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Opinión
T.D.: 7452387
OPINIÓN Nº 150-2015/DTN
1. ANTECEDENTES
Antes de iniciar el desarrollo del presente análisis, es necesario precisar que las consultas
que absuelve este Organismo Supervisor son aquellas referidas al sentido y alcance de la
normativa de contrataciones del Estado, planteadas sobre temas genéricos y vinculados
entre sí, sin hacer alusión a asuntos concretos o específicos, de conformidad con lo
dispuesto por el literal j) del artículo 58 de la Ley de Contrataciones del Estado, aprobada
mediante Decreto Legislativo Nº 1017 (en adelante, la “Ley”), y la Segunda Disposición
Complementaria Final de su reglamento, aprobado mediante Decreto Supremo Nº 184-
2008-EF (en adelante, el “Reglamento”).
2. CONSULTA Y ANÁLISIS
“¿Se habría transgredido la Ley de Contrataciones del Estado si una Entidad que
originalmente convoca un proceso de selección para ejecución de una obra pública y
luego decide cancelarla con el fin que dicha obra pública se ejecute por administración
directa?”. (sic).
Fase de programación y actos preparatorios, que comprende: i) definición de necesidades y aprobación del
Plan Anual de Contrataciones; ii) realización de un estudio de posibilidades que ofrece el mercado, iii) la
aprobación del expediente de contratación, entre otros; iv) designación del Comité Especial; y, v)
elaboración y aprobación de las Bases.
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2.2 Ahora bien, la doctrina reconoce el derecho de la Administración Pública de dejar sin
efecto los procesos de selección que convoque, siempre que ello se verifique en
forma previa a la adjudicación. Se trata pues, de la denominada facultad de
“revocación al llamado a licitación” 4 o acto de convocatoria, la cual se encuentra
recogida en nuestra normativa sobre contrataciones del Estado, aunque sujeta a las
causales taxativas antes mencionadas. El carácter taxativo en la aplicación de esta
figura se sustenta en que “no es infrecuente que la Administración deje sin efecto
llamados a licitación pública, mediante actos ilegítimos. Un supuesto habitual es
adoptar esa decisión invocando, genérica y dogmáticamente, razones de mérito,
oportunidad o conveniencia, sin explicar cuales son esas razones y cómo se orientan
a la satisfacción del interés público. Actos de esa índole adolecen, en nuestra
opinión, de vicios graves en la causa, la motivación y el fin, porque con ese modo de
accionar la autoridad administrativa pretende erigir en sustento suficiente de la
legitimidad del acto su propio y exclusivo juicio subjetivo”5.
Ejecución contractual, que va desde la suscripción del contrato hasta el pago por las prestaciones
ejecutadas.
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Cabe precisar que la resolución o acuerdo que formaliza la cancelación debe ser emitida por el funcionario
que aprobó el expediente de contratación u otro de igual o superior nivel.
3
De acuerdo con lo establecido en el artículo 79 del Reglamento, cuando la Entidad decide cancelar un
proceso de selección en virtud de lo señalado en el artículo 34 de la Ley, debe comunicar su decisión dentro
del día siguiente y por escrito al Comité Especial, debiendo registrar la resolución o acuerdo que formaliza la
cancelación en el SEACE al día siguiente de esta comunicación.
4
DROMI, Roberto. Manual de Derecho Administrativo. Tomo I. Buenos Aires, 1987. Pág. 276.
5
COMADIRA, Julio Rodolfo. La Licitación Pública. Ediciones Depalma, Buenos Aires 2000. Pág. 138.
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2.3 De otro lado, debe indicarse que el artículo 76 de la Constitución Política permite
que mediante ley se establezcan excepciones a la aplicación de la normativa de
contrataciones del Estado; es decir, que ciertas contrataciones, aun cuando involucren
la erogación de fondos públicos, se sometan a procedimientos o requisitos distintos a
los contenidos en dicha normativa.
Sobre el particular, el numeral 3.3 del artículo 3 de la Ley precisa los supuestos en
los cuales dicha norma y su Reglamento no son aplicables, entre estos, “La
modalidad de ejecución presupuestal directa contemplada en la normativa de la
materia, salvo las contrataciones de bienes y servicios que se requieran para ello.”
(El resaltado es agregado).
Al respecto, cabe señalar que el literal a) del artículo 59 de la Ley Nº 28411, Ley
General del Sistema Nacional de Presupuesto, indica que la Ejecución Presupuestaria
Directa “(…) Se produce cuando la Entidad con su personal o infraestructura es el
ejecutor presupuestal y financiero de las Actividades y Proyectos así como de sus
respectivos componentes.” (El subrayado es agregado).
3 CONCLUSIONES
3.1 Solo es posible cancelar un proceso de selección, hasta antes del otorgamiento de la
Buena Pro, siempre que se presente alguno de los siguientes supuestos:
i) por razones de fuerza mayor o caso fortuito; ii) cuando desaparezca la necesidad
de contratar; o, iii) cuando persistiendo la necesidad, el presupuesto asignando tenga
que destinarse a otros propósitos de emergencia declarados expresamente.
RAC.