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ÍNDICE:

Introducción……………………………………………………………………………....3

Capítulo 1.
Algunas consideraciones sobre el contexto político social………………………….29

Capítulo 2.
Orígenes del Frente Estudiantil Nacional en Rosario………………………………..43

Capítulo 3.
En el camino de la peronización……………………………………………………….55

Capítulo 4.
Una aproximación a la experiencia histórica de Guardia de
Hierro………………………………………………………………..………………........67

Capítulo 5.
La conformación de la Organización Única del Trasvasamiento Generacional
(OUTG) …………………………………………………………………………………...75

Conclusiones……………………………………………………………………….......88

Bibliografía………………………………………………………………………………95
Fuentes………………………………………………………………………………….101

2
Introducción.

El objetivo general que perseguirá el futuro trabajo tiene que ver con el intento
de desentrañar un conjunto de problemas característicos de la dinámica politica
argentina en los albores de la década del ´70, como son el auge de la militancia
política, el fenómeno de peronización en los sectores medios, y la politización de
las juventudes, consideradas estas últimas como uno de las protagonistas
centrales que se van dibujando en el período. Específicamente, el trabajo apunta a
visualizar estos problemas a través del Frente Estudiantil Nacional (FEN),
agrupación estudiantil creada en 1965 proveniente del marxismo, pero sin
vinculación partidaria con el Partido Comunista, con una base estrictamente
universitaria y de carácter nacional al encontrarse en las principales universidades
del país (Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza, etc.).
Es bueno aclarar que en una primera instancia el proyecto tenía por meta
explicar el desarrollo que había tenido la Organización Única del Trasvasamiento
Generacional (OUTG)1 en Rosario en la misma década. No obstante, luego de
haber recabado y analizado varios relatos primarios sobre esta entidad,
tropezamos con un inconveniente vinculado a la propia proyección institucional de
la OUTG en Rosario y puede resumirse en el hecho de que, una de las dos
organizaciones que la conformaban, Guardia de Hierro, no tenía una plataforma
en la ciudad.
El núcleo problemático a desentrañar en una primera instancia tiene que ver,
entonces, con explicar y detallar la primera etapa de la agrupación, es decir, la
vinculada a sus orígenes en la cual pueden visualizarse ciertas concepciones que
podrían entenderse de izquierda para luego caracterizar el proceso de
peronización2, hacia finales del año 1969, teniendo en cuenta que en sus

1
Organización peronista que surge en 1972 a partir de la fusión de Guardia de Hierro (Agrupación peronista
ortodoxa y con rasgos nacionalistas, compuesta por jóvenes que se desprenden del Comando Nacional a
partir de 1962) y el Frente Estudiantil Nacional. La OUTG se propuso como objetivos el trabajo territorial, la
formación de cuadros con el fin de crear las condiciones para el retorno de Perón y a su vez crear cuadros
que favorezcan el desarrollo del recambio generacional dentro del movimiento.
2
Entendido como el movimiento mediante el cual, grupos no afines al peronismo buscan insertarse en él.
Para ampliar sobre este tema ver: BARLETTA, A. M., “Universidad y política. La ‘Peronización’ de los
universitarios (1966-1973)”, Disponible en URL: http://lasa.international.pitt.edu/Lasa2000/Barletta.PDF

2
orígenes, este grupo de raigambre marxista-leninista presentaba diferencias
específicas con Guardia de Hierro, entre las cuales destacaba por ejemplo, su
base estrictamente estudiantil. Una vez concretada la peronización, no sólo en
cuanto a su adhesión política al movimiento liderado por Perón, sino también en
un sentido estrictamente ideológico, creemos que entender cómo fue ese traspaso
dentro de todas las opciones existentes, ayudaría a conocer un aspecto particular
de la asociación a nivel nacional, y cómo se desarrolló la militancia del período. La
ciudad de Rosario constituyó uno de los núcleos más importantes de movilización
a nivel país y la profundización de este proceso también demostraría su
especificidad como un caso particular.
Resulta necesario aclarar que si bien existe un vacío en las investigaciones
concernientes a dicha agrupación, este trabajo se enmarca dentro del estudio de
las juventudes en el movimiento peronista, y por lo tanto encuadrado en el
universo político y social de la efervescencia militante de los años 60 y 70, de
forma tal, que el accionar de algunas de las trayectorias locales podrían echar luz
acerca de los aspectos y de la forma en que ésta militancia floreció en la ciudad de
Rosario.
Una de las hipótesis con la cual trabajaremos tiene que ver con que la forma de
incorporarse al movimiento peronista fue a través de la relación entablada con la
CGT de los Argentinos allá por el año 68’, es decir, que la llamada peronización
comienza a visualizarse a partir de allí y se concreta en la jornadas del Rosariazo.
En contrapartida, la desaparición de la central sindical implicó un vacío importante
sobre el cual la agrupación estudiantil ya no podría apoyarse ni integrarse
institucionalmente dentro del movimiento. Este hecho dejo a la deriva a dicha
organización, a lo que se le debe sumar que la irrupción de Montoneros con el
asesinato de Aramburu en el ´70 acotó el abanico de opciones mediante las cuales
podrían legitimarse dentro del peronismo. En este sentido sostenemos que la
reducción de los espacios se relaciona directamente con la idea de que el FEN no
desarrolló la lucha armada, demostrando de esta forma la existencia de
agrupaciones internas del peronismo que si bien buscaban producir cambios

(Consultado 15 de octubre de 2012).

2
substanciales en la sociedad, no optaron por la lucha armada en un contexto tan
particular de radicalización política.
Los relatos recopilados muestran que en este año Roberto Grabois, principal
dirigente del FEN en Buenos Aires, viaja a Puerta de Hierro a encontrarse con
Perón y éste le indica que se reúna con Alejandro Álvarez, líder de Guardia de
Hierro. Las acciones siguientes tendieron al FEN a favorecer dicha unión,
conformando la Organización Única del Trasvasamiento Generacional ante lo cual
se generaría una contradicción por los orígenes ideológicos de cada una de las
agrupaciones. La siguiente hipótesis que venimos a presentar seria que ante la
necesidad imperiosa del FEN de legitimarse con el movimiento peronista, la única
opción que le quedó fue la de unirse con Guardia de Hierro que representaba en el
imaginario político, por tener sus orígenes en la Resistencia, todo lo “heroico” del
período de proscripción. Desaparecida la CGTA que podría haber sido el
instrumento que le diera mayor protagonismo a la agrupación estudiantil, la
preferencia fue con el grupo pequeño de Capital Federal, no sin sufrir
determinadas consecuencias que iremos observando a lo largo del trabajo.
Fue muy importante en esta etapa el fenómeno de la militancia que se produjo
a través de la creación de distintas formaciones como ser Montoneros, las FAP, las
FAR, el PRT-ERP, la Juventud de la Unión Cívica Radical o distintas agrupaciones
del Partido Socialista. Grupos como el Comando de Organización o Concentración
Nacional Universitaria también estaban presentes aunque ambas integraban la
derecha. Este conjunto de denominaciones no hacen más que demostrarnos que
el período 1966 – 1976 estuvo atravesado por la militancia juvenil en todos sus
aspectos ideológicos. Ahora bien, la pregunta que surge es cómo fue que estas
organizaciones emergieron sin estrictas vinculaciones partidarias proponiéndose
diversos objetivos políticos. Marina Reta3 analiza este proceso, que ocupa los
últimos años de la década de 1960 y los primeros de la de 1970, y establece que
se enmarca en una creciente “peronización” de sectores que tradicionalmente no
eran afines a Perón.

3
Ver RETA, M. A., “Huellas en el camino hacia la peronización: Los estudiantes junto al movimiento obrero
peronista”, en Nuevo Mundo Mundos Nuevos [en línea], EHESS, Paris, 2008, Disponible en URL:
http://nuevomundo.revues.org/38032 (Consultado el 6 de octubre de 2011).

2
Consideramos necesario enumerar una serie de factores que han influenciado
en todo este proceso de radicalización política de las juventudes y que
posteriormente llevó a los diferentes grupos a un acercamiento al peronismo. En
primer lugar, debemos nombrar la proscripción del peronismo que genera cambios
sustanciales tanto en el sistema político como en el ámbito social al no poder ser
electa esa fuerza política, generando un vacío de poder y un espacio de disputa
permanente por parte del resto de los partidos que buscan representar ese
electorado. En segundo lugar sería el cúmulo de opciones y el clima que genera la
Revolución Cubana de 1959 a nivel continental, pero principalmente cómo ella ha
influenciado a los movimientos de liberación nacional. Un tercer factor podría ser
el desarrollo del gobierno de Frondizi, el cual en un comienzo generaría
expectativas dentro de los seguidores de Perón, en términos de una apertura
democrática y de una actitud más permisiva con los sindicatos, pero ya a partir del
´59 se da un desencanto respecto de sus políticas. 4 Por otro lado, dentro de las
Juventudes, las vertientes ideológicas más importantes durante éste período,
exceptuando al peronismo, son el marxismo y el catolicismo. Es justamente en
ellas donde se da un fenómeno de discusión y quiebre al interior de dichas fuerzas
políticas, por ejemplo en el XX Congreso del PCUS 5 en 1956 y el Concilio Vaticano
II entre 1962-19656, del cual se derivó el surgimiento del Movimiento de
Sacerdotes del Tercer Mundo (MSTM). Estos desarrollos influirán en el
acercamiento al peronismo. También a nivel local, se destaca otro elemento
importante, el cual sería el surgimiento de un sector combativo dentro del
sindicalismo peronista, la CGT de los Argentinos, que rápidamente se convertirá
en una fracción que llevará a la convergencia de grupos no tradicionalmente

4
Ver ALTAMIRANO, C, Bajo el signo de las masas (1943 – 1973) Tomo VI Biblioteca del Pensamiento
Argentino, Ariel, Buenos Aires, 2001; TORRE, J. C., Los sindicatos en el gobierno, 1973-1976, Centro Editor de
América Latina, Buenos Aires, 1983; TCACH, C., “Golpes, proscripciones y partidos políticos”, en JAMES, D.,
Violencia, Proscripción y autoritarismo: 1955 – 1976, Colección Nueva Historia Argentina, Tomo IX,
Sudamericana, Buenos Aires, 2007.
5
Ver SGRAZZUTTI, J. Y ROLDÁN D., “Contestación social y proyectos políticos alternativos en el `socialismo
real´, 1956 – 1981”, en ÁGUILA, G. Y SGRAZZUTTI, J. (coords.), Europa del Este y la Unión soviética en el siglo
XX: Del “socialismo real al post-comunismo”, Homo Sapiens, Rosario, 2003.
6
Ver DI STEFANO, R. y ZANATA, L., Historia de la Iglesia Argentina, Grijalbo Mondadori, Buenos Aires, 2000,
pp. 461-513.

2
peronistas7. Finalmente, otro elemento que tiene una participación importante en
este proceso de radicalización de las Juventudes y principalmente de las
Juventudes Universitarias, será la intervención de Onganía a la Universidad en
1966, posteriormente conocido como la “Noche de los bastones largos”, que
quebrará un supuesto aislamiento del mundo universitario y demostrará que no
había distinción alguna entre éste ámbito y el conjunto de la vida política del país.
Para fines de los ´60 la fuerte politización de las juventudes no podía
esconderse. Al no poder participar de la arena política, los partidos trasladaron su
ámbito de acción fundamentalmente a las universidades, donde las izquierdas
tuvieron una presencia destacable en la vida universitaria. Por otra parte, y en
contraste con el fuerte anti peronismo que había teñido la actividad política
universitaria, emergieron agrupaciones estudiantiles que adscribieron al
movimiento. La primera de ellas fue la Unión de Estudiantes del Litoral (UEL)
procedente del cristianismo humanista que en la década del ´70 se incorporará a
la izquierda peronista. La segunda será el Frente Estudiantil Nacional (FEN) que
venía del marxismo-leninismo y que en los ´70 formará la Organización Única del
Trasvasamiento Generacional (OUTG) con Guardia Hierro, posicionándose de
esta forma en la “derecha” del movimiento peronista.
Al respecto, es necesario señalar que varios estudios ponen a Guardia de
Hierro, al FEN y al Trasvasamiento en el mismo universo ideológico de derechas.
Ante esta afirmación es importante trabajar con la idea de que el FEN en sus
orígenes parte de concepciones ideológicas distintas a la de GH. Este recorrido
implica una mutación en sus perspectivas y opciones que finalmente desembocan
en un espacio de participación ideológica diferente de la que había tenido en sus
orígenes vinculados a concepciones más cercanas de izquierda, mientras que la
elección de no optar por la lucha armada permitió la permeabilidad de influencias
que concebían proyectos agnados de derecha. Aquí es donde radica
particularmente la característica de que el FEN constituyó una organización con
una marcada ambigüedad y es en este sentido que el binomio izquierda y derecha
no da cuenta uniformemente de su historia. Creemos que, aquella caracterización
7
Ver TORRE, J. C., Los sindicatos… cit.; y JAMES, D., Resistencia e integración El peronismo y la clase
trabajadora argentina, 1946 – 1976, Siglo XXI editores, Buenos Aires, 2005.

2
de derecha tiene más que ver con la etapa final, en la que participan
conjuntamente con GH, que con la de sus orígenes. Esto implica que el binomio
no puede explicar cabalmente el desarrollo del FEN a lo largo de toda su historia.
Justamente pretendemos poner en entredicho estas caracterizaciones, ya que no
consideramos a las categorías derecha e izquierda como estructuras monolíticas,
más bien, podríamos entenderlas como categorías variables en su conjunto y que
debieran ser pensadas en relación a los condicionamientos históricos. Es decir,
que tuvieron una especie de movimiento pendular entre concepciones que podrían
entenderse de derecha o de izquierda según el contexto.
A partir de todo lo expuesto en este recorrido, es necesario revisar el corpus
bibliográfico que le otorga sentido a las diversas interpretaciones del período. Por
lo tanto presentaremos, a partir de aquí, un estado de la cuestión que aborda las
principales problemáticas planteadas en este seminario alrededor de la figura del
Frente Estudiantil Nacional delineando las lecturas que constituyeron el anclaje
historiográfico desde el cual iniciamos nuestra investigación. Al emprender la
búsqueda y estudio de la producción recopilada, encontramos que la misma no es
extensa en términos cuantitativos y se encuentra mayormente disgregada en
investigaciones cuyo objeto de estudio no es el FEN en particular. Además los
trabajos son provenientes de distintos campos disciplinares (Ciencias Políticas,
Historia y Sociología) e investigaciones periodísticas. Por este motivo hemos
optado por esbozar un análisis minucioso de la producción de los autores. Los
artículos y publicaciones que se encuentran en colecciones y archivos en Internet
también se tendrán en cuenta para observar temáticas, que aunque no son
específicas del objeto de estudio, tocan algunos aspectos relacionados con él.
La unidad temporal seleccionada en este trabajo se enmarca en la segunda
mitad del siglo XX, específicamente entre los años 1965 y 1974. Este período
contempla las diversas etapas que median entre los inicios de esta agrupación a
partir del ’65; su proceso de peronización consecuente del acercamiento hacia la
CGT de los Argentinos en el año ‘68; el proceso que guió la unión con Guardia de
Hierro formando la Organización Única del Trasvasamiento Generacional hacia
fines de 1971 y su posterior disolución en 1974, devenida por la muerte de Perón.

2
Esta periodización puede verse según dos escalas, por un lado una más particular
recortada a la existencia propia de la agrupación, con lo cual el corte no se debe a
ningún cambio político o social sino que más bien tienen que ver con la dinámica
interna y con las formas de relacionarse con el peronismo. Por otro lado, se
enmarca en un contexto global que se mueve entre las décadas del ´60 y ´70 ciclo
que ha influenciado en todo el proceso de radicalización de las juventudes
políticas.
Cuando hablamos de los 60’ y los 70’, lo estamos haciendo en referencia a la
utilización que hace Claudia Gilman de designar a este bloque como una época, a
la que define en términos de una historia de las ideas “como un campo de lo que
es públicamente decible y aceptable -y goza de la más amplia legitimidad y
escucha- en cierto momento de la historia, más que como un lapso temporal
fechado por puros acontecimientos, determinado como un mero recurso ad
eventa8”. Más adelante agrega, que aquella noción parece un concepto adecuado
para conceptualizar los años que van desde el fin de la década del cincuenta
hasta mediados de la década del setenta, dado que los modos actuales de
denominarlos, cristalizados según la periodicidad de los años terminados en cero,
no constituyen marcos explicativos satisfactorios ni permiten entender la
continuidad interna del bloque de los sesenta/setenta. Por otro lado, toma la
noción de época porque en todo el período observa el protagonismo de la
valorización de la política y la expectativa revolucionaria 9.
En relación a los estudios sobre la realidad Argentina, podemos encontrar
aquellos que han estudiado la lógica militarista y el papel que han jugado las
Fuerzas Armadas en la política 10. Por otro lado, el papel que tuvo la Iglesia
Católica en todo este proceso que se abre desde la interrupción democrática del
30’ y el surgimiento de la idea de la nación católica 11. Otros estudios han puesto el
8
GILMAN, C., Entre la pluma y el fusil. Debates y dilemas del escritor revolucionario en América Latina, Siglo
XXI, Editores Argentina, Buenos Aires, 2003, p. 36.
9
GILMAN, C., Op. Cit., p 38.
10
POTASH, R., El ejército y la política en la Argentina 1945 – 1962, Sudamericana, Buenos Aires, 1981;
ROUQUIE A., Autoritarismo y democracia, Estudio de política Argentina, Edicial, Buenos Aires, 1994.
11
MALIMACI, F., “El catolicismo Argentino desde el liberalismo integral a la hegemonía militar”, en FLOREAL F.
et al, 500 Años de Cristianismo en Argentina, CEHILA – Nueva Tierra, Buenos Aires, 1992; ZANATTA L., Perón
y el mito de la Nación Católica. Iglesia y Ejército en los orígenes del Peronismo 1943 – 1946 Sudamericana,
Buenos Aires, 1999; DI STEFANO R. y ZANATTA L., Historia de la Iglesia Argentina. Desde la Conquista hasta

2
foco en el papel del Estado y en las características del sistema político, mostrando
una creciente debilidad de los principales partidos 12. En otros casos el centro se ha
puesto en el accionar y participación política del movimiento obrero y de sus
dirigentes13. También diferentes estudios fijaron el eje en el papel que jugaron los
intelectuales en el período posterior a la caída del primer peronismo 14. En torno a
este período, Ollier15 ha hecho hincapié en la izquierda revolucionaria y en la
relación entre espacio público y privado y cómo afecta dicha relación a la
radicalización ideológica y política. Finalmente para consultar un estado de la
cuestión mucho más minucioso, se puede acceder al artículo de Luis Alberto
Romero,16 el cual pone el acento en cómo se desarrolló la violencia en la Argentina
durante la segunda mitad del siglo XX.
A continuación se expondrá un análisis de la bibliografía específica del
fenómeno a trabajar en la presente investigación, comenzando por ver cómo es
que se fue dando la unión de los estudiantes de las distintas universidades que
finalmente convergieron en el Frente Estudiantil Nacional.
Uno de los autores que se encuentra dentro de la temática abordada es el
periodista y escritor Alejandro Tarruella con su libro Guardia de Hierro. De Perón a
Kirchner 17. Tal como su título indica, el estudio comprende el devenir de Guardia
de Hierro desde sus orígenes hasta el gobierno de Néstor Kirchner. Su libro no
cumple con las normas de un estudio académico, lo que rápidamente es
comprobable en la inexistencia de un apartado que refiera a la bibliografía

fines del siglo XX, Mondadori, Buenos Aires, 2000.


12
O’DONNELL, G., El Estado Burocrático-Autoritario, Prometeo, Buenos Aires, 2010; CAVAROZZI M.,
Autoritarismo y Democracia 1955 – 1996, Eudeba, Buenos Aires, 2002; DE RIZ, L., La Política en Suspenso
1966 / 1976, Paidos, 2000.
13
JAMES D., Resistencia e Integración. El peronismo y la clase trabajadora argentina 1946-1976, siglo XXI,
Buenos Aires, 2005; TORRE J.C., El gigante invertebrado. Los sindicatos en el gobierno 1973 – 1976, Siglo XXI,
Buenos Aires, 2004.
14
TERÁN, O., Nuestros años 60’. La formación de la nueva izquierda intelectual en la Argentina 1956 – 1966,
Punto sur, Buenos aires, 1991.
15
OLLIER, M. M., La creencia y la pasión. Privado público y político en la izquierda revolucionaria, Ariel,
Argentina, 1998.
16
ROMERO, L. A., “La violencia en la historia Argentina reciente: Un estado de la cuestión”, en PÉROTIN-
DUMON A., ed., Historizar el pasado vivo en América Latina. Publicación electrónica en línea:
http://www.historizarelpasadovivo.cl/es_resultado_textos.php?categoria=Argentina
%3A+el+tiempo+largo+de+la+violencia+pol%EDtica&titulo=La+violencia+en+la+historia+argentina+reciente
%3A+un+estado+de+la+cuesti%F3n Consultado el 20-11-2011.
17
TARRUELLA, A. Guardia de Hierro. De Perón a Kirchner, Sudamericana, Buenos Aires, 2005

2
consultada o en el uso que hace de las entrevistas biográficas, acercándose más
a una investigación periodística. Exponiendo un sin número de contradicciones
entre los actores que relatan los sucesos, pero sin intenciones de analizar o
contrastar en ningún momento tales relatos con otras fuentes. Por esta razón, le
otorga una gran validez histórica a los discursos que exponen sus entrevistados,
sin tener en cuenta los significados que tuvieron los hechos relatados. En aquellos
casos en que hay diferentes interpretaciones sobre un mismo hecho histórico,
decide exponer las dos posturas, pero no busca un registro explicativo que permita
esclarecer la presencia de estas tensiones y ambigüedades discursivas, dejando
abierto su relato para que el lector saque sus propias conclusiones, confiriendo
así, un cierto halo de misticismo y suspenso que recubre a los personajes y a los
hechos, característico de un relato literario.
Más allá de esto, Tarruella pone el foco del análisis en Capital Federal y Gran
Buenos Aires. Esta elección de escala es aceptable debido a que Guardia de
Hierro, en sus comienzos, tiene una base de sustentación reducida a ciertos
barrios de Capital y localidades cercanas. En su estudio busca determinar los
antecedentes histórico-políticos y la forma en que éstos influyeron en el acontecer
posterior de la organización y de sus integrantes durante las décadas del ´80 y ´90
en Argentina. En este sentido intenta resaltar cómo durante el final de la última
dictadura se da una conversión de dicho grupo desde un ámbito eminentemente
político, hacia uno de carácter religioso, camino que propone Alejandro Álvarez,
fundador de la agrupación.
Dentro de las motivaciones que llevaron al autor a realizar este estudio sobre
GH, señala la singularidad de dicha organización dentro del movimiento peronista
y ésta se relaciona con su desarrollo. El autor plantea que: “[surge] como un
pequeño grupo, que alternó durante casi una década con los sectores rebeldes,
se convirtió en una de las organizaciones más numerosas antes de entrar en una
suerte de laberinto sinuoso y escarpado, donde se mixturaron los elementos
religiosos, ideas políticas, acuerdos con sectores de las FF.AA. y finalmente el
compromiso parcial de sus militantes con el menemismo.” 18

18
TARRUELLA, A., Op. Cit., p. 11

2
Una de las características de los estudios de los últimos años dentro de la
Historia Reciente es la utilización de la historia oral y en ese orden encontramos al
Programa de Historia Oral de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, el cual
apuesta a la utilización de la historia oral como una herramienta que permitiría el
rescate de la memoria social, tanto colectiva como individual. En este sentido,
pretende crear un espacio que promueva el campo de la historia y otorgue a la
comunidad un archivo oral y un acervo bibliográfico sobre la historia reciente
Argentina y Latinoamericana. De dicho programa forma parte el libro de Anchou 19,
perteneciente al proyecto “Historia del Peronismo, los relatos orales y la identidad
peronista”, Coordinado por Elsa Liliana Garulli. El presente libro se encuentra en la
colección Cuadernos de Historia Oral/Palabras de la Memoria editado por Imago
Mundi, que recopila los resultados de las investigaciones realizadas por los
integrantes del Programa.
La autora se aproxima a la temática de examinar que motivó a las militantes
mujeres de Guardia de Hierro a participar de una organización que por su nombre
se asociaba a la derecha y por ende, esencialmente machista, incorporando de
esta forma una marcada perspectiva de género. Las entrevistadas, “ex militantes
guardianas” son caracterizadas como un hibrido de “señora bien” de clase media
alta, pero con una sorprendente trayectoria de militancia de base, que hace que
sepan exactamente qué colectivo o tren tomarse para ir a cualquier lugar de
Capital o Gran Buenos Aires.
Con su libro busca alcanzar dos objetivos, por un lado, intenta restituir como
sujetos históricos, en muchas ocasiones olvidados, a las mujeres que se
incorporan a la militancia en los últimos años de la década del ‘60 en Argentina.
Por otro lado, se debe remarcar que la elección de los testimonios que conforman
el libro, corresponden a “…dos cuadros intermedios de Guardia de Hierro, que
militaron varios años en diferentes barrios…” 20. El hecho de que se hayan
seleccionado dos cuadros intermedios remite a la intención de conocer la manera
en que operaba el discurso oficial de la organización en la práctica del día a día de
la militancia barrial de estas mujeres.
19
ANCHOU, A., Op. CIt.
20
ANCHOU, A., Op. Cit., p. 8

2
A diferencia de algunos relatos de activistas mujeres que participaron de
organizaciones armadas, Anchou, considera que las “militantes de GH” no
sintieron presión por tener que neutralizar su feminidad acorde con el arquetipo del
soldado. Más bien, se resalta en ellas, el cuidado personal y el estereotipo
femenino. Además agrega que la militancia cotidiana en los barrios no tenía
marcadas diferencias entre hombres y mujeres. Sin embargo, Anchou también
sostiene que los varones detentaban el poder, conservando las jefaturas más
importantes. A su vez, hay una expresa inconformidad frente a un cierto grado de
nepotismo que permitía que accedieran a cargos superiores las mujeres de los
principales líderes. La autora hace notar que cuando sus entrevistadas ingresan a
la Organización Única del Trasvasamiento Generacional (OUTG), también se
21
integran al “arma femenina” de ésta, que organizaba actividades aparte de la
militancia en los barrios, y reunía a todas las mujeres de la organización en una
estructura paralela, existiendo un doble encuadramiento 22. Frente a esto la autora
sostiene que la intención de hacer esta separación por géneros no provino de las
propias mujeres, sino que fue una directiva de los jefes de la organización,
principalmente Alejandro Álvarez, con el fin de controlarlas.
La crítica más importante a remarcar en el estudio de Anchou se refiere a que
en su libro “Guardianas. Las mujeres de Guardia de Hierro”, las entrevistas que se
publican fueron hechas a mujeres militantes del Frente Estudiantil Nacional, que
en el año ´72 se incorporan a la OUTG y no a militantes de Guardia de Hierro. Es
decir, que en ningún momento, se puede observar en sus relatos que las
entrevistadas se integren como “guardianas” a las diferentes organizaciones, lo
que no quiere decir que hacia fines de la década del ´70, ya disuelta la OUTG,
cuando se vuelve a organizar GH, estas mujeres formen parte de esta nueva
experiencia. En el caso de que hayan atravesado este recorrido, en los
testimonios que contiene el libro no se observa tal camino. Este equívoco es
importante tenerlo presente porque durante todo el estudio previo a las
entrevistas, la autora las califica como guardianas.
21
Cabe aclarar que este término es el utilizado por los militantes tanto de Guardia de Hierro como del Frente
Estudiantil Nacional y refleja las distintas ramas de organización.
22
Esta característica de organizar a las mujeres en forma independiente es común a todas las organizaciones
del período, incluso de aquellas que no fueron hegemónicas.

2
Entonces, quedaría saber cuál fue la razón en la elección del nombre de la
obra. Podríamos intentar buscar dos interpretaciones, por un lado, diríamos que
fue una decisión editorial, en busca de ampliar las posibilidades de venta,
considerando que la agrupación GH quizás sea más llamativa al público en
general. Por otro lado, y en el mismo sentido de la crítica hecha más arriba, se
podría pensar que la autora cree que la OUTG en realidad fue una mera expresión
de GH y no la fusión entre ésta y el FEN. Esta construcción le otorgaría las
herramientas discursivas para considerar que lo único que hicieron aquellos
militantes que formaban parte del FEN fue integrarse a Guardia de Hierro y es
desde este lugar que le permitiría hablar de guardianas y no de fenicias. Esta
última interpretación recorre todo el libro con lo cual nos da la pauta de la razón
por la cual se eligió ese nombre y no otro.
Otro de los libros en los cuales se trabaja el Frente Estudiantil Nacional en un
segundo plano es Combatientes de Perón, Herederos de Cristo del sociólogo
Humberto Cucchetti23. El mismo posee un mayor desarrollo de la temática general
y es quizás, a su vez, el más riguroso en términos académicos e historiográficos
de todos los autores que estudian este proceso, por la utilización de entrevistas,
de fuentes escritas y audiovisuales y por hacer un estudio previo con un estado de
la cuestión sumamente amplio.
En cuanto a su objeto empírico de análisis, éste aborda las trayectorias
individuales y organizacionales en términos de militancia para explicar las formas
de pasaje y articulación político religiosa en organizaciones de cuadro. Ese objeto
se materializa más que nada en el estudio de las trayectorias políticas de Guardia
de Hierro. Comienza su relato exponiendo que ésta tuvo su origen en el núcleo de
militancia de aquella “primera juventud peronista” de 1964 donde surgieron
diversos espacios. Desde las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), el Movimiento
Revolucionario Peronista (MRP), pasando por Guardia de Hierro hasta llegar al
Comando de Organización (CdeO), entre otros grupos. En este abanico
organizacional, Guardia de Hierro, cuyo principal líder fue Alejandro “Gallego”
Álvarez, constituyó un entramado político particular aunque su especificidad no se
23
CUCCHETTI, H. Combatientes de Perón, Herederos de Cristo. Peronismo, Religión Secular y Organizaciones
de Cuadros, Prometeo Libros, Buenos Aires, 2010

2
diferencia de los rasgos generales del militantismo de los años sesenta y setenta.
Sus orígenes hay que rastrearlos en la llamada Resistencia Peronista.
El autor plantea que conociendo algunos tópicos clásicos de este grupo puede
brindarnos un panorama bastante acertado acerca de la militancia de esos años. Y
justamente uno de ellos tiene que ver con que las condiciones de la proscripción
fortalecieron el sentido heroico de la pertenencia al movimiento peronista. 24
Asimismo las condiciones plantearon que el único bagaje disponible con que
contaba dicha resistencia era la legitimidad popular, obrera y cristiana, pero con
tintes anticlericales de la identidad peronista.
El análisis de las trayectorias de militantes de GH y del resto de las
agrupaciones que conformó, le permitirá desentrañar distintas dimensiones
vinculadas a la pertenencia de ciertos clivajes políticos, a las perspectivas sobre
las religiones seculares, las organizaciones político-religiosas, las relaciones entre
individuos y organización y entre organizaciones masivas y organizaciones de
cuadros. En otras palabras, permite el estudio de las transformaciones políticas
acaecidas en las últimas décadas, caracterizadas por una crisis de cierto
militantismo. Finalmente, considera que este mismo objeto empírico, atraviesa
problemáticas diversas ubicadas entre lo político y lo religioso. En cuanto a lo
primero, fue una organización que apuntó a formar cuadros para intervenir en la
política como dirigentes. En torno a lo religioso, la relación se ve cuando se crea,
en el periodo posterior al ´83, una comunidad católica de creyentes.
Es necesario remarcar que cuando postula la idea de organización de cuadros
se refiere a las modalidades de participación política canalizadas en agrupaciones
que no pueden ser definidas estrictamente como partidos políticos. Sin embargo,
el objetivo de construir o tomar el poder en estas entidades es fundamental. De
esta forma, la organización adquiere un protagonismo central en la vida de sus
miembros, concibiéndolos como militantes que en el futuro y a partir de su
organización se convertirán en líderes o dirigentes.
En este proceso se da un pasaje de individuos a militantes para devenir
finalmente en cuadros. Esta modalidad que asume la política para este período en

24
CUCCHETTI, H., Op. Cit., p 71.

2
particular, lleva a que las organizaciones de cuadros y el militantismo se
transformen para muchos de sus integrantes en el criterio único y excluyente de la
representación política. En torno a la idea de militantismo que propone Cucchetti,
éste supone un conjunto de dinámicas religioso-seculares, que ven en el
individuo-cuadro a un sujeto ungido para transformar la sociedad y a su vez es el
encargado de mantener un nexo entre “las masas y el pueblo”. Es a partir de esta
visión que la OUTG es abordada con la categoría de “religión secular”,
otorgándole un aditamento particular al objeto de estudio. Por un lado, el abordaje
de las trayectorias de la OUTG le permite observar el camino que recorre el
militantismo de los ´60 y ´70 hacia la política partidaria consolidada con el retorno
de la democracia. Pero por otra parte, la noción de religión secular, nos conduce a
observar también, un proceso de comunitarización y referenciación católica que
provienen del mismo militantismo. Es decir, se ve la metamorfosis de un universo
nacionalista, de fuerte raigambre peronista con las redes de la democracia
partidaria y con redes de conversión católicas.
Amparado en la perspectiva de un sociólogo que intenta rehacer, a partir de la
recuperación de fenómenos históricos para su análisis, preguntas problemáticas,
dimensiones más amplias y profundas de la vida social, retoma distintas
categorías (como iglesia, secta, orden religiosa y misticismo) de Max Weber, Ernst
Troeltsch y Jean Séguy y las critica a partir de la densidad de los elementos
empíricos hallados.
Sin embargo el autor aclara que no pretende extrapolar un modelo de
interpretación propio del mundo de las religiones a un caso que pertenece a las
organizaciones políticas, tal como entiende ha hecho Tarruella al ver las
trayectorias de GH como un pasaje de la política a la religión, debido a los
caminos que toman los integrantes de dicha organización entre las décadas del
´80 y ´90 conformando la Orden de María 25. Cucchetti no está de acuerdo con esta
perspectiva porque considera que la visión política es una constante aunque es

25
Para ampliar esta temática, ya que no será tratada en el presente trabajo. Ver: CUCCHETTI H., “De la
resistencia peronista al comunitarismo católico: un linaje de conversión católica en trayectorias justicialistas”,
en: Nuevo Mundo Mundos Nuevos, Número 7, EHESS, Paris 2007. Disponible en URL:
http://nuevomundo.revues.org/document3847.html

2
justamente este devenir religioso que toma el grupo el que le permite un
tratamiento en relación a categorías extraídas del estudio de las religiones, por
considerar que la organización brindaba un espacio de religión secular.
Finalmente, en el apartado dedicado al FEN antes de la unión con GH,
comienza el capítulo marcando las particularidades de la organización
(especificidad universitaria, falta de antecedentes sólidos en el peronismo y en el
movimiento obrero y una presencia en las principales ciudades y regiones del
país) y sostiene que reconstruirá el armado del FEN a través de testimonios,
principalmente el de Roberto Grabois, dirigente del FEN en Buenos Aires. Se
atraviesan las temáticas concernientes a la participación estudiantil en la vida
política, al interior de los claustros como hacia el exterior. Habla de un proceso de
nacionalización del estudiantado que derivaría en la posterior peronización y
fusión con GH conformando la OUTG. El capítulo se cierra exponiendo un caso
particular de la organización del FEN en el interior del país, la Línea Nacional
Mendoza, que permitiría mostrar este proceso a partir de una escala más acotada.
Sin embargo, cuando se realiza dicho análisis, en éste no se cuentan ni hechos ni
características que den una idea del accionar, ni cómo se va dando el proceso de
formación. Más bien, toca temas más generales y que se relacionan con los
objetivos del libro, habla del calificativo de izquierda y derecha, de la procedencia
de los militantes, expone razones que van llevando hacia la cercanía con Guardia
y retoma la temática de la peronización.
Finalmente nos encontramos con la investigación de Marina Reta 26, quien a
diferencia del resto de los autores aquí tratados, es la única que tiene como objeto
de estudio al Frente Estudiantil Nacional (FEN), lo cual no quiere decir que
aquellos que se interesan sobre esta problemática general, dícese GH o la OUTG,
no lo estudien, sino que simplemente el centro de su atención está puesto en otro
lado y dicha agrupación es incorporada al análisis porque participa del juego
político que se está investigando. Es decir que quienes tienen puesto el foco en

26
RETA, M. A., “El Frente Estudiantil Nacional (FEN): Juventud y Estudiantado en el proceso contestatario de
los años ´60 en Argentina,” Antítesis, Vol. II, nº 4, Universidade Estadual de Londrina, Londrina, Brasil, 2009,
pp. 1059 – 1093.

2
Guardia de Hierro inevitablemente deben sumar un análisis del FEN debido al
proceso de fusión que atravesaron ambos grupos.
Creemos que una de las hipótesis más acertadas tiene que ver con aquella que
plantea la autora en la cual, el FEN se propone romper con la institución
universitaria como instrumento de reproducción de un sistema de privilegios, o
sea, se pretendía la creación de una universidad que no estuviera alejada del
conjunto de la sociedad y postular la necesidad de que los estudiantes tengan un
rol activo en las lucha populares, acompañando al pueblo. En este punto se da el
acercamiento al peronismo, ya que el FEN no pretende ir a la búsqueda de un
movimiento obrero a la medida de la imaginación de las agrupaciones
estudiantiles de izquierda, sino que lo acepta tal cual es, lo que querría decir que
desde su punto de vista los obreros eran considerados peronistas y por tanto la
unión se debería dar con dicho movimiento. Desde su posición no se pretendía
cambiar la cabeza a la clase obrera, más bien lo que se pretendía era aprender de
sus experiencias y así unir la lucha estudiantil con la lucha nacional.
Para llevar a cabo este análisis Reta parte de la experiencia abierta por el golpe
de Estado que destituyó al peronismo en 1955. Es decir, busca mostrar que la
caída de Perón tuvo el apoyo activo de las capas medias y del ámbito
universitario, para después ver cómo aquellos comenzaron a experimentar un
proceso de acercamiento al peronismo. Esa aproximación se da desde un sector
del movimiento estudiantil. La organización aquí estudiada era considerada como
una agrupación universitaria “de pasaje al peronismo” buscando una inserción
genuina en el mismo, vinculándose a sectores del peronismo histórico
provenientes de la Resistencia y al trabajo barrial. Es justamente éste desarrollo el
que pretende analizar la autora.
Finalmente, en este proceso de peronización, el FEN muestra una diferencia y
ésta reside en que se plantea hacia el interior de la agrupación una
despersonalización, y una posterior conversión al peronismo. La autora le otorga
una marcada importancia a la noción de conversión, haciendo referencia a la idea
de la construcción de una nueva identidad política, en donde la premisa de
“dejarse transformar por el peronismo” cobra una relevancia importante para dar

2
cuenta de ese proceso gradual y cada vez mayor de identificación; y donde
además entiende a la “peronización” en tanto conversión, como construcción
discursiva que les permitió a los actores legitimar su ingreso.
Reanudando el análisis de cuestiones globales que guían el presente trabajo y
con razón de que nuestro objeto de estudio es una agrupación estudiantil,
consideramos necesario caracterizar, qué se entiende por juventud y cuál es su
especificidad en la cultura juvenil argentina que comienza a originarse entrada la
década del 60’.
Lo primero que debemos aclarar sobre la definición de juventud es que es una
construcción social e histórica. Frente a ello, Bourdieu considera que la división
entre las edades es arbitraria 27. En este sentido, la juventud es entendida como un
periodo intermedio en la vida de las personas en el que ya no se es ni un niño ni
un adulto. Como todo grupo social, su significado, desarrollo, forma, contenido y
duración dependen del orden económico, social, cultural y político de cada
sociedad, de su localización histórica y del modo en que cada grupo es construido
en una sociedad.28 El surgimiento de este grupo con sus características propias
fue favorecido por los cambios producidos en la modernización económica, social,
política y por el desarrollo del Estado moderno: las transformaciones de las
relaciones laborales como consecuencia de la industrialización, el establecimiento
de la educación obligatoria y la posibilidad de ejercer sus derechos de ciudadanía.
Todo esto influyo en el proceso de configuración de la juventud como un grupo
social distinto a los adultos.
Uno de los problemas que pretendemos sortear es el que Cecilia Braslavsky
denomina “el mito de la juventud homogénea” 29, el cual consiste en identificar a
todos los jóvenes con algunos de ellos, estableciendo un modelo único y estático
de “joven”, es decir, que según el tipo de joven que se tenga en mente, este será

27
BOURDIEU, P., La “juventud” no es más que una palabra, en: Sociología y cultura, Grijalbo-Conaculta,
México, 2002, p. 163
28
SOUTO KRESTIN, S.,” Introducción: Juventud e Historia”, en: HISPANIA. Revista Española de Historia, Vol.
LXVII, núm. 225, 2007, p. 12
29
Citado en: MARGULIS, M. Y URRESTI, M., “La juventud es más que una palabra”, en: ARIOVICH L. (et al.),
editor MARGULIS M., La juventud es más que una palabra, Editorial Biblios, Buenos Aires, 1996, pp. 4-5. En
líneaURL:http://www.atencapital.org.ar/sites/default/files/Margulis-
UrrestiLAJUVENTUDESMASQUEUNAPALABRA.pdf Consultado el: 20/08/2012.

2
el patrón y la medida con el que se identificara a los jóvenes en general. Por ende
no se debe pretender unificar las condiciones y oportunidades que se les
presentan a los jóvenes, ya que las diferencias económicas, sociales, políticas,
culturales y étnicas marcan profundas desigualdades en la distribución de los
recursos, con lo cual los propios niveles de experiencia de los jóvenes se alteran
en cada sector social y contexto histórico.
Continuando con esta temática Bourdieu, marca una diferencia fundamental
entre dos juventudes, que surgen de la comparación entre las condiciones de vida,
el mercado de trabajo, el tiempo disponible, la posibilidad de acceso a la
educación superior, etc. Estos dos grupos son, por un lado, los jóvenes que ya
trabajan y, por el otro, los adolescentes de la misma edad (biológica) que son
estudiantes.
Considerando que la juventud es una construcción cultural, se debe tener en
cuenta que esta posee una relación inmanente con la edad, es decir que está
relacionada con la temporalidad. Dicho carácter hace referencia a fenómenos
culturales que poseen una propia especificidad y cuando a ésta se la relaciona con
la historia y las características de cada sociedad es que empezamos a hablar de
generaciones.
La generación alude a la época en que cada individuo se socializa y con ello a
los cambios culturales que caracterizan su tiempo. En relación al hecho de la
generación Margulis y Urresti consideran que, “Cada época tiene su episteme, y
las variaciones epistémicas son percibidas y apropiadas con toda la intensidad,
durante el proceso de socialización, por los nuevos miembros que va
incorporando la sociedad. Por lo tanto las generaciones comparten códigos, pero
también se diferencian de otras generaciones” 30. En este sentido una generación
no se constituye por el hecho de que se haya nacido cronológicamente en el
mismo tiempo, sino que lo que la constituye es la posibilidad que se adquiere en
dicho periodo de participar en los mismos sucesos y vivencias, es decir, una
hermandad frente a los estímulos de una época, frente a los acontecimientos de
los que se puede dar cuenta como actor directo como testigo o como

30
MARGULIS, M. Y URRESTI, M., Op. CIt., pp.5-6

2
contemporáneo. Sobre ellos es que se constituye la experiencia que condiciona y
conduce la formación de los jóvenes. Incluso las viejas generaciones que
comparten un mismo período y están presentes al momento de incorporar estas
vivencias junto con la juventud, no se puede esperar que se tengan las mismas
percepciones, ni mucho menos atribuirles una pertenencia a una misma
generación31, con lo cual ser integrantes de una generación distinta significa
poseer diferencias en el plano de la memoria.
Entonces ser joven no depende solamente del sector social en el que le toca
vivir, de las oportunidades a las que pueda acceder o a la edad biológica que se
posea. Sino que también se debe incorporar el hecho generacional, es decir las
circunstancias culturales, sociales e históricas en las cuales este grupo se ha
socializado con sus particularidades y sus modos de percibir y apreciar a la
sociedad, elementos que marcan una diferencia con las generaciones ya
socializadas.32
Hobsbawm, en su clásico libro Historia del Siglo XX, considera que la cultura
juvenil que surge desde mediados de la década del ´50 y durante la década del
´60, se convirtió en la matriz de una revolución cultural 33, manifestándose en una
gama de críticas a distintos aspectos de la vida cotidiana. La crisis del tipo
hegemónico de familia y de los tradicionales roles masculino y femenino, el auge
de los nuevos movimientos sociales y la vitalidad que alcanzan sus
cuestionamientos (ecología, pacifismo, la cuestión de género, etc.), las críticas a la
filosofía del progreso, la problemática de la revolución entendida como la toma del
poder, son tan solo algunos de los cambios que se producen en estos años.
Siguiendo en esta línea, en su análisis de las generaciones Karl Mannheim 34,
desliza la idea de que en ciertas épocas favorables a la expansión de una
determinada ideología, esta puede ganar terreno entre las diferentes situaciones
31
MANNHEIM, K, “El problema de las generaciones”, en: Reis, Nº62, 1993, p. 216. Disponible en URL:
http://www.reis.cis.es/REISWeb/PDF/REIS_062_12.pdf
32
Tomando las palabras de Funes María Jesús entendemos la socialización como: “Al tiempo que un
individuo asimila una cultura y aprende a verse y comportarse como miembro de una colectividad.(…) La
socialización ha de ser entendida como el desarrollo de un aprendizaje dinámico que no consiste tanto en la
adquisición pasiva y acrítica de conocimientos, como en la generación de un intercambio donde cada sujeto
interactúa con su medio”
33
HOBSBAWM, E., Historia del Siglo XX, Critica, Barcelona, 1996, p. 331.
34
MANNHEIM, K., Op. Cit., p. 227

2
de clase y que a su vez puede captar miembros que nacieron en otros períodos e
incorporarlos a una determinada generación, situación que hace posible además,
una mixtura entre generaciones y juventudes diferentes. Es decir, que en un
contexto que favorecía la expansión de críticas al sistema político, económico,
social o cultural, era esperable que las ideas relacionadas con la radicalización de
la sociedad se desarrollara más fácilmente y calara hondo en las clases medias y
altas, que serán las que formarán al estudiantado universitario argentino.
Retomando las metas generales de esta investigación, que son el auge de la
militancia política, el fenómeno de peronización de los sectores medios y la
politización de las juventudes, todas ellas en relación al estudio particular de los
orígenes de la agrupación estudiantil FEN y como ésta fue mutando en sus
concepciones a lo largo de su historia, resulta imprescindible detallar las
herramientas metodológicas de las que nos servimos para su estudio. El alcance
del objeto de estudio se incluye dentro de las perspectivas y enfoques de la
historia social y la historia política. Desde la Historia Social, intentando identificar y
examinar en su dinámica propia las distintas formas de organización que
componen la sociedad y los acontecimientos que alteran la estructura en los que
participan los agentes, marcando ritmos, procesos de cambios y continuidad, con
intereses contradictorios y estrategias disímiles 35. Y desde la Historia Política
repensando la conformación de comunidades políticas y los procesos de extensión
de ciudadanía desde una perspectiva que rescata la participación de diversos
actores, las condiciones históricas en las que construyen sus identidades y
realizan elecciones, así como los marcos culturales a través de los cuales se
involucran con las instancias del poder36.
La metodología utilizada parte de la búsqueda y registro exhaustivos de las
fuentes estatales y de las colecciones y reservorios localizados en el CEDINCI
(Centro de Documentación e investigación de la Cultura de Izquierda en
Argentina), ubicado en la Ciudad de Buenos Aires. Un primer diagnóstico de la

35
MOREYRA, B., “Los desarrollos de la historia social contemporánea: ¿Hacia un nuevo giro social?” En:
MALLO, S. y MOREYRA, B. (comps.), Miradas sobre la historia social en la Argentina a comienzos del siglo XXI,
CEH “Prof. Calos A. Segreti” / CEHAC, Córdoba-La Plata, 2008.
36
BONAUDO, M., “Historia y Antropología. Diálogos posibles” en Actas del Primer Congreso Latinoamericano
de Antropología, Universidad Nacional de Rosario, Rosario, 2005, pp. 365-373.

2
documentación indica la presencia de lagunas, importantes falencias de
continuidad y falta de homogeneidad en la información que proporciona. Esto no
constituye un impedimento definitivo ya que la interpretación de la documentación
permite dotarla de un alto grado de confiabilidad, encontrando su sentido en una
síntesis que restituya su trama significante. Asimismo también se recurrirá al
armado y puesta en marcha de entrevistas realizadas un tiempo atrás y de cuyas
características y particularidades se expondrán más adelante.
Concretamente las fuentes con las cuales trabajaremos serán escritas, fílmicas
y orales. Entre las primeras están los diarios de la época de circulación habitual
como “La Capital”, “La Tribuna” y “Crónica”, y el “Periódico del FEN” 37. Otro de los
periódicos internos que se tomaron fue el de “Trinchera de la Juventud Peronista”
editado también en Buenos Aires en 1973, principal publicación de la Organización
Única del Trasvasamiento Generacional. Para tener una perspectiva más amplia
desde el punto de vista estatal, nos servimos de los archivos de la ex Dirección
General de Informaciones de Santa Fe (DGI) que contiene uno de los pocos
acervos localizados a nivel nacional que se inscriben dentro de los llamados
Archivos de Inteligencia o Archivos Ideológicos, entre ellos antecedentes, fichas
personales, informes sobre instituciones y diversas entidades, impresiones tales
como volantes y panfletos, recortes periodísticos y partes policiales. Los últimos
cuatro recursos son los utilizados para este trabajo. Teniendo en cuenta el
funcionamiento de la agrupación estudiantil a nivel local es que recurrimos a
panfletos editados aquí en Rosario entre 1970 y 1973, con un claro fin de
propaganda política y atendiendo específicamente a la alianza que debe existir
entre los estudiantes y el pueblo para enfrentar exitosamente a la dictadura.
La crítica histórica de las fuentes presenta el problema básico de todo texto: la
producción de sentido y la lectura de lo que hay y no hay en su interior. Debemos
prestar atención al escenario social de producción y al ámbito en el que se
inscribe, circula y es consumido, es decir, la coyuntura y los actores involucrados y
el universo de prácticas que sustentan su enunciación.

37
Documento interno de la agrupación editado en Buenos Aires, en el que se analiza la situación general de
la Universidad y el estudiantado en relación al movimiento obrero

2
Las fuentes fílmicas serán las producidas por Octavio Getino y Fernando “Pino”
Solanas pertenecientes al grupo Cine y Liberación. La primera de ellas es “La
Hora de los Hornos” un documental histórico que muestra la dependencia
económica, social y cultural de la Argentina. Estuvo dividido en tres partes de las
cuales nos centramos en la segunda llamada “Acto para la liberación”, por tomar
específicamente el movimiento estudiantil y distintas interpretaciones de sus
dirigentes. La segunda filmación es “Actualización política y doctrinaria para la
toma del poder”, que presenta una entrevista realizada al general Perón en Madrid
cuyo discurso nos brinda una interpretación de la significación del Trasvasamiento
Generacional.
Otro de los instrumentos metodológicos que guiarán el futuro trabajo será la
utilización de la historia oral. Una de las principales razones que nos llevan hacia
la elaboración de entrevistas tiene que ver con que ni GH ni el FEN se
caracterizan por realizar una gran cantidad de documentación escrita (con la
excepción de la revista “Trinchera de la Juventud Peronista” y “Hechos e ideas”
dirigida por Amelia Podetti, pero ambas editadas en Capital Federal). De otra
forma, la construcción del momento histórico en que vivieron estos actores estaría
falto de matices o incluso podría perderse. Sin embargo no debemos caer en el
supuesto de que los resultados de las entrevistas nos acerquen a la “historia
instantánea”38. Más bien, en ellas a lo que se accede es a los recuerdos, y estos
han sido construidos, reconstruidos y resignificados con el pasar de los años o
incluso por el mismo entrevistador que puede ir guiando el relato con las
preguntas y acotaciones que realiza. Con el fin de eludir estas problemáticas, los
historiadores debemos tomar estos relatos como indicios para luego poder
contrastarlos con otras fuentes e interpretarlos en su carácter histórico. En la
misma línea se entiende que la memoria no es un cúmulo de datos sino que
“representa un activo proceso de creación de significados” 39, con lo cual, por más
que esta memoria conlleve ciertos olvidos, siempre va a estar reclamando la

38
SCHWARZSTEIN D, “Historia Oral, Memoria e Historias Traumáticas” en II Encontro Regional Sul de História
Oral, realizado em Sao Leopoldo/Rs, Em Maio de 2001, p 79.
39
PORTELLI, A, “Lo que hace diferente a la Historia Oral” en Schwarztein, D., (comp.), La Historia Oral, Centro
Editor de América Latina, Buenos Aires, 1991, p. 45.

2
construcción de una narración que sea funcional a las necesidades de la persona
que está brindando el testimonio.
Las entrevistas realizadas fueron hechas personalmente y estructuradas de
forma abierta, queriendo decir con esto que los entrevistados podían explayarse
tanto como quisieran. Sin embargo, se preparó un cuestionario previo con un
criterio cronológico partiendo desde los inicios de su militancia, la cual podía
encaminarse tanto en el ámbito universitario como en el secundario, que podía
modificarse y atender otro orden de preguntas según lo exigiera el diálogo. Todos
los militantes entrevistados fueron estudiantes de diversas carreras y tuvieron
activa participación política en alguna de las instancias de la Universidad. La
utilización de las entrevistas pretenden ser herramientas de las cuales valerse a la
hora de describirnos cómo se vivía la militancia en esa época en Rosario, cuáles
eran las acciones que llevaban a cabo, qué redes de relaciones se tejían y los
escenarios en los cuales se desenvolvían, y para todo ello nada mejor que orientar
las preguntas hacia la vida estudiantil propiamente dicha. Los primeros pasos que
dieron estas personas en la militancia y su trayectoria política posterior hasta la
disolución de la organización dual. Las vivencias propias de la vida estudiantil y
política de los testimoniantes permitirían, creemos, profundizar en algunos de los
problemas enunciados más arriba. Por lo tanto, la información sistematizada será
triangulada, interpretada y procesada, lo que permitirá que las hipótesis que se
hayan ido formulando en el transcurso de la investigación sean corroboradas,
abandonadas o reformuladas. Se procederá a la explicación de las diferentes
variables sobre la base de la contrastación teórica y empírica y a la construcción
de un vocabulario e instrumentos precisos que posibiliten recuperar los sentidos y
modalidades de la vida histórica por parte de los agentes desde una postura
reflexiva crítica y un abordaje histórico y regional.
Existen un sin número de autores que se dedican al estudio de la Historia Oral y
a medida que pasa el tiempo, éstos se van complejizando de acuerdo a los
nuevos interrogantes. La elección de construir las fuentes orales apunta más que
nada a utilizar una herramienta distinta que quizás no es tan habitual pero también
tiene que ver con el hecho de que fenómenos como la militancia, ubicada en un

2
tiempo y un espacio preciso puede conocerse más detalladamente a través de las
vivencias de sus propios protagonistas, quizás de otro modo se perdería buena
parte del universo de sentido del período. En muchas ocasiones, los que se
dedican a la Historia Oral se ponen de acuerdo con respecto a ciertos parámetros
manifestados en sus estudios. Dora Schwarztein 40 en su artículo explica el
concepto de Frederick Barlett sobre el proceso de recordar, y afirma que está
asociado mucho más a la construcción que a la mera reproducción y agrega que
nunca tenemos acceso a la memoria sino al recuerdo, y éste es siempre una
reelaboración de lo que “realmente ocurrió”.
Siguiendo a la misma autora pero desde otro artículo, ésta plantea retomando
las ideas de Paul Thompson que “es esencial tener en cuenta que en la entrevista
se mezclan dos tipos de significados, por un lado la información explícita y por el
otro la manera en que está contada, revela las estructuras mentales, culturales e
ideológicas. Esto trae como consecuencia que los trabajos de historia oral puedan
por un lado reconstruir e interpretar hechos del pasado a través de la recuperación
de distintas perspectivas, hasta ese momento desconocidas y a la vez interpretar
cambios en la conciencia y encontrar sentido no sólo a lo que la gente dice sino
también a lo que no dice”41.
Existe un lugar bastante común que expone a la historia oral en América Latina
como aquella que tiende a rescatar y colocar en el centro de la historia a
personas, o a grandes masas cuya contribución al proceso histórico ha sido
ignorado o dejado de lado por la historia oficial. Desde esta perspectiva se
entienden perfectamente los beneficios que conlleva la utilización de la historia
oral, pero también es importante agregar que puede ser utilizada para el estudio
de las elites en tanto que se amplía la documentación existente y en tanto los
problemas que se quieren abordar se relacionen directamente con la metodología
a utilizar. Hablar de la militancia en tanto fenómeno generacional ya tiende un
puente directo hacia el manejo de las estrategias específicas que permiten dar
sentido a las entrevistas.

40
SCHWARZSTEIN D., Op. Cit., p. 74.
41
SCHWARZSTEIN, D., “Introducción”, en: SCHWARZSTEIN, D (comp.) La historia oral. Centro Editor de
América Latina, Buenos Aires, 1991, p. 15.

2
En fin, el trabajo está estructurado en cinco capítulos, el primero de ellos apunta
a la reconstrucción del contexto histórico-político y social entre las décadas del 60’
y principios de la 70’ haciendo principal hincapié en lo que respecta a las
características de la Juventud Argentina; en el capítulo dos se analizan los
orígenes del Frente Estudiantil Nacional, su vinculación con la ideología marxista a
través de las fuentes ideológicas de las que se nutrían y las acciones concretas
que llevaban a cabo y por último su estructura interna en la ciudad de Rosario. El
capítulo siguiente analiza el proceso de acercamiento al peronismo a partir de las
relaciones que se entablan con la CGTA como medio de integración al movimiento
liderado por Perón, entendiendo que la agrupación estudiantil veía a los
trabajadores como el principal representante de aquella identidad política. En el
capítulo cuatro se expone la experiencia histórica de la agrupación peronista
Guardia de Hierro con el objetivo de caracterizarla, por ser el espacio en el que
confluye el FEN y dando cuenta del lugar de posicionamiento dentro del
peronismo. Por último, el capítulo cinco indaga sobre los supuestos de la fusión
entre las dos organizaciones, es decir lo que corresponde a la Organización Única
del Trasvasamiento Generacional (OUTG) y la resignificación que hizo el FEN del
movimiento peronista.

2
Capítulo 1.
Algunas consideraciones sobre el contexto político
social.

Es necesario describir qué características precisas tuvo el contexto político y


social de la época, debido a su estrecha relación con el nacimiento del FEN. Los
conflictos coyunturales contienen rasgos definidos que irán dando forma al período
general 1966 – 1976. La nueva dictadura militar implantada por el general Juan
Carlos Onganía, ponía el nombre de Revolución Argentina al proceso iniciado,
dejando atrás a la Unión Cívica Radical de Arturo Illia. El ´66 vino a poner fin a una
etapa de conflictos, utilizando la autoridad del Estado a favor del empresariado
nucleado en diversas corporaciones. Para cumplir con este objetivo la Revolución
Argentina disolvió las organizaciones políticas, reprimió al movimiento sindical e
intervino las universidades. El peronismo respondió ante esta situación con una

2
postura ambivalente, sin condenar directamente a la dictadura, lo que quizás
tenga que ver con el hecho de que poseía una carta muy importante, y esta era la
conservación de los sindicatos como canal de expresión. 42 Tal apoyo puede verse
en el acto de asunción del general Onganía al que asistieron Vandor (UOM),
Alonso (Vestido) y Prado (secretario general de CGT).
La dictadura instalada en el ´66 se propuso generar cambios profundos y
estructurales en Argentina, y para lograrlo debería clausurar la política, es decir
erradicar todo el sistema de partidos, debilitado por la prolongada proscripción del
peronismo. Tal acción es entendida como el cierre de las actividades y disputas
que desarrollaron los actores encarnados en los diferentes partidos políticos. Es
decir, se clausuraron los espacios donde dichos partidos intervenían dentro de los
engranajes del Estado. Debido a esto, la política se encauzó por otros canales,
lugares que siempre existieron pero que en estas condiciones se vuelven
preeminentes como pueden ser la actividad sindical, universitaria, barrial, etc., las
cuales podrían ser entendidas como prácticas políticas no tradicionales.
Además el Estado embargó todos los bienes de estas organizaciones y pasaron
a formar parte del patrimonio del gobierno. Con estas acciones lo que se logró fue
equiparar la situación del peronismo al resto de los partidos políticos, pero con una
significativa diferencia y es que éste contaba con los sindicatos para poder hacer
oír sus demandas. El papel dual que poseerán los mismos debido al proceso que
se abre con la caída del primer peronismo, ya ha sido expuesto por Juan Carlos
Torre.43
Portantiero44 habla de que los ideólogos de la Revolución Argentina plantearon
sus objetivos a través de un esquema dividido en tres tiempos sucesivos. El
tiempo económico, el tiempo social y el tiempo político. Este orden, a su vez,

42
JAMES D., “Los dirigentes sindicales peronistas son asediados: nuevos actores y nuevos desafíos”, en:
Resistencia e Integración. El peronismo y la clase trabajadora argentina 1946-1976, siglo XXI, Buenos Aires,
2005
43
“En la Argentina la centralidad de los sindicatos, […] esta reforzada además, por los efectos derivados de
las vicisitudes del proceso político posterior a 1955. Las reiteradas proscripciones recaídas sobre el partido
peronista llevaron a los sindicatos a desempeñar, junto a su función propia de la defensa profesional de los
trabajadores, la función `sui generis´ de representarlos también en sus lealtades políticas” en: TORRE J. C.,
Los sindicatos en el Gobierno 1973-1976, CEAL, Buenos Aires, 1983, p.12
44
PORTANTIERO, J. C. “Economía y política en la crisis Argentina 1958 - 1973”, en Revista Mexicana de
Sociología XXXIX (nº 2), México 1977, pp. 544 y 545.

2
podría traducirse en la sucesión de dos etapas: una de acumulación de riquezas y
poder que favorecería el sostén del autoritarismo militar y permitiría la restauración
económica a favor de los capitales transnacionales y una segunda etapa, donde
se llevaría a cabo una distribución de lo acumulado y una apertura regulada del
sistema político.
Con el objetivo puesto en reprimir al comunismo, esta acción finalmente se
extendió a todas las expresiones de pensamiento crítico. Aquí, el blanco principal
fue la Universidad, catalogada como el principal foco de infiltración. La policía
terminó por ocupar las facultades de la UBA y reprimió a docentes y alumnos. Esta
forma de actuar al poco tiempo se cobro la primera víctima con el asesinato de
Santiago Pampillón en Córdoba. Las universidades fueron intervenidas y se acabó
con la autonomía académica. Lo que derivó en una importante catarata de
renuncias de docentes y en la reaparición de los grupos tradicionalistas, clericales
y autoritarios que habían predominado durante los años anteriores a la caída del
peronismo en el ´55. En Santa Fe el nuevo rector de la Universidad del Litoral fue
Manuel Joaquín de Juano, ex director de la Escuela de Derecho de la facultad de
Ciencias Económicas. En el acto de asunción estuvo presente toda la cúpula
política de la provincia y del municipio. El contraalmirante porteño Eladio Vázquez
como gobernador y Luis Beltramo como nuevo intendente.
En este contexto el Ministerio del Interior, al cual se le había traspasado la
administración de las universidades, disolvió las agrupaciones estudiantiles, hecho
que no logro frenar la reacción de los estudiantes al producirse el asesinato de
Santiago Pampillón. Éstos propusieron un paro estudiantil, se tomaron varias
facultades, y se realizaron continuas movilizaciones en las calles. Con el paso de
los días la agitación fue mermando, pero permaneció latente durante un tiempo,
para resurgir durante las movilizaciones sociales del año ´69. Comúnmente este
proceso es visto como una de las consecuencias que derivaron en la lucha
armada y en la violencia desde abajo realizada por las organizaciones que la
implementaron y que caracterizaron a la década del ´70. Sin embargo,
consideramos que ésta no fue la única opción, sino que más bien existía un

2
cúmulo de caminos diferentes para alcanzar la revolución. Es precisamente una
de estas otras opciones la que pretendemos analizar aquí.
Una de las novedades que se dio en este fin de la década del ´60 tiene que ver
con el hecho de que por primera vez desde el surgimiento del peronismo, las
movilizaciones estudiantiles se coordinan en su lucha con la de los trabajadores y
los reclamos se dan en conjunto. En este acercamiento jugó un papel importante
la CGT de los Argentinos (CGTA), que surge a partir de 1968 en el marco de un
congreso gremial que se proponía la normalización de la CGT. Una notoria
mayoría de dirigentes sindicales plantearon resistir a las políticas de régimen tanto
en el plano político como gremial. Dicho congreso eligió como nuevo secretario
general a Raimundo Ongaro. Frente a esto, Vandor y sus aliados se retiraron del
cuerpo y fundaron una central obrera rival la CGT Azopardo. Aunque se oponían a
las políticas del gobierno, mantenían una postura de no confrontación directa
buscando recuperar el poder de los sindicatos, con lo cual mantuvieron abiertos
los canales de diálogo con el gobierno. 45 La CGTA se hizo fuerte en el interior,
principalmente en Córdoba y en el cordón industrial que se encuentra entre
Rosario y Buenos Aires, particularmente en las industrias relacionadas con el
proceso industrializador que comenzó en la década del ´60 con el desarrollismo.
La critica al Gobierno, sumada a la búsqueda de una unión de los trabajadores en
torno a objetivos comunes, permitió que se integraran a ella diversos sectores
sociales, desde peronistas hasta católicos pasando por socialistas e
independientes.
Con la llegada del año ´69 se inicio un proceso que desencadenará una ruptura
con el orden anterior. En un contexto donde la dictadura había obturado los
mecanismos de participación social y política, las Fuerzas Armadas, el gran capital
nacional y transnacional, la jerarquía eclesiástica y la burocracia sindical fueron
objeto de un cuestionamiento progresivo y orgánico. 46 El proceso de contestación
social generalizada fue la expresión. En este año, entre Mayo y Septiembre la
población se levantó generando el Rosariazo y el Cordobazo, lográndose la

45
JAMES D., Óp. Cit. P. 292
46
VIANO, C., “Una ciudad movilizada (1966 - 1976)”, en PLA, ALBERTO J., (coord.), Rosario en la Historia (de
1930 a nuestros días), Tomo 2, UNR Editora, Rosario, 2000, P. 38

2
unidad en las calles de los obreros y los estudiantes, la cual fue fruto de la
maduración de las relaciones iniciadas años antes.
El primer Rosariazo surge como una respuesta al asesinato en Corrientes de
un estudiante de Medicina, Juan José Cabral durante una protesta. Este
acontecimiento generó la reacción del movimiento estudiantil rosarino, que a partir
de allí organizó diferentes jornadas de protesta en reclamo de reivindicaciones
estudiantiles. Durante la represión la policía atacó a un grupo de estudiantes
indefensos matando a Adolfo Bello, estudiante de Ciencias Económicas el día 17
de mayo. Este hecho produjo la integración de los trabajadores, principalmente
aquellos nucleados en la CGTA para realizar nuevas movilizaciones (Marcha del
silencio47), en las cuales fue víctima Luis Blanco de tan sólo 15 años. La policía fue
desbordada y la respuesta provino de parte de la Junta de comandantes que
dirigía Agustín Lanusse, que declaró a Rosario zona de emergencia bajo control
militar, decisión que fue tomada sin una previa consulta a Onganía, marcando el
terreno en el que se movería el gobierno. A partir de este momento todas las
medidas importantes que tomara aquél, deberían ser previamente consultadas a la
Junta.
El segundo Rosariazo a diferencia del anterior, no se inició en el ámbito
estudiantil si no que su origen fue un conflicto obrero en la Unión Ferroviaria
rosarina por la aplicación de apercibimientos y suspensiones, aunque los
estudiantes participaron pero esta vez subordinados al control gremial. Al igual que
en mayo, el encargado de la “pacificación” fue el ejército que logró normalizar la
situación al terminar las jornadas de protesta.
En 1969 la reacción popular adquirió un ímpetu antes desconocido y se expresó
bajo la forma de levantamientos urbanos masivos. Éstos no pueden ser
interpretados sólo desde las perspectivas de las reivindicaciones meramente
económicas. Aunque estuvieron presentes, sería una simplificación concluir que
los reclamos se asentaran en ellas. Las demandas que se plantearon fueron
mucho más complejas y condensaron elementos políticos, económicos, sociales y
culturales.
47
Organizaciones como ser el Frente de Agrupaciones Universitarias de Izquierda, el Movimiento Nacional
Reformista, Franja Morada, el Frente Estudiantil Nacional, Unión Estudiantes del Litoral, etc.

2
Todos estos desarrollos fueron minando la base de sustentación de Onganía, la
cual estalló al conocerse el secuestro y posterior asesinato de Aramburu, ex
presidente de la Revolución Libertadora, perpetrado por Montoneros, quienes, con
este hecho hicieron su presentación pública. La Junta de Comandantes, nombró el
8 de junio al General Roberto Levingston presidente. Su gobierno fue muy breve,
una nueva reacción popular en Córdoba, el Viborazo en 1971, la conflictividad en
las fábricas y el accionar de la guerrilla sellaron su destino. Finalmente, ocupó el
cargo el general Lanusse. En la ciudad de Rosario el día 28 de Octubre el cargo
de intendente lo ocupó Pablo Benetti Aprosio, el cual permaneció en él hasta el
´73 cuando Rodolfo Ruggieri fue electo por el voto popular.
Lanusse fue el encargado de buscar una salida honrosa para las Fuerzas
Armadas, el objetivo sería que se diera la apertura del sistema electoral pero con
un compromiso previo con ellas. A este proyecto se lo denominó Gran Acuerdo
Nacional (GAN). Sin embargo, los asesinatos realizados por el ejército a partir de
la fuga del penal de Rawson terminaron por destruir la poca credibilidad del
régimen, facilitándole a Perón no aceptar el pacto con Lanusse. Finalmente el líder
peronista designó candidato presidencial a Héctor Cámpora, la fórmula Cámpora-
Solano Lima ganó con casi el 50% de los votos, allanándose el camino para la
vuelta definitiva de Perón el 20 de junio al país y a la presidencia en septiembre. 48
Retomando el tema de la Juventud, expuesto en la introducción como categoría
analítica, creemos necesario explicar ahora el correlato que tuvo todo este
proceso en los jóvenes argentinos de comienzos de los ´60, quienes reflejaban en
sus charlas y proyectos, en sus prácticas sociales y en su producción artística el
malestar de una época atravesada por los conflictos con el gobierno desarrollista,
la proscripción del peronismo y la debilidad del sistema político. Comenzaron a
observarse cambios en la relación que poseían diversos artistas e intelectuales
con los bienes simbólicos que producían, es decir, estos ya no eran las vacas
sagradas de la cultura argentina, sino que aparecieron una serie de novedades y
grupos en el mundo de la cultura. Algunas de las creaciones del período posterior

48
Para una mayor aproximación a los avatares políticos del período ver: TCACH, C., “Golpes, proscripciones y
partidos políticos” en Nueva Historia Argentina, tomo IX, Violencia, Proscripción y Autoritarismo (1945-
1976), JAMES, D. (Dir.), Editorial Sudamericana, Bs. As., 2007.

2
a la caída del peronismo, como por ejemplo las nuevas carreras universitarias
(Sociología, Psicología y Educación) y el CONICET comenzaron a dar frutos en la
investigación científica y tecnológica en el país, reafirmando estos cambios en el
ámbito de la cultura.49
Sin embargo, el ámbito de la política y de lo institucional, no fue lo único que se
vio interpelado en esta década, quizás, los cambios más importantes se vieron en
las transformaciones de la vida cotidiana. Debemos tener presente que desde las
décadas del 30’ y 40’, se venía gestando un modelo familiar basado en la pauta
nuclear, que llevó a la reducción del número de hijos y a la división de las tareas
entre la mujer, ama de casa, y el varón, encargado de trabajar para sustentar
económicamente a la familia. Este modelo familiar es denominado por Isabella
Cosse como “de domesticidad”50, el mismo se va extendiendo a través de libros,
revistas. Folletines sentimentales, avisos publicitarios y termina instalándose como
el modelo que marcaba lo correcto en las relaciones familiares. Durante la década
del 60’ comienzan a desarrollarse una serie de cuestionamientos a este ideal
familiar. Uno de los puntos centrales de este proceso se puede reflejar en las
variaciones de la moral sexual, y derivado de ésta, la situación de los roles de lo
masculino y lo femenino. Por ejemplo el semanario Panorama en su segmento
“adolescentes del año 65” publica una encuesta donde dice que “el 90 por ciento
de los muchachos esta aparentemente de acuerdo en que las relaciones sexuales
prematrimoniales ‘no son nada malo’, y en unos pocos casos manifiestan que ‘son
necesarias’, ‘pues ayudan a comprenderse’”.51
Junto a otros tabúes que comienzan a resquebrajarse, como el divorcio o la
independencia de la mujer, el sexo aparece asociado a la idea de liberación
individual. Es precisamente esta idea de liberación, de romper las ataduras la que
impregna a toda la sociedad, convirtiéndose en un eslabón más de esta revolución
cultural. Sin embargo esta idea no hace referencia a una ruptura total con el

49
PUJOL, S, Rebeldes y modernos. Una cultura de los jóvenes, en JAMES, D (Dir.), Violencia, proscripción y
autoritarismo: 1955-1976, Colección Nueva Historia Argentina, Tomo IX, Editorial Sudamericana, Bs. As.,
2007, p. 296
50
COSSE, I., Pareja, sexualidad y familia en los años sesenta, una revolución discreta en Buenos Aires, Siglo
XXI Editores Argentina, Buenos Aires, 2010, p. 13.
51
Panorama, Nº 25, 1965, p.46

2
modelo anterior, observando una serie de continuidades. En sí, este ideal
doméstico no se transforma abruptamente pero se pueden observar cambios
internos en las relaciones de pareja, las cuales dejan de ser del todo rígidas para
flexibilizarse un tanto. Un ejemplo de ello pueden ser las citas a solas, aunque las
desigualdades de género se mantuvieron. En definitiva, los cuestionamientos de
los años sesenta no impugnaron el valor de la unión estable, monogámica y
heterosexual, sino el estilo doméstico de matrimonio 52.
En una sociedad vigilada fuertemente por la Iglesia católica y el Ejército, tocar
estos temas en los medios era ciertamente un gesto de rebeldía que denotaba
cierta valentía y una fuerte apuesta a favor de dichos cambios. Es demostrativa de
este proceso la publicación en uno de los números de la revista Panorama, de una
carta de lectores a favor de la homosexualidad 53, criticando una nota en la cual se
la consideraba una enfermedad, un tema ciertamente conflictivo en la sociedad de
los sesenta. En este sentido comienza a dejar de verse al sexo como símbolo de
mera procreación y en esto tuvo mucho que ver el descubrimiento y la difusión de
la píldora anticonceptiva descubierta por John Rock.
En esta década los sectores juveniles fueron incorporados al imaginario de la
vida moderna a través del consumo, considerados como un nuevo sector de
mercado. Frente a esto debe tenerse en cuenta que una de las características del
período fue el marcado sentimiento antiburgués, que dio paso a la radicalización
política en algunos sectores de la juventud, con lo cual, lo que nos interesa
mostrar es que la historia de una contra cultura argentina es inseparable de
aquello contra lo que se levantó: la celebración mercantilista de la juventud como
nueva categoría de mercado. Una forma de ver este desarrollo es la aparición de
las primeras revistas especiales para jóvenes, con el fin de agregar un nuevo
conjunto de bienes de consumo al segmento de mercado específico de la
juventud. Revistas como Primera Plana, Claudia, Panorama, Siete Días, etc., son
ejemplo de ello. Estos jóvenes formaban parte de un nuevo fenómeno cultural que
llevaba a cambios en los modos de vestirse y de interactuar, en los gustos
musicales (Club del Clan, Nueva Ola), permitiendo el surgimiento de nuevos
52
COSSE, I., Op. Cit., p. 18.
53
Panorama, Año VI, Nº 69, Buenos. Aires., 20 al 26 de Agosto de 1968. p. 4

2
hábitos, prácticas y nociones morales frente a los valores tradicionales. La
impugnación se extendía hacia los padres, los militares, los curas, los políticos, el
capitalismo, el comunismo. Con lo cual se fue organizando una cultura juvenil de
masas que se mostraba proclive al ejercicio de algunas formas de crítica social y
política.
En el semanario Panorama se publica una nota que periodistas de la revista le
hacen a jóvenes, en ella les preguntan que se debería hacer con las Malvinas, y
ellos les responden “No vale la pena que muera nadie”, a lo que se les repregunta,
“¿Por qué no? Son nuestras” y la respuesta es una muestra del descreimiento que
tenían en este momento por la política partidaria, “Bueno, siempre que los que
mueran sean políticos. Son todos chorros. Si hay que rescatar las Malvinas que
vayan ellos.”54 Más adelante dicen que esta falta de interés entre los adolescentes
respecto de la política y los políticos tiene su contracara en la exaltación por los
ídolos de la nueva ola. Sin embargo, esto no quiere decir que este sentimiento
fuera una representación de la sociedad en su conjunto, quizás en algunos grupos
de la juventud se da una exaltación por integrantes de la nueva ola como Palito
Ortega, Leo Dan o Violeta Rivas. Pero por otro lado, es innegable que hay grupos
de jóvenes que encuentran su forma de expresión en la política, a través de la
militancia, aquí la política tiene otro sentido y es vista como acción, como una
forma de participar y pelear por los cambios que cada uno considera necesario
realizar en la sociedad. Con lo cual hay una fuerte politización de grupos de la
juventud, fundamentalmente estudiantes, que se levantan contra el “sistema”,
caracterizado éste de disímiles formas según hacia donde se dirija la crítica. Esto
muestra la existencia de diferentes subculturas juveniles. En quienes asumían una
actitud militante más orgánica, esa crítica buscaba inscribirse en alguna tradición,
en la cual la construcción de genealogías intelectuales por parte de estos
activistas tendía a recuperar las líneas de reflexión que venían sacudiendo a las
formaciones de izquierda desde los tempranos sesenta. 55

54
Panorama, Nº 25, 1965, p. 42
55
CATTARUZZA, A., “El mundo por hacer. Una propuesta para el análisis de la cultura juvenil en la Argentina
de los años sesenta”, en: Entrepasados, Nº13, Buenos Aires, 2007. Disponible en línea URL:
http://historia-sexto.wikispaces.com/file/view/Cattaruzza+El_mundo_por_hacer-2007-4.pdf

2
A mediados de la década del ´60 y en el contexto del golpe de Estado de
Onganía, todo este proceso en relación a las prácticas y los hábitos de estos
actores, tuvo su correlato en el surgimiento de una cultura de la contestación,
asociada a la ruptura de ciertos convencionalismos representativos de la época.
Esta idea de la cultura de la contestación que surge hacia finales de la década del
‘60 fue desencadenando en la radicalización de la juventud en sus diversas
formas. Un punto importante de esta cultura y esta cosmovisión fue la sensibilidad
social hacia los oprimidos, que les otorga una perspectiva desde donde mirar el
mundo. Esta situación se articulaba con una juventud que se proclama
comprometida con las necesidades sociales a la vez que involucrada con el
acontecer político. Esta idea de la participación y de la necesidad de ayudar al otro
se puede ver en una de las entrevistas realizadas: Delia nos decía que:

“El que no militaba era mal visto, era lo mismo que el que en ese momento no
fumaba, en ese momento todo el mundo fumaba, leía tales cosas y el que no
quería participar era un ser raro, que no le interesaba nada, que era un egoísta” 56.

Esto lleva a demostrar la idea de que toda militancia es realizada para uno
mismo, pero fundamentalmente se hace para otros.
Durante los primeros años de la implantación del gobierno autoritario del
general Onganía, comenzaron a llegar a la Argentina las noticias sobre los
diferentes movimientos sociales emergentes en este contexto, como por ejemplo
la cultura Hippie, las movilizaciones en contra de la guerra de Vietnam, las luchas
raciales en Estados Unidos, los procesos de descolonización en Africana y Asia,
todo un conjunto de sucesos que fueron dando lugar a un discurso dentro de la
juventud inclinado a demostrar la insatisfacción con las reglas de la sociedad de
consumo y en contra de lo que ellos mismos identificaban como orden burgués,
capitalista e imperialista pero en la Argentina ese discurso se confundía y se
potenciaba con el malestar frente al autoritarismo 57. Los jóvenes argumentaban
56
Entrevista a Delia, 19/04/2012.
57
BARTOLUCCI, M, “Juventud rebelde y peronistas con camisa. El clima cultural de una nueva generación
durante el gobierno de Onganía”, en: Estudios Sociales, año XVI, Nº 30, Santa Fe, 2006, p.134. Disponible en
URL:

2
que su lucha era contra el encierro y la opresión que provocaban los sistemas
imperantes y que el objetivo era romper con estas trabas para alcanzar una
revolución que eliminara las injusticias creadas por el sistema capitalista.
Precisamente se buscaba romper con la institución universitaria como
instrumento de reproducción de un sistema de privilegios y elementos de
manipulación de las aspiraciones sociales. Esta crítica forma parte de las
denuncias que el FEN realiza en contra de la universidad con el objetivo de crear
una universidad para el pueblo y en la cual el estudiante posea un rol como sujeto
activo y comprometido con las luchas sociales. 58 Por ejemplo en la ciudad de
Mendoza, se realizo un hecho prácticamente inédito, la Línea Nacional Mendoza
del Frente Estudiantil Nacional realizó un juicio público a la Universidad Nacional
de Cuyo y a su rector Julio Herrera, a los cuales se les imputaron los cargos de:
ser una institución formadora de intelectuales apolíticos sostenedores del status
quo, de asociarse con los organismos financieros internacionales para consolidar
la dependencia y el dominio neocolonial, de limitacionista, de impedir el acceso de
los sectores populares de la enseñanza, de cientificista y tecnocrática y de
asociación ilícita con la policía federal y provincial para reprimir. La universidad fue
encontrada culpable y se le condenó a soportar las luchas estudiantiles hasta que
el pueblo tome el poder.59
A partir del año ´67, se fue dando una inclinación progresiva desde el debate
iniciado por aquellos adeptos a la paz y “al amor y no a la guerra”, ansiosos por
cambiar la realidad, hacia una posterior queja constante contra el gobierno que no
cesaba de ejercer la represión sobre los jóvenes, llevando hasta el límite la tensión
que podía soportar un movimiento juvenil que por sus características era sede
potencial de revueltas. En este sentido Edgar Morín 60 considera que existen
ciertos factores dentro de los ámbitos estudiantiles que favorecen el surgimiento
http://bibliotecavirtual.unl.edu.ar:8180/publicaciones/bitstream/1/1556/1/ES_16_30_2006_pag_127_144.p
df
58
RETA, M. A., “El Frente Estudiantil Nacional (FEN… cit, p. 1080
59
Extraído de: Diario Los Andes, Mendoza, 15 de septiembre, 1971, p.7, col. 7, en ÁLVAREZ, Y, La Revolución
Argentina y los indicios de la radicalización: juventud universitaria y catolicismo posconciliar en Mendoza
(1966-1973), en: Latinoamérica. Revista de Estudios Latinoamericanos, núm. 51, Universidad Nacional
Autónoma de México, México, 2010, pp. 97-98.
60
MORIN E, Cultura adolescente y revuelta estudiantil, en: Annales, Historia, Ciencias Sociales, Volumen 24,
Numero 3, Paris, 1969, p. 5.

2
de levantamientos en contra de las autoridades. El primero es que la
concentración peninsular de la vida estudiantil en las universidades, constituye
una segregación de hecho y un medio propicio a acción colectiva; el segundo, es
que a la marginalidad de la universidad en la sociedad se suma la marginalidad de
la juventud con relación a un mundo adulto, sumiso de mas a la extrema
dependencia del aprendizaje de un saber; y por último, el papel que juegan los
estudiantes en constante relación con la intelligentzia de la sociedad, es decir a las
capas sociales más sensibles a las imperfecciones, a los vicios y a las rupturas de
la sociedad establecida. Dentro de este marco cultural y político, los senderos de
la juventud comienzan a bifurcarse, la revuelta cultural busca su destino por
diferentes causes dando un lugar cada vez más grande al compromiso político y a
la idea de revolución61.
La radicalización política dentro del movimiento estudiantil tiene que ver con
que la institución universitaria como marco específico de expresión ya no los
puede contener en la medida que las energías y exigencias del movimiento
estudiantil la trasciende, con lo cual se buscan nuevas fronteras. Ollier 62, distingue
entre una radicalización ideológica y una radicalización política. La primera se
basa en la idea de transformar radicalmente la sociedad a través de la violencia.
La segunda, está fundada en el hecho de ingresar a un partido para producir dicha
transformación. En este sentido no todos los jóvenes que se radicalizaron
ideológicamente lo hicieron también políticamente. Si aplicamos esta
caracterización de la radicalización a la agrupación que estamos estudiando, el
Frente Estudiantil Nacional, podríamos decir que en sus orígenes al momento de
cuestionar a la sociedad capitalista atravesó una cierta radicalización ideológica,
teniendo presente su origen como organización considerada marxista-leninista por
sus integrantes, pero que finalmente no apoyo la lucha armada como medio para
alcanzar la revolución y en los años ´70 se incorpora al movimiento peronista.
El hecho de que estos grupos se incorporaran tardíamente a una institución
partidaria o directamente no lo hagan tiene que ver con que las recurrentes crisis

61
BARTOLUCCI, M, Op. Cit., p. 135
62
OLLIER, M. M., La creencia y la pasión. Privado, público y político en la izquierda revolucionaria, Arial,
Buenos Aires, 1998.

2
políticas que sufrió la Argentina en el siglo XX, dejaron a los partidos políticos en
una situación de anemia en torno a dos actividades fundamentales para la acción
política de masas: la formación de cuadros y la construcción de una pedagogía y
una moral cívica. Es justamente por esta falta que surgirán nuevos espacios
donde poder militar y obtener experiencia en la arena política. En un artículo de la
revista Panorama en el que hablan del trabajo político que realizan las juventudes
se dice que “Un caso especial es el de la política universitaria, que sirve de arena
de entrenamiento para la otra política” 63, hay que tener presente que este articulo
es del año ´65 y que los años de militancia que transcurrieron hasta el ´69 han
servido como formación de los estudiantes y los han fogueado con la otra política,
dándoles las herramientas necesarias para relacionarse con el mundo obrero.
En este sentido, el periodo de movilizaciones obreras abierto en el año ´69
(Rosariazo y Cordobazo) mostraron la existencia de un sentimiento de
mancomunidad entre los estudiantes y los obreros, quienes lograron unificar sus
criticas y reclamos y marcharon juntos por las calles de las ciudades. Sin
embargo, Juan Carlos Torre 64, considera que en estas jornadas se cruzaron dos
actores con diferentes tradiciones y experiencias y que al final de cuentas las
motivaciones que los inspiraban no eran las mismas, los obreros lo hacían
principalmente por intereses de clase, movilizados por la proscripción y la
reorganización capitalista, desbordando los límites de una dirigencia sindical en
crisis que no logró contenerlos, mientras que los estudiantes los hacían
impulsados por la revuelta moral que se había desencadenado desde algunos
años antes. Luego de este período, concluye Torre, ambos componentes se
separaron y siguieron trayectorias diversas.
En fin, esta cultura antagonista fue solidificándose en torno a la figura prohibida
de Perón, a través de una revisión de la historia inmediata. Las formas sociales y
políticas del pasado fueron apropiadas, desplazadas y transformadas por algunos
jóvenes y difundidas en el ámbito universitario y fuera de él en los barrios. 65 En
este contexto, la prohibición de Perón operó como un factor político e ideológico
63
Panorama, Nº 24, 1965, p. 33
64
TORRE, J. C., “A partir del Cordobazo”, Revista Estudios, Nº 4, Universidad Nacional de Córdoba, Diciembre,
1994.
65
BARTOLUCCI, M, Op. Cit., p.143

2
aglutinador que favoreció el acercamiento de los sectores estudiantiles a su
movimiento, relacionado con la idea de lo seductor que tiene lo prohibido en la
psiquis de los jóvenes. Sin embargo, consideramos que ese sería un análisis
simplista de las opciones que motivan a la juventud a apoyar tal o cual corriente
político-ideológica. Creemos que la atracción que produce Perón entre los
jóvenes, está íntimamente relacionada con esa recuperación que se hace de la
primera presidencia, de los años dorados del peronismo, de las políticas
nacionalistas, del aumento del poder del movimiento obrero, de la crítica a los
imperialismos, etc., Si no fuera por esta operación de reconstrucción de una
Argentina ideal que llevó a amplios sectores juveniles a movilizarse y militar en las
filas del peronismo, el accionar de los mismos no sería más que la simple
expresión de una forma más de revelarse frente al poder y la sociedad sin
capacidad de explicar el porqué de la profundidad de este apoyo al peronismo.

2
Capítulo 2.
Orígenes del Frente Estudiantil Nacional en Rosario.

El surgimiento del Frente Estudiantil Nacional se enmarca en el contexto de


nacionalización del estudiantado, que allá por la década del 60’ estaba dividido en
distintas corrientes. Por un lado, reformistas en el sentido de que lo único a lo que
apelaban era a realizar mejoras dentro del marco universitario, fieles al estilo de la
vieja idea de la Reforma Universitaria en donde había que pelear por el co-
gobierno de la Universidad y los estudiantes debían preocuparse por la “isla
democrática”, como se la llamaba en ese momento, aunque tenían posiciones a
nivel nacional a partir de que eran ramas universitarias de algún partido. Por otro
lado, se divisan ramas políticas enmarcadas en la llamada corriente nacional que
planteaban que la Universidad no podía estar ajena a los procesos políticos que
vivía la sociedad y empezaban a manifestarse provenientes de distintas posturas
ideológicas en agrupamientos que buscaban contactos con sindicatos e
instituciones barriales.
Es en este contexto que observamos la aparición del Frente Estudiantil
Nacional (FEN), al que definimos como una organización estudiantil creada en
1965, proveniente del marxismo, sin vinculación institucional con el Partido
Comunista, con una base estrictamente universitaria y de carácter nacional al
encontrarse en las principales universidades del país (Buenos Aires, Córdoba,
Rosario, Mendoza, etc.). Sus orígenes en Rosario se remontan a una agrupación
de la Facultad de Ingeniería llamada ARAU (Agrupación Reformista de Avanzada
Universitaria), creada en 1964, que en el intercambio con otros sectores por fuera
de la Universidad le abren un panorama que la termina conectando con otras

2
experiencias sociales del país. Si bien existen diversas hipótesis sobre los
orígenes del FEN, Cucchetti y Reta se vuelcan a pensar que el surgimiento ocurre
en la Universidad de Buenos Aires, particularmente en la carrera de Sociología y
que desde allí se propaga al resto de las Universidades en el año 1965, siendo la
de Rosario la primera con quien entabló contactos mediante los dirigentes de la
agrupación ARAU. Por otro lado, Tarruela sugiere un movimiento inverso, es decir,
que su origen se ubica en Rosario y desde allí se extiende hacia Buenos Aires y el
resto del país. Más allá de estas interpretaciones, sostenemos, mediante las
entrevistas y fuentes recolectadas, que la fecha de inicio de las actividades del
FEN como tal, se remontan precisamente, al año 1965, cuando entran en contacto
agrupaciones que tenían un origen previo pero que estaban circunscriptas a su
propia facultad o a su ciudad. Lo que a ellas las unía era una ideología en común y
compartir una misma visión sobre la situación de la Universidad y del país,
visiones que retomaremos a lo largo del capítulo pero que se orientaban a que el
estudiantado debía aunar sus fuerzas con el movimiento obrero en pos de luchar
contra el Imperialismo que colonizaba la patria y emprender así el camino de la
construcción del socialismo. A su vez consideraban que esas luchas se tendrían
que dar por fuera del aparato del PC.
Las agrupaciones pioneras en la formación del FEN son, de Rosario la ARAU y
de Buenos Aires dos agrupaciones que trabajaban juntas, LIM-TAU 66 (Línea de
Izquierda Mayoritaria y Tendencia Antiimperialista Universitaria). En este sentido
consideramos que estas agrupaciones son preexistentes al FEN, con lo cual su
origen se desprende de las relaciones entabladas por estas organizaciones
universitarias. Por otro lado, como claramente indica su nombre, éste es un
Frente, por lo tanto, es un conglomerado de organizaciones que en cada Facultad
tenía un nombre en particular con trayectorias emparentadas entre sí. Es por estas
razones que consideramos que el FEN no tiene un lugar único de creación, sino
que es la expresión de un conjunto de voluntades comunes existentes entre
agrupaciones originarias de Buenos Aires y de Rosario.

66
Marina Reta las define como agrupaciones de izquierda no tradicional, las cuales conformaban el grupo de
izquierda con más fuerza por fuera del Partido Comunista. Ver: RETA, M., “El Frente Estudiantil Nacional:
Juventud y estudiantado…”, Op. Cit. p. 1060.

2
Analizando las concepciones ideológicas y los objetivos que dicha agrupación
mantiene en toda esta primera etapa, podemos decir que la ubicamos relacionada
con ideas más cercanas a la izquierda, aunque entre sus premisas fundamentales
no se opte por el camino de la lucha armada. Esto se demuestra a partir de
algunos elementos visualizados en panfletos y folletos de la época en la que los
integrantes del FEN militaban. En ocasión de las movilizaciones realizadas en
memoria del asesinato del Che y del 17 de octubre, se realiza un folleto
informativo en el cual puede leerse: “Los estudiantes argentinos que hemos
elegido la vocación nacional expresada en el enfrentamiento anticolonialista junto
al pueblo, tenemos como objetivo la construcción del destino histórico de nuestra
patria: LA LIBERACIÓN NACIONAL Y SOCIAL EN EL CAMINO DE LA
CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO67”. En el mismo orden encontramos otro
ejemplo que analizaremos a continuación representado en un boletín escrito por
estudiantes de sociología en contra de los concursos propuestos para la carrera
en el año 1969. En él, advierten que “nuestro objetivo trata de ser claro: enfrentar
al enemigo fundamental de nuestra patria- el imperialismo y sus aliados- en
cualquier lugar en que presente su ofensiva. […] Es por esto que nos oponemos
en lo político–ideológico a todos aquellos proyectos que intenten utilizar a las
ciencias sociales, que no sea el de la liberación nacional” 68
Ambas fuentes están revelando parte de esa identidad de izquierda de la que
hablábamos más arriba. Los discursos que subyacen definen quiénes son sus
enemigos en términos ideológicos. Aquí ubican al Colonialismo primero y luego al
Imperialismo como el principal responsable de la opresión de los pueblos del
Tercer Mundo, reivindicando de esta forma la figura del Che Guevara como “la
encarnación de las luchas nacionales”, contra la dominación de aquellos.
Además podemos observar que algunos de los entrevistados dan cuenta de esa
línea de pensamiento mediante las acciones y las fuentes teóricas de las que se
nutrían. Éstas eran Lenin, Marx, Trotsky, Stalin, Rosa Luxemburgo, Georg Lukács
y en cuanto a los autores nacionales, Hernández Arregui, Jorge Abelardo Ramos,

67
Folleto del FEN, “8 de octubre 1967 - 17 de octubre 1945”, Buenos Aires, 1969.
68
Boletín Sociología del FEN, Buenos Aires, 1969.

2
Scalabrini Ortiz, y Arturo Jauretche entre otros 69. En su afán por reivindicar lo local,
los integrantes del FEN seguían muy de cerca una revista que se editaba en
Córdoba, “La Rosa Blindada” de Juan Carlos Portantiero y José Aricó, ambos
introductores de la obra de Gramsci en Argentina. En este sentido una
característica a resaltar tiene que ver con las lecturas que realizaban y que más
allá de los clásicos del marxismo, quizás no era tan común leer a Rosa
Luxemburgo o a Lukács en el contexto de mediados de los ’60, pero quién
incorpora estas lecturas a la organización es el estudiante de sociología e
integrante del FEN de Buenos Aires, Horacio González. Creemos que la
incorporación de estas lecturas proviene de Sociología y no de Ingeniería de
Rosario por la formación teórica que se da a lo largo de la propia carrera, que es
más cercana al estudio de los pensadores clásicos, y por lo tanto, se tiene acceso
a las discusiones del marxismo del período. Es llamativo que si bien hacen una
fuerte reivindicación del accionar del Che Guevara, no salta a la vista que hayan
realizado lecturas de Régis Debray y su Teoría del Foco, siendo quizás un
elemento a tener en cuenta a la hora de pensar por qué no estaban a favor de la
lucha armada.
Cuando se habla de lo local, no es solamente de la producción ideológica
realizada en Argentina, sino que también se suma una postura de la agrupación
relacionada con la exaltación de un socialismo de carácter nacional, en contra del
marxismo ejercido en la Argentina al cual consideraban “cipayo”. Pereyra lo califica
de esta forma:

“Cipayo en el sentido del internacionalismo barato, falso y poca reivindicación


de lo local, y nosotros al revés, reivindicamos lo local, metimos el tema de Vallese,
metimos otra serie de cosas en la universidad y en la discusión sobre el
peronismo hicimos punta.”70

La actitud de militar por fuera del Partido Comunista se relaciona con la idea de
que aquél buscaba, según los fenicios, “desperonizar” a las clases populares,
69
Los autores aquí citados han sido expuestos en la entrevista realizada con Hernán Pereyra.
70
Entrevista a Hernán Pereyra 1/10/2012.

2
frente a lo cuál sostenían que esta acción era un error táctico porque tenían la
convicción que para realizar una revolución social era menester contar con las
clases trabajadoras y las mismas eran fuertemente peronistas. Debido a ello, no
pretendían transformar esa pertenencia política sino más bien, insertarse dentro
de ella. Al realizar estas afirmaciones estamos pensando en que se genera un
doble movimiento, por un lado se alejan de las concepciones cercanas al Partido
Comunista y por otro se acercan a la identificación de la identidad peronista.
Las acciones directas más importantes que se llevaban a cabo, siguiendo con la
línea planteada más arriba sobre la cercanía con las posturas de la ideología de
izquierda, tenían que ver con el armado de bombas molotov que luego se tiraban
en el centro de la ciudad donde se encontraban los edificios estatales y privados
más importantes como por ejemplo la Bolsa de Comercio, el Jockey Club, el City
Bank, la empresa Xerox, además de participar de todos los movimientos y
marchas de protesta. Estas prácticas siguen avivando la idea de definir a los
enemigos y pararse en posturas opuestas ya que si pensamos en los actores
sociales que están representando tenemos al capital extranjero, la oligarquía y las
clases más acomodadas como eje centrales de los escraches.
El gran idealismo que había en ese momento en la juventud era ser
protagonistas de la revolución, entendida ésta como el cambio hacia lo que los
integrantes consideraban que sería la justicia social. El modelo a seguir era la
Revolución Cubana y el maoísmo con el afán de superar la estructura, de lo que
llamaban el capitalismo salvaje para pasar a lo que en ese momento se pensaba
podía ser un socialismo. En este sentido una militante sintetiza los ideales previos
a la peronización poniendo el énfasis a la renuncia del protagonismo de esa
revolución y a las diferencias que marca con respecto a la postura de Montoneros
de considerarse vanguardia:

“Pero antes, previamente a esa peronización nuestra más profunda… la


revolución para nosotros era conseguir una estructura social, ser parte de un
movimiento que genere una nueva estructura social y que fuera más justa, en la
que nosotros, la gran diferencia que veíamos con las demás agrupaciones era que

2
nosotros no pensábamos que fuéramos la vanguardia, que nosotros éramos los
iluminados, sino que nosotros éramos parte, por eso después nos peronizamos,
éramos parte de mucha más gente y que eso estaba en la célula de todas las
personas y que nosotros lo único que teníamos que hacer era ayudar a
despertarlo.”71

La primera de las agrupaciones surge en Ingeniería con estudiantes que venían


del politécnico, aunque en un período posterior encarna relaciones con otras de
otros lugares del país como Córdoba, Buenos Aires o Mendoza. En esa institución
educativa los líderes de la agrupación eran Eduardo “Caíto” Cevallo y Hernán
Pereyra, quienes junto a otros estudiantes encarnaban la cúspide del grupo. En
Mayo de 1966, Eduardo Cevallo fue elegido presidente y Pereyra secretario del
Centro de Estudiantes de Ingeniería desplazando al PC que controlaba el Centro
desde hacía un tiempo, ya que en el golpe del 66 comienza el resquebrajamiento
del PC, entre el PCR y el PC quien se fusiona con otra parte del grupo
conformando la ARAU Programática. Después del movimiento de sus integrantes
entre las distintas agrupaciones, finalmente se convoca a elecciones para elegir
Centro de Estudiantes y termina ganando la ARAU de Cevallo y Pereyra. En las
propias palabras del presidente en una entrevista concedida vía correspondencia
con el periodista Carlos Del Frade, éste decía: “El instrumento político fue la
ARAU, una mezcla de radicales, peronistas, izquierda nacional, e izquierdistas
independientes. Rápidamente me ligué al sector de la izquierda nacional (decían
comprender al peronismo) y emprendimos un corto trayecto hacia la formalización
de nuestra pertenencia peronista”72.
En un comienzo allá por el 64’ la ARAU de Ingeniería tenía como presidente del
centro de estudiantes a Carlos Jaskeliof y el segundo a cargo era Alberto Joaquín,
quienes en los primeros años de existencia realizaban distintas actividades entre
ellas, pegar carteles, convocar a reuniones etc. Alguno de los entrevistados 73 narra
aunque sin fecha precisa cómo eran los plenarios en Ingeniería, en los cuales
71
Entrevista a Delia 19/04/2012.
72
Fragmento extraído de una entrevista realizada por Carlos Del Frade en DEL FRADE, C., El litoral, 30 años
después: Sangre, dinero y dignidad, Rosario, 2006, p. 95.
73
Entrevista realizada a Rodolfo 3/05/2012

2
participaban no menos de 150 personas que representaban los principales
cuadros de todas las Universidades de Rosario. Uno de ellos se realizó a los fines
de debatir acciones a seguir frente a una limitación al ingreso en Ingeniería y cómo
se iba a llevar a cabo la propuesta. Como consecuencia de esas reuniones y
posteriores protestas se crearon los llamados CACLI (Curso de Apoyo contra la
Limitación al Ingreso). Tal impacto tuvieron estos cursos brindados por los propios
docentes de la facultad en plena calle Pellegrini que luego las autoridades de la
Universidad tuvieron que reconocerlos. Algo parecido ocurrió en Córdoba, en las
jornadas estudiantiles de protesta de febrero del 70’ cuando el rector de la
Universidad pone en marcha una serie de mecanismos que tienen como fin frenar
la superpoblación de ingresantes. Según el periódico del FEN de Buenos Aires:

“Respetar el tope exigió este año nuevos métodos limitativos que van desde
burdos engendros como el test cordobés hasta sutiles ‘cursos vocacionales’
dictados por pedagógicos grabadores, como sucedió en Filosofía de Buenos
Aires. Mantener el cupo establecido de ingresantes es el objetivo central, pero el
test de Nores Martínez permitía además seleccionar ideológicamente. ‘¿Qué es el
imperialismo?’, inquiría sugestivamente el cuestionario. Las cinco respuestas
ofrecidas podían considerarse correctas de acuerdo a la autoconfesión de la
postura política del encuestado”74

Finalmente, la protesta iniciada en las calles cordobesas con cinco mil


estudiantes manifestándose termina con la renuncia del rector Nores Martínez y la
promesa de modificar las medidas tomadas.
En cuanto a la estructura de la organización, estaba constituida en un principio
por integrantes plenos que se encontraban constantemente moviéndose dentro de
la universidad tratando de conseguir adeptos o “simpatizantes”, como le llamaban
ellos. A la acción de hablar y de infundir toda la línea de pensamiento la llamaban
“melonear”, es decir, entablar un diálogo para acordar futuras reuniones en un
principio y luego la realización de acciones concretas cuando los hechos

74
Periódico del FEN, Abril-Mayo de 1970, Buenos Aires, p. 3.

2
comenzaron a agravarse a partir del período abierto con la dictadura del 66’. Cada
una de las facultades tenía su propia agrupación, por ejemplo, en Filosofía se
encontraba LAU que era la Línea Antiimperialista Universitaria, en Medicina LAN,
en Derecho LANU, en Ciencias Económicas ALUER. En cada facultad existía un
jefe que ejercía el liderazgo, el cual tenía que ser un hombre que no
necesariamente tenía actividad estudiantil dentro de esa propia facultad sino que
podía ser de otra. Una de las militantes nos cuenta la situación que se vivía en
Filosofía:

“… nosotros la mayoría en filosofía éramos mujeres, […] pero el líder, el jefe


tenía que ser un hombre y era en general así en todas las agrupaciones de las
facultades, era un tinte del momento, como del machismo del momento. Un jefe
nuestro llego a ser Vanrell, que no tenía nada que ver con nosotros, ni en las
carreras ni en nada, o sea que el liderazgo tenía que ser de un hombre, era una
deformación.”75

Además existían los llamados núcleos de militantes que se encargaban de


determinadas funciones como ser la convocatoria a las asambleas o el
reclutamiento de los “cuadros”, le llamaban ellos por ser militantes que estaban
encuadrados en un espacio en el que tenían que estudiar estrategias militares y
hacer un cuadro de situación, es decir, demarcar quienes son los aliados, quienes
los enemigos, que tácticas desarrollar, etc. Las reuniones y asambleas se llevaban
a cabo en las facultades pero sobre todo en el comedor universitario con la
participación de los integrantes del resto de los establecimientos. Éste
representaba quizás el espacio de sociabilidad más importante dentro de la
comunidad educativa por estar ubicado en un lugar estratégico en las calles de
Córdoba y Corrientes, pleno centro, donde se desencadenaron los hechos más
importantes en las jornadas del 69’.

75
Entrevista Delia 19/04/12.

2
Folleto del FEN Rosario de 1970 en el que
figuran los nombres de las distintas
agrupaciones que lo integraban.

La estructura organizacional del


FEN en la ciudad de Rosario era
muy importante y esto lo
demuestra el hecho de que
Eduardo Cevallo y Hernán Pereyra
formaban parte de la mesa
nacional que estaba integrada además por Roberto Grabois de Buenos Aires, a la
que posteriormente se agregan dos representantes, uno de Córdoba, Rodolfo
Vittar y Roberto Roitman de Mendoza. En esa mesa se tomaban las decisiones a
nivel nacional, es decir, qué acciones se iban a llevar a cabo y qué causas se
defenderían. La organización regional dependía y acataba lo que se decidía en
esa mesa chica. La agrupación estaba muy organizada en Rosario y constaba de
dos pilares fundamentales: uno era el aparato de seguridad y el otro tenía que ver
con la sustentación económica. El primero estaba dirigido por Antonio Prats y
Daniel Libonatti, ambos de ingeniería junto a Hugo Michellini de Filosofía. La idea
era que este aparato de seguridad no se mostrara a la vista y la estrategia
apuntaba a mantener a las personas implicadas por fuera de todo. El dirigente
rosarino nos explica su funcionamiento:

2
“Y bueno teníamos bombas molotov y yo no estaba muy al tanto porque como
yo era el jetón, el de superficie, la idea era que en algún momento me iban a
meter en cana, entonces esas cosas mejor no saberlas. El tipo que está en la
superficie mejor que no sepa porque si te aprietan aunque te quiebres no lo vas a
poder contar porque no lo sabes directamente” 76

Respecto a otro de los aspectos de la estructura organizacional, lo que se


generó fue un aparato financiero sólido con la apertura de varios negocios
distribuidos la mayoría en el centro de la ciudad con el fin de que brindaran los
recursos suficientes para mantener las actividades grupales. El encargado de
manejar esta parte era Oscar Adrián “chino” Feiguin, del centro de Estudiantes de
Ciencias Económicas junto a otros colaboradores que no se mencionan. Estos
emprendimientos económicos abarcaban distintos rubros y podían ser por
ejemplo, estacionamientos o casas de electricidad, ubicada una de ellas en Maipú
y Zeballos. Como se dijo anteriormente ni la base de seguridad ni la base
financiera se conocían por una cuestión de protección y funcionaban en forma
separada y la persona que más se encargaba de esos asuntos según Pereyra era
Cevallo.
Existía, acompañando el desempeño de los integrantes del FEN otra
organización que actuaba en las escuelas secundarias y que cumplía una función
similar a las UES peronistas (Unión de Estudiantes Secundarios): ANES
(Agrupación Nacional de Estudiantes Secundarios). Esta agrupación contenía
generalmente a familiares y amigos de los estudiantes universitarios de grado
mayor que militaban en el FEN, a los cuáles se les impartía una enseñanza sobre
las lecturas más importantes que se enunciaron más arriba. Las clases que se
ofrecían tienen su origen en un aula de la Universidad Tecnológica, por ese
entonces ubicada en el Colegio Nacional N° 1 en calle 9 de Julio 80 con el objetivo
de generar una militancia que tuviera continuidad luego. Una de las militantes que
participó en ellas, explica qué temas rondaban estas clases y confirma que no

76
Entrevista a Hernán Pereyra 1/10/2012.

2
tenían sólo un fin de preparación sino que también constituían una vía económica
más:

…De algo teníamos que vivir, entonces habíamos conseguido un pequeño


resquicio que era el dar clases y las clases nuestras eran alrededor de estos
temas. Entonces nosotros mismos nos imbuíamos, estudiábamos sobre el
Yrigoyenismo, la línea nacional en la Argentina y entonces nosotros traíamos
todas esas lecturas y esa manera de pensar, pero no se podía aprender en ningún
otro lugar, ni en los ámbitos académicos. Había dificultad de tener libros en ese
momento, entonces nosotros lo aprendíamos primero y lo volcábamos después en
clases77.
Lo que está resaltando la entrevistada además, es que no había un libre acceso
al material de lectura y por lo tanto se hacía dificultosa la preparación de los
futuros militantes. Por ello es que ANES, fue uno de los puntos centrales en esta
primera etapa del FEN. El líder rosarino nos explica el motivo de la importancia
asignada a esta sub-agrupación:

“Era el semillero para la universidad, un tipo que entra a militar en tercero,


cuarto o quinto año, y después en la universidad era ya un cuadro tuyo. Digamos
esa era la idea.”78

Uno de los elementos más importantes en el transcurrir de los integrantes del


FEN a partir de su “peronización”, tiene que ver, como se dijo antes, con la
formación de cuadros que se llevaba a cabo a partir de dos aspectos
fundamentales, las lecturas que se realizaban con las posteriores discusiones que
se generaban y el accionar territorial. En este sentido las reuniones a las que se
convocaba a los militantes y seguidores fuera de los barrios comenzaron a
realizarse dentro de ellos. Los llamados núcleos barriales correspondían a una
zona asignada a cada uno de los militantes en las cuáles el trato y la aceptación
era mucho mayor allí que en las estructuras partidarias. Explica una integrante:
77
Entrevista a Delia 19/04/2012.
78
Entrevista a Hernán Pereyra 1/10/2012.

2
“Porque a su vez los barrios, el movimiento que tendría que haber sido siempre
así, en ese momento se había transformado en el partido y el partido no llegaba a
los barrios, en cambio nosotros sí llegábamos a los barrios, llegábamos con el
discurso de Perón y ellos a su vez, nos devolvían todo lo que habían vivido del
peronismo y para nosotros fue un gran aprendizaje 79”

79
Entrevista a Delia 19/04/2012.

2
Capítulo 3.
En el camino de la peronización.

Para comenzar a analizar el proceso que realiza el FEN a partir del año 1968,
con su intento de integrarse dentro del movimiento peronista, creemos necesario
plantear algunas cuestiones que caracterizaron la forma en la cual se adhiere y a
su vez complejizaron el período debido a que podremos ver que este fenómeno de
“peronización” no es exclusivo del FEN, sino que ocupa a otras organizaciones
que han tenido un devenir similar pero que se han integrado en espacios
diferentes.
La primera cuestión a desentrañar tiende a resolver qué se entiende por
peronización. Para comprender la forma en que ésta se dio es menester poner el
foco en el contexto de la década del 60´, particularmente en sectores que
tradicionalmente no han estado insertos en el peronismo, como por ejemplo los
universitarios o aquellos jóvenes vinculados con la izquierda. Es necesaria tal
aclaración por el hecho de que procesos de emparentamiento con el peronismo
han existido desde la década del 40´; tal es el caso de algunos ex integrantes de
FORJA80, pero aquí las características tanto en la forma, como en las acciones de
estos intelectuales van a ser diferentes a las de aquellos grupos que se peronizan
en los 60 y 70, teniendo en cuenta que estos actores no se integran como grupos
sino que poseen una participación individual. Los factores que atraviesan estas
décadas llevan a crear una visión, en las juventudes, en la cual la radicalización
política era una parte necesaria para la realización de cambios profundos en la
sociedad. Estos grupos comienzan a ver al peronismo como la alternativa política
con mayores posibilidades de canalizar dicho proceso de transformación, ya que
perdura como la identidad política de la clase obrera. En razón de que el

80
La Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA) fue una agrupación política de carácter
intelectual, fundada en 1935 y disuelta en 1945, emparentada con la Juventud de la Unión Cívica Radical.
Algunos de sus principales exponentes fueron: Arturo Jauretche, Homero Manzi, Luis Dellepiane, Gabriel del
Mazo, entre otros.

2
movimiento obrero era visto como la expresión de las fuerzas revolucionarias de la
sociedad es que intentan insertarse en el peronismo para poder acompañar las
luchas de los trabajadores en pos de alcanzar la revolución o transformarlo en un
ejército de liberación nacional con el objetivo puesto en la construcción del
socialismo.
A continuación describiremos el caso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias
(FAR), lo que nos permitirá observar las particularidades que posee su
peronización en relación con el proceso que realiza el FEN.
Se trata de un grupo armado de vertiente marxista que es producto, en parte,
de una escisión de la juventud del Partido Comunista. Si bien venía gestándose
desde una etapa previa, hace su aparición pública en 1970 con la toma de Garín,
un pueblo del Gran Buenos Aires, para terminar uniéndose en el 73 con
Montoneros y de esta forma integrarse al peronismo. Sus antecedentes pueden
remontarse hasta comienzos de la década del ’60, período en el cual las
trayectorias políticas de sus futuros dirigentes se van entrecruzando hasta formar
los principales núcleos fundadores de las FAR entre los años 1966-67. Por un lado
encontramos el grupo conducido por Carlos Olmedo, quien luego será su máximo
líder, y estaba integrado por ex miembros del Partido Comunista que habían
participado en diversos ámbitos disidentes de ese partido, entre ellos podemos
encontrar a Roberto Quieto, Antonio Caparrós, Oscar Terán, Eduardo Jozami, Lila
Pastoriza y Marcos Osatinsky, Alejo Levenson, Sara Solarz, Juan Pablo Maestre,
posteriormente algunos de estos integrantes se alejaran de la agrupación. El otro
estaba encabezado por Arturo Lewinger y sus integrantes habían militado
previamente en el “Movimiento de Izquierda Revolucionaria-Praxis” (MIR-P)
orientado por Silvio Frondizi, algunos de sus militantes fueron Jorge Omar
Lewinger (hermano de Arturo), Luis Piriz, Humberto y Elida D’Hippolito, Eva
Gruszka y Roberto Pampillo.81 Con el objetivo puesto en la realización de la
Revolución continental, viajan a Cuba a recibir entrenamiento militar para
81
GONZALEZ CANOSA, M., “Los Pasos Perdidos. Acerca del itinerario político-ideológico de uno de los grupos
fundadores de las `Fuerzas Armadas Revolucionarias´ (1960-1966)”, Cuestiones de Sociología. Revista de
Estudios Sociales, Nº 7, Dpto. de Sociología, FaHCE, UNLP. Editorial Prometeo, La Plata, 2010. En URL:
http://eltopoblindado.com/files/Articulos/09.%20Organizaciones%20de%20origen%20marxista/Gonz
%C3%A1lez%20Canosa,%20Mora.%20Los%20pasos%20perdidos.pdf

2
posteriormente incorporarse a las filas del Che en Bolivia, con su asesinato esta
experiencia se ve trunca y retornan a la Argentina. Durante los años 68 y 70 se
sucedieron una serie de redefiniciones político ideológicas al interior del grupo.
Abandonaron la estrategia continental y la idea de guerrilla rural y consideraron
que debían utilizar el marxismo como un método de análisis para delinear un
proyecto político centrado en las especificidades de la realidad nacional del país.
Desde entonces, optaron por la lucha guerrillera urbana como “vía” de la
revolución, en este contexto se incorpora el debate sobre la cuestión del
peronismo, en tanto identidad política de grandes contingentes de la clase obrera.
Podemos observar que se da una revalorización del peronismo como
experiencia histórica, comienzan a preguntarse si este puede transmutar en
socialismo, y siendo esta una posibilidad, si ellos como agrupación no deberían
insertarse para favorecer ese cambio desde el interior. Sumadas a las discusiones
internas de las FAR, comienzan a entablarse contactos con las Fuerzas Armadas
Peronistas (FAP)82 con el fin de acercarse al peronismo. Aquí plantean sus
diferencias en torno a la visión que tenían las FAP sobre el peronismo, por un
lado, a diferencia de éstas, no lo consideraban como un Movimiento de Liberación
Nacional en razón de que sus estructuras vigentes no representaban los intereses
de clase de la sociedad pero que correspondía a ellos producir las condiciones
necesarias para que se dé tal cambio. En segundo término, critican la visión de las
FAP de integrar a todos los que se dicen peronistas dentro del campo del pueblo,
ya que existen enemigos internos, representados en la “burocracia sindical”, que
buscaban integrar al movimiento obrero dentro del sistema estructurado por la
dictadura de la Revolución Argentina. Finalmente, el último aspecto que les
generaba un cierto resquemor era la figura ambivalente de Perón, quien tendía
contactos con casi todas las experiencias que buscaran un cierto diálogo.

82
Organización de militancia armada, dirigida por Envar El Kadri (dirigente peronista que en su juventud
había participado de la resistencia peronista), que el 68 produce el intento de sublevación de Taco Ralo con
el fin de generar un movimiento armado que extendiera la lucha revolucionaria en toda la sociedad al estilo
de la teoría del foco. La organización de Superficie de las FAP fue el Peronismo de Base (PB), en la década del
70 se producen una serie de resquebrajamientos internos que llevan a que pierda poder.

2
Tapa de la
revista Cristianismo y Revolución Nº28, 1971

En la entrevista publicada en la Revista


Cristianismo y Revolución nº 28, se les
pregunta si ellos hasta el momento no se
consideran peronistas y la respuesta que
dan nos sirve para ver la construcción que
hacen del peronismo y como en parte
pueden justificar su incorporación:
“Nosotros no nos integramos al
peronismo; el peronismo no es un club o
un partido político burgués al que uno
puede afiliarse, el peronismo es fundamentalmente una experiencia de nuestro
pueblo y lo que nosotros hacemos ahora es descubrir que siempre habíamos
estado integrados a ella o, dicho de otro modo, es desandar el camino equívoco y
malos entendidos por los cuales en alguna etapa de nuestra vida no supimos
comprender que siempre habíamos estado integrados a ella en el sentido que
está integrado a la experiencia de su pueblo todo hombre que se identifica con los
intereses de los más: y no solo de los mas cuantitativamente, sino de aquellos que
por su condición, por su ubicación dentro del proceso productivo son los únicos
que pueden gestar una sociedad sin explotación.” 83 En esta cita podemos ver que
se equipara al movimiento peronista como la matriz en la cual se insertan las
luchas populares. Más allá de todas las críticas que realizan, sostienen que el
peronismo constituye la experiencia más importante de los trabajadores argentinos
y que toda premisa revolucionaria debía partir de este supuesto, para luego
profundizar los contenidos más revolucionarios existentes en su interior.

83
Entrevista realizada a las FAR, Los de Garin, en: Cristianismo y Revolución, Año IV, Nº28, Buenos Aires, abril
1971, p. 64

2
En cuanto al desarrollo del acercamiento del FEN al peronismo podemos
observar ya por el año 68’ a Roberto Grabois, dirigente del FEN en Buenos Aires
quien decía en “La Hora de los Hornos”, que: “Lo que caracteriza al proceso del
movimiento estudiantil es venir desde el universitarismo, entendido éste como el
de la lucha por grandes ideales en una perspectiva estrecha parcializada como
universitarios y de tipo paternalista respecto del movimiento popular hacia una
consciencia nacional, entendida ésta como fusión con el movimiento popular. […]
en este sentido ha tenido una gran influencia el proceso de la Revolución Cubana,
revolución nacional, nacionalista y antiimperialista y cuyo legado es para nosotros,
marxistas leninistas, no interpretar este método y esta guía para la acción como
un sombrero para pretender encasillar e impostarlo al movimiento popular, sino
como un método de encuentro, de entronque, con la historia con la vida de
nuestra clase obrera para gestar en conjunto con ella adelante junto a nuestro
pueblo en el camino de la liberación nacional y hacia la construcción del
socialismo.84” Las palabras del dirigente sintetizan lo que se venía gestando en los
pensamientos de las principales cabezas de las agrupaciones estudiantiles de
todo el país. Resumiendo el proceso que atraviesa el FEN, el dirigente explica que
a ellos, los “reformistas” (MNR) los tildaban de no atender la especificidad de la
problemática universitaria, frente a lo que afirma, que ellos se preocupan de lo que
sucede en el país y la universidad es parte del país.
La elevación de un proyecto relativo al accionar del centro de estudiantes sobre
los acontecimientos desatados con las inundaciones que afectaron a varias
provincias del Noroeste y el Litoral Argentino hacia fines de 1964 y principios de
1965, constituye un ejemplo de la intervención de la agrupación estudiantil en los
problemas sociales por fuera de la Universidad. En tal proyecto puede leerse:
“Que las inundaciones muestran al pueblo argentino la falta de caminos, de
atención sanitaria, de obras de salubridad, que padece no sólo esta región sino
todo el interior del país. Que sirve también para mostrar las condiciones
infrahumanas en que viven sus clases populares. Que en este caso son los
isleros, los sacrificados pescadores y los eternos ‘inundados’ los obligados a
84
Roberto Grabois en “La Hora de los Hornos” de Fernando “Pino” Solanas y Octavio Getino, parte II Acto
para la Liberación, Buenos Aires, 1968, min 77 aprox.

2
abandonar sus precarias viviendas, a perder la mayoría de sus pocos bienes. Que
los institutos y dependencias idóneas de la Universidad deban tener activa
participación en la solución del problema, volcando sus esfuerzos en este
sentido”85. Finalmente el documento concluye con la disposición de los Institutos y
Departamentos respectivos de la Universidad con la presencia de técnicos y
equipos de trabajo en las zonas afectadas.
Aunque los estudiantes universitarios que militaban en esta agrupación
advierten que siempre hubo un contacto con la clase trabajadora y el resto de la
sociedad y que informalmente siempre se trabajaban problemas de carácter más
general que los meramente universitarios, puede decirse que la fundición en lo
estrictamente social se refleja durante la etapa del Rosariazo.
Durante dicho período las reuniones entabladas entre los dirigentes más
importantes del FEN, Cevallo y Pereyra con la gente de los sindicatos y entre las
organizaciones de Buenos Aires con sectores peronistas demuestran a las claras
que a la furia de la dictadura se le contrapone el contacto y la búsqueda de
estrategias que apunten hacia una mayor participación y posterior derrumbe del
régimen dictatorial. Este último punto es de singular relevancia ya que, la dictadura
de Onganía desató un ataque a la Universidad y una persecución a docentes y
militantes que terminaron con lo que se había construido hasta el momento. Este
proceso empujó a la política hacia afuera de las facultades, hacia el trabajo barrial
y en consecuencia a entablar relaciones y alianzas con sectores del peronismo.
En el caso del FEN línea Rosario, los principales aliados eran ATE, quien
manejaba la CGT de los Argentinos y una agrupación opositora del Swift, la
Blanca y Negra quien estaba vinculada a ARP (Acción Revolucionaria Peronista),
que conducía nacionalmente John W. Cooke. Allí comenzaron los primeros
contactos con gente del peronismo de izquierda, algunos que venían de la
resistencia también. Entre esas agrupaciones estaba MRP (Movimiento
Revolucionario Peronista), que era bastante pequeño y las FAP (Fuerzas Armadas
Peronistas) que venían del MJP (Movimiento de la Juventud Peronista). Los
dirigentes rosarinos más importantes concuerdan en la lectura hecha sobre el
85
Expediente N° 37738, Archivo de la Facultad de Ciencias Matemáticas, Físico Químicas y Naturales
Aplicadas a la Industria, Rosario, 21 de Junio de 1966.

2
proceso de peronización y uno de ellos profundiza aún más sobre el tema cuando
habla del conflicto desatado con la FUA:

“…Y formamos la agrupación y ganamos las elecciones al centro, ‘Caíto’ salió


presidente y yo secretario, y después nunca más le dimos pelota al centro porque
a nivel nacional el PCR, tenía a la estructura de la FUA como a una sucursal del
partido y no se podía estar ahí”86

Al respecto, Cevallo advierte que en el plano estudiantil, los contactos con


distintas organizaciones peronistas comenzaron a incrementarse apenas un
tiempo después de formada la agrupación y eso derivó en la formación del FEN a
nivel nacional y la disputa de la conducción de la FUA en manos del PC y sus
aliados.
En el único número del periódico del FEN 87 encontrado se realiza un análisis
preciso del movimiento estudiantil. En ese estudio pormenorizado se advierten tres
grandes líneas de acción que se muestran más claramente luego del 69’. Por un
lado el Reformismo que tiene su origen en la “década liberal del 55’ al 65’ que
favorece su florecimiento y plantea la separación de dos realidades: la
universitaria y la del resto del país”. Por otro lado comienzan a desprenderse de
este Reformismo varios grupos que “abandonan el camino de la Reforma pero
que permanecen de todas formas encerrados en el esquema liberal, de este modo
surgen los que se definen como ‘revolucionarios’, y encaramados en la ‘revolución’
se oponen al reformismo caduco desde el paternalismo y el vanguardismo
estudiantil”. Y se agrega más adelante que “los revolucionarios se apoderan de la
dirección de la FUA y desde allí se plantea vanguardizar las luchas de todo el
pueblo. Pero distanciados del pueblo real, sucio, peronista, los ideales de clase
media radicalizada se vuelven una cosa en sí”. Y finalmente la tercera línea de
acción estudiantil que comienza a perfilarse como una opción a la FUA
considerada sectaria y desarraigada de lo nacional, es, la Línea Nacional, que no
es otra cosa que “La Coordinación de todos los sectores contra el enemigo
86
Entrevista a Hernán Pereyra 1/10/2012
87
Periódico del FEN, Abril-Mayo de 1970, Buenos Aires, p. 4.

2
fundamental de la Patria, la dictadura, y la dominación neocolonial de los yanquis”.
En esta tendencia confluían el FEN, UNE (Unión Nacional de Estudiantes) y otras
agrupaciones y federaciones regionales y locales. UNE comienza a tomar forma a
partir de un plenario realizado en agosto del 68’ en Rosario en el que convergieron
el Humanismo de Buenos Aires, la UEL de Rosario y el Integralismo de Chaco,
Corrientes, Córdoba, San Luis y Rosario. Es así que se consideran a sí mismos
como “los nacionales que comprendimos la necesidad de la unión más allá de las
diferencias frente a la atomización cada vez más aguda de otros grupos”,
refiriéndose por supuesto a la FUA.
Dentro de las centrales de trabajadores la concordancia era con la CGT de los
Argentinos a partir del 68’, que es cuando comienza a vislumbrarse la identidad
más peronista del FEN. Se podría decir que la participación en un movimiento
político más nacional en donde intervinieran otros instrumentos además de la
capacidad de movilización y formación de cuadros en la Universidad fue gracias a
la existencia, el aporte y el trabajo en conjunto emprendido por los dirigentes de la
CGTA. Los sindicalistas participaban en las charlas organizadas en distintos
ámbitos académicos y viceversa los militantes en numerosas movilizaciones. Esta
estrecha relación de la agrupación con los trabajadores lo demuestra además el
discurso esbozado en el mismo periódico tomado antes cuando dice en uno de
sus apartados:

“El afianzamiento de la Línea Nacional reconoce una fecha: el 28 de Marzo de


1968. Surge la CGT de los Argentinos y su proceso se verá acompañado por un
estudiantado que comienza a marchar con los trabajadores. De este modo la
unidad en torno al programa de la clase obrera: el del 1° de Mayo de la CGT de
los Argentinos se va dando en cada lucha”88

La relación se consolida totalmente en Rosario a partir de las jornadas de


protesta del 69’ englobadas en el llamado Rosariazo y más precisamente en la
segunda oleada de protesta en el mes de septiembre donde los obreros tuvieron

88
Periódico del FEN, Abril-Mayo de 1970, Buenos Aires, p. 4.

2
mayor intervención. Allí la participación del FEN fue notable, los entrevistados
sostienen que al estar integrados a la CGTA ocuparon un papel relevante como
soporte de las movilizaciones obreras. Los sindicatos con los cuales se
relacionaban mayoritariamente además de ATE como se explicó más arriba, eran
los ferroviarios encauzados en La Fraternidad de calle Salta y Crespo y con el
sindicato de la carne dirigido por Lalo Cabrera de calle San Martín y Ayolas. De
todas maneras en el mes de Mayo, el FEN desde Buenos Aires ya había
comenzado su activa participación en protesta por la muerte de Juan José Cabral
en Corrientes y alentaba al resto de las ramas regionales a imitar las acciones. En
el periódico de la CGTA puede leerse en uno de sus párrafos:
“Luego, el dirigente estudiantil Roberto Grabois integrante de la comisión de
solidaridad obrero estudiantil de la CGTA, manifestó: ‘Desde la CGT de los
Argentinos llamamos a todas las corrientes estudiantiles a coordinar medidas de
acción que nos lleven a un paro general de todos los estudiantes para la próxima
semana’. Más adelante agregó que ‘a la ola terrorista de la dictadura había que
sumar, por ejemplo, los cincuenta policías de civil que existen en la Facultad de
Filosofía y Letras, policías subvencionados con el propio presupuesto
universitario’.89
Una muestra de esta relación que se afianza con el devenir de los hechos lo
representa la conformación de la comisión de movilización dentro del movimiento
peronista en Rosario que alberga bajo su seno tanto a estudiantes como a
trabajadores y cuya función era demarcar el calendario a seguir por parte de todos
los nucleamientos. No era una institución oficial ya que no poseía personería
jurídica y se movía dentro del movimiento organizando los actos a los que se
debía concurrir. Esta comisión además se planteaba como designio fundamental el
retorno de Perón, por ello se constituye desde las distintas ramas, la estudiantil, la
gremial y la rama femenina.
Lo que visiblemente cambia a partir del Rosariazo en el plano de la militancia
universitaria es que precisamente realiza un proceso de metamorfosis muy
importante cuando se vuelca a los barrios y a una militancia más territorial siendo

89
Periódico de la CGT de los Argentinos, Año II, N° 45, Buenos Aires, 22 de Mayo de 1969, p. 2.

2
ahora una agrupación de carácter más movimientista. Este punto adquiere
importancia ya que, el movimiento siempre estuvo por encima del partido y ello
justificado por el hecho de que los mejores cuadros no podían ocupar los cargos.
Al respecto nos cuenta una militante y una de las principales dirigentes de la rama
femenina en Rosario:

“Los mejores cuadros se reservaban para el trabajo con la gente y en el


movimiento, armar el movimiento, a ver, nosotros afiliamos, no es que decíamos
no al partido pero era una herramienta que te servía para el acto electoral para la
parte partidaria pero lo importante era reforzar el movimiento, lo importante era el
movimiento, aún hoy sigue siéndolo, el tema del gobierno era circunstancial, lo
importante era la revolución o el socialismo nacional, la transformación del poder
que era lo que había que lograr.” 90

La relación con otras agrupaciones existía aunque tajantemente se define que


no existía conexión alguna o si existía era muy conflictiva con Montoneros. En
realidad no siempre fue de esa manera ya que muchas veces coincidían
políticamente en algunas cuestiones como ser la militancia fuera de la
Universidad, en pleno territorio. Podríamos apelar a la idea de que funcionaban
como dos organizaciones separadas que se cruzaban en todos los ambientes
políticos que existían, debido a que aspiraban a ser una fuerza de poder y para
ello había que desplegarse en todos las esferas posibles. En una manifestación
del 26 de Julio del 72’ pudo verse un cartel con velas que decía “FAR FAP
MONTONEROS SON NUESTROS COMPAÑEROS”91, con lo cual para esa altura
las dos organizaciones coexistían dentro del campo popular con diferencias,
aunque no definitorias.
Las diferencias no sólo se construyen a partir del tema de la lucha armada que
el FEN no comparte sino a partir de otros elementos también:

90
Entrevista a Ana María 7/6/2012.
91
Este hecho lo pudimos constatar a través de una fotografía que nos muestra una de las entrevistadas.

2
“Nosotros no considerábamos que era la herramienta (la lucha armada) pero no
solamente por eso, porque nosotros no estábamos ni preparados, ni era nuestra
vocación, ni pensábamos que pasaba por ahí la cosa, […] Sino que más que nada
nosotros de montoneros veíamos que ellos eran un desprendimiento del
Humanismo Universitario y de los cristianos que se habían radicalizado, y eso no
nos interesaba porque nosotros en ese momento nos considerábamos…
éramos… no se consideraba la religión, había gente que venía de toda…gente
religiosa, atea, de distintas religiones, para nosotros la religión no era un tema […]
la gran diferencia que veíamos con las demás agrupaciones era que nosotros no
pensábamos que fuéramos la vanguardia, que nosotros éramos los iluminados,
sino que nosotros éramos parte de mucha más gente […]” 92

Es interesante ver qué importancia tiene el elemento religioso en la definición


de las posturas ya que aquí se le asigna la mayor importancia, pero también toma
relevancia el hecho de posicionarse por fuera de la vanguardia. Existe la idea
generalizada entre la mayoría de los entrevistados de que existió un
acompañamiento y a la vez una formación política con el pueblo, esto significa que
las organizaciones no remplazaban ningún actor social, ellos no se consideraban
una vanguardia que estaba por encima de la sociedad. Uno de los militantes
explica la idea anterior y habla de la “trampa de la Universidad”:

“Acá están, (en la universidad), los esclarecidos, acá se forma la élite dirigente,
estee, nosotros dijimos, va yo no, los que me precedieron en el FEN dijeron, esto
no es así, nosotros venimos del pueblo, nos venimos a preparar a formar en una
profesión que se yo, pero seguimos siendo parte del pueblo, esa es la trampa de
la Universidad. Se veía con mucho recelo que otros agrupamientos que intentaba
vincularse con las luchas populares, lo que intentaban era infiltrarse o meter una
cuña y apoderarse de la conducción de ese proceso, eso se vio muy claramente
con Montoneros.93”

92
Entrevista a Delia 19/04/2012.
93
Entrevista a Rubén 26/7/2012.

2
En la mayoría de los entrevistados el tema de la lucha armada siempre dice
presente y se toma muy en serio para marcar las diferencias, sin embargo, nunca
se descarta totalmente. Es decir, se presenta como un camino que no se tomó
pero al fin y al cabo los militantes se sienten consustanciados con la Revolución
cubana y consideran que no estaba descartada totalmente. Veían a la lucha
armada como parte del proceso, pero debía ser la última reacción ante la violencia
que generaba el estado y no la que iniciara el cambio.

Capítulo 4.
Una aproximación a la experiencia histórica de Guardia
de Hierro.

2
El origen de esta agrupación se remonta a la resistencia peronista, lugar común
para el inicio de muchas otras agrupaciones (las Fuerzas Armadas Peronista de
Envar El Kadri, Comando de Organización de Alberto Brito Lima, etc.) por una
cuestión generacional, no tenían experiencia política previa en el peronismo. Su
formación militante como juventud peronista se realiza en el contexto de la
proscripción y persecución del mismo. Las primeras tareas realizadas por los
futuros miembros de Guardia de Hierro se realizaron ligadas al Comando Nacional
Peronista conducido por Cesar Marcos. Esta participación favoreció la
consolidación con Héctor di Pasquale quien lideraba el sindicato de Farmacia de
Capital Federal. Durante estos primeros años también estuvieron presentes en la
toma del Frigorífico Lisandro de la Torre, acercándose en sus inicios a un método
eminentemente insurreccional. Podremos decir que Guardia de Hierro se forma
como grupo luego del desprendimiento de sus cuadros del Comando Nacional de
la Resistencia Peronista de Marcos y Lagomarsino en el año 62´. La decisión de
autonomizarse proviene de que aquel se encuentra desgastado ante la falta de
resultados políticos relevantes, entre ellos, lograr el retorno de Perón. Habría que
agregar también que existió una primera situación de erosión de la relación
planteada y ésta tiene que ver con el descontento que manifestó entre los
seguidores dicho Comando Nacional ante la formación del “Comando Adelantado”
que pretendía aceitar las relaciones entre Perón y Frondizi.
En cuanto a las razones de la elección del nombre de Guardia de Hierro, los
autores que se dedican a estudiarla, llegan a las mismas conclusiones a partir de
entrevistas con sus líderes como así también con los primeros integrantes. Tanto
Tarruella como Cucchetti exponen que la elección de dicho nombre es homónimo
a una organización creada a fines de la década de 1920 en Rumania por el militar
Corneliu Zelea Codreanu de corte nacionalista, xenófobo y católico, características
comunes que se encuentran en grupos surgidos una vez finalizada la Primera
Guerra Mundial en Europa del Este, similar a los Flechas Cruz de Hungría. La
principal base de apoyo de la Guardia Rumana es el campesinado pobre, el cual
veía como culpable de sus penurias a los comerciantes judíos. Este antisemitismo

2
popular dio lugar a la creación de movimientos mayormente fascistas que
terminaron apoyando a Hitler y a Franco94.
Retomando el tema de la elección del nombre, aquellos militantes entre los que
se incluía a Alejandro Álvarez no desconocían la historia que venía atrás del
nombre Guardia de Hierro, pero justifican su elección en base a la utilización que
se le podía dar, es decir, Álvarez sostiene que es un nombre para golpear y que
además le permite separarse de las críticas que recibían de algunos grupos
peronistas y de militares que los tildaban de Bolcheviques o Trotskistas. En la
siguiente cita extraída del libro de Cucchetti se puede ver: “Mira, por varias
razones, hay algunas periféricas, las razones periféricas son que era un nombre
para golpear, para diferenciarse y también un homenaje a la legión del arcángel
San Miguel, que había sido víctima de la amenaza y también de los comunistas
[…] pero había otra razón, y yo nunca dije, que fue lo que nos movilizó, nosotros
veníamos del Comando Nacional, y el Vandorismo y el Nacionalismo adentro nos
acusaban de Trotskistas, cosa que no negaban los frondicistas” 95
Como se observa, una gran cantidad de grupos los tildaban de izquierdistas, lo
cual puede resultar llamativo, pero al contextualizarlo, esta denominación
pretendía colocarlos en la extrema izquierda con el fin de desacreditarlos y
agraviarlos y no con el objetivo de intentar definirlos o caracterizarlos como
agrupación.
Muchos de estos ataques en términos políticos desacreditando con calificativos
a otras agrupaciones serán retomados en los 70´ a partir de las disputas internas
en el movimiento peronista. En este contexto las tres ramas más importantes del
movimiento eran la rama femenina, la masculina y la sindical.
La juventud peronista existía al calor de la acción de varios grupos, como
Juventudes Argentinas para la Emancipación Nacional (JAEN), el Frente
Estudiantil Nacional (FEN), Guardia de Hierro (GH) y el Comando de Organización
(CdeO). Para los 70´ estos grupos juveniles peronistas compartían y ocupaban
casi al mismo tiempo los espacios, hasta que el dirigente de uno de ellos, Rodolfo
Galimberti de JAEN, comienza a tomar preponderancia y a sobresalir como figura
94
HOBSBAWM, E., Historia de siglo XX, Crítica, Barcelona, 1996, pp 127, 128.
95
Entrevista citada en CUCCHETTI, H., Combatientes de Perón, herederos de Cristo, Op. Cit. P. 78.

2
destacada, a punto tal que hacia finales de 1971 es elegido como delegado juvenil
junto con Julián Licastro (perteneciente a los Comandos Tecnológicos) para
integrar el Consejo Superior Peronista, organismo ejecutivo del movimiento, y
llevar a cabo “el mandato de Perón de reorganizar y unificar a los grupos juveniles
que desde la segunda mitad de la década del 50 venían actuando políticamente” 96.
Ni el FEN ni GH estaban de acuerdo con la magnitud que estaba tomando la
figura de Galimberti dentro del movimiento, sobre todo por los contactos que aquel
había empezado a tener con Montoneros. El acto de unidad de la juventud que se
realizó en la sede de la Federación de Box, el 9 de Junio de 1972, en el que
participaron todas la agrupaciones antes mencionadas, además de el
Encuadramiento de la Juventud liderado por Néstor “Demetrio” Ortiz, el
Movimiento Revolucionario Peronista, de Jorge Lisazo y la Agrupación Peronista
de Base 17 de Octubre de Dardo Cabo, constituyó un quiebre al interior del
movimiento peronista y en particular dentro de las juventudes. Esto podemos
apreciarlo en el hecho de que hasta el momento la relación entre GH y el FEN con
Montoneros no era conflictiva, pero a partir de aquí se distancian bruscamente de
las acciones llevadas a cabo por estos últimos, exclusivamente en el tema de la
Lucha Armada, el cual es un parteaguas en las concepciones ideológicas de éstas
organizaciones.
Aquel acto había sido pergeñado por Perón desde Madrid y tenía por objetivo
hacer converger a todos los sectores de la juventud para generar una dirección
única, centralizada, que actuara en la convocatoria a las elecciones presidenciales
anunciadas por Lanusse en septiembre de 1971 recién para marzo del 73. Aunque
tal objetivo no pudo lograrse, luego de la finalización del acto Galimberti anuncia la
constitución de la Juventud Peronista –Regionales-, en referencia a las siete
jurisdicciones en que a partir de entonces se dividirá el territorio nacional; cada
una de ellas contaría con un jefe regional que se encargaría de organizar el
trabajo militante de acuerdo con las necesidades generales de la organización
política y de las particularidades de la zona. Tal estructura fue utilizada por

96
GRAMMÁTICO, K., Mujeres Montoneras. Una historia de la Agrupación Evita 1973-1974, Ediciones
Luxemburg, Buenos Aires, 2011, p.19.

2
Montoneros como la herramienta para la realización de una política de masas
necesaria para participar del proceso que desencadenaría las elecciones del 73 97.
El llamado a estas instituyó un punto clave a partir del cual Perón desde el exilio
debía reorganizar y reinstitucionalizar el movimiento en pos de normalizar las
tradicionales “ramas” (masculina, femenina y sindical). Entre estas medidas,
encontramos el desplazamiento de Jorge Daniel Paladino, delegado personal de
Perón, quien tenía atribuciones en el área sindical y en la rama femenina. Lo más
importante a resaltar en este entorno es la preponderancia en términos políticos
que comienzan a tomar los sectores juveniles, que si bien no constituían una rama
formal dentro del movimiento, para este momento en vistas de la realización de las
futuras elecciones resultan fundamentales. Este papel destacado fue provisto por
el propio Perón quien supo alentar sus pretensiones políticas como así también
avalar el accionar de las también juveniles “formaciones especiales” 98 y con ello
lograr, por un lado la disciplina de su movimiento, y por otro desgastar cualquier
tipo de iniciativa de la dictadura militar 99.
El hecho de enaltecer y darle mayor protagonismo a los sectores juveniles en
detrimento de la rama sindical, atiende a una coyuntura política que va a permitir
el reordenamiento de las fuerzas en pugna dentro del movimiento. La situación
política de los 70´es distinta de la abierta luego del 55´ en donde los dirigentes
sindicales ampliaron su poder al asumir la representación de los trabajadores.
Todo lo anteriormente expuesto nos servirá para comprender las razones por
las cuales GH, en ese momento unido al FEN en la OUTG, arremeterá contra
Montoneros discursivamente calificándolos de infiltrados. Sin embargo esta
estrategia ya tiene su historia dentro de la organización, el primero en recibir este
calificativo dentro del movimiento fue Vandor.
A principios de la década del 60´ gracias a la combinación de la represión
militar durante la Libertadora y la posterior implementación de medidas represivas
y ofertas de integración realizadas por Frondizi, fue surgiendo una dirigencia
sindical que buscó generar un peronismo que no dependiera de la conducción

97
GRAMMATICO, K., Op. Cit., p.20.
98
Término que alude a las organizaciones Guerrilleras que se reivindicaban peronistas.
99
GRAMMATICO, K., Op. Cit., pp. 24-25.

2
efectiva de Perón, encarnado en la figura de Vandor. Proceso en el cual la
dirigencia sindical peronista fue ocupando una relevancia cada vez mayor. Frente
a esto, los miembros de Guardia intentan generar un espacio en el cual insertarse
dentro del peronismo oponiéndose a la institucionalización del movimiento con
independencia de Perón, llevada a cabo por algunos sectores del sindicalismo 100.
De esta forma sostendrán, que debe realizarse una guerra a muerte con el
sistema capitalista bajo la conducción innegociable de Perón, de aquí se
desprende la idea de “Fe en el mando” y el respeto a rajatabla a las disposiciones
y proclamas de Perón, cualquier tipo de acuerdo era pactar con un sistema
antipopular.
Al producirse este hecho, se da una nueva mirada en torno a quiénes eran los
enemigos del peronismo. El enfrentamiento no debía llevarse solo contra los
enemigos históricos del peronismo, la burguesía liberal, la oligarquía, la sinarquía
internacional, etc. sino que también aparece un agresor interno calificado como
“infiltrado” o “traidor”. El enemigo empezó a ser personalizado en la figura de
Vandor, acusándoselo de realizar una alianza entre los sectores azules del
ejército, el radicalismo de Illia y el sindicalismo peronista encarnado en el dirigente
metalúrgico para integrar la masa peronista relegando la figura de Perón. En
síntesis lo que Vandor pretendía era formar un partido basado en los sindicatos,
cuestión que se exteriorizó en la disputa entre el líder justicialista y el sindicalista
en torno a las elecciones de 1965 en Mendoza, donde el vandorismo presenta un
candidato que disputa el mismo espacio político con el postulante delegado por
Perón, esperando vencer electoralmente al líder y de esta forma reafirmar su
ascendiente sobre el movimiento obrero en lugar de Perón. En definitiva, se
impone el candidato de Perón, Ernesto Corvalán Nanclares, sobre el vandorista,
Alberto Serú García, demostrando de esta forma dos cuestiones, en primer lugar,
la vulnerabilidad electoral del vandorismo y en segundo lugar, el quebrantamiento
a la lealtad que realiza Vandor, sobre la figura de Perón ambicionando el poder
que contenía aquel. Este proceso puede verse en una publicación de Guardia de

100
CUCCHETTI, H, Guardia de Hierro vs Vandor: memoria y cultura política en el peronismo, VIII Congreso
Nacional de Ciencia Politica, Universidad del Salvador, 2007, pp 5-7.

2
Hierro en la cual se sostiene que: “El régimen oligarca-capitalista imperante en el
país, se prepara a consumar, una vez más, la parodia electoral. Son cómplices en
la maniobra los jerarcas que usufructúan la dirección local del Peronismo y que
esperan en Marzo la oportunidad de negociar con un ala de la burguesía liberal el
destino de la Patria y del Pueblo Trabajador Argentino” 101
En la siguiente cita extraída de la revista “GH Guardia de Hierro”, queda en
evidencia que la idea de infiltrado ya estaba presente en el peronismo mucho
tiempo antes de que se sucediera la disputa con Montoneros a partir del ´73: “Ya
se ha producido PÚBLICAMENTE el alzamiento del infiltrado VANDOR. El 12/1/66
se sacó la careta de ‘peronista’ con la cual hizo su carrera burocrática. Este hecho
provoca la aparente escisión del peronismo, de la cual los voceros de la oligarquía
pretenden ha de sacar partido al régimen. Sin embargo, la situación no ha variado
con respecto a 1945. Perón o Braden se ha transformado en PERÓN o Vandor.
Como ayer, los traidores al pueblo argentino cuentan con sus escritores y sus
dineros. NO CUENTAN CON EL PUEBLO”102
De esta forma, denominándoselo como traidor se proponen la misión de
depurar el movimiento y destruir todos los vestigios de “traición”. En este punto
consideramos necesario hacer una aclaración; a Vandor se lo acusa de traidor y
de infiltrado, y éstos no son sinónimos. Ser traidor implica que en un momento uno
formó parte de determinado cuerpo, compartió sus ideas, sus métodos, pero en un
momento echa por tierra la lealtad que se tenía para con el grupo. Por otro lado, el
infiltrado posee una relación distinta con el conjunto, éste no supone una
pertenencia o identificación real sino que más bien lo que busca es introducirse
subrepticiamente o de forma encubierta para realizar un fin en particular desde el
interior. Cuando se los ataca como infiltrados, se los relaciona con los enemigos
externos quitándoles cualquier tipo de posibilidad de identificación con el conjunto.
Los sectores que se disputaban el poder dentro del peronismo con Montoneros,
buscan dejarlos en una situación en la cual no puedan identificarse ni establecerse
como los herederos de Perón. Las dos organizaciones que a la vista se presentan
101
GH Guardia de Hierro, La argentina será grande o no será, Nº3, febrero 1965, en CUCCHETTI, H, Guardia
de Hierro vs Vandor: memoria y cultura política en el peronismo, Op. Cit., p. 6-7.
102
CUCCHETTI, H., “Socialización Intensiva y Violencia en el Peronismo”, Anuario Lucha Armada, Argentina,
2010, p. 161-162.

2
como antagónicas, reivindican un mismo origen de sus luchas en las montoneras
del siglo XIX, enmarcando al peronismo en este proceso de liberación, que se
manifiesta en Guardia de Hierro allá por el 62’ cuando en la revista de la
agrupación se hablaba de las luchas populares y se podía leer lo siguiente:
“Recordemos también a los bravos Montoneros de los cuales, el peronismo es su
descendiente, y pensemos en ellos para extraer una lección de valor y
sacrificio.”103
Otros problemas vinculados a los orígenes de GH tiene que ver con la
formación de las trayectorias de los guardianes que no provienen necesariamente
de redes católicas. El otro punto se relaciona con el hecho de cómo concebir la
lucha armada. Sobre esto conviene explicar que hubo dos etapas bien
diferenciadas; en la primera, al comienzo de sus actividades, la insurrección
armada cobra más fuerza mientras que en un segundo momento, a partir de 1967
se prefiere ampliar la base de reclutamiento y conformar la “retaguardia política”.
Con los objetivos puestos en la depuración interna y en la lucha externa contra
la dictadura por el retorno de Perón, GH busca ampliar la base de reclutamiento
incorporando jóvenes que favorecerían el pasaje a la lucha armada. Con esta
intención un pequeño grupo compuesto por Álvarez, Fabio Bellomo y su esposa,
Susana Lamas, viajaron a España a ver a Perón con el objetivo de pedirle el
apoyo para conformar una guerrilla urbana y que a su vez éste les permitiera
entrenarse en Cuba o Argelia. Los comentarios de los protagonistas dicen que
Perón se opone a esto y les otorga un nuevo mandato en el cual deben abandonar
la idea de la violencia insurreccional para promover la retaguardia ambiental y la
formación de cuadros para el peronismo en el territorio. Desde la visión del líder
“La retaguardia es la estructura ambiental, el clima para que vuelva Perón 104”.
La formación de cuadros sería entonces una de las principales actividades de la
organización una vez consolidada y esto implicaba según el reglamento del Frente
Principal, previo a la formación de la OUTG tres vías que deben complementarse
paralelamente: el conocimiento profundo de la palabra y la obra de Perón, de la

103
Revista GH Guardia de Hierro, mayo de 1962.
104
Entrevista a Alejandro Álvarez, 2005 en CUCCHETTI, H. Combatientes de Perón, herederos de Cristo, Op.
Cit., p 99.

2
historia del país y del movimiento, y de los grandes conductores y procesos
revolucionarios de la historia universal; la práctica militante organizada y
sistematizada y la crítica y autocrítica de esa práctica; y por último la discusión
política minuciosamente desarrollada entre los militantes 105. Finalmente y para
reforzar los conceptos, el autor plantea que el objetivo final era la inserción en el
territorio que devenía en el espacio de creación de la “retaguardia ambiental”,
entendida como la formación de cuadros, con el objetivo de ampliar su base de
reclutamiento. Había que construir el principio de lealtad. Lo dicho refuerza la
hipótesis acerca de que cuando las redes devienen en facciones de militancia,
esta identidad propia conlleva casi automáticamente a la negación de la
legitimidad del otro. El peronismo dejaría de ser para los años ´70 un movimiento
elásticamente organizado para transformarse en una abierta guerra de
facciones106.

Capítulo 5.
La conformación de la Organización Única del
Trasvasamiento Generacional (OUTG).

La creación de la Organización Única de Trasvasamiento Generacional


(OUTG), en el año 1972 no fue, estrictamente hablando, el inicio de las relaciones
y las actividades entre el FEN y GH. La primera tuvo los primeros contactos con

105
Reglamento del Frente Principal, sin año de edición, en CUCCHETTI, H. Combatientes de Perón, herederos
de Cristo, Op. Cit., p 103.
106
CUCCHETTI, H. Op. Cit., p 121.

2
Guardia de Hierro por el 71’ aproximadamente cuando Roberto Grabois viaja a
Puerta de Hierro en España y se encuentra con Alejandro “Gallego” Álvarez, en
cuya reunión definen acuerdos futuros para asambleas conjuntas. Ahora bien, lo
llamativo de esta unión entre el FEN y GH es que la segunda organización tenía
sólo una estructura formal de acción en algunos barrios de Capital Federal y
alguna participación en provincias del interior como Tucumán o Salta. Según las
distintas fuentes los integrantes del FEN lo conformaban casi 10.000 cuadros en
todo el país. Una de las acciones realizadas durante el año ´72 más importantes
fue la de la búsqueda de afiliaciones para el partido y era un trabajo que
realizaban asiduamente los militantes recorriendo los distintos barrios y abriendo
unidades básicas para conseguir adeptos. Inclusive uno de los testimonios cuenta
que una vez, habían realizado varias afiliaciones y cuando le presentaron esos
inscriptos a la cúpula del partido, ésta no lo aceptó y por ello tuvieron que realizar
una manifestación para demostrar cuánta fuerza concentraban en sus filas.
Por otro lado nos parece relevante mostrar la forma en que el Frente Estudiantil
Nacional para el año 72 continúa justificando su incorporación al movimiento
peronista: “Inscribimos nuestras luchas dentro del peronismo porque lo
reconocemos como un planteo claro de reconquista del poder popular, porque
sintetiza la negación al neocolonialismo, porque se plantea la nación
independiente y la liberación de la clase obrera como proyecto unificado y
constructor del socialismo en Argentina”107
Los argumentos que se esgrimen generalmente para explicar la disgregación
del FEN en el grupo de los guardianes tienen que ver con la solvencia que
presentaban los de Buenos Aires al tener un discurso mucho más convincente y
con mayor capacidad de emisión que el resto de las agrupaciones. Otras
interpretaciones refieren a la inexistencia de un motivo en particular y advierten
que por ser un grupo que tenía relación con el peronismo, esa es ya una condición
habilitante para tal unión. Esa solvencia de la que se habla se manifestaba en
cada una de las reuniones nacionales que se llevaban a cabo que permitían la
formación y el amoldamiento de los militantes. Esas reuniones tenían dos

107
Panfleto del FEN: “Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía”, Buenos Aires, 1972.

2
objetivos fundamentales, por un lado seguir discutiendo las líneas de acción que
continuarían y conformarse como grandes espacios de sociabilidad y por otro lado,
ser los lugares donde los líderes principalmente Alejandro Álvarez orientaban una
línea ideológica y marcaban una agenda a seguir.
Sin embargo, el elemento más importante para explicar la unión con este grupo
de Capital Federal y que constituye una de las hipótesis fuertes del presente
trabajo, tiene que ver con que la fusión se dio por una doble necesidad. Por parte
de Guardia de Hierro de ampliar su número de militantes y la voluntad de llevar su
participación a un nivel nacional aprovechando la estructura del FEN y por parte
de éste, de integrarse al Movimiento Peronista a través de una agrupación que
provenía de la Resistencia, remarcando todo lo heroico que representaba en el
imaginario peronista. Para los 70’, cuando la CGTA se disuelve debido al
encarcelamiento de la mayoría de sus dirigentes, el FEN pierde los lazos de unión
con el peronismo y ante la ausencia debe buscarse otro camino. En ese momento,
Montoneros logra su legitimación con la muerte de Aramburu, explican algunos
autores108, mientras que el FEN pierde esa asociación con los trabajadores al
disolverse su representación. Frente a ello, la opción que se despliega es la fusión
con Guardia de Hierro con quién sólo comparten algunas ideas, entre ellas la
oposición a la lucha armada.
La fusión entre ambas organizaciones significó entonces que el FEN se ubicara
en un espacio distinto dentro del movimiento peronista luego del proceso de
peronización que atravesó. Las características que poseía esta agrupación,
descriptas en el capítulo 2, se vuelven a resignificar una vez que el Frente termina
confluyendo con GH y resulta ser ésta la opción con la cual legitimarse. Este
reordenamiento de las fuerzas en el interior del movimiento peronista se plantea,
podríamos decir a partir de dos elementos: la relación con Perón y la relación con
el resto de las agrupaciones y cómo se veían entre sí. En primer lugar, tuvieron
que doblegarse al movimiento pendular que tenía el propio Perón respecto de
todas las agrupaciones juveniles de las cuales se valió para debilitar a la dictadura
militar primero y para ganar las elecciones después, otorgándoles en los 70’ un
108
SIGAL, S. y VERON, E., Perón o Muerte. Los fundamentos discursivos del fenómeno peronista, Legasa,
Buenos Aires, 1986.

2
papel destacado dentro del movimiento peronista “castigando” en cierta manera a
la dirigencia sindical109. Las dos organizaciones que conformaban la OUTG
plantearon una relación total con el líder en el sentido de que se acataba
acérrimamente las órdenes que provenían de él, demostrando una peronización
integral y ortodoxa, y exhibiendo la no existencia de discusiones o disidencias en
el interior del movimiento. El otro elemento es la relación con el resto de las
agrupaciones que creemos se pone de manifiesto en el rol que iba a desempeñar
el dirigente de JAEN, Rodolfo Galimberti quien comienza sus relaciones con
Montoneros y a partir de allí para fines del 70’, van a constituir los personajes
centrales del movimiento polarizando el escenario político y reivindicando la lucha
popular peronista110. La diferencia fundamental radica en la negación del FEN de
optar por la lucha armada y de realizar una re-lectura reivindicando las cuestiones
centrales del primer gobierno de Perón caracterizada por las tres banderas: la
soberanía política, la independencia económica y la justicia social. Esta cuestión
fue un punto de encuentro con GH ya que al ser una agrupación peronista
tradicional figuraba fuertemente en su doctrina aquellas premisas del primer
gobierno peronista. El FEN emparentado con GH va a devenir en una agrupación
con un marcado fundamentalismo político, con una estructura más vertical y
cerrada, y esto lo demuestra el hecho que cuando se desencadena la disolución
de la OUTG, a partir de la muerte de Perón en 1974, la notificación a los
integrantes de las agrupaciones se dio por un comunicado que provino de las
cúpulas reunidas en un encuentro nacional, sin ningún tipo de consulta. El fin de la
organización estuvo cargado de un total misticismo debido a que muchos
integrantes no podían asimilar la noticia de la muerte del líder, pero según los
testimonios, lo más importante tenía que ver con una cuestión de seguridad. Así la
organización se disolvería por la idea de que el líder ya no estaba presente pero
sobre todo porque ya no era seguro continuar militando en las distintas
agrupaciones por el incremento de la violencia represiva.

109
GRAMMÁTICO, K., Mujeres Montoneras…,Op. Cit., p. 26.
110
CUCCHETTI, H. Op. Cit., p 68.

2
Uno de los jefes rosarinos del Frente Estudiantil comprueba lo dicho sobre el
reagrupamiento de las organizaciones en los 70’ siguiendo la misma línea de
análisis:

“Yo creo que lo que sufrió el FEN fue la irrupción de Montoneros, la propaganda
armada entre la militancia tiene mucho impacto, y en la sociedad también,
obviamente, pero entre la militancia tiene mucho impacto, porque lo que piensa la
gente, ‘mira estos tipos se están jugando las pelotas, mataron a Aramburu’, que
era figura antipática y entonces se empiezan a preguntar si no estarán
equivocando el camino […] Entonces empezaron a buscar un camino alternativo,
y el camino alternativo no existía, y agarraron los que le vino a la mano, lo de GH
porque parecía una fusión importante. GH tenía una estructura de cuadros grande
y entonces…además era fuerte en capital que nosotros no éramos fuerte, Grabois
hablaba muy lindo pero a la hora de organizar poco, nosotros al revés,
organizábamos mucho y de hecho la expansión en el país fue obra nuestra, en
particular mía, yo tenía la idea de que si no estaba en todo el país no estaba en
ningún lado”111

Las palabras de Hernán Pereyra revelan algunas cuestiones. En principio una


especie de competencia con respecto al resto de las agrupaciones. En el plano de
la militancia el FEN buscaba un reconocimiento importante que revelara su
existencia y funcionamiento. La visibilidad de Montoneros en los ´70 acelera los
tiempos y entonces la agrupación debe insertarse en alguna organización a través
de la cual legitimarse para su futuro desarrollo. Como ideológicamente no optaban
por la lucha armada tenían que buscar otro camino, y éste fue finalmente aliarse
con una organización que venía de la Resistencia como es Guardia de Hierro. En
segundo lugar, habla de que no existía un camino alternativo y por ello la opción
de GH, pero ese camino alternativo podría haber sido la fuerza legitimadora de la
CGTA, aunque desaparecida a esas alturas, y visto y considerando que no iban a
entablar lazos con la CGT el camino a seguir fue el grupo de Alejandro Álvarez de

111
Entrevista a Hernán Pereyra 01/10/2012

2
Capital Federal. El otro aspecto relevante que muestra el dirigente estudiantil tiene
que ver con la formación y la militancia que se desarrollaba en Rosario a
diferencia del resto del país y sobre todo de Buenos Aires. Allí existía una buena
construcción ideológica atribuida a la carrera de Sociología y a la cual acudían
Roberto Grabois y Horacio González mientras que en Rosario era más importante
el trabajo territorial, la militancia propiamente dicha y las formas de transmitir el
discurso. La línea discursiva estaba bien planteada y el hecho de ser de Rosario y
no de Buenos Aires ayudaba a aplacar el prejuicio de que los porteños eran más
avasallantes en sus discursos y de que se trataba de una cuestión más federal.
La conformación de la OUTG, Organización Única de Trasvasamiento
Generacional, se presenta ante la sociedad y los militantes de ambas sub-
organizaciones como una disposición del propio Perón y con un razonamiento
generacional. Frente a un peronismo anquilosado, con figuras incambiables y
estáticas, Perón comienza a ponerle al movimiento y a la doctrina peronista
condimentos nuevos que hacen a la actualización permanente con la justificación
de que las ideologías y las doctrinas se encuentran desdobladas y que actúan en
forma separada: “Es necesario ir preparando los dirigentes porque las masas
evolucionan solas ya cuando están imbuidas de una ideología y puestas en
marcha por una doctrina. Las masas son las que deben ir evolucionando en sí y
preparándose para las nuevas circunstancias. Normalmente las ideologías no
cambian sino en largos períodos de la historia, ha habido ideologías para la edad
media, ha habido para la etapa capitalista hay ahora una para la etapa socialista,
en fin, pero duran siglos las ideologías, en cambio la doctrina que son las formas
de ejecución de esas ideologías se salvarían con las circunstancias de la
aplicación. A medida que se va aplicando esa ideología las circunstancias en
tiempos, en espacios, en fin, cambian. A esos cambios es el que nosotros
debemos ir acostumbrando a las nuevas generaciones 112”.
Es así que la idea de Trasvasamiento que no tiene un significado propio sino
que toma definición dentro del lenguaje político y peronista, se explica como la
preparación de las nuevas generaciones, es decir, que las juventudes deben
112
Fragmento de la película “Perón actualización política y doctrinaria para la toma del poder” de Cine
Liberación de Pino Solanas y Octavio Getino. Madrid Junio – Julio 1971, min. 01.31.30 aprox.

2
aprender a ser dirigentes de conducción y dirigentes de encuadramiento. De allí la
importancia de la inculcación de la doctrina peronista desde la infancia dice el
líder. Es una visión bastante romántica acerca de que no se pierdan ciertos
valores y experiencias, cuando en realidad lo que estaba marcando era la no
inclusión de las juventudes en la arena política hasta el momento en que se lanza
la propuesta del trasvasamiento en el año 71’, cuando los sectores juveniles se
convierten informalmente en una rama más del movimiento peronista sirviendo a
la estrategia de convocar militantes para las anunciadas elecciones del 73’.
El acercamiento de una organización con otra se concreta finalmente cuando
Roberto Grabois, figura predominante del FEN en Buenos Aires, viaja a Puerta de
Hierro a encontrarse con Perón, quien le indica la posibilidad de incorporarse al
movimiento nacional y dentro del peronismo confluir con organizaciones ya
preexistentes que buscaran nuclear al conjunto de la sociedad. Esa sugerencia se
extiende al resto de las agrupaciones y fue así como desde la indicación de Perón
se conforma el Trasvasamiento que no tuvo la aceptación plena de todos los
integrantes del FEN Rosario, ya que, Hernán Pereyra, una de las dos figuras más
importantes no estuvo de acuerdo, aunque para la fecha en la que se concretó el
acercamiento, él no se encontraba en nuestro país sino que era un dirigente
exiliado primero en Perú y luego en Chile por la participación que había tenido en
los episodios del 69’ en Rosario113.

113
De hecho, el miércoles 15 de abril de 1970, los estudiantes de la Facultad de Matemáticas de Rosario
ocuparon ese establecimiento como expresión de repudio de la detención de su presidente de Centro de
Estudiantes y dirigente del FEN, Hernán Pereyra, del presidente de la FUA Jacobo Tiefemberg y por el
elevamiento de sanciones a Rodolfo Milito y Lagrutta, dirigentes de la UNE.

2
Periódico del FEN, Buenos Aires, Abril-Mayo 1970.

Encarcelado durante esta etapa del Rosariazo, queda sustraído de la discusión


política en la cual lo que se decidía era la incorporación del FEN al peronismo.
Finalmente, “no logra entender el proceso”, dicen sus compañeros, es decir, que
no se incorpora a la militancia orgánica en la nueva etapa de la agrupación. Lo
que el dirigente rosarino afirma es que:

2
“Y en el 73’ yo decía que había que aliarse a la JP en la tareas de superficie y
criticar al foquismo porque a lo único que iba a llevar era una matanza de gente al
pedo”114

Cuándo se le pregunta a Hernán Pereyra qué diferencias pensaba existían


entre la agrupación que había dejado en el 69’ cuando es encarcelado y el FEN
con el que se topa a su regreso nos dice claramente que no tenían nada que ver y
que el cambio de paradigma es muy evidente:

“Lógicamente fueron dando un giro que los ubicó en las antípodas de todo lo
que nosotros habíamos construido, es decir, pegaron una vuelta, de hecho al final
fue una fábrica de cuadros para el menemismo, si vos haces una nómina de
gobernadores y de funcionarios nacionales del menemismo te encontrás un
montón.”115

Pero en términos prácticos la OUTG significó algo más que el traspaso de


experiencia de una generación a otra, en realidad se constituyó como una
estrategia más para que Perón retorne al poder, y para ello se debía preparar el
terreno y la conducción en el país mientras el dirigente se encontraba en Puerta
de Hierro. Se constituyó como una organización cuya función principal era la
formación política de cuadros. Una vez que el líder finalmente retorna al país, las
acciones a seguir van a ser apoyar las medidas que el gobierno tomara.
El organigrama tenía un mando compuesto por las cabezas de las formaciones
más importantes y sus filiales en el interior, a las que sumaba un Estado Mayor
cuya función era la de dotar de todos los elementos materiales y cognitivos a la
conducción para la realización de las actividades políticas siguiendo un esquema
militar.116 Los objetivos no eran tan diferentes de los propuestos por GH. El trabajo
territorial era una continuidad de un mecanismo de actividades de contacto barrial.

114
Entrevista a Hernán Pereyra 01/10/2012
115
Entrevista a Hernán Pereyra 01/10/2012
116
POZZI P., PÉREZ CERVIÑO A., “Entrevistar a Guardia de Hierro”, Disponible en URL:
http://www.fcp.uncu.edu.ar/skins/www_fcp/download/Entrevista_a_guardia_de_hierro.pdf. pp. 4 - 5.
Consultado el 15/06/2012

2
La formación de cuadros entendida como la formación personal para el despliegue
de una misión constituía la meta principal de la OUTG. Aquí cobra mucho
protagonismo el territorio entendido como la herramienta más importante a utilizar
para pensar en la formación de cuadros. En uno de sus discursos, Perón decía:
“Hemos hablado de la necesidad de un Trasvasamiento generacional. Ello emerge
de la necesidad insoslayable de mantener el estado juvenil del movimiento. Se
trabaja normalmente para el futuro y ese futuro por fatalismo histórico y biológico,
diremos aquí, corresponde a las generaciones jóvenes. Un movimiento que sea o
que represente una revolución trascendente, difícilmente pueda ser realizado por
una generación sino por varias de ellas”. 117 La idea de pasar toda la experiencia
militante de GH a las generaciones más jóvenes es una de las ideas cumbres más
importantes de la OUTG.
El discurso de Alejandro Álvarez que atraía y generaba mucha ebullición
también creaba la pérdida de puntos de vista y de discusión. Otro elemento
importante a tener en cuenta tiene que ver con que en esta etapa ya existía un
dispositivo de despliegue sobre el territorio, en los barrios y en otro tipo de
actividades. Es así que la organización del Trasvasamiento tiene una extensión
sobre los barrios, los sindicatos, el empresariado, la intelectualidad y para
organizar estas intervenciones se dividió en columnas llamadas armas. Éstas eran
el arma juvenil que agrupaba a la juventud en general, el arma universitaria que
siguió expresándose a través del FEN dentro del ambiente universitario, el arma
femenina que aglutinaba a las mujeres que trabajaban dentro del peronismo y el
Instituto Nacional de Estudios Superiores (I.N.E.S.), que tenía su sede en una
casa de calle Rioja entre Sarmiento y Mitre y cuyo desempeño era semi-
clandestino. Un participante cuenta las actividades que se realizaban allí:

“Ese es el ambiente en donde yo empecé a trabajar, [I.N.E.S.] donde la


discusión pasaba por ver cuál era el papel que podíamos desarrollar nosotros que
estábamos en ese tipo de actividades, en ese dispositivo de lucha, y bueno,
entonces a mí me ponen encomendando tareas de propaganda, de reunión de

117
PERÓN J.D., Madrid, 1972, Actualización Política y Doctrinaria Para la Toma del Poder.

2
información, y bueno una tarea de reclutamiento, hacía reunión, invitación a gente
que participaba de estas actividades a sumarse a este proyecto […] Nosotros
dentro de todo éramos un agrupamiento semi clandestino… queríamos organizar
una charla y venían y nos cerraban la casa por ejemplo, venía la policía, ponía un
policía en la puerta y se clausuraba la actividad” 118

El pensamiento y la acción que realizaba cada uno de los militantes les iba
dando una formación política que los ubicaba en distintos lugares de acuerdo con
las actitudes propias. Lo dicho puede reflejarse en la explicación de un
protagonista:

“Yo podría haber militado en una o en otra organización de ese momento


cuando vine a Rosario, la UEL o el FEN, tenía afinidades con las dos, pero por
alguna razón que no podría precisar, terminé acercándome a la gente del FEN. Yo
tenía que ver poco con la Universidad, es más me inscribí en Ciencias Políticas
para poder tener un lugar de militancia, busqué una carrera que me resultara afín
a mi trabajo, y busqué allí la posibilidad de insertarme en la militancia, que era una
discusión orgánica viste…todo ese tipo de cosas119”

En realidad lo que expone es que cuando dejó de asistir a la Universidad


siempre siguió relacionado y pudo seguir trabajando en forma paralela sin una
militancia orgánica que era la regla más común en aquella época.
Las acciones políticas y sociales estaban estrechamente ligadas a lo parental, a
la idea de una gran secta política que mantenía cierto misticismo y ocultamiento
de los ritos peronistas. Un ejemplo de ello lo representa el llamado “Congreso del
Trasvasamiento Generacional”, celebrado en Rosario, el 17 de noviembre de 1973
en el ex cine Real de calle Oroño y Salta que contó con la participación de casi
6000 personas provenientes de delegaciones de todo el país y en el cual no podía
tener acceso ningún periodista ni gente externa a la organización. Lo poco que
pudo trascender en los diarios es que “se efectuaron dos actos paralelos, uno
118
Entrevista a Rubén (26/7/2012)
119
Entrevista a Rubén (26/7/2012)

2
religioso, y otro político. El primero definido por sus organizadores como la
‘canalización de la religiosidad popular por sus cauces naturales dentro de la
sociedad’ y el acto político que consistió en el análisis por parte de los cuadros de
la Mesa del Trasvasamiento, de la situación del peronismo, del país y de la
coyuntura internacional.”120 En realidad lo que ocurrió, según otras fuentes 121 fue,
con respecto al acto religioso, el casamiento de unas 50 parejas aproximadamente
y el bautismo de 30 niños, ceremonias que estuvieron a cargo del sacerdote
Faguada de la ciudad de Morón (provincia de Buenos Aires), que habrían contado
con el padrinazgo en todos los casos del general Perón y de su esposa María
Estela Martínez de Perón a través de una carta enviada a dicho Congreso. Estos
festejos son los que avivan la simbología peronista alimentando el culto al líder y
generando mayor aceptación dentro del movimiento, sino fijémonos en los votos
que las parejas entablaban donde se mezclaba lo parental con lo político:
“Yo, delante de Dios y de los compañeros te tomo a ti por esposo/a y te prometo
fidelidad en las buenas y en las malas, para
que juntos trabajemos por la felicidad del
pueblo y la grandeza de la nación”122.

Mensaje de Perón al Congreso del Trasvasamiento


Generacional, La Capital, Rosario, 19 de noviembre de
1973.

120
Noticias, miércoles 21 de noviembre de 1973, p. 9
121
La Capital, lunes 19 de noviembre de 1973, p. 6
122
Iibídem. P. 6

2
El acto político en sí, que contó con un único orador según parece, Alejandro
Álvarez, no sólo fue para realizar un balance de los acontecimientos nacionales e
internacionales sino también para conmemorar el regreso de su líder al país un
año antes. Lo que este Congreso nos muestra también, es que ya habían
comenzado las discusiones acerca del futuro de la organización. Existía un
sentimiento generalizado de tributo a su líder, aseverando que éste no podía morir.
De hecho algunos de los entrevistados nos revelan que finalmente cuando ocurre
el desenlace fatal, gran parte de sus militantes no lo podían creer. Esta negación
en realidad escondía el problema de la sucesión, de quien sería la persona que
dirigiría el movimiento y el partido, cayendo en la cuenta de que nadie podía
ocupar ese lugar. En ese Congreso, el jefe de Guardia de Hierro ya había
advertido algo en este sentido: “Yo lo advertí ahí en Rosario. Lo había advertido
en el plenario nacional ‘nosotros hacemos esto, pero lo vamos a disolver’. ¿Por
qué? Porque es contradictorio con el movimiento. Nosotros somos peronistas, no
cualquier cosa”123 En realidad lo que se quería evitar a la muerte de Perón era la
lucha facciosa que se desataría por ocupar puestos importantes, por ello es que,
según Álvarez, lo que se hace es dejarlos librados a la decisión que cada uno
tomara con respecto a la nueva agrupación a la que se afiliarían. De este modo se
clausura la experiencia organizacional de la OUTG a tan sólo dos semanas de la
muerte de Perón, desencadenándose una gran disgregación de los integrantes del
FEN y de Guardia de Hierro hacia agrupaciones muy distintas entre sí.

123
Entrevista a Alejandro Álvarez, 2005, en Cucchetti H. “Combatientes de Perón, herederos de Cristo”, Op.
Cit. p. 177

2
Conclusiones.

Las etapas principales que se destacaron en esta investigación apuntan a los


primeros años de nacimiento del Frente Estudiantil Nacional en la ciudad de
Rosario en 1965 y más precisamente en la Facultad de Ingeniería, pasando por el
lapso de peronización que comienza en el año1968 y tiene su concreción en el
año 69, hasta su enlace con Guardia de Hierro formando la Organización Única
del Trasvasamiento Generacional en 1972 y su posterior disolución en el año 1974
devenida por la muerte de Perón.

2
En todo este proceso intentamos observar las características propias que tuvo
la militancia juvenil, la forma en que se dio la politización de las juventudes y el
modo por el cual se integraron al peronismo. Estos problemas generales se
pudieron vislumbrar a partir del origen del FEN como agrupación estudiantil inserta
en la Universidad y el camino de apertura a la sociedad que realiza, adquiriendo
características diferentes de las que había tenido en un principio. El acercamiento
a los trabajadores fue esencial para concretar esa apertura y la elección de
fusionarse con una organización en particular dentro del universo de agrupaciones
del peronismo no resultó casual, ya que creemos que la clausura de la CGTA
primero y la elección de no optar por la lucha armada finalmente termina
definiendo aquella elección.
Los capítulos se ordenaron atendiendo a los problemas que consideramos más
relevantes en cada una de las etapas del Frente Estudiantil Nacional. En el
Capítulo 1, se mostraron las características que de la Revolución Argentina, las
respuestas sociales y las movilizaciones en contra de ella y la forma en que se da
la salida democrática. Por otro lado, se realizó una caracterización de las
Juventudes Argentina con el fin de poder delimitar los componentes específicos
con los cuales estos actores se insertan en la sociedad.
En el Capítulo 2 se analizan los orígenes del FEN teniendo en cuenta que sus
integrantes hacen sus primeros pasos en el Reformismo y rápidamente se insertan
en el proceso de nacionalización del estudiantado, en el cual estos grupos
universitarios emparentados con la izquierda consideran que la universidad debe
dar una discusión sobre la realidad del país y alejarse de aquella concepción que
la veía como una isla. Además se exponen los primeros contactos a partir del año
1965 entre agrupaciones de Rosario y Buenos Aires dando lugar a la creación del
Frente Estudiantil Nacional. Entre los preceptos más desarrollados se encuentran,
su vinculación a las ideas más cercanas de izquierda, revelando en los inicios una
identidad marxista-leninista de acuerdo a los objetivos planteados en las fuentes,
las acciones directas que llevaban a cabo en contra de las instituciones que
representaban los grandes capitales internacionales, la oligarquía, la gran
burguesía, etc., y por otro lado, las lecturas de las cuales se nutrían para su

2
formación política. En este capítulo planteamos que el FEN en sus orígenes parte
de concepciones ideológicas distintas a las que va a tener luego de la
peronización. Este recorrido implica desembocar en un espacio diferente vinculado
a concepciones que podrían entenderse más de izquierda, mientras que la
elección de no optar por la lucha armada permitió la permeabilidad de influencias
que concebían ideas caracterizadas de derecha. El FEN constituyó una
organización con una marcada ambigüedad y es en este sentido que el binomio
izquierda y derecha no puede dar cuenta uniformemente de su historia. Esas
categorías adquieren relevancia si nos situamos dentro del movimiento peronista
en la década del 70’.
El Capítulo 3 nos permite divisar el camino de acercamiento al peronismo.
Pudimos ver que en un principio la identificación del FEN con el movimiento obrero
es central, a partir de caracterizar al peronismo como la identidad política de los
trabajadores es que intentan insertarse rápidamente en él. El surgimiento de la
CGT de los Argentinos generará las condiciones adecuadas para que el FEN
comience su emparentamiento con los obreros. Intentamos demostrar este pasaje
por el contexto acaecido a partir del Rosariazo y cómo las relaciones se fueron
afianzando dependiendo cada vez más de la colaboración con grupos de
trabajadores y con la central obrera CGT de los Argentinos al punto tal que la
fecha de nacimiento propuesta por los participantes del Frente Estudiantil de la
Línea Nacional concuerda con la del inicio de la Central de Trabajadores. La
comisión Obrero Estudiantil que trabajaba conjuntamente en las acciones a seguir
además de los espacios en los cuáles concordaban obreros y trabajadores, ya
sean ollas populares, protestas, reuniones y actos relámpagos junto con la
comisión de movilización para el retorno de Perón son la muestra de que la
agrupación estudiantil estaba inmersa en el movimiento peronista.
El capítulo 4 intenta exponer la experiencia de la agrupación GH desde sus
orígenes en el año 62 habida cuenta de ser el espacio en el que confluye el Frente
Estudiantil Nacional. Además se presentó una somera exposición en torno a los
conflictos internos de la Juventud del movimiento peronista desatados en parte por
la necesidad de Perón de reorganizar y reinstitucionalizar el movimiento en pos de

2
normalizar las tradicionales ramas (masculina, femenina y sindical), ya que se
aproximaban las elecciones. En este contexto adquieren mayor visibilidad y fuerza
las juventudes en detrimento de la rama sindical.
Finalmente, el Capítulo 5 apunta a trabajar la forma en que las definiciones de
izquierda y derecha se vuelven a resignificar dentro del propio movimiento
peronista atendiendo particularmente el alcance que tuvo la fusión entre GH y el
FEN al conformar la OUTG. El FEN adquiere diferentes rasgos de acuerdo a la
relación que existía con Perón y a la relación con el resto de las agrupaciones. Los
elementos que nos permitieron observar ese viraje se encuadran dentro de lo que
podríamos denominar una segunda lectura o reinterpretación que tuvieron los
estudiantes del movimiento peronista, en la que se exaltan las medidas del primer
gobierno. Esto quiere decir que se acercaron a formar parte de sus filas porque las
ideas bases rescatadas como la justicia social, la comunidad organizada y la
independencia económica, antecedentes de las tres banderas, eran
ideológicamente cercanas a sus propias doctrinas. La aproximación posterior a
Guardia de Hierro no condicionó que estas premisas siguieran siendo la base de
sustentación del FEN porque indefectiblemente aquel, era otro grupo peronista
que contenía entre sus pilares los mismos enunciados.
Consecuentemente de todo ello, ha quedado debidamente bosquejada la
hipótesis que habla del acercamiento de esta agrupación estudiantil a nivel
nacional con el grupo de Capital Federal, con el motivo de obtener una
legitimación genuina en todo el entramado de agrupaciones que buscaban su
visualización en el período. La desaparición de la CGT de los Argentinos resultó
un elemento primordial a la hora de pensar cómo el FEN se relacionó con el resto
de las agrupaciones. Lo que se demostró fueron las diferencias entabladas con
Montoneros y más esencialmente lo que tiene que ver con la lucha armada
precisamente porque era con este grupo con quién se planteaba las posturas de
oposición. Lo revisado apuntó a exponer que en un período tan efervescente en
cuanto a la participación política, las diferencias no eran tan visibles en un
principio y las mismas se van profundizando entrando los setenta. Asimismo
también, pudo establecerse el funcionamiento del Frente Estudiantil línea Rosario

2
que presentaba la característica particular de ser muy fuerte en cuanto al trabajo
militante y el compromiso político, habiendo podido uno de sus integrantes viajar
por todo el país con la intención de realizar charlas en distintas facultades
adhiriendo a un gran número de militantes.
En otro orden de cosas consideramos que, si bien el sentido de la utilización de
los espectros “Izquierda y Derecha” para identificar a las distintas organizaciones,
no constituyó un núcleo problemático a trabajar en profundidad en este trabajo,
reflexionamos acerca de que en muchas ocasiones se emplean estas
denominaciones con cierta liviandad y sin tomar en cuenta los desarrollos político-
sociales y objetivos que las diferentes organizaciones han tenido a lo largo de su
propia trayectoria, “congelando” y simplificando de esta manera lo que en realidad
son procesos complejos, ambiguos y contradictorios. Entendemos que la
utilización de estas categorías tiene más que ver con una construcción social y
cultural a posteriori que se ha ido formando en los años subsiguientes al
surgimiento de las organizaciones sin tener en cuenta, en la mayoría de los casos,
un conocimiento real de los horizontes, experiencias y coyunturas que atravesaron
tales entidades, es decir, qué entendían y cómo definían en ese momento el
espectro izquierda y derecha. Tales ideas se originan a partir de advertir, por
ejemplo, que se genera cierta confusión cuando se habla de la OUTG,
organización que como identidad política engloba en si misma sólo a Guardia de
Hierro dejando de lado la faceta del Frente Estudiantil Nacional. Lo mismo ocurre
cuando se habla de la agrupación de Capital federal por sí sola, lo que quiere decir
que los fenicios se funden completamente en la identidad de los guardianes
perdiendo de esta forma, su existencia, accionar y tradición universitaria, ya que
recordemos que una de las principales diferencias entre una agrupación y otra es
su base estrictamente estudiantil. Otro de los elementos que permiten abogar por
las ideas planteadas anteriormente tiene que ver con el tema de la lucha armada,
que muchas veces es considerada definitoria a la hora de aclarar el espectro
ideológico, es decir, no optar por la lucha armada no significa necesariamente
conformar una organización de “derecha” y en el caso contrario lo mismo.

2
Por otro lado se advierte que los militantes del FEN niegan esta forma de
caracterización de derecha que recae sobre ellos debido a que sostienen que son
peronistas, ubicándose por fuera de los espectros Izquierda y derecha,
considerando al peronismo como un movimiento que venía a modificar las bases
de sustentación tradicional de la sociedad, por ende un movimiento fuertemente
revolucionario. En este punto retomamos lo dicho en páginas anteriores acerca de
que las categorías de izquierda y derecha se vuelven a resignificar en el seno del
movimiento peronista una vez que el FEN atraviesa la etapa de peronización,
ubicándose de esta forma en un espacio ideológico diferente al que había
pertenecido en sus orígenes.
Cabría preguntarse que entendían por “Revolución” y ellos la equiparan con la
justicia social, es decir, buscaban forjar una nueva estructura social más justa,
generando un convencimiento de que ésta solo podía lograrse dentro del
peronismo. Aquí se puede retomar la idea de “fe en el mando”, con razón de que
su accionar se orientaba a la realización de todas las órdenes que derivaran de
Perón. Por ende se los podría designar como ortodoxos, guardianes de la
ortodoxia peronista, pero según sus propias palabras esta significaba la
reivindicación de las banderas del peronismo, la comunidad organizada y el
accionar de Evita.
Si bien lo expresado arriba comprende las principales conclusiones construidas
por los entrevistados, que en pocas palabras no conciertan con las
caracterizaciones que recaen sobre ellos, debemos aclarar que no estamos de
acuerdo con dejar de lado el espectro ideológico y que ambas nociones son partes
de un binomio, es decir que es imposible encontrar una sin la otra, no hay derecha
sin izquierda y viceversa. Es así que ambos términos surgen a partir de una
comparación entre ellos, con lo cual se auto definen a la vez que se van
construyendo, lo que es de derecha lo es en tanto lo que es de izquierda. La razón
de su oposición simplemente especifica que no se puede ser al mismo tiempo de
derecha y de izquierda. Pero esta distinción no esclarece sobre los contenidos de
cada una de ellas, en tal caso la oposición permanece aunque los significados
pueden ir variando. La cuestión de la definición es en sí problemática, debido a

2
que no son conceptos absolutos sino más bien históricamente relativos. Una
ejemplificación de esto puede ser el liberalismo que dependiendo del contexto
histórico puede pertenecer a priori a la derecha o la izquierda. Es decir no son
calidades intrínsecas del universo político, son lugares del “espacio político” 124, que
representan una determinada topología. En otras palabras, derecha e izquierda no
son términos que representan contenidos fijados de una vez y para siempre, sino
que designan dimensiones que varían según los tiempos y las situaciones. En una
década tan agitada en términos de creación de agrupaciones, organizaciones
políticas, y de una floreciente militancia de las juventudes, el entramado político
social resulta, indefectiblemente, complejo.
En definitiva, creemos que el aporte que genera el presente trabajo a la
historiografía del período tiene que ver, por un lado con conocer las trayectorias
políticas y sociales de una agrupación estudiantil que no ha sido trabajada en
profundidad pero que sin embargo ha tenido mucha participación teniendo a juzgar
por su existencia en las principales ciudades del país. A ello sumamos que
presenta la característica fundamental de tener su origen en concepciones de
izquierda aunque al momento de integrarse al peronismo, lo hace con una
agrupación caracterizada de derecha. Este movimiento pendular nos permite
observar la dinámica política particular que realizaban algunas agrupaciones
contribuyendo a la idea de que aquellas no eran estáticas, sino que se
encontraban en constante movimiento unas con otras. Otro elemento que
podemos observar con el estudio del FEN, es que existen agrupaciones que se
proponen realizar cambios profundos dentro de la sociedad pero que no optan por
la lucha armada como medio para alcanzar sus objetivos. También pudimos
observar la forma en que se dio el acercamiento al peronismo, presentando rasgos
característicos que lo diferencian de otros recorridos, como por ejemplo las
Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
La manera en que el presente trabajo puede ampliarse tiene que ver con
investigar la etapa subsiguiente a la disolución de la OUTG. Reflexionar sobre el
rumbo que tomaron los militantes del FEN primero y miembros del Trasvasamiento
124
Bobbio N, Derecha e Izquierda: Razones y significados de una distinción política, Taurus, 1995, p.6
Disponible en URL: http://espacioagon.blogspot.com.ar/2009/04/norberto-bobbio-derecha-e-izquierda.html

2
luego, puede dar cuenta de las caracterizaciones de derecha que recaen sobre
ambas agrupaciones en términos generales. Asimismo se podrían estudiar las
acciones futuras de los principales líderes, Alejandro Álvarez, Eduardo Cevallo,
Roberto Grabois y gran parte de sus militantes, entre las cuales se encuentran la
invitación a formar parte del partido de la Democracia Social, creado por Emilio
Massera durante la dictadura abierta en 1976, como formadores de cuadros; la
creación de una nueva organización política con tintes católicos, la “Orden de
María del Rosario de San Nicolás”, a mediados de los 80’; y finalmente, la activa
ocupación de cargos públicos y políticos en Santa Fe y a nivel Nacional durante
las décadas del ´80 y ´90, participación que se dio en el amplio espectro ideológico
sin mantener una línea coherente de acción. Estos pueden ser algunos de los
elementos que aparecen más fuertemente en la etapa posterior a la disolución de
la OUTG y que podrían dar cuenta sobre las trayectorias de militancia particular.

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 Entrevista a Rodolfo 3/05/2012.
 Entrevista a Rubén 26/7/2012.

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