BurgMltli de Zurich. Bleuler, el gran "Nombrador", ya tenla doe Jung.
afto• en BurghOlzli cuando llegó Jung, en 1900. Su hoepital era la Antea del encuentro con Preud, Jung fue a Parls para ver o Ja·
Meca do la psiquiatria moderna en el cambio de siglo. Ernest Jonea, net, en el invierno de 1902·3. La visita tenla su lógica. El caao de la
Karl Abraham, Brill, Eitingon y el rueo Nicolai Osipov pasaron por bella Uonie adn era noticia en el mundo psiquiátrico. En cae invier·
•ua auateroe pabcUones, incluao deapués de la ruptura de Preud con no Janet reinaba como indiscutible número uno, posición que, lntx·
phcablemente, iba a perder pronto. Jung se ll<'ntJa atmldo por laa ••·
Jung.
Bleuler merece una digreaión. Psiquiatm nato con aspecto de ga· perienciaa parapsicológicaa del francés. Lo técnica del "habla
lán doapistado,·1 era un e xcelente hipnotizador. Tal vez mal cncu&· automática", desarrollada en 1892, sin duda también le interesaba,
drado históricamente, ya que poR6 a ser recordado por su relación por la "sincronicidad" con su test de lo a.oocioción de ideaa. Otro t.anto
sandwich entro Preud y Jung. En realidad, además de sus estudios ocurrfn con lo funci6n fabuladora del i11co1111eicnte, descrita por el di&·
sobre In esquizofrenia, Bleul~r tuvo el mérito de iniciar lo ..doamedi· clpulo benomérito de Charco\. Ln toorfo de Janet, basado en Bcrgaon,
caliwción" de la práctica psiquiátrica. Ganó forna de ser un psiquia· ponla el énfasis en la concenlruci6n do nuestra "tensión psicológica".
tra dedicado, perspicaz, inventivo; por ejemplo, él fue el padre de la La tensión psicológica es un intento deliberado de dominio sobre
laborterapia. Esos méritoo lo lleva.ron n ocupar el lugar do su maca· nuestro •rucrza psicológica•. La esquizofrenia, para Janet, represen-.
lro, Forel. Bleuler era un allo mós jove n que Preud's. Los caminoe d e taba el mtl.ximo de dispersión. La neurosis, en esencia, era una pérdi·
da d e contaclo con la realidad. &e fue tal vez el momento en que Ja·
net I<' aproximó más al inconacient.c freudiano. En julio de 1893,
P'rcud comentó el reconocimiento en letra de imprenta de su obra por
•7. Ere un hombre tan apuae:Lo que merece el primer premio de bt:llcu pan. de Janet24 •
en Ja R".tlaxia freudiana. Como lo acñala Colin Wileon • ... lo f)8icologlo de Janet es funda·
'8 Y murió el mismc. año quo Froud. mentalmente optimista y antimecaniciata. Una mez.c1a de Sinct con

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Bcrgson ... Cabe cntoncco preguntar por qué Jung no 80 entu•i.,.mó mencionar a Frcud ¿No n\c había dedicado a tales experiencia.
más con la pooición cepiritualista dcl franOO.. Colín Wilsoo opina que mucho antes de eomprender noda de su obro'? Oí entonces la voz
Jung estaba saliendo del CMICUl'O mundo del romanticismo alemán de de m1 segunda penionohdad: •Es fraudulcnio actuar como •1 no
Katdee, Schopenhauer y Nietzsche, y bwoeaba neutralizar ese u~ eonocieras a Freud No se puede edificar la propia vida sobre una
fantasmático de eu personalidad con experimentos precitl08 que ca· mentira•. El caBO quedó entonces resuelto. A partir de ese instan-
mentaran su propia ·función de rcalidad•"'2'. Jung necesitaba una te tomé abiertamente el partido de Freud y luché o su lado".
Worla que sujetase eu poderosa intuición. Ahora bien, si considera-
mos los prototipos do Jung -extraversión e introversión- vemos un El ángel de Ja guurdn triunfó sobre lo que Jung denominará lo
morcado paralelo con las doe neurooi• centrales de la clasificación do aon1bro· 11 .
Jonet: la histeria y lo poicasteniaU• •10.
Sabemoo muy poco del trimestre que Jung posó en Paria, vi•ita La corrcspondcncio entre Jung y Freud. inic1ndo en la primnvern
que ni siquiera comento en su autobiografla. Estimo. sin menoecabar de 1906, es muy tevelodora Ella mueslra, de.!do lo primera carta, ea·
la pooición de Colan Wilton, que Jung tenla un bagaje intaleetual 1u· ractereo en pugna, que se enfrentan en uno pedona de alta esgrima
ficiente como para cleair la teoría mú avanuda en su sofiaticadón Como Roustang lo se~aln en el capítulo dedicado a Jung Um dalino
teórica. Ido funtsto, ellos hablan len¡,'Uas difereni...00• A lo largo de los siete
Carl Gustav Jung encaró La inlerprttaci6n de los sueno• en el ateos que va a durar el epistolario, cada uno repetirá incansablemen-
ano de su aparición. Hiio a un lado el libro por •no comprenderlo""· te, oon sutiles vorionll"!8, 10f1 mismos argurl)cl\to8, trnt.ando de st.-ducir
En lo época, Jung, junto a su tesis de doctorndo sobre la psicologlu de o, por lo nlenos, disminuir lo importancia co.sufslico del adversario.
las experiencias ocultos, estaba interesado e.n la técnica de asocioción Co1no en un juego de Grondcs ~1aestros. Es bueno destacar que lo
de palabras, creoda por Sir Francis Oalton y peñeccionada por partida de ajedrez 80 instaló desde el inicio. Los gambitos de apertura
Wundt. El expcrimcniador pronunciaba una palabra, para luego cro- mercccn sinton.fa fina.
nometrar el Liempo de reacción. Objetivo: detectar (.., ccnOict.oe emo- La correspondencia comienza con la publicación de los cstudioe
cionales sofocados que deepuós recibieron el nombro de •compleJ08". de asociación de palabras. Jung le envfa el labro a Freud, quien se lo
Ese test., en un segundo momento, fue el punto de partida de una ogradece en la cam del 11 de abril de 1906, pero, cerno lo hace notar
nueva lectura del "Libro de los sueñ08": la reocción ante las palabra• !Wnnto Mezan, se trato de un extrMo agradecimiento:
clove lo puso en la pista de la fenomenologfo de la represión. La re·
presión explicaba el "tiempo de demora" en el test. Cuanto más inter- Muy ogrodecido por el envio de sus EstudiO# de diagn6stico de lo
pretaba Junglas nsocinciones de los pacientes, más fácilmente pare- asociaci611. Naturalmente, e l capítulo final, •El psicoanálisis y los
cía encontrar significado en el discurso de los psicóticos que hoeta experimentos de asociación", fue el que n1áa me agradó, puesto
entonces recoman el carril del sin sentido. que en él usted demuestra, basándoec en eu propia experiencia.
Al principio, no le fue fácil a Juog reconocerle a Freud "el luga.r que todo lo que ya eo puede decir sobre loe eampoo all.n inexplora·
que le ccrrespondra en (eul vida y .,.umir una ectitud justa frenl<l a doe de nuestra diociphna es verdadero. Coollo que usted pueda
t!I .... fuud era putKma non grnta en loe cerradores uoiversitarioe y estar, muchas vecea, en condición de apoyarme, pero también
ponerse de su lado constituía un pésimo precedente curricular. En aceptaré de buen grado cualquier rectificación do su parte".
sus memorias, Jung hablo de un contrapunto do diablos y ángelee de
la gullfda: Tanto Mezan con\O Roustnng, analizando esta carta, reparan en
quo Froud, "desde el principio, oe ubica en el lugor del Maestro, y le
Un dla, estaba en ol laboratorio ... cuando el Diablo murmuró on reKcrva a Jungla t.atta 8ecundaria de confirmar, siempre que sea po-
mi ordo que yo ten(a derecho a publícar m.is experiencias sin eible, eu.s descubrinlienl.QJI. La expresión ..nuestro disciplina- es, por

•9. Con un Bt-rpon, como luego vettmoe, tal vez simplificado, 1i


- en un Borpon l<í6o po< O.lelW!. •11. "'l.$ so mbra pereonif'ica lo que el individuo ae niega a conocer o
• 10. No 8610 Jane~ 1ino tambi'n lu ob8ervacioM1 de Binet entran en In admit.ar y que, empero. 1itompre ee le impone, da~ o 1ndirectamc.nte, como
tipología !unguian~. Binel caLudió durante ttte º"°'a su.a hijas Armando y lot raagos inferiore• del cnrdct.cr u oLras tendenc1us incompatibles (C. O.
Morguent.o. La pno1era era aubjetivi1t.a: lo 11a¡unda, objetivieto. (L'ltudc Jung... Bewu&Sten, Unbowu11LOn und lndividuution·, Zentralblatt filr
txtMrimenta.le de l'intelliiWna:. 1903). /'1yehothempie, 1939, pág. 265 y sigo.).

448 449
lo menos, enjgmática. Preud nunca fue peiquiatra y Jung cierta.mente con frecuencia durante toda la vida. El psicoanalista sabe que se tro·
no era un peicoano.hsta".12• Resulta obvio el deseo del primero de en· ta oólo de sexualidad por omboe Jadoo"31. Jung CI mais pap~ta que el
contntr un terreno comun. suavizando lu pc:.ibles diferencias. Papa cuando añade: "$1 ahora examinamoe todu lu posibilidades de
El gambito de Freud no funcionó. Jung enmudece por scia m-. la constelación infanttl, not vemos obligados a concluir que, en tttn·
y oólo responde cuando recibe un libro de Freud (Anlologf<l tk ortlcu· cia, ti thstino <k nutstra uula es idéntico al d~1t1n.o de ntUstro aexua·
/0& breves $óbre lo toorlo de lo neurosi1). Pone entonces las cortos so· /1dod".
bre la mesa: "Lo que valoro por encimo do todo, y ha sido de gron Al mismo tiempo, Jung parece ir delante de Froud. En ese año lo
oruda en el trabl\iu psicológico que oqur desarrollamos, es su concep- escribe:
ción psacológien; aunque me encuentro muy IQjoe de comprender lo to·
rapio y la génesis de la hist.eria, por ser bnetante insatisfactorio el Estoy tratando a una nii\o de 6 ados, por mcntárns y masturbo·
motcrial de que dÍllponemoe. Quiero decir que me parece que au tera· ción después de uno supuesta seducción por el padre adoptivo.
pía no depende oólo de los afectos liberados por la abreaccaón 11no ¡Muy complicado!:ll
también de cierta.o relaciones (ropporú) p<!rllOnales, y opino que Ía gé-
nesis de la histeria, aunque predominantemente sexual no to es ex- Cuesta creerlo: cate anéhsis es anterior al realizado por Freud,
clusivamente. Encaro de igual modo su tcoria de Ja sexu;lidad·:u. por anterpósit.a persono, con Juanito. Más extrafta aún es la forma co-
Como vem08, Jung se sitóa de entrada en un lugar donde •nues· mo esa terapia se lleva o cabo:
trn disciplina" no ec aplica. Evalúa la doctrina de Freud como uno óp-
tima contribución o lo psiquiatría, útil si se Jo Jibcra de la insitttcncit1 Lo hip1\osis es bueno y profunda, pero con la mayor inocencia
en 1'!6 factores scxuoles. ~ interesa la •psicología" freudiano, pero In ella burla todas lne Bugestiones para que represente el trauma.
tcona sexual de las pulsaones le parece prcseindible, o por lo meno& Hay una cosa importante: tuvo espontáneamente. en Ja primera
no determinante. La dudo sobre el "factor sexual", en el espíntu del l<'l!ión, la alucinación de •una salchicha que lo m<uer dice que va
suizo, aparece desdo el pnncipio, y no lenta y soterradamentc como la a ponerse cada vez mals gorda". Cuando le pregunt.é de dónde
pinta Jones". cambiaba la salchicha, ella respondió: "¡Alll, en el Htrr Dolttor!"
Fin de la primero vuelto. ¿Qué más se podria desear de una transposición?"· ' 12
Desp~és de cartearse durante casi un nfto, se produjo el encuen-
tro que hizo época. En eus Memorias, cincuenta o..ftos después el sui- En 1909, bajo el signo de Capricornio, naco Fronz, el hijo tan es·
zo recuerda vívidamente eso largo dfn do febrero de 1907: ' porado de Jung. Él cuenta que, en la noche anterior ni parto, "cuando
le prcgunt.é a Agatbli (hijo do Jungl qué pensarrn si la cigüeña le tra-
Conversamos o partir de la una de la tordo. cui sin interrupción, je.., un hermanito, ello dijo •lo mato- con la ropid01: do un rayo, y no
durante trece horaa. Freud era la primera per110nalidad verdade- quiso conversar más sobre el uunt.o'".o.
ramente importante con la cual me relacionaba. Nadie que yo oo- AnéJisis infantil silveatre y salvaje: bipnosia, salchichas y cigúe·
noaera podla compararse con él En au actitud no habla nada de llal, élcs ""ºJos comlenZOI del anAlisU de llilloe. Ni nos enteramoe de
trivial... quo Jung analizó a su hija. En el comienzo fue u.na observación, dca-
puét cambió de carácter y prui6 a ser andlisia: "Eatoy dispuesto a aco·
1907 fue un afto de luna de miel. En el verano, ambos proccdie- bar con el análisis de Agothli ... •, escribe Juog e.n julio de ese año41 .
~n a un intercambio. ritual de fot.ograflns, y luego Jung fundó en Zu- Ella posteriormente nporcccré, con el nombro de Anno, en un ortlculo
ra ch la Socmiod Midu:o Freudiano. Ése fue el año del entusiosmo. El intitulado "Los conflictoa del olmo infantil', en el Jahrbuch, en 1910.
j~bilo es evidente en esto carta de Año Nuevo a Jung: Es significativa la contribución de Jung al análisis de loe sueños
infantiles. Él critica doa pasajes de la Troumtkutu1111: la afirmación
Los "'capitostea• de la psiquiatría en realidad no cuentan mucho¡ do que "Los sueños de loo nilloe pequeñoe ... 90n n1uy poco interesan·
el futuro"°" pertenece, a nosotroe, a nuestras ideas, y las nuevu tea, en contraste con loe eueños de loo adullol", y también el pdrrafo
generaaones se plegarán activamente a nuestra causa•. que comienza con las palabr48: •Aunque tengomoe en alta estima la
r.licidad de la infancia .. ."42 Frcud acepta la critico y, en la edición
. El artl~ulo 'l.ue "!cjo_r pone de manifie!lto la entrada de Jung en el
ps1~anáhs1s es El sagtuficado del padre en el destino del individuo•,
e8Cnto en .1909, dondo ól afirma: •Podcmoe preguntarnos dónde resi-
de el mágico poder del padre para mantener o IOfl hijos ligados a ól, • 12. Término cmpleodo por Jung para designnr In lransíerencia.

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d_e 1911, O~'J'ega dos lorgu notas, donde relativiu\ In r.licidad infan- parte de un viejo shibohl ~alitico: 1~ ~a _de c.iu• ~o~­
til43 Y reconoce que IOI sueños infantil~ son más complejos"•. '° del pcngamiento freudiano se debe a rctn11tenc~as in~norea . En
eegundo Jugar, hay que tener en cuenta un factor cientáfico: J;.ing tro·
Mirondo hacia atrás, podemoa decir que Frcud necesitaba de In bajaba con P'!icóticos, que Frcud tenla poca ocasión de exo.mmar. En
ayuda del gentil Jung pn_ro "dcsguelificor• la Causa. El grupo de Vie- oetos añoe en que el psicoanll.lisis conqW.lnba nuevoe. ~rritor:'oe, de>1-
na C8Uab~ comp~~to cos1 enteramente por judíos, y Frcud aspirabo a de Ja antropologfa hasta el chillA!, pasando por la mechana peu:OC10má·
q_ue el Jl8icoanálisis fuero rugo más que una cuestión judío. En el an· tica. se pocUa eoperar que la nueva ciencia contribu~ deO.ivamenlA!
tigu~ 1ueno ~e fundor .un gran movimaento universal, Jos adepto• al tratamiento de las psicoois. Freud .ncceAitaba del psi~uíatra J~ng.
gc.nt1lct: constituían la unaca manera de subvertir las nor1nas cristia .. Pero el factor decisivo era polltíco. Con la adhes1ón del suizo, el
nas vi~rn..«-s. Para dicho.fin, Jung fue '"íorn1alment.c un.:ido como pri- -movimiento'" ganaba un portpvoz de primor orden, con cntrodn fran-
~og6n110 . ~ntró en la ~·d~ de Freud •como un ángel de luz, como un ca en el mundo de la ¡l6iquiatrla académica y libre a~eao a la red de
gigante rub1_0 cansmát1co -ts. Parecía casi un milagro que un pulcro revistas eopccializadas. En la uociación epíotolar enste lo que Rcna·
pur-aang suizo hubiera aparecido en 11u vida en el momento oportu- lo Mezan llama "perfume do complicidad": el papel de &póelol, a au
no•~. "Usted es aquel que, .como JOl'ué, •1endo yo Mo1.61, 1<>mani po- vez, le servia a Jung como palanca para eecalar el uoiverwo académi-
sesió~ d~ lo Tierra Prometida de la peiquiatria, que yo ll<llo podré ver co del Viejo y del Nuevo Mundo. Él estaba más que dispueoto a difun·
de le1.,..· u. dir el "bacilo freudiano•. Lao cartas abundan en reíercnciu a e&trale·
Como vimos, en d coso de Adlcr y Stekel, en la dinl~tica de pig· gias para ..convertir" a loe lnfielee e "infector" o los pusHánimcs50.
meo• y g1¡¡nntes, Freud era proclive o lo odulación. Peor aún: podio Jung, en 1911, publica la primera porte de w_o'!dlung•n "?d
8!-r p~c1p1tadament(' acrítico en 108 amores instanto.•ncos a primera Syrnl>ok dtr Libido (Metomorfoeis y simboloo de la libido)''. Alli ata
vista . E~ et caso Jun1, seamos ju8tos, estaba ante un Joven de ex· numerosaa fuentes para trazar un paralelo entre las fanwiu de lo.
traonhnan~ talento y porsonalidad. Mart.n, el hijo mayor de Freud, anüguoa y el penaamicnlO infantil. También se propone demootrar la
hace el •1.guiente ~lot.o de la presencio de Jung en un olmuerw de fo. "conexión cnwe la psicologla del suei\o y la psicologia del mito"62 •
m1ha: •.Jung no h1.zo ni un mínimo intento de iniciar unn convcf'8aci6n Abraham Rank y Joneo hobfRn llegado a conclusioncs son1cjantes. Al
de corl<:1:tín con n1t modrc o con nosotrOH, 108 niños. En e8aB ocasiones mismo ti~mpo, Jung formula una espeeulación singular: lo menlA! ~
e~a. Jung quien ha~laba todo el tiempo, y papá escuchaba sin poder aee •est.ratoa históricos, que contienen productos mentales arcat-
dtSunulnr una sonrisa do satisíacaón . Poco era Jo que podíamos en- coo.... Su argumento"" qu•, dada la semejanza de los almbolos a tra·
IA!nder, pero sé que, igual que a pap,, nos resultaba fasc:inanlA! •u vés de tos tiempos, elloa tienen que eer •uruversal4:8_. y no pueden
manera. de .exponer ~u ~ucstiones. Su caracterfstica. más destacadn pertenecer a un solo individuo. ~ esa ~uenci!' de idea. ~ delA!cta
era lo v1tahdad, la vivn01dod, la capocidad de proyc'CIOr "" porsonrul· Ja germinación del concepto poetenor do inconSC1ento colcct•v? ..Freud
dad Y cont~olar a cualquier perll-Ono que lo esouchoba. La presencio es bien impresionado por el libro, y poco después de su oparic1ón _es-
de Jung se imponía. E:I ero muy ruto y ancho de hombroo",.., •1•. cribe: • Jung tuvo excelentes basea para aJinnar que laa fuerzas mito-
. Ningún. discfpuJo, ni siquiera Perenczi, arrancó esa •sonrisa de poyél:icaa do la humanidad no se ~~·y que, alln hoy en dla,
satí•facaón del Maestro. Fue el único que r<cibió una cana de él con dan origen a loe mismOM produotos peicológicoo que en lu mu remo-

primeras formulaciones do Jung sobro el inconSClente colectivo 1 ·


un encobeum1enl0 que decía: "Mi quendo hijo y suCC110r"'º· w edadca". No hay, por tanl<>, indicioa d~ que Freud disinti.~ ~• Ju
. Cabo Prej¡UDlar: por qué Freud se aferraba a la ilu•ión de conver·
t.1r a Jung. Trei:. motivOd oxplican tamo1ln pcrsevcrancio. El primero A fines do 1907, Jung comienza a hacer supervisar sus c!'so~ por
correspondencia, y cuenta eus propioe aucf\os. En el po110 8lgu1ente
revela su eecreto:

•13 Corta de Preud • Junc del 17 de enero de 1909 Prtud-Jung Co En verdad -y es preciso un gron e1fueno para confesar es~
,.,...~dlnc10 Comp/<l<l. 1976, Rlo deJaneiro, lmago, pá¡. 2•6. ' tengo por usted, como hombre y como eatudioso, una admiración
14. Olnl ver&t6n de In presencia jungulnna: ~oté in1ncdlntnmenlc que
era olt.o, n1uy alto. Pero1 e.xlrni\omente, mi1 ojoe, que levantA paro encontrar
1?8 de .41, nada ca_pt.aron do au rostro, excepto una exptt116n d• fuerza e iot,e..
ligenaa que ee difunde y o(U11Ca; una inlellC'!ncaa que avanza hacia mi co.mo • ts. Concuerdo con R.'11 Sciarret.a (comunicación penonal) e.o que la
un enorme tlieofante• c·v.aona Ocampo vuul.a. J ..-~ Juft• ~ntn>vu"-· • ••. noci6n de 1ncon.tciente colecttYO • la única contribución de Junc que Freud
f'OltltW, ~· 90). ......... • .... .-.
deeaprovoch6.

452 453
ilimitnda, sin e! menor r~ncor co.nscientc. Por cierto no es aquí dio mi nombre... Lo que dice de 1us progresos inte.norcs e& tr:m-
donde está el ongen de m1 compl"UO de autA>preservación; pero •u· quitii.ador· una transferencia do base rchgiai&o, a mi ver, scrfet fu-
cede que la manera como yo lo ve nero tiene algo del carácter de nesta y s6io podr(u ternlinnr en opostntdo. _gracia~ a In U:ndcncia
un c1nbcle.s:'miento "rc~igi080~. E8to reaJ_n¡ente no me aflige, aun· universa.1 humano a atenerse a las euces1va.1 re1mpres1onca de
que lo considere repulsivo y ndiculo, debido a su innegable fondo Jos cliché& que traemos en lo Intimo. Haré todo lo posible para de-
erótico. Este sentimiento abominable proviene del hecho de hn· mostrarle que ne ""l<>Y hecho paro ser objeto de adoración.
ber sido víctima, en mi infancia, de un asalto sexual practicado
por un hombre a quien ador•ba54. Respuesta elaborada en el vie¡o estilo "idiól1co" de la Academia
Eepaftola: afirnla que "el dCa con1cnzó mejor'" por .r~cibir una cnrta
Junto con c•ta confidencia, Jung entra en el torbellino de una que lo tranquiliza. Ahora bien, ¿por qué lo tranqu1l~1z.a? Porque u~a
traneferencia epistolar erótirn· "transferencia religiosa seria funesta". Jun~ ~abl~ dicho. 1? contrano:
"mi veneración por usted tiene algo de rehgioao . Explicitar que !'º
Ese senti mic~to. del cual at\n no me he liberado por completo, me eotá hecho para ser objeto de adoración suena, en los oldos de un d!8"
mole.sta cons1derablcmeote. Otra de sus manifestaciones es que cípulo c.n transferencia homosexuul, comoº"!ª ducho de agua fria .
considero que el d1sccrnim1ento psicológico hace absolutamente Pero, y aqul está la umbigOcdad, él Jo llamo lrtbc Freu11d; Freud en·
desagrndablcs las rclocionCll con colegas que tienen uno transfc- ira en el discurso hisu<rico de Jung.
rencio fuerl<l conmigo. T•ngo por lo tanw m1Mo o 1u con{iamo, y Luego Jung "hizo" como dicen los italianos, el Suefto de 108 Ca-
también tengo miedo de que usted reaccione de igual modo cuan· ballos, presentado co ~u libro sobre la dcn~encia precoz Este sueño,
do le hablo de mis sentimicnt.oe !ntimos. Paso por consiguiente de como el ·recuerdo encubridor" de Freud. v~cne acompa~ado por una
largo fre~te a es~s cosas .. pues por lo menos en mi opinión no nota que dice: "la personalidad y lns cond1c1on~• fam1hores de este
he.y ." 'lac1ón Intima que después do algt\n tiempo escope a ser tteí\or me son bien conocidas" Él veía '"caboUos izados a una enorme
scnt1mcntaJ y banal, o exhibicionista, como se da con mi jefe cu· altura con gruesas aog·as•. Uno de ellos llamó particularmente su
Y.88 confidencias son ofensivas. Pienso que Je debo esta expÍica· atención: "un brioso caballo a1azá.n estaba amarrado con corren& de
aón, aunque prefería no darlo !el destacado es de JungJ66. cuero y era subido como un paquete'. La cuerda se rompe. El caballo
cae. Deberla haberse destrOUdo. Pero, sllbitamente, se levanta Y g~·
ii:1 tieoe que da.r una exphcación porque "las dos t\ltimas carttu Jopa. 'Noté que el caballo arrastraba un pesado tronco y me marnvi·
contienen refei:c~c1ns a mi pe.rei:n de cKribir....."'. Tomnr distancia, en· liaba por el hecho de que, as! y todo, corria velozmente. El caballo_~
tonccs, n~ cacnbtr, fonnn parte de su '"complejo de autoproservación .. taba descontrolado y podrla fácilmente provocar una desgracia .
Podemos_ tnterpre~rlo como "pánico bom06ellual". En efecto, Jung en- Luego llega un jinete, en un pequeño caballo, y cabals,:a lealamento
tra <:n cnsUJ, Y escnbc nuevamente, sin cspernr la respuesta de Frcud: delante del caballo desbocado, que modera su march~. Yo temla que
derribase al ¡anote, cuando llegó un carruaje que al mterponci:se re-
&tc_>y sufriendo todas las agonlas de un pot>ente en análisis, pcr- dujo aún más Ja rapidez dol animal. Pensé: •ahora todo está bien, el
m1tieodo que me torturen los más diverA08 miedos concebibles P<lligro pasó·,.,. .
sobre lllil posibl"" consecuencias de mi confesión". Jung interpreta correctamente el contenid" -cxual del caballo sin
riendu·a&. Frcud concuerdo, y agrega alguna J>Orlicularidades quo
~a reacción de Freud, dice 1'1.ezon, es un "'poema de ombig'OC· el soñnnte no había considerado. Jungt a su vez, responde en una car-
dad : tardo dos acm~as en reaponder, cosa rora en él, y, cuando lo ta de fin de afto:
hace, encabeza por pnmcra v~ """ribicndo l<•bc Frtund und Kollq¡•
(•querido amigo y colega"). Usted acertó totalmente en cuonto a los puntos débiles de. mi
anAlisis del sucilo. De hecho, conozco los dot.oe y loe pensam1en·
15 de noviembre de 1907
Viena, IX Bcrggasse 19
•16 Sabtmos que Jung había leído cu1dad~1menle e-1 hislonal de
Querido amigo y colega, Juanito Aquí J)OdemOI penanr que Junc es el coballo grande ca.ue corcovea Y
Freud eÍ caballo pequetao que modt:ra. Pero Junc no podJa oonocer 14 rant.o.aía
Siempre ~nc~en~ro que mi dftt comi~nza bien cuando el correo me &hnorru de Prwd, en Ja q\HJ 1magu\.6 dominar los ceballol t:nloquood08 en
trae una tnvttac1ón para la ,..unión de la 80ciedad a la cual usted Parie.
454 455
.,. mucho mejor de lo que diJe. Conouo íntimamente al eoñaote·
eoyyo"". ' :·ya
J por su parte, percibe que tiene un material rebelde al ~i­
que la tr1.0sfercncia no tiene dónde apoyarse Y las tnterpre-
.' es calcadas aobre el modelo clúico. no surten efecto alguno.
O. ese modo la ~pervisión te coov·1erte en análisis. Jung aso- tacid atnbuye Jos magroe re1Ullados a la inexperiencia ·peieoanallti·
ciando a su vez., agrega el hecho de que esU casado con una muier n.. ~~su c!Uodpulo. En.la carta d.e l 17 de abril d? 1907 -que :eeuerda
ca:" y~! "'rech•ndo la primera ves que le pedl la mano. Mis tarde loo •Manuscritos" envtadoa a Fb..... en la .-i6n titulada AJcunao
íw admitido y me cué. En todos los aspectos soy feliz con mi mujer o!Jeervaciooeo! tAl6ncal sobre la paran~a', 1.0ticipa. l~ que diré "':"rea
(no P?r me~ optimismo), aunque, naturalmente, eao no es suficiente del "C880 Schreber", designando la .-.:tirada ~e ~a libido de 106 ob~clos
para llDped.ir tal• "'"* - La explicaci6n nrcionali.sla ee ••• como di·
,e, un 11mple refugio conveniente, una pantalla que oc::ulta una volun- com0
mecanismo esencial de la esquizofrenia. ¡unto a la 1eg¡esi6n a
Ja etapa autoe~ca .
. ..
.
ted sexual ilej¡ltima, que nunca deberla ver la luz del ella..'. A fineti de 1906 aparece el polémico libro de Jung aobro la psrc:o-
En la lfgUllda vuella de la co11 ..pou.lenoa la amLBtad eo etitre- Jocfa de la Denuntui p~ Se trata de un intento de d - r a r
cha, aunque el diálogo de sordoe oontinúe. Freud reitero una vez más esa forma de locura podía enwnderse a la luz de In teoría freu-
su placer por tener en Jung a un lector critico pero bieointenciaudo: ::'na de laa neurosis. Jung, lleglln su biógrafa Jolande J~i1 "se es-
"me a.lrevo a esperar -acrib&-- que en los ¡¡~rimos años usted s~ fonó en comprender el 11gorficado m'8 p~o de .IOI debnos Yen
aproxime a mi mucho más de lo que ahora juzga poeible ... Usted aabe interpretar el material presentado en la e3Q.Utzoften1a, que SC.: c~rac­
mejor que nadie cutn profundamente se eoconde el factor sexu1.1' teriuba por la riqueza de loe almbolc6. De esa manera M con~ó en
Mis adelante, Freud agrega: • ... me atrevo a eaperar quo todoa loa uno de los defensoree del enfoque peicodllWruco en el tratanuento de
que &ean capaces de superar sus resi1tenciu interioree deseen con- lalpeie08is.... .
tarse entre mis sesuidores. upubando de sua '*'"*miento. loa lllti- Freud recibe el libro con ciertas reeervas•. Jun¡ .., disculpa por
mos Velltigioa de pusilanimidad.... haber tratado •demasiado sevenmento• las teoi1 freuchanu, Yapun·
~ung, como Brcuer, en la óptica de Freud, ,. pusil"1ime. Invita ta las diferencias: "l) El material del que dispongo es completam~nto
a IU interlocutor a cl4:Jar de lacio 1U titubeo e inclW.... entre loe adep. diferente del SUJO Tra~ en condicione& extrem~amente ~les.
~de la "verdad en ml.rcha.... Juog, empero, joven y ambicioso poi- casi siempre con pa.citnt.H insanoe y aan instrucci6n ... 2 ) mi ~uca·
quiatra, laor.ado a una carrera meteórica. no 1iente llA?<leSidad alguna cióo, mi ambiente y mis premisas cicnUficas aon totalmente drfere~­
de embanderarae con una taoria fundada eobre una ez:periencia que tee de loe suyo 3) mi experiencia, comparada con b: auya, ,. mlru·
el Diablo bien sabe que no et1 la suya. ma; 4) aea en cantidad o en calidad de talento p11coanaUt1co, la
Jung rc•ponde quince dlu después, y reafirma au pwM;6n erillca balanza 1e inclina daramente a eu favor ..."7° . . • •
.., ~ a la i-ia de la libodo, aunque allade; "F.stoy tnrtando aho- Seg11n Renato Mezan. eaa referencia ~tica a "mí ambiente
ra, ubhundo su método, un caso do histeria. Caao dificil una estu- tiene que ver con loe oríge;..ee proteetan~ del su~•<>, "significa que ?n
di1.0te rusa de 20 a11.,._ enferma deede hace Mis. <&te~ fua - . criatiano no puede cooceder a la aexualrdad el nu1mo petlO que un J~·
crito en •La taor1a freudiana de la hiluna•, presentado en el dlo•n Freud, con todo, hace de cuenta q""·todo va a las mil maran-
oongrceo de Amaterdam en 1907)""'. 1181 y elogia calurosamente el libro: •eons1d?ro qu~ su en~ sobre
Aten<ión: e1la joven rusa se-' otra ¡Mu fundamental en el ta- la demencia precoz ee la contribución más nea y sia:irificativa ":mu
blero ~colar. 1e trata, como luego vercmoe de Sabina Spiclrein trabajos que jamü tuve ocasión de apreciar .....,. Luego, en la """""
una de las md.rtires del feminismo. ' ' carta. no puede contener su imp~ciencia: •Quisiera augcnrle que
Laputidap~e,IOl. ~m . ·.,,.mueYensus-y, preste menos atención a la opoe1c1ón que amb08 enlren~ Y que
coa.el correr del ttempo, luJUPdas sedrvenlifican. Otro tema de dle- DO la deje influir tanto en sus eecritos. Le ruegoque DO sacriñque na-
cus1ón fue la naturaleza do la demencia precoz. Para Freud no e:n.tsa r
da esencial por consideraciones de la~ de afabrhdad pedogó111ca, y
como entidad cllnica. Hemos visto que ya en 189S en el ManulCrito que no se deo!v!e demaaiado de mL. Mi melino a tratar a loe coleps
H"', Freu.d introdujo el concepto de proyección par~ dor cuenta de la que oírecen reeisteoclas exactamente como tratamos a nuestros pa·
paranoia. La esquizof_rcnia serfa u.na paranoia mal comprendida. cientes en la misma situación"''. . .
Jung en su respuesta. admite francamente que sus V1lcilacioneS
ee deben~ gran parte a conside~ones rel~ooadu oon su can-era.
y procura tranquilizarlo prometiendo que ¡amás obandon":rá una
parte de 1u teoría que sea ..encial ... para mi"''. ~ diplom-• inrve
aquJ a doa objeüvoe; no""'"" laa puertas a au propoo pio¡¡•- acadé-

456 457
mico, Y desvincularse del "'fano ti m 0 • fi d.
ble de las teorfas Pnlpuestas Y el~ . redu •ano, aceptando lo razona-
Los trab•Jos
· d F •mmnn o 1o escandaloso Picnll-0 que Roustang exagera en el diagnóatico y ee equivoca en
e reud y Jung aJ)ru'Cce0 ·
las publicaciones. El ·caso Schrcber" e'.' 1ugarcs contiguos en el pron6et1co. En síntesis, Jung no quícre ser una histérica de Freud,
del Johrbuch con "Wandlun • r compartió en la mis ma accción n i tampoco quiere ser un Rank o un Ferencz.i
•guarderfa" común Ellos ú ll ~ de _J ung. Resulta apropiada esa No es fácil percibir cuándo comeni.oron las diíerencias maniíes·
panria no se agota en un: d~s! . u~id~, pero la inminente ditcre-
0 udu públicamente. Según Jonea, entre 1906 y 1910, Jung daba la
tión que envuelve como seftala us1ón cientifica: se trata de una cues- unpresión, tal vez superficial, de ser un adepto no sólo sincero slno
loa protagonista~·n. Jung hac'!°~!'1':~ "los fll!'tasm•s y delirios de entusiasta de la causa íreudiana. En ese período, sólo un ojo "'muy
Roustong co~cluye que "cuando él descri:fºº'ª prec?z un aliado. pcrspico•" podrfa haber advertido alguno señal de fractura posible, y
que yo no se influyen mutuo mente•
cio entre la demencia Precoz
°"
. <;<>mplcJos separados
Y: a 1 1!"1smo tiempo, ..pone diRtnn~
el propio Frcud tenía los más fuertes 1notivos para "hacer lo vista
gorda"._ Abrnham, que segun Frcud cargab~ con "los restos de un
te que es de sí mismo de quie: ~nb~ ~~teria aparente, rcsultn cvidcn· com plCJO de per~uc16n" (para usor un término caro a Jung), y que
.
Eso nos remite no . t rabajaba bajo la dirección del eui•o, desconfiaba"". Recelaba una
al co•o de Ott G .
por Freud, personaje importante e~ 1 l'OllS, paciente de Jung, enviado cierta propensión al ocultismo, lo ostrología y el misticismo en los
Se recuerda a Groso co . a correspondencia. probetas alquímicas de Burghólzli " · Su critica, empeni, no causó im·
ra hora, fue el inatructor d mo genio m~l~ado. Hombre d e la prim~ pecto en Freud, que le aplicó paños libi .. poHticos: "No quilnera com-
holzli Victima de un deh:oi;:'~:'~álisi~ ~e Jones en el &• ilo Burg· partir su diagnóstico desfavorable en cuanto a la colaboración con
1908 por Jung, quien "des u co, e ¡oven Gross es tratado en BurgMldi .. Concuerdo eoo su deacripción del carácter de Bleuler,
ambición de ser el pri~ero :n ~ de curarlo del morfinismo, nutrió la
Groso recuerda a Se • 1 rar un caso de csquizofrrnio"".
que me caul!Ó una extraña impresión en Salzburgo, pero el caao de
J ung ca diferente....
linúa Jones, "Gross se .,;:•• e Hombre de los Lobos. Ciertn vez, con- Sefldn Jones, ya en 1909, Jung so quejó o Freud de que le rcsul
siguiente envió un billete i,:6:i~•ltnn~~ el muni del h08pitnl, y ol dio taba dif!cil e xplicar a sus alumno• el concepto de libido, y le pidió
cuentn del hotel En la p . Cg p1d1éndole dinero para pognr Jo una definición más completa. Dos ni\os más tarde, el propio Jung
miento húngaro' pero nn7e~ºd~I uor~o Muncüal se alistó en un regi· equiparó lo libido con el é/an vital do Bergson, o sea con una energía
homicidio y se s~jcidó"'' término de la contienda cometió un vil41 gcnOrico, despojándola a8f de su connotación sexual especifico .
"En la víaita a Worcester en 1909, Jung me sorproncüó al decir que
Gross es In figura .;,ntrru d 18
enero de 1908, •ya que el cuo !carta de Jung a Frcud del 21 de encontrobn. innecesario entrar en temas ofensivos con eus pacientes.
Ero dcaagradable cuando después los encontraba en una cena ao-
a1ón de la palabra; le sacrifiqué df:aconsumhra.:¡n Ja verdadero extrn-
En efecto: Ynoc ea . cial..1•- Pero ettto es cizaña Jonesiana El propio Jones traxa un con·
trapunlo entre la declaración de Jung y un párrafo contempordneo
Esa eiperiencia fue una de 1 '8 de un e carta de Freud a Pfister, donde el Prof0$0r, en uno de aua
O rosa descubrí muchos a8 aa m d.uras ~e mi vida, puca en • ejore1 momentos, da este fantástico consejo, en una 8uperviaión
punto que él parece 8er mi r.ctos
de m1ll!'nl_l!!a naturaleza, o tal
"rmano me . •U>~-.
epÍllo)ar:

O seo que estos hermanos ao . . . . Su análisis sufre del vicio heredítario de la virtud. Es el lrobajo
escindidos, salvo por la naturol n BUJetos d1v1d1dos, escnciolmcnte do u n hombre excesivamente decenta, que se siento obligado u
tociones de Ja transferencia en ~~.n de 8~ transferencia. Las mnnifca- eer discreto. Pero esas cuestiones pfficoanalfticas necesitan uno
mo inopcro.ntes; a juicio de Ítouet caso ung, son tal? abundantes co- ex)l08ición plena que las hago comprensibles. Un análisis real 116-
mnt~rio primo de Jos demcotc.s Mg, po~~n de maruficsto •Jn mismo
exageración que el propio Rouat!rcca<:e~ d. Lo qu~ es una tremenda
g enm1en a parcialmente:
Jung no es, por supuesto un d h . . . . ~~- Noeedeel.tnñarque la pt1<0locfade la Nueva Era y luconKOU.
~ verlo hacerse el "'5C¡u.'zorrec:'° ~ éf'P'ªº· Lo que aquf cuenta .--111Wnaa1 Huma.no tengan a Jun.c en alta e.tima.
hbrarse de Ju presionen del m ico es talentoso en eso) para • 19 Jonee, en una de su• primeru cartu a Freud, relata: •1aqul, en
gar quiere ser oldo Frcud ..........en todo caso, deede eoc lu· Two_ n to) un hombre que e&cribe 11tmpre .obre un miemo tema, puede eer
ble para derrumba~ la rortl..11:r •u parte, va • hacer todo lo poei· ~erado un maníaco. Si el tema ce .e.xual, •ni simplemente tildado do
za <to que Jung se parapetan. ::-'t-'n1co •e.xual. De alH que pretenda diluir mis artículos aexualet con
•rt.iculoa" (V, Brome, Em.,I Jo~•. Frtud'• Alter Ego, 1982, ptlg. 66).
458
459
lo puede avan•ar cuando se desciende a los pequellos detalles 22. C. O. •Jung, op. cot., pág. 129.
descartando las abstracciones que los recubren. La discreción' 23. F.meslJone•,op. dt, 11, pág. 147.
por lo tanto, es incompatible con uno buena presentación del psi: 24 Cnrt.n de 1-~ttud R t-'Licu del 10 de juUo do l893, Corn·•pondlnc:ua Sig·
,,.und Frtud- ~Vi/Mlm ¡.7,,... 1986, comp. por J. t.t !.tasson, Jm.a_.,. Rio de Ju~
coan_álisia. Hay ~~e volverse una mala pereona, violar las reglas., .,.ito, pa¡c 51.
aacrificane, tnúoonar y comport.al"IC como el artista que compra is. Colin Wiloon, op. «l.. pág. 64.
pinturas con los aho..- de la mujer, o quema los muebles para 26. P. Janet , le1 obse••ion1 ~t la psycha1t4nie, 1903, y l..e B 11t11rogt1 .
calentar el taller poro su modelo. Sin un poco de eso criminali- 1909.
dad no huy reoliución verdadero115. 27. C. O. Jung, op. col.. pág. 133.
28. lbKI .. pág. 134
Do eso"" trata. El psicoanalista, pirata de almaa, debe calentar a 29. lblll
la modelo desnuda, quemando las noves. En ninguna otra parte 30. F. lloustan«. Unt de1til10 tflo fune1ta, 1987, Río de .Jnneiro, Tt1unut,
Fniud habló tan claromenta del deseo del analista. págs. 62-89.
31 Corta de Fn:ud o Jung del 11 de abnl do 1900, Ff'tud-.JuA/f, Corra.
l""'<lin<•• C-pklo, p(11t . 43.
32- Rtn1to l.teun, Jire~ ~nt1t1dor d4 c:ultum, 1985. Snn Pablo, Bm1i·
NOTAS lienae, ptlg. 269.
33. Corta de Juo.: n Preud del 6 de oct.uhrc do 1906, Fre11d·Jung, Corf"f•·
1""'<ll11co11 Completa, p¡\¡¡ 44.
l . Emest Jon... A uido e o ol>111 tk S'8mund F,.ud, 1989, Rlo de Janei- 34 f.m.... J-0_., op. coL, pie 165 Y IÍp
ro, •maco. 11, p4c. is.
2. lbld.
:is. c c. Jung, op"'··pág. 135.
36. Carta de Freud a Jung del t• de enero de 1907. Frcud-Juns, Cot'T't1+
3. Ronald Clark, Freud, ti homb~ y •u coUl<l, 1980, Planeta, Bucnoe Ai- pond}ncu1 co,,1pleia' 1>6g. 58.
""'· ptl¡¡. 117. 37. C. O. Jung. CW, I, p.'ig 112.
4. Citado en P1icob>¡¡ta tk "'""°• de Crinbor¡¡ l..ancw y Rodncu6 1~ 38 Carta de Junc • t'reud del 13 de mayo de 1907, FOT•d Jull/f, ConT•-
Bueno1 Aires. Paid6e.. • ' ' ,.ondin<'4 Ccmpkta, p<\¡. 86.
5. E. Roudmesco, H1- do psieon4/•• no FronfO. A bo141ho doc com 39. lbíd.
ano1, 1986, Río do Janeiro, Zahar, l, pág. 104. 40. C.rt.a de Jung o Froud del 19 de enero do 1909, ibfd., pág. 248.
6. Em..t Jone1, op. ciL, 11, pág. 91. 41. Ctort.a dcJung o Froud del 10/13 de julio do 1909, ibíd., pág. 292
7. SE, XX. 1)41¡. 48. 42 C..rta dcJun« 1 Fttud del 14 d• febttro de 1911, 1bíd.• plg_ 450.
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13. C. Wileon, Jun¡¡, atAor d~l mundo 1ublerrdll.fl), Buenos Ajrae. Urba· .... pá¡¡. 99.
00, 196, pág. 77. 49 Cart.a de t'ceud a Jung del 10 de mt,yo de 1910, en 11 edicidn oriri-

neiro, 1962, ""*'


14. C. O. Junc. l>f~, ..,,,__ rr/lu«•, Nova fn>nt.eira, Rlo de Ja-
22-3.
16. !bid., pág. 40.
aal <Frtud-Jung. Corn1pon.cünc1a Completa. 1976, Río de Janeiro, lmago,
P'c.399).
50. Rennto Muan, op. cit., pág. 271.
16. lbíd. 61. C. C. Jung, Symbol1 and Transformation1 of th~ libido, GW, 111,
17. lbíd., p4¡¡. 41. 19 11.
18. lbíd., pá¡. 65. 52 C. O Jung, Symbol< du Wond!Wl/l. pq. ix.
19. Margarel M_a hlu, •oa cbild pe:ychoeia ud. achitophrenia· autiatic 53. lbid.
and •ymbiotic in!anble Po)'t1-18", s.Iecl<d Popu., 1952. Nueva York, Aroo- 54, C.rt.a de Jung • Freud del 28 de octubre de 1907, Preud·Jun11, Co-
ton, 1979, 1, cap. 7, páp. 131-153. ne.po.dlncio Compt.ta, págs. 137-8.
20. JuO/I, op. cit., pág. 42. 56. lbld.
21. E. A. &nnot, C. O. Ju.,, 1961. 56 lbld.

460 461
67. Carta de Jung a Fn!ud del 2 d e DOYlembro de 1907 Fr<ud..luf18 Co·
~'"°""'"'"ª Compl<ta, 1976, Rlo de Janeíro, !maco. P'¡. Í33. '
118. Renato Mezan, op. <ti. , J)Óf. 269.
69. C. G. Jun¡¡, CW, m, opnrt.odo 123.
60. Carta do Jung • Freud dol 29 de dicl•mbro de 1906, ~·,.ud·Juf18, Co-
rr<1pontUncUJ Comp/t/4, 1976, Río de Janoiro, lmaro. pág. 55
61. Carta de Jun¡¡ del 29 do diciembre de 1906, 1bld., pág 54. CAPÍTUL0 27
62. Carta de Preud a Juni do! 7 de oct.ubro de 1906, ibfd., págs. 45-6.
63. Renato Mezon, op. cit., pág. 270. UNA METÁFORA ARQUEOLÓGICA Y
64. Carta de Jung n Freud dol 23 de octubre de 1906, Froutl·Jung, Co· LA ARQUEOLOGÍA DE UN ACTO FALLIDO
rt't11pondl.ncia Conipleto. pág. 47.
65. 1'!anu1er1t.o H, 24 de enero de 1896, Corrt.•pondlntto Sigmund
Ft<ud Wd~ Fl1<#, pág. 108. Retomemos la vido de Minna Bcrnays, llamoda Tanle Minna.
66. Carta de Fttud a Jun¡¡ del 17 do abnl de 1907. p,.ud..Jung,
pondbu:1a Comp/fta, pág. 80.
eor,..,. Desde c1 principio, el vinculo con su cuñado fue fuerte. De novio,
Frcud lo llnn1nba •1-ii tesoro"'. Ya nos hemos referido a la intimidad
67. C. O. Jung. The P<ychot,.~ofDtmentia Pmt'C<>X 1907 C IV 111 --•-
3-.3 l3. ..._ , • • ....& ... . grupal en e l cuarteto integrado por él y Marthn, Minna e lgnaz
68. Jolande Jacobi, "C. G. Jun(', /n~rn. 8neyclopla«l10 o( Social &itn·
Scbonberg Ella estuvo nlll desde el comienzo del novi112go, como gran
cu, 1968, f..ondrH, Maanillan. pq. 328. <CQfidente y, en més de una ocasión, propon:ionando dinero, además
69. Carta de Freud a JunJ del 6 de dici<?mbre de 1906, 1bíd., pág. 52. de conscjoe.
70. Carta de Jung a Freud del 29 de diciembre de 1906, ibfd., pág. 54. Vimos que, después de la muerte de Schtlnberg, la enlutada
71. R .Mezan, op. cit., pó.¡¡. 273. Minna se empicó como ama de compoftfa, ocupación que detestaba.
72. Corto de Froud u Juna del !'de enero de 1907 ibíd
73. lb!d. •
-•a ••
........ ~.
El invierno continúa. Cerrada al mundo, ella prefiere los trabajot me-
nuales caseros. Jones cuenta que Tantt /tfin.na ""era ingenios.a, inteTe-
74. Carta deJunga Preud del 8doenerocle 1907, ibld., pág. 61. unte, divertida y tenla una lengua mordal: que apor16 un repertorio
75. ~ Jlouatan¡¡, op. Cll , páf. 69. de epigrarnrut familiarcs•1•
76. !bid.
Cuando Freud yo oro padre do seis hijos, después de lo muerte
77. Emoat Jonot, op. cit., 11, pág. 44. del viejo Jncob, Minna fue a vivir con l o familia, desde 1896 hasta el
78. lbíd., P<IP. 44·5.
fin de &Ul! dios. Los la%Oll con Sigmund se inU!nsifican; comieninn los
79. ~arta da Jung a Freud dtl 21 de enero de 1908, Fnud..Jung, eo,.,..,.
pondincUJ Compkta, pág. 202. paseos animados, las vacaciones juntos, los helados en las noches 16-
80. lbfd. nidae, loe diálogos eobro psicoantliai1. La oomphcidad intelectual &e
81. Pran1»il Rooatang, op. <ti , pág. 68-9. •• estrechando. Freud le confió a Marie Bonnparte que Minna Y
82. !bid., pág. 70. Fliess eran los únicos que creían en é l en la década de 1890. La ostre-
83. Carta de Abmham a Freud del 16 de julio de 1908, Hdde Abraham y lla de la cu/lada iba en a1ccnso a medida que Füese menguaba en el
Em.tt Fnoud, A P.,cho-anal:yt1< D1olcguc IM L<tt•n o( Sf6mund fuud ond ftrmamento &in estrellaa del espléndido aislamiento. Minna como
Karl Abn>hom, 19<17·1926. 1965, Nueva York, !lux: Boob, pág. « . "hermana· ea un obJCto incestuooo, ideal de condcn.,.ción del 1)888do.
84. Carta do Preud a Abraham del 23 de ¡ulio de 1908, ibfd , pág. 46. que viste las ropas de Pauline y las de Giscla Flu88. Ella anuncia un
85. Carta a Pf11ter del 5 dom~ de 1910, C,,rmpondo11tt d• Sigmund PN>totipo femenino: las Damas Fálicas del Nuevo Siglo. Jonc8 esta·
Prtud OUtt lepo$lDur P(i8ter, 1967, Pnrle. Gallinulnl, pág. 74. blccerá In lista: Minnn Bcmays, Emma Ecksrein (gran amiga do Min·
na), Loe Kann (la "m\tjcr" de Jonea), Lou Ancheas·Salomé. Joan Ri-
~ y Mane Bonaparte.
Según AnU.eu, ~,inna era •dieponible, inteligente, capa& de en·
trar en una profunda resonancia fant.asmática con eu cutiado, y res·
l'Ondía inwriormente ni deseo inccsluoso secreto do él, protegida de
~dcr en el plano do los actos por su rigor moro! y su apego ni no-
YIO muerto..
. Si entiendo bien, Anzieu opina que es la propia casta Minna
:C- opone el freno principal al incesto. Puede &er, pero la hiatoria
la veneración por el novio muerto no convence. La carta do cond~

462 463
)encías que Freud le envio hnbl 1 d •
d08omcnw en el h<'Cho sólo pucd:c 1 e~~ 0 su fin y , ol pcnMr cuida·
foit cnamorlldos: "'Tu triste romo~ e " ~0 e un cnfr1omicnto previo de Froud señalo que tanto AgusUn como Genero 110n santoo que en·
trllll en el cnlendario. A eota altura el joven vacila y frena el tren ....,.
aa de lo mue..w de Scbonbcrg h co;r1 erar una •uert.> que la nou . cinti,•o. Ea instado a cont1nuar. La razón de la pausa se debe o la
rúxio de al(Jamkntn y <nfriomie,.~~;'<cJ°f'~º <!•8 P11' • de'ª" largo pe· irrupción de un pensamiento (ntimo y quo "no gunrdn ninguna conc-
En otro lugar onar d 1 n os1s C8 mio). "16n con ~l asunto•.
culpar a Fr1.'Ud EÍ auc~~·.:;,.,~ su"n~ tt;IJUium, Anz1eu vuelve a • • · El Profesor in11111e y el joven revela:
t.ondo VÍAJllT o itaJia junt.os 089;~ ~ rcud Y Mmna están proycc.
nla en el campo intelectual Y turísi·c ~fu comenta: •t.n buena armo- Bien, de pronto pensé en uno determinnda Dama de lo cual pue·
Minna porque et interdicto del io ' o fi o ·~ posible entre Sigmund Y do recibir una noticia que seria e.mbanuosa para ambos.
mente entre ell"" . Jamás hubo n':!º unc1ona C8pontánc~ y pleno·
mental y 8CXUal entre Freud • d~e el punto de vista senti· El otroto de Freud, por osf decir, huele ••ngrc cuando dice:
tanto certc10? F).cud nos cns<lósu c1;no~a . ¿Pei;o dl' dónde J)rovieno
Peter Swales, biógrafo "mold1~C..
La sospecha naco en el Jops
:S ª"¡;~.es son SOSpcchooos.
'¡ · l'f.'C .
-¿Lns l't'glas no bajaron?"
poto/ogf.a dt la vidc1 cotid1a110 .;so lf./Ul$, pu:za central de la Psico· Sorpresa del interlocutor:
sus, guiad"" por Swol~ F- d. ecor;omos la anatomfo de c•te lap-
'"- .... u nos 1n1onna·
ª¿Cómo lo ad1vinó?"1
El rulo pasado, cetando nuevamente d .
trarmc con un joven de form .ó ~ vn~.ocJoncs, volví!\ enc..'On- En eu articulación final, Freud liga Jo menstruación con 106 "ean·
de algunas de mi• publicaciO:~ ;.:;~n:~. que estaba al tanto i... del calendario y Ja sangre que nuye en determinado día del rulo·.
para rematar el punto. Cruio resuelto y asentado en la mejor tradición
La convof'Bación versó sobro la • b. • . 1herlockiana: el "compañero de viaje" temía haber embarazodo o 1u
mcnl.6 de que los judíos de su gen o~ •eón r.•crnl". El joven .., Ja. amanU..
la •atrofia•, Y concluyó su ez.al e.~c1 n estuvieran predesta.nados a Peter Swalcs, que escrul.6 eat.e episodio bajo otra Jupa, comento
de Vírgilio: ·E:wriare aruis ntado. discurso con una Cita de Ja f.'11cida que esto joven de '"formación académícn • pa.roco ser un doble do
nuestra sangre se lovon'i. par:~;:: cx oss:b""
ultorl (¡Que alguien de Freud. Veamce una 8erie de "coincidencias". El interlocutor es judJo y
la ••¡¡unda palabra de la mald. ·r'';;""·
Ptro no coruugue rocordar tiene un conocimiento de la obro de Froud raro en la época. La
Freud, ent<>nccs, suplió el altqu~c¿u~ r:i~¿dói aliqui~ <"alguien•¡,
JUz¡¡ó "estúpido" olvidar algo lun simpl 1
ª· compúi\ero do viajo
'lhlumdtut1mg ocnbaba de aparecer, pero ól ya maneja la noción do
•otvido inconsciente•, mencionado fugazmente en ese texto. Otra
minado, Y qui8o conocer la razón de e a;mo un pronombre indeter- coincídeocia ea lo cita de la EM1da, ya que el propio Freud la empleó
elucubrando •u l'sicopatOÚ>(/(4 d la caa aguna. Freud, que estaba en eu en"8yo "Sobro Jos rocuerdos encubridores·•. Lo cita ce tambi~
ao del desciíramjcnto, y dice: e vulo cot.uluina, entra en el Qjcrci- interesan to porque el pool.ti está hablando do Aníbol, figuro ideafüa·
da de Frcud en In infancia Por otra parle, el joven dice que estuvo en
No nos tomará mucho tic Sól 1 . Trento doe añOI antes. El propio Freud hob!a vi1itado a Trenl<> con
y acríticamente, lo ue mpo. o e pido que me cuente, franca Minna en el año en que•• prodajo et lapt1us del oliquis. Swoles seftn·
ción o la palabra ol~dad:~ por su mente cuando dirige su aten- 11 otras •coincidencias• menores, para concluir: ..Sobre la bue de eeoe
dat.os, eotoy dispuesl<> o defender Ja tc1i1 de que no exi1tió dicho
. Vencida la resi.stcnc1a inicial s . -compallcro de v1ajeo, de que se trata del propio Freud ... , falsifica·
s1g\1.1cnte secuencia: rcliquien1 1iq::r,n ';11ªf/8C'ne de p~.lnbras, en la ción semejante o la descubierta en su articulo "Sobre loe recuerdo&
de unn pausa Y de uno sonrisa' i r~dtjn e, . u1dez, /lutdo. Después encubridores", donde Freud U$6 Ja misma IA!c:oica do diálogo"'.
pensando en ·simón de Trentone u o, el JO~en llgrcgó que estaba En cu ocasión había elegido a una persona imaginaria para fal·
aí\06 en Treoto... ' cuya• reliquias vi hace un par de 1ificarle un recuerdo personal. Es notable que en ambos CllB08 coincí·
A partir do ese momento "" ccd 1 de la preecntacióo del per11onaje ficticio. En el artículo, esa persona ae
de santos. Detrás de Simón Sa 8 .u_._
en os asociacionet con figuras "\ntcresaba en problemas pt1icológi_.., y Freud a¡¡rega: •el sujeto de
ro. Este último trae a cola.clón :l"'~tln, San lknedicto y San Geno· eat.a observación es un hombre de educación universitaria de 38
la sangre. mi..,gro anual de la licuefacción de aftos••o.
Una vez lovontada la perdi2, In historia del o/u¡ui4 par<>ee dcma·
464
465
siado perfecta: tocio encaja poro apuntalar la dramótica revelación fi- que compra pinturns con los ahorros de In mujer, o quema loe
nal. s.walcs. no fue el primero en dudar de lo autenticidad de ese la¡r muebles para calentar el taller para su modelo. Son un poco de
sus F rcdenc Rapbael, resellando en 1976 el libro de Timpanaro ttlu- esa cnminahdad no hoy realización verdadera 17 •
la~o T~• Fr.ud10n S/1p 11! cuestiona el oliquis, preguntándose "s1 el
ep1sod10 realtncntc ocurrió. ¿No será que ce fruto do la in\aginación En este cuo. aliquia vale un Perú, uno ~ria'" que un Conquista·
de Freud y tenla que ser enmllJ!(:arado ...?'"•2 Raphael y Swales dea- dor no puede d~¡ar pasar. En segundo lugar, ¿quién dice que Minna
confiaron de una historia too good to ~ true. El primero, novelista de abortó? Pudo hobcr sido una folsa alarma ...
profe.-ión, no manejo su "'frcudiana" al dedillo, y piensa en términos De hecho, en esa época Freud y Minna tallan regularmente de
de una falsificación imaginaria. Swales, en cambio, concluye que el vacacione1. Jon~s nos cuenta que en el verano de 1897 hicieron una
asunto es un hecho consumado: Freud preñó a Minno. breve visita a Solzburgo y un viaje prolongado a Trofoi -lugar del
Ln acusación e• seria. En la huella do Swales es bueno conside- lapsus de Signorelli- posando por el Paso de Stelvio, rumbo a Bor-
ra~r que Frcud, en los comcnt.nrios sobre su.s sueñ~. menciona a OUOR mio, en Italia. •Después de una noche en un p61imo hotel -nos cuenta
~iembros de 1! íam11ia, pero nunca a Minna, aunque ella cataba ma- Joncs- tomaron el tren para Tirana, emprendiendo entonces una lar-
mfiet!tamente 1mphcoda, en el sueño del conde Thun el suello Hollt- go caminata por el valle hasta llegar a una aldea llamada Le Prese, a
hurn y, cspcciolmente, en el sueño de la Trimetila ..Mina. Seis aftos lo largo del Ligo Poschíavo, que Freud calificó de lugnr •maravillosa·
más tarde, en el otollo de 1913, después de "diec11iete días delic1e>- mente id0ico·'"1' .
sos•1• que hablo pasado en Roma con Minno, Fteud escribe su "Intro- El argumento más fuerte poro creer en esta historia es la revela·
ducción d~I nnrcisiflrnn~ con Jo mismn prisa con que escribió el Proyte· ción que dcbemoo a Jung En 1957, en una entrevista concedida a su
to para Fheos y, en carta a Abrahrun, él dir.I que ese "hijo del incesto amigo y biógrafo John 01llinsky". Jung cuenta la siguiente historia,
me parece impeñecto, hasta monstruoso...••• relacionada con HUS pri1ncras visitas o BcrggMse 19, en 1907: "Luego
Jane~ Malcolm se demora en lo interpretación swalcsíana del conocí a la hermana menor de la mujer de Freud. Tenía una muy
lapsus a/iqui• para concluir que "el argumento se present.n tan coh~ buena presencia y no 16!0 sabio bastante sobre psicoanáhsls, sino
rentemente deearrollado y tan firmemente basado en los hechos bío· también sobre tocio lo que Freud estaba haciendo. Pocoa dlas después,
gráficoo ... quo es prácticamente imposible de refutor. Se obtiene uno cuando yo visít.nba el laboratorio de Freud, su cullada me prceuntó oí
satis~acción inmensa al contemplar todo el asunto como un tour tú podla hablar conmigo. Estaba muy perturbada por ou relación con
{~ intelectual; DO hay deopcrdicio, todas IM piez.aa calwn como un Freud y se sentía culpable. Por ella supo que Freud lo amaba, y quo
guante, las articulaciones son cleganros, paro estd todo erro®. Es oo-. la relación entre ambo• era do hecho rnuy Intima. Fue UD deocubri-
mo un Vermeer falsificado por UD Van Mee¡¡eren•l$ (lo det!tacado es miento chocante pars mi, y aún ahora puedo recordar la angu•lia que
mio>: En un punto concuerdo con ella. Peter Swalet!, autodenominado aentí en ese momento"'°. Esta confidencia fue tildado de -cnlumnin
anabsta punlt, es ot.m talentoso "compMero do viaje" que cacribe este maliciosa• d e Jung••. Además de Oillinky, Carl Moier y Antonia
ensayo haciendo un U30 deliberado del más puro estilo íreudiano. Ex· Wolfl', amonte de Jung, cuentan la mi8ma historia22.
traño juego de falsillcacionet! dobles; él fue un Van Meegeren de un Frente a eat.a revelación, Oay prcacnta UD a rgumonto tan super-
Van Mccgeren'. un metafalsificodor. fluo y singular como el de la sellora Malcolm: • ... las íotograftas quo
. Le señora Malcolm juzgo "posible, aunque poco probable, un af· tenemoo no muestran que Minna llemays haya tenido muy buena
fo.'re de Freud con su cuñada", para concluir que "si él tuvo el infortu· pre&encia .... Pero, Mr. Oay, !!Obre gustol! y colore11 ... ; pars Sachs, por
nio de enamorarse d o la hermana de su mujer, y do embarozarlo y ejemplo, Minnn ora "escultural"'l4. Gay intenta otra refutación: "Pare-
llev~rlo o un aborto ¿ipodrlo haber sido) ton Inhumano como paro ce bastante improbable que Minna llemaya hubieoe confiado un
reahzar, meses después, el brillante e hilarante análisía del lap- a&unto tan íntimo a un completo desconocido~. Pero Jung no era un
sus?"•• <:,I énfas~ ~n "infortunio" et! mio). A ella le parece quo habrla "completo desconocido". Ese afto de 1907 fue de ami•tades instantá·
sido un mf~rt.umo quo Fniud se hubiera enamorado. Que me perde>- neas y fulminantes. Ya vimos, por el relato de Martín Freud, que
ncn la. fem1n1stas, pero és~ ea un tfpioo argumento femenino. Lol Ju.ng habla entrado en llerggasae 19 como UD huracán. ¿Y sí Minna
datos no se reíutan con sent1mient.0a. Además. Freud no tenfa por Bemaya hubiera quedado fascinada por ese forastero alto y apuesto
qué adoptar la ética cristiano de la culpa. Algo que odmiro en él es su que Frcud escuchaba con una 30nrisa? Por otra partAl, la serio de en·
feroz dedicación n la coso analfüca_ ¿Recuerdan el !)Maje?: íennedades de Minna a partir de Trento, explicarla, eegún Swales, la
confet!ión hecha a Jung: la culpa por el amor clandestino habrla h~
!Pera ser un a.nali1ita} hay que volverse una persona malo violar cho estragos.
las reglas, aocrificorse, troicionnr y comportarse oomo el ~isla F1nalmente, 1JOSpecho que Ferenc:zí llOSpecbaba. En la larp carta

466 467
síodo ~rfccta: Wdo encaja para apuntalar lo dramálíca revelación fi- que compra pinturas con los ahorrot de la mujer, o quema loe
nal SwaJes_no fue el primero en dudar de lo aut.entícidad de ese lap- muebles para calentar el taller para au modelo. Sin un poco de
sus Fredenc Raphael, rcse~ando en 1976 el libro do Timpanaro titu- esa cri1nlnnlidad no hay realización verdadera 17•
la~o T~te Freuclta1i Slip\ 1, cues tiono el aliquis, preguntá.ndose ..,¡el
ep1sod10 rcaln1cnte ocurrió. ¿.No serd que ce (ruto do la unaginac·ión En este e.aso, all.quis vnle un Pcnl, una "'perlo: que .un Conqu!sta-
de Freud Y tenla que •~r enmascarodo ... ?•12 Raphoel y Swnles dcs- dor no puedo dejar posar. En segundo lugar, ¿quién dice que Mmna
confiru:on do uno hmtorio too sood to be true. El primero noveüsta de abortó? Pudo haber aido uno falsa alarma ...
profes160. º.º ma~ej~ au ..~reudiana" al dedlllo, y p1enSS:. en términos De hecho en esa época Freud y Minna salían regularmente de
de una fal.s1ficac1ón amngsnana. Swolcs, en cnmbio, concluyo que el vacaciones. J~nes noa cuenta que en el vernno de 1897 hicieron una
asunto es un hecho consumado: Freud preñó a Minna breve visita a Salzburgo y un via¡e prolongado a Traíoi - lugar del
La acusación es sena. En la huella de Swales, es bueno conside- lapsu• de Signorelli- pasando por el Paso de Stelvio, rumbo a Bor-
ra_r que Freud, en 1~ comcntar·1os sobre sus HUc"os, menciona a otros mio, en Italia. '"Después de una noche en un pésimo hotel - nos cuenta
rn1cmbros de 1~ fom11in, pero nunca n ~fin.na, aunque ella ~taba ma· Jooes- toma.ron el tren para Tirana, emprendiendo entonces una lar-
mfiestamente_1mphcada, en el 1ueño del conde Thun, el sue~o Holltr ga caminata por el valle hasta llegar a una aldea llamado Le Preae, a
hurn y, especialmente, en el aucño de la Trimetilo-Minn. Seis anos lo largo del Lago PO<!Chíavo, que Frcud colilicó de lugar •maravíllosa-
má!1:arde, en el otoño de 1913, después de •diecisiete días delício- meote idílico-• ta.
soe . que habla pasad~ en Roro~ con Mmna, Frcud escribe •u "lntro. El argumento mil• fuerte paro creer en esta historia es la rovcla-
ducc160 d~I nan:1au~mo con la misma prisa con que cRcribió el Pro)'Ct:· cíón que debemos a Jung. En 1957, en uno entrevista concedido a ~u
to para Flicss y, en carta o Abroham, él din! que ese "hijo del in<C'Jlto amigo y biógrafo John Billinsky1t, Jung cumta la S1gu1ente h1stona,
me~ 1mpeñecto, hasta mon&truOO!O..."" relacionada con sus primeras visitno a Berggasse 19, en 1907: •Luego
Janet. f\.talcoln1 se demoro en la interprctoción s\valcsiano dol conocí a la her1nano menor de la mujer de Freud. Tenfa uno muy
lapsus a/r'quis para concluir quo *el argumento se presenta tan coh~ buena presencia y no sólo 1abfa baatanle AObre psicoanAlisilf, sino
rentemente deoarrollado y tan firmemente basado on los hechos bio- tambí~n sobro Wdo lo que Froud estaba hocieodo. Pocos dlas después,
gnl~cos ·:· que es pnlclícnmento imP03íble do refutar. Se obtiene una cuando yo visitaba el laborotorio de F"reud, su cu/loda me pre~ntó si
sat1e~acc1ón inmensa al contemplar todo el asunto como un tour ch podla hablar conmigo. Eataba muy perturbada por su relación con
fortt mtelectu~; no hay desperdicio, todas lu pieua calzan como un Preud y se aent!a culpable. Por ella supe que i:-roud la amaba, y qu_e
guante, lns articulaciones son clogantos, pero cst6 todo errodo. Es co- la relación entre ambos ero de hecho muy Intimo. Fuo un d-ubn·
mo un Vcr1neer folsificado por un Van Mecgcrcn• ti (lo deetacado es mienta chocante para mi, y aún ahora puedo nicordar la angw¡tía que
mio>: En un punto concuerdo con ella. Peter Swales. autodenominado 1entí en ese momento"20. Esta confidencu1 fue tildada do •calumnia
analista punk, es otro talentoso ·compallero de viajo" que cocribe este maliciosa• do Jung" . Además de Billinky, Car! Meier y Antonia
ensayo haciendo un uso deliberado del más puro estilo freudiano Ex- Wolff, amanta de Jung, cuentan la misma histori•u.
traJlo juego de fal1ificaciones dobles: él fue un Van Meegcren d~ un Frente o cst.a revelación, Gay presenta un o.rgumento tan super-
Von Meegeren: un metafolsificndor. Ruo y eingulo.r como el de lo señora Malcolm: • ... las fotografTa• quu
. La seftora Malcolm juzga "posible, aunque poco probable, un o{- tenemos no muestran que l\.tinna Bemaya haya tenido muy buena
fo_u ·e de Freud con •u culloda", para concluir que "si él tuvo el infortu- P"'8encia-U. Pero, Mr. Goy, wbre gustos y colores ... ; paro Sachs, por
nio de enamorarec de In hermana de eu mujer, y de embarazarlo y ejemplo, Minna era ·-ulturaJ•l•. Gay intenta otra ~futación: "Pare-
Uev~rla a un aborto ¿(podrla haber aido) tan inhumano como para ce butante improbable que Minna Bemays hubiese confiado un
rcohur, meses despuél, el brillante e hilarante nnálisi• del lap- asunto tan íntimo a un con1pleto desconocido,., Pero Jung no ora un
su1?"16 ~~I énfasi~ ~n •infortunio" es mio). A ello le pnroce que habrlo ºcompleto desconocido". Ese año de 1907 fue de amistades in1tantá-
sido un 1ofo~n10 que Freud se hubiera enamorado. Que me perdo- neaa y fulminantea. Ya vimos, por el relato de Martín Fre.ud •. que
nen las íem1n1st.aa, pe:ro éste oa un t'pico argumento femenino. Los J ung había entrado en Berggasso 19 como un huracán. ¿Y s1 M1nnn
dalos no se refu~an c~n .s entimientos. Además, Frcud no tenía por Bemaya hubiera quedado faocinada por ese forastero alto y opuesto
qué odop!ar la ética cnstrnna de la culpa. Algo que admiro en él es 1u que Freud eeeucbaba con una sonrisa? Por otra parta, la seno de en-
feroz ded1coc16n a lo cosa anaIJbca. ¿R«Uerdan el pasaje?: fonnedades de Minna a partir de Trento, o•plícorla, según Swales, In
COnfe1ión hecha a Jung: la culpa por el amor clandesUno habrlo he-
(Para ser un nn_alista) hay q~e volverse una penlOna mala, violar cho .-ago._
las reglas, aacrificane, tra1c1onar y comportarse como ol arti•t• Finalmente, soopecho que Feronczi sospechaba. En lo larga carta

466 467
del 26 de diciembre do 1912, doadc hablo do au relación con prostitu- mismo modo que la P1W>palo/Ofilo de lo uido cetid1ono y el Proyecto
tas, res_ponaable de su sifilofobia, de su masturbaaón compulo1va, de fueron escritos poro Fliess29.
~· ftlotUJ realizada por un muchacho m(\)'Or, de su Edipo invertido, de w modas pasan, y la Grodiuo es considereda hoy en dla una no-
Juegos sexuales con 8U hermana Gi&eln, él cuenta un sueño en el que vela intrascendente, cuyo mérito ~sido en I~ ing<olenuidad, q~o, según
una &erpicnte s:ilt.a sobre una mujer que se sube a la mesa por t..cmor Mannoni, se prestn para la labor 1nterpre~t1va, como el pnmer sue-
a ser mordida, y acota: "Usted y su cuñada entran en el sueño. En Ita· fto de un paciente que acaba de cooooer el diván....
lia, un led?o con baldaquía que tiene esta forma (intenta dibujarlo y ltsto no era la primera vez que Freud intentaba analizar una no-
no lo consigue) . No sé nado más de esta parte del suc110• . Primero vela· ya en 1889, en carta a Flieaa, habla descifrado Die Richterrn
llJ!OCioción: •A los 14 o ñas me impresionó escuchar que m1 padre Je dt>- t•Lajueza.,), una "novela fan1iliar··2· si.
da~ ~i m~dre que Fulano se habla c~sado con una puta". Segunda •El joven arqueólogo Norbcrt lianold -comienzo el ensayo- h~la
asocmc1ón: 'Usted est.tl en el lugar de m1 padre y su cuñada eo el lugar descubierto en un mu- de antiguedades en Roma. un bll,J~rreheve
de mi madre". Tcn:ero asociación. 'Recuerdo cl dio en que usted vil\ió que lo atrajo inmensamente .. ."32 Se enamoró de la ¡oven griega alll
con su cufloda a ltalio, viajo lil-d-lit {lecho a lecho)"; donde Fcrcnai ~ repreaentada, do andar particularmente llamativo. Hanold_ lo da el
apn!llura o agrc¡nr: "Se trata, naturalmente, de uno idea infantil..,._ nombre de Gradivo: In "joven quo va cnminando"'13. Es dcscnta de lo
~.... es la hiswria de la Minnn Ttimotilamínico. siguiente maaera:
Tal vez, quién sabe, quitá' 1. La cabeza levemente inclinado, tomaba cen la mano izquierda la
cola de su vestido extraordinariamente plegado que le cala deedo
Llegó I~ gran hore de la Grodwa. EstaJnos en los tiempos del in· ta nuca hasta loo tobillos, dejando al descubierto los pies y las
consaenw d_m~1co. Hasta el verano do 1906, el inconsciente y lo repri· aandalias. El pie izquierdo ... sólo tocaba el piso con la punta d~
m1do eran aanónimos, pero aquf los thmi_nos comienzan a d1ferenciaree: loa dedos, mientras que la planta y el talón so levantaban casi
·g1 1nconsc1ente es un término puramente descriptivo e indefi.nido en verticalmente".
muchoa rclncionct; es, Por así decirlo, u.n término estátia,. represión es
un ténnino duWnioo'"". El 1nconllClcnte en estado puro. ' Las fontaslas y sucñO<! en tomo de ella van configurando un d~li­
• ~ p~ncipal producción de 1907 fue El. delirio y los 1udoo .,, lo rio auave en el arqueólogo. Hanold se convence de que su Grad1va
GradlVa de W. Jtn•n21• Eote CnJlllYO U\augura Ja seno de anlllis11 murió enwrrado en la erupción del Vesubio que arrasó Pompcya en
aplicados de Frcud (Schri{len zur angawantdcn Satlenku.1uk ("artlcu· el 79 a.C. La fuerza mítica del delirio lo arrastra a esa ciudad, donde
los oobre psicología aplicada'). Jones lo rccemienda: "El hbro oobre la cleocubre Ja "figura do Gradiva saliendo de una caaa y caminando a
Gradiva es uno de los t-res Wxl-08 de Freud a los que la palabra •Cn· 1u manera peculiar sobre las piedras de Java. cruzando la e.elle, tal
cantador• 80 les puedo aplicar adccuadnmenle· los otros dos por lo amo la habla visto en el suello ... en loe peldallos del Templo de Apo-
menoe en mi opinión, llOO cl libro aobre Leonard¿ y el articulo !El mo- lo... Pero la "visión• no era un fontasmn, sino la bella Zojl. Ella se da
tivo de la elección del cofre"2'1. CDenta del estado mental del joven arqueólogo y, gracia& "al poder cu·
Se trata del análisis de una novela de Jenaen, -.-itor alemán de rativo del amor-, &e convierte en agente de su recuperación. AJ cami·
moda en la época, conltnuador de los folletines góticos tan populnrc• nar frente a él imitando a la Gradiva del bajorrelieve, Zoé encuentra
a mediados del eiglo pnsado. La novela de Jensen, com~ los M1U11oritu la clave terapéutica. Ese andar inconfundible de la joven levanta el
de Schrebcr, fue lectura recomendada por Jung y, según Struchey el Yelo del olvido. Ella enl<lnccs se revela - igual que el Ptljaro Azul de
ensayo habrfa sido escrito cspcciolmentc paro agradar nJ suizo, dcJ U.eterlinck•s_ como una amiga de su infa.n cia, vecina de la misma
ciudad.•

, . • 1. En te~ hi11to~a .JO apo.tarfa mi Standard Ed1t1on a que t'l joven


JUd!o del atiqut• no eXlsb6; o sea, a lft lesia de Rophacl. Exisle, empero, Ja
posibilidad, mencionado por ~tichacl P.lolnar, de que Me joven baya sido •2. El tema de I• novela es el ince•t.o entre hermano.. "Todoa )<NS
Ale.mndre. Freud, que en ..a éJ)Oal andaba tn amoree. Por otrta parte, conflo llt'urótico1 crean una noveha fomHlor (que se hace más oeten.1ible en la
en I~ tenedad de Juns: él no lanzarla un folao rumor ste e1to tipo. ~ ... como d•fon1a contra •I i n - · (carta de Preud o Pli- del 20
part1cularmante en edad avanu.da y con la 1upueet.a sabiduría de un .. Junio de 1898, Corre1pondlncia Sigmund Freud· Wilh~lr11 FIU11, 1986.
Ntud1oeo del I Chutg. Pero. a NI.a altura del can1peonoto ya no pongo la•
manos en el fuego por nadlo, ni aiQ.uieru por 1nf. ' d...,_.
- p . por J. M. MMOOa, lma¡¡o. RlodoJaneiro, p4c. 3l8~
"3. Libro publicaclo un ano de lo -Crodiva" de Freud.

468 469
. El joven, seg.ún Ji'rc~d, padocía un delirio hi11érico31, pero tam· 5 SE, VI , pág 9
bu!n le cabra el diagnóstico de trotomonla ft11d1111a do la poiquialrla 6. SE, VI, págw. 9-10.
francesa11. Un paciente como Honold hobrío eido un bocado de carde- 7. SE, VI, pág. 11.
nal para Clérambault, maeotro de Lacan. 8. SE, 111, pap. 303-23.
9. l'cter ,J. Swoles, •Freud, ~1inno &muya and the ConquClt of Rome·,
. Zoe y Gradiva portan lo metMoro de la pasión arqueológica frou- 1982, Ntw Am.eric.an RtvU!co, P'.i 6.
d1ana, y pueden ser considcrado.8 símbolos de la lransícrencia amoro- 10. se. 111, pág 2s1.
sa en el tratamiento pgiconnalltico3'. La represión que apagó la figu. l l Sebruitiano Timponaro. TM 1-'rtudwn Slip: P$Y<hoa.naly1ia ond Tu·
~· de Zol! en la vido de Hanold corresponde a Pompeya sepultada. ¡.,,,J Cntt<Um, 1976, Londl'ff, Nl.B.
~eolmente -co"?enta Freud- no hay mejor analogfa para lo repre- 12. Frcderic Rnphocl, •A board in tho hund·. New Statemon. julio de
sión ... que el entierro que fue e l destino de Pompeya y del cual la ciu· 1976, páp. 50-1.
dad 11610 podr(a reaparecer gracia• al trabajo de la pala~•. 13. Lydut F1em, A vida rol1dtano de Frtu<I e « u• porttnte&, 1986, Río da
Por •u puesto, Frcu.d •mtió curi081dad por la reacción del padre Jnnciro, L&PM , pág. 142
de!º Grod1va, y le e~v16 un e¡cmplor de su libro Jenscn reopondió 14 Carta de Fttud a Abraham del 16 de mano de 1914. Kilde Abroham
P~ho-analyt1t dialogue: thc Lett~n o{ S1g,nu"d F1"Cud and
y Erne:t. Freud, A
amtt1tosameote, man1íestando que el análi11B de Freud coincidía con
su propia intención nJ escribir la historia·& A Freud también le intere- Karl Abraham, 1001· 19'16, 1965, Nuevo York, &sic Ooob, pág. 167.
15 Janet Maloolm. In tM l'rtud Art:hi,..•, 1984, Nuov• York. KnofT, pág.
saba conocer 1~ opinión de su di~ípulo suiza. Jung elogió el libro, y
Freud retpond16 que esa aprobación era mó• valioso "que el (nplausol 124.
16 !bid
do todo un congreso médico•. Admitía que Ja obra no contenía nado 17. Cart.ft a Pfi6tCr del 5 de nlayo de 1910, Correspor1do.nar de S1s1nun<l
realmente nuevo, pero "Fue escrito en dlas de sol y me dio gran pla- Prtud aUtt lt pasttur Pfi1/,r, 1967, Parít, Gallhnard. pág_74'.
cer ... é l n03 pcrrnitc gozar de nuestra riqueza"40. •s. 18 ErnootJon... op. ct1., I, pág. 337.
El ~rrelieve por el cu~ el héroe de Ja historia se apasiona pue· 19. ,John N. fiillinaky, "Jung and 1-"rcud, the End of o Romtulce?", Ando·
de ser VJoto en ol Musco Ch1aromonw del Vaticnno donde Frcud Jo wr Ntwton Quaurly, 1969, ~· 39-43, citado por ~ter Gay, F'r<ud. uma 01·
descubrió en ese verano de 1906º ¿No aerá - ~ta este arqu•ro do para o nono umpo, 1989, S.n Pablo, Componhio das Letras, pág. 005.
de una ílecha- que Grodiva es Mmna? Major dicho: ¿no •erá que Gro· 20. lbíd •
divo es WlR Qjscla rediviva que &e manifiesta en la figuro de Minna? 21 Blumenthal, '"HdU>ri.an lioka t-retid and w1fe"1 ~U IO\'erf·, New
York 1'rm1, 22 de noviembre da 1981.
22 Patrick t.lohony. °'Fricndsbip and iU Discontent.a", Conl<mporory
P>,cho<ino/)11•, 1979, XV, pap. SS-109.
NOTAS 23. Peter Gay, op. cit., pág. 666.
24 Hannt Sachs, Fnud, Atcuur ond Fri~nd. 1946, Bol-ton, Harvard
Univ. Presa, pág. 72.
l. EmHt Jonee. A vida t n obro d~ S'IJmund Freud, 1989, Río de Janeí· 25. Cart.o. de Jo..crencti a Preud del 26 de diciembre de 1912, S11mu.n d
ro, ! mogo, 11, pág. 152. Yrr.ud·&n.dor Ft~n.cz1, Corre1pon.don«, 1992, Calman· Levy, Parla, pág.
2. Did1tr Andeu, A o~nóbM tÜ F'r<ud •o tk.,.,btrto do pa1can6/1« 472.
1989, Art<it Médicas, Porto Alegre, pág. 230. ' 26 SE, !X, p<lc. 90.
3. !bid. 27. SE, !X, páp. 7-94.
4. SE, VI,"""· 8-9. 28. Emcet Jooee, op. ciL, 11, pág. 34 t.
29. SE, IX. P4 4.
30. O. >.1annoni, Fn11d, el dt1e.ubnmiento <kl incoMciente, 1968, Ducnoe
Ai,.., Oalema, pág. 98.
31 Carta de Preud e Flieu del 20 da Junio de 1898, Cor~spondinc1a
••. La mebifon arquee:>lóciea no e1 nuova: en el cuo dínjoo de Elizabalh 8 11mund Froudl \Vt'lhelm Flit1s, 1986, cornp. por J . M . ~1&MOn, lmo¡o, R'o
v~n R., Froud co1npara au técnico. terapéutica con la exhun1aci6n de uoa de Jantiro, p4g. 318.
ciudad ent.errada (SE, 11, "''· 139). ~ oiloo mú torde utlliu. lo mismo 32. SE, IX, pág. 10.
analotl• pero ilUlt.rar ol t.rabtVo de la reprooión ' 33. lbíd., pá¡¡ 11.
•&. Jenl!en no coooda la obrn da Freud. · 34 SE, IX, "'«· 10.
•&. ~farie IAncer. que tenía una copie en yeso de la Gradivtt en '" 35. SE, IX, páj¡a. 13-4.
con.aullorio, eost.c?nCa qua M:te era el 1nejor libro Pom i.ntrodut:lr aJ le¡o en el ~. Pe~r Gay, op. cll , póg 299.
estudio de loe aucn09 (comunicación penonal). SE, IX, póg. ~o.

470 471
38 Rolond Bro<ú, "SoOro la en>l<><na41a de tranoftttnaa• p.
roond/1ou, 1985, 9..,,_ Aires, ~lanant.al, pdc. 122 ' .._..Y""·
39 l,yd1a F1em, op. cit ., pág. 140.
40. Carta de ••roud a Jung del 26 do m•yo de 1907 p,. d
pond~ncia Completo, 1976, Río de Jonciro lmngo pág 92 u .Ju'Vf, Corrt•·
41. Notas do Slrnchoy, SE, IX, J)dg. 95. ' · ·
CAPÍTULO 28
LAS ODISEAS DE LA PULSIÓN

Si La interpretación de loa sueños oonslituyc el discurso del de·


oeo, los Trta tnaayos d• teor<o auuol 1 deben ser consideradoe el dis-
cuno de la pulaión. Toda la teorla psicoana.lrtica repoga en es!oe doe
textos fundamontales2• EllO<! funcionan en paralelo, como registros
distintos de la misma bdoqucda. A pesar de que los demáa eacritos
hacen rcferencios necesario1 a ambos, elloe mismos rara vez: ec •en·
trerrcmitcn". Los Tres enaoyo1 no están vueltos hacia el deseo que
precisa realiza rae, sino hacin lo pulsióo que necesita ealisfocerse3.
Como el propio titulo indica, la pulsión de la que se trata eo la pul·
oí6n sexual.
Este texto, en el decir do Strachey, rep.....:nt.a, 'junto a Lo útter·
p~tocWll de 1011uelfoo, la contribución psicoana.utica má.s importante
y original ni conocimiento del hombre"4 • Pero no es en los 7\-ts ensa·
yot donde 8C mo.r ca la aparición freudiano del sexo. La preocupación
por el cs¡l<lrma del diablo y otras pulsionea demonlacat estaba pre-
-te desde loe E1tudúxl sol>~ lo hioúria.

¡Ah, si yo supiese por qué el semen del diablo es siempre descrito


como helodo en la historio do las brujas!••.•

Como lo ae~ala Renato Mezan, "Froud conoce a las brujas desde


mucho tiempo a.n tes; ellas formaban parte de las fobias de Cllcilie y
del articulo IObre la ~ria, para la enciclopedia de Villaret, donde
menciona Ju blasfemias de las monjas medievales,..· 1. Su i.n teres por
lu obras del Maligno es obvio: le ¡l<lrmiten universalizar lo que hasta
•tonces sólo ern visto en el dominio de la psicopatologío. La palabra
de las histéricu encuentra su confirmación en loe archivOI oclesiásti·
- · Además, "el demonio que se apoderaba de lu pobre<:ítu invaria·
blemente ab....,ba de ella.a sexualmente-., lo que ratificaba la teorla
do la seducción precoz: el Diablo encarna al padre seductor.
¿Qué medirlas si yo te contese que todo mi novísima prehistoria
de la histAlria yo era conocida y fue pubUcadn más de cien vece&,

472 473
.,.,,- en 1888 Kratn·Ebing y Havelock Elha lanuron los término•
hace ya muchos siglos? No oé •i ni •13d1smo·, •maBOquunno· y "'n.a.rcisismo·. El campo estaba nombrado
en que la teorfa medieval de 1 recue as que yo &1empre UlS>lb ¡,,t.o para .. r subvertido por la revolución íreud1ana. '
buna1es edes1asucos era idé: ª. poees16n, sustentada por los tri- AqUi eotram<JS en el tnfasis que puso Freud en el erotismo. Pero
oxlrallo en la histeri~ y de la ~~~ca.: n;ei;tra t~rfa de un cuerpo él no fue el primero en afirmar que el aexo ..U on la bue de la con-
lu confeaioneol de ellas bajo to~' n e a conaC'!C1a... ;.Por quO ducta huinan&. Para Sebopenhauer, Eros era la mayor afirmación vi·
~ semeJanta
municociones de mis paciente8 en ratrasotanmiento psfquico?t a l3s co-- tal El Solít3riO do Francfort afirmaba que •el deseo de los~ (del
i-sbnl es copular" El aexo era una voluntad, una fuena ciega, bM·
La pare¡a "Bruja·H1stérica" 1 ~ tante ..,majante al Ello groddekiano. Pero loa solitarios de Viena y de
contrapunto continúa; "La idead o i:;cina En otra carta a Flicss el f,-ancfort, a au ve'l, tuvieron un precursor: Linneo. Linneo fu~ el
nando fuerza ... El .vuelo• de cUa: es;'.,;=ª~ las brujas vaga· Freud de la botánica. Con •l. el aparato sexual de las plantas pasa a
~n eds, prob!'blemeote, el .gran Señor
.,. e que 1as perversiones, de las 1
P:n~ ,~· ~
•• .;.,,, que mon·
. . . u ¡uega con la
ser la clave clasificntoria del reino vegetal (nomenclatura binomial'
De la mioma manera que el padre del poicoanálisis, el padre de la bo-
serian el remanente do un antiguo cu.:; ea lj .h ist4_na.., el negativo, tánico taJll.bién fue atacado pcr esa •grosera lucivia" de ver auo ha&-
Pr6nmo puede haber sido a1gun • c to re 'i:'º80• que en Onente
El Imperio del Oran Scilor Pene a' ez una religión (Moloch, Astarlér. ta ... la& yuyog"-
EI sexo está en todo lugar y desde el comienxo de loa tiempos El
_Oespuh del ~lo de I~ Traumd• 1 ~ilils acaba con el mito de la infancia inocente. En el lugar del
1'! uida ~u11ana habla tenido buena ~dwyr. 1a p.•u:cpalolog(a
·
d• niño puro, tenemos el ·ecw Perverso Pohmorfo", criatura de puro
x1stenaa pacífica apuntaba en el h ª~ a u.na nueva tra de coe- pla<er Cooviene recordar que, en la primera edición de loa Tres,....,.
qu1ebran el inapiente idilio. Frcud o~~onte Pero l.os Tres en.sayo$ yos, Freud aún no admitfa una organi1ac16n erótJce. anterior a la pu·
más un espfrilu 00-no y pe!" ~ só 8 ser considerado una vex bertad Lo que habla en la 1nfanc1a era una sexualidad anárquica. h·
dignación. La P#yehopallu.a ~- ; era el S<'XO la causa do la in· pda a las ioou OT6genas. El niño polimorfo fue heredero de la ieorfa
un best-aellu respetable. Ellenbe;',:,. 5 ~am·Ebmg segufa siendo
0
de la seducción, casi pero no totalmente abandonada. Frt<>d ..,;;ala
e.-mo estaba de moda F d y u oway demuestran que el ·s. la mnuenaa de la aeducción, los niilo• pueden volverse perver·
las pervors1onos en u.n o n...;ati!'°:
lo normal y lo perverso Y __
•;:;parte, en lugar de catalogar
ru ta, abolio las fronteras entre
aos polimorfos, lo que puede acarrear irregularidades aexuales de
todo upo·t>. Eae ·sajelo en paAalea·, como lo denomina Aureho Sou·
to Y 1a 8351
.......,. • . -- fJl'.\peorar laa cosas'entre e l sexo adul-
..u.8 inocencia infantil El 1 u 11, todaVla no era, paradó¡1camente, una criatura aexual. El i.n fante
a la galena de aberraciones .;i cctor .. senlfa tranquilo frente perverso desemboca en ese niño trág¡co llamado Edipo, cnatun del
n. ae aobresalto.ba ante eaa sexu ea qu_e no eren 1as suyas, pero ahcr clelltino que mata en las encruci¡adas de su inconsciente. A partir de
~l libro se divide en tr~~=e!róbca que era su fiel re~ejo•• u. allJ las perversionea pasan a tier una clasificatona Erótica lY no una
i
rraCIOftes snuates• trata d 1 d La pnmera, llamada Las abe· - a f i a), que mtenta dar cuenta do las desviaciones del hombre y
xual. El tono s1ernpr~ es de11<:: °"d ' erentes desvíos del instinto ..,.
¿Qui: es una perversido., ma o. por momentos k.rafftebinguiano. también de su norma.
c..nencem..- por la libido: "La cone<'pción popular disungue en·
tre el hambre y el amor, viéndolos como repreaentantes de los instin-
que Uama la atención es que el te~ e as perversiones, lo primero
Cuando se entra en el .domini d J •
io. que velan por la autoconservacióo y los 1ruiúntoe sexuales que ve-
mamenle contemporáneo Las a..como ob¡eto de estudio, es su· lan por la rcproducc16n. A la fueri:a que representa a la pul8ión
tan antiguaa como la p...;pia J:(;:::"'/:,¡es,
por supuesto, 80ll vie¡as, sexual en la mente la llamamos •libido- -<leseo erótico- y la encara-
~u, es tan poco imaginativo u~ . e.m'~' n~est.ro siglo, segón mos como an61oga a la fueru del hambre o la voluntad del poder y
s1ón, aunque eso es discutible Noq 1 ·~· 11qwera mvent6 su perver-
17
las otras inclinaciones entre las tend<nc1aa del yo" • La hbido •el
CODtag)OSO& di.-po•ibvos como .e l va':u~ ar que .apnrcdcron nuevos y
Uno, los piedras en venta del Muro d : : :~ vie~es 13, la Fórmula
-..w ele las tranSfonnaoonea montal"" de la pulsión oexual.
Muchas hadas fueron convidadas al baile del Amor •El Dócloo
to de enanos Y el binóculo ultruóni e r tn, el mcm.1>le lanza.míen· de lo que des>gnamoe COD el nombre de amor está formado por lo que
maquinamos nuev grandea co de Epeon.._ Lo cierto et que no "' llama u•ualmente amor y que los poetaS canlan... Amor entre lo6
88
nombres eruditos Ali fue como ccpasB•net
pervenaa,
acuñó elpero las rotulam..-
nombre con
de "fetichís·

"2. u
1u roble ... -1eci-rn.Oó una fito/iba: IQ&abe abrazada al t.roae0 et.
íavont.o.
475
474
sexos, que tiene como fin la cópuJa. Pero no disociamos lo que junto
a .eso, encierra la palabr!' amor, ni el amor a sí mismo, por u~ lado,
°""" parres
d 108
del cuerpo -boca y ano, principalment&- toman lugar
órganos genitales. transgresión puede apuntar a obJcto• no
La
~I

n1 por el otro el amor fí~1al, ns! como la amistad y ol amor entre los .~atómicos, como el ~apato do t.aco. alto del fotichista. En el se'!"undo
hombres, en genera), o incluso el opcgo a objetos concretos e idea 8 bgrupo de lot {ijo.c1ones efl tBIOdlOS pre/1minores, se realzan ciertos
abstractas... Encontramoo, por tanto, que Ja lengua creó en la pala· ournpone~tes de la pulsión, quo sustituyen la relación sexuul normal.
~ra .•amor•, en su.a múltiples acepciones, una slnte1i1 plenamente
¡ustifícada•.
Hay insistencia en el estadio preliminar; el .•~x1liar ~rótico_ pnll~ a d'!"
rninar la eecena Es el caso de la ~escopofilia. y del exhi~1c1on1smo ;
Ahora bi~o, la art!culoción entre lot sexos nunca es perfecta. Hto es el dl'SOO tot.alizante de mirar o ser mirado. Lo mismo le cabe
P.unto do ~art1da del pnmer ensayo: •La opinión popular tiene ideos al par ~do-mosoquista. Aquí, en la valorización excesiva de 1ns '"cari-
bien dc~n1das sobre In naturaleza y las caracterlsticns de la pulsión. cias sexuales" entra tarnbión c1 amor cortés que, ~orno vcremo~,
Se considera que eUa es.tA ausente en Ja infancia, para establecerse Freud repudia, olvidando 10<! tiempos en que Mnrtha Vlvia en el casti-
en la pubertad, en relación con los Proceti-06 de maduración revelán- llCI de Wandsbek.
dose, fino.l mente, en la írresistible atraccjón de un acxo ~r el otro La mayoria de caos deoYI08 funcionan de manera moderad~ en la
donde ae preeume que la finalidad e.i la unión sexual ... ·11 ' vida erótica do todos nosotra.. La excl1Uividod y la (ijaci611 hacen la
La finalidad úl!imo de este l<!xto apunta a demoler I• teoría ario- diferencio. Se puede decir que lo pulsión es perversa por cnrecer de la
tofán1cl\ do In ""media no.ranja". El soxo comienza antc8 1 In unión nun - •lealtad ciego" do los instintOI! en el animal. Freud añade: •No PBf'<'."•
ca ea.pcrrc~ta, In pulsión no tiene dcetinatario fijo 0 predestinado, probable que In pulsión sea, en primer lugnr. deP<;nd1enl<! de su ObJe-
pero incentiva toda lo conducta humano. En nuestro poao por Ja Tie- to", ni es probable que, en su origen, esté determinada por'°" atrae·
rra ~moe ~cterose.xualea, h~mose.xuole3, bisexuales, tnnsexuales y tívoe de su objeto....
lam~1én unosez, en la reducción masturbatoria. El •UJeto hablante ea
un bicho sexuado no ....,,uelto por su propia naturaleza. El primer ensayo, en apariencia, no innova_. Parte de ~n saber
La n~ rcsoluc.6n 8C l~amn neurosi8. En las primeros formulacio- conatitujdo quo no intenta continuar o rcfut.or, 8lOO subvertir. Freud
nes freud1a~n.s .la neuroeu1 apareoo como el reverso de lo perversión, no propono uno lt.>oría sexual nuis. Él no euecribe la poslur~ tcóri~a
lo cual.no.e1gn1fica que &con cara y cruz de la mismo moneda: las de Krafft..Ebin¡:, Moll o Havolock Ellis, sino que marca lo d1fcrenc1a
neuroe1~ tu~nen sus dcfc~aas espec_íficaa. Por otra parte, neurosis y ..,.. el punto do vista psicoonolltico. Adelanta una noaón provocativa:
perversión 1~elen coex11tir ~n el mismo individuo. Con una reserYa~ la sexualidad humana, eo al mioma, es aberrante-aberrante en.rela-
se. puede dec1r que perver11ón es sexo, cualquier acxo. Dado un co-- ción con Jo función especffica de la reproducción. Apunta a la aot1sfac·
mienzo tan cscabroso, lo curiOBo es que no nos apartemos más do la ci<ln y no a la reproducción . L.tta teorías eltistcntes repoanbon en. la
norma, do nuestra querida e ínsoportablo Norma. noción de ir11t111to; Fr-eud coloca en su lugar o In pulsión.. Ln puls1ón
El patrón que .mide todo perversión ca el coito heterosexual. La como desvfo del instinto. Lo sexualidad humnna representa una
perversión es defimdo como Jo actividad erótica que no termina en c»- mutación en el reino de los momlferos. Por cato la fínolidod del pri·
puJa, en un lugar Y un momento dete.rmi.nados 1•. Freud coincide con mero de los Trr• .,,...,,..,. •• mostrar basta qu~ p~to ~I "";~ oupera
la sexolog1a del momento, para luego organizar la maaa aparente. m mucho 10<! Um1tes impuestoa por las tooríu instintiVlStall .
mente heterogé~ea de 101 desvfos ."º
doo grandes grupoo, segiln •e Freud hoblo de la fi.¡e.nt< y lo meto de laa pulsiones. La fuente es
trate do un dcsv10 en cuanto al ob¡eto de Jo pulsión o respecto de su una estimuloclón que surge on alguna parte del cuerpo; lo meta: dar
meta. nn a ese C8lÍnlu1o. En ese punto 80 incorpora la noción de tOllOB er6ge·
. El desvío del prim~r tipo incluye 10<! cambioo en el 1cxo, la condi- """· otro concepto tomado de Fliess, que introduce un refcr:cnte aná·
r
ción la Cllpec1e del ob¡eto, tal como aucede en la necrofilia y en zoo.
lagrua. La bo~osexualidad, que Freud prefiere llamar •inversión·,
tomo-fisiolói¡ico. Luego, a partir de 1915, •despuéa de n:flex1onar y d_e
tomar en cuenta otras observa.c1ones, fui llevado a atrtbu1r la cuali-
es la nave capitana de Mte grupo -la mejor estudiada. Hay inver- dad de e.rogencidnd a todas las pa~ del cuc~ y a todos 1~ órganos
sión de} ~xo del objeto ~Cl!<lado. Hablando de los factoroo congénitos lntemoo-22. Frcnta o dicho cuerpo "imantado , Serge Leclo1re se pre·
Y odqu~ndoa, Fr~ud adhiere plenamente al concepto fliessiano de bi· IUnta: ¿de qué cuerpo se troto? Yo que en el •conjunto escrito baj~ di·
sexuahdad. Ln 1nverei6n e• explicada por una fijación precoz e in· •ho nombre por In anátomo-fisiologfa no hobrin lugar en lo• láminas
tens~ a lo madre, con la subsiguiente identificación con la imago fe-
menma.
Los dCllvfO<! d~ la -to oe dividen en dos eubgrupoe: tra~nsi6n
anat6mico Y fv~ne• tn e1tadios PTTlilnin.ore.1. En el primero ca.80, •4, Coeu Qut 1( •uoede con e1 in.Unto animal.

476 477
descriptiv~ para ese órgano rantasma que f?!; el pene de la mujer, ni za moral de la sociedad", servia en primer lugar para propagar el te-
habría ocasión, en el metabolismo de las necesidades fundamentales rror en cuanto a los efectos perniciosos de la lujuria, el fantasma do
para ese objeto alucinado que es el pocho perdido"Zl. ' las enfermedades venéreas y el cuco de la sífilis28 . El semen del Día·
E.1cuerpo psjcoanalític?, con sus vaginas dentatasJ sus placentas blo continuaba helado'•.
oceánicas, sus pezones alucinados, es fantasmático. El deseo se dirige Freud como vimos, plantea el punto de vista, entonces inusita·
hacia el cuerpo fantasma y no hacia el cuerpo real. E• en el nivel de do de que ~l sujeto en panales es un ente sexuado, capaz de lascivia
la representación donde desfila la caravana erótica. Cuando trata la d~de el inicio de la vida y que las pulsiones sexuales sufren un desa·
"sexualidad 1nadura", Freud "apoya" ese término en la función de rrollo progresivo hasta los cuatro años de edad. El lapso que va desde
procrear, llegando incluso a apelar a un instinto de conservación de Jos 4 hasta los 11 años fue denominado "periodo de latencia"•. exp_re-
la especie. Pero, se pregunta Garcia-Roza: "¿Es la propia función de sión sugerida por Flies.s. Periodo asexual. marca~? por~ª. ~echn.ac1ón
reproch,~cción la Q';'e ~ncede primacía a la zona genital?; o será, por el del complejo de Edipo, explicada en térmmos de 1mpos1?1hdad mter·
contrario, ¿la genitahdad la que le otorga a esta función la importan- na", do u.na especie de discordancia entro estructura cd1p1ca e 1nma·
cta de que ella se reviste? ¿Prima la necesidad o el deseo?"'2<1 Es pro· durez biológica29• .
bable que Freud basándose en la "selección sexual" de Oarwin diera Las primeras nlanifestaciones del erotismo se relacionan con
prioridad a la necesidad. Esto rige hasta la aparición de Más o.llá del funciones fisicas no genitales: la alimentación y la defecación, activi·
principio de placer. dadcs autoeróticas que buscan la satisfacción de estímulos emanados
. Lue-go tenemos un abordaje de la sexualidad en las psiconeurcr de las zonas erógenas. Freud distinguía dos fases: la oral y la sádico-
sis. El síntoma es el sexo del individuo neurótico. Hay placer en el anal. ~1ás tarde, Abraham diferenciará dos subfases en cada una,
síntoma. Dct.rás de los síntomas neuróticos se pueden encontrar la agregando los estadios fálico y genital. . .
mayoría de las perversiones enumeradas. Freud en una carta a Fliess de 1899, se refirió por primera vez
La "'1netáfora ética ..'. el punto central del primer ensayo, insiste al autoeroi.isnio caracterizándolo como ...la más inferior de las capas
en afirmar que la sexuahdad .. normal" y la ..invertida" están íntima· sexuales", que actúa con independencia de cualqui~r fin psicosex~al
mente relacionadas, a pesar de Jos intentos de la cultura de mante- w.y exige solamente sensaciones locales de satisfacc1ón"30. El término
nerlas separadas. Así: "'Pueden darse diferencias cualitativas en fue tomado de Havelock Ellis, que lo había introducido un año antes
cuanto a los resultados [actividades sexualesJ, pero el análisis mues· en un artículo titulado "Autoerotism: A Psychological Study". Los
tra que entre Jos factores determinantes las diferencias son sólo Tres ensayos lo utilizan para designar un momento.ori~aJ d_e la se·
cuantitativas"25. xualidad infantil en el cual la pulsión encuentra sat1sfacc16n sin recu-
El segundo ensayo presenta la teoría de la sexualidad infantil rrir a un objeto externo. Frcud no está proponiendo 1~ existencia de
P.ieza esencial eo la arquitectura total. Se parte de la aninesio infan~ un estado primordial "anobjetal", sino el carácter contingente del ob-
~1-l, o sea de la razón por la cual el erotismo ínfantil pasó tanto tiempo jeto de la pulsión sexual, lo que anticipa al objeto parcial kleiniano.
ignorado. Pocos son l?S que recuerdan los acontecimientos de los pri· Antes de la fase autoerótica tenemos un período en el cual la pul·
meros tres años de vida. Por eso se daba prioridad a la herencia de sión se satisface por apoyoºG en la pulsión de autoconservación, y esa
0:0 atavismo ~istante, mi~ntras que se desconocía el período prehistó- satisfacción se da gracias a un objeto: el pecho materno31 • El pecho,
nco más pr~XJmo, el erotismo de la primera infancia (incluso lo igno- paradigma de apoyo:
~aba el pediatra Freud). En ese sentido, la amnesia infantil era una
1on1ensa represión colectiva. Dicho de otro modo: todos tenían con.. Parece del mismo modo, que el niño, al chupar, busca en ese acto
ciencia de ese "'apagón.. universal, pero nadie había pensado extraer un pla~r ya experimentado y que ahora retorna a la memoria ...
las conclusiones correspondientes. Verdadera amnesia de la amnesia. Es fácil ver en qué circunstancias el niño, por primera vez, expe.-
Los Tres ensayos le recuerdan al mundo algunas cosas que el rimentó ese placer que en adelante intentará renovar. Fue esta
mundo no quería repensar. Freud no fue el ilnico ni el primero en re- actividad inicial, esencial para la vida, la que lo encantinó a chu·
conocer esa prehistoria. Los victorianos la verdad sea dicha eran
mucho n1cnos puritanos con relación a I~ erótico que lo que s~s de·
tract~res pensabai;i26. Foucault documenta que el sexo era tema de
estudio de los médicos de la épocaZ'. Los médicos tal vez· los sexólo- •s. H()y on día, con el fantasma del SlOA vuelven ecos del ~d().
~· no. ~ciencia que .se constituye en el siglo XIX bajo eÍ nombre de •s. El término apoy<> () o.naclisi& CAnlehnungs, on alemán) designa ~a~
~exología se caractent.aba por su pauta reaccionarja; basada, como lación que ta.s puJs:iones sexuales mantienen originalme:ntc con las fu?c1ones
dice Mezan, en el deseo de asegurar el ""v~gor de la especie• y la ..puro-- vitales que lé proporcionan una fuente orgánica, una dirección Y un obJéto.

478 479
por el pecho motemo o todo lo que lo sustituye. Dirfamoe que loo puede dejar de pensar que ese cuadro persiste como prototipo d~ la
labios dosempchron el pap<!I de zona crógcna, y que la ••tisfac· erprcsión do la satisíacaón acxual en la vida ultenor El intento de
ci6n causada por el nllujo de leche tibia cswbn e<;trictamcnte li· repetir la snlioíac<oión ocxuol se de<1liga nhora de lo necesidad do nu-
godo ni acto de •ociar el hombre. La actividad sexual primera· trinJe -separación que se vuelve inevit.&ble cuando opor«en 108 dic.n·
n1cntc se apoyó sobre uno función que 1irve para conservar la teS y el alimento no cs ingerido sólo por succión sino que tombién e.
vida, de la cual Ml hizo independiente mruo larde (Ínt!!e ~da masticado El niño no usa un cuerpo extra.llo para chupar; prefiero
en 19151'°. una parte de su propia piel porque e1 más conveniente, porque lo
independito del mundo e<terior, y porque de esto manera él se pro·
El it.incrario está períectnnlcnte indicodo: lo vida scxunl del porciona, p0r aaf decir, uno segunda zonn crógena, ounque do calidad
adulto se apoya en un modelo preexistente: el movimiento opera en inforior'3 1.
loo doo ll<'ntidos: lo que ocurre ahoro 11610 se eoclorece por su apoyo en Aquí Lacan añade: •La propia demanda oral tiene otro sentido,
experiencias anterioreoo, y éstaJI prcfi¡,'UJ"31l lo que vendrá. Do """ roa· más allá de eatisíacer el hambre. Es una demanda MlXU&I. Ella es ca·
nera desde el pecho o la cópula, apoyo y posterioridad enlrnn en un niballsticn, y el canibalismo tiene un sentido sexual"... Las mamás
juego dialéctico, bien estudiado por Claudc Lo Gucn33. En 0868 condi· eon comidas. . . .
ciones, Freud aliado: La pn.«upaci6n de Froud era oponer una sexualidad míanltl de-
aorganizado a una sexualidad organíuda, a partir de la pub<!rtod,
Nucstro estudio del neto de succionarse el pulgar, el chupar sen- bajo la primocfa genitol. Sólo después de la. concepción .de una '?'11º"'-
sual, ya nos bnndó las tres caracteñstiCIU ell<'nciales de una ma· zo<:uSn P,..8'ml<J/ pasa a aer posible la noaón de "fa&e de la hb1do3'.
niíestación sexunl infantil. En su origen ello se apoyo en una de Su carácter subversivo queda enmascarado cuando se lee la \ 1erelón
laa funciones somt\Licas vitales; nún no ticno objeto sexuol, es au· definitiva sin reparar en las fechas de los alladídos de 1910, 19\5,
toorólica y está dominada por una zona erógeno:M. 11120 y 1924. Todoe cal.os datos apuntan en la misma dirección: di•mi-
nuir el car~ter aberranto de la sexualidad. Hablan de la "organiu-
Para Garcia·Roza, esta •función somática vital• que posee una cíón sexual en los estad1oe iníantilcs", reduciendo por tanto el poli·
fuente, una meto y una dirección específicas es el instinto". El mode- morfismo de lo edición original.
lo lo con•tituye la o.hmcntación del lactonte. Aquf, empero, no esta· Una vez más entra Fliesa en la historia. Tiene quo ver con el uso
mos hablMdo del pecho sino de la leche, ya quo ella es la que satisfa- del término •rase·. Freud lo emplea para designar las etopas do In
ce el "Clltodo de neceoidod orgánica caracwri:uido por el hambre.... Al evolución de lo libido. Fue tombién implica ciclos. Ciclos terreootrce,
mismo tiempo, en paralelo, se d'""'rrolla un proceoo de natural.u se- ciclos ce1cstee, ciclos lunares, cidos fltcuianos ...
xual: la excitación lab1opalatioa bnnda un exe«lente de aat.iaíacción,
una vuelta de tuerca, que no es reducible a la saciedad alimentaria. Era el din 12 de noviembre de 1897; el sol cotaba precisamente
El objeto del instinto es la leche; el objete de la pulsión sexual es el en el cuodrantc este; Mercurio y Venus ee encontraban en con ..
pecho materno. Freud es explícito: "Fue en su primera y mú vital ac- juncióo .... Es verdad, lo& anunciOI de nacimiento ya no comien-
tividad, chupando el pecho, que .. romiliariió con ""°placer. Los la-
bios del nit.o. a nuestro juicio, se c:omportan como una zona crógena
zan aaf. Fue el 12 do noviembre, un dla dominado por una ja-
queca del lado izquierdo ... cuando, después de los pavorosos
que se MOC:ia, en el primer caso, a la satisfacción de la nec:ca1dad de dolorca de pano de la• últimas 8Cmonas, di a lut un nuevo cono·
nutrición . Al principio, la actividad sexual 80 liga a funciones que cimiento••.
atienden a la finalidad do autoconocrvación y 11610 más tordo se hace
independiente. Ne.dio que hayo visto a un bcbó reclinarse saciado ¿Cuál era el "nuevo conocimiento"?
junto al pecho, y donnír con los cachetes rosados y una soo.nt& feliz"' La t.eorla del desanollo libidinal. La represión de las zonaa eró-
cenaa ocupa el centro de la explicación dinámica do laa neurosis. L88

'7. Otro3, en efccto. habían docurncnt.ado élt.c "pequeño orgoamo" deJ


lactante. puticulo.nnentt un pedialra hóngaro. Undner, quien t101tenía que •s. He conaultado al Profeeor Wald1r Buonedei. qui~ me informó que
el beW. • •tJ?pelido a chupar no 16lo por hambtt, 1100 también por el d~ . . esa fecha Venus atabe en 2r de Ubre, y Mercurio en n- de EM:iorpto
~ graunc.c;6n •r6tica ($. Lindnu, "Du Sougen an den Fiorem, Uppen bei l'reud abUN.bo de loo cicloo. Setr>ln el Prof...- Buonedei, autoridad en la ma·
deo Kiodem, Jar6uch {ilr Kwhr/u,11kun<k, 1879, P'ic 68, citado por Freud). loria, eaa col\) unción 8610 ocurrió el 17 de abril de 1898.

480 481
M!xualidad infantil -escribe •'reud a Abraham en. 1908- forta·
zonas crógcnas son suce:sivan1cnte rcprin1idas, n fin de que los "im· ci• 8 la . . de que loe Tru tnsoyos &0n una realu.aaón compara-
tece mi opm16 n .. ,
puls09 del desarrollo IA!ngan un ordenamiento cronológfoo d1fen?nt.e
La '"t • rpretoci6n
· d• los sue~os ' · .
en los sexoe femenino y 1nasculino". ble n En . _
su pnme .... ·ed'ici
' ón • ..., librito de 90 páginas_..,
era "tan expl081·
El tercer ensayo está dedicado a los cambios que ocurren en la cota Pewr Gay- como una granada de mano . . .
pubertad, cuando el individuo alcsnza el ..tadio final de primacfa ge- vo ~~ 1925, en la sexta y última ~dición que nparec1ó en vida de
nital. Los tcndencías prcgenitnles, o tendencias porcialcs, finnlmente d 1 texto superaba las 120 páginas.
se orquestan rumbo a In sexualidad madura. Muchos de loa compo- ¡
Freu eFreud no era un pansex-ualisto, ~ e~ senti~o en que tal ":'ºz 1..0
nentes iniciales adquieren una función en In vido adulto, propiciando S "d0 Reich Estaba lcj08 de cualqwer Imperio de 106 Sentidoe ,
lo que Freud denominó "placer previo", que él dístingufa del "placer haYª 11 . · reformar las acbtudes respecte de la sexualidad.
final•. Ejemplo obvio: el beso nuestro de todos loa días. Pero ese beoo, aunque aspirara 0. .ó mo un ingenuo gurú de los placeres cornalcs;
que otrora fue el ósculo para In Dama Martha, no tiene buena acogi- freud nun~a se e~gi ::,.tales no se desarrollaron como el rc1to de la
da en csw wrcer ensayo. Freud manifiesta poca simpatfa por el pla· llegó a decir que °"&~--1 .
fonna humana, en el sentido do la be11cza 'pues 1
• •con..,rvan au molde
t al'dad es tan
cer p~v·io. Los prchminares del acto sexual son una etapa necesario, . al" y en consecuencia, '"también el amor en a ac u i
aunque peligrosa: "si, en cualquier momento de 108 proccs08 prepara- an1m , . . ..41
· l en su escnC'la como siempre · .
torios, el placer pn?liminar resulta dema.o1ado inwnso y el elemento an1m..'.'as posibles conquistas de la Di.osa Libido no le _despierta(~
de ten•ión demasiado pequeño, desaparece la energía pulsional nec~ ranz.a ni tiene noetalgia de su antiguo poder. -~en"!' tanto .
&aria para ecguir adelante con el cronograma sexual , el camino se ..pe . . . dnd orgiástica como el púdico ascetismo VlCtonan: Los anti·
pennis~";.¡¡caban loe instintos y, a causa de ello, estaban dispuestos a
~os.~1 ar incluso un objeto ¡nferior; en cuanto a nosotros encontr~·
acorto., y el acto preparatorio sustituye al fin sexual normal"'º· Lo
que Frcud Uom6 '"criterio económico~ hace de la sexualidad una canti-
dad limitada, que se consume de unn manera avarienta. Cualquier dignos d~~preciablc lu actividad erótica en si mismo, y sólo la consent1·
psicología hedonista proyectarlo uno imagen de armoniosa grntifica.. mmos por (0& mént.ool 1 b·-·-·••
· de o i~~ · á • •
ción mutuo: la cooeepción freudiana del placer. por el contrario. au-
giere, un "trueque de tontos" en el cunl cada uno llega a la conclusión
de que invistió más libido que la que moreda el "objeto"" Freud
Ndo es
Frou ya cscr1 1 • 1
r::
cas~b~ól q~"J.:. r::•d:~~C1~~ ~:rru":~~ax;t<' i~tc•::nc:i'e~
l mi8mo mov1mlento
nunca presentó una metapsicologfa erótica. Fue La.can, finalmente. libro es de1mitificar ;~n~ ª'f!~~~: ;:it:~:I texto constituyen 1~
7
:~g~;.:;,:~.e~~~~~ina ia "odisea de la pulsibeón•. A1r• te::,~~c~~
con su distinción entre placer y goce, quien recorrió unn senda en la
que el octo sexual no existe, nunca existe. . rdido n la primera parte, sobre 1as a rrac1 00 08 '
A pnrt.ir de la pubertad se dividen las agu8JI entre varones y ni·
ftas. En esn diferenciación, el patrón, en el sentido de defaull, era In
~~::~= apoya~o, en lo sexual!dnd infantll,hy c1t indstinto.re:~:7f~~~
,¡,, n la orW final A este 1)11.imo Laplanc e o enomm
pulsión masculina. Frcud soniene que la libido de la nifta es mAs unit~do, :a que lo q~e se rc<Jncuentra, difie~ considera~:;cn~:,:
masculina que femenina, dado que su actividad Rutoerótica 8-0 centra el acr humano, de la noción de instmto••. Odisea que va ee 1
en el clft.oris. 11:1 Ucgó a decir que toda libido es masculina. Mejor di· tinto basta la pulsió" de muerW.
cho, la libido no tiene sexo. El hecho es que, en el caso de los hom·
brcs, el principaJ órgano sexual es siempre el mismo, el Señor Pt1t1,
mientras que las mujeres tiene" que Pal!llr del clítoria a la vagina,
tran•ició" minada de pehgroe y vici•itudea. De all! que lao majeres
sean proclives a wner más problem03 sexuales. Lo que Freud no ¡>o- NO'l'AS
dia decir, bajo pena de un oprobio aun mayor, es que toda sexualidad
es perversa. Casi lo dijo. No existe una.diferencio taxativa entre lns
pulsiones pregenitales y lrui genital ... U"aa y otras llevan al acto. La 1 SE Vil, p6p. 126-248.
apuesta sexual es perversa, 831ta por encima do las dcfcnsna, mejor 2: O. ~1annoni, Froud e o psicondli,., 1976, pág. 77.
oún, st:'duce las defensas en un juego de escondido.e erótico. 3. lbfd' páp 77-78
Los Tru M$Oy<n funcionaron como ºBiblia Sexual•. Freud fue
descubriendo gradualmente los ºusos estratégicos" do este ensayo en
~~~~d°"r'e~~~ Fliul del 24 de enero de 1897. Cor~~~=d.:J~c:
:.
S~""""' p,.wJ.Wilh.dm Fli<11. 1986. comp porJ M. M._.., ..,_,,-,
la defensa del psicoané.liti• contra sus detractores. El texto pasaré a
ser piedra de toque po.ra separar a loa lealea de los disidentes, Janciro, ptiJ. 228.
6. S&. 1, pág O .
convirtiéndose en ol dogma do ro que espantó a Jung4•. "La reitisten·
483
482
•&.SE. VII. P'g. 149
7. Renato ti.1ezon. F'rcud, ~naodor do cuJlurtJ, 1985, San Pablo. Bttt1i· • . pá 156
lie....,, ptlc. 314. 47. RicfT, op. "'1'" hg. Le ~oun:oi1n~nt biolos1.ont d~ la •xuol&tl c.Mz
8. Carta de Proud a F1iC1t1 del 24 enero de 1897, Cor~1pondi11c:ia Sig· 48 Jeoo Lop a.ne e, ''
f rtud. °i993, Paril, Synthtlobo. pág. 24.
mund Frtud· W1/M1m F/Í<,., P'IC· 228.
9. Carta de F'reud o Flie., del 17 de enero de 1897, Corre1pondlnci4 Sig·
mund Frtud· WiJh~lm Fliu:I, ibfd
10. Carta de l"N>ud a Pli... del 24 de enero de 1897, 1bíd., 1>4g. 227.
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45. SE, XI, J>ár. 183.
485
484
por sus traves uras, re¡,rist,raban sus sueños, encontraban graciosa su
incipiente pron1iscuidad infantil.
Cierta ve.z, cuando aún no tenía cuat.ro años. el niño se detuvo a
mirar con insistencia a la madro mie ntras ella se sacaba la ropa. La
CAPÍTULO 29 madre le preguntó:
EL NIÑO DE LOS CABALLOS Madre: ¿Por qué me miras así?
Juanito: Para ver si tú también tienes un Wiwimachcr .
Madre: Claro que sr. ¿Acaso no lo sabías?
"¿PEn 1951, Gregory Bateson escribe su conocido •metálogo"1 titula· Juanito: No. Como eres tan grande, pensó que dcberias tener un
do or qué Jos franceses?"';l \Viwimacher dlll tamail.o de un caballo'•. 3 •

Hija: ¿Por qué los franceses agitan los brazos todo el tiempo? O sea que Juanito creefa como un nií\o normal, robusto y episte-
Padre: No comprendo. · mofilico. Sus revelaciones, debidamente consignadas, eran trigo para
Hija: Sf, cuando hablan. ¿Por qué agitan Jos brazos? el molino freudiano de los miércoles. Las notas del padre fueron em-
~a':lreNVamos a ver ... ¿Por qué sonríes tú? ¿Por qué pataleas? picadas como material didáctico en "El esclarecimiento sexual del ni·
'~ª· o es lo mismo, papá. Yo no agito Jos brazos como Jos fran. ño" (1907)', donde Freud se sorprende por esa proooz curiosidad rela-
ceses. Creo que ellos no pueden parar, papá. ¿Acaso pueden? cionada con los "enigmas del sexo", y en el ensayo ..Sobre las teorías
Pa~re: No sé. Tal vez a ellos les rosulte difícil parar ·Puedes t • sexuales infantiles• (1908)5, donde babia de la creencia infantil uni-
dejar de sonreír? ··· ' u versal de que las n\ujeres tienen pene. En ese sentido, se arriesga a
Hija: Papá, yo no sonrío todo el tiempo. Es dificil parar cuando ten. decir que ...Juanito es homosexual, congruentemente con e l hecho, que
go ganas de sonrofr. Pero no siempro me siento asf. y después, paro. s iempre debemos tener presente, de que el niño conocía sólo un tipo
de 6rga1t0 sewal - un órgano sexual como el suyo"'. Aqui Freud pos·
"m ~¡ He~bert Graf,:; sea, Juanito, tal vez le habría gustado este tula por primera vez la primaeia del falo, tema que retomará en 1923,
e ogo , porque él metalogaba" todo el tiempo en ..La organización genital infantil"'.
Ya en este texto Freud no atribuye ningún valor a l a vagina, ni
Juanito: Mamá, ¿tú tienes un Wiwimocher?•J al deseo de Juanito de procrear hijos como la madre. El órgano sexual
Madre: SI, tengo. ¿Por qué? de la majer es un pene atrofiado llamado cHtoris. Estos temas serán
Ju.anito: Por nada, por nada ... estaba pensaodo2. e laborados en los años 20. Este historial, centrado en Ja omnipresen-
cia del iViwimacher, está estructurado en torno de la primacía del fa-
. t É~ta fue la primera entrada en el diario cllnico de su padre ro. lo y de la angustia de castración que sigue al descubrimiento de la di·
gis ra a ~uando el.niño todavía no tenía tres años de edad. · ferencia scxual8. Aquí aparece por primera vez la expresión "complejo
Juamto era huo del musicólogo Max Graf, asiduo partici ante de de castración". Como lo señala Fen.ichel, "lo que so teme en la ncuro--
las ~buon_es de l?s miércoles, especialista en Wagner. Olg/ su mu· siJ! de angustia son los sustitutos de la idea de castración...
Jer, a fa ~ido paciente de Freud. Los Graf, entonces, se cont~ban en· El parque imperial de ScMnbrunn tenía un buen jardín zoológi·
tre sus primeros ad~ptos. Representaban un nuevo tipo de pare·a de co. El informe de Max Graf incluye varias entradas que describen a
~r alta burgu~sía vienesa; gente cu lta, inconformista, cosmop~lita. Juanito deleitándose con los Wiwimachers de leones y otros animales
Ha~7 muy amigos de los MahJ~r; el músico era padrino de Juanito. de gran porte'º· En el comienzo, entonces, era la phylia.
. an acordado educar a su huo según la naciente "pedagogfa" frou· Seria un error, empero, pensar que esta educacWn sexual psicoa-
:ana, o.sea ba¡.o la, bande;a de la indulgencia libidinal, con el mínimo nalttica tenía características de "'vale tocto•. El ten1a fue animada-
e coerción posible '· Canñosos y solícitos con su hijo, se interesaban mente debatido en las rouniones de los miércoles. Tausk se manifestó
cauto. En la reunión del 4 de mayo de 1910, se pregunta: •¿Adónde
nos llevará decir a los niños, en análisis, cosas que entran en contra-
•l. LiteralmQnte. ·cosa para hacer pipí· dicción con los puntos de vista actuales de la civilización?"11 Por otra
•2. Educación re8Pon39.ble d · · .
tablemen~ malcriadoa. e sucesivos gcncrac1on~,a de niños in.sopor-
•s. ¡Do un caballo! Aquí aparece el animo] totémico por primera vez.
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parte, Freud juzga que la educ .ó 1
f?rma neutra, sin e.tono emocionª:;.. n sexua n~ se,,,pu~e impartir en analizándolo a distancia. Acepta el lugar de supervisor inte.ractiv0 11.
r1mentar una cierta excitación se. AJ lcontrar~o: El n1fto debe expe. Por su parte, Max Graf, "'que era padre, héroe, villano y curandero
tión"l2. La educación sexual no xua ' apropiada a! tema en cucs- particular del hijo, comienza a conversar asiduamente con Juanito
preventiva••. puedo ser tomada como una vacuna sobre el miedo a los caballos, infürmando a Freud de cada detalJe••s.
Apart<l de la novedad de an r . El "análisis• tuvo un escenario heterodoxo - escenario que Adler lue·
~nsiderarse un estudio i ct.i a izar a un nu'\o, este ensayo puede go adoptará, tratando a niños en los parques o en sus ca.,as. Más he·
hl. Vemos al niño devel~~o e~no.s~re e~ desarrollo del logos infan. 1.erodoxa es sin duda la figura del analista: él no es médico, no tiene
Frcud relata las escenas en .!'°1s no. e cómo nacen los bebés•3. experiencia psicoanalítica y, principalmente, es el padre del paciente.
ta desentraíiar las verdades ::Cªua7:.~~~~~~~~. investigador"'I" intcn- Sobre Max Graf recae el mérito de haber llevado a cabo, sin darse
Hasta que aparece un sfntom rt b d mucho cuenta, el primer análisis infantit•s.
ciclo despejado: a pe ur a or, como un rn:yo en un Freud, e mpero, sabía que este triángulo terapéutico era trans-
gresivo. Respondiendo a una pregunta de Jung, le escribe: "Siempre
Querido Profesor: consideré imposible el análisis de la propia esposa, pero el padre de
Juanito me probó que podría realizarse. La gran dificultad en el ca.so
Estoy enviándole más noved d b . es superar la contratransfcrencia, un precepto técnico que desde hace
vez Ja1nento de · 1
., podrá observar a es so re Juan1to - pero esta
CJT O, Se trata de mareriaJ
poco se me ha vuelto cvidente•t9, •G.
eorno en los ·ri· . dí para un caso clínico. Freud tenfa conciencia de la •ceguera edlpica". Por otra parte, la
trastorno nervioso qu~ nos p u .u nos as él ~a de.sarrollado un buena voluntad de los padres no les impidió caer, un par de veces, en
en la medida en que no enc=~pa ta~t.o a m1 muJer como a mí, la& viejas trampas culturales. Cuando el niño tenía tres años y medio,
lo ... Incluyo un remstro del m •- .mlods.nmguna forma de disipar- la madre lo sorprendió tocándose el pene, y amenazó con llamar al
"'" aw-r1a 1sporubte1s. doctor para que le cortase su Wiwimacher. Al nacer la hermanita, sus
El preocupado padre culpa a 1 d • padres, para prepararlo, no encontraron nada mejor que contarle la
sexual" debida a la excesiva ter a ma re por una sobreexcitación historia de la cigüeña. Él, empero, ya estaba en otra cosa: sus investi-
que atormenta al niño: nura, Y pasa a describir el síntoma gaciones sobre el misterio del nacimiento -para delicia do Freud-
iban más allá de cualquier cigüeña.
Tiene miedo a que un caballo 1 Dada la incredulidad irónica del hijo, los padres esclarecieron
parece conectado con el susto o n1uerda er1 la calle, y este temor parcialmente las cosas, señalando que los nenes nacen dentro de la
des dimensiones•G. que Je provocó ver un pene de gran. barriga de la madre y después son empujados penosamente hacia
afuera, como se expele un lumpf. Este esclarecimiento no hizo más
Se trata, entonces, de caballo M ' ed . que int<lnsificar el inrerés anal del niño por los lumpfs. Como comen·
por un cabaJJo. J uanito a s. . J o .Paralizante a ser mordido ta Peter Gay, "'Juanito, además de demostrar una cierta precocidad
fuertes Y briosos percher~n:: autcncr páruco en ~articular ante los en sus observaciones, su lenguaje y sus intereses eróticos, estaba crc--
ga. Ellos iban a caer con cstrue~d~ ª~~as.t!aban ru1dosa~ente su car- ciendo como un burguesito alegre y encantador'"º· Yo no dirla tanto
ros donde podría verlos. · runo procuraba evitar los luga· burguesito como ~iño contemporáneo".
Historial escrito con una sonrisa en los labios. Experiencia re-
Ante la angustia de los padres, Freud decide tomar el "caso", frescante. Para el Profesor, el kkine Juanilo tiene perfil de anti-Dora.
Ella fue una hija dificil, restaruda; él ocupa el lugar de nieto de un
• 4. EJ pastor" Ptistcr fue tal vez q · á .
primeras d0& décadas de eate ai lo S u1~n m s &e ~echcó ~este tema, en 13$
tuvo máe difusión que lns obraagdc.J u l1~roFE/ psu:oonál1si.s Y lo educación •s. La primera terapia hipn6tiCú con niños parooo haber sido realizada
gue: "El p&icoanáliii:ie si~e de 8 1·r propio reud. El texto se abro corno si· J>OrJung.
espíritu inundado por el torren: iar 8 todos lo~ que pretenden limpiar el •G. Respucstll a una significativa curtll de Jung. quejándose de Jos celos
las nobles se1nHIM proopenin'" p im~tuoso, Preparando la tierra para que conyugales: •&L análisis de lo propia mujer es uno tarea verdaderamente in·
lidod, eino, por el contl"'ario d'e ara JSt.er no se trataba de liberar la scxua· c:rata. a menos que esté asegurada la libertad mutua. La infidelidad oonsen·
represión consciente (0. Pfi~tcr r~mp!azar J~ i:epresi6n inconsciente por la ~a es, creo ye, una cláusula ind:ispenan.blc para un buen casamiento• (carta
nos Aitt.$, S- cd., pág. 7). • psu:oonális1s Y la tducación, 1969. Bue· e Jung a Freud del 30 de enero de 1910, Freud.Jung, Comsponi;Üncio com·
Pl<to, 1976, Río do Janoíro, !mugo, pág. 343).
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Frcud quo ncoboba de celebrar sus 50 años en lo Tierra. Dora habla
demostrado, aun en el fracaso, que la interpretación de loo sueños era . m~reccn nuestro atención. El primero: ~ccirlc al nit\o
el cnmino seguro c.n la histeria; el relato de est.R fobin infantil, a su con8CJ08 quo lO de 108 caballos era un tontcr!a • ya que en el
vez, puede servir como complemento de las conclusiones del segundo que "t.odo este !d~: era que a él le •gustaba mucho lo madre y querfa
ens'l)'o sobre lo sexualidad. En ese sentido, se puede decir que Dora fondo lo que au 11 • El segundo consejo: comunicar ciertos _eonoci-
fue fruto do la Trounuú""""1. y Juanito, de loo~. •MD.)'00. ir a la cama ~n e-¡ª (. ándole que la madre y todas las cnaluraa
La d1fort'ncia de "disposición clínica• en uno y otro caso es nota. mientos scxua ea, n ':"~er en Hanna (su hermana)- ~fan de ~
ble. Aqul no h'I)' una interpretación ya montada, el Profesor abre ca· femerunu
o..-. _--como
-•• ConYlene podrf que no fue partí'dario de dar una 1nformaaón
reparar
mino en tierTa virgen, con una lupa sher·lockiana, prvnto o seguir 14> completa.
daa laa píaw. De alll que el padre pase automdt1camente n ocupar el
papel de infeliz de loo doctores Watson de lo vida '1. El padre, eomo vi- Es importante hoblor del sexo. El tema merece un pequcno pero
mos, pensaba que la angustia -porque de eso se trotaba, de una neu-
roois de nn¡¡ust1a- del nifto se debía a una sobreestimulación sexual instructivo dcavro. . r alta de loe Edelweíu, en el vero·
materno. Sospechaba que su fuente residfo en In mosturboción. Vacaciones en Kocnigsee, •erra n. 1 verde Lo familia
Freud no cetobo. convencido; mejor dicho. pcrmonccto ..abierto". Lo no de 1902. Hotel r~stico sobre un p~~~: c~a~~.0 y cobi~os. Martín
lección de Dora hnbfa sido aprendida. En su supervisión, repetidas Freud so bo11a en la pi¡;'ª• que ~·.~::;entre. los tablas do los cabinas,
veces critica ni padre por eu intervencionismo. ..~locc domoaiodne pre~ Frcud y un omigo ~cscu re"! ron Ún ardján loR eorprcndc, y omc·
guntos e investiga segl1n sus propios prcsupuefJtos, en vez do dejar Y comienzan n CíJp1nr o.dbnñ1~ta~~os i~ipientes voycuristos. Mnrtin
quo ol nino se expreso'21. naza hablar con ' !.';,Pº rea aea del encargado no me alarmó. Sabio
Juaníto tiene el valor hist<Srico de ser el punto de pnrtído del Freud rememoro: o amen z . 1 hubiera contado. Recuerdo
antllísis de ninoo. Anno Frcud afirma Que cuando su padre comenzó a que mi padre se hab~~.efd~ •i:.;~:: d~scusión en familia sobre ga-
recibir el material sobro Juanito. estaba lejos de pensar en una •Judo- quc. an~ rl~~b~~
do q:e ninguno de SUB hijos conocía la difc.
terapin '": Je interesaba la confirmación de sus conclus1onea sobre la nado, y m1 P8 re b Deben aprender esas oosa.. exclamó,
etiología oexual de laa neurosis en la primera infancia. No era su in- rencia entre un !<>ro Y un uey. • o hizo nada al respecto"'. De
tención explorar Je psicopatología infantil 22• Con ..te h1&torial nace pero, como In mayo~a ~ I~ padres, ; 0 de la playa Je hubiC8C eonta-
también la 8uperviaión, práctica que luego completará el tripode de ahi el lamento del h1J0:1
,;,! :,:;,";%1"'
tenido que explicamos....
rec¡uioítoe búi- tradicionales para una formación psícoanalft1c:a ·•. do ou..tra hazalla, m pa enaayot sexuales oe ..ta.
El diagnótlíco: manifcgtaciones fóbicos en una •niateria de an- En eae allo de 1902._ a/lo en que ~.:::"'de 13 alloa de edoo, no aa-
gustia". Eata expreei6n acababa de acuñarse, utiJizado por pr1.mcra ban cocinando a ru~o vivo, l\.lartin •d ex-trañar entonce., que
vez, unoa m~ anta, en el prólogo del libro do Stekel titulado &ta- bla distinguir un buey de un toroj No":, t!Jos
loa h~hoa de la vida,
dos n~rvio.so. de O"IJUltio y 1u tratamUnto'l3. Freud no oe animara a contar1e a ·wuarude los caballos"
1•• ~·Me por loa gen1 es ·
El análíais "triangular" fue emprendido poco después do la pre- aunque e iwmt\ .,_, t b .60 tenía mucho quo ver co.n lu
sentación de la fobia. Du.rnción: cuatro meses, aproximadamente. La posición frente a la mas ur.., ªª tar excesivo.mente
Antes de iniciar la terapia, Freud le dio dos consejos al padre, recelo. Le había dicho~ Grafque n~ese~~~~?oe:rimarioª, fuo visto
preocupado
con peno,;,_~nda
por el pues
deaconfianz.n, r n:u ereve:.amqu~ la descarga incompleta de la

maaturbación llova,ba a las ~f"~°"'T;ct;~~~· tem!a a 1 cabollo• por-


•7, Tonto Wateon con¡o f\tax Graf y Sancho IQn victimtut de unn h\jueti· Tanto el con&CJO do decir e n 0 08
como la revención contra la
cio jnducid1t por el papel de llraighl·man que repre.entnn. licrbert erar, en que quería ir a lu co~a con la madre, . mo p uede decir, aunquo
aua Memorio1 de utt hornb,y in.u;8ibl.e, dice lo eiguiente de au padre: "'Fuo el masturbación, fueron 1noportun os.(Lo mi:O tal86!:z la aincronicidad
hombré mú extraordinario que t»nocl. Particularmente co1no mualcólogo Y en este ca&o nadio tenga la cu 1pa excep • '
critico muical ... t;ra dl8dpu_Jo de Romaio RoJJand ... y eecribtd ti prinW!r en·
aayo P1icoo.naltl.ico aplicodo oob.,. El buq.,. (OJ11,..,,.a de W-.n•r (P Rluo,
Mt,,,,,.,.. o('on ln•uil>I• Mon, Opero Nows, XXXVI, "'r. 15).
•s. f>Ñctiai compl("ja qu.e implica en~ &U$ rieqoe &J do~ un.a po1Pble
reei.unaa al •""1&.1it. Uoa buena dÜJcu.sión de esta *tec:uth. uia.tidaª • f'ft·
cuentra
nn, •L'onal,.. quotri~·. de J...,,·Paul Vala~. t1w1,. f'rtud.,~­
•n 1994).
N'31,

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491
junguianal, del hecho de que Freud le hubiera regalado ni niño un ca· fue - lo que S1g1.smund hW> con Jaoob, pintando!" .un proeen1tor ,..,.
bailo de modera, verdadero cabaJlo de Troya. en oca.ion de su teroer !ª
nerable, de edad avaJUada, mando i-~ble d~ VIO.Ja ruftcra? i,11.caso
cumpleru'loe, o aea, antes de la fobia" no exiate una semejan•• entre cl •alma tnfan~l de Juaruto y la del Pc-
. Pasaron &emanas y ~I cund.ro permanecía inoltcrndo¡ la fobia 80 ucl\o Sigismund, con su gobernanta concup1sce.nt.o, su modre ttudam,
hizo más ~nvolvcntc y se rntcn1oficó durante las vacaciones en Gmun- ~u vnndalisrno en el c.nmpo florido, su sexualidad aflorando y, en pri-
dcn. El nulo no quería salir de lo cusa -que qucdobn frente a unn mer lugar, su parricidio también o Oor de picl?_ .
rampa de cargo Y de~arga-, pero a veces se sentía compelido a ver En este punto emergieron fanwlos 1ád1cas hgada.s a la escena
caballos. En el ioológ1co de S.Mnbrunn evitaba 0 to.i animales de pnmaria. En una ocasión el niño se a.sustó al ver en la calle un carro
gran porte El ~ne del _elefante era objeto de fllkinoción y espanto. con dos caballol! Cuando el padre preguntó qué lo habla a.sustado, él
En su imagmano cuestionaba hMta la obsesión ta tnt.cgridad de los duo que "los csballos eran tan orgulloeos que temla que se cayeran·31 :
órganos sexuales los suyos, IOI! del padre, IOI! de to modre, tos de ta
hermana, los de todo el muodo. Max Graf opinobu quo el hijo tenlo Padre: ¿Quién estaba tan orgull030?
miedo a los ix:ncs grand~. !'lcmcntnl, mi querido WoL,on. Freud fue Juanito: Tu ostás ssl cuando voy a la csma con mamá.
más allá, partiendo del s1gu1entu material: Padre: ¿De modo que quieres que me caiga? . • •
J11ani1<>: SI. 'lü tienes que estar doanudo (queria dectr dcscalzo )
Podre: De pequeño, iba a las caballeriias de Gmunden ... y sangrar, golpdndote en una piedra. Y yo podri estar oolo con
J'!""'"' hnt.orrumpiendo): SI, yo iba a las cabolleriias todOll toe mamé, por uo rato al menos. Cuando vuelvas a ca.sa, saldré~
días, cuando los caball08 volvían a casa rriendo para que no me veas.
Padre: Y probablemente t.c nsustsst.c al ver el Wiwimachuazo. Padre: ¿Recuerda• quién se golpeó contra una piedra?
P~ro.eso no tiene que darte miodo. Los animales grandes tienen Juanito: SI, Frit<l'ló,
\V,w11naclters grandes, y los animales pequeños, Wiwitnachers Pad,..: Cuando Fritil cayó, ¿en qué penssste?
pequellos. Juanito: Que tú deberlas tropeur en lo piedra y desplomarte.
Juanito: Y todo el mundo tiene Wiwimachtr. Y mi WiwimacMr Podre: ¿De modo que querias estar con mamá?
está creciendo Junto conmigo. Al final, él está pegado aJ cuerpo"', Juanil<>: SI.
Paan: ¿Y por quó me enojo yo con"'°?
A esta _altura del análisis, el ¡oven paciente y eu padre tuvieron Juanito: No lo llé (I!).
una cntrcv1sta con Freud, en la que emC!l'gió más u1oterinl. Los coba· Podre: ¿Por qué?
llos amena_zodores rcprescntabon ni padre, que tcnín bigote negro, Juanilo: Porque to pones cel08o.
nsf como 108 .PC,rcheroncs llevaban grnndes cabezadas negras. Era evi- Podre: Pero eso no es verdad.
dente que el ni~o temía que •u padre estuviese furioso con él por el Juanil<>: SI, es verdad. Te ponea celoeo. Lo sé. Debe ser verdad32.
nmo~ ~ ctelo abierto que él sentla por la madre y 1ue oscuros deseos
pomadas. El caballo mordedor era el padre rabioeo; el animal caído Freud int.orpreta que este pu~e obedece a una fan~la doble:
en cl suclo rcp.....,nta cl padre muerto. La equinofobia era un subter· -Un Ol!CUro deseo ddico dirigido hacia la medre y un claro tmpu.lso de
fug10 defensivo para manejar la ambivalencia de eua sentimientos •engania contra ol padre•". Pero '!Pbre este mismo punto Robert
pues Juanito también amaba a su padre. El sufrimiento del niñ¿ Flioss hijo de Wilhelm se lanza a un vuelo especulativo digno de su
alertó a Freud aobro la inmanencia de esto poloridod afectiva que padre'. Él afirma: •creo' que él (Juanito) habla bajo el impacto de una
Stokel acababa do identificar con el U!rmino de bipoloridad. Ju~nito fantaslo f'tlogenótica"' " · Robert Flieu opino que el caballo es más
golpeaba al padre para luego •curarte• la herida con un beso. La am· que un animal totémico: "Los cabnlloe orgulloeoe y erectos represen·
b1volencu~ como eje del complttio de Edipo. tan a los padres fáli- en la eocena p.r imaria"".
. Juan1to, en efecto, se oos presenta como hijo trágico de la angos- Ahora bien deade Freud en adelante, todos los anali1tu, con la
~ g, es ~¡ gran pequeño Edipo de la uga freud1ana No en vano • • cepción de &bert Fliess, apostaron a que el caballo representaba
< "'ud le diJo a Em<;"t Joncs: "Nunca loi,'Té una pcroopción más aguia·
da del alma de un nu'lo"29. Tnl vei se refiriera a su propio almo de niñO
al con!l"'atularse por la elección de Juanito: "Todo ocuba bien, el pequc-
no Edipo encuentro una solución más feliz que la prescrita por el dcsti· • 10. Fritz.1 ere un chico de ocho aftoe de Gmunden. .
no. En lugar do matar a su padre, lo concede Ja felicidad que él mismo ' 11. R. Pli-, E"'tl<Mily cutd Ubul4, 1956, Nueva Yorll, lnteroab<>Clol
se otorga: lo pn•mueve o abuelo y lo cssa con su propio madre.... ¿No u..ve,..;1y "'-· .,... 15.
492 493
Juanito: ?.te ¡u¡t.ari• que no estuviese viva
al pndro, con bigote y todo. Nndie se preguntó •i no podía repretentar "-dre ....
· · O..r qué? ·••
a la madre, una madre: con ~e - una madre t•lica· 12• La pnmera r~ V • ••• -'a tanto; no aguanto cómo en~
JuOJU/o: Porque no gnwu •
mención de I°" caboUoe se babia refendo • ella ("Como eres t.an gran- Padre Pero tú gritu. . .
de, penM\ que deberías tener un Wiwimachu del tam9M de un cabo- Juaruw: Pero Hanna ~b1én gnta;
Jlo"). Tal vu, enton<a, el caballo que-muenle-que-cae represente la Padre. ¿Por qué es tan inSOPOrtable.
- a primaria, tal como afirma Robert Fliese. Juonito: Porque gnta ~ fuerte.
De este modo Junnito fue interpretado. Él conoció la naturaleu Padre: No ella nunca grita. ·1a.
de •u dif>CUltad griega y las ..,... mejoranm oemtblemente la fobia Juomto: Cuando recibe palmadas en la co1a, gn
empezó a ceder anws del cuarto mC8 de terapia. En su lugar, domina- ·TU 1 pegaste'
ron la •Judoterapio• de este niño cobayo las pulsione.1 &gresJVaa diri- Padre; ' eu!ndo
JuartltO:
ma,,;,
le da unas palmadas, ella llora.
· ?
gidas a su hermana. Aqu! aur¡e un upo de fantasfa que Melan1e
JOein, a su tiempo, supo escuchar, en una escala distinta de la de Ro- Padre. ¿Y no te gusta - ·
Jua111to: No ..
bert Fliess. Los lump(• vuelven a ocupar un lugar destacado, como fe- Padre· ¿Por qué? d .ta,.
tos fecaloides, transformadoe en obJ- de all<O La teoría de cómo Jucmdo: Porque hace mucho barullo cuan o 11" •

en-
nacen los bebés avan~aba siguiendo la línea cloacal; laa heces eran
gcneradllS de manera hermafrodita Juanito quer!a tener hermanoe, Aqul el pedre no puede con au genio Y dice:
pero tamtffn DO loe queriL De hecho, hay que - . r que, a lo largo
de su ruta terapéutica, este pequeño héroe demostró t.c.ner uno visión Padre' S1 tú preficrea que ella no viva, DO puodol quererla.
profunda del anAliais, que le permitla correcir al padre cuando la in- Jua111to (asintiendo): Hrrun, bu:Odo tu madre estaba ballánd<>-
tervenáóo pateroa ae salia de órt>ota. Padre. Eoo fue lo que pensaste a caería en el aguL ..
Conviene rec:onlar que Freud dio mucha importnncia o la pulaión la ojalá que la •uelte, ent.co- i-!~40
boetil del nillo. Asf, escribió que "el miedo que aur¡fa de au deseo d e Juamto (interrumpiendo): y mon a .
muer-u cbripl.o al padre •. se comtltuyó en el principal obs1'culo en
el an6lisis y eólo fue resuelto durante lo charlo en mi consultorio..... .b. d el padre nuevame nte i nt.e-
Etta confidcnc1a es mal reo ' a y
En otro ~e. Fnlud explicó la angustia del nillo como debida a "la rrumpe:
repnsi6n de ..,. tendenciaa .,.....;vaa a-les con "' padre y sádicas
con su madreY"'. Llegó incluso a considerar la posibilidad de que hu· Padre: Entonce'I tú te c¡uedarfas con ella Oa madrel. Un !Nen
hiera una "pulaión agresiva·. comentando que ..te caao podr!a tomar- ni/lo no desea ese tipo de coeaA.
se como '"Una notabl4 confirmacióa del punto de 't'ista de Adler"", pa- Juaruw: P•ro puM.< peMOT en e.o.
ra luego descartar la hipótesis, con el argumento de que la agrcaión Pa.dre: No ~1' bien. od modOI •• bueno, porque tú puedes
seria un componente general de l/>dlU Jaa pulsion..... Se puede clear JutJ111to: $1 lo pKMO do / OS
que el m..,q, de 1,. sentimieDU.. aseoiDoe con respecto a la hermani· etcnbirl• al Profnor''·
ta fue el turnif18 pomt de este histori&I. Aparece un "metálogo" sigtú·
ficativo en relación con la hermana Han.na'" El énfasia ea d e Freud, feliciton.do,ª~ni-~~aud'.':.:.:':ºu!: ~~
""'"'na donde acota: · ,Bravo, Jucualao1to.. o ,.......duJ•··..,
Padre: ¿Te gusta Ho.nna? ,..... • . 6.l • d c¡wera ~ •
comprensión del pn~n ,.,. de las gra.n des biatéricas, con Anna O.
Juanito: Sí, me cwita mucho. Primero vino el discurso e •to de las "becbiettU terapeutas•,
Podre: ¿Te gustaria que ella eotuvieM muerta o viva? al frente y Dora cerrando el téqu•,. la lecc16n de Juanito. Se puede
como dice Clovreul". Ahora tenem ' ón psicodromético del inicio del
cooclui.r que él hace una presentaca
•11. Fve Cecilia Banbana, c:latcutie!ndo Nte capftu1o, quien me alertó al complejo de F.dipo. La interpretación del drama ed.IPI·
reopecto. A Freud le encantó esta cura· stia fóbica babfo sido vencida.
• 13. S.b • que 11 -tro de Kam os H..-.. """' ¿<aál aeri el "'r· co tenla sentido. Más q':'e eso, 8 411
. : 'reoultadoe inmedia"'8 del ad-
- . . . ~de Haruua? MfJOr dicho, ¿por qué Freud e11¡¡i6 un nombre _w > ~ 1)0 sólo quedó_sausf~,,f' pera.nza de que ayudara al nmo
parecido a Hant para la hermana? ¿No aenl que lnconacient..eme.nte a.aoc16 ª liaia, lino que \8.mb1én ezp,_. " es
Hanna""' Anna. la ri..i de"' iníaocía . ......, de _ _ . llcr' ' a 11• •la vida.
ria Awáliadan F........._ que - ba:ra llamado lo at.oJICi6n-.. eote punto.
495
494
Ca.o eerTado. Para sorprt'tla y -¿por qué no'- desilusión de Freud, Hc~rt ha-
En realidad, la impol1'lncia de es!<? mal<!rial clínico consista en la bfa leido la haat.oria clínica de Au caso, pero no recordaba nada de lo
verificación, en vivo y en directo, de Jos hechos de la sexualidad infan· que allí estllbo escrito, excepto un viaje a Omunden. La amne'ftia ha·
til, hasta enl<lnoes inferid06 del análisis do adultos. Fuera de esa con- bfn eclipsado al nnálisis48• Amnesia que todo onulist.a de niftos peque·
firmación, no aportó ..nodn nuevo, estricta1ncntc hablando... ftoe conoce bien.
Pero creó un prooedento. En esa época ae temfa que el psicoanáli- Existe. empero, un ecgundo epilogo. En el Congreso de Ginebra,
sis tuviera un efecto pervertidor: que "debilitara el ideal del yo·, como en 1970, un ec"or de 67 ruloe ae presentó a Annn Freud d1c1cndo, por
dijo Alexander al discutir el trabajo de Me!anie Klein en Berlín, casi ecgunda vez, "Yo soy Juaruto..... Había tnnJcurrido tiempo. Sabemos
veinte aJloe más tarde. So ponderaba el nesgo de levantar la repre- que Herbert Orar, ahijado do Mahler, fue primero cantor y después
sión y sustituir el miedo a 106 caball06 por el asesinato del padre. Por director eocén1co del MeLropolil.nn Opera Housc de Nueva York; cscri·
fortuna e l coso Juanito unl.c<ledió al caso llolf, en el que e l sobrino-pa- bió además tres libros de musicologia, y una autobiografía titulada
c1ente estranguló a lo Ua·nnalisto, Hug-llellmuth, pionero oficial del Mrmorias de un hombre muisiblell>. En lo medida en que él continuó
análisis lnfantil. con éxito en la tradición de au padre, se puede decir que ese viejo
En el péndulo de la vida, el triunfo acarre<I una cierta derrota. amor fue legfltmo, y la identificación duradera. En 1971 Herbcrt fun-
Freud, anta Juanito, no generalizó, no fue más allá de Ju circunstan- dó en Hellbrunn, en el Fcshvnl de Salzburgo, un evento denominado
cias, no vio máa allá do Schonbrunn. Como Colón, pisó tierra firme oin Encuentro Mundial de la Juventud. Con ópera, teatro y danza, este
advertir que estaba en un continente nuevo, el psicoanálisis infantil, y proyecto, como lo señala !van Corréa, sobrevive hnsta hoy o su funda·
frente a una modalidad nueva de "trrulafcrencia.. analítica: la supervi· dor, fallecido en 1973. De &:hOnbrunn a Hcllbrunn51 .
sión. En el párrafo inicial del historial Jeem06: "Nadie, en mi opinión,
podrfa haber convencido al ni6o de que hiciera esas confesiones•"'
Piensa que fue cl refuerzo do la autoridad paterna lo que hizo po¡;ible
este caso, convirtiéndolo en un caso único. fruto contingente de una NOTAS
feliz const.clación. •En olms circunstancio& (el método) no ocrla pracli·
cable'"· Lo derrota, si podemos hablar de derrota, recaerá sobre su
hija. Como dice Roudineac:c. "la pobre Anno permaneció fijada al tra· l. O. 0..1.Cl<)n, Sttps to on Ecology o{the Mind, 1972, Nuevo York, Ba·
tamicnto de Juanito, o sea, en una etapa de la aventura Ín.?udiana en llanti~ p:I¡¡. 9
la que develar la sexualidad infantil t<?nla un aire de profanación""'· 2. SE, X, pq 7.
El anális,. de niñ06 tuvo que esperar vcint.e aaos, hasta que Melanie S. SE, X. p6p. 9-10.
Klein ocupó ese dominio, que estaba extraliamente vacantc•1•. 4. SE, IX, P'lll*· 131-9.
5. SE, IX. ptlgo. 209-26.
Yo agregarla, apoyándome en Peter N. Rudnytslcy, quo es!<? coso, 6. SE, X, pd¡. 110.
ndemrui do haber sido el primer análisis do niJ'los y do haber involu- 7. SE, XJX, ptlp. 141·145.
crado la primera eupervi1ión. inventó la terapia familiar, ya que 8. Peter N Rudnytsky, •Ma.anma, a tu, t.oi auui, u.o fait.-.pip¡•, C-tnl on•
Freud tuvo vfncul06 t<?rapéuticos con la madre, el padre y el hijo". 4' p~y«. 1994, Le Coq.Hfron, vol. 134, P4 48.
Catorce aJlos después, en la primavl!ra de 1922, Freud abrió la 9. Otto F~nicht1, Teorlo p•1coo11-ollt1CO d~ lo• neuroau, 1966, Buenos
puerta do au consultorio a un joven que ae presentó diciendo: Airea, Paidclo, ptl¡. 229.
-/ch bin <kr kkiruJ Hana ("Yo soy Juanito"). 10. SE, X, ptlg. 9.
Muchacho espigado y robusto de 19 ollos. Para orgullo de Freud, ll. &unión Científica del 4 de mayo de 1910, Acl"8 de lo Sccitdad Psi·
él rebosaba aalud, y había atravesado bien una adolescencia pertur- C04nolltica de Vttno, org. por ~l. Nunberg y E. Federn~ 1979, ButnOI Afrea,
bada por el divorcio de 106 padres. Herbert Orar vivfa oolo y lamenta- Nueva V'11ión, ll, p4,¡. 164.
ba estar ecparado de Hanna, su hermana. 12. lbfd.
13. P. RJefl', fuud, lo """".U un moro/uta, 1966, Bue,_ Ai,,.., Pai·
dóa, pág. 105.
14. SE, X, pág. 7.
15. SE, X, ptlg. 22.
. •1•. Una intereaante y poco conocida exocpclón es et pequefto Arpad, un 16. lbíd.
chico de dnco alloo anafüodo por Feren=, que publicó eu hiotorial en 1913 17. Pat.rick Ou~. "Le polal Hana", MQS<Uin< Liltboirt, 1989, pq. 40.
con el titulo de "Pequeño Gallo". El ruño bobla dMam>llado una fobia a ~ l8. Pet.er Cay. Preud, umo uulo poro o nono Umpo, 1989, San Pablo,
pno. dapu& de haber 01do cubpdo por muturbane. Coonpanbia du 1""1U, pág. 243.

496 497
19. Can. de Preud a Juni del 2 de ícbrero do 1910, Fr<ud.Jun1. eor.,,,.
pondbu;JC compl<tn, 1976, Rlo de Janeoro, lmago, pág. 345.
20. Peler 011y, op. cit., p<I¡¡. 243.
21. SE, X, pá¡¡. 64.
22. A. Freud• .,.he in(anlile neuroel1: renetic nnd d.>·namic t'Onsidera·
Uon1",P~Mlyt~Sludyo(th<Chtld, 1971, XXVI,~- 79-90
23. W. Stekcl, N<ruii« Ang•lzustll.nde und ihr< lkhnnd/un6 1908
24. !bid. ·~· •
CAPÍTUL030
2G. 1'.fartin Freud, Sigmund Preud: ,,.¡padre, 1966, Buenos Airet, Hor·
mé, pág. 81.
EL HOMBRE DE LAS RATAS
26. lbíd.
27 Max Cref, •Reminetttnce oí Profetsor Sigmund Freud". P6''Choa. Podemos considerar que Ernst Lanzcr 1, un ab<>godo de 29 anoe,
nalyt1c Quarl<rly, XI, 1942, ptlgt. 465·476.
28. SE, X. pág. 34. fue el primer gran paciente masculino do Frcud. Lúcido y cult.o, cm
29. Carta do Freud a JonCI del 1• d< iunio de 1909, R. Andrew Pukaua- un avet.ado contador de historias, a veces divertidas; otras, 1iniea..
kat (comp.~ TM Ccmpkt. <Arr<l/>ONkntt o( Si1mund Fr<ud ond ErMll Jf>o tras; etle hombre cargaba con una "'neurosis obsesiva completa• de
na. 1908-I93!J, 1993, Loodroo, llarvard Unovenity l'rool, pág. 26. considerable portAl. Pulcro y otildado, sin duda detestarla que se lo
30. SE, X, 1"1111. 92-3. recuerdo como el Hombre de lrut Ratas.
31. SE, X, pág. 82. Extroños sínt.omas obsesivos lo as<'<líoban. Extroños, pero, por
32. SE, X, p<1¡¡ 82. eso mismo, protoUpícoo. Presentaba una sínLomatologfa clásica: du-
3.1 SE. X, pdr. 83. das, nimíación mental, rituales supersticioe08, sentimicncos de culpa.
34. SE, X. pdc. 16. Después de la histeria a cielo abicrtAl de Dora y la fobia Lransparentc
35. SE, X, P'lg. 112. de Junnit.o, el ""de1irio de los rotos• de Ernst Lanzcr npnrecfo como
36. SE, X, pág. 40.
una formación laberlntica, con sus paradojo.s temporales y su lógica
37. A. Adiar, · 0cr Agg~11lonbetrieb im Lebcn und in der Neurose" perveraa.
Forl«ltntU ckr Mft.i.tzin, J908_ '
38. SE, X, pág 140. Fú:M CUnU:o: ErmL Lanzer nació en enero de 1878, el cuan.o do
39. SE, X. i>'P- 71-2. aietc hijoo. Primer hijo varón. Cuando tenla tres allot murió su her-
40. !bid. mana mayor, Camilo: uno de los episodios que más hue llas dejaron
41 . lbfd. en su vida. El temor a Ja muer«! del padre comienza o los seis on.oa,
42. SE, X, p:lp. 71-2. junto con la convicción de que 6'tc lefa sua pensamienloll.
43. J. Clavrcul, "Aopect¡I dooiquea dN pcrvemoo.• Suual•" humauu El padre era •un hombre e xcelente ... que se dieiinguia por un
1970, Paris, Aubier·Montaigne, pág. 113. ' ' cordial sentido del humor y por una b<>ndodosa Lolerancia con sus
44. SE, X, P'lc-5. compalleroe"1 • •oenol'060 por noturaleza, llegaba hasta pagar secreto·
45. SE, X, pág. 5. mente el alquiler de su huéJ!pod ...
46. Eliaabolh Roudine«o, Hi8t6ria do~¡;. na Pronra. A bala/ha
doottm """°· 19116, RiodeJ&Mtro, Zahar, I, pág. 158.
47. PetA!r N. Rudn)Uky, obfd., pág. 43.
Bohemio, una de sus deudu de juego puó a la hi1Loria. Cierta
vez, como oficial comisionado, gastó parte de los fondos de su rcgi·
48. SE, X, P'lg. 148. mient.o y, de no ser por la ayuda do un compnllero, babrfa quedado en
49. J. Bcrgerct, Le ptlil /Ion• el la rio/IU , 1987, Porf•, Payot.
una posición emborazosa3.
60. Herbert Craf. Mtmoo·1 of on lnui1iblt Man J, Opera Ncw•, vol. Hcinrich Lamer tcnla seoento y un alloa en la época en que nació
XXXVI, páp. 25-28, citado por Martín Solvennan. •A íreob 1oo1t al lhe Uttle au hijo Em1t. Nunca fue un judío ortodoxo, ni siquiera era religioao.
Han1", en Fnud ond loü Poiunl4, comp. por Kanz.er y Clenn, 1980, "''· 101. Heinrich pasó a ser considerado en la literatura analllica, no como un
61. lvan ~."Do Sch6nbnmn a Hellbnmn•, Entrtt<r~. 1994, J)li¡. 3. P&dre prohjbidor, sino como tlun padre complaciente, quo falla en eu
función represora y, por tant.o, orgonizadorn do la situación edlpico ...

•t. Sólo desdo 1986, gracias a lo lnv~tignción de P. Mohony, oonocc111oe


:: verdadero nombA. Recomiendo la lectura do 1u libro Pnud ond lM Rot
""·
498
499
Ros.o, co1no Amnlin, ern 19 anos n1ás joven que au marido. Mujer cuendo t4.:nía cuatro o cinco año. Los temas abordados apuntaban
sucia y desaliñada Ernst acntía a.seo ante unn madre que hedía por unto a tendencias homosexuales como n pasiones heterosexuales,
·aufrir de una enfermedad inteMtinal .. y, otras veces, "'por el mal olor precozmente desarrolladas. Todo bajo In égida de la pulsión cecoptoíl·
que emanaba de sus genitnles"6. Tampoco soportaba los eructos ma-
ternos•. De allí que pen.sue "que todas las roajer-ett tenían secrecio- !Jea. Lanzer tteuerda n Jóvenes
. gobe mantas entrev1s . •..as scm 1'd ~nu-
nes asquerosas ...... Esta •madre anal', como la llamo Angel Garma da•, y órgan08 genitales que babia acariciado. Su hermano ~theri­
sdlo aporece en las Notas ori.gin.tJleaS. ' n• cuatro ai\os mayor, babia despertado en él un profundo interés
Freud reparó en las «?ndencias anales del caso, aunque todavfa erÓtico. Pero más tarde el joven Ernst vio AU curiosidad sexuol afe<:to-
no visuftlizabn la relación esencial entro analidad y neurosis obst'8Í· do por el "sentimiento extra/lo" de que debla ~vitar la oparidón de la·
va. Rclocionnba el erotismo anal de Emst con la presencia de vermes .,. penl'ftmieot.os para que au padre no mune&e, aunqUL en realidad
intestinoles9 . De la misma manera, la problemática de la regre~ión yo estaba rnutrto. Así, en la fase inicial do su trntamicnt.o, el paciente
no ocupa un lugar destacado en el historial. Otro tanto ocurre en su ..tableció un puente entre el pasado y el pre.ient.?: •u padre babia
•r:tfculo "Cará~r y el erotismo onal"1º, escrito poco después de «?r· muerto unos oños antes, ~ro el miedo n que muriera de algu~a ÍOl'-
minar este anál1s11, donde se examina el simbolismo cxcro1nenticio ma persistía en un inundo en el que 108 m_uertos pueden n•onr. Ese
del dinero. Al popel de la regresión, ligada al e•lndio sádico-anal oólo •ntimicnto extraño, tran.sWmpoml, expenmeot.ado por pnmera vez.
se le atribuirá importancia en 1913 ¡•La prechaposic1ón a la ne.;_is a Jos seis años de edod, habla sido el •comienzo de mi enícrmedod".
olM!esiva") cuando eo habla de la polaridad "activo·pn•ivo• en la rela- El padre muerto: significante máximo do este historial.
ción obJetal pregenital de la libido". E.lle articulo tiende un puente "Nuestro paciente t.?nla una •ctitud peculiar fren«? a la muerte.
entre el Rlltmonn y el Wolfmonn. V'15to en perspect.iva, el trabajo clf· Dem05trabo viva simpatía cuando alguien morfa y ocudfa religiosa·
nioo con el primero fue la plataforma que posibilitó el análisis del..,. ineote o los fwicrales, de m.a ncra que se ganó el motAl de •Buitre-..2• "·
gundo. De allf que Mannonl concluya que •Frcud, en el Hombre de los La muertAl "real" del podre sucedió cuando el paciento acababa
Lobo6 dará una solución al problema que lo inquietaba en el Hombre de cumplir 20 nños. Heinrieh murió de enfisema pulmonar, dolencia
de las Ratas: In cuestión dol estatuto y In naturaleza del inconsclcn· que trae una penosa y lenta agonlo por nsfütia El h¡¡o, que fue un eo-
te•12• El primero es un texto provilional. lo que nos lleva a una com· llcito enfermero, estaba durmiendo en la hora final. Su duelo so pro-
paración fantaaiosa aunque oportuna: en el terreno do la neurosis ob- dajo en dos tiempos. En un primer momento, el dolor fue amortigua·
sesiva, el Hombre do las Ratas 08 al Hombre de los Lobotl lo que el do por la negación. La segunda fue se desarrolló 18 mCSOI después,
Proyecto al capitulo VII del "Libro de I"" Sueñ09". ., ocaeión do la muert.e de una Un polltica. Fue entonces cuando ro-
El tratamiento oomienza a fines do 1907 y, según Mahony, duró cordó que, por dom1ir, no pudo deapedirsc del moribundo. A partir de
nueve meses y medio13. En la primera e.ceión 1 en noviembre de 1907, tilte momento, &:u neurosie Adquirió p~rciones importantes. ti se
La.nzer enumeró sus <!uejaa: miedo a que pudi- ocurrir al¡¡o «?rrible °b'alaba ta si mismo) como un criminal" •. Seis mese.o anlc8 del dcce·
con su padre o con la JOvcn que el paciente arnoba; i1npuJS06 crimina .. IO patemo, Emst habla tenido la fantasfa de que, si su padre morfa,
les de matar ciegamente, preocupaciones obsesivas y temor a auto· .i se podría casar. Bajo el aígno de la culpa, al salir del velorio de la
mutilarte. Al linal de la seoión comenzó a presentar por propia inicia· Ua, •extendió la estructuro de sus pen8omientos obsesivos para in·
t1va algunos datos sobre su vida aoxuul . Cuando se le preguntó por duir el mundo celestial"17•
qué abordaba ese tema, admitió que lo hacia para ndecuarae a lu GIM!la ea otro grande y mis«?noso personaje que anima sus 8C8i0-

d... O aca, quo el psicoanálisis comenzaba a circular por '°"


«?orias sexuales analfticas, aunque en realidad oólo 1.. conoc!a de ol·
corredo-
l"C8 do la Rinptrasse. Podemos considerar, entonces a Erngt La.nzer
11es. Strachey cree que la hablo conocido en la escuela, o los ocho
a&e, P'"ro...., dato no se ha podido confirmar. Se enamoró de ella a
loa veint.?. Fue el Upioo amor de un obseeivo, bajo el imperio de la du·
como el primer paciente moderno, conocedor de las 'rcg188 de juego, da, siempre umbivwente. ltl t.!mfn por la vida de ella.
que se echó en el diván con una transferencia en cierne. El perfil del Freud in«?nla coruieguir el mapa del laberinto. Pero el mapa, co-
Hombre de lu Ratas es, entre todos 108 pacientes de Freud, el que 111<> dijo Alfred Korzibsky, no es el territorio. No se b'ataba do resolver
más se parece al neurótico obsesivo actual. uno a uno loe 1ucesivos rompecabezas presentados por el paciente, el·
E!' In segunda sesión le es enunciada la •regla fundamental": ha· 110 de acompoftarlo por 108 t6neloa, guiado por el oldo analltico. De
blnr sm reservas ru rct.ioencias. EJ paciente se refiere a un amigo ínti·
mo, ~uya compallifa buscabo cuundo so veía osaJtodo por lmpuJ1os
a1es1noe. Act_o ac~id?, ~de manera abrupta'", retoma la dCICripci6n
de su ecxuahdad. Mi Vida aexual comenzó muy temprano"'l•, dice,

600 501
e•a manera, como bien dijo Peter Gay el caso del Hombre de lo• Ra· Es importnntc posicionarse frento a esta tortura.. ¿Se trata do
tas se convirtió •en un pequcfto festín do técnico aplicado y explica· uno fábula o do oigo que realmente euccdió en nl¡¡ún confin chino?
dn"18 . Frcud instruyó a su pn.cicnte aobre la d.i fcrencia entre la mente ¿Cuál es el origen de esto tortura china?
con$C~entc ~ la mente incoMCi~~te. la transitoriedad de la primera y En 1899, Octave Mirbcau publicó un libro casi pornornlíoco, btu·
la res1Stenc1a de la segunda, ul.llu:ando, para dicho fon, las antigüeda· lado El ¡ardin <k las l<>rturos, donde describe, palabra por palabra, Jo
des de su consultorio. Esos objetos hablan sido "retirados de tumbas· torturo oriental narrada por el capitán, con In diferencia do que sólo
s.3;
el entierro,. para ~llos, .significó preservación",'" Jo que no deja de se refiere a unn enorme rotalt5. La dcecripción truculenta de Mirbeau
un ~som1ento ¡unru1ono. Moraleja de la historia: el conociente pa· merece que la c1temoe: "Usted elige un hombre, el más joven y fuerte,
aa; ~· inconscaentc queda. En una ocasión, después de contor que su con múeculos muy resistente. ... lo desnuda ... lo hace arrodillar e in·
~ciente habla coneidcrado u.na interprctnción pJou8ible, pero no con- clinoree hacia ndclantc, sujeto con correos ... Entonces, en un grnn
v1nccntc, Freud comonta, en beneficio do los lectores: "'La intención pote, se pone uno rota grande y hambrienta ... Este pote, con la rata
de tales d!scu:'iones no es nunca convencer. Sólo pretende introducir dentro, se tapa herméticamente, como una enorme taza, con las nal·
en ~a c:ooc1enc1a loo complejoo reprimidoe, despertando el connict.o re- gas del prisionero, mediante tiras ligadas a la correa de cuero pasado
tactonado con ellos en el inconsciente-:JO - otra influencia de Jung en derredor de sus cuadriles ... La rota penetro y muere sofocada, al
Los andanzns del inconsciente contados a In manern de una histori~ mismo tiempo que Ja víctima ... ¡es muy lindo!"'28.
sufi, sobro héroes y tumbas. Esta rata, como bien ob'lcrva Laplancbe, serla un modelo ejem·
. ~ud, con el Hombre de las Ratas, entra en una emprC94 de dee- piar para caracterizar al aj!Uijón superyoico: "El superyó oc presento
c1fram1ento que recuerda la tarea de traducción de los sueftoe de D<>- como un rata goz.a dora ... como la propia imagen de In puh;ión, de
re y, como verem08, lo interpretación do la •Jcnguo fundamental" de suerte que el co•tigo morol -conflicto de nivel elevado- no hace móa
Schreber. "El lenguaje de la neu"'6is obsesiva ... .. por 881 decir un que encubrir una lucha cruenta y lúbrica en la que el castigo máx_imo
dialecto del lenguaje del histérico.,'. Para Mannonl, la intención' del está &iempre agr<gado al goce supremo"".
ensayo es recopilar toxtA>s de ele dial«to; ooo ejemplo: "tantea ratas Eate gozo estaba en la cara del paciente. Freud, durnnte el rel&·
tantos ílorines", o "le ocurrirá unn desgracia a mi padre (muerto hac~ to, observo una "'expresión rnuy extrafta" en e l ro&tro do Lanzer, algo
algunos nftos)"22. Esto dialecto, que podrla considerarse má.s simple así como "horror nnte un placer personal desconocido"'28. De modo que
que la l~ngua franca de la hisU!rica (por no existir el fenómeno de la Freud aborda por primera vez el tema del •goce•. El goce de la "man·
convermón), no resultó asl en la práctica. Los paciente& obeeeivos son tis rchgiosa• es pura pervenión oatural29. Goce que, para Lacan, se-
mucho mb dificiles que las hiaU!ricas. El Hombre de las Ratos y lue- rá un lugar vacío de sign1ficonte8 30• Fueran cunles fueren sus senti·
go el Hombre de los Lobos demuestran el •babelismo• del dinlC::to ob- mientos mezclados en reloción con CAta t.orturo, el paciente dijo que
sesivo. '"Lo comprcnaión de una ncul'08i8 obsesiva no es nada fácil y •ela que ese casti¡:o les en> aplicado a su padre y a la joven que ama·
no ae compara en dificultad con un caso de histeria-U. , ba. Entonces, cuondo esos ideas hombles lo invadlan, tenla que recu·
Resulta importante recordar que ésta fue el único material cllni· rrir a rituales y pcnsamicnto8 obseaivot.
co. freudiano en el que un suefto no ilumina y orgnniza el paisaje anf· Lnnzer hace pensar en el flautista de Homnlclin, con su cortejo
mico. Ese papel medular le cupo al relato de la tortura oriental. de ratas. En este análisis, las ratas eran slmboloa de dioero, del pene,
Durante el verano de 1907, Emst Lanur fue de maniobraa como de niftoa, y deacmbocaban en el manantial del oadismo anal del pa·
oficio) de la reaerva: Cierta noche, en tomo de un fogón, en Ja clásica ciáite, la pulsión dominante en este hi&torial.
rueda de conversac1.ones. truculentas, el capitán dol regimiento, Ne- En lo csl<!ln de la torturo chino, mucho material salió o la super·
meck~ek, contó la hu11.~na de un castigo refinado y cruel, practicado ficie Relato florído y retorcido, a veces casi incoherente, como el re-
en Oneotc. Esto hornp1ló al padente. Al Hombre de las Raw le cos- cuerdo de una cierta suma que debla a un colega por unos anteojos
14 muchlaimo reproducir el relato que catá en la base de au sobre- que había encargado. Loe 1!ntomas obscsivoe, con su prolongada ro-
nombre. ~ba a comenzar, pero so detuvo, saltando del diván y rogando petición, con sus i ncongruoncias formales, su enorme dispendio do
a su analista que le ahorrase el resto. •¡H11ble!", lo insW Freud. eoergln en banalidades, podlan de&eeperar o Freud. e1 se quejó a
Parece ser que en la tort ura oriental Ja víctima era atada, de .lung: "Es diflcil, muy diflcil, casi va más allá de mi capacidad de
bruces, Y lo adaptaban un recipiente entre las nalgas. Un recipiente p._ntación; ea probable que el t.eJtto sólo sea inteligible en nuealre
con rataa: "Ellas cavan su camino ... ", murmuró el paciente de una Cfrculo inmediato. ¡Qué estropeada& IJBlen nucHtras reproduccionoe,
manera .casi in~~diblo. *Dentro del culo", completó Freud, con uno. de qué modo deplorable djsccamos las grandes obr88 de arte de la na·
pun~uac1ón dec1s1va y cargada con cierto connotación cootrotran.síe-- luraieza polquical"'"
re.nc1aJ24. Jung tiene que ver con este texto. Mannoni empica una frase

502 503
ru<"rte cuando dice que Frcud .. lan\Cntablemcnt.c He dejo aníluir por Ésto fue el materiol clfnico que más circuló entre los discipulos,
los concepciones junguionns -Jung •contamina• n Frcud'·J:1. aun ant.e8 de su publicación. Joncs nos informa que '"después de un
Dejando de lado la ocusac16n de '"pestilcncio•, parece obvio que mes de tratamíento, Freud ocupó dos nocbC8 de la Sociedad de Viena
Jung íue su interlocutor. El Proíeeor se siente dispuel!to a que su con lo presentación del cuadro inicial del caso-:n. Ésa fue la "expoai-
alumno lo examine, atnbuyéndole un "'supuesto saber": ción orol más fascinante" de su vida38. Según Jonoa, •Freud se scnt6
en el cxtrc1no de unn lnrga meso, a cuyos Indos 008 reunimos noao-
Usted fue e l primero en conocer nl Hombro de las Rntns. Aguar- tros, y hnbló con su voz baja y cloro, en tono de charlo Comenzó a las
daba an8i08amentc su opinión, pues yo mismo estaba insatisfe- ocho de la mañaoo, hora continental, y lo e11<ucbamos con absorta
cho con él Mucho me alegra •u elogio, aunque sepn que hay atención A las once hizo una pauaa, alegando que ya deblamos C8tar
grandes 1mperfeccionoa que debo do haber captado". cansados. Estábamos tan abl!Orbidos quo insistimos poro que conti-
nuase, lo que él hizo hasta cuRi lo una . Unn persono que consigue
Vemos uno incipiente dependencia que recuerda los tiempos de mantener a una pintea atenta durante cinco horas debe tener oigo
Fliess. De allf, infiero, procede In l<>Orfa de la contaminación de Man- muy vaHoso que dec1r'"'39. AdemM, un manuscrito incompleto se das-.
noni. tribuyó como workan11 papu para el Primer Congreso Psicoanalítico
en Salzburgo.
Strachcy narra quo "durante toda su vidn fue costumbre de Lu 1nás innovador de este texto se encuentra en In sección tituln-
Frcud, después de que &pareciera cado libro 8uyo, destruir todo el da "Caractcrfsticas de las estructuras obsesivas", donde re postulo la
material preparatorio nobre el cual ae habla ba$lldo Ja obra publica- teoría de esta neurot1i• sobre la base de un tipo espcdfico de n>pre-
da Por ello oon poquísimos los manuscritos y notas originales que sión. El Hombre de loa Ratas continúa teóricamente lo que Freud ela·
han sobrevivido. El material que sigue constituyo una rora execp· boró en "Las neuropsícosis de defensa" en 1896•0 • A diferencia do lo
c1ón, y fue encontrado entre los popeles de Frcud después do su histérico, el obsesivo no reprime e l tema, aino que "'olvido" el afecto.
OIUC!rte.,34 •J. El paciente hablo con indiferencia de su estado. Como Jo señala Jo-
Hablaremoa entonce8 de doa Hombres de Ju Ratas. Texto y para. nes, •cst.o8 pacient.e1 no sufren tanto de idtas obsesivas como de una
texto. El perfil pintado en la vennón final difiere considerablemen!Al manera obsesiva de pcnsar·• 1• Para comprender este peosamicnto
do las Notar original••· Loe sueños (el sueño do las espadas japone- fue preciso constituir la noción do defensa primaria y secundario, es-
sas, en especial), la honlosexualidad y In castración ocupan un lugar ta último como un co11linuuni do elaboraciones -el laberinto del oble-
destacado en IM Notas, odemás de la presencia más acenlunda de la aivo- erigidas a partir de la defensa primario. La producción de IM
madre. Ella aparece en una de las primeras entradas: el pacíente no defensa.a accundanas se estructura, hablando coo propiedad, como un
babia querido hacerse cargo de la herencia familiar, despul!s de la dialecto.
muerte del padre, y Dece8it6 consultar con su madre occrca do los ho- Porte de la teorfn de la nourosis obsesiva pasa por lo rclacíón en-
norarios prepuestos por Frcud"'. tre dudo y compulsión. La compulaión es una duda doble: al hogo-re-
En contrasto, el temo del "dlalocto" o~ivo y de las d•f•nsas u- prirno oc suma el par anuHJdw, ambas polaridades, en .,.pecial la &o-
cundaria.s marcan el curso de la redacción íinal Este texto es más runda, que consumen grandce cantidadce de eoergta, por redundar
junguiano, para malh•ur de Mannoní. Las Nota• origina/., non más en un cucstionamiento perpetuo de la capocidad de amor del sujeto.
frcudianas. Por eso me pregunto si no fue delibcmdo quo estos notas En ese contexto, In conipulsiótt nparooo como la radicalizacWn de la
so salvaran de ln hoguoro. Tal vez Freud quiJ!o que los dos Hombrea duda.
do las Ratas fuesen prescrvadoo. Texto y paratexto representan visio- Otra radlcalí:uición de laa defensas accundariu " Jo que Freud
nes complementarias de un caso enigmático aquf dt:nomina ·omnipotencia del pen.sam1cnto•42, expresión tomada
"Su Hombre de las Ratas me colmó de satitfacción, está escrito del paciente; as!, •pensar' en lo muerte del podre, tema básico en la
con una inteligencia terríblc y desbordo la más sutíl rcalidnd ... La· Vida de Emst Lanzcr, equivalen matarlo, antes o después de muerto.
1ncnto sinceramente no haber sido yo quien lo escribió".11, se lamento Este adelanto teórico siembra Ja semílla de T6tem y tabú. El pasaje
Jung. omnipotente del de.co al ecto está en Jo baso del pen$11miento 1upcn1-
ticioao del Hombre de las RaW, "siendo un elemento esencial de la
lhentc de los pueblo• primitivos".,
•s. Esw Notos 3610 n1,.1rccieron en 1955 en h• Stan®rd Ed,.t1on. Lo8 ~st..c c.s el prilncr caso en el que se aplica con rigor la técnicl\ de
unalh1taa de laa pri~ras &'('nerocionM -c.nnto Abraham como Fedttn, Fenichcl la o.socaadón libre, tal como Jo dice el informe de la Reunión Cientffi·
y A>chorn, que •l>c>nlatoo .... hLttorial- no wvien>n - • ... mai-1. ca del 30 de octubre de 1907· •1,a técnica analítica ha cambiado, de

504 005
modo qu~ el ps1coonalista ya no trata de extraer el mol.erial quo Je ¡0 • do su nnálisis, la ambivalencia intrínseca 8e tranHformó en Jos deno·
teresa, sino que le pcri;iitc al pncicntc sc~ruir el curso naturol y es- minodns ..tronsferencios repugnantes•; el paciente atacaba In perso·
pontáneo de su pcnsam1enlo"«. na de Freud y a su fümilia. Insultaba de un modo_,, que hace peo·
. Loo rru;~, en la se~dn del ritualismo obsesivo, llevaban al tia· sar tn una rata, en la figura de un •a_n imal de laa cloacas-W:. Se le
d1smo ~pnm1do. que exphcnba el horror y, o1 mismo tiempo, el inte- ocurrfo, por cjcmp)o, que Frau Freud ~bao lamer su culo'\ junto con
rés lascivo por la crucldnd, fuente de lo expresión ambigua de goce ya una fantasía en que •10 hija de Freud estaba chupando a uno de loe
consignada. En cMn línea, cuando el paciente c~rin1cntó su primer secretarios de l,r ibunal, un tipo asqueroso que estaba desnudo.... "¡M1
~.rgasmo. u.n extraño pensamiento ~nlró a viva fuerza en su mente: hija!", exclama el padre en las not.as del 21 de noviembre".
1Es maravilloso. ¡Por esto una persona e.s cnpnz de mntnr a su propio Pensando en esae '"transferencias rcpugnantcf4°', mo prc1,runto el
padre!""' el Rotmonn sabía que Frcud, ante• de atender en Bcrggasse 19, tcnfn
Pero en est.c aspecto el paciente se manWnía firme en su rechazo· su con1ultono en la Rathausstrasse 7. Es probablo, pues conocía la
no ac:eptab4 la interpretación de deseos pamc1das. · vida y obra de Freud . En ese caso tenemos un Rotmonn, hijo de un
..¡Cómo es ~1blc, si yo amo a n1i padre!*, cxclamubn, prok-at.nndo Spietrnue, onoli•odo en uno Ro11ha11s (caso de rato•)'•.
nmo,. por ese vicJO pod~c muerto de lorgn vidn, fi¡.ruro inmortalizada A medida que pasaban los mC8cs, el paciente se aproximaba a lo
po_r la fatal ambivalencia que lo llevaba a levantar una piedra del ca. lu• al final del túnel. El "delirio de las ratas" desaporeció, con lo cual
nltn?• porque ~gu1en se.pocUa last1mnr, pero que luego, como observa Em•t Lan.er pudo salir diplomado de su "escuela do sufrimiento~"'.
Fcn1c~cl, RCntia In n~~ndnd de oolocnrJn nuevamente en su lugar46. /\ pesar de su enervMte fachada obsesiva, el Hombre de las Ro·
C1crW. ve~, el pncacntc nportó un rt"Cucrdo memoroble, de lo ~po­ t.as fue desde el principio uno de los favoritos de Freud, segundo sólo
co en qua tenla unos 3 o 4 ai\os. Su padre le había dado una zurra por del Hombre do los Lobos (ronl11f111 que, como luego veremos, cuestio-
una maMturba~ión más i.ntu1da que dcscub1crtn, y el pequeño Ernst, no). Jia,y una frase enigmática, un tanto evangélica, en unn entrodn
en una cxplo.s1ó~ d~ rab1n, comenzó n insultarlo. Pero, conto todavía en los Notos originales del dfa 2a de diciembre, a fin de afio: llun&rig
no conoc!n n1ng~n insulto común. le gritó "'todas las cosas que se Je und w;rd gelobl ("~arnbriento y fue sac1ado")$T. Era una iniciativa
ocurrfa.n , por O\Jemplo •l4mpara, toalla, plato·"". El padre, atónito altamente heurodoxo alimentar a un paciente de modo maternal,
se s1nt16 llevado o pre~~1r ~u~ su hijo se convertiría "'en un g-ra~ violando todo• los preceptos au8tcro• que el propio Froud había
hombre o.en un gr~n cr1m1nal (O en un neutótico", oi\ode Freud, en enunciado. Poro, a pesar de est.n "transgresión", el relato sigue sien·
n~ta al pie d~ p~g1na)•8 • y nunca n1ds le dio una paliza. Los aenti- do una expoaición clinica ~emplar de una neurosis obsesiva clásica•.
m1coto1 confl1ct1.vos "'no eran independientes entre sf, slno unidO:S a El cuo sirvió magníficamente para rcíorzar algunas postulaciones
los parea Su odio por la amada estaba ncccaariamente ligado n su básicas: las rafees infnntiles do IR ncuro8i8, la lógica interna de los
orc~to por el padre, y viccvcrHn"49• En ese guión cxistín una idcntifi ..
coc1ón pot4;,_ma. El ~adre, militar de cnrrera. hnbía sido un Spúlrott~.
o sea, uno rata de ¡uego""°. El episocho ya mencionado de la deuda de
¡ue'Fo.patcrna había de¡ado una impresión profunda en el paciente. en )(l neurosis·, en 1953. Partiendo del suplicio chino, él llc-ga a la conclusión
Su Ju1c10 sobre el ptltadiJlo de juventud de su progenitor era muy se- de quo •1a constelacl6n original. de todo ob&etlvo no ea el triá.ngulo edípico,
vero. Éste era un elemento de su propio compulsión de pagar peque- sino un cuarteto. por redoblamient.o dt> las íiguras pat.tma o materna. Esta
~as deudas, como huo de Sp1tlra11e: "En su• delirios o"""8ivos él ha· estructura CUllll.ffftaria d~be la cond.tción m&Kulina, rrente a la C::Ondiaón
bía creado una verdadera moneda de rntas parn sí mismo•61. ' triangular femonina ilustrada por Dora. A trové& de ettn estructuro Lacon
.. El tcmn de In ~ouda ~obrn singular importancia ei pensamos en hablo de lo '"lnlgico de la condie~n humana·, puea el cuarto del cuarteto ee la
la deuda pntcmo !&ca~1nna. en relación con la función del padre. muerlAl
•is. Aunque R.alhou.a, en alemén, significa alc:aldía.
Pnra l\luoua. esto funaón del padre aquí no termino. de funcionar "6. Esta tmnsgreeión está mal cont.ada. por Peter Ony cuando dice que el
ca~a!mcntc. La 1ntC'nción demostrativa, que constituyo In esencin del paciente fue invitado a una •refacción familiar"' CPeter Gay, Freud. umo vúlo
dcl1r10 de Schreber, 8<.' convierte en ironía, burla. desconfinnza, 8-0Bp&- paro o"°"° ttmpo. 1989. San Pablo, Companhía d.. Letras, P'IC· 251). En
cho, en el caso del Hombre de las Ratos~• •• Más tarde, promedian· verdad, Freud tuzo traer un plato de ere.nquet ahumadoe que Lont.er, ~n la
ocatnón, declinó. Conviene recordar que el único paciento que compartió In
meso del Profctor fue E... , invitado para •cerrar au carrera. de paciente•
(cana de f'reud • Flieu d•I 16 de abril de 1000, C«mpondiru:ra Sigmund
•4. D<>epués de e11tudial' • l>ora. Lnnn eat.ud 1a la tran1ferenc:11 del F>.ud Wilh<lm n ..... 1986, comp por J. M. MOAOn, !mogo, Rlo de Janein>,
Hombre de las Ratu en •Et m1t.o individu81 del neurótico o PQCIÍ8 y veJ'.b1.d pág 00).

506 507
10. SE. IX, págo. 169-75.
s!ntomas, y !na presiones, ocultas y poderosos, de los sentimientos 11. SE, XII, pág. 322. •
ambivalentes. 12. O. Mannoni, •J:!I ·Homb,. de las R<i"°"" • en 81 Homb,.. dt w Ro«u,
Es probable que Freud se haya •cntido reíl~ado y ampliado en el «>mp. por o. ~luo<ta, J Jinkit, ""· 89.
cuadro clinico de su paciente. Esui joven, supersticioso molgré lu1, po- 13. P . Mohony, op. crl., pág. 81
día serle fam1l1or. Hombre culto, o la page con lo que suced!a en Vie- 14. SE, X, pág. 180.
na, incluso el psicoanáli•i•. Ernst podr!a haber sido un candidato t(. x.
15. s~. p:1g. 235.
pico pora 188 noches de los miércoles. Freud le tomó la expresión 16. SE, X, pq. 175
•omnipotencia del pensamiento", lo cual sólo tiene un paralelo en la 17. lb•d
ta/Jrmg c1,,.. de Anna O. Además, I°" dos compartían el omor bibliofi· 18. Pet.er Gay, Prtud. umo uida paro o "º' 'º tempo, 1989, Son Pablo,
lico. Companhit• da• Le1rn1. pág. 249.
Hay puntos de identificación que los unen, para no decir que loe: 19. SE, X, pág. 176.
amarran. Ya vimos que Freud se considera un neurótico obsesivo 20. SE. X. póg. ~ .
21. SE. X, págt. 15e-7.
Amboe tuvieron seis hermanos. Amlllia y RMa t.enlan 19 ru'tos menos 22. O. Mannom, •bid., pág. 88.
que aua maridoe. Kallnmon Jacob y llei.nrich oran bohemios cxpon8i· 23. SE, X, pág. 156
vos y temperamentales. Jncficicntcs, con un judaísmo en vfas de Mi- 24. SE. X, pág. 166
miloción. Ernat duerme en el momento de lo muerte paterna; Sig· 25. E Wíloon, /n l•forwryo(O<to.0< M1rttau, 1950.
mund •cierra loa ojos~ Ambos padres tuvieron agonías lentas y 26. P. Mahooy, op <it., pégl. 29-30. .
murieron por insuficiencia pulmonnr. Cipión, el Hombro de los Po- 27. Jean Lap111ncho, Problt111dtico• /: a angústia. Snn Poblo, tt1ort..1n1
rros, se reílejabn en el Hombre de los !Wtas. ~'ontea, pó¡¡. 280.
Esta afinidad encuentra su máxima expre•ión en el hecho de que 28 SE. x. POa- un.
los d. . amaron a una Cltl<'la. En las notas del dia 18 de noviembre, 29. J IA<an, Slnunair< VIII , pOic. 251.
Freud escribe que el paciente quedó muy impresionado cuando •et ca· 30. J. O. Nasio, Cinq I~• 1ur lo theori~ lÜ Jocq~• 1.At:o.n, 1992. Parla,
pitán N'. mencionó el nombre de Giscla Flu8'1 (!!!)"'&. Los tres signos Rivageo, pág. 45. . . r._
31. Corta de r,.,ud • Jung del 30 de JUNO de 1909, Fr<ud.Jufll. ............
de adn1iraeióo gritan anW tamaña coincidencia: ¡las novias tienen el pondin<to. .ompkta, 1976, IUo de J•neiro, lmAgO, pi¡¡ 239.
mismo nombre! Exclamaciones quo marcan puntualmente una con- 32. O. Mannom, ibfd , pOic. 95
tratro.rulferencia espantada: entoncoa vemM que Freud e9Cribc "Giae- 33. Corta de Freud o Jung del 17 de octubre de 1909, Fr<ud.Jung, C<>·
la F1uss•, como si el apollido de ambns fuese el mismo. El apellido de rrtl¡XNldln<io compltla, págs. 300.7.
la Giaela de Emst era Adler. ¿El Fluss fue un acto fallido? 34. SE. X. pág. 253
El nombre de las novias es el mismo, pero los destinos difieren. 36. SE. X. pág. 266 d.J r.
Emat Lanze r murió, poco después d el inicio d e la Primera Guerra 36. Corta de Juna o Freud del 14 de octubre do 1909, Freu uns, ~·
Mundial, en una trinchera, probablementc rodeado de rotos. rmpondérn:1a compl<ln, pág. 303. .
37. ErnestJone1, A uuia to obro de S46mund Frrud, 1989. RCode Janet·
ro, lmago, 11, pác. 267
38. P. Mahony, op. CIL, ..., 34
NOTAS 39. EmeatJon... op. <iL, 11, polg. 56.
40. SE, 111, pág. 171.
41. Ernett Joo.., op. cü., 11, i>'&· 269.
1 SE, X, i>'cl· 200-1 . 42 SE, X. pág 233.
2. P. Mahooy, p,..u;J •o Ho,,..m d .. mJoo, 1991, 1>4. 21 43. SE. X, pág. 235n, nota al pie ¡¡gre¡¡ada en 1923 .
44. Kouni6n Cicnt.ífica del 30 de oclubre de 1907, Actas de la Socieda~
3 . lbíd., p(i¡¡. 21. P1icoanaJltico <k Vitno, org. por H. Nunbcra y E. FOOern, 1979, Buenos Aa·
4. Luis Ca.rloe ~feneic1, "O homcn1 doe ratos o o questAo do poi_.. Pt.t'fu,.. reo, Nueva YWóa, 1, póg. 242.
.., ,..• .,ta tk ptUooáli«, 111, N" 516, 1991, pi¡¡. 10.
5. SE, X. ""« 296. 45 SE. X. pág. 201 •
46. Ott.o Feo1chel, Teoría p11tOtJnall11ca <h la• nt'•"'Ol'lt, 1966, BuenMI
6 lbld.
7. lbfd. Aircs, l'llidóo, pág. 310.
8. Angel Oarma, •ti origen de loe veetidoe'". Reui•to de P•icoa.ndlt111, 47. SE, X, pág. 205.
1950. VII, r>'lf 227 .S. lbld.
9 SE, X, P'c 213. 49 SE. X. pág. 233.

508 509
SO. SE, X, ll'ic 210
51 . SE, X, pdg. 213.
52. O. Masotl4 (oomp ¡ ·c. 'd ·
da la.a RaLu-• Lo. d; S ns1 eroc1ones eobro o.I padre en e.l •Hombre
P'ig. 2Z. • «llO.S 1gmu.o d P,.ud: d Homb,.. d< ltu Rolo., l9B6,
53. SE, X. p/i¡¡, 283.
54. lbld. .
55. lbld. CAPÍTULO 31
56. sr.. X. ll'lc. 200.
57. SE, X, pde. 303. TOGAS CARMINEAS Y BIRRETES
58. SE, X, pág. 280.
CON BORLAS DE ORO

Feronczi, el Visir del P•icoanáliois, el Heráclito do In psiquiatría


b\lngara 1, el interlocutor de Freud en Siracusn, el autor del documcn..
to fundante en Nuremberg, nació en Budapest en 1873, oct.nvo hijo
entre once hermanoe. Fue en el tiempo en que las ciudades de Buda y
de Pest, frente o frente en lns márgenes del Danubio, decidieron fu·
eionarse en una ciudad única.
Su padre, Báruch Frankel, era un judfo polaco que participó en
1o GucrTO de In Primavera, en 1848, y tuvo que huir y cambior el
"Frankcl" por "Fcrenczi". Se estableció como librero en BudapeMt, con
éxito, y 8C convirtió en editor. Su mujer, Róta, es recotdada corno una
intelectual que acompao\oba a su marido, aunque desbordada por su
numeroso prole. Según Pierre Sabourin, el matrimonio era librcpen·
oador pcru recat.ndo en la expresión do afecto<!: prototipo de las futu-
ras parejas de intelectuales neuróticos. Sondor comentará que ..el
eentimentalismo y las caria.as eran desconocidos eo mj familia En su
seno se cultivaban scntimíc.nt.os púdicos ... Cuidar de lns apariencias,
librarse de los •malos hábito<!., era lo más importante ... Fue as( como
yo llegué o ser un OJ1celente alumno y un onanista secreto"'.
Por otra parte, en lo galería de padres de los primeros anal~.
Báruch obtiene In mejor nota, superando por amplio margen al inefi-
ciente Jocob Freud, al pusilá.oimo Paul Jun¡¡, y al padre ausente de
Karl Abraham, cuyo nombre be quedado en el olvido. Su mayor
•error• fue morir demasiado joven, cuando Sandor tenía 16 años,
edad impropia para ser huérfano do padre' 1 •
Sandor estudio. medicina en Viena en el mismo nfto c.n quo Freud
eetreno el método catártico con Emmy von N. Una vei formado, re-
gresa o Budapest para in.iciftr su práctica; se establece primero como
clfnico y después como neuropsiquiatra. En 1897 es nombrado médico
asistente del Hospital Rókus, en el servicio de las prostitutas. Era

• i. Ferenai, en el memorable Docum~nto de Saúburgo. comenLa que


•xiatfa un pa.r «ido entre 84tuch Frankel y Sigmu.nd Freud ($. Ferenczi,
O.u.,.. com,,Ute1, 1, p6g. 164).
510
511
sc.ne1blc n la mise.ria 80CiaJ3. Denuncia el aparato de coacción ...... q ·,¡ to con la fomilin Frcud -de quien luego se volvió favorito- durnnt.o
t r1c~ . $. u~ pr1' me roe textos ant1c1pan
· · ~· de
la posición contestot.nria Ul la•
l~ vacacion03 en Berchtcsgarden..10•
antip81qu1atrlo do loo allos 60; publicó folletos contra lo malo práctica Como vemos, en poco menos de dos ai\os Ferenczi pasó a aer Vi-
médica y contra las falsas promesas de los productos farmacológl sir y mano derecha do Froud. Vi.ir viene del ára~ "waz.ir", .Y significa
P_nra él, •Jot c.ilóganes y la moda (servlanJ tanw ni penMmienw :':: •aquel que ayuda a alguien a llevar una carga . Ferencza, máa que
d1co como al ramo comercial de la indumentaria-.. ningún paicoanalista, cargó con la carga de la Causa.
~n 1898 publica au primer ensayo, •Espiriti1mo•, e n la revista El Profesor estimuló al húngaro a participar en el Con¡TeaO de
Gydgubzat, ccht.ada por Miba Scbac:ter, gran figura pawma en la v1. Salzburgo, que se realizo.ria cae mismo año. Ferenczi p~nt6 1u ar·
~a.de Sandor. Alll n~rra un ~~o inte~te. Cierto dla, habla par. tlculo •Paicoan61ia~ y pedagogía", primer traba¡o analítico que abor-
ti.a.~'\dO de una reunión mediumn1ca organizada por un vitjo amigo.., daba el wma do la educación.
pmtist.a En lo 11e1i6n. Fcrenczi preguntó: •¿En quién ..wy P<:nMndo ¿Cuáles eran laa ideas claves de este ensayo inicial?
en este mom•ntor Lo médium respondió: •1.o pen10na en la cual cotA l . "La pedogoefa actual constituye un verdadero caldo do cultivo
pensando, acaba de lcvantan!c de la cama para pedir un VlllfO do agua para las más diverau ncurosis·11 •
Ycaor. ~uerta". En eec momenw Ferenczi recordó que tenlo pendiente 2 . "La pedagogla obliga al nillo a mentir, a negar lo que l!!lbe y lo
un~ v1s1ta médica. Fue de pnsa a la_ casa de la paciente, donde pudo que picnsa" 12 • •
venficar que hobla sucedido lo que dijo la médium$. Créase o no. 3. "La humrrnídod ee oclualmente educada para unn ceguera in·
Otros do los cn8>\y08 merecen ser mencionodos. En 1904 publicó trospectivo""·
'El valor tcrnpóutico de la nipnosis.., y en el :r Congreso do Psiquia- El interés por la pedagogía se transformará más tardo en unn
tría do Hungrlo presentó un trabajo titulado "Creación de un comit.'.\ pasión por la U\cníco, por la formación de futuros ~nali~tas. Oe~e .eMl
do dofenao do loo homoeexuales"'. ángulo result.a int.ereoant.. un ensayo poco conocido, t1tulodo Ad1eo·
Ferencz1 también se preocupó por la psicohigienc del médico. Ha· tramienw de un Cllballo salvaje". En él, Ferenaj habla de la voz fuer·
bla de I~ morca que deja en el estudiante de medicina la 1n1ciación te del padre, complementada con la voz suave de la madre, como coor·
cadavénca, la cual lo lleva a considerar al pacienu. como u.n aglome- donadas para el juego tranofe~cial del domador y el dom11;do.
rado de ~rganoe. En la mbma línea, formula una peda¡ogfa del médi· El perfil del joven Feren= pued! tomarae como paradigma de 1!'
co. Eow 1nt.e~ culminaré, en años venideros, en su p.--upacióo por generación inconfonnbt.a del fin de siglo, que pronw odoptol1i al p81·
la contrat:ranaferencia. coanáliais como ideolOlfa do la salvación penooal. Hablando de cald..
Hubo doe primeros encuentros preparatorios, ambos negativos, de cultivo, Viena, Budapait y Zurich eran bervi~el"08 de cosu ~"'"
con la _o bra de Freud . .En 1893, al leer los Estud;,,. de Frcud y Breuer. """· Fermento en wmo a Mahler, Wittgenstein y Freud. El perfil de
repu~1ó la et1ologla aexual de las neurosis. Siet.. aftoo m••
también la TrounuúulU'Yf recibió una critica de8fovorable. Lo puen.:
tarde Ferena; recuerda el de Tausk, el del relegado Sadger, el do Rank. Toda
una talenl08a generación caraewri.zada, como vimos, por la rebe~la, la
de entrada fue el lcat asociativo de Jung, leal que le reclutó mú de marginalidad, la paaión doctrinaria y las tinie~las de las neul"081a per-
un adepto a la Causa analltica. Concertó una entrevisto con Freud sonales. Eoa generación comienza"'?º Fereo_cz1, Jung y, tal, vez, Adler;
paro febrero do 1908. concluye con Oroddock, el joven Fen1chel, ~·ch y, tal v~z, Silberer. .
•Freu~ fue c~nquistado de inmediato por la vivacidad mental y Pascmo1 o considerar In lramfertncUJ de ~nsomiento, cxprcetón
por loa. otributw 1n~elc;ctuales de Ferenczi, del mismo modo que, en usada por Froud pora hablar do la telepatla. Ferenczi, morcado por
otros t10,mpos~ eo"s1nt1ó atraído por esas mismas cunlidodce en su la expcrioncio ospiriii•tO, visitó en octubre do 1909 a una tal Sra.
gran amigo Fhcsa 8. Fcrenczi era un h ombre encantador y fue un co- Seidler médium do Berlín. Clarividente famosa. Lleva consigo uno
"? de amor reciproco o primera vista. Tal vez no hubo el fuego wagne- carta d~ Frcud y ac cnlusiarsma con las revelaciones do la mltjor eo-
r~ano do lo. entrndo. do Jung, ocurrida meses antes, sino una scnso- bre la per90no del Profesor. Después de laséonct, escribe:
c1ón de ca11 d(J.ó vu, de tou)ours vu: "!"'familiaridad instoniánca que
m~rca el genuino encuentro entre discípulo y maestro. Fcrenczi se Admitiendo que poseo capacidades realmente fuera do lo común,
ubicó do entrada, sin ambivalencia, en el pape) de roocptor do un ea- tal vez Ml deban a una especie de "lectura del pensamienw•; ceio
ber. Pero no era un neófito ingenuo, sino u.n ..e.spfritu abiertc, un ver· es lectura de mia pensamientos. Me llevó a dicha hipól.Clia el au·
dadero obaervador do su tiempo"'. w~nAlisie profundo que realicé después de la 808ión. La mayor
Jon"!' n.. da una idea de la int.ensidad de ese primer encuentro parte de lo que me dijo aobre usWd corresponde a proceaoe men·
cuando di~ que "la •mpl'(llión que IFerenajJ causó fue cnuide y d.,. tale8 que yo realmente tuve, pero también a proceaoe meMales
pués del pnmer contacto. lo invita.ron a pasar dos semanut e-n ~- que puedo haber reprimido ... Ademú de la teorla de la "induc·

512 513
ción pslqulco", podemos contemplar la posibilidad de uno hipo- O aca que hoy algo inusitado en el aire. Los astros, la Ruedo de
rcsteHin cxU\ticn ... t• la Fortuno, loe Atconos del tarot, el más allá del más allá, eran bien
vistos en e808 tiempos. Todo era posible para loe ooiromnntes mod<'r·
El ditc:lpulo, con todo, se muestra cauto: nos con cspíritu inici6t1co. Las nuevas ideas circulaban en el devenir
asociativo de loo nuércoles'. se privilegiaba el flujo del discunio, el su-
Quiero uegurarle que no hay ningún peligro de que yo sucumbo cederl!e de loe a1gntficantes, por sobre la identidad de loe "•llJ•lool"
al ocultismo debido a esta experiencia, todavla oecura". Ea posible que eaa transferencia de pensamiento funciona10
Ubremente en loa aitios que siguieron a los fus En.-oyos, lo qua ex~
Freud reoponde. Para él, 108 fenómenos paranormalCI plicaña el hecho de que Ferenczi escribió su gran primer articulo P6i-
ooanalftico, "1'1lícoan61isi1 y podagogla", un mes después de haber co-
... no son ~cnómenoe psi, sino alguna cosa pu-TOmtnle •omdtico, nocido a Freud. Al afto s1gt1iente, "Transferencia e introyccción" lo
lo que considero una novedad de primer orden. convirtió en un teórico de ta noche a la mañaoa20. Con cae ·astrat•.
como dicen loe br881le~os, las reuniones de los miércole8 podñan con-
Por la noturolezo del temo, pide sigilo: siderarse un boquot telcp;ltico.
La trane(crcncin de pensamiento, más allá de su pertinencia p1ti·
Por el momento, callemos, silencio total sobre el asunto ... lnicia- cológica, fuert.o como loy biológica, culmina en lo Ex,,.,rie11c1a dt IVor-
rcn108 a Jung en un estadio ulterior ... HI cester n•nrnvilloso enfori psicoanalítico. Nueve semnnos y medio de
análi~ís c:ruiodo, recruzado, entre Freud, Jung y Fcrcnczi, en lo
¿Cuál oro can gran novedad? ¿Qué si¡,'11ifico que lo telepatía se aventura de conqu;star América. Creo religiosamente que de In red
produce en el circuito somático? Creo que Froud está hoblondo do neuronal de loe primeros discfpulos brotaban chispas.
1111a fuente de intersubjetividad que luego pasará a ser dominio del
ello; habla do lo telepotlo como una comunicación de onconscicnt.es. Jung y Freud, cado uno por su lado, fueron invitadOfl a loe Eeta-
Concuerdo con Julicn en que la gran novedad tiene que ver con Ja dos Unidoe en agooto de 1909. América despertaba al psicoanálisis
transmisión psicoanalítica, con la transferencia de penumiento entre Stanley Hall loo convocaba para participar en la celebración ~· loo
f!eud, Jung y Fe!enczi 1'. Si bien el tema de lo oculto, y do laa cien- veinte años do la Universidad de Clark, en Worccster. Freud pnmero
aaa paraptncológicas en general, ocupó poco espacio en laa Minutas se excusó por una cueetión de fechas, de lucro cesante y, tal vez, por
de los Miércoleo, el asunto funcionaba como contrat.ema. En esa bús- 1111 toque fóboco. Pero cuando el venerable Stanley Hal.I insilte y poe-
queda de lo paraps1cológico, Ferenczi estaba máa adelantado que t.erga el evento para adaptarlo a la agenda del vienés, nuestro héroe
Jung. Una noche de miércoles en Viena, se presentó como "Astrólogo acepta. Acepta encantado; "Confieso -le confiesa a Jung- que eoto me
de la Co~ de loo Psicoanalistas""·"'· entusiasmó máa que cualquier hecho de estos 111limos aftot1 (excepto
El Clplritu de aventura, eso si, no faltaba. Una mallana de di- tal vez la aparición del Jahrbuch ) y que no he pensado en otra
ciembre de 1910, Frcud partió, vamos a suponer que aogilosamente, cosar.11. Le cuc.nt.a al Príncipe Heredero que tiene un •entusiasmo ju-
p~a en~ntrar110 con Jung y Bleuler en Munich. ¿Motivo de la cxpc- venil", parecido al experimentado cuando contemplaba emigrar a1
dJClón? V1e1tar R Frau Arnold1 una renombrada astróloga. La visita Nuevo Mundo, en 1oe tiempos del noviazgo: "'Ahora, veintitrés ano.e
no tuvo lugar porque Freud -nos cuenta Joncs- no consiguió recordar después, voy por fin a América, no para ganar dinero, eino respon-
el nombro do In astrólogo°'. diendo a una invitación honorabte-n.
¿Qué •ignííicuba América para freud! En la 8Ul>"rficio; un lugar
de dinero fácil, un parafso de bobos con b'l)o vuelo intelectual. Pnls do
•enanos gigantescos". Ese chocante prejuicio es la fachada de algo
•2. Jone1 cuentl\ una anécdota divertida. Cierta vez. a bordo da un
!rnnvío, fer<!nc1i intent.6 adivi.nar el nombre da un pMajero, y te pregunt6: más hondo. Américo recuerda a Viena, correfour de ta ambivnJcncia.
¿Usled N lltrr Kohn?· El hombre. espantado. reepoodi6 ol'irmattvemente. Idéntica o grandes rasp, polar en el mapa de au imaginario. Amé'!·
Freud, comenta Jonet-, encontró la hiltoria "'f'ant.úlicement.e. bello.* <Eme1t. ca era la anti·Viens, ta gran adversaria: codiciada, denMto.do, env1·
Jon.., A """'•o oOr-o dt S11mund F'~ud, 1989, Río de Janturo, lmogo, 111, diada. Amé nca ero Roma en su faotasmática geogrona onírica
P'if. 380). En UNO OCNión, una profecfa de Ferenc:zi "cumph6; ~l. que hsbla Jung, •ndepcndicnt.emente, también habla sido mvitado a Wor-
~noado ti pnOMr d•llMIYO de F'ttucl en 8remon, pro(euz6 que lo m11mo cest.er. Al saberlo, Freud M entusiasmó al1n más con la expodoaón al
ee reptllria en Mun~b. Ella hiltoria eom.iema CM el cuo PrMentado en 1u Nuevo M1111do. For 11 no bastara, se enteró de que au rival Jane\ iba a
primer._,..,, ºFAponlUlllO". dar charlas en la Expoeiaón Internacional de Saint Louos La invita-

514 515
ción o Jung "cnmbín completamente mi disposición de ánimo para el Imaginen In cSCC-nn. Tres hombres celebran In aventuro omcricn·
viaje, y lo vuelvo importnnte. En esta épo<;a del ano, me e1ento como na en unn taberna de Bn.:tmcn, gran ciudad cervecera, con el m~or de
Coló_n"•. le ~nfla a Pfi~ter, su pastor espintual en Suiia"-' y a Jung: los esplritua. Sur¡¡o la oeducción del alcohol. Jung bebe. ¿Dónde .,.~
-Su ulVltac1ón es lo mcJor que n06 ha sucedido desde Salzburgo"" el triunfo que merezca un desmayo? Por si fuera poco, Jung no era un
Salzburgo habla sido el debut del psicoanálisis en el mareo de la abetemio nato. Guataba, en au juventud, de frecuentar bares, y tntro
poiquiat'!a e~ropea, m~or dicho, centroeuropea. La ~nm11 n'llhl en sus amigoe se habla ganado el mote de "Barril'. "Raramente H em-
el gran cireo internacional tendría lugar en una preotigioea univeni- briagaba - rememora su amigo Albert Oeri- pero, cuando lo hada, era
dad de New England, en el corazón intelectual de la Nueva lnglate- muy ruidoeo... En eoe tenl1do, la siguiente anécdota de Oen "'" reve-
na, cerca de Boston. ladora Resulta que Jung, al salir de los bares por la madrugada, ev1·
Freud, el Conquiotador, cruzaba el Atlántico con la misión do lle- taba volver eolo a au caea, por los peligros de la noche. Entonces, *em-
var la. f)Ctlte peiC?analllica a América, iniciando la contaminación pla- pezaba a hablar aobre un tema particularmente interesante, y el
nct.ana .... En tierra, en la retaguardia del enemigo, Brill y Jonea cleg;do, sin darte cuenta, acababa por acomp&narlo hMla la puerta
aguardaban con armas y bagajes. El primero estaba en Nuevo York· Al despedirte, Jun¡¡ le ofrccla su revólver al amigo pnra el viaje do
JonOJI dC8cendlo de IOB planicies de Toronto. ' vuelta"""· El joven Jung. entonces, era hombre de porto.r armas en loo
El viaje comienza signado por un desmayo de Freud. Scgdn bares.
Jung, eso sr~copc ~e provocado, ..indirectamente", por 108 "'cadáveres El segundo neto del viaje transcurre a borde del Ocorge Washí1111·
del pantano,. El suizo había hablado de las momias de loa pantMoa ton. Lea cuatro scmanos y media de la tournü pasaron o ser un lobo·
do la región 3. Las oguas calcáreas del este de Bremcn ccntienen áci- ratorio psicoanolftico gigante. maratón de asociación libre y fcstlvnl
doa vegctoles que diouelven los huesos y curten la piel, do modo que onlrico. Largas tertulia& en el deck del navlo. Esos hombros, entonces
hasta 108 cabc1108 quedaban en perfecto estado do conJ!crvoción. íntimos, 8e nproximnbon a América como ladronee en 1o noche.
El interés morboso del suizo altera a Freud. En el anólí•í• cruzado, Jung presentó un sueño que luego COD8i·
•¿Por quó lo importan esos cadáveres?", excla.ma lrrit.odo. l-1°'" dera.rA crucial, ya que ollf nació la noción de •inconsciente colccti
ment~ después eobrevicne el desmayo. JUOI/ rememora: "Má1 tarde vo'"'"•. ~taba en una cosa de dos pisos y comenzaba a recorrerto de&-
me d1JO.,Jue el tem.a. de las ~omiaa significaba que yo dcaeaba 1u de arriba. A medida que descendía, el decorado iba retrocediendo a
mue~ . La mald1c1ón de Ed1po marca la relación desde el inicio AJ sigloa puadoe. El segundo piso tenía un mobiliario propio de los
ella síguiente del primer encuentro, en febrero de 1907, Freud le pre- tiempos de loe LuiRs en Francia; en el primero, se estaba en pleno
guntó a Jung qu6 eoi\aba Binswanger, otro psiquiatra ouito que .,.ta. medioevo. Una escalera bajaba a un sótano, cuyas pared08 databan
ba presente, recordó allot después "la interpretación de Freud· dijo de la época romana En una de ellas dio con una argoUa que lo llevó a
q_ue Jung deocaba derrocarlo y ocupar su lugar"". O ... que el parri- una gruta rocosa "l?:ntre el espeso polvo que cubria el sucio habla ea-
cidio catuvo presente desde la primera hora. queletoe, r08toe de cerámica y vestig;os de u.na civiliU>Ción pnmitiva
. Posteriormente, Freud opinó que l<>dos sus desmayoa estaban Descubñ dos cráneos humanoe, ya medio desintegrado1. Deapuéa
hgadoa al efecto de la muerte de su hermanito Julius. El medo en desperté..1•
que Jon!'ª• por su porte, inwrpreta el desmayo es, por lo menoo, es· "'Frcud se intcreM de inmediato por los dos cráneos, de lo misma
~afalario. El concluye que Freud "habla obtenido u.na pequella victo- manera que, en el primer auefto de Dora, lo habla interesado lo •Cl\ii·
na sobre Jung". Recuerda que el suizo venia de la fanática tradición ta de joyas•: (Froud) hablaba continuamente de ellos - rememora
antialcohólica del BurghOJzli y "Freud consiguió hacerlo cambiar de Jung- y sug;rió que descubriese en mi, dentro del ccnt.cxto, un deseo
opinión. Consiguió que cambiase de actitud pero acto seguido tuvo eventuol'"32.
el desmayo"27 • Joncs concluye: •Freud era ~n c~o levo del ti~ que ¿Qué aeoclaba Jung con los cráneos? ¿De quién eran?
él definió como •lot malograd08 por el éxito...... Pero ¿de qu6 éxito 10 "Naturalmente, yo oabla muy bien adónde quería llegar él", na·
trata? rra el eonanw, por 1u parte refractario. "Pero, al fin de cuent.M, ¿qué
es Jo que pretendo? -pensaba Jung- ¿De quién deseo la muerte? Sen·
tia violent.rui resi1tenciu ... pero en aquella época no wnla auficiente

. '3. ~nla C. Wiloon q..., Ju~, a loo cuatro aftoo de edad, vio - r del
no el cuerpo de un ahoeado. y eao fue causa de una preocupecl6n por toe
<ad6v•- QIHI lo -mpeM toda la vida ( v - Colin Wil..n, Corl G Jung, •4, Este 1uet.o e1 el equivalenu al sueño de la lnyeecióo de lrma en el
1984, Bucnoo ""•· p4¡. 13~ íoldoro jun¡uiano.

516 517
confianza en mi Juicio y deseaba conocer la opinión de Freud'". A esta pohg4micas. profesando que ·et requisito de un buen matrimonio .
aHura, Jung se justifica •yo estaba reaén caudo y sabía peñe<ta· es el permiso para ser inne1•ss. Y Emma cumplfa con ese requieito
mente que nada en m( indicaba tal deseo"'• . •No habría podido dar a con mis resignación que aobiduria. En una carta a Freud, ella fue
Freud mis propias uocin.c1ones para interpretar el sueño sin chocar franca: 9Naturalmentc, todu les mujeres se enamoran de él, mi.en·
con su incomprensión .. También temía perder au amistad si monte-- tras que yo soy instantáneamente aislada por los hombres, como la
nla mi punl<> de vista... Así fue como menir:u. "Quería saber lo que ól esposa del amigo"36. La clásica osimctría intr(nscca do los matrimo-
pensaba; obedecí, pues, n su intención, y dije: •1ni mujer y mj cu.ftn· nio& abiertos. Freud, por su parte, a pesar de au propia austeridad,
do• - ¡pues era procieo citar a alguien cuyo. muerte valiera In peno adoptaba una paternal benevolencia para con el Príncipe Heredero''·
desear!" Finalmente, desde el Ccorge Washington ac divisó el skyline de
La muerte de Emmo Jung sería el precio del pacto homosexual, Monhattan. La Estatua de la Libertad los recibe con ou verde sonriu.
lo que recuerda la 1nmolac16n de Emma Ecbteio en el pacto homólo- oxidada. Escenario monumental para una fabul088 historia apócrifa.
go con Fliess. Noa llega vfa Lacan, quien afirmó haberla ~chado del propio Jung
El tema de la doble muerte, ademiis, eaUi IObredetenninado. Al en un conclave psiquiátrico en Suiza, en IOI aftoa 50. Según Jung.
hablar de la mujer y la cu~ada, Jung se valla maquiavélicamente de cuando el navío llegaba ni puerto de Nueva York, Freud le habrla
la confidencia de Minna (como vimos en el capitulo 27). ¡Este Jung no confiodo a su disclpulo: •EllO<I no saben que les cotamos trayendo la
es fácil! pcotc•n. Ahora bien -como scnala Roudinesco-, Jung parece haber
En esas sesiones, Froud también comunicó algunos sueños quo reservado a Lacan la rcvclnci6n de este secrcto33. En sus memorias
on opinión de Jung, lo incomodaban mucho. '"Los sueños -narr~ no hablo de • la peste•. Lo<! histeriadores del psicoanálisis, de Joncs a
Jun,g - eran [precisamente! sobre e l triángulo do Freud, su majer y au Gay, de Schur a Clark , posando por Ellenbcrger, Brome y Roazen,
cullada. Freud no tenla idea de que yo estaba enterado del triángulo tampoco'•. Sucede, como co frecuente, que la ficción "" ajusta mejor a
y 1u relación Intima con la hermana menor de Martha. Y aa!, cuando la reahdad que la historia oficial. partlcularmenle si tomamos en
me contó un sueno en el que su mujer y su cuftoda desempeftaban pa· cuenta, como agrega l..aCM, que la peste compra billete de ida y vucl·
pelea importantes, le pedl algunas de sus asociaciones personales con ta, y la t~psyclw/C(OI contraataca. Por otra parte, la metáfora pesti·
el 1ucJ10•'<. El suizo dice que ese pedido despertó la desconfianza en lente no era ajena a Freud, quien cita a Heinc diciendo que "'el judaf1·
Frcud, quien justificó su negativa diciendo: .. ¡No puedo arriesgar mi mo es esa peste tralda del valle del Nilo·••.
autoridad!" El Maestro, a su voz, entra en resistencia. Para Jung, eso El arribo al puerto do Nueva York es narrado por el suizo a par·
negativa prefiguraba el fin inminente de In rcloción. "ti ponía su nu· tir do un comentario de Frcud que lo sorprendió: "'•¡Qué sorpresa van
toridod personal por encima de la verdad', rememora." Se puede de- n llevnrsc cuando oigan lo quo tengo que decir...!.. Lo que llevó a Jung
cir que estas cuatro temo.nas y media de exasperante tertulia psjcoa.. a cxclo.mar: -¡Qué ambicioeo et usted!• •¿Yo? -contcstó Fl-eud-. Si soy
nalftica~ con momias en los pantanos y cráneos en el sótano el más humilde de los hombres y el único que no es ambicioso-"''· Ea
con•tituyeron el turn•ns /H)'nt de la relación. Jung cuenta mal est~ mucha ambición ser el único que no ambiciona. Creo que él no se re·
histona: Freud tenla razón al desconfia.r de un di1c!pulo que le tendía conoce ambicioso en la medida en que se siente encuadrado en un
una celada. Movimiento. El manto de la ambición cubre al psicoanálisis.
La vida privada de Car! Gustav era completamente diferente do Aunque no iban a hacer t·urismoJ pasaron una 8emana de sight·
In de Freud. En contrute con la recatada Martha, Emma Jung acom· •••ing en Nueva York, guindos por Brill, que los llevó al cine, a ver
paftoba ª. su ma.rido, y ello misma ejerció como terapeuta. Los Jung, •una do las primitivas pclícul03 de la época, repleto do correrías do·
con sus cinco hlJOS, fornlnbnn una familia protcst.nnte ejemplar. Car) acnfrenndas"'2. También hubo un inevitable almuerzo en el Ham·
Gustav e ra un típico representante del buen marido burgués. Hasta mcrstcin'a Roof Gardcn y uno visita a Tiffany, donde Frcud compró
oma.n tes tenla. La mb conapicua, después de lo sa,ga judeo-teutóoica uno tazo china de jade para su incipiente cole<ción''· El plato fuerte
con Sabina Spielrein, fue Antonia Wolí, psiquiatra y ex paciente, fue el Muse<> Natural de Ciencias, donde recorrieron la sección pa·
amante fiel de !<>da la vida. Jung le confiaba al Profcaor sus andanua

•7. Freud, en esa époeo., le conOó 8 Emma la gradual docadencia de •u


•6. O sea que 01t:1inri.r o lo. caposa es un do1100 válido a partir del sexuaHdad. En 1910 le escribía a Jung: •Mi crepUtJculo er6tioo, del cuol
1egundo ario de vida morit.nl. h(lbln1noe en nuestro viaje, so marchitó Ja.mentablcmontc por la preaióo del
'6. Cit.odo por Bilinak,y, Jun;¡ ond Freud, pág. 42. trobl\io".

518 519
seábnmos juntos lcon Fcrenczil fre.nto al edificio de In Unlversidad. y
leont-Ológica, impresionados ""'por los viejos monstruos, loe sueños de yo le pedía el tema de ..,. dla ~l me proporcionaba un 01>bozo, oobn?
el cual, media hora má~ tarde, yo i~prová1aba. D~ ~ ~ mancrn (Fo-
renctil participó en el origen de las Cinco con(erc~1c1as 3 .
angustia de Dios en el dla de la Creación"'"·
La •peste• fue didácticamente dotificada en cinco conferencias.
Toreo nada fácil. El itinerario so presenta oon\O una bella miniatura Aunque hablaba en alemán, Freud cons1gu16 mantener a la au-
de síntesis y amenidad que servirá de modelo para futuras inuoduc- diencia cautiva. La tourné< fuo un éxito. William James asistí~ a una
cionca al psicoanálisis. de las conferencias, que se prolongó en un larg_o paseo eom~1do por
Lo primera conferencio se obre con una visión histórica. En cllaf el campu• de la Universidad. El evento culminó el 10 cte setiembre,
Freud, mode.tamente, demasiado modestamente para m1 gusto, le con la entrega de t!tulos honorarioe paro .Freud Y Jung, que en ad?·
atribuye a Breuer la paternidad exclusiva de la criatura. El ménto es lante podrfan agregar n sus nombn?S. las 11glas L. !.. D: La ~remon1a
sólo de él••. incluyó una -irtmenda cantidad de ntos e 1ndumentanas pmt.oresct\I
La aegunda conferencia, vertida en lenguaje umple, continua el con todo tipo do togoa carmín y birretes cuadrados con borlas do
examen retrospectivo, pasando por Chorcot y Janct'•, y dcl!Cribiendo
la emergencia del psicoan1Uisis a partir de la ltipn08is. Luego reme- oro"'2• .
Así, con togas carmín y birretes con bo~l~s de oro, term1nan las
mora •1a cum por la palabra• catártico, para entrar en e] corpus psi- scn1anas en América del hornbrc 1ncnos amblc1oso del mundo.
coanalítico vio la f'l!Rislt11Cia y la f'l!pre1i611. El caso de Elizabeth von
R. le sirve como ejemplo de represión. Acto seguido expone una teoría
de loo síntomas como productos sustitutivos, que representan, al mis-
mo tiempo el deseo original y su roprettión••. NOTAS
En la terrera conferencia, dedicada a la técnica psicoanaUtica,
Freud realza la contribución de Jung, el único discípulo mencionado
en ultramar, y define el "'complejo• como la catexia de 'un grupo de 1. Claude Lorin, Lt JtUne Ptrena1. ~miera ttnt4 1899-1906, Aub1er
elementos ideacionales interdependientes"'7 • En es1a ocasión inaugu· Montagno, Parla, 1983.
ra •Ja regla fundamental del psiooanálisis·••, que ncnbabn de aplicar 2. Corr..pondlncio &ndor Fmnczi-0-¡¡ Groddttk, ~ 56-57 •
con el Hombn? de las Ratas. 3. Dc.nise St.eían Rocha;, "Um bñlho no olhar"', manU8Cl'1t.o.
El delicado tema de la sexualidad ocupa la cuarta conferencia y, 4. Clnud• Lorin, op. ci<, pá¡. 238. .•
por primera vez, Froud habla do la constelación edlpica como el com· 5. B Tbil, "'lntroductioo ll l'oeuvre de Fere.OCIJ • P~uá, Ft~nai. Grod·
d«k, l(k111 , W11111_,, Dolto. lA<on, comp. por J. D. Nu10, 1994, Paria, R1Y11-
piejo nuclear en el desarrollo de la sexualidad infantil. Introduce el
autoerotismo y la secuencia de las zonas erógenas. Si comparamos la g.,, pág. 105. ~~- •'PPEll..
6. Sandor t'eRncz;, IA•knUd. 8udaput, 1994, r~.., ~
mane.ro de abordar el sexo en Worcest.cr y en lns sesiones de los mié""'
coles, el t.ono tal vez &ea más circunspecto, pero Ju conceeionea son 7. !bid., páp. 217-23. R d J •
8. Emest Jone1, A 111da e a obro de Sigmund Fn1«1, 1989, io a ano1·
mínimas.

-
ro, lmago, 11, páfl. 49.
"En todo tratamiento psicoanalítico de un paciente neurótico, ha- 9. B. This, ibld., 1'4. !OS.
ce su aparición el exuaño renómeno c:¡ue conocemos como .-transfcreo·
cia·"''· Asl so llegn al tema de lo técnico, con la conclusión de que el ~~- .
11. S . Ferenczi, "l'llcoanálisis y pedag<lllja , O.uvr., com,,-k•.
estudio de los fenómenos tranaferenciales proporciona laa pruebas 12. lbld.
más convincentes para la teorfa del psiooanábsis. 13. lbld. s· · · -~ Prtud-
Jones, presente en la ocasión, dice que las conferencies fueron 14. Carta de Fettnezi a FTeud del 6 de octubre de 1909, -~~
dadu ain notas, casi improvis.adas&O. Ferenczi actuó como asistente Sondar Ftre=•, Corrttp0lld4M<, 1992, Calman-Levy, p6g. &l.
de producción en el montaje de cada charla. Director y acompallante 15. 1b1d. d
16. Carta de Freud a t'ereoci.i del 11 de oclubre 1 1909 , agmun
s· d
fóbico. Escudo doble, frente a loe norteamericanos y, tal vez, frente a
Jung Fteud después did: "De maJ\ana, antes de cada reunión, pa- Fr<ud-Sondor Ftrrna1, Con-<~. pác. 89.
17. P. Julic.n, •Et debate entre Frcud y f'crenci.i: ~ber cómo hoc:er o ta·
btr ..w- ahf', Ornú:ar1, 1981, Battelona, Champ Freud1en, P'go. 83-120.
18. E..-Jones,op. cil., 111, p6¡. 379.
19. lbíd., 111, págs. 378-9. ud' o . ,
•s. Janot. t.omblén reciba un elogio tal vez exagerado: "'Fue Janot el 20. D. Cbauvelot, "Sin1CUN 1910: el 1upu..io puede Pre • '""°' •
primero en intentar un enroque m'• proíundo d• los procaoe peicolóek'OS 1, 1981, ll&n:olona, Petttl, páf. 60.
prcpioo de la h11t.eria" (SE, XJ, i>'c- 21).
521
520
21. Corta de Freud a Ju~ del 9 de mano de 1909, Pnud.Jung, Com•·
pondlncia compkla, 1976, Rk> de Jane1ro, Imqo. pág. 260.
22 lbld
23 Carta • Pfister del 13 de juruo de 1909, Conupondantt d• s,.rnund
Prrud O<..C k po#<ur P(..Ur, 1967, Pario, Callimord, pág. SS.
24 Carta de f'reud a Ju~ del 18 de junlO de 1909, Pr<ud-JuA1. C-•
pontllncra compl~lo. pág. 285. CAPÍTUL032
25. C. C. Jung. Mem<>ri<U, .,,nltOI, .-.(luo.:., 1962, Rio de Janeu-o, Nova
F'ront.clra, pág. 141. EL NIÑO BUITRE
26. L. Bin1wanger, Erinne:rungtn, pég. 20.
27. EmoatJonca,op. cit., ll, pág. 165.
28. lbfd. El anito cualitativo fue dndo on 1907. Renato Mezan coajcturo
29. A. Oeri, Jung: entreui.ltcu e t 11c0tlll'Of, pdg. 28. que ol tipo de psicoterapia e laborada en Berggasse 19 podr(a hob-Or
30. lbfd. sucumbido con la muerte de su fundndor 1• • 1• A pel!ar de la ilusión ro-
31. c. e Jung, op. cit., p<lg. 143. troepcctiva, univenalizarsc no era el destino ineludible del pe:iconná~
32 lbld. lisi&. No ee trata de la victoria de la lu• 30bre loa tinieblas, pero •e•
33. lbld.
34. lbld .. pág. 142. prcci•o investigar de qué modo el p&icoan61isis, que nació ... do la
35 Carta de J~ a Fn!ud. aventura más solitaria posible, el autoanálisis de Freud, se tramfor-
36 Carta de Emma Jung a Frevd del 30 de noviembre de 1911, Prtud· m6 en una institución sociohistórica-i.
Jung, C-.-dln<ÚJ compl<ta, póg. 533. • Lu primeras generaciones in1t.auran la discusión de casos, con
37. Jacqué1 Laca.o, ÉCrit#, 1966, Pa rí1, Seuil, ..La chose freud1enne·. un nuevo for,m ato, que difc.ria de1 coloquio psiquiátrico tradicional.
""· 40$.
Habla un alto nivel teórico-práctico en lns noches de IOll miércoleo.
38. Eli1nbeth Roudincaco. H1116ri4 da p1icondli,. no Pronro. A bomlho Sadgcr, pnrticndo de la bil!exualidad y de la identificación, comenzó a
d<>1 cem anoi, 1986, 11, Río dé Jane.in>, Zahar, pág. 196. hablar del narcisismo, y Sabina Spíolroin formuló In hipótesis do un
39. F.li1abotJ1 Roudineaco,Jacque• ÚJ.f"On, 1993, París, Fayard, p4g. 349. instinto do destrucción. El psicoanálisis invade nuevos territorios: la
40. SB, XXIII, pág. 30, 2n. biogroRn, loe mitos, el folclore y la 61ologla. Sin el affaire Jung, como
41. C. C. Jun¡, op. cit., J)<lg. 161. luego veremos, sin duda Freud no hubiera parido Tót<m y tabai, y ni
<42.. Eme1t Jones) op. c¡t,, 11, pá¡. 69.
Hombre de los Lobos sería otro Hombre de loe Lobos.
•3. Ronald Cla.rk, Frrud, ~l ltombrw y •u cauta, 1985, Planeta, ButnOI
Airee, P'8 97. 1909 fue el año de la gran fusión entre Freud y Jung. En octubre
« . Carta de Jung a Emma del 9 de Mti•mbre de 1909, C. C. Ju.ne, op piensan en un tnlb$ en común. Jun¡ -ribe: "&ley obcecado en la
<•t. tdea do escribir algWi ella Wl texto que 1barque todo ese campo, claro
45. SE, XI, póg. 9. que deepu& de añoe de preparación y recolección de datos. Conviene
46. SE, XI, 11'8· 27. atacar en varios fren!A!s. La arqucologla, o má3 propiamenl<! la mito-
47. SE, XI, pág. 31. logfo, ya clavó sus garras en mi. Es una mina de materiale8 fantútl·
48. SE, XI, pág. 33. - · ¿No podrla usted echar un poco de luz en esa dirección, al menOll
49. SE, XI, pág. 51. \lila Olpecic do análisis espectral el diltan"?"'.
50. Emc1t Jones, op. cit., 11, p4g. 69. ¿An•liaia espectral? Freud so interesa, y mucho. A vuelta de co·
GJ. Nota ncc:rológi<a do Sandor Fcronczl, SE, XXII, pág. 207. rreo llega I• respuesta: "Sé de sobro que usted comparte mi crocncio
62. C. C. Jung, op. cit., pág. 313. de quo debemos conquistar por completo el campo de la mitologlo.
H~ta ahora tenemos apenM dos pionero.: Abraham y Rank. No &erá
Ud! encontrarlos, pero necesitamoe hombnlS para campallas mila lor-
,.... Co"?viene atacar también por el dominio biográfico. Tuve una
;¡;,•111rac16n deepués de mi villje: el enigma del carácter de Leonardo
v...., ae me volvió súbitamenle claro".

pr~~n:uendo la lectura del ~apCtulo *Un mito cientJfico" en Fnud.


<ultura,de Metan. p6p. 319·54.

522 523
En loe historialH ya vistoe, la inspiración estaba al servicio de mente un recuerdo muy antiguo de que. cuando yo estaba toda·
una estrategia global. ªDora" lleira para reíonar Lo mterpret-0ci611 de vfn en ta cuno, un buitre !C posó en mí, ,_brió mi boca con su cola
los su•llo•; ªJuanit.o• y el •Hombro de las Ratas• fueron redactados y lo aacudjó entre Jnis labios vori9.8 veces ...11
para encauzar el dCllarrcllo de loe Tres en.ayos. Un recuerdo infantil
de úonord" da Vinci• aigue eae mismo principio. Este texto debe ser Frcud estaba convencido do que cae buitre del •recuerdo encubrí·
considerado la punta de laru.a de un ambiciooo plan que, <:omenzando dor• podría constituirse en lo clave parl\ comprender la cvoluclón
con el 1-nardo, dcaemboca en Tótem y tabu. emocional y artlstica del pintor. Acumuló una buena cantidad do cru·
Escribirlo, además de inaugurar ol campo de In psicobiogrníla, di<ión sobro eao p4jnro intruso. En el antiguo Egipto, el slmbolo icóni·
fue un genial divertimiento tomado en serio. El úonardo puede sor .,, del buitre era el jeroglífico <:orrespondionte a "madro-..
considerado otro ªhijo del placer, como ªJuanit.o•. ªMi Leonardo", le Pa.ra la leyenda cristiant1, el buitre"" un pájaro femenino, emble-
dijo Freud a Lou Andreas-Salomé, C8J!i diez ellos deapuée de publiear· ma del parto de una virgen, fecundada por el viento. Ahora bien Leo-
lo, en un acceso de nostalgia, fue •Ja llniea cosa bella quo jamás escri· nardo fue un •niño·buitrc quo tuvo 010.drc, pero no pndre"l81 Íorn1a
bí"'. ~I nunca encuodró su largo ensayo como un "verdadero• caso cll· poética de decir que era bastardo. En ausencia del padre, coajctura
nico, aunque cierta vez invitó a Ferenezi a •maravillarse:• por au que el nillo, en su más tierna infancia, habla disfrutado del amor ex·
nuevo e "ilustre• analizado". Se trataba, en efecto, de "un análiaia ea- elusivo de una madre abandonada. Tal amor "debe de haber tenido
pectral ó d ..,,,,.,,.•. •un espíritu noble, Leonardo da Vinci, ha poeado ' una in.fiuencia decisiva en su vida int.erior"' 1•. El "'nifto.buitrc", enton-
regularmente para mi, a fin do que yo lo psicoanalioo un poco"'. Dos· ces, no tenía padre ...La violcncin de las Cftricias a loa que apunto. la
de mucho antes habla puesto los ojos en el pintor. Ya on 1889 le cscri· (antasla del buitre era absolutamente natural. Como todas las ma·
bió R Flieq: "'Leonardo -no ee le conoce ninguna relación amoroea-
tal vez ... el más célebre de 1.. 1urdos''º·
• dres insati!íechaa, ella habfa pucato al hijo en el lugar del marido, ro-
bándolo una parte de masculinidad a través de una eatimulación de-
Zurdo. o sea.. homosexual, en argot alem6n. FUc.s, en 1898, 11e masiado precoz de au erotismo'--20. De esa manera dispuso et escenario
habla interesado en el problema del ambidicstrismo <:oino maniíCllta· para la posterior homoso<ualidad de su hijo.
ción de bisoxualidod. Freud, "abrazó lit.oralmente la bisexualidad", Esto represento la etapa preliminar del del!arrollo homosexual
pero objetó la conexión "de la bisexualidad con el arnbidieatrismo, oi<i· masculino. En un segundo tiempo, •et ntao reprime f!;U amor a ta ma-
gida por IFliesaJ" 11 • Unas linou más abajo, agrega: 'T\Jve la impre· dn, <:olocándoee en au lugar, identificándose <:oo ella y t.omándooo a si
sión~ adcmú. de quo me coneideru parcialmente zurdo; si es a.sf, me mismo <:omo modelo, • semejanin del cual elige sus nuevos objetos de
gustarla que me lo dijeras, pues no hay nado en ese autoconocimiento amor"'1 1• Por primero vez, se expone la ontigua identificación con la
que pueda molestarmo• 12• madre, rccmp1azánd08e una cotexis objetal por una identificación.
El tema de la homoserualidad, propi11 o -_jena, es central en eate ~nardo se identifica con ta madre y bu1ca como objeto sexual e
ensayo. File el contacto con Jung el que lo Uevó, de vuelta de los Eata· ciwen pueda rep..,..ntarlo, para reproducir la actitud materna. Aqul
dos Unidoa, a interoaarse por Da Vinci. Lo escribe a Fcrenczi: "Mis ~da una renuncia. al objeto, que ac pierde, por introyccción, en el pro·
pensamientos, en la medida en que t.odavfo consiguen hoccne olr, os· P•O yo22. El homOt1Cxual ama al niño que vieron los ojoe de su madre.
tán con Leonardo do Vinci y la mit.ologfa" " · En carta a Jung, Freud ot\ade una obecrvación que intriga, sin
Como en "El Moiaée de Miguel A.ij¡er, oqur la mira est.i p.-. en dar mayores detalles: "No hace mucho encontré a un neurótico que
dos lupree biognifi.,,. estratq¡icm: el artiata pintando la tela de la Mo- era un fiel retrato de él (sin su genio)"21. Freud se desplazaba con
na Liaa, majer de Franceooo del Oiocondo, y un recuerdo infantil. Eni¡¡· muchfl comodidad en ese eontr npuoto entre hn.Jlozgos históricos y
ma por resolver: la 01presión de lo Oi0<0nda. Lo íam06a aonrisa "lconar· ~-·-~~~Rl clínico. ¿Eso pacionte, me pregunto, no será acaso Ernet
desea" que "produoo el erecto poderooo de confundir' a todo el mundou. ....._.-, el Hombre do las Rat.aa, también apodado •buitre"?'ª. Como
Freud acepta lidiar con la "magia demoniaca do esa aonriaa"''.
Para Peter Gay, 1<1 trata de un descubrimiento en la inmensa pi·
Ja de libros de anotaciones del pintor. •En esa voluminosa compila· .~· ':h~ib1c quo cae pájuro Jo recordnrn ol Proíé&Or el sueño en el que
ción, entre ca.ricoturn.it, experimentos científicos, eneoyos bélicoa y de~ e ipp '?On PICO de pájnro en una escena erótica con la propia madre
J
máquina• de volar, apereció en une reflexión IObre el vuelo de loe poi·
jaros., un extraiio recuerdo infantil, semejante a un su~o·JI:
cio """""'
•a
..1..s.,"*'<ió con la fi¡ura con cabeza do ~aro de un~._.. tgip-
en la biblta de Ptullipeon..
1 -lill ......_,.
.,·!:.., ~·defo"'rcud
COl>1.ra ..ia Oecho. prol>lem•nt.e d08acer1.oda, ••Ui el bocho do
Paroco que deado el comion•o yo estabo destinado a ocuparme menciona mál de una vez al Ho1nbrc de laa ll.ttUll,
profundamente del buitre (11ibbio , en italiano], pues viene a mi runaune conexión.

624 525
lo señala Petcr Gay, •el diván y la mesa de trabajo (de Freud) esta-
ban n1uy próxi mos"24. genio! epistcmofilia? ¿Cuál habla sido el destino pulsional de Leonar-
Freud no tenía duda$ de que el recuerdo de Leonardo representa- do? Ya en los Tres •Mayos se señala que los elementos perv~rsos de
ba simultáneamente una fellati-0 homoS<lxual y el feliz succionar del la sexualidad son los más aptos para favorecer la subhmac16n. Da
pecho materno. . Vinci sin duda sublimó su curiosidad sexual, aunque una parte quedó
C<>mo ea de imaginar, había que andar de puntillas al abordar el apresada en el conflicto homosexual.
tema do la homosexualidad de ese gran hombre, en particular la Tres son los destinos de la pulsión epistemofllica. Puede ser inhi-
fellotio. Partiendo del buitre, "la cola, coda (en italiano), es uno de los bida: la inteligencia queda entonces bloqueada en la estupidez; puede
símbolos sustitutos del órgano masculino, tanto en italiano como en seguir sexualizada, como en Ja neurosis obsesiva, y puede ser subli ..
otras lenguas. La fantasía de un buitre que abre la boca del niño y mada, como en el caso del artista, aunque a expensas de una homose-
dentro de ella mueve vigorosamente la cola comisponde a la idea del xualidad disociada.
acto de feUatw, un acto sexual en el cual el pene es introducido en la Freud era ..-un" Leonardo por identificación. Ya vimos la impor-
boca de la persona·~. tancia que siempre atribuyó a su prin1era infancia, en la que el Gol·
Una vez dicho esto con todas las letras, Freud le pide al lector que dener Sigi tuvo una madre joven y bonita, sólo para él, hasta los tres
"'refrene su indignación• si siente que se está profanando 4a memoria años. Tal vez ésa sea la razón por lo cual creía que Leonardo fue
de un hombre grande y puro""'. Por otra parte, esta práctica, considera- adoptado por el padre sólo a los tres años. Jack J . Spector, en su tra-
da una "hedionda perversión sexual", tenía su lugar en la PsyclU>palhia bajo The l&thetics o[ Freaufl9, señala que Freud tenla un ensayo fran-
&xualis de Krafft..Ebing. Es más común de lo que la gente piensa, ob- cés cuyo autor sostenla que el padre se había llevad.o a su hijo ilegíti-
serva Freud. Aquí vienen a la memoria las fantasías del caso Dora". mo el mismo año en que se casó. Freud hizo anotaciones en ese hbro,
En este ensayo, en cuna espléndida, se acuña el término narcisis· pero pasó por alto esa observación. Mi flecha, a quemarropa, apunta
mo. '1:1 (el homosexual) encuentra sus objetos de amor por la vía del a esa identificación de orígenes con su ...ilustre analizado". Leonardo
norcisisnio, visto que loa griegos llamaban Narciso a un joven a quien es Sigismund en la Roma de su imaginario.
nada agradaba tanto como su propia imagen cspecular"28 . Frcud se El Leonardo da Vinci muestra el camino libidinal del homosexual
apoya eo los Tres ensayos, donde el narcisismo es considerado un es- que es en su eje central, válido hasta hoy en dla: vinculo erótico in-
tadio intermedio entre el aut.oerotismo primitivo del infons y el amor tenso Yprolongado con la madre, identificación ulterior con ella, amor
objeta! del nillo propiamente edípioo. a adolescentes que la reemplazan. En relación con la sublimación,
El padre de Leonardo acaba por casarse y tres ai\os más tarde lo Freud anticipa aqul "Pulsiones y destinos de pulsión": •La observa-
reconoce como hijo, llevándolo a vivir con él. El nitio, entonces, crecjó ción de la vida cotidiana de los hombres nos muestra que la mayoría
con dos madres. Esas dos amorosas jóvenes fueron conjuradas cuando consigue orientar hacia su vida profesional porciones bastante consi-
el artista compuso su tríptico Santa Ana, Ja Virgen y el Níi!o. El cua- derables de sus fuerzas pulsionalcs sex·uales, y la pulsión sexual es
dro pinta a las dos madres, ambas de la misma edad y sonriendo ~u­ particularmente idónea para prestar estas contribuciones, pues está
tiJmente con la inefable sonrisa. giocondina que será su marca ref;ts- dotada de capacidad para la sublimación, o sea que es capaz de per-
trada. Freud nunca se ilusionó pensando que babia descubierto el mutar su meta inmediata por otras más sublimes y no sexuaJes"'º·
secreto del genio de Leonardo da Vinci; creía. e.so sí, haber ~ado con Inmediatamente antes de la publicación del ensayo, Freud le es-
la punta del hilo que lo conducirla al núcleo de la personahdad del cribe a Jones: "No debe esperar mucho del Leonardo que va a salir el
pintor. En eaa reconstrucción, el hijo se identifica con el volátil padre próximo mea. Ni el secreto de la V~rge aux Rochers, ni la solución del
que lo abandona para recobrarlo; el pintor tratará a sus •hijos" de la enigma de la Mona Lisa. Mantenga sus expectativas en un nivel más
misma manera: con pasión en la creación, impaciente en los detaUes bajo, asl podrá apreciarlo más•3t.
tediosos incapaz de sostener la inspiración de su obra hasta el final. Recuerda al padre que, en la nurscry, pretende que el bebé no ea
Este rasgo voraz, en parte compulsivo, lo lleva a descuidar su a~ . . lindo.
Da Vinci era también un *sujeto dividido"' entre arte y c1enc1a. El bebé fue recibido oon entusiasmo dentro del circulo de los ínti·
Este segundo lado se nutrió en la rebeldía frente al padre que, con- mos, fuera del cual la gente S<l hizo cruces. 'El Leonardo parece agra-
viene recordarlo, Jo inscribió como aprendiz en el atolier del escultor dar a los compalleros•, observó Frcud, animado, en 1910. Jung excla-
y pintor Verrocchio. El movimiento consistió en reempl~zar 1.a obe. . ma: "Leonardo es maravilloso"32. º'. Havelock Ellis escribió una buena
diencia filial por una lealtad superior: la fidelidad a las evtdencias. critica bibliográfica (el ensayo bien podría haber sido dedicado a él).
La atracción de Freud por Leonardo fue grande. Figura estelar
en su panteón. Objeto de máxima curiosidad . .tDe dónde provenla su
'
•4, Renato titezan opina que •eJ más evidente de los líactoresl personales
526
527
.. Extrañas reacciones llegan de Suiz.o•, comenta Ernest Jones33. Vale la pena recordar el final de este ensayo: "Todavla no pode·
Jung y Pfistcr comienzan a ver buitrea en el cuadro de la Virgen. m08 definir con precl51ón cómo.., reparten los facto"9 determinantes
•Pfiawr me dijo -<>11<:ribe Jung-que ha visto el buib'e en el cuadro~•. entre las .necca1dades• de nuestra constitución y los •accidentes• de
Yo también vi uno, pero no en el mismo lugar: es exoct.&mente en la nuestra infancia: aunque, procisamcnto, ya no dudamoa de la impor·
región púbica donde está el pico. Cabria decir con Knnt: "Un juego del tancia de los primeros ª"ºsde nu<."Stra vida. Aún rcs1>eLnmos poco In
uzor que cquivalu o los más sutiles elucubraciones de la rozón"'34 Naturaleza que -<!Cgún las cnigmtlticM palabras de Loonnrdo que re-
E8<ldl buitres, todos ellos, resultaron ser falsos buit~. AJ cabo de cuerdan el dicho do Hnmlct.- •está repleta de causaa (ragioni) sin fin
quince años, Strachey hizo un deo<:u~rimiento incómodo, que demue- que nunca entran en la experiencia•. Cada uno de r'lOIOttOS, seres bu·
le, por nsl decir, la base de sustentación plumífera de la auperestruc- manos, corresponde a uno de los Lnnumerables experimentos en los
turo especulativa montada por Frcud e.te se habla vahdo de traduc- cuales esas ragion1 de la naturaleza ee abren camino en la experien·
ciones alemanas do los cuadernos do Leonardo da Vinci, que vertian da-..
crróncnmcnte mbbi.o como ..buitre•, en lugar de °'milano"'. En vista de Este texto nos brinda claves paro una metapsicologla del proceso
esa gaffe revelada en 1923, la construcción madre-buitre, con todas de creación. Lo obrn do nrt.o os, como nos lo recuerda llornstein, una
eua in,plicaciones shnbólicas, quedaba ein cimientos. Lo que no deja forma de rol.orno de lo reprimido. De modo que lo Giocondo no es sólo
do ecr una peno. un rostro por descifrar, sino el "resultado de un compromiso en el que
Es más que poeible que el error de troducción que convirtió un representación y afecto son indiaolubles.,..
milano._ en un buitre haya sido notificado a Freud -e&pec:ialmente si Pocos texto. presentan tal riqu<Ul de elementoe ~riCOll; algunos
pensamos que en eso época el propio SLrochey se tendla •n el diván de ellos esLán en estado práctico, y sólo años máa t.a.rdo fueron teori·
del Profesor-, pero nunca lo corrigió. tl, que en su largo vida, estuvo zndos por el propio Freud. Entre otros t.enemos, siguiendo a Horns-
mM de una vez dispuesto a enmendar eua errores y rever sus teorías. tcin:
"'J>cro no su Leonardo", comenta Pctcr Oa.y, locóoicamento". 1) El recuerdo infantil y el problemo de la hist.orio del psicoaná·
Por otra porto, la cuestión de lo homosexualidad era noticia en lisis.
C8CO! liempos atribulndoo de desmayos y de sueños cruzados en las se- 2) La relación entre inconsciento>-producción arUalica y distintas
manas del safari americano. Lo •cosa• homosexual era transitable formas de ret.omo de lo repnmido.
a/los después de su pasaje al acto, en la tremenda tran1ferencia con 3l Las teorlu oexuales infantiles
Fliess. Se trata de lo cura del autoanáhai&. Ea esa época la homose- 4) La importancia de los primerot oftos de vida - novela familiar.
xualidad fue mencíonado. repetidas veces, casi como si fuera el núcleo 5) El narcis ismo, la elección de objeto.
de su neurosis. f\.tá.s demonio que font.asmn. Pensaba, erróneamente, 6) La sublimoción.
haberse librado do clln poro siempre. •rareo fácil, yo quo consideró 7) La tcorlo dol Edipo. El problema de la madre fálico y su rela·
que la homosexuolidod ora del propio Fliess. En uno co.r ta o Jung de ción coo lo hon1osexualidnd
1908 escribió: "Mi ex omigo Flieos desarrolló una bella pa.r onoia des- 8) El concepto de la identificación narcisista.
pués de librarse de tu inclinación, no pequeña, por mf"OO. Paranoia y 9) El problema del caráct<!r y au relación con las identifica·
homoaexualidad, temna del momento. El problema, •mpero, no acaba cion......
ali!: veremos el fantasma de Fliess en Sirocusa, donde Freud discute
su hom06eXUalidad con el conturbado Ferenczi'7. A La lisLa de Homstein yo agregnria, junto a la novela familiar,
la relación entro el "complejo paterno• y la idea de Dios". Este tema
sólo es rctomodo en El porvenir de uno ilusión., dicciaóis al\os málf
tarde.
El úonardo abrió una ventano a loe juego& poeibles de la histo-
.. la envid;a de Jwia ,...pecto de F>-eud· r«<Ularmente, al rocbir loo trabajoo ria. Se trata do la hl8!<>ria de los detalles, de lo que no ea dicho, de los
dol rnaeotro, ~I u - IU d - de haber aido el autor de - l4n brillan·
lapaua, de loa errorct1, de los buitr<e de la vida. EUa hoy en día tiene
141• 1 . - cl "Leonanlo", "El Hombre do loa Rat.ao", "El cuo Sch,..ber"J. No
wtoy do acuerdo. Le anvidio "'amarga y t.raJdora· no babia. Por otn parte, no un nombre, es In mu:rolústori.a do Corlo Guinsburg, que llO aplica tan·
hay mayor elogio qu• con(eaarlc al autor quo uno lo envidia. '°1a1ª una determlnada secuencia do eventos como n In atención al de--
•e;, Sobre esto dcecubrimiento de Pfi111..0r, véa1Je •·Kryplololie, Krypto· le: esto ce, analiza las manifeet.ocioncis del inconscicntc42.
gmphie und unbcwuulet Vcxierbild bei Normo1en", Johrbuch, V. 1913.
•s. El milaoo. Rrvn 10I omit6log09, ff tan común en In camp1fta romana
como el buitre en Ec>IM'>·

628 529
NOTAS 34. Co.rt.o de Jung a f'reud del 17 de junio de 1910, Frru.d·Jung, Corf'fl·
P""dlncia compltttl, pd.g. 384
35. Pete< 0111. op. ttl., P'IK· 257.
1. Renalo P.1eun, Freud. pensador da cullura, 1985, San Pablo, Brui- 36. Can. do Freud o Jung del 17 de febrero de 1908, f'nud Jung, Co-
llenae, pdf. 321. nupondincoo compkto, pág 165.
2 lbi'd 37. Cart.a de Yt-eud a Ferenczi del 6 de octubre de 1910. S-imt1nd
3. S&, XIII, p4p. 1· 161. Frtud·StutdN F•r<nat, Con-upondanc<, pág. 231.
4. Carta de Junc a Freud del 14 de octubre de 1909. Fnud.JW11. o,,,,.. 38. SE, Xl, pAc 137.
pondinao contpl<kl. 1976, Rlo do Janeiro, !mago. pác. 304 39. Luil Homa-tein, Curo pat:ooMlilico e aubluno('do, 1990, Pon.o AJ•
5 . Carta do l"reud • Jung del 17 de octubre de 1909, ibld., páJ. 307 gre. Me1 M~1cu, pác. 67.
6. SE, XI, pdp. 00.138. 40. lbfd.
7. Can. do F,..,ud a Lou Andreao-Salomé del 9 de febrero de 1919, o . SE. XI, pá¡c, 123.
Freud·Lou Andrro•·Soloml. CMn.1pondi.nc.ia, 1972i Rlo de Janeiro, lmago, 42. Frun~i.I Doue, ·1.:hun.oire devient le caracte.re ptychique de 10n ob-
pág. 123. Jeci.", Rtuue Jnttrnol1onnle de l'Hi•loire del.a P.,chanaly1e, 1993. VI, i>'g.
8. Cr1rtl\ do Preud o Ferencii del 10 de noviembre de 1909, Sigmund 153.
Frtud·Sand(!r Fe~nczi, Corrt1pondance, 1992, París, Caln\lln·Lovy, J>4c. 116.
9. Carta do Frcud n Jun¡¡ del 11 de noviembre de 1909, 1''r<ud.Jun¡¡, Co·
rrrspon.di11citJ temp14ttfl,. pág. 3L3.
10. Corta do t'rcud • FlieH del 9 de octubre de 1898. Corn1Pondft1clo
Sigmun.d Fnud· Willttlm Flk11, 1986, comp. por J. Pi.I. Mo.uon, lmoeo, RCo do
JaMíro, pág. 332.
11. Corta do F"'ud a Fli... del 4 de enero de 1898. ibíd. , pdg. 293.
12. lbíd
13. Carta do Freud o Fettnczi del 17 de mano de 1910, &,mund Pr.ud·
Sandor Ftrena.1, Com11>0nda11«, pác. 163.
14. SE, XI, pác. 107.
15. R Muther. <h«hichtc du Mokni, 1909, citado por l"reud <SE. XI,
1'4. 108).
16. Pet.e:r Gay, Fnud, uma rudo poro o noao Umpo, 1989, S..n Pablo,
Companhio du Letru, p4p. 254-5.
17. SE. XI, i>'(. 82.
18. SE, XI, páJ 90.
19. SE, XI. p4.¡¡. 92.
20. SE, XI, pl.;I. 115-7.
21. SE, XJ, i>'(. 100.
22. SE, XI, p4p. 98-100.
23. Corte de t'roud a Juna del 17 de octubro do 1909, Fnl'd.Jung, Co-
rrespondlnclo complota, pdg. 307.
24. Pclcr 01\Y, op. cil.. pl\g. 255.
25. SE, XI, P'IC•· 85-6.
26. SE, XI, pll¡. 86.
27. SE, VII, i>4S· 5.
23. SE, XI, pdg. 100.
29. J . Spoctor, Th« k1IMlk1 o( Freud: a Sludy in lh< Poy<lloa.noly111 o(
Arl, 1972, !>4s. 58, cluodo por P. Gay, op.ciL, pág. 257.
30. SE, XI, pda. 78.
31. Con. de Fr.ud a JonH del 15 de abril do 1910, en g...,..,
Joneo, A
l1ldo •o obra d.t S..mund Froud, 1989, Rio de Janeiro, lmaro. 11, pác. 78.
32. Con. deJunc o ......,d del 17 dejuruo de 1910, Frtud.Ju,,., o,,,,,.
pondbo<1o compku., páJ 386
33. Emeol Jo,_, op ciL, 11, poi¡. 347.

530 531
ÍNDICE DE NOMBRES

Abraham, Karl, 42, 183, 279, 431, llennet, E. A., 446


446,453,466,479,483,511,523 Bettnat.rin; Uidoro, 23
Adl•r, Alfred, 10, 339, 423, 424, 425, Berpon. Henri, 314, 355, 366, 367,
426,429,442,452,494,613 393, 447, 448
Aklterman, A., 227 Berlinck, ldanoel, 15
Alejandro JI, 80 Bemarcl, Claude, 186
Althu.uer, Louj1, 356 Bemaye, Aruio, 73
Alllnonn, Molhilde, 124 Bernays, Bermau, 142
Anden<in, 237, 239 Bemaye, Edword, 67
Andreu·Sulomó, Lou, 399, 463, 624 Bemaya, Eli, 132
Anzieu, l)idier, 9, 11, 13, 15, 17, 23, Bernays, ErnmeHne, 143, 144, 148,
27, 28, 29, 30. 33. 61, 64. 71, 86, 208
297. 298, 299, 301, 302, 316, 331, Bemaya, Ja<ob, 244
337, 338, 340, 372, 373, 374, 383, Bernay1, t.lartha, 24, 31. 128, 131,
335,404,414,483,4&4 138, 140, 143, 148. 179, 483
~.... 109, 110, 112, 185, Z43 Bemoya, lduu10, 143, 483, 467
Aocbtnbnu>dt, Thoodor, 168 Ben>ay.Heller, Judilb, 66
AamoY, luac, 122 Bemfeld, Sietfriod, 112, 113, 121,
Auoun. Paul·IAurent, 120, 163, 163, 164, 173, 179
164, 173,222,241,401,403 Bemhardt, Sorah, 196
Aftllbur¡1 R1.cardo, 14 Bembeim, Hippolyie, 217, 269, 260
" - · E..pne, 190 Bicbat, 180
Aar,315 Billinalcy, John, 467
Billroth, Tbeodor, 119, 180
llabinaki, 197, 199 Binet, 197,243,447,474
llebn, 41, 380 Binswanger, Ludwig, 242
llolaulrova, Viteulabn, 69 Bion, 13, 445
Ballnt, 13 Birman, Joel, 14, 230
Balsee, Honorato d•, 81 Blanch<1t, P.1aurice, 304
e.un.,.,.....,217,218,219 Bleuler, Eugene, 229, 25', 3'4, •42,
Banmbbtt, 14 446, 447, 459
a.-.Onpy,48(1 Blond, Szlomo, 47
a..-, Ida (Doral, 398-420 Boltraftio, 381
a . -.OUo, 416 Bonoparte,Marie, 10,277, 401,483
. . . .. l'llihp. 406, 408, 409 Borps, Jorp Lwl, 187
....... -.......14 l!OnM,Ludwic,74,189
• ltl\c --·~-n.o 339 Bouic..11~ 381
---•:>lk,• llloru,
--· . 247
4 1, 124, Brahmo.119

533
Bnud, James. 188, 190 Claus, Car!, 111, 112, 119, 120, 121, 0tcken1, Ch&ri..o, 104 387,401,442,452,4~,467.468,
Braun, Heinnch. 106 122 oiecoyC1lou, 14 511-622, 524, 528
Brtuna~in Vieyra. Rosita. 96 Clavreul, 49$ l)onol<>, 187 F.,..iel, Mane, 376
8rochor, Cuido, 426 Clo!ramboull, 470 ()orlr. Maria, 164 Peuerl>ach, Ludwi(, 87, 110
Brent.ano, Fra.nz. 109, 110, 111, 123, Coleridge, Samuel, 266 Dool<>iowky, Fedor, 430 Fichtner, Gerhl'rd, 12
125,227,228,247,269,270,307 Comte, Au¡u11<>. 45, 122 Oroyfue, 344 FleiM:hl, Em11, 33, 122, 123, 124,
llroucr, Joscf, 17, 25, 26, 27, 29, 31, Conde GalctLi, 294 Ou Bol1·Raymond, Emil, 119, 120, 147, IGI, 161, 162, 169, 170, 179,
33, 40, 41, 73, 123, 125, 126, 127, Copporfleld, David, 69, 70 278 180, 192, 197, 271, 278, 404
136, 14 7, I~. 161, 180, 181, 188, C..00..ck, Rudolr, 124 du Ptlaurier, Oapbne, 50 Flem, Lydla, 83, 84, 220, 262, 371,
189, 206, 207, 217, 222, 224, 228, Cromwell, Oliverio, 150, 210 Oubc<>vlky. Santiago, 55. 202 373,376,399,400
236.236,237,238,239,240,242, Cremy, Vincent, 124 Dumas. Alejandro, 81, 190 Fl;..a, Ida, 33, 338
243. 244, 247-276, 278, 283, 285, Flieu, Jacob, 278
288. 290, 294, 302, 304, 310, 315, Charcot, Jun Martin, 33, 124, 147, Ebner·Elehenbacb. Maña. 124 Flieu, Robm. 324, 325, 493, 494
321, 344, 358, 365, 393, 403, 404, 148, 153, 168, 187, 191, 192, 193, Ecklte1n, Emma, 26, 28, 29, 63, 315, ru.... Selma, 235
405,432,442, 447,456,520 194, 196, 197, 198, 199, 200, 201, 319,331-342, 4 22,463,518 Fliegs, Wilhelm, 12, 13, 16, 22, 2•,
8rouor, Leopold, 40, 73, 124 210, 217, 218, 219, 220, 221, 226, Echton, Thomaa Alva, 160 25, 26, 28, 31, 33, 63. 66, 85, 86,
Bruucr, fi.1nthilde, 148, 241 229, 251, 2116, 256, 264, 278, 280, Ehrm•nn, 162 87, 89, 94, 127, 136, 178, 179,
Brouer, Robert, 271, 272 294,302,306,344,364,365,404, Einlte1n, Albort, 401 189, 210, 211, 212, 213, 224, 241,
Brill, Abroham, 446, 616, 519 447,520 Eilller, 50, 85, 257 249, 250. 255,257,259, 264, 269,
Briqu•i. 191 Charoot, Jeanno, 202 F•tioion, &fax, 431, 434, 446 270, 271, 272, 277·293, 294, 295,
Broca, 113, 115, 225, 226 Cbaaecuct.-Sm1tpl, Janioe, 40 Ellenbtrctt, Henri, 9, 11, 15, 17, 50, 297. 301, 302, 303, 304, 305, 316,
8l"OC'h, Hermano. 100 Chaatenel de PvYMcw". 188 218, 219, 220, 221, 240, 2.54, 331, 317,319,320,322,324,332.333.
Brock. 201 Chertok. 188, 194, 194, 200 367,385,443,474,519 334, 335, 336, 337, 338. 339, 340,
Broclmon, 405 Chritwph, Ceorr, 107 EIU.t, Havelock. 254, 283, 402, 442, 345,347,350,373,374,375,377,
DroM, Vinecnl, 448, 519 Chrobalt, 403 475,477, 479,527 379,380,381,383,385,386,398,
Brou•rdel, 196, 201 Encet..,Friedrich, 44,271 399,400,402,405,416,421,425,
Brouillci, 197 da Vinci, Lconordo, 523-531 Epoon, 474 426,428,457, 463, 466.469, 474,
Brown, Crum, 125 Dalma, Juan, 24• Epotaln, Raiaa Timofeyevna, 425 477,479,481,604,612,518,624,
BrUcke, Emai, 107, 113,119, 119, Oantff, t:dmont, 190 Erlbon, Erlk, 13, 23, 26, 31, 255, 528
120, 121, 123, 126, 128, 148, 149, Oarwin, Cb,arlea.. 45, 106, 111, 121, 2l58, 408, 409, 410, 416 Fluss (Oía.), 54, 278
150, 151, 161, 162, 164. 173, 181, 262, 266. 278, 280, 303, 367, 393, ~r.A.,181 Flu.11, Eleanora. 91, 92. 93, 96
192, 193,210,251,305,404 478 loqwlo,365 Piusa, Emil, 79, SZ, 90, 107, 108, 145
BrUckner,87 Daudet, Alphon1e, 197, 201 hM. S.r Ar1llur, 400 Fluu, Gioela, 127, 374, 463
BrUhl, Cor!, 107 de Dalcil, Artemidoro, 350 ~. Sicmund, 122, 123, 124, 163, FIUN,lgna.i,67
OrUnn, 209 de Faria, Abole, 189 ll'72, 312 Forel, 116,242,263,344,446
Brunswick, Ruth Mack, 325 de la Tourctto, Cllo1, 201 Enuteitr, Pieno, 170 Foucaull, Mkhol, 185, 186, 478
Buber, Martín, 243 de Mijollo, Alain, 10, 15, 50, 51, 53, g,_k, 16,349 Francioni, 163
Bulfon, 111 ~.55,443 Eytb, Mu. 100 Franciaco JcH, 39, 78, 79, 80, 81. 100
Burckhardl, 422 do Mijolla·Melhor, Sophie, 383 Franbl, 8'nich, 511
BJCl<, 181 de Saint.0.1111, Hervey, 3SO Plllrt.olm, 404 Frukl, Samlon. 63
,...._, 126, 247
Byron,43 de Synky, Simón, 112 Frttma.n, Lucy, 243
Deleuu, Gíl•. 12, 190, 367 , ......., Paul, 426, 427, 431, 435 Freud,Alnalt•,88,92, 146
Cabonio, 309 Podlda, 15 Freud, Anno, JO, 12, 13, 23, 24, 23,
Deleuu, Jean Ptulippe, 188
Colv1no, 257 NipoY, 174 29, 67, 95, 96. 141, 173, 277, 318,
Delli8Ch, 280
CoJ'\lt, 166, 186 Descarte•, Raneto, 185, 186
Ptnlabal, 487, 513 324,336,490,497
Clork,85, 151,303,519 Deutoch, Folix, 416 Perennt, S..ndor, 11, 42, 289. 386, Freud, Emma.nuel, 33

634 535
Froud. Kollomon Jacob, 33, 46, 48. o.-. Otto, 181, 458 lv6n •I Terrible, SO l<JMoaow•U.. 41
49, 50. 114, 55, 67, 73, 81, 89, 92, Oroakurth,96 Kepltr, 225
101, 128, 178, 278, 295, 321, 324, Gutllaumin, 414 Jadi•on, Huchhnp. 163. 226 Ke11eJmen, 14
374,377,404,4'15,508,511 Gu11lonno 11, 426 Jocobo, Jolande, 457 Khan, Muud, 258
Preud,J~. 143 OulOlburg, Cario, 529 J - . W1Uwn, 521 Kinkel, «
l'reud. Maria, 63 J1net, Plul, 365 KI•'"· Melani•, 13, 95, 302, 404, 494,
l'roud. Martln, 400, 491 Haeckel, 111, 119 Janel., Pierre, 124, 159, 250, 268, 496,496
Freud, Morii, 4'6 Hall, Stanley, 515 271,335,364-369.447,515.520 Knapp, He.nnan, 177
Freyhauaa,381,382 Holloy, 185 Jaaperw, Kftrl, 243 Knijfmacher, 159
Friodyun¡, J. K.,426 Hommerachla:g, Samuel, 24, 73, 83, Jcllifc, 289 Kohul, 23
t'romm, erich, 210, 211 404 Jcnl!On, 468, 470 Kokoch, Mnría, 51
Furtmuller, Corl. 425 •lnmmerechlag Licht.cin, Anna, 28 Jonco. Erne1t, 9, 10, 11, 13. 17, 46, Koller, Cnrl, 175, 176, 177, 178, 211,
Hanold, Norbert, 469. 470 50,52,54,55,60,65,66.68.84. 218,219,298
Oolton, Sir F'nlncia, 4'18 Hartmann, 28, 368 85, 105, 110, 115, 120, 121, 126. KGníptein, Leopold, 25. 27, 161,
Oo.rda~.14 Haup<mann, Oerbardt, 387 131. 137, 138. 140. 142. 146. 148. 175, 177, 178,218,221,298,437
Oan:ia Reza, 14, 32, 226, 307, 309, Hebl>el,219 150, 159, 163, 164, 169, 170, 171, Kombolky, Al!red, 501
313, 359, 478, 480 lltidonhaio, 247 173. 175, 196, 200, 202, 209, 212, Kraepehn, 155, 234
Oordoko, 174 Heimann, hula. 13 214,220,221,225.229,230.239. Kra~Eb>ng, 221, 237, 402, 474,
oani-ldi, ... 55, 143 Hein, Comclius, 109 240,241,243,254,271,283,284. 475, 477, 526
Oarroa, Ánl"I. 500 Heine, Heinricb, 40, 87, 348, 394 286,289, 290,294, 295,303,304, Kraua, Karl, 12, 78
Oftrtner, 177 Hollcr, Hugo, 426 305,323,325,332,337,340,349, Kratochmer, 264
Oau.el, 442 Hollrolch, 47 355,370,371,372,380,387,39ú. Kria,277,281,283,284,303,368
Oaut.hicr, Aubin, 190 Helmholti, Hermano, 119, 126, •O• 416,422,424,427,430,431,434, Krillcva, Julio, 416
Ofty, Petor, 9, 11, 16, 16, 52. 54, 81, Horbort, Johann Fricdrich, 111, 126, 441, 446,450, 453,458,459,463, Krüll, Mariano, 23, 28, 50. 64, 67,
85, 101, 108, 112, 120, 121, 127, 186. 222,306,307,308 467,468,492,505,512,516.519, 68,69,89,295.347
13&, 137, 164, 24'. 279, 303, 340, He.rinc, Ewa.ld, 126 520,527,528 Kubriclt, Stanley, 78
345. 348, 410, 412, 413, 435, 467, Jun,c, Cart Gu•tav, 11, 74, 1'43, 160,
"'"''· Theodor, 100
483, 489, 502, 519, 526, 528 H - H•rroann, 89, 248. 249 165, 304, 340, 379, 386, 387. la Boi!tl•, 277
Gecenbliuer, 111 Hipócnt-, 190 430, 431, 434, 441-462, 467, 470, IAcan, Jacques, 12, 14, 15, 23, 25,
Oicldhom, ReMe. 50, 52, 63, 68 Huwchmüller, 23, 30, 235, 242, 244, 482, 489, 503, 504, 512, 513, 26, 32, 54, 239, 258, 268. 277.
Cicle, And,.., 11 2l50 514, 615, 516, 517, 518, 520, 313,314,332,336,396,404.410,
Olenn, 255, 409 H1techmann, 85 521, 523, 525, 528 470, 481,482,503,519
Glovor. 13, 18,87, 106,107, 108, 137 Hofl'cr, O., 281 Junc. Emma, 259, 518 Lamarck, 367
~U10, Johann Wolfgang, 322, 336. Hofl'mann, SUB&kind, .47, 48, 49, 67 Juns. P1ul, 443, 445, 511 Lan,gcr, A1aric, 14
337,348,385,404,430, 443 Hollftnder, 164, 155, 162 Jun1, Sigmund, 443 Langer, Suianoe K., 313
Goldmonn, Eml111l, 436 Homftn8, Pet.er, 378 Juno, 348 Longo, Rebert, 409, 416
GoldKhmldt, Re<ha, 235 tfoneaer, •35 Juvenal, 17 Lon1or, Er'n&t (Hombre de la1 Ra·
Goldatoin, Ku~ 224 HonuJt.ein, Lui1, 14, 359, 529 1.81), 499-510, 525
Orar, Horbert (Juaoito), 486-498 Horowíu, Llppa, 53, 162, 425 Kafb, Frani, 40, 81 1.anzer, Heinrich, 499
Graf, ~1a:r. 42, 431, 432, "86, 487, lluc-Hellmulh, Hermioe, 96. 496 Kahane,421,422,435,4'12 1.aplancbc, 14, 15, 311, 321, 324,
489, 491, 492 Humme~ Fanny, 364 Kabn, Muud, 277 326, 333, 346, 483, 500
Ora{, Pot.r, 496 Huni., Richard, 247 Kahclova,63 Laulle,353
GrMhley,225 H-.1, Edmund, 243 Kann, Loe, 463 IAupuo,243
Onnmin, 54, 208, 372 Huxley, 106 Kaanw, Sally, 48, 51 IA Guen, C11ude, 480
Oroddetk. 289, 513 Kaat, 528 Leary, Timolhy, 186
O.-. Han1, 385 li-en,429 Kardec, Allen., 446, 448 Leovitt., 23

536 537
Ledaí,.,, Su'&", 4 77 Muaon, Geolrrey, 9, 16, 196, 218, Nae,,...nn,Albert, 174, 176 Raphael, ............. 466
IA1doodoñ, 218 277, 318, 323, 321, 325, 110, 416 Naei-he. 18, 45, 344, 387, 429, 448 Rappapon., Dand, 13, 387
Ltiru. Moch•I, 355 Maury, Alfrod, ~ Nuaneki, 243 Raymond, 229
LeÍleT, 218 Mayer, Mu, 141, 142 Nin, Anai1., .C29 Rayney, Ru11'1n, 73
Ltnín, 442 Mau.ini, 44 N1udlke, Bemard, 321 Rei, 08cár, 437
Lé1>ino, 201 MDMogno, 14 Nllie,218 Reich, 14, 436, 483, 513
Lepoio, Charles, 191 Meier, Carl, 467 Nothn11gel, Hermann, 119, 149, 160, Rcichert, 169
IA!vín, K. K., 255 Meisl, Alíred, 426 151, 193, 206, 271 Reil<, 12,387,388
Licbteln, Anna, 29 Melman,235 Nunber¡, 430 ReiunltT, 113, 116
L..chtem~rg. 394 Mendel, Grq<>no, 60 Reitler, Rudolr, 422, 425
t.chlbe1m, m Mendelaohn, Fehx, 208 Oeri, Al~Tt, 517 Ribot. 226
Ltn-.475 Merleau·Punty, 396 Olrenboc:h, 348 Rlcbel, 365
Uppo, Theodor, 393, 394 Me:smer, Frana, 33, 43, 153, 161, Oppolzer, 119, 124, 247 Rlchett~ 200, 202
U1ter, 177 187, 188, 189, 190 Oaipov, Nicolai, «6 Rlclunann, 13,442
Long, Conatance, 387 Meyner, 404, 310, 347 Rie, Oscur, 25
Lopeo, Syro Tahin, 15, 298 Piteynert, Theodor, 30, 31, 149, 153, Pancth,Josef, 147 Riolr, Philipp, 9, 11, 135, 360, 385,
U!wbeer, Loa, 148 154, 161, 162, 164, 192, 206, 217, Poppenheim, Bertho (Annn 0.), 29, 410
Lowenfeld,217,344,368 218, 219, 155, 193, 220, 221, 222, 234·246, 264, 269 Rimbaud, Jtnn. 332
Ludwín,J, Car!, ll9, 426 225,226,227,228,229 Pappenheim, Siegmund. 235 Ritvo, Luctlle, 121
l.uepr, Karl, 42 Mezan, Renato, 14, 41, 42, 186. 380, PaMl,N., 18 Rlviere, Joan. 13, 258. 463
LwaXIV, 193 449, 453, 454, 457, 473, 478, 523 Pavlov, Jvjn Pet.rov1tcb, 1&9, 160, Rivim, l'l<hon, 426
Luí1 XVI, 188 Migutl ÁnceJ, 382 306 Roaun, Paul, 10, 11, 15, 16, 17, 23,
Lult¡arten, 162 Mili, John Stuart, 123, 139 Pavlovtk)', Tato 14 28, 52, 67, 85, 137, 138, 270, 271,
Lutero, 185 Mille:r, Jacquct Alein, 202 Pax, Raíllél, 14 340,422,431,434,519
Lyoll, 105 Ptfilner, P.to.rio1l, 258, 396 Pfennine. A. R., 339, 340 Robak,48,83
l.firbeau, Octavo, 603 Pll1wr, 0.kar, 38, 447, 459, 516, 528 Robert, Marthe, 74, 86, 103, U3,
Macalpino, Ida, 247 Moebiue, 217 PfiimeT, Théo, 69 131,136,296,299,340,380
Moauloy,87 Moll, Al~Tt, 4 77 Phlh-.Lud~.50,53,61 Robín, Albert. 344
Mach, Emot, 125 Monardeo, Nacoüa, 174 Plaol, 191 Robítanoky, 119. 124, 155
Mackenile, 303 Moot:aigne, 17, l8S, 277 Pltraa, 2164 Rocha, Zeíenr>O, 15
~t.i•l4rlindt. 469 Mottau de Toun. Pierre, 170. 186, Plan1i. 344 &gow,409
Mahler, Guetav, 81, 261, '486, 497 187 PluUo el V'tdo, 190 Rolland, Romain, 378, 380
Mahler, Marga"'c, 445 Moreno, 175 Pulloclt, 240 - ... 334
Mahony,Pat.rick,255,350,500 Afoeeo, Jullua, 66·, 381 Pulo, Marco, 78, 240 Roeenber¡¡, Ludwig, 25
Mll)or, RAlné, 15 Moz.art, 348 Pontali1, J. B., 14, 15, 311, 333, 346 Roeenberg,Otto,429
Malborough, 259 Muthmann, A., 426 Pora-.Erik, 16,280,337 lloe<!nblum, Evo, 372
Maleolm, Janet, 335. 466 Myen,365 PreilWffk, Emilie, 443 lloe<!nateJn. Ludwif, 437
Maneo,C4ipac,174, 175 Pnchanl, Jamee Cowleo, 247 Rooenthal, 218
Manheimtt, 52 Napolecln, 39, 377 ""1Mcur. 190 Rooenzweq¡, Sa4l, 160
Maonoal,O<tave,277,294,306,332, Nuio,Juan David, 14, 414 Rothechild, 14
407,121,469,500,502,503,l504 Nuait227 e.bolaia, Fran¡oia, 394 Roudln.... , Ellaabetb, 9, 11, 15,
Montepua, 174, 175, 116 Nathansolm, Am1111ia, 51, 364 Rar..i, 65, 374 188, 193,202,2.C0.270,345,365,
P.farr, Wllholm, 100 NathaDAOhn,Jacob,52,72,82 R.inoy, 83 367,402,496,519
Pitarr, Oroucho, 265 Nemec:kwk, 602 Ramón y Cajal, 115 Rougomont, 134
P.tarx, Korl Hcinrich, 39, 40, 44, 27 l Neves,Rlcanlo,289 Rank, Otto, 353, 387, 388, 425, 429, RoUNOOu, Jenn Jatques, 43
Maeotta, !506 Nowton,17, 1~.401 430,431,441,453,459,613,523 Rouetang, 442, 449, 458, 459

638 539
Roux, 213 Silbt~10 de Bnula, Anna. 88 1'ourinho, u.... nia, 14 von StrOmpoll, Adolr, 230, 254
Rotitcb.ner, León, 14 Silbenotoan, Eduord, 82, 83, 86, 87, Toynbce, Amold, 435 von \Vlnlcnil.ein, A., 426
Ruben•, 1&7 88, 92, 93, 97, 104, 105, 106, 109, Turguenlev, 248
Rudnyt.tky, Peter N., 496 112, 127, 151 Twaia, Alark, 394 \\'egner, Rachard,44, 486
R.....U, llenrand, 348, 404 Silberwtean, Karl, 89 Wacner-Jourecg,2111
Simmel, 257 Ulloa, Femondo, 14, 17, 240, 294 Wahle,Pnt.t., 140, 141
Sabounn, Pi•rre, 511 Skordo, 124 Unamuno, Miguel de, 278 Waldeyer, 115, 309
Soc~. Honn1, 78, 387, 431, 432 Sófoclo1, 348, 404 Urbant.t<:hit.tch, R., 426, 431, 435 Waldinger, 371
Sodger, 431, 433, 513, 523 Solón, 17 Walktr l'uner, Heleo, 194
Sajoor,46,49,51,52,59,60,63,67 Sopher, M-be. 40 Von MOOC",..º· 466 \Vatteau, 3&4
Saling•r, J O., 92 Souz.a, Aurelio, 15, 476 van Veluen, Thoden, 23, 28 \YeininK'er, Otto, 81, 338, 339, 340,
Sarkio, 315 Souzo, Poulo, 11 Vruela, 1'1'nnci8CO, 15 429
SormionlO, Regina, 393 Spector, Jack J., 527 Veme, Jubo, 44 Weia, Ni.u.han, 154
Sartre. Je•n PauJ, 9, 55, 155, 160, Sportane, 162 v.rrocd>io, 526 Wemeckt, 405, 225
200,221,263,278,279,280 Spielmn, Sabina, 63, 456, 518, 523 Víctor Hueo. 11, 385 Wbyt<o, Lanoelot, 402
Schacter, MikBa, 512 Ste.iner, ~t., 426 Vida!, Eduurdo, 305 Wildc, Oecor, 345, 387, 402, 430
Schelling, 43 Steingel, 2~6 Villarel, 473 Wilson, CoHn, 447, 448
Schiller, Friodrich, 31, 87, 404 S..kol, 339, 353, 387, 421, 422, 423, Vat.ar, Ma...,.lo, 14 Winnicoll, Dooald 13, 258, 310, 384,
Schl..~r. ,,..,._, 334 424, 425, 431, 432, 433, 434, 435, Vtr<bow,124 404
SchJieman.n, 69, 377, 400 442, 452, 492 Virgilio, 33, 3'48, 404 Wittcll, Rcai, 63
Schneader, Michel, 431 St<om, Wllhclm, 349 Vit.z, 65 Wittele, Fritt, 12, 52, 101, 107, 161,
Schnilzlcr, Amold, 84, 100, 406 Slevenoon, R.L., 350, 430 Vog\, 119 176,340,371,422,431,432,496
Schol., Frao>. 160 Strachey, Ali-. 13, 2tlO Von Hartmann, 165, 186, 385, 402 Wi~teao, L, 81
Schooberc, lgna., 140, 143, 145, Stnachoy, J...-, 253, 267, 305, 311, Von Schnlan'er, 42 W6bler, 175
463,484 313,392,396,468, 473,528 von Extl.~r. Sigmund, 122 WoUt Antonia, 518, 467
Schopeohaucr, Arthur, 17, 165, 42:9, Stnnw, 201 von Fletehl-Monakow, Ernat, 122 Wundcrllch, 124
445,448,475 s1m.... Johann, 78 von Fritcb, Anton, 124 Wundl, 228, 448
Schrebtr, 340, 468, 506 Strauaa,Ricbard, 78,81 '°" Humboldl, Wilbellll, 43
Schur, Mu, 9, ll, 23, 28, 50, 71 281, Stncker, 159, 176 von Karpmaka. Luí .., 307 Zajic, Joham, 59, 437
284, 286, 287, 288, 289, 290, 303. Sulloway, 9, 16, 17, 127, 128, 161, von Meyeenburg, Malwida, « Zajic, ~16niea, 31, 63, 64, 65, 69, 4.44
318,335,340,347,519 163, 218, 220, 263, 305, 309, 320, von ScbeO'el, Joaeph Vakwr, 89 Ziebcn, 405
Schun, 44 442,474 von Schelhnc, Wilbelm, 43 Zola,344
Schwann, 114 Suher-Wart, Fanny, 261 voa &elll, Lo<en1, 142 z....;g. S..fan, 41, 241
Sciarre<a. 14 Swalee, Peter, 16, 23, 28, 48, 63, 66,
Seg-al, Hanna, 265 284,385,484,465,466,467
Seldoo, Hori, 122 Swoboda, Hermann, 338, 339, 340,
Selesnick, 423 442
Semler, Benba. 124 Súll, Kallamoo, 54
SemmelweiN, 218
Shak:e1pcare, Williom, 71, 73, 87, Tal\, 429
185,348,365,394,404,423 Tannct, 409
Shaltow, 367 TaUlk, 435, 513
Sbañman, Mdvin, 416 Theilder, Pauline, 96, 97
Sh0mbtrc, 1cn.., 372 Timpanaro. 466
Sígno~ Jll , 383, 467 Tindnll. 105
Silber<r, Herbert, 353, 387, 435, 513 Toblor, 107

540 541
ÍNDICE DE OBRAS DE FREUD ÍNDICE GENERAL

"A propó11to de un cuo de neu.roe:ia 356, ~. 371, 373, 378, 379, 381,
obee.iva·, 4~10 PRÓLOGO LA HORA DE LOS ARQVEROS ...........................
383, 385, 392, 405, 422, 427, 429, 9
•Análiai1 d• In íobi• de un nifto de 430, 431, 432, 448, 451, 465, 473,
cinco ohoa", 486-498 474, 483,490, 515,524,526,527 Se poso un pl\joro gignntoseo, amenazante. Biogralln do Jonce. Deber
AntoloSla dt ar1tculoa bf'tt.:-~• aobn Md.s alld del pri11tipio d~ placer, 478 deseante. El problema del plagio. Freud escribió más de 20.000 CM·
In l«>rla de la n1uro1i1, 450 Nucucu «)nftrtncia• d' u1troducc16n tas. Yo estuve ollf. Plataforma. Freud visto por nosot~•· 10<! lot!non·
Conftrc11cUJa dt introducci6n ol psi- al p1;cocu1dti•;•, 257, 426 moricanos. El mórito de An;icu. Freud, un srglo de psu:oondlm•. El
coattdli1í1, 114, 257, 266, 383. Prtsentoc;6n autobiogrdflca. 348, mito dol hóroo. Cómo evaluar estos vicisitudes de lo idoollzación. So·
386 403 lir de la transferencia do disdpulo.
El chiate y 1u rclo~i6n e<>n lo incoua- Proyecto dt. uno Pll'colagfn 1>4m. nf!U•
cknl•, 392·397, 428 r~ogo1, 30 1·330, 3 45, 347, 351, CAPITULO 1. POR LA PASARELA DEL SUEÑO ................................... 21
El cúlir10 y lo. 1ue1to1 tn la •Gro.di-
355,357,358, 360, 466,469,500
vo" tú W, J<Mtn, 468 La carta de la placa de mii.rmol. El sueño de la Inyección do lrma. El
PsicolQ6fo de 101 n1a.ta1 y and/1111
·et motivo do la tloccidn del corre·. <klyo, 394 sueño de lrmo en A.uten Riggs. Peso histórico del sueño do lrma. To-
468 dos los arqueros del mundo. Martha em_bara:r.ad": de Anna Freud. ,La
Pa.icopo~ío de lo 11ulo cot1d1ono,
BI potWf11rck una du.a6n, 257, 380 60, 64, 65, 210, 217, 281, 284, placa de Flieaa Mandar un feto femenino de seis met1e1 a un batle.
E#ud10# tobrw lo Ju,.l«na, 224, 229,
370-391, 381, 383, 385, 386, 392, Freud d eplora el embarazo. Freud eatá p~nto P":'"!' dar el aalto del
261, 262, 263, 270, 277, 336, 406, 405,415,427,464,469,474 gato. A8ociacionca con el auefto. Freud recibe la v1B1ta de O.Car R;e.
473,612
&llri~tn zur 0-n,gtwontden Sttlt1t•
Emma Ed<lltein mutilada. Pua y cocaína. Operación de glaucoma de
"Fragmento de aúht11 de un cuo
luntú <Artí<uloo aobre po1COloeJa
Jaoob Freud. Emma·Anna·Anna O.·La niñera-Amalia-Minna. Flieu
de hial81a", 392, 3~20 aplicada), 468
.. el interlocutor onírico. lrma y Freud.
ln.lsilxci.M, 1/ntomo y on.gtu/10, 285 ·Sobre los recuerdot encubndoree",
lntroduttí6n ol narci111mo, 466 343
CAPf'ruLO 2. LA RlFl'A DE LA LANA................... ................................. 38
La concepci6n de 141 a/a1iu, 224 Tot.m y tabú, 29, 523, 524
La cti<>logfa de la hi1ttria, 301 Antecedentes históricos. El judalsmo a mediados del siglo XIX, en el
Trta ensqyo1 de teorfn uxual, 323,
lo interpNJlac,6n de la. 1utñ01 Imperio Austro-Húngaro. La emancipación judía. El podre de Breue~,
349, 392, 394, 427, 473-485, 490, paradigma do judfo oaimílado. Bakon, misticismo judfo y psicoa~áh·
(Tra umd.rutuna), 22, 28, 32, 59, 515
60, 61, 65, 68, 101, 147, 174, 214, eie. Diaeriminnción en ln Universidad. El romant1e1emo en ol e1glo
ÜIHrCoco, 113, 174, 175, 176, 179 XIX. "La Primavera de los Pueblos". Una nueva 61osolla: el positivis-
220, 230,270,277, 284, 331,344, Un rttutrdo infantil~ IAOltordo da
345, 343-363, 346, 348, 349, 353, mo. Antepuados de Sigmund Frcud. Comencemos por la lano. Kall~·
Vinci, 523-5:ll mon Jacob Freud. Jocob Freud e n Tysmenitz. Se desconoce la pos•·
ci6n religi- do Schlomo. SoLicitud de autorización para asentanoe on
!Oopdoñpor parte do Jaeob Freud. Jaoob Freud y aua treo mujeroa.
Rebecea. Amalia Nathanaon madre de Sigmund Freud Muerto d e
Schlomo Freud, abuelo de Sipund. Sueño de Garibaldi. Chsé de la
figura del padre de Freud Existen dos Jaoob Freud.

542 543
CAPITUL0 3 l'RE18ERG, EL PAÍS DE LOS RECUERDOS y eua dos rivales . Encueotl'O en el café Kunweil. Las reticencias de
ENCUBRIDORES.............. 59 Frou Bemaya tienen sentido. Emmeline 8crnaya, futura 1uegra.
Wnndsbek, un castillo remoto. Freud era pobre para ir a Wandabek.
Sigismund Froud nace en Froibcrg. ¿Cómo ora Frciberg? Philipp y el Cabollos salvajes en la pampa. Pobreza: cualquier cosa por trabajar.
sueño de los pájaros egipcios. Amalia y el sueño de Tres Parcas. Naci· La cara oscuro del noviciado fue Ju pobreu. R<>ya/ties por la troduocíón
miento~· Anna. El sobrino John, amigCH!ncmigo. Monica Zajic, niñe- del libro de Chorcot. Préstamoe de Breuer. El mito del héroe pobre.
ra de Sogismund Monica Zajic fue despedida al nacer Anna Muerte Fuego. La pul.sión "piroman.!aca" en Freud. Comencemos por lo pri~
de Julius. La pérdida de Freiberg. Los mobvos del éxodo Prisión de n1 hoguera. Un aprt•-coup orwellíano. F'reud como a•pirant auboller·
Josepb Freud. El infierno do Breslau. Leopiig. Motrem nttdam . La no. El consejo vOC&A:ional de Broucr. El suicidio de Weiss. Meynert.
llegada a Viena. · -Entonces vinieron años difTciles•. Episodio de) go-
rro. Escolaridad de Freud. Reforma liberal del estatuto do los judíos CAPITULO 8. EL SAIJl'O DE OATO......................................................... 159
en 1869.
Freud manos de h ada para loa tinturas. Comparación de Freud con
CAPITIJLO 4 LAS AVENTURAS DE CIPIÓN Y BERGANZA . 78 PavlO.:. Preud en el laboratono de Maynert. Ftcud se dedica a lo mé-
dula durante d os años. El Entwurf de Exncr. Barroco epistémico.
Viena en la juventud de Freud. La descripción caricatunltlea del jubi· ¿Cuál es la identidad epistemológica freudiano? Carus. Von llnrt-
leo del Er.npcrndor. El imperio do Francisco José. El Emperador eter- man.n. Shopcnltnuor. Griesingcr, discípulo de Hcrbnrt.
no y Mano Lnnger. Frcud en el Loopoldatlidter Real und Obergymna·
"!'m. La gradua~ión como bachiller. Bar Mitzvah de Freud París y CAPITULO 9. LA DROGA MÁGICA ..................... 168
Viena son las copotales del ..xo en el fin del •iglo. ¿Qué sabemoo de la
..xualidod del joven Freud• El primer amor de Freud. La AC<Odemia La fórmula de la COC3ina. La cocaína, droga mA¡lco. F'reud y la cocal-
E•pañola. Cipión y Bergania No se sabe casi nada de Eduard Sil· na. La virginidad de Freud. Ln cocaína como "lrana~ión c~tiva•.
bc~tein. Primera hoguera. Amíotad con Emíl Fluss. La primera ten- La• propiedad•• formacológicos de In cocalno. Ln tercera tentación de
tacoón de S1gmund Freud. El caso de Pauline Theiler. Froud. Operación de Jacob Freud. Ln amistad con Fleischl, un hombre
admirnble. Floiachl como ideal. "El tercer flagelo de la humanidad".
CAPITuLO 6 LA SEGUNDA TENTACIÓN DE SIGMUND l'REUD .... 100
CAPITULO 10 UN JUDIO EN LA CORTE DEL REY CHARCOT.. 185
Ser liberal •er~ bueno para los judíos". El Viernes Negre de 1873.
Frcud en la universidad. Amago de dµelo. Aventura en el tren antise- Híatoria de lo locura. En el siglo XVIII, los comotns eran cosae por-
mita. Vi!V• o Manchesler. Ln segundo tentación de Sigmund Freud. tentosas. Descartes y el nuevo saber sobre la locura. El hospicio, gran
La elección do profesión . Odo o Ja Natura.leia. Freud ingresa en la fébrico de producción de P'!icótiC06. ¿Dónde buocar la prehiatona del
Universidad de Viena. Feuerbach. Brentano. Darwin en Alemania. poicoanálisia? La locura ea producida experimentalmentA!. Mosmer Y
Los testiculoe de las anguilaa. El Petromyzon. Waldeyer y la teoria de el magnetismo animal. El meamerismo se va tranafonnando en hirr
las oeurooas. noeit. James Brrud, inventor de la hipnosis. Simientes del mHodo ca-
t'rtico de Breuer. Ropport y lran•fereocia. Domeaticación pigmalió-
CAPITULO 6. l,OS OJOS DE DR0CKE ................................................... 119 nica. Frcud en Pnrís. París, Capital del Amor. La Snlpétriéro, Ciudad
de los Locoo. Encuentro con Chnrcot. Blancho, In Reina de la Salpé-
La Escuela de Medicina de Helmholtz. Brücke. El sueño "Non vixit". tri~re. En la casa de Charcot. Jeanne Cbarcot. Un judlo en la corte
Clata, Brucke, Nothangel. El aervicio militar en 1880. La traducción del Rey Chalwt.
do Stuart Mtll. Breuer. Descubrimient.oo fiaaológicos de Breuer. Freud
M> forma como médico. Ileci•ión de abandonar el Instituto Bnlcke. CAPITULO ll. LUNA DE MIEL EN LOBECK........................................ 206

CAPITULO 7. LA ffl'ICA DEL TROVADOR............................................. 131 Occisión de Sigmund de casanac. De regreso n Viena. El problema de
la vivienda. IA8 maniobras militares. Esaa cuatro 11em9naa loel\fl. Ca-
Sigmund conoce a Martha. "My •W<Ct darlifl8 girl". La ética del trova- N.miento civil en Wandsbek. Una ceremonia 1lmple. Luna de aücl en
dor. Una de Ju grandes correepondeociaa románticas. La castidad de Lübedt. Loe hijoe comienun a llegar. Nacimiento de Mallulde P"re~
Frcud. Beooe que "dejan •m aliento•. El absurdo de Stuart MiU. Freud El •ueiio de la Monogralla Botánica. El amor, sin duda, dca&pareoó.

544 645
Prlnpo y lo campifta ••nsua.I. El scilor M. ataca a Coetho. En Bcrg· CAPITULO 16 Ef, CORAZÓN PARTIDO................................... 277
gasse crece In familia. Oliver. Freud habla do los hijos en la
correspondencia. •Economla doméstica" del consultorio. La Corre1po11dtncio con Flies~ como .. P3!ª~cxto•.. La amia.tod con
Fliess El auicidio de Jacob Fh""8. Descnpc1ón lloica do Fhett. La
CAPITULO 12. º¿CUÁL ES LA NOVEDAD?".................. ... .••. . 217 amis~d vialn por Sartre. La nCUJ'06is del reflejo nasal. Razón del fra.
caso del proyoct<> "Neurastenia". El especbo de las nourutenias a fi.
Paicopat<>logía· l*Uclas alemana y fran""98. Reunión en la Sociedad nes de siglo. Aportea de Flieaa. La aupem>oón en Freud La enferm.,.
Imperial de Medicina. Critica de Ellenberger al mito del héroe. La dad cardiaca de Freud. La abstinencia en Frcud. La ficha clínica do
"batalla de Viena•. Los héroes perturban el sucfto del mundo. El pro- Frcud. El problema del diagnóotico cardiaco. La batalla de las lrDN-
blema de la histeria M88C"ulina. Meynert, representanta do la poicolo- ferencias y el corazón partido.
gfa alemana Conferencia en la Sociedad Psiquiátrica de Viena.
CAPÍTUl..O 17 1.A MUERTE DEL PADRE ................................... . .•..• 294
CAPITULO IS. EL APARATO DEL LENGUAJE............... ..................... 2Z4
F d ·nicia su nutonnáliaia. Iniciación sistemático dol nutoontUisi11
Sobro lns nfMine. Froud y Meyncrt. El aparato del lenguaje. Discul" .,:"~89;. Muerto dol padre. El sueño "Cierren los Ojos•. El resto del
808 afásico o histérico. Blculer, psicología profunda. Las "nouro,,..ico· suefto. Hitos bidimensionales del viaje introspectivo.
sis do defensa•. •Etiologla do la histeria". Neurosis aclunl y Plliconcu·
rosis. Formación do compromiso. Retomo de lo reprimido. Retorno do CAPITULO 18. ELPROYBC1'0, UN TORSO RENEGADO .................... 301
lo reprimido, primero formulación. Defensa secundaria en Ja neurosis
obsesiva. Manuscritos L, M, N. La teoría del trauma sexual. Loa "'congrcaoa"
con Fli.,.8 en Drcsde y Salzburgo. El capullo está a punto de ~nagor-
CAPITULO 14 LA CURA POR LA PALABRA......................... ........ .. ~ 80 Proyecta do una poicología para psicólogos. Lows von Karpmska y
la ·relación de Preud con Hcrbart. La memori_a neuronal. El proyect<>
Descripción de una histérica por Kraepelin. Una noche calurosa de .., fundomcntalmente u.o aparato de memona. Frcud, .Bcrgaon Y la
1883. &rtha Pnppenhcim. Breuer trata a Anna O. Breuer inaugura memoria El tiempo y ol libre albedrlo. El verano tnste de 1897.
el método cnt4rtico. El mito de la fuga a Venecia. Participación de Abandon~ de la "Neurótica". Coasecuencias de lo calda d~ la teorl_a d.e
Freud en el mito veneciano. El demonio "Pero". El caao no tuvo un fi. Ja seducción Noco el Edipo después de la calda de la N.•u!'6t1ca
naJ feliz BinC!I., la terapia sugestiva. Suefto de la Cabeza de Camero. Cuando se dcrTUm~ el ~1fic10 de la
"Neurótica". La critica de Mosson. ¿Padre tarado o h~sténca mentiro-
CAPITIJLO 16. BREUER, MAFSl'RO SECRETO DE LA HISTERIA.. 247 sa? La seducción pawmo de Robert Fliess. La seducoón mawma. Yo-
casta anda suelta
Terapias proteiformea de la histeria. Insania moral, caso Heaae. El
implacable Jcofrroy Moussaicfr Masson. La noción do defensa en CAPITULO 19. LA INMOLACIÓN DE EMMA ECKSTEIN.................... 881
Freud. Broucr y la. "vOC(!S del inconsciente• de Froud. Froud conven·
co a Brouor do que publiquen el historial de Anna O. La "Comunica· El cuo de Emmo Eckatein. Gasa y descuido quirúrg_ico do. Flleu. Ln
ción preliminar". Btcucr inviert.e a Charcot. Diferencia entro paráli- conliania en su amigo se debilita. El aislamienro~ l~1t·motw de lo CO·
sis orgánicas o histéricas. Los "estados hipnóticos" de Chnrcot. Los rre8pondcncio. Ruptura con Fliess. Swoboda y Wc1n1ngor.
Estudios como manual de psicoterapia. Paradoja doblo de los Estu·
dios. Katbarinn: terapia en loe Alpes. El estilo de Froud. El callO cUni· CAPITULO 20. EL LIOllO DE LOS SUEÑOS ........................................ .
co do Lucy R. El caao cllnico de la Sra. P. J. El caao clfnico do Emmy
von N. Un mundo terrorllico de zoofobias y parestesias. CAcilic, pa. Ser o no ser. Hiatoria del gallo y la g"cllina. La Troumd~ulu1f8. La .in~
ciente tratada por Freud y Brcuer. El claao clínico de Elisnbcth von terpretación de loe l!uclloe. El complCJO de Edipo en la mterpretac1ó
R. "Nueatras pacientes aufren de rcminicencias". Tormenta metapci. de loo aueftoo. Primera indicación del interés por los aueños. lnformeo
cológica en las páginas do loe E1tudios. Eatado hipnoide. La década "mierdológicoo" El gran auetlo. Criticas a la Troumd•uluf18. El cap!·
del espléndido oith1miento. Freud siguió de largo al ver a Brouer. tulo hiatónco de Lo tnkrp,..llJCl6n de los •ueii<». El aue~o C!llbmulodo
Breuer y Engels. Las deudas con Breuer. Animosidad de Freud con· por Wl peñumo (Maury). La condensación. El dc1pla~am1ento. Le
tra Breuer Elogioe a Breuer en Woreester. elabol'llCión -.indana. El sueño, elaboración secundan& Y pnmana

546 547
El capitulo VU. Esquema del aparato polquico. Indestructibilidad dtl y la medalla de Edipo. Otto Ra.nk. Rank y la aombrn Ra.nk como hijo
d~ inconsciente. Te..,er modelo de aparato pglquico. adoptivo. Los disclpulos tenlan celos de Rank Tienen ous reglas. Ste-
'kel y la masturbación. La maaturbaci6n, "vicio primario•. Defensa
CAPITULO 21. EL GRAN RIVAL................................. .... ............... 364 minoritaria de Stekel. Erotismo anal de Jung. La Armada Brancaleo-
ne. ¡..,. tiompos de Urbants<:hiliesh. La patología y la elevada tasa de
El paralelismo entro Freud y JaneL La bella medium Léonie. Aquiles suicidios. Freud es la marca dol siglo. Conferencia• de los silbados en
y lo posesión demoniaca. Modcleine, lo opucato a Aquiles. Bergson. la Universidad. Tarot de los aábados.
Jonct eclipsado por In gignntesca sombra de Frcud. Jonet y la auto-
nomla del yo. CAPITULO 26. EL PRfNCIPE HEREDERO ............................................ 441
CAPITULO 22. EL LIBRO DE LOS ERRORES ..... . ·······•••·••••··••··•·· 370 La ingraUt tarea de inst.itucionaliza.ción. Carta circ~lar _de ~º"!ª·
¿Cu61 era el motivo polltico de esta arcular? Ave Fénix e lDStituao-
Rutino de trabajo de Freud La serie romana. Lubcck, suicidio y luna nea. Lo •egunda hoguera. Jung abre el segundo acto de la Causa
de miel. Froud vuelve cambiado de Roma. El Ululo de Profesor. En Carl Guatav Jung. Infancia de Jung. Jung en el albañal. Jung y el el!·
1902 Freud era ya un Mt<Mlu>ld name. Atenas Lo4I dos hermanoe es- piritiamo. Jung en BurgMlzli. Jung visita a Janet. Bleuler serla el
taban frente al Lloyd de Tri011te. Freud, eo lu Acrópolis, no penBó en Breuer de Juog. Lo corrcepondencia de Jung con Froud es revelado-
Jorusnl~n. Carta supen1l1cioea a Jung. La tesis de Bakan . Sentimicn· ra. Primer contacto personal Frcud.Jung. El articulo que pone doma·
to oceánico. Psicologla de la vida cotidiana . Signorelli. El papel de nifieato el ingreso de Jung en ol psicoanálisis. Frcud •e aferra a la
Fliess en el libro. La !corla de los lapsus. Lapsus y determinismo ilu•ión de convertir a Jung. Sueño de los Caballos de Jung. Carta
Precursores de la tcorla del lapsus. 2467 errorce. Mónaco. Jerarqula ejemplar de Freud a Pfütcr. Diálogo de sordoe en lo segunda vuelta.
de actos fallidos. Pnmera entrada de Sabina Spielrcin. La demencia precoz de Jung.
"M1 ambiente• ... El secreto de Juog. Freud no entra en el discurso
CAPITULO 23. EL LIBRO DE LOS CHISTES ........... . •· ·••••••••••••••• 392 hiatknco de Jung.
El chiste de Cracovia. Froud recuerda a Shake1peare. El trabajo del CAPITULO 27. UNA METÁFORA ARQUEOLÓGICA Y
chiste. La condensación en el chiste. El chiste en la estética. La agu- 1..AARQUEOLOGIA DE UN ACTO FALLIDO......................................... 463
deza en la encrucijoda de metáfora y metonimia.
Minno se une o la familia Froud en 1896. Nuevo tipo de majer fálica.
CAPITULO 24. DORA................................................................................ 396 Freud y Minna sallan regularmente de vacacionC3 en ~a é""".ª· Ali·
quia. Trent.o. lugar del •crimen•. Min.na y una 1ugerenC1a malic1063 de
Freud a principios de siglo. Freud se define como conquistador. Fecha Jung. Minoa se confiesa con Jung. Viajes a Italia coo Minna. Minna·
de la muerte en el nuevo •i1elo. A la caza de hongos. Freud y las anti- curaa •n verano. La G.-.cliva Hanold, héroe de la Gradiva. Arqueolo-
giledades. Las vacaciooca de verano. Definición del Jl'licoanálisia en gfa, analogía de la reflexíón. Hanold: erotomonl~ fetichista. La Gradi-
1922. KrafftrEbing y Havelock Elli•. La "verdad histérica". Dora. Do- va y Minna. Carta de Freud o Jenseo. Jung elogia mucho el libro.
ra: historia cllnico. Herr K., el villano-galán do la historia. Ginecofi-
lia. Transferencia negativo de Dora. ¿Qué qucrfo Oora? El sueño del CAPITuLo 23. LAS ODISEAS DE LA PULSIÓN.................................... 473
Cofre do Joyas. Oorn y la transferencia. Lo lógica de Dora. El suefto
de 111 Mesa de Hotel. F"'ud y lo mujer. Cuál podrlo haber sido el futu- Se dice que el semen del diablo ea helado. La pareja Braja-Histérico
ro de Doro. f"8Cina a Freud. ¡,Qué ca una perversión? El beb.l perverso polimoño.
El hombre es heterosexual homosexual, transcxual. La neurosts apa·
CAPITULO 25. LA SOCIEDAD PS!COU)CJCA DE LOS MltRCOLES •.. 421 rece como el reveno de la Pervenñ6n. Freud elabora la ~ocióa de .zona
eÑgena. La !eXUalidad en las poiconeurosi•. La am11es1a infantil. El
Loe comienios de loe mié=lea. La segunda hoguera. Kahane y Reí· autoeroti•mo. Uso del término acxualidad en Freud.
Uer Stckel y Adler. Sabemos poco de los primeros aftos de la vida de
Adler. Stckel y el articulo "fabricado" por él. Difel"('ncios entro Freud CAPITULO 29. EL NIÑO DE LOS CA8ALLOS ....................................... 486
y Adler. Freud, al principio, acepta las ideas de Adlcr. Adler, analista
do la esposa de Alexander. Analistas anónimos. Pnul Fedem. Fedom Juanito, an,lieis de Jo fobio do un nifto de cinco anos. Mctalogo do

548 549
Bateson. El síntoma npareco como un relámpago en el ciclo ozul. El
análisis traru!gresivo. El historial escrito con una IOnrisa. El epílOdio
de Martin Freud en las casillas de la playa. Anguat.ia de castración y
antisemitismo. Las fantasfas sádicas de Juanito. Con Juanito nace la
supervisión. /ch bin der kkill• HaM.

CAPÍTUU) 30. EL HOMBRE DE 1..AS RATAS........................................ 499

Emst Lani.er. El tratamiento ae inicia a fin.. de 1907. La muerte del


padre. Babelismo del dialecto obsesivo. La tortura de IM ratas. Habla •
p lacer en el rostro del paciente El wma del "dialecto• obo!csivo. Teor!a
d e la neurosis obsesivo. Spulratk. Tr&Mferencias repugnantes. La
omnipotencia del pensamiento. El Hombre de IM Ratas, ambivalencia
de Freud. El Hombre de los Cachorroe y el Hombre de las Ratas.
CAPITULO 31. TOGAS CARMINt)AS Y BIRRETES
CON BORLAS DE ORO .......... ......................... ........... ...................... 6 11

Sandor Forenczi nació en Budapest en 1878. Báruch Frankel, padre


de Sandor. Ferenc:U publica 1u primer en3ay0, "Espiritillmo•. Primer
encuentro de Ferencz1 con Freud. La transferencia del pensamiento.
El espíritu do los miórcoleo. Primer desmayo de Freud. El Gcorge Elll edici6n ele 5.000 ejcmpllrcs
Washington, teatro de este •análillill onírico•. Laboratorio psicoanal!· "' la1lllll6 ele ...,nm.r al
Lo Prma Mlxbco ArpllM,
tico gigante a bordo. El suello de loo doo crá.neos. La vida privada de
Jung. Jung poligámico. Llegado al puerto de Nueva York. Las cinco Juoln 845, - Aires
en d mes ele tcp1-"'< ele 1996.
conferencias. La primc..ra conferencia te inicia con una rete.tla bi1t6ri..
ca. La segunda conferencia. La tercera conferencia, dedicada a la téc-
nica. Lo cuartn conferencio, dedicada o lo sexualidad. Hoblodos e.n
alemán.

CAPÍTUW 32. EL NI~O BUITRE ........................................................... sza


El salto cualitativo. Llegada de la pnmera generación. El alto nivel
teórico-práctico de loo miércoles. Un recuerdo de infancia de Leonar-
do da Vinci. Un buitre descendió hasta m(. La homosexualidad de
Leonardo. El narcisismo nace en cuna de oro. Leonardo creció con dos
madres. La epist.cmofilia llevada hnst.a 108 l!mites de lo perversión.
Metapeicologia dcl procOBO creador.
INDICE OE NOMBRES ............................................................................. 533

INDICE DE OBRAS DE FREUD ................................................................. t>42

550

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