El documento describe el pensamiento educativo de Hugo Chávez. La educación popular tiene la doble función de formar conciencia ciudadana y fortalecer el control público sobre el Estado. La educación bolivariana busca resolver la deuda social a través de las misiones y crear equilibrio atendiendo las necesidades de las personas a lo largo de su vida, considerando las diferencias individuales y el contexto histórico. La educación debe potenciar la espiritualidad humana y reconocer las dimensiones humanas de la sociedad para producir el conocimiento necesario.
El documento describe el pensamiento educativo de Hugo Chávez. La educación popular tiene la doble función de formar conciencia ciudadana y fortalecer el control público sobre el Estado. La educación bolivariana busca resolver la deuda social a través de las misiones y crear equilibrio atendiendo las necesidades de las personas a lo largo de su vida, considerando las diferencias individuales y el contexto histórico. La educación debe potenciar la espiritualidad humana y reconocer las dimensiones humanas de la sociedad para producir el conocimiento necesario.
El documento describe el pensamiento educativo de Hugo Chávez. La educación popular tiene la doble función de formar conciencia ciudadana y fortalecer el control público sobre el Estado. La educación bolivariana busca resolver la deuda social a través de las misiones y crear equilibrio atendiendo las necesidades de las personas a lo largo de su vida, considerando las diferencias individuales y el contexto histórico. La educación debe potenciar la espiritualidad humana y reconocer las dimensiones humanas de la sociedad para producir el conocimiento necesario.
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA DE LA FUERZA ARMADA UNEFA
Pensamiento educador de Hugo Chávez.
Cumaná, Noviembre de 2017
EL PENSAMIENTO EDUCADOR DE HUGO CHÁVEZ FRÍAS.
La Educación popular no se reduce a la acción a la formación de una
conciencia ciudadana y popular, lo que expresa su función concientizadora, sino que también se orienta al fortalecimiento de las organizaciones de control público popular y comunitario sobre el Estado, lo que corresponde a su función organizadora. Esta doble función de este tipo de educación, en el contexto de lo público y lo ciudadano, parte de reconocer que, mediante el control público sobre el Estado, por parte de la sociedad civil, altamente organizada, es que se puede garantizar las conquistas democráticas de las sociedades latinoamericanas. Es la sociedad civil la que puede garantizar el perfeccionamiento de las prácticas democráticas en nuestras sociedades y un instrumento para su concreción es la participación popular, la cual se entiende como un proceso educativo que fortalece y desarrolla la conciencia ciudadana de la población para que ésta asuma efectivamente su papel de sujeto en la transformación de la ciudad.
Es difícil hablar de nuestra experiencia en el campo educativo sin antes
definir lo que consideramos caracteriza un verdadero proceso de transformación en este importante ámbito social. Para ello es necesario comprender lo que ha significado en estos últimos años el comandante Hugo Chávez Frías y el impacto socio- cultural y político que este hecho ha venido aportando al escenario de nuestro país. El cual nos aligeró el sendero en muchos ámbitos especialmente en el educativo, ofreciéndonos la oportunidad de caracterizar el tipo de educación que necesitamos en el marco de nuestra Constitución Nacional. No obstante, serán las comunidades organizadas las que podrán marcar el ritmo de cambio de cada contexto escolar. La transformación sólo es posible por el apremio y la necesidad de los pueblos por mejorar sus condiciones, y mientras creamos que los “profesionales de la educación” poseen el “conocimiento” y no les ayudemos para que “reconozcan” las verdaderas dimensiones humanas de la sociedad, produciendo el “conocimiento necesario”, de poco servirán postulados filosóficos y formatos de proyectos. La nueva educación viene precedida del hombre nuevo, y este sólo surgirá cuando el sistema productivo de los pueblos se fundamente en la equidad y la justicia. Según Nelson Caraballo (2017): “educar no es un acto de mero y de simplista actividad académica o transmisión de contenidos científicos o humanísticos; sino que educar es hacer y vivir lo educativo como un acontecimiento que potencie la espiritualidad humana que nos hace vernos con nuestros propios y autónomos pensamientos e incluir siempre en nosotros a la sociedad..”, en esta pequeña cita podemos resaltar que educar es lo mejor que puede existir, se puede decir que la educación es un sentimiento, si no te tiene las ganas de educar o aprender, no se logra nada. El individuo aprende con todo su ser, de su entorno, de lo que hace día a día, de tal forma que construye su propio aprendizaje, sin depender de una figura que nos enseñe.
La pedagogía como ciencia que tiene como objeto el estudio de
la educación, se divide a su vez en dos enfoques, uno que es la socialización o de transición de la ideología y el otro cognitivo o de socio construcción de la ideología (vinculado a la autonomía), estos van de la mano con una teoría conductista y del aprendizaje donde en este se observa y se imita.
Existen tres pre requisitos para aprender, y se representa de la siguiente
manera: 1. Tener una estructura de aprendizaje significativo, se representa como una estructura previa. 2. Material potencialmente significativo, donde este debe de tener algún sentido. 3. Aptitud del aprendizaje significativo, para aprender debe de haber una apertura en esa persona, es decir, facilidad de vincularse con el aprendizaje de una forma favorable.
Es así como la educación bolivariana intenta resolver a través de las
misiones, la deuda social, y crea un modelo de equilibrio en la atención del ser social a partir de una escala temporal de los niveles por períodos de vida, tomando en consideración las diferencias individuales y las características geohistóricas del desarrollo humano.