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MUSEO ANTROPOLÓGICO DE QUÍBOR 1

FRANCISCO TAMAYO RECONOCIENDO


NUESTRO PASADO
ARQUEOLOGÍA
DEL ESTADO LARA
EXPOSICIÓN
PERMANENTE
VENEZUELA

La Gobernación del Estado Lara en atención a su misión


de promotora y difusora de actividades culturales y educativas
en la entidad se complace en entregar al público en general
este tesoro museográfico que conjuga la ciencia social, sintetiza
nuestro pasado histórico y resume a la vista una muestra didáctica
que será de especial provecho para nuestros niños y niñas
en su proceso de aprendizaje. Esta iniciativa forma parte de la
tarea compartida y comprometida con el Ministerio de Educación,
Cultura y Deportes, tal y como lo prevé la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, la cual abre las posibilidades
de hacer de la educación una responsabilidad compartida entre
los actores de la sociedad, con el fin supremo de llevar más y
mejor educación al pueblo.
Sirva pues el Museo Antropológico de Quíbor como
recurso para la construcción de la patria que queremos, así cual
barro en manos de alfareros para dar forma a los escolares
de hoy, hombres y mujeres del mañana.

L i c e n c i a d o
L U I S R E Y E S R E Y E S
Gobernador del Estado Lara
2 P R E S E N T A C I Ó N
Juan José Salazar
Director del Museo Antropológico de Quíbor «Francisco Tamayo»

F U N D A C I Ó N M I G U E L A C O S TA S A I G N E S
Tiene como objetivo ampliar, fortalecer, profundizar y enriquecer la labor
cumplida por el Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo. Para ello, su
acción se desarrollará en las áreas de investigación, conservación del patrimonio
cultural y museo, siendo ésta última área atendida por el Museo Antropológico
de Quíbor Francisco Tamayo.
La Fundación Instituto de Antropología Miguel Acosta Saignes lleva el nombre
de una de las figuras más relevantes de la Antropología y las Ciencias Sociales en
Venezuela. Miguel Acosta Saignes (1908 -1989) participó desde muy joven
en la actividad política, que lo obliga a salir como exiliado a México en 1938, país
donde obtiene en 1945 el título de etnólogo, mención cum laude, en la Escuela
Nacional de Antropología e Historia. Regresa a Venezuela en 1946 y a partir
M I G U E L A C O S TA S A I G N E S
de entonces inicia una intensa actividad académica, política y periodística: crea las
Cátedras de Antropología General, Sociología General y Culturas Prehispánicas Pero dentro de ella destacan Estudios de Etnología Antigua de Venezuela,
de América en la entonces Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central Vida de los esclavos negros en Venezuela y Bolívar: Acción y Utopía del Hombre
de Venezuela; participa en la fundación de la Escuela de Periodismo de esta de las dificultades, siendo esta última obra merecedora en 1977 del Premio
Universidad; profesor de las Cátedras de Organización Social y Culturas Prehis- Extraordinario «Bolívar en Nuestra América» de la Casa de Las Américas, Cuba.
pánicas de América en la Escuela de Sociología y Antropología, Facultad Las dos primeras obras mencionadas son fundamentales dentro de la literatura
de Economía, Universidad Central de Venezuela, entre 1954 y 1962; fundación del antropológica venezolana y constituyen un vínculo entre las disciplinas
Instituto de Antropología e Historia en la Facultad de Humanidades y Educación de la antropología y la historia y, vistas en el conjunto de los trabajos académicos
de la Universidad Central de Venezuela, facultad de la cual fue decano entre publicados por Miguel Acosta Saignes, nos perfilan un investigador que no se
1962 y 1965; creación de la Comisión Indigenista; senador de la República entre ajustaba a las fronteras convencionales de las disciplinas históricas y sociales.
1964 y 1969; articulista en distintos medios impresos, donde escribe sobre temas Esta postura de Acosta Saignes como científico e investigadores coherente
tan diversos como historia, antropología, folklore, deportes. con su desempeño como intelectual, al compaginar sin conflictos al académico,
Su producción biblográfica fue extensa y variada: antropología, sociología, folklore, al periodista, al educador y al político preocupado por los problemas
historia e historiografía, geografía humana, indigenismo, arqueología, entre otros. sociales de su tiempo.
Reseña histórica del Museo Antropológico de Quíbor La labor científica también fue posible gracias a la participación efectiva 3
A mediados de la década de los años sesenta, un grupo de maestros de la Escuela de Antropología de la Universidad Central de Venezuela,
y artesanos dirigidos por Orlando Jiménez y Miguel Giménez, director y con la firma de un convenio de colaboración entre Fundacultura
profesor de la Escuela Artesanal La Ermita, respectivamente, inician la yesta universidad. Se logró la presencia y participación de profesores
diligente labor de acopiar vasijas, collares y restos humanos recuperados y estudiantes universitarios en diferentes tareas y proyectos, así como
en los distintos sitios arqueológicos ubicados en el valle de Quíbor. también la participación de investigadores de otros países, lo que
De esta manera, se siembra la simiente de lo que más adelante consti- le da una trascendencia internacional.
tuiría la base que impulsó lo que hoy en día es el Museo Antropológico de En octubre de 1999, el hasta entonces llamado Museo Arqueológico
Quíbor, con su reconocida y destacada colección. de Quíbor pasa a denominarse Museo Antropológico de Quíbor
Simultáneamente a la encomiable labor de estos notables quiboreños, Francisco Tamayo. Este cambio nominativo, lejos de ser una ocurrencia
a causa de unos trabajos de obras públicas realizados en el centro de la burocrática, refleja aspectos importantes de la vida del museo. Una
ciudad, se hizo uno de los hallazgos más trascendentales para la perspectiva más amplia, como es la ofrecida por la antropología para el
investigación arqueológica: el Cementerio Aborigen Boulevard de Quíbor. entendimiento de los procesos culturales e históricos, es asumida
Las autoridades regionales, al tener conocimiento de tal evento, autori- en este epónimo Francisco Tamayo. Significa reconocer la condición
zaron los estudios antropológicos pertinentes, responsabilizando de del notable investigador larense como adelantado de los estudios
ellos al antropólogo Adrián Lucena Goyo. antropológicos en la región, además de su relevancia académica y cientí-
Los trabajos arqueológicos en el cementerio indígena en su primera fica en el campo de la botánica y de las ciencias del ambiente natural.
etapa permitieron recuperar ciento treinta esqueletos humanos Pero también debe señalarse que el ahora Museo Antropológico de
con numerosas vasijas y objetos en concha de caracol marino y hueso, Quíbor vive una nueva etapa en su dilatada existencia que se acerca a
utilizados como ofrendas mortuorias. La magnitud de la necrópolis las cuatro décadas.
y la necesidad de darle una interpretación científica a esa realidad históri- En 1995, con el respaldo de la Gobernación del estado Lara, el Instituto
ca que se estaba presenciando, obligó a las autoridades políticas y a del Patrimonio Cultural y el Consejo Nacional de la Cultura, se inició
la opinión científica a fundar en la ciudad de Quíbor el Centro Científico un proceso de rescate a fondo de la infraestructura del museo y
Antropológico y Paleontológico del estado Lara. una renovación total de sus espacios expositivos y sus servicios
Con la creación de la Fundación Larense para la Cultura en 1979, pedagógicos, proceso que luego de nueve años de trabajo ininterrum-
el gobierno regional adscribe a su administración el Centro Científico, pido exhibe sus resultados. A la par de estas iniciativas, el museo ha reite-
dando inicio a las reflexiones y replanteamientos sobre los objetivos y rado su vocación investigativa que se expresa tanto en los proyectos de
perfil que debía cumplir la institución científica, así como acerca investigación que desarrolla como en la actividad editorial.
de la reconsideración de los proyectos de investigación, propuestas
museológicas y función educativa.
Esta etapa de replanteamiento del centro de investigación culmina con
su transformación en el Museo Arqueológico de Quíbor, a partir de mayo
de 1981, con un ámbito regional de investigación, conservación y difusión
del patrimonio arqueológico regional. Con este concepto de museo,
se logró definir las distintas áreas de investigación y diseñar los progra-
mas y actividades con el concurso del trabajo interdisciplinario e interinsti-
tucional. Fue iniciada en 1981 bajo la dirección del antropólogo Luis
Molina, entendiendo que el objetivo fundamental del Museo Arqueológico
es la investigación de los resultados obtenidos a través de estudios
rigurosos, utilizando como vehículo el lenguaje museológico y su objeti-
vación a través de la museografía, charlas, audiovisuales, seminarios
y publicaciones diversas.
4 El museo y la enseñanza de la historia Por estas razones, surge la necesidad de poner en práctica una
La arqueología como ciencia histórica en el proceso de reconstrucción estrategia educativa orientada al apoyo y promoción de la enseñanza
de la vida de los pueblos recurre a la información contenida en las eviden- de la historia desde los museos, porque son instituciones que conservan
cias materiales dejadas por los antiguos pobladores que ocuparon y estudian el patrimonio cultural de la nación, con la finalidad de revalo-
determinadas regiones, así como también a la consulta de documentos rizar y revitalizar en el pueblo la conciencia necesaria que impulse los
que reposan en los archivos y a la tradición oral de las comunidades. cambios sociales. Los objetos arqueológicos son las páginas sueltas de
Estas fuentes utilizadas por los investigadores han sufrido permanente- un voluminoso libro de nuestra historia. En el museo, nuestra tarea
mente un deterioro parcial o total. En muchos casos, lo podemos consiste en ordenarlos y presentarlos orgánicamente, de modo que
cons-tatar en la destrucción de sitios arqueológicos a causa del saqueo podamos leer la historia página por página, sin cansancio.
sistemático, el impacto del desarrollo económico y urbanístico y la acción El museo es un repositorio científico y al mismo tiempo un centro de
del tiempo que pesa sobre ellos. En cuanto a los archivos, encontramos enseñanza de la historia, pero no todos los museos entienden su papel
documentos cercenados, así como la sustracción y adulteración inten- de esta manera y por tal razón muchos de ellos son, en verdad, nada
cional de sus contenidos. Asimismo, conseguimos un notable desinterés más que un depósito de materiales interesantes, exóticos o espectacu-
por las historias y demás manifestaciones como la oralidad y las tradi- lares, cuyo rol en el seno de la comunidad no pasa de ser más que un
ciones populares que también son acervo histórico-cultural de los pue- «atractivo» que en algunos casos puede promover el interés de los que
blos. Esta situación responde a la ausencia de una coordinación de las disponen de tiempo para realizar un «tour cultural».
políticas educativas y de desarrollo socio-cultural por parte de las institu- De esta manera, el museo se convierte en un centro al servicio
ciones públicas y privadas que deben orientar los destinos humanísticos de una élite cultural con «tiempo ocioso» disponible. El museo «de élite»
y espirituales de la nación. está estructurado, entonces, con un neto contenido discriminatorio, que
En el caso de la enseñanza de la historia encontramos en los centros en nuestra sociedad revela una posición conservadora y aristocratizante.
de educación, formación y promoción un tratamiento simplista en los con- El Museo Antropológico de Quíbor desde sus inicios se ha caracterizado
tenidos programáticos sobre los acontecimientos históricos, y un mal porque su metalenguaje es la investigación y codificación de insumos
manejo de las fuentes necesarias para la reconstrucción científica de los científicos, para lograr el conocimiento riguroso de las raíces y de
hechos sociales. Ejemplo de ello, el desconocimiento del período indio los perfiles sociales, en sus diversas esferas de acción, enfatizando en el
referido a los grupos aborígenes que poblaron en este caso la región hombre larense. En esta institución prevalece el concepto y la categoría
larense. El espacio que ocupa este período dentro de los pensa de estu- científica sobre el objeto; la dinámica sobre la estática, es decir, una
dio es irrelevante y poco significativo, comparado con otros momentos visión de herencia cultural procesal cuyo propósito fundamental es lograr
históricos, como lo son el colonial, republicano y contemporáneo, en los una comprensión y una visión crítica de los hechos históricos que deter-
cuales se concentra la mayor atención y difusión. El tratamiento ligero minaron las características de los objetos culturales.
que se ha dado al período indio, repercute de manera negativa en la Dentro de estos lineamientos proponemos en este trabajo que
formación de la identidad cultural y el sentido de pertenencia en la presentamos una nueva concepción de la museología y la museografía,
población, manifestándose, en algunos casos, en la vergüenza étnica en las que prevalece lo pedagógico y lo alternativo como necesidad de
pade-cida al momento de interpretar nuestro pasado histórico. desarrollar una educación y enseñanza no formal de la historia:
La escasa atención a este proceso histórico en la enseñanza no permite dinámica, crítica y participativa.
valorar la importancia de los restos materiales y espirituales legados
por las culturas antiguas, profundas en contenido y significado, ya que
detrás de ellas se encuentran las formas de organización política y social
de los pueblos que forjaron esos bienes culturales, recuperados por
los arqueólogos e historiadores. De igual manera, los medios de comuni-
cación en su programación excluyen la divulgación de los valores
históricos, culturales y patrimoniales de la nación venezolana. Resaltan
patrones de conducta y expresiones culturales provenientes de los
centros hegemónicos de poder, incompatibles con la realidad vivida en
nuestro seno, reforzando estereotipos foráneos en detrimento
de nuestros principios éticos, morales y culturales nativos que se han
fraguado en este violento mestizaje biológico y cultural. Es decir, sobre-
estiman la metrópolis colonizadora y subestiman lo propio. Son estas las
razones por las cuales vemos cómo las historias son sustituidas por
los productos importados de poca calidad en contenido social y
estéticamente pobres.
RECONOCIENDO 5
NUESTRO PASADO
ARQUEOLOGÍA
DEL ESTADO LARA
EXPOSICIÓN
PERMANENTE

Sala 1 T E R R I T O R I O
Francisco Tamayo

Sala 2 H A B I T A N T E S
Hno. Nectario María

Sala 3 C O S T U M B R E S F U N E R A R I A S
Rafael R. Freitez Pineda

Sala 4 A L F A R E R Í A
Hno. Esteban Basilio

Sala 5 A G R I C U L T U R A
Pedro A. Carrascosa

Sala 6 C A C E R Í A
José María Cruxent

Sala 7 A R T Í F I C E S D E L A C O N C H A
Lisandro Alvarado

Las salas de exposición del Museo Antropológico


de Quíbor Francisco Tamayo llevan el nombre de algunos de los
pioneros de la arqueología larense, como un homenaje a
su contribución al conocimiento de nuestro pasado prehispánico
6

Vista del pasillo central del edificio del museo

Vistas de la fachada del edificio remodelado

Laboratorio de arqueología
Instituto de Antropología Miguel Acosta Saignes

CROQUIS DE TRABAJO. Arquitecto Joel Sanz


Breve historia del Museo Antropológico de Quíbor En 1995, con el respaldo de la Gobernación del estado Lara y del 7
En diciembre de 1965, cuando se instalaban las cloacas en la zona Instituto del Patrimonio Cultural, se inició un proceso de rescate y am-
central de Quíbor, fueron localizados numerosos esqueletos humanos pliación de la infraestructura del museo y una renovación total de
acompañados de vasijas de cerámicas, collares y otros objetos votivos. sus espacios expositivos. A la par de esta iniciativa el museo ha reitera-
Este hallazgo fue considerado de tal importancia que motivó que el do su vocación investigativa, que se expresa en los diferentes proyectos
entonces gobernador del estado Lara, Miguel Romero Antoni, anunciara que adelanta y en el desarrollo de una perspectiva más amplia, como
la creación de un museo para la conservación de estos hallazgos arque- es la ofrecida por la antropología para el entendimiento de los procesos
ológicos. La anunciada institución museística nació con el nombre de culturales e históricos. Por tal razón, en octubre de 1999 el hasta
Centro Científico, Antropológico y Paleontológico de Quíbor y se le otorgó entonces llamado Museo Arqueológico de Quíbor recibe el nombre de
como sede el local del antiguo Puesto de Salud, que para entonces Museo Antropológico de Quíbor Francisco Tamayo. El asumir como
estaba en proceso de mudanza a una nueva edificación hospitalaria. epónimo a este notable investigador larense significa reconocer, junto a
La actividad de este centro de investigaciones se orientó desde entonces su relevancia académica y científica en el campo de la botánica y
y de manera fundamental a la excavación sistemática del cementerio de las ciencias del ambiente natural, su condición de adelantado de los
arqueológico antes mencionado, actividad que se prolongó por varios estudios antro-pológicos en la región.
años, hasta 1975. A la vez, en el Centro Científico, Antropológico y Este proceso de crecimiento iniciado en 1966 se consolida con la
Paleontológico de Quíbor se instaló una exposición permanente con los creación del Instituto de Antropología Miguel Acosta Saignes, en febrero
objetos extraídos de las excavaciones que se realizaban en la zona de 2002. Bajo el nombre del insigne antropólogo venezolano, este insti-
central de la población, a los que se agregaron posteriormente otras tuto profundizará tanto los alcances del Museo Antropológico Francisco
piezas arqueológicas recolectadas por algunas personas de la localidad. Tamayo, como los proyectos de investigación antropológica y las activi-
De tal forma, las excavaciones arqueológicas y las salas de exposición dades relacionadas con la conservación del patrimonio cultural.
sirvieron para que Quíbor comenzara a ser una referencia nacional en lo
P L A N T A
que concierne al estudio del pasado prehispánico venezolano. MUSEO ANTROPOLÓGICO DE QUÍBOR
Pasillo central Precursores y pioneros de la arqueología del estado Lara
A partir de 1981 el Centro Científico, Antropológico y Paleontológico Sala 1 Territorio
Sala 2 Habitantes
de Quíbor pasa a denominarse Museo Arqueológico de Quíbor. Además Sala 3 Costumbres funerarias
Sala 4 Alfarería
de redefinir su perfil museológico, la institución hizo una nueva formu- Sala 5 Agricultura
Sala 6 Cacería
lación de sus prioridades investigativas. Se reiniciaron las excavaciones Sala 7 Artífices de la concha
en el cementerio del centro de la ciudad (ya conocido para entonces
como Boulevard de Quíbor), a la vez que se comenzaron a elaborar y
desarrollar proyectos específicos que atendieran tanto el estudio
de nuevas zonas y sitios arqueológicos, como de las colecciones que
habían sido recolectadas por el antiguo Centro Científico, Antropológico
y Paleontológico y que hasta el momento no habían sido lo suficien-
temente analizadas.
8 Un cambio relevante: de medicatura a museo
Angel Ramón Arráiz Rodríguez
Barquisimeto, 1923 - Quíbor, 1999
Músico y educador. Fundador y director de numerosos grupos
musicales, orquestales, corales y estudiantinas, tanto en Quíbor
como en Barquisimeto. Activo participante de la vida artística y cultural
de la ciudad de Quíbor y testigo de excepción de la génesis
Fachada del Centro de Salud de su museo antropológico.

Primeros hallazgos en el cementerio del


Boulevard de Quíbor
EL IMPULSO, 14 DE DICIEMBRE DE 1965
Años atrás, el servicio de salud se prestaba en Quíbor en inmuebles El crecimiento que se había desarrollado en la ciudad más la influencia 9
suficientemente céntricos que alquilaba el médico designado, llamados de poblaciones adyacentes que atender, agregando también los
«Puestos de Socorro», que dependían de la Dirección de Asistencia pacientes remitidos de los Puestos de Salud satélites de los municipios
Social del Ejecutivo del Estado. A partir de 1943 la sociedad civil conjunta- Sanare, Cubiro y San Miguel, coparon la capacidad física de este servicio
mente con el semanario El Heraldo de Quíbor iniciaron una campaña médico asistencial. Ante las necesidades de una población que ha multi-
en pro de la construcción de un hospital que cumpliera con las necesi- plicado su potencial demográfico, el distrito requiere con urgencia de
dades inmediatas de la colectividad. El referido semanario publicó nuevas instalaciones y recursos humanos para afrontar las emergencias
en forma permanente un recuadro redactado por el suscrito a manera que se le avizoran y nuevamente le corresponde al doctor Eligio Anzola
de editorial, con la siguiente leyenda: «Un hospital de emergencia para Anzola en su segunda administración de gobierno (1959-1963) decretar
Quíbor no es el deseo de un grupo, sino la necesidad de un pueblo». y construir la actual edificación que sirve de sede al hospital tipo 1
Durante la primera administración del doctor Eligio Anzola Anzola como «Dr. Baudilio Lara». Dicha obra se concluye en 1962, pero por falta
gobernador del estado Lara se construyó un edificio en la avenida Pedro de equipos y presupuesto para el pago de personal competente, se pone
León Torres (avenida La Ermita) que serviría a la población y zonas en servicio el 1º de diciembre de 1966, siendo gobernador del estado
circunvecinas con el nombre de «Puesto de Salud Dr. Juan Alberto Miguel Romero Antoni.
Olivares», inaugurado el 29 de enero de 1948 y se puso en servicio al El gobernador Romero Antoni en visita que realiza a Quíbor ofreció
día siguiente. En su construcción se utilizaron adoboncitos, ladrillos, a la municipalidad utilizar el desocupado edificio del Puesto de Salud y
cabillas de diferentes diámetros y baldosas de granito. Su costo fue de convienen en convertirlo en Casa de la Cultura, cuyo acondicionamiento
bolívares 123.867,55. servirá para recuperar todo el material de libros, revistas y periódicos
pertenecientes a la biblioteca Juan Bautista Rodríguez, la mayor
y más rica obra cultural puesta en marcha en Quíbor por el distinguido
historiador don Daniel Graterón Partidas. Esta institución como tal
fue duramen-te criticada por la comunidad quiboreña por no llenar como
se esperaba la función específica de ser un canal para la consulta, la
lectura y el conocimiento. En el año de 1971 el mismo gobernador
Romero Antoni a través de la Dirección de Educación del Ejecutivo del
Estado cambia la denominación Casa de la Cultura por el Centro
Científico, Antropoló-gico y Paleontológico de Quíbor, actualmente en
integral desarrollo para el servicio de Venezuela y el mundo entero.

Vistas de la fachada del edificio


antes de la remodelación
10 1
Estudiante del Colegio La Salle de Barquisimeto Pasillo central
con hueso de megafauna
2 Precursores
El «Megatherium larensis» armado por el hermano Nectario María
3
y pioneros
Objetos arqueológicos de cerámica recolectados por
Rafael Rudecindo Freitez Pineda en varios sitios del estado Lara de la
arqueología
1 en el estado
2 3
Lara 4 5

4
Francisco Tamayo en el petroglifo de «Piedra
de los indios», municipio Urdaneta, en 1925
5
Enterramientos humanos excavados
por Adrián Lucena en el cementerio
Boulevard de Quíbor
6
Excavación en un «cementerio de indios»,
cerca de Quíbor, en 1925.
De los pioneros a la arqueología académica A medida que avanza el siglo otros nombres se sumarán a 11
Desde mediados del siglo XIX surgieron las primeras iniciativas por esta etapa precursora de la arqueología larense: Francisco Tamayo,
conocer el pasado prehispánico de la región larense. Se recolectaron hermano Nectario María, hermano Esteban Basilio.
diversos objetos que se consideraba habían sido elaborados por A la par de estas iniciativas, se comienzan a desarrollar las primeras
sus antiguos habitantes y algunos de ellos fueron enviados al Museo investigaciones sistemáticas. Arqueológos académicos como
Nacional en Caracas y su director, el sabio Adolfo Ernst, publicó Alfred Kidder II, Cornelius Osgood y George Howard, procedentes
algunas descripciones y estableció las correspondientes compara- de fundaciones y universidades norteamericanas, hacen visitas y
ciones con otras culturas americanas. De igual forma, en el siglo pasa- exca-vaciones en sitios arqueológicos de la región.
do se publicaron algunas noticias de cuevas que contenían indicios Y antes de mediados del siglo José María Cruxent, radicado
de haber sido ocupadas en tiempos prehispánicos y de piedras con en el país, publica sus primeros artículos relativos a la arqueología
grabados a las que se les asignó el mismo origen. del estado Lara. Posteriormente, Mario Sanoja y Adrián Lucena,
A comienzos del siglo XX comienzan a publicarse, cada vez con unos de los primeros egresados de la Escuela de Sociología y
más frecuencia, informaciones sobre hallazgos de objetos y restos pre- Antropología de la Universidad Central de Venezuela cierran un ciclo
hispánicos. Pero ahora no son descubrimientos casuales, pues de trabajos pioneros que han abierto el camino para el desarrollo
muchos de ellos fueron el producto de excavaciones realizadas con la de las futuras investigaciones sobre los antiguos modos de vida de
intención de obtener tales muestras. Es así como se inicia la historia la región larense.
de las investigaciones arqueológicas en el estado Lara y aparecen
los primeros nombres asociados a esta actividad: Rafael Rudecindo
Freitez Pineda, Lisandro Alvarado, Samuel Darío Maldonado,
Pedro Antonio Carrascosa.

RAFAEL RUDECINDO FREITEZ PINEDA 1865 –1930


Rafael Rudecindo Freitez Pineda fue un médico barquisimetano con diversas inquietudes científicas. Realizó
investigaciones sobre el paludismo e instaló en Barquisimeto un laboratorio de bacteriología. Apenas se iniciaba el siglo
XX se ocupó de la excavación de un cementerio en Las Veritas, cerca de Barquisimeto, así como de recolectar objetos
arqueológicos en El Tocuyo, en el entonces distrito Torres y en Aguada Grande. En el cementerio de Las Veritas
observó que los cráneos de los esqueletos descansaban sobre vasijas de barro cocido, que contenían . «..cilindros y
discos perforados en su centro de marfil, de serpentina o cornalina, y las hachas de granito y de sienita». Los esquele-
tos se encontraban colocados en forma de cruz y se tocaban por sus cráneos y uno de ellos poseía una flecha de
madera muy deteriorada. Estas excavaciones de Freitez Pineda pueden considerarse las primeras que se realizaron
de manera expresa en el estado Lara para obtener restos arqueológicos de la época prehispánica.

LISANDRO ALVARADO 1858 –1929


La figura de Lisandro Alvarado es ampliamente conocida en la historia de la ciencia venezolana.
Su faceta de antropólogo y etnólogo también se ha destacado suficientemente. Sin embargo, poco se han señalado
las contribuciones que el eminente tocuyano realizó a la arqueología venezolana y especialmente a la del estado Lara.
Lisandro Alvarado no llevó a cabo excavaciones para obtener colecciones de estudio, no obstante hizo detalladas
descripciones y comparaciones de los objetos excavados o acopiados por otros investigadores, como es el caso de la
colección formada por Rafael Rudecindo Freitez Pineda en diversos lugares de la región larense, sobre la cual publicó
un artículo en 1907. También publicó en 1912 una descripción de un conjunto de adornos corporales,
especialmente placas aladas fabricadas en concha de caracol marino, serpentinita, nefrita o diorita, que procedían
de varios lugares de Venezuela, incluido el estado Lara y que interpretó como representativas de un murciélago
con las alas extendidas.

SAMUEL DARÍO MALDONADO 1870 –1925


Samuel Darío Maldonado fue un médico, ensayista y poeta tachirense que tuvo una especial figuración intelectual
en los albores del siglo XX. Su relación con la arqueología del estado Lara se estableció a partir de su interés
en los cráneos exhumados por Rafael Rudecindo Freitez Pineda en Aguada Grande. Como titular de la medicina utilizó
sus conocimientos de anatomía humana para, a partir de la observación directa de los cráneos mencionados, postular
el hallazgo de un rasgo craneológico, el Hueso del Inca, en tres de los ejemplares examinados. La identificación de este
rasgo, que durante algún tiempo fue considerado como exclusivo y por lo tanto distintivo de las poblaciones de
origen quechua, le sirvió a Maldonado para arribar a un conjunto de conclusiones que sustentaron una interesante
polémica con José Gil Fortoul, otro prominente intelectual de la época. Esta discusión giró alrededor de la existencia de
una sola raza en América para el momento de la conquista, lo cual había planteado Gil Fortoul, o de numerosas razas
aborígenes, según Maldonado.
12 PEDRO ANTONIO CARRASCOSA 1854 –1924
Otro nombre que se debe sumar a los pioneros de la arqueología larense es el de Pedro Antonio Carrascosa. Si bien su interés
y actividad central fue la minería, durante sus recorridos por la región limítrofe de los estados Lara y Yaracuy hizo observaciones
de hallazgos que describió como «inscripciones jeroglíficas», «estatuas de piedra en su ábside» y «estanques, acequias
y piedras de moler mineral». Carrascosa tuvo una notable inclinación por identificar los vestigios arqueológicos de las regiones
que visitaba, especialmente los motivos de los petroglifos, con antiguas civilizaciones como la egipcia o con supuestos pueblos
desaparecidos, como la Atlántida. Estas ideas las expresó en algunos artículos que publicó en la primera década del siglo XX
y en uno de ellos reprodujo el dibujo de la llamada «Piedra escrita del Sarari», un petroglifo cuya ubicación precisa se desconoce
actualmente, pero que debe estar en las cercanías de la población de Sarare, municipio Palavecino del estado Lara.

FRANCISCO TAMAYO 1902 –1985


La vasta obra docente y de investigación de Francisco Tamayo como botánico, naturalista y conservacionista
es ampliamente conocida. Sin embargo, se ha divulgado poco la contribución que hizo a la arqueología larense este rel-
evante investigador nacido en Sanare, para entonces perteneciente al distrito Jiménez del estado Lara.
El primer artículo científico de Tamayo, «La industria del olicornio» (1929), fue precisamente sobre un tema arqueo-
lógico. En este trabajo, producto de sus visitas a sitios arqueológicos cercanos a la ciudad de Coro, vislumbra la
importancia que tuvo el comercio de las conchas marinas entre los grupos prehispánicos de los estados Falcón y Lara.
Por otra parte, Francisco Tamayo estableció el primer esquema clasificatorio de la cerámica prehispánica del
estado Lara, al distinguir una alfarería relacionada con una cultura más antigua que habría desaparecido para el
momento de la conquista (cultura de los caracteres ofidioideos) y una alfarería de una cultura más reciente
(cultura de los caracteres pectiniformes).

HERMANO NECTARIO MARÍA 1888 –1986


En enero de 1913 llegó a Barquisimeto el primer grupo de religiosos de la Congregación de los Hermanos de las
Escuelas Cristianas, con el objetivo de fundar el Instituto La Salle de Barquisimeto, el primero que la Congregación
creó en Venezuela. Desde sus primeros años de existencia, el Instituto La Salle mostró un gran interés por
las investigaciones de historia natural y organizó un museo que albergaba colecciones de zoología y paleontología.
Uno de los miembros de la congregación que destacó en estas labores fue el hermano Nectario María, quien hizo
numerosas excavaciones en localidades fosilíferas, cementerios y sitios de habitación prehispánicos del estado Lara.
Las actividades paleontológicas del hermano Nectario María dieron lugar al acopio de una importante muestra
de huesos fósiles, mientras que entre sus trabajos arqueológicos destacan la excavación del cementerio de Cerro
Manzano, en las cercanías de Barquisimeto y los sitios de Las Dos Puertas y El Tiestal, en el valle de Quíbor.

HERMANO ESTEBAN BASILIO 1902 –1993


Otro de los miembros de la congregación lasallista que se destacó por su interés en la arqueología del estado Lara
fue el hermano Esteban Basilio. Activo y entusiasta colaborador del hermano Nectario María, desarrolló una intensa
actividad de investigación en distintas regiones larenses, pero a partir de 1952 concentró casi toda su atención
en la región de Camay, al norte de Carora. En esta tierra yerma, semidesértica, el hermano Basilio ubicó varios sitios
arqueológicos, resaltando entre ellos los petroglifos de Pedernales y el cementerio de Camay. El hermano
Esteban Basilio, además de difundir ampliamente sus descubrimientos arqueológicos a través de artículos en periódi-
cos, publicó varios libros sobre estos hallazgos. Otra labor relevante de este religioso fue la organización definitiva
del museo del Instituto La Salle de Barquisimeto. Luego de formada la colección inicial de este museo con los objetos
extraídos por Nectario María en Cerro Manzano y Guadalupe, esta se vio acrecentada con las colecciones
que provenían de Camay.

CORNELIUS OSGOOD 1905 –1985 & GEORGE D. HOWARD 1917–1987


Los arqueólogos Cornelius Osgood y George Howard, hicieron en 1941 un reconocimiento arqueológico en los sitios
de Los Tiestos y Tierra de los Indios, en el valle de Quíbor. Sus investigaciones, patrocinadas por el Instituto de Estudios
Andinos del Museo Peabody de la Universidad de Yale, Estados Unidos, formaban parte de un proyecto más
general cuyo objetivo era realizar una exploración arqueológica general del territorio venezolano y fueron apoyadas, al
igual que las de otros arqueólogos norteamericanos de la época, por el gobierno de Juan Vicente Gómez. Osgood y
Howard solo hicieron excavaciones en el yacimiento Tierra de Los Indios y, tal como lo hiciera Alfred Kidder II, plantearon
la existencia de estrechos nexos entre la cerámica prehispánica de Quíbor, la de Carache en el estado Trujillo y
la del estado Falcón. También examinaron las ofrendas obtenidas por el hermano Nectario María en sus excavaciones
en Cerro Manzano y hallaron semejanzas entre estas y los materiales arqueológicos de la cordillera de Mérida.
C.O.
ALFRED KIDDER II 1911 –1984 13
En 1934, como parte de un proyecto de investigación auspiciado por la Fundación Rockefeller y apoyado
por el gobierno venezolano, que incluía otras áreas del noroccidente de Venezuela, el arqueólogo norteamericano
Alfred Kidder II realizó excavaciones en varios sitios arqueológicos del estado Lara: Las Veritas, La Ruezga,
Santa Rosa, Zumbador, Buena Vista y Cueva de La Vieja. En estos yacimientos Kidder II obtuvo muy poco material
arqueológico, atribuyéndolo a que posiblemente se trataba de sitios ocupados por períodos de tiempo muy cortos,
debido a la dureza y adversidad del clima y el ambiente semidesértico. Este arqueólogo estableció nexos entre
la cerámica que obtuvo en los yacimientos de Lara y los de la región de Carache en el estado Trujillo, el estado Falcón
y la cuenca del Lago de Valencia. De igual forma, a partir de la observación de elementos estilísticos comunes,
planteó las posibles influencias amazónicas y peruanas en la cerámica proveniente de los sitios arqueológicos que
investigó en el estado Lara.

JOSE MARIA CRUXENT 1911


En los años 40 comenzó la actividad arqueológica de José María Cruxent en Venezuela, la cual produce,
a finales de la década siguiente, la primera síntesis de la arqueología venezolana, publicada por Cruxent y el arqueólo-
go norteamericano Irving Rouse. Al igual que en el resto del país, Cruxent hizo exploraciones arqueológicas en el
estado Lara, cuyos resultados publicó algunas veces en forma individual, como el reporte de un sitio arqueológico en
las cercanías de la población de Bobare, mientras que el resto de la información relativa a los sitios investigados
la integró en el libro publicado con Rouse, en el cual establecieron una secuencia de estilos cerámicos que permitieron
hacer una aproximación al desarrollo de las culturas prehispánicas larenses. Por otra parte, en sus excavaciones
en el sitio Tocuyano, al oeste de Quíbor, además de utilizar las técnicas estratigráficas que ya eran de uso común en la
arqueología académica, obtuvieron uno de los primeros fechados de sitios arqueológicos venezolanos
mediante el Carbono 14.

MARIO SANOJA 1934


En 1953 se fundó la Escuela de Sociología y Antropología de la Universidad Central de Venezuela. Esto significó
que al iniciarse la década de los 60 algunos profesionales egresados de esta escuela universitaria se encontraban
en distintos puntos del país desarrollando proyectos de investigación arqueológica. Uno de ellos, Mario Sanoja,
seinteresó en aquellos años tanto en el estudio de las tecnologías artesanales tradicionales como en la investigación
de las sociedades prehispánicas de la región. Desde la Universidad de Los Andes inició el llamado «Proyecto
Arqueología del Occidente de Venezuela» el cual, además del valle de Quíbor, incluía a otras zonas del occidente
venezolano. Sanoja realizó la que puede considerarse la primera excavación extensiva y sistemática de un
cementerio arqueológico del estado Lara, en las cercanías de Guadalupe, valle de Quíbor. También se investigaron
los sitios con montículos de El Tiestal, El Mosquitero y El Ojo de Agua, en algunos de los cuales se recuperaron
mazorcas de maíz carbonizadas.

ADRIÁN LUCENA 1935


En 1965 se descubrió en forma accidental un gran cementerio prehispánico en el centro de la población de Quíbor.
Este hallazgo fortuito significó, además del rescate arqueológico de los numerosos restos humanos y las ofrendas cor-
respondientes, la creación de una institución que albergara los vestigios y materiales arqueológicos que se estaban
recuperando en las excavaciones del centro de la ciudad. Ambas tareas, tanto las labores de excavación arqueológica
del mencionado cementerio prehispánico, como la organización de una institución que se encargara de las
investigaciones arqueológicas de la región, le fueron encomendadas al antropólogo Adrián Lucena, quien formaba parte
de las primeras promociones egresadas de la Escuela de Sociología y Antropología de la Universidad Central de
Venezuela y para el momento era profesor en esta universidad. De esta forma nace, en 1966, el entonces llamado
Centro Científico, Antropológico y Paleontológico de Quíbor, que años más tarde se transformará en el actual
Museo Antropológico de Quíbor.
14 Sala 1

T
TERRITORIO

Estribaciones de la cordillera andina,


Sicarigua, municipio Torres
ESTADO LARA
Los contrastes ambientales El ámbito geográfico 15
El estado Lara, ubicado en el noroccidente de Venezuela, es un El estado Lara, de acuerdo a su historia geológica, regiones
territorio que enlaza a regiones de marcados contrastes. La cordillera naturales, hidrografía y relieve puede ser considerado como parte
andina tiene sus estribaciones norteñas en el estado Lara, del ámbito coriano. El paisaje larense se caracteriza por poseer

T
lo que significa la existencia de unos andes larenses. Por el norte, el dos sectores fisiográficos notablemente diferenciados: las montañas,
sistema montañoso coriano, más que una barrera constituye una en las cuales predominan las formaciones geológicas de las eras
conexión entre los valles de Lara y la costa falconiana. Hacia el oeste, secundaria y terciaria y las planicies aluviales, formadas durante la
hay acceso a la costa oriental del Lago de Maracaibo. Mientras era cuaternaria. Las montañas, que incluyen a los sistemas andino,
que al este, a través de la conexión con la depresión del Yaracuy, se coriano y de la costa, ocupan la mayor parte del territorio y se
puede transitar hacia los llanos occidentales. Esta condición explica la caracterizan por la presencia de colinas y valles. Las planicies, por
diversidad ambiental y topográfica del estado Lara y hace que su parte, comprenden un conjunto de depresiones como la central
su red fluvial sea un vínculo con el resto del occidente venezolano. de Lara, la de Moroturo y la Turbio-Yaracuy. A estos dos grandes sec-
tores corresponden los extremos climáticos y de vegetación de
la región, así como un conjunto de zonas de transición, que poseen
una notable diversidad de climas.

E S TA D O L A R A
16 R e g i o n e s n a t u r a l e s , r e l i e v e y z o n a s d e v i d a Las aguas de Lara
La porción del ámbito coriano que corresponde al estado Lara está El régimen de lluvias es muy diverso en el estado Lara, tanto en
ocupada por el sistema montañoso Falcón-Lara y el piedemonte intensidad como en su duración a lo largo del año. Los mayores nive-
colinoso Falcón-Zulia, con una superficie total cercana a los 36.000 les de precipitación se producen hacia las zonas montañosas del
kilómetros cuadrados. El sistema Falcón-Lara comprende variados sur y hacia el extremo este, cercano a la depresión del Yaracuy. En
paisajes montañosos: la sierra de Siruma al oeste, que se extiende en contraste, en las zonas bajas del centro del estado, en las planicies
sentido norte-sur y delimita por el este a la cuenca del Lago de semiáridas, son notoriamente inferiores las precipitaciones y los
Maracaibo; las serranías de La Montañita, San Luis, Churuguara, meses de duración de la estación lluviosa. En cuanto a sus ríos, el
Baragua, Matatere y Bobare, orientadas en sentido oeste-este. Al sur estado Lara posee una densa red hidrográfica, aunque mayormente
de la sierra de Baragua se halla la depresión de Carora, mientras que de carácter intermitente y estacional. Los ríos de Lara corresponden
en las vertientes meridionales de las sierras de Baragua y Bobare a las vertientes del Mar Caribe y del Atlántico, cada una de ellas
se encuentra la depresión de Barquisimeto. Al sur de la depresión de formada por varias cuencas, sub-cuencas regionales y sub-cuencas
Carora hay estribaciones del sistema montañoso de Los Andes, locales. La vertiente del Mar Caribe es la más importante y forman
mientras que la depresión de Barquisimeto colinda con el macizo cori- parte de ella las cuencas de los ríos Tocuyo y Aroa. El río Tocuyo nace
ano subhúmedo y la depresión del Yaracuy. en el páramo de Cendé y hasta su desembocadura en el Mar Caribe
Una gran variabilidad de relieves y paisajes caracterizan al estado tiene un recorrido de 423 kilómetros, recibiendo numerosos aflu-
Lara. Hacia el sur, por encima de los 2600 metros de altura, hay entes, como el Morere, el Diquiva, el Baragua, el Bobare y el Urama.
paisajes de páramo, con un relieve plano conformado por topes y El río Aroa, que tiene su naciente en la Quebrada Duaca, también
laderas de pendiente moderada y una vegetación caracterizada por la drena en el Mar Caribe. A la vertiente del Atlántico pertenece el río
presencia de frailejones. También al sur, entre 1600 y 2600 metros de Turbio, que nace en el cerro Bojó y desemboca en el río Portuguesa,
altura existen paisajes de montaña alta, con relieve accidentado y el cual a su vez vierte sus aguas en el río Apure y forma parte
fuertes pendientes. Las montañas bajas, que se ubican hacia el de la cuenca del Orinoco Medio.
noroeste, presentan alturas por debajo de los 1600 metros y un relieve
accidentado, con pendientes entre moderadas y fuertes. Las colinas,
de relieve ondulado y pendientes moderadas, están dispersas por todo
el territorio. Los valles, áreas de relieve plano, forma alargada y
estrecha se encuentran entre cordones montañosos. Las depresiones,
interrumpidas por montañas y colinas, están distribuidas en distintas
zonas y tienen un relieve plano y escasa pendiente.
Las zonas de vida son el resultado de la interrelación entre el clima
(que incluye los factores de precipitación, biotemperatura y humedad
ambiental) y determinadas formas de cubierta vegetal. En el estado
Lara, las formaciones vegetales más abundantes son las de tipo
xerófito y los espinares, que se ubican en las planicies bajas y áreas
semiáridas de la región, con un alto grado de sequedad. En las áreas
con mayor humedad, pero con difíciles condiciones de suelos y de
clima, aparecen otras formaciones vegetales arbustivas, que podrían
considerarse como formas de transición entre los espinares y los
bosques. En las regiones altas se encuentran las formaciones
boscosas y la vegetación de páramo en las montañas más elevadas.
Las formaciones vegetales boscosas son de especial importancia para
la conservación de los recursos hídricos, pues se encuentran en las
cuencas altas de los principales ríos de la región.

Río Tocuyo, municipio Torres


ESTADO LARA
El valle de Quíbor 17
El valle o depresión de Quíbor, desde el punto de vista geológico,
corresponde a una fosa tectónica rellena de sedimentos detríticos del
Cuaternario. Hay influencia del sistema de fallas sísmicas de Boconó,
siendo la falla más activa la que atraviesa el valle en dirección sureste-
noroeste y pasa por las poblaciones de Cubiro, Paso Real, El Molino,
el cerro Caroto y se prolonga al norte hacia Guadalupe. La vegetación
es semidesértica, típica de cardonales y espinares, con un piso
superior arbustivo formado por especies como el cují, el olivo, el yabo,
la vera y el cardón y un piso inferior sub-arbustivo, donde predominan
la tuna, la guasábara y el buche. Los cursos de agua son semiper-
manentes, siendo los más importantes las quebradas Atarigua, Las
Guardias, Los Barrancos, Las Raíces y Palo Negro. En las zonas bajas
del valle de Quíbor existe una evaporación casi seis veces mayor
que la precipitación, pero la escasez de agua se compensa con los cur-
sos de agua que avenan desde las zonas montañosas que rodean
la planicie, donde existe una alta lluviosidad.

Vista satelital del valle de Quíbor

Estribaciones de la cordillera andina,


Sicarigua, municipio Torres
ESTADO LARA

Vegetación xerófita municipio Jiménez


ESTADO LARA
18 Sala 2

H
H A B I TA N T E S

Collar con motivo de ranas


PIEDRA
LARGO PROMEDIO: 1.5 CM
BOULEVARD DE QUÍBOR, MUNICIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
SIGLOS II-VII D.C.

Flautas Placas aladas


HUESO DE VENADO PIEDRA
LARGO: 13.3 CM / 15.1 CM LARGO: 8.7 CM / 5.6 CM
LAS VERAS, MUNICIPIO IRIBARREN PROCEDENCIA DESCONOCIDA
FASE BOULEVARD
SIGLOS II-VII D.C.
A pesar de la diversidad ambiental y de las diferentes oportunidades La vida sedentaria 19
de acceso a los recursos hídricos, de fauna, de flora y de tierras La disolución de las sociedades de cazadores y recolectores
cultivables, los grupos humanos prehispánicos ocuparon los distintos significó la aparición de grupos humanos sedentarios y estables, cuya
sectores fisiográficos y pisos climáticos de la región larense. Esto sig-subsistencia se fundamentaba en el control de plantas y cultivos. La
nificó que tanto las regiones montañosas, con una tupida cubierta tribalización de las sociedades prehispánicas significó también
vegetal, como las regiones bajas y semiáridas, fueron lugares donde el desarrollo de los medios e instrumentos de producción y el estable-
existieron antiguos asentamientos humanos. De acuerdo a las cimiento de nuevas formas de relaciones sociales. La aldea se convir-
investigaciones arqueológicas que se han realizado, desde finales del tió en la unidad básica de producción, con relaciones de complemen-
pleistoceno, hace unos 10.000 años, existe la presencia humana tariedad económica con otras aldeas. Las relaciones de producción de
en el territorio de Lara. Desde entonces y hasta el siglo XVI de nues- los individuos eran determinadas por la consanguinidad y paulatina-
tra era, se produce la ocupación por parte de los grupos prehispáni- mente se establecieron relaciones de tipo político.
cos de los valles, depresiones y serranías de la región. Luego, Aun cuando no se ha determinado la manera en que las prácticas
durante la conquista española y el proceso de fundación de centros agrícolas surgieron en el territorio larense durante la época prehispáni-
poblados, hay una preferencia por las subregiones con mayores ca, las investigaciones arqueológicas realizadas indican que para
recursos de agua, concentradas en su mayoría hacia el sur del esta- el siglo IV antes de nuestra era existían en la región aldeas estables y
do. Este patrón de ocupación del espacio se mantiene hasta sedentarias, correspondientes a grupos agrícolas y ceramistas.
nuestros días. De acuerdo a los datos arqueológicos, el maíz parece haber tenido un
papel fundamental en la economía de estas poblaciones, pues en
Los primeros habitantes los yacimientos representativos abundan los artefactos de piedra rela-
Los testimonios arqueológicos más antiguos en el estado Lara cionados con la molienda de granos. Sin embargo, es posible que
corresponden a las sociedades de cazadores. Hace unos 10.000 años la yuca haya formado parte del conjunto de plantas cultivadas. Los tes-
los primeros habitantes de la región centraron su subsistencia en la timonios de estas primeras sociedades agrícolas y sedentarias se
caza de grandes mamíferos, como los mastodontes y los megaterios, han hallado en diversas zonas del estado Lara, pero de manera parti-
que se extinguieron a finales del pleistoceno, cuando ocurrieron drásti- cular en el valle de Quíbor y en la región de Camay, en el municipio
cos cambios climáticos. Los estudios hasta ahora realizados no per- Torres, al norte de Carora. Además de la agricultura y la alfarería, las
miten llegar a conclusiones definitivas, pero se han encontrado artefac- sociedades tribales desarrollaron una progresiva complejidad
tos de piedra como puntas de lanza, percutores, raspadores y raederas, en las prácticas mortuorias, expresada en el uso de urnas de cerámica
junto a huesos de los animales mencionados. Estos hallazgos se han profusamente decoradas.
realizado en la regiones montañosas del sur y del centro de Lara, y El yacimiento conocido con el nombre de Tocuyano, ubicado en el
parecen guardar relación con hallazgos similares en El Jobo, al sur del sector denominado Playa Bonita, en la margen izquierda de la carre-
estado Falcón, en los sitios Muaco y Taima-Taima, cerca de la ciudad tera que comunica a Quíbor con El Tocuyo, es uno de los contextos
de Coro y en El Cayude, península de Paraguaná. arqueológicos de mayor antigüedad en el estado Lara relacionado con
En la zona plana del valle de Quíbor se conocen varios sitios con las primeras aldeas agrícolas y sedentarias. Las investigaciones
restos de fauna pleistocénica, pero sin asociación con artefactos. En arqueológicas han permitido ubicarlo entre el 400 antes de Cristo y el
las montañas al sur del valle se encuentra el sitio La Hundición, un 500 después de Cristo. En Tocuyano se han recuperado artefactos
yacimiento que se ha considerado representativo de las sociedades para la molienda de granos, lo que hace suponer que el maíz tuvo un
cazadoras, aun cuando algunos investigadores han cuestionado la papel importante en la dieta de estas comunidades. Al igual que
relación entre los hallazgos arqueológicos y los paleontológicos, pues en otros sitios de agricultores prehispánicos en Venezuela, la cerámica
no hay una clara asociación entre los artefactos líticos y los restos de forma parte de los restos arqueológicos y la de Tocuyano, de acuerdo
fauna pleistocénica. El material lítico de La Hundición está conformado a sus características decorativas, ha sido considerada como parte
por bifaces, artefactos unifaciales, lascas modificadas, perforadores y de una tradición alfarera que se extendió por todo el noroccidente de
puntas de proyectil, algunas del tipo conocido como «cola de pescado». Venezuela. Existen otros sitios del valle de Quíbor que se estiman
La materia prima predominante es el chert, aún cuando fueron utilzados contemporáneos a Tocuyano y junto a este representan las antiguas
otros tipos de rocas. En La Hundición se obtuvo una fecha radiocar- aldeas de las primeras socie-dades agricultoras de la región.
bónica de 7000 años, a partir de huesos de megaterio. Esta fecha coin-
cide con la de otros yacimientos suramericanos en los que se han
hallado puntas de proyectil «cola de pescado», cuya antigüedad se ha
estimado entre 8000 y 7000 años.

C R O N O L O G Í A A R Q U E O L Ó G I C A G E N E R A L D E L E S TA D O L A R A
SOCIEDADES DE CAZADORES
SOCIEDADES TRIBALES
SOCIEDADES CACICALEZ

T R A D I C I Ó N T O C U YA N O
F A S E B O U L E VA R D
TRADICIÓN TIERRA DE LOS INDIOS
10.000
11.000

1.000

1.100

1.200

1.300

1.400

1.500
9.000

8.000

7.000

6.000

5.000

A.C.

D.C.

900
500

400

300

200

100

100

200

300

400

500

600

700

800
0
20 L o s c a c i c a z g o s En estos cementerios destaca la presencia de objetos votivos
Desde comienzos de la era cristiana, existieron en varias regiones fabricados con conchas de caracoles marinos, para lo cual se requirió
del país (Noroccidente, Andes, Llanos Altos occidentales y Centro), de una compleja y extensa red de intercambio para la obtención de
sociedades que alcanzaron una complejidad y estratificación que per- a materia prima y una especialización artesanal para su elaboración.
mite considerarlas como organizadas bajo la forma de cacicazgos, A partir del segundo milenio después de Cristo se conformaron
entendiendo por tales los modos de vida donde aparecen roles o status sociedades de cacicazgo, que desarrollaron formas complejas de
especiales y diferenciados que se explican por las posibilidades que agricultura intensiva con un mayor rendimiento en la productividad de
ofrece un desarrollo considerable de la producción agrícola. Los caci- los cultivos, para lo cual se construyeron estructuras artificiales como
cazgos, al igual que cualquier otro tipo de sociedad, pueden ser estanques, canales de riego y terrazas en las laderas de las montañas.
definidos arqueológicamente mediante un conjunto de rasgos o indi- Los asentamientos eran grandes aldeas, algunas con montículos y
cadores que se recuperan en los yacimientos arqueológicos. Las dife- otras con terrazas en laderas, construcciones que servían para
rencias cuantitativas y cualitativas en el tratamiento de los difuntos; la emplazar las viviendas.
diferencia en el tamaño y contenido de las viviendas; la existencia de Durante el primer milenio después de Cristo, las sociedades de
obras y construcciones para el uso colectivo; el trabajo artesanal espe- cacicazgo del valle de Quíbor enterraban a sus muertos en cemente-
cializado; el comercio de materias primas y bienes exóticos serían, rios ubicados tanto en la zona plana del valle como en las laderas que
entre otros, testimonios arqueológicos de las sociedades de cacicazgo. lo circundan. En el más conocido de estos lugares, el sitio Boulevard
Desde comienzos de la era cristiana existieron en el territorio del estado de Quíbor (siglos II al VII de nuestra era), se colocaban como ofrendas
Lara sociedades agricultoras que poseían una estructura social jerar- vasijas de cerámica y adornos corporales fabricados en concha
quizada. Las evidencias de estos pueblos consisten fundamentalmente de caracol, piedra, ámbar y otras resinas vegetales. La distribución
en cementerios en los que se observa el carácter desigual del desigual en la cantidad y cualidad de las ofrendas parece indicar
tratamiento dado a los enterramientos humanos. que se otorgaba un tratamiento funerario preferencial a algunos indi-
viduos. La fabricación de la cerámica votiva y de los adornos de
concha significó la existencia de artífices especialistas. En el segundo
milenio después de Cristo aparecen asentamientos con construc-
ciones artificiales en forma de montículos, distribuidos alrededor de un
área central sin estructuras. Otros sitios de habitación no poseen
estruc-turas monticulares y fueron emplazados en las zonas planas y
altas de las márgenes de las quebradas.

Vasija multípode
CERÁMICA
ALTURA: 8.2 CM, DIÁMETRO: 12.6 CM
EL DIVIDIVAL, MUNCIPIO JIMÉNEZ
FASE BOULEVARD
SIGLOS II–VII D.C.

Mortero
PIEDRA
DIÁMETRO: 14.5 CM.; ALTURA: 4.7 CM.
PROCEDENCIA DESCONOCIDA

Pintadera
CERÁMICA
LARGO: 7.7 CM, DIÁMETRO: 5.4 CM
TIERRA DE LOS INDIOS, MUNICIPIO JIMÉNEZ
TRADICIÓN TIERRA DE LOS INDIOS
SIGLOS X–XVI D.C.

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