You are on page 1of 3

LA LITERATURA

La literatura es considerada por la Real Academia Española como una expresión artística que se
basa en el uso del lenguaje; de hecho, podríamos decir que es casi cualquier documento escrito. Es
también la ciencia que estudia las obras literarias y una asignatura que se enseña en colegios o
universidades.

La literatura es una disciplina que usa el lenguaje de forma estética. El término literatura proviene
del vocablo latínlitterae, que hace referencia a la acumulación de conocimientos que nos guíen al
correcto modo de escribir y de leer. Hay algunas definiciones que afirman que, además de lo
escrito, la literatura está en lo cantado o hablado. También se considera como literatura al
conjunto de libros que hablan sobre un tema específico, son de una época determinada o un
género en particular.

Conceptualización de la literatura

La literatura es el Arte que utiliza como instrumento la palabra. Por extensión, se refiere también
al conjunto de producciones de una nación, de una época o de un Género (la literatura griega, la
literatura del siglo XIX) y al conjunto de obras que versan sobre un arte o una Ciencia (literatura
médica, literatura jurídica). Es estudiada por la Teoría literaria.

La literatura infantil. Definición, clasificación, importancia e historia

Definición. La literatura infantil es un arte que recrea contenidos humanos profundos y esenciales;
emociones y afectos primigenios; capacidades y talentos que abarcan percepciones, sentimientos,
memoria, fantasía y la exploración de mundos ignotos.

importancia

Todos sabemos que leer es bueno, tanto para grandes como chicos, pero la literatura infantil
cumple un rol muy importante en el desarrollo del niño. A continuación te contamos por qué es
tan importante y cuáles son los beneficios que aporta.

En pocas palabras, se puede decir que la literatura infantil es importante ya que contribuye al
desarrollo social, emocional y cognitivo del niño. Desde pequeños, tanto los padres como los
maestros deben inculcar en el niño el hábito de la lectura. Este primer paso lo predispone a una
formación crítica, responsable y donde forme parte activa de la sociedad.

Cuando el niño es pequeño, las primeras lecturas de la madre o del padre, sirven para afianzar los
lazos emocionales. Los niños suelen esperar ansiosos el momento del día dedicado a la lectura, no
sólo por el hecho de conocer una nueva historia, sino por el tiempo que comparten juntos.
Historia

''En la Edad Media y el Renacimiento, el acceso a los libros era muy limitado, y aquellos que podían
llegar a los niños más afortunados tienen poco que ver con lo que hoy entendemos por libro
infantil. Se trataban de abecedarios, silabarios, catones (estos contenían frases completas) y
bestiarios. Lejos de relatar historias de aventuras, incluían lecciones morales que reflejaban las
creencias religiosas de la época.

Con la llegada y popularización de la imprenta, fueron editándose historias para niños hasta
entonces difundidas mediante la tradición oral. Junto con la traducción de las Fábulas de Esopo,
alcanzó gran popularidad en España el Fabulario de Sebastián Mey (1613), en el que reunió 57
fábulas y cuentos que concluyen con una lección moral. Mención aparte merecen Charles
Perrault y sus Cuentos de antaño (1697). Entre las leyendas célticas y los relatos populares
franceses e italianos que recopiló, encontramos clásicos como La Cenicienta, El gato con
botas, Caperucita Roja y Pulgarcito.

Conforme aparecieron novelas ligeras de aventuras, la atención por la lectura infantil fue en
aumento. Dos ejemplos clásicos son Robinson Crusoe (1719) y Los viajes de Gulliver (1726), ambas
escritas para adultos pero recomendadas con el paso del tiempo también para niños. Superada la
faceta exclusívamente didáctica de los libros infantiles, fue tomando forma la idea de que el niño
no es un adulto en miniatura, sino que tiene una concepción diferente del mundo y la lectura, a la
que había que adaptarse.

A principios del siglo XIX, la corriente del romanticismo propició el auge de la fantasía. De esta
época datan dos iconos de la literatura infantil, de gran talento literario. Por un lado, los hermanos
Jacob y Wilhelm Grimm que, desde Blancanieves hasta La bella durmiente, popularizaron muchos
de los personajes más famosos hoy en día gracias a sus Cuentos para la infancia y el hogar (1812-
1815). No fue menos trascendente la aportación de Hans Christian Andersen, Cuentos para
niños (1835), caracterizada por su sensibilidad a la hora de esculpir a personajes tan dispares
como La sirenita y El patito feo. La editorial Saturnino Calleja, creada en 1876, fue la que divulgó
las mejores piezas de literatura infantil en España gracias a los denominados “Cuentos de Calleja“,
que contaban con la colaboración de los mejores ilustradores de la época.

La literatura para niños y jóvenes en República Dominicana

Literatura de la República Dominicana hace referencia a las obras escritas en el país o fuera de él
por escritores,1 ya sea por nacionalidad o ascendencia. Aunque sólo puede hablarse con rigor
de literatura dominicana en relación a las obras escritas tras la Independencia Dominicana, se
acostumbra incluir la producción literaria de la época colonial.

Durante la etapa colonial, Cristóbal de Llerena escribe el entremés Octava de Corpus


Christi y, Leonor de Ovando escribe algunos sonetos, por lo que se le considera la primera mujer
en escribir poesía de este lado del mundo.
La literatura dominicana moderna tuvo su inicio con la fundación de la primera sociedad
cultural Los Amantes de las Letras a la que pertenecieron Manuel de Jesús Galván, José Gabriel
García, Francisco Javier Angulo Guridi, Manuel de Jesús Heredia, Manuel Rodríguez Objío, entre
otros.2

La literatura de República Dominicana continúa en flujo y en busca de mayor proyección dentro y


fuera del territorio nacional, aunque los autores dominicanos han cultivado las variadas
manifestaciones del quehacer literario, reflejando en sus obras la mezcla de elementos españoles,
africanos e indígenas que se da en Caribe y la influencia de sucesivas emigraciones por motivos
políticos y económicos.

La poesía, la novela, el cuento, el ensayo y la historia han expresado el discurrir político, social y
económico del país que desde la hazaña del descubrimiento se ha impregnado de múltiples
corrientes de pensamiento, sobre todo europeas y estadounidenses inicialmente, y del lejano
oriente en las producciones de algunos escritores de finales del siglo XX

You might also like