You are on page 1of 8

¿Qué tipo de viviendas en Perú

podrían resistir un terremoto de 9


grados?
La posibilidad de que el Perú sufra un fuerte terremoto de grado 8 o 9 es bastante grande. Ante ello, cabe
preguntarse qué tan preparadas están las viviendas.

El experto en infraestructuras antisísmicas, Jorge Cabanillas, refirió que si una vivienda fue construida de
manera formal, siguiendo las normas reglamentarias de diseño y construcción, podría resistir terremotos de 8
o 9 grados.

Ello tanto para viviendas de uno a tres pisos, como para los grandes edificios de quince a veinte pisos. Lo
importante será que la construcción haya sido formal.

No obstante, el especialista remarcó que se debe tener en cuenta la "memoria sísmica" de las construcciones;
es decir, los daños previos que ha podido sufrir por sismos anteriores.

"Eso va mermando su capacidad de resistencia", subrayó Cabanillas, quien es Máster en Ingeniería Estructural
de la Universidad Polítécnica de Cataluña.

Por ello el experto recomendó realizar evaluaciones sísmicas de las infraestructuras, sobre todo de las más
antiguas.

"Así se podrá prever cómo sería el posible colapso o daño en la estructura ante sismos severos y hacer un plan
de reforzamiento", apuntó.

A continuación, mostramos el video completo de la entrevista realizada al especialista.

DIARIO GESTION

Las construcciones peruanas frente a los


sismos
El último terremoto en Chile, que azotó la región de Coquimbo con una magnitud de

8.4, nos recuerda a todos los peruanos que estamos ubicados en una zona geográfica

sísmica que nos exige un nivel de alerta constante. ¿Nuestras construcciones están

capacitadas para soportar un fenómeno similar al ocurrido en el país del sur?

Por lo menos 15 muertos, más de 16 mil damnificados, cerca de mil viviendas destruidas y más

de mil quinientas consideradas como no habitables son algunas cifras brindadas por la Oficina

Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública de Chile, luego del
terremoto en la región de Coquimbo, del pasado 16 de septiembre. A pesar del daño y el

número de víctimas, las consecuencias han sido mucho menores de las previstas. 8.4 grados de

magnitud avizoraba una destrucción muchísimo mayor.

Desde ese día, bastante se ha hablado sobre los esfuerzos que ha realizado el Estado chileno a

través de planes de emergencia, normativa e infraestructura, que han permitido colocar al país

del sur, en la opinión de muchos, como un ejemplo de preparación ante sismos a nivel mundial.

“Se repite lo que sucedió en el terremoto del 2010, donde se ve que las estructuras chilenas

resisten bien ante un sismo y tienen buen desempeño”, señala la Dra. Sandra Santa Cruz,

docente del Departamento de Ingeniería.

En los últimos años, Chile ha sido castigado varias veces con sismos de intensidades que el Perú
no vive desde el terremoto del 2007, cuyas consecuencias los pobladores de Pisco aún siguen

padeciendo. ¿Los golpes constantes han permitido que nuestros vecinos aprendan lecciones con
mayor prisa? ¿Este famoso silencio sísmico de Lima, más que preocuparnos, nos ha aletargado

en una indolencia irresponsable?


Nuestras construcciones
Para Santa Cruz, este último sismo en Chile no nos ha dicho nada nuevo. “Sabemos que si un

fenómeno similar ocurriera en el país, lo que es perfectamente factible, tendremos –según las

normativas– un desempeño bueno en las edificaciones que fueron construidas formalmente, el

problema se dará con las construcciones informales, donde hay mucha autoconstrucción o

edificaciones levantadas en zonas de alto peligro, como laderas o suelos malos”, comenta Santa

Cruz, quien agrega que el respeto a la norma por parte de la construcción está relacionado con

la formalidad del municipio involucrado. “Pero eso no se va a saber con certeza hasta que no

ocurra un terremoto, que será la prueba máxima”, añade.

Luego del terremoto de Nazca en 1996, la norma técnica E.030 de diseño sismorresistente en el

Perú, enfocada exclusivamente a nuevas construcciones, tuvo que ser fortalecida en 1997. “La

norma actual está adaptada a las necesidades del país y no es un principio terminado, es

dinámico y se va modificando y actualizando de acuerdo con el avance de las técnicas de

construcción. Ahora va a salir la última actualización, que tiene que ver con los focos de

amenaza sísmica para el Perú”, explica Santa Cruz. En ese sentido, comenta que, actualmente,

hay un proyecto para conseguir unas modificaciones en la norma que permita el reforzamiento

de edificaciones existentes.

Por su parte, el Mg. Guillermo Zavala, docente del Departamento de Ingeniería, señala que en

Chile existe mucha formalidad en las construcciones y siguen sus códigos sísmicos. “Los códigos

en Perú también son muy estrictos y se cumplen en muchos casos, sobre todo en distritos

ubicados más al centro de Lima; pero en las zonas de la periferia o en provincias la situación sí

es preocupante”, dice. Para explicarlo, toma como ejemplo el terremoto de Haití del 2010, de 7
grados de magnitud, que tuvo como consecuencia más de 150 mil muertos. “Y en Chile, con

terremotos mucho más fuertes, no tienen tantas víctimas. Las construcciones en nuestros

distritos tradicionales se asemejan más a lo que encontramos en Chile, pero el resto se asemeja

más a lo que encontramos en Haití”, dice.


Otro enfoque
Sin embargo, la opinión del Ing. Julio Vargas, también docente del Departamento de Ingeniería,

difiere de lo que se ha dicho sobre el país del sur y su preparación ante los sismos. Para él, las

características del reciente terremoto y sus propias particularidades son las que han permitido

que el nivel de desastre sea menor a lo esperado. “Dicen que en Chile no hubo destrucción

porque construyen bien, pero eso es falso. Por ejemplo, antes del terremoto que sufrieron en

2010 se decía lo mismo y hubo tantas pérdidas humanas como en el de Pisco. Este último, en
Coquimbo, ocurrió en una de las zonas menos pobladas de la costa norte de Chile. La otra suerte
es que ocurrió en la noche, vísperas de su fiesta nacional y cuando todos estaban despiertos,

algo muy importante para poder evacuar”, comenta.

Además, para Vargas, otro punto importante son las características de los terremotos que

ocurren desde Ica hacia el sur, y que llegan a Chile. “Estos terremotos cortan la línea cero de los

acelerómetros, muchas veces, que tienen una frecuencia alta y producen menos

desplazamientos entre las partes estructurales de una construcción. Esta energía disipada de

alta frecuencia no produce tantos daños”, comenta. Pero Vargas reconoce que en un terremoto

que tenga como epicentro a Lima, las consecuencias serían devastadoras, sobre todo en nuestro

centro histórico. “Nuestro legado está hecho, en gran parte, de tierra, que es un material muy

vulnerable ante sismos. Y debido a que Chile tiene una mayor sismicidad que nosotros, Santiago

tiene cada vez menos construcciones de tierra porque los terremotos se encargaron de
desarmarlas”, explica.

Hace años, cuenta Vargas, debido a ello, en Chile tomaron una decisión poco natural y bastante

criticada: abolir la construcción con tierra. “Ellos también tienen un patrimonio cultural, como

casas patrimoniales y casitas de valor vernáculo que indican y dan testimonio de sus raíces, pero

no quieren cambiar su política de dar licencias a construcciones con tierra. En las áreas rurales,

donde los municipios son muy pequeños, se sigue construyendo con este material sin tener

licencia”, explica.

Para el especialista, luego del terremoto de Huaraz en 1970, donde murieron cerca de 70 mil

personas –35 mil de ellas debido al derrumbe de sus casas de adobe–, la actitud peruana fue

distinta. “Hubo una reacción nacional a través del gobierno y de la academia para cambiar las

cosas. En vez de abolir, nos propusimos trabajar en cómo reforzar esas casas de adobe”, cuenta.

En se sentido, la PUCP, gracias al trabajo realizado en el Laboratorio de Estructuras Antisísmicas,

ha conseguido diversas soluciones de reforzamiento. “Hemos ganado mucho en investigación,

pero es muy difícil difundirlo”, dice.


Para Vargas, ahora hay que trabajar en soluciones y tratar de resolver el problema antes de que

ocurra un terremoto. “Cuando uno refuerza antes, no solo salva vidas sino que es mucho más

económico. Luego del terremoto, tienes una casa rajada y la puedes reparar. Peor es reconstruir

una casa caída, así que no tiene sentido lógico”, dice.

Además, ofrecer soluciones de reforzamiento, en vez de prohibir construir con tierra, es tener

una lectura clara de la realidad de nuestro país. “En las partes más alejadas del Perú, no

tenemos herramientas, ni las tendremos en mucho tiempo, para impedir que la gente construya

con tierra. Tenemos que aplicar una norma que evite que las casas sean débiles, en vez de

evitar que se construya con este material, que es muy accesible”, comenta.
Sistema estructural
¿Qué características debe tener una construcción que pueda garantizar la vida de las personas

ante un sismo? “No hablemos de materiales sino de sistemas estructurales, que ven el conjunto

de materiales, la mano de obra calificada, la calidad, el desempeño, y hacen que una estructura

funcione y resista”, explica la Dra. Santa Cruz. En líneas generales, dice la docente, un sistema

estructural busca que una construcción sea resistente, tenga rigidez y sea dúctil. “La idea es

que, en el momento en que llegue a su capacidad máxima, pueda soportar un sismo extremo sin

colapsar. La estructura debe seguir en pie, lo que garantizará que la gente que está habitando

estas edificaciones siga con vida”, señala.

Santa Cruz explica que actualmente, para vivienda, tenemos tres sistemas estructurales

recurrentes: “Para casas, está la albañilería confinada, que sirve para edificaciones medianas o

pequeñas, de pocos pisos; para edificios más altos, se deben utilizar los pórticos con muros de

concreto armado; y el otro sistema, que es nuevo, más económico y más rápido, es el de los

muros de ductilidad limitada”, detalla. Este último sistema, cuenta, utiliza muros de poco

espesor y viene siendo utilizado para construir edificios de manera masiva, que es una

característica de nuestro boom inmobiliario. Sin embargo, mucho se ha discutido sobre la

capacidad de estos edificios para soportar sismos de gran magnitud. A pesar de ello, para Santa

Cruz, hasta el momento no hay motivos para temer. “Nosotros hemos tomado ese sistema de

Chile, que comenzaron a usar de manera masiva. En el terremoto de Chile del 2010, esos

edificios tuvieron un desempeño bueno. Hubo unas fallas locales, que no indican que vayan a

colapsar pero sí que tienen que repararse”, explica.

Para muchos, el silencio sísmico podría amenazar a Lima con un terremoto de consecuencias que

podrían ser terribles, sin embargo, el Ing. Julio Vargas opina que, antes que alarmar, hay que

trabajar. Al final, la responsabilidad mayor es de nuestras autoridades. “No creo que sea racional
pronosticar que ya nos toca. La sismología y la ingeniería solo dan indicios de estos silencios.

Hay un riesgo, pero podría ocurrir mañana o en 300 años”, señala. Solo el tiempo dirá si

tomamos las decisiones adecuadas.


FUENTE: PUNCP

El sistema Drywall, ideal para construcciones


antisísmicas
Se utiliza en el mundo hace 100 años, en el Perú recién se hizo conocido hace 20. Es resistente al
fuego y 20% más económico que el sistema tradicional del cemento y ladrillos.
En el Perú la traición nos ha llevado a construir con cemento y ladrillos, pero ¿existe otra
alternativa mejor para un país sísmico como el nuestro?

Desde hace más de 100 años, en el mundo se utiliza el sistema de construcción en


seco llamado Drywall, en el Perú recién se hizo conocido hace 20.

El arquitecto Jaime Coronel, jefe de Sistema Drywall de fábrica peruana Eternit, refirió
que la primera obra muy grande realizada completamente con este tipo de
construcción, fue el centro comercial Jockey Plaza, en Surco.

La torre del Hotel Westin, el más alto de Lima, con sus treinta pisos, no tiene ni un
solo ladrillo, refirió Coronel.

El Drywall es un sistema de construcción en seco, que al no intervenir el agua hace que


los tiempos de construcción sean más rápidos.

Se trata de un material no convencional, basado en una estructura de acero


galvanizado, revestido con planchas de roca de yeso sumamente dúctil ideal para
edificaciones antisísmicas.

Al respecto, el arquitecto explicó que entre los beneficios de este material, está su
flexibilidad, su resistencia al fuego, que es 20% más económico que el sistema tradicional,
y acorta el tiempo de la construcción.

El experto dijo que lamentablemente la tradición del ladrillo y el cemento es difícil de


cambiar, y los mismos inversionistas tienen reticencias ante la posibilidad de que no
puedan vender las casas hechas en Drywall.

No obstante, remarcó que hospitales, universidades, centros comerciales han


entendido que se trata de una buena posibilidad para las edificaciones.Además, se
ha extendido su aplicación en ampliaciones, el mismo edificio de RPP Noticias, ha
utilizado este sistema para hacer sus divisiones.

Apuntó que en la reconstrucción de Ica, azotada por el terremoto de 2007, han


trabajado con el Gobierno utilizando el sistema Drywall sin problemas.

Coronel señaló que en el caso de Chile, que desde hace 60 años incluyó en el sector
vivienda esta moderna forma de construcción, los problemas en infraestructura no fueron
tan graves tras el sismo.

"Chile tiene una larga tradición de trabajo en madera y prefabricado, porque tienen
conciencia de que somos países sísmicos, estamos en el círculo de fuego y tenemos
responsabilidades que a veces no son asumidas", expresó.
Añadió que el sistema Drywall está en permanente innovación, la única diferencia que se
percibe más rápido, es que cuando se toca una pared, ésta emite un sonido de vacío.

FUENTE RPP NOTICIAS

¿Cómo debe ser un edificio


antisísmico?
Cada sismo que sufre el planeta nos deja la recurrente lección de estar prevenidos. ¿Estamos
preparados?

Recuerda que cuanto más compacta sea la base de la edificación, más estable será la construcción.

El nuevo Reglamento Nacional de Edificaciones del Ministerio de Vivienda, Construcción y


Saneamiento clasifica toda la costa peruana como una zona de alta propensión a movimientos
sísmicos. Eso significa que todas las nuevas construcciones de manera obligatoria deben seguir
pautas que las hagan más resistentes a terremotos.

Las medidas obligatorias buscan básicamente incrementar la resistencia de las estructuras para
que soporten la “carga sísmica” sin dañarse. Esto implica un cálculo cuidadoso en el diseño de la
estructura además del tamaño, forma, profundidad y resistencia de los cimientos de acuerdo al tipo
de suelo.

TIPOS DE PLANTA DE UNA EDIFICACIÓN

1. Una planta cuadrada es más antisísmica que una rectangular y una planta circular, por ser más
homogénea. Es la óptima en términos de análisis sísmico.

2. Los edificios con plantas en formas poligonales suelen incluir modernos sistemas disipadores de
energía.

3. Las plantas con ángulos no son recomendables. Las formas de los edificios pueden seguir
siendo complejas pero a través de la unión de varias formas simples separadas por una junta
sísmica.
IMÁGENES

You might also like