Professional Documents
Culture Documents
minea es tu**'
JOSÉ ANTONIO PAGÓLA
NUNCA
ES TARDE
ESCUCHANDO A SAN MATEO
CICLO A
PUBLICACIONES • A ^ f t U ARGITARAPENAK
SAN SEBASTIAN - DONOSTIA
PRESENTACIÓN
Nunca es tarde para reavivar la fe. Estas modestas reflexiones Recientemente se viene hablando en la sociedad occidental de una
quieren ser un estímulo para aquellos que buscan al Dios de Jesucristo. «patología de la abundancia» cuyos síntomas son diversos. U n cierto
Si alguien, al leer este libro, se encuentra con la Buena Noticia de Dios tipo de bienestar fácil puede llegar a atrofiar el crecimiento sano de la
y se siente invitado a pasar de una actitud defensiva ante El a una persona, aletargando su espíritu y adormeciendo su vitalidad.
postura de acogida, del miedo al amor, de la autocondena a la invoca-
Pero, tal vez, uno de sus efectos más graves y generalizados es la
ción humilde de su perdón, estas páginas habrán cumplido el objetivo
frivolidad. La ligereza en el planteamiento de los problemas más serios
para el que nacieron.
de la vida. La superficialidad que lo invade casi todo. Este cultivo de lo
San Sebastián, 1 de noviembre de 1992 frivolo se traduce, a menudo, en incoherencias fácilmente detectables
Fiesta de Todos Los Santos entre nosotros.
A pesar de todas las limitaciones y defectos que puede tener la U n ejemplo claro es la dificultad para adorarlo. En tiempos no muy
celebración concreta de la misa en una comunidad cristiana, la eucaris- lejanos, parecía fácil sentir reverencia y adoración ante la inmensidad y
tía puede ser para muchos la única experiencia que alimente hoy su fe. misterio insondable de Dios. Es más difícil hoy adorar a quien reduci-
H e m o s de preguntarnos con sinceridad: ¿Por qué he abandonado en mos a veces tan ligeramente a compañero o «colega».
realidad esa misa dominical que podría reavivar mi fe? Para adorar a Dios es necesario sentirnos criaturas, infinitamente
pequeños ante El, pero infinitamente amados. Admirar su grandeza
insondable y gustar su presencia cercana y amorosa que envuelve todo
nuestro ser.
La adoración es admiración. Es amor y entrega. Es rendir nuestro
24 NUNCA LSTARDL
JOSF. ANTONIO PACIÓLA 25
ser a Dios y quedarnos en silencio agradecido y gozoso ante El, Bautismo del Señor
admirando su misterio desde nuestra pequenez e insignificancia.
Nuestra dificultad para adorar proviene de raíces diversas. Quien
vive aturdido interiormente por toda clase de ruidos y zarandeado por
mil impresiones pasajeras sin detenerse nunca ante lo esencial, difícil-
mente encontrará «el rostro adorable» de Dios.
Para adorar a Dios es necesario detenerse ante el misterio del
mundo y saber mirarlo con amor. Quien mira la vida amorosamente
hasta el fondo, comenzará a vislumbrar las huellas de Dios antes de lo
que sospecha.
Por otra parte, sólo Dios es adorable. Ni las cosas más valiosas ni
las personas más amadas son dignas de ser adoradas como El. Por eso SENTIRSE BIEN
hay que ser libre interiormente para poder adorar a Dios de verdad.
Esta adoración a Dios no aleja del compromiso. Quien adora a El Espíritu de Dios bajaba...
Dios lucha contra todo lo que destruye a ese hombre que es su
«imagen sagrada». Quien adora al Creador respeta y defiende todo lo Mt 3,13-17
que vive. Están íntimamente unidas adoración y solidaridad, adoración
y ecología. Se entienden las palabras del gran científico y adorador que
fue Teilhard de Cbardin: «Cuanto más hombre se haga el hombre, más Hace unos días hemos comenzado un año nuevo. Naturalmente el
experimentará la necesidad de adorar». nuevo calendario no cambia las cosas. Los problemas y sufrimientos
siguen ahí. ¿Qué tendré que hacer yo para sentirme bien?
El relato de los Magos nos ofrece un modelo de auténtica adora-
ción. Estos sabios saben mirar el cosmos hasta el fondo, captar sus A veces pensamos que lo decisivo es que cambien las cosas a
signos, acercarse al Misterio y ofrecer su humilde homenaje a ese Dios nuestro alrededor. Esperamos que nos sucedan cosas buenas, que las
encarnado en nuestra vida. personas nos traten mejor, que todo nos vaya bien y responda a
nuestros deseos.
Pero, con el pasar de los años, es imposible tanta ingenuidad. Una
pregunta comienza entonces a despertarse en nosotros: Para sentirme
mejor, ¿tiene que suceder algo fuera de mí o justamente dentro de mí
mismo?
Por eso, al comenzar el año, son bastantes las personas que se
proponen vivir de manera más sana y ordenada, cuidar más su cuerpo,
estar más en contacto con la naturaleza.
Otras han descubierto que es su vida interior la que está descuidada
JOSÉ A N T O N I O PAGÓLA 29
28 NUNCA FSTARDF
2 Cuaresma
No siempre somos conscientes de cómo podemos estropear nues-
tra vida cuando damos culto a modas y estilos de vivir que terminan
por deshumanizarnos.
Es una equivocación vivir esclavos del dinero, del éxito profesional,
del prestigio social o de cualquier otro ídolo, sacrificándoles todo: el
descanso, la amistad, la familia, la vida entera.
Cuántas personas, al pasar los años, lo constatan secretamente en
su interior. Ganan cada vez más dinero, tienen prestigio, han logrado
lo que perseguían, pero se sienten cada vez más solas y frustradas.
Su vida se ha llenado de cosas, pero ha quedado vacía de amistades
verdaderas. Saben competir y luchar, pero no saben dar ni recibir
amor. Dominan las situaciones más difíciles, pero no aciertan a crecer LITERATURA DE CONSUMO
como personas.
La advertencia de Jesús siempre será de actualidad: «No sólo de Escuchadle a El
pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios».
Mt 17,1-9
No basta alimentar la vida de dinero, prestigio, poder o sexo. Lo
sepa o no, el hombre necesita amar y ser amado, perdonar y ser
perdonado, acoger y ser acogido.
Basta observar la instalación de nuevos quioscos y la oferta de
No le basta al ser humano escucharse a sí mismo y alimentar revistas en la esquina de cualquier calle para constatar que sigue
egocéntricamente sus propios intereses. Necesita abrirse a Dios y creciendo el número de lectores que se acercan, cada fin de semana, a
escuchar las exigencias y las promesas del amor. alimentarse de esa literatura llamada de consumo.
La conversión no es una práctica ya en desuso que hay que recor- Según los estudios realizados en España, unos quince millones de
dar en tiempos de cuaresma. Es la orientación nueva de toda nuestra
personas leen semanalmente revistas ilustradas del estilo de «¡Hola!»,
vida, el cambio de rumbo que necesitamos para vivir de manera más
«Interviú», «Semana», «Pronto», «Diez Minutos»...
sana sin estropear todavía más nuestra persona.
El objetivo de este tipo de revistas no es la reflexión ni la formación
cultural o estética. Sólo pretenden entretener, distraer y producir
ciertas emociones. Aunque se llaman «revistas de información», única-
mente seleccionan aquello que puede resultar atractivo, sensacionalista
o llamativo.
Sus páginas están llenas de entrevistas con los personajes del mo-
mento, reportajes gráficos sobre los triunfadores, y relatos más o
menos confidenciales sobre los amores, los dramas sentimentales, las
desgracias y «la dolce vita» de los famosos.
30 NUNCA ES TARDE
JOSÉ A N T O N I O PAGÓLA 31
Según un análisis realizado por el Instituto «Fe y Secularidad», el 3 Cuaresma
«sistema de felicidad» o los valores más apetecibles que estas revistas
proclaman son: salud, dinero, éxito, poder, placer, imagen atractiva,
amor como autoafirmación más que como entrega.
En contrapartida, las desgracias más temidas son: decadencia cor-
poral (vejez, enfermedad, fealdad, muerte), pobreza, dolor físico o
moral, fracaso, conflicto, engaño, soledad.
H e m o s de señalar que están totalmente ausentes valores como la
solidaridad, el altruismo, la conciencia social, la apertura a lo trascen-
dente, y casi nunca se habla de las injusticias sociales, la miseria y el
hambre en el m u n d o o la violación de los derechos humanos.
Se puede decir que, de alguna manera, estas revistas son exponente ENCONTRARSE A GUSTO CON DIOS
de los mitos más importantes de la sociedad actual y condensan los
deseos y los temores más sentidos por el hombre contemporáneo.
Si conocieras el don de Dios
Por otra parte, el mensaje que transmiten, semana tras semana, va
afectando la sensibilidad del lector asiduo, infiltrándose más o menos Jn 4,5-42
en su conciencia y configurando una determinada visión de la vida. Lo
que comienza por ser simple curiosidad puede terminar generando una
deformación de criterios y actitudes. Son bastantes las personas que, a lo largo de estos años, se han ido
alejando de Dios, casi sin advertir lo que realmente estaba ocurriendo
Sólo unas convicciones fuertes y constantemente reafirmadas pue-
en sus vidas.
den ayudarnos a reaccionar frente a tanto mensaje deshumanizador,
tanta distorsión y tanta mitificación falsa. H o y Dios les resulta un «ser extraño». C u a n d o entran en una
iglesia o asisten a una celebración religiosa, todo les parece artificial y
H o y no es posible crecer como persona sin alimentar constante-
vacío. Lo que escuchan se les hace lejano e incomprensible.
mente el espíritu. C o m o tampoco es posible ser creyente sin escuchar y
acoger interiormente la Palabra de Jesucristo. Quien desee dar un Tienen la impresión de que todo lo que está ligado con Dios es
sentido humano y cristiano a su vida ha de cuidar con esmero en qué infantilismo e inmadurez, un m u n d o ilusorio donde falta sentido de la
fuentes alimenta su existencia. H a de recordar la palabra evangélica: realidad.
«Este es mi Hijo... escuchadle a El».
Y, sin embargo, esas mismas personas en cuya vida apenas hay
experiencia religiosa alguna, andan con frecuencia a la búsqueda de paz
interior, de profundidad, de sentido. Más aún. Aunque ya no creen en
«el Dios de su infancia», acogerían de nuevo a Dios si lo descubrieran
como la Realidad gozosa que sostiene, alienta y llena todo de vida.
Pero, ¿se puede encontrar de nuevo a Dios una vez que la persona
Son bastantes los cristianos que no llegan siquiera a sospechar que Jn 14,1-12
la fe es precisamente un principio de vida y vida sana. Les falta
descubrir por experiencia personal que Dios no es algo que, de todas
maneras, debe existir y a quien conviene tener en cuenta por si acaso, Entre nosotros se habla mucho de violencia, pero no siempre se
sino que Dios es precisamente y antes que nada «alguien que hace ahonda en las raíces de donde brotan ciertas formas de violencia y
vivir». destructividad propias de la sociedad actual.
A pesar de todas las dudas e incertidumbres, el creyente va des- Hay un tipo de violencia cuya principal raíz es la frustración.
cubriendo a Dios como alguien que sostiene la vida incluso en los C u a n d o una persona se siente frustrada en sus aspiraciones más hondas
momentos más adversos, alguien que da fuerzas para comenzar siem- hasta el punto de no poder ya creer en el amor, la amistad o la justicia,
pre de nuevo, alguien que alimenta en nosotros una esperanza indes- es fácil que en su corazón crezca la hostilidad y el rechazo.
tructible cuando la vida parece apagarse para siempre. El desengaño puede conducir al odio a la vida. Esa persona necesita
Al escuchar las palabras de Jesús: «Yo he venido para que tengan demostrar que la sociedad es despreciable, que todo está mal, los
vida y la tengan abundante», el creyente no necesita acudir a otros hombres son malos, uno mismo es malo.
para que le expliquen su sentido. El sabe que son verdad.
Entonces repudia las ideas y los valores, maltrata a las personas,
destroza las cosas, se destruye a sí mismo. Por este camino se puede
llegar al suicidio síquico y hasta físico.
Para amar la vida, para construirla día a día, la persona necesita un Según Kundera, el hombre moderno «ya ni siquiera ve su vida
horizonte, una esperanza final. como un camino, sino como una carretera: una línea que va de un
Esto es precisamente lo que el cristiano va descubriendo en Aquel punto a otro punto». N a d a más. Vivir se ha convertido para muchos en
cuyas palabras recordamos todavía h o y : « Yo soy el camino, la verdad y «llevar por el m u n d o su dolorido yo».
la vida».
Pero el ser humano no se contenta. Busca algo más. Así se lamenta
uno de los personajes de su novela: «¿Para qué he vivido durante todos
esos años, si no he dejado en nadie ni una huella? ¿Qué ha quedado de
mi vida? ¡Nada, Agnes, nada!».
50 NUNCA US TARDF.
IOSF ANTONIO PAGÓLA 51
Ascensión del Señor
Entonces se busca la inmortalidad. Algunos lo hacen como Bettina,
luchando por «una gran inmortalidad»: trascenderse a sí mismos,
llegar a ser parte de la historia y ser recordados para siempre. O t r o s ,
como Laura, sólo aspiran a «la pequeña inmortalidad»: hacer algo para
que la recuerden todos los que la han conocido.
Pero Kundera insiste en que este afán de supervivencia es absoluta-
mente inútil. «La inmortalidad es una ilusión ridicula, una palabra
vacía, un viento atrapado en una red de mariposas». Los que nosotros
llamamos inmortales ya no existen. Al hombre no le queda otro
destino que «saborear el placer del total no ser». Eso es todo.
La fe del creyente es muy diferente. El sigue escuchando en el
fondo de su alma esas decisivas palabras de Jesús: « N o os dejaré PACIENCIA
desamparados, volveré... y vosotros viviréis porque yo sigo viviendo».
Tiene razón Kundera. La inmortalidad es «una ilusión ridicula» y
Yo estoy cotí vosotros
los hombres buscan lo imposible si estamos hablando de una in-
mortalidad que los seres humanos han de fabricarse ellos mismos. Mt 28,16-20
Pero hay una inmortalidad que tiene su origen en un Dios resucita-
dor y que el hombre puede acoger y disfrutar para siempre, como don
y regalo del Creador. La Ascensión es para el creyente una llamada a «seguir esperando»
a pesar de las decepciones, desengaños y desalientos que amenazan de
Para el creyente, el m u n d o no es el final de todo. La vida que ha
continuo nuestro caminar hacia el hogar definitivo.
puesto Dios en nosotros es mucho más que esta vida que conocemos.
La historia humana tiene un futuro inmortal porque Dios la mira con A lo largo de la vida podemos sentir una doble tentación: o bien
una ternura que Kundera desconoce. desistir de la marcha porque el camino nos resulta demasiado fatigoso,
o bien anticipar la llegada a la meta porque el camino se nos hace
Dios recoge con amor los esfuerzos y trabajos, las lágrimas y las
demasiado largo.
alegrías de los hombres. N a d a de lo que el ser humano ha buscado de
bueno, justo y digno quedará perdido para siempre en la muerte. La Ascensión es un buen día para escuchar la exhortación de la
Dios quiere vida, y vida eterna y feliz, también para esos hombres y Carta de Santiago: «Tened paciencia hasta que llegue el día del
mujeres de nuestros tiempos que el novelista checo describe como Señor».
seres que deambulan por este m u n d o «trasladando su alma dolorida de H o y se habla poco de la paciencia. Tenemos miedo de caer en una
un sitio a otro con la esperanza de que les duela menos». postura de resignación o debilidad, indigna del ser humano. Olvida-
mos que, según S. Pablo, la paciencia engendra esperanza (Rm 5,4).
54 NUNCA hSTARDi;
JOSI-: A N T O N I O PAGÓLA 55
Para abrirme a Dios, he de adoptar siempre una actitud de confian- Santísima Trinidad
za y amistad. Dios me ama, me entiende y me perdona como yo
mismo no soy capaz de amarme, entenderme y perdonarme. Puedo
sentirme seguro ante su amor insondable.
Jesús habla del peligro de que «la sal se vuelva sosa». San Juan de la
Cruz lo dice de otra manera: «Dios os libre que se comience a envane-
cer la sal, que aunque más parezca que hace algo por fuera, en substan-
cia no será nada, cuando está cierto que las buenas obras no se pueden
hacer sino en virtud de Dios».
68 NUNCA LS TARDF
JOSF. A N T O N I O PAGÓLA 69
7 Tiempo Ordinario
muerte» y fuerzas paramihtares secretas, prohibición de investigacio-
nes imparciales.
Según los datos, la década de los ochenta se ha caracterizado por el
número extraordinario de asesinatos masivos o individuales cometidos
precisamente por fuerzas gubernamentales.
El «no matarás» bíblico, tan radicalmente asumido y predicado por
Jesús, sigue siendo violado de manera sistemática en el m u n d o , incluso
por aquellos que tienen el deber de proteger la vida de las personas.
¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros ante esa barbarie mun-
dial? ¿ C ó m o contribuir a crear una conciencia internacional que reac-
cione con más fuerza ante atentados tan execrables?
CORDIALIDAD
Un cauce sencillo pero eficaz es colaborar en la actividad que viene
realizando de manera incansable Amnistía Internacional. La actuación
de este prestigioso organismo de carácter independiente se centra sobre Si saludáis
todo en estas tareas: sólo a vuestros hermanos...
Liberar a «los presos de conciencia» que no han recurrido a la Mt 5,38-48
violencia ni han abogado por ella, presionando a las autoridades por
medio de cartas y escritos, y alertando a la opinión pública sobre los
presos olvidados. N o es la manifestación sensible de los sentimientos el mejor criterio
para verificar el amor cristiano, sino el comportamiento solícito por el
Propugnar juicios imparciales para todos los presos políticos, de-
bien del otro. Por lo general, un servicio humilde al necesitado encie-
fendiéndolos de injusticias y arbitrariedades.
rra, casi siempre, más amor que muchas palabras efusivas.
Detectar y denunciar las torturas y el trato inhumano y degradante
impuestos a cualquier categoría de presos. Pero se ha insistido a veces de tal manera en el esfuerzo de la
voluntad que hemos llegado a privar a la caridad de su contenido
Luchar por la abolición de la pena de muerte vigente todavía en afectivo.
más de cien países y realizar campañas ante la inminente ejecución de
algún recluso. Y, sin embargo, el amor cristiano que nace de lo profundo de la
persona inspira y orienta también los sentimientos, y se traduce en
afecto cordial.
Por eso, cuando una persona cultiva su fe, dando un sentido último Mt 9,36-10,8
a su vida, está sembrando salud en el interior mismo de su ser, pues «la
saltación se proifuce mediante el hallazgo de sentido» (V. Frankl).
La reactivación económica no va a suprimir el paro. Al contrario, la
Por otra parte, cuando la persona se ve frustrada en sus necesidades
automatización de los procesos de producción y las nuevas tecnologías
más profundas y queda privada de amor, acogida y perdón, su vida no
van a suponer una serie de reajustes que dejarán sin trabajo a sectores
puede ya crecer de manera armoniosa y sana. Corre el nesgo de caer en
importantes de gentes.
el resentimiento, la culpabilidad malsana, la falta de autoestima, la
autodestrucción (A. H. Maslow). Poco a poco, todos iremos tomando conciencia de algo que todavía
La fe en el amor incondicional de Dios revelado en Jesucristo no queremos ver: no podrá haber pleno empleo para todos los ciuda-
puede, entonces, ofrecer a esas personas la fuerza necesaria para un danos a tiempo completo. El «sistema» actual es incapaz de crear y
garantizar empleo universal.
crecimiento y una autorreahzación sana.
Esto significa que vamos a vivir una situación hasta ahora des-
conocida. Las reivindicaciones centradas en la creación de puestos de
trabajo y las políticas de pleno empleo quedarán desfasadas.
Poco a poco se verá cada vez con más claridad la necesidad de una
nueva cultura del trabajo en la que el hombre va a verse obligado a no
organizar su vida sobre el eje de un empleo remunerado.
La postura más extendida hoy consiste más bien en desentenderse ARTISTAS ANÓNIMOS
de la cuestión de Dios, no preocuparse del sentido último de la
existencia. Muchos de los que se llaman agnósticos son, en realidad,
personas que no buscan. Vidas «sin voluntad de verdad real», que diría El que dé a beber...
X. "Zubiri.
Mt 10,37-42
Les resulta indiferente que Dios exista o no exista, que la vida tenga
un sentido último o no. A ellos les basta con «dejarse vivir», abando-
narse «a lo que fuere», sin ahondar en la raíz de las cosas y de la vida. Sus rostros no aparecen en la televisión. Nadie airea su nombre en
la radio o la prensa. Pero son hombres y mujeres grandes, porque su
¿Es ésa la postura más humana ante la realidad? ¿Se puede presen-
vida es una bendición en medio de esta sociedad.
tar como progresista una vida en la que está ausente la voluntad de
buscar la verdad última de todo? Ellos forman ese ejército pacífico de voluntarios que trabajan de
manera gratuita y callada, sólo porque les nace del corazón estar junto
La pregunta radical de Jesús a los discípulos nos sigue interpelando
a los que sufren.
a todos: «¿Qué buscáis?». Hacerse persona es buscar. Hacerse creyen-
te es buscar a Dios como el sentido y fundamento de todo. La actitud Jóvenes que pasan el fin de semana con el minusválido necesitado
menos humana y menos creyente es la despreocupación frivola de de amistad y compañía. Mujeres que se hacen cargo de esos ancianos
quien no busca la verdad real. que no tienen a nadie que se ocupe de ellos. Matrimonios que acogen
en su casa a un toxicómano para acompañarlo en su rehabilitación.
Yo me los he encontrado sirviendo a los vagabundos en el comedor
social «Aterpe» o en los albergues para transeúntes. Los he visto
escuchando con solicitud a través del «Teléfono de la Esperanza» a
personas hundidas en la depresión o la angustia. C o n o z c o su constan-
cia para acercarse a la cárcel, domingo tras domingo, a compartir unas
horas con los presos.
Lejos de despertar nuevos racismos y xenofobias, hay que educar H o y no nos sentimos tan inmunizados. La increencia ya no es algo
en la solidaridad a la opinión pública y hay que promover, sobre todo, que afecta sólo a «los otros», sino una cuestión que el creyente se ha de
programas de ayuda y cooperación que vayan sacando al Tercer M u n - plantear sobre su propia fe.
do de su postración económica.
Antes que nada, hemos de recordar que la fe nunca es algo seguro,
de lo que podemos disponer a capricho como de una posesión privada
inamovible. La fe es un don de Dios que hemos de acoger y cuidar con
fidelidad. Por eso, el peligro de perder la fe no viene tanto del exterior
cuanto de nuestra actitud personal ante Dios.
94 NUNCA F.STARDF 95
JOSI-: ANTONIO PAGÓLA
Estas «dudas de fe» no son tan peligrosas para el cristiano que vive 20 Tiempo Ordinario
una actitud de confianza amorosa hacia Dios. C o m o decía el cardenal
H. Newman «diez dificultades no hacen una duda».
Para hablar de la fe, en la cultura hebrea se utiliza un término muy
expresivo: «aman». De ahí proviene la palabra «amén». Este verbo
significa «apoyarse», «asentarse», «poner la confianza» en alguien más
sólido que nosotros.
En eso consiste precisamente lo más nuclear de la fe. Creer es vivir
apoyándonos en Dios. Esperar confiadamente en El, en una actitud de
entrega absoluta y de confianza y fidelidad inquebrantables.
Esta es la experiencia que han vivido siempre los grandes creyentes
en medio de sus crisis. San Pablo lo expresa de manera muy gráfica: PEDIR CON FE
«Yo sé de quién me he fiado» (2 Tm 1,12).
Esta es también la actitud de Pedro que, al comenzar a hundirse,
Mujer, qué grande es tu fe
grita desde lo más h o n d o : «Señor, sálvame», y siente la mano de Jesús
que lo agarra y le dice: «¿Por qué has dudado?». Mt 15,21-28
Las dudas pueden ser una ocasión propicia para purificar más
nuestra fe enraizándola de manera más viva y real en el mismo Dios. Es
La oración de petición ha sido objeto de una intensa crítica a lo
el m o m e n t o de apoyarnos con más firmeza en El y orar con más
largo de estos años. El hombre ilustrado cié la época moderna se
verdad que nunca.
avergüenza de adoptar una actitud de súplica ante Dios, pues sabe que
C u a n d o uno es «cristiano de nacimiento» siempre llega un momen- Dios no va a alterar el curso natural de los acontecimientos para
to en el que nos hemos de preguntar si creemos realmente en Dios o atender sus deseos.
simplemente seguimos creyendo en aquéllos que nos han hablado de él
desde que éramos niños. La naturaleza es «una máquina» que funciona según unas leyes
naturales, y el hombre es el único ser que puede actuar y transformar,
y sólo en parte, el m u n d o y la historia, con su intervención.
Resulta fácil, por ello, conocer mi calidad humana. Basta responder Natividad del Señor
a estas preguntas: ¿Sé ver el sufrimiento de las gentes? ¿Cómo reaccio- Un Dios cercano: Juan 1,1-18 17
Sagrada Familia
no ante ese sufrimiento? ¿Qué hago por erradicarlo?
De nuevo la familia: Mateo 2,13-15.19-23 19
Solemnidad de Santa María
Ante un nuevo año: Lucas 2,16-21 21
2 Después de Navidad
Alergia a la Misa: Juan 1,1-18 , 23
Epifanía del Señor
Adorar: Mateo 2,1-12 25
Bautismo del Señor
Sentirse bien: Mateo 3,13-17 27