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LA ARMONÍA

DEL GESTO
Patrick Germain

La Liebre de Marzo
Título
La armonía del gesto

Título original
Economie du Geste

Primera edición
Octubre 1993

Segunda edición
Julio 2003

Traductor
Enric Mus

Diseño gráfico y maquetación


Mauro Bianco

Filmación e impresión
Torres & Associats, S.L.

Depósito Legal
B-33.730-1993

ISBN
84-87403-07-7

Impreso en España

La Liebre de Marzo, S.L.


Apartado de Correos 2215 E-08080 Barcelona
Fax. 93 449 80 70
espejo@liebremarzo.com
www.liebremarzo.com
Pues, más que cualquier movimiento,
la Sabiduría es móvil;
lo atraviesa y penetra todo
debido a su pureza.
(Sg. 17 24)
A Blandine, Jacques, François, Laurent.
PRESENTACIÓN

Presentar el libro La Armonía del Gesto significa también hablar de su autor


Patrick Germain para así poder comprender como se gestó este libro.
Cuando Patrick empezó a trabajar como fisioterapeuta, muchos de sus pri-
meros pacientes eran agricultores y leñadores. Casi todos llegaban a su con-
sulta con lesiones parecidas, todas ellas relacionadas con la columna vertebral.
Recuerdo conversaciones en las que Patrick me expresaba sus reflexiones
sobre el tema: me hablaba de encontrar otra manera de manejar los utensilios
de trabajo para economizar esfuerzos y así protegerse la espalda y de tomar
consciencia de los malos hábitos y de las posturas inadecuadas que a la larga
terminan dañando el cuerpo. A partir de sus constataciones y fruto de su tra-
bajo nació La Armonía del Gesto.
No es necesario que seas especialista en el tema ni que practiques un
deporte o una técnica corporal para apreciar el contenido del libro.
Basta con que tengas curiosidad en conocerte, en querer saber más cosas
de este compañero infatigable que es tu cuerpo. Y cuando lo hayas leído, qui-
zás te hagas la misma reflexión que yo me hice: ¿Por qué no nos han enseña-
do en la escuela esta información tan básica y fundamental?
Con La Armonía del Gesto todos tenemos la posibilidad de conocer lo esen-
cial para cuidar nuestro cuerpo.
Ser sensibles y conscientes de nuestras necesidades, volvernos respetuo-
sos y flexibles con uno mismo y con nuestro cuerpo es ya responsabilidad de
cada uno de nosotros.

NURIA VIVES I PARES


Palafrugell, octubre de 1993

ix
PREFACIO

Un libro guía en el marco del crecimiento de las técnicas y de la investigación


sobre el cuerpo...

VIVIMOS UN PERÍODO DE INTERÉS POR EL CUERPO...

Es hoy un hecho reconocido y observable: numerosas personas se interesan


por el cuerpo humano y de forma particular por el funcionamiento del suyo
propio, sin ser, sin embargo, especialistas en medicina. La mayoría de las
veces, con un objetivo de bienestar o como una forma de responsabilizarse de
un modo más autónomo en su propia salud.

PRIMERA FUENTE DE INFORMACIÓN SOBRE EL CUERPO: LA MEDICINA

En este dominio la fuente de información es el conocimiento medico en sí


mismo. Nos es posible, con el progreso de la ciencia y las técnicas, el acceso a
una descripción más precisa del cuerpo. En el campo de la anatomía, por ejem-
plo, la disección de los cadáveres nos permite describir el interior del cuerpo.
Además, a partir de las radiografías hasta las imágenes mas recientes, sea
escáner o I.R.M., hemos llegado a un perfeccionamiento en la representación
interna del cuerpo, especialmente en lo que atañe al ser vivo. Así pues, la ana-
tomía no es más que un ejemplo, uno de los apartados en los que el conoci-
miento médico ha progresado.
La visión médica presenta sin embargo algunos límites debidos a su parti-
cular contexto. Observaremos dos de ellos:
• Por una parte, al margen de los estudios, rara vez se propone al estudiante
el vivir una experiencia de conocimiento que pase por su propio cuerpo. Se
le habla siempre del cuerpo de otros.
• Por otro lado su interés primordial es el hombre enfermo. Al ser un propó-
sito inmenso, queda a veces la impresión de no existir tiempo ni lugar para
una descripción del cuerpo sano... y menos aún para investigaciones sobre
él. Esto es lo que sucede especialmente en el terreno que nos interesa aquí:
a partir de esta información sobre el cuerpo, poner a punto propuestas que
sean beneficiosas para él. Un trabajo situado fuera de la patología y no for-
zosamente en el terreno preventivo.

xi
DEPORTE, EDUCACIÓN FÍSICA Y BÚSQUEDA SOBRE EL MOVIMIENTO...

Tanto el deporte como la educación física tradicional se han interesado tam-


bién por esta cuestión desde hace mucho tiempo. Se han establecido puentes
con el medio médico, utilizándose ampliamente los conocimientos adquiridos:
una parte del programa de estudios se toma prestado del saber médico, y, en
todas partes, se han creado departamentos especializados en medicina del
deporte.
Este campo ha estado marcado, en parte, por un contexto de resultados y
competición, en casi todos sus grados de práctica, suscitando investigaciones
muy especializadas, como, por ejemplo, sobre el sufrimiento del cuerpo. Pero
esto mismo ha caracterizado la investigación, descartando la búsqueda de una
práctica corporal centrada sobre el cuerpo en sí mismo y sus gestos cotidianos.

ARTE DEL MOVIMIENTO...

Teatro, música, arte lírico, danza... Lo que no era evidente hace un siglo, gra-
cias a los trabajos de numerosos buscadores, se ha hecho evidente: las artes
escénicas pasan todas por el cuerpo. Desarrollando cada una de ellas una prác-
tica de preparación especializada que se basa en un sólido conocimiento del
cuerpo (inversamente, cada una de esas artes enriquece, por sus aspectos ori-
ginales, esta investigación). Por eso es frecuente ver ahora cómo un curso de
algún instrumento o ensayos de arte dramático empiezan por un tiempo de
preparación física.
La danza tiene un estatuto aparte. Es de todas las artes la que exige más al
cuerpo. Numerosos buscadores han subrayado, desde hace más de un siglo, la
importancia del conocimiento del cuerpo en el trabajo de preparación para la
danza y otro tanto en el de la interpretación. Sus trabajos han creado escuela:
parece ahora evidente que un profesor de danza debe tener unos conocimien-
tos básicos de anatomía, así como de fisiología y de análisis del movimiento.
De esta forma los movimientos ya no serían más una repetición de lo que ha
sido transmitido por la generación precedente, sino que nacerían de una autén-
tica reflexión sobre el análisis y la anatomía. La práctica de base está siendo
transformada poco a poco en la última década.

xii
Sin embargo, aquí también, estamos en un contexto que, a su vez, especia-
liza y limita la búsqueda: hoy, la danza se hace esencialmente para ser vista, y
los imperativos de coreografía y los efectos estéticos son a menudo los que
prevalecen.
Acabamos de evocar, sin ser exhaustivos, algunos de los campos en los que
se pone en práctica el movimiento. Y vemos que esta práctica está cada vez
mas atenta a las exigencias del cuerpo.
En todos estos dominios, juntándolos y enlazándolos en mayor o menor
medida, algunos conocidos buscadores han propuesto, desde hace un siglo,
bases de acercamiento totalmente nuevas a partir del trabajo corporal.
Búsquedas a menudo independientes que han puesto el acento sobre una u
otra cualidad particular: importancia del tono muscular correcto... la coordi-
nación de las diferentes vías neuromotrices... importancia de los ejercicios de
estiramiento, en particular en las «cadenas musculares»... importancia de un
acercamiento cualitativo a la respiración... importancia de conciliar el trabajo y
los estados corporales con sus correspondencias emocionales...
Estas numerosas investigaciones han dado lugar a escuelas que han desa-
rrollado programas de trabajo a veces muy intensos y especializados.
Aportando descubrimientos que han sido frecuentemente importantes para la
práctica del movimiento. Frente a este crecimiento, frente a esta época tan fér-
til, estamos tentados de creer que es demasiado abundante, y no saber hacia
donde dirigirnos en un primer momento o no saber qué buscar en un caso con-
creto. O a dudar a la hora de profundizar en una vía que, sin ser mala, puede
no ser la más adecuada para nosotros en un momento dado. Otra cosa puede
también descorazonarnos: existen ciertos compartimentos estancos en estas
búsquedas, lo que dificulta la orientación en el conjunto de todas ellas. Así
pues, y paradójicamente, no existe el hilo de Ariadna que nos conduzca a tra-
vés de todos estos campos.
Frente a esta multiplicidad de propuestas, el libro de Patrick Germain se pre-
senta como una base accesible a muchos lectores y practicantes. Nos permitirá:

• Señalar, en la espesa red de técnicas, algunos principios esenciales que son


como un denominador común y que nos permiten trabajar de forma cen-
trada y abierta al mismo tiempo.

xiii
• Para aquellos que tienen ganas de comprender, la obra se toma el tiempo
necesario para explicar el porqué de esos principios, ligándolos a métodos
conocidos o desarrollando un hilo conductor que es propio del autor.
• Acomodar a sus explicaciones un primer protocolo de ejercicios prácticos
que cada uno puede tomar y arreglar por su cuenta.

Una base comprensible y utilizable de inmediato por un público muy amplio.

BLANDINE CALAIS

xiv
INTRODUCCIÓN

Mejorar la forma de movernos condiciona nuestra calidad de vida, la longevi-


dad, y la polivalencia de nuestro cuerpo.
Los movimientos ponen en marcha los músculos, las articulaciones y la res-
piración. La fluidez y la adaptación de todos los movimientos (gestos, esfuer-
zos habituales y movimientos deportivos) dependen de la calidad de las envol-
turas que rodean los tejidos del cuerpo, o sea, las fascias.
Cuando estas envolturas están retraídas o se han acortado, los movimien-
tos están frenados o son mal realizados. Así se explican en parte el envejeci-
miento, la fatiga y los sufrimientos del cuerpo.
Este libro presenta ciertos aspectos de la adaptación del gesto, Así como los
medios de reequilibrar el cuerpo entre períodos de actividades especializadas;
ya sean profesionales, domésticas o deportivas.
Es una respuesta a situaciones de fatiga y a los procesos dolorosos que
encontramos más frecuentemente (ahogos, contracturas, calambres, lumbal-
gias, ciáticas...)

xv
PRÓLOGO

EN LA ANTESALA DEL GESTO:


LA MOVILIDAD DE LAS ESTRUCTURAS DEL MOVIMIENTO

Un conjunto de movimientos realizados en aras de una finalidad es a lo que lla-


mamos gesto.
Los componentes del gesto son:

• La respiración,
• La necesidad de mantener el equilibrio,
• La búsqueda de una eficacia y de una precisión del gesto,
• La necesidad de mantener el esfuerzo durante un cierto tiempo, pone en
juego de forma simultánea a un conjunto de estructuras (fascias, músculos,
huesos y articulaciones).

Nosotros nos interesaremos por las relaciones de movilidad que existen entre
estas estructuras. Veremos de que forma y con qué límites pueden ser mejo-
radas o reequilibradas.
Por las necesidades en la progresión, las condiciones del gesto son abor-
dadas, sucesivamente, por explicaciones anatómicas y fisiológicas seguidas de
entrenamientos físicos (o series).
Lo adquirido en cada etapa permite acceder a las siguientes según un orden
lógico deseado.
A partir de una pregunta, las series han sido escogidas para ser aplicadas
a diferentes actividades físicas.

DEL HÁBITO AL CAMBIO

Las estructuras psíquicas condicionan en primer lugar los movimientos del


cuerpo en general; y estos modelan los tejidos blandos e influencian las formas
del cuerpo.
En esta cadena de dependencias, la respiración actúa como un punto de
articulación y equilibrio entre los comportamientos psíquicos y motores.

xvii
Por esta razón, el estudio de la respiración y su eventual reintegración están
en el centro del proceso de reorganización de los hábitos de movimientos.
Los tejidos, de los que están formados los músculos y las envolturas del
cuerpo, retienen las imágenes de los movimientos habituales por una lenta
modificación de su textura, de su longitud y de ciertas cualidades como la
extensibilidad.
Estas transformaciones físicas alteran a veces la forma del cuerpo y su bie-
nestar. En estos casos, aprisionan el movimiento e impiden su adaptación
a nuevas situaciones.
Es, pues, necesario un «alisado» de los pliegues adoptados por el cuerpo
para permitir el reequilibrio de las estructuras del movimiento.
Lo aprendido a lo largo del libro puede ser practicado de forma simple, «al
ralentí», en los cortos entreactos de la vida cotidiana.

xviii
ÍNDICE

Presentación ............................................................................... ix
Prefacio ....................................................................................... xi
Introducción ............................................................................... xv
Prólogo ........................................................................................ xvii
Las fascias, los músculos y las articulaciones
¿Cómo se comportan conjuntamente? .................................... 1
Liberar y adaptar la respiración ................................................ 29
Los «dolores de espalda» ........................................................... 55
Diferenciar y coordinar los movimientos ................................ 85
Los grandes frenos musculares del movimiento .................... 95
El polígono de sustentación y la gravedad .............................. 115
La relajación muscular segmentaria .................................... 125
Bibliografía .................................................................................. 131
LAS FASCIAS, LOS MÚSCULOS,
Y LAS ARTICULACIONES

¿CÓMO SE COMPORTAN CONJUNTAMENTE?


LAS FASCIAS

Desde hace algunos años, se reconoce la incidencia de la calidad de las envol-


turas tisulares del cuerpo (o fascias) sobre todas las formas de movimiento:

• Los movimientos de los miembros,


• pero también los movimientos respiratorios,
• la circulación de la sangre...
Las fascias son membranas de tejido conjuntivo que constituyen alrededor
y entre los órganos envolturas o conexiones.

Las fascias compartimentan el cuer-


po y crean espacios al dividirse
subdividirse y al rejuntarse,
como las diferentes pieles
de un pomelo.

Esta organización tisular flexible de los teji-


dos permite a los órganos moverse los
unos en relación a los otros.
La elasticidad, el tamaño de estas mem-
branas y su capacidad de rozamiento con-
dicionan la transmisión de los movi-
mientos en el cuerpo.
Estas membranas son también vías de
irrigación y vías de drenaje para el cuerpo.
Ellas son lugares de cambios celulares,
de limpieza y de defensa del organismo.

3
La armonía del gesto

La fascia está constituida de tejido conjuntivo.

Omnipresente en el cuer- Una misma materia y un


po, une y viste los órganos mismo conjunto arqui-
dándoles su forma, como tectónico para células con
la cera de una colmena da diferentes destinos.
su forma a los alveolos.

Contiene:
• Fibras elásticas
• Fibras resistentes
• Y una substancia fundamental con un papel
esencial en los intercambios tisulares.

4
Las fascias, los músculos y las articulaciones

Encontramos el tejido conjuntivo bajo diferentes formas:

El tejido subcutáneo

Las envolturas del músculo

Los tendones de los músculos

Los ligamentos articulares

Las envolturas de las vísceras

Las aponeurosis que recubren


los músculos con la misma función

Las paredes de los vasos

La proporción entre fibras elásticas y fibras resistentes varía en función del


papel mecánico conjuntivo del tejido.
Por ejemplo: la envoltura del músculo (aponeurosis muscular) es más elás-
tica que el ligamento articular.
La irrigación, el drenaje y la nutrición de los órganos dependen de la movi-
lidad y elasticidad del tejido conjuntivo.

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