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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE LOS ANDES

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

CONSTITUCIÓN POLÍTICA

GARANTIAS CONSTITUCIONALES

Marco Antonio Ibarra Contreras

Abancay – Apurímac
2016
Índice
Portada 1
Índice 3
Introducción 4
Capítulo I
Historia de las garantías constitucionales 5
Capítulo II
Garantías constitucionales 9
2.1. Conceptos 9
2.2. Hábeas Corpus 11
2.2.1. Derechos que protege el hábeas corpus 15
2.2.2. Finalidad del hábeas corpus 19
2.2.3. Características del hábeas corpus 20
2.2.4. Clasificación del hábeas corpus 20
2.3. Acción de Amparo 22
2.3.1. ¿Quién lo debe de interponer? 25
2.3.2. ¿Ante quien se interpone? 25
2.3.3. Clases de amparo 25
2.3.4. Finalidad de la acción de Amparo 26
2.4. Hábeas data 27
2.5. Acción de Inconstitucional 29
2.5.1. Naturaleza del proceso inconstitucionalidad 30
2.5.2. Finalidad de la acción inconstitucional 31
2.5.3. Características del proceso de inconstitucionalidad 32
2.6. Acción Popular 32
2.6.1. Características de la acción popular 34
2.6.2. Prescripción de la acción popular 35
2.7. Acción de cumplimiento 35
2.8. Conflicto de competencia 36
Conclusiones 37
Referencias bibliográficas 38
Linkgrafía 39

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Introducción
Las Garantías Constitucionales están diseñadas para cautelar derechos elementales
como el derecho a la libertad, acceso a la información, derecho a la propiedad,
derecho a tener un medio ambiente sano, derecho a que se cumplan las leyes,
derecho a que no se vulnere la constitución, etc. para garantizar lo dicho
anteriormente podemos interponer acciones de Hábeas Corpus, Hábeas Data,
Acción de Amparo, Popular, Acción Popular, Acción de Cumplimiento, Acción
Inconstitucionalidad y conflicto de competencia, respectivamente.
Las Garantías Constitucionales, cobra, sin duda alguna, real envergadura en su
desarrollo a la luz del proceso penal, o por mejor incluirlo dentro de su cotejo con el
sistema penal todo, por ser justamente el derecho punitivo, tanto adjetivo como
sustantivo.
Sagues (2007), nos ilustra afirmando “...el derecho constitucional se ocupa de la
organización fundamental del estado y eso obliga a definir su estructura y fines.
Aparentemente el enunciado de los derechos de los habitantes, sería un tema
accesorio y hasta ajeno a aquellos objetos. Algunas constituciones incluso han
omitido las descripciones de tales derechos. Sin embargo el constitucionalismo y el
derecho constitucional nacen, entre otras metas esenciales, para reconocer ciertos
derechos personales básicos y para poner topes al estado. Por tal motivo la
organización de ese estado comprende tanto enunciar sus órganos y atribuciones
como proclamar los derechos de los particulares frente a él. Desde un punto de vista
técnico, el subprincipio constitucional de distribución exige que se delimiten las
competencias de las autoridades públicas y los derechos de los habitantes, desde
una perspectiva axiológica, la declaración de los derechos de las personas y grupos
en la constitución se presenta hoy como condición de legitimación del estado de
derecho, si no hay un adecuado régimen constitucional en materia de derechos y
garantías el estado del caso no tiene justificación, ni es un auténtico estado
constitucional”.
Las garantías constitucionalmente establecidas, afirman que como consecuencia del
contrato social, los integrantes de una nación, luego estado, decidieron acordar la
formación de la organización superior, perfilando su estructura fisonómica, al tiempo
de señalar y fundamentalmente delimitar las pautas que regirían al estado y cada
uno de los acordantes del contrato es decir de los habitantes.

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CAPÍTULO I
HISTORIA DE LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES

Comenzaremos esta reseña estableciendo que para que se haya dado un


reconocimiento y respeto a las personas humanas como tales, se han desarrollado
una serie de acontecimientos y hechos que han ido remarcando la figura del honor,
dignidad y demás atribuciones que son inherentes a la actividad humana dentro de
la sociedad.

Para ello, podemos ir revisando los inicios de la historia humana, “acontecimientos


jurídicos de los primeros tiempos de la historia de la humanidad” si se quiere
entender así. Existen diversas fuentes que señalan que tales “Derecho Humanos”,
como los conocemos hoy en día, aparecen recogidos en el Código de Hammurabi,
2000 años antes de nuestra era.

Otros autores, reconocen la famosa Carta Magna del rey inglés Juan Sin Tierra de
1215, como el primer documento de reconocimiento estatal de estos derechos;
aunque eran derechos que solo se lo concedían a determinados seres humanos, por
formar parte de una clase social en específico. Este documento reconocía, de
manera precaria, lo que vendría a ser hoy el derecho al debido proceso y la garantía
por excelencia del derecho de libertad, así como las primeras ideas de lo que sería
luego el mandamiento de habeas corpus, instrumento de protección procesal de la
libertad, lo cual estableció un precedente legal de las relaciones entre los Estados y
las personas.

Más adelante, en la misma Inglaterra, se conocería la conocida Bill of Rights, o


Declaración de Westminster, aprobada por el Parlamento inglés el 13 de febrero de
1689, como documento que selló el pacto entre la nobleza y la burguesía para acabar
de institucionalizar la Revolución Burguesa en Inglaterra, era una modesta
exposición de once derechos, entre los que se encontraban la libertad de palabra, el
derecho de presentar peticiones al rey, que no se debía exigir fianzas excesivas, ni
imponer multas excesivas, ni infligir penas crueles o insólitas. Esta Declaración

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inglesa, más que indicar las Garantías que posee el Pueblo, lo que señalaba era las
obligaciones del Estado.
Luego, con un enfoque más participativo de la sociedad en las políticas de la nación,
la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica,
proclamada en 1776, recogió los enunciados sobre los derechos humanos de una
forma más directa como la que conocemos hoy en día. En esta se establecía que
todos los hombres nacían iguales y que a todos el Creador les concedía ciertos
derechos inherentes de los que nadie les podía despojar, entre los que estaban la
vida, la libertad, la búsqueda de la libertad; así como el reconocimiento al debido
proceso, conocer la causa y naturaleza de la acusación, conocer los motivos de la
acusación, ser juzgado rápidamente y a ejercitar su derecho de defensa. Sin
embargo, aún no se establecían las Garantías propiamente dichas.

Fue recién en el marco de la Revolución Francesa, donde por primera vez se


exponen de una manera más elaborada las garantías y reconocimientos de los
derechos humanos por parte de un Estado. La Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano del 25 de agosto de 1789, integrada por un Preámbulo y
17 artículos. En él se establece que “la ignorancia, el olvido y el menosprecio de los
derechos del hombre son las únicas causas de las desventuras públicas y de la
corrupción de los gobiernos”. A lo largo de su contenido, se proclaman los derechos
individuales importantes, como por ejemplo: en el artículo 1 se establece que los
hombres nacen libres e iguales en derechos; el 2 se declara que el objetivo de toda
sociedad política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles del
hombre, y que estos son la libertad, la seguridad y la resistencia a la opresión.

Con estos acontecimientos históricos, podemos recordar que la naturaleza de los


Derechos Humanos se encuentra en la reacción liberal de la política en occidente,
llevada adelante por ideas liberales de doble fuente: por una parte, las nacientes
sociedades burguesas; y por otro lado, las ideas filosóficas de personajes como John
Locke, Jean Jacques Rousseau e Immanuel Kant.
Sin embargo, años después, se dieron algunos conflictos entre dos aspectos que
regían el reconocimiento de estas garantías a los Derechos del Hombre. Por un lado,
el Estado Liberal de Derecho del siglo XIX e inicios del XX rechazó la concepción de
la Constitución como norma directiva fundamental, pues esta aparecía como una

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amenaza para los liberales, pues significaba un claro límite y subordinación, ideas
de las que habían buscado escapar. Por ello, el primer intento de liberalismo fue
abandonar la supremacía de la Constitución, atribuyéndosela al Estado. Bajo esa
línea, la tutela de los derechos garantizados por la Constitución se sustituye por la
certeza del derecho garantizado por los códigos, por la Ley, el derecho positivo del
Estado; se sitúa a la Ley en la cima del sistema de fuentes del derecho y la
Constitución se reduce a un instrumento de organización, especie de “reglamento”.

El Estado Liberal sufrió transformaciones, principalmente a partir del final de la


Primera Guerra Mundial y la aparición de la Constitución Mexicana de 1917, la
soviética de 1918 y la de Weimar en 1919. No es hasta principios del siglo XX que
los derechos socioeconómicos y culturales son regulado por los textos
constitucionales. El triunfo de la primera revolución anticapitalista de la historia, la
Revolución Rusa de 1917, y sus declaraciones de derechos, constituye un hecho
significativo en la historia de los derechos humanos. Entre estos se encontraban el
derecho al trabajo, a la seguridad social y al descanso. Lo que sería hoy conocido
como el Estado Social del Derecho.

Con ello, podemos entender que la evolución de los derechos humanos y sus
garantías nos hace tener en cuenta los aportes del constitucionalismo socialista. La
doctrina de la entonces sociedad soviética, varió la concepción en torno a las
garantías de los derechos, al afirmar que asumía un doble aspecto; uno de carácter
material, que comprendía las condiciones necesarias para que los derechos
pudieran realizarse en la práctica; y en segundo término, existían las de naturaleza
jurídica, atribuidas a todos los órganos y autoridades que se encontraban obligados
a preservar la legalidad socialista y a proteger los derechos ciudadanos.

Desde ese momento, las Constituciones posteriores hicieron énfasis en los derechos
sociales, vislumbrándose una cierta tendencia a expandir el catálogo hacia nuevas
demandas y necesidades, los llamados Derechos de Tercera Generación; llevaron a
un nuevo nivel la forma de entender las garantías de los derechos, y de esta forma
resurge la concepción de la Constitución Rígida, protegida por procedimientos de
revisión y por el control judicial constitucional, bien sea difuso al estilo de los Estados
Unidos, de mera inaplicación de la norma al caso concreto; o concentrado a través

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de tribunales especializados, con eficacia anulatoria o erga omnes, establecida por
Hans Kelsen en la Constitución Austriaca de 1920, y reformada el 7 de diciembre de
1929.

Posteriormente, luego a la Segunda Guerra Mundial y debido a los crímenes


cometidos por el nazismo en ella, la Organización de Naciones Unidas (ONU),
establece en su carta constitutiva que uno de sus objetivos es el desarrollo y estímulo
del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos los
seres humanos, sin hacer distinciones por motivos de raza, sexo, idioma o religión;
es el 10 de diciembre de 1948 cuando la Asamblea General proclamó la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, en la cual se recoge los conceptos generales
sobre los que la comunidad internacional de naciones entiende por Derechos
Humanos, abarcando los derechos civiles y políticos, que se venían defendiendo
desde la Revolución Francesa y los derechos económicos, sociales y culturales.

Finalmente, las modernas corrientes doctrinales, además de poner el acento en la


tutela judicial de los derechos, en la práctica se han extendido a establecer otros
instrumentos como la Convención de Salvaguardia de los Derechos del Hombre, el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, las Comisiones de Reclamación, y el establecimiento de
procedimientos administrativos. Esta orientación del cuidado de los Derechos del
hombre en la sociedad se ha puesto de manifiesto en los textos de Europa del Este
y en nuestro caso de Latinoamérica, los cuales tienden a copiar las tablas de
derechos y las garantías constitucionales de los textos clásicos de occidente para
salvaguardar esta aspiración del hombre a una sociedad más justa, libre y digna.

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CAPÍTULO II

GARANTIAS CONSTITUCIONALES

2.1. CONCEPTO
La palabra “garantías" puede ser tomada en dos acepciones, la ley estricta. En
sentido estricto, son garantías constitucionales los medios de protección de los
derechos humanos, consistentes en la posibilidad que tiene el titular de un
derecho de poner en movimiento el órgano jurisdiccional para que tutele ese
derecho, si es conculcado o amenazado de vulneración. En sentido lato, la
expresión garantías constitucionales, como sucede en el Perú, es empleada por
la Carta Política para enunciar los derechos humanos; de esta manera, se quiere
dar a entender que tales derechos no han sido conferidos por el Estado, puesto
que son previos a toda organización política, sino simplemente asegurados en
su goce, o sea garantizados, por el poder público, el cual se ha constituido
precisamente con esa finalidad. Los derechos humanos, en cuanto son
protegidos por medios jurisdiccionales frente al Estado y a los particulares, son
derechos públicos subjetivos. El grado de interés jurídico de tales derechos
subjetivos revela en la protección que las leyes acuerdan a los titulares de ellos.
Así, la libertad de prensa protegida por la prohibición de censura previa, o la
libertad corporal, amparada por el habeas corpus, tienen una protección
privilegiada en todas las democracias de Occidente.

Las garantías constitucionales son los derechos de las personas establecidos en


la constitución de cada país. Como son constitucionales no hay leyes, decretos
ni resoluciones que puedan atentar contra ellos. Los procesos constitucionales
son mecanismos de defensa que tiene toda persona ante la vulneración de sus
derechos fundamentales o también pueden ser planteados para ejercer un
control normativo de normas infraconstitucionales. En ese sentido son definidas
por Enrique Bernales Ballesteros, al indicar que “son mecanismos especialmente
concebidos para la protección de la Constitución y para expresar y hacer valer
su supremacía sobre cualquier norma.

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En la práctica, la obligatoriedad de las normas para el Estado se manifiesta en
la existencia de órganos obligados a someterse a ellas. Existen normas que
disciplinan la actividad estatal para la consecución de un bien público, o sea
propio de la colectividad, como el sostenimiento de los caminos; de tales normas
surgen los derechos públicos colectivos, sin titular individualizado. Pero cuando
la ley ha tenido en cuenta el interés directo de cada persona, el particular tiene
un derecho hacia el Estado, a la vez que una acción par, que no sea consulado
ese derecho. Taires son de los hechos públicos objetivos, que denominamos
garantías constitucionales.

Los países organizados como Estados de Derecho conceden protección judicial


para las garantías individuales. La conceden también, aunque no siempre con
rotundidad igual, para las garantías sociales, o sea aquellas que se han
establecido después de la primera guerra mundial, para tutelar a la sociedad, a
los trabajadores y a los sectores sociales económicamente débiles.

El artículo 89 de la Declaración de los Derechos Humanos, inspirado en el


principio de que un derecho sin protección no es un derecho vivo, expresa: "Toda
persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales
competentes que la amparen contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley".

Cuando una garantía constitucional es conculcada, el titular del derecho, o quien


lo represente, puede pedir protección judicial para restablecer el derecho violado.
El proceso ha de ser urgente y sumario, para impedir la consumación del acto
ilegal o su prolongación.

Los institutos jurídicos ideados para ello son el habeas corpus y el amparo, a los
que debemos agregar el de impugnación de inconstitucionalidad, que es de
procedimiento ordinario, y la acción popular, que se sustancia como de puro
derecho. El sistema jurídico de cada país regula el ejercicio de dichos medios,
con denominaciones y alcances no siempre iguales, según pasamos a analizar.

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Las garantías constitucionales son los derechos de las personas establecidos en
la constitución de cada país. Como son constitucionales no hay leyes, decretos
ni resoluciones que puedan atentar contra ellos. Como ya habíamos mencionado
las garantías constitucionales son verdaderos derechos que bien se les llama
individuales, fundamentales, humanos, o de cualquier otra manera, no dejan de
seguir teniendo la naturaleza jurídica de prerrogativas, que en términos de
Ferrajoli, son "derechos subjetivos que corresponden universalmente a todos los
seres humanos en cuanto dotados del status de personas, de ciudadanos o
personas con capacidad de obrar; entendiendo por derecho subjetivo cualquier
expectativa positiva (de prestaciones) o negativa (de no sufrir lesiones) adscrita
a un sujeto por una norma jurídica; y por status la condición de un sujeto, prevista
asimismo por una norma jurídica positiva, como presupuesto de su idoneidad
para ser titular de situaciones jurídicas y/o autor de los actos que son ejercicio
de estas" (Ferrajoli, 2002).

Según una definición del mismo FERRAJOLI, "las garantías no son otra cosa
que las técnicas previstas por el ordenamiento para reducir la distancia
estructural entre normatividad y efectividad, por tanto, para posibilitar la máxima
eficacia de los derechos fundamentales en coherencia con su estipulación
constitucional (Constitución Política de la República Peruana, 1823).
Las Garantías Constitucionales son las siguientes:
1. La Acción de Habeas Corpus
2. La Acción de Amparo
3. La Acción de Inconstitucionalidad
4. La Acción Popular
5. La Acción de Cumplimiento

2.2. HABEAS CORPUS


El Hábeas Corpus es una acción de garantía constitucional que procede contra
todo acto u omisión de funcionario, autoridad o particular que vulnera o amenaza
la libertad individual y los derechos íntimamente relacionados a ella, con
excepción de aquellos tutelados por la Acción de Amparo. En el nuevo Código
Procesal Constitucional peruano a entrar en vigencia en diciembre del 2004 se

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le denomina "Proceso de Hábeas Corpus", en contraposición a la denominación
de Acción de Habeas Corpus de la Ley 23506.

Para García Belaunde el Hábeas Corpus es "Una acción en garantía de la


libertad personal frente al poder público, cuando éste le afecta en alguna forma
y siempre que la afectación implique una ilegalidad". Asimismo, señala que el
Hábeas Corpus es un instituto de Derecho Público y Procesal, por tener origen
y fundamento en la Constitución misma y estar destinado a la protección de la
garantías conocidas en la doctrina como derechos públicos subjetivos. El
Hábeas Corpus constituye así un remedio, o sea, un medio para restablecer algo.

Víctor Ortecho Villena afirma que: "es una acción de garantía constitucional
sumaria entablada ante el juez penal o ante la Sala Penal Superior, dirigida a
restituir la libertad que ha sido vulnerada o amenazada, por actos u omisiones
provenientes de autoridades, funcionarios o particulares”.

Walter Díaz Zegarra afirma que el Hábeas Corpus "es un proceso constitucional
que tiende a hacer respetar la libertad personal, que en su origen estaba dirigido
contra los abusos de poder de autoridades. Hoy en día los abusos no solo
provienen de autoridades sino también de particulares que ostentan algún tipo
de poder".

El profesor argentino Néstor Pedro Sagués, citado por Ortecho Villena en su


Obra: "Jurisdicción y Procesos Constitucionales", señala que: "…lo cierto es que
resulta el instrumental más elemental y contundente para asegurar la libertad
personal contra los abusos del poder" y continua diciendo: "(…) las excelencias
el Habeas Corpus, por algo ciertamente es tan apreciado- deriva del bien jurídico
que sustancialmente tutela, esto es, la libertad ambulatoria. Sin ésta, extinguida
o restringida- poco puede hacer el hombre. El Hábeas Corpus, en otras palabras
es una suerte de garantía fundante, en el sentido que posibilita, merced a la
obtención a la libertad corporal, la práctica de las restantes libertades humanas.
De ahí que sea la herramienta básica de todo habitante y el mecanismo jurídico
más odiado por el despotismo."

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Fue concebido para proteger la libertad física individual; tal fue su origen y tal es
su esencia, si bien en el derecho peruano y en el de otros países procede para
amparar todas las garantías individuales y sociales. Al elaborarse el
anteproyecto de Constitución, el maestro Manuel Vicente Villarán propuso
extender el habeas corpus a todas las libertades. Fue sobre esa base que se
aprobó el texto vigente que franquea acción no sólo respecto de todas las
garantías individuales sino también para las garantías sociales.

El habeas corpus se perfiló como instituto jurídico autónomo en la ley inglesa de


1679, promulgada durante el reinado de Carlos 11 con la finalidad de dar
garantía procesal al derecho de libertad corporal que la Carta Magna había
enunciado sin la precisión necesaria. Dicha ley dispone que todo Alcaide de una
prisión a quien se exhiba un mandato judicial de "habeas corpus" en amparo de
algún detenido, se halla obligado a presentar la persona del preso ante el Juez,
el cual lo pone en libertad si la detención se ha efectuado sin orden legal.

La expresión habeas corpus proviene de la frase "habeas corpus ad


subiiciendum", que debía usar el Juez romano respecto de la persona que le
solicitaba justicia; equivale dicha frase a "tráigase la persona para tenerlo bajo
mi amparo". En Aragón,el fuero o juicio de manifestación, instituido en dicho
Reino en 1428, o sea doscientos años después de la Carta Magna, estuvo
reglado por los fueros llamados "de manifestationibus personarum", "loannas
Rex Navarra", y "lannes Secundus, Calataiubil". Se protegía, bajo graves penas,
a quienes hubieran sido detenidos sin orden judicial o por oficiales sin derecho a
ordenar prisión. Debían ser puestos en libertad, mediante procedimiento sumario
y expeditivo. También el Fuero de Vizcaya, en su ley 26 del Título XI, del año
1527, mandaba que ninguna autoridad fuera osada de prender a persona alguna
sin mandamiento de juez competente, salvo el caso de infragante delito. Si ello
sucediere, el juez competente debía ordenar su exhibición y puesta en libertad.

Desde la Carta Magna se fueron elaborando, dentro del "common law", medios
judiciales que realizaban, de modo imperfecto, la garantía del habeas corpus,
pero ella no fue consagrada hasta la ley de 1679 y siempre como mandato o auto
y no como acción que determina la expedición del auto.

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En la Petición de Derechos, de 1628, así como en la ley que suprimió el Tribunal
llamado de la Cámara de la Estrella, en 1641, se hace referencia al auto de
hábeas corpus. Dicha garantía de la libertad tomó origen en el interdicto romano
de "hómine líbero exhibiendo", o sea trasladando al derecho público una
institución del derecho privado.

Para los británicos y los países anglosajones, el hábeas corpus se denomina


privilegio y no garantía, por ser el concepto de garantía propio de los juristas
franceses. La Constitución de los Estados Unidos dice en su sección novena,
artículo segundo, "el privilegio del auto de hábeas corpus no será suspendido,
excepto en caso de invasión o rebelión, cuando la seguridad pública lo requiera".

En el Perú, la Constitución de 1920 fue la primera Carta que acogió el hábeas


corpus, que había sido introducido por la ley de 21 de octubre de 1897 y
modificado por las leyes 2223 y 2253, ambas del año 1916.

La Constitución vigente lo amplió para todas las libertades individuales y sociales


y el Código de Procedimientos Penales reguló su ejercicio con disposiciones
orientadas sólo a impedir que se prolongue la detención arbitraria. El Decreto
Ley 17083 lo ha circunscrito al fuero civil en los casos que no entrañen privación
de libertad, violación de domicilio o restricción de la libertad de transitar.

En nuestro país, el hábeas corpus es ejercitado respecto de detenciones


practicadas por alguna autoridad. Pero en Gran Bretaña y otros países, procede
contra particulares que hayan privado de su libertad a una persona. El writ o
mandato se expide con la mayor amplitud. La jurisprudencia de algunos países
latinoamericanos, e inclusive algunas legislaciones, prevén que la garantía sea
invocada contra particulares que hayan secuestrado a una persona. En nuestro
ordenamiento constitucional, las garantías están referidas al Estado para limitar
los excesos de poder de los funcionarios.

Doctrinariamente, cabe sostener la conveniencia de extender el hábeas corpus


a los casos de privación de libertad impuesta por particulares, pero en rigor nos

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parece que es desfigurar la construcción jurídica, elaborada como defensa de
los súbditos contra la arbitrariedad del poder público, ampliar la garantía
constitucional. Desde luego, si ello se hiciera en aras de una protección más
expeditiva, la ampliación podría ser beneficiosa. Constituye el hábeas corpus un
medio extraordinario, de trámite que debe ser fulminante para hacer cesar la
conculcación. El derecho ordinario ofrece múltiples procedimientos para obtener
la tutela jurídica, como son los interdictos y la denuncia criminal. Por ello, al idear
el instituto del hábeas corpus, la técnica constitucional ha querido dar a las
garantías individuales y sociales una protección excepcional, por la celeridad en
hacer cesar el acto conciliatorio.
El habeas corpus lo podemos encontrar en la constitución política del Perú en el
artículo doscientos inciso 1 que prácticamente nos dice, procede ante una acción
u omisión que amenace o vulnere tus derechos de libertad individual tales como
la integridad personal o el derecho a no ser detenido sino por mandato escrito,
esto justamente pueden encontrar en el artículo veinticinco del código procesal
civil.

2.2.1. Derechos que protege el hábeas corpus.


Se vulnera o amenaza la libertad individual y en consecuencia procede la acción
de Habeas Corpus, enunciativamente en los siguientes casos:
a) Guardar reserva sobre sus convicciones políticas, religiosas, filosóficas
o de cualquier otra índole.
Verbigracia: cuando uno concurre a una diligencia oficial o judicial, al
tomarse las generales de la ley al compareciente se pregunta
normalmente acerca de su profesión religiosa. En estos casos, el
procesado tiene derecho a guardar debidamente reserva.
b) De la libertad de conciencia y de creencia.
Un adoctrinamiento compulsivo de una persona o grupo de personas
con recursos psicológicos y otras variables concurrentes, configurarían
el atentado y darían lugar a la acción de Habeas Corpus.
c) El de no ser violentado para obtener declaraciones. Este es uno de los
componentes de la libertad y seguridad personal que se encuentra
debida y expresamente previsto en la Constitución Política.

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Esta es una de las formas más comunes de violación de los Derechos
Humanos.
d) El de no ser obligado a prestar juramento ni compelido a declarar o
reconocer su culpabilidad en causa penal contra sí mismo, ni contra su
cónyuge, ni sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o
segundo de afinidad.
e) El de no ser exiliado o desterrado o confinado sino por sentencia firme.
A partir de este inciso, la ley 23506 empieza a referir una serie de
derechos de libertad de movimiento cuya trasgresión produce la
violación de la Constitución y da lugar a la acción de Habeas Corpus.
Las fronteras entre uno y otro de los incisos están claramente
delimitadas y pueden prestarse a confusión, sin embargo, esta
superposición no dañaría a nadie y se ha consignado así más bien para
evitar que una omisión deje libre un requisito por el cual se quisiera
justificar una sentencia indebida.
f) El de no ser expatriado ni separado del lugar de su residencia sino por
mandato judicial o por aplicación de la Ley de Extranjería.
A nuestro modo de ver este numeral completa el entendimiento del
derecho al que se aludido en el párrafo anterior.
Aquí existe una referencia fundamental de la Ley de Extranjería que
actúa como norma de excepción y que permitiría una válvula de escape
de este artículo.
g) El de no ser secuestrado.
El secuestro puede ser perpetrado tanto por funcionarios o
dependientes del Estado cuando por terceros, no teniendo mayor
trascendencia para la procedencia de la acción como ya se ha visto,
que se trate de uno u otro caso.
En ambos casos habrá de hacerse lugar a la misma. La gravedad de
este hecho, está en que no solamente se atenta contra el derecho de
libertad personal, sino también contra el principio de Seguridad
Personal que está consagrado en la Constitución vigente.
h) El del extranjero a quien se ha concedido asilo político de no ser
expulsado al país cuyo Gobierno lo persigue, o en ningún caso si
peligrase su libertad o seguridad por el hecho de ser expulsado.

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i) El de los nacionales o de los extranjeros residentes, de ingresar,
transitar o salir del territorio nacional, salvo mandato judicial o
aplicación de la Ley de Extranjería o de Sanidad.
j) El de no ser detenido sino por mandato escrito y motivado del Juez, o
por las autoridades policiales en el caso de flagrante delito; o el de no
ser puesto el detenido, dentro de las 24 horas o en el término de la
distancia, a disposición del juzgado que corresponda, de acuerdo con
el acápite «g» del inciso 20 del Artículo 2º de la Constitución así como
de las excepciones que en él se consignan.
Este es el derecho que históricamente da origen al nacimiento del
Habeas Corpus. En el Perú es este derecho el que también da origen
a la institución del Habeas Corpus. En la ley de 21 de octubre de 1897
promulgada por el Presidente del Congreso, don Manuel Candado,
dado que don Nicolás de Piérola se negó a promulgarla, se dispuso que
"Toda persona residente en el Perú, que fuese reducida a prisión, si
dentro del término de 24 horas no se le ha notificado la orden de
detención judicial, tiene expedito el recurso extraordinario de Habeas
Corpus".
Es interesante notar que en esta primera ley de Habeas Corpus en el
Perú es sólo este derecho el que una vez violado o transgredido da
lugar a la substanciación del Haberes Corpus.
k) El de no ser detenido por deudas, salvo los casos de obligaciones
alimentarías.
La Constitución establece una única excepción y es la referida a las
deudas alimentarías, pero la razón de ser fundamental del dispositivo
no es el de la existencia de una deuda, cuanto el incumplimiento de una
obligación de naturaleza profundamente humanitaria.
Las deudas alimentarias son la expresión de un descuido que afecta el
desarrollo de los seres humanos que la naturaleza ha puesto bajo el
cuidado de la persona obligada a pagar dichas sumas.
l) El de no ser privado del pasaporte, dentro o fuera de la República.
La privación del Pasaporte causa graves problemas al ciudadano que
es víctima de dicha agresión puesto que prácticamente lo convierte en

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un indocumentado inerme en un país ajeno, no pudiendo realizar su
libertad de locomoción por ese motivo.
La privación del Pasaporte dentro o fuera de la República da lugar a la
acción de Hábeas Corpus por la violación mediante omisión de un acto
constitucionalmente debido.
m) El de no ser incomunicado, sino en caso indispensable para el
esclarecimiento de un delito y en la forma y por el tiempo previstos por
la ley, de acuerdo con el acápite «i» del inciso 20) del artículo 2º de la
Constitución.
La Constitución establece el principio de la comunicación del
ciudadano, aún cuando se encuentra detenido acusado de la comisión
de delitos y en proceso de investigación de los mismos. En
consecuencia el principio general es que nadie puede ser
incomunicado.
n) El de ser asistido por un abogado defensor de su elección desde que
es citado o detenido por la autoridad.
Este artículo es fundamental para hacer prevalecer la justicia en un
país, dado que ésta se maneja a través de instrumentos y fórmulas y
hasta planteamientos que son la más de las veces desconocidos para
el ciudadano común y corriente, pudiendo, en caso de no consagrarse
este principio como derecho fundamental, a través de una serie de
tácticas intimidatorias, lograr que una persona declare lo contrario a lo
que ello piensa, pudiendo incluso tergiversarse los términos reales de
las ocurrencias o de los sucesos como resultado de este
desconocimiento del sistema.

Asimismo, también es regulado el Hábeas Corpus por el nuevo Código


Procesal Constitucional, promulgado por Ley 28237 y publicado el 31 de Mayo
del 2004; que más adelante describiremos.

Sostiene, Alberto Borea que, la experiencia judicial de los Hábeas Corpus en


el Perú a un nivel práctico antes que teórico, ha sido asumir una interpretación
restringida de la libertad individual, en particular de la libertad física, seguridad
personal y libertad de tránsito, básicamente; a pesar que el artículo 12 de la

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Ley de Hábeas Corpus, establece los supuestos de procedencia de dicha
garantía, habiendo quedado desprotegida la libertad en la mayoritaria
jurisprudencia nacional en los casos vinculados, al derecho a la vida en las
demandas por detenidos-desaparecidos, a la integridad física, psíquica y
moral; a no ser incomunicados; y a la excarcelación en el caso de reo
absuelto, entre otros.
2.2.2.Finalidad del Habeas Corpus
La finalidad principal del Hábeas Corpus es el restablecimiento de la libertad
personal vulnerada o amenazada; es decir, volver al estado anterior a la
privación de libertad de la persona.

Ivan Noguera Ramos señala que el Hábeas Corpus persigue dos finalidades:
una Inmediata, es decir reponer el derecho violado o vulnerado y, la segunda:
Mediata que es sancionar penalmente a los responsables.

A nuestra opinión la finalidad del Hábeas Corpus es detener la violación de un


derecho constitucional o impedir que la amenaza de violación del mismo se
cometa (libertad personal y conexos).

El Hábeas Corpus no consiste en determinar la responsabilidad penal de la


persona a favor de quien se interpone, como dijimos, por medio de este proceso
sólo se verifica si existe amenaza o afectación de la libertad individual y, en
caso que esta se verifique, ordenar se repongan las cosas al estado anterior de
la violación o amenaza de violación.

2.2.3.Características del Hábeas Corpus


Así como el proceso de Hábeas Corpus persigue una finalidad como garantía
constitucional que protege la libertad de las arbitrariedades del poder, ésta se
compone de características importantes que parten de su propia naturaleza y
aquellas que le atribuye la legislación procesal constitucional a modo de reglas
generales de aplicación.

a) Sumariedad. Es decir, goza de un procedimiento rápido, fulminante,


inmediato, bajo responsabilidad. El carácter sumario de este procedimiento

18
exige la preferencialidad por parte de los jueces, claro está, bajo su
responsabilidad.

b) Subsidiaridad. Debido a que si no existe recurso alguno o si se agotó todo


recurso en defensa de la libertad personal vulnerada, el Hábeas Corpus se
convierte en el único instrumento de defensa de esta libertad constreñida
por una resolución que a decir de Cesar Landa, no se ajusta al derecho
constitucional.

c) Informalidad. A través de Hábeas Corpus se debe determinar si existió o


no la violación al derecho a la libertad y por ser este procedimiento sumario,
debe ser lo menos complejo posible, pues en juego está la libertad de un
procesado o denunciado. Inclusive, en este tipo de procedimientos, la
acción se puede presentar verbalmente ante el juez penal.

2.2.4.Clasificación del Hábeas Corpus


El Proceso de Habeas Corpus no se reduce solamente a restituir la libertad
individual, sino que tiene un alcance mucho mayor en el Derecho
Constitucional y en Derecho Procesal Constitucional; es así que contiene
distintas variantes que podemos clasificarlas de la siguiente manera:

a) Hábeas Corpus Reparador.


Se dirige contra detenciones calificadas de arbitrarias y se da bajo tres
supuestos: Primero: Las producidas fuera de los supuestos del Mandato
Judicial (escrito y motivado) o de flagrante delito, o también de la llamada
"Cuasi flagrancia". Segundo: La que pese a producirse dentro del Mandato
judicial o flagrante delito se prolonguen por encima de las 24 horas más el
término de la distancia en el caso de delitos comunes o de 15 días más el
término de la distancia en el caso de delitos calificados, y; Tercero: Las
ordenadas por funcionarios distintos a los jueces o por jueces que carecen de
competencia y las que se ejecutan por personas distintas a la policía.

b) Hábeas Corpus Restringido.

19
Procede cuando se trata de actos restrictivos que sin implicar detención
afectan la libertad de manera continua, pues esta se ve restringida. Acá no se
aprecia privación de libertad, pero si entorpecimiento.

c) Hábeas Corpus Correctivo.


Se postula a fin de suprimir las condiciones de maltrato o mejorar la situación
de aquella persona cuya libertad está ya restringida, por ejemplo, cuando a
través de este medio, los internos en establecimientos penitenciarios
pretenden mejorar su nivel de permanencia denunciando condiciones
infrahumanas.

d) Hábeas Corpus Preventivo


Se postula de esta manera cuando existe amenaza a la libertad individual,
debiendo meritarse conforme a los requisitos de probabilidad o certeza y de
inminencia. Cesar Landa señala que procede esta figura: "cuando se
amenace de manera cierta y concreta la libertad personal, la libertad de
tránsito o la integridad personal". Asimismo, señala que "La amenaza real es
un asunto de casuística, que debe valorar el juez, en base al principio
constitucional de la presunción de inocencia, a la interpretación extensiva de
la presunción de la defensa de la libertad y a la interpretación restrictiva de la
limitación de la misma".

e) Hábeas Corpus Traslativo


Procede ante la demora en la tramitación de los procesos judiciales o a fin de
excarcelar a quien se le mantiene indebidamente detenido no obstante haber
cumplido su condena.

f) Hábeas Corpus Innovativo


Permite tutelar residualmente el derecho reclamado, no obstante haberse
convertido en aparentemente irreparable. Se trataría no precisamente de una
reparación total sino más bien de una de carácter parcial.

g) Hábeas Corpus Instructivo

20
Cuando una persona detenida y desaparecida por una autoridad o particular
que niega la detención y por ello es imposible ubicarla, se ocasiona a la
persona afectada la violación de sus derechos a la libertad, a la comunicación,
defensa, integridad física e incluso derecho a la vida. Tiene como objeto
individualizar al presunto responsable para proceder a denunciarlo.

2.3. ACCIÓN DE AMPARO


La Acción de Amparo protege todos los derechos constitucionales que no sean
cautelados ni por el Habeas Corpus, ni por el Habeas Data. Descartado el uso
de estos dos, y existiendo un derecho constitucional amenazado o vulnerado,
procede el Amparo.
Protege los demás derechos constitucionales que no sean la libertad u otros
conexos a ella, que son defendidos mediante el Habeas Corpus, por ejemplo:
Cuando violen nuestro domicilio, cuando violen nuestra libertad de trabajo,
cuando pretendan restringir nuestra libertad de contratación (nos obliguen a
contratar a alguien que no queremos) o de empresa, cuando violen nuestro
derecho de propiedad (el Estado o una persona pretendan apropiarse de nuestra
propiedad), etc.
También procede el amparo para proteger los siguientes derechos no
expresamente contenidos en el texto de la Constitución:
- Aquellos a los que se refiere el artículo 3 de la Constitución como "...otros de
naturaleza análoga o que se fundan en la dignidad del hombre, o en los
principios de soberanía del pueblo, del Estado Democrático de Derecho y de
la forma Republicana de gobierno".
- Probablemente determinar estos derechos pueda ser problemático en
muchos caso: empero, la garantía del Amparo procederá porque este artículo
les da rango constitucional.
- Aquellos derechos que, escritos en nuestro texto constitucional, adquieran un
significado específico, o una más amplia, por aplicación interpretativa de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de Naciones Unidas así
como por otros tratados y acuerdos válidos en el Perú, en cumplimiento de la
Cuarta Disposición Final que dice:

21
"Las normas relativas a los derechos y las libertades que la Constitución
reconoce se interpretan de conformidad con la Declaración Universal de
Derechos Humanos y con los tratados y los acuerdos internacionales sobre
las mismas materias ratificadas por el Perú".
Por el amparo, denominación usual en el derecho Jurisprudencial de otros
países, el poder judicial protege los derechos individuales distintos de la libertad
corporal. Cuando la vía ordinaria resultaría onerosa y sin eficiencia, el titular del
derecho conculcado tiene franqueada la vía sumaria, única apta por la rapidez
de su tramitación.
El amparo es una acción de garantía de las libertades proclamadas por la
constitución, difiere de la demanda y de la excepción de inconstitucionalidad en
que no se hace valer contra leyes sino contra actos o decisiones administrativas.
El instituto de amparo se halla regulado en el Brasil por ley de 1957 bajo el
nombre de mandato de seguridad. La constitución y la ley de la materia han
delimitado con claridad las esferas respectivas del hábeas corpus y del mandato
de seguridad. Mientras el primero tiene lugar cuando alguien sufre coacción de
su movilidad, o se halla amenazado de sufrirla, el segundo es concedido para
proteger los demás derechos fundamentales si, acudiendo a procesos
ordinarios, resultara irreparable la conculcación. El proceso llamado "juicio de
amparo" o también "juicio de garantías".
En la práctica, el juicio de amparo se ha extendido a proteger toda la legislación,
de suerte que, además de ser un control de la constitucionalidad, es también un
control de la legalidad. El objeto esencial de la institución de amparo es que las
cosas vuelvan al estado que tenían antes de la violación, reponiendo al
agraviado en el goce de la garantía conculcada. Juega papel muy importante la
suspensión de! acto reclamado, gracias a la cual, en tanto progresa la tramitación
sumaria del juicio de amparo, el juez dicta auto que suspende provisionalmente
el acto reclamado hasta que expida sentencia.
La suspensión del acto, así como la restitución de las cosas al estado previo,
tras la sentencia que concede sin amparo en cuanto al fondo, no hacen una
declaración general respecto de la ley sino que anulan el acto que motivó la
demanda.
Debemos insistir en que tanto el hábeas corpus como el amparo son medios
excepcionales, empleados en caso de no existir otro medio específico, sea

22
ordinario o especial. La urgencia de restablecer la garantía constitucional
conculcada explica que se aplique una tramitación sumaria.

Esta garantía se interpone por acción u omisión de cualquier autoridad , persona


o funcionario que vulnere a los demás derechos constitucionales que no se
encuentren en el habeas corpus ni en el habeas data , tales como la igualdad
,de no ser discriminado, libre contratación ,creación artística, reunión o sucesión
,trabajo ,y mucho más , estos derechos podemos encontrar en el código procesal
constitucional en el artículo treintaisiete y en la constitución política del Perú
artículo doscientos inciso dos.

2.3.1. ¿Quién lo debe interponer?


La persona natural o su apoderado o representante (generalmente es el
gerente, administrador o abogado) de la persona jurídica (una empresa, un
negocio o comercio, un club, una ONG, etc.). Cualquier otra persona siempre
y cuando al final el afectado ratifique la acción.

2.3.2.¿Ante quién se interpone?


Son competentes para conocer de la Acción de Amparo, los Jueces de
Primera Instancia en lo Civil o los Jueces de Trabajo si la Acción de Amparo
corresponde a un derecho de naturaleza laboral, del lugar donde se afectó el
derecho o donde se cierne la amenaza, o donde tiene su domicilio el autor de
la infracción o amenaza, a elección del demandante.

En los lugares donde no hubiese Juzgados Especializados, es competente .el


Juez Mixto. Si la violación o amenaza se origine en un mandato judicial, son
competentes la Sala Civil, Laboral o Mixta de la Corte Superior de Justicia
respectivo, quien encargo el trámite a otro Juez Especializado de Primera
Instancia, según el caso.

2.3.3.Clases de amparo
Según quien sea el autor del acto lesivo, por comisión u omisión, en el Perú
encontramos las siguientes clases de Amparo:

23
a) Amparo contra resoluciones judiciales. Procede contra resoluciones
judiciales firmes son dictadas con manifiesto agravio de la tutela procesal
efectiva, que comprende el acceso a la justicia, el debido proceso y su
actuación adecuada y temporalmente oportuna.

b) Amparo contra particulares. Se interpone cuando la lesión del derecho


constitucional proviene de persona natural o jurídica de derecho privado.
También si el autor del agravio es una empresa estatal con personería jurídica
de derecho privado.

c) Amparo contra leyes. La Constitución establece que no procede el amparo


contra normas legales. Sin embargo, el Tribunal Constitucional, siguiendo en
este punto a la doctrina tanto nacional como extranjera, ha extendido la
cobertura del amparo contra las leyes de naturaleza auto aplicativa. Es decir
frente a aquella clase de normas que por su sola expedición lesionan un
derecho constitucional sin necesidad de un acto de ejecución por la autoridad,
funcionario o persona.

2.3.4. Finalidad de la acción de Amparo


a) Evita que el acto lesivo se consume.
No se debe tener en cuenta el artículo 27º de la Ley Nº23506, referente al
agotamiento de las vías previas para que proceda la Acción de Amparo, en
razón que la finalidad que persigue es, precisamente, evitar que el acto lesivo
se consume con el pago efectivo previsto en una orden de pago.
b) Reponer las cosas al estado anterior.
Como señala el Art. 1º y 2º de la Ley Nº23506, la finalidad es también, reponer
las cosas al estado anterior de ocurrido la violación o la amenaza de violación
de un derecho constitucional consagrado.
Estas acciones proceden incluso si la violación o amenaza se basa en una
norma que sea incompatible con la Constitución, en cuyo caso, "la inaplicación
de la norma se apreciará en el mismo procedimiento"
La finalidad última del amparo es el restablecimiento de la situación lesionada
o infringida, notas que caracterizan a las acciones cautelares.

24
c) Busca la tutela jurisdiccional de una pretensión material de manera
eficaz.
La acción de Amparo persigue la tutela jurisdiccional de una pretensión
material mediante un proceso eficaz, es decir, sumario y expeditivo; y son
ajenos a él hechos que exigen probanza material o cuestiones jurídicas
opinables, cuya dilucidación resulte incompatible con la sumariedad del
procedimiento.
El fin del Amparo es hacer posible que el hombre tenga un acceso inmediato
que le garantiza su condición de titular de derecho público subjetivo otorgado
por la Constitución.
d) Mantiene el equilibrio entre el poder de la autoridad y el derecho
constitucional que le asiste al ciudadano.
Esta acción de garantía tiene por finalidad resguardar y mantener el equilibrio
entre el poder de la autoridad y el derecho constitucional que le asiste al
ciudadano, a fin de mantenerse la seguridad jurídica entre el gobernante y la
sociedad.

2.4. HABEAS DATA


Es una garantía constitucional o legal que tiene cualquier persona que figura en
un registro o banco de datos, de acceder a tal registro para conocer
qué información existe sobre su persona, y de solicitar la corrección de esa
información si le causara algún perjuicio.

Tiene por finalidad dar a las personas el derecho a recurrir a los tribunales para
que se obligue a actuar de acuerdo a derecho, a toda autoridad, funcionario o
persona que por acción u omisión, amenaza o vulnera cualquiera de los siguientes
derechos:
- El de solicitar sin expresión de causa, la información que se requiera y a
recibirla de cualquier entidad pública en el plazo legal y con el costo que
suponga el pedido, exceptuadas las informaciones que afectan la intimidad
personal y las que expresamente excluyan por ley o por razones de seguridad
nacional.

25
- El de que los servicios informáticos, computarizados o no, públicos o privados,
no suministren informaciones que afecten la intimidad personal y familiar.
- El de que no se afecte los derechos al honor y a la buena reputación, a la
intimidad personal y familiar, así como los derechos a la voz y a
la imagen propia.

Si esta acción fuera impropiamente regulada, podría afectar a la libertad de


información, opinión, expresión y difusión del pensamiento. El Congreso tiene que
tener cuidado en no agraviar derechos tan importantes con la regulación de esta
acción, igualmente positiva y útil para la vida social.

El habeas data es una acción jurisdiccional, normalmente constitucional que


puede ejercer cualquier persona física o jurídica, que estuviera incluida en un
registro o banco de datos de todo tipo, ya sea en Instituciones públicas o privadas,
en registros informáticos o no, a fin de que le sea suministrada la información
existente de una persona, y de solicitar la eliminación o corrección si fuera falsa
o estuviera desactualizada. También puede aplicarse al derecho al olvido, esto es,
es el derecho a eliminar información que se considera obsoleta por el transcurso
del tiempo y ha perdido su utilidad.
La frase legal se utiliza en latín, cuya traducción más literal es “tener datos
presentes “siendo” habeas” la segunda persona singular del presente de
subjuntivo del verbo latio “habere” (en este caso entendido como “tener”).
Este derecho se fue expandiendo y comenzó a ser reglamentado tanto por leyes
de habeas data como por normas de protección de datos personales, que suelen
tener un capitulo procesal donde se escribe el objeto de la acción de habeas data,
la legitimación pasiva y activa, y la prueba y la sentencia.

También se encomendó a organismos de control de vigilancia sobre la aplicación


de estas normas así existen en diversos países, como argentina, España, Francia,
Alemania, Canadá, Estados Unidos, Bélgica, Uruguay entre otros organismos de
control que tiene por misión supervisar el tratamiento de datos personales por
parte de empresas e instituciones públicas, también se suele exigir una
declaración de los ficheros de carácter personal para generar transparencia sobre
su existencia.

26
El habeas data está en suma garantía que procede por el hecho u omisión de
autoridad, funcionario o persona que vulnere los derechos a la información que se
encuentren en el articulo dos inciso cinco y seis, el habeas data lo podemos
encontrar en el artículo doscientos inciso tres en la constitución política del Perú y
en el código procesal constitucional en el artículo sesenta y uno.

El habeas data tiene como fin solicitar información y recibirla en cualquier entidad
pública, en el caso legal , sin embargo esta garantía también tiene sesiones , tales
como pedir información en la que se encuentra afectados la intimidad personal y
la seguridad nacional.
Esta también tiene otro fin que es el de asegurar que no suministren informaciones
que afecten la intimidad personal y familiar que servicios informáticos
computarizados o no sean públicos o privados.

2.5. ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD


La declaración de inconstitucionalidad se expide con efecto únicamente para el
caso debatido en juicio. En realidad, el juzgador, en presencia de dos normas
que no son compatibles, o sea la Constitución, que es de rango superior, y la ley
impugnada por inconstitucional, declara que no es aplicable esta última. Se trata
de un instituto típico para afianzar la supremacía constitucional. La declaración
se pronuncia con efecto limitado al caso sublits, por lo que la decisión tiene efecto
"ínter-partes" y no "erga omnes". Sin embargo en la práctica, nulifica la norma
conculcadora de una libertad constitucional.
En algunos países, la declaración de inconstitucionalidad puede obtenerse por
vía de acción, cuando el agraviado promueve directamente la demanda, pero es
más frecuente que la inconstitucionalidad sea planteada por vía de excepción.
En el Perú, dado que la Constitución no contempla de modo expreso dicha
facultad de los jueces, la inconstitucionalidad de una ley sólo puede ser opuesta
en un proceso incoado con motivo de la aplicación de la ley.
Se trata, por lo tanto, de un medio de defensa dentro de un procedimiento judicial
abierto.

27
La cuestión de inconstitucionalidad puede ser planteada en cualquier estado del
proceso, como excepción de inaplicabilidad de la ley. No cabe ejercerla como
acción, ni menos aún que los jueces hagan la declaración en abstracto, porque
ello excedería de la órbita propia del poder judicial y lo enfrentaría a decisiones
de los poderes elegidos por el pueblo.

La protección constitucional frente a los excesos de los poderes se realiza en la


América Latina mediante una institución típica: el derecho de amparo, oponible
a los poderes políticos y expresivos de una conciencia jurídica que tiene sus
remotas raíces en el fuero aragonés. El control de la constitucionalidad de las
leyes por parte del poder judicial es un instituto americano, resistido en el
continente europeo, cuya conciencia jurídica conserva la influencia doctrinaria
de los asambleístas de la Revolución Francesa. La sabiduría de Montesquieu
radica especialmente en su afirmación de que es saludable el poder de impedir,
o sea que "el poder detenga al poder". Por ello, fueron concebidos el veto del
Ejecutivo, la cámara revisora en el Legislativo y los procedimientos judiciales de
amparo. Por largo tiempo se han ejercitado con buen éxito, en razón de que los
recursos y acciones que se franquean contra el abuso de poder son más eficaces
que los dogmas democráticos, siempre vagos y no pocas veces platónicos, pero
no se ha admitido la impugnación de inconstitucionalidad.

Se desconfía de conceder a un poder no elegido por el pueblo la facultad de


examinar la constitucionalidad de una ley antes de aplicarla en un caso
controvertido. Piensan los doctrinarios europeos que ello significa que el poder
judicial, encargado solamente de aplicar la ley, resulta enervándola en la
práctica. En Francia, de modo especial, la corriente histórica es adversa a tal
facultad jurisdiccional, por estimarse que las garantías contra la opresión
parlamentaria radican en el referéndum, en la injerencia del Gobierno en el
proceso de elaboración de la ley y en la existencia de una Corte Constitucional,
de composición mixta.

En resumen , esta garantía la podemos encontrar en el artículo doscientos inciso


4 de la constitución Política del Perú , eta garantía va a proceder contra normas
que tienen rango de ley , tales como ,leyes , decretos legislativos, decretos de

28
urgencia , tratados , reglamentos del congreso , normas regionales de carácter
general ,ordenas municipales , que contravengan la constitución en l forma o el
fondo , esta garantía teóricamente nos dice que en el hipotético caso de que se
emita una ley que vaya en contra de la constitución se podrá proceder con esta
garantía.

2.5.1. Naturaleza del proceso de inconstitucionalidad


Como se sabe, uno de esos procesos que se desarrollan a exclusividad en
sede del tribunal constitucional es el de inconstitucionalidad. Según Soehn
se trata de un control abstracto de normas que se origina no es fundación de
un conflicto de intereses concretos, para cuya solución sea menester
dilucidar con carácter previo el acomodo a la Constitución de la norma de
decisión, sino simplemente en una discrepancia abstracta sobre la
interpretación de un texto constitucional en relación a su compatibilidad con
una ley singular.
Afirmando con el concepto de Mesia, quien señala en su “Exégesis del
Código Procesal Constitucional" estamos ante un procedimiento unilateral y
no de contienda que busca fundamentalmente el respeto de la regularidad
del ordenamiento jurídico.
En consecuencia, se trata de un proceso objetivo ya que los legitimados no
adoptan la posición estricta del demandante que llega a la instancia a pedir
la defesa de un derecho subjetivo, sino que por el contrario actúan de alguna
manera como defensores neutros de la constitución. Es decir, estamos ante
un procedimiento que necesariamente no reproduce una contienda
intersubjetiva, sino que tiene como propósito fundamentalmente el respeto
de la regularidad, en la producción normativa al interior del ordenamiento
jurídico, regularidad que solo se produce si se respeta la supremacía de la
Constitución, de la ley sobre las normas de inferior jerarquía y así
sucesivamente.

2.5.2. Finalidad de la acción inconstitucional


La finalidad inmediata de esta garantía constitucional es la defensa del principio
de la supremacía constitucional, por ende, se busca que se declare

29
inconstitucional toda disposición de rango de ley que contravenga nuestra carta
magna. Sin embargo es considerado de igual manera que, La acción de In
constitucionalidad se interpone con el fin de que esta al ser declarada, deje sin
efecto la norma hacia la cual va dirigida, esto quiere decir que se produzca un
acto análogo a la derogación.

Así podemos colegir que en la actualidad las decisiones emitidas en el marco


del mismo han contribuido sustancialmente a la interpretación de las normas
constitucionales y en especial a los derechos fundamentales. Ergo la
Constitución y el Código Procesal Constitucional son parte del marco normativo
para el estudio y análisis del proceso de Inconstitucionalidad, dado que un
conjunto de reformas sustantivas a este proceso requeriría cambios previos a
nivel constitucional. La Constitución de 1993 le asigna al Tribunal Constitucional
la competencia para conocer y resolver como instancia única, las demandas de
Inconstitucionalidad.

2.5.3. Características del proceso de inconstitucionalidad


Según Carlos Mesía el proceso de Inconstitucionalidad tiene las siguientes
características:
- Se realiza a posteriori, quiere decir que no es posible declarar la
inconstitucionalidad de proyectos de ley ni de tratados que todavía no
forman parte del orden interno.
El proceso de inconstitucionalidad tiene una doble dimensión, aun cuando
se trata de un proceso fundamentalmente objetivo, también para impedir
que se apliquen normas con posibilidad de generar afectaciones concretas
(subjetivas) a los derechos fundamentales de los individuos. De ahí que en
algunos casos la sentencia puede tener efectos retroactivos.
- No proceden las medidas cautelares.
- Una vez interpuesta la demanda se impulsa de oficio. No es posible el
abandono ni el desistimiento. Tampoco el allanamiento del demandado. El
proceso solo terina por sentencia.

30
2.6. ACCIÓN POPULAR
Tiene como finalidad impedir las transgresiones, desviaciones y excesos del
poder, con arreglo al principio de limitación de poderes.

La Acción Popular como garantía constitucional cabe definirla como proceso


constitucional e tipo jurisdiccional encargado del control constitucional y legal
contra las normas reglamentarias o administrativas contrarias a la constitución
y a la ley es decir que como garantía constitucional tiene una serie de
características sustantivas y procesales que permiten delimitar sus alcances y
eficacia normativa .

Existen muchos reglamentos, decretos y resoluciones (además de las normas


con rango de ley) que expiden varios órganos del Estado, ninguna de estas
normas de carácter general pueden contradecir ni a la Constitución ni a las
normas con rango de ley. Cuando ocurra la contradicción puede utilizarse la
Acción Popular para que los tribunales ordinarios (es tramitada ante el Poder
Judicial) declaren o no su invalidez.
El instituto de acción popular no está consignado entre las garantías
constitucionales, pero esa es su naturaleza, ya que protege el derecho objetivo
contra las disposiciones administrativas que lo infrinjan, así como el derecho
subjetivo del agraviado. Se sustancia por la vía ordinaria, como proceso de puro
derecho, con intervención del Procurador del Estado, conforme al Art. 79 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial.

Expresamente, se autoriza acción popular para denunciar los delitos contra los
deberes de función y cualesquiera otros que cometieran los miembros del
Poder Judicial en el ejercicio de su cargo. Procede también para denunciar los
delitos contra la ejecución de las resoluciones judiciales en que incurran los
funcionarios del poder ejecutivo.

El instituto de acción popular ha sido luminosamente examinado por el doctor


Ricardo Bustamante Cisneros, Presidente de la Corte Suprema, en la memoria
leída al iniciarse el año judicial de 1961. Con criterio hondo y cabal, tras de

31
analizar el hábeas corpus y el control de la constitucionalidad, asevera que la
acción popular realiza los fines superiores de la justicia constitucional y que la
decisión jurisdiccional debe aplicarse con eficacia amplia, o sea "erga omnes",
sin que la protección general de dicho instituto pueda ser recortada por una
exégesis estrecha.

Precisamente, quienes redactamos la actual Ley Orgánica del Poder Judicial,


tanto en la Comisión original como en la Comisión que reestructuró su texto,
hemos pensado en que la sustanciación ordinaria pero no dilatada que
corresponde al proceso de puro derecho garantiza decisiones judiciales cuyo
alcance ha de ser general, como el interés que promueve la acción de parte de
cualquiera "de los del pueblo", según expresa el Digesto. El valor y la esencia
de la democracia residen en la eficacia que el ordenamiento jurídico brinde a
los gobernados frente a las desviaciones o excesos del poder.

En resumen, la podemos encontrar ene l artículo doscientos inciso 5 de la


Constitución Política del Perú que nos dice que por infracción a la constitución
y de la ley, contra los reglamentos, normas administrativas, resoluciones,
decretos de carácter general.

La acción inconstitucional y la acción popular podrían parecer iguales pero


tienen unas ligeras diferencias de que estas garantías proceden por infracción
a la constitución. Pero la acción de inconstitucionalidad solo procede para
leyes, decretos legislativos, decretos de vigencia, tratados, reglamentos del
congreso, normas regionales, ordenanzas municipales.
2.6.1. Características de la acción popular

- Sustantivas
La acción popular está estrechamente vinculada la acción de
inconstitucionalidad contra las leyes en la medida que su objeto también es
asegurar el orden constitucional objetivo, además del legal pero examinando
las normas inferiores a la ley.

32
En ese sentido la Acción Popular los jueces pueden declarar la
inconstitucionalidad con carácter general de la norma infralegal que sea
contraria a la constitución y las leyes.
Sin embargo no concluye con la expulsión judicial de la norma infractora del
ordenamiento jurídico solo pueden declararla inaplicable parcial o totalmente
pero con efectos generales que casi es lo mismo a declararla nula.
Al respecto debemos mencionar que el control de los decretos reglamentos y
demás normas administrativas, deben realizase no solamente en las normas
constitucionales y legales sino también a las sentencias del tribunal
constitucional que hayan desde luego estimado o desestimado la declaración
de la ley como inconstitucional.
- Procesales
Considera también la protección del orden constitucional y legal , los valores
supremos no solo del estado , sino también de la sociedad , la legitimidad
procesal activa es anormal y material , es decir que cualquier ciudadano puede
incoar disposiciones reglamentarias y administrativas ante el poder judicial ,
por inconstitucionales e ilegales incluso los ciudadanos extranjeros residentes
en el país , pueden ser titulares de esta acción , así como también el poder
judicial debe tutelar ese derecho a la acción de cualquier ciudadano.
2.6.2. Prescripción de la acción popular
La Acción Popular prescribe a los cinco años contra las normas violatorias de
la constitución y a los tres años contra las normas que infligen la ley. El término
para la prescripción corre a partir del día de la publicación.
¿Cuándo se trata de una norma no publicada pero que es de
conocimiento extra oficial?
En este caso al no haberse publicado la norma no correrá la prescripción, la
admisión a trámite de la demanda no suspende la vigencia de la norma
controvertida.

2.7. ACCIÓN DE CUMPLIMIENTO


Es objeto del proceso de cumplimiento ordenar que el funcionario o autoridad
pública renuente: de cumplimiento a una norma legal o ejecute un acto

33
administrativo firme; o se pronuncie expresamente cuando las normas legales
le ordenan emitir una resolución administrativa o dictar un reglamento.

Busca hacer cumplir las disposiciones jurídicas y las resoluciones a favor de


las personas sin demora. Es una garantía para el ser humano particular contra
la posible arbitrariedad que quieran ejercer en su contra las autoridades y
funcionarios del Estado.
Al igual que todas estas garantías la podemos encontrar en el artículo
doscientos inciso 6 de la constitución política del Perú , que nos dice que
procede contra cualquiera autoridad o funcionario realmente a acatar una
norma legal o un acto administrativo, esta también se puede encontrar en el
artículo 66 del código procesa constitucional, un ejemplo claro seria :
Que un policía que ve a una persona ser robada, pro esta policía no quiere
detenerla a pesar del hecho, de que el robo es ilegal en este momento podría
a iniciar una acción de cumplimiento, para que esta autoridad pueda cumplir
con las normas establecidas por nuestra constitución.

En la constitución se encuentran seis de estas garantías pero en código


procesal constitucional podemos encontrar una última garantía que es:

2.8. CONFLICTO DE COMPETENCIA


El conflicto de competencia o conflicto competencial se puede encontrar en el
artículo ciento nueve del código procesal constitucional que prácticamente
procede cuando los organismos del estado o sus funcionarios invaden
unilateralmente la competencia de otros, un ejemplo seria:

Que la ONPE intente hacer el trabajo de la RENIEC se sabe que la ONPE tiene
una distinta función ala RENIEC y esta se involucra en la RENIEC, en estos
momentos la RENIEC procedería con esta garantía para que la ONPE pueda
cumplir con su función y que no se meta en funciones ajenas.

34
CONCLUSIONES

- Las garantías constitucionales son los derechos de las personas establecidos


en la constitución de cada país.

- Las Garantías Constitucionales han recibido una nueva denominación de


Procesos o Acciones Constitucionales, así lo contiene el Código Procesal
Constitucional (Ley N° 28237).

- Las Acciones Constitucionales buscan que no se viole la Constitución,


defender la vigencia de la Constitución y hacer valer la jerarquía normativa.

- En nuestras constituciones en un primer momento no se hablaba de acciones,


ahora nuestra constitución contiene: La Acción de Hábeas, La Acción de
Hábeas Data, La Acción de Amparo, La Acción Popular, La Acción de
Inconstitucionalidad y La Acción de Cumplimiento.

- Nos hemos convencido que la base fundamental para llegar a los


Procedimientos Constitucionales, fue la Carta Magna Inglesa, suscrita por
Juan Sin Tierra, en 1215, es ésta la cual sirve de ejemplo y motivación para
que el hombre busque como defender sus derechos mediante una garantía,
hoy en día todos los Estados garantizan los derechos de sus pobladores
mediante Procesos Constitucionales (Perú), Garantías Individuales,
Garantías Sociales (México), Garantías Constitucionales (Chile, Ecuador).

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Referencia Bibliográfica

Bórea Odría, Alberto. (2002). Los Procesos Constitucionales en el marco de la


Reforma Constitucional, en: Apuntes sobre la Reforma Constitucional.

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Link grafía

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- www.estudianteorg.com
- www.llamadederecho.com
- www.conceptocabal.com
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