Professional Documents
Culture Documents
Una persona de actitud negativa cree que nada tiene valor, sigue las instrucciones si lo obligan,
pero siempre poniendo el menor empeño posible y si lo corrigen en algo, estima que es
animosidad contra él.
En seguridad, hay que tener una actitud positiva. Hay que estar convencido de que las medidas de
prevención de accidentes son necesarias y de eficacia comprobada. Esa actitud positiva nos lleva a
usar equipos o ropa de protección personal cada vez que hacemos ciertos trabajos por
insignificantes que parezcan.
Los de actitud negativa se encogen de hombros y dicen: “es cuestión de suerte y cuando a uno le
llega el turno no hay quien lo salve”. Por eso se despreocupan y si el supervisor no está por los
alrededores dejan de protegerse. Por supuesto, si sufren un accidente, dicen “ese era mi destino”.
De todos modos, la actitud de estas personas es peligrosa porque no sólo ponen en peligro su
propia vida sino la de otros. Quizás estas personas no sepan que las reglas se han creado
precisamente porque ha habido accidente y se requiere evitar una repetición.
La persona que tiene una buena actitud de seguridad considera siempre a los demás. Antes de
arrancar una máquina u opera un equipo, se cerciora que nadie trabaja en ella. No deja materiales
por donde quiera. El descuidado deja las cosas donde le da la gana, sin importarle en lo más
mínimo si crea un riesgo para él u otra persona.
no se heredan,
todos los detalles de las actividades a realizar.