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Psicoterapia I

Teóricos: Flavio Peresson - Teórico inaugural

Comienza el teórico presentando a la materia Psicoterapia I, diferenciada de Psicoterapia II, por su


orientación hacia lo individual, siendo que esta segunda apuntaría más a técnicas grupales.

Si tomamos la palabra "psicoterapia" la podríamos considerar como una conjunción de Psico/terapia,


entonces tendríamos a dos términos, que se relacionan entre sí: tratamiento de lo psíquico. Y se tendría
que tener en cuenta principalmente tres términos: Tratamiento- Psíquico- Individual.

Estos tres términos han sido, y son, sobreinterpretados. La palabra Psíquico tiene gran cantidad de
significados, podría equivaler a alma, (de hecho, aquello que Freud llamó “Tratamiento psíquico” fue
traducido como tratamiento del alma), o ha espíritu o lo psicológico, quizás también a lo mental.

Asimismo, en otros tiempos, lo psíquico se pensó como regido por leyes divinas, porque era lo más elevado
del animal llamado hombre, que justamente lo diferenciaba de los idems...

También fue tratado en términos de una función derivada del organismo, tenemos un organismo lleno de
aparatos, órganos, lo psíquico era una consecuencia, o un efecto defecto de lo orgánico, un reflejo fallido de
la realidad ultima y primera que era lo organice. De esta manera, resuelto lo orgánico, lo psíquico volvería a
su cauce normal.

Por otra parte, Pavlov consideró que lo psíquico era una parte de la conducta refleja, a la cual él estudiaba.
Para la Psicología fue una serie de funciones regidas por la conciencia, para Freud lo psíquico era lo que
definía a un ser humano, un sistema estratificado con su determinación descentrada de la conciencia,
llamado por Freud el inconciente. En esa línea más tarde, lo psíquico sería pensado por Lacan como
estructura del lenguaje, dado que hablaba del inconsciente estructurado como un lenguaje. Otra acepción
de lo psíquico vino de la mano de los Cognitivistas, que lo pensaban en relación con los esquemas cognitivos.

Ahora, en cuanto al Tratamiento, éste va a tener que ver con la idea que hayamos construido con respecto
a lo psíquico, y al individuo.

El llamado individuo, es el semblante acorde a los tiempos modernos, es el ser humano que la modernidad
fabrica, definido y presentado por los discursos modernos (jurídicos, culturales, económicos, políticos,
estéticos) como autónomo, indiviso, simétrico al otro social y, lo que es verdaderamente importante,
centrado en la razón conciencia. Esto como sabemos, fue un corte o una discontinuidad con la categoría de
lo humano por ejemplo de la Edad Media, (príncipe/esclavo, señor feudal/siervo de la gleba, etc.), lo cual se
caracterizaba por tener un semblante según el estrato social al que cada uno pertenecía, y por la
dependencia a ese mismo estrato y a sus tradiciones, o sea sin autonomía. El individuo moderno tiene
conciencia de sí, lo cual le permite pensarse en términos de lo unitario, es decir, el supuesto es que la
conciencia permite cierta autonomía.

Hoy, podríamos preguntarnos si es verdad que el individuo se realiza en cuanto a la razón.

Así, Foucault llamó “Maestros de la sospecha” a Nietzsche, Freud y Marx, quienes pusieron en cuestión este
término “Individuo”, relativizando el alcance de la conciencia, porque la misma "entiende y ve" lo que cada
época instituye, en otras palabras, la conciencia.
Pero, ¿Qué es el individuo? Aquí, habría que ver si aquellos que nos demandan ayuda siguen siendo indivisos.
En este caso, nos encontramos con el individuo en el punto donde el síntoma pone en jaque la supuesta
consistencia del mismo, su unidad, ….

Es importante tener en cuenta, que hace algunos años, se hablaba de psicoterapia sólo entre entendidos,
por ejemplo, algunos psiquiatras, gran parte de los psicólogos, o los propios psicoanalistas. El termino
psicoterapia y sus diversas significaciones era un tema que se trataba en lugares cerrados, restringidos al
público, solo para entendidos, es decir, entre gente que sabía de ese asunto. Hoy, ha habido un gran cambio
al respecto. El término psicoterapia no nos pertenece sólo a nosotros los psicólogos. Sino que La psicoterapia
se ha convertido así en algo común. Antes era un tema delicado, había que tener un título para poder
recomendar una psicoterapia.

La psicología ha invadido el orden público. Siendo que antes ocupaba un lugar secundario, visible por
ejemplo en el lugar que ocupaba la carrera en la Facultad de Humanidades de la UNLP, hace unos años.
Antes, no se sabía bien qué era lo que iban a hacer los psicólogos....

Se hablaba del “psicoloco”, ya que se consideraba que estaba un poco loco el que iba a ver a un psicólogo.
Ambos, el psicólogo y su paciente, estaban bajo sospecha: ¿qué hacían 50 minutos encerrados? Era
preferible tener a esta práctica a escondidas.

En cambio, hoy en día, el anormal es el que no tiene un terapeuta en su vida. Hoy no le llama la atención a
nadie el hecho de que alguien vaya al psicólogo. Es parte de la vida común.

Hoy, se hace incluso imprescindible contar con un terapeuta. Y hay un auge de la manera que tiene de
interpretar el mundo la psicología.

El discurso psicológico da forma a los problemas de hoy en día.

Uno tiene que ser normal para andar bien en la vida, hoy en día. A diferencia de cómo era antes, cuando la
anormalidad era algo a experimentar, que podía ser interesante. En los años ’70 se probaba en los límites
de lo socialmente aceptado. Por aquellos años, la anormalidad, estar fuera de lo normal, daba la posibilidad
de cierta lucidez.

Hoy todo el mundo quiere ser normal, tener las mismas zapatillas, corte de pelo, en fin, calzarse del
significante que lo uniformiza. Todo el mundo se esmera en estar en esa comunidad. Hay una cierta ideología
que supone que salud mental es ser normal, y que ser normal es ser igual al otro. Hay que tener cuidado con
las identificaciones que uno tiene. Tener cuidado con aquello que creemos que somos, porque las consultas
que nos hacen, nos hacen quedar comprometidos en la propia cura.

Una de las psicoterapias que vamos a ver, se ocupó del lugar del terapeuta en la propia cura, mostrando que
es imposible tener en la misma la "posición del científico". Estar "afuera" como el "científico
experimentalista", remite no solo a Pavlov y su perro sino a otro de los padres de la Psicologia Moderna,
Wilhelm Wundt. Posiblemente a la Psicología y algunas prácticas psicoterapéuticas que en ella se inspiran
no pueden curarse de su pecado de origen: el ser humano es un estímulo que podemos controlar, y nosotros
observamos desde afuera. La Hay psicoterapias que proclaman a los cuatro vientos: “somos psicoterapias
científicas”, las terapias comportamentales creen que están en la "razón científica" porque ofrecen un
"encuadre" basado en la planificación exhaustiva de cada encuentro, buscando que nada se salga de control,
las psicoterapias sistémicas, por ejemplo, incorporan "lo último en tecnología audio visual", sin dejar nunca
de lado su espejo unidireccional.
En nuestra profesión, nos vamos a encontrar con sujetos que en el momento que nos consulta esta en
problemas consigo mismo, con lo que él era hasta ese momento, Lacan pensó en representarlo con una S
barrada ($), sujeto barrado, en conflicto, mordido por la angustia, escindido. Nos vamos a encontrar con un
sujeto escindido por su síntoma.

Este hombre o mujer que consulta a un psicoterapeuta no sabe qué le pasa, ni por qué le pasa lo que le pasa
... ¿acaso se le ha terminado la razón?

Podemos hablar de una operación que tiene lugar cuando un sujeto va a consultar por su síntoma, ahí
empieza la operación psicoterapéutica, la psicoterapia va desde el síntoma hasta la resolución del síntoma.
Hablamos de una experiencia que se llama psicoterapia, donde la cura es el resultado de una serie de
operaciones. ¿El sufrimiento es el punto de inicio, un primer tiempo es darle forma a ese sufrimiento, forma
de qué? de síntoma. (En Lacan se habla de formalizar el síntoma). En las terapias comportamentales: se
busca ubicar al trastorno (no hay concepto de síntoma), dentro de las clasificaciones del DSM, se trata de
ubicar al trastorno en un manual. Se hacen preguntas estandarizadas, se usan cuestionarios, se "invita" al
paciente (cliente) a que el mismo se evalúe .... hasta que salte la perdiz: Ud. tiene un trastorno de ansiedad,
etc.

Entonces, una de las primeras cosas que hace el terapeuta es ubicar el síntoma, el trastorno o una falla en la
interacción, según el tipo de psicoterapia. Este sería un primer paso.

Dentro de cada psicoterapia, hay una idea de a qué debe conducir una psicoterapia, por ejemplo:

- Resolución del síntoma


- Volver al estado de equilibrio Tres perspectivas
- Eliminar el trastorno distintas

Horizontes que hay que mirar, que son, un sistema de creencias y tres potentes discursos:

El sistema de Creencias, quizás la primer psicoterapéutico fue el sistema que podemos llamar Mágico-
Religioso: se enfermaban por haber hecho algo indebido, o por estar poseídos. Hay chamanes, hechiceros,
curanderos, todas figuras sagradas y consagradas. Antes de la medicina, hubo curación mágica. Incluso, hoy
muchos sujetos se sienten curados por el pastor.

1- El discurso Médico/Psiquiátrico, la razón de mi vida, dicen los médicos desde siempre, es curar
enfermedades. La medicina invento a las enfermedades y a los enfermos por esto la medicina trasciende el
campo de la salud y paso a ser un gran organizador social. Tenemos que ver este detalle: el tratamiento
moral, que implemento la Psiquiatría cuando se hizo moderna, es más un tratamiento psíquico que un
tratamiento médico, digo esto porque tenía claros componentes sugestivos, e identificatorios. Pero, la
psiquiatría ha vuelto a contraerse al órgano, y a la farmacología.

2- La otra perspectiva es la que se funda en la Psicologia, el personaje significativo, para nuestra materia, es
uno de los Padres de la Psicología Moderna: John Watson. Este autor propuso un objeto: la conducta
humana, y propuso un tratamiento de la misma.

3- El Psicoanálisis, partimos de esta referencia: Freud en “Tratamiento psíquico, tratamiento del alma”:
propone la primera psicoterapia no médica.
2º Teórico - F. Peresson 29/3/16

Retoma la clase anterior haciendo una reseña de algunos términos y conceptos y propone
la siguiente denominación:

Para ordenar la dicho el martes pasado podría resaltar tres aspectos:

a) “Escena de la psicoterapia”: la psicoterapia es un corte en la habitualidad de las cosas de


la vida, hay un armado de posiciones y lugares, se genera una relación entre dos que guarda
algunas similitudes con otras relaciones, pero esto hay que decirlo, tiene algo que no se
encuentra en las otras relaciones. Lo que allí se trata y la composición del vínculo, (raport,
sugestión, fascinación, transferencia), esa conjunción entre lo que se dice y hace y la estofa
del vínculo desigualan a esta relación de las otras. Entonces tenemos a los componentes del
término "psicoterapia": "psíquico" y "terapia", y contamos con dos componentes más: el
que solicita el tratamiento y el agente del tratamiento. Como habíamos dicho la vez anterior
cada uno de los términos (psíquico, tratamiento, individuo/sujeto, y agente de la cura) tiene
una sobredeterminación que esta dad por los diferentes discursos que en distintas épocas
han utilizado estos términos para decir o explicar algunos acontecimientos. Cada una de
estas palabras enuncian hechos o acontecimientos, el tratamiento que se nombra es un
acontecimiento que condensa una diversidad de saberes propias de cada momento
histórico, hay saberes formalizados, pero también hay relatos, inclusive leyendas. No son
unívocos, están sobredeterminados.

La "escena sicoterapéutica" tiene algo de armado ficcional, tiene algo de maquinaria, de


ritual o de ceremonia profana, que no tiene una finalidad en sí misma, no vale en sí misma,
aunque muchos Psi. hallan buscado otorgarle un lugar sagrado, sino que su finalidad es que
debe hacer posible el "acto sicoterapéutico"

b) El Acto psicoterapéutico se lo puede diferenciar claramente en la "escena


psicoterapéutica", tiene una diferencia que está dada por lo siguiente: el acto
psicoterapéutico moderno tiene como fundamento la palabra, nada más que la palabra. Es
un acto en el que se intercambian palabras, y es a partir de lo que se dice y lo que se escucha
que se engendra la cura. El terapeuta espera que el sufrimiento del paciente no sea
mostrado sino dicho, a diferencia de otras terapéuticas.

El psicoterapeuta debe tener cierto entrenamiento en escuchar. Se pone en juego una


teoría de la comunicación. Habrá que ver cuál.

c) Normalidad: Todo acto y toda escena está inscripta en un determinado momento


histórico- cultural y económico-político. Cada época tiene un criterio propio de
NORMALIDAD. Hay que estar alerta de una cierta ideología de la normalidad. G. Canguilhem
en “Lo normal y lo patológico” va mostrando cómo en el campo de los órganos los criterios
salud/enfermedad cambian.

¿Hay algo del orden natural en la vida humana? La escena es una doble ruptura con una
supuesta naturalidad en la vida humana. Una primera ruptura está dada por el deseo, el
fantasma, la palabra que mata la cosa. La psicoterapia como segunda ruptura, en tanto
irrumpe en esta ficción fantasmática propia del deseo y el fantasma. Si lo "natural" es el
deseo y el fantasma la escena terapéutica, en tanto montaje, introduce otra dimensión ...

Tres PERSPECTIVAS O PARADIGMAS a partir de los cuales mirar ese acto psicoterapéutico:
Médica, Psicológica y Psicoanalítica, está es la última que parece hacia 1900 de la mano de
Freud. Cada una posee una historia, conceptos, instituciones que le son propias. Un detalle
no menor, referido a este último punto, es que no existe facultad de psicoanálisis.
Volveremos sobre esto.

Una cuarta perspectiva es la mágico-religiosa que antecede a la medicina hipocrática, (siglo


V a.c.). Aún hoy en ámbitos populares existe una medicina autóctona que responde a dichos
presupuestos. (Laín Entralgo, autor español que investiga tradiciones de medicina
autóctona ¡¡¡¡griega???).

Se contrapone a la escena contemporánea del tratamiento psíquico. Aquí se compone de


un enfermo, alguien que se ocupaba de curar, un acto que entraña densas y convincentes
palabras y elementos del contorno inmediato como plantas/yuyos (“La planta de los dioses”
de A. Hofmann) Nuestros antepasados creían que esas plantas tenían poderes milagrosos
otorgados por los dioses.

Chaman o hechicero: integrante de la tribu, pero con poderes especiales para estar en
contacto con los dioses.

Enfermedades: de origen divino, por castigo o por posesión demoníaca, las enfermedades
no tenían existencia propia. (Pestes como castigo divino- Historia de Edipo)

La demanda del hechicero era elevada (formulada) a los dioses como reales Sujetos
Supuesto Saber.

La palabra jugaba un gran papel en la cura. El acto de la cura tenía que estar inscripto en
una creencia común. Se recitaba algo como un canto litúrgico, fragmentos de oraciones de
la comunidad; con una significación preestablecida a diferencia de la interpretación
psicoanalítica, que se formula y no se sabe bien que va a ser escuchado.

Con esas prácticas la gente se curaba, tenían eficacia. “La eficacia simbólica” de C. Levy
Strauss.
Empezar a tener en cuenta el enorme poder sugestivo de la palabra, y diferenciar de otro
uso de la palabra que es aquella palabra que ubicamos como "eficacia simbólica"

Los griegos hablaban de un “decir placentero” cuando se referían al poder intrínseco de la


palabra y la diferenciaban de la palabra de las plegarias o de3 los ensalmos, que era
considerada como "la palabra sagrada". También le daban mucha importancia a la dietética,
enmarcada en una cierta estética en el vivir, en donde el cuerpo ocupaba un lugar primero.

Se establece un corte con la medicina hipocrática, entendida como una medicina científica
a diferencia de las otras que no lo eran. Esta, la hipocrática, quita la palabra, sobre todo la
del enfermo, no se necesita que hable, porque el cuerpo habla, los órganos producen
señales específicas

Hay una palabra sabia, la episteme, que es comprobable, no basado en una creencia. Y una
vulgar, llamada doxa.

MUTA ARS: arte en silencio. Ese es el significante que, podríamos decir, articula a toda la
medicina. La medicina es un arte/ciencia que se practica en silencio.

El único que tiene saber es el médico, su palabra, episteme, es la única autorizada y sólo
aparece en el diagnóstico e indicación médica.

Se desprende en un primer plano el cuerpo, como phisis. Cuerpo a ser mirado. “ojos y no
vanas palabra”, dicho hipocrático.

La palabra es pensada como algo que enturbia, esconde, confunde, por eso el enfermo no
debe hablar. Negación de la palabra …

La enfermedad siempre tuvo una carga valorativa peyorativa.

También se le daba mucha importancia al ambiente.

Dos casos clínicos hipocráticos:

1º El afeminamiento de los Ecitas. Hipócrates infiere que el montar a caballo sería la causa.
Aquí se ve la cuestión de cómo el ambiente, las costumbres determinarían la enfermedad.

2º Histeria. Los síntomas corporales responden a la posición del útero. El problema estaba
en el útero (hysterum) de ahí el nombre de la enfermedad. Razonamiento en base a efectos
fisiológicos de los órganos.

En estos casos la terapéutica estaba en relación a dichas concepciones. El tratamiento de


la histeria consistía en reubicar el útero con diversas maniobras.
Para el paradigma médico en el cuerpo están las causas del enfermar. El mismo produce
signos que sólo puede interpretar el médico, quien tiene el saber y su palabra es sagrada,
palabra ilustrada, que indica, que corrige. Uno de los determinantes fuertes de la ideología
de la normalidad se debe al discurso no de la medicina sino de los médicos.

Freud estudiaba en el laboratorio el funcionamiento neuronal. Se dedicaba a la


investigación más que a la clínica. Realiza en esa época un trabajo sobre la afasia muy
importante como antecedente. Entiende a la afasia como alteración de un área asociación.

Viaja a París, a La Salpetrière becado para estudiar enfermos nerviosos. Allí conoce a
Charcot. Ve como éste montaba una escena en una sala de mujeres enfermas crónicas:
llevaba a una enferma en estado sintomático, la hipnotiza y en ese estado le da algunas
órdenes por las que vuelven al estado de normalidad. Las define como histerias. También
provocaba el ataque histérico mediante hipnosis. Siendo que la histeria era la más
problemática de las enfermedades nerviosas para los médicos, esto a Freud lo deslumbró y
se dedicó a seguir a Charcot.

Se puede ubicar otro momento, en el que la cura era a través de la hipnosis más la palabra.
Freud empieza a percibir detalles que a Charcot no le interesaban. Nota que emergen
recuerdos y que están hilados. Reconstruye síntomas hasta que llega a un punto de una
gran carga energética, acumulación de afecto que se manifiesta por conductas como ahogo,
opresión, dolores (en fin, era angustia), etc. Allí incentiva a que esa histérica descargue el
afecto y llama a esto “catarsis”: práctica griega que se refería más a la limpieza-purificación.
Aquí sería la limpieza de un afecto que no ha podido decirse. Así se constituye una primera
teoría del síntoma: la histérica sufre de aquello que no recuerda. Lo que resultó traumático
ha quedado por fuera de la conciencia. Presentación y re-presentación.

La primera psicoterapia está alrededor de esta teoría del síntoma histérico. Freud investiga,
es un investigador de lo que esta histérica no sabe de sí misma. El síntoma tiene una causa,
algo que lo explica y es la explicación que da el paciente. Es original porque vuelve a
reintroducir la palabra en el acto curativo, y ahí es donde Freud deja de ser médico. Y la
episteme ya no la tiene el médico sino el enfermo. Freud cree en la explicación del enfermo
y que a partir de allí se puede curar.
Psicoterapia I

Teórico N°3

Flavio Peresson

Reseña: Andino Francisco

La medicina dejó de ser magia y creencia religiosa, para empezar a ser una práctica centrada
en la observación del cuerpo, una forma de observar minuciosa, detallada, metódica. Esta
observación no fue ingenua ni estaba cegada por las creencias religiosas, fue en este sentido
un ejercicio nuevo y diferente para la mirada. El cuerpo y su relación con su medio
ambiente, fue recortado de lo mágico/religioso, fue arrancado de mitos y leyendas
milenarias, y situado como eje/problema por una nueva perspectiva: la naciente medicina.

Desde una historia que tiene mucho de mito se sostiene que el primer gran médico
(physiologo, el que sabe sobre la physis) fue Hipócrates. A él se le debe una inflexión en
relación a la magia, la cual entendía a la enfermedad como una consecuencia de lo divino,
como castigo o posesión, y el curador (mago/hechicero) ubicaba e interconectaba en la cura
la invocación a los dioses. al afectado y al mismo. Esta forma de entender, y obrar en
consecuencia, se diferencia claramente de la medicina, la cual propone elaborar un
concepto comprobable sobre la enfermedad. Según esa medicina la histeria era una
consecuencia de la movilidad irregular del útero, o las venas de la ingle, afectadas por tanto
cabalgar, explicaba el afeminamiento de los escitas. Órganos y medio ambiente explican la
enfermedad, Lo que hoy suena disparatado, revelaba en esa época una nueva percepción
del cuerpo que era penetrada, la percepción, por un pensamiento que viene siendo
entrenado en causas y consecuencias. De esta manera lo enfermo se aleja cada vez más del
entramado discursivo de lo o divino.

En la descripción de la enfermedad y de la cura médica, así hay que empezar a llamarla, hay
un nuevo tipo de pensamiento/razonamiento, que no es el religioso, sino el epistémico, es
decir, un pensamiento razonado, que propone una lógica para entender, las cosas de este
mundo. Así, la medicina empieza a ser una disciplina constituida bajo la impronta de la
mirada en oposición a la práctica religiosa en donde el hechicero bien podía ser ciego ya
que la observación como método, como forma metódica dirigida al abordaje del cuerpo no
contaba. Había que cerrar los ojos y creer, ahora ojos bien abiertos para captar el saber de
la enfermedad.
Este nuevo saber/mirar encontró en el significante “muta ars” uno de sus rasgos distintivos:
La medicina se constituye como un arte/técnico de cura, desalojando la palabra del
enfermo.

Avancemos ciento de años y recalemos en el saber de la Psiquiatría, para encontrarnos con


P. Pinel ( 1745- 1826) quien lleva a cabo un replanteo de la locura e inventa el manicomio
como método de tratamiento. Hace de la locura una verdadera enfermedad, el termino
enfermedad mental parece un buen nombre, y sostiene la impronta del “Muta Ars”.

El primer método de tratamiento de la locura fue el encierro, pero la novedad es que


encerrar ya no significa apartar por apartar, sino que propone una finalidad terapéutica
novedosa: el loco, ahora advenido enfermo mental, debe hacerse responsable de su locura.

El encierro implicaba un régimen de vida que en si mismo era contrario a la locura,


entendida a ésta como un desorden del pensamiento, de la imaginación y de la voluntad.
Se proponía para el tratamiento del loco un régimen de vida ordenado a partir de horarios,
actividades, tareas, etc.

Muchas de las actividades del manicomio se incluían en una suerte de quinta terapéutica,
que posibilitaba el contacto con la naturaleza. Se creía que la naturaleza contenía uno de
los principios rectores de la vida: la regularidad. Por tal motivo la naturaleza debía
manifestarse frente al loco, y el loco debía dejarse influir por los fenómenos de la
naturaleza, los cuales son siempre fenómenos sistemáticamente regulares.

Para Pinel el loco se ha desviado de la naturalidad, de lo común, de la normalidad, y el


manicomio puede posibilitarle "desalinearse", salir del desvío y la irregularidad.

Todos los intervinientes del manicomio (personal médico y no medico) tenían funciones y
actividades especificas, pero todos los miembros del equipo manicomial eran los
representantes de la razón por lo tanto cada uno desde su lugar debía mostrar que era la
razón.

Si bien el tratamiento lo realiza el mismo manicomio, hay un acto terapéutico, un método


propio de la psiquiatría: el tratamiento moral.

Entiéndase bien esto: el tratamiento moral era el método de intervención, un tratamiento


especifico encuadrado en el dispositivo general del manicomio. El dispositivo general del
manicomio –curativo en sí mismo- proponía desde el régimen de vida los criterios de
normalidad, entonces el tratamiento moral confluía, se podría decir casi naturalmente, con
el discurso de la normatividad.
Todo esto en el marco de pensar a la locura como lo opuesto a la razón, a la locura como
conducta desordenada, errante, confusa y sin sentido. Motivos por los cuales se la debía
someter a la regularidad y al orden de la naturaleza, a la normalidad que se suponía era
propia de la vida ciudadana.

Así, en el tratamiento moral el médico psiquiatra induce al paciente a abandonar su locura


y lo lleva a pensar de forma razonada. Pero hasta que el loco no dice lo que el médico quiere
escuchar no está curado. La cura se da cuando lo que dice el loco se empareja con la opinión
del médico.

Esto es muy similar a la Psicoterapia de la conducta (heredera indirecta de la psicología


reflexológica -premios y castigos-), lo normal es aquella conducta que es lo habitual y común
(sin "psicopatología de la vida cotidiana"), un común que es aceptado consecuentemente
como denominador común y como parámetro para todos.

En el momento actual lo que predomina en la psiquiatría es lo farmacológico anudado a


cierta idea moral (en términos de que es normal y que no).

La psiquiatría tiene un gran apego sobre las enfermedades más que sobre lo que puede
decir de sí mismo el enfermo, en este sentido sigue siendo medicina regida por el "muta
ars". Esta ha considerado que la enfermedad no debe ser perturbada por el discurso del
paciente, que puede oscurecer o ensombrecer el (mal)entendimiento medico.

En nuestras clases nos vamos a ocupar de algunas Psicoterapias que podríamos clasificar
así:

CUADRO

Medicina Psiquiatría

-TFS, TCC
Psicología
Psicoterapia
CRITERIO DE
NORMALIDAD
- Psicoterapia
Psicoanálisis Breve

-Psicoterapia
Psicoanalítica

- Logoterapia
Psicología: Partimos de lo que podemos llamar el momento de la Psicología moderna, en
principio lo que sobresale es la diversidad de enfoques en la disciplina.

Encontramos un núcleo temático fuerte referido al estudio de ciertas reacciones


emocionales, por ejemplo, con las investigaciones de Wundt. Este estudiaba las reacciones
emocionales de los sujetos ante determinados estímulos, y sobre todo que tipo de
conciencia había de esos fenómenos.

W. Wundt (1832-1920) siendo medico y fisiólogo organizo el primer laboratorio de


Psicología en Leipzig, fundamentó a la Psicología como una ciencia positivista, natural y
experimental, la Psicología como un epifenómeno de lo fisiológico mediante un estudio de
las reacciones pequeñas, como por ej. el tiempo de reacción. Acá no hay lugar para la
cuestión terapéutica

Pero todo esto tenía un sentido. ¿La percepción que tengo yo de un astro, del movimiento
y la velocidad de un astro, es fidedigna? ¿Tiene acaso el astro un tiempo, una velocidad que
no se corresponden con lo observado? ¿Cómo medir de manera fehaciente la velocidad de
un astro? Lo que se pretende saber es si se puede despejar el movimiento del astro del
procesamiento de la percepción. Por eso Wundt estudiaba lo que estudiaba.

La Psicología aparece pudiendo revelar algo respecto a la perturbación en que puede


incurrir la percepción humana. A raíz de esta posición de la Psicologia M. Foucault (1926-
1984) dirá, en su artículo "la psicología de 1850 a 1950", que la misma nace del fracaso de
los seres humanos en el cumplimiento de algunas de las funciones del Estado moderno.

Con Wundt la introspección y el estudio de las bases orgánicas de la percepción, la


Psicología va a caballo de la fisiología.

Luego F. Bentrano (1838-1917) propone otro índice de la Psicología: que toda conciencia
siempre tiene una intención, plantea que la conciencia es conciencia de un objeto, no hay
conciencia sin conciencia de un objeto, no hay conciencia en estado abstracto. Bentrano
utiliza el laboratorio para dar cuenta de esto.

W. Dilthey (1833-1911) dirá que la conciencia se destaca por ser algo que produce
comprensión del mundo. Dilthey dio lugar a la Psicología Comprensiva.

Bentrano puede ser un antecedente del existencialismo y de la fenomenología, y hasta de


la propia Psicología Cognitiva. Dirá Bentrano que la intención de la conciencia es una
estructura innata, y esta estructura no es un derivado del impacto que tienen los objetos
sobre la conciencia, por ende, hay objetos por que la conciencia los capta. La estructura va
a dar lugar a la cognición.
En ese momento la Psicología se debate entre dos paradigmas: naturalista y humanista.

J. Watson (1878-1958) y el conductismo tienen una cierta relación con I. Pavlov (1849-
1936). Pavlov llamo a la baba del perro una “secreción mental”, es un dato curioso, suena
a broma, pero es una afirmación seria. El Conductismo es hijo de esto. Pero no es
reflexología, ya que esta tiene por objeto ampliar el conocimiento del cerebro. El
Conductismo es una Psicologia de humanos, deja de lado a los animales (en esa época el
paradigma naturalista utilizaba mucho el estudio de animales).

El reflejo según Watson produce un conjunto de comportamientos, las conductas, y estas


dan lugar a los “hábitos”. Estos hábitos dan lugar a un conjunto de conductas que son
propias de una personalidad, entendida como un “sistema de conductas”.

Hay reflejos naturales innatos y se podrían explicar conductas complejas introduciendo


estímulos artificiales para crear respuestas condicionadas, es decir nuevas conductas,
nuevos hábitos.

Para Watson la conducta es observable. Se puede observar, y es importante tener en


cuenta, diría muy en cuenta, que cree que existe una conducta adecuada para cada hecho
de la vida, por lo tanto, cuando evalúa una conducta siempre tiene en cuenta un
estereotipo. Watson es el primero que posee una teoría de la enfermedad mental por fuera
de la Psiquiatría. La psicopatología de Watson no parte de los estudios psicopatológicos de
la Psiquiatría (como si lo hizo el Psicoanálisis). Inventa una enfermedad mental: las
“conductas inadecuadas”.

Otro momento clave de la Psicología se dio con Daniel Lagache (1903-1972), recordemos
que fue el primer director de la carrera de Psicología en La Sorbona. Lagache propondrá
algo diferente al enfoque americano-conductista. Propone lo que se conoce como "el
método clínico en Psicología", y escribe su famoso artículo (en realidad es su discurso de
inauguración de la cátedra de Psicologia en 1947/9) conocido como “La unidad de la
Psicología”, en donde sostiene que la Psicología no debe ser impermeable a los avances del
Psicoanálisis. El paso de la Psicología a transformarse en una Psicología clínica se da gracias
al Psicoanálisis quien le aporta a la misma un método: el método interpretativo, y una teoría
del síntoma subjetivo. Lagache sostenía que los psicólogos serán psicólogos clínicos en la
medida en que puedan estudiar el Psicoanálisis en la formación universitaria.

En el campo opuesto tendremos a las TCC y la TFS, quienes se presentaron al mundo a partir
de negar al Psicoanálisis. Clamando ser otra cosa.
Psicoterapia I

Teórico N°4

Flavio Peresson

El tropiezo de Freud con Charcot cambia su perspectiva de estudio, recordemos que su viaje a Paris tenía
como objetivo profundizar sus investigaciones sobre el Sistema Nervioso, ese encuentro, un verdadero
tropiezo para Freud, es el que lo decide a abandonar el plan de trabajo con el que había arribado a la
capital francesa: enfermedades nerviosas, preparados, estudios de laboratorio.

Pero hay un hecho anterior a su viaje a Paris que vale destacar por la importancia que tuvo para Freud a
su retorno, un médico amigo de la familia de Freud llamado Josef Breuer le cuenta los pormenores de
un tratamiento realizado a una joven histérica mediante un procedimiento medianamente extraño, poco
habitual, fuera de lo común, que sin embargo resulto en gran medida exitosos. J. Breuer le refine la cura
de Anna O, tal es el nombre clínico de Bertha Pappenheim, el relato da cuenta de un caso de histeria
complicada y grave, con una serie de síntomas difíciles, la joven sufría de diversos malestares, tenía
parálisis parciales de brazos y piernas, alucinaciones, ceguera y sordera temporaria, y un llamativo
trastorno del lenguaje que le impedía hablar en su lengua materna (alemán) y si podía hacerlo en otros
idiomas, en ingles por ejemplo, se hallaba prácticamente recluida en su casa y pasaba gran parte del día
acostada, o más bien postrada en su lecho.

Breuer la empieza a atender y aparece algo curioso: la dirección de la cura es más de Anna O que de
Breuer. Este recurre a la hipnosis y casi sin que él nada diga ella comienza a recordar. Florece una especie
de memoria que durante el estado de vigilia ella no poseía, la hipnosis permite una cierta reconstrucción
histórica de sus síntomas, (del presente al pasado) los recuerdos que se evocan tienen claridad y
responden a un orden. Esto le llama mucho la atención a Breuer, ya que, asombrosamente, en esta mujer
postrada, con poca relación con el mundo y una conciencia confusa con poca nitidez, hay un estrato de
su vida psíquica, al cual se accede mediante la hipnosis, que no ha sido perturbado por la enfermedad.
En el estado de hipnosis se posibilita una manera de hilar recuerdos que permiten reconstruir la historia
de sus síntomas., de esa manera el síntoma deja de ser una anomalía, un extravió, una de las formas
degradantes de la locura, en tanto se re/presenta en el mundo, en el pequeño mundo breureano y de
sus allegados, con una razón y explicación, que las teorías psiquiátricas de la época no pueden, ni
quieren, entender.

La hipnosis funcionaba como artificio que posibilitaba el recuerdo, los sucesos recordados se iban
encadenando unos con otros, y mostraron algo inesperado: recordar y revivir afectaba positivamente al
síntoma, es decir disolvía al síntoma. No solo había alivio terapéutico, sino que se materializaba algo que
paso a llamarse: la causa del síntoma. Así, a medida que Anna O. iba recordando lograba que se
concatenaran distintos sucesos y acontecimientos que hasta entonces no figuraban en su conciencia,
haciendo entendible, inteligible, aquella parte de su vida oscurecida por el síntoma.

Ambos, Breuer y Anna O. participan en una experiencia nueva, son novatos y pioneros de algo que pudo
haber quedado perdido en la Viena finisecular. Breuer tiene el asombro de lo nuevo e inesperado
producto de esa peculiar intervención, peculiar porque se podría decir que la que más sabía cómo tratar
a su enfermedad era la propia enferma, y era la propia histérica la que lo llevaba a Breuer más allá de las
fronteras del saber médico. Esta original experiencia puede ser contada solamente porque Freud, años
después de la cura de Anna O., se intereso en el caso y convenció a Breuer de publicarlo.

El relato del enfermo tiene una efectividad en la medida en que permite encontrar un sentido al síntoma,
una explicación lógica, también hay que destacar que cada suceso recordado tiene un quantum de
afecto, y mediante el mismo estado hipnótico estos afectos pueden ser dramáticamente "descargados".
Los hallazgos de este procedimiento, (que aun no es método y que solo posteriormente patentara Breuer
a instancias de Freud): el síntoma va del sinsentido al sentido, las representaciones no recordadas son
un condensados de ideas, pensamientos, imágenes y afectos, (" la representación y su afecto
concomitante"), el síntoma es una consecuencia, un efecto, un resultado, de un suceso "trauma
real"/recuerdo luego "representación" que opera como causa.

Según Anna O. esta terapia podía ser comparada con una limpieza de chimenea, en un lenguaje más
técnicos diremos que Freud/Breuer prefieren el termino, mas aséptico, de catarsis, algo mas dice Anna
O. en este caso referido a que esta experiencia es solamente de palabras, nombra o bautiza, al
procedimiento como cura por la palabra.

Hay que destacar que el buen andar (hasta un cierto punto) de esta primera psicoterapia, no hubiera
sido posible sin el aporte de Breuer, en particular su reconocido buen nombre, su reconocida autoridad,
su reconocido prestigio en el medio. Podría parecer paradójico que la importancia de la presencia de
Breuer fue de tal magnitud que el tratamiento avanzó casi sin que el propio Breuer se lo propusiera, y
que la cura de los síntomas solo fue posible (hipnosis mediante) en la medida que Breuer dejo hacer a
Anna. Recordar, abreaccionar y el sustento de la autoridad conferida, en este caso al médico Breuer, es
una novedad absoluta en el tratamiento de los síntomas histéricos, esto quiere decir que no estaba
planteado, formulado o escrito en ningún libro o tratado. Digamos que la novedad fue también para el
propio Breuer.

La hipnosis no era una técnica demasiado confiable para el cuerpo médico, era asociada a un artificio
vulgar destinada al espectáculo o entretenimiento de los salones o las plazas de la época, pero gracias
al prestigio de Breuer adquiere cierta seriedad, comienza a ser un recurso válido.

Retornemos a Charcot, este utiliza la hipnosis para afinar un diagnóstico, aquellos enfermos que
respondían a la hipnosis eran histéricos y los que no, enfermos nerviosos de base orgánica. Así, realizaba
dos tipos de mostraciones de enfermos:
1) Provocaba el ataque histérico estimulando las denominadas “zonas histerógenas” con una varita,
cual director de orquesta, aquí Charcot era el director de la escena que montaba con el/la
histérica/o de turno, frente a un auditorio ocupado por la expectante mirada medica. A diferencia
del ataque epiléptico, aquí no había descontrol de esfínteres. Esto produce asombro en Freud, al
ver que siendo provocado por Charcot el aparatoso ataque histérico, ponía en duda toda una
mitología de creencias sobre lo histérico como degenerativo, hereditario, etc.
2) Sostenido siempre en la misma escena, el maestro de ceremonia, el Médico, Charcot, mediante
ciertas órdenes dadas al enfermo, siempre en estado hipnótico, revertía algunos síntomas.

Al retornar Freud a Viena, presenta un informe ante la comunidad médica en el que, para el
asombro de ésta, muestra un nuevo enfoque de la histeria que incluye una terapéutica y, además,
dice que la histeria también la padecen los hombres. Muy bien no debe haber soñado lo dicho
por Freud, porque se sabe que lo invitan, o más bien lo desafían, que presente unos casos clínicos
de lo que dice, y en particular algún caso de histeria masculina.

Así, Freud muy joven, con un cierto porvenir prometedor por sus investigaciones que le habían valido la
beca a Paris, con un cargo docente en la Facultad de Medicina, con algunos valiosos contactos … de
buenas a primera se queda sin nada. Tiene, para ofrecer como médico terapeuta a una clientela de casos
intratables, difíciles, y en cierta medida incurables, dos cosas muy rudimentarias pero claves:

1) La sospecha de que si un síntoma histérico puede ser resuelto mediante algo que produce y
dispara la hipnosis, habría que pensar a la histeria, en otros términos, al menos como formando
parte del campo de enfermedades que la propia psiquiatría llamaba neurosis. Y esto es relevante,
porque en ese tiempo la histeria, sobre todo la femenina, podía estar tanto en las psicosis como
en las neurosis, o algo peor aún: en una seudo categoría llamada "simuladoras".
2) La misma hipnosis mostraba que la causa del síntoma histérico no se debía a "accidentes"
exteriores al sujeto, ya se tratara de hechos reales o deficiencias fisiológicas, el síntoma cedía, al
influjo que sobre el ejercían las palabras: los dichos que relataba el propio enfermo, los dichos
del naciente sicoterapeuta. Lo cual plantea que el síntoma tiene tratamiento y posiblemente cura

En 1890 aparece el artículo “Tratamiento psíquico (tratamiento del alma)” donde Freud comunica estos
hallazgos y plantea los conceptos a los cuales remitirse para entender el “moderno tratamiento
anímico”. Algunos conceptos/ cuestiones allí son:

1) Tratándose de las Neurosis (Psiconeurosis de defensa), lo anímico afecta a lo orgánico al punto


de enfermarlo. Situando lo anímico como causa primera en relación a lo orgánico.
2) No sólo le devuelve la palabra a quien padece (en relación al muta ars médico), sino que el saber
sobre el padecimiento lo tiene ahora el tratado y no el médico.
3) Nota que la hipnosis genera una relación de dependencia con el médico: “El hipnotizado está
dormido para el mundo y despierto para el médico”. Para explicar este fenómeno recurre, no a
lo habitual, que serían las fuerzas vitales (de acuerdo con una concepción vitalista / campos
magnéticos) sino a algo por fuera del campo de la medicina. Dice que esta dependencia recuerda
al arrobamiento de un niño luego de ser alimentado por su madre o al arrobamiento de una
relación amorosa. Y así toma caminos novedosos, no preestablecidos, hacia la cosa sexualizada…
4) De qué manera se ocupa de caracterizar a la palabra como instrumento por excelencia de lo
anímico, precisamente en este moderno tratamiento anímico, hay que devolverle a la palabra su
poder ensalmador. Es sabido el gusto de Freud por los clásicos, el valor que tenia la comedia y la
tragedia en la cotidianeidad de la Grecia antigua. La cultura griega como una cultura de la palabra;
la palabra en tanto puede incidir en otro y por su valor de verdad. Ya Platón comparó la palabra
con el fármaco, en tanto puede ser un remedio o veneno.

En estos casos la eficacia de la hipnosis tiene que ver con el prestigio del médico, el médico (Charcot
/ Breuer) enaltecen a la hipnosis, esta deja de ser una técnica bastarda, pero para el joven Freud,
entonces, la hipnosis era un problema ya que no tenía aun prestigio y además el mismo reconocía
que no bueno para hipnotizar.

Entonces se podría preguntar qué fue lo que lo mantuvo en ese camino tan lleno de
piedras/obstáculos, y se podría decir que lo que lo sostuvo allí fueron el amor y la confianza de las
histéricas. Son quienes lo sostienen en este momento, no sólo económicamente, sino por el lugar
que le dan, por lo que le demandan ....

Freud trata los síntomas de la histeria, no habla de curarla.

Podemos plantear como itinerario en Freud:

1) Que el paciente investigue sobre sí mismo estableciendo conexiones (un inicio de lo que será la
asociación libre). Aquí no solo el paciente retoma la palabra, sino que es el protagonista, quien
tiene que trabajar para su propia cura.
2) Sugestión, en un estado de hipnosis profunda daba órdenes (las llamaba sugestión) para que se
instalen en una parte del sistema nervioso, actuando eficazmente desde allí sin que el paciente
advierta su origen externo.

En Freud la catarsis, si bien presenta el aspecto de la descarga del afecto, no era sin la abreacción
que incluía el recuerdo en su totalidad, palabras y afectos, representación mas la carga del afecto la
relación de las representaciones, los nexos entre ellas era el trabajo que hace el paciente para
recordar lo olvidado.

El método catártico supone una pequeña teoría del aparato psíquico, porque supone que hay partes,
como cuerpos extraños, no se han podido asimilar al resto. Y se entiende que un aparato psíquico
que funciona bien debe estar equilibrado en sus cargas libidinales.
En 1893 con el caso Caterina podemos marcar un momento de ruptura. Aquí Freud termina de
despojarse del semblante médico. No hay encuadre médico. Freud dirá, a manera de chista para los
entendidos, “Aquí en las alturas no es posible aplicar la hipnosis”. Aparece así una conversación que hace
pensar en una teoría de la comunicación diferente, una “conversación guiada”. Donde Freud ya quería
verificar una intuición que ya le había dicho/confesado Charcot: “todo lo que le sucede a las histéricas
tiene que ver con problemas de alcoba”. Suponiendo en la génesis del síntoma histérico una situación
sexual indebida, se constituía la llamada teoría traumática.

En el caso K. Freud demuestra la eficacia de esa conversación guiada para esclarecer los síntomas sin
usar hipnosis, sugestión ni presión en la frente.
Psicoterapia I

Teórico 5

Peresson Flavio

Reseña: Andino Francisco

Se podrían distinguir tres periodos en la manera en que Freud planteó la práctica


psicoanalítica tomando como referencia el método psicoanalítico. El primer periodo remite
a lo que hemos venido trabajando, un primer periodo que podemos llamar de “tratamiento
anímico” –que si pudiéramos situarlo en una fecha seria antes del 1900, lo cual implica que
todavía no se trataría de Psicoanálisis propiamente dicho, tal como Freud lo entiende en un
segundo momento, el cual queda plasmado en los cinco escritos técnicos (1910 a 1914
aproximadamente). Y finalmente un tercer momento con algunas reformulaciones fuertes
plasmadas en: Construcciones en análisis y análisis terminable e interminable.

El psicoanálisis como tal, con sus coordenadas más determinantes es el que se da alrededor
de los escritos técnicos de Freud. El avance en el desarrollo de la técnica, o también el pasaje
de un momento a otro, del "tratamiento anímico" a la técnica psicoanalítica (escritos
técnicos), y a la reformulación de dicha técnica, son consecuencia de la aparición de nuevas
problemáticas en la clínica que llevaron a reformulaciones teóricas.
Estos pasajes de una modalidad a otra están dados porque la técnica precisamente produjo
dificultades (en distintos momentos la técnica fue un obstáculo), que las resolvió la teoría.

Del "tratamiento directo"

Distingue dos modalidades de lo que denomina “tratamiento directo”, así lo escribe Freud:
“el tratamiento directo consiste en la eliminación de la fuente de irritación síquica para los
síntomas histéricos, y es comprensible que las causas de la histeria se busquen en el
representar inconsciente… para este tipo de tratamiento se instila al enfermo en la hipnosis
una sugestión cuyo contenido es la eliminación de su sufrimiento…. más eficaz todavía es un
método que Josef Breuer fue el primero en practicar en Viena; consiste en reconducir al
enfermo, hipnotizado, a la prehistoria psíquica del padecer, constreñido a confesar la
ocasión síquica a raíz de la cual se generó la perturbación correspondiente.”
Posiblemente esta sea la primera formulación de una modalidad de tratamiento no medico,
el llamado “tratamiento directo”, implica el uso de la sugestión y/o catarsis, y se justifica en
una nueva concepción acerca de las causas del padecimiento histérico.

Del "tratamiento anímico"

En 1890 publica un trabajo (“tratamiento psíquico…”) donde de manera sistemática, expone


diversas ideas referidas a lo que llama “tratamiento anímico o psíquico”, veamos que dice:
“ tratamiento psíquico quiere decir, más bien, tratamiento desde el alma, ya sea de
perturbaciones anímicas o corporales, con recursos que de manera primaria o inmediata
influyen sobre lo anímico del hombre ...un recurso de esa índole es sobre todo la palabra, y
las palabras son, en efecto, el instrumento esencial del tratamiento anímico...”, también
agrega: “...por tratamiento anímico entendemos el empeño por provocar en el enfermo los
estados y condiciones anímicos más favorables para su curación ...”.

Señala los ejes alrededor de los cuales se desarrolla este “moderno tratamiento anímico”:
a) la expectativa: “ ....reclama nuestro mayor interés el estado anímico de la expectativa
(angustiada, confiada..), por medio de la cual una serie de las más eficaces fuerzas anímicas
pueden ponerse en movimiento hacia la contracción o la curación de afecciones
corporales...” ,b) la influencia: “... la personalidad misma del médico se rodeaba de un halo
de prestigio que provenía directamente del poder divino, pues el arte de curar estuvo en
sus comienzos en manos de los sacerdotes...”, c) la palabra: “ ..las palabras son, sin duda,
los principales mediadores del influjo que un hombre pretende ejercer sobre los otros ... el
ensalmo de la palabra puede eliminar fenómenos psicopatológicos, tanto más aquellos que,
a su vez, tienen su raíz en estados anímicos”, d) hipnosis y sugestión: “ ..es la posibilidad de
ejercer una influencia profunda sobre la vida de los enfermos ...la hipnosis presta al médico
una autoridad mayor quizás de la que ningún sacerdote o taumaturgo poseyó jamás, pues
reúne todo el interés anímico del hipnotizado en la persona del médico, ...así ella ofrece (la
hipnosis) el paradigma del modo de curación por tratamiento anímico, el médico pone al
enfermo en estado hipnótico, le imparte la sugestión ..se llama sugestión al dicho del
hipnotizador ..”

En el ensayo empieza a ser presentado, de manera primitiva o rudimentaria, la importancia


que tiene en el “tratamiento anímico” la relación entre el terapeuta y el paciente, la misma
no solo no es algo natural, sino que Freud da a entender que es un artificio compuesto por
algunos rasgos de época (el poder, la autoridad, el saber) que regulan ciertas posiciones
subjetivas (el otro del amor, el otro del cuidado…) que facilitan que la cura marche. Hay una
especial mención a algo que parece aportar un cierto sustento impensado a la relación
terapéutica cuando Freud la remite a un trasfondo insospechado, destaca que el
hipnotizado está dormido para el mundo y despierto para el hipnotizador en una posición
de credulidad absoluta, ilustra este fenómeno diciendo que el mismo solo se ve en los niños
lactantes con su madre o en la relación amorosa.

Esta” relación” compuesta por la expectativa mas la influencia, que Freud aclara que no es
original de este “tratamiento”, va a convertirse en la estructura misma de la cura cuando,
con el correr del tiempo, pase de la noción de falso enlace a ser conceptualizada como
transferencia.

Rápidamente Freud comprueba el poder con el cual es investido el Terapeuta, esto lo llevo
a tratar de entender de que se trata, de buscar una explicación a la composición de ese
vinculo: ¿tiene algo del amor del partenaire amoroso? ¿es un reflejo de la admiración al
padre?, ¿o está cerca de la confianza al amigo, de la bondad del confesor, o del poder
sobrenatural que se le adjudica al mago o hechicero? La "capacidad" de influir plantea
entender: de qué manera lo hace, y para esto hay que entender como es investido por el
otro, para lo cual Freud inventa un concepto nuevo: Transferencia. Este concepto no estaba
antes en el saber popular o epistémico, no era una referencia de la Psicopatología ni de la
Psicologia, no formaba parte "del campo de la cura". El concepto, complejo y decisivo, lo
lleva a cambiar gran parte de su técnica.

Freud va a necesitar despojarse de su semblante de medico ya que ni el saber ni el


semblante le van a servir para operar en este nuevo campo que le presenta el síntoma.

Tenemos por un lado a la sugestión que busca la eliminación directa del síntoma: “Esto no
le va a pasar más”. Freud creía que esa orden no iba a ser reconocida como viniendo del
otro, y que el paciente la iba a tomar como viniendo de su interior, y así la iba a acatar.
Tenemos por otro lado a la catarsis, cuya finalidad es buscar un poco el sentido de los
síntomas, porque aquí hay un esbozo de apostar a la investigación del paciente que va a
buscar desandar el camino en el cual ha tomado consistencia el síntoma.

Pero hay algo fundamental que aparece con Katherina: habiendo abandonado la hipnosis
(entendida ya no como un fenómeno de circo o de divertimento) porque la misma pasó de
ser una herramienta útil a ser el primer obstáculo técnico.

Freud constataba cada vez más que la búsqueda de los recuerdos implicaba un forzamiento,
que algo detenía a los pacientes que les impedía recordar. Freud comienza a detectar la
existencia de un mecanismo que se presenta de manera fuerte (que cuando hay hipnosis
dicho mecanismo no aparece), pero al no estar hipnotizado el mecanismo aparece: el
paciente se resiste a recordar. Se encuentran, Freud y su paciente, con una fuerza que se
opone a la investigación, y va a ser sin la hipnosis que va a poder investigar qué tipo de
fenómeno es esta resistencia.

En el historial de Katherina vemos a Freud por fuera de los dispositivos médicos, no está
configurado con ningún elemento del semblante o de la escena terapéutica médica.
Katherina le pide que le responda a lo que le relata, y Freud toma en consideración su
queja/demanda y se dispone a escucharla. Podríamos decir que lo que implementa Freud
es el tratamiento anímico, pero ya despojado de la parte artificiosa y dándole plenos
poderes a la palabra. Sin embargo, ahí funciona ya otra cosa, ¿Qué funciona? Digámoslo
lacanianamente: ahí hay una suposición de saber al propio Freud, y hay transferencia a una
práctica curativa, muy novedosa en ese tiempo, pero parece que ya era conocida por
Katherina (la paciente le dice algo así como que él era el médico que trataba a los enfermos
con un nuevo método).

En este historial nos encontramos solo con una invitación a que la paciente cuente lo que
le pasa, y el tratamiento se pone en marcha mediante lo que Freud llama una conversación
guiada. Esa conversación se orienta por una premisa teórica previa de Freud. La premisa es
que para que haya un síntoma hacen falta dos escenas referidas a la sexualidad. Un suceso
posterior a la pubertad de índole sexual, y que ese suceso “despierte” un suceso anterior
que no estaba dotado de un carácter sexual, que este segundo suceso –temporalmente
hablando- “carga” de contenido y fuerza sexual a aquél primero. Este tratamiento es desde
el punto de vista temporal más que breve, hasta brevísimo, solo fueron algunos encuentros
"analíticos" en algunos pocos días. Ahora bien, porque se puede decir, sin temor a
equivocarnos, que se trata de una pieza psicoanalítica a pesar de que no hay diván, no hay
consultorio con sus ornamentos. ¿Que distingue a estas sesiones de las llamadas (décadas
después) Psicoterapias Breves?

Acerca del aparato psíquico implícito

En el uso de la catarsis + la hipnosis hay ya una teoría del aparato psíquico. Esta sostiene
que un acontecimiento traumático ha quedado inscripto, ha dejado una huella. Y es
traumático por que sobrepasa las posibilidades de elaboración del aparato psíquico. Es un
acontecimiento prematuro porque aconteció antes de que el aparato psíquico pudiera
elaborarlo y asociarlo a otras representaciones. Así el trauma es un grupo de
representaciones que han quedado escindidas del aparato psíquico, aparato psíquico que
Freud entiende en términos de conciencia. Ahora bien, dicho trauma queda alojado por
fuera del psiquismo consciente a la manera de un cuerpo extraño, la hipnosis posibilita
ampliar la idea de un psiquismo equivalente a la conciencia, al acceder a ese núcleo psíquico
más allá de la conciencia. (Freud reconoció hasta el fin de sus días este hallazgo que
posibilito la hipnosis).
A esta altura para Freud inconsciente quiere decir “no accesible a la conciencia”. La hipnosis
es la forma de saltar de un espacio a otro. De la conciencia a la no conciencia. La hipnosis
es el puente. Y como técnica es adecuada por que permite encontrar la parte psíquica que
no está disponible para el paciente.
La hipnosis, entonces, es el método. Y la sugestión y la catarsis, son las técnicas. La hipnosis
es el método adecuado a lo Freud también llamo “estados hipnoides”, como forma de
caracterizar a aquella parte del psiquismo separado.
La teoría psíquica es la de un psiquismo separado. Lo metodológico es entonces la hipnosis,
porque responde a una teoría del psiquismo separado. La catarsis o la sugestión son
técnicas supeditadas al método hipnótico y a su teoría del aparato psíquico.

Ahora bien, desde otro punto de vista la catarsis por su parte puede ser método o técnica
también. Puede ser método porque explica la manera de verificar la teoría (la teoría de un
conjunto muy condensado de afectos y representaciones inscriptas como un cuerpo
extraño) y porque también es una técnica, en tanto el uso de la misma sirve para resolver
la sobrecarga del núcleo reprimido mediante la descarga de los afectos.

La abreacción supone que la descarga no es solo del afecto, la representación traumática


debe ser puesta en palabras junto con su afecto. Esto es lo que la diferencia de la catarsis
como mera descarga que permite la “limpieza de chimenea” que decía Anna O.

Freud pensaba, en relación al trauma, que la mayoría de sus pacientes habían sido abusadas
y que había devenido traumático ese acontecimiento porque el aparato psíquico no había
podido absorber, elaborar, ese acontecimiento. Así, las neuróticas sufrían las consecuencias
de un abuso sexual prematuro que no había podido ser integrado al aparato. No será hasta
la “Carta 69” que Freud enviará a Fliess en donde dirá “He sido engañado por mi/s
neurótica/s”. Ahí le cuenta a Fliess que él creía que aquello que le contaban sus histéricas
había sido un acontecimiento de hecho, y que necesita rectificar su creencia/teórica en la
medida detecta que se trata de representaciones, que no son ni una foto calcada de la
realidad, sino que el acontecimiento esta modelado por las fantasías y las representaciones
solo representan la realidad psíquica.

Entonces, antes el cuerpo extraño es un producto de sucesos sexuales reales que


acontecieron efectivamente y que como consecuencia de ellos se produjo una histeria o
una neurosis obsesiva. Ahora, Freud deja de pensar el trauma como un hecho, como un
acontecimiento, dirá que no hay un hecho real, sino una representación; el aparato psíquico
toma algo de la realidad y lo reinterpreta de cierta manera. Ahora el aparato psíquico es un
aparato activo que reinterpreta la realidad. Y eso que toma de la realidad para reinterpretar
son siempre hechos referidos a la sexualidad.
Hasta entonces hay un tratamiento del síntoma mediante el influjo. Se busca la eliminación
directa del síntoma vía catarsis, con efectos inmediatos. Ahora, Freud empieza a pensar en
la causa del síntoma. Se pasa de la eliminación del síntoma a la búsqueda de la causa; a un
tratamiento causal del síntoma. Y acá estamos a la altura de la publicación de Freud de
“Psicoterapia de la histeria”. Allí, en su parte teórica, dirá que el síntoma tiene una
sobredeterminación, que tiene varias causas. Y postula que podríamos hacer una
estratificación del síntoma tomando varias capas en el tiempo, y ver, así como, en
consonancia unas con otras se va armando el síntoma.

Freud va a hablar de la “expectativa confiada”. Dirá que no es raro que ocurra alrededor de
ciertas figuras como el médico. En tratamiento anímico nombra los efectos que tiene la
hipnosis (llevar al máximo esa expectativa confiada). Freud contará la historia de una
paciente que quiso besarlo. Ahí el no accederá a la demanda, sino que propondrá analizar
ese fenómeno. Dirá que un deseo insatisfecho se ha apoderado de una representación de
la tratante y que le ha conferido su poder. Eso explicaría el fenómeno. Hablara de un neo-
síntoma. Todo tratamiento debe considerar que estos síntomas van a aparecer
eventualmente. Eso sin ir más lejos fue lo que le paso a Breuer con Anna o.

La ruptura se establecerá con la "Interpretación de los sueños".

Interpretación de los sueños: dijimos que es un momento de ruptura, cabe señalar dos
cuestiones: a- primero, que es esta la primera vez en que Freud describe el aparato psíquico
y postula al Inconsciente como un concepto central. Aquí será el momento en el que dirá
que el psicoanálisis se ocupa del Inconsciente. b- segundo, la interpretación está dirigida a
los sueños, es decir a un producto de la vida normal. El sueño no como un fenómeno
psicopatológico, sino como algo normal de todas las culturas y de todos los sujetos. Propone
entonces que el sueño puede ser interpretado (Deutung). ¿Cómo es la interpretación de los
sueños? Es por fragmentos no toma al sueño en su totalidad, sino que lo fragmenta. El
sentido no se lo da a la totalidad, sino que le pregunta al soñante para que asocie con cada
fragmento.
Freud dirá “Difiero al soñante la tarea de interpretar su propio sueño”, con esto postula que
el sueño tiene una significación, un sentido. El sueño es una especie de jeroglífico y con este
método de interpretación se puede descifrar lo que él llama el Contenido latente, diferente
del Contenido manifiesto. Será el contenido latente el que quedara revelado por la
interpretación (ideas o pensamientos o representaciones dice Freud). Freud agrega que
todo sueño es la realizado de un deseo infantil que no se llevo a cabo (Inconsciente). El
sueño es una realización de un deseo infantil. ¿Se puede decir lo mismo del síntoma? Como
sabemos más adelante Freud dirá que todo es una formación del inconsciente síntoma /
sueño / lapsus.

Para pensar los escritos técnicos hay que pensarlos en función de este momento de la
teoría.

Interpretación de los sueños, capítulo VII: transferencia = desplazamiento de la energía


anímica de una representación a otra representación.
Psicoterapia de la histeria: transferencia = falso enlace. Todo un tema entre lo "verdadero"
y lo "falso", ¿lo verdadero como causa del síntoma y lo falso es su manifestación
transferencial?

Escritos técnicos: Dirigidos a quien quiere comprender como funciona el tratamiento


analítico. Comprende indicaciones sobre los requisitos que debe tener la técnica Freudiana,
el llamado “encuadre” o “dispositivo”. Pero ahora, no hay ningún texto que hable de la
interpretación. Un psicoanálisis freudiano debe responder a la interpretación y a la
transferencia. ¿Es posible que el hecho más complejo sea la transferencia y no la
interpretación? ¿Es posible que la interpretación sea lo más sencillo y la transferencia que
incluyendo al analista -aunque este no quiera- en un lugar de la fantasmática del paciente
... esto sea lo que dificulta el propio trabajo de interpretación?

la transferencia en el psicoanálisis, en tanto terapéutica, es el problema fundamental del


psicoanálisis como tal. ¿Y qué es la transferencia? Es un fenómeno en donde el
analista/terapeuta pasa a ser alguien que no sabe quién es, pasa a ocupar un lugar
importante en la vida del paciente. El analista queda incluido dentro de la fantasmática del
paciente y esto afecta, esto dificulta el trabajo en la medida en que el analista no sabe allí
qué lugar ocupa. En los escritos técnicos Freud habla de “Resistencia” y esta resistencia se
anuda con la transferencia. Por ello hay que rever este lugar transferencial para poder
resolver ese escollo.
PSICOTERAPIA I - Clase 6
Flavio Peresson

Reseña: Clara Cipriano

La propuesta de esta clase es la de establecer la relación entre cinco ejes del psicoanálisis
freudiano, entendiendo que existe una doctrina en Freud de cada uno de ellos y tomando
como referencia principal los Trabajos sobre técnica psicoanalítica (1904-1914),
Construcciones en análisis (1937) y Análisis terminable e interminable (1937).

Estos ejes son:

- Inicio de análisis
- Transferencia
- Interpretación
- Construcción
- Fin de análisis
- Ética y abstinencia

El comienzo de un análisis es lo que dice el paciente, el analista freudiano interviene sólo


cuando el paciente se calla, que es una constatación de la resistencia. “No interesa para
nada con qué material se empiece, con tal que se deje al paciente mismo hacer su relato y
escoger su punto de partida”. Freud, En “Sobre la iniciación del tratamiento” (1913).

Allí, Freud haciendo una comparación entre análisis y ajedrez dirá que sólo las aperturas y
los finales consienten una exposición sistemática, en tanto la rehúsa la infinita variedad de
las movidas que siguen a las de apertura.

Así comenzará aconsejando el tratamiento de prueba (¿alguna similitud con las entrevistas
preliminares en Lacan?) por el que toma conocimiento del caso y además tiene una finalidad
diagnóstica. De este ensayo dirá que ya es el comienzo del psicoanálisis y debe obedecer a
sus reglas. La única diferencia sería que aquí todavía no hay interpretación del analista, no
más esclarecimientos que los necesarios para que el paciente hable.

En este mismo texto hará también algunas consideraciones sobre tiempo y dinero, horarios
y honorarios.

En cuanto al uso del diván Freud dirá que esta escenografía tiene un sentido histórico: es
vestigio de la hipnosis. Pero aduce motivos para conservarla. En primer lugar, uno personal,
el no tolerar la mirada fija del otro durante varias horas diarias. Además, sirve para no
precipitar la trasferencia, en términos lacanianos diríamos que se usa para cortar con la
transferencia imaginaria. Deslindar del campo perceptual. Lo que acá estaría en juego es la
Identificación imaginaria, si yo miro capto en el otro y en función de lo que el otro me
devuelve, regulo mi comportamiento, (La pregunta que nos hacemos siempre es ¿quién soy
yo? yo soy en función de lo que el otro/espejo me devuelve, entonces, si el otro no está,
ese espejo queda sin imagen y permite que por allí desfilen los personajes de la historia del
sujeto).

Posiblemente en los kleinianos el paciente recostado en el diván busca favorecer la


regresión, en tanto el paciente con el analista fuera del campo perceptual es llevado a la
manera en q se ha constituido tempranamente sus relaciones con los objetos, con el cuerpo
de la madre, y toda la fantasmagoría preedipica tan decisiva para esta orientación…. los
kleinianos suponen que de esa manera se facilita que las asociaciones y la transferencia
reactualicen los fantasmas de las relaciones primeras.

Pero, ¿Cuándo se indica el diván? Para Freud, luego del tratamiento de prueba, pero
además una vez que esté seguro de la estructura neurótica. Para Lacan, cuando hay un
significante, el llamado significante de la transferencia, por su costado simbólico, una
respuesta a las intervenciones del analista en términos de implicación subjetiva, que implica
un reconocimiento del "saber del inconciente".

Freud plantea que el primer fin del tratamiento es ligar al paciente a la cura.

En “Sobre la dinámica de la trasferencia” (1912) Freud conceptualizará a la misma como


intrínseca a la cura, es decir, la cura es transferencia, y hablará del clisé como resultado de
una especificidad determinada para el ejercicio de la vida amorosa del humano que este
adquiere en su infancia y que se repite regularmente en su vida cada vez que hay un otro.
Pensémoslo en términos del fantasma lacaniano. La relación con el otro siempre está
modulada por el fantasma o por el clisé.

el clisé: fijación pulsional - condiciones de amor- zonas erógenas fijadas

Freud explica: que una parte de la libido está volcada a la realidad objetiva (entiéndase de
sus objetos), y otra parte ha sido demorada, quedó invistiendo el clise / fantasma, apartada
de la realidad objetiva, quedó agazapada, a la espera … entonces cuando aparece el
analista, como nuevo objeto de la realidad, queda libidinizado a partir de ese clisé. En esta
explicación se puede ver la complejidad de este enlace en el análisis, el propio análisis
transcurre con esta reactivación del clise ... la persona del analista soporta a lo largo de la
cura esta carga libidinal, proyección de identificaciones. Con esta estructura se encuentra
la palabra interpretante del analista.
Aparece la cuestión de la resistencia de la mano de la trasferencia en tanto actualización
del clisé. Actualización de clisé- trasferencia- resistencia.

La persona del analista va a ser la pantalla sobre la que el analizado anclará su transferencia,
el analista debe soportarla y estar advertido. Este sería el costado más bien imaginario de
la transferencia.

El analista también debe pagar, dice Lacan, con su palabra, elevada a interpretación; con su
persona, prestada a la transferencia; con lo que hay de esencial en su juicio más íntimo. Si
Lacan a partir de 1951 propone ordenar la lectura de Freud y su clínica a partir de los
llamados tres registros, I-R-S, en 1958 reorienta la cura en función de estas direcciones: el
lugar de la interpretación, el lugar de la transferencia y la cuestión del ser del sujeto, este
último punto incumbe tanto al analizante como al propio analista, que, desde posiciones
asimétricas, heterogéneas deben hacerse cargo de lo que el mismo Lacan llama: falta en
ser.

Pregunta de una alumna: ¿Se puede equiparar transferencia positiva a simbólica y negativa
a imaginaria? En Freud: Trasferencia positiva: sublimada, negativa: erótica-hostil. Da para
más, tiene que tener otro desarrollo. Me parece a mí que habría que ver si Lacan no le dio
otro lugar a la T. negativa, como síntoma que rompe los momentos de mutua complacencia
en un análisis, y que señala o indica o cuestiona la posición del analista

La otra transferencia, la simbólica, de la que hablamos anteriormente, que es cuando el


paciente queda implicado y puede captar que en su propia historia él ha compuesto cosas
y esas cosas que él ha compuesto explican lo que le pasa, eso, estaría más del lado de la
transferencia positiva/simbólica. Cuando la cuestión va bien el paciente habla, Freud
interpreta, el paciente asocia. Miller dice que el paciente aporta el S1 y el analista el S2, y
entre el uno y el dos tiene que saltar algo.

En “Recordar, repetir y reelaborar” (1914) hablará de neurosis de trasferencia, que puede


equipararse con el Sujeto Supuesto Saber lacaniano, la creencia seria: el analista sabe lo
que me pasa. También en este texto aparece por primera vez la compulsión de repetición.
Aquí la trasferencia es una pieza de ese pasado olvidado que retorna en la repetición. Dirá
Freud. “La trasferencia crea así un reino intermedio entre la enfermedad y la vida, en virtud
del cual se cumple el tránsito de aquella a ésta”.

Existe en Freud un planteo de la ética y de la abstinencia en análisis. La cura debe ser


resuelta en abstinencia, propone que hay que dejar subsistir en el enfermo necesidad y
añoranza y guardarse de apaciguarlo. La abstinencia freudiana tiene que ver con no
responder desde el lugar del clisé. Abstenerse de que en el psicoanálisis aparezca algo de la
índole de una satisfacción sustitutiva. El neurótico demanda la solución de lo que le pasa al
Otro, porque cree que el Otro tiene la solución. Aunque parezca cruel no hay que darle la
papa en la boca dirá Freud. Eso produce satisfacción y que se siga reactualizando esa
demanda. La abstinencia no es no darle nada al paciente, es justamente no darle esa X que
demanda. Que busque por otro lado.

En cuanto a la interpretación en Freud, ya en el capítulo cinco de “La interpretación de los


sueños” (1900) la define como movimiento de traducción a lo conciente, se realiza siempre
como una traducción, un desciframiento. En relación al sueño, la interpretación tiene dos
vertientes. La significación que remite a las ideas latentes; y el sentido, que es el deseo
infantil insatisfecho. En el síntoma se trata del sentido, pero en este caso tiene que ver con
la sexualidad, con algo insatisfecho en la misma. Freud- cap. VII- dirá que difiere al soñante
la tarea de interpretar sus sueños. La interpretación se realiza siempre en resistencia dirá
Freud, esto se entiende en la medida que la interpretación se dirige a lo no sabido, lo
inconciente reprimido, el deseo reprimido, en fin, a aquello que mediante la represión
permanece por fuera del "yo" del sujeto, aquello en lo cual el "yo" no se reconoce ....

Se pueden hacer preguntas: ¿la interpretación va hacia el pasado? ¿Si se revela algo de eso
insatisfecho- no realizado- reprimido- entonces va al pasado? ¿O por lo contrario se dirige
a un futuro? La respuesta del analizado a la interpretación adviene siempre después. La
significación adviene a posteriori.

¿Por qué la responsabilidad de la interpretación siempre es del analista?, a pesar que Freud
diga "diferimos al soñante la labor de descifrar .... " ¿La interpretación en tanto dicho,
esclarecimiento, desciframiento, reescritura como articula al analista y al analizante?

Lacan cuando diferencia el "je" del sujeto, va a decir que no hay ganancia del yo, sino que
se modifica algo del sujeto. Interesante tener presente que Freud plantea el tema de la
"rectificación"

Lacan dirá que la interpretación no busca solamente el recuerdo, sino que debe construir,
reconstruir y hasta de traducir .... Toda traducción es una traición, traduttore-traditore, la
interpretación de lo reprimido inconciente pone en primer plano otro saber ... si el
inconciente traiciona al "yo" mediante el retorno de lo reprimido, la interpretación es una
segunda traición al "yo" porque lo que descifra vulnera al saber del mismo.

La interpretación tiene un efecto de verdad, mientras que la construcción tiene un efecto


de saber.

Freud, utiliza la construcción cuando no hay más recuerdo. La construcción es una hipótesis
del analista. La interpretación trabaja con la represión secundaria, mientras que la
construcción apunta a aquello que sucumbió a la represión primaria.
En cuanto al fin de análisis, en 1912 en “Consejos al médico…” Freud dice: se da cuando el
paciente recupera su capacidad de trabajar y amar. En “Análisis terminable e interminable”,
de 1937, hablará de liberarse de síntomas, inhibiciones y anormalidades de carácter.

Se hizo mucho énfasis en la rectificación subjetiva al término del análisis. Para Freud el
análisis da lugar a una neocreación dentro del yo, algo que no existió antes, sería la
diferencia entre los analizados y los no analizados. (una segunda "alteración del yo",
consecuencia de la cura analítica, la primera "alteración del yo" es consecuencia del
compromiso defensivo del yo intentando mantener la represión).

En “Análisis terminable…” se refiere a una alteración del yo, pero no en relación a una
limitación del mismo, sino en el sentido de constituir en el yo una nueva instancia como
resultado de la rectificación subjetiva que afecta lo que había hecho el proceso represor.

Se entiende mejor con Lacan porque por la rectificación habría ganancia para el sujeto y no
para el yo.

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Reseña de las clases 7, 8 y 9 del Teórico de Flavio Peresson – Psicoterapia I

Apuntes: Clara Cipriano y Francisco Andino


Establecimiento: Flavio Peresson

En esta clase se abordarán las psicoterapias psicoanalíticas y su derivado, las


psicoterapias breves, se intentará mostrar como a partir de algunas diferencias tanto
teóricas como practicas de algunos discípulos de Freud precipitaron en una orientación
terapéutica divergente del psicoanálisis freudiano. Se planteará para su exposición un
recorrido escalonado en cuatro puntos:

I- Freud

II- Cuestionamiento de Ferenczi

III- Posfreudianos: Escuela Americana: Alexander

IV- Escuela Argentina: Fiorini- Kesselman

I- Freud

La sesión freudiana tiene los siguientes principios a tener en cuenta: la


transferencia, la interpretación, la construcción y la ética. Estos principios atañen al
analista, es decir que es el analista freudiano el encargado, el responsable de la
implementación de los mismos y por supuestos de mantenerlos con vida en la sesión. El
resultado esperable a partir de la fidelidad del analista a estos principios es la posibilidad
cierta de arribar a un fin del análisis.

Estos cuatro principios funcionan como sostenedores de la practica analítica solamente


a partir de su articulación con los conceptos mayores de la teoría (inconciente,
sexualidad, represión, pulsión). Freud exigía algo más a su analista: hacerse cargo de lo
que llamo la regla fundamental, la atención flotante, y su posible complemento la
asociación libre del paciente. Recordemos y tengamos presente que Freud advertía del
riesgo que implicaba para la sesión que el analista se enamorara de alguna significación
en particular, al punto de sostener que la misma era un entorpecimiento grave, lo
calificaba como resistencia, justamente del que debía velar por el desarrollo de la sesión.
El analista es quien debe despojarse de lo que sabe, de alguna manera su experiencia y
quedar en estado de disponibilidad para poder recepcionar el discurso del paciente,
dejarse sorprender por lo que trae cada vez el analizado Freud
habló de una posición de neutralidad, “de espejo”, intentando con estos términos
explicar que el analista debía desprenderse de su persona en la sesión analítica, de paso
digamos que Freud siempre desestimo que el analista sea un maestro o un hacedor de
planes o programas de vida para su paciente. Más aun siempre advirtió sobre el "furor
curandis", es decir que el analista no se empeñe en apresurarse a resolver una cura, a
querer curar a toda costa.

El análisis freudiano es sin un tiempo preestablecido, Freud siempre cuestiono los


intentos de "acortar" un análisis o fijarle metas temporales, nunca se dejo convencer por
Ferenczi cuando este, en un momento proponía poner tiempo al análisis, y cuestiono
severamente la postura de O. Rank, e inclusive califico de "violento recurso técnico" al
hecho de fijarle un plazo al análisis del Hombre de los lobos, pero si se ocupo del fin del
análisis, el análisis tiene que terminar y propuso algunas explicaciones sobre este punto.
Elegí algunas ideas acerca de cómo concluye o debiera concluir un análisis, Freud ha dicho:

"se libere y consume su propio ser”

En “Nuevos caminos de la terapia analítica” (1918) dice que el psicoanálisis tiene que
procurar que el analizante consume su propio ser. Si lo basal de su ser tiene algo que ver
con ese gran anudamiento llamado la roca viva de la castración (en donde el ser queda
marcado/atrapado por la dialéctica fálico/castrado) parece que sobre ese punto no hay
salida mediante los ideales, agotar algo del ser, a mi entender, remite a las fijaciones
históricas que afectaron al ser de cada uno: identificación primaria, fantasmas sexuales,
goce pulsional. Lo dicho se contrapone a: “nos negamos a hacer del paciente un
patrimonio personal, a plasmar por el su destino, a imponerle nuestros ideales a
complacernos por haberlo formado a nuestra imagen y semejanza...”, y como si hiciera
falta aclarar aun más la cuestión, agrega: “no se debe educar al enfermo para que se
asemeje a nosotros, sino para que se libere y consume su propio ser”

La roca viva de la castración: aceptar y reducir

En “Análisis terminable e interminable” (1937) hablará de reexaminar y variar, Intentar


pulir, lo más que se pueda la posición del hombre y de la mujer frente a la castración:
"difícil es decir si en una cura analítica hemos logrado dominar ese factor, y cuanto lo hemos
logrado. Nos consolamos con la seguridad de haber ofrecido al analizado toda la incitación
posible para reexaminar y variar su actitud frente a él." (254). No dice cuál es la salida de
la castración, porque sencillamente no hay salida de la misma, sino que hay algo que se
puede hacer analíticamente para que el sujeto no quede totalmente agobiado por los
dos efectos de la castración: la angustia y la envidia. Entonces si el sujeto humano se
constituye mediante la castración, lo cual plantea que es el mecanismo insustituible para
la humanización, quizás el reexaminar y varias puedan querer decir que la salida seria por
el lado de aceptar o asumirse a la castración y reducir "el temor angustiante/la protesta"
para poder gozar algo más de la vida. Acá no hay modelos para todos, sino que cada
analizante puede encontrar ese punto entre aceptar y reducir.

La operación genuina: "la rectificación..."

En el mismo texto Freud presenta de forma clara y directa la que denomina "la operación
genuina" del psicoanálisis, nos explica que la terapia da lugar a una neo-creación dentro
del Yo, algo que no existió antes, y que sería la diferencia entre el analizado y el no
analizado, agrega que el trabajo analítico es resolver las represiones infantiles, y
entonces “la rectificación, con posterioridad, del proceso represivo originario, la cual
pone término al hiperpoder del factor cuantitativo, sería entonces la operación genuina de
la terapia analítica” (230)

Amar y trabajar

Freud sostenía que una cura podría posibilitar que se recupere la capacidad de amar y
trabajar, sin especificar a quién se debe amar ni cómo, ningún modelo o meta para el
amor, como tampoco especifica qué es trabajar. En ambas cuestiones en todo caso
plantea un reacomodamiento libidinal.

Freud ha pasado así, de lo que consideraba fin terapéutico -la curación de los síntomas-
a otra instancia en la cual habría un fin propiamente analítico referido a una posible
ganancia en relación a castración. La palabra terapéutica tiene su historia e ideología: en
medicina está ligada a la curación de los síntomas, de la enfermedad, en donde resalta la
idea de eliminar la perturbación y retornar a un estado de salud, de normalidad, sin
enfermedad.

Freud mismo tiene una parte de su teoría dedicada a la curación en tanto tratamiento
del síntoma, pero luego encuentra que el síntoma es el resultado de las andanzas de todo
niño por dentro del complejo de Edipo. Eso determinará otra manera de entender la cura,
ya no se tratará del alivio, necesario, de los padecimientos que traen los síntomas, sino
que habrá “otra trama”, más allá de éstos. Si bien esa trama (analítica) puede verse a
través de los síntomas, Freud consideraba que hay que revisar las fantasías originarias:
seducción, escena primaria y de castración. Encontrarse con esas tres posiciones que
creía estaban dentro de las experiencias infantiles tenían que ver con cómo el sujeto
quedo marcado por la castración, en la medida que esas fantasías muestran la separación
del niño de la madre fálica. Ahí entonces aparece esa dimensión más allá de lo
terapéutico que es algo que hay que llamarlo análisis, un final analítico. Porque no hay
nada que nos provea la psicología o la medicina para decir qué es lo que hay que hacer
con lo que hay más allá del síntoma, porque eso es el descubrimiento del psicoanálisis:
identificaciones fálicas, amor a la imagen, goce parcial en el cuerpo, condiciones de la
demanda y del amor al otro.

Un final de análisis, entonces, es un invento del psicoanálisis y no una copia de algo que
Freud toma de otro campo. No da ninguna forma típica de llegar al final, por lo tanto, se
descartan ideales tales como: saber más de uno, saber más sobre el mundo o estar en un
perfecto equilibrio bio-psico-social.

En 1918 en “Nuevos caminos de la terapia analítica” Freud responde a ciertos problemas


que surgen en la comunidad analítica de la época, que replantean los límites que tenía la
practica analítica hasta entonces.

Tres cuestiones principales: Sobre la actividad del analista, en respuesta al


cuestionamiento de uno de sus discípulos más queridos, Sandor Ferenczi, quien venía
haciendo algunas proposiciones dentro del campo freudiano utilizando el término
“actividad “, Freud recuerda cuales son los fundamentos de la practica analítica y señala
que entiende por actividad, " pongamos rápidamente de acuerdo sobre lo que debe
entenderse por actividad. Acotamos nuestra tarea terapéutica por medio de estos dos
contenidos: hacer conciente lo reprimido y poner en descubierto las resistencias. Por cierto,
que en ellos somos bastantes activos. Pero, ¿debemos luego dejar al enfermo librado a sí
mismo, que se arregle solo con las resistencias que le hemos mostrado? ¿No podemos
prestarle ningún otro auxilio que el que experimenta por la impulsión de la transferencia?

¿No parecería lo indicado socorrerlo trasladándolo a la situación síquica más favorable para
la tramitación deseada del conflicto? Además, el logro del paciente depende también de
cierto número de circunstancias que forman una constelación externa. ¿Vacilaríamos en
modificar esta última interviniendo de la manera apropiada? Opino que esta clase de
actividad en el médico que aplica tratamiento analítico es inobjetable y está enteramente
justificada”.

Sobre el acortamiento del tiempo: dirá que existe un prejuicio frente a las neurosis por
considerarlas enfermedades menores, livianas, por lo que no requerirían de mucho
tiempo de tratamiento. No ha de ser casualidad que la psicoterapia breve se origine en
los Estados Unidos. Freud en 1918 ya anticipaba los embates que podía sufrir el
psicoanálisis, al preguntarse, y a inquirir a sus discípulos, sobre el impacto en el
psicoanálisis de una situación social muy particular: la premura, la aceleración de los
tiempos de los americanos.

Sobre la posibilidad de practicar el psicoanálisis fuera del ámbito privado, como se sabe
su respuesta fue afirmativa ...
II- S. Ferenczi

Cuestionará la posición del analista en lo que hace a la dirección de la cura, la muy


conocida neutralidad analítica, tomada por los seguidores de Freud como una posición
ascética, imparcial, de ajenidad frente a la dinámica de la experiencia analítica. Ferenczi
advierte entonces el riesgo de que algunas posiciones se cristalicen o ritualicen, por
ejemplo, dirá que no es intrínseco a la función del analista o de la técnica el estar en
silencio, sino que es solo un momento que se sostiene para obtener determinado efecto.
En la misma dirección le prestó mucha atención a cómo perturba, en tanto fija la neurosis
obsesiva, el silencio del analista tomado por el Súper Yo del obsesivo como un castigo,
silencio que rememoraría al padre enojado.

Propondrá entonces la actividad/flexibilidad del analista.

Llevando esto un poco más lejos, ante la repetición silenciosa, ante las dificultades para
la rememoración vía la palabra, optaba por decirle a sus pacientes que demostraran
"saliéndose del diván", aquello que no podían expresar con palabras. La flexibilización
de la técnica ortodoxa, que se había reducido a la indicación del diván y a la
interpretación (como si desde el supuesto punto de vista técnico ambas tuvieran el
mismo valor), buscaba que el paciente diera paso a algunas manifestaciones expresivas,
conductuales, de uso de su cuerpo con fines de mostrar algún hecho que no lograba asir
la palabra, la flexibilidad del analista es la que da lugar a la "actividad" del analizante.

Ferenczi fue uno de los primeros que diferenció el tratamiento de los síntomas del fin de
análisis, como si fueran dos momentos que se podían diferenciar, no sé si se podría hablar
de etapas o de secuencias o de tiempos. El autor explica que el fin del análisis es el
momento de la resolución del carácter, al que definía como la cristalización de lo
pulsional, como cierta forma de ser en lo cual algunos síntomas se había fundido con el
propio "yo". Así el acceso a dicha resolución, cree Ferenczi, sería posible por medio de la
elasticidad en la técnica, dando lugar a que el paciente encuentre otros recursos que la
palabra.

De aquí la propuesta de la “Neocatarsis” que la pensará como acto expresivo, como una
descarga posible, y más eficaz, de afecto enquistado (y no solo poner en palabras)

Postuló otra indicación, más arriesgada aún, que llamó “Mutualidad” entendiendo que
hay momentos del análisis en los que el analista debe decir lo que le pasa con su paciente.
Creía que así se habilitaba mejor al paciente, que así este podía encontrar ese
reconocimiento, ese acompañamiento que necesitaba, el paciente se vería
reconfortado, según Ferenczi, al experimentar que su analista padece como el, y por él.
Se debe tener presente que los aportes técnicos, los podríamos considerar así, siempre
fueron pensados por Ferenczi en relación a hacer posible una clínica del fin del análisis,
no a inventar una terapéutica que valga por sí misma.

III- Posfreudianos / Escuela Americana: Alexander

Podríamos ubicar un momento en el psicoanálisis que ha merecido el título de


"posfreudiano", cuyos exponentes más destacados fueron Karen Horney y Abram
Kardiner con su culturalismo, el llamado anafreudismo, F. Alexander y su liderazgo en la
Asociación de Chicago, y R- Loewenstein, H. Hartmann y E. Kris las tres figuras
sobresalientes de la Asociación de Nueva York, los pilares de lo que se llamó la "ego
psichology. El significante "posfreudianos" no solo debe entenderse en sentido literal,
referido a lo cronológico o temporal, porque efectivamente es la generación que
después de Freud domina fundamentalmente en las Asociaciones Norteamericanas,
tampoco remite solamente a una producción que se origino y sistematizo en tierras
norteamericanas, sino porque sus teorizaciones mostraban que el Psicoanalis y
fundamentalmente su practica tenían como fin mostrar que las anomalías (síntoma y
neurosis) del sujeto podían ser resueltas, podían ser curadas promoviendo "las buenas
identificaciones" que permitirían una "buena adaptación". Lo cual coloco al Psicoanálisis,
a mi entender, en el lugar de herramienta terapéutica de domesticación.

En su tiempo esta corriente resalto dos cuestiones relevantes: la primera fue una
extremada valoración de la llamada "segunda tópica", a partir de lo cual se impuso el
criterio según el cual debía ponerse en primer término al "yo" tanto en la organización
del psiquismo, como en la terapéutica analítica, y en segundo término consideraron que
el psicoanálisis pos/Freud tenia hallazgos nuevos, que superarían a lo establecido por el
propio Freud, como lo que empezó a llamarse " teoría del yo", como la relación de objeto
tal como la proponía K. Abraham, la función primordial de la contratransferencia en la
cura. Entonces había un psicoanálisis, el pos, que daba a entender que la obra freudiana
era letra semimuerta

Para nuestro tema nos interesa destacar dos grandes escuelas:

la escuela de la relación de objeto, cuyos principales exponentes son K. Abraham


y Melanie Klein

la “psicología del yo” o “psicología del self”, que se inicia con Anna Freud

La relación de objeto supone que la neurosis implica la fijación del sujeto a algunos
objetos parciales, esto trae como consecuencia una serie de deterioros, carencias,
inhibiciones, detenciones en el desarrollo de la "personalidad", lo cual da lugar a una
relación neurótica con la realidad fragmentada y distorsionada, cuantas más fijaciones
libidinales menos vinculación con la realidad.

Abraham sostenía que había un pasaje de lo oral a lo anal y de lo anal a lo genital en el


cual la etapa genital implicaba una integración y reorganización de las etapas previas y
una supremacía sobre estas. Y correlativamente ese pasaje iría de lo parcial a lo total,
donde el objeto total es el genital. Implicando que la relación entre los sexos debiera ser
completa y libre de vestigios de fijaciones anteriores y de fantasmas interferentes en la
captación de ese otro total. Creía en la evolución y en la maduración Esta es una lectura
de las tesis freudianas sobre el objeto muy particular, ya que para éste los objetos eran
siempre parciales, el objeto en sí mismo siempre es un objeto recortado. Freud no creía
que hubiera una etapa genital adulta en la cual la relación con el otro sexo estuviera
desprovista de síntomas, todo lo contrario, en “Psicología de la vida erótica” se ocupa de
mostrar cómo la relación entre un hombre y una mujer es siempre sintomática.

Esta teoría de la relación de objeto causó un gran impacto en Europa y logró su traslado
en parte a Estados Unidos.

La otra corriente es la de Anna Freud, que se la podría llamar de la "psicología del Yo”,
que admite la posibilidad de que haya un Yo desligado de las presiones que sufre de
parte del Superyó y del Ello. Los autores identificados con esta línea han explotado
algunas frases muy puntuales donde Freud consideraba al Yo como una instancia de
síntesis. No obstante, hay párrafos en “Análisis terminable e interminable”, para tomar
una de sus últimas consideraciones sobre el "yo", donde establece que esta idea del Yo
autónomo es una ficción, ".... el yo, para que podamos concertar con él un pacto así tiene
que ser un yo normal (…) pero ese yo normal, como la normalidad en general, es una
ficción ideal". (Pág. 237).

Habría momentos contradictorios en Freud, pero si hay algo que predomina en su


pensamiento es la idea del Yo como obstáculo, como resistencia desde sus primeros
trabajos. Dirá en “La escisión del yo en el proceso defensivo” que el Yo queda
comprometido, herido por el hecho de sostener la defensa. Para poder mantener la
parte libidinal de un síntoma se necesita una contracatexia, el Yo va empeñando parte
de su autonomía en reforzar que algunas cosas se mantengan como están y que otras
no aparezcan en la consciencia.

Anna Freud a partir del “El Yo y sus mecanismos de defensa” da a entender que el análisis
es el análisis de las "resistencias", y muestra cómo el Yo puede recuperar en el análisis
esa autonomía en la medida en que vaya necesitando menos dedicar su energía en
defenderse de su inconsciente o de sus pulsiones.

También podemos situar otro posfreudiano, Jacques Lacan, este psicoanalista francés
descolla a partir de los años cincuenta, en esa época se distingue por su lectura de la obra
de Freud desde una perspectiva inédita, porque muestra un Freud, sus tesis, sus
conceptos, mas allá de lo que la IPA decía de Freud. La singularidad consiste en retomar
lo que considera conceptos básicos del psicoanálisis (inconciente/sexualidad/síntoma), y
ubicarlos dentro de la estructura del lenguaje y la palabra, de allí su formula canoníca, "el
inconciente está estructurado como un lenguaje", su propuesta de la "interpretación
significante", las "formaciones del inconciente" y su materialidad hecha de palabras;
como así también su indicación que para captar la lógica de la obra freudiana es necesario
estudiarla a partir de sus conocidos "tres registros". Lacan irrumpe con su originalidad,
muestra una inventiva conceptual extraordinaria, y una práctica del psicoanálisis no
ajustada a las normas internacionales, sesiones cortas o de tiempo variable, que no
deben calificarse como un mero desafío a las normas, sino al decir del mismo las sesiones
van al ritmo del inconciente. El resultado no es otro que la exterioridad de J. Lacan en
relación a la ortodoxia de la IPA. No vamos a detenernos en Lacan por ahora.

La psicología del Yo fue la que más impacto hizo en Estados Unidos de la mano de
Hartmann, Kris y Lowenstein, y constituye el punto de arranque de las psicoterapias
psicoanalíticas.

Es necesario poner de manifiesto algunos circunstancias de la coyuntura, EEUU es el país


que se llevo toda la gloria por su desempeño en la segunda guerra mundial, la nación se
transforma claramente en la potencia mundial admirada por todo occidente, suelo de la
democracia, de las oportunidades para todos, el paraíso anhelado por aquellos
ciudadanos del mundo que tienen una vida precaria, y es en este país donde se montó
un escenario novedoso: el consumo de bienes materiales se generaliza, los objetos
pueden ser para todos, los objetos portan la formula de facilitar casi todo en la vida, los
objetos son la sustancia misma del nuevo semblante: ser consumidor. La adquisición y
posesión de bienes materiales es cada vez mas estimada y más valorada. Con el agregado
que el acceso debe ser inmediato a los bienes, la velocidad de la producción se equilibra
con la necesaria velocidad que tiene que tener la demanda. Algo así como hay que
adelantarse al otro, llegar antes que el otro, dejar atrás al otro. El otro es mi competidor,
es el que me desafía. Entonces podemos decir que, la relación que el individuo tiene con
la vida social tiene un punto de inestable equilibrio que esta dado por la relación
producción/consumo.
Por otro lado, en esos años empieza a tener una gran preponderancia lo que podemos
llamar la ideología de la Salud Mental que propone, a través de sus operadores los nuevos
ideales del "buen vivir" para los norteamericanos medios. No llama la atención que la
Salud Mental termina siendo una ideología reguladora de lo normal/anormal. La relación
de los sujetos y lo social, problemática de singular trascendencia para la modernidad,
anteriormente era una relación a la cual daba respuesta la teoría social, la misma
sociología, y básicamente debía resolverlo la política, ahora la cuestión acá se trasmuta
en brindar instrumentos terapéuticos para lograr una readaptación del individuo que se
supone en crisis por esa articulación.

Lo problemático que de por sí que tiene la estructura subjetiva/social resaltada tanto


desde el malestar freudiano o el funcionalismo positivista, comienza a ser visto a través
de la doctrina de Salud Mental.

Nos encontramos allí, a otro psicoanalista, Franz Alexander quien propone en 1946 con
su libro “Psicoterapia Psicoanalítica” las bases de la misma, muy influido por aquellos tres
grandes de la Psicología del Yo. ¿Qué encontramos en Alexander?, principalmente una
nueva teoría del Yo, donde el “yo autónomo” es aquel que tiene capacidad de
discernimiento, para poder adaptarse al medio y establecer relaciones de objeto
maduras, adultas, despojadas de toda fantasmagoría infantil y de las libidinizaciones de
objeto parcial. El "Yo" con función de integración y mediación. También señalemos que
rescata de la escuela de la relación de objeto la perspectiva evolutiva/madurativa.

Como corolario de esta articulación: autonomía del yo/el objeto parcial que culmina en lo
genital impone la idea de un objeto total que complementa al sujeto. No hay psicoterapia
psicoanalítica breve sin que la teoría del yo ocupe un lugar central. la postulación de una
“teoría del yo”, como autónomo, implicaba que el analista realizara una alianza
terapéutica con los llamados aspectos sanos del mismo, separados de aquellos dañados,
comprometidos en la defensa. Esta alianza permitía llevar a cabo un contrato, un acuerdo
entre el terapeuta y el yo sano, a partir del cual se organizaba así un programa
terapéutico con determinados fines o objetivos, los puntos sobre los cuales se iba a
trabajar.

La propuesta de la “experiencia emocional correctiva”, Introducirá la función del


terapeuta como agente corrector, cuya respuesta a los síntomas del paciente ha de ser
diferente a la de sus padres infantiles, que son aquellas figuras fantasmaticas que dieron
lugar al síntoma, debiendo contrastar y neutralizar la misma a los fines de lograr un
reacondicionamiento emocional de aquellas pautas desfavorables infantiles. Generando
un cambio en la estructura de la personalidad, una restauración del yo que propicie
conductas adaptativas. Lo eficaz no será recordar, sino revivir, vivenciar en el aquí y ahora
con el analista otro tipo de relación emocional. Para lo cual éste ha de tener una posición
activa en la transferencia, o dicho con mas justeza la reeducación emocional se tramita
mediante la contratransferencia del analista alexandriano

Otro concepto nuevo será el de “personalidad”. Alexander, Small, French y finalmente


Fiorini y Kesselman, hablarán de personalidad. Freud no utilizó el término “emociones”
como un concepto del psicoanálisis, tampoco el de “personalidad”, ambos provenientes
de la psicología. Por otra parte, no debemos dejar de resaltar la Importancia de la
contratransferencia, elevado a la categoría de concepto central, como mutua relación
emocional entre paciente y médico.

French y Small, discípulos de Alexander, terminarán por darle forma a la psicoterapia


psicoanalítica como breve, En la medida en que le darán prioridad a lo temporal. Ya no
sólo psicoterapia psicoanalítica con objetivos (Alexander) sino trabajar a esos objetivos
en un cierto tiempo (aporte de Small).

Tres ejes en psicoterapia breve:

Temporal Entendiendo que cuanto menos tiempo lleve resolver el síntoma, menos va a
sufrir el paciente.

Finalidad. Objetivos/ Metas del tratamiento, que pueden ser reformuladas cambiando los
objetivos.

Instrumentos en términos de flexibilidad (ya no como Ferenczi) sino como diversidad


técnica, como multiplicidad técnica. Planteado el objetivo terapéutico todo instrumento
técnico puede ser válido.

Con el nuevo horizonte de la Salud Mental Leonard Small postulará, en relación a los tres
niveles de la misma (primaria, enfocada en prevenir los síntomas; secundaria, en tratar
los ya instalados; terciaria, en controlar los daños ya producidos) una psicoterapia breve
primaria, secundaria y terciaria. En esta línea, Small teorizará sobre los tiempos normales
de elaboración de una crisis, estableciendo parámetros en base a indicadores sociales.

¿Qué es esta crisis/desadaptación que atienden los psicoterapeutas breves? ¿puede


pensarse que el momento de intervención de la psicoterapia es aquel en que el sujeto no
encuentra amparo en el Otro Simbólico, en algunas de las figuras que lo representan,
como el padre o el mismo estado?

Estas psicoterapias no son un síntoma de aquello que en la teoría política se denominó


caída del modelo keynesiano o del estado de bienestar, advenimiento del neoliberalismo
con su retorno a un ultra individualismo salvaje, que en términos lacanianos se tematiza
como desfallecimiento de la función paterna o decaimiento del Otro, que da paso a un
nuevo narcisismo.

Y en esta línea la propuesta de estas psicoterapias será la de restituir el otro paterno en


el aquí y ahora de la sesión encarnado en el terapeuta, múltiple, activo, corrector,
proveedor de proyectos de vida.

IV- Escuela Argentina: Fiorini- Kesselman

En los ‘60 el psicoanálisis en Argentina era inaccesible para amplios sectores de la


sociedad, de impronta kleiniana, muy ligado a las normas de la IPA, muy pautado,
burocratizado.

M. Goldenberg reacciona a eso, con su experiencia en el Hospital Alfaro de Lanús lleva al


psicoanálisis en su faz terapéutica a lo público. La Psicoterapia con orientación
psicoanalítica puede llegar a donde el psicoanálisis no. Y va a representar en principio
una propuesta adaptable a dispositivos fundamentalmente hospitalarios.

Los dos grandes representantes de las psicoterapias breves en Argentina, Kesselman y


Fiorini, influidos/ avalados por Bleger, P. Riviere y M. Goldenberg, son resultado de una
crisis de la APA, única institución oficial que permitía la formación de psicoanalistas en
Argentina. Los muros de la APA, ya no son impermeables, no podían callar el murmullo
de la calle.

Las psicoterapias breves para H. Kesselman constituirían procesos correctores de


objetivos y tiempo limitados, Para lo que contarán con dos requisitos básicos: la
planificación y la utilización de múltiples recursos. Planificada en tanto implica que el
encuadre debe quedar establecido al principio, donde se propone metas y recursos
múltiples. Kesselman dirá que para la planificación serán necesarios cuatro enfoques:

 Logístico: estudio del contexto donde se ubica el caso


 Estratégico: diseño del plan
 Táctico: momentos en los que hay que intervenir
 Técnico: instrumentos más adecuados en función de estrategia y tácticas.

encuadre / contrato terapéutico, tres tipos de entrevistas: - de inicio/ de desarrollo / de


finalización
H. Fiorini tiene una óptica menos organizacional que Kesselman. Busca que su
procedimiento se enlace al FOCO. Término tomado de un psicoanalista inglés, D. Malan,
como parcialización de la problemática por la que consulta una persona. Recorte parcial
que tiene que ver con puntos de urgencia que propone el terapeuta.

Parte de reconocer que el foco no tiene sistematización teórica sino empírica, es un


esquema operativo. Responde a la necesidad de ajustar la psicoterapia:

- a criterios técnicos: El foco es la interpretación básica y central en esta


terapéutica
- a criterios sintomáticos: en relación al padecimiento principal
- criterio interpersonal: recorte en el que están incluidos el paciente y el
terapeuta
- criterios caracterológicos: dentro de la personalidad y el carácter lo
cristalizado, egosintónico / egodistonico

Al final de su obra hablará de la Estructura del foco, con sus dos integrantes:

 componentes
 reguladores

FOCO y SITUACION. Dos términos básicos en Fiorini.

Contratos implícitos: con el cuerpo, con los otros, con la familia, con instituciones.
CRISIS: cuando hay ruptura de dichos contratos.

Enfoque multidimensional, (el cuerpo, el psiquismo, las relaciones familiares, las


relaciones laborales, etc.): da lugar a flexibilización técnica.

Psicoterapias psicoanalíticas breves:

 Reinterpretación del psicoanálisis


 Peso del paradigma de Salud Mental
 Lectura de lo que llaman “Crisis”
 "Crisis" o el Otro que no existe (psicoterapia o psicoanálisis)
 Terapeuta que se propone reencarnar en la sesión a un Otro consistente y
garante
 Entonces éstas son psicoterapias de restauración del padre
Psicoterapia I 2016
Teórico N°10

Flavio Peresson

Esta psicoterapia se origina al igual que la psicoterapia psicoanalítica de objetivos en


EE.UU. En sus orígenes nos encontramos con algunos intentos psicoterapéuticos
"novedosos", muy destacados por los futuros terapeutas sistémicos, para el
tratamiento de las esquizofrenias y de los niños. Esas prácticas terapéuticas están
relacionadas con un interrogante, se preguntaban ¿No habría que dejar de lado
paulatinamente el "mundo interno" de los pacientes, para comenzar a otorgarle un
mayor valor causal a la relación familiar?, ¿La causa de la esquizofrenia no estará ligada
a lo interaccional, al mundo de relaciones del paciente, más que a su interioridad?
Cuanto tiene que ver el niño síntoma con la relación con su madre, con su padre? No es
necesario incorporar a estos en la terapia? La discusión clave se dará en torno al
síntoma y origen, a su causa, la respuesta dará lugar a la oposición entre “mundo
interno” y “lo interaccional”.

La Terapia Familiar Sistémica (TFS) se postulara como psicoterapia de las interacciones,


es decir, centradas en la relación familiar por sobre el tratamiento del individuo. Es por
ello, que no vamos a encontrar una conceptualización del “aparato psíquico” o del
“psiquismo”. A su vez, tampoco van a hacer uso de la palabra “Síntoma”. ¿Cómo le
llaman a esa interacción que posee un punto problemático? Se parte de suponer una
estructura en interacción, con momentos en equilibrio y desequilibrio, siendo el
desequilibrio el momento de la falla funcional. De esta manera la manifestación
esquizofrénica por ejemplo, o el niño síntoma, estaría indicando una falla en la
estructura de interacción, una disfunción de la estructura. Por lo tanto los pacientes
son los “portadores” de un desequilibrio, por lo que la atención del psicoterapeuta no
ha de estar puesta en los sujetos individuales sino en aquél sistema que produjo la falla
y la depositó en determinado sujeto. Así, la disfunción o el desequilibrio son
consecuencias de esa estructura. La TFS es una terapia de pocas sesiones en este
sentido también es una psicoterapia breve: de hecho muchos autores se refieren a ella
como “Terapia Familiar Sistémica Breve”, con el objetivo de resaltar el hecho de que la
cantidad de sesiones están preestablecidas.

Un sistema teórico

Hubo un investigador de enorme trascendencia, un pensador creativo, original que


incidió significativamente en el comienzo de las TFS, que fue Gregory Bateson. Uno de
los conceptos fundamentales de la producción batesoniana es "la pauta que conecta".
se planteó cuál es la pauta que conecta a todas las criaturas vivientes, cuáles son las
configuraciones, las formas y las relaciones que pueden ser observadas en todos los
fenómenos. Propuso la noción de contexto como elemento fundamental de toda
comunicación y significación, planteando que no se debe aislar el fenómeno de su
contexto, pues cada fenómeno tiene sentido y significado dentro del contexto en que
se produce.

Como antropólogo Bateson acuna el término cismogénesis, la génesis de un cisma en


los sistemas sociales se produce por una amplificación de procesos simétricos,
representados por la carrera armamentista, o complementarios, ejemplificados por las
tensiones entre las clases sociales. En 1950 es uno de los promotores de la Conferencia
Macy sobre retroalimentación que reúne a Wiener y un grupo de neurofisiólogos,
físicos y matemáticos, pioneros del movimiento cibernetista norteamericano. Hay una
frase célebre de Bateson "... la explicación cibernética constituye el avance intelectual
más importante y fundamental de los últimos dos mil años", la cual muestra el
entusiasmo que tenia con aquellos conceptos que se elaboraban en su cercanía.

Después del encuentro con Don Jackson y otros investigadores en la Conferencia Macy,
se dedica con ellos a estudiar la comunicación. La célebre y controvertida "Teoría del
doble vínculo" es el producto de esta etapa. De dicha teoría surge"...la hipótesis del
doble vínculo que proveyó un marco de referencia para la descripción formal de los
síntomas esquizofrénicos y la experiencia del esquizofrénico en su familia"(“hacia una
teoría de la esquizofrenia” de G. bateson, d. jakson y otros en Interacción familiar, Edit.
Tiempo Contemporáneo.1971). Interesado en el estudio del comportamiento de los
delfines y otros cetáceos desarrolla su teoría sobre los distintos niveles de aprendizaje
y acuña el término deuteroaprendizaje para referirse al concepto de "aprender a
aprender".

La preocupación de Bateson se centraba en encontrar los fundamentos teóricos para


una teoría sistémica de la comunicación, esta inquietud lo llevó a fundar, en 1952 el
"Proyecto Bateson" (gracias a una beca de la Fundación Rockefeller). Para ello convocó
a John Weakland, Jay Haley y William Fry. Con asiento en el Hospital de la
Administración de Veteranos en California, comenzaron a trabajar sobre la
comunicación, y en especial sobre las paradojas y sus efectos en la comunicación. Este
antropólogo junto a sus equipos dio lugar a una nueva perspectiva teórica, que rompía
con el paradigma de causalidad clásico, buscando un nuevo paradigma que explique
los fenómenos por fuera de la idea de causa-efecto.

Se comienzan a perfilar una nueva referencia teórica, que da lugar a tres modelos
conceptuales: Teoría de los sistemas., Teoría de la cibernética y Teoría de la
comunicación.

Teoría de los sistemas

La teoría de los sistemas va a sostener que la causa se encuentra dentro de la propia


organización de los sistemas, sostiene que no hay nada en el mundo que no funcione
como relaciones dependientes de las leyes de los sistemas.

la Teoría General de los Sistemas, desarrollada por el biólogo austro-canadiense Ludwig


von Bertalanffy, propone encontrar las correspondencias o isomorfismos entre
sistemas de todo tipo, un Modelo de Sistema.

Ludwig von Bertalanffy propone un Modelo de Sistema General como intento de


unificar el conocimiento científico, favorecer el desarrollo de la tarea interdisciplinaria y
lograr una mayor integración y unidad en la ciencia. Su Teoría General de los Sistemas
busca principios y leyes aplicables a sistemas generalizados o a sus subclases, sin
importar su particular género, la naturaleza de sus elementos componentes y las
relaciones o 'fuerzas' que imperen entre ellos. De esta manera surgen la noción de
isomorfismo. Bertalanffy define los "sistemas", como "complejos de elementos en
interacción" y establece una distinción entre sistemas cerrados y abiertos,
considerando que todos los sistemas vivientes son abiertos al intercambio de materia,
energía e información con el entorno. El observo que en el mundo animal (y en el
propio mundo físico y humano) no aparecen elementos aislados. Es decir, que no se
puede explicar ningún proceso si no se tiene en cuenta el contexto inmediato en el que
están instalados. Por ejemplo, no se puede explicar el comportamiento del león si no se
tiene en cuenta su hábitat, la presencia de otros leones, el periodo de celos de las
leonas, etc. Así no se puede entender por qué los leones machos, en determinadas
ocasiones, matan a los cachorros si no se entiende que esa conducta se encuentra en
relación con otra conducta, es decir con disparar la conducta de celo en la leona –y su
habilitación para la reproducción. Entonces, podríamos decir que no se podría llevar al
león al laboratorio de Wundt para analizar su conducta, ya que justamente como
decíamos su conducta solo puede ser comprendida en relación a múltiples factores
sistemicos, y un análisis en un laboratorio psicológico solo mostraría una parcialidad de
su conducta. Siguiendo con el ejemplo que dábamos recién de los leones, uno podría
preguntarse ¿Con que otro sistema interactúan los leones? Bueno, podríamos decir que
interactúan son el sistema humano: con los cazadores que los persiguen e intentan
matarlos. O por ejemplo con la existencia de algún microbio que cambia la vida de los
leones al infectarlos, y los obliga a cambiar de territorio .Entonces, Bertalanffy dirá que
en estos sistemas abiertos hay fluctuaciones, es decir que estos sistemas oscilan entre
momentos de equilibrio (homeostasis) y de desequilibrio (perturbación). De esta
manera, si nos posicionamos como terapeutas, aquí estaría la clave: captar los
momentos de fluctuación del sistema (como se pasa de un estado de homeostasis a un
estado de perturbación). El sistema tiene dos operaciones o dos formas de
intervención ante la perturbación 1) eliminar la perturbación, o sea intervenir sobre le
perturbación para resolverla y que el sistema "corregido" retome su estado anterior 2)
ampliar la perturbación, no con la intención de retornar a la homeostasis anterior, al
equilibrio que regia con anterioridad, sino con el fin de modificar las reglas del sistema y
que este encuentre nuevas reglas de funcionamiento.

siguiendo con el ejemplo de los leones podríamos decir: supongamos un león jefe que
protege a su manada, mientras este está en la plenitud de su fuerza mantiene a raya a
sus propios hijos, quienes a medida que crecen empiezan a desafiar al padre como jefe
de manada para acceder al mejor alimento o a las mejores hembras. El león hasta un
cierto momento puede mantener el orden. Entonces la perturbación: el león cachorro
que quiere tener las mismas atribuciones que el león padre y lo desafía, este es el
punto de la perturbación del sistema. Pero el león jefe tiene la posibilidad de corregir el
sistema, de qué manera?. La perturbación se elimina al corregir el elemento
perturbador que en este caso sería el cachorro. El león haciendo uso de su fuerza
corrige la perturbación al pelear con el cachorro y devolverlo a su lugar en la manada.
Ahora, pasa el tiempo y el león envejece y los cachorros crecen, se hacen más fuertes,
los cachorros se rebelan, el león jefe envejecido, incapaz de defenderse, encuentra su
final: lo matan o logran expulsarlo de la manada, acto seguido los triunfadores se
ocupan de matar a los cachorros que encuentran para lograr que las leonas se vuelvan
receptivas para procrear una nueva generación. Por lo tanto cambia el sistema, la
perturbación (o el desequilibrio) se ha amplificado al punto de generar nuevas reglas
de funcionamiento que da lugar a nuevos jefes, nuevos cachorros, es decir cambian los
lugares y las jerarquias, a diferencia del caso anterior donde la perturbación se
resuelve, se elimina. Si bien el ejemplo que les doy es demasiado sencillo, creo que
puede servir como ilustración, sobre todo teniendo en cuenta que esta teoria tiene su
comienzo estudiando el mundo físico y el mundo animal.

Otra cuestión importante a tener en cuenta es que los teóricos de los sistemas, en la
medida en que piensan que lo que cuenta es interdependencia y no la conducta
individual, la conducta de un individuo solo se entiende a partir del juego de relaciones
en el que "viven" los elementos del sistema. Esto ha llevado a una idea nueva de la
causalidad: la idea de que la causalidad es circular y no linear.

Esta idea de causalidad circular, que es el interjuego de una serie de elementos,


produce un determinado efecto, y de esto se desprende que no se puede anticipar un
resultado final, o la finalidad de un proceso. Dadas las mutuas influencias entre los
elementos de un sistema, la equifinalidad (que significa, el resultado final) solo puede
captarse en el momento en que se produce, no hay posibilidad de anticiparse, de esta
manera, los autores se enmarcaran en una teoría probabilística. Es necesario señalar
que Von Bertalanffy y sus discípulos, no tenía ninguna preocupación con el campo del
aparato psíquico, ni con los trastornos mentales o la psicopatología familiar, quiero
decir que no elaboraron este concepto pensando en una posible aplicación terapéutica.

La teoría de la cibernética

Después de la Conferencia Macy de 1950, Bateson emprende la tarea de introducir la


cibernética en las ciencias sociales. Al recibir fondos de la Fundación Macy para estudiar
la comunicación en los animales, tema que le interesaba para elaborar una teoría
general de la comunicación, organiza un grupo integrado por John Weakland, Jay
Haley, Virginia Satir, Jules Riskin, William Fry y Paul Watzlawick, al que luego se integra
el psiquiatra Don Jackson, quien interesado en el concepto de "homeostasis familiar"
propone considerar a la familia como un sistema homeostático, en equilibrio interno
por medio de mecanismos de retroalimentación negativa. El grupo parte del estudio de
los animales para pasar luego a estudiar las familias de los pacientes esquizofrénicos. El
artículo "Hacia una teoría de la esquizofrenia" (1956), es producto de este trabajo
interdisciplinario en el que desarrollan la famosa y controvertida "Teoría del Doble
Vínculo".

"Cibernética, del griego kybernetikée‚ es un término que significa el arte de gobernar,


en sentido amplio "la Cibernética pertenece a la ciencia de la pauta y la organización" .
Según Heinz von Foerster la historia de la cibernética se puede observar como un
proceso que se desarrolla en tres niveles de complejidad:

una Cibernética de "0 orden",

la Cibernética de "1er. Orden", reflexión explicitada en la obra de Norbert Wiener


(1948),

y una Cibernética de "2do Orden", reflexión sobre la reflexión de la Cibernética,


resultando imposible acceder a un nivel superior a éste, dado que cuando uno
reflexiona sobre la reflexión se cierra el círculo de argumentación; se produce una
clausura organizacional que sólo puede trascenderse a sí misma dentro de sí misma .

Cibernética "0 orden"

Un sistema puede tener un mecanismo de retroalimentación que regula su


funcionamiento, en realidad se trata de un proceso de autorregulación automático que
corrige la desviación que se presenta.

Cibernética “1er.orden”

Primera Cibernética

En 1932, el biólogo Claude Bernard utiliza el concepto de medio interno para hacer
referencia al organismo como sistema y plantear que no es posible considerar a una
parte del organismo separada de las otras, y que todas son interdependientes en una
dinámica no descriptible en los términos causales corrientes. A Walter Cannon se debe
el concepto de homeostasis. Predecesor directo de Wiener, toma la noción de Claude
Bernard del medio interno, y la considera en términos de mecanismos fisiológicos en
relación a la constancia del medio. Cannon está interesado en los mecanismos de
regulación y la noción de homeostasis surge en la descripción de una red de
interacciones recíprocas en la que los distintos componentes del medio interior están
en equilibrio dinámico.

Norbert Wiener (1954/1967) estudiando la conducta de tiro de los cañones antiaéreos


para poder optimizar su objetivo, utiliza el principio de retroalimentación o feedback
como una de las bases de su teoría. Dicho principio hace referencia a un mecanismo
que reintroduce en el sistema los resultados de su desempeño, de esta manera la
información retroactúa sobre las causas convirtiendo el proceso de lineal en circular.
Wiener consideró que el principio de corrección del error es el mismo en las máquinas y
en los seres humanos, planteo las implicaciones sociales de la cibernética, al establecer
analogías entre los sistemas automáticos como una máquina de vapor y las
instituciones humanas en su obra Cibernética y sociedad, 1950.

En esta etapa se consideraba que los procesos de corrección de la desviación (feedback


negativo) permitían mantener la organización y que los procesos de ampliación de la
desviación (feedback positivo) llevaban a la desorganización, el caos y la destrucción
del sistema. Por lo tanto, la homeostasis como proceso autocorrectivo era el concepto
predominante.

Segunda Cibernética

En 1963 fue Magoroh Maruyama quien definió esta etapa como "segunda cibernética",
consideró que todo sistema viviente depende para su supervivencia de dos procesos:
"morfostasis" y "morfogénesis". El primero se refiere al mantenimiento de la
constancia de un sistema a través de mecanismos de retroalimentación negativa. El
segundo, por el contrario, a la desviación, variabilidad del sistema a través de
mecanismos de retroalimentación positiva. Según Maruyama, en cada situación, los
procesos de desviación y de amplificación se equilibran mutuamente.

A partir de los trabajos del físico Ilya Prigogine sobre "orden a partir de la fluctuación"
se empieza a considerar que la desviación y los procesos que promueven el desorden y
la desorganización no necesariamente son destructivos.. En esta segunda etapa del
desarrollo del pensamiento cibernético la ampliación de la desviación y los mecanismos
de retroalimentación positiva, procesos favorecedores del cambio, adquieren un nuevo
status, son considerados esenciales para la evolución de los sistemas vivientes.

Cibernética de 2do. Orden.

Los nuevos desarrollos de la física quántica, los aportes del filósofo Ludwig
Wittgenstein, del neurofisiólogo Warren Mc. Culloch, del biomatemático y filósofo
Heinz von Foerster y los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela son
los pilares sobre los que se ha configurado el territorio de la cibernética de segundo
orden. En 1972, la presidenta de la Asociación Norteamericana de Cibernética, Margaret
Mead, pronuncia un discurso titulado "Cibernética de la cibernética". Es el Profesor
Heinz von Foerster quien sugiere cambiar este nombre por "Cibernética de Segundo
Orden" o "Cibernética de los Sistemas Observantes" diferenciándola de la Cibernética
de Primer Orden definida como Cibernética de los Sistemas Observados.

Su argumento ponia de manifiesto que la epistemología tradicional considera que la


realidad existe independientemente de quien la observa. El pensamiento científico se
basa en esta premisa al considerar que la objetividad en la ciencia es fundamental y que
por lo tanto, las propiedades del observador no deben estar incluidas en la descripción
de sus observaciones.

El nuevo enfoque: las observaciones no son absolutas, sino relativas al punto de vista
del observador (es decir a su sistema de coordenadas); y por otra parte que el acto de
observar influye sobre el objeto observado al punto de anular toda expectativa de
predicción de parte del observador

Para von Foerster "La reintroducción del observador, la pérdida de la neutralidad y de


la objetividad, son requisitos fundamentales para una epistemología de los sistemas
vivientes", sugiere por lo tanto modificar la frase de Korszybski: "El mapa no es el
territorio" por: "El mapa ES el territorio", definiendo una epistemología que da cuenta
del observador. Maturana también dirá "Todo lo dicho es dicho por un observador a
otro observador, o a sí mismo". En la cibernética de segundo orden el objeto de estudio
pasa a constituirse en el observador observando su propia observación

La teoría de la comunicación

La comunicación entendida como intercambio de significados entre individuos a través


de un sistema común de símbolos, hasta mediados de este siglo el tema estaba incluido
en otras disciplinas, pero a partir de entonces se fue creando un creciente interés en
relación a los diferentes modos y procesos de la comunicación. La mayor parte de los
teóricos de la comunicación consideraron, en un primer momento, que su trabajo debía
responder a la pregunta del especialista en ciencias políticas Harold D. Lasswell: quien le
dice que, a quien, y con que efecto.

En 1949 uno de los modelos de la comunicación, propuesto como respuesta a la


pregunta de Lasswell, surgió de los desarrollos de dos norteamericanos, Claude
Shannon, ingeniero electrónico, y Warren Weaver, matemático. Este modelo de la
Comunicación tenía como objeto de estudio el análisis de la eficacia en la información, y
buscaba establecer medidas cuantitativas sobre la capacidad de variados sistemas, de
transmitir, almacenar, y además procesar información, para descubrir las leyes
matemáticas que los gobiernan, intentando establecer la medida cuantitativa mínima
que reduce la incertidumbre en un mensaje.

Originalmente esta teoría consideraba que para que se produzca una comunicación
debían tenerse en cuenta cinco elementos organizados linealmente: fuente de
información, transmisor, canal de transmisión, receptor y destino. Más tarde se cambió
el nombre de estos cinco elementos para poder especificar los componentes de otros
modos de comunicación. La fuente de información fue dividida en fuente y mensaje
para acceder a un mayor campo de aplicabilidad. Se consideraron entonces seis
elementos: fuente, encodificador, mensaje, canal, decodificador y receptor. Se
incorporó a este modelo otro concepto, definido por Shannon en un primer momento,
como "fuente de ruido" en relación a la interferencia o perturbación en la claridad de la
transmisión de la información. Uno de los objetivos de esta teoría era encontrar la
relación entre información y ruido. El concepto de ruido fue asociado a la noción de
entropía propuesta por la segunda ley de la termodinámica, considerándose éste
análogo a la estática en la comunicación visual y auditiva, es decir, a las influencias
externas que disminuyen la integridad de la comunicación y distorsionan el mensaje
para el receptor.

El modelo desarrollado por Shannon y Weaver ofrece una lectura lineal y diádica de la
comunicación dado que está centrado en los mensajes enviados de un punto a otro y
en los resultados, al incorporar el concepto de retroalimentación de la Cibernética se
obtiene una mayor comprensión de las complejas comunicaciones interpersonales y se
pasa de la concepción lineal a la circular.

Bateson escribe junto con Jurgen Ruesch en 1951, el libro "Comunicación, la matriz
social de la psiquiatría", en el que proponen "...que la comunicación es la matriz en la
que están enclavadas todas las actividades humanas". Este libro es el predecesor, 16
años antes, del libro "Pragmática de la Comunicación Humana" de Watzlawick, Beavin y
Jackson.

Bateson y Reusch establecen distintos niveles en la transmisión de la comunicación:


verbales lingüísticos y extralinguísticos, no verbales, y contextuales, y un segundo nivel
de abstracción, la metacomunicación, comunicación acerca de la comunicación.

Habiendo hecho esta pequeña introducción sobre la genesis de tres conceptos que son
fundamentales para las TFS, vamos a considerar algunos hechos que tienen que ver con
la terapeutica

una nueva clínica


En los inicios de la TFS tenemos dos polos de desarrollo, en los cuales se encuentran
algunas iniciativas terapéuticas que no responden a los parámetros establecidos, es
decir estas primeras figuras no son terapeutas sistémicos pero los primeros sistémicos
los ubican como sus precursores. Podemos situar en la costa este, en el Estado de N.Y.,
a N. Ackerman, con formación psicoanalítica pero con una clínica que no responde a los
parámetros establecidos por la Asociación de Psicoanálisis de N.Y., porque su trabajo
terapéutico con niños y jóvenes incluyen a las familias de los mismos. S. Minuchin es el
discípulo de Ackerman que establece una clínica con fundamentos sistémicos, es decir
no psicoanalíticos. El otro polo de desarrollo se sitúa en la costa oeste alrededor de dos
terapeutas, Milton Erikson terapeuta directivo que usaba la hipnosis, que se destaca
por su originalidad, vigor, creatividad (asi lo presentan) y por no responder a ninguna
escuela de la época. Tengamos en cuenta que jay haley consideraba a milton erickson
el “primer terapeuta estratégico y quizás el primer terapeuta propiamente dicho”.
Aclaremos que este no era un terapeuta familiar, tampoco es un teórico, sino un
creador de diversas técnicas. Su idea es que el terapeuta debe hacer planes, buscar
soluciones originales e inesperadas, evitar la introspección, desafiar las resistencias,
manipular o prescribir comportamientos, utiliza la sugestión e hipnosis, no reniega de
asumir un poder en la sesión. Implementa lo que será un clásico de las TFS y de las TCC:
sugerir la realización de “tareas para hacer en casa”

El otro referente es Charles Fulweiler, lo destacan particularmente por el uso que este
hacia del “espejo unidireccional”, el propósito era ubicarse por fuera de la escena
terapéutica para observar que es lo que hacían los pacientes cuando el terapeuta no
estaba presente. Pero para las futuras TFS este elemento es un aporte decisivo, da la
modalidad a la terapia, conforma de otra manera al equipo terapéutico, hay terapia y
supervisión casi simultáneamente

Los historiadores de las TFS gustan decir que estos precursores trataban casos
complejos, que en los tratamientos habían incorporado a las familias de los pacientes
cosa que hasta la época no había sido teorizada. Asimismo siempre resaltan que estos
terapeutas postulaban modificaciones e innovaciones radicales respecto a lo que era
en aquel entonces la técnica psicoanalítica clásica: innovaciones tales como que los
terapeutas participaban activamente en las entrevistas, sobre puntos problemáticos,
proponiendo una solución.

Tenemos así una primera secuencia, donde podemos ubicar un fuerte cuestionamiento
de la formación clásica en psicoanálisis tanto en lo teórico como en lo técnico, si
tomamos al síntoma hay un pasaje de su interpretación como formación del
inconciente, satisfacción sustituta a ser transformado en disfunción o desequilibrio
resultado de la relación familiar, como un patrón de conducta coagulado, pero patrón
de conducta que responde a las reglas familiares no a la subjetividad del "portador" del
síntoma, desde el punto de vista técnico los terapeutas deben aportar soluciones,
tener planes, tomar decisiones, y por otra parte asumen la condición de ser un
subsistema que interactúa con el sistema familiar. No se debe dejar de lado que
también los TFS siempre fueron "muy tecnológicos", cámaras, micrófonos, videos,
espejos, filmaciones, fueron recursos en los cuales depositaron su pretensión de
captar gestos, actitudes, movimientos corporales del sistema familiar, en fin la
aparatologia necesaria para "ver" la totalidad del juego conductual de la familia.

Una segunda secuencia la podemos ubicar en los trabajos de Bateson junto con una
serie de estudiosos de diferentes disciplinas postulando tres modelos que intentan
explicar el funcionamiento sistémico del mundo animal y del mundo humano. Se le
reconoce otro aporte a Bateson, con la antropóloga Margaret Mead, describieron
como el entorno cultural es decisivo en el pasaje entre la niñez y la adolescencia, esta
experiencia observada en Samoa muestra los ritos y ceremonias que son obligatorios
para permitir el tránsito de las niñas y de los niños a la adultez. Lo cual es bastante
diferente a lo que postula el psicoanálisis en términos freudianos como “el re-hallazgo
del objeto infantil”. Freud le daba poca importancia al entorno cultural y remitía la
cuestión del pasaje de la niñez a la adolescencia en términos de una resolución de las
identificaciones primarias y una resolución de la elección de objeto que fuera diferente
a la elección de objeto edípica (aunque las huellas de esta perduran en el inconciente).
Bateson buscaba pensar como ciertos patrones culturales o comunitarios se ponen en
juego en esta etapa de pasaje, lo cual implica una perspectiva contextual y referencial
al sistema.

Los tres modelos teóricos (de la teoría sistémica, de la teoría comunicacional y de la


cibernética) no fueron pensados para responder a la psicopatología, no se pensaron
para el abordaje de los síntomas, sino para encontrar una explicación al funcionamiento
de los sistemas físicos y de los sistemas vivientes a partir de nuevos principios.

Finalmente tenemos una tercer secuencia, a partir de algunos de los principios


presentados en ese novedoso paradigma, ( en esa epoca aun en estado de
experimentación en el mundo físico y animal), que es la organización de sistemas
terapéuticos con el propósito ya definido de tratar patologías familiares, que se
conocen como TFS interaccional, TFS estructural, TFS estratégica, ...

a partir de la reseña del Lic. Francisco Andino

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