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X
T E X T U R A
“El
elemento
de
la
estructura
musical
determinado
por
las
voces
o
número
de
voces
y
otros
componentes
que
proyectan
los
materiales
musicales
en
el
medio
sonoro
y,
cuando
hay
más
de
un
componente
la
interacción
e
interrelación
entre
esos
componentes.”
“El
tejido
de
la
música,
ya
sea
que
la
concibamos/percibamos
como
una
superficie
estética
o
como
la
urdimbre
(altura,
eje
vertical,
simultaneidad)
y
trama
(tiempo,
eje
horizontal,
secuencia)
de
la
fábrica
musical”
DEFINICIÓN
Y
CARACTERÍSTICAS
Es
difícil
establecer
una
definición
exacta
de
lo
que
es
Textura
ya
que
existen
problemas
de
clasificación
y
terminología.
El
segundo
aspecto,
es
que
la
textura
puede
estar
conformada
por
uno
o
más
elementos.3
La
relación
altura
y
duración,
se
traduce
en
distintas
posibilidades
de
distribución
u
organización
1
Wallace
Berry,
“Texture”,
en
Structural
Functions
in
Music
(2da.
ed.,
New
York,
1987);
pp.
191.
2
Lewis
Rowel
en
(1983)
Introducción
a
la
Filosofía
de
la
Música
”
(1era.
Ed.
Gedisa
S.
A.
Barcelona,
España,
1985),
p.
155.
3
La
mayoría
de
las
personas
distinguen
hasta
tres
o
cuatro
elementos
texturales
simultáneos,
y
por
lo
general
jerarquizan
uno
sobre
los
otros.
La
mente
agrupa
por
diferentes
factores
asociativos
varias
líneas
en
un
elemento,
y
lo
entiende
como
unidad.
De
esta
manera
reduce
los
componentes
actuantes
(densidad
polifónica)
a
unos
pocos
elementos
que
le
posibilitan
la
comprensión
del
discurso
musical.
Cualquier
orquestación
por
complejas
que
sea,
se
puede
simplificar
a
tres
o
cuatro
elementos
o
menos.
Composiciones
como
“Atmósferas”
de
Ligeti,
con
líneas
(sucesiones
y/o
superposiciones
de
sonidos
o
ruidos)
que
a
su
vez
pueden
agruparse
en
lo
que
denominaremos
elementos
texturales.
Un
elemento
textural,
puede
ser
simplemente
una
línea
o
una
sección
completa
de
una
orquesta
desplegando
un
material
con
cierto
grado
de
cohesión.
Cada
elemento
textural,
es
autónomo
(en
diferentes
grados),
con
respecto
a
los
otros,
lo
que
lo
hace
identificable
como
una
unidad
en
el
todo
que
representa
la
textura
de
la
obra.
El
grado
de
autonomía
(mínimo
a
máximo)
entre
los
componentes
texturales,
es
un
elemento
estilístico:
depende
del
contexto
histórico
y
cultural
de
la
música.
Una
referencia
obligada
en
este
aspecto,
es
la
caracterización
de
Leonard
Meyer.4
Distingue
entre
la
percepción
de:
Por otro lado es importante enumerar las características que atribuye a la textura Lewis Rowel:5
• Simple
–
Complejo,
de
acuerdo
al
grado
de
elaboración
de
los
componentes
texturales.
• Suave
–
Áspero,
relacionado
principalmente
a
modos
de
articulación
del
sonido
(legato
contra
staccato,
por
ej.)
• Delgado
–
Denso,
relativo
a
la
densidad
polifónica
y
a
la
compresión
y
dispersión
en
el
espacio
musical.
• Economía
–
Saturación,
por
la
cantidad
de
recursos
utilizados
ya
sean
rítmicos,
melódicos,
tímbricos,
etc.
• Orientación
vertical
u
horizontal.
• Centro
o
Interjuego:
un
elemento
central
o
varios
interactuando.
• Confusión,
referido
a
texturas
densamente
contrapuntísticas.
• Figuración,
de
melodías,
de
acordes,
etc.
Son importantes en el modo en que percibimos la Textura, los siguientes aspectos:
• espacialización: si las partes de la texturas están juntas o separadas (comprimidas o dispersas).
independientes
en
todos
los
instrumentos,
se
percibe
como
una
gran
masa
sonora
móvil,
es
decir,
un
solo
elemento
textural
con
múltiples
componentes.
4
Leonard
B.
Meyer
en
“Texture”,
Emotion
and
meaning
in
music
(Chicago,
The
University
of
Chicago
Press,
1956);
pp.
185-‐196.
5
Lewis
Rowel
en
Introducción
a
la
Filosofía
de
la
Música
”
(1era.
Ed.
Gedisa
S.
A.
Barcelona,
España,
1985),
pp.
155-‐158.
• registro:
si
las
partes
están
registros
agudos
o
graves,
en
registros
amplios
o
acotados.
• ritmo:
si
los
niveles
de
actividad
son
iguales
o
diferentes
entre
las
partes,
si
hay
predominio
de
tempos
rápidos
o
lentos,
si
los
cambios
rítmicos
son
sincronizados
o
no.
• timbre:
similares
y
contrastantes
produciendo
agrupamiento
o
separación
entre
líneas.
Estos aspectos, separados o en combinación, crean una infinita variedad de texturas.
Finalmente,
la
evaluación
de
las
cualidades
texturales
de
una
obra
es
un
elemento
importante
en
la
comprensión
de
los
diferentes
períodos
estilísticos.
Hay
detalles
asociados
a
la
textura
que
caracterizan
a
cada
uno
de
ellos
y
estilos
muy
ligados
a
características
texturales.
La
textura
del
organum
define
un
estilo.
Y
la
evolución
estilística
de
este
género,
tiene
que
ver
con
los
progresivos
grados
de
diversificación
interlinear
de
su
textura.
El
rol
del
bajo
en
la
polifonía
del
Renacimiento
y
del
Barroco,
independiente
linealmente
y
con
un
alto
grado
de
movilidad,
es
un
aspecto
diferencial
con
respecto
al
Clasicismo,
donde
es
más
restringido
interválicamente,
pero
esencial
en
su
función
de
apoyo
armónico.
El
cambio
radical,
en
el
estilo,
que
caracteriza
a
la
historia
de
la
música,
en
el
siglo
XVII,
está
en
gran
manera
sustentado
en
la
aparición
de
la
homofonía,
que
entre
otras
cosas
favorece
la
percepción
de
la
tríada
como
unidad
y
con
ello
el
advenimiento
de
la
armonía
tonal.
A
fines
del
siglo
XIX
y
principios
del
XX,
la
disolución
de
la
tonalidad,
abrió
un
amplio
campo
de
experimentación
en
combinaciones
texturales,
hasta
el
punto
de
constituirse
en
determinados
casos
como
el
elemento
más
importante
de
una
composición.
El
impresionismo,
por
ejemplo,
implica
toda
una
técnica
de
ornamentación
de
esquemas
armónicos
por
medio
de
movimientos
paralelos
en
densas
texturas
de
líneas
interdependientes.
El
término
puntillismo
alude
a
texturas
transparentes,
únicas
y
distintivas,
propias
del
siglo
XX,
al
igual
que
el
concepto
de
“nube
sonora”.
Por
densidad
polifónica
entendemos,
la
cantidad
de
componentes
sonoros
presentes
en
el
espacio
musical
en
un
momento
determinado.
En
el
siguiente
ejemplo
la
densidad
polifónica
es
cuatro.
6
Entendido
como
un
espacio
de
dos
dimensiones:
alturas
y
duraciones
o
alturas
y
su
evolución
en
el
tiempo.
No
solamente
importa
la
cantidad
de
elementos
sonoros
superpuestos
sino
el
grado
de
compresión
o
dispersión
en
el
que
están
distribuidos
en
el
espacio
musical.
El
primero
de
los
dos
acordes
a
continuación
está
ubicado
en
un
espacio
menor
que
el
segundo,
por
lo
que
su
grado
de
compresión
es
mayor.
El
desarrollo
de
la
polifonía
en
la
música
occidental,
se
basó
en
una
continua
búsqueda,
en
parte
intuitiva
y
en
parte
científica,
de
la
forma
de
superponer
las
alturas
para
lograr
un
mejor
equilibrio
y
claridad
sonora.
Las
primeras
prácticas
polifónicas
comienzan
con
superposiciones
de
intervalos
que
se
escuchan
como
más
consonantes,
para
luego
ir
progresivamente
incorporando
los
menos
consonantes
y
luego
los
disonantes.
A
medida
que
el
registro
musical
históricamente
se
amplía,
adquiere
importancia
no
solo
el
grado
de
consonancia
-‐
disonancia
en
la
simultaneidad
sino
el
registro
en
el
que
se
ubican.
Las
posiciones
cerradas
de
acordes
(comprimidos)
son
claras
sonoramente
en
registros
medios
y
agudos.
Por
el
contrario
las
posiciones
abiertas
(dispersas)
tienen
mejor
sonoridad
en
los
registros
medios
y
graves.
Un
intervalo
de
3ra
mayor
se
escucha
perfectamente
en
las
octavas
4,
5
y
6,
pero
es
ininteligible
en
la
octava
1.
Una
quinta
justa,
tiene
una
sonoridad
plena
en
las
octavas
2
y
3,
pero
en
las
octavas
5
y
6
o
más
agudas
suena
extremadamente
hueca.
Detrás
de
esto,
está
presente
el
hecho
físico
de
los
armónicos
del
sonido,
que
establece
una
graduación
de
compresión
similar
a
la
recientemente
expresada:
intervalos
más
amplios
en
el
registro
grave
y
menos
amplios
en
el
agudo.
Por
lo
tanto
para
determinar
el
grado
de
compresión
de
un
acorde
no
solo
importa
la
distancia
interválica
sino
también
su
ubicación
registral.
Cuanto
más
comprimido
esté
un
complejo
sonoro
mayor
grado
de
tensión
y
disonancia
produce.
En
la
identificación
de
las
texturas,
es
fundamental
analizar,
cuales
son
los
aspectos
que
producen
el
agrupamiento
de
varios
componentes
en
un
solo
elemento
textural.
Una
vez
identificados,
establecemos
relaciones
entre
ellos.
El
principal
factor
es
la
similitud
o
semejanza,
ya
sea
en
cualquiera
de
los
aspectos
paramétricos
del
sonido
o
en
su
comportamiento.
De
la
misma
manera
la
oposición
o
diferencia,
opera
como
factor
de
separación
entre
líneas
actuando
en
un
mismo
momento.
En
la
caracterización
de
los
comportamientos
texturales,
es
útil
la
clasificación
propuesta
por
W.
Berry,7
basada
en
la
relación
de
los
dos
elementos
paramétricos
que
caracterizan
primariamente
el
concepto
de
espacio
textural:
duraciones
(ritmo)
y
alturas
(dirección
melódica
e
intervalos):
7
Wallace
Berry,
en
“Texture”,
en
Structural
Functions
in
Music
(2da.
ed.,
New
York,
1987);
pp.
194-‐195.
• Dirección:
Homodireccional
(direcciones
melódicas
iguales),
Heterodireccional
(direcciones
melódicas
predominantemente
iguales),
Contradireccional
(movimiento
contrario
entre
líneas).
Pueden
agregarse,
en
función
de
la
tipología
que
se
incluye
más
abajo,
dos
parámetros
que
afectan
también
la
percepción
de
la
textura:
• Intensidad:
permite
jerarquizar
ciertos
elementos
de
la
textura
sobre
otros.
Aquellos
con
dinámicas
más
fuertes
tienden
a
percibirse
en
planos
más
cercanos
y
jerarquizados,
que
aquellos
con
dinámicas
más
débiles.
Para ejemplificar estos conceptos podemos analizar los fragmentos de las siguientes obras.
8
Agrego
esta
clasificación,
que
no
está
en
el
texto
original
de
Wallace
Berry,
entendiendo
que
si
bien
la
mayoría
de
las
tipologías
de
texturas
solo
tienen
en
cuenta
alturas
y
duraciones,
el
parámetro
del
timbre
es
fundamental
en
la
identificación
de
componentes
texturales.
La
clasificación
sigue
el
criterio
de
las
originales,
estableciendo
tres
grados
de
similitud
–
contraste,
y
está
parcialmente
basada
en
el
artículo
On
"Musical
Texture"
de
Roger
E.
Bissell
(http://www.rogerbissell.com/id11e.html).
• Webern,
Anton.
Cinco
piezas
para
cuarteto
de
Cuerdas,
Op.
5.
IV
Sehr
langsam,
compases
7
a
9.
La
densidad
polifónica,
en
casi
todo
el
fragmento,
es
de
cuatro
componentes.
Los
elementos
texturales
son
dos.
El
material
desarrollado
por
los
tres
instrumentos
inferiores
está
agrupado,
por
el
diferente
grado
de
acción
que
despliegan
con
respecto
al
Violín
I.
Violín
II
y
Violonchelo
sostienen
una
nota
durante
los
tres
compases,
mientras
la
Viola
reitera
un
motivo
de
tres
notas,
en
el
que
solo
se
modifica
la
densidad
cronométrica
hacia
el
final.
Frente
a
esto,
el
Violín
I
sobresale
por
tener
mayor
movilidad
rítmica
y
melódica.
Queda
así
establecido
un
primer
plano
con
el
Violín
I
y
un
segundo
con
los
otros
tres
instrumentos,
que
actúan
como
marco
o
sustento
del
anterior.
-‐ el
registro
en
el
que
el
violín
actúa,
favorece
su
preeminencia,
pero
es
un
factor
que
por
si
solo
no
es
suficiente
para
destacar
un
componente
textural.
-‐ un
elemento
textural,
como
el
que
conforman
los
tres
instrumentos
inferiores,
puede
subdividirse
en
diferentes
líneas
de
acción.
En
este
caso
hay
dos:
las
notas
tenidas
y
el
ostinato
de
tres
notas.
La
textura
de
esta
pieza
es
un
caso
particular.
Una
primera
impresión
sobre
la
partitura,
nos
muestra
dos
elementos
opuestos:
un
sonido
prolongado
(duplicado
a
la
octava),
siempre
ubicado
en
una
posición
central,
con
una
actividad
rítmica
mínima
y
dos
líneas
en
los
extremos
prácticamente
homorrítmicas.
De
esta
manera
podría
entenderse
que
los
elementos
texturales
son
dos.
A
pesar
de
ello
las
dos
líneas
extremas
son
melódicamente
opuestas
(contradireccionales
pero
homointerválicas)
y
en
algunos
casos
están
rítmicamente
desfasadas,
lo
que
les
otorga
independencia.
Los
elementos
texturales
son
entonces
tres,
pero
entre
los
dos
de
los
extremos
hay
una
relación
funcional
más
estrecha
(imitación).
Este
ejemplo
es
el
prototipo
de
textura
contrapuntística
del
Renacimiento.
Las
cuatro
voces
entran
con
el
mismo
motivo
en
forma
imitativa.
Ello
no
implica
una
textura
con
cuatro
partes
independientes.
Cuando
la
tercera
voz
(Cantus)
entra
con
el
motivo
principal
(c.4),
las
otras
dos
realizan
una
melodía
homorrítmica
y
homodireccional.
En
el
tercer
tiempo
del
compás
siguiente,
el
paralelismo
de
terceras
lo
realizan
las
voces
extremas,
mientras
la
central
tiene
un
diseño
más
independiente.
Esta
situación
se
mantiene
hasta
la
entrada
de
la
cuarta
voz
(Bassus).
En
este
momento
una
de
las
voces
desaparece,
y
se
repite
el
mismo
recurso
anterior:
dos
voces
en
terceras
paralelas
y
una
tercera
melódicamente
independiente.
Por
lo
tanto
hasta
el
compás
10,
los
elementos
texturales
han
sido
solo
dos.
En
el
transcurso
del
Agnus
Dei,
fluctúan
entre
uno
y
tres,
siendo
escasos
los
momentos
en
los
que
las
cuatro
voces
actúan
independientemente.
• W.A.
Mozart,
Vesperae
Solennes
de
Confessore,
K.V.339.
5.
Laudate
Dominum,
c.1
a
11.
El
grado
de
actividad,
nuevamente
es
un
factor
de
agrupamiento
y
separación.
La
melodía
emerge
por
su
mayor
movimiento
espacial
y
diversidad
rítmica.
El
violín
II,
desarrolla
un
motivo,
uniforme
rítmicamente,
en
un
registro
limitado
y
con
escasas
modificaciones.
Este
tipo
de
actividad
es
coherente
con
la
del
bajo,
que
tiene
características
similares
y
es
un
complemento
al
diseño
del
Violín
II.
La
actividad
del
fagot
también
es
escasa
y
en
líneas
generales
es
heterorrítmica
y
heterodireccional
con
la
melodía
principal.
Las
cuatro
líneas
por
lo
tanto
conforman
dos
elementos
texturales.
• L.V.Beethoven, Sonata Nº8, Op.13, 2do. Movimiento, Adagio Cantabile, c. 1 a 16.
El
bajo
es
un
contrapunto
a
la
melodía
principal
y
no
un
complemento
del
diseño
acompañante.
En
la
continuación
de
la
obra,
el
principal
elemento
articulatorio
entre
el
compás
12
y
13,
es
el
cambio
de
textura.
En
el
Christe
(c.
13)
tanto
la
densidad
polifónica
como
la
densidad
textural
vuelven
a
empezar
desde
un
mínimo,
para
realizar
otro
proceso
similar
al
del
primer
Kyrie.
Lo
mismo
ocurre
en
el
segundo
Kyrie
(c.20
al
30).
La
Textura
en
este
caso
es
un
elemento
de
articulación
formal
y
de
crecimiento
en
las
tres
secciones
de
este
movimiento.
• A.
Vivaldi,
Concerto
II
RV
315.
Estate.
2º
Mov.
(c.
1-‐9)
Cualquier
concerto
grosso
tiene
secciones
delimitada
por
cambios
y
oposición
de
texturas.
El
tutti
suele
ser
homófono,
mientras
que
los
soli
tienen
un
entramado
más
contrapuntístico
con
superposición
de
líneas
o
motivos
diferentes.
El
contraste
en
el
tipo
de
textura,
está
reforzado
por
cambios
en
la
densidad
polifónica
y
textural.
Es
importante
como
factor
estructural
el
ritmo
formal
que
producen
estos
cambios.
La
textura
opera
como
elemento
de
cohesión
de
una
sección.
Cambios
de
sección,
implican
cambios
de
textura,
es
decir,
articulación
formal.
En
el
ejemplo
anterior,
los
compases
3
y
8
presentan
un
marcado
contraste
de
tipo
de
textura,
con
dinámicas
y
tempos
diferentes.
El
motivo
presentado
en
el
primer
compás
de
ambos
preludios
(una
forma
de
activación
textural),
no
es
otra
cosa
que
un
tipo
de
textura.
En
estos
dos
fragmentos,
al
igual
que
en
muchos
preludios
de
Bach,
Chopin,
Debussy,
la
textura
actúa
como
motivo,
una
unidad
estructural
mínima.
La
unidad
está
conseguida
por
la
coherencia
textural,
una
sola
configuración
de
principio
a
fin.
La
variedad,
por
los
desplazamientos
tonales
que
crean
los
procesos
de
tensión
y
relajación.
ACTIVACIÓN
TEXTURAL.
Es
la
puesta
en
movimiento
de
un
simple
elemento
textural.
Son
ejemplos
de
activación
textural:
• J.S.Bach,
"El
clave
bien
temperado",
Preludio
Nº1,
Vol.I.
La
transformación
de
acordes
en
arpegios.
• W.A.
Mozart,
Eine
kleine
Nachtmusik,,
K.
525,
I.
Allegro,
c.5.
El
desdoblamiento
de
un
acorde
en
valores
menores
y
con
mayor
densidad
cronométrica.
• A.
Vivaldi,
Concerto
Op.8,
Nº1
(La
Primavera)
I-‐Allegro,
c.
46.
El
mismo
recurso
anterior
pero
aplicado
a
una
melodía.
Las
duplicaciones
en
octavas
u
otros
intervalos.
• A.
Webern,
Tres
piezas
para
Violonchelo
y
piano,
Op.
11,
Nº3,
Äussert
ruhig,
c.
1.
Cualquier
tipo
de
ornamentación
de
una
nota
prolongada.
Por
medio
de
la
dinámica.
• I.
Stravinsky,
Tres
piezas
para
cuarteto
de
Cuerdas,
2do
Movimiento,
c.
5.
Cualquiera
de
los
recursos
de
la
heterofonía.
• Monofonía:
textura
de
una
sola
línea
o
parte.
Corresponden
a
esta
categoría
el
canto
gregoriano,
las
canciones
sin
acompañamiento,
la
música
para
instrumentos
monofónicos
solistas.
Las
formas
vocales
de
los
Trovadores,
Troveros,
Minnesingers
y
Meistersingers,
se
consideran
monofónicas
a
pesar
de
que
en
la
práctica
siempre
se
acompañan
con
algún
instrumento.
• Polifonía:
término
usado
genéricamente
para
describir
texturas
de
más
de
una
parte
o
de
varias,
y
en
algunos
casos,
con
un
significado
más
acotado,
para
indicar
más
exactamente
texturas
contrapuntísticas.
En
este
material
retendremos
el
significado
original.
El
término
aparece
en
la
Antigüedad
Griega
(Polyphonos
y
Poliphonia,
varias
voces)
sin
una
connotación
específica
a
una
técnica
musical.
Recién
en
el
comienzo
del
siglo
XIII,
en
el
tratado
Summa
musice
(ca.
1200),
atribuido
a
Johannes,
se
utilizan
los
términos
polyphonicus
y
polyphonia
para
describir
música
en
múltiples
partes.
La
polifonía
es
descrita
como
Diafonía,
Trifonía
o
Tetrafonía,
de
acuerdo
a
la
cantidad
de
partes
involucradas.
En
el
siglo
XIV,
los
términos
Diafonía
y
Polifonía
aluden
a
diferentes
configuraciones.
En
la
densidad
polifónica
implican
dos
voces
y
múltiples
voces
respectivamente.
En
cuanto
a
su
construcción,
la
primera
es
una
superposición
homorrítmica
de
quintas
y
octavas,
y
la
segunda
una
textura
con
mayor
diversidad
rítmica.
En
los
siglos
XVI
y
XVII,
el
término
Polifonía
aparece
cada
vez
más
acotado
a
composiciones
con
partes
independientes
y
de
igual
jerarquía
(texturas
contrapuntísticas).
• Parafonía:
(“que
suena
al
lado”).
El
término
aparece
en
escritos
teóricos
griegos,
como
por
ejemplo
en
los
del
astrólogo
Thrasyllus
(m.
en
el
año
36)
o
del
retorista
y
filósofo
Longino
(ca.
213-‐273).
Se
utiliza
para
designar
indistintamente
el
intervalo
de
cuarta
o
quinta
justa.
Aparece
también
en
las
“Ordines
romani
I-‐III”
(siglo
VII
y
VIII).
Al
referirse
a
los
siete
miembros
de
la
Schola
cantorum,
designa
al
cuarto
como
archiparafonista
y
a
los
tres
últimos
como
parafonistas.
De
ello
se
deduce
que
el
parafonista
canta
en
intervalos
paralelos
de
4ta
y
5ta
justa.
La
práctica
aparentemente
tiene
origen
en
los
cantos
litúrgicos
de
la
Iglesia
Bizantina.9
El
término
Parafonía
se
aplica
a
texturas
en
las
que
una
sola
línea,
está
duplicada
uniformemente
a
un
solo
intervalo
(Líneas
homorrítmicas,
homointerválicas
y
homodireccionales).
Los
ejemplos
más
tempranos
corresponden
al
temprano
Organum
Paralelo,
pero
también
aparece
en
los
compositores
Impresionistas,
como
referencias
medievales,
o
en
compositores
del
siglo
XX
como
Messiaen,
reflejando
prácticas
de
culturas
no
occidentales.
• Heterofonía:
(“otra
voz”).
El
término
acuñado
por
Platón
(“Las
Leyes”),
tiene
connotaciones
inciertas.
Lo
utiliza
al
discutir
lo
inadecuado
de
la
música
para
lira
y
voz
en
la
educación
musical.
No
esta
claro
si
la
lira
en
la
práctica
realizaba
una
melodía
contrastante,
alguna
forma
de
acorde
o
una
variación
de
la
línea
vocal.
Actualmente,
y
a
partir
de
la
etnomusicología,
se
utiliza
para
designar
dos
o
más
líneas,
homodireccionales
y
heterointerválicas.
También
aparece
en
la
música
de
los
compositores
impresionistas,
en
Stravinsky,
en
Messiaen,
etc.,
pero
hay
ejemplos
en
cualquiera
de
las
épocas
históricas,
hasta
los
comienzos
de
la
polifonía.
En
los
compositores
del
período
tonal
es
común
la
práctica
orquestal
de
distribuir
una
misma
melodía
en
diferentes
voces
o
instrumentos
con
diferentes
densidades
rítmicas
(por
ej.
F.
J.
Haydn,
Sinfonía
Londinense
Nº104,
3er
Mov.,
c.
34
a
38
en
flauta,
oboe,
clarinete,
violín
I
y
viola).
9
Otras
teorías
filológicas
atribuyen
al
prefijo
“para”
significados
diferentes.
Una
de
ellas
lo
interpreta
como
“al
lado”,
haciendo
referencia
a
un
cantor
(parafonista)
ubicado
al
lado
del
coro
de
niños,
con
la
función
de
guiarlos
y
en
ocasiones
cantar
solo;
o
también
con
el
significado
“inferior”
aludiendo
a
un
cantor
con
una
categoría
menor
que
la
del
cantor
principal.
• Monodía:
si
bien
se
asocia
generalmente
a
monofonía,
el
término
monodía
tiene
algunas
connotaciones
históricas.
Se
asocia
al
cambio
de
estilo
que
se
produce
a
fines
del
siglo
XVI
y
comienzos
del
XVII,
e
implica
que
la
atención
en
una
obra
está
focalizada
en
la
melodía
y
no
en
el
desarrollo
del
total
de
las
voces.
El
género
estilístico
recibe
esta
denominación
y
supone
melodía
con
acompañamiento
(principalmente
acordes).
En
este
aspecto
hay
superposición
de
conceptos
con
el
término
homofonía,
aunque
a
veces
la
denominación
de
“monodía
con
acompañamiento”
a
este
estilo,
lleva
a
pensar
en
monodía
como
sinónimo
de
melodía.
Ejemplos:
C.
Monteverdi,
L'Orfeo,
Act
II,
"Tu
se'
morta".
• Polifonía
vertical:
su
principal
característica
es
la
homorritmia
entre
todas
las
líneas.
Se
aplica
sobre
todo
a
progresiones
de
acordes,
sin
componentes
melódicos
relevantes
aunque
en
general
se
entiende
como
una
textura
predominantemente
acórdica,
no
estrictamente
homorrítmica.
Ejemplo:
F.
Schubert,
Winterreise,
Nº20
Der
Wegweiser,
c.
78
a
83.
Por
extensión
podría
entenderse
también
como
polifonía
vertical
el
Organun
paralelo
o
un
contrapunto
nota
contra
nota,
por
su
aspecto
homorrítmico.
• Polifonía
vertical
con
jerarquización
de
la
parte
superior:
similar
a
la
anterior,
pero
con
jerarquización
de
la
voz
superior.
Ejemplo:
O.
di
Lassus,
"Bon
jour
Mon
coeur",
J.
S.
Bach,
Cantata,
“Watchet
auf”,
BWV
1407,
Coral,
“Gloria
sei
dir
gesungen”.
• Polifonía
Horizontal:
texturas
con
considerable
independencia
interlinear,
a
veces
imitativas.
También
denominadas
texturas
contrapuntísticas
en
las
que
hay
una
condición
de
interacción
interlinear,
implicando
contenido
interválico,
dirección,
ritmo
y
otras
cualidades
o
parámetros
de
diversificación.
Uno
de
los
aspectos
fundamentales
de
la
polifonía
horizontal,
sobre
todo
cuando
es
imitativa,
es
que
los
componentes
texturales
se
perciben
con
igual
jerarquía.
Ejemplo:
J.
S.
Bach,
Cantata,
“Wachet
auf”,
BWV
140,
4.
Coral,
“Zion
hört
die
Wächter
singen”
(sin
imitación),
J.
S.
Bach,
Pequeña
Fuga
en
Sol
Menor,
BWV
Nº578
(con
imitación).
• Polifonía
en
espejo:
puede
considerarse
una
variante
de
Polifonía
Horizontal.
Es
homorítmica,
homointerválica
y
contradireccional.
Ejemplo:
B.
Bartók,
Mikrokosmos
Nº
141,
Sujeto
y
Reflexión,
c.
1
a
22.
• Homofonía:
(que
suena
igual
o
semejante).
Actualmente
el
término
es
utilizado
con
dos
significados.
Uno
de
ellos,
ya
se
describió
bajo
la
designación
de
Polifonía
Vertical.
El
otro,
que
utilizaremos
en
este
trabajo,
implica
una
clara
distinción
entre
melodía
y
acompañamiento.
La
principal
característica
de
la
Homofonía
es
la
polarización
entre
melodía
y
bajo.
Una
línea
principal,
el
componente
textural
con
mayor
jerarquía,
es
acompañada
por
elementos
subordinados
y
a
veces
interactivos.
La
melodía,
usualmente
en
el
registro
superior,
sobresale
en
la
textura
como
el
elemento
más
importante,
con
mayor
desplazamiento
espacial
y
más
activo.
Su
desplazamiento
es
lineal,
con
predominio
de
grados
conjuntos.
El
bajo
es
contradireccional
o
utiliza
algún
tipo
de
recurso
contrapuntístico
en
relación
con
la
línea
principal.
Su
desplazamiento
melódico
es
limitado
y
básicamente
por
saltos.
Las
partes
interiores,
completan
el
espacio
entre
estas
dos
líneas
desplegando
los
acordes
correspondientes.
Se
ubica
dentro
de
una
franja
de
registro
limitada,
para
lograr
la
fusión
necesaria
e
identificarse
como
una
unidad
o
armonía.
La
textura
homofónica
predomina
en
la
mayoría
de
la
música
desde
su
aparición
en
el
temprano
barroco.
Durante
el
período
tonal,
la
progresión
armónica
es
el
principal
elemento
de
construcción
en
la
superposición
de
melodía,
partes
intermedias
y
bajo.
Los
cambios
de
armonía,
implican
cambios
coordinados
de
todas
las
voces
o
elementos
texturales.
Ejemplo:
J.
S.
Bach,
Das
Notenbüchlein
für
Anna
Magdalena
Bach,
Aria
"Bist
du
bei
mir",
W.
A.
Mozart,
Vesperae
Solennes
de
Confessore,
K.V.3395,
“Laudate
Dominum”,
Robert
Schumann,
Dichterliebe,
Op.48,
Nº
7,
“Ich
grolle
nicht”
• Polifonía
oblicua:
ocurre
cuando
el
material
musical
no
evoluciona
en
un
mismo
registro
o
timbre,
factores
que
tradicionalmente
son
fundamentales
para
entender
una
melodía
como
tal.
Las
variantes
pueden
ser:
a) líneas
polifonizadas,
como
en
los
casos
en
que
una
melodía
se
divide
en
dos
o
más
líneas,
por
su
organización
motívica
y
registral.
Ejemplo:
J.
S.
Bach,
Cantata,
“Wachet
auf”,
BWV
140,
4.
Coral,
“Zion
hört
die
Wächter
singen”.
b) un
factor
estructural,
como
puede
ser
una
serie
dodecafónica
o
una
melodía,
unifican
una
línea
desarrollada
en
varios
registros.
Ejemplo:
A.
Webern,
Variaciones
para
piano
Op.27,
2º
Movimiento.
(primero
aparece
un
bosquejo
de
la
evolución
de
cada
una
de
las
dos
líneas
de
la
textura
en
un
ámbito
de
cuatro
octavas).
• Polifonía
estratificada
o
Textura
por
planos:
los
componentes
texturales
tienden
a
la
oposición
en
algunos
de
sus
aspectos
paramétricos
y,
por
consiguiente,
se
perciben
separados
o
no
relacionados
en
forma
evidente.
La
textura
por
planos
es
característica
en
Stravinsky,
Messiaen,
Ives,
pero
también
de
música
previa
al
Siglo
XX.
Muchas
veces
los
planos
individuales
son
ostinatos
rítmico
-‐
melódicos.
Ejemplos:
los
Organum
de
Perotino
y
sus
dos
estratos
diferenciados
rítmicamente,
obras
como
“La
pregunta
sin
respuesta”
de
Charles
Ives,
etc.
TEXTURAS
COMPUESTAS
Un
concepto
que
se
puede
deducir
de
lo
visto
previamente,
es
que
cuando
mayor
es
la
densidad
polifónica,
mayor
es
la
posibilidad
que
varios
componentes
se
aglutinen
en
un
solo
elemento
textural
y
que
este
pueda
entenderse
como
una
subtextura
dentro
una
textura
compuesta.
Por ejemplo:
• Dos
o
más
melodías
contrapuntísticas
sobre
una
base
armónica
de
acordes,
son
dos
subtexturas
(una
polifonía
horizontal
y
otra
vertical),
que
en
conjunto
se
perciben
como
homofonía.
• Dos
o
más
melodías
homorrítmicas,
sobre
un
sustento
armónico,
son
dos
subtexturas
(polifonías
verticales)
que
en
conjunto
son
entendidas
como
homofonía.
• Masas
sonoras,
superposiciones
de
alturas
en
las
que
no
se
distinguen
sus
alturas
individuales.
En
esto
intervienen
factores
como
la
compresión
del
espacio
en
el
que
ocurren
las
alturas
y
la
alta
densidad
de
componentes.
El
término
es
usado,
“…para
un
acorde
en
el
cual
el
contenido
de
alturas
es
irrelevante
comparado
al
impacto
sicológico
y
físico
del
sonido.”10
Ejemplo:
los
primeros
compases
de
la
“Danza
de
los
adolescentes”
en
la
Consagración
de
la
Primavera,
de
Igor
Stravinsky.
O también:
• Holofonía:
es
una
terminología
nueva
apropiada
para
música
electroacústica
y
por
extensión
10
Stefan
Kostka
en
Materials
and
Techniques
od
Twentieth-‐Century
Music
(3ra
ed.
Upper
Saddle
River,
New
Jersey,
2006),
pp.
238-‐239.
11
David
Cope
en
New
Directions
in
Music
(Waveland
Press,
Inc.
Longrove,
IL,2001.),
p.
198.
12
David
Cope
en
Techniques
od
the
Contemporary
Composer
(Schirmer
Thomson
Learning,
1997);
p.
101.
13
Josiah
Fisk
y
Jeff
William
Nichols
en
Composers
on
Music:
Eight
Centuries
of
Writings.
(Northeastern;
2nd
edition
(January
30,
1997),
Cap.
13,
Györgi
Ligeti.
también
a
algunas
obras
de
música
contemporánea.
“…,
la
textura
musical
Holofónica
se
percibe
mejor
como
una
síntesis
de
corrientes
sonoras
simultáneas,
en
un
todo
coherente,
con
componentes
internos
y
puntos
focales.”14
• Disfonía:
utilizado
en
etnomusicología,
propuesto
por
William
Malm,15
para
la
categorización
de
texturas
no
occidentales,
en
las
que
se
superponen
diferentes
notas,
en
estratos
rítmicamente
independientes,
música
que
no
entra
dentro
de
las
características
de
la
Heterofonía
ni
de
la
Homofonía.
• Textura
de
bordón:
el
término
se
aplica
a
melodías
acompañadas
por
una
nota
pedal,
una
práctica
relacionada
a
música
popular
de
la
Edad
Media
o
a
música
folclórica
de
diferentes
épocas
y
culturas:
por
ejemplo
la
nota
pedal
en
la
música
hindú,
ejecutada
por
un
instrumento
diferente
al
que
hace
la
melodía,
las
notas
pedales
de
las
trompetas
tibetanas
en
música
ritual,
el
uso
en
órganos
medievales,
etc.
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