You are on page 1of 3

LA VARIABILIDAD EN EL APRENDIZAJE DEPORTIVO

Dr. Luis Miguel Ruiz Pérez (España)

Este texto, habla acerca de la “hipótesis de la variabilidad al practicar”, la cual es


una teoría de R. Schmidt (1975) que a lo largo de los últimos años ha sido de gran
interés para el campo de la educación física y el deporte.

Debido a esto ha habido muchos estudios que en la mayoría de los casos apoyan
esta teoría, por lo tanto se puede decir que todos estos, generalmente, desembocan
en una misma idea de Schmidt (1988), en la cual este autor resalta el papel
fundamental que desempeña la práctica variable en el aprendizaje motor infantil.
De esta manera, afirma que la práctica variable va a permitir al niño realizar
diferentes acciones desprendidas del procesamiento de la información, tales como:
analizar las características de la tarea y compararlas con experiencias pasadas,
para que de esta manera sepa cómo realizar y/o modificar el movimiento pertinente
a cada situación, para posteriormente poder evaluar los efectos de esa acción.

Ahora bien, antes de continuar debemos conocer a qué nos referimos cuando
hablamos sobre la palabra “variar”. Cuando Schmidt (1988) habla sobre variar las
condiciones de la práctica, se refiere a provocar nuevos parámetros de respuesta,
es decir, que el individuo sea capaz de adaptar su respuesta a las necesidades que
se presenten en determinada situación.

Y para apoyar la idea anterior, encontramos un párrafo que debido a su importancia


debemos citar textualmente:

“El aprendizaje deportivo supone la toma de contacto por parte del aprendiz con un
mundo de acciones diferentes que deben ser ajustadas y adaptadas a las demandas
de las numerosas y variables situaciones del juego.”.

Esta pequeña idea es muy acertada ya que resume claramente en qué consiste el
aprendizaje deportivo, pues señala que el individuo prácticamente debe aprender a
adaptarse a las diferentes circunstancias que se le pueden presentar en un juego o
competencia derivada de cualquier deporte.
Esto nos lleva a las ideas de Bruner (1970) y Connolly (1970), donde hablan acerca
de las variaciones que se pueden implementar en la práctica (trayectoria de los
móviles, espacio donde se lleva a cabo una acción, cómo actuar sobre los objetos,
etc.) y a cómo utilizar el fenómeno de la transferencia en un sentido positivo para
propiciar la adaptabilidad. De igual manera Bonnet (1983), resalta que el educador
deportivo debe ofrecer una variedad de situaciones de práctica, para favorecer una
“Pedagogía de la acción diversificada”.

Viridiana Jacobo Solorio, Cultura Física y Deporte


Debido a que hay muchos autores que apoyan la idea de la variabilidad en la
práctica para mejorar el aprendizaje deportivo, no se puede determinar exactamente
cuáles son las variaciones más adecuadas para emplear en una etapa específica
del desarrollo motor infantil.

Pero basándonos en Barreiros (1991) podemos desglosar 4 aspectos principales


que se deben tomar en cuenta para realizar las variaciones pertinentes en cualquier
práctica dependiendo del objetivo que se quiere alcanzar. Los cuales son:

1) Condiciones espaciales de la tarea.- las cuales hacen referencia al lugar,


distancia o espacio delimitado para realizar la tarea.
2) Condiciones temporales.- tiempo determinado para realizar alguna actividad.
3) Condiciones instrumentales.- características del implemento y cualquier otro
objeto que se necesite para la tarea.
4) Condiciones humanas.- características propias del individuo, tanto físicas
como cognitivas.

Ahora tomando en cuenta todo lo anterior, y fundamentando en el Documento


Curricular Base, Educación Primaria de la actual Reforma Educativa Española en
referencia a la Educación Física y la propuesta de Le Boulch (1991), podemos
afirmar que el aprendizaje y desarrollo de la motricidad infantil no se puede delimitar
únicamente a ejercicios de repetición, los cuales conducirán al niño a una
automatización de los movimientos, sino, que debemos incluir situaciones problema
que le permitan la exploración de sus propias posibilidades corporales y ponga en
acción sus mecanismos motores y cognitivos.

Una vez que entendemos por qué la práctica variable es fundamental para el
aprendizaje deportivo, la lectura plantea una pregunta bastante interesante, y es:
¿Cómo implementarla?

A lo que se presentan 2 posibles maneras de hacerlo: la primera la denominaremos


“repetida o continua”, y consiste en que el sujeto debe realizar cierto número de
veces la misma variación planteada antes de cambiar a otra. Y la segunda consiste
en que se debe cambiar constantemente las variaciones, a esta la llamaremos
“aleatoria”. Para esto, Lee y Magill (1983) definieron las características generales
de ambas opciones: Primero, en la repetida o continua, supone que la ejecución
depende de un mismo patrón motor que involucra sinergias neuromotrices similares.
Por otra parte, en la aleatoria se requiere de diferentes planes de acción y
respuestas motrices.

Debido a sus características, la práctica de manera aleatoria puede alterar el ritmo


de la práctica, ya que el nivel de incertidumbre aumenta y por lo tanto el individuo

Viridiana Jacobo Solorio, Cultura Física y Deporte


no puede predecir lo que va a ocurrir en cada situación. De igual manera, en este
tipo de práctica no es posible ver resultados inmediatos, y citando a Lee y Magill
(1983): “Estos hallazgos parecen indicar que se puede sacrificar los resultados
inmediatos si el objetivo es conseguir una mayor retención y transferencia”, por lo
que en cierta manera no afecta en gran medida, ya que en la educación deportiva
se persiguen resultados a largo plazo.

Respondiendo al cuestionamiento anteriormente mencionado, es mejor la práctica


de manera aleatoria. Esto fue afirmado por Lee y Magill (1985) y respaldado por
Bernstein (1967), ya que este considera que: “la clave de una práctica efectiva es
favorecer que el sujeto construya en cada ensayo la solución a la tarea y no
simplemente en incitarle a que retenga la solución”, es decir, el individuo que está
expuesto la práctica variable, será capaz de construir y reconstruir sus acciones en
lugar de sólo memorizarlas, por lo tanto esto ayudará mejor a la retención y extender
su repertorio de respuestas a diferentes situaciones.

Concluyendo con este tema nos quedamos con los pensamientos de Bernstein y
Whiting, que respaldan la idea de la práctica variable aleatoria:

 Bernstein (1967, página 134): “La práctica es un tipo particular de repetición


sin repetición”.
 Whiting (1989), considera que la práctica debe ser un proceso de creación e
invención más que una simple repetición.

Para finalizar, la práctica variable es fundamental en el aprendizaje deportivo, ya


que esta le permitirá al niño desarrollar la capacidad de respuesta y por tanto,
ampliar su repertorio de posibles soluciones a distintas situaciones problema que se
presente en cualquier deporte, a través del desarrollo de sus mecanismos tanto
motores como cognitivos.

Viridiana Jacobo Solorio, Cultura Física y Deporte

You might also like