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L i c e n c i a d o
L U I S R E Y E S R E Y E S
Gobernador del Estado Lara
2 P R E S E N T A C I Ó N
Juan José Salazar
Director del Museo Antropológico de Quíbor «Francisco Tamayo»
F U N D A C I Ó N M I G U E L A C O S TA S A I G N E S
Tiene como objetivo ampliar, fortalecer, profundizar y enriquecer la labor
cumplida por el Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo. Para ello, su
acción se desarrollará en las áreas de investigación, conservación del patrimonio
cultural y museo, siendo ésta última área atendida por el Museo Antropológico
de Quíbor Francisco Tamayo.
La Fundación Instituto de Antropología Miguel Acosta Saignes lleva el nombre
de una de las figuras más relevantes de la Antropología y las Ciencias Sociales en
Venezuela. Miguel Acosta Saignes (1908 -1989) participó desde muy joven
en la actividad política, que lo obliga a salir como exiliado a México en 1938, país
donde obtiene en 1945 el título de etnólogo, mención cum laude, en la Escuela
Nacional de Antropología e Historia. Regresa a Venezuela en 1946 y a partir
M I G U E L A C O S TA S A I G N E S
de entonces inicia una intensa actividad académica, política y periodística: crea las
Cátedras de Antropología General, Sociología General y Culturas Prehispánicas Pero dentro de ella destacan Estudios de Etnología Antigua de Venezuela,
de América en la entonces Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central Vida de los esclavos negros en Venezuela y Bolívar: Acción y Utopía del Hombre
de Venezuela; participa en la fundación de la Escuela de Periodismo de esta de las dificultades, siendo esta última obra merecedora en 1977 del Premio
Universidad; profesor de las Cátedras de Organización Social y Culturas Prehis- Extraordinario «Bolívar en Nuestra América» de la Casa de Las Américas, Cuba.
pánicas de América en la Escuela de Sociología y Antropología, Facultad Las dos primeras obras mencionadas son fundamentales dentro de la literatura
de Economía, Universidad Central de Venezuela, entre 1954 y 1962; fundación del antropológica venezolana y constituyen un vínculo entre las disciplinas
Instituto de Antropología e Historia en la Facultad de Humanidades y Educación de la antropología y la historia y, vistas en el conjunto de los trabajos académicos
de la Universidad Central de Venezuela, facultad de la cual fue decano entre publicados por Miguel Acosta Saignes, nos perfilan un investigador que no se
1962 y 1965; creación de la Comisión Indigenista; senador de la República entre ajustaba a las fronteras convencionales de las disciplinas históricas y sociales.
1964 y 1969; articulista en distintos medios impresos, donde escribe sobre temas Esta postura de Acosta Saignes como científico e investigadores coherente
tan diversos como historia, antropología, folklore, deportes. con su desempeño como intelectual, al compaginar sin conflictos al académico,
Su producción biblográfica fue extensa y variada: antropología, sociología, folklore, al periodista, al educador y al político preocupado por los problemas
historia e historiografía, geografía humana, indigenismo, arqueología, entre otros. sociales de su tiempo.
Reseña histórica del Museo Antropológico de Quíbor La labor científica también fue posible gracias a la participación efectiva 3
A mediados de la década de los años sesenta, un grupo de maestros de la Escuela de Antropología de la Universidad Central de Venezuela,
y artesanos dirigidos por Orlando Jiménez y Miguel Giménez, director y con la firma de un convenio de colaboración entre Fundacultura
profesor de la Escuela Artesanal La Ermita, respectivamente, inician la yesta universidad. Se logró la presencia y participación de profesores
diligente labor de acopiar vasijas, collares y restos humanos recuperados y estudiantes universitarios en diferentes tareas y proyectos, así como
en los distintos sitios arqueológicos ubicados en el valle de Quíbor. también la participación de investigadores de otros países, lo que
De esta manera, se siembra la simiente de lo que más adelante consti- le da una trascendencia internacional.
tuiría la base que impulsó lo que hoy en día es el Museo Antropológico de En octubre de 1999, el hasta entonces llamado Museo Arqueológico
Quíbor, con su reconocida y destacada colección. de Quíbor pasa a denominarse Museo Antropológico de Quíbor
Simultáneamente a la encomiable labor de estos notables quiboreños, Francisco Tamayo. Este cambio nominativo, lejos de ser una ocurrencia
a causa de unos trabajos de obras públicas realizados en el centro de la burocrática, refleja aspectos importantes de la vida del museo. Una
ciudad, se hizo uno de los hallazgos más trascendentales para la perspectiva más amplia, como es la ofrecida por la antropología para el
investigación arqueológica: el Cementerio Aborigen Boulevard de Quíbor. entendimiento de los procesos culturales e históricos, es asumida
Las autoridades regionales, al tener conocimiento de tal evento, autori- en este epónimo Francisco Tamayo. Significa reconocer la condición
zaron los estudios antropológicos pertinentes, responsabilizando de del notable investigador larense como adelantado de los estudios
ellos al antropólogo Adrián Lucena Goyo. antropológicos en la región, además de su relevancia académica y cientí-
Los trabajos arqueológicos en el cementerio indígena en su primera fica en el campo de la botánica y de las ciencias del ambiente natural.
etapa permitieron recuperar ciento treinta esqueletos humanos Pero también debe señalarse que el ahora Museo Antropológico de
con numerosas vasijas y objetos en concha de caracol marino y hueso, Quíbor vive una nueva etapa en su dilatada existencia que se acerca a
utilizados como ofrendas mortuorias. La magnitud de la necrópolis las cuatro décadas.
y la necesidad de darle una interpretación científica a esa realidad históri- En 1995, con el respaldo de la Gobernación del estado Lara, el Instituto
ca que se estaba presenciando, obligó a las autoridades políticas y a del Patrimonio Cultural y el Consejo Nacional de la Cultura, se inició
la opinión científica a fundar en la ciudad de Quíbor el Centro Científico un proceso de rescate a fondo de la infraestructura del museo y
Antropológico y Paleontológico del estado Lara. una renovación total de sus espacios expositivos y sus servicios
Con la creación de la Fundación Larense para la Cultura en 1979, pedagógicos, proceso que luego de nueve años de trabajo ininterrum-
el gobierno regional adscribe a su administración el Centro Científico, pido exhibe sus resultados. A la par de estas iniciativas, el museo ha reite-
dando inicio a las reflexiones y replanteamientos sobre los objetivos y rado su vocación investigativa que se expresa tanto en los proyectos de
perfil que debía cumplir la institución científica, así como acerca investigación que desarrolla como en la actividad editorial.
de la reconsideración de los proyectos de investigación, propuestas
museológicas y función educativa.
Esta etapa de replanteamiento del centro de investigación culmina con
su transformación en el Museo Arqueológico de Quíbor, a partir de mayo
de 1981, con un ámbito regional de investigación, conservación y difusión
del patrimonio arqueológico regional. Con este concepto de museo,
se logró definir las distintas áreas de investigación y diseñar los progra-
mas y actividades con el concurso del trabajo interdisciplinario e interinsti-
tucional. Fue iniciada en 1981 bajo la dirección del antropólogo Luis
Molina, entendiendo que el objetivo fundamental del Museo Arqueológico
es la investigación de los resultados obtenidos a través de estudios
rigurosos, utilizando como vehículo el lenguaje museológico y su objeti-
vación a través de la museografía, charlas, audiovisuales, seminarios
y publicaciones diversas.
4 El museo y la enseñanza de la historia Por estas razones, surge la necesidad de poner en práctica una
La arqueología como ciencia histórica en el proceso de reconstrucción estrategia educativa orientada al apoyo y promoción de la enseñanza
de la vida de los pueblos recurre a la información contenida en las eviden- de la historia desde los museos, porque son instituciones que conservan
cias materiales dejadas por los antiguos pobladores que ocuparon y estudian el patrimonio cultural de la nación, con la finalidad de revalo-
determinadas regiones, así como también a la consulta de documentos rizar y revitalizar en el pueblo la conciencia necesaria que impulse los
que reposan en los archivos y a la tradición oral de las comunidades. cambios sociales. Los objetos arqueológicos son las páginas sueltas de
Estas fuentes utilizadas por los investigadores han sufrido permanente- un voluminoso libro de nuestra historia. En el museo, nuestra tarea
mente un deterioro parcial o total. En muchos casos, lo podemos consiste en ordenarlos y presentarlos orgánicamente, de modo que
cons-tatar en la destrucción de sitios arqueológicos a causa del saqueo podamos leer la historia página por página, sin cansancio.
sistemático, el impacto del desarrollo económico y urbanístico y la acción El museo es un repositorio científico y al mismo tiempo un centro de
del tiempo que pesa sobre ellos. En cuanto a los archivos, encontramos enseñanza de la historia, pero no todos los museos entienden su papel
documentos cercenados, así como la sustracción y adulteración inten- de esta manera y por tal razón muchos de ellos son, en verdad, nada
cional de sus contenidos. Asimismo, conseguimos un notable desinterés más que un depósito de materiales interesantes, exóticos o espectacu-
por las historias y demás manifestaciones como la oralidad y las tradi- lares, cuyo rol en el seno de la comunidad no pasa de ser más que un
ciones populares que también son acervo histórico-cultural de los pue- «atractivo» que en algunos casos puede promover el interés de los que
blos. Esta situación responde a la ausencia de una coordinación de las disponen de tiempo para realizar un «tour cultural».
políticas educativas y de desarrollo socio-cultural por parte de las institu- De esta manera, el museo se convierte en un centro al servicio
ciones públicas y privadas que deben orientar los destinos humanísticos de una élite cultural con «tiempo ocioso» disponible. El museo «de élite»
y espirituales de la nación. está estructurado, entonces, con un neto contenido discriminatorio, que
En el caso de la enseñanza de la historia encontramos en los centros en nuestra sociedad revela una posición conservadora y aristocratizante.
de educación, formación y promoción un tratamiento simplista en los con- El Museo Antropológico de Quíbor desde sus inicios se ha caracterizado
tenidos programáticos sobre los acontecimientos históricos, y un mal porque su metalenguaje es la investigación y codificación de insumos
manejo de las fuentes necesarias para la reconstrucción científica de los científicos, para lograr el conocimiento riguroso de las raíces y de
hechos sociales. Ejemplo de ello, el desconocimiento del período indio los perfiles sociales, en sus diversas esferas de acción, enfatizando en el
referido a los grupos aborígenes que poblaron en este caso la región hombre larense. En esta institución prevalece el concepto y la categoría
larense. El espacio que ocupa este período dentro de los pensa de estu- científica sobre el objeto; la dinámica sobre la estática, es decir, una
dio es irrelevante y poco significativo, comparado con otros momentos visión de herencia cultural procesal cuyo propósito fundamental es lograr
históricos, como lo son el colonial, republicano y contemporáneo, en los una comprensión y una visión crítica de los hechos históricos que deter-
cuales se concentra la mayor atención y difusión. El tratamiento ligero minaron las características de los objetos culturales.
que se ha dado al período indio, repercute de manera negativa en la Dentro de estos lineamientos proponemos en este trabajo que
formación de la identidad cultural y el sentido de pertenencia en la presentamos una nueva concepción de la museología y la museografía,
población, manifestándose, en algunos casos, en la vergüenza étnica en las que prevalece lo pedagógico y lo alternativo como necesidad de
pade-cida al momento de interpretar nuestro pasado histórico. desarrollar una educación y enseñanza no formal de la historia:
La escasa atención a este proceso histórico en la enseñanza no permite dinámica, crítica y participativa.
valorar la importancia de los restos materiales y espirituales legados
por las culturas antiguas, profundas en contenido y significado, ya que
detrás de ellas se encuentran las formas de organización política y social
de los pueblos que forjaron esos bienes culturales, recuperados por
los arqueólogos e historiadores. De igual manera, los medios de comuni-
cación en su programación excluyen la divulgación de los valores
históricos, culturales y patrimoniales de la nación venezolana. Resaltan
patrones de conducta y expresiones culturales provenientes de los
centros hegemónicos de poder, incompatibles con la realidad vivida en
nuestro seno, reforzando estereotipos foráneos en detrimento
de nuestros principios éticos, morales y culturales nativos que se han
fraguado en este violento mestizaje biológico y cultural. Es decir, sobre-
estiman la metrópolis colonizadora y subestiman lo propio. Son estas las
razones por las cuales vemos cómo las historias son sustituidas por
los productos importados de poca calidad en contenido social y
estéticamente pobres.
RECONOCIENDO 5
NUESTRO PASADO
ARQUEOLOGÍA
DEL ESTADO LARA
EXPOSICIÓN
PERMANENTE
Sala 1 T E R R I T O R I O
Francisco Tamayo
Sala 2 H A B I T A N T E S
Hno. Nectario María
Sala 3 C O S T U M B R E S F U N E R A R I A S
Rafael R. Freitez Pineda
Sala 4 A L F A R E R Í A
Hno. Esteban Basilio
Sala 5 A G R I C U L T U R A
Pedro A. Carrascosa
Sala 6 C A C E R Í A
José María Cruxent
Sala 7 A R T Í F I C E S D E L A C O N C H A
Lisandro Alvarado
Laboratorio de arqueología
Instituto de Antropología Miguel Acosta Saignes
4
Francisco Tamayo en el petroglifo de «Piedra
de los indios», municipio Urdaneta, en 1925
5
Enterramientos humanos excavados
por Adrián Lucena en el cementerio
Boulevard de Quíbor
6
Excavación en un «cementerio de indios»,
cerca de Quíbor, en 1925.
De los pioneros a la arqueología académica A medida que avanza el siglo otros nombres se sumarán a 11
Desde mediados del siglo XIX surgieron las primeras iniciativas por esta etapa precursora de la arqueología larense: Francisco Tamayo,
conocer el pasado prehispánico de la región larense. Se recolectaron hermano Nectario María, hermano Esteban Basilio.
diversos objetos que se consideraba habían sido elaborados por A la par de estas iniciativas, se comienzan a desarrollar las primeras
sus antiguos habitantes y algunos de ellos fueron enviados al Museo investigaciones sistemáticas. Arqueológos académicos como
Nacional en Caracas y su director, el sabio Adolfo Ernst, publicó Alfred Kidder II, Cornelius Osgood y George Howard, procedentes
algunas descripciones y estableció las correspondientes compara- de fundaciones y universidades norteamericanas, hacen visitas y
ciones con otras culturas americanas. De igual forma, en el siglo pasa- exca-vaciones en sitios arqueológicos de la región.
do se publicaron algunas noticias de cuevas que contenían indicios Y antes de mediados del siglo José María Cruxent, radicado
de haber sido ocupadas en tiempos prehispánicos y de piedras con en el país, publica sus primeros artículos relativos a la arqueología
grabados a las que se les asignó el mismo origen. del estado Lara. Posteriormente, Mario Sanoja y Adrián Lucena,
A comienzos del siglo XX comienzan a publicarse, cada vez con unos de los primeros egresados de la Escuela de Sociología y
más frecuencia, informaciones sobre hallazgos de objetos y restos pre- Antropología de la Universidad Central de Venezuela cierran un ciclo
hispánicos. Pero ahora no son descubrimientos casuales, pues de trabajos pioneros que han abierto el camino para el desarrollo
muchos de ellos fueron el producto de excavaciones realizadas con la de las futuras investigaciones sobre los antiguos modos de vida de
intención de obtener tales muestras. Es así como se inicia la historia la región larense.
de las investigaciones arqueológicas en el estado Lara y aparecen
los primeros nombres asociados a esta actividad: Rafael Rudecindo
Freitez Pineda, Lisandro Alvarado, Samuel Darío Maldonado,
Pedro Antonio Carrascosa.
T
TERRITORIO
T
lo que significa la existencia de unos andes larenses. Por el norte, el dos sectores fisiográficos notablemente diferenciados: las montañas,
sistema montañoso coriano, más que una barrera constituye una en las cuales predominan las formaciones geológicas de las eras
conexión entre los valles de Lara y la costa falconiana. Hacia el oeste, secundaria y terciaria y las planicies aluviales, formadas durante la
hay acceso a la costa oriental del Lago de Maracaibo. Mientras era cuaternaria. Las montañas, que incluyen a los sistemas andino,
que al este, a través de la conexión con la depresión del Yaracuy, se coriano y de la costa, ocupan la mayor parte del territorio y se
puede transitar hacia los llanos occidentales. Esta condición explica la caracterizan por la presencia de colinas y valles. Las planicies, por
diversidad ambiental y topográfica del estado Lara y hace que su parte, comprenden un conjunto de depresiones como la central
su red fluvial sea un vínculo con el resto del occidente venezolano. de Lara, la de Moroturo y la Turbio-Yaracuy. A estos dos grandes sec-
tores corresponden los extremos climáticos y de vegetación de
la región, así como un conjunto de zonas de transición, que poseen
una notable diversidad de climas.
E S TA D O L A R A
16 R e g i o n e s n a t u r a l e s , r e l i e v e y z o n a s d e v i d a Las aguas de Lara
La porción del ámbito coriano que corresponde al estado Lara está El régimen de lluvias es muy diverso en el estado Lara, tanto en
ocupada por el sistema montañoso Falcón-Lara y el piedemonte intensidad como en su duración a lo largo del año. Los mayores nive-
colinoso Falcón-Zulia, con una superficie total cercana a los 36.000 les de precipitación se producen hacia las zonas montañosas del
kilómetros cuadrados. El sistema Falcón-Lara comprende variados sur y hacia el extremo este, cercano a la depresión del Yaracuy. En
paisajes montañosos: la sierra de Siruma al oeste, que se extiende en contraste, en las zonas bajas del centro del estado, en las planicies
sentido norte-sur y delimita por el este a la cuenca del Lago de semiáridas, son notoriamente inferiores las precipitaciones y los
Maracaibo; las serranías de La Montañita, San Luis, Churuguara, meses de duración de la estación lluviosa. En cuanto a sus ríos, el
Baragua, Matatere y Bobare, orientadas en sentido oeste-este. Al sur estado Lara posee una densa red hidrográfica, aunque mayormente
de la sierra de Baragua se halla la depresión de Carora, mientras que de carácter intermitente y estacional. Los ríos de Lara corresponden
en las vertientes meridionales de las sierras de Baragua y Bobare a las vertientes del Mar Caribe y del Atlántico, cada una de ellas
se encuentra la depresión de Barquisimeto. Al sur de la depresión de formada por varias cuencas, sub-cuencas regionales y sub-cuencas
Carora hay estribaciones del sistema montañoso de Los Andes, locales. La vertiente del Mar Caribe es la más importante y forman
mientras que la depresión de Barquisimeto colinda con el macizo cori- parte de ella las cuencas de los ríos Tocuyo y Aroa. El río Tocuyo nace
ano subhúmedo y la depresión del Yaracuy. en el páramo de Cendé y hasta su desembocadura en el Mar Caribe
Una gran variabilidad de relieves y paisajes caracterizan al estado tiene un recorrido de 423 kilómetros, recibiendo numerosos aflu-
Lara. Hacia el sur, por encima de los 2600 metros de altura, hay entes, como el Morere, el Diquiva, el Baragua, el Bobare y el Urama.
paisajes de páramo, con un relieve plano conformado por topes y El río Aroa, que tiene su naciente en la Quebrada Duaca, también
laderas de pendiente moderada y una vegetación caracterizada por la drena en el Mar Caribe. A la vertiente del Atlántico pertenece el río
presencia de frailejones. También al sur, entre 1600 y 2600 metros de Turbio, que nace en el cerro Bojó y desemboca en el río Portuguesa,
altura existen paisajes de montaña alta, con relieve accidentado y el cual a su vez vierte sus aguas en el río Apure y forma parte
fuertes pendientes. Las montañas bajas, que se ubican hacia el de la cuenca del Orinoco Medio.
noroeste, presentan alturas por debajo de los 1600 metros y un relieve
accidentado, con pendientes entre moderadas y fuertes. Las colinas,
de relieve ondulado y pendientes moderadas, están dispersas por todo
el territorio. Los valles, áreas de relieve plano, forma alargada y
estrecha se encuentran entre cordones montañosos. Las depresiones,
interrumpidas por montañas y colinas, están distribuidas en distintas
zonas y tienen un relieve plano y escasa pendiente.
Las zonas de vida son el resultado de la interrelación entre el clima
(que incluye los factores de precipitación, biotemperatura y humedad
ambiental) y determinadas formas de cubierta vegetal. En el estado
Lara, las formaciones vegetales más abundantes son las de tipo
xerófito y los espinares, que se ubican en las planicies bajas y áreas
semiáridas de la región, con un alto grado de sequedad. En las áreas
con mayor humedad, pero con difíciles condiciones de suelos y de
clima, aparecen otras formaciones vegetales arbustivas, que podrían
considerarse como formas de transición entre los espinares y los
bosques. En las regiones altas se encuentran las formaciones
boscosas y la vegetación de páramo en las montañas más elevadas.
Las formaciones vegetales boscosas son de especial importancia para
la conservación de los recursos hídricos, pues se encuentran en las
cuencas altas de los principales ríos de la región.
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H A B I TA N T E S
C R O N O L O G Í A A R Q U E O L Ó G I C A G E N E R A L D E L E S TA D O L A R A
SOCIEDADES DE CAZADORES
SOCIEDADES TRIBALES
SOCIEDADES CACICALEZ
T R A D I C I Ó N T O C U YA N O
F A S E B O U L E VA R D
TRADICIÓN TIERRA DE LOS INDIOS
10.000
11.000
1.000
1.100
1.200
1.300
1.400
1.500
9.000
8.000
7.000
6.000
5.000
A.C.
D.C.
900
500
400
300
200
100
100
200
300
400
500
600
700
800
0
20 L o s c a c i c a z g o s En estos cementerios destaca la presencia de objetos votivos
Desde comienzos de la era cristiana, existieron en varias regiones fabricados con conchas de caracoles marinos, para lo cual se requirió
del país (Noroccidente, Andes, Llanos Altos occidentales y Centro), de una compleja y extensa red de intercambio para la obtención de
sociedades que alcanzaron una complejidad y estratificación que per- a materia prima y una especialización artesanal para su elaboración.
mite considerarlas como organizadas bajo la forma de cacicazgos, A partir del segundo milenio después de Cristo se conformaron
entendiendo por tales los modos de vida donde aparecen roles o status sociedades de cacicazgo, que desarrollaron formas complejas de
especiales y diferenciados que se explican por las posibilidades que agricultura intensiva con un mayor rendimiento en la productividad de
ofrece un desarrollo considerable de la producción agrícola. Los caci- los cultivos, para lo cual se construyeron estructuras artificiales como
cazgos, al igual que cualquier otro tipo de sociedad, pueden ser estanques, canales de riego y terrazas en las laderas de las montañas.
definidos arqueológicamente mediante un conjunto de rasgos o indi- Los asentamientos eran grandes aldeas, algunas con montículos y
cadores que se recuperan en los yacimientos arqueológicos. Las dife- otras con terrazas en laderas, construcciones que servían para
rencias cuantitativas y cualitativas en el tratamiento de los difuntos; la emplazar las viviendas.
diferencia en el tamaño y contenido de las viviendas; la existencia de Durante el primer milenio después de Cristo, las sociedades de
obras y construcciones para el uso colectivo; el trabajo artesanal espe- cacicazgo del valle de Quíbor enterraban a sus muertos en cemente-
cializado; el comercio de materias primas y bienes exóticos serían, rios ubicados tanto en la zona plana del valle como en las laderas que
entre otros, testimonios arqueológicos de las sociedades de cacicazgo. lo circundan. En el más conocido de estos lugares, el sitio Boulevard
Desde comienzos de la era cristiana existieron en el territorio del estado de Quíbor (siglos II al VII de nuestra era), se colocaban como ofrendas
Lara sociedades agricultoras que poseían una estructura social jerar- vasijas de cerámica y adornos corporales fabricados en concha
quizada. Las evidencias de estos pueblos consisten fundamentalmente de caracol, piedra, ámbar y otras resinas vegetales. La distribución
en cementerios en los que se observa el carácter desigual del desigual en la cantidad y cualidad de las ofrendas parece indicar
tratamiento dado a los enterramientos humanos. que se otorgaba un tratamiento funerario preferencial a algunos indi-
viduos. La fabricación de la cerámica votiva y de los adornos de
concha significó la existencia de artífices especialistas. En el segundo
milenio después de Cristo aparecen asentamientos con construc-
ciones artificiales en forma de montículos, distribuidos alrededor de un
área central sin estructuras. Otros sitios de habitación no poseen
estruc-turas monticulares y fueron emplazados en las zonas planas y
altas de las márgenes de las quebradas.
Vasija multípode
CERÁMICA
ALTURA: 8.2 CM, DIÁMETRO: 12.6 CM
EL DIVIDIVAL, MUNCIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
SIGLOS II–VII D.C.
Mortero
PIEDRA
DIÁMETRO: 14.5 CM.; ALTURA: 4.7 CM.
PROCEDENCIA DESCONOCIDA
Pintadera
CERÁMICA
LARGO: 7.7 CM, DIÁMETRO: 5.4 CM
TIERRA DE LOS INDIOS, MUNICIPIO JIMÉNEZ
TRADICIÓN TIERRA DE LOS INDIOS
SIGLOS X–XVI D.C.